#leer es resistir
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ya-no-la-quiero · 1 year ago
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Leer es resistir / Mario Mendoza
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eterno-presente-del-ayer · 2 years ago
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Gracias a un libro, se inició un gran hábito 😁☺️
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wonkanerds · 8 months ago
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multiverse--wanderer · 2 months ago
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The Hatred Of Love | Ghost x König (Call of Duty) [ESP]
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[One Shot basado en la OTP entre Ghost y König (Call Of Duty) AVISO: Este One Shot contiene narraciones explícitas de relaciones íntimas. ¿Te ha gustado este One Shot? Recuerda que puedes leer más como este en mi Patreon: https://www.patreon.com/MultiverseWanderer <3 En un apartamento solitario, dos almas se encuentran de nuevo bajo la promesa de nunca volver a hacerlo. ¿Redención en los brazos del otro o sucumbirán al poder destructivo de su propio deseo? Descubrirán que algunas tentaciones son demasiado fuertes para resistir y que el camino hacia el placer más profundo puede ser también el más peligroso. Créditos de la imagen de la portada a su autor.*
-'ღ'-
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No hay forma de sacarle de mi mente.
No hay forma en la que pueda encontrarle en otra boca, en otras caderas.
La situación comienza a ser de lo más frustrante, de lo más irrisorio que me ha pasado en mi jodida vida. Bajo la necesidad de apagar mi mente un rato y perderme en un encuentro tórrido, he caído tan bajo que ya no encuentro el placer en un cuerpo que no sea el de él.
Con el pantalón ajustado y apretado de más, he salido a la calle de vuelta hacia mi apartamento alquilado en el centro. Cada paso es una lucha contra el tejido ceñido que parece querer mantenerme anclado en el recuerdo de lo que acaba de ocurrir, aún palpitante. La noche está oscura y pesada, y la lluvia comienza a caer, sus gotas frías y persistentes son lo único que consigue hacerme entrar en razón por unos segundos, permitiéndome pensar con claridad sobre toda esta situación.
Mientras camino, el agua empapa mi ropa, pegándola a mi piel y enfriando el ardor que aún siento en mi cuerpo. La ciudad está casi desierta a estas horas, y el sonido de mis pasos resuena en las calles vacías, mezclándose con el susurro constante de la lluvia. Cada gota que golpea mi rostro es un recordatorio de la realidad, una llamada a la sensatez que parece desvanecerse tan pronto como surge. Entre tanto, avanzo por las calles mojadas y mi mente vuelve una y otra vez a su rostro, a la forma en que sus ojos me miraban con una mezcla de triunfo y deseo, a cómo su boca, esa maldita tentación, se movía sobre mí con una precisión devastadora.
Pero Alexander no era el protagonista aquella noche, lo era Gérard.
Haber decidido irme con aquel bello francés de ojos azules que conocí en el bar fue una decisión pésima. El joven de veintisiete años trabaja como secretario del ministro de defensa y aún así sabe sumar dos más dos. Mi idea había sido tomar unas cuantas copas de alcohol bien cargado en el bar de la base y calmar la necesidad que corría mi alma desde hacía ya varios días. Por unos momentos al inicio, aquello pareció funcionar hasta que el doble filo del alcohol me atacó por la espalda peor de lo que jamás hubiese imaginado.
Gérard había captado mi figura mucho antes de que yo me fijase en la suya. Fue él quien se acercó cuando el bar estaba en proceso de cierre y me invitó a una última copa. Le miré, contemplé su media sonrisa erótica, sus ojos definidos y vi sus intenciones tan claras como el amanecer. Él pareció ver lo mismo en mis ojos, porque decidió quedarse sin saber lo peligroso que era aquel juego erótico conmigo.
Intentó saber de mi persona sin conseguir nada. Mentí en mi nombre, mentí en mi trabajo y mentí en mi situación. Él, sin embargo, me contó todo de su vida en el intento de que yo le desvelase algo más.
De una copa pasamos a dos más. Cuando el rubio rizado estaba cansado de mi espera, pude sentir su mano deslizándose en una carica privada por mi muslo en una clara invitación. Tomé aire por la nariz durante apenas unos segundos para liberarlo despacio por el mismo sitio. Hubiese sido tan fácil apartarle la mano y negarme a sus encantos (los cuales tenía de sobra), pero decidí entrar en el aro. Decidí que era lo mejor para demostrarme a mí mismo que no estaba necesitado de un único hombre con nombre y apellido.
"Vamos a mi habitación de hotel." Me susurraba continuamente en el oído.
Bajo la necesidad que mi cuerpo necesitaba y bajo las provocaciones del puro trabajador francés, decidí aceptar.
Besaba y se movía bien, sabía cómo desplegar su erotismo en cada palabra melosa que pronunciaba. Conseguía hacerme creer, en más de una ocasión, que quizás podría alcanzar ese ansiado orgasmo con él. Le gustaba el sexo duro y solo pedía más ante los agarres que mis firmes manos le sometían. Veía sus ojos, entrecerrados y húmedos por el placer, destellear en un azul brillante que no reconocía. Buscaba en sus orbes los ojos cansados de Alexander sin darme cuenta de ello y, sólo cuando no encontraba sus mares profundos y turbios, me daba cuenta de que no encontraba ningún tipo de excitación en los de Gérard.
Era un intento desesperado por llenar un vacío, un reflejo pálido de lo que realmente deseaba.
Lo giré, lo puse de espaldas y él se aferró a la almohada. Gemía tan fuerte contra la misma que reverberaba en la habitación de hotel. Veía su cuerpo, delgado esculpido en una perfección marmórea que me causaba una extraña sensación de náuseas.
No por él, sino por mí mismo.
Cada movimiento se sentía vacío, cada gemido, una burla a lo que una vez había sido una danza de verdadera pasión. La perfección de Gérard solo resaltaba la imperfección de lo que sentía en ese momento. Me faltaba el calor, la intensidad, la electricidad que me atravesaba cada vez que Alexander me tocaba.
Bajo maquillaje que disimulaba mis propias cicatrices y tatuajes para no ser reconocido por nadie, se escondían guerras que sólo un hombre había lamido con deseo y tintes de amor. Todo mi mundo comenzó a caer y a pesar de la frustración y el impulso por seguir, no pude hacerlo. No estaba llegando a ningún lado, y a la orilla a la que me estaba aproximando, me negaba a arraigar el ancla.
Gérard ya había llegado al orgasmo en varias ocasiones. Cuando llegó a su tercero tan escandaloso como apetecible, salí de su interior y me moví con desagrado en busca de mi ropa. Él se giró para verme y de su voz temblante apenas salió un "¿te vas?" que pedía por más. No contesté, era una pregunta que no necesitaba respuesta.
Y ahora me encuentro deambulando por la acera bajo la lluvia, de camino al apartamento sobrio que tenía alquilado por la empresa mientras durase la misión. Me encontraba maldiciéndome por ser tan imbécil una vez más.
Había tenido demasiadas relaciones esporádicas como para saber cómo funcionaba. La razón por la que lo hacía era encontrar un placer de oasis entre tanto caos y dolor, y últimamente mi único sustento de sentir algo se estaba desvaneciendo como arena bajo el agua salada.
Todo por su culpa.
Al llegar al interior del apartamento, si quiera encendí las luces. Dejé que la penumbra decorada por el ventanal del alto edificio donde estaba instalado el apartamento decorase el interior con tonos oscuros y sutiles. Me moví directo al lujoso baño y sólo encendí una de sus tantas luces.
Sobre el lavabo, me quité la empapada camiseta oscura y procedí a retirarme todo el maquillaje que tenía sobre el torso. Retiré las póstulas delgadas que disimulaban las cicatrices más grandes y removí todo el maquillaje que tapaba las marcas más específicas o reconocibles como lo era mi tatuaje del brazo. Dejé el grifo abierto y permití que el agua tibia hiciese el resto mientras frotaba con mi mano, inconscientemente, intentando quitarme todos los resquicios de aquella noche y de lo que me había convertido.
El tinte marrón que me había colocado en el cabello caía en pequeñas gotas débiles por mi cuello, retirando su falso color para dar paso al rubio que definía mi expresión. Retiré los restos que el agua de lluvia no había logrado arrancar con una toalla y eché todo a lavar al cesto de ropa sucia.
El teléfono que descansaba sobre el mueble al lado del lavabo que ahora limpiaba con las manos vibró y su pantalla se iluminó. Un mensaje entrante se vio reflejado en la pantalla y como si el mal nacido hubiese sabido leerme la mente, él me escribía.
" König: Te echo de menos."
Un mísero mensaje que logró destruirme por completo. Todas las barreras que estaba logrando levantar, todas las distancias... Un mensaje tan cotidiano por su parte y sin embargo el que menos necesitaba en este instante.
Apreté los puños contra el mármol del lavabo y maldije su figura una y otra vez. Lo maldije sabiendo que no era extraño recibir mensajes suyos en ese tinte, que era yo el que siempre le ignoraba los mensajes privados, y, sin embargo, ahora necesitaba cualquier cosa menos eso.
Ya no me escribía un "te necesito" que indicaba sexo sin desenfreno bajo su necesidad explícita. Ahora me escribía un "te echo de menos". ¿Qué coño significaba eso? La respuesta la sabía de primera mano, sólo hacía falta fijarme en mi situación actual, sólo hacia falta mirarme al maldito espejo.
No poder tener una relación casual con nadie porque nadie es capaz de cumplir mis estándares como él. Buscarle en otros labios y no encontrar más que arena bajo la lengua. Todo escalaba mucho más a un simple "te necesito". Todo escalaba a que le echaba en falta, le echaba tanto de menos que cualquier fantasma que fingiese ser él sería sólo una sombra difuminada.
Y lo odiaba. Lo odiaba tanto por ello.
El enfado acumulativo de la noche escalaba con cada pensamiento y el responsable era él y exclusivamente él. Él era el culpable por el que sentía que la sangre me hervía de rabia. No logro comprender por qué con él todo es tan diferente, por qué no puedo conformarme con otras relaciones y por qué ese maldito crío de metro noventa no puede dejar de taladrarme la cabeza ni un mísero segundo.
Con el día de hoy ya hacía más de mes y medio que no nos veíamos fuera del trabajo. Contra más cerca lo tenía, más se hacía cuesta arriba. Buscaba mi mirada como un cachorro busca a su dueño. Buscaba migajas de atención como perro hambriento y sólo recibía indiferencia por mi parte.
¿Por qué sigue aquí?
Tomé el teléfono y abrí su mensaje. Vi todos los mensajes que tenía de él sin respuesta y casi me sentí culpable, después recordé la razón por la que me alejé de él y supe que era para evitarle todo el sufrimiento que le estaba dando.
No podría encontrar la felicidad a mi lado. Porque sólo puedo darle dolor, y eso es lo que menos se merece.
Él, que a pesar de que todo es oscuridad en su mundo, conmigo deja ver toda la luz que sigue brillando dentro de él.
" Ghost: Ven a mi apartamento ahora. "
...
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valyriangirl · 4 months ago
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Aemond Targaryen
Claro de Luna
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El aire era fresco en los jardines de la Fortaleza Roja, un susurro tranquilo entre los árboles que contrastaba con la constante agitación de la vida cortesana. La noche había caído como un manto oscuro sobre Desembarco del Rey, y la mayoría de los nobles ya se retiraban a sus aposentos, agotados por las interminables reuniones y las intrigas palaciegas. Sin embargo, para Aemond Targaryen, la noche era el único momento en que podía encontrar algo parecido a la paz.
Caminaba en silencio por los jardines, sus pasos firmes pero sigilosos sobre el camino de grava. Su capa negra, bordada con hilos de plata, ondeaba suavemente con la brisa nocturna. El rostro de Aemond, severo y hermoso, estaba en parte cubierto por la sombra de su cabello plateado, aunque su ojo de zafiro brillaba intensamente en la oscuridad. Desde que había perdido su ojo en aquel fatídico enfrentamiento con Lucerys Velaryon, Aemond había aprendido a mantener sus emociones bajo control, escondiendo sus verdaderos sentimientos detrás de una máscara de frialdad y determinación. Pero había algo, o más bien alguien, que estaba empezando a desestabilizar esa máscara.
Se trataba de una dama de la corte, una joven noble que había llegado recientemente a Desembarco del Rey. Su familia, de una de las casas menores del Dominio, había sido convocada por la Reina Alicent para fortalecer sus alianzas en un tiempo de creciente tensión entre los Verdes y los Negros. Aemond la había notado desde el primer día, y desde entonces, su presencia había sido una especie de tormento silencioso para él. Ella era diferente a las otras damas de la corte: donde la mayoría buscaba atraer la atención de los hombres con sonrisas dulces y palabras halagadoras, ella se mantenía al margen, observando con una inteligencia tranquila y una mirada que parecía atravesar las fachadas que todos llevaban.
Aemond, acostumbrado a dominar la situación y a leer a las personas con facilidad, se encontraba desconcertado por ella. Había algo en su porte, en la manera en que sus ojos se detenían en él, que lo hacía sentir expuesto, como si pudiera ver más allá de su fría fachada. Ese desconcierto se había convertido en una mezcla de fascinación y frustración, una emoción que él no había experimentado antes.
Esa noche, Aemond la había visto salir de la sala de banquetes más temprano, su figura envuelta en un vestido de terciopelo oscuro que resaltaba la palidez de su piel y el brillo de su cabello. Sin saber por qué, se había encontrado siguiéndola a distancia, como si algo más fuerte que su propia voluntad lo guiara. La había visto cruzar los jardines, alejarse de las luces y los sonidos de la fortaleza, adentrándose en un rincón más tranquilo y apartado.
Ahora, oculto entre las sombras de un seto alto, Aemond la observaba en silencio. Ella estaba de pie junto a una fuente de mármol, su mirada fija en el agua que caía en un suave susurro. El reflejo de la luna en la superficie del agua iluminaba su rostro con una luz etérea, casi irreal. Aemond sintió una punzada en el pecho, una sensación que no supo identificar de inmediato. Era más que atracción, más que deseo. Era una conexión profunda, casi dolorosa, que lo impulsaba a acercarse a ella, a cruzar esa distancia que los separaba.
Finalmente, incapaz de resistir más, Aemond salió de las sombras, sus pasos resonando levemente en el suelo de piedra. Ella se volvió hacia él, sin sorpresa en su rostro, como si hubiera sentido su presencia desde el principio. Sus ojos, grandes y oscuros, se encontraron con los de Aemond, y en ellos, él vio una mezcla de curiosidad y algo más, algo que lo hacía sentir vulnerable y poderoso al mismo tiempo.
—No deberías estar aquí sola —dijo Aemond, su voz baja pero firme, resonando en el silencio de la noche.
Ella no respondió de inmediato. En cambio, lo estudió por un momento, sus labios curvándose en una sonrisa leve, casi imperceptible, que hizo que el corazón de Aemond latiera un poco más rápido. Finalmente, habló, y su voz era tan suave como la brisa que acariciaba sus cabellos.
—¿Y quién me protegerá si no lo estoy?
Sus palabras eran un desafío, un juego, y Aemond lo supo de inmediato. Era una mujer que no temía enfrentarse a él, que no se dejaba intimidar por su fama o por su rango. Había en ella una valentía silenciosa, una fuerza interior que Aemond encontraba profundamente fascinante.
—Yo lo haré —respondió Aemond, dando un paso adelante, reduciendo la distancia entre ellos.
Ella no retrocedió. En cambio, sus ojos se suavizaron ligeramente, y Aemond vio algo en ellos que lo desarmó por completo. Había calidez, una chispa de ternura que contrastaba con la dureza con la que él había aprendido a ver el mundo. Fue en ese momento que Aemond se dio cuenta de que estaba atrapado, no por sus palabras, sino por algo más profundo, algo que no había anticipado.
Él, que siempre había mantenido el control sobre sus emociones, sobre su destino, sintió que ese control se deslizaba de entre sus dedos. Quiso decir algo, cualquier cosa para recuperar esa sensación de seguridad, pero las palabras lo eludían. En lugar de eso, levantó una mano, sus dedos extendiéndose como si fueran a tocarla, pero se detuvieron a medio camino. El miedo al rechazo, a mostrarse vulnerable, lo frenó.
Ella lo miró, sin apartar la vista de sus ojos, como si estuviera desafiándolo a dar ese paso final. Aemond sintió cómo el peso de la incertidumbre se acumulaba en su pecho. Pero en lugar de retroceder, encontró una inesperada valentía dentro de sí mismo. Dejó caer la mano, pero no se apartó. En cambio, se permitió mirarla con honestidad, dejando que ella viera algo más que la fría determinación que solía mostrar al mundo.
—No tienes que temerme, Aemond —dijo ella en voz baja, y esas simples palabras rompieron la última de sus defensas.
No era el temor lo que lo retenía, sino la propia magnitud de lo que sentía por ella. Era un hombre acostumbrado a la soledad, a depender solo de sí mismo. Pero ahora, frente a ella, la idea de dejarse llevar, de confiar en alguien más, parecía aterradora y liberadora al mismo tiempo.
Sin saber exactamente cómo sucedió, Aemond se encontró a su lado, tan cerca que podía sentir el calor de su cuerpo, podía oler el leve aroma a jazmín que emanaba de su piel. Sus miradas se cruzaron, y en ese instante, el mundo dejó de existir para ambos. Solo estaban ellos dos, en un rincón aislado de la Fortaleza Roja, compartiendo un momento que, aunque frágil, era más poderoso que cualquier otra cosa que Aemond hubiera experimentado.
El príncipe inclinó la cabeza ligeramente, sus ojos nunca dejando los de ella, buscando alguna señal de rechazo, pero no la encontró. En lugar de eso, ella inclinó su cabeza hacia él, cerrando el pequeño espacio que quedaba entre ellos, sus labios rozando los suyos con una suavidad que lo tomó por sorpresa. Fue un beso breve, casi casto, pero lleno de significado. Aemond sintió que todo lo que había contenido dentro de sí durante tanto tiempo amenazaba con desbordarse. Era un hombre atrapado entre el deber y el deseo, y por primera vez en su vida, deseaba dejar de lado el deber.
Cuando se separaron, ella lo miró con una mezcla de sorpresa y comprensión, como si también estuviera lidiando con emociones que no esperaba. Aemond, aún sintiendo el leve cosquilleo de sus labios, se apartó ligeramente, luchando por recuperar su compostura.
—Debes saber que esto... esto no es fácil para mí —confesó Aemond, su voz apenas un susurro.
—No tiene que ser fácil —respondió ella con suavidad, su mano buscando la suya y apretándola con una ternura que hizo que algo dentro de él se rompiera y se reconstruyera al mismo tiempo—. Solo tiene que ser real.
Esas palabras, tan simples y tan verdaderas, resonaron profundamente en Aemond. Había vivido toda su vida rodeado de expectativas, de la necesidad de cumplir con el legado de su familia, de ser fuerte, de no mostrar debilidad. Pero aquí, en la oscuridad de la noche, con ella, se dio cuenta de que había más en la vida que cumplir con un deber impuesto. Había espacio para algo más, algo que no había permitido que existiera en su vida: amor, o al menos, la posibilidad de él.
El tiempo pareció detenerse mientras permanecían allí, juntos en el silencio de la noche. Aemond, por primera vez, permitió que sus barreras cayeran por completo, permitiendo que ella lo viera, no como el príncipe guerrero, sino como el hombre que era detrás de esa.
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rinconliterario · 1 year ago
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¿El abismo no es más que un aniquilamiento oportuno? No me sería difícil leer en él no un reposo, sino una emoción. Enmascaro mi duelo en una huida; me diluyo, me desvanezco para escapar a esta compacidad, a este atasco, que hace de mí un sujeto responsable: salgo: es el éxtasis. Sartre Rue du Cherche-Midi, después de una noche difícil, X… me explicaba muy bien, con una voz precisa, con frases acabadas, apartadas de todo inexpresable, que deseaba a veces desvanecerse; se lamentaba de no poder nunca desaparecer a voluntad. Sus palabras decían que esperaba entonces sucumbir a su debilidad, no resistir las heridas que le hace el mundo; pero, al mismo tiempo, sustituía esta fuerza desfalleciente por otra fuerza, otra afirmación: asumo a despecho de todo una negativa de entereza, por lo tanto una negativa de moral: eso decía la voz de X.. Discurso amoroso. Roland Barthes, 1977.
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neverkissed-stargirl · 9 months ago
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Confesión de procrastinacion a la media noche
Hola, se supone que estoy haciendo trabajo que debí de hacer en la semana, cosas de tesis y servicio social, pero estoy aquí frente a la computadora con solo un pensamiento activo, tu.
Tu hoy, tu el lunes, tu el domingo pasado, tu por mensajes, tu hoy a la salida, solo pienso en ti y en cada acción que hiciste. Ser una sobre pensadora nunca me molestó más que hoy (o ayer, son las 12:05 am) al no poder dejar de pensarte y analizar el porque no te fuiste junto a mi, el porque te fuiste con ella, el porque no me buscaste más, el porque parecías reacio a tener comunicación conmigo. Ser overthinker nunca me molestó más que ahorita al escribir esto y ahogarme en las mil y un razones para creer que estás molesto conmigo de alguna manera.
Tengo maldito trabajo que hacer y solo pienso en que no voy a poder resistir mucho tiempo más guardando todo los sentimientos que almacenó por culpa de tu existencia.
Pienso en la libertad de saber que por fin sabes que eres tú al que mando tantas indirectas en stories, que eres tú al que maldigo en mis escritos, que eres tú el que pone una sonrisa en mi cara cuando me respondes, que eres tú el que me hace anhelar tener una pareja, que eres tú el que jodidamente acelera mi corazón con su presencia. La paz de saber que el miedo y la ansiedad no me ganaron, la paz de saber que por mi parte no quedó, de saber que fui valiente al expresar mis sentimientos. Quiero eso más que una respuesta tuya. Porque eso me dará tranquilidad.
La tranquilidad de saber que aunque no será recíproco, yo fui valiente.
Emiliano, me gustas.
Me gustas mucho y no se cómo paso, ni cuando o porqué. Me gustan tus ojos, me gusta tu cara, me gusta tu inteligencia y tú sentido del humor, me gusta que seas un poco cínico y también que tengas ese sentido de responsabilidad, me gusta que cuides a los demás y que te sea tan fácil pasar de tranquilo a super salvaje. Me gusta que no juzgas y que sabes tomarte las cosas con humor, me gusta que sabes respetar y que me consideras una persona inteligente (o eso haz dicho).
Me gustas y aunque se que las probabilidades no están a mi favor, aún así quiero decírtelo, no para que te sientas comprometido con nada, sino porque si lo sigo guardando voy a explotar.
Me gustas, me gustas, me gustaaaaaaaaas.
Perdón por eso, pero llevo 2 años guardando esto y ahora que por fin me di la oportunidad de sacarlo, quiero que no quede nada dentro de mi, nada de palabras o sentimientos que me de arrepentimiento no haber dicho. Me gustas y aunque se que no pasará nada, quiero aún así decírtelo. Porque mereces también saber que eres tan increíble que puedes gustarle tanto a una persona (yo).
Yo debería de estar haciendo trabajo de tesis pero no puedo concentrarme en eso cuando mi corazón y mente me gritan que debo de decirte ya mis sentimientos.
Una última vez: Emiliano, me gustas aunque yo no te guste, así estoy bien, acepto el rechazo, no importa, lo que no acepto es guardar esto más tiempo.
Después de esto puedes dejarme de hablar, no responder, hacer como que no paso o darme un "ok, gracias", estoy preparada para ello, no importa. De verdad no lo hace, porque cuando yo te mandé esto probablemente ya no nos veremos más, tú ya estarás trabajando en algo de tu carrera y yo... No se, ni siquiera se que voy hacer mañana (o más al rato, son las 12:21 am). Después de que entregué esto, podemos hacer de cuenta que no existimos para el otro (o más bien tu lo puedes hacer). Después de que entregué está confesión yo estaré demasiado ansiosa y probablemente ignore whatsapp y cualquier otro medio de comunicación contigo. No te lo tomes a mal, es mi forma de lidiar con el estrés y la ansiedad. Después voy a recobrar el sentido, y si después de leer todo esto, de leer que estoy bien con tu silencio, quieres responderme o seguir siendo amigables, lo acepto. No importa (si importa pero lo voy a superar, como todo lo demás, está chica desayuna eventos canónicos desde los 5 años), estoy bien si decides ser amigos, si decides ser solo conocidos, si decides terminar contacto.
Por favor no te sientas en la responsabilidad de decir palabras por lástima o parecido, sería peor que... No se, pero no lo hagas, solo se sincero con lo que mi confesión te hace sentir.
Espero que estés bien, espero que te vaya genial en tu puesto de becario, se que lo harás genial porque siempre lo haces. Espero que seas feliz cuando debas serlo y que seas fuerte cuando sea lo contrario. Estoy a un mensaje (no llamadas, me dan mucha ansiedad) de distancia si necesitas alguien que te escuché, probablemente no de inmediato pero dame unos días y estaré pilas para cualquier cosa.
Wow, que carta de confesión más larga, supongo que cuando guardas tantas cosas por tanto tiempo, se necesitan varias frases para expresarte. En fin, que, no se... ¿Adiós...? ¿Hasta luego?
Son las 12:30 am y yo debería de ponerme a hacer eso de mi tesis que no hice en la semana por andar de depresiva.
Pd: esto lo escribo una semana después de esa fiesta donde comí gomitas mágicas y al final me puse a llorar. Si quieres saber, la razón por la que llore, fuiste tu. O más bien, fueron mis sentimientos hacia ti y que pensé que nunca te diría nada, pero mira, se tomó varios días de reflexión para que yo escribiera esto y aunque no sé cuántos días más tome enviártelo, se que la mitad del trabajo está hecho, solo falta la parte más importante. Pero equis, ya encontraré el tiempo.
Gi.
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alasdepaloma · 1 year ago
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Carta al koala:
Tomaste asiento sobre la pila de libros —favoritos míos—, abriste uno y comenzaste a leer. Fue difícil para ti comprender mi mundo, lo sé. Rara soy y así nací. En alguna etapa anterior de mi desarrollo pude haber rechazado ciertos rasgos de mi personalidad: mi inclinación a la soledad, a no hacerme de amigos, a mi ansiedad social, a mi mutismo selectivo, a mi hipersensibilidad, a mis crisis repentinas de llanto… A inclinarme hacia la fantasía lejos de ser concreta y real y hacer de la irrealidad mi vida, enamorándome aquí y allá de la poesía, de las letras, de las novelas e historias románticas. Hoy no sucede eso ya. Han sido cuarenta y dos largos años —la mayor parte del tiempo caminando de la mano de la soledad— conociendo a esta loca alma que le da vida a mi cuerpo, ¿y sabes? Finalmente he aceptado quién soy. Me amo así. Luego vinieron las duras enfermedades, tener que dejar ir anhelos, tener que soltar una y otra vez a una mujer que ya había aprendido la lección y necesitaba madurar en base a aquellas. A diario me enseñó la vida la conciencia de la impermanencia. Día con día se encargó de entrenarme en el arte de observar con la mirada de lo finito… Y dolió bastante. Luego llegaste tú y me observaste con esa mirada embriagada de paz, ¿si sabes que jamás volveré a encontrarme con una mirada así? ¿Si sabes que a pesar de todo, de lo áspero que ha sido el camino, de que la vida se aferró a mantenernos distanciados y de que en todas tus decisiones te priorizaste más que a nuestra relación, yo te amo? Y te amo con un amor que agradezco estar viviendo. No es un amor común, incluso yo lo estoy conociendo a penas y con él me estoy conociendo yo misma y a esa fuerza interior de la que estoy hecha. Este amor que te guardo, koala, no es de este mundo. Es el amor de la galaxia que tiñe de colores a su oscuro fondo. Es el amor del sol que le da abrigo a la flor. Es el amor del infante que corre hacia el tronco del árbol cuya fuerza le hace imaginar la energía del padre que jamás conoció. Sí. Así te amo y eso es algo que no tengo intención de negar aún cuando observe tu distanciamiento, tu indiferencia, y tu poco ánimo de luchar por algo que nos costó bastante encontrar. Puede lastimarme, sí, esa acción que de repente tomaste, el poco interés por volver a hablar conmigo y escuchar cómo es que me estaba sintiendo y así mismo abrirte tú a platicarme sobre tus sentimientos, sobre tus anhelos, sobre el amor que conjugábamos juntos y de repente dejamos de hacerlo. Sí, me gusta conjugar a diario el amor, y si yo veo que un día tú lo conjugas conmigo y al día siguiente ya no, me embarga la incertidumbre y el desasosiego. La relación de pareja, siempre te dije, es para tejer alas, para sanar, para escuchar sobre todo esas cosas que no nos gusta oír pero que son necesarias de comentar a fondo pues gracias a ellas la relación se fortalece. Eso creo. Sin embargo vi cosas que me rasgaron más que fortalecerme. No se lleva a cuestas un pasado cuando ya estás iniciando un nuevo camino. Cargas aún con un pretérito y con una gran responsabilidad encima de ti. Has perdido el enfoque de tu felicidad. Estás sobre explotando a tu alma. Me duele verlo. Me duele saberlo y sé que aunque te lo diga, no lo entenderás, te molestarás y continuarás dándote a todos olvidando lo esencial: tu propia plenitud. Y en ese olvido me vas olvidando a mí, y en ese olvido vas olvidando lo nuestro, y en ese olvido poco a poco nuestra magia se va tiñendo de realidad. Una realidad que me ha costado mucho aceptar. Una realidad que duele bastante al alma pues te amo y no por ello dejaré de amarte. Sin embargo siento que ya no puedo resistir a seguir esperanzada a un tiempo que tal vez jamás llegue, aunque lo anhele como jamás anhelé nada con nadie, pues eres el amor de mi vida y eso también lo sabes. ¿Cuántas veces has tecleado la fecha de ella en cada compra que haces? Quiero pensar que aún no la olvidas y es por eso que te aferras tanto a tu retoño y a esa vida que hubiera sido increíble seguir viviendo, vida que se esfumó cuando me conociste a mí. Y te amo aún así.
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ka1rosnan · 9 days ago
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꧁Cuando vengan las inundaciones ꧂
2 ene 2023
La Biblia en un año: Gén 4–6; Mat 2
Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento… (v. 49).
Lee por favor: Lucas 6:46-49
Reflexiona y ora:
Es bueno detenerse de vez en cuando y evaluar un poco el fundamento. Jesucristo nos ayudará a fortalecer los lugares débiles, para poder resistir en su poder cuando vengan las inundaciones.
¿Qué puntos débiles necesitas atender en tu vida?
¿Cómo puedes trabajar en ellos?
Te invito e leer la reflexión completa y otras más, síguenos y búscanos en nuestras redes sociales y en nuestro sitio web, te dejo el link.
👇🏾
https://iglesiakayros.es.tl/
y redes sociales, gracias, shalom!
✞. ✞. ✞. ✞. ✞. ✞. ✞. ✞. ✞. ✞. ✞. ✞
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masssiva · 6 months ago
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qué tipo de libros te gusta?
En orden de importancia: texto crítica, ensayo, poesía, biografía.
Justo ahora estoy leyendo varios y aprovechando te los nombro, por si te interesan :-)
Deseo postcapitalista de Mark Fisher. Lo recomiendo demasiado, muy digerible a mi parecer. Son las transcripciones de las últimas clases de Fisher (con una playlist incluida).
La performatividad de las imágenes de Andrea Soto Calderón También lo recomiendo, trata sobre el problema de la imagen contemporánea en la cultura visual de consumo.
El cuerpo que no aguanta más de David Lapoujade. Ya lo terminé, es cortito. Desde la pregunta; cuánto aguanta el cuerpo, aborda el problema y sus posibles causas con una frase que me llegó en el mejor momento; ser vulnerable es resistir.
Mi propiedad privada de Mary Rueffle. Me lo prestó una amiga y fue un descubrimiento necesario. Ensayo de cuentos cortitos con unas bajadas preciosas. Trata de la vida, de eventos casuales y causales, de envejecer, de ser pájaro, etc.
Humos/Humus de Yuri Carvajal. Este lo amo porque literal es un diccionario sobre el antropoceno para comprender la actualidad geológica, biología y social en la actual crisis climática. Tiene una frase muy bonita en la introducción; "Las palabras no crean realidad, van por detrás de los hechos, pero ayudan a reconocerlos, delinearlos de modo valioso y también a producir colectivos de pensamiento". Muy hermoso.
Cuatro futuros de Peter Frase. Desconocía la existencia de este libro y recién lo empecé a leer hace unos días. Trata sobre 4 posibles futuros venideros en nuestro actual sistema, donde recurre a la economía, la sociología y a la ciencia ficción.
Perdón por mucho texto, me gustan estas preguntas.
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bajozero10 · 9 months ago
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One-Shot - I'm Not Alone | Asuka x OC (Aki) | Neon Genesis Evangelion.
Hola, un gusto a todos, soy Zero! Este es el primer fanfic que escribí publicado en otras plataformas hace años. Por mí respeto a mi yo del pasado, he decidido no hacer ningún cambio a la historia y dejarlo tal y como lo escribí en su momento. Lo siento de antemano por los errores y fallas que tenga.
PD: También pueden leer el fanfic en Ao3. Link directo:
https://archiveofourown.org/works/38694093
TN/OC = Ikari Aki (Aki: significa "Nacido en el otoño"). (Reemplaza a Ikari Shinji en ESTE fanfic)
(...)
Tras la batalla de Asuka contra el Octavo Ángel (Sandalphon), donde la Unidad-01 del piloto Aki, estaba deshabilitada por anteriores batallas. El EVA-02 de la piloto alemana Asuka Langley Soryu tuvo que reemplazarlo. Para esta misión, fue necesario que el EVA, se sumergiera en un volcán activo completando la Orden-A17 declarada por NERV, la operación que consiste en capturar al Ángel con vida.
La Unidad-02 fue enviada con una jaula electromagnética especial y para que esta pudiera resistir las elevadas temperaturas tuvo que llevar el equipamiento D-type, el cual le permitió soportar las condiciones del magma. Durante esta operación el ángel que se había descubierto en forma crisálida*, despertó convirtiéndose rápidamente en su forma adulta.
Luego de una difícil y dura batalla llena de intentos fallidos por derrotar al ángel, ambos pilotos tuvieron una buena idea, en la que consistía en usar el refrigerante del equipamiento D-type para rociarlo en la boca del ángel, y hacer que explotará mediante la dilatación térmica*. que hizo que Sandalphon fuera destruido, sin embargo, antes de morir logro romper los cables que sostenían a la Unidad-02. Haciendo que esta se hundiera poco a poco en las profundidades, viendo como estaba la situación, Aki dentro del EVA-01, se sumergió en el magma sin ninguna protección contra la temperatura e impidió que Asuka muriera, dentro del EVA ella miró al joven con ojos cálidos.
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—Aki Idiota.—sonreía hablando para sí misma.
Una vez finalizada la batalla, los dos pilotos, se dirigieron a los baños termales. Dentro de la casa de baños, Aki se dio cuenta que su mascota Pingüino Pen-Pen los acompañaría llevado dentro de una caja enviada por Ryoji Kaji el ex amante de Misato, y amor platónico de Asuka. Tras un largo y relajante momento en las aguas termales, se fueron a comer afuera y volvieron a su apartamento.
—Nada mejor como volver a casa luego de trabajar tantooo...— Dijo Misato Cansada —Mientras entraba a su hogar estirándose.
—Ni que lo digas. —Replico una cansada Asuka, mientras su tutora se dirigía a buscar latas de cerveza para tomar hasta quedarse dormida.
—Misato, solo hazme el favor de llegar a tu cama y no quedarte dormida en la mesa otra vez, pesas demasiado y haces que me duela la espalda de tanto llevarte como una bolsa de patatas, jaja. —Dijo Aki ocultando su preocupación.
—Acaso... ¿Estás insinuando que estoy gorda? –
—Efectivamente. —Replico Aki.
Asuka estalló de risa —¡Si, si...! jaja tal vez hayas subido un par de kilos "extra".–
—¡Ustedes Mocosos no entienden de verdadera belleza de una mujer! —Replico Misato.
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Misato se dispuso a abrir una lata de cerveza y comenzó a beber ofendidamente. Los dos pilotos, intercambiaron miradas y dejaron escapar un suspiro, ambos luego de dirigirse al baño para lavarse los dientes, se fueron a sus habitaciones para ponerse los pijamas antes de dormir.
[...]
Luego de una hora y media, Aki se levantó de su cama y se dirigía al baño, dándose cuenta en el camino de que otra vez Misato se encontraba en el comedor durmiendo apoyando sus brazos debajo de su cabeza sobre la mesa.
—Esta tonta otra vez se quedó durmiendo a pesar de lo que le dije, parece una niña. —Pensó Aki
Se dirigía a Misato para despertarla y llevarla a su cama cuando esta estuviera media sonámbula para que pudiera guiarla a su habitación...
Fracaso rotundamente...
Estaba tan dormida que ni el mismísimo Armagedón la despertaría. Así que el decidió traerle una almohada y mantas para que no tuviera frió acostándola en el suelo.
—Tonta, la próxima vez simplemente te tirare agua para que te despiertes. —Dijo Aki en voz baja.
—Idiota ¿Acaso no ves que está dormida? no puede oírte. —Una mano se posó en su hombro tomándolo desprevenido causando que diera un pequeño grito, haciendo que alguien que ya conocía comenzara a reírse detrás de el. No era ni más ni menos que su compañera pelirroja de ojos azules Asuka, su amor imposible.
—¡Lo sé, no soy idiota, claro que sé que no me escuchaba, lo dije más para mí que para ella y cambiando de tema casi me matas del susto!- Gritaba en voz baja, el piloto del Eva-01.
—Si, me di cuenta fue demasiado gracioso tu grito de niñita asustada. —Dijo la alemana riéndose en voz baja para no molestar a Misato quien se encontraba durmiendo.
—En fin... Me iré a dormir, buenas noches Asuka. —Suspiro el joven dirigiéndose a su habitación. Una vez acostado en su cama, recordó que tenía que ir al baño, sin dudarlo, empezó a maldecir a todos ya que tuvo que levantarse añorando lo cómodo que se sentía en ese momento. Una vez finalizada su dura travesía hacia el sanitario, se dirigió a su habitación, subió a su cómoda cama y se arropó con su manta para darse cuenta de que...
No podía dormir.
—Estoy realmente incomodo. —Una pequeña lagrima solitaria salía de su ojo izquierdo cayendo sobre su almohada, no tardó en seguir maldiciendo a todo el mundo.
Luego de 10 minutos, los cuales se había dedicado a moverse entre sus sabanas cambiando de posición una y otra vez para intentar volver a esa comodidad que había sentido antes...
No lo logro.
Fastidiado cerró los ojos con fuerza y giro su cuerpo de espalda a la entrada de su habitación. Cuando al fin lograba conciliar el sueño escuchó como la puerta se abría lentamente intentando hacer el menor ruido posible. Aki se preguntó si era Misato que se habría levantado para ir al baño y se equivoco de habitación, lo cual no tendría sentido ya que sus habitaciones estaban demasiado lejos como para confundirse, así que la única persona que podía ser... era Asuka... su amor imposible.
Cuando la conoció por primera vez no pudo sacarle los ojos de encima, esa pelirroja cabellera que era tan radiante como el mismo sol, ondeaba debido al viento, su acento Alemán que era música para sus oídos, sus hermosos ojos azules profundos como el mar, junto a su mirada que llena de determinación, sus finos y muy seductores labios, sus largas piernas, su delicada y frágil figura. Esa chica inteligente, astuta, ruda, apasionada y seductora lo enamoró como nunca nadie lo había hecho.
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Al principio Aki pensó que él era alguna clase de masoquista, porque aunque ella lo insultara, menospreciara o golpeara el jamás dejo de estar interesado por ella. Cuando comenzaron a convivir él se dio cuenta de que aquella agresiva, presumida y obstinada chica tenía dificultades para expresar sus verdaderos sentimientos hacia los demás.
Su personalidad agresiva es solo para proteger a una niña muy vulnerable e insegura, aunque él no sabe acerca de su niñez o las cosas que la lastimaron, ella no es muy diferente a él, ambos usan una máscara para ocultar su verdadero ser, él mostraba ser una persona con mucha confianza, maduro y con un alto autoestima, muy pocas veces lo habían visto indeciso, ese rostro que mostraba valentía, autoconfianza, madurez ocultaba una realidad bastante diferente, él era un cobarde que siempre quería escapar de todo, siempre tenía miedo, dudaba de si mismo en cualquier ocasión, odiaba tener que tomar decisiones por más ridícula que fuera, eso lo estresaba y lo que nunca nadie sabría es que el lloraba las mayoría de noches ya que se odiaba a si mismo.
Su pasado lo había marcado demasiado, luego de ser abandonado por su padre a los 4 años dejándolo a cargo de su anterior tutor, él se metía en muchas peleas y más de una vez termino en el hospital, con el tiempo fue forjando un carácter frágil ya que siempre era el, quien terminaba siempre en mal estado por ser débil, se sentía inferior a los demás.
Aun luego de haber entrenado mucho tiempo para fortalecerse comenzando a ganar sus peleas, su mente no cambio, pensaba en que solo ganaba por tener suerte. Empezó a leer muchos libros de psicología para comprender el pensamiento humano y como podría manejar a las personas a su antojo, volviéndose una persona manipuladora. Engañaba a sus amigos contando experiencias que jamás le ocurrieron demostrando que tenía mucha "experiencia" en diferentes ámbitos. Vivió Mintiendo hasta lograr engañarse a sí mismo sobre que era el mejor en cualquier cosa a lo que se dedicara, que él era único. Al final logró su objetivo anhelado... esconder su trastorno de la personalidad límite.
Sin embargo, es por cómo es en realidad que jamás se sintió capaz de decirle a Asuka lo que sentía ya que tenía miedo de ser rechazado, odiado o abandonado, por eso a pesar de ser siempre sociable en realidad rechaza cualquier apego a los demás, por miedo a ser traicionado otra vez.
Sintió que Asuka entraba a su habitación y se acostaba mirando hacia la puerta, Aki se sintió tenso, no es la primera vez que iba a su cama a dormir, había veces que le hacía preguntas o simplemente dormía sin decirle absolutamente nada, eso a él no le molestaba, sin embargo, tener a la mujer de sus sueños al lado de él pudiendo escuchar su delicada respiración al dormir, usando un pijama un poco "revelador" que remarcaba su cuerpo perfecto mostrando sus finas piernas, su abdomen plano, sus delicadas curvas, su rostro pacifico con sus largas pestañas y su suave, sedoso y brillante cabello rojizo. Todo esto hacía que no pudiera dormir ya que se quedaba imaginándose cosas que cualquier adolescente con hormonas subidas pensaría.
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—¿Estas despierto? —Preguntó Asuka en un tono bajo.
—Ahora lamentablemente si. —Respondió el.
—Eres un idiota de verdad ¿Lo sabias? —Le dijo haciendo una mueca de molestia.
—Si, me lo dices seguido, así que me quedó claro que al menos para ti eso es lo único que soy. — Contestó con un tono un poco triste, lo cual era raro de escuchar para ella.
—Escúchame, lo diré solo una vez y ya ¿Entendiste? —Comento la pelirroja.
—¿Si? —Le contestó.
Luego de 10 incómodos segundos ella reunió valor mientras desechaba un poco de su orgullo para decirle.
—Gracias... –
Él se sorprendió, era raro escuchar algo así de ella, no pudo ocultar su rostro de felicidad que por suerte para Aki, Asuka no podía verlo sonreír como un idiota tras las simples palabras ya que ambos miraban en la dirección contraria.
—No es como si me importaras o algo así, pero... ¿Porque te arriesgaste? No tenías ninguna clase de protección a las altas temperaturas pudiste haber muerto y además nosotros ni siquiera somos amigos. —Dijo Asuka con un tono molesto acercándose.
Al escuchar la dura declaración final, Aki no pudo decir absolutamente nada, lo cual hizo molestar a Asuka.
—Solo para que sepas soy mucho mejor piloto que tú, cometí un error esta vez, pero ya no volverá a pasar, así que a partir de ahora puedo hacerlo yo sola, aprecia el gracias porque nunca más te lo volveré a decir. —Le dijo la Alemana con un tono agresivo.
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El chico siguió sin pronunciar una palabra. Causando un malentendido, lo cual hacia empeorar el humor de Asuka
—Lo que me faltaba... No te creas superior tan solo porque necesite tu pequeñísima, además nada de esto hubiera pasado si tu no hubieras estropeado tu maldito EVA en tu última batalla, todo sucedió por culpa de lo débil que eres señor "invencible".—Seguía hablando Asuka obstinadamente ahora con su ceño fruncido tan característico.
Aki no daba respuestas. Lo que generó que inevitablemente la erupción de un volcán llamado Asuka.
—¡RESPONDE MALDICIÓN ¿POR QUÉ ME SALVASTE? ¿TANTO ASI QUERIAS LUCIRTE? ¡INCLUSO SI MORIA HUBIERA SIDO MEJOR QUE ESTA HUMILLACIÓN! —Escupió una muy enfadada Asuka con el orgullo herido por su ignorarla cuando le estaba agradeciendo, tanto esfuerzo mental para ser "despreciada".
Es verdad que se sintió aliviada de que alguien se preocupara por ella cuando la salvo, sin embargo, era un golpe muy duro para su orgullo y su complejo de superioridad construido durante tantos años, ya que, a pesar de no querer admitirlo sabe que él es mejor piloto que ella, no bastando con eso, también escucho a los propios trabajadores de NERV confirmándolo mientras hacían apuestas de quien vencería al siguiente Ángel en antiguas batallas, siendo el chico un claro favorito. A pesar de que sentía felicidad, su personalidad orgullosa quería ocultarlo de cualquier forma como estaba tan acostumbrada a hacer con sus verdaderos sentimientos.
Al terminar de escuchar lo que ella había exclamado al final, Aki se sorprendió, volteándose para ver como ella aún seguía de espalda, tomo coraje después de mucho tiempo y al fin respondió.
—¡PORQUE ME GUSTAS ASUKA! —Aki no supo de donde saco tanto valor para declararse al fin. —Maldita sea... —Suspiro rascándose la nuca
Las cejas de ella se elevaron, sus pupilas se dilataron , su corazón se ralentizó y aumentó el ritmo de su respiración, ella nunca se esperó que esa sería la verdadera razón tras la acción del joven piloto por su oculta falta de autoestima, jamás pudo ver lo que el sentía por ella, jamás pudo ver ambos compartían el mismo sentimiento.
—¡NO TE SALVE PARA DAÑAR TU ORGULLO O HACERTE SENTIR INFERIOR, NO PODÍA SOPORTAR LA IDEA DE PERDERTE, ME ASUSTE MUCHO, NO PODÍA EVITARLO, AUNQUE NO QUISIERAS MI AYUDA NO PODÍA QUEDARME SIN HACER NADA Y SOLO MIRAR COMO TE MORÍAS! —Elevo la voz en forma de grito. Sin saber que hacer, opto por simplemente acercarse a ella, abrazarla por la espalda y acercarse a su oído.
—Estaba muy asustado de perderte... Cuando vi que el cable del EVA se rompió, mi corazón se detuvo y mi cuerpo se movió soló, no tuve tiempo de pensar... —Le susurró cerrando los ojos apoyando su cabeza en la espalda de la piloto mientras comenzaba a temblar por recordar el momento en donde ella pudo haber perdido la vida.
Para su sorpresa, ella se volteó soltándose del abrazo inevitablemente por su movimiento repentino, encontrándose frente a Aki, sus manos se apoyaron en el pecho del joven, su cabeza miraba sus pies desviando la mirada de él, su rostro estaba tan o incluso más rojo que su pelo.
—¿Tu... tú de verdad? ¿Me amas? —Dijo la avergonzada pelirroja con un tono inseguro.
—Si. —Afirmo el joven con una voz que transmitía seguridad.
—¿Puedes Prometerme? —Pregunto la Alemana en voz baja.
Aki sorprendido, iba a responder hasta que.
—Puedes prometerme que... Nunca amaras a nadie más mientras vivas... Solamente me amaras a mí ¿Podrías prometerlo? —Le dijo una Asuka avergonzada que comenzaba a temblar por temor a su respuesta.
—Si, lo prometo Asuka. —Le respondió con una sonrisa cálida
—Entonces... desde ahora y para siempre eres mío. Desde tu cabeza hasta la punta de tus pies. Todo mío hasta el último cabello de tu cabeza. —Dijo la pelirroja levantando su cabeza con las mejillas sonrojadas, buscando conectar sus miradas.
—Esta bien, seré solo tuyo. — Le respondió Aki sonrojado admirando sus hermosos ojos azules.
—Si me eres infiel te mataré. — Le advirtió en voz baja mientras se acercaba a su rostro.
—Si, solo tendré ojos para ti. — Le dijo el chico
Cada vez más cerca uno del otro.
—No... Si tan solo hablas con otra mujer, te mataré. —Cuando estaban a punto de que sus labios se tocaran, él se retiró sutilmente.
—Esta bien, si eso es necesario para hacerte feliz entonces... Desde ahora sólo hablaré contigo, lo prometo —Le dijo sonriendo, levantando su mano para acariciar la mejilla de su compañera.
—Idiota, es imposible que cumplas eso —Acompañaba su sonrisa a la vez que entrelazaba sus dedos con los de él. Ambos se sentaron sobre la cama reposando su mano libre sobre la mejilla del otro.
—Te Amo Asuka. —Le dijo tiernamente con una leve sonrisa, admirando sus hermosos e intensos ojos azules. —Yo también Te amo Aki Idiota. —Correspondió con un tono dulce y amoroso, que hizo que se sonrojara aún más de lo que estaba por escucharla hablar en ese tono tan tierno.
Ambos entrecerraron sus ojos y tomaron un poco de aire para entrelazar sus labios en un rápido y tierno beso calentando sus obstinados corazones. El contacto fue suave, simple, nada fuera de lo común, pero sintieron como si necesitaran más, como si de pronto un simple roce de sus bocas se convirtiera en algo primordial para poder vivir. Aki se dispuso a tomar la delantera y repetir el momento siendo esta vez un poco más largo, repitieron lo mismo una y otra vez hasta que empezaron a sentir como si un simple roce no fuera suficiente, ambos decidieron tomar más aire, esta vez con Asuka en la delantera cargando contra él besándolo con ansiedad en busca de sus suaves y cálidos labios a los que ya se había vuelto adicta, en un instante él le estaba devolviendo el beso con la misma ansia.
Aki siguió sus instintos desenlazando sus dedos para luego posar sus manos sobre las caderas de Asuka, acercándola a su cuerpo, logro que ella se subiera a su regazo. Las manos de ella fueron a la espalda de él sosteniéndolo sin dejar de hacer contacto con sus labios, aunque luego de un tiempo no tuvieron otra opción más que comenzar a ceder el abrazo ya que empezaron a percatarse de la falta de oxígeno, lo que los fastidio, pero no lo suficiente para arruinar ese momento tan especial para ambos, donde entregaron su primera muestra de amor.
Sentían como si se estuvieran quemando, se deseaban, Aki planto suavemente sus labios en la mejilla de Asuka logrando escuchar una pequeña risa proveniente de ella, al separarse fue sorprendido por esta quien se acercó a su oreja para juguetear con su lóbulo, daba pequeños besos combinando pequeñas mordidas comenzando a escuchar unos pequeños suspiros escapando de la boca de su chico, quien tomo represaría alejándola para besuquear su cuello con sus labios dando ligeros roces hasta escuchar un pequeño gemido de Asuka que lo hizo perder la cabeza, estando a merced de sus deseos empezó a bajar sus besos por su cuello hasta su clavícula, ansiaba dejarle su marca, quería reclamarla como suya, que cualquier chico que la viera supiera que ella ya tenía un hombre. Antes de comenzar quería asegurarse de que ella estuviera cómoda con eso.
—¿Puedo? –
—No hace falta preguntar, después de todo soy solo tuya —Respondió mientras jadeaba, deseaba ser marcada por el. —Aunque luego te tocara a ti. —Dijo con una sonrisa codiciosa.
—Nada me haría más feliz Asuka. —la miro con lujuria.
Aki se dispuso a dejar su "huella", coloco sus labios de vuelta en su clavícula y comenzó a succionar lentamente, moderando su fuerza para no lastimarla, hasta terminar de colocar su marca con un ligero y tierno beso. Una vez finalizó, fue turno de Asuka quien disfruto siguiendo sus pasos para luego mirarlo a los ojos enunciando...
—Ahora todas las zorras que se te acerquen sabrán que ya tienes dueña. —Una sonrisa de superioridad se formó en sus labios.
—Y todos los idiotas sabrán que tú también. —Devolvió la sonrisa, acercándose de vuelta a su cuello, solo para ser detenido sutilmente por una jadeante Asuka.
—Creo que deberíamos detenernos por hoy, me siento muy caliente y si seguimos, no podre detenerme. No me malinterpretes de verdad desearía seguir como no tienes idea, pero si la borracha de afuera se despierta en medio de... ya sabes que, será difícil e incómodo explicar la situación.–
Un muy sonrojado Aki comenzaba a reírse levemente – Jaja, si... definitivamente deberíamos parar por hoy, yo tampoco creo haberme poder detenerme si seguimos —Asuka dio una ligera sonrisa. —Sé que suena un poco cliché, pero... De verdad tus labios me sabian a fresa. —Dijo sin separarse del abrazo.
—Debo de admitir que tus labios no estuvieron tan mal, aunque... de verdad estabas desesperado, me abrazabas demasiado fuerte. —Dijo juguetonamente quien lejos de separarse de joven, se acercó colocando su cabeza contra su pecho.
—¿Estas segura de eso? Tú eras la que no me soltaba, sentía que me moriría asfixiado jaja —Su declaración logro que una Asuka demasiado sonrojada sacara su cabeza de su pecho y para luego mirarlo.
—¿Qué? ¿Acaso eres idiota? ¿Por qué querría estar tan apegada a ti? Qué asco. —Respondió la Pelirroja con un pequeño tono orgulloso para luego comenzar a volver a colocar su cabeza contra el pecho de Aki abrazándolo aún más fuerte que antes.
—Jaja mi clavícula no dice lo mismo Asuka, —Siguió riendo al ver lo tiernamente incoherente que era ella.
—¡Cállate! Idiota. —Respondió muy sonrojada.
—Sí, sí, Yo también te amo Asuka. —Aparto su pelo pelirrojo para darle un beso tierno en la frente.
—Yo... Te amo más... Aki —Correspondió comenzando a besar los labios que se habían convertido en una clase adicción para ella.
Una vez finalizado el beso el cansancio logro llegar y se dispusieron a dormir, pero a diferencia de las veces pasadas donde se mantenían lo más lejos posibles, esta vez estaban abrazados el uno al otro. Durmiendo plácidamente como nunca lo habían hecho.
Al mediodía una cansada y perdida Misato se despertaba con jaqueca y dolor de espalda por dormir incómodamente, no tardo en darse cuenta de que no estaba en su habitación si no en la sala con una manta, sabía con seguridad que fue Aki quien se la dio ya que no era la primera vez y lo más probable es que tampoco sería la última. No tardo en levantarse, estirarse e ir a ver la hora, lo cual hizo que estallara de nervios al darse cuenta que estaba llegando tarde a NERV, intento alistarse lo más rápido posible antes de recordar que...
Hoy no tenía que ir.
Le habían dado el día libre gracias al gran trabajo de Asuka contra el Octavo Ángel. Tras golpearse mentalmente agradeciendo a Asuka por su esfuerzo suspiro y fue a buscar a Aki para que preparará la comida, mientras caminaba comenzó a hablar consigo misma.
—Ese chico otra vez cuidando de mi como si fuera una niña, admiro lo mucho que me soporta, sin duda la mujer que salga con él tendrá muchísima... ¿Suerte? —Quedo boquiabierta al abrir la puerta de la habitación de Aki ya que nunca se hubiera imaginado ver una escena así, una Asuka sonriente jugando con él pelo del joven a la vez que acariciaba su mejilla con delicadeza.
—¡¿AS...ASUKA?! —Elevo la voz la confundida tutora de ambos jóvenes, haciendo que un Aki dormido comenzara a moverse haciendo gestos de molestia.
—¡Shhh...! Misato cierra la boca ¿Qué acaso estas ciegas? Mi Aki está durmiendo. —Expreso la enfadada Asuka ya que se encontraba relajada antes de que apareciera una "molestia".
—¡¿TU AKI?! —Volvió a elevar su voz - ¿¡EN QUE MOMENTO FUE QUE USTEDES...?! —Asuka se levantó de la cama sigilosamente para acompañar a Misato a la salida de su ahora "cuarto compartido".
—Sisi lo que sea solo vete hasta que nos levantemos ¿Si? —Dijo eso ultimo empujando a Misato afuera del cuarto - ¡Vielen Dank! -
—¿Qué demonios fue eso...? Creo que no me vendría mal una cerveza... aunque... viendo la situación tal vez sean dos o tres.— Se pregunto rascándose la cabeza.
Asuka se dispuso a volver a la cama hasta que se dio cuenta de que Aki se había despertado.
—Guten Morgen, meine Süße —Daba los buenos días una Asuka sonriente.
—Buenos días Asuka —Regresaba el saludo un adormecido Aki.
—Perdón, ¿te despertó la tonta de Misato? —Frunció el ceño Asuka
—¿Misato? ¿Ella estuvo aquí? Me desperté por tu dulce voz cariño —Al terminar la de decir la última frase vio como las mejillas de Asuka comenzaban a sonrojarse.
—En...en fin le dije a Misato que cuando nos levantáramos iríamos con ella —intento ocultar su rostro enrojado dándole la espalda a Aki para ir hacia la puerta hasta que sintió que este le agarraba la mano para detenerla.
—Te Amo mi Asuka —Esas simples palabras fueron suficiente para que la cabeza de Asuka dejará de funcionar correctamente, logrando que su rostro se sonrojará aún más de lo que ella creía posible.
—Aki Idiota no lo digas como si nada... Aunque... Yo Te Amo más, Schatz —Correspondió una muy sonrojada Asuka que entrelazaba sus dedos con los de él para salir de la habitación hacia un nuevo comienzo.
"Du bist das Beste was mir in meinem Leben passiert ist, du gibst meinem Leben einen Sinn, ich möchte immer bei dir sein."
Ambos pudieron encontrar a alguien con quien compartir el dolor, alguien que podría entender lo que sentían en realidad, ambos estaban heridos por el pasado pero apoyándose mutuamente tarde o temprano superaran esos recuerdos amargos que tanto les había impedido avanzar, creando nuevos y únicos recuerdos juntos.
Fin del One-shot
*Nota de Autor: - Forma crisálida: Es la etapa que precede a la forma adulta de un ángel. - Dilatación térmica: La dilatación térmica es el aumento e diversas dimensiones métricas (como por ejemplo, la longitud o el volumen) que sufre un cuerpo u objeto físico. Este proceso sucede debido al aumento de la temperatura que rodea el material. (BAH SI NO ENTIENDEN MIREN EL CAPITULO DONDE LO EXPLICA ASUKA Y NO SEAN COMO SHINJI, USTEDES SI PRESTEN ATENCION A SU EXPLICACIÓN Y NO A SU ESCOTE, LOS PECHOS SON TEMPORALES PERO EL CONOCIMIENTO ES PARA SIEMPRE.
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gusgus373 · 10 months ago
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Reseña: La canción del lobo (2016)
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Los más callados son los que siempre tienen mejores cosas que decir.
Géneros: Fantasía urbana, Romance y Hombres lobo.
Argumento:
Ox era un niño cuando su padre le enseñó que nunca sería nadie. Y lo creyó por mucho tiempo. Hasta que se encontró a Joe al final de un camino. Un chico extraño y explosivo, dispuesto a brindarle todo: desde su amistad y su familia, hasta su mayor secreto: uno que teñirá la vida de Ox de Alfas, Betas y Omegas. Sin embargo, cuando la muerte golpea a las puertas de Green Creek, Joe parte detrás de un monstruo, cegado por la furia y la venganza. Y Ox deberá demostrar su verdadero valor para proteger a quienes ama. Cuando vuelvan a encontrarse, ¿serán capaces de resistir a la canción que aúlla con fuerza entre los dos?
Reseña:
Primero dire que es un libro de hombres lobo gays, tiene escenas spicy para los que les gusta, romance, también tiene familia encontrada y en una parte en especifico se burlan de crepúsculo.
Trigger warning: Cuando el protagonista tiene 16 conoce al interés amoroso que tiene 10 años. Pero no pasa nada subido de tono hasta que el menor tiene 17 casi 18.
Trigger warning x2: Hay una parte en la mitad del libro que te va a romper el corazón y no vas a para de llorar si sos sensible.
El libro esta narrado desde la perspectiva del protagonista Oxnard Matheson, Ox para los amigos.
La verdad para mi se sintió como leer un fanfic en cierta parte, porque se lee muy rápido, para mi las 701 paginas se acabaron en nada, la primera vez que lei el libro lo hice en 2 días porque me engancho y no me podia escapar.
A ver, a mi me gusto, pero es entendible que a mucha gente le haga ruido en si los hombres lobo, o que sean hombre lobos gays, o también vi muchos comentarios de que les incomoda la diferencia de edad lo cual es entendible y respetable.
Pero al que se quiera aventurar aquí les digo que uno se encariña con los personajes y al verlos crecer (Que es en casi todo el libro porque acompañamos a Ox desque que tiene 12 hasta los 26 mas o menos con diferentes flashbacks) como superan las diferentes situaciones de perdida, de confusión, de peleas tontas entre amigos, la baja autoestima generada por el entorno en que uno crece, traumas entre otras muchas cosas.
Una ves escuche un tik tok que describía este libro o saga de libros ya que son 4 como un especie de Teen Wolf mas gay y la verdad aunque se acerca y si les gusta Teen Wolf y los ship´s gays que hizo el fandom no dudo que les guste, siento que tiene mucho mas.
Aunque ahora que lo pienso Os y Scott tienen un par de cosas en común como:
Spoilers: A los dos lo dejo su padre, su madre se hizo cargo como una campeona, trabajan desde chico, bueno Scott no se cuando empezó a trabajar pero fue para ayudar en su casa, los dos tenían hermano del alma que los ayudaron en todo solo que Scott tenia a Stiles y Ox tiene a Gordo que es mas como el Derek de Wolfsong entre otras cosas.
No se, puede ser el cariño que siento por Ox el que hable, pero nunca vi una familia encontrada tan bonita como esta, literalmente adoptaron a Ox sin papeles y lo hicieron sentir importante de una forma que se me llena el corazón.
Puede dar un poco de cringe en un par de veces y tampoco es EL LIBRO que cambia la literatura, pero para engancharse un rato y pasarla bien.
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Calificación: 🌟🌟🌟🌟
4 estrellas de 5
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princesacorrompida · 1 year ago
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Alas llegando a casa - Dharma Martinez
CUENTO GANADOR EN EL CONCURSO DEL BANCO ITAÚ "CUENTO DIGITAL 2023".
Era un día laboral, como todos los lunes porque no me tocaba ni un solo feriado. Trabajo en negro, la peor escoria y la más normal de la República Argentina. El kiosco estaba lleno siempre, no me senté durante toda la tarde. La calle Ayacucho andaba siempre llena por la universidad. Entre la música, las amigas que me venían a visitar y tomábamos mates, las señoras que venían a charlar, pasar de chisme en chisme y las anécdotas de sus nietos como también las incontables veces que tenía que aclarar que no fiaba, las horas terminaron pasando bastante rápido. Se hicieron las ocho y media, no esperé ni que un minuto más para empezar a cerrar la puerta y la ventana porque no tenía ganas de aguantarme a ningún linyera queriendo meterse a manguear una botella de birra. Ya estaba muy cansado, solo quería irme a casa. El fin de semana me fui a un par de jodas que me dejaron hecho mierda. Lo único que quería era llegar a casa, comer algo, tomar una redbull y, lamentablemente, sentarme a leer y escribir por horas los nuevos resúmenes para la facultad. Hice todas las cuentas y cerré la caja, me agarré el sueldo porque ya era principio de mes, empecé a bajar la reja, comencé a encastrar todo y cerré los candados. Me voy a la mierda.
Comencé a caminar hasta la parada del colectivo, por suerte el 115 que pasaba por Lavalle venía a cada rato así que no la iba a sufrir tanto. Igual, a esta hora está todo oscuro ya. Pasé por un chino, tenía que hacer las compras. Agarré los fideos, la manteca y el queso rallado más barato y tres redbull. Aunque había repasado un poco me había atrasado con la lectura, los trabajos y ya se me había hecho un quilombo. No sé para qué carajo me metí en la carrera de programación si ni siquiera me gusta, todo sea por la plata no? Pasé por la caja, la asiática con más cara de orto que te podés imaginar estaba ahí, un poco más y me putea por mirarla, qué sé yo. Era siempre así. Igual que la entiendo; no debe haber nada más horrible que trabajar en atención al público en un país en decadencia que es habitada por cada espécimen y por un sueldo menor que el más mínimo, yo los mataría a todos.
Después de que la señora se peleara como tres veces con el tipo que reponía la mercadería en un idioma que yo creo era chino, me cobró y metí las cosas en la mochila. Le tuve que mostrar que no me robé nada como cinco veces, qué hinchapelotas. Comencé a caminar hasta llegar a la parada, los negocios cerrados siempre le daban más pinta turbia al lugar junto con las bellas vistas de los tipos tomando y las señoras conchetas que paseaban al perrito más gritón que te puedas imaginar.
Llegué, esperé el colectivo como 15 minutos, no llegaba más esta mierda. Menos mal que no llovía porque arrancaba a las puteadas. El chófer no quería ni parar, qué hijo de puta. Subí como pude y le dije:
Hasta Moreno puede ser?
Pasé la sube, "como aumentó el boleto loco" pensé, y medio chillando me senté. Me enganché el celular en el bolsillo y abrí una redbull porque si me quedaba dormido terminaba en la zona más recóndita de la provincia de Buenos Aires, bajarme en Lomas Del Mirador no era conveniente y menos porque llegaba como a las 11 de la noche, esperar el bondi por ahí era demasiado... digamos que ni dos facas, un arma y tres patovas me salvarían de ser robado por un ñeri. Por eso necesitaba energía artificial aunque sea para resistir hasta llegar.
Creo que la lata desapareció, la tomé mucho rápido. Le estaba intentando seguirle el ritmo a la música que estaba escuchando; siempre es reconfortante ponerte SystemOf A Down al palo e ignorar que el bondi empezó a parar en cada puta parada existente.
Me empezó a doler un poco la espalda y me acomodé mejor, me quedaba un toque más en el bondi. El dolor comenzó a ser más... fuerte? supongo que de trabajar encorvado y cargar mercadería de acá para allá. Se me empezó a nublar un poco la vista, la puta madre. Pasando ya por Miserere sentí un ardor y un dolor insoportable, como si mi piel se abriera. Respiré un poco para no gritar, seguro era un exagerado. No aguanté más y me bajé en frente de la estación de servicio, caminé como pude y el colectivo siguió andando. Hice un par de pasos hasta llegar a la vereda, cerré los ojos un poco y dí un paso en falso, sentí la caída pero al abrir los ojos ví que estaba cómo... levitando? Sentí una brisa tras mi espalda, traté de girar pero ví algo como tipo peludo moviéndose, no había consumido tantas drogas como para estar en esta situación. O sí? No, no, estaba sobrio. Pero esa cosa no dejaba tocar el suelo, cada vez parecía como aletear y levantar todo mi cuerpo. Miré mejor; unas alas me habían crecido. Era como una propaganda pero en la vida real. Creo que tardé unos metros de altura para darme cuenta que esto me estaba pasando, comencé a desesperarme y empezar a moverme.
¡AYUDAAAAA! - intenté gritar y gritar, la gente de abajo me veía con temor, tenía más miedo con cada segundo que pasaba.
Vi gente grabando, otra gritando, otra intentando ayudar. Llamaron a la policía, ya llegué tan alto al igual que los cables de la luz. Estaba más asustado, no entendía nada y sentía que moría. Escuché sirenas, muchas sirenas. Me rodearon varios policías, sus armas iluminaban mi pecho. Me veían cómo una amenaza? Si yo soy el que sufre... un enojo interior comenzó a surgir pero no pude hacer nada, intenté agarrarme de algo para no seguir subiendo pero... escuché un tiro. Y otro. Y otro. Todos venían a mi dirección, escuché los gritos de hombres y mujeres; mi vista moría cada vez más pero todo detonaba una cosa: terror.
Todavía no sacaron la bebida de mierda esa? Dispará dale.
No, señor. - respondió otro policía.-
Sentí una corriente por mis dedos, entre que me estaba desangrando y me dió corriente, resistí unos minutos más pero... caí. No veía nada.
"Escuché unos pasos y a alguien hablando; tenía la voz bastante aguda.
"¿Redbull te dio alas y tanto te asustás? ¡Dios mío!"
No sentía mis cuerdas vocales, así que no podía responder. Sentí mi culo chocar con algo, como si me hubiera sentado. Poco a poco, volví a recuperar la vista. Pero esto no era la horrible calle de la Avenida Jujuy, sino algo mucho más extraño: una habitación con muchas piletas de agua roja.
"Perdón, pero te tenemos que dejar acá. Nadie te puede ver. Eres un error y no deberías estar en esta situación", dijo una voz que provenía de unas alas con un ojo en la pared izquierda. "¿Por qué no? Solo quiero volver a casa" quise responder, pero mis cuerdas vocales seguían sin funcionar. El agua comenzó a bajar, como si estuvieran limpiando. Comencé a pestañear intentando recuperar la vista. Me di cuenta de que estaba completamente mojado, al menos lo sentía así. Intenté buscar una salida, descendí y volví a bajar, buscando desesperadamente una salida, pero parecía no encontrarla. Estaba cada vez más abajo, más abajo y más abajo. Probablemente si desciendo más la encuentro.
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enjoythelife98 · 1 year ago
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Leer es RESISTIR - Mario Mendoza
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suikyounamegami · 1 year ago
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Slow Damage: Clean dishes | Prólogo④ - Capítulo 2 (Español)
——Las almas humanas, desde el momento en que nacen, ya están teñidas de impurezas.
——La muerte es algo dulce y sublime.
——El alma se puede purificar por primera vez al morir.
——En otras palabras, la muerte es salvación.
——Por tanto, no hay que temer a la muerte.
——El conjuro que salva el alma…
Allí, es donde dejé de leer…
El poema de muerte que a Shiro, que quiere morir, le gustaría mucho me marea.
Siempre me pregunto si hay gente que lee estas cosas en serio.
Las nuevas religiones sospechosas que inundan las calles, a menudo colocan estas frases de propaganda.
En resumen, quiere decir que tiene un cierto efecto.
Y para Shiro, que siempre está pensando en morir, este tipo de palabras se le clavan fácilmente.
Cosas como esa han pasado varias veces hasta ahora. Y cada vez, lo detuve.
En el caso de Shiro, más que creer en la historia, la expectativa y el deseo de muerte que originalmente tiene se fortalecen.
Al igual que no poder resistir una terrible somnolencia, Shiro, poseído por el deseo de muerte, no puede pensar en nada más.
En esos momentos, siempre le digo: "Si quieres que te mate, no mueras sin permiso". Shiro quiere ser asesinado por mí.
Como no puede renunciar a su deseo de muerte, si va a morir de todos modos, quiere que yo lo mate.
Así que, mientras no mate a Shiro… mientras Shiro no muera accidentalmente a causa de algo.
Shiro no va a morir, y tampoco voy a dejarlo morir.
Tomé suavemente el teléfono de la mano de Shiro y miré la situación.
Shiro no protestó ni gritó. Permaneció quieto con la cabeza gacha.
Baku: “Shiro…”
Aunque lo llame, no hay reacción.
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sweet-excallibur · 2 years ago
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¿Sabes? A veces solo quiero algo simple, algo sencillo, algo que me llene de calidez, que me haga querer saltar y no preocuparme por el aterrizaje.
Quizá… leer tanto sobre amor, me hace sentir ganas de enamorarme, pero ¿cómo tener ganas? sí, cada que lo hago algo sale mal y me llevó la peor parte.
No tengo idea de lo que siento y cada que te acercas… quiero ir tras de ti. ¡Carajo! Eres dulce y yo no puedo resistir la tentación de querer probarte.
Tal vez, si tengo idea de lo que siento, pero me da miedo aceptarlo y no quiero caer de rodillas, saber que me sometes sin tocarme, si intentarlo… es el tipo de cosas que me hacen querer saltar por la ventana y huir de tu peculiar encanto.
Me alejas y luego corres a abrazarme ¿a qué estas jugando? Es claro que no voy a ganar y que indiscutiblemente me llevas mucha ventaja. Eres astuto y sabes como envolverme, tienes la táctica y tu estrategia es precisa. Ya no estoy segura querer seguir luchando contra tu encanto y me estas tentando, me tientas y puedo ver el abismo en tus ojos, y tus intenciones son casi tan claras como mis emociones.
Podría jurar que tus labios conjuran algún hechizo mientras me besas, pero de lo único que soy consiente, es que te quiero aquí y ahora. No quiero perderte y sé que si te tengo me perderé, pero ¿es un precio que estoy dispuesta a pagar? ahora no me importa y mañana me arrepentiré de esto, pero que puedo perder, si ya he perdido todo.
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