#mediar
Explore tagged Tumblr posts
dtpnews · 23 days ago
Text
La Asociación de Peruanos se ve obligada a mediar en varios casos recientes de abuso laboral en el país.
La asociación peruana en Andorra ha participado recientemente en dos o tres casos de trabajadores peruanos que han sufrido situaciones de trabajo injustas. Según el periódico, el presidente de la Asociación, Lorenzo Castillo, los afectados asistieron a la entidad para presentar sus problemas y solicitar apoyo. “Conocemos al menos dos o tres casos de trabajadores peruanos que recientemente han…
0 notes
kabewski · 17 days ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
How'd she even get in here?! Phillip, get her!!
That character is Sister Flora, an OC by @ironlily-art
828 notes · View notes
nelc · 2 months ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Lady Johnna the Steward of the Ordo Mediare
33 notes · View notes
avalineryu · 10 months ago
Text
Tumblr media Tumblr media
Manuscript Mondays
Two doodles for Manuscript Monday on Twitter.
Leo Progenitrix (Inspiration) Started: 21 May 2024 Finished: 21 May 2024 Picking Flowers (Inspiration) Started: 28 May 2024 Finished: 3 June 2024
3 notes · View notes
primepaginequotidiani · 27 days ago
Photo
Tumblr media
PRIMA PAGINA La Stampa di Oggi martedì, 25 febbraio 2025
0 notes
mixedmediar · 2 months ago
Text
rewatching the bear s3 ep 6 ‘napkins’ and realising the beef was a well oiled machine at one point
that whole episode is so well done !
directed by ayo edebiri (iktr) and liza colon’s amazing performance like I have to give them their 10s
0 notes
amarisbella21 · 5 months ago
Text
How Does Medicaid Work With Medicare Advantage Plans?
Tumblr media
Medicaid can work alongside Medicare Advantage Plans to provide comprehensive healthcare coverage. Individuals who qualify for both programs, often referred to as dual-eligibles, can receive benefits from both. Medicare Advantage plans may cover additional services not included in traditional Medicare, while Medicaid can help with premiums, deductibles, and copayments. It's important to note that the Medicare age requirement is typically 65, but younger individuals with disabilities may also qualify.
0 notes
justnerro · 11 months ago
Text
Tumblr media
15mm Ordo Mediare wrgame miniature art-style prototype
1 note · View note
mediaresenzaconfini · 2 years ago
Text
Quanto si spende per mediare  in Cina in un Organismo di mediazione?
Si  fa qui riferimento al Centro di mediazione della Commissione arbitrale di Pechino. L’Organismo di mediazione del Cetro arbitrale possiede 136 mediatori. Il regolamento delle spese di mediazione è del 2011 Quando una parte chiede la mediazione al Centro, deve anticipare il pagamento dell’onorario di mediazione secondo gli standard stabiliti dal Centro. Le spese di mediazione comprendono: le…
Tumblr media
View On WordPress
1 note · View note
kabewski · 1 year ago
Text
Tumblr media
Ordo Mediare Witch!
Themed around the Ordo Mediare sisters by Iron Lily.
967 notes · View notes
avalineryu · 1 year ago
Text
Tumblr media
Missing Mistletoe
Flora reminiscing about Christmas.
Character from Vanishlily's Ordo Mediare.
Started: 18 December 2023 Finished: 20 December 2023
0 notes
trevanian-rt · 4 months ago
Text
Tumblr media
necesito una mujer que se deje usar. Esa manera que si estoy caliente y se encuentra en la ducha, entonces desnudarme, meterme dentro y sin mediar palabra colocarla y follarla bajo el agua. No querías? Quizas… pero has hecho bien no decir nada, callarte, y esperar a que la marea de placer te alcanzase. Esa manera al estilo ella se encuentra en la cocina preparándose algo, llego y le subo el vestido, le quito el tanga y separo sus piernas para comerle el coño y prepararlo para que mi verga le entre suave y sin devastarla mientras le digo que no interrumpa y siga con las cosas que estaba haciendo. Estilo estamos en el sofá viendo TV, y agarrarla del brazo para que se acerque, ponga su cabeza sobre mi vientre, yo me baje el elástico del pantalón y mi verga asome toda caliente y erecta y se ponga directamente sobre sus labios y la alimente con ella. Quizás tenga que empujarle la cabeza un poco al principio y poner su mano en mis bolas, pero no será nada que ella acabe haciendo con más gusto en cuanto mi mano le ayude a excitarse si voy palpándole entre las piernas hasta que termine abriéndolas completamente para dejarme deslizar los 5 dedos bajo sus bragas. Estilo haces yoga en medio del salón y al ver que estás perfecta y follable en una de las posturas boca abajo, entonces pararte, bajarte el legging y usarte hasta que grites un orgasmo y yo terminar corriéndome sobre tu culo. Decirte que ya puedes continuar pero tú preguntarme ¿pero qué has hecho? Y no responderte, sonreírte y dándote un beso en la frente decirte que sigas esculpiendo tu cuerpo porque no voy a tardar en volver a necesitarte y te quiero perfecta. Estilo estás en el balcón cuidando de las plantas llevando un vestido corto y que llegue yo, me siente en una de las sillas y te agarre de la cintura para que te subas encima mía. Y te eleve y te baje agarrándote fuerte de las caderas para que sientas como mi polla enorme y durísima se aprieta en tu vagina y no puedas resistirte a gemir como loca y tenga que taparte la boca con la mano para que la gente desde la calle deje de mirarnos.
64 notes · View notes
primepaginequotidiani · 2 months ago
Photo
Tumblr media
PRIMA PAGINA Il Giorno di Oggi lunedì, 03 febbraio 2025
0 notes
deepinsideyourbeing · 3 months ago
Text
Solstice Tales - III. CNC (Sub!Enzo Vogrincic)
La casa está sumida en un silencio absoluto, roto únicamente por el suave murmullo del viento golpeando las ventanas. Enzo duerme en el sofá, bajo una pesada manta, mientras la televisión parpadea en modo de espera e ilumina su rostro relajado.
El sonido de una llave girando en la cerradura lo saca de su sueño con un sobresalto. No puede terminar de abrir los ojos, aún atrapado por las garras del sueño, pero sabe que es tarde, mucho más tarde de la hora en la que dijiste que llegarías. Suspira por el alivio de saberte segura en casa.
Cuando dijo que podía ir a buscarte sin importar el horario juraste que no era necesario porque tu amiga iba a traerte. Es probable que aún esté muy dormido como para oír el motor del vehículo en marcha, supone, intentando buscar una explicación para el silencio reinante. Tu amiga no te dejaría lejos de la entrada.
La puerta emite un crujido prolongado, como si la persona recién llegada estuviera retrasando su entrada, hasta que una figura oscura cruza el umbral y el clic del seguro resuena en el aire cargado de quietud.
Enzo se remueve en el sofá, con los ojos entrecerrados, bostezando sin parar.
-¿Amor?- pregunta con voz ronca-. ¿Por qué no me llamaste? Podía esperarte...
En un parpadeo estás sobre tus rodillas y tu mano en su mejilla.
-No quería despertarte- contestás con simpleza mientras deslizás tus dedos por su cabello. Besás la comisura de sus labios y él busca tu boca instintivamente-. ¿Por qué estás acá? En la cama ibas a estar más cómodo.
-Quería esperarte.
Masajeás su cuero cabelludo y prácticamente se derrite entre tus manos. Dejás besos húmedos en su mandíbula, en su cuello y sus clavículas, dejándole muy en claro tus deseos, provocando que en cuestión de segundos su miembro esté erecto y goteando con desesperación.
Mordés su labio inferior hasta que se queja.
-¿Por qué? ¿En qué estabas pensando?
Sonríe y sujeta tus muñecas cuando tus manos rodean su cuello.
-Quería dormir con vos- su expresión de cansancio cambia a una mueca de placer cuando, sin mediar palabra y sin medir fuerza, comenzás a masajear su erección por sobre su ropa-. Te...
-¿Sólo dormir?
-Sí- contesta entre suspiros. Deslizás una mano bajo su ropa interior para sentirlo en tu mano, pesado y húmedo, palpitando con fuerza-. Hace frío y estoy cansado.
-¿Tenés mucho sueño, bebé? ¿Sí...?- preguntás con tono burlón. En su estado de semi consciencia, todavía relajado por tus mimos, no procesa el deje de crueldad en tu voz-. ¿Y me vas a dejar con las ganas?
Una débil protesta deja sus labios. Enzo odia decepcionarte.
-¿No podemos esperar hasta mañana?
-¿Por qué??- besás su mejilla y tus caricias sobre su miembro se intensifican. Cuando toma tu muñeca para detenerte mordés su mejilla con fuerza-. Quieto, Enzo.
-Te dije que...
Una mirada basta para silenciarlo.
-No te pregunté.
Intenta resistirse cuando lo empujás para que vuelva a recostarse, pero... ¿Y si te lastima? Sabe que es más fuerte y podría fácilmente hacerte a un lado, después de todo practicó y memorizó la forma de manipular tu cuerpo cuando practicaron esas escenas, pero...
Lastimarte es un riesgo que no puede correr.
-Estoy muy cansado- repite cuando tus dedos están entre su piel y la cintura elástica de su ropa interior. Deslizás la prenda, que ya manchó con su excitación, por sus piernas-. No voy a poder.
Restás importancia a sus palabras y te posicionás sobre su regazo.
El brillo de la televisión le permite ver tus muslos brillando con tu humedad cuando levantás la diminuta falda de tu vestido (estaba en contra, recuerda haberte dicho, ya que no es apto para este clima) y luego ve -en trance- cómo se rompen esos hilos traslúcidos que unen tu ropa interior con tus pliegues empapados.
Sujeta tu cadera con fuerza para detenerte pero resulta ser un error. Sus uñas clavándose en tu piel te hacen gemir y mientras él intenta controlar tus movimientos, vos guiás su miembro a tu entrada desesperada para luego dejarte caer con fuerza.
El calor de tu cuerpo lo hace gritar de placer y cuando comenzás a sembrar besos (que son más mordida que otra cosa) por su cuello escuchás cómo sus gemidos, mitad protesta y mitad súplica, se convierten en unos patéticos sollozos.
-¿Viste que podías?- movés tu cadera en círculos y Enzo se muerde el labio con fuerza para no gemir. El arrastre de tu clítoris contra su cuerpo te hace temblar-. ¿Me vas a llenar toda...?
Perdido entre la humillación, el dolor, la angustia y el placer, no está seguro de comprender tus palabras... Minutos más tarde, cuando por fin procesa el significado de tu pregunta y de tu mueca, entra en pánico. Un escalofrío sacude su cuerpo.
Sonreís con satisfacción, convencida de que tiembla de placer y no por el terror que le genera pensar en la total ausencia de un condón. Aumentás el ritmo de tus movimientos.
-No, no, no- repite cuando ve que descansás tu peso sobre las plantas de tus pies. Los músculos de su abdomen se tensan en cuanto escucha el impacto de tu cuerpo y el suyo-. No podemos.
Lo ignorás.
36 notes · View notes
kon-igi · 6 days ago
Text
LA VENDETTA DELL'INFERNO RIBOLLE NEL MIO CUORE
Tumblr media
(in foto, gestione criptica della rabbia evidenziata con freccia rossa)
Sono nato e cresciuto in una famiglia pacifista - quando questo termine aveva un significato vero e specifico - ma temo che questo abbia influito in modo parossistico e antitetico sul mio carattere, al punto che durante l'adolescenza il mio modo di concepire la pace era aggiungervi l'aggettivo 'eterna' e poi resettare qualsiasi attività organica a base carbonio nelle vicinanze.
A differenza di quanto si va blaterando in giro, i videogiochi mi hanno aiutato parecchio a incanalare la mia rabbia e i giochi di ruolo a sublimarla ma di base io sono uno che continua A INCAZZARSI per un nonulla e nonostante io cerchi di mediare, comprendere, ascoltare e detendere, dentro di me allevo ulcere gastriche e nuove blasfemie.
No, devo NECESSARIAMENTE sublimare e non sfogare perché la sublimazione non è punita dall'articolo 422 e 424 del codice penale ma nonostante questo un giorno verranno i carabinieri a casa mia perché qualcuno mi avrà sentito urlare E ADESSO RIMANI PER SEMPRE A MORIRE SUL PAVIMENTO CALPESTATA E UMILIATA DA TUTTI! e, sfondata la porta, mi troveranno a inveire contro la saponetta che m'è scivolata di mano.
Io vorrei andare in terapia solo per chiedere allo psicanalista 'Ma io mi devo incazzare un pochetto ogni tanto? Cioè, incazzarmi in maniera evidente e catartica... E ogni quanto? Devo schedulare lo sfogo dell'incazzatura indipendentemente dalla rabbia accumulata oppure devo dare un punteggio a ogni motivo di sclero e poi raggiunto un tot posso spaccare tutto? Azione e reazione devono essere simmetriche, contigue e complementari oppure posso o devo attendere di trasferire l'agente incazzante su un altro soggetto/oggetto, magari inanimato e lontano nello spazio-tempo? Quando bestemmio, l'azione deve essere fine a sé oppure devo cercare un riscontro delle mie parole mirate alla divinità in un'increspatura dell'equilibrio naturale delle cose? Devo provare soddisfazione? Senso di pace nuovamente riacquisita? Sottile senso di colpa? Come mi devo sentire dopo aver espresso ad alta voce e con posture dinamiche il mio disappunto cosmico contro qualcosa o qualcuno?'
Lo chiedo per un amico, quello che mi sta fissando dalla finestra... ah, no... è uno specchio.
25 notes · View notes
chiquititamia · 1 year ago
Text
Make you feel better
Tumblr media
Enzo vogrincic x reader Primera parte de mi segundo fanfic 💕Enzo es tu mejor amigo y entiende que necesitas sentirte mejor con la regla ❤️‍🔥warnings: de momento el smut es leve, pero la segunda parte será explícita. 💬Agradecería mucho vuestras opiniones. Os leo!
Make you feel better
Nunca te había dado tan fuerte. Es decir, sí, la regla normalmente te daba más hambre de lo normal o náuseas, según el mes. Algunas veces también experimentabas dolores de cabeza muy profundos, que te tenían en la cama durante tardes o días enteros.
Otros meses sin embargo…los síntomas eran otros.
Una especie de celo, de heat, se apoderaba de tu cuerpo; a menudo te despertabas con una sobreestimulación que había transcendido de un sueño y te había hecho meter tu mano entre tus piernas. Después de trabajar, a veces incluso antes de prepararte la cena te tumbabas en tu cama para aliviar la calentura que habías arrastrado durante el día.
Aquel día habías tenido que cumplir con varios mandados desde por la mañana: que fuera tu día libre en el trabajo no quería decir que pudieras descansar, al fin y al cabo, vivías sola y tú eras la única que se iba a encargar de las tareas de la casa como limpiar, cocinar e ir a la compra.
Muy para tu desgracia tu healthy you era quien había ido al supermercado, comprando todo tipo de comida sana, que, además, implicaba una elaboración, la cual no estabas dispuesta a realizar en ese momento. Matarías por un poco de tu chocolate favorito.
Te apresuraste a meterte a la ducha, debías estar algo presentable: tu mejor amigo, Enzo, vendría a pasar el rato contigo y quizá ver una película.
Ya tenías puesta ropa cómoda para andar por casa: una camiseta que te quedaba gigante y unos shorts. Te habías puesto un sostén al salir de la ducha, pero tus pechos se notaban tan hinchados que decidiste quitártelo, dolorida.
Te estabas peinando tu largo cabello mojado hacia atrás cuando el ruido del timbre te sobresaltó.
-Cómo vas, chiquita? -Enzo te saludó con dos besos.
- Podría estar mejor… - te lamentaste.
- Y eso? – Enzo pasó a tu lado y colgó su chaqueta en el colgador de detrás de la puerta.
-No es nada…
-Ah, bueno, mira lo que te traje – Enzo sacó del bolsillo un par de kit-kats de fresa-tus favoritos-y los agitó delante de ti.
Si fueras un dibujo animado se verían estrellas brillantes sobresaliendo de tus ojos.
Sin mediar palabra se los arrebataste de las manos y le abrazaste.
- ¿Che, qué bicho te picó? - dijo Enzo divertido.
Ignorándole corriste hasta tu cuarto con la chocolatina en la mano dispuesta a sentarte en tu cama.  Estaba anocheciendo, así que iluminaste la habitación con la guirnalda de lucecitas que colgaba en el cabecero de tu cama, en adición con la lámpara de lava que casi siempre estaba encendida.
Era viernes de películas: el mejor día de la semana. Desde hacía un tiempo, os habíais propuesto ver una película de terror cada fin de semana. A veces de horror clásico, como El exorcista o La Matanza de Texas, y otras, sobre todo cuando las eligías tú, de terror ‘elevado’, como Hereditary o Babadook. Enzo era, como siempre le decías para molestarle “un viejito en cuerpo joven”, y tenía debilidad por el cine del siglo pasado. Ambos cedíais en vuestros gustos con el fin de pasar un buen rato. Aunque os gustase joder, en realidad erais muy buenos amigos.
¿Amigos? “Sí, amigos”- te tenías que recordar a ti misma de vez en cuando, cuando te despertabas totalmente excitada por haber soñado que hacíais todas esas cosas que no hacen los amigos. Enzo era innegablemente atractivo, sobre todo cuando le mirabas con esa sopa de hormonas que era tu cuerpo en esos días. Pero atractivo o no era tu amigo, y eso se respetaba. Además, ¿qué pasaría si un día hicieras un comentario o un movimiento fuera de tono? Toda vuestra amistad se vería arruinada por algo tan mundano. Ni hablar.
Enzo no era el único que había traído un detalle. Esa misma mañana, en la universidad habías ido a hablar con el “proveedor” oficial de vuestro grupo de amigos y te había dado hierba de la mejor calidad.
La tarde transcurría entre el humo del porro que os estabais pasando mientras veíais la película Déjame salir de Jordan Peele.
-Ese chabón está muerto- comentó Enzo intentando adivinar el destino del pobre protagonista.
Tú apenas le estabas prestando atención a lo que dijo, ni a la película, tu mente se estaba perdiendo por unos lugares absurdos de los que nada bueno podía salir. Te sorprendiste a ti misma saboreando la boquilla del pucho, por el simple motivo de que se encontraba mojado con su saliva. De repente estabas visualizando su boca, sus labios. Despierta, pendeja, ¿qué te pasa?. Te pateaste a ti misma mentalmente por si quiera atreverte a explorar esos terrenos.
Tal y como si fuera un castigo divino por tus pensamientos impuros una tremenda punzada te atravesó el bajo vientre haciendo que contrajeses la expresión de tu rostro y gimieras de dolor por lo bajo. Aunque trataste de disimularlo, tu amigo se dio cuenta mirando un par de veces para cerciorarse de que te había visto retorcerte por el rabillo del ojo. Rápidamente alcanzó el control remoto de la televisión y paró la película.
-Bo, qué tenés? -su expresión contenía más gravedad que la que el asunto requería, por la cara que su amiga ponía podría estar sufriendo un ataque al corazón- Habláme!
Hiciste un gesto con la mano y negaste con la cabeza, dándole a entender que no sucedía nada y que ibas a estar bien, pero su cara decía todo lo contrario, a juzgar por sus ojos aún fuertemente cerrados.
-Contáme qué tenés, boluda, me estás asustando!
-Es solo un…calambre- gruñiste tú luchando por mantener la compostura. Si no lograbas recomponerte le tendría que explicar en detalle lo que le pasaba y, además de la pena que te daba, no tenías ningunas ganas de hablar con aquel dolor apuñalándote.
-¿Comiste algo malo? -se alarmó- ¿fueron mis chocolates?- Sus ojos se habían encendido como dos alarmas de incendio, era hasta adorable el repentino miedo que su amigo estaba sintiendo por ella.
¿Qué te pasa, tarada? ¿Cómo puedes estar disfrutando que tu mejor amigo se preocupe por ti y la pase mal? - te mortificaste.
-Che, Enzo, tranquilízate, sólo es mi periodo … - trataste de sonreír.
Él pegó un resoplido digno de un caballo de carreras, aliviado. Sólo era eso.
-Dale, mirá que sos dramática nena, por un poco de sangre de nada El moreno se rio sin ser consciente de la mirada asesina con la que le estabas fulminando. Si tuvieras poderes ahora mismo tu amigo habría estallado en llamas y estaría corriendo en círculos por tu pieza.
-No…voy a opinar. Seguí con la peli- trataste de respirar profundo como te había enseñado tu terapeuta, no había caso de comenzar una pelea con tu amigo, y menos en esa situación. Tu apartamento podría convertirse en La casa de las dagas voladoras.
-No, dale, chiquita, no podemos seguir viendo la peli como si no pasase nada, no soy tan así, te estaba jodiendo.
Buscaste un atisbo de diversión en su mirada, anticipando que se fuese a burlar de ti una vez más. Algo que en realidad te hubiera dolido. Pero no lo encontraste, parecía hablar en serio.
-Lo que te duele es la panza, ¿no?
Bajaste la mirada y asentiste.
-Mirá, no tienes que avergonzarte ni preocuparte, me he criado con mi madre y mi hermana, y también he tenido novia, sé de qué va
-No me digas -respondes sarcástica. Como si haberlo contemplado le pudiera hacer entender qué era lo que carajo sentías.  
-Bueno, a ver, nunca lo podré saber, soy un varón, pero si que puedo intentar ayudarte. – al decirle esto le puso una mano en su bajo vientre, el cual notaba arder por dentro. Al notar su mano grande y cálida te estremeciste, cosa que pareció asombrarle. No le había sonado exactamente a un sonido de dolor por tu parte – ¿qué más te duele, chiquita?
Estaba claro que Enzo no era consciente del impacto que un solo roce y un solo nombre podía significar para ti viniendo de él, especialmente en ese momento tan hormonal del mes. Sentías que tu aliento era tan cálido que te quemaría la garganta y qué él notaría esa temperatura saliendo de tu interior si llegabas a exhalar cerca de él.
-Y bueno, los senos – dijiste en un tono bajo, aunque intentabas sonar confiada. Con lo que no habías contado es con que ese comentario habías dirigido su mirada directa hacia Tus pechos, que, para más inri estaban desprotegidos de una capa protectora extra de un sostén. ¿Se adivinarían demasiado tus pezones a través de la gastada camiseta que estaba vistiendo?
-E-eso es normal- Enzo tampoco estaba haciendo un gran trabajo sonando casual- ¿querés que te traiga una infusión o algo?
-No, eres muy dulce, pero eso no me ayudaría.  ¿¿Qué?? Ahora le llamás dulce a tu mejor amigo. No, nena, estás perdida. Además, ¿para que le dijiste que te dolían las tetas?
-Está bien, pues no se me ocurren más ideas, nena.
-Sigamos viendo la peli, de veras que estoy… casi bien.
-Si vos decís…
Pasaron unos minutos, quizá una media hora y continuaste viendo la película, que estaba llegando a su punto más álgido de tensión, aunque eso poco te importaba.
Otra oleada de dolor inevitable te inundó nuevamente, y, aunque trataste de disimular, esta vez había sido un pinchazo aún más fuerte que el anterior. Sentiste como si alguien hubiera logrado meter la mano en tu vientre y estuviera estrujando tu útero con el puño como quien escurre una esponja. Además, podías jurar que notabas tus pechos como dos globos a punto de estallar, y, a la vez como si la superficie de estos se encontrase cubierto de hematomas, como si realmente te hubieran dado una paliza.
Enzo, sin apartar demasiado la mirada de la pantalla – al menos que tú hubieras visto- pasó uno de sus brazos por tus hombros, acercándose más a ti, para después empezar a acariciar tu panza con una mano y tu hombro derecho con la otra. Tras un par de caricias de tanteo, su diestra comenzó su arriesgado viaje hacia tu pecho. No podías creerlo, te habías congelado y no querías hacer ningún movimiento, por leve que fuera, que pudiera ser malinterpretado, no querías parecer ofendida y que parase. Lo que más deseabas que sucediera estaba ocurriendo. Un deseo nublado por las hormonas revolucionadas que parecían salir de tus poros y por el dolor, sí, puede ser, pero en ese momento no se te ocurría ninguna buena razón para pedirle que parase.
Sin mayores miramientos, su manó abarcó tu pecho con cuidado, su pulgar y su índice rozaban tu pezón con delicadeza, mientras que el resto de sus dedos masajeaban el resto de tu seno.
-Enzo… -comenzaste por lo bajo
-Shh…- te mandó callar como si la película fuera lo más importante de ese momento.
De alguna forma que no supiste explicar, el calor de tu entrepierna estaba sustituyendo más pronto que tarde al dolor que hasta hace unos minutos estabas sintiendo, lo cual te avergonzó, ¿no era que te dolía tanto?
Continuó ejerciendo la presión necesaria para que tu sufrimiento se suavizara. Estabas usando todas tus fuerzas para no gemir de placer, el volumen de la televisión no sería la suficiente para tapar el sonido que luchaba por salir de tu garganta.
La película termina.
Enzo se aparta de ti suavemente para volver a alcanzar el control remoto y parar la reproducción automática de Netflix.
-Y, ¿qué querés hacer ahora? – preguntó como si nada.
-La puta madre, Enzo, ¿¿cómo que qué quiero hacer ahora?? – estabas entre divertida e indignada
-Sí, ¿querés ver otra peli? Nos queda pendiente Midsommar, eh.
-Enzo, ¿vos me estás jodiendo? ¿Hace dos segundos me estabas tocando una teta y ahora me decís que quiero hacer? – intentabas que no te temblase la voz.
-Y, sólo quería ayudarte, vi que te estaba doliendo.
Eso te desarmó parcialmente, ¿qué podías responder a eso? Guardaste silencio.
-Nena, yo no quiero que estés mal, y si te puedo ayudar, ¿qué tiene?
-…
-Yo sé que hay ciertas cosas que pueden ayudar a las mujeres cuando se sienten así – dijo mirándote a la cara, clavando sus ojos negros en los tuyos. Ahora, por fin, podías notas un ligero tinte en sus mejillas, al menos un atisbo de igualdad de condiciones.
-¿Ciertas cosas? -Sí, bo, seguro que tus ex noviecitos te intentaban hacer sentir mejor, ¿no?
Ouch. Eso había escocido. No, ni mucho menos tus anteriores parejas habían movido nunca un dedo por hacerte sentir mejor acerca de eso (ni acerca de nada en general). ¿Y por qué ese tonito burlesco y eso de decir “ex noviecitos”?
Enzo pudo adivinar por tu expresión que no había sido así, pero decidió no hurgar más en la herida.
-¿Querés que te haga sentir mejor?
Notabas tus mejillas y todo tu cuerpo arder, notabas tu pulsación tan fuerte que creíste que se podía advertir a simple vista en tu piel, que todo tu calor y excitación era visible, pero no se lo querías dejar ver.
-¿Y qué pasa con nuestra amistad? Se arruinará todo y yo no quie-
Enzo te calló posando su dedo índice estirado en tus labios.
-A mí no me vas a perder nunca.
Suficiente. Eso fue suficiente para romperte y que se formaran lágrimas en tus ojos. Bastante sensible estabas ya como para que se le ocurriese ser así de lindo. A Enzo siempre le había gustado molestarte. En honor a la verdad, tú también le molestabas a él, pero siempre habías sabido que te quería a su manera, después de todo, eran muchos años los que habías compartido juntos.
Él se dio cuenta de que tus ojos estaban vidriosos y se acercó para abrazarte en la cama.
-Hey, no… no llores
En ese momento te liberaste de su abrazo para besarle. No en la boca, aún no tenías el coraje, si no en su perfecta mandíbula, entre otras cosas, para hacerle saber que aceptabas su oferta.
Él entendió el mensaje y acarició tu cara, limpiando tus lágrimas con delicadeza.
-Te voy a hacer sentir bien, chiquita.
Entonces, te dio un beso en la frente y separándose levemente puso sus manos en tus hombros y te presionó hacia atrás, para indicarte que te recostaras.
Tú obedeciste y miraste al techo que estaba iluminado por tus luces azules de ambiente, era vuestro cielo particular.  
Díganme si tienen ganas de que suceda!!
Parte 2
68 notes · View notes