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fantasy-relax · 6 months ago

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Alfa Dulce Omega Peligroso

Part 9.

KNOCK KNOCK

“Madre necesito hablar urgentemente contigo”

“Entra”

Bela entro acompañada por una joven omega y Alcina frunció el ceño al notar el olor a culpa que rodeaba a ambas, así como el de la ira de su hija.

“Dime”

Bela respiro profundo pero su aroma seguía irradiando con intensidad, lo que sea que haya pasado estaba afectándole seriamente.

Señalando a la mujer detrás de ella Bela procede a hablar con un tono controlado. “Zina me ha informado de una serie de abusos hacia el alfa por parte de las demás sirvientas” El olor a culpa aumenta. “Desde el primer día que el alfa empezó a vivir aquí ha sido víctima de ataques verbales y físicos al punto de evitar en lo posible el contacto con el demás personal, el único grupo que parece tratarle con decencia es el personal de cocina, la jefa de sirvientas Greta, la maestra carpintera Relia y la chef Dorottea”

Alcina suspiro colocando un cigarro nuevo en el portador y procediendo a fumar.

Eras un imán de problemas.

“Pudo haber hablado con Greta o contigo en lugar de ocultarlo para salvar su orgullo”

“Umm Señora Dimitrescu”

La señora de la casa volteo a ver a la sirvienta.

“¿Qué?”

“No creo que haya sido por orgullo, vera desde que tengo memoria esa mujer ha sido tratada así”

Imposible los alfas eran venerados, una mujer alfa mientras tratada de peor manera que un hombre seguiría siendo considerada mejor que los omegas o betas.

“Sus padres la habían echado de casa y nadie de su familia se acercó ayudarle, sobrevivía haciendo labores para los ancianos por una paga miserable, recuerdo a verla visto dormir en las calles de la plaza con solo su ropa vieja y rota como abrigo, dejo de hacerlo luego de un grupo de hombres la golpeara reclamándole por infectar el lugar con su olor” La joven sirvienta bajo la cabeza. “Supe que uno de los ancianos le había vendido una cabaña lejos del pueblo con un camino estrecho rodeado de árboles, pensé que los Lycan serían los que acabarian con su vida” Alzando la mirada Alcina noto la lastima en los ojos de la mujer. “Si no dijo nada no fue por orgullo fue por que para ella eso era lo normal”

La matriarca se froto las sienes.

“Así que Lucia le agredió y acabo con su paciencia”

Dirigiendo su mirada a la sirvienta noto como esta apretaba con fuerza sus manos, el miedo se mezclaba con su culpa.

Pero era opacado por el olor de furia que desprendía de si hija.

La humana se aclaró la garganta.

“El alfa se dirigía a la cocina cuando Carla le mando un comentario lascivo, el alfa la ignoro, pero se detuvo y ataco luego de escuchar lo que Lucia dijo”

Lady Dimitrescu miro fijamente a la sirvienta.

“¿Qué fue lo que dijo? “

La mujer estaba temblando.

“Le dijo a Carla que no bromeara de esa manera pues ser montada por un perro callejero era algo asqueroso”

Alcina alzo una ceja.

La humana trago saliva.

“Y que si lady Cassandra estaba tan desesperada por ser cogida bien podría haber dejar que los Lycan le dieran uso a su coño rígido”

BAM

CRASH

El escritorio choco contra el estante, destrozando ambos con el impacto.

La sirvienta estaba casi llorando, tartamudeaba incapaz de seguir con el relato por el terror que le provocaba el aroma de furia de madre e hija.

“Vete de aquí”

No tuvo que repetirlo.

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El silencio fue roto por Bela.

“El alfa mantuvo su compostura todo el mes sin siquiera gruñir o devolver las palabras, solo ataco cuando el honor de la omega de su interés fue atacado” Si no fuera por sus guantes sus uñas ya hubiera atravesado la piel de su mano. “E inclusive mantuvo suficiente control para solo atacar al culpable, nadie mas fue herido no entro en frenesí a pesar de la inmensa furia que sentía” El peso de sus acciones y sus conclusiones precipitadas le pesaban. “Dejamos que nuestros prejuicios nos controlaran” Soltó una risa sin humor. “Que irónico”

Las heridas de tu cuerpo no fueron por padres tratando de controlar a un alfa rebelde que trataba de imponer su autoridad, fueron hechas por un hombre y una mujer que buscaban limpiar con tu sangre el estigma de tu existencia.

Bela asumió lo peor de ti a sabiendas de lo que habías hecho por su hermana, si hubieras intentando abusar de Cassandra esta te hubiera matado en segundos sin importar que estuviera en la cúspide de su celo sin embargo ella estaba contenta contigo y si Daniela no les hubiera interrumpido habría termino emparejadas, ¡Por el Dios Oscuro tu primera acción fue consolarla cuando volviste a verla! Estabas cubierta de suciedad y tenias vidrio incrustado en las plantas de tus pies y aun así tu prioridad era Cassandra.

¿Cómo era eso diferente a la manera en que los humanos trataban a su familia?

Cada vez que llegaba personal nuevo siempre susurraban los mismos rumores:

Las Dimitrescu secuestraban a las mujeres para esclavizarlas, experimentar con ellas y consumir su sangre.

Las Dimitrescu devoraban a todo hombre que tuviera el infortunio de entrar a su territorio.

La mayor tenía el corazón helado incapaz de sentir algo por nadie.

La de en medio era una bestia bruta cuyo único placer era causar dolor y miseria.

La menor tenia el cerebro dañado viviendo en fantasías que cuando eran rotas sangre manchaba el piso.

Eso era lo que la gente del pueblo decía.

No iba a negar que en los primeros años no tenían control alguno sobre la sed de sangre que tenían y entraban en frenesí al menor momento. Pero madre las mantuvo atrapadas en el castillo y les enseño a controlarse, no había servidumbre y el castillo estuvo años en descuido. El día en que entraron en razón y se dieron cuenta de lo que estaban comiendo se negaron a comer hasta que el hambre las envió de vuelta a un frenesí, para sobrevivir y mantener el control necesitaban como mínimo sangre humana no había otra opción.

Con los años se acostumbraron, la sangre y la violencia formaba parte de ellas, era su naturaleza negarlo sería negarse a sí mismas. Bela podía ser a veces apática, Cassandra disfrutaba castigando a las sirvientas y Daniela a veces perdía la noción de la realidad. Sin embargo, las cosas no eran como los rumores, algo que pocas sirvientas comprendían:

Casi nunca había secuestros, las mujeres eran las buscaban trabajar y lo hacían bajo un contrato con todo lo que debían hacer, así como las acomodaciones que necesitaran. Los castigos y muertes solo eran cuando incumplían con lo acordado, lo cual mientras era común no asesinaban sin pensar a todo el personal que ingresaba al castillo; algunas incluso preferían vivir en el castillo por el resto de sus vidas y al final ofrecían su carne como alimento.

Los hombres que entraban al territorio intentaban matarlas o aprovecharse de las sirvientas, actuando de manera grosera y asquerosa.

Bela era callada mas no cruel y cualquier problema era escuchado con atención y solucionado adecuadamente.

Cassandra se la pasaba peleando para proteger a los habitantes del castillo. Muchas sirvientas morían en sus manos, pero otras eran salvadas por las mismas de ser asesinadas por los animales salvajes o sometidas a perversiones por intrusos.

Daniela solía consolar a las sirvientas y trataba de amenizar su estadía, sus ataques no eran violentos y en realidad eran dolorosos de presenciar.

A pesar de eso la gran mayoría se negaba a ver a través de sus prejuicios pues el simple hecho de no ser humanas era suficiente para odiarles y romper con las reglas lo que las llevaba a conocer la afamada crueldad de las Dimitrescu.

Bela detestaba que crearan una falsa verdad basada en solo rumores y prejuicios sin siquiera tratar de ver el otro lado de la moneda.

Y eso fue lo que hizo contigo.

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Al sentir el aroma de culpa aumentar Alcina se acercó a su hija y se arrodillo frente a ella limpiando con delicadeza las lágrimas que por la mirada sorprendida su niña ni siquiera sabía había derramado.

Bela respiro profundo inclinándose mas a la mano que le acariciaba, se mantuvo unos segundos antes de componerse y alejarse.

“¿Qué procede madre?”

Alcina suspiro, pero sabia que su hija no dejaría de sentirse culpable hasta solucionar este desastre.

“Sacare al alfa del calabozo y la llevare a su habitación; tu busca a Greta y dile que me traiga un botiquín, luego ve con Daniela a buscar a Lucia, diviértanse con ella”

“¿Y Cassandra?”

“Sigue castigada nada de ir al calabozo por al menos otros cuatro meses, pero puedes pedirle consejo sobre como proseguir con Lucia”

La rubia rodo los ojos sonriendo. “Hablara por horas”

Alcina sonrió. “Por supuesto que lo hará”

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“Vamos estírate más ¿Qué no tienes hambre?”

Estaba demasiado lejos, lo único que conseguirías era abrir tus heridas. Tenías que aceptar que hoy no ibas a comer.

Pasos hacían eco por las paredes y un aroma a rosas llego hasta a ti sabias bien quien venia.

La sirvienta igual, por un momento pensaste que te acercaría la bandeja, pero en su lugar la tiro la suelo.

“¡Lady Dimitrescu que bueno que llego!” Lagrimas falsa rodaban por sus mejillas mientras te señalaba. “¡Esta bestia me ataco provocando que tirara la bandeja de comida que tan dadivosamente le traje, es un peligro!” Suspiraste al oler la ira de la señora, no intentaste defenderte después de todo era tu palabra contra la suya y lady Dimitrescu no estaría de tu lado.

SLASH

“¡AHH!”

Un corte adornaba el rostro de la sirvienta quien trata de contener la sangre entre sollozos.

“Fuera de mi vista y agradece que no te corte la lengua rata mentirosa”

La mujer salió corriendo y la matriarca te miro, el olor a rosas era más fuerte y debajo de ello había una emoción que no podías identificar.

Sin decir nada abrió la puerta de tu celda.

“Sal”

Trataste de pararte, pero un mareo provoco que tambalearas y cayeras.

Escuchaste a la mujer suspirar “Eres un problema”

Manos te levantaron de las axilas para luego colocar tu cabeza sobre un hombro de blanco la señora coloco su brazo bajo tus piernas te asombraba la facilidad con la que podía cargarte como una niña pequeña.

El aroma era mas fuerte y aun no sabias que emoción era la que contenía.

Pero el cansancio que sentías era demasiado y el aroma de rosas era relajante.

Dormiste todo el camino con tu rostro oculto en el cuello de la matriarca y un ronroneo en tu pecho.

#resident evil village #cassandra dimitrescu #my work

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neswina · 2 months ago

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Confesión

Promt: 27.- "let me remind you" – "Permíteme recordarte”

Fandom: The On1y one (mou mou)

Ship: Sheng Wang / Jian Tian

Audiencia: G

TW: none

Otra vez estaban en clase, el día libre duró un suspiro y no pudieron pasar apenas tiempo a solas. Gao y Shi Yu decidieron que era mejor quedarse en la habitación y repasar, no querían perder sus respectivos puestos en sus clases.

―Recordad que queda poco para los exámenes, no bajéis los brazos. ―He Jin hablaba con calma―. Habéis hecho un buen trabajo hasta ahora, habéis mejorado en mis asignaturas y eso es digno de alabar. ―¡Un aplauso para nosotros! ―Gao aplaudió fuerte y animó al resto de la clase a hacerlo y le siguieron de mil amores. ―Tampoco es para tanto, todavía lo podéis hacer mejor y destacar por encima del resto. Espero mucho de vosotros. ―Así nos gusta, sin presiones. ―Gao le enseñó los dos pulgares hacia arriba. ―Venga, abrid el libro por la página 67…

La clase comenzó como siempre, puntual y los chicos entraron en modo concentración: se hizo el silencio en la clase y solo se oía la explicación de su profesor de matemáticas.

―Bien, ahora quiero que hagáis los ejercicios, no dudéis en llamarme si no sabéis resolver algo u os encalláis.

He Jin se quedó en su estrado mirando algunos papeles, mientras los chavales hacían su tarea.

―Oye, Wang, ¿sabes hacer el ejercicio tres? ―Gao se giró preocupado, hacia el pupitre de su amigo y se lo encontró mirando a Tian embobado. ―¿Wang? ―¿Si? ¿Qué quieres? ―El ejercicio tres, que si sabes hacerlo. ―Espera que mire. ―Wang hizo el ejercicio en dos segundos―. Sí, se hacerlo. ―Muy bien… ¿Me lo puedes explicar? ―Oye, Gao ―Tian habló desde su pupitre―, para eso está el profesor. Deja que Wang haga sus deberes. ―No me cuesta nada echarle una mano. ―Wang se sentó de lado, apoyando su espalda en la pared, para poder hablar con los dos sin estar girándose todo el rato―. No es algo difícil. ―Ya, pero no siempre vas a estar para ayudarle, tiene que pedir ayuda al profesor. Que por cierto viene hacia aquí.

Los tres volvieron a ponerse a sus deberes ipso facto.

―¿Qué pasa aquí? ―He Jin se puso al lado del pupitre de Gao. ―Nada profesor, solo le pedía ayuda a Sheng Wang, con un ejercicio. ―Gao lo miró con carita de perrito necesitado. ―No hace falta que hagas eso, ya os he dicho que me preguntéis a mí si tenéis una duda precisamente para que podáis hacer los ejercicios tranquilos. A ver, cuéntame que dudas tienes.

Llegó la hora del descanso y como siempre, Tian y Wang se fueron a comer a casa del Señor Ding.

―Se me está haciendo largo el día. ―Wang, hoy tenemos que estudiar para el examen. Nos toca otra noche en vela. ―No sé cómo sobrevivimos. ―Wang exhibió una sonrisa cansada. ―Porque no nos queda otra. ―Tian alargó la mano y la entrelazó con la de Wang. ―Nos van a ver. ―el chico miró a un lado y a otro. ―Tranquilo, con la excusa de que somos “hermanos” a la gente le da igual si vamos cogidos de la mano o abrazados. Me va a empezar a gustar… ―No tentemos a la suerte. ―Wang quito la mano despacio, no sin antes apretársela cariñosamente―. Pero me gustaría mucho seguir cogidos de la mano. ―Y a mí. ―¡Hombre, muchachos! ―el abuelo Ding, salió a su encuentro ya que los muchachos estaban a escasos metros de la casa―. Pensaba que ya no veníais. Venga, pasad, pasad, que se enfría la comida.

Después de comer, la tarde pasó entre más lecciones y simulacros de exámenes, todos en la clase A estaban agotados.

―¿Vamos dónde Benny y Zao Xi? Necesito desconectar urgentemente. ―Gao los miraba con ojos suplicantes. ―Creo que nos vendría bien un poco de descanso de verdad, alejarnos un poco de los libros, Wang, venga veniros ―Pepper se puso al lado del chico. ―Estaría bien, pero… ―Por un día no pasa nada, venga vamos. ―Tian habló y se puso en marcha. ―Este es un día para enmarcar, no hemos tenido que suplicar a Tian… Vamos, que no cambie de opinión.

El hijo del director Xu encabezó la marcha, seguidos de Tian, Wang y Gao. Las dos chicas del grupo se quedaron rezagadas a propósito.

―Pepper, yo creo que hoy te tienes que lanzar. Si te gusta Wang deberías decírselo. ―Pero Li Yu… Me da vergüenza, además tengo la sensación de que solo es amable conmigo, no le gusto. ―Pero si no se lo dices, no lo vas a saber nunca. ―¿Y si dejamos de ser amigos? ―Es Wang, eso no va a pasar. Venga, mujer, hoy es el día adecuado.

Pepper fue sopesando durante todo el camino si debía confesarse al chico o no, cuando Gao llegó a su lado.

―Venga, no te quedes atrás, vamos. ―Gao la cogió por la muñeca y corrió hacia el grupo de cabeza, mientras Li Yu corría detrás de ellos.

Una vez en el bar, Tian y Wang hablaban animadamente ente ellos cuando Pepper se acercó nerviosa.

―Wang, ¿puedo hablar un momento contigo? ―Si, claro, dime. ―A solas. ―Iré a por algo de beber. ¿Quieres más té? ―Tian se levantó de la mesa y dejó sitio a Pepper. ―Sí, gracias. ―Wang le sonrió y le lanzó una mirada que decía “no sé qué está pasando”.

Tian se alejó y se sentó en una mesa lejana, pero desde donde podía observar toda la escena perfectamente. Les dejaría un rato a solas y si veía que Wang estaba incómodo entraría con las bebidas y lo sacaría de ahí. Gao se sentó a su lado, parecía preocupado.

―Tían, qué pasa ahí. ―señaló la mensa donde estaban Wang y Pepper. ―No lo sé, pero Pepper ha pedido hablar a solas con él. ―Ay, no. ―el chico enterró la cara en sus manos―. Mi peor pesadilla se va a hacer realidad. Mi mejor amigo y la chica que me gusta van a ser novios. Genial. Nada, tendré que felicitarlos. ―No te precipites. ―Tian se incorporó en su asiento, intuía que Pepper sentía algo por Wang, pero no pensaba que fuese a declararse nunca―. No creo que sea recíproco. ―No había otra cosa de lo que estuviese más seguro en su vida.

―Qué pasa, Peper. ―Wang tenía los brazos encima de la mesa con las manos entrelazadas, esperando a que la chica hablase. ―Pues verás… Sabía que esto iba a ser difícil, pero no tanto. ―La chica cogió aire y lo expulsó lentamente―. Mira, te lo voy a decir ya, y así me lo quito de encima. Me gustas. ―Qué. ―El chico sintió una ola de conmoción y pánico porque no sabía como actuar. Sabía lo que tenía que decir, pero era su amiga y no quería hacerla daño. ―Pues eso, que me gustas… La verdad es que me gustas casi desde el primer día que te vi. ―Ah… ―Wang pensó que a él le pasó lo mismo, pero con Tian, a quien buscó con la mirada, pidiendo socorro y lo encontró mirándole, sonriéndole y diciéndole con los labios: di no. El mensaje le hizo gracia, reprimió una sonrisa y volvió a mirar a Pepper―. Entiendo. Pero Pepper, eres mi amiga… ―Vale, no sigas. No sé si quiero oír lo que vas a decir. ―Pero tengo que decirlo. Pepper, eres una buena amiga y te veo solamente como eso. Siento mucho que no sea correspondido, pero no quiero perder tu amistad. ―Wang, en el fondo lo sabía. Pero si no te lo preguntaba, tampoco lo podría confirmar. Esto del amor es un asco. ―Un poco sí, pero cuando encuentres a la persona indicada, ―El chico señaló con la cabeza a Gao―, todo irá bien y verás que el amor no da asco. ―Entonces, ¿no tengo ni una posibilidad? ―No, lo siento. ―El chico esbozó una sonrisa amable. ―Bueno, pues qué se le va a hacer. Y tranquilo, no voy a dejar de ser tu amiga, me importas mucho como para que eso ocurra. ―¿Todo bien? ―Tian se acercó con dos bebidas y las puso en la mesa. ―Todo está estupendamente. ―Pepper se levantó y se fue junto a Li Yu, para contarle su fallida declaración. ―Tian, ¿nos vamos a casa? ―Vámonos.

Los chicos se despidieron de sus amigos y se fueron a la residencia de estudiantes, al llegar a su habitación estaba Shi Yu, poniéndose colonia.

―¿Vas a ver a tu chica? ―Wang le dio una palmada en el hombro. ―Sí, y ya voy tarde. ―Mucho quejarte de que ya no estoy en el B y a la mínima que estoy en la habitación te vas a ver a tu novia, muy buen amigo no eres, ¿eh? ―Wang se sentó en la silla del escritorio de su amigo, de manera dramática. ―Cuando tengas novia lo entenderás.

Tian que estaba en su escritorio, preparando sus cosas para estudiar, esbozó una sonrisa al escuchar a Shi Yu.

―Os dejo, pareja, ¡me voy!

Shi Yu cerró la puerta tras de sí y Wang echó el pestillo, y se fue junto a Tian y lo abrazó.

―Necesito recargarme. ―Enterró la cabeza en el cuello de su chico. ―Toma toda mi energía. ―Tian besó la coronilla de Wang―. Pero cuéntame que quería Pepper. ―Se me declaró… ―Wang se separó un poco de Tian, sin dejar de abrazarlo, y lo miró―. Ahora que me doy cuenta. Tu no te has declarado. ―Tu tampoco. ―Tian se rio. ―Yo sí, en la calle a oscuras. ―Permíteme recordarte, que solo me besaste y me dijiste siento cosas… Eso no es declararse. ―Pensaba que el beso ya era una declaración en sí. ―No, demuestra que sientes cosas, pero no es una declaración. ―¿Y lo que hablamos en casa del abuelo Ding? ¿Qué? Eso fue una declaración. ―No, más bien fue un acuerdo tácito de como estábamos en ese momento. ―Que te dijera que eres mi hogar, te pareció poco. ―No, pero tampoco es una confesión al uso… ―el chico sonrió pícaro. ―Vamos, que quieres una declaración. ―Por favor. ―Tian, sonreía con suficiencia y animó a Wang, con un gesto de su cabeza, a que empezara a hablar. ―Hum… Y yo pensaba que la conversación donde hablábamos de ser familia era una declaración. ―Puede parecerlo, pero no lo es. No. En absoluto. ―Tian no perdía la sonrisa. ―Tus hoyuelos no me dejan concentrarme. ―Wang lo miraba fascinado. ―Pues deja de mirarlos y declárate de una vez. ―¡Un momento! El que te tienes que declarar eres tú… ―El chico se rio con indignación. ―No, tu empezaste esto, tú te declaras primero. ―Siempre tienes que ganar. ―Sí. Venga, que estoy esperando y en cualquier momento llegará Gao y hoy nos va a tocar soportarlo triste. ―Es verdad, voy. ―Wang carraspeo, se tragó una risita nerviosa y empezó a hablar―. Tian, creo que me gustas desde el primer día que te vi, pero no lo sabía. La noche en que me dijiste que podíamos intentar ser más cercanos… Esa noche, supe que algo estaba cambiando en mí, pero seguía sin verlo. La primera noche que dormimos juntos, ahí tuve que sospechar que me pasaba algo. Pero no. Seguía ciego. Pero todo cambió la primera vez que entró el ladron, esa noche solo quería dormir seguro a tu lado y las siguientes… Fueron un caos en mi mente, porque quería besarte, tocarte y era una tortura porque no podía porque éramos “hermanos”. Lo sé, no lo somos, pero para el resto sí. Quererte me estaba volviendo loco y fue cuando me alejé. Pero fui un necio, me gustas demasiado como para olvidarte. ―Además del hecho de que vivimos juntos, había fallos en tu plan. ―A ver, por lo menos no estaríamos todo el día juntos y solo nos veríamos en la habitación y cuando nos juntásemos con la pandilla. ―Lo dicho, un plan sin fisuras. ―Tian se rio y le dio un beso en la mejilla. ―Pues eso, que me gustas Jiang Tian. ¿Y tú, qué? ―Yo te quise desde el primer día que te vi tropezar en las escaleras de la entrada al colegio. ―¿Me viste? ―Si, fue muy tierno. Estabas muy guapo todo avergonzado.

Wang intentó deshacerse del abrazo, pero Tian no se lo permitió.

―Déjame, me viste tropezar. ―Como si no te hubiera visto caerte más veces, y cada vez que lo hacías más me gustabas. Porque eres guapo, listo, no te rindes y tienes los ojos más bonitos que he visto en mi vida.

Wang paró de forcejear y se quedó extasiado al oír a su chico y le besó en los labios. Fue un beso lento y apasionado.

―Quiero más de esto. ―Tian enterró la cara en el cuello de Wang a sabiendas de que no podrían repetir. ―Hoy te tendrás que conformar con esto. ―Le dio un beso en el cuello―. Entonces, ¿ahora somos novios de manera oficial? ―Eso parece. ―Genial.

En ese momento el pomo de la puerta empezó a moverse, se dieron un beso rápido y volvieron a su pose de estudiantes perfectos, cada uno en su escritorio.

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