#y entraría a cualquier taller

[jj-aex]

“¿tienes idea dónde está la sección de ciencia ficción?” inquiere deteniendo a primer transéute “o alguna sección” aclara, ya que estaba perdida de más, ya ni recordaba dónde estaba abel que le había divisado de lejos. 

[yeialmendrales97]

Carta a tí.

Las enfermedades van y vienen, pero tu no, nunca enfermabas... o eso creíamos, hasta que te vimos así: Pálido, sin rasurarte y con la mirada perdida en la pintura que tanto te gustaba. Eso sucedió a principios de Mayo, la Covid y los gráficos que ponderaban el segundo- casi tercer pico de la pandemia alarmaron el panorama; Hospitales llenos, salas de urgencias a reventar, falta de oxígeno a nivel internacional y noticias desalentadoras todos los días... personas que entraban y nunca salían del hospital: Ese fue nuestro pan de cada día por esa época. Cuidar de ti fue de lo más duro, el covid te comió parte de los pulmones, ya no saturabas, la fiebre la tenías por los cielos, pero el cuerpo era hielo. Rogaba día y noche a Dios por que te sanara... pero eso nunca sucedió. Cada día que pasaba era desesperante y lleno de zozobra: Ya no había esperanza. El tiempo era una bomba que pronto estallaría, tu cuarto a pesar de que lo intentamos, no daba para instalar todos los equipos que necesitabas para contrarrestar la neumonía, un paro respiratorio o peor aún, la muerte. Es cierto cuando decimos que: A tiempos desesperados, medidas desesperadas. Te sacamos en una ambulancia no sin antes orar y pedirle a Dios que fuese siempre su voluntad todo lo que sucediera allí, te metimos a sala de observaciones y allí te prometí que pronto saldrías “vivito y coleando”... Esa fue la ultima vez que te vi con vida, que pude besarte, abrazarte y advertirte que tendrías que contestar el celular cada 5 minutos. Los siguientes 10 días no recuerdo haber dormido, necesitábamos cualquier contacto que nos pudiera dar una UCI prioritaria, los pacientes morían en lista de espera, pero tu no, tu no podías dejarnos así. Unos días las llamadas eran alentadoras, otros no tanto... Los familiares en zona roja de covid no podían entrar a verlos siquiera, todos estabas aislados en cuartos fríos, conectados a una maquina de oxigeno, la tristeza se podía sentir en cada pasillo, la muerte aún más. Llegó Junio y yo tenía la esperanza de verte el día 5, mi cumpleaños pintaba alentador, aunque tu no tanto... Te llamé por ultima vez el 2 de Junio, la doctora notificó que pronto no podrían hacer nada... estabas muy débil y pronto tendrías un paro. Te llamé y te dije que tenías que ser fuerte, que te amaba con todo el alma... ya no hablabas, no sé si me escuchabas...  lo único que Preguntaste fue: ¿y Flor? Tu Flor pasó al teléfono, no podía hablar, la voz se le entrecortaba pero a tí no y dijiste: Hasta que la muerte nos separe... eso fue lo ultimo que escuchamos de ti antes de que Cortaran la llamada. La madrugada del 3 de Julio partiste en la madrugada, te dió un paro respiratorio y no pudieron reanimarte. Moriste mientras descansabas , dicen que estabas con una expresión tranquila, como quien hizo las pases con la muerte. Después de ahí todo fue negro par mi... para todos. Jamás te veríamos otra vez, no volverías a discutir conmigo de política, jamás entrarías a pedirme esos favores mientras trabajaba en mi taller, jamás te volvería a escuchar cantar, jamás estarías más para cuestionarnos las cosas, la vida en sí. Me di cuenta que si pude mover cielo y tierra por ti y lo haría mil veces más si fuese necesario, si tuviese el chance nuevamente. Espero algún día me perdones, Espero algún día, en otra vida volverte a ver,,, Aunque sea una sola vez. Espero, si se trata de ti, siempre espero. Te amo, hoy 23 de Noviembre y cada día Pa.

[laminitadeprometeo]

Todo pasa

Andrés caminaba por las calles lentamente. La ciudad estaba gris, los bares y café habían cerrado un par de horas atrás. Volvía de la casa de su mejor amigo Fede. Era de capital pero todos los años visitaba la costa, cuando la chica de la cual estaba enamorado murió dejó toda su vida para empezar otra vez. Pasaron un buen rato pero rondando las dos de la madrugada sabía que era hora de volver a casa. Sacó las manos del abrigo color café y se acomodó la bufanda tejida por su tía y devolvió las manos a los bolsillos. Cada paso que daba le dolía, no quería volver pero tenía que hacerlo. En temporada alta o baja le encantaba estar fuera de casa: se sentía libre. De vez en cuando hablaba de libertad con sus amigos: contaban como en ciertos lugares se sentían libre o con ciertas personas. Para Andrés cualquier lugar era libertad lejos de su casa. Una ráfaga de viento lo sacó del trance, estaba en frente de su casa. Había un camino de piedras que llevaban hasta la entrada: “Muy pintoresco”, le dijo su padre cuando lo terminó. No era la gran cosa, pero estuvo orgulloso de su propio trabajo y era razón suficiente para cuidar el aspecto del camino, incluso trece años después que los abandonara. Lo que en ese tiempo había sido una bonita casa ahora caía en ruinas: el pasto creció por abandono, le prohibieron cuidar el camino de piedras y le faltaba muy poco a la casa para perder el color ocre por completo. Sin importar la hora las luces seguían prendidas, escuchaba el televisor desde la vereda y junto con ella unas risas que le provocaban escalofríos, no del miedo sino del asco. Se agachó fingiendo atar sus cordones, si lo llegaba a ver parado sin más le reprocharia y Dolores, su madre, quedaría callada a su lado. Volvió a componerse en su lugar, sacudió su cuerpo y emprendió paso hacia la entrada.

Abrió la puerta como si no fuera la de su casa. En el sillón, con una cerveza en la mano y su madre incómoda entre ellos se  encontraban Diego y sus amigos. Miraban el televisor riendo a carcajadas, como lo supuso. Revolvió su pelo negro e intentó pasar desapercibido. Recibió un carraspeo de desaprobación de parte de Diego pero lo ignoró siguiendo de largo. En la cocina, el olor a carne podrida lo envolvió, Dolores lo había seguido hasta ahí con la excusa de buscar más cervezas para los hombres.  Se sentó en la mesada justo al lado de la heladera. Todo se había gastado con el paso del tiempo, la heladera, el sillón, su relación. Tiró su pelo para atrás, sacó unas cervezas del freezer y le dio una a su hijo. La abrió con ayuda de la mesada y disparó para su cuarto. En él, se acostó en su cama terminando su bebida. En la cama del al lado estaba su hermana, su contextura era más pequeña que la suya pero las facciones de su rostro eran parecidas. Dormía tapada con varias frazadas y los brazos estirados hacia arriba. Andrés y su madre siempre le gastaron bromas por su forma de dormir; pataleaba, se cruzaba de brazos y se volvía un tomate lleno de rabia.

Se había quedado dormido. Cuando se despertó Dolores envolvía su mano con la de ella. Echada en el suelo, con sangre en su pómulo derecho, sollozaba esperando a que Andrés se despertara. Laura había salido temprano al trabajo, no podía darse el lujo de relajarse los fines de semana.

—Dale Dolores, no llores que me hace mal.— con la otra mano rodeo su nuca formando una especie de abrazo.

Decirle aquello a veces la calmaba y a veces no. A veces su amor por Diego era más fuerte que el que le tenía a sus hijos, así lo veía Laura. Andrés solo creía que Dolores había tenido la mala suerte de tener un carácter débil y conocer a un hombre igual pero que sabía aprovecharse de la situación. La levantó y la sentó en su cama; busco alcohol y algo para limpiarla. Curaba una herida que provocaría otras. Cuando Diego volviera de trabajar entraría con su actitud de macho y haría un comentario despectivo sobre  como su hijo le curaba las heridas. Y eso le cortaría el corazón, ¿Por qué sus hijos y su marido no podían convivir? Seguía llorando, ¿ Y si el no volvía? ¿Si se enamoraba de otra mujer? ¿Si la dejaba?  Mujeres muy hermosas habitaban el barrio, su marido también era muy bello a sus ojos. No le costaba a Dolores imaginar como Diego podría irse con alguna de ellas. Viviana, su vecina de enfrente, era alta, rubia y delgada, pudo agarrar a su propio hijo mirarla mientras salía para ir al trabajo. Sin embargo, Andrés y Laura pensaban lo contrario; para ellos era una mujer hermosa en todos los aspectos. Pero como todos, necesitaba alguien que le sume y no que le reste a su vida.

Abrieron y cerraron la puerta brutalmente. Laura había llegado a  su casa unos quince minutos atrás, salía de bañarse mientras terminaba de secar su pelo. Dolores terminaba de ordenar la casa y Andrés acomoda a las cosas de su hermana. Laura era de pelo castaño igual que su madre, intentó apresurar el paso ya que sólo iba envuelta en una toalla, según los cálculos de todos no iba a llegar hasta las diez de la noche.

—¡Ja, así te queria agarrar!— frenó en seco y quedó inmóvil. Él miraba todo desde el cuarto, la tensión de su hermana, su madre decidió ignorar todo.  Diego caminaba al rededor de Laura sin decir nada, Andrés dio zancadas hasta la puerta de la habitación—. Chs— lo frenó levantando su índice, paro un segundo y volvió a su andanza como si recordara algo. Tomó a su hermana por los hombros y dio un portazo—. ¡Tus hijos son unos atrevidos!

Fue como un deja vu a partir de ahí. Laura se sentó en la cama, aún envuelta en la toalla, y lloro con su hermano abrazandola. No sabía por que lloraba exactamente. No sabía si era por el mal momento, por que su madre no hizo nada para defenderla, por que si su padre no se hubiese ido todo eso no estaría pasando. Entonces se dio cuenta que lloraba de la rabia por que estaba enojada con la vida y le daba más cólera aún no poder hacer nada.

Andrés acariciaba el rostro de su hermana. Después de cambiarse, el cansancio le ganó. Ella no lo aceptaba como protector, le gustaba defenderse sola, pero sabía que lo necesitaba de vez en cuando. En la oscuridad una luz entró por la puerta.

—A comer pibes. Decí que tu vieja me insistió, por mi se hubiesen ido a dormir sin comer.— la puerta volvió a cerrarse.

Tenía bien en claro de lo que él era capaz y de lo que no. Pensó en no salir, ¿Pero para que crear más problemas? Por hoy había sido suficiente. Se sentó frente a su mamá, tenían una mesa chiquita de cuatro. Los hermanos se turnaban para comer en la cocina, a Diego le gustaba ver la televisión sin que nada ni nadie le estorbara. Dolores dejó el plato frente a él y le sirvió jugo.

—Pobre y manco bebé, ¿Y papá que hacia? ¿te daba en la boca? —se burlaba mientras cambiaba de canal. Apretó sus cubiertos y su madre intentó tranquilizarlo con la mirada. El, sin embargo, tenía la suya clavada en el cuchillo. Su padrastro carcajeo—. Era para lo único que servía tu viejo, para darle de comer a vos y a tu hermana en la boca. Era un inútil igual que ustedes.

—Vos sos el menos indicado para hablar de él, no lo conociste. —se atrevió a contestar. Le dolía muchísimo que hablarán de su padre.

—Yo conocía a tu papá mejor que vos y ella juntos —señaló a Dolores, dejó el control remoto y acercó demasiado su cara a la de Andrés—. Laburaba conmigo en el taller. Más de uno le habrá ido a reclamar por un auto mal arreglado. ¿Sabes que hacia? Nada, ignoraba, era una basura inútil.—continuó apretando los cubiertos con tanta fuerza que su mano empezó a temblar.

—Diego…—Dolores quiso decir algo.

—¡Vos cállate, si yo no hubiese aparecido estarían viviendo a bajo de un puente! ¡El era un trastornado hijo de…!

No pudo decir otra palabra, se estaba ahogando con su propia sangre. Llevó sus manos al cuello y miró a su hijastro horrorizado. El líquido oscuro salpico a su madre y todo lo que había encima de la mesa para después recorrer su pecho. Dolores estaba shockeada, tenía sus ojos y su boca bien abiertos, luego de unos segundo reaccionó.

—¡Andrés! ¿Qué hiciste?—gritó en susurros. Sus ojos color miel se cristalizaron y un sentimiento de vacío enorme apareció en su pecho. Aún sentada en la mesa, las lágrimas desaparecieron junto con el sentimiento. ¿Realmente todo eso era una desgracia? ¿Podría la muerte de su marido restar a su vida mucho más que su existencia?

Soltó el cuchillo y el horror y el asco invadieron su cuerpo. La expresión de su madre cambio a confusión e indiferencia. Rodeó la mesa y se paró frente a su hijo. Intentó decir algo pero parecía que las palabras de habían ido con Diego. ¿El había hecho aquello? Le quitó la vida a una persona, a la persona que más odio durante años. ¿A caso el lo asesino sin más? ¿Sin sufrimiento alguno?

[chicxemocional]

Eh estado pensando en ti...

 Estoy aquí a punto de contar mi historia, mi versión, pero de que se trata todo esto, en realidad  no lose, pero creo que de alguna u otra forma debo sacarlo como siempre trato de hacerlo con cada amor que pasa por mi , por mi corazón, como empiezo o mas bien con quien.

Realmente es difícil definir cuando es que comenzó todo,solo recuerdo que la primera vez que vi a una niña con ojos de amor jaja , fue en el kinder o prescolar o como quieran llamarle, su nombre no lo recuerdo, pero eh me refiero a la niña, bueno en fin, lo que si recuerdo y muy bien es que tenia los ojos mas bonitos que no eh vuelto a ver hasta el día de hoy, azules como el cielo, como mi color favorito, bueno ella era una de las niñas a las que yo les llamaba amigas, el ultimo y único recuerdo con ella , fue una vez que nos pidieron disfrazarnos de princesas y ella fue vestida de blanca nieves, bueno la verdad no sabia que lo que ella me hacia sentir se definiera como que “ella me gustara” solo sabia que me gustaba mucho ver sus bonitos ojos, pero en fin esa etapa paso y entre a la primaria, en donde después conocería a Fernanda mi mejor amiga, bueno en realidad así le llamas a cualquier niña que se juntara contigo en la primaria ¿no? pero bueno, ella provocaba lo mismo que la bonita niña de ojos azules, pero de diferente manera, no se como que me gustaba mucho pasar tiempo con ella ,me gustaba estar todo el día, incluso solo hubo una ocasión en que ella vino a mi casa y yo a la suya, pero la verdad si soy sincera como que en si con ella no tengo tantos recuerdos solo se que me gustaba o algo así jaja, pasaron 3 años juntas y después en mi 4to año nos revolvieron a todos en distintos grupos , en donde conocería a mi primer novio y el primer niño que me gustaría después de darme asco, bueno osea yo era una niña normal que a esa edad escuchaba “NIÑO” y vomitaba ya sabes lo común, pero con este niño no, no me pregunten porque por que yo tampoco tengo idea que paso por mi cabeza en ese momento, sigamos en que nos cambiaron de grupo y si a mi y a Fernanda nos separaron, y bueno no me quedo de otra que juntarme con unos niños, porque de hablarle a niñas que solo hablaban de muñecas y esas cosas a jugar fútbol que era lo que mas me gusta pues la respuesta era fácil, bueno paso ese año y en 5to le pedí a ese niño que le decían “el chino” que si quería ser mi novio :v en fin me costo mucho y al final acepto, en serio no fue como solo porque fuera mi novio , realmente me gustaba y creo que ah sido el único niño que me ah gustado , y y paso igual ese año y obvio pasaríamos a 6to el ultimo año recuerdo ese año como uno de los mas bonitos porque tuve a una de las mejores maestras que tendré en mi vida, una de las pocas personas que supo valorarme y apreciar mi conocimiento ya saben... alguien que no fuese tu propia madre y así,luego asli de la primaria y entraría a la secundaria. 

La Escuela Secundaria Técnica No.19 “Diego Rivera” seria hasta hoy la mas dolorosa,divertida,melancólica,maravillosa y confusa etapa mas hermosa de mi vida, y es que por decirlo poco, por que viví mas cambios que en un laboratorio de la nasa, de verdad, pero bueno sigamos, aquí mi primer año en si solo recuerdo como pequeños lapsos y eventos que obviamente son los mas importantes como...

-Mi primer confesión hacia la niña que me gustaba

-Mi mayor fase de nerd

-La ganadora en pantalones anchos y enormes de la escuela

-Mi cambio a el peor taller del mundo

Y bueno el primer punto y uno de los mas importantes paso de la siguiente manera.

Por alguna extraña razon el primer dia que asignaron los grupos para los alumnos de primer año una niña que de hecho hoy es una amiga mia jaja pero que en ses momento me parecio la niña mas grosera y mamona del mundo, yo me le acerque para preguntarle que si la fila en donde estaba formada era para el grupo 1°D y la muy mamona me dijo “-Nose” despues yo como toda la niña insegura que era me senti muy estupida -_- literal, entonces lo unico que se me ocurrio fue pues formarme en esa fila, despues ya una niña amable que se llamaba Zoe me dijo que si en efecto ese era el “D” entonces apartir de ese dia y durante ese medio año fue una de mis aigas, aunque ella me callera muy bien, como que los demas del grupito me daban miedo :v digo osea no es que sea discriminadora o alguna mamada así , si no que pues los demás eran como emos y satanicos y esa gente que se corta ( que si alguna persona que hace eso esta leyendo esto, wey no lo hagas hay muchas maneras y razones que se que hay para odiarse a si mismo pero hacer eso no va a cambiar tu vida miserable, te amo ,bai) en fin ese fue mi grupito de amistades masomenos como dije por medio años , hastaaaa que esta niña que seria mi primera confusion,dolor de pecho,tristeza en mi,y tambien mi salida del closet, llamda Rocio pero que todos le deciamos “Lupita” me hablo en si no me equivoco la materia de Industria o español, y pues de ahi nos hicimos muy amigas junto con otra niña y lo nuestro, me refiero a la amistad,como 2 años,pero durante el primer año paso lo que seria la famosa “salida del closet”

Despues seguire con esta historia ya me canse de escribir :v

[peroqueriasestudiar]

Casi cumplo 30 años y estoy en un territorio que no es el mío. No son mis bicirutas y eso me pone nerviosa. Llevo casi dos meses en un lugar que no es el mío, con un montón de personas preguntándome quién soy y de dónde vengo. Soy la tercera hija de E y G, la bailarina. G proviene de una familia de comerciantes: desde pequeña, se dedicó a ser una mujer muy guapa, asistir a escuela de monjas y viajar. Cuando G tenía 20 ya conocía diez países y había durado diez años con un novio, al que luego dejó porque conoció a E. Por su parte, E proviene de una familia de intelectuales de la colonia Roma. E quedó huérfano de madre a los 10, su padre era fotoperiodista y a veces, en los sesenta, lo llevaba a sentarse al aeropuerto de Cuba a fotografiar a los jóvenes mexicanos que iban a unirse a la guerrilla. E quería ser ingeniero agrónomo, pero era el 68 y ya se había unido al grupo de estudiantes de Chapingo, hasta que fue la huelga. El padre de E lo mandó a estudiar contaduría y alejarse del movimiento estudiantil. Por ello, se fue de casa y en los setenta se fue a vivir a Italia un tiempo. E y G coincidieron el mismo día en la Basílica de San Juan, pero no se encontraron. Más tarde, E regresaría a México y visitaría un lugar en donde vería a G. Duraron un mes de novios y 33 años de casados, hasta que E murió de cáncer. Yo estuve ahí, con G y A, su segundo hijo.

Cuando tenía siete años, E y G tenían tres hijos: B, que pintaba, A, que tocaba el piano y yo, que bailaba. A los seis ya ensayaba ballet 2 horas diarias después de clase. De pequeña sabía lo que quería ser y a dónde llegar. B tenía 14 cuando tuvo cáncer en el pulmón, y no lo pudimos curar. G no podía de la tristeza pero veía caricaturas con nosotros. Cuando cumplí 17, G y yo nos adentramos a las selvas chiapanecas, recuerdo estar en el Usumascinta riendo con ella. A los 19 recorrimos el viaje que había  hecho ella por Europa cuando era joven. A los 20, E y yo manejamos ocho horas por California sólo para llevar a G a Disney porque nunca lo había conocido.

Siempre tuve problemas de comportamiento pero también tuve las mejores notas. Era un verdadero fastidio, insufrible para mis padres y profesores quienes no podían quejarse de mi comportamiento porque tenía buenas notas. La escuela siempre ha sido mi lugar seguro. En la maestría es lo mismo, tengo buenas calificaciones y pertenezco al grupo de representantes estudiantiles de cosas jipis. Nadie puede negar que soy hija de E.

Odié la secundaria, era sólo de mujeres y la carga hormonal de un montón de adolescentes era detestable, pero tenía amigos fuera de la escuela, casi todos eran mayores. Por ello, para cuando tenía catorce ya había hecho muchas cosas que no debía a mi edad, pero también había leído todos los libros que me entregaban mis amigos. Los libros siempre han sido mi casa. Crecí en una casa llena de libros de ciencia y literatura, pero no fue sino hasta ser adolescente que verdaderamente los amé. Mis hormonas enloquecidas encontraban tranquilidad en Lovecraft y García Márquez. A los dieciséis ya había leído la mayoría de García Márquez, quien diría que terminaría en su país.

A los catorce entré a la preparatoria más pedida de la UNAM, otra vez, seguía siendo insufrible y rara. Ahí conocería a C, D y A. C sería mi amiga por mucho tiempo, pero después la amistad se rompería. Sin embargo, exploraríamos juntas una infinidad de objetos y curiosidades que nos servirían como herramienta para más adelante. D, por su parte, es casi mi guía espiritual actualmente. Por su parte A, con su pelo rubio y ojos verdes me conocería a los 16, hablaría conmigo de Cien años de soledad y seríamos novios por siete años. A con sus Dr. Martens y su suéter negro eran todo lo que podía pedir a los diecisiete años, pero no a los veinte cuando comenzamos a alejarnos. Habíamos entrado a la universidad, y mientras él estudiaba una carrera que no deseaba sólo por ser muy bueno en ella, yo amaba lo que hacía y disfrutaba la locura de las fiestas de mi facultad. Cuando cumplí veinte años gané una beca para estudiar teoría feminista un semestre en California, mientras tanto A no entendía por qué me interesaban esos temas. Años después, aceptaría que se había equivocado al cuestionarme. La fatídica noche en la que nos dejamos de hablar ocurrió en un bar, durante la fiesta de C, cuando le di una cachetada por insultarme y le pedí que me olvidara. A y yo nunca volvimos a hablar, este año llegó a mi casa por una fiesta, sin saber que era mi casa. Ese día me abrazó y nos perdonamos. Nunca más volvimos a hablar y eso está bien.

Por ahí de los 25, habría viajando a diversos países para formar alianzas con feministas. Habría visitado cuatro países para pelearme con grupos conservadores y habría dado talleres a muchas jóvenes, que todavía no se darían cuenta que eran feministas. Pero eso implicaría un desgaste emocional para mí. Era joven y no estaba segura si todo lo que hacía estaba bien. Parte de ser feminista es entender que todo es político, es amar y pelear por tus ideales, incluso con mujeres con ideas diferentes a las tuyas. Éramos muy jóvenes y eso nos llevaría a un desgaste emocional muy fuerte. A los 25 ya estaría consolidado el grupo de mujeres que más he amado, M, A y E, quienes son capaces de darle una patada en los huevos a cualquier hombre que intente explicarles acaso algo de literatura, cine o filosofía. Serían las acompañantes que siempre había deseado: nos encantaba la fiesta y entraríamos a estudiar una segunda licenciatura en filosofía y/o letras. En esa segunda facultad, conocería a F en una clase a la que entraría sólo por interesarme en el profesor. Invitaría a F a un intercambio de libros y comenzaría a hablarme de Levrero, quién es ahora mi autor favorito, por quien me tatué un conejo. F y yo seríamos novios por tres años y compartíamos más libros, buscaríamos a Levrero por todas partes, considerando lo difícil de conseguir sus libros. F cuidaría a E cuando este se enfermó y me acompañaría en el camino del cáncer. Siempre le estaré agradecida por ser quién es y haber estado en el momento exacto, pero él sabía que algo me faltaba.

Mucha gente más llegó en esos años, J y A ahora son mis mejores amigos, mis protectores, me recuerdan lo torpe que soy y me cuidan. Con ellos puedo ser vulnerable y sentirme pequeña. Con cada uno de ellos he visto más de cien películas, algunas veces más de tres en un mismo día y hemos viajado a todas partes, incluso psicodélicamente. A me cuidó el día que tuvieron que operar, nadie más que ellos dos sabían, y A se quedó ahí conmigo a ver películas mientras cerraba la herida. De vez en vez, J y yo conversamos de su proximidad a la sociopatía, pero a mí me parece tan dulce que alguien incapaz de establecer relaciones de amor con alguna pareja sentimental sea noble conmigo sin pedir nada a cambio. También comencé una amistad con J gracias a los libros, pensaba que ocultaba a Cabrera Infante, pero sólo lo guardaba para que no se maltratara. Después comenzamos a hablar de Kawabata y terminó enseñándome todo Vonnegut. Seré insufrible, pero si algo amo son los libros y a las personas que me han enseñado que no sé absolutamente nada. Así como a ti I, a quien agradezco por cuidarme a la distancia y enseñarme todos esos libros de construcción de paz  y acción sin daño que de otra forma no hubiera conocido. Ojalá, en estos días de meditación, no estés pensando absolutamente en nada.  

Gracias I, a la distancia te abrazo.

[leonjoven]

Mercado del Ferrocarril el 4 y 5 de noviembre en Espacio Vías.

Mercado del Ferrocarril el 4 y 5 de noviembre en Espacio Vías.

Lugar: Espacio Vías (Avda. Padre Isla 48 de León).

Fechas: 4 y 5 de noviembre de 2017.

Horario: El Sábado 4 de noviembre de 12 a 21,30 h. y el Domingo 5 de noviembre de 12 a 20,00 h.

Actividades: Exposiciones, moda, complementos, decoración, gastronomía, talleres, música en directo, etc.

Contenido:

El Mercado del Ferrocarril comenzo su trayectoria en el Museo del Ferrocarril de Asturias situado en la ciudad de Gijón. Puede estar englobado dentro del nuevo concepto de los Street Market. Iniciativa que se ha vuelto itinerante por otras ciudades del Principado y comunidades autónomas próximas.

Este singular mercado es una nueva experiencia donde poder ir de compras, relajarse, disfrutar y alejarse de cualquier concepto de gran superficie. Entre los expositores participantes, escogidos con mucho mimo, encontramos moda y complementos; diseño; artesanía; arte; antigüedades y gastronomía, todo dentro de un ambiente y un marco incomparable.

Englobado dentro del concepto de los Street Market habrá diversas actividades, como talleres de reciclaje, food trucks especializadas en cocina internacional y música en vivo. Las actuaciones previstas son:

– Sábado 4 a las 13:00 horas actuación del grupo Swing Receta y clase abierta de Lindy Hop

– Sábado 4 a las 13:00 horas taller infantil APRENDIENDO A GERMINAR precio 5€

– Sábado 4 a las 17:30 horas taller infantil de PLASTILINA RECICLADA, precio 4 €

– Domingo 5 a las 13:00 horas actuación del grupo Los Solomones y clase abierta de Lindy Hop

– Domingo 5 a las 13: horas taller infantil de CARTÓN Y PAPEL RECICLADO, precio 4 €

Objetivo:

El propósito principal del mercado es trabajar para dar visibilidad a la creatividad que esta surgiendo en la red. Una iniciativa que pretende potenciar el pequeño comercio y a los autónomos en enclaves singulares. Con cada edición del mercado se busca la cercanía con el público, la diferencia, el buen gusto y por supuesto la calidad.

Es un mercado donde toda la familia es bienvenida con actividades tanto para mayores como para pequeños, un lugar de encuentros donde conocer las últimas y originales tendencias creativas.

Con el evento el Mercado del Ferrocarril intentamos poner en valor el concepto de idea y creatividad, para ello seleccionamos todas aquellas ideas convertidas en producto cultural y aglutinadas en espacios emblemáticos de Asturias y León.

Las artes plásticas siempre están presentes en el Mercado del Ferrocarril y contamos con artistas de reconocido prestigio donde el Mercado del Ferrocarril les ha servido de plataforma para dar visibilidad a sus productos. Por ejemplo, Ana Montero, artista de reconocido prestigio, opina en una entrevista a la Nueva España señala: “Soy muy partidaria de que todo el mundo disfrute de mis obras y este del Mercado del Ferrocarril es un espacio perfecto. Viene mucha gente que nunca entraría en una galería”. No podemos olvidarnos de ceramistas como Ana Soto, Barruntando o Charo Cimas que siempre nos sorprenden con la delicadeza de sus piezas únicas y extraordinarios diseños realizados con mucho mimo, una interpretación del material cerámico muy personal que nos hacen ver al ceramista como un afortunado al poder dar forma y vida a la materia en un proceso mágico como es el de la cerámica artística. Ropa vintage, objetos hechos de materiales de deshecho, imaginación y buen gusto en el stand que siempre nos acompaña en nuestra ediciones, Mano de Santo donde vimos estas brochas convertidas en esculturas pez.

Más información: Mercado del Ferrocarril.

Mercado del Ferrocarril el 4 y 5 de noviembre en Espacio Vías. was originally published on leonjoven.net

[ledamodalab]

Un poco de historia de Ilustración de Moda en el siglo XX.

Por: Elisa Gómez. 

Las primeras casas de moda en el mundo comenzaron a contratar artistas para la realización de bocetos o dibujos pintados de prendas que plasmaran sus ideas y conceptos, así transcribieron los movimientos artísticos de cada época a la evolución del diseño de moda. El bajo costo de estos bocetos cambió la forma en que se relacionó el arte y la industria de la moda, con lo que se define lo que hoy conocemos como ilustradores de moda,  y simultáneamente una forma de integración en el proceso creativo del trabajo en los talleres: los figurines, representación estilizada de la figura humana a pequeña escala, cuya finalidad es mostrar gráficamente el diseño de la prenda y/o accesorios de una colección, sirviendo como modelo para la confección de los diseñadores de moda. 

Desde entonces, la ilustración de moda ha sido y sigue siendo un instrumento esencial en "la caja de herramientas" del diseñador,  y su evolución ha estado marcada desde luego por los cambios culturales unidos a sus correspondientes avances tecnológicos, combinando los métodos tradicionales con las nuevas técnicas digitales.

Los estilos y técnicas utilizados en la ilustración de moda son infinitas, lo que enriquece el trabajo de estos artistas y hace de la ilustración de moda un arte cada vez más variado y rico; por mencionar solo algunas, haremos un repaso histórico reciente y breve, a capricho del equipo de LEDA:  partimos de principios del siglo XX, entrados ya en la primera etapa de la Revolución industrial, donde desde luego, el mundo de la Moda entraría en esta vertiginosa etapa de la historia de la humanidad, marcando tendencia en los estilos de vida de mujeres y hombres, que dejarían la pomposidad de la vestimenta del siglo pasado, para adaptarse a los nuevos tiempos,  estamos hablando de la década de 1920, en la que importantes revistas como Vogue y Harper’s Bazaar comenzaron a utilizar la ilustración como principal método de propagación de noticias de moda.

Luego de la Gran Depresión en Estados Unidos, cuando el diseño del vestido por supuesto también estuvo influido por esta época de recesión económica y  de austeridad, y posteriormente con Segunda Guerra Mundial, los cambios mas significativos de la ilustración vendrían hasta la década de los cincuenta, cuando los editores de moda empezaron a invertir mas en la fotografía, sin embargo, el valor del boceto de moda radica en su capacidad de proyección de una idea para materializar, frente a la fotografía que solo registra la realidad.

En el limbo entre lo que se clasifica como bellas artes y el arte comercial, apenas recientemente se ha reivindicado a la ilustración de moda como un genero significativo por derecho propio.

El tema de la ilustración de moda es muy extenso y en este articulo, LEDA no pretende ahondar mas que en los rasgos históricos de manera general, y mostrarles algunos ejemplos del figurín tradicional, pues el figurín Digital es otro tema muy extenso del que podrán conocer mas en los talleres que tenemos preparados para comenzar en febrero de este año.

En LEDA, creemos que la moda no es asunto superficial y como cualquier tópico del que hablemos, depende del enfoque que se le de, puede resultar un tema multidisciplinario y significativo que aporte conocimiento y valor a la vida de las personas.

Gracias por seguirnos, leer y compartir.  

#Moda #ilustración #Diseñomexicano #CUU