#Jack Clancy
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justaholesir · 1 year ago
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HUGH JACKMAN as Drover Faraway Downs (2023) + Australia (2008) dir. Baz Luhrmann
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a-leg-without-fear · 3 months ago
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Leg's Tuna Tober
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this is the masterlist post for all of my tuna-tober posts!!! starting october 1, expect either a fic or a drawing almost EVERY DAY of the month :) here's the link to the prompt list if you'd like to participate!!
🩸= set in the NFW universe, in which the reader is a blood bender born in 1905 🔥= SMUT 18+ 🌧️= angst 🪻= fluff 🎨= drawing 📖= writing
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Day 1: Reading to Each Other🪻(Duke Leopold Mountbatten x f!reader) 📖
Day 2: Threesome🔥(Worst!Wolverine x f!reader x Deadpool) 📖
Day 3: Insomnia🩸🌧️ (Logan Howlett x mutant!fem!reader) 📖
Day 4: "Are You Blushing?"🪻(Jack Clancy x f!reader) 🎨
Day 5: Begging🔥(Logan Howlett x f!reader) 📖
Day 6: "You Can Sleep Here Tonight."🪻(Gabriel Van Helsing x f!reader) 📖
Day 7: Nightmare🌧️(Worst!Logan Howlett x f!reader) 📖
Day 8: Overstimulation🔥(Robert Angier x f!reader) 🎨
Day 9: "You Don't Need To Do That." "I Want To."🪻(Duke Leopold Mountbatten x f!reader) 📖
Day 10: "I'm Not Good Enough."🌧️(Charlie Kenton x gn!reader) 📖
Day 11: Sharing an Umbrella🪻(Duke Leopold Mountbatten x f!reader) 📖
Day 12: Sneak Peek🩸🌧️(Logan Howlett x mutant!fem!reader) 📖
Day 13: Playful Kiss🪻(Wolverine x Deadpool) 🎨
Day 14/15: Break Day 🎃
Day 16: Scent Marking🩸🔥🌧️(Worst!Logan Howlett x mutant!fem!reader) 📖
Day 17: "I'm Not Leaving You."🌧️(Gabriel Van Helsing x f!reader) 📖
Day 18: Pillow Fort🪻(Charlie Kenton x f!reader) 🎨
Day 19: Gags🔥(Robert Angier x f!reader) 📖
Day 20: "Who Did This To You?"🩸🌧️(Logan Howlett x mutant!fem!reader) 📖
Day 21: Flustered🪻(Gabriel Van Helsing x f!reader) 🎨
Day 22: Aphrodisiacs🔥(Wyatt Bose x f!reader) 📖
Day 23/24: Break Day 🎃
Day 25: Playing With Their Hair🪻(Logan Howlett x f!reader) 🎨
Day 26: Under The Desk🔥(Frank Tassone x m!reader) 📖
Day 27: Sneak Peek🩸🌧️(Logan Howlett x mutant!fem!reader) 📖
Day 28: Hair Pulling🔥(Gabriel Van Helsing x f!reader) 📖
Day 29: Forehead Kiss🪻(Jean Valjean x f!reader) 📖
Day 30: Road Trip🩸🪻(Old!Logan Howlett x mutant!fem!reader) 📖
Day 31: SANGUINE🩸🌧️(Logan Howlett x mutant!fem!reader) 📖
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hope you all are as excited for tuna tober as i am!!!!
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crazytxgradstudent · 6 months ago
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I don’t appreciate how Faraway Downs just ruined my life with that alternate ending 😐
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silvertice · 10 days ago
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Faraway Down.
Drover (Jack Clancy) x female reader.
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Summary: Dos hermanas llegan a un lugar remoto buscando respuestas tras la muerte del esposo de una de ellas, pero se ven envueltas en un desafío inesperado: conducir un enorme ganado a través del desierto australiano. Mientras que la otra se ve envuelta en una conexión inesperada con el jefe del viaje.
Category: Slow Burn Romance, Strangers to Lovers, Period Piece Meets Modern World, Wholesome Romantic Tension, Sweet and Lighthearted Encounters, Playful Banter. {TW}: Mild Social Misunderstandings, Brief Assumptions of Relationship Status, Emotional Tension, Nostalgic Yearning, Period-Modern Clashes, Mild Fluff, Playful Banter.
El viaje no podía ser más extraño, pensé mientras el calor abrasador del sol australiano quemaba mi piel y el polvo se acumulaba en las esquinas de mi vestimenta. Llegar hasta este continente había sido una idea que rozaba la locura, pero a estas alturas ya nada me parecía imposible. La noticia de la muerte del esposo de mi hermana, aunque impactante, no logró provocar en mí un pesar desgarrador. Era un buen hombre, eso nadie lo negaba, pero no habíamos cruzado océanos para quedarnos de brazos cruzados lamentándonos. Ashley tenía su propia forma de lidiar con las cosas; la mía era observar y esperar.
Y en medio de todo este caos, mi atención encontró un punto fijo: él. Aquel hombre que nos había llevado hasta este rincón remoto del mundo, conocido como Faraway Downs. Era tan diferente a cualquiera que hubiera conocido, con su aire rudo, su andar confiado y esa mirada que parecía no tener tiempo para tonterías. Su aspecto desaliñado contrastaba brutalmente con mi mundo ordenado y pulcro. Era incómodo admitirlo, pero algo en esa rudeza, en esa indiferencia tan natural, me intrigaba más de lo que estaba dispuesta a aceptar. 
Después de días de discusiones y la impactante revelación sobre quién era realmente Fletcher, mi hermana, en un arrebato de determinación, decidió emprender un viaje imposible para recuperar la tierra que le correspondia a su amado: dirigir un enorme rebaño de ganado hasta la otra punta del país. Aunque sabía que la idea rozaba la insensatez, no tuve mucho que objetar. Por un lado, la testarudez de  Ashley no tenía rival, y por otro, algo en mí veía el desafío como una forma de escapar del caos que había sido nuestra llegada. Y, por supuesto, estaba él. Drover. Encargado de liderar aquel plan asignado. No podía evitar la electricidad en el aire cada vez que nuestras miradas se cruzaban, y aunque no era una mujer especialmente dada a las coqueterías, un par de comentarios más atrevidos de mi parte parecían arrancarle una sonrisa que hacía que el viaje prometiera ser mucho.
El primer día del viaje fue un caos absoluto. El calor era abrumador, los animales parecían desafiarnos en cada paso, y el polvo se adhería a mi piel como una segunda capa. Intenté mantenerme útil, aunque estaba claro que no era mi terreno. Fue entonces cuando Drover se acercó por primera vez.
—No así —dijo con su voz grave, su acento cargado de ese tono directo que siempre parecía llevar. Me tomó la mano con firmeza, pero sin brusquedad, y me mostró cómo sujetar las riendas del caballo correctamente. Era un gesto simple, pero el contacto fue suficiente para que mi corazón se acelerara.
Intenté responder con indiferencia, como si el gesto no hubiera tenido ningún efecto en mí.
—¿Así está mejor? —pregunté, alzando la barbilla con algo de orgullo.
Drover asintió, sus labios curvándose apenas en una sonrisa.
—Mejor. Aunque no sé si serás capaz de aguantar todo el trayecto. Esto no es para cualquiera, señorita.
—Me estás retando? —réplica, sin pensarlo.
Sus ojos se encontraron con los míos, una mezcla de diversión y desafío que me dejó sin palabras.
—Talvez. Veremos si llegas al final.
Al caer la noche, después de un día agotador arreando el ganado, finalmente encontramos un lugar para detenernos y descansar. Mientras Drover y los demás hombres acomodaban a los animales, mi hermana insistió en supervisar la instalación de las tiendas. Tan pronto como vio una sola de ellas, puso el grito en el cielo.
—¿Cómo esperan que seis personas duerman aquí? Esto es inaceptable —protestó, cruzando los brazos como si estuviera frente a un mayordomo descuidado en vez de un grupo de hombres acostumbrados a vivir al aire libre.
Drover, que estaba bebiendo agua cerca, soltó una carcajada.
—Así es como se duerme aquí, Lady Ashley. Juntos y apretados. Algunos incluso dirían que es parte del encanto.
Yo no pude evitar reírme ante su tono burlón, pero mi hermana no se lo tomó con el mismo humor.
—Ridículo —bufó, girando sobre sus talones para regresar a la tienda con un aire ofendido.
Cuando nuestras miradas se cruzaron, todavía había una chispa de diversión en los ojos de Drover. Su sonrisa persistía, y la mía también. Sentí un calor extraño subir a mis mejillas, algo que intenté disimular mirando hacia otro lado, pero no antes de notar que él seguía mirándome, como si el momento hubiera sido nuestro pequeño secreto.
Mientras todos se ocupaban de organizar el campamento, mis ojos no podían evitar seguir a Drover. Estaba cerca de la fogata, en un rincón donde la luz del fuego iluminaba su figura de manera casi hipnótica. Vi cómo se quitaba la camiseta sin el menor pudor, con una naturalidad que me dejó sin aliento. Sus músculos, marcados y definidos por años de trabajo bajo el sol y el sudor, parecían cobrar vida bajo el brillo cálido del fuego. Cada movimiento que hacía, desde el simple gesto de dejar caer la tela sobre el suelo hasta la forma en que se pasó una mano por el cabello, hacía que mi pulso se acelerara.
Me obligué a apartar la mirada, pero no pude evitar que mis ojos volvieran a él. Drover estaba completamente ajeno a mi presencia, o al menos eso quería creer. No hacía nada especial, solo se acercó a un balde de agua, lo levantó con un gesto fluido y lo volcó sobre su torso. El agua cayó en cascada, mojando su piel, resaltando aún más sus músculos, y los reflejos danzaban con el brillo del fuego, como si el mismo calor del campamento fuera insuficiente para la intensidad de lo que sentía en ese momento.
Mi mente se descontrolaba, dando vueltas, tratando de racionalizar lo que estaba pasando. No quería mirar. No debía mirar. Pero, simplemente, no podía dejar de hacerlo. Mis ojos se clavaron en él, en la forma en que el agua recorría su torso, trazando un mapa en su piel, cada gota como una caricia que yo no podía tocar. No me sentía culpable, pero sí atrapada en algo que no entendía.
Estaba tan absorbida por la escena que ni siquiera me di cuenta de que mi mirada era demasiado obvia. Fue Magarri quien rompió el hechizo.
—Vaya, señorita, parece que alguien aquí está disfrutando de las vistas —dijo con una risa burlona que hizo que todos los hombres se volvieran hacia mí. Su voz resonó en el campamento, y el silencio que se creó fue suficiente para que mi estómago se apretara. Mi rostro se encendió al instante, y aunque intenté disimular la incomodidad, sabía que no podía esconder lo evidente.
Drover, que seguía con su rutina, no pareció notar el cambio en el ambiente. Sin embargo, la sonrisa en su rostro, esa sonrisa que hasta ahora había sido reservada para momentos en los que me desarmaba con su actitud desenfadada, ahora parecía un poco más cargada de algo más. ¿Era mi imaginación, o estaba disfrutando de la atención que no quería darle?
Rápidamente, me levanté, la incomodidad apoderándose de cada rincón de mi cuerpo.
—Voy a hacer la primera guardia de la noche —dije, forzando una voz que intentaba sonar firme, pero que seguramente traicionaba mis nervios. Sin esperar una respuesta, me di la vuelta, apresurándome a alejarme del campamento.
El sonido de las risas quedó atrás, y al fin pude respirar sin esa constante presión en el pecho. Caminé en la dirección contraria, sin mirar atrás, pero sentí que la mirada de Drover seguía persiguiéndome, como una sombra que se negaba a desaparecer.
Me senté sobre una roca fría, observando el vasto paisaje árido frente a mí, donde el horizonte se perdía en la oscuridad. El aire nocturno era fresco y seco, y el silencio se sentía pesado, roto solo por el crujir lejano de la fogata y algún que otro ruido de los animales en la distancia. Las estrellas, tan brillantes, parecían estar mucho más cerca de lo que yo podía alcanzar, colgando sobre nosotros en un lienzo interminable.
Intentaba calmar mi mente, buscando en las estrellas un poco de paz, cuando de repente sentí el peso de alguien en la roca a mi lado. Al principio pensé que era uno de los hombres, pero al girarme y ver sus ojos, supe inmediatamente que era Drover. Estaba tan cerca que casi pude sentir el calor de su cuerpo. Sin pensarlo, me corrí un poco hacia el costado, dándole más espacio.
Pasaron unos segundos de silencio, y aunque intenté ignorar su presencia, era imposible no sentir su cercanía. Finalmente, él habló, sin la intención de molestar, pero sí con su típica manera directa.
—¿No puedes soportar estar cerca de mí, o es porque te deje sin palabras? —dijo, una sonrisa apenas perceptible en sus labios.
Miré hacia otro lado, incómoda, tratando de mantener la calma.
—No, claro que no —respondí rápidamente, pero mi tono fue algo cortante, como si quisiera evitar más conversación.
Él se acomodó, como si no estuviera perturbado por el silencio —Bueno, no hay mucho que hacer, ¿verdad? —dijo finalmente, mirando también el cielo estrellado. La conversación, aunque breve, era una de esas cosas simples que no necesitaban más explicación.
Nos quedamos en silencio un momento, ambos mirando las estrellas, pero sin la tensión de antes. No era un momento coqueto, solo... tranquilo.
Pasaron unos segundos de silencio, y aunque intenté ignorar su presencia, era imposible no sentir su cercanía. Finalmente, él habló, sin la intención de molestar, pero sí con su típica manera directa.
—¿No tienes sueño? —preguntó, mirando el horizonte con calma.
Lo miré de reojo, un poco sorprendida por la pregunta tan directa, pero no podía evitar responder con la misma franqueza.
—No, no suelo tener sueño a esta hora. —Hice una pausa, un poco pensativa, mientras mi mente viajaba a otros tiempos. — De pequeña, mi hermana y yo solíamos quedarnos despiertas hasta tarde, con la excusa de que no queríamos ir a dormir mientras nuestra madre aún estaba ocupada. No sé... supongo que me acostumbré a estar despierta durante las horas en que todo está en silencio.
Mi voz sonó más suave al final, como si esas palabras me hubieran dejado una sensación de nostalgia.
Drover asintió, como si no necesitara más explicación, y se acomodó de nuevo en su sitio, mirando las estrellas sin decir una palabra más. Yo también volví a observar el cielo, pero con la sensación extraña de que había algo más en el aire, algo que no podía identificar, pero que me hacía sentir más viva que nunca.
Nos quedamos un rato en silencio, cada uno perdido en sus pensamientos y mirando las estrellas. Yo, aunque intentaba concentrarme en el cielo, me encontraba robando miradas a Drover, como si su presencia tuviera un magnetismo al que no podía resistirme. No era solo el silencio entre nosotros, sino la tranquilidad que se había instalado, algo que me hacía sentir una extraña calma.
Finalmente, mi mirada comenzó a fijarse en él, más allá de la silueta que se recortaba contra la oscuridad. Observar sus facciones me resultaba casi hipnótico. Sus ojos, que antes me parecían duros y desinteresados, ahora parecían más suaves bajo la luz tenue de las estrellas. Su mandíbula cuadrada y marcada, los rasgos tan definidos que cualquier movimiento sutil de su rostro los destacaba, de alguna manera me mantenía cautiva.
Me sorprendí a mí misma analizando cada detalle: el modo en que su cabello caía ligeramente sobre su frente, la manera en que sus labios estaban partidos de tanta tierra y sol, parecían moldearse a la forma de su rostro como si de alguna forma estuviera en completa armonía con la noche. No era solo su físico, aunque sus músculos marcados y su cabello oscuro también formaban parte del conjunto que me mantenía hipnotizada. Había algo más, algo en su carácter tranquilo pero también desafiante, en esa confianza sutil que desprendía incluso en los momentos más simples. 
Pero justo cuando mi mirada se detuvo un poco más de lo que debía, Drover levantó la vista hacia mí, sus ojos encontrándose con los míos en un parpadeo, como si hubiera notado mi observación. Fue un instante breve, pero suficiente para que un rubor rápido subiera a mis mejillas.
Su expresión fue un tanto desconcertada, como si estuviera a punto de formular una pregunta que no sabía cómo formular.
—¿Qué estás mirando? —preguntó, con una nota de curiosidad que me hizo sentir aún más expuesta.
—Tus facciones —respondí, sin pensar del todo, mi voz saliendo más baja y más sincera de lo que había querido. Volví a mirar hacia otro lado, incómoda con la manera en que esas palabras me habían dejado al descubierto.
Drover se quedó callado un instante, y luego soltó una risa suave, como si no creyera del todo lo que acababa de escuchar.
—¿Facciones? Eso es nuevo —dijo, pero no había burla en su tono, solo una especie de aceptación como si también hubiera sentido la intensidad del momento.
El silencio volvió a caer entre nosotros, pero no sentí la necesidad de llenarlo. Las estrellas seguían brillando, y por un momento, el peso de las miradas y las palabras no dichas me envolvía como una manta invisible, creando un vínculo que me era difícil entender del todo.
Después de unas horas, el silencio de la mañana fue interrumpido por un susurro lejano que me hizo sobresaltarme. Mi hermana, que había estado en la tienda más alejada, apareció de repente, su rostro visiblemente alterado, y se acercó rápidamente hacia nosotros. Cuando vio que estaba acostada en el suelo, junto a Drover, sus ojos se abrieron de par en par, claramente sorprendida y molesta.
—¡¿Qué estás haciendo?! —exclamó susurrando, levantando las manos en señal de desesperación—.
La forma en que me miraba, como si fuera lo peor que pudiera haber hecho, me hizo sentir una mezcla de incomodidad y algo de vergüenza. Ella avanzó hacia mí, claramente molesta por la situación. Drover, por su parte, ni siquiera pareció inmutarse. Estaba acostado con los brazos detrás de su cabeza, y con sus ojos cerrados, como si nada de eso fuera tan importante.
—No es tan grave —dije, levantándome lentamente, mientras trataba de encontrar las palabras para calmarla—. Simplemente estaba descansando un poco. El suelo es cómodo, y la noche estaba fresca... no quería volver a la tienda. Y Drover no me ha hecho nada.
Mi hermana no parecía convencida. Su expresión era de total incredulidad.
—¿Qué?! ¿No te das cuenta de cómo te ves? —su voz, casi histérica, me sorprendió—. ¡Durmiendo aquí, con él, a solas! 
Suspiré, mirando a Drover para ver si él decía algo, pero él no reaccionó.
—No pasa nada —respondí, algo cansada de la reprimenda. Mi hermana parecía no entender que no siempre buscaba seguir reglas o expectativas.
Ella no me dejó terminar.
—Espero que no pienses en hacer nada, ¿si? —y su mirada se clavó en Drover como si él fuera la causa de todo lo que estaba mal en ese momento.
Por un segundo, sentí una leve molestia. Nadie, ni mi hermana, tenía derecho a juzgar algo que no entendían.
Mi hermana me fulminó con la mirada, y aunque intenté calmar la situación, no pude evitar que una parte de mí se sintiera molesta por su actitud. No entendía que necesitaba estar tranquila, que este viaje había sido algo más para mí que solo un simple escape.
Finalmente, mi hermana dio un paso atrás, respirando hondo, y con una mezcla de desaprobación y frustración, se alejó de nosotros, murmurando algo sobre "lo que era correcto" y "mantener la compostura". Yo me quedé allí, mirando cómo se alejaba, con la sensación de que algo había cambiado, que esa tensión en el aire ahora era aún más pesada.
Me quedé mirando a Drover por un momento, mientras mi hermana se alejaba, todavía murmurando palabras de desaprobación entre dientes. No pude evitar sentir una ligera molestia por su reacción, pero también algo de gratitud por la tranquilidad que Drover me había ofrecido en silencio.
Al darme vuelta para mirar a Drover, me sorprendí al encontrarlo observándome con una ligera sonrisa en su rostro. Parecía que no se sorprendía en lo más mínimo por la escena, como si ya estuviera acostumbrado a que mi hermana actuara de esa manera.
—Tu hermana no parece muy contenta con lo que está pasando —comentó Drover, con una mueca divertida, mientras su tono mostraba que no era un comentario ofensivo, sino más bien uno que veía con algo de diversión.
No pude evitar sonreír ante su observación. La situación había sido incómoda, pero su forma de decirlo me hizo sentir un poco más ligera.
—Oh, no, no te preocupes. Ella siempre es así —le respondí con una risa suave, intentando restarle importancia al asunto—. Si no está discutiendo sobre algo, no se siente bien. Pero, ya sabes, está preocupada por mí.
Drover soltó una pequeña risa, y aunque su mirada estaba relajada, había algo en su expresión que me hizo pensar que entendía perfectamente cómo era la dinámica entre mi hermana y yo.
—¿Así que esto es solo otra de sus... preocupaciones? —preguntó, arqueando una ceja, claramente intrigado, pero también con un tono amistoso.
—Exactamente —contesté, relajándome más al saber que Drover no estaba tomando la situación tan en serio. Sonreí, sintiendo cómo mi tensión se desvanecía poco a poco—. Si la tuviera que describir, diría que es como un volcán que no sabe cuándo dejar de erupcionar.
Drover rió, y esa risa me resultó más relajante de lo que pensaba. Había algo en su actitud que me tranquilizaba, algo que me hacía sentir que no importaba lo que sucediera, las cosas seguirían adelante de la manera más sencilla posible.
—Bueno —dijo Drover, mirando hacia la tienda donde mi hermana se había refugiado—, parece que te tiene bien vigilada.
Sonreí una vez más, y aunque todavía había algo en el aire entre nosotros, esta vez no lo sentí tan pesado. Drover y yo compartimos un momento de complicidad en el que las palabras sobraban. En ese instante, la tensión de la noche anterior parecía disolverse, reemplazada por una calma más agradable.
La mañana llegó sin previo aviso, con el sol ya alto en el cielo, marcando el inicio de otro día caluroso en el que el paisaje árido se extendía interminable ante nosotros. Todos ya estábamos a punto de continuar el viaje, el ganado listo para ponerse en marcha, y el ruido de los caballos comenzaba a llenarlo todo.
Estaba montada en mi caballo, cuando, de repente, sentí una presencia cercana. Miré hacia un lado y vi a Drover cabalgando junto a mí. No dijo nada al principio, solo se acercó con esa mirada tranquila que siempre parecía acompañarlo.
Luego, con un gesto tan natural como si fuera lo más común del mundo, extendió su brazo y, sin decir una palabra, colocó su sombrero sobre mi cabeza.
—Hay mucho sol —comentó simplemente, como si eso fuera toda la explicación. Pero yo sabía que había algo más en ese gesto, algo que lo hacía diferente a cualquier otra acción rutinaria.
Sentí una ligera calidez en el rostro, no solo por el sol, sino por la cercanía inesperada. Mi corazón dio un pequeño brinco, pero me esforcé por no mostrar lo que estaba sintiendo. Aunque no era un gesto grandioso, su cercanía, su presencia, me había tomado por sorpresa.
—Gracias —respondí, casi en un susurro, mientras tomaba el sombrero con las manos y lo ajustaba un poco mejor. Sentía cómo las yemas de mis dedos rozaban el borde, sin querer soltarlo de inmediato. Algo tan sencillo, pero me hacía sentir... emocionada.
Drover asintió, su mirada no se apartó de mí, pero no dijo nada más. En su rostro había una mezcla de serenidad y algo más, algo que no podía leer completamente.
—No es nada —dijo finalmente, con una leve sonrisa, mientras se alejaba un poco para seguir el camino. Su voz era baja, pero su tono tenía algo en él que me hizo pensar que sabía perfectamente lo que había hecho.
Yo me quedé allí, mirando su figura alejarse, y por un momento, el mundo a mi alrededor pareció desvanecerse.
Después de días agotadores atravesando el desierto, finalmente llegamos a Darwin. El aire parecía distinto allí, más húmedo y lleno de movimiento. La ciudad estaba en plena actividad, con el bullicio de trabajadores y el sonido constante de barcos en el puerto. Era un cambio abrumador después del silencio casi ensordecedor del desierto.
Las reses, a pesar del arduo trayecto, estaban en buena forma, y fue un alivio ver cómo se dirigían hacia el puerto bajo las indicaciones de Drover y los demás hombres. Todo el trabajo, todo el esfuerzo, había valido la pena.
Entonces apareció Carney, con su porte altivo y una expresión que oscilaba entre la sorpresa y el enfado. No podía creer lo que estaba viendo.
—¿Cómo es posible? —exclamó, mirando a las reses siendo embarcadas una por una. Su voz era una mezcla de incredulidad y frustración—. ¡Nadie atraviesa el desierto con este ganado y lo logra!
No pude evitar sentir una chispa de orgullo ante su reacción. Mi hermana, que había sido la más decidida a emprender este viaje, se mantenía firme a mi lado, con una expresión que mezclaba satisfacción y determinación.
—Bueno, parece que nadie les informó a nuestras reses que era imposible —respondió ella con frialdad, sus palabras como un golpe directo.
Carney se quedó sin palabras, viendo cómo nuestro ganado llenaba el barco que se marcharía pronto. El trato con el ejército ya estaba cerrado, y no había nada que él pudiera hacer para cambiarlo.
Drover pasó junto a mí, su mirada cargada de una mezcla de satisfacción y alivio. Sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa al cruzar su mirada con la mía, y en ese instante, sentí el peso de todo lo que habíamos logrado.
No solo habíamos atravesado un terreno implacable y desafiado las expectativas, sino que lo habíamos hecho juntos, enfrentándonos a cada obstáculo y saliendo victoriosos. Era un logro que sabía que recordaría por siempre.
La tarde dio paso a una pequeña celebración organizada por los hombres del equipo. No era nada ostentoso, pero después de tantos días de esfuerzo, el ambiente se sentía ligero, casi alegre. La música improvisada llenaba el aire, acompañada por risas y el chisporroteo de una hoguera en el centro.
Me alejé un poco, disfrutando del calor del fuego y observando a los demás relajarse. Entonces, lo vi.
Drover apareció, pero no con su habitual aspecto desaliñado y lleno de polvo del desierto. Esta vez, llevaba una camisa blanca ligeramente abierta y un pantalón limpio que parecía incluso planchado. Era una imagen completamente diferente a la que estaba acostumbrada. Su cabello, todavía un poco húmedo, caía desordenado, pero de una forma que le quedaba sorprendentemente bien.
Por un momento, me quedé mirándolo más tiempo del que habría querido admitir. Algo en mí se revolvió al verlo así, tan distinto pero tan él.
Él notó mi mirada y, como si fuera un reflejo, sus ojos buscaron los míos. Cuando nuestras miradas se encontraron, el bullicio a nuestro alrededor pareció desvanecerse. Una ligera sonrisa apareció en sus labios mientras caminaba hacia mí.
—¿Y esa mirada? —preguntó con un tono divertido, inclinándose un poco hacia mí cuando llegó a mi lado.
Sonreí, intentando parecer más tranquila de lo que realmente me sentía.
—No sé, solo me sorprende verte tan... limpio. Casi no te reconozco. ¿Es tu intento de parecer civilizado? —dije con un toque de broma, levantando una ceja.
Él soltó una risa baja, esa que siempre parecía hacer que algo en mi interior se agitara.
—No te acostumbres. El polvo me sienta mejor, ¿no crees? —respondió, con esa mezcla de confianza y despreocupación que era tan propia de él.
Negué con la cabeza, reprimiendo una sonrisa mientras me apartaba un mechón de cabello del rostro.
—Tal vez, pero no te queda nada mal este cambio. Aunque no lo admitiré en voz alta de nuevo.
Él me miró fijamente por un momento, y sentí cómo mi pulso se aceleraba ligeramente. Luego, simplemente asintió, su sonrisa nunca desapareciendo del todo. Había algo en él, algo que me atraía cada vez más, incluso cuando intentaba resistirme.
Mientras intentaba retomar el ritmo de mi respiración tras ese intercambio, sentí que Drover no se alejaba del todo. En lugar de regresar por completo al grupo, su mano, algo áspera por el trabajo, rozó la mía de manera sutil. Al principio, pensé que había sido accidental, pero luego la deslizó con más decisión, entrelazando sus dedos con los míos.
Lo miré, confundida y sorprendida al mismo tiempo, pero él ya me estaba observando con esa expresión tranquila, como si todo estuviera perfectamente en su lugar.
—Esto es por la victoria —dijo, su voz grave pero suavizada por una nota de calidez—. Estuviste genial ahí afuera, de verdad. Te lo mereces.
La firmeza y sinceridad en sus palabras me desarmaron. Era extraño recibir reconocimiento, más aún de alguien como él, que solía guardar sus emociones bajo una capa de humor y comentarios sarcásticos.
—¿Celebrar agarrando mi mano? —pregunté en un murmullo, intentando mantener el control, aunque sentía cómo mi corazón comenzaba a latir más rápido, casi como un tambor desbocado.
Drover dejó escapar una pequeña sonrisa y, con ese mismo gesto seguro, dio un paso hacia mí. Ahora estábamos tan cerca que podía percibir el tenue olor a jabón en su piel, mezclado con algo más natural que me resultaba imposible de ignorar.
—Celebro a mi manera —respondió, y su voz sonó tan baja que hizo que todo mi cuerpo reaccionara—. Pero si tienes una mejor idea, podemos intentarla.
Por un momento, nuestras respiraciones se mezclaron, y la cercanía era tan palpable que no sabía si el calor que sentía provenía de la hoguera o de él. Mis ojos se encontraron con los suyos, y sentí que el tiempo se detenía, como si en ese instante solo existiéramos nosotros dos.
No dije nada, incapaz de formular una respuesta coherente, pero mis dedos, aún entrelazados con los suyos, se apretaron ligeramente, como si mi cuerpo hablara por mí.
Drover sostuvo mi mirada por un instante que pareció eterno. El mundo alrededor desapareció; no había música, risas ni conversaciones, solo nosotros dos bajo el manto de estrellas y la tenue luz del fuego.
Sin decir nada más, su mano libre subió lentamente, rozando mi mejilla. El contacto fue tan suave como inesperado, y no pude evitar cerrar los ojos por un segundo, como si mi cuerpo aceptara rendirse a lo inevitable. Cuando volví a abrirlos, él estaba más cerca, lo suficiente como para que su respiración cálida rozara mi piel.
Y entonces sucedió.
Sus labios encontraron los míos en un beso que no tenía dudas ni reservas. Fue un beso lleno de emoción contenida, de algo que había estado creciendo entre nosotros desde aquel primer cruce de miradas en el desierto. Mis manos, casi por instinto, subieron hasta su pecho, sintiendo los latidos firmes de su corazón, mientras los suyos se apoyaban en mi rostro y mi cintura, acercándome aún más a él.
Era como si todo lo que habíamos vivido hasta ahora culminara en ese momento. No era un beso apurado ni torpe, sino uno que hablaba de una conexión profunda, como si ambos supiéramos que este instante cambiaría algo dentro de nosotros.
Cuando finalmente nos separamos, solo lo suficiente para recuperar el aliento, nuestros ojos se encontraron de nuevo. Sus labios todavía rozaban los míos, y en su mirada había una mezcla de emoción y sorpresa, como si tampoco él pudiera creer lo que acababa de pasar.
—Asi que asi querias celebrarlo.—dijo con una media sonrisa, su voz baja y llena de una calidez que hizo que mi pecho se agitara aún más.
Solté una risa suave, incapaz de ocultar mi propia sonrisa.
— No sea una mala idea después de todo, ¿no? —respondí en un murmullo, mis dedos aún aferrados a su camisa.
Por un momento más, ninguno de los dos quiso romper la burbuja que nos envolvía. Solo estábamos él y yo, como si el resto del mundo pudiera esperar un poco más.
Drover se separó apenas un poco, dejando que nuestras respiraciones se mezclaran por última vez. Por un momento, sus dedos aún acariciaron mi mejilla, pero luego dio un paso atrás, rompiendo esa burbuja que habíamos creado.
—Vamos, será mejor que volvamos con los demás antes de que empiecen a buscarnos —dijo, con una sonrisa apenas perceptible, como si quisiera que aquello quedara entre nosotros.
Asentí, aún algo aturdida, mientras comenzaba a girar hacia el campamento. Pero, antes de que pudiera dar otro paso, sentí un impulso. Su mano aún estaba cerca, y no lo pensé dos veces antes de tomarla y tirar suavemente de ella, deteniéndolo.
—Espera —susurré, sin soltar su mano.
Él se volvió hacia mí, con una ligera curiosidad en la mirada.
—¿Qué pasa?
Lo miré, estudiando cada detalle de su rostro bajo la tenue luz. Había tantas cosas que no sabía de él, tantas preguntas que me rondaban desde el momento en que lo conocí, pero solo una salió de mis labios:
—¿Cuál es tu nombre?
La pregunta pareció tomarlo por sorpresa. Durante todo este tiempo, había sido simplemente "Drover" para todos, un título que definía lo que hacía, pero no quién era.
Por un instante, vi algo diferente en sus ojos, algo más personal, más vulnerable.
—Jack... Jack Clancy —respondió finalmente, con un tono tranquilo pero firme, como si esas palabras llevaran un peso especial.
Repetí su nombre en mi mente, como si quisiera grabarlo para siempre y solamente asentí y me deje guiar hacia el.
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supermarvelgirl15 · 2 months ago
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Y'all really let me watch Faraway Downs (Australia) without telling me how it ended huh
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hoekhorrorz · 8 days ago
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doodles with sum friends ^.^
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demelly · 18 days ago
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RE7 KEYCHAIN DESIGNS R FINISHED!
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hunnam · 2 years ago
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John Krasinski as Jack Ryan Tom Clancy's Jack Ryan - 1.07 "The Boy" Part 1 (2)
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kevinfeiges · 2 years ago
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John Krasinski | Tom Clancy’s Jack Ryan - Season 3, Episode 6
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stardoodledust35 · 23 days ago
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(‼️Please use she/her pronouns for Clancy on this post ok thank you 👍‼️)
Guys hear me out; transfem Clancy Jarvis. (Also she's a mouse bcuz I think mouse Clancy is fun to draw)
Also the transfem flag in the last picture is a little toned down just cause it was a little bright for my eyes
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limeskye · 1 year ago
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Tom Clancy's Jack Ryan - 1x01 - Pilot
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a-leg-without-fear · 2 months ago
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"Are You Blushing?"
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love me some drover :)
taglist: @just-a-nightdreamer @www-interludeshadow-com @venomqueen2002 @c1eepypas1a
Want to be on the taglist? Fill out this form!
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defendingwarrior · 2 years ago
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JOHN KRASINSKI in TOM CLANCY’S JACK RYAN | 2.01 Cargo
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walder-138 · 2 months ago
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Questions for Annika, Jack, & Oswald:
What's this oc's biggest fear?
What's this oc's mental health state?
What's your favorite thing about this oc?
How does this oc feel about physical affection?
How does this oc get along with people they just met?
VICE!!!!! WHADDUP GIRL!!!! TYSM FOR THE ASK!!!!!
1) What’s this oc’s biggest fear?
Annika: People. Not in a social anxiety typa way (scared of judgement etc), but of what they are capable of. Annika has been exposed to human cruelty from a young age, growing up as a child soldier in a terrorist organization convinced her that every single person around her wanted to hurt her.
Over the years, her fear manifested into hate for humanity. It was never real hate, but ‘hate’ was the only label she could put on it without feeling like a coward. Fear is weak, Anya. Fear is weak. Hate and anger protected her; who wants to pet a rabid dog?
Jack: His scientific ‘research’ being exposed to the public. Jack is incapable of fear or anxiety; he’s a textbook sociopath, but he really doesn’t wanna stop performing his research and experiments (he worked on MK Ultra since he became a doctor) Seeing it flourish due to his involvement has been his greatest achievement, that being taken away from him would tear him apart.
Oz: Losing his daughter, Jenny. I’ve said this before and I’ll say this again; she’s the reason why he got off drugs following Vietnam and stopped being a verbally abusive misogynist to almost every single woman in his life. Oz knows that if he lost her, he’d most likely have a pretty bad relapse and fall back into his old bad habits.
2) What’s this OC’s mental health state?
Annika: Take a wild guess.
Jack: He’s balling honestly 😭 With everything that happened with Bell being a complete success, (assuming Annika isn’t Bell; she detonates the nukes) he basically saw his top project take off. Sure, the dumbasses in the safehouse didn’t listen to him about keeping Bell under that trance or whatever, but he can always start again; make another one.
Bro’s walking on sunshine!
In reality, Jack can’t feel anything. All of his emotions are fabricated. There could be a spark; of hope, or pity, or amusement, or some kinda love, but it’s never enough. He’s almost completely numb. He hates it sometimes, but Jack can’t miss what he’s never had.
Now about the state of his actual brain… uh ask Abbey about that. She fed him the curb
Oz: Shitty. He is constantly haunted by visions from his past. He can barely sleep at night without seeing his men -his sons- dead around him. The heroin, the morphine, and the LSD were the only things keeping him from having to see their mangled bodies scattered every time he blinked. Rehab helped him get over his addiction, but he hated talking to those damn prissy ass shrinks. But now that Jenny’s around, he can’t be high all the damn time, so Oz has to deal with it without any assistance from anyone but his ex.
He’s stressed, and he thinks he can’t do it anymore, but he wakes up every morning and does.
3) What’s your favorite thing about this OC?
Annika: How far her development’s come along. I based her off me when I play video games (I rage a lot 😭) and had to think about how, realistically, someone with an erratic fighting style would come to develop it. Since I die a lot, I figured Annika wouldn’t have any formal military training except by the terrorist organization she was raised in. I really wanted to make her a reflection of my video game playing style, and I’m happy to say that she does. Just with more depth now.
Jack: He’s not far along in his development process, so this will most likely change but so far, it’s how two-faced he is. When you talk to Jack, he genuinely seems like a nice guy that you’d wanna crack a couple cold ones with on a nice, hot day, while all of his ‘patients’ are horrified of him. Dudebro’s the reason Abbey doesn’t like British people 😭
Oz: I’ve got two things. How real he is. I’ll admit; a lot of my ocs are over exaggerated, but at least in my opinion, he’s the most realistic. I’ve made a post going slightly more into depth about this a while back. The other thing is that Oz is somehow my 2nd most morally stable character after all the shit he’s done 😭😭😭
4) What does this OC feel about physical affection?
Annika: She yearns for it. Annika’s never felt the loving touch of any individual that wouldn’t later be used to hurt her. Now, I’m not saying it’s a smart idea to abruptly give her a hug, unless you wanna pull back a bloody stump or you’re her girlfriend, as that scares her, tying back to her fear of people.
Jack: He doesn’t particularly care for it one way or another. Jack might tuck someone’s hair behind their ears if he’s being patronizing, or pat them on the shoulder to reassure them, he doesn’t really get anything from it. He won’t provide any physical contact if it doesn’t benefit him, unless it’s with his partner. Everyone else, even Jack’s own kids, can go to hell.
Oz: Oz is touched starved. At this point, he’d take any form of physical contact from anyone. The problem is, he doesn’t feel like he deserves it, so he recoils from it at every opportunity it’s shown. He says it’s unmanly, but if a woman even patted him on the cheek, bro’s getting a bit excited 🤭
5) How does this OC get along with people they just met?
Annika: Not well. Annika already hates the people she actually knows, introducing her to a person she doesn’t know will ensure hostility. Unless you’re going on a mission with her, she doesn’t want to know anything about you. She doesn’t want to know what you think about the weather. Her life wouldn’t be impacted if you lived or died, and she wants you to know it 😭If she can, Annika would just walk away after the initial greeting.
Jack: He’s the opposite of Annika, at least on the outside. He introduces himself, shakes your hand, and offers to take your coat. Very gentlemanly, especially to women and children. He presents himself as a genuine caring and kind man, giving gifts and offering to listen/help anyone around him. So whenever people (Abbey) accuse him of doing something, everyone tends to be like “Not Jack! He helped me sort through my divorce!” even if they barely know him, cause Jack’s just so damn polite.
Oz: Oz is extremely awkward. Most of the times when he’s meeting someone for the first time he just kinda stands there like🧍‍♂️waiting for his friend to finish talking so he can go watch the Patriots game. He isn’t rude about it though; he’ll smile and wave but he isn’t too good at small talk. Only when he starts to open up more will he start being the asshole we all know and love.
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w4z1zi · 10 months ago
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Happy birthday resident evil 7,happy birthday Baker family, happy birthday Mia winters, happy birthday Mia's husband, happy birthday sewer gators, happy birthday molded buddies, happy birthday Marguerite's babies, happy birthday dulvey, happy birthday happy birthday tape, happy birthday annoying boat section, happy birthday Evie!
Got a light?
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kruntsource · 1 year ago
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EVERY EPISODE OF TOM CLANCY'S JACK RYAN ↳ season 1, episode 1: pilot
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