#littlemushroom
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lucille820 · 1 year ago
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My favorite danmei novel: Little Mushroom
Little Mushroom is a science-fiction post apocalyptic novel. While sounding rather boring, the novel definitely surpasses my expectations because of reasons such as
The characters :
Each character is not flat, and they feel human. Everyone has their own reasons and circumstances for the paths they’ve chosen. Their experiences made them who they are, and it is what drives them. I especially like Lu Feng’s character. Also the author did a good job of portraying human characteristics on an ‘inhuman’ character (An Zhe), and how he gradually becomes more and more human throughout the novel.
The world building :
The world is explained really well. A destroyed world where humans could become monsters just because they made accidental contact. The writing also made me understand how horrible it is to live in a world without hope.
The themes of morality :
Hope and despair. Human extinction or salvation. The ongoing question of what is good or evil, or does it really matter? Is it okay to kill the minority for the majority? To make a vague judgement (judges killing those who “might’ve” turned) just to eliminate an uncertain possibility. Do we, as humans, really have to write to past judgement?
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freshminttea · 1 year ago
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To the creatures in the Abyss, death was the most trivial thing…Human lives were by no means precious either.
-"The Little Mushroom" Shisi
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lonesome-king23 · 2 years ago
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HUUUU HUUU I LOVE CONCEPT ART
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Idk the artist because I think it was posted on Bilibili
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freshminttea · 7 months ago
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Doctor Ji was just roasting Lu Feng the entire book for not making a move on An Zhe 💀
Doctor Ji: we’re all going to die and you might get hanged and your boyfriend can’t even infect ppl he sleeps with
Lu Feng: we didn’t have sex 
Doctor Ji: major L u fucking loser 
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afterhourskreations · 2 years ago
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Just a fungi... #mushrooms #woodcarving #woodburning #art #red #painting #littlemushroom #mushroomlovers #afterhourskreations #fungi #badjokes https://www.instagram.com/p/ClB_i_Xu6T1/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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little-pondhead · 7 months ago
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she proceeded to beat him
anyway happy pride month ignore that i'm late as fuck rn
shoutout to @littlemushroom-head for helping me with the last part of the audio ╥﹏╥
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comicdissectionpod · 1 year ago
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Page 152 of book 2. Book 2. They finally have their first kiss. Fuck. Nothing does slow burn like a #danmei #fuck #itssogoodtho #tgcf #mxtx #mdzs #svsss #LittleMushroom
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huhyunjinmo · 1 year ago
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#anzhe #littlemushroom #boylove #manhua
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bonetrousled · 2 years ago
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What would you do if you woke up and were a gnome in a littlemushroom village PMD style
im not sure what pmd is but i think if i was suddenly a gnome i’d be pretty okay with it. if my friends were gnomes also or if i still had contact w them that would be nice. i think i would be the town baker and make a living selling little tarts and cakes in a stump. and i would sleep in a matchbox i found on the side of the road i think a gnome style of living would really suit my needs. i think i would sell my treats for a coin or a cool button each per dessert but i would also be nice and give out free stuff to people too
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vala-crashed · 7 months ago
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I want to take all of you hiking in the hills. Maybe we stop at a stream to pick up cool rocks, smooth and rounded by the elements. Maybe we find fallen trees, old bones, plastic packets left behind by others, pieces of broken glass bottles that glint like gems in the sun. Maybe there’ll be mushrooms
@little-pondhead @diedfromembarrassmentlikeasim @hotcheetohatredwastaken @mothielad @littlemushroom-head @cactusblossom09 @tashacee @pricklythepear @havenwitchworks @wilds-ponytail @iolitemoth
Name an activity you would propose to do with people if you could meet up in real life. Mine: root beer taste-testing, plus snacks like cheese and crackers and fruit while we chill and chat.
@hotcheetohatredwastaken @not-freyja @elle-rosewater @somer-writes @wanderlustmagician @majorproblems77 @la-sera @baileyboo2016 @noorahqar @deleetrix @gia-d @skyward-floored @gintrinsic @linkiscool333 @lerikwrites @across-violet-skies @marcusdoodlesalot @passerinesoncaffeine @ravenwithawritingdesk @ovegakart @weavingstarlight @arr-u @thepinklink
I know I have more mutuals and people I follow but I don’t have space on my phone screen to see much more.
Tag mutuals if you want! see what people enjoy!
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shiyukitraducciones · 22 days ago
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Capítulo 04
¡Lu Feng, espero que mueras de forma miserable!
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Traductora. Shiyuki
Correctora. plutommo
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La sangre de Vance se derramó frente a los ojos de An Zhe, formando un charco de color carmesí. Cuando las personas en la fila escucharon el sonido, se dieron la vuelta una tras otra para mirar, pero después de vislumbrar la escena, se volvieron a girar con indiferencia, como si no hubiera sucedido nada.
Pero Vance estaba muerto. Un humano había sido asesinado en las puertas de la base humana, y nadie puso ninguna objeción. 
Por lo tanto, An Zhe de repente se dio cuenta de que esa persona era El Juez, la persona que Vance le había mencionado un día antes. 
Era el jefe del Tribunal de Primera Instancia, el que determinaba si cada persona que entraba a la ciudad era humana o heterogénea. Podía decidir el destino de cualquiera sin importar quién fuera, sin necesidad de justificación.
Ahora, era su turno de ser juzgado. 
Al principio, el corazón de An Zhe latía desbocado. En el instante en que el cañón de la pistola le apuntó, se dio cuenta de que realmente iba a morir. 
Sin embargo, mientras miraba los verdes y gélidos ojos de El Juez, poco a poco se fue calmando de nuevo. 
Venir a la Base Norte era su inevitable decisión; por lo que ser juzgado era su destino, no importaba el resultado final.
Contó en silencio los segundos en su mente. 
Uno, dos, tres.
Pasó un largo rato sin que sonara disparo alguno. El Juez, apuntándole con el arma, se acercó con lentitud. 
La gente de la fila, que parecía haber acordado tácitamente acelerar, se apretujó espontáneamente hacia adelante. Un momento después, esa pequeña área estaba desierta y nada más quedaba An Zhe. 
Once, doce, trece. 
Después de que contara hasta el segundo catorce, El Juez se detuvo frente a él, y con el dedo anular apoyado en la culata del arma, bajó el cañón y la guardó.
—Ven conmigo —le escuchó decir.
Su voz era fría y neutral, al igual que sus ojos. 
An Zhe se quedó en su lugar, esperando a que él se fuera, pero no se movió ni siquiera tras tres segundos. 
Levantó la cabeza con incertidumbre y escuchó de nuevo la voz de El Juez, ahora incluso más fría:
—Extiende tu mano.
An Zhe, obediente, extendió la mano. 
Clic. 
Un escalofrío helado le hizo temblar. 
El grillete de unas esposas de plata estaba atado alrededor de su muñeca, mientras que el otro extremo estaba en la mano del oficial. 
Y así fue como se lo llevaron. 
Lo extraño fue que, cuando le dispararon a Vance, la gente de la fila no reaccionó en absoluto. Sin embargo, ahora que El Juez se lo estaba llevando, se juntaron y murmuraron entre ellos. 
An Zhe solo tuvo tiempo de mirar hacia atrás y ver el cuerpo de Vance tendido en el suelo antes de que lo arrastraran a través de la puerta de la ciudad. 
Una vez dentro, descubrió que el espacio interior no era un corredor estrecho, sino más bien una gran área dividida en varios espacios. Luces blancas brillaban por todas partes, y el rebote de su resplandor en las paredes de acero recordaba al brillo de la nieve invernal reflejada sobre una pizarra gris claro. 
No había menos soldados armados ni armas en comparación al exterior. Dentro del estrecho cerco que quedaba entre las armas y los soldados había una larga mesa blanca como la nieve. Tres oficiales con uniformes negros como el del Juez –An Zhe supuso que eran los jueces– estaban sentados, y un humano se hallaba frente a ellos. Uno de los jueces le estaba preguntando:
—¿Cómo es la relación entre usted y su esposa? Cuando abandonó la ciudad esta vez, ¿no estaba ella con usted?
Basándose en los recuerdos de An Ze, An Zhe aprendió que además de los cambios en la apariencia, el comportamiento y los hábitos, la inteligencia y los recuerdos de los humanos infectados también se verían afectados, por lo que el interrogatorio también era un método para identificar heterogéneos.
La persona que lo llevó adentro miró en esa dirección y dijo:
—Apúrate. 
Después de que el Juez en el medio respondiera con un «sí, señor», miró a la persona que estaba siendo juzgada y le dijo:
—Puede irse ahora.
Como si hubiera sobrevivido a una calamidad, el hombre sonrió, luego se levantó y caminó deprisa por el corredor de la puerta de la ciudad. Así, An Zhe supo que este hombre que lo trajo aquí no era otro que El Juez, y su «apúrate» no era para apresurar a los jueces para que aceleraran su interrogatorio, sino más bien para confirmar que ya había determinado en el lapso de un momento que la persona que estaba siendo juzgada era humana. 
La siguiente persona para ser juzgada caminó desde la fila hacia la larga mesa. La distancia entre ambas era muy larga, con varias máquinas con forma de puerta entre ellas y una sección que incluía curvas, así como pendientes de subida y bajada. An Zhe se dio cuenta de que esto era para mostrar las características de movimiento de la persona juzgada a los jueces en la mayor medida posible.
Pero no tuvo tiempo para ver más, porque al segundo siguiente lo llevaron por una esquina hacia un largo pasillo. 
Esa persona sacó un dispositivo de comunicación negro y dijo: 
—Tribunal de Primera Instancia, Lu Feng. Solicito examen genético. 
An Zhe supuso que aquellas dos palabras eran su nombre.
La puerta mecánica se abrió frente a ellos y Lu Feng entró directamente. La fuerza de su tirón hizo que An Zhe tropezara antes de continuar. 
La habitación era de un blanco plateado. Misteriosos dispositivos mecánicos estaban dispuestos desde el suelo hasta el techo, mientras seis soldados de guardia se encontraban dispersos por la habitación. Detrás del banco de trabajo, en uno de los extremos, estaba sentado un joven humano de cabello corto y rubio, ojos azules y vestido con una bata de laboratorio blanca.
—Qué milagro ver al coronel Lu Feng por aquí. —Se subió las gafas que llevaba puestas, y su tono de voz se elevó al final pareciendo intentar provocarle—. ¿No resuelves siempre todos tus problemas con balas?
—Por favor, coopere, doctor —respondió Lu Feng con frialdad.
El doctor miró a Lu Feng, con la sombra de una sonrisa en su rostro. Luego se levantó y le dijo a An Zhe: 
—Ven conmigo. 
Después de seguirle, An Zhe fue obligado a recostarse en una plataforma de color blanco plateado. Unos brazaletes alrededor de sus manos y pies fijaron sus extremidades.
—No te muevas —le indicó el doctor.
Inmediatamente después, An Zhe sintió un dolor en el brazo. Giró la cabeza en esa dirección y vio al doctor extrayendo lentamente un tubo de sangre roja  de su cuerpo. 
—El color de tu sangre es muy saludable —dijo el doctor.
—Gracias por el cumplido —respondió An Zhe. 
El doctor se rio con su respuesta. 
—La sangre se enviará para hacer un examen genético, que llevará una hora. El escaneo de cuerpo completo tardará cuarenta minutos. No te muevas. 
Terminó de hablar y la plataforma plateada comenzó a brillar con una luz azul. El entorno emitía un zumbido bajo y sin dirección, como si la fuente del sonido fuera cada partícula del aire. El ruido omnipresente hizo que An Zhe recordara aquellas noches lejanas en el Abismo. El lejano océano emitía el sonido apagado de las olas rompiendo, y en aquella profunda oscuridad, los aullidos de criaturas desconocidas provenían de esa dirección. Fluctuaciones que el lenguaje humano no podría describir arrasaban la totalidad de la tierra empapada por la lluvia.
La corriente eléctrica era como si innumerables hormigas se arrastraran y mordieran su cuerpo. Para un hongo, cuarenta minutos no era mucho tiempo, pero An Zhe pensó que estos podrían ser los últimos cuarenta minutos de su vida. Apreciándolos, estudió las líneas mecánicas del techo. 
No estaba seguro de cuánto tiempo había transcurrido cuando escuchó a Lu Feng decir desde fuera: 
—Seraing me dijo que tus métodos de evaluación médica han mejorado
—Estás muy bien informado —respondió el médico—. Hemos descubierto que, cuando el cuerpo humano sufre una mutación, se activan algunos fragmentos especiales de su ADN, a los que hemos llamado «objetivos biológicos». Los objetivos biológicos de las mutaciones de tipo animal y de tipo vegetal son las dos principales categorías. Esta nueva detección mejorada de genes ahora hace ambos procesos simultáneamente: una es la detección de objetivos de tipo animal, mientras que el otro es la de tipo vegetal. El tiempo total  para ambos es de una hora.
—Felicitaciones —dijo Lu Feng. 
El médico soltó una carcajada. 
—Coronel, si se acorta considerablemente el tiempo necesario para los exámenes genéticos y se reduce el coste, ¿no se quedará sin trabajo el Tribunal de Primera Instancia?
—Lo espero con ansias.
—Eres aburrido.
Su conversación cesó. 
Mientras tanto, An Zhe alzó la vista hacia el techo blanco plateado y comenzó a reflexionar sobre cuál era su propia especie.
Él era un hongo. 
El médico había dicho que las mutaciones se dividían en mutaciones de tipo animal y de tipo vegetal. 
Pensó que, en primer lugar, los hongos no eran un tipo de animal. En segundo lugar, los hongos tampoco parecían plantas. Él no tenía hojas. 
An Zhe estaba confundido. Se esforzó por categorizarse como una planta, pero no encontró pruebas suficientes para lograrlo. 
Pasó mucho tiempo pensando en esta pregunta. Antes de llegar a una conclusión, la luz azul desapareció de su lado como una marea menguante.
—Está bien. —La voz del médico resonó, y los grilletes mecánicos se liberaron de manera automática.
Luego escuchó al médico continuar hablando:
—Coronel, ¿puedo preguntar por qué lo trajo aquí para un examen genético?
—No. 
El doctor se quedó, claramente, sin palabras.
Ayudó a An Zhe a levantarse y lo hizo sentarse en una silla giratoria en un lateral, luego le dio unas palmaditas en la cabeza. 
—Buen chico. Descansa aquí un poco mientras voy a ver los resultados del análisis de sangre. 
An Zhe se quedó sentado allí. 
Ese coronel, El Juez, estaba sentado al otro lado, mirándolo fijamente con sus gélidos ojos verdes. Su rostro era joven con contornos definidos, y en el ala de su gorra militar, unos mechones de cabello negro caían sobre su frente, descansando sobre las puntas de sus cejas inclinadas. Su expresión, bañada por una capa delgada de luz fría que llenaba la sala, cortaba los ojos de An Zhe como un cuchillo. 
La mirada de ese par de ojos hizo que An Zhe sintiera mucho frío. Los hongos tenían miedo al frío. Por lo tanto, giró la silla, dándole la espalda al coronel.
Sintió aún más frío. 
Mucho tiempo después, finalmente se escucharon los pasos del doctor, descongelando aquella habitación. 
—No hay anormalidades en el informe genético. Podéis iros.
Después de unos segundos de silencio, Lu Feng preguntó: 
—¿Estás cien por ciento seguro de que es humano?
—Aunque pueda decepcionarte de otra manera —respondió el doctor—, de verdad no hemos encontrado ningún objetivo biológico. Otros infectados y heterogéneos tienen al menos diez o más.
Después de eso, agregó:
—Mira, este pequeño amigo nuestro ni siquiera quiere mirarte.
Entonces An Zhe escuchó al coronel decir:
—Date la vuelta.
An Zhe se dio la vuelta en silencio. 
Ante la mirada de Lu Feng, se mostró un poco evasivo porque realmente no era humano. 
Pero incluso esa pequeña evasión suya de alguna manera irritó al Coronel; su voz era como agua helada cuando habló de nuevo:
—¿De qué tienes miedo?
An Zhe no dijo ni una palabra. Sabía que, frente a ese hombre, cuanto más hablara, más errores cometería y tal vez terminaría delatandose. 
Al final, Lu Feng arqueó las cejas. 
—¿Aún no te vas?
An Zhe saltó obedientemente de la silla y se fue con él de nuevo, pero esta vez era libre, no estaba esposado. 
En el pasillo desierto, llegaron a la mitad del camino cuando Lu Feng de repente habló:
—A primera vista, instintivamente sentí que no eras humano. 
An Zhe casi tuvo un ataque al corazón. 
Pasaron tres segundos completos antes de que preguntara: 
—Entonces... ¿Y con el segundo vistazo? 
—Esta es la primera vez que solicito un examen genético. —El coronel le tendió el informe del examen genético—. Será mejor que seas uno. 
An Zhe solo pudo aceptar en silencio el informe que decía que todo en él era normal. Por un breve momento, solo se escucharon los sonidos monótonos de sus pasos en aquel pasillo. 
Cerca de la salida, había una esquina donde se encontraron con un grupo de personas. A la cabeza del grupo, iba un Juez con un uniforme negro, y detrás del juez había dos soldados fuertemente armados que sujetaban a un hombre mientras caminaban. Junto a ellos, también había una mujer alta con cabello corto y una expresión de angustia. 
Al ver a Lu Feng, el juez lo saludó:
—Coronel.
Lu Feng miró al hombre atado, quien le devolvió la mirada. La garganta del hombre se contrajo un par de veces antes de exclamar: 
—¡No me he infectado!
El Juez se puso en firmes y le dijo a Lu Feng:
—Se sospecha fuertemente de una infección, pero no hay evidencia concluyente. Los familiares están exigiendo un examen genético. 
Lu Feng emitió un suave sonido de asentimiento, y los soldados continuaron avanzando con el hombre bajo su custodia. Justo cuando pasaron al lado de Lu Feng... 
¡Bang! 
Lu Feng guardó su arma y se alejó sin mirar atrás. 
—No es necesario. 
El cuerpo del hombre se inclinó hacia adelante al instante, sostenido en pie únicamente por los soldados. La mujer que los seguía soltó un grito y se desplomó en el suelo.
An Zhe se giró para mirar la expresión de Lu Feng. Su mirada era muy fría. El hongo nunca había visto una mirada así antes. Sabía que An Ze siempre era gentil, Vance era tolerante y generoso, Hosen estaba lleno de codicia y Anthony estaba completamente en guardia. Pero Lu Feng era diferente. No había nada en sus ojos. 
Pensó que, para el Juez, matar a otros podría ser más normal que respirar. No experimentaría ninguna emoción porque ya se había acostumbrado a ello hace mucho tiempo. 
Pronto llegaron a la salida.
Cerca de allí, dos soldados con atuendos sencillos lo esperaban con un cuerpo cubierto por una tela blanca. 
An Zhe sabía que era Vance. 
Su vista se volvió borrosa. Dio un paso hacia adelante, deseando levantar la tela blanca y mirar el rostro de Vance una vez más, pero uno de los soldados lo detuvo.
El soldado le tendió una ficha azul y dijo con voz firme:
—Se ha confirmado que el equipo mercenario AR1147 no tiene sobrevivientes, y el equipo y los materiales han sido recuperados por la base. El botín ha sido convertido en moneda y combinado con el pago de consolación para ser entregado a los familiares. Por favor, reclame los restos.
—¿A dónde se lo llevan? —preguntó An Zhe. 
—Al incinerador —respondió el soldado.
Su cuerpo tembló de forma sutil, y durante un largo rato, no aceptó la tarjeta de identificación. 
La voz de Lu Feng resonó.
—¿No la quieres?
An Zhe no dijo nada. Después de un tiempo, levantó la cabeza para mirar a Lu Feng. 
— De verdad... no estaba herido. 
Dentro de ese par de ojos verdes helados, vio su propio reflejo: unos ojos ligeramente abiertos y una tristeza silenciosa. 
Lu Feng seguía inexpresivo, como si nada de eso tuviera algo que ver con él. Sin embargo, justo cuando An Zhe pensó que se daría la vuelta y se marcharía, dio un paso adelante. 
La culata de la pistola levantó el borde de la tela blanca y la parte que quedó al descubierto fue la mano derecha de Vance. 
An Zhe se arrodilló y vio que en la punta de su dedo anular había un pequeño punto rojo. Parecía ser una punción totalmente trivial, pero en los bordes de ese punto rojo, una gota de líquido gris oscuro y ominoso comenzaba a salir despacio.
Se quedó atónito. En un instante, esas imágenes vinieron a su mente. 
Había sangre humana en la armadura de hormiga. Ese mismo día, Vance le había dicho que algunas personas ocultaban el hecho de haber sido heridas porque, en lugares con bajo nivel de contaminación, aún existía la posibilidad de que no se infectaran después de una herida, y esa persona quería irse a casa.
Por lo tanto, eso significaba que la persona que se pinchó con el caparazón de la armadura de hormiga no fue Anthony, sino Vance.
An Zhe tenía dificultad para respirar. Con los dedos temblorosos, aceptó la tarjeta de identificación de Vance y la puso en su bolsa. Luego se giró para mirar a Lu Feng, pero el espacio a su lado estaba vacío.
Se levantó y miró hacia afuera, donde vio una figura negra y afilada bajo el cielo gris, alejándose poco a poco por la puerta de la ciudad.
Un momento después, hubo una conmoción detrás de él, y se giró para ver a la mujer, cuyo compañero acababa de ser asesinado, tropezando hacia adelante antes de que los soldados la sujetaran. 
—¡Lu Feng! ¡Juez...! —Ella luchó desesperadamente, arrojándose hacia adelante y agitando los brazos en el aire mientras gritaba—: ¡Espero que mueras de forma miserable!
La voz ronca y estridente brotó de su pecho y resonó en el edificio, pero ni siquiera recibió una mirada hacia atrás de El Juez. 
Los alrededores se calmaron poco a poco y los dos cadáveres fueron retirados uno detrás del otro. En ese espacioso pasillo, solo se escuchaban los sollozos rotos de la mujer.
⬦───────⬦
Pasó mucho tiempo antes de que la mujer junto a la pared dejara de llorar. Con los ojos enrojecidos y el cabello despeinado, se apoyó contra la pared y miró al distante cielo, sin decir una palabra. Era como una gota de agua en una hoja; un solo toque bastaría para romperla.
—¿No te vas a ir? —le preguntó An Zhe con cuidado.
Ella sacudió la cabeza, y su voz sonaba ronca cuando dijo: 
—El que murió, ¿qué relación tenía contigo?
An Zhe pasó mucho tiempo buscando en sus recuerdos la palabra apropiada.
—Mi... amigo. Él me salvó. 
—Mi hombre también me salvó antes. —Después de decir eso, su cabeza se inclinó hacia abajo y sus hombros y espalda temblaron mientras, de forma esporádica, dejaba escapar uno o dos sonidos de llanto. No volvió a hablar. 
An Zhe sostuvo la tarjeta de identificación de Vance con fuerza. De su corazón –ese lugar que pertenece al corazón humano– surgió una sensación sofocante. 
Cuando había sido sólo y puramente un hongo, nunca había experimentado ese tipo de sentimiento. 
Fue sólo después de que la sensación finalmente se disipara un poco que encontró fuerzas para seguir la dirección del lejano flujo de personas. Caminó hacia la salida del pasillo. 
Al final del pasaje de la puerta de la ciudad había una fila de puertas mecánicas, y An Zhe seleccionó la que estaba más a la izquierda. Cuando se acercó, una suave voz robótica femenina habló: 
—Por favor, muestre su tarjeta de identificación y mire a la cámara. 
An Zhe colocó la tarjeta que había pertenecido a An Ze en el área de la plataforma de la derecha de la puerta que brillaba con luz blanca, luego levantó la cabeza para mirar a la cámara que tenía enfrente. 
—ID 3261170514. Nombre: An Ze. Hogar: Ciudad Exterior, Distrito 6. Tiempo fuera de la ciudad: veintisiete días.
La cámara hizo un ligero ruido y la luz blanca se volvió verde.
—Reconocimiento facial aprobado. Bienvenido a casa. 
Con un ding, la puerta se levantó y An Zhe salió.
La cegadora luz del sol matutino le hizo entrecerrar los ojos, y solo se recuperó tras treinta segundos. Después de que el mundo borroso se volviera claro otra vez, una enorme ciudad gris apareció ante sus ojos. 
A su alrededor había una gran área abierta, y las palabras «Zona neutral» estaban escritas en el suelo con pintura verde brillante. Más adelante, creaciones humanas surgían del suelo. Había altos edificios de hormigón por todas partes, incluso más enormes que las plantas más altas que An Zhe había visto, y parecía que podrían caer en cualquier momento. Se erguían, apiñados en disposiciones superpuestas, y bloqueaban su línea de visión. Miró hacia arriba. La mitad del sol estaba oculto detrás del edificio más alto, mientras que la otra mitad estaba expuesta; parecía una gota de sangre diluida a punto de escurrir por la pared. 
An Zhe se dio la vuelta. Las personas que habían salido de la puerta de la ciudad junto a él habían sido separadas por las puertas mecánicas, pero después de pasar por ellas se agruparon y se dirigieron en la misma dirección. An Zhe avanzó con ellos y, después de unos cientos de pasos, giró en una esquina. En un letrero estaban las palabras «Carril de tránsito» y un tren estaba detenido. En la zona de delante, se leía: Entrada - Distrito 1 - Depósito de suministros 3 - Distrito 5 - Distrito 8 - Oficina de Asuntos de la Ciudad - Salida.
Siguió la corriente de gente hasta el tren y luego encontró un rincón vacío en el vagón para sentarse. En los asientos frente a él había dos hombres fornidos que conversaban en voz baja. 
—¿De regreso de la Cuenca 3? Vaya que jugaron con sus vidas allá afuera.
—Perdimos a seis.
—No está mal. ¿Cubristeis los costes?
—Los militares todavía están realizando su evaluación. Creo que nunca más tendré que salir y arriesgar mi vida en el desierto.
—Guau. 
—Entramos en una escuela en La Ciudad Fantasma 441. Estaba llena de plantas mutadas, así que nadie se atrevía a entrar. —El hombre se rio—. Entramos y sacamos tres discos duros de la sala de referencia de la biblioteca. Son tesoros invaluables. Tendremos que ver qué tan valiosas son las cosas que había dentro. 
An Zhe escuchó en silencio. Aunque no entendía del todo, sabía que el hombre frente a él estaba muy feliz, por lo que también se sintió un poco más feliz. 
Sabía que a la gente feliz no le importaba ayudar a los demás, así que lo llamó: 
—Señor
Sin siquiera darse la vuelta, ese hombre respondió: 
—¿Qué pasa?
—¿Cómo llego al Distrito 6?
—En el Depósito de suministros, haz transbordo a la Línea 2.
—Gracias. 
Cinco minutos después, el tren comenzó a moverse, y una voz robótica anunció el nombre de cada estación. An Zhe no estaba familiarizado con nada. Después de varios contratiempos y solicitudes de direcciones, finalmente subió al tren de la Línea 2 en el Depósito de suministros y luego se bajó en la parada para llegar al Distrito 6. 
El número de identificación de An Ze era 3261170514. Esta cadena de números no solo era la prueba de su identidad humana, sino que también representaba su dirección, que era el Distrito 6 de la Ciudad Exterior, Edificio 117, número de placa de la puerta 0514. 
Pero no mucho después de bajarse del tren, mientras intentaba encontrar a alguien a quien preguntarle por indicaciones, un joven lo agarró de repente.
—Hola, amigo. Bienvenido. ¿Te importaría ayudarnos?
Antes de que An Zhe pudiera decir nada, le metieron una pieza de papel blanco entre las manos. En letras grandes y de color rojo sangre se leía: «OPONEOS A LA TIRANÍA DE LOS JUECES».
No entendía la razón, pero tampoco lo cuestionó. Se limitó a preguntar:
—Disculpa, ¿sabes cómo llegar al edificio 117? 
—No te importará venir con nosotros, ¿verdad? —respondió el chico.
—... No me importa. 
—Entonces ahora somos camaradas. —El chico levantó el papel blanco con sus propias manos, que decía en letras grandes y rojas: «ABOLIR EL CÓDIGO DE LOS JUECES». 
No eran los únicos dos que llevaban papeles. Pronto, An Zhe se vio arrastrado hacia una multitud. Había alrededor de cuarenta personas, todas muy jóvenes. Cada una sostenía un papel similar o algunos trabajaban en conjunto con un compañero para sostener una pancarta larga. Las frases en los papeles y pancartas eran similares.
«Nos ofrecemos a pagar los gastos de los exámenes genéticos». 
«Los jueces son pecadores contra la humanidad».
«Disuelvan el Tribunal de Primera Instancia y hagan justicia para los que eran inocentes». 
Al mismo tiempo, la multitud avanzaba lentamente, por lo que An Zhe también se movía lentamente. 
Las calles de la ciudad eran muy estrechas. La luz del sol brillaba sobre los edificios y estos proyectaban sombras irregulares sobre el suelo. En la calle, además de ellos, también había bastantes adultos caminando con la cabeza gacha. De vez en cuando levantaban la cabeza y echaban un vistazo en dirección a la multitud, pero luego rápidamente volvían a apartar la mirada.
—¿Qué estamos haciendo? —preguntó An Zhe.
—Una manifestación silenciosa —respondió el chico—. Marcharemos hasta el día en que el Tribunal de Primera Instancia sea disuelto
—... Oh. 
Después de caminar durante alrededor de media hora, volvió a preguntarle al chico que estaba a su lado: 
—¿Dónde está el edificio 117?
—Más adelante, casi llegamos. 
Pasó otra media hora y volvió a preguntarle: 
—¿Dónde está el edificio 117?
—¡Lo siento! —El chico se rascó la cabeza—. Me olvidé de ti. Ya nos lo hemos pasado, está allí atrás. 
Mientras hablaba, se dio la vuelta y señaló un punto. 
—Allí, no está muy lejos. El número del edificio está escrito en el lateral. Puedes verlo fácilmente.
—Gracias —dijo An Zhe. 
—De nada.
An Zhe le entregó el papel al chico.
—Aquí tienes.
—¡No es necesario! —El chico le devolvió el papel—. ¡Recuerda volver la semana que viene! ¡Nos reuniremos en el Edificio 1!
Por lo tanto, An Zhe solo pudo juntar el sangriento papel «OPÓNGASE A LA TIRANÍA DE LOS JUECES» junto con el informe genético que el propio Juez le había entregado. Sosteniéndolos en su brazo, dejó a este grupo de extraños jóvenes humanos y caminó en la dirección que le habían señalado. 
Mientras caminaba, sintió que el entorno se volvía familiar poco a poco a medida que surgían los recuerdos en su mente, los cuales, en un principio, habían pertenecido a An Ze. De forma instintiva dio algunos giros y llegó al edificio etiquetado como «117» sin problema alguno. Era un edificio rectangular, de diez pisos de alto pero muy ancho. Entró en la Unidad 0, y después de subir las empinadas escaleras en silencio hasta el quinto piso, entró en un pasillo oscuro y encontró el Núm. 14. 
Un sello blanco estaba pegado a la puerta. An Zhe lo arrancó con cuidado, revelando un área de sensores debajo. Cuando puso la tarjeta de identificación, la cerradura se abrió y entró.
Era una habitación muy pequeña, incluso más pequeña que la cueva en la que solía vivir, pero mucho más luminosa y espaciosa que el área de descanso del vehículo blindado. Cerca de la pared había un escritorio de madera, con más de diez antiguos libros apilados sobre él, hojas sueltas y cuadernos amontonados al otro lado. El escritorio estaba frente a una cama individual. Había una mesita de noche en la cabecera de la cama sobre la que estaba colocada una taza de agua, un espejo y algunos otros objetos. Un armario un poco más alto que la altura media de un humano estaba al final de la cama. 
La ventana se encontraba al otro lado de la cama. Sus cortinas grises estaban entreabiertas, dejando entrar la luz del sol que iluminaba el edredón del mismo color, y había una fragancia seca que le recordó el aroma de An Ze.
Se acercó a la cama, luego extendió la mano y sacó el espejo de mano. El espejo reflejaba su rostro. 
Se parecía a An Ze, con el cabello negro suave y los ojos del mismo color. Se parecían en muchos aspectos, pero también había algunos detalles que no eran iguales. Además, no tenía la expresión gentil y tranquila de An Ze. 
En aquel entonces, An Ze le había dicho: 
—Es como si hubiera conseguido un hermano menor. ¿Qué tal si te doy un nombre, pequeño hongo?
—¿Hay algo de lo que tengas un recuerdo muy profundo, pequeño hongo?
Solo dos cosas quedaron profundamente grabadas en su limitada memoria: una fue la pérdida de su espora, y la otra fue algo que sucedió cuando era muy pequeño, cuando sólo tenía aproximadamente el largo del dedo meñique de un humano. 
En la temporada de lluvias, cuando los hongos estaban creciendo, una gota de lluvia que cayó en ángulo golpeó su delgado tallo, quebrándolo por la cintura. 
Entonces, como cualquier otra criatura herida, se esforzó por volver a crecer, por vivir. 
Luego de eso, comenzó a recuperar gradualmente una vaga conciencia.. Se había curado. 
Desde entonces, parecía haberse vuelto diferente de su propia especie. Podía controlar sus propias hifas, moverse entre la jungla y los campos abiertos, y percibir los sonidos y movimientos del exterior. Era un hongo libre. 
—Pobrecito. —En ese momento, An Ze le había revuelto el cabello—. ¿Te dolió mucho cuando te partiste por la mitad?
—Lo he olvidado —había respondido él.
—Entonces te llamaré An Zhe, escrito con el carácter chino para «chasquido».
—Está bien.
En este punto de su recuerdo, An Zhe sonrió al espejo. 
Cuando la persona en el espejo sonrió, le pareció ver una sombra de An Ze de nuevo. 
—Gracias —le dijo al espejo.
Después de apartarse del espejo, An Zhe se sentó en el escritorio. 
¿Qué debería hacer ahora?
Después de pensar un rato, extendió su mano izquierda y miró las yemas de sus dedos bajo la luz. 
Hifas blancas como la nieve se extendieron en silencio desde sus yemas, luego se consolidaron. Tomó la daga y cortó un trozo pequeño y delgado. 
Luego lo recogió con su mano derecha, se lo llevó a la boca y se lo comió despacio, porque había decidido investigar si era tóxico.
Un sabor suave, dulce y muy sabroso. Esa fue su primera impresión. 
Al segundo siguiente, el mundo entero comenzó a tambalearse ante sus ojos.
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shizunthirst · 2 years ago
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Absolution
✨There’s something about having An Zhe like this—so desperate and willing to be taken apart, that makes Lu Feng wish he could stay in the moment forever.
Pairing: Lu Feng/An Zhe
Rating: E
Words: 4.2k
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elvensoul · 6 years ago
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aclaudiac · 6 years ago
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“Lascia di quando in quando i sentieri battuti e inoltrati fra i boschi. Troverai certo qualcosa che non hai mai visto prima. Probabilmente si tratterà di una piccola cosa, ma non ignorarla.“ (Alexander Graham Bell) #momenti #riflessioni #lepiccolecose #labellezzanellepiccolecose #beautifulthings #breathe #emozionisottopelle #vibes #nature #naturephotography #naturelovers #madrenatura #natura #boschi #wood #littlemushroom #mushrooms #sottobosco #lecosebelledellavita #ariapura #purity #instagood #instamoment #picoftheday https://www.instagram.com/p/Bpea7WuFnQt/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=3wa5yif8mqiy
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kemykee · 7 years ago
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🎼Bump bump bump... bump bump bump~🎶 #Bloopers #StarWars #week26pregnancy #LittleMushroom #FamilyPhotoShoot #calligraphy #hunt101nib (at Princeton, Minnesota)
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little-pondhead · 8 months ago
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Everyone be proud of @littlemushroom-head, he caught me a Gyarados
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