Sobre historias, relatos y traducciones. Por: Diego Rodríguez @pescandome
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Sakanaction - Kaijuu English Lyrics / Letra Español / サカナクション怪獣 Lyrics
Español: Kaijuu (Monstruo)
Muchísimas veces grito
Aunque esta oscura noche sea un monstruo
Quiero dejar este secreto
Justo aquí
Poco a poco, me como
De pasado al futuro
Me como en orden sus estrellas rojas y azules
Docenas de veces las muerdo, y de derretirse ¡bebámoslas!
Por encima de la colina, miro las estrellas y
Siento también esta tristeza...
Para cuando mis manos se tiñan
del brillante amanecer, ya lo habré olvidado todo
Este mundo está convenientemente incompleto
Es por eso que quiero saber
Aunque, a lo lejos esté gritando quien parece monstruo
Otra vez ha desaparecido
English: *Kaijuu (Monster) *
So many times I shout
Though this dark night becomes a monster
Here I want to leave
This secret behind
Little by little, I eat
From past to future,
And in order, I eat their red and blue stars
Dozens of times I bite them, and if they melt, let's drink them!
Above the hill, I see the stars and
I feel this sadness...
By the time my hands dye from
The morning glow, I'll have forgotten everything
This world is conveniently incomplete
That's why I want to know
Even though, far away, there's kind of like a monster shouting
It has disappeared once again
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El evento
Al inicio, pensé que era sólo un sueño—y lo es. Pero más tarde aprendí que era más que eso...
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A inicios de Marzo, comencé a sentir que no descansaba. Dormía, y soñaba una que otra cosa. Principalmente combinaciones entre lo real y pequeñas alteraciones de mis recuerdos.
Salvo una noche, donde, dormí, y descansé, pero fueron dos días enteros. Todavía al escribir esto no logro saber cómo sucedió.
Afortunadamente ocurrió un viernes, por lo que no me hizo perderme de mucho, al fin y al cabo pensaba tratar de tomar siestas durante esos días.
Escribí en las notas de mi teléfono lo que soñé, y posiblemente para alguien más no tenga sentido—digo, muchos diarios de sueño al despertar tienden a ser del mismo modo. No obstante trataré de explicar lo mejor posible.
Previo a mi racha de malas noches, debo mencionar un suceso relevante unos años antes. Recuerdo haber asistido a la reapertura de la biblioteca. Una vieja amiga, Luisa, quedó a cargo de ello e hizo un gran trabajo. Logró conseguir un gran servicio de catering y contratar un cuarteto de cuerdas para amenizar el evento. Quién diría que quien por fin le daría mantenimiento y transformaría este olvidado lugar, sería Luisa.
Mientras ella charlaba con conocidos suyos, decidí darme una vuelta por los pasillos y revisar si había nuevos libros: sí los había. Ahora había más y mejores opciones, más actualizadas y claro, más pesadas. Me vinieron recuerdos de mi carrera mientras recorría lo escolar y opté por divertirme, yendo al área infantil. Los colores me trajeron buenos, y unos que otros malos, recuerdos de cuando solía venir aquí. Me senté sobre un puff amarillo y tomé unos cinco libros que reposaban sobre el pequeño librero. El fresco olor de las nuevas páginas me pareció muy revitalizante. Me dieron ganas de comprarlos y ponerlos junto a mis obras selectas.
El primer libro trató sobre cómo hacer amigos, el segundo sobre las emociones, el tercero sobre la higiene personal y, cuando estaba por hojear el cuarto libro, cayó un pedazo hoja con una numeración similar a la que llevan en la base de datos de la biblioteca pasada.
Decidí buscar de qué trataba ese código misterioso, por lo que dejé los libros sobre la repisa, poniendo hasta el frente el cuarto libro que trataba sobre siestas, pesadillas y sueños.
Me acerqué a la computadora más cercana, busqué los números, pero nada apareció. Pensé mientras miraba el cursor parpadear, esperando a que siguiera escribiendo. Tanto la pantalla, como el reloj de pared, parecían estar en sincronía. Tic, tac, tic tac.
Fue gracias al dispensador de agua que irrumpió el compás, que pensé en modificar el filtro de búsqueda para hallar el libro. Busqué por antigüedad y por alguna razón muchos libros tenían la misma numeración y letra, pero lo que me hizo descartar a todos fue el título que decía "No quiero dormir". Por el nombre, me sonó a que se trataba de otro libro para niños. Pensé en lo bien organizado que tenían los libros. Tenía sentido que fuera en relación a dormir, pues el cuarto libro que tenía hablaba de ello. Posiblemente aquella nota era porque quedaba pendiente traer ese libro a su sección correspondiente.
Al leer en dónde se encontraba, me pareció como si alguien hubiese tramado una broma, pues éste se encontraba en ensayos metafísicos. No obstante, me aventuré a dicha sección.
El papel... No recuerdo donde lo puse, pero lo memoricé bien: M3110DI.
Tomé el ascensor y me dirigí a la letra M, anaquel 31, sección 10, derecha inferior. Me pareció curioso que no fuese inferior derecha, pero aún así logré dar con él. Éste, en efecto, no era un libro para niños. Si no que se trataba de una colección de ensayos sobre los sueños y sus distintos orígenes que hacían a los autores replantearse si estaban durmiendo de la mejor forma. Algo así decía la contraportada. Lo que me llamó más la atención fue que sólo se podía leer el índice, pues lo demás se encontraba subrayado en tinta negra, figurando una censura de algún tipo, o algún posible arrepentimiento de publicación. Entre aquellos títulos, recuerdo que sólo se alcanza a entender "Cruce si—", "La Fl— A—", "Gran J—", "La P—R—" y agradecimientos.
Durante ese día pensé en qué habrían querido decir esas palabras incompletas en los títulos. Eso y cómo es que palabras como "línea", "pruebas", y "halloween", que encontré en el capítulo del cruce, podían significar algo. En mis notas del celular lo anoté, pensando en que después lo retomaría. Regresé el libro a su lugar y volví al evento principal. Conversé con Luisa hasta que terminó todo. Ella se fue primero y yo pasé al baño antes de irme. Mi reloj indicaba 7:15 y mientras se movía las manecillas, calculé mi retorno.
El equipo de aseo se encontraba ahí charlando luego de haber recogido y limpiado las dos áreas utilizadas. Les agradecí por su gran labor y pasé a la tercer cabina. En ese momento, mientras hacía del baño, cerré los ojos y pasaron frente a mí aquellas palabras como si alguien las hubiera unido a un listón y hubiera corrido para que se elevaran en el aire y se pudieran leer fácilmente. Sin embargo, en ese instante, volví a escuchar ese tic, tac, tic tac, que había escuchado frente a la computadora. Y al mismo tiempo después el filtro del agua, cuando éstos se encontraban lejos de los baños.
Al abrir los ojos escuché que alguien tocó la puerta preguntando si me encontraba bien. Respondí que sí, que ya salía—y así fue. De todos los miembros del equipo del aseo, sólo quedaba una. Ella me comentó que se preocupó por mí, pues me quedé ahí por 2 horas. Ella pensó que ya me había ido, pero volvió para dar su rondín rutinario. Cuando dijo eso sentí que me aceleró el corazón y mis orejas enrojecieron. Pedí disculpas y miré mi reloj que ahora indicaban las 9:16. Me apresuré en salir y en pedir un taxi a casa. Mis planes de llegar a casa temprano habían visto frustrados.
Tic, tac, tic, tac.
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Sobre Ideas y Blogs
Había estado pensando en dónde publicar mis pensamientos espontáneos sin ser un tuit o un thread, y creo que aquí es mejor.
Mi idea siempre de escribir un blog, inició con el hecho de que quería unirme al mundo de los video bloggers, pero era muy joven y se me daba mejor escribir—aún, though.
Siempre hago comparativas de sitios antes y ahora. La verdad es que sí, muchas cosas han cambiado y mejorado para bien. Aunque otras, las he visto irse por el lado obscuro del dinero.
Sí, lo entiendo, nada puede ser completamente gratis. Sin embargo, tengo años tratando de encontrar el mejor sitio para poder publicar y compartir lo que hago.
En un inicio había sido Blogger. Creo que, como muchxs, era la primera opción y la más sencilla. Era eso o Neocities, aunque éste era (y aún es) más complicado porque tienes que hacerlo desde cero. Ahora le he agarrado más interés. De haberlo hecho antes con mi interés actual, habría sido imparable.
En fin. Blogger me parecía aceptable. El único inconveniente eran los temas. Siento que, teniendo tanta popularidad y demás, podrían ponerle más empeño e interés a añadir más temas. Probablemente no sucederá y, no me sorprendería si Google decide ya no mantener Blogger. Si pasó con sus Google Domains, que ahora le cedieron la chamba a SquareSpace, pues. Lo veo posible.
Y es que esa necesidad de tener un espacio bonito y funcional era mi mayor meta. Di con sitios como Wordpress y pensé que lo había conseguido, pero su entorno era más como orientado a sitios web con fines comerciales. Y aún lo es, y peor. Justo eso me hizo querer escribir esto. Ahora su herramienta de edición de sitio está increíble. Sin embargo, no puedo creer que al tener un sitio gratuito te den nada de espacio para subir tu contenido. Te fuerzan a comprar algún paquete caro solo para poder al fin usar tu sitio libremente y sin restricciones y con un dominio “gratis”.
¿Es en serio? Solían ser grandes, pero, yo creo que les caló que la gente no compraba sus temas y solo creaban un sitio gratis y le tomaban ventaja. Y está bien. Se supone que para eso eran.
Busqué alternativas. En aquel entonces había encontrado un sitio que era blog(.)com. A pesar de su simplicidad, pensé que lo había encontrado. Y comencé a publicar cosas. Cosas que, con el tiempo me desesperaba que no hubiera interacciones, y es que, eso fue algo que me hizo entrar en razón. A pesar de ser como eran, Blogger y Wordpress tenían su mini red de usuarios que se podían inscribir por RSS o seguir con sus cuentas que, seguro promocionaban en Twitter o YouTube. Pero, ¿mi página en este sitio? Nadie lo conocía en español, menos iba a crear una audiencia.
Y así como ahora, todo me apunta de vuelta a Tumblr. Y está bien. Lo he aceptado y me gusta.
No es que Tumblr sea malo, la verdad es increíble (salvo, bueno, los anuncios). Fue simplemente mi concepción de Tumblr. Yo viví esos años obscuros y no tan obscuros y me cree una idea errónea de lo que tiene que ser un blog aquí.
Solía pensar que era un lugar donde, si no creabas contenido original, compartías (rebloggeabas) fotos de tus gustos y atraías a gente nueva con lo que compartías. Básicamente un tablero de Pinterest, pero queriendo ser edgy.
Sabía de la existencia de personas que creaban edits o fanfics de sus ships favoritos, pero nunca me cruzó por la mente que aquí también podía escribir
Aún con mi dominio, me encontraba varado y dudoso en si de plano me quedaba con blogger o si creaba un sitio en Google Sites. Todo esto porque venía incluido en mi dominio Google y quería sacarle provecho. De no haber sido así, no sé que habría hecho.
Al querer buscar inspiración para una historia, regreso a Tumblr y veo lo mucho que ha cambiado y todas las grandes cosas que hay. La increíble gente talentosa que sube su arte, que programa temas geniales y una comunidad aún activa es de lo mejor.
Y, sí. Creo que después de muchas decepciones, aquí me quedaré y espero que a muchas personitas les gusten las historias que escriba y así. En @pescandome , la idea es practicar el traducir canciones que me gustan mucho y también compartir mis historias/cuentos/fragmentos de posibles novelas.
En @matchatlan , tengo pensado hacer dibujitos y hacer mini comics de cosas que pienso o me han sucedido.
En fin. Tenía que dejar todo salir de mi mente. La verdad me es muy injusto que muchos sitios sean de ese modo en donde te cobran por usar su sitio bien. Entiendo que también ellxs deben ganarse la vida y hacer dinero. Pero. Creo que dejan de un lado del hecho de que son sitios de blog y se enfocan más en creacion de páginas web, como para crear una tienda en línea, un portafolio, o algo que no involucre crear muchas entradas. Y digo. Si tuvieran una opción que fuese dirigida a simplemente querer escribir y compartir fotos o algo, sería muy bueno. Lo triste es que muchas personas se aprovecharían de ello y no tendría el propósito debido. Y bueno. Siempre es un ciclo.
Lo importante ahora es, que por fin he encontrado el mejor lugar para lo que quiero hacer. Solo queda seguir escribiendo y seguir pescándome.
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Ichiko Aoba (青葉市子) - meringue doll Letra Español (Muñeca de Merengue)
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En las profundidades de mi memoria,
hay una nave floreciente
Conforme las estaciones retoñan
Yo viajo, bamboléandome con el viento
Seguramente un día,
Encontraré el camino a casa
Así que, sólo espérame
Para tu tristeza: una canción
Saboreo tu sabor a mi lado
Cuando te tengo cerca
la luz moteada baila con tu risa
Seguramente un día,
te recibiré en mi hogar
El deseo por ti
me envuelve como un merengue
y con ello nace: una flor
Traducida al español por Diego Rodriguez
Traducida del inglés por Luka Uno
English:
In the depths of my memory
there is a blossoming airship
As the seasons sprout
I travel, swaying in the wind
Surely one day,
I’ll find my way home
So, just wait for me
For your sadness, a song
I savor the taste of you by my side
When I hold you close
dappled sunlight dances, laughing
Surely one day,
I’ll welcome you home
The wanting for you
envelops me like a meringue
and for it, a flower
translation by Luka Uno
#ichiko aoba#japanesemusic#musica japonesa#japón#japon#cultura japonesa#youtube#ichiko aoba español#ichiko aoba letra#ichiko aoba meringue doll español#traducción#letras de canciones#Youtube
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OKAMOTO'S - Subway English Lyrics; Letra Español
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La revista que tenía en mi mano se mojó por la lluvia al cruzar rápido la calle. La cerré para usarla de paraguas y resguardarme en el metro. ¡Pues vamos! ¡Vamos! Fui ciego, fui ciego ¡Pues vamos! ¡Vamos! Ahora puedo ver, ya puedo ver ¡Así que a seguir adelante!
Del tunel sobre las vías salió el tren y las paredes se movieron hacia atrás Voy al subterráneo sin salida de las calles de Tokyo. ¿Puedes ver esas luces?
Escucha mi plegaria Ve lo que veo Siente lo que siento Escucha lo que escucho Escucha lo que yo…
Empecé a gustarme un poco más que antes Tiré el paraguas con el que me dirigí al tren para resguardarme.
¡Pues vamos! ¡Vamos! Fui ciego, fui ciego ¡Pues vamos! ¡Vamos! Ahora puedo ver, puedo ver… Si masticara chicle, lo que sobra me sabría a metal. ¿Dónde dormiremos? Quiero saber lo que nadie sabe todavía.
Hay un poco de frialdad en lo que no sabemos. Piensa en ello. Entonces, intento comprender un poco más
Escucha mi plegaria Ve lo que veo Siente lo que siento Escucha lo que escucho Ve lo que veo Siente lo que siento Escucha lo que escucho Escucha lo que yo…
_________English
he magazine I had on my hands got wet as I fast paced to cross the street I closed it and used it as an umbrella to take refuge in the subway Well come on!! Come on!! I was blind, I was blind Well come on!! Come on!! Now I can see, I can see… So move on!!!!
On the rail tracks the train came out, and the tunnel’s walls started moving backwards I'm going to Tokyo's cul-de-sac subway. Can you see those lights?
「'Listen to my plea'」
「'See what I see'」
「'Feel like I feel'」
「'Listen to what I hear'」
「'Hear what I…'」
I started to get a feeling of liking myself more than before I tossed the umbrella I used to go to the subway where I took refuge in
Well come on!! Come on!! I was blind, I was blind Well come on!! Come on!! Now I can see, I can see… If I chew gum, the remaining would taste like iron Where shall we sleep? I want to know what no one knows. There's a little bit of coldness on the unknown. Think about it. Therefore, I try to understand a little bit more. 「'Listen to my plea'」 「'See what I see'」 「'Feel like I feel'」 「'Listen to what I hear'」 「'See what I see'」 「'Listen to what I hear'」 「'Feel it like I feel'」 「'Hear what I…'」
_________Romaji
Ame ni fureta dzashi katate ni isogiashi de michi wo watatteita Chikatetsu e nigekonde kasa wo tojiru Tetsu de dekita densha tonneru no kabe wo ushiro e oiyatte Deguchi no nai michi tokyo no chikatetsu wo iku Can you see that lights?
「'Listen to my plea'」
「'See what I see'」
「'Feel like I feel'」
「'Listen to what I hear'」
「'Hear what I…'」 Sukoshi dake mae yori jibun wo suki ni naresouna kigashitekitayo Chikatetsu e nigekonde kasa wo suteru
Well come on!! Come on!! I was blind, I was blind
Well come on!! Come on!! Now I can see, I can see…
Gamu wo jittara katsu no aji ga shita itsumo no kotta Doko de nemurōka daremo mada shiranaitoko wo shiritai Wakaranai koto wo samusa no nakasukoshi kangaetemite Soshitara sukoshi wa wakarikakete miteiru 「'Listen to my plea'」 「'See what I see'」 「'Feel like I feel'」 「'Listen to what I hear'」 「'See what I see'」 「'Listen to what I hear'」 「'Feel it like I feel'」 「'Hear what I…'」
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OKAMOTO'S - Sugar English Lyrics ; Letra Español
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Sugar, vuelve mi amor. Mi cabeza no puede contenerte. Vamos, vuelve a mis brazos. La próxima vez que te abrace, no te dejaré ir de nuevo. La imagen de tu partida se repite lentamente. Corro tras de ti. Pateo la puerta y corro como el viento. Siempre sueño con no poder cumplir ese sueño. Aunque ya no nos podamos ver, no importa cuántas veces te lastimen, buscaré de nuevo tu misma sombra. De alguna manera seguro volverás, porque te creo.
Sugar, vuelve mi amor. A excepción de mi, esos tipos no te podrán satisfacer. Vamos, vuelve a mis brazos. Me pregunto si un sentimiento tan conveniente, es también uno fuerte. Contigo los días son como rosas multiflora, que se repiten lentamente. Todos los pétalos también se marchitaron, dejando una espina que no se puede sacar.
Sugar, vuelve mi amor. Si las lágrimas se secan por completo, entonces de verdad parece que terminó. Vamos, vuelve a mis brazos. Pateo la puerta sin zapato alguno. Tú así como el viento, siempre pensaré en ti. Aunque ya no pueda verte, no importa cuantas veces te lastimen, siempre repites el mismo error. Estoy seguro de que volverás, incluso ahora, sólo nos queda esperar
____________English
Sugar, come back my lady. My head cannot keep you in anymore. C’mon back to my arms. Next time I hug you, I won’t let you go again. The image of you leaving, repeats slowly. I run after you.
I kick the door and run like the wind. I always dream of not being able to make that dream come true. Although we cannot see each other anymore, no matter how many times they hurt you, I’ll look for your shadow again. I’m sure that somehow you’ll be back, because I believe in you.
Sugar, come back my lady. Those guys won’t satisfy you, only I can.
C’mon back to my arms. I wonder if such a convenient feeling is also a strong one. With you, days are like multiflora roses, and they repeat slowly. All the petals have also withered, leaving a thorn that cannot be removed.
Sugar, come back my lady. If tears dry completely, then that means that everything is truly over
C’mon back, to my arms. I kick the door without any shoes on.
You, just as the wind, I’ll always think about you.
Although I cannot see you anymore, no matter how many times you get hurt, you always make the same mistake. I’m sure that you’ll be back, even now, we only have to wait.
Sugar, come back my lady
____________________Romaji
Sugar, come back my lady ore nanka no atama de wa kimi wo hiki tomerarenai C'mon back, to my arms tsugi daitara mou nido to hanasanai dete iku kimi no sugataga suroo de kurikaesu dete iku kimi wo ooikakete tobi wo keyabutte kaze ni natte hashiru sonna kawanai yume wo itsumademo mite mou aenaitoshitemo nando tsuitemo, mata onaji kimi no kage wo sagashite Kitto kaetekuru to nazeka shinjiteshimatterukara Sugar, come back my lady ore igai no yatsura de wa kimi wa mitasanaisa C'mon back, to my arms sonna tsugou yoi kimochimo hanabira subete karetemo nukenai toge nokoshite kimi to bara no youna hibi suroo de kurikaesu Sugar, come back my ladynamida nanka nagashitara marude honto no wakaremitai C'mon back, to my arms tobira wo hayabutte kutsu mo hakanai mama kaze ni natte kimi wo itsumademo omou mou aenaitoshitemo, nando kizutsuitemo, mata onaji ayamachi kurikaeshite kitto kaette kuru to ima mo negatte matsushikadekinai Sugar, come back my lady
#okamotos#okamoto's#okamoto's sugar#jrock#japanese music#japanesemusic#japanese culture#japanese#japan#japón#jpop#musica japonesa#music#música#musica#Youtube
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number - mitsume Letra Español ; English Lyrics / ミツメ・ナンバー
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En tiempos así, quisiera decir algo
Quisiera saber, por ejemplo, cómo se veía
Aunque me tropiece, parece que me acostumbré
Sin embargo, hago coincidir el ruido con pretensión
Y como la lluvia, por ejemplo, los días pasan tan rápido
Sin dormir para nada
¿A dónde debería de volver?
Me distraigo entre pequeños descansos
¿Qué más queda? Sólo existir
Justo así
Alguien tiene planeado extender sus manos
Sólo para pasar por ahí.
Me pregunto con quién
/
English
In times like this, I want to say something
I would like to know,for example, how it looked
Even though I stumble, it seems I got used to it
Pretentiously, I match the noise nevertheless
And like rain, for example, the days go by so fast
Without sleeping at all
Where should I return to?
I get distracted between short breaks
I cannot help but to exist
Just like that
Someone plans to extend their hands
Just to go walk by.
I wonder with whom.
///
Romaji
Kotoba ga hoshii konna toki ni
Donna fuuni mietatoka shiritai
Tsumadzugu no ni naretayouni
Kidorinagara sawagu no ni awasete
Tatoeba hi ga sugu ni ochite
Nemurenai mama
Doko ni neru
Ikutsuku mawo wo magirawasete
Irareru no kamo shirenaine
Sono mama
Dareka ga te wo sashinobete
Toorisugiru tsumori
Nanoka wo
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Decisiones Diurnas
Se levantó tarde pensando que tenía tiempo de sobra: faltaban 2 minutos para las 7. Maldijo el día en que descubrió que tenía miopía y astigmatismo y que no era agua que entraba a sus ojos todo el tiempo. Por suerte, ese día le tocó trabajar desde casa. Encendió su laptop, accedió a su cuenta y apareció activo para sus supervisores. Esperó unos minutos para saber si le llegaría algo de trabajo, pues siempre a las 7:05 llegan tickets por atender, pero no fue así por el momento. Aprovechó para ir al baño y hojear la misma revista que se había dicho que tenía que tirar porque no estaba padre. Una vez terminado, se lavó las manos y pensó en hacerse un café. El instantáneo no le hizo ojitos como siempre lo hace cuando va tarde. En su lugar, pensó en preparar con la cafetera.
Recientemente había comprado una marca de café "nueva", que promocionaban los camiones repartidores de agua. Se la pensó, pues, una compañía de esas, ¿haciendo café? Sin embargo, optó por comprarla por su accesible precio. Recordó el precio mientras sacaba la bolsita y añadía las tazas de café por tazas de agua.
Mientras se hacía el café, fue a revisar su bandeja de notificaciones. No había ninguna hasta el momento. Regresó a ver la cafetera gotear, pero esta ya había terminado. Escuchó como la pequeña manguerita que drena el agua y la envía caliente hacia la canasta, seguía tratando de recoger agua del contenedor trasero cuando éste ya estaba vacío. Pens�� por un momento que se había excedido de tazas de café y ahora estaría demasiado cargado. Apagó la máquina y fue hacia la alacena.
Tomó la taza que le fue regalada durante la posada de hace dos años y la puso junto a la cafetera. En cuanto retiró la jarra de su centro, le llegó un olor terrible, proveniendo de la cafetera. "Ya valió", se dijo. Mas no fue el caso. Regresó la jarra en su lugar y revisó con la linterna de su celular qué había en su interior. Escarbó la canasta de café con una cuchara y se dio cuenta de algo, pero quería asegurarse de ello una vez servido.
Retiró la cuchara y la puso en la losa sin enjuagar. En dirección a la cafetera, se recargó en el borde del mostrador y dio un gran suspiro. Giró la taza para que el logotipo de la empresa quedara frente a él. Volvió a tomar la jarra, sirvió hasta la mitad de la taza y el resto se escurrió por la boquilla de la jarra, dejando un charco enorme de café. Maldijo hacia sí y revisó si se había roto. Mas no fue así.
Con varias servilletas secó el charco y movía la cabeza en desaprobación, como cuando su papá lo regañaba por tirar el refresco sobre la mesa al no poder servirse.
Se le ocurrió añadirle leche, pero esta se había acabado la noche anterior. Tronó los dientes. Dejó sus chanclas de gallito en la entrada y las cambió por sus tenis, tomó sus llaves, su cubrebocas y salió dejando la taza de café enfriarse viendo hacia la pared. Ese fue su castigo por derramar la mitad restante.
Bajó las escaleras e ignoró el saludo del vecino que diario pide comida y paquetes por internet con el número su número de interior en lugar del propio. Se disculpa en cada ocasión, pero su sonrisa indica que no le importa.
Con la imagen de un galón de leche en mente, siguió su camino hasta llegar a la tienda de conveniencia. Hoy no había nadie haciendo una infinita fila. Sonrió, pero su mascarilla no lo hacía notar. Caminó hacía el pasillo donde se enfrían los lácteos y tomó sólo un litro de leche. "Hay que darse sus gustitos de vez en cuando", pensó a manera de consolación, pues sólo había traído consigo lo suficiente para un litro y no un galón como lo había pensado.
Al pagar, por primera vez en mucho tiempo, la cajera le dio los buenos días. Era costumbre sentir en su turno de ser atendido, que ni un deseo por un excelente día al final de la compra podría recibir. Personas antes o después de él sí lo recibían. Luego de pensarlo camino a su departamento, pensó que eran sus ojos. Recordó la mirada tajante de sus hermanos y, aunque pensó no tenerla, recibió la respuesta cada que era atendido.
Cuando llegó dejó todo en su lugar y se dirigió hacia su taza reposando, ya fría y arrepentida.
Destapó la leche y añadió un pequeño chorro que no llegaba a desbordarse. Le añadió azúcar y lo agitó ocho veces. Mientras lo hacía, se preparaba mentalmente para dar el primer trago. Dejó de batir y se llevó a la boca la taza, dejando la cuchara dentro y sosteniéndola con su dedo índice. Lo probó y dijo "pero qué pésimo está este café", confirmando lo que había pensado mientras revisaba el café. Aún habiendo dicho eso, siguió tomándolo. Se preparó dos panes con mantequilla y azúcar y regresó a su escritorio.
Tenía una notificación por parte de recursos humanos. Se le detuvo el corazón por un momento y el cacho de pan permaneció en su garganta unos instantes hasta que se lo bajó con el horroroso café. Enseguida abrió la bandeja de entrada de su correo electrónico y el correo tenía en mayúsculas "ABRIR. AVISO URGENTE!!!"
Movió el cursor para abrirlo, e hizo click con la velocidad de un jugador profesional de e-sports. El mensaje terminó siendo una foto que tardaba en cargarse porque seguramente el vecino al que ignoró por la mañana, se conectó a su red. El aroma del café en su escritorio era constante y no era del todo agradable. Los nervios y la ansiedad le hicieron embutirse los panes con mantequilla de manera voraz.
Finalmente la imagen se descargó y le hizo brotar una sonrisa la cual, esta vez, sí relucía al no tener puesta la mascarilla. La imagen mostraba un diseño simple y chusco. Al parecer, la empresa le felicitaba por su cumpleaños con dos meses de anticipo y por su grandioso desempeño en los últimos meses. Como recompensa, le mencionaron que tenía un cupón para recibir gratis una dotación del mejor café durante seis meses. Al seguir deslizando para seguir leyendo el mensaje, vio aquél empaque característico del cuál había pensado en su precio mientras sacaba la bolsita de la alacena y en en cómo se había embolsado el dinero con gran velocidad aquel repartidor de agua. Agarró la taza con su mano derecha, le dio un sorbo y se dijo "pero qué pésimo está este café". Y siguió bebiendo.
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Sakanaction - Document lyrics / サカナクション ドキュメント English lyrics
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Everything I've said until now, is a lie
Even what I've just said
Say something, listen to something, I'm alive!
Would it be okay like this?
At the nights when I'm tired, I sleep alone
However, I open my eyes right away
I finished drinking all the water I was drinking before
And yet, I am still very thirsty
All of your memories, are like looking at yourself somewhere in the past
This world is mine!, I heard someone saying somewhere.
Soon something will make them lose, and tears will pour down. You and I are so alike
A love song... I began to think: would it be okay to sing one?
A love song... I began to think: would it be okay to sing one?
// ROMAJI
ima made no boku no hanashi wa zenbu uso sa
kono saki mo zenbu uso sa
nanika itte, nanika kiite boku wa ikiteru
kono mama de iino kana?
tsukareteru yoru wa hitori de boku nerunda
dakedo sugu ni me ga same
nomikake no mizu wo zenbu nonde shimatta
nanoni nokotta kawaki
zutto mae no kimi no omoide wa, dokoka mukashi no jibun wo miruyoude
kono sekai wa boku no mono , doko kara ka hanashiteru koe ga suru yo
sugu ni nani ka ni makete namida nagasu kimi to boku wa niteruna
ai no uta utatte mo ii kanatte omoi hajimeteru
ai no uta utatte mo ii kanatte omoi hajimeteru
#サカナクション ドキュメント English lyrics#translation#japanesemusic#jpop#japan#sakanaction english lyrics#sakanaction document english lyrics#sakanaction english#サカナクション ドキュメント lyrics#Youtube#sakanaction
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Sakanaction - Document Letra Español / サカナクション ドキュメント español
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Todo lo que he dicho hasta ahora, es mentira
Lo que acabé de decir también lo es
Dí algo, escucha algo, ¡estoy vivo!
¿De esta manera estará bien?
En las noches de cansancio, duermo solo
Sin embargo, despierto al instante
Bebí por completo el medio vaso agua que había dejado
Y aún así, sigo con sed
Los muchos recuerdos tuyos, son como verse a sí mismo en algún lugar del pasado
¡Este mundo es mío!, escucho decir desde algún lado
Algo rápido lo hará perder, y derramará muchas lágrimas. Tú y yo nos parecemos
Una canción de amor... Me puse a pensar: ¿Estará bien que cante una?
Una canción de amor... Me puse a pensar: ¿Estará bien que cante una?
// ROMAJI
ima made no boku no hanashi wa zenbu uso sa
kono saki mo zenbu uso sa
nanika itte, nanika kiite boku wa ikiteru
kono mama de iino kana?
tsukareteru yoru wa hitori de boku nerunda
dakedo sugu ni me ga same
nomikake no mizu wo zenbu nonde shimatta
nanoni nokotta kawaki
zutto mae no kimi no omoide wa, dokoka mukashi no jibun wo miruyoude
kono sekai wa boku no mono , doko kara ka hanashiteru koe ga suru yo
sugu ni nani ka ni makete namida nagasu kimi to boku wa niteruna
ai no uta utatte mo ii kanatte omoi hajimeteru
ai no uta utatte mo ii kanatte omoi hajimeteru
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Satoko Shibata - Sprite For You / 柴田聡子 スプライト・フォー・ユー
From the bullet train's window I saw Mt. Fuji
It was the first time I saw Mt. Fuji
Although I have been on bullet trains many times before,
it was the first time I saw Mt. Fuji
"You and I are not friends anymore"
That's what I've been thinking
That's what I've been thinking
I prefer to hold my tears than my wish to cry
Looking at Mt. Fuji made me happy
Because I'm a countrywoman
When I saw it from a plane, I couldn't believe it either
The first time I saw Mt. Fuji made me happy
I've been trying to take a picture of you by the window,
No matter how many times I've tried to take a picture
I forget my camera, or I fall asleep
In the end, I didn't take any
Quickly, the day got dark already.
Mountain Dew For You
Sparkling drinks is what makes me happy
Sprite For You
Once in a while, what makes me happy is sparkling drinks
____________________________________________________
// ROMAJI
Shinkansen no mado kara Fujisan ga mieta
Fujisan miru no wa hashimete datta
Shinkanzen ni wa nandomo nottetadakedo
Fujisan miru no wa hajimete datta
Aitsunanka mou tomodachi janaiya
sou omotterun darouna
sou omotterun darouna
nakitai houga namidakoraete
Fujisan mirete ureshikatta
inakamono dakarane
Hikouki kara mitemo shinjirarenakattakara
hajimete Fujisan mireteureshikatta
madobe ni suwaru anatanokoto wo
nandomo shashin ni torou toshitemo
kamera wasuretari neboushitaride
kekkyouku nanimo torarenakatta
tokku no touni hi wa kurete
Maunten diuu Foo iuu
aruto ureshii awa no nomimono
Suporaito Foo iuu
tamani ureshii awa no nomimono
/
スプライト・フォー・ユー
Sprite For You
Lyrics:柴田聡子 (Shibata Satoko)
Composer:柴田聡子 (Shibata Satoko)
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La audición
Primer acto: ella espera en su camerino con cigarrillo a la mitad y marcas de labial
Segundo acto: la mujer se fue sin rastro alguno, solo dejando a su paso colillas en el suelo como Hansel y Gretel
Tercer acto: es felizmente casada con un veterano quince años mayor
El director detiene las audiciones y chilla resaltando todas y cada una de sus venas hacia el participante “¡¿Eso es todo?!” gritaba “¿No pudiste elaborar algo mejor? esto no es un chiste de tres actos, esto es cine y si no puedes escribir ni un simple guion tu lugar no es aquí.”
Corre por la puerta trasera número 7 (siete) al no poder con la vergüenza, regresa con un revólver y dispara en todas las direcciones, asesinando sin fallar ni un solo tiro a los responsables del casting, para despertar empapado de sudor junto a la mujer que nunca amó y decidió abandonar. Sólo tomó su mediocre guion y unas pantuflas y dejó el apartamento.
Deambuló por dos horas siendo consumido por sus pensamientos hasta llegar a un motel barato donde tenían un ciber café que no utilizaría. Tomó prestada la maquina de escribir arrumbada en el armario del conserje, nadie le impidió hurgar allí.
Llamó a servicio a cuarto sólo para oír una voz, pues llevaba tiempo sin escuchar una, concentró tanto su mente que parecía estar ausente. Ordenó tabaco para masticar y agua de jamaica para relajarse, encendió la radio y esperó lo mejor. Chirriaban los colchones justo como el director del casting al reprochar su descontento, así que el decepcionado escritor siguió redactando una historia que jamás saldrá a la luz, porque la maquina nunca tuvo tinta y nunca le dio tiempo para darse cuenta de ello.
Siendo así, tomó un bolígrafo y escribió lo poco que recordó resumido en tres actos para presentarlo en una audición donde requerían de un guionista, llevada a cabo por un exigente e intolerante director, quien estará apunto de estallar si alguien presenta un guion mediocre. Para ser asesinado por un demente y su revólver, que está por despertar de una pesadilla sobre alguna audición donde corre por la puerta trasera con el número siete (7) grabado.
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En la cercanía de la distancia
(Illustration by @juditzengovari)
Madrugar para viajar, siempre ha sido una carga mayor a la de mi equipaje. De niño deseaba que una grúa mágica me cargara y pusiera en mi asiento junto a mis pertenencias. Para luego de muchas horas, despertar en mi destino. Hoy desperté dos horas antes que mi despertador. Sucesos así son dignos de marcar en el calendario. Esto me dio el tiempo suficiente para revisar que todo estuviera en orden. A todo le ponía una palomita mental cuando lo encontraba en su lugar. Le dejé una nota en el refri a mi perra y salí a la central de autobuses.
Al llegar ahí, sentí cómo el aire de madrugada contagiaba mis pulmones de nostalgia. Recordé todas aquellas noches en las que me asomaba por la ventana de la cocina al no poder dormir, sólo para ver los coches deslizarse por la ciudad como si la acariciaran. Hice fila para abordar el autobús pues, al parecer, eran muchos los que también se dirigían al pueblo de G. Vi cómo madres de familia, les daban café con leche a sus hijos para que despertaran y les hicieran compañía. Me dio hambre, como siempre. Al cabo de no sé cuántos platillos en los que pensé en comer al llegar para matar el tiempo, finalmente abordamos y dormimos todos, casi al mismo tiempo. Fue como si alguien hubiera echado gas somnífero en el aire acondicionado del autobús. Despertamos en el momento exacto en el que el chófer apagó el motor.
Bajamos y cada quién se dirigió a donde tenía que ir. Una de las señoras que les dio café con leche a sus dos niñas, se quedó esperando bastante airada cerca de una fuente. Hasta que llegó su pareja y la contentó con un largo beso, palabras al oído y una rosa con pocos pétalos. Con trabajos logré encontrar el lugar en donde me hospedaría. Después de haber dado seis vueltas, descubrí que estuvo hacia la izquierda todo el tiempo y no la derecha como tenía anotado. La fachada era discreta, sin embargo, todos sabían que ahí era un hotel. Me recibió una anciana bastante amable y preguntó por mi nombre. Se lo dije y en seguida me llevó a mi habitación. Hablé contigo por teléfono, me dijo. Yo la creía mucho más joven, comenté. Ella rio y se encaminó hacia la recepción junto a su nietecita, quien se notaba ansiosa por saber quién más entraría para hospedarse en el hotel.
Me quedé bastante tiempo mirando por la ventana a la gente pasar. Llamaron mi atención un niño que podía hacer jugadas de fútbol mientras lamía un cono de nieve con tres bolitas y un vendedor de juguetes que le contentaba ver los rostros maravillados de los niños con todo lo que cargaba consigo. Pocos fueron los padres que sí le compraron algún juguetito para sus crías, los otros le miraban apenado y sus niños: tristes. Mis tripas rugieron como nunca, pensé que llamaría la atención de todos ante tal estruendo, pero no. Tomé algo de dinero, cerré la ventana y también la puerta. Salí.
Cada paso que daba, me emocionaba bastante, tanto que me olvidé de que había salido a comer. Me encontraba en un laberinto en el cuál me fascinaba perderme y no ser encontrado. Esto llegó a su fin cuando el lugar perfecto para comer y descansar, se plantó frente a mí: una casa un poco antigua, con vista a una placita donde un concurso de baile regional ocurría. Pedí mesa en el balcón, la especialidad de la casa y una cerveza oscura. Llegó una familia, momentos después, a sentarse en la mesa junto a la mía. Se sorprendieron de ver el menú, ordenaron y quedaron maravillados con el concurso justo como yo. De su mesa, una mujer güerita de baja estatura y algo avanzada de edad, se levantó y avisó que iría a acercarse. No podía con la emoción. La familia se veía invadida por la flojera que el calor causaba. Nadie la acompañó.
Llegó mi platillo y la familia envidió lo que me habían servido. “¿Cómo no ordenamos eso?”, murmuraban. Sonreí y me lo devoré todo. Al terminar, se apoderó de mí un sentimiento bastante amargo. Fue como si cada bocado, cada sorbo, fuese un recuerdo que me hiciera añorar los días pasados. De pronto todo a mi al rededor se tornó de un tono sepia y un poco difuso. Todos los movimientos dejaban rastros de capas tenues. Me faltaba aire. Hacía intentos desesperados por retomar aire hasta que escuché una voz que llamaba mi nombre: era mi madre. “Todo estará bien”, me decía, “sólo estás teniendo un mal sueño. Deja conecto la linternita.” Alguien tocó mi hombro y me sacó el trance en el que me encontraba. Fue la mujer güerita. “Seguro fue el puerco, eso siempre cae pesado”, comentó. “Sí, ¿verdad?”, contesté apenado. Me levanté, les deseé un buen día a la familia turista, dejé el dinero sobre la mesa y salí a prisa.
Mi hogar. Extrañaba mi hogar. Eso fue el recuerdo que me invadió en el momento. Debo regresar. De alguna manera logré recordar el camino directo para llegar a mi hotel. Al llegar no miré a la joven recepcionista, ni su abuela. Solamente usé mi mano para saludar, hice una pequeña reverencia y subí a mi habitación. Como mis maletas estaban intactas, las tomé y me dirigí a la puerta.
Al abrirla, la anciana que me recibió en un inicio me entregó una pequeña nota con una dirección. Me comentó cómo ir llegar allá y que dejara las maletas. Ciegamente le hice caso. Era un cafecito de dos pisos, en la primera planta había una panadería y en su segunda estaba el café. Tomé una charola, elegí un croissant, pagué y subí al café. Pedí un americano y fui al baño. Al salir, vi sentada a mi bellísima novia y a mi madre. Quedé perplejo. Brotaron de mí, lágrimas. Me sentía lejos de casa, pero al verles, no más; ya estaba en casa.
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Invitados
De todo ha llegado a meterse por mi ventana. Quiero que alguien me diga quién publicó en el tablón de anuncios del reino animal, que todos eran bienvenidos a mi casa. Quiero saber quién diseño el mosquitero que cubre mi ventana, pues al parecer no sirve de mucho; nada. Los mosquitos entran y salen como se les plazca. De no ser por mi astigmatismo, me vengaría enseguida.
Mosquiteros, mosquiteros… ¿Para qué llevar por nombre lo que debe ahuyentar, si no cumple su función?¿O es a caso que, se llama de ese modo porque permite su acceso de la manera más fácil? ¿Otra forma de decir “puerta”? Por donde le busque, no hay arreglo, ni compostura. Si mi ventana no tuviera barrotes, creo que podría funcionar mejor tal producto. O no.
Lo segundo que entraron fueron mayates por el tiempo de lluvia, éstos revoloteaban por toda mi habitación, en cada intrusión se colgaban en las paredes como los cuadros que nunca tuve y tapizaban mis muebles que antes adornaba con ropa sucia. Le siguieron cucarachas, abejas, avispas y muchos otros bichos que jamás había visto: parecía un museo aquí dentro.
Una vez, incluso, llegaron a meterse una lagartija albina, una araña de aspecto horrendo y un alacrán. No supe cómo ahuyentarlos. Con los demás me armaba con una escoba y un zapato de suela despegada. Triunfaba en la mayoría de ocasiones; no obstante, con dichos contrincantes, no sabía qué hacer. Ni sé qué hacer, estoy harto.
Haré las cortinas a un lado para tener mejor campo de visión y poder aventar todo por la ventana, aún con mi piel eriza. Estoy por recorrer el mosquitero cuando, me percato de que no era culpa de ese artefacto de red; si no… el hecho de que mi ventana está rota.
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Duna en la espera
Por encima de todo(s), se encontraba un pensamiento. La(s) botella(s) a terminar indicaba(n) que tenía esperando mucho tiempo. En un inicio, únicamente se dedicaba a observar a las personas que entraban y salían del pub, a las meseras y a la gente que pasaba por la misma calle o cruzando la acera. Sobre todos ellos, pensaba Duna que tenían algún propósito. Si entraron al pub, debían tener la razón de pasar un buen tiempo. Si salían, al igual que la gente que caminaba por la calle, es porque debían de estar a tiempo. Tiempo. Todo la llevaba a pensar en el suyo, ese que dejó alargar mientras esperaba en la mesita junto a tres macetas. Ese que, no sólo se alargaba para dar la vuelta al reloj, si no, para darle vueltas a su interior: su mente estaba hecha un caos.
Era el pensamiento, por encima de lo(s) demás, de todo(s), lo(s) que la traía(n) un tanto inquieta. Recargó la esquina trasera de sus tacones sobre el piso, para mover los pies de un lado al otro y que éstos se golpearan levemente. Esperaba algo. ¿O a alguien? La o el responsable estaba en problemas por haberle hecho esperar tanto.
Por supuesto, pensó. Debe ser el tráfico, es sábado. Pediré otra(s) cerveza(s). Pidió otra(s) cerveza(s) y sacó de su mochila una pluma y un cuadernillo con laberintos. La mesera se acercó y le obsequió unas papas a la francesa. ¿Todo bien?, le preguntó, te traje esto para que no se te suban las chelas. ¿Sí viste cuántos grados tiene(n)? No, respondió, ¿es mucho? Las pedí porque hoy pagaron y me quería levantar el ánimo. Pues, tú dirás, ésta tiene 10 (y estas otra 8). Sintió el peso del (los) grado(s) de alcohol ingerido(s) en tres segundos—no era de beber tanto. Duna, a pesar de ello, optó por elegir las de 8, no por ser menos, si no por ser su número favorito.
La música era terrible y Duna no lo notó. Nadaba entre pensamientos y se ahogaba en la espera. A su rescate, un hombre llamado Felipe, se lanzó a salvarle. Le habló de su familia, de qué tan exitoso(s) ha(n) sido él (y su padre) en el negocio hotelero. Él mismo continuaba la conversación, poniendo respuestas en la boca de Duna, cuando ella, no estaba ahí. Ella lo miraba fijamente, por lo que, ante el nerviosismo, él mismo hacía y deshacía su monólogo para impresionar mujeres. Bueno, el éxito se lo debo a mi madre, ella tuvo la visión; mi padre no hizo nada, lo llamó huevón. Y lo es. Sigue sin hacer nada, él es sólo la cara de la empresa. Yo le hago segunda. Sólo seguimos órdenes… ¿No te pasa?
En la mesa de a un lado, alguien estornudó y Duna, automáticamente, respondió Salud. Felipe, sorprendido añadió, que sí, era justo eso. Por cuestiones de salud, mi madre no pudo echar a andar su idea por sí sola. Enfermó y está en el hospital desde entonces. En el mejor. Yo voy junto a una libreta de morse**, para saber qué debo de hacer después. Presiento que ella sigue ahí porque detesta ver a mi padre triunfar cuando ella debería ser la que esté liderando. Yo no sé qué impresión tenga ella de mí, pero, sólo quiero ayudarla y que me dé dinero para ser alguien. Es todo.
Duna miró hacía su cerveza. Estaba vacía. La mesera pasó y la recogió. Su mirada seguía fija sobre la mesa donde se encontraban las manos nerviosas de Felipe. Está bien, está bien. Te has dado cuenta. ¿Fue acaso que no me quité bien la pintura en mis uñas? ¿Mis manos callosas? Eres muy observadora, debo admitirlo. Nadie nunca había visto tan dentro de mí. Quien cae en la primera historia, sólo le interesa el dinero; con la siguiente historia, la de la confesión, caen sólo las que se preocupan por mí, pero en secreto quieren también el dinero. Pero tú. ¡Tú! Tú nunca caerías en mis palabras. Eres distinta. Eso me encanta. Y no me iré de aquí hasta conseguir tu nombre, tu número, ¡tu historia!
La mesera trajo una jarra de agua con hielos y la dejó sobre la mesa. Ya te tomé la cuenta, te traje mejor agua para bajarle, ¿sale? Duna le dio las gracias, preguntó por la hora. Ya habían pasado dieciocho canciones. Frunció el ceño y bebió un poco de agua. Felipe la admiraba. Duna retomó su cuadernillo de laberintos y fue trazando una línea con varias curvas chuecas. Siguió, pero el camino que eligió no era el indicado. Dio la vuelta sin soltar la pluma y tomó la tercer salida. Lo logró. Le escribió la fecha y giró la página. Felipe chasqueó los dedos y apuntó al cuadernillo. ¡Eso es! No todo tiene que ser directo y fácil, en la vida hay giros inesperados y callejones sin salida. Ahora entiendo que este no es mi momento para llegar a ti. Nos veremos en otra ocasión, en nuestra tercera salida. Hasta luego, gran musa sin nombre. Felipe se puso de pie, acomodó su silla y se fue.
Duna vio al hombre irse y no pudo evitar pensar en el tiempo. No obstante, más allá del tiempo habitaba un pensamiento. Una inquietud que devoraba la paciencia y la conciencia. Un recuerdo, un recordatorio que se imponía por encima de todo(s): una razón para haber llegado a ese lugar y haber tomado la mesa cerca de tres macetas, acompañada de bebidas y un entremés de cortesía. Una promesa impuesta por otro pensamiento por encima de todo(s).
Al cabo de mucho tiempo medido por canciones, la mesera que atendió a Duna, la buscó con la mirada, le hizo una seña con los brazos mientras le indicaba moviendo los labios que le buscaban. Duna se puso de pie, se alisó la falda, respiró hondo, pasó saliva y apretó su mano hecha puño fuertemente por unos segundos. ¡Al fin!, se dijo. Ha(n) llegado.
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Fortuna de un periodo
Me giré hacia el lado derecho de la cama, pues llevaba mucho tiempo del lado opuesto. Sentí haber creado un hueco tan profundo como para que me sepultasen en él. Ahora, estar en lado intacto de la cama le produjo alivio a mi espalda. No obstante, al querer respirar profundamente, sentí una gran presencia sobre mi espalda desnuda. Alguien ahora había perpetrado la tumba que mi cuerpo había cavado.
En un inicio lo creí imposible, pues lo que único a lo que le daba la espalda era a la pared y al calendario que colgaba de ésta. Sin embargo, recordé de súbito que había dejado la puerta abierta; alguien pudo haber entrado. No: lo que sentía no podía ser una persona.
Abrí los ojos. La luz que daba la calle era de un color similar al magenta, un poco de ésta se había colado en mi habitación como un ave sedienta que después de haber volado, se acerca a la orilla del río a beber cuidadosamente. Aquella luz le dio un poco de vida a la escena, ésta me hizo darme cuenta de que era un sueño: el ventilador junto al televisor, giraba en la tercera velocidad de sus cuatro potencias cuando yo exclusivamente uso el primero.
La presencia comenzó a emanar una energía que se había encargado de petrificarme. Sentí cómo iba creciendo hasta llegar a la altura de mis hombros. Para mi suerte, el televisor me permitió ver, mediante su reflejo, de quién se trataba. Podría jurar que sus ojos ardían en rojo y brillaban de amarillo sus pupilas. Aquello sin duda guardaba una similitud con la máscara Tiki que había reposado junto a la puerta la noche anterior.
Por más que tratase de volverme hacia eso para tener una mejor visión de lo que me tenía a merced de sus conjuros, no conseguía nada. Me sentía inútil. Incluso mi voz se vio afectada ante el hechizo de aquella bestia nocturna. Cuando estuve por gritar, me pidió que me callase. Su voz estaba decibeles muy por debajo de lo normal, era parecido a un vinil puesto sobre el tocadiscos en la velocidad equivocada.
Enunciaba palabras de las cuales yo era incapaz de comprender. Lo tomé como una maldición de la cual no podía escapar. De hacerlo, ¿a dónde podría ir? De seguro posee la habilidad de aparecer en cualquier lugar de tan solo proponérselo.
Por esto, dejé que violase mi integridad del sueño. Gradualmente empecé a entender lo que decía aquella medusa de la oscuridad. Comprendí que lo que había estado diciendo era lo siguiente: Dentro de siete días, te quemaré hasta las entrañas. Dentro de siete arderás. En el séptimo día será. Mi cuerpo únicamente se permitía sudar frío y tensarse ante mi inútil esfuerzo por moverme y gritar. No en ese orden. Cerré los ojos y por primera vez en mucho tiempo, comencé a rezar lo único que me sabía: el padre nuestro.
Pensé en que si lo hacía rápido y muchas veces, se me cumpliría el deseo de quitar de mi espalda a lo que fuera que tuviese. Ya no lograba ver su rostro Tiki en el reflejo del televisor, únicamente sentía su mentón recargado sobre mi hombro y un frío vaho al hablar que penetraba en mis oídos. Me estremecí de la misma manera en la que mi hermana menor solía hacerme sentir, cuando descansaba sobre mí y dejaba salir burbujas de saliva que reventaban en mi cuello al instante de ser infladas.
En mi séptimo padre nuestro, aquella bestia iracunda dejó de profetizar la misma cantaleta, para advertir que por más que rezara, no serviría de nada, nada me podría salvar de este momento. Lloré. Sentí mis lágrimas acumulándose unos instantes para después escurrirse en zig-zag por mis mejillas, pasando primero por las cicatrices hechas justo donde mis largas pestañas tocan al parpadear.
Probé gritar por última vez, pues sentía uno a uno cómo los huesos de mi espalda se iban rompiendo por el gran peso que ésta recibía. Incluso en esta situación, me tomé mi tiempo para pensar en lo que iba a gritar. Mi nivel de concentración fue tal, que dejé de oír todo. Su charlatanería, las aspas girar velozmente y la corriente de aire que creaban éstas, el sonido palpitante de mi sien, mi saliva pasar, mi respiración.
Al cabo de un momento, logré emitir una especie de gemido que simulaba un grito, lo único que enuncié fue Aaa…aaa…hhh…Aaahhyyuu… con todo el esfuerzo concentrado en mi estómago, con todo el dolor y peso del mundo sobre mi espalda, hasta que finalmente desperté.
Mis hombros estaban demasiado tensos como para levantarme y mi corazón palpitaba como si hubiese corrido hasta el trabajo. Solté, con alivio, un gran suspiro que hizo desaparecer la tensión. Me volví hacia la pared para asegurarme que no había nadie detrás de mi: no lo había. Miré a la puerta y ésta estaba cerrada. Sonreí, pues se había marchado. Rodé para caer en el hueco que había hecho, pero éste había desaparecido. No obstante, sentí algo caliente: era sangre.
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Vilma
En un intento desesperado por quitar de mí cuatro moscas que no me dejaban en paz, accidentalmente saludé a una mujer que cruzaba la calle. Esto al parecer, resultó ser una invitación para que viniera a comer conmigo. Ella iba con alguien. La despidió y cruzó de nuevo la calle para llegar a sentarse frente a mi. El que ella estuviera ahí provocó que todas las moscas huyeran, esto me hizo pensar y dudar de mi olor corporal, pues ella llevaba puesto un perfume que olía a coco y yo únicamente refresqué mi cuerpo con la barra desodorante.
Junto al mostrador se encontraban comiendo a toda prisa unos jóvenes en compañía de su abuelo. A juzgar por las camisetas que apoyaban espiritualmente a un equipo deportivo, diría que únicamente iban rumbo a apoyarles a ronco pecho. Descarté la posibilidad de que fueran jugadores y que el anciano fuera su entrenador en el momento en el que uno de ellos se acusó a sí mismo de ser «Vilma». Me pregunté, instantes antes de tener a una mujer sentada frente a mí, el significado de éste. Hasta que salió al rescate su propia contestación la cual completaba la pieza faltante a este rompecabezas lingüístico. Creía, pues, que hacía referencia a alguna tía suya que tenía pésima condición física, o algo referente a la salud. Pero no, aquel nombre era un torpe juego de palabras que hacía alución a sí mismo quedando lleno tras haber comido: «Vilma-rrano». Ningún jugador sería tan estúpido como para decir eso.
La mujer esperaba sonriente. Pedí otro menú al mesero, quien coqueteaba a un hombre de mil años. Me lo entregó de mala gana para continuar sus frases de cortejo que, seguramente ese hombre habrá de haber inventado hace cientos de años. Para romper el hielo, hice una pequeña broma referente a una familia que almorzaba gustosamente junto al ventanal en el restaurante cruzando la calle.
“De seguro el padre querrá pagar.” comenté.
“Naturalmente.” dijo ella.
No me había dejado continuar. “Pero es más probable que el hijo se ofrezca a pagar, aunque no ha de tener dinero alguno en su cartera.”
“¿Por qué haría algo como eso?” interrumpió.
“Es por cortesía.” respondí con una sonrisa (por cortesía, también). Proseguí.
“Esto mismo, lo del hijo no teniendo dinero, estoy muy seguro de que la hermana lo contempló y ella se ofrecería a pagar por el hermano, quien primero había propuesto pagar por su padre, quien estaba dispuesto a pagar en primer lugar.”
Esta vez no interrumpió. Le dio un sorbo a mi café sin mi permiso y yo seguí hablando.
“No obstante la madre, por ser la madre, previó todo esto en el momento en que el padre pide la cuenta; por lo que ella sería quien termianría pagando voluntariamente el almuerzo. Sin embargo, el padre insistiría en que sería él quien pusiera los billetes sobre la mesa. Y ésto se convertiría en el cuento de nunca acabar.”
Concluí, reí y esperé su respuesta.
“Ya veo,” contestó después de un momento de reflexionar “¿siempre haces ésto?”
“Sí.” respondí sin saber a qué se refería con «ésto».
“Interesante.” espetó y comenzó a hojear el menú.
La manera en la que daba vuelta a las hojas me inducía en una especie de sueño del que no me permitía escapar. Sentía como me era llevado a una jaula del color de sus uñas.
Sonreí sin decir nada y bebí del café que le habían servido a ella.
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