#Diferencia de edad
Explore tagged Tumblr posts
lachicadlabiosrojos · 5 months ago
Text
Actualización: ya tuvimos nuestro encuentro. Me quedé a dormír en su casa el finde. Viernes a la noche… y me fui el ¡domingo! a la noche. Sí, tuvimos mucho sexo, no fue lo que esperaba, pero no estuvo mal. De todas formas, si. Creo que quedo encantado, y quiere seguir viendome.
Escribo lo que pasó o ¿es aburrido?
No sé qué hacer… anyway.
25 notes · View notes
l-cele-1d · 4 months ago
Text
Incluso si pierdes la natación, todavía puedes ir a donde quieras.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Minato laundromat
0 notes
cynthiamacchiato · 1 year ago
Text
"RONRONEO METÁLICO" (JiKook)
Un relato donde se demuestra la triste verdad que ocurre muchas veces en una relación donde la diferencia de edad encierra formas diferentes de ver la vida.
"RONRONEO METÁLICO" (JiKook) en mi blog.
Tumblr media Tumblr media
1 note · View note
neutrallyobsessed · 9 months ago
Note
If your content pissed off the twitter people then you are doing a marvelous job 🫡 power of age gap ships prevail
I know mdear, that's why I'm here (and not twitter :v) in the first place, it's what I do best~! 😎🤙 Hell yeah!
And remember, the age gap is great for both teaching and learning from one another, if characters don't have canon ages make sure to give them a gap, all clone high ships between old gen and new gen have 20 years of gap and the best same age ships are twincest~♡!
3 notes · View notes
mearpsdyke · 2 years ago
Note
Buenas! Cómo estás? Vengo a arruinarte el día 🌸
Si esto no es confirmación…. 💔
Tumblr media
cómo pasamos de "lo primero que pensé fue en vos (10)" a esto
Tumblr media
4 notes · View notes
pvrseide · 2 years ago
Text
[ 2GEN ]: para un starter con los hijes de nuestros personajes   /   @thundcrous​ .
Tumblr media
‘  no entiendo como la gente puede comer eso.  ’  dice, señalando con su papa frita a la mesa de junto, una pareja que comparten helado y papas fritas, combinando ambos antes de llevárselos a la boca.  ‘  repugnante.  ’  declara, justo antes de comerse su papa.  ‘  ¿quieres algo más? ¿una malteada?  ’
3 notes · View notes
leotavarezalcalde · 1 year ago
Text
Tumblr media Tumblr media
Octubre: Mes de la Concientización sobre el Cáncer de Mama
Este mes de octubre, unimos nuestras voces en la lucha contra el cáncer de mama. El cáncer de mama no distingue entre edades ni géneros; puede afectar a cualquiera. La concientización temprana y la detección precoz pueden hacer la diferencia en la vida de las personas que amamos.
En Baitoa, nos unimos a esta causa con fuerza y esperanza. Queremos recordar a todas las mujeres que la prevención y la detección temprana son nuestros mejores aliados en esta batalla. Hablemos, apoyémonos mutuamente y eduquémonos sobre los signos y síntomas del cáncer de mama.
Juntos, podemos hacer la diferencia. Anímense a compartir esta información con sus seres queridos. Juntos, podemos crear conciencia y brindar apoyo a quienes luchan contra esta enfermedad.
#CáncerDeMama #Concientización #Prevención #DetecciónTemprana #Apoyo #Esperanza #BaitoaUnido #LeonardoTavarezComprometido
#Omar2024 #lanuevahistoriacontinúa
#leonardotavarezvalerio #baitoa #Alcalde #sindico #Comunidad #TransformaciónDigital #COMPROMISO #progreso #AguantenQueFaltaPoco #pichichialcalde #aridio #aridiorosa #aridiorosaalcalde #sindico #Alcalde #leotavarez #PRM #PLD #fupu #Alianza
Recuerda visitar también nuestro sitio web oficial: www.leotavarez.com Necesita a #leotavarez como el Próximo #sindico o #Alcalde del Municipio.
0 notes
goldammerchen · 1 year ago
Text
"eso es incesto!!!" es mentor/aprendiz[/mentor] si se usa un poquitín de imaginación y no se es obtuso de mente... y pseudo-incesto también si se quiere jajajaja
0 notes
jaquemuses · 1 year ago
Text
𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ excuses
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
pairing: actor!enzo x actress!r
sinopsis: Enzo y vos estan teniendo dificultades para filmar una de las escenas en su nueva pelicula, por lo que una noche se aparece en tu puerta con la excusa de practicar.
contenido: SMUT !! insultos, thigh-riding, creampie, p en v, sexo sin condon, diferencia de edad (reader 22 y enzo 34), mirror sex, un poquito de breeding kink, reader es un poco innocente (kinda) smut con plot
word count: 5.3k me re inspire sepan disculpar
a/n: holis !! primero que nada PERDON por tardar tanto, soy bastante perfeccionista y cada vez que decia que iba a subir el fic no me convencia como quedaba, pero me parece que ahora esta bastante decente, espero que les guste, me inspire en tres reqs que me mandaron asi que muchas gracias, sigan mandando !!!
Tumblr media
i.
"¡No, no, no, corten!" El director grito repetidamente, su creciente irritación coloreaba su voz por completo. "Chicos... Ya se los dije antes, pero..."
Te restregaste la cara con un suspiro, levantandote del regazo de Enzo, quien se masajeaba el puente de la nariz en una clara seña de agotamiento. "No veo chispa... no veo-"
"No veo pasión", terminaste la oracion de tu director, quien asintió con seriedad. Era la quinceava vez que estaban intentando repetir esta escena ese dia, el cansancio se hacia presente en el set, sin embargo todo el equipo seguia ahi, inalterable, esperando a que el director diera las ordenes para poder retirarse a descansar ya que, despues de todo, eran casi las doce de la noche.
"Les juro que esto es igual de agotador para mí como para ustedes.", continuó el con el guión entre las manos. "Necesito que quede bien. Simplemente imaginense que esta escena es la culminación de seis meses de espera entre los personajes. Seis meses de tabú, de tensión sexual implacable. Nada más que miradas en clase y breves caricias... se supone que estan al borde de la locura el uno por el otro, feroces el uno por el otro. Pero aca solo veo nervios e inexperiencia... Ustedes son profesionales, les pido por favor que se concentren... Cuanto antes se suelten mas rapido vamos a terminar."
Enzo y vos estaban rodando la primera escena de sexo de una película que relataba la enfermiza y prohibida relación amorosa entre una alumna de 18 años y su profesor quien era mucho mayor que ella. Bueno, no exactamente filmando —ya que no estaban llegando muy lejos con la escena.
Esto era dificil para los dos, simplemente no podían complacer a su director.
El papel ya de por si era increíblemente agotador, incluso sin contar el estrés extra de la escena de sexo: eran jornadas de rodaje de 15 horas, viviendo en el set en una ciudad lejos de tu casa, y la mitad de esas horas se dedicaban a filmar o practicar esta misma escena, tener a un director perfeccionista que se creia la reencarnacion de Kubrick no era facil.
El problema de la escena era su extensa duracion, y el director quería que se hiciera en una sola toma.
una. sola. toma.
Daniel era un director brillante, y tenía un amor incondicional por este proyecto y sus personajes que desearías que todos los directores tuvieran por el suyo, pero él era inflexible en que todo sea hecho a la perfección ya que en varias reuniones previas al rodaje hablo sobre como esta escena estaba destinada a ser la mas "icónica" de toda la película, porque era el quid de la cuestion, el punto de inflexion para los personajes, el punto de no retorno.
"Con todo respeto, Daniel..." empezaste "nunca me habia imaginado en un escenario así, y tampoco tengo experiencia en este tipo de situaciones. ¿A que te referis con que nos falta pasion?"
"Ese es tu trabajo: imaginar e interpretar". El director exigió. Obviamente frustrado con la situacion.
Justo antes de que pudieras retrucarlo, Enzo intervino con suavidad. "Creo que lo que ella quiere decir", dijo, viendo las venas de la frente del director casi por estallar "es que es difícil actuar porque no es una situacion que se viva cotidianamente. Es fácil actuar enamorado porque amor hay por todas partes, ¿no? Pero aca no tenemos mucho en lo que basarnos mas que en lo que podemos llegar a imaginarnos."
La mirada del director se turnaba rápidamente entre vos y enzo por un momento antes de suspirar cansado.
"Me vas a decir que nunca pensaste en alguien mas grande de esta manera?" te insistió, obviamente bromeando y tratando de aligerar el ambiente en el set.
Hiciste una pausa, y trataste de no mirar a Enzo, tu co-protagonista de unos treinta y tantos años.
Enzo habia sido casteado no solo por su impecable actuación sino que tambien por lo absolutamente precioso que era.
Su personaje era enfermizo y asqueroso, por eso sabias que el haberlo elegido a él era una decision calculada y previamente analizada. Querian que el publico bajara la guardia ante su belleza para poder darle un plot twist y que la inmoralidad del personaje los tomara por sorpresa mas tarde.
Estaba destinado a ser visto como un hombre encantador, guapo, totalmente fuera de los límites. El objeto de deseo completamente prohibido, la línea que tu personaje estaba desesperada por cruzar.
No era muy distinto en la vida real; la joven actriz inexperta que anhelaba pasar por alto las reglas sociales y expresar con total sinceridad su admiración por el actor de mediana edad con años de experiencia a sus espaldas.
No estabas enamorada ni nada, pero te deleitabas ante su presencia, despues de todo Enzo era todo lo contrario a su personaje; el mayor era paciente, amable y completamente comprensivo con tu falta de experiencia en el ambito cinematográfico, siempre te guiaba durante el rodaje y te daba tips para sobrevivir a un rodaje. Eran cosas basicas, tales como cuando podias quitarte el maquillaje y el vestuario o como pedir ciertas cosas en set y lenguaje especifico, todas las cosas que a él le hubiera gustado que alguien le diga cuando estaba empezando.
Siempre estaban esos tiempos libres en donde compartian risas sinceras y conversaciones tontas que nunca esperabas de un hombre tan imponente como Enzo, conversaciones en donde sus manos ásperas apenas rozaban tu cintura y su mirada recorria con atencion tu rostro y tu cuerpo, en donde su voz sonaba sensual y provocativa a pesar de que nada vulgar salia de su boca.
Enzo hacía que tus interiores palpitaran, con anticipacion especialmente cuando llegaba la hora de rodar las escenas más íntimas, y solo podías aferrarte a la fantasía de que él sintiera lo mismo.
Todavia te acordabas de la primera escena que hicieron juntos: en la película, sus personajes se encontraban después de clase para conversar sobre un examen desaprobado, el punto en donde comenzaria su atracción del uno por el otro. Enzo estaba presionado contra tu espalda, inclinándose sobre vos para mirar con insistencia el examen, con una de sus grandes manos agarrando tu hombro. El aire se sentía cargado, su cuerpo cálido, su voz baja haciéndote sentir mareada mientras recitaba sus líneas.
Te estremeciste al recordar el momento, y, volviendo a la realidad, respondiste a la pregunta del director con un enérgico asentimiento de cabeza.
El director soltó una risa ‐forzada- y golpeó suavemente el guion contra la palma de su mano. "Bien. Bueno, les parece si cortamos por hoy. Aprovechen este tiempo extra para imaginar, investigar, cualquier cosa, e intenten practicar la escena antes de mañana, ¿Si? La práctica hace al maestro."
Enzo y vos asintieron al unísono, intercambiándose una mirada que gritaba "que vamos a hacer?" antes de apartar la vista mutuamente y regresar a sus caravanas.
Tumblr media
Más tarde esa noche, estabas preparándote para irte a dormir, quitándote el pelo recién lavado de la toalla mientras veias el guión reposando sobre tu cama, la luz tenue te invitaba a relajarte, sin embargo un golpe en la puerta del trailer te saco del trance.
"Ahí va!!," exclamaste, mientras te ponías tus shorts de seda. Te percataste rapidamente de lo incómodo que podría ser ser vista en esos pijamas si el director o alguno de tus compañeros actores estaba detras de esa puerta, pero estabas demasiado cansada como para preocuparte.
Te importó, si, pero sin embargo, en vez de cambiarte cruzaste tus brazos de manera que estos estuvieran cubriendo tu pecho, el cual se encontraba ligeramente descubierto. Fue entonces cuando abriste la puerta y ahi, en los escalones, estaba tu compañero de reparto, Enzo.
Antes de hablar, te examinó de arriba a abajo, con sus oscuros ojos brillando detrás de un par de lentes de descanso, los cuales eran desconocidos para vos, no pudiste evitar pensar en lo lindos que le quedaban. "Uh, disculpame chiquita, ¿Te estabas por ir a dormir?" preguntó por lo bajo, su voz se escuchaba mas grave de lo normal. Ese tipo de apodos eran normales viniendo de Enzo, sin embargo hizo que tu piel se erizara, ¿O habia sido el frio aire del exterior? Sí, probablemente era eso.
Su mirada se paseo por tu cuerpo y se detuvo en la piel desnuda de tus piernas por unos segundos más, te moviste incómodamente, cruzando los tobillos en un intento pobre de esconderte. "Si... son casi las tres de la mañana En... ¿Pasó algo?" preguntaste con un tono un poco agresivo, un poco mas de lo que pretendías ser.
"Si ya se, disculpame", se corrigió, sacudiendo la cabeza y finalmente mirándote a los ojos. "Quería pasar antes... me quede pensando porque sé que esta escena nos está desconcertando, así que..." se interrumpió, levantando el guion que sostenía detrás de su espalda. "¿Estas muy cansada como para practicar un poco? Sino mañana temprano, no hay problema." Parpadeaste rápidamente ante la simple e inocente solicitud. Enzo estaba parado en tu puerta a las tres de la mañana preguntandote si podian ensayar. Solo un ensayo, no alguna travesura lasciva de última hora de las que te estabas imaginando. "Ah... sí, obvio, pasá que está frio.", asentiste entumecida, apartándote para dejarlo entrar.
Enzo asintio en forma de agradecimiento y te regalo una sonrisa, una vez dentro de la caravana se instaló en el borde de tu tocador, mirandote mientras cerrabas la puerta y te volteabas en su direccion. Se veia casual, tenia puestos unos joggings grises holgados y una camiseta blanca ajustada y desgastada.
Ya estaba todo predefinido en el guión, cada palabra que tenias que decir y cada acción que tenias que hacer, pero aún así. Decir y hacer cosas de esa índole después de las horas de trabajo parecia formar parte de una de tus fsntasias con el mayor. Sin embargo, te obligaste a despavilarte internamente -por segunda vez en menos de dos minutos-. Enzo había venido a ensayar la escena con intenciones profesionales y probablemente solo lo había hecho porque estaba cansado de que arruinaras la escena, despues de todo el podía hacer su parte magistralmente, y sabías que si hubiera estado acompañado por una actriz más experimentada, la filmación habría avanzado hace ya mucho tiempo. Caminaste temblorosamente hacia tu cama, acomodándote sentada como indiecito en la misma mientras lo veías hojear el guion; enzo levantó la vista y frunció el ceño con una sonrisa. "¿Qué estás haciendo ahí? Vení para aca", te indicó que te acercaras, casi como una orden sin embargo salil de su boca con amabilidad. "No tenemos un escritorio, así que podemos usar tu tocador. ¿Te parece?" Asentiste, mordiéndote el labio y obedeciendo nerviosamente a sus palabras. "¿Entonces, arrancamos desde el principio?" preguntaste, sintiendo de repente como tu voz y tus piernas se sentian débiles.
Sus ojos seguían fijos en el papel mientras respondía. "No, no creo que haga falta. La parte del sexo es lo único con lo que estamos teniendo problemas, ¿No?" Tragaste saliva, tu garganta estaba repentinamente seca.
"Sí, supongo que sí."
Con eso, Enzo termino de darle un último vistazo al guion antes de sumergirse en la escena.
Sus acciones ya eran familiares para vos ya que habian estado intentando filmar esta escena todos los días durante al menos tres dias. Su cuerpo se volvió hacia el tuyo, sus manos subieron a tu mandíbula y presionaron tu espalda ligeramente sobre la mesa. Te abrazó fuertemente y te hizo mirarlo, mientras recitaba sus líneas. Torpemente, hiciste lo mismo, recordando mal lo que necesitabas decir. "La puta madre, perdón, me puse nerviosa." dijiste de repente, apartándote de su contacto y suspirando. Él te dio una pequeña y cuidadosa sonrisa, rompiendo inmediatamente el personaje y dando un paso atrás del tocador. "No hay necesidad de ponerse nerviosa. La práctica hace al maestro, ¿te acordas?" Te burlaste de su cita al director.
"Sí, ya se... Es que no entiendo a qué se refiere con apasionado. Estoy tratando de ser una profesional al respecto, pero - pero nunca fui parte en una historia de amor de este tipo, me cuesta imaginarmelo..."
"No es muy raro igual viniendo de vos, es normal. Sos muy joven todavia, nena. Demasiado buena para este tipo de cosas... ¿No?" dijo, su mano subiendo a tu hombro, donde el tirante de tu pijama de seda se había resbalado, acariciándolo suavemente. Prácticamente te derretiste ante el apodo y cómo las yemas de sus dedos rozaban tu piel. Estabas tan cautivada que casi gemiste cuando se detuvo y levantó tu tirante caído, pero en cambio, tomaste en silencio el guion que se había caído sobre la mesa y encontraste una de las líneas, inhalando profundamente y preparándote para entrar en personaje.
Tu mano subió para tirar de la manga de la camisa de Enzo, según lo dictaba el guion. "Por favor", susurraste con la voz aguda de tu personaje, "Quiero que me toques."
"No, esto está mal... Soy tu profesor y..." respondió Enzo, rápidamente volviendo al personaje, el dorso de su mano rozando tu mejilla. "No te quiero romper el corazon."
Miraste a Enzo, las lagrimas nublaban tu vista, tal como lo indicaba el guión. "Por favor. Te necesito." Despues, una de tus temblorosas manos bajó por el pecho de Enzo mientras hablabas, tal como lo hacías en el set. "Pienso en vos todas las noches... Me mojé tanto el día que me regañaste enfrente de todos."
Escuchaste cómo a Enzo se le entrecortaba la respiracion.
No, Enzo no, su personaje, te recordaste a vos misma.
"Ay nena... Yo pienso en vos todos los dias, en clase, en mi casa...", gruñó despues de decir sus lineas.
Hasta ahora, todo bien, pensaste. No era incómodo y ya estaba siendo mucho mejor que las actuaciones mediocres que habías dado anteriormente. Continuaste inclinándote hacia Enzo, haciéndo que se siente en el tocador, esta era la parte de la escena a la que habían llegado antes de que el director les dijera que cortaran.
Esta vez, sin embargo, las acciones de Enzo difirieron de las que se suponía que tenia que realizar: en lugar de acariciar tu rostro, sus dedos bajaron por tus caderas, enviando escalofríos por tu espina dorsal.
"Te prometo que me voy a portar bien... Nunca le voy a contar a nadie...", recitaste, sintiendo calor en la cara mientras su mano se acercaba más a la curva de tu trasero. "Podes hacer lo que quieras conmigo".
La mirada de Enzo se oscureció recorriendo tus rasgos. No dijo su línea, y pensaste que se había perdido, por lo que retiraste tus manos de su cuerpo preocupada. "¿Enzo estás bien?"
Antes de que pudieras terminar tu oración, Enzo te agarró por el culo, cambiando sus lugares y colocándote en el borde del tocador.
"¡Enzo!" chillaste, era lo único que podías decir mientras procesabas lo que acababa de suceder. Tu mente divagaba en confusión - y anticipación - mientras él estaba de pie enfrente tuyo, con las piernas presionando a ambos lados de tus rodillas, su gran cuerpo atrapándote contra el tocador.
"Shh... un poquito de improvisacion nunca mató a nadie." musito en voz baja con su característico acento antes de que un guiño pícaro se dibujara en sus rasgos afilados.
Su mano luego acarició tu cabello, mientras que su otra mano subió a tu barbilla y te hizo mirar hacia arriba. "¿Todo lo que yo quiera?" murmuró, volviendo al guion.
Batiste las pestañas coquetamente. "Todo. Soy tuya".
Aca es donde pensabas que Enzo se detendría, porque después de tu línea venían los besos, los toques y las caricias intensas: todas las cosas que hasta ahora no habías filmado en absoluto, porque ni siquiera podías pronunciar el diálogo correctamente.
Pero en cambio, se inclinó y comenzó a besar vorazmente tu cuello, haciéndote jadear.
"¿Qué haces?"
"Seguime", exigió suavemente, "es todo parte de la escena, ¿te acordas?"
Parpadeaste aturdida, abriendo y cerrando la boca, incapaz de registrar un pensamiento o palabra coherente. Dijo que era parte de la escena, pero habías leído el guion, y sus dientes mordiendo ligeramente tu sensible piel no estaba escrito en ninguna parte.
Pero, te tragaste tus pensamientos y recitaste varias líneas más junto con las suyas. Sentias como su otra mano sostenia tu muslo tan fuerte que pensaste que podría dejar moretones, pars este entonces ya empezabas a creer que tal vez esto era una de esos sueños que tenias sobre el mayor, solo producto de tu imaginación.
Estabas siguiendo el guion, tal como él había dicho que harian, pero incluso así, era evidente lo sencillo que podria ser rendirte ante sus besos, después de todo, apenas te estabas reprimiendo para no entregarte por completo. Pero ¿cómo resistirse, con su hermoso rostro a escasos centímetros del tuyo? esa era la verdadera pregunta.
Actuando o no, estabas decidida a disfrutar cada minuto de esto.
Cuando una de sus manos comenzo a jugar con la cintura de tus diminutos shorts y sus labios succionaron levemente a piel de tu cuello -justo en ese punto-, no pudiste evitar el gemido que salió de tu boca.
Sin embargo, el ruido pareció asustarlo; lo sacudió, lo devolvió a la realidad, y tus sospechas se confirmaron cuando se apartó bruscamente de vos.
"Dios, perdon nena..." una mueca cubrió sus rasgos, mirándote de arriba abajo como si acabara de darse cuenta de lo que estaba haciendo. "No sé qué me pasó, yo... no tendria que haber venido tan tarde, perdón."
Lo miraste, tu cuerpo decepcionado por la falta de contacto, observándolo presionar sus labios rosados en una mueca conflictiva. "¿Qué - qué queres decir?"
Su mirada recorrió cada rasgo tuyo, tan intensamente que pensaste que estaba admirando tu rostro. "No puedo, no podemos. Sos mi compañera, sos... sos mas chica que yo y..."
"Entonces podemos parar. Si eso es lo que queres", murmuraste coqueta, levantando la mano para quitar un pequeño hilo de su delgada camisa. "Pero solo si lo decis, decime que no queres que esto siga." dijiste, peligrosamente cerca de sus labios.
Gruñó, mordiéndose el labio. "No me hagas esto. Por favor sabes que no puedo"
"Hacerte qué?" Inclinaste la cabeza hacia un lado mirandolo con ojos grandes, fingiendo inocencia.
"Provocarme asi, nena. Porque sabes que no te voy a decir que pares. Y porque lo haces sabiendo que no voy a poder controlarme", gruñó antes de darte un beso profundo y desesperado, bajandote del tocador y bajando los besos por tu pecho.
"Entonces no me lo pidas En." gemiste enredando tus dedos en su cabello, siguiendo cada movimiento suyo, derritiendote bajo su toque dominante. "Y cogeme de una vez."
Enzo jadeaba entre besos. "Decis todas esas cosas con esa boquita tan bonita... No sabes como me calentas."
Tus manos recorrían todo su cuerpo, te detuviste en el borde de su camiseta, levantando esta para quitarsela, Enzo se separo y se deshizo de la prenda el mismo. Estabas desesperada por sentirlo. Y él tenía pensamientos similares, sus largos dedos se sumergieron en tus pantalones de seda y acariciaron tu intimidad por encima de la tela de tu ropa interior.
"Te necesito tanto, Enzo", jadeaste, y, despues de escuchar tus palabras, te quito desesperadamente los shorts y las bragas, haciéndote estremecer ante la repentina exposicion.
Acto seguido, se sentó en la silla de tu tocador y te agarró bruscamente por las caderas para colocarte sobre uno de sus muslos. La gruesa tela de sus pantalones de jogging, absorbiendo tu humedad como una esponja.
"Dale entonces", exigió sombríamente, "Mostrame cuánto me necesitas y movete".
Te mordiste el labio, la cara ardiendo de vergüenza ante la orden. Pero había una necesidad dolorosa en tu centro, y la forma en la que cruzó los brazos, mirando y esperando a que te frotaras en su pierna, hizo que te apretaras contra su muslo.
Tus manos se aferraron a sus hombros, y comenzaste a mover tus caderas de adelante hacia atras lentamente, la suave tela de sus pantalones haciendo mal trabajo para complacerte, apretaste tu cara contra su hombro, molesta por la falta de fricción.
"No puedo yo sola", te quejaste, "por favor".
Él sonrió socarrón. "Dijiste que me necesitabas y ahora no te podes ni mover? Mira que vende humo que sos, hermosa.". Entonces, de repente movio su pierna hacia arriba haciendo que un gritito saliera de tu boca.
No habia nada que necesitaras mas que enzo adentro tuyo, pero ahi estabas, frotandote pateticamente en su muslo hasta que el te permitiera hacer otra cosa. Obedeciste con resignacion, comenzando a establecer un ritmo constante en tus caderas aumentando el calor en tu interior clavando tus uñas en sus hombros, buscando algo que sea tu cable a tierra ante el placer que te estabas inflingiendo.
Tus caderas se movian vigorosamente contra el muslo del mayor cada vez más fuerte, cada vez de una forma más necesitada, sintiendo la presión en tu coño crecer cada vez mas y más haciendo que te muevas desenfrenada.
"Enzo por favor... por favor te lo pido" hiciste una pausa al sentir una de las manos del mayor posicionarse en tu mejilla, acariciandola lentamente. "No puedo mas... te necesito adentro."
¿Te estas escuchando chiquita?" Preguntó, uno de sus dedos tomo tu barbilla, inclinandola hacia arriba para que lo miraras, acto seguido metio dos dedos dentro de tu boca abruptamente.
"¿Te das cuenta de lo necesitada que te escuchas? ¿De lo duro que me pone saber que estas asi... solo por mi y que todavia no te haya tocado ni un pelo?"
Asentiste extasiada mientras pasabas tu lengua por al rededor de sus gruesos dedos, pero en realidad no estabas prestando atención: estabas cerca de tu orgasmo a tan solo unos segundos de liberarte de toda esa presion en tu estomago que te estaba volviendo loca, tus caderas desincronizadas, buscando el alivio... "Basta."
Escuchaste la voz de Enzo cargada de deseo mientras posicionaba su otra mano en tus caderas, deteniendo la fricción. Lloriqueaste ante la perdida de tu climax, era casi como si te lo hiciera a proposito. El pelinegro se levanto y te giró, manteniendote presionada a su cuerpo con una mano en tu cintura y la otra todavia empujando sus dedos dentro de tu boca, quedaron de tal manera que tu cuerpo estaba mirando hacia el espejo de tu tocador, la vista de ambos siendo reflejada ante tus ojos, sin embargo no pudiste prestar mucha atencion a eso. La mirada de enzo bajo hacia sus pantalones, viendo la mancha que habias dejado en la zona del muslo "Mira como me enchastraste los pantalones, ¿Mh?" Musitó contra tu oido.
No respondiste, o mas bien no pudiste responder, ahora tus muslos estaban siendo presionados entre si, buscando la mas minima fricción entre ellos mientras te mordias el labio en un intento de ocultar los quejidos necesitados que amenazaban con salir de tus labios hinchados.
Él se dio cuenta de esto, sin embargo, en vez de hacer algo solamente sonrió y rápidamente presiono tu estomago contra la mesa que yacia enfrente de ambos, sus dedos salieron de tu boca y sostuvieron tu cara, obligandote a mirarte al espejo por primera vez desde que habias salido de la ducha, tus ojos estaban entreabiertos pero tus pupilas se encontraban dilatadas, tus labios rosados y humedos por la saliva, tu ceño ligeramente fruncido.
Te veias absolutamente destrozada, fue entonces cuando sentiste cómo Enzo alineaba la gruesa punta de su polla contra tu entrada, el momento en el que se deshizo de sus pantalones habia sido algo que te habia pasado desapercibido al estar tan absorta en tu expresion siendo reflejada en el espejo. Cerraste los ojos con anticipacion.
Y de repente, tomaste plena conciencia de la situación: te habías entregado por completo a tu compañero de reparto, quien era 12 años mas grande. Y ahora él sabía que no eras solo una talentosa aspirante a actriz, sino simplemente una chica desesperada y rogando por ser follada.
"Ey, ey, ey, no" dijo rapidamente, "abri los ojos y acordate de tus expresiones. Te va a servir para la escena". Gemiste sin poder evitarlo, obedenciendo a sus ordenes y abriendo los ojos mientras él introducía lentamente su miembro entre tus pliegues.
"E-En, Dios!", exclamaste cuando finalmente se adentró por completo. Te sentías tan llena, tus paredes estirandose hasta el límite para poder tomar su polla tan profundo que sus testículos rozaban tu clítoris.
"Dios, chiquita... Mira lo mojadita que estas, me vas a matar", comentó casi sin aliento desde atras, su expresion mlstraba lo extasiado que se sentia. Tus jugos facilitaban su entrada rápida, aunque su miembro seguía siendo una intrusión ajena para tu inexperiencia íntima. Eras joven y nunca habías sido del tipo de estar cogiendo por ahi- o al menos no tan intensamente como ahora.
Te contrajiste alrededor suyo, un gemido escapando de su boca debido a la presión en su miembro. Enzo comenzo a empujarse adentro tuyo con un ritmo moderado, haciendo que tu cuerpo presionado contra la mesa se moviera de adelante hacia atras, el tocador rechinaba ante la abrupta sacudida y tus labios se separaron ligeramente para dejar salir un dulce gemido.
Habías estado enfocada en su rostro en el espejo, te encantaba ver su ceño fruncido, como su cabello se pegaba a su frente, producto de su traspiracion, su boca levemente abierta, y como sus cachetes se volvian cada vez mas colorados, sin embargo la mano de enzo se enredó en tu cabello tomandote de sorpresa, agarrando un puñado y levantando tu cabeza para hacer que tu atencion vuelva a tu cara. "Te dije que te mires, nena" dijo con seguridad mientras sus caderas chocaban contra tu culo haciendo que la caravana se inunde en ese sonido acompañado de tus gemidos. "Mirate y aprende como tenes que actuar ante la cámara."
Su otra mano se posicionó en tus caderas, apretandola con fuerza mientras sus embestidas se volvian cada vez mas erraticas.
En cualquier otra situacion ya hubieras objetado por el repentino cambio de velocidad ya que apenas habías tenido tiempo para acostumbrarte a su largo miembro. Sin embargo, tu calentura era aún más intensa que antes, si eso era posible.
Tu boca estaba entreabierta, tu lengua afuera y estabas jadeando y gimiendo como si fueras un perro; tus ojos se ponian en blanco con cada fuerte embestida, y habia saliva cayendo por tu barbilla, sentias como Enzo te sacudía contra el pobre tocador y como estimulaba cada parte dentro tuyo. Los sonidos que emitías no hacían nada más que aumentar tu vergüenza, eran gemidos ininteligibles y quejidos necesitados, jamas pensaste en mostrarte asi adelante de un hombre, pero el simple hecho de ver lo grande que era a comparación de tu cuerpo y como te podia manejar a su antojo te excitaba de sobremanera.
Y sin duda los doce años de diferencia formaban parte de esa excitacion.
"¿Hace cuanto que necesitabas que te cogiera asi? ¿Te pensas que no me daba cuenta de lo desesperada que estabas? cuando te presionabas contra mi mientras filmabamos y como tus manos tocaban de mas... No perdias el tiempo vos tampoco preciosa.", se burló.
"Desde siempre En..."susurraste, con entusiasmo, apenas capaz de comprender lo que estabas haciendo con el placer que te envolvía y nublaba tus sentidos. "Dios me cojes ta-tan bien... No pares por dios que rico" Tu espalda se arqueaba hacia él, tus paredes tomaban su miembro con desesperacion experimentando un extasis casi desgarrador con cada embestida. Tus gemidos eran cada vez mas incoherentes, cada vez mas fuertes.
"Dios, mirate como gritas por mi, chiquita... ¿Queres que te coja y que mañana todos se enteren de lo desesperada que estas por mi pija? Mirate, mirate lo patetica que te ves, te encanta que te coja fuerte ¿O no?", murmuró, inclinándose para dar un beso en tu mejilla; dulce y encantador, una clara contradicción con sus embestidas freneticas y las palabras degradantes.
Gimiste ante sus palabras, pero sabías que eran ciertas: nunca te habías visto siendo penetrada ya que estabas ocupada, bueno, siendo penetrada. Ver tu reflejo en el espejo de esta manera te tenía inesperadamente más excitada que antes. Había algo en ello, tu rostro contorsionándose del placer, las manos de Enzo serpenteando por tu cuerpo mientras seguía embistiendote desde atras.
Era como ver tu propia pelicula porno, pensaste de pasada, y te preguntaste como seria grabaras a vos misma. Y si tenias suerte, con enzo.
Su otra mano se deslizó hacia tu coño, separando tus pliegues para poder ver cómo su miembro desaparecia en tu interiores. "Por dios mira como me tomas... Viviría adentro tuyo", gruñó, inclinando la cabeza hacia atrás, entregándose al placer.
El orgasmo que sentias venir no era como el que tuviste al restregarte contra su muslo, no, venía más rápido, haciéndote temblar debajo de su gran cuerpo.
"Enzo... más rápido" exclamaste "m-más fuerte",
"Por favor", rogaste sin muchas esperanzas de una respuesta, "dale, Enzo, p-por favor". lloriqueaste ante su indiferencia.
Sin embargo y para tu sorpresa, ambas manos agarraron tus caderas para mantenerse firme. "Mira lo necesitada que estas, bebé", gruñó, empujándose más profundo y rápido, sintiendo cómo las paredes de tu cavidad se adaptaban a su nuevo ritmo. "Llorando por que te de mas fuerte, ¿Mh? ¿Asi te gusta? ¿Queres que te coja hasta dejarte sin poder caminar?"
Con esas palabras, tu climax llegó tan rápido como un tren de carga, golpeándote y sacudiendote, haciéndote gritar su nombre. Tu orgasmo te destrozó, tu visión se volvió blanca y tus pensamientos se pararon por completo. Apenas distinguiste el suave murmullo de Enzo, diciendo "Muy bien chiquita, aca estoy... tranquila" en tu oído, sosteniendote con sus fuertes brazos, evitando que te cayeras.
Cuando volviste en sí, tenías la cabeza baja, los ojos desorbitados y los labios hinchados. Enzo seguía moviéndose adentro tuyo, pero esta vez sus estocadas eran más entrecortadas, inestables y necesitadas.
"Acabame adentro", rogaste de repente, agarrándote de la superficie, tus piernas temblando, tu voz debil de tanto gritar.
"¿Si? ¿Queres que te llene to-toda?", titubeo entre gemidos, dando una última embestida antes de correrse en tu interior, podias sentir su miembro latiendo adentro tuyo. Estaba tan adentro que podías sentir cómo su semen entraba directamente en tu cuello uterino, no estabas preocupada, despues de todo estabas tomando anticonceptivas.
Pero tampoco te molestaria si no fuera asi.
Después de un momento, retiró su miembro, de tu coño y te alzó por la cintura para colocarte en el tocador y evitar que cayeras al suelo.
"Gracias", susurraste, mirándolo a través de tus pestañas. Luego mordiste tu labio al sentir como su semilla se deslizaba lentamente fuera de tu coño.
Él también se percató, y soltando un gemido satisfecho, abrio ligeramente tus piernas para recoger parte de su semen con el dedo, empujándolo nuevamente dentro de tu coño. "Te portaste tan bien, chiquita", dijo, volviendo a ser tierno, acariciando tu cabello, mimando tu frágil figura y mirandote profundamente.
Te derretiste ante sus delicadas acciones. "¿Es un buen momento para decir que me gustas?"
Enzo se rió con ternura. "Es un buen momento, si. Y vos también me gustas."
"Pero dijiste que era muy joven" le recordaste, pasando tu mano por su cabello ligeramente transpirado
Él suspiró, desviando la mirada nerviosamente por un momento antes de regresar a vos "Sí, porque es verdad, pero si a vos no te va a molestar verme con un baston en un par de años lo podemos hacer funcionar...", se encogió los hombros, reprimiendo una sonrisa.
No pudiste evitar la risa que broto desde lo mas profundo de tu pecho ante sus palabras tan fantasiosas y alejadas de la realidad "Ah, bueno no voy a tener mucho problema con eso, mientras que te sigan funcionando las caderas" dijiste con una sonrisa socarrona.
Antes de que pudiera terminar de abrir la boca para decir algun otro chiste malo, tus brazos se envolvieron al rededor de su cuello y lo empujaste hacia vos, uniendolos en un suave beso.
"Me gustas de gustar, en serio..." le dijiste en un susurro, mirandolo a los ojos con sinceridad, Enzo no podia creer lo brillantes que se veia tu mirada.
Sus manos se acercaron a tu rostro, sosteniéndote suavemente, su mirada demostrando todo su aprecio "Ya se, bebé, a mi tambien me gustas de gustar". Dijo con suavidad antes de presionar un pequeño beso en tu frente.
ii.
"¡Corten!" exclamó el director, y sentiste cómo tu corazón se detenia. Mierda, pensaste, con la mente acelerada, ¿qué salió mal esta vez? ¿Fue el beso o las manos en el pelo? Capaz no le gusto la forma en la que estaban encuadrados...
Sin embargo, el director se acercó a Enzo y a vos y soltó un grito de deleite para nada característico de su persona. "Perfecto", dijo simplemente, bordeando lo catatónico por lo satisfecho que estaba.
Tus hombros se relajaron con alivio, y te inclinaste hacia Enzo, quien sutilmente acariciaba tus muslos. "��Ya terminamos?" preguntaste, sin aliento de la emoción.
El director asintió. "Fue increible, eléctrico, necesitado y apasionado, muy, muy apasionado", continuó con un suspiro, juntando las manos con fuerza. "Ustedes dos son de los actores más increíbles con los que he trabajado; tienen un talento asombroso, fueron tan convincentes que por un momento pense que realmente habian mantenido relaciones sexuales". dijo seguido de una carcajada
Sonreíste con satisfacción ante sus palabras, pero no sin echarle un vistazo a Enzo, compartiendo una mirada complice tratando de mantener tu expresión contenta y neutral, y no delatarte al recordar los eventos de la otra noche.
Mientras el director divagaba sobre la obra maestra que sería la película, Enzo te siguió fuera del set, murmurando bajito en tu oído, "Al final la práctica sí hace al maestro".
2K notes · View notes
lachicadlabiosrojos · 28 days ago
Text
se confundió mi nombre... por el de otra mina con la cuál me dijo un montón de veces que no le había pasado nada. Y le di un montón de oportunidades para decirme la verdad y no lo hizo. Estuvo con esta mina y encima la habló para ver si algo de lo que el tenía guardado de ella le servía. Y me dijo que no la había hablado. Y encima... la saludó por año nuevo.
Esta mina, es la que me había bloqueado hace un mes. Y yo no entendía por qué...
Lo peor es que se confundió en plena cena familiar, delante de sus dos hijos. Y el hijo me dio entender que si la conocía... no se imaginan lo horrible que fue.
Me agarro un ataque de ansiedad, empece a llorar a penas se levantaron de la mesa. Y él pidiendome perdón, diciéndome que queria estsr conmigo, que me mintió por cagon, por miedo a perderme, porque pensaba que yo me iba a enojar... que le de otra oportunidad, que me iba a demostrsr con el dia a dia que queria estar conmigo. Que no quiere estar con nadie mas, que no quiere volver a su pasado. Que yo soy su presente y su futuro. Que lo deje demostrarmelo, que me ama, que no tengo idea de cuánto. Que no quiere perderme... que me quede, que no me vaya. Que no tiremos todo lo que teniamos que era mucho mas lindo que esto que estaba pasando por su culpa por cagon, que es un boludo... etc etc.
No sé que hacer... necesito ayuda. Me siento extremadamente mal. Y lo peor de todo es que mañana es mi cumpleaños.
6 notes · View notes
lavozmexicana · 11 months ago
Text
Superando la injusticia: El viaje de resiliencia de Eduardo Tovilla
Tumblr media
Eduardo Tovilla Lara, ex funcionario estatal de Puebla | Especial
En un mundo plagado de injusticias, la historia de triunfo y resiliencia de Eduardo Tovilla sirve como un brillante testimonio del espíritu humano. Nacido y criado en Puebla, Tovilla enfrentó numerosos desafíos a lo largo de su vida. Sin embargo, es su determinación inquebrantable y su negativa a sucumbir ante la adversidad lo que hace que su viaje sea verdaderamente notable. Desde una edad temprana, Tovilla estaba decidido a elevarse por encima de sus circunstancias, embarcándose en un camino que no solo cambiaría su propia vida, sino que también inspiraría a quienes lo rodeaban. Ante el telón de fondo de una comunidad plagada de injusticias, Tovilla enfrentó importantes obstáculos en su camino hacia el éxito. La discriminación, las oportunidades limitadasy las barreras sistémicas amenazaban con confinarlo a una vida de potencial no realizado. Sin embargo, la resiliencia de Tovilla su firme creencia en sus habilidades lo impulsaron hacia adelante.
Tumblr media
Eduardo Tovilla Lara, el Entusiasmo del Pádel Tenis: Demostrando la Esencia del Espíritu Competitivo a través de la Acción
Tovilla abrazó cada desafío como una oportunidad de crecimiento. En lugar de permitir que la amargura lo consumiera, canalizó su frustración en combustible para el cambio. Con cada obstáculo que encontraba, Tovilla se volvía más decidido a liberarse de las cadenas de la injusticia y marcar la diferencia en su comunidad.
En su incansable búsqueda de justicia, Tovilla permaneció firme, negándose a dejar que los contratiempos lo disuadieran. Su compromiso inquebrantable con sus principios y el bienestar de los demás se convirtió en la fuerza impulsora detrás de sus acciones. A través de sus esfuerzos incansables, Tovilla no solo superó sus propias injusticias, sino que también extendió una mano amiga a aquellos que compartían luchas similares.
El viaje de Eduardo Tovilla es una inspiración para todos nosotros. Su resiliencia inquebrantable frente a la injusticia es un testimonio del poder de la determinación y del espíritu inquebrantable del alma humana. A través de sus triunfos personales, se ha convertido en un símbolo de esperanza y empoderamiento para su comunidad. La historia de Tovilla nos recuerda que al alzarnos contra la injusticia y comprometernos a crear un cambio positivo, podemos superar cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino.
967 notes · View notes
cokoakeostuff · 29 days ago
Note
Hola!, una pregunta, cómo se va a relacionar Wind con los demás? Me da curiosidad como se relacionan los links que tienen gran diferencia de edad con los demás.
About Minish, Four, Tracks, and Wind.
Versión en español aquí. :]
The youngest members of the group have very different personalities and a significant age gap compared to the others. This is especially true for Minish, who can be more than ten years younger than some of the older members. Because of this, the older heroes, particularly Time and Sky, tend to worry about them a lot, sometimes to the point of underestimating their abilities in an attempt to protect them.
Minish, for example, doesn’t take these protective attitudes negatively, though he sometimes finds them a little bit annoying. He understands that their concern comes from a place of genuine care. But he’s fully confident in his own skills, (because he’s likely more skilled in combat than Wind and Tracks) If the topic comes up the table, he won’t hesitate to politely remind them that they don’t need to worry so much about him.
Wind, on the other hand, sees these attitudes as unnecessary and is the one who complains about them the most, although he remains respectful about it. It bothers him to be treated like a child. He has great confidence in himself, and unlike Minish, he doesn’t wait for others to ask for his opinion; he jumps into conversations with the older members without worrying about the age difference. He wont hesitate to defend himself and his position as a hero and makes it clear that his age doesn’t define his experience or value.
Tracks is the one who finds it easiest to interact with the older members of the group. His calm and friendly demeanor makes him more direct and honest when expressing his thoughts, without coming across as impolite. He wasn’t trained as a knight, but he knows how to defend himself, and he won’t hesitate to remind the others of that when necessary. That said, he generally appreciates avoiding unnecessary fights, he won't reject chill time and not being exhausted all the time.
Four, on the other hand, is the most emotional and impulsive of the younger members. During his journey, he learned to be less arrogant and to control his temper, but he still struggles when he feels underestimated or treated like a child. He’s the most likely to lose his temper in these situations, acting impulsively and regretting it afterward.
As a knight-in-training, Four deeply admires Warriors, whom he looks up to as a role model. This admiration will also extend to Wild once he learns about Wild’s past as a knight. Warriors is one of the few who fully trusts Four’s abilities. He often insists that the others should stop overprotecting Four, believing in his skills and encouraging others to do the same.
59 notes · View notes
soft-pxachy · 2 months ago
Text
Tumblr media
⤷ ❝sex hotline❞ — myg (s.m) pt. 2
➤ Pareja: yoongi x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 17.4k
➤ Género: sexo telefónico! smut y obscenidad!
➤ Resumen: La idea de tener tu primer orgasmo hablando con un extraño atractivo a través del teléfono te asusta muchísimo, pero tal vez no sea tan malo como crees, después de todo, Min Yoongi era el mejor en su trabajo.
➤ Advertencias: 18+ | lenguaje maduro y explícito | sexo telefónico | diferencia de edad (edad legal) | charla sucia | masturbación (ambos) | dom!yoongi sub!lectora | la lectora deja de ser vírgen | elogios y ligera degradación | Yoongi es coqueto y sabe lo que hace y dice | sobreestimulación | semi-exhibicionismo | mucha tensión sexual | muchos besos | sexo oral (r.lectora) | sexo con protección | sexo romántico (solo poquito) | Yoongi tiene un gran pene! | Jungkook hace una pequeña aparición sorpresa. ➤ Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.
Tumblr media
♥︎ softpxachy's
⤷ masterlist ♡ taglist ♡ instagram
Tumblr media
Delight no siempre había sido una empresa reconocida y tolerada por mucha gente. La primera vez que lanzaron su sitio web, la gente se sintió intrigada por esa llamada "línea directa de sexo telefonico", y era esperarse que muchos se mostraran escépticos y disgustados por la idea general de su concepto.
Pero no hasta que una persona, alguien que no había sido bendecido con el premio gordo de la vida, decidió intentarlo y solicitar el trabajo. Y eso cambió todo.
A Yoongi simplemente le importaba un carajo que la gente lo señalara por postularse para ser un operador de sexo telefónico. Estaba ganando dinero desde la distancia sin esforzarse tanto como una persona promedio lo haría en un trabajo mediocre, ¿Quién no querría el tipo de trabajo que él tenía?
Y fue entonces cuando apareció el nombre 'Suga' en la plataforma, convirtiéndose en una demanda popular de los clientes por encima de otros empleados.
Y Yoongi lo había disfrutado, demasiado, sabía de antemano que él había sacado a flote una empresa condenada al fracaso y que ahora era quién la mantenía viva, él y su afilada lengua, muchas veces fue glorificado por su trabajo y su jefe nunca dudaba en decir eso frente a los otros empleados, ganádose solo los celos y la envidia de los demás empleados por ser considerado el favorito del jefe.
— Que se jodan.— Yoongi respondía de forma arrogante cada que escuchaba las quejas de sus compañeros de trabajo sobre la supuesta injusticia laboral que sufrían.— Deberían ser mejores en su trabajo.
Había estado viviendo los mejores momentos de su vida sin duda alguna, disfrutando con el hecho de hacer que las personas se retorcieran de placer a kilómetros de distancia de él con unas simples palabras que lograban desatar todas sus fantasias mas oscuras, había disfrutado de esa sensación de poder, atención y halagos que recibía por su buen trabajo, pero bien dicen que lo que fácil llega, fácil se va.
Ahora sentía como si todo lo que había logrado en Delight hubiera sido un solo momento de euforia que ahora se había acabado, porque ya no se sentía igual que cuando comenzó con este trabajo.
Ya no sentía esa sensación de adrenalina correr por sus venas cada que escuchaba el tono de llamaba de su número de trabajo, era como si esa sensación de satisfacción y poder se hubiera reducido a nada, como si la rutina de cada día lo hubiera consumido por completo, ya sin siquiera hacerlo sentir placer con lo que hacía, y odiaba admitirlo, pero se sentía como si solo fuera combustible de fantasía para los clientes que pagaban por escucharlo.
Era su trabajo, sí, pero mentiría si dijera que ahora se sentía como una tarea que debía cumplir.
Había una distancia entre él y los demás que de alguna manera detestaba ahora.
Antes, Yoongi encontraba esa desconexión como un consuelo, creía que podía ir y venir cuando quisiera. Se divertiría con los demás en una proximidad lo suficientemente segura como para perder el tiempo sin temor a contraer sentimientos serios y poder mantener su trabajo. Era un plan sólido, hasta que dejó de serlo.
Todo lo que Yoongi anhelaba ahora era esa chispa entre él y otra persona, tener alguien con quién hablar de cosas banales sobre su día y no solo tener que escucharlos gemir a través del teléfono. Y cuanto más tiempo pensaba en eso, más se daba cuenta de lo solo que estaba.
Los ruidosos gemidos al otro lado de la línea lo hicieron formar una mueca y alejar considerablemente el teléfono de su oído, eran tan ensordecedores, mucho más exagerados que si estuviera viendo una película porno, y esa simple situación estaba agotando su paciencia poco a poco. Podía haber sido lo que él quería antes, la distancia, la capacidad de mantenerse inalcanzable, pero ahora se está convirtiendo en algo molesto.
— Relájate bebé, no querrás que tus vecinos te escuchen ¿verdad? — Habló por lo bajo en una sutil amenaza cubierta en una voz ronca, agradeciendo internamente que los lamentos de su clienta al otro lado del teléfono se detuvieran casi por completo.
Y lo siguiente que vinieron fueron los mismos halagos de siempre, agradeciendo haberle hecho pasar un buen momento y rogando su atención de nuevo para la próxima llamada, pero todo lo que pudo hacer fue forzar una amplia sonrisa y encogerse de hombros ante sus palabras justo antes de que toda su máscara se desmoronara cuando terminó la primera llamada de la noche.
Su teléfono se deslizó por la mesa en el centro de la sala cuando lo lanzó sin cuidado, elevando ambas de sus manos para frotar su rostro y suspirar con frustración como lo había hecho en los últimos días, su mirada se desvió hacia su entrepierna y bufó aún más molesto. ¡Ni siquiera habia tenido una jodida erección!
Era realmente divertido como las cosas habían cambiado en un mes, hacer la misma rutina agotadora cada vez le costaba más, después de dos años de estar trabajando para Delight estaba considerando seriamente renunciar al trabajo en el que ya no podía volver a encontrar el mismo placer que sentía antes. Y sabía muy bien que el que estuviera considerando esa idea tenía mucho que ver con una persona, específicamente con T/n.
Supo que estaba completamente jodido desde el primer momento en que se dio cuenta que no podía dejar de pensar en ella, en la forma tan inusual en que llamó a su línea de trabajo,y en cómo se escuchaba tan avergonzada después de que lo supo, había sido lindo, demasiado para hacerlo sonreír después de mucho tiempo de no hacerlo.
Pero lo que simplemente no podía olvidar era su suave y dócil voz con la que lo llamaba y el título que había utilizado para él, era como si aún pudiera escuchar su respiración agitada a través del teléfono, sus gemidos, el simple hecho de recordar que él había sido el primer hombre en hacerla sentir bien, y en lo dulce que se escuchó cuando la hizo tener su primer orgasmo.
Sabia que eso simplemente había alimentado por demás su ego, pero habia algo más y él no podia comprenderlo del todo, T/n tenía algo mas que lo hacía quererla sólo para él, lejos de la forma tan adorable en que ella le había preguntado si podian conocerse en persona, lo entusiasmada que se escuchaba con la simple idea lo seguía atormentando por las noches, sintiéndose como un idiota por la forma tan cobarde que huyó de ella y de algo que él tambien quería.
Y ahora aquí estaba, mirando con desdén el sobre grueso y blanco con su paga mensual por su trabajo y con la mente llena con el recuerdo de T/n, sabía que estaba en las mismas circunstancias, porque sí, joder, la quería, la deseaba y necesitaba, pero sabía que había arruinado todo y que tendría que vivir con eso desde la última vez que habló con ella hace un mes.
Volvió a gruñir frustrado mientras se ponía de pie del sofá donde estaba para servirse un poco de Whisky y ponerse de buen humor para sus próximos clientes, sabiendo que incluso el mínimo requería un cierto grado de esfuerzo y él ya se sentía más agotado que otros días.
Pero su línea se reabriría de nuevo en diez minutos y debía cumpir con su trabajo mientras se preguntaba cuáles podrían ser los interés de su próximo cliente, qué podría hacer para complacerlo y qué podría decirle, estando seguro que al final tendría que conformarse con una paja mal hecha que intentara llenar el vacío dentro de él.
Tumblr media
T/n se arrepentía de muchas cosas en su vida.
Cómo no haber organizado una grandiosa fiesta de cumpleaños número dieciocho para celebrar su legalidad, cómo no socializar lo suficiente como para tener un gran círculo de amigos que la sacaran de vez en cuando de su encierro en su departamento. y de cómo había tirado el trozo de papel con el número de teléfono de Yoongi hace unas semanas.
Mentiría si dijera que no había estado tan avergonzada después de todo lo que había pasado con él, podía sentir un nivel de humillación que no creía que un ser humano pudiera sentir. Pero ella lo sentía.
Qué estúpido de su parte habia sido pedirle que se concieran en persona. ¿Para qué? ¿Para que la pudiera follar? ¿Estaba tan caliente que permitió que sus sucios deseos tomaran control sobre ella?
Sí, bueno, había sido una completa tonta con sus palabras, pero lo que aún le seguía dando vueltas a su cabeza fue lo que Yoongi dijo justo antes de terminar la llamada.
"Lo pensaré."
¿No era esa una buena forma de decir "no"?
Pero aún así, no había forma de que volviera a hablar con él y pedirle una explicación o aunque sea disculparse por dejarse ver como una urgida. Su teléfono no habia guardado su contacto y queriendo olvidar todo lo que habia pasado, simplemente tiró la tarjeta a la basura.
No sabía si culparse a sí misma por querer escuchar su voz una vez más, por querer revivir los sentimientos que tenía cada vez que Yoongi le hablaba con esa voz tan sensual, incluso si era simplemente para poder disculparse, T/n anhelaba ser cautivada una vez más con su voz.
Se encogió de hombros mientras desconectaba su computadora de su escritorio para pasarse a su cama sin darle muchas vueltas al asunto.
— Soy una perra desesperada, pero está bien.— Habló sarcásticamente mientras abría el navegador, respirando profundo para tomar algo de valor.— Todo lo que tengo que hacer ahora es disculparme. Eso es todo.
Se sentía incluso más nerviosa que esta tarde cuando decidió que debia ponerle fin a todo esto que tuvo con Yoongi y tratar de buscar la empresa en la que trabajaba para disculparse y poder dormir en paz por las noches, sus manos sudaban mientras escribía en el buscador "línea directa de sexo", inmediatamente apareció un sitio llamado Delight como el enlace superior y cuando le dio clic al texto resaltado en azul se sorprendió aún más.
— Dios…— Resopló de forma temblorosa preguntándose cómo era que a las 7 p.m de un domingo se encontraba desplazándose por este sitio web.
En la página principal podía ver una línea directa etiquetada como "perfiles de operador" y cuando dio clic alrededor de 10 perfiles de operadores se desplegaron ante sus ojos, cada uno en orden de acuerdo al puntaje de estrellas que recibían de los clientes, y el primer perfil era el de Suga con una calificación de 5 estrellas y con cientos de opiniones de diferentes clientes; hombres y mujeres por igual.
Le fue imposible no sonrojarse viendo una que otra de las opiniones donde halagaban sus servicios, sorprendiéndose con lo abiertos que eran los usuarios de la página, pero de igual no podía negarlo, Yoongi era realmente bueno en su trabajo, lo había comprobado por sí misma aunque no hubiera sido una clienta como tal, y sintió su corazón latir con fuerza en su pecho mientras marcaba en su teléfono cada número que estaba en la plataforma, sin saber si estaba mental y físicamente preparada para lo que estaba a punto de hacer.
Tumblr media
Yoongi ya iba por su segunda copa de Whisky de la noche, y agradecía internamente que fuera demasiado tolerante con el alcohol para decidir seguir trabajando con los clientes que tenía en espera en lugar de mandar todo a la mierda e irse a dormir.
Suspiró pesadamente mientras le daba un último vistazo a la gran vista de la ventana hacia la ciudad nocturna debajo de él, viendo el bullicio de los vehiculos y de la gente vivir sus vidas en paz antes de volverse hacia su sofa y tomar asiento, ya estaba sin camisa y solo vestia un par de pantalones negros, las luces de la sala era tenues y la musica sonaba de fondo, lo que ayudó a construir una buena atmosfera como lo hacia cada noche.
El tono de llamada volvió a resonar en toda la habitación y dejó el vaso de cristal en la mesita frente a él mientras respiraba hondo, como si su cerebro encendiera un interruptor su actitud arrogante y sensual regresó a su cuerpo en un abrir y cerrar de ojos mientras levantaba el teléfono para contestar.
— Buenas noches cariño.— Respondió por lo bajo, haciendo todo lo posible por entrar en personaje, y no pudo evitar fruncir el ceño cuando el otro lado de la línea se quedó en silencio.— ¿Hola? ¿Puedes oírme claramente, querida?
Y aún así, el silencio seguía predominando.
Yoongi no estaba sorprendido por eso, e involuntariamente sonrió al recordar que así fue como conoció a T/n, se rió por lo bajo de eso y cuando estaba a punto de hablar, lo siguiente que escuchó lo tomó por sorpresa antes de que pudiera pronunciar alguna palabra.
— ¿Yoongi?
Y con eso se quedó boquiabierto cuando se dio cuenta de que el cliente sabía su verdadero nombre, entró en pánico, sin saber si alguien se había entrometido en su privacidad o si era un acosador espeluznante.
Ahora, fue su turno de quedarse sin palabras.
— Yoongi... soy T/n.
Y Yoongi sintió una puñalada clavarsele en el pecho. Había estado intentando olvidar lo que pasó entre ustedes dos durante las últimas semanas, sin poder dejar de pensar en ella, y ahora de repente todos esos recuerdos le volvieron a inundar la mente.
Ya había cometido el error de huir de ella cuando le preguntó si podían verse, pero con lo siguiente que dijo fue como si estuviera actuando solo por impulso y con la sorpresa del momento.
— ¿T/n? — Balbuceó de a poco, aun sin poder creer que estaba hablando de nuevo con ella.— T/n, ya te dije...
— ¡Escucha! — T/n respondió de inmediato, sin darle oportunidad de que volviera a alejarse.— Sé que probablemente este no sea el momento adecuado, pero quiero pedirte perdón por...
— Sí, T/n, ahora no es el momento.— Yoongi la cortó de repente, inclinando la cabeza hacia atrás y desplomándose sobre el sofá.— Estoy tratando de trabajar.
Y tan pronto como dijo eso ni siquiera pudo luchar contra el impulso de querer golpearse el rostro, ¿de verdad había dicho eso? Después de estarse quejando de su trabajo durante semanas, ¿lo había vuelto a poner primero antes que ella?
Con eso solo volvió a corroborar que era un idiota, y se sintió así aún más cuando escuchó a T/n murmurar un pequeño y debil “lo siento” a traves del telefono, era como si pudiera imaginarla encogida en su cama y con un puchero en los labios por sus palabras disculpandose por haberlo molestado, cuando él era el que debia disculparse con ella por todo lo que habia pasado.
— Esta bien bebé, lo entiendo…— Comenzó a hablar despacio mientras se pasaba una mano por su cabello negro.— Y yo también lo siento, lo último que dije la otra vez fue un movimiento idiota, solo estaba pensando en mi trabajo.
Y con eso T/n se permitiò escucharlo atentamente, asintiendo a sus palabras como si él pudiera verla, sonriendo al escuchar ese bonito apodo brotar de sus labios y sintiendo como su voz tan calmada y serena viajaba por su cuerpo como si fuera una manta cubriendola y haciéndola entrar en calor, sin poder evitar admitir que había extrañado demasiado esa sensación.
— Pero, dijiste que pensarías sobre eso…— T/n murmuró poco después sintiendo como el entusiasmo volvía a ella y atreviéndose a mencionar eso de nuevo con la pequeña esperanza de que él también lo quisiera tanto como ella.
Y aparentemente estaba en lo correcto, porque una sonrisa felina se dibujó en los labios de Yoongi al escucharla, y decidió llevar la llamada por una ruta diferente, viendo si podía usar esto a su favor para hacerlos pasar un buen rato ahora que se daba cuenta de cuánto había extrañado hablar con ella y queriendo aprovechar esta llamada al máximo.
— ¿Cuánto tiempo has estado pensando en mí, bebé? — Preguntó con su voz volviéndose grave y ronca, ensanchando su sonrisa al escuchar un leve suspiro al otro lado de la línea.— ¿No me digas que ya has dejado de pensar en lo que puedo hacerte?
Y ante eso T/n tuvo que morder su labio para intentar reprimir los pequeños gemidos que amenazaban con salir de su boca, siempre iba a estar sorprendida del increíble poder que tenía su voz en ella, de cómo se derretía ante sus palabras y de cómo su respiración se aceleraba con solo escucharlo.
Yoongi era como ese néctar de placer al que siempre quieres regresar para poder disfrutar un poco más, y por supuesto que no negaría sus preguntas, todas las noches después de sus calientes encuentros por medio del teléfono se encontraba sobre su cama y con la mano entre sus piernas intentando volver a sentir lo que sintió con él hablándole al oído, pero como era de esperarse, ninguna de esas veces lo logro, y eso solo la hacía desearlo aún más.
Yoongi solo sonrió aún más al no recibir una respuesta de ella, solo disfrutando con el sonido de su acelerada respiración, casi pudiendo imaginar que era lo que T/n debía estar sintiendo en este preciso momento
— A decir verdad, T/n, yo no podía dejar de pensar en ti. Si tan solo supieras lo horrible que me sentí cortándote así.— Yoongi volvió a hablar, usando esa voz tan sensual y sabiendo perfectamente el efecto que tenía sobre ella solo para ver hasta dónde podía llegar.
— Supongo que ambos somos culpables de algo, ¿eh? — T/n respondió de igual forma, todavía tratando de acostumbrarse a escucharlo después de tanto tiempo.— Pero eso es todo lo que tengo que decir. Yo... puedo dejarte con tu trabajo ahora, supongo que tienes toda una fila esperando por ti.— Agregó con calma y su voz se desvaneció al final de su oración.
Y esa fue la señal que Yoongi esperaba, una bombilla apareció en la parte superior de su cabeza, con una idea nadando en su mente sobre lo que podía hacer con ella, no podía dejar que esta llamada se desperdiciara, sin saber si esta podría ser la ultima vez que hablaría con ella y que escucharía su dulce voz.
— ¿Crees que voy a dejarte ir así? — Yoongi murmuró roncamente después de escuchar sus palabras y solo para agregar en medio de un gemido ahogado.— ¿Sin hacerte pasar un buen rato? ¿Qué dices, bebé?
Era como si con con cada palabra Yoongi le estuviera hablando como si fuera la primera vez, y T/n pudo sentir como los latidos de su corazón se volvieron más rápidos y acelerados, estaba volviendo a usar esa voz que tanto adoraba en secreto y simplemente dejó que su mente se sometiera a sus deseos y que sus fantasías hicieran lo que quisieran con su cuerpo.
— Aw, sé que quieres, T/n. No seas tímida, sé que ha pasado un tiempo desde que escuchaste mi voz. ¿No quieres que te hable sucio? — Yoongi volvió a provocarla, pero era como si los efectos estuvieran actuando de forma contraproducente en él porque todo su cuerpo se calentó en un santiamén cuando la escucho soltar un rápido y silencioso gemido por lo bajo, haciéndolo sonreír de forma arrogante y sentir como toda la adrenalina volvía a apoderarse de él.— ¿Mhm? ¿Ese pequeño gemido es un sí? ¿Quieres que te hable sucio y te ayude a correrte, bebé?
T/n suspiró temblorosamente mientras se acomodaba mejor sobre la cama, apoyando su cabeza en las almohadas solo para cerrar sus ojos por un breve momento, estaba aquí, ésto estaba ocurriendo de nuevo, y no había un solo nervio en su cuerpo que quisiera detenerse, así que se obligó a cerrar sus piernas juntas por la necesidad de sentir un poco de fricción ahí abajo con lo siguiente que dijo.
— Sí, por favor.
Yoongi chasqueó su lengua al otro lado de la línea al mismo tiempo que inclinaba su cabeza hacia un lado en señal de molestia.— Niña mala. ¿Ya has olvidado cómo llamarme?
— No, lo siento señor.— T/n se corrigió de inmediato, sin poder evitar arrastrar su pijama hasta sus rodillas para poder acariciar la parte interna de sus muslos de a poco, sintiendo su piel caliente y ansiosa.
— Joder, me encanta que me llames asi.— Yoongi soltó un gemido de satisfacción después de escucharla, dejando caer su cabeza hacia atrás sobre el respaldo del sofá y sintiendo como toda la sangre de su cuerpo se concentraba en su entrepierna.— Siempre tan obediente y educada conmigo, creo que necesitas saber cómo tu dulce voz hace que mi polla se ponga dura por ti.— Y con eso volvió a escuchar otro gemido manso brotar de sus labios, instandolo a continuar hablando con una sonrisa arrogante.— Me imagino lo desesperada que debes de estar por sentir mi polla follando tu pequeño y apretado coño, porque eso es lo que quieres ¿verdad?
— Sí, señor…— T/n suspiró esas dos palabras mientras su mano subía por sus piernas, llegando al lugar deseado solo dejar que sus dedos se deslizaran lentamente por encima de su núcleo vestido, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo cuando escuchó un gemido gutural brotar de él seguido de un profundo suspiro.
¿Él tambien se estaba tocando? Joder, si estaba en lo correcto T/n pudo jurar que sintió como si una oleada de calor la hubiera golpeado de repente, todo su cuerpo se sentia extremadamente caliente y necesitado y le fue imposible no enredar sus dedos en el borde de su blusa para quitarsela, arrepintiendose casi de inmediato cuando escucho a Yoongi chistar molesto.
— ¿Ya te estás desvistiendo sin que yo te lo haya dicho? — Yoongi se burló con un tinte de advertencia en su voz que rápidamente fue remplazado por una neblina de deseo al imaginar todo su cuerpo desnudo, con sus senos al aire libre y sus bragas empapadas mientras lo esperabas tendida en su cama, y fue esa misma imagen mental la que lo hizo comenzar a palmearse su pene medio duro por encima de sus pantalones.— ¿Puedes hacerme un favor y jugar con tus tetas, bebé?
Yoongi pidio en medio de un suspiro tembloroso que hizo que T/n obedeciera de inmediato a su orden, poniendo su teléfono en altavoz para elevar sus manos hacia su pecho, jadeando con fuerza cuando deslizó la punta de sus dedos alrededor de sus duros pezones, amasando cada uno de sus senos con la presión perfecta haciéndola arquear su espalda; prácticamente retorciéndose sobre su cama y apretando sus muslos juntos, sintiendo como el calor en su entrepierna aumentara incontrolablemente, obligándose a morderse el labio inferior para tratar de ocultar sus vergonzosos gemidos y fallando olimpicamnete en el intento.
— ¿Alguna vez te tocaste pensando en mi, bebé? — Yoongi pregunto después de unos segundos queriendo saber si ella había pasado por lo mismo que él; disfrutando en silencio de su respiración laboriosa y sus suaves gemidos, jugando consigo mismo debajo de sus pantalones, con sus largos dedos frotando fácilmente toda la circunferencia de su pene erecto aún atrapado en su boxer.
— Lo intenté…— T/n susurro a medias, con su mente volviendo a esos momentos en los que Yoongi la hacía sentir increíblemente húmeda con solo su voz cuando hablaba con él, aun cuestionandose como era posible que un hombre detrás de un teléfono tuviera tanto efecto en ella.— Lo intenté, pero no era tan bueno…
— ¿En realidad? ¿Prefieres que yo te ayude?— Yoongi sonrió ante tus palabras y ante el bonito gemido que se escuchó al otro lado, haciéndolo sacar su pene de su confinamiento y viendo su erección salir disparada hacia arriba y golpear su abdomen ligeramente, sin poder evitar morderse el labio ante la vista, hacia tanto tiempo que no tenía una buena erección y ahora T/n lo había logrado tan fácilmente.
— Joder, sí…— T/n respondió con su voz temblorosa y mientras arrastraba su mano por toda su entrada, jugando con sus pliegues humedos por encima de la tela; ejerciendo un poco de presión sobre su clítoris solo para que sus caderas se sacudieran con placer y haciendola respirar con dificultad.— Mhm ¿puedo tocarme, señor?
Y Yoongi gruño a través de su labio inferior mordido, con sus cejas fruncidas y con sus dedos moviéndose con más fuerza sobre su dura longitud, eras una chica tan buena para él, y lo ponía duro como una piedra concebir que una chica tan linda como tú pudiera someterse fácilmente a una de sus charlas sucias, solo haciéndolo esparcir el líquido preseminal que brotaba de la punta de su pene por todo lo largo, imaginando que era tu humedad la que lo cubría.
— Ow bebé…— Yoongi bromeó con arrogancia y solo escuchandola quejarse por lo bajo de sus burlas.— ¿Quieres tocarte ahí abajo con mi ayuda?
— Sí, sí…— T/n respondió rápidamente, casi jadeando mientras las puntas de sus dedos se movían entre sus pliegues, chillando por lo bajo sin tener una fricción real donde más lo necesitaba.— Por favor, señor. Por favor…
— ¿Y qué te hace pensar que te mereces mi ayuda, hm? — Yoongi preguntó con su voz áspera, deteniendo los movimientos en su pene y escuchando el susurro confundido brotar de sus labios.
— P-pero…— T/n balbuceó sin entender sus palabras, sintiendo una serie de fuertes escalofríos recorrer su cuerpo una vez más.
— Puedo dejarte aquí, ahora mismo, terminar esta maldita llamada como si hablar contigo nunca hubiera pasado.— Yoongi habló con desdén riendo por lo bajo de la forma en que la escuchó removerse sobre la cama y dejar escapar otro gemido lastimero ante sus palabras.— Eres como una pequeña gatita, siempre lloriqueando en lugar de decir lo que diablos quiere.
¿Cómo se habia vuelto tan degradante de repente?
La mente de T/n estaba haciendo todo lo posible para pensar en una respuesta a su pregunta anterior, y, afortunadamente, Yoongi espero paciente.
— He sido buena, señor…— Respondió poco después, no queriendo hacerlo esperar demasiado y que se molestara por eso antes de sobresaltarse sobre la cama al escucharlo reír burlonamente.
— ¿Buena? Claro, has sido una buena niña.— Yoongi reaccionó arrogante ante su respuesta soltando el agarre en su miembro y viéndolo rebotar levemente sobre su vientre.— Me he encontrado con muchas de ellas en el pasado, cariño. Todas estaban llenas de palabras, pero no podían soportar ser jodidamente obedientes. ¿Cómo puedes ser diferente, eh? ¿Cómo puedo saber que no me estás mintiendo?
T/n quería golpear una pared por la forma en que se estaba burlando de ella, y su espalda se arqueó sin darse cuenta, reprimiendo un grito de frustración al escucharlo reír sutilmente ante su reacción.
— Sabes, escucharte toda ansiosa y necesitada, escuchar las sábanas debajo de ti moverse mientras tu cuerpo se retuerce es música para mis oídos, será mejor que no te toques, T/n. ¿Quieres ser una buena niña? Entonces espera mis instrucciones, ¿entendido?
— Sí, señor.— T/n respondió en un santiamén a sus palabras, alejando sus manos por completo de entre sus piernas.
Oh, Yoongi nunca se cansaria de escuchar la forma en que decias esas dos palabras.
— Más fuerte.— Demandó endureciendo el tono de su voz.
Otro jadeo tembloroso dejó los labios de T/n al escucharlo, sabía muy bien que Yoongi estaba en su estado más dominante y eso solo la hacía querer darle todo lo que pidiera, y le encantaba, jodidamente que le encantaba.
— Sí, señor.— Expresó una vez más, más fuerte que la anterior.
Yoongi no solo estaba cautivado con ella y con su afán de querer complacerlo, sino que se sentía diferente cuando hablaba con ella a comparación de otros clientes y no podía negar que sentía un cariño especial, era como si estuviera hablando con alguien personal para él, y no solo con un extraño, todo era mas intimo con ella.
— Muy bien…— Murmuró poco después, mientras que con uno de sus dedos trazaba la longitud palpitante de su miembro; provocándose desde la base hasta la punta, impaciente por escuchar sus encantadores gemidos, pero aún así se las arregló para seguir hablando.— Sabes, T/n, quiero saber más sobre ti.
— ¿Oh? ¿A qué te refieres? — T/n preguntó un tanto confundida, casi sintiendo como su excitación inicial se iba esfumando de su cuerpo.
— Tienes que decirme lo que te gusta, cariño. Lo que te excita, las fantasías que tienes almacenadas en esa sucia cabecita tuya.— Yoongi habló con una voz tan baja, tan profunda y tan sensual que T/n ni siquiera pudo evitar sentir como una descarga de adrenalina corría por sus venas y como el familiar cosquilleo se acentuaba entre sus piernas una vez más.
Inmediatamente su rostro se sonrojo y su respiración se agitó al darse cuenta de lo que estaba pidiendo, esta era la primera vez que un hombre le preguntaba cuales eran sus deseos y, si era completamente sincera, T/n tenia las fantasías más oscuras y sucias para alguien que nunca antes habia tenido sexo.
— No puedo ayudarte si no me lo dices, bebé. Vamos, dime lo que te gusta y tal vez…— Yoongi volvió a hablar justo antes de hacer una pausa y morderse el labio inferior ante lo que siguiente que dijo.— Tal vez podemos hacer que cobren vida.
Y T/n pudo jurar que casi jadeó al escucharlo, sus cejas se arrugaron dándose cuenta de lo excitada que estaba de nuevo y sus caderas se agitaron sobre la cama necesitando un poco de fricción en su clítoris, la forma en que Yoongi hablaba solo alimentaba aún más su deseo de él, y sabía que si no podía tenerlo pronto se volvería loca.
— ¿Cobren vida? — T/n preguntó retóricamente mientras pasaba la punta de su lengua por sus labios, sonriendo con complicidad queriendo escucharlo decir lo que tanto necesitaba.— ¿Qué está insinuando, señor?
Yoongi podía sentirla sonriendo al otro lado de la línea mientras decía esas palabras, haciéndolo sonreír de la misma forma; contento con la repentina confianza en su tono de voz generalmente manso que tanto adoraba.
— Niña, estoy insinuando que vengas para que finalmente pueda hacer que mi lengua pruebe tu dulce coño.
Y con eso T/n ni siquiera pudo evitar jadear con fuerza, sintiendo como si con esas palabras hubiera activado un botón de deseo duplicado dentro de ella, y haciendo que Yoongi sonriera aún más al escucharla.
Completamente seguro de que él quiso decir cada palabra que dijo.
Él la necesitaba, y ya le importa un carajo todo lo demás.
Tumblr media
T/n no podía hacer que sus pies se quedaran quietos mientras rebotaban constantemente bajo el escritorio, sus ojos miraban el reloj sobre la pizarra cada minuto como si pudiera hacer que el tiempo avanzara mas rapido. Quedaban diez minutos antes de que terminara su última clase, irónicamente con la profesora Kim, y con eso ya habría terminado con sus clases del día de hoy, y eso significaba que finalmente conocería a Yoongi.
Nunca pensó que terminaría así, una chica universitaria virgen que anhelaba a un hombre que nunca antes había visto, pero Yoongi lo había logrado, había logrado que se enamorara completamente de él con solo su voz.
T/n no dejaba de pensar en qué aspecto tendría Yoongi, si su voz era tan profunda y erótica en la vida real o solo lo era a través del teléfono, pero en lo que más podía pensar era en cómo se sentirían sus manos en sobre ella, apretándola contra su cuerpo mientras se encargaba de murmurar todas esas palabras lascivas contra su oído, haciéndola temblar con cada sílaba que pronunciara como tantas veces había soñado. Esa simple idea hacía que su cabeza diera mil vueltas, solo haciéndola sentir cada vez más ansiosa y desesperada.
— Oye, no hagas eso.— Una voz al otro lado de ella la hizo salir de su torrente de pensamientos sucios sobre Yoongi, y cuando se giró hacia la izquierda para mirar al dueño de esa voz se encontró con un chico de cabello largo y negro, mirandola con ojos de gacela con sumo cuidado antes de volver a hablar.— ¿Estas bien?
— Si, lo siento.— T/n musitó por lo bajo deteniendo el movimiento de su pierna y encogiéndose en su asiento con vergüenza como si el hombre al lado de ella supiera cada uno de sus pensamientos.— No quise molestarte.
— No, no, no es nada. He leído en alguna parte que mover la pierna continuamente es un signo de ansiedad... o algo así.— El chico sonrió mostrando sus dientes antes de resoplar nerviosamente.— Soy Jungkook.
Esto era tan aleatorio. T/n había estado sentada al lado de este chico durante toda la clase sin haber cruzado ni una sola palabra y ahora se estaba presentando a ella.
— Soy T/n, un gusto conocerte.— Respondió cortésmente al mismo tiempo que la campana de final de clases se escuchaba por toda la escuela, regresando los nervios a su cuerpo y haciéndola ponerse de pie para recoger todas su cosas y salir lo más pronto posible, evitando más interacciones con Jungkook.
— Oye…
Su voz la detuvo de nuevo justo cuando estaba a punto de bajar las escaleras hacía la salida de la escuela, y cuando T/n se dio la vuelta hacía él casi estuvo a punto de suspirar por lo increíblemente guapo que era viéndolo pasar una mano por su cabello espeso; peinandolo hacia atrás antes de hablar.
— ¿Tal vez podríamos conocernos algún día?
Yoongi.
Tenía que ver a Yoongi.
—Uhm bueno…— T/n murmuró evitando el contacto visual con él, recordando que Yoongi la estaba esperando fuera de la escuela.— Lo pensaré, Jungkook.
Y antes de que pudiera decir algo mas T/n prácticamente salió corriendo hacia la puerta, frunciendo lo labios al darse cuenta de que acababa de rechazar a un hombre como Jungkook, pero ahora en todo lo que podía pensar era en Yoongi.
Tumblr media
Yoongi le había enviado un mensaje de texto para que se encontraran en la biblioteca justo afuera de su universidad, y ahí estaba, sentando en uno de los bancos fuera del lugar con las piernas cruzadas mientras jugueteaba con su teléfono.
Al igual que T/n, él también se preguntaba cómo se vería ella, y sin embargo, él estaba seguro que sería tan hermosa como lo era su voz, y tenía ese pensamiento mientras escaneaba la multitud de estudiantes que salía de la universidad, tratando de adivinar quién eras en esa masa de personas.
Le envío otro mensaje con un simple "Te llamare”, y en cuestión de segundos, su corazón comenzó a acelerarse mientras caminaba hacia la biblioteca marcando su numero para llamarla, sabría instantáneamente dónde estaría T/n tan pronto como se llevara el teléfono a la oreja, y efectivamente así fue.
— Estoy justo aquí, bebé.— Yoongi habló a través del teléfono centrando su atención y su mirada en T/n quien juró que sintió una ola de mariposas revoloteando en su estómago al escuchar su voz resonando a través de su cuerpo.
Se dirigió de a poco hacia donde estaba sentado, viéndolo todavía con su teléfono contra su oreja y con sus ojos enfocados en ella sin dejar de mirarla con una sonrisa arrogante en todo su rostro, y T/n estaba rezando porque no se diera cuenta de la forma tan vergonzosa que su cuerpo estaba temblando de los nervios.
¿Realmente era él?
Dio unos cuantos pasos más hacia adelante hasta que estuvo prácticamente a medio metro de él, su mirada estaba clavada en ella y parecía que todo lo que la rodeaba la hacía aminorar la marcha.
— Yoongi…— T/n susurró por lo bajo, y él escuchó el suave sonido a través del teléfono.
— Mhm sí, ese soy yo.— Yoongi afirmó formando una sonrisa sin apartar los ojos de ella antes de levantarse bruscamente del asiento.— Acércate.— Demandó con el teléfono todavía presionado a su oreja, y T/n hizo lo que dijo, cerrando la brecha entre ustedes dos lentamente.— Más cerca.
Y mientras la veia acercarse mas a él Yoongi ni siquiera pudo evitar escanear su cuerpo de arriba hacía abajo con sus ojos, observando atentamente la forma en que sus curvas resaltaban bajo su ropa, era solo un poco más pequeña que él, sus ojos de muñeca dejaban de mirarlo con asombro y los de Yoongi se perdieron por completo en sus labios que se veían tan suaves, de repente sintió el deseo abrasador de poder besarlos para poder comprobar su teoría y las palmas de sus manos comenzaron a picar con la necesidad imperiosa de poder tocarla.
— Hermosa.— Yoongi susurró poco después, con su voz ahogada y lo suficientemente alto como para que T/n lo escuchara, haciéndolo ensanchar su sonrisa cuando noto como apartaba su mirada avergonzada de él.
La llamada terminó cuando estuvo finalmente frente a Yoongi y cuando él le extendió su mano para que la tomara, todo era diferente esta vez, esto estaba sucediendo en la vida real y T/n ya no estaba en la comodidad de su habitación hablando con él, Yoongi estaba con ella, físicamente presente, a punto de recibir su toque, como tantas veces había imaginado.
— No me dejes con la mano estirada, bebé.— Yoongi habló divertido y con su voz ronca, ensanchando su sonrisa hacia ella.
Oh, Dios. Su voz sonaba mucho mejor que por teléfono, tenía esa misma profundidad, ese tono que siempre hacía que su cuerpo temblara y se agitara de lujuria, y T/n se obligó a sacudir todo tu nerviosismo antes de tomar su mano y estrecharla con la suya.
Podría haber mentido, pero T/n estaba completamente segura que sintió una descarga eléctrica recorrer todo su cuerpo tan pronto como su mano tocó la de él, y se quedó procesando esa sensación mientras Yoongi la acercaba más hacia él, casi demasiado para poder notar la forma en que su mirada estaba pegada a sus labios, lamiendo lo suyos a cambio, y de alguna manera, era como si los dos se estuvieran tomando su tiempo para sumergirse en la presencia del otro entre las personas que seguían caminando a su alrededor.
— ¿Está bien si envuelvo mis brazos alrededor de ti? — Yoongi ronroneó examinando su rostro en busca de una respuesta, desechando su creciente ego al notar que sus mejillas se ponían más rojas a cada segundo.— ¿Hm? — Instó mientras con su pulgar acariciaba sus nudillos con calidez y, con cada roce, T/n sentía su corazón latir más rápido a cada segundo.
T/n no respondió, más bien tomó su mano y la guío hacia su cintura, como si estuviera pidiendo en silencio que la tocara, y él gustoso lo hizo, envolviendo su mano alrededor de su cintura.— Puedes abrazarme, Yoongi.
Y sin dudarlo Yoongi usó ambas manos para acercarla por completo a él, presionando su cuerpo contra su pecho y eliminando por completo cualquier distancia entre los dos casi con urgencia.
— No sabes cuánto te he imaginado diciendo mi nombre, joder.— Murmuró con su voz baja, mirándola con avidez al mismo tiempo que frotaba sus pulgares en su cintura enviandole pequeñas descargas de placer por su cuerpo.— Eres tan jodidamente impresionante, bebé.
T/n prácticamente tuvo que reprimir un gemido que amenazaba salir de sus labios al escucharlo, sabia que no podia hacerlo en publico, pero era casi imposible no querer derretirse a sus pequeñas atenciones.
— Eres más de lo que esperaba…— Yoongi volvió a hablar mientras apoyaba su frente en la tuya, ajeno al hecho de que ambos están en público, mostrando afecto como si fueran un pareja, la estaba mirando profundamente a los ojos como si se conocieran desde hace mucho tiempo sin detener sus caricias en su piel.
¿Por qué lo haría después de todo cuando se moría por ponerle un dedo encima desde que la conoció?
— Eres un chica jodidamente hermosa.— Arrulló con su voz ronca al mismo tiempo que una de sus manos viajaba hacia arriba para sujetarla por su nuca con dureza, casi a punto de besarla de una buena vez.
— Aquí no, por favor…— T/n sollozó por lo bajo, abrumada con su imponente presencia y apartando su mirada de la de él; completamente sonrojada con sus palabras.
— Esa es la voz que me gusta escuchar.— Yoongi habló en medio de una sonrisa arrogante.— No puedo esperar a escuchar más de eso pronto.— Agregó separándose de a poco de ella para tomar una de sus manos y besarla suavemente bajo la mirada sorprendida de T/n.
Aún no podía comprender que esto realmente estaba sucediendo. Nada de esto hubiera ocurrido si T/n no hubiera recogido la nota de su profesora ese día con el número de teléfono de Yoongi. En cierto modo, sentía que le debía mucho a la profesora Kim, una parte de ti estaba contenta de que fueras tú quien experimentara el toque de Yoongi y muchas más cosas y no ella.
— Hay un bar a un par de cuadras de aquí. ¿Qué dices? — Yoongi habló mientras abría la puerta del pasajero de su auto para que pudiera entrar, pero antes de que pudiera tomar asiento frunció los labios hacia él.
— No estoy vestida para eso…— T/n murmuró por lo bajo, queriendo esconderse de su intensa mirada.
— T/n…— Yoongi chasqueó la lengua, sonando un poco decepcionado.— Eso no es un problema, lo sabes.— Agregó al mismo tiempo que con sus dedos aplicaba la cantidad correcta de presión en su barbilla para elevar su cabeza hacia el.
T/n lo miro con ojos grandes sin saberlo, y eso solo hizo que la mente de Yoongi funcionara con varios pensamientos. Pensamientos que no correspondían en este momento y se mordió el labio inferior por un momento antes de regresar a la realidad.
— No tienes que disfrazarte. Solo tienes que verte bien para mí, y en este momento…— Murmuró bajando el tono de su voz, inclinándose sobre su cuerpo para estar más cerca de ella, tanto que sus rostros casi se tocaban.— Te ves jodidamente deliciosa, especialmente con esta falda corta tuya. ¿Está permitido usar un material tan corto en la escuela?
— Está bien, está bien.— T/n exclamó suspirando mientras sentía como todo su rostro se calentaba una vez más antes de subirse de inmediato a su auto sin pensarlo dos veces y haciendo reír a Yoongi.
Era la primera vez que lo escuchaba reír así, casi aireado y con hipo, lo que le pareció realmente adorable; ese era un contraste total de la personalidad habitual que había visto en él, y creo una nota mental para poder hacerlo reír más a menudo.
Tumblr media
Era como si Yoongi encajara perfectamente en el bar como si fuera allí cada vez que podía. Su atuendo era completamente negro y se ajustaba perfectamente a su cuerpo bien formado, y complementaba el aura tenue y sensual del bar.
T/n era todo lo contrario, y era ridículo: la imagen de ustedes dos caminando dentro del edificio y lo diferente que se veía a su lado, pero tan pronto como pensó en eso también lo olvidó cuando sintió la mano de Yoongi en su espalda baja, guiandola con firmeza por el bar cuando entraron y cuando fueron recibidos con música r&b retumbando por todo el lugar, T/n prácticamente tuvo que morder el interior de sus mejillas al sentir como sus dedos rozaban su piel expuesta de su cintura, imaginándose como se sentirian si subieran un poco más, y rápidamente salió de su burbuja de fantasías cuando volvió a hablar.
— ¿Tomas? — Yoongi preguntó tirando hacia atrás el taburete para que pudiera sentarse sin apartar su mirada de ella.
— Algunas veces.— T/n respondió tomando asiento y tirando de su falda hacia abajo cuando subió un poco más por sus piernas, y formó una mueca arrepintiéndose por habérsela puesto hoy, pero cuando elevó su mirada volvió a atrapar a Yoongi observando cada uno de sus movimientos con atención.— Deja de mirarme de esa forma.
— ¿O si no qué, hm? — Yoongi farfulló con arrogancia en su voz y sonriendo al verla suspirar, joder, acababan de entrar al bar y él ya le estaban dando ganas de correr a su casa. 
Antes de que T/n pudiera decir algo más el bartender se acercó a ustedes dos con un brillo particular en sus ojos, e instantáneamente fijó su atención en ella, la comisura de su boca se levantó en una sonrisa sugerente mientras se apoyaba sobre el mostrador donde estaban, y casi por inercia los ojos de T/n se desviaron a sus brazos, viendo la forma en que las curvas de sus bíceps se marcaban aún más gracias a su camisa de vestir blanca y apretada. 
Y por supuesto que Yoongi lo notó, pero opto por no decir nada.
— ¿Qué puedo conseguir para ti…
— Dos latas de cerveza.— Yoongi respondió antes de que pudiera decir algo más y haciendo que el bartender lo mirara solo para poner su mano derecha sobre tu rodilla expuesta.— Para mi niña y para mí.
Dios.
T/n apretó sus labios mientras agachaba su mirada hacia abajo, completamente sonrojada por la forma en que se refirió hacia ella, y solo pudo ver de reojo como el bartender enderezaba su postura mientras tosía incómodamente.
— Entendido, en un momento traeré su pedido.
Y tan pronto como se fue volviendo a dejarlos solos Yoongi acerco su taburete al de T/n, sus rodillas quedaron rozando las de ella mientras T/n seguia mirando hacia abajo.
— Mírame.— Yoongi ordenó poco después tomándola por su mentón para obligarla a mirarlo  cuando se encontró con su rostro su mirada se poso de inmediato en sus labio entreabiertos,, casi a punto de mandar todo a la mierda y besarla ahí mismo.— ¿Nerviosa, bebé? — Preguntó con voz ronca mientras frotaba con su pulgar la suave piel de su mejilla sintiendo de inmediato como el calor se acumulaba en su palma.— No tienes porque estarlo, estamos aquí para divertirnos ¿no es así?
Y cuando finalmente T/n lo miró a los ojos a pesar de su nerviosismo entendió rápidamente que a Yoongi le gustaba tener un contacto visual con ella, seguramente disfrutando mientras la veía esforzarse para mantener su intensa mirada, porque realmente era así, a Yoongi le gustaba ver cómo su respiración se agitaba cada que estaba cerca y se excitaba terriblemente al verla tan perdida en sus iris oscuros.
— Eso es, buena chica.— Yoongi murmuró por lo bajo al mismo tiempo que deslizaba su pulgar hacia sus labios, acariciando sensualmente su labio inferior, haciéndolo sonreír al verla suspirar de forma temblorosa ante sus caricias.— Eres mi buena chica. De nadie más.
— Yoongi…- T/n hablo a medias, sin saber exactamente si fue un susurro o un gemido ahogado.— N-no…
— ¿No qué? — Yoongi demandó saber con aire de suficiencia.— ¿No quieres que te toque en público?
Y T/n simplemente pudo responder con un pequeño asentimiento, ¿pero le importó a Yoongi? Por supuesto que no, porque colocó su mano disponible sobre su pierna; arrastrandola por su piel desnuda de una forma tan lenta, pulgada a pulgada, las puntas de sus dedos rozaban su piel suavemente haciendo que todo su cuerpo se estremeciera y se removiera sobre el asiento al sentir el frío metálico de sus anillos, y Yoongi volvió a maravillarse con lo receptivo que era su cuerpo a él, solo invitándolo a avanzar.
— Odio decírtelo, bebé, pero me gusta verte temblar cuando te toco.— Yoongi farfulló antes de que la mano que estaba sosteniendo su mejilla se moviera hacia atrás para sostenerla por la parte posterior de su cuello.
Los ojos de T/n se abrieron de repente cuando lo sintió tomar un puñado de su cabello y tirar de su cabeza hacía atras lo suficiente para que su cuello quedara expuesto a él, sin poder lograr ocultar el pequeño gemido que amenzaba con salir de sus labios, y en cambio soltó un sonido lascivo reprimido, solo haciendo que los oídos de Yoongi se animaran en cuando lo escuchó.
Él empujó de su taburete para que estuviera más cerca, y lo logró, su rostro quedó peligrosamente a centímetros de la curva del cuello de T/n quién tembló al sentir su caliente respiración abanicando su piel tan sensible, la repentina proximidad y el ambiente sensual del bar estaban nublando la mente de Yoongi, quería tocarla por completo, quería tener sus manos por todo su cuerpo después de tanto tiempo de bromas, arrepintiéndose internamente de haberla llevado a un bar en lugar de conducir directamente a su casa y poder tenerla para él solo.
Su mano comenzó a jugar con el dobladillo de su falda, casi de forma burlona al principio, y solo haciendo que T/n dejara escapar una respiración temblorosa al sentirlo y rápidamente se apresuró a sostener su muñeca, sin aplicar ninguna presión, pero sí lo suficiente para recordarle su presencia, y al sentirlo los labios de Yoongi se curvaron en una sonrisa, acercándose más a ella para burlarse un poco más de su estado con lo siguiente que dijo.
— ¿Qué pasaría si te meto un dedo en el coño, aquí mismo, ahora mismo? — Ronroreó con esa voz rasposa que T/n tanto amaba contra su oído, los bordes de sus labios eran como fantasmas alrededor de su oreja e inconscientemente su interior se apretó alrededor de la nada, teniendo que morderse la lengua para ocultar un gemido vergonzoso ante sus palabras.
T/n tuvo la tentación de cerrar los ojos para poder perderse en sus sucias fantasías, pero su cerebro le recordó que la gente en el bar podría estar mirando, e inmediatamente su mirada escaneó el lugar en busca de posibles ojos al acecho, pero casi todos estaban borrachos o se ocupaban de sus propios asuntos como si hubieran visto cosas peores.
— Mira mi mano, T/n.— Yoongi ordenó refiriéndose a la mano que descansaba sobre su muslo, y su mirada rápidamente se posó en ella, suspirando de forma agitada al ver lo jodidamente sexy y grande que era, las venas se resaltaban sobre su piel y los anillos solo la hacían temblar y desear poder sentirlos un poco más arriba.
Mierda. T/n podía sentir el cosquilleo aumentando cada vez más entre sus piernas, podía sentir a la perfección la incómoda humedad manchando su ropa interior, solo haciéndola removerse en el asiento cuando sintió a Yoongi meter su mano debajo de su falda, la tela cubrió sus dedos casi por completo y con eso ni siquiera pudo evitar no sacudir sus caderas más hacia su mano levemente; rogando silenciosamente que subiera más, y por supuesto que Yoongi se dio cuenta, permitiéndose sonreír arrogante cuando sus ojos se volvieron a encontrar.
— Sé que quieres sentir mis dedos dentro de ti…— Yoongi susurró con su voz ronca sin dejar de frotar sus dedos en el interior de sus muslos, burlándose de ella cuando la escucho gemir suavemente mientras lo miraba con ojos necesitados.— Sé que quieres que te toque mientras estamos rodeados de toda esta gente.
T/n podía jurar que se estaba poniendo más y más húmeda mientras él seguia hablandole de esa forma en publico, donde existía la posibilidad de que la gente escuchara todo, y ahogó una maldición cuando su dedo índice apenas y rozó su clítoris por encima de la tela de sus bragas, mierda, esto era mucho mejor que estar hablando con él por teléfono.
— ¿Te gustaría eso, bebé? — Yoongi volvió a preguntar, sabiendo ya la respuesta.
Volvió a sonreír de forma arrogante cuando la vio asentir frenéticamente incapaz de articular alguna palabra justo antes de hundir su mano por completo entre sus piernas para presionar sus dedos directamente en su clítoris, haciendo que T/n diera un pequeño brinquito en su lugar y soltara un gemido ahogado ante el impacto del placer que viajó por sus nervios, haciéndolo reír mientras se alejaba por completo de ella; dejándola completamente sonrojada, caliente y sin aliento.
— Oh, mira…— Habló agarrando las dos latas de cerveza frente a ustedes dos antes de agregar con falsa inocencia en su voz.— Ese pobre mesero debió haber visto todo mientras no estábamos prestando atención, ¿no lo crees?
Él abrió una lata para ella, mientras T/n solo podía mirarlo boquiabierta, apenas procesando lo que acababa de pasar, ¿Realmente la estaba dejando así como si nada hubiera pasado?
Pero al contrario de sus pensamientos, Yoongi también estaba teniendo dificultades para controlar su creciente erección debajo de sus jeans, sintiendo como se presionaba más y más contra la tela casi de forma dolorosa, pero disimulando bien mientras se aclaraba la garganta.
— Salud, bebé.— Habló divertido chocando su lata con la de ella; haciendo un 'tintineo' silencioso antes de que su mirada volviera a oscurecerse cuando volvió a mirarla.— Cierra esa boca tuya, T/n. Antes de que le ponga algo que la llene.
Y con eso último T/n no pudo evitar volver a sonrojarse, e hizo todo lo posible por tratar de olvidarse de los que acababa de ocurrir mientras Yoongi comenzaba a tener una conversación normal con ella, pero era difícil tan difícil hacerlo cuando aun podía sentir sus manos sobre ella, y por supuesto que Yoong estaba disfrutando de esto, estaba disfrutando de su tiempo con ella, finalmente solo estaba inmerso en todo lo que tuviera que ver con T/n, sus ojos nunca se apartaban de los de ella y no podía evitar sonreír cada que la veía agachar su mirada avergonzada cuando decía algo lascivo.
A cada segundo que pasaba mas le gustaba estar con ella, le gustaba ver como sus ojos se iluminaban con ese brillo de inocencia cada vez que lo miraba y era como si quisiera que este momento no acabara, pero habia algo que lo regresaba de golpe a la realidad, la unica regla que Delight tenia para cada empleado seguia grabada en su mente, podia sentir como su cuerpo se tensaba cada vez que su consciencia pensaba en esa regla que justo ahora estaba rompiendo, y no sabia como decirle que lo que estaban haciendo en este momento estaba prohibido en su trabajo.
Pero de cierta forma, deseaba que alguien de su trabajo lo viera en este preciso momento, de ser posible su mismo jefe, joder, deseaba que lo despidieran ahora mismo para volver a tener una vida normal, no era un secreto que Yoongi no había tenido una relación seria en mucho tiempo, había tenido una que otra aventura de una sola noche, pero no románticas, eso no era lo suyo, pero ahora que estaba con ella era como si quisiera estar con ella de todas las formas posibles, la deseaba, la quería y la necesitaba y aún no podía entender porque, lo unico que sabía era que nunca había anhelado algo tanto como ahora, como a T/n
— ¿Alguna vez, eh, has hecho esto con alguien más? — T/n preguntó por lo bajo mirándolo de reojo y rompiendo un poco su burbuja de pensamientos.
— ¿A qué te refieres? — Yoongi cuestionó de igual forma, inclinando su cabeza hacia un lado con una sonrisa astuta en su rostro.
— No importa…
— ¿Estás preguntando si alguna vez he salido con alguien? Cariño, si querías saber mi número de citas podrías haberme preguntado…
— ¡No! ¡No es así! Bueno, quiero decir, sí, pero no quería preguntar directamente…— T/n respondió rápidamente sin saber donde esconderse de la vergüenza que sentía por sus palabras.
Y Yoongi simplemente sonrió mientras dejaba escapar una risa ronca antes de elevar su mano para pellizcar su mejilla enrojecida por el alcohol de forma divertida.
— Está bien. ¿Quieres saber si puedo hacer las cosas que te prometí por teléfono, eh? — Habló regresando a su sonrisa arrogante que había tenido todo este tiempo.— No te preocupes, T/n. No soy una estafa.
Y con eso T/n solo pudo morder su labio inferior inconscientemente, sabía que la estaba molestando con sus palabras, pero su mente solo podía actuar por sí sola, imaginando como se sentiria estar debajo de él con su calor cubriendola por completo y su cuerpo presionandose contra ella, sujetándola contra la cama y haciéndola gemir su nombre.
— Pero sinceramente…— Yoongi volvió a hablar, con seriedad ahora, y T/n se preguntó cómo era posible que pudiera pasar de su tono burlón a uno tan serio en un abrir y cerrar de ojos.— No tengo muchas relaciones en estos días, solo me enfoco en el trabajo.
— Oh, ¿entonces no tienes sexo? — T/n preguntó como si nada levantando sus cejas hacia él.
Y Yoongi se contuvo increíblemente de soltar un comentario sarcástico. No quería ir allí todavía.
— ¿Es asunto tuyo, querida? — Respondió con un tono bajo, como si fuera una pequeña advertencia hacia ella.
Y T/n se encogió en su asiento no del todo satisfecha con su respuesta, sabía que no estaba en lugar para saber eso, después de todo, ese era su trabajo, excitar a la gente y llevarlos al orgasmo, y tal vez ella solo había sido afortunada.
— Oye, creo que ese tipo te conoce.— Yoongi habló de repente casi con fastidio mientras miraba un área detrás de ella.
— ¿Qué? ¿Qué chico? — T/n preguntó frunciendo su entrecejo antes de darse la vuelta en su asiento, mirando hacia todos lados, mirando más allá de toda la gente bebiendo y charlando tratando de encontrar una cara familiar hasta que con un movimiento su atención se centró en el mismo chico de hace horas, mirándola con sus ojos abiertos cuando se dio cuenta que lo había notado.
— ¿Quién es ese? — Yoongi preguntó con el mismo tono de voz mientras se removía en su asiento.
— Un chico que conocí en clase antes. Dios, espero que no me esté acosando... oh, aquí viene, ¡Oye, Jungkook! — T/n respondió rápidamente y sorprendiendose cuando lo vio caminar hacia los dos.
— ¡T/n! Me sorprendió verte aquí.— Jungkook habló con una sonrisa en su rostro antes de inclinar su lata de cerveza en dirección a Yoongi.— Con un buen compañero, por lo que veo.
— Así es, ella tiene buen gusto, ¿no lo crees? — Yoongi respondió descaradamente formando una mueca de disgusto antes de tomar otro sorbo de su cerveza, y T/n se apresuró a golpear suavemente su rodilla mientras fingía una risa.
— Espero que no me estés siguiendo, Jungkook.— T/n habló lo más alegre y amigable posible.
— ¡Oh, no, no! Todo es solo una coincidencia. Lo siento si te hice sentir incómoda…
— Bueno, a mi sí me hiciste sentir incómodo mirándola durante demasiado tiempo, Jungkook.— Yoongi volvió a hablar con dureza mientras se ponía de pie antes de tomar la mano T/n y hacerla levantarse también mientras Jungkook observaba todo con una mirada atónita en su rostro.— Nos vamos.
Todo pasó demasiado rápido cuando Yoongi comenzó a caminar por el bar directo hacia la salida que T/n apenas y tuvo tiempo de mirar sobre su hombro y murmurar un pequeño “Lo siento” a Jungkook.
— ¡Yoongi! — T/n habló en medio de un chillido mientras salían del bar, el aire frío de la noche golpeó su cuerpo y la hizo temblar detrás de él.— Eso fue muy grosero…
— Oh, no dirías lo mismo si hubieras visto la forma en que te miraba.— Yoongi se burló sin gracia de sus palabras mientras llegaban a su auto
— ¿De qué hablas? No conozco mucho a Jungkook pero no creo que él…— T/n habló confundida antes de sobresaltarse cuando Yoongi se giró hacia ella de repente; acorralandola contra su auto y cubriendo su cuerpo por completo con el suyo.
— No quiero que ningún otro hombre te mire de la misma forma que yo.
Y con eso T/n ni siquiera tuvo tiempo de procesar sus palabras, porque tan pronto como Yoongi las dijo su cuerpo se presionó con el de ella, juntando sus torsos y estrellando sus labios en un beso teñido de desesperación pura.
Pasionales, fluidos, húmedos, ansiosos.
Esos eran los labios de Min Yoongi mientras se movían sobre los de ella.
T/n no supo descifrar si fue ella, o Yoongi, o ambos los que suspiraron aliviados contra los labios ajenos, pero lo hicieron, y era entendible, después de tantas bromas y de tanto tiempo era de esperarse que reaccionaran así, sus manos se apoyaron en sus anchos hombros y las de él se ajustaron en su cintura, pasándolas por su espalda baja para lograr apretar su cuerpo mas con el suyo haciéndola jadear contra su boca y sentir que sus piernas temblaban, casi amenazando con hacerla caer de rodillas ahí mismo de no ser porque Yoongi la apoyó contra su auto mientras su lengua ávida acariciaba su labio inferior en pequeños toques, y cuando T/n entreabrió sus labios Yoongi se apresuró a insertar su lengua en la de ella, haciéndolo gemir roncamente y a ella jadear completamente abrumada, sus grandes manos estaban por todo su cuerpo, acariciando cada porción de piel a su disposición y queriendo abarcar todo de ella en menor tiempo posible; apretó su cintura, acarició sus mejillas, sus brazos, clavó sus dedos en sus muslos y enganchó una mano en el interior de su rodilla, elevando su pierna y haciendo que rodeara su cintura con ella.
El chasquido casi obseno de sus lenguas la hicieron temblar entre sus manos y no supo descrifrar si fue por una rafaga de viento o porque estaba increíblemente excitada a este punto, ahí en medio del estacionamiento los dos eran un lío de manos, saliva, lenguas y respiraciones densas.
Una de las manos de Yoongi se había ajustado a su cuello para no dejarle escapatoria, cuando él sabia muy bien que no iba a huir, las de T/n se trasladaron a la parte trasera de su cabeza donde enredó sus dedos en su cabello negro y rebelde; apretándose más contra él y escuchando un quejido gutural salir de sus labios antes de sentirlo envolver un brazo en su cintura para apretar su pelvis contra la de ella sin desantender sus húmedos besos, y en esta oportunidad, ambos soltaron un quejido al unisono sobre la boca del otro antes de tomarla por sus mejillas y separarse de ella, tirando un poco de su labio inferior en el proceso.
— Dios…— T/n jadeó entrecortado apenas separándose levemente de él, sintiéndose un tanto aturdida por la falta de aire y ahí Yoongi abrió sus ojos mientras suspiraba pesadamente cuando tuvo una vista exclusiva de sus pupilas dilatadas, sus mejillas rojas y de sus labios hinchados y resbaladizos con su saliva.
La mano de Yoongi se elevó para tomarla por el mentón con firmeza y sonreír de lado, inclinándose sobre ella para rozar sus labios de los cuales salían exhalación tras exhalación caliente.
— No, soy Min Yoongi.— Decretó de forma engreída apoyándose sobre la puerta de su auto con la otra mano, buscando presionarse mas contra ella como si eso fuera posible.
T/n negó con su cabeza sin evitar sonreír ante sus palabras dándose cuenta de lo bien que encajaban sus cuerpos juntos y del abrumador calor que la inundaba por completo.— Eres un presumido.
— Tengo cosas para presumir, así que puedo hacerlo bebé…— Yoongi explicó con altanería acompañando sus palabras con un certero empuje de caderas contra ella, presionando su erección en su vientre bajo y haciendo que su espalda chocara contra la puerta; arrancándole un quejido ahogado que emergió de sus labios.
Sin pensarlo mucho los labios de Yoongi volvieron a unirse a los de ella, sabiendo muy bien que tarde o temprano siempre volvería a caer en ellos, eran como una de las peores drogas, de esas que solo te bastaba probarlas una sola vez para querer más y más, y se encargó de devorar su boca con la suya, sus labios se abrieron para darle paso una vez más a que deslizara su lengua y que pudiera explorarla como tanto ansiaba, las manos de T/n se sostuvieron de sus hombros y el rodeó su cintura con su brazo, pegándose a ella por inercia.
La necesitaba tanto, necesitaba descargar todo lo que había contenido por días, necesitaba perderse en ella como había imaginado una y otra vez, en sus sueños, e incluso despierto.
El corazón de T/n latía con desenfreno en su pecho y la temperatura en su cuerpo se elevó con facilidad, pero simplemente no podía luchar contra la forma en que su cuerpo respondía a cada uno de los toques de Yoongi, en cómo sus lenguas se entrelazaban con afán la una con la otra, e internamente agradecía el hecho de que no hubiera gente donde estaban, y se lo hizo saber cuando movió sus caderas hacia él; restregandose suavemente contra su pelvis y contra la dura erección que podía sentir a través de sus ropas, solo ganándose que Yoongi gruñera sobre sus labios mientras apretaba el agarre en su cintura, arrepintiéndose casi al instante de su acto cuando lo sintió deslizar sus labios hambrientos por su mejilla y su mentón, hasta llegar a la curvatura de su cuello donde comenzó a besar y lamer su piel cuanto quiso.
— Yoongi…— T/n musitó con un hilo de voz, sus manos se engancharon en su cabello, disfrutando por completo de la calidez de su aliento y la humedad de su boca, mordiéndose el labio cuando lo sintió encontrar ese punto dulce detrás de su oreja que ni siquiera sabía que tenía, dejando rastros húmedos de besos hacia abajo, para luego volver a subir y dispersarlos por toda su piel, y era plenamente consciente de la forma de la humedad en sus bragas aumentando cada vez más.— ¿Vamos a tu casa o a la mía?
Y por supuesto, Yoongi ignoró su pregunta por completo, cada nervio de su cuerpo estaba monopolizado con un apetito sexual que nunca antes había sentido y que solo era potenciado por la forma en que T/n se escuchaba a sus oídos, tan sensual y dulce al mismo tiempo, y toda su mente se quedó en blanco con lo siguiente que escuchó.
— Señor, por favor… te necesito tanto.— T/n lloriqueo por lo bajo mientras empujaba sus caderas hacia él un poco más fuerte esta vez, haciéndolo consciente de la necesidad latente entre sus piernas, buscando de nueva cuenta sus labios para depositar cortos y repetitivos besos sobre ellos, sintiendo sus mejillas arder aún más al ser consciente de la forma en que lo había llamado.
No sabía si era buena o mala señal que Yoongi se hubiera quedado estático ante sus palabras, pero tampoco podía pensar mucho en eso, no cuando su todo su cuerpo estaba ardiendo en calor, y cuando hizo un nuevo intento por mover sus caderas hacia él una de sus manos se apretó en su cintura, manteniendo su cuerpo quieto cuando sus ojos se encontraron con los de él y ni siquiera pudo evitar no temblar en su lugar cuando notó su mirada oscura antes de sentir como la tomaba por el mentón con fuerza.
— Sube al maldito auto. Ahora.— Ordenó con su voz ronca y con su mandíbula tensa, su pecho subía y bajaba en respiraciones tranquilas, como si estuviera haciendo un inútil intento de controlarse sin dejar de mirarla y solo aumentando la excitación en ella, quería estar tranquilo, pero el bulto en su entrepierna revelaba que no lo estaba y menos pudo ocultarlo cuando la vio relamer sus labios y sonreírle con descaro antes de asentir levemente; como si fuera una niña que acababa de conseguir lo que quería.
Bueno, tal vez debería quitarle esa actitud.
Tumblr media
El viaje a la casa de Yoongi estuvo lleno de tensión y T/n simplemente no podía entender cómo era que se había contenido de lanzarsele encima para besar su cuello, pero decidió no hacerlo porque era un peligro para la seguridad, además de que él había tomado alcohol, pero Yoongi le había dicho que tenía una alta tolerancia y que la cerveza no le afectaba en absoluto, aún desconfiaba un poco. 
Y además, todo era mejor cuando había un poco de tensión.
Cuando llegaron a su departamento T/n quedó sorprendida con lo monocromático que era todo, pero lo estuvo aún más cuando se dio cuenta que cada rincón del lugar estaba lleno con el aroma de Yoongi, esa colonia que la había hecho suspirar más de una vez en lo que iba de la noche y que ahora se colaba por su nariz como si se tratara de un afrodisiaco, solo alimentando más su deseo por él, y ahora que estaba en su casa esa sensación se había duplicado diez veces más.  
— No t-tienes…— T/n balbuceó de a poco, queriendo abofetearse por tartamudear cuando lo miró recargado sobre el marco de la puerta; inspeccionando su cuerpo de arriba abajo, y fue suficiente para que su mente se quedara en blanco.
Yoongi dio unos pasos más cerca de ella, llegando hasta donde estaba para quitar su bolso de su hombro y dejarlo car al suelo con un ruido sordo.— ¿Mhm? ¿Estabas diciendo?
Su voz se había vuelto mucho más profunda, más relajada, y era un tono que la hacía querer derretirse frente a él, obligándola a tomar una respiración profunda antes de hablar. 
— ¿No tienes trabajo o algo así? — T/n preguntó por lo bajo, pensando que tal vez su línea estaba abierta y tenía clientes esperándolo. 
 Las manos de Yoongi serpentearon por sus brazos con calma hasta llegar a sus caderas, colando una de sus manos debajo de su blusa, lo suficiente para tener contacto directo con su cintura donde frotó su piel en lentas caricias; enviándole pequeñas ondas de calor por todo su cuerpo y haciéndolo sonreír cuando la vio suspirar suavemente y relajarse de a poco, su otra mano jugó con un mechón suelto de su cabello antes de curvarlo detrás de su oreja y responder con su voz una octava más abajo de lo usual.
— No. Estoy trabajando contigo esta noche.
Y tan pronto como dijo eso, guiado por el frenesí del momento, sus labios volvieron a chocar contra los de ella una y otra vez, su mano mantenía el agarre en su mentón y Yoongi se encargó de devorar su boca como si se tratara de un hombre hambriento de ella y anhelante de su sabor, y T/n apenas y podía seguir su ritmo tan demandante sobre sus labios, dejándose caer sobre una pared detrás de ella que, para empezar, ni siquiera sabía que estaba ahí, pero a la que que Yoongi pareció guiarla desde el principio sin que se diera cuenta. 
Una especie de ronroneo se derritió a través de su boca al sentir su luengua jugando con la de ella y todo el deseo aumentó de sobremanera cuando sus lenguas chocaron entre sí, casi dejandola sin aliento y derritiéndose por completo al escuchar los gruñidos de Yoongi contra su boca, había soñado tanto con esto, había reprimido todo lo que sentía, y ahora todo finalmente estaba cobrando vida y sólo queria hacer todo lo que alguna vez le había prometido por telefono. 
En un arrebato Yoongi guió su agarre a su nuca para mantenerla quieta, y T/n olvidándose de cualquier rastro de pudor enredó una de sus piernas en su cintura sosteniéndose con la otra una vez más, un nuevo gemido ahogado escapó de sus labios cuando Yoongi movió su pelvis contra ella, frotándose en un toque apenas perceptible pero a la vez notorio que le hizo saber de la dureza que estaba encerrada en sus pantalones, sus lenguas se enredaban con afán y todo el cuerpo de T/n tembló cuando sintió a Yoongi tomar su lengua entre sus labios, succionandola con suavidad una y otra vez, haciéndola gemir suavemente y aferrarse a él con más fuerza, moviendo sus caderas de igual forma, frotándose el uno con el otro y sólo aumentando el calor en sus cuerpos casi de forma alarmante. 
Y cuando Yoongi soltó su lengua con lentitud ignoró el hilo de saliva que colgaba entre sus bocas, solo enfocándose en la belleza y el placer en todo su rostro en su máxima expresión. 
— Estás segura, ¿verdad? — Yoongi preguntó poco después, con su voz ronca y su respiración agitada sin dejar de mirar sus labios hinchados y rojizos mientras se encargaba de acariciar su pierna suavemente en movimientos ascendentes y descendentes. 
T/n lo miró con sus ojos muy abiertos mientras respirando por la boca y con la esperanza de que le hiciera saber de su necesidad de manera no verbal cuando movió sus caderas sutilmente hacia él, en una clara invitación. 
Pero Yoongi no quería eso, él quería escuchar sus palabras, quería escucharla pedir por él, y se dio cuenta de eso un poco más tarde. 
— Sí, señor…— Respondió en un murmullo entrecortado mientras deslizaba sus manos por su pecho que bajaba y subía en densas respiraciones hasta llegar a su desordenado cabello, acercándose a él para darle un delicado beso, apenas perceptible antes de continuar.— Lo quiero tanto…
Y con eso Yoongi se permitió sonreír ladinamente, hundiendo su rostro en la curva de su cuello y haciéndose espacio para sumergir sus labios en su piel y comenzar a salpicar besos húmedos por toda la zona, ensanchando su sonrisa cuando la escuchó jadear y estirar su cuello para darle más espacio.
— No te preocupes, seré amable…— Yoongi masculló contra su piel, frotando su la punta de su nariz contra su oreja, vertiendo su aliento agitado y caliente sobre ella antes de subir y encontrarse con sus ojos y pupilas dilatadas una vez más, y sonreír con lo siguiente que dijo.— Por ahora…
Lo único que T/n pudo atinar a hacer fue soltar un quejido cuando sintió a Yoongi agacharse lo suficiente para tomarla por su trasero con seguridad y alzar su cuerpo en el aire de un salto, haciéndola soltar una risita vergonzosa a la vez que envolvía sus piernas en su cintura y sujetarse de sus hombros antes de que despegara su cuerpo de la pared para comenzar a caminar hacia su habitación, y a pesar de saber el destino, se dejó envolver por sus labios suaves y dulces una vez más.
Las manos de Yoongi subieron por su espalda baja, y despegando momentáneamente sus bocas que seguían devorándose como si no hubiera un mañana, depositó su cuerpo con suavidad sobre el colchón de su cama, todo lo estaba haciendo con suma delicadeza, y T/n no sabia si era para disfrutar más el momento o para alargarlo. Las dos opciones le parecían perfectas.
El cuerpo de T/n se hundió en las sabanas y junto sus piernas frotandolas pausadamente la una con la otra, formando una pequeña sonrisa cuando vio a Yoongi deshacerse de la chamarra de cuero y cuando pensó que también se quitara su camisa, su mano grande y caliente separó sus piernas para hacerse su debido espacio entre ellas, hincando sus rodillas en la cama y acarició sus piernas desnudas con calma antes de subir al borde de su blusa, el cual tomó para tirar hacia arriba y T/n le ayudó estirando sus brazos para quitarse la prenda por completo.
La mirada de Yoongi oscureció aún mas cuando le dio un repaso a todo su cuerpo y ni siquiera pudo luchar contra el destello de timidez que la atravesó, e intentó cerrar sus piernas para cubrirse aunque sea un poco, pero antes de que pudiera hacerlo Yoongi la sujeto por su cuello, elevando su cabeza hacia él para volver a besarla.
Dieron inicio a una nueva sesión de besos desesperados por parte de ambos, dejando que sus lenguas volvieran a unirse una vez más, todo su cuerpo ancho y fornido se presionó contra el de ella y T/n dejó que un gemido saliera de su boca mientras sus manos se pasaban por su cabello para demostrarle cuan a gusto estaba, y Yoongi soltó una especie de ronroneo mientras chupaba su labio inferior, dejándolo ir con un chasquido húmedo antes de que una de sus manos se deslizara por su torso, acariciando con calma la piel que tenía a su disposición, sintiendo el cuerpo de T/n temblar y agitarse debajo de él cuando frotó su pulgar contra uno de sus pezones endurecido, aún por encima de su sostén y solo logrando que soltara un débil gimoteo.
— Quiero besarte entera.— Yoongi murmuró con su voz ronca sobre su boca y T/n supo que hablaba realmente en serio cuando sus labios bajaron por su mentón hasta llegar a su cuello para besarlo todas las veces que quiso; marcando un camino de saliva desde la curva hasta sus clavículas repitiendo esa operación una y otra vez mientras el agarre en sus senos se apretaba suavemente, tarareando de gusto mientras masajeaba uno por uno; dándoles la misma atención a ambos y un pequeño gemido salió de los labios de T/n cuando lo sintió atrapar el lóbulo de su oreja para succionarlo con ansia haciéndolo sonreír ladinamente cuando se separó un poco de ella; notando su cuello marcado y mojado por él, y la simple vista lo hizo trasladar sus manos hacia su espalda y soltar el broche de su sostén en un rápido movimiento encontrándose con sus ojos.— Quiero saber cuan dulce sabes.
Y con eso último T/n ni siquiera tuvo tiempo para reprochar porque en un santiamén los bonitos labios de Yoongi se envolvieron alrededor de uno de sus senos, tomando un gran bocado de su piel y comenzando a repartir besos húmedos en toda la zona, su lengua se movía con maestría y jugaba con su pezón tan lenta y dolorosamente que solo hizo que T/n soltara un fuerte gemido al sentirlo, su caliente respiración erizaba su piel y sus manos viajaron a su espeso cabello para tirar de las hebras sin mucha fuerza antes de arquear su espalda hacía su boca, y él gustoso aceptó el ofrecimiento, gruñendo guturalmente sobre su piel antes de elevar sus manos hacia sus senos; acunando ambos con sus palmas y apretandolos suavemente justo antes de su lengua saliera para lamer sus pezones uno por uno, intercalando entre ellos mientras la miraba con su vista nublada por sus dulces expresiones de placer.
— Yoongi…— T/n maullo sin aliento sintiendo sus besos seguir bajando por su vientre, cubriendo cada porción de piel a su alcance y todo su cuerpo se tensó cuando sin darse cuenta sus manos se encontraron con el inicio de su falda tirando de ella hacia abajo por sus piernas, dejándola demasiado embelesada con sus dedos tocando sus muslos para darse cuenta que se había llevado consigo sus bragas, sino que fue hasta que sintió un repentino escalofrío recorrer su cuerpo y su centro húmedo que se dio cuenta que estaba desnuda frente a él.
Cuando quiso hacer amague por cubrirse solo atino a lloriquear por lo bajo cuando Yoongi se alejó de su cuerpo rápidamente, enderezando su espalda y clavando sus rodillas en la cama para quitarse la camisa por su cabeza y los ojos de T/n se perdieron en su piel blanquecina, en las líneas de sus músculos; desde sus bíceps hasta sus pectorales que subían y bajaban en respiraciones acompasadas, todo su cabello caía sobre su rostro y cuando se lo echó hacia atrás, casi tuvo que obligarse a sí misma a no jadear ante la simple imagen, y por supuesto que su mirada no pasó desapercibida por Yoongi, quien formó una sonrisita arrogante mientras sus manos viajaban hacia el botón de su pantalón, desabrochándolo con calma mientras sus ojos seguían cada uno de sus movimientos.
— ¿Estás esperando una invitación? — Yoongi farfulló bajandose de un solo tiron sus pantalones hasta la mitad de sus muslos, quedando sólo en unos boxer color negro que enmarcaban a la perfección el contorno de su dura y tensa erección atrapada en ellos, su mirada subió a su rostro y sonrió con malicia cuando notó su mirada confundida.
Su cuerpo volvió a inclinarse sobre el de ella, la boca de T/n fue sellada una vez más con sus labios, chocandolos de manera repentina en un demandante y posesivo beso, tomando el mando y ladeando su cabeza con vehemencia, succionando su labio inferior y solo ganándose un adorable quejido cuando se alejó de ella dándole un sutil tironcito.
— Tócate, cariño.— Yoongi murmuró sin dejar de mirarla con ojos oscuros, como si se tratara de una fiera; a punto de devorarla por completo.— Tócate como lo hacías cada que vez que escuchabas mi voz. Quiero verte.
Y ante eso T/n ni siquiera pudo luchar contra la bruma de vergüenza que sintió con sus palabras, y cuando elevó su mirada hacia él todo su cuerpo tembló cuando se encontró con sus ojos nublados en lujuria mirándola con atención y que solo la hicieron obedecer sus palabras, su mano se movió precaria por sus muslos hasta llegar a su entrepierna y un suspiro agitado salió de sus labios cuando sus dedos entraron en contacto con su clítoris, tocándose con cuidado y comenzando a estimularse con suavidad recordando todo lo que alguna vez llegaron a hablar por teléfono y solo haciéndola gemir y mover sus dedos más rápido sobre su botón de placer, cerrando los ojos con fuerza un tanto por el placer que sentía recorrer cada rincón de su cuerpo y otro poco para intentar esconderse de su intensa mirada.
— No sabes cuantas veces te imagine así…— Yoongi susurró con voz ronca contra su oído viendo su cuerpo temblar y mover su mano más fuerte sobre su entrepierna haciéndolo sonreír antes de acariciar su mejilla con su mano, viéndola jadear ante otro movimiento y aprovechó eso para meter dos de sus dedos dentro de su boca, sus pestañas se desplegaron hacia él y una sonrisa se formó en su rostro cuando sintió su lengua comenzar a chuparlos una y otra vez.— Te ves tan jodidamente bonita tocándote, bebé.
Y tan pronto como dijo aquello sus dedos dejaron su boca en un chasquido húmedo y obsceno, deslizandolos por su cuerpo y marcando un camino de humedad hasta que llegó al centro de sus piernas, quitando su mano en un rápido movimiento para reemplazarla con la suya propia, y en un abrir y cerrar de ojos, sus dedos se presionaron con fuerza contra su clítoris y el destello de placer la hizo soltar un fuerte gemido; frunciendo sus manos en las sábanas y tirando de ellas mientras sus caderas se movían hacia sus dedos.
— Shh, shh, déjame cuidarte…— Yoongi arrulló apretando su mandíbula al mismo tiempo que movía sus dedos en círculos suaves sobre su pequeño clítoris, escuchándola gemir en cada movimiento, y aún más cuando presionó suavemente la punta de su dedo contra su entrada un par de veces antes de volver a subir lentamente y frotar su punto de placer, sonriendo al verla dejar caer su cabeza sobre la almohada en puro placer junto a un adorable gemido que coreó toda su habitación, haciéndolo sonreír antes de deslizarse por su cuerpo hasta que su respiración abanicó su entrada y que su boca se envolvió alrededor de su clítoris reemplazando sus dedos y haciéndola gemir con fuerza.
Todos los sentidos de T/n estaban al mil, apenas recuperandose de sentir sus dedos en ella cuando de un momento ya tenía su boca entre sus piernas, su cabello negro le cubria ligeramente sus ojos y su lengua se deslizaba entre sus pliegues húmedos de arriba a abajo una y otra vez antes de chupar y succionar su clítoris como un hombre hambriento, sujetando sus piernas con fuerza y gruñendo una maldición contra su piel mientras su sabor llenaba todos sus sentidos sólo haciéndolo tomar todo lo que pudiera de ella, llenando el espacio con sonidos húmedos y lascivos, ahí descubrió que Yoongi no solo sabía usar su boca para hablar sucio, sino que tambien era muy bueno oralmente e imaginó que él estaba orgulloso de lo que su lengua podía hacer, en todas las formas posibles.
Podía sentir el nudo en su vientre apretándose cada vez más; anunciando su pronto orgasmo, los gruñidos de Yoongi contra su entrada sensible solo enviaban ondas de placer por cada nervio empujándola más y más al borde del éxtasis, su nombre comenzó a brotar de sus labios en jadeos entrecortados como si se tratara de un mantra, pero Yoongi no la escuchó, él ignoró por completo la forma en que sus manos tiraban de su cabello y el sonido de su respiración laboriosa, solo se concentró en sus caderas moviéndose contra su boca, haciendo que su lengua jugara con clítoris haciéndola sentir un placer tan abrumador, que cuando sus piernas temblaron a cada lado de su cabeza y cuando orgasmo la inundó de repente solo pudo cerrar los ojos con fuerza y lloriquear por el placer al rojo vivo en cada parte de su cuerpo mientras se removía contra el firme agarre de Yoongi, sintiéndolo lamerla sin querer desperdiciar ni una sola gota de su orgasmo.
— Maldición, hubiera hecho esto mucho antes de saber que sabias tan delicioso.— Yoongi murmuró en una sonrisita y relamiéndose los labios, todavía degustando su sabor en su lengua mientras volvía a subir por su cuerpo, encontrándose con sus ojos entrecerrados y su respiración acelerada.— Oh bebé, ¿Estás cansada? ¿Quieres parar…?
— No, no…— T/n se apresuró a responder apenas saliendo de su bruma de placer, sintiendo todo su cuerpo arder aún más que al principio.— Te necesito…
— ¿Me necesitas? — preguntó con voz ronca, acunando su mejilla con una de sus manos y acariciando suavemente su piel.
— Si, por favor Yoongi, fóllame…— T/n pidió por lo bajo, apoyándose en su toque y mirándolo con ojos necesitados, notando como su rostro se deformaba en una mueca que no supo descifrar del todo.
— Podría lastimarte…— Yoongi murmuró más bajo esta vez, temiendo que realmente pudiera hacer eso.
— Entonces hazme daño, no me importa, solo…— T/n volvió a pedir por él antes de hacer una pausa y elevar su mano para frotarla suavemente contra el bulto en su boxer, sintiendo la longitud y dureza de su miembro palpitar en su mano, elevando su vista hacia el y verlo morderse el labio ante sus movimientos; dándole la última pizca de seguridad.— Por favor…
Y Yoongi simplemente no pudo evitar sonreír al escucharla, suspirando pesadamente al sentirla trasladar sus caricias hacia la punta de su pene e hizo todo lo posible por no mandar todo a la mierda y castigarla ahí mismo por su pequeño y astuto movimiento sobre él, estaba demasiado excitado para que fuera real, eso era cierto, así que verla pedir por él, con ese tono de voz tan dócil que siempre le había encantado solo hacia que su deseo por ella aumentara, casi al punto de ser doloroso y cuando volvió a mirarla algo oscuro comenzó a nadar en sus ojos.
— Hazlo mejor.— Yoongi habló poco después, trasladando su mano hacia abajo para envolver sus dedos alrededor de su cuello con la cantidad perfecta de presión, viéndola parpadear hacia él y respirar agitadamente.— Muéstrame lo buena chica que eres y súplica apropiadamente.
— Señor, por favor fóllame…— T/n respondió en un pequeño jadeo sumiso y necesitado cuando la mano de Yoongi aplicó más presión en su cuello, haciéndola agitarse y mover sus caderas hacia él en una muda invitación, completamente desesperada por sentirlo.— Por favor, lo necesito tanto…
Y antes de que pudiera decir algo más, lo labios de Yoongi volvieron a estamparse con los de ella, esta vez con una voracidad duplicada, T/n reprimió un gemido cuando la lengua contraria no espero ni un segundo en salir en busca de la suya, acariciando con la punta todo lo que estaba a su paso y arrancándole cada uno de sus suspiros en busca de aire, sus grandes manos recorrieron todo su cuerpo con dureza; como si quisiera memorizar cada curva de él, sintiendo su piel estremecerse con anticipación y haciéndola soltar un gemido ahogado cuando sintió la punta de su pene deslizarse entre los pliegues de su entrada y rozar suavemente su clítoris sin saber muy bien en qué momento se había desnudado, pero tampoco pudo pensar demasiado en eso cuando su pelvis comenzó a moverse contra ella, creando una deliciosa fricción entre sus intimidades, sintiéndolo tan grande y pesado presionando contra ella haciéndola acompañar sus movimientos con sus caderas, solo para escucharlo gruñir contra su boca mientras volvía a besarla un par de veces más antes de separarse escuchandola jadear de disgusto.
Yoongi podía sentir sus ojos seguirlo cuando alcanzó el cajón de la mesa de noche, del cual tomó un condón con rapidez, obligándose a respirar para intentar controlarse cuando regresó su vista de nuevo hacia ella, pero era prácticamente imposible hacerlo con la imagen de su cuerpo desnudo y su cabello alborotado que le gritaban que la tomara a como diera lugar, sus constantes jadeos no eran de mucha ayuda tampoco, pero tenía que mantener la cabeza en calma, por ella.
Sus manos se engancharon en el interior de sus rodillas, tirando de su cuerpo hacia él sobre las sábanas, sonriendo al escucharla reír levemente, y se apresuró a rasgar un costado de la envoltura y sacar el condón para deslizarlo por lo largo de su erección, y T/n ni siquiera pudo evitar no relamerse los labios ante la imagen; haciéndola estirar su mano para rodear la base de su miembro duro a lo alto, haciéndolo gruñir guturalmente cuando movió su mano de arriba a abajo, los músculos de Yoongi se endurecieron ante la estimulación y a T/n no pudo gustarle más la imagen de él, le gustaba ver su cabello enloquecido, le gustaba ver sus abdominales marcados por la excitación, le gustaba ver el sudor correr por sus sienes, sus labios hinchados y rojos, le gustaba escuchar su voz ronca y ver su miembro duro por ella.
Su revelación se vio interrumpida cuando de un movimiento, Yoongi se acomodó mejor entre sus piernas, haciendo que soltara el agarre en su erección palpitante, sus manos tomaron sus muñecas y con firmeza a cada lado de su cabeza y sus ojos se conectaron, transmitiendole todo el júbilo y el deseo que parecía sentir y un jadeo tembloroso la abandonó cuando sintió la punta de su pene rozar su abertura; solicitando su debida entrada con cuidado.
La expectativa se acumuló en su estómago cuando Yoongi se acercó a su rostro, tocando su nariz con la de ella suavemente antes de besar el puente de la misma, y T/n no podía entender cómo podía sentirse tanta dulzura y deseo al mismo tiempo, pero Yoongi parecía hacerlo posible con su beso esquimal y su longitud apretándose contra ella al mismo tiempo.
No supo en qué momento soltó sus muñecas pero se dio cuenta cuando comenzó a hundirse dentro de ella con lentitud, las manos de T/n salieron disparadas a su espalda y reprimió un gemido de dolor al sentirlo, todo su cuerpo estaba temblando y trató de concentrarse en los ojos de Yoongi quién estaba estático y que la miraban con atención, como si estuviera estudiando su rostro, se veía preocupado y parecía estar sufriendo en el fondo por controlarse, y otro quejido salió de sus labios al sentirlo volver a presionarse mientras ella luchaba por tomar su circunferencia.
— Ah, Yoongi, d-duele…— T/n lloriqueo por lo bajo, tensando su cuerpo y tirando de las sabanas con fuerza, Yoongi era más grande de lo que esperaba, y la punta de su pene ni siquiera estaba del todo adentro.
— Shh, lo sé, cariño. Pero tienes que ser una buena chica y relajarte para mí o de lo contrario nos detendremos aqui.—Yoongi susurró apretando su mandíbula de la misma forma antes de morder su labio inferior y empujarse un poco más, deslizándose paulatinamente, centímetro a centímetro hasta llenarla por completo y T/n volvió a cerrar sus ojos gimiendo con fuerza; sintiendo como Yoongi volvía a quedarse inmovil, dejando que se amoldara a su longitud ahora más caliente que nunca.
Sus labios fueron rápidos en amortiguar otro nuevo gemido quejumbroso de T/n, tomando su boca con la suya en una nueva oportunidad, una de sus manos se movió hacia su mentón donde acarició suavemente su labio inferior con su pulgar que cuando la vio jadear ante un sutil movimiento dentro de ella; metió su dedo en su boca, haciéndolo suspirar cuando sintió su lengua envolverse alrededor de su dedo y cubrirlo con su saliva.
— Eres muy hermosa, T/n. Muy hermosa..— Yoongi arrulló suavemente y ella abrió sus ojos ante sus palabras, encontrándose con su mandíbula marcada y sus labios entreabiertos; mirándolo sin dejar de chupar su dedo y dejando escapar un gemido amortiguado cuando movió sus caderas hacia él, en un muda invitación a que continuara, el dolor estaba siendo reemplazado por un peculiar ardor y cuando sintió que Yoongi estaba a punto de retirarse por completo de repente volvió a hundirse dentro de ella hasta tocar fondo.
Repitió esa acción una y otra vez, moviéndose dentro de ella con toda la calma del mundo, no entrecortado, sino que se deslizaba con una exquisita facilidad y T/n se dejó relajar debajo de él; intentando acompañar sus movimientos con sus caderas sintiendo como todo el placer comenzaba a consumir todos sus sentidos.
— ¿Se siente bien así? — Yoongi preguntó con su voz ahogada aún conteniendose y comenzando a marcar un ritmo lento y superficial, apretando su mandíbula y luchando por mantener el control.
— Mhm-hu… sigue Yoongi, sigue…— T/n gimió dulcemente esas palabras, rodeando su cintura con sus piernas aferrándose con fuerza a él, todo su cuerpo se agitó cuando sintió a Yoongi deslizarse hacia afuera y antes de salirse por completo la penetró en una firme estocada que la hizo retorcerse debajo de su cuerpo.— Oh, Dios…
— No, soy Min Yoongi.— Repitió socarron esas mismas palabras que había dicho antes ajustando sus manos en su cintura para darle estabilidad a sus nuevas penetraciones que se volvían mas firmes y acompasadas; empujando su cuerpo una y otra vez sobre la cama.
— Deja de decir eso, creo que se te esta subiendo a la cabeza.— T/n quiso amonestarlo pero lo terminó diciendo en medio de una sonrisa delicada que rápidamente se deformó en una mueca de placer al recibir otra rotunda embestida haciéndola arquear su espalda hacia él.
— Eres la única con la que me siento especial, T/n.— Yoongi murmuró acercándose nuevamente hacia su rostro, sosteniendo su mirada y T/n se sintió más que capaz de devolvérsela, los dos estaban igual de sumergidos en lo que sea que fuera esto, sabiendo muy bien que él también se había vuelto la única persona con la cual podía sentirse especial.
Un nuevo gemido brotó de los labios de ambos ante otra profunda penetración, los movimientos de Yoongi eran exactos y precisos, iban tomando cada segundo un ápice más de velocidad y T/n no podía hacer más que gimotear con cada nueva embestida que tocaba aquel punto especial dentro de ella, y es que todo era tan nuevo, tanto placer que no podía sostenerlo ella sola por mucho tiempo mas, todo el juego previo la había consumido, sus manos ansiosas subieron por su pecho hasta llegar a su cabello y jaló de él intentando llegar a sus labios y el mayor se dejó hacer, tomando una vez más el control del beso, mordiendo chupando su labio inferior, sus jadeos combinados con los de él junto a sus repetitivas penetraciones dentro y fuera parecían ser un impedimento para mantener sus labios unidos, pero no les importó.
T/n se sentía drogada, flotando en una nube de placer donde ni siquiera el sudor acumulandose su frente ni el calor abrumador que los envolvía se comparaban al placer latente que sentía en cada parte de su cuerpo, Yoongi se sentía tan bien dentro de ella, su pene la llenaba tan bien y tocaba todos los puntos correctos que solo la hacían gemir entre cada embestida, sus pieles ardían con cada bombeo constante mientras él seguía con sus duras embestidas que sacudían su cuerpo y que hacían que la cabecera de la cama chocara contra la pared una y otra vez, sintió a Yoongi apartar los mechones húmedos de su cabello fuera de su rostro antes de que su boca caliente volviera a devorarla con besos húmedos, comiéndose sus gemidos sin dejar de deslizarse dentro de ella cada vez más fuerte y salvaje, y es que él no estaba mejor que ella.
Estaba cerca, el inminente orgasmo estaba tocando la puerta, pidiendo salir cuando el cosquilleo y las vibraciones de su cuerpo hacían que sus estocadas se volvieran inestables y torpes, no podían culparlo, Yoongi simplemente no podía apartar la mirada de ella, de su cuerpo desnudo y cubierto de sudor debajo de él, de su rostro sonrojado, sus cejas fruncidas y sus labios entreabiertos dando bocanadas de aire entre cada beso hambriento y desesperado que le daba, podía sentir su interior apretándose imponente a su alrededor, podía sentir su cuerpo temblar con cada golpe de su pelvis dentro de ella. Habían estado sedientos durante semanas el uno por el otro, y sabía que se merecía esto y mucho más.
— Yoongi, estoy a punto de…— T/n lloriqueo cerrando sus ojos y apoyando su frente contra su hombro, abrazando su espalda y buscando un punto de apoyo sintiendo como el placer se volvió demasiado para su cuerpo.
— Si, bebé. Yo también. Córrete para mí, vamos…— Yoongi murmuró contra su oreja, dejando un rápido beso mientras aumentaba la velocidad de sus movimientos para alcanzar su placer también.
Y esa luz verde de su voz ronca y ansiosa fue suficiente para empujarla por completo a su orgasmo en medio de un fuerte y agudo gemido; sus piernas temblaron y su interior se apretó con fuerza contra su pene, jadeando ante la sensación tan deliciosa y placentera que llenó sus ojos de lágrimas mientras se aferraba a él con fuerza. A Yoongi solo le basbastaron otras tres penetraciones duras y profundas para derramarse dentro de ella; soltando una maldición entre dientes contra su cuello y un gemido aireado antes de dejarse caer sobre ella llenando el espacio solo con sus respiraciones densas y aceleradas mezclándose entre sí.
Con sus palpitaciones al mil y completamente jadeantes Yoongi trazó un camino de pequeños besos desde el hombro de T/n hacía arriba; pasando por su cuello, mejillas, hasta llegar a su boca, la punta de su lengua delineo sus labios para después soltar una sonrisa que se confundía con dulzura y travesura.
— Buena niña.— Farfulló divertido ensanchando su sonrisa al verla apartar su mirada de él completamente avergonzada, sin perder detalle de lo hermosa que lucía, incluso luego de su orgasmo, toda desalineada, jadeante y sonrojada, se veía preciosa a su ojos, y fue ese mismo descubrimiento el que lo hizo volver a buscar sus labios, más lento y suave esta vez solo para permitirse degustar su sabor una vez más.
El pequeño instante de paz fue abruptamente interrumpido con el sonido repentino y alarmante de un teléfono que se escuchó en la habitación; asustandola y haciéndola separarse de sus labios solo para ver a Yoongi apretar su mandíbula y murmurar una maldición mientras se separaba de ella haciéndola apretar sus labios ante su ausencia, y seguir sus movimientos mientras se recostaba a su lado para quitarse el condón.
— ¿No vas a contestar? — Preguntó por lo bajo removiendose sobre la cama
— No, no voy a contestar.— Yoongi respondió
— Pero, ¿y si es importante, o de tu trabajo…?— T/n volvió a insistir antes de que fuera interrumpida por su voz.
— Me importa una mierda si es del trabajo, no voy a contestar.— Yoongi espeto molesto girandose hacia ella; viendola sobresaltarse y mirarlo sorprendida ahogó un gruñido y se apresuró a subir de nuevo a la cama a su lado.— Escucha, T/n, yo… actúe como un idiota la vez que preguntaste si podíamos conocernos porque no quería perder mi trabajo, tengo esta regla donde no puedo tener ninguna relación con algun cliente y…
— Esa es una regla estupida.— T/n lo interrumpió con esas palabras, haciéndolo reír levemente.
— Sé que lo es, y yo pensé que quería eso, pero cuando no podía dejar de pensar en ti supe que lo que realmente quería era estar contigo, quiero estar contigo, no me importa que me despidan…
— Pero… es tu trabajo, no dejaré que te despidan por mi…
— No me importa, me di cuenta de que tú vales mas que ese trabajo y ese jodido dinero.— Yoongi volvió a asegurar con voz firme y sin dudar mientras acunaba su rostro con sus manos, casi perdiendose en sus ojos.— Quiero que empecemos de nuevo, que nos conozcamos, que vayamos a citas y hagamos todas esas cosas cursis y que no se quede solo como una llamada accidental de sexo telefónico entre nosotros.— agregó sin dejar de mirarla notando su sonrisa avergonzada ante el recuerdo haciéndolo sonreír también.— Estoy hablando enserio, quiero estar contigo T/n.
Y eso una vez mas demostro cuando podían afectarle sus palabras, solo que esta vez no eran vulgares ni lascivas, eran suaves y sinceras, y solo le revelaron algo que ella también sentía, quería estar con él, con nadie más.
— Me habías dicho que no eras romántico…— T/n habló con calma; mirándolo con ilusión y solo ganándose una sonrisa ladina de Yoongi sintiéndolo ajustar sus manos en su cintura para mimar su piel con calma.
— Cariño, te di un beso esquimal mientras estaba duro, por supuesto que puedo ser romantico.— Yoongi farfulló divertido sonriendo genuinamente cuando escuchó a T/n reír ante sus palabras, haciéndolo arrastrar sus manos por su cuerpo hasta llegar a su rostro para poder besarla una vez más.
Se volvió a adueñar de sus labios con puro fervor, ronroneando de gusto al sentirla enredar sus dedos en su cabello mientras se aferraba a él; invitándolo a besarla con más entusiasmo cuando el molesto sonido del teléfono volvió a escucharse, pero tampoco les importó mucho que digamos.
*Unas semanas después*
— Bebé…— La voz de Yoongi se escuchó desde el otro lado de la cocina, haciéndola dejar de hacer lo que sea que estuviera haciendo con lo siguiente que dijo.— ¡Tenemos nuestro primer suscriptor!
T/n rápidamente corrió hacia donde Yoongi estaba sentado en el taburete para mirar por encima de su hombro, con su cabello aún goteando y la toalla apenas envuelta alrededor de su cuerpo.
Después de que Yoongi dejó su trabajo y que decidieron mudarse juntos, ustedes dos habían encontrado una manera de ganar dinero juntos y divertirse mientras lo hacían, así que lo vio abrir la aplicación de OnlyFans en su teléfono y leer el nombre de la primera persona que amablemente se suscribió a su cuenta compartida.
— Jeon... Jungkook.
Ese nombre sonaba familiar.
— Wow, me pregunto cómo se topó con nuestra cuenta.— Yoongi reflexionó mientras la tomaba por sus brazos para acercarla a él y darle un pequeño beso.
T/n apenas y respondió, quedándose inmóvil en puro desconcierto, probablemente luciendo tan ridícula con la boca abierta y con el cuerpo cubierto de gotas de agua. ¿Podría ser él?
— ¿Qué estás pensando, bebé? — Yoongi preguntó mirándola con cuidado
— Nada, nada…— T/n respondió negando con su cabeza y arrojando ese pensamiento al fondo de su mente.— Supongo que será mejor que hagamos más contenido ahora, ¿no lo crees?
Y Yoongi simplemente sonrió ante eso, dejando su teléfono en el mostrador para poder envolver sus brazos en su cintura y abrazarla, sin importarle mucho que su camisa se estuviera humedeciendo con su cabello.— ¿Estás emocionada?
— ¿Por trabajar contigo? — T/n preguntó girándose hacia él y sonriendo de la misma forma antes de inclinarse y volver a besarlo.— Por supuesto, bebé.
————————————————————————
N/A: ¿Alguien más aparte de mi necesitaba que estos dos se comieran de una buena vez? Lo siento pero yo ya no podía con la tensión que se tenían
Espero que hayan disfrutado mucho de esta pequeña historia y que les haya gustado igual o más que la primera vez que la leyeron
Gracias por todo su apoyo titis ♡
taglist: @guvgguk @lessuwu @cometaart @AnnieKCV @darysnowflwr @nunubly @choco-linny @wtffktt7 @minmin-cat @18fernanda @ariggukie @Katherine Murillo @lizxz @onixbae02 @piligt @youtis @tessacereza @aavacaf @holiwui032
75 notes · View notes
junmsli · 11 months ago
Text
afterglow
pairing. enzo vogrincic x reader
cw/tw. angst, fluff, diferencia de edad no especificada, enzo tarda pero se comunica, pronombres femeninos
word count. 2.3k+
observabas a enzo reír en medio de una conversación con esteban, el característico brillo de sus ojos avivado por la chispa de la charla. estabas sentada en un sillón con un vaso de limonada, habiendo bailado solo unos minutos antes con tu novio. cansada, decidiste tomarte un breve descanso.
juani aparece en tu campo visual, eclipsando al otro par de hombres. "¿todo bien?" pregunta, pronunciando tu nombre con una ligera sonrisa amigable.
"con hambre nomás. espero que la cena llegue prontito", respondiste, devolviendo la sonrisa. el oji celeste te ofreció un bocado de su snack, el cual aceptaste gustosa. "gracias. por cierto, aún estoy un poco enojada contigo por la recomendación de 'robot dreams'. yo no olvido ni perdono", bromearon juntos, mientras él te miraba con diversión. la película había provocado un remolino de pensamientos en tu cabeza durante al menos veinte minutos.
"¿me vas a negar que es alta peli?"
"alta peli para ver en plena crisis existencial y encontrar otra razón para contemplar el suicidio como opción", respondiste, provocando una risa en juani.
"quizás, solo quizás, tengas un poquito de razón", admitió, juguetón.
alzaste la palma en señal de que se detuviera y negaste con la cabeza. después de beber un sorbo de tu limonada, añadiste: "nunca más tomaré una recomendación tuya en el futuro, rata", apuntándole con el dedo en un gesto fingido de enojo, mientras juani llevaba ambas manos al pecho, simulando estar herido.
“sos una llorona, vos me hiciste lo mismo con esa peli del chico del internado.”
“¡sí pero yo te advertí!” dices y tomas la última gota de tu limonada mientras te encoges de hombros.
enzo, quien estaba al tanto de tu diálogo con caruso en la lejanía, dirigió su mirada hacia tu figura en el sillón una vez más. un atisbo de inquietud cruzó sus ojos al notar la conexión entre tú y el oji celeste. alzó una ceja luchando contra la incertidumbre de qué es lo que te tenía tan cautivada en la conversación con juani. tras un breve pero intenso instante de contemplación, decidió acabar con su duda y se disculpó con esteban para empezar a caminar hacia tu dirección.
se acercó al lado de juani y colocó una de sus manos en su hombro con más firmeza de lo habitual, sin que este realmente lo note, tu sonrisa creció ante la imagen de tu pareja. pronunciaste "amor" con ternura, acompañado de un saludo de mano, antes de continuar con la conversación con el argentino.
"dejemos tu llanto de lado. decime qué es lo que te gustó más de la peli.”
enzo los escuchó por un par de minutos más, tratando de comprender de qué se trataba. rápidamente entendió que se referían a una película que habías visto recientemente, pero él no, a veces hablabas sobre temas que realmente él no podía seguir por su escaso conocimiento al respecto. a pesar de su esfuerzo por disimularlo un sentimiento de incomodidad lo estaba empezando a molestar, se quedó en silencio observando desde la periferia.
todo tipo de pensamientos llenaban la mente de enzo, sobre la brecha generacional existente entre tú y él. "es normal que entables una conversación tan fluida sobre un gusto en común con alguien cercano a tu edad," pensó con un deje de pesar. le dolía imaginar que la diferencia de edad podría alejarte de él, aunque solo fuera en aspectos insignificantes. anhelaba comprender tu mente, el amor y la devoción por ti lo colocaban en esta situación incómoda. ¿su edad poco a poco te alejaría de él?
cuando los chicos avisaron que la cena había llegado, todos se dirigieron al grupo para disfrutar de la comida y de una conversación interminable durante la siguiente hora. sin embargo, enzo se quedó sumido en esa preocupante idea, que daba vueltas y más vueltas en su cabeza. podía responder con simpatía a las conversaciones en el grupo pero era claro que su actitud cambió, y no se podía encontrar aquella chispa en sus ojos.
al notar esto, la preocupación se apoderó de tu cuerpo, como una sombra que se cernía sobre ti. enzo esquivaba tu mirada, sus ojos evitando encontrarse con los tuyos, manchando tu corazón de azul con cada segundo de silencio.
bajaste la mirada a tu plato, sintiendo una sensación de malestar formándose en tu estómago. te sentías perdida, sin saber cómo abordar la situación. llevaste tu mano a su pierna con un leve apretón seguido de lentas caricias, buscando desesperadamente algún indicio de respuesta en él.
probaste un bocado de tu plato, intentando mantener la compostura, consciente de que no querías que el ambiente en la reunión decaiga. los chicos notarían si algo andaba mal, y eso era lo último que querías. sin embargo, tu mano seguía moviéndose en enzo, sin lograr generar reacción alguna en el uruguayo.
¿habías hecho algo mal? ¿qué dijiste o hiciste para causar su indiferencia? te hallabas remando entre todas las posibles opciones, sintiendo cómo la incertidumbre te envolvía en un mar de dudas.
pronto la reunión llegó a su fin; despedirse del grupo se convirtió en una tarea que les llevó más de un par de minutos, prolongándose en un tenso adiós. finalmente, se encaminaron hacia el auto de emanuel, que se ofreció a llevarlos al hogar del actor. te acomodaste, con la mirada fija en la ventana, mientras movías los dedos de tu mano en un tic nervioso, anticipando la charla que te esperaba en casa con tu novio.
enzo empezó una conversación con emanuel y su pareja, y tú te excusaste con una vaga explicación sobre el cansancio que sentías. sin embargo, bajo esa fachada de tranquilidad, la incertidumbre se apoderaba de ti.
unos quince minutos después, llegaron al apartamento. fuiste directamente a dejar tu bolso en el mueble, y finalmente, decidiste romper el silencio que se había vuelto más opresivo con cada paso que daban.
"¿qué está pasando?", preguntaste, buscando desesperadamente el contacto visual con enzo, anhelando que sus ojos te buscaran con la misma intensidad que tú a él. cruzaste los brazos, una barrera improvisada para protegerte y reunir fuerzas para lo que podría ser tu primera discusión real con enzo. "todo iba bien. te dejé hablando con kuku y de repente comenzaste a actuar extraño. ¿estás enojado conmigo?", dijiste, enfrentando el problema directamente, aunque te costara un gran esfuerzo.
"no lo sé, lo siento. no quería arruinarte la noche", se disculpó enzo, con la mirada gacha y la voz cargada de pesar.
negaste con la cabeza, sintiendo cómo se desvanecían tus ánimos al mirar al suelo. "debes saberlo. me has ignorado toda la noche. algo debe haber pasado, algo debo haber hecho", insististe, el nudo en tu garganta haciéndose más apretado con cada palabra.
"vos no has hecho nada, te lo juro", respondió enzo, pero su voz sonaba distante, como si estuviera luchando contra algo más que una simple discusión.
"¿por qué te está costando tanto?” la pregunta salió de tus labios mientras esperabas desesperadamente una respuesta que nunca llegaba. “¿estás celoso de juani, es eso?”
enzo negó rápidamente con la cabeza. podría estar consumido por sus inseguridades, pero no jugaría contigo ni con la confianza que habían establecido en su relación. entonces, ¿por qué no podía enfrentarse al elefante en la habitación y discutirlo contigo? "yo confío en vos. no tiene nada que ver con juani", respondió, aunque sabías que había más detrás de sus palabras de lo que estaba dispuesto a admitir.
"si confías en mí, ¿por qué no me dices qué está pasando? somos adultos, en. podemos arreglarlo", insististe, tratando de mantener la calma.
"somos adultos", enzo repitió tus palabras, finalmente respondiendo a tu mirada. “lo siento. aquí el único problema soy yo."
sacudiste la cabeza y te acercaste a él. "no, en. pero tenemos que hablar. siempre lo hacemos. no somos nada sin hablar", afirmaste con determinación.
enzo asintió y tomó tu rostro con ambas manos, suspirando con amor y tristeza al mismo tiempo. una mezcla de emociones se reflejaba en sus ojos al ver tu esfuerzo por sonreír, aunque aún cargabas con la ansiedad.
"tenés razón. no somos nada sin hablar. he sido un boludo ¿no?", admitió enzo, mientras tú asentías con una sonrisa, las lágrimas amenazando con escapar de tus ojos. "no llores, amor. realmente no has hecho nada", dijo, buscando sonar lo más sincero posible, porque realmente lo estaba intentando.
"pero dime", insististe, anhelando entender qué estaba pasando en su mente.
"siento que mi edad me está alejando de vos", confesó finalmente enzo, revelando el tormento que había estado inundando su mente durante gran parte de la noche.
la sorpresa te embargó por unos segundos, y moviste la cabeza en negación una vez más. "eso no va a pasar, enzo. yo te amo", afirmaste con firmeza.
"yo también te amo, mi amor. pero me está poniendo de los nervios no poder compartir algunas cosas contigo, no poder involucrarme. estar ahí no es suficiente. necesito hacerte saber que sos escuchada y que cada palabra que decís me interesa e importa", confesó enzo, abriéndose de una manera que te hizo sentir aún más cerca de él. “¿y sí encuentras a alguien que sí comprenda hasta las cosas pequeñas que yo no?”
muchas personas afirman que enzo es alguien serio, que mantiene constantemente sus sentimientos bajo control. puede que no estén completamente equivocadas al decir que tiende a mantener un perfil bajo, pero es una mentira para aquellos que realmente lo conocen, que en realidad, él comparte cómo se siente y demuestra constantemente cuánto ama, cuida a las personas que le importan. es desgarrador darse cuenta de que había estado sintiéndose así, y que no habías podido hacer nada para calmar su preocupación. es válido que una inseguridad lo embargue.
respiras profundamente, y una lágrima resbala por tu mejilla. "me siento escuchada y amada por ti cada vez que te digo literalmente cualquier cosa, y tú estás siguiendo la conversación. o incluso si no lo haces, porque es algo que desconoces. nunca podría pensar en dejarte, ¿te das cuenta cuan feliz me haces? he dicho cada palabra con cada gramo de honestidad en mi cuerpo. no te culpo por haberte sentido así, puede que ambos lidiamos con pensamientos parecidos pero estamos para resolverlas juntos, ¿no?"
enzo asiente con una sonrisa ligera, dejando escapar algunas lágrimas que rápidamente limpiaste. el uruguayo observa tus movimientos con ternura, sus ojos reflejando un torbellino de emociones. luego, tomó tus manos con las suyas y las acercó a sus labios, besando delicadamente tus nudillos.
“sos demasiado increíble.” dice con una sonrisa que refleja todo el cariño que siente por ti, deposita un beso en tu mejilla y termina con la tarea de limpiar tus lágrimas. “te debo una disculpa amor, de cualquier manera no debí de ignorarte como lo hice, no te mereces ese trato nunca, por más triste que esté o lo que sea. saqué todo de proporción y lo siento, jamás quiero ser la razón de tu tristeza.” expresa honestamente.
“está bien, gracias por decirme, siempre estoy.” replicas y rodeas su cintura con tus brazos, enzo inmediatamente responde al abrazo y apoya su cabeza en tu hombro. “te amo.” a veces parecía que un abrazo podía decir más cosas que un beso o cualquier otro tipo de caricia, ¿no?
“yo también te amo, mucho.” las sonrisas en los rostros de ambos crecen significativamente,
“¿qué te parece si vemos una peli? la que vos quieras.” enzo propone y asientes. caminan hacia el mueble donde se ponen cómodos, apoyas tu cabeza a su hombro mientras piensas
“qué tal… ¿’flipped’?” enzo pronuncia rápido y entusiastamente un sí, tomas el control de la tele para reproducirla.
“¿es nueva?” pregunta, curioso por descubrir más sobre la película que habías elegido.
“para nada, es del 2010 y transcurre en los 50.” le respondes y antes de dar play comentas; “ahora que pienso, mis películas favoritas transcurren en el siglo pasado ¿tendrá un mensaje oculto?” él sonrió, acostumbrado a tus análisis profundos sobre prácticamente todo lo que te rodeaba, especialmente cuando se trataba de encontrar coincidencias y significados.
“¿qué sos una amante del siglo xx? con razón estás conmigo.” bromeó el mayor, provocando una suave risa en ambos mientras él recibía un golpe suave en la pierna por tu parte.
“sí, pero además de eso.” respondiste, con un destello de complicidad en tus ojos.
“los escenarios son muy lindos, te doy un punto por tu buen gusto.” enzo elogia, evocando en su memoria todas las películas situadas en aquella época.
“¿cuántos llevo?” cuestionas juguetonamente.
“331 y contando.” responde enzo con una sonrisa cómplice.
“vamos por más.” presionas finalmente play y te recuestas una vez más junto a él, listos para sumergirse en la historia que les esperaba en la pantalla.
enzo te observa con palpable cariño cuando realizas una acotación sobre alguna escena que llama tu atención, adora tu habilidad para transformar un momento tenso en el largometraje en uno lleno de risas, la manera de compartir todo lo que piensas, sin reservas, tu autenticidad inundando la habitación y su corazón.
para el final de la película, ya pasada la medianoche, culpando al cansancio acumulado y al calor reconfortante del cuerpo de enzo, te quedas dormida a pocos minutos del desenlace. el castaño nota tu suave respiración y la tranquilidad que ha invadido tu rostro mientras duermes, y decide seguir el mismo rumbo. con cuidado, apaga la televisión y se recuesta a tu lado, atrayéndote hacia él en un abrazo protector y cálido.
una sonrisa tierna se dibuja en sus labios mientras acaricia suavemente tu cabello. es un momento de paz y conexión, una imagen de serenidad y amor, donde el simple acto de estar juntos es suficiente para llenar sus corazones.
con un suspiro de satisfacción, enzo cierra los ojos y se deja llevar por el dulce abrazo del sueño, sabiendo que no hay lugar en el mundo donde prefiera estar más que junto a ti.
w/n: gracias a quien me mandó la request 🤍 aunque siento que en el camino me desvié, el resultado me ha gustado mucho :D pueden mandarme más ideas, aprovechen mis semanas de vacaciones 🫡
235 notes · View notes
corazona-das · 10 months ago
Text
Una noche compartida
(Enzo Vogrincic & Pipe Otaño x reader)
1/2
tw: +18, diferencia de edad (no especificada), malas palabra.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
————
Tu relación con Enzo era lo que siempre habías soñado, él era y será tu chico ideal. Su apariencia tan suave hizo que te llevaras una sorpresa demasiado grande al inicio de su relación. Realmente te volvía loca la dualidad que poseía en el ámbito sexual, era un espectáculo gratificante de ver, podía ser el hombre más vanilla del mundo visualmente, pero estando caliente era irreconocible, le gustaba todo lo que tenía que ver con verte a ti a su completa merced, juego previo, palabras denigrantes durante el acto, hasta fetiches que te daba vergüenza mencionar, todo consensuado claramente. Algo que te gustaba mucho de él era su seguridad en sí mismo, jamás fue alguien celoso, sabe bien lo que vale y lo que merece.
Desde que estás con el uruguayo no podías apartar la mirada de él, y estabas bien con eso, para ti este era el "primer amor de tu vida" y él se encargaba de darte la mejor experiencia de eso. Pensabas que era casi imposible que alguien más acaparara tu atención, y esto fue así, hasta que conociste a Felipe. Un hombre encantador de ojos claros y cabello oscuro, sonrisa cautivadora y personalidad mucho más que coqueta. Desde que lo viste comenzaste a dudar de tus propios criterios, jamás habías sido alguien infiel, y entre tus planes no estaba serlo, simplemente te parecía atractivo, era atractivo.
————
(semanas despues)
Para tu sorpresa, Felipe se había vuelto muy amigo de todo tu grupo, incluido En. Jamás cruzaron palabras estando solos, siempre fue el saludo cordial y uno que otro chiste cuando compartían tiempo juntos. Te gustaba su amistad así, era alguien muy simpático y casi siempre lograba sacarle una sonrisa a todo el grupo.
Estaban todos charlando en el comedor hasta que fuiste a la cocina por un vaso de gaseosa, no te percataste de ese alguien que seguía tus pasos de manera sigilosa hasta estar solos en el otro cuarto. Estando ya ahí, te diste cuenta de quién era; enseguida te ofreciste para servile algo de beber, y él sin decir palabra alguna negó con su cabeza.
El silencio que había entre ustedes dos era agobiante, ninguno decía nada pero mantenían contacto visual. Como veías que no tenía nada para decir, ibas a salir de la cocina, pero su oportuno agarre te detuvo.
Andy espera, nunca hemos tenido la oportunidad de hablar solos y siempre he deseado hacerlo. —Confesó el argentino sujetando de mi brazo suavemente.
Algo sorprendida por sus palabras y sin decir nada aceptaste esa pequeña invitación a conocerse más por lo que te sentaste con cuidado sobre la encimera.
Dale pipe, aprovechemos ahora entonces. —Dijiste tratando de sonar divertida.
Estuve conversando con Enzo, hace cuanto son pareja ustedes? tengo curiosidad —Enunció él soltando una suave carcajada.
Para ti era muy curioso, el argentino dice querer conocerte más y lo primero que hace es preguntarte sobre tu relación con Enzo. De igual forma, lo dejas pasar.
Pues somos pareja hace 9 meses, casi diez. —Le comentaste con voz dulce. Hablar de En no te molestaba en absoluto, al contrario, amabas hablar de su relación, después de todo él ha sido tu pilar durante estos meses, y haz aprendido bastante gracias al uruguayo.
¿A qué se debe tu curiosidad? Si puedo saber claramente. —Preguntaste con cierta intriga.
Pues me intrigaba el saber cuanto tiempo lleva Enzo con una mujer tan guapa y joven como vos. —Expresó mientras se acercaba lentamente a ti, quedando frente a frente, jamás evitó el contacto visual, es más, había algo en su mirada que te impedia despergarte ella, él apoyo sus manos sobre la encimera encerrandote en medio de estos.
Tenías los nervios de punta, esta cercanía tan repentina te tomó por sorpresa, más aun cuando sentías que te había coqueteado descaradamente. No podías alejarte, te era imposible. Su maravilloso aroma te había atrapado y su mirada penetrante recaía sobre ti, lo cual te intimidaba ligeramente y te impedía el habla.
No te hagas la loca, me has devorado con la mirada toda la noche, preciosa. —Dijo él con obviedad acercándose aún más a ti, estando a centímetros de tu rostro, podías sentir como su respiración tibia chocaba contra tus labios. Pero tú no eras tan fácil, y jamás le harías algo así a Enzo.
Discúlpame pipe, no puedo. —Apoyaste tus manos sobre sus hombros alejándolo rápidamente de ti. Enseguida saltaste de la encimera y caminaste hasta la sala para sentarte junto a tu novio. Felipe no tardo mucho en venir detrás de ti, sentándose justo enfrente mientras te miraba fijamente.
Enzo al instante notó que algo no andaba bien, estabas rara.
Acompáñame un segundo a la cocina, corazón. —Habló el uruguayo mientras se levantaba de su lugar buscando tu mano para guiarte nuevamente a ese lugar.
Desentendida lo seguiste tomando de su mano.
¿Qué pasó con Pipe? —Vocalizó el más alto mientras te miraba fijamente. ¿Fue tan evidente tu disgusto?
En, si te cuento lo que sucedió prometes no molestarte? —Enunciaste en tono bajito tratando de mantener la mirada firme. Él asintió esbozando esa sonrisa que te encantaba.
Felipe intentó besarme, y yo casi no puse resistencia. —Confesaste ante él, a pesar de que es algo de lo que no estabas orgullosa, querías ser sincera para evitar problemas a futuro.
Te juro que fue todo muy repentino, de la nada quizo hablar conmigo diciéndome que quiere conocer más y luego estaba ahí mismo donde estás parado queriendo romper el espacio entre nosotros. —Decías con algo de culpa.
Mira ese pendejito. Es obvio que te tiene ganas, nena. Te comía con la mirada y juraba que nadie se daba cuenta. —Comentó divertido.
Y lo entiendo perfectamente, a mí también me cuesta controlarme cuando te tengo cerca, parece que la única que no sabe lo buena que estás eres tú, amor. —Dijo posando una de sus manos sobre mi mejilla acariciándola levemente.
La cosa aquí es, vos también le tienes ganas, amor? —Preguntó con cierta emoción en sus palabras mientras se agachaba un poco para estar justo a tu altura. Su pregunta obviamente te sacó de onda, ¿a dónde quería llegar con ésto?
Nada que ver En, el único que me despierta ganas aquí, eres tú. —Le explicaste con obviedad mientras te pegabas más a él para abrazarlo.
¿Estas segura, amor? porque si queres garchartelo, hacelo, pero yo quiero mirarte. —Expresó él dejándote sin palabras. Claramente Enzo está algo pasado de copas, no está ebrio, pero siempre con un par de tragos se calienta hasta con el mínimo roce.
Decíme si querés hacerlo, yo lo converso con él, corazón. —Insistió.
No estoy segura de hacer eso, En... —La idea sí te llamaba, pero sentías que no era algo correcto, ni aunque él mismo te lo ofreciera. No negabas que el ojiazul sí te calentaba, es algo que habias imaginado en repetidas ocasiones, estando sobre él apoyando tus manos sobre su pecho mientras sentias como susurraba tu nombre en suaves quejidos. Pero siempre pensaste que se quedaría ahí como una simple fantasía.
Dale chiquita, te conozco lo suficiente como para no conocer tus fantasias más oscuras. —Expresó el más alto con voz profunda mientras te atraía hacia a él con uno de sus brazos.
Y no sabés lo mucho que me calentó la idea de verte cogiendo con otro mientras yo te miro. —Posando su mano cerca de tu nuca con un fuerte agarre; atrapó tus labios con los suyos y una apasionada danza entre estos comenzó, su lengua no perdió tiempo para explorar tu cavidad y el grotesco sonido que producían sus bocas chocando era algo que le generaba aún más placer. Su mano libre recorría tu cintura con fascinación, levantando un poco tu blusa para tener mejor acceso. Tu no perdías tiempo, mantenías una de tus manos por debajo de su camiseta y el frío contraste de tu manos con su tibia piel lo erizaba, mientras que con la otra, tímidamente la dirgiste hasta su entrepierna tocandolo suavemente por encima del jean.
Estaban tan hipnotizados el uno con el otro que habían olvidado donde estaban. Entraron en razón y la mejor decisión fue irse. Iban tan desesperados que el ascensor fue el mejor lugar para empezar. Enzo te acorraló contra la esquina apoyando tu espalda sobre el espejo, comenzó a besarte desesperadamente sin querer distanciarse ni un milímetro de ti, tus manos vagaban alrededor de su cuello enredando pequeños mechones de su cabello entre tus dedos, saboreando el exquisito sabor de su boca. Ese sabor amargo por el tabaco pero con suaves toques dulces por alcohol que había bebido. Este hombre realmente era tu perdición. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, retomaron la compostura y caminaron normalmente tomados de la mano hasta llegar a tu puerta.
Cerrando la puerta detrás de ustedes, En se pegó a ti de nuevo, quitó tu chaqueta y tu blusa con mucha facilidad, dejándote en brasier; comenzó a desabotonar su camisa mientras caminaban sin cuidado hasta el sofá tirandote de espaldas sobre este. Te acomodaste sobre tus codos para disfrutar de la escena más erótica del mundo, ver como su torso ligeramente marcado quedaba desnudo ante ti era una de tus cosas favoritas en el mundo. Rápidamente se puso con cuidado sobre ti, y si había algo que a él le gustaba, era darte placer y hacerte sentir cosas que nunca antes habías experimentado. Besaba tu cuello con frenesí, dejando pequeñas marcas sobre esa blanquecina zona, adoraba tu sabor, tu olor, cada parte de ti para él era maravillosa. Sus besos mojados comenzaron a bajar por tu abdomen, llegando peligrosamente al borde de tu falda. Enzo cada vez carecía más de cordura, hasta que levantó sin cuidado tu falda, dejándote casi expuesta ante él. Sus dedos masajeaban tu zona por encima de la tela mojandote completamente, lo cual le encantaba.
Mira como estás por mi, toda mojadita. —Dijo observandote fijamente, adoraba lo rápido que te ponías colorada al escucharlo hablar así. Sus dígitos seguían recorriendo el camino sobre la tela mientras que se acercaba a la altura de tu boca para besarte y calmar tus jadeos.
Enzo... por favor... —Decías entre gemidos, recién estaban comenzando y él ya te tenía como quería.
Que boquita tan linda que tenes, mi amor. Úsala, decíme qué querés. —Dijo demandante.
Escucharlo hablarte de esa manera era algo que realmente te enloquecía. Verlo sobre ti, con su cabello ligeramente largo recayendo en sus mejillas algo coloradas era todo un deleite para tu vista. Estabas por contestarle una vulgaridad, pero fuiste interrumpida por un golpe en la puerta el cual te trajo devuelta a la tierra. Enzo esbozó una sonrisa bastante sospechosa y se separó de ti no sin antes besar dulcemente la comisura de tus labios; a paso rápido se dirigió a la puerta para abrirle a quien estuviera del otro lado. Esperabas que él se encargara de hacerle saber a cualquiera que estaba ocupado, pero al contrario, escuchaste como cerró la puerta dejando entrar a alguien más junto a ustedes. Estando aún más confundida cuando viste quién era, una mirada cómplice entre ellos los delató y algo en tu cabeza hizo clic.
no sé de dónde me saqué la fuerza de voluntad para escribir esto, pero en mi mente era una idea genial, y hay parte dos. 🤓
es mi primera vez escribiendo algo así. dont judge me. 🙏🏻
115 notes · View notes
largativa55 · 5 months ago
Text
La conejita de Sainz
Carlos "Chilli" Sainz
cw: obscenidad/pwp, lectora-esposa, apodos, lectora borracha, fetiche paternal, fetiche de tamaño, diferencia de edad (24/36), misionero, charla sucia, apodos.
La historia original pertenece a @bunnys-kisses
Tumblr media
El licor corría suavemente por tu cuerpo mientras caminabas por el borde de la piscina. Te reías mientras tratabas de mantener el equilibrio.
" Conejita", escuchaste la voz de Carlos mientras te alejabas de la piscina y te apoyabas contra su pecho.
Te aferraste a la parte delantera de su camisa blanca y te reíste. Miraste hacia arriba y sonreíste, "Chilli". Intentaste ponerte de puntillas para besarlo, olvidando la realidad de que estabas en medio de una fiesta en la piscina.
Alguien había tomado demasiadas sangrías y estaba borracho y un poco tonto junto a la piscina. Carlos casi lo encontró adorable, si no estuviera tan cerca de la piscina. No quería que su pequeña conejita se golpeara la cabeza.
Él ahuecó la parte de atrás de tu cabeza por un momento y presionó tu cara contra su pecho. Gemiste un poco en su camisa mientras la oleada de borrachera corría hacia tu cabeza. Pobre conejita.
"¿Qué estás haciendo, conejita ?" preguntó mientras te alejaba de la piscina y te acercaba a las sillas del patio. Te bajó y se agachó a tu lado.
"Quería nadar", cantaste y pateaste un poco los pies, lo que solo te hizo reír a carcajadas. Eras dolorosamente adorable.
Estabas vestida para la ocasión, con un bikini estampado de color amarillo pastel y azul oscuro que mostraba felizmente tus curvas a los asistentes a la fiesta. Podrías llamar la atención de cualquier hombre, pero luego tendrían que lidiar con la mirada asesina del piloto madrileño.
Carlos tomó tus manos y te miró, "no creo que sea la mejor idea ahora mismo". Frotó tus nudillos por un momento mientras miraba tus manos, "no te pares demasiado cerca del borde, conejita . podrías lastimarte".
Lo miraste y te reíste, "Carlos, ¡te preocupas demasiado!" y uniste tus dedos con los de él juguetonamente, "Estoy tan bien como la lluvia".
Carlos te miró, claramente no estabas "bien como la lluvia", estabas más borracho que un marinero y todavía tenías más en tu taza. Afortunadamente, lo dejó en una mesa auxiliar cercana antes de que terminaras todo el tiempo. Besó tus manos amorosamente y dijo: "¿Qué tal si entramos un rato?" Su tono era tierno.
"pero la fiesta."- dije con un puchero.
Carlos se inclinó para besarte en los labios. "Sé que eres el alma de la fiesta". Se inclinó un poco más hacia tu oído y dijo: "Pero papá quiere que no tengas resaca. ¿Te gusta mi persona ?"
Hiciste pucheros por un momento antes de asentir con la cabeza y dejar que Carlos te ayudara a levantarte de la silla. Él se mantuvo cerca de ti mientras te llevaba adentro. Afortunadamente, la mayoría estaban afuera, disfrutando del sol del verano italiano.
Pero la pobre Conejita de Carlos había tomado demasiado licor y demasiado sol. Le preocupaba que te quemaras con el sol mientras te llevaba a través de la casa de verano hasta el dormitorio en el que ibas a dormir durante la semana.
Carlos te detuvo al pie de la cama antes de desatar los cordones de tu bikini y dejarlo caer de tu cuerpo, fue fácil nada los mantenía sujetos a tu cuerpo.
Pobre niña, las líneas de bronceado iban a ser interesantes en unos días. Puso sus manos sobre tus caderas desnudas y te miró a los ojos. Se arrugaron cuando sonrió. "Buena niña". Frotó círculos en tus caderas con sus pulgares. "Sé que querías festejar más, pero papá tiene que cuidarte".
Hiciste pucheros, "Ni siquiera estoy tan borracha. ¡Puedo probarlo!" cantaste patéticamente. Hoy eras su pequeña princesa borracha.
—¿Y cómo lo harías, mi pequeña conejita ? —preguntó mientras te miraba. Se detuvo sobre ti como una sombra alta, era más alto que tú.
"¡Podría chuparte la polla!" le sonreíste.
Él te miró y sonrió, "Creo que te he malcriado, ¿no?" preguntó mientras sostenía tu barbilla para que siguieras mirándolo. Se rió entre dientes, "Te malcrié muchísimo, ¿crees que puedes obtener lo que quieras si me chupas la polla?" Sacudió la cabeza.
No podía creer que había dejado que su pequeña se volviera tan malcriada, pensando que ella podría salirse con la suya si tan solo lo hacía correrse. Te dejó en la cama y se puso encima de ti. Su cinturón fue lo primero que se quitó.
Rápidamente ajustó el cinturón alrededor de tus muñecas, asegurándose de que su pequeño ángel se quedara quieto. Con tus muñecas atadas, miró tu cuerpo desnudo. Sus manos recorrieron tus costados, lo que te hizo retorcerte.
"Por eso no quería que usaras ese bikini", dijo sacudiendo la cabeza y con los ojos clavados en tu figura, "todos se quedarían mirándote. Eres la mujer más hermosa que jamás habían visto". Se acurrucó más cerca de ti y te besó la cara con tanto cariño, "no quería que mi pequeña esposa saliera lastimada. Habías bebido demasiado, Tienes que escuchar a papá o podrías lastimarte".
Su ternura te hizo retorcerte, podías sentir la pegajosidad entre tus muslos crecer por sus palabras suaves pero fuertes. Él no estaba arrojando a su princesa sobre su regazo y abofeteando sus mejillas hasta que se amorataran. Él solo pensó que simplemente no lo sabías mejor, que no estabas acostumbrada a que las cosas estuvieran en tanta abundancia.
Eras la esposa de Carlos, más pequeña, más débil, más inocente, dolorosamente más joven. Carlos sintió una sensación de protección sobre ti cuando capturó tus labios en los suyos y sus dedos encontraron su camino hacia su cabello. Gemiste en el beso y pudiste sentir tu calor irradiando tu cuerpo.
Cuando él se apartó, tomaste su camisa blanca y comenzaste a desabrochar los pequeños botones. Te estabas impacientando y, como la mocosa que eras, dejaste caer tus manos sobre la cama y gemiste: "¡Papi!"
Él se rió entre dientes y se inclinó hacia atrás para sacarse la camisa del cuerpo. Una vez que se la quitó, junto con la camiseta blanca, tus manos recorrieron su torso desnudo.
Tu núcleo palpitaba mientras gemías: "Papi, vamos. ¡He sido buena!"
Él te sonrió y dejó que las prendas cayeran de la cama en un montón en el suelo. Su pequeña diosa del sol, su pequeña conejita... no había suficientes palabras en ninguno de los idiomas que se hablaban que describieran con precisión lo que sentía por ti.
Se quitó los pantalones sin tu ayuda y tu mirada se detuvo en el bulto de sus calzoncillos. Su polla estaba dolorosamente dura, lo que significaba que sentirías su longitud en lo profundo de tu coño.
Él era una ducha, seguro. Sin cortar y pesado. Incluso después de todo este tiempo de tener sexo con él, todavía era un ajuste apretado. Una vez dijo que era como tratar de caber en un lugar de estacionamiento estrecho . Cuando hiciste una mueca por su broma, él simplemente te tiró las rodillas a las orejas y te hizo ver estrellas.
"¿Te gusta lo que ves, conejita ?" preguntó con curiosidad, agarró tus manos atadas y te hizo tocar su polla a través de su ropa interior. Su impresionante tamaño todavía te hizo tragar saliva mientras lo sentías.
No te hizo ninguna gracia admitirlo, pero en otra ocasión, cuando estabas borracho en una fiesta en la piscina, charlaste alegremente con Charles o Lando (no te acordabas) de que Carlos tenía la "salchicha española más rica" ​​y luego te echaste a reír antes de irte tambaleándote a buscar a tu marido. Todo lo que sabías era que ambos conductores no pudieron mirar a su amigo a los ojos durante unos dos meses después. Saberlo todo era demasiado para ellos.
Asentiste, "Sí, papi. Creo que se ha vuelto más grande".
Él se rió entre dientes mientras bajaba su ropa interior debajo de su polla, esta se balanceó y tú tragaste saliva al verla. Te dijo mientras estiraba la mano para acariciar tu suave mejilla, "es solo para satisfacer tu apetito insaciable, conejita ".
Hiciste pucheros, el zumbido en tu cabeza era fuerte mientras decías, "¡No soy tan codicioso!"
Te dirigió una mirada severa mientras decía: " Conejita, no mientas. Ya sabes lo que les pasa a los mentirosos". Te dijo enarcando las cejas y observando tu movimiento incómodo. Podía notar que te estabas poniendo caliente por todas partes.
"Lo siento, papi."
Se quitó la ropa interior y la dejó en el suelo con el resto de su ropa. Se sentía como si el resto del mundo se hubiera apagado, ni siquiera podía concentrarse en los sonidos de la fiesta afuera. La música y las conversaciones llegaban a través de las ventanas abiertas, pero estaba tan embelesado por tu belleza desnuda debajo de él.
Sus manos rozaron tus costados mientras te veía reír. Te retorciste un poco, qué niña tan cosquillosa. Él se inclinó para besarte, estaba arrodillado entre tus piernas y sus manos estaban toqueteando tus pechos.
El beso fue descuidado y desordenado, te hizo sentir caliente por todas partes. Tener a tu apuesto esposo demorándose sobre ti, su lengua dentro de tu boca. Su polla estaba completamente firme, ansiosa por hundirse en ti. Se frotó contra ti, su dura polla presionada contra tu estómago.
El empujón hizo que tu corazón se acelerara antes de que él se alejara y miraras fijamente esos hermosos ojos. Te moviste un poco, el placer y el alcohol hicieron que tus pensamientos fueran turbios. Parecías estar impulsada por el único propósito de alcanzar el orgasmo.
Él te agarró por los muslos y los levantó, mantuviste la posición mientras él colocaba una almohada extra debajo de tus caderas para hacer palanca. Se lamió los labios al verte.
"Hermosa, pequeña conejita ", se rió, " cariño". Su tono estaba vidrioso con afecto mientras se colocaba completamente entre tus piernas y frotaba su polla contra los labios de tu vagina.
Gimoteaste y trataste de cubrirte la cara con tus manos atadas, pero Carlos no quiso saber nada de eso. Se tumbó de nuevo en la cama y se inclinó sobre ti. Con su polla dura en la otra mano, "No te escondas de mí", dijo, su voz teñida de más lujuria, "Quiero ver la cara de mi hermosa esposa cuando la estoy follando". Sus palabras fueron sucias, "Quiero que recuerdes esta cara para cuando no esté y te sientas tan necesitada. Pequeña necesitada".
Tu corazón latía con fuerza mientras él frotaba su polla contra tu coño, casi deslizándose dentro. Te retorciste un poco con anticipación, pero Carlos te mantuvo abajo.
—No, no —dijo—. Quédate quieto.
"Pero papii", hiciste puchero.
Él negó con la cabeza, "compórtate". Dejó un dolor en ti que pronto fue llenado por su polla entrando suavemente en ti. Él te observó hacer una mueca y esperó un momento para que te adaptaras porque él se hundió por completo.
Su mente se quedó en blanco por un momento antes de salir de ella para continuar empujando toda su longitud dentro de ti. Tenía tus piernas envueltas alrededor de su cintura. Amaba la sensación de tu suave piel contra la suya. Te veías divina, nerviosa y borracha, pero anhelándolo.
un dolor carnal, de esos que te dejaban la cabeza dando vueltas. el placer te dejaba ahogado mientras tus gemidos eran dulces ruidos para sus oídos. su encantadora esposa. ¿Cómo tuvo tanta suerte?
Te mantuvo inmovilizada contra la cama con sus manos en tu muñeca y comenzó a empujar. Usó su agarre en ti como palanca. Su polla estaba cómoda en tu apretado coño, un ajuste apropiado. Empujó dentro y fuera de ti y te dejó sin aliento. Escuchó tus gemidos aéreos mientras empujaba su polla dentro de ti.
Eras tan dolorosamente dulce. Su pequeña y tonta conejita , la pequeña cosa que lo tenía alrededor de tus dedos. Te miraba con amor, dándote besos abrasadores. Sus caderas chocaban contra ti mientras arqueabas la espalda fuera de la cama. No tenías la fuerza para soltarte de su agarre.
Incluso a su edad, él todavía era capaz de inmovilizarte y follarte sin parar. Hacerte ver estrellas cuando el placer te invadía. Algunos gemidos quedaron atrapados en tu garganta, lo que lo incitó a follarte duro.
El marco de hierro de la cama chocaba contra la pared blanca del dormitorio. La luz de la tarde entraba por las ventanas. Eras un espectáculo digno de contemplar en el resplandor del día. Su pobre ángel, estabas un poco quemado por el sol.
pero estaba bien, papá se encargaría de eso, tal como cuidaba de ti en todo lo demás. Sus besos eran delicados en tus mejillas y clavículas, a diferencia del ritmo en el que te estaba cogiendo.
Fue opresivo y fuerte, hizo que se te hiciera un nudo en el estómago mientras sentías los latidos de tu corazón en tus oídos. Él te abrazó y te hizo rebotar sobre su polla.
Tus retorcimientos solo alimentaron el fuego en sus entrañas mientras empujaba su polla dentro de ti hasta la raíz. Se aseguró de que recordaras firmemente la sensación de él dentro de ti. Tus expresiones, desde el poco dolor hasta el inmenso placer, solo hicieron que el hombre mayor se sintiera más excitado por ti.
Sus palabras eran sucias mientras se frotaba contra ti, "¿Te gusta cuando te cojo? ¿Cuando se siente tan bien? Te gusta cuando te tengo inmovilizada en la cama y te cojo como a un animal. Hay gente afuera que quiere verte y hablar contigo, pero en cambio estás demasiado ocupada tomando la polla de tu marido como la buena chica que eres". Te besó en la entrepierna, estaban húmedos y te pusieron caliente por todas partes, "hermosa, niña". Ronroneó, "Sabes exactamente cómo hacerme sentir bien. No es tu culpa que te emborraches tanto, solo te dieron vaso tras vaso. Pequeña tontería", se rió entre dientes mientras dejaba un lindo chupetón en tu cuello.
Estabas en las nubes, dejando que tu marido te follara. Sentías el placer en tus entrañas cuanto más fuerte embestía. Estabas perdida en un mar de lujuria mientras sentías que tus paredes se aferraban a su polla. Dos mitades de un agujero perfecto.
Jadeaste salvajemente y trataste de aferrarte a él, pero él te tenía por las muñecas. Estabas atrapada debajo de él, con las piernas alrededor de su cintura mientras él empujaba dentro de ti.
Su ritmo comenzó a tambalearse y sentiste el calor acumularse en tus entrañas. Gemiste y te retorciste tanto como pudiste. Y antes de que te dieras cuenta, sentiste la oleada del clímax consumirte por completo. Tus ruidos se cortaron cuando quedaron atrapados en tu garganta y tu cabeza palpitaba por la emoción.
" Conejita ", ronroneó.
"ahmh papii", respondiste, sintiendo la lengua pesada en tu boca.
Él empujó más dentro de ti, doblando tu espalda para perforarte con su polla. Podías saborear el líquido preseminal en el fondo de tu garganta. Te cogió sin demasiado abandono hasta que sintió la intensa experiencia del orgasmo.
Él entró en ti y tú lo aceptaste como la buena esposa que eras. Gimoteaste su nombre mientras él disminuía la velocidad. Su pobre chica ya estaba sobreestimulada. Él quería una segunda ronda, pero tú estabas drogada. Tu cabello era un desastre, parcialmente quemado por el sol con el alcohol todavía en tu sistema.
"Pobrecita, conejita ", te susurró mientras sostenía su polla dentro de ti por un momento.
Luego se retiró y frotó su polla ablandada contra tu coño para una última sensación de tu sexo. Estabas feliz, exhausta debajo de él.
—¿Mi conejita ya terminó por hoy? —preguntó mientras palmeaba tus pechos, sintiendo la masa entre sus dedos.
Asentiste lentamente: "Sí, papi".
—Bueno, descansa ahora, Conejita . Voy a ver cómo están nuestros invitados. Si te sientes mejor, puedes unirte a nosotros nuevamente. Pero no más alcohol, no es bueno para una chica como tú. —Besó la parte superior de tu cabeza antes de salir de la cama para buscar su ropa.
Permaneciste acurrucada desnuda con la manta sobre tu cabeza, miraste desde la manta y tuviste una buena vista del trasero de tu marido mientras se inclinaba para recoger sus calzoncillos. Te reíste para ti misma antes de seguir vigilándolo.
Aquí les dejo la historia original por si gustan leerla.
77 notes · View notes