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#valijita de herramientas
elegiaalasestrellas · 3 years
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Qué Es Lo Propio Del Error
    Todo error contiene contradicción. Puesto que el que yerra no quiere errar, sino corregirse, está claro que no hace lo que quiere. ¿Qué quiere hacer el ladrón? Lo que le conviene. Por consiguiente, si robar no le conviene, no hace lo que quiere. Toda alma racional rechaza por naturaleza la contradicción; y mientras no comprenda que está en contradicción, nada le impide hacer cosas contradictorias. Una vez que lo comprende es del todo necesario que se aparte de la contradicción y la rehúya, así como es absolutamente necesario que reniegue de la mentira el que se ha dado cuenta de que es mentira; mientras no se percate, asentirá a ello como si fuera verdad.
    Por tanto, es hábil en el discurso y capaz de persuadir y de refutar él mismo el que puede mostrar a cada uno la contradicción por la que yerra y presentarle claramente cómo no hace lo que quiere y hace lo que no quiere. Y es que si alguien le demuestra esto, él por sí mismo se apartará de ello. Pero mientras no se lo demuestres, no te extrañes de que persista. Lo hace porque tiene la representación de que es correcto. Por esto también Sócrates, confiando en esta facultad, decía: «Yo no acostumbro a presentar ningún otro testigo de lo que afirmo, sino que me basta siempre con mi interlocutor y lo someto a su voto y le invoco como testigo y aun siendo uno me basta frente a todos». Y es que sabía qué mueve al alma racional en la balanza. La inclinará, quieras o no, el guía racional. Muéstrale la contradicción y se apartará; pero si no se la muestras, recrimínate a ti mismo más que al que no hace caso.
    Qué es lo propio del error, por Epicteto. Disertaciones, Libro II, Capítulo 26.
Epicteto (1993). Disertaciones por Arriano (Trad. Mercedes López Salvá). Editorial Gredos. (Original publicado 108 d. C.)
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habitandomundos · 3 years
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La mujer semilla
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Una reminiscencia que sofoca y me deja sin aire.
Una vivencia cargada de emoción que vuelve hacerse presente e inclusive mucho más que cuando sucedió.
Un deja vú
Viajar hacia nuevos mundos me aterra. Irme de este lugar con lo tan reciente que construí y conquiste me pone patas para arriba.
La estructura tan necesaria, tan acogedora pero también tan peligrosa. Rejas que a veces no dejan pasar al azar.
Desde chiquita viajo sin saber cuál es mi verdadero paradero.
¿Quién soy para ese otro tan consistente y tan, a su vez, inconsistente, flojo e irreal, como esa arena que se desliza por las manos?
¿Quién es ese otro?, ¿Cuál es mi lugar?
Me siento como una gota de agua que cae con fuerza, pero que se deshace.
Una gota que está, pero en segundos desaparece.
Viaje. Desde que tengo recuerdos, siempre anduve viajando por distintas casas, distintas personas, distintos momentos. Y el viaje mas largo que emprendí fue cuando decidí empacar mi valijita con las herramientas que tenia en ese entonces, para ahondarme en lo mas profundo e intimo de mi. Ahí comenzó mi verdadero viaje, el mayor vuelo con turbulencias. Los mejores y los peores paisajes.
El contenido de mi valija cambio tanto, pero tantoo... equipaje que deje en los lugares necesarios y otros no tanto. Recuerdos y souvenires de lugares que me generaron mucho placer.
Ajustando tornillos, construyendo castillos, derribando muros. Plantando nuevas tierras con la esperanza y la ilusión que sus raíces sean fuertes y queden bien arraigadas.
La mujer semilla. A donde voy, dejo una. Quizás algunas se planten y crean un bosque, una selva o un jardín. Y, quizás otras, simplemente quedan sin plantar.
Conocí los lugares donde plante bandera y, otros donde coloque una cinta para no volver. Lugares que regué y sigo regando y otros, simplemente no los regué más, dejando que de a poco sequen y formen parte de otro paisaje.
Me siento Colon en mi viaje, conquiste lugares que me parecían imposibles e inaccesibles. Sembré semillas que dieron los frutos mas ricos y perdurables que jamás hubiese imaginado. Y, sin embargo, hoy siento que una topadora amenaza con derribar y destrozar todos esos lugares.
Una topadora que amenaza con dejar un agujero tan grande y un vació donde da miedo caer.
Quizás ese sea mi error: creer que los mundos son conquistables, en vez de, habitables. Tal vez, no se trate de generar una falsa ilusión de una garantía con esa conquista, a lo mejor, sea comprender que no hay un único mundo, espacio, lugar habitable, sino, miles de mundos y modos de habitarlos. Lo único que puedo conquistar y coquetear es con mi deseo, creo que es la única garantía de mi ser.
Y si me voy, muchas cosas se irán conmigo y, otras tantas, quedarán acá.
Ser muchas gotas de agua que dejaran su huella, inundaran lugares, nutrirán sequias.
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untable-magazine · 4 years
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El Juego de la Paz​
Mindfulness en familia
Por UNTABLE MAGAZINE
 ​Mientras en las jugueterías proliferan los juegos de guerra, El Juego de la Paz te hace una propuesta diferente: apagar los celulares, expresar emociones, cantar, dibujar, bailar, cocinar, reciclar, soñar. Un kit para vivir experiencias en familia.
 ¿Cómo se juega?
El kit viene con 14 tarjetones para jugar, que podés distribuir en 14 días. El objetivo de cada juego es promover la creatividad y realizar actividades colaborativas. Algunas son más tranquilas, como pintar un mandala, y otras mucho más dinámicas, como hacer música con el cuerpo. Cada actividad se complementa con una tarjetita mindfulness que los participantes pueden hacer para darle un cierre al juego.
 ¿Qué es el mindfulness?
Mindfulness significa "atención plena". Es una práctica de relajación para nos enfoquemos en el "aquí y el ahora". En El Juego de la Paz vas a encontrar 14 tarjetitas mindfulness que te guían en diversas técnicas para adquirir estas herramientas de respiración, relajación y atención plena.
 ​¿Quién gana?
Todos. A diferencia de los juegos competitivos, El Juego de la Paz es colaborativo. Se puede jugar una y otra vez, afianzando los vínculos afectivos. Ahora, digamos la verdad: ganan las mamás y/o los papás, porque ahora tienen un "as bajo la manga" para cuando hay que permanecer en casa, y 14 días de actividades indoors resueltos.
 ​¿Por qué jugar en familia?
Según la psicopedagoga Marcela Cetti, Mg. en Aprendizaje (Flacso), "jugar en familia es importante, porque sugiere espacios de intercambio donde el regocijo por lo hecho y logrado impregna de emociones positivas a quienes han participado y a quienes ven disfrutar al otro, en este sentido todos se benefician”.
 Inside the box...
 Tu clima interior
En una casa de Munro, una familia recibe el juego. Abren la cajita y se encuentran con una desafiante propuesta en su interior: dejá el celular en modo avión adentro de la caja. Solo un ratito...
 Entonces, Matilda, de 8 años, toma el primer tarjetón de experiencias y lo lee en voz alta. “Música de entrecasa” propone hacer música con las cosas que tenés en la cocina. Sí, con paquetes de fideos y de arroz, con cucharas y cucharones, con tapas de ollas...
 ​Cuando terminaron la actividad, tomaron una de las tarjetitas de ejercicios mindfulness, para relajarse: #climainterior. ¿Cómo está su clima interior? ¿Lluvioso? ¿Soleado?
  "Lo de las emociones, me encantó. Yo sentí como un arcoíris, como una tormenta, un día soleado, todo junto. Me encantó tocar con los elementos de la cocina", nos relata Matilda luego de su experiencia.
 Así, Matilda compartió una tarde lluviosa de cuarentena junto a su mamá, Marlene, y Guillermo.
 "El Juego de la Paz te da elementos para ponerle palabras a las emociones. Eso, con un niño o una niña, es un recurso invaluable", concluye Marlene.
 "¡Mamá, preguntale a tu celular cómo la pasó adentro de la cajita!", ironiza Matilda, al finalizar.
 ​Tardes huracanadas​
 En cambio, Benicio de San Telmo, de 7 años, estuvo toda la tarde hecho un "huracán". Su papá buscó entre las tarjetitas mindfulness una actividad que tenga que ver con la tensión y el relax: eligió la titulada #scanercorporal. ¿Cómo están nuestros músculos? ¿Contraídos o relajados? Luego de hacer el ejercicio, el clima interior de Benicio pasó de "huracanado" a "soleado con algo de nubes". Y se puso a leer un libro.
 Ronda de animales
 En Nuñez, Bruno, de 9 años, y su mamá, Karina, eligieron el tarjetón de juegos “Ronda de animales”. Nos cuenta Karina: "Aprovechamos durante la tarde-noche, que es cuando cocinamos, charlamos o hacemos algún juego. Arrancó Bruno y eligió un gato. Yo, un pajarito. Luego, seguimos dándole connotación a los sonidos, como si con un 'miau-miau' estuviésemos preguntando: '¿cómo te fue?' y con un 'pío' y una sonrisa la respuesta fuera: '¡bien!'. Fue una experiencia divertida, nos dimos cuenta de lo conectados que estábamos. Con la mirada y expresiones podíamos comunicarnos".
 ​Después de jugar, se relajaron con un ejercicio mindfulness: #respiraciónconsciente. "Leímos la tarjetita y buscamos los peluches para hacer la consigna. Nos recostamos en el piso, respiramos panza arriba e hicimos la actividad. Nos estiramos y, sin buscarlo, nos dimos la mano. Nos empezamos a reír... Fue una experiencia distinta, relajarnos a partir de un juego, con sus peluches, me llevó a mi infancia por un rato", relata Karina.
 ​Tiempo de regalo
 En palabras de la psicopedagoga Marcela Cetti, los niños disfrutan de estar con un otro significativo, sobre todo si ese “estar” es sin dispositivos tecnológicos. Esto es vivido como un “tiempo de regalo”, permite que el día sea distinto, no sólo para el niño o la niña, sino también para los adultos.
 “Pasar tiempo sin dispositivos”, continúa Marcela Cetti, “es un desafío que permite crear nuevos espacios de juego. Para ello, El Juego de la Paz nos invita a compartir un momento en donde de manera lúdica se desarrollan habilidades necesarias para el aprendizaje, entre ellas: estar atento, responder a una consigna y sostenerse un tiempo en una tarea”.
 ​El mindfulness
 En países como los Estados Unidos, Canadá, Australia o Inglaterra, el mindfulness está siendo incorporado a los planes de estudios de las escuelas, por sus beneficios para la salud.
 Ayuda a que los estudiantes aprendan a regular sus emociones, tengan herramientas para reducir la ansiedad, mejoren su capacidad de concentración y, sobre todo, tengan empatía hacia los demás.
 En las escuelas, los chicos logran estar más calmos y atentos. En las casas, están más serenos, seguros y duermen mejor. Y en todos los ámbitos de la vida, tienen más herramientas para registrar sus propias emociones y expresarlas en palabras.
 Esta práctica de meditación orientada a la "atención plena", que nos ubica en el "aquí y el ahora" puede practicarse invirtiendo tan solo unos minutos diarios, para volverse parte de la vida cotidiana en distintos niveles.
 Las tarjetitas mindfulness que vienen en el kit de El Juego de la Paz están vinculadas con las actividades de juegos. Por ejemplo, primero se juega a hablar como animales (juego), y luego se practica estar serenos y atentos como una rana (mindfulness).
 Además, esas 14 tarjetitas pueden invitar a que los adultos practiquen un poco de mindfulness a diario.
 Por ejemplo, en Barracas, Débora, de 38 años, decidió dejar las tarjetitas en la cocina, para tenerlas a mano y hacer todos los días algún ejercicio mindfulness. Nos comenta la experiencia de la tarjetita titulada #saborconsciente.
 ​"Puse atención plena en mi desayuno. En el pan, en la mermelada... Empecé a sentirle otro gusto al pan. Al prestar atención plena, iba cambiando la intensidad de cada sabor, de cada textura. Después, me quedé enganchada en el disfrute de cada mordiscón", relata.
 El Juego de la Paz ya es tendencia entre grandes y chicos, ¿querés jugar?
 ​#UntableTips
• Ideal para familias con niños y niñas de 6 a 12 años.
• Viene en una valijita divina.
 ​Visitá
https://eljuegodelapaz.wixsite.com/info
https://www.instagram.com/eljuegodelapaz/​
 Fotos: gentileza.
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