#puedo pensar cosas que nunca posteo
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¿Alguna vez te pusiste a pensar si realmente amas? ¿Existe alguna forma de saber si realmente amo? ¿Puedo sentir que amo pero no hacerlo realmente?
Para empezar, ¿Que es el amor? Cada quien lo ve diferente a eso, hay quienes piensan que el amor son momentos, o quienes piensan que es algo que se construye y se hace cada vez mas fuerte. Yo pienso que el amor son ambas cosas, y ambas son dependientes de la otra, no se puede construir un sentimiento sin momentos, pero personalmente no puedo ni podría solamente tener momentos con alguien, quiero construir ese amor. El amor en si es subjetivo y hay infinidad de posibilidades, de amores, de formas de amar, pero todas se parecen en una cosa: Aman. No importa como, pero aquel que siente eso, ama.
Hoy en dia nuestra sociedad cambio, conceptos distorsionados, evolucion, revolucion, cambios, transformación, los conceptos del amor quedan obsoletos, pero todavia hay quienes se resguardan en la hermosa idea del amor tradicional. Ese amor que a mi me da esperanza, un vinculo incondicional, una persona que esta dispuesta a acompañarte en tu vida, a verte caer, como tambien verte levantarte y renacer como un fénix que vuelve de las cenizas, que no me importa que toques fondo, que estes mal, que estes triste, te aman igual, porque ellos no quieren el momento ni la situacion idealizada, te quieren a vos. No tienen estandares porque estan enamorados de quien sos y como sos vos, y si te cambiaras de corte de pelo diría que su tipo es ese que tiene el mismo corte de pelo que vos, pero en realidad en el fondo nunca importó el corte de pelo. No estan buscando estar con una persona, estan buscando estar con vos. Cuando te mira, en su cabeza deja de existir el mundo y los relojes dejan de contar el tiempo y pareciera que todo lo que esta alrededor cae como si el piso dejara de existir y la conexion de sus miradas lo(a) hiciera flotar de manera inexplicable, realmente es inexplicable. Esa gente que cuando choca su piel contra la tuya siente que se fusionan las epidermis y pasa a ser solo una capa de piel en vez de dos, como si sus cuerpos vibraran en la misma frecuencia y se alinearan sus almas y lo unico que puede sentir es paz. Eso es lo que considero amar, eso considero amor, el incondicional, el puro, el crudo, el sincero.
No es que este diciendo que no podes estar enamorado si no te sentís así por esa persona (aunque lo piense, pero tengo que darle lugar a otras posibilidades). Como dije antes, amar es un espectro con miles de colores y formas que yo no puedo determinar en un posteo, pero cuando digas en voz alta o escribas un mensaje y digas con seguridad que amas, pensá ¿Realmente amo? ¿El resto del mundo deja de existir cuando miro a esa persona a los ojos? si la respuesta es no, probablemente no ames, si queres estar con otras personas, no estas enamorado, si el mundo no parece desaparecer cuando lo/a miras a los ojos, no son esos ojos los que te atrapan y te tiran al vacío pero a la vez te salvan de la caida, y si no son los ojos que mirarias el resto de tu vida, no pienses por un segundo que ese amor tiene vida.
Es hermoso amar, es hermoso estar enamorado, no pierdas buenos amores por raras confusiones.
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hiii, your local gaucho anon here. he estado leyendo tus posts sobre tu salud últimamente, y quiero decirte que si bien no nos conocemos y en definitiva puedo estar flasheando confianza, me ofrezco humildemente para dar apoyo emocional y una palmadita virtual en la espalda(? off-anon. yo tmb estoy reviviendo cosas feas lately, pero we'll get through it eventually 💪 tqm wen (CREO RECORDAR Q EN TU DIBUJO DE FELIZ CUM PONIA OWEN KSKSKSKS OR AM I TRIPPING)
Nahh pls, aguante los que flashean confianza, idk, i need someone to be obsessed over me/hj porque nadIe puede llorar ni pelear por mi KWKDM y yo soy el k lo hace y el k flashea confianza
Si queres aunque sea ser mutuals con gusto podemos chatear u.u desconfio mucho de la gente online actualmente por experiencia pasadas, me dije a mi mismo a los 15 años que nunca mas tendría una pareja online y a mis actuales 19 me dije que nunca volveria a confiar en nadie para tener amigos online ajajakd va evolucionando mas a la aislación por gente basura o en general por mi mismo i guess, ya no se que pensar, asi que igual intentare u.u (anti-apego evitativo soy btw, i hate that shit, parece k tengo bpd quizá? No se ya ni que pensar ajjajs pero definitivamente no estoy para lo k me hacen siempre y luego me dicen "ay tengo apego evitativo" fuck offf)
Quiero un amigo k me hable y me llene de requests y dibujemos juntos si es posible ah KAJKA mi fantasia u.u y obvio k sea apoyo mutuo también jsjdnd
Sisiis, me podes llamar Owen o Axel SJJS
Me podes mandar un ask OFF-anon y te mando mensaje, obvio, no lo posteo sjjsj (es este el fin del anon gaucho???/j)
Espero no ser una carga si es que me hablas, ahora se que tenerme a mi lado es algo duro para la gente y mas cuando no saben como tratar a gente como yo que necesita clarificación de todo skennf (bpd (aparentemente) + autismo + soledad = infierno), espero no haber asustado ah, deberia de callarme ya
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Podría decir que mejoré bastante a como venía, y la verdad es que sí.
Me acuerdo cuando empecé a desconocerme, literal veía todo como fuera de foco, me sentía una planta, básicamente sobrevivía el día y día y lo único que quería era dormir porque así solo no pensaba ni me pasaba nada. Pero lo peor de todo era tener que afrontar todo eso escondiéndolo de mi novio, tener que fingir ante él para que no se preocupe por todo lo que me pasaba. Por dentro era una guerra constante, era como si mi mundo se venía abajo. No sabía cómo pararlo, cómo frenarlo, ni siquiera cómo identificar lo que me estaba pasando. Días y días de angustia, de tratar de buscar las razones de por qué yo estaba así. Hasta llegué a pensar que me hicieron un trabajo. Ya era tanta la desesperación y el querer estar bien, o “como antes” que trataba de buscar una respuesta a por qué todo eso, por qué así, por qué de esa manera... Me llegué a enojar con el positivismo que veía por las redes, y claro, si veía que todos estaban bien y a mi me costaba un montón poder estarlo en ese momento. Tanto que me la pasaba predicando que todo está en la mente, que todo está en lo que pensamos y que es tan simple como dejar de pensar en negativo hasta que toda la teoría me tocó ponerla en práctica, ¿y qué pasó? no pude, fallé al igual que en un examen de matemáticas por poner un ejemplo, y si le intento buscar una relación entre que me pasó en mi práctica y en mis exámenes de matemáticas básicamente ya estoy escribiendo el principal problema: LA PRÁCTICA.
Esto me ayudó para darme cuenta de muchas cosas. Principalmente que me creía jueza de la verdad, del conocimiento, de todo. Juzgaba a tal persona por sus actitudes y nunca me ponía a hablar de por qué está así, o por qué hace lo que hace, simplemente juzgaba creyendo tener la razón y lo que yo decía estaba en lo correcto. También, ordenaba a todo el mundo a irse por el camino del positivismo, qué si estás mal es porque querés, o porque es en lo único que invertís tus energías..
Realmente me ayudó para comprender a las personas, y si tengo que mencionar la primera que se me viene a la cabeza es mi mamá, que cuanto sufrimiento tiene en su alma el cual no sabe canalizar. Que cuanto merece y espero poder dárselo. Que cuanto soporta sin la necesidad de tener que hacerlo. Y que cuanto acumula dentro de su cuerpo.
Puedo decir que hoy en día esto me hizo más empática, más comprensible, menos juzgadora y dejar de ser minimizadora de problemas ajenos, porque hasta que se le rompa la uña a otra persona es grave si esa persona decide que así lo sea.
Y otra persona que se me viene a la cabeza es mi tía Stella, que al tener problemas mentales es tratada de “loca”, y qué impacto tiene esto sobre ella, sabiendo que todo el mundo la reconoce como tal al punto de ella también creerlo. Y como todo eso influyó en su vida.
Haciendo catarsis de todo esto me doy cuenta lo juzgadores que somos, en un mundo imperfecto donde nosotros nos creemos perfectos; un poco contradictorio por no decir bastante...
Últimamente me aparecen posteos de que todo pasa por algo, de que después de la tormenta sale el sol, o que estos momentos son necesarios vivirlos para sacarle una experiencia/aprendizaje. Y la verdad que sí, aprender a sacarle una enseñanza a estos momentos duros que tocan pasar es lo que nos hacen sobrevivir y no morir ahogados en nuestra tormenta interior. Tal vez nos enseñan a flotar para no ahogarnos en un vaso de agua, y buscarle el lado bueno a todo. Y también comprender que nada es malo, sino son momentos necesarios de atravesar, porque como dice una frase que leí por ahí “Un marinero no se hace en aguas calmas”, la verdad que no sé si es así pero por ahí va la cosa.
Sólo espero que todo esto me de una gran lección, enseñanza y me ayude a recuperarme del proceso que me tocó y está tocando vivir por el momento.
A poner en práctica el “todo pasa” y “todo pasa por algo” que tanto me gustaba decir cuando claramente a mi no me estaba pasando nada grave. Y creo que las frases cobran de sentido y dejan de ser tan cliché cuando uno atraviesa un momento tan duro y que después de todo puede darle el sentido y entender el por qué y el trasfondo de la frase. Creo que cada uno de nosotros le vamos dando sentido a todo, absolutamente todo, lo que nos pasa a través de los años vividos. ¿Será instinto de supervivencia? No lo sé, pero es una buena manera de superar los retos que vamos teniendo en el camino.
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Hablo desde lo que se lee en las redes, y lo que generó y genera aún ríos de posteos.
No conozco la verdad, obviamente.
Quiero ser objetiva dentro de lo que amo (y a quienes amo) y no fundamentalista.
Me duele mucho que Jensen no haya comunicado a Jared lo que estaba planeando producir. No se sus motivos, pero no puedo justificarlo.
Me duele mucho que Jared haya elegido hablar del hecho en las redes y no hablar de su disgusto en forma privada. Tampoco se sus motivos, pero me parece que había otras maneras de reclamar.
Sobre todo, cuando ellos hicieron gala de una amistad única, "relámpago en una botella" y demás adjetivos que no necesito repetir aquí. Cualquiera de aquell@s que siguieron sus pasos, saben a qué me refiero.
J2 me dio una de las mayores alegrías de mi vida y me hizo cambiar mi forma de ver las cosas girando hacia una órbita distinta, y más cuando yo ya no me cocino al primer hervor.
Les agradezo, aunque jamás me conozcan, por supuesto.
Pero, yo puedo leer en las palabras de Jensen que extraña las charlas, inclusive las que no eran en persona, sino por facetime...
Cuánto hay de verdad en lo que ellos decían de una comunicación casi permanente? Me parece advertir un "reclamo" allí. Eso me hace pensar...Jared ya no se comunica con Jensen -como se suponía que hacían?- Repito: eso no es justificativo para que el otro no le comente sus planes.
Me duele que estos problemas surjan en dos personas que siempre fueron ante el mundo (fan) tan entrañables. Parecerían problemas de cartel, entre dos novatos que recién comienzan...
Entonces...cómo puedo creer que sea cierto un viaje de uno para estar con el otro en su cumpleaños?
Cómo puedo estar segura de un montón de cosas que me llenaron de alegría?
Much@s me dirán ingenua, otr@s me dirán de todo menos linda...
La verdad no está en mí, ni voy a saberla nunca...lamentablemente.
Alguien dígame: todo lo que se dijo acerca de que confiaban el uno en el otro y todo lo demás...cómo creer? Me duele mucho...pero me siento vulnerada en mi ingenuidad...
Como leí en un comentario: sólo me queda descansar en una habitación acolchada!
Cómo se sigue después de esto? Mi mundo perdió una parte importante de credulidad...y me siento a reflexionar que esto no es un conflicto que ellos tengan que atravesar, no despues de tantos años...Me parecía que ellos habían creado un mundo de confianza muy especial, que no cualquier par de personas puede formar...
Se que son personas, seres humanos, con miserias y debilidades, y no lo que ciertas maquinarias quieren y pueden hacer creer. Pero lo que pasó no está a la altura del nivel de relación que aseguraban tener.
Siento que aquí se ha roto algo que ya no se puede arreglar... siento que no me bastan los tweets entre ellos, que explican que hablaron y quedaron en buenos términos...
Siento que se han desmoronado quince años encima de mi cabeza...
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El peso del mensaje
Hace algunos días, en una comida con mis amigas, surgió el tema del dramático cambio físico que una ex compañera de colegio estaba transitando. Como tantas otras veces, el asunto era que había bajado de peso -unos diez kilos- y lo estaba documentando todo por instagram. Para poner en tema a las que no sabían de qué hablábamos, desde un teléfono celular se inspeccionaron las historias destacadas, las fotos, los cambios, los posteos. Con mucha admiración y aprobación, coincidieron en que estaba por el buen camino. Estuve tentada de preguntar qué era lo que validaban como mérito: ¿el cumplimiento de su objetivo? ¿la persecución de hábitos sanos? ¿por qué era que estábamos hablando de ella? ¿cuál era el foco de la conversación? pero segura de que nunca me admitirían a mí, ni a ellas mismas la verdad, dejé pasar la ocasión. En tiempos donde las obsesiones y los trastornos se esconden detrás de rutinas FIT, discursos de empoderamiento y ayunos intermitentes, la búsqueda de los motivos ulteriores es compleja. No hay nada de malo con querer bajar de peso y buscar el equilibro personal, pero hay que prestar muchísima importancia al contenido y las formas del mensaje que mandamos.
Hubo muchísima sorpresa en el ambiente cuando yo -muy irritada- dije que me parecía una vergüenza lo que estaba haciendo, y que me resultaba la perpetuación de un ideal perverso.
Las caras giraron hacia mi dirección. Pude leer algunas de las respuestas de siempre, algunas cansadas de mis siempre presentes opiniones políticas, otras, genuinamente dispuestas a dialogar. No pudimos llegar a un acuerdo, si bien afirmaron que mi punto de vista tenía algo de válido, me sorprendió (y no) que no pudieran ver ni entender lo nocivo que era el mensaje. Al final, todas asintieron condescendientemente, y por adentro dejaron de lado la discusión atribuyendo mi posición extremista a mi trastorno alimenticio. A sus ojos, yo no puedo ser objetiva porque todo es un disparador para mis propias inseguridades, y quizás lo sea, pero también quizás porque lo sufro, es que soy muy consciente de que este tipo de contenido puede dañar a otrxs como yo, especialmente a lxs más jóvenes.
“Si ella quiere mostrar sus cambios, ¿por qué no debería?” insistieron “si no te gusta, no lo mires, no la sigas”. El problema con este tipo de lógicas es que caen en un territorio muy peligroso, en el que uno puede hacer lo que quiera y no responsabilizarse de los efectos de su contenido. No dista demasiado de discursos como “las personas blancas también son discriminadas” o “los hombres también sufrimos violencia de género”. Estoy segura de que su opinión sería diferente si esta persona en particular estuviera subiendo consejos de suicidio, o una de las cuentas “thinspo”, o los antiguos blogs de “ANA” y “MIA”. Lo que eligen no ver, es que Argentina es el segundo país con más trastornos alimenticios a nivel mundial, con una incidencia del 29%, y como si esto fuera poco, entre un 10% y un 25% de las personas que padecen un T.A. mueren a causa de eso, según indica un relevamiento realizado por la Asociación de Lucha Contra la Bulimia y Anorexia (ALUBA). Los T.A. son tan peligrosos como cualquier otra enfermedad terminal, y muchas veces, aunque el paciente logre recuperarse, tienen consecuencias físicas y psicológicas que cargarán por el resto de sus vidas. Muchas de estas publicaciones no solo son un disparador para aquellos que tienen un T.A., sino que muchas veces también son el punto de partida o la manifestación de un trastorno de la conducta alimentaria propio. La gran mayoría de los trastornos pasan por debajo del radar de familiares, amigos y a veces hasta de profesionales, porque los pacientes no están lo “suficientemente” enfermos, es decir, no están muy por debajo del peso “normal”, esto también es un problema cuando lo normal no es sinónimo de sano.
Las causas de los T.A. son múltiples, y varían de persona a persona. Sin embargo, es imposible negar que el factor social, la presión y la imposición del modelo de belleza social es un factor crucial. El constante bombardeo en las redes sociales y en los medios de comunicación que vinculan la felicidad, la belleza y la perfección con la delgadez son la principal razón por la cual las personas buscan la felicidad en la pérdida de peso.
En este caso en particular, la jóven sobre la cual conversábamos, había subido historias en las que se leía un texto que decía “5 kg menos y soy feliz”, en las que tapaba su cara con un emoji de chancho mientras mostraba su abdomen delgado y se subía a la balanza mostrando su progreso. Es verdad que no hay nada de malo con querer estar más sano, pero en este caso estaba más que claro que su objetivo no era estar más sana, sino lograr un ideal de cuerpo hegemónico y esbelto. El problema se intensifica cuando relaciona la delgadez con la felicidad, y los kilos de “más” (porque nunca estuvo obesa ni fuera de un peso sano) con ser un chancho, ser indeseable o ser infeliz. Este tipo de contenidos (resulta irrelevante el alcance que tenga la cuenta, 10 mil seguidores es peor, pero entre tus 15 seguidores pueden haber personas frágiles) son excesivamente peligrosos para personas sensibles, pueden resultar de “inspiración” para pasar un día más sin comer, para dejar el plato de lado cuando tienen hambre, o vomitar cuando han comido de más. No basta con el discurso de “si no te gusta no mires”, porque de nuevo, se cae en una lógica muy peligrosa en donde uno puede hacer cualquier cosa sin pensar en la incidencia social de lo que hace.
Esta historia se enmarca en una cuarentena donde nos bombardean constantemente con memes sobre salir obesos de la cuarentena, campañas de la Sociedad Argentina de Nutrición hablando del promedio de 2 a 5 kg de aumento de peso de los argentinos durante el encierro, y otras muchas publicidades diciendo que es el momento propicio para tener el cuerpo que siempre deseaste.
Me veo obligada a admitir, sin embargo, que es verdad que esta mujer, como muchas otras, están inmersas en un sistema y en una sociedad que valida este tipo de mensajes y este tipo de contenidos. No puedo ni quiero culparla de estar ciega a los efectos de su red social. Sin embargo, me resulta imposible pensar que con tanta información, tantas agrupaciones e individuos movilizándose y ocupando espacios de lucha contra este tipo de cuestiones, en una era donde el body-positivity está en su auge, siga poniéndose en duda la nocividad de este tipo de publicaciones. No hace falta que caiga en manos “equivocadas”, que aparezca en el inicio de personas “frágiles” para ser nocivo. El hecho de que perpetúe este ideario perverso y gordofóbico debería ser causa suficiente para, al menos, levantar una señal de alarma.
Si bien el discurso dominante sobre las formas de los cuerpos se resignificó en la última década y ya no valoramos el “heroin thin” de los 90, la obsesión por la salud, por el cuerpo “perfecto”, por los porcentajes de masa muscular no distan mucho del original. Sigue siendo una fuerza opresiva y modelizante, el control sigue existiendo sólo que adaptó su slogan. Mientras vivamos en una sociedad que siga valorando que las mujeres ocupen el menor espacio, donde las marcas ofrecen talles únicos de medidas ridículas y la ley de talles pareciera ser más una sugerencia que una ley, seguiremos teniendo una relación tóxica con nuestros cuerpos, con la comida, y con lxs otrxs. No podemos subestimar el peso del mensaje que mandamos, de la imagen que proyectamos.
#trastornos alimenticios#instagram#amigas#dietas#bajar de peso#peso#obsesion#eating disoder thoughts#opinion#moda
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Ayer estuve leyendo mucho el término “persona gestante o cuerpo gestante”, término que hasta el mismo presidente se encargó de utilizar. ¿Qué es el aborto para mí? Nací en gregorio de laferrere, viví veinte años de mi vida en Villa Adriana. Siempre hago incapié en mi barrio y en el lugar en el que viví, porque no sólo te cría tu mamá, te cría todo. La primera vez que escuché de aborto fue cuando tenía trece años y decían que una amiga, de uno de los grupos de amigas que tenía, había abortado. Nunca supe si fue verdad, solamente decían eso y como nunca fui metida, nunca le pregunté. La segunda vez fue cuando una de mis amigas formalmente había quedado embarazada a los diecisiete y quería “sacárselo”. Otra de las cosas que quiero recalcar, nunca se hablaba de un bebé, se hablaba de ”sacárselo”. Era algo, no era un bebé, no era un embarazo. Era algo que tenías. El padre la había echado de la casa, vino a vivir a la mía y dormíamos juntas en una cama de una plaza, las dos con diecisiete años, hasta que el padre la perdonó y, al final, lo tuvo. No hay que pensar mucho que, con un panorama donde tenés diecisiete años y estás si casa, tampoco tenés plata para nada.
Unos años después, me fui a visitar a mi amiga de viaje, y en el chat de facebook la mamá de mi amiga, con la mía, estaban hablando de oxaprost. Fue la primera vez que leí esa palabra. No me acuerdo porqué hablaban de eso.
Años después tuve una situación también que no volví a contar y tampoco lo voy a hacer acá con desconocidos.
No volví a saber de eso hasta que conocí las movilizaciones y tuve muchas contradicciones. Llegué a dejar de usar el pañuelo, por un tema de que no sentía que lo necesitara, que yo sabía lo que había visto y vivido, no me interesaba que el otro sepa si apoyaba o no. Era algo mío, me importaba la historia de las personas de las que habían estado cerca mío.
Este año una persona de mi familia abortó, no puedo quién, ya que sólo ella y yo sabemos, y no lo quiere decir. Tuve miedo, lloré porque no la veía por la cuarentena y ella también tenía miedo. Aprendí que tenes que saber de cuánto estás, que ningún profesional de la salud puede obligarte a tener un contacto sentimental y tantas otras cosas más, que ya había leído en muchos posteos, pero no entendía, ni me habían quedado como ahora. Esta vez fue cuando pude ver, desde un segundo lugar, lo que la otra persona sufre y siente llegando a concluir un aborto. Se me cruzaba la idea de perderla, por una cuestión de paranoia mía y yo sufría. Todo el tiempo pensaba si iba a salir bien, si ya lo hizo, si no lo hizo, a veces escribía mensajes y mensajes, y mensajes y todavía no lo había hecho. No poder verla me mataba.
Vuelvo al inicio. Ayer leí mucho la palabra persona gestante o cuerpo gestante. No sólo es un término desagradable, estúpido e insensible, sino que anhula el rostro, la clase, el género, la identidad y la historia de muchas de las mujeres que pasaron por esto.
Cuando a penas salió la campaña, las treinta que estaban en la plaza del congreso, eran mujeres con hijos chupándoles la teta.
Cuando iba al colegio, una travesti llamada Silvana, me curaba el empacho a mi hermano y a mí. Con un hilo lo medía con su brazo y murmuraba palabras que nunca supe. Salíamos del colegio a las cinco de la tarde y pasábamos por ahí para que nos cure.
Alquilaba una casa dos manzanas de la mía, con otra travesti, que no conocía. Silvana siempre tenía la pintura toda corrida, era rubia, alta, tenía tetas kilométricas y los labios violáceos de tanto fumar cigarrillos. Mi mamá nunca tuvo una connotación negativa como lo hacían las personas en ese momento, y estoy hablando de 2009. Era Silvana. No era la travesti, tenía nombre, era una persona. Hablar de travestis en ese momento era hablar hombres que se vestían de mujeres y que aparecían en Showmatch como bufones, Marcelo Tinelli presentaba esos sketchs estúpidos y se reía como una hiena desesperada. No se hablaba de travestis como personas, eran payasas (payasos, entonces).
¿Por qué hablo de Silvana? Porque sí, porque no estoy hablando de mujeres con vagina, estoy hablando de personas que son alguien en la vida, que no son su capacidad biológica. No cuerpos que tienen capacidades biológicas.
La razón por la cual la gente utiliza el término cuerpo gestante, es porque quiere englobar a un grupo de personas que gestan, como si se les fuera a caer la lengua por decir mujeres, hombres trans y personas no binarias, o los dedos de escribir cuatro palabras más, que me queje de esto, no significa que no lo entienda, sino que quiero recalcar lo pajeros que son algunos que, por no escribir tres palabras más, terminan siendo irrespetuosos. Que encierren en un término, total... Me parece irrespetuoso, fuera de lugar, un horror, tira a lo pro vida definir a personas así. Lo que no se nombra no existe. Las personas que gestan no son personas que gestan y ya.
Igualmente, el que más me molesta, es cuerpo gestante. ¿Cuerpo gestante de qué? ¿Un perro? ¿Cuerpo gestante vivo o muerto? Un cuerpo gestante no tiene nombre, ni identidad, ni historia. Un cuerpo es sólo un cuerpo. Ese término no dice nada. No abarca nada.
Una persona tiene un nombre, un apellido, una familia, ama, ríe, llora, sufre, tiene una historia detrás de sí y, aparte, al final de todo eso, puede gestar. Eso no es lo que define su vida. Lo que marca la vida de una persona es mucho más que su capacidad biológica. Definir a una persona que tiene toda una historia como un cuerpo que simplemente gesta, es lo más irrespetuoso que he leído en mucho tiempo. Como cuando quieren hablar de identidad, orientación, sexualidades y encierran todo eso en disidencias. Después les preguntas qué es una disidencia, quienes lo conforman y no saben que decir. Aprenden palabras que no se detienen a pensar. Nadie se murió por decir tres palabras más y que no sea una falta de respeto. Nadie a quien le importen las personas que atraviesan esta problemática usaría un término así. Sólo una persona que deshumaniza y rebaja a una persona a su capacidad biológica puede utilizarlo.
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Bitácora de viaje. Día 150.
Este seria, en esencia, el Domingo de Reflexión XXXVI, así que te saludo, holi viejo espacio que tenía reservado para la escritura de cosas random. Supongo que voy a volver acá ocasionalmente (como dije en el último de estos posteos); que lo haría cuando pinte o sienta que lo necesito. En este tiempo pasó una que otra cosa medio relevante como para comentarla y dejarla por escrito, pero, pero pero; sh, no hay nada más sobre lo que tenga ganas de escribir que sobre ella, sobre vos (andá a saber si es que seguís entrando a mi Tumblr; dudo que lo hagas, pero si de casualidad estás leyendo esto; eeeh, holaa).
Bitácora de viaje. Día Nº 150. Ambiente: Nublado y con viento fresco.
Pasaron ciento cincuenta días, exactamente cinco meses, desde esa primer conversación que tuvimos; desde los primeros mensajes que intercambiamos. Podría ponerme a escribir una vez más sobre lo maravillosa que sos; pero creo que no viene al caso, hoy, ahora, te pido permiso para sacarte el protagonismo de la historia, y hablar de mi, hablar un poco de vos y yo.
¿Qué me enseñaste en este período de tiempo? ¿Qué aprendí? Si tuviese que enmarcar una sola cosa, diría que me mostraste lo que es el cariño real, lo bien que es tener alguien que te quiera, y lo lindo que es sentir lo que siento por vos; siendo la persona que siempre fui, ya te conté que nunca me pude apegar tanto a nadie, ni sentir esa necesidad de querer compartir, aunque sea un rato, todos los días. Anoche me contaste lo de que no te gusta tener a alguien “encima” tuyo, mientras dormis, por ejemplo, y eso me tomó por sorpresa; por cómo se dio todo estos últimos meses, y con lo cariñosa que sos conmigo, pensaba que, al contrario, era algo que de hecho te gustaba y te hacía sentir bien; esto hizo que no sepa bien que hacer esta mañana anoche ni cuando estuvimos acostados a la tarde, tenía miedo de abrazarte, de poner una mano sobre vos, pensando que justamente quise evitar que estuvieses incómoda ¿Y sabés qué es lo raro? ¿La paradoja? ¿La ironía? Durante toda mi vida, nunca me gustó, nunca estuve cómodo con las demostraciones de afecto de ese tipo, con las cuestiones físicas de invadir el espacio del otro, y mucho menos, oh no, nunca me sentí cómodo durmiendo con alguien más; por lo general, en esas situaciones, me quedaba despierto, contando los minutos hasta que la otra personas despierte; o si sólo estábamos acostados, mantenía mi distancia necesaria. Nada de eso importó con vos, amo estar tirado al lado tuyo, recostar mi cabeza sobre tu hombro, que lo hagas sobre el mío, abrazarte y poderte besar (De hecho, estos últimos días sentí eso particularmente raro, el pasar una mañana entera con vos sin hacerlo fue raro, me inquietaba y tenía ansias por darte un beso, y luego otro, otro, otro, y otro más).
Me preguntaste por las cosas que me harían sentir celoso, y lo que hice es relacionar todo con todo, y pensar en lo que me pondría triste, lo que me lastimaría. Si hay algo que quiero ahora es ser tu novio, que estemos juntos y no sentir miedo de fallar, que el miedo no me impida hacer todo lo que quiero porque la verdad es que el tiempo pasa, y pasa, y sigue pasando, sí, mirá, sin darme cuenta, pasaron 150 días en los que te aprendí a querer y a extrañar, 5 meses en los que tengo esa sensación constante de que te puedo perder ante la primera estupidez, aburrirte o gastar tu paciencia. Sí, es verdad lo que me remarcás ¿Cómo te puedo perder si no somos nada más que amigos y no solemos pelear? Acá, entre nosotros Tumblr, entre vos y yo, oh querida red social, a esta mujer la veo como algo gigante, aunque me pese saber que sólo tenemos una amistad, alguna parte de mí tiene la idea de que es algo más, y me quiero aferrar a eso; no somos novios, pero tampoco amigos, somos algo aparte que no tengo idea que será. Y es este punto en medio de los dos, lo que también me asusta, no quiero pensar que estamos más cerca de que quede todo en amistad y que se aleje de una relación sentimental bajo el título de novios. Te lo dije, nunca tuve intención ni ganas de tener una novia; pero con vos es distinto, llegaste a mi vida para ir alterando las cosas de a poco, y entre eso, tocaste ese punto sensible. Vuelvo a remarcar mis pocas ganas, mi poca voluntad de dedicarle esfuerzo a algo o alguien, y por lo tanto, resalto que con vos eso no se aplica, estoy más que dispuesto a intentarlo, porque tengo la sensación de que si no funciona, no te voy a perder; vamos a seguir estando el uno para el otro. De igual modo, supongo que no te lo voy a pedir, esperaré hasta ver qué pasa más adelante, si llego a sentir que soy suficiente, o a que vos me lo pidás. E vo, me gustás, me encantas, como te lo dije alguna vez, sos mágica, sos magia en el cuerpo de una mujer re copada.
Lo único que me choca hasta ahora fueron las veces que me dejás en claro que dudás de mi, dudás de lo que siento; espero que eso ya no sea así, que cuando me mirás o hablamos, encontrés en mi alguien que te quiere de verdad, de la forma más sincera posible.
Me decís que querés que busque alguien más, hoy me lo repetiste después de mucho tiempo sin hacerlo, pero sabés tan bien como yo que no lo voy a hacer; hoy por hoy sos a quien quiero, y no tengo ganas de renunciar todavía.
Siempre afirmo que no soy bueno en nada, que no tengo ninguna virtud ni puntos positivos que me defiendan o sostengan, pero pese a eso, estoy empecinado en ser alguien para vos, lo cuál me parece re egoísta y te pido perdón, pero eh, nunca pedí que me gustés tanto, no tengo idea cómo pasó, pero pasó, y acá estamos. Si en una semana dejamos de hablar, si nunca somos novios, si no nos casamos, al menos me gustaría saber que en el futuro yo no quede apenas como un recuerdo más, si no alguien a quien recordás con cariño y eso te haga sonreír. Y ya lo dije, no me voy a alejar, no te voy a abandonar. Espero que vos tampoco lo hagás.
Edito: Obligatoriamente, ahora que te dije que leás esto, tuve que releer que puse, y agrego: Una vez habamos sobre que nunca te prometo nada, y por eso mismo no puedo prometerte que voy a estar por siempre. Supongo que si quedamos así, y eventualmente salís con alguien más, y me seguís gustando, me voy a quedar todo lo posible, hasta que sienta que únicamente me hago daño con eso. Pero eh, vo a vito, son suposiciones, andá a saber que pasa. En una de esas, con lo que te dije por el chat y con esto, veás que no tenés que tener miedo de que te pida lo de formalizar, y si ese era el problema, bueno, ojalá que podamos estar como hasta la semana pasada.
Aw, me acostumbré a besarnos y dormir juntos.
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Estaba hablando con una compa de rol y nos hemos preguntado qué es una actividad decente a nivel de posteos mensuales, para pensar en la normativa de un futuro foro y no nos ponemos de acuerdo... ¿Ayuda?
Entre nosotros tampoco nos hemos puesto de acuerdo, si os sirve de consuelo.
Personalmente con mis circunstancias, no me veo capaz de llevar una respuesta al día. Hay semanas que también se me atascan e igual saco solo una o dos. Hay algún mes que solo puedo llegar a responder un día. Es que depende del nivel de responsabilidades que tengas y hay épocas mejores y peores. Por éso nunca me he visto capaz de en búsquedas por ejemplo, exigir una actividad. ¡No hay que olvidar que es un hobby y que la vida real es lo que manda!
Mi compañero es capaz de mantener un ritmo de 2 posts diarios. Y a mí me estalla la cabeza porque yo sólo podía hacer éso hace muchos años, más de los que me gustaría reconocer.
Así que... ¿qué poner en la normativa? Mi consejo: no pidas lo que tú no puedes dar. Hablad entre las dos partes para ver qué podríais dar en el peor de los casos y a partir de ahí, lo aplicáis pensando en que vuestros usuarios, a partir de x semanas tal vez les surjan cosas. Que también entra en juego el hecho de que si das la mano cogen el brazo pero... ¡la vida es de los valientes!
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Quiero intentar que más que una respuesta, esto sea una especie de reflexión de las cosas que siento por ti sin esconder absolutamente nada.
Creo que nunca me podría haber imaginado lo que podías sentir si no me lo decías tan claramente. Por un lado, hay cosas racionales y sensatas sobre el tipo de relación que quisieras tener conmigo y, por otro lado, hay cosas emocionales sobre cómo te sientes con respecto a mi forma de proyectarme ante los demás. Creo que de algunas de esas cosas no me puedo hacer cargo yo, ya que es tu percepción de cómo crees que soy (creo que alguna vez hablamos de la contradicción de lo que pienso y digo, con lo que muestro en las redes sociales) y no sé repetirte todo lo de la validación tenga sentido ahora mismo. Si las cosas que posteo son provocaciones, probablemente, ¿para quién? Para nadie finalmente, para mí mismo. No intento nada con eso, ni dar celos, ni conseguir follar, ni nada. Es una forma muy tóxica de manejar mi baja autoestima (porque sé que te cuesta creerlo, pero yo no me veo como parece que me muestro).
De algo que puedo hacerme cargo es de contarte lo que yo siento y de lo que yo puedo ofrecerte. Hubo un momento en nuestra relación en la que nos dimos cuenta de que yo no podía ser la persona con la que tú pudieses perseguir algo romántico porque yo ya estoy en una relación y ese era un impedimento para ti. Sin embargo, después de haberlo hablado, muy pocas cosas cambiaron. Tal vez nos veíamos menos, pero la interacción solía ser la misma, afectivamente hablando. Yo, por mi parte, tenía claro que no pretendía perseguir algo romántico, ni contigo ni con nadie (por eso hablaba de “comodidad” en la otra relación con un chico que conozco desde hace más de un año y al que veo esporádicamente porque vive lejos y tiene novio) y creo que de eso también hablamos. Al leer tu mensaje me doy cuenta de que, a pesar de que en la vida parezca superado, la relación con mi ex me ha dejado un poco dañado (un poco más dañado) y por eso tengo miedo de relacionarme más profundamente contigo o con cualquier persona. Aún extraño a pp y sigo dolido por esa ruptura, pienso en él constantemente y es algo que no puedo superar del todo, pero sé que lo estoy logrando poco a poco.
Tú eres un chico maravilloso, no me había entendido con nadie hace muchísimo tiempo como lo hago contigo. Eres una persona que escucha de verdad, me he sentido muy querido y cuidado por ti y te lo agradezco. Te noto real, maduro y estable (yo lo veo, porque a tu lado me siento pequeño y como un tonto). Tendrás muchas inseguridades pero nunca las he visto más que cuando me las has contado y, aún así, me cuesta verlas. Me gustas, me pones, te quiero, te admiro y me encantaría tener algo más intenso, algo más “adolescente” pero todo esto a veces no es suficiente porque en mi cabeza hay cosas que ocupan un espacio considerable: León a quien extraño profundamente y con quien quisiera estar en todo momento, la incertidumbre de mi futuro en un país que no es mío y mi ex. Y aunque no lo creas, tienes un lugar en mi cabeza también, estás presente. Eres muy bueno, has sido muy bueno conmigo. No se trata de ser suficientemente interesante o deseable para que tú y yo podamos estar juntos. Nos hemos conocido en un momento vital raro para todo el mundo. Raro para mí por todo lo que estoy pasando en el trabajo y porque te he conocido cuando mi novio se fue de Madrid (mi novio de once años con el que no me veía desde hacia tres años). Tal vez, si no tuviese novio, si hubiese tenido solo la relación que tuve aquí en Madrid y nos hubiésemos conocido cuando nos conocimos, las cosas hubiesen sido diferentes. O al revés, incluso estando con León, si hubieses sido el primer chico que hubiese conocido aquí en Madrid, sin haber tenido una relación antes, hubiésemos podido tener algo más “adolescente” pero responsable, me lo puedo imaginar contigo. Pero estoy jodido, tengo el corazón roto y no puedo dejar de pensar en eso, no puedo dejar de pensar en él, no puedo dejar de pensar en que no quiero sentirme vulnerable de nuevo, no puedo dejar de pensar en que puedo hacer daño a alguien de nuevo.
Creo que no te he ocultado nada. Veo que mi forma de lidiar con todo esto que te cuento no ha sido la mejor: me he ido alejando, he puesto distancia con la finalidad de no hacerte daño, pero esto solo te ha causado más daño. Después de leerte por cuarta vez, creo que no me estás demandando nada, pero lo que mejor puedo hacer ahora es ofrecerte mi amistad y cariño incondicional sin ninguna intención sexual o romántica, porque veo que eso nos hace daño a ambos. Sé que me dijiste que eso te costaría, pero no veo otra solución, sobre todo porque si te ofrezco entregarme un poco más, no sé cuánto puede durar todo esto. Me veo yéndome de aquí dentro de tres o cuatro meses, y aunque no me vaya, la incertidumbre no me va a dejar tranquilo. No quiero hacerte daño ni dejarte tirado ni yo sentirme como la mierda cuando tenga que tomar una decisión más abrupta.
Te quiero y te voy a querer siempre, eres una persona muy importante en mi vida y eso no cambiará, sea lo que sea que decidas hacer con nosotros
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2 de enero. 2018.
para W
Paso mis horas haciéndome preguntas ¿qué le hice? ¿porqué se fue? ¿es posible que nunca voy a ser amado? una primera idea es nunca me quisiste; sigo pensando y llego a conclusiones más crueles me perfecciono en la herramienta auto destructiva de la mente y me respondo que éste abandono y ésta falta de amor es algo que siempre tiene que volver a ocurrir. Me gusta esa frase. Le pone profecía a lo que los vínculos significan para mí desde bebé. Me falta el aire por el cultivo de un vicio (tabaco) ahora es el ahogo el único sentimiento que siento en el cuerpo. Tengo que tomar acciones concretas y tengo que lograr que nadie opine con su sabiduría doméstica cómo me tengo que tomar eso que hiciste conmigo. Por más que mire el cielo inmenso que encapota mi cabeza no te suelto, tengo que volver a escuchar a esa astróloga que se auto vanagloria de acertar día y fecha con años de anticipación, el hundimiento de una nave porque Plutón y el inframundo y tenés que comprar éste libro. "Vos podés, vos podés" y con una ramita de un cerezo hago dibujos en el cielo, letras y figuras y con éste encantamiento destrabo el candado del grillete. Eso quiero astróloga de la tele, ojalá tengas razón, y si no tenés razón ojalá tenga yo el olvido de que me prometiste un año espectacular, soberbio y de realización profesional y afectiva. Quiero hacerle caso y pacificar mis ansias de guerra pero no creo que la indiferencia sea signo de un espíritu elevado. Reprimo mi violencia pero borro de mi Facebook a tu hermana en el día de su cumpleaños. Las fechas de las fotos del Instagram del cuarentón que te rompe el orto desbaratan las coartadas que pusiste cuando te liberaste de mi. Soy una carga y a vos no te cierran las fechas y la astróloga me dice "yo prefiero que te liberes, liberate, liberate, liberate" pero no me puedo liberar de ese poema lleno de imágenes y metáforas que te escribió el cuarentón que te rompe el orto, en pleno idilio, que pone de forma elogiosa que tu falta de culpa y tu falta de pasado te hace un anciano con ojos de niño. La pedofilia del maestro con su pupilo es tan expl��cita pero no me ofende, me aterra lo cerca que estuvimos y me sorprende que mi lucha contra ese estado patético del corazón (que es abuso) hay quiénes lo endiosen, o al menos lo pongan en internet. Es una pesadilla pero despierto, vuelve a mí ese poema poetoso cuando saco la vista del punto fijo con el que intento distraerme y quiero saber pero no quiero saber nada más. Sigo scrolleando y la vanidad de sus poses de yoga me hace pensar en la pobre mascota que estaba ahí para sacarle la foto, al final tenías destino de mascota y fuiste perdiendo contenido con los años en tus posteos, porque tu muro es el muro de los lamentos y los flyers de talleres y esas mierdas. En el 2017 dejaste de salir en sus redes porque el principio es lo más lindo con los psicópatas. Te debe haber empoderado que el cuarentón que te rompe el orto te haya puesto además de la pija los puntos, por ahí se cogió otro alumno, cosas que pasan en el serpentario. Las fotos siempre son medio de lejos, da como joven, yo lo vi de cerca y tiene la cara curtida pero de lejos logra sacarse veinte años, un poco parecido a vos. Tal vez vos eras un efebo que me decoraba el ambiente y yo pagaba con mi afecto la prostitución de tus actos de presencia. Buscando entre tus viejas cosas públicas de internet me encuentro con un texto mío que compartiste y me deja bien pasmado y bien de la cara, hablo de las redes de mentirillas, y del resentimiento y de la vendetta y de la luna nueva en Escorpio, un año antes (o más) de que nos pase lo que me hiciste y soy ahora yo la astróloga que se auto vanagloria en un poema que a nadie le importa y que vos nunca te animarías a terminar de leer. Tal vez tenga que ir hasta tu casa a gritárselo a tu ventana. Al final soy el hombre que no limpió su cañería y cuando fui a la ducha me bañé en mi propia caca. A vos también te gusta la caca por eso comes soretes para existir de satélite cerca de algún sol. El sol sube y entra por la ventana y se hizo de día mientras escribo mi diatriba. No suelto su instagram. Me sorprende que hayas caído en semejante papelón, comiendo soretes de un yoggi de Zona Norte. Lo miro y lo miro. Tal vez tiene más de cuarenta. Tal vez tiene cincuenta pero se viste como de veinte. La foto con sus sobrinos, de jean y camisa, en la cena de nochevieja, me hace reflexionar que si tu presente se parece a tu pasado entonces soltar es algo que se dice pero no se practica. Dios, sólo quiero que éste sea el último poema.
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Blanco y Negro Cuarentena I
Esta cuarentena en mi pais se esta haciendo muy larga y con ella mi cabeza esta pensando muchas cosas muchas situaciones que pasaron , que pasan y que pasaran. Desde que comenzo la cuarentena me sente miles de veces con cafe delante de la computadora queriendo escribir algo , pero que? que es lo que tanto queria escribir? tenia ganas? o simplemente me obligaba a hacerlo? , después de borrar miles de veces , finalmente un 5 de junio del 2020 aca estoy modificando mi pagina , mi rincón con colores pasteles , con colores que siempre significaron algo, pero la foto que subi de de este posteo es en blanco y negro por que? , por que esta cuarentena me decidi a hacer un recorrido , un recorrido mental desde que naci hasta el dia de hoy , y no lo hice a color , lo hice en blanco y negro.
Descubri que el blanco y negro tambien significaban algo , que tambien tenia un matiz en mi vida , que tenia una razon de ser y que tenia que enfrentarlo , me acorde de situaciones de mi primaria, donde fui abusado por chicos mayores , donde tenia terror de ir al colegio , donde no me sentia comodo , jamas me senti comodo en el colegio , sentia que no pertenecia a ese lugar , jamas me senti comodo en ninguno de mis 3 colegios , siempre senti y sigo sintiendo que mi historia debio pasar por otro lado , pero en aquel momento no sabia como expresarlo , no encontraba las palabras adecuadas ,ni tampoco tenia los medios que por ahi hoy si tengo . Era tan feo acostarme en mi cuarto mirar ese techo blanco y pensar en que hago aca , no puedo conocer a nadie , no puedo vivir lo que siento libremente , me pasba horas , dias imaginandome una situacion un amor que no llegaba , un sueño utopico que no podia alcanzar por mas que corriera la meta nunca llegaba , pero bueno esas noches donde me sentaba a ver como mi vida no era nada o a imaginarme diferentes situaciones finalmente terminaron , finalmente puedo decir que encontre a mi compañero , a esa persona que todos los dias lo hace especial con sus risas , sus peleas , sus humores y por sobre todo su amor hacia mi.
Pero bueno no todo el tiempo tengo que hablar del amor , en este recorrer , tambien vi y re vivi como fui abusado como esos chicos que no eran mas grandes que yo me tocaban la cola , como tenia miedo de gritar , como tenia miedo de hacer algo , de como me tapaban la boca , y yo queria salir corriendo de ese baño , durante mucho tiempo no pude ir a un baño publico , no pude cambiarme en un vestuario sino estaba solo. Me acuerdo que salia de natacion y me ponia la malla mojada encima del pantalon y me iba corriendo a mi casa no queria cambiarme ahi, despues un dia fui perdiendo ese miedo y comence a ir a los baños publicos pero unicamente a los privados , no podia de la otra manera pero bueno fue un proceso , y fue algo que me marco si bien hoy es algo lejano , pero aquel ignacio lloraba mucho y tenia miedo . Pero saben que , nunca perdio su infancia feliz , jamas deje de reirme por mas triste o raro que estaba siempre tenia sonrisas y me reia mucho!. Y aca estoy y aca estare en esta cuarentena contandole muchas mas historias , desnudando mi alma , contando cosas que para muchos seran fuertes , pero para otros no seran que una simple lectura . Pero es mi vida es lo que soy y lo que me acompañara por siempre.
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"Somos menos felices y menos productivos que nunca porque somos adictos"
"Somos menos felices y menos productivos que nunca porque somos adictos" https://ift.tt/37OOsqU
Derechos de autor de la imagen Alvaro Manguito
Image caption La periodista Marta Peirano se especializa en tecnologías de vigilancia y manipulación masiva.
"Te ha llegado un correo, un mensaje, un hechizo, un paquete. Hay un usuario nuevo, una noticia nueva, una herramienta nueva. Alguien ha hecho algo, ha publicado algo, ha subido una foto de algo, ha etiquetado algo. Tienes cinco mensajes, veinte likes, doce comentarios, ocho retuits. Hay tres personas mirando tu perfil, cuatro empresas leyendo tu currículum, dos altavoces inalámbricos rebajados, tres facturas sin pagar. Las personas a las que sigues están siguiendo esta cuenta, hablando de este tema, leyendo este libro, mirando este vídeo, llevando esta gorra, desayunando este bol de yogur con arándanos, bebiendo este cóctel, cantando esta canción."
Así rapta tu cerebro, tu voluntad, tus horas de sueño, de amor y de paseo "la economía de la atención" de la que habla la periodista española Marta Peirano en su último libro revelador: El enemigo conoce el sistema.
Así también sus dueños se enriquecen, como cuenta en sus páginas. Y tienen trabajando a los mejores cerebros del mundo para aumentar las ganancias mientras les entregamos todo. "El precio de cualquier cosa es la cantidad de vida que ofreces a cambio.", dice.
Desde los noventa, en que descubrió la escena Hacker en Madrid, hasta hoy, no ha dejado de mirar la tecnología con ojo agudo, crítico y pensante. Su libro relata desde los inicios libertarios de la revolución digital hasta su temible y potencial dictadura, que avanza a pasos agigantados, sin que nos demos mucha cuenta.
Marta Peirano es una de las protagonistas de los diálogos del Hay Festival Cartagena.
Dices que la economía de la atención nos roba horas de sueño, de descanso, de vida social, ¿cómo la explicarías?
La economía de la atención o el capitalismo de vigilancia gana dinero consiguiendo nuestra atención. Es un modelo de negocio que depende de que instalemos sus aplicaciones, para tener un puesto de vigilancia en nuestras vidas. Puede ser una smart tv, un móvil en el bolsillo, un altavoz inteligente, una suscripción a Netflix, a Apple.
Y quiere que las uses el mayor tiempo posible, porque así estás generando datos que los hacen ganar dinero. Mientras más generas, más valioso es su banco de datos.
Derechos de autor de la imagen Getty Images
¿Qué datos se generan mientras veo una serie, por ejemplo?
Netflix tiene muchos recursos para lograr que en vez de ver un capítulo a la semana, como hacíamos antes, veas toda la temporada en una maratón. Su propio sistema de vigilancia sabe cuánto tiempo pasamos viéndola, dónde la paramos para irnos al ba��o o hacernos la cena, cuántos episodios somos capaces de ver antes de quedarnos dormidos. Eso les ayuda a refinar su interfaz.
Si llegamos al capítulo cuatro y nos vamos a la cama, saben que es el punto de desconexión, entonces llaman a 50 genios para que lo resuelvan y en la siguiente serie nos quedemos hasta el capítulo siete.
¿Los mayores cerebros del mundo trabajan para lograr que perdamos la voluntad?
Todas las aplicaciones que existen se basan en lo que hasta ahora era el diseño más adictivo, el de las tragaperras (tragamonedas) que hace que un sistema produzca la mayor cantidad de pequeños acontecimientos inesperados en el menor tiempo posible. En la industria del juego se llama event frequency. Cuanto más alta es la frecuencia, más rápido te enganchas, pues es un loop de dopamina.
Cada vez que hay un evento, te da un chute de dopamina, cuantos más acontecimientos encajas en una hora, más chutes, que es lo que te genera adicción.
Derechos de autor de la imagen Marta Peirano
Image caption "El enemigo conoce el sistema" es el libro sobre el que hablará Marta Peirano durante el Hay Festival en Cartagena.
¿Cada tweet que leo, cada posteo de Facebook que llama mi atención, cada persona de Tinder a la que doy like, es un evento?
Son eventos, y en la psicología del condicionamiento existe el condicionamiento de intervalo variable, en el que no sabes lo que va a pasar. Abres Twitter y no sabes si vas a retwittear y te vas a convertir en la reina de tu pandilla durante los próximos 20 minutos.
El que no sepas si vas a tener premio, castigo o nada, hace que te enganches más deprisa.
La lógica del mecanismo provoca que sigas intentando, para entender el patrón. Y cuanto menos patrón hay, más se atasca tu cerebro y sigue, como las ratitas de las cajas de Skinner, que fue quien inventó el condicionamiento de intervalo variable. La rata le da a la palanca de manera obsesiva, tanto si sale comida como si no.
Los adultos pueden entenderlo, pero ¿qué pasa con los niños que llegan a tener síndrome de abstinencia cuando no están enganchados a Instagram, YouTube, Snapchat, Tik Tok?
Las redes sociales son como máquinas tragaperras, que están cuantificadas en forma de likes, de corazones, de cuánta gente ha visto tu post y genera una adicción especial, porque es lo que dice tu comunidad, si te acepta, si te valora. Cuando esa aceptación, que es completamente ilusoria, entra en tu vida, te vuelves adicta, porque estamos condicionados para querer encajar en el grupo, nuestra vida depende de que se nos acepte y se nos valore.
Han conseguido cuantificar esa valoración y convertirla en un chute de dopamina. ¿Se enganchan los niños? Más rápido que nadie y no es que no tengan fuerza de voluntad, es que ni siquiera entienden por qué puede ser malo para ellos.
No dejamos que nuestros hijos beban Coca Cola y coman gominolas, porque sabemos que el azúcar es dañino, pero les damos pantallas para que se entretengan, porque así no tenemos que interactuar con ellos.
¿Y qué podemos hacer?
Interactuar con ellos. Un niño que no tiene una pantalla se aburre. Y un niño aburrido, molesta, si tú no estás dispuesto a interactuar con tu hijo, porque a lo mejor prefieres estar haciendo otras cosas.
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Image caption "Si ahora mismo desactivas todos los sistemas de geolocalización de tu móvil, te van a seguir geolocalizando".
¿Mirando tu propia pantalla, por ejemplo?
Vemos familias enteras pegadas al móvil y lo que está pasando es que cada uno está gestionando su propia adicción. Todo el mundo sabe que las tragaperras son malas, que la heroína es mala, pero con Twitter, con Slack, con Facebook, no lo saben, entre otras cosas, porque también se han convertido en herramientas de productividad.
Entonces yo, que soy periodista, cuando veo el Twitter es porque necesito estar informada. La peluquera en el Instagram estará mirando cómo se lleva el pelo, hay una excusa para todos.
La adicción es la misma, pero cada uno juega distinto y nos decimos que no es una adicción, sino que estás al día y que eso aumenta tu productividad.
¿Nos podríamos calificar como adictos tecnológicos?
No somos adictos a la tecnología, somos adictos al chute de dopamina que ciertas tecnologías han infiltrado en sus plataformas. Esto no es un accidente, es deliberado.
Hay un señor que da clases en Stanford a quienes montan startups para generar ese tipo de adicción.
Hay consultores en el mundo que van a las empresas para explicar cómo provocarla. La economía de la atención utiliza la adicción para optimizar el tiempo que pasamos delante de las pantallas.
Esto también ocurre con la comida, como cuentas en el libro, nos manipulan con los olores, los ingredientes y nos culpamos por carentes de voluntad y de auto control…
Es casi un ciclo de maltrato, porque la empresa contrata a 150 genios para crear un producto que te produce adicción instantánea.
Te hackean el cerebro para que la combinación exacta de grasa, azúcar y sal le genere bienestar, pero como no aporta nutrición a cuerpo, nunca se te pasa el hambre y tienes una especie de cortocircuito: tu cerebro te está diciendo dame mas, esto es bueno, pero el resto de tu cuerpo dice tengo hambre.
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Image caption "Tu adicción no tiene que ver con el contenido de las aplicaciones.
Como el anuncio de Pringles, "Once you pop you can't stop", (Cuando haces pop, ya no hay stop) lo cual es absolutamente cierto, porque abro un frasco y hasta que no me lo he comido entero, no puedo pensar en otra cosa.
Luego ellos te dicen, bueno, esto es porque tú eres un gocho, tienes gula. ¡El pecado de la gula!. Como no sabes controlar, te voy a vender un producto que puedes comer y comer y no te va a engordar, los yogures cero, la Coca-Cola zero. Ganan por todos lados y la culpa es parte de ese proceso. Ahora mismo en Silicon Valley hay un montón de gente que hace aplicaciones para que pases menos tiempo usando las otras aplicaciones. Ése es el yogur.
Esta toma de conciencia, de comprender cómo funciona, ¿ayuda?, ¿es el primer paso?
Pienso que sí y también darte cuenta de que tu adicción no tiene que ver con el contenido de las aplicaciones.
No eres adicto a las noticias, eres adicto al Twitter, no eres adicto a la decoración de interiores, eres adicto al Pinterest, no eres adicto a tus amigos ni a sus maravillosos hijos cuyas fotos postean, eres adicto al Instagram.
La adicción la genera la aplicación y cuando lo entiendes, empiezas a verlo de otra manera. No es falta de voluntad, están diseñadas ofrecerte loops de dopamina, que te dan una satisfacción inmediata y te arrastran de cualquier otra cosa que no te la da, como por ejemplo jugar con tu hijo, pasar un rato con tu pareja, irte al campo o terminar un trabajo, que requieren una curva, porque hay satisfacción, pero no es inmediata.
De todo lo que cuentas, manipulaciones, vigilancia, adicciones, ¿Qué es lo que más te atemoriza?
Lo que más me preocupa es la facilidad con la que se convence a la gente de que renuncie a sus derechos más fundamentales y que llegue a decir ¿a quién le importan mis datos?, ¿a quién le importa dónde he estado? cuando hace 40 años había gente muriendo por el derecho a reunirse con otros, sin que el gobierno supiera quiénes eran, por el derecho a tener conversaciones privadas en la intimidad, o el derecho de que tu empresa no sepa si en tu familia hay un enfermo de cáncer.
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Image caption "No somos adictos a la tecnología, somos adictos al chute de dopamina que ciertas tecnologías han infiltrado en sus plataformas".
Nos ha costado mucha sangre conseguirlo y ahora lo estamos abandonando con una ligereza que no es natural, es implantada y alimentada por un ecosistema que se beneficia de esa ligereza.
Cuando uno manda un correo sabe que lo pueden a leer, pero es verdad que pensamos ¿a quién le va a importar lo que escribo? ¿Importa de verdad?
Realmente no le importa a nadie, hasta que le importa, porque todo ese material queda almacenado y si está disponible para el gobierno, éste tendrá herramientas para contar cualquier historia sobre ti, sin que lo puedas rebatir.
Puede decir que tales días estuviste con cierta persona y tú no sabes ni dónde estabas, ni quién es esa persona, pero los datos lo cuentan y probablemente son ciertos, pero la historia no lo es.
Si el gobierno te quiere meter presa porque haces un fanzine que no le gusta, puede buscar la manera de vincularte a un terrorista. ¿Cómo? pues a lo mejor vuestros hijos fueron juntos al colegio durante un tiempo y puede demostrar que las matrículas de vuestros coches coincidieron una y otra vez en la misma carretera durante tres años. En ese sentido tus datos son peligrosos.
Dices en el libros que "Cada día se generan 2,5 quintillones de datos, en parte enviando colectivamente 187 millones de correos y medio millón de tuits, viendo266.000 horas de Netflix, haciendo 3,7 millones de búsquedas en Google o descartando 1,1 millones de caras en Tinder", ¿qué pasa con todo eso?
Estamos obsesionados con nuestro dato personal, mis fotos, mis mensajes, pero el valor real es estadístico, porque tus mensajes más los de3.000 millones de personas más, le dicen a una empresa o a un gobierno quiénes somos colectivamente.
Ellos los utilizan, primero, para poner personas susceptibles a disposición de los publicistas. Y segundo, para crear predicciones, porque este es un mercado de futuros.
Saben que cuando en un país de ciertas características sube el precio de la electricidad entre un 12 y un 15%, pasa tal cosa, pero si sube entre un 17 y un 30% pasa otra. Las predicciones sirven para manipular e ir ajustando tus actividades, para saber, por ejemplo, cuánto puedes putear a la población con el precio de las cosas antes de que se te revelen o se te empiecen a suicidar en masa.
Como lo que estalló en Chile con una pequeña alza en el metro, pero la gente siguió protestandoe…
A lo mejor el gobierno chileno no lo está procesando de esa manera, pero Facebook lo está haciendo, Google lo está haciendo, porque toda la gente que está en la calle tiene el móvil en el bolsillo. Y lo han llevado durante los últimos años de su vida.
Facebook sabe en qué barrios han pasado qué cosas y por qué, cómo se reúne la gente y cómo se cómo se dispersa, cuá
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Image caption "Facebook sabe en qué barrios han pasado qué cosas y por qué, cómo se reúne la gente y cómo se cómo se dispersa".
Todos los móviles hablando a la vez permiten saber cómo puedo hacer lo que quiero sin que se levante de la población. Y después predecir lo que pasa, para acallarla lo antes posible.
Pero ¿quién está dispuesto a prescindir del móvil, de internet? ¿cuál es el camino del ciudadano normal?
El problema no es el móvil, no es Internet. Todas las tecnologías de las que somos dependientes son las herramientas de la vida contemporánea, voluntariamente las ponemos en nuestros móviles, pero no requieren de la vigilancia para funcionar, ni necesitan vigilarte para darte un servicio. No tienen por qué, lo que pasa es que la economía de los datos es muy golosa.
¿Es tan jugoso el negocio que lo van a hacer igual aunque intentemos poner límites?
Es muy difícil que un gobierno pare los pies a tecnologías que le facilitan un control tan interesante de la población. Pero la idea es exigir que eso pase, porque no debería ser así.
Si ahora mismo desactivas todos los sistemas de geolocalización de tu móvil, te van a seguir geolocalizando, solo que tú no vas a saber dónde estás, lo único que haces es desactivarlos para ti.
Igual que cuando en Facebook o en Twitter y bloqueas a alguien para que no vea lo que posteas, o lo bloqueas para todos, entonces solo lo ves tú... y Facebook. Lo que pasa en sus centros de datos, pasa para ti y para ellos. No puedes bloquear a Facebook, porque estás en Facebook.
¿Estás planteando que tenemos que rebelarnos y exigir la privacidad?
Pero no contra las empresas. Es natural que aprovechen una fuente de financiación tan barata y gloriosamente efectiva.
Lo que no es natural es que un gobierno que está diseñado para proteger los derechos de sus ciudadanos lo permita. Y es que cada vez más gobiernos han llegado al poder gracias a ese tipo de herramientas, por eso no van a controlarlas, salvo que teman que les quiten el poder con los mismos trucos sucios que usaron ellos.
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Image caption Los gobiernos discuten sobre si es necesario limitar el poder de las empresas que manejan grandes cantidades de datos, como Facebook.
Entonces, ¿qué es lo que hay que hacer? Pienso que empezar a convertir ese tema crucial en un tema político a nivel local y general, es decir, acción colectiva, acción política.
¿Está ocurriendo este debate en alguna parte del mundo?
En las primarias demócratas de la campaña presidencial 2020 de Estados Unidos, está siendo uno de los temas cruciales. Se debate si estas empresas deben ser gestionadas de otra manera o ser divididas, porque además son monopolio.
Sin embargo, en Europa y en Latinoamérica nos hemos hartado de hablar de las fake news, de su efecto, de las campañas tóxicas. En España ha habido tres elecciones generales en tres años y ningún político habla de esto.
¿El sistema es nuestro enemigo entonces?
Estamos integrados y dependemos de sistemas que no sabemos cómo funcionan ni lo que quieren de nosotros. Facebook, Google y otros, dicen querer que nuestra vida sea más fácil, que nos pongamos en contacto con nuestras personas queridas, que seamos más eficientes y trabajemos mejor, pero su objetivo no es ese, no están diseñados para eso, sino para chuparnos datos, manipularnos y vendernos cosas.
Nos explotan, y encima, estamos menos conectados, somos menos felices y menos productivos que nunca, porque somos adictos.
*Esta entrevista es parte de la versión digital del Hay Festival Cartagena 2020, un encuentro de escritores y pensadores que se realiza en esa ciudad colombiana entre el 30 de enero y el 2 de febrero.
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Somos menos felices y menos productivos que nunca porque somos adictos
"Te ha llegado un correo, un mensaje, un hechizo, un paquete. Hay un usuario nuevo, una noticia nueva, una herramienta nueva. Alguien ha hecho algo, ha publicado algo, ha subido una foto de algo, ha etiquetado algo. Tienes cinco mensajes, veinte likes, doce comentarios, ocho retuits. Hay tres personas mirando tu perfil, cuatro empresas leyendo tu currículum, dos altavoces inalámbricos rebajados, tres facturas sin pagar. Las personas a las que sigues están siguiendo esta cuenta, hablando de este tema, leyendo este libro, mirando este vídeo, llevando esta gorra, desayunando este bol de yogur con arándanos, bebiendo este cóctel, cantando esta canción." Así rapta tu cerebro, tu voluntad, tus horas de sueño, de amor y de paseo "la economía de la atención" de la que habla la periodista española Marta Peirano en su último libro revelador: El enemigo conoce el sistema. Así también sus dueños se enriquecen, como cuenta en sus páginas. Y tienen trabajando a los mejores cerebros del mundo para aumentar las ganancias mientras les entregamos todo. "El precio de cualquier cosa es la cantidad de vida que ofreces a cambio.", dice. Desde los noventa, en que descubrió la escena Hacker en Madrid, hasta hoy, no ha dejado de mirar la tecnología con ojo agudo, crítico y pensante. Su libro relata desde los inicios libertarios de la revolución digital hasta su temible y potencial dictadura, que avanza a pasos agigantados, sin que nos demos mucha cuenta. Marta Peirano es una de las protagonistas de los diálogos del Hay Festival Cartagena. Dices que la economía de la atención nos roba horas de sueño, de descanso, de vida social, ¿cómo la explicarías? La economía de la atención o el capitalismo de vigilancia gana dinero consiguiendo nuestra atención. Es un modelo de negocio que depende de que instalemos sus aplicaciones, para tener un puesto de vigilancia en nuestras vidas. Puede ser una smart tv, un móvil en el bolsillo, un altavoz inteligente, una suscripción a Netflix, a Apple. Y quiere que las uses el mayor tiempo posible, porque así estás generando datos que los hacen ganar dinero. Mientras más generas, más valioso es su banco de datos.
¿Qué datos se generan mientras veo una serie, por ejemplo? Netflix tiene muchos recursos para lograr que en vez de ver un capítulo a la semana, como hacíamos antes, veas toda la temporada en una maratón. Su propio sistema de vigilancia sabe cuánto tiempo pasamos viéndola, dónde la paramos para irnos al baño o hacernos la cena, cuántos episodios somos capaces de ver antes de quedarnos dormidos. Eso les ayuda a refinar su interfaz. Si llegamos al capítulo cuatro y nos vamos a la cama, saben que es el punto de desconexión, entonces llaman a 50 genios para que lo resuelvan y en la siguiente serie nos quedemos hasta el capítulo siete. ¿Los mayores cerebros del mundo trabajan para lograr que perdamos la voluntad? Todas las aplicaciones que existen se basan en lo que hasta ahora era el diseño más adictivo, el de las tragaperras (tragamonedas) que hace que un sistema produzca la mayor cantidad de pequeños acontecimientos inesperados en el menor tiempo posible. En la industria del juego se llama event frequency. Cuanto más alta es la frecuencia, más rápido te enganchas, pues es un loop de dopamina. Cada vez que hay un evento, te da un chute de dopamina, cuantos más acontecimientos encajas en una hora, más chutes, que es lo que te genera adicción.
"El enemigo conoce el sistema" es el libro sobre el que hablará Marta Peirano durante el Hay Festival en Cartagena. ¿Cada tweet que leo, cada posteo de Facebook que llama mi atención, cada persona de Tinder a la que doy like, es un evento? Son eventos, y en la psicología del condicionamiento existe el condicionamiento de intervalo variable, en el que no sabes lo que va a pasar. Abres Twitter y no sabes si vas a retwittear y te vas a convertir en la reina de tu pandilla durante los próximos 20 minutos. El que no sepas si vas a tener premio, castigo o nada, hace que te enganches más deprisa. La lógica del mecanismo provoca que sigas intentando, para entender el patrón. Y cuanto menos patrón hay, más se atasca tu cerebro y sigue, como las ratitas de las cajas de Skinner, que fue quien inventó el condicionamiento de intervalo variable. La rata le da a la palanca de manera obsesiva, tanto si sale comida como si no. Los adultos pueden entenderlo, pero ¿qué pasa con los niños que llegan a tener síndrome de abstinencia cuando no están enganchados a Instagram, YouTube, Snapchat, Tik Tok? Las redes sociales son como máquinas tragaperras, que están cuantificadas en forma de likes, de corazones, de cuánta gente ha visto tu post y genera una adicción especial, porque es lo que dice tu comunidad, si te acepta, si te valora. Cuando esa aceptación, que es completamente ilusoria, entra en tu vida, te vuelves adicta, porque estamos condicionados para querer encajar en el grupo, nuestra vida depende de que se nos acepte y se nos valore. Han conseguido cuantificar esa valoración y convertirla en un chute de dopamina. ¿Se enganchan los niños? Más rápido que nadie y no es que no tengan fuerza de voluntad, es que ni siquiera entienden por qué puede ser malo para ellos. No dejamos que nuestros hijos beban Coca Cola y coman gominolas, porque sabemos que el azúcar es dañino, pero les damos pantallas para que se entretengan, porque así no tenemos que interactuar con ellos. ¿Y qué podemos hacer? Interactuar con ellos. Un niño que no tiene una pantalla se aburre. Y un niño aburrido, molesta, si tú no estás dispuesto a interactuar con tu hijo, porque a lo mejor prefieres estar haciendo otras cosas.
"Si ahora mismo desactivas todos los sistemas de geolocalización de tu móvil, te van a seguir geolocalizando". ¿Mirando tu propia pantalla, por ejemplo? Vemos familias enteras pegadas al móvil y lo que está pasando es que cada uno está gestionando su propia adicción. Todo el mundo sabe que las tragaperras son malas, que la heroína es mala, pero con Twitter, con Slack, con Facebook, no lo saben, entre otras cosas, porque también se han convertido en herramientas de productividad. Entonces yo, que soy periodista, cuando veo el Twitter es porque necesito estar informada. La peluquera en el Instagram estará mirando cómo se lleva el pelo, hay una excusa para todos. La adicción es la misma, pero cada uno juega distinto y nos decimos que no es una adicción, sino que estás al día y que eso aumenta tu productividad. ¿Nos podríamos calificar como adictos tecnológicos? No somos adictos a la tecnología, somos adictos al chute de dopamina que ciertas tecnologías han infiltrado en sus plataformas. Esto no es un accidente, es deliberado. Hay un señor que da clases en Stanford a quienes montan startups para generar ese tipo de adicción. Hay consultores en el mundo que van a las empresas para explicar cómo provocarla. La economía de la atención utiliza la adicción para optimizar el tiempo que pasamos delante de las pantallas. Esto también ocurre con la comida, como cuentas en el libro, nos manipulan con los olores, los ingredientes y nos culpamos por carentes de voluntad y de auto control… Es casi un ciclo de maltrato, porque la empresa contrata a 150 genios para crear un producto que te produce adicción instantánea. Te hackean el cerebro para que la combinación exacta de grasa, azúcar y sal le genere bienestar, pero como no aporta nutrición a cuerpo, nunca se te pasa el hambre y tienes una especie de cortocircuito: tu cerebro te está diciendo dame mas, esto es bueno, pero el resto de tu cuerpo dice tengo hambre.
"Tu adicción no tiene que ver con el contenido de las aplicaciones. Como el anuncio de Pringles, "Once you pop you can't stop", (Cuando haces pop, ya no hay stop) lo cual es absolutamente cierto, porque abro un frasco y hasta que no me lo he comido entero, no puedo pensar en otra cosa. Luego ellos te dicen, bueno, esto es porque tú eres un gocho, tienes gula. ¡El pecado de la gula!. Como no sabes controlar, te voy a vender un producto que puedes comer y comer y no te va a engordar, los yogures cero, la Coca-Cola zero. Ganan por todos lados y la culpa es parte de ese proceso. Ahora mismo en Silicon Valley hay un montón de gente que hace aplicaciones para que pases menos tiempo usando las otras aplicaciones. Ése es el yogur. Esta toma de conciencia, de comprender cómo funciona, ¿ayuda?, ¿es el primer paso? Pienso que sí y también darte cuenta de que tu adicción no tiene que ver con el contenido de las aplicaciones. No eres adicto a las noticias, eres adicto al Twitter, no eres adicto a la decoración de interiores, eres adicto al Pinterest, no eres adicto a tus amigos ni a sus maravillosos hijos cuyas fotos postean, eres adicto al Instagram. La adicción la genera la aplicación y cuando lo entiendes, empiezas a verlo de otra manera. No es falta de voluntad, están diseñadas ofrecerte loops de dopamina, que te dan una satisfacción inmediata y te arrastran de cualquier otra cosa que no te la da, como por ejemplo jugar con tu hijo, pasar un rato con tu pareja, irte al campo o terminar un trabajo, que requieren una curva, porque hay satisfacción, pero no es inmediata. De todo lo que cuentas, manipulaciones, vigilancia, adicciones, ¿Qué es lo que más te atemoriza? Lo que más me preocupa es la facilidad con la que se convence a la gente de que renuncie a sus derechos más fundamentales y que llegue a decir ¿a quién le importan mis datos?, ¿a quién le importa dónde he estado? cuando hace 40 años había gente muriendo por el derecho a reunirse con otros, sin que el gobierno supiera quiénes eran, por el derecho a tener conversaciones privadas en la intimidad, o el derecho de que tu empresa no sepa si en tu familia hay un enfermo de cáncer.
"No somos adictos a la tecnología, somos adictos al chute de dopamina que ciertas tecnologías han infiltrado en sus plataformas". Nos ha costado mucha sangre conseguirlo y ahora lo estamos abandonando con una ligereza que no es natural, es implantada y alimentada por un ecosistema que se beneficia de esa ligereza. Cuando uno manda un correo sabe que lo pueden a leer, pero es verdad que pensamos ¿a quién le va a importar lo que escribo? ¿Importa de verdad? Realmente no le importa a nadie, hasta que le importa, porque todo ese material queda almacenado y si está disponible para el gobierno, éste tendrá herramientas para contar cualquier historia sobre ti, sin que lo puedas rebatir. Puede decir que tales días estuviste con cierta persona y tú no sabes ni dónde estabas, ni quién es esa persona, pero los datos lo cuentan y probablemente son ciertos, pero la historia no lo es. Si el gobierno te quiere meter presa porque haces un fanzine que no le gusta, puede buscar la manera de vincularte a un terrorista. ¿Cómo? pues a lo mejor vuestros hijos fueron juntos al colegio durante un tiempo y puede demostrar que las matrículas de vuestros coches coincidieron una y otra vez en la misma carretera durante tres años. En ese sentido tus datos son peligrosos. Dices en el libros que "Cada día se generan 2,5 quintillones de datos, en parte enviando colectivamente 187 millones de correos y medio millón de tuits, viendo266.000 horas de Netflix, haciendo 3,7 millones de búsquedas en Google o descartando 1,1 millones de caras en Tinder", ¿qué pasa con todo eso? Estamos obsesionados con nuestro dato personal, mis fotos, mis mensajes, pero el valor real es estadístico, porque tus mensajes más los de3.000 millones de personas más, le dicen a una empresa o a un gobierno quiénes somos colectivamente. Ellos los utilizan, primero, para poner personas susceptibles a disposición de los publicistas. Y segundo, para crear predicciones, porque este es un mercado de futuros. Saben que cuando en un país de ciertas características sube el precio de la electricidad entre un 12 y un 15%, pasa tal cosa, pero si sube entre un 17 y un 30% pasa otra. Las predicciones sirven para manipular e ir ajustando tus actividades, para saber, por ejemplo, cuánto puedes putear a la población con el precio de las cosas antes de que se te revelen o se te empiecen a suicidar en masa. Como lo que estalló en Chile con una pequeña alza en el metro, pero la gente siguió protestandoe… A lo mejor el gobierno chileno no lo está procesando de esa manera, pero Facebook lo está haciendo, Google lo está haciendo, porque toda la gente que está en la calle tiene el móvil en el bolsillo. Y lo han llevado durante los últimos años de su vida. Facebook sabe en qué barrios han pasado qué cosas y por qué, cómo se reúne la gente y cómo se cómo se dispersa, cuántos policías tienen que llegar para que la manifestación se disuelva sin que haya muertos.
"Facebook sabe en qué barrios han pasado qué cosas y por qué, cómo se reúne la gente y cómo se cómo se dispersa". Todos los móviles hablando a la vez permiten saber cómo puedo hacer lo que quiero sin que se levante de la población. Y después predecir lo que pasa, para acallarla lo antes posible. Pero ¿quién está dispuesto a prescindir del móvil, de internet? ¿cuál es el camino del ciudadano normal? El problema no es el móvil, no es Internet. Todas las tecnologías de las que somos dependientes son las herramientas de la vida contemporánea, voluntariamente las ponemos en nuestros móviles, pero no requieren de la vigilancia para funcionar, ni necesitan vigilarte para darte un servicio. No tienen por qué, lo que pasa es que la economía de los datos es muy golosa. ¿Es tan jugoso el negocio que lo van a hacer igual aunque intentemos poner límites? Es muy difícil que un gobierno pare los pies a tecnologías que le facilitan un control tan interesante de la población. Pero la idea es exigir que eso pase, porque no debería ser así. Si ahora mismo desactivas todos los sistemas de geolocalización de tu móvil, te van a seguir geolocalizando, solo que tú no vas a saber dónde estás, lo único que haces es desactivarlos para ti. Igual que cuando en Facebook o en Twitter y bloqueas a alguien para que no vea lo que posteas, o lo bloqueas para todos, entonces solo lo ves tú... y Facebook. Lo que pasa en sus centros de datos, pasa para ti y para ellos. No puedes bloquear a Facebook, porque estás en Facebook. ¿Estás planteando que tenemos que rebelarnos y exigir la privacidad? Pero no contra las empresas. Es natural que aprovechen una fuente de financiación tan barata y gloriosamente efectiva. Lo que no es natural es que un gobierno que está diseñado para proteger los derechos de sus ciudadanos lo permita. Y es que cada vez más gobiernos han llegado al poder gracias a ese tipo de herramientas, por eso no van a controlarlas, salvo que teman que les quiten el poder con los mismos trucos sucios que usaron ellos.
Los gobiernos discuten sobre si es necesario limitar el poder de las empresas que manejan grandes cantidades de datos, como Facebook. Entonces, ¿qué es lo que hay que hacer? Pienso que empezar a convertir ese tema crucial en un tema político a nivel local y general, es decir, acción colectiva, acción política. ¿Está ocurriendo este debate en alguna parte del mundo? En las primarias demócratas de la campaña presidencial 2020 de Estados Unidos, está siendo uno de los temas cruciales. Se debate si estas empresas deben ser gestionadas de otra manera o ser divididas, porque además son monopolio. Sin embargo, en Europa y en Latinoamérica nos hemos hartado de hablar de las fake news, de su efecto, de las campañas tóxicas. En España ha habido tres elecciones generales en tres años y ningún político habla de esto. ¿El sistema es nuestro enemigo entonces? Estamos integrados y dependemos de sistemas que no sabemos cómo funcionan ni lo que quieren de nosotros. Facebook, Google y otros, dicen querer que nuestra vida sea más fácil, que nos pongamos en contacto con nuestras personas queridas, que seamos más eficientes y trabajemos mejor, pero su objetivo no es ese, no están diseñados para eso, sino para chuparnos datos, manipularnos y vendernos cosas. Nos explotan, y encima, estamos menos conectados, somos menos felices y menos productivos que nunca, porque somos adictos. Read the full article
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Balance 2019 - F
Semana internacional de hacer balances del año por redes sociales, y no es un critica porque yo también quiero hacer un balance pero sobre nosotros dos porque me levante sensible y no quiero excusarme con que faltan cinco dias para que termine el 2019, simplemente lo hago porque te extraño. Entre a facebook y me encontré con una publicación de tu mamá hablando de sus hijos, diciendo cosas hermosas de ellos, nunca menciono a cada uno pero inconscientemente supe en que parte del parrafo estabas vos; independiente, seguro, alegre y creido en facha. Todo eso eras vos para ella (para mi también) vi la foto que acompañaba el posteo y ahi estabas vos en el medio, abrazando a tus hermanitos, pero siempre mirando a la camara con una sonrisa hermosa. Tenías puesta la camisa que sabías que me gustaba, porque yo no perdía la oportunidad de recordartelo siempre. Me quede 10 minutos leyendo el posteo y mirando esa foto una y otra vez imaginandome a mí en ese momento atras de la cámara y que esa sonrisa haya sido producto de algún comentario sin sentido de mi parte, hasta que el sonido del microondas me recordó que esa no era la realidad. Recordando, te extrañe un poco. Quise salir a buscarte y decirte que no hay otra opción, que tenemos que estar juntos porque nos queremos, la pasamos bien juntos, charlamos lindo y cogemos bien. Pero otra parte de mi deseaba no cruzarte ni verte para no tener que enfrentar la situación de estar frente a frente y que ya no tenga nada que decir(te). Si tengo que describir mi año en una palabra seria AMOR porque era lo que orbitaba en cada acto, cada detalle, en cada experiencia que viví y en cada persona que me acompaño cuando lo necesité. Vos también. Estuve negada a la idea de que podia funcionar con alguién pero siempre aparecias vos con tus mil argumentos a favor diciendome que tarde o temprano nosotros ibamos a terminar juntos porque asi tenia que ser. Tenias razón. Durante mucho tiempo fuimos uno complementandose con el otro. Nunca nos falto amor, nunca escatimamos en decirnos "te amo" ni en darnos la cantidad de abrazos que sean necesarios. Yo se que no falto amor. Nos amamos tanto que solo se me ocurre algo peor a extrañarte todo el tiempo y es empezar a olvidarte. Y quizas eso es lo que nos termino de alejar, la falta de. Tomar distancia de una persona a la que amas, tratarla con indiferencia por la simple razón de no querer arruinar un vinculo con la monotonía es una de las peores cosas que hay (ya sabes que soy de exagerar) ahora tengo mucho amor intacto acá, que es tuyo y por más que intente no se lo puedo dar a nadie. Y ya sé que vas a pensar que estoy siendo una intensa pero si te escribo esto ahora es para decirte que ya sé que me merezco algo mejor, sé que voy a sobrevivir a no tenerte y que mañana hablare de vos como hoy hablo de otros. Sé que puedo resistir a las ganas de escribirte, de mirar tus fotos, de pasar por la puerta de tu casa.. asi que no me lo digas, no quiero que pienses que soy mucha mina (por mas de que lo sea), no me aclares que puedo vivir sin vos, porque hoy no quiero.
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Mientras me bañaba me puse a analizar mi estado “sentimental” actual y me dieron ganas de escribirlo para poder estructurarlo mejor.
Se me está pasando y a pasos agigantados. No me estoy mintiendo a mi misma para intentar creérmelo: es verdad. Ni yo puedo creerlo. Se me está yendo la ansiedad que tanto me molestaba. Creo que lo que me daba más ansiedad (aparte de la posibilidad de verla) era pensar en el paso del tiempo y en que todo se iba a terminar. Inevitablemente el tiempo pasó, nos empezamos a ver cada vez menos, y va a llegar el punto en que ya no nos vamos a ver. Es así, es la vida. Siempre lo tuve claro igual.
Otra cosa que me pasó es que la obsesión empezó como siempre, la diferencia es que esta vez me gustó alguien y no de una manera idealizada o fanática: antes lo que me pasaba cuando me gustaba alguien que nisiquiera conocía era que tarde o temprano me aburría (obviamente). En este caso, aunque no recibí la respuesta concreta y literal del “no, no me gustás”, esa respuesta sí estuvo. Lo que pasa con ella es que yo sé que cuando estamos en pedo/fumadas y yo le digo de chapar es probable que me diga que sí, y ahí queda todo. Esto lo que hace es que mi ilusión crezca mucho más, pero a ella obvio no le pasa nada. Está perfecto. La que flashea soy yo. Ella es una persona libre. Me parece pefecto que ella haga lo que quiera, y nunca pensé lo contrario, ni tocando límite.
También lo que pasó la última vez que salimos fue tocar mi fondo. Fue mi punto de quiebre y del que no volví en la misma dirección, sino que salí por otro lado. La pasé como el orto pero estoy segura de que prefiero que haya sido así a que me rechace en la cara.
Que no parezca lo contrario: ella me sigue gustando, pero no hay punto de comparación con hace un mes y pico atrás, de eso estoy segura. Además en las juntadas y estando en mi peor estado (y ella también) ya nisiquiera considero pedirle un beso, me intimida mucho más. Tambien la realidad es que ya me da cosa seguir rompiéndole las pelotas con lo mismo porque en cualquiera me saca cagando. Y la re entiendo igual. Tipo te debe re joder cuando alguien que no te gusta no es capaz de entenderlo. Además no quiero que haya algun bardo en el grupo por eso, o que las jodas se hagan algo incómodo. Capaz que es un pensamiento conformista, pero siempre vuelvo a la misma idea: en este momento al menos, hay cosas por las que no estoy dispuesta a pasar. Quiero comenzar mi carrera con la cabeza relajada y libre, no muerta de ansiedad todo el tiempo por una mina a la que no le pasa nada conmigo.
Mi venus en virgo ha tomado el control de la situación.
Lo que más puedo rescatar de todo esto (entre muchas cosas de las que ya hablé en otros posteos) es que pude ver resultados de mi deconstrucción personal en cuanto a la otra persona: a pesar de ser una persona muy celosa, puedo decir honestamente que siempre entendí que ella es una persona totalmente libre de hacer lo que quiera, nunca se me cruzó agarrármela con ella por lo que a mí me pasaba. Si bien lo del boliche me puso muy mal en ese momento, nunca me enojé con ella, siempre me quedó claro que el problema era sólo mío, y que estaba la posibilidad que que a ella no le pase nada conmigo. Y así fue. También puedo rescatar que nunca afectó a mi autoestima lo que me pasó con ella. En ese aspecto pude ser muy objetiva y centrada, lo que terminó haciendo que no fuera todo tan malo porque me ahorré problemas que iban a hacer mucho más denso y tedioso todo. Palmadita en el hombro para mí.
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