#x su atención gracias
Explore tagged Tumblr posts
sccarz · 1 year ago
Text
Tumblr media
* . ´ 𝐒𝐂𝐀𝐑 𝐊𝐈𝐌 en : identidades secretas.
7 notes · View notes
aricastmblr · 6 months ago
Photo
2 años de este bts bangtantv episode
[EPISODE] BTS (방탄소년단) @ 64th GRAMMY Awards
(https://youtu.be/Hr1OSHf3S2Q)
Jimin le dijo algo muy lindo a Jin y me encanto:  
La forma en que Jimin lo explicó en coreano es mucho más lindo, dice que extrañar a Seokjin es como perder un trazo / línea, por lo tanto, ya no son Bangtan (방탄), son Bangtin (방틴) Porque la diferencia entre la vocal ‘a�� (아) y la 'i’ (이) es un trazo (-) cr.jinsonyeandantwt
anteriores publicaciones video
jk ustedes nos dan fuerza y jm asiente X)
jm esto fue una gran experiencia gracias army
(https://www.tumblr.com/aricastmblr/688878631778484224/episode-bts-%EB%B0%A9%ED%83%84%EC%86%8C%EB%85%84%EB%8B%A8-64th-grammy-awards?source=share)
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
[EPISODE] BTS (방탄소년단) @ 64th GRAMMY Awards
https://youtu.be/Hr1OSHf3S2Q
Jimin le dijo algo muy lindo a Jin y me encanto:  
La forma en que Jimin lo explicó en coreano es mucho más lindo, dice que extrañar a Seokjin es como perder un trazo / línea, por lo tanto, ya no son Bangtan (방탄), son Bangtin (방틴) Porque la diferencia entre la vocal ‘a’ (아) y la 'i’ (이) es un trazo (-) cr.jinsonyeandantwt
5 notes · View notes
americangroupie · 1 year ago
Text
✮ lust for life ✮
enzo vogrincic x reader
tw: +18, un poco de exhibicionismo jj
a/n: lo escribí rapidísimo, pero me terminó gustando un montón;) manden requests!!
୨୧┈┈┈┈୨୧┈┈┈┈୨୧
tu novio y vos mantenían una relación privada.
era lo más razonable bajo las circunstancias en las que se encontraban; enzo pasó de nada a todo en cuestión de semanas gracias al estreno de su nueva película, y lo mas lógico era esconder a la novia del novio de internet. pero enzo nunca fue una persona privada.
cuando recién comenzaban a salir, no tardaste en notar que él tenía una manía con tenerte cerca cuando salían a la calle, o cuando estaban con amigos, o cuando iban a comer; cuando hacían cualquier cosa que involucrara a un tercero. esto al comienzo se manifestaba a través de el tomando tu mano y no soltándola, colocando sus manos en tu cintura o acariciando tu cuello mientras te encontrabas distraída haciendo algo más.
pero al pasar el tiempo, estas dulces muestras de afecto fueron escalando a sus manos sobre tus muslos, sus dedos rozando por fuera de tu ropa interior, o directamente bajarla por tus piernas para estremecerte.
como cualquier otra persona, te ves rápidamente colorada o exaltada por sus acciones, mirándolo con los ojos muy abiertos mientras el te respondía con una sonrisa ladeada sin prestarte mucha atención.
hoy no fue distinto.
te encontrabas en un bar, sentada en la esquina de la mesa al lado de tu novio y sus amigos, quienes se encontraban charlando y riendo audiblemente mientras los dedos de enzo rozaban por encima de tu ropa interior. tus ojos reposaban en su perfil, veías sus labios moverse pero tus oídos no registraban ningún sonido al estar todos tus sentidos enfocados en la sensación de sus dedos, y preocupada de no hacer ningún ruido.
miraste sus ojos achinarse justo antes de dedicarte una rápida mirada de reojo, la comisura de sus labios torciéndose hacia arriba al ver brevemente tus ojos suplicantes.
sus dedos se movían lento, rozaban apenas el delgado material de tu ropa interior desesperándote aun mas, y haciéndote mover las caderas hacia adelante de vez en cuando.
no soportabas mirarlo así, pretendiendo como si no estuviese sintiendo lo mojada que estabas al escucharlo charlar tan naturalmente sobre algo que tus oídos no lograban entender.
brevemente, tus ojos brillaron gracias a una idea.
te acomodaste en la silla sin hacer mucho ruido, acercándola más a tu novio, y cerraste tus piernas, haciendo que enzo girara tu cabeza para mirarte sin dejar de hablar. le sonreíste con inocencia, ladeando la cabeza para luego apoyar tu cabeza en su hombro y abrazarte a su brazo como un koala.
escuchaste un pequeño “aw” de alguno de sus amigos gracias a la acción, y reíste al saber tus intenciones detrás.
sin tener idea, enzo siguió siendo partícipe de la conversación mientras tu mano bajaba despacio hacia su bulto, haciéndolo acomodarse en la silla y sintiendo como el agarre que tenia en tu muslo paso de ser delicado, a dejarte la mano marcada.
lentamente, enzo giró la cabeza para mirarte, tenia el ceño fruncido y su respiración se había vuelto irregular y más profunda.
“cuidado, mi amor.” susurró al bajar la cabeza para acercarse a ti.
pestañeaste varias veces, mirándolo con inocencia y confusión. “¿que, en?” dijiste mientras aplicabas más presión en el bulto, ganándote un callado jadeo que te hizo apretar las piernas.
seguiste con el juego unos minutos, hasta que te diste cuenta que ya no tenía el mismo efecto en su hablar ni en sus acciones. charlaba con normalidad, mirándote cada cierto rato y tratando de mantener la compostura frente a sus amigos. pero vos querías hacerlo sentir como el te hacía sentir siempre.
agradecida de que llevara pantalones de fácil acceso, pudiste meter tu mano despacio por entremedio, y comenzaste a frotar y dar palmaditas por encima de su ropa interior, como el acostumbraba a hacer contigo.
sus facciones se endurecieron al darse cuenta de tu acción, bajando la cabeza casi inmediatamente para suspirar y callar los jadeos que amenazaban con salir al mirar tu cara de inocencia mientras lo tocabas por debajo de la mesa.
hacer contacto visual con vos lo estremeció completamente, logrando tu propósito: llevarlo hasta el límite.
“nos van a tener que disculpar, pero tenemos otro compromiso y se nos está haciendo tarde.” dijo enzo con la voz un poco más ronca de lo normal mientras sacaba su billetera del bolsillo, sacando un par de billetes y colocándolos sobre la mesa, haciéndote sonreír y quitar la mano de dentro de su pantalón para acomodarte tu propia ropa. “un gusto verlos a todos.”
abriste la boca para decir algo pero enzo agarró con fuerza tu brazo para hacerte acercar hacia el, caminando hacia la puerta con rapidez mientras saludabas con tu mano en forma de adiós a sus amigos.
caminaron a paso rápido al auto, sin decir ni una sola palabra. “te portás tan mal vos, eh.” dijo apoyándote contra la puerta del auto, acercándose hacia ti lentamente haciendo notar la diferencia de altura entre ambos. “no te puedo llevar a ningún lado.”
habían muy pocas luces en el estacionamiento, la única iluminación presente siendo las luces anaranjadas del cartel del bar que lo hacían parecer de otro mundo con las ojos oscurecidos, el semblante molesto y el cabello desordenado.
“cogeme.” susurraste contra sus labios, ganándote una sonrisa de parte del pelinegro.
“¿así se piden las cosas, chiquita?” negaste con la cabeza. “¿y entonces?”
“por favor.”
“¿por favor qué?”
te quejaste. “por favor cogeme.”
sonrió mirándote a los ojos mientras abría la puerta del auto entrando el primero y corriendo el asiento hacia atrás para luego sentarte a horcajadas encima de él.
apenas cerró la puerta del auto te lanzaste encima, tomándolo por las mejillas para acercarlo más hacia ti mientras el agarraba tu cintura con fuerza. el beso rápidamente se transformó en necesitado, con ambos jadeando mientras movías tu cuerpo de adelante hacia atrás sentada en el bulto entre sus piernas, haciéndolo gruñir mientras gemías en su boca por la sensación.
“sos una hija de puta.” dijo entre besos, haciéndote reír mientras bajabas por su cuello, pasándole la lengua y mordiendo cada parte que tus labios rozaban. “me vas a volver loco algún día de estos.”
“tú empezaste, enzo.” dijiste separándote de su cuello.
“mhm.” asintió con la cabeza mientras corría los tirantes de tu vestido hacia un lado. “no me puedo controlar si te ves así. parecés una muñequita.”
sentiste sus ásperas manos masajearte sin nada de delicadeza y echaste la cabeza hacia atrás; tus caderas no cesaban de moverse contras las de tu novio y tu espalda se arqueaba de placer, hipnotizando al uruguayo completamente con tu figura y los gemidos que salían de tus labios.
“¿te gusta, mi amor?” susurró burlescamente, mirando detalladamente cada movimiento de tu cuerpo y cada facción de tu cara. asentiste atontada, con los ojos cerrados buscando más fricción entre los dos. “decime cuanto.”
lloriqueaste. “mucho, enzo. sabes que mucho.”
“te ves tan bonita frotándote así, mi vida. te comería toda.” gemiste. “ah, eso querés. ¿querés que te coma? ¿querés moverte así, sentada en mi boca, hm?”
“basta, por favor” suplicaste, moviéndote más rápido. “cogeme.”
“¿como, bebé?”
“cogeme. no aguanto más.”
“pedilo bien, hermosa.”
“cogeme, por favor cogeme.”
mientras bajabas tus manos para desabrochar su pantalón, él sumergió la cabeza entre tus tetas, lamiendo y mordiendo todo lo que sus labios tocaran; haciendo mil veces más difícil la tarea de bajar sus pantalones.
mientras el se tomaba su tiempo lamiendo y besando, comenzaste a trazar circulitos en la cabeza de su miembro con lentitud, irregulando aún más su respiración y haciéndolo morderte para ocultar los gruñidos que salían de su boca.
te acomodaste encima de sus piernas, alzándote para poder sentarte encima de su miembro mientras el corría tu ropa interior hacía un lado, metiéndolo dentro por completo de un brinquito. enzo tiró la cabeza hacia atrás, gimiendo gracias a la sensación de estar dentro tuyo que a pesar del tiempo, se seguía sintiendo como la primera vez.
“mirá lo bien que me tomás, chiquita.” dijo mientras comenzabas a moverte de arriba hacia abajo, escondiendo tu cabeza en el hueco de su hombro para ocultar tus gemidos. “te sentís tan bien.” susurró mientras agarraba tu culo con fuerza, ayudándote a moverte más rápido.
enterraste las uñas en su espalda mientras te movías, mordiéndote el labio inferior tratando de no hacer tanto ruido.
“¿ahora te da vergüenza, mi amor? ¿después de todo lo demás?” dijo en un tono burlesco mientras movías tu cuerpo al compás de sus embestidas. “no te calles. deja que todos escuchen como te pongo, como te cojo.”
respondiste con un quejido, sintiendo una sensación conocida en tu cuerpo mientras escuchabas sus jadeos cerca de tu oído, y el uruguayo lo notó al sentirte estremecer y moverte más lento, apresurando sus embestidas y agarrando tu culo con más fuerza.
“te hacés la niña buena, la princesita, y estás por acabar mientras cogemos en un estacionamiento.” sentiste tus mejillas pintarse de color rojo con sus palabras. “sos una cínica.”
“es tu culpa, en.” lloriqueaste en su oído, bajando tu mano entre ambos cuerpos para frotarte. “estoy muy cerca.”
“yo también, chiquita.” dijo entre jadeos. “¿puedo?”
“por favor.”
un par de embestidas más y ambos alcanzaron el mayor punto de placer, acercando sus cuerpos a no más poder y llenando el ambiente de sus gemidos. pasaron unos segundos donde lo único que se escuchaba eran ambas respiraciones agitadas, y levantaste tu cabeza para besarlo con lentitud.
apoyaste tus manos en su pecho mientras se besaban; un beso lento y torpe mientras se acostumbraban a la sensacion y volvían a la normalidad. al separarte de el, lo miraste con dulzura.
“estás todo pintado, amor.” reíste mientras tratabas de limpiar el labial de su boca.
“y vos estás toda rojita. es parecido.” colocaste tus ojos en blanco y lo besaste, acariciando su mejilla.
“llevame a casa.” dijiste mientras el comenzaba a besar tu cuello, indicando que no quería parar. “no podemos hacer tanto acá.”
“pero tenemos que esperar que los vidrios se desempañen.” dijo pasando un dedo por el cristal del auto, haciéndote notar que todo el auto estaba así.
te tapaste la cara riéndote, mirando como era demasiado obvio lo que estaban haciendo. “sos un idiota.”
“a veces.” dijo sonriendo, y dibujó una carita feliz en el cristal.
936 notes · View notes
sweetillnessofm · 11 months ago
Note
¡hola! antes que nada escribes muy bien, y fui fan de tu trabajo pasado, sigue así🫶
queria pedir algo de rough angry sex con enzo🫣después de una discusión!!
holii, aparezco gente, gracias por tus comentarios bonitos anon🫶 espero esto les guste 😪
kiss and make up☆
(one shot)
ADVERTENCIAS/TAGS🗯: enzo vogrincic x reader, smut, rough sex, fingering, kinda mean enzo(?), hair pulling, cum swallowing
Tumblr media
todo empezó por una mandarina.
o bueno, eso creyó enzo al principio.
desde que despertaron ambos en la mañana, el mayor pudo notar que tus ánimos no eran los mejores. apenas dándole los buenos días te dirigiste a la cocina para hacer el desayuno; sin ni siquiera un beso, o un abrazo, ni el típico rato que pasaban enrollados uno con el otro entre las sábanas disfrutando del calor corporal... pasaste de él.
trató de no hacerse mucha mente y unos minutos después bajó a la cocina donde te encontró de espaldas, frente a un sartén del cual se desprendía el olor de unos panqueques. se acercó hacia ti con pasos un tanto ruidosos para que no te asustaras cuando sintieras sus brazos rodear tu cuerpo, y apoyó su mentón en tu hombro cariñosamente, observando desde arriba los alimentos que preparabas.
"te comiste mi mandarina, enzo" espetaste con fastidio, saliendo de su abrazo y moviéndote hacia el tacho de basura para desechar unas cáscaras.
"¿cómo?" respondió con el ceño ligeramente fruncido, sintiendo genuina confusión.
"anoche, anoche cuando llegaste te comiste la mandarina que dejé en la heladera" te giraste hacia él enfrentándolo. "ya yo estaba dormida" murmuraste y devolviste tu atención al sartén caliente.
el castaño pareció recordar su travesura. "aah, sí, sí. sí me la comí, pero no creí que te molestaría, chiquita" dijo con un tono suave y se volvió a acercar a tu cuerpo "perdoname, no es tan grave, sabés que puedo salir a comprar más-".
giraste los ojos, más enfadada que antes. "déjalo, ya, no hace falta" serviste en los platos de cada uno los panqueques y le tendiste el suyo a enzo "toma, provecho".
consumieron sus desayunos en silencio, evitabas la mirada del castaño a toda costa con tus ojos fijos en el plato. confundido y pensativo, enzo quiso preguntarte si realmente era una simple mandarina lo que había causado tanta molestia en ti, cuando fue interrumpido por el sonido de una de sus alarmas recordándole que se le estaba haciendo tarde para llegar al trabajo, que era una nueva película en la que llevaba dos meses participando.
se disculpó contigo y te dio un beso en la frente antes de lavar su plato y subir a la habitación a prepararse, dejándote con la mirada perdida en la mesa y terminando tu desayuno sola.
en algún tiempo libre del día te llamaría y trataría de arreglar las cosas, pensó, no podían quedar mal por un pequeño error de él y una simple fruta. sí, definitivamente eso haría.
si tan solo hubieras contestado sus llamadas.
llegó el mediodía cuando sentiste la primera vibración de tu celular, y en vez sentir felicidad al ver el nombre de "mi vida ♡" en la pantalla, solo sentiste tu pecho llenarse con un incómodo sentimiento de enojo. lo mismo fue con la segunda, con la cuarta, y la séptima llamada, tanto así que llegó a un punto donde tuviste que silenciar por completo el aparato.
no estabas segura de por qué actuabas así, te sentías como una nena malcriada hasta cierto punto, pero supusiste que era por los días que llevabas acumulando tus sentimientos reales.
obviamente tu malestar no era por una mandarina, eso solo fue un gatillo para que se disparara tu estado de ánimo reprimido. la realidad era que te sentías descuidada por enzo.
desde que empezó con su nuevo papel pudiste notar como cada vez pasaban menos tiempo juntos; habían menos oportunidades para salir, para las actividades que solían hacer antes, para tener sexo. apenas teniendo un corto momento en las mañanas para poder sentir el calor y el cuerpo del otro antes de que el mayor se despidiera, no era suficiente. te hacía mucha falta y sentías también que no tenías siquiera el tiempo para poder expresarle cómo te sentías.
al principio era tristeza pura lo que te llenaba pero con los días se transformó en rabia. porque enzo parecía no darse cuenta y parecía que no se sentía afectado.
cayó la noche y estabas saliendo de la ducha cuando escuchaste la puerta de la habitación abrirse.
"¿amor?" escuchaste la voz preocupada del castaño "nena, qué pasó? te llamé mil veces y no me contestaste ninguna, me tenías mal" se acercó rapidamente a ti cuando te vio salir del baño envuelta en una toalla. "de verdad necesitaba hablar con vos, pero sabés como es todo, no podía regresarme a la casa" tomó tus manos entre las suyas, mirándote preocupado.
"disculpame, me quedé dormida" respondiste tosca. te soltaste de su agarre y fuiste al ropero a buscar tu pijama.
"pero por qué no me devolviste las llamadas?" siguió tu andar con su mirada y chasqueó la lengua. "mirá, no sé si realmente estés así por la estupidez de la mandarina, te dije que podía comprarte más, pero si no es eso necesito que me digas ya qué carajos tenés".
notaste como progresivamente su tono de voz dejaba de ser suave y comprensivo para volverse más alto. "desde que despertaste me tratas diferente, ni siquiera un beso nos dimos. todavía en la cocina me girás los ojos y me sacás de encima así sin más, y en todo el desayuno me ignoraste, te buscaba la mirada y nada" negó con la cabeza.
"entonces aparte de eso te llamo porque realmente me preocupa estar bien con vos, porque sos mi mujer y te amo, y qué recibo? el jodido buzón" se pasó una mano por el cabello, con estrés. "no soy adivino, necesitamos comunicarnos, entendelo".
"te preocupa estar bien conmigo?" esta vez fue tu turno de responder, alterada. "te preocupa tantísimo que en estos dos meses te has distanciado un montón y hasta ahora sigues sin darte cuenta?" estabas casi gritando, finalmente le estabas contando la verdad, aunque en una circunstancia que se pudo haber evitado. "andate al carajo" te giraste hacia el ropero de nuevo buscando la ropa, esperando de espaldas a él con la piel erizada una respuesta filosa de su parte.
"entonces era eso," rió con amargura "te costaba demasiado decirlo desde antes? sabés lo importante que es decirnos este tipo de mierdas, dios" con cada oración se iba acercando más a ti. ajena a ello seguiste buscando entre las gavetas.
continuó "parece que sí, porque tuviste que esperar y llegar a este punto, para que yo llegara cansado del rodaje y en vez de ser recibido con un abrazo al menos, soy recibido con este berriche". te diste la vuelta rápidamente hacia él para protestar cuando lo encontraste muy cerca de tu cuerpo, con sus ojos clavados en ti.
teniéndolo tan cerca pudiste observar con detalle su expresión. iracundo, con el cabello desordenado, el ceño fruncido, los ojos llenos de agotamiento y una mandíbula apretada, tensa.
realmente esta era una parte de enzo que no conocías, porque sus discusiones solían ser tan tontas y reducidas que ninguno de los dos acababa enojado propiamente. claro, hasta ahora.
algo que no esperabas en lo absoluto era que tal cosa empezara a causar una humedad entre tus piernas...
tal vez ya te estabas volviendo loca por la falta de sexo.
negaste con la cabeza tratando de deshacer tus pensamientos. "es esto solo un berrinche para ti, enzo?" soltaste con rabia. "dime, crees que no me afecta estar jodidamente sola acá en la casa? nada más que esperando como imbécil a que llegues tarde por la noche y ni siquiera podamos hablar un rato, porque llegas durmiendo. y ni hablar de los días libres donde nada más lees y lees guiones".
caminaste pasando de él y dijiste a lo ultimo "hace cuánto tiempo que no cogemos?" el tono de tu voz ya había bajado, casi en derrota.
al ver que enzo se quedó de espaldas a ti sin responder, suspiraste y te quitaste la toalla que envolvía tu figura, para empezar a vestirte.
con la mirada fija en el suelo, a punto de deslizar por tus piernas las bragas que escogiste, sentiste como enzo se abalanzó sobre ti haciendo chocar tu espalda contra la pared que había detrás de ambos, con su boca empezando un camino de mordidas y chupetones nada suaves en tu cuello, hacia tus hombros y clavículas.
gemiste agarrando sus brazos, sintiendo sus manos recorrer desesperadamente tu desnudo cuerpo y bajar hacia tu culo, el cual amasó con fuerza acercándote lo más posible hacia él. en un movimiento involuntario abriste las piernas, lo cual aprovechó el mayor para introducir una suya en el espacio entre ellas y poder rozar su muslo contra tu coño.
jadeaste al sentir la fricción de la tela contra tu clítoris y empezaste a mover tus caderas con la intención de estimularte más, cosa que no lograste por el fuerte agarre que tenía enzo en estas. en cambio, sentiste como este empujó su pierna ásperamente contra ti, restregándola de atrás hacia delante y mojando la tela con tus jugos en el proceso.
"entonces lo que querés es que te coja, no?" musitó contra tu oreja, soltando una pequeña risa sin gracia al escuchar tus agudos gemidos.
desviaste tus ojos hacia algún punto de la habitacion, evitando su pregunta.
detuvo los movimientos de su pierna mirando con sorpresa el desastre que estabas haciendo en su pantalón "mirá como estás de mojadita... acaso te calienta que discutamos? mhm? decime".
tomó con fuerza tu mandíbula obligándote a mirarlo. "te calienta que me enoje con vos".
no querías admitirlo aunque en el fondo sabías que era cierto. era algo que nunca habías sentido hasta ahora. "puede ser" dijiste sin aliento "igual, n-no puedes culparme, si estoy así es porque me has descuidado".
"ah, en serio?" dijo bajando su mano hasta tu coño e introduciendo dos dedos de golpe, haciéndote soltar un grito ahogado. "no sabía que por unos cuantos días sin sexo te volverías tan sucia, sos terrible".
esto no era nada parecido a las otras veces que tenían relaciones. esta vez eran acciones bruscas y descuidadas, movimientos en los que podías sentir el enojo de enzo y tal vez la misma desesperación que tu llevabas sintiendo hace semanas. todo muy distinto a las caricias delicadas y palabras de amor a las que estabas acostumbrada
y te estaba encantando.
enzo comenzó a mover sus dedos rápidamente dentro de ti, abriéndolos y cerrándolos en forma de tijeras ocasionalmente para poder estirarte, con su otra mano todavía sosteniendo tu cara con firmeza. sus bocas se rozaban sin llegar a besarse como tanto anhelabas, cada vez que intentabas acercarte al mayor este se separaba burlándose de ti y causando que formaras un puchero.
"aw, qué pasa amor, ahora querés que te bese?" dijo el contrario con falsa inocencia. "no fuiste vos la que me estuvo rechazando toda la mañana?"
sintió como te apretabas alrededor de sus dedos, intentando callar tus gemidos, y empezó a dar movimientos circulares en tu clítoris con su pulgar sabiendo que así no podrías contenerte. "estás cerca chiquita?"
"s-sí en, no pares, por favor-" los jadeos y gemidos comenzaban a salir de tu boca cada vez más fuertes.
curvó sus dedos golpeando con fuerza tu punto más dulce, y cuándo sintió tu cuerpo entero tensándose a punto de derrumbarse ante el orgasmo, los sacó por completo dejándote vacía, lloriqueando con tu coño pulsando alrededor de la nada.
"no, no, enzo, p-por qué?" tus piernas flaquearon por el orgasmo perdido pero el fuerte agarre del castaño en tu cuerpo te mantuvo firme.
"perdoname chiquita, pero quiero que nada más te corras conmigo adentro". llevó sus dígitos mojados de ti hacia tus labios y sentiste tus propios fluidos en ellos. "si tanto querías que te cogiera..."
"chupalos" dijo en referencia a sus dedos y abriste tu boca obedientemente succionandolos con vigor, saboreándote a ti misma, hasta que los dejaste limpios.
enzo te encaminó hacia el tocador que estaba al otro lado de la habitación, tus caderas chocando con la madera de este al llegar. te giró bruscamente dejándote ver en el gran espejo el reflejo de la imagen tan caliente de ese momento.
un enzo totalmente vestido, ocupado desabrochándose el cinturón, detrás de tu figura desnuda y llena de las marcas que dejó previamente en ella con su boca y sus manos. tus mejillas rojas al igual que tu boca de tanto morderla.
sentiste como enzo separaba tus piernas con su pie desde atrás y finalmente deslizaba su miembro entre tus labios, esparciendo tu humedad en él.
"metemela ya, en" arqueaste tu espalda alzando tu culo hacia él, persiguiendo su polla "te lo ruego-"
"que impaciente saliste," susurró en tu oreja, y sin más demora metió de una estocada su miembro en tu agujero arrancándote un gemido lastimero. "tan desesperada por tener una pija dentro".
al instante comenzó sus embestidas duras y rápidas, jalando con su mano un puñado de tu cabello y con la otra agarrando fuertemente tu cadera, tan fuerte que estabas segura de que aparecerían marcas.
solo te quedaba gemir y lloriquear al sentir como golpeaba fuertemente tu punto dulce con la punta de su miembro. en parte sentías alivio de por fin tener su polla dentro de ti, y por otra parte un hormigueo nuevo de excitación te crecía en todo el cuerpo por la manera ruda en la que te cogía. apoyaste tus manos en la mesa del tocador como soporte y observaste en el espejo la escena que ambos hacían.
enzo se deleitaba mirando como su miembro desaparecía en tu coño con cada estocada, sus ojos fijos en la forma en la que rebotaba tu culo. jaló con más fuerza tu cabello haciendo que echaras tu cabeza hacia atrás y tu cuello quedase expuesto a su boca, con la cual empezó a succionar y moder tu piel nuevamente causando que tus ojos se pusieran en blanco.
"e-enzo, besame" drogada de placer suplicaste al mayor quien, sin reducir la rudeza de sus embestidas, soltó tu cabello y envolvió sus brazos en tu torso, pegando tu espalda a su pecho.
recostaste tu cabeza en su hombro cuando sentiste su mano tomar tu mentón y girar tu cara hacia la suya, juntando al fin sus bocas en un hambriento y desordenado beso donde sus lenguas se enredaban.
gemiste en la boca de enzo quien gruñía con desespero al sentirte apretar su miembro, por lo que rompió el beso y habló "ya te vas a venir, chiquita? sí?" sus caderas no dejaban de chocar contra las tuyas, lo miraste con lágrimas de placer formándose en tus ojos y asentiste. "venite, preciosa, venite sobre mí".
a pesar de tus intentos de mantener contacto visual, inevitablemente tus ojos se cerraron al sentir un orgasmo azotarte con fuerza. te estabas viniendo sin siquiera haberte tocado a ti misma. espasmos recorrían tu cuerpo y tus piernas se volvían débiles con temblores, mientras que tus paredes se contraían una y otra vez en la polla del mayor haciéndolo gemir por lo bajo.
la velocidad de sus movimientos se redujo, pero no la profundidad, penetrándote así a través de tu clímax y sintiendo el suyo cerca.
cuando el conocido hormigueo se hizo presente en su vientre, salió del calor de tu coño y te giró dejándote frente a él. te arrodillaste aún temblorosa entendiendo el mensaje.
"abrí la boquita, amor" jadeaba mientras masturbaba su miembro frente a ti, moviendo su mano con rapidez.
obedeciste y abriste la boca, acercándola a la punta donde con tu lengua trazaste pequeños círculos llevando al castaño al límite. sentiste las calientes tiras de semen caer en tu boca, la cual cerraste tragando entero ante la mirada oscurecida de enzo.
la abriste de nuevo y sacaste tu lengua ante él, mostrándole que no dejaste nada. te ayudó a levantarte del suelo y empezó a besarte con desespero envolviendo tu cintura con sus fuertes brazos.
"perdoname por descuidarte, mi vida" rompió aquel beso juntando sus frentes, y habló con el tono de voz calmado que usaba siempre, ya relajado. "tenías razón, no me estaba dando cuenta de lo mucho que me hacías falta".
"no, perdoname tu a mí. sí debí decírtelo antes" susurraste acariciando su mejilla suavemente con tu mano.
"crees que me pasé?" el castaño recordó de repente la rudeza de su actuar hace unos momentos, escaneando tu cuerpo y observando todas las marcas que dejó en él.
"definitivamente no," no pudiste evitar soltar una pequeña risa ante su preocupación. "de hecho, creo que deberíamos discutir más seguido, no lo sé" bromeaste y reíste más al verlo lanzarte una mirada reprochadora.
"definitivamente, te volviste una sucia" dijo enzo sin poder ocultar la sonrisa divertida que se formó en su rostro.
925 notes · View notes
karylvsjuanii · 10 months ago
Note
PORFAVOR ESCRIBI DE PIPEEE 😩😩 nadie escribe de el no encuentro nada
2/Catorce | Felipe Otaño
tw: Lector Femenino x Felipe Otaño, sexo sin protección, hablando sucio, sobre estimulación, squirting/chorros.
Quiero aclarar que los diálogos son en Argentina pero mi narración será latina. Avísenme si me olvido de algo por favor.
Tumblr media
Últimamente Felipe había estado ocupado con su trabajo en el nuevo proyecto que tenía. Y claro que tú lo entendías pero eso no quitaba que lo extrañaras mucho.
Lo último que hablaron fue hace un día, por mensaje.
Te comentó que tenía que entregar papelería personal a la empresa de la película y necesitaba la computadora. Y así fue, recogió la computadora en tu casa pero tu no estabas para verlo, así que llevabas dos semanas y media, sin verlo, sin tocarlo.
Felipe y tu siempre fueron de mucho afecto físico, les encantaba estar abrazados y besarse cada que podían, incluso si había demasiada gente, el adoraba besarte frente a todos.
Donde sea.
El había estado bastante ocupado pero así como tú, se la pasaba pensándote.
Llevaba dos días buscando fotos de documentos e información. Por lo que decidió seguir con eso y mandar todo de una vez. Le aburría estar buscando ese tipo de cosas.
Iba bajando entre tantos documentos y carpetas hasta que vio una carpeta sin nombre por lo que decidió darle click.
La computadora abrió en grande tus fotos.
Tus fotos, esas fotos que lo ponían increíblemente cachondo y hacían que quisiera dejar todo e ir a tu casa para que le arregles esa calentura que había tenido estos días.
Quiso salirse rápido de esa carpeta para no torturarse pero hubo una en especial que robó su atención.
Era la foto que te había tomado justo una semana antes de comenzar con su trabajo pesado, donde estabas tú debajo de él con su polla en la boca. Estabas toda colorada y lograba verse solo el inicio de tus tetas, en las cuales caía tu cabello y tapaba un poco tu clavícula marcada. Tus ojos llorosos mirando fijamente la cámara hacía que Felipe volviera a entrar en ese momento.
Realmente quería repetirlo.
Habías terminado tu turno de trabajo en la oficina, tu carro estaba en mantenimiento ya que recién habías tenido un problema con una llanta.
Por lo tanto esperabas pacientemente el autobús justo afuera de tu empresa para tomar rumbo a tu hogar. Sabías lo tardado que iba a ser esto, así que te pusiste a ver qué había de interesante en tus redes.
Abriste instagram y viste que Felipe había subido una historia, dudaste un poco en abrirla pero finalmente decidiste presionarla.
Hace 5 horas. Era una foto de el en un espejo.
Ibas a responderla hasta que escuchaste el pitido de un auto. Alzaste la mirada y pudiste ver justo frente a ti a Felipe en su auto deportivo.
Te quedaste helada.
Este hizo una seña de que subieras y fuiste sin pensarlo dos veces.
Llevaban unos 10 minutos de camino y ninguno decía nada. Tan solo se dieron un saludo de piquito. Y fue suficiente para ponerte nerviosa.
Siempre te ha hecho sentir así. Y te encanta.
Te extrañé. - Felipe soltó sin despegar la mirada de la carretera.
Por qué no me habías mandado mensaje? - Respondes poniendo tus ojos en él.
Verlo manejando siempre fue una de tus adicciones, su cabello largo que te volvía loca moviéndose un poco por el aire frío que el carro soltaba. La maña tan atractiva que tenía de manejar con un brazo, ver cómo sus venas se marcan y sus trabajados músculos se notan gracias a la camisa juvenil que traía. La típica de manga corta que hace ver sus bíceps apretados.
Estuve muy ocupado, vos sabés todo lo que se me fue encima, disculpame bebé. - Felipe responde con sinceridad.
Llegan a tu casa y él baja enseguida para abrirte la puerta.
Ya fuera, te acercaste a la entrada pero no sin antes girarte. Volvió a entrar al auto.
Te quedaste parada haciendo un gesto de extrañeza. No sabias que hacer.
Te acercaste de nuevo a él sin más.
No vas a pasar? - Lo miras detrás de la puerta del auto.
Para qué? - Dice acomodándose el cabello.
Te quedaste sin palabras.
Cómo que para qué? Qué le pasa? Se aburrió de mi? Ya tiene a otra?
Pues no lo sé, sólo decía. - Decías quitando la mirada de él.
Qué querés hacer? - Felipe pregunta con una sonrisa en el rostro, burlándose.
Ya sabías a dónde iba todo esto. Estaba jugando contigo.
Te quedaste callada sin poder conectar su mirada con la suya.
No tenés nada que hacer? - Abre la puerta de su coche para salir y quedarse frente a ti.
Muy junto para ser real.
Bajaste la mirada al sentir su perfume recorrer tus fosas nasales, te prendió tanto su olor a hombre, siempre te había gustado su perfume.
Tendras que encontrar con qué distraerme si querés que me quede. - Felipe sonríe maliciosamente y te toma de la muñeca para entrar a tu departamento.
Cierra la puerta detrás de ustedes y avanza hacia tu sofá. Este se sienta con las piernas abiertas y los brazos detrás de su nuca.
Que caliente, Dios.
Y la verdad no sabías que hacer, verlo así te provocaba demasiado, podrías hincarte frente a él.
Y bien? - Pregunta Felipe después de recorrer con la mirada tu acogedora casa.
No decías nada y lo empezaba a desesperar.
No diras nada? - Preguntó un tanto serio despegando sus manos de la nuca.
Otra vez te quedaste callada.
Bien. Me voy. - Dijo finalizando la conversación para levantarse del sofá rápidamente y acercarse a la salida.
No, Felipe, ven. - Lo seguiste hasta tomarlo de su camisa por detrás.
Que pasa ahora? - Te pregunta conectando su mirada con la tuya al fin.
Quedate. - Dices mirándolo sin soltarlo de su camisa.
Felipe baja la mirada hacia tu mano aferrada a su camisa y vuelve a mirarte en un par de segundos.
Para ser sinceros, Felipe en serio quería desnudarte ahí mismo y cogerte hasta hacerte llorar, pero se contenía por verte así de sumisa e indecisa, no quería incomodarte.
Tanto me extrañas? - Suelta con una sonrisa en el rostro.
Asientes con la cabeza mordiendo tu labio levemente.
Demostramelo. - Te toma de la mano y te lleva nuevamente al sofá.
Sientes un empujón al sofá pero rápido decides pararte.
Estabas muy caliente ya y no querías hacerte esperar más.
Él se quedó confundido por tu acción, pero antes de que pudiera reclamar algo, lo empujaste y te pusiste encima suyo. Comenzaste a besarlo mientras te quitabas el saco y camisa de botones.
Felipe notó que necesitabas ayuda con eso y no tuviste que esperar demasiado para sentir sus dedos fríos retirarla con delicadeza.
Disfrutaste verlo comiendo con la mirada tus lindos pechos para después relamer sus labios rosados.
Comenzó a besar tu cuello y clavícula cuando quitaba tu sostén a la vez. Al final toda tu ropa quedó por algún lugar de la sala.
De un momento a otro su cabeza ya se encontraba hundida en tus tetas y tu en desesperación comenzaste una serie de movimientos frotándote contra el.
Suaves gemidos salían de tu boca por el placer que sentías en tu coño y tetas, cosa que a Felipe le volvía loco.
Puta madre, vos no sabes lo mucho que ya te ocupaba así. - Felipe te carga y hace a un lado, empieza a quitarse la camisa y pantalones rápido.
Pensabas en mi? - Preguntas viendo su trabajado cuerpo.
No tenés idea de cuanto. - Te dice antes de hincarse frente a ti.
Abre tus piernas y toca desesperadamente tu coño vestido.
Tus gemidos empiezan a hacerse presentes y a Felipe la saliva.
Da pequeñas lambidas con tus bragas aún puestas y agrega un dedo para frotar tu botón. De un momento a otro arranca la tela que le impide continuar e inicia devorándote como un hombre hambriento.
Mhm, igual de rica. - Suelta Felipe haciendo a tu coño vibrar.
Sientes a tu coño temblar de placer, enredas tus dedos en el cabello de Felipe para jalarlo fuertemente demostrando desesperación por correrte.
Felipe moviendo la lengua más rápido te hace estar a punto del clímax pero vuelves a bajar cuando despega su boca de tus jugos.
Te ves tan hermosa, me dan ganas de correrme en todo tu culo mientras te meto los dedos en tu bonito coñito. - Felipe te mira acariciando tus muslos.
Decide cambiar de posición y te acuesta después de bajar sus bóxers seguido de otro dedo frotando tu clitoris.
Sientes un cambio drástico de sus dedos a su polla frotar tu botón ya rojo. Arqueas la espalda sin dejar de soltar gemidos que cada vez lo prenden más.
Te tocaste mucho sin mi? Espero que si porque yo me corrí todos estos días pensando en vos y lo puta que te ves cuando me chupas la pija. - Felipe mete su polla de una sin dejar de acariciarte los brazos y piernas, lo que hace te quedes sin aire y tus ojos rueden a blancos.
Vos serás mi putita hoy? Vas a dejar que te trate como una puta y zorra? - Felipe toma tus muñecas y las junta, volviéndote más inmóvil.
Lo único que podías hacer era gritar y arquear la espalda.
Contestame, pendeja. - Felipe te golpea el coño buscando respuesta.
Ah, si, si pipe, soy tu putita, solo de vos. - Nunca se te había hecho tan difícil formular una oración. Estabas babeando.
Mostrame mi amor, mostrame lo puta que te volvés por mi, correte como toda una necesitada de mi pija. - Felipe empieza a empujarte el coño más fuerte que antes.
Sientes que tu cuerpo no se puede controlar y empiezas a ver borroso por el placer, tu espalda dolía de tanto arquearse y tu garganta de tanto gritar. Tus muñecas atadas por Felipe estaban rojas, tus tetas reboteando por todos lados y saliva embarrando todo tu cuello.
Los graves gemidos de Felipe resuenan en cada estocada, te asombraba el placer que te estaba demostrando, incluso comenzó a gemir tu nombre junto con lo hermosa que eres.
Sientes a su dedo corazón palmear tu clitoris y enseguida frotarlo con ganas, solo eso bastó para que comenzaras a chorrearlo.
Felipe se corrió ferozmente al ver esa imagen, estabas gritando, temblando y aferrándote a sus fuertes brazos mientras de tu coño rojo salían tiras de agua como cascada, el disfrutaba de su corrida y tu seguías mojándolo, todo aún sin sacar su polla de tu apretado coño.
Se recostó sobre ti sin dejar todo su peso caer.
Fuertes suspiros sonaban en tus oídos y su perfume te invadía completamente. Sabias que habías acabado cuando pipe dejó de moverse lentamente y tu dejaste de tener espasmos.
Sos lo más precioso que hay mi amor, te amo. - Dice Felipe recostándote en sus brazos.
Tus cachetes colorados lo hacen sentir el hombre más afortunado del mundo.
No debí dejarte tanto tiempo solita, de verdad perdoname, princesa. Te adoro. - Felipe toma tu rostro y deja piquitos por tus cachetes y nariz.
Yo también te amo, Pipe. - Dejas un suave beso en su mejilla antes de cerrar los ojos y quedar profundamente dormida.
335 notes · View notes
corazona-das · 9 months ago
Text
Una noche compartida
(Enzo Vogrincic & Pipe Otaño x reader)
1/2
tw: +18, diferencia de edad (no especificada), malas palabra.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
————
Tu relación con Enzo era lo que siempre habías soñado, él era y será tu chico ideal. Su apariencia tan suave hizo que te llevaras una sorpresa demasiado grande al inicio de su relación. Realmente te volvía loca la dualidad que poseía en el ámbito sexual, era un espectáculo gratificante de ver, podía ser el hombre más vanilla del mundo visualmente, pero estando caliente era irreconocible, le gustaba todo lo que tenía que ver con verte a ti a su completa merced, juego previo, palabras denigrantes durante el acto, hasta fetiches que te daba vergüenza mencionar, todo consensuado claramente. Algo que te gustaba mucho de él era su seguridad en sí mismo, jamás fue alguien celoso, sabe bien lo que vale y lo que merece.
Desde que estás con el uruguayo no podías apartar la mirada de él, y estabas bien con eso, para ti este era el "primer amor de tu vida" y él se encargaba de darte la mejor experiencia de eso. Pensabas que era casi imposible que alguien más acaparara tu atención, y esto fue así, hasta que conociste a Felipe. Un hombre encantador de ojos claros y cabello oscuro, sonrisa cautivadora y personalidad mucho más que coqueta. Desde que lo viste comenzaste a dudar de tus propios criterios, jamás habías sido alguien infiel, y entre tus planes no estaba serlo, simplemente te parecía atractivo, era atractivo.
————
(semanas despues)
Para tu sorpresa, Felipe se había vuelto muy amigo de todo tu grupo, incluido En. Jamás cruzaron palabras estando solos, siempre fue el saludo cordial y uno que otro chiste cuando compartían tiempo juntos. Te gustaba su amistad así, era alguien muy simpático y casi siempre lograba sacarle una sonrisa a todo el grupo.
Estaban todos charlando en el comedor hasta que fuiste a la cocina por un vaso de gaseosa, no te percataste de ese alguien que seguía tus pasos de manera sigilosa hasta estar solos en el otro cuarto. Estando ya ahí, te diste cuenta de quién era; enseguida te ofreciste para servile algo de beber, y él sin decir palabra alguna negó con su cabeza.
El silencio que había entre ustedes dos era agobiante, ninguno decía nada pero mantenían contacto visual. Como veías que no tenía nada para decir, ibas a salir de la cocina, pero su oportuno agarre te detuvo.
Andy espera, nunca hemos tenido la oportunidad de hablar solos y siempre he deseado hacerlo. —Confesó el argentino sujetando de mi brazo suavemente.
Algo sorprendida por sus palabras y sin decir nada aceptaste esa pequeña invitación a conocerse más por lo que te sentaste con cuidado sobre la encimera.
Dale pipe, aprovechemos ahora entonces. —Dijiste tratando de sonar divertida.
Estuve conversando con Enzo, hace cuanto son pareja ustedes? tengo curiosidad —Enunció él soltando una suave carcajada.
Para ti era muy curioso, el argentino dice querer conocerte más y lo primero que hace es preguntarte sobre tu relación con Enzo. De igual forma, lo dejas pasar.
Pues somos pareja hace 9 meses, casi diez. —Le comentaste con voz dulce. Hablar de En no te molestaba en absoluto, al contrario, amabas hablar de su relación, después de todo él ha sido tu pilar durante estos meses, y haz aprendido bastante gracias al uruguayo.
¿A qué se debe tu curiosidad? Si puedo saber claramente. —Preguntaste con cierta intriga.
Pues me intrigaba el saber cuanto tiempo lleva Enzo con una mujer tan guapa y joven como vos. —Expresó mientras se acercaba lentamente a ti, quedando frente a frente, jamás evitó el contacto visual, es más, había algo en su mirada que te impedia despergarte ella, él apoyo sus manos sobre la encimera encerrandote en medio de estos.
Tenías los nervios de punta, esta cercanía tan repentina te tomó por sorpresa, más aun cuando sentías que te había coqueteado descaradamente. No podías alejarte, te era imposible. Su maravilloso aroma te había atrapado y su mirada penetrante recaía sobre ti, lo cual te intimidaba ligeramente y te impedía el habla.
No te hagas la loca, me has devorado con la mirada toda la noche, preciosa. —Dijo él con obviedad acercándose aún más a ti, estando a centímetros de tu rostro, podías sentir como su respiración tibia chocaba contra tus labios. Pero tú no eras tan fácil, y jamás le harías algo así a Enzo.
Discúlpame pipe, no puedo. —Apoyaste tus manos sobre sus hombros alejándolo rápidamente de ti. Enseguida saltaste de la encimera y caminaste hasta la sala para sentarte junto a tu novio. Felipe no tardo mucho en venir detrás de ti, sentándose justo enfrente mientras te miraba fijamente.
Enzo al instante notó que algo no andaba bien, estabas rara.
Acompáñame un segundo a la cocina, corazón. —Habló el uruguayo mientras se levantaba de su lugar buscando tu mano para guiarte nuevamente a ese lugar.
Desentendida lo seguiste tomando de su mano.
¿Qué pasó con Pipe? —Vocalizó el más alto mientras te miraba fijamente. ¿Fue tan evidente tu disgusto?
En, si te cuento lo que sucedió prometes no molestarte? —Enunciaste en tono bajito tratando de mantener la mirada firme. Él asintió esbozando esa sonrisa que te encantaba.
Felipe intentó besarme, y yo casi no puse resistencia. —Confesaste ante él, a pesar de que es algo de lo que no estabas orgullosa, querías ser sincera para evitar problemas a futuro.
Te juro que fue todo muy repentino, de la nada quizo hablar conmigo diciéndome que quiere conocer más y luego estaba ahí mismo donde estás parado queriendo romper el espacio entre nosotros. —Decías con algo de culpa.
Mira ese pendejito. Es obvio que te tiene ganas, nena. Te comía con la mirada y juraba que nadie se daba cuenta. —Comentó divertido.
Y lo entiendo perfectamente, a mí también me cuesta controlarme cuando te tengo cerca, parece que la única que no sabe lo buena que estás eres tú, amor. —Dijo posando una de sus manos sobre mi mejilla acariciándola levemente.
La cosa aquí es, vos también le tienes ganas, amor? —Preguntó con cierta emoción en sus palabras mientras se agachaba un poco para estar justo a tu altura. Su pregunta obviamente te sacó de onda, ¿a dónde quería llegar con ésto?
Nada que ver En, el único que me despierta ganas aquí, eres tú. —Le explicaste con obviedad mientras te pegabas más a él para abrazarlo.
¿Estas segura, amor? porque si queres garchartelo, hacelo, pero yo quiero mirarte. —Expresó él dejándote sin palabras. Claramente Enzo está algo pasado de copas, no está ebrio, pero siempre con un par de tragos se calienta hasta con el mínimo roce.
Decíme si querés hacerlo, yo lo converso con él, corazón. —Insistió.
No estoy segura de hacer eso, En... —La idea sí te llamaba, pero sentías que no era algo correcto, ni aunque él mismo te lo ofreciera. No negabas que el ojiazul sí te calentaba, es algo que habias imaginado en repetidas ocasiones, estando sobre él apoyando tus manos sobre su pecho mientras sentias como susurraba tu nombre en suaves quejidos. Pero siempre pensaste que se quedaría ahí como una simple fantasía.
Dale chiquita, te conozco lo suficiente como para no conocer tus fantasias más oscuras. —Expresó el más alto con voz profunda mientras te atraía hacia a él con uno de sus brazos.
Y no sabés lo mucho que me calentó la idea de verte cogiendo con otro mientras yo te miro. —Posando su mano cerca de tu nuca con un fuerte agarre; atrapó tus labios con los suyos y una apasionada danza entre estos comenzó, su lengua no perdió tiempo para explorar tu cavidad y el grotesco sonido que producían sus bocas chocando era algo que le generaba aún más placer. Su mano libre recorría tu cintura con fascinación, levantando un poco tu blusa para tener mejor acceso. Tu no perdías tiempo, mantenías una de tus manos por debajo de su camiseta y el frío contraste de tu manos con su tibia piel lo erizaba, mientras que con la otra, tímidamente la dirgiste hasta su entrepierna tocandolo suavemente por encima del jean.
Estaban tan hipnotizados el uno con el otro que habían olvidado donde estaban. Entraron en razón y la mejor decisión fue irse. Iban tan desesperados que el ascensor fue el mejor lugar para empezar. Enzo te acorraló contra la esquina apoyando tu espalda sobre el espejo, comenzó a besarte desesperadamente sin querer distanciarse ni un milímetro de ti, tus manos vagaban alrededor de su cuello enredando pequeños mechones de su cabello entre tus dedos, saboreando el exquisito sabor de su boca. Ese sabor amargo por el tabaco pero con suaves toques dulces por alcohol que había bebido. Este hombre realmente era tu perdición. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, retomaron la compostura y caminaron normalmente tomados de la mano hasta llegar a tu puerta.
Cerrando la puerta detrás de ustedes, En se pegó a ti de nuevo, quitó tu chaqueta y tu blusa con mucha facilidad, dejándote en brasier; comenzó a desabotonar su camisa mientras caminaban sin cuidado hasta el sofá tirandote de espaldas sobre este. Te acomodaste sobre tus codos para disfrutar de la escena más erótica del mundo, ver como su torso ligeramente marcado quedaba desnudo ante ti era una de tus cosas favoritas en el mundo. Rápidamente se puso con cuidado sobre ti, y si había algo que a él le gustaba, era darte placer y hacerte sentir cosas que nunca antes habías experimentado. Besaba tu cuello con frenesí, dejando pequeñas marcas sobre esa blanquecina zona, adoraba tu sabor, tu olor, cada parte de ti para él era maravillosa. Sus besos mojados comenzaron a bajar por tu abdomen, llegando peligrosamente al borde de tu falda. Enzo cada vez carecía más de cordura, hasta que levantó sin cuidado tu falda, dejándote casi expuesta ante él. Sus dedos masajeaban tu zona por encima de la tela mojandote completamente, lo cual le encantaba.
Mira como estás por mi, toda mojadita. —Dijo observandote fijamente, adoraba lo rápido que te ponías colorada al escucharlo hablar así. Sus dígitos seguían recorriendo el camino sobre la tela mientras que se acercaba a la altura de tu boca para besarte y calmar tus jadeos.
Enzo... por favor... —Decías entre gemidos, recién estaban comenzando y él ya te tenía como quería.
Que boquita tan linda que tenes, mi amor. Úsala, decíme qué querés. —Dijo demandante.
Escucharlo hablarte de esa manera era algo que realmente te enloquecía. Verlo sobre ti, con su cabello ligeramente largo recayendo en sus mejillas algo coloradas era todo un deleite para tu vista. Estabas por contestarle una vulgaridad, pero fuiste interrumpida por un golpe en la puerta el cual te trajo devuelta a la tierra. Enzo esbozó una sonrisa bastante sospechosa y se separó de ti no sin antes besar dulcemente la comisura de tus labios; a paso rápido se dirigió a la puerta para abrirle a quien estuviera del otro lado. Esperabas que él se encargara de hacerle saber a cualquiera que estaba ocupado, pero al contrario, escuchaste como cerró la puerta dejando entrar a alguien más junto a ustedes. Estando aún más confundida cuando viste quién era, una mirada cómplice entre ellos los delató y algo en tu cabeza hizo clic.
no sé de dónde me saqué la fuerza de voluntad para escribir esto, pero en mi mente era una idea genial, y hay parte dos. 🤓
es mi primera vez escribiendo algo así. dont judge me. 🙏🏻
114 notes · View notes
moonlight4uok · 4 months ago
Text
Tumblr media
Hola! Decidí comenzar y compartir el avance de un nuevo dibujo de Eironn x Bryon, no me funen si es que no comparten mi gusto por esta ship, parece que sólo a mí y a unos cuantos pelagatos nos gusta esta ship porque NO HAY NADA! 💀🥲
Tumblr media
En fin, me he leído los únicos 6 fanfics que existen de esta ship, he escrito unos cuantos que tal vez nunca publique y también llevo un tiempo trabajando en este y un dibujo más con otro estilo, pero no he podido avanzar mucho porque también ando trabajando en mi proyecto de graduación 😫
Algún día publicaré los dos dibujos terminados.
No me esperen, gracias por su atención.
Los amo.
Do you ship them?
(Quieren que comparta unos fics por aquí? Jaja)
Tumblr media Tumblr media
45 notes · View notes
deepinsideyourbeing · 7 months ago
Note
Vi un TikTok de una mamá diciendo que nadie te prepara para la manera en la que te explota el corazón al momento de darle el primer bañito a tu bebe y bueno yo soy solo humana... Enzo x reader?❤️
Fluff ♡
-Dejame a mí- insistís.
-No, no tenés que hacer fuerza.
No podés enojarte, ¿no? Durante toda la relación y especialmente en el embarazo Enzo siempre te cuidó, pero desde que regresaron del hospital se volvió todavía más atento y está presente hasta en los detalles más microscópicos, probablemente mimándote más que a la bebé.
Sumergís tus dedos en el agua de la pequeña bañera para comprobar que la temperatura sea ideal, asegurándote también de tener a mano el resto de los productos necesarios, y hacés un gesto para que Enzo se aproxime. Toma a la bebé con cuidado y se acerca con pasos lentos hasta la ducha, aceptando tu ayuda cuando necesita arrodillarse.
-No llores, no llores, no llores- suplican ambos cuando los pies de la pequeña rozan el agua. No llora y tampoco se queja, para alivio de ambos, porque está concentrada en el rostro de Enzo –y las muecas ridículas que hace- e ignora lo que sucede en la habitación.
Recogés con tus manos pequeñas cantidades de agua para bañar delicadamente el cuerpo de tu hija, acariciando en un principio la suave piel de sus pies y sus pequeñas piernas. Ella te dedica dos o tres miradas que parecen ser de confusión y emite algún que otro sonido que endulza tus oídos y los de Enzo, que es puro sonrisas y orgullo.
-¿Le ponemos el conjuntito blanco de ositos? Y le sacamos fotos con el jazmín.
Asentís aún concentrada en humedecer el cabello oscuro de la pequeña, sin lugar a dudas heredado de su padre, y luego mojás tus manos para poder lavar su dulce rostro. Jurás que te está sonriendo, independientemente de si es posible o no, y no podés evitar acariciar su nariz y las comisuras de sus labios mientras mordés los tuyos para contener la emoción.
-A veces tenés buenas ideas.
-¿Esta no fue una buena idea?- señala a la bebé y le arrojás unas gotas de agua en el rostro para borrar su mueca burlona.
-¿Los Vogrincic siempre hacen chistes tan malos?
-Vos también sos Vogrincic.
-No de nacimiento, así que tengo mejor sentido del humor- negás-. Y ella fue mi idea.
 -Entonces el próximo puede ser idea mía.
-¡Enzo!
Suelta una carcajada estrepitosa, sólo porque sabe que el sonido no molestará a la pequeña, y esquiva el golpe que dirigís a su brazo. La bebé se queja en sus manos, como si reclamara los segundos de atención que no le brindan, por lo que ambos vuelven a la tarea del baño y se apresuran para evitar que sienta frío.
Sólo cuando la envuelven en una toalla y te sentás en la cama para vestirla Enzo te permite sostenerla unos segundos, confiando en que gracias a la posición tu cuerpo no se encontrará tan exigido y que el esfuerzo no será demasiado agotador.
.A vos también te quiero sacar fotos- besa tu mejilla-. ¿Querés?
-Estoy hecha un desastre.
-Nada que ver- se arrodilla entre tus piernas-. Estás más hermosa que nunca.
¿Qué pasa que hoy estoy escribiendo sobre bebés y embarazos? *mira el calendario* Ah, sí, cierto. Es la fecha y también las ganas que tengo de regalarle un par de hijos a Enzo 😔
taglist: @madame-fear @creative-heart @delusionalgirlplace @chiquititamia @llorented @recaltiente @lastflowrr ♡
67 notes · View notes
chiquititamia · 7 months ago
Note
Hermosa, reina de mi corazón, luz de mis ojos... Te imploro, te ruego, suplico por un daddy kink + age gap con Enzo :)
Por favor y mil gracias ♡
Deseo que te guste, mi amor
Tumblr media Tumblr media
Niñata
⚠️: daddy kink, algo de piss kink, age gap, drunk sex (+18), sexo explícito.
💕Enzo x reader
La vida en los rodajes era un nuevo y fascinante mundo para ti. Prisas, creatividad, el mundo de detrás de las cámaras. Sentías que habías encontrado tu lugar. Tu tía era la jefa de maquillaje y peluquería, siendo menor que tu madre, siempre habías tenido una relación de complicidad y cercanía con ella. Ya que habías terminado tus exámenes de la universidad, había logrado convencer a su hermana para que te dejase ayudarle en los rodajes durante el verano.
Nada te pudo preparar para el flechazo que sentiste la primera vez que viste a Enzo en la sala de maquillaje.
Él se había presentado de forma casual, con dos besos, y tu tía, que te conocía como si te hubiera parido te dirigió una mirada cómplice. Ella tuvo que sacarte de tu trance chasqueando los dedos, de lo contrario te habrías quedado embobada mirándole toda la mañana.
Te apresuraste a recoger todos los pinceles usados para ir a lavarlos, ese era uno de tus cometidos. La idea, al fin y al cabo, no era que trabajases aún, si no que observases los ambientes y la manera de hacer las cosas de los profesionales para decidir si era eso lo que realmente te gustaba.
Cada vez que te cruzabas con él, cada día, te sonrojabas, no podías evitar ponerte nerviosa cuando él te sonreía. Pero tú eras bien consciente de los años que os separaban y que probablemente nunca te miraría de la manera que tú querías que te mirase.
Llegó la fiesta de fin de rodaje. El equipo había alquilado una casa de dos plantas con un amplio jardín donde pasar todo el día (y probablemente toda la noche, ya que había sofás y camas de sobra).
Tu tía se había reencontrado con unas antiguas compañeras de trabajo que habían podido sumarse y se encontraba en un sitio apartado del jardín, en una de esas sillas de mimbre hechas para estar en el exterior, contando viejas anécdotas y riendo ajenas al ruido.
Tú te sentías sola, eras la única aprendiz, y los demás trabajadores y actores estaban demasiado ocupados charlando, organizados en grupúsculos como para incluirte en sus conversaciones. Rondabas la mesa de las bebidas, ya que no querías estar parada en mitad del jardín sin hacer nada y llamar la atención.
El camarero que habían contratado para el evento, amablemente te ofreció un mojito, y, aunque no solías beber alcohol jamás, pensaste "por qué no?".
Cuando llevabas la mitad del segundo vaso de plástico, comenzaste a notar los efectos del ron, al ser tan dulce, no te habías dado demasiada cuenta de lo cargada que estaba la bebida.
Se podía decir que estabas oficialmente borracha.
Resolviste entrar dentro de la casa, que estaba vacía, para investigar un poco y quizás ir al baño.
Sujetando tu vaso por el borde para que no se calentase, trataste de salir del jardín de la manera más desapercibida posible. Pero seguramente la forma en la que tus tobillos se doblaban por la inestabilidad de tus sandalias de plataforma, no ayudaron nada a tu objetivo.
Estabas realmente mareada, pero seguiste bebiendo, dejando que el maravilloso sabor de la hierbabuena te refrescase. Te había entrado la risa por tu andar torpe.
-Esta maldita casa es un laberinto... - murmuraste, al abrir la cuarta puerta de la casa que tampoco era un aseo.
Cruzaste las piernas con desesperación, el alcohol había relajado tu cuerpo y te habías dado cuenta demasiado tarde de lo mucho que necesitabas orinar.
Unos pasos te alertaron.
Enzo se acercó a ti pasando una mano por su cabello, por lo visto había tenido la misma idea que tú, si no , para qué habría entrado a la casa?
Observó divertido la escena, tú cruzada de piernas, con ese vestido negro tan bonito, sujetando tu vaso y con cara de terror.
-Qué pasó, chiquita, te perdiste?
-Pues no, estaba paseando -dijiste soberbia. Hasta ahora no habías hablado y no habías reparado en lo poco sobria que sonabas.
-No me digas... Yo buscaba el baño -dijo sonriendo
-Mirá vos -era como si observases la conversación desde fuera. Qué diablos estabas haciendo? Porqué actuabas como si estuvieras molesta con él?
Enzo podría haberte dejado ahí por pendeja, pero la forma adorable en la que parecías enfadada le produjo ternura y se apiadó de ti.
-No tenés que hacer pis, chiquita? - dijo riendo y señalando tus piernas en esa posición tan poco natural.
Su comentario te ofendió profundamente en tu estado de embriaguez.
-No soy una niña para que me ha-hables así... - trataste de sonar confiada.
-De eso estoy seguro. Vení, te enseño donde es.
Sin esperar a que contestases con otra insolencia, te adelantó por el pasillo para que lo siguieses. Lo hiciste, pero de mala gana. Creías empezar a comprender el porqué de este repentino enfado con Enzo. Tu inseguridad de que no te viese como una adulta te sacaba de tus casillas, pero hasta ahora ese sentimiento no había aflorado de manera explícita a la superficie.
Abrió la puerta del final del pasillo y te hizo un gesto como diciendo "Viste? No era tan difícil" . Tu enojo burbujeó en tu interior de manera aún más fuerte por su actitud sobrada.
-Porque sos así? Te crees el más inteligente por saber donde está el baño? -dijiste mientras la condensación por los hielos de tu vaso goteaban en el piso.
Él rio y apartó la mirada incrédulo, como conteniendo lo que realmente quería decirte, mordiéndose el labio inferior.
Las palabras salían de tu boca antes de que las pudieses controlar. Definitivamente no deberías volver a tomar así.
-También me vas a bajar las braguitas, Enzo? Me vas a limpiar cuando termine "de hacer pis" - moviste los dedos en el aire para dejarle claro que estabas citando su manera infantil de hablar.
-Dejá de joder nena, solo quería ayudarte.
-Ayudarme? -reíste sarcástica. En serio, qué estabas haciendo? ¿Por qué lo atacabas si realmente te gustaba?
-Sí, por que parece que te hace falta, que pasa que es la primera vez que bebes?
Como no sabías que responderle te diste la vuelta para caminar dentro del cuarto de baño, en tu cabeza iba a ser un movimiento ágil y decidido, zanjando la conversación de una vez por todas, sin embargo tus tacones tuvieron otros planes y te hicieron estar a punto de caer, si no fuera por que Enzo sí que tenía sus reflejos intactos y te pudo agarrar en el aire.
-Ves como no? - te reprendió. Te guió para que te sentases en el inodoro aún con el vestido. Y se arrodilló frente a ti - No vas a beber nada más que zumo hoy, entendiste?
El rubor tiñó tus mejillas, y esta vez no tenía nada que ver con el alcohol. De hecho ya te estabas comenzando a sentir repentinamente sobria. No podía ser que estuviese pasando lo que estaba pasando. Te hizo un gesto para que levantases el culo ligeramente para que pudiera bajar tu ropa interior. No pensaste. Simplemente te sujetaste a sus hombros para obedecerle, y antes de que te dieras cuenta, había introducido las manos por debajo de la falda de tu vestido y había tirado del elástico de tus bragas, por cierto, totalmente humedecidas por la excitación.
Te llevaste las manos a la cara por la vergüenza insoportable que te estaba invadiendo.
-Yo sé que no sos una niña, pero dejáme ayudarte, todo el mundo ha tenido una mala borrachera -dijo acariciando tu muslo. Acto seguido se sentó en el borde de la bañera que se encontraba junto a ti.
-No puedo si estás acá - te lamentaste.
-No me voy a ir de acá por que capaz que cuando te levantes te abres la cabeza contra el lavabo, nena- sentenció de manera rotunda. ¿Porqué tenía que llamarte así?
Tu vejiga le estaba ganando el pulso a tu timidez y sin poder casi evitarlo comenzaste a orinar, el rubor de tu cara se acrecentó al escuchar el sonido que tú misma estabas produciendo.
-Eso es... - te animó él, aún acariciando tu muslo.
Cuando terminaste, aún te estabas tapando los ojos, negándote a que la situación fuera real, quizás, si no mirabas durante el suficiente rato, te despertarías en tu cama.
-Te ayudo a limpiarte ,nenita? - volvió a su posición, de rodillas frente a ti.
La vergüenza iba a hacer que comenzases a llorar.
-Va, abríme las piernas, hermosa. -Enzo tomó un pedazo de papel entre sus dedos y abrió tus muslos suavemente, mientras con la otra mano seguía dándote caricias para que te tranquilizases. No pudiste ni quisiste negarte cuando secó tu sexo con delicadeza.
Abriste los ojos, donde amenazaban con salir lágrimas y te estremeciste por el contacto de sus dedos con tu cuerpo. Era surrealista. De perdidos al río.
Le besaste con rabia, con el rostro en llamas y en lprobablemente la posición más humillante de tu vida.
Él tardó en corresponder el beso y cerrar los ojos y tomar tu cara entre sus manos.
-Nenita, no debemos...-dijo al retomar el aliento, con sus labios manchados de tu carmín.
Te levantaste y pulsaste el botón de la cisterna mirándolo fijamente; él seguía arrodillado. Acto seguido, y poseída aún por el espíritu kamikaze que te había llevado en primer lugar a esta situación, levantaste tu vestido hasta sacarlo por tus hombros para luego dejarlo caer en el suelo.
Ahora era el turno de él de quedarse atónito mirándote, como te había pasado a ti el primer día que le conociste.
-No seas mala, nena...- trató de mirar al techo, queriendo resistir.
-Tenés miedo?
Por algún motivo aquellas palabras parecían haber colmado la paciencia de tus improperios.
-Apoyate en el lavabo, ahora mismo- dijo cerrando la puerta con el pie y desabrochando su camisa un par de botones.
Una sonrisa de satisfacción se dibujó en tu rostro, idéntica a la que se ve en la cara de una niñata que por fin conseguía lo que quería por medio de pataleos.
Enzo estaba abriendo el cierre de su pantalón, podías observarlo a través del espejo que se encontraba arriba del lavamanos en el que te estabas apoyando.
No viste su siguiente movimiento porque habías bajado la cabeza y tu melena te había tapado la visión, pero sí que lo sentiste. Una de sus manos sobre tu cadera, la otra introduciéndose en tu sexo sin mayores miramientos. Gemiste en seguida.
-Siempre te salís con la tuya, no?
-Siempre sos tan...! - Tus palabras murieron en tu garganta y fueron sustituidas por un largo y profundo gemido cuando Enzo entró en ti de una estocada. El tamaño de su miembro estaba estirando tu piel y tus músculos de forma casi dolorosa, si no fuera por que el ardor de su punta estaba aliviando un hambre que no sabías ni que sentías.
-Niñata- espetó mientras comenzaba un movimiento constante y cada vez más profundo.
Te estabas derritiendo , tratando de mantenerte en pie y no ceder ante sus empujones. Eras solo un conjunto de sonidos lastimeros, que, sin vergüenza, se caían de tus labios.
-Papi...- lloriqueaste sin poder evitar que un nombre así escapase de tu mente y se materializase.
-Sí, mi nena, ya sé... -Enzo respiraba de forma entrecortada y su rostro se cubría de sudor por el calor de la estancia -tenía tantas ganas de hacer esto... no te hacés a la idea...
De pronto, alguien golpeó la puerta para comprobar si el baño estaba ocupado, lo que hizo que os congelaseis en el acto y os miraseis con los ojos como platos. Cuando una tremenda y alcohólica carcajada iba a salir de ti, Enzo cubrió tu boca con toda la rapidez que pudo.
-Ocupado, pero ya salgo! - alzó la voz para que la persona al otro lado de la puerta pudiese escucharle.
La oportunidad de fastidiarlo se presentó ante ti y no quisiste desaprovecharla: Comenzaste a mover el culo para auto-penetrarte e intentar sacar un gemido de él que lo delatase. Como si no fueras a hundirte en el mismo barco que él, vaya. Enzo cerró los ojos con fuerza y se contuvo lo mejor que pudo. Los pasos de la persona que estaba afuera se alejaron, probablemente buscando otro aseo.
-Te vas a enterar, niñata.
Esto pretendía ser más corto y menos kinky jajajaja Sorry not sorry.
tags:@madame-fear@deepinsideyourbeing@loveinsprings@lunitt@lastflowrr@iamjustadoll (como siempre, diganme si quieren que las incluya en la taglist o las borre <3)
77 notes · View notes
silvertice · 2 months ago
Text
JEALOUS
wolverine/logan howlett x fem!reader
Tumblr media Tumblr media
⠀⠀ ࣪ ⠀ ⠀⠀˒⠀⠀⠀⠀⠀𝅅⠀⠀⠀⠀⠀⠀/⠀⠀⠀ ⠀-⠀⠀ ⠀ ࣪
Summary: Logan no es de compromisos, pero últimamente, ver a alguien más tan cerca de ti le está haciendo replantearse las cosas.
Category: Romance, Fluff, Action, Comedy, Drama, Fanfiction, Superheroes, Mutants, Complicated Relationships. TW: Jealousy, Romantic Tension, Compromising Situations, Emotional Conflict, Possessiveness, Flirting, Relationship Development, Interactions with Secondary Characters.
...
El aula está llena de murmullos mientras los estudiantes terminan de anotar las instrucciones en sus libretas. Estás frente a ellos, con Hank a tu lado, hablando con entusiasmo sobre la importancia de la concentración en el uso de habilidades mutantes, especialmente en situaciones de tensión. Es un tema que manejas bien, y compartir la lección con él hace que todo sea más llevadero.
"Y recuerden," dices, dirigiéndote a un grupo de jóvenes que te miran con atención, "no se trata solo de potencia, sino de precisión. Controlar su poder es tan importante como desarrollarlo."
Hank asiente, agregando algunos comentarios de apoyo y poniéndose a disposición de los estudiantes para cualquier pregunta. Mientras él habla, cruzas los brazos y le das un asentimiento de aprobación, disfrutando del flujo natural que ambos tienen al trabajar juntos. La clase fluye con una comodidad genuina, algo que no siempre ocurre con cada instructor en la escuela.
Es en medio de esa charla cuando percibes una presencia familiar en la puerta. Levantas la vista y, efectivamente, allí está Logan, apoyado contra el marco, observándote con una expresión indescifrable. Te detienes un segundo, saludándolo con un leve movimiento de la mano y una sonrisa, pero notas algo en su mirada: una especie de tensión, una chispa de desagrado que no puedes ignorar.
Tus ojos se encuentran por un momento, y puedes notar que no está contento. La forma en que sus labios se tensan, esa leve arruga entre sus cejas... lo has visto así antes, aunque rara vez lo admite.
Decides ignorarlo, dejando que tu sonrisa se suavice un poco antes de volver la atención a tus estudiantes. Pero su presencia te inquieta; sabes que, aunque no está diciendo nada, sus celos están claros como el día.
Logan se mantiene en la puerta un momento más, sus ojos oscuros observándote con esa intensidad que siempre logra descolocarte. Pero, sin más, asiente una vez, se aparta del marco y desaparece por el pasillo. Sientes un pequeño nudo en el estómago mientras lo ves irse, pero decides ignorarlo, volviendo tu atención a la clase.
Mientras Hank termina de dar su explicación, algunos estudiantes se acercan para hacer preguntas individuales, y poco a poco, el aula se va vaciando. Finalmente, todos se marchan y queda un silencio cómodo en el ambiente. Estás guardando tus cosas cuando sientes una presencia cercana; levantas la vista y encuentras a Hank, que te observa con esa expresión amistosa que siempre tiene... aunque esta vez hay algo distinto, una mirada más prolongada.
"Debo decir que tienes talento para esto," comenta, cruzando los brazos y sonriendo. "No solo tienes control, sino que logras que todos se sientan tranquilos a tu alrededor."
"Gracias, Hank," respondes, sonriendo y sintiéndote un poco ruborizada. "Me ayuda tener buenos colegas, como tú."
Él suelta una risa suave y da un paso más hacia ti. "Sabes, a veces me pregunto si te das cuenta de lo increíble que eres... como profesora, y en todo lo demás."
Notas el cambio en su tono, un poco más serio de lo normal. Te sientes repentinamente consciente de la cercanía entre ambos, y de cómo su mirada no parece la de un simple amigo. Hank siempre ha sido amable y cariñoso, pero en este momento, esa línea de compañerismo parece estar difuminándose.
"¿Hank...?" susurras, incómoda, sin saber bien cómo reaccionar. Pero él ya ha extendido una mano hacia ti, colocándola suavemente sobre tu hombro.
"No quise incomodarte," dice, pero su mano permanece en su lugar, y te mira con una ternura que casi te desarma. "Es solo que, a veces, creo que mereces algo más..."
La frase queda flotando en el aire, y no puedes evitar recordar a Logan y esa ambigüedad frustrante que ha caracterizado su relación. La falta de claridad, el miedo a dar el siguiente paso. Miras a Hank, sabiendo que él probablemente siente algo por ti, pero tú siempre has estado al lado de Logan, aunque sin saber realmente si había algo seguro entre ustedes.
Justo cuando estás a punto de responder, la puerta se abre de nuevo, y tu cuerpo se tensa al ver a Logan parado allí de vuelta, como si hubiera estado escondido escuchando todo. Su expresión es ilegible, pero puedes ver la dureza en su mirada, un destello de enojo que no hace nada por ocultar.
Él se queda allí, observándolos en completo silencio, y sientes la incomodidad crecer en tu pecho. Te das cuenta de lo comprometedora que podría parecer la situación y, sin darle más tiempo a Hank o a Logan para interpretar algo equivocado, decides actuar con rapidez.
Agarras tus cosas de la mesa, metiéndolas en tu bolso mientras sonríes un poco forzadamente. Te giras hacia Hank y le das una despedida apresurada: "Gracias por la clase, Hank. Hablamos después."
Sin mirar mucho atrás, caminas hacia Logan con decisión, aunque el corazón te late rápido. Cuando llegas a él, te estiras suavemente, dejando un beso rápido y cálido en sus labios, esperando suavizar la tensión que se siente en el aire. Tomas su mano con firmeza, entrelazando tus dedos con los suyos, y le das un leve tirón, invitándolo a que salgan juntos del aula.
"Vamos," dices en voz baja, dándole una mirada que espera transmitirle que él es quien realmente importa, aunque sabes que la situación seguramente ha despertado una chispa de celos en él.
Logan te sigue, aunque puedes sentir la rigidez en su mano y el peso de su mirada mientras caminan por el pasillo en silencio. No se necesita ser telépata para notar que tiene algo en mente y que probablemente no le ha gustado nada lo que acaba de ver.
Cuando doblan la esquina y están fuera del alcance de las miradas de otros, sientes que su mano se desliza de la tuya y se detiene en el pasillo. Miras hacia él, notando que su expresión sigue siendo seria, con una mezcla de molestia y algo más que no logras descifrar del todo.
El pasillo está vacío y silencioso, salvo por los ecos de sus pasos. Justo cuando piensas que han salido del aula y que, tal vez, la incomodidad se quedaría atrás, sientes cómo la mano de Logan se desliza hacia tu cintura. En un movimiento lento y decidido, te acerca hacia él, tirando de ti hasta que estás a escasos centímetros de su cuerpo.
"Logan..." murmuras, sorprendida por su gesto, pero él no responde. En lugar de eso, su otra mano se posa en tu mejilla, y su mirada, seria y algo oscura, se clava en la tuya. Antes de que puedas procesarlo, te besa con una mezcla de ternura y algo que, definitivamente, sientes como posesividad. Sus labios son suaves pero firmes, enviándote un mensaje sin necesidad de palabras.
Te apartas ligeramente, aún con sus brazos a tu alrededor, y le susurras en tono apurado: "¿Qué te pasa? Alguien nos puede ver..."
Logan se encoge de hombros con esa actitud característica, su expresión sin una pizca de vergüenza. "¿Y qué si lo hacen?" Su voz es grave, y te das cuenta de que esa mezcla de celos y frustración le está ganando. Su pulgar roza tu mejilla mientras te observa, con la mirada fija en la tuya. "No me gusta ver cómo te acercas tanto a otros, ¿sabes?"
Suspiras, tratando de controlar la confusión y la alegría que te provoca esa inesperada confesión. "Hank y yo solo estábamos hablando de la clase... Lo sabes, ¿no?"
Él te mira en silencio por un segundo más, como si estuviera debatiéndose internamente. Finalmente, habla con ese tono seco y directo suyo: "Sí, sé lo que vi. Pero eso no significa que me guste."
"Entonces, ¿qué significa?" preguntas, con el corazón latiéndote en el pecho.
Logan suelta una risa baja, como si le costara encontrar las palabras, y sin soltar tu cintura, te susurra con una ternura torpe: "Significa que me molesta que los demás no entiendan lo que tú y yo tenemos... por no llamarlo algo."
Sus palabras te golpean, y aunque sabes que nunca ha sido el tipo de hombre que se ata, sientes una chispa de esperanza en su voz.
Miras a Logan, sintiendo cómo la intensidad en sus ojos te atrapa por completo. Él está ahí, cerca, mostrándose más abierto y vulnerable de lo que jamás ha estado. Sin pensarlo dos veces, tus manos suben lentamente hacia su cuello, rodeándolo, y lo atraes más cerca de ti.
Con una sonrisa suave y sincera, te pones de puntillas y empiezas a dejar besos pequeños y cariñosos en sus labios, una y otra vez, sin apresurarte. Esos besos no son solo por la pasión; son tu manera de demostrarle lo mucho que significa para ti, lo importante que se ha vuelto en tu vida.
"Te quiero, Logan," susurras entre beso y beso, sintiendo cómo tu corazón se acelera con cada palabra. Lo dices despacio, con la esperanza de que comprenda todo lo que eso implica, de que entienda que no quieres nada a medias, que él es lo que realmente deseas.
Logan se queda en silencio un momento, y luego cierra los ojos, como si intentara saborear el momento. Su frente se apoya contra la tuya, y su respiración se vuelve un poco más profunda. Finalmente, abre los ojos y te mira con esa intensidad suya, aunque esta vez hay un destello de ternura que pocas veces muestra.
"A veces, no entiendo por qué te arriesgarías a quererme," susurra, con una sonrisa que parece vulnerable y dura a la vez, pero sus brazos te rodean con más fuerza. "Pero... también te quiero."
Su confesión llega de manera suave y torpe, y aunque no es una gran declaración, es la verdad desnuda de Logan, sincera y directa. El aire se llena de una calma nueva, y ambos se quedan allí, entrelazados, con la certeza de que, pase lo que pase, tienen algo especial.
Aún con tus brazos rodeando su cuello, lo observas a los ojos, y por un instante, todo el cariño se mezcla con un toque de ese instinto animal que intentas contener. Sus palabras sobre lo que tienen juntos te reconfortan, pero hay algo más que te hace sentir vulnerable, algo que no puedes evitar decir.
Te acercas a su oído y, en un susurro bajo y algo ronco, le confiesas, "Tampoco me gusta verte cerca de Jean..." Las palabras salen acompañadas de un leve brillo amarillo en tus ojos, como si una parte de ti se rehusara a ocultar los celos que sientes al recordar aquellos momentos en los que él y Jean parecían estar demasiado cerca.
Sin darte cuenta, tus uñas se clavan un poco en la piel de su cuello, reflejando ese instinto protector y algo posesivo que llevas dentro. Recordar aquellas miradas y esos momentos en los que Logan parecía algo más que interesado en Jean, antes de que lo de ustedes se volviera algo, hace que una parte de ti quiera marcar lo que es tuyo.
Logan suelta una risa grave, esa risa suya que sabe a desafío. "¿Ah, sí? ¿Esos ojitos amarillos son por celos?" murmura con un tono bajo, claramente disfrutando verte tan posesiva. Lleva una mano a tu mejilla, acariciándola suavemente, y no quita esa sonrisa medio burlona, medio encantada. "¿Quién diría que la señorita kitsune también sabe sacar las garras?"
Te mira con esa mezcla de deseo y diversión, como si tus celos le parecieran tan naturales que lo complacen, y se inclina hacia ti, acortando la distancia. "Jean es solo una amiga," susurra, su voz apenas un roce contra tus labios, "pero, si quieres marcar tu territorio... no me voy a quejar."
Al escuchar su respuesta, sientes cómo la tensión en tu cuerpo se disuelve. Su risa grave y sus palabras consiguen calmar la chispa de celos que había asomado en ti. Sonríes suavemente, dejando que tus ojos vuelvan a su color habitual, y rozas sus labios con un último beso rápido, casi en agradecimiento.
"Bueno, entonces, que no haya más que 'amigas'," respondes en voz baja, tu tono ligero pero lleno de ternura. Le dedicas una sonrisa que, esta vez, es dulce y confiada, permitiendo que el amor que sientes por él se vea en tus ojos.
Sin decir más, tomas su mano y comienzas a caminar hacia el pasillo principal, llevándolo contigo como si nada hubiera pasado, como si el mundo exterior no tuviera por qué saber lo que acaba de suceder entre ustedes. Logan aprieta tu mano entre la suya, caminando a tu lado en silencio, con una pequeña sonrisa de satisfacción en sus labios.
Y así, entrelazados y en calma, te diriges con él hacia donde están los demás, sabiendo que lo de ustedes es real, algo que no necesita etiquetas ni palabras grandes, porque ya lo llevan consigo, en cada paso juntos.
43 notes · View notes
rubywolffxxx · 13 days ago
Text
Polo Position (Formula 1 x lectora)
Resumen: La cena de Navidad pasó sin pena ni gloria, con una confesión extraña y la votación final para el stream especial.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Masterlist de capítulos
Masterlist de mi autoría
~ Capitulo anterior Capítulo siguiente ~
Tumblr media
~ XXVII ~
El descanso había terminado, y los pilotos volvieron a sus lugares en la gran mesa para retomar la discusión. Otra vez Tania estaría en las nubes, con la diferencia de que Lando sí se animaría a escribirle en esta ocasión.
"¿Qué dibujas ahora? ¿Peces otra vez?"
Tania levantó la mirada, barriendo el lugar hasta encontrar a Lando. Le sonrió apenas lo encontró al frente, pero su mirada volvió a su libreta, garabateando apurada algo que solo le generaba más y más curiosidad al piloto.
Tumblr media
Lando sonrió, mirando a la mujer que le guiñaba un ojo de forma disimulada. La vio cerrar su agenda y finalmente prestar atención a la reunión. Terminó reclamando mejores y más rápidas decisiones en cuanto a inclemencias del clima, reclamos que Russell no tardó en apoyar.
—Kiki. Osito.—
Apenas salió de la reunión, Tania siguió a su par de amigos, colgándose de los hombros del segundo.
—¿Sigue en pie lo de Navidad?—Oliver la abrazó por la cintura, sintiéndose bien por la cercanía.
—Si, querido. Ven a casa luego del brindis, subiremos a la azotea. Ya pedí permiso.—Tania presionó sus mejillas con cariño al romper el abrazo—. Haremos un video corto al final diciendo los ganadores del sorteo ¿Te parece bien?—
—Lo que tu quieras, linda... Imagino que yo ganaré.—
—Eso lo decide la gente, no yo. Pide que voten por ti, Osito...—
Tras unas vagas charlas y saludos en la entrada del predio, cada piloto se fue por su parte, y Tania no sería la excepción. Quería irse temprano, pues debía organizar lo que haría en Navidad. En su país el horario iba diferente, por lo que quería saludar a sus padres a tiempo. Y para eso quería estar tranquila. Sola. En su casa.
Luego iría con Mary para Noche buena.
Tumblr media
—Es muuuy de los Villaquien, del Grinch... Pero es hermoso ¿No crees?—
Oliver miraba embelesado como la mujer daba pequeñas vueltitas, haciendo que el vestido ondeara con gracia.
—Muy hermoso, sí... ¿Segura de que quieres estar afuera? Hace frío para que estés con esa ropa.—
—Oh, no te preocupes. Usaré un blazer... Y estoy lo suficientemente alcoholizada como para no tener frio.—Tania tomó unas botellas y las acomodó en la hielera, caminando a la entrada de su departamento—. ¿Vamos?—
Después del brindis en casa de Mary, Tania pasó un rato más con la mujer y su familia. Pero en cuanto Oliver le envió un mensaje, ya estaba en un taxi camino a su hogar.
—¿Fue buena la cena al menos?—Oliver subió al ascensor, mirando a la mujer que subía detrás de él.
—Fue bonita, la casa de Mary es un lujo y su familia es linda... Pero la verdad es que el espíritu navideño aquí es muy diferente al de casa... Extraño el aire de Argentina, su calidez... Todos menos el caluroso e insoportable clima... ¿Qué hay de ti? ¿Thomas pudo cenar con ustedes?—
—Si, los cinco nos reunimos en casa... Pero no son tan divertidas las cenas festivas. No desde que papá ya no quiere ver a sus hermanos. Me gustaba cuando nos reuníamos todos...—
—Si, suele pasar. Mi padre tampoco tiene buena relación con su hermano... Como sea, ya no importa. Estamos los dos aquí, con alcohol y un pequeño reproductor de música. Será divertido.—Oliver le sonrió.
En cuanto llegaron al último piso, salieron del ascensor y subieron a la azotea por la escalera, pues era un trayecto que debía hacerse sí o sí a pie. Asi que ahí estaban, subiendo entre risas la breve docena de escalones. El frío los golpeó de prepo al abrir la puerta de acceso a la azotea, y por un segundo se cuestionaron la elección. Eso disminuyó al ver que el encargado del hotel había dejado una estufa de exterior en el pequeño jardin del lugar. Tania se apresuró en dejar las cosas sobre la pequeña mesita y encender la calefacción.
—Ahora sí...—Corrió el pequeño sofá hacia debajo de un techo para resguardarse de la nieve, tumbándose en el sofá—. Ven, Osito. Acompáñame.—palmeó a un lado.
Oliver se sentó a su lado, suspirando con alivio. Entonces echó la cabeza hacia atrás, notando algo colgando del techo.
—Mira.—señaló el manojo de hojas sobre sus cabezas.
—¿Y esto qué es? Parece el ramo de olivos del miércoles de ceniza.—
—Es un muérdago, genia ¿No hay de esos en tu pais?... ¿Qué es eso de cenizas?—
—Semana santa, cosa de cristianos... como sea. No, esa cosa es tradición de tu pais.—sirvió un poco de vodka y jugo de naranja en un vaso, mirando el dichoso muérdago—. ¿Qué hacen con las ramitas?—
—Si dos personas se paran debajo, se deben dar un beso.—
Para sorpresa de Oliver, Tania apretó sus mejillas cual sándwich y dejó un beso en su frente.
—¿Feliz?—Oliver rió nervioso.
—En la frente no cuenta.—
—... ¿En la mejilla?—la chica lo miró con curiosidad antes de darle un sorbo a su bebida. Pero Oliver no contestó.
Tania dejó el vaso sobre la mesita y se acercó dispuesta a darle un beso en la mejilla, pero en cuanto sus labios rozaron su piel, Oliver volteó el rostro. Y sus labios encontraron los de ella.
—Oliver...—Tania se alejó enseguida, sintiendo que el alcohol se disipaba de su cuerpo por la situación.
—Estoy perdidamente enamorado de ti, Tania...—soltó en un arrebato de sinceridad. Sintiendo que era su momento.
La mujer lo miró con sorpresa, sin saber qué decir.
—... Somos amigos, Oliver. Debes estar confundido y no-
—No es nada de eso, llevo meses dándole vueltas al asunto y estoy muy seguro de esto.—el chico se sintió impaciente al ver la expresión conflictiva de la mujer.
—Yo... Lo siento pero no puedo corresponder esto que sientes... No...—suspiró—. No sé qué decirte.—
—No hace falta que digas nada...Lo sé.—Oliver sonrió con cierta decepción—. Solo... quería que lo supieras, ya me pesaba el sentimiento.—Se lleva la mano al pecho—. Sé que no soy Lando o Charles como para tener tu atención pero-
La chica lo abrazó con fuerzas.
—Tú eres mucho más importante para mi que ellos, Oliver... Y sé que no es lo que quieres escuchar pero... Eres un gran amigo, y te quiero muchísimo.—lo abrazó aún más fuerte—. De verdad lo siento...—Oliver la abrazó de vuelta.
—¿No hay una mínima oportunidad de que me dejes intentar algo?—
Tal vez en otro momento, Tania hubiese dicho que si.
Podrían intentarlo. Dos amigos, despejando dudas y descubriendo sentimientos... No le desagradaba la idea, pues Oliver llegó a interesarle en cierto punto, durante sus épocas de Formula 2. Pero ahora la piloto tenía ya demasiadas cuestiones sentimentales como para también sumar otra. Y lo último que quería era lastimar a Oliver. No quería darle ilusiones donde no las había.
—No, corazón... Prefiero evitar dramas entre nosotros.—Tania se separó de él, pero no tardó en acomodarse a su lado, recostando la cabeza en su hombro—. Te quiero mucho como para generarte confusiones.—
—... ¿A Kimi le hubieses dado chance?—
—Ah, a él sí, por supuesto.—respondió con seguridad, haciéndolo reír por lo bajo.
—¿Esto es porque no me gustan los zombies?—
—Pues claro.—
Un silencio algo raro los rodeó, pero al menos el momento tenso ya había pasado.
—¿Cómo será todo ahora? Creo... Que arruiné nuestra amistad.—Tania negó, acurrucándose a su lado.
—Yo no quiero que te alejes... Asi que si no te molesta, quedate conmigo ¿Si?—Oliver se relajó, pasando su brazo por la espalda de la mujer y acercándola aún más.
—Claro que me quedaré...—
Puede que ella lo haya rechazado de la forma más suave y considerada posible, pero Oliver no daría todo por perdido. Todavía conservaría esperanzas.
Y mientras tanto, se conformaría con su cercanía.
Lando.
Franco.
Carlos.
Liam.
Esos fueron los ganadores de la votación.
—¿Por qué alguien votaría al boludo de Lawson?—
—Pensé que te caia bien.—
—No es que me caiga mal o bien pero... ¿Por qué no ganó Yuki o Lewis?—
—Porque a la gente le gusta joder.—Franco miraba divertido a su amiga, quien revisaba por millonésima vez los resultados—. ¿Soy copiloto?—
—No, corazón. El más votado fue Lando, asi que vos te vas atrás.—lo escuchó quejarse.
La chica se dedicó a avisarle a todos sobre los resultados, para confirmar su disponibilidad el día siguiente.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
—Lando seguro se va a reunir con la zorra de Magui... Esa chica no me gusta.—
—A vos no te gusta nadie...—Franco revisó los mensajes que le envió a los pilotos—. Mirá, Lando contestó.—
—¿Qué dice?—la chica se colgó de su hombro.
—"Lo tomo. Tomaré lo que sea que tú me ofrezcas, corazón"... Que horror.—Franco le lanzó el celular a la chica, quien sonrió por la mueca de asco de su amigo.
Tania revisó el celular, sonriendo aún más al ver que Lando dejaba un último mensaje.
"Ya tengo tu regalo conmigo ¿Te importa si te lo llevo esta noche a tu casa?"
Tumblr media
21 notes · View notes
gyusimp · 5 months ago
Note
Podría ser un Ken Sumiso y Reader Dom(Dominante) Gentil? :3. La verdad no tengo una idea concreta pero amaré cualquier escenario en el que Ken sea sumiso 🙏
O talvez podría ser una situación en la que una de las partes de la relación este celosa por X situación/interacción que el otro haya tenido? 👉👈
(perdón sí soy demasiado o muy poco específic es que me da penita hacer requests JAJAJ)
°•𝑺𝒖𝒃 𝑲𝒆𝒏𝒋𝒊 𝑺𝒂𝒕𝒐 𝒙 𝑫𝒐𝒎 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓 [ᴴᵉᵃᵈᶜᵃⁿᵒⁿˢ⸴ ˡᵉᵛᵉ ᴺᔆᶠᵂ]
Gracias por tu solicitud! Espero llenar tus expectativas jaja y no tengas pena tú pregunta lo que sea que pienses! 😚💖
Tumblr media
Estabas en casa de Ken por la tarde, él te pidió si podrías amablemente ayudarlo a cuidar a Emi mientras él se ocupaba de unos asuntos. Tenía una conferencia de prensa y una entrevista luego de haber ganado con éxito su último juego.
Siempre que dejaba sola a la bebé su casa terminaba con algún nuevo destrozo o algo por el estilo porque después de todo, un pequeño robot no era un apoyo suficiente para mantener las cosas bajo control.
Accediste sin problemas a ayudar a tu novio y te sentaste frente a la unidad de contención en el sótano a jugar y hablar con Emi para distraerla con tu presencia. Kenji bajó y se despidió de tí repitiéndote sus cosas por hacer para mantenerte informada en caso de que él no pudiera contestar tus mensajes de forma rápida.
—¿La entrevista será hasta las 6:00, no? —preguntaste, poniéndote de pie para ir con él mientras le arreglabas el cuello del blazer negro que usaba.
—Si, será con la Srita. Wakita, no creo demorar mucho y luego ya estaré de vuelta —él te comentó, dejando que lo ayudaras. Pero te detuviste al escuchar su nombre. —¿Pasa algo, amor?
—Hhmmm, no me gusta esa mujer.
—¿Por qué? —él preguntó, un poco divertido.
—No me da confianza y ¿por qué solo te entrevista a tí? ¿A solas? ¿No crees que está buscando un papá para su hija? Y justo tú eres ese joven guapo y adinerado que podría resolverle la vida ¡y además Ultraman!
Kenji se rió ante todas tus deducciones, estabas claramente celosa pero de una manera adorable, causándole gracia.
—Ay linda, aún si fuera así ella no se compara a tí en absoluto, confía en mí.
—Confío en tí amor, es en las mujeres en las que no confío ¡más cuando eres tan perfecto!
Kenji continuó sonriendo, adulado por tus elogios mientras seguían conversando. Él dejó un beso en tus labios mientras te tomaba de la cintura y fue hacia su motocicleta para encargarse de sus asuntos.
Te quedaste con Mina y Emi, una tarde de chicas para cuidar a la bebé poniéndole sus programas favoritos, proyecciones de Kenji en sus juegos y otras cosas para hacerla sentir acompañada.
Estabas distraída con la adorable bebé pero no lo suficiente como para dejar de pensar en la entrevista de Ken. Preferirías que hubiera sido citado junto a todo el equipo o algo por el estilo pero ¿por qué tenía que ser siempre solo él? Eso te molestaba y no es que fueras insegura, era simplemente irritante ver la insistencia de otra por la constante atención de tu pareja incluso llegando a incomodarlo con sus preguntas sin relación al baseball en más de una vez. Se supone que si tiene preguntas son relacionadas a su carrera ¿no? Porque es su trabajo, y tampoco trabaja para un programa de chismes o farándula.
En fin, Kenji te dijo que estuvieras tranquila y eso hiciste. Eran casi las 8:00 de la noche, hora de que Emi se fuera a dormir. Te encargaste de que todas las luces del sótano se apagaran y que Mina proyectara pequeñas luces con forma de estrellas por todo el lugar mientras la bebé kaiju bostezaba y se acomodaba dentro de su unidad abrazando uno de los autos de la colección de Ken hasta quedarse dormida.
—Ken está en camino de regreso. Puedes subir con él mientras vigilo a la bebé —te ofreció Mina a lo que aceptaste. Subiste al primer piso y fuiste a ducharte y a cambiarte al cuarto de Ken mientras escuchabas el motor de su moto parqueándose abajo.
Kenji se quitó el casco y entró a su casa buscándote en el sótano a la vez que saludaba a Mina y observaba a Emi descansar. Fue su asistente de AI quien le hizo saber que estabas arriba, probablemente en su cuarto por lo que él fue a buscarte.
—Hola amor, ya estoy en casa —saludó Kenji, encontrándote con una de sus playeras puesta.
Le devolviste el beso y entonces él comenzó a hablarte sobre cómo estuvo su tarde y las cosas que hizo, incluyendo detalles de la entrevista donde él pudo notar tus celos de nuevo a pesar de que lo ocultaras, por lo que pensó en molestarte un poco a modo de broma.
—¿En serio sigues celosa? —preguntó, arqueando la ceja con una sonrisa, acercándose a tí, quien optó por no dejarse avergonzar.
—Claro ¿tienes problema con eso? —no estabas enojada, solo querías llegar a cierto lugar con tu actitud.
—Vaya, ¿alguien está molesta? —su tono era desafiante pero se notaba aún su modo de broma.
Lo tomaste de los hombros y lo empujaste para hacer que se sentara en la cama, te sentaste sobre su regazo a horcajadas y lo miraste seria, notando lo nervioso que estaba ahora.
—Tal vez. Imagina lo irritante que debe ser la insistencia de otra por estar extrañamente cerca de mi hombre más de una vez ¿entiendes, no?
Kenji tragó saliva, tratando de no mirar fijamente como la palabra "ICON" de su playera se curveaba sobre tu busto. Puso relajadamente las manos sobre tus muslos cuando notó que solamente llevabas bragas. Supuso que al ser su playera simplemente cubría tus shorts por ser más larga pero no era así. Lo habías planeado todo.
—Ahmm, si claro... —él no sabía cómo reaccionar o qué decir, simplemente se seguía poniendo nervioso. Estaba donde lo querías.
Le abriste el blazer y se lo quitaste para luego pasar tus manos por debajo de su playera blanca y acariciar tentadoramente su espalda y abdominales, subiendo la tela poco a poco hasta que se la quitaste. Su respiración era más rápida y su pulso enloqueció cuando lo tomaste de los hombros y comenzaste a dejar besos por todo su cuello y mandíbula, sus clavículas y pectorales dejando una que otra marca.
—¿En serio voy a tener que recurrir a esto para que todo el mundo sepa que eres mío? —hablaste contra su piel, haciéndolo jadear.
Tus besos se volvieron húmedos, leves mordiscos rozaban sus hombros mientras te movías sobre su regazo y sus manos se clavaban en tu cintura.
—Eres mío Ken... —le dijiste en un murmullo, llevando el lóbulo de su oreja a tu boca, jugando con su piercing en tu lengua—. Todo esto es mío —su alma casi se separa de su cuerpo cuando tomaste su longitud de repente entre tus manos sobre sus jeans de color negro.
Te inclinaste más a él e hiciste que se acostara por completo en el colchón, dejándolo ver cómo te quitabas la playera y te acomodabas el cabello para seguir besándolo.
—Ahora tendré que hacer uso de mis beneficios, ¿no te molesta, no? —tu tono era sensual y provocativo, jugando con el borde de sus jeans.
—En absoluto...—él respondió casi en un suspiro, con el rostro sonrojado debajo de tí.
Sonreíste victoriosa. No importa de todos modos cuantas mujeres o fanáticas lo deseen a él, al final del día, siempre serán tus brazos su lugar más seguro y tu nombre el único que su linda voz repetirá entre gemidos.
Tumblr media
31 notes · View notes
americangroupie · 11 months ago
Note
plz plz plz!!!!! UN TRÍO (matías, reader, enzo)!!!! estoy muriendo muerta de tanto pensar en eso, sí pudieses hacerlo sería LIVE SAVING fr
✪ pyramids ✪
enzo vogrincic x reader x matias recalt
tw: +18 la fantasía sexual de todas
a/n: mi escrito mas largo, más producido y del que estoy más orgullosa ;) si veo que les gusta puedo hacer la parte dos, vivan los hombres
୨୧┈┈┈┈୨୧┈┈┈┈୨୧
"¿qué tanto mirás?" susurró matías cerca de tu oreja, tratando de seguir el camino de tu mirada al percibir que llevabas varios minutos con tus ojos estancados en algo.
bueno, en alguien.
desviaste la mirada hacia tu derecha, mirándolo a él por un par de segundos mientras apoyabas la cabeza en la palma de tu mano. "nada." matías levantó una ceja. "qué pasa, mati. ¿celoso?"
rió, negando la cabeza. "depende. ¿a quién mirás así?"
"adivina." dijiste mirándole a los ojos, devolviendo tu mirada al uruguayo. este se encontraba charlando con sus demás compañeros de reparto en el otro extremo de la mesa del restaurante del hotel, expresándose corporalmente al discutir sobre un tema inaudible gracias a la cantidad de personas que se encontraban a tu alrededor, y a los pensamientos obscenos que se encontraban invadiendo cada espacio de tu cabeza.
"no tenés nada que envidiarles a las nenas fanáticas de internet; sos igual." dijo acompañado de un suspiro, envidiando que el brillo de tus ojos sea gracias a alguien más. "es cómo diez años mayor que vos, hija de puta."
reíste, mordiéndote levemente el dedo. "yo las entiendo tanto." te respondió alzando ambas cejas. "por algo estoy acá con vos."
"estás acá conmigo y lo mirás a él. ¿cómo es la cosa, gorda?"
"no sos mi novio."
"él tampoco."
"puede llegar a serlo."
devolvió su mirada a ti. "¿eso querés?"
imitaste su acción, bajando la mirada a sus labios haciéndole sonreír pícaramente. "mmm. si te pierdo a vos, no."
matías giró su cabeza hacia enzo, analizándolo por un par de segundos mientras apoyabas tu cabeza en el hueco entre su cuello y su hombro. eran altas horas de la madrugada, pero aún después de un largo día el perfume del argentino seguía siendo predominante en el aire cerca de su cuello. "no necesariamente."
"¿qué me estás queriendo decir, amor?" susurraste alzando tu mirada sin moverte, tus ojos aparentando una inocencia que matías sabía era inexistente.
"vos sabes exactamente a que me refiero."
sentiste tu corazón acelerarse levemente al sentir un poco más real una de tus fantasías más intimas y utópicas, no considerabas a matías una persona que estuviera abierta a algo así. y sincerándote contigo misma, antes de conocerlos a ambos tampoco te veías capaz de encontrarte soñando despierta con dos hombres, uno adelante y otro por detrás. pero faltaba la parte más importante, que era que enzo estuviera dispuesto.
sentiste la noche pesada y larga, los minutos parecían horas al no poder concentrarte en nada más que en tus fantasiosos pensamientos, siendo poco charlatana comparada a los días donde matías no tenía una mano sobre tu muslo, y donde enzo no tenía el pelo tan desordenado y la remera tan apretada.
al finalizar la cena, te despediste de todos con un beso en el cachete, quedándote charlando con esteban por un par de minutos mientras matías saludaba al resto.
y entre tanto que lo escuchabas contarte sobre su próximo proyecto, divisaste a matías por sobre el hombro de esteban hablando con enzo, haciendo contacto visual con el uruguayo mientras matías hablaba.
"estoy en el proceso de casting, pero pienso que ya lo tengo en el- ¿qué pasa, flaca?" esteban pregunto con un leve tono de preocupación en su voz, girando su cabeza hacia un lado para encontrar a lo que mirabas que coloreó tus mejillas de un vibrante rosado.
"nada kuku." respondiste rápidamente y con seguridad, queriendo que volviera a hablarte para no llamar la atención de nadie más. "¿que decías?"
te alzó una ceja. "nada, que pienso que ya tengo el rol en el bolsillo." le sonreíste y asentiste a ver a matías caminando hacia ustedes.
"¿vamos?" dijo matías al acercarse lo suficiente; asentiste como respuesta. "chau, kuku, nos vemos mañana."
"chau, nos vemos al desayuno." dijo dirigiéndose a ambos, pero regalándote una sonrisa picara al comenzar a alejarse.
suspiraste y apretaste los labios con vergüenza mientras caminabas al lado de matías hacia el ascensor.
"mati."
"¿hm?"
"¿qué le dijiste?”
"¿a quién?"
resoplaste. "matías."
"¿pero a quién, nena?" respondió riendo.
"no me molestes hijo de puta, ¿qué le dijiste?"
negó con la cabeza mientras se adentraba en el ascensor. "nada, no le dije nada de vos. no te comas la cabeza."
lo miraste con los ojos entrecerrados . "no te creo nada."
"no me creas." respondió, cruzándose de brazos mientras miraba hacia adelante. "pero yo no le dije nada sobre que te lo querés coger."
lo miraste con los ojos muy abiertos, pegándole un codazo. "sos una mierda."
"y bueno." dijo cuando el ascensor abrió sus puertas. "no era necesario con cómo estuviste mirándolo toda la noche.”
resoplaste. "cortála, querés. que te pones celoso, como si vos no fantasearas con otras minas."
"en realidad, no. me basta con lo que tengo en frente mía." dijo mientras cerraba la puerta de la habitación detrás suya, tomando tu mano y acercándote hacia él abruptamente para besarte con brusquedad.
llevaban varios días en el hotel de venecia, hoy siendo el ultimo antes de viajar al siguiente festival de cine. matías decidió llevarte a vos como acompañante, ayudándolo con sus tareas diarias como la buena amiga que eras; cogiéndotelo cada momento en el que estuvieran los dos solos.
la dinámica entre vos y matías llevaba un par de años funcionando a la perfección, acompañándose mutuamente en todo sin la necesidad de formalizar nada, para no sufrir gracias a la distancia y las diferencias de horario.
sonreíste en el beso al sentir la brusquedad de sus acciones- agarrando tu culo con fuerza, mordiendo tus labios con poca timidez mientras jadeaba en tu boca. empezaste a caminar hacia atrás sin abrir los ojos, chocando contra la pared y un par de muebles hasta sentir la suavidad del colchón debajo tuyo.
matías gruñó en tu boca, explorando cada esquina de esta mientras se acomodaba encima tuya y bajaba con poco cuidado los tirantes de tu vestido por tus hombros; dejando descubiertos tus senos haciéndote estremecer con rapidez por el frío aire que rápidamente se transformó en la cálida sensación de la lengua de matías.
mientras su lengua rotaba en círculos por encima de tu pezón, matías bajó su mano con lentitud hasta tu entrepierna, rozando con sus dedos por encima de la ropa interior y esbozando una risa burlesca al sentirla tan mojada tan rápido.
"cómo te vas a mojar así, mi vida. aún ni empiezo." dijo separándose de tus senos por un segundo para besarte, pasando su lengua por tus labios antes de volver a dar toda su atención a lamer, morder, pellizcar y besar tus pezones.
consumida por el placer de su boca, cerraste tus ojos mientras acariciabas y tirabas de su pelo, gimiendo su nombre de vez en cuando acompañando todos los quejidos que salían de tus labios.
pero a pesar de estar nublada por la sensación, el sonido de la puerta de la habitación abriéndose no pasó desapercibido para tus oídos, haciéndote abrir los ojos de golpe mientras te apoyabas en tus hombros, tratando de taparte lo más que pudieras al no saber a quién estabas por traumar.
pero para tu sorpresa, matías no cesó sus movimientos.
"mati-" dijiste tirando de su pelo hacia atrás para alejarlo, tratando de advertirle que había alguien más en la habitación. pero no se detuvo, mordiéndote con fuerza obligándote a ahogar un gemido.
y en cuestión de segundos, miraste la alta figura de enzo pararse frente a la escena. pudiste mirar con detalle su cara transicionar de neutro a horror.
"la puta madre-" habló fuertemente luego de voltearse con rapidez, subiendo su mano hacia su cara para taparse los ojos. "perdón, discúlpenme, no pensé que- dios, mati como me pasaste la llave pensé-"
"mirá, enzo, volteáte." miraste a matías con los ojos ultra abiertos, sintiendo cómo tus mejillas se pintaban de rojo puro. "no te tapes vos." dijo mirándote con el semblante serio, pero con la comisura de los labios torcida. sentiste tu estomago burbujear de la vergüenza, pero en el fondo sabías que era de la emoción.
"no mati disculpáme, en serio no quería interrumpir-"
"en serio enzo, volteáte. mirála." enzo giró su cabeza por encima de su hombro, mirándote por breves segundos antes de desviar la mirada hacia matías. "vení, acercáte." dijo mientras levantaba tu vestido, dejando tu ropa interior descubierta y sentiste una fría brisa de aire recorrer tus piernas; pero tu cuerpo estaba caliente. "abrí más, mi amor." te ordenó, a lo cuál obedeciste inmediatamente. sentías la mirada de enzo constantemente sobre ti, pero te sentías incapaz de mirarlo. "¿ves lo mojada que está?" dijo pasando su dedo indice por encima de tu ropa interior, haciendo presión para mojar la rosada tela aún más. "en la cena, me confesó que era por vos." matías te dedico una breve mirada, sonriendo pícaramente mientras sentías tus mejillas arder a no más poder. seguidamente miraste como los ojos del uruguayo se oscurecían frente a la vista. "y yo sé que vos también te la querés coger, por como la mirabas en la pileta ayer. ¿quién soy yo para detenerlos?"
enzo tragó saliva mientras te miraba, su respiración estaba levemente agitada y sentía la habitación tornarse caliente. "es tu novia, matias, yo-"
"amiga." interrumpiste. enzo desvió sus ojos rápidamente hacia los tuyos, compartiendo contacto visual por unos segundos.
"dale enzo, acercáte." dijo matías separando más tus piernas, mirándote con lujuria. "a este paso me la voy a terminar cogiendo yo y vos vas a tener que mirar nada más. mirá como está." enzo se inclinó con lentitud, arrodillándose al frente tuyo sin quitarte los ojos de encima ni un segundo. divisó de cerca la oscura mancha en tu clara ropa interior por pocos segundos antes de que matías hiciera a un lado esta, dejándole ver sin nada de por medio lo mojada que estabas. "mirála." dijo pasando su dedo indice por tus labios, ganándose un gemido ahogado de tu parte por el inesperado contacto, necesitando más. "¿no la querés probar?"
enzo mantenía el semblante serio, pero asintió inmediatamente. jadeaste al darte cuenta de lo que estaba pasando, alzando las caderas y ganándote una risa por parte de matías. te incorporaste, acomodándote para así sentarte en la cama. enzo te miraba constantemente, prestando atención a cada movimiento tuyo- buscando tu aprobación para actuar.
a raíz de esto inclinaste tu cuerpo hacia el, enzo imitando tu acción al levantarse y reclinarse hacia ti. te arrodillaste en el borde de la cama, al lado de matías y bajo enzo. lo mirabas con inocencia, esperando su actuar mientras él esperaba el tuyo.
"que tímida que estás, mi amor." dijo matías burlescamente, tomando la mano de enzo y acercando dos de sus dedos a tus labios. "chupá."
enzo rozó con suavidad tus labios, mirándolos mientras los entreabrías con lentitud, la inocencia en tus ojos haciéndolos brillar frente a lo oscuros que se habían tornado los suyos.
acariciaste con suavidad la yema de sus dedos con la punta de tu lengua por unos segundos para luego meterlos por completo a tu boca, gimiendo en estos por la vista que yacía ante tus ojos; vista similar a lo que verías al chuparle la pija.
los pensamientos que recorrían la cabeza de enzo eran más impuros de lo común; no se habría imaginado en mil años tenerte en la posición que te tenía ahora. el bulto en su entrepierna crecía acorde pasaban los segundos, y sentía como si fuese a explotar al sentir tu cálida lengua dar vueltas en círculos por al rededor de sus dígitos.
luego de haber recorrido cada parte de sus dedos con tu lengua, te acercaste más hacia él levantando tu cuerpo hasta quedar a una altura en la cual sus labios eran accesibles para ti. matías te miraba expectante, relamiéndose los labios al mirar la inocencia que reflejaban tus grandes ojos al mirar al uruguayo; sabiendo que estabas muy lejos de la inocencia hace años.
acercaste tu boca a la suya con lentitud, enzo imitando tu acción al inclinarse hacia ti; mirando a matías por unos segundos casi que pidiéndole permiso para actuar. el argentino le sonrió, asintiendo levemente con la cabeza creciendo impaciente al no poder hacer nada al respecto de la molestia en sus pantalones.
enzo subió su mano hasta alcanzar tu pómulo, rozando suave por unos segundos hasta deslizarla a la altura de tu mandíbula; tomando ésta para hacer coincidir su boca junto a la tuya, rozando ambos labios por un par de segundos antes de amoldarlos entre sí. el beso comenzó lento, empapándote en el hecho de estar besando a enzo vogrincic luego de estar meses fantaseando sobre algo que considerabas imposible. podías sentir su respiración agravarse a medida que el beso se agravaba con el pasar de los segundos, el uruguayo devorando tus labios mientras gruñía al saborear la dulzura de tu boca. movías tus labios al compás, dejando que tu lengua se entrelazara con la suya al ladear tu cabeza para obtener mejor acceso.
impacientemente, matías se acomodó sobre el colchón colocándose detrás tuya; acomodando tu pelo hacia un lado de tu cuello y comenzando a besar y mordisquear el otro, provocando un quejido tuyo dentro de la boca de enzo el cual fue directamente al bulto del pelinegro.
matías quitó tu vestido con agilidad, dejándote completamente desnuda a excepción de tu ropa interior con la cual jugueteaba mientras frotaba su bulto contra tu culo.
te separaste de los labios de enzo por unos segundos- un hilo de saliva los conectaba mientras ambos tomaban bocanadas de aire- para poder quitar su apretada remera negra y así poder sentir su cuerpo sin nada de por medio, y matías aprovechó de robarte un beso y mordisquear tus labios mientras enzo admiraba la escena.
"dale enzo-" rió matías al separarse de tus labios, notando como el uruguayo solo se había quedado parado mirando en vez de actuar. "tocála."
negaste con la cabeza, riéndote mientras mordías tus labios para seguidamente acercarte a él, juntando sus labios por un par de segundos para luego comenzar a dejar un camino de húmedos besos desde su mejillas hacia abajo, besando, lamiendo y mordiendo cada trocito de piel que tus labios rozaban. enzo pasó las manos por su cabello, ahogando jadeos entre suspiros gracias a la sensación de tu lengua recorriendo todo su torso hasta llegar a su cinturón. mientras, matías comenzó a desvestirse a si mismo, admirando la vista de tu cuerpo encorvándose levemente hasta posicionarte en cuatro, dejándote perfectamente como él necesitaba.
"¿me ayudas?" preguntaste con dulzura mirando hacia arriba con una de tus manos en su cinturon, hablando por primera vez desde que enzo se había adentrado en la habitación; el uruguayo comenzó a desabrocharlo como respuesta.
"así que la nena sabe hablar después de todo." habló matías en un tono burlesco mientras enzo acariciaba tu mentón con suavidad mirándote a los ojos.
bajaste sus pantalones junto con su ropa interior por completo mientras sentías a matías separar tus piernas con poca suavidad mientras acomodaba su cara en estas, tragando saliva y mirando con los ojos brillantes el miembro de enzo completamente descubierto, relamiéndote los labios para luego devolver tu mirada hacia el y divisarlo con una sonrisa pícara en sus labios.
comenzaste tomándolo por la base y depositando delicados besos por la longitud de este, para luego trazar una línea con tu lengua desde abajo hacia arriba y comenzar a chupar con poca suavidad la cabeza de este. enzo no demoró en quitar el pelo desordenado de tu cara para poder mirarte con la boquita llena sin nada de por medio; tomando todo el pelo posible en su puño mientras que con su otra mano acariciaba tus mejillas. el uruguayo no tardó en convertir sus jadeos ahogados en gemidos, apretando sus labios con fuerza al sentir que los ruidos que le provocabas se estaban haciendo demasiado notorios.
mientras tanto, matías deslizaba sus dedos con lentitud de arriba abajo por tu feminidad, frotando círculos en tu clitoris cuando se percataba de que tenías gran cantidad del miembro de enzo en tu boca para hacerte ahogar a propósito. cerrabas tus ojos con fuerza frecuentemente, gimiendo y quejándote sin vergüenza alguna provocando que las piernas de enzo se sintieran débiles, y la erección de matías dolorosa.
“así, justo así- dios.” gimió enzo entre dientes, gruñiendo al sentir las vibraciones de tu boca en su miembro y tratando de concentrarse en algo más para no acabar tan rapido en tu boca.
te sentías desesperada por más. “mati-” lloriqueaste separándote de enzo por un segundo, frotando círculos con tu pulgar en la cabeza con mucha presión provocando un jadeo de parte de enzo. “cogeme, por favor. no aguanto más.”
enzo gimió al solo escuchar tus palabras. “¿ah, sí? yo creo que podés aguantar un poquito más, hermosa.” dijo matías mientras introducía dos de sus dedos dentro tuyo. “hacélo acabar a enzo primero, ¿no era eso lo que querías? ¿que se corriera en tu boca?”
miraste hacia arriba con la respiración agitada, encontrándote con el semblante burlesco de enzo. “¿eso querés?” dijo con la voz ronca, pasando su pulgar por tus labios empapados de saliva y su líquido preseminal. “nunca te habría imaginado teniendo esos pensamientos a vos. tenés una carita de ángel.” te sonrió, notando como tus mejillas se tornaban mas y mas rojas. “y esos ojitos inocentes. quién podría pensarte así, ¿eh?” lo interrumpiste tomaste su miembro dentro de tu boca una vez más, pasándole la lengua en círculos haciéndolo quejarse. “c-con la boquita llena y rogando que se la cojan- dios seguí así, así.” enzo tiró la cabeza hacía atrás al sentir como acelerabas el movimiento de tu lengua y como tu mano se movía con más rapidez por la longitud, sintiendo a la vez como matias encorvaba sus dedos dentro tuyo.
percibiste una sensación conocida burbujear en tu estómago al sentir el pulgar de matias moverse en círculos encima de tu clitoris; a la vez sintiendo como su cálido cuerpo se pegaba al tuyo al notar que el orgasmo de enzo se acercaba.
sentiste un golpe abrupto en tu culo, provocando un lloriqueo agudo sobre el miembro de enzo el cual lo hizo tirar de tu cabello y sobrestimularte aún más, abrumada por el placer y el dolor que sentías a la vez al tener a matias por detrás y a enzo adelante.
pasaron pocos segundos hasta que enzo comenzó a mover sus caderas hacia adelante, suplicando entre gemidos hasta que sentiste el líquido caliente llenar tu boca mientras matías movía con brusquedad sus dedos dentro tuyo, haciéndote acabar en cuestión de segundos mientras enzo sostenía tu cabeza para no dejarte caer sobre la cama. apoyaste una de tus manos en su abdomen mientras recuperabas el aliento, escuchando la conocida risa de matías detrás tuya.
“¿mucho para vos?” se burló al mirarte sin aire apoyada sobre el uruguayo que se encontraba en una situación parecida. negaste con la cabeza sin mirar hacia atrás, tragando lo que tenías en la boca mientras enzo te miraba con una sonrisa.
“te toca, recalt.” habló enzo mientras soltaba el agarre de tu pelo, sonriéndole con lujuria al argentino y haciéndote dar cuenta que la noche iba a ser más larga de lo que pensabas.
876 notes · View notes
wilsondudu · 11 months ago
Text
Tumblr media
ELTINGVILLE CLUB
Eltingville x Fem!Reader.
Warnings: Mención de relaciones sexuales, problemas alimenticios, inseguridad, violencia, maltrato infantil, Fem!Reader muy femenina, padres abusivos, degradación, consumo de sustancia, problemas con la fama.
Tumblr media
Bill se sentó con fuerza sobre su silla, golpeando con sus puños la mesa delante de él, donde yacía el juego de mesa que estaban jugando: Dragones y serpientes místicas.
" Ugh! ¿¡Y ahora que!? " Gritó Pete frunciendo el ceño al ver cómo todo en la mesa se caía gracias al movimiento que causó el golpe de Bill.
Josh apretó sus puños mirando furioso a Bill, Jerry prefirió quedarse callado mirando a Bill nervioso y confundido.
" No es lo mismo... ¡NO ES LO MISMO SIN "EL REY GRANDE"! " Exclamó el castaño, tomando sus cabellos con desesperación y enojo.
Pete rodó los ojos con molestia.
" Viejo, aún si no tenemos esa pieza, ¡No afecta en nada al juego! "
" No lo entiendes, Pete... ¡¿Sabes cuánto tiempo he estado esperando este momento!? ¡¿Jugar a "Dragones y serpientes místicas"!? ¡No voy a jugarlo a no ser que este completo! No sería digno... " Termino en un susurro dramático, haciendo a Josh suspirar profundamente con fastidio.
" ¡Todos nosotros hemos estado esperando esto! ¡Pero vamos! ¡Es un juego igual de antiguo que tu madre! ¡¿Realmente pensaste que iban a estar todas las piezas luego de tantos años!? " Josh Exclamó sujetando la fuente de su nariz con enojo. "Solo... Agradece que ganamos la subasta y deja de joder, ¡Juguemos! "
" NO! " Gritó Bill, sujetando a Jerry del hombro para tomar impulso y subirse en la mesa. Estando allí, estiró sus brazos y dijo. " Cómo líder del club, declaró el comienzo de una intensa búsqueda por la pieza faltante! "
Los demás se tiraron en sus sillas frotando sus rostros bruscamente mientras gruñían molestos. Bill se bajó de la mesa y sacudió su camisa, siendo entonces tomado sorpresivamente de los hombros por Pete, quien lo miró hostil y cansado.
" ¡No gastaré la última semana de vacaciones para buscar una estúpida pieza! ¡Ya gaste mí salario semanal en la subasta! " Exclamó el de gorra, separándose de Bill y caminando hacia las escaleras del sótano que lo llevaban arriba, donde estaba la puerta para salir de la casa.
Sin embargo, Bill fue rápido y lo tomo de su abrigo, tirándolo hacia atrás. Pete cayó sentado delante de Bill, bajo la mirada del aburrido Josh y el nervioso Jerry.
" ¡¿Que mierda!? ¡¿Que te pasa, imbécil?! " Pete gritó mientras se frotaba su parte trasera, adolorido.
" No dejaré que te vayas! Todos debemos buscar la pieza! " Bill flaqueó ligeramente cuando vió a Pete levantarse y preparar sus puños, por detrás se escuchó el jadeó nervioso de Jerry. Rápidamente retrocedió y dijo: " S-Sé donde encontrar la pieza, tarado! " Exclamó, un tanto enojado por la impulsividad de Pete.
" A si? Donde? " Josh preguntó, acercándose con el ceño fruncido, pero emocionado en el interior.
" u-uhmm... En la tienda de cómics local! "
" Que? Pensé que ya habíamos preguntado anteriormente si tenían el juego. Dijeron que no tenian nad- " Jerry fue interrumpido por la mano de Bill en su boca. Bill apoyo su dedo en sus labios, indicando que se callara.
" Vamos! E-Estoy seguro que lo tienen! "
" Son las nueve de la noche y está apunto de cerrar, idiota." Josh responde, frotando la base de su nariz.
" Tks! YA SÉ QUE SON LAS NUEVE, PERO LA TIENDA CIERRA A LAS NUEVE Y MEDIA! " Bill grita, totalmente furioso por la poca atención de sus compañeros.
" SI SABES QUE SON LAS NUEVE ENTONCES CIERREN LA BOCA. BILL, SACA A TUS AMIGOS YA! " La estridente voz de la madre de Bill resuena en toda la casa, haciendo que los cuatro chicos se encojan en su lugar nerviosos y temblando.
" ¡Si mami, perdón, buenas noches! " Bill exclamó temblando nervioso, los demás de se estremecieron ante la estridente voz de su madre y retrocedieron. Bill se dió la vuelta para mirarlos con enojo, y los sacó del sótano casi a patadas.
Los cuatro llegaron a la puerta de la casa entre maldiciones en susurros y empujones. Todos salieron por fin de la casa y Bill cerró la puerta cuidadosamente.
" ¡Dejen de empujarme, idiotas! " Exclamó Pete al casi caer sobre una maceta en el jardín. El se recompuso con facilidad y miró a los demás por un momento, algo abrumado. " Bien, Ugh... ¿Y ahora qué? ¿Iremos a la tienda de cómics en mitad de la noche a buscar la pieza? Amigo, nos sacarán a patadas."
" No lo harán, es temprano todavía, no exageren." Respondió Bill, acomodando su abrigo amarillo mientras daba unos pasos al frente antes de voltear a verlos. " Ir de noche a la tienda de cómics es genial. No hay nadie, no huele tan mal, y podemos usar las maquinitas!"
" OKAY, ¡yo voy! " Exclamó Josh emocionadamente. En la tienda habían un par de maquinitas de videojuegos viejos, y eran lo suficientemente buenos y nostalgicos como para que estuvieran rodeados de adolescentes todo el día, haciendo que sean contadas las veces que el club pudo jugar allí.
" Bueno, eso suena bien, pero... Mis padres tal vez se preocupen si voy muy tarde, hagámoslo rápido, si?" Musitó Jerry algo nervioso, jugando con las mangas de su abrigo a rayas.
Editando...
91 notes · View notes
ghqstfqce · 5 months ago
Text
My boyfriend's back [RZ ; Michael Myers]
Msj. este one shot lo escribí hace un año en un trade con una amiga y me acordé hace días de el, así que quise compartirlo con ustedes.
Tw. minors dni, smut, mención de violencia, fem reader x rz michael myers, 1.6k w
Tumblr media
My boyfriend's back and you're gonna be in trouble (Hey-la-day-la my boyfriend's back)
My boyfriend's back he's gonna save my reputation (Hey-la-day-la my boyfriend's back) ...
Michael y tú se habían conocido en la escuela secundaría. Él era demasiado callado para su propio bien y cuando hablaba solo agravaba la situación, haciendo que volviera al silencio que lo metía en suficientes peleas, todas perdidas. Tú eras demasiado descarada para los estándares que tenían para las niñas de tu época y te metías en muchas peleas gracias a tu lengua afilada. ¿La diferencia? Nadie te podía callar hasta que ganaras dichas peleas. Cuando se unieron algunos pensaron que eran un par improbable, tú tenías una lengua rápida y llena de veneno, él hacía poco uso de su ingenio grosero; otros pensaron que se acercaba el apocalipsis, él estaba lleno de violencia y tú parecías animarlo, disfrutando de ver huesos rotos y sangre en el piso. 
Desde que la prisión de escuela los unió, fueron la pareja que más se encontraba en boca de todo Haddonfield. No era un pueblo pequeño en comparación a otros, aun así, el espíritu de los chismes era algo que lo hacía parecer tan minúsculo. No había días en los que no hicieran algo para escandalizar a los lugareños, a veces ibas con ropas escandalosas y a veces Michael mandaba a alguien al hospital, otras veces coquetearías con otros solo para incitar a tu novio por algo de violencia. Y aunque la gente se alarmaba con la facilidad para los puños que tenía el chico Myers, siempre serías el centro de atención por irrespetar a tu hombre.
Michael no se consideraba un hombre celoso y mucho menos se sentía herido por tus acciones, a pesar de todo lo que pudieran decir las personas en su ciudad, él sabía que los celos eran en parte ocasionados por inseguridades y él podría ser todo, pero no inseguro, menos cuando se trataba de tu amor hacía él y la lealtad hacia su relación. Claro, había crecido en un hogar verbalmente violento en su mayoría y había escuchado a los niños llamarlo todo tipo de nombres, pero también tenía a su mamá, quien siempre le recordaba lo maravilloso que era y después te tuvo a ti, halagandolo como si vivieras para ello, así que elegía creerles. 
Entonces, Michael no se consideraba celoso. Se consideraba posesivo. Sabía quien y que era suyo, sabía que nadie debía tocar lo que era suyo. Pero parecía que otros no eran conscientes de ello a pesar de los años de relación que traían tras de ustedes.
El día de la lección fue el día que volvería de un viaje que hizo a unas ciudades de distancia, no habías estado tratando de llamar la atención de nadie ni arrastrar a un pobre imbécil a su final y no porque no quisieras, simplemente era aburrido sin tu chico aquí, al fin de cuentas, él y sus acciones posesivas eran lo que te ponían en marcha. Así que por primera vez solo tratabas de estar tranquila y de conseguir los materiales para preparar una cena y postre decente sabiendo que Michael volvería pronto, pero aparentemente a alguien no le llegó el memo.
Wesley se había acercado a ti, por su mirada sabías cuales eran sus intenciones y a pesar de las ganas que tenías de ponerlo en su lugar, lo ignoraste. Dejaste que coqueteara y soltara toda línea de recogida horrible que se le pudiera ocurrir, tú solo tomaste los productos que querías y seguiste tu camino, pero como la mayoría de los hombres, no captó la indirecta y siguió tras de ti hacia el estacionamiento. Estabas lista para gritarle, cuando viste el poco disimulado movimiento de su mano acercándose bajo tu falda y cuando estabas lista para poner a un idiota en su lugar, notaste que no llegó lo suficientemente lejos, una gran mano lo estaba deteniendo y estrujando su muñeca sin consideración alguna.
Sonreíste cuando viste a quién pertenecía dicha mano, Michael en todo su esplendor y gloria se elevaba sobre ustedes dos, pero mientras Wesley parecía a nada de cagarse en sus pantalones, tú estabas tan lista para saltar sobre tu novio y besarlo sin sentido. Claro, que antes de que pudieras saludarlo, Michael ya se encontraba golpeando al imbécil. Disfrutaste de la vista unos segundos, lo suficiente como para sentir la humedad llegando a tu ropa interior y después de días sin tu gigante poco gentil, solo querías que te llenará.
– Sabes, es muy grosero de tu parte llegar y no saludar a tu chica.- Había un tono petulante en tu reclamo.
Michael se detuvo y te volteo a ver, no sabías si el idiota de Wesley aun respiraba, pero todo tu atención la tenía el hombre rubio que lo dejo como pulpa. No hablaste, solo estiraste tus brazos mientras hacías movimientos de agarre con tus manos.
– Ya me has puesto tan hume…
Antes de terminar de hablar, fuiste puesta sobre el hombro de Michael y llevada hasta tu auto, no te quejaste cuando lo encendió y abrocho tu cinturón por ti, para después alejarse. Sabías que venía en su auto, así que era obvio el llegar a casa por separado. No le diste muchas vueltas al asunto y te apresuraste a salir del estacionamiento del supermercado. En segundos o tal vez minutos, el tiempo pasa rápido cuando estás emocionada, ya estabas estacionandote frente a tu casa y en el camino frente a la cochera se encontraba el auto de tu novio.
No te molestaste en tomar las compras o cerrar correctamente el vehículo, solo bajaste lo más rápido posible del coche y corriste en dirección a tu hogar. No habías terminado de cruzar por la puerta cuando una gran mano te jalo contra un igual de gran pecho, mientras la otra cerraba sin ceremonias la puerta. Contrario a sus otras bienvenidas a casa, Michael solo se concentró en desvestirse y la ternura fue dejada de lado, tu falda bajo con facilidad para ser descartada en el suelo, lo que pareció molestarlo fue tu camisa abotonada.
– Dejame ayu…
Nuevamente fuiste interrumpida, solo que ahora fue por el desgarro de tu camisa, viste con un puchero como los trozos de tela caían al suelo, solo dejandote en ropa interior.
– Has vuelto muy grosero de ese viaje.
Su única “explicación” fue soltar un gruñido antes de levantarte por los muslos y hacer que envolvieras tus piernas alrededor de su cintura, bueno, lo más que pudiste rodear. Su mano sujetó con fuerza tu mandíbula, movió tu cabeza de un lado a otro con lentitud y luego te hizo mirarlo directamente, en su mirada un obvio cuestionamiento que no debías responder, estaba revisando que aun fueras suya. Satisfecho con lo que encontró, enterró su mano entre tu cabello y a nada de recargarte contra su toque, sentiste cómo tomo un puñado de cabello y te jalo con fuerza, estrellando tu cabeza contra la puerta, aun viéndolo a los ojos, su mano permaneció, pero el agarre se aflojó. A pesar del aguijón de dolor, no contuviste el gemido por ser maltratada de nuevo, gemido que pareció complacer a tu hombre.
La mano que antes se encontraba sujetandote por la cadera se metió entre ustedes y bajo para desabrocharse el pantalón con urgencia. Bajó la prenda y su ropa interior lo suficiente para liberar su ya erecto y palpitante miembro. En algún momento habías quitado tu vista de la suya, aprovechando que ya no sujetaban tu pelo con fuerza, bajaste tu mirada y estabas tan embelesada viendo su pene como si fuera lo último que probarías. Tan distraída que no sentiste como su mano se deslizó entre tu cabello y lo siguiente que sabías es que te estaban abofeteando y gruñendo para llamar tu atención. Mensaje recibido, ojos en él.
Pese a su obvia dominación sobre ti, fue cuidadoso la primera vez que se introdujo en ti, hizo tu ropa interior al lado y con ayuda de una de tus manos guiaste su miembro hacia tu entrada húmeda. Lo sentiste resbalar dentro de ti con facilidad, un gemido suave salió de ti y sabías que estarías viéndolo completamente enamorada. Aun cuando tenía una obvia consideración por tu seguridad, no espero mucho, las estocadas ni siquiera iniciaron despacio, eran rápidas y sin salir mucho de ti. Quería y necesitaba llenarte, que sin importar la clase de juegos que jugaran entre ustedes dos, con jugadores que no querían estar, tú eras suya y de nadie más, nadie podía tocarte más que él y quizás el llenarte hasta desbordar de su semen lo dejaría en claro, tal vez si tu panza se hinchara con las consecuencias de su esencia todos lo captarían.
Tú te encontrabas en la nube nueve, no pudiendo más que llegar tus manos hacia sus hombros para sujetarlo y mantenerte a un en tierra, querías estar lo suficiente presente para disfrutar y sentir el final. Tus paredes se abrazaban al miembro desnudo de Michael y el pensamiento de él sin protección ocasionó que inconscientemente trataras de mover tus caderas, para encontrarte con sus movimiento, animandolo a llegar al final.
Casi llegando al final sentiste sus embestidas tartamudeando y no sabía si estaba pensando lo mismo, pero con la fuerza que tus paredes vaginales apretaban su pene, mientras tus uñas se clavaban en sus hombros, tú y él esperaban que estuvieran en la misma sincronía de pensamientos.
No faltó demasiado antes de que se corrieran a la par. Sintió tus paredes apretarse con  fuerza sobre su pene y tú sentiste toda su semilla llenarte, la última estocada fue con fuerza y profundidad contra ti, no se movió de lugar y mientras lo escuchabas susurrar proclamaciones en el espacio entre tu cuello, sabías que había algo más que solo reclamarte con su esencia, el pensamiento de Michael criandote te hizo soltar y apretar nuevamente con tus paredes, ordeñando más de él.
Acariciaste su largo cabello con suavidad, mientras suaves risitas escapaban de ti. Quizás después hablarías de la importancia de hablar esto antes de solo llenarte, por mientras, tomarías este y cualquier otro reclamo que quisiera hacer en ti.
33 notes · View notes
corazona-das · 8 months ago
Text
Una noche compartida
(Enzo Vogrincic & Pipe Otaño x reader)
2/2
tw: +18, diferencia de edad (no especificada), malas palabra, sobreestimulación.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
———
(Enzo's pov. cortito para el contexto)
Con ella habías compartido bastantes secretos, gustos íntimos, y todo lo que conlleva para mejorar su relación. En alguna u otra ocasión llegaron a hablar de ser swingers, o minimo probarle, a ti la idea no te molestaba en lo absoluto siempre y cuando ambos estuvieran de acuerdo.
———
Siempre supiste que la mirada que le daba Felipe a tu novia era algo más allá que amistosa, la miraba con deseo, y hasta cierto punto podías comprenderlo, estabas con una mujer maravillosa, una mujer que aparte de ser estupenda, había robado tu corazón. Así que para ti era normal que otros la miraran, pero nunca que ella les devolviera el coqueteo, tal vez no intencionalmente, pero a base de experiencia uno ya reconoce las miradas.
Luego de ver lo sucedido en la cocina, era evidente la tensión entre estos. Lo cual te hacía un poco de gracia, ver como tu novia se ponía nerviosa ante la mirada de pipe no hizo más que causarte ternura y desde ese instante no pudiste de dejar de imagartela con alguien más, descubriendo una nueva parte de si misma, tímida, colorada y llena de satisfacción. Te daban ganas de irte de ahí en ese mismo instante para llevarla a casa y hacerla ver estrellas de placer.
Antes de salir de casa de fran, le dijiste que te esperara un segundo inventando una excusa para devolverte a solas junto al argentino.
Felipe, vení un segundito —Lo llamaste en un tono agradable, tratando de no llamar mucho la atención.
No te ibas vos? —Preguntó el argentino con algo de desdén.
Dale flaco, te conviene. —Procediste a contarle tu idea y a preguntarle si él estaría dispuesto a hacerla. Sorprendido por tu propuesta aceptó, y tú le aseguraste que no se arrepentiría.
(fin del enzo's pov)
Sin decir nada el uru se encaminó hasta ti nuevamente tomando tu mano para levantarte de la cama, posicionando una mano al borde de tu cintura para juntar sus labios de forma desesperada, buscando aceptación en su acto; tú no tardaste en corresponder llevando tus manos hasta la altura de su cabello despeinandolo aún más.
Felipe mantenía una sonrisa pícara mientras observaba la escena entre ustedes y al paso se iba acercando lentamente, con fascinación admiraba tu cuerpo de pies a cabeza, queriendo tocarte, saborearte y tener el deleite de que estuvieras a sus pies. No ibas a negarte a esto, ya estaban ahí y tu sueño más erótico se estaba convirtiendo en realidad; dos hombres con los que te habías imaginado en varias ocasiones estaban dispuestos a cumplir tus fantasias.
Pipe no quiso perder más tiempo, se posicionó por detrás tuyo manteniendo sus manos a la altura de tus caderas, mientras posicionaba su cabeza cerca de tu cuello para devorarlo, impregnandose de tu maravilloso sabor. La escena que estaban viviendo era sacada de un vídeo x. Un hombre que te besaba apasionadamente mientras recorría todo tu cuerpo con sus manos, mientras que el otro por detrás atacaba tu cuello con besos mojados dejando alguna marca por la zona, apegandote a el cuando tenía la oportunidad.
Tu novio mantenía su mano sobre la delgada tela que lo separaba de tu intimidad, haciendo ligeros movimientos sobre ésta mientras tú tratabas de mantener la poca cordura que te quedaba. Estabas extasiada, deseando aún más.
El uruguayo está noche cumpliria su cometido, verte cogiendo a alguien más, lentamente se separó de ti dándote el tiempo para respirar correctamente. Él sólo te miró con seguridad y asintió sentandose en el sofa que había frente a la cama para no perderse de nada de lo que ocurriera. Felipe en ningún momento te había quitado los ojos de encima puesto que eso ya estaba pactado, y estando frente a frente observaste la imagen más lasciva del mundo, un leve color carmesí yacía sobre las mejillas del argentino y su cabello despeinado cayendo sobre su rostro fue lo que te hizo enloquecer por dentro. El más alto finalmente te besó, y no era nada romántico, al contrario, era un beso desesperado, lleno de deseo y lujuria por parte de los dos, sus manos acariciaban de una manera bastante brusca todo tu cuerpo, apretando tus pechos y tu culo al mismo tiempo.
Seguían de pie frotándose entre sí, una de sus piernas estaba en medio de las tuyas haciendo que tus caderas se movieran de adelante hacia atrás sin ritmo alguno, mientras que tus manos se aferraban a su espalda descubierta ahora marcada por la presión de tus uñas en ella. Podías sentir que él estaba igual de desesperado que tú, pero ninguno avanzaba.
Pipe... —murmuraste cerca de su oído tratando de formar una oración.
Así que sabés hablar, preciosa. —Dijo él en un tono burlesco.
Dale, no sabés lo duro que me tenés, pendeja, hacete cargo. —Expresó demandante mientras te observaba con una sonrisa en su rostro y tú sin poder pronunciar una palabra.
Ya que no te gusta hablar mucho vas a ocupar esa linda boquita que tenés para otra cosa. Arrodillate.
—Dijo él mientras te soltaba de su agarre, viendote desde aquel ángulo adimitió para si mismi que era algo con lo que había fantaseado desde que te conoció. Estando ya arrodillada tenías tu cabeza pegada a su muslo mientras lo mirabas hacia arriba jugando con la hebilla de su cinturón desenganchandola lentamente, disfrutabas ver sus reacciones, escucharlo suspirar y quejarse debido a tus toques por encima de la tela te fascinaba; él jugaba con tu cabello suelto, retirandolo de tu rostro y jalandolo suavemente hacia atrás. Cuando por fin hiciste que se quitase el pantalón por completo, veías como se marcaba su notoria erección por encima de la tela, tomaste la iniciativa y lentamente aproximaste tu mano por dentro de su bóxer, sintiendo por fin su tibia piel erizandote por completo quitandole esa última prenda que ya estorbaba entre ustedes. Mojaste un poco tu mano con tu propia saliva y comenzaste a masturbarlo con movimientos controlados, apreciando cada centimetro de su intimidad mirabas directamente a su rostro, verlo desde abajo con la respiracion agitada, mordiendose ligeramente el labio inferior y algo colorado, era todo un espectáculo que superaba todas tus expectativas.
Enzo apreciaba cualquier movimiento que tu hacías, y cada vez que sus miradas conectaban por unos segundos él te dedicaba la sonrisa más perversa del mundo o te giñaba el ojo, definitivamente estaba en la suya.
Pipe no pronunció palabra alguna hasta que deciste pasar tu lengua repetidas veces por toda su longitud, y aunque estabas deseosa por sentirlo en tu boca, verlo perder el control era fascinante.
Lentamente introdujiste la punta de su miembro en tu boca, tu lengua acariciaba cada parte de su glande con deleite, ibas acelerando el ritmo cada vez más, lo introducias lo más profundo posible evitando arcadas, y esto provocaba que el soltara casi inaudibles quejidos.
Que bien que me la chupás, sos una hija de puta. —Habló esbozando una sonrisa mientras que sostenía tu cabello por detrás de tu cabeza manteniendolo lejos de tu rostro para poder mirarte bien; el simple hecho de escucharlo hablar de esa forma hizo que te mojaras aún más, por lo que llevaste una de tus manos hasta tu intimidad más que húmeda por debajo de la prenda dándote placer a ti misma.
Comenzó a embestir tu boca rápido y sin cuidado alguno, estaba casi llegando a su primer clímax, podias sentir como su cuerpo se tensaba cada vez más y tú eras en parte la responsable de eso. Con los ojos cristalizados recibiste su líquido en la boca y cerca de tus pechos, obteniendo un ahogado gemido por su parte.
¿Te lo tragás? —Preguntó él en un tono morbosidad mientras te miraba sonriente, tú sin poder responder, tragaste, no es algo que acostumbrabas a hacer, pero esta vez se sintió excitante.
Me imaginaba que podías ser caliente, pero quién diría que la linda Andrea es toda una putita estando a solas. La suerte que tenés Enzo no es normal. —Replicó el más alto para ambos, agachandose a tu altura para poder atraparte en un beso, a lo cual tu correspondiste.
Enzo soltó una leve carcajada después de oír el comentario de Felipe. En claramente no perdió el tiempo durante ese rato, la escena lo mantenía igual o más excitado que ustedes; se hizo una paja mirándote y para él fue el mejor momento de su vida.
El beso entre tú y pipe continuaba, ambos exploraban sin precisión la boca del otro estando perdidos en ello, Felipe comenzó a caminar hasta la cama encaminandote junto a él para que tu cayeras de espalda sobre ésta. Un camino de besos que recorría de tu cuello hasta tu vientre, sus manos apretaban ligeramente tus pechos mientras el seguía bajando hasta estar frente a tu entrada, pasó su lengua alrededor de tus piernas lamiendote lentamente, torturandote de la misma forma que tú hiciste con él. Besó ligeramente tu intimidad haciéndote estremecer apretando las sábanas de la cama mientras mordias ligeramente tu labio inferior, era realmente bueno en lo que hacía, y estando ahí abajo ya había explorado cada espacio con su magnífica lengua mientras dos de sus dedos yacían dentro de ti moviéndose en un vaiven que te hacía perder el control; estuviste apunto de correrte pero éste se detuvo de golpe.
Felipe... por favor... —Hablaste mediante un suspiro ahogado cambiando drásticamente de posición dejándole a él debajo esta vez.
¿Qué querés, preciosa? Decíme. —Preguntó fingiendo ingenuidad llevándose los brazos detrás de la cabeza.
Cógeme de una vez... —Susurraste apoyando tus manos encima de su pecho generando fricción entre tu entrepierna descubierta y su miembro sintiendo como tus mejillas ardían aun más por el calor del momento
¿Ah si? ¿Eso querés? —Dijo el ojiazul dejando sus manos sobre tu culo para apretarlo y apegar más hacia él.
Decímelo más fuerte, ¿querés que te coja? —Estampó su mano con fuerza sobre uno de tus glúteos dándote una fuerte nalgada que casi te hace sollozar.
Cógeme... por favor. —Suplicaste mirándolo a los ojos. No dudó mucho, no te hizo esperar más y sin pudor alguno se introdujo dentro de ti, a pesar de ser embestidas algo bruscas se sentía exageradamente bien, tus caderas se movían descontroladas llevandote a niveles inimaginados de placer, reposabas tus manos sobres sus muslos y el te sostenía fuertemente por la cintura tratando de guiar tus movimientos desenfrenados.
La habitación se había llenado de gemidos por parte de ambos, estaban extasiados. Felipe comenzó a moverse muy rápido dentro de ti haciendo que tuvieras que sujetarte desde su cuello mientras dabas pequeños brincos sobre él. Todo tu cuerpo se tensó estando cada vez más cerca del clímax, sentías como tus paredes lo apretaban hasta llevarlo a acabar dentro tuyo, llenándote por segunda vez lo que hizo que tu llegaras al instante.
Para este momento ya estabas prácticamente agotada y sobreestimulada, pero Enzo no iba a desaprovechar esta oportunidad, y nuevamente esa mirada cómplice entre esos dos se hizo presente.
Estamos recién empezando, nena. —Habló Enzo sonriéndote de oreja a oreja.
Ahora solo recuerdas el último momento que fue cuando los tres se dejaron caer sobre la cama desordenada, todos con la respiracion agitada, despeinados y más que satisfechos. Dejaste un suave beso en la mejilla de pipe y te volteaste a mirar a tu novio, tratando de darle las gracias por este espectacular momento que te había regalado.
me tardé un mundo en subir esto, pero es que sentía que estaba escribiendo pura pavada sin sentido y ahora que lo veo me di cuenta de que se hizo más corto de lo que imaginé pipipi. de igual igual forma creo que para ser la primera vez haciendo algo así no está del todo maaal, y tengo varias ideas para seguir escribiendo así que se vienen cositas. 🤲🏻
66 notes · View notes