#probablemente solo sentía vacío con todo
Explore tagged Tumblr posts
Text
literalmente es frustrante leer tanta persona decir que la orden jedi estaba corrompida y que no debió enviar padawans a la guerra, cuando no tenian otra opción. estaban frente a una falsa dicotomia, o se sentaban y dejaban que murieran gran cantidad de gente inocente, bajo el plan de palpatine, aquí el canciller de la república, o iban a la guerra a evitar que muriera la mayor cantidad de personas posibles. y cuando nombran a krell?? es solo UN jedi que le gusta la guerra, aparte de ANAKIN, de entre miles de generales jedi, padawans que querían paz y gente prosperando vitalmente.
#star wars#orden jedi#tiktok esta lleno de opiniones de mierd^#que la orden “suprimia” a anakin?#que debió darle el grado de maestro??#que debio dejar que sus miembros se casasen y tuviesen hijos?#GIVE ME A BREAK#hablame de gente con gula y avaricia#no puedes tener todo en esta vida#y anakin quería dos matrimonios#y lamentablemente con ninguno se comprometió lo suficiente#porque ni él sabia lo que quería#probablemente solo sentía vacío con todo#y todos
0 notes
Text
Ok esta mini idea que me ha estado dando vueltas en la cabeza y la tengo que escribir.
Hace una semana y media aproximadamente, ví una entrevista a una persona adicta a las apuestas de Soft White Underbelly (véanse sus entrevistas, la mayoría son sensibles con el entrevistado y ayudan a conocer realidades no tan bonitas que solemos ignorar la mayoría del tiempo). El señor había crecido en una familia con ascendencia alemana y su papá solía apostar en carreras de caballos de forma recreativa. No aclaró, y probablemente ni el mismo señor sabía si su papá también era adicto. La cuestión era que el señor creía que terminó siendo adicto a las apuestas porque cuando iba a las carreras con su papá, lograban conectar en algo. En otras ocasiones, su papá era frío y distante; pero cuando iban a las carreras, su papá era más emotivo y hasta lo abrazaba si ganaba. Entonces, interpretaba a las apuestas como una forma de conectar con sus emociones y liberarlas. Y, como tuvo exposición a las apuestas desde pequeño, se le hizo bien fácil que, luego de una experiencia traumática, empezara con su adicción.
Todo esto lo digo porque he estado pensando en qué caracterizaciones se le podrían dar a Juan Carlos Bodoque. Sabemos que lo de las apuestas viene de familia. En las entrevistas que he escuchado y leído, los adictos a las apuestas que están en proceso de dejarlas, suelen asociar su origen a una búsqueda interior que sienten que se sacia con las apuestas y la adrenalina. A veces es un caso de bullying de pequeños, y ganar en las apuestas llena el vacío que sentían de pequeños. A veces es un vacío emocional, y las apuestas les hacen al menos sentir algo. Estoy intentando encontrar qué tantos vacíos podría tener Bodoque y pues... vaya, el señor parece recontra mal. Y haber tenido exposición desde pequeño solo empeora todo.
Mi HC es que, al igual que ese señor, Bodoque sentía algún tipo de conexión con sus padres (al menos con alguno de ellos) en el proceso de apostar, y por eso siente que su única forma de buscar alivio emocional es a través de las apuestas.
(ok eso es todo. solo necesitaba sacar eso de mi cabeza y tenerlo anotado en algún lado. no sé si tiene sentido xdn't)
8 notes
·
View notes
Text
Te Perdono...
Hoy no he venido aquí a decirte que se me rompió el corazón en mil pedazos y no termino de encontrarlos todos, ni vine a culparte de que la mitad de mis sueños ahora sean como los granitos de sal que quedan olvidados fuera de tu plato, no. Vine a despedirme, a dejarte lo último que me queda para por fin dejarte ir.
Las despedidas siempre me han costado un poco de trabajo, la típica frase con la que todos los finales comienzan no es suficiente para poder desprenderme de ti, sacarte de mi corazón sin hacerte daño, porque es lo más importante.
Despedirme es como si me golpearan múltiples veces en el costado para dejarme sin una palabra en la boca, se siente como si el mundo hubiera decidido plantarme en tierra seca y nunca dejarme crecer; las manos me tiemblan y apenas puedo escribir algo que sea coherente sin que tu nombre deje de retumbarme en la cabeza, sin que todos los recuerdos me atormenten por la desidia de todas tus acciones.
Maldita locura la que llevo dentro; es la que me has ocasionado por tanto cariño que te he brindado y no recibir ni una sola caricia de regreso. Sé que eres de esas personas que no necesitan alguien a su lado para ser más fuertes, y que una carta de despedida no servirá para unas rodillas ya lastimadas de tanto romper a llorar en medio de la carretera, sin un seguro de paracaídas y el vacío que probablemente dejó mi partida.
Que sé que no te dolió ni la mitad de lo que me perforó a mí, que nuestro adiós no te dejo con las costillas sangrando y con la garganta irritada; que la distancia que hoy nos grita, tú no la percibes y que a veces cambiar de rutinas es lo que a ti te parece perfecto.
No vengo a reclamarte, a reprocharte ni mucho menos a llorarte; no vengo a rogarte que regresemos a ser lo que hace mucho dejamos en el olvido, no vengo a pedirte que ahora seas la persona que siempre necesité después de un maratón de pesadillas, ni mucho menos a mendigar caricias que hace tiempo que ya pertenecen a alguien más.
Quiero que sepas que te perdono, amor. Te libero de la culpa de haberme dañado. Te absuelvo de un baile que no tiene regreso. Te eximo por completo de mis sentimientos. Te perdono y te dejo ir con todo el amor que he sentido siempre por ti, y del que estoy seguro que siempre sentiré.
Te perdono por tu ternura a cuentagotas, por las cartas que no me escribiste, los besos que no me diste, los dulces que no me regalaste. Te perdono por haberme dejado solo con todo el amor que te tuve, por haber matado las emociones que sentía en todo mi ser, por haber soplado fuerte a la última velita que me quedaba para ti. Te perdono por no dedicarme ni un solo poema aunque te lo pidiera, por creer que el verdadero amor sí existía, solo que se encontraba demasiado escondido como para que yo lo encontrara. Te perdono por las heridas que ahora me dejas, por las balas que me disparé al no encontrar la sutileza suficiente de sentirme querido. Te perdono por no dejarme ser el bailarín de todas mis canciones, por no decirme en el oído que me veo guapo con mi sonrisa de todos los días y que te encanta cuando me veo valiente, cuando enfrento mis miedos desnudo y con los pies descalzos. Te perdono por culparme de todos tus engaños, de tus mentiras a media racha, por echarme de tu cama y no de tu vida. Te perdono porque siempre nos buscaremos a tientas en otros cuerpos, o por lo menos, eso haré yo, intentaré sentir con otros labios lo que se sentía contigo.
Te perdono por la esperanza que dejaste marchar, por la dulzura que amargaste, por romper tus promesas, por el miedo y la soledad que sentiré en cuanto me dé la vuelta. Te perdono por los te quiero que estamos dejando ir, por las incontables lágrimas que ahora te lloro, por todos los escritos que hago y deshago al no hacerte justicia entre letras. Te perdono por el mensaje que nunca enviaste, por las interferencias, por las caídas, por destrozarlo todo con una palabra, por la última mirada. Te perdono por no permitirte ser mía, por guardar esperanzas rotas. Te perdono por no intentarlo, por no esforzarte, por no poner la parte de amor que te correspondía. Te perdono por entregar solo partes de amores no correspondidos. Te perdono por las mañanas en las que despertaré sin ti, por las tardes que llegarán a su fin sin que yo haya escuchado tu voz, por las cosas que ya no sucederán. Te perdono porque nunca llamaste, por ser aquello que nunca esperé que fueras, por dejarme ir sin detenerme como yo creía. Te perdono por tener una maldita sonrisa que paraliza semáforos y escandaliza miradas, por dejarme llamarte amor después de ser nosotros. Te perdono todo, mi cielo, y te dejo con todo esto que a mí me pesa,
no lo quiero conmigo. Te perdono y te dejo al fin abrir las alas para volar lejos de mí.
Te perdono y dejo que vueles en otro cielo.
Llévate todo lo que no me pertenece, déjame vacío y al final de todo, gracias.
53 notes
·
View notes
Text
Entregó el cambio con manos temblorosas, repasando una y otra vez que las cuentas estuviesen exactas. Desde que Sakura había muerto hacía un año, Ivy hacía malabares y milagros con las cuentas; es decir una chica de último año no debería preocuparse por ser el sustento de su casa: pero lo era. Su padre llegaba en la noche y probablemente alcoholizado, despilfarrando la quincena que recién habían pagado. Debería preocuparse por cosas triviales como el examen de matemáticas que tenía mañana; Ivy mantenía el libro abierto mientras repasaba las ecuaciones en su mente. El dueño era amigo de Sakura y le había dado un permiso especial para trabajar, había sido flexible con sus horarios pero su paciencia tenía un límite.
━━¿Cuántas veces tengo que encontrar la encimera desorganizada? ━━Dijo con aplomo, Ivy corrió hacia el estante mientras ponía todo en su lugar, los gritos incesantes de su superior le hacían agachar la cabeza con vergüenza. No podía permitirse perder ese trabajo, pues eso afectaría realmente a cuatro personas. Ahora tendría que cubrir horas extras para arreglar su desastre.
Diez de la noche, había tenido una llamada corta con sus hermanos para que se fuesen a dormir. Por suerte Ivan e Inaki eran auto-suficientes. Organizó los onigiris por marca mientras sostenía sus manos como rezando para que no se viniesen encima.
La campanilla sonó mientras una figura se adentró al local. Ivy corrió a ponerse detrás del mostrador.
━━¡Bienvenido señor! ━━Dice con la última gota de entusiasmo que le queda, para sus adentros está maldiciendo mentalmente el sujeto que se atrevió a entrar cuando ya casi cerraba. Sus ojos estaban medio puestos en las ecuaciones, los pasos de las botas contrarias resonaban en aquel local vacío. En realidad no era un lugar tan transitado al encontrarse en un barrio de bajos recursos a las afueras de kioto.
Quizá fue su cabello el hecho que más llamó su atención, los piercings brillando en su oreja derecha, mientras el sujeto tomaba uno de los onigiris que ella había organizado -mal-. Para su desgracia, los demás se vinieron encima y terminaron por caer al suelo.
No podía ser cierto...
Ivy corrió de nuevo mientras intentaba recoger los ítems
━━No se preocupe señor... Yo lo tengo.━━Murmuró, sus dedos rozaron la mano contraria por accidente, y ella casi se echa de para atrás. Balbuceaba disculpas mientras ponía todo en su lugar.
━━Deberías organizarlos por tamaño así no se te caen la próxima vez que alguien trate de tomar algo. Hasta el viento los puede derrumbar.━━Se encogió de hombros mientras le ayudaba a organizarlo, el nuevo sistema ahora parecía infalible. Ella enrojeció de verguenza, su jefe le estaría mirando por las cámaras para recalcarle que un cliente hizo mejor su trabajo.
━━Lo-lo siento señor..━━Hizo una reverencia, en realidad sentía pena.
━━No te disculpes.━━Su voz era gélida, tanto como el clima afuera. Ivy alzó la vista solo para encontrar el rostro contrario observándole con algo de diversión; ella por su parte notó varios moretones y el labio hinchado del contrario, las cejas de Ivy se alzaron con confusión.
━━Señor... ¿Está bien?
━━Oh, sí de maravillas.━━Respondió de forma sardónica.━━Así paso todos los jueves, en puebluchos encontrando comida.━━A pesar de que su respuesta le tomó por sorpresa ella señaló el labio que brotaba un hilo de sangre.
━━E-espéreme aquí, ya vuelvo.━━Dijo, sus manos volviendo cargadas con el botiquín pequeño en caso de emergencias. Sacó un algodón que humedeció en alcohol mientras pedía permiso con la mirada para curarle. Él pareció perturbado al principio, pero eventualmente lo dejó pasar, como rindiéndose ante la mirada persuasiva de la chica.
━━Yo me hago esas heridas también... cuando me golpeo caminando hacia alguna puerta de cristal o se me caen las cosas encima.━━Dijo Ivy, llenando el súbito silencio que se había formado entre ellos. El pelirrojo soltó una pequeña risa, un tinte de ironía en su voz.
━━¿Y también te tropiezas de repente con una cáscara de banana? ━━Replicó ahora soltando una carcajada, probablemente la imaginaba en esa situación. Ella terminó de poner una curita en su rostro y limpiar su labio inferior.
━━¡Qué! ¿Cómo sabe? ━━Dijo en un susurro.
━━¿Es en serio? ��Eres acaso el personaje gracioso de un anime o algo? ━━El tipo siguió riendo pero ella se quedó impávida, se puso en pie mientras volvía al mostrador, sintiendo la mirada de su jefe a través de las cámaras, dejándolo acuclillado en el pasillo.
Ivy siguió repasando sus lecciones hasta que el ruido de una canasta le distrajo. Era el hombre abatido, con el cabello cubriendo su frente, desordenado. Traía un paquete de cigarros y un encendedor.
━━¿Eso es todo, señor?
Él asintió con la cabeza, guardando el paquete en su bolsillo.
━━Son 500 yenes.
El hombre depositó los billetes frente a ella, como si no pesaran nada para él.
━━Toma.━━Murmuró mientras encendía un cigarro.━━Lo que sobre es tu propina.
Ivy contó el dinero: 50.000 yenes. ¡¿Acaso había perdido la cabeza?!
━━¡No! ¡No señor! Es muchísimo dinero ¡No puedo aceptarlo!
━━Es por tus servicios de enfermería.━━Masculló con el cigarro danzando en su labio hinchado.━━Trata de empujar las puertas antes de irte de cabeza hacia ellas.
━━No... No sé cómo agradecerle en serio no debería tomar este dinero.. no está bien... Y usted ¿no lo necesita?
Pero sus plegarias y angustias se quedaron sin respuesta, pues el hombre ya había desaparecido de su vista. Eso alcanzaría para el mercado de dos meses, y la pensión en la casa de otros tres. Guardó los billetes en el bolsillo de su uniforme mientras sonreía con alivio.
Esperaba que, cualquier tormento que él tuviese fuese solucionado pronto. Y esperaba agradecerle quizá después... Si la vida los volvía a encontrar.
6 notes
·
View notes
Text
Personalmente creo que Hanji Zöe cometió suicidi0...
Sé que muchas personas no estarán de acuerdo con esto y es entendible, pero antes de comenzar a escribir esto, debo dejar en claro que digo esto desde mi perspectiva personal y es completamente respetable si alguien difiere con mi forma de pensar.
Aclaro que yo interpreto a Hanji cómo un personaje femenino.
Soy Hanji stan (y sé que probablemente no van a creerme por lo que escribiré) y amo el LeviHan. El personaje de Hanji me encanta, la personalidad, el desarrollo que tiene, la decadencia del personaje y la tenacidad que tuvo hasta casi sus últimos momentos son el conjunto de razones por las cuales el personaje me atrapó por completo.
Me he leído todo el manga y visto el anime 2 veces y tengo el mismo punto de vista, Hange Zöe pasó de ser en las primeras temporadas uno de los personajes más alegres y expresivos de la serie a ser uno "vacío" en la última parte y con vacío no me refiero a que esté mal escrito sino a qué sus actitudes, sus expresiones y la forma tan drástica en la que su comportamiento cambio, hace sentir al lector/espectador el vacío que el personaje sentía, la frustración, el estrés, el cansancio, el hartazgo y el dolor que ella sentía.
Y era obvio, alguien normal no sería capaz de soportar tanto, mentalmente hablando, ella ya había cargado con otras cosas mucho antes de ser comandante pero creo que hacer lo que más le gustaba (investigar sobre los titanes) le servía como contrapeso para poder sobrellevar toda la tragedia que ya habia vivido, pero al morir Erwin y pasar todo ese peso de comandar a la legión sobre ella y al tener que olvidarse de el trabajo que tanto le ayudaba a sentirse bien, termino matándola.
En el arco de Shiganshina todos perdieron algo, algunos creen que Levi fue el que más perdió, ya que dejó ir a quien lo guiaba en la vida, pero parecen olvidar que Hanji también perdió a Erwin porque él también era su amigo además de que tuvo que ver la muerte inminente de Moblit frente a sus ojos y vivir con el peso de que él dio su vida por ella, ese día Hanji perdió a dos de los hombres más importantes de su vida y su condena comenzó porque desde ahí se convirtió en comandante de tiempo completo. Y sé que esto no es una competencia de quién sufrió más, pero solo quiero dejar en claro que ella también sufrió y parece que a partir de ahí comenzó a hacerlo en silencio, nunca se le vió volver a exteriorizar sus emociones, nunca se le volvió a ver quejarse sobre algo o emocionarse (excepto en la vista a Marley) y eso creo que también fue una de las razones por la que fue muriendo por dentro. Levi en ese tiempo parecía estar distante con ella, ya no tenía a Moblit que siempre estaba dispuesto a escucharla y cuidarla, ya no tenía Erwin y el único que le quedaba (Levi) tenía sus propios asuntos con los que lidiar, ella no parecía tener la suficiente confianza con nadie más para hablar de todo lo que la estaba ahogando internamente.
Muchos afirman que ella fue la peor comandante que pudo tener la Legión de exploración, que fue una traidora por aliarse con el enemigo, pero yo no creo eso, ella tuvo lidiar con situaciones con las que ningún comandante de la legión había lidiado, literalmente tenían encima a Marley, una nación que les llevaba décadas de ventaja en avances científicos, militares y tecnológicos. Comenzaron a pelear con humanos que querían exterminarlos y que los odiaban por algo que todavía ni siquiera eran capaces de entender del todo. Pese a eso Hanji supo manejar lo mejor que pudo la situación, consiguió llevar nueva tecnología a la isla, consiguió una "tregua" con los restauradores de eldia, intentó acabar con el conflicto de una forma civilizada e inteligente aunque no funcionó, pero a mí punto de vista ella hizo todo lo que estuvo en sus manos, tampoco podía hacer algo imposible, era una simple mujer, humana con virtudes y defectos, inteligente pero nada más y quizás si hubiera tenido el apoyo de alguien más a su lado que la aconsejara, la protegiera y la mantuviera a flote quizás no habría terminado tan mal.
Porque al menos yo, no pude observar que ella tuviera el apoyo firme de alguien, ni siquiera de Levi, quizás sí se unieron más al final porque después de todo ya solo se tenían el uno al otro, pero algo tuvo que suceder para que Hange no le tuviera la suficiente confianza a él para contarle por lo que estaba pasando, el la última temporada se le ve muy mal, estresada, muy cansada, deprimida y sola...
Creo que cuando Eren decidio desaparecer, en Marley, fue un punto donde la poca confianza que Hanji se tenía a sí misma se fue al carajo.
A partir de ahí todo fue aún más en picada para ella, el asesinato de Zackly, la traición de Floch y el surgimiento de los Jeageristas, el "enfrentamiento" que tuvo con Eren en la prisión subterránea, después su fuga y el rapto que sufrió por el pelirrojo, fue demasiado.
Esto es más un HC que algo canon pero siento que mientras Floch la tuvo de rehén, sucedió algo más de lo mostrado, porque si bien la obligó a mirar como Shadis era masacrado por sus propios reclutas solo con el fin de sembrar el miedo en ella, también es cierto que a pesar de el estrés y el miedo que probablemente sentía ella no era una traidora, no creo que de esa forma "tan fácil" hubiera dado a conocer la ubicación de Levi y Zeke, por lo que siento que ese fue otro de los puntos que la hicieron caer.
Aunque creo firmemente que el punto de NO retorno fue la escena del bosque, y no me malinterpreten, si creo que fue una confesión y sí creo que Levi no la rechazó en ningún momento, pero también creo que la respuesta de Levi fue lo que la orilló a decidir Suicid4rs3.
La razón es que según mi propia teoría Hange se encontraba agotada mentalmente y en el punto más hondo de su depresión y la respuesta de él no fue la indicada, creo que debido a lo que ya mencioné una respuesta tan ambigua en una situación como esa no era lo que Hanji necesitaba. A mi propia interpretación ese "Si corremos y nos escondemos que nos queda?" Fue un "No podemos quedarnos aquí ahora, vayamos, peleemos y hablemos cuando todo haya terminado " y el "se que no puedes estar fuera de la acción " era un "Vas a arrepentirte de quedarte aquí y no quiero verte sufrir por eso" , y sé que Han actuaba como su traductor pero en ese momento ella no tenía cabeza para pensar en la profundidad las palabras de él y eso fue fatal.
Levi no comprendió que ella no había entendido del todo pero lo presentía, así que por eso su confesión al decirle "tu amor por los titanes nunca ha sido correspondido pero hay un amor que si lo es". Sin embargo sus alertas se encienden cuando ella parece o no entender (de nuevo) o ignorar sus palabras, pero todo empeora para él cuando la escucha decir "Crees que nuestros compañeros caídos nos están observando?" El miedo de Levi fue evidente cuando justo la escucharla la calla, diciéndole que no hable como él, ahí se dió cuenta de que ya estaba todo perdido.
Y no es que Hange no haya entendido la confesión de Levi sino que ahí ella ya había tomado una decisión, lo había hecho desde el bosque, a mí pensar era "si no puede quedarme en el bosque entonces debo irme", y ni siquiera los intentos de él por hablarle de sus sentimientos la hizo cambiar de opinión.
Pasando a la despedida, en ese "entrega tu corazón" (que para mí era "si te vas te vas, te llevaras mi corazón contigo y me quedaré vacío") fue el último intento de Levi por detenerla, por mantenerla entre sus manos, pero fue inutil, aunque antes de irse ella le dejó en claro que había entendido lo que dijo con ese " jaja nunca te había escuchado decir eso" que en mi firme creencia fue una especie de "Lo sé pero ya es muy tarde"...
Hanji decidio ser egoísta, así como lo fue Levi cuando dejó morir a Erwin, ella buscó otra salida que no era viable (quedarse en el bosque) estaba cansada, ya no deseaba luchar más, ni siquiera con Levi, tanto que le pidió que no hiciera el intento por detenerla al decirle "Es mi turno, así que deja que me vaya" Hange no le estaba pidiendo permiso, sino más bien le dijo que sería egoísta que no le importa su deseo, que ella también quería descansar y por eso se fue, sí, su muerte fue un acto heroico, peleó derrotando a tres colosales (o más no recuerdo cuántos fueron) siendo solamente una humana más, pero más allá de su deseo de que Levi y los otros pudieran vivir para derrotar a eren estaba el suyo de querer descansar sin tener que rendirle cuentas a nadie mas por ello, sin tener la preocupación de equivocarse en la siguiente decisión que tomaría, sin tener que ver morir a quien sabe cuántos más, sin tener que entregar todo a cambio de nada.
Sí, para mí Hange Zöe cometió suicidi0 pero no lo veo como algo malo, es un personaje de ficción y creo que no pudo haber tenido un mejor final, no me puedo imaginar cómo habría sido si hubiera vivido para el final de la serie, ella estaba tan rota y había pasado por tanto que no puedo hacerme una imagen mental de ella viviendo feliz y en paz después de todo lo que pasó. Aunque por otro lado, claro que me habría encantado que hubiera cumplido su sueño de explorar el mundo, verla junto a Levi, siendo felices, estando en compañía y quizás casados o en una relación (no hay que olvidar el LeviHan) jaja.
21 notes
·
View notes
Text
¿Amor o amistad? Parte 37
Luego del susto del laboratorio, la sorpresa del castillo y la llega del mundo de los muertos de Asriel, se puede decir que podía ser un buen comienzo para la experimentación, más que solo eso, pero prefería mantener los estudios de esa clase lejos de su investigación, por lo menos un largo, largo tiempo y para que algo así pasara por su mente, es que tenía un muy mal presentimiento en todo eso, se oía demasiado bien, era tan irreal que no podía convencerse a sí mismo de que podía incluso con muchos años de investigaciones, traer por completo al joven príncipe para que fuera nuevamente un monstruo.
Solo le contó sobre esto a su asistente, más que nada para que se tranquilizara, Asgore no quería que nadie supiera sobre su hijo, no por el hecho de que sintiera algo malo, simplemente no sabía cuánto tiempo estaría “vivo” y arrebatar las esperanzas de su gente así, no lo veía correcto. Sin embargo, estaba de acuerdo con que, por su propio pie, su dulce niño conociera a los nuevos monstruos, como todo había cambiado en esos tiempos que estuvo “ausente”.
—¡Doctor!
—¿Uh? ¿príncipe? —levanto la cabeza al verlo entre las baldosas —sigue siendo sorprendente que pueda moverse por cualquier lado.
—¡Eso no importa! Necesito ayuda…
—¿Qué necesita príncipe?
—Es sobre papá… sobre todos en realidad… —bajo la cabeza —¿por qué no puedo sentir nada?
Aquello tomo por sorpresa al esqueleto.
—¿Sentir…? ¿De qué habla? ¿Puede ser más específico?
—Es solo… eso, no puedo sentir… nada por papá, y es confuso cuando intentar abrazarme o levantarme… o solo intentar pasar tiempo con él… es como vacío y… ¿aburrido?
—Solo ha estado con el rey unos tres días, puede que se sienta abrumado por todo príncipe.
—Solo… quisiera sentir algo… ¿Dónde está mamá?
Gaster apretó las manos, era claro que él terminaría preguntando por ella en algún momento, era su madre después de todo.
—El rey no ha querido decirte algo más allá de que ella se ha ido ¿verdad?
— Si, no suele decir mucho y se ve desolado…
—Ah, diablos —había tomado tanto volver a verlo medianamente bien —ella se… adueño de las ruinas que están por delante del bosque de Snowdin, sello las puertas para que nadie pudiera pasar, —miro a otro lado —pero… con tu habilidad para cruzar bajo tierra… tal vez puedas ir a verla.
—¡¿En verdad?! ¡¿Ella estará ahí?!
—No puedo garantizarlo, aunque que la barrera aún esta, lo que probablemente de la pista de que sigue viva detrás de esas puertas.
—¡Genial!
Antes de que el esqueleto pudiera decirle algo, el pequeño se hundió en el piso, desapareciendo del laboratorio, el científico apretó los papeles, odiaba la idea de que el príncipe pudiera ser influenciado por la estupidez de Toriel, pero muy en el fondo sabía que Asriel merecía ver a su madre de nuevo, negarle esa información y que la descubriera más tarde podría ser algo mucho peor.
No significaba que le gustara ser “ético” con eso.
Para su mala suerte, tuvo que decirle a Asgore a donde se había ido el príncipe después de que preguntara varias veces, más no estaba enojado con él por darle la información, sabía que su niño querría ver a su madre, solo que no estaba preparado mentalmente para decirle sobre ella, se sentía desolado y devastado con solo pensar que no volviera a querer verlo. Aun así, esa decisión solo caía en las manos del pequeño Asriel.
—Majestad, debí consultarlo con usted, lo siento…
—No, está bien… Tori es su madre, merecen verse mutuamente…
No pudo evitar hacer una mueca cuando la nombro por su apodo, sin embargo, decidió mantener la boca cerrada, para variar, solo se concentró en mimar un poco a Asgore, le había tomado años sacarlo de su pozo de miseria y más aún poder tener algo con él, le dolía ver que podía recaer de nuevo al menor descuido.
Solo les quedaba esperar.
Estuvo los siguientes días cercano al rey, cuidando que no fuera visto muy seguido, quería asegurarse de que no volviera a caer en depresión y lo peor de todo es que sería su culpa esta vez, no soportaría ver a Asgore de nuevo como en esos tiempos que fue abandonado a su suerte. Intento mantener su cordura, incluso intentar cocinar cosas sencillas para él, no era el mejor en ello, pero si hacía que pudiera tener un ojo sobre él, lo haría lo mejor posible.
Cuando llegó la noche, decidió retirarse, comprobando que hubiese comido algo y que de estuviera durmiendo medianamente tranquilo, había pasado en total una semana desde que Asriel había regresado y este era el cuarto día que permanecía con la reina, tal vez la decisión del rey de tomar la vida de los humanos hizo que generara rechazo inconsciente hacía su padre, después de todo tenía una estrecha relación con el príncipe Chara, era una posibilidad difícil de digerir.
De todos modos, no era algo que pudiera decirle al rey.
—¿Qué debería hacer? ¿Quizá lo he arruinado todo? El príncipe tenía un gran cariño a los humanos… —murmuró por lo bajo mientras iba de regreso caminando.
Mantuvo su mente divagando mientras iba por todo el subsuelo, sintiendo aún culpa de que el pequeño príncipe no regresara, quizá debió esperar un par de días más a que se adaptara o decirle su cruda visión de lo que pensaba de su madre, aunque eso podría haber sido peor, porque seguramente le habría dicho a Asgore y las cosas no hubiesen acabado en un simple regaño; agitó la cabeza, debía mantener esa idea alejada de su mente.
Más cuando hizo eso, pudo ver la silueta de una gran flor justo en el borde de la lava del núcleo, lo que hizo que se detuviera al instante.
—¡¿Príncipe Asriel?! —lo miró exaltado.
—Oh… —medio volteo la cabeza. —Hola doctor.
—¿Dónde ha estado? ¡El rey estaba muy preocupado!
—Fui a ver a mamá… lloró mucho, dijo que no dejaría que nadie volviera a lastimarme…
—Ah, —lo miró apretando las manos —vino a decirle al rey que irá con la… ¿con Toriel?
—No, a pesar de que intenté con mucha fuerza… no sentí nada… a pesar de que mamá cocino su delicioso pie de caracoles para mí, de probarlo, de intentar sentir su calidez… no sentí nada.
—Príncipe, eso puede ser porque… ah, porque no tiene un alma.
—¿No tengo un alma?
—Intenté… crear una artificial con toda la determinación calculada para un alma humana, se suponía que la flor que es usted ahora, sería el recipiente para ello, pero en cambio… de alguna forma fortuita, lo revivió.
—¿Soy una especie de accidente entonces? —le habló con voz monótona y apagada.
—Yo… —miró a un lado, sin poder hacerle frente —eso me temo, aun así, ¡muchos descubrimientos que han sucedido aquí pasaron de la misma forma! Estoy seguro de que puedo ayudarlo a sentir otra vez… ¡quizá no aspirar a tanto y volver a crear un alma de monstruo!
—¿Y si no lo consigues? —volteo a verlo del todo —¿Estaré condenado a vivir como una flor sin alma eternamente?
—¡Puedo hacerlo! Solo necesito tiempo y rejuntar materiales, puedo ayudarlo…
—Doctor… sabe… cuando fui a la superficie, todos los humanos pensaron que había matado a mi hermano… me rodearon enfurecidos, gritando y… golpeando…
—¡. . .! —devolvió la vista hacía él.
—Me llamaban asesino, —prosiguió —demonio, entre otras que dejé de escuchar… entendí que este mundo es cruel, malicioso, oscuro y que… había perdido al único humano que realmente amaba a los monstruos.
—Príncipe Asriel… entiendo si eso fue doloroso… pero lo repito, puedo ayudarlo.
—Doctor, no quiero vivir en un mundo sin amor, un mundo vacío… un mundo en el que Chara ya no está…
Gaster se fue poniendo más y más pálido azulado mientras más palabras salían de la boca del príncipe, entendiendo que es lo que estaba planeando hacer, entendiendo porque estaba al borde de la lava, porque no había vuelto con el rey, para seguir los pasos de su hermano; uso inmediatamente la magia verde sobre él, manteniéndolo en el lugar como Undyne le había enseñado a usar.
—Príncipe, tal como jure ante la corona de servirlos, juro que no descansare hasta devolverlo a como era…
—Doctor… mi decisión está tomada.
—Le suplico que se deshaga de esa idea, ¡el rey no soportara su perdida otra vez! Por favor…
—El rey… —lo miró soltando un suspiro —lo siento doctor, pero… yo no siento nada por papá…
—Príncipe…
Aquellas palabras lo hicieron perder la concentración durante unos segundos, permitiendo que el príncipe pudiera hacer un movimiento, justo antes de que el mayor reaccionara, hizo que una gran raíz espinosa lo golpeara sorpresivamente por un lado y lo hiciera caer hacia atrás con un desgarro en sus ropas y una herida profunda, un quejido de dolor inundo el lugar, mientras Asriel observaba con un ínfimo sentimiento de culpa por hacerle daño, pero apenas fue libre, alzó sus raíces para tirarse hacía las candentes e hirvientes burbujas de lava.
—¡Príncipe! —Se levantó a gatas, corriendo encorvado—¡PRINCIPE ASRIEL!
Alzó la mano a la par que llamaba a gritos al pequeño príncipe, pero su magia ya no podía detectar nada para poder alzar.
Se había ido.
—¡¿Dings?! ¡¡Estás bien?!
—¡¿Ah?!
Levantó la vista, conmocionado, notando que estaba en el pequeño lugar de reuniones detrás de la sala del trono, sentado justo delante de Asgore, él se veía asustado por alguna razón, entonces bajo la vista, logrando encontrar el teléfono en su mano, con los mensajes de Alphys completamente desesperada y el primer mensaje de: “la flor se ha ido”.
—¡¿Dings?! ¿Estás bien? ¿Qué sucede?
—Yo… —agitó la cabeza, intentando serenarse —estoy bien… hubo… un problema en el laboratorio.
—¿Es algo peligroso? ¿Necesitaras al equipo de limpieza o descontaminante?
Gaster parpadeo por un momento curioso, recordando esas mismas cuestiones, entonces, miró un momento la fecha en su celular y en los papeles. Sentía que estaba atrapado en una pesadilla, ese era el día en el que Asriel había revivido como una flor, ¿cómo era siquiera posible algo así? ¿de alguna forma extraña había vuelto al pasado? ¿Había sido todo… una ilusión de su cabeza?
—¿Dings…?
—Disculpa Asgore, Alphys solo me ha asustado, ahora que he leído bien… es algo manejable, le daré las instrucciones a seguir.
—¿Seguro? Te veías muy pálido hace un momento.
—Estoy bien, solo fue un susto.
Sonrió a medias antes de enviarle mensajes a Alphys, que debía calmarse y que ya “sabía” que la flor podía “irse” y que tenía una suerte de presentimiento de a donde se dirigiría, que vigilara la magia extraída y calmara, de ser necesario, a las amalgamas. Luego de ello, dejó el celular en su bolsillo de nuevo, intentando recordar cuanto tiempo paso entre su ida y venida al laboratorio durante su alucinación… o predicción si es que Asriel aparecía de nuevo en la sala del trono.
Se levantó del asiento para inmediatamente sentir un dolor muy agudo en un lado de su cuerpo, provocando que perdiera la fuerza en las piernas, el rey alarmado lo sujeto cuando casi cae hacía delante.
—¡¿Dings qué te sucede?! —lo sentó de nuevo.
—Yo… no lo sé… —se llevó una mano al lado derecho de las costillas —de repente solo… agh… dios duele muchísimo…
—Déjame ver.
—Ah, d-deme un momento… ah… ¿sí?
—Muy bien, —lo miró preocupado, esperando.
El científico solo respiro suave y despacio, quitando la mano de la zona una vez el dolor se apaciguó lo suficiente, dejando que el rey levantara el suéter clásico que siempre le veía puesto. Se horrorizó al instante de ver que había bajo la tela.
—¿Asgore…? —lo miró un poco confundido.
—¡¿Por qué me has ocultado algo así?! ¡¿CUÁNDO TE HA PASADO ESTO?!
Gaster se sobresaltó al momento en el que su rey le había levantado tan fuerte la voz, sin entender a que se refería, hasta que, bajo la vista a su cuerpo, abriendo apenas la boca de la sorpresa y completamente en estado de shock, una terrible marca morada oscurecida que se extendía desde parte de sus costillas hasta la mitad superior de su vientre del lado derecho.
—J-Juro q-que no sé… no sé cómo tengo esto…
—¡Por dios Dings! ¡No puedes decirme que no sabes! ¡Esto se ve terriblemente doloroso! No hay forma que no sepas donde o cuando te hiciste esto.
—¡No lo sé Asgore! ¡No lo tenía hace un momento! ¡Le juro que no estaba herido antes de llegar al castillo! No hubo momento en el cual pudiera… ¡ugh! Agh… mierda… —se llevó la mano, temblorosa esta vez, al moratón gigante.
—Te lo sacaré de alguna forma, ¡ahora tengo que curarte inmediatamente!
—N-No te estoy mintiendo Asgore, de verdad no… ¡Nh! Duele mucho…
—Ya hablaremos, por ahora solo respira despacio, no te tenses ni te muevas.
Él solo pudo asentir despacio, dejando que Asgore fuera curando la zona con sumo cuidado, podía decir que de milagro no tenía las costillas rotas a pesar de donde estaba el extraño daño aparecido de la nada. Entonces lo recordó. No era una jugarreta de su mente, tampoco era una alucinación, él realmente fue herido, Asriel lo atacó para liberarse, le hizo un golpe realmente fuerte, mucho más de lo que tenía ahí se podría decir, no estaba seguro, lo que sí podía decir con total seguridad, era que había regresado al pasado.
Pagando un precio por ello.
Ahogó con mucha dificultad sus quejas mordiendo la tela del suéter, temblando levemente por el dolor punzante e intenso, pero dentro de todo era tratable con magia verde, Asgore paso algo más de media hora solo aplicando su magia para disminuir cualquier daño interno posible, soltando algunas pequeñas llamas de su boca, quizá molesto, pero sobre todo preocupado.
—C-Creo que estoy bien así Asgore…
—Ni siquiera he terminado —lo mira serio.
—Puedo sentir que no, pero es suficiente por el momento… hay algo que debo decirle.
—¿Vas a decirme como te paso esto?
—No exactamente, si no lo que volvió loca a Alphys hace un momento…
—Oh, entonces si es más serio…
—Sí, se trata de… un segundo intento de alma sintética.
—¡Ah! ¿Has hecho algo así sin consultarme?
—Creí que tenía todo bien calculado, así que me arriesgué sin decirle, lo siento por eso Asgore…
—Dios, ¿qué sucedió con ello?
—Lo probé con la primera flor dorada, pero esta… parece que escapó. —Respiró hondo, quejándose por lo bajo —no puedo decir si es peligrosa, es probable que intente mentir o algo cuando la vean, si tiene consciencia suficiente para ello.
—¿En verdad está bien?
—Bien no sería la palabra, supongo que… ah, no importa, lo que sí tengo certeza, es que probablemente venga a la sala del trono, quizá por instinto de sentir que ahí es seguro.
—¿Crees que este pronto aquí?
—Sí, deberíamos movernos…
—Aún no olvido que estas herido, más vale que “recuerdes” que te ha pasado.
—Intentare hacer memoria.
Se acomodó con cuidado la ropa antes de volver a levantarse, esta vez con mucha más calma y con Asgore sujetándolo por la cintura, por precaución lo sostuvo todo el trayecto hasta la puerta de la sala del trono, lugar que sugirió sutilmente caminando hasta ahí; esperaron por lo menos unos quince minutos, revisando con la mirada las flores doradas, hasta que, una grande se alzó en medio de todas, justo en frente del trono.
—¡Oh! ¡Howdy pequeña flor!
—¿Uh? —Volteó a ver a la puerta.
—Parece que mis presentimientos no eran errados su majestad.
Ambos monstruos se acercaron a la flor, teniendo una especie de distancia preventiva, solo porque Gaster no le dejaba avanzar más al rey, Asriel miraba con confusión por un momento, mientras Asgore solo saludaba un poco alegre al pequeño retoño.
—Debes estar un poco desorientado, soy Asgore, el rey de los monstruos, ¿puedes decirnos tu nombre, pequeña flor?
— . . . —se mantuvo dubitativo un momento antes de sonreír con falsa alegría —soy… eh… soy… ¡Soy Flowey! ¡Eso! Flowey la flor.
—Un placer conocerte pequeño Flowey.
—Un gusto, soy el doctor Gaster… debes estar muy confundido, ¿verdad? Cualquier cosa que necesites puedes decirme, “Flowey”.
—Claro… —mira a otro lado un momento, incómodo —sería ah… ¡interesante saber que está pasando!
—Es bueno saberlo, si gustas puedo llevarte a mi laboratorio, podré explicarte mejor las cosas allí, —hizo una reverencia —¡Ugh!
—Ah, ¡aún no está bien! No haga movimientos innecesarios doctor.
La flor lo miró un momento, desconcertado.
—Lo siento su majestad… ah… —se enderezó —como dije, puedo explicar mejor todo allá…
—Es una oferta tentadora, iré cuando encuentre el laboratorio, por ahora yo… yo… ¡iré a dar una vuelta! Sí eso, porque sabe, se ve como que hay mucho más que el jardín…
Dicho aquello, la flor se hundió en la tierra, desapareciendo de la vista de ambos monstruos, Gaster suspiró con alivio, no era algo difícil de entender, él no había viajado solo al pasado, Asriel también lo había hecho, más que eso, posiblemente quien hizo esa magia tan impensada como el manejo del tiempo no fue otro que el mismo príncipe.
—¿Estás seguro de que puedes regresar solo a casa?
—Ugh si… solo tengo que evitar movimientos adicionales, no me agachare por unos días ni levantare peso.
—De acuerdo, si pasa lo que sea, dile a cualquier guardia o centinela que te ayude o me informe.
—Está bien Asgore, llegare entero a casa, pero lo tendré en cuenta.
Antes de cruzar por las puertas, se acercó y besó suavemente al rey, no es que eso hiciera que se despreocupara, pero simplemente de volver a verlo como antes de que toda esa semana pasara, era reconfortante para él. Sin mucho más, se despidió, yendo por la parte de New Home, de tanto en tanto tenía que parar ya que el dolor volvía de forma renuente y prefería no perder la fuerza en las piernas debido a ello de nuevo, se planteó seriamente decir a los guardias que necesitaba un poco de asistencia, pero se resistió a la idea, quizá por terquedad, quizá por orgullo, quizá por ambas.
Respiró con cierto alivio al volver al laboratorio, yendo primero a su oficina, solo para revisar si el príncipe había ido y lo estaba esperando ahí, su predicción fue bastante acertada, ya que ahí estaba, asomado entre las baldosas, con sus hojas cruzadas, como si estuviera impaciente.
—Lamento la demora… príncipe.
—¿Cómo lo sabes? ¿Por qué papá no lo sabe? ¿Por qué tu recuerdas?
—Muchas preguntas sin una respuesta, príncipe, porque Asgore y probablemente nadie más lo recuerde, no tengo una certeza, tendría que hacer algunos exámenes y averiguarlo, igualmente para saber porque yo recuerdo todo… ahora, ¿me permite una cuestión?
—¿Qué quiere?
—¿Cómo volvimos atrás en el tiempo? Sé que, de alguna forma, usted lo hizo.
— . . . —miró a otro lado, aún con las hojas cruzadas.
—Fue al momento de morir ¿verdad?
—¡¿Recuerdas hasta eso?!
—Sí, aunque siendo sincero, preferiría no recordar cómo alguien se suicida ¿sabe? En todo caso, ¿sería tan amable de decirme?
—Solo, no lo sé, cuando vi la muerte cara a cara otra vez, por mi mente cruzó ¿qué pasa con los que no tienen alma? ¿A dónde iré? Y entonces… solo podía pensar que no quería morir… y entonces, volví, volví al jardín de flores…
—Así que, si hay peligro de muerte o muere directamente, usted puede volver. Básicamente eso.
—Supongo… —mueve las hojas un poco —que puedo intentar… sentir algo esta vez.
—Mi oferta sigue vigente.
—Lo pensare, pero por el momento quiero… experimentar por mi propia cuenta.
Aquello hizo escalofriar al esqueleto, que no le dio tiempo a decir nada ya que el príncipe se había ido entre las baldosas, suspiró por lo bajo, no sabía si un niño sin compasión con un poder tan grande como el de controlar el tiempo podría con ello sin enloquecer al punto de ser un megalomaníaco o si había algo peor que ello.
Lo vigilaría, o al menos lo intentaría.
—Ugh…—se llevó la mano a un lado mientras caminaba de regreso a casa.
Pensó en subirse al barco en la entrada de Hotland, más si era sincero consigo mismo, no sabía que tan bien podría llevar el movimiento brusco del barco, era rápido y eficiente, pero eso lo hacía inestable en muchas ocasiones. Camino despacio, a veces apoyándose en la pared para tomar un pequeño descanso, quizá debió dejar que Asgore siguiera con las curaciones, porque algo probablemente seguía lo suficientemente dañado por dentro como para que el dolor no cesara, podía intentar curarse a sí mismo, pero con sus restricciones necesitaría comer o beber de mientras, vería que encontrar en casa para comer, incluso si era una de las comidas de su niño.
—Hey doc.
—Ah —alzó la vista y miró a un lado —¿no deberías estar en casa en este horario?
—Es mi último minuto del turno.
—¿Demasiados descansos otra vez?
—Solo los seis del día como siempre…—lo miró un poco mejor —¿todo bien?
—Estoy entero, es lo que importa… iré primero a casa.
Se despidió con un movimiento de mano mientras iba derecho a Snowdin, el aire frío podía decirse que era un poco mitigante contra el dolor, quizá, aunque le molestase un poco, ponerse una bolsa de hielo en la zona herida podía ser una opción muy viable. Un poco lento, pero sin detener el paso, llegó hasta la puerta de casa, abriendo y entrando de una, apoyándose un momento contra la puerta y deslizándose hasta quedar en el suelo, adolorido, tal vez sería una buena idea no moverse mucho el día de mañana, aunque no admitiría que estaba agradecido de tener un día libre.
—¿Papá?
—Ah…—alzó la vista, es cierto que este día se repetía. —Ah, Papyrus… parece que llegué temprano, creí que estarías durmiendo.
—Nyeh, ¿estás bien?
—¿Oh? Oh… si, solo quizá demasiado cansado…
—Es otro de esos momentos de “vida privada”.
—Ah, —se encogió de hombros, su niño lo leía más de lo que le gustaría —no, diría que no… —lo miró un poco incómodo.
—¿Entonces puedo saber qué pasa?
---------------------------------------------------
Parte 36
Parte 38
2 notes
·
View notes
Text
Perdón
Una palabra que te repetí tantas veces a lo largo de estos 3 años que ahora carece de sentido, perdió todo tipo de gracia. Pero hoy ambos estamos en el lugar que nos merecemos: vos reencontrándote con ese amor que se te arrebató de las manos y yo reconstruyéndome. Hay días que se resumen en la esperanza de volver a cruzarte y poder mirarte sin la culpa de por medio. Sé que ha sido duro haber tratado conmigo, hiciste todo lo que estuvo en tus manos y fui yo quien te robó la ilusión. Lentamente te arrastré al vacío que había dentro de mí, hiciste todo lo que pudiste para salvarnos, pero cuando viste que no había solución en mí, en el acto más egoísta te empujé conmigo y te perdí para siempre. Intenté odiarte y no me salió, intenté enojarme con vos y tampoco me salió, hundido en la miseria, en el fracaso, en la desolación... no encontré la forma de entender que es lo que estaba pasando, negándolo como si de esa forma borraría todo lo sucedido, no me porté muy bien. Tuvo que transcurrir demasiados llantos, demasiadas noches rogándole a Dios que me quitara la tristeza de encima, tuve que sentir la nula necesidad de existir para entender que el problema estaba dentro mío y no afuera, que el problema no eras vos, era yo. Sentí por mucho tiempo que las cosas se dieron de forma injusta para mí, pobre iluso negado de la realidad. Hoy, estando en el pozo que yo mismo me cavé puedo verme con claridad y reconocerme en el vacío. No necesito odiarte, no necesito estar enojado con vos, tampoco necesito de tu amor, hay días que te extraño con la fuerza de un puño rompiendo un cristal, pero ya no me enojo por ello, simplemente lo acepto. Sé que dije tantas cosas de él, y tantas veces me burlé de él por los celos que sentía, pero créeme, no tengo dudas de que es un hombre maravilloso para tu vida. Siempre voy a desear de todo corazón que cumplas ese futuro que no hallaste conmigo. Agradezco el tiempo que supimos disfrutar, fuiste protagonista de este proceso tan doloroso de mi vida pero que hoy lo siento necesario. Gracias por lo que me enseñaste y aunque en su momento no lo podía comprender (o quizás no quise), ahora son mi guía para salir. Aunque, probablemente, me recuerdes con enojo, elijo no ser acompañado por el rencor, demasiado tiempo conviví con él y muchas veces fue quien actuó por mí en la relación. El amor (por más que ya no exista entre los dos) es más fuerte y creo que eso es lo único que necesito llevarme de vos. Solo espero que algún día puedas perdonarme, pero perdonarme de verdad, no por lastima, perdonarme porque finalmente cerraste las heridas que te dejé. Solo de esa forma podré sentirme en paz con vos. Hasta siempre. A.
12 notes
·
View notes
Text
Caminando a casa
Me dolió saber que cuando me fui, conociste a alguien más, que su piel era compatible con la tuya, que tal vez ahí podías ser más feliz de lo que fuiste conmigo, que mis huellas se estaban borrando y que probablemente con el paso del tiempo ya no las recordarías; otros brazos te rodeaban, otros besos te daban paz ¡Me odio por no poder haber estado contigo¡ ¡Por ese deterioro emocional que sentía que no me permitió conservarte por más tiempo! No sabes las noches en vela qué pasé viendo las manecillas del reloj preguntándome una y otra vez ¿Lo estoy haciendo bien? Mis ojos emanaban simbólicamente todo el vacío que sentía, supongo que intentaban reparar las fracturas del pasado qué dolían y no me permitían respirar, tocaba mi pecho y jalaba mis cabellos qué pudieron resistir el nivel de asfixia qué sentía mi alma en ese momento, pues no era solo tu ausencia la qué me perturbaba, era todo, era yo; me extrañaba tanto que a veces fingía sonreir para que los demás no sospecharan qué me había perdido, qué sólo estaba existiendo para robar un poco de aire y permitir que mi corazón siguiera latiendo, esperando sentir la melodia vivida de mi presencia pero, no lo logré estaba tan enfocada en pretender estar bien que ni las sonrisas falsas pudieron cumplir su objetivo de "sanar - me" fue entonces donde decidí vivir mi tristeza y ya no pretender "estar bien" para poco a poco lograrlo, en medio de todo mi caos de forma justa levanté la mirada observandote de nuevo, de una manera realista para darme cuenta qué tu estabas construyendo una nueva vida, sin mi y estaba bien, estas en todo tu derecho de edificar tu felicidad, porque yo creí que estaba haciendo lo mismo, hasta que vi que te perdía, no podía soportar la idea de que ya no estarías nunca más en mi vida, de que llegaría a casa y no te vería cocinando para dos o simplemente llenando de amor nuestro espacio que alguna vez planeamos juntos, que ese futuro qué habíamos hablado, anhelado y soñado se está extinguiendo, creí que ya no habría marcha atrás, pero yo necesitaba una señal, una chispa para volver a arder, tal vez ahora la tengo, por eso tuve el valor de volver con la esperanza de amarte y ser amada, de convertirme en tu hogar y tu en el mio, vuelvo con la añoranza de que me ames mejor que la última vez, porque yo si quiero hacerlo mejor, quiero cobijarte con mi amor para que te sientas seguro y nunca jamás queramos irnos.
Vuélvete mi hogar, prometo ser el tuyo.
Siempre tuya:
Prim
6 notes
·
View notes
Text
only 17
el transcurso del tiempo a través de los ojos de dos jóvenes que superan las dificultades que dejó el humo intoxicado proveniente del cigarrillo de su primer amor en común, perdiéndose en la inmensidad del vacío que el mismo clavó en sus corazones.
Porque vivieron una una historia idílica,tan breve como dolorosa.
chapter 1
James era déspota, narcisista y prepotente ,un vendedor de humo que creaba fantásticas ilusiones con las nubes grisáceas que desprendían sus cigarros y las soplaba frente a los rostros sin un ápice de dificultad o arrepentimiento.
Odiaba a todos y a todo,viajaba con su cara de pocos amigos allá donde fuese ,gruñía si se le acercaban demasiado, y casi se le confundía con una bestia de esas temibles que guardan los payasos de circo en gigantescas jaulas de hierro cerradas con llave y candado.
Se colocaba sus cascos negros sobre las orejas,y con la mente totalmente sumergida, permanecía en silencio durante los largos trayectos en metro en los que ni siquiera se dignaba a bajar del vagón.
Era alto. Demasiado alto para la edad que alcanzaba, diecisiete años que con cada inspiración de aire contaminado se convertían en dieciocho. Sus ojos verdes reflejaban rayos amarillos alrededor de su pupila,casi parecían brillar a la cálida luz de la tarde si ésta conseguía traspasar la opaca barrera que su aura oscura proporcionaba.
Sus cabello oscuro, creaba ondas que se deslizaban a ambos lado de su rostro, desordenadas,o sobre su frente,imitando suaves muelles sedosos.
Tal vez su boca fuese lo más característico de su físico. Siempre húmeda a causa de su lengua, que de vez en cuando se asomaba con el propósito de acariciar las superficies de sus rosados labios.
Su nariz perfilada,su mandíbula cuadrada y sus facciones terroríficamente atractivas y varoniles, habían conseguido robar más de un corazón desesperado,pero a él no parecía importarle demasiado.
Les abría su puerta,les dejaba pasar con amabilidad y tras jugar un rato con ellos a las casitas del té, los expulsaba a patadas, cerrando el pesado portón de sus oportunidades.
James era distante, mezquino e imprevisible. Dispuesto a pelear si era necesario, se había hecho con la confianza de muchas personas,por supuesto aquellas que no le conocían bien.
Él era muy suyo. No compartía sentimientos,no expresaba opiniones sinceras,y siempre parecía tener ganas de marcharse de todos lados,cosa que no le importaba en absoluto hacer,pues sin vergüenza alguna,se abría entre el barullo y se marchaba por donde había llegado sin mediar palabra.
El tabaco,el alcohol y las mujeres fáciles le habían mantenido relativamente cuerdo durante los difíciles años de su vida,que le habían atormentado de principio. Él no quería admitirlo, era demasiado orgulloso como para mostrar algún rasgo de debilidad, por lo que preferiría engañar a todos y a él mismo, aparentando que todo estaba como debía estar.
Tal vez sufría abusos por parte de su padre alcohólico,tal vez incluso psicológicos,puede que llorase por las noches en el interior de sus sábanas,tal vez desease no haber nacido, tal vez se propusiera pretender que no le afectaba para poder continuar con su vida, tal vez planeaba su brillante futuro.
Él lo sabía. Tenía un cerebro brillante aunque no se dignaba a utilizarlo, pero en su interior comprendía que podía explotarlo muchísimo más, solo no tenía el coraje o las ganas de intentarlo.
Le gustaba la literatura, devoraba los libros como si se tratasen de un tanque de oxígeno, vital para respirar. Las estanterías de su habitación a penas podían mantenerse en pie debido al peso que se erguía sobre ellas. Libros de tapa dura, de tapa blanda,de bolsillo, de tamaño normal, gigantescos. Enciclopedias, novelas, acción , romance, terror.
Los libros amaban a James. James amaba a los libros,y aquel era el único instante en el que se sentía protegido y comprendido, donde nadie podía herirle, ni tocarle,si quiera verle. Se encerraba en su habitación, probablemente cigarrillo en mano o una taza ardiente de café negro solo, y permanecía horas y horas sin que nadie supiese si había pasado al mundo de los muertos o continuaba respirando regularmente.
Pero a James no le importaba. Nunca le importó lo que pensaran de él. No era que estuviese orgulloso de su persona,ni mucho menos,pero prefería ignorar comentarios que de todos modos no iban a afectarle.
Las prendas de colores oscuros como el marrón, negro, o ausencia de color, como el solía llamarlo, abundaban en su armario, haciéndole inmune a cualquier tipo de sentimiento. Según él,creaba una especie de capa protectora contra el dolor, haciéndole sentir más seguro.
James era dramático, intenso y mentiroso, que buscaba el momento de debilidad perfecto para apuñalar con más fuerza si así creía que la otra persona lo merecía.
Lo que pasaba por su cabeza, era expresado sin dificultad, lo escupía en la acera de la calle sin conciencia de lo que pasaría después, sin pista alguna de cuál sería la reacción de su contrincante , pero igual, seguro de si mismo y de su metro ochenta, su mirada penetrante y sus manos adornadas con anillos, preparadas en puño para cualquier asalto.
James era cruel, sombrío y un auténtico encantador que con una simple sonrisa o una frase bien conjugada, era capaz de derretir corazones en milésimas de segundo. Ese era uno de los muchos dones que poseía, pero el único que parecía divertirle utilizar.
Aparecía cuando menos lo esperabas, con alguna broma con la que conseguía encandilarte, algún jugueteo con su mirada,una repasada a tu figura mientras llevaba su lengua a uno de los carrillos de su boca, en una sonrisa provocadora.
Ahí podías sentir flaquear tus piernas, tu respiración fallar, y tus manos sudar. Él lo sabía,y cuando soltabas una suave risita, pasándote un mechón de pelo tras la oreja, ambos sabíais que ya habías caído en su terrible juego, del que no podrías salir.
Él es consciente. Él te avisa. Pero tú no obedeces, continúas hacía delante, y cuando por fin quieres saltar, la caída ya es demasiado dolorosa. Has subido más de lo que podías permitirte, pero él solo te observa con una sonrisa, recordándote que el mismo te había advertido, mientras se aleja siendo cubierto por la grisácea neblina de humo naciente del cigarrillo que parece siempre viajar en su mano.
Miras hacia abajo, donde el mundo cae a tus pies, y dudas si será más doloroso saltar que quedarse donde estás.
Tu cabeza es un caos en el que él es el protagonista, introduciéndose en tus sueños donde besa tus cicatrices y de ellas crea un brillante manto de estrellas que se desgarra y sangra cuando abres los ojos y despiertas.
Has entrado en el pequeño juego que es su infierno personal, pero de algún modo te gusta estar allí, retenida por sus manos cubiertas de anillos y su perfume intenso, colándose a través de tu piel, y estableciéndose en un lugar fijo junto a tu corazón.
No puedes evitarlo, y crees que acabará cuando el por fin desaparezca entre las nubes. El sol parece volver a salir, pero en el interior de tu habitación parece siempre llover a tormenta limpia sobre tus sábanas de franela.
El mundo vuelve a elevarse, acercándose a ti cada vez más, ahogándote de esperanzas sobre si conseguirás escapar, pero cuando apoyas un pie en una de las relucientes baldosas doradas que te invitan a salir, su voz reaparece tras tu espalda, soplando un aire fresco y mentolado en tu nuca.
Tu piel se eriza, tus pupilas se dilatan, y en tu garganta se forma un nudo mientras te debates entre qué decisión tomarás ahora.
Las lágrimas desbordan tus ojos mientras sus manos atrapan tu cintura con suavidad, incitándote a que no abandones tu lugar junto a él.
Él te necesita, y tú también, lo sabes pero una punzada en tu pecho te obliga a negarlo cada vez que sus ojos se cruzan con los tuyos.
Como tú misma temías,terminas sucumbiendo de nuevo, y despiertas envuelta en sus brazos, de alguna extraña manera sintiéndote como en casa, notando las batientes mariposas chocar contra las paredes de tu estómago.
Él besa tu frente y te susurra que nadie volverá a hacerte daño. Que estaréis bien. Que te amará siempre y para siempre.
Y tu le creerás, incapaz de deducir que tú final está a punto de llegar aún sintiéndote completa cuando besa tus labios con esa delicadeza que él mismo vierte sobre tus labios, endulzándote hasta que notas el caramelo derretido sobre tu lengua.
James era déspota, narcisista y prepotente, distante, mezquino, imprevisible, dramático, intenso, mentiroso, cruel, sombrío, y un auténtico encantador.
Pero estábamos absoluta, total y terriblemente enamorados.
2 notes
·
View notes
Text
Dos veces en un día es irritante, un poco agotador más que nada. No había dormido nada a pesar de haber tomado los medicamentos correspondientes, mi cerebro simplemente decidió que no iba a hacer caso a nada hasta que fuera la hora del médico.
Entonces.
El médico fue un poco brusco, demasiado lógico, todo lo que me dijo fue lo que pensé estando un poco más cuerdo. Sin embargo, mi error ha sido no contar todo o no confiar lo suficiente en mi círculo cercano.
Y claro, lo entiendo, en teoría debería depositar absolutamente todas mis preocupaciones en la gente que amo y dice amarme, en teoría. No lo he hecho, no estoy acostumbrado, cada vez que intento hacerlo me siento culpable, avergonzado y finalmente me termino por cerrar nuevamente ante la mínima provocación.
No estoy soportando, muy fuera de meme.
Me preguntó por qué no lo hice, demasiado directo en preguntar métodos, un poco incómodo, no sé que tan necesario fue. Morir es fácil, un día estas y al otro no, super fácil.
Pero, respondí y me miró como si fuera pendejo. Si, lo soy, no era necesario.
Han sido planes elaborados hasta esporádicos, todo desde la misma fuente como: ¿Y sí...? Para luego no hacer nada por cualquier razón poco válida, digo, de estar a no estar es un solo paso y a veces muy literalmente.
Al final me hizo firmar consentimiento de que se me hizo saber que estoy pasando por un episodio depresivo, wow, fijamos sorpresa. No sé cuanto duran estas weas, siento que llevo años en la misma parada y el único agravante real ha sido mi hijo, porque por lo demás son cosas 'pequeñas', son parte de la vida, ¿por qué debería afectarme? Y sin embargo, lo hace.
Me recetaron más de las mismas pastillas, suspendieron una, probablemente entendí mal las instrucciones iniciales, lo normal.
Tocó hora con la psicóloga y fue un poco más agradable, había dormido un poco mientras esperaba y estaba medianamente más despejado.
Prefiero la dinámica de preguntar y responder, no de darme total libertad de hablar porque eso no va a pasar. El silencio es silencio para mi, no una invitación a llenarlo.
Fue un poco más fácil de lidiar, nuevamente la fluoxetina no va a hacer un efecto real hasta dentro de un par de semanas más. Me preguntó la diferencia y fue un poco raro de describir.
Antes me sentía lleno de demasiadas cosas en el peor sentido posible, ahora hay un vacío extraño y irritante. Ninguno es lo suficientemente bueno, pero puedo funcionar a medias así que es un avance.
Me preguntó varias cosas, intenciones y gestos. ¿Realmente quise matarme esas veces? No lo sé, me tomé una tira entera de pastillas qué no recuerdo ahora y nadie hizo nada interesante esa vez ni después de eso, entonces huh, no sé, sólo quise apagarme esa vez, dejar de pensar, no sé si de desaparecer.
A día de hoy supongo que es más de lo mismo, siento que estoy esperando algo, pero en la realidad no estoy esperando nada. Estoy viviendo por vivir, a medias, todavía hay gente que aprecio desde lo mas profundo de mi corazón y viviría un poco más por ellos. ¿Y cuánto va a durar ese optimismo? Ni idea, espero que lo suficiente.
Me preguntó acerca de mi identidad, soy un hombre trans que a estas alturas se ve como algo menos que humano, no di la respuesta completa por ser una entrevista. Conoce el menos-peor-lado de mi antes de soltar todo, supongo.
Y obviamente, no tiene nada que ver con mi estado de ánimo, es la suma más pequeña de toda esta operación, aprender a que las faltas de respeto son parte de. No lo sé.
Sinceramente no sé.
Le conté algunas cosas mientras iba preguntando, he intentado hacer más cosas para estar bien tanto como he caído en malos hábitos para no estar peor. No fumo, no bebo, pero si me he hecho un montón de daño intentando controlarme.
Me dio vergüenza decirle, en realidad, quería morir ahí mismo para no seguir respondiendo ni escuchando. O simplemente quería ir a dormir, no lo sé.
Le dije que era alivio fácil e inmediato, más fácil que intentar hacer ejercicios de respiración, contar hasta diez o hacer algo útil y coherente en vez de esto. Asintió, me miró por un momento, nunca pregunté que cosas estuvo anotando en la ficha y tampoco tengo muchas ganas de consultar al respecto.
Me gusta hacer cosas con las manos. Tocar algún instrumento, hacer figuras, coser, dibujar, escribir. Y claro, todo eso tenía sentido para mi antes.
Ahora no.
Y se lo dije con toda la calma que podía reunir, me cuesta mucho hablar sin llorar, por eso no me gusta hacerlo. Llorar a veces se usa para manipular, apelar a la pena y la empatia, a mi no me gusta llorar frente a otros mientras intento contar, me da vergüenza. Y claro, obviamente, todo el resto del mundo tiene derecho a, y no se me ocurriría pensar que es con malas intenciones, solo aplicable a mi, blablabla.
Es terrible, ni siquiera sé como. Ya estas buscando ayuda, ya estás aquí, esta cubierto por la salud pública. Y no sé que tan fácil se me haga esto, pedir ayuda duele, me quema la piel y abre la carne de forma desagradable, me da terror pedir ayuda. Alguien más podría necesitar mi cupo, alguien más podría ocuparlo mejor.
¿Qué hace un cirujano en temas de salud mental? Es un poco chistoso, supongo. Parecía un orador, cierto aire al profesor que me agrada. Incluso si es del tipo 'Echale ganas', fue un poco menos incómodo y más incómodo de lo que imaginé. ¿Cómo ponerlo en palabras? Fue como comer helado de menta, es agradable porque está frío pero no volvería a probarlo por gusto.
3 semanas. Ojalá ver un efecto positivo en esto, estoy intentando hacer las cosas útiles, las que me gustan no tanto, no tengo motivaciones ni ganas de muchas cosas. Ojalá estar mejor entonces.
Solo quiero acurrucarme bajo las sábanas y morir. No más pensar ni sentir.
Pero, sería hipócrita de mi parte, dando el discurso de mierda una y otra vez. Es parte de estar vivo tener sentimientos y pensamientos por igual, sin eso, no tiene sentido seguir con vida y con eso un montón de derivaciones.
Estoy cansado. Pero, creo que la ayuda está en camino, supongo, estoy intentando avanzar con casi 3 personas diferentes y me inscribí donde la gente podría verme el cerebro a ver que tan bien o tan mal estamos.
Es poco divertido pensar en esto. No siento esperanza de mejorar todavía, todo es como un vacío demasiado grande y me siento muy pequeño, estoy al borde de algo desconocido en el fondo. Sé que he dicho que caer más bajo sería escarbar, pero ahí está, no tengo que hacer nada más que dar un paso más y equivocarme por última vez.
Es estresante pensar tanto en morir, si fueran mis pensamientos podría hacerme cargo, no me siento en control de esto. Demasiado irritado, me pican los dientes por querer morder y destrozar todo y a todos para quedarme solo, sabiendo que eso no es lo que quiero.
La pelea conmigo mismo es una que no quiero perder, pero estoy cansado, solo quiero apagarme por el tiempo suficiente como para dejar de sentir la desesperación, estar siempre aterrado y simplemente dormir un poco.
Estoy cansado y no sé de qué ni por qué ni cómo. Intentando entender comienzo a sentir el agotamiento de seguir vivo.
Llevo años diciendo lo mismo y siempre ha sido un resultado similar, no sé que cambió estoy buscando o esperando exactamente, solo quiero volver a tener el control de esto. Terminar con todo o evolucionar, cualquiera que llegue primero.
No creo que tu quieras morir. Obviamente, es como un limbo, pensar y avanzar, solo para luego dar un paso atrás con la excusa más tonta por encontrar. Y claro, puedes decir que no es un incentivo, pero las palabras darán vuelta tras vuelta por mi cerebro hasta cobrar y perder sentido después. Como un debería hacerlo, en vez de un quizás.
Mi cerebro está hecho bolsa, no sé que tantas ganas tengo de decirle al resto que no se vaya cuando realmente no queda mucho que salvar aquí, como una pérdida de tiempo. No lo sé.
0 notes
Text
Entre Miedos, Heridas y Orgullo
22 Oct 2024, Día 1
Hoy, después de un mes, nos hemos visto de nuevo. Ha sido un reencuentro muy extraño. Por una parte, deseaba verla, abrazarla, besarla y sentirla; por otro lado, solo quería decirle cómo me sentía ante su ausencia, cómo había sido este tiempo pensándola, con todas esas conversaciones en mi cabeza y su vacío. Es un día lleno de emociones: la alegría de verla, esa ansiedad de saber qué ha pasado en su mundo, esa sensación de no saber si esto es correcto o si solo estamos forzando un destino caducado.
Rápidamente surgieron las culpas, las preguntas y esas respuestas forzadas, sin ganas de encontrar una. Las palabras altisonantes salieron de nuestras bocas, queriendo decir "te amo, no te vayas, te extraño, sin ti mi vida se siente diferente", pero al final solo lanzamos emociones sin color, destellos sin luz.
¿De qué trata el dolor? ¿Cómo compartir una pena con la persona que amas si ella también está sintiendo dolor? ¿Cómo le explicas que te importa su bienestar, pero que no puedes darle ese alivio porque tú también estás en agonía?
Luego surge la pregunta que puede cambiar el futuro una vez más, la pregunta que podría destruirte o, en el mejor de los casos, escribir una nueva historia de amor con los mismos personajes, pero en su versión alternativa, donde todos ganamos y obtenemos la satisfacción de tener ese amor con el que soñamos.
¿Qué es un acuerdo? ¿Acaso estamos entregando una vez más el arma para que nos dañen, o solo queremos tener fe, fe de que esta vez podremos, con nuestras heridas y desilusiones, construir un futuro que ya estaba destinado?
Te vas y, una vez más, regresa la ansiedad que me acompaña en todas tus ausencias. Me voy y vuelve ese pensamiento, con miedo al futuro, sobrepensando, sobrevalorando y sobreamando un fantasma que probablemente no existe.
Las horas vuelven a hacerse tan largas, un reloj que ya no está a mi favor, y muchos miedos regresan a mi cabeza, como abejas que vuelan alrededor de un panal.
¿Qué es esto? ¿Acaso así se vive el amor? ¿Quién sostendrá mi mano para hacerme saber que todo está bien? Pensamientos de una figura inmortal que se quiebra ante la mínima muestra de interés del ser a quien amo.
Te quiero en mi vida, pero también quiero sentir la felicidad y la paz que brinda un amor leal y sano. ¿Quién nos engañó tanto en cuestiones del corazón que nos hizo creer que amar y luchar se escriben en la misma frase? Este es el día 1 en el proceso de recuperar su alma y la mía, y ponerlas en la misma línea de tiempo…
0 notes
Text
qué haría si hoy me tocaras la puerta?
qué haría? no lo se. primero tenes que tocar el timbre de abajo para que te baje a abrir, por supuesto. pero si en una de esas chances entrás porque alguien dejó mal cerrada la puerta y subis, miro por el agujerito en la puerta y que me quedo estático, estóico, hasta darme vuelta contra la puerta y caer al piso lentamente.
mi compañera de casa probablemente sale de su pieza para ese punto, o me mira desde la mesa confundida, y yo no puedo hacer mas nada que taparme la boca y estancarme ahí hasta que te oigo golpear la puerta de nuevo. inconsciente, lagrimas habiendo ya caído por mi cara secandomelas rápidamente, te abro.
me hubiese gustado que que vinieses con flores, pero si no es así tampoco importa. nos miramos, mi amiga se asoma y le tengo que pedir que se vaya a su pieza porque si te ve por mas de 10 segundos te hace añicos.
mi primer pregunta es acerca de como supiste donde yo vivía. no se cual es tu respuesta. te dejo pasar, por supuesto, te sentas en la silla mas cercana a la puerta. yo te miro anonadado mientras me siento en la silla mas lejana, y te pregunto por qué viniste.
no se cual es tu respuesta.
espero que sea porque me extrañaste.
inmediatamente me armo un pucho y vos me pedís que te arme uno, cosa que hago con todo el placer del mundo.
despues de un par de pitadas en silencio te pregunto si queres tomar mates. pongo la pava en la cocina y me agarro con toda la fuerza del mundo a la mesada hasta que mis nudillos se ponen blancos intentando comprender la realidad en la que me encuentro. armo el mate. lo llevo a la mesa. yo cebo, te digo. como antes.
no hablamos porque no encontramos las palabras que se dicen en una situación así. nos miramos, analizando todo lo nuevo de cada uno. yo miro tu pelo largo. tus aritos y tus pecas, tu maquillaje, todo tan hermoso, todo tan preciado. no sé qué miras de mí.
asumís que estoy en pareja con la chica con la que tengo historia y yo me río. ese barco ya zarpó hace tiempo, te retruco riendome. como si no estuviese admitiendo que ahora mi corazón esta vacío y sin amor. no tenemos la radio para escuchar, solo el silencio del mate siendo pasado como pelota de ping pong entre ambos. me preguntás como estuve y me vuelvo a reír. bien, te contesto. mirás para abajo. te paso otro mate, tardas en darte cuenta de que está ahi. te pregunto lo mismo, y la respuesta es igual.
por afuero parezco calmado pero mi mente va a mil por hora. todas las preguntas y los enigmas que me quedaron en ebullición y yo conteniendolos para no asustarte; para que no te vayas otra vez.
es incómodo. no nos conocemos. reconozco solo tus ojos y el lunar de lus labios. lo demás es frágil y desconocido para mí. calculo que para vos es lo mismo. hay mucho silencio, tanto que es ensordecedor. me resigno. alguien tiene que tirar la primera piedra.
te pregunto a qué viniste y me decís que no sabes. que sentías que tenías que venir entonces lo hiciste. la dirección te la dió mi mamá a quien mentalmente le agradezco de rodillas. nuestras manos se rozan cada vez que me pasas el mate. están calentitas, diferente a las mías, heladas. siempre fuiste mi abrigo favorito.
al rato sale la coca, nuestra perra, de mi pieza. te ladra pero ni siquiera por un minuto, hasta que te huele y empieza a saltarte encima de la alegría. se me llenan los ojos de lagrimas. no pense que la volverías a ver.
de a poco empezamos a hablar. yo no quiero saber nada igual. ya no sos la persona que amo porque esa persona ya no existe. podrás tener los mismos ojos, la misma risa, pero ya no sos de quien yo me enamoré. te escucho de todas formas. como te graduaste de la secundaria, como volviste a vivir en lo de tu mamá (y me duele la imagen mental de saber que nuestra casa ahora esta vacía, donde habíamos tenido tantos lindos recuerdos). no me contas mucho mas. te muestro el departamento. te cuento lo que pasó con el campo, me reservo los detalles. pedís pasar al baño y te digo, al final del pasillo. entras y lloras un poco al ver todas las cosas de otra mujer mezcladas con las mías. te limpias el delineador corrido y volves a salir.
desde el pasillo me pedís perdón. noto que estas aguantandote las lágrimas, nunca fui idiota. me paro y me acerco a vos. te largas a llorar y yo te abrazo, aunque me digas que no, que me vas a manchar la ropa con maquillaje. me da igual, te contesto. y de a poco caemos al suelo, y nos sostenemos el uno al otro por primera vez en mas de dos años. y te digo, como si no te estuviese rogando, no te vayas de nuevo. silencio. en el mas callado de los susurros me contestas,
jamás.
1 note
·
View note
Text
sigo
sigo en este limbo existencial, en esta fina línea entre la desesperación y la locura y la liviana y estable línea horizontal de la vida, al menos en mi caso
escucho música diversa de ritmos acelerados, tomando una cerveza, como causa de un insomnio incómodo, bajo el ventilador y el aire fresco nocturno, mi cuerpo, debido al insomnio, la ansiedad y el paseo pre-sueño, quiero pensar, sigue caliente y rehúye dormir
objetivo del día de hoy, comenzar ahora a ver "Better Call Saul", pasear programar en la mañana, aguantar todo el día sin dormir y hacer algo a la tarde-noche disfrutable, el sueño del ente errante y su continua persecución
sé que en algún momento será inevitable un "click", y muchas de las ideas actuales se verán sobrepasadas por mi voluntad de cambio y esfuerzo, pero entiendo que decir esto desde el vacío, la inacción y la falta de voluntad suena excusatorio y alejado de la realidad
yo ahora, estos días en los que tengo más estímulos pero sigo sintiendo lo que ya sentía con anterioridad, me limito a vivir y hacer mis pequeñas cosas, a dar mis pequeños pasos, insuficientes, pero siempre sin sobrepasar ese "click", sin superar el límite de lo funcional y lo adecuado
pues es una de mis muchas guerras, y probablemente acabe enloqueciendo a ojos de ellxs, siendo la mayor de las corduras equivalente al mayor de los locos para ellxs, siendo la equidistancia, la coherencia y la resolución difusa de numerosas cuestiones existenciales, un virus y un arma peligrosa para el entorno
al final del día solo soy ese fantasma que se refleja en los charcos, el ente errante transeúnte que desfila triste entre el anfiteatro y las butacas, la respuesta a mis preguntas es mi actitud y mi disidiencia
a lxs que creen que esto sigue siendo una pataleta juvenil, una época de rebeldía temporal, yo cada vez tengo menos que perder, he tenido todo y a la vez nada, tengo miedo y sigo aterrorizado, frente a la esquina, viendo como la gente toma decisiones y avanza mientras yo sigo parado, pero eso no hará que yo me sume a esta hecatombe disfrazada de paraíso
si esto me hace ser un enemigo para muchxs, si me hace usar numerosos filtros como barrera para mi salud, si es incoherente y destructivo frente a mi sistema de valores , creado bajo la coherencia, la lógica, la observación, la imperfección y la mutación, si me hace renegar de mis deseos carnales e incluso de mi 'yo' en este mundo artificial, hediondo a metal y sangre, yo , gustosamente, tomaré esa pistola y esa bala, sentado en calma, y dispararé gustosamente contra eso y contra todo, aunque signifique soledad, marginación, desprecio ...
... y seguir yendo a pasear a la orilla, contemplando el núcleo grisáceo de lejos, acompañado de latas, cigarrillos y caras disgustadas, que bromean tristemente sobre los tristes que merodean esa difusa y espumosa "sociedad"
0 notes
Text
Hola, lamento haberme ido así, pero lo hice por qué no encontré otra manera.
Has visto heartbreakhigh? Bueno, supongamos que sí. Al inicio odiaba a Harper por irse tan de la nada, y aún cuando supe todo lo demás, aunque empatice con ella, me preguntaba porque no simplemente dijo las cosas de frente, en vez de alejarse sin dar explicaciones.
Y ahora yo soy Harper, y no es precisamente el mejor personaje de la serie, pero también creo que ninguno de nosotros es el mejor personaje de nuestra propia historia.
Ahora entiendo que hay veces en que sencillamente no es posible, y quizá, el silencio también es una respuesta. Tal vez la soledad y el vacío es la única respuesta que pude darte, y probablemente, de manera ética y moral no estuvo bien.
Debí haberte hecho una lista de cosas por las que para mí, nuestra amistad dejo de funcionar, pero eso solo iba a lastimarte y luego ibas a herirme como de costumbre.
Aún así, aunque probablemente no llegues a leer esto, quiero que sepas que esto que hice no fue por nadie más que por mi misma, hace tiempo que no me sentía bien a tu lado, pero realmente deseo que te vaya bien porque una parte de mi todavía te aprecia. Porque hubo momentos en los que genuinamente me la pasé bien y aún a veces te extraño, pero ya no puedo estar cerca de ti.
Me aseguraré de guardar todo lo bueno que hicimos juntas y espero que tú también lo hagas.
0 notes
Text
La espera.
No he hecho un recap en IG, Twitter o cualquier otra red social. Creo que es el primer año.
Pensándolo bien quizás es un tanto injusto, he experimentado sensaciones que parecían dormidas, he ido a mil conciertos increíbles, descubierto mucha música, disfrutado del mar como nunca, viajado (quizás menos de lo que me gustaría)... sí, lo malo ha sido muy malo, ¿pero lo bueno? Lo bueno ha sido mejor. Aún así, como humanos nos empeñamos en regocijarnos en el dolor y sumirnos en una tristeza que por momentos corta hasta la respiración. ¿Cómo puede la cabeza llegar a ser tan autodestructiva? Siempre que lo pienso me acuerdo de Silvia.
Quizás el vacío que siento ahora mismo es una decepción horrible, primero conmigo misma, segundo con mi propia conciencia, y después probablemente sea con ella. Toda mi vida me he jactado de decir y asegurar que yo estaba hecha para la soledad, que difícilmente alguien cambiaría mi parecer. Eso que no paraba de repetirme se me fue desmontando poco a poco, día a día, mes a mes, hasta llegar hasta aquí. Ha habido momentos donde he valorado la posibilidad de que quizás me había obcecado, pero cada lágrima que se me caía por la mejilla me demostraba que no, que lo que sentía era de verdad y la pena que me invadía cada vez que veía alejarse la posibilidad de enseñarle todo lo que soy a alguien por primera vez, era solo una muestra más de que estaba dispuesta a enamorarme de esa persona hasta que respirar me fuese totalmente innecesario. Siento que no acabé de entrar ahí, pero el haber estado tan cerca me está matando.
En el fondo siempre fui consciente del desenlace. Siempre supe que mi camino era el más empinando y empedrado, que era imposible que yo llegase antes al pico de la montaña, para que eso ocurriese tenían que allanarme el camino un poco, solo así podría llegar, y no pasó. Recuerdo leer un mail en la celebración de mi cumpleaños, me escapé de donde estábamos y al leerlo lo primero que recorrió mi cuerpo fue el miedo, un miedo inmenso, eso no me podía estar pasando a mi, y no, en realidad no estaba pasando. A veces me pregunto si mi imaginación fue más allá de la propia realidad, aunque las palabras fuesen reales y los momentos los sintiese con todas las partes de mi cuerpo.
Siendo sincera creo que el dolor que puedo sentir viene de haber dejado de ser como he sido siempre, de bajar la guardia, de fiarme, de creer que por un momento sí me iban a dar la mano para subir la cuesta. Que no todo serían palabras. Pero esa cuesta era tan larga como un tablero, y en realidad mi dado nunca tuvo ningún número.
No sé si las palabras fueron reales, me cuesta creerlo, aunque las miradas y los gestos pesan mucho, quizás también llegaron a ser producto de mi imaginación. Todavía tengo muchos "te quiero" clavados en la conciencia. Muchas miradas, gestos y caricias. Todavía veo algo y pienso en regalárselo. Todavía miro al mar y pienso en lo bonito que sería enseñarle todo esto. Todavía tengo ese viaje en camper clavado y escrito en mi lista de deseos. Todavía creo que algún día tocará en mi puerta. Todavía creo que todo lo que iba a pasar, pasará. Que todas esas conversaciones mirando al mar llegarán. Y que ese fin de año en Sydney será una realidad. Todavía.
El problema al que me enfrento ahora es la espera. La espera de no querer quererla, de cogerle hasta un poco de tirria. La espera de no sentir. La espera de no añorar su cuerpo. La espera de no querer parar de recorrerlo a cualquier hora del día. La espera de no desear un abrazo suyo. La espera de querer dejar de esperar.
El problema no es haberme enamorado, es que estaba empezando a hacerlo de la forma más pura y más real que he sentido nunca. Porque por primera vez en mi vida creo que mi corazón sí estaba dispuesto a dejar entrar a alguien bien adentro, donde no hay luz, para iluminarlo un poquito. El problema es que el enamoramiento se quedó a medias, y me está costando horrores dejarlo marchar.
Todo llega, aunque no quiera. Todo llega, aunque crea que es un error. Todo llega, aunque siga pensando lo mismo que hace 5 meses, por mucho que duela. Todo llega, por desgracia.
🍃
0 notes
Text
Una sombra en el armario.
La soledad nunca había sido un problema. Me crié a mi misma en silencio, con consejos esporádicos de un lado y de otro. Aprendiendo a fuerza de las experiencias, muchas que había preferido no vivir.
Nací, morí, renací, todo en silencio. Distante. Sin molestar a nadie. Nunca quise molestar a nadie.
Empecé de cero o tal vez de un número inferior a ese si es que existe, porque tenía catorce años y no sabía cómo hablar con la gente, no sabía expresar mi opinión, mis emociones, mis necesidades. No sabía vivir correctamente, pero si sabía estar sola.
Adopté eso como una cualidad, para muchos era difícil lidiar con su propia presencia, para mi, era una zona de confort. No porque disfrutara plenamente de mi propia compañía, sino porque disfrutaba del silencio, de la calma y por unos segundos no tener que usar ninguna máscara que lastimara mi rostro y mi corazón.
Aún así, con el tiempo, me di cuenta que esas cosas básicas que no había logrado aprender cuando debí, eran más necesarias de lo que creía. Entendí que mientras no supiera hablar, nadie se molestaría en escucharme. Que mientras no supiera expresarme, nadie se molestaría en entenderme, que mientras no supiera que necesitaba, nadie se molestaría en dármelo y que si no alzaba mi voz, nadie me recordaría al final. Eso fue un golpe, siendo sincera fue un gran golpe.
Pero pensé que podría contrarrestar esas carencias con otras habilidades que sí había logrado aprender, había aprendido a escuchar, a decir siempre la verdad, a respetar a cualquier persona, a siempre ofrecer una sonrisa y a que el conocimiento sería mi arma y compañía. Pensé que con estas armas ya no necesitaría nada más.
Armada con esto, pude superar una gran cantidad de retos, algunos más mortales que otros. Y debo admitir que llegué incluso a sentirme orgullosa de mi misma en cierto punto.
En estos momentos, quisiera recordar cómo se sentía eso, quisiera poder ver claramente esas razones por las que me sentía orgullosa, esos momentos en que logré ir más allá de mis carencias, esos momentos en que la soledad era algo que escogía y no a lo que me veía obligada, esos momentos en el que el olvido era solo un miedo y no una realidad. Como ahora.
Y no, no hablo de una obligación en la que alguien me apunte con un arma y force mi aislamiento, hablo de una soledad a la que sin querer hacerlo tuve que someterme a mi misma, para no lastimar más. Una soledad que fue consecuencia de mis propios actos, de mis propias decisiones.
De mi estúpida decisión de estar sola, cuando claramente no estamos hechos para eso, somos seres sociales según dice la ciencia pero aúun así nada nos asegura que saber socializar también sea parte de nuestra naturaleza, o al menos creo que parte de la mía no lo fue.
Creo que casi sin darme cuenta, mis carencias de hace años se volvieron cráteres que luego no pude llenar con ninguna habilidad ni ninguna sonrisa.
Llenarme de cráteres y de vacíos me convirtió en un monstruo, un monstruo alimentado por una repetición incesante de voces, “no tienes sentimientos”, “no te importa nada”, “es tu culpa”, “no sabes hacer nada bien”, “no tienes talento”, “estás sola”, “nadie se va a acordar de ti”. Voces que probablemente venían de mi propia mente, eso también es una consecuencia de la soledad, te acostumbras a que tu propia mente te hable y honestamente no suele decir cosas buenas.
Por primera vez, estar sola, empezó a dolerme. Porque era una soledad en forma de encierro y olvido, en forma de jaula, en forma de monstruo. Yo era ese monstruo. Soy ese monstruo.
Un monstruo que se esconde en el armario, mientras espero con miedo que nadie encienda la luz, que nadie abra la puerta y vea en lo que me convertí.
Porque en el fondo, sigo pensando que esto no soy yo, pero sé que nadie me creerá.
Eso es lo que los monstruos siempre dicen…
0 notes