#navart
Explore tagged Tumblr posts
Text
scribbles and scrambles
156 notes
·
View notes
Text
My Hero Aca might be over, but I'll never froget Froppy!
15 notes
·
View notes
Text
"Mexican" not El Chapo
1 note
·
View note
Text
Vista A plena luz: el caso Narvarte. Documental sobre los asesinatos ocurridos en una casa debido a chanchullos y corrupcion mexicana. Todo bastante turbio una vez mas. La reconstruccion de los hechos con los disfraces de los muñecos de trapo :o :o.
A plena luz: El caso Narvarte
A plena luz: El caso Narvarte
View On WordPress
1 note
·
View note
Photo
A P-Cee pic for my Xenoblade Chronicles X stream overlay since I’m using her as my player chara in the playthrough
49 notes
·
View notes
Photo
Vista de la fachada de Eje Central Lázaro Cárdenas con murales por Juan O'Gorman y esculturas de Francisco Zúñiga, Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, Centro SCOP, av. Xola y av. Unversidad, Narvarte, Benito Juárez, Ciudad de México 1954
Arqs. Carlos Lazo, Raúl Cacho y Augusto Pérez Palacio
View of the facade from Eje Central Lazaro Cardenas with murals by Juan O'Gorman and sculptures by Francisco Zúniga , Secretariat of Communications and Public Works, Centro SCOP, Av. Xola and Av. Unversidad, Narvarte, Benito Juarez, Mexico City 1954
#carlos lazo#raúl cacho#augusto pérez palacio#juan o'gorman#francisco zúñiga#navarte#benito juárez#mexico city#modernism#modern architecture#arquitectura moderna#archivo diseño y arquitectura#pablo lópez luz
230 notes
·
View notes
Text
extra special fact: Vetal’s cig is actually a candy cigarette, he likes sucking on them, and he hates smoking with a passion. The smell messes up his nose, and sticks to everything.
8 notes
·
View notes
Photo
Felix Candela’s Parroquia Medalla MIlagrosa Navarte
276 notes
·
View notes
Photo
Medalla de la Virgen Milagrosa Church, Navarte, Ciudad de Mexico, Felix Candela, 1955
64 notes
·
View notes
Photo
Live in the Sunshine 🌞☀️🏝 Kevin Navarte @kevinnarvarte #hotmenphilippines #hottestmeninthephilippines #hotmenphilippinesmarch2021 Follow @hotmenphils2.0 https://www.instagram.com/p/CNBX3IsHBvf/?igshid=1gah9fbi1io5g
0 notes
Text
De aparadores y amores
No lo soporto. Recorrer una y otra vez los pasillos con pisos abrillantados, rodeados de un aparador tras otro, con cúmulos interminables de gente que se cruza en mi camino. Entrar en una tienda, mirar de un lado a otro, sin comprar algo que realmente desee, comer en los mismos restaurantes, ¿qué prefieres pizza, hamburguesa, alitas o tal vez sushi? ¿vamos por un café? Siempre es lo mismo. Además son carísimos y a mí ni me gusta el café.
Desde que mi papá se fue de la casa, le he agarrado cierta repulsión a las plazas comerciales. Claro que cuando era pequeña lo disfrutaba muchísimo. Cada ocho días, sin falta, me llevaban a comer, al cine, por un helado y en ocasiones especiales, regresaba a mi casa con una o hasta dos Barbies nuevas.
Poco a poco la rutina comenzó a cansarme, la sorpresa del fin de semana radicaba en el hecho de no saber a qué plaza íbamos a ir. Sería tal vez Perisur, Plaza Universidad, Santa Fe o Satélite. Hasta eso que mi papá le iba variando.
Es muy cagado. Tengo tantas memorias padre e hija dentro de un mall, que yo creo que no es normal. Con decirte que fue en Galerias Plaza de las Estrellas donde conviví con mis hermanos por primera vez. ¡Qué plaza tan más pinche del lado feo de Reforma y esas cosas! Nunca he sido muy buena para ubicarme.
Así como lo oyes, yo me enteré que tenía dos hermanos mayores hasta que cumplí seis años. Fue algo como
—Hay alguien que quiere desearte feliz cumpleaños.— me dijo mi papá, sosteniendo la bocina del teléfono.
Cuando contesté sonó una voz de anciana, era mi abuela, hasta entonces también desconocida. No recuerdo qué fue lo que me dijo, ella siempre tan indiferente y distante.
Sólo tengo grabado un
—Te paso a tus hermanos.— tan seco como su cara.
Hablamos como dos segundos, ¿qué esperaba mi papá?, “Hey, hermanos, grax por la felicitación. Los amo, nunca cambien.” Claro que no. Yo era la ex hija única más confundida del mundo, con mi vestido verde de flores, dos coletas en la cabeza, adornadas por unos preciosos moños blancos y una inmensa cara de “what the fuck?”.
** “Qué le sople, qué le sople” ***
Pocos días después fue la gran reunión. Mi papá fue por mí al kínder, uno de monjitas llamado María Isabel Dondé. ¿Dónde qué o qué? Siempre me sacó de onda el nombre. La verdad estaba en una zona bien feita por el metro Niños Héroes, o sea, la famosa Doctores, donde si la banda no te ubica, debes andar con cuidado.
Por suerte para mí, el barrio me respalda. Digamos que tengo familia de renombre, por los barrios bajos, pero de renombre. Mi bisabuela materna creció en esa colonia, así como mi abuelita y mi mamá. Yo crecí en la Navarte, cerca de ahí, pero en un mundo completamente distinto. Es muy fácil darte cuenta, en cuanto cruzas el Viaducto es realmente significativo, de un lado ves perros callejeros por todos lados y del otro hay perros que usan sudaderas y hasta botitas para la lluvia.
Como era día del niño, yo iba más que soñada con la ropa de calle. Recuerdo que no me bastaban unos jeans y una playerita de Las pistas de Blue o algo por el estilo. Yo le echaba ganitas, pantalón negro de pana, una playera con escote en la espalda, sandalias y hasta unos lentes oscuros, de esos que te daban en las bolsitas de dulces.
Mi papá iba emocionadísimo en el coche.
—Él se llama Ángel y el pequeño de ahí es Patricio—, me dijo mientras me mostraba una foto de unos niños sentados en la fuente de Los Coyotes, en Coyoacán.
Sólo el más alto sonreía genuinamente, el otro se veía como enojado. Llegamos a un conjunto habitacional en la San Rafael, otra zona medio feita, pero que tiene cerca el Ángel y esas calles bonitas.
La puerta se abrió, una señora salió de la mano de dos niños, mis hermanos pues. Su mirada se clavó con la mía y me dio un miedo terrible, casi lloro. Le susurró algo a Patricio, para que él volteara a verme con la misma cara de su madre. Los dos caminaron hacia la camioneta, yo me pasé al asiento justo detrás de mi papá. Era una Windstar blanca, por lo que mis hermanos se sentaron en la parte de hasta atrás.
—Saluden niños. Ella es Katya, su hermana—, les dijo mi papá en cuanto se sentaron y él arrancó. ¿Casual, no?
Ángel se estiro para darme un fuerte abrazo y me regaló una sonrisa que me tranquilizó un poco. No es mi culpa que desde entonces sea mi hermano favorito. Actualmente hasta está casado y es el marido más cariñoso del mundo, es de esas parejas que te hacen creer en el amor. Mientras tanto, Patricio ni siquiera volteó a verme.
Al llegar a la plaza, después del tráfico horrible que se genera en Marina Nacional, mi papá no cabía en su felicidad. Y nosotros tres ahí, con cara de ya me quiero ir. Sobre todo Patricio y yo. Él porque me consideraba la causa del fracaso de su familia feliz y yo porque en esos momentos hubiera preferido ir a la fiesta de cumpleaños de mi amiga Miyuki en el parque de los venados.
Todos los del salón iban a ir, o sea, los cool kids. Es cagado porque yo de chiquita era de esas niñas mamonas, de las bonitas y populares. ¡En el kínder! Yo creo que fue por culpa de tantas telenovelas infantiles que veía en el canal dos. Por alguna razón me caían mejor las villanas, como Silvana o Simoneta.
—¿A dónde quieren ir a comer?—, nos dijo mi papá. Con esa misma voz de extrema felicidad, que seguía sin hacerme sentido.
Terminamos yendo a Mc Donald’s. Atascadísimo claro, porque era día del niño.
—Yo quiero la cajita feliz y un helado de vainilla—, dije.
Mi papá terminó pidiendo cajitas felices para todos, hasta para él. Aunque después se compró un hot dog y unos nachos al entrar al cine. Porque claro, no podía faltar una ida al cine, donde vimos Dinosaurio. Cada que la veo recuerdo esa extraña sensación y déjame decirte que no es nada bonita.
Para acabarla de amolar, mi papá pidió que nos tomaran una foto junto a la camioneta, en el estacionamiento, porque había olvidado la cámara en el coche. Y ahí salgo yo, abrazadota de mi papá, con una muequita de lado y con mis lentes chafitas de micas moradas y mariposas en el armazón.
Cuando pasé a quinto de primaria las salidas cada ocho días comenzaron a escasear. A veces nos veíamos cada quince días, cada tres semanas y luego una vez al mes, pero siempre tenía que ser en una plaza. Mientras más escaseaban los encuentros, más grandes iban siendo los regalos, cualquier juguete que quisiera, ropa, zapatos, etcétera.
Mi primer celular costó casi cinco meses sin vernos. Mis amigas ya tenían uno, para tomarse fotos en el espejo del baño de la escuela, jugar viborita y llenarlo con miles de temas e imágenes de perritos o de Zac Efron. Obviamente necesitaba uno en mi vida. Mi papá me llevó a una nueva plaza, de esas Outlets enormes hasta San Juan de no sé dónde. Te digo que no soy buena para ubicarme, pero es por Mundo E, ¿eso se sigue considerando ciudad?, creo que ya es provincia.
La plaza esta estaba enorme, con decirte que hasta te regalaban un mapa en la entrada. Íbamos los mismos cuatro, más mi mamá, quien junto a mi papá, intentó durante muchos años crear algo que era realmente imposible, la dichosa happy family. Los años le dieron a Patricio una barba increíble a sus apenas dieciséis años, pero con la misma actitud del asco. Y yo, once años, igualita, con cara de niña y sin chichis, sólo que más gorda.
Para ese entonces, Ángel y yo ya éramos los más amiguis, me contaba de las chicas con las que salía. Se las llevaba a lugares súper bonitos en La Roma y Condesa, era un alma fiestera como él solo y yo que moría de ganas por salir de antro con él. Mi hermano no era precisamente guapo, pero es el único que heredó los ojos verdes de mi papá, además que se metió en la política y tenía un pegue increíble.
Una vez me llevó a Colegio Militar, ése que está por la salida a Cuernavaca y yo me sentía en el video de La Incondicional de Luis Miguel. Ambos la pasábamos tan bien, que para mí, Patricio ya era y es, un cero a la izquierda. Después me invitó a conocer a su novia Polette, una chica lindísima que me daba tips de belleza, dietas y otras cosas que me salvaron en mi primer año de secundaria, el Colegio del Valle, en la Del Valle, obviamente. Ojalá se hubiera casado con ella.
La verdad es que la secundaria fue mi época de más pocker face, tuve que crecer de chingadazo, porque por mucho que moría por salir de antro como Ángel, las Barbies seguían siendo mi debilidad. A esa edad ya nadie jugaba con muñecas, aunque Polette sí. En realidad sólo me ayudaba a vestirlas, a acomodar la Casa de los Sueños que me regaló Santa Claus, o sea, mi papá y a veces hasta les hacíamos pequeñas sesiones de fotos en el jardín de su casa.
Polette vivía en una casa increíble en Jardines del Pedregal, uno de mis lugares favoritos de la ciudad. Era como una mega cabaña, con detalles en madera por todos lados, algo entre rústico y moderno. Su papá era general del Estado Mayor Presidencial y su mamá se dedicaba a viajar por Europa cada que podía, era muy raro encontrarla en casa, con excepción de la época navideña, donde pasaba semanas planeando la inmensa decoración. Cada año era algo distinto e increíblemente hermoso, lleno de luces y de esos muñecos inflables que venden en Costco.
Fue ahí donde me enamoré por primera vez. Con casi trece años, castigándome sin comer para bajar de peso, aún sin chichis y con un gusto musical cien por ciento Disney Channel, llegó Carlos Garduño. Ángel, Polette y yo estábamos en la mesa de la cocina, cuando Oscar, hermano de Polette, –quien por cierto era la persona más burlona del mundo y mi mejor amigo–, entró junto a el chico más guapo que hubiera visto jamás.
—¿Qué onda?—, nos saludó Oscar. Polette se paró de un saltó y corrió para abrazar a Carlos. —Carlitos, mira lo enorme que ya estás—, dijo Polette, en un tono extremadamente de tía. —Ángel, él es Carlitos, el hijo de Felipe–, añadió.
—¿Qué tal?—, lo saludó Ángel estrechando su mano.
—Y ella es Kit Kat, mi querida cuñis—, dijo Pol, mientras me abrazaba por la espalda. Carlos me miró y me sonrió. —Hola—. —Hola—, le contesté con voz tímida. Mis mejillas ardían y yo podía sentir como el color rojo me devoraba por la pena.
Obviamente Oscar se burló de mí hasta el cansancio, pero cuando Carlos y yo cruzábamos miradas, algo dentro de mí se encendía, era un sensación increíble que nunca antes había experimentado. No podía cansarme de observar el hermoso verde de sus ojos, justo como el que tanto anhelaba haber heredado de mi papá, por el cual comía todas mis verduras cuando era chiquita. Sólo porque mi mamá inventó que éstas eran capaces de conceder deseos a quien las comía.
Sus cejas, me transportaban a la profundidad de un bosque y por ende a ese peculiar olor a tierra mojada que tanto amo. Tenía una sonrisa perfecta y sus labios parecían tan suaves y rosas, que me daban unas ganas horribles de besarlos. La primera vez que lo hice fue en un cine, tan cliché.
Nuevamente las plazas comerciales siendo parte de mis momentos más importantes. Esa vez estábamos en Reforma 222, un lugar increíble con enormes cristales y todo un nuevo concepto en cuanto a malls. Actualmente es simplemente equis, sin embargo el cine era algo especial, con butacas rojas de piel y donde la sala era prácticamente nuestra. Carlos tomó mi mano, y yo toda mensa la quité por la sorpresa. Al darme cuenta, tomé su mano en seguida, lo cual le ocasionó una pequeña risa, ambos nos vimos por un momento y ¡pum! O sea, que nos besamos, ¿ok?
Salimos aproximadamente siete meses, aún conservo un álbum en Facebook, con toneladas de fotos nuestras editadas a lo Picnic, donde le juraba mi amor eterno. Íbamos a Six Flags, Starbucks, al cine, a la comida rápida o simplemente a dar la vuelta… ¿a dónde más? pues a las plazas. Por suerte no me cortó en una, fue peor. Carlos es un patán de ojos bonitos, que se besó con mi mejor amiga Less, en mi propia fiesta de quince años. Más dramático, imposible.
Pero yo también he roto corazones. Fue en Parque Delta donde bateé a un chavito que estaba loquito por mí. Loquito en serio, trabajaba en un módulo de Virgin Mobile, por donde yo vivo y cuando apenas si lo conocía (tres días), me llegó con flores y un oso de peluche a la puerta de mi casa. Obviamente no le abrí y al día siguiente decidí ir a su trabajo para devolverle las cosas y me dejara en paz de una vez. El pobre no se lo esperaba y me armó toda una escenita de no me dejes y toda la gente viéndome con cara de “eres una mal nacida”. Me sentí horrible y tuve que dejar de ir a Delta por un buen rato.
Actualmente prefiero ir a cualquier lugar menos a una plaza. ¿Para comer? Pues Rappi o un restaurante individual, como los que están en Insurgentes. Incluso amo comprar en línea, ropa, maquillaje, cualquier cosa, los servicios de envío a domicilio son el mejor invento del mundo.
Así que a ti, te puedo aconsejar, ¡no vayas a plazas! Si tienes hijos no pases sus fines de semana en esos horribles lugares. Sal a un parque, conoce lugares escondidos de la ciudad o los típicos puntos turísticos. Date una vuelta por Madero… aunque ahora que lo pienso, Madero ya se ha convertido en un tipo de centro comercial pero al aire libre, lleno de ópticas y bares baratos. Mejor sal de la ciudad, los mall son lo peor y nos están invadiendo cada vez más. Si no me crees, date una vuelta por todo Periférico y dime cuántos cuentas.
2 notes
·
View notes
Text
siffrin says
73 notes
·
View notes
Photo
Commission of Krohnen and Angel at a convention for @voiceofthecity (with a El Fuerte as an extra)!
#King of fighters#krohnen#krohnen mcdougall#angel (kof)#el fuerte#street fighter#kof#kofxv#commission art#inspector navart
69 notes
·
View notes
Text
hey mexican whagwan ya bigface ..wtva mexican you're not the badman of Ixtapaluca lil guy ... you're the madman of Navarte Poniente ....she's nuts and tryna be clever right now...mexican don't be turning your green light (go) out as soon as i call your name the only reason your green light is 'on' is to see if i am going to call your name...foo . and i don't even blame you lil bro..
0 notes
Text
Hey it's a bingo!
So they showed Ryo on the King of Fighters stage in Smash Bros, and so I wondered who would probably cameo along with him!
This is a mix of people I think are a shoo in, people I'd want in it and some oddballs.
If you'd like to make one yourself (whether or not you put silly faces is up to you), here's the template:
25 notes
·
View notes
Photo
Edificio de apartamentos, av. Cuauhtémoc 643, Narvarte Poniente, Benito Juárez, Ciudad de México 1949 (destruido)
Arq. Santiago Greenham
Apartment building, av. Cuauhtemoc 643, Navarte Poniente, Benito Juarez, Mexico City 1949 (destroyed)
#santiago greenham#narvarte poniente#benito juárez#mexico city#modernism#modern architecture#arquitectura moderna
55 notes
·
View notes