#todo es culpa d ese hombre horrible
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si bien no ha cruzado palabra con el menor en todo el día, no esperaba otra respuesta de su parte. apenas está reaccionando cuando él regresa con sunset en mano y, con lo más parecido a una sonrisa en los labios, toma la patineta. ' gracias. ' murmura. ' no era en serio eso de los regalos, hayden. ' no lo hizo antes pero piensa que es momento de aclararlo antes que contrario gaste dinero en obsequios para ella que no necesita ni se merece. la mención de su padre la pone tensa, dientes que se aprietan entre si, sus nudillos emblanquecidos gracias a la fuerza con la que toma su patineta. ' todo bien. ' miente, como está acostumbrada. es una respuesta automática que tiene para todas las preguntas relacionadas a su padre. ' ¿hablaste con mi hermano? ' cree prudente preguntarlo para así saber que es correcto compartir y qué no. ' también, ¿has sabido algo de tus mascotas? ' ( @haydence )
el choque lo saca completamente de sí, abandonando a la fuerza la espiral en la que se ha visto atrapado, enredándose cada vez más en pensamientos que sólo buscan destruir el progreso. cuando reconoce a zaina, niega leve con la cabeza. ' da igual ' no sabe las veces que ha mencionado eso mismo durante el día, se da tan automático que casi le hace sentir que es la respuesta correcta. el sonido de la patineta chocar le hace fijarse en el objeto, así que se encamina a dicha dirección para tomarlo. luego, vuelve junto a la otra draco para tend��rselo. ' tiene que sobrevivir hasta que te llegue el nuevo ' no habla con ánimo, porque no lo tiene. desvía la mirada también, quién sabe si tiene derecho a cuestionar. ' ¿qué tal? con todo, sé que también vino tu padre ' @zainc
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Elige 5 hombres con parejas, cómo sería de tóxico ?
Va, haré esto con otros 5 ocs, si repito sorry UnU (es que ya me habían echo una pregunta así xd)
Quiero aclarar que es un AU! No son verdaderamente así los personajes para no crear confuciones qwp
⚠️Si son sencibles a esta clase de cosas recomiendo que no lean esto! Gracias :D⚠️
Xen: Aw mi amor!!!!~ <3 te vez precioso así!!!~ -riendo bajo el albino mayor quien obsevaba atentamente a su pareja amarrado de pies a cabeza para su completa disposición, llevaba en sus manos una arma con sangre en esta teniendo una sonrisa cada vez más retorcida con el cuerpo tras de si de un hombre que hace unos momentos le había coqueteado a su pareja- Qué te dije bb?~ no me gusta cuando sales con esa ropa, si soy tu novio es para que YO lo vea, no otros~ como no entendiste Daddy tendrá que castigarte, eres un muy malo baby~! (@ballorita1010 )
Leopold: ... te dije, te dije que no lo toleraría -su voz era extremadamente fría teniendo sus manos echas puño con su aroma a enfado saliendo gruñendo bajó- Tu lo juraste! JURASTE QUE SERIAS SOLO MÍA!!! NO PUEDES TERMINARME ASÍ COMO ASÍ! En qué falle?!!! Te protegi! Te ame!!! ... Se que tuvimos mis peleas pero tú me provocabas! ... qué? esa vez? Obvio me enojaría! Estabas coqueteando con ese chico! Vi que hasta le movias el culo! ME VAS A TERMINAR POR ESE IMBÉCIL?!! ERES MÍA!!! MÍA!!! -tomandola de la muñeca y a la fuerza la metía a una habitación a jalones- Veo que necesito demostrarte a quien perteneces ... :) (@endlessly-night algún día deberíamos seguir al ship :"3).
Asher: No! Nonono p-por favor y-yo te juro que no lo hice! Ella se me acercó! Y-y ella fue la que me beso pero te juro que yo solo te amo a ti preciosa!!!~ a-a ti!!! -casi que temblando el gato estando de rodillas frente a su amada Emz, hace unos momentos le había sido infiel y justo ahora le rogaba por perdón (quise poner que era un tóxico dependiente)- Mi amor no me dejes!! Sin ti no puedo vivir! Es la última vez que sucederá algo así lo prometo mi reina!! Sin ti me muero! ME MUERO! ... Dejaré de modelar si lo deseas amorcito <"3 pero a cambio quiero que dejes de modelar en ropa interior! porque solo yo quiero ver tú cuerpo o-ok? ok bb? Prometo ya no golpear al primero que te toque <"3 (@winli-k )
Sam: Mhg...~ son malos alfas, me abandonaron...~ -pucherea leve mirando a ambos mayores frente a él- Je <3~ como venganza me acosté con otros dos chicos, creí que eran ustedes~ será por la borrachera que tuve? Llore mucho cuando me dejaron!~ no entienden que me lástiman? No entienden al parecer, mis amores!!~ Ustedes no saben que igual me necesitan, nadie los va a querer igual que yo...~ NADIE!!!~ Solo yo los amo!!!~ y me van a perder tan rápido? Los amo...~ pero ustedes al parecer no, no saben el horrible pecado que están cometiendo ahora, l-los demandaré *sniff* por abusar de mi!! Abusaron de mi amabilidad! Lastimaron mi corazón! -fingiendo llorar quitándose las lágrimas de cocodrilo que salían por sus ojos- Son unas horribles personas! *sniff* Entonces me utilizaron?!!! Todos los alfas son iguales!! (@danny-uwu método psicólogo)
Wyatt: -mirando al pequeño Abel en la cama estando con esa cara de siempre, no había emoción en su rostro, sus ojos eran fríos, su mandíbula tensa, sus labios casi siendo una línea con su ceño normal de toda la vida- ... No debiste haber hablado con ese chico -murmura acercandose para empezar a curar sus heridas- Eres mi novio, no de él, si necesita ayuda que busque a otras personas -gruñendo un poco mientras que limpiaba las heridas que había echo ayer- es tú culpa por haberme echo enojar, ya solo no lo vuelvas a hacer ok? Te amo, sabes que eres mío y yo soy completamente tuyo... -sus palabras salían secas aún notandose que seguía levemente enojado- deje el trabajo en el prostíbulo por ti, trabajo ahora el doble para darte lo que deseas, al menos se empático aunque sea una vez en la vida, amor -acaba de curarlo y ya solo termina por vendarle los brazos al menor suspirando bajo y sonríe besando sus labios meloso- Te amo, nada de buscar a otros hombres ok bb? (@saki-blackneko tuvieron una pelea antes de esto y luego hicieron el frutidelicioso pero de esos bruscos con coraje xD)
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Holaa, como andan amores?
Mi nombre es Celeste y me pasaba por acá para decirles que subi mi primer fanfic de Dabi a wattpad!!
Les deja el primer capítulo de la historia para que la lean <3. También les dejo el link para que sigamos leyendo la historia si les gusta.
Nos vemos :D.
Encendes un cigarrillo y salís de aquel callejón oscuro lejos de la avenida. A esas horas, la cantidad de gente es casi nula al igual que los héroes que patrullan. Te colocas la capucha de tu buzo y te dirigis a tu casa pensando lo que sucedió en aquel callejón.
Tus paseos nocturnos normalmente consistían en caminar y apreciar el cielo con la hermosa luna blanca, aunque muchas veces, ella se manchaba con sangre. Esa noche, no era la excepción.
Durante tu paseo, un grupo de personas te encerraron en ese callejón intentando robarte. El olor a alcohol rápidamente llego a tus fosas nasales e intentaste de que entren en razón, pero estaban tan empecinados a que le des algo de tus pertenencias que uno de ellos sacó un cuchillo. Sus intenciones eran claras como su grado de alcoholemia y por culpa de ello, otro asesinato iba a ocurrir. Activaste tu quirk y en menos de un minuto, sus cuerpos se encontraban en el suelo todos ensangrentados. Soltaste un suspiro mientras pasabas un pedazo de tela por tu mejilla para sacar rastros de sangre.
Te apoyaste en una pared mientras encendías un cigarrillo dejando que gran parte de tu cuerpo se relajara. Estabas un poco cansada de que siempre ocurra lo mismo y que interrumpieran tus paseos. Últimamente los crímenes habían incrementado por el video famoso de Stain, haciendo que tus caminatas sean interrumpidas. Frunciste un poco tu ceño al escuchar un sonido proveniente del final del callejón. Un hombre de cabello negro, con algunas cicatrices visibles, se encontraba mirándote sin mostrar ninguna expresión.
Era notorio que no pertenecía a esa bola de héroes. Le diste una calada a tu cigarrillo sin dejar de lado el contacto visual. Por un momento, despegó su mirada para ver los cuerpos totalmente desparramados llenos de sangre y luego te miro a vos, con una media sonrisa.
- Que situación comprometedora. - dijo.
Su comentario hizo que fruncieras tu ceño. Tu cabeza comenzó a analizar un poco la situación. Gente muerta, una chica fumando un cigarro con un poco de sangre en su ropa y un cínico diciendo un comentario de mierda. Descartaste totalmente la idea de que fuese un héroe, ya que si lo fuese, no te diría aquel comentario. Un ciudadano menos, a no ser que tenga la valentía de decir eso a alguien que acababa de matar a tres personas en menos de un minuto. Fuese quien fuese, vio lo que hiciste.
- Si vos decís.-
Intentaste no alterarte y sonar lo más tranquila posible. Le diste tu última calada a tu cigarro para luego apagarlo. Su mueca se ensanchó más. No entendías la necesidad de esa sonrisa cínica, te estaba sacando de quicio.
- ¿No te preocupa que haya visto lo que hiciste?- Comentó con un tono burlón.
Soltaste un suspiro, era obvio que te estaba provocando. No ibas a dejar que sus palabras hicieran efecto.
- No. -
Analizando tu posición actual, estabas alerta. En el caso de que escapara, tendrías que matarlo. No podías dejar que ande por ahí diciendo lo que hiciste. Escuchaste una risa bajita provenir de él. Se acercó a los cuerpos para que luego una llama azul los cubriera. Te tapaste un poco los ojos por el calor que largaba el fuego. Estabas un poco confundida por su acción.
- Estamos en el mismo bando preciosa, no te preocupes.-
¿Bando? Rodeaste tus ojos, otra persona nefasta que fue influenciada por las palabras de Stain ¿Cuándo se iban a olvidar de él? Sinceramente, no te interesaba el mundo de héroes, creías que serlo se trata solamente para obtener popularidad, que se lo tomaban como un trabajo más. El mundo de los villanos tampoco te importaba, aunque por tus acciones, perteneces a ellos por las estúpidas normas de héroes. Porque no podían usar sus dones para defenderse en una situación de vida o muerte. Tenías que disponer de un héroe que esté pasando por ahí. Totalmente absurdo.
- No te confundas, no pertenezco a esa bola de seguidores de Stain, menos a los villanos. Simplemente me defendí, nada más.- Lo miraste con cierto enojo.
Nuevamente soltó una risa y se acercó a vos. Por las llamas, podías verlo un poco mejor. Su cabello era negro y tenia unos ojos de color azul zafiro. Evidentemente era más alto, pero tampoco tanto.
-¿Stain? No, no me refería a eso. - Hizo una pausa y tomó un mechón de tu cabello para jugar con el, para luego mirarte fijamente a los ojos. Se acercó a tu oído para susurrarte. - Me debes una preciosa.- Besa tu mejilla para retirarse de aquel lugar mientras apaga las llamas azules.
El olor que quedó allí era horrible. Los cuerpos quedaron hechos cenizas y la sangre no se distinguía. Te quedaste pensando en lo sucedido y suspiraste. La próxima vez deberías hacer las cosas con más cuidado.
El encuentro anterior fue raro, nunca viviste una situación similar. Siempre fuiste una persona sigilosa, no haces mucho escándalo, aunque este tampoco es la excepción, solo que una persona te vio. En cierta parte tenés un poco de miedo que te pueda delatar, aunque sería absurdo ya que él también hizo de su parte quemando esos cuerpos. Pero uno nunca sabe.
Intentas que esos pensamientos negativos salgan de tu mente para poder disfrutar las pocas cuadras que te quedan hasta llegar a tu casa. Una vez dentro, rápidamente te deshaces de tu ropa y te das un baño caliente para destensarte un poco, aunque ese encuentro aún te atormenta.
Conciliar el sueño no es nada fácil. Podrías llamarte paranoica, pero realmente te descuidaste. No tuviste que dejarlo ir, es testigo del asesinato, podría estar gritando a los cuatro vientos sobre lo que hiciste, mientras vos estas tirada en a cama. Esos pensamientos y escenarios deambulan constantemente en tu mente. Pensaste tanto sobre eso, que soñaste con algo relacionado pero algo no tan grave.
Se va a olvidar, como todo el mundo hace.
#bnha#anime#dabi fanfic#fanfic#boku no hero academia#my hero academia#mha dabi#touya#todoroki#mha#touya todoroki
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DIABOLIK LOVERS -MORE BLOOD- RUTA DE KOU~DARK PROLOGUE~
Mukami Kou ~Dark Prologue~
*flashback*
Monólogo:
Ese día, al despertarme, el cielo también era redondo, estaba tan lejos.
Un sitio recubierto de musgo y barro.
Si te girabas, sólo te encontrabas con ratas que recorrían el lugar que era mi casa. El olor a podrido se había quedado grabado en mi cuerpo desde hacía ya mucho tiempo, y no podía eliminarlo fácilmente.
Era como si en ese lugar se hubiera reunido todo lo que podemos llamar ‘sucio’ en este mundo.
Y yo también pertenecía a ese grupo.
Hombre borracho A: Aah, he bebido mucho…
Hombre borracho B: Llevas bebiendo desde mediodía. ¿No estás a punto de vomitar? ¿Vas a aguantar hasta llegar a casa?
Hombre borracho A: Estoy bien. Si es necesario, tampoco pasa nada si vomito en una alcantarilla como… ¡uff, qué peste!!
Hombre borracho B: Aah, es verdad… qué asco.
Hombre borracho A: Haa… ¿qué es esto? Incluso aunque sea un desag��e, apesta demasiado…
Hombre borracho A: ¿Hm…? ¡Oye, mira eso! Hay un niño durmiendo dentro.
Hombre borracho B: Aah, es un huérfano. Parece que por aquí hay muchísimos.
Hombre borracho A: Haa… eso lo explica todo. Así que ellos son la fuente de esta peste.
Kou: …
(NA: Ay, mi chico… T.T)
Hombre borracho A: Tch, qué mirada tan espeluznante. ¡No mires! *escupe*
Hombre borracho B: Oye, vámonos ya. Por culpa de este olor, me están entrando ganas de vomitar a mí también.
Hombre borracho A: Bien, ¡vayamos a otro lugar! ¡A beber, a beber!
Kou: …
*pasos*
Kou: (… Qué bello… Yo también quiero, algún día…)
*fin del flashback*
*en la habitación de Yui*
Yui: Haa…
Yui: (Al final, me he tenido que quedar aquí.)
Yui: (No es que haya venido por mi propia voluntad, pero, me pregunto si Ayato-kun y los demás estarán preocupados porque haya desaparecido tan de repente.)
Yui: (… No lo creo. Más bien, estarán enfadados.)
Yui: (Viéndolo de esa manera, quizás es mejor que no vuelva, de momento. No sé qué es lo que podrían hacerme…)
Yui: (Pero eso se aplica a las personas de aquí también…)
*toc toc*
Yui: ¡S-Sí!
Kou: ¡Soy yo, Kou~!
Yui: ¿Kou… kun?
Kou: Sigues despierta, ¿verdad? Oye, ¿hablamos un poco?
Yui: ¿H-Hablar…?
Yui: (¿No irá a beber mi sangre…?)
Yui: (… pero, hay muchas cosas que quiero preguntar.)
Yui: (De momento… parece que con Kou-kun se puede hablar…)
Kou: Oye~, ¿me estás escuchando? ¿Te has dormido?
Yui: ¡Espera! Ahora te abro.
*Yui camina hacia la puerta y la abre*
Yui: Lo siento, te he hecho esp –
Yui: ¿¡Wah!?
Kou: ¡Tachán! ¡Un regalo!
Yui: (¿¡Un ramo de rosas!? Y además, hay un montón…)
Kou: ¿Te he sorprendido?
Yui: S-Sí… ¿por qué me das esto?
Kou: Te lo daré como señal de que empezamos a conocernos. ♪ ¡Aquí tienes!
Yui: G… Gracias…
Yui: (Qué sorpresa… No pensé que fuera a regalarme flores.)
Kou: Son bonitas, ¿verdad? ¿Te han gustado?
Yui: Sí. Son muy bonitas.
Kou: ¿¡Verdad~!? ¡Estaba seguro de que te gustarían!
Yui: (… Parece que es un chico normal.)
Yui: (No, no debería bajar la guardia. Él también es un vampiro.)
Kou: Ah, estamos hablando de pie así que, ¿puedo entrar? ¡Me gustaría saber más de ti! Cuéntame muchas cosas, ¿vale?
Yui: S-Sí…
Kou: … ¿Eeh? Qué reacción tan poco entusiasta. Y eso que te estoy preguntando yo.
Kou: Ahora que lo pienso, cuando supiste que era un vampiro, no te sorprendiste. Soy yo el que se ha llevado la sorpresa.
Yui: Eso es porque… estoy acostumbrada. Ya sabía que existe esa especie…
Kou: No, no, no es eso. ¿No te sorprendió el hecho de que yo fuera un vampiro?
Yui: ¿Tú…? ¿A qué te refieres?
Kou: … No me lo creo. ¿No me digas que, de verdad no me conoces?
Yui: …?
Kou: ¿En serio? ¡No me lo puedo creer!
Yui: (¿D-De qué estará hablando…?)
Kou: Haa… Te lo diré ya que tu cara refleja un gran signo de interrogación.
Kou: Yo actualmente trabajo como idol. De hecho, ahora mismo estoy vendiendo.
(NA: En pocas palabras, que es famoso. En la cultura japonesa, los ‘idol’ son personalidades mediáticas adolescentes que son considerados atractivos y que trabajan dentro del mundo de la música, el cine, la televisión y/o el modelaje.)
Yui: ¿Idol? Entonces… ¿cantas y bailas en la televisión?
Kou: ¿Dónde iba a hacerlo si no? Pensaba que era obvio que lo sabrías siendo estudiante de secundaria. ¿De verdad vives en el siglo actual?
Yui: Perdona, no sé mucho de esas cosas. Hee… así que eres idol. Es increíble.
Kou: ¿’Hee’…? En fin, da igual.
Yui: (Ahora que lo dice, sus facciones son refinadas…)
Kou: … Qué lenta en fascinarte.
Yui: ¿Eh? Perdona, ¿qué?
Kou: ¡No, nada!
Yui: Ya veo. Ah, gracias por las flores. Si las dejo así se marchitarán, así que las pondré en un jarrón.
Kou: Sí, claro. Pero, espera. ¿No te olvidas de algo?
Yui: ¿De qué?
Kou: El a-gra-de-ci-mien-to. Es obvio, ¿no? No pensabas recibir un regalo y no dar ningún tipo de compensación, ¿verdad?
Kou: Si recibes algo debes mostrar agradecimiento. El mundo se trata de ‘dar y recibir’, ¿no?
Yui: Eh… ¿Qué quieres decir?
Yui: (Eh… ¿¡En qué momento ha puesto la mano sobre mi cadera…!?)
Kou: Tu sangre es realmente deliciosa, ¿verdad? Me da curiosidad.
Kou: Oye… déjame probarla. De todas formas acabaré bebiéndola, y además has aceptado las flores.
Kou: Recibir flores de mí en persona es algo increíble, ¿sabes?
Kou: Por eso, no tienes derecho a elegir. -- ¿Está bien?
Yui: … ¡N-No quiero!!
*Yui le empuja*
Kou: …!
Yui: (Ah… ¡Lo he empujado sin querer…!)
Kou: … ouch…
Yui: L-Lo siento, pero…
Kou: … Aah, qué molesto.
Yui: ¿Eh…?
Kou: Y eso que he intentado acercarme de manera modesta… ¿Quién te crees que eres?
Yui: (D-De alguna manera, la atmósfera ha…)
Kou: Devuélveme eso.
Yui: ¡Ah…!
Kou: Ya no te hace falta, ¿verdad? Ya que no me darás nada a cambio. Entonces, estas son mías –
Kou: Así que hacerlas pedazos también es cosa mía.
Yui: (¡Está tirando los pétalos al suelo…! Qué cruel…)
Kou: Aaah, se han esparcido todos. Con lo bonitas que eran… ¿¡eh!?
Yui: ¡Kyaa!!
Kou: ¿Qué tal? ¿Cómo se siente tumbarse sobre los pétalos esparcidos?
Kou: Es como si tú también hubieras sido arrancada… ¿no te sientes patética?
Yui: K-Kou-kun… ¿qué te pasa, tan de repente…?
Kou: Hehe… ¿no lo sabes?
Kou: Qué rápido has malentendido que simplemente haya mostrado un rostro amable. No creerías que estaba siéndolo en serio, ¿verdad?
Kou: ¿Lo entiendes? No me hagas enfadar demasiado, ¿vale?
Yui: ¡Ouch…!
Kou: Encima de que has recibido tanto de mi parte, ¿no sería lo normal alegrarse?
Kou: ‘Gracias, estoy contenta. Por favor, bebe mi sangre, Kou-kun’… Creo que eso es lo mínimo que deberías decir.
Yui: A… Algo como eso…
Kou: Aaah, ¡qué molesta! … Lo que sea.
Yui: Eh…
Yui: ¿¡Q-Qué haces!?
Kou: ¿Hm? Está bien, déjame beber.
Kou: Nn…
Yui: …!
Kou: … Nn.
Yui: Ouch… ¡Duele, Kou-kun…!
Kou: Haa… Sigues diciendo cosas innecesarias. ¿Quizás debería haberte mordido la boca?
Kou: Bueno… dejaré eso para la próxima vez…
Kou: … Ha… ¿qué es esto…? Es increíble… Me siento extraño…
Yui: (Yo también me siento, extraña… Tampoco está bebiendo mucho, pero por algún motivo la cabeza me da vueltas…)
Yui: S-Suélta, me…
Kou: Oye, ¿eres estúpida? ¿O es que lo estás diciendo a propósito para hacerme perder la paciencia?
Kou: Siendo su presa ya sabía que eras bastante masoquista, pero… heh, si es la segunda (NA: refiriéndose a la frase anterior), esto es más de lo que me esperaba.
Kou: Está bien… Tal como deseas, haré que sea más doloroso todavía.
Kou: Te gusta eso, ¿verdad? ¿M Neko-chan?
(NA: M Neko-chan -エム猫ちゃん- podría traducirse literalmente como ‘gatita masoquista’. Por cierto, ese M Neko-chan suena demasiado seductor :O.)
Yui: ¡Ou… ch…!
Kou: Aah… hehe, no puede ser verdad. Tu sangre… nn… se ha vuelto más densa.
Kou: Como pensaba, te gusta, ¿eh? Ser tratada de forma cruel y dolorosa.
Yui: N-No… ¡ah…!
Kou: … Haa…
Yui: (Mi cuello está entumecido… Ya no puedo más…)
Kou: Hehe… menuda expresión. A pesar de que tú misma lo deseabas, ¿no crees que es demasiado conveniente hacerte la víctima ahora?
Kou: Alégrate… A partir de ahora, en lugar de ellos, seré yo el que te penetrará cada noche con estos colmillos.
(NA: Kou dice おかす (okasu), que significa ‘violar –una ley, o sexualmente- o cometer un crimen’, pero como dice ‘con estos colmillos’, he usado ‘penetrar’ que creo que tiene más sentido.)
Kou: No dirás que no, ¿verdad? Ya que yo seré tu compañero.
Kou: Además, te gustan este tipo de cosas, ¿verdad, M Neko-chan?
*toc toc*
Ruki: Has dejado la puerta abierta, Kou. Si vas a hacer ese tipo de cosas, ciérrala.
(NA: RUKII ❤❤ Ruki es el Reiji de los Mukami JAJAJ)
Kou: Ah, Ruki-kun. Perdón, perdón. Me he emocionado demasiado.
Ruki: Además, esa boca. Siempre te estoy diciendo que mejores tus modales, ¿o no? No comas tan desordenadamente.
Kou: Hm… ah, es verdad. Qué desperdicio.
Ruki: Haa… Ve a lavarte la boca, deprisa. Qué vergüenza.
Kou: Vaale~ ♪
Yui: (Ruki… kun…)
Ruki: No puedo soportar verte ahora mismo. Pareces las sobras de la comida.
Yui: … ¿Tú también, beberás sangre…?
Ruki: No digas tonterías. Escucha, nosotros no te compartiremos. … Date prisa y corrige esa horrible apariencia.
Yui: …
Ruki: Por dios… Como pensaba, corregirla es difícil.
Yui: (¿Corregir…?)
Ruki: Te haré una advertencia. Si no quieres pasarlo mal, no le lleves la contraria a Kou.
Yui: … si me lo dices después de que pase…
Ruki: Me refiero a si no quieres pasarlo mucho peor que ahora.
*Ruki se va*
Yui: (… Las personas de aquí son iguales. Al fin y al cabo, son vampiros.)
Yui: (Aunque, por lo que ha dicho Ruki-kun antes, parece que los demás no beberán mi sangre, ¿no? …)
Yui: (Eso significa que mientras no haga enfadar a Kou-kun, estaré bien…)
Yui: (… Pero, todavía no sé qué tipo de personas son.)
Yui: (No me queda otra que vivir intentando adivinar en qué están pensando, tal como en el otro lado…)
Yui: (… Al fin y al cabo, yo… vaya a donde vaya, soy una presa para los vampiros…)
*en el baño*
Kou: …
Ruki: Kou.
Kou: Hm, Ruki-kun, ¿qué pasa?
Ruki: … Después de todo, ¿es imposible para ti?
Kou: No, para nada.
Kou: Se les arrebata su libertad y se les hace sufrir. De vez en cuando, se les da un poco de dulce miel y después se les hace caer de nuevo en la oscuridad…
Kou: Es cierto que he recordado cosas que no quería recordar, y me siento mal haciendo las mismas cosas que esos tipos…
Kou: Pero… esto también es por el bien de esa persona, ¿verdad?
Ruki: Sí. Entonces, puedo contar contigo, ¿no?
Kou: Claro. Además, siendo ella como es, incluso yo soy capaz de hacerlo.
Kou: No le disgusta ser atormentada así. Eso me dice mi ojo.
Ruki: Hah… Qué mal gusto tiene esa mujer.
Kou: Parece que ella misma todavía no se ha dado cuenta. Pero… a mí no me lo puede esconder.
Kou: Si eso es lo que desea, lo haré.
Kou: … Sería una pena ignorar esa sangre. Hehe…
~end Dark Prologue~
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Fui taggeada por @46snowfox Gracias por tomarte la molestia de mencionarme >w<)/
Reglas: Nombra tus 10 personajes favoritos de fandoms diferentes y luego etiqueta a 10 personas
-o- La lista no lleva un orden específico, solo acomodé personajes como se me fueron ocurriendo -o-
-o- Riku - Kingdom Hearts Saga -o-
El adolescente con problemas existenciales con más desarrollo que he visto jamás xD Riku es el típico chico que cualquier niño tomaría como modelo a seguir, es fuerte, atlético, inteligente, maduro y tiene un sentido de la aventura que pocas veces llega a mostrar y por el cual decide sumergirse en la oscuridad, pero todo lo hizo con la buena intención de proteger a sus amigos. Al ser manipulado, pierde la confianza que tenía y comienza a dudar de sus amistades e incluso de sí mismo. Prefiere hacer las cosas por su cuenta y guardarse todas sus inseguridades, dudas y temores, se vuelve desconfiado e incluso un poco huraño. Sin embargo, sigue sintiendo afecto por sus amigos y al ver que uno de ellos se encuentra en peligro, hace lo que puede para ayudarle, literalmente desde las sombras. Cuenta con el apoyo de Mickey, que lo guía a través de toda la oscuridad que se había instalado en su corazón hasta hacerlo emerger de vuelta a la luz. Su aprendizaje y madurez a lo largo de los juegos es muy notoria, llega incluso a superar a sus amigos sin siquiera darse cuenta y se convierte nuevamente en su pilar de apoyo. Es un chico melancólico e inseguro que pasa a ser un hombre seguro de sí mismo, con un sentido de la amistad y justicia mayor al que poseía anteriormente. Aprende muchísimo a lo largo de la historia, más que nada aprende a quererse y a aceptarse tal como es, aprende de sus errores e intenta transmitirle ese aprendizaje a sus allegados, protegiéndolos a toda costa. ¡Simplemente me encanta, lo amo! <3
-o- 2.- Ruki Mukami - Diabolik Lovers -o-
Creo que es el chico más “negativo” de la lista xD pero lo bueno es que con el tiempo “se compone” un poco…o al menos así lo veo yo :v Lo que amo de éste vampirito es la forma en que cuida a sus hermanos, se preocupa por ellos como si fuese su padre, siempre busca lo mejor para ellos e intenta compensar su poca capacidad para empatizar y demostrar cariño, creando platillos deliciosos que les alegren la existencia xD Me encanta que sea tan previsor, maduro, (¡Dios, como amo a los chicos maduros, me encantan! <3 (madurez mental…especifico por si a caso xD)) dedicado, inteligente, la manera en que analiza las cosas (siempre pensando antes de actuar, si señor. Aunque eso mismo le trae algunas complicaciones y limitaciones…). Me gusta mucho su personalidad y la seguridad que tienes en sí mismo. De pequeño fue un niño mimado y bastante maldito xD pero luego sufrió un infierno (como todos los Diaboys xD) y después de saber como se portaba, pues diría que el Karma le hizo una merecida visita jaja, pero tras toda esa pesadilla supo aprovechar la nueva oportunidad que Karl le ofreció (y me temo que eso mismo lo condeno al sufrimiento que pasará en el futuro). En fin, me puedo pasar unas cuantas horas (y una biblia) escribiendo todo lo que me gusta de él -v-) pero tratando de ser breve….¡Me encantan tantas cosas de él XD! (su voz y apariencia son una delicia ¬v¬) y lo que me gusta más es que a pesar de haber tenido una vida horrible, cortesía de Karl, a pesar de todo lo que sufrió, tiene un progreso para bien que me resulta muy realista, por que no es como si en un par de años ya haya dejado de lado todos sus traumas y sea una persona nueva, completamente empatico y listo para convivir con la sociedad y ser parte de ellos como si nada xD ¡No! para nada, le cuesta un montón dejar de ser el maldito sádico arrogante que solo busca cumplir con el plan de la manzana de Adan. De verdad lo sufre y de no ser por Yui seguiría siendo igual o peor de como era antes. Ha tenido un progreso pequeño si se compara con otros de los vampiros, pero al menos ha progresado y sobretodo ha llegado a comprender que no está obligado a martirizarse y a ser el fiel siervo de Papamaki, se da cuenta de que puede ser feliz y de que no tiene por qué guardarse todos los problemas por el bien de sus hermanos, aprende que puede contar con ellos para salir adelante juntos. OMG tantas cosas maravillosas y horribles que pasan en su vida xD hacen que hasta el más mínimo progreso se vea como un GRAN paso digno de festejarlo. ¡LO AMO MUCHO! Es el tipo de chico que me atrae (quitándole lo sádico, lo arrogante, lo maldito xD…bueno que tenga equilibrado las dos últimas “cualidades” la primera no, gracias pero no jajaja).
-o- 3.- Byron Wagner - Midnight Cinderella -o-
Hay demasiadas cosas que amo de él, su manera de comportarse, de ver y afrontar las cosas, su enorme sentido de la justicia, el como demuestra auténtico interés por el bienestar de sus ciudadanos y sobretodo me encanta ver como va evolucionando hasta que llega a ser una persona feliz ;v;) En un principio es un personaje frío que no pudo disfrutar de su infancia y al que siempre le enseñaron que no debía mostrar debilidades, enseñándole que los sentimientos son la mayor debilidad de un gobernante. Por lo que termina creciendo sin saber expresarse correctamente y reprimiendo todo lo que sentía. Byron busca la manera de enmendar el gobierno tiránico de su padre, tomando su lugar como rey de Stein y exiliando a su progenitor. Su país queda muy afectado con el gobierno de Gerald, las personas le temen a la imagen del antiguo rey y para brindarle a sus habitantes algo de paz psicológica, Byron decide alterar su apariencia y cubrir su ojo derecho con un gran parche, así como gobernar desde las sombras (al punto de que muchos de los ciudadanos ni siquiera saben como luce, solamente reconocen su nombre). Envía a su consejero y capitán de la orden de caballeros a hacer como mediador cada vez que debe hacer una declaración pública. Byron se enfrenta nuevamente contra su padre y sus partidarios, quienes intentan retomar el gobierno sobre Stein al mismo tiempo que buscan arruinar su imagen, reputación y la posible relación entre Stein y Wysteria, al secuestrar a la princesa y culpar a Byron por ello. Sin embargo, Al caer enfermo su padre, Byron hace a un lado todos los conflictos que tienen y decide alojarlo en su castillo donde recibe la mejor atención médica. (¿No es un amor? deja el rencor de lado para ayudar a su padre! a pesar de que el muy maldito no dejaba de arruinarle la vida D:<) y finalmente aprende a expresarse y a ser feliz con las pequeñas cosas de la vida <3
-o- 4.- Coraje - Coraje el perro cobarde -o-
¡Amo a este perrito! (y eso que soy una persona de gatos) ¿Habrá personas que no lo conozcan? si es así, rápidamente menciono que Coraje es adoptado por una bonita pareja de ancianitos (Muriel y Justo) y lo llevan a vivir a su desahuciada granja en medio de Ningún Lugar (sep, justo así se llama xD) Resulta que en esa zona ocurren un sinfín de sucesos paranormales en los que Coraje deberá superar todos sus temores para así poder rescatar a los viejitos, sobretodo a Muriel, que es un amor de personita con él (todo lo opuesto a su esposo jaja). La historia de como Coraje es separado de sus padres me parte todavía el corazón ;n;) eran una familia tan amorosa y preciosa >w<) También es muy admirable todo el amor y agradecimiento que coraje demuestra en forma de valor y agallas para enfrentarse a los seres espectrales y demoniacos que lo acechan a él y a su nueva familia. A lo largo de los episodios, el valiente perrito supera pruebas que le hacen valorarse a si mismo y a todo lo que tiene (su familia, hogar e incluso la ciudad aledaña). ¡¡Es simplemente un amor!! ¡Me EN-CAN-TA!
-o- 5.- Dante - Devil May Cry Saga -o-
El sensual, poderoso y arrogante demonio <3 Lo que me encanta es verlo crecer a lo largo de los juegos y no solo crecer físicamente, también tiene un una madurez mental que mantiene un poco de lado la mayor parte del tiempo, (mientras anda buscándole pleito a los demonios, siendo sarcástico y burlón, etc) pero que sin duda conoce sus límites y aunque algo renuente, los acepta para después buscar la forma de enmendarlos y seguir adelante venciendo obstáculos. A pesar de lo “difícil” que puede ponerse su hermano Vergil, Dante sigue queriéndolo y preocupándose por él…muy a su manera pero lo hace xD Las diferentes etapas de su vida son algo similares en cuanto a carácter, pero aún así se puede ver su desarrollo >w<)
-o- 6.- Ukyo - Amnesia -o-
(El Ukyo del anime, por que no he leído traducciones, ni jugado los juegos u_u) Aunque Touma me gusta más (uno que otro yandere me agrada xD) pues creo que en el anime se muestra algo más positivo de Ukyo :v En fin, me parte el corazón como Ukyo viaja a a través del tiempo, en distintas dimensiones todo con tal de salvar/ayudar al amor de su vida. Es bondadoso al punto de poner como prioridad el bienestar de otros antes que el suyo y a mi parecer es quien carga con más sufrimiento hasta el punto en el que se crea su alter ego, con el que intenta lidiar aún estando inconsciente de las acciones que hace mientras el alter ego predomina en su cuerpo y mente.
-o- 7.- Miku Hinasaki Fatal Frame Saga -o-
Una de las chicas más valientes con la que me he topado hasta ahora >:D. A pesar de lo horrenda que sea la mansión en la que se adentra, lo peligroso y violentos que se tornan su enemigos y de los sádicos misterios que encuentra allí, ella persevera para encontrar a su hermano y rescatarlo de tan funesto sitio, haciendo frente a sus dudas y temores, descubriendo al mismo tiempo más sobre su propia familia y creciendo personalmente al reconocer sus dones y usarlos a favor. Lamentablemente el sufrimiento por la elección de su hermano la lleva a dudar en si tiene o no el derecho de seguir con vida. Más sin embargo ella hace todo lo posible por salir adelante y aceptar la decisión de Mafuyu, hasta que su mente no puede más con la soledad y la culpa, por lo que decide salir en su búsqueda una vez más y pasar el resto de su existencia compartiendo el mismo destino que él. ;v;) la historia de ésta chica me hace shorar TvT)
-o- 8.- Beelzebub - Obey Me -o-
Otro precioso demonio, pero que es una pera bañada en miel a comparación de Dante…claro, hasta que alguien se atreve a comerse su pudín o cualquier alimento que le pertenezca. Beel es el demonio de la gula y hace honor a su nombre, salvo que todo lo que come lo transforma en musculatura. Es muy dedicado y disciplinado en cuanto a responsabilidades se refiere, además de que siente un profundo amor por sus hermanos y aunque no los llega a comprender del todo (vamos, que tienen personalidades super contrastantes xD) pues hace lo posible por tratar de entenderlos, sin prejuicios, denigraciones o insultos. Es muy neutral, a menos que alguien busque meterse con su comida o algún miembro de su familia, especialmente con su gemelo, al cual ama y protege profundamente (Ayyy mi vida >w<) y con el cual comparte un fuerte vínculo igual que con su hermana Lilith. Beel tiene mucho sentido de justicia y es capaz de oponerse a cualquiera que piense él que esté actuando de manera injusta, incluso se opuso ante su hermano mayor Lucifer, llegando a los golpes. También tiene una culpa muy grande que carga desde su descenso en la Revolución Celestial, y sin importar los años que hayan pasado desde ese entonces, aún se siente mal de no haber podido salvar a sus dos hermanos. No encuentra paz creyendo que pudo haber actuado mejor y escuchar el perdón de sus hermanos es lo que finalmente lo llevarían a dejar de lamentarse. ¡Es un amor, lo adoro! (/w\)
-o- 9.- Emily Adachi - Air Gear -o-
Me encanta la evolución de Emily de pasar de ser una simple admiradora del Air Trek (más que nada por su amor y admiración hacia Kazu) a ser una verdadera jugadora y atreverse a entrar al equipo de Kogarasumaru, no solo por que Kazu esté ahí, si no porque ella quiere demostrar que puede ayudar a sus amigos y superarse a sí misma. Y su amor “colegial” pasa a madurar hasta el punto de arriesgar su vida para proteger a Kazu >w<) aún estando ella indefensa (sin Air Treks, asustada y con desesperanza de por medio :v) al enfrentarse contra un Rey que resulta ser un Gravity Child rompe cráneos xD
-o- 10.- Deuce Spade -o-
Awww mi nene ex-delincuente jajajaja. ¡Este niño es un amor de persona! Demostró un gran cambio, dejó de lado su vida como delincuente juvenil y alborota pueblos, todo por el amor que su madre le tiene. Cuando la escuchó hablar con su abuela sobre lo preocupada y desesperada que estaba por la incorregible conducta de su hijo, Deuce se dio cuenta del enorme daño que le estaba haciendo, así que prometió corregir su conducta y entrar a Night Ravens College, teniendo como objetivo el convertirse en el mejor estudiante. Incluso arriesga su vida al enfrentarse contra una criatura que fácilmente lo superaba en fuerza, todo con tal de no ser expulsado de la academia.
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Sensación vivida
Cuento semana 8 d/29/12/19
Valentín un joven de 14 años se preparaba un cereal, en su proceso calienta primero la leche en un horno de microondas y disuelve mermelada en ella, corta rodajas de plátano y siempre escoge el asiento más cercano a la puerta, usa la TV para que haya ruido en casa. Valentín es muy introspectivo, pareciera que vive tranquilo, verdad? Pero no, padece de encuentros inesperados con el ansia... En su pecho explosiones de estrés y jaquecas, mareos, perdida de la nocion de espacio, ataques de panico le persiguen. En la poca noción que tiene durante estos ataques, siempre percibe una sensación extraña... Como si fuera a morir, lo extraño, es que siempre es diferente, ha sentido asfixia o ahogo, incluso envenenamiento, pobre, ha experimentado la terrible combustión espontánea a mitad de la calle. Pero es curioso, al día siguiente de algún ataque, Valentín se siente bien, verdaderamente bien, como si alguien en su último respiró le donará la poca vitalidad que le queda.
Una tarde en la secundaria a Valentín le empezó a latir su corazón cuál taladro para luego sentir un golpe, como de mazo, en la cabeza provocándole un desmayo. Recostado en el jardín y al recobrar la conciencia fue desalojando la escuela con la ayuda y supervisión de los profesores sin antes notar que a lo lejos estaba el, un año más grande, Saúl.
Saúl tenía una gran amistad con Valentín, por ser mayor todos lo respetaban y respetaban a Valentín aún con sus débiles lazos de aceptación social. Saúl era extraño, muy reservado pero muy carismático si se le trataba, sabía lo que le sucedía a Valentín, entendía que era una amistad difícil pero, no se, quizás dentro de la poca apertura que puede brindarle, siente algo por el.
A la mañana siguiente, en el techo del colegio, un hombre de traje arrojaba su corbata y detrás de ella su cuerpo. Un golpe, como de mazo, dejo al hombre muerto. Todos se preguntaban el por que lo hizo, menos Valentín, el muy a su pesar, fue lo que sintió un día antes, ya lo había pensado desde meses antes, siempre pasa, no se suele reflejar la muerte de alguien en más de una semana. Es un día después o dos pero pasa, ha visto a la gente morir en los programas locales de la TV. Nadie le creería, no tiene pruebas, quizás Saúl, quizá el si.
Una mañana de Domingo, fueron a la playa, los dos amigos, Valentín se muere por contarle a Saúl lo que experimenta, pero Saúl tiene algo mas que contar. Ya en el mar, a Valentín le da miedo nadar pero su amigo lo lleva de la mano y al llegar justo donde las olas chocan en la cadera, Saúl se postró frente a Valentín.
- Saul, amigo, sonara extraño y hasta burdo lo que te voy a contar pero...
- Sshh calla- le dice mientras pone un dedo en sus labios - igual tengo que contarte algo.
- Pero Saúl.
- Valentín, escucha al mar, siente el sol salir, mírame, tu y yo somos amigos verdad? Me dificulta que sea así por que sabes? Me gustas Valentín, me gustas mucho.
Valentín callado, su pupila dilatada apreciando dudosamente de un cuadro hermoso. Observando sin habla los hilos de luz que salían detrás de su amigo quien estaba siendo golpeado por el sol y por las olas, sintiendo en la mano mojada, su mano derecha y en la cadera la izquierda. Sigiloso, acepto en beso.
Al mes siguiente Valentín corriendo a casa de Saúl, paso frente a una casa y escucho en ella gritar a una madre "por favor déjanos en paz!" Y al respiró siguiente un ataque de panico se hizo de el, la sensación es una incisión en el ojo, se lo agarro desesperadamente, sabía lo que pasaría, los gritos, su vértigo, claro que no es superstición, pasara, alguien morira. Sin pensarlo, y aún mareado, Valentín hizo lo posible por acercarse a la casa y los gritos no paraban, la gente los empezaba a notar.
Valentín, que pretendes? Llamar a la policía o confirmar que en verdad eres tú quien va más adelante que la muerte. Lamentablemente, era la segunda tu intención, y casi al llegar a la puerta, un silencio penumbroso.
Ahí estaban, Saúl y Valentín, sentados en la banqueta frente a la escena del crimen, un vecino apuñaló a su esposa en el ojo.
- No llores amor, ya era muy tarde para intentar hacer algo, no es tu culpa.
Que horrible sensación de saber que alguien va a morir. Esa vez fue terrible pero no es comparable con lo que sucedió meses después. Saúl y Valentín llevan año y medio siendo pareja, se encontraban yendo al cine. De momento, todo iba bajo un perfil normal, pero... Comenzó a suceder, lo primero fue un frío y le siguió una hiperventilación, los ojos le empezaron a lagrimear y las venas a sobresaltar, está vez era diferente, está vez eran muchos los golpes, mucho ruido e incluso en modo de esquizofrenia le llegaron gritos a la mente, esta vez no era una persona, sino una centuria galopandole la cabeza, una marabunta de hormigas bala.
- Jamás entenderás lo que me está pasando -grito llorando a Saúl- jamás entenderás mi dolor.
Y en las noticias:
Mega masacre en centro comercial, un hombre, mil balas.
- Acaso soy un demonio? Dime... Tu no podrías cargar el peso que soporto yo, yo, que soy tan débil. Mi vida es una mierda y nuestra felicidad una falacia.
Perdoname Saúl, pero me tengo que ir.
En alguna parte, en algún tiempo, Saúl caminaba con ese recuerdo. Un recuerdo incrustado como daga fue el recorrido de las lágrimas de su amado Valentín. Si tan solo el supiera que la única diferencia entre su soledad y la suya habitaba en el daño que le provocaba habilidad. Ambos estaban solos, ambos tienen pasados, Saúl, por su parte, carga con la necesidad de aceptación, carga con una sociedad que descalifica su homosexualidad, y ahí, varado, estaba el llorando solo, viendo desde donde sentado a las estrellas en el cielo y a los autos en la carretera.
En algún otro sitio, en algún otro tiempo, corría Valentín, olvidando todo, ejercitando su ser. De pronto, un mareo, un dolor dorsal, y la sensación vivida, de caer.
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Fictober 2019 #5
Sigo con retraso, por suerte el de hoy lo tenía prácticamente hecho :D
Más notas al final del fic, uwu.
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5. Sweater/ I might just kiss you.
—¿Entonces no vas a ir? —preguntó su hermana, recostada en el sofá mientras intercalaba la mirada entre aquella elegante invitación y su persona.
—Por favor, sabes perfectamente que es un coñazo. Ni siquiera sé por qué quieres ir tú. —Sara se encogió de hombros, nunca faltaba a aquellos eventos y, Daniel, tampoco.
—Es una excusa como cualquier otra para hincharnos a champán gratis. —aquel razonamiento era indiscutible pero no consiguió convencer al muchacho.
—Rodeados de gente en ropa extravagante y más cara que mi alquiler que tan solo hablarán de lo fabulosas que han sido sus vacaciones en algún país del tercer mundo y lo mucho que han aprendido: Oh, tenemos tanta suerte de poder lavarnos el culo con billetes de cien, querido…—se burló, adoptando una voz refinada y, en esencia, ridícula.
Aunque intentó no hacerlo, Sara estalló en carcajadas, incapaz de no darle la razón; la gran mayoría de los invitados eran insoportables.— No es culpa de Diego hacer negocios con estos tipos. —se mordió el labio inferior, divertida, ante la mirada penetrante de su hermano.— Bueno, sí lo es, pero así se gana la vida y poco podemos hacer al respecto.
—Podemos no ir, por ejemplo. —alzó las cejas, volviendo la vista al frente. No es que hubiesen cambiado las cosas de un año para el otro, tan solo se encontraba de mal humor.
—Mira, en esta edición es obligatorio llevar máscaras. —le mostró por enésima vez la invitación.
—Qué gran cambio, pijos, ahora con máscaras. ¡Es una fiesta totalmente diferente!
—Bueno, puedes ser borde con ellos sin repercusiones.
Daniel esbozó una sonrisa, chasqueó la lengua y asintió, Sara siempre se salía con la suya.
*
Daniel se admiró en el estrecho espejo de la habitación de su hermana, girándose y comprobando su aspecto en todos los ángulos posibles. No era especialmente presumido pero, pese a sus reservas respecto al evento, mentiría si dijera que no lucía asquerosamente bien.
—¿Os dejo solos? —inquirió la joven, observándole de reojo mientras se aplicaba el maquillaje.— Creo que nadie nunca me ha mirado como miras tú a tu reflejo.
—No seas absurda. —rodó los ojos, volviendo, por fin, la atención a la chica. Sara iba ataviada con un vestido rojo de tirantes que terminaba en un bonito vuelo a la altura de sus rodillas, no es que fuese uno de los conjuntos más comunes al sitio al que iban, pero la forma en la que el color acentuaba su tono de piel y sus preciosos ojos verdes, gemelos a los suyos, no le darían pie a nadie para criticarla.— Estás muy guapa. —sentenció, haciéndose a un lado para que se coloque frente al espejo. Cogió un peine y comenzó a peinarla con cuidado, atento a cualquier nudo.
El silencio apacible que reinaba en la habitación se vio interrumpido por un estruendo proveniente de los altavoces de la pared. Si Sara ponía música, lo hacía bien. Compensaría, por lo menos, la monotonía de la fiesta. Daniel siguió con su tarea, recogiendo el cabello de su hermana en una coleta de caballo, dejando a la vista su espalda descubierta.— ¿Estamos listos?
La mujer salió de la habitación ante la pregunta, entregándole un antifaz que, a primera vista, le encajó con el modelo ostentoso que Diego exigía para la velada. Lo tomó con cuidado, temiendo que hubiese sido tan caro como parecía y, sin demasiados preámbulos, se lo colocó.
La máscara había sido elegida precisamente para el traje que portaba, combinando el blanco craquelado de esta con el tono de su camisa y los ornamentos dorados con su pajarita. Coronando el antifaz había un gran sol con el rostro de una mujer que se asemejaba a una Santa.
—Las ha enviado Diego. —informó la muchacha antes de que su hermano tuviera oportunidad de abrir la boca. Eso explicaba muchas cosas, aunque hubiese mentido si hubiese dicho que el conjunto le disgustaba.
Cada año, reuniendo a la familia, compañeros de trabajo, grandes empresarios y personalidades influyentes, Diego reservaba alguna finca o gran restaurante para celebrar una cena con baile. Era una oportunidad brillante, había que reconocerlo, pero a los más humildes del lugar les parecía una boda sin novios que parecía no tener final.
En aquella ocasión el pequeño de los Ortega les había citado en La Pesquera, un restaurante muy acogedor que replicaba la Puerta de Bisagra y los típicos patios toledanos. No parecía el estilo de Diego, pero sus hermanos no se quejaron.
Sara y Daniel fueron de los primeros en llegar a la cena, dándoles tiempo a observar cómo su hermano iba de un lado a otro, hecho un auténtico pincel, dando órdenes a los empleados del lugar.
—¿No crees que cenar con esto puesto va a ser un poco incómodo para todos?— alzó la voz, tratando de llamar la atención del chico. Diego se giró, arrugando su pecosa nariz en señal de desaprobación.
—Es parte del encanto, tú no lo entenderías. —se acercó a ellos con paso firme. Diego estaba increíble y él lo sabía. Se había arreglado con un traje azul repleto de pequeños hilos dorados que asemejaban pequeñas constelaciones, sin embargo fue el único que prescindió de los antifaces.— Por lo menos habéis sido puntuales y vais como os pedí. —juntó las manos, complacido y señaló la parte izquierda del patio. —Vuestra mesa tiene que estar por esa zona.
—¿No nos vas a sentar contigo? No, claro que no. —se contestó a sí mismo ante las cejas enarcadas de su hermano. Típico.
—Disfrutad de la velada y, por favor, no me avergoncéis. —y así concluyó toda conversación que tuvieron con Diego aquella noche.
*
Sentados en mortal silencio, Sara y Daniel vaciaron cada plato que les iban entregando, llegando a repetir de los más sabrosos bajo la mirada acusatoria de los que habían tenido la desgracia de compartir mesa con ellos. —Ahora entiendo muchas cosas, estáis tan amargados porque no os podéis permitir dar más de dos bocados. —cogió la servilleta y se limpió la boca. —Voy a buscar la barra, luego vuelvo. —le informó a su hermana mientras se levantaba del sitio. Mientras se alejaba todavía podía oír las exclamaciones indignadas que había dejado atrás. Algo bueno tenía que traer el anonimato, ¿no?
—Una cerveza, por favor. —pidió al camarero detrás de la barra. Pensando quedarse allí un rato se recostó en la superficie, apoyando la barbilla en la palma de su mano.
—Qué habilidad. —una voz masculina apareció tras él, obligándole a girarse. —Con los de tu mesa, no he podido evitar escuchar cómo sus mandíbulas aterrizaban en el suelo. —aclaró ante la centelleante duda en los ojos de Daniel.
—Ah, sí. —respondió elocuentemente al hombre que todavía le observaba. Tras su máscara podía atisbar una mirada divertida, pero era imposible estar seguro ya que la prenda había captado toda su atención. La única palabra que le vino a la mente fue “pájaro”, no había otra forma de describir a aquel desconocido:
Aunque todos los invitados llamaban la atención de alguna manera, el hombre pájaro portaba un enorme antifaz plateado repleto de pequeñas plumas de metal. Sin embargo, lo que más destacaba eran las alas que se extendían por los lados hasta más arriba de su pelo. — ¿Tan horrible es? —volvió a hablar al percatarse de que el chico no dejaba de examinar su máscara.
—No, perdona, es solo que… —hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas, si es que había algunas que no le fueran a ofender. — Están muy ahí. —el pájaro soltó una breve carcajada, aparentemente satisfecho.
—No esperaba encontrar sinceridad esta noche. —confesó, dándole un sorbo a lo que Daniel identificó como vino.— Yo también he acabado huyendo de mi mesa al tercer intento de adivinar mi “secreta identidad”. —hizo comillas con la mano libre. —Es bastante evidente.
Daniel hizo un sonido de afirmación, sin confesar que él tampoco era capaz de reconocerle. Por sus palabras pudo suponer que se trataba de alguien importante, pero, al margen de su máscara, le parecía un hombre como otro cualquiera. Dándole un trago a la cerveza que le acababan de traer, aprovechó para darle otro repaso: Por su porte aventuró que era algo mayor que él, tenía una barba bien recortada y unos labios rosados -quizá los había pintado para destacarlos-. En cuanto a su vestimenta, no distaba demasiado de la suya y, dada la situación, no se atrevió a admirarle el cuerpo.
En mitad del patio, Diego hizo sonar su copa para que la música se atenuara y todos le prestasen atención. —Damas y caballeros, muchas gracias por haber atendido a mi gala anual. —los presentes aplaudieron brevemente y Daniel le dio otro sorbo a su bebida.— Confío en que hayáis disfrutado del convite tanto como yo. Os invito a que paséis a la sala de baile antes de que acabemos congelándonos aquí fuera. —las risas llenaron el salón, sabía perfectamente encandilar al público con unas cuantas palabras y un par de sonrisas.
Poco a poco la gente fue abandonando el patio y Daniel volvió a girarse al Pájaro, el cual no parecía dispuesto a moverse de allí.— ¿No vienes?
—No, bailar no es mi especialidad. Además, esta construcción me trae recuerdos de mi casa. —bajó la voz a medida que fue hablando y, aunque no sonó especialmente apenado, Daniel decidió no preguntarle al respecto.
—Mi hermana debe estar buscándome así que alzo el vuelo. —le dedicó una gran sonrisa al hombre, el cual pilló de inmediato la intención y simplemente chasqueó la lengua con diversión.
—Nos vemos. —se despidió mientras Daniel cruzaba las puertas del salón.
*
—Pensaba que éramos un equipo. —reprochó, balanceándose de un lado a otro al son de la música.
—Lo siento, se me ha echado el tiempo encima con uno de los amigos de Diego. —intentó seguirle el ritmo a su hermana, mirándose los pies para no pisarla.
—Te acompaño en el sentimiento. —dijo, subiéndole el mentón con un dedo.— Lo estás haciendo bien.
—Era simpático. —se encogió de hombros, echándole un vistazo a la puerta por la que había entrado.—
—Simpático. —repitió, sin ningún tono en especial, no lo necesitaba.
—Sí, simpático, era más pájaro que persona.
Siguieron danzando por la pista de baile creyéndose profesionales cuando, seguramente, desde fuera el espectáculo fuese bastante lamentable en comparación con el resto de los invitados. Al cabo de un rato Sara se separó, sentenciando que aquellos zapatos tenían función de potro de tortura y no de calzado y fue en busca del asiento más cercano.
Caminó tras ella a paso distraído, teniendo el impulso de mirar por la cristalera donde una oscura figura parecía estar esperándole fuera. Probablemente eran imaginaciones suyas pero todo su cuerpo deseó salir.
Para cuando se deshizo de las fantasías de su cabeza, Sara ya había entablado conversación con una muchacha que también descansaba en la mesa. —Genial. —murmuró para sí.
Viéndose ahora solo, Daniel salió a buscar lo que quedaba de bebida, encontrándose con unas graciosas alas. —¿Mosto? —inquirió el Pájaro al verle atravesar el patio.
—Qué apodo más extraño. —negó con la cabeza.— Alcohol. —dijo, colándose en la parte de atrás para sacar una botella de champán. Esperaba que nadie la echara en falta.— ¿Cómo es posible que sigas aquí fuera? Te vas a congelar.
—Se está mejor aquí. —Daniel llenó su copa, intercalando la mirada entre esta y el Pájaro. Siendo la persona friolera que era no podía comprender que se quedara allí.— Aunque he de reconocer que me hubiese gustado verte bailar de cerca.
—¿Me has visto bailar? —señaló la ventana que daba al salón donde se podía ver todavía a unos pocos, pese a que la mayoría se habían quedado charlando.— Espero que haya sido un buen espectáculo.
Le dedicó una sonrisa tras vaciar lo que le quedaba de mosto, asintiendo después.— Sin duda, me estás alegrando bastante la noche. —confesó, provocando que las mejillas de Daniel adquirieran un tono rosado.
—¿Sueles ligar así de mal? —se atrevió a picarle, tomando asiento junto a él, dejando que las burbujas del champán jugueteen con su lengua.
El desconocido arqueó una ceja, interesado.— Eso parece, es la primera vez que me haces caso.
“¿La primera vez?” Repitió en su cabeza. ¿Lo había intentado antes? Repasó la conversación que habían mantenido tras la cena, sin encontrar el flirteo tan evidente. Ni siquiera se había planteado si el hombre era lo suficientemente interesante como para dejarse embaucar.
—¿Por qué has venido?
—Diego me invitó.
—No, ¿por qué has decidido venir? —reformuló la pregunta, si bien tenía la sensación de que le había entendido desde el principio.
No contestó inmediatamente, se hizo de rogar admirando su nuevo vaso de mosto.— Pensé que podría encontrarte aquí.
Aquel momento fue el turno de Daniel para echarse a reír; no era imposible que un extraño le tirase los tejos pero aquella situación se le antojó más divertida de lo que debería. Quizá por el ambiente, el lugar, la bebida e incluso la erótica del misterio tras la máscara, pero no le importó que sus rodillas se estuviesen tocando.
—Ven conmigo. —el hombre recogió sus cosas y le tendió la mano, de repente, asemejándose a alguien que ha tenido la mejor idea de su vida.
—¿Adónde? —preguntó aunque no vaciló a la hora de aceptar su ofrecimiento.
—Ya lo verás. —con una última sonrisa tiró de él en dirección contraria a la fiesta.
Sin soltar su mano el Pájaro abrió una de las puertas, asegurándose de que en el interior no había nadie antes de que ambos se colaran. Pese a que era otra sala de baile más, esta no tenía la sobria decoración blanca de antes: Había vitrinas al fondo de la estancia, dando a entender que también se usaba como comedor, lo cual explicaba los arcos de medio punto que dividían la habitación cada pocos metros. Todas las luces estaban apagadas y, junto con las paredes de ladrillo, parecía que todo calor había desaparecido del lugar.
—Joder, qué frío. —exclamó, soltando al Pájaro para aferrarse a sí mismo.
Tras un breve vistazo a la pequeña figura del joven, sacó de la pequeña bandolera que portaba un jersey negro. Sin añadir nada, se lo tendió al muchacho con una suave sonrisa, orgulloso de haber podido servirle de ayuda.
El madrileño no se demoró a la hora de ponérselo, agradecido de inmediato por el calor que le proporciona la prenda. Era una tela gruesa pero muy cómoda de llevar y, aunque no cuadraba para nada con la elegancia de la noche, Daniel no se lo quería quitar.
—Adorable. —dijo, de repente, señalando lo grande que le quedaba su suéter: Sus manos apenas eran visibles y el final del jersey prácticamente acariciaba sus rodillas.— ¿No crees que deberíamos quitarnos ya las máscaras? —hizo el amago de quitársela, pero el menor le detuvo.
—No, no le quites la gracia a esta aventura.
El Pájaro pareció inclinarse sobre Daniel con un fulgor de puro interés en la mirada.— ¿Es esto una aventura?
—Lo es, pero todavía no he decidido si te quiero incluir en ella. —ambos habían bajado la voz inconscientemente, pero Daniel no se lo iba a poner tan fácil. Le pegó un suave empujón, marcando una buena distancia entre sendos cuerpos.
—Baila. —pidió, de la nada. Su acompañante ladeó la cabeza en confusión.— Me gustaría verte bailar de cerca.
—¿Y qué hay de ti?
—Ya te he dicho que no bailo.
—Entonces no hay trato. —se encogió de hombros, mordiéndose el labio inferior para evitar sonreír.
—Así que si yo bailo, tú bailas. —el chico asintió.— Muy bien. —sacó su teléfono y comenzó a trastear con él. Fruncía el ceño de cuando en cuando y, tardaba tanto, que Daniel llegó a pensar que se había olvidado de su propuesta. Sin embargo una melodía comenzó a sonar desde el aparato, no era muy fuerte pero servía para darle ambiente a la sala.
Sin decir nada, el Pájaro tomó la mano de Daniel y le hizo girar para después atraerle a su cuerpo.— Pensaba que no sabías bailar. —los movimientos eran lentos pero intensos y él hombre le manejaba como si llevasen años practicando para aquel momento.
—Solo lo estaba evitando, aunque no me ha servido de mucho. —le hizo dar la vuelta de nuevo, inclinándole hacia abajo después. Un gesto muy galante, pensó el madrileño.
No volvieron a hablar, sobraban las palabras cuando la magia de la música y el ambiente lo decían todo. Bailaron durante dos canciones hasta que ambos decidieron que ya era suficiente, si bien no se separaron.— ¿Entonces ya soy apto para tu “aventura”?
—Quizá.
—Quizá. —repitió, colando unos mechones rebeldes de su cabello tras su oreja, aprovechando, también, para acariciar su mejilla con cuidado, emborrachándose de su tacto.— Quizá simplemente te bese.
Aquellas palabras habían sido de película y los dos lo sabían, aunque, al inclinarse para cumplir su promesa, ambas máscaras se chocaron, impidiendo el gesto. Las risas les envolvieron pero, con un poco de esfuerzo, los sonidos de besos los sustituyeron.
No comenzó suave y cariñoso como cabría esperar, cuando Daniel había hablado de aventura lo había hecho con todas las de la ley, pero conforme pasaban los minutos, se dedicaron a explorar los labios ajenos con calma mientras sus manos viajaban por todas partes.
Daniel descubrió lo adictivo que era morder sus labios mientras pasaba las uñas por su barba y el Pájaro que, pese a que el madrileño era diminuto, había mucho que descubrir en su cuerpo.
—No llevas pintalabios. —comentó al fijarse en que, por mucho que lo intentara, aquel precioso color rosa no se difuminaba de sus labios. El Pájaro no comprendió a qué se refería, demasiado ocupado devorándole, si bien le sonsaca una suave risa.
Rompieron el beso con lentitud, satisfechos y deseosos de más, pero ninguno se volvió a lanzar, simplemente se observaron con una sonrisa estúpida, admirando lo que habían provocado en el otro.
—Y ahora, me marcho. —Daniel le dio un beso en la mejilla, caminando hacia la puerta.
—¿Tan pronto?
—Se acabó la aventura, ha sido un placer. —cerró la puerta tras de sí, dejando al Pájaro ahí plantado como a un tonto y yéndose con su delicioso aroma en su nuevo jersey.
*
Al día siguiente, a las ocho de la mañana, Daniel ya estaba en la oficina, con cara de no haber pegado ojo en toda la noche, aunque, cuando su mente volaba a la noche anterior, su rostro se iluminaba.
—Buenos días, Daniel. —levantó la vista, topándose con uno de los traductores de la revista: Alfonso. Siempre le había parecido agradable, si bien habían hablado en contadas ocasiones.
—Buenos días. —sonó más bien a pregunta.
—¿Qué tal anoche?
—Muy bien, supongo. —no deseaba ser cortante, Alfonso le caía bien, pero su acercamiento le había pillado de improvisto.
El rostro del hombre decayó poco a poco hasta perder toda la alegría que podría haber tenido antes.— Has traído el jersey. —apuntó, viendo que Daniel lo había dejado en su silla.
—¿El jersey? —había cogido la prenda antes de salir, queriendo aferrarse a la emoción que había vivido el día anterior.
—El que te presté anoche. —la confusión era palpable en ambos hombres hasta que Alfonso, por fin, cayó.— No sabías que era yo. —sentenció, finalmente, negando con la cabeza.— En ese caso al salir de trabajar tenemos mucho de lo que hablar. Igual esta vez sea yo el que te lleve de aventura.
Con expresión divertida volvió a sus quehaceres.— Parece que ahora el tonto soy yo.
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Por fin un fic de la otp suprema Alfonsito le pertenece a David (otra vez), Daniel, Sara y Diego son míos.
El sitio existe de verdad, es muy bonito, 10/10
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Soy la chica que te escribió las 3 partes, mira llevo 2 años de relación cn el pero se de su existencia hace 7 años porque fuimos compañeros de colegio por 2 años no nos llevabamos tanto porque yo era super penosa y aunque me gustara por su forma de ser nunca le saque tema de conversación pero aveces el lo hacía y me hacía feliz. Hasta que un día me beso (yo había tenido pretendientes antes pero siempre los rechazaba porque yo quería esperar al correcto y aun así a el lo bese sin ser nada.
Part 2 para empezar eso jamas lo tuve que permitir y lo que venía fue peor, el como niño curioso con ganas de experimentar lo que sus amigos le habían dicho, un día me tocó mi parte privada y yo tuve que haberlo parado pero entre en shock y mejor solo me hice como la dormida, yo no sentí nada. Y de eso, aunque ya llevo 2 años de relación me sigo sintiendo culpable por haber permitido eso. El año siguiente faltaban 2 años de colegio y el se fue a otro, ya no fuimos compañeros.Part 3 pero yo de loca, sigo pensando el porque. Pero yo le seguí escribiendo, por esos 2 años hasta que nos vimos en último de colegio en la iglesia(porque así quedamos de vernos, ya que su escuela desde niño era mi iglesia desde niña), y fue super lindo, aunque no hablamos mucho ni nos vimos tanto tiempo yo fui feliz ese día aunque el es físicamente feo era como mi crush y nunca esperé que se convirtiera en más que eso. Siempre negué todo lo feo y me hice creer que todo era como cuento d hadasEl año siguiente nos mirábamos en mi colonia porque quedaba a la par de la de el, y siempre nos besabamos (nos mirábamos sin que mi mamá se diera cuenta) entonces un día me pareció ver su carro entonces entre en shock y mientras hablaba con ella, el y yo nos escondimos en una casa en construcción, y lo que pasó después de eso no lo he podido superar, se subió encima de mi mientras me besaba y se movía (con ropa) yo otra vez no reaccione y no lo evite. Después de eso no paraba de llorar en casaPart 4Y esto de llorar también pasó en después de los besos que nos dimos en el colegio era una culpa extrema que sentí Esto de lacasa en construcción pasó varias veces en el mismo lugar. DespuésELme dijo que nosESTÁBAMOShaciendo daño que ya no nos viéramos. Pero al año siguiendo quedamos de vernos en un parque en medio de nuestras colonias y esa vez fui con permiso de mi mamá y quedamos de solo hablar, sin besarnos y hoy en día el dice que ese momento fue el primero que me conocióyse"enamoro"Part 6 de los cuales solo hablamos por whats app. Después de eso mi mamá vio que yo aún lo quería entonces me dijo que para que lo volviera a ver, ella tendría que hablar con su mamá. Y así fue y nos dejaron vernos con la condición que solo íbamos a ser amigos, para conocernos, iban a ser solo 6 meses pero fueron 8 porque mi mamá no quería que lo fuéramos ( entiendo porque) fueron hermosos esos meses el siempre me hace reír no hubieron besos ni nada más. Después de los 8 meses nos dieron permisoPart 7En este trayecto de los 8 meses fuimos a una nueva iglesia en la que conocí a Dios de una manera diferente y real, y nuestro líder nos dijo que no debíamos ser novios que no era el tiempo de Dios y eso debíamos hacer y yo quería hacer eso, solo ser amigos. Pero el no... Ya había esperado un año y quería que lo fuéramos. Entonces dije que si. Los primeros meses todo bonito y bien. Hasta que un día después de mucho beso me tocó otra vez (lo cual aún no superó) después de eso yo lloraba.Part 8 y esto pasó varias veces hasta que yo lo hable dije que no me sentía bien y paró siguió todo bonito(pero ya estaba esa herida en mi)el no era el mismo que cuando lo conocí, había cambiado, se había enamorado, me trataba bien, me hizo muchas cartas muy lindas. Hasta que el tuvo carro y me llevaba a la universidad entonces al estar solos en el carro, ocurrió lo mismo que en la casa en construcción de la mismamanera solo eran 3 o 5 minutos pero eso me destruía, después yo lloraba frente a élPart9 el lloraba aveces también por lo mal que me trataba con eso, y me prometía que iba a parar, pero ya el demonio de la inmoralidad estaba, y más andando solos en la universidad. El siempre me decía que por culpa de eso yo lo dejaría, yo le decía que no. (Porque siento que lo amo) ahora ya le conté todo esto a mi mamá y esta muy preocupada por mi, entonces mañana hablaré con el y le diré que ocupo terminar porque ocupo sanar.Part10 pero no quiero decirle adios, pasamos muchísimas cosas lindas (quitando eso) en verdad creo que me ama y dejarlo siento que lo dañará mucho. Hasta siento que mejor me tuve que haber quedado callada como siempre, pero en parte esa culpa me sigue matando, porque no era lo que yo quería. Siento que si nos separamos y teniendo otras parejas y hijos, el destino nos unirá y será más desastre porque tendremos hijos de otros y eso sería super horrible. No se que hacer me siento pésimo.
RESPUESTA:
Hola :)
Faltó la parte 5, pero creo que se llega a entender perfectamente.
Corazón, aquí leo nada más puras cuestiones tóxicas y actitudes de adolescentes de 14 años.
Un hombre que realmente ama a Dios, es capaz de dejar el pecado que provoca y deja de ser piedra de tropiezo en tu vida.
Si tú también amaras a Dios, no dejarías que pasara de simples besos; ¡estamos en el siglo 21! ¡No te puedes ni debes quedarte callada!
Todo lo que leo ahí son llantos y gritos de desesperación por parte tuya, ¿por qué no tener el amor propio suficiente y terminar de una vez por todas? Entre más niegues la parte en que ya se volvió “tóxica” su relación, más querrás volver con él corazón.
Muchachos, busquen primero a Dios y después a sus hormonas porque te digo que Dios y las emociones no son un equipo, en lo absoluto.
Te mando un abrazo y que Dios te sorprenda.
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Pienso q cuando una mujer llega a estés extremos de locura ...por un hombre o mujer lo q sea ... Definitivamente se nota a leguas el amor propio ...el amor y el respeto q uno mismo se tiene o sobre todo llegar a matar como diciendo me amo yo más q todos ..
Cuando uno hace eso está diciendo hey lo amo tanto que me olvide de cuánto tenía que amarme yo ..de que primero estaba mi amor propio y de que hacer esto demuestra q la que está amando al otro de sobre manera enferma no sana ...
Si vez al exc o tu novio o esposo o lo que sea y te pone los cuernos cachos o no te quiere y te falta solo vete gritando ,reclamando ,poniéndote como una loca ,no va a cambiar lo que el hizo ..no cambiará nada más que darte cuenta cuánto te quieres ...eso es lo más invaluable que puedes hacer aya la persona que hace el acto el verá q tipo de conciencia tiene q ser es ...tu solo agarra tus cosas y vete es más q obvio que grita ,agarraste del pelo ,agredir ofender ,volverse loco no va a cambiar nada solo date cuenta q no te quiere punto vete ..
Más de una vez me rompieron hardcore el corazón lo tiraron ,lo ofendieron ,lo desangraron ,se burlaron ,me usaron ,me trataron como un trapo para limpiar un piso y se que no soy la única que paso por eso es desgarrador , jamás vuelves hacer el mismo o misma gasta que abres los ojos y ves q fue tu responsabilidad ...
Y hasta una vez un exc por qué los hombres hablan y ni se dan cuenta no solo entre línea al descaro ...
Vestida en una cena en un restaurante italiano en una cena yo muy enamorada según yo ya llevábamos meses saliendo ..hasta q iban varias esa fue la bomba q explotó por completo mi ser ...el plena cena en una pregunta x q uno les hace para pescar donde estás parado me dijo si tenés un cuerpazo. De bomba ,pero lástima la cara ...
No me da vergüenza contarlo por qué eso cambio mi vida por completo ...obviamente no me iba a poner como loca no le iba a dar gusto del cuchillo desengrasante me clavo ..yo solo me pare iba a baño fui pague mi cena y me fui ...sin q se fuera cuenta para mí eso estaba más q muerto como el ...y me di cuenta q poco amor me tenía agarre ese cuchillo lo saque ,lo limpie y me coci y me sane sola a mil costos ...no fue el único animal que topé en el corral más de ellos guapos ,profesionales ,con plata ,con buenas familias demás me seguí topando en la granja solo que está vez ya no era cualquiera me empezó a mar tanto q la mínima solo bloqueo y me voy y ya ...el lloro p meses términos 2017 después de 1 años de estar cegada p el era el no paraba de buscar ..hasta q dije basta ,basta ,basta ...seré fea o horrible o con defectos pero se lo que soy y nunca más deje q alguien ni nadie me falte ni mínima me voy punto sea quien sea y me alejo ...el me suplico p meses para eso estaba más que muerto podrido ...guapo ,piloto ,alto de ojos verdes cabelloo rubio, medio largo alto muy alto ,profesional exc familia mucha plata exc inteligencia yo diría q hasta iq2 muy alto en inteligencia pero emocionalmente estaba muerto podrido o dentro el me suplico volver yo dijo jamás ya era suficiente antes del seguía en corral llena de animales q aparecían como de la nada ..
Mi ex falleció 2018 me dolió mucho no estuve ahí me enteré 5 meses después ..tengo miles de mensajes d te amos q se quedaron en mensajes no volví ..q hice aprendí a andar en botas en la granja aprender a ver los comportamientos animales de la gente esa fue su lección y hoy en día siguen habiendo animales q escriben ..pero ya no me interesa esa granja ....
Moraleja no dejes que un animal despiadado te desgarre sin piedad solo aléjate del estiércol q dejan no la pises solo aléjate y ve a otros lugares donde hay seres q no son humanos se visten de ovejas ...
El dolor es muy alto y la lección más pero haciendo.lo que hace ella no es contra el el parabrisas no vale lo q vales tu ...esa es tu culpa tu responsabilidad se detectores de animales salvajes no de ti misma amaré ,cuídate ..bonita ,gorda ,con discapacidades cómo yo ,con un corazón muy humano tierno diferente p q odio ser como alguien más me amo yo amo mi cara mi cuerpo y mi vida y lo q doy lo que soy ..lo q digan de mi viniendo d quién viene ya es como nada me volví como hielo nada me afecta solo cosas o seres humanos q cuido como mis pacientes en hospital ser enfermera me ha enseñado no solo como psicóloga si no como enfermera q casi termino mi bachi q me amo y eso es lo único q importa ..los o lo demás no te importa cuídate a ti no cojas sobras q no te corresponden solo vete punto y olvídalo ,olvídala ...eso es lo único q importa amate p más fea o poco sexy o como estés eres una mujer luchadora olvídate de los seres q te hacen o te dieron daño p q no vale la pena ni pensarlos .....es un consejo cuando veas q amas alguien más que tú estás muy muy mal eso se rompe ,se acaba de pudre la planta con mucha agua se termina muriendo solo olvida y ya bloquea tu mente ...🫀🫀❤️🩹💔🧿🌹🙏💫🧧🕯️🫁🧠🧠🧠🩸🌹👏👏👏🕯️🥰🥰🥰🥰😍
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Y aquí me desahogo de todos ustedes.
Daniela C, prometió ser mi mejor amiga, pero, al verme caer, miserable y enferma, se dejó cegar por la popularidad y me abandonó en mi peor momento. La perdono por todo el daño que su ausencia me hizo. También le perdono que haya vuelto a mi vida como si nada hubiese pasado, para luego, volverse a ir y solo buscarme cuando necesita favores o desahogarse de sus problemas con su novio.
Pablo C, se acercó a mí solo porque se sentía solo, escuché sus problemas y estuve ahí para él. Pero.. ¿Dónde estaba cuando ya no le interesaba sexualmente? Dijo ser mi amigo y aceptarme, pero cuando exploté por su mal comportamiento se burló de mi con otros y noté lo transfóbico y patético que es en realidad. Lo perdono aunque que se porte así con su novia bisexual. Lo perdono, incluso con lo que dijo con los otros "muchachos", porque hombres no son. En el colegio era un estudiante y persona mediocre y ahora que enfrenta las consecuencias de su mediocridad, intenta dárselas de importante, infravalorando a los que le rodean.
Daniela G. La perdono por no aceptar sus errores. Por hablar mal de mi amiga y llamarla "abusadora". La perdono por decirme que "me gustaba más antes" y sobre todo, perdono su indiferencia, su falta de empatía y su apego evitativo.
Jessenia C. Perdono que me haya ilusionado con su amistad, para luego salir con que yo la aprecio más de lo que ella me aprecia a mí. La perdono por haberme dado regalos y haberse mostrado empatíca para luego aburrirse de mi y distanciarse. La perdono aunque no acepte que lo que hizo no estuvo bien. La perdono aunque me haya mentido.
Alexander P. Perdono que con su asquerosa y horrible boca haya dicho esas crueles palabras más de una vez. Perdono que se haya burlado de mis inseguridades físicas y sobre todo, perdono que no me aceptara y hablara tan mal de la mujer con la que ahora está saliendo.
Sebastián P. Lo perdono.
Sebastián N. Lo perdono.
Nicole T. La perdono.
Juan C. Lo perdono.
Juliana M. La perdono.
Deiver D. Lo perdono.
Kevin M. Lo perdono.
Bleydis. La perdono.
Camila C. La perdono.
Natalia T. La perdono.
Y sobre todo. Me perdono. Me perdono por haber confiando en ellos. Me perdono por haberlos llamado "amigos" alguna vez. Me perdono porque no es mi culpa mi inestabilidad emocional, porque siempre di lo mejor de mi, a pesar de todo. Me perdono por no haber sido objetiva y confiado muy rápido. Me perdono por entregar mi corazón y darlo todo. Porque soy valiosa, y claramente tengo mis falencias, pero SIEMPRE las reconozco e intento mejorar. Me perdono por haberme cortado y tratado tan mal mi cuerpo. Me perdono por los intentos de suicidio. Y finalmente, me perdono por darme un tiempo a mi misma y alejarme.
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Sábado 10.10.2020 06:42 A.M.
Me acordé de otra vez en la que me pasó algo similar. Fue en un carrete en la casa de un amigo que ya he mencionado, P. G.. P. G. vivía cerca del metro Salvador y estábamos todos los integrantes del taller de ese semestre, menos D., la compañera de la que estuve enamorado y que también he mencionado antes. Esto ocurrió durante el primer año de ese enamoramiento y en una de las noches más desagradables de mi vida, cuestión que se prolongó hasta la noche siguiente. Pero antes de continuar, debo retroceder un poco en el tiempo, sino, no se entiende mucho el estado emocional en el que estaba durante ese carrete. Dudo que logre explicarlo del todo, pero filo. Unas semanas antes habíamos ido al festival de Cine de Valdivia. Mi universidad tenía un convenio con la organización del festival para que algunos estudiantes fuéramos a grabar un programa de entrevistas que debía ser subido a una plataforma online que no recuerdo. La gracia era que nos pagaban la estadía, nos pagaban a nosotros (muy poco, casi nada) y que nos daban un pase para ver cualquier película que quisiéramos, siempre que fuera en nuestro tiempo libre. D., yo y otras compañeras fuimos como camarógrafes del programa y si pensé que iba a poder progresar en mi relación con ella me equivoqué profundamente. Todo el tiempo estuvo molesta conmigo, esquiva, interesada en otro compañero de taller (N.) que andaba en el festival, de paseo solamente. Fue un buen viaje en muchos sentidos, pero uno muy deprimente en tantos otros. Cuando volvimos a la universidad los profesores del taller seleccionaron los proyectos de examen a realizar y conformaron los grupos. Me tocó con D. e Y., el peor saco de weas con el que me ha tocado trabajar en la vida, sin duda alguna. Como dije antes, D. no fue al carrete, pero tampoco Y. Al día siguiente teníamos que ir a San Bernardo a grabar un baby shower para el examen (el irresponsable, si se quiere, había sido yo). El proyecto era un docureality que seguía a una familia numerosa que vivía con un solo sueldo mínimo, tratando de no caer en la pornomiseria, y una de sus integrantes iba a dar a luz muy pronto. En el carrete estaba N., mi competencia por los afectos de D., y en algún momento la conversación se centró en él y en sus posibilidades de que le saltara la liebre con ella. Por alguna razón los celos me deprimen, mucho, y esa ocasión no fue la excepción. Estaba borracho, en las últimas semanas D. había sido buena onda conmigo, solo porque no le quedaba otra, pero además pasó que me di cuenta de que mientras todos le celebraban sus oportunidades a N., nadie reparaba en que con la conversación yo la estaba pasando como el pico. No solo eso, nadie había reparado que yo también estaba dentro de la ecuación. El único que sabía era P. G.. En un momento me fui al baño a mear. Después de lavarme las manos y la cara me miré en el espejo, me quebré y me puse a llorar, tal como hace un rato atrás. Estuve llorando en el baño, quince, veinte minutos tal vez, hasta que llegó P. G. a buscarme, que me vió y al tiro entendió lo que pasaba. Nos sentamos en su cama y me acompañó mientras lloraba sin parar. Me acuerdo que le dejé la cubrecamas llena de lágrimas y mocos. Pasada media hora me dejó, mal que mal, tenía visitas y no podía ausentarse tanto rato. Me dormí. Desperté una horas después, muerto de sed y de calor. El departamento estaba en silencio, el carrete había terminado y habían numerosos bultos durmiendo en el living. P. G. estaba durmiendo en el suelo, tomado de la mano con J., que también ya he mencionado antes. No lo habíamos hablado nunca con P. G., pero para mí era obvio que para allá iba la cosa. Me alegré. Tuve que despertarlos eso sí. Pasa que N., competencia, compañero y amigo, nos iba a prestar un micrófono para la grabación que iba a tener en unas horas más y en la oscuridad no lo podía pillar. N. no estaba, así que no me quedó otra que preguntarle a P. si sabía dónde lo había dejado, que con un bostezo me indicó un librero. Le di las gracias, le recordé que su cama estaba disponible nuevamente y me fui. En esos años siempre me iba caminando desde su casa, lo que me tomaba unos 45 minutos, más o menos. Todavía estaba medio borracho, todavía era de noche y todavía hacía calor (creo que esto ocurrió a mediados de noviembre). Me gustaba irme por ese parque que está entre plaza Dignidad y las torres Tajamar (siempre se me olvida su nombre). Fue lo que hice, muy agradecido de ser hombre y no mujer, hay que reconocer. Iba pasando entre la calle y un paradero cuando de repente se asomó una persona que trató de cruzar por plena avenida Providencia, a trastabillones. Era un indigente que estaba más borracho que yo. No tenía zapatos ni polera, los jeans estaban andrajosos y se le caían un poco de la cintura y aunque tenía un abdomen tan voluminoso como un tonel, tenía las piernas tan delgadas como las mías. De lo que no me puedo olvidar es de su piel. La tenía cubierta de una roña que me hizo recordar al agorex cuando se seca sobre tus dedos. Como se asomó de improviso por detrás del paradero, me asustó. Con esfuerzo y torpeza siguió tratando de cruzar la calle y justo pasó un auto, que venía a toda velocidad y le hizo el quite, vociferando la bocina con rabia. Reaccioné y lo arrastré a la acera. El hombre hablaba sin parar, pero estaba tan borracho que no le podía entender nada y seguía insistiendo en cruzar a toda costa. Traté de explicarle que no estaba en condiciones de hacerlo todavía, que era mejor que esperara un rato. Lo obligué a sentarse a un costado del paradero, en el suelo (me daba miedo que se fuera a caer de la banca), le hice prometerme que no iba a intentar cruzar en un buen rato más, y me fui. Después de todo, tenía que grabar en una horas y la jornada iba a ser larga, necesitaba descansar de mi noche de mierda, que no se comparaba con la de este pobre señor, obviamente. Mientras me despedía me di cuenta de que, a pesar del calor, estaba tiritando con vehemencia, pero fui un conchadesumadre egoísta y aún así lo abandoné. Ya estaba amaneciendo cuando iba por plaza Dignidad y fue ahí que se me metió en la cabeza que a lo mejor el señor estaba tiritando porque tenía hipotermia. Me devolví unos minutos, pensando en si debía llamar a una ambulancia, pero al final no lo hice y retomé el rumbo a mi casa. Apenas llegué me acosté, pero la caña y la culpa no me dejaron tranquilo. Me dormí como a las nueve de la mañana. Me desperté pasadas las once. Mientras me levantaba, almorzaba y preparaba los equipos para la grabación, busqué en internet si había ocurrido lo que temía, si el señor había fallecido, atropellado o por culpa de una hipotermia de fantasía. No encontré nada. Nos juntamos con D. e Y. en un metro de Puente Alto y nos fuimos en auto a San Bernardo. Y. nos dejó en la casa de una tía y yo y D. nos llevamos los equipos a la locación. Tuvimos que caminar por una comuna que no conocíamos con equipos costosos, como quince, veinte minutos. La excusa de Y. para no llevarnos en auto fue que le daba miedo dejarlo estacionado en la calle, así que quería dejarlo en la casa de su tía. Como siempre que tenía una salida de esas, se la discutimos, pero al final bajo no me acuerdo qué argumento, aceptamos; me gusta pensar que di mi brazo a torcer por lo hecho concha que yo estaba. El muy culiao llegó como una hora después y no me caben dudas de que aprovechó de tomarse una once con la señora, mientras yo y D. nos desvivíamos ayudando a la familia para decorar el salón de eventos de la junta de vecinos en el que se iba a hacer el baby shower. D., que le tiene fobia a los globos, me ayudó pasándome decenas, mientras yo subía y baja una escalera metálica, un armatoste con forma de "torre" que igual era pesado, para pegarlos en el techo. Afuera estaba húmedo y nublado, pero hacía mucho calor. Abochornado, casi tropical. Cuando terminamos estaba empapado de sudor y exhausto. Llegó el hijoputa ese, nos preparáramos para grabar el baby shower y esperamos. La grabación duró como hasta las dos de la mañana. Algunas cosas que recuerdo: a Y. preguntándome por qué no bailaba un rato con D. (no supe decirle que le tengo fobia al baile), a D. poniéndome una cara horrible cuando vio que estaba tratando de tomarnos una foto a los tres (mientras descansábamos un rato en una sillas), a los quiltros de la familia protagonista del "docureality" pegándome unos cuantos tarascones en los tobillos y las muñecas. Llegué a mi casa como a las tres de la mañana del domingo. Estaba muerto, pero no podía dejar de pensar en el indigente.
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Escapril : Día 4
Fantasma
Solía se escéptico
Escéptico y lógico
Las manos de Matthew temblaron mientras sujetaba la taza d café , sintió como una gota ardiente se deslizaba por su mano, pero el dolor no importa, sus manos se sentían entumecidas tal y como se sentía el mundo entero.
Se sentó en el suelo y tomo un sorbo que le ardió la garganta y amenazo en devolverlo a la realidad, entonces el sonido de su lado lo hizo, Derek sentado a su lado temblando y con lagrimas silenciosas.
Derek solía ser alegre , sonreía siempre , el segundo anestesista que llevaba esperanza y un estomago fuerte para las muertes , ahora parecía ser un niño pequeño, Matthew despertó de su entumecimiento para ver como no era el único en la sala , todos parecían rotos mientras se escuchaban sollozos y el aire acondicionado del hospital .
Pero el mundo se osa a no serlo
Y me desquebrajo lo que creo
- Matthew , quiero vivir en un mundo normal – su voz rota hizo temblar a todos en la sala , todos veían , él no sabia que decir excepto lo que todos pensaban.
- Yo también - su voz estaba rota , como no se dio cuenta que su garganta se quemo con el café , que el suelo era frio y estaba lloviendo.
- Sus órganos no eran normales , pero lo intentamos – la voz temblorosa de Jessica le dirijo todas las miradas – ¿Su fantasma no nos acosa cierto ? - su miedo era palpable, ella estaba aterrorizada.
- Los fantasmas siempre nos persiguen – dijo en tono monótono desde el mueble Carl , cirujano principal , vio a muchos morir , salvo a muchos mas – debemos preocuparnos por lo que la prensa dirá – se resignaba mientras veía con seriedad a la ventana de la habitación de los doctores y la lluvia revotar en el vidrio ignorando la silueta arrugada de Vivian.
El silencio se planto lentamente , todos sentían frio , no fue culpa de ninguno de ellos no saber que el cuerpo del héroe los órganos y las posiciones eran diferentes , hicieron su mejor pero ahora sentían la impotencia , algo normal para su área de trabajo pero aunque la mayoría estaba acostumbrados a fantasmas de los que no pudieron salvar, ninguno estaba acostumbrado a que no pudieran hacer nada , que los sedantes no fueran funcionales , que los órganos y todo el sistema sean diferente.
Creí en lo físico
Ahora me arrastra vació.
- ¡Nadie nos dijo ! - grito rompiéndose lentamente Terence, anestesiólogo – nadie nos dijo que no era como un humano – sus gritos se convirtieron en susurros – somos monstruos – su susurro heló la sangre de todos , Derek comenzó a llorar , Jessica se había paralizado.
- No somos monstruos – dijo Carl – soy un cirujano desde los veinticinco , no fue nuestra culpa , el héroe fue herido por un villano, nadie nos dijo a lo que nos enfrentábamos , no eres un monstruo , no somos eso - su voz firme pero en el fondo se escuchaba cansada, derrotada.
- ¡ Nos pidió que lo matáramos ! - Terences comenzó a gritar – dijo que lo matáramos . ¡Yo era principal encargado de poner anestesia para que no sufriera y no servía ! -sus lagrimas tapaban toda su cara, Jessica estaba torciendo sus dedos , en el fondo sentado a lado de la ventana Vivian se movió , algo que no había echo desde que se sentó cerca a la ventana.
- Lo abrimos en vida para salvarlo, se suponía que estaba inconsciente, se suponía que no sentía dolor , yo puse todas las maquinas, debí darme cuenta , no es tu culpa Terence , es mía – dijo sin emoción vivían.
- ¡¿Acaso son niños para que no entiende lo que les digo ? ! - grito haciendo que todos lo miraran , Carl respiraba fuerte y su rostro estaba enojado – no es culpa de ninguno , soy el cirujano principal y no es mi culpa que sus órganos fueran diferentes, Jessica es la anestesista y no es culpa que el paciente se comenzara a mover , Terence es el anestesiólogo y no es culpa que no funcionara los calmantes porque era otra biología , Derek es el anestesista asistente y no es culpa no saber que hacer mientras un hombre pedía morir y Matthew es enfermero de quirófano y no su culpa no haber podido tapar las heridas y Vivian eres técnico y no es tu culpa que las maquinas no funcionaran – su voz era suave , cansada , firme – no es culpa nuestra haberlo abierto , intentamos salvarlo , no somos monstruos y no quiero verte otra vez decirte eso a ti misma o a cualquiera de tus compañeros – su voz era firme pero todos podían ver las lagrimas de Carl y como por un momento se le sumaron diez años de edad.
Acosando mis sueños
Fantasma no misericordioso.
La habitación no en silencio sino llena de se sollozos: Derek temblaba sosteniendo sus rodillas, el café de Matthew se regaba por su manos ,Jessica tenia los dedos virados mientras lloraba , el llanto de Terence era desgarrador , Vivian tenia lagrimas pero su expresión estaba en blanco , Carl estaba llorando con la mirada al suelo.
Ninguno de ellos podría quitarse la imagen del héroe gritando que lo maten , que lo maten porque dolía que lo abrieran, no podrían olvidar como murió ,como ellos de cierta forma le mataron , nunca se olvida a los que mueren en el quirófano , nunca se olvida a los fantasma.
Pero este fantasma los perseguiría por la eternidad , ¿Cómo podían seguir con esto si no sabían si había mas gente que desafiaba a los libros de medicina ? , ¿ cómo podrían ayudar ?, estaban atetados , pero por ahora solo lloraron totalmente destrozados.
El fantasma me encontró
Mientras estaba en lamento
Luego el mundo perdió todo sentido, el héroe ensangrentado y con la ropa destruida los vio parado desde la puerta con cara desconcertada, el fantasma había venido de verdad a matarlos, eso pensaron todos , porque no se supone que luego de ese tipo de heridas alguien se levante.
Carl acoto su muerte resignado, en su mente se burlaba de que moriría por algo sin explicación ; Jessica torció su dedo tan fuerte de pánico que se rompió pero apenas reaccionó , todavía llorando en silencio mientras la sangre caía al suelo; Derek se puso en posición fetal, su llanto debiera ser desgarrador pero sus dientes desgarraban su labio y lengua en un intento desempedrado de no llorar.
Matthew simplemente toco la cabeza de Derek , Derek el mas joven de todos, mientras su manos se entumecieron por completo mientras ya no podía ver nada porque sus ojos estaban repletos de lagrimas; Vivian tenia el rostro sin color y en blanco pero su cara estaba repletas de lagrimas mientras la suave luz de la noche las iluminada y Terence dejo de llorar y sonrió sintiéndose como un monstruo de cuentos que su madre le leyó antes de dormir hace tantos años.
- Eres nuestro fantasma – dijo suavemente con su voz ronca de gritar y rota de miedo – ¿ puedes matarnos sin dolor a pesar del que te causamos ?- su suplica quebró en absoluto a todos.
Solo se escuchaba la respiración de seis personas y un fantasma mezclados con aire acondicionado , el rebotar de gotas , de lluvia, de lagrimas y de sangre , entonces aquel horrible ruido silencioso se rompió cuando el fantasmas tomo un suspiro y hablo.
Yo ruego y grito
Aquel ser solo sonrió
Aquel ser que cree por error
Aquel fantasma que me mató
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información de equipo quirúrgico
#escapril#escapril 2021#fantasma#relatos#relato corto#héroes#doctores#escritos de dolor#poesia libre
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Nuevo Post: Evite hacer dieta Haga cambios positivos
Nuevo Posten http://lasdietassaludables.com/evite-hacer-dieta-haga-cambios-positivos/
Evite hacer dieta Haga cambios positivos
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Se habla mucho. de las dietas, porque en realidad muchos fracasa en su objetivo, por eso evite hacer dieta, solo haga cambios en. sus hábitos y costumbres y eso lo llevará al éxito.
¿Por qué simplemente decir la palabra «D», sabe que es «dieta» y le trae pensamientos inmediatos de fracaso a la mente de muchos hombres y mujeres de todo el mundo? ¿Podría ser que todos hayamos aprendido por ensayo y error que las dietas simplemente no funcionan? Sé que muchos de ustedes están sentados con la boca abierta en este momento. Después de todo, este es un artículo sobre dietas, ¿verdad? Lo es y no lo es. Hacer dieta es el beso de la muerte para muchos, mientras que una nueva fase en su vida o un ajuste de estilo de vida pueden ser lo que significará el éxito para usted y sus objetivos de salud y fitness.
Para algunos, comer es una adicción. Desafortunadamente, no se puede dejar de comer, como un fumador puede dejar de fumar. No estoy afirmando de ninguna manera que dejar de fumar sea fácil, pero ¿cuánto más difícil sería si te obligaran a consumir solo tres al día? En ese punto, también puede disfrutarlos cada vez que sienta el impulso, ¿verdad? Lo mismo ocurre con la comida. Debes comer para sobrevivir. No puedes vivir sin comer. Esto significa que si la comida es un problema en tu vida, debes encontrar una forma más saludable de ver la comida.
¿No es aquí donde las dietas generalmente son útiles? La respuesta corta es no. Aquí es donde las dietas a menudo fallan. Las dietas hacen muy poco por cambiar la forma en que vemos la comida. De hecho, la mayoría de las dietas solo sirven para decirnos qué alimentos son buenos, qué alimentos son malos y qué alimentos (por lo general, la mayoría de los alimentos que disfrutamos más) son estrictamente tabú. Las dietas comienzan obligando a las personas a sentirse privadas o castigadas. Y a nadie le gusta sentir ninguna de estas cosas.
Sin embargo, lo que es peor es que nos castigamos aún más cuando nos deslizamos por los senderos rectos y muy estrechos en los que nos colocan nuestras dietas. Esto significa que vamos a revolcarnos en la culpa por cada pequeño paso en falso que damos hasta que nos rindamos todos juntos y decidamos complacernos una vez más e ignorar la culpa por completo.
Para tener un verdadero éxito, debe hacer un cambio de estilo de vida. Esta es la única forma en que podrá deshacerse de esos kilos no deseados sin experimentar la horrible culpa de que muchas personas que hacen dieta pasan por todos y cada uno de los pasos del camino con sus dietas. Fíjese metas para usted. Manténgalos agresivos pero realistas para hacer ejercicios, bajar de peso y comer nuevos alimentos saludables. Incluso si su objetivo es tan simple como comer 5 porciones de vegetales al día, es una buena manera de comenzar.
Cambia tu forma de comer. Luego cambie su forma de ver la comida y experimentará cambios sorprendentes en sus actitudes hacia su salud, su cuerpo e incluso su nivel de condición física. Cuando empiecen a bajar los primeros kilos, empezará a sentir más energía y menos dolor al hacer ejercicio. Esto debería ayudarlo a mantenerse motivado para hacer aún más a medida que pasa el tiempo.
No crea que las metas de pérdida de peso a largo plazo serán tan fáciles de lograr como las primeras cinco o diez libras. La consistencia es de vital importancia al realizar estos cambios en el estilo de vida. Tome cada día como venga y comience de nuevo al día siguiente. Esto significa que incluso si hoy se cae completamente «del vagón», puede comenzar de nuevo mañana. El truco está en mantener el rumbo la mayoría de los días y aprender la moderación y el equilibrio cuando se trata de desviarse de lo recto y lo estrecho.
Hay muchas formas de fallar cuando se trata de hacer dieta y conozco personas que han fallado en casi todas las que puedo imaginar. Sin embargo, no hay forma de fallar cuando estás haciendo cambios positivos en tu vida que están obteniendo resultados positivos. Puede llevar semanas, meses o incluso años alcanzar su objetivo. Siempre que esté haciendo esfuerzos y progresos constantes y continuos, estará haciendo muchas cosas excelentes para su salud y bienestar.
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Resplandor entre Tinieblas - Capítulo 73. Oscuro y maligno
Resplandor entre Tinieblas
Por WingzemonX
Capítulo 73. Oscuro y maligno
Damien Thorn se había acostumbrado rápidamente a siempre tener el control de cualquier situación, y especialmente a no ser tomado por sorpresa por nadie. La única que lo había logrado en los últimos tiempos era la escurridiza de Abra Stone, y de cierta forma no podía descartar que su situación actual no fuera culpa de ella, aunque fuera indirectamente. Su mente quizás se encontraba mucho más dispersa por lo ocurrido el día anterior de lo que creía, imposibilitándole prever que las tres personas que esperaba fueran a llegar justo ese día, y que se meterían en su pent-house bajo sus narices; aunque no literalmente, pues en realidad él ni siquiera se encontraba ahí cuando pasó, pero eso no lo hacía menos chocante.
Estando ahí de pie en la sala, con las tres niñas delante de él, se cuestionaba a sí mismo cómo era que aquello había ocurrido. Pero al final de cuentas no importaba; ya había pasado, y lo que debía hacer ahora era encargarse de la situación cómo siempre.
Respiró lentamente por la nariz, intentando recuperar su perpetuo temple calmado. Sonrió confiado, y se paró derecho, tomando una postura mucho más segura y menos atónita.
—Vaya, qué inesperada sorpresa —musitó el muchacho con elocuencia—. No las esperaba justo hoy...
Hizo el intentó de avanzar hacia ellas, pero en ese mismo instante Esther estiró por completo su brazo con el arma en su dirección, y escuchó el click del seguro retirándose.
—No te muevas de ahí, chico —le amenazó la mujer de Estonia con firmeza, y Damien decidió hacerle caso. Samara a su lado, pareció alarmarse un poco por esto, mientras que Lily aún no parecía dispuesta a intervenir, pero se vio más interesada en ver lo que ocurría.
Al parecer hasta hace poco las tres habían traído pelucas puestas, pues una negra, otra castaña y una rubia yacía en el suelo entre las demás cosas. Esther traía su cabello suelto sobre sus hombros, con un vestido color lila, un tanto anticuado, y botas altas. Lily usaba su camello recogido en una cola, tenis y jeans, además de un suéter rojo y una chamarra de mezclilla. Samara, por su parte, tenía su largo cabello suelto, como bien le gustaba, y traía una blusa rosada, una chaqueta marrón, y una falda blanca. Esther había cuidado bien que pudieran cambiar seguido de apariencia y así pasar desapercibidas. Astuta; se veía que sabía bien lo que hacía.
—Por favor, Leena —masculló Damien con tono burlón—. ¿Es necesaria esta hostilidad luego de este tiempo?
La mirada de Esther se tornó agresiva, y sus dedos se tensaron aún más contra el mango de su arma. Evidentemente no había superado el mal humor que le había causado su última conversación por teléfono. Aquello de hecho le trajo a Damien un recuerdo de su primer encuentro, en aquel feo y pequeño departamento en el que ella vivía. Era interesante ver que las cosas habían avanzado mucho desde aquello, pero al mismo tiempo no tanto.
Antes de que Damien pudiera decir algo más para intentar calmar las cosas, los tres guardaespaldas que lo acompañaban no tardaron en aparecer, tomando posiciones; dos detrás de él y uno más justo delante, protegiéndolo con su cuerpo.
—¡No se muevan! —Gritó el hombre de hasta adelante—. ¡Suelten sus armas y tírense al piso!, ¡ahora!
Los tres guardias tenían sus pistolas afuera y apuntaban cada uno a una de las niñas. Éstas, sin embargo, no parecieron del todo preocupadas, salvo Samara aunque no más de lo que ya estaba anteriormente. Por su lado, Esther mantuvo su brazo firme en su posición, con su arma apuntando al frente sin titubear.
—Aguarden, aguarden —intervino Damien, abriéndose paso para colocarse delante—. Todo esto es sólo un malentendido. Las señoritas son mis invitadas.
—Damien, mataron a dos de nuestros hombres —escuchó que comentaba Verónica, escondida detrás de todos los guardaespaldas.
—Nosotras no fuimos —comentó Lily de pronto con absoluta apatía, encogiéndose de hombros—. Se lo hicieron ellos mismos. Se estaban poniendo pesados, así que les di un empujón para que se calmaran. Pero lo llevaron demasiado lejos; no es nuestra culpa.
Terminó su comentario introduciendo una papa frita en su boca y comenzando a masticarla, como si lo que hubiera dicho fuera de lo más normal. Los tres guardias se miraron entre ellos, incrédulos.
—De seguro lo consideraron necesario —secundó Damien—. Yo lo entiendo, descuiden.
—Damien... —Profirió Verónica, sorprendida por tales palabras.
—Tú cállate —le reprendió Damien con molestia, volteando hacia atrás sobre su hombro—. Cuando quiera tu opinión te la pediré. Por lo pronto, no estás ayudando con tu histeria.
Verónica agachó su mirada, apenada pero también molesta. La escena tan horrible del pasillo la había hecho olvidar un poco su discusión, pero parecía estar comenzando a recordarla.
Damien se olvidó de ella por el momento y se viró de nuevo hacia las chicas. El arma de Esther seguía alzada, aunque de nuevo su ángulo de tiro se encontraba justo en dirección a la frente del joven Thorn.
—Por favor, Leena —musitó Damien, casi riendo—. Baja eso que estás poniendo nerviosos a los chicos.
Esther guardó silencio unos momentos, mientras sus ojos verdosos recorrían lentamente a los tres guardias, que igual que ella no habían retrocedido ni un paso en su clara intención de disparar a la menor provocación.
—Ellos primero —señaló Esther, apuntando con su cabeza a los tres hombres. Sin decir nada, se volvió claro que ninguno estaba dispuesto a hacer tal cosa por su propia voluntad. Pero quizás sí por la de su amo.
—Ya oyeron a la señorita Klammer —apuntó Damien, colocándose justo entre ambos grupos, dándole la espalda a Esther y encarando a sus propios hombres—. Bajen sus armas, ahora…
Su voz se tornó profunda y grave, y sus intensos ojos los miraron con amenaza latente en ellos. Sería claro para cualquiera que aquello no era, ni por asomo, una petición sino una orden absoluta. Los guardias vacilaron, pero uno a uno comenzaron a hacerlo, y retrocedieron dos pasos.
Cumplida su parte, Damien se giró de nuevo hacia las inesperadas invitadas, esperando que la mujer mayor hiciera lo mismo. Por un instante no hubo cambio, y Esther continuó apuntándole al rostro. Por la mente de algunos, incluso del propio Damien, corrió la posibilidad de que en realidad no tenía pensado bajarla. Al final, para fortuna de todos, una sonrisa de satisfacción se asomó en los labios de la mujer, y entonces bajó el arma, colocándola sobre la mesa de centro delante de ella.
—Te presento a las chicas, mocoso —enunció Esther, recargándose cómodamente contra el sillón—. La encantadora Samara, y la señorita sonrisas, Lilith. Chicas, nuestro anfitrión, el señor Thorn, quien financió esta pequeña aventura que hemos tenido juntas.
Los ojos de las tres se posaron completamente en él, incluso los de la distraída Lily. Samara no dijo nada, y sólo asintió, quizás queriendo decir “mucho gusto” con ese simple ademán. Lily, por su parte, fue bastante más directa.
—¿Tú eres quién me estaba buscando? —Inquirió la joven de Portland, mirándolo de arriba abajo con escepticismo—. Te imaginaba más impresionante.
Y de nuevo, introdujo una papa a su boca y la masticó tranquilamente.
—No me juzgues tan pronto —le respondió Damien, fingiendo sentirse ofendido—. Por mi parte, estoy encantado de conocerlas al fin, pues las estaba esperando con muchas ansias. Lamento recibirlas en estos trapos, pero como dije no las esperaba hoy y tenía otro compromiso. —Su vista se desvió un poco hacia las papas y el helado regado por la mesa y el suelo—. Pero veo que se pusieron cómodas en mi ausencia.
—Sentimos el desorden —se apresuró a comentar Samara, sinceramente apenada.
—Yo no —añadió Lily con la misma indiferencia de antes.
—Descuiden, están en su casa —comentó Damien, sonriente—. De hecho, ¿por qué no vamos a la cocina y vemos si les podemos ofrecer algo más decente de comer? ¿Me acompañan las tres? Sirve que hablamos con más calma y empezamos a conocernos un poco.
Lily suspiró con algo de fastidio, pero se paró de la silla con completa normalidad. Esther por su parte pareció dudar un poco, y notó que Samara la veía, quizás esperando escuchar su opinión al respecto.
—A esto vinimos, querida —le susurró Esther juguetona, y entonces se paró también—. Andando entonces.
Samara también se levantó de su asiento rápidamente y siguió a sus dos acompañantes con su cabeza agachada.
—Perfecto, por aquí —les indicó Damien para guiarlas a la cocina. Antes de irse, sin embargo, se detuvo unos momentos—. Ah, Verónica, encárgate de limpiar eso, ¿quieres? —le ordenó a la joven italiana, señalando todo lo que estaba tirado en la sala—. Y también eso —añadió, señalando ahora a los dos cuerpos en el corredor.
—¡¿Yo?! —Espetó Verónica, casi horrorizada por la petición—. Pero, ¿qué se supone que...?
—Usa tu imaginación, si es que tienes —le respondió el joven desdeñosamente, y entonces siguió su camino hacia la cocina sin prestarle más atención a cualquier otra queja que quisiera agregar.
— — — —
La cocina del departamento era amplia, con acabados de madera clásicos de color negro. En el centro tenía una larga isla de granito, con tres bancos en uno de sus lados para ser usada como desayunador.
—Tomen asiento, por favor —les pidió su anfitrión a las chicas, señalando con su mano hacia los bancos a un lado de la isla. Las tres se aproximaron y arrastraron los bancos hacia atrás para poder sentarse cómodamente en ellos—. Una pregunta indiscreta, Leena. ¿Cómo dieron con este lugar exactamente?
—No fue difícil; deberías cuidar más lo que compartes en tus redes sociales, Damien —respondió la mujer extranjera con una sonrisa burlona, aunque ésta rápidamente desapareció, volviendo a la agresiva que tenía atrás en la sala—. Y creo haberte dicho que me llamaras Esther, estúpido mocoso.
—Cierto, creo que lo olvidé —comentó el Thorn, riendo un poco. Comenzó a entonces a hacer una inspección por los gabinetes y estantes de la cocina, así como del contenido del refrigerador de dos puertas, para determinar qué tenían disponible para comer. Evidentemente no era mucho—. Creo que sólo puedo ofrecerles unos emparedados, pero veamos la forma de hacerlos especiales, ¿sí?
—Lo que sea estará bien —le respondió Samara con gentileza, provocando que tanto Esther como Lily la voltearan a ver al mismo tiempo, un tanto confundidas por esa actitud.
El joven tomó entonces los diferentes ingredientes y los fue colocando sobre la isla: la barra de pan, jamón, queso amarillo, tomates, lechuga, mayonesa, mostaza, pepinillos y cátsup. Colocó también tres platos. Mientras hacía esta recolección, les iba hablando de manera casual y calmada, como si estuviera dándoles alguna clase de escuela.
—Déjenme presentarme cómo se debe, ¿les parece? Mi nombre es Damien Thorn, de los mismos Thorns de Thorn Industries. De seguro habrán visto algunos de nuestros productos en más de una ocasión.
Alzó en ese momento la barra de pan blanco para mostrarles la parte trasera del empaque, en donde entre todos sus datos se podía ver el distintivo logo del globo terráqueo, con THORN en letras grandes delante de él, y debajo de éste la leyenda: Thorn Industries Est. 1889. Samara y Lily se estiraron hacia adelante para verlo mejor. Esther, por su lado, ya sabía de antemano lo asquerosamente rico e influyente que era la familia de ese chico, así que no necesitaba más confirmación al respecto.
—Somos pilares de la industria alimenticia, tecnológica y, recientemente, armamentista —añadió Damien, tomando de nuevo el pan y sacando seis rebanadas de la bolsa.
—¿Y tú eres el dueño de todo eso? —Cuestionó Lily, sorprendida.
—Algo así. Tengo la mayoría de las acciones de la empresa en mi poder, de una u otra manera. Pero no podré hacer uso de ellas hasta que cumpla la mayoría de edad. Mientras tanto, hay otras personas que se encargan de administrarlo todo por mí.
Comenzó sosegadamente a untar mayonesa a la mitad de las rebanadas, para luego hacer lo mismo con la mostaza en las otras tres.
—Como Leena, alias Esther, de seguro ya les contó, hace unas semanas la busqué y la contraté para que las buscara y las trajera hasta acá. Para así poder conocerlas en persona.
—¿Y eso incluía dispararme, golpearme, y tenerme amarrada a una cama por días? —Masculló Lily mordaz, mirando al chico con intensidad.
—No explícitamente —bromeó el muchacho mientras continuaba con su preparación—. Pero me gusta darles libertad creativa a las personas que trabajan para mí.
Aquella broma no le pareció graciosa a la niña castaña, que hizo el ademán de querer ponerse de pie, y sólo ella sabía con exactitud qué pensaba hacer después de eso. Esther se apresuró a tomarla del hombro para detenerla, y ambas se miraron mutuamente. La mirada de la mujer de Estonia, y un poco los pensamientos que rondaban en la superficie de su mente, le indicaron a Lily el mensaje de: «Si quieres tus respuestas, al menos aguarda un poco más antes de explotar», idea que a ella no le apetecía, pero que igualmente aceptó, por lo que se volvió a sentar como antes en su silla.
Damien cerró los frascos de mayonesa y mostaza y pasó entonces a colocar en cada par de panes una rebanada de jamón, y sobre ésta una más de queso amarillo. Lo siguiente fue una capa de lechuga, previamente lavada en cada uno. Para los tomates, también previamente lavados, tomó un cuchillo para cortar tres rebanadas, una para cada emparedado.
—¿Cómo es que supiste de nosotras? —Preguntó Samara abruptamente, bastante interesada.
—¿Y para qué nos quieres exactamente? —Añadió Lily, algo agresiva—. Eso me importa más.
—Son buenas preguntas, pero la respuesta es tanto larga —indicó Damien, señalándolas con el cuchillo que estaba usando.
Una vez que cortó el tomate y lo colocó, tomó tres pepinillos para cada uno, un poco de cátsup, y entonces por última la rebanada final de pan, justo encima de todo. Esa era la forma en la que Ann solía prepararlos cuando iban a la cabaña en Twin Lakes. No los hacía así por nostalgia o algo parecido, sino más bien por mera costumbre; o al menos así lo creía él. Normalmente iban acompañados de papas, pero por lo que vio en la sala era poco probable que quedará alguna o que sus invitadas tuvieran ánimos de más.
—Díganme algo, señoritas —murmuró centrando la atención en las tres, estado él de pie en el lado contrario de la isla—. ¿Ustedes creen en la maldad? —Soltó la pregunta al aire, dejando un tanto confundidas a las tres. Luego de unos momentos de silencio, rio como si acabara de contar una graciosa broma que sólo él entendió—. Qué tonta pregunta, ¿a quiénes les estoy preguntando esto? Si ustedes saben de sobra que existe gente malvada, ¿no es así? Algunos lo son porque nacieron para serlo
Tomó en ese momento uno de los platos con emparedado y lo colocó delante de Lily.
—Otros lo son porque piensan que el mundo se los debe de sobra.
Hizo entonces lo mismo con otro de los platos, colocándolo ahora enfrente de Esther.
—Mientras que para otros, pareciera que más bien el mundo no les diera otra alternativa…
Y por último, colocó el tercero enfrente de Samara, mirándola con gentileza al hacerlo. La muchacha de Moesko intentó ocultarse detrás de su cabello, apenada.
—Y luego existe el otro tipo de maldad —continuó Damien, apoyando sus manos sobre la superficie de granito—. Aquella que describen en los cuentos, que te acecha desde debajo de la cama, se mete en tus sueños y los convierte en pesadillas. La que te destruye y devora por dentro. Aquella que no se hace o decide serlo… simplemente lo es…
La atención de las tres se centró al unísono en el muchacho. Incluso Lily, que sin dudarlo mucho había comenzado a comer su emparedado, parecía sumida en sus palabras, y en la forma en las que la pronunciaba.
Damien sonrió complacido al ver que había captado su interés.
—Yo soy como ustedes, señoritas —prosiguió—, en más de un sentido. De entrada, puedo hacer cosas inusuales, como influir en la mente y corazones de la gente, entre varias cosas más. Y, de hecho, por mucho tiempo creí que era el único que podía hacer estas cosas, pues toda mi vida he estado rodeado de personas que me han repetido sin cesar que soy alguien especial, alguien único, alguien con un claro y glorioso destino. Sin embargo, recientemente conocí la existencia de personas como ustedes, con habilidades únicas, casi mágicas como las mías. Personas con...
La expresión que deseaba usar en ese momento se le escapó de la mente, y no fue capaz de completar su frase rápidamente.
—Personas con el Resplandor —comentó Samara de pronto. Y aunque no era precisamente en lo que Damien estaba pensando, sí fue bastante revelador escucharlo.
—Conoces ese término —señaló el muchacho, un tanto sorprendido al ver que alguien aparte de Abra lo usaba.
—Así es como Matilda y sus amigos lo llaman —aclaró Samara, y casi de inmediato un rastro de melancolía la subyugó al recordar a Matilda.
—Sí, también lo he oído —comentó Damien, intentando recuperar su centro—. El caso es que saber al respecto, me ha hecho tener ciertas dudas sobre el rumbo que ha tomado mi vida hasta ahora, y lo que debería hacer de aquí en adelante. Es por eso que he estado buscando y, se podría decir, estudiando a estos individuos “especiales”, intentando encontrarle algún sentido a quién soy, o qué soy realmente. Y aunque me he cruzado con algunos sujetos interesantes en esta búsqueda, ninguno se ha acercado a lo que realmente buscó: una conexión o semejanza conmigo. —Su sonrisa se amplió de una forma casi mordaz—. Hasta que me encontré con ustedes tres...
—¿Tres? —Masculló Esther de pronto, algo confundida.
—Sí, tú también, Esther. ¿Enserio creíste que te pedí a ti ir por ellas sólo por mero capricho? Tú también eres parte de esto. ¿O ya olvidaste lo que prometí que te daría si cumplías este trabajo?
Esther permaneció seria, sin decir nada más. Sin embargo, para el ojo perspicaz sería evidente el hecho de que aquello la había tomado desprevenida.
—¿Qué crees que tenemos de semejante a ti exactamente? —Inquirió Lily, bastante más incrédula que la mujer sentada a su lado.
Damien volvió a reír, en esos momentos casi estridentemente. Alzó entonces su mano derecha y la colocó plácidamente sobre su propio pecho, presionándolo con algo de fuerza.
—¿Qué no lo ves, Lily?, ¿no lo sientes? Esto que tenemos dentro de nosotros, esto que nos da estas habilidades... no es algo que deba ser llamado con un nombre tan luminoso como Resplandor, ¿o sí? No, nada de eso. Para nosotros cuatro, esto que tenemos en común no es algo brillante o bueno, sino algo oscuro y maligno. Un resplandor envuelto en tinieblas, se podría decir… Yo sí lo siento. Lo sentí en cuanto supe de ustedes, y lo siento aún más teniéndolas ahora justo delante de mí.
—Pues yo no siento nada —respondió Lily rápidamente, aunque inconscientemente tuvo que desviar su mirada, quizás rehuyendo la del muchacho.
—Eres dura, ¿verdad? —musitó Damien, divertido.
—¿Entonces qué? —Intervino en ese momento Esther, justo después de darle la primera mordida a su emparedado—. ¿Eres un niño rico que se cree malvado y buscas amiguitos igual de malos que tú para hacer travesuras juntos? ¿De eso se trata todo esto?
—Es más complicado que eso, Esther. Mucho más complicado... ¿Recuerdan que les conté que siempre he tenido personas a mi alrededor diciéndome que tengo un destino que cumplir? Dicho destino es, ni más ni menos, el de gobernar, destruir y reconstruir el mundo. Hacer que la humanidad se postre ante mí, traer el Fin de los Tiempos, y alzar a mis seguidores a lo más alto. Sin presiones, ¿no?
Las tres niñas se sobresaltaron; más que sorprendidas, confundidas.
—¿De qué demonios estás hablando? —soltó Esther, algo asertiva.
Damien sonrió ampliamente en una mueca torcida bastante incómoda de ver. Posó sus ojos lentamente en cada una, y por separado sintieron un fuerte escalofrío recorrerles el cuerpo.
—Luego, vi salir del mar a una Bestia con diez cuernos y siete cabezas —comenzó a pronunciar con fervor el joven Thorn como si fuera una poesía—. En cada cuerno tenía una corona y en cada cabeza tenía escrito un nombre que insultaba a Dios. La bestia era como un leopardo con patas de oso y boca de león. El Dragón le dio a la Bestia su poder, su trono y gran autoridad. Una de las cabezas de la Bestia parecía que había recibido una herida mortal; pero fue curada, lo que tenía al mundo entero asombrado, y seguía a la bestia. —Extendió en ese momento sus brazos hacia los lados en un apose de poderío—. Adoraron al dragón por haberle dado su poder a la bestia y también adoraban a la bestia y decían: "¿Quién es tan poderoso como la bestia, como para poder pelear contra ella?"
—El Libro del Apocalipsis —musitó Esther, apenas siendo capaz de pronunciar palabra. Sus ojos pelones miraban atentamente al chico delante de ella, pasmada ante la idea que le había recorrido la cabeza—. ¿Estás tratando de decir lo que creo que estás diciendo?
—¿Qué cosa? —le cuestionó Lily, igual de afectada que ella pero sin entender del todo por qué.
—Al parecer nuestro anfitrión cree que es La Bestia que sale del mar. En otras palabras... el puto Anticristo.
—¿Qué? —Exclamó Lily incrédula, girándose de nuevo hacia el muchacho que sólo las veía sonriente.
—¿De verdad? —Preguntó Samara en voz baja, mirando también al chico con bastante asombro inundando su rostro.
Damien se encogió de hombros con tranquilidad. Tomó entonces una rebanada de jamón del empaque, la enrolló y comenzó a comerlo.
—Eso es al menos lo que siempre me han dicho desde que tengo algún rastro de memoria —les respondió mientras comía su pequeña aperitivo—. Que me dio a luz una chacal llamada María, concebido por el propio Dragón, y con la Marca de la Bestia en mi cabeza —señaló en ese momento justo a la parte trasera de su cabeza.
—Ajá, ¿puedo verla? —Cuestionó Lily, escéptica.
—Quizás en otra ocasión —respondió Damien burlón, y comenzó entonces a tomar todo lo que había sacado para los emparedados para volverlo a poner en su lugar.
—Entonces… ¿Satanás se cogió a una chacal? —Comentó Esther con ironía—. ¿Cómo se habrá visto eso?
—Por favor, Leena; hay niñas presentes —se quejó el joven Thorn mientras continuaba con su labor—. No crean ni por un segundo que no me doy cuenta de lo ridículo que todo esto les está pareciendo, señoritas. Pero cuando eres un niño tonto que no entiende ni cómo es que llueve o cómo realmente se hacen los bebés, te tragas lo que sea. —Cerró con algo de fuerza la puerta del gabinete tras el que guardó el pan, y entonces se viró de nuevo hacia ellas—. Pero ya no soy un niño tonto, y mucho menos un adolescente tonto. Bestias, trompetas, copas… La gente sigue volteando al cielo en busca de señales del Fin del Mundo, en lugar de mirar a su alrededor y darse cuenta de que ya se está destruyendo ante ellos. Y eso aplica también a aquellos que me han criado y enseñado todo esto; un montón de viejos adoradores del Diablo, que quieren seguir al pie de la letra profecías y escritos de hace más de dos mil años, a los que les quieren dar cientos de interpretaciones dependiendo de cuál les conviene más. Pero yo me pregunto: si tenemos que acabar con este mundo —se encogió sutilmente de hombros—, ¿por qué no hacerlo a nuestro modo?
El silencio reinó en la cocina, mientras las tres invitadas digerían a su modo todo lo que acababan de escuchar. Sólo ellas mismas sabían las ideas que les recorrían sus cabezas, aunque Lily ciertamente podía percibir algo del desconcierto que inundaba a sus dos acompañantes, por encima del suyo propio.
—¿Para eso nos buscabas? —Preguntó de pronto Samara, observándolo con asombro—. ¿Quieres que te ayudemos a destruir el mundo…?
A las otras dos le parecía ridículo escuchar tal pregunta en voz alta, pero lo cierto es que a ellas también se les había ocurrido la misma conclusión.
Las tres observaron al chico en silencio, aguardando a escuchar cuál sería su respuesta. Damien pareció pensativo, como si no hubiera esperado que le preguntaran tal cosa. Se cruzó de brazos y se apoyó contra la superficie de la cocina, mirando hacia el techo.
—Tal vez sí... tal vez no. Aún no lo decido…
Aquella respuesta no ayudó casi nada en aliviar su incertidumbre.
Luego de un rato, el chico se separó de la cocina y aplaudió con fuerza, como queriendo obligarlas a despertar.
—Pero tendremos mucho tiempo para discutirlo —señaló con confianza—. Por lo pronto, haré que les preparen una habitación. Las tres tendrán que compartirla; no hay problema, ¿o sí?
—¿Esperas que nos quedemos aquí contigo? —Masculló Esther, desconfiada.
—No es que tengan muchos sitios a donde ir, ¿o sí?; en especial tú, Esther. Aquí estarán seguras, y ni la policía ni nadie más las molestarán.
Las tres niñas se miraron entre ellas, aunque ninguna dijo nada a favor o en contra de la propuesta. Ciertamente habían pasado unos días complicados viajando a escondidas, y les vendría bien descansar tranquilas en un sólo lugar. Y ese departamento en realidad no estaba para nada mal.
—¿Podemos usar la alberca? —Cuestionó de pronto Lily, indiscreta.
—Por supuesto, es toda suya —le respondió Damien, apuntando con su mano en dirección a la sala, por donde se salía a la terraza—. Pónganse cómodas mientras yo me ducho y me cambio, ¿de acuerdo? Están en su casa.
Dicho eso, le sacó la vuelta a la isla y se dirigió a la salida de la cocina, mientras las tres niñas lo miraban.
—Muchas gracias —le susurró Samara despacio, sonriéndole levemente. El chico sólo la miró y asintió agradecido, continuando justo después su camino hasta salir de la cocina.
—¿Muchas gracias? —Soltó Lily, casi molesta, una vez que Damien se fue, extendiendo su rostro hacia Samara aunque Esther estuviera entre ambas—. No seas tan arrastrada.
Samara se alarmó por ese repentino regaño.
—¿Y tú la criticas? —Intervino Esther, empujándola de su cara para que retrocediera—. ¿Podemos usar la alberca? —Repitió, usando un tono poco agraciado—. Qué fácil te compran, Lily.
—Cierto, mejor le hubiera pedido una maleta llena de dinero para hacer todo lo que me diga, así como tú, ¿no?
La mirada de Esther se volvió tensa y fulminante, pero había otros sentimientos sobre sus hombros que sosegaban dicho coraje. Preocupaciones que hacían que Lily, y su irrespetuosa manera de hablar, le fueran menos importantes.
—No fue sólo por el dinero.
—¿Y por qué más entonces?
—Eso no te importa.
—Me importa si por ese motivo nos trajiste a la casa de un completo demente —exclamó Lily molesta, y casi por reflejo miró sutilmente a su alrededor para asegurarse de que realmente estaban solas—. Digo, tú no eres precisamente el mejor ejemplo de salud mental. Pero, ¿el Anticristo?, ¿enserio? ¿Qué maldita tontería es esa?
—Esto es igual de nuevo para mí que para ti. Obviamente cuando lo conocí no se presentó de esa forma. Y de todas formas, ¿por qué estás tan segura que son tonterías? ¿No eres tú acaso el demonio en el cuerpo de una niña que se alimenta de la felicidad de la gente?
Lily se sobresaltó al oír eso, viéndose incluso preocupada. Miró de reojo a Samara, qué sólo las observaba desde su taburete en silencio. Se forzó a sí misma a recuperar la compostura, y mirar de nuevo a Esther con firmeza.
—Eso era lo que mis padres creían —declaró la niña de Portland con seriedad.
—¿Entonces no lo eres? —Le preguntó Esther justo después, a lo que Lily permaneció en silencio. Al parecer no estaba dispuesta a responderle de forma directa. En su lugar, contestó con otra pregunta:
—¿Entonces tú sí le crees? —Cuestionó Lily, acusadora—. Sé que quieres creer que Dios o “Algo Más” —pronunció marcando con sus dedos las comillas—, te sacó de ese lago congelado y te devolvió la vida por un motivo. Pero no por eso le vas a creer a cualquier perdedor con algunos trucos de magia que es el Anticristo.
—Yo no dije que le creyera —se defendió Esther tajantemente, aunque de inmediato se tranquilizó—. Pero admito que estoy intrigada, y hace mucho que un hombre no me hacía sentir intrigada. —Se inclinó un poco hacia ella en ese momento, como si fuera a susurrarle un secreto—. ¿Por qué no intentas meterte en su cabeza y vemos qué oculta ahí…?
—¡No! —Escucharon ambas como Samara pronunciaba efusivamente. Se viraron al mismo tiempo hacia ella, y notaron la mirada casi aterrorizada de la chica de Moesko—. No lo hagas, no debes…
—¿Por qué no? —Le preguntó Lily, intrigada por su reacción tan abrupta.
Samara vaciló un poco antes de responder. Se giró entonces lentamente hacia la superficie de la isla, divisando su propio reflejo en ésta, junto con el brillo de la luz sobre ellas.
—Solamente creo que sería peligroso —señaló la Samara, despacio—. Él podría hacerte daño…
Esther y Lily se miraron la una a la otra, las dos igual de aturdidas por esas palabras. Samara había permanecido casi por completo en silencio desde que llegaron a ese lugar; de hecho, casi no había pronunciado palabra desde que salieron del aquel motel a las afueras de Eugene. El que de repente les dijera algo como eso les resultaba… curioso, por lo menos.
—Tú sí le crees, ¿verdad? —Le cuestionó Esther, con tono inculpador—. Piensas que todo lo que nos dijo es cierto. ¿Por qué?, ¿sabes algo que no nos has dicho?
Samara no respondió, y agachó más su cabeza, ocultando más su rostro detrás de sus cabellos. Esther la contempló fijamente, como queriendo leerle la mente y poder descubrir cuál era el origen de esa actitud. De pronto, una posibilidad se le ocurrió, y en cuanto le dio forma una sonrisita picarona se dibujó en sus delgados labios.
—¿O acaso…? No me digas que el chico te gustó —Le preguntó de pronto juguetona, provocando que Samara alzara alarmada su rostro, y sus pálidas mejillas se enrojecieran. Esther rio divertida al ver esa reacción—. ¿La pequeña Samara ya está en esa edad? Admito que es atractivo… para ser un mocoso.
Samara siguió en silencio. Sólo miró a ambas con ojos asustados, y con su rostro aún más rojo que antes.
—¿Hablas enserio? —Exclamó Lily, hastiada—. Qué asco… Y yo que creía que eras más avispada que eso.
—Eso dices ahora —le respondió Esther antes que Samara dijera algo, si es que pensaba hacerlo—. Pero ya te llegará el momento a ti también.
—Lo dudo completamente —respondió Lily con bastante seguridad—. No existe en este mundo un hombre que pudiera llegar a ser aunque sea remotamente interesante para mí.
Esther se rio con condescendencia a la ingenuidad de la niña.
—Al inicio no te importa que los chicos sean interesantes, sólo que sean lindos. Luego lo lindo no es suficiente, y entonces ya buscas lo interesante. Después el dinero es un gran agregado. Y ya al final, sólo los quieres para una cosa, y para ello casi cualquiera te sirve.
—¿Para qué? —Preguntó Lily, curiosa.
—Ya lo sabrás, si tienes suerte.
Lily no pareció nada convencida, pero tampoco lo suficientemente interesada. Soltó un chisteó de fastidio, y entonces se bajó de su taburete. Sin decir nada, salió de la cocina, posiblemente con la intensión de volver a la sala y seguir viendo su serie.
Esther bufó, divertida. Una vez que Lily se fue, se viró de nuevo hacia Samara. Su rubor se había suavizado, pero la incomodidad que se reflejaba en sus ojos no se había mermado ni un poco.
—Pero no te hagas falsas esperanzas, querida —pronunció Esther—. Él tiene dieciséis o diecisiete, y tú sólo doce. Los chicos de su edad sólo piensan en tetas grandes, piernas largas, traseros firmes, y labios carnosos. —El rubor volvió a las mejillas de Samara al oír tales descripciones—. Y tú, lamentablemente, no tienes ninguna de esas cosas. Aunque en unos cuatro o cinco años más, quizás te funcione…
La expresión de Esther se volvió seria, y luego incluso algo melancólica.
—Suertuda de ti —susurró despacio mirando hacia un lado, y entonces se puso también de pie para retirarse en la misma dirección en la que se fue Lily.
Samara se quedó en su sitio, sin intención de seguir a sus dos acompañantes. En su lugar, una vez que se quedó sola, tomó el emparedado que le había hecho Damien, y comenzó a comerlo lentamente en pequeñas mordidas.
— — — —
Justo como había dicho que haría, Damien se fue directo al cuarto de baño de su habitación para darse una ducha rápida. Acababa de participar toda la mañana y gran parte de la tarde en ese tedioso torneo de tenis, y había tenido que recibir a sus visitas con esa apariencia poco pulcra y formal. Igual le parecía que había logrado darles la impresión que deseaba darles. Ahora sólo debía esperar a que digirieran todo lo que les había dicho, y sacaran sus propias conclusiones. Sabía muy bien que esa conversación sería sólo el comienzo, pero confiaba que todo se pusiera muy entretenido de ahí en adelante.
Aun así, seguía molesto por haber sido tomado por sorpresa en ese espacio que había convertido temporalmente en su hogar. No culpaba a sus tres invitadas del hecho; en realidad, el que hayan logrado hacer tal cosa hacía que se convenciera aún más de su decisión. Pero sabía justo a quién culpar, y se encargaría de hacérselo saber en cuanto lo viera.
Salió de su ducha mucho más limpio, y cómodo. Pensaba vestirse un tanto casual para la cena de esa noche. De momento sólo se había colocado su ropa interior y unos jeans azules, y estaba eligiendo el resto de su atuendo, cuando alguien llamó a la puerta, tímidamente.
—Adelante —respondió por mero reflejo, pensando que quizás era alguna de las recién llegadas. Apostaba por Esther, que seguro iba a reclamarle el resto de su pago. Sin embargo, cuando escuchó la puerta abrirse y se viró hacia dicha dirección, lo que se encontró fue el rostro sorprendido y apenado de Verónica, que parecía estar dudando entre entrar o retirarse—. Ah, eres tú —comentó Damien, apático—. Pensé que saldrías huyendo luego de ver todo eso. Pero supongo que subestimé tu sentido del deber con tu ama Ann.
Aquel comentario tan despectivo pareció ayudarle a decidirse. Sobreponiéndose al estado medio vestido del muchacho, decidió dar unos pasos más hacia el interior del cuarto, pero sin cerrar la puerta; quizás por si tenía que salir rápidamente.
—Sólo vine a decirte que ya limpié la sala —informó Verónica, procurando no mirarlo directamente, pero tampoco permitiéndose desviar su mirada del todo con sumisión—, y llamé a alguien de la Hermandad que se encargará de... la limpieza de lo otro. Pero igual, me parece que alguien tendrá que responder por lo ocurrido.
—¿Crees que esos son los primeros cadáveres en el armario de la Hermandad? —Musitó Damien, distraído—. No seas tan ingenua. Si alguien tiene algún problema, que venga y me lo diga de frente.
De su armario sacó una camisa de tela delgada que asemejaba a mezclilla, y tras inspeccionarla unos segundos decidió que sería adecuada para cenar con sus invitadas. Se la colocó, y cuando se giró de regreso hacia la puerta mientras se la abotonaba, vio a Verónica aún ahí de pie, aguardando como un leal perrito.
—¿Algo más?
Verónica respiró lentamente por su nariz, y entonces avanzó un par de pasos más hacia él.
—Quería saber, ahora que esas niñas están aquí, cuál son tus planes —indicó la joven, intentando ser lo más firme posible—. Tenía entendido que te estabas quedando en Los Ángeles sólo para reunirte con ellas. ¿Qué piensas hacer ahora que llegaron? ¿Considerarías volver de una vez a Chicago? ¿Piensas llevarlas contigo?
—¿Eres tú quien lo pregunta o es Ann? —Soltó Damien acusadoramente. Verónica, sin embargo, no respondió—. No tengo decidido todavía lo que haré, y definitivamente no sería sencillo subirlas a un avión considerando que están siendo buscadas. Así que, por lo pronto, me quedaré un poco más aquí en lo que me decido.
—Damien, no puedes seguir escondiéndose aquí —indicó Verónica sonando casi preocupada—. Tarde o temprano tendrás que volver y darles la cara a la señora Thorn y a los demás Apóstoles…
—¿Esconderme, dijiste? —Espetó fastidiado el joven Thorn, alzando un poco la voz—. ¿Eso piensas que hago aquí?
Verónica dio un paso hacia tras, acercándose un poco a la puerta, pero evitando salir corriendo. Volvió a respirar lentamente, y se paró firme, ahora sí con su rostro alzado.
—Yo… no quise decirlo… así… Sólo… pienso que estás enojado con la Hermandad, pero al mismo tiempo no te atreves a separarte de ella; de sus comodidades y beneficios. Además de que quizás aún no estás seguro de que en efecto lo que te han dicho hasta ahora sea mentira. Y sería posible que te estés escondiendo aquí... intentando evitar tomar una decisión definitiva al respecto. Y eso no es justo, porque… o estás con nosotros o no lo estás...
Damien se había quedado en su sitio, sólo mirándola atentamente mientras ella pronunciaba todo aquello, al parecer cada vez teniendo menos cuidado en sus palabras. Pero entonces, el chico comenzó a avanzar de la nada apresuradamente hacia ella, con sus ojos casi enrojecidos de la rabia que los cubría. Verónica se quedó petrificada al inicio, pero cuando ya lo vio inminentemente sobre ella, tuvo el reflejo de darse la vuelta y salir corriendo; ni siquiera lo pensó, pues sus piernas prácticamente se movieron solas. Pero su intención fue inútil, pues él rápidamente la tomó de un brazo con fuerza, deteniéndola, y con su otra mano cerró la puerta, azotándola y cortando así cualquier ruta de escape.
Verónica sintió entonces como la tomaba de su cabeza por detrás, y la pegaba, con cierta rudeza, contra la puerta, presionando su mejilla derecha contra la superficie lisa de está. Verónica se quedó inmóvil en su lugar, apretando sus ojos con fuerza presa del terror; incluso se le escaparon algunas lágrimas.
—¿De dónde sacaste esas agallas tan repentinas para hablarme de esa forma?, ¡¿eh?! —le susurró Damien con voz carrasposa, estando de pie justo detrás de ella mientras la seguía presionando contra la puerta—. Anticristo o no, sólo necesito desearlo para así aplastarte como el insecto que eres, ¿lo entiendes? Y si creíste por un segundo que la protección de Ann me detendría de hacerlo, entonces eres aún más ingenua, ¡y estúpida de lo que pensé!
—Yo... —intentó decir algo, pero las palabras se ahogaban en su garganta con los sollozos que la invadían.
Verónica no tuvo duda alguna de que lo decía enserio, y en verdad sintió que estaba dispuesto a cumplir su amenaza en ese mismo lugar y momento. Después de todo, para él sólo era una humana cualquiera; un alma más que podía aplastar en cuanto así le apeteciera. Y el miedo a morir le invadió de una manera tan intensa y real, como nunca había sentido antes. Y en ese momento en lo único que pensaba era en su madre, y se lamentaba no sólo nunca haberle sido de verdadera utilidad, sino haberle fallado justamente en ese momento en el que más la necesitaba.
“Estoy desesperada, hija… Por primera vez me siento insegura y rodeada de enemigos. No puedo confiar en Lyons, y ahora ni siquiera en Damien. Sólo te tengo a ti. Por favor… te necesito como mi aliada en esto.”
Sin embargo, para su fortuna y sorpresa, Damien no le hizo nada más, mucho menos aplastarla como bien había dicho que podía hacer si así lo deseaban. Repentinamente el muchacho la soltó y se alejó un paso de ella. Las piernas de Verónica flaquearon y se doblaron un poco. A pesar de estar contra la puerta, no pudo evitar caer de rodillas.
De inmediato se viró para verlo, pegando su espalda contra la puerta, y empezando a alzarse lo más rápido que sus temblorosas piernas se lo permitían. Damien ya se había alejado de ella, y ahora se había acercado a su cajonera para sacar algunos calcetines; con tanta normalidad como si lo de hace unos momentos no hubiera ocurrido en absoluto.
—Si estás tan preocupada porque volvamos a Chicago —empezó a decirle mientras revisaba el cajón—, ¿porque no buscas una manera en la que pueda sacar a una criminal rusa buscada y dos niñas secuestradas conmigo sin llamar la atención? Si encuentras la forma, nos vamos; todos nos vamos. ¿Trato?
Verónica a sus espaldas seguía siendo incapaz de responderle. Ya se encontraba de pie con su espalda contra la puerta, pero temerosa de acercar su mano aunque fuera un poco al pomo de la puerta.
—Mientras tanto, ¿por qué no ves que mis invitadas se instalen en su cuarto y estén cómodas? ¿Sí?
Agitó una mano en el aire sin mirarla, indicándole con ese pequeño acto que se retirara de una buena vez. Pero incluso con esa autorización de su parte, igual Verónica tuvo que forzarse duramente a sí misma para al fin moverse y abrir la puerta. Una vez que giró la manija y la puerta se abrió a sus espaldas, sintió al fin aunque fuera un poco de alivio.
—Con tu permiso —susurró despacio, pero el muchacho siguió sin mirarla. Lo último que vio antes de cerrar la puerta, fue como se sentaba en la cama para colocarse los calcetines negros que había elegido.
Tuvo problemas para caminar una vez que estuvo fuera, y se quedó apoyada contra la pared un rato mientras intentaba recuperarse. Su corazón le latía desesperadamente, y se le dificultaba respirar. Era increíble el efecto que ese chico tenía en las personas con su sola cercanía. Realmente era alguien… o algo… fuera de lo normal.
¿Y esas niñas que había estado buscando? ¿Mataron a dos hombres y se sentaron en la sala a ver la televisión y comer? ¿Quién hacía algo como eso? Verónica estaba aterrorizada de lo que esos cuatro tenían planeado hacer. O, quizás, lo más aterrador era que justamente no había ningún plan…
FIN DEL CAPÍTULO 73
#Damien Thorn#Verónica Selvaggio#the omen#Damien#Esther Coleman#Leena Klammer#orphan#Lily Sullivan#case 39#Samara Morgan#the ring#resplandor entre tinieblas#wingzemonx#fanfic
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Time Road fanfic wigetta - CAPÍTULO 2
Martes 11 de junio del 2019, Andorra.
Cuando era joven, me imaginaba muchas veces la chica con quien daría mi primer beso, cómo serían sus ojos, su piel, su cabello y su linda sonrisa, me imaginaba ser querido profundamente, donde después pasaríamos muchos años juntos, nos casaríamos y tendríamos hijos, como una familia normal, igual como lo fue mi madre y mi padre.
Ahora yo estaba aquí, en medio de un sueño que parecía tal real, el calor que entregaban estos finos y suaves labios, el roce de su barba en mi mentón, su mano firme agarrando mi cintura ¿Quién era este hombre? Por alguna razón hacía que cada parte de mi cuerpo cediera ante él, como si su aliento fuera una extensión de mí.
El hombre se apartó lentamente mostrando una hermosa sonrisa – estas empanado chiqui ¿has comido algo?- yo seguía perdido en su blanca sonrisa, me había tomado tan por sorpresa ese beso que no sabía si lo que sentía era repulsión o gustar, mi estómago experimentaba una sensación extraña, jamás antes había sentido algo así, su voz se adentraba en mi cabeza y me dejaba cegado de todo mi alrededor, incluso de las mismas palabras que salían de su boca.
-Chiqui... Guille ¿estás bien cariño?- las palabras del chico de a poco me iban haciendo reaccionar ¿Qué estaba haciendo? Retrocedí alejándome de sus manos, no podría creer que yo me había dejado besar por un hombre.
-Papá samu ¿me harás de comer?- el chico después de mirarme extrañado volteó a donde la niña y se agachó para darle un cariño en la nuca –si querida, ¿Qué quieres que te cocine? Soy un chef increíble- yo no sabía aún que decir, esta escena se me hacia tan extraña y además, ese beso lo sentí tan real que se me hace difícil pensar que esto solo era un sueño.
-Quiero comer de las gulas que tan bien sabes hacer papá- la chica sonrió dulcemente y volvió a correr a darme un abrazo.
-Aunque prefiero muchas veces como cocina mi papi Guille- ¿padre? ¿Por qué otra vez esta chica me llama así? Realmente me estoy volviendo loco.
Solté los brazos de la niña con mucho cuidado de mí, miré por última vez al chico de barba y no pude evitar correr hasta la entrada.
Corrí desesperadamente de ese lugar, no sabía que estaba sucediendo y me entraba miedo, que una niña pequeña me llamara padre, despertara de pronto en una gran casa bien arreglada y… joder… ser besado por un hombre, que puto asco tío, ¿Por qué tengo esta clase de sueño?
Cuando corrí lo más alejado que pude, me detuve a tomar un poco de aire, de tanto correr llegué a un pequeño parque, solo bastó unos segundos para percatarme que había salido con la pijama puesta, debo verme como un loco ahora mismo.
Me senté un poco para tratar de poner mi mente en orden, todo era tan repentino que se me hacía difícil pensar los motivos de estar aquí, miraba a mi alrededor por si algo se me hacia familiar, pero no había caso, el barrio no lo conocía, tampoco sabía quién eran esas personas.
Recordaba aquellos cuadros colgados en las paredes, donde yo estaba feliz y parecía que yo pertenecía a este sitio, Karol incluso aparecía en ellos ¿Cómo es que todo esto está ocurriendo?
Miraba desesperanzado en suelo, sentía que volvía a estar dentro de mis pesadillas, esas que tanto traté de suprimir, sería posible que todo esto sea… ¡no, no puede ser! Hace años que no volvía a hacer estos siniestros viajes, además, no los recordaba tan reales, es imposible que esto se traté de una premonición.
Trataba de agarrarme fuertemente la cabeza, maldecía el polvo que había corrompido mi mente estable, no podía ser que todo lo que había soportado, los tratamientos tan duros, los estudios en las noches, todo… fuera en vano, bastó con solo una dosis para que volvieran mis fantasmas a atormentarme, ¿no bastaba tener que llevar la culpa de la muerte de mis padres en mis hombros? ¿Por qué tenía que ser yo el que sufriera esta maldición? Porque eso era… una horrible maldición.
-Chiqui…- un ligero susurro y una mano cálida se posaron en mi hombro despertándome de mis tormentos, era ese chico… ¿me siguió?
-¡Suéltame!- le hice el quite con la mano para apartar la suya, no quería nada de nadie, solo quería morir de una santa vez, no estaba listo para volver a tener estos sueños.
-Guille… ¿Por qué te alejas de mi?... ¿te hice algo malo? Si es así… lo siento…- el chico se trató de arrodillar para mirarme a los ojos.
Su mirada mostraba una extrema preocupación, podía notar que incluso como le dolía mi rechazo, se apretaba ambas manos como si quisiera detenerlas para no tocarme, todo para tratar de no espantarme y salir huyendo como hace poco.
-No sé quién eres… este no es mi mundo… todo esto es una ilusión, es imposible que yo este con un hombre…- mis temores tomaron el control de mi boca, expulsaba todas mis inseguridades sin ser consecuente de que pudiesen dañar, solo quería despertar, que esto desapareciera, mañana tendría el juicio de mi hermana, no puede ser que esto suceda antes de un evento tan importante.
-Guille… me estas asustando… ¿te golpeaste la cabeza macho? Tu frente está algo hinchada- efectivamente sentía dolor en la frente, cuando desperté me había caído directamente del sofá… o la cama, ya ni siquiera puedo saber cómo desperté, esta ilusión se mezclaba con mi vida, pero esta vez no puede terminar las cosas como antes… debe haber un modo de que pueda dejar de tener estos sueños.
-No eres real… tu solo eres un sueño y esta vez no voy a dejar que me dominen, no arruinaran mi vida otra vez- alcé la voz lo más que pude, como si al asumir que todo era falso pudiese regresar a mi sofá, a ese basural de apartamento que tenía, aún si fuese una mala vida… era lo único que me quedaba… no quería perder nada más…
El chico puso un semblante serio después de mi grito desesperado, sentía que me miraba con mucha cautela, estaba inmóvil frente a mí, suspiró un poco y volvió a dirigirme la palabra.
-así que… esto es un sueño para ti… ya veo…- yo me quedé viéndolo a los ojos, veía cómo su expresión se relajaba cada vez más, se quitó el saco que tenía puesto y me la enseñó como si me la estuviera pasando.
-Ten… aún estas en pijamas… yo… iré a la casa ahora, victoria quedó muy asustada cuando huiste…- yo dudé si recibir aquel sacó, pero no podía hacer más el ridículo, me sentía patético estando así en la calle, lo tomé y me la puse casi de inmediato.
-¿Por qué no vienes también? Podremos encontrar una solución juntos si hablamos civilizadamente- el chico me volvió a mirar a los ojos algo triste y retrocedió a donde se encontraba la casa.
Yo miraba atentamente como se iba, sus pasos eran lentos, pero no volteó a mirarme, supongo que estaba esperando mi respuesta.
Sinceramente yo no quiero volver, quiero despertar de este sueño de una vez por todas, en el periódico mostraba que me encontraba dos años en el futuro, ¿puede ser eso posible? cuando era pequeño mis sueños como máximo sucedían en meses, ¿Por qué de pronto aumenta considerablemente esa brecha de tiempo?
Por más que trataba de buscar respuestas a mis dudas, no lograba tener una solución clara… si esto de verdad es el futuro… ¿está mal saber cómo llegué hasta aquí?
Encontraba que esa era la alternativa que podía tomar, pero para ello tenía que ir tras ese chico… si yo estoy aquí… el único que podía informarme con detalle era él… ostras… no puedo creer que tenga que regresar…
Resignado, volví a aquellos pasos que me habían impulsado a salir de ese lugar, regresaba nuevamente a donde mi día comenzó, rodeado de esas fotografías que aún no pasaron, lleno de recuerdos que algún día yo guardaré… donde estaban esas personas que esperaban de vuelta a mi otro yo…
Cuando llegué a la puerta, noté que estaba abierta, como si de algún modo ese chico sabia que volvería ¿tanta fe tiene en mí?
Abrí la puerta despacio y caminé tímido a ese gran salón, estaba la niña viendo televisión y el chico poniéndose un delantal de cocina.
Él miró a donde yo estaba y mostró una pequeña mueca alegre –que bueno que hayas decidido volver, ahora haré el almuerzo ¿te importaría que habláramos después? Tu… también debes tener hambre- traté de tomarme las cosas con más calma, la chica estaba alado mirándome asustada, si él iba a hablar conmigo después, lo mejor sería esperar.
-Si… esperaré- el sujeto sonrió y se dirigió a la cocina para empezar sus preparativos, yo mientras tanto echaba un vistazo la casa, contemplaba nuevamente las fotografía, sin duda la persona que aparecía en ellas era yo, con una sonrisa que jamás pensé algún día mostrar… de solo verlas más impaciente estaba en saber ¿Cómo es que llegué hasta aquí? ¿Qué era para esta gente? ¿Qué era para mí este chico?
Pasó una hora donde el sujeto llamó a la mesa, la niña animada corrió a sentarse para devorar el plato que había preparado aquel hombre, yo me senté lo más alejado de ellos, no quería ser descortés, pero me sentía incomodo de alguna forma, esto le pertenecía a mi yo del futuro…
-Victoria, los profesores me felicitaron por tus notas- dijo quebrando el silencio el chico – jejej si me estoy esforzando mucho, papá Guille me ayuda estudiando en las noches, es muy inteligente, quiero ser alguien como él-.
Me quedé en silencio impactado con lo que la niña había dicho ¿yo un ejemplo? Si supiera lo derrumbado y triste que había sido mi vida, realmente cambiaria su opinión sobre mí.
Seguíamos comiendo los tres en aquella mesa, yo miraba y escuchaba como conversaban tan alegres, me envolvían en un acogedor y tibio ambiente, daban ganas de ser parte de su charla, pero me negaba a caer, esto era un sueño, al siguiente día esto se acabará, tengo que dejar de pensar que todo esto puede ocurrir, los médicos me lo han recomendado, todo estaba en mi mente.
La tarde pasaba rápido y yo aún no podía hablar con el chico, estaba tan pendiente de la niña que me preguntaba si se le había olvidado que yo estaba ahí, lo único que podía hacer mientras tanto era pasearme por cada rincón de la casa, veía notas que yo había puesto, revisé incluso mi celular que encontré en la habitación donde me había despertado, todo indicaba que yo no dormía solo…
me senté en la orilla de la cama mirando el suelo, estaba pensando todo lo que me había encontrado, era impresionante que un día yo estaría viviendo aquí, pero también pienso que puede ser un sueño creado por mis deseos.
Tener una familia, una casa… eran impulsos que hicieron crear esta fantasía, porque… a mi no me gustan los hombres... ¿porqué me casaría con ese sujeto? Todo carecía de sentido, el tener una hija, el haberme casado con un hombre, que mi hermana estuviera feliz en esas fotografías conmigo… mi futuro no puede tener todo esto, yo no me lo merezco.
El sonar de la puerta me hizo levantar la vista, era ese hombre, había entrado a la habitación muy silencioso –victoria se durmió… lamento haberte hecho esperar, solo no quería que ella se sintiera asustada nuevamente- dijo dando unos pasos a donde yo estaba.
-No te preocupes… lo entiendo- respondí en voz baja, el chico se sentó en la otra orilla de la cama, estaba manteniendo su distancia, eso lo valoraba, pero por alguna razón me hacía sentir incomodo.
-¿Estás viviendo una premonición Guillermo?- preguntó mirando a la pared, yo giré velozmente para ver su rostro, ¿Cómo?.... a caso ¿él sabe de mis premoniciones?
-¿Quién te dijo eso?- pregunté pálido, el chico suspiró sutilmente y me respondió mirándome fijo a los ojos –me lo contaste tu… de hecho, pasas hablándome de tus sueños Guille, así que no se me hace raro tu reacción…- ¿estaba hablándome en serio? No puede ser que este chico vea tan natural mi asunto, que tu pareja te cuente sus sueños con premoniciones es de lo más extraño, ¿Por qué aceptaría a alguien así?
-¿c… como es que tú y yo terminamos juntos?- pregunté titubeante, estaba tan nervioso que mis manos no se quedaban quietas, el chico sonrió ante mi pregunta y se acercó un poco más para relatar su respuesta.
-Bueno… nos conocimos hace dos años… tu ibas a una entrevista importante y yo te ayudé a llegar… la verdad… no sé cómo fue que generamos esa clase de química, pero los siguientes días seguíamos en contacto, las cosas se dieron con el tiempo… al principio te dio miedo el que te gustase un chico, sufrimos por eso, me revelaste tu pasado y yo lo acepté… te sentías tan mal con lo de tus padres… que mi corazón me gritaba que no te abandonara… y no me arrepiento de haberle hecho caso…- escuchaba atentamente todo lo que me decía, mis ojos se perdían en su forma de expresarse, en sus bellas palabras… parecía todo tan lindo, que me costaba creer que era yo el protagonizaba de ese relato.
-Después de sincerarte conmigo, intentamos empezar una clase de relación informal, queríamos ver si funcionaría algo entre nosotros y así fue… no pasó mucho tiempo en descubrir nuestros sentimientos, nos enamoramos… yo sigo estando enamorado de ti… -tragué un poco de saliva al escuchar esa directa confesión, jamás alguien me había dicho algo de tal magnitud, no podía evitar que mis mejillas fueran victimas del sonrojo, aún si fuera un hombre que lo dijera… la palabra amor impone.
-Pero… ¿y la niña?- pregunté todavía confuso, el chico miró hacia abajo, como si tratara de esquivar mis ojos, sentía que durante todo el día estaba reprimiéndose, pero no evitó que pudiese hablar a anchas conmigo.
-¿Hablas de victoria?... ella, es nuestra hija… estuvimos peleando durante meses con los papeles, todo con tal de que pudiésemos adoptar a un niño, finalmente llegó el esperado día y fue como cantar victoria… por eso la escogimos, aparte de sentir una conexión especial con ella, nos cautivó a ambos…- sus palabras reflejaban ternura cuando comenzó a hablar de la niña, sus sonrisa era contagiosa y no pude evitar impregnarme de ese hermoso sentimiento…
-Vaya… suena lindo… tener una familia…- el chico al escucharme me tomó de los hombros para que no apartara la vista de su mirada –Guille… tú tienes una familia, nosotros lo somos… bueno lo seremos… y seguro serás muy feliz, como tú me lo haces a mi cada vez que te veo sonreír… - los pelos los tenia de punta, mi piel se erizaba cada vez que este hombre me decía sus sentimientos de frente, no sabía como tomármelo, mis emociones eran sumamente contradictorias.
-Lo… lo siento, pero no puedo creer todavía que esté casado contigo… no me malentiendas… solo que después de las burlas hacia mi persona por ser un fenómeno… ¿resulta que también soy homosexual? No tío… no puedo… de verdad lo siento- las manos que me tenían sujetas estaban temblando, sus rostro volvió a cambiar a un aire triste, sentía como su corazón se rompía con solo ver sus ojos, pero yo no soy el Guille que conoce… y no creo poder serlo alguna vez…
-Bueno… entonces no puedo hacer nada… - el chico soltó mis hombros con decepción y se levantó despacio de la cama tomando unas cuantas almohadas.
-Iré… al sofá para que duermas sin preocupaciones… lamento… haberte decepcionado con tu futuro chiq… perdón… Guillermo…-dijo despacio para dirigirse a la puerta de la habitación.
-¡Espera! Solo… por curiosidad… ¿Cómo te llamas?- durante todo el día he estado contemplando cómo sería mi vida a lado de este hombre, pero jamás le pregunté cual era su nombre… aún si esto fuera un sueño… o un error en mi futuro, sentía un sentimiento de agradecimiento hacia él… lo mínimo que podía hacer era preguntárselo.
El chico abrió la puerta y salió dando un ligero asomó para mirarme y responder –Samuel… mi nombre es Samuel de Luque… - dejó de asomarse y cerró la puerta para dejarme completamente a solas en la habitación.
Samuel… ese era su nombre… Samuel de Luque… dice que nos conocimos hace dos años, pero no he conocido a alguien que se le parezca aún…
Me recosté agotado en la cama, estaba mi cabeza dando muchas vueltas respecto a lo que era, sería y no, me hacia cuestionar tantas cosas de mi personalidad actual, ¿Cómo era posible que de ser un chico tan solitario y derrotado haya conseguido todo esto? ¿Se debía a ese tal Samuel? O como dije antes… ¿era una ilusión en base de deseos frustrados? No lo sé, solo sentía temor por averiguarlo…
Mirando la pared unas largas horas, el sueño empezó a apoderarse de mí, me coloqué de lado para dormir mejor y antes de quedar inconsciente eché un pequeño vistazo a una fotografía en la mesa de noche...
“para nuestro amado Guille, feliz cumpleaños… te quiere, tu familia” la dedicatoria no tenía buena escritura, como si una niña pequeña lo hubiera hecho, se había escrito a un costado de la foto donde estábamos los tres y un perro.
Mis ojos se cerraron con calma tras ver ese hermoso obsequió, sin duda esta familia no parecía estar tan mal, era acogedora y había amor en los gestos de aquellos que compartirían su vida con la mía… realmente tengo envidia de mi yo del futuro…
La noche pasó a ser mas helada aquella noche, pero corría tranquila a comparación del agitado día, sentía que mi cabeza se aligeraba de aquellos malos pensamientos y mi cuerpo se relajaba.
Durante años tuve un completo miedo a la noche, a volver a dormir sin una pastilla… porque no quería presenciar la muerte de otro ser querido, o recibir una mala noticia y esperar a que sucediese, pero esa noche había sido tan placentera que por un instante olvidé que había estado dentro de esas horribles premoniciones…
El celular sonaba a lo lejos, mi somnoliento cuerpo percibía que era la hora de despertar, pero mi mente aún rogaba por permanecer en esa cómoda cama, que al despertar volviera a estar en ese hermosa casa y preguntarle más cosas a Samuel sobre mi futuro yo, imploraba tanto eso, que pasé por alto aquel molesto sonido para seguir disfrutando de mi apacible descanso.
Pasando un tiempo el celular vuelve a sonar, pero esta vez más fuerte, yo me desperté con mucha dificultad para ver quién estaba llamando, pero la llamada se cortó antes de poder tomar el teléfono.
Restregué mis ojos para despertar completamente y lo primero que observé fue el salón… estaba de nuevo en mi apartamento, lleno de grietas y con hongos por la humedad, había vuelto a mi realidad.
Me levanté del sofá con un dolor tremendo en la espalda, por lo que traté de estirarme para apaciguar el dolor.
Tomé el teléfono para saber por qué había echo tanto ruido y me encuentro con 10 llamadas perdidas y dos mensajes de texto ¿pero qué paso aquí? Fui al buzón para ver los mensajes y se me cayó tan solo de leer su contenido
“no creí que me fallarías… confié en ti…” era el último mensaje de mi hermana… me lo mandó a las 10:45… y yo lo leí a las 11:27… no podía ser que me haya olvidado del tramite más importante de mi vida… el juicio de mi hermana…
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Lamento la tardanza de este capítulo u.u me ha costado sentarme y escribir, últimamente me he sentido tan mal que la motivación se me escapa, bueno, logré escribirlo, no quiero faltar a mi compromiso de publicar los capítulos, a mi me gusta hacer esto, pero a veces los ánimos no te acompañan. Bueno que tengan un lindo día personitas :) yo seguiré escribiendo no se preocupen por ello, amo wigetta, me hace feliz crear tantas alternativas donde pudieron haberse conocido y demás, tomando en cuenta sus personalidades, su forma de ser con el otro, yo por eso sigo y seguiré shippeando n.n aún si ellos no estén juntos, cuídense y esta vez espero no fallar con mis publicaciones, besos.
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Los perros que protegen animales salvajes de la extinción
A lo extenso de la historia, los perros realizaron múltiples tareas prestando asistencia al ser humano. Una de las tareas más recurrentes que han desempeñado nuestros compañeros de 4 patas es la de perros que protegen animales de producción. Es decir, los animales de abasto que han acompañado al hombre desde el comienzo de la ganadería.
Sin embargo, en los últimos años se han encontrado otros usos para los perros, que han permitido a distintas especies silvestres disfrutar de una más grande protección. Los perros que protegen animales salvajes en riesgo de extinción son ya una situación en distintos paísesprincipalmente en el conjunto de naciones africano.
Proteger el ganado es asegurar a los animales salvajes
La situación es que los perros que protegen animales domésticos son los que aceptan, antes que nada, una más grande protección de los animales silvestres. El ser humano decidió ofrecer una más grande protección a los animales salvajes, y esto ha repercutido en la ganadería.
Aunque sin lugar a dudas debemos asegurar a los animales salvajes, la verdad es que lobos, leones y otros carnívoros atacan al ganado en extensivo. Esta forma de producción alimentaria está en contacto con la naturaleza, y por esto es obligado respetarla.
Sin embargo, la proliferación de huertas industriales hizo que los pastores no logren competir, ya que deseamos consumir productos de procedencia animal baratos. Esto provoca que cada vez les sea más difícil asegurar a su ganado de la fauna salvaje, y que recurran a actos horribles como envenenar animales, principalmente condenables si estamos hablando de animales en peligro de extinción.
Aunque estos sucesos tienen que ser condenados con penas de cárcel, es imposible ignorar la parte de culpa que comparte toda la sociedad. Tal vez debamos consumir productos sostenibles de zonas donde el lobo o el lince están atacando ganadopara que estos ganaderos tengan medios para convivir con los animales salvajes.
Las etnias de perros que protegen animales de producción
A lo extenso del globo terráqueo, hay múltiples etnias de perros que protegen animales de producción de los depredadores. En España es de sobra popular el mastín y su instinto de almacena, aunque hay otras etnias en todo el planeta.
El pastor de Anatolia pertence a los más populares. Este perro está siendo de gran impulso para asegurar al animal terrestre más rápido del planeta: el guepardo. Los guepardos fueron perseguidos por agredir al ganado de los pastores de Namibia y otros países africanosy entidades conservacionistas han empezado a regalar pastores de Anatolia a los ganaderos de estas zonas.
Gracias a esta idea, los ganaderos comenzaron a sentir el encontronazo positivo que tiene la existencia de enormes depredadores en su región de trabajo. Varios de sus hijos comenzaron a trabajar como guías de ocupaciones turísticas o inclusive como rastreadores e estudiosos que promueven la conservación de la naturaleza.
Igualmente, hay incontables etnias de mastines y perros pastores, cada uno ajustado a una región, un ganado y unos depredadores particulares. Entre otras cosas, el mastín tibetano y el cura del Himalaya han protegido desde hace tiempo a las cabras del leopardo de las nieves.
Perros que rastrean furtivos y fauna
Aunque asegurar el ganado contribuye a asegurar a los animales en riesgo de extinción, la verdad es que hay perros que protegen animales salvajes de otras formas. Una de las más recurrentes es que los perros usen sus capacidades de rastreo para buscar furtivos, animales heridos o especies amenazadas.
Un ejemplo de esto son los perros de San Humberto, que fueron usados en el parque natural más obsoleto de África: el parque de los volcanes de Virunga acoge a centenares de especies amenazadas, entre las que recalca el gorila de montaña por el que dió su vida Dian Fossey.
Los bautizados como congohounds mantienen a raya a los furtivos que se animan a poner trampas en el parque. Aunque la tarea de Dian Fossey redujo el furtivismo en colosal medida, aún se ponen trampas para atrapar antílopes y alimentarse de ellos, pero estas trampas son un riesgo también para los gorilas.
Otras etnias, como el braco de Weimar o el cura belga, fueron usadas en el parque de Krugerpopular por sus ciudades de leones y elefantes. Estos perros aceptan localizar rápidamente niveles de furtivismo para localizar a los probables infractores.
K9 Conservation lleva haciendo un trabajo en este aspecto a lo largo de numerosos años, y consiguió aunar los esfuerzos de perros y guardabosques para localizar rápidamente a los animales víctimas de la caza furtiva. Por medio de ello consiguieron socorrer la vida a varios rinocerontes que fueron dejados por los furtivos tras arrancar su cuerno.
Mientras, Big Life Tanzania ha usado al pastor alemán en su pelea contra los cazadores furtivosperfeccionados en trabajos de rastreo para asegurar a la fauna de Tanzania. Por medio de sus capacidades para localizar sustancias, han detenido a varios furtivos que transportaban cadáveres para ser vendidos en el mercado negro.
Algo positivo para los propios perros
De forma increíble, los perros que protegen animales salvajes son cada vez más recurrentes en ámbitos protegidos, y esperemos que esta novedosa ‘moda’ llegue a Europa para contribuir a otras especies amenazadas. Además, el uso de perros para guardar la naturaleza también tiene secuelas positivas para nuestros compañeros de 4 patas.
Y es que los perros de trabajo son entrenados con refuerzo positivo, y cumplir su labor es algo incitante y enriquecedor para ellos. Además, hay múltiples etnias que fueron perdiendo su herramienta por los cambios en la ganadería y en la sensibilidad al castigo animal, por lo cual los perros que protegen animales salvajes tienen la posibilidad de ser de etnias que perdieron su aptitud ancestral.
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