#movimientos fascistas
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sefaradweb · 4 months ago
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German Nazism and the Origins of Argentine Anti-Semitism
🇦🇷 El antisemitismo organizado en Argentina no era desconocido antes de 1930, y ya había jugado un papel importante durante eventos como la "Semana Trágica" de 1919. Sin embargo, con la llegada del nazismo en la década de 1930, se intensificó el antisemitismo influenciado por la propaganda nazi y la llegada de miles de refugiados judíos europeos. Entre 1933 y 1945, Argentina recibió entre 35,000 y 45,000 refugiados judíos, lo que representó un aumento considerable en la población judía del país. La inmigración judía contribuyó al desarrollo comercial y cultural de Buenos Aires, aunque también provocó reacciones negativas en ciertos sectores de la sociedad, especialmente en el contexto de los movimientos fascistas locales. Durante las décadas de 1930 y 1940, el fascismo argentino se inspiró en los movimientos europeos y promovió una visión excluyente y antipopulista de la argentinidad, que, aunque no llegó a los extremos del nazismo, sentó las bases de un antisemitismo estructural y violento que se perpetuaría en las décadas siguientes, incluyendo la Guerra Sucia de los 70.
🇺🇸 Organized anti-Semitism in Argentina existed well before 1930, notably playing a significant role in events like the "Semana Trágica" of 1919. However, with the rise of Nazism in the 1930s, anti-Semitism intensified, influenced by Nazi propaganda and the arrival of thousands of Jewish refugees from Europe. Between 1933 and 1945, Argentina received between 35,000 and 45,000 Jewish refugees, leading to a significant increase in the Jewish population. Jewish immigration contributed to Buenos Aires' commercial and cultural development, although it also sparked negative reactions from certain societal sectors, particularly within local fascist movements. Argentine fascism, inspired by European movements during the 1930s and 1940s, promoted an exclusionary, anti-populist view of "argentinidad" that, while not reaching Nazi extremes, laid the groundwork for structural and violent anti-Semitism. This would later be reflected in events such as the Dirty War in the 1970s.
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novedadesmadrid · 2 years ago
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Arrestos mientras España exhuma al fundador del movimiento fascista
Para recibir alertas de noticias gratuitas en tiempo real directamente en su bandeja de entrada, regístrese para recibir nuestros correos electrónicos de noticias Regístrese para recibir nuestros correos electrónicos de noticias gratuitos Ha habido varios arrestos después de que la policía se enfrentara con los partidarios de José Antonio Primo de Rivera, fundador del movimiento fascista Falange…
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carabanchelnet · 2 days ago
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📌Un movimiento unitario de las estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid expulsa al fascista Espinosa de los Monteros 📌FCC busca 30 personas para trabajar en la limpieza viaria | Incorporación inmediata | Fines de semana libres 📌El riesgo de pobreza en Madrid aumenta un 10% en un año mientras desciende en el resto del Estado 📌Paralizadas la obras en el Parque de los Olivos de Móstoles 📌… Y MÁS …. https://carabanchel.net
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jgmail · 3 months ago
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La extrema derecha como promesa de unidad
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Por Aide-m��moire
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
La revista belga Aide-mémoire dedica un reportaje especial a la extrema derecha en su número 104, otoño de 2024. Incluye una entrevista de Gaëlle Henrard a Nicolas Lebourg, titulada «La extrema derecha y el sabor tranquilizador de la unidad» reproducida a continuación.
Gaëlle Henrard: En primer lugar, contextualicémonos. Usted señala a menudo que el término «extrema derecha» se remonta muy atrás, al siglo XIX. Entonces, ¿de qué hablamos cuando hablamos de «extrema derecha»?
Nicolas Lebourg: El texto más antiguo que conozco data de principios de la década de 1820. En él se define al ultraderechista como alguien que está enfadado porque piensa que las instituciones y las élites conducen al caos y por eso quiere arrasar con todo para restablecer el orden. Este enfoque antropológico y reaccionario no deja de ser interesante a la hora de definir el sustrato de la extrema derecha a lo largo de dos siglos, podemos decir que esta etiqueta se refiere a grupos que se presentan como élites alternativas para regenerar la sociedad de forma organicista, vinculando esto a una revisión de las relaciones internacionales. Si nos fijamos en cualquier movimiento de extrema derecha de los últimos dos siglos encontramos que es compatible con su definición. Merece la pena señalar la existencia de un subcampo: la «extrema derecha radical», que surgió al final de la Primera Guerra Mundial. Esta tendencia no cree que basta con cambiar las instituciones: necesita dar nacimiento a un hombre nuevo, libre del liberalismo del siglo XIX e incluso de la modernidad tal y como se construyó a partir del Renacimiento, una opción propugnada por el filósofo italiano Julius Evola, que sigue siendo un guía fundamental para los grupos más ultraderechistas de todo el mundo. En la extrema derecha radical están los fascistas italianos, los nazis, pero también los solidaristas rusos, los nacional-bolcheviques alemanes o el teórico ruso del neo-eurasismo Alexandre Douguine a quien los servicios ucranianos intentaron asesinar en 2022.
Además de ser un especialista en la extrema derecha, también lo es en el radicalismo. ¿Podría definir o describir qué significa el radicalismo en el ámbito político?
Aquí también hay un gran debate. Isabelle Sommier, formidable especialista en la materia, insiste en el carácter relativo de la transgresión, señalando que cuando una manifestación agrícola causa estragos en una prefectura, nadie la considera «radical», mientras que acciones menos destructivas de la ultraizquierda serán calificadas como tales. Así que, para ella, la sociedad es quien determina qué es el radicalismo. Personalmente, prefiero partir del artículo 212-1 del código francés de seguridad interior. Procede de la ley de enero de 1936, que otorga al Estado el poder de prohibir un grupo. Me parece importante porque evita el escollo de «llamamos radicales a todos los que critican el sistema». Se trata de una norma democrática que se utiliza en el marco del Estado de Derecho. A partir de ahí, un radical es alguien que corresponde a una de las siete causas de disolución. Éstas corresponden bien al radicalismo de comportamiento (manifestaciones armadas, carácter paramilitar, terrorismo, etc.) o al radicalismo ideológico (apología de la Colaboración, etc.). En el caso de la extrema derecha, a menudo se recurre a la sexta razón: la incitación al odio.
En su opinión, el voto de la extrema derecha es ante todo un fenómeno sociológico y no ideológico. Sin embargo, a menudo escuchamos la explicación de una guerra de ideas librada (y ganada) por gente como la Nueva Derecha y Alain de Benoist para explicar el voto de la extrema derecha. ¿Qué hay de cierto en ello?
Creo que las dos cosas están entrelazadas porque la etnización de las cuestiones sociales es fundamental para votar a la extrema derecha. Si fuera sólo una cuestión de datos sociológicos, el votante podría elegir la izquierda, por ejemplo. Para votar a la extrema derecha hay que pensar que el riesgo de ser degradado socialmente va de la mano de la degradación de nuestra nación y que la sociedad multicultural y multiétnica tiene la culpa. Por otra parte, creo que analizar el ascenso de la extrema derecha a través del prisma de la Nueva Derecha es excesivo: los activistas de extrema derecha no empezaron a leer a Heidegger en la década de 1970 y, además, eso no habría cambiado su forma de votar. Esta visión fue impulsada por el politólogo Pierre-André Taguieff, porque le permitía otorgarse el estatus de filósofo, y luego por sus lectores de élite, porque también veían en ella el valor añadido de la diferenciación cultural, una posición muy apreciada en Francia porque permite concentrar capital social sin tener que hacer ningún trabajo de demostración empírica y ser así prescriptor para los políticos, una fantasía habitual de los intelectuales franceses. Si se miran las estadísticas sobre los cuadros de extrema derecha se ve que en la década de 1970 hubo un envejecimiento y un aburguesamiento de la extrema derecha y que sus motivaciones se alejaron de la violencia. Y si se miran los temas tratados obviamente no fue la cháchara teórica lo que sacó a la extrema derecha del estancamiento, sino el tema de la denuncia de la inmigración. La extrema derecha ha conquistado la hegemonía cultural, pero se lo debe más al sitio Fdesouche que a las revistas de la Nueva Derecha. Brenton Tarrant, el terrorista de Christchurch, escribió con razón: los memes compartidos en Internet tienen más efecto político que cualquier teoría.
¿Qué temas de extrema derecha atraen a los jóvenes? ¿Y hay diferencias entre chicos y chicas?
La brecha de género ha sido una de las más poderosas, pero en términos electorales es cosa del pasado. Entre los radicales de derechas, sigue habiendo una hegemonía masculina y es evidente que el masculinismo es un factor de polarización en la extrema derecha, también es claro hasta en la caricatura de los incels, los «solteros involuntarios» y la misoginia extrema. En ambos bandos, populistas o radicales, está claro que las mujeres son más reticentes al antisemitismo y más receptivas a la islamofobia.
¿Cómo describir el lado seductor, atractivo e incluso utópico de la extrema derecha? En otras palabras, ¿cuál es su «promesa», por utilizar la expresión del historiador Christian Ingrao sobre el nazismo?
El fascista Robert Brasillach definió su ideología como amistad a escala nacional. El revolucionario conservador Moeller van den Bruck explicaba que era el hecho de que toda la nación sintiera que vivía unida. Marine Le Pen sólo tiene la palabra unidad en los labios cuando describe su Francia. Ese es el núcleo de su ideología: una regeneración del «nosotros», haciéndolo sólido, compacto e intachable. Por eso cuestiona la visibilidad de las minorías étnicas, religiosas y sexuales: representan la división del cuerpo y, por lo tanto, su riesgo de muerte. La regeneración organicista, por el contrario, debería permitirnos vivir en un mundo unitario. Por eso fracasan las denuncias de la izquierda contra el racismo y la extrema derecha: se niegan a ver que se trata de una utopía deseable para quienes la abrazan.
Según el antropólogo Emmanuel Terray, «ser de derechas es tener miedo». ¿Qué significa esto para usted, y qué puede decir de ser de «extrema derecha»?
¿Sugiere esto que la derecha es irracional y la izquierda racional? Si es así, sólo sería una forma de decir «la izquierda tiene razón». No me parece justificado conceder puntos por mis opiniones. Pero si quiere profundizar en la idea, me hace pensar en ese maravilloso libro: La Peur en Occident (El miedo en Occidente) de Jean Delumeau. En él se expone cómo la sociedad de finales de la Edad Media se construyó en torno a este sentimiento, por ejemplo, con la fortificación de las ciudades cuando no había razones racionales, sino con la idea de que el mundo exterior era peligroso. En consecuencia, yo diría que la extrema derecha tiene más que ver con una visión obsesiva que con el miedo, es decir, con la idea de estar sitiados. Los aceleracionistas, un movimiento terrorista de ultraderecha que ha provocado derramamientos de sangre en Estados Unidos y Nueva Zelanda y donde varios de sus operativos han sido frustrados en Francia, tienen como biblia teórica un libro titulado Siege y se refieren a su visión del mundo como «cultura del asedio».
¿Cómo ve los próximos años, con la posibilidad de que haya cada vez más gobiernos de extrema derecha en Europa y otros lugares?
De hecho, creo que hay poco riesgo de volver al fascismo, se trata de un error. Pero se pueden aplastar las libertades, masacrar a los contemporáneos, en nombre de muchos otros principios. Por otra parte, me parece muy racional ver cómo se extienden los regímenes antiliberales. En otras palabras, los gobiernos están reduciendo el Estado de derecho, las garantías jurídicas, para garantizar una gobernanza autoritaria que reduce el pluralismo y los derechos fundamentales. Éric Zemmour no ha sido muy atacado por ello, aunque ha ido muy lejos, diciendo que si fuera elegido presidente no reconocería la autoridad del Consejo Constitucional, del Consejo de Estado, del Tribunal Europeo de Derechos Humanos... en resumen, que nada podría interponerse en su camino. Por supuesto, si Francia tomara este camino, dado su papel en el Consejo de Seguridad de la ONU y su despliegue en todo el mundo, existiría un alto riesgo de desestabilización de toda Europa. Observo que en los últimos años hemos visto al líder del partido conservador francés, Éric Ciotti, presentar diversas propuestas antiliberales, pidiendo que se despreciara el Estado de derecho en nombre de la lucha contra la inmigración y que al final del camino se vendió sin dificultad a la extrema derecha. Esto pone de relieve un proceso: cuestionar los fundamentos del liberalismo político es una puerta de entrada al antiliberalismo más asertivo y coherente, el de la extrema derecha.
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notasfilosoficas · 5 months ago
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“Los revolucionarios o son estúpidos o deshonestos; no se puede sacrificar la vida de toda una generación por una imaginaria felicidad futura”
Vasili Grossman
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Fue un escritor y periodista soviético judeoruso, nacido en Berdychiv Imperio ruso, en diciembre de 1905. Publicó varias decenas de relatos cortos y algunas novelas largas y, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial se convirtió en corresponsal de guerra para el ejercito rojo.
Nace en el seno de una familia burguesa cultivada de origen judío. Su padre era bundista, es decir, afiliado a un movimiento politico judío de corte socialista, e ingeniero químico de profesión.  Su madre era profesora de francés tras haberse formado en Francia.
A partir de 1927, su pasión por la ciencia decae y en su lugar lo ocupa su interés por la literatura. No obstante, en 1929, obtiene el titulo de ingeniero químico, contrayendo matrimonio en el mismo año.
En 1930, trabaja en una mina, pero tras una hambruna en la region de Ucrania, se instala en Moscú en donde trabaja en una fábrica de lápices. En 1932 se divorcia de su esposa y comienza a sufrir las consecuencias de las primeras purgas estalinistas.
En 1934, abandona definitivamente su empleo de ingeniero para dedicarse de lleno a la escritura, su primer libro titulado “La ciudad de Berdychiv” se publica en 1934, y muestra la vida de una familia judía pobre. Recibe el reconocimiento de Máximo Gorki, escritor y politico ruso, de Issak Bábel, escritor y periodista ruso que más tarde seria detenido, torturado y ejecutado durante la gran purga de Stalin, y de Mijail Bulgákov, escritor, dramaturgo y médico ruso.
En junio de 1941, cuando Alemania invade a la Unión Soviética, Grossman se alista como periodista para el diario “La estrella Roja”, el diario del Ejercito Rojo, y parte hacia el frente en agosto de 1941, en donde es testigo de la falta de preparación del ejército, escapando de la debacle surgida en la batalla de Kiev en dos ocasiones.
En 1942, es enviado a Stalingrado, en donde es testigo de meses terribles en el frente de batalla, y de donde tomaría experiencia y material para sus dos obras maestras tituladas “Por una causa justa” y ”Vida y destino”. 
Cuando el ejército rojo logra recuperarse del asedio aleman, Grossman recibe la orden de dejar Stalingrado y de ser remplazado, por lo que lo considera una tradición. Es enviado a Calmuquia, participando en 1943 en las batallas de Kursk y la batalla de Dniéper 
Durante el otoño de 1943, es reclutado para el comité Judío Anti-Fascista, y en Ucrania progresivamente liberada, Grossman descubre la amplitud de las masacres cometidas contra los judíos. 
En julio de 1944, Grossman es testigo de los campos de concentración de Majdanek y Treblinka, lo que lo convierte en la primera persona en describir los campos de exterminio nazis. Su relato “El infierno de Treblinka”, serviría de testimonio en los juicios de Nuremberg.
Después de la guerra en 1946, el regimen optó por dar un giro en materia de literatura y  en 1948, el comité Judío Anti-fascista es disuelto. El antisemitismo de estado sale a la superficie en 1949, y para Grossman ese suceso supone la demostración del paralelismo entre los regímenes nazi y soviético, que finalmente se tocan en el antisemitismo.
Aunque Grossman nunca llegó a ser arrestado por las autoridades soviéticas, sus dos obras maestras (Vida y destino y Todo Fluye) fueron censuradas durante el periodo de Nikita Jrushchov  como antisoviéticas. La KGB registró su departamento después de que completase “Vida y destino” en busca de manuscritos, notas, e incluso las cintas de máquinas de escribir. Cuando Grossman falleció, en 1964, “Vida y destino” permanecía inédita. 
“Vida y Destino” fue publicada en 1980 en Suiza, gracias a una pequeña red de disidentes soviéticos, pasando de contrabando microfilms con la obra fotografiada secretamente por el físico Andréi Sajárov, y finalmente, publicada oficialmente en la Unión Soviética en 1988 gracias a la política de Glasnost iniciada por Mijaíl Gorbachov. Es considerada como una de las cumbres literarias del siglo XX. “Todo Fluye”, fue también publicada en la Unión Soviética en 1989.
Fuente Wikipedia.
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profesor-javaloyes · 1 year ago
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En mi “molesta” opinión.-
La franquista izquierda y extrema izquierda española.-
“Cada vez resulta más difícil ser de izquierdas, sobre todo si uno no es de derechas” (Guy Bedos, actor francés)
No logro entender por qué no se le aplica con contundencia la “ley de memoria democrática” además del delito de odio, a las manifestaciones viscerales en contra de Israel, antisionistas y en esencia – que es en verdad lo que motiva lo anterior – profundamente antijudías de la extrema izquierda, la izquierda (perdón por la redundancia) y el progresismo posmoderno global.
Estos “antifascistas” no solo mantienen sino que amplían y superan el viejo discurso del general Franco y su longeva dictadura. Hasta en su último discurso público en la Plaza de Oriente poco antes de morir, el un anciano Franco mantuvo el antiguo mantra que señalaba al enemigo como “la conspiración judéomasónica mundial” que tiene como objetivo dominar al mundo.
Franco nunca reconoció al Estado de Israel, lo que sí hizo la Unión Soviética bajo el mando del camarada Stalin que votó a favor de la creación de dos estados, israelí y árabe. Ya en democracia, el presidente Adolfo Suárez - que provenía del aparato del régimen y había sido ministro-Secretario General del Movimiento, del de Franco no del la física se entiende por movimiento al cambio de posición que experimenta un cuerpo en el espacio en un determinado período de tiempo – recibió oficialmente entre sonrisas y abrazos a Yasser Arafat, líder de la organización terrorista Fatah, hoy Autoridad Palestina.
Pero es que durante los años de dictadura Franco siempre apeló a la "tradicional amistad hispano-árabe", no sé a qué tradición se refería si volvemos la mirada a la Reconquista que los expulsó de España, y se reunió en no pocas y amigables ocasiones con jeques, jefes de estado y reyes de países árabes.
Franco apoyó el ataque de la coalición árabe a Israel durante la “guerra de los seis días” liderada curiosamente por el prosoviético Rais de de Egipto, Abdel Nasser, al que recibió en Madrid como también a los reyes de Marruecos Mohamed V y Hassan II, los reyes Saud Ibn Abdel Aziz y Faisal de Arabia Saudí, o Sadam Hussein dictador de Irak entre otros.
Es el1 de enero de 1986 cuando se anunció oficialmente que el Gobierno español establecería relaciones diplomáticas con el Estado de Israel. ¿Gobernaba Franco?, ¿Aznar?, ¿Rajoy quizás?. No, el presidente era Felipe González, líder y secretario general del PSOE.
Desde el final de la guerra civil española hasta su muerte, Francisco Franco tuvo y mantuvo una escolta pintoresca y personal que le acompañaba en desfiles y todo tipo de actos. Se llamaba la “Guardia Mora”, así de claro, sin eufemismos de ningún tipo precisamente no porque la formaron daneses, suecos o noruegos.
¿Quién continúa hoy en día la política “fascista” de Franco?. No importa, con sus “cambios de opinión” constantes, el blanqueamiento de la banda ETA, la amnistía a los golpistas catalanes (¡ojo!, el Estado les pide perdón) y el revisionismo histórico permanente el gobierno y sus voceros afirmarán sin temblarles el pulso que en realidad aquellos soldados con capa y lanza y turbante, montados en caballo que acompañaban a Franco, eran en realidad la... “Guardia Judía”
"¡Sí se puede... con Franco al frente!" (genuino clamor antifascista en estos aciagos días)
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omg-lucio · 1 year ago
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1923. Movimiento fascista en San Marino. 
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cristo-salva · 1 year ago
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PEONES EN EL JUEGO
Peones en el juego Un agente de los servicios secretos británicos, Willian Guy Carr tachado por muchos de conspeiranoico y antimasonico publico en su libro Peones en el juego parte de la conrrespondencia mantenida entre 1870 y 1871 entre Albert Pike y Giuseppe Mazzini dos cualificados miembros de la cúpula masónica y satánica de los Iluminados. En ellas se diseñaron las tres grandes guerras mundiales. Albert Pike:fue un abogado estadounidense, militar, escritor y destacado activista francmasón, en 1859 fue electo Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de grado 33 para la Southern Jurisdiction o "jurisdicción meridional", una de las dos divisiones orgánicas del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en los EE.UU. que ejerció hasta su fallecimiento.En el siglo XIX, estableció el marco para realizar Un Orden Mundial. Basándose en una visión que tuvo, Albert Pike escribió un plan de sucesos que se desarrollarían el siglo XX, con aún más sucesos por venir. Es este plan que creemos que líderes ocultos están siguiendo hoy en día para tramar la Tercera Guerra Mundial.  Giuseppe Mazzini:apodado "el alma de Italia"fue un político, periodista y activista italiano que bregó por la unificación de Italia. Ayudó al proceso de formación y unificación de la Italia independiente moderna a partir de los numerosos Estados, muchos dominados por potencias extranjeras, que existieron hasta el siglo XIX. También contribuyó a definir el movimiento europeo en pro de una democracia popular en un Estado republicano.  La carta Así, en carta dirigida a Mazzini con fecha del 15 de agosto de 1871 —hace más de un siglo— Pike le comunica que la Primera Guerra Mundial se debía generar para permitir a los Iluminados derrocar el poder de los zares en Rusia, y transformar este país en la fortaleza del comunismo ateo. Las divergencias provocadas por los agentes de los Iluminados entre los imperios británico y alemán —y también la lucha entre el pangermanismo y el paneslavismo— se debían aprovechar para fomentar esta guerra. Una vez concluída, se debía edificar el comunismo y utilizarlo para destruir otros gobiernos y debilitar a las religiones. La Segunda Guerra Mundial debía fomentarse aprovechando las diferencias entre fascistas y sionistas políticos. La lucha debía iniciarse para destruir el nazismo e incrementar el sionismo político, con tal de permitir el establecimiento del Estado soberano de Israel en Palestina. Durante la Segunda Guerra Mundial se debía edificar una Internacional comunista lo suficientemente robusta como para equipararse a todo el conjunto cristiano. En este punto se la debía de contener y mantener, para el día en que se la necesitase para el cataclismo social final. El objetivo de estas dos guerras —diseñadas en el siglo pasado— se ha conseguido. Queda por ver la Tercera Guerra Mundial. La Tecera Guerra Mundial se debe de fomentar aprovechando las diferencias promovidas por los agentes de los Iluminados entre el sionismo político y los dirigentes del mundo musulmán. La guerra debe de orientarse de forma tal que el Islam y el sionismo político se destruyan mutuamente, mientras que otras naciones se verán obligadas a entrar en la lucha, hasta el punto de agotarse física, mental, espiritual y económicamente. Albert Pike escribió a Giuseppe Mazzini que al final de la Tercera Guerra Mundial, quienes pretenden la completa dominación mundial provocarán el mayor cataclismo social jamás conocido en el mundo. Las masas decepcionadas ante la nula respuesta de las autoridades politicas y religiosas,serian llevadas a tal nivel de desesperación que destruirán al mismo tiempo el cristianismo y los ateismos; ,sera la union de todas la religiones y creencias antes conocidas en el mundo.Los Iluminati presentarian al mundo a un lider capaz de devolver la paz y la normalidad al planeta(que seria el nuevo Jesucristo para los cristianos,pero tambien el mesias para los judios y el mahdi que aguardan los mulsumanes)y todo el proceso desembarcaria finalmente en el Nuevo Orden Mundial.
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Sin él no se puede comprender la historia del nacionalismo francés después de la IIª GUERRA MUNDIAL
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30 de julio. 
Aniversario de la muerte de Maurice Bardeche. Escritor, crítico de cine y literario, activista político, creador de la Revista Defense de l´Occident, organizador en la posguerra de los primeros movimientos neofascistas europeistas y cronista de los mismos.
Bardeche, fascista de preguerra que evitó la Colaboración durante el periodo de la ocupación alemana de Francia, se convirtió en Colaboracionista sólo cuando la Segunda Guerra Mundial acabó. Detenido por se fascista y por ser cuñado de Robert Brasillach, siempre arrastró la pena de saber que este se había entregado a la chusma gaullista, únicamente para salvarle la vida. El infame juicio a Brasillach y su posterior asesinato en el paredón, fueron los motivos que llevaron a alguien con vocación de profesor de literatura a ser entonces, y sólo entonces, autor de libros a favor del nacionalsocialismo, en contra de la depuración cuando esta estaba aún en marcha y, después, en el primer revisionista francés de la Shoah ...
La revista que fundó, Defense de l´Occident, duró una treintena de años y fue la primera en que publicaron, a veces con décadas de distancia, los últimos supervivientes de la catástrofe de 1945, como el miliciando y novelista François Brigneau, y los primeros neofascistas franceses de posguerra, como Duprat, Venner o Le Pen, pasando por todas las generaciones intermedias.
Defense de l´Occident, junto a Nation Europa, fue a la vez memoria de lo perdido y presagio de los volvería a renacer.
El nacionalismo francés no existiría, no al menos en su forma actual sin el trabajo casi en solitario de Bardeche.
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rosebudblog · 2 years ago
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EL CINE NAZI (I): DEL EXPRESIONISMO A HITLER
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EL LIBRO
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EL DOCUMENTAL
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MI PEQUEÑA APORTACION AL TEMA HACE MÁS DE 50 AÑOS (SIN COMPARACIÓN POSIBLE CON LOS DOS ANTERIORES)
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CALIGARI
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H. K. BRESLAUER
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LA CIUDAD SIN JUDIOS
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1933. LOS NUEVOS CINEASTAS ALEMANES
(En estos días se cumplen 90 años de la llegada de Hitler al poder en Alemania. En los próximos capítulos desgranaré la historia del cine nazi. Un cine vomitivo en la mayoría de los casos, pero no exento de calidad en algunas de sus películas.)
  Si en el principio fue Francia el lugar donde se inició la cinematografía y poco después en los Estados Unidos se desarrolló la gran industria del cine, hubo otros países que aportaron movimientos y creadores que forman parte ya de la gran historia del séptimo arte. Uno de esos países fue Alemania. En el país germánico, al final de la I Guerra Mundial se inició uno de los movimientos cinematográficos que iba a marcar una época no solo en el cine de ese país sino en el de todo el mundo y que ha venido influenciando a los grandes cineastas hasta la actualidad. Ese movimiento fue conocido como el Expresionismo Alemán y directores actuales como David Lynch o Martin Scorsese reconocen inspirarse en ese movimiento para realizar su cine.
Hasta la llegada al poder de los nazis en 1933, ese movimiento aportó al cine grandes autores y grandes películas. Sin entrar en un análisis exhaustivo sobre el expresionismo es necesario señalar directores como Murnau, Ruttmann, Leni, Lang, Von Stenberg o Lubitsch y películas como El gabinete del Dr. Caligari, M el vampiro del Dusseldorf, Amanecer, Los Nibelungos, El ángel azul, Berlín sinfonía de una ciudad, El testamento del Dr. Mabuse o Metrópolis.
 Sin duda fue Siegfried Kracauer en su texto de 1947 De Caligari a Hitler, el que mejor ha estudiado la evolución del cine alemán desde su nacimiento hasta la llegada de los nazis al poder. En 2014 con el mismo título y tomando como base el texto de Kracauer se realizó un documental dirigido por Rudiger Suchsland absolutamente recomendable. Otros autores como Marco da Costa han publicado y siguen publicando trabajos sobre el cine alemán especialmente sobre el cine de los años de dominio nazi; un cine ciertamente desconocido pues parte de la obra que se realizó en esos años era pura propaganda fascista y antisemita, por lo que muchas de esas películas constituyen hoy día un serio problema para acceder a ellas ya que su difusión está restringida.
 Lo que ha llamado la atención a los historiadores es que en esos años de la República de Weimar se realizaron varias películas que se han catalogado como premonitorias de lo que iba a llegar a Alemania a partir de 1933. Todavía más: hay una película austriaca de 1924 que claramente muestra la persecución de los judíos. Lo llamativo de todo esto es que el partido nazi era muy minoritario durante aquellos años y que solo se fue coinvirtiendo en un partido de masas a finales de la década de los años 20 por lo que difícilmente se podía considerar un peligro en el momento de realización de algunas de estas películas.
 La más conocida de todas es una película de culto del cine silente: EL GABINETE DEL DR. CALIGARI de Robert Wienne, 1920. Poco puedo aportar yo que ya no se haya escrito sobre Caligari: historiadores, sociólogos, cineastas y hasta psiquiatras han debatido y realizado múltiples estudios sobre esta película. No voy a entrar en un análisis más, que sobraría, ante todo lo que se conoce sobre la película; tan solo hay que recordar sus grandes aportaciones formales: iluminación, sombras, composición de planos, decorados inclinados, maquillaje muy acentuado, etc. Aportaciones que años después numerosos directores hicieron suyas para realizar sus películas (recordemos el cine negro norteamericano o el neorrealismo italiano sin ir más lejos). Estas aportaciones técnicas se han analizado desde puntos de vista muy profundos haciendo especialmente análisis psicológicos sobre ese “lenguaje” de sombras propias del expresionismo. Como ocurre en muchas ocasiones, a veces las cosas son más sencillas: esos decorados propios del expresionismo, con esa especial iluminación y esas sombras tan características se debían en gran parte a que… tras la guerra y durante los primeros años de Weimar las restricciones de electricidad eran muy frecuentes y los rodajes se debían limitar a una serie de horas al día a veces con escasa iluminación. Este hecho producto de las circunstancias sociales del momento se convirtió con los años en un signo de identidad de ese movimiento cinematográfico y lo desbordó hasta convertirse en una especial forma de lenguaje fílmico.
Pero si en su expresión formal Caligari aportó numerosos cambios, no fue menos lo que aportó en el aspecto conceptual con la introducción de elementos oníricos o alucinatorios lo que suponía una enorme novedad en el cine de esos años. La crítica norteamericana llegó en su mayoría a alabar la película, pero la tacharon de “siniestra y macabra”.
En síntesis, la historia de Caligari es la siguiente: a un pequeño pueblo llega el espectáculo del Dr. Caligari con un sonámbulo con capacidad para predecir el futuro. Al mismo tiempo comienzan a suceder una serie de asesinatos. La traslación política a la que aluden los expertos sobre esta película es que Caligari se corresponde con Hitler mientras que el sonámbulo es el pueblo alemán que obedeció inconscientemente a su líder supremo.
 Pero otras películas ya más cercanas al cenit del partido nazi anunciaban el terror que se aproximaba: Fritz Lang como final de su trayectoria alemana realizó M el vampiro de Dusseldorf (1931) y El testamento del Dr. Mabuse (1933, inmediatamente prohibida por Goebbels). Del cine de Lang sustrajeron los alemanes elementos para la estética nazi. Según Krakauer Los Nibelungos (1924) y Metrópolis (1927) fascinaron a los nazis que tomaron de ellas elementos ornamentales para sus fastuosos desfiles.
 Pero si todas estas disquisiciones sobre la premonición nazi del cine alemán no fuesen suficientes existe una película desaparecida hasta hace 7 años que, de forma clara y absoluta, sin especulaciones psicológicas de ningún tipo, anuncia el holocausto judío que iba a suceder unos años después.
En 1924 en Austria, se realiza LA CIUDAD SIN JUDIOS, dirigida por Hans Karl Breslauer. La sinopsis no puede ser más evidente: los habitantes de la República de Utopía acusan a los judíos de ser los causantes de la grave crisis económica y social que padecen y los expulsan del país, los persiguen y los maltratan. El relato final de la película es una crítica del racismo.
Breslauer (1888-1965) fue un actor, guionista y director austriaco que comenzó a trabajar  en Berlín a partir de 1910 y en 1918 comenzó a dirigir. La película está inspirada en una novela satírica del escritor judío Hugo Bettauer y el rodaje se realizó cuando Hitler estaba encarcelado y escribía su Mein Kampf. Aunque básicamente el guion de la película nos traslada a un pogromo más de los que ha habido a lo largo de la historia en muchos países, lo que hace esta película singular es que los hechos suceden coetáneamente al relato y en una ciudad reconocible (Viena es Utopía).
 La ciudad sin judíos aparte del interés premonitorio de la historia puede considerarse una película maldita por las consecuencias que tuvo paras sus autores:
-el autor de la novela fue asesinado por los nazis poco después del estreno.
-Breslauer, el director no volvió a dirigir y murió en la miseria en 1965.
-la coguionista Ida Jenbach fue deportada a un gueto donde murió en 1941.
-los actores principales tuvieron un recorrido diferente en sus vidas privadas: el actor que interpretaba en la película al judío se afilió después al partido nazi y fue un activo militante de las SS, mientras que al antisemita de la película se opuso al régimen en los años siguientes.
El estreno de la película en 1924 fue accidentado pues los nazis la boicotearon de forma activa atacando a los espectadores incluso. Pero lo más curioso de esta película es que unos años después de su estreno desapareció y se dio por perdida hasta que en 1991 apareció una copia incompleta en Ámsterdam y ya en 2015 apareció en un mercadillo de París la copia completa. Gracias a aportaciones particulares se recaudaron 75.000 euros para restaurarla. Hoy La ciudad sin judíos es un documento excepcional por su singularidad histórica: anuncia lo que unos años después iba a suceder en Europa.
 A finales de Enero de 1933 Adolf Hitler era nombrado Canciller de Alemania. Al día siguiente con Goebbels a la cabeza se iniciaba la etapa del cine nazi.
25/2/2023
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witheredaria · 20 days ago
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Traducción al español
El Rubicón es un río en Italia. La historia cuenta que, al final del gobierno de Julio César, se le ordenó disolver su ejército y permanecer al norte del Rubicón. Cuando, en su lugar, César marchó junto a su ejército a través del río en dirección a Roma, se consideró un acto de traición y el comienzo de la Guerra Civil Romana, de la cual César reinaría victorioso al final. Se dice que, mientras vadeaba el Rubicón, César declaró «La suerte está echada».
En el vernáculo actual nos referimos a un Rubicón metafórico como el punto de no retorno. Los niños “cruzan el Rubicón” hacia la adultez, los gobiernos aislacionistas “cruzan el Rubicón” hacia la política internacional. Cada uno verá echada su suerte en nuestras vidas. Pero también decimos que los movimientos, la gente, cruzan el Rubicón cuando se vuelven irredimibles.
Cuando los tiempos son oscuros, nos preguntamos ansiosos qué tan lejos estamos del Rubicón. ¿Cuando una insurgencia se convierte en guerra, una manifestación en disturbios? ¿Cuando es el momento en el que una economía en peligro se convierte en una en colapso? Buscamos en el horizonte la ribera del río, esperando no haberlo cruzado y habiéndolo dejado atrás.
La cuestión respecto a los puntos de no retorno, la razón por la que nos preocupamos tanto por estos, es que nos cuesta saber dónde están hasta que lo hemos dejado atrás. El Rubicón no es el Mississippi; es un arroyo fangoso que la historia olvidó por siglos.
En los Estados Unidos están acomodándose rápidamente a decir que su democracia “está en peligro”. Que están “en riesgo” de descender al autoritarismo. Pocos están listos para decir que el peligro ha llegado. Y me incluyo cuando digo eso: No estoy listo a decir que ha llegado. Nadie quiere decirlo antes de tiempo. La Derecha grita que “la Izquierda” – Black Lives Matter o el antifascismo o cualquier caricatura sin disimular de Los Judíos – están listos para tumbar tu puerta y romperte los dientes. Y hablo de porqué necesitan decirlo, su necesidad de exagerar el peligro de la Izquierda, para que, cuando se violenten contra nosotros, parezca defensa propia. Para que la culpa de cualquier violencia que suframos sea nuestra. Hablo sobre el peligro de cómo esta forma de pensar está siendo aceptada. Digo que la forma en la que los políticos conservadores principales y los medios legitiman estos argumentos es “preocupante”. Pero no digo «están diciendo esto para prepararse para tumbar tu puerta y romperte los dientes». Quiero que la gente me escuche. No quiero sonar irracional y no quiero sonar como ellos. Y… no quiero que sea cierto aún.
Digamos, por el bien del argumento, que estás, en este momento, con los pies metidos en el agua, preguntándote desesperado a cuántos pasos estás de La Ribera Sur del Rubicón.
Hubo una época en la que un montón de cosas podrían haber sido el momento. Si volvieras al 2015 y preguntases «¿Es un candidato prometiendo arrestar a sus oponentes políticos, o un presidente construyendo campos de concentración en la frontera, o un pato lamentable provocando un levantamiento para anular una votación, el momento en el que puedes indudablemente llamarle un fascista?», habríamos dicho «Sin ninguna duda». Pero esos momentos llegaron y se fueron, y los hemos llamado problemáticos, los hemos llamado peligrosos, pero sigue pareciendo alarmante llamarlo fascista. Los periodistas y los expertos políticos siguen haciéndose los sorprendidos si te acercas un mínimo a esa palabra. Podrías seguir llevando una campaña sobre «razonar con la Derecha». Los republicanos han hecho grandes saltos al ser tan abiertamente horribles que describir precisamente su comportamiento suena a hipérbole.
Parece que siempre nos acercamos al otro lado del Rubicón, pero nunca llegamos. Podemos darnos la vuelta. El norte sigue siendo la ribera más cercana.
Esto tiene truco. Todos esperan que ocurra de sopetón. Que un día despertaremos con esvásticas y niños encerrado y furgonetas sin matrículas haciendo desaparecer personas de las calles. Pero todas esas cosas ocurrieron en días distintos. Y las esvásticas fueron una extensión natural del lenguaje apenas cifrado de los simpatizantes de la Administración, las cárceles fueron el siguiente paso tras su política de separación de familias, y las furgonetas no fueron ninguna sorpresa tras tantos años de militarización policial. No tienes que cruzar el río rápidamente, solo firmemente. Para que cada paso haga que el anterior pareciera inevitable y el siguiente uno obvio. La gente que dice «esto nunca ocurrirá bajo nuestra vigilancia» solo desviarán el río al sur para hacer que sea cierto.
Es perder un poco de terreno en una docena de frentes cada día. Es ver tantos límites siendo cruzados sin siquiera recordar cuando solías marcarlos. Es la preparación para renunciar a que todo mejore y solo esperar a que todo se calme.
No puedo decirte si el momento ha llegado. No sé decirlo mejor de lo que lo harías tú. Así que, en vez de eso, voy a pedirte que hagas algo: Quiero que decidas, en este momento, qué es el Rubicón para ti. ¿Cuál es el instante innegable en el que, si algo drástico no ocurre de inmediato, tus derechos y tu libertad son revocados? Y no te pases por los comentarios a decir que ya ocurrió hace años o siglos – no te equivocas, pero el cinismo es aceptación. Te pregunto cuándo sería el momento a actuar. Anótalo. Ponlo en el móvil o en tu pizarra o en un pósit en el espejo del baño para que, cuando el momento llegue, recordarás que este era tu Rubicón, porque ya no lo sentirás como tal. Lo sentirás como el próximo paso lógico.
Y pregúntate, cuando ese momento llegue, qué es lo correcto a hacer. No tienes que responder aún. Pero piensa en ello. Porque no lo hemos estado haciendo.
Como persona de izquierdas, los futuros que veo están llenos de posibilidades. Tiendo a decir que «hay cientos de caminos al frente y solo uno atrás». Demasiadas cosas que podríamos intentar si nos permitimos renunciar a la supremacía blanca, al capitalismo, al patriarcado. Imaginar el futuro es un tipo de world-building. Estar en la Izquierda, al menos de la forma en la que lo intento estar yo, es desear una extensión, una pluralización, un abandono de la jerarquía y un reparto del poder entre todos. No sé si ese futuro es probable, pero sé que es posible.
Así no es como las cosas parecen en la Derecha. ¿Para la Derecha abandonada a su suerte?
Todos los caminos conducen a Roma.
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this is the final Alt-Right Playbook. it's called The South Bank of the Rubicon.
thank you for watching this series the last eight years. I'm not going anywhere, but I'll be turning my attention to topics other than conservative rhetorical strategies; going forward, I don't see our battles being fought with rhetoric.
support my work on Patreon and/or subscribe to me on Nebula. transcript below the cut.
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The Rubicon is a river in Italy. The story goes that, at the end of the governorship of Julius Caesar, he was ordered to disband his army and stay north of the Rubicon. When, instead, Caesar marched his army across the river and towards Rome, it was considered an act of treason, and the beginning of the Roman Civil War, at the end of which Caesar would reign victorious. It is said, as he forded the Rubicon, Caesar declared, “The die is cast.”
In today’s vernacular, we refer to a metaphoric Rubicon as the point of no return. Children “cross the Rubicon” into adulthood, isolationist governments “cross the Rubicon” into international politics. Each of us will cast the die several times in our own lives. But we say also that movements, that people, cross the Rubicon when they become irredeemable.
When times are bad, we wonder anxiously how far from the Rubicon we are. When does an insurgency become a war, a demonstration a riot? When is the moment an economy in danger becomes one in collapse? We scan the horizon for the riverbank, hoping we didn’t cross it some ways back.
The thing about points of no return, the reason we worry over them so much, is it’s rare to know where they are until they are some ways behind you. The Rubicon is not the Mississippi; it is a muddy little creek history lost track of for centuries.
In the United States, we are increasingly comfortable saying that our democracy is “under threat.” That we are “at risk” of descending into authoritarianism. Few are ready to say that the threat has arrived. And I’m referring to myself as I say that: I’m not ready to say it’s arrived. No one wants to call it prematurely. The Right screams that “the Left” - Black Lives Matter or Antifa or some thinly-veiled caricature of The Jews - are ready to kick down your door and bash your teeth in. And I talk about why they say this, their need to exaggerate the threat from the Left, so that, when they aggress against us, it seems like self-defense. So that we are to blame for any violence we suffer. I talk about the danger of this thinking being accepted. I say the way mainstream conservative politicians and media legitimize these arguments is “worrying.” But I don’t say “they are saying this in preparation to kick down your door and bash in your teeth.” I want people to listen to me. I don’t want to sound irrational, and I don’t want to sound like them. And… I don’t want it to be true yet.
Say, for the sake of argument, you are, at this moment, ankle-deep in the water, desperately wondering how many paces you are from The South Bank of the Rubicon.
There was a time when any number of things would have been the moment. If you could go back to 2015 and ask, “Is a candidate promising to jail his political opponents, or a president building concentration camps at the border, or a lame duck provoking an insurrection to overturn a vote, the moment where you would unequivocally call him a fascist?” And we would have said, “No question.” But those moments came, and they went, and we called them troubling, we called them dangerous, but it still seemed alarmist to call them fascist. Journalists and policy wonks still reacted with surprise if you came anywhere near the word. You could still run a campaign on “reasoning with the Right.” Republicans have made great strides by being so blatantly horrible that accurately describing their behavior sounds like hyperbole.
It seems we are always approaching the other side of the Rubicon, never arriving. We can turn back. The north is still the nearer bank.
There is a knack to this. Everyone expects it to happen all at once. That one day we will wake up to swastikas and kids in cages and unmarked vans disappearing people off the street. But those all happened on different days. And the swastikas were a natural extension of the barely-coded language of the Administration’s supporters, the cages were the next step after their family separation policy, and the vans were not a surprise after years of police militarization. You don’t have to cross the river quickly, just steadily. So that every step makes the last one seem inevitable and the next one obvious. The people who say “this will never happen on our watch,” they will divert the river south to make it true.
It’s losing a little ground on a dozen fronts every day. It’s seeing so many lines crossed you can’t even remember where you used to draw them. It’s the readiness to give up on things being better and just wanting them to be quiet.
I can’t tell you if that moment has come. I don’t know how to call it any better than you. So, instead, I’m going to ask you to do something: I want you to decide, at this moment, what the Rubicon is for you. What is that undeniable instant where, if something drastic does not happen immediately, your rights and freedoms are forfeit. And don’t show up in my comments saying it happened years or centuries ago - you’re not wrong, but cynicism is acceptance. I’m asking when would be the time to act. Write it down. Put it on your phone or your dry erase board or a post-it on your bathroom mirror. So when that moment comes you will remember that this was your Rubicon, because it won’t feel like it anymore. It will feel like the next logical step.
And ask yourself, when that moment comes, what is the right thing to do? You don’t have to have an answer yet. But think on it. Cuz we haven’t been doing it.
As a leftist, the futures I envision are full of possibility. I am fond of saying “there are a hundred ways forward and only one way back.” So many things we could try if we allow ourselves to let go of white supremacy, of capitalism, of patriarchy. Imagining the future is a kind of world-building. To be on the Left, at least the way I try to do it, is to desire a spreading out, a pluralizing, an abandonment of hierarchy and a sharing of power between us all. I don’t know if that future is likely, but I know it’s possible.
That’s not how things look on the Right. For the Right, left to its own devices?
All roads lead to Rome.
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yo-sostenible · 5 days ago
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La posibilidad de un resurgimiento del fascismo a nivel global es una preocupación seria que requiere una respuesta organizada, informada y basada en valores democráticos y de derechos humanos. A continuación, se presenta una guía de actuación general para enfrentar tal escenario. Esta guía debe adaptarse a contextos específicos y complementarse con acciones locales y colectivas. Guía de Actuación ante un Resurgimiento del Fascismo Global 1. Mantener la Calma y Evaluar la Situación Informarse: Busca fuentes confiables de información para entender el alcance y las características del régimen fascista. Evita caer en pánico o difundir desinformación. Analizar el contexto: Identifica las estructuras de poder, las políticas implementadas y los grupos afectados. Comprende cómo el fascismo se manifiesta en tu región. 2. Defender los Derechos Humanos y la Democracia Proteger a los vulnerables: Los regímenes fascistas suelen atacar a minorías, disidentes y grupos marginados. Organízate para proteger a estas comunidades. Resistir pacíficamente: Utiliza métodos no violentos para oponerte a políticas opresivas. La resistencia civil es una herramienta poderosa. Documentar abusos: Registra violaciones de derechos humanos y comparte la información con organizaciones internacionales. 3. Fortalecer la Solidaridad y la Organización Colectiva Crear redes de apoyo: Conéctate con organizaciones locales, sindicatos, grupos comunitarios y movimientos sociales para coordinar acciones. Fomentar la unidad: Evita divisiones internas. El fascismo prospera en la desunión, por lo que es crucial mantener la cohesión entre grupos opositores. Educar y concienciar: Informa a otros sobre los peligros del fascismo y la importancia de defender la democracia. 4. Utilizar Herramientas Legales y Políticas Defender la Constitución y las leyes: Si existen marcos legales que protegen los derechos civiles, úsalos para desafiar políticas fascistas. Participar en procesos democráticos: Vota, promueve candidatos comprometidos con la democracia y exige transparencia en las elecciones. Presionar a instituciones internacionales: Denuncia el fascismo ante organismos como la ONU, la Corte Penal Internacional o la Unión Europea. 5. Prepararse para la Resistencia a Largo Plazo Proteger la libertad de expresión: Defiende los medios independientes y las plataformas de comunicación libres. Crear espacios seguros: Establece lugares donde las personas puedan organizarse, compartir ideas y planificar acciones. Desobediencia civil: En casos extremos, considera acciones como huelgas, boicots o manifestaciones masivas. 6. Cuidar la Salud Mental y el Bienestar Colectivo Apoyo emocional: El fascismo genera miedo y ansiedad. Busca apoyo psicológico y fomenta espacios de cuidado mutuo. Mantener la esperanza: Recuerda que los movimientos de resistencia han derrotado regímenes opresivos en el pasado. 7. Internacionalizar la Lucha Buscar aliados globales: Conecta con movimientos antifascistas en otros países para compartir recursos y estrategias. Denunciar internacionalmente: Usa redes sociales y medios globales para exponer las acciones del régimen fascista. Promover sanciones: Presiona a gobiernos y organizaciones internacionales para imponer sanciones económicas y políticas. 8. Prepararse para Escenarios Extremos Planificar rutas de escape: Si tu seguridad está en riesgo, identifica formas de salir del país de manera segura. Proteger información sensible: Usa cifrado y herramientas de seguridad digital para proteger tus comunicaciones. Mantener la resistencia clandestina: En casos de represión extrema, organiza acciones discretas y seguras. Valores Fundamentales para la Resistencia Humanidad: Trata a todos con dignidad y respeto, incluso a quienes apoyan el fascismo. La deshumanización es una herramienta del fascismo; no la repitas. Verdad: Combate la propaganda con hechos y datos verificables. Solidaridad: La lucha contra el fascismo debe ser inclusiva y transversal. Conclusión El resurgimiento d...
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ferrolano-blog · 7 days ago
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Revisando nuestras hipótesis postelectorales de 2020, cuatro años después... cuatro años después la cuestión seguía siendo cómo Trump había derrotado a Hillary Clinton... algo nuevo estaba surgiendo, el auge del populismo de derechas como un contenedor del fascismo estadounidense que seguía muy vivo. Además, era un movimiento de masas que se centraba en el resentimiento blanco y la política del revanchismo, o búsqueda de venganza... El continuo crecimiento y cohesión del movimiento MAGA también tiene otra característica importante, la política de una Nueva Confederación, que combina el nacionalismo blanco «cristiano» con lo que puede entenderse como un nuevo movimiento fascista de apartheid. Dentro de este fascismo autóctono hay múltiples «agravios» contra muchas poblaciones tradicionalmente marginadas... Este movimiento fascista neoapartheid pretende reconstruir el sistema jerárquico racial debilitado en parte por los avances logrados en la «Segunda Reconstrucción» de los años sesenta. Es análogo al sistema del apartheid sudafricano. No obstante, este movimiento tiende la mano a segmentos de minorías raciales/nacionalidades oprimidas y, en determinados casos, crea una situación en la que pueden ser aceptados en la medida en que juren lealtad a la república supremacista blanca... No hay vuelta atrás. No hay forma de avergonzar a los fascistas para que se comporten de una manera diferente y más madura. Hemos entrado en una zona de penumbra del siglo XXI (Bill Fletcher Jr)
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carabanchelnet · 2 days ago
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EST@S TI@S NOS REPRESENTAN Aquí vemos cómo los @SindicaEstudian echan al fascista de Espinosa de los Monteros de la Complutense. En estos tiempos que corren, hace mucha falta esto. Sois un orgullo. Gracias ✊ Video publicado por José Vico 🔻🇵🇸🇿🇦 @josevico4
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jgmail · 5 months ago
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Antonio Gramsci: Faro del Nuevo Mundo
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Por Alessandro Fanetti
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
«Podéis matarme, pero la idea que hay en mí nunca la mataréis»
Giacomo Matteotti
Antonio Gramsci es uno de los más grandes pensadores que ha visto Italia (y el mundo). Un pensador que podría tener decenas de títulos más, como político, filósofo y escritor. Un hombre que dio su vida por sus ideales y dedicó toda su existencia a hacer madurar conceptos que hasta entonces eran poco conocidos y comprendidos en el panorama mundial. Una vida, por lo tanto, al servicio de los demás, para la construcción de una sociedad más justa y de un mundo mejor. Sin olvidar nunca a las personas que amó hasta el último momento de su vida (a las que escribía recurrentemente incluso desde la cárcel y de las que esperaba ansiosamente cartas de respuesta) y ciertamente también gracias a las cuales consiguió soportar años de dura prisión fascista: Tania, Iulca, Mamma, Delio, Giulia, etc. [1]. El encarcelarlo (hasta la muerte) fue considerado por el régimen que gobernó Italia de 1922 al 43 como la única arma capaz de detener el impulso de las ideas de Antonio Gramsci.
Una ola arrolladora que, sin embargo, no se extinguió entre las cuatro paredes donde estuvo relegado demasiados años, sino que se desbordó imparable, barriendo los cuatro puntos cardinales del planeta. Por ello, aún hoy, casi 90 años después de la muerte del ilustre comunista sardo (líder indiscutible de los comunistas italianos desde el nacimiento del PCI en 1921), sus conceptos, pensamientos, propuestas y personalidad son estudiados, analizados y a menudo adoptados en la organización de las sociedades en su conjunto. Estudiados y analizados no sólo por quienes se inspiran en su persona y sus ideales, sino también por quienes están en las antípodas de estos ideales: en primer lugar, las élites liberal-democráticas que dirigen el llamado «Occidente político».  Los estudios y “tomas de tierra” que se dan en América Latina y el Caribe han resultados ser uno de los terrenos más propicios, gracias a movimientos populares y gobiernos, que consideran los análisis de Gramsci un faro indispensable.
Algunos ejemplos:
El presidente venezolano Maduro, en su primera visita a Roma, tuvo como primer acto ir a la tumba del gran pensador sardo.
Los centros de estudios cubanos están repletos de análisis y reflexiones sobre el pensamiento gramsciano.
El socialismo del siglo XXI (latinoamericano y caribeño) y la propia Teología de la Liberación también estudian a Gramsci.
Pero, ¿cuáles es, entonces, el legado «intelectual» de Antonio Gramsci? Si los estudios y reflexiones de este gran pensador pueden encontrarse escritos en decenas de libros, creo que es útil enumerar aquí y ahora algunos de los temas que trató durante los años de su vida y que sin duda le otorgaron una eterna «vida espiritual»:
Hegemonía y dominación: Un sistema económico-social no puede basarse en la dominación, sino que debe hacerlo en el consenso. La dominación sin consenso da lugar al autoritarismo, al malestar en la sociedad y termina por causar el colapso de los gobernantes. Es necesario, por lo tanto, el consenso y la capacidad de liderazgo ideal y moral sobre otras clases sociales. Una clase social (para Gramsci obviamente el proletariado) debe obtener sus reivindicaciones (principalmente una nueva formación económico-social) que debe ser hegemónica. Debe ser hegemónica antes y después de tomar el poder, principalmente en la sociedad civil. Debe tener una gran y fuerte hegemonía desde el punto de vista ideal, político y cultural. Así, en las convicciones y propuesta de Gramsci el proletariado debe ser hegemónico en la sociedad civil incluso antes de la toma del poder, sin imponer luego sus ideas una vez alcanzado el poder (ya que esto sólo sería dominación). En todo esto, para Gramsci el papel del Partido y de los intelectuales es fundamental.
Por lo tanto, la clase que aspira a tomar el poder para realizar sus aspiraciones debe librar una gran batalla cultural e ideal en toda la sociedad, tratando de hacer hegemónicas sus ideas. Haciendo este análisis, el pensador sardo demuestra así que no basta con la batalla a nivel de la «estructura» (tratar de cambiar las relaciones económicas), sino que también es necesaria la batalla dentro de la «superestructura» (cultura, ética, política, etc.).
Gramsci condena también las simplificaciones deterministas y las concepciones dogmáticas (la estructura determina la superestructura, en una relación de dependencia mecánica) de ciertos estudiosos que tergiversan el pensamiento del propio Marx. En cambio, explica que el filósofo alemán define las superestructuras como «apariencias», pero sólo para simplificar su pensamiento y hacerlo utilizable para el mayor número posible de personas. En realidad, se entiende bien que Marx con el término «apariencias» sólo quiere subrayar la «historicidad» de las superestructuras y no negarlas ni absolutizarlas.
El papel de los intelectuales: La cuestión de los intelectuales está estrechamente ligada a la hegemonía y el consenso. Una sociedad política (o Partido o Clase), para no sólo ejercer la dominación coercitiva, también necesita intelectuales. Intelectuales que ayuden a crear consenso y, por lo tanto, hegemonía. Una sociedad de este tipo debe conseguir la adhesión del mayor número posible de intelectuales, ya sean «orgánicos» (expresión directa de una determinada clase y de sus intereses) o no. Sólo así una sociedad política (que agrupe a intelectuales y organizaciones de la sociedad civil) podrá gobernar huyendo de la «dominación» y ser un verdadero «liderazgo». Una sociedad política gobernante que, por lo tanto, sepa desempeñar un papel verdaderamente progresista, que consiga realmente hacer avanzar la sociedad a través del consenso.
Una vez en el poder, los intelectuales tienen una función decisiva en la hegemonía ejercida por el grupo dirigente, a saber, la función organizativa y «conectiva». Tienen la función de organizar la hegemonía social de los que dirigen la sociedad en su conjunto y pueden hacerlo porque gozan de prestigio dentro de ella.
El papel del Partido: Gramsci introduce la cuestión del Partido con un análisis del «Príncipe» de Maquiavelo. Explica que este «Tratado de la ciencia política» es revolucionario en la medida en que se dirige a la clase revolucionaria de la época (es decir, al pueblo, a la nación italiana, a la democracia ciudadana que expresan desde su seno Savonarola y Pier Soderini). Por lo tanto, tiene un carácter esencialmente revolucionario como la actual «Filosofía de la praxis». Por esta última entendemos una teoría indisolublemente unida a la práctica; una nueva cosmovisión alternativa y antagónica a la dominante (en el siglo XXI, el capitalismo neoliberal) no debe ser meramente abstracta y teórica, sino tener como objetivo acumular las fuerzas necesarias para llevar a cabo la revolución. Por lo tanto, debe ser una cosmovisión que se encarne en el proletariado a través del trabajo de los intelectuales orgánicos y del conflicto social. En conclusión, puede decirse que sólo la soldadura y posterior unidad indisoluble entre educación y lucha de clases puede hacer que los explotados tomen conciencia de su condición de subalternidad e intenten emanciparse.
Todos estos esfuerzos, sin embargo, no pueden dar resultados concretos si no se establece un Príncipe «moderno» (es decir, el Partido, por lo tanto, no un hombre al mando) que no ocupe el lugar que le corresponde en la realidad concreta del presente. El Partido es la forma superior de organización del Sujeto Revolucionario, es el intelectual colectivo impulsado a convertirse en el Estado mismo y a configurarlo a su imagen y semejanza (aglutinando todas las reivindicaciones y aspiraciones de la lucha general). El Partido debe ser un intelectual colectivo, un organismo, un elemento social complejo en el que se realice una voluntad colectiva. Debe ser intelectual y moralmente unificador, con una dirección y una disciplina fuertes. Sin embargo, no puede ni debe limitarse a estar formado por «revolucionarios profesionales», sino que debe ser mucho más amplio. Su papel principal es dirigir a la nueva clase que ha surgido dentro de las actuales relaciones de producción.
En esencia, en la primera fase (la «Guerra de Posición»), la tarea principal del Partido debe ser promover una reforma intelectual y moral de las masas. Esto también sirve al Partido para expandirse, para actuar como principal intermediario entre la fase inicial de la formación de la voluntad colectiva y su aceptación por el conjunto de la sociedad, construyendo así la HEGEMONÍA. El Partido, por lo tanto, tiene como objetivo educar y transformar a las masas en agentes conscientes del proceso revolucionario.
En el Partido debe prevalecer el «CENTRALISMO DEMOCRÁTICO», es decir, la mejor fórmula para garantizar una dialéctica sana y propositiva dentro y entre los tres niveles que lo componen:
El pueblo llano: la base social del Partido que participa en el trabajo desde la disciplina y la lealtad.
Los dirigentes: los cuadros, la dirección del Partido. Son el principal elemento unificador, siendo una fuerza altamente cohesionada, centralizadora y creadora.
Los «intelectuales orgánicos»: ejercen una función intermediaria, permiten la interacción e integración política, moral e intelectual entre las masas y la dirección.
Una vez en el poder, el Partido se posiciona como un «Príncipe moderno», un sujeto «absoluto» que guía y dirige la sociedad. Obviamente, una vez que toma el poder, la reforma «intelectual y moral» adoptará ante todo la forma de una reforma económica de la sociedad, para la mejora de las condiciones de vida concretas de las capas más deprimidas de la sociedad y su «renacimiento interior». Para los comunistas, el Partido debe considerarse como el organismo en el que y a través del cual se realiza la voluntad colectiva. El Partido es un ejército, una vanguardia consciente, organizada y disciplinada, no encerrada en sí misma, sino destinada a extenderse y ramificarse ganando nuevos apoyos.
Centralismo democrático: es necesario que el Partido se base en el centralismo democrático, es decir, un centralismo en movimiento, una adaptación continua de la organización al movimiento real, un equilibrio de los impulsos desde abajo con el mando desde arriba. Una inserción continua de los elementos que florecen de las profundidades de las masas en el sólido marco del aparato de dirección que garantiza la continuidad y la acumulación de experiencia. No es necesario un consenso pasivo de las masas hacia arriba, sino un consenso activo y directo. La necesaria conciencia colectiva forma (y al igual que a sí misma) las diversas manifestaciones de las ideas y su posterior síntesis unitaria.
Bloque histórico: Estamos frente a un bloque histórico cuando, dentro de determinadas situaciones históricas, se establece una relación homogénea, un vínculo orgánico, una interacción efectiva entre estructura y superestructura (en esencia entre la «base económica» y las «instituciones sociopolíticas» dominantes). Este vínculo es el resultado de la acción de la clase social hegemónica, que tiene la tarea de dirigir las actividades tanto en la estructura como en la superestructura. Así pues, esta noción está vinculada y relacionada con el ejercicio y la organización del poder por parte de las clases dominantes. Este bloque histórico no siempre está presente y no debe confundirse con la «formación económico-social», esta última siempre presente.
Estado y sociedad civil: el Estado debe ser visto y considerado como un «equilibrio de compromiso» entre grupos sociales. Resulta de la unidad de la sociedad política y civil (entendida esta última como el conjunto de organismos vulgarmente llamados «privados», como la Iglesia, los sindicatos, etc.) configurándose concretamente como una «hegemonía acorazada de coerción». Así, al menos en los países más avanzados, el Estado no es un mero instrumento de represión de clase (como el viejo Estado liberal del siglo XIX), sino que comprende, por un lado, la política y la economía y, por el otro, la sociedad política y civil (un «ESTADO INTEGRAL»). Y con respecto a la visión liberal del Estado y la sociedad, Gramsci la crítica de la siguiente manera: «La gente especula inconscientemente con la distinción entre sociedad política y sociedad civil, afirmando que la actividad económica es propia de la sociedad civil y que la sociedad política no debe intervenir en su regulación. Pero en realidad esta distinción es puramente metódica, no orgánica, y en la vida histórica concreta la sociedad política y la sociedad civil son una misma cosa. Por otra parte, incluso el liberalismo debe ser impuesto por ley, es decir, por intervención del poder político».
La sociedad política y la sociedad civil forman la superestructura y son parte integrante del Estado. Además, el Estado no produce la situación económica, sino que es su expresión. Más exactamente, sin embargo, hay que hablar del Estado como agente económico, ya que en cualquier caso forma parte de esta situación.
Por lo tanto, según los deseos de Gramsci, la hegemonía comunista debe promoverse en el seno de la sociedad civil (que forma parte del Estado) y, una vez alcanzada, el «poder hegemónico» (dirigido por el Partido Comunista como vanguardia del proletariado, así como por este último) puede hacerse realidad con el concepto de consenso. Por último, el «sujeto de clase» de este poder hegemónico, para ser verdaderamente hegemónico, sólo puede llegar a ser el Estado.
Conciencia de clase: Fundamental, pero no se debe dar por supuesta. De hecho, sin trabajo efectivo, el proletariado (la clase de los trabajadores asalariados explotados por el capital) no tiene conciencia de clase y, por lo tanto, no son conscientes ni de su condición de subordinación ni de lo que pueden hacer para cambiar la situación en la que viven. El papel del Partido (como vanguardia organizada de esta clase) y de los intelectuales (en primer lugar, los orgánicos) es crucial para conducir a los subalternos a una concepción superior de la vida, creando además un «bloque intelectual-moral» que haga políticamente posible el progreso. Esta es la herramienta necesaria y el primer paso para que los proletarios se reconozcan como una clase que trabaja para unir la teoría correcta y la práctica correcta (dando así a luz a esa “Teoría de la Praxis” marxiana).
Educación y escolarización: Gramsci considera fundamentales la cultura y el papel de la escuela. Describe la escuela como una «estructura objetiva», un lugar de elaboración cultural. Aborrece la escuela autoritaria y discriminatoria (como la de su época.... y posteriores), señala que todos los jóvenes deben ser iguales ante la cultura, está en contra de la división entre escuela clásica y profesional. Defiende una «escuela única, inicial, de cultura general, humanística y formativa, que conduzca al desarrollo intelectual y manual (técnico)» [2]. Por lo tanto, una ESCUELA UNITARIA. Junto a ella, el Partido, entendido como intelectual colectivo, debe participar también en la formación. Así pues, una relación muy estrecha entre cultura, sociedad y política.
En conclusión, puede decirse que el ejemplo y el pensamiento de Antonio Gramsci son imprescindibles para intentar comprender el mundo (e intentar cambiarlo). Un legado atemporal como herramienta indispensable para, al menos, intentar no ser los «idiotas útiles» de un sistema sólo interesado en perpetuarse en beneficio de «unos pocos elegidos».
«Educaos, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia. Ilusionaos, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo. Organizaos, porque necesitaremos toda nuestra fuerza».
Antonio Gramsci
Notas:
[1] https://archive.org/details/gramsci-antonio.-lettere-dal-carcere.-1926-1....
[2] Carlo Ricchini, Eugenio Manca, Luisa Melograni, Gramsci, le sue idee nel nostro tempo, Editrice L’Unità, Roma, 1987.
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notasfilosoficas · 2 years ago
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“El trabajo de la memoria colapsa el tiempo”
Walter Benjamin
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Fue un filosofo, critico literario, traductor y ensayista alemán de origen judío, nacido en Berlin en julio de 1892.
Su pensamiento recoge elementos del idealismo alemán, el materialismo histórico y del misticismo judío.
Nació en el seno de una acomodada familia de origen judío, dedicado a los negocios. Su padre era banquero en Paris pero se traslado a Alemania para dedicarse al trabajo como anticuario en Berlin.
En 1912, Walter ingresa a la Universidad de Friburgo, a la edad de veinte años, pero regresa a Berlin para matricularse en la Universidad de Berlin para continuar sus estudios de filosofía. Allí conoció el sionismo, o movimiento político nacionalista que propuso la idea de un estado para el pueblo judío.
En 1917, se matriculó en la Universidad de Bern en donde conocería a la que fuera su esposa Dora Sophie Pollack con la que tendría un hijo.
Quiso entrar como profesor en la universidad pero lo rechazaron por ser judío. En esta etapa abrazó el materialismo y afirmó su posición ante las tendencias del momento como el sionismo, el comunismo y el fascismo. Para él, la salvación de la humanidad estaba ligada a la salvación de la naturaleza. Quedo impresionado con las obras de Marcel Proust y Charles Baudelaire, ambos observadores natos de la vida.
Entre 1924 y 1926, Benjamin entra en un doble contacto con materiales que le resultaban apenas conocidos como el marxismo y el movimiento surrealista.
Fue un duro critico de Hitler, su teoría fascista y del capital financiero e industrial que apoyo al nazismo.
En 1932, tras el ascenso de Hitler al poder, se trasladó a Ibiza y posteriormente a Niza en donde llego a pensar en el suicidio, al percibir lucidamente lo que se vendría para el pueblo alemán tras el incendio del Reichstag en 1933.
Desatada la persecución de los judíos y de los marxistas, Benjamin se trasladó a Paris, Benjamin malvivía con lo que cobraba y finalmente tras la invasión nazi a Francia, intentó con un grupo de antifascistas, llegar a España para embarcar hacia los Estados Unidos.
Tras haber salido de la localidad francesa de Port Vendres, Benjamin llegó a Portbou muy cansado, y en el puesto de policía de la estación, fue interceptado por la policía española porque carecía de la visa requerida. Su amigo Theodor Adorno le había ayudado a obtener las visas de transito en España y de Entrada en Estados Unidos, pero carecía del permiso francés de salida. Por lo que Benjamin, antes de tener que volver a Francia y caer en manos de la Gestapo, decidió acabar su vida en septiembre de 1940 en un hotel del pequeño puerto fronterizo español, ingiriendo una dosis letal de morfina que siempre llevaba consigo. Tenía 48 años.
Fue Theodor Adorno, quien se encargaría de la difusión de la obra y el pensamiento de su amigo.
Fuentes Wikipedia, nuso.org, biografiasyvidas.com
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