#secador pelo
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Miedo
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Black Friday 2024 es Amazonlas mejores ofertas de este sábado: un secador de pelo que arrasa en ventas al 62%, una pulsera Swarovski al 54%...
El último fin de semana del Black Friday 2024 llega con las mejores ofertas y descuentos que puedes encontrar. En Amazon se alarga hasta el lunes 2 de diciembre que es el Cyber Monday, si no quieres que se agoten los productos que quieres no esperes más a comprarlos. Seguir leyendo Source link original
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El secador de pelo y sus usos ✨ ¿Sabías que un secador de pelo tiene usos increíbles más allá de secar tu cabello? 🔥 Descubre cómo quitar etiquetas adhesivas, descongelar alimentos y moldear plásticos en solo segundos. ¡No te pierdas estos trucos y comparte los tuyos en los comentarios! 🙌 #Shorts 🔔 ¡Suscríbete para más actualizaciones! 👍 ¡Dale like y comparte!
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Hace un rato que ha salido de la ducha, pero todavía tiene algo de humedad en el pelo, que se le irá quitando con el tiempo. Prefiere secarse al aire, ha leído que el calor del secador puede ser perjudicial para el pelo y prefiere evitarlo.
Por eso, un par de gotitas de agua caen sobre el hombro de @doctordomine cuando Gary le da un beso en la espalda. Le abraza por detrás, todavía en camiseta interior y pantalón vaquero, y el susurra al oido. No hace falta que nos demos prisa, ¿No? Podemos quedarnos así un rato más...
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Los gayjóvenes sabéis que tenéis un plus. Los gayviejos, como el gay Pelusio, tenemos que utilizar trucos en nuestro día a día. Por ejemplo, cuando tiene que secarse para salir de la sauna, sin empapar la camisa, debe pasarse el secador de aire caliente. Pero como no ve con nitidez, echa mano del móvil y el zoom. Es una costumbre que ha adoptado como consecuencia de haberse quemado una vez el pelo del pecho y estar oliendo a muerto durante todo un día. Los gayjóvenes tenéis buena vista y no tenéis que practicar estos inventos raros.
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Día 16: Mistaken Identity
Fandom: Wednesday TV 2024
Relationship: Wednesday Addams & Enid Sinclair
Words: 1267
Resumen:
Wednesday por fin expresa verbalmente lo que siente por Enid.
________________
—Enid… — Wednesday susurró una vez más el nombre de su compañera que todavía dormía plácidamente y ella solo se volvió a acomodar en su almohada.
Wednesday la contempló con todo el cariño que sentía por ella, pero desde que regresaron de su pequeña aventura en aquella mansión abandonada, sentía que podía expresar físicamente lo que permanecía en su mente desde que conoció a Enid. Si bien siempre fue una persona reacia al contacto físico incluida su familia, en ningún momento rechazó la cercanía de Enid o las veces que caminaron juntas, solo que ahora ella fue la que tomó la iniciativa cuando regresaron a la Academia.
—¿Wends?— Enid se talló sus ojos porque todavía se encontraba envuelta por la neblina del sueño y tampoco podía creer que Wednesday estuviera cerca de su cama sosteniendo una bandeja. —¿Es para mí?— Se atrevió a preguntar.
—Sí Enid, es cerca del mediodía y aún no has probado ningún bocado, el ayuno puede ser malo para tu salud—. Wednesday se sentó en la colorida cama de Enid sosteniendo todavía el desayuno.
Enid estaba atónita frente a la respuesta y porque Wednesday se sentía a gusto estando cerca de ella, eso lo pudo ver reflejado en su rostro
—Gracias—. Dijo con timidez una vez que Wednesday le entregó la bandeja y siguió sentada muy cerca de ella.
—Anoche creí que estabas bromeando acerca de dormir por casi mediodía, sin embargo cumpliste tu palabra—. Wednesday esa mañana despertó a su hora acostumbrada y lo primero que hizo fue mirar en dirección a Enid. Verificando que estaba sumida en un profundo sueño, ella realizó todas sus actividades matutinas, incluyendo la clasificación de los objetos encontrados en el ático, los cuales mantendría alejados de la vista de Enid.
—Creo que volver sanas y salvas me relajó completamente—. Enid dijo después de darle un mordisco a su sándwich. Delicioso. Pensó.
—No entiendo cuál era tu aprehensión, en varias ocasiones aseguré que nada malo te sucederá y soy una persona que cumple su palabra—. Wednesday observó fijamente a Enid, sin embargo era una mirada parecida a la que le dio ayer mientras deshacían su abrazo.
Enid se sonrojó con ligereza cuando recordó aquel gesto de cariño, ella estaba demostrando que no solo veía a Wednesday como una compañera o amiga, sino como la persona merecedora de todo su amor. Enid al fin podía darle el nombre correcto a lo que sentía por Wednesday.
—Lo sé Wends, confío en ti —. Enid bebió un sorbo de chocolate caliente. Por ahora mantendría sus palabras de afecto casi al mínimo, no quería una abrupta confesión.
Durante el momento que Enid estaba tomando su desayuno, mantuvieron un cómodo silencio.
—No tienes que molestarte Wends, puedo devolver todo a la cafetería—. Wednesday ya estaba tomando la bandeja después que Enid le agradeció una vez más.
—Enid, nunca me causarías molestias—. Wednesday antes de salir de la habitación besó la frente de Enid. Ella solo se cubrió la cara por la vergüenza. Con un nuevo impulso de energía, se levantó y fue a darse la ducha más corta de su vida. Recién ese momento recordó que todavía estaba colgando en su cuello el collar con la letra W. Necesito hablar con Wednesday. Pensó mientras el agua caliente recorría su cuerpo.
Wednesday volvió a la habitación y vio que Enid tenía una toalla sobre sus hombros porque su cabello todavía estaba húmedo. Sin preguntarle se acercó nuevamente al lado de la habitación que le pertenece a Enid y agarró la toalla para secar su pelo.
—No tienes que ayudarme Wedns—. Se sorprendió ante la imprevista acción de Wednesday. Otra más a su lista de conductas extrañas de su roomie desde ayer.
—Lo hago porque quiero—. Wednesday sujetó el secador de pelo asegurando una distancia entre el calor y el cabello de Enid. Ella por ningún motivo lo arruinaría. Enid cerró los ojos y se entregó por completo al cuidado de Wednesday.
Wednesday terminó de peinar a Enid agregando un broche en el centro de su cabeza.
—Gracias Wends—. Enid le dijo después de verse en el espejo de mano. Ahora Enid no tenía dudas que Wednesday estaba bajo el influjo de algún maleficio, debe conocer la verdad detrás de sus acciones, porque no quería albergar falsas ilusiones.
Enid le dio una palmada a su cama para indicarle a Wednesday donde sentarse, ella no cuestionó la petición, solo hizo lo que entendió a través de ese movimiento.
—¿Recuerdas lo que sucedió durante el ritual?— Enid iba directamente al grano.
—Sí, nos contactamos con unos de mis antepasados, no puedo decir con exactitud quién fue, porque no quiso darme su nombre, lo investigaré cuando vuelva a la mansión y consulte con mis padres o con los documentos que contienen nuestro árbol genealógico—. Wednesday insistió varias veces en saber quien era el espíritu que acudió a su llamado. —Efectué varias preguntas, respondió en su mayoría y eso fue todo, ¿lo olvidaste?—. Wednesday dijo todo lo que recordaba.
—Sí, solo tengo la sensación que algo estaba con nosotras en el ático—. Enid dijo mientras sus dedos jugaban con el collar, cerca de su clavícula. Quería indagar qué tipo de preguntas le hizo, pero eso no era lo importante, ella tenía una duda que debía esclarecer.
—Si lo deseas podemos repetir…— Wednesday vio que Enid aún llevaba consigo el collar.
—No, tuve suficiente por ahora, yo.. — Enid guardó silencio para reordenar sus ideas. — Quiero saber si tu comportamiento tan… distinto conmigo se debe a que algo resultó mal en la invocación.
—¿Distinto?, no sé a qué te refieres Enid—. Wednesday estaba confundida.
—A todo, o sea desde que abandonamos la mansión hasta ahora, tú has querido sujetar mi mano, nuestra conversación de regreso a la academia, te preocupaste por mi seguridad al subir unos cuantos metros por una escalera, traer el desayuno y también el abrazo—. Enid cada vez que recordaba todas esas acciones su corazón latía más rápido.
Wednesday le aseguró que no era confusión en su identidad, ni estar poseída por el espíritu de un familiar, sino que era ella expresando el amor que sentía por Enid.
—¿Tú me amas?— Enid se sonrojó furiosamente, porque era lo que menos esperaba oír de Wednesday.
—Lo hago, ¿acaso tú?...— Wednesday enarcó su ceja, quizás había malentendido algunas acciones.
—Sí solo que… fue inesperado—. Enid jugó nerviosamente con sus manos.
—Tienes razón, mi pequeño desliz arruinó toda la confesión que llevo ensayando desde que desperté—. Wednesday acunó las manos de Enid, para calmarla. Luego acarició su mejilla con su dedos.
—Enid, desde el primer momento en que te vi, supe que serías alguien especial para mí. Tu sonrisa iluminó mi vida y tu personalidad me cautivó. A medida que compartía cada día contigo, no podía dejar de prestar atención a cada uno de tus hábitos, de la forma en que expresas lo que te gusta y también lo que te desagrada. Sin darme cuenta te fuiste alojando en mi negro corazón. No sabía cómo expresarlo de forma física, solo mediante mis largas miradas mientras estabas lejos de mí, siempre sabiendo dónde estabas y anhelando tu regreso por las noches y sentirme acompañada en mi hora de escritura—. Wednesday pausó su confesión y miró dulcemente a Enid. — Anoche, en el ritual, solo fue una liberación de mis sentimientos por ti.
Enid no respondió, se acercó a Wednesday que cerró sus ojos, aceptando lo que Enid iba a darle sin necesidad de usar palabras. Sus bocas se unieron con un ligero toque, algo torpe en un principio, sin embargo el beso estaba infundido con todo el amor que una sentía por la otra.
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Gracias por leer Fin de esta historia.
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Windowsill | Zayn Malik
avisos: cenas explícitas, linguagem agressiva, traição e relacionamento tóxico .
masterlist
Termino de lavar os últimos pratos sujos e os coloco no secador, mas nem sequer viro as minhas costas para poder, finalmente, me ver longe dessa pia, a qual eu passei os últimos trinta e cinco minutos encostada, lavando inúmeros pratos que foram sujos pelos convidados do jantar em comemoração ao natal, ontem mesmo.
── Vai pegar os pratos que eu usei. Estão na mesa. Anda. ── Simon, o meu marido, ordena ao surgir na cozinha, me encarando de cima a baixo. Respiro bem fundo e tento não esboçar nenhuma reação negativa à essa maldita ordem. O que é bem difícil, visto que minha única vontade é jogar um copo na cabeça dele.
── Não tinha como você trazer não? já está aqui. ── falei soando bem pacífica. Simon, que estava próximo à geladeira, me encarou friamente.
── Não sou seu empregado, S/N. Esse é o seu trabalho. ── mandou essa e ao pegar uma cerveja na geladeira, simplesmente saiu andando, me deixando sozinha e bem frustrada, irritada também.
Contragosto, eu me dirijo à sala de jantar e recolho tudo o que ele sujou, voltando para lavar.
Tem sido desse jeito desde que nos casamos, há cinco, seis meses atrás. Não faço questão de contar os dias, até porque a minha vida se transformou em um inferno desde que Simon praticamente me obrigou a casar com ele.
Ao despedir todas as cozinheiras e faxineiras, é minha a responsabilidade de fazer tudo o que elas faziam antes de eu estar aqui. no começo, eu não entendi a razão pela qual Simon fez isso, mas depois ele me disse que era uma forma de economizar grana e que não havia necessidade alguma em ter empregadas quando se “tem uma esposa jovem e com muita saúde para trabalhar”.
Acho que eu nunca odiei tanto alguém como odeio o Simon. Ele me privou de viver a minha vida, me tirou da faculdade (à força) me separou dos meus pais, e me escraviza de todos os jeitos possíveis. Nunca imaginei que estaria em uma situação dessas, mas pelo menos agora, eu tenho uma razão para sorrir e continuar aguentando o meu marido até dar um jeito de me divorciar e simplesmente desaparecer da vida dele sem deixar rastro algum.
Zayn. Nos conhecemos aqui mesmo. Ele é o motorista de Simon. Era totalmente improvável qualquer aproximação entre nós dois, porque dificilmente nos víamos, mas de alguma forma, começamos a conversar bastante e nos aproximar, até estarmos onde estamos hoje.
O meu amante.
Só de pensar na possibilidade de Simon descobrir sobre ele, meu coração acelera de um jeito ruim. Não sei do que ele é capaz, só o que sei é que ele é um doente e que não tem controle algum sobre as próprias ações. Tenho medo do que ele possa fazer com o Zayn, mas não consigo parar de vê-lo, procurar aconchego em seus braços quando tudo está uma merda.
Zayn é o meu ponto de paz. Ele é a minha salvação, e consegue ser a minha perdição também. Só Deus sabe o quanto amo esse homem. Zayn juntou todos os pedaços quebrados do meu coração e os colou; estou tão apaixonada por ele que sou capaz de largar tudo para que possamos fugir juntos e recriar a nossa vida em algum lugar. Qualquer lugar, desde que seja com ele.
Hoje nos veremos.
Demorei um pouco para achar uma desculpa para que pudesse ter meus encontros super secretos com ele. Mas Simon é um bobão quando quer, então ele acredita que tenho uma reunião com algumas amigas em noites como essa. Pelo menos de uma coisa ele não me privou, as minhas “amigas”.
Assim que termino tudo, seco minhas mãos em um pano e caminho com bastante pressa até o meu quarto, a fim de tomar um banho. Me arrumo e ponho o meu melhor perfume, roupas básicas (para não levantar suspeitas) e a minha melhor lingerie também. Simon não me vê quando estou a me vestir, por isso também ainda não desconfiou de nada.
Eu espero que ele não descubra tão cedo. Pelo menos não agora...
── Para onde vai? ── ele perguntou assim que chegou ao quarto, da porta mesmo me observa minuciosamente. Eu estou penteando meu cabelo em frente ao espelho na penteadeira.
── Ver as minhas amigas. Sabe que faço isso sempre. ── respondi soando o mais natural possível. No começo, eu tinha um pouco de dificuldade e até medo em mentir, mas hoje já estou beem acostumada.
── Hm. ── resmungou, entrando no cômodo. Ele continuou me olhando e dessa vez eu comecei a sentir arrepios estranhos pelo corpo ── Fico pensando… Nessas suas reuniões com tuas amigas não têm homens não, né?
── Claro que não, Simon. ── revirei os olhos, mas me arrependi no instante seguinte. Ele avançou em minha direção e tomou um bom bocado de meus cabelos em suas mãos, os puxando para trás. gemi de dor.
── Já falei para não revirar os olhos para mim, S/N. Acha que sou algum coleguinha seu? ── ele gritou bem perto do meu rosto.
── Não. Me desculpe. ── lamentei, fingindo estar arrependida. Essa é a única maneira de ele me deixar sair.
── Ótimo! ── finalmente soltou-me e se afastou ── Dessa vez quero você mais cedo em casa. Mulher minha não fica perambulando nas ruas tarde da noite.
── Mas-
── "Mas" nada, S/N! Ou é isso, ou você fica em casa.
── Tudo bem. volto cedo. ── olhei para o meu relógio de pulso e percebi que se passam das sete e meia. Não tenho muito tempo com o Zayn, mas as poucas horas que tenho são o suficiente.
· · ·
Sempre que venho ver o Zayn, ele me espera em seu carro há algumas quadras da minha casa. Mas dessa vez, foi um rapaz sério e engravatado que veio, me avisando simplesmente que ele estava à minha espera.
Estranhei, mas depois recebi uma mensagem sua me tranquilizando, garantindo que eu poderia confiar no rapaz, pois era o seu “amigo”. Obviamente achei muito estranho, mas confiei nele.
Quando cheguei, avisei a ele e subi. bati levemente na porta para não chamar atenção indevida. Não demorou tanto para que o meu moreno abrisse a porta, sem camisa e com os cabelos molhados, indicando que acabara de sair do banho. Ele sorriu para mim e deu espaço para que eu entrasse. ── Que surpresa agradável. ── sorri sem graça e entrei em sua casa a passos tímidos, olhando em volta. é simples, mas sinto um conforto muito grande aqui, até mais do que na minha casa, que é muito maior que essa.
── Seu bobo. ── respondi à sua tentativa falha de fingir que não sabia que eu viria. Ouvi a sua risada rouca e logo ele me agarrou pela cintura, me puxando para perto, cheirando o meu pescoço.
── Senti saudades, sabia? ── falou bem próximo ao meu ouvido, mordendo a cartilagem da minha orelha de uma maneira bem provocativa ── 'Tô ficando dependente de você.
── Zayn, a gente se viu anteontem. ── respondi como se não me sentisse da mesma forma que ele ou até pior. Senti minha pele se arrepiar por ele distribuir beijos e mais beijos por meu pescoço, sua barba roçando em minha pele me fez suspirar e apertar as suas mãos na minha volta, como se não quisesse que ele se separasse de mim.
E não quero mesmo.
── Não finja que não sentiu a minha falta também. ── resmungou ── Mhm?
── 'Tá bom, eu confesso… ── revirei os olhos, o dando mais acesso àquela região. Zayn apertou a minha cintura e me trouxe para mais perto, tão perto que pude sentir sua ereção tocar a minha bunda, o que fez a minha boca salivar. De repente, me esqueci completamente das frustrações que tive antes de sair de casa.
── Eu gosto de saber que você sentiu a minha falta. ── assim que se afastou, ele apoiou o queixo em meu ombro ── Fiz um jantar especial pra você.
── Sério? ── ergui as sobrancelhas, surpresa e muito feliz com o seu comentário. ── O que fez?
── O seu favorito, amor. ── respondeu, me soltando ── Escondidinho de carne moída, é claro.
── Não acredito! ── pus as mãos na boca, surpresa ── Zayn, isso é maravilhoso! ── sorri tão largo que pude sentir minhas bochechas doerem.
Ele apenas deu de ombros, caminhando até a cozinha. Consegui sentir o cheiro da carne moída e dos temperos. Novamente, minha boca salivou. ── Você merece tudo de bom, eu não fiz nada demais. ── assim que Zayn abriu o forno, consegui sentir melhor o cheiro e então meu estômago roncou.
Comi um pouco em casa, mas vendo o prato que meu moreno preparou com tanto carinho só pra mim… Senti fome novamente. ── Quer um pedaço? ── perguntou todo atencioso, até ansioso pela minha reação. Concordei rapidamente, e ele pegou um prato, me servindo gentilmente. Zayn me entregou uma colher (nunca fui muito fã de garfos) e eu provei.
Pela sua agonia, eu percebo que foi ele mesmo quem preparou. Geralmente, ele não se importa muito com a minha opinião sobre comidas compradas por aí. ── E então? Gostou?
Fiz um breve suspense para assustá-lo, mas fiquei com dó mediante a sua apreensão. ── Está incrível, meu amor. Sério… Eu amei, de verdade. ── respondi dando mais algumas colheradas, mastigando e engolindo tudo bem rápido, principalmente quando o percebi sorrir e se aproximar novamente, ficando atrás de mim.
Zayn me abraçou e enfiou as mãos por baixo da minha blusa, acariciando a minha barriga suavemente, com a ponta dos dedos. Ele chegou bem perto e subiu as carícias, chegando aos meus seios. ── Você não tem ideia do quanto senti a sua falta, baby… ── sussurrou e eu não reprimi o gemido baixo ao sentir a sua língua entrar em contato com a pele do meu pescoço.
Soltei uma pesada lufada de ar pelo nariz e então afastei o prato. Só sentia vontade de tê-lo dentro de mim agora. ── Posso te comer agora ou ainda está muito cedo? ── perguntou cínico e eu apenas continuava respirando, incapaz de formular qualquer resposta coerente. Zayn mal começou a me tocar, mas eu já me encontro uma bagunça e ansiosa para ter mais dele. ── Hm? ── sem me fazer mais perguntas, ele tirou a minha blusa e a jogou no chão, fazendo a mesma coisa com o sutiã ── Nossa, você 'tá tão cheirosa, amor. ── murmurou enquanto tem o nariz entre meus cabelos ── Tudo isso é pra mim?
── Você sabe que sim, Zayn… ── respondi, ao menos tentando parecer firme nas palavras. Minhas pernas tremem e se ele não me segurar firme, eu vou cair.
Zayn apenas deu um daqueles sorrisos que me deixam no chão e então, colocou as mãos em meu short, desabotoando-o, o descendo pelas minhas pernas, depois eu terminei de tirá-lo com os pés. ── Gostosa. ── resmungou e deu um tapinha na minha bunda, o que me fez gemer baixo.
Revirei os olhos em sua órbita quando zayn tocou minha calcinha, massageando-me com bastante precisão à medida que eu abria as pernas lhe dando uma autorização silenciosa para que fizesse qualquer coisa comigo. Seu estímulo enviou arrepios pelo meu corpo, e meu coração salta batidas. Isso é tão gostoso, não sabia nem que poderia sentir tanto prazer em algo tão simples… Talvez esse seja o efeito que Zayn causa em mim. E eu amo isso com todas as minhas forças.
Ele então começou a me provocar, seus dedos adentraram a minha calcinha e pressionam suavemente o meu clitóris. Gemi um pouco mais alto, até tentando rebolar neles, mas Zayn os tirou dali tão rápido quanto os colocou. ── Zayn, por favor… ── implorei, tentando fechar as pernas para conter a excitação entre elas ── Não me provoca, amor. Assim não…
── Diz o que você quer. ── ele meio que ordenou, ainda me massageando deliciosamente. Tremi um pouco e segurei o seu pulso, que estava grudado à minha cintura.
── Não faz isso. ── ouvi quando a língua de Zayn estalou no céu de sua boca, logo um grito escapou de minha garganta quando o senti beliscar o meu clitóris, uma, duas, três vezes. ── Porra!
── Parece que você quer que os vizinhos saibam o que fazemos aqui dentro, não é? ── senti o sarcasmo em seu tom de voz e isso só me instigou ainda mais ── Só peça. Sabe que o que me pedir eu te darei. Só preciso te ouvir pedindo, querida.
── Zayn, eu… ── minha voz falhou por um segundo, pela forma como ele aumentou a velocidade de seus dedos. Dois deles entram e saem de mim, massageando-me de dentro para fora, tornando ainda mais difícil me autocontrolar. ── Me fode, por favor. Eu não aguento mais. ── choraminguei, tentando tocá-lo por cima da sua calça moletom, mas não consegui. Ele me empurrou ainda mais na direção do balcão, como se me repreendesse silenciosamente.
── Você é a minha perdição, mulher. ── e então, Zayn rasgou a minha calcinha com uma facilidade incrível. Novamente, tentei me virar para olhá-lo, mas não pude. Em poucos segundos, Zayn entrou em mim devagar, o que me fez puxar com força o ar para dentro dos meus pulmões.
Espalmei a mármore gelada à minha frente, gemendo baixinho. Zayn entrou devagar e ficou um tempo parado para que eu me acostumasse com a invasão. Revirei os olhos de novo e empinei em sua direção, sentindo-o entrar e sair de mim lentamente, me torturando. ── Zayn, por deus. ── murmurei tomada pelo tesão, o ouvindo gemer bem baixinho perto do meu ouvido.
── Isso é bom pra caralho. ── falou tomado com a voz ainda mais baixa e rouca, o que me deixou louca.
Aos poucos ele foi aumentando a velocidade de seus quadris e em segundos, Zayn me fodia bem rápido, arrancando gemidos e resmungos de ambas as nossas bocas. Apertei-o dentro de mim e senti fraquejar por um segundo, tomando a minha cintura com uma das mãos, metendo com mais força.
Em resposta, choraminguei.
Não foi necessário falar nada, Zayn sabe exatamente o que eu sinto quando estamos transando e a nossa linguagem corporal já diz o suficiente. Ele pressionou um pouco mais a sua palma em minha cintura, mas depois tomou os meus cabelos, os puxando com fúria, de forma que meu pescoço ficasse exposto diante de seus lábios deliciosos. Tremi por inteiro quando ele me mordeu ── Não vou te marcar, amor. Não se preocupe… ── como se pudesse ler os meus pensamentos, ele comentou ── Se bem, que seria muito interessante seu marido saber o que eu faço contigo, sabia? ── ele sorriu malicioso, chupando a pele de meu ombro com muita suavidade.
Foi impossível não sentir as minhas pernas fraquejando.
── É tão bom te comer, S/N. Caralho. ── rosnou, pressionando meu clitóris com força ── Você sente isso? ── perguntou me olhando, mantendo o mesmo ritmo das estocadas. ── Sente o quão fundo eu estou em você?
── Eu… Eu vou gozar. ── ignorei a sua pergunta e simplesmente anunciei, jogando minhas costas contra seu peito. Zayn tirou a mão dentre as minhas pernas e segurou o meu pescoço, o apertando delicadamente, sem restringir a minha respiração. ── Zayn!
── Isso… Grita mesmo o meu nome, porra. ── sua fúria foi aos poucos diminuindo e então ele gozou, seguido de mim. Soltei o ar pela boca e fiquei parada, sem saber exatamente se conseguiria me manter de pé.
Fiquei sem saber o que fazer ou dizer, mas ele tomou a iniciativa. Zayn saiu de mim e então o olhei. Seus cabelos continuam com o mesmo aspecto molhado de antes, mas alguns fios no topo de sua cabeça estão secos. Ele me olhou profundamente e sorriu, se aproximando para me tomar em um beijo muito gostoso que me fez amolecer em seus braços tatuados.
Zayn agarrou a minha cintura, e me trouxe para mais perto, massageando o meu quadril, colando-nos de forma maravilhosa. Por mim, não me separava dele jamais. ── Termina de comer teu escondidinho, volto já.
── Onde você vai?
── Buscar uns cigarros. Por quê? ── perguntou me encarando com um sorriso ladino ── Pode vir também, se quiser. ── não pensei muito, apenas fui atrás dele.
Ao chegarmos em seu quarto, ele sumiu e eu caminhei até a grande janela que tem aqui. Ela está aberta, então dá para ver a cidade e outros apartamentos por perto, mas creio que ninguém nos vê daqui. Ou vê, mas só se for muito curioso. ── Sabe, essa casa fica tão vazia sem você. ── Zayn confidenciou quando voltou, com um cigarro entre os lábios. Aceso. Ele traga a fumaça e se põe ao me lado, me olhando como um animal faminto ── Não pode ficar pelada aqui.
── E por que não? ── ergui meu queixo e o olhei, me aproximando. Pus meu dedo em seu peito tatuado e deslizei-o até que chegasse ao cós de sua calça. Lá na cozinha, ele nem a tirou para me foder.
── Não quero nenhum filho da puta te olhando. ── respondeu, firme. Ele olhou brevemente para o horizonte à nossa frente, deu uma leve tragada em seu cigarro, e soprou a fumaça para fora dos lábios. Seus olhos encontraram os meus de novo e então, uma forte rajada de vento balançou os meus cabelos. me arrepiei, mas foi pela intensidade do olhar do homem à minha frente. ── Você é só minha. ── meu coração aqueceu com suas palavras.
E não foi só o coração.
Simon já me disse isso muitas vezes, mas ao sair dos lábios de Zayn… É uma sensação muito diferente que se apodera do meu peito.
── Aquele desgraçado só está encostando em você por enquanto. ── ele mais deu uma tragada profunda no cigarro ── Por enquanto. ── sua ameaça me deixou confusa, mas não perguntei nada sobre. Suspirei profundamente, me esticando para deixar um beijo em seu queixo.
── Zayn, eu não quero falar do Simon.
── O que você quer, então? ── perguntou cínico, como se soubesse exatamente a minha resposta. O conheço e sei como ama ter o seu ego massageado ao saber meu desejo por ele.
── Você. ── sob a pálida luz da lua, eu percebi os olhos dele brilharem.
Zayn jogou o cigarro fora e me beijou. Sorri e o agarrei pelo pescoço, trazendo-o para mais perto de mim. Um gemido involuntário deixou a minha garganta mediante a maciez dos lábios dele. Zayn é tão perfeito, eu simplesmente não tenho estrutura nenhuma quando se trata desse homem.
── Encosta aí. ── ele me empurrou de forma que meu cóccix ficasse próximo ao parapeito da janela. A fechou em seguida. Suas mãos passearam livres por meu corpo, apertando a minha bunda com sede de sentir mais dela.
Zayn começou a beijar meu pescoço e clavícula, mordendo, lambendo vez ou outra. Fecho os olhos e lhe dou mais acesso à minha pele. Levo meus dedos ao cordão de sua calça, passando para o tecido para tentar puxá-lo para baixo, tirar do corpo dele. Não consegui, no entanto.
── S/N, quero muito te chupar agora. ── disse bem pertinho do meu ouvido. Zayn beijou um ponto abaixo da minha orelha e então continuou: ── Eu posso?
Há algo na forma como ele soa tão manhoso e… Submisso ao me questionar a respeito disso. Zayn está me provocando, ele sabe, sabe que pode ter tudo o que quiser de mim, mas ainda sim quer me ver implorando por isso. ── Sabe que pode. ── respondi retribuindo com apenas um, entre tantos outros beijos que ele diferiu em meu pescoço.
Um sorriso maléfico pintou os lábios carnudos dele e foram necessários apenas três segundos para que o mesmo estivesse se ajoelhando em minha frente. É a primeira vez que faríamos algo assim, e além de eu me sentir extremamente nervosa, também sinto um tesão incrível com o pensamento do que ele está prestes a fazer.
Zayn me olhou por cima de seus volumosos cílios e então beijou a minha barriga, seus dedos me dedilham lentamente até chegar…. Lá. Mordo o meu lábio e fico esperando o seu próximo passo. Ele segurou a minha perna e a pôs em seu ombro, me deixando ainda mais exposta diante de seus curiosos olhos.
Ele pressionou meu clitóris, massageando-o com seu polegar e com os outros dedos foi pincelando a minha vulva, bem devagar, me provocando. Foi desse jeito por algum tempo, até que ele me penetrou com um de seus dedos, suavemente me masturbando. Fechei os olhos e sem querer comecei a jogar meu quadril na direção do seu rosto, ansiosa por mais. ── Zayn, por favor… ── pedi em um tom urgente, suplicando pela sua boca em mim e como um bom garoto ele fez isso. Zayn me obedeceu e assim que senti sua língua em contato com meu íntimo, gemi alto.
Num impulso eu pus a minha outra perna no seu outro ombro e me sentei no batente da janela. Dessa forma, Zayn ficou preso entre as duas e até sorriu ao perceber isso. Ele ficou mais perto de minha vulva e tudo o que fez foi aprofundar o contato.
Lenta e discretamente ele deslizou mais um dedo para dentro de mim e começou a mexê-los lá dentro, me provocando sensações deliciosas, meu estômago revira dentro de minha barriga, como se houvessem milhares de borboletas em fúria dentro de mim. ── Meu deus, Zayn! ── resmunguei mais alto, agarrando os fios negros de seu cabelo, instintivamente empurrando ainda mais a sua cabeça pro meio das minhas pernas.
Rebolei contra seu rosto, arqueando minhas costas vez ou outra por causa da sensação da sua barba em minha sensibilidade. Joguei com força as minhas costas na direção do vidro, ao menos tentando reprimir gemidos teimosos.
Minhas súplicas se tornaram mais frequentes, gemi, clamei e gritei pelo Zayn, sentindo meu corpo inteiro suar pelo estado de combustão em que se encontra. É sempre assim quando me encontro com ele, quase como tentar apagar fogo com gasolina.
Zayn não me deixou gozar, ele se afastou antes que acontecesse. obviamente eu reclamei, mas ele não se importou. Se levantou e quando chegou perto, eu o puxei com as minhas pernas e beijei-o como se fosse o meu último dia de vida na terra. ── Me fode, Zayn. Eu imploro. ── um soluço escapou dos meus lábios e quando ele tirou a calça, eu tive que me segurar para não cair de joelhos diante dele.
A magnitude desse homem me enfraquece. Suas tatuagens, a pele suada brilhando por causa da luz da lua que entra pela janela… Eu poderia passar o dia inteiro no quarto, transando com ele. Mas não posso. Porra! Eu simplesmente não posso! ── Paciência. Eu preciso colocar o-
── Foda-se, Zayn! Me come agora. ── o puxei de volta e, sem poder mais adiar esse momento, meu homem entrou em mim e eu não só vi estrelas, galáxias também.
Sem pudor ele começou a meter em mim, indo e vindo em um ritmo rápido e bem gostoso. Nossos corpos produziam um som molhado ao se chocarem, o mais pornográfico de todos, mas por incrível que pareça, nesse momento, se tornou o meu som favorito.
Encostei minha cabeça no ombro dele e o puxei para perto, desesperada para sentí-lo mais e mais. chegou ao ponto de Zayn me foder com tanta brutalidade e força que minhas costas batem e batem na janela, o vidro balança bastante mas não consigo me importar com isso agora. Simplesmente não consigo. ── Não para, amor. ── pedi com a voz mais dengosa que consegui, choramingando de tanto tesão.
Lágrimas escorrem por meus olhos, soluços deixam meus lábios, e eu não consigo pensar em mais nada. Tudo o que importa é o pau desse homem dentro de mim, a única coisa que me importa nesse momento é isso. ── Eu… Zayn! ── gritei o nome dele a plenos pulmões pois sei que vai demorar um pouco para que eu esteja fazendo isso de novo ── Ai, meu deus. Zayn, não… Eu não…
── Não goza. ── ele ordenou, me puxando para longe do batente. Me prendi em seu corpo e então caímos na cama, mas eu comecei a me esfregar nele desesperadamente pois meu corpo clama por um alívio. Não aguento esperar mais. ── Senta. ── mandou, rígido, ao fazer isso primeiro. Eu entendi imediatamente e nem pisquei direito, já me sentei em seu colo e comecei a cavalgar.
Agarrei-o com muita força e, ao encostar a minha boca em seu pescoço o chupei, mordendo a pele em seguida. Gemi o seu nome bem baixinho rente ao ouvido dele, sentindo seu corpo ficar endurecido abaixo do meu. ── Não para. ── agora foi a sua vez de implorar, tocando meus peitos com carinho, se curvando um pouco para colocá-los na boca.
Eu resmunguei e rebolei mais rápido, antes que minhas forças se esgotassem. Pela segunda vez, gozamos forte e eu simplesmente não tive mais coragem para sair de cima dele. Fiquei fraca de repente, mas por uma boa causa.
Zayn respira bem devagarinho perto de mim e eu fiquei parada para ouvir o som da sua respiração. ── Babe… ── ele chamou a minha atenção, enquanto acaricia as minhas costas. Ergui minha cabeça e o olhei.
── Hm? ── dei-lhe um selinho molhado e ele apontou para a frente.
── Quebramos a janela.
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Cotidiano - JJH
Você pragueja baixinho e sonolenta sobre ter tomado aquele remédio um tempo antes de terminar tudo que precisava fazer no dia. O único efeito que você esperava era o de alívio da dor de cabeça insistente e na sensação de coceira na garganta, mas, além disso, ganhou de brinde toda aquela latergia.
Está alheia quando coloca os pés dentro de casa. É envolvida pelas paredes reconfortantes e que a protegem ainda mais do frio que castiga o fim de verão e abre o começo do outono.
Joga a bolsa em qualquer canto e o corpo pesado sobre os lençóis arrumados da cama de casal. Embola-se sobre a colcha pesada de qualquer forma, e não demora muito até que as pálpebras pesadas caiam sonolentas.
Você não sabe quantas horas haviam passado desde que chegara. A dor de cabeça não é mais presente, mas o desconforto na garganta é tão grande e sufocador que, ainda embalada naquele estado entre o incosciente e o consciente, arranha a garganta, pigarreia como se tentasse coçar. Engole o excesso de saliva.
Mas o que te faz grunhir irritada é a risadinha alta demais pelos sons que você faz, e as mãos pouco cuidadosas e frias demais para a temperatura do seu corpo que chegam aos seus sentidos.
– Jaehyun. – Ralha arrastada e rouca. – Tire suas mãos geladas de mim.
– Você tá queimando, dobe.
Jaehyun eleva seu corpo, até que esteja sentada. Você entreabe os olhos e quase sorri com o apelido idiota e o rosto estúpidamente bonito e um tanto preocupado do seu marido.
– Teme – Rebate, coça os olhos embotados e febris. – Que horas são?
– Quatro e meia. Que horas você chegou, hein?
Senta a sua frente, tirando os cabelos da frente do seu rosto. Usa o torso da mão para conferir sua temperatura mais uma vez.
– Não sei... lá pelas uma? – Pergunta para si mesma, observa pelo vidro da janela a chuva que caía do céu acizentado.
– Você dormiu com a roupa que chegou.
Avisa e você olha pra si mesma, fazendo uma careta de nojo. Nunca teria deitado com as roupas que passou a manhã interia na rua se tivesse nas condições normais.
– Ugh! Que nojo! Vamos ter que trocar esses lençóis. – Pisca os olhos, dramática ao encarar o rosto do Jung. – Me ajuda a tomar banho?
Jaehyun assente, levantando-se.
– Vamos lá, Dobe!
Ajuda a tirar sua roupa, entram ambos de baixo do chuveiro, na água morninha. E boa parte do tempo você só fica agarrada a ele. Manhosa, deixa que ele faça boa parte do trabalho de limpá-la. Os dedos massageiam seu couro cabeludo quando aplica o shampoo, tira todo o sabão com cuidado e certifica-se que nenhuma parte tenha passado despercebida.
Após, ajuda a vestir o pijama e até meias. Senta-se em frente a penteadeira e Jaehyun usa os dedos para desembaraçar os fios do seu cabelo, enquanto, simultaneamente, usa o vapor quente do secador para tirar o excesso de água. E você sabe que seu cabelo vai ficar duro e arrepiado depois porque ele não passou nem um óleo ou creme para mander os fios no lugar, mas não se importa e nem reclama. Sente-se grata e amada.
Espera que ele termine, e só aí ele passa os dentes do pente para tirar qualquer nó que tenha passado despercebido pelos dígitos.
Você inclina a cabeça para trás, sorrindo arteira.
– O quê? ��� O Jung indaga, te olhando de cima.
– Eu quero um beijinho do homem aranha.
Jaehyun nega com a cabeça, mas sorri e debruça, estica os lábios para colar no seu. Superficialmente e úmido. Você fecha os olhos com o cantato aprazível e gostosinho. Jaehyun dá repetidos selares antes de se afastar.
– Vamos, vou fazer uma sopinha para você.
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Imagine com Louis Tomlinson
Over and Over Again
n/a: Demorou mas saiu mais um imagine aqui no nosso cantinho, né? Vou começar a tentar postar pelo menos uma vez por semana em cada tumblr, okay? 🥰 Enfim! Espero que gostem desse imagine!
⚠️Esse imagine contém conteúdo sexual explicito e linguagem de baixo calão!⚠️
Contagem de palavras: 3,214
— Como ela está? — Louis perguntou assim que abri a porta.
— Está bem, a febre baixou um pouco. — Falei dando um passo para trás, para que ele entrasse.
— Posso vê-la?
— Claro. Mas acabei de conseguir fazer com que ela dormisse, se puder tentar não acordá-la. — Pedi fechando a porta, e ele assentiu com a cabeça antes de se dirigir ao quarto da nossa pequena.
Voltei para a cozinha, terminando de preparar meu jantar. Era a primeira vez que Joann ficava doente desde que eu e Louis nos separamos, o que deixava a saudade do pai ainda maior. Pelo bem da minha filha, dei o braço a torcer e deixei Louis voltar a frequentar a casa que um dia foi nossa, antes que ele jogasse mais de dez anos de relacionamento no lixo por uma loira.
— Você já a levou em um médico? — Louis disse entrando na cozinha, me tirando dos pensamentos.
— Já. Ele disse que é apenas um resfriado bem forte. — Falei mexendo o molho do macarrão na panela.
— Mas um resfriado a deixaria com febre desse jeito? — Ele disse parando ao meu lado, se escorando na pia. Exatamente como costumava fazer antes.
— A febre pode ser emocional. — Falei sem encará-lo. — Ela sente a sua falta.
— Eu também sinto. — Louis suspirou longamente.
— Você pode pegá-la no final de semana, se ela estiver melhor.
— E fazer o quê? — Pude perceber que ele colocava as mãos nos bolsos da calça.
— O que você sempre fez. — Dei de ombros. — Você pode levá-la ao cinema, ao parque… Quer jantar? — Perguntei misturando o molho ao macarrão, Louis confirmou e foi colocar a mesa, mesmo que eu não pedisse.
A sensação era estranha demais. Nós dois ali, sentados durante um jantar, ele elogiando minha comida como há muito não fazia. O sentimento de familiaridade com a situação era inevitável, quantas vezes não fizemos aquilo? Mas agora era tudo diferente. Não iriamos deixar a louça para amanhã e sentar para assistir algo na televisão do quarto. Eu não dormiria em seus braços depois de fazer amor a noite toda. Não acordaria com beijos de manhã. Não o ouviria cantando no chuveiro enquanto se arrumava para ir para a gravadora. Ele faria tudo isso. Com outra.
Era dificil explicar para o idiota do meu coração que Louis não estava ali por sentir a minha falta, ele estava lá por Joann. Por mais que tivesse sido um péssimo marido, ele era um pai excelente.
— Se importa se eu dormir aqui? Quero estar presente quando ela acordar. — Falou enquanto eu lavava o último prato.
— Sem problemas. — Falei engolindo em seco.
Assim que terminei a louça, dei boa noite a Louis e fui para o quarto, sentindo o coração bater forte no peito.
Tomei um banho longo e vesti minha camisola. Estava secando o cabelo quando ouvi duas batidas na porta.
— Entra. — Falei, ainda sentada em frente a penteadeira. Senti meu corpo inteiro tensionar quando vi Louis pelo espelho.
— Eu queria… — Ele começou, engolindo em seco. Desliguei o secador e me virei para ele.
— Aconteceu alguma coisa com Joann?
— Não, ela está ótima. — Eu podia sentir seus olhos fixos em mim, me lembrando de repente da camisola de cor clara, quase transparente. Senti meu rosto aquecer, e me levantei rapidamente, pegando o robe de seda pendurado no cabideiro ao lado da penteadeira.
— Você queria alguma coisa? — Perguntei terminando de amarrar a peça.
— É, eu… — Ele disse baixo, se aproximando um pouco. — queria, mas, eu me esqueci do que ia dizer. — Engoli a saliva, quando suas mãos seguraram minha cintura. Meu corpo estava quente, a carência me dominando. — Cheirosa. — Sussurrou, encostando o rosto na curva do meu pescoço, fazendo minhas pernas bambearem.
— Louis. — Tentei chamar sua atenção, mas aquilo saiu quase como um gemido. Era bom demais ter seus toques depois de tanto tempo. Louis depositou um beijo na pele do meu pescoço, fazendo cada pelinho em meu corpo arrepiar. As mãos ágeis foram para o nó que eu acabara de fazer, puxando a fita e abrindo a peça. Ele empurrou a seda pelos meus ombros, deixando-a cair em meus pés. Com a ponta da língua, ele fez um caminho do meu ombro direito até o lóbulo da minha orelha, onde deixou uma leve mordida.
— Linda. — Sussurrou, me fazendo suspirar. Uma das mãos segurava meu corpo próximo ao dele, e a outra se infiltrou em meus cabelos, dando um leve puxão. Coisa que ele sabia muito bem como me afetava.
Afastei meu rosto, para olhar o dele. As íris azuis quase cinzas de desejo, a respiração arfante. Louis aproximou seu rosto do meu, roçando a boca na minha, antes de finalmente aprofundar em um beijo. Meu corpo inteiro parecia pegar fogo, cada toque, cada carícia. A saudade gritando em meu peito e o desejo aquecendo o ambiente.
Ainda me beijando, Louis deu passos curtos, me empurrando contra a cama, e deitando em cima de mim.
Puxei a barra da camiseta branca para cima, jogando o tecido em algum canto no quarto e revelando o tronco muito tatuado. Sempre amei as tatuagens de Louis, foi uma das primeiras coisas que chamou a minha atenção, logo após os olhos azuis como o céu.
O olhar daquele homem sobre mim sempre fez com que eu me sentisse a mulher mais linda do mundo, a forma como suas mãos me acariciavam com certa força, me apertando contra ele, me fazendo sentir desejada.
Louis voltou a me beijar, infiltrando uma das mãos entre nossos corpos, me tocando em meu ponto sensível, o que me fez arfar.
— Sempre pronta pra mim, linda. — Sussurrou em meu ouvido, me fazendo suspirar ainda mais.
Meu corpo inteiro se arrepiava, queimava sob seus toques. E Louis sabia exatamente onde me tocar para delirar.
Não havia muito tempo para preliminares, Joann poderia acontecer a qualquer momento. E havia saudade demais, desejo demais.
Nos livramos das últimas peças de roupa, e em pouco tempo, Louis estava dentro de mim, me fazendo gemer dentro de sua boca prensada contra a minha.
Ele segurava uma das minhas coxas, apertando com os dedos, minhas unhas arranharam suas costas, e a língua ágil explorando cada canto da minha boca. Suas investidas eram rápidas, necessitadas. Nossos olhos fixos uns nos outros. Frases desconexas fugiam das nossas bocas entre os beijos.
Me sentir vibrar por inteiro quando o orgasmo me atingiu com força, me fazendo gemer seu nome enquanto puxava os cabelos compridos com uma mão e afundava as unhas em seu ombro com a outra. Como se o meu prazer fosse o pontapé final, Louis gozou com força, revirando os olhos e me puxando para mais um beijo delicioso.
Acordei sentindo meu corpo inteiro reclamar. Podia ouvir Louis e Joann conversando na sala, animados. A onda de vergonha me atingiu. Passei a noite com meu ex marido.
Porra, s/n!
Tomei um banho rápido, e me vesti de forma confortável antes de sair do quarto. Louis estava sentado no sofá, com uma xícara de café na mão enquanto Joann estava deitada em seu peito e a mamadeira pendurada na boca.
— Bom dia. — Falei me sentindo uma idiota. Louis sorriu, retribuindo o comprimento.
Praticamente fugi para a cozinha, me servindo de uma xícara de café e torcendo para que tudo aquilo tivesse sido apenas um sonho. Por mais que os chupões em meu pescoço fossem um lembrete bem real.
— Podemos conversar? — Dei um pulo quando a voz de Louis soou atrás de mim. — Não quis te assustar.
— Tudo bem. — Ri pelo nariz. — O que você queria dizer? — Perguntei depois de dar um longo gole na bebida quente.
— Sobre ontem a noite, nós… — Ergui minha mão, pedindo que ele parasse de falar.
— Ontem… foi um erro Louis. — Falei finalmente, fazendo com que ele me encarasse com uma expressão incrédula. — Nós estávamos sensíveis com Joann doente… foi uma recaída, não pode acontecer de novo.
— Você não está falando sério. — Ele passou uma das mãos pelo cabelo. — s/n!
— Eu estou sim. Isso não pode se repetir, Louis. — Respirei fundo, tentando recuperar meu ar. — Você só voltou a frequentar essa casa por causa do resfriado da nossa filha, e ontem… foi uma fraqueza.
— Você não pode chamar a nossa melhor noite em anos de fraqueza, cacete! — Seu tom era magoado, e uma risada irônica escapou de mim.
— Exatamente por isso que não pode se repetir, Louis. Acabou, você tem outra pessoa e eu não quero isso pra mim, nem pra Joann.
— De que merda você está falando? — Ele disse se aproximando, me encurralando na mesa entre seus braços. — Eu não tenho ninguém, e você sabe como eu me arrependi, não sabe?
— Louis. — Seu nome saiu como uma súplica. Ele estava com o nariz colado ao meu, me fazendo fechar os olhos com a sensação.
— Vamos concertar as coisas, amor. — Meu coração apertou quando o antigo apelido saiu de seus lábios.
— Não tem o que concertar, Louis. — Falei o empurrando com cuidado pelos ombros. — Acabou. Em algumas semanas estaremos oficialmente divorciados. — O lembrei, encarando o semblante triste.
— Ainda dá tempo, amor. Por favor. — Ele sussurrou, os olhos levemente vermelhos como sempre ficava antes de encherem de água.
— Poderíamos ter todo o tempo do mundo, mas eu ainda estou magoada demais e… eu não confio em você. — Senti a lágrima grossa escorrer em meu rosto. — Vá embora, Louis, por favor. — Falei tentando controlar a emoção na voz. Louis se afastou, suspirando antes de sair da cozinha para se despedir da filha. Assim que ouvi a porta ser fechada, voltei para o meu quarto, afundando na cama e deixando que as lágrimas escorressem. Exatamente como havia feito meses atrás, quando o mandei embora pela primeira vez.
Tudo que eu queria era acreditar em Louis, acreditar que ele ainda me amava e que ainda havia tempo para recuperar o que tínhamos. Mas não era mais assim. Não éramos só nós dois no mundo, havia Joann entre nós. E idas e vindas entre os pais não ajudaria em nada a sua cabecinha.
Senti a cama afundar levemente, quando a minha pequena se esgueirou, deitando de frente para mim.
— Você está triste porque o papai foi embora de novo? — Ela perguntou. O rosto tão parecido com o do pai, um lembrete constante do que um dia foi o nosso amor.
— Não, pequena. — Suspirei. — A mamãe só está com um pouco de dor de cabeça. — Falei secando meu rosto com a manga da camiseta.
— Então pede para o papai voltar, ele vai cuidar de você. — Ela disse levando a mão pequenininha para fazer carinho em meu rosto, fazendo meu coração pesar ainda mais.
Puxei meu bebê para mais perto, apertando-a entre meus braços e sentindo seu cheiro.
Isso era tudo que eu precisava para seguir em frente. Minha filha.
Dois meses depois.
Respirei fundo, lavando meu rosto depois de vomitar pela quarta vez. Meu corpo inteiro doía, como se uma manada inteira de elefantes tivesse me atropelado sem dó.
Ouvi a campainha tocar, e olhei para as horas em meu celular, devia ser Louis trazendo Joann do final de semana com sua família. Enxaguei a boca mais uma vez, e saí para atender a porta.
Minha garotinha entrou pulando, feliz, contando tagarelando como havia sido o dia com os tios e o irmão mais velho, enquanto arrastava Louis pela mão para dentro de casa. Freddie entrou em silêncio, e assim que me viu me abraçou apertado. Eu sentia muita falta daquele garoto.
— Mamãe, trouxe um pedaço do bolo da tia Phoebe pra você! — Ela disse abrindo um pote que havia retirado da mochila colorida, o cheiro do doce fazendo meu estômago revirar no mesmo segundo, o que me fez correr para o banheiro pela quinta vez.
Não havia mais o que vomitar, e a ânsia fazendo meus olhos marejaram.
— Você está bem? — A voz de Louis soou da porta do banheiro. Joguei água no rosto mais uma vez antes de assentir.
— Comi algo que me fez mal. — Falei tentando regular a respiração.
— Quer que eu te leve em um médico?
— Não tem necessidade, amanhã já estarei melhor. — Tentei sorrir. — Obrigado.
— Quer que eu leve Joann então? Assim você descansa. — Sugeriu, me dando espaço para sair do banheiro.
— Não precisa. Já estou me sentindo melhor. — Menti.
— Você está pálida, tem certeza de que não quer ir ao médico? — Ele disse se aproximando, segurando meu rosto entre as mãos. Eu realmente me sentia fraca, não consegui segurar nada em meu estômago o dia inteiro e arrepios se espalharam pela falta de nutrientes.
— Está tudo bem, Louis. — O tranquilizei. — Obrigado pela preocupação.
Louis entendeu que aquilo significava o fim do assunto, e bufou antes me soltar. Ele e Freddie se despediram de Joann, antes de sair.
A noite foi um tormento, a náusea me deixando louca, acompanhada por uma dor de cabeça insuportável.
Na manhã seguinte, deixei minha menina na escola e fui para uma clínica médica. Torcendo para que fosse apenas uma intoxicação alimentar, por mais que eu reconhecesse os sintomas que já me atormentaram uma vez.
Não. Não. Não. Não.
As lágrimas grossas escorriam, meu coração batia tão forte dentro do peito junto do desespero que me tomava.
Mandei uma mensagem para Louis, pedindo que fosse buscar Joann na escola, pois não estava em condições de dirigir.
A campainha tocou, fazendo meu coração dar um salto.
— Mamãe hoje foi tão divertido! — Minha menina disse pulando pela casa, forcei um sorriso a ela e acariciei os cabelos presos da tiara de laço que combinava com o uniforme.
— Querida, pode ir brincar um pouquinho no seu quarto enquanto a mamãe e o papai conversam? — A garotinha estreitou os olhinhos azuis antes de assentir e sair correndo em direção ao quarto.
— Aconteceu alguma coisa? — Louis disse em tom preocupado, assim que Joann saiu de nosso campo de visão.
— Aconteceu. — Falei sentindo minha voz embargar. Sentei no sofá, escondendo meu rosto entre as mãos. — Eu… — Tentei falar, mas os soluços me impediram. Louis se agachou na minha frente, segurando minhas mãos em uma tentativa de me acalmar.
— O que aconteceu? Você está doente, é isso? É grave? — Começou a desferir as perguntas, tão desesperado quanto eu.
— Não. — Respirei fundo, engolindo a saliva grossa. — Eu estou grávida. — Sussurrei, e Louis paralisou. — Aquela noite… nós esquecemos a camisinha e… — Mais um soluço escapou.
Louis estava parado, congelado, encarando meu rosto sem nem mesmo piscar. As mãos apertando meus pulsos com certa força. Ele estava surtando.
— Me perdoa. — Sussurrei. — Eu…
— Você não fez nada sozinha, s/n. — Ele falou pela primeira vez, depois de longos segundos. Louis se levantou, e sentou ao meu lado no sofá, prendendo o queixo entre os dedos, como sempre fazia quando estava nervoso. Chorei baixinho, meu coração pesado no peito, sem saber sequer o que pensar. O medo gritando em minha cabeça, me deixando zonza. — Caralho. Um filho. — Ele sussurrou, mais para si mesmo. — Um filho… nosso.
— Eu sei que você não queria outro filho agora… — Falei secando meu rosto. — Principalmente nessa situação, o divórcio acabou de sair e… — Tentei achar palavras para explicar, mas não havia explicação. — Mas eu não podia esconder isso de você e…
— Realmente, um filho agora não estava nos meus planos. — Admitiu. — Mas nós vamos dar um jeito nisso. — Ele segurou uma das minhas mãos, entrelaçando os dedos nos meus. — Um filho é sempre uma benção, s/n. E essa criança será tão amada quanto Joann. — Ele levou minha mão até seus lábios, beijando o local.
O apoio de Louis estava sendo fundamental, ele se fazia presente em cada etapa da gestação. Desde as consultas de rotina, ultrassons, exames, até mesmo massagens em meus pés quando estavam muito inchados. Já faziam alguns dias que ele praticamente havia voltado para casa, indo em seu apartamento apenas para pegar algumas mudas de roupa. Joann estava radiante, tanto com a presença do pai quanto com a iminente chegada de Melissa. Teríamos mais uma menina.
— Isso está ficando bom. — Falei me encostando no batente da porta do quarto da bebê. Louis estava sem camisa, montando o berço com certa dificuldade enquanto Joann estava sentada no chão, lendo as palavras do manual com a habitual dificuldade de uma criança em alfabetização, e Freddie ajudando a irmãzinha com a junção das cílabas.
— Já montei dois berços antes desse, cada um parece mais difícil que o outro. — Disse secando a camada fina de suor que aparecia em sua testa com a parte de trás da mão.
Antes que eu pudesse fazer mais alguma piada, dei um gritinho quando Melissa deu um chute forte. Louis jogou o martelo no chão, e correu até mim com um olhar aflito no rosto. Ainda faltava algum tempo para que nossa menina viesse ao mundo, mas a cada dia que passava ele se preocupava ainda mais.
— Tudo bem?
— Tudo. — Suspirei, pegando uma de suas mãos e levando para onde a garotinha chutava. — Sua filha que já está seguindo os passos do pai e se preparando para ser jogadora de futebol. — Louis abriu um sorriso largo, sentindo mais um chute, agora mais fraco.
— Espera sair daí para chutar, amor, assim você machuca a mamãe. — Ele disse acariciando minha barriga, e me fazendo rir. — Você está linda. — Ele disse, olhando em meus olhos.
— Eu estou de pijama, e não existe uma camiseta no meu armário que cubra essa barriga. — Falei em tom de ironia, mas com o coração quentinho pelo elogio.
— Você sabe que pode usar as minhas. — A mão de Louis saiu de minha barriga, indo para as minhas costas e afagando o local. — E você também sabe muito bem que é a mulher mais linda desse mundo. — Meu coração vacilou, como tantas vezes aconteceu nos últimos cinco meses.
Me afastei de seu toque e fui para o meu quarto, tentando acalmar meu coração dentro do peito.
— Para de fugir assim. Vamos conversar. — Louis disse entrando atrás de mim.
— Não temos nada para conversar, Louis.
— É claro que temos, linda. — Ele disse parando a minha frente, acariciando meu rosto com dois dedos. — Esses últimos meses estão sendo ótimos, desde que você me deixou ficar aqui não consigo parar de pensar que não quero ir embora quando Melissa nascer.
— Lou…
— Me escuta. — Ele sussurrou. — Eu amo você, s/a, amo a nossa família, as nossas filhas. Me deixa te provar que eu posso ser o cara que você merece. — Louis falou ainda mais baixo, tocando meu nariz com o seu. — Dá uma chance pro nosso amor, linda. — Eu podia sentir os movimentos de sua boca, roçando contra a minha. — Eu te amo, s/n, amo pra caralho. — Disse me fazendo rir. Louis sempre teve a boca muito suja, por mais que se controlasse quando estava perto das crianças. — O que me diz? Vai dar uma chance pra nós?
— Louis… — Suspirei, me afastando um pouquinho, para conseguir formar os pensamentos com clareza. — Eu juro, que se você sair um pouquinho da linha… — Demonstrei um espaço mínimo com as pontas dos dedos, e ele abriu um sorriso antes mesmo que eu terminasse minha frase, me puxando para perto novamente e finalmente colando nossos lábios após tanto tempo.
Um beijo calmo, que me fez suspirar em seus lábios e nossa pequena se revirar em meu ventre como se soubesse que os pais finalmente fizeram as pazes.
— Freddie! Mamãe e papai estão se beijando! — Quebramos o beijo com uma risada, quando ouvimos a voz de Joann comemorando enquanto corria pela casa.
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Mew Suppasit & Tul Pakorn
มิวศุภศิษฏ์ & ตุลย์ภากร
Mew se ha vuelto mas tranquilo gracias a su the one
"Soy el más feliz" Mew Suppasit (y es lo único que importa lindo)
Sentirse cómodo con esa persona a pasar de los años es lo que le gusta a Mew
Mew Tul cuando se conocieron - Mew Ingeniería Tul Arquitectura
Mew Tul quien se acerco al otro primero
Tul se acerco a Mew se sentaron juntos convivieron todo ese día y han pasado 10 años de ese momento
Mew Tul cuando empezaron a sentir algo fue cuando Tul se fue a estudiar a EU y son mas cercanos desde la serie de Mew Ocean
Mew Tul cuando se despidieron en el aeropuerto cuando Tul se iba a estudiar a EU y Mew lloro mucho lo testea Tul - Mew lo visito 3 veces
Mew esta locamente enamorado
Mew es mas expresivo de los dos cuando están juntos
1 juego hicieron - Mew la parte que mas toca todas las noches de Tul son sus mejillas XD
Mew coqueteando adulando a Mi Mew hahahaha Le dice Ojos de bebé
Tul : El amor es el color del americano que nos gusta. - color de amor
Primer regalo de cumpleaños como pareja
Mew- bolso de lujo a Tul
Tul- secador para el pelo - que el usa mas jajajaja
Mew entendió el mensaje cuando Tul le pido un bolso de lujo para su cumple le engaño con el precio dicen - se lo dio Mew y a Tul y le encanto y Mew dice solo lo uso 3 dias jajaja ya lo habia comentado antes.
Mew cuando esta Tul enojado o él siempre tiene que hacer las paces Mi Mew. XD
Tul si no contesta mensaje Mew se enojara pero es porque Mew se preocupa por el.
Tul Me gusta de Mew que tienen interes mutuo y se siente afortunado de tenerle
Mew le gusta Tul por que es lindo y Tul se sonroja
Tul le gusta Mew porque le da buenos consejos y sabe Mew escuchar y se preocupa por Tul los consejos de Mew realmente le ayudan
Mew gusta de Tul cuando están juntos porque mejora en muchos aspectos y aprende con el ser mejor persona
Tul me gusta Mew porque es guapo y ve ala chica toda emocionada atrás jajaja
Mew gusta de Tul porque es feliz cuando esta con el y quiere estar con el siempre y Tul dice que suerte verte-tenerte
My Ambulove EP.10 : มิว - ตุลย์ l [GoyNattyDream]
(https://youtu.be/Nq_02EIs6Xs?si=B9DA4506AhASbHUs)
Vean la entrevista esto es lo que vi entendi de los subs del canal esta lindo todo el vídeo. Esto solo es una parte hay mas en el vídeo. :D
MEWTUL ES REAL! ES OFICIAL!
#mew suppasit#tul pakorn#mewtul#MewTul#ตุลย์ภากร#มิวตุลย์#มิวศุภศิษฏ์ ︎︎︎#MewTul confirmaron que están en una relación#My Ambulove EP.10 : มิว - ตุลย์ l [GoyNattyDream]#tul_pakorn#Tul Pakorn#octotul#mewsuppasit#Mew Tul#Tul_Pakorn#mew lindo#actor y modelo cantante thai#amor a mew 🐼#perfecto es tul 😍#mewtul de viaje
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hair el pelo
Think about Pelé’s hair: it’s always stayed there, abundant and curly. It didn’t even turn grey. (he was born in 1940)
She explained to me how to use the hair dryer. Ella me explicó cómo usar el secador de pelo.
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⋆⠀⠀💌 ⠀۟⠀𝑝𝑎𝑟𝑡𝑛𝑒𝑟 : howard. ⋆⠀⠀ 🍒 ⠀۟⠀𝑐𝑒𝑛𝑎́𝑟𝑖𝑜 : the ritz-carlton.
⋆⠀⠀ও⠀⠀۟ é capaz de ouvir verossímil a uma réplica cada discussão que acontece na mesa de jantar . o falatório sobre política e eleições fê-la sentir o pulsar nas têmporas ; a enxaqueca de ouvir a cólera de seu pai para com os assessores . cada um deles , inclusive rutherford , onde é quase constrangedor permanecer no mesmo quarto de hotel que ele . nem mesmo o acalento do banho cálido lhe libertou da tensão ; os tímpanos doloridos por cada exclamação e fúria . o cubo de gelo que mastiga , análogo a um vício , é o sonido abafado pelo secador . o desliga somente quando percebe a presença de howard no cômodo , espiando-o através do reflexo do espelho . não há nada que possa falar para atenuar a ignorância , tampouco acredita que atitude alguma terá validade sobre a possível frustração . você demorou . longe de ser uma preocupação ecológica , porém , é desta maneira estúpida que o silêncio sucumbe o cenário . estava pensando que ... bem , eu posso ir ' pra casa .
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CONEXÕES PROCURADAS . Abaixo do read more, você encontrará uma lista de conexões que estou procurando para desenvolver para a Ekaterina.
Obs.: Por ser bissexual, nenhuma delas possui gênero definido.
001 . Por uma vez na eternidade , vou estender a minha mão !
Você foi a única pessoa por quem Ekaterina se interessou e chegou a namorar em todos os anos que passou no Acampamento Meio-Sangue. Ekaterina não é uma pessoa que se envolve facilmente com alguém, mas algo em você chamou a atenção dela. O relacionamento acabou e vocês ficaram indo e voltando várias vezes até colocarem um ponto final definitivo (ou era o que pensavam).
002 . Trazem essa força gélida de um coração a ser minerado !
Seu objetivo é entrar no coração congelado de Ekaterina. Você percebeu que ela não gosta muito de estar perto de pessoas, que sempre é muito distante e não gosta de falar sobre assuntos pessoais... Bem, isso com certeza atiçou a sua curiosidade para saber mais sobre ela e está disposto a fazer o que for preciso.
003 . Magia difícil de controlar !
Fechado para @andrvna
Azar seu: você era uma das pessoas que estavam mais próximas de Ekaterina quando foi reclamada, ou seja, virou picolé pelo total de um dia. Graças a Quíron, conseguiram reverter e te descongelar (nada que um secador de cabelo não resolvesse), mas pode ter sido desesperador para você ficar assim.
004 . Um reino de isolamento e a rainha está aqui !
Você e Ekaterina foram quase alguma coisa. Tudo estava indo bem, vocês estavam quase se apaixonando, mas nos finalmentes, Kath andou para trás. Por quê? Ela não te disse, apenas foi embora com um "isso não daria certo". Agora, você pode odiar ela ou não.
005 . É o jeito tosco de ele andar ? Seu jeito bronco de falar ?
Fechado para @d4rkwater
Você não é uma pessoa muito delicada, o que Kath definitivamente já percebeu. Ela até não ligaria, mas você se tornou o projeto pessoal de boas maneiras dela, porque ela está entediada e estava precisando de algo para distrair a própria cabeça. Agora, ela está tentando fazer com que você seja mais elegante.
006 . Gente te xinga , te engana e te bate .
E, no caso da relação de vocês, Ekaterina é essa pessoa. Não faz questão de demonstrar o desprezo que tem por você. Deve ser porque vocês são diferentes ou você fez alguma atitude que ela não aprovou, mas isso foi o suficiente para ela te odiar.
007 . Eu te escuto , mas não vou !
A vida meio que aconteceu para vocês. Eram amigos bem próximos, mas aí você começou a perceber que a Ekaterina tinha um constante processo de se afastar e voltar, afastar e voltar. Para você, a amizade parou de ser tão boa, então brigaram e hoje em dia não se falam mais.
008 . Você queira me contar que , como eu , não achou o seu lugar ?
Fechado para @kittyprde
Uma vez, você pegou a Ekaterina dançando e fez com que ela tomasse um susto. Desde então, vocês têm encontros secretos para conversarem, já que a amizade de vocês não seria muito bem vista pelos amigos que possuem.
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Como deixar o cabelo longo e saudável.
Uma das melhores formas para deixar o cabelo longo e saudável e fazendo tranças quando for dormir isso ajudar o cabelo cabelo crescer a o longo do tempo que o cabelo está transado. Algumas coisas que podem ajudar o seu cabelo se manter saudável.
Proteção térmica
Se usa fontes de calor como chapinha, secador e babyliss, use produtos com proteção térmica.
Corte as pontas
Faça cortes regulares para eliminar pontas duplas e estimular um crescimento mais saudável.
Alimentação
Uma dieta rica em proteínas, vitaminas, minerais e ácidos graxos saudáveis ajuda a promover o crescimento saudável do cabelo.
Escolha do shampoo
Escolha um shampoo ideal para o seu cabelo.
Cuidado com o couro cabeludo
Problemas no couro cabeludo, como caspa, descamação e oleosidade excessiva, podem prejudicar o crescimento capilar.
Evite pentear o cabelo molhado
O cabelo molhado é frágil e quebra sobre pressão, por isso, apenas escova o cabelo quando estiver seco.
Uma das melhores formas de cuidar ou recuperar o cabelo é fazer um cronograma capilar.
O cronograma capilar é uma rotina de cuidados com os cabelos que consiste em uma sequência de etapas de hidratação, nutrição e reconstrução. O objetivo é repor nutrientes, vitaminas, minerais e lipídios perdidos pelos fios, devolvendo-lhes a vitalidade e a saúde.
Pra que serve cada etapa do cronograma capilar?
• A nutrição é a responsável pela proteção do cabelo contra as agressões diárias que causam o ressecamento, o frizz e o enfraquecimento da fibra capilar. Seu objetivo é repor a camada lipídica que o cabelo já tem naturalmente com a oleosidade, formada por ácidos graxos, que conservam as cutículas alinhadas e fechadas e impede a perda da hidratação pelo córtex.
• A hidratação é a estrela dos cabelos com a elasticidade em dia, macios, com balanço e, claro, livres do ressecamento. O córtex capilar, a parte mais interna dos fios, é o grande beneficiado por ela, já que a água natural garante a flexibilidade contra a quebra, a maleabilidade e a agradável sensação de maciez que sentimos quando mexemos no cabelo.
• Já a reconstrução é a salvadora dos fios que tenham perdido massa e estejam quebradiços e afinados por conta de processos químicos, como alisamentos, colorações e descolorações, uso frequente de secador e chapinha, exposição ao sol, etc. Com a reposição de proteínas, a reconstrução capilar devolve a força contra a quebra e torna o cabelo mais encorpado.
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