Tumgik
#responsabilidad estricta
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Responsabilidad Civil Estricta (mal llamada Objetiva)
La Responsabilidad Extracontractual Civil es aquella que no se origina por el cumplimiento de un contrato, sino por la ocurrencia de un hecho que deriva en un daño hacia una persona. En nuestro derecho, se rige por el Título 35 del Libro Cuarto del Código Civil. A menudo, aparte de los elementos objetivos del evento (hecho, daño y relación causal entre éstos), debe concurrir un elemento…
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Yuxtaposición
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"¿Por qué has venido aquí, querido corazón, con todas estas instrucciones? Te prometo que haré todo tal como me pidas. Pero acércate. Entreguémonos al dolor, aunque sea brevemente, en los brazos del otro" — Homero, La Ilíada
No puedo escribir las palabras de amor.
No como escriben sobre ello poetas y dramaturgos, con el fervor emocional y el talento de quien hurga en el alma de las cosas, encauzándola en rimas o versos, imágenes y sugerencias.
Mis palabras, nugales y pletóricas, sonarían torpes y cursis, garabateadas, incapaces de competir justamente con quienes graban nombres en la corteza de un árbol.
Y, sin embargo, si fuera siquiera capaz de hacerlo, lo haría.
Si supiera hacerlo, te escribiría algo más largo que una línea, que no dijera simplemente que te extraño o pienso en ti, dejando en tu boca el sabor de la prisa o el deber de una respuesta fugaz.
Entre un recado y la apretada agenda de quehaceres de la vida, del día que te doblega a sus términos.
Si supiera hacerlo, te escribiría como si escribiera una página de algo, de una historia que contar, en la que los personajes ya no somos nosotros, ni la definición ideal de dos personas que se encuentran.
Pensar el uno en el otro, desearse el uno al otro, anhelar esa concreción que se convierte en la proyección física de una sustancia que, de hecho, ya es concreta, tangible, absolutamente evidente.
Si supiera hacerlo, te escribiría que hay momentos en los que el deseo de tirar al papel, con mi letra cuneiforme, todas las palabras que desearía poder recordar mañana, sea cual sea el resultado de este hallazgo milagroso.
Algo de qué reírse con un amigo que se ha vuelto común en años o con lo que lamentar la tensión de días que parecían diseñados sólo para devolverle la confianza y la vida, el sabor de las cosas, el placer del proyecto, el placer de la espera.
Y junto con su angustia frenética y espasmódica.
Si supiera cómo hacerlo, te escribiría, una vez más, que no eres ni podrías representar nunca una diversión infantil, el pasatiempo de un alma aburrida en el sofá y con ganas de anotar un polvo más.
No eres lo que pasa porque “cada descanso se pierde” ni algo que me permito ya sabiendo que quiero perderte en el camino.
No eres casualidad, no es casualidad que pienso en ti y te deseo, te escribo y te espero.
Si supiera cómo hacerlo, les escribiría sobre aquella vez que decidí aislar y describir la dinámica de las relaciones con un método casi riguroso, estructurando una taxonomía de mujeres y hombres, construyendo mi propia ciencia personal del desencanto que absolutamente no admití la posibilidad de que pudiera encontrarme aquí, así, contigo, hablándote de nosotros.
Porque las estrictas reglas de mi equilibrio no lo habrían admitido.
Porque los rigurosos dictados de mi tranquilidad no lo hubieran permitido.
Si supiera hacerlo, te escribiría llamándote "amor", por el simple hecho de que nunca he llamado así a nadie.
Si supiera hacerlo, te escribiría que tal vez, al fin y al cabo, el sentido último de las palabras sea siempre el resultado de las circunstancias.
Y que yo, amor mío, no te llamo así.
Sabiendo que eres igual a otras personas que he tenido, ni terminar con homologarme a otros hombres que han estado contigo.
No lo hago por el reprobable sentido práctico con el que las parejas se desvían de la responsabilidad de otras palabras mucho más pesadas "estar ahí", "construir" explotando el simulacro de un compromiso tan ligero y sencillo de decir "amor " tan serio y difícil de cumplir.
¿Verás? Si fuera siquiera capaz de hacerlo, te escribiría todo esto.
Te escribiría una carta… casi de amor.
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zealouscollectionvoid · 2 months
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**Título: "El Cambio de Peso en la Isla del Sol"**
Había una vez un hombre llamado Alejandro, cuya apariencia impecable y sonrisa encantadora lo convertían en el centro de atención en cualquier lugar al que fuera. Trabajaba arduamente como abogado en la ciudad, pero su vida estaba llena de estrés y responsabilidades. Un día, mientras hojeaba una revista de viajes, encontró una imagen que cambiaría su destino: una isla paradisíaca con playas de arena blanca y aguas cristalinas. Sin pensarlo dos veces, reservó un boleto y se dirigió a la Isla del Sol.
Al llegar, Alejandro quedó maravillado por la belleza natural que lo rodeaba. El sol brillaba intensamente, y las palmeras se mecían suavemente con la brisa. Se instaló en una pequeña cabaña junto a la playa y comenzó a relajarse. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que notara un cambio en su cuerpo.
Cada día, Alejandro disfrutaba de los exquisitos platillos locales: pescado fresco, frutas tropicales y cócteles coloridos. La comida era deliciosa, pero también abundante. Pronto, sus camisas comenzaron a sentirse más ajustadas, y los botones amenazaban con saltar. Aunque al principio se preocupó, pronto decidió que estaba de vacaciones y merecía disfrutar sin restricciones.
Las mañanas las pasaba en la playa, tumbado en una hamaca, mientras el sol doraba su piel. Las tardes eran para nadar en el mar turquesa y explorar la selva circundante. Pero cada noche, cuando se miraba al espejo, notaba cómo su abdomen se redondeaba y sus pantalones se volvían más ceñidos. Aunque no le importaba demasiado, sabía que debía encontrar un equilibrio.
Un día, mientras caminaba por la playa, conoció a Sofía, una nativa de la isla. Ella era hermosa y tenía una sonrisa sincera. Sofía le explicó que la vida en la Isla del Sol era diferente: la gente valoraba la alegría, la comida y la compañía por encima de todo. No había gimnasios ni dietas estrictas. Alejandro se sintió intrigado y decidió seguir su consejo.
Junto a Sofía, comenzó a practicar yoga al amanecer y a nadar largas distancias en el océano. También aprendió a cocinar platos saludables con ingredientes locales. Aunque seguía disfrutando de los placeres culinarios, ahora lo hacía con moderación. Poco a poco, su cuerpo comenzó a transformarse. Perdió algo de peso, pero también ganó fuerza y vitalidad.
Con el tiempo, Alejandro se dio cuenta de que la verdadera belleza no residía solo en su apariencia física, sino en cómo se sentía consigo mismo. La Isla del Sol le enseñó a amar su cuerpo tal como era, con sus imperfecciones y curvas. Y aunque nunca volvería a ser el mismo hombre que llegó a la isla, sabía que había encontrado algo más valioso: la paz interior y la aceptación.
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dailyrol · 10 months
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Aunque padres insistían en que se comportaran como una señorita, nunca lograron doblegar su voluntad y ella hizo lo que quiso, dedicándose casi por completo al arte y a sus pokémon.
Aunque es un espíritu libre, le gusta hacer las cosas a su manera y puede parecer algo descuidada, no es una persona que descuide sus obligaciones y responsabilidades. Se toma enserio su trabajo, y aunque pueda ser de trato fácil, no tiene reparos en ser ruda y estricta cuando se requiere.
Solara RPG | Ambientación | Canons | Búsquedas
Solara es una vasta región del mundo pokémon. Grandes misterios, incursiones legendarias y emocionantes aventuras. ¿Estás preparado para tu propia aventura pokémon?
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Delincuentes: 100PP + 200PE
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arieeag · 1 year
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Los hijos del Este
El libro perdido
Capítulo 1
 Cada mañana despertaba acompañado del calor del sol y el aroma dulce de los jazmines en su ventana. Así fue desde que tenía memoria pero lo acompañó incluso antes de nacer, cuando su madre tejía y cocía el ajuar del nacimiento y luego cuando su padre pintaba el cuarto que hoy era suyo.
 La enredadera crece indómita, aferrada por todo lo ancho y alto de la muralla, sin brechas excepto el marco de la ventana, donde ofrece vides floreadas con las que Izuku aprendió a hacer coronas y brazaletes. Con el tiempo, creció lo suficiente para sentarse en el borde mientras leía libros o dejaba secar el cabello húmedo al sol, entonces aprovechaba de hablarle, arrullarse con su aroma dulce y amable en cada momento importante o crisis.
Por eso no imagina mañanas ni atardeceres donde esa mística fragancia no esté, al punto que no desea otro hogar diferente al suyo, quiere una casa donde sus cachorros crezcan con la misma bondad.
 Hoy Izuku está listo para vestirse con el traje ceremonial, más no puede evitar recortar algunas flores para guardarlas en una bolsa pequeña que oculta entre los pliegues del nagajuban. Sobre la cama, el kimono reposa listo, cubierto por atados con hierbas que sirven para ahuyentar polillas y absorber la humedad. Está listo para vestirse, pero antes debe asistir a su padre.
 Sale de la habitación rumbo al cuarto principal, donde su padre termina de ajustar el cuello del nagajuban azul. Aún antes de entrar a la habitación principal, Izuku sonrió al escuchar los gruñidos frustrados del alfa por no poder arreglarse adecuadamente, ahí se anuncia con una sonrisa y saludando a su padre comienza a vestirlo.
 - Tu madre estaría molesta conmigo...Diría que soy un sambo o algo por el estilo.
 Su hijo rió pero negó con la cabeza- No creo que te reprochara nada padre.
 - Tienes razón. Sólo me daría una porción de comida más pequeña y probablemente no sea por no poder vestirme solo con esto, sino por dejarte montar a caballo solo.- reprocho. En realidad Izuku no tenia esa libertad pero tampoco dejaba el candado puesto en el granero para impedir que saliera por cualquier cosa. Todo era escusa suficiente.
 Desde los 9 esa fue una pelea, o más bien la única discusión que el matrimonio Midoriya enfrentó con respecto a la educación de su cachorro. Por esos tiempos, en especial con la regencia Tradicionalista de la Dinastía Todoroki, no era bien visto que un omega montara a caballo, y los pocos que lo hacían nunca aprendían antes que los betas o alfas a los 12 años, sin embargo, el chico montó el potrillo de la granja a los 9, bajo la estricta supervisión de su padre. Izuku suspiró cansado, guardándose cualquier comentario al respecto, pues desde que su madre murió el hombre tomo como propias todas las aprensiones de su madre, prohibiendo todo lo que alguna vez le enseño aunque sólo de palabra, en realidad nunca tomo acciones directas para impedirle estos desacuerdos en su crianza.
 Entre sus manos, el chico acarició la tela suave de la yukata antes de extenderla para que su padre se calzara la prenda. Con cuidado acomodó y quitó los pliegues de la tela, dejando el lado izquierdo sobre el derecho. Luego ató el Obi al recordar que su padre también era un desastre en eso.
 Ya listo, el alfa mayor lo abrazo y le acarició el cabello verde, más no pudo evitar que su nariz buscara sentir el olor a menta que era tan parecido al de su difunta esposa.
 - Izuku...ahora es tu turno- le dijo con nostalgia y caminaron rumbo al cuarto del menor.
 El vestido ceremonial, nunca fue un evento sencillo para nadie puesto que el atuendo se compone de muchas piezas . Cada una con un fin para proteger el vestido final, el kimono o la yukata, una prenda hecha de tela fina y costosa, teñida a mano con técnicas muy laboriosas por artesanos locales.  
 La tarea del vestido normalmente recaía en la madre, sin embargo, Izuku asumió esa responsabilidad al morir Inko de fiebre puerperal a la edad de 11 años.
 En el cuarto de Izuku, los mayores encuentran a Kota admirando embelesado el kimono de su hermano mayor, sus ojos fijos en las intrincadas figuras de niebla entre juncos, flores y peces koi. Es tanto su interés que mueve su peso de un pie al otro o de adelante hacia atrás con las manos escondidas en su espalda, conteniendo las ganas de tocarlo, por temor a ensuciarlo y hacer enojar a padre.
 Izuku sonrió al ver la expresión del niño, que apenas podía soportar su curiosidad. Pero como su hermano acostumbraba meter las manos en la cocina, entre las conservas, miel o carne seca, decidió que por esta vez no iba a consentirlo. En lugar de eso tomó una manta y se la tiró encima de la cabeza. El niño rio y se lanzo sobre él bufando con falso enojo solo para reír a carcajadas cuando Izuku le hizo cosquillas. Pronto las risas llenaron el lugar, formando una melodía que acaricia el corazón del alfa.
 Con un carraspeo interrumpe los juegos de sus hijos. La hora de la ceremonia estaba cerca y aún debían llegar al pueblo para dejar a Kota con los abuelos.
 - Izuku, tenemos que irnos
 -Lo siento padre- le contestó entre rizas.
 Al terminar, salieron de la casa trancando la entrada para luego encender  un incienso sobre un platillo de metal que cuelga sobre la puerta para protección de malos espíritus mientras dejan el hogar para dar sus agradecimientos a los dioses.
 Ya en el establo, su padre toma los dos caballos de la familia Aka y Cora. Izuku revisó la silla de montar pero mientras lo hacía su padre le advirtió que por favor montara como su madre, para su disgusto. El viaje era un poco largo y esa forma de montar aunque bonita para vista era muy poco práctica y hasta peligrosa si el caballo cabalgaba muy rápido.
 Transcurrieron varios minutos antes Hisashi viera a Izuku resignarse a cumplir la petición, y cuando lo hizo, tenia los labios estirados en una fina línea. Pero finalmente tras luchar un poco con sus vestidos, logro poner ambas piernas a un lado del caballo enganchando las riendas en una mano al tiempo que sostiene la espalda recta.
 Su madre habría estado orgullosa, piensa al ver el porte elegante en su hijo mayor, o hasta magnifico de no ser que sólo un minuto después estiró las piernas de golpe para luego arrojarse del caballo jadeando como si hubiera sufrido una especie de tortura.
 La mirada acusatoria del alfa no se hizo esperar pero Izuku le recordó que no se había puesto un pantalón debajo del kimono para ir sentado como mujer. Obviando el hecho de que es omega.
 - Padre, nadie monta de esa forma.
 - Por que no hay otros omegas que monten a caballo.
 -Por que otros omegas no viven tan lejos del pueblo y además nos es mi culpa que las ruedas de la carreta estén inservibles- puntualizó. Lo cual era muy cierto, ellos vivían en una provincia lejana separados inclusos de las demás granjas, por varios cientos de metros. Además la carreta que usan para transportar las cosechas o lo que hayan preparado en invierno para vender en el mercado, ya estaba muy vieja, si que tuvieron que mandar muchas de sus partes.
 - Juna es omega y no monta a caballo- repuso Hisashi mientras revisaba la montura de Kora, aunque por la cara que le dio su hijo supo que iban a tener una discusión.
 - Juna, no monta a caballo.- aceptó, frunciendo el ceño- pero tampoco lee, escribe ni teje o algo. Solo está ahí como centro de mesa, a la espera de que un alfa quiera mon...
 - ¡Izuku Midoriya! Soy tu padre y tu alfa hasta que no Hayes nada mejor, así que modera tu lenguaje y toma asiento en la montura como te lo he pedido. – Gruñó, la espalda recta y ofendida para imponerse. Si solo pudiera estar enojado con su hijo por mas tiempo que un latido. Tras su arrebato suspiró cansado y culpable. Fue su culpa que el respondiera así, siempre a sabido que a Izuku odia que lo comparen con esa pobra chica, pero tampoco puede tolerar el lenguaje vulgar.
 Tienes que educarlo mejor, dice una voz nostálgica, pero tiene un apego enorme hacia el y no se explica cómo paso, porque el mismo día en que Izuku nació, supo que crecería para casarse y vivir lejos de él, un destino del que ningún omega de la provincia escapó al no haber nacimientos de alfas en la zona.
 Sin embargo, con cada año sin que llegara el hijo alfa o beta, le fue imposible negar algo al único bebé que tenía en casa y antes de darse cuenta, tenía un niño omega que no fue criado para ser un esposo o al menos el tipo de esposo que suelen ser los omegas, debido a su independencia.
 Por su parte Inko Midoriya lo educó sobre administración doméstica y crianza de cachorros hasta lo que le permitió la vida. Nadie sabría que en sus últimos días, ella rogó a los dioses por que el futuro alfa de su hijo fuera un hombre paciente y amable, para que tuviera paciencia sobre todas las cosas que Izuku no llegara saber una vez contrajera matrimonio.
 Pese a todas sus aprensiones, demostró tener una inteligencia muy flexible. Cuando Izuku no estaba ayudando en casa a su madre, Hisashi lo llevaba con al campo, allí recogían la paja y forraje de los animales, otras veces simplemente lo sentaba en una cerca por ahí para que Izuku leyera algo.
 El alfa amaba escuchar su voz y sobre todo ver como cada día la inteligencia de su pequeño crecía enormemente, pero a medida que pasaban los años fue cada vez mas frecuente preguntarse sobre qué clase de alfa cortejaría a su muchacho, que tan inteligente serían los niños que vendrían y si esa vida seria suficiente para Izuku.
 Cuando el último libro de la casa fue concluido, las preguntas que Izuku tenía del mundo no hicieron más que aumentar en cantidad y complejidad. Tristemente el alfa tuvo que explicarle que no podía enseñarle nada más porque el mismo nunca tuvo los medios para adquirir una educación superior, sin embargo, su hijo omega, siendo tan joven y humilde le demostró que si habían cosas que podía aprender de él.
 Hoy sabe de números, maneja las cuentas de la casa y puede negociar en el mercado sin ser estafado, también sabe de historia y sobre todo criar animales con un talento natural y casi místico
 Izuku agacho la cabeza como signo de respeto y sumisión tras oír el reto de su padre, sin embargo, al hacerlo sus ojos encontraron a su hermanito a un lado de su caballo. Seguramente estaba esperando que alguien lo subiera sobre la montura.
 - No puedo llevar a Kota sentado así.- advirtió con ternura. Hisashi entonces reparó en el niño pero su gesto se endureció incluso más.
 -Yo lo llevare esta vez- espetó para luego sentar al niño sin cambiar el talante. - Tu hermano a veces me hace enojar.- le explicó al niño tras ver su rostro lloroso.- No llores, eres un alfa.- dijo golpeando despacio los hombros del niño.
 -Papá- llamó Izuku mientras seguía el caballo de su padre. - tiene 5 años no seas tan duro con el
 -No, debe aprender. Si va a la escuela con este carácter, los otros niños querrán pasar por encima de él.
 -Lo vamos a enviar a la escuela? – le dijo Izuku entusiasmado. Olvidando por completo la discusión y el enojo.
 - Si Izu, tu madre así lo hubiera querido.
 Entonces Izuku afianzó la correa y se adelantó para ocultar las lágrimas de emoción.
 Dos horas después arribaron a la ciudad. Allí buscaron la casa de los abuelos Maternos para dejar a su cuidado el menor de los Midoriya y los caballos.
 Como cada año, tomaron asiento para compartir los alimentos con la pareja y se pusieron al día con los acontecimientos con un ritual muy estricto pero consciente. Normalmente el abuelo acaparaba la atención de sus nietos contándoles historias de las guerras pasadas y cuentos de terror sobre el extinto pueblo bárbaro, o de bestias negras con dientes de sierra. Entonces Kota gritaría emocionado y pediría más, pero Izuku con 16 años, ya conocía cada historia de memoria así que no solía compartir el mismo entusiasmo. Luego, cuando el anciano se aburriera de acaparar la atención dejaría a los niños para salir a fumar con Hisashi.
 Y ahí fue cuando Izuku realmente aprecio estar en la casa de sus abuelos. No por que no le agradara el hombre orgulloso, pero por alguna razón su abuela jamás hablaba con él cuando estaba presente, salvo para asentir o secundar las opiniones de su esposo.
 Tan pronto el hombre se fue, la anciana agarro entre sus brazos a kota y luego a Izuku a pesar de que ya estaba demasiado grande para eso. ambos rieron y le devolvieron las caricias con risas, besos o simplemente disfrutando del el olor a leche y canela que desprendía para arrullarlos.
 De pronto la mujer sonré ampliamente, empuja a izuku lejos y ataca a kota con cosquillas hasta que el niño se huye a toda prisa al patio, probablemente para cazar insectos.
 Al verse solos la mujer sonrió.
 - Izuku...-llama la anciana en tono meloso- Eres tan parecido... – susurra mientras ve el perfil de su nieto.
 -A mamá, lo sé. – concluye el muchacho sonriendo, luego se acomoda frente a ella para observar el rostro envejecido y analizar sus facciones. Él supone que si su madre fue parecida a la abuela y este a ambas, entonces en su vejez tendría el mismo rostro apacible y solemne que admira.
 - No mi niño, es decir, sí, te pareces a ella, pero ahora me refiero a tu tátara abuelo. Serías idéntico de no ser por esas feas manchas en tu cara.
 El chico frunció levemente el ceño ante las quejas sobre sus pecas, pero por esta vez lo dejó pasar y se concentró en la mención de su antepasado. Si bien su abuelo siempre hacía alarde de sus raíces, muy por el contrario la abuela era muy reservada, además sin importar lo que intentara, su abuelo volvía en el momento preciso interrumpiendo cualquier recuerdo de la mujer.
 - No tenía pecas- balbuceo nervioso y molesto a partes iguales. Esas pecas eran herencia de su familia paterna y le gustaban- O sea ¿Cómo era? - se rectificó antes de recibir otro discurso sobre rostros blancos y bellos como el de sus pergaminos- Es decir ¿A qué se dedicaba?
 - Cazador...antes de establecerse, claro está, pero mi madre decía que quinientas cabezas era el número.
 Izuku entonces repaso lo dicho por su abuela, pero no tenía nada de sentido. Se suponía que debía saber que su tatarabuelo no se estableció hasta vivir en ...¿En la ciudad? ¿Esta ciudad? ¿Entonces dónde vivió antes? ¿Por qué era relevante? "Alto" se regañó mientras entierra sus uñas contra la mano contraria. Estaba divagando demasiado y su abuela tiene ciertos problemas de memoria.
 -¿Número de qué abuela? ¿quinientos que?
 - No tengo idea, pero ella decía que ajusticio 500 cabezas... - dijo mientras llevaba una mano hacia su mentón, concentrada en ese detalle. - pero debía ser cazador porque teníamos pieles. Tantas piezas de cuero y todos los tamaños que había un cuarto lleno de ellas- concluyó animada ante la luz de sus recuerdos, pero tan pronto esa energía llego se fue y sus ojos se entristecieron- Teníamos muchos, pero las perdimos en el segundo gran incendio del pueblo. Ay mi niño, mi madre las atesoraba tanto, lloró por meses, incluso los vecinos lamentaron las pérdidas, porque eran muy bellas y del gusto de todo el mundo.
 - Lo siento abuela, creo que ya me habías contado eso. Lo siento mucho
 - Me fascinaban, pero mi madre las amaba más que yo. Eran tesoros familiares, verdaderas reliquias...También era todo lo que nos quedaba de él. - le aseguró e Izuku la escuchaba atentamente. Esa era una de las conversaciones más largas que tenía con la anciana en mucho tiempo, con cada año su memoria se perdía más y más.
 -Mira lo que me estoy acordando. - dice con una sonrisa mientras ve fijamente algo distante, no existe en la realidad pero en su mente el recuerdo toma forma tras estar perdido por muchos años.- un día llegaron a nuestra casa unos sirvientes de la nobleza. Mi madre estaba sorprendida y avergonzada porque nuestra casa era pequeña y esas gentes viven en palacios, sin embargo, peor habría sido no recibirlos, así que los invitó a pasar. Ahí fue cuando ofrecieron monedas de oro por las pieles del abuelo. Nosotras nunca antes habíamos visto tanto dinero, pero, aunque nos hacía falta, ella se negó. ahora la entiendo tanto...
 - ¿De qué eran las pieles abuela? ¿Dónde las obtuvo? Porque, por esta región no hay mucho que cazar.
 -Ay hijo, le pides mucho a esta vieja. No recuerdo nada, tengo la cabeza mala.
 El chico asintió, pero bajo la mirada decepcionado, ante esto, la anciana se sintió tonta y aún más vieja- lo siento Izu-chan, pero lo único que recuerdo es su pelaje. - mencionó nostálgica. De pronto nota como su nieto la mira nuevamente con esa bonita curiosidad y decide que quiere ver ese brillo un poco más- era muy abundante, con el pelo tan largo que mis manos podían hundirse hasta los codos y era suave cómo la seda de color gris brillante ...Se perdió como todas nuestras cosas.
 - Lo siento no quería hacerte recordar cosas tristes.
 - No. No cariño, ya no importa porque gracias a eso nos mudamos y luego pude conocer a tu abuelo.- dijo riendo como si hablara de una travesura.
 - ¡Entonces se conocieron desde jóvenes!
 -Shhhh, no. - niega dándole un codazo de complicidad. - ¡Los Alfas no deben amistar con omegas antes de los 16!- dice imitando la voz de su esposo. El omega rio frunciendo los labios para no delatarlos, pero tuvo que esconder su cara en las ropas de abuela cuando esta le hizo cosquillas de sorpresa.
 - Pero abuela yo no conozco a ninguno. - le juró tratando de alejarse de ella.
 La anciana entonces adoptó un gesto indignado y fue implacable. - Más rápido se atrapa a un mentiroso que aun cojo chiquillo. En el mercado tengo muchas amigas- le advierte soltándolo al fin.
 Izuku enrojeció y ocultó su cara entre sus manos negando. Era verdad que no tenía pretendientes, pero de que hablaba con jóvenes alfas cuando no estaba su padre...
 -Pero que se supone que haga, me aburro en el puesto y no puedo echarlos si quieren llevar algo.
 -Aburrimiento...- ironizó, aunque ya no tenía energías para seguir molestándolo. Su cuerpo ya no la acompañan tan bien como antes.
 Cansada apoyó la cabeza en su hombro buscando refugio en la juventud viva de su nieto. Izuku entonces pasó un brazo tras su espalda y la abrazo con delicadeza sintiendo el peso de las preocupaciones en ella, entonces quiso reconfortarla, hacerle sentir que nada importaba más que compartir juntos el tiempo que les quedara y no los recuerdos que estaba perdiendo.
 Para la mujer era extraño dejarse envolver por el abrazo de un niño que hasta hace unos poco años se acostaba en sus faldas o jugaba a sus pies, sin embargo, era un sentimiento cálido porque de no ser por ella y el matrimonio solido que construyó junto a su esposo, ese niño tan perfecto a sus ojos jamás estaría ahí con ellos. Sus nietos son un regalo, pensó y como si eso activara una alarma la anciana llevó sus manos hasta el bolsillo de su vestido, palpando el regalo que debía entregarle a Izuku. Frustrada gruño. Esa cabeza suya estaba traicionándola otra vez.
 - Izuku, tengo un presente para ti.
 Su nieto la miró y volvió a pegar su mejilla contra su coronilla y ella aspiró el delicado aroma a hierbas que desprendía.
 -Abuela no hace falta.
 - Pero ya tienes 16 años y tu belleza casi ha madurado.- dijo con tono cuidadoso pues ese aroma que la llenaba de paz era el inicio de algo importante. Ante el gesto  Izuku inmediatamente supo que le daría otra charla sobre su crecimiento y adultez por lo que prudentemente miró a su alrededor en busca de su joven hermano. No lo hayo.
 - Estas creciendo tanto...Tendrás tu propia familia. - insiste mientras saca el regalo pero se detiene al oír una pregunta curiosa.
 - ¿De verdad cree que mi celo llegara pronto? -
 Entonces la mujer agravó la mirada y llevó sus manos al rostro de su nieto para regañarlo, sin embargo, puedo notar lo preocupado que estaba por eso.
 - La mayoría ya tuvieron sus primeras experiencias...- continúa izuku mientras presiona la tela del kimono con su mano. Se siente preocupado porque la verdad es que no tiene con quien hablar de estas cosas, la partera siempre está ocupada, las pocas visitas son cortas, además esa mujer hablaba todo lo importante a solas con su padre y a puerta cerrada.
 - Déjame verte- pide la anciana y con delicadeza acaricia su mejilla para palpar la suavidad de la piel, luego observa los ojos grandes de color verdes con atención, encontrándolos inundados del brillo de cortejo, una especie de luz vidriosa que los omegas desarrollaban sólo en esas fechas de fertilidad. Finalmente, se dio el gusto de acariciar la cabeza de su descendiente disfrutando de la suavidad y el brillo saludable en las hebras verdes y rizadas.
 Ahora estaba más que segura del diagnóstico, pues el primer celo de un omega despierta cambios profundos en sus cuerpos y mente para acentuar las facciones y belleza natural. Su finalidad es llamar la atención de un alfa fuerte y saludable. Ella tiene bastante experiencia conociendo bien ese proceso, asique supo reconocer todos los síntomas en su nieto, aunque, sólo faltaba que los labios de Izuku tomen mucho más color.
 -Estoy segura, una anciana con 3 hijos omegas en su haber sabe bien de estas cosas. - le advierte al ver que Izuku no parece satisfecho.
 - ¿Debo preocuparme porque esté tardando? La otra omega ya tuvo el suyo y la gente dice que puedo ser menos fértil
 -no cariño, eso no tiene nada que ver. – interrumpe compasiva.- Podrías incluso tenerlo a los 22 como tu bisabuela y sabemos que tuvo 9 niños.
 Izuku abrió grande los ojos y se tensó.- ¿Pero es verdad?- dijo ya que jamas conoció a nadie mas de la familia, según sabía todos se habían ido a vivir mas cerca de la capital.
 -Por su puesto ¿No tenías idea? De hecho, son 9 sin contar los gemelos, pobrecitos, fallecieron de neumonía...
 - ¿Cómo tienes tantos hijos? - divago en voz alta.
 - Bueno en esos tiempos el té estaba prohibido y siendo sincera 9 es poco, tu tatarabuelo tuvo 12
 - Abuela! ¿Cómo es que me estoy enterando de esto ahora? El abuelo dice que sus hermanas sólo tuvieron un hijo ...Además ¿Cuántos primos y tíos tengo por el pueblo sin conocer?
 -Ninguno cariño, todos viven al norte, dentro de Bizenh. Sólo nosotras nos mudamos.
 - pero son muchos, yo pensé que...
 - Ay hijo, tienes la suerte de nacer en una familia de omegas muy fértiles, de hecho si tu madre no hubiera nacido antes de tiempo, habría tenido fuerza para darte más hermanos. Así que ánimo, no tienes que preocuparte por tu fertilidad, podrás tener todos los niños que quieras.
 - ¿Y si sólo quiero uno? - preguntó sintiéndose mareado. Hasta ayer le preocupaba ser estéril porque su celo estaba tardando en llegar. La mayoría lo recibía a los 14, su propia madre de hecho lo recibió a los 16 años y como casi solo pudo tenerlo a él, se convenció de que el tendría una suerte parecida, sin embargo, ahora que sabe lo fértiles que fueron sus antepasados pedirá otra cosa a la diosa Inari.
 La anciana río ante la cara de horror de Izuku y luego le apretó las mejillas.
 -me temo que tendrás que usar muy bien esa cabeza para que no pase. A los Alfas no les gusta que sus omegas beban el té.
 -entonces buscaré uno que este de acuerdo con que doce niños es un disparate. - Asegura determinado.
 La anciana se ríe de su inocencia. La mayoría de los omegas se prometen cosas parecidas, sobre todo con el primer parto, pero los alfas pueden y serán muy persuasivos, no por nada ella misma había tenido 6 cachorros.
 -¡Izuku! ya cierra la boca un rato- le grita de pronto y el chico la mira ofendido.
 -No pongas esa cara, llevo todo el día tratando de darte un regalo y me distraes. - luego toma el presente y lo entrega con brusquedad.
 - Lo siento olvidé que querías dármelo
 -Yo soy la anciana que olvida cosas, tu sólo eres distraído con pájaros en la cabeza. Ahora escúchame bien, ese regalo es una reliquia familiar, te lo doy a ti porque no me acordé de que lo tenía hasta hace unos meses y como ya todos mis cachorros hicieron sus familias, pues te lo doy a ti.
 Izuku entonces miró el bolso pequeño con decepción. Había pensado que se lo daba por algo especial.
 - cuando tengas un hijo omega tendrás que heredarlo a sus 15, pero como tendrás más de uno.
 -No – suspiró Izuku y ella rodo los ojos.
 - cuando las cosas pasen, será mejor que elijas al niño más inteligente. No al más lindo, ni al más fuerte o el primero ni el que mejor te agrade, sino el más inteligente- le advierte.
 - Abuela ningún hijo debería agradar más que otro.
 - Izuku ya no quiero discutir contigo.
 Izuku sonrió, pero igual prometió que honraría la tradición familiar.
 -Gracias mi Izu-chan, pero ahora llama a tu padre que se les va hacer tarde...O Mejor voy yo, tu hermano está demasiado callado seguro hizo algo.- advierte e Izuku sale disparado hacia el vestíbulo donde lo sintió por última vez. Otra vez no le prestó atención.
 Los dos hombres mientras tanto conversan sobre la familia en el patio, comparten la pipa de tabaco y observan las plantas del patio pacíficamente, sin embargo, Hisashi puede sentir que algo está molestando a su suegro, así que lo invita a contarle sus preocupaciones.
 - Parece que Izuku está en edad de merecer. - soltó de pronto el alfa mayor mirando los frutos maduros del durazno- Con 16 ya debería terminar el ajuar. ¿Ya tuvo su celo?
 - Me temo que no, pero la partera dice que no nos hará esperar más tiempo. Su cuerpo ha madurado, más lento que otros chicos, pero está creciendo bien.
 - Es una lástima que Inko partiera tan pronto...Ojalá los dioses le hubieran permitido procurar mejor a su hijo.
 - Sé que teme por él, padre, pero Izuku es inteligente y tengo dinero ahorrado, sé que no la tradición de nuestra familia, pero al menos podremos ofrecer un regalo aceptable cuando llegue el momento.
 - De eso mismo quería hablarte. Como soldado del imperio, jamás faltó nada a mi familia, aunque tampoco tuvimos gran abundancia. El regalo fue fruto de mucho esfuerzo.
 - Un presente que mi familia todavía agradece.
 El hombre sonrió para hacerle saber que estaba consciente de eso, pero debía decir lo siguiente con cuidado. Hisashi no ocultaba a nadie su adoración por su cachorro mayor pero no creía que estuviera criándolo adecuadamente sobre el matrimonio o el calor. - En ese tiempo pude mantener ahorros para mi vejez pero también logré cultivar buenas amistades, precisamente la casamentera de este distrito es una vieja amiga.
 Hisashi entonces sintió como su estómago se apretaba. De pronto sentía que le estaban quitando algo.
 - Hijo- llamó con amabilidad, pero el alfa más joven no pudo contener el aroma sobre protector y territorial- Sólo fue una charla, pero está dispuesta a ayudarnos a encontrar un esposo digno de nuestro Izuku.
 - Sé que tiene que pasar- espetó, sin embargo, se obligó a respirar profundo y calmarse. No era cualquier hombre con quien estaba hablando, sino el padre de su difunta esposa. - Es la naturaleza, mi hijo tiene ese derecho, pero preferiría esperar.
 - Hisashi...
 - ¿Qué hay con Kota? Izuku es la única madre que conoce
 - Lo sé, ¿Pero que harás cuando inicien sus ciclos? Sé que vives en una zona donde sólo hay betas, pero si el se queda solo en casa ¿Quién puede asegurar que esté seguro?
 - Puedo protegerlo.
 - ¿Hasta cuándo?...Mira, no tienes que llevarlo hoy- aceptó el anciano comprendiendo que el alfa debía asimilar la noticia- ni mañana o pronto, pero por favor considera el ofrecimiento. Además, pueden pasar hasta años antes de que aparezca alguien. En estos tiempos los omegas y mujeres betas son cada vez más abundantes, además, ya que se les ha permitido trabajar, la mayoría tiene noviazgos más prolongados.
 - Izuku no fue a la escuela.
 Ante eso el anciano hace un gesto despreocupado con la mano. - Pero sabe leer y escribir.- enfatiza. Aunque no fuera formal, ese es un conocimiento muy poco difundido entre omegas, en consecuencia, saber leer es una virtud muy apreciada. - Además, según entiendo, le has estado enseñando como administrar el puesto en el mercado. No es mucho, pero es más, no, mucho más de lo que sabe cualquier otro omega de aquí y puede abrirle paso a un mercader o algo por el estilo...
 Entonces el padre comprendió que no era el único que veía con buenos ojos la personalidad de Izuku, lo que significaba que si incluso un hombre tan tradicional como su suegro apreciaba esas virtudes entonces no tardarían en llegar los pretendientes, si es que no los había ya. Eso lo deshumanizó.
 - El también aprendió algunas constelaciones. Administra la casa y me ayuda con las cuentas...cuando está con Kota, me recuerda a su madre, pero
 - Lo que falte podrá aprenderlo, es muy inteligente.-aseveró el anciano en tono conciliador. En gran parte puede entender de donde viene el miedo y las preocupaciones de Hisashi. Sólo un padre puede saber lo que se siente entregar un hijo o el fruto de su matrimonio a otro alfa que no se conoce tan como se desea en esos casos, sobre todo porque tu peor miedo es que no sea el indicado, pero por sobre todo, que sea respetuoso de las necesidades de su omega.
 - Es posible- aceptó Hisashi y sonrió triste. - pero son muchas cosas, no sabe cocinar.
 - Ja ja, No te preocupes, su abuela puede enseñarle.
 - Padre, no es estoy seguro de que ese sea el problema. Creo que simplemente no tiene interés en hacerlo bien.
 El anciano entonces recuerda a su esposa, los 3 primeros meses perdió casi 10 kilos por las enfermedades intestinales. Al final tuvo que cocinar él todos los desayunos y cenas hasta que el primer cachorro llego, quien milagrosamente trajo consigo un drástico mejoramiento en las comidas de la familia.
 - Yo he intentado explicarle, pero prefiere poner atención a otras cosas.
 - No será el primer omega en cocinar mal hijo.- repuso con el seño fruncido, recién hasta ahora se percata que la mujer volvió a cocinar mal en cuando el ultimo hijo se fue de la casa
 - Pero también juega con el arco...Casi mata una cabra y tuve que regañarlo
 - ¿Disculpa? ¿Qué arco?-. Hisashi se tensa porque eso no era algo que debía mencionar- Te refieres al que te di años atrás?
 - Sí- aceptó el alfa metiendo una mano entre su cabello- No es el hecho que se case lo que me preocupa, sino lo que sucederá cuando lo haga. Es demasiado independiente, testarudo, dulce y protector, pero ....no puede ser cualquier alfa.
 - ¿El arco que te di?- insiste el anciano todavía sorprendido porque eso también le recuerda a alguien que conoce desde hace 50 años.
 - Padre.
 - Espera...¿Estamos hablando del arco que te di?
 - ¿Y que otro arco iba a tener en casa?
 Entonces el anciano se sentó sobre una piedra que usaban como escaño para dar largas caladas a la pipa- Un arco... al menos me lo has advertido. Pero que disparate, eso lo sacó de tu sangre.
 Hisashi iba a replicar pero una voz los interrumpió.
 - ¡Hisashi, hijo!- era su suegra.- Se les va hacer tarde.
 El anciano entonces negó con la cabeza y lo despidió con un gesto de la mano.
 - Lo siento madre.- dijo Hisashi mientras entraba en la casa- alistaré las ofrendas- susurró mientras camina hacia la cocina donde esta el paquete de los ancianos
 - Estas tan lindo mi Izuku.- dijo la anciana sosteniendo el rostro de su nieto cuando lo vio pasar arrastrando a Kota con las manos llenas de tierra.- recuerda, tienes que pedir por más años de vida para
 - Mis abuelos.
 - No cariño, solo para mí, si somos dos, los dioses no serán tan dadivosos. Además, no creo que a tu abuelo le importe conocer bisnietos
 - ¡Abuela! ¡Madre! - gritan escandalizados padre e hijo
 - Esposa.-refunfuño el anciano negando con la cabeza. Pero bueno el sabia en lo que se metía cuando se casó ella, una muchacha fuera de serie a la que llamaban Gabala del oriente, por la diosa cazadora de occidente.
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mario-rojas-espino · 2 days
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Mario Rojas Espino: Un Campeón de la Protección Ambiental en Guatemala
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Mario Rojas Espino, como ex Ministro de Medio Ambiente en Guatemala, ha sido un defensor dedicado de la protección ambiental. Su trabajo ha contribuido significativamente a la conservación y gestión sostenible de los recursos naturales del país. Las políticas, programas e iniciativas de Rojas Espino no solo han fortalecido la legislación ambiental, sino que también han establecido un marco para la preservación de la biodiversidad y los ecosistemas de Guatemala. Este artículo destaca el impacto del liderazgo de Mario Rojas Espino en la protección y conservación ambiental en Guatemala.
Fortaleciendo la Legislación Ambiental
Una de las contribuciones más notables de Mario Rojas Espino fue su papel en el fortalecimiento de la legislación ambiental de Guatemala. Entendió que para que la conservación sea efectiva, era necesario contar con sólidos marcos legales que regularan la actividad humana y protegieran los recursos naturales. Durante su mandato, Rojas Espino supervisó la revisión y modernización de las leyes ambientales, asegurando que estuvieran alineadas con los estándares internacionales de protección ambiental.
Al actualizar los estándares legales para las prácticas industriales y agrícolas, Rojas Espino ayudó a reducir el impacto ambiental de estos sectores. Sus esfuerzos incluyeron regulaciones más estrictas sobre emisiones, gestión de desechos y el uso de productos químicos dañinos, con el objetivo de mitigar los daños causados por la industrialización y la agricultura. El enfoque de Rojas Espino en la reforma legal garantizó que las industrias fueran responsables de sus prácticas ambientales, creando una cultura de responsabilidad y sostenibilidad.
Implementación de Nuevas Regulaciones
Además de actualizar la legislación ambiental, Mario Rojas Espino fue fundamental en la implementación de nuevas regulaciones diseñadas para salvaguardar los recursos naturales de Guatemala. Sus políticas se centraron en garantizar el uso sostenible de bosques, cuerpos de agua y otros ecosistemas críticos. Al promover el uso responsable de la tierra y la gestión de los recursos, Rojas Espino trabajó para equilibrar el desarrollo económico con la conservación ambiental.
Una de las regulaciones clave introducidas bajo su liderazgo fue la dirigida a frenar la deforestación, un problema importante en Guatemala. Las políticas de Rojas Espino fomentaron los esfuerzos de reforestación, involucrando tanto a iniciativas gubernamentales como comunitarias para restaurar tierras degradadas. Sus regulaciones también promovieron la cosecha sostenible de madera y otros recursos naturales, asegurando que estas actividades no comprometieran la salud a largo plazo del medio ambiente. Estas medidas han tenido un impacto duradero en la conservación de los bosques y ecosistemas de Guatemala.
Conservación de la Vida Silvestre y Protección de la Biodiversidad
El compromiso de Mario Rojas Espino con la protección ambiental se extendió a la conservación de la vida silvestre y la preservación de la biodiversidad. Reconoció la importancia de proteger las especies en peligro y mantener ecosistemas saludables para el bienestar tanto de la vida silvestre como de las poblaciones humanas. Durante su tiempo como Ministro de Medio Ambiente, Rojas Espino promovió varios programas destinados a conservar la rica biodiversidad de Guatemala, incluyendo esfuerzos para proteger especies en peligro de la destrucción de su hábitat y la caza furtiva.
Las iniciativas de conservación de la vida silvestre de Rojas Espino se centraron en la preservación de los ecosistemas únicos de Guatemala, como sus selvas tropicales, humedales y áreas costeras. Estas regiones albergan una amplia variedad de especies, muchas de las cuales son endémicas de Guatemala y vulnerables a la extinción. Bajo su liderazgo, los programas de conservación de la vida silvestre se expandieron, brindando mayor protección a estas especies y sus hábitats.
Iniciativas de Restauración de Ecosistemas
Un aspecto crítico de la estrategia de protección ambiental de Mario Rojas Espino fue la restauración de ecosistemas. Reconociendo que muchos de los ecosistemas de Guatemala habían sido degradados por la actividad humana, Rojas Espino lanzó esfuerzos para rehabilitar y restaurar estas áreas vitales. Su enfoque en la restauración de ecosistemas se basó en la comprensión de que los ecosistemas saludables son esenciales para mantener la biodiversidad, regular el clima y proporcionar recursos para las generaciones futuras.
Los programas de restauración de Rojas Espino incluyeron proyectos de reforestación, recuperación del suelo y rehabilitación de cuencas hidrográficas. Estas iniciativas tenían como objetivo revertir el daño causado por la deforestación, la contaminación y las prácticas agrícolas no sostenibles. Al restaurar los ecosistemas degradados, el trabajo de Rojas Espino contribuyó a mejorar la salud ambiental, aumentar la biodiversidad y mejorar la resiliencia al cambio climático. Sus esfuerzos ayudaron a rejuvenecer algunas de las áreas naturales más vulnerables de Guatemala, asegurando su preservación para las generaciones futuras.
Un Legado Duradero en la Gestión Ambiental
La dedicación de Mario Rojas Espino a la protección ambiental ha dejado un legado duradero en la gestión ambiental de Guatemala. Sus políticas, dirigidas tanto a fortalecer los marcos legales como a implementar medidas prácticas de conservación, han ayudado a salvaguardar los recursos naturales del país y promover el desarrollo sostenible. El liderazgo de Rojas Espino no solo mejoró el estado actual de la protección ambiental en Guatemala, sino que también sentó las bases para futuros esfuerzos de conservación.
Bajo su guía, Guatemala dio pasos significativos para abordar desafíos ambientales críticos, como la deforestación, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas. Su trabajo ha asegurado que la protección ambiental siga siendo una prioridad nacional, inspirando a futuros líderes y legisladores a continuar la lucha por la sostenibilidad.
Conclusión
El trabajo de Mario Rojas Espino como campeón de la protección ambiental ha tenido un impacto profundo en los recursos naturales y ecosistemas de Guatemala. A través de su liderazgo en el fortalecimiento de la legislación ambiental, la implementación de regulaciones sostenibles, la promoción de la conservación de la vida silvestre y la restauración de ecosistemas degradados, Rojas Espino ha contribuido a la conservación a largo plazo de la rica biodiversidad del país. Sus esfuerzos han establecido un alto estándar para la gestión ambiental en Guatemala, dejando un legado duradero que seguirá beneficiando a la nación durante generaciones.
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neidanrol · 21 days
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Rework de las facciones
Antes de adentrarnos en las categorías disponibles en el foro, es esencial definir algunos términos fundamentales:
I. Facción: Se denomina facción a un grupo de individuos unidos por ideas o intereses comunes dentro de una agrupación o colectividad. Así, por ejemplo, un bloque conservador dentro de un partido político se clasifica como una facción conservadora.
II. Ideología: Es el conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, y que define a un movimiento cultural, religioso, político, entre otros.
III. Territorio: En este contexto, "territorio" se refiere a una área geográfica o extensión de tierra bajo el control o dominio de un grupo, entidad o autoridad. Este concepto abarca tanto la administración como la influencia que dicho grupo ejerce sobre la región en cuestión. Por lo tanto, el término "territorio" no solo denota una ubicación específica, sino también la extensión del poder y la influencia en términos políticos, militares o sociales.
Con estas definiciones establecidas, los territorios se dividen en las siguientes facciones:
Heroínas, Neutrales y Villanas. Cada facción posee un territorio definido del cual no pueden salir sin la debida autorización.
Al igual que en la realidad, los territorios controlados por estas facciones aceptan exclusivamente determinadas ideologías. Para las heroínas, estas ideologías incluyen:
Tradicional: los tradicionales poseen un deber deontológico, un imperativo categórico, y una estricta moral por la que luchan. Su sentido del deber está profundamente enraizado en una ética que no permite concesiones, donde los valores inmutables y la justicia prevalecen por encima de cualquier circunstancia personal o emocional. Para ellos, la rectitud no es una opción, sino una obligación inquebrantable que guía todas sus acciones, aun cuando el camino esté plagado de dificultades y sacrificios.
Utilitario: héroes pragmáticos que miden el valor moral de sus acciones por sus resultados. Su lema podría ser "el fin justifica los medios", siempre y cuando el fin sea la maximización del bien común. No están atadas a reglas fijas ni imperativos categóricos, sino que sopesan cada situación con frialdad y racionalidad, evaluando qué acciones traerán el mayor beneficio o reducirán el mayor sufrimiento posible. Es decir, poseen una flexibilidad moral que a veces les hace ser cuestionados y no temen ensuciarse las manos si con ello logran salvar más vidas o asegurar un futuro mejor para la mayoría. En consecuencia, ellos, siempre, buscarán el bien aún cuando deban sacrificarse.
Cuidador: los cuidadores se basan en la empatía y la compasión, exhibiendo así dichas cualidades en sus esfuerzos por entender y cuidar a otros, incluso a aquellos que se consideran enemigos. Ellos priorizaría las relaciones y la responsabilidad hacia individuos específicos sobre la justicia abstracta, con lo cual, tienen dos objetivos como héroes, a saber, el deber universal y el cuidado profundo por su comunidad y seres queridos.
Por otro lado, las villanas se adhieren a las siguientes ideologías:
Utópico: el villano utópico se origina en la búsqueda de un ideal absoluto, como la creación de una sociedad perfecta o la implementación de una ideología. Aquí, los actos malvados se justifican en nombre de un bien mayor o un objetivo supuestamente noble pero retorcido y desfigurado. La maldad utópica suele ser particularmente peligrosa porque quienes la cometen creen que sus acciones son moralmente justificadas por el resultado final que buscan alcanzar, incluso si esto implica cometer atrocidades. Ejemplos históricos de maldad utópica se encuentran en regímenes totalitarios que han cometido genocidios o grandes crímenes en nombre de una ideología.
Instrumental: el villano instrumental, por otro lado, es aquel que comete un acto vil como un medio para alcanzar un fin. En este caso, el mal no es el objetivo principal, sino un instrumento para lograr algo que el perpetrador considera valioso o necesario. Por ejemplo, cometer un crimen para obtener poder, dinero, o control puede ser visto como maldad instrumental. Aunque sigue siendo maldad, la diferencia clave aquí es que el mal es un medio para un fin mayor, no el fin en sí mismo, y que, además, ese fin mayor es siempre un fin egoísta y que únicamente beneficia al perpretador.
Demoníaco: los demoníacos son aquellos cuya acción es realizada por puro deleite en la destrucción o el sufrimiento de otros. Es el mal que se comete sin una razón pragmática o utilidad, simplemente porque el acto de hacer el mal es un fin en sí mismo. Se trata, por lo tanto, de un villano cuyo mal es absoluto, donde el perpetrador actúa de manera puramente maliciosa, disfrutando del daño infligido a otros.
En cuanto a los Neutrales, en esta facción podemos encontrar de todo. Desde renegados, gente que antaño fue héroe o villano y que decidió abandonar, hasta indiferentes campesinos que solo quieren su propia tranquilidad. Ellos no desean inmiscuirse en los problemas entre buenos y malos, héroes y villanos, por eso, aunque haya infinidad de ideologías, todos se mueven bajo el estandarte de la libertad individual. Para los Neutrales, la paz no es un ideal compartido, sino una necesidad personal. No siguen leyes impuestas ni se alinean con grandes causas, pues cada uno define su propio camino y establece sus propias reglas. Por eso, la ambigüedad moral de los Neutrales los convierte en un enigma para aquellos que intentan clasificarlos. No son héroes ni villanos, y esa es precisamente su fortaleza. Son la sombra en la que nadie repara, el espectador en la guerra de otros, y a veces, el catalizador inesperado que puede inclinar la balanza hacia un lado o hacia otro, si así lo desean. Para ellos, el mundo no es blanco o negro, sino una vasta gama de grises en la que prefieren navegar sin ataduras. Se podría decir entonces, que es la facción más parecida a la vida cotidiana o real.
Estas son las categorías ideológicas vigentes en los territorios de las facciones. Ahora bien, ser afiliado de una ideología no implica que debas ser devoto a ella. Lo que queremos decir con esto es que, en los territorios de las facciones, uno debe estar etiquetado en algún tipo grupo pero que, en la intimidad del hogar, uno no debe estar obligado a seguir a raja tabla la ideología. Eso sí, si algún líder adivina que no eres lo que dices ser, pasarás a ser considerado un traidor y, en consecuencia, castigado por tus actos. Por ello, aclaramos que: cada ideología contará con un líder que, subordinado al líder de la facción, guiará a sus seguidores. La estructura jerárquica de los territorios comienza, por lo tanto, con el líder de facción, seguido por el líder ideológico y, por el momento, concluye con el ciudadano.
Los líderes ideológicos serán personajes canónicos, de modo que habrá un total de nueve (9) personajes canónicos disponibles, siendo así 1 lider por cara territorio, y luego 3 sub líderes más por cada ideología en las heroínas y las villanas.
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gracelily131 · 1 month
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certificacion fda
Certificación FDA: Garantía de Calidad y Seguridad en los Productos
La certificación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos es un estándar crucial para las empresas que desean vender productos en el mercado estadounidense. Este organismo regulador tiene la responsabilidad de garantizar que los alimentos, medicamentos, dispositivos médicos, cosméticos y otros productos de consumo sean seguros y eficaces. Obtener la certificación FDA no solo permite el acceso al mercado estadounidense, sino que también es un símbolo de confianza global en la calidad de los productos. Este artículo explora en profundidad la importancia de la certificación FDA, los requisitos para obtenerla, el proceso de certificación y los beneficios para las empresas.
Importancia de la Certificación FDA
La certificación FDA es fundamental para las empresas que desean comercializar sus productos en Estados Unidos, ya que este país cuenta con uno de los mercados más grandes y estrictamente regulados del mundo. La FDA asegura que los productos sean seguros para los consumidores y cumplan con los estándares de calidad establecidos por la ley. La certificación es especialmente importante en sectores como la industria alimentaria, farmacéutica y de dispositivos médicos, donde cualquier fallo en la seguridad o eficacia del producto puede tener consecuencias graves.
Además de abrir las puertas al mercado estadounidense, la certificación FDA también fortalece la reputación de la empresa a nivel global. Los consumidores y socios comerciales en otros países ven la certificación FDA como una prueba de que un producto ha sido rigurosamente evaluado y cumple con altos estándares de calidad. Esto puede facilitar la entrada en otros mercados internacionales, donde las regulaciones pueden ser menos estrictas pero la certificación FDA se reconoce como un sello de calidad.
El proceso de certificación también obliga a las empresas a mejorar continuamente sus procesos y productos. La FDA no solo evalúa el producto final, sino también los procesos de fabricación, el control de calidad, y el cumplimiento con las Buenas Prácticas de Manufactura (GMP). Por lo tanto, obtener la certificación FDA puede impulsar a las empresas a adoptar mejores prácticas que resultan en productos de mayor calidad y mayor eficiencia operativa.
Requisitos para Obtener la Certificación FDA
Para obtener la certificación FDA, las empresas deben cumplir con una serie de requisitos específicos que varían según el tipo de producto que desean certificar. En el caso de los alimentos, por ejemplo, los productos deben cumplir con los estándares de seguridad alimentaria establecidos por la Ley de Modernización de la Seguridad Alimentaria (FSMA). Esto incluye la implementación de un sistema de control preventivo, pruebas de contaminación y un plan de retiro del mercado en caso de que se detecte un problema.
En la industria farmacéutica, los medicamentos deben pasar por ensayos clínicos rigurosos que demuestren su seguridad y eficacia antes de que la FDA los apruebe para su comercialización. Además, las instalaciones de fabricación deben cumplir con las Buenas Prácticas de Manufactura (GMP), que aseguran que los medicamentos se produzcan de manera consistente y controlada de acuerdo con los estándares de calidad.
Para dispositivos médicos, los requisitos varían dependiendo de la clasificación del dispositivo, que puede ir desde Clase I (bajo riesgo) hasta Clase III (alto riesgo). Los dispositivos de Clase III requieren la presentación de una Solicitud de Precomercialización (PMA) que demuestre la seguridad y eficacia del dispositivo a través de pruebas exhaustivas y estudios clínicos. Los dispositivos de Clase I y II, que son de menor riesgo, pueden necesitar una exención de precomercialización o un proceso de Notificación de Comercialización (510(k)), donde la empresa debe demostrar que el dispositivo es sustancialmente equivalente a otro ya aprobado por la FDA.
Proceso de Certificación FDA
El proceso de certificación FDA puede ser largo y complejo, dependiendo del tipo de producto y la cantidad de pruebas necesarias. El primer paso para las empresas es identificar los requisitos específicos que aplican a su producto, lo cual puede involucrar consultar la legislación relevante, como la Ley de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos (FD&C Act) o la Ley de Modernización de la Seguridad Alimentaria (FSMA).
Una vez que la empresa ha identificado los requisitos, debe preparar la documentación necesaria que incluya información detallada sobre el producto, el proceso de fabricación, las pruebas realizadas y los resultados obtenidos. Esta documentación se presenta a la FDA para su revisión. En algunos casos, la FDA puede requerir visitas de inspección a las instalaciones de fabricación para verificar que cumplan con las Buenas Prácticas de Manufactura (GMP) y otros estándares de calidad.
Después de la presentación, la FDA realiza una revisión exhaustiva de la documentación y puede solicitar información adicional o realizar inspecciones adicionales. Si el producto cumple con todos los requisitos, la FDA emite una aprobación formal que permite a la empresa comercializar su producto en los Estados Unidos. Este proceso puede llevar desde varios meses hasta varios años, dependiendo de la complejidad del producto y el nivel de riesgo asociado.
Es importante destacar que la certificación FDA no es un proceso único, sino que implica un monitoreo continuo. La FDA realiza inspecciones periódicas y puede exigir retiros de productos si se detectan problemas de seguridad o incumplimiento con las regulaciones. Además, la empresa debe mantener registros detallados y estar preparada para auditorías en cualquier momento.
Beneficios de la Certificación FDA para las Empresas
Obtener la certificación FDA ofrece una serie de beneficios significativos para las empresas. En primer lugar, permite el acceso al mercado estadounidense, que es uno de los más grandes y lucrativos del mundo. Este acceso puede traducirse en un aumento significativo de las ventas y en la expansión de la cuota de mercado, especialmente en industrias altamente competitivas como la farmacéutica y la alimentaria.
Además, la certificación FDA mejora la reputación de la empresa y aumenta la confianza de los consumidores. Los productos que llevan la certificación FDA son percibidos como más seguros y de mayor calidad, lo que puede ayudar a diferenciar la marca en un mercado saturado. Esto es especialmente relevante en sectores donde la seguridad del producto es una preocupación primordial, como en los alimentos y los medicamentos.
Otro beneficio importante es la mejora continua de los procesos internos de la empresa. El rigor del proceso de certificación obliga a las empresas a adoptar mejores prácticas de manufactura, control de calidad y gestión de riesgos. Esto no solo mejora la calidad del producto final, sino que también puede conducir a una mayor eficiencia operativa y a una reducción de costos a largo plazo.
Por último, la certificación FDA puede abrir puertas en otros mercados internacionales. Muchos países ven la certificación FDA como un estándar de oro, por lo que tener esta certificación puede facilitar la entrada en nuevos mercados y reducir las barreras regulatorias. Esto es especialmente útil para empresas que buscan expandirse globalmente y que necesitan cumplir con múltiples regulaciones en diferentes países.
Conclusión
La certificación FDA es un proceso crucial para cualquier empresa que desee operar en el mercado estadounidense y que busque garantizar la seguridad y calidad de sus productos. Aunque el proceso puede ser complejo y desafiante, los beneficios que ofrece, tanto en términos de acceso al mercado como de mejora de la reputación y la eficiencia interna, son invaluables. Para las empresas comprometidas con la excelencia, la certificación FDA no es solo un requisito regulatorio, sino una oportunidad para fortalecer su posición en el mercado global y asegurar la confianza de los consumidores.
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jamesssbolton · 1 month
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¿Cuánto equipaje está permitido en Iberia Airlines?
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Iberia Airlines se destaca por ofrecer servicios flexibles, pero cuando se trata de equipaje, es bastante estricta e impone tarifas incluso por exceder 0,5 gramos de peso del peso total del equipaje. Teniendo en cuenta el mismo factor, la gente pregunta sobre cuánto equipaje se permite en Iberia Airlines. Entonces, si profundizas a continuación en las secciones, aprenderás las reglas de equipaje, cargos y otras cosas. Para toda la información, tenga cuidado y anote cualquier dato que le parezca importante; por favor echa un vistazo:
Desbloquea la Política de equipaje de Iberia Airlines. 
Antes de que alguien salga a viajar al aeropuerto para realizar el check-in, es su responsabilidad saber cuál es la franquicia de equipaje de Iberia porque esto le ayudará a evitar cualquier cargo o tarifa que generalmente imponen los funcionarios por violar las normas establecidas. Sumérgete en los puntos y comprende:
Equipaje de mano. 
Se le permite llevar 1 equipaje de mano junto con un artículo personal a bordo sin ningún cargo. 
Las dimensiones deben limitarse a 42 pulgadas lineales o 115 cm. (Largo + ancho + Alto). 
El peso no debe exceder un total de 10 KG. 
El equipaje de mano debe caber en el compartimento superior o debajo del asiento. 
Franquicia de equipaje facturado. 
Si viajas en clase Business, puedes llevar 2 maletas, mientras que en Business Plus son 3. 
Las dimensiones deben ser 62 pulgadas o 158 cm (largo x ancho x alto). 
Se permite un máximo de 23 KG de peso para equipaje facturable. 
Equipaje con sobrepeso. 
Generalmente, la tarifa por equipaje con sobrepeso varía de una ruta a otra y se cobra por KG.  Por lo tanto, para conocer los cargos exactos, es su deber conocerlos comunicándose con los funcionarios. 
¿Cómo evito cargos extra por equipaje en Iberia?
Si cumple con las normas de equipaje de Iberia, no se le impondrán cargos. Sin embargo, si es miembro del club de élite, es posible que también reciba algunos beneficios por llevar equipaje adicional sin ningún cargo a bordo. 
Puede consultar la política de equipaje de la aerolínea Iberia en los datos proporcionados en cualquier momento.
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byaguscortes · 1 month
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Esa mañana, en el monasterio de Yunmen-Si, en tiempo de la dinastía Tang, el joven monje Eisai había perdido la compostura. Gritaba al cocinero que, sereno y con los brazos cruzados, le escuchaba en silencio, mirándole fijamente, aunque no con irritación. Eisai cuidaba cada ave enferma o atribulada que encontraba en los alrededores. Esa mañana había encontrado a su último huésped, un pequeño gorrión que había caído del nido y él había rescatado, muerto congelado en su habitación. El día anterior había pedido algo de leña al cocinero para calentar la estancia y hacer soportable la fría noche para el ave. Pero se la había negado.
—Los que, como tú o yo, nos hallamos en la Vía debemos practicar la compasión, pero no el apego —decía el cocinero, un monje veterano.
Eisai no podía parar. Maldecía al cocinero por su avaricia, que le había negado un poco de leña, solo para tener con qué calentar el té de los comodones monjes por la mañana. ¿Cómo había ignorado a esa frágil criatura? Abandonada de todos, sin posibilidades. ¡Un detalle muy pequeño hubiera bastado para salvarla! Era horroroso.
—Tu labor y la mía son solo expresiones de la Vía. Sin el espíritu de la búsqueda de la Vía somos solo dos locos, que se empeñan en un esfuerzo inútil, sin beneficio de principio a fin —continuaba diciendo el cocinero, sin alterarse.
Eisai no cedía y condenaba la hipocresía del cocinero, que prefería algo de calor en la fría mañana a salvar una pequeña vida y, en su opinión, escondía esa falta de compasión tras una serenidad postiza, pues solo guardaba en su interior una mezquina indiferencia con el sufrimiento de otros seres.
—Todo eso hierve en tu corazón. Va y viene por tu mente día y noche. Detenlo y sigue la Vía con diligencia —dijo por último el otro y dio por terminada la conversación.
Las palabras del cocinero quedaron colgando en el aire con una presencia casi tangible. Mientras volvía a su celda, Eisai recordó lo que conocía del cocinero: sabía que estaba siendo injusto. No era un hombre cruel sino todo lo contrario. Recordó sus primeros días en el monasterio, cuando la cocina había sido el primer destino. Le había resultado imposible continuar allí por el ruido, el calor, la interminable agitación y problemas sin fin. No estaba preparado. Le maravilló, sin embargo, la serena presencia del monje veterano. Con una energía desbordante preparaba la comida de sus hermanos: primero el arroz y luego las guarniciones de verduras. Una vez terminada, cuando la comida estaba lista, lavaba y secaba de forma minuciosa todos los utensilios, cacerolas, ollas y cucharones. Entonces servía la comida, dando a cada monje la cantidad justa en su ración según fuese su constitución o edad. Cuando terminaba esta labor, dejaba a sus hermanos comiendo y se dirigía a la despensa del monasterio, en donde recogía los ingredientes para el día siguiente. Seguía una minuciosa conversación con el abad donde se discutía qué plato se prepararía con ellos. Luego lo llevaba todo a la cocina y disponía de ello dejando todos los ingredientes listos tras estudiarlos con atención suprema. Todo esto era un continuo tropezar con problemas, prisas, nervios, imprudencias o accidentes. Sin embargo, el cocinero navegaba por este caos con serenidad y jamás se le vio que su responsabilidad le hiciese perder el sueño, fuese cual fuese la gravedad de la situación que le iba a deparar el día siguiente.
Cuando Eisai llegó al monasterio, tiempo atrás, estaba enormemente asustado. El monasterio era un lugar gigantesco con salas para todas las funciones. Sin embargo, las rígidas normas y estricta organización de la vida diaria le resultaron, paradójicamente, liberadoras. Era un acuerdo honesto, con términos claros acerca de lo que se debía hacer y cuándo. Con consecuencias claras y explícitas a los actos. Todo eso era nuevo para él y se adaptó con facilidad. Aceptó las responsabilidades que se le asignaron con alegría pues implicaba que se le daba mucha confianza y él agradecía tal cosa. Vivía con naturalidad el rigor monástico y sintió que tenía un hogar.
Fue al poco de llegar cuando, paseando un día, vio un bulto palpitante en el suelo. Se acercó, curioso, y comprobó que se trataba de un pequeño pájaro. Quizá un gorrión (entonces no entendía de aves) que había caído del nido o se había hecho daño y no conseguía arrancar a volar. El desvalimiento de ese animal se agrandó hasta alcanzar los límites del universo. Nada había aparte del sufrimiento de ese ser y nadie más que él para ayudarle. Si pasaba de largo, el mundo acababa para esa pequeña criatura. Si la ignoraba, la rueda de reencarnaciones continuaría, dolorosa y lánguidamente, sin prisa, una y otra vez, hasta que el ser aprendiese y, mediante el Despertar, superara el dolor de la existencia.
Había que intervenir, entonces. Le recogió y depositó entre los pliegues de su túnica y lo escondió bajo su cama. El cuidado del pájaro y su posterior liberación le llenó de una alegría inédita. Creyó haber descubierto una tarea satisfactoria y significativa. Una labor con su propio sentido. Continuó cuidando aquellos pájaros heridos o accidentados de la forma que mejor podía. Y así había sido, durante muchos meses, hasta esa mañana en la que esa pequeña desgracia había terminado por consumir su paciencia.
El abad fue informado de la discusión y Eisai fue llamado a sus estancias. Tras los saludos ceremoniales, el anciano monje le obligó a recordar las Seis Concordias y una vez que el joven las hubo recitado, le preguntó por la incómoda situación que había provocado. Le reprochó su causa: la excesiva afición a adoptar pájaros, cuidarlos y volver loco a todo el mundo con sus necesidades y exigencias. Su actividad había acabado por provocar a los administradores verdaderos dolores de cabeza, pues estaba fuera de todas las obligaciones, normativas y tareas que los monasterios Chan tenían en sus reglamentos. La única explicación que obtuvo fue esta respuesta del joven:
—Mi padre me odió siempre, desde que nací. Ignoro la razón. Me despreciaba, trataba con dureza y no tuvo jamás una palabra de cariño. Mi madre me protegía, pero ella misma recibía el mismo trato de ese monstruo. Ella quería a ese hombre y esperaba que cambiara, pero eso nunca pasó. Nunca. Lo que sí ocurrió fue que, consumida por el dolor, mi pobre madre murió muy joven. Tras eso, mi padre no tardó ni dos semanas en mandarme aquí. Cuando abandonaba mi casa, sentí que finalmente podía respirar. Me juré que jamás volvería. Sin embargo, desde que llegué a este monasterio no hay semana que no le dicte unas líneas al escriba para mi padre. Tengo la esperanza de que responda. ¿Usted lo entiende?
—No —le respondió el abad.
—Entonces, ¿cómo podría explicarle mi labor con los pájaros?
—No soy tan obtuso como crees. El apego a tus actos no debe de ser un obstáculo para continuar en la Vía, ni para el ejercicio, por lo demás virtuoso, de la compasión. No eres la persona que más ha sufrido, ni el único responsable de acabar con el sufrimiento. Esa es una tarea larga y colectiva. Estamos todos en ello, comprometidos para alcanzar el Despertar.
Nada más terminar la reunión, el abad, que era poeta, escribió esto:
El ciervo airado embiste la luna. La sombra del árbol no se inmuta. El río fluye sin apresurarse. Y las montañas, serenas, eligen la inmovilidad.
Le preocupó la arrogancia de la respuesta de Eisai. En cualquier caso, le fue prohibido adoptar nuevas aves hasta nuevo aviso.
Humillado por la reprimenda y el castigo, Eisai continuó con sus obligaciones a regañadientes. Pasaban los días y evitaba mirar a los árboles o el suelo, no fuese a encontrarse con un ave necesitada de ayuda. No miraba para no ver. Trataba a sus compañeros con distancia y frialdad. Especialmente al cocinero, al que culpaba de forma injusta de su castigo. Tal cosa le hacía sentir culpable, pero no podía evitar comportarse así.
Pasaba el tiempo hasta que, impacientado por la falta de cambios en su situación, comenzó a cuidar de aves de forma clandestina. Las recogía a escondidas y las curaba sin decirle nada a nadie. Esa práctica cotidiana de ocultación le convirtió en un monje huraño y esquivo.
Su inquina para con el cocinero crecía con el paso de los días, de forma que le culpaba de todos sus males. Cada cosa que necesitaba y pugnaba por encontrar de forma secreta (algo de comida o alguna hierba medicinal) era un nuevo agravio que lo martirizaba. Una noche, buscando unas semillas de trigo para alimentar a un gorrión, se encontró inspeccionando la cocina. Ese era el reino de su detestado hermano. Tal perfección en la disposición de las viandas le insultaba. La idea de fastidiarlo entró en su cabeza lentamente y con la misma parsimonia se desplegó en su imaginación mostrando todo su atractivo. Enseguida no hubo lugar en su mente para otra cosa que no fuese esta. Y así ocurrió que buscó una forma de causarle problemas. Había un gran perol con berenjenas. Armado con un pequeño cuchillo comenzó a realizar cortes en todas ellas, así al cocinarlas resultarían aceitosas. También roció con agua salada un grueso montón de setas. Eso terminaría por arruinar el equilibrio de sabores. Sabía que no hacía falta más. 
No pudo dormir ante la expectativa del desastre que él esperaba para la comida. Asistió legañoso y somnoliento a las oraciones y meditaciones. Y a medida que pasaba la mañana se sentía más expectante. Finalmente llegó el momento. La probó y confirmó su mediocridad. Pasable, pero lejos de la habitual excelencia. Capturó miradas de desconcierto entre los monjes que se llevaban con recelo los palillos con el arroz a la boca. La comida terminó con una sensación general de desasosiego, como alguien que se despertase por un sueño demasiado intenso y se encontrase de nuevo en su polvorienta realidad. No consiguió ver al cocinero durante el resto del día y ese fue el único punto negro de una jornada que vivió como una victoria.
La locura de Eisai no se calmó ese día. Así, se planificó un verdadero sistema para entorpecer la labor del cocinero. A veces humedecía ligeramente las láminas de masa, haciendo que se pegaran y fuesen difíciles de separar. Añadía un poco de vinagre a la harina, y conseguía afectar la elasticidad de la masa. Humedecía el arroz almacenado, y lograba que se pegase al cocinarlo. O diluía con agua la salsa de soja. Cosas minúsculas, ridículas, pero que en el estricto desempeño de su labor causaban al cocinero problemas y sobresaltos. No le preocupaba, por otra parte, el hecho de estar perjudicándose a sí mismo. 
Sin embargo, no conseguía su deseo de verle verdaderamente atribulado. Se cruzaban por el pasillo o lo veía conversar con el abad a lo lejos, pero no lograba percibir su nerviosismo. Escuchaba los chismes de los otros monjes en los que se aventuraban todo tipo de causas para su reciente torpeza. Los alentaba y ofrecía nuevas causas y explicaciones. Pero todo ello no conseguía saciar su deseo de perjudicarlo.
Un día en el que estaba especialmente irritado, fue a comer. Al instante su ración le resultó extraña. Solo por el olor ya se dio cuenta de que los alimentos habían recibido el peor trato en su preparación. El sabor apoyaba ese veredicto. Esto no era cosa suya: no había realizado ningún sabotaje. Alarmado por la pésima calidad de la comida, cosa que jamás había ocurrido hasta ese punto, preguntó por el cocinero dejando caer una maledicencia: ¿Tenía algún percance de salud? Sorprendidos por su ignorancia, ya que era algo de lo que todos estaban al tanto, le contaron: esta mañana habían traído la noticia de que su madre había fallecido y se había retirado a meditar a la montaña; su paradero, incierto.
Eisai quedó profundamente afectado por ese hecho, pero al mismo tiempo pensó que era el momento de verlo finalmente sufrir y quiso salir a buscarlo. No podía escapársele. La locura de Eisai no cedía. Había dos o tres sitios por los alrededores en los que a veces algunos monjes se retiraban cuando necesitaban una soledad especial. Decidió intentarlo en uno de ellos. Preparó un hatillo con algo de arroz y salió del convento en un día que transcurría desapacible; en el que las nubes, en lugar de impedir la luz del sol, parecía que la multiplicasen, ya que todo el paisaje refulgía con una claridad extraña. Desde lejos, mientras se acercaba a ese agreste rincón, vio la figura con la túnica negra del cocinero. Inmóvil, parecía meditar.
Cuando estuvo cerca, el cocinero abrió los ojos. Eisai pidió, hipócritamente, disculpas por su presencia y el otro le hizo un gesto amable para que le acompañase. Se sentó a su lado y adoptó la postura ritual. Se miraron a los ojos un momento y el cocinero pronunció la única palabra que se oiría en esos lugares durante las siguientes horas:
—Duele.
Acto seguido, cerró los ojos y se sumergió de nuevo en su meditación. Eisai contemplaba cómo el rostro de su compañero se contraía de vez en cuando, dando testimonio de su dolor, pero la mayoría del tiempo se mostraba sereno.
Pasaba el tiempo y se dio cuenta de que los sonidos habían ido desapareciendo, dejando paso a un silencio irreal. Entonces un gorrión, como salido de la nada, se le posó en el hombro al cocinero. Esa presencia sorprendió por la hora del día y la temperatura. Sin embargo, el pajarillo se quedó allí. Sintió una quietud extraña y cuando abrió los ojos de nuevo encontró que, en su otro hombro, el monje más veterano tenía ahora dos gorriones posados, descansando. Algo estaba pasando sin duda, puesto que el tiempo parecía detenido. Incapaz de volver a su tarea meditativa, contempló, asombrado, cómo los hombros, la espalda y el regazo de su compañero se poblaron, poco a poco, de decenas de estos pájaros que, como una manta viviente, parecían proteger y dar consuelo al cocinero. Su rostro no volvió a mostrar dolor, sino que adoptó una expresión similar a la que se contemplaba en las hermosas estatuas del Buddha que poblaban el monasterio.
Sin que pareciese que fueran asustados por movimiento alguno, los pájaros echaron a volar de repente. Eisai se encontró al cocinero mirándolo. Este le hizo una señal de que se levantase, pues volvían al monasterio.
—Ya ves: la naturaleza de Buddha está en todos los seres. ¿Quién cuida a quién? —le dijo el cocinero mientras se estiraba brazos y piernas, rígidos por la prolongada inmovilidad.
No hablaron más, sino que volvieron en completo silencio. Mientras, Eisai se sentía profundamente conmovido por lo que había presenciado.
Recibió al cabo de un par de días la noticia de que el abad levantaba la prohibición y le habilitaba una pequeña habitación en la cual los pájaros podían pasar su convalecencia de forma menos austera. El cuarto estaba junto a la cocina así que las paredes comunicaban parte del calor generado por esta y mantenían la temperatura en un nivel aceptable. Retomó, pues, su tarea de forma abierta.
De pronto, percibía un nuevo aspecto en su labor. Comprendía que no solo daba, sino que recibía afecto y sentido en su día a día de esos pequeños seres. Era una comunicación en ambas direcciones y le sorprendió haber estado tan ciego a un aspecto tan sobresaliente. "¿Quién cuida a quién?" La pregunta no paraba de presentarse, a todas horas, en los momentos más dispares. Las aves le enseñaban agradecimiento, resignación, lucha, esfuerzo, candidez. Pronto la balanza quedó claramente en su contra y su propia contribución a la relación era tan inferior frente a lo que recibía que no podía acometer su labor de cuidado a esas aves sino con una profunda humildad.
Durante esas semanas la comida volvió a ser excepcional en un grado nunca visto antes: todos los hermanos, cuando comían, se sentían algo avergonzados, como disfrutando un lujo inesperado que no merecían o al que habían renunciado al adoptar esta vida. El día a día en el monasterio comenzó a girar, lenta pero firmemente, en torno a ese momento. Comenzando la jornada se discutía qué prepararía hoy el cocinero. Había discusiones y opiniones, sugerencias y anhelos. Durante esas horas el tiempo parecía pasar muy lentamente. A medida que se acercaba el momento, se trataba de adivinar el menú por los olores de la cocina. Había partidarios y opositores para las diferentes propuestas que se hacían en base a los aromas. Discusiones muy entusiastas e incluso acaloradas. Entonces llegaba el momento de la comida, que galvanizaba a todos los hermanos. Una vez que había pasado, surgían partidarios y críticos que alargaban las disquisiciones sobre el asunto hasta la hora de retirarse a descansar. No sería exagerado decir que este tema llegó a monopolizar los sueños de todos los monjes. La situación, con una permanente distracción que evitaba a los hermanos dedicarse con rigor a sus obligaciones, llegó a ser tan embarazosa que el abad tuvo que intervenir. Realizó unos ajustes para asegurar una vida cotidiana acorde a la Vía. Esta fue la sorpresa: al cocinero lo asignó al cuidado de las aves y a Eisai le destinó a cocina.
La primera reacción de Eisai fue iracunda, aunque luego se fue calmando, al comprender la lógica de la situación y la inutilidad de protestar. Esto tuvo como consecuencia que Eisai y el cocinero tenían que ponerse al día cada uno en sus obligaciones, así que debían pasar juntos gran parte de su tiempo, trasladándose mutuamente los detalles y minucias de cada oficio.
Como con las aves, descubrió que en el trato con el cocinero también recibía mucho más que daba y eso le puso en una posición de humildad que hizo el trato entre ambos mucho más fácil y satisfactorio. Eso no quita para que ese periodo fuese fácil: los monjes vivieron ese cambio en las cocinas como una ofensa personal, lo que hizo que la recepción del nuevo cocinero no fuera fácil.
Su pasada conducta le torturaba y Eisai se debatía entre confesar u ocultarla. Todo esto se resolvió una mañana en la que encontró las berenjenas que había reservado para ese día llenas de pequeños cortes y las setas con un sabor en extremo salado. Recordó sus primeras trastadas y miró inmediatamente al cocinero que le observaba con un rostro inexpresivo. El rostro de Eisai se cubrió de rubor por la vergüenza que le provocaba recordar su pasada conducta. El caso es que, al ver la cara que puso el joven, el cocinero estalló en una enorme carcajada, como un crío travieso que descubre que su trastada ha dado el resultado esperado. Eisai supo entonces que él lo sabía y trató de explicarse, aturullándose, pero el cocinero se lo impidió. Todavía riendo, hizo un gesto como descartando todo el asunto y continuó explicándole algunos detalles de la organización de la cocina como si nada hubiese pasado. Eisai sintió a partir de entonces que toda su mezquindad se evaporaba, haciéndole sentir más ligero.
El cocinero comprobaba, ahora que convivía casi todo el día con Eisai, la frecuencia con la que su padre estaba en su mente. Resultaba ser muy a menudo. Todos los días tenía un par de frases que compartía con él. Pero no sabía qué escondía esta costumbre. Lo descubrió un día que el mensajero trajo unas líneas que su padre, por fin, le dedicaba. Descubrir que este tenía, finalmente, algo que compartir con él, le hizo entrar en un estado de parálisis pues no sabía qué temía más: el silencio o la palabra del padre. Compadecido del estado en el que Eisai se encontraba, el cocinero le propuso esto: él escucharía lo que el mensajero quería transmitirle, y este decidiría cómo contárselo con el mínimo de sufrimiento.
Aceptó. Cuando el mensajero procediese a leer el mensaje, Eisai vería la reacción del rostro del cocinero, y en función de este, decidiría si quería saber más o no.
El mensajero comenzó, pues, a recitar el mensaje. Eisai tuvo pocas dudas del sentido de esas líneas cuando vio cómo, poco a poco, se ensombrecía el rostro del cocinero. La sensación era todavía más inquietante cuando que no creía haber visto esos sentimientos jamás en él.
El cocinero, con una mirada compasiva, le explicó a Eisai que el espíritu de su padre parecía haberse aferrado a él, impidiéndole avanzar en su camino espiritual. Le propuso un ritual simbólico: liberar un pájaro que representaría su propio espíritu. Este acto, aunque simple en apariencia, podría tener un profundo significado para liberar a Eisai de la influencia que lo atormentaba.
Desesperado, el joven aceptó ese pequeño teatro. Salió al campo con un pájaro en una jaula que tendría que liberar de esta forma.
Sujetó al pájaro con sus manos y las abrió poco a poco. En ese momento se sintió abrumado por sus sensaciones. El pájaro rompió a volar hacia el cielo y al mismo tiempo se quedó en su mano, temblando, incapaz de moverse. ¿Cómo era posible que ambas cosas ocurriesen a la vez? El pájaro, que volaba ya hacia el sur, fue devorado por un halcón y alcanzó a los suyos con gozo. No lo uno o lo otro, sino los dos sucesos al mismo tiempo. Eisai se sintió enloquecer. El ave llegaba a su destino y, de forma simultánea, moría de sed antes de alcanzarlo. Todas estas imágenes se acumulaban sin que pudiera controlarlas de ninguna manera. Todos estos futuros los vivió el monje, sin entender cómo era posible. Vio en ellos al pequeño pájaro en su alegría o miedo, y se rindió a la realidad absoluta de cada uno de ellos. Los aceptó todos. En cualquier ámbito su labor era, igualmente, imprescindible y superflua, ambos aspectos a la vez, podía escoger el que quisiera, pero el otro continuaba allí, tozudo. Nada que obtener, nada que perder. Su propia vida estaba desplegada de la misma manera y las decisiones (errores o aciertos) se perdían en la intrincada realidad.
Pasaron un par de horas desde que la experiencia terminó hasta que pudo levantarse para regresar al monasterio. Finalmente, Eisai se recompuso y comenzó a caminar, entre la niebla, midiendo sus pasos para evitar despeñarse.
La experiencia le dejó ciertas secuelas, por así decirlo. En su interior, descubrió que el espacio dedicado a su padre había quedado libre y fue sustituido por algo ligero, levemente luminoso que no conseguía identificar. Se rindió a eso, fuera lo que fuese. Le dictó una última vez unas líneas para su padre con las cuales se despidió y, efectivamente, no volvió a sentir deseos de comunicarse con él. También pudo ceder sin mayor problema el cuidado de las aves al antiguo cocinero. No quedaba dentro de él nada que le urgiese a salvar al mundo para redimirse ante su padre.
Por su parte, en el cocinero los cambios resultaron aún más radicales. Demostró desde el principio una habilidad poco común en el trato con esos seres, los pájaros. Les manipulaba y curaba demostrando una sensibilidad y un juicio certeros. De forma callada y constante, fueron comprobando cómo rejuvenecía… ¡volvía a ser un niño! No es que desapareciesen sus arrugas, que seguían instaladas remolonas en su rostro, sino que demostraba una agilidad de adolescente y gestos espontáneos que tenían ahora una cualidad explosiva. Se entusiasmaba con las cosas sin pudor. Se volvió ingobernable y sus iniciativas le valían de forma reiterada los reproches del abad que, escandalizado, contemplaba impotente cómo el antiguo cocinero sustituía su comunidad humana del monasterio por una nueva forma de solidaridad que solo se sentía responsable de las aves que cuidaba. Sus antiguos hermanos pasaron a un segundo plano: su lealtad y compromiso se limitaban ahora a sus pájaros.
No tuvo mucho tiempo el abad para preocuparse por él, de todas formas, porque al poco tuvo otro desafío. Y es que Eisai demostró una pericia superior a la de su predecesor. Los monjes encontraron que la nueva comida excedía en calidad y excelencia a la del antiguo responsable y, justo como en la ocasión anterior, el espíritu del monasterio volvió a vacilar. Finalmente, el abad, después de mucho meditar sustituyó a Eisai por el monje más patán que pudo encontrar, lo que tuvo como consecuencia esperada que la comida se transformó, de forma súbita y permanente, en bazofia. Durante las comidas, verdadera prueba espiritual que debían superar todos los días se podía ver en los pobres monjes gestos de dolor no fingido cuando tragaban con dificultad las cucharadas de algo que, en su origen, fue arroz y ahora era un grumo pastoso infecto. El aspecto de los hermanos en el comedor en esas ocasiones era similar a los restos de un ejército vencido en un sangriento campo de batalla. En esta imagen dantesca, el abad era la única persona que llamaba la atención, pues mantenía un rostro sereno e incluso una sonrisa de alivio floraba a veces en él, para pasmo de todos.
Aasignó a Eisai de nuevo al cuidado de las aves, acompañando al antiguo cocinero. Ambos revolucionaban al monasterio con cierta frecuencia y, en una ocasión en que exigieron su expulsión, el abad afirmó:
—No seré yo el insensato que se atreva a echar de la comunidad a los únicos bodhisattvas que han florecido en ella.
El arroyo se arroja como cascada,
impaciente por oler a sal.
El mar, que espera, toma su color del cielo.
Pues no teme disfrazarse.
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Consider before starting surrogacy in Europe
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A medida que aumenta la demanda de opciones alternativas para formar una familia, la gestación subrogada se ha convertido en una vía viable para muchos futuros padres en toda Europa. Sin embargo, la decisión de recurrir a la gestación subrogada es compleja y multifacética, y requiere una consideración cuidadosa de diversos factores legales, éticos y emocionales. Cada país europeo tiene su propio marco legal único que rige la gestación subrogada, lo que puede afectar significativamente los derechos de los futuros padres, las madres sustitutas y los hijos resultantes. Además, las actitudes culturales hacia la gestación subrogada varían ampliamente, lo que influye en la aceptación social y la disponibilidad de servicios de apoyo. Es esencial que los futuros padres investiguen y comprendan a fondo estas dinámicas antes de embarcarse en su viaje de gestación subrogada.
Además, las futuras madres sustitutas deben considerar sus propias motivaciones, las implicaciones para la salud y los aspectos emocionales de gestar un niño para otra familia. Este artículo tiene como objetivo proporcionar una descripción general completa de las consideraciones clave involucradas en el inicio de un viaje de gestación subrogada en Europa, destacando la importancia de la toma de decisiones informada y la necesidad de orientación profesional durante todo el proceso. Al profundizar en las complejidades de la gestación subrogada en diferentes contextos europeos, esperamos brindarles a los futuros padres y a las madres sustitutas el conocimiento necesario para transitar este camino gratificante pero desafiante.
Comprenda los marcos legales que rodean la gestación subrogada en Europa.
La gestación subrogada en Europa se encuentra en un marco legal diverso y complejo, ya que cada país tiene su propia regulación y enfoque sobre esta práctica. En algunos estados, como el Reino Unido y los Países Bajos, la gestación subrogada es legal, pero sujeta a regulaciones estrictas que buscan proteger tanto a los padres intencionales como a las gestantes. Por otro lado, países como Alemania y Francia prohíben la gestación subrogada, considerando que puede vulnerar la dignidad humana y los derechos de las mujeres. Esta disparidad en las regulaciones puede afectar los derechos parentales, la compensación económica para la gestante y la posibilidad de acceso a servicios legales adecuados.
Asimismo, es crucial entender las implicaciones éticas y legales que pueden surgir en función del país en el que se realice la gestación subrogada. Esto incluye la necesidad de establecer acuerdos claros y legales que definan las responsabilidades y derechos de todas las partes involucradas. Además, los futuros padres deben estar al tanto de los procedimientos de reconocimiento de la relación parental, ya que la legalidad del vínculo entre el niño y los padres intencionales puede variar significativamente. La consulta con expertos en derecho familiar y en medicina reproductiva es fundamental para navegar este complejo panorama legal.
Evalúe la preparación emocional para la gestación subrogada.
La gestación subrogada implica un viaje emocional complejo que requiere una preparación adecuada por parte de todos los involucrados. Los futuros padres deben estar preparados para enfrentar una variedad de emociones, desde la esperanza y la felicidad hasta la ansiedad y la incertidumbre. Es esencial que se tomen el tiempo necesario para reflexionar sobre sus expectativas y temores, así como para comunicarse abiertamente con la gestante. Por otro lado, la gestante también debe contar con un sólido sistema de apoyo y recursos emocionales, considerando que su bienestar es fundamental para el éxito del proceso. La creación de un espacio para la empatía y la comprensión mutua puede facilitar la construcción de una relación positiva entre todas las partes.
Además, el asesoramiento emocional previo y durante el proceso de gestación subrogada puede ser invaluable. Este apoyo puede ayudar a abordar cualquier conflicto emocional que pueda surgir, así como a manejar las dinámicas interpersonales que se desarrollan a lo largo de esta experiencia. La preparación emocional no solo involucra el reconocimiento de las emociones individuales, sino también la disposición para adaptarse a cambios inesperados y desafíos. En última instancia, una sólida preparación emocional puede contribuir significativamente a la experiencia general, promoviendo una relación de confianza y respeto que beneficie a todos los involucrados.
Investigue a fondo las agencias de gestación subrogada de buena reputación antes de comprometerse.
Es crucial realizar una investigación exhaustiva sobre las agencias de gestación subrogada que tienen buena reputación antes de formalizar cualquier compromiso. Esto implica analizar sus credenciales, trayectoria y testimonios de personas que hayan pasado por el proceso. Las agencias confiables suelen ofrecer transparencia en sus prácticas, así como un enfoque ético tanto hacia los futuros padres como hacia las gestantes. Además, es recomendable verificar si están registradas y cumplen con la normativa legal del país en el que operan, ya que esto puede tener un impacto significativo en la experiencia general y en el cumplimiento de los derechos de todas las partes involucradas.
También es beneficioso investigar las políticas de apoyo y los recursos que brindan estas agencias, incluidos los aspectos médicos, legales y psicológicos. Una agencia bien establecida no solo debe garantizar la seguridad y el bienestar de la gestante, sino que también debe ofrecer un acompañamiento completo a los futuros padres en cada etapa del proceso. Al dedicar tiempo a esta investigación, se aumentan las posibilidades de una experiencia satisfactoria y se minimizan los riesgos asociados con la gestación subrogada.
Considere las implicaciones financieras y los costos involucrados.
La gestación subrogada conlleva una serie de implicaciones financieras que deben ser evaluadas detenidamente. Los costos pueden incluir tarifas de la agencia, compensaciones a la gestante, gastos médicos, honorarios legales y otros gastos administrativos. Es fundamental elaborar un presupuesto detallado que abarque todas estas áreas, ya que los costos pueden variar significativamente según la legislación y las prácticas del país en el que se elija llevar a cabo el proceso. Además, algunas agencias pueden ofrecer paquetes que incluyen múltiples servicios, lo que puede influir en la decisión final.
Otro aspecto financiero a considerar es la posibilidad de gastos imprevistos durante el proceso, tales como complicaciones médicas o cambios en la legislación que puedan afectar el acuerdo. Por lo tanto, es aconsejable contar con un margen de seguridad en el presupuesto. También es importante investigar opciones de financiamiento que puedan ayudar a mitigar el impacto económico, así como considerar la posibilidad de seguros que cubran algunos de los riesgos asociados. Tomar decisiones informadas en relación con las implicaciones financieras y los costos involucrados es esencial para asegurar una experiencia de gestación subrogada exitosa y libre de sorpresas.
Hable abiertamente con su pareja sobre las expectativas.
La comunicación clara y honesta entre los miembros de la pareja es esencial para garantizar que ambos estén alineados en sus expectativas respecto a la gestación subrogada. Discutir abiertamente los deseos, miedos y esperanzas relacionados con el proceso puede ayudar a establecer un entendimiento mutuo y a fortalecer la relación. Es crucial que cada uno se sienta escuchado y comprendido, ya que la gestación subrogada puede ser un camino emocionalmente intenso y lleno de incertidumbres.
Además, abordar las expectativas sobre el papel de cada uno durante el proceso, así como las responsabilidades y el apoyo que se brindará a la gestante, contribuirá a crear un ambiente de confianza y colaboración. Establecer acuerdos claros y realistas desde el principio puede prevenir malentendidos y conflictos futuros, lo que resulta fundamental para el bienestar de todos los involucrados. En última instancia, una comunicación efectiva no solo beneficia a la pareja, sino que también impacta positivamente en la experiencia general de la gestación subrogada.
En conclusión, embarcarse en el viaje de la gestación subrogada en Europa requiere una reflexión cuidadosa y una comprensión profunda de las complejidades legales, éticas y emocionales involucradas. Los futuros padres deben evaluar las diferentes regulaciones en los diferentes países, así como las posibles implicaciones para la madre sustituta y el niño. La colaboración con agencias de confianza y expertos legales es esencial para navegar por este panorama de manera efectiva. Al tomarse el tiempo para informarse y planificar meticulosamente, los futuros padres pueden garantizar una experiencia de gestación subrogada más informada y positiva, que en última instancia los lleve a la realización de sus sueños de ser padres.
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tendenciasreciclaje · 2 months
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El reciclaje electrónico, o e-waste, se ha convertido en una preocupación creciente a medida que la tecnología avanza y los dispositivos electrónicos se vuelven obsoletos a un ritmo acelerado. Con millones de toneladas de residuos electrónicos generados anualmente, el futuro del reciclaje electrónico es crucial para la sostenibilidad ambiental y la conservación de recursos naturales.
Innovaciones Tecnológicas en el Reciclaje
Una de las tendencias más prometedoras en el reciclaje electrónico es el desarrollo de tecnologías avanzadas que facilitan el desmantelamiento y la recuperación de materiales valiosos. Robots y sistemas automatizados están siendo diseñados para separar componentes de manera eficiente, reduciendo la necesidad de mano de obra intensiva y minimizando el riesgo de exposición a sustancias tóxicas. Además, técnicas de reciclaje químico están emergiendo, permitiendo la recuperación de metales raros y otros materiales esenciales de manera más eficaz.
Economía Circular y Diseño Sostenible
El concepto de economía circular está ganando tracción en la industria electrónica. En lugar de seguir un modelo lineal de "usar y desechar", la economía circular promueve la reutilización, reparación y reciclaje de productos electrónicos. Los fabricantes están empezando a diseñar dispositivos con materiales reciclables y componentes modulares que facilitan las reparaciones y actualizaciones, prolongando la vida útil de los productos y reduciendo la cantidad de residuos generados.
Políticas y Regulaciones más Estrictas
Los gobiernos y organizaciones internacionales están reconociendo la necesidad de regulaciones más estrictas para gestionar los residuos electrónicos. La implementación de leyes que obligan a los fabricantes a asumir la responsabilidad de la recolección y reciclaje de sus productos al final de su vida útil está en aumento. Estas políticas no solo promueven prácticas más sostenibles, sino que también incentivan a las empresas a innovar en el diseño y producción de dispositivos más ecológicos.
Conciencia y Educación
La educación y la conciencia pública son fundamentales para el éxito del reciclaje electrónico. Programas de sensibilización y campañas educativas están ayudando a los consumidores a entender la importancia de reciclar sus dispositivos electrónicos de manera adecuada. Al proporcionar información sobre los puntos de recolección y los procesos de reciclaje, se está fomentando una cultura de responsabilidad ambiental entre los usuarios.
El futuro del reciclaje electrónico se perfila como un campo dinámico y en constante evolución. Con el avance de la tecnología, la implementación de políticas más estrictas, y un enfoque en la economía circular, estamos en el camino correcto para abordar los desafíos del e-waste. La colaboración entre gobiernos, empresas y consumidores será clave para construir un futuro más sostenible y responsable en el manejo de residuos electrónicos.
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tecnotergroup3 · 2 months
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Transformando la limpieza de la obra con los lavadores automáticos de ruedas de Tecnoter
En el bullicioso mundo de la construcción, mantener la limpieza y cumplir con los estándares ambientales puede ser un desafío. Las ruedas embarradas de maquinaria pesada a menudo esparcen tierra y escombros, creando peligros en las vías públicas y dentro de las obras de construcción. Sin embargo, Grupo Tecnoter ofrece una solución puntera que revoluciona la limpieza de las obras: el Lavador Automático de Ruedas. lavadora de ruedas
Tecnología de limpieza avanzada
Las Lavadoras Automáticas de Ruedas de Tecnoter están diseñadas para limpiar eficientemente las ruedas de los vehículos de construcción, asegurando que estén libres de suciedad y escombros antes de salir de la obra. Utilizando chorros de agua a alta presión y un sistema de limpieza avanzado, estas máquinas eliminan eficazmente incluso el barro y la suciedad más rebeldes. El resultado es una reducción drástica en la propagación de contaminantes, lo que conduce a carreteras más limpias y seguras y a un proceso de construcción más respetuoso con el medio ambiente.
Beneficios del lavado automático de ruedas
Seguridad mejorada: al evitar la propagación de barro y escombros en las vías públicas, las lavadoras de ruedas de Tecnoter reducen significativamente el riesgo de accidentes causados ​​por superficies resbaladizas y escombros voladores.
Cumplimiento ambiental: los sitios de construcción a menudo están sujetos a estrictas regulaciones ambientales. La solución de Tecnoter ayuda a los sitios a cumplir con las normas al minimizar el impacto ambiental de las actividades de construcción, particularmente en lo que respecta a la erosión del suelo y la contaminación del agua. lavado de ruedas
Rentabilidad: invertir en lavadoras automáticas de ruedas puede ahorrar dinero a las empresas a largo plazo. Las ruedas limpias reducen el desgaste de los vehículos y reducen los costos de mantenimiento. Además, evitar multas asociadas con el incumplimiento de las regulaciones ambientales se suma a los beneficios financieros.
Imagen pública mejorada: Mantener las obras de construcción limpias se refleja positivamente en la reputación de una empresa. Demuestra un compromiso con la seguridad, la responsabilidad ambiental y el profesionalismo, lo que puede ser ventajoso para asegurar proyectos futuros.
¿Por qué elegir Tecnoter?
Grupo Tecnoter destaca en el sector por su compromiso con la innovación y la calidad. Sus lavadoras automáticas de ruedas están construidas con materiales robustos diseñados para soportar entornos de construcción hostiles. Además, Tecnoter brinda un servicio al cliente excepcional, garantizando que los clientes reciban el apoyo y la orientación necesarios para aprovechar al máximo su inversión. lavado de ruedas
Conclusión
En conclusión, las lavadoras automáticas de ruedas de Tecnoter son un activo invaluable para cualquier obra de construcción. Ofrecen una solución práctica y eficiente a los desafíos de mantener la limpieza y el cumplimiento ambiental. Al elegir Tecnoter, las empresas no sólo mejoran su eficiencia operativa sino que también contribuyen positivamente a la sostenibilidad ambiental y la seguridad pública. Abrace el futuro de la limpieza de las obras de construcción con las soluciones innovadoras de Tecnoter.
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pepecarlota · 3 months
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Transparencia y Rendición de Cuentas: El Rol del Contralor Municipal de Popayán bajo la Lupa
En un contexto donde la eficiencia y la transparencia en la gestión pública son primordiales, el papel del Contralor Municipal de Popayán adquiere una relevancia crucial. Este funcionario es responsable de supervisar y garantizar el correcto uso de los recursos públicos, una tarea que requiere una vigilancia constante y rigurosa. Sin embargo, para asegurar que el Contralor cumpla con sus funciones de manera óptima, es imprescindible que también sea sujeto de auditorías exhaustivas.
La Contraloría Municipal de Popayán, liderada por el Contralor, tiene la misión de vigilar la administración financiera del municipio y de sus entidades descentralizadas. Su actuación incluye la realización de auditorías y la evaluación del desempeño de los servidores públicos. Sin embargo, para mantener la integridad y la confianza en esta institución, es fundamental que el propio Contralor sea evaluado a través de diversas modalidades de auditorías.
Auditorías de Gestión
Estas auditorías son esenciales para medir la eficiencia, eficacia y economía en la utilización de los recursos por parte del Contralor. Evaluar los procesos administrativos y operativos es crucial para identificar áreas de mejora y asegurar que los recursos se usen de manera óptima.
Auditorías Financieras
Revisar la exactitud y veracidad de los estados financieros de la Contraloría es fundamental. Estas auditorías verifican los registros contables y la gestión de recursos económicos, garantizando que se sigan las normativas contables y que la información financiera sea íntegra y confiable.
Auditorías de Legalidad
El cumplimiento de la legislación vigente es otro aspecto clave. Las auditorías de legalidad aseguran que todas las actuaciones de la Contraloría se ajusten a las leyes y regulaciones aplicables, revisando la conformidad legal de los procedimientos, licitaciones, contratos y demás actos administrativos.
Auditorías de Desempeño
Evaluar la efectividad e impacto de las acciones del Contralor permite medir el cumplimiento de los objetivos establecidos y el impacto de las políticas implementadas. Este tipo de auditoría es vital para asegurar que se alcancen los resultados esperados y que se satisfagan las necesidades de los ciudadanos.
Auditorías Internas y Externas
Las auditorías internas ofrecen una evaluación continua de los controles internos y procesos operativos, identificando riesgos y proponiendo medidas preventivas. Por otro lado, las auditorías externas, realizadas por auditores independientes, garantizan objetividad e imparcialidad, proporcionando una visión integral y transparente de la actuación del Contralor.
La importancia de estas auditorías se ve acentuada por los recientes hallazgos de la Contraloría en el Hospital Universitario San José de Popayán E.S.E., donde se detectaron irregularidades significativas en el recaudo y pago de contribuciones fiscales. La falta de recaudo adecuado y el incumplimiento de obligaciones fiscales no solo afectan la sostenibilidad financiera del hospital, sino que también ponen en evidencia la necesidad de una supervisión más estricta y efectiva por parte de las autoridades de control.
El responsable directo de la gestión financiera y tributaria del hospital, como el director administrativo, el jefe de finanzas o el contador, deberá responder por estas irregularidades. La Contraloría Municipal tiene la tarea de identificar a estos responsables y asegurar que se tomen las medidas correctivas necesarias para prevenir futuras fallas.
Dos Preguntas Clave:
¿Quién es el funcionario específico del Hospital Universitario San José de Popayán E.S.E. que debe asumir la responsabilidad por la falta de recaudo de las contribuciones fiscales?
¿Qué acciones concretas tomará la Contraloría Municipal de Popayán para garantizar que los responsables directos de estas irregularidades rindan cuentas y se implementen las medidas correctivas adecuadas?
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yo-sostenible · 3 months
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La UE ha aprobado una normativa para exigir responsabilidades a quienes provoquen daños medioambientales graves. Pero ahora necesitamos que cada país europeo incluya estas normas en su legislación. Firma esta petición para que el ecocidio se considere delito. #StopEcocide Podemos evitar futuros desastres medioambientales ahora mismo gracias a las nuevas normas comunitarias que responsabilizan a quienes destruyen nuestro medio ambiente a escala masiva[1]. Pero sin leyes nacionales que den fuerza a estas normas contra el ecocidio no conseguiremos que el castigo de los delitos medioambientales sea una realidad en toda Europa. Más de 30.000 personas se han unido ya a esta lucha por la justicia medioambiental, ¡y quienes lideran Europa por fin empiezan a escuchar!  A partir de ahora, en Bélgica, quienes causen destrucción masiva del medio ambiente podrían enfrentarse a penas de hasta 20 años de cárcel y multas de hasta 1,6 millones de euros[2].  Las fichas de dominó están empezando a caer en Suecia y Finlandia, donde representantes clave han expresado ya su apoyo al reconocimiento del ecocidio como delito internacional[3]. Cada vez es mayor el clamor que exige que se garantice que ningún delito medioambiental quede impune. Pero necesitamos más gente como tú, Francisco José, para convencer a nuestros gobiernos de toda Europa de que aprueben leyes nacionales ambiciosas que protejan de verdad nuestro planeta. ¿Te animas a sumar tu voz para lograr justicia para el planeta y quienes lo habitamos? HAGAMOS QUE DAÑAR EL PLANETA SEA DELITO El año pasado obtuvimos una gran victoria para la naturaleza. La UE aprobó una normativa que permite imponer multas e incluso penas de cárcel a quienes provoquen daños medioambientales graves[1].  Ahora, los países tienen dos años para incluir estas normas en su propia legislación nacional e incluso pueden hacerlas más estrictas. Esta nueva normativa es un buen comienzo, pero limita el ecocidio a solo 20 actividades específicas[2], lo que permitirá a quienes destruyen el medio ambiente escapar del castigo si simplemente llaman a esos delitos de otra manera.  La solución es que nuestros Gobiernos aprueben leyes nacionales con una definición amplia de ecocidio en lugar de una lista fija de delitos. Una definición amplia permitirá a nuestros tribunales enjuiciar y exigir responsabilidades a quienes provoquen daños medioambientales graves.  ¡Eso evitará muchos desastres medioambientales en el futuro!  Si miles de personas nos unimos, será más probable que nuestros Gobiernos nacionales aprueben leyes medioambientales que vayan más allá de las normas mínimas de la UE. ¡Únete para lograr que ningún delito medioambiental quede impune! Referencias: [1] Por fin el ecocidio es delito  [2] https://www.stopecocide.earth/2024/belgium-becomes-first-european-country-to-recognise-ecocide-as-international-level-crime [3] https://www.stopecocide.earth/2024/sweden-parliament-votes-on-making-ecocide-an-international-crime  https://www.stopecocide.earth/2024/finland-ruling-party-supports-recognition-of-ecocide-as-international-crime Gracias por pasar a la acción, Olga (Varsovia), Rachel (Ámsterdam), Blanca (Ferrol) y todo el equipo de Movemos Europa
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keysi2223 · 3 months
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Blog : SEMANA 1
Universitaria : Nicole Keysi Tarqui Lopez
Rote : F
PRESENTACION DE LA CLINICA
La clínica dental es el establecimiento sanitario destinado a la realización de la actividad profesional dirigida a la promoción de la salud bucodental y a la prevención, diagnóstico y rehabilitación de las enfermedades de los dientes, la boca y los tejidos anejos.
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HISTORIA CLÍNICA ODONTOLOGÍCA- PARTES
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PAPEL Y RESPONSABILIDAD DEL ODONTÓLOGO
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BIOSEGURIDAD EN LA CLINICA ODONTOLÓGICA
Con el Covid-19 todos tuvimos que hacer frente a unas nuevas circunstancias por las que fue necesario llevar a cabo cambios en muchos aspectos de nuestras vidas.
Aunque en nuestra práctica habitual ya se llevan a cabo unas medidas de higiene y esterilización muy estrictas, en Clínica Dental DOR se reforzaron aún más desde el primer momento.
Hemos implementado un plan de bioseguridad siguiendo todas las recomendaciones sanitarias, para que la visita de nuestros pacientes siempre sea segura.
A día de hoy nuestro equipo se encuentra vacunado y estos procedimientos de seguridad forman parte de nuestra rutina diaria porque queremos que puedas sentirte seguro y tranquilo con la clínica de SEMIOLOGIA ESTOMATOLOGICA PARALELO B.
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ERGONOMIA EN ODONTOLOGÍA
La ergonomía en Odontología es un estudio que busca comprender las relaciones físicas del profesional con los objetos de su trabajo, como una silla. De esta forma, es posible proponer soluciones y mejoras para que la salud del dentista no se vea erosionada por movimientos repetitivos y malas posturas.
No es raro que los dentistas se quejen de dolor de espalda, dolor en las extremidades superiores y estrés. La mayoría de estos problemas pueden estar relacionados con el equipo de trabajo y la forma de moverse del profesional.
La ergonomía puede hacer más armoniosa esta relación, ya sea a través de objetos que aseguren un mayor confort y la correcta postura, o educando al propio profesional, enseñándole lo que no se debe hacer durante la jornada laboral.
Para obtener una buena ergonomía el odontólogo debe colocar el sillón del paciente de modo que la cara de la persona quede a la altura de las rodillas. Además, el reposacabezas debe ser ajustable para permitir que el profesional obtenga la mejor visión del procedimiento sin necesidad de moverse constantemente.
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La silla también debe ser cómoda para el paciente y permitirle acostarse de manera que no cause demasiadas molestias durante el procedimiento. Porque, si el paciente no se encuentra bien, se volverá más inquieto, requiriendo más movilidad por parte del profesional y dedicando más tiempo.
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