#Diferencia de edad
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Actualización: ya tuvimos nuestro encuentro. Me quedé a dormír en su casa el finde. Viernes a la noche… y me fui el ¡domingo! a la noche. Sí, tuvimos mucho sexo, no fue lo que esperaba, pero no estuvo mal. De todas formas, si. Creo que quedo encantado, y quiere seguir viendome.
Escribo lo que pasó o ¿es aburrido?
No sé qué hacer… anyway.
#chica solitaria#escritora#amor#frases#escritos#pensamientos#poemas#cosas que pienso#historias#soledad#citas#chongo#diferencia de edad#novio#conocidos#hombre grande#consejos#ayuda#chisme#responder#hombre#relacion#enamoramiento#chamuyos#chamuyo#historia de amor#parejas#amor no correspondido#noches#amores
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Incluso si pierdes la natación, todavía puedes ir a donde quieras.
Minato laundromat
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"RONRONEO METÁLICO" (JiKook)
Un relato donde se demuestra la triste verdad que ocurre muchas veces en una relación donde la diferencia de edad encierra formas diferentes de ver la vida.
"RONRONEO METÁLICO" (JiKook) en mi blog.
#bts#wattpad#jimin#books#jungkook#yaoi#amor#blog#jikook#fanfic#diferencia de edad#ronroneo metálico#one shot#cynthia macchiato
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If your content pissed off the twitter people then you are doing a marvelous job 🫡 power of age gap ships prevail
I know mdear, that's why I'm here (and not twitter :v) in the first place, it's what I do best~! 😎🤙 Hell yeah!
And remember, the age gap is great for both teaching and learning from one another, if characters don't have canon ages make sure to give them a gap, all clone high ships between old gen and new gen have 20 years of gap and the best same age ships are twincest~♡!
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Buenas! Cómo estás? Vengo a arruinarte el día 🌸
Si esto no es confirmación…. 💔
cómo pasamos de "lo primero que pensé fue en vos (10)" a esto
#asks#gottaletgoofcontrol#le estoy haciendo un side eye a flor no por la diferencia de edad#sino porque THAT SHOULD BE MEEEE
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[ 2GEN ]: para un starter con los hijes de nuestros personajes / @thundcrous .
‘ no entiendo como la gente puede comer eso. ’ dice, señalando con su papa frita a la mesa de junto, una pareja que comparten helado y papas fritas, combinando ambos antes de llevárselos a la boca. ‘ repugnante. ’ declara, justo antes de comerse su papa. ‘ ¿quieres algo más? ¿una malteada? ’
#. ♡ ◞ niran wright ╱ 𝒅𝒊𝒂𝒍𝒐𝒈𝒖𝒆.#. ♡ ◞ niran wright ╱ ft felicité.#thundcrous#lo acabo de volver el cuidador oficial#de los joh-gagneux#no me importa si hay una diferencia de edad; ahr
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Also desde que dibuje a Gray con Red como que me puse a pensar en como se sentiría Golden si uno de sus amigos quisiera salir con su hermanito (siendo que él no sabe de shadows, así que interpretaría el interés de Red como viniendo de Foxy) 🤔 probablemente no lo tomaría muy bien
#spanish#future au#digo gray es un poco menos de un año menor que él así que no es por la diferencia de edad o alguna cuestión de esas#simplemente se le haría... raro#y la verdad que si le activaría un poco los instintos de hermano mayor sobreprotector a pesar de que quisiera evitarlo lol#en especial con fox siendo que tiene problemas de ira y es medio intimidante físicamente#estaría tipo ''gray no puedo dictar con quién salís. pero este tiene tremendos red flags'' (?#also le pondría nervioso la idea de que pase algo entre ellos y después todo termine incómodo con la banda#tipo que pasa si tienen una pelea de parejas bien fea? ahora golden queda en medio#básicamente que un amigo salga con tú hermano es un 0/10
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Octubre: Mes de la Concientización sobre el Cáncer de Mama
Este mes de octubre, unimos nuestras voces en la lucha contra el cáncer de mama. El cáncer de mama no distingue entre edades ni géneros; puede afectar a cualquiera. La concientización temprana y la detección precoz pueden hacer la diferencia en la vida de las personas que amamos.
En Baitoa, nos unimos a esta causa con fuerza y esperanza. Queremos recordar a todas las mujeres que la prevención y la detección temprana son nuestros mejores aliados en esta batalla. Hablemos, apoyémonos mutuamente y eduquémonos sobre los signos y síntomas del cáncer de mama.
Juntos, podemos hacer la diferencia. Anímense a compartir esta información con sus seres queridos. Juntos, podemos crear conciencia y brindar apoyo a quienes luchan contra esta enfermedad.
#CáncerDeMama #Concientización #Prevención #DetecciónTemprana #Apoyo #Esperanza #BaitoaUnido #LeonardoTavarezComprometido
#Omar2024 #lanuevahistoriacontinúa
#leonardotavarezvalerio #baitoa #Alcalde #sindico #Comunidad #TransformaciónDigital #COMPROMISO #progreso #AguantenQueFaltaPoco #pichichialcalde #aridio #aridiorosa #aridiorosaalcalde #sindico #Alcalde #leotavarez #PRM #PLD #fupu #Alianza
Recuerda visitar también nuestro sitio web oficial: www.leotavarez.com Necesita a #leotavarez como el Próximo #sindico o #Alcalde del Municipio.
#Octubre: Mes de la Concientización sobre el Cáncer de Mama#Este mes de octubre#unimos nuestras voces en la lucha contra el cáncer de mama. El cáncer de mama no distingue entre edades ni géneros; puede afectar a cualqui#En Baitoa#nos unimos a esta causa con fuerza y esperanza. Queremos recordar a todas las mujeres que la prevención y la detección temprana son nuestro#apoyémonos mutuamente y eduquémonos sobre los signos y síntomas del cáncer de mama.#Juntos#podemos hacer la diferencia. Anímense a compartir esta información con sus seres queridos. Juntos#podemos crear conciencia y brindar apoyo a quienes luchan contra esta enfermedad.#CáncerDeMama#Concientización#Prevención#DetecciónTemprana#Apoyo#Esperanza#BaitoaUnido#LeonardoTavarezComprometido#Omar2024#lanuevahistoriacontinúa#leonardotavarezvalerio#baitoa#Alcalde#sindico#Comunidad#TransformaciónDigital#COMPROMISO#progreso#AguantenQueFaltaPoco#pichichialcalde#aridio
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"eso es incesto!!!" es mentor/aprendiz[/mentor] si se usa un poquitín de imaginación y no se es obtuso de mente... y pseudo-incesto también si se quiere jajajaja
#incest mention#@ las ships con harta diferencia de edad#las dos ships de las más odiadas#como siempre en mi caso prefiero menor/mayor en cualquier cosa con diferencia de edad
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entre en razón voy a bloquear al chabon este que me lleva 10 años y conseguiré el tomo que me falta por otros medios 💅
#shoutout a mis amigos leyendo el chat y reaccionando con mucho disgusto gracias amores me bajaron a la tierra#es gracioso pero no lo suficiente como para seguirlo#mañana le pregunto si sabe algo del tomo‚ le digo que me parece demasiado la diferencia de edad y bye bye#nero habla
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Estoy escribiendo el chismecito de mis últimos posts... no sé si les interesará, pero a mi me gustaría escribirlo porque esta hecho para serlo. Y si vas a estar acompañandome en esta... bienvenid@.
#chica solitaria#escritora#amor#frases#poemas#escritos#cosas que pienso#historias#soledad#pensamientos#drama#citas#novios#romance#hombre#parejas#chisme#algo de una noche#una noche#un cafe#historia de amor#enamoramiento#chamuyo#responder#cuentos#fantasias#diferencia de edad#secretos#suggar daddy#chongo
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𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ excuses
pairing: actor!enzo x actress!r
sinopsis: Enzo y vos estan teniendo dificultades para filmar una de las escenas en su nueva pelicula, por lo que una noche se aparece en tu puerta con la excusa de practicar.
contenido: SMUT !! insultos, thigh-riding, creampie, p en v, sexo sin condon, diferencia de edad (reader 22 y enzo 34), mirror sex, un poquito de breeding kink, reader es un poco innocente (kinda) smut con plot
word count: 5.3k me re inspire sepan disculpar
a/n: holis !! primero que nada PERDON por tardar tanto, soy bastante perfeccionista y cada vez que decia que iba a subir el fic no me convencia como quedaba, pero me parece que ahora esta bastante decente, espero que les guste, me inspire en tres reqs que me mandaron asi que muchas gracias, sigan mandando !!!
i.
"¡No, no, no, corten!" El director grito repetidamente, su creciente irritación coloreaba su voz por completo. "Chicos... Ya se los dije antes, pero..."
Te restregaste la cara con un suspiro, levantandote del regazo de Enzo, quien se masajeaba el puente de la nariz en una clara seña de agotamiento. "No veo chispa... no veo-"
"No veo pasión", terminaste la oracion de tu director, quien asintió con seriedad. Era la quinceava vez que estaban intentando repetir esta escena ese dia, el cansancio se hacia presente en el set, sin embargo todo el equipo seguia ahi, inalterable, esperando a que el director diera las ordenes para poder retirarse a descansar ya que, despues de todo, eran casi las doce de la noche.
"Les juro que esto es igual de agotador para mí como para ustedes.", continuó el con el guión entre las manos. "Necesito que quede bien. Simplemente imaginense que esta escena es la culminación de seis meses de espera entre los personajes. Seis meses de tabú, de tensión sexual implacable. Nada más que miradas en clase y breves caricias... se supone que estan al borde de la locura el uno por el otro, feroces el uno por el otro. Pero aca solo veo nervios e inexperiencia... Ustedes son profesionales, les pido por favor que se concentren... Cuanto antes se suelten mas rapido vamos a terminar."
Enzo y vos estaban rodando la primera escena de sexo de una película que relataba la enfermiza y prohibida relación amorosa entre una alumna de 18 años y su profesor quien era mucho mayor que ella. Bueno, no exactamente filmando —ya que no estaban llegando muy lejos con la escena.
Esto era dificil para los dos, simplemente no podían complacer a su director.
El papel ya de por si era increíblemente agotador, incluso sin contar el estrés extra de la escena de sexo: eran jornadas de rodaje de 15 horas, viviendo en el set en una ciudad lejos de tu casa, y la mitad de esas horas se dedicaban a filmar o practicar esta misma escena, tener a un director perfeccionista que se creia la reencarnacion de Kubrick no era facil.
El problema de la escena era su extensa duracion, y el director quería que se hiciera en una sola toma.
una. sola. toma.
Daniel era un director brillante, y tenía un amor incondicional por este proyecto y sus personajes que desearías que todos los directores tuvieran por el suyo, pero él era inflexible en que todo sea hecho a la perfección ya que en varias reuniones previas al rodaje hablo sobre como esta escena estaba destinada a ser la mas "icónica" de toda la película, porque era el quid de la cuestion, el punto de inflexion para los personajes, el punto de no retorno.
"Con todo respeto, Daniel..." empezaste "nunca me habia imaginado en un escenario así, y tampoco tengo experiencia en este tipo de situaciones. ¿A que te referis con que nos falta pasion?"
"Ese es tu trabajo: imaginar e interpretar". El director exigió. Obviamente frustrado con la situacion.
Justo antes de que pudieras retrucarlo, Enzo intervino con suavidad. "Creo que lo que ella quiere decir", dijo, viendo las venas de la frente del director casi por estallar "es que es difícil actuar porque no es una situacion que se viva cotidianamente. Es fácil actuar enamorado porque amor hay por todas partes, ¿no? Pero aca no tenemos mucho en lo que basarnos mas que en lo que podemos llegar a imaginarnos."
La mirada del director se turnaba rápidamente entre vos y enzo por un momento antes de suspirar cansado.
"Me vas a decir que nunca pensaste en alguien mas grande de esta manera?" te insistió, obviamente bromeando y tratando de aligerar el ambiente en el set.
Hiciste una pausa, y trataste de no mirar a Enzo, tu co-protagonista de unos treinta y tantos años.
Enzo habia sido casteado no solo por su impecable actuación sino que tambien por lo absolutamente precioso que era.
Su personaje era enfermizo y asqueroso, por eso sabias que el haberlo elegido a él era una decision calculada y previamente analizada. Querian que el publico bajara la guardia ante su belleza para poder darle un plot twist y que la inmoralidad del personaje los tomara por sorpresa mas tarde.
Estaba destinado a ser visto como un hombre encantador, guapo, totalmente fuera de los límites. El objeto de deseo completamente prohibido, la línea que tu personaje estaba desesperada por cruzar.
No era muy distinto en la vida real; la joven actriz inexperta que anhelaba pasar por alto las reglas sociales y expresar con total sinceridad su admiración por el actor de mediana edad con años de experiencia a sus espaldas.
No estabas enamorada ni nada, pero te deleitabas ante su presencia, despues de todo Enzo era todo lo contrario a su personaje; el mayor era paciente, amable y completamente comprensivo con tu falta de experiencia en el ambito cinematográfico, siempre te guiaba durante el rodaje y te daba tips para sobrevivir a un rodaje. Eran cosas basicas, tales como cuando podias quitarte el maquillaje y el vestuario o como pedir ciertas cosas en set y lenguaje especifico, todas las cosas que a él le hubiera gustado que alguien le diga cuando estaba empezando.
Siempre estaban esos tiempos libres en donde compartian risas sinceras y conversaciones tontas que nunca esperabas de un hombre tan imponente como Enzo, conversaciones en donde sus manos ásperas apenas rozaban tu cintura y su mirada recorria con atencion tu rostro y tu cuerpo, en donde su voz sonaba sensual y provocativa a pesar de que nada vulgar salia de su boca.
Enzo hacía que tus interiores palpitaran, con anticipacion especialmente cuando llegaba la hora de rodar las escenas más íntimas, y solo podías aferrarte a la fantasía de que él sintiera lo mismo.
Todavia te acordabas de la primera escena que hicieron juntos: en la película, sus personajes se encontraban después de clase para conversar sobre un examen desaprobado, el punto en donde comenzaria su atracción del uno por el otro. Enzo estaba presionado contra tu espalda, inclinándose sobre vos para mirar con insistencia el examen, con una de sus grandes manos agarrando tu hombro. El aire se sentía cargado, su cuerpo cálido, su voz baja haciéndote sentir mareada mientras recitaba sus líneas.
Te estremeciste al recordar el momento, y, volviendo a la realidad, respondiste a la pregunta del director con un enérgico asentimiento de cabeza.
El director soltó una risa ‐forzada- y golpeó suavemente el guion contra la palma de su mano. "Bien. Bueno, les parece si cortamos por hoy. Aprovechen este tiempo extra para imaginar, investigar, cualquier cosa, e intenten practicar la escena antes de mañana, ¿Si? La práctica hace al maestro."
Enzo y vos asintieron al unísono, intercambiándose una mirada que gritaba "que vamos a hacer?" antes de apartar la vista mutuamente y regresar a sus caravanas.
Más tarde esa noche, estabas preparándote para irte a dormir, quitándote el pelo recién lavado de la toalla mientras veias el guión reposando sobre tu cama, la luz tenue te invitaba a relajarte, sin embargo un golpe en la puerta del trailer te saco del trance.
"Ahí va!!," exclamaste, mientras te ponías tus shorts de seda. Te percataste rapidamente de lo incómodo que podría ser ser vista en esos pijamas si el director o alguno de tus compañeros actores estaba detras de esa puerta, pero estabas demasiado cansada como para preocuparte.
Te importó, si, pero sin embargo, en vez de cambiarte cruzaste tus brazos de manera que estos estuvieran cubriendo tu pecho, el cual se encontraba ligeramente descubierto. Fue entonces cuando abriste la puerta y ahi, en los escalones, estaba tu compañero de reparto, Enzo.
Antes de hablar, te examinó de arriba a abajo, con sus oscuros ojos brillando detrás de un par de lentes de descanso, los cuales eran desconocidos para vos, no pudiste evitar pensar en lo lindos que le quedaban. "Uh, disculpame chiquita, ¿Te estabas por ir a dormir?" preguntó por lo bajo, su voz se escuchaba mas grave de lo normal. Ese tipo de apodos eran normales viniendo de Enzo, sin embargo hizo que tu piel se erizara, ¿O habia sido el frio aire del exterior? Sí, probablemente era eso.
Su mirada se paseo por tu cuerpo y se detuvo en la piel desnuda de tus piernas por unos segundos más, te moviste incómodamente, cruzando los tobillos en un intento pobre de esconderte. "Si... son casi las tres de la mañana En... ¿Pasó algo?" preguntaste con un tono un poco agresivo, un poco mas de lo que pretendías ser.
"Si ya se, disculpame", se corrigió, sacudiendo la cabeza y finalmente mirándote a los ojos. "Quería pasar antes... me quede pensando porque sé que esta escena nos está desconcertando, así que..." se interrumpió, levantando el guion que sostenía detrás de su espalda. "¿Estas muy cansada como para practicar un poco? Sino mañana temprano, no hay problema." Parpadeaste rápidamente ante la simple e inocente solicitud. Enzo estaba parado en tu puerta a las tres de la mañana preguntandote si podian ensayar. Solo un ensayo, no alguna travesura lasciva de última hora de las que te estabas imaginando. "Ah... sí, obvio, pasá que está frio.", asentiste entumecida, apartándote para dejarlo entrar.
Enzo asintio en forma de agradecimiento y te regalo una sonrisa, una vez dentro de la caravana se instaló en el borde de tu tocador, mirandote mientras cerrabas la puerta y te volteabas en su direccion. Se veia casual, tenia puestos unos joggings grises holgados y una camiseta blanca ajustada y desgastada.
Ya estaba todo predefinido en el guión, cada palabra que tenias que decir y cada acción que tenias que hacer, pero aún así. Decir y hacer cosas de esa índole después de las horas de trabajo parecia formar parte de una de tus fsntasias con el mayor. Sin embargo, te obligaste a despavilarte internamente -por segunda vez en menos de dos minutos-. Enzo había venido a ensayar la escena con intenciones profesionales y probablemente solo lo había hecho porque estaba cansado de que arruinaras la escena, despues de todo el podía hacer su parte magistralmente, y sabías que si hubiera estado acompañado por una actriz más experimentada, la filmación habría avanzado hace ya mucho tiempo. Caminaste temblorosamente hacia tu cama, acomodándote sentada como indiecito en la misma mientras lo veías hojear el guion; enzo levantó la vista y frunció el ceño con una sonrisa. "¿Qué estás haciendo ahí? Vení para aca", te indicó que te acercaras, casi como una orden sin embargo salil de su boca con amabilidad. "No tenemos un escritorio, así que podemos usar tu tocador. ¿Te parece?" Asentiste, mordiéndote el labio y obedeciendo nerviosamente a sus palabras. "¿Entonces, arrancamos desde el principio?" preguntaste, sintiendo de repente como tu voz y tus piernas se sentian débiles.
Sus ojos seguían fijos en el papel mientras respondía. "No, no creo que haga falta. La parte del sexo es lo único con lo que estamos teniendo problemas, ¿No?" Tragaste saliva, tu garganta estaba repentinamente seca.
"Sí, supongo que sí."
Con eso, Enzo termino de darle un último vistazo al guion antes de sumergirse en la escena.
Sus acciones ya eran familiares para vos ya que habian estado intentando filmar esta escena todos los días durante al menos tres dias. Su cuerpo se volvió hacia el tuyo, sus manos subieron a tu mandíbula y presionaron tu espalda ligeramente sobre la mesa. Te abrazó fuertemente y te hizo mirarlo, mientras recitaba sus líneas. Torpemente, hiciste lo mismo, recordando mal lo que necesitabas decir. "La puta madre, perdón, me puse nerviosa." dijiste de repente, apartándote de su contacto y suspirando. Él te dio una pequeña y cuidadosa sonrisa, rompiendo inmediatamente el personaje y dando un paso atrás del tocador. "No hay necesidad de ponerse nerviosa. La práctica hace al maestro, ¿te acordas?" Te burlaste de su cita al director.
"Sí, ya se... Es que no entiendo a qué se refiere con apasionado. Estoy tratando de ser una profesional al respecto, pero - pero nunca fui parte en una historia de amor de este tipo, me cuesta imaginarmelo..."
"No es muy raro igual viniendo de vos, es normal. Sos muy joven todavia, nena. Demasiado buena para este tipo de cosas... ¿No?" dijo, su mano subiendo a tu hombro, donde el tirante de tu pijama de seda se había resbalado, acariciándolo suavemente. Prácticamente te derretiste ante el apodo y cómo las yemas de sus dedos rozaban tu piel. Estabas tan cautivada que casi gemiste cuando se detuvo y levantó tu tirante caído, pero en cambio, tomaste en silencio el guion que se había caído sobre la mesa y encontraste una de las líneas, inhalando profundamente y preparándote para entrar en personaje.
Tu mano subió para tirar de la manga de la camisa de Enzo, según lo dictaba el guion. "Por favor", susurraste con la voz aguda de tu personaje, "Quiero que me toques."
"No, esto está mal... Soy tu profesor y..." respondió Enzo, rápidamente volviendo al personaje, el dorso de su mano rozando tu mejilla. "No te quiero romper el corazon."
Miraste a Enzo, las lagrimas nublaban tu vista, tal como lo indicaba el guión. "Por favor. Te necesito." Despues, una de tus temblorosas manos bajó por el pecho de Enzo mientras hablabas, tal como lo hacías en el set. "Pienso en vos todas las noches... Me mojé tanto el día que me regañaste enfrente de todos."
Escuchaste cómo a Enzo se le entrecortaba la respiracion.
No, Enzo no, su personaje, te recordaste a vos misma.
"Ay nena... Yo pienso en vos todos los dias, en clase, en mi casa...", gruñó despues de decir sus lineas.
Hasta ahora, todo bien, pensaste. No era incómodo y ya estaba siendo mucho mejor que las actuaciones mediocres que habías dado anteriormente. Continuaste inclinándote hacia Enzo, haciéndo que se siente en el tocador, esta era la parte de la escena a la que habían llegado antes de que el director les dijera que cortaran.
Esta vez, sin embargo, las acciones de Enzo difirieron de las que se suponía que tenia que realizar: en lugar de acariciar tu rostro, sus dedos bajaron por tus caderas, enviando escalofríos por tu espina dorsal.
"Te prometo que me voy a portar bien... Nunca le voy a contar a nadie...", recitaste, sintiendo calor en la cara mientras su mano se acercaba más a la curva de tu trasero. "Podes hacer lo que quieras conmigo".
La mirada de Enzo se oscureció recorriendo tus rasgos. No dijo su línea, y pensaste que se había perdido, por lo que retiraste tus manos de su cuerpo preocupada. "¿Enzo estás bien?"
Antes de que pudieras terminar tu oración, Enzo te agarró por el culo, cambiando sus lugares y colocándote en el borde del tocador.
"¡Enzo!" chillaste, era lo único que podías decir mientras procesabas lo que acababa de suceder. Tu mente divagaba en confusión - y anticipación - mientras él estaba de pie enfrente tuyo, con las piernas presionando a ambos lados de tus rodillas, su gran cuerpo atrapándote contra el tocador.
"Shh... un poquito de improvisacion nunca mató a nadie." musito en voz baja con su característico acento antes de que un guiño pícaro se dibujara en sus rasgos afilados.
Su mano luego acarició tu cabello, mientras que su otra mano subió a tu barbilla y te hizo mirar hacia arriba. "¿Todo lo que yo quiera?" murmuró, volviendo al guion.
Batiste las pestañas coquetamente. "Todo. Soy tuya".
Aca es donde pensabas que Enzo se detendría, porque después de tu línea venían los besos, los toques y las caricias intensas: todas las cosas que hasta ahora no habías filmado en absoluto, porque ni siquiera podías pronunciar el diálogo correctamente.
Pero en cambio, se inclinó y comenzó a besar vorazmente tu cuello, haciéndote jadear.
"¿Qué haces?"
"Seguime", exigió suavemente, "es todo parte de la escena, ¿te acordas?"
Parpadeaste aturdida, abriendo y cerrando la boca, incapaz de registrar un pensamiento o palabra coherente. Dijo que era parte de la escena, pero habías leído el guion, y sus dientes mordiendo ligeramente tu sensible piel no estaba escrito en ninguna parte.
Pero, te tragaste tus pensamientos y recitaste varias líneas más junto con las suyas. Sentias como su otra mano sostenia tu muslo tan fuerte que pensaste que podría dejar moretones, pars este entonces ya empezabas a creer que tal vez esto era una de esos sueños que tenias sobre el mayor, solo producto de tu imaginación.
Estabas siguiendo el guion, tal como él había dicho que harian, pero incluso así, era evidente lo sencillo que podria ser rendirte ante sus besos, después de todo, apenas te estabas reprimiendo para no entregarte por completo. Pero ¿cómo resistirse, con su hermoso rostro a escasos centímetros del tuyo? esa era la verdadera pregunta.
Actuando o no, estabas decidida a disfrutar cada minuto de esto.
Cuando una de sus manos comenzo a jugar con la cintura de tus diminutos shorts y sus labios succionaron levemente a piel de tu cuello -justo en ese punto-, no pudiste evitar el gemido que salió de tu boca.
Sin embargo, el ruido pareció asustarlo; lo sacudió, lo devolvió a la realidad, y tus sospechas se confirmaron cuando se apartó bruscamente de vos.
"Dios, perdon nena..." una mueca cubrió sus rasgos, mirándote de arriba abajo como si acabara de darse cuenta de lo que estaba haciendo. "No sé qué me pasó, yo... no tendria que haber venido tan tarde, perdón."
Lo miraste, tu cuerpo decepcionado por la falta de contacto, observándolo presionar sus labios rosados en una mueca conflictiva. "¿Qué - qué queres decir?"
Su mirada recorrió cada rasgo tuyo, tan intensamente que pensaste que estaba admirando tu rostro. "No puedo, no podemos. Sos mi compañera, sos... sos mas chica que yo y..."
"Entonces podemos parar. Si eso es lo que queres", murmuraste coqueta, levantando la mano para quitar un pequeño hilo de su delgada camisa. "Pero solo si lo decis, decime que no queres que esto siga." dijiste, peligrosamente cerca de sus labios.
Gruñó, mordiéndose el labio. "No me hagas esto. Por favor sabes que no puedo"
"Hacerte qué?" Inclinaste la cabeza hacia un lado mirandolo con ojos grandes, fingiendo inocencia.
"Provocarme asi, nena. Porque sabes que no te voy a decir que pares. Y porque lo haces sabiendo que no voy a poder controlarme", gruñó antes de darte un beso profundo y desesperado, bajandote del tocador y bajando los besos por tu pecho.
"Entonces no me lo pidas En." gemiste enredando tus dedos en su cabello, siguiendo cada movimiento suyo, derritiendote bajo su toque dominante. "Y cogeme de una vez."
Enzo jadeaba entre besos. "Decis todas esas cosas con esa boquita tan bonita... No sabes como me calentas."
Tus manos recorrían todo su cuerpo, te detuviste en el borde de su camiseta, levantando esta para quitarsela, Enzo se separo y se deshizo de la prenda el mismo. Estabas desesperada por sentirlo. Y él tenía pensamientos similares, sus largos dedos se sumergieron en tus pantalones de seda y acariciaron tu intimidad por encima de la tela de tu ropa interior.
"Te necesito tanto, Enzo", jadeaste, y, despues de escuchar tus palabras, te quito desesperadamente los shorts y las bragas, haciéndote estremecer ante la repentina exposicion.
Acto seguido, se sentó en la silla de tu tocador y te agarró bruscamente por las caderas para colocarte sobre uno de sus muslos. La gruesa tela de sus pantalones de jogging, absorbiendo tu humedad como una esponja.
"Dale entonces", exigió sombríamente, "Mostrame cuánto me necesitas y movete".
Te mordiste el labio, la cara ardiendo de vergüenza ante la orden. Pero había una necesidad dolorosa en tu centro, y la forma en la que cruzó los brazos, mirando y esperando a que te frotaras en su pierna, hizo que te apretaras contra su muslo.
Tus manos se aferraron a sus hombros, y comenzaste a mover tus caderas de adelante hacia atras lentamente, la suave tela de sus pantalones haciendo mal trabajo para complacerte, apretaste tu cara contra su hombro, molesta por la falta de fricción.
"No puedo yo sola", te quejaste, "por favor".
Él sonrió socarrón. "Dijiste que me necesitabas y ahora no te podes ni mover? Mira que vende humo que sos, hermosa.". Entonces, de repente movio su pierna hacia arriba haciendo que un gritito saliera de tu boca.
No habia nada que necesitaras mas que enzo adentro tuyo, pero ahi estabas, frotandote pateticamente en su muslo hasta que el te permitiera hacer otra cosa. Obedeciste con resignacion, comenzando a establecer un ritmo constante en tus caderas aumentando el calor en tu interior clavando tus uñas en sus hombros, buscando algo que sea tu cable a tierra ante el placer que te estabas inflingiendo.
Tus caderas se movian vigorosamente contra el muslo del mayor cada vez más fuerte, cada vez de una forma más necesitada, sintiendo la presión en tu coño crecer cada vez mas y más haciendo que te muevas desenfrenada.
"Enzo por favor... por favor te lo pido" hiciste una pausa al sentir una de las manos del mayor posicionarse en tu mejilla, acariciandola lentamente. "No puedo mas... te necesito adentro."
¿Te estas escuchando chiquita?" Preguntó, uno de sus dedos tomo tu barbilla, inclinandola hacia arriba para que lo miraras, acto seguido metio dos dedos dentro de tu boca abruptamente.
"¿Te das cuenta de lo necesitada que te escuchas? ¿De lo duro que me pone saber que estas asi... solo por mi y que todavia no te haya tocado ni un pelo?"
Asentiste extasiada mientras pasabas tu lengua por al rededor de sus gruesos dedos, pero en realidad no estabas prestando atención: estabas cerca de tu orgasmo a tan solo unos segundos de liberarte de toda esa presion en tu estomago que te estaba volviendo loca, tus caderas desincronizadas, buscando el alivio... "Basta."
Escuchaste la voz de Enzo cargada de deseo mientras posicionaba su otra mano en tus caderas, deteniendo la fricción. Lloriqueaste ante la perdida de tu climax, era casi como si te lo hiciera a proposito. El pelinegro se levanto y te giró, manteniendote presionada a su cuerpo con una mano en tu cintura y la otra todavia empujando sus dedos dentro de tu boca, quedaron de tal manera que tu cuerpo estaba mirando hacia el espejo de tu tocador, la vista de ambos siendo reflejada ante tus ojos, sin embargo no pudiste prestar mucha atencion a eso. La mirada de enzo bajo hacia sus pantalones, viendo la mancha que habias dejado en la zona del muslo "Mira como me enchastraste los pantalones, ¿Mh?" Musitó contra tu oido.
No respondiste, o mas bien no pudiste responder, ahora tus muslos estaban siendo presionados entre si, buscando la mas minima fricción entre ellos mientras te mordias el labio en un intento de ocultar los quejidos necesitados que amenazaban con salir de tus labios hinchados.
Él se dio cuenta de esto, sin embargo, en vez de hacer algo solamente sonrió y rápidamente presiono tu estomago contra la mesa que yacia enfrente de ambos, sus dedos salieron de tu boca y sostuvieron tu cara, obligandote a mirarte al espejo por primera vez desde que habias salido de la ducha, tus ojos estaban entreabiertos pero tus pupilas se encontraban dilatadas, tus labios rosados y humedos por la saliva, tu ceño ligeramente fruncido.
Te veias absolutamente destrozada, fue entonces cuando sentiste cómo Enzo alineaba la gruesa punta de su polla contra tu entrada, el momento en el que se deshizo de sus pantalones habia sido algo que te habia pasado desapercibido al estar tan absorta en tu expresion siendo reflejada en el espejo. Cerraste los ojos con anticipacion.
Y de repente, tomaste plena conciencia de la situación: te habías entregado por completo a tu compañero de reparto, quien era 12 años mas grande. Y ahora él sabía que no eras solo una talentosa aspirante a actriz, sino simplemente una chica desesperada y rogando por ser follada.
"Ey, ey, ey, no" dijo rapidamente, "abri los ojos y acordate de tus expresiones. Te va a servir para la escena". Gemiste sin poder evitarlo, obedenciendo a sus ordenes y abriendo los ojos mientras él introducía lentamente su miembro entre tus pliegues.
"E-En, Dios!", exclamaste cuando finalmente se adentró por completo. Te sentías tan llena, tus paredes estirandose hasta el límite para poder tomar su polla tan profundo que sus testículos rozaban tu clítoris.
"Dios, chiquita... Mira lo mojadita que estas, me vas a matar", comentó casi sin aliento desde atras, su expresion mlstraba lo extasiado que se sentia. Tus jugos facilitaban su entrada rápida, aunque su miembro seguía siendo una intrusión ajena para tu inexperiencia íntima. Eras joven y nunca habías sido del tipo de estar cogiendo por ahi- o al menos no tan intensamente como ahora.
Te contrajiste alrededor suyo, un gemido escapando de su boca debido a la presión en su miembro. Enzo comenzo a empujarse adentro tuyo con un ritmo moderado, haciendo que tu cuerpo presionado contra la mesa se moviera de adelante hacia atras, el tocador rechinaba ante la abrupta sacudida y tus labios se separaron ligeramente para dejar salir un dulce gemido.
Habías estado enfocada en su rostro en el espejo, te encantaba ver su ceño fruncido, como su cabello se pegaba a su frente, producto de su traspiracion, su boca levemente abierta, y como sus cachetes se volvian cada vez mas colorados, sin embargo la mano de enzo se enredó en tu cabello tomandote de sorpresa, agarrando un puñado y levantando tu cabeza para hacer que tu atencion vuelva a tu cara. "Te dije que te mires, nena" dijo con seguridad mientras sus caderas chocaban contra tu culo haciendo que la caravana se inunde en ese sonido acompañado de tus gemidos. "Mirate y aprende como tenes que actuar ante la cámara."
Su otra mano se posicionó en tus caderas, apretandola con fuerza mientras sus embestidas se volvian cada vez mas erraticas.
En cualquier otra situacion ya hubieras objetado por el repentino cambio de velocidad ya que apenas habías tenido tiempo para acostumbrarte a su largo miembro. Sin embargo, tu calentura era aún más intensa que antes, si eso era posible.
Tu boca estaba entreabierta, tu lengua afuera y estabas jadeando y gimiendo como si fueras un perro; tus ojos se ponian en blanco con cada fuerte embestida, y habia saliva cayendo por tu barbilla, sentias como Enzo te sacudía contra el pobre tocador y como estimulaba cada parte dentro tuyo. Los sonidos que emitías no hacían nada más que aumentar tu vergüenza, eran gemidos ininteligibles y quejidos necesitados, jamas pensaste en mostrarte asi adelante de un hombre, pero el simple hecho de ver lo grande que era a comparación de tu cuerpo y como te podia manejar a su antojo te excitaba de sobremanera.
Y sin duda los doce años de diferencia formaban parte de esa excitacion.
"¿Hace cuanto que necesitabas que te cogiera asi? ¿Te pensas que no me daba cuenta de lo desesperada que estabas? cuando te presionabas contra mi mientras filmabamos y como tus manos tocaban de mas... No perdias el tiempo vos tampoco preciosa.", se burló.
"Desde siempre En..."susurraste, con entusiasmo, apenas capaz de comprender lo que estabas haciendo con el placer que te envolvía y nublaba tus sentidos. "Dios me cojes ta-tan bien... No pares por dios que rico" Tu espalda se arqueaba hacia él, tus paredes tomaban su miembro con desesperacion experimentando un extasis casi desgarrador con cada embestida. Tus gemidos eran cada vez mas incoherentes, cada vez mas fuertes.
"Dios, mirate como gritas por mi, chiquita... ¿Queres que te coja y que mañana todos se enteren de lo desesperada que estas por mi pija? Mirate, mirate lo patetica que te ves, te encanta que te coja fuerte ¿O no?", murmuró, inclinándose para dar un beso en tu mejilla; dulce y encantador, una clara contradicción con sus embestidas freneticas y las palabras degradantes.
Gimiste ante sus palabras, pero sabías que eran ciertas: nunca te habías visto siendo penetrada ya que estabas ocupada, bueno, siendo penetrada. Ver tu reflejo en el espejo de esta manera te tenía inesperadamente más excitada que antes. Había algo en ello, tu rostro contorsionándose del placer, las manos de Enzo serpenteando por tu cuerpo mientras seguía embistiendote desde atras.
Era como ver tu propia pelicula porno, pensaste de pasada, y te preguntaste como seria grabaras a vos misma. Y si tenias suerte, con enzo.
Su otra mano se deslizó hacia tu coño, separando tus pliegues para poder ver cómo su miembro desaparecia en tu interiores. "Por dios mira como me tomas... Viviría adentro tuyo", gruñó, inclinando la cabeza hacia atrás, entregándose al placer.
El orgasmo que sentias venir no era como el que tuviste al restregarte contra su muslo, no, venía más rápido, haciéndote temblar debajo de su gran cuerpo.
"Enzo... más rápido" exclamaste "m-más fuerte",
"Por favor", rogaste sin muchas esperanzas de una respuesta, "dale, Enzo, p-por favor". lloriqueaste ante su indiferencia.
Sin embargo y para tu sorpresa, ambas manos agarraron tus caderas para mantenerse firme. "Mira lo necesitada que estas, bebé", gruñó, empujándose más profundo y rápido, sintiendo cómo las paredes de tu cavidad se adaptaban a su nuevo ritmo. "Llorando por que te de mas fuerte, ¿Mh? ¿Asi te gusta? ¿Queres que te coja hasta dejarte sin poder caminar?"
Con esas palabras, tu climax llegó tan rápido como un tren de carga, golpeándote y sacudiendote, haciéndote gritar su nombre. Tu orgasmo te destrozó, tu visión se volvió blanca y tus pensamientos se pararon por completo. Apenas distinguiste el suave murmullo de Enzo, diciendo "Muy bien chiquita, aca estoy... tranquila" en tu oído, sosteniendote con sus fuertes brazos, evitando que te cayeras.
Cuando volviste en sí, tenías la cabeza baja, los ojos desorbitados y los labios hinchados. Enzo seguía moviéndose adentro tuyo, pero esta vez sus estocadas eran más entrecortadas, inestables y necesitadas.
"Acabame adentro", rogaste de repente, agarrándote de la superficie, tus piernas temblando, tu voz debil de tanto gritar.
"¿Si? ¿Queres que te llene to-toda?", titubeo entre gemidos, dando una última embestida antes de correrse en tu interior, podias sentir su miembro latiendo adentro tuyo. Estaba tan adentro que podías sentir cómo su semen entraba directamente en tu cuello uterino, no estabas preocupada, despues de todo estabas tomando anticonceptivas.
Pero tampoco te molestaria si no fuera asi.
Después de un momento, retiró su miembro, de tu coño y te alzó por la cintura para colocarte en el tocador y evitar que cayeras al suelo.
"Gracias", susurraste, mirándolo a través de tus pestañas. Luego mordiste tu labio al sentir como su semilla se deslizaba lentamente fuera de tu coño.
Él también se percató, y soltando un gemido satisfecho, abrio ligeramente tus piernas para recoger parte de su semen con el dedo, empujándolo nuevamente dentro de tu coño. "Te portaste tan bien, chiquita", dijo, volviendo a ser tierno, acariciando tu cabello, mimando tu frágil figura y mirandote profundamente.
Te derretiste ante sus delicadas acciones. "¿Es un buen momento para decir que me gustas?"
Enzo se rió con ternura. "Es un buen momento, si. Y vos también me gustas."
"Pero dijiste que era muy joven" le recordaste, pasando tu mano por su cabello ligeramente transpirado
Él suspiró, desviando la mirada nerviosamente por un momento antes de regresar a vos "Sí, porque es verdad, pero si a vos no te va a molestar verme con un baston en un par de años lo podemos hacer funcionar...", se encogió los hombros, reprimiendo una sonrisa.
No pudiste evitar la risa que broto desde lo mas profundo de tu pecho ante sus palabras tan fantasiosas y alejadas de la realidad "Ah, bueno no voy a tener mucho problema con eso, mientras que te sigan funcionando las caderas" dijiste con una sonrisa socarrona.
Antes de que pudiera terminar de abrir la boca para decir algun otro chiste malo, tus brazos se envolvieron al rededor de su cuello y lo empujaste hacia vos, uniendolos en un suave beso.
"Me gustas de gustar, en serio..." le dijiste en un susurro, mirandolo a los ojos con sinceridad, Enzo no podia creer lo brillantes que se veia tu mirada.
Sus manos se acercaron a tu rostro, sosteniéndote suavemente, su mirada demostrando todo su aprecio "Ya se, bebé, a mi tambien me gustas de gustar". Dijo con suavidad antes de presionar un pequeño beso en tu frente.
ii.
"¡Corten!" exclamó el director, y sentiste cómo tu corazón se detenia. Mierda, pensaste, con la mente acelerada, ¿qué salió mal esta vez? ¿Fue el beso o las manos en el pelo? Capaz no le gusto la forma en la que estaban encuadrados...
Sin embargo, el director se acercó a Enzo y a vos y soltó un grito de deleite para nada característico de su persona. "Perfecto", dijo simplemente, bordeando lo catatónico por lo satisfecho que estaba.
Tus hombros se relajaron con alivio, y te inclinaste hacia Enzo, quien sutilmente acariciaba tus muslos. "¿Ya terminamos?" preguntaste, sin aliento de la emoción.
El director asintió. "Fue increible, eléctrico, necesitado y apasionado, muy, muy apasionado", continuó con un suspiro, juntando las manos con fuerza. "Ustedes dos son de los actores más increíbles con los que he trabajado; tienen un talento asombroso, fueron tan convincentes que por un momento pense que realmente habian mantenido relaciones sexuales". dijo seguido de una carcajada
Sonreíste con satisfacción ante sus palabras, pero no sin echarle un vistazo a Enzo, compartiendo una mirada complice tratando de mantener tu expresión contenta y neutral, y no delatarte al recordar los eventos de la otra noche.
Mientras el director divagaba sobre la obra maestra que sería la película, Enzo te siguió fuera del set, murmurando bajito en tu oído, "Al final la práctica sí hace al maestro".
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Superando la injusticia: El viaje de resiliencia de Eduardo Tovilla
Eduardo Tovilla Lara, ex funcionario estatal de Puebla | Especial
En un mundo plagado de injusticias, la historia de triunfo y resiliencia de Eduardo Tovilla sirve como un brillante testimonio del espíritu humano. Nacido y criado en Puebla, Tovilla enfrentó numerosos desafíos a lo largo de su vida. Sin embargo, es su determinación inquebrantable y su negativa a sucumbir ante la adversidad lo que hace que su viaje sea verdaderamente notable. Desde una edad temprana, Tovilla estaba decidido a elevarse por encima de sus circunstancias, embarcándose en un camino que no solo cambiaría su propia vida, sino que también inspiraría a quienes lo rodeaban. Ante el telón de fondo de una comunidad plagada de injusticias, Tovilla enfrentó importantes obstáculos en su camino hacia el éxito. La discriminación, las oportunidades limitadasy las barreras sistémicas amenazaban con confinarlo a una vida de potencial no realizado. Sin embargo, la resiliencia de Tovilla su firme creencia en sus habilidades lo impulsaron hacia adelante.
Eduardo Tovilla Lara, el Entusiasmo del Pádel Tenis: Demostrando la Esencia del Espíritu Competitivo a través de la Acción
Tovilla abrazó cada desafío como una oportunidad de crecimiento. En lugar de permitir que la amargura lo consumiera, canalizó su frustración en combustible para el cambio. Con cada obstáculo que encontraba, Tovilla se volvía más decidido a liberarse de las cadenas de la injusticia y marcar la diferencia en su comunidad.
En su incansable búsqueda de justicia, Tovilla permaneció firme, negándose a dejar que los contratiempos lo disuadieran. Su compromiso inquebrantable con sus principios y el bienestar de los demás se convirtió en la fuerza impulsora detrás de sus acciones. A través de sus esfuerzos incansables, Tovilla no solo superó sus propias injusticias, sino que también extendió una mano amiga a aquellos que compartían luchas similares.
El viaje de Eduardo Tovilla es una inspiración para todos nosotros. Su resiliencia inquebrantable frente a la injusticia es un testimonio del poder de la determinación y del espíritu inquebrantable del alma humana. A través de sus triunfos personales, se ha convertido en un símbolo de esperanza y empoderamiento para su comunidad. La historia de Tovilla nos recuerda que al alzarnos contra la injusticia y comprometernos a crear un cambio positivo, podemos superar cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino.
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afterglow
pairing. enzo vogrincic x reader
cw/tw. angst, fluff, diferencia de edad no especificada, enzo tarda pero se comunica, pronombres femeninos
word count. 2.3k+
observabas a enzo reír en medio de una conversación con esteban, el característico brillo de sus ojos avivado por la chispa de la charla. estabas sentada en un sillón con un vaso de limonada, habiendo bailado solo unos minutos antes con tu novio. cansada, decidiste tomarte un breve descanso.
juani aparece en tu campo visual, eclipsando al otro par de hombres. "¿todo bien?" pregunta, pronunciando tu nombre con una ligera sonrisa amigable.
"con hambre nomás. espero que la cena llegue prontito", respondiste, devolviendo la sonrisa. el oji celeste te ofreció un bocado de su snack, el cual aceptaste gustosa. "gracias. por cierto, aún estoy un poco enojada contigo por la recomendación de 'robot dreams'. yo no olvido ni perdono", bromearon juntos, mientras él te miraba con diversión. la película había provocado un remolino de pensamientos en tu cabeza durante al menos veinte minutos.
"¿me vas a negar que es alta peli?"
"alta peli para ver en plena crisis existencial y encontrar otra razón para contemplar el suicidio como opción", respondiste, provocando una risa en juani.
"quizás, solo quizás, tengas un poquito de razón", admitió, juguetón.
alzaste la palma en señal de que se detuviera y negaste con la cabeza. después de beber un sorbo de tu limonada, añadiste: "nunca más tomaré una recomendación tuya en el futuro, rata", apuntándole con el dedo en un gesto fingido de enojo, mientras juani llevaba ambas manos al pecho, simulando estar herido.
“sos una llorona, vos me hiciste lo mismo con esa peli del chico del internado.”
“¡sí pero yo te advertí!” dices y tomas la última gota de tu limonada mientras te encoges de hombros.
enzo, quien estaba al tanto de tu diálogo con caruso en la lejanía, dirigió su mirada hacia tu figura en el sillón una vez más. un atisbo de inquietud cruzó sus ojos al notar la conexión entre tú y el oji celeste. alzó una ceja luchando contra la incertidumbre de qué es lo que te tenía tan cautivada en la conversación con juani. tras un breve pero intenso instante de contemplación, decidió acabar con su duda y se disculpó con esteban para empezar a caminar hacia tu dirección.
se acercó al lado de juani y colocó una de sus manos en su hombro con más firmeza de lo habitual, sin que este realmente lo note, tu sonrisa creció ante la imagen de tu pareja. pronunciaste "amor" con ternura, acompañado de un saludo de mano, antes de continuar con la conversación con el argentino.
"dejemos tu llanto de lado. decime qué es lo que te gustó más de la peli.”
enzo los escuchó por un par de minutos más, tratando de comprender de qué se trataba. rápidamente entendió que se referían a una película que habías visto recientemente, pero él no, a veces hablabas sobre temas que realmente él no podía seguir por su escaso conocimiento al respecto. a pesar de su esfuerzo por disimularlo un sentimiento de incomodidad lo estaba empezando a molestar, se quedó en silencio observando desde la periferia.
todo tipo de pensamientos llenaban la mente de enzo, sobre la brecha generacional existente entre tú y él. "es normal que entables una conversación tan fluida sobre un gusto en común con alguien cercano a tu edad," pensó con un deje de pesar. le dolía imaginar que la diferencia de edad podría alejarte de él, aunque solo fuera en aspectos insignificantes. anhelaba comprender tu mente, el amor y la devoción por ti lo colocaban en esta situación incómoda. ¿su edad poco a poco te alejaría de él?
cuando los chicos avisaron que la cena había llegado, todos se dirigieron al grupo para disfrutar de la comida y de una conversación interminable durante la siguiente hora. sin embargo, enzo se quedó sumido en esa preocupante idea, que daba vueltas y más vueltas en su cabeza. podía responder con simpatía a las conversaciones en el grupo pero era claro que su actitud cambió, y no se podía encontrar aquella chispa en sus ojos.
al notar esto, la preocupación se apoderó de tu cuerpo, como una sombra que se cernía sobre ti. enzo esquivaba tu mirada, sus ojos evitando encontrarse con los tuyos, manchando tu corazón de azul con cada segundo de silencio.
bajaste la mirada a tu plato, sintiendo una sensación de malestar formándose en tu estómago. te sentías perdida, sin saber cómo abordar la situación. llevaste tu mano a su pierna con un leve apretón seguido de lentas caricias, buscando desesperadamente algún indicio de respuesta en él.
probaste un bocado de tu plato, intentando mantener la compostura, consciente de que no querías que el ambiente en la reunión decaiga. los chicos notarían si algo andaba mal, y eso era lo último que querías. sin embargo, tu mano seguía moviéndose en enzo, sin lograr generar reacción alguna en el uruguayo.
¿habías hecho algo mal? ¿qué dijiste o hiciste para causar su indiferencia? te hallabas remando entre todas las posibles opciones, sintiendo cómo la incertidumbre te envolvía en un mar de dudas.
pronto la reunión llegó a su fin; despedirse del grupo se convirtió en una tarea que les llevó más de un par de minutos, prolongándose en un tenso adiós. finalmente, se encaminaron hacia el auto de emanuel, que se ofreció a llevarlos al hogar del actor. te acomodaste, con la mirada fija en la ventana, mientras movías los dedos de tu mano en un tic nervioso, anticipando la charla que te esperaba en casa con tu novio.
enzo empezó una conversación con emanuel y su pareja, y tú te excusaste con una vaga explicación sobre el cansancio que sentías. sin embargo, bajo esa fachada de tranquilidad, la incertidumbre se apoderaba de ti.
unos quince minutos después, llegaron al apartamento. fuiste directamente a dejar tu bolso en el mueble, y finalmente, decidiste romper el silencio que se había vuelto más opresivo con cada paso que daban.
"¿qué está pasando?", preguntaste, buscando desesperadamente el contacto visual con enzo, anhelando que sus ojos te buscaran con la misma intensidad que tú a él. cruzaste los brazos, una barrera improvisada para protegerte y reunir fuerzas para lo que podría ser tu primera discusión real con enzo. "todo iba bien. te dejé hablando con kuku y de repente comenzaste a actuar extraño. ¿estás enojado conmigo?", dijiste, enfrentando el problema directamente, aunque te costara un gran esfuerzo.
"no lo sé, lo siento. no quería arruinarte la noche", se disculpó enzo, con la mirada gacha y la voz cargada de pesar.
negaste con la cabeza, sintiendo cómo se desvanecían tus ánimos al mirar al suelo. "debes saberlo. me has ignorado toda la noche. algo debe haber pasado, algo debo haber hecho", insististe, el nudo en tu garganta haciéndose más apretado con cada palabra.
"vos no has hecho nada, te lo juro", respondió enzo, pero su voz sonaba distante, como si estuviera luchando contra algo más que una simple discusión.
"¿por qué te está costando tanto?” la pregunta salió de tus labios mientras esperabas desesperadamente una respuesta que nunca llegaba. “¿estás celoso de juani, es eso?”
enzo negó rápidamente con la cabeza. podría estar consumido por sus inseguridades, pero no jugaría contigo ni con la confianza que habían establecido en su relación. entonces, ¿por qué no podía enfrentarse al elefante en la habitación y discutirlo contigo? "yo confío en vos. no tiene nada que ver con juani", respondió, aunque sabías que había más detrás de sus palabras de lo que estaba dispuesto a admitir.
"si confías en mí, ¿por qué no me dices qué está pasando? somos adultos, en. podemos arreglarlo", insististe, tratando de mantener la calma.
"somos adultos", enzo repitió tus palabras, finalmente respondiendo a tu mirada. “lo siento. aquí el único problema soy yo."
sacudiste la cabeza y te acercaste a él. "no, en. pero tenemos que hablar. siempre lo hacemos. no somos nada sin hablar", afirmaste con determinación.
enzo asintió y tomó tu rostro con ambas manos, suspirando con amor y tristeza al mismo tiempo. una mezcla de emociones se reflejaba en sus ojos al ver tu esfuerzo por sonreír, aunque aún cargabas con la ansiedad.
"tenés razón. no somos nada sin hablar. he sido un boludo ¿no?", admitió enzo, mientras tú asentías con una sonrisa, las lágrimas amenazando con escapar de tus ojos. "no llores, amor. realmente no has hecho nada", dijo, buscando sonar lo más sincero posible, porque realmente lo estaba intentando.
"pero dime", insististe, anhelando entender qué estaba pasando en su mente.
"siento que mi edad me está alejando de vos", confesó finalmente enzo, revelando el tormento que había estado inundando su mente durante gran parte de la noche.
la sorpresa te embargó por unos segundos, y moviste la cabeza en negación una vez más. "eso no va a pasar, enzo. yo te amo", afirmaste con firmeza.
"yo también te amo, mi amor. pero me está poniendo de los nervios no poder compartir algunas cosas contigo, no poder involucrarme. estar ahí no es suficiente. necesito hacerte saber que sos escuchada y que cada palabra que decís me interesa e importa", confesó enzo, abriéndose de una manera que te hizo sentir aún más cerca de él. “¿y sí encuentras a alguien que sí comprenda hasta las cosas pequeñas que yo no?”
muchas personas afirman que enzo es alguien serio, que mantiene constantemente sus sentimientos bajo control. puede que no estén completamente equivocadas al decir que tiende a mantener un perfil bajo, pero es una mentira para aquellos que realmente lo conocen, que en realidad, él comparte cómo se siente y demuestra constantemente cuánto ama, cuida a las personas que le importan. es desgarrador darse cuenta de que había estado sintiéndose así, y que no habías podido hacer nada para calmar su preocupación. es válido que una inseguridad lo embargue.
respiras profundamente, y una lágrima resbala por tu mejilla. "me siento escuchada y amada por ti cada vez que te digo literalmente cualquier cosa, y tú estás siguiendo la conversación. o incluso si no lo haces, porque es algo que desconoces. nunca podría pensar en dejarte, ¿te das cuenta cuan feliz me haces? he dicho cada palabra con cada gramo de honestidad en mi cuerpo. no te culpo por haberte sentido así, puede que ambos lidiamos con pensamientos parecidos pero estamos para resolverlas juntos, ¿no?"
enzo asiente con una sonrisa ligera, dejando escapar algunas lágrimas que rápidamente limpiaste. el uruguayo observa tus movimientos con ternura, sus ojos reflejando un torbellino de emociones. luego, tomó tus manos con las suyas y las acercó a sus labios, besando delicadamente tus nudillos.
“sos demasiado increíble.” dice con una sonrisa que refleja todo el cariño que siente por ti, deposita un beso en tu mejilla y termina con la tarea de limpiar tus lágrimas. “te debo una disculpa amor, de cualquier manera no debí de ignorarte como lo hice, no te mereces ese trato nunca, por más triste que esté o lo que sea. saqué todo de proporción y lo siento, jamás quiero ser la razón de tu tristeza.” expresa honestamente.
“está bien, gracias por decirme, siempre estoy.” replicas y rodeas su cintura con tus brazos, enzo inmediatamente responde al abrazo y apoya su cabeza en tu hombro. “te amo.” a veces parecía que un abrazo podía decir más cosas que un beso o cualquier otro tipo de caricia, ¿no?
“yo también te amo, mucho.” las sonrisas en los rostros de ambos crecen significativamente,
“¿qué te parece si vemos una peli? la que vos quieras.” enzo propone y asientes. caminan hacia el mueble donde se ponen cómodos, apoyas tu cabeza a su hombro mientras piensas
“qué tal… ¿’flipped’?” enzo pronuncia rápido y entusiastamente un sí, tomas el control de la tele para reproducirla.
“¿es nueva?” pregunta, curioso por descubrir más sobre la película que habías elegido.
“para nada, es del 2010 y transcurre en los 50.” le respondes y antes de dar play comentas; “ahora que pienso, mis películas favoritas transcurren en el siglo pasado ¿tendrá un mensaje oculto?” él sonrió, acostumbrado a tus análisis profundos sobre prácticamente todo lo que te rodeaba, especialmente cuando se trataba de encontrar coincidencias y significados.
“¿qué sos una amante del siglo xx? con razón estás conmigo.” bromeó el mayor, provocando una suave risa en ambos mientras él recibía un golpe suave en la pierna por tu parte.
“sí, pero además de eso.” respondiste, con un destello de complicidad en tus ojos.
“los escenarios son muy lindos, te doy un punto por tu buen gusto.” enzo elogia, evocando en su memoria todas las películas situadas en aquella época.
“¿cuántos llevo?” cuestionas juguetonamente.
“331 y contando.” responde enzo con una sonrisa cómplice.
“vamos por más.” presionas finalmente play y te recuestas una vez más junto a él, listos para sumergirse en la historia que les esperaba en la pantalla.
enzo te observa con palpable cariño cuando realizas una acotación sobre alguna escena que llama tu atención, adora tu habilidad para transformar un momento tenso en el largometraje en uno lleno de risas, la manera de compartir todo lo que piensas, sin reservas, tu autenticidad inundando la habitación y su corazón.
para el final de la película, ya pasada la medianoche, culpando al cansancio acumulado y al calor reconfortante del cuerpo de enzo, te quedas dormida a pocos minutos del desenlace. el castaño nota tu suave respiración y la tranquilidad que ha invadido tu rostro mientras duermes, y decide seguir el mismo rumbo. con cuidado, apaga la televisión y se recuesta a tu lado, atrayéndote hacia él en un abrazo protector y cálido.
una sonrisa tierna se dibuja en sus labios mientras acaricia suavemente tu cabello. es un momento de paz y conexión, una imagen de serenidad y amor, donde el simple acto de estar juntos es suficiente para llenar sus corazones.
con un suspiro de satisfacción, enzo cierra los ojos y se deja llevar por el dulce abrazo del sueño, sabiendo que no hay lugar en el mundo donde prefiera estar más que junto a ti.
w/n: gracias a quien me mandó la request 🤍 aunque siento que en el camino me desvié, el resultado me ha gustado mucho :D pueden mandarme más ideas, aprovechen mis semanas de vacaciones 🫡
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𝑪𝒐-𝒔𝒕𝒂𝒓𝒔★
━━━━━━━━━━━━ ⋆⋅☆⋅⋆ ━━━━━━━━━━━━
𝐩𝐚𝐢𝐫𝐢𝐧𝐠: actor! enzo x actriz! reader
𝐬𝐢𝐩𝐧𝐨𝐬𝐢𝐬: Enzo y tú tienen un tiempo saliendo y por fin consiguieron ser CO-estrellas en una película, Pero no esperabas el nivel de complejidad que tendría el trabajar con el.
𝐜𝐨𝐧𝐭𝐞𝐧𝐢𝐝𝐨: smut,creampie,diferencia de edad (Enzo 34, reader 24), uso de Español rioplatense,mencion de sangre falsa y asesinatos, begging,oral sex sexo sin proteccion, dirty talk.
- : ✧ : -˚̣⋅ .. ⋅ ˚̣ ⊹ ⭒ – : ✧ : -˚̣⋅ .. ⋅ ˚̣- : ✧ : – ⭒ ⊹ ⭒ –
Enzo y tu tenían alrededor de 2 año saliendo formalmente, se habían conocido en una grabación de un pequeño filme indie, habían intentado por meses el lograr quedar juntos o como co-estrellas en un proyecto y recientemente lo habían logrado, era una pareja de esposos en una película ubicada en los años setenta.
La filmación era una maravilla, el ambiente del set era perfecto y, como era de esperarse, tenían una química increíble, los vestuarios de Enzo hacían que tu cerebro se derritiera lentamente, siempre eran unos lindos y elegantes trajes negros, su cabello perfectamente peinado como la época ameritaba, adorabas cada escena y momento a donde podían ser esposo aunque solo lo fuera en cámara.
En más de una ocasión era necesario grabar escenas subidas de tono, como en casi cualquier otra película romántica ubicada en los sesenta, amabas cada maldito segundo en que Enzo tenía que besarte profundamente, o ponerte sobre ti mientras te murmuraba lo buena esposa que eras para él, pero la película no era una simple película de romance, había asesinatos cruzados de por medio, cuando ese momento llego fue la gota que derramo ese minúsculo vaso que tenías de autocontrol.
La escena comenzaba, habías descubierto a tu esposo en una clara escena del crimen, con un traje negro sin el saco puesto, la camisa blanca de vestir arremangada manchada de sangre en esta, tu reacción debía ser de obvio miedo y así fue, estabas aterrorizada mientras tu esposo se acercaba tratando de calmarte usando su mejor voz.
—shh shh — dijo Enzo, colocando un dedo sobre su boca en señal de silencio, una escena brutal para tu personaje, tu esposo con un traje sin saco, su camisa blanca de vestir manchada de sangre aparentemente fresca, y un rastro que conducía a un contendor a donde para la mala suerte de tu esposo él no había tenido tiempo de esconder el cuerpo dueño de la sangre, Un grito se atoró en la garganta de tu personaje, dando un paso hacia atrás, haciendo sonar tus tacones.
— tranquila mi amor, quédate quieta — dijo Enzo caminando hacia ti, pero su expresión cambio cuando tratarse de abrir desesperadamente la puerta del sótano, entonces Enzo camino hacia ti en paso acelerado, estampándote contra la puerta del sótano, tomando tu quijada con su mano apretando tus mejillas forzándote a mirarlo a los ojos manchándote se sangre —te dije que te quedaras quieta— susurro sobre tus labios—
Por un momento sentiste genuinamente la adrenalina correr por tus venas, se sentía de alguna manera excitante el sentirse tan acorralada por él, la escena continuó con un pequeño forcejeo, pero un "Corte!", proveniente del director, te sacó de tus pensamientos, quedándote quieta por un segundo mirando las manos de Enzo manchadas de sangre falsa.
Él estaba a punto de dirigirte unas cuantas palabras cuando lo miraste a los ojos. Él conocía perfectamente tu mirada, y esa manera tan peculiar en la que mordías tu mejilla por dentro mientras le dabas unos ojitos pidiéndole a gritos silenciosos que te cogiera. Una sonrisa burlona y coqueta se notó en sus labios, acercándose a tu oreja susurrando —Nos vemos en tu camerino, chiquita —.
Enzo se retiró primero dejándote con ese sentimiento caliente creciendo en tu vientre, caminaste tras del hasta tu camerino compartiéndose miradas, sus ojos eran como pequeñas burlas hacia ti, cuando entraron al camerino Enzo cerro la puerta rápidamente, para luego rápidamente ponerte en contra del tocador brillante de este.
—¿Qué pasó, preciosa? ¿Necesitas algo?—dijo mirándote con sus ojos negros, su cara aún con manchas de sangre falsa.
—Vos sabés qué pasa — susurraste un poco tímida, poniéndote de puntillas para poder alcanzar apropiadamente su rostro. Podías sentir tu ropa interior mojada, algo en verlo, de esa manera te comía por dentro.
—Mm, no sé, si no me lo decís a lo mejor no estamos en la misma página — dijo en tu oído mientras deshacía el nudo de tu vestido cementero, rozando tu espalda suavemente con sus dedos.
—Sabías que el hijo de puta estaba fingiendo demencia, jugando con el listón de tu vestido, dando suaves besos cerca de tu oreja y tu cuello, y soltarte un suspiro caliente poniendo tu mano sobre la camisa blanca de Enzo, susurrando —
—Por favor — rogaste sin mucha esperanza de una respuesta.
—¿Por favor qué chiquita? Usa tus palabras — dijo dejando el listón en paz y frenando los besos en tu cuello —
—Un suspiro tembloroso salió de tus labios mientras sentías su respiración caliente en tu cuello—cógeme —.
—¿Vos te piensas que esa es la manera de pedir las cosas, linda? —dijo en tu oído con una clara sonrisa en su labio. Estaba torturándote, negaste suavemente y él alzó las cejas esperando tu respuesta—
—Enzo cógeme, por favor — dijiste ya desesperada. Fue cuestión de segundos para que te comenzara a comer la boca, acariciando tu mejilla con sus nudillos, comenzando a desabrochar tu vestido, aprovechando que el listón ya no era estorbo—
—¿Por qué tan desesperada porque te coja mm? ¿Te gusto verme asi, mmh? Que rarita que me saliste he— dijo burlándose, volviendo a tomar tu quijada como en la escena, dándote un pequeño beso — ¿tan desesperada porque te haga gritar y todo el mundo escuche de quién sos? —
Estabas por llevarle la contraria como lo harías en cualquier otro momento, pero sentir su mano debajo de tu vestido,sus dedos tocando suavemente tus pliegues por encima de tu ropa interior,te sacó un gemido ahogado—
Tomaste su brazo mientras mordías suavemente tu labio, sintiendo cómo sus helados dedos masajeaban juguetonamente tu clítoris, poniéndote la piel de gallina. —Ya déjate de joder Enzo— dijiste apretando su brazo levemente, sentiste cómo te alzó para sentarte sobre el tocador, jugueteando con sus dedos en tu entrada para luego darte una palmada en el muslo que te saco un pequeño grito—
—esa boquita, si seguís de maleducada te vas a ganar todo menos una cogida— gruño subiendo su mano libre para acomodar un cabello detrás de tu oreja — pídemelo bien hermosa si no te sirve de nada eso, lo sabes — dijo tomando tu cuello en su mano mientras acariciaba tus muslos internos con sus dedos jugando con las orillas tu ropa interior —
—Mordiste tu labio ante ese sentimiento de dominio, sintiéndote más mojada que antes, estabas al borde de explotar, moviendo tus manos a la villa del cinturón de su traje, jugueteando con este desabrochándolo—
—Enzo, por favor... por favor cógeme —rogaste, tomando entre sus dedos el botón de su pantalón—
—Una sonrisa ganadora se posó en los labios del uruguayo, comenzando un beso largo mientras desabrochaba la falda larga de tu vestuario, retir��ndola junto con la parte de arriba para solo dejarte en ropa interior, pasando sus manos por tu cuerpo apareciendo tus curvas —no tienes una idea de como me calientas —
—Te coloco en la orilla del tocador, para ponerse entre tus piernas, Sentías el bulto de su erección para hacer contacto con tu húmeda entrada Enzo peinó tu cabello con sus dedos y pasó su pulgar por tus labios —¿No me querés mostrar qué más sabes hacer con esa boquita aparte de quejarte, linda? —
Esta vez bastante obediente cediste a sus palabras, bajándote del tocador, para ponerte de rodillas frente a él desabrochando su pantalón torpemente, sentías su mirada sobre ti, siguiendo tus movimientos pacientemente hasta que liberaste su miembro de la dolorosa cárcel que era su bóxer, sentiste sus manos pasear por tu cabello para tomarlo con suavidad.
—Abre la boca, princesa — susurró tomando tu quijada para mirarte bien. Su satisfacción fue notoria cuando seguiste su orden, esta vez sin quejarte — Qué linda que te ves así.
Suelto tu quijada para tomar su miembro dándote dos suaves palmadas en la mejilla con este antes introducirlo en tu boca posándolo sobre tu lengua, mantenían el contacto visual mientras usaba tu cabello para guiarte, sentías la cabeza de tu miembro llegar a tu garganta sacándote unas cuantas arcadas y lagrimitas mientras Enzo soltaba pequeños quejidos.
—Mm, mira esos ojitos, ¿te gusta que te tenga así chiquita? si? —
Sentiste como pudiste, sintiendo cómo su miembro latía en tu garganta, un gruñido suave delato, su cercanía al orgasmo, por lo cual querías moverte aún más. Para tu mala suerte, él alejó tu cabeza soltando tu cabello, dejando la punta rozando tus labios.
—mmmh dale porfavor—te comenzaste a quejar, lo cual no duró mucho tiempo antes de que Enzo te tomara en brazos para ponerte sobre el sofá cama de tu camerino.
—Perdóname, preciosa,pero te quiero llenar toda —dijo para despojarte de tu última prenda, abriendo tus piernas apretando tus muslos para el ponerse en medio de estas, pasando sus dedos entre tus plieges— mira lo mojadita que estas—
—murmuro sonriendo relamiendose los labios, tomó su miembro para pasarlo por tu mojafo clítoris, sentiste tus piernas temblar de necesitada que estas, comenzó a introducirse lentamente tratando de no lastimarte de ninguna manera, un gemido lloroso salió de tus labios sintiendo como te estiraba por dentro—
—mira lo apretadita que estas—dijo con su mano en tu cintura apretandote y la otra manteniendo tus piernas bien abiertas, moviéndose suaves en un va y viene cada vez mas fuerte y profundo sacandote espasmos—
—enzo, dios—lloriqueaste cerrando tus ojos por el placer, sintiendo tu respiración poniéndose cada ves más errática—
—en cuestión de minutos Enzo había comenzado a perder el ritmo de sus embestidas, entrando fuerte y rápido, con su pulgar estimulando tu clítoris en pequeños círculos,tus gritos, lloriqueo y los gruñidos de placer de enzo se adueñaron de el camerino—
—muy rápido! Enzo —gemiste entre lágrimas que ahogaban tu mirada, bajaste tus manos al vientre de Enzo tratando de hacer que bajara su velocidad— más lento!—
—muy rápido preciosa? Mmh?—dijo en un falso tono de comprensión, el verte llorando como una bola de nervios mientras el golpeaba todos los lugares buenos dentro de ti lo ponía tan caliente, tomó tus manos para detener tu fallido intento de frenarlo, deteniéndose sobre tu cabeza— hace un rato estabas desesperada por que te la pusiera, ahora tomas lo que te doy, es lo más justo no crees?—
—dijo juntando su frente con la tuya, pasando de embestidas erráticas a un ritmo nuevamente, golpeando una y otra vez ese lugar que te hacia morderte los labios y sentir que te desvanecías—
—muy profundo! Enzo, Enzo!—forcejeaste aún sabiendo que no podrías soltarte de su agarre, sentiste el calor crecer más o más grande en tu núcleo, los espasmos cada vez más fuertes— Enzo! —
—todo estaba pasando tan rápido que no encontrabas las palabras para hacerle saber a Enzo que estabas por terminar, pero nisiquiera necesitabas palabras, Enzo podía sentir como te apretadas alrededor suyo, las embestidas se volvía descuidadas, los gruñidos de Enzo carecían de aire—
—te vas a correr preciosa? Si? Abrí los ojos Mírame, te queres correr?—dijo dejando solo una de sus manos tomando ambas tuyas, para bajar la otra y tomar tus mejillas obligándote a abrir los ojo, con tu vista nublada por tus lagrimas asentiste rápidamente— yo también, quieres que te acabe dentro? Quieres que te llene toda?
—si! Si, llename toda—dijiste cerrando tus ojos fuerte, sintiendo tu orgasmo liberarse, aprendandote alrededor de su miembro—
—Enzo bajo una mano para acariciar tu clítoris sacandote un llanto fuerte por la sobreestimulacion, mientras golpeaba una y otra vez tu cervix, su respiración desesperada acompañada con sus gruñidos, solo dejó en paz tu bulto de nervios una vez que acabó dentro de ti, sentiste las hileras de corrida llenarte completamente, ambos estaban temblorosos agitados y sobre todo pegajosos, Enzo se quedó dentro de ti y te dio un beso en la frente, limpiando el cabello que tenias pegado a la frente, después de unos cuantos minutos de descanso para recuperar el aire—
—que preciosa que sos—dijo Enzo acariciando tus mejillas, mirándote como si fueras lo más precioso de este mundo—
—una risita salió de tus labios, dejando un beso sobre la nariz de Enzo— y vos sos un lindo.
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AAAAAAAAA
Boe, primara vez que escribo algo así para Tumblr y primera vez escribiendo algo asi despues de MUUUUUCHO TIEMPO, aun no entiendo muy bn como tunear bonito mi perfil pero al toque le agarro el vuelo vvs🧍♀️🙏
#enzo vogrinci#one shot#fanfic#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic x reader#enzo vogrincic x you#lsdln cast#lsdln smut#lsdln#lsdln fanfic
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Una noche compartida
(Enzo Vogrincic & Pipe Otaño x reader)
1/2
tw: +18, diferencia de edad (no especificada), malas palabra.
————
Tu relación con Enzo era lo que siempre habías soñado, él era y será tu chico ideal. Su apariencia tan suave hizo que te llevaras una sorpresa demasiado grande al inicio de su relación. Realmente te volvía loca la dualidad que poseía en el ámbito sexual, era un espectáculo gratificante de ver, podía ser el hombre más vanilla del mundo visualmente, pero estando caliente era irreconocible, le gustaba todo lo que tenía que ver con verte a ti a su completa merced, juego previo, palabras denigrantes durante el acto, hasta fetiches que te daba vergüenza mencionar, todo consensuado claramente. Algo que te gustaba mucho de él era su seguridad en sí mismo, jamás fue alguien celoso, sabe bien lo que vale y lo que merece.
Desde que estás con el uruguayo no podías apartar la mirada de él, y estabas bien con eso, para ti este era el "primer amor de tu vida" y él se encargaba de darte la mejor experiencia de eso. Pensabas que era casi imposible que alguien más acaparara tu atención, y esto fue así, hasta que conociste a Felipe. Un hombre encantador de ojos claros y cabello oscuro, sonrisa cautivadora y personalidad mucho más que coqueta. Desde que lo viste comenzaste a dudar de tus propios criterios, jamás habías sido alguien infiel, y entre tus planes no estaba serlo, simplemente te parecía atractivo, era atractivo.
————
(semanas despues)
Para tu sorpresa, Felipe se había vuelto muy amigo de todo tu grupo, incluido En. Jamás cruzaron palabras estando solos, siempre fue el saludo cordial y uno que otro chiste cuando compartían tiempo juntos. Te gustaba su amistad así, era alguien muy simpático y casi siempre lograba sacarle una sonrisa a todo el grupo.
Estaban todos charlando en el comedor hasta que fuiste a la cocina por un vaso de gaseosa, no te percataste de ese alguien que seguía tus pasos de manera sigilosa hasta estar solos en el otro cuarto. Estando ya ahí, te diste cuenta de quién era; enseguida te ofreciste para servile algo de beber, y él sin decir palabra alguna negó con su cabeza.
El silencio que había entre ustedes dos era agobiante, ninguno decía nada pero mantenían contacto visual. Como veías que no tenía nada para decir, ibas a salir de la cocina, pero su oportuno agarre te detuvo.
Andy espera, nunca hemos tenido la oportunidad de hablar solos y siempre he deseado hacerlo. —Confesó el argentino sujetando de mi brazo suavemente.
Algo sorprendida por sus palabras y sin decir nada aceptaste esa pequeña invitación a conocerse más por lo que te sentaste con cuidado sobre la encimera.
Dale pipe, aprovechemos ahora entonces. —Dijiste tratando de sonar divertida.
Estuve conversando con Enzo, hace cuanto son pareja ustedes? tengo curiosidad —Enunció él soltando una suave carcajada.
Para ti era muy curioso, el argentino dice querer conocerte más y lo primero que hace es preguntarte sobre tu relación con Enzo. De igual forma, lo dejas pasar.
Pues somos pareja hace 9 meses, casi diez. —Le comentaste con voz dulce. Hablar de En no te molestaba en absoluto, al contrario, amabas hablar de su relación, después de todo él ha sido tu pilar durante estos meses, y haz aprendido bastante gracias al uruguayo.
¿A qué se debe tu curiosidad? Si puedo saber claramente. —Preguntaste con cierta intriga.
Pues me intrigaba el saber cuanto tiempo lleva Enzo con una mujer tan guapa y joven como vos. —Expresó mientras se acercaba lentamente a ti, quedando frente a frente, jamás evitó el contacto visual, es más, había algo en su mirada que te impedia despergarte ella, él apoyo sus manos sobre la encimera encerrandote en medio de estos.
Tenías los nervios de punta, esta cercanía tan repentina te tomó por sorpresa, más aun cuando sentías que te había coqueteado descaradamente. No podías alejarte, te era imposible. Su maravilloso aroma te había atrapado y su mirada penetrante recaía sobre ti, lo cual te intimidaba ligeramente y te impedía el habla.
No te hagas la loca, me has devorado con la mirada toda la noche, preciosa. —Dijo él con obviedad acercándose aún más a ti, estando a centímetros de tu rostro, podías sentir como su respiración tibia chocaba contra tus labios. Pero tú no eras tan fácil, y jamás le harías algo así a Enzo.
Discúlpame pipe, no puedo. —Apoyaste tus manos sobre sus hombros alejándolo rápidamente de ti. Enseguida saltaste de la encimera y caminaste hasta la sala para sentarte junto a tu novio. Felipe no tardo mucho en venir detrás de ti, sentándose justo enfrente mientras te miraba fijamente.
Enzo al instante notó que algo no andaba bien, estabas rara.
Acompáñame un segundo a la cocina, corazón. —Habló el uruguayo mientras se levantaba de su lugar buscando tu mano para guiarte nuevamente a ese lugar.
Desentendida lo seguiste tomando de su mano.
¿Qué pasó con Pipe? —Vocalizó el más alto mientras te miraba fijamente. ¿Fue tan evidente tu disgusto?
En, si te cuento lo que sucedió prometes no molestarte? —Enunciaste en tono bajito tratando de mantener la mirada firme. Él asintió esbozando esa sonrisa que te encantaba.
Felipe intentó besarme, y yo casi no puse resistencia. —Confesaste ante él, a pesar de que es algo de lo que no estabas orgullosa, querías ser sincera para evitar problemas a futuro.
Te juro que fue todo muy repentino, de la nada quizo hablar conmigo diciéndome que quiere conocer más y luego estaba ahí mismo donde estás parado queriendo romper el espacio entre nosotros. —Decías con algo de culpa.
Mira ese pendejito. Es obvio que te tiene ganas, nena. Te comía con la mirada y juraba que nadie se daba cuenta. —Comentó divertido.
Y lo entiendo perfectamente, a mí también me cuesta controlarme cuando te tengo cerca, parece que la única que no sabe lo buena que estás eres tú, amor. —Dijo posando una de sus manos sobre mi mejilla acariciándola levemente.
La cosa aquí es, vos también le tienes ganas, amor? —Preguntó con cierta emoción en sus palabras mientras se agachaba un poco para estar justo a tu altura. Su pregunta obviamente te sacó de onda, ¿a dónde quería llegar con ésto?
Nada que ver En, el único que me despierta ganas aquí, eres tú. —Le explicaste con obviedad mientras te pegabas más a él para abrazarlo.
¿Estas segura, amor? porque si queres garchartelo, hacelo, pero yo quiero mirarte. —Expresó él dejándote sin palabras. Claramente Enzo está algo pasado de copas, no está ebrio, pero siempre con un par de tragos se calienta hasta con el mínimo roce.
Decíme si querés hacerlo, yo lo converso con él, corazón. —Insistió.
No estoy segura de hacer eso, En... —La idea sí te llamaba, pero sentías que no era algo correcto, ni aunque él mismo te lo ofreciera. No negabas que el ojiazul sí te calentaba, es algo que habias imaginado en repetidas ocasiones, estando sobre él apoyando tus manos sobre su pecho mientras sentias como susurraba tu nombre en suaves quejidos. Pero siempre pensaste que se quedaría ahí como una simple fantasía.
Dale chiquita, te conozco lo suficiente como para no conocer tus fantasias más oscuras. —Expresó el más alto con voz profunda mientras te atraía hacia a él con uno de sus brazos.
Y no sabés lo mucho que me calentó la idea de verte cogiendo con otro mientras yo te miro. —Posando su mano cerca de tu nuca con un fuerte agarre; atrapó tus labios con los suyos y una apasionada danza entre estos comenzó, su lengua no perdió tiempo para explorar tu cavidad y el grotesco sonido que producían sus bocas chocando era algo que le generaba aún más placer. Su mano libre recorría tu cintura con fascinación, levantando un poco tu blusa para tener mejor acceso. Tu no perdías tiempo, mantenías una de tus manos por debajo de su camiseta y el frío contraste de tu manos con su tibia piel lo erizaba, mientras que con la otra, tímidamente la dirgiste hasta su entrepierna tocandolo suavemente por encima del jean.
Estaban tan hipnotizados el uno con el otro que habían olvidado donde estaban. Entraron en razón y la mejor decisión fue irse. Iban tan desesperados que el ascensor fue el mejor lugar para empezar. Enzo te acorraló contra la esquina apoyando tu espalda sobre el espejo, comenzó a besarte desesperadamente sin querer distanciarse ni un milímetro de ti, tus manos vagaban alrededor de su cuello enredando pequeños mechones de su cabello entre tus dedos, saboreando el exquisito sabor de su boca. Ese sabor amargo por el tabaco pero con suaves toques dulces por alcohol que había bebido. Este hombre realmente era tu perdición. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, retomaron la compostura y caminaron normalmente tomados de la mano hasta llegar a tu puerta.
Cerrando la puerta detrás de ustedes, En se pegó a ti de nuevo, quitó tu chaqueta y tu blusa con mucha facilidad, dejándote en brasier; comenzó a desabotonar su camisa mientras caminaban sin cuidado hasta el sofá tirandote de espaldas sobre este. Te acomodaste sobre tus codos para disfrutar de la escena más erótica del mundo, ver como su torso ligeramente marcado quedaba desnudo ante ti era una de tus cosas favoritas en el mundo. Rápidamente se puso con cuidado sobre ti, y si había algo que a él le gustaba, era darte placer y hacerte sentir cosas que nunca antes habías experimentado. Besaba tu cuello con frenesí, dejando pequeñas marcas sobre esa blanquecina zona, adoraba tu sabor, tu olor, cada parte de ti para él era maravillosa. Sus besos mojados comenzaron a bajar por tu abdomen, llegando peligrosamente al borde de tu falda. Enzo cada vez carecía más de cordura, hasta que levantó sin cuidado tu falda, dejándote casi expuesta ante él. Sus dedos masajeaban tu zona por encima de la tela mojandote completamente, lo cual le encantaba.
Mira como estás por mi, toda mojadita. —Dijo observandote fijamente, adoraba lo rápido que te ponías colorada al escucharlo hablar así. Sus dígitos seguían recorriendo el camino sobre la tela mientras que se acercaba a la altura de tu boca para besarte y calmar tus jadeos.
Enzo... por favor... —Decías entre gemidos, recién estaban comenzando y él ya te tenía como quería.
Que boquita tan linda que tenes, mi amor. Úsala, decíme qué querés. —Dijo demandante.
Escucharlo hablarte de esa manera era algo que realmente te enloquecía. Verlo sobre ti, con su cabello ligeramente largo recayendo en sus mejillas algo coloradas era todo un deleite para tu vista. Estabas por contestarle una vulgaridad, pero fuiste interrumpida por un golpe en la puerta el cual te trajo devuelta a la tierra. Enzo esbozó una sonrisa bastante sospechosa y se separó de ti no sin antes besar dulcemente la comisura de tus labios; a paso rápido se dirigió a la puerta para abrirle a quien estuviera del otro lado. Esperabas que él se encargara de hacerle saber a cualquiera que estaba ocupado, pero al contrario, escuchaste como cerró la puerta dejando entrar a alguien más junto a ustedes. Estando aún más confundida cuando viste quién era, una mirada cómplice entre ellos los delató y algo en tu cabeza hizo clic.
no sé de dónde me saqué la fuerza de voluntad para escribir esto, pero en mi mente era una idea genial, y hay parte dos. 🤓
es mi primera vez escribiendo algo así. dont judge me. 🙏🏻
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