#Ajuste de cuentas
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Crimen por Narcotráfico en Guayaramerín
La Policía confirmó que el asesinato de tres hombres en un inmueble de Villa Ocho a la madrugada de este miércoles estuvo motivado por un ajuste de cuentas entre mafias del narcotráfico. Al escenario se hicieron presentes agentes, fiscales y médicos forenses, y allí encontraron además de los dos cuerpos sin vida, un paquete de cocaína y los cuchillos con los que los sicarios cometieron el hecho.…
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#Ajuste de cuentas#Brasileros#Carteles#cocaína#Crimen#Cuchillos#Fiscales#Fiscalía Beni#Guayaramerín#Investigaciones#Mafia#Médicos Forenses#Narcotráfico#Policía#Sicarios
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Ajuste de cuentas: Matan de un disparo en la cabeza a una mujer embarazada
La mujer embarazada que ha sido tiroteada en Castellón es víctima de un ajuste de cuentas entre bandas rivales por un asunto de drogas. Se trata de una joven lituana de 28 años que ha muerto en el Hospital Clínico de Valencia, después de que lo sanitarios no hayan podido hacer nada por su vida. Los efectivos han conseguido salvar la vida de su bebé de 37 semanas haciéndole una cesárea de urgencia…
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Ajuste de cuentas (VII)
Entre el odio y la constancia del #racismo y la doctrina de esa cúpula asesina que deploro en la distancia, crecí en una disonancia tan hipócrita y manida. Tengo una cosa aprendida entre el sueño y la vigilia: la sangre no es la familia. No hay patria donde no hay vida. #Cuba
Ese cacharo a mi espalda se creía que era un Chevy. Entre el odio y la constancia del racismo y la doctrina de esa cúpula asesina que deploro en la distancia, crecí en una disonancia tan hipócrita y manida. Tengo una cosa aprendida entre el sueño y la vigilia: la sangre no es la familia. No hay patria donde no hay vida. ***Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario…
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la forma en que estoy convencida que en el modern au de memorias de idhun la familia de christian es literalmente la mafia
#elijo tb creer que los cuatro padres de christian tienen un rollo raro entre sí a la dios apate style pero todo el mundo está tan centrado#en los ajustes de cuentas que nadie se fija en la relacion de poliamor/poliodio que tienen entre ellos#creo que he dormido demasiado poco y me está pasando factura. anyway#memorias de idhun
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this whole tournament I’ve been thinking of wc26 me pone cada vez más enfermo
#the game is gonnnneee gracias fifa e uefa e conmebol e everyone else fucking it up for everyone#si dios es real habrá un ajuste de cuentas que impida que ocurra🙏🏽
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¡El gay Jacobo está loco de contento! Acaba de llegar su paquete de AliExpress™ con un trípode de luz LED de color ajustable para hacerse selfis. Se ha dado cuenta de lo obvio: ahora en las fotos sale con una mirada y una sonrisa cautivadora.
Ya verás como se pasa toda la tarde haciendo posturitas.
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“He hecho daño a personas, al igual que ellas me lo hicieron a mí. Supongo que ese fue nuestro ajuste de cuentas.”
-Metamorfosis.
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Gracias por el apoyo en el tercer capítulo de mi Au "El increíble circo del Limbo", aqui tienen el cuarto capitulo! Y normales escribo los capitulos para que duren 20 minutos/2000 palabras pero el Capítulo 5 durará 30 minutos/3000 palabras, Y agregaré a todos los personajes que vieron en el capítulo 3, Sin mas que decir espero que les guste este cuarto capitulo.
PD: perdón por los errores ortografícos, la foto no es mía, créditos a quién corresponda
Al día siguiente de lo ocurrido en el capítulo anterior...
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*Kinger fue al cuarto de castigo para visitar a Shira, Sin embargo al bajar las escaleras noto que el lugar estaba vacío*
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Kinger:
Shira?
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*Camino hacia adelante sin embargo no vio a nadie*
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Kinger:
Gloink?, Kaufmo?
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*Después de unos pasos, Vio que la luz entraba de arriba y se acercó, al mirar hacia arriba vio el pedazo de la pared del lugar caída y la cuerda*
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Kinger:
He!?
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*Kinger se dió cuenta de que alguien se había llevado a Kaufmo y al resto ya que ellos no serían capaces de llegar hasta allí arriba, salió rápidamente del cuarto de Castigó y fue a dónde estaba Caíne*
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Caíne:
Estás seguro hacerlo asi Jax?
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*Caíne observo la nueva arena que Jax había diseñado, esta quitaba parte del estadio anterior y dejaba paso libre al bosque del limbo que se encontraba afuera*
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Jax:
Vamos, que es lo peor que podría pasar?
Además así tenemos mas territorio para jugar
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Caíne:
Supongo que tienes, sin embargo implementaremos una cerca de acuerdo?
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Jax:
Cómo sea
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*Jax y Caíne terminaron los ajustes de la nueva arena en el cuarto de edición*
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Jax:
Y que paso con la inteligencia artificial de ayuda?
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Caíne:
Bubble se está encargando de eso
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*Ambos voltearon y vieron a bubble programando y presionando las teclas del teclado con la lengua*
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Caíne:
Solo espero que resulte bien
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Jax:
No deberías darle un cuerpo completo a esa cosa?
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Caíne:
Bubble es mas un asistente personal para ayudarte a recordar cosas, no de utilidad práctica, si quieres un robot personal deberías crear
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Jax:
Paso, mucha matemáticas para mí
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*Una vez terminados los planos, Caíne presionó el botón de edición y la arena empezó a cambiar, Mientras que Jax y Caíne veían el cambio en los monitores, Kinger entro en la habitación*
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Kinger:
CAINE!
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*Jax y Caíne voltearon*
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Kinger:
Quiero decir, ejem... Caíne, tienes un minuto?
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Caíne:
Claro, que sucede?
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*Caíne acompaño a Kinger afuera del cuarto de edición y este cerro la puerta*
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Kinger:
Son los del cuarto de castigo, No están
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Caíne:
No están? Que quieres decir? Desapareción también?
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Kinger:
Si, Pero no de esa forma, alguien se los llevó
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Caíne:
Que alguien se los llevó?
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Kinger:
Si, cuando entre al cuarto de castigo ví como una parte de la estructura del circo se había caído y de la parte superior colgaba una cuerda
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Caíne:
Acaso es posible? Eso significa que
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Kinger:
Que hay mas gente aquí
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Caíne:
Santo cielo, déjame buscar algo, tal vez nos ayude
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*Caíne se fue a los dormitorios y Kinger le siguió, allí saco otra esferas y al apretar el botón que está tenía salió un bubble enorme*
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Bubble:
Woyi! Dime en qué te puedo ayudar Caíne?
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Caine:
Nuestros amigos han desaparecidos y no sabemos dónde esta, necesitamos que traigas a todos aquellos que estén en el bosque aquí
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Kinger:
Caine, el bosque es demasiado grande, no creo que un bubble solo pueda
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Caine:
No te preocupes por eso, bubble conoces el protocolo de duplicación?
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Bubble:
Si, Uso las cenizas para crear a otros como yo hasta que encuentre a quienes buscan
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Caíne:
Exacto!
Activa ese protocolo y trae a cualquiera forma de vida que encuentres allí afuera, solo no la lasmites de acuerdo?
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Bubble:
Ok
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*Bubble voló hacia afuera y Caíne y Kinger le siguieron, al estar afuera del circo, bubble empezó a utilizar las cenizas para duplicarse, al principio Caíne y Kinger estaban tranquilos, pero la duplicación rápidamente se salió de control y antes de que pudieran darse cuenta, habían creado a un ejército inmenso de bubble*
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Caíne:
...
Creo que debí agregar un límite, en fin, Bubbles!
Ya tienen sus instrucciones, exploren el bosque y traigan a todo lo que encuentren!
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*Los bubble de desplegaron y empezaron a buscar*
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Kinger:
Crees que sabrán hacer las cosas bien?
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Caíne:
Eso espero, pero los programe para que fueron inofensivos y agregue un protocolo de auto Destrucción
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Kinger:
Ya veo
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*Kinger y Caíne regresaron y escucharon varios sonidos fuertes*
-
Kinger:
Y eso?
-
Caíne:
Es el cuarto de edición, estuve creando la nueva arena con Jax
-
Zooble:
Quieren dejar de hacer tanto ruido?
-
*Zooble se acerco a Caíne y a Kinger*
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Caíne:
Oh? Zooble, no te había visto
-
Zooble:
Que es todo ese escándalo? Porque se oye como si estuvieran construyendo un edificio
-
Caíne:
es el cuarto de edición, estamos mejorando el estado para la nueva actividad
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Zooble:
En serio? Y está vez de que se va a tratar?
-
Caíne:
Paint ball
-
Zooble:
Vete al diablo
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Caíne:
Déjame explicarte, Jax está realmente desesperado por su venganza, digamos que no le gustó demasiado perder, por eso la próxima actividad será una revancha, después volveremos a la ruleta de los juegos
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Zooble:
Y que hay de nosotros?
-
Kinger:
Oh! Ya habíamos hablado de eso, le daremos su revancha a Jax, sin embargo después de eso si dale algún juego de el, se gurars la ruleta otra vez
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Zooble:
Eso espero, por cierto han visto a Pomni y a Ragatha?
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Caíne:
He? No porque?
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Zooble:
Es solo por saber, no las he visto desde ayer
-
Caíne:
Las encontraremos no te preocupes
-
*Zooble se retiró*
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Kinger:
Que deberíamos hacer?
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Caíne:
A qué te refieres?
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Kinger:
Sabes Caíne, lo he estado pensando, y no me parece que sea correcto de tener a Gloink y a los demás encerrados
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Caíne:
Lo sé, Pero que podemos hacer?
-
Kinger:
Este lugar es increíble, puedes crear cualquier cosa con las cenizas de afuera, no podrías crear algo para entrar en sus mentes y averiguar que tienen?
-
Caíne:
Kinger!?
Me sorprende que me pidas eso
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Kinger:
No me mal entiendas, es solo que no soporto verlos así
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Caíne:
...
Lo sé, a mí tampoco me gusta su situación, Pero desgraciadamente no puedo hacer nada, mis conocimientos solo se limita a cosas Técnicas, nunca antes he tratado de controlar a alguien, y aunque quisiera carezco del conocimiento necesario
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Kinger:
Pero no podemos crear cualquier cosa?
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Caíne:
De poder, podemos, Pero el saber cómo usar esas cosas está fuera de nuestro alcance, pero no te preocupes, ahora que estoy empezando a crear nuevas inteligencias artificiales solo es cuestión de tiempo
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Kinger:
oh! Es cierto, y hasta ahora como te va con eso?
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Caíne:
Bastante bien la verdad, ven sígueme, te mostrare como llegue a esas conclusiones y...
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*Caíne se llevo a Kinger a un nuevo cuarto que están creando, ya que quería hacer una biblioteca, mientras tanto, Jax seguía en el cuarto de edicion, después de ver el progreso, salió del cuarto y fue a comerse un helado en el centro, sin embargo durante el camino vio a Gangle en el centro dibujando y decidió acercarse en silencio.*
*Gangle observo sus colores y aunque todos eran todos de blanco, negros y grises dudaba en cuál usar a continuación*
-
Jax:
Que es esto?
-
*Jax tomo uno de los dibujos de Gangle, está al percatarse de lo intento quitar pero este la detuvo con su mano ya que es muy alto*
-
Gangle:
Jax devuelvemelo!
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Jax:
Unos dibujos de Ragatha... Pomni?
No sabía que tenías esos gustos Gangle
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*Gangle se soltó he intento quitárselo Pero Jax rápidamente soltó el que tenía, cuando Gangle lo agarro el ya había agarrado otros 2*
-
Jax:
Je? Caíne x Kinger?
Zooble x Ragatha?
Tienes talento pero estás enferma
-
Gangle:
No sé lo digas a nadie Jax
-
Jax:
De acuerdo no lo haré, sin embargo estoy algo estresado sabes?
-
Gangle:
...
Que es lo que quieres?
-
Jax:
Sabes, he creado una nueva arena con Caíne y quiero estrenarla, si me hechas una mano y haces lo que te diga, No le diré a nadie de tus sucios dibujitos
-
Gangle:
Lo prometes?
-
Jax:
Lo prometo, tienes mi palabra
-
*Jax cruzó los dedos mientras decía eso y estrecho la mano con Gangle, después de eso ella recogió sus dibujos y acompaño a Jax a la nueva arena*
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Jax:
Bien las cosas son simples
-
*Jax se acercó acerco al terreno y agarro las cenizas, creo la misma arma que en su pelea anterior, una Ak-47 combinada con un sniper y hablo con Gangle*
-
Jax:
Quiero que me des una buena pelea, deberás ocultarte y tratar de ganarme, sin embargo si eres realmente patética le diré a todos
-
Gangle:
No es justo, tienes mucha mas experiencia que yo
-
*Jax le disparo a Gangle en la cabeza y está cayó al suelo*
-
Jax:
Es eso o reveló tu secreto? Elige
-
Gangle:
E-esta bien lo haré
-
Jax:
Perfecto, sin embargo...
-
*Jax retiró la munición de pintura del arma y la modifico usando balas reales*
-
Jax:
Usaremos munición de verdad
-
Gangle:
No es eso peligro?
-
Jax:
...
*Jax le volvió a disparar a Gangle*
Solo apresúrate si?
-
*Gangle estaba asustada sin embargo logro levantarse sin presentar ninguna herida*
-
Gangle:
como?
-
Jax:
Las cosas solo te duelen si no amenazan tu vida y son muy lleves, ahora date prisa
-
Gangle:
Si!
-
.
.
.
.
.
-
Zooble:
Pomni?...
Ragatha?...
-
*Zooble siguio caminando*
-
Zooble:
Alguien?
Dónde están todo?
-
*Zooble observo la puerta de la habitación de edición abierta y se acercó, no vio a nadie allí sin embargo al oir los disparos se acercó a los monitores*
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Zooble:
Ese es Jax?, a quien le estará disparando?
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*Revisó los otros monitrs y vio que Gangle estaba allí devolviéndole el Fuego*
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Zooble:
Está peleando con Zooble? Por dios...
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*Zooble estaba por retirarse de la habitación de edición, sin embargo vió el manual de esa habitación y pensó en vengarse de Jax ya que el estaba en la Arena*
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Zooble: ...
-
.
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.
.
.
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Jax:
Por dios si que eres patética
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*Jax devolvió el fuego, los disparos de Gangle ni siquiera lo rosaban debido a su mala apuntaría*
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Gangle:
Es difícil manejar un arma así
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*El restroceso del arma era muy diferente al retroceso de un arma con pintura y Gangle no podía manejarla bien*
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Jax:
como sea.
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*Jax salió de su escondite y le disparó a Gangle en la cabeza otra vez, después de eso la cargo por la ropa*
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Jax:
Y bien? Vas a pelear en serio o quieres que le diga a todos de tus dibujos
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Gangle:
Otra oportunidad porfavot
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Jax:
Está será la última, mas vale no me decepciones
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*Jax tiro a Gangle y está se fue a esconder, mientras lo hacía, Jax creo un cigarrillo y cuando estás por darle una provada, un disparo lo Tumbo al suelo*
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Jax:
... Nada mal...
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*Jax observo a quien disparo, creyo que era Gangle y empezó a contestarle el fuego, sin embargo un disparo hizo que Jax cayera el piso soltando su arma*
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Jax:
Que demonios?
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*Una ráfaga golpeó a Jax y este voló hacia la pared, rápidamente utilizo las cenizas al caer y creo un escudo*
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Jax:
En serio Gangle puede disparar así?
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*Jax estaba confundido pero las ráfagas no paraban, esto hizo que se enojara y empezó a crear un arma nueva, mientras lo hacían, los disparos empezaron a llegar de dos direcciónes*
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Jax:
Hay alguien mas?
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*Jax creo una granada de la lanzo rápidamente, le disparo su nueva arma a la granada y está volo hacia una dirección donde venían los disparos*
*Los disparos cesaron de esa parte pero aún venían del otro punto, Jax rápidamente creo otra granada de la cenizas y la lanzo, pensó en hacer el mismo truco otra vez sin embargo al lanzarla está fue intervenida por otro disparo*
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Jax:
Que demonios?
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*Jax trato de hubiese a quien disparaba pero no logro ver nada, después de un rato de recibir disparos, se canso y empezó a crear un arma mas grande con las cenizas, el escudo se debilo debido a las interminables ráfagas Pero cuando esté cayó, Jax había creado una enorme bomba*
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Zooble:
que mamada?
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*Jax explotó la bomba borrando así medio bosque y medio estadío, sin embargo el sabía que no recibiría daño y que eso era nada mas para abrir el terreno, cuando la niebla de disparo, Jax creo una bazoca que disparaba redes y cuando escucho el sonido de un arma disparo en esa dirección*
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Gangle:
Hay!
-
Jax:
Tu!
Puedes explicarme que fueron esos disparos?
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Gangle:
Que fueron que?
-
Jax:
Así que solo te estabas haciendo la inocente
-
Gangle:
Esa no fui yo lo juro
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Jax:
Y si no fuiste tú quien fue?
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Gangle:
No lo se
-
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Zooble:
Pobre idiota, fue divertido molestarlo, aunque no esperaba que llegaría a tanto
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*Zooble dejo las cosas del cuarto de edición como estaban para no delatarse*
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Jax:
Como sea, me largo
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Gangle:
Espera, que hay de los dibujos?
-
Jax:
No les diré a nadie de momento Pero esto no se quedará así, tendré mi revancha y vas a pelear como lo hiciste ahora
-
*Jax salió del cuarto*
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Gangle:
Espera jax sácame de aquí!
...
Jax!?
...
Alguien!?
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Continuará
#tadc pomni#the amazing digital circus#kinger#pomni#tadc fandom#tadc jax#tadc zooble#tadc caine#tadc kinger#tadc ragatha#tadc fanart#tadc bubble#the amazing digital circus gloinks#the amazing digital circus kinger#the amazing digital circus ragatha#the amazing digital circus pomni#the amazing digital circus caine#the amazing digital circus jax#the amazing digital circus Zooble#the amazing digital circus bubble#el increíble circo del limbo#el increíble circo digital#el asombroso circo digital#caine#pomni x ragatha#caine x kinger#zooble x gangle#tadc#jax#fanfic
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Imperator — 003
Skin compartida (0/4) — $55USD
Después de pequeños problemas con esta skin y unas cuantas diferencias de criterio con la persona que la comisionó (canceló(?)), he decidido ponerla finalmente a la venta para ser una skin de uso compartido. En principio es una skin sencilla, pero no les voy a mentir, está a medio camino de ser una skin avanzada, pero tampoco se queda como una skin simple. El precio de la skin ya incluye la comisión de PayPal y el costo de instalación (si requiere adaptación a un foro ya existente con más información, el precio aumentará). Para adquirirla sólo será necesario contactarme vía discord en michi_codes.
Genuinamente los detalles que le hacen falta son mínimos y son detallitos perfectamente ajustables.
¿Qué incluye?
Banner sencillo
Sidebar oculta que desplaza el cuerpo del foro + Pop up con créditos/disclaimer
Astucia de cambio de cuentas switcheroo
Tablón de anuncios con 3 módulos
Subforos con diseños personalizados (3 diseños)
Listado de temas
1 tablilla general
Zona de afiliados
Estadísticas y grupos
1 apartado de medallas
NO incluye:
Perfil de usuario
Lista de miembros
Lista de mensajes privados
Modo día/noche
Pack de tablillas, sólo una disponible
Página externa
Para agregar más secciones a la skin tendrá un costo extra, pero desde el vamos tiene soporte técnico ilimitado al ser una skin compartida.
Si la skin es de su agrado, sería feliz si llegasen a adoptarla ♥
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El ajuste de la pieza en su cuello le duele; molesta la cicatriz incluso a través de la tela gruesa.
El extraño es él, se da cuenta, el extraño es él.
#jacegon#jacaegon#aegon targaryen x jacaerys velaryon#jacaerys velaryon#aegon ii targaryen#fanart#omegaverse#fanfic#ao3 fanfic#house of the dragon#hodt
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( 06 template )﹕ dreamer avatar
➜ descarga/download ﹕( dreamer avatar )
( esp )
avatar simple que cuenta con una imagen de fondo y una pequeña en el centro. Contiene una carpeta principal donde van a poder editar todo el texto, las fonts principales para que puedan descargar son ¨ABRIL FATFACE¨ y ¨MOON¨. Dentro de la carpeta ¨mini psd¨ están los ajustes para cambiar los colores y el brillo de la imagen completa. De igual manera pueden desactivar las capas o la carpeta completa y utilizar los colorings que más les gusten.
﹗ reglas
no pasar como tuyo.
créditos no son necesarios, pero se agradecen.
no es para uso comercial.
#photoshop#portafolio#psd#roleplay#roleplay resources#free psd#resources#avatar#template#viktoooorviktooooorviktooooor
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El gran sacrificio que debemos de hacer todos, todos y cada uno de nosotros, es el de quemar la basura: dicho de otro modo, entregar a la llama viva lo que está muerto: Si aplazamos la tarea, si nos negamos a afrontar el asunto, llegará un día en que se juzgará a los <<vivos y a los muertos>>. Hay un día del juicio, que no le quepa duda a nadie. La vida sigue pesándonos en la balanza. El Día del Juicio no es una invención de las personas de mentalidad religiosa, sino un fenómeno psíquico o espiritual que obedece al calendario en movimiento de nuestra conciencia. El día del ajuste de cuentas es siempre el Hades o la Pascua de Resurrección. Así ha sido desde el comienzo y así parece que será eternamente.
Ésa es la cruz con la que carga el hombre y en la que puede arder con la llama eterna o ser puesto en la picota como un ladrón. No hay escapatoria. Como dice el Avesta: <<El mal no existe, sólo el pasado. El pasado ha pasado; el presente es un momento; el futuro es todo>>.
_ Henry Miller, Inmóvil como el colibrí. Navona editorial. Traducción de Carlos Manzano.
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Cambia, todo cambia
🌟 Novedades
Hemos añadido un nuevo distintivo lunar 🌒 que se actualiza en función de la fase en la que se encuentre nuestro bello satélite en cada momento. ¡Puedes hacerte con él o regalarlo en TumblrMart! Por ahora, solo está disponible en la versión web, pero lo incluiremos en las aplicaciones muy pronto.
La bandeja de entrada a la que llegan las preguntas y colaboraciones ahora muestra un botón para responder en lugar de un enlace de texto en la versión web.
🛠️ Mejoras y solución de problemas
Hemos resuelto un error que causaba que los saltos de línea no se aplicaran en la descripción de los blogs.
Las menciones no estaban funcionando correctamente al compartir publicaciones de otras plataformas, como Instagram. ¡Arreglado queda!
Los enlaces de SoundCloud se estaban mostrando automáticamente por error como bloques de enlace en lugar de contenido de audio insertado en el editor de publicaciones, pero ya está solucionado.
Hemos solventado varios fallos relacionados con el ajuste de los textos de las etiquetas al añadirlas a través del editor de publicaciones de la versión web.
Además, hemos resuelto una incidencia de este mismo editor que hacía que los borradores mostraran un error de autoguardado cuando las publicaciones solo contenían un bloque con la herramienta de búsqueda de gifs que aparece justo antes de haber elegido uno.
🚧 En curso
Algunas personas están viendo el icono del reloj en color gris (🕒) en las publicaciones, junto al botón de reblogueo, en la última versión de la aplicación para iOS. Pertenece a la función de envío rápido a la cola que estamos probando desde el Laboratorio de ideas de Tumblr, pero no debería de aparecer por defecto en todas las cuentas. Seguimos trabajando en una solución para que quienes no tengan este experimento activado dejen de verlo.
También en esta versión, la configuración de las respuestas y los mensajes no está funcionando correctamente y no es posible acceder a ella. ¡Estamos intentando solucionarlo lo más rápido posible y esperamos tener un parche listo muy pronto!
🌱 Próximamente
Aquí está al fin la publicación sobre los proyectos en los que trabajamos durante la última edición de la Hack Week de Tumblr. ¡Puede que algunos de ellos acaben sumándose a la plataforma!
¿Tienes algún problema? Envía una solicitud al equipo de asistencia y se pondrán en contacto contigo lo antes posible.
¿Quieres hacernos llegar tus comentarios o impresiones sobre alguna función? Echa un vistazo a nuestro flamante blog Work in Progress y empieza a compartir tus ideas y sugerencias con la comunidad.
¿Quieres apoyar Tumblr con una pequeña contribución? No te pierdas el nuevo distintivo de fan incondicional en TumblrMart.
¡Y no olvides que puedes consultar todos estos cambios en cualquiera de los idiomas disponibles en Tumblr en los blogs oficiales de los equipos internacionales!
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Pole Position (Formula 1 x lectora)
Resumen: Los premios de la FIA se darían el fin de semana, y a pesar de que Tania tenía algunas nominaciones, no tenía intenciones de ir.
~ Capítulo anterior Capítulo siguiente ~
Masterlist de capítulos
Masterlist de mi autoría
~ XXIV ~
—Cuando te dije que no dijeras nada... También incluía ser disimulado ¿Sabes?—
Tania ni siquiera miraba a Lando, pero sentia sus ojos encima.
—Lo estoy siendo.—
—No, ni un poco.—volteó a mirarlo—. ¿Es la primera vez que te acuestas con alguien del ámbito? Lo dudo.—Lando la miró, bajando la mirada por un segundo a su boca. La mujer le dió un golpecito en la frente—. Lo digo en serio, ya te dije el tema de los rumores. No los quiero.—
—¿Y si no puedo disimular lo jodidamente hermosa que me pareces y lo mucho que quiero que se repita?—
—... Lando, si se llega a siquiera sospechar algo en la prensa... ya no volveré a hablarte.—Tania se mantuvo severa—. Nada de tonterías.—el chico se veía sorprendido—. Sigamos como hasta ahora, pilotos que tienen una buena relación. Como con Carlos, o Franco... Nada más.—
—Diablos, la Tania seria no es divertida.—
—La Tania prudente, en realidad. No la cagues, vamos bien.—se levantó al ver que Carlos volvía del baño—. Pensé que te había tragado el retrete, señor.—
—Esos sándwiches tenían algo...—Carlos notó algo raro en el ambiente—... ¿Algún problema?—
—Ninguno, en realidad.—Tania miró a Lando, quien sonrió apenas.
—Todo bien.—
—Felicidades por el tercer puesto.—Tania sonrió al ver a Charles entrar a la sala de conferencias—. ¿Ves lo que se siente el tercer asiento?—
—Es una práctica, nada relevante... y respecto a TU tercer puesto... PUEDE que te haya subido a segundo. Solo tal vez.—el hombre abrió la boca sorprendido, sonriendo enseguida.
—Subiendo posiciones, me encanta. Uno más y estaremos en la Pole.—
—Superar a Checo es una cosa, pero Lando sigue siendo Lando...—
—Puedo superar eso, el año que viene.—
—Lo dudo, yo seré campeona entonces.—Charles sonrió.
—Linda confianza... Casi tan linda como tú anoche en la fiesta.—
—Buen adelantamiento por la izquierda. Halago bien acomodado.—Tania sonrió, sintiendo que sus mejillas se encendían un poquito. Intentó controlarlo.
—Desapareciste. Quise ir a decir hola a tu mesa y cuando me acerqué ya no estabas.—los periodistas comenzaron a entrar, por lo que comenzaron a controlar el tono de su conversación.
—Oh, es que me fui algo temprano... No soy muy de las fiestas. El sueño y la ebriedad son una combinación no muy interesante.—
—No parecías ebria mientras bailabas y repartías pulseras con una niña.—Frunció el ceño con fingida confusión. No tardó en sonreír.
—Mi ebriedad se traduce a sincericidio. "pregunta lo que sea, responderé sin pelos en la lengua"... Y eso usualmente es un problema.—
—¿sería tan malo?—
—Depende qué preguntes.—alzó las cejas divertida antes de acomodarse en la gran mesa para la próxima entrevista.
—Lo tendré en cuenta.—
La rueda de prensa finalmente empezó, y tras la entrevista al par de Ferrari, las preguntas cayeron sobre Tania.
—Hola, Tania ¿Cómo estás hoy?—
—Mejor imposible. Feliz por los resultados del día. Los ajustes y seguimientos del auto van excelentes.—
—Bee se esta comportando bien entonces.—La mujer sonrió maravillada.
—Te acordaste del nombre... solo por eso te acabas de convertir en mi periodista favorita, Dana. Yo recordaré tu nombre también.—se escucharon risas en el lugar—. Pero sí, Bee va de maravillas. Ya quiero verlo en marzo dándolo todo en la pista.—
—Tenemos un largo trayecto hasta marzo, si. Pero el viernes comienza la premiación de la FIA. Hay mucha expectativa por tu nominación para rookie del año.—
—Bueno, Dana. Te voy a dar una primicia algo decepcionante, pero no voy a ir a la premiación de este año.—
—¿Cómo que no va?—Lando miraba aquella entrevista sorprendido. Oscar se sentó a su lado.
—Inauguran un autódromo del TC en Argentina y prefirió ir a esa ceremonia, tuvo algunos problemas por ello con la FIA... ¿No sabías?—Lando negó—. Pensé que te gustaba.—
—Si me gusta.—
—Parece que no lo suficiente como para saber eso, lo dijo ayer en el almuerzo.—Lando frunció el ceño confundido—. ¿Sí te interesa ella o solo piensas en lo otro?—Lando se sintió algo fuera de lugar—. Me pregunto cuánto tardará en mandarte al diablo.—
—... Me acosté con ella, dudo que eso signifique mandarme al diablo.—
Oscar casi tira el tazón de cereales que traía en sus manos al escuchar aquello.
~Prioridades. Responsabilidades. Pueden parecer lo mismo pero no lo son... Tengo ambas, y en este caso he escogido una prioridad. Seré Tania de General Racing en 2025, ahora soy Tania de Hitech... pero primero fui Tato de Chevrolet en el TC. Y ser agradecida de mis orígenes siempre será una prioridad... eso nunca cambiará. Ni siquiera por un trofeo de la FIA.~
Tania ganó una mención especial por desempeño y méritos especiales en su tiempo en la Formula 2 y por su rápido pase a la Formula 1.
Pero mientras Mary recibía el premio y agradecía la oportunidad y el gesto aquella noche, la piloto pasaba uno de sus mejores días del año del otro lado del mundo, pilotando el primer auto que la vio ser campeona nacional.
El TC no era una categoría reconocida fuera de sudamérica. Su hogar era Argentina, siendo los países limitrofes entusiastas del evento también. Nunca fue muy grande. Pero gracias a Tania eso comenzaría a cambiar.
Asi como todo el mundo la adoraba a ella y a Franco por esa personalidad descarada, divertida y fresca, otros pilotos en el evento cubierto por la mujer resaltaron en sus redes sociales. Y los seguidores de la Formula 1 no tardaron en echarles un ojo.
—Subimos casi 100 mil seguidores en lo que va del día, Carlitos... Es algo increíble.—
Tania se lanzó s su cama, acomodando la laptop a los pies para poder ver a su amigo mientras comía algunos snacks.
~Vi un poco en Instagram, sí. Sigo pensando que esos autos suyos son rarísimos.~
—Porque son autos de verdad, no como los monoplazas de plástico que pilotamos en la F1... Tendrías que pilotar uno algún día...—La chica tuvo una idea—. Es más, con lo que gané del campeonato de la Formula 2 pienso comprar a Chevy, el auto que usé en el TC. Asi que ven cuando quieras.—
~¿Le pones nombre a todos los autos qué manejas?~la mujer sonrió al ver a Charles asomarse en la videollamada.
—Solo a los que yo he arreglado o armado ¿Ahora hablas español?—
~Poquito, poquito.~
~¿De verdad sería posible ir a Argentina estos días? Tenemos una semana libre antes de asentar el divorcio.~Carlos intervino~. Sería buena idea pasar unos días relajados.~
—¡Si! Absolutamente. Vengan a Argentina.—la chica se emocionó—. Les mostraré mis lugares favoritos, y podrían ir al autódromo para darle publicidad gratis.—
~Gratis nada. Invita la cena, chica.~Carlos miró a Charles, quien tonteaba con su celular~. ¿Vamos entonces?~
—Espero que mañana a las... 20 horas de Argentina nos esperes en el aeropuerto con algún lugar en mente para cenar, cariño. Nada de picantes.—
Tania le sonrió a la computadora, y el par de Ferrari no tardó en hacerlo también.
Cuando Charles y Carlos llegaron a Argentina, Tania se encargó de hacerlos sentir más que bienvenidos.
Les mostró sus lugares favoritos de la capital, los hizo probar su comida favorita y, sin ser su objetivo real, logró que se enamoraran de la ciudad.
—Si vamos al norte hace calor, y tenemos las cataratas que compartimos con Brasil. Oh, y si vamos al sur tenemos nieve. Para un lado la cordillera, y para el otro ballenas y el mar... Argentina es maravillosa.—Tania le mostraba distintos paisajes a Carlos.
—Vio nacer a la máxima comedora de capelletini del mundo, claro que es maravillosa.—Charles miraba divertido como la chica devoraba su plato como si nada.
Cuando llegaron a Argentina, Tania les planteó la idea de que se quedaran en su casa materna. Sus padres se habían ido a pasar fin de año al sur, a casa de unos familiares. Por lo que había lugar de sobra. Así que ahí estaban, cenando pasta simple con algo de salsa. No era la gran cosa, pero se habían divertido preparándola.
—¿Aquí conociste a Mary?—Carlos llamó la atención de la chica, que servía algo de cerveza en sus vasos.
—No realmente. Ella vino al taller de papá, a unos minutos de aquí... Puedo mostrarles si quieren, de paso traería unas cosas mias que dejé ahí la última vez.—
—Yo paso, estoy ebrio y tengo sueño.—Carlos le dio un sorbo a su cerveza—. Corrección: muy ebrio.—
—Vamos, yo te acompaño.—Charles sonrió—. Con la condición de que me dejes manejar la motocicleta que hay en el garage.—
—Hecho. Terminemos de comer primero.—
—¿Y esa cara gruñona? Parece la cara de alguien que se enteró de que la chica que le gusta está de vacaciones con otro.—
Oscar miró divertido a Lando, quien no se divertía para nada.
—No me dijo que irían a su casa.—
—Ustedes no son nada ¿Por qué diablos te diría algo?—Lando iba a abrir la boca, pero se contuvo—. De todas formas, son amigos. No sé qué te preocupa.—
—Charles me preocupa.—
—Ah, en ese caso es preocupante. Es muy guapo.—
Lando rodó los ojos, revisando por millonésima vez el perfil de la chica. Prepararon pasta. Parecían divertirse.
El chico entendía muy bien la situación que tenía con Tania, no eran nada. Sabía eso.
Había estado muchas veces con mujeres sin establecer nada serio. Algo de dos o tres veces y fin. No era nada nuevo.
Pero con Tania era diferente. Ella le agradaba de verdad, sin mencionar que la veía seguido. Y aún más preocupante, el BUSCABA verla.
Cuanto más le daba vueltas al asunto, más entendía que estaba en problemas. Serios problemas.
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El misterioso estudio del doctor Sexo
—Para mí, cuenta como la primera vez que los sorprendimos —decía el custodio cada que se lo recordaban.
En ese entonces solo era un académico. Yo tenía trece años y nueve meses y él tenía trece años y seis meses. Decir «sorprendimos» era correcto. Un nigromante dotado de trece años en la biblioteca no genera interés. Todos los nigromantes de la Sexta Casa son dotados. Incluso la presencia de los muy inteligentes es señal de que el sistema funciona como fue diseñado. Pero en la Sexta, cualquier nigromante —de trece años o no— que pueda resolver un problema con su corteza prefrontal y nada más va a provocar comentarios.
Sin embargo, se equivocaba al decir que fuimos «nosotros». Estábamos sentados en mi litera cuando empezó. Eso es todo. Recuerdo que ya estábamos demasiado grandes para ella y él no se podía sentar derecho porque su cabeza rozaba con la cama de arriba. La litera medía un metro de ancho, dos metros de largo y ochenta centímetros de alto, un cuerpo y medio según la medida del Imperio, y él ya medía un metro sesenta. Estaba revisando sus números y yo leyendo una carta. Reproduciré tanto de la carta como me sea posible.
Para mis queridos amigos: Les escribo esto desde PRISIÓN. Tenían razón cuando dijeron que masajear las paredes alveolares con el intercostal ayudaría, pero fue demasiado poco y demasiado tarde. Esto es mi culpa. Sí presté atención a los diagramas, PERO me tomó un tiempo entender cómo llevar el fluido a mi cavidad pleural y puede que haya empeorado las cosas. Lo siento, doctor. Loro viejo no aprende a hablar. Practico diariamente así que no me reprendan. Para no hacer el cuento largo, no gané la discusión y ahora estoy en la casa de Pro y Mia y TODOS mis peores miedos se volvieron realidad. Si sus pobres hijos respiran demasiado fuerte los llevan atrás y los decapitan. Susurran al jugar y caminan de puntas. Esto es lo opuesto a lo que quiero, dado que deseo ruido. Todos me aman, aunque eso dice menos de mi capacidad para ser amado y más sobre la poca compañía que les llega tan lejos de Cypris. Aquí en la montaña es hermoso, pero se desperdicia el paisaje en este viejo correspondiente. El mayor tiene la misma edad que tú y C y me trae flores. Es una criatura bendecida y el único con aptitud. Esto significa que desgraciadamente es un chaparro y sus hermanos todos son más altos que él, excepto por el de tres años. Una tragedia. Es comprensible que lo haya adoptado como mi hermano menor y que abiertamente me maraville con todas sus ofrendas, en su mayoría rosas o tazas de té. No tengo el corazón para decirle que desearía que me trajera cualquier otra cosa, tal vez revistas externas o cigarros. (ESTO ES UNA BROMA)
Puedo reproducir la carta porque todavía la tengo. Conservé todas. Él no tenía la necesidad de hacerlo. Palamedes recuerda todo lo que ve.
—Ciento cuarenta y uno —dijo cuando terminó.
—No. Ciento treinta y cinco.
—Cam, eso no puede ser posible. ¿De dónde estoy sacando los seis puntos adicionales?
Cuando me pasó sus calificaciones del módulo encontré el problema bastante rápido. Me había familiarizado con todos los reajustes. Yo ya estaba en el flujo de educación física y no tenía que preocuparme por ajustes. El diagrama de flujo de la Sexta Casa para los espadachines que entran al Séquito es la única cosa que el comité no cambia, no hay requisitos para linaje o ascensos. Los requisitos de linaje en la Sexta serían una pérdida de tiempo. Las tablas de parentesco se hacen más estrechas año tras año. Nací con cuatro niños en mi generación aptos para producir hijos conmigo. Palamedes tenía a dos.
Un poco de contexto sobre por qué tenía tiempo libre. En ese punto, solamente contaban dos cosas en el Capitel del Espadachín. La primera era qué tan competente eres, y era la menos importante de las dos. Ya no es así. El custodio fue el primer maestro custodio que interfirió con el Capitel en miles de años. No dice nada que a los doce años ya era una de las mejores en la Sexta, aunque nadie lo sabía más que yo. Los demás sabrían que era la mejor cuando cumpliera quince. Incluso entonces, no tendrían ni idea.
La segunda cosa, la más importante, era tu potencial de alcance genético. Cuando era niña, todos los espadachines eran categorizados en tres unidades, aunque si no eras de la Sexta no estarías al tanto de ellas. ¿Atractivo y competente? Te ponían con los Alejandritas. Les daban recomendaciones del Séquito para que los desplegaran fuera del sistema. ¿Competente? Epeidas y una referencia general. ¿Solo atractivo? Los Nireidas, que siempre iban a las reservas fuera de mundo. Hay que esperar mucho en las reservas. Muchos nigromantes malhumorados sin nada que hacer. Muchos soldados que no fueron elegidos y que hacen una misión por su familia o porque pensaron que sería divertido. Añade a soldados de la Sexta Casa en lo más alto de su rendimiento físico, cuyo último examen fue memorizar poesía erótica. Dicen que es una masacre.
No crean que entrar a los Nireidas no es la gran cosa. Es un honor de la Sexta Casa. No nos importa la habilidad con la espada, pero siempre nos importa diversificar el patrimonio genético.
El custodio solía bromear que los Alejandritas me llevarían. Era su manera de darse un cumplido. Si no fuera su caballera hubiera trabajado en la sección de datos.
—Aquí está. No puedes ser adepto del Cuarto Anillo y practicar Telemetría de manera simultánea.
—Por Dios, ¿qué? Ese no solía ser el caso. ¿Es el último reajuste?
—Creo que sí. Los modera el mismo comité examinador.
—Sí, ¿y? ¿A quién le importa?
—Viola la nueva rúbrica sobre el conflicto de los examinadores. Te inscribí a Telemetría, no al Cuarto Anillo. Son seis puntos menos. Lo siento, académico.
Se quitó los lentes. Era el infierno con anteojos. Solía doblar las varillas hasta que los lentes quedaban diagonales en su cara.
—Esos son seis puntos que no puedo perder. No tiene tiempo, Camilla.
Estaba a punto de decirle que tendría que quitar «Resonancia de transformación de huesos», lo cual hubiera terminado en una discusión, pero alguien tocó en la litera. Abrimos la cortina y nos asomamos y vimos que era la archivista Zeta, así que guardamos todo inmediatamente. La archivista Zeta no visitaba los dormitorios juveniles.
Describir a Juno Zeta como era en ese entonces sería ridículo, porque es la misma Zeta que es ahora. Muy alta, de edad entre cuarenta y sesenta. Castaña enfrente, pero de color gris en los extremos del cabello, recogido con pasadores negros en la base del cráneo. De mejillas redondas y ojos gentiles. Voluble. Feliz como un niño. El custodio siempre decía que era una fachada muy siniestra e inapropiada para su cerebro, que requería pasta térmica para evitar el sobrecalentamiento.
No gastó ni un segundo. Nos entregó una tabla sujetapapeles. Solo tenía un papel para copia azul recién hecho, todavía estaba caliente del estampador.
—Académico, tendrás que firmar y poner tu huella. Aspirante, solo necesitas firmar. Te llevo como mi agregada. Apúrense, ambos, me muero de la emoción —dijo.
El custodio quedó inmediatamente fascinado.
—Le aprobaron esto rápido en el comité —remarcó y se cortó con la púa del sujetapapeles—. ¿Es un registro de la Casa?
—Llevo más de una hora en las oficinas de Arqueología. Me escabullí de los secretarios —dijo la archivista.
Sus ojos oscuros brillaban. Estaba tan emocionada que sus mejillas se sonrojaron.
—No iba a dejar que nadie más lo robara de mis manos. Llevé a Caspar conmigo para que pudiera firmar la maldita cosa en el momento que me dieran el sello. Me lo debe desde que cubrí su supervisión de examen del periodo pasado cuando estaba reescribiendo sus pies de página. De cualquier manera, corrí hasta aquí. He tenido esto en mi calendario desde hace cinco años y tengo que ser la primera que pase por esa puerta.
—¿Revelación? —dije. Una suposición fundamentada, dado el formulario azul.
—Sí, es una historia muy triste, de hecho. Arqueo trató de extender su orden antes de que Recolección se lo llevara. La habitación en cuestión lleva cerrada más de cuatrocientos años. Y es verdad que los Arquis no han podido hacer mucho con ella.
»La maestra académica Marygold Shasta la tuvo bajo su heredad y se rehusó a dejarla porque tenía muchas ganas de examinarla, pero sus ojos eran más grandes que su estómago. Dios sabe que tenía suficientes cosas por hacer y no pudo hacer mucho en sus últimos años. Una mente brillante hasta el final, pero ese tipo de psicometría granular la agotaba.
»Pero le dijeron que no a que Arqueo transfiriera la orden ahora que ya lleva diez años que murió y las limitaciones expiraron porque… ¡por Dios! No me dejen hablar. ¡Si todavía no han firmado me iré sin ustedes!
Pero ya habíamos firmado ambos y nos habíamos puesto nuestras batas exteriores y las cubiertas palinoestáticas sobre nuestros zapatos para no mezclar las huellas talérgicas en el polvo. Recuerdo que los pasillos fuera de los dormitorios estaban llenos ese día. Los pasillos siempre estaban ocupados, porque inevitablemente llevaban a los huéspedes de la biblioteca para admirar a las viejas pantallas. Cuando tenía 10 años, nos pusieron en la lista de turnos para limpiarlas y mi admiración por las pantallas viejas murió rápido. El custodio y yo tuvimos una reacción alérgica con el limpiador de paneles. No pidió que lo cambiaran de responsabilidad porque quería estudiar su dermatitis por contacto.
Los pasillos estaban llenos ese día porque había algo que ver aparte de impactos de roca espacial o las escarpas. Muchos niños estaban pasando su tiempo viendo a los adeptos hacer mantenimiento de rutina. Yo solía verlos. Le adhieren umbilicales a los sirvientes esqueleto y los mandan por las compuertas. No se puede hacer cuando el viento sopla fuerte desde Dominicus, así que tiene que ser cuando la temperatura va en descenso. Una pasta térmica de color brillante cubre a los constructos. La pasta térmica de la Sexta es orgánica —termalosa, hecha de grasa— para que los adeptos puedan manipularla a través del cordón. A los niños más pequeños les gusta ver cómo limpian, con la esperanza de que las líneas se enredaran y todos terminaran en un nudo color neón. Ese es el entretenimiento de la Sexta Casa. El custodio dijo que todo el sistema de limpieza necesitaba modernizarse, empezando con traer un experto de la Novena Casa. Nunca llegó muy lejos en el Organismo de Supervisión con esa propuesta.
La archivista Zeta estaba impaciente al pasar por la multitud.
—Como decía, el estudio era de la académica Shasta. Mi viejo tutor lo quería, porque el tutor de su tutor estudió con el hombre en cuestión —un proyecto por amor al arte— vamos a ver a Caspar y a los demás ahí y siempre has dicho que quieres ser parte de una apertura y ya eres académico así que no veo por qué no deberías. Tú también, aspirante, cumpliste con los requisitos. Ah, ¿cómo está tu padre? —dijo, después de empujar a un niño de siete años.
Esta pregunta no era para mí.
—Disfruta el ser padre. Más bien debería decir, disfruta evadir ser padre. Solo está supervisando disertaciones… y medio año de Historia Inmediata, por supuesto. También tiene sus propios proyectos —dijo Palamedes.
—Solo el Rey Imperecedero sabe cómo lo hace. Cada que digo que aplicaré para un sabático, alguien en mi departamento muere con todos sus asuntos fuera de orden. Siempre son los nigromantes los que se sorprenden de morir. Uno creería que ellos más que nadie tendrían un poco de cabeza para pensar sobre su propia mortalidad…
»¿Les dije que tuvimos que traer a alguien que hablara con espíritus para preguntarle a Carolus donde había dejado sus marcas? ¿Sí? Estaban en la bolsa por fuera de su mochila de documentos. En todo caso, dale mis saludos a tu papá. Camilla, veo a los tuyos todo el tiempo, así que no preguntaré sobre ellos para actuar como si estuviera sorprendida…
—Archivista, ¿a dónde vamos? —dije.
—Vamos abajo. ¡Al estudio del doctor Sexo! —dijo, uniendo sus manos.
El custodio me miró. Miré al custodio. Recuerdo que decidimos no decir nada.
—Donald Sexo. Doctor Donald Sexo. ¿No han oído hablar de él? Mucho antes de su tiempo. Fue consagrado en el Jardín de Cobre por su trabajo en psicometría pos-Resurrección.
»Cuando murió, el Emperador mandó una carta con sus condolencias, la cual solía estar en un plinto al lado de su ataúd. Lo tuvimos que quitar de la luz. Algunas personas se quejaron y dijeron que lo deberían de mover al Mitreo de primera instancia, pero es absurdo, Dios nunca conoció al hombre.
»En todo caso, nunca terminó su proyecto final, el cual tiene un estado mitológico en algunos círculos, incluso fuera de nuestra Casa. Ni siquiera abrimos su estudio para un embajador de la Quinta hace dos siglos. Estaba tras la pista de un teorema que improvisó con algunos objetos de Sexo.
»Al final, todo lo que pudo hacer fue ir al ataúd y tratar de hacerle al fantasma algunas preguntas, pero Donald era demasiado inteligente como para regresar… Demasiado correcto. Creo que deberías dejar a una persona en paz después de que ya lleva enterrada varias décadas.
»Me enferma pensar en que algún idiota trate de sonsacarle información a mi fantasma sobre mi aparato crítico mucho tiempo después de que ya haya olvidado lo que era. Ahora, solo piensen… ¡El estudio del doctor Sexo es nuestro!
Decidimos no decir nada de nuevo.
—¿Solo es un estudio? Pensé que sería un laboratorio, por lo menos —dijo Palamedes.
—No. Abrieron esa vieja cosa cuando todavía era una niña. Los Incunables todavía tienen sus sucias manos metidas en él porque era un ala vieja de la biblioteca. Lo he visto. Un lugar horrible y macabro. Aparentemente, su estudio era mucho más moderno. Cuidado… escaleras.
Había muchas escaleras por bajar. El estudio sellado del doctor Donald Sexo solo estaba un piso arriba de la base de la biblioteca. Yo estaba bien. Al custodio le faltaba un poco el aliento. Las credenciales de la archivista Zeta nos ayudaron a pasar una de las puertas automáticas y luego solo fueron corredores simples que llevaban al estudio. Los pasillos eran tan estrechos que tuvimos que caminar en una sola fila. Al estar tan cerca de la base de la biblioteca, las paredes eran muy gruesas. Incluso los ruidos tectónicos del volcán que el Emperador Imperecedero alzó de la muerte durante la Resurrección llegarían hasta ahí. El custodio preguntó por el lugar.
—Esa es una de las razones por la que los Arquis pudieron extender la orden durante tanto tiempo. Nadie quiere este espacio —dijo la archivista Zeta—. No cambiaría mi hermosa oficina del Osario por esta… Ah, bien, todos están aquí.
El equipo de cuatro personas de la archivista estaba afuera de la puerta, esperando debajo de una placa que leía «D. SEXO». Se veían tan encantados con la idea como su líder y todos se dieron un apretón de manos a manera de felicitación. Nadie parecía estar sorprendido de que el custodio y yo estuviéramos ahí. Sabían quién era Palamedes Sextus.
—Ya terminaron de revisar si había sellos de protección. Podemos proceder. Juno, ¿quisiera los honores? —dijo uno de ellos.
—¿Qué si los quiero? —Y cortó la cinta que tenía escrito «DEPARTAMENTO DE ARQUELOGÍA» y metió la llave al cerrojo.
—La llave encaja y la puerta responde. Escribe eso en el registro —dijo la archivista Zeta y abrió la puerta.
Todos entraron. Era un espacio más pequeño que una oficina moderna de la biblioteca, debido a las paredes gruesas y el hecho de que cada pared disponible estaba abarrotada con estantes. Hileras de libros del techo a la pared apretaban el ya reducido espacio. Debieron de succionar el aire de la habitación en algún punto de los últimos cuatro siglos para el mantenimiento de la base, pero aun así estaba lleno de polvo.
—Todavía debería tener el cableado. Voy a prender la luz, archivista —dijo alguien, y un foco iluminó la escena.
Aparte de los estantes, el estudio tenía un escritorio sólido grande y anticuado, con un endeble revestimiento para que pareciera madera, y un teclado electrónico en lugar de cerrojos para los cajones. Había unos bultos grises que probablemente eran un sillón y unas cuantas sillas, cubiertas para que no se llenaran de polvo.
—Está bien caminar y respirar. No nos pondremos mascarillas. Dejen las firmas talérgicas que quieran, pero no tenemos permiso para tocar nada hasta que nos aprueben la examinación. —dijo la archivista Zeta.
El custodio se detuvo en el umbral. Tenía una mirada que conozco bien.
—Archivista, ¿el doctor tenía huesos para realizar observaciones? —dijo.
—¿Qué? No. Él lidiaba con blandos. Aparentemente no era muy adepto de los huesos. Ty, ¿hay huesos en el manifiesto?
—Algunas incrustaciones en los libros y los estantes —dijo uno de los miembros del equipo.
—Entonces presento para su registro: dos esqueletos de manos en el escritorio —dijo el custodio con cortesía.
Esto causó consternación inmediata. Todos se hicieron hacia adelante para ver. Seis personas amontonadas, tratando de no tocar nada, era mucho para que cupieran. Me mantuve alejada, pero tuve una buena examinación inicial.
El custodio tenía razón. El escritorio no estaba saturado para los estándares de la Sexta Casa, pero tampoco estaba ordenado. Donald Sexo dejó sus herramientas un día y nunca regresó a organizarlas. Había una pila de papeles en una bandeja de aluminio, un portaplumas pesado y un secante para sellos. Todos estaban en ángulos respecto a los otros. Uno de los cajones estaba abierto, vacío a excepción de un pañuelo de papel arrugado. Sobre el secante descansaba una esfera marrón, perfectamente circular a excepción de un segmento largo que estaba listo para que lo presionaran y se uniera a sus hermanos. En la luz, era muy similar a la madera. Al lado de la esfera y el portaplumas había, tal como mi nigromante había señalado, dos manos esqueléticas.
No había rastro de grasa o músculo. Los huesos de los dedos, palmas y muñecas todavía estaban intactos hasta los segmentos del carpo, donde terminaba de manera repentina. Ante mis ojos, de manera desigual. Por lo menos, no limpia. Estaban esparcidas en el escritorio, suplicando hacia el techo, con los huesos de la palma pesados. El marfil tenía una cubierta mate naranja bajo la luz de la lámpara.
—Caspar, Ty, al frente. Todos los demás, por favor, váyanse al fondo. Escriban en el registro que encontramos restos —dijo la archivista.
—Alguien busque más huesos en la habitación —dijo otra persona.
—La mitad de estos libros están incrustados. Buena suerte sin equipo.
—Si la habitación fue aspirada, la talergía restante se debió de haber ido, ¿correcto?
—No siempre es el caso. No estuvo expuesto al espacio profundo.
—El Dios Imperecedero los resucitó con globos oculares por una razón, niños —dijo la archivista, con una alegría afilada.
Ya había revisado la habitación. No vi más huesos, pero como no teníamos autorización para quitar las cubiertas de las sillas, no la llamaría una revisión profunda. El custodio dio un vistazo, pero siguió mirando fijamente a las manos, luego al piso y luego al techo. Lo dejé solo. El equipo estaba debatiendo si tenían o no permiso para levantar la alfombra cuando la archivista habló.
—Suficiente. Anoten que no hay más restos inmediatamente visibles. Julia, por favor utiliza la psicometría en las manos.
—¿Qué? ¿Yo? Archivista no tengo tanta aptitud como usted.
—Eres mejor que yo con lo orgánico, corazón, y quiero precisión.
El miembro del equipo se quitó el guante de la mano izquierda, relajó su mano y se acercó a tocar el conjunto de huesos de la izquierda. No estaba lo suficientemente cerca para ver qué hueso tomó entre su pulgar y su índice. Fue uno arriba de los huesos metacarpianos.
—¿Alguien tiene gel? Esto no puede ser correcto —dijo, eventualmente.
—No emitas juicios. Dime lo que observaste —dijo la archivista.
—Son doscientos años —dijo Julia.
—No puede ser. Esta habitación lleva bajo llave cuatrocientos sesenta años —dijo alguien más.
—En serio estoy obteniendo doscientos años. Ojalá tuviera un conductivo, pero no traje.
—¿La aspiración… no sé, afectó la degradación talérgica?
—Eso no hubiera cambiado la medida de la corteza. Las capas de un hueso pueden complicar una lectura, pero estamos hablando de discrepancias de un solo dígito, no de centenas. Por eso no soporto a los huesos. Son bestias horrendas —dijo Juno.
—Tome —dijo el custodio y ofreció un pequeño envase de gel sensorial que tenía en el bolsillo del pecho de su bata. Siempre fue muy organizado, incluso en ese entonces.
—Bendiciones para el muchacho —dijo la archivista Zeta y Julia inmediatamente se aplicó el gel en el pulgar e índice.
Volvió a tomar los huesos y, después de un momento, quitó sus dedos. El hueso quedó brillante y blanco de dónde lo tocó, como si lo hubiera limpiado con el contacto.
—Estaba en lo correcto. ¿Qué? Doscientos diez, máximo.
Todos hablaron al mismo tiempo, a excepción del custodio y a excepción de mí.
—¿Qué es eso? ¿Formulario rojo? No traje ningún formulario rojo. ¿Ustedes?
—Ya no es el formulario rojo. Los huesos incidentales se pueden registrar bajo los verdes.
—¡Huesos incidentales!
—No, ya es rojo de nuevo. El papel verde usa más tinta.
—Esto es ridículo. Va a resultar que mantenía los huesos sin registrar de su sobrino en el escritorio, o algo así, y no los pusieron en el manifiesto. Siempre resulta así.
—Su sobrino, ¿que nació doscientos años después de que murió? Piensa un poco.
—Esto era mucho más fácil cuando solo usabas el formulario blanco para todo y le agregabas un pedazo con color hasta abajo cuando lo entregabas —dijo alguien del equipo.
—No para el personal de admin. Los entiendo —dijo alguien más.
—¡A quién le importa admin!...
—Oye, eso no es muy…
—Cállense, todos. No es un baile de debutantes de la Tercera Casa —dijo la archivista Zeta y todos se callaron.
—Sí, es el formulario rojo. Sí, necesitaremos a algún villano de Arqueo para que apruebe esto, así que consigan a uno. Por favor, traten de no traer a alguien que esté haciendo trabajo sucedáneo en el entierro de la Sexta. No quiero que mi amado estudio caiga en las garras del poder extranjero de nuevo. Es nuestro. Lo ganamos de manera limpia y legal. Me quedaré aquí para vigilarlo en lo que consiguen los formularios y también unas bebidas calientes, por favor. Será un proceso largo —dijo en el silencio resultante.
—Juno, usted no tiene que ser la que se quede —dijo alguien más.
—El capitán se hunde con la nave, saben. Además, tengo a Palamedes y a Camila para que me hagan compañía. Traigan un montón de formularios rojos, por favor… No, yo sé que no hay que hacerlas tres veces, pero todavía no sé como llenar los rojos de manera correcta, y seguramente haré algo mal —dijo con énfasis.
Cuando el equipo de Recolección se fue del estudio, dejando la puerta abierta, la archivista Zeta habló.
—No se tienen que quedar a hacerme compañía. No va en contra del formulario de autorización si van y se preparan o se toman un descanso para cenar.
No tuve que responder.
—No. Cam y yo nos queremos quedar. Esto es interesante. Archivista, ¿puedo echar un vistazo? —dijo el custodio.
—Con mi bendición —dijo—. Terminaré el reporte inicial. Sabes que no debes tocar nada, pero no te vayas a tropezar. Esta alfombra se ve letal.
La archivista se posicionó en la entrada para tener un lugar donde escribir y recargarse de manera segura. El custodio, tal y como esperaba, me llevó a una esquina.
—Cam —dijo—. Esto en serio es bizarro. El estado del escritorio me dejó perplejo. ¿Viste bien las manos?
—Sí. Los huesos de la muñeca están desiguales.
—Y hay mucho más material en el radio de la derecha. Diría que se partió, pero necesito verlo de nuevo. ¿Viste los pernos?
—¿Pernos?
—El peso en las manos estaba en las palmas, Cam. Ese no es el centro de gravedad normal. El radio estaba jalando hacia el hueso grande. Te apuesto toda mi mesada de dulces a que lo clavaron.
Sus ojos brillaban. Dudé con la apuesta.
—Los huesos están descoloridos —dije.
—Sí. Lo noté. Naranja. ¿Teñidos?
—Se cayó cuando lo tocaron —dije y el Custodio parecía genuinamente sorprendido.
—No lo noté. Estaba muy ocupado viendo… bueno investiguemos de nuevo. ¿Vamos?
Investigamos de nuevo. Ya tenía años que cargaba con una linterna de bolsillo. Nos agachamos cerca de la mesa. De cerca podía ver que el radio de la derecha estaba dentado al final, al igual que el cúbito. Palamedes alumbró desde un lado de los huesos. El espacio entre los huesos y el escritorio no era significativo, pero el haz iluminó un brillo metálico entre los bultos. Igual, redondo y regular, del tamaño de la uña de mi pulgar. La cabeza de un perno. Evidencia clara de que el constructo había sido clavado. Nos levantamos.
—Pero eso quiere decir…
—Sí —dijo el custodio—. Obtengamos más evidencia. ¿Qué pasa con la decoloración?
A la luz de la linterna, la decoloración en los huesos de los dedos era más evidente. Eran muy naranjas, con un tono más oscuro donde había abolladuras en los huesos. La concentración más grande estaba en los nudillos y las líneas entre los huesos de la palma. El revestimiento también estaba manchado ligeramente de naranja, como un reflejo, donde el hueso tocó el escritorio. El único lugar con un color de hueso normal estaba donde el miembro del equipo llamado Julia apretó la falange del pulgar. Todavía tenía la grasa del gel.
—Aparenta menos de doscientos años.
—Sí. Algo retrasó el proceso de oxidación —dijo el custodio. Tenía su expresión de pensar.
—Dijeron que desoxigenaron la habitación.
—Esas son unas horas cada vez durante siglos.
—Si los huesos fueron clavados para mantenerse unidos, tiene sentido que también los hubieran tratado.
—Lo hicieron.
Alumbró las puntas de los dedos con la linterna. En la luz tenían un reflejo de un naranja mucho más brillante que el resto de las extensiones de falanges.
—¿Ves esos distales? Siempre tienen más capas, porque son frágiles. ¿Qué más notas sobre ellos?
Al custodio le encantaba enseñar. Siempre le gustó. Yo fui un experimento temprano. Tomé la linterna y me recargué en él para poder acercarme sin tocar el escritorio. Sostuvo mis hombros para que pudiera analizar las puntas distales. El rayo distinguió la capa brillante donde antes se les había dado una capa extra de conservante. Pero no fue hecho de manera igual. Estaba más delgada en la parte superior, donde los dedos apuntaban hacia el techo, y había partes como callos donde el sellador se había desgastado. No parecía como una fragilidad por enfermedad. Parecía que algo había corroído el hueso. Cuando dije esto, me jaló de los hombros y se me quedó viendo.
—Tengo que empezar a cargar con un microscopio —dije.
—Sí, claro, pero… ¿«corroído»? Eso sugiere… —Me sacudió de los hombros—. Cam, hiciste un descubrimiento. Estaba pensándolo de la manera incorrecta.
—¿Lo hice?
—Eres absolutamente brillante.
—Excelente.
—Eres un genio.
—Bien. ¿Por qué?
—Todo se revelará en su momento —dijo y me quitó la linterna—. Pero necesitamos un punto de acceso. La puerta estaba sellada. Pero tiene que haber otra abertura si aspiraron…
El custodio dirigió el rayo de luz de la linterna directamente arriba de nosotros. Muy bien camuflada en el techo, estaba una rejilla. Parecía la ventilación de un aire acondicionado antiguo. Levantó su voz.
—¡Archivista!
—¿Sí?
—¿Hay un túnel de servicio encima de la habitación?
Para darle crédito a la archivista, ni siquiera parpadeó, ni preguntó por qué queríamos saber.
—Un momento. Traje un mapa de este nivel, por si acaso. Los de Arqui son basura y nunca muestran nada.
—Claro que lo trajo —murmuró el custodio.
—Vengan a ver.
Salimos al pasillo con ella. El mapa de encima del estudio mostraba una red de túneles interconectados para compresores y secadores de aire.
—Sí, justo aquí —dijo la archivista, poniendo su dedo en el mapa—. Pusieron un acceso hace cien años cuando empezaron a renovar el sótano. Hay una puerta al lado de las escaleras, pero necesitarán el código de mantenimiento. No se preocupen, los memoricé todos antes de venir.
—Por supuesto que los memorizó —murmuró el custodio.
—Solo nos tenemos que asegurar de que sea seguro recorrerlos.
—¿Hay atmósfera?
—No siempre, tendríamos que revisar la pantalla.
—De acuerdo, porque si estoy leyendo este mapa de manera correcta, ¿hay un escape conector afuera de la biblioteca? —dijo el custodio.
—Justo en el blanco —dijo la archivista—. Ahora, el contexto para las preguntas, por favor. Yo estoy a cargo aquí.
—Archivista, queremos acceder al túnel justo arriba del estudio.
—¿Queremos?
—Sí —dijo el custodio—. Porque estoy bastante seguro de que, si vamos ahí, encontraremos más huesos.
La archivista Zeta lo vio y su mirada se tornó de acero.
—Palamedes —dijo—. Esto irá en el reporte escrito. No puedo abrir una puerta de mantenimiento sin registrarlo y el órgano revisor querrá saber mis razones. Puede que solo tengas trece, pero estás usando la bata del académico. Me veo en la obligación de preguntar. ¿Estás seguro? Porque si no lo estás, es tu reputación y la mía en juego, a pesar de tu edad.
—Estoy seguro. —No dudó.
—¿Todo es legal y dentro de los reglamentos?
—Absolutamente.
La mirada de acero desapareció.
—De acuerdo —dijo alegre la archivista—. Tendremos que ser rápidos. Veamos la pantalla. Puede que queramos usar mascarillas si muestra que la calidad del aire es mala. No habrá mucha talergía conductiva o tanergía allá arriba, así que sean sensatos.
Pero la pantalla de mantenimiento estaba verde y nadie necesitó mascarillas. Al abrirse, la puerta revelaba una escalera y la escalera llevaba a una pequeña habitación cuadrada con varias compuertas que llegaban hasta la cintura. La archivista Zeta miró en el mapa para buscar la compuerta que correspondía al estudio de Donald Sexo, quitó el cierre de seguridad y la abrió. Salió una ráfaga de aire rancio.
—No puedo hacer esto. Soy claustrofóbica —dijo la archivista—. De igual manera, solo cabe una persona.
—Yo iré —dije.
—Cam.
—Hay polvo. Estornudarás.
—Alergia genética. Tienes suerte de que no te tocó —dijo la archivista.
El custodio no quería que fuera, pero al final estuvo de acuerdo. No estaba segura de si estaba nervioso por mí o si solo quería observar lo que hubiera en el túnel. No se ponía ansioso por las cosas grandes. Todo salía en ataques sobre las pequeñas batallas. Entré con la cabeza por delante.
—Recuerda, aspirante, si llegas a descubrir algo, no lo toques de ser posible. —Fue lo último que escuché a Zeta decir.
El túnel era cuadrado y obscuro. Pude haberme puesto en cuclillas y avanzar así, pero era más rápido ir de rodillas y apoyarme con los codos. Le dije al custodio que habría polvo, pero no había. El aire olía a unidades de presión viejas y acero. La única luz era una tira luminiscente verde en las esquinas, así que no podía ver mucho.
Zeta me dijo que solo tenía que avanzar cuarenta metros y una esquina para llegar a la rejilla encima del estudio. Una vez que doblé esa esquina, vi lo que el custodio quería que encontrara. La luz del estudio pasaba entre las barras de la rejilla. Del otro lado de la rejilla, frente a mí, había un cráneo.
Pasé algo de tiempo contorsionándome para poder sacar la linterna de mi bolsillo. Cuando la prendí, vi mucho más que un cráneo. Había un esqueleto completo en la misma postura de rodillas que yo había tomado. El brazo derecho estaba atrapado en la rejilla, debajo del esqueleto colapsado. Estaba en ángulo, así que nunca lo hubiéramos podido observar desde la habitación debajo. La muñeca encajaba con la mano derecha del esqueleto, la que terminaba de manera fea y dentada. Iluminé el resto de los huesos. Los pernos de seguridad brillaban en los hombros y en todas las vértebras. No pude ir más allá para distinguirlo, pero estaba noventa por ciento segura que atrás del cráneo tendría tallado un número identificador de constructos y una lista de fechas de mantenimiento grabadas en la superficie.
No vi el número, pero había una marca perfectamente redonda en el hueso frontal. Como una marca de una ventosa, o de un cortador redondo. No era profunda. Bajo la luz de la interna brillaba blanco, mientras que el resto del cráneo brillaba del mismo color naranja que las manos que estaban en el escritorio de abajo.
No tenía una cinta de medir. (Después de eso siempre llevaba conmigo una cinta de medir.) En su lugar, hice una evaluación rápida con mis manos, probando el espacio entre las barras de la rejilla. Luego empecé a recorrer esos cuarenta metros hacia atrás, lo cual no fue difícil, a excepción de la esquina.
Una vez que Palamedes y la archivista me sacaron por los pies, me saqué la linterna de la boca y la apagué.
—Sirviente esqueleto, le faltan sus brazos desde el punto del olécranon. Concuerda con la descripción de los huesos que vimos en el escritorio.
—Vamos a necesitar tantos formularios —dijo la archivista.
—Eso no es todo —dije.
Zeta exclamó mientras les compartía todo lo que había visto, con detalle. Palamedes estaba muy quieto mientras describía la posición del brazo, atorado en la rejilla.
—En posición de palanca —murmuró.
Pero cuando describí el círculo blanco en la frente del esqueleto guardó silencio y puso su cara de pensar.
—En el nombre del Río, ¿qué pudo haber pasado? —dijo la archivista, perpleja.
—¿Pudiéramos regresar al estudio, por favor? —dijo el custodio.
—Claro. Este misterio necesitará de un equipo de adeptos y mucho tiempo en el archivo. De igual manera, el resto del equipo regresará pronto con el nuevo formulario de Sexo.
Una vez más, el custodio y yo decidimos no decir nada.
El equipo no había regresado al estudio. Palamedes fue directo al escritorio. Volteó hacia arriba para ver la rejilla donde yacía el sirviente esqueleto y de nuevo al escritorio.
—Cam, la rejilla…
—Lo suficientemente grande para que los brazos cupieran.
—Pero no los hombros.
Su mirada cayó sobre el escritorio de nuevo. Pensé que estaba viendo el portaplumas. El custodio era un diablo para robar plumas. Pero estaba observando desde otro ángulo. No estaba viendo el portaplumas para nada.
Cuando regresó el equipo de la archivista, tenían los formularios y a dos miembros del departamento de Arqueología. Estaban perplejos y luego horrorizados. Pienso que solo medio creyeron la historia de los de Recolección de Datos. Fueron con Zeta para ver el escritorio mientras esperábamos atrás.
—No, estaba sellado —dijo uno de ellos.
—Sexo era conocido por ser cauteloso con sus códigos y llaves. Shasta heredó la única llave y nunca nos autorizaron hacer una copia. Como sea, la puerta está conectada al sistema central. Se abrió hoy y se abrió hace cuatrocientos sesenta años cuando pusieron las cubiertas sobre los muebles y firmaron el manifiesto, unos días después de que falleciera el doctor. Aparentemente quería que lo regresaran al estudio después de su caída, pero falleció en cuestión de días. Eso es todo. Esto es muy bizarro.
—Me temo que hay más —dijo Zeta y les contó lo que encontramos en el túnel de servicio. Todos empezaron a hablar y sacaron más formularios.
—Ahí muere mi teoría de un allanamiento —dijo uno del equipo de Recolección—. Rayos. Amo los atracos.
—No tocó nada, ¿verdad? —dijo uno del dúo de Arqueología. No sabía quién era el custodio, no de vista, por lo menos.
—Para nada —dijo el custodio—. Pero ahora ya sé lo que pasó.
Les tomó algunos segundos a los presentes darse cuenta de lo que dijo. Cuando lo hicieron, todos nos voltearon a ver a él y a mí.
—Yo no —dije.
—¿No sabes, Cam? —dijo el custodio.
—Bueno, no sé el porqué.
—¿Qué es esto? ¿Presentaciones de estudiantes? —dijo uno de Arquelogía pero otro del equipo lo calló.
—Académico Sextus, habrá serias consecuencias si usó psicometría —dijo otro de nuestro equipo.
—Es bastante obvio, si lo piensan —dijo el custodio.
—A nadie le gustan los niños engreídos, académico. Sácalo —dijo la archivista.
Palamedes se quitó sus lentes y los limpió con su bata.
—Es claro que fue el mismo doctor Sexo. — Hubo un silencio confundido.
—Miren, conecten los puntos. Aquí están las manos de un sirviente esqueleto y el resto está en el túnel de arriba. Tenía dos trabajos muy interesantes y esos trabajos interesantes nos permiten saber cómo llegó aquí. El último trabajo que tuvo fue hacer mantenimiento externo. El trabajo antes de eso fue mantenimiento de áreas comunes, específicamente del Jardín de Cobre. Así conoció al doctor, por así decirlo.
Se volvió a poner los lentes.
—Archivista Zeta, nos dijo que un académico de la Quinta trató de llamar al espíritu del doctor por cuestiones de investigación, pero no llegó a nada. Creo que sí llegó a algo, solo no lo suficientemente lejos. Debió crear una conexión significativa con el espíritu del doctor para que se estableciera como un renacido en su propio cuerpo…
»Pero, por supuesto, no pudo salir de su ataúd de cobre. Así que utilizó un vínculo tanérgico para saltar a uno de los sirvientes de limpieza. Probablemente ayudó el linaje de la Sexta, si asumimos que el cuerpo era un pariente lejano, aunque de cualquier manera su éxito sugiere que el cobre es más tanérgicamente permeable de lo que pensamos, lo cual pudiera tener aplicaciones.
Nadie le preguntó sobre las aplicaciones. Estuvo cabizbajo por un momento y luego continuó.
—De igual forma, el doctor llega hasta su estudio, pero la puerta está sellada mecánicamente. ¿Qué es lo que hace? Va hasta el área de mantenimiento externo y con descaro sale con los otros sirvientes.
»El personal debió asumir que lo asignaron ahí y lo vistieron acorde. Cuando no regresó, nadie lo pudiera haber notado, porque no estaba en el manifiesto externo en el primer lugar. Encontrarán que un esqueleto asignado a mantenimiento externo desapareció hace doscientos años, cuando lo revisen.
»Una vez que estuvo extramuros, el doctor escaló hasta un escape externo y entró por ahí. La compuerta probablemente estaba cerrada, pero nunca cambiamos los códigos de los escapes, así que apuesto a que todavía sabía cuál era.
»El último obstáculo era la rejilla. No había manera de que cupiera, pero solo necesitaba sus manos. Las barras tenían espacio para ellas, Camilla revisó, así que se rompió la izquierda, de manera limpia, y usó la derecha como palanca, no tan limpio.
»No creo que hubiera sido capaz de hacer un mejor trabajo si estuviera tratando de romper mi mano restante con una rejilla.
—Académico Sextus, todo esto es conjetura. A excepción de que utilizara psicometría y en ese caso es un incumplimiento —dijo otro del equipo de Recolección.
Me dio gusto que lo llamaran académico Sextus.
—Tonterías. Usar la nigromancia para todo te vuelve débil. Puedo probarlo, y ustedes pueden comprobarlo con las firmas tanérgicas una vez que lo apruebe el Organismo de Supervisión, que será en ¿cuánto? ¿un año? —dijo claramente.
—Menos de la actitud, por favor. Puedes hacer bromas del Organismo de Supervisión cuando hayas trabajado en él. ¿Cómo puedes mostrar de manera definitiva que los huesos pertenecían a un sirviente de limpieza?
—Tienen pernos —dije. Empecé a poner mi peso sobre un pie, rodar mi centro de gravedad hacia adelante, y luego cambiar el peso. Me ayuda a pensar.
—Sí, aspirante, pero les ponemos pernos a los esqueletos por muchas razones. Aprendiste anatomía con un esqueleto con pernos.
—Solo se puede entrar al estudio por la puerta o por la ventilación —dijo el custodio,
—O por el acceso —interrumpió uno de los arqueólogos.
—No lo habían construido todavía. Esto fue hace más de doscientos años. Así que está la puerta, por la cual no podía entrar dado a que hay una sola llave, o entrar por el exterior y la biblioteca no deja a las personas escalar afuera porque sí. Luego miren los huesos. Están cubiertos con termalosa naranja y se degradó con el tiempo.
—No puedes decir de manera definitiva que es pasta térmica —dije, antes de que otra persona pudiera decirlo.
—No, pero el hecho de que esté sobre todo el esqueleto es sugestivo. Eso por sí solo sería conjetura, estoy de acuerdo, si no fuera por la marca umbilical en la frente. Eso, más el hecho de que no hay otra manera de entrar al estudio lleva a la conclusión de que sea un constructo de mantenimiento externo. Pueden hacer los exámenes que quieran al polvo.
—La parte del Jardín de Cobre es una suposición —dijo alguien más.
—No —dije—. Examinen las puntas de los dedos. Hay daño acídico moderado.
—Para cualquier trabajo químico pesado le hubieran puesto guantes al sirviente —añadió el custodio mientras me miraba con calidez—. Pero hay un trabajo insignificante donde no se hubieran molestado, y donde el líquido para limpiar es ácido y no bio: limpiar grandes extensiones de cobre.
—Por favor —dijo el primero en hablar.
—Eso tiene sentido —contestó otro, a regañadientes.
—De acuerdo, es un sirviente de limpieza. Pero ¿por qué Donald? ¿Por qué regresaría a su estudio? ¿Qué es tan importante que se convirtió en renacido, lo cual no pasa exactamente todos los días? Es más probable que alguien hiciera una Novena y usara al sirviente como títere para obtener acceso no autorizado —dijo el hombre llamado Caspar.
—El investigador de la Quinta vino a tratar de levantar al doctor por las mismas fechas que data el esqueleto —dijo Palamedes de manera simple—. Si abren su ataúd de cobre, les apuesto a que encontrarán algo que confirme mi conclusión. De cualquier forma, el doctor es el único que pudo haber abierto ese cajón.
Todos voltearon a ver al cajón abierto.
—La oficina estaba cerrada. Cubrieron los muebles. Debieron haber cerrado los cajones. Y, justo como acaba de mencionar, el doctor era cauteloso. ¿Quién más pudo haber sabido sus códigos?
La tensión en la habitación cambió. Lo empezaron a ver con una sospecha diferente: la terrible sospecha de que tenía razón.
—Pero ¿por qué? ¡Los renacidos regresan por pasión, Sextus! Debe haber sido su última teoría, su proyecto final, pero no hay nada aquí que se parezca a eso —exclamó la archivista Zeta.
—¿De qué trataba su último proyecto? —pregunté.
—Eran fluctuaciones de talergía pos-Resurrección, ¿no? ¿No era su teoría descabellada de que había más saturación de tanergía y talergía justo después de la Resurrección? —dijo alguien del equipo de Recolección.
—Estaba haciendo talergía arqueológica y forense —dijo alguien más—. Y destruyendo el presupuesto de Arqueo rompiendo papel.
—Muchas peticiones de objetos —dijo otra persona.
—Tengo una teoría —dijo el custodio y, esta vez, lo vieron de la manera en la que hubieran visto a un colega—. Pero involucra tocar algo, solo una cosa. ¿No hay estipulación de eso en la guía, si uso guantes, y es para obtener un material más importante? ¿Puedo?
—Estás en el límite —dijo la archivista Zeta.
—Es una apuesta, académico. Aun así, ¿Quién está a favor? ¿Levanten las manos? —dijo el hombre llamado Caspar.
Las manos se levantaron, en diferentes velocidades. Hubo un breve argumento entre dos de ellos sobre la mejor praxis y política, pero así es la Sexta. Sus manos también se levantaron eventualmente. Y, así, hasta el final también la archivista Zeta la levantó. Asumo que sintió que tenía que ser más cuidadosa. Levanté mi mano con ella como su agregada.
—Gracias por la oportunidad —dijo el custodio.
Le dieron guantes de plástico gruesos, derivados puramente del petróleo, sin material orgánico. Me sorprendió porque no fue a agarrar los huesos. Los pasó de largo y tomó la esfera y, cuando asintió en mi dirección, la iluminé con mi linterna. Nunca había visto madera de cerca. Después confirmarían que era real. La pesó entre sus manos con guantes.
—Debió haber sido algo vil de resolver. Gracias doctor —susurró.
Luego puso la punta de uno de sus dedos en la barra de madera extendida y la presionó. La barra se deslizó a su lugar, resultando en una esfera perfecta de madera. Hubo un clic.
—Seguramente solo supo cómo resolverlo después de su muerte —dijo el custodio.
—Eso es tan de la Sexta que creo que vomitaré —dijo Zeta—. Pero ¿por qué lo dejó con un movimiento faltante?
El clic causó que la parte superior de la esfera se soltara. Había un espacio ahí, como una tapadera. El custodio abrió la tapadera y vio algo dentro, frágil y blanco.
Cuando los otros lo vieron nos jalaron inmediatamente. Los mecanismos de la Sexta Casa cobraron vida. Uno de los de Arqueología gritó. Nos llevaron afuera, y la mitad de ellos corrieron a conseguir cinta de barrera y un equipo de contención con pinzas y un creador de litografías. Inmediatamente apagaron todas las luces para evitar dañar el contenido de la caja. Todos se estaban dando palmadas en la espalda.
—Gracias a Dios fuimos nosotros —decían.
—Si esto hubiera acabado con los del Repositorio nunca lo hubieran abierto.
Todos estaban tan felices como si los acabaran de invitar a una fiesta. El equipo de Recolección de la archivista Zeta se abrazaba como si estuvieran de nuevo en sus ceremonias de matriculación. Todos estaban felices y hablaban por encima de los otros. Apretaban mi mano y la del custodio, incluso si ya lo habían hecho dos veces antes.
En algún punto recordaron que el custodio y yo teníamos trece años. Nos mandaron tarde a la hora de la cena con una nota de disculpa mientras empezaban las preparaciones. Tenía bastante hambre. El custodio estaba tan ocupado escribiendo que fue doloroso hacer que comiera. Para cuando terminamos, el comedor estaba vacío, a excepción del personal y los sirvientes que tenían esa responsabilidad. La archivista Zeta apareció cuando ya había terminado y el custodio había casi terminado.
—Pues tenías toda la razón —dijo—. Recolectamos el esqueleto en el pasillo y encontramos una etiqueta de ausente sin permiso de hace doscientos años. Desapareció de, adivinen, responsabilidades en el Jardín de Cobre.
»Peor, el comité nos dio permiso ahí mismo para exhumar al doctor Sexo… se mueven rápido cuando usas la palabra con R. ¿Lo pueden creer? ¡Los huesos de sus dedos estaban rebajados! Intentó abrirlo desde adentro. Macabro. Sexo era un renacido intenso.
—Eso es lo que me molesta. Si era tan intenso, ¿por qué se detuvo en el último esfuerzo? ¿Por qué no abrir la caja del todo? —dijo el custodio.
La archivista empezó a jugar con uno de los pasadores en el moño de su pelo.
— Su estudio estaba sellado. Sabía que los Arquis no llegarían a él hasta dentro de años y años y años. Adentro de la esfera hay papel, papel real y delicado, incluso si no sabía precisamente qué era, pudo haber tenido una buena idea. Abrir la esfera significaría que lo expondría a los elementos. Prefirió aplazar la satisfacción de resolver el rompecabezas para que alguien en el futuro pudiera disfrutar su última deducción —dijo la archivista.
—Eso es conjetura.
—Ah, totalmente —dijo Zeta—. Pero es lo que espero en Dios yo hubiera hecho en su posición. Tal vez el último arranque de energía espiritual lo dejó después de que destruyó parte de su cuerpo y estaba demasiado agotado para continuar. ¿Quién sabe?
Nos quedamos en silencio por un momento.
—¿Alguna esperanza de puntos extracurriculares si hago un reporte de académico? Tengo el derecho de presentar uno —dijo el custodio alegremente.
—Tendrías que presentarlo al comité. No jalaré hilos. Puede que te den un punto, considerándolo —dijo la archivista.
—¿Uno?
—¡Codicioso! Yo me hubiera deleitado de recibir un punto entero extra cuando tenía tu edad —dijo la archivista—. ¿Cuál es tu ambición, Palamedes? Espera, no me lo digas. No quiero saber y no me permitiré influirte. No mueras en un ataque de arrogancia.
—No creo que debería tomar ese consejo viniendo de alguien que se convirtió en académico a los quince.
—De tal palo, tal astilla, ¿no? Eres como tu madre —dijo la archivista y, en un momento inusual de afecto, le acomodó el cabello.
—A papá le gusta decir eso —admitió Palamedes.
—Dile al hombre que Juno Zeta nunca asustó a la vida silvestre local como tú lo hiciste, o, como mínimo, yo me esperé otros siete años. Vas a tener que presentar esto al Organismo de Supervisión, sabes, pobre y joven tonto. Las galletas que sirven en los descansos son horribles. Buena suerte y quiero ese reporte en un plazo de seis días de estudio, por favor. Ya sabes dónde está mi casillero.
Cuando ya estaba a una distancia segura, nos volteamos a ver. Luego chocamos los cinco.
—Todo un maldito punto extra —dijo—. Por Dios, somos buenos. Cam, eres brillante. La mejor futura caballera. Mi segunda prima favorita en un campo amplio que aun así dominas.
—Palamedes
—¿Sí, Camilla?
Lo vi. Me vio.
Nos empezamos a reír. Nos reímos tanto que cada vez que uno se detenía, el otro lo hacía reír con solo una mirada, hasta el punto en que nos estaba doliendo. El personal de la cocina nos echó, pero el custodio seguía carcajeándose.
—¡Doctor Sexo!
Se llevaron el papel de la caja antes de que el custodio pudiera ver la página completa, pero el custodio recuerda todo lo que ha leído. Solamente vio un pedazo y eso fue más que suficiente. Durante los años, siempre ha sostenido que era una carta de amor.
Él debería saber. Escribió muchas y nunca recibió una de vuelta.
Querida: Mañana te convertirás en Lictor y finalmente irás a donde no puedo seguirte. Quiero que conserves esta carta cuando estés lejos para cuando pienses en mí y me quieras y no puedas tenerme y sepas que, sin importar que tan lejos viajes, o que tan largos los años se sientan, la única cosa que nunca permanece sepultada es
Ya no poseo una copia. Él y yo quemamos la transcripción para que no nos atraparan con ella. Él no la necesitaba, de todas maneras. Yo tampoco. Palamedes recuerda todo. Ese es su problema.
Yo siempre lo recuerdo a él. Ese es el mío.
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No sé si es venta de ropa o ajuste de cuentas...
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