Tumgik
#mh gordos
mimykit · 1 year
Text
EU SOU UMA PORCA IMUNDA E GORDA VIU MEODEUS EU ALMOCEI (pouco p enganar a mh mãe’) e já tô com fome! meudeus n vou comer! comer sempre foi coisa de gordo! oq eu posso fzr é ficar sem comer até amanhã pra compensar oque eu comi no almoço! porca gorda.
6 notes · View notes
arsgoeteia · 4 years
Note
You know, with the tags we have left on each other's art of Gordon so far (Gorgeous & Metalhead respectively), I feel like we're just sitting here, exchanging drawings of 2 men who make us go "AAAAAAAAAAAA!!!" & neither of us show any signs of stopping to do that anytime soon. :'D
YES IT’S SO WONDERFUL we really just love this guy!!!!!! here is some fanart for u :]
Tumblr media
181 notes · View notes
diver5ion · 4 years
Photo
Tumblr media Tumblr media
Hi, Bob.
71 notes · View notes
blackmesaerd · 4 years
Note
mh- ah. think i dozed off there for a bit. maybe i should have a coffee. oh! hey benrey. when did you show up? how you doing, man?
Tumblr media
Benrey: I’m always around. I’m leveling up with Gordos right now.
Tumblr media
Benrey: Or at least trying to...
Tumblr media
Benrey: But good otherwise.
9 notes · View notes
hakauaseixas · 2 years
Text
quase me esquece de vim aq falar sobre tudo q ta por vim, último final de semana na cidade que nasce, cresce, me desenvolve, errei, chorei, fiz mt gente chorar, mh mãe queria até se matar, nao vou entrar nesse assunto eu sou a decepção e o orgulho, eu passei na faculdade e fumo, sexta feira dia 17 de junho, um relato, n se assuste c o absurdos, mh vida n é fácil e msm assim a fml da gata me abraçou c se eu fosse do msm sangue, até então eu era desconhecido e hoje eles são muito mais que amigos, mh segunda fml, tão me proporcionando se não a melhor, a mais marcante experiência vivida até aqui, segunda vou partir, vm pra fortal da um rolé em jeri, eu e ela, um casal sabe, infelizmente n no msm vôo isso é de menos, o meu sonho de entrar num avião está prestes a se realizar e eles vão ta la, em outro estado me esperando qnd pousar, eu to super feliz, felicidade que ta guardada a 7 chaves pra ngm por olho gordo e crescer encima, a inveja é uma praga e qnt mais longe dela mais ela é assassinada, quem tenta me derrubar n acha nada, o chão é mh casa, me adaptei antes de derramar alguma lágrima e qnt ela tentou cair foi pq eu tinha conseguido arrumar as coisas pra se mudar dali, aeee é a primeira vez q vou ta nas nuvens sem ta c a mente bagunçada to querendo dizer c ela chapada, prometo para mim msm que n vai ser a última é só o primeiro passo da caminhada vida longa mundo pequeno eu não consigo n posso sossegar eu n posso parar mh mãe ainda trabalha e passa perrengue, vou ganhar meus milhões para cada dinheiro que a senhora emprestou vou multiplicar ptm milionários vamos ficar, anota isso tudo n é uma grande bosta, se no fundo do túnel n existe esperança é pq ela ainda habita em mim, preste a fazer milagre agonia angústia e medo vão se transformar em cédulas de dinheiro , q cada traço mh mente pensa la na frente n sabia o q ia ser se ia virar agr virou cadê vc? n tava na correria apontava o dedo na mh cara e dizia "tu fuma todo dia e ainda acha q vai ser alguém" n parei c essa prr e me dei bem, é deus é sorte, chame do q quiser o q me consome se chama fé.
0 notes
Video
instagram
Papi Gordo mixtape comin soon this jus a sneak peek at my track on the tape entitled "Stunt" #FliBoiYoung #MHS #IMGz #NewWave #ComingSoon #VibeWitMe #NewMusic #sneakpeek
3 notes · View notes
hbiseoc · 5 years
Text
Tumblr media
El borde burbujeaba con encanto seductor frente a sus ojos, sin saber que al dispersarse surgiría su reflejo marcado de espuma y tonos dorados.
— Yano, Midoriya ofreció su pieza para celebrar el fin de los semestrales y Takeuchi piensa invitar a unas chicas de su curso, ¿qué dices?
'Paso de las chicas.'
— Claro, iré. 
— ¡Genial! — Exclamó el sujeto castaño, ruborizado minutos después. — A decir verdad, Hamasaki te tiene puesto el ojo y dijo que ninguna iría si tú no vas. Pero la cosa es que está Harumi, su amiga, y pensaba en hablar con ella. Es linda. 
Le sentaría mal arruinar los planes de Morinaga, pero estaba cansado de hacer el tonto con ellas. Al final, si querían pasar un rato agradable era el primero en apuntarse. No obstante, un par de birrias no eran suficientes para compensar la conversación con Hamasaki, ni sus engorrosas movidas. 
Pasaba de ello en letras mayúsculas. 
— ¡WUUUA, finalmente! — Takeuchi recuperó el aire, victorioso después de un largo trago. El tío nunca dejaba gota en el vaso y pasmaba su gran aguante con el alcohol. — Sinceramente pensé que eso ocurriría  hasta el último curso. ¡Ánimo entonces! Eres un tipo legal y Harumi parece necesitar a alguien como tú. Hacen buena pareja, ¿verdad, Yano? 
Asintió efusivamente, pues estaba en lo cierto.
Harumi tenía una imagen risueña que solía alborotar a muchos chicos, pero aparecía en ella un lado más inocente únicamente cuando hablaba con Morinaga. Era evidente que se entendían. 
Además, Masafumi Takeuchi acertaba un ochenta por ciento en esa clase de situaciones, tenía buen ojo para adivinar el futuro de las parejas. Quizá porque, a pesar de codearse con rebeldes, él mantenía los pies en la tierra y actuaba como un adulto. Ya tenía la mirada firme, el cerebro en continuo flujo y palabras oportunas en la curva de su gentil sonrisa. 
Yano le envidiaba un poco por ello, más no lo admitiría ni estando ebrio. 
— ¡Brindemos entonces! 
Take y él pidieron otro tarro cada uno y lo empinaron sin vacilar. El líquido ahuyentó el desazón restante tras la promesa quebrantada, de manera que en cuestión de minutos seguiría bromeando con ellos, exento de la más mínima culpa. 
El reloj giraría como loco de cara a la callejuela oscurecida, y pronto olvidaría que su madre le esperaba para cenar o que su padre necesitaba una mano para arreglar la vieja motocicleta estancada en la cochera.
Por ahora Yano vivía ese momento deseando frenar y extenderlo; sentir ampliamente el vaso gélido en sus dígitos mientras inhala el ambiente aromado con efluvios de caldo hiervente y cebolletas recién picadas. 
— ¿Yano? ¿escuchaste? — Midoriya, otro del grupo pero mayor al resto, le empujó con el hombro desconectándolo del subconsciente. Tan absorto estaba que por poco derrama la birra, y qué desperdicio más fuerte. 
— ¿Mh? Sí, sí… es decir, no realmente, ¿de qué hablaban? 
— ¡Venga, regresa con nosotros, hombre! — Take le dio sendas palmadas en la espalda, mientras que el par ponía los ojos en blanco y picaban algunas esferas de takoyaki. — ¿Ves esa ventana? Mira a través de ella, afuera está esa chica junto al motociclista. ¿La reconoces de algo? 
Yano negó. 
— Rayos, en verdad eres frío con las chicas. — Midoriya era un mirón de lo menos disimulado, parecía tener rayos en los ojos y alcanzar a examinar cada aspecto de la joven bajo la farola. El tío a su lado parecía otra pared más, a duras penas respetaban su presencia. 
— Es Yamamoto Nana, ya sabes, su hermana menor está en nuestra clase. 
— Vaya. — Yamamoto era fácil de identificar gracias a que fue elegida como representante del curso, pero no recordaba haberle visto acompañada de su hermana mayor… en ninguna ocasión.
— Joder, es hermosa. — El mayor finalmente apartó la vista y evocó una risa socarrona.— Lástima que sea un poco tonta.
— ¿A qué te refieres? 
— ¿No se han dado cuenta? Mira cómo le sujeta el brazo ese tipo, ¿por qué ella sólo baja la mirada? — Era cierto, por la tela se podía calcular cuán fuerte le sostenía. — Por otro lado… menudos cardenales tiene en las piernas y cerca del cuello. 
Entendió que probablemente había mal entendido el foco de atención de Midoriya. Él no la estaba comiendo con la vista, sino que apuntaba detalle sobre cada parte maltrecha de esa senpai. 
 Después de eso todos tenían la mirada clavada en las garras del sujeto y la postura dócil de Yamamoto. No lo sabían a ciencia cierta, pero parecían discutir un asunto de los gordos pues resonaban palabrotas en el vozarrón del chico y algunos reproches ahogados por parte de ella. 
En aquel instante ya no se escuchaba ni el sorber de los vasos o el masticar del par de bocas en la mesa del cuarteto.
Así, al cabo de unos seis minutos, el tío la soltó con brusquedad y arrancó la moto dejándola sola. Yano creyó que estaba a punto de caer sobre sus rodillas y contrario a esto ella permaneció en pie, frotándose los ojos repetidas veces. A mitad del movimiento giró un poco en dirección a la ventana por donde husmeaban y él aprovechó para observar detenidamente su rostro. 
'... Maldición.'
Por más sádico que resultara, le arrebató el habla aquel gesto lloroso. No era capaz de discernir si fue por un destello vidrioso en sus ojos, la curva de su clavícula ceñida a la piel traslúcida u, opuesto a todo, la línea firme en sus labios de un tono sonrosado tan intenso como el que le pintaba las mejillas.
Por lo demás, Nana era delgada, menuda y aún así bien proporcionada. Tenía la pinta de alguien ingenua a causa de sus facciones aniñadas, sin aparentar en lo absoluto su edad, ni siquiera llevando ese corte 'maduro' adosado al arco de su cuello. 
Era bonita, sí, pero dudaba que sobresaliera demasiado del resto. Belleza promedio totalmente desacreditada por su estupidez. 
— Iré al baño. 
Ni Take, ni el resto se pronunciaron para detenerlo. Les daba igual si él iba al baño o a Marte. Ahora estaban enfrascados en ella.
Yano también, aunque a su manera. 
Atravesó el sitio hasta dar con el aseo, dirigiéndose directo al lavamanos para enjuagarse el rostro. 
'Tsk, qué carajos.'
Yamamoto Nana no estaba en su radar. A duras penas la ubicaba pues nunca antes escuchó sobre ella, e incluso ahora le costaba lo innombrable identificar en cuál clase estaba o qué año cursaba. 
Tampoco era su ideal. No parecía una chica lista, sino del tipo problemática que solía evadir en reuniones y viajes escolares. La típica popular con el que todo el mundo jugaba sin conseguir nada en realidad. 
Era un compendio de todo lo que no toleraba. 
— Entonces, ¿por qué?... 
Yano siguió sintiéndose intrigado por ella de camino a la mesa, sin haberse secado del todo. Muchas preguntas desfilaban en su pensamiento y cada respuesta brillaba por su ausencia. 
¿Por qué alguien como ella estaría interesada en un matón? ¿era idiota o quería lucirse frente a sus amigas? o en todo caso, ¿estaba dispuesta a amar la frialdad y el dolor de aquella relación? 
Ante todo, ¿exactamente qué hacía sentada junto a sus amigos? 
— ¡Yano, mira quién se nos ha unido! 
— Buenas noches, lamento la intromisión, Motoharu-san~
Takeuchi la estrechaba como si tuviera esposas en las muñecas, con la máxima compasión que su gesto a duras penas lograba disimular. El resto de chicos sorbían de sus bebidas, dejándolo a cargo de la situación. Evidentemente estaban ansiosos e incómodos en la misma proporción. 
— Verás, Yamamoto-san no tiene para el bus. Nosotros pagaremos la cuenta así que ¡lo dejo en tus manos! — Aquel par de idiotas… ahora entendía por completo la situación. Les gustaba pasar el rato con chicas pero no estaban nada interesados en hacerse responsables como hombres y en resultado, lo comprometían para cuidar de ella camino a casa… y dios sabe que esa chica requería de algún cuidado después de esas palizas.
Cada golpe era más llamativo que el otro, incluso si intentaba ocultarlo con maquillaje. Era tan pálida que obviamente no funcionaba y dudaba que alguien fuera lo suficientemente descortés (o imbécil) como para hacérselo saber. 
— ¿Uhm? ¿pasa algo, Motoharu-san?— Los ojos de ambos se habían encontrado cuando observaba sus moretones y cayó en el asiento perplejo. ¿Por qué se sentía culpable? — Ah, es esto… ¡bah, sólo lo hace cuando está muy, muuuuy molesto! Normalmente suelo ser muy tonta y es por eso que él no sabe controlar sus sentimientos. Es esa clase de persona, después de todo, no existe el hombre perfecto. 
— No… — "No luce tan mal" era una mentira. ¿Qué se suponía que dijera en ese caso? ¿Y por qué todos lo miraban con esa expresión severa? — No luces como alguien tonta. 
Yano se acomodó en el asiento sin valor para mirar otra cosa que su tarro. 
— ¡Ah, espera, ¿qué es eso?! ¿tratas de animarme? — Nana comenzó a reír a carcajadas cubriéndose a medias la inusitada sonrisa. Los demás siguieron comiendo y bebiendo como antes de su llegada, notablemente animados por la singularidad de aquella mujer. Él, por su parte, comenzaba a preguntarse: ¿fue evidente que intentó animarla? ¿por qué… por qué había hecho tal cosa para una desconocida? — ¡Gracias, Motoharu-san! Es agradable escuchar cumplidos, incluso si son un poco por compasión. Mmh, a decir verdad, tienes un poco de razón, no era nada tonta antes e incluso creo que podría dejar de serlo ahora pero… ya sabes, ¡cuando uno se enamora está perdido! 
Él no sonrió en ningún momento, se escudaba bebiendo rápidamente hasta que el alcohol le golpeara su pulso en un "docky, docky" perpetuo. 
Y tal vez era su imaginación pero ¿por qué tenía la sensación de que esa mujer intentaba animarlo? 
— ¡Yamamoto-chan, no te enamores demasiado! Pareces de la clase popular, habrán muchos corazones rotos si te entregas por completo a ese sujeto. ¿No es así, Morinaga? — El mentado cruzó los brazos invadido de cómica efusividad.— ¡AH, MIERDA! ¡Es cierto, que tú ya tienes chica! Lo siento, he. ¡Come, Yamamoto-chan, hoy nosotros invitamos, ¿vale?!
— En ese caso, ¡gracias por la comida! — Nana picó unas patatas de buena gana, pero a Yano le pareció mera cortesía.  — Mh, quién sabe, no creo que sea popular. Además no es como si enamorarte fuera por voluntad… sólo sucede y ya. Es sorpresivo, creo. 
'Pfff, dice eso pero ¿qué rayos le pasa sonrojandose?'
— Vaya, ¿es la gran cosa enamorarse? Más bien me suena a una sentencia. 
Tanto Nana como los otros le provocaron un escalofrío en la columna a causa de sus miradas.
— ¡Motoharu-san, enamorarse es lo mejor que pasa en la vida! — Estaba haciendo un mohín, en un puchero decorado con salpicadura de kétchup, y dio tal golpe en la mesa que los vasos tintinearon. — ¿Qué pasa contigo? ¿No quieres sentir cómo es quedarte sin aire al mirar a tu amada, o, o, sentir como el corazón se aloca de preocupación por ella? No hay nada similar, ¡ah, ni siquiera la sensación de cuando vas en una montaña rusa, no se le parece en absoluto! — Nana parecía tan excitada como cuando discutía con su novio, sólo que ahora no tenía lágrimas en el rostro. Le pareció aún más bonita en esa imagen. 
Aparentemente el alcohol ya hacía efecto en su sistema porque apreció como nunca antes un subidón en su pulso. Le ardía el gesto, sentía como si fuese a morir ahí mismo, entonando el galopar de su corazón. 
— Yo… lo siento. Hablé sin pensar correctamente. 
— Es porque aún eres un joven sabelotodo. Todo amor es torpe cuando uno es joven. — Ajenos a los demás, ambos buscaron autocontrol con los puños cerrados. Yamamoto se acarició uno de sus cardenales, el más verde y suponía, el más reciente; parecía meditar en el dolor que le brindaba presionarlo, aunque en lugar de llorar, sonrió dulcemente. — A veces en medio de este amor siento que voy a morir. No por él, sino por mis violentos sentimientos. Me oprimen el alma, pues son más extensos que mi propia existencia. Parece tonto, ¿no es así? … pero en lugar de una sentencia, amar es un milagro. Motoharu-kun, ¡date prisa y enamórate!
Por primera vez Yano se sintió menor. 
Torpe y menor, atrapado en la auténtica sonrisa de Yamamoto Nana. 
'Conque así es el amor.'
0 notes
imaginedatstuff · 7 years
Text
Imagine Don defending you when Grady starts molesting you
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Everything seemed so peaceful until Grady and Trini came into the room.The smell of alcohol crawling up your nose made you sick.Everything was already at its worst and now they had to ruin maybe your last peaceful moment you’ll ever have in this cold time of war.It took some time until both of them sat down to the table, Grady to your left. It was quiescent. Gradys voice broke the silence, “Don, how does it come that you find such lovely little whores but don’t tell us, I thought we were friends?Especially this one,” his head nodding in your direction.”Me and Gordo would like to fuck something decent looking from time to time and not only these sick and disgusting whores begging for chocolate.” Don looked at him without any mimic in his face, looking down on his plate starting to eat. “Mh would you like that?”Grady faced to his right, his disgusting breath hitting your face, his arm wiggling around you, him coming even closer.Dons voice interrupted him:”Shut up Coon Ass.” Grady started to whisper,“Me fucking your dirty little cunt, huh?The little newcomer here and Don already did that right?Do you want me to go a little up, maybe in your ass or your pretty little mouth?” his fingers squeezed your face, forcing you to look at him.He licked his lips looking down at yours, your eyes travelling to Don, him meeting your gaze.Grady spoke up again,”She really got a good mouth, look at those lips, so luscious like a priest daughters pussy, i bet you suck good you little-”“Shut the fuck up.”Dons gaze pierced right through Gradys lust filled eyes, he stood up slammed his knife onto the table, everyone flinching, and spat on Gradys lap, him instinctively moving away from the table.The message was clear.”Oh you’ll see.” Grady said while he and Trini left,his eyes were filled with anger. Don sat back down looking over to you, “Take care of yourself young lady.” Your Eyes locked with Dons for a good minute until everyone started to eat agan.
115 notes · View notes
oceanrio · 5 years
Note
to ate rolando ó
kd mh lasanha gordo
0 notes
Text
Que hacer hoy? 2
Viaje epico. ¿Viaje epico?.
Magia, espiritus, leyendas ciertas y cuentos falsos, especies insólitas de vida, ¿qué tal un viaje epico totalmente fantasioso, sin ningun asomo de realismo? donde toda caracteristica invisible del ser humano sea exteriorizada, visible. Estaría bien si fuera una narrativa visual, ¿pero cómo redactarlo? 
Tengo una idea, encontrarte a ti mismo. ¿Que tal si literalmente tendrias que emprender una aventura epica para encontrar a alguien exactamente igual a ti, pero que es todo lo que buscas de ti? El protagonista sería debil, pasivo, vamos progresando.
Bien, la metafora es simple, autodescubrimiento, el camino lo forjaría, y puede o no encontrarse con alguien, tal vez morir, podría ser una tragedia. Bien, tengo el personaje y la trama. Los secundarios podrian ser personificaciones de problemas personales, o factores protectores, podría ser pobre, personificada la pobreza en un gordo que le roba todo y nada más lo acepta. Podría tener valentía o ira en un hombre vigoroso que lo cuida en crisis. Bien, me gusta tambien, cualquier emocion seria exteriorizada con un acompañante. (sé que se parece al señor de los anillos, pues es un viaje epico, pero será distinto, no será tan fantasioso, hasta podria ser cyberpunk jaja).
Que tal si la historia es narrada por todos menos por el protagonista, digo, que sus emociones hablen por él siempre, que se evidencie por testimonios su personalidad, sus “amigos/emociones” predominantes, sus influencias pues. Creo que estaría bien que tampoco fuera lineal, pero ya bastante dificil seria construirlo sin hablar desde el protagonista.
¿Villanos? No, peleas entre sus amigos, donde irá perdiendo emociones y humanidad paso a paso hasta no sentir, caminar, pero muerto emocionalmente, sin amigos pues. OH, AL FINAL PODRIA ENCONTRARSELOS A TODOS EN LUGAR DE A SI MISMO. Mh no lo sé, me parece buena idea que muera.
Pinta bien, pero es suficiente por hoy, estaba calentando la cena hace rato ya y tengo hambre. Jaja, superheroes(?).
0 notes
Text
Sin imágenes, sin gif, sólo son mis sentimientos y emociones plantadas aquí.
Tzeico, Conner, Isaac y olvidé todos tus demás nombres así que me debes perdonar.
He estado pensando en hacer esta carta hace un buen tiempo, y simplemente decidí dejarla como un regalo, aunque no sé si realmente valga la pena ser llamado así. Te dije que quería decirte muchas cosas y que, siempre que iba a escribir todo, me escribías de la nada luego de un tiempo, PUES AHORA NO PASARÁ PORQUE ESTOY EN WORD. Nunca sé cómo comenzar las cartas, ni las tuyas ni las de nadie, así que auxilio por favor.
Esto comienza así, a ver…aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Espacio, corte comercial.
Tzeico, strawberry de peach, aunque no sé si debería decirte así porque es parte de mi crecimiento como persona poder dejar ir las cosas que me tienen atada a todos. Me gustaste (Buen comienzo) Me gustas (Todo mal), ¿Por qué sé que aún me gustas? Porque niño, no puedo sacarte de mi cabeza, no hay día en el que no pueda pensar en ti, Y DUELE OK. Porque sé que soy pesada, sé que aburro con el tema, y aunque digas “No aburres, eres tierna” y no sé qué, ¿Sabes? Yo jamás te voy a creer esa mierda de que no aburro, porque sé que es así, yo me conozco y me disculpo por fastidiarte tanto con todo.
 Te voy a contar mi parte de esta historia unilateral.
Tzeico, un chico popular que pertenecía a los administradores de vatos de rol, pero sorpresivamente también estaba en mi proyecto y no tenía idea, NO TENÍA IDEA. Ese día accidentalmente me agregaron a un chat donde yo nada que ver con nadie, en serio con nadie, creo que sólo con el gordo, no me arrepiento de eso porque conocí personas bonitas, y te conocí a ti, aunque bueno, LA HISTORIA GIRA ENTORNO A TI, DALE PROTAGONISMO A LOS DEMÁS.  Pero bueno, este chico Tzeico, al cual yo le decía seico, o tsiico, porque no aprendí a escribir rápido su nombre como Tzeico tampoco el mío. Conocí a Tzeico, le llamaba “Mailob”. Con Mailob estuve hablando durante unos días, y hacía ciertos comentarios que para una persona que estuvo sin pareja durante tres años, no podía entender como “un chiste” o “una broma” o lo que sea, lo cual me confundió mucho, mucho, mucho, y sólo empecé a tenerle ganas a ese chico de una forma meramente carnal, sinceramente sólo eso. Mágicamente personas se enteraron de mis ganas magistrales, y me tacharon de una cualquiera a una puta, para arriba o para abajo, la lista es bien larga, todo debido a que tenías pareja. ¿TENIENDO PAREJA ME HABLA ASÍ?, Eso pensé, muchas veces, pero luego me di cuenta de que, no era nada más así conmigo, sino con el mundo entero, ¿Y por qué era yo la única confundida entre todo el mundo? Simplemente no estaba acostumbrada a estar en ese alrededor, y que algo así me pasara me confundía como a nadie. Y como una persona normal decidí actuar y alejarme enseguida; sí, estamos hablando de lo que verdaderamente no pasó. La verdad me quedé al lado tuyo, de Tzeico, perdón. Dándole más leña al fuego que tenían encendido con mis insultos, pero bueno. Aquel sentimiento que sólo permanecía en el gusto carnal, fue cambiando, y odié que fuera cambiando, porque es de lo peor; comenzó lo peor para mí, o bueno, DIJE PARA MI, DESDE MI PUNTO DE VISTA, OK. Porque, ahora sí, empezaron a caerme encima, y me decían: Tzeico no te quiere, ya supéralo. (de hecho aun en la actualidad me lo dicen¿). Yo seguía tranquila porque el sentimiento lo estaba teniendo yo, yo era quien sentía todo, el nuevo cariño hacia ti, más el remordimiento de conciencia que me echaban porque sabía que tenías pareja, pero ¿Cómo podía dejar de sentir? La verdad, algo así me pasó hace algún tiempo.
Un chico me atrajo, tenía pareja, me dijo que yo le gustaba y me ilusionó muy mal, todos los días me decía que iba a dejar a su novia, pero parte de mi sabe que eso está realmente mal, porque si se lo hicieron a la otra chica, ¿qué me constaba a mí que no me lo harían? Entonces, casi el mismo caso fue con Tzeico.
Las cosas fueron cambiando, recuerdo que con Tzeico nos besamos, nos besamos y nos besamos, y habían personas que me decían “Si no te prestó atención antes, menos lo hará ahora” Entonces, me confunden porque, me decían eso, pero nos estábamos besando, aunque claro que luego las cuentas morían, pero… espera, debo admitir algo; extraño los besos de Tzeico y me gustaría recibir otro de su parte, aunque no creo que suceda. Cada abrazo, cada beso, eran un nuevo recuerdo hermoso para mí, aunque no sé si para él, pero no quería dejar de besarle, ni de abrazarle, teniendo el o no pareja, me gustaba y eso no lo podía cambiar, por lo que cada uno de esos momentos para mí, eran sólo míos, repito, yo los disfrutaba, no sé él.
Me confesaba tontamente todos los días, aunque no recibía respuesta de su parte, no quería aceptar mis sentimientos por eso nunca me había confesado sinceramente, hasta que por fin lo hice, y seguí sin recibir respuesta, finalmente terminé pasando mi cumpleaños sola, no tenía ni amigos cerca, ni a Tzeico cerca, esperaba verlo ese día al menos. Pero no pasó, semanas después, por fin y aleluya, Tzeico me rechaza, yo necesitaba un punto final para todo, y un rechazo me lo iba a dar, o al menos eso esperaba, PERO NO PASÓ, PORQUE MALDITA SEA, SIGUES EN MI CABEZA TZEICO, sigues ahí, y no importa que hagas, seguirás, a menos de que hagas la peor cagada de tu vida conmigo, pero es en serio, no sé qué me pasa y estoy sufriendo PORQUE NO SÉ QUE HACER.  Soy pesada, soy molesta, soy celosa de tu alrededor porque tienen la dicha de estar cerca de ti y no son yo, es molesto.
Me han dicho que suelo ser muy sincera y directa en las cartas, por eso quería escribirte una donde especificaran mis sentimientos, aunque otras cosas que quería decirte eran sobre lo precioso que eras, no lo diré porque no necesito aumentar ese ego, no dejaré fotos y no dejaré nada porque, sólo quería que leyeras esto, no sé si sea algo que debas disfrutar porque qué pena, capaz quieras dejar de hablarme, pero no lo quiero permitir y no lo voy a permitir.
 Hasta esta parte la había estado escribiendo con mucho sueño, y creo que sólo estuve hablando de lo que me pasa a ti contigo, y sinceramente no recuerdo nada de lo que escribí, así que siento mucha vergüenza, porque no sé si escribí algo demás, pero no me arrepiento, porque sé que si estaba medio dormida, fui más sincera, así que también me disculpo si fui demasiado dura.
Mh, eres una increíble persona, eres tan tierno y tan precioso, y con cada rostro que tienes me encantas y, aaaaaaaaaaaaaaa, te odio, porque tienes todo lo que me gusta de una persona, ¿Sabes? Podría llegar a hablar contigo durante horas si se pudiera, y es porque, me siento realmente cómoda contigo, de nuevo; eres tan tierno, me calientas muy rápido, te odio por eso.
A veces sé que, no debo hacer muchas cosas, como escribir algo así de largo porque podría darte flojera, como muchas otras cosas, te aburres de muchas cosas ¿¿
El punto es que me sigues gustando a pesar de todo, fin, ya puedo huir.
 Atentamente: IreliaFavré, Alias: Momoko.
0 notes
isweighan-blog · 7 years
Photo
Tumblr media
Today, today, today I'll be thanking you for being by my side Every minute, second, forever You'll be a part of me ‘till the end of time 
Hola, cielo.
Probablemente te estés riendo en este momento, cuestionando si realmente al tonto de tu esposo se le ocurrió hacer esto sólo porque “sí”. Y es que sabes que él no es así, que raras, muy raras veces, hace algún detalle o se pone bien cheesy (?)... Ah, yo... Lo siento por ello, ¿sabes? Muchas veces me gustaría volver a ser así, que lo cursi me salga tan natural como antes pero no, al parecer lo único que me sale es ser enojón, luego Matt se hará así y cuando sea adolescente no podremos controlarlo y todo será tu culpa, mh. Sé que a veces, o bueno, muy seguido te desespero por como soy, pero debes aguantarme pues aún nos faltan siete hijos, ¿de acuerdo?
Oye, gracias por estos... Muchos 17 meses *se puso a contarlos*, jé. Ya lo he dicho antes, sé que no es fácil lidiar conmigo, menos cuando ando en plan de mandar a la berenjena a todo mundo(?), pero realmente te estoy agradecido por todo éste tiempo.
Tumblr media
¿Recuerdas eso? Ah, joder. De verdad que me hiciste ponerme sensible, pero no debía mostrarlo bc macho siempre :{D.
Flaco precioso, te amo demasiado. ¿Alguna vez lo has llegado a dudar? Aún si la mayoría de las veces me es difícil demostrarlo, realmente te amo, Ithan. Dios, ahora que lo pienso bien, te he hecho pasar por mucho, ¿no es así? Perdón. Hay demasiadas cosas que quisiera decirte, sin embargo no sé cómo hacerlo, las palabras nunca han sido mi fuerte... Las acciones menos, lamentablemente.
Sé que te lo he pedido, así como también sé que lo estás intentando, pero tenedme paciencia, xfas. Hay veces en las que estoy distante y no pregunto si te das cuenta porque hacerlo sería demasiado tonto, y siento que lo mejor es alejarme un poco por no querer salir peleando contigo, pero a la vez sólo quiero abrazarte pero sé que eso terminará conmigo enojándose por cualquier pendejada y ah, ¿por qué me he vuelto tan difícil de tratar?
Estoy intentando controlar mis emociones, sé que hasta el momento no me ha salido nada bien y eso hace que tenga un poco de miedo, ¿sabes? Cada vez estoy más seguro que terminarás cansándote de nuestra relación, de mi; lo enojón que soy, mis cambios tan repentinos de humor, lo agresivo que a veces llego a ser, y que todo esto que hemos construido se derrumbará algún día. Y me hace sentir muy mal porque pareciera que no hay resultados para mis esfuerzos y siento que te decepciono. Odio éste sentimiento.
Sólo quiero que sepas que eres mi vida, Ithan Swéighan, tú y nuestro pequeño Matt. Los amo demasiado, ¡demasiado! No sé que haría sin ustedes dos, y el gordo de Dalnim, ah. Pasemos mucho tiempo juntos, quiero estar muchísimos meses más contigo, cara de concha.♡ 
    Hagamos muchos recuerdos más, ¿quieres?
Tumblr media
             Te amo, te amo, te amo, flaquito mío. 💕
Tumblr media
0 notes
ginevra-malcolm · 8 years
Text
Chapter 31 - Coffee Pet Restaurant
Ginevra
Indossa un paio di pantaloni a palazzo a righe verticali, rosso bordeaux e grigio. Un maglioncino con la scollatura quadrata rosso come i pantaloni e ai piedi gli anfibi. I capelli sono raccolti dietro la nuca e trattenuti con la solita matita. E' ferma davanti il bancone, dà le spalle alla porta e sta spuntando delle bolle di accompagnamento. Indossa gli occhiali da lettura ovviamente. L'espressione del viso è seria, concentrata in quanto sta facendo. Il gatto dorme, acciambellata sul divano. Non ha dormito molto e si è alzata comunque presto per svolgere le incombenze legate all'inaugurazione. Nonostante il Mardi Gras sia infine arrivato, sembra averlo dimenticato. Eppure dall'esterno dei coriandoli sono volati dentro la libreria e ora sono depositati sul pavimento. Su uno dei tavoli è posata una sparacoriandoli, come se fosse stata usata di recente. Ma ora tutto questo sembra scivolato in un angolo remoto della mente.
Malcolm
Ha parcheggiato non troppo distante dalla libreria di Ginevra, proseguendo a piedi fino all’ingresso che ora varca a passo sicuro, rintracciando la donna al bancone. Indossa un soprabito grigio, aperto su un completo scuro con panciotto, una camicia bianca e una cravatta rosso cupo. Porta inoltre con sé, appesa ad una spalla, la borsa da lavoro nera. «Buonasera Miss Durand» saluta formale e distaccato come sempre, ha la solita espressione austera, piuttosto pensierosa e cupa, il muoversi rigido e composto, quella tensione un po’ nevrotica, lo sguardo acuto e glaciale. Si avvicina al bancone a passo lento, quasi cauto. «Devo sottoporle una questione.» annuncia poco dopo, con una certa determinazione. Va ad aprire la borsa tirandone fuori  una busta aperta sulla parte superiore con cura maniacale, tanto da avere un taglio sottile che a malapena si nota, se non fosse che Malcolm allarga la fessura con le dita, estraendo un biglietto. «Ho trovato questo in redazione oggi.» le allunga questo bigliettino in modo che lo legga. Sopra c’è scritto: “Se vuoi sapere dei Jackson vieni stasera al **locale di periferia** meglio se non accompagnato, sarà una riunione tra maschietti. Un amico.” ; la faccia del giornalista, pur sempre glaciale, rende l’idea della perplessità e dell’indecisione, visti i programmi per oggi. «A quanto pare lo ha lasciato un tipo grassoccio sulla trentina con una divisa da delivery boy di una catena di ristoranti. Penso sia quell’agente, Gordo, parente dei Jackson, di cui ci ha parlato il capitano Hatchins.» spiega serissimo a Ginevra.
Ginevra
Piega la gamba destra indietro e va ad appoggiare il collo del piede al polpaccio sinistro, solleva la matita per grattare una tempia. Sobbalza quando sente la voce di Malcolm, non aveva sentito la porta aprirsi, si volta per metà, per poter guardare verso la porta e osservarlo mentre si avvicina «Monsieur Barnes...», c'è qualcosa di simile all'imbarazzo nella sua voce; ascolta il resto, abbassando lo sguardo sulla busta, corruga la fronte leggendo il biglietto che non prende in mano «mh... possibile» riferendosi al chi lo ha lasciato. Lo sguardo rimane sul biglietto anche se non la sta più leggendo «cosa intendi fare?» solo dopo aver posto la domanda rialza sul suo viso lo sguardo. Ovviamente non si accorge di usare il tu o si correggerebbe.
Malcolm
Una volta assicuratosi che Ginevra, pur non prendendo il biglietto in mano, lo abbia letto, lo ritira, rimettendolo nella busta e poi di nuovo nella borsa. «Ma potrebbe anche non essere lui.» si smentisce da solo, riguardo al mittente, perché in fondo non è certo sicuro. «Insomma, non lo conosciamo neanche.» aggiunge infatti, come obiezione ovvia. Resta assorto per un po’, alla domanda di Ginevra che ovviamente è quella che si sta ponendo lui da quando ha trovato il biglietto. Poggia la mano destra sul bancone e inizia a tamburellarci freneticamente di sopra con indice, medio e anulare: un movimento lieve ma compulsivo, poi scuote il capo, porta lo sguardo in un altro punto qualsiasi della libreria e stringe le labbra, per un attimo. Quindi riprende: «Il punto è decidere se andare a prendere delle potenziali prove concrete al Motel o rischiare con questo incontro. Incontro che potrebbe tanto essere pericoloso, quanto l’occasione di sentire un testimone fondamentale.» sospira silenziosamente. «Il tono del messaggio non mi convince, la persona in questione sembra sapere che noi due collaboriamo al caso» cosa glielo fa pensare non lo esplicita, forse perché lo ritiene tanto ovvio quanto lui lo crede nella sua mente «e questo restringerebbe il campo a qualcuno della Polizia che ha passato l’informazione. Ma in quei posti le informazioni viaggiano incredibilmente veloci. Inoltre giovedì devo incontrare l’informatore dell’Omni Royal Hotel per il caso dell’arciere. E’ cruciale che ci arrivi vivo, a giovedì.» afferma, senza mai perdere quella sua impassibilità granitica, caricata però di una dose di preoccupazione per la scelta importante. «Viceversa, al Motel ci si potrebbe andare un altro giorno. Il rischio di perdere le prove materiali è poco elevato.» ragiona con quell’approccio tremendamente analitico e strategico: eppure la mano non smette di picchiettare sul bancone. Quindi torna con lo sguardo, distaccato ma interrogativo, su Ginevra.
Ginevra
Lo sguardo si abbassa sulle sue dita che picchiettano, chiude le sue a pugno mantenendole sul bancone, un modo per tenerle dove sono. «Sicuramente è supponibile che sappiano che lei lavora con me, ma dubito sappiano anche come sono fatta» fa una pausa «potremmo arrivare separatamente e quindi potrei controllare e in caso chiamare aiuto, se dovesse essere necessario» suggerisce «Al motel si può andare in qualsiasi momento e comunque...» e niente non resiste, una mano si allunga verso quella di Malcolm che picchietta, con l'intenzione di appoggiarvi sopra la propria, non è un gesto brusco, nè intende bloccare il giornalista nel suo picchiettare, è più il tocco che vuole che, sì, le dita si fermino, ma per la trasmissione di un "va tutto bene". Nonostante il gesto prosegue «è cruciale che resti vivo in generale»
Malcolm
La ascolta e annuisce, benché non sia quello il problema principale. Sta per rispondere, prende anche fiato per farlo, quando anche prima che riesca a realizzarlo, avverte – anche perché la vede – la mano di Ginevra fermarsi sulla propria. Quel contatto lo paralizza di colpo, sgrana un poco gli occhi, schiude leggermente le labbra per la sorpresa e sospende il respiro. Un brivido gli attraversa la schiena e una sensazione di ottundimento vero e proprio gli appesantisce la testa. Gli sembra che la realtà si sia congelata per vari istanti, ma, cosa più importante, la mano si ferma anche se le viene impressa una forte tensione che solo gradualmente diminuisce. Cerca di mandare giù quel nodo alla gola – l’atto produce proprio un suono lieve ed indipendente, quasi un rantolo muto - gli occhi ancora sgranati sono su Ginevra, fissi e persi, a metà fra un terrore profondo e un sollievo dato dall’aver perfettamente recepito l’intenzione di quel gesto. E’ quest’ultimo sentimento che poi prevale, anche se misto ad un turbamento profondo, quando il giornalista ritrae lentamente la mano – lentamente perché non è il gesto di chi rifiuta, ma di chi fa proprio il messaggio – la lascia andare su un fianco, e contemporaneamente, d’improvviso, distoglie lo sguardo fattosi lucido, dandole sostanzialmente il profilo. Annuisce non si sa bene a cosa, forse alle parole di Ginevra che ha realizzato in gran ritardo, forse è una sorta di ringraziamento, forse è accettazione: impossibile a dirsi. L’apparenza statuaria – seppur molto colpita in qualche modo – non viene meno, la tensione e la rigidità restano, ma la compulsione sparisce almeno temporaneamente. Cerca di far ricognizione di se stesso, verificando se ha ancora l’uso della parola. Deglutisce e ci prova: «Non vorrei che sia uno specchio per le allodole.» argomenta con una voce più roca e bassa del suo tono normale. Fa una pausa, prova a tornare con lo sguardo su di lei, vedere se riesce a reggere: lo sguardo è in qualche modo molto confuso e provato (non necessariamente in senso negativo) pur rifugiandosi dietro quella compostezza consueta. «Ma, considerate le possibilità pressoché nulle che sappiano i nostri programmi per oggi… forse vale la pena provare.» la decisione non è affatto semplice, ma va presa. «Starò attento a non farmi eventualmente ammazzare, rapire, colpire, avvelenare e quant’altro.» afferma, forse non con la massima risolutezza. «Lei non ha la patente, presumo..» non l’ha mai vista guidare nient’altro che una bicicletta né ha mai parlato di auto.
Ginevra
Ha rialzato lo sguardo su di lui nel pronunciare le ultime parole. Percepisce la tensione iniziale con cui il picchiettare di Malcolm si arresta, se la aspettava, quindi non allontana la propria mano, ma la lascia sulla sua, almeno finché lui non fa scivolar via la propria. Non fa nessun tentativo per trattenerla anche se non ritrae al contempo la propria mano, ma la appoggia sul banco proprio dove un attimo prima c'era quella di Malcolm. Non c'è una vera intenzionalità in questo, ma di certo una naturalezza che evita di sottolineare quella compulsione. In quel tempo in cui lui resta in silenzio e la osserva con occhi sgranati, la sua espressione muta in un'aria di scuse, ma quelle che si porgono per un atto che si riteneva comunque inevitabile per il bene di un altro. Non sottolinea in altro modo la cosa, preferendo annuire alle sue parole «e io starò attenta che nel caso le autorità vengano tempestivamente informate» a compendio delle attenzioni che intende prestare il giornalista. «Presume bene, scelte green...» fa una pausa «ma possiamo mettere la bicicletta nel suo bagagliaio e separarci a un certo punto» corruga appena la fronte riflettendo su qualcosa «forse è meglio se io arrivo prima, posso almeno rendermi conto subito se qualcuno dovesse riconoscermi e avvisarla di non entrare» quindi va a spiegare meglio «se dovessi entrare dopo e qualcuno dovesse riconoscermi mentre già è con lei, la sua posizione potrebbe farsi critica» e in ogni parola c'è lo sforzo di mantenere una naturalezza che al momento ha perso, perché se si aspettava quell'irrigidirsi della mano, non si aspettava di certo che davvero il suo gesto potesse sortire degli effetti. Ci sperava, ovvio, o non lo avrebbe fatto, ma comunque il risultato la sorprende e, in qualche modo, la confonde
Malcolm
Lascia che quel momento di sconvolgimento passi senza che si dicano nulla a proposito. Meglio forse andare a parlare di altro. Malcolm la ascolta, ma è evidente che quella decisione è estremamente rischiosa e gli pesa enormemente. Scuote il capo alle proposte di Ginevra: «No, non va bene.» commenta ma non con un tono arrogante o di critica, ma sicuramente autorevole. Si passa nervosamente una mano sulla fronte, perché si rende conto che molto potrebbe andare storto e compromettere non solo questa indagine, ma cose persino più delicate. Quindi dice: «Facciamo così. Io parcheggerò un poco distante e prendiamo anche la sua bici, poi andremo a piedi. Lei starà fuori dal locale, nei paraggi, e terrà in custodia la mia borsa, il portafoglio, il telefono e le chiavi. Cerchi di controllare che nessuno la stia osservando, sia discreta, praticamente noi due non ci conosciamo. Se mi accade qualcosa lei se ne va di corsa, dovrà andare immediatamente a casa mia - l’indirizzo è nel portafoglio - prendere il dossier sull’arciere che trova sulla scrivania e portarlo subito al vice direttore dell’FBI: ha capito? L’incontro di giovedì è imprescindibile, deve avvisare quel portiere ed essere prudente a tenere la storia su un basso profilo» parla quasi senza prendere fiato, motivo per cui alla fine è esausto per la tensione, perché gli sembra una follia andare a quell’incontro senza alcuna garanzia.  Si ferma, si poggia con entrambe le mani al bancone, chiude gli occhi e scuote il capo abbassandolo. «Cosa sto facendo?» borbotta a voce bassissima, fra sé e sé, la voce quasi spezzata. Dando le indicazioni a Ginevra, sembra rendersi ancora più conto di quanto potrebbe essere praticamente disastroso tentare la sorte. E’ una follia tattica, senza garanzia alcuna. In momenti del genere, si rende conto che forse non è più il giornalista di una volta.
Ginevra
E l'espressione si allarma, e nemmeno di poco «ma come faccio da fuori a capire se le succede qualcosa? E se non ho modo di accorgermene? se c'è un'uscita sul retro?» resta con quello sguardo preoccupato su Malcolm, in attesa che le dia una soluzione «lo so che è pericoloso, ma così lo è troppo!» sembra quasi pregarlo ora «deve esserci un altro modo, farò come mi ha detto per il dossier, per tutto... ma deve esserci un altro modo!» sembra davvero supplicarlo di trovarlo «se la trascinano via dal retro, potrei non accorgermene se non dopo molto tempo...» unisce le mani di taglio  davanti la bocca, i pollici che si appoggiano sotto il mento e lo sguardo in quel misto di preoccupazione, tanta, e preghiera, resta fermo sul viso di Malcolm.
Malcolm
La ascolta, restando a testa bassa ed occhi chiusi, in una tensione crescente. Si rende conto anche Ginevra di quel rompicapo impossibile. Tace a lungo, riflettendoci, e benché quella che dimostra sia ansia, è chiaramente terrorizzato. E non per la sua vita, ma per quella di Ginevra e per  l’importanza di arrivare al giovedì. Poi pare risolversi, anche se con un peso incredibile: «Le prove dirette dell’omicidio sono al Motel, questo è un appuntamento al buio potenzialmente letale. Se ci stanno dando la caccia, è bene sfuggire, rimandiamo la morte a quando avremo qualcosa di concreto in mano. E se vogliono aiutarci, non mancheranno altre occasioni suppongo. Devo essere vivo e funzionale per giovedì.» spiega, più a se stesso che a Ginevra, sospirando di nuovo per scaricare la tensione. «Mi prendo la responsabilità delle conseguenze di questa scelta. Che Dio mi perdoni se per questo non riuscirò a dare giustizia ai Jackson.» questo definitivamente non lo dice a Ginevra, ma solleva gli occhi al cielo come una preghiera, angosciata.
Ginevra
Socchiude gli occhi sentendolo, sospira sollevata, allontanando le mani dal viso, per quanto non avrebbe perso l'occasione di quello strano invito, il piano di Malcolm che lei restasse fuori proprio non le sembrava l'ideale. «Bene» dice quasi sottovoce annuendo «andiamo al Motel» espira di nuovo, profondamente come a mandar via la tensione di quei pochi minuti. «Andiamo in macchina allora» un appunto inutile, fatto solo per dirsi di nuovo ad alta voce che va tutto bene, si accinge quindi a chiudere tutto per approssimarsi ad andare. «Ma non faccio la valletta muta stasera, eh» specifica.
0 notes