#El verdugo
Explore tagged Tumblr posts
sacredwhores · 11 months ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Luis García Berlanga - The Executioner (1963)
27 notes · View notes
filmap · 2 years ago
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
El verdugo / The Executioner Luis García Berlanga. 1963
Cave Coves del drach, Ctra. de les Coves, s/n, 07680 Porto Cristo, Illes Balears, Spain See in map
See in imdb
17 notes · View notes
cinemaforester · 2 years ago
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
4 notes · View notes
absolutcineyteatro · 11 days ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
0 notes
cinemedios · 1 month ago
Text
'Viridiana': Llena de polémica y ¿una maldición?
Como parte de su homenaje a la famosa y talentosa actriz Silvia Pinal, el día de hoy la Cineteca Nacional proyectará 'Viridiana', una de las películas más importantes en su filmografía y nos parece la oportunidad perfecta para repasar esta gran película y toda la polémica a su alrededor.
Como parte de su homenaje a la famosa y talentosa actriz Silvia Pinal, el día de hoy la Cineteca Nacional proyectará ‘Viridiana’, una de las películas más importantes en su filmografía y nos parece la oportunidad perfecta para repasar esta gran película y toda la polémica a su alrededor. Reseña | ‘Viridiana’ La historia de la película arranca cuando, gracias al actor Ernesto Alonso, Silvia Pinal…
0 notes
chashechki · 2 years ago
Photo
Tumblr media
0 notes
spilladabalia · 2 months ago
Text
youtube
Paracaidistas - Cómo Quejarme
2 notes · View notes
tomicaleto · 5 months ago
Text
BUENO HACE MESES PROMETÍ QUE IBA A COMPARTIR MIS FICS DEL ZORRO Y NO LO HICE
Así que hoy empezamos: Este es el que tengo publicado en mi Ao3, también lo traduje al inglés pero para mis argmutuals les recomiendo leer en español :)
Título: Hasta que decidas regresar Sinopsis: Ana María piensa en Diego, se hace amiga de un caballo y reflexiona acerca de su relación con el Zorro. No necesariamente en ese orden. Link:
3 notes · View notes
aerial-jace · 2 years ago
Text
Apparently someone somewhere somewhen that I can't be assed to remember decided Guatemala's national anthem is the most beautiful anthem ever so now our education system drills that thing into your head for the whole 13 years of formal schooling.
okay i’m curious
if not put why in the tags if u wanna
10K notes · View notes
zanephillips · 5 months ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Rafa Verdugo and Xoán Fórneas Respira 1.06 "El último hombre en pie"
3K notes · View notes
sacredwhores · 11 months ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Luis García Berlanga - The Executioner (1963)
21 notes · View notes
cuartoretorno · 1 year ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
0 notes
caostalgia · 11 months ago
Text
"Ten piedad de mi" repliqué mientras tu veneno acababa con el poco amor que nos quedaba, y aún así decidiste matarlo, como aquel verdugo sin piedad decapitando a todo hombre naciente en necedad.
~Goner
193 notes · View notes
lukites · 4 months ago
Text
〝 CONSUME DE MI 〞
Aemond x lucerys
⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯
Tumblr media
Aemond siempre estuvo obsesionado con Lucerys. ¿Quién diría que un joven tan desquiciado podría estar enamorado de un bastardo? Pero para Aemond, Lucerys era irreal, inalcanzable para cualquiera excepto para él. Era su Lucerys, y de nadie más.
Sin embargo, lo arruinó. Él fue el origen de su propia tortura, una tortura que aceptó con gusto, porque quería ser el único en la vida de aquel bastardo. Sería su destino, su sombra, su verdugo... y su salvador.
(Metáfora del amor como canibalismo: esto no es una historia romántica, pero si deseas verlo así, adelante; yo no soy quien te obliga.)
(Advertencia: contiene contenido sensible.)
Después de la caída del dragón Arrax, Lucerys esperó la muerte con resignación. Pero la muerte no llegó. Fue salvado, pero por las manos que menos deseaba. Por Aemond Targaryen, quien se atrevió a llevarlo a King's Landing, sin importarle lo que pensara su hermano mayor o su madre.
Lucerys abrió lentamente los ojos, sintiendo un dolor punzante recorrer todo su cuerpo. La vista le era borrosa y le costaba enfocar, pero notó que no estaba en sus aposentos. Con los labios apretados, sintió un escalofrío al ver una sombra acercándose hacia él.
Frunció el ceño al reconocer la figura. Aemond. Su corazón latía frenéticamente mientras apretaba con fuerza la sábana bajo su mano, tratando de moverse, de escapar. ¿Pero a dónde iría? Ya estaba atrapado. Ya estaba acabado.
Aemond se acercó con pasos calculados y se sentó a su lado, su ojo violeta fijo en el rostro tembloroso de Lucerys.
“Pensé que ya estabas muerto” dijo Aemond con una calma inquietante “pero veo que aún tienes el valor de seguir vivo.”
Lucerys abrió la boca, pero sus labios temblaron sin emitir sonido. Su voz parecía haberse evaporado, como si alguien le hubiese arrancado la lengua.
“¿Dónde estoy?” logró murmurar al fin, su tono agudo y quebrado.
Aemond desvió la mirada hacia una mesa cercana, tomó un pañuelo y lo mostró con una sonrisa sutil en sus labios delgados.
“Estás en mis aposentos” respondió, observando la reacción de Lucerys.
“No...” susurró Lucerys, con voz temblorosa, negando con la cabeza. “No quiero estar aquí.”
“Qué lástima” respondió Aemond con frialdad. “Porque este es el único lugar donde te quedarás ahora.”
Se acercó más y con un gesto lento y calculado, pasó el pañuelo sobre la piel de Lucerys, limpiando las manchas de sangre que aún adornaban su rostro. Lucerys apartó la mirada, su cuerpo rígido, evitando el contacto.
“Deberías estar agradecido” dijo Aemond, su voz como hielo. “Después de todo, te salvé. Mi hermano quería que te ejecutaran, propuso incluso que fueras dado como alimento a nuestros dragones. Pero yo me negué. No soportaría verte arrancado de mi lado otra vez, no ahora que te tengo atrapado. Solo para mí.”
Lucerys frunció el ceño; las palabras de Aemond eran como veneno para sus oídos.
“¿Qué quieres de mí?” preguntó con voz baja, llena de angustia. “Mi dragón está muerto, yo ya estoy enterrado en tu tortura. Ya tienes tu satisfacción al haberme hecho daño.”
Los labios de Aemond se curvaron en una sonrisa ligera, casi imperceptible.
“Aún falta” dijo mientras movía sus manos con delicadeza, cerrándolas en forma de puño. Sin darle tiempo a reaccionar, presionó su puño cerrado contra el pecho herido de Lucerys.
Lucerys soltó un gruñido de dolor, sus ojos fijos en el ojo único y felino de Aemond. Sentía que el dolor le quemaba la piel, pero Aemond no parecía afectado en lo más mínimo por su sufrimiento.
“Tu corazón” susurró Aemond con frialdad.“ Quiero tu corazón.”
Lucerys parpadeó, confundido por lo que Aemond decía, hasta que sintió cómo la mano de Aemond apretaba aún más fuerte contra su pecho, justo donde su corazón latía aceleradamente.
“Te di la oportunidad de venir conmigo, Lucerys” prosiguió Aemond con un tono de reproche. “Pero te negaste y preferiste apoyar a tu maldita madre.”
Lucerys desvió la mirada, tratando de escapar de su única mirada, pero Aemond lo agarró del mentón con brusquedad, obligándolo a mirarlo a la cara.
“No intentes ignorarme” gruñó Aemond, su voz cargada de furia contenida. “Mírame, mira lo que me hiciste cuando éramos niños, cuando yo también era un niño.”
“Lo siento...” murmuró Lucerys con voz apenas audible, su cuerpo temblando.
Aemond negó con la cabeza, lentamente.
“Ya es tarde para pedir perdón” dijo, llevando una mano a la mejilla de Lucerys. “Lo único que quería era tu amor.”
“Pero yo no te amo, nunca lo haré” respondió Lucerys con frialdad, sintiendo cómo su corazón latía con rabia y miedo.
Aemond gruñó suavemente y presionó su mano aún más en el pecho de Lucerys.
“Sabía que dirías eso” murmuró, su voz un susurro venenoso.
Lucerys sintió que su cuerpo dolía intensamente. Hubiera preferido morir junto a su dragón Arrax que estar atrapado allí, con el tuerto de Aemond.
“Pero eso no significa que te dejaré libre” dijo Aemond acercando su rostro al de Lucerys. “Mírate... tan destrozado, y aun así sigues siendo perfecto a mis ojos.”
Los ojos de Aemond se fijaron en los labios de Lucerys, que temblaban. Notó cómo estaban más rojos de lo normal, con pequeñas manchas de sangre en el borde.
“Quiero sentir tus labios, quiero sentir tu sangre, Lucerys. Verte a mi merced.”
Los ojos de Lucerys se abrieron con sorpresa y su rostro se tensó, lleno de preocupación.
Aemond acercó su rostro al del joven, deteniéndose a escasos centímetros de sus labios, y sonrió levemente.
“Me gusta verte así.”
“¿Así cómo?” preguntó Lucerys, con un nudo en la garganta.
“Débil.”
Sin previo aviso, Aemond se lanzó hacia los labios de Lucerys. Este intentó empujarlo, pero sintió la mano de Aemond detrás de su cabeza, atrayéndolo aún más al beso. No lo iba a soltar.
El beso fue duro, invasivo, como si Aemond quisiera devorarlo. De repente, Lucerys soltó un grito ahogado cuando sintió los dientes de Aemond morder su labio inferior, causando que la sangre brotara. Pero Aemond no se detuvo; siguió besándolo y chupando la sangre de sus labios.
Un gusto extraño, una mezcla de deseo y rabia.
Aemond finalmente soltó el beso y se alejó lentamente, mirando a Lucerys fijamente durante unos segundos.
“Te quiero a mi lado, Lucerys. Solo para mí.”
Lucerys no entendía nada. Su rostro permaneció confuso hasta que vio cómo Aemond sacaba una daga de su traje y, sin previo aviso, la clavó en dirección a su corazón.
Soltó un grito ahogado, su rostro se contrajo de dolor, tratando de hablar, pero la presión en su pecho lo detenía. Aemond susurró mientras se acercaba a su oído.
“Sh, sh, sh” murmuró con calma, tocando la mejilla pálida de Lucerys. “Tu dolor se irá.”
Lucerys desvió la mirada y finalmente cerró los ojos. Aemond lo observó fijamente, su ojo en los labios del joven, y se acercó lentamente para darle un beso frío y suave.
Se separó y susurró en su oído.
“Tú fuiste quien provocó esto.”
41 notes · View notes
lorithescrump · 2 months ago
Text
Tumblr media
Where tf are all these androgynous tieflings coming from and why is Cadaver the one who has to chaperone them (he’ll warm up to them eventually I promise)
Featuring Astarion, @lorithescrump’s Durge Cadaver, @ki-el-verdugo’s Tav Verdugo, and @ghostofapocrypha’s Durge Luminous
37 notes · View notes
letra-vagabunda · 4 months ago
Text
Hace mucho que no me encuentro. No sé cómo moverme en las paredes de mi cabeza.
Me hundo, navego, naufrago y vuelvo a crear otro poema.
Me duele la vida entera. Este vacío en el pecho que pesa, tropieza, me asfixia. Nadie me escucha, ni siquiera yo misma.
Corro en círculos de melancolía siendo víctima y mi propio verdugo. Existir duele más de lo que esta carne aguanta y las horas se disuelven en la profundidad de un agridulce raciocinio.
Me quedé atrás, no fui nadie, no hice nada. Soy polvo. Un saco de sentimientos rotos. No me quejo, no hablo, no lloro.
Ilusa pretendo creer que si no me muevo, nada podrá arruinarse. Tanto miedo hacia mí misma y estos impulsos. Un rechazo infalible hacia esta naturaleza animal que desgarra todo progreso evaporado en nieblas de excesos.
Busco una tregua con aquel extraño diálogo interno que sigue mis pasos. A veces las conversaciones son nulas, sin cuerpo, no hay voces. Me canso, no avanzo... pero, sigo. ¿Sigo? Tirada en mi habitación buscando una respuesta que no construyo, no entiendo, me nublo.
Paseo en la antítesis de verme sembrada en tierras de vulnerabilidades colectivas, corazones afines y curiosas criaturas sentipensantes, cuando estas heridas murmuran que toda compañía es un reloj de arena desenfrenado que juega a ser eternidad en hilos de trajes de tiempo que visten los cuerpos de mis días.
Encadenada a creer ser espejo y réplica de males aprendidos, puñaladas y suicidios de hábitos no comprendidos. ¿Con quién hablo cuando el mundo me pesa? Si he visto en sus ojos el repudio hacia las criaturas que habitan en mi cabeza.
Deambulo en las noches de insomnio entre canciones, suspiros y risas. Me duele no saber soltar recuerdos, esta vida que llevo me agita.
Mátenme, acaben con este dolor pronto. No tuve las fuerzas de ser aquello que deseaba, creo no saber cuidarme sola, me excuso, me hiero y me rompo.
Condenada a un suplicio silencioso, vago, letal atmósfera de consecuencialidades. Un adiós a la literatura, a un amor y a tres verdades. A lo que quise ser y no fui, al final que jamás cometí.
40 notes · View notes