#mostrarse
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noentiendotiendo · 2 years ago
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Muéstrale tu verdadero corazón, es el único truco de magia posible.
La mecánica del corazón, Mathias Malzieu
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kittvs · 1 month ago
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cabeza se ladea, dedicándose a observarle con detenimiento. ' ¿ese es tu sello personal? ' incluso si busca una resolución honesta, no está segura de poder dar suficiente importancia a un asunto similar. falta de algo que le haga relevante, podría verse directamente ligada a forma en que personalidad se ha moldeado para pasar desapercibida. cejas se alzan a siguiente asunto. ' ¿lo hizo? lo siento, no volveré a restarle importancia al aspecto. ' y duda, realmente, que ofrecimiento se viera influenciado por peinado. ' quizá le recordaste a un ser querido.' supone, habría quienes notarían ausencia de familiares con mayor fuerza. 'es bueno tenerte en el vecindario. ' exageración es fácil de notar, especialmente cuando sonrisa le traiciona.
iris bajan al escuchar interrogante. ' mejor, supongo. ' ha encontrado forma de convivir con molestias generales. ' puedo caminar mejor, aunque — ' se detiene, observando palma cubierta por un pequeño e improvisado vendaje. ' la mano es un poco más incómoda, agradezco que no sea la dominante. ' de lo contrario, sería un verdadero dolor de cabeza. ' ¿qué hay de ti? ¿cómo está tu mano? ' recuerda incidente durante travesía en las calles.
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al primer comentario no quiere responder, todavía se siente culpable por los acontecimientos de un par de días atrás. si bien la ha tenido presente en sus oraciones, a viva voz no queda más que el silencio. ‘ si me lo dejo al natural no tendré identidad … ¿dónde queda mi sello personal? ’ si siguen en medio de ese desastre, imagina que es cuestión de tiempo hasta que esos absurdos problemas desaparezcan de su mente. ahora, sólo lo usa como una válvula de escape. ‘ te sorprenderías … una señora encargada de las provisiones de comida me dio dos cajas enteras de latas de atún ’ puf, para que dijeran que no hace nada por la comunidad. orgulloso de la hazaña, hasta alza las cejas. ‘ ¿ves? todo lo hago por nuestro vecindario ’
al final se apoya en la pared, ha de dar un suspiro pequeño. ‘ ¿cómo están tus heridas hoy? ’
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sinfonia-relativa · 7 months ago
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Nadie habla de la inmensa dificultad de mostrarse vulnerable y empezar a confiar en las personas después de malas experiencias en las que te rompiste el corazón y la cara.
— Seguen Oríah.
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soft-pxachy · 2 months ago
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⤷  ❝DEVILISH❞ — jjk (s.m)
⤷  Especial de Halloween 🎃 | Devilish Tráiler 🎃
➤ Pareja: jungkook!demonio x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 10.6k
➤ Género: smut y obscenidad!
➤ Resumen: Al demonio Jeon Jungkook le encantaba arruinar cosas demasiado inocentes, así que andaba vagando por la tierra en busca de la inocencia pura para corromperla, que casualidad que esa inocencia la haya encontrado en ti.
➤ Advertencias: 20+ | lenguaje maduro y explícito | Jungkook es un íncubo de demonio | deseo de corromper la inocencia | temas religiosos | mucha manipulación por parte de Jungkook | la lectora es demasiado tímida en cuanto a su placer | charla sucia | masturbación | palabras ofensivas | halagos y bromas durante el sexo | sexo oral (r. lectora/Jungkook) | juego y estimulación del clítoris | mucha sobreestimulación | lágrimas | nalgadas | jalar del cabello | sexo duro | sexo sin protección | mención de cantidades obscenas de semen | Jungkook es un demonio y tiene un gran pene!
➤ Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.
➤ Devilish Tráiler
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♥︎ softpxachy's
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❛Ella era una santa, y aún así, había un poco de perversidad en sus ojos de ángel.❜
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Jungkook siempre había tenido cierta preferencia por los inocentes.
No era algo que él hubiera cultivado a propósito, no, simplemente comenzó a mostrarse un patrón extraño y repetitivo que Jungkook no podía definir del todo.
Todo lo que sabía era que la inocencia era especialmente divertida de romper, de manchar con su toque perverso, de ver cómo se desmoronaba en un caparazón vacío de lo que alguna vez fue.
Y la estuvo buscando por tanto tiempo, esa inexperiencia, esa confusión angelical, con un hambre atronadora, sólo para terminar hundiendo los dientes en su presa con un deleite inigualable una vez que la encontraba.
Paradójicamente, a Jungkook no le gustaban tanto las vírgenes. Extraño, lo sabía. Pero las vírgenes le daban demasiado trabajo, lo que al final no era tan fructífero como a él le gustaba; se dió cuenta de que la mayoría de los humanos no estaban muy interesados en perder su virginidad con un demonio y, bueno, no era porque alguien que fuera virgen significaba que también era inocente, eso lo sabía.
Y esa siempre fue su prioridad, al final de todo.
La verdadera inocencia era difícil de encontrar, y esa era la parte más frustrante de toda la ecuación. A lo largo de todos sus años vagando por la tierra en busca de almas para corromper, Jungkook pensó que podía haber encontrado esa marca especial de pureza solo un puñado de veces. Sin embargo, era tan inmaculado, tan embriagador, que era todo en lo que podía pensar.
Entonces, cuando finalmente te encontró, pensó que estaba a punto de volverse loco.
De vez en cuando, el universo cambiaba de tal manera que todo encajaba en su lugar. Cómo ser inmortal, Jungkook vió que eso sucedía una y otra vez: imperios que se elevaban y caían, almas gemelas que se encontraban por casualidad, y que la cura de una enfermedad horrible se descubría por accidente. Y fue esa misma energía incidental, probablemente catalizada por su voraz deseo, la que lo llevó directamente a tu casa.
Bueno, quizás no había sido tan poético. Pero decir que los adolescentes rebeldes que tenían una fiesta de pijamas en el piso de arriba lo habían invocado por error a tu complejo de apartamentos no tendría exactamente el mismo impacto.
Pero a pesar de eso Jungkook nunca fue alguien que mordiera la mano que lo alimentaba; como una criatura de las sombras, tenía que existir como un alimentador inferior, recibiendo lo que el universo había dado y convirtiéndolo en algo que pudiera usar con gusto.
Incluso si se había sentido frustrado por todo el fiasco de la ouija; encender y apagar las luces y levitar vasos de agua no eran precisamente sus pasatiempos favoritos que digamos, prácticamente tardó unos dos segundos en detectar el dulce y afrodisíaco aroma de un alma inmaculada que lo llamaba. Y estaba cerca. Muy cerca.
En pocas palabras, los adolescentes terminaron teniendo una conversación espiritual muy decepcionante con una entidad tramposa que Jungkook puso como remplazo antes de ser llevado directamente hasta su comida favorita. Y esa había sido una completa victoria en su libro.
El demonio quería tenerte desde el primer segundo en que te vio. Jungkook se hundió instantáneamente en tu alma como si se tratara de un horno calentando la totalidad de su cuerpo; un hermoso resplandor blanco, el color dorado que emanaba de tu piel y el adorable brillo de ingenuidad en tus ojos lo tentaban a alimentarse tanto de ti como si se tratara de una sirena llamando a un marinero solitario.
No tenía ninguna duda de que finalmente había encontrado lo que tanto había estado buscando todo este tiempo, alguien tan delicado y puro que adoraría ver derrumbarse por completo a él, y Jungkook realmente quería arruinar esa bonita alma tuya.
Y qué alma tan bonita tenías. Jungkook se quedó ahí contigo sólo para descubrir que sus primeras impresiones de ti, independientemente de lo fascinantes que ya habían sido desde el primer segundo, eran solo la punta del iceberg: el demonio te veía convertirte en todo un desastre abrumado y jadeante cada vez que uno de tus amigos comenzaba a hablar sobre sexo; le sorprendió bastante descubrir que luchabas mentalmente con tus impulsos de deseo y que te acostabas frustrada todas las noches porque pensabas que era algo demasiado sucio masturbarte porque simplemente te sentías avergonzada, e incluso abrumada, ante la simple idea de tu propio placer.
Ese solo pensamiento lo hizo salivar.
Jungkook sabía que no eras virgen, eran imposibles de pasar por alto, y por eso no podía entender el por qué de tu vacilación y vergüenza cuando se trataban de esos temas. No había notado ningún rastro de culpa religiosa o algo por el estilo, no creía que tus padres fueran especialmente sobreprotectores.
Era solo que eras tan... tímida.
Y eventualmente se dió cuenta de que eras un hallazgo exquisito, el más grande de todos, una cosita perfecta creada sólo para que él la destruyera; un humano tan tímido con moral pura y deseos reprimidos. Eras demasiado buena para ser verdad. Hecha a mano única y exclusivamente para él.
Y por eso Jungkook decidió esperar. Se contuvo durante mucho tiempo, observándote de cerca, aprendiendo todo lo que podía de ti y pensando en cómo procedería con sus diabólicos planes antes de, finalmente, decidir que era hora de presentarse ante ti. La parte más desagradable de todo este proceso, independientemente de la persona con la que estuviera tratando, dar una buena primera impresión siendo un demonio a menudo no iba tan bien como cualquiera esperaría.
Sí, gritaste, maldijiste y lloraste desde el primer momento en que estuvo frente a ti en su forma natural. Sí, te arrodillaste en una esquina y rezaste durante dos horas seguidas con el rosario de tu abuela en manos. Sí, incluso trajiste a un sacerdote para exorcizar todo el lugar, sólo logrando que el demonio sintiera un poco de náuseas durante unos tres días, pero Jungkook realmente pensó que todo el calvario fue lo suficientemente bien a lo que esperaba. Él había tenido peores experiencias en el pasado y sabía que después de un tiempo, eventualmente te adaptarías a su presencia. Y tal como esperaba, fuiste lo suficientemente pura como para intentar verle algún tipo de salvación. Fue casi lindo.
Parecía como si de alguna forma pensaras que Jungkook era una especie de prueba religiosa, tal vez un alma perdida en busca de orientación. Fuera lo que fuera, le abrió una puerta para que se instalara dentro de tu casa en una base de cautelosa confianza en la que podía pararse sin peligro alguno.
Para ser justos, él tuvo la culpa de eso ya que instigó un poco ese proceso. Jungkook a lo largo de todos los siglos que llevaba habitando en la tierra había aprendido que a veces una ofrenda de paz era suficiente para hacer que alguien creyera en él, y no dudó en aprovechar eso contigo. Él sabía que sólo necesitabas un pequeño empujón.
— Me iré si es lo que quieres, cariño.
Te había dicho durante una noche particularmente tormentosa, apoyado contra la encimera de la cocina con total indiferencia. Un vaso de vidrio se había esparcido por todas las baldosas de madera después de que él te sorprendiera con su materialización aleatoria, y estabas demasiado asustada para pasar por encima del vidrio roto y correr a encerrarte en tu habitación.
— Pero hablemos un rato. Soy un demonio, pero no soy malvado. No estoy aquí para robarte el alma o algo así.
Lo cual era completamente falso, sobretodo lo de la parte del alma, esa no era su especialidad, pero dudaba que siquiera te importara ya que a los humanos les encantaba escuchar bonitas mentiras para poder consolarse con ellas. Querías ver algo de bondad en él, eso era todo lo que necesitabas para poder encontrarle sentido a toda la situación y al por qué estaba ahí contigo, y una solicitud de tu consentimiento parecía ser suficiente.
Además, Jungkook no era un tonto cuando se trataba de sus ventajas demoníacas: sabía lo que era, sabía que su imagen cambiaba constantemente, reflejando a la pareja ideal de uno. No sabía qué rostro veías ni la voz que oías, pero sabía perfectamente que era tentador, demasiado, sabía que te enamorarías de él y de su imagen. Después de todo, él fue creado para eso, para ser moldeado según los deseos más íntimos de las personas, y vaya que le funcionaba bastante bien.
Así que no se sorprendió cuando aceptaste unirte a él en un diálogo inofensivo, una pequeña charla tonta no podría ser un problema, ¿verdad? No era como si fueras a vender tu alma por un saco de papas fritas por error o algo así, ¿verdad?
Y de hecho, la pequeña plática había estado bien. Bueno, más o menos.
Incluso si todavía desconfiabas de Jungkook y sus travesuras demoníacas, porque como si hubiera sido por arte de magia; te habías olvidado de ese pequeño detalle tan importante e inhumano, gradualmente le permitías entrar en tu vida cada vez más, abriendo la brecha en tu mente y dándole paso libre a que comenzara a hacer lo que quisiera contigo.
Llegó un punto en el que básicamente estaba conviviendo contigo, apareciendo en el momento más aleatorio del día para molestarte durante una reunión de trabajo o soltando burlones comentarios sobre los horribles chicos que veías todos los sábados por la noche. Jungkook se fue convirtiendo en una agradable conversación durante el desayuno y una sesión de chismes a altas horas de la noche después de haber pasado todo el día espiando a tus ruidosos vecinos. Fue divertido. Él era amable. Parecía que le importaba, como si estuviera tratando de hacer su presencia mucho mejor a como fue al principio.
Gran error; empezaste a confiar en él y a quererlo allí contigo. Y eso le permitió moverse hacia las partes más… interesantes de su plan.
Los sueños eróticos y las fantasías sexuales que Jungkook ponía en tu mente muy a menudo eran demasiado, te despertaban con una gran mancha de humedad en tus bragas y un dolor insoportable entre las piernas.
Gimoteaste mientras dormías y buscaste a tientas en la cama algo con lo que calmar tu calor hasta que finalmente te despertabas sin aliento, tirando de las sábanas mientras tratabas de ignorar esos impulsos carnales. Las imágenes eran tan vívidas, los toques aún perduraban en tu piel y el placer de los actos con los que habías soñado aún florecía dentro de tu abdomen y era increíblemente difícil dejarlo ir. La idea de hundir tu mano debajo de tu ropa interior y lidiar con esa frustración acumulada se volvió cada vez más tentadora cada noche.
Pero no. No podías permitirte hacerlo. No sabiendo que era Jungkook el único causante de todo esto.
Durante los primeros días te las arreglaste para ignorarlo y seguir adelante con tu rutina y tratar de eliminar todas esas sensaciones e imágenes en los rincones más oscuros de tu mente para no tener que pensar más en ellas. Sin embargo, se hizo cada vez más difícil dejarlos ir y, en contra de todas las fibras de tu moral, eventualmente todas las noches te encontrabas con ganas de querer quedarte dormida solo para poder experimentar ese placer abrumador de nuevo, aunque solo fuera en tus sueños.
Lo dejaste a un lado todo lo que pudiste, hasta que simplemente fue demasiado. El deseo te consumió por completo hasta que no quedaba nada para mantenerlo unido. Y finalmente cediste.
Fue algo magnífico, ver cómo esas primeras grietas en tu inocencia se iban formando. La vergüenza que impregnó tus rasgos cuando finalmente te diste cuenta de que estabas demasiado caliente para pensar correctamente, el aleteo de tus pestañas cuando dejaste que tus dedos jugaran con tu clítoris como si estuvieras descubriendo tu placer por primera vez.
Noche tras noche, Jungkook se escondía en las sombras de tu habitación y te veía llorar y gemir mientras te masturbabas de una forma tan hermosa que nunca antes había visto, con tu mano viajando hacia tu boca cada vez que te atrevías a hacer un sonido fuerte; era como si temieras que alguno de tus vecinos pudiera escucharte jugando contigo misma, como si no quisieras que la gente supiera que estabas haciendo algo tan sucio. Casi parecías culpable, Jungkook notó como tu entrecejo estaba fruncido y tus bonitos ojos estaban cubiertos por un fino velo de lágrimas, y le encantó, quería llevar esa imagen tuya en tu punto de placer por toda la eternidad.
Tu agonizante autocomplacencia hizo que cada jodido segundo que había esperado valiera la pena.
Pero en el momento en que bajabas de tu euforia, incluso a veces después de que te permitias tu segundo o tercer orgasmo consecutivo, todo se había ido, y él siempre se quedaba con un hambre aún más fuerte por tenerte.
Sin embargo, Jungkook fue paciente.
Quería verte romperte por completo antes de poder probar tu sabor; quería que le suplicaras que te tocara en lugar de que él te pidiera permiso. Así que siguió adelante con su pequeño juego: si todo salía como debía, serías tú quien suplicaría más al final, hundiéndote en tu propia perdición sin siquiera darte cuenta del lío que estabas creando.
Y por supuesto que todo sucedió como él quería.
Te tomó algunas semanas más reunir el valor para enfrentarte a él, pero llegaste a un punto en el que simplemente no pudiste reprimirlo más.
— Sé lo que estás haciendo.— Le dijiste con severidad, entrando en la sala de estar con los brazos cruzados sobre tu pecho y con la respiración acelerada.
Era una brillante mañana de verano y los pájaros cantaban afuera, la dorada luz del sol se detuvo repentinamente cuando encontraste la figura oscura y melancólica en tu apartamento. Entonces, solo estaban las sombras de su presencia y el nefasto brillo anaranjado en sus ojos. Siempre se veía así, como si estuviera viviendo en una dimensión propia, eligiendo ser afectado por (o afectar) el mundo material o no. Jungkook realmente era un ser de otro mundo, tan peligrosamente cerca de un ángel pero tan lejos de serlo.
El demonio sólo tarareó ante tus palabras, tirado en tu sofá como si se lo debiera. Llevaba una bata de satén roja esa mañana, abierta hasta por encima de su abdomen; dejando a la vista la piel caramelo de su pecho musculoso, y juraste que tu mente se quedó en blanco por un segundo.
— ¿Haciendo qué, cariño? — Jungkook respondió con los ojos enfocados en el libro que tenía en la mano acerca de una extraña teoría humana sobre la sexualidad que le pareció increíblemente divertida.— Tienes que ser más específica, hago muchas cosas en mi tiempo libre.
Suspiraste profundamente, claramente molesta y Jungkook pensó que olías particularmente delicioso ésta mañana, notó rastros de tu humedad aún adheridos a tu ropa interior, y tuvo que reprimir un gruñido de su garganta; actuar sin ser afectado a veces le era realmente difícil.
— Sabes de lo que estoy hablando.— Dijiste sin titubeos, Jungkook adoraba lo directa que te habías vuelto, evitando esas oraciones tartamudeantes que solías lanzar en su camino. Después de todo, estabas acostumbrada a él. Había hecho un gran trabajo derribando tus defensas.— Estás poniendo estos... pensamientos en mi cabeza. Y haciéndome soñar cosas…
Directo, pensó, pero todavía eras incapaz de hablar abiertamente sobre temas tan lascivos. Después de todo, todo lo que había logrado había sido un proceso gradual.
Jungkook enarcó una ceja, pero no apartó la mirada de la página del libro; ese hombre, Freud, era muy gracioso.— ¿Qué pensamientos, cariño?
Pusiste los ojos en blanco ante su actitud, pero el calor en tus mejillas delataba tu vergüenza. Jungkook sabía que no lo dirías, solo quería verte luchar con la simple idea de hacerlo.
— Ya sabes cuáles, Jungkook.— Otra respiración pesada te dejó y de repente estabas perdiendo la calma.— Lo estás haciendo a propósito.
— A lo mejor sí lo estoy haciendo.— Jungkook levantó la mirada del libro y te miró fijamente, tus hombros cayeron y todo el vigor abandonó tu cuerpo una vez que lo miraste a los ojos.
Era su apariencia, su aura, la chispa amenazante en su mirada crepuscular: todo te golpeó de una vez, en una solicitud silenciosa para que fueras un buen humano y revisaras tu postura a su alrededor.
— O tal vez es sólo tu asquerosa mente actuando, bebé. No puedes culparme por lo que tu cuerpo quiere.
Y, cuando su mirada volvió al libro, te diste cuenta de que la conversación, por muy breve que haya sido, ya había terminado.
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Lo curioso de toda la situación en la que estabas envuelta fue que nunca le pediste a Jungkook que se detuviera. Y te diste cuenta de que era porque una parte retorcida dentro de ti en realidad lo estaba disfrutando; todas esas bromas, esos sueños vulgares, la frustración sexual que te inundaba cuando bajabas del orgasmo.
Cuanto más jugabas contigo misma, más llegabas a admitir que no era suficiente; siempre te sentías vacía, agitada, tratando de encontrar algo que no podías alcanzar sola.
Nunca era suficiente. Era como si estuvieras en un borde infernal y perpetuo que te empujaba hacia las paredes de lo impuro.
Y para empeorar las cosas, sabías a ciencia cierta que podías expulsar a Jungkook en cualquier momento y poner fin a toda esta tortura, lo habías investigado y el mismo Jungkook lo había confirmado. Los demonios no podían quedarse por mucho tiempo si el humano no consentía su presencia, pero había algo en ti que realmente lo quería allí.
Querías que su calidez te rodeara, querías que su voz melosa y profunda te dijera todo lo que querías escuchar. Era una presencia embriagadora, un suave zumbido en el fondo de tu mente, sentías el deseo de que te abrazara, de que te tocara, de que te hiciera suya aún si eso estaba moralmente mal.
Jungkook te había arruinado de tal manera que, incluso si le pedías que se fuera, sabías que la mancha que había dejado se quedaría por mucho más tiempo dentro de ti.
Era aterrador ver a un demonio como pareja sexual, pero, ¿cómo no verlo así? Jungkook era la criatura más atractiva que alguna vez pudiste llegar a imaginar, todo lo que hacía, cada pequeño movimiento o parpadeo de su mirada, era tan sexual que casi te hacía jadear ante su sola presencia.
Se burló de ti: te susurró al oído y te abrazó por la espalda; acarició tu rostro y recorrió con sus ojos oscuros todo tu cuerpo, y solo podías pensar en lo deslumbrante y encantador que era; querías sentir sus suaves y bonitos labios sobre los tuyos, querías sentir sus grandes manos sobre tu piel, apretando tu cuerpo contra él y jugando contigo, querías tenerlo dentro de ti; llenándote hasta el fondo, querías recostarte y dejar que él hiciera todo lo que quisiera contigo.
La idea de hacer todo eso con un demonio, independientemente de lo amable que fuera contigo, era absolutamente una locura, lo sabías, pero simplemente no estabas pensando con claridad a este punto.
Sólo podías pensar en él — Jungkook, Jungkook, Jungkook — y sabías que tus propios deseos no fueron plantados por él. El demonio simplemente había instigado algo que ya existía dentro de ti, una pequeña llama a la que él le arrojó gasolina, y ahora estabas mirando cómo incendiaba toda tu mente.
Lo querías. Y tenías que tenerlo.
Así que lo hiciste.
Esas noches vívidas y de pensamientos lujuriosos alcanzaron un nivel de incomodidad que; después de despertarte de otro sueño húmedo, llamaste a Jungkook como si fuera tu segunda naturaleza, rogándole que hiciera algo, cualquier cosa para liberarte de este deseo que te estaba inundando el cuerpo. Y para tu deleite, el demonio apareció con la misma rapidez, dejándote ver un hermoso y diabólico destello de lujuria brillando en el fondo de su mirada y a través de su sonrisita burlona.
— Cosita bonita…— Se había murmurado para sí mismo, de pie junto a tu cama. Estabas sentada en el borde, mirándolo como si fuera tu propia versión de la salvación, pero en ese momento, ya no te importaba lo que era ni la intención oculta que pudiera tener. Todo lo que sabías era que te volverías loca si él no te ayudaba a lidiar con el deseo que había instigado en ti.— ¿Te pusiste caliente y ahora necesitas mi ayuda con eso?
— Sí…— Dijiste con el pecho agitado. Las escenas de tu sueño indecente aún estaban vivas en tu mente, el fantasma de tu placer aún seguía nadando dentro de tu piel. Había una sensación húmeda y pegajosa entre tus piernas que odiabas y adorabas al mismo tiempo haciéndote pedazos junto al hormigueo de la anticipación llenando tu núcleo.— No sé lo que me estás haciendo, pero... ya no me importa. Ayúdame, Jungkook, por favor…
Él sonrió y su cabello negro cayó sobre sus ojos, haciéndolo lucir mucho más encantador, el calor de su palma se encontró con tu muslo desnudo haciéndote temblar, todo se intensificaba cuando Jungkook estaba contigo, cada toque era el cielo y el infierno al mismo tiempo.
— Qué humana tan sucia…— Murmuró por lo bajo comenzando a deslizar su mano hacia arriba por todo lo largo de tu pierna; mimando tu piel con calma y acercándose peligrosamente a tu entrepierna solo para comenzar a frotar su dedo índice por la mitad de tu entrada; ejerciendo una presión especial sobre tu clítoris vestido haciéndote ahogar un gemido, y como era de esperarse, sus dedos se sentían mucho mejor que los tuyos.— ¿Quieres que juegue con tu coño, cariño? ¿Quieres que te haga sentir bien?
No podías asentir con la cabeza lo suficientemente rápido, todas las inhibiciones que alguna vez llegaste a sentir antes de que Jungkook apareciera en tu vida se hicieron a un lado sin pudor alguno.
Te sentiste extraña haciéndolo; nunca habías estado tan desesperada sexualmente en tu vida, y no sabías dónde terminaba su influencia y dónde comenzaban tus propios impulsos. Quizás eras tan culpable como él, tan incapaz de luchar contra tus propias tentaciones.
— Necesito oírte decirlo.— Jungkook murmuró apartando el encaje de tus pantalones cortos de pijama lentamente, disfrutando con el sonido de tu laboriosa respiración. Podía oler tu excitación explotando a su alrededor e inundando toda la habitación; era ese olor dulce y tan adictivo que lo estaba haciendo perder la cabeza, y ya podía sentir su miembro endureciéndose dentro de sus pantalones de una forma tan dolorosa.— No puedo hacer nada a menos que me lo digas.
Tragaste saliva, ahogándote con sus propias palabras por un segundo. No podías creer que estuvieras a punto de pedirle eso, y la simple idea hacía que tus mejillas ardieran.
— Quiero... quiero que juegues con mi coño…— Las palabras salieron en un lío tembloroso de tu boca, cayendo una encima de la otra de una forma arrítmica. Si era por lujuria o vergüenza, no se podría decir.— Quiero que hagas que me corra, por favor. No puedo soportarlo más, no puedo hacerlo yo sola….
Pensaste que tal vez si él te ayudaba, tal vez todo se detendría, esas intensas oleadas de hambre, ese deseo insaciable dentro de tu pecho. Quizás eso era todo lo que necesitaba de ti. Y luego todo volvería a la normalidad.
Incluso si no estabas segura de que realmente querías que eso sucediera.
Jungkook era consciente del hecho de que nunca antes te habían practicado un buen sexo oral (cortesía de tu única y terrible pareja sexual en el pasado), así que uso eso a su favor, como todo lo que había hecho para que terminaras en esta situación, rogando por él.
Fue realmente una tortura ver la forma en la que Jungkook se estaba tomando todo el tiempo del mundo antes de darte lo que tanto querías, era como si estuviera disfrutando con tu desesperación e impaciencia, y cuando por fin lo viste hacerse espacio entre tus piernas y a su aliento caliente acariciar la piel tan sensible de tu entrepierna dejaste escapar un suspiro tembloroso mientras tus caderas se elevaban en busca de él haciéndolo reír. Hubo un momento de silencio que fue cortado por un agudo gemido que brotó de tus labios en cuando sentiste a Jungkook deslizar su lengua por tus húmedos pliegues, comenzando a lamer y chupar todo de ti.
Internamente agradecías el hecho de fuera Jungkook el primero que te estuviera dando este tipo de placer, porque joder que lo hacía tan bien, Jungkook se sentía tan bien, sus labios devorándote por completo se sentían tan bien, su lengua tan caliente y pecaminosa deslizándose y recogiendo todo de tu sabor para probarlo y degustarse con él se sentía tan bien, y los audibles y guturales gruñidos que dejaba escapar contra tu piel sensible se sentían mucho mejor, era como si todo en él gritara lujuria y placer, y cuando menos te diste cuenta, tus manos ya se encontraban enredándose en su cabello negro para aferrarlo más contra ti mientras tus caderas se elevaban contra su boca, rogándole más, mucho más, y esa acción pareció encantarle, ya que un gruñido dejó su boca antes de que su lengua volviera a jugar con tu clítoris, dándole toda la atención que se merecía; haciéndote gemir y temblar entre sus manos.
Tal vez había sido todo el deseo acumulado que había dentro de ti por tanto tiempo, o tal vez fueron los bonitos labios y la caliente lengua de Jungkook trabajando sobre ti, pero fue increíblemente vergonzoso lo rápido que llegaste a tu orgasmo, fue como si tu clímax te hubiera destruido por completo y el placer duplicado que inundó tu cuerpo fue tan grande que te hizo olvidar quién eras por un momento, con el cuerpo temblando y tus manos aún hundidas en su cabello como si estuvieras a punto de morir mientras te corrías sobre su lengua; como si estuvieras hecha para eso, tan bonita y avergonzada que Jungkook pensó que se iba a olvidar de su autocontrol.
— Que humana tan perfecta...— Te felicitó mientras bajabas de tu orgasmo tratando de regular tu errática respiración, su vista estaba clavada en tu entrepierna; demasiado perdido en la forma en la que tu humedad se escurría entre tus muslos antes de que dos de sus dedos se presionaran contra tu entrada al mismo tiempo que se relamía los labios, su cabello revuelto le daban el toque final de erotismo a toda su aura, sus ojos entrecerrados te miraban como si fueras la cosa más sexista que jamás hubiera visto antes de volver a murmurar.— Hecha para ser jodida por mi.
— ¡J-Jungkook! — Gritaste cuando sus dedos entraron en ti comenzado a estirar tu interior de a poco, el ardor hizo que pequeñas lágrimas se acumularan en las comisuras de tus ojos, y cuando menos te diste cuenta; su boca ya estaba de vuelta en tu clítoris sensible e hinchado antes de que pudieras protestar, haciendo que tu espalda se arqueara fuera de la cama.— Es demasiado…
Pero él no respondió, solo te miró fijamente con esos penetrantes ojos negros mientras su lengua se deslizaba por todo lo largo de tu coño chupando con la fuerza necesaria tu clítoris; desafiándote silenciosamente a que te corrieras una vez más para él. Después de todo, tú lo habías pedido, así que él se complació en dártelo.
Y cuando no trataste de alejarlo, supo que te había conquistado.
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No pasó mucho tiempo hasta que Jungkook te estaba complaciendo en cada oportunidad que tenía. Estaba enterrándose entre tus muslos y prácticamente rasgando tus bragas mientras contestabas alguna llamada en tu teléfono; lamiéndote y tocándote hasta que te corrías para él.
Hizo que llegaras a tu orgasmo con solo montar su muslo, te hizo tocarte y bordear tu coño hasta que estabas pidiendo desesperadamente alivio. Prácticamente te había convertido en su pequeña zorra codiciosa más rápido de lo que pudieras entender, podía hacer que le abrieras las piernas con sólo un chasquido de sus dedos y le encantaba mirarte mientras le suplicabas que te tocara más fuerte, más profundo, tal como a él le gustaba.
Una y otra vez, te pedía permiso y, cada vez, tú le decías que sí, un acuerdo nervioso y avergonzado que hacía que su polla palpitara de deseo. Pero justo cuando te hacia correrte y estabas pidiendo más de él, queriendo sentirlo dentro de ti con su polla abriéndote como sabías que lo haría, él se iba, dejándote incluso más frustrada que antes.
A Jungkook le gustaba jugar con su comida, y esa era la razón por la que se estaba tomando su tiempo antes de follarte como es debido. Estaba bromeando, por supuesto. Y estaba funcionando, por supuesto.
Estabas tan cerca de tu punto de ruptura y pasabas tus días casi completamente consumido por el pensamiento de él: su abrumadora belleza, sus caricias, la forma en que se zambullía en tu coño con tanta hambre que parecía que lo disfrutaba incluso más que tú. Incluso cuando te ibas a dormir, estabas plagado de sueños sobre él, algunos tan vívidos que estabas segura de que eran reales; soñando con Jungkook gimiendo contra tu oído y casi pudiendo sentir como la punta de su pene se presionaba contra tus pliegues empapados, con sus dedos frotando tu clítoris sólo como él sabía hacerlo y a su boca chupando tus pezones endurecidos hasta que la necesidad de liberarte te despertaba.
Y sin embargo, incluso en tus sueños, nunca te folló. Era realmente cruel cuando quería serlo, y eso te estaba volviendo loca.
— Jungkook…— Llamaste su nombre una tarde, cuando ese pensamiento te estaba atormentando una vez más, y él apareció justo después, envuelto en un traje oscuro y con el cabello recogido en una pequeña coleta. Realmente era el pecado encarnado.— ¿Puedo preguntarte algo?
— Lo que sea, cariño.— Respondió acercándose a ti para darte un beso en los labios, e instantáneamente te derretiste.— ¿Qué ocurre?
Tragaste en seco, la chispa inicial de tu coraje se desvaneció. No podías mantener tu postura por mucho tiempo cuando estabas bajo su mirada de esa manera, sus seductores iris negros mirando lujuriosamente tus labios te desconcentraban de tu propósito.
— Yo mmh, quería saber por qué nunca... me acompañas hasta el final cuando te lo pido.
Y Jungkook sonrió diabólicamente ante tus palabras.
— Cariño, no creo que estés lista para que yo haga eso todavía.— Respondió y su pulgar rozó tu labio inferior, el familiar estremecimiento recorrió todo tu cuerpo ante ese simple y sutil toque.— Sin embargo, apuesto a que ésta bonita boca se sentiría increíble alrededor de mi polla. Si quieres hacer eso.
Cada vez, sin falta, tus mejillas se calentaban y tus ojos se ensanchaban ante el sonido de sus palabras obscenas. Jungkook las usaba con tanta facilidad, como si las hubiera creado él mismo, y no podías acostumbrarte a lo tentadoras que sonaban cuando salían de su hermosa boca. Pero sólo había un problema con lo que te ofreció.
— Yo... no sé cómo hacer eso.— Admitiste completamente avergonzada y tratando de evitar su lujuriosa mirada de ti.— Yo nunca... simplemente no hubo…
Y Jungkook sintió su respiración atascarse en su garganta, podría haberse corrido justo en ese mismo momento: abrumado por la inexperiencia dulce e inmaculada que nunca te había abandonado por completo. Fue tan entrañable, pensó, la forma en que le rogaste que te follara al mismo tiempo que admitías que no sabías cómo hacer un oral. Realmente fuiste impecable. Y él mejor que nadie sabía que nunca volvería a encontrarse con nadie como tú.
— Me dijiste que no eras virgen.— Jungkook dijo, por supuesto, él lo sabía con certeza, eso era algo que los de su clase nunca se perderían. Sólo quería escucharte decirlo.
— No lo soy.— Tus ojos se dispararon para encontrarse con los suyos. Jungkook todavía tenía deseo nadando dentro de su mirada, sus dientes mordisqueando su labio inferior como si estuviera considerando qué hacer contigo.— Tuve… sexo antes. Una vez. Simplemente no tuve la oportunidad de... ya sabes.
— ¿Chupar una polla? — Completó, disfrutando cada gramo de tu timidez. Incluso después de todo lo que había pasado, seguías siendo tan pura, tan incómoda para explorar tu propia sexualidad. Y Jungkook quería derribar esos muros.— No hay razón para preocuparse, querida. Te puedo enseñar si quieres.
— ¿Tú puedes?
Jungkook sonrió, colocando un mechón de tu cabello detrás tu oreja. Su simple toque te mareaba por completo y su voz ronca te envolvía como una cálida manta tu alma ansiosa.
— Haré lo que quieras que haga.— Ronroneó con su voz melosa y cubierta de deseo.— Todo lo que tienes que hacer es pedirlo, cariño.
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La primera vez que viste su pene, jadeaste tan fuerte de la sorpresa que Jungkook se echó a reír.
Habría estado mintiendo si hubiera dicho que no le encantó tu reacción, disfrutó demasiado con el asombro en tu mirada mientras observabas su tamaño y todos los detalles sobre él: la punta de su pene enrojecida y goteando para ti, la vena que se erguía hermosamente contra su piel lo hacía ver incluso mucho más imponente de lo que ya era.
Jungkook tenía longitud y grosor, una combinación peligrosa que te dejaba en algún lugar entre la emoción y la preocupación cuando pensabas en llevarlo dentro de ti.
— Vamos, cariño, no seas tímida.— Jungkook te animó elevando una de sus manos y llevándola a la parte posterior de tu cabeza; sujetando los mechones de tu cabello y el tirón que te dio no fue fuerte de ninguna manera, pero sí lo suficiente para que tu boca se acercara a su miembro erguido en lo alto.— Dale una lamida, quiero sentir tu lengua alrededor.
Tragaste saliva ligeramente nerviosa, tus dedos se envolvieron alrededor de la base de su pene para darle apoyo, y te sorprendiste aún más con la forma en la que tu mano lucía absurdamente pequeña contra su gorda polla. Pero aún así, hiciste lo que te pidió; tu lengua salió suave y plana contra su punta, comenzando a trazar pequeños círculos de saliva en su glande.
— Buena chica…— Jungkook elogió con un profundo suspiro, relajando su posición sobre la cama.— ¿Puedes llevártelo a la boca, bebé?
—No lo sé…— Murmuraste contra la punta húmeda.— Es tan grande…
Jungkook se rió entre dientes ante tus palabras, su mano bajando por tu rostro para poder acariciar tu mejilla.— Empecemos despacio, ¿de acuerdo? Puedes parar cuando quieras.
Y tú asentiste con la cabeza sintiendo como el calor se extendía por tus mejillas. A Jungkook le gustaba demasiado la vista que tenía de tus bonitos labios tomando todo de su grosor; siguiendo tus movimientos incómodos mientras agarrabas su base con más fuerza y te inclinabas sobre él antes de que tu boca se envolviera en la punta para darle una ligera succión.
Jungkook suspiró de nuevo ante la sensación, pero estaba más entretenido viéndote luchar con su tamaño mientras tu mandíbula se movía para acomodar su grosor dentro de tu boca. Era un espectáculo tan pecaminoso y estaba empezando a perderse en tu expresión concentrada cuando decidiste hundirlo un poco más y chuparlo más fuerte.
— Muévete hacia arriba y hacia abajo para mí.— Te ordenó e hiciste lo que dijo, luchando contra el ardor en tu boca mientras lo llevabas más profundo gradualmente, sólo un poco más cada vez que bajabas la cabeza.— Usa tu mano también, bebé, hazme sentir bien…
Gimoteaste alrededor de su polla cuando tu mano comenzó a acariciar su base, cubriendo las partes de él que tu boca no podía alcanzar, moviendo tu cabeza hacia arriba hasta que sólo la punta estaba en tu boca antes de volver a tomar todo de él, con los bombeos de tu mano a la par de cada nueva succión. Jungkook te enseñó lo fuerte que tenías que chuparlo, lo rápido que le gustaba y lo mucho que amaba cuando gemías alrededor de su dura longitud. La pegajosa humedad entre tus piernas era cada vez más insoportable y solo aumentaba entre cada gutural gemido que brotaba de sus labios combinados con algunas maldiciones en nombre del placer que estaba sintiendo.
— ¿Puedo follarme tu boquita, bebé? — Preguntó y tú lo miraste desde abajo, la vista de Jungkook estaba enfocada en ti, mirando tus ojitos llorosos mientras asentías sumisamente a su alrededor y sonrió diabólicamente.— Buena niña.
Hace unos meses, ni siquiera hubieras aceptado la simple idea. Pero ahora, Jungkook te había convertido por completo en un desastre caliente y débil a sus encantos, en alguien que haría cualquier cosa que él te pidiera, y amabas cada segundo de esto.
Jungkook estaba orgulloso de su trabajo. Había sido uno de los mejores.
— Quiero que relajes tu garganta, bebé…— Te dijo mientras sus manos se movían hacia la parte de atrás de tu cabeza, dándole un tirón fuerte y experimental a tu cabello que te gustó más de lo que esperabas e hiciste todo lo posible por hacer lo que te pidió, colocando las palmas de tus manos contra sus fuertes y gruesos muslos para intentar prepararte. Nadie te había hecho esto antes y no sabías qué esperar.— Tu boca se ve tan bonita llena de mi polla. No puedo esperar para llenarla con mi semen.
Jungkook gruñó y tus piernas se debilitaron con sus palabras, un pequeño gemido vibró alrededor de su polla cuando elevó sus caderas hacia ti, llevándose más profundamente dentro de tu boca; tus ojos se cerraron ante la sensación de su punta rozando con dureza tu lengua. Jungkook no tardó ni dudó en establecer un ritmo; empujando hacia arriba dentro de tu boca mientras luchabas por mantenerte abierta para él, tu mandíbula dolía con la posición en la que estabas y no fue hasta que lo sentiste golpeando la parte posterior de tu garganta que te ahogaste con su tamaño y tus ojos se llenaron de lágrimas mientras lo escuchabas gemir sobre ti.
— Mierda…— Maldijo, cerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás. Jungkook era una imagen de perdición en la que fácilmente podías perderte, la forma en que se mordió el labio mientras te follaba la boca haciendo que tu coño se mojara aún más de pura necesidad. Te encantaba la sensación de que él te estaba utilizando, como si fueras una simple herramienta para su propio placer.— Ah, sabía que lo podías tomar. Nunca me decepcionaste.
Tu frágil sollozo salió amortiguado alrededor de su miembro, las vibraciones de tu voz hicieron que Jungkook te follara la boca más rápido y más fuerte. Cada vez que golpeaba la parte posterior de tu garganta, te ahogabas y tus uñas se clavaban en sus muslos, pudiendo sentir como tu coño se apretaba alrededor de la nada, imaginando cómo se sentiría tenerlo dentro de ti. También sabías que él podía sentir lo caliente y necesitada que estabas, podía oler tu excitación a millas de distancia, y la idea te hacía gemir.
— Eres una humana tan sucia…— Jungkook habló viendo como una lágrima corría por tu mejilla; le encantaba lo desordenada que te veías, tan desesperada con su polla metida en tu boca.— Eras tan inocente cuando te conocí, y ahora…— Agregó en medio de un audible gruñido.— Ahora mírate; llorando alrededor de mi polla, como una buena puta.
Cerró los ojos de golpe y gimió, con su cuerpo completamente dominado por la lujuria y por la sensación de la calidez y humedad de tu boca cubriéndolo por completo. El dolor en tu mandíbula ya no te molestaba; de hecho, te gustaba que Jungkook superara tus límites, haciéndote olvidar de tu propia incomodidad para poder darle más placer.
— Me voy a correr…— Advirtió y su voz salió ronca y firme, enviando escalofríos por tu columna vertebral, sintiendo su pene palpitar dentro de tu boca; llenando tus papilas gustativas con el gusto salado del líquido preseminal.— Y serás una buena niña y te tragarás todo.
No necesitó pedirlo dos veces porque no pensaste que hubiera algo más que quisieras hacer. Jungkook te folló la boca por unos segundos más con sus embestidas volviéndose erráticas, antes de que la punta hinchada chocara contra la parte posterior de tu garganta y se corriera con una fuerte maldición brotando de sus bonitos labios acompañada de un tirón en tu cabello que hizo que tu cuero cabelludo picara.
Gimoteaste mientras hacías todo lo posible por tragar las espesas olas de semen con su mano manteniéndote firmemente en su lugar mientras lo hacías. Jungkook no pudo maravillarse más con la sensación de tu garganta apretándose a su alrededor mientras tu lengua se movía para poder limpiarle la polla.
— Eso es…— Siseó un poco moviendo su pelvis de forma lenta.— Trágatelo todo.
Jungkook llegó en una cantidad sorprendente y, sin embargo, te las arreglaste para tomar todo de él, y cuando estuvo satisfecho soltó tu cabello y jadeaste por aire mientras te movías hacia arriba separándote de a poco de su pene aún duro y un visible hilo de saliva colgó de tus labios; conectando tu boca con su punta.
— Tan jodidamente bonita…— Dijo con ternura acariciando tu cabello, y no pudiste descifrar su expresión, pero de todos modos te emborrachaste con sus elogios.— Hiciste un gran trabajo. Ahora ven aquí.
Hiciste lo que te pidió, arrastrándote más cerca de él hasta subir a la cama y recostarte a su lado, rápidamente Jungkook se colocó encima de ti y su mano viajó por tu cuerpo hasta encontrarse con tu cuello; atrayéndote en un beso tan caliente y sensual que te dejó buscando aire; en medio de ese beso sentiste como su rodilla se movía entre tus piernas separándolas y abriéndote para él.
Su otra mano se movió hacia abajo para envolver tu coño y el demonio tarareó de placer una vez que sus dedos se encontraron con tus pliegues empapados, y sin querer perder mucho tiempo; dos de sus dedos se sumergieron dentro de tu calor, comenzando a estirar tu interior de a poco, tu espalda se arqueó ante la sensación y un gemido necesitado salió de tus labios mientras él comenzaba a bombear dentro y fuera de ti, llenando el dormitorio con los sonidos de tu humedad mezclados con tus suaves gemidos.
Jungkook se rió entre dientes cuando se apartó, sus rosados labios estaban hinchados y se inclinó para volver a atacar los tuyos.— Mírate…— Murmuró estableciendo un ritmo deliciosamente lento dentro y fuera de tu coño.— ¿Te mojaste así con solo chuparme la polla, bebé?
Tu asentiste con la cabeza ante su pregunta.— Me gusta hacer que te sientas bien.
Y Jungkook no pudo evitar sonreír ante tus palabras tan dóciles.
— Que linda.— Se inclinó y te dió un húmedo y casto beso en los labios, el movimiento fue extrañamente suave en comparación con la forma en que se cernía sobre ti, con su presencia casi amenazante cuando se encontraba con tu mirada.— ¿Quieres tener mi polla de nuevo, bebé? Las niñas buenas merecen recompensas.
Casi no podías creer sus palabras, una mezcla de euforia y lujuria se apoderó de ti al escucharlo. Tenerlo dentro de ti era todo lo que deseabas, y no podías aceptar lo suficientemente rápido.
— Sí, por favor…— Te quejaste, casi ahogándote con tus propias palabras mientras él agregaba un tercer dedo; abriéndote y preparándote para él, tu abdomen se apretó ante la idea de su gran polla entrando y saliendo de ti, con la idea de su semen llenándote mientras seguía follándote a través de su orgasmo. Nunca habías necesitado tanto a alguien.— Por favor, úsame. Quiero tanto sentirte…
Y la expresión entretenida en su rostro no vaciló, depositó otro nuevo beso en tus labios y te quitó los dedos.— Siempre tan educada.— Murmuró por lo bajo empujando tu espalda contra el colchón y atrapando tus muñecas con su mano, entrelazándolas justo encima de tu cabeza.— Me encanta cuando me ruegas.
— Pero nunca me das lo que quiero…— Hablaste en medio de un puchero y con las mejillas ardiendo.
— Esta noche lo haré.— Jungkook se rió entre dientes ante tus palabras mientras su otra mano se movía hacia abajo para bombear su pene. Estaba tan duro como antes, pero por supuesto, no esperabas que su cuerpo inmortal funcionara igual que cualquier otro humano, y la vista te hizo agua la boca.— ¿Quieres que te folle, bebé? — Preguntó con su voz ronca y arqueó las cejas, viendo como tragabas saliva y asentías desesperadamente, sus manos eran tan grandes, pero incluso parecían pequeñas al envolver su miembro, su pulgar llegaba a acariciar la punta rosada; cubriéndose con su humedad y los restos de tu saliva por todo lo largo.— Quiero que lo digas.
— Lo necesito tanto…— Dijiste, encontrando su mirada divertida puesta sobre ti.— Necesito tu polla dentro de mí, por favor Jungkook…
Los ojos de Jungkook brillaron con hambre y deseo mientras se relamía los labios. Te estabas volviendo una personita tan sucia, pensó, y aún así, seguías siendo tímida como antes.
— ¿Lo necesitas? — Repitió tus palabras inclinándose más cerca de ti y buscando alinearse correctamente con tu goteante entrada, y cuando habló de nuevo; sus palabras fueron una nube de calor contra tus labios entreabiertos.— ¿Me necesitas follando tu pequeño coño como una buena puta?
Jadeaste ante sus palabras tan sucias; buscando a tientas algún tipo de agarre en tus muñecas.— Sí, por favor, Jungkook, yo…
Tu oración se atascó en tu garganta cuando lo sentiste presionando la punta caliente de su pene contra tu entrada; provocándote lo suficiente como para que tus ojos se cerraran y que tu cuerpo se tensara con expectativa.
Sin embargo, a Jungkook le gustaba bromear.
— Relájate, bebé…— Murmuró alejándose un poco hacia atrás para apoyar su pene contra tu coño, comenzando a rodar sus caderas; haciéndote jadear cuando rozó intencionalmente tu clítoris y todo tu cuerpo se concentró en lo pesado y grueso que se sentía presionando contra ti.— Estás tan tensa.
Gemías con cada lento y provocativo movimiento de sus caderas contra ti, los sucios sonidos de su polla arrastrándose entre tus húmedos pliegues llenaban tus oídos y te hacían suspirar de pura frustración.— Por favor, mételo…— Suplicaste patéticamente y con los ojos nublados por el deseo.— No puedo soportarlo más…
Jungkook se rió entre dientes.— ¿Estás segura, bebé?
Y tu asentiste con la cabeza, más que necesitada y ansiosa por tenerlo dentro de ti.— Sí, joder, eso es todo lo que quiero…
— Todo lo que mi linda humana quiera…— Jungkook habló antes de tomar su pene por la base y alinear su punta contra tu entrada una vez más. Los dedos de tus pies se curvaron cuando él comenzó a deslizarse, el ardor que sentiste de su miembro grande y grueso abriendo tu interior gradualmente envió oleadas de dolor y placer al mismo tiempo.
Cerraste los ojos y tu cabeza cayó hacia atrás contra la almohada ante la deliciosa sensación.— Oh, joder, Jungkook…
— Shhh... eso es, despacio, bebé.— Jungkook susurró deslizándose lánguidamente dentro de ti, tomándose su dulce tiempo, disfrutando de la sensación de tu coño apretándose de forma imponente a su alrededor mientras entraba en tu interior y amando como se apretaba más a medida que avanzaba.— Sé que puedes tomarlo.
Intentaste apartar las manos de su agarre de nuevo, pero era en vano, Jungkook te sostenía con demasiada fuerza y prácticamente estabas a su merced.— Es mucho, Jungkook…— Te quejaste debajo de él sintiendo que todo tu cuerpo estaba en llamas. Nunca antes te habías sentido algo así, nunca pensaste que estarías tan llena.— Es demasiado grande…
— ¿Lo es, bebé? — Preguntó mientras se inclinaba sobre ti para darte un pequeño beso en los labios, suave, tranquilo. Todas las cosas que no era.— ¿Quieres que pare?
— No, por favor, no te detengas…— No dudaste, nunca lo hiciste con él.
Jungkook sonrió diabólicamente ante tu rápida respuesta. Realmente te había entrenado bien, te había convertido en su pequeña y obediente muñequita. Joder, el escucharte así hizo que su polla palpitara, dándose cuenta de que acababa de enseñarte cómo darle una buena mamada porque eras tan inocente que ni siquiera sabías cómo hacerlo y ahora te retorcías debajo de él, tratando de darle sentido a la sensación de su gran polla llenándote. Era demasiado perfecto.
— Mi linda bebé necesita tanto mi polla, ¿no es así? — Murmuró con su voz ronca empujando dentro de ti con tanta fuerza que te quedaste sin aliento, deteniéndose justo después para poder escuchar tus gemidos quejumbrosos saliendo de tus bonitos labios.— Mírate. Fuiste hecha para ser follada por mí.
— Es tan grande…— Balbuceaste sin sentido antes soltar un patético gemido cuando Jungkook comenzó a dar profundas embestidas dentro y fuera de ti, lentamente al principio; comenzando a establecer un ritmo conforme avanzaba. No pensaste que alguna vez serías capaz de experimentar este sentimiento con nadie más.— Se siente tan bien…
— Te encanta, ¿no es así? — Habló y se inclinó sobre ti; presionando su frente contra la tuya, su mano todavía sostenía con fuerza tus muñecas comenzando a perderse en el delicioso placer que sus cuerpos creaban, tus senos rebotaban cada vez que empujaba su polla dentro de ti con fuerza, haciendo que la vista de todo fuera aún más placentero.— Mi linda mortal fue hecha para tomar mi polla.
— S-Sí, por favor, no pares…— Gemiste de pura felicidad mientras las lágrimas corrían por tu rostro con la fuerza de sus embestidas. Ni siquiera podías pensar con claridad, tu mente era un desastre, demasiado intoxicada con la sensación de su miembro golpeando tu coño. Todas esas noches frustrantes, todos esos sueños eróticos que tuviste con Jungkook, nada podría compararse, y realmente pensaste que estabas arruinada para siempre.— Es tan bueno…
A Jungkook le encantaba verte llorar mientras estabas tan llena de su polla, esas lágrimas etéreas corriendo por tu rostro mientras sus embestidas se volvían más fuertes y duras dentro de ti. También le encantaba cómo se volvían tus gemidos cuando llegabas a ese punto: tan agudos y rotos, con tu cerebro incapaz de formar una sola oración comprensible.
— Qué linda humana.— Elogió elevando su mano para acunar tu rostro y limpiar una lágrima de tu mejilla.— Eres tan bonita cuando lloras…
— Es... es tan grande.— Gimoteaste dócilmente una vez más, parecía como si eso fuera todo lo que pudieras decir, ese único pensamiento repitiéndose como un disco rayado dentro de tu aturdida mente.
Tus ojos estaban tan borrosos que casi te perdiste la sonrisita diabólica que apareció en sus labios.
— ¿No puedes soportarlo, bebé? — Jungkook bromeó moviendo sus caderas de una manera que hizo que tu coño se apretara a su alrededor haciéndote gemir su nombre y arquear tu espalda hacia él; ofreciéndole en bandeja de oro tus senos para que él los atacara con su caliente lengua, lamiendo tus pezones antes de regalarles una mordidita por igual, y otra lágrima se deslizó por tu rostro con un deleite sin fin.— ¿Me molestas durante semanas, suplicando que te llene con mi polla, y luego empiezas a llorar porque no puedes soportarlo? Deberías ser más consciente de lo que pides.
— N-No, no es eso…— Tragaste saliva sintiendo como las palabras se atascaban en tu garganta ante sus duras embestidas.— Y-yo p-puedo tomarlo, lo juro…
Jungkook tarareó y se echó hacia atrás para poder mirar el lío que estaba haciendo entre tus piernas. Gimió en aprobación cuando vió su gruesa polla hundirse con fuerza entre tus empapados pliegues, casi hasta el borde.— Lo estás tomando muy bien princesa… – Él te miró con sus ojos de obsidiana brillando con malicia.— Qué buena puta eres. Harás todo lo que te pido, ¿no?
Asentiste desesperada con la cabeza sin entender realmente lo que dijo. Sentías como si el mundo se cerrara a tu alrededor, asfixiándote. Jungkook era demasiado grande, demasiado grueso, la forma en que te estiraba no era más que deliciosa y placentera.
— ¿Todo? — Preguntó inclinándose más cerca y soltando tus muñecas, con su boca a centímetros de tu oreja. Su aliento era caliente y pesado, cubierto de hambre.— Si quisiera seguir follándote una y otra vez, hasta que esté satisfecho, ¿me dejarías?
— Sí...— Gemiste en aprobación, eso era todo lo que querías.
Jungkook curvó sus manos debajo de tus rodillas y tiró de tus piernas hacia arriba, más cerca de tu pecho. El nuevo ángulo fue un descubrimiento tan delicioso, un gemido particularmente fuerte explotó en tu garganta mientras seguía follándote con fuerza.
— ¿Incluso si te corres tanto que ni siquiera puedas hacerlo más? — Preguntó una vez más; sus embestidas se volvieron más duras, golpeando increíblemente profundo dentro de ti de una manera que te hacía gemir su nombre una y otra vez.— ¿Me dejarías usar tu coño y llenarte con mi semen hasta que estés goteando? ¿Hum? ¿Hasta que no puedas soportarlo más y aún así no me detendré?
— Joder, sí... — Tus ojos se cerraron revoloteando en puro placer, y con tus muslos temblando con cada nueva colisión de sus caderas contra las tuyas. Dejarías que Jungkook hiciera lo que quisiera contigo, estabas más allá del punto de cuestionar cualquier cosa.— Por favor, Jungkook, yo solo… oh, joder…
— Estás tan jodidamente apretada…— Jungkook maldijo en medio de un gruñido, sus manos enterrándose en la piel de tus caderas.— Qué buen coño, tan húmedo y apretado para mi polla.
— Jungkook estoy tan cerca…— Gemiste desesperada sintiendo como todo el placer que te estaba dando comenzaba a golpear tu cuerpo.— Por favor, no te detengas.
— No puedo parar, cariño.— Jungkook siseó echando su cabeza hacia atrás en un nuevo y gutural gruñido, su cabello era un desastre sudoroso sobre sus ojos, su pecho palpitaba con el placer que lo estaba invadiendo, podía sentir todo: tu euforia, tu lujuria, la desesperación que emanaba de tu alma. Todo era tan lascivo, tan manchado; podría perderse en él. Casi podía saborear la corrupción que impregnaba tu alma.— No cuando te sientes tan jodidamente bien…
Otro agudo gemido brotó de tus labios sonando peligrosamente cerca de su nombre, sintiendo cómo tu interior apretaba su polla un poco más, Jungkook gruñó y maldijo ante la sensación de tus paredes palpitando a su alrededor con tu orgasmo llamándolo a follarte más fuerte y rápido, amando esas hermosas lágrimas que manchaban tu rostro y viendo como empezabas a retroceder por la sensibilidad extra a través de los espasmos de tu clímax.
— J-Jungkook, es demasiado…— Te quejaste por lo bajo buscando apoyo en sus fuertes brazos.
— Me dijiste que me dejarías usar este coño, bebé.— Jungkook te recordó con su voz rota por un gemido entrecortado. Se notaba que estaba cerca, sus embestidas eran demasiado descuidadas y desesperadas.— Hasta que esté satisfecho.
— S-sí...— Jadeaste sabiendo que no habías cambiado de opinión.
— ¿Vas a dejar que te llene con mi semen? — Preguntó de nuevo, sonriendo ante el pequeño y débil "sí" que le diste.— No voy a parar después de que me corra, bebé. Voy a follarte hasta que no puedas hacerlo más.
Abriste la boca para decir algo, qué, exactamente, no tenías idea, pero pronto sentiste su semen caliente derramándose dentro de ti y tu mente se quedó completamente en blanco. No sabías si era por lo que era Jungkook, pero todo lo que hizo fue extremadamente fácil para excitarte, y su semen dentro de ti no fue la excepción. Un gemido salió de tu garganta antes de que pudieras detenerte y todo tu cuerpo se apoderó de un nivel de deseo que ni siquiera podías comprender.
Hubo un momento de confusión interna cuando el demonio se detuvo para recuperar aliento en el que realmente pensaste que había terminado, que Jungkook se iba a ir y te dejaría con ese deseo construyéndose dentro de ti. Pero el aura animal que lo rodeaba no te dejaría descansar.
Después de unos cuantos segundos Jungkook encontró tus ojos a través de la cortina de su cabello oscuro, el brillo de malicia que viste en ellos te emocionó el doble antes de escucharlo hablar en medio de un gruñido.
— Más.
Y esa fue toda la advertencia que te dió, cuando menos te diste cuenta, Jungkook te dió la vuelta como si fueras una muñeca de trapo y presionó tu cara y tu cuerpo contra el colchón. Gimoteaste al sentir un duro azote golpear contra una de las mejillas de su trasero antes de que tomara con fuerza tus caderas, tirando de tu cuerpo hacia arriba hasta que tus rodillas te sostuvieron sobre la cama y apenas tuviste tiempo para reaccionar antes de que su polla se hundiera dentro de ti una vez más.
— Oh, Dios…— Jadeaste con fuerza y tus manos apretaron las sábanas mientras Jungkook continuaba golpeando dentro de ti, haciendo que la mezcla de su semen y tu humedad goteara por tus piernas. Su resistencia era una locura, como esperabas que fuera, pero la dureza de su polla te estaba haciendo perder la cabeza.— Joder, Jungkook…
— Tienes un coño tan perfecto, no puedo tener suficiente de ti…— Jungkook gruñó antes de tirar con fuerza de tu cabello mientras continuaba perforando dentro de tu coño, haciendo que tu cuerpo temblara con cada duro impacto. Tus ojos se cerraron ante la deliciosa sensación y tus paredes se apretaron alrededor de él mientras te llenaba hasta el borde.— Estás jodidamente goteando sobre mi polla. Qué puta tan sucia.
El placer dentro de ti era innegable, aumentando tan rápido que apenas y podías seguirlo. Acababas de alcanzar tu punto máximo y ya sentías que estabas a punto de hacerlo todo de nuevo.— J-Jungkook, yo…— Las palabras luchaban por salir de tu lengua con tu mente empañada por el erotismo de sus acciones.— Se siente tan bien, joder, no te detengas…
Hubo un ligero escozor en tu cuero cabelludo cuando apretó el agarre en tu cabello, haciéndote inclinar tu cabeza hacia atrás y que tu trasero se presionara contra su pelvis.— ¿Vas a correrte de nuevo, bebé? — Jungkook preguntó sin aliento antes de sonreír cuando asentiste con la cabeza, con tus ojitos llorosos mirándolo por encima de tu hombro.— Eres una pequeña mortal tan hambrienta. Acabas de llegar y estás a punto de correrte en mi polla de nuevo, ¿eh?
Gemiste una vez más igual de fuerte mientras lo sentías tirar de tu cabello, haciendo que tu espalda se arqueara y tu coño se apretara a su alrededor.— Sí, joder…— Admitiste en medio de un jadeo, la habitación estaba tan caliente que apenas y podías respirar, sentías como si todo el lugar estuviera dando vueltas a tu alrededor. Estabas tan, tan cerca de tu orgasmo que casi podías tocarlo.— Voy a correrme de nuevo…
Jungkook se humedeció los labios, bajando su atención al movimiento de su polla dentro y fuera de ti y gimió al ver tus pliegues envolviéndose alrededor de su grosor, tragándolo ansiosamente mientras tu humedad goteaba por tus muslos, ensuciándolo por completo. Era la cosa más hermosa que había presenciado en su vida, quería tener eso para siempre.— Sabía que serías tan perfecta después de que te preparé para esto, sabía que te encantaría ser una puta para mí.
No podías decir que te sorprendió su confesión; no eras tonta, sabías que había una sola cosa que un demonio quisiera contigo y, después de los sueños sexuales, no fue difícil sumarlo todo. Y, sin embargo, aceptaste sus avances en cada paso del camino, permitiste que te hiciera pedazos y te enseñara cómo ser tan sucia para él. Y tenía razón: te había encantado cada segundo.
— Voy a correrme.— Le advertiste, cerrando los ojos mientras todo el placer se arrastraba por toda tu piel justo hasta tu centro.— Joder, tu polla es tan grande, voy a…
Tu orgasmo te fue arrebatado cuando Jungkook se apartó abruptamente de tu coño. Lloriqueaste por lo bajo y sollozaste ante la pérdida de su pene dentro de ti, los sonidos lascivos se convirtieron en un jadeo de sorpresa y sin aliento cuando te separó de él.
Jungkook fácilmente te dio la vuelta y tiró de tus piernas hacia arriba, presionándolas contra tu pecho cuando se inclinó.— Quiero ver tu bonita cara cuando te llene con mi semen.
Y eso fue todo lo que dijo antes de irrumpir dentro nuevamente en una deliciosa penetración, todo tu cuerpo se estremeció ante la sensación y ante el repentino estiramiento que te empujó al borde del placer y te hizo correrte alrededor de su polla por segunda vez esa noche.
— Que humana tan dulce…— Jungkook gimió demasiado perdido en su propio placer, tus paredes se habían vuelto increíblemente apretadas a su alrededor, latiendo con cada bombeo de su longitud dentro de ti.— Me encanta arruinarte. Eres tan perfecta para mí. Hecha para esto…— Sus frases eran sólo algunos pensamientos conectados por fuertes gemidos, sus cejas bajaban a medida que se acercaba su propio orgasmo.— Me encanta verte así, te ves tan linda, toda llena de mi polla.
Jungkook murmuró con su voz aireada antes de derramarse de nuevo dentro de ti con un fuerte y entrecortado gemido y unas pocas palabras de elogio que salieron de sus labios: de lo bien, lo húmeda y lo apretada que estabas para él. Al igual que la primera vez, la sensación de que él te llenaba era embriagadora y te hacía perder la cabeza una vez más.
Intentaste quejarte un poco pero tus palabras fueron silenciadas con el choque de sus labios contra los tuyos, un gemido gutural lo dejó mientras derramaba las últimas gotas, su polla palpitó un par de veces más mientras seguía bombeándose a sí mismo través de su orgasmo; asegurándose de que cada gota de su semen estuviera profundamente dentro de ti.
Se notaba que estaba lejos de estar satisfecho cuando te besó con fervor, tarareando ante el sabor de tu lengua mientras sus manos sostenían con fuerza tus caderas impidiendo moverte. El pene de Jungkook todavía estaba duro dentro de ti, enterrado profundamente, incluso si había detenido sus movimientos, y te encantaba lo lleno que te hacía sentir, y sabías que estabas más allá del punto de la salvación.
Jungkook suspiró profundamente contra tus labios y se inclinó hacia atrás, sus ojos se encontraron con la unión de sus cuerpos mientras se alejaba, viendo como su semen se derramaba fuera de ti lentamente, haciendo un desastre sobre las sábanas y marcándote como suya, completamente suya.
— Perfecta…— Murmuró y debió haber sido la centésima vez que dijo eso en la noche, pero no podía tener suficiente de ti.— Hecha para mí.
Hubo un peso en tu pecho cuando lo miraste, observando la forma tan hermosa en la que su piel brillaba bajo la luz de la luna. Quizás fue la culpa, pensaste, o la comprensión de que acababas de manchar tu alma en nombre de la lujuria. Sin embargo, ya no te importaba.
Respiró pesadamente cuando se acostó a tu lado sobre la cama, y te giraste de lado para poder mirarlo; Jungkook era tan guapo, tan perfecto; y la mirada que te dio fue nada menos que pecaminosa.
— ¿Estuve bien? — Preguntaste por lo bajo con tu voz temblorosa debido a tu estado nebuloso y cansado antes de formar una pequeña sonrisita.
El demonio asintió, encontrando esa pregunta bastante adorable.— Sí, cariño. Aprendes rápido.
Tu sonrisa satisfecha se ensanchó en tu rostro y te acercaste a él, colocando tu cabeza contra su pecho, donde no podías escuchar ningún latido. Ese momento fue lo suficientemente extraño como lo fue, pero no estabas pensando con claridad; además, abrazar a un demonio no podía ser peor que todo lo que había sucedido antes.
Si Jungkook pensó que eso era extraño, no lo mencionó. Simplemente apartó unos mechones de cabello de tu frente, mirándote.— ¿Cansada, querida? — Preguntó.
— Sí…— Respondiste por lo bajo y parpadeaste pesadamente.
El tarareó colocando su palma contra tu mejilla.— Puedes descansar un poco.— Habló casi con suavidad al principio antes de que su voz volviera al tono profundo y áspero de antes.— Pero aún no he terminado contigo.
Después de todo, le permitiste usarte hasta que estuviera satisfecho. Y Jungkook estaba lejos de estarlo. No era que estuvieras quejando después de todo.
Y antes de que el sueño y el cansancio hiciera efecto por completo en tu cuerpo, escuchaste a Jungkook murmurar por lo bajo contra tu oído:
— Espera a que ellos te conozcan, cariño.
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N/A: Por finn después de mucho tiempo y de que me lo pidieran demasiado por fin está disponible de nuevo 'Devilish' como especial de halloween 🎃
Espero por fin poder publicar la segunda parte de este oneshot, que realmente es una serie👀
So espero que lo disfruten igual o más que la primera vez🌚 gracias por todo su apoyo ♡
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xlemonciel · 1 year ago
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❝Collision❞
Había pasado dos días viviendo prácticamente en el apartamento ajeno hasta que empezó a sentirse mejor y tuvieron que regresar a sus horarios de siempre, lo que le apenó en parte, sobre todo porque para recuperar el tiempo perdido tenían que echar horas extras y por supuesto eso les dejaba sin ninguna clase de tiempo libre, además Felix ya no tenía excusas para seguir durmiendo con Hyunjin y regresar a su apartamento había sido un paso atrás para él, pero entendía que sería raro seguir pidiéndole al alfa dormir con él cuando ya estaba totalmente recuperado.
Lo que peor llevaba era el o tener tiempo a solas, si, pasaban todo el dia juntos pero con otras personas y quería tener un poco de tiempo de calidad con el mayor, no le importaba mostrarse muy cariñoso con él delante de los miembros pero era distinto cuando estaba Ateez con ellos, Felix no quería que hubiera ningún problema así que intentaba no pegarse demasiado. Durante ese tiempo él y Wooyoung habían intimado más aún y Felix se sentía feliz por ello también, en los ensayos casi parecían inseparables.
Otra cosa buena era que iban a quitarle ya la escayola a Hyunjin y Felix estaba más emocionado que nadie por eso, al fin  el mayor podría volver a ensayar sin ninguna limitación, y le apenó no poder estar con él el día que le quitaron la escayola pero aún así le preparó un regalo para ese día, había estado la semana antes haciendo sus investigaciones sobre qué estuche de pinturas guache cogerle al mayor y cual sería mejor y con más calidad, había decidido uno que no era precisamente barato pero eso daba igual, quería animar al mayor ahora que podía volver a usar su mano dominante y además formaba parte de su cortejo, así que hizo que el día que le quitaron la escayola se lo entregaran en casa. Le hubiera gustado ir esa noche tras los horarios a preguntarle pero estaba tan agotado que decidió que mejor era dejarlo descansar. Al dia siguiente Felix se despertó emocionado y lo primero que hizo en cuanto Hyunjin entró en la sala de ensayo fue ir hacia él, sonriente. — ¡Hyunnie! ¿Que tal tu mano? ¿Está bien? Déjame verla. — dijo estirando la suya con una enorme sonrisa.
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fragmentosadolescentes · 27 days ago
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Él
Lo encontré en una época sin nombre,
completamente en ruinas,
donde mi corazón,
no mitigaba el dolor,
titilaba entre pequeños palpitares rotos,
y él fue el destello en mis ojos,
que hizo querer abrir la puerta,
que hacía mucho estaba cerrada.
No me importó romper el cerrojo,
que ataba las cuerdas de mi corazón,
a una soledad perpetua.
Fui valiente aún muerta de miedo.
Involuntariamente,
temblaban mis dudas,
mientras mi alma esquiva,
se escondia aun temerosa,
de mostrarse ante él.
Pero como no amarlo..
Si me tomó entre sus brazos,
y me abrazó tan fuerte,
como si fuera a romperme.
Y me dijo bajito pegado a mi boca..
El pasado no existe,
y me besó con tanto amor,
que hizo de mis ruinas,
una obra de arte.
Pura maldad ❄️
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yo quiero que me siga gente por lo que escribo,por lo que siento y habito,crear un discurso en contra de esta dominancia social que aveces jerarquiza la virtualidad
y inhibe el sentir y mostrarse vulnerable
que facilita el fragmentarse
no soy esto ni aquello
no me interesa ver tanto cuerpo,tanto deseo, deseo que no se canaliza
deseo que lo condenan y esconden aqui
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whivttmn · 10 months ago
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' ah, que por mi yo no seguiría aquí ' sabe que contrario no hablaba en serio, pero igual comparte información aunque se imagina que este puede darse una idea. se deja caer en sofá individual, alzando uno de sus brazos a uno de los lados para dar con palanca y usarla, apareciendo entonces una parte extra del mueble, donde recarga piernas tan cómodamente. ' son tus papis los que me quieren aquí ' comentario no se inclina en referirse en que él es adoptado, simplemente es una forma que usa al llevarse de esa manera con su hermano. ' muero de ganas de regresarme a mi departamento ' al que suele ir solo algunos fines de semana. ' además, ¿no te has mordido la lengua? ' tonito jocoso, pues contrario solo era un año menor que él, aunque está consciente que el otro ha dicho eso también con sarcasmo o algo similar. ' ¿cuál es tu excusa, hermanito? ¿tienes mamitis o papitis? ' realmente no le importa saber respuesta, no era preocupación de él de que su hermano siguiera viviendo allí ( incluso gustándole la idea que kieran siga bajo ese techo ), solo siguiendo aquel juego.
“ que mala suerte tengo de volver a ver tu cara. ” + en la casa whittman ( @whivttmn )
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recostado en la sala de estar, ojos se ponen en blanco al escuchar palabras de su hermano mayor. no le molestan, no realmente, pero mostrar afecto nunca fue su fuerte. " puedes irte a vivir a otro lado cuando quieras, ¿sabes? de hecho ... " se eleva sobre sus codos, para poder tener una mejor vista del moreno. " ya estás un poco grandecito para vivir con tus padres, ¿no crees? " como si él no estuviera en la misma situación.
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black-stella · 20 days ago
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Los hijos de Adán y Eva en mi AU, yeeei (?).
Probablemente alguno tendrá un rediseño en el futuro.
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Algunos datos de ellos (menos de Cain y Able).
Azura y Seth.
–Mellizos, siendo Azura la mayor de ambos.
–Nacieron después de la muerte de Abel/Able, literalmente el MISMO DÍA, DOS HORAS DESPUÉS. Así que Able los conoce cuando estuvo en su modo espíritu por unos seis años.
–Gracias a que Cain fue desterrado y dejó de ser el heredero de sus padres, la corona pasó a Azura, quien fue criada por Adán para ser gobernante y instruida por Eva en la magia.
–Al ser mellizos, se tuvo la posibilidad de que ambos fueran gobernantes al mismo nivel. Pero Seth decidió ser solamente como un consejero porque no le gustaba mostrarse mucho en público. Esta decisión fue tomada cuando tenían diez años, donde empezó la educación anteriormente mencionada para Azura.
–Ambos tenían personalidades algo opuestas, siendo Azura muy social mientras que Seth era más tímido y reservado.
–Pasaban casi todo el tiempo juntos ya que eran como mejores amigos, aunque llegaban a discutir con frecuencia.
–Azura murió en un incendio a los 25 años de edad, murió sin dejar heredero, por lo que Seth tuvo que tomar el puesto mientras criaba a su hija junto a su esposa.
–Seth como gobernante fue bastante torpe en un inició, pero lentamente fue mejorando en eso. Dejaría su puesto a la edad de 68 años para pasar el tiempo con su esposa, quien falleció a los 93 años.
–Seth no volvió a tener ninguna pareja después de ella.
Aclima, Tashie y Noaba.
–Trillizas, nacidas cuando Azura y Seth tenían ocho años.
–Aclima es la más parecido a Eva de todos los hijos, a su vez, es la que más explotó su magia y creo varios hechizos que transmitía por el boca a boca, solo algunos quedaron escritos en pocas tablillas. Probablemente la más fuerte entre los hijos de Adan y Eva solo si consideramos el ambito de la magia. Se comprometió a los 22 y tuvo solo un hijo con su esposo.
–Tashie es la segunda del trío, conocida por ser muy seria y responsable con las actividades burocráticas, adoraba tener todo en orden y limpió. Sería la primera en odiar a Cain y Able (en especial a este último) si los conocíera. No se casó ni tuvo hijos.
–Noaba es la menor de las hermanas, a diferencia de Tashie, era muy relajada, desordenada y prefería pasar un tiempo agradable con amigos, familia y amantes. No estuvo comprometida, pero tuvo en total a cuatro hijos.
Delborah.
–La última en nacer, desarrolló un fuerte interés en la vida que habitaba los ríos y mares.
–Era una especie de bióloga marina, amaba registrar sus descubrimientos y todas las teorías que tenía de ellos. Sus ropas principalmente tendrían una temática de aguas o corales.
–Una vez, a sus cinco años, saco a una serpiente marina de una playa cercana y se lo fue a mostrar a su padre, quien le grito que la devolviera de inmediato y dejará de jugar con los animales. Terminó castigada por esto.
–Coleccionaba caracolas de mar y algunas piedras y flores que encontraba cerca de los cuerpos de agua.
–Tengo la idea de que se casó con un dios/semi dios de los ríos y tuvo a varios hijos con él. En este final probablemente hubiera sido transformada en una diosa menor por su prometido.
Eliseel.
–El menor de la familia, no es hijo biológico de Adán y Eva. Fue adoptado por ellos cuando era un bebé, poco después de que naciera Delborah. No se sabe quienes son sus padres biológicos.
–Al ser el más joven y casi no tener responsabilidades encima, comenzó a asistir a pequeñas fiestas y reuniones con personas de su edad, para después, comenzar a organizar sus propios festejos en el palacio. Así gano la reputación de ser muy fiestero y extrovertido.
–Se llevaba bien con todos sus hermanos, pero en especial con Noaba, ya que a esta también le gustaban las fiestas y festejos.
–Fue padre joven, a los dieciocho, gracias a que tuvo un encuentro con una mujer estando ambos muy borrachos. Aún así, crio a su hija lo mejor que pudo, aunque nunca se caso con la madre de ella (el ejemplo que podría poner es de padres separados, pero ambos están muy presentes en la educación y crianza de los hijos).
–No comprometido, pero estuvo a punto de hacerlo con un@ extranjer@ que le terminó robando unas copas que tenía para luego desaparecer.
–Cabe aclarar que no sabía elegir a sus parejas.
Edit del 7/12/24: Tras comer el fruto en el Edén, Adán y su descendencia quedó destinada a morir en su vejez (aunque fueron bastante longevos, por ejemplo, Adán murió alrededor de los mil años). Eva sería la única inmortal de la familia, en un principio.
Cain será inmortal junto a Able hasta que no arreglen sus problemas. Mientras que Seth y (probablemente) Aclima alargaron sus años de vida gracias a experimentar y aprender magia por cientos de años, mientras que Delborah es inmortal gracias a que fue convertida en una deidad.
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iamalexxsoto · 5 months ago
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No estoy para lastimar ni que me lastimen. A estas alturas de la vida, no quiero ser la duda de nadie. Quiero ser la certeza en medio de la tormenta, el refugio donde alguien encuentre paz. No tengo tiempo para juegos ni para amores a medias. Merecemos algo más, algo verdadero, algo que no tema mostrarse en su totalidad.
He aprendido a valorarme, a entender que merezco alguien que me vea y me quiera sin reservas, sin temores. No quiero más noches de incertidumbre ni días de preguntas sin respuesta. Quiero claridad, honestidad y, sobre todo, reciprocidad.
El amor no debería ser una batalla constante, sino un lugar seguro donde ambos podamos crecer y florecer. Y aunque a veces el camino hacia ese amor puede parecer largo y lleno de obstáculos, sé que cada paso vale la pena. Porque al final, todos buscamos lo mismo: un corazón que nos reciba sin condiciones, que nos ame tal como somos.
Así que seguiré adelante, con la esperanza de encontrar esa conexión genuina. No me conformaré con menos. Y mientras tanto, seguiré aprendiendo, creciendo y amando, porque esa es la verdadera esencia de vivir.
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flan-tasma · 10 months ago
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Hi!!, lately I've been a little obsessed with gorou, and I wanted to see if you could write about him, a scenario where the reader meets an old friend or colleagues and the friend starts to make advances to the reader and gorou gets jealous , but the reader lets him know that she only wants him!! 🦔🦔
💖~ Gorou our pretty little boy! I love him so much.Thank you for making this request!
Warning: Nope now💖, Fem!Reader | English is not my native language, so if I have made any mistakes in the translation, I am open to corrections | Content in spanish and english!
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Spanish:
Salir con Gorou era una experiencia agradable. Como bailar en un prado rodeado de flores y a veces tropezar y lanzarse tierra mientras ríen, era reconfortante y amoroso. Gorou siempre se demostró fiel a ti y a tus necesidades, manteniendo su rol como un general y balanceando todo tanto como podía. Y ambos eran felices. Tal vez demasiado.
Les gustaba salir a comprar juntos, a Gorou le gustaba cargar las bolsas y dejarte deambular por el mercado, libre para que escojas los ingredientes de la cena. Era tranquilo, eso hasta que sus pies ya habían encontrado un ritmo en el que golpeaban el suelo. Una anterior amistad sonrió y se adentró en una conversación contigo, muy enfocado en ti, demasiado para el gusto de Gorou.
Los presentaste y él sonrió tan amable como pudo en ese momento, reprimiendo su deseo de ladrarle al sujeto que tan rápido como lo escaneó, volvió a fijarse en ti y a acercarse.
“Oh, no…” La cola del general se detuvo, casi como una roca detrás de su espalda, cuando tu mano fue tomada y acariciada sutilmente por tu amigo. Su mandíbula se tensó y sus ojos brillaron al reconocer los avances.
“Te ves radiante, el tiempo solo te ha vuelto más hermosa.” El muchacho sonreía con orgullo al verte aceptar el cumplido, casi mirando a Gorou con burla. Como quien piensa que robó algo, no es capaz de pensar que lo puede perder, pero la sonrisa triunfal de tu excompañero desaparece cuando te alejas. “Vamos, no nos hemos visto en mucho tiempo. ¿Realmente tienes algo más importante que hacer?” Los dientes de Gorou terminaron por mostrarse cuando te tomaron por el mentón para que lo mires, para alejarte de él. Jamás deseó morder tan fuerte a alguien.
“Hoy voy a estar con mi novio.” Tus palabras le trajeron algo de calma a Gorou, aunque dicha calma no podía ser vista por su mirada molesta dirigida al rompe hogares frente suyo. “Lo lamento mucho, no voy a cambiarlo por alguien más.”
“Solo quería verte por más tiempo, no necesariamente tenemos que vernos ahora.” Las palabras apresuradas del tipo demostraron su gran cambio, ahora se movía con menos seguridad, como si sus palabras fueran él caminando en un campo minado, y tú tenías en tus manos el control para detonar una o todas las malditas minas bajo sus pies. “Si hoy no estás libre, podemos vernos mañana o- "
“No estaré libre. Voy a estar con mi novio.” Te acercaste más a Gorou, tomando su brazo libre y aun mirando a tu excompañero. Tu voz era firme y acarició los oídos del general cuando lo mostraban con tanto orgullo. Lo sacaste de ahí lo más rápido posible, sin dejar una dirección o un punto de encuentro con el rompe hogares, solo te fuiste con tu pareja y tus compras hasta su hogar conjunto. El camino fue silencioso, no porque hubiera alguna pelea o resentimiento entre ustedes, sino porque Gorou se sentía avergonzado por casi perseguir al tipo hasta morderlo.
No lo juzgas, no lo molestas con malas intenciones. Lo sabe. Pero sus mejillas se sonrojan como un mochi de sakura cuando atiendes a su inseguridad y lo abrazas y lo besas. Jadea cuando acaricias sus mejillas y sus orejas y lo llamas tu buen chico, el único buen chico que quieres y necesitas. Y siente que se desinfla en tu regazo, bajo tus rasguños en su cabeza.
“¿Quién es mi amor?” Sonríes mientras él casi siente que llora de felicidad. “¿Quién es mi chico bonito y precioso?” Él siente que su cola lo traiciona y se mueve de un lado a otro, barre contra el suelo cuando ha sido reducido a una masa que tú moldeas entre tus dedos.
“Y-yo… Soy yo… Y-y siempre seré yo…”
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English:
Hanging out with Gorou was a pleasant experience. Like dancing in a meadow surrounded by flowers and sometimes tripping and throwing dirt at each other while laughing, it was comforting and loving. Gorou always proved himself loyal to you and your needs, maintaining his role as a general and balancing everything as much as he could. And they were both happy. Maybe too much.
You liked to go shopping together, Gorou liked to carry the bags and let you wander around the market, free for you to choose the ingredients for dinner. It was calm, that is until his feet had already found a rhythm in which they hit the ground. A previous friend smiled and delved into a conversation with you, very focused on you, too much for Gorou's liking.
You introduced them and he smiled as kindly as he could at the time, suppressing the urge for him to bark at the guy who as quickly as he scanned him, he turned his attention to you and approached you. “Oh, no…” The general's tail stopped, almost like a rock behind his back, when your hand was taken and subtly caressed by your friend. Gorou's jaw tensed and his eyes brightened in recognition of his advances.
“You look radiant, time has only made you more beautiful.” The boy smiled proudly as he saw you accept the compliment, almost looking at Gorou with mockery. Like someone who thinks he stole something, he is not able to think that he can lose it, but your former partner's triumphant smile disappears when you walk away. “Come on, we haven't seen each other in a long time. Do you really have something more important to do?” Gorou's teeth finally showed as he grabbed you by the chin to make you look at him, to get you away from him. He never wanted to bite someone so hard.
“Today I'm going to be with my boyfriend.” Your words brought some calm to Gorou, although said calm could not be seen due to his annoyed gaze directed at the homewrecker in front of him. “I'm so sorry, I'm not going to trade him for someone else.”
“I just wanted to see you longer, we don't necessarily have to see each other now.” The guy's hurried words demonstrated the great change in him, now he moved with less confidence, as if his words were him walking in a minefield, and you had in your hands the control to detonate one or all of the damn mines under his feet. “If you're not free today, we can meet tomorrow or-”
“I won't be free. I'm going to be with my boyfriend.” You walked closer to Gorou, taking his free arm and still looking at your former partner. Your voice was firm and caressed the general's ears when he was shown so proudly. You got him out of there as quickly as possible, without leaving a direction or a point. meeting the homewrecker, you only went with your partner and your purchases to their joint home. The walk was silent, not because there was any fight or resentment between you, but because Gorou felt embarrassed for almost chasing the guy until he bit him.
You don't judge him, you don't bother him with bad intentions. He knows it. But his cheeks blush like a sakura mochi when you tend to his insecurity and hug him and kiss him. He gasps when you caress his cheeks and his ears and call him your good boy, the only good boy you want and need. And he feels himself deflating in your lap, under your scratches on his head.
“Who is my love?” You smile as he almost feels like he is crying with happiness. “Who is my precious pretty boy?” He feels his tail betray him and it moves from side to side, sweeping against the ground when he has been reduced to a mass that you mold between your fingers.
“M-me… It's me… And-and it will always be me…”
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a--z--u--l · 1 year ago
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La intimidad de mostrarse sin ninguna máscara.
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kvizhng · 5 months ago
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❝ no están nada mal, en serio... ❞ repite su veredicto a la amable señora detrás de aquel puesto de comida. normalmente no era de los que rechazaba comida gratis, pero ya era la cuarta brocheta que le ofrecían y él ya no sabía cómo zafarse sin mostrarse grosero. ❝ ¡oh! también tú quieres probar, ¿cierto? ❞ recalca, dirigiendo una elocuente mirada a quien acaba de cruzarse en su campo de visión.
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soy-anarexic4 · 5 months ago
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an4 te extraño tanto, porq me abandonaste?.
Me dejaste an4 y ya no he vuelto a mirarme en un espejo.
an4 ya no siento mis huesos mostrarse sin timides al mundo, ahora se esconden y se averguenzan en kilos de piel.
An4 donde antes era vacio cambio y se lleno de cumulos de pan y azucar, esa dicha q a cualquiera hambreado se lleneria de gozo, mio no es, mas bien terror!!
An4 te suplico q vuelvas, q me consumas, q te alimentes de mi, de mi desesperacion y humillacion. Matame an4 con ese sabor q solo tu me sabes provocar, matame an4 antes de seguir siendo este untuoso ser sebaceo
Matame an4, por favor...
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Usted solo tiene como tarea mostrarse tal cuál es, con lo bueno y lo malo, y mi tarea será averiguar si me gusta o no.
Efimera Lunar Intemporal
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nombre-va-aqui · 6 months ago
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Muy buenas!!! 😁 En serio me gusto tu primera historia así que aquí va mi pedido: ¿puedo pedir de fire spirit cookie siendo yandere por Y/N cookie?
Primero que nada, ¡gracias por disfrutar mi historia! Aún soy nuevo aquí en Tumblr y me hace feliz saber que la gente disfruta mi contenido. 😀
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El fuego más ardiente es el de mi corazón. (Yandere Fire Spirit Cookie x Fem Y/N Cookie)
Existen galletas que son muy queridas por los demás, y otras que no lo son tanto. Fire Spirit Cookie era una de las galletas de la segunda categoría. A muchos les resultaba desagradable algo sobre él, ya sea su personalidad intensa, el hecho de que a veces sea un poco arrogante, o lo incómodo que llega a ser su fuego.
Por el lado contrario, Y/N Cookie era de la primera categoría. Una chica dulce y amigable que nunca duda en ayudar a quien lo necesite sin pedir nada a cambio. Muchas galletas apreciaban de gran manera a esta chica que también era muy atractiva.
Tras una de sus usuales disputas con Wind Archer Cookie, Fire Spirit había acabado bastante malherido. En esta ocasión el arquero había ganado de forma indiscutible.
Fire Spirit: Maldito Wind Archer... Te haré pagar por esto...
El elemental de fuego golpeó el suelo con su bastón con una gran furia. Esos sonidos captaron la atención de cierta galleta que pasaba por allí.
Y/N Cookie: ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
En cuanto Y/N vio que había alguien herido, fue directo a ayudarlo.
Y/N Cookie: Te ves muy herido. ¿Que te pasó?
Preguntó con una voz muy suave y cálida, mientras ayudaba a Fire Spirit a ponerse de pie. Ese calor era... nuevo para él. Aún si él es un elemental de fuego, nunca había sentido un calor tan... agradable.
Fire Spirit: N-no me pasó nada, no necesito tu ayuda.
Su orgullo no permitió mostrarse "débil", se negaba a que alguien pensara que no es fuerte.
Y/N Cookie: Puedo ver que eres alguien muy orgulloso, y eso está bien. Pero no deberías negar que necesitas ayuda.
Y/N Cookie agarró la mano de Fire Spirit. Él solo la miró sorprendido mientras sus mejillas se sonrojaban. Ella tomó algunas vendas que llevaba y las usó para cubrir las heridas que Fire Spirit tenía en la mano.
Y/N Cookie: Ya está, tú mano no se hará más daño.
Y/N Cookie sonrió. Era la sonrisa más dulce y tierna que Fire Spirit había visto nunca. ¿Por qué...? ¿Por qué sentía el deseo de abrazarla fuerte y no dejarla ir?
Fire Spirit: Gra-gracias. Tengo... Tengo que irme ahora.
Y/N Cookie: De acuerdo, pero por favor ve con cuidado. Y ven a la aldea cuando quieras, estaré encantada de recibirte, mi nuevo amigo.
Fire Spirit se marchó de inmediato. No quería que ella viera el intenso rubor en sus mejillas.
En ese mismo momento, algo nació dentro de Fire Spirit, un sentimiento que nunca antes había experimentado. Un sentimiento de amor.
Fire Spirit no solía visitar la aldea de las galletas muy a menudo, pero decidió hacer una excepción. Solo quería darle las gracias a Y/N Cookie, definitivamente no estaba ahí para verla.
Sin embargo, sintió como si su pecho fuera desgarrado cuando la vio a ella... siendo cortejada por un tipo extraño.
Y/N Cookie: Jajaja. Oh, Roguefort Cookie, me mimas demasiado.
Roguefort Cookie: Tonterías, querida mía. Tu sonrisa brilla más que cualquier piedra preciosa, es una sonrisa que debo proteger.
El tal Roguefort tomó la mano de Y/N y la besó. Eso fue como un detonante para Fire Spirit, como si le hubieran declarado la guerra. Comenzó a acercarse a ambos, enojado a grandes niveles y listo para destrozar a esta alimaña ahí mismo.
Y/N Cookie: ¡Eres tú!
Sin embargo, su plan cambió drásticamente cuando Y/N Cookie lo vió y se lanzó hacia él para abrazarlo.
Y/N Cookie: ¡Si viniste a visitarme!
Fire Spirit: ... Sí, vine a visitarte.
Toda su ira se evaporó al instante. Si él era el elemental de fuego, entonces ella era la suave corriente de agua que lo mantenía calmado y estable.
Y/N Cookie: La última vez que nos vimos no nos presentamos. Mi nombre es Y/N Cookie, es un gusto conocerte.
Fire Spirit: Igualmente. Yo soy Fire Spirit Cookie.
Y/N Cookie: ¿Fire Spirit? ¡Wow! ¡Que nombre tan genial!
El corazón de Fire Spirit golpeó su pecho fuertemente al ver la tierna sonrisa que Y/N Cookie tenía en su rostro. Por un momento, sintió como si el tiempo no avanzara y solo estuvieran ellos dos...
Roguefort: Disculpa.
... Hasta que recordó que él seguía ahí.
Roguefort: Veo que eres un buen amigo de mi querida Y/N Cookie. Lamento ser tan desagradable, pero me temo que ella ya había accedido a pasar el día conmigo.
Y/N Cookie: Fire Spirit también puede venir con noso-
Fire Spirit: No, no te preocupes. Tengo muchas cosas que hacer, solo me pasé a saludarte.
Fire Spirit mantenía una sonrisa, pero por dentro solo deseaba aniquilar de inmediato a este maldito insecto que se interponía entre él y su amada.
Y/N Cookie: Oh, ya veo.
Y/N Cookie se notaba un poco triste, deseaba pasar algo de tiempo con su nuevo amigo y conocerlo mejor.
Y/N Cookie: Ya nos veremos Fire Spirit.
Ella se despidió mientras se alejaba junto a Roguefort, el cuál se volteó para mirar a Fire Spirit con una sonrisa burlona, como si estuviera diciendo "yo he ganado".
Pobre Roguefort, no imaginó que acababa de cometer un error fatal.
La luna brillaba alto en el cielo, acompañada de las estrellas. Era una noche hermosa, sin ninguna nube que impidiera ver el cielo. Lamentablemente, la situación no era tan hermosa para cierto ladrón de joyas.
Roguefort: Ugh... Eres más fuerte de lo que pensaba...
Todo su cuerpo estaba herido y golpeado, apenas podía ponerse de pie.
Fire Spirit: ¡Ja! ¡Eres un debilucho! Espera que al menos pudieras defenderte, pero no has durado ni dos segundos contra mí.
Fire Spirit sonreía de forma demente, sujetando su bastón con un fuerte agarre mientras su orbe comenzaba a emitir un brillo intenso.
Roguefort: Está bien, tú ganas, sé admitir una derrota. ¿Que es lo que quieres de mí? ¿Quieres que te dé algunas joyas? ¿Es eso lo que quieres?
Fire Spirit: ¿Joyas? Je. Parece que, además de débil, también eres estúpido.
El bastón de Fire Spirit se movió rápido, tan rápido que cuando Roguefort se dió cuenta ya lo había golpeado y tirado al suelo.
Fire Spirit: Lo que quiero no son tus estúpidas joyas. Quiero que te alejes de ella. Ella es MÍA.
El ladrón supo de inmediato a quien se refería.
Roguefort: ¿De verdad crees... que Y/N Cookie amará a alguien tan violento y desquiciado como tú?
El bastón se clavó en el suelo con fuerza, solo a unos centímetros de distancia del rostro de Roguefort.
Fire Spirit: No lo repetiré. Aléjate. De. Ella.
Roguefort: No lo haré. Y/N Cookie es alguien importante para mí. Yo la amo.
Fire Spirit: Bien... Intenté ser amable contigo... Ahora... ¡Sufrirás las consecuencias!
El bastón se clavó de nuevo, pero esta vez fue en el pecho de Roguefort. Apenas un solo segundo después de ser empalado, el cuerpo de Roguefort empezó a arder. Fire Spirit lo miró con una sonrisa psicópata, disfrutando de ver como se retorcía y gritaba de dolor. Muy pronto lo único que quedó de Roguefort fue un montón de cenizas.
Fire Spirit: No volverás a entrometerte en mi camino.
Fire Spirit: Y/N Cookie es solo mía, no dejaré que nadie se interponga entre nosotros~
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