#mano oculta
Explore tagged Tumblr posts
Text
WE’RE GOING ON OUR FIRST TOUR! We’ll be ripping through the West Coast this September! Tickets are on sale now!
(9/15) San Francisco, CA @ Neck of the Woods
(9/17) Portland, OR @ Mano Oculta (21+)
(9/18) Seattle, WA @ The Funhouse at El Corazon
#doom metal#fairy doom#sludge metal#faetooth#doom#sludge#metal#los angeles#doomgaze#musicians of tumblr#west coast#seattle#san francisco#neck of the woods#the funhouse at el corazon#mano oculta#portland
34 notes
·
View notes
Text
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/4514fc12855a1227f373390622a98a8c/fc8d6cb4ae7204d1-45/s540x810/a97ce645cd0d1c35172503be66c0d61bd2caf326.jpg)
PORTLAND! Today Beat-Man and The Monsters will be at Mississippi Records playing 45s from DJ Peter Slovenly's box! 3-5pm
And then tonight at Mano Oculta PDX (formerly Twilight Cafe) don't miss The Monsters, all the way from Switzerland. They will blow your brainzzz!
#Mano Oculta PDX#the monsters#theswissmonsters#voodoo rhythm records#slovenly recordings#dj peter slovenly#portland
0 notes
Text
Solstice Tales - I. Car Sex (Enzo Vogrincic)
La luna llena baña el paisaje con una tenue luz plateada mientras las luces del tablero proyectan un resplandor suave y cálido dentro del vehículo. Enzo insistió en conducir, escogió el destino –un sitio desértico cerca de la carretera- y también la música (típico).
Llevan una eternidad repitiendo las mismas canciones de Radiohead cuando voltea a verte con una sonrisa. Están ocupando el asiento trasero y hasta el momento Enzo observaba el cielo nocturno a través del cristal.
-No- suplicás cuando escuchás esa línea específica de All I Need-. La metáfora de la polilla otra vez no.
Tu reacción de pánico lo hace reír a carcajadas.
-¿Qué tiene de malo?- pregunta mirándote a los ojos mientras juega con tu suéter. Cuando intentás cubrir su boca, consciente de sus intenciones, captura tus muñecas con una mano y luego desliza sus dedos por tu cabello-. Sos muy linda, ¿sabés?
Dejás escapar una risa nerviosa y observás el paisaje del otro lado del parabrisas por un momento. Es tarde, el cielo está repleto de estrellas que titilan, el silencio del lugar sólo se ve interrumpido por la conversación y la música, mientras ustedes repiten por milésima vez una tradición que todavía se siente nueva.
Querés decirle que su metáfora en realidad te fascina.
-No tiene nada de malo- es todo lo que lográs formular-. Me hacés dar una re bronca.
Otra carcajada endulza tus oidos.
-¿Por qué?
-Porque nunca se me ocurre nada que supere esa metáfora- confesás-. Y vos sos lindo.
Es su turno de desviar la mirada, tímido como de costumbre, vulnerable, pero mientras evita tus ojos entrelaza sus dedos con los tuyos. Permanecen en silencio durante un largo rato, cómodos con la ausencia de palabras, disfrutando de oír las mismas canciones en loop.
Cuando vuelve a mirarte lo sorprendés inclinándote más cerca, recostando tu frente contra la suya y cerrando los ojos, gesto que él imita para permitirse sentir más y mejor la cercanía entre sus cuerpos. El calor de su respiración golpeando tus labios es tentador y un suspiro escapa de tu boca.
En un rápido movimiento te deja sobre su regazo y sujeta tu rostro entre sus manos en busca de una señal de consentimiento. En lugar de contestarle con palabras optás por dejarte caer por completo sobre su cuerpo. No es suficiente.
-¿Querés?- pregunta en un susurro-. ¿Sí o no?
-Obvio que quiero- contestás y comenzás a frotarte contra él. Buscás su boca y mordés su labio inferior hasta que emite un corto y patético gemido de protesta-. ¿Hace cuánto estás así?
-Desde que llegamos.
La escasa iluminación basta para ver que sus pupilas están dilatadas y cuando sujetás su cabello entre tus dedos, tirando cada vez más, sus párpados pesados por el placer caen en contra de su voluntad. Intentás no dejarte llevar por la placentera sensación entre tus piernas para poder ver todas sus expresiones.
Es imposible continuar con tu acto de poder una vez que sentís sus dedos cerrándose sobre tu cuello, sujetándote con más fuerza de la necesaria para impedir que rompas el contacto visual, mientras guía tus movimientos con su mano en tu cadera.
-¿Sentís?- pregunta contra tu boca luego de escucharte gemir. Libera tu cuello para poder manipular tu cuerpo con ambas manos y vuelve a moverte contra su palpitante erección todavía oculta por su ropa-. ¿Sentís lo que me hacés?
Buscás tu habitual refugio en la unión de su cuello y su hombro. Besás su clavícula, lo mordés en un intento de silenciar tus gemidos y luego deslizás tu lengua sobre su piel irritada, provocándolo cada vez más.
La humedad en tu centro es imposible de ignorar. ¿Es suya? ¿Tuya? Pensar que es la mezcla de los dos te hace sollozar contra su cuello y empujarte más, más y más, hasta que la distancia separándolos es inexistente.
Enzo juega con tus pezones, más sensibles de lo usual, mientras te permite utilizarlo para tu placer. Tu espalda se arquea en busca de más, pero luego de unos segundos rechazás el contacto y cuando pregunta silenciosamente negás, sin palabras.
-¿Te duele?
-No- besás la comisura de sus labios-. Quiero...
Una expresión de orgullo se dibuja en su rostro.
-¿Qué? ¿Querés que te la meta?- su voz es ronca y sus dedos se deslizan bajo tu falda para mover tu ropa interior-. ¿Por eso te vestiste así con el frío hace? ¿Tan desesperada estabas?
Querés golpearlo, objetar, burlarte de su propia desesperación, pero cuando desliza su punta entre tus pliegues y presiona contra tu entrada tu respiración se corta. Sólo jadeás en respuesta y clavás tus uñas en sus hombros.
Controla la velocidad de la penetración, más que consciente de la falta de preparación, pero vos disfrutás del dolor que su tamaño provoca en tu entrada. Sentís la prominente vena que recorre su extensión y cada centímetro dentro tuyo hace que un nuevo escalofrío sacuda tu cuerpo.
Vuelve a tomar tu rostro entre sus manos y cuando correspondés su mirada ve en tus pupilas que la coherencia en tu mente es cada vez menor. Besa la lágrima que se desliza por tu mejilla y se relame los labios.
La música es cada vez más lejana.
-Sos hermosa- mueve tus caderas y tu rostro se contrae en una expresión de placer-. Y toda mía, ¿no?
#solstice tales#letters to enzo#enzo vogrincic#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic x reader#lsdln cast#lsdln smut#lsdln x reader
60 notes
·
View notes
Text
Cierra los ojos! Escucha como la yema de mis dedos le susurran a tu piel y recorren tu cuerpo erizando cada recóndito rincón de él. Siente como la melodía mi voz va escudriñando y se va metiendo cada vez más dentro de ti y más profundo. ¡Cierra los ojos! Deja que tu cuerpo hable por ti, que sienta como los escalofríos van erizando tu piel, que sean el preámbulo a que tu cuerpo arda y que él mismo se transforme en un manantial de aguas termales. Déjate llevar por el latir de tu corazón queriendo salir de tu pecho, que tu torrente sanguíneo galope como potro salvaje por tus venas, que sientas como palpita la parte más oculta de tu cuerpo. ¡Cierra los ojos! ¡Escucha y siente! Como mi voz y mis manos le hablan a tu cuerpo, haciéndote vibrar como sinfonía de un viejo blues que se toca en un saxofón nuevo. Déjame acariciarte y que tu cuerpo hable, que me diga que es lo que sientes para poder besarte, que me susurre como hacer que tu cuerpo se derrame de ganas, para que entre los dos consigamos que explote de pasión y deseos.
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/f73731e0c60dd616a2f0c623188ab3eb/31cf9eaef1ef80cd-f2/s540x810/57de7a171770e933c7e419f69485bcfe58e61c77.jpg)
29 notes
·
View notes
Text
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/c2315b046b5f514deaff8cb51de892e9/3a47785f408eafd1-15/s400x600/79e79a6a460c625f851562dc530f0d9d74ec2037.jpg)
Elegancia acompañada de erotismo...
Personalidad en los detalles...
Encaje que viste tu desnudez...
Complementos que adornan esa zona erógena dándole un brillo especial y un atractivo sin igual...
Combinación de colores sobre tu piel que crean un tapiz cargado de lujuria y deseo...
Pícaramente te insinúas ante mi atenta mirada, me muestras pequeños fragmentos para seducir mi líbido...
... Y lo estás consiguiendo!!
Esa joya que portas tan elegantemente me vuelve loco...
Oculta entre el valle de tus nalgas atrae mis manos irremediablemente hacia tus caderas con el "sólo" deseo de poseerlas...
Esos destellos rosáceos hipnotizan mis sentidos,
me hablan de ti,
de tu mente libre,
de tus ganas de disfrutar,
de tus ganas de que te disfrute...
©Navegandoportumente ✍️
34 notes
·
View notes
Text
Lo que dices y haces; es como si en verdad, estuvieras "hecho a mano". Nadie te lo dijo, ni te hizo ver: Que todo cuanto eres y ocultas, es verdaderamente extraño...
Lo que te callas y a mí no me dirías: Sé que no sucede con nadie más; ni en otras circunstancias..
Mabel
#mabel arista#nuittouche#frases#pensamientos#escritores#escritos#reflexiones#versos#letras en versos#poesía#poetas de tumblr#poemascortos#aforismos#freestyle poético
215 notes
·
View notes
Text
Solo quiero saber si, de alguna forma, te sentirías especial si me atrevo a desvelarte en palabras. Si mis manos toman la pluma y, con cada oración, dibujo la esencia de quien eres, tejida entre letras y silencios, en pensamientos que tal vez nunca te dijeron. Porque escribirte sería más que solo un puñado de frases, sería un acto de entrega, una forma de inmortalizarte en papel, de regalarte una versión de ti misma vista desde mis ojos.
¿Te sentirías especial si dedico mis letras a tus momentos, a esos instantes que otros pasan por alto pero que encierran tu verdad, tu luz, tus sombras? Solo quiero saber si, al leerme, entenderías que cada palabra lleva algo de mí, que en cada línea te he dejado una parte de lo que veo en ti.
Me pregunto si sentirías el peso de esas letras, si notarías que cada oración lleva tu esencia, tu silencio. Porque no se trata solo de escribir, sino de descifrar lo que haces, lo que eres y lo que evocas en mí. Me pregunto si, cuando leas entre líneas, verás la dedicación oculta, el intento de inmortalizarte en cada trazo, como si cada palabra fuera mi manera de decirte que, a través de esta pluma, te he vuelto eterna.
¿te gustaría que te escribiera?
-Roy Trouble
#escribir#escritos#frases#escribiendo#pensamientos#dolor#escritores de tumblr#letras#creando letras#citas tumblr#roytrouble#citas de reflexion#escape#escrituras#poesia#poetas#escrito#cosas que escribo
23 notes
·
View notes
Text
Little rainbow (Wukong x Kiyo)
Los cálidos rayos del sol se filtraban en la habitación del hospital, donde dos dioses contemplaban a su pequeña criatura. Kiyo se encontraba recostada sobre blancas almohadas, con el monito acurrucado en sus brazos maternales.
El recién nacido dormía plácidamente, ajeno al mundo, apenas unas horas después de ver la luz por primera vez. Kiyo lo miraba enamorada, olvidando el cansancio de tantas horas de parto.
Con delicadeza, deslizó sus dedos por la espalda del bebé, conteniendo a duras penas las lágrimas que amenazaban por escapar. A su lado, su amado esposo la miraba en silencio, compartiendo aquel momento de gracia.
—Es tan pequeño...— musitó Kiyo, derritiéndose de ternura. Su criatura era aún más diminuta que los niños humanos, siendo tan pequeño y delgado.
—Los monos son más pequeños que los bebés humanos— observó Wukong con sabiduría, recordando a los pequeños monitos de su montaña.
Con suma delicadeza, envolvió a Kiyo en un cálido abrazo, cuidando de no causarle el menor malestar tras las horas de parto. Recargó su mentón en el hombro de su amada, uniéndose a ella en la contemplación del pequeño milagro entre sus brazos.
Sus toscas manos, endurecidas por las batallas, rozaron con infinita ternura la mejilla del bebé. Sus deditos eran más frágiles que el pétalo de una flor, y su boquita y sonrosadas mejillas despertaban una oleada de amor en lo más hondo de su alma.
—¿Has pensado ya en un nombre para él? —preguntó Kiyo después de unos minutos de silencio, buscando la mirada dorada de su amado.
—Eso es fácil —rio Wukong entre dientes, estrechando con más fuerza a su familia—. Claramente se llamará Wukong Jr, es mi viva imagen— expresó con orgullo.
La pelinegra frunció el entrecejo al escuchar tal ocurrencia. Con delicadeza acunó al bebé entre sus brazos, como protegiéndolo de aquel nombre.
—Nuestro hijo no llevará tu nombre —se negó con suavidad—. Él es su propia persona y merece un nombre propio
—Pero, mi lluvia... —se quejó Wukong con un puchero, antes de dejar escapar un suspiro resignado—. Bien, dime qué nombres tienes en mente. Espero al menos que sean más bonitos o será Wukong jr —soltó con una sonrisa burlona.
Kiyo sonrió, preparándose para crear unos segundos de suspenso antes de hablar.
—Se llamará Mixtli —anunció con orgullo. Un bufido escapó de los labios de Wukong.
—¿Mixtli? ¿Qué clase de nombre es ese?
—Significa "nube" en náhuatl —explicó Kiyo mirándolo con dulzura. — Nuestro hijo no será solo chino, también llevará en sí las raíces de mi cultura.
—Lo sé, lo sé —concedió Wukong haciendo muecas. — pero no estoy seguro...
—Pero solecito, a mí me encanta Mixtli —insistió Kiyo con un puchero. Tras reflexionar un momento, propuso. — ¿Qué tal si tiene dos nombres? elige tú su otro nombre, pero no Wukong Jr
Wukong frunció el ceño, sumido en reflexiones. Jamás había pensado en tener que nombrar a un hijo, acostumbrado a la idea de llamarlo como él. Pero deseaba honrar los orígenes de Kiyo también.
Se apartó un poco y contempló al bebé en silencio, analizando sus delicados rasgos en busca de la esencia oculta tras ellos. Poco a poco, una sonrisa se dibujó en su rostro.
─Creo que tiene cara de Kai ─declaró con orgullo.
─ ¿Kai? Podrías haber elegido algo más corto ─bromeó Kiyo con tono sarcástico.
─Oye, Kai es un nombre noble... ─se quejó con dulzura─ Además, dijiste que serían dos. Kai Mixtli suena armonioso, ¿no crees?
—Pero solecito, el punto no es...
Kiyo no alcanzó a terminar cuando un llanto interrumpió sus palabras. Con delicadeza acunó a Kai, susurrándole cálidas palabras mientras lo mecía.
—Tranquilo, mami y papi están aquí... —musitaba arrullándolo. Pero los sollozos del bebé no cesaban.
Wukong los contempló en silencio y un semblante serio. Con suavidad acarició los finos cabellos del pequeño, calmando su llanto para sorpresa de todos. El silencio reino en la habitación unos momentos.
—¿Pensaste alguna vez en ser madre? —preguntó Wukong en tono reflexivo, sin apartar la vista del niño.
—No realmente, al menos no tan pronto —confesó Kiyo confundida—. Cuando nos casamos comencé a imaginarlo, pero nuestro hijo fue... Una sorpresa.
—Y... ¿No te molesta? — murmuró Wukong con una vulnerabilidad poco común en él.
Kiyo lo miró con ternura, intuyendo sus inquietudes. Sostuvo al bebé con una mano mientras la otra tomaba la mejilla de su amado.
—¿Qué es lo que realmente te preocupa, cariño? — inquirió acariciando su rostro.
Wukong suspiró hondo.
—Tengo miedo de ser mal padre —confesó al fin. — Yo no tengo padres, nací de una roca, sólo estuvieron mis maestros, pero jamás los vi como figuras paternas. Sé que podría cometer errores y lastimar a Kai sin querer. No quiero defraudarlo...— decía, alzando su mirada al pequeño fruto de su amor. Sus ojos se entrecerraron un poco. — tengo miedo de lastimarlo o ponerlo en peligro como he hecho con MK, Macaque... Con todos. No quiero que él pase por todo eso y mucho menos por mi culpa...
—Wukong, no puedo asegurarte de que serás el mejor padre, el futuro es incierto —susurró Kiyo acariciando su rostro con dulzura. — Tampoco yo sé si estaré a la altura, pero una cosa sí puedo prometerte: estaremos juntos en esto...— sonrió, buscando confortar a su esposo. — Tus dudas y temores demuestran que realmente lo amas y quieres lo mejor para él. Eso es lo verdaderamente importante. No necesitas ser el padre perfecto, sólo ser el padre que Kai merece: aquel que lo ame incondicionalmente, lo escuche, lo guíe y proteja. Y de eso estoy segura de que eres capaz...
Wukong sintió que sus miedos comenzaban a disolverse ante la mirada llena de fe y confianza de Kiyo. Ella creía en él aun cuando él mismo no lo hacía. Y si ella confiaba en que juntos podrían ser buenos padres, él también empezaba a creerlo. Sus labios se curvaron en una sincera sonrisa, entregándose de lleno a su nueva misión como protector de aquella preciosa vida que había creado junto a su esposa.
—Gracias, mi amor— murmuró, estrechándola entre sus brazos con cuidado de no aplastar al bebé. — Estar juntos es todo lo que necesito. Haré lo mejor por nuestro hijo, te lo prometo.
—Confía en mí, también tengo mucho miedo... —susurró Kiyo separándose lentamente de su abrazo para mirar el rostro de su esposo. — Pero ¿sabes qué es lo que me da fuerzas? Ver tus ojos dorados. Al mirar en ellos cada día recuerdo todo mi pasado y veo todo lo que hemos recorrido juntos. Ya no soy aquella chica triste y sola que una vez fui, ahora soy tu esposa, la madre de nuestro pequeño hijo y la diosa de la lluvia. No podría desear un futuro mejor. Tú salvaste mi vida tan solo con tu mirada...y seguir viendo esos lindos ojos todos los días solo me recuerdan lo feliz que soy actualmente y lo feliz que seguiré siendo a tu lado.
Wukong acarició su mejilla con ternura y la estrechó de nuevo entre sus brazos, ocultando el rostro en su cuello y respirando su aroma.
—Creo que en realidad nos hemos salvado mutuamente sin darnos cuenta —susurró, con la voz quebrada por la emoción, soltando un pequeño suspiro como si de esa forma, sus miedos se borran para siempre.
Kiyo sonrió dulcemente, entregándose al abrazo de Wukong con calma. Unas lágrimas de profunda felicidad se deslizaron por sus mejillas al recordar el largo camino recorrido para llegar a este momento de felicidad junto al amor de su vida. Había valido cada tropiezo, cada lágrima derramada.
Pocos segundos después, como si supiera que era el centro de atención, Kai volvió a despertar sollozando bajito y removiéndose entre sus mantas. Sus padres se separaron despacio, mirando al pequeño niño envuelto en mantas azules demandando atención.
—Creo que un buen comienzo para cualquier padre es cargar a su hijo entre sus brazos— susurró Kiyo con ternura, trasmitiéndole toda la confianza que él aún no se atrevía a darse. Extendió al pequeño bultito que sollozaba, acunándolo un instante más entre sus manos antes de depositarlo con cuidado en el pecho de Wukong.
—K-Kiyo, no creo poder...— murmuro Wukong nervioso, cortando sus palabras de inmediato cuando sintió el menudo cuerpecito de Kai acurrucarse con confianza sobre su pecho.
En silencio, el mono naranja miró con asombro al fruto de su amor. Cada respiración y movimiento del bebé lo absorbían por completo, logrando que su corazón latiera como loco. Las pequeñas manitas de Kai se agitaron buscando aferrarse a la ropa paterna, hallando en ese simple gesto el consuelo que demandaba.
Wukong contuvo el aliento, admirado por la fragilidad y perfección de tan pequeño ser. Sus miedos se desvanecieron al comprender que aquel niño ahora formaba parte de su alma. Lo envolvió con infinito cuidado entre sus brazos, maravillado al contemplarlo moverse plácidamente sobre su pecho.
—Será un honor y un privilegio ser tu padre, Kai Mixtli— susurró conmovido, sin apartar la mirada de su rostro. En ese instante supo que haría cualquier cosa con tal de verlo feliz y protegerlo por siempre. Finalmente conocía aquella palabra tan desconocida para él, paternidad.
#lego monkie kid#lego monkey kid oc#sun wukong#self ship#aztec culture#goldenclouds#writing#writers on tumblr#headcanon#monkey king#lego monkey king#sun wukong x reader#wukong x reader#father#parents#kai mixtli#kiyo vazquez#oc x canon#selfship community#self shipper#artists on tumblr#lego monkey kid fanart
70 notes
·
View notes
Text
Hay demasiadas palabras ocultas en mis manos, manchadas de tinta, temblorosas.
Tomo la pluma mientras la agonía crece y mi mente se pierde.
— flores in caelum
89 notes
·
View notes
Text
𝐒𝐚𝐥𝐯𝐚𝐭𝐨𝐫𝐞
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/9baa8df5123fca28f0baf2287a79c10a/e0137fbf9614c747-40/s540x810/ebaec1b02ed2d741e563c6de429f190ce17b5a7b.jpg)
☆ pairing: hwang hyunjin x fem!character
𐙚 genre - content - tags: fanfic / smut / legal age gap / mention of suicide, self harm, murder / mystery / abusive relationships / depression
₊˚⊹♡ inspired by lana del rey's song: salvatore
Sinopsis: ❝Muriendo de la mano de un hombre extranjero, felizmente...❞
Una historia con muchos enredos y tantos finales desde el comienzo, lo que parece un acertijo sin fin, un trágico y triste misterio, la astuta Benedetta intenta llegar hasta al fondo de la causa de su tristeza más grande, la muerte de su hermana. Junto a un acompañante sabio pero insolente, ambos se embarcan en una aventura por la verdad, con bastantes obstáculos y tropiezos.
SALVATORE PLAYLIST ⋆ ˚.⋆୨୧˚
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/c5d7422465da7463bb8469b3458c1527/e0137fbf9614c747-fe/s540x810/32825b6105466ff47c0300bca7cb288a92b7ce87.jpg)
𝓢𝓪𝓵𝓿𝓪𝓽𝓸𝓻𝓮 ♡₊˚ ❀・₊✧
Luego de la muerte de su hermana, la joven Benedetta busca respuestas ya que las circunstancias y todo aquello relacionado con su deceso le parece extraño. Busca respuestas en lugares y personas nunca antes frecuentadas, induciéndose en el mundo turbio de la gente adinerada en la bella y remota isla de Jeju; y los lugares fantasmas habitados por artistas bohemios adictos al sexo y las drogas.
En su camino a la verdad, con tontos pasos al principio, cree llegar a algo sólido al conocer a Hwang Hyunjin, un artista de alma oscura con bastantes secretos.
Por un momento Benedetta piensa tenerlo todo para salir de su dolor. Curiosa, astuta, tenaz y salvaje... o al menos en eso se convirtió justo luego de la muerte de Bethany; pero la verdad es que se encontraba tan vacía, hundida en el dolor de la pérdida creyendo que descubriendo la atrevida y oculta vida que llevaba su hermana podría sacarla de aquel túnel sin salida.
Dolor y muchas otras sensaciones a tan corta edad... buscando un refugio para su desolado corazón en los brazos equivocados. La historia parece repetirse.
°❀⋆.ೃ࿔*:・
this one lowkey my fav child shh
#hwang hyunjin#hyunjin#hyunjin x reader#hyunjin smut#hyunjin art#skz español#skz smut#stray kids smut#kpop smut#hyunjin scenarios#현진#skz au#skz#stray kids#skz fanfic#hyunjin skz#hyunjin stray kids#arte#bang chan#skz bang chan#lee know#lee know skz#seo changbin#changbin skz#han jisung#han jisung stray kids#lee felix#skz felix#kim seungmin
41 notes
·
View notes
Text
Capítulo 2
Pretty liars (toxic best friend) - Matías Recalt
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/3488732b6348507837145847afa1d328/ed218781164def5c-4e/s500x750/78448b50d302f4f09a83c2f4fb0774f699218bb1.jpg)
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/724f4a0d1842da5f0804805945d7fe98/ed218781164def5c-e0/s540x810/3bb6041d3255c4ea5b46cfecb875659dc776e426.jpg)
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/43a8d67d779623f9268c7d9b2f5e7226/ed218781164def5c-dd/s500x750/f0150910222e825ce517a0eb3d42a7e7c0d8270f.jpg)
————
Estuviste callada durante varios segundos, hasta que vagos recuerdos comenzaron a invadir tu mente, estabas demasiado borracha para tu gusto, y lo último que recordabas con claridad fue estar discutiendo con Matías fuera de los baños del boliche. Finalmente te resignaste y le contaste la verdad a tus dos amigos presentes.
Sinceramente es una larga historia —Suspiraste pesadamente. Pero supongo que tengo tiempo de sobra para contarles todo. —Enunciaste invitándolos a sentarse en tu sala.
Partiste contándoles sobre la noche en la que te declaraste por primera vez en tu cumpleaños, donde evidentemente te rechazó de una manera bastante alejada a lo que pensabas que ocurriría. Pero sin importar eso, a las horas después en esa misma noche Mati te interrumpió en el baño de tu habitación, habías subido ya que no te encontrabas en el mejor estado, y fue en ese entonces cuando a él no se le ocurrió nada mejor que besarte sabiendo que no pondrías resistencia. Cediste el paso completamente mientras posicionabas tus manos alrededor de su cuello agarrándole pequeños mechones de cabello entre tus dedos, él exploraba con fascinación las curvas de tu cintura y cadera, metiendo una de sus manos por debajo de tu vestido subiéndolo casi por completo para tener acceso a ti. Y así fue como terminaste cogiendo con tu mejor amigo en tu baño, y claramente ese fue solo el comienzo de lo que había pasado entre ustedes. Eso siguió ocurriendo hasta el día de la fiesta, habían mantenido una "relación" netamente sexual, cada vez que él tenía ganas venía a ti, y esto al principio no fue un problema, te hacía sentir bien el saber que te quería a ti para saciar esa necesidad, aparte se la pasaban extremadamente bien disfrutando de la compañia ajena. Él te dijo varias veces de grabarse cuando estén en el acto con la excusa de poder guardar un recuerdo, pero siempre te negaste, no te gustaba la idea. Hasta que un día él lo hizo sin que te dieras cuenta, o al menos eso pensó, fue muy evidente al posicionar su cámara oculta, de todas formas no le dijiste nada, aunque sin que él se diera cuenta te los enviaste directamente a tu celular, por si acaso.
Todo estuvo relativamente bien, tenían su rutina, eran amigos para toda la gente a su alrededor, pero en privado eran mucho más que eso (según tu), sin embargo, nada puede durar para siempre. Matias consiguió novia a los inicios de sus 19, y eso para ti fue como un balde de agua fría, dejó de pasar tiempo contigo para dedicárselo a ella, ya no recurría a ti y eso te destrozaba. Por un tiempo dejaron de hablarse con frecuencia, y era evidente el porqué, no querías estorbar, y él nunca te presentó a su pareja formalmente, así que solo cortaron contacto. Y eso fue así hasta que comenzaste a salir con un chico, era un amigo en común que tenían, jamás lo habías visto con otros ojos pero no estabas cerrada a darle una oportunidad, mínimo para distraerte. Salían bastante seguido, pero nunca fueron más allá de un par de besos y caricias, y eso bastaba para ti. Una tarde luego de salir con Fran, estabas tirada en tu sofá hasta que un golpe en tu puerta te saca de tus pensamientos, te diriges a ver quién es, quedando perpleja al ver de quién se trataba, era Matías. No pidió permiso para pasar, solo pasó y cerró la puerta detrás de ti mientras tomaba de tu muñeca para arrastrarte devuelta a la sala.
¿Me querés contar algo, nena? —Soltó sentándose con los brazos detrás de la cabeza.
Tú con evidente confusión y bastante incomodidad por la situación, no sabías qué decir.
¿Cuándo pensabas contarme que andas con Fran? ¿Qué, creíste qué no me iba a enterar? —Habló en un tono burlesco mientras mantenía una sonrisa en su rostro.
No estoy saliendo con Fran, y si así fuera, ¿qué tiene de malo? ¿acaso no puedo salir con nadie? ¿tú me contaste cuando comenzaste a salir con esa chica? —Lo miraste con claro enojo.
No metas mi asunto aquí, no tiene nada que ver contigo. —Expresó con desdén. Y no, no podes, yo pensé que lo tenías claro. Sos mía.
No pudiste evitar sentir un escalofrío al oír sus palabras, seguía poniéndote igual de nerviosa, pero no querías caer en su jueguito.
¿Qué carajo estas diciendo, tarado? ¿Me estás jodiendo? —Le preguntaste con algo de ironía en tus palabras.
No te vengas a hacer la desentendida, sabés bien de lo que hablo, bien que te gustaba cuando te decía que eras mía en la cama. —Se rió sarcásticamente y eso para ti fue la gota que revalsó el vaso, te acercaste rápidamente a él y sin pensar en las consecuencias de tus actos estampaste tu mano contra su mejilla. Sintió como tomabas control en la situación y claramente no le gustó nada. Se paró del sofá, posicionó su mano alrededor de tu cuello ejerciendo un poco de presión en la zona(no la suficiente para lastimarte) mientras que con la otra sujetaba tu cabello en una coleta.
Mira vos, no sabía que tenías esas actitudes. Y no tenés idea de lo mucho que me calentás, pendeja de mierda. —Decía mientras sostenía fuertemente tu cuello, acercándose peligrosamente a tu boca, sentías su respiración chocar contra la tuya.
Sos mía. Decílo. —Enunció con el ceño fruncido esperando a que contestaras su petición.
A estas alturas ya estabas extasiada con este hombre, por más que te resistiera sabías que no puedes decirle qué no, y por más mal que estuviera, te encantaba.
Soy tuya. —Dijiste en un hilo de respiración esperando por su aprobación. Éste al escucharte no aguantó más y te besó, era un beso desesperado, como si ambos lo hubiesen esperado por mucho tiempo.
Y así comenzaron nuevamente, mantenían relaciones cada vez que Mati se peleaba con su pareja o cada vez que tenía ganas. Para ti no era lo mejor, y aún sabiendo que estaba terriblemente mal lo aceptabas.
No habían tenido conflictos hasta el día del boliche, estaban sentados en la barra mientras conversaban, Matías te platicaba lo difícil que se había puesto su relación, que ya no la aguantaba, y que supuestamente le terminaría pronto, pero esta historia ya la conocías, era la que siempre te contaba cuando quería coger, las primeras veces sí le creíste, creíste que el terminaría su relación y tú por fin tendrías oportunidad de ser la oficial, pero evidentemente eso nunca ocurría. Estabas realmente harta de eso así que se lo dijiste directamente.
¿Quieres coger? No tienes porqué poner esa excusa Matías, ya sé lo que quieres. —Dijiste intentando no sonar molesta.
¿Qué te pasa, boluda? Decíme que no querés y ya está. —Dijo siendo él el molesto.
Bueno Mati, yo hoy paso, tampoco quiero discutir contigo. —Soltaste parandote de la silla para dirigirte hasta tus amigos.
Sin darte cuenta comenzaste a beber y a beber, no sabías cuanto habías tomado, pero tenias la suficiente valentía para enfrentar a lo que más te aterraba, hablar sinceramente con tu mejor amigo. Comenzaste a buscarlo en medio del boliche, querías hablar y explicarle que no quisiste hablarle así, que no quieres estar con él, pero cuando lo encontraste estaba en la pista de baile con su novia, bailando pegados al ritmo de la canción. Querías ir y revelarle toda la verdad a su novia, después de todo sabías que ella no merecía eso, pero solo te limitaste a ir a preguntarle si podían hablar en un lugar más privado, generandole una notoria molesta a su novia, pero estabas tan borracha para percatarte de eso.
Lo llevaste hasta los baños, no era el mejor lugar para hablar pero había más silencio. Aún no pronunciabas una sola palabra y ya estabas al borde de las lágrimas.
¿Tan difícil es quererme? —preguntaste con algo de dificultad.
Decíme, te gusto lo suficiente para coger día por medio pero no lo suficiente como para que me pidas ser tu novia. Estoy muy cansada de esto, pero no me puedo despegar de ti. —Hablaste tanto que ni siquiera parecía que estuvieses borracha.
¿En serio me sacaste del lado de mi novia para ésto? Ya te lo dije una vez Maya, lo de nosotros nunca va a pasar más allá de lo que ya tenemos, y estamos bien así. —Se cruzo de brazos evidentemente molesto.
Listo, hasta aquí llegó entonces. —Estabas al borde de las lágrimas, cuando estás borracha eres mucho más sensible de lo normal, así que no te preocupaba llorar.
Solo te digo que si esto llega hasta aquí, te caes conmigo. —Eso fue lo último que dijiste antes de salir. No tienes idea de cómo llegaste a tu casa, pero estás tirada sobre la cama con la ropa puesta, y en tu mente sigue divagando esa idea. Cegada por el enojo y el alcohol, publicaste en tus storys aquellos vídeos que te habías mandado desde su celular donde salían evidentemente envueltos. Y junto al vídeo pusiste un pequeño texto:
"Quién diría que el muchacho tan bien portado haría cosas así. Buenas noches. ❤️"
Y ahora estás donde estás, fueron alrededor de 45 minutos que estuviste explicándoles todo y ellos estaban boquiabiertos.
escribí demasiado y siento que lo hice más largo de lo que debía ser JAJAJAJS se me secó el cerebro, no más.
#matias recalt#la sociedad de la nieve#society of the snow#juani caruso#x reader#agustin lain#blas polidori#enzo vogrincic
37 notes
·
View notes
Text
He calls me the Devil (I make him wanna sin) - Enzo Vogrincic
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/1f31db98b1f5243bfb73fe5e15bc55b8/60471914e36802f3-76/s540x810/54e1f858866cde1405c8925ee8533b049e87d1bd.jpg)
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/c75fa542fdb857812ec0b01531dc5177/60471914e36802f3-84/s540x810/7d48d39b89077a1a2325eababa6e16a629d331ec.jpg)
+18! Needy!Enzo (unos segundos de Sub!Enzo, parpadeen y se lo pierden). Biting, choking, creampie, fingering, masturbación, (breves descripciones de) plus size!reader, sexo oral, sexo sin protección, (kind of) semi-public sex, spit kink, edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
El vestido fue idea de Enzo.
Luego de un par de días viéndote batallar frente al espejo e intentando consolarte cuando la frustración te vencía, recordó que la caja que contenía la prenda estaba sepultada en alguna parte del armario. Enzo odiaría que lo malinterpretes y no tiene absolutamente nada en contra de la chaqueta y el pantalón de cuero que pretendías combinar con un top burdeos, pero…
-No, no sé- recuerda cómo empujaste el vestido contra su pecho-. ¿No te parece que es mucho?
-¿Para mí…? Es poco- bromeó, refiriéndose sutilmente a los atuendos mucho más atrevidos y extravagantes que utilizaste en ámbitos mucho menos formales.
-No son los Oscar, Enzo, es un concierto de música clásica.
-¿Y?- se mordió el labio-. ¿No te gustó el vestido? ¿Es eso?
-Me encantó, amor, pero…
La inseguridad ensombreció tu rostro por un breve momento, evocando el recuerdo del día en que le enseñaste el vestido en una página web: las únicas fotos exhibiendo el producto eran de modelos utilizando la talla small, un detalle recurrente que te aquejaba a la hora de buscar ropa. Aún puede oír la forma en que suspiraste, entre harta y triste, antes de cerrar la página y bloquear la pantalla de tu celular para arrojarlo sobre la cama.
Normalmente Enzo no se habría atrevido a husmear en tus dispositivos electrónicos, pero esa noche luego de ver tu decepción decidió revisar tu historial. A falta de una referencia fotográfica, optó por confiar en que uno de los talles se correspondía con tus medidas.
-Te queda hermoso- insistió, sosteniéndolo con delicadeza entre sus manos-. Dale, probátelo otra vez.
La forma en que te sonrojaste le pareció tierna, un tanto divertida considerando el tiempo que llevaban juntos y la inocencia del cumplido en comparación con los comentarios que guardaba para otros momentos, los cuales hacían que la sangre de tu cuerpo ardiera no sólo en tus mejillas. Observó cómo deslizabas las tiras de tu camisón por tus hombros y su respiración se entrecortó cuando vio tus pechos desnudos.
El vestido se adhería a tu cuerpo como una segunda piel, los tonos rojos de la seda resaltando tu figura y volviéndote la viva imagen de lo que Enzo llamaría la perdición.
Ahora ese recuerdo lo atormenta y se obliga a mantener las apariencias, ocultando su erección con el programa del concierto y agradeciendo por la tenue iluminación de la sala. Intenta distraerse observando los detalles del lugar, tal como lo hizo desde que llegaron al Auditorio Nacional, y por unos instantes la sincronización en los arcos de la sección de cuerdas de la orquesta es más que suficiente para cautivarlo.
Es entonces cuando siente que te movés en tu asiento y sus ojos se centran en tu figura. Tus manos se encuentran entrelazadas sobre tu regazo, cubiertas por unos delicados guantes de largo asimétrico, y al ver tus dedos jugando distraídamente con el papel no puede evitar pensar en lo bien que se verían envueltos sobre su miembro, su semilla arruinando la seda que oculta tu piel.
El súbito aplauso del público lo saca de sus cavilaciones y está a punto de sumarse al mismo, pero tu mano se cierra sobre la suya a modo de advertencia. Si la calidez de tu palma empeora su estado, la forma en que el vestido abraza la curva de tu abdomen y resalta tus pechos es prácticamente una sentencia de muerte.
-Todavía no- aclarás, señalando con la cabeza hacia el escenario-. Falta uno más.
El primer movimiento de la Serenata para cuerdas de Tchaikovsky le pareció sublime, ¿pero el cuarto…? Le resulta eterno y le cuesta horrores mantener la concentración, por lo que se muerde los labios hasta sentir el gusto metálico de la sangre en su lengua. Comienza a mover la pierna y tu mano acaricia su muslo -probablemente interpretando su agitación como nerviosismo o ansiedad- en un gesto que debería ser tranquilizador, pero que es en realidad todo lo contrario.
La preocupación en tus ojos es evidente cuando encuentran la mancha escarlata en sus labios y te inclinás para examinar el daño, ignorando que el ángulo le permite ver tu escote y el sostén de encaje rojo que contrasta con tu tono de piel. Es el mismo rojo que tiñe tus labios y que difuminaste en tus pómulos, el mismo rojo que en alguna ocasión utilizaste para dejar la marca de tus besos en su pecho, su abdomen y…
Se siente culpable cuando acerca sus labios a tu oído y susurra:
-¿Me acompañás?
La obra concluye y Enzo aprovecha el momento en que otro músico, un pianista, entra en escena. Toma tu mano y te arrastra hacia las puertas de la sala, más de una mirada curiosa posándose sobre ambos y algunos susurros, que te hacen sentir más insegura de lo que lo hicieron a tu llegada: Enzo juró que te miraban porque “¿Cómo no te van a mirar? Si estás hermosa”, pero vos no estás convencida de que ese fuera el motivo.
Ambos llegan a un corredor desierto y cuando Enzo tira de tu mano para guiarte hacia una puerta lateral, lo seguís al interior de la habitación sin hacer preguntas. Te sorprenden los estuches de instrumentos vacíos, desperdigados por doquier, y estás a punto de comentar que la puerta no debería estar sin seguro, pero el ataque de algún instrumento de viento -que no distinguís- en la habitación contigua hace que te sobresaltes.
-¿Qué pasó?- preguntás, recordando el motivo por el cual abandonaron el concierto. Cuando tomás la mejilla de Enzo para examinar su herida, sus dedos aprisionan tu muñeca-. ¿Qué…?
Dirige tu mano hacia su erección, cubierta por un costoso pantalón, sus ojos fijos en tu rostro para examinar tu reacción: tus labios se separan lo suficiente para permitirle ver tus dientes y tu respiración se torna agitada en un abrir y cerrar de ojos, obligándolo a admirar cómo el movimiento hace que tus pechos suban y bajen. Su mirada desciende hasta llegar a tu cadera y sus manos siguen el mismo camino, masajeando con fuerza tu cuerpo antes de atraerte hacia el suyo.
Soltás un gemido y, en algún recóndito lugar de tu mente, te preguntás si las personas presenciando el concierto pueden oírte con la misma claridad con la que oís el piano en este momento.
-¿Ves lo que me hacés…?- pregunta. Besa tu mejilla y sus labios trazan una línea hasta tu cuello, sus besos húmedos y su aliento cálido repercutiendo en tus sentidos-. Desde que llegamos estoy así.
El sonido del seguro llega a tus oídos.
-¿Qué hice?- fingís inocencia.
Su mano se cierra sobre tu cuello y vuelve a besarte, la intensidad de sus acciones provocando que sus dientes rasguen tu labio inferior y su lengua haciéndote gemir cuando invade el interior de tu boca. Se aferra a la parte más ancha de tu cadera con fuerza, como si la cercanía entre ambos no fuera ya suficiente, y su otra mano baja la cremallera de su pantalón.
El sonido provoca un cosquilleo entre tus piernas y mirás a Enzo de manera provocadora mientras tirás del botón de la prenda, la cual cede levemente dejando ver una franja de su ropa interior. Recorrés la tela visible con tu dedo antes de llevártelo a la boca, capturando la seda entre tus dientes para retirar el guante.
-No- te interrumpe-. Dejátelos puestos.
Le dirigís una sonrisa, intrigada y más que excitada por la situación y su petición. Tu mano colándose bajo su ropa interior hace que se muerda el labio y una expresión de dolor atraviesa su rostro, pero cuando cerrás tus dedos sobre su miembro esa expresión se transforma en placer y arroja la cabeza hacia atrás. Comenzás a masturbarlo con lentitud, tu oído atento a la orquesta percibiendo también el sonido de su piel y la aceleración de su respiración.
En cuestión de minutos y bajo las caricias que le suministran tus manos, Enzo se convierte en un desastre: sus dedos se clavan en tu carne y tenés que esforzarte para lograr mantener el ritmo de tus movimientos, el líquido preseminal brotando de su punta humedeciendo cada vez más tu guante y tus dígitos, y su miembro palpita desesperadamente en busca de alivio.
Te detiene antes de que sea demasiado tarde y te guía hacia el pequeño sofá en la esquina de la habitación, apartando unas partituras olvidadas sobre este para tomar asiento y señalar el lugar entre sus piernas. Obedecés inmediatamente, como siempre, y luego de ayudarlo a deshacerse de su pantalón y su ropa interior Enzo decide tirar de la cremallera de tu vestido y despojarte de tu sostén, liberando tus pechos.
Tomás su miembro entre tus manos para centrarte en su extensión mientras tus labios se acercan a la punta para besarla con delicadeza una y otra vez. Su excitación brilla bajo las luces de la habitación y es adictiva cuando el sabor invade tu lengua, haciéndote gemir cuando lo introducís en tu boca y provocando que las vibraciones amenacen con llevar a Enzo al borde del orgasmo nuevamente.
Sus caderas se mueven en contra de su voluntad y su punta golpea tu garganta, llenando tus ojos de lágrimas que rápidamente comienzan a deslizarse y humedecer tus mejillas. Te separás de Enzo, ya que no estás dispuesta a arruinar todo tu maquillaje, pero la solución que encontrás logra arrancar un gemido de su boca antes de que pueda procesar la imagen frente a él.
-Dios…- dice entre dientes, cubriendo su rostro con una mano luego de ver cómo rodeás su miembro con tus pechos y escupís sobre su punta. Recuerda todas las ocasiones en que lubricó el interior de tus muslos y se deslizó entre ellos hasta el agotamiento, oyéndote suplicar por un poco de placer a cambio y prometiendo hacer lo imposible para merecerlo-. Lo hacés a propósito, ¿no?
Permanecés en silencio, pero Enzo recibe una respuesta cuando tus manos presionan aún más tus pechos. Su excitación comienza a ser cada vez más abundante, gotas de líquido incoloro cayendo desde su punta hasta el largo de su miembro y entre tus pechos, llenando la habitación de los indecentes sonidos húmedos que tanto disfrutan ambos. Sus dedos contrayéndose sobre el sofá y sus nudillos blancos hacen que te detengas con una sonrisa de satisfacción.
Toma tu cabello entre sus dedos y se acerca peligrosamente a tu rostro, su pulgar delineando tu labio inferior y haciéndote sisear cuando toca la herida que sus dientes dejaron allí. Tira de tu cabello hasta posicionarte en un ángulo doloroso y te observa, el cabello cayendo a los lados de su rostro haciendo que se vea aún más imponente, y luego escupe en tu boca. Le enseñás tu lengua, su saliva mezclándose con la tuya, y tragás.
Te conduce hacia el otro extremo de la habitación sin delicadeza alguna y presiona tu cuerpo contra el espejo en la pared, el efecto de la superficie fría evidenciándose en tus pezones. Con movimientos lentos, Enzo toma el dobladillo de tu vestido y comienza a arrugarlo entre sus manos, descubriendo centímetro a centímetro de tu cuerpo y maravillándose como si fuera la primera vez que te ve.
Intenta no perder la razón al ver el encaje rojo cubriendo tu intimidad… Pero él es un hombre débil y vos, la tentación.
Se arroja sobre sus rodillas sin pensarlo y comienza a morder tus piernas con fuerza, haciéndote gemir y lloriquear debido a la sensibilidad, utilizando su lengua posteriormente como si fuera suficiente para aliviar las zonas abusadas. Aparta la prenda que lo separa de tu centro y observa cómo la humedad que cubre tu piel se adhiere en forma de hilos brillantes a la tela.
Introduce un dedo en tu interior mientras reparte besos y mordidas en tus muslos. Te oye gemir contra el espejo y sabe, aunque no puede verte, que tal imagen podría pertenecer al paraíso. Debería, asegura al introducir otro dedo y sentir tus paredes contrayéndose cuando los curva para dar con tu punto dulce, la resistencia de tus labios nula ante tus gemidos, jadeos y suspiros.
Los sonidos obscenos que producen los dedos de Enzo en tu cavidad no se comparan con la imagen entre tus piernas, tus fluidos cayendo sobre sus dedos hasta llegar a sus nudillos e incluso su muñeca. Tus piernas tiemblan y tus manos masajean tus pechos, imitando los movimientos que tu novio suele repetir para brindarte el máximo placer.
Tus rodillas están a punto de fallarte y le suplicás, pero cuando Enzo se detiene y te deja respirar la sensación de vacío junto con la desesperación te inundan. Encontrás sus ojos oscuros a través del espejo, un leve asentimiento de su parte que pretende ser un consuelo, y arqueás tu espalda para darle mejor acceso a tu entrada.
Sostiene el vestido, la tela arrugada a la altura de tu cintura, mientras acaricia tu entrada y tu clítoris con la punta goteante de su miembro. Suspirás al sentir su calor y el suspiro se vuelve un gemido cuando comienza a empujarse dentro tuyo, recibiendo el ardor que provoca su tamaño en tu entrada estrecha.
-Enzo...
-Sí, amor, ya sé- dice entre gruñidos-. Querés más, ¿no...? Vos siempre querés más.
Y él está dispuesto a dártelo todo.
Sus movimientos son delicados y mínimos para permitir que te acostumbres a la sensación, pero eso se acaba cuando ve tu expresión prácticamente pornográfica en el espejo. El placer dibuja en tus cejas una curva que acompaña la caída de tus párpados y tus labios entreabiertos permiten que un hilo de saliva caiga por tu mentón.
Desesperado por sentir más, comienza a penetrarte con fuerza y en profundidad. Adora los sonidos que dejan tu boca y aún más los que produce tu cuerpo al colisionar con el suyo, así como también adora ver los movimientos de tu carne como consecuencia de cada impacto originado entre las caderas de ambos.
El ritmo de sus estocadas es cada vez más rápido en contraste con la música (ahora muy lejana, como si la sala se encontrara a kilómetros de distancia) y te fuerza a sostenerte para no perder el equilibrio, pero la tarea resulta casi imposible cuando sentís la forma en que su punta abusa de tu cérvix de manera placentera.
Su mano repta por tu espalda y acaricia tu cuello antes de cerrarse sobre el mismo, la presión que ejerce mínima pero aún presente como un sutil recordatorio. Volvés a encontrar su mirada.
-Voy a...
-Sí- se limita a contestar. Arroja la cabeza hacia atrás.
Continúa embistiéndote hasta sentir las contracciones de tu interior caliente y te permite tocarte sólo después de atraer tu cuerpo hacia el suyo, con tu espalda sobre su pecho y su brazo rodeando tu cuello. Su otra mano sostiene tu cadera y se hunde dolorosamente en tu piel, amenazando con dejar alguna que otra marca.
El ángulo actual te deja sentir cada detalle de su miembro en tu interior y no pasa mucho tiempo antes de que llegues a tu orgasmo, con sus dedos aprisionando tus mejillas para mantener tu vista al frente, la imagen de tus pechos saltando de arriba abajo casi tan hipnótica como el rostro de tu novio al ver la escena.
Cuando Enzo alcanza su propio clímax sentís sus dientes mordiendo tu cuello antes de percibir cómo su semen caliente te llena por completo. La sensación es suficiente para causarte otro orgasmo, más breve pero de mayor intensidad.
-Te amo- dice Enzo contra tu piel-. Te amo, te amo, te amo.
-Yo también te amo- tomás su mano y la llevás a tus labios-. Mucho.
-¿No tenía razón?- oculta su sonrisa tras tu hombro-. El vestido era una buena idea.
Estás a punto de darle la razón, pero te interrumpe el sonido de alguien tocando la puerta.
-Te voy a matar- jurás, apresurándote para acomodar tu ropa.
Enzo sólo suelta una carcajada.
Notas de Lu:
La inspiración para el vestido, estoy completamente obsesionada. Espero hayan disfrutado la lectura y si ven algún error..., un hechicero lo hizo ♡
taglist: @madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia
#enzo vogrincic#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic x reader#lsdln cast#esteban kukuriczka#esteban kukuriczka smut#esteban kukuriczka x reader#matias recalt#matias recalt smut#matias recalt x reader
168 notes
·
View notes
Text
“Somos dos almas diferente, que se necesitan una a la otra”
Cuando no conoces algo siempre crees lo primero que te dicen, o inventas algo. Pero en este caso la realidad es otra y la ignorancia será parte de un juego en el destino de estas dos personas. Haciendo que una casualidad sea parte importante para conocer la verdad.
—Tú eres muy diferente a mí y no puedes hablar de algo sin antes conocerme. —La mira esperando una respuesta.
—Eres una persona igual que yo, lo único que nos diferencia son los estereotipos. —Repica con un tono de sarcasmo.
— ¿Siempre eres así de creída? ¡Oh le tienes miedo a algo! —afirmo, mirándola con forma de reto.
— ¿Y a qué viene todo esto, si se puede saber? —cruzando los brazos, mientras lo miraba en forma amenazador.
—A ti te gusta leer y a mi escribir, esto es una polémica entre tú y yo, ¿Por qué no puedes aceptar que estas dos cosas son una sola? —dice, escondiéndose de hombros.
—Por una simple razón, los libros ya existen. —Sonríe para demostrar seguridad a su respuesta.
—Me gusta tu seguridad, pero no estés tan segura a lo que afirmas. Porque no sabes las vueltas que puede dar el destino. —Menciona en forma de saber algo que ella no.
—Y, ¿Quién te crees tú dios?, para decir tal estupidez. —Lo mira con algo de ignorancia a su comentario.
—No peleare contigo, solo te diré esto. Nos volveremos a encontrar. —Responde para marcharse y no escuchar lo que ella piensa.
—JA JA JA. No me hagas reír. —Grita esperando que la escuche.
Primera Parte: Espero les guste.
“Somos dos almas diferente, que se necesitan una a la otra”
Luego de planificar todo, esta noche haré mi plan, hoy todo los libros se eliminaran, luego de estudiar las ciencias ocultas y un poco de magia oscura tengo lo necesario para que mañana no exista ningún libro en el mundo.
7:00am noticias informa que no tienen explicación a lo que está ocurrido, en todas partes del mundo están notificando que no hay libros.
—¡Mamá donde están mis libro! —grita molesta por no encontrar sus libros.
—No se y las noticias dicen que tampoco tienen explicación de lo que ha ocurrido. Los libros por alguna razón inexplicable han desaparecido. —Muestra una sonrisa para consolarla.
—Voy a salir al parque regresó más tarde. —Se despide con un beso.
.
.
5 minutos después
.
.
Y ahora que haré sin ningún libro para leer, mi vida será más aburrida, ¿pero qué paso, porque...?
—¿Hablando sola o estas preocupada? —menciona para llamar su atención.
—¡Desgraciado eres tú! Por tú culpa ya los libros no existen. —Grita molesta al verlo.
—¿Yo? ¿Oye nunca cambiarás, ¡dime!? ¿Siempre tienes que ser así de exagerada? Y, esa no es forma de tratar a alguien. —Dice sonriendo al verla.
—¡cállate estúpido! Y dime, ¿que está pasando y por que los libro se perdieron? —coloca su mirada de acecina para esperar su respuesta.
—¡Perdón! Pero recuerda yo no soy Dios. Y no se que está pasando.
—¡IDIOTA! No te la des de chistoso en estos momentos que no ando de humor. —Grita amenazando lo por escuchar dicho comentario.
—Si no estas de humor es mejor que me valla. —Menciona esto, mientras se levanta de su asiento.
—¿Piensa ignorarme de nuevo? —pregunta al verlo caminar.
—Solo te diré que esperes una invitación en tu casa. Ese día explicare a muchas de tus preguntas. —Se despide agitando la mano y mostrando una sonrisa.
—¡Te odió, eres un gran estúpido que té crees! —grita nuevamente esperando que lo escuche, para pensar ¿y ahora que voy a leer?.
Segunda parte: Espero les guste.
#frases#pensamientos#notas#palabras ahogadas#sentimientos#noches solitarias#emociones#amor#mi diario#recuerdos#escritos viejos
16 notes
·
View notes
Text
Lo miré profundamente a los ojos, a esos ojos distantes hechos de piedra, a esas dos luces que, apagadas brillaban aún más, más que la misma estrella colosal, la que arde entre los tonos celestes del cielo.
Estaba amándolo, lo amaba tanto que ahora, en este amor alimentado de realidad, podía aceptar la frialdad de su piel, la lejanía de sus silencios, la flama apagada de sus deseos…
Y, puedo jurar que me sentía tan viva de amarlo, aún en sus terrenos divergentes, tan contrarios que me hacían perder el hilo de sus pupilas encogidas… Esas pupilas que me ponían en falta… En falta por la necesidad de sus manos ocultas en mis recodos; en falta por la carencia de su boca en los labios de mi sur… En falta por besarlo y beberme el sabor de la húmeda tierra, tan fértil… y yo tan infecunda.
En falta por no hacerle arder el vientre ante el leño tórrido de mis emociones.
Pálido… gris…
Humano y extraño. Pero… ¡Cómo lo estaba amando!
Y su cuerpo no sudaba… Su cuerpo no se agitaba… Su mente divagaba entre las esculturas de su cabeza. Pero él decía que me amaba… él gritaba que me amaba… y cuando lo hacía yo me apagaba… me ahogaba para no opacar el trecho donde su voz se perdía.
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/50a6ecd0009f8bf457102be3c69f5d2d/75b185194e4035f7-97/s500x750/d241f60379ea5d59cbe16d48d4ec53b8fc7079ac.jpg)
—Paloma🦋
#un escritor dice#escritores en tumblr#cosas que escribo#cosas que siento#writers on tumblr#citas para dedicar#poetas en tumblr#un poeta dice#amor#escritos de un corazón roto
11 notes
·
View notes
Text
Yo pronuncio tu nombre En las noches oscuras Cuando vienen los astros A beber en la luna Y duermen los ramajes De las frondas ocultas. Y yo me siento hueco De pasión y de música. Loco reloj que canta Muertas horas antiguas. Yo pronuncio tu nombre, En esta noche oscura, Y tu nombre me suena Más lejano que nunca. Más lejano que todas las estrellas Y más doliente que la mansa lluvia. ¿Te querré como entonces Alguna vez? ¿Qué culpa Tiene mi corazón? Si la niebla se esfuma ¿Qué otra pasión me espera? ¿Será tranquila y pura? ¡Si mis dedos pudieran Deshojar a la luna!.
—Federico García Lorca / Si mis manos pudieran deshojar
#federico garcía lorca#frases#escritos#pensamientos#fragmentos#poesia#literatura#escritores#libros#poemas#literatura universal#mevuelveslorca
24 notes
·
View notes
Text
Tuve una idea pero no sé exactamente como etiquetarla (tanta tristeza me fundió las neuronas) es algo tipo lover to enemy to lover again sip, todo en singular 👀
Cómo nota importante: necesitaba algo de Missa en un estado hostil/rencoroso y de eso mismo sale esto...
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/5441eff9cfb7c421a2aee63a68d8270f/e5d5786d38ea9864-5d/s540x810/a0491cb128402cd352a491e467daf1f96f072fee.jpg)
Philza despierta 20 años después, la isla ha sido habitada por muchas nuevas personas, estructuras nuevas y una vida semi urbana muy diferente a la que conoció.
Curioso logra llegar a su último hogar que ahora luce abandonado, sorprendentemente nada ha sido destruido, solo inundado por telarañas, enredaderas y polvo. Viendo eso piensa que entonces Missa igual se fue y ya nada queda de su familia.
Desilusionado empieza a recorrer las nuevas secciones de la isla, todo parece haber vuelto a florecer, casas, edificios, tiendas, jardines, etc tanta nueva vida que creció ajena a su existencia o la de los viejos habitantes.
Pero entonces lo ve, hablando con un par de desconocidos a escasos metros de él, sus ropas son algo distintas, el cabello más largo peinado en una trenza que cae por uno de sus hombros, y sobre todo, una mirada más apagada de lo que recuerda, incluso las orejas y cola de gato están ocultas.
Cuando corre a abrazarlo esperando ser correspondido como antes se encuentra con que Missa no reacciona, mantiene su mirada indiferente y con frialdad solo pregunta "¿que haces acá?"
Philza vacila unos segundos, no se esperaba esa respuesta, sin risas o gritos agudos que soltaba cuando se encontraban, incluso el cuerpo de su... ¿esposo? no reacciona ante el gesto, se mantiene rígido y solo uno de sus brazos se mueve para quitárselo de encima. Las otras dos personas se mantienen en silencio sin saber si deben intervenir o no.
—¿Necesitan un momento a solas? podemos adelantarnos si quieres.
—No te preocupes Aldo, no es nada importante.
Esa respuesta provoca un dolor en el pecho del rubio, su Missa nunca lo consideraría algo "poco importante" ¿porque suelta palabras como esas?
—¿Seguro? se ve que quiere hablar contigo.
—Y yo no tengo absolutamente nada que hablar con él, vámonos chicos.
No puede creer lo que está escuchando, esa no es la persona que dejó antes de irse a dormir, intenta detenerlo y explicarle lo último que pasó hace veinte años pero esto no inmuta al más alto. Cuando trata de tomarlo de la mano Missa se aparta bruscamente y le advierte que si vuelve a hacerlo no lo pensará dos veces para lanzarle una pócima que lo deje incapaz de moverse por un rato.
Confundido y dolido Philza empieza una pequeña discusión que poco a poco va escalando, durante el rápido intercambio de palabras Missa le dice con enojo como vivió esos veinte años y como al final decidió hacerse una nueva vida estando solo ya que "al menos de esta forma estoy seguro de que no me romperán el corazón de nuevo".
Habiendo soltado esa afirmación todo queda en silencio, las dos personas acompañantes que ahora sabía se llamaban Molly y Aldo deciden alejar a Missa de ahí, tengan el contexto completo o no, pueden notar lo poco seguro que es seguir la discusión. Mientras se alejan una última advertencia es pronunciada por el que alguna vez se hizo llamar su esposo "déjame en paz, no te necesito aquí, no quiero nada de ti".
¿Que fue lo que sucedió durante esas dos décadas? necesita averiguarlo, nunca imaginó que la radiante mirada amatista podría apagarse justo como ese día lo presenció.
26 notes
·
View notes