Tumgik
#la vida es triste y nunca nada bueno ocurre¿
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11 de septiembre de 2024
hoy estuve pensando que tal vez tengo distimia, es un tipo de depresión crónica, en muchas ocasiones puede afectar por completo el día a día, haga lo que haga siento que no merezco nada, que no merezco lo bueno que me pasa, que por más que en mi día no haya ocurrido nada terrible, mi mente sigue desanimada, la gente me considera alguien melancólica y triste constantemente, busco estar bien y feliz pero, hay algo mal en mi, algo que evita que lo esté y que nunca pueda estar conforme con nada, y cada que ocurre algo pienso enseguida en acabar con mi vida, estoy consciente que necesito ayuda, pero siento que nadie puede brindármela honestamente hoy en día.
me gustaría no sentirme así, pero siento que nadie va a entenderme y solo van a subestimarme.
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copycat-killer13 · 8 months
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teniendo días pensándolo, hoy [creo] se concretó...
02/02/2024 [no. 8]
Creo que ha estas fechas ya debería tener más de ocho jajaja, pero it's ok, creo que retomarlo siempre es un gran avance.
Y también es simbólico pensar en el cómo se retoma: no estoy pasando un buen momento, por muchas razones que ya he plasmado acá pero que seguiré plasmando. Primeramente aquello que no se puede decir y que en este momento daré nombre... (estoy pensando pero no se me ocurre jajaja)... le diré Fukai Kan (malestar en japonés... sí, lo acabo de traducir en google); este tema me tiene sumamente preocupado, y creo es la fuente de mi neurosis al día de hoy, porque realmente lo demás es pasajero. Es un miedo hacia el rechazo, uhm sí, miedo al rechazo. ¿Miedo también al repudio? Creo que también. Aunque creo que lo principal es miedo a la pérdida de la credibilidad en mi trabajo, o a no poder ejercer nunca, que también suena muy radical, termina siendo la angustia e incertidumbre, que me posiciona en un lugar muy vulnerable y melancólico. No soy una mala persona, no tengo malas intenciones, soy solo alguien muy perdido en la vida que no genuinamente no sabe qué hacer en este momento. Tal vez no sea así siempre, pero probablemente si durante algún tiempo.
Me aqueja mucho el no poder tener el sueldo o, dinero que me gustaría tener, y esto se desprende del tema anterior. Estoy perdido en este momento, y no encuentro refugio alguno.
Mi novia también está perdida, y siento coraje porque genuinamente creo que se quedará así por mucho tiempo. Solo está ahí existiendo y eso me molesta mucho. Tenemos un viaje pendiente y nada, no hay nada, no tenemos dinero.
Tengo un deseo y adicción incesante por ir a conciertos y festivales, y no puedo porque no tengo dinero jaja. Genuinamente es algo triste. A veces quisiera que ni me gustaran para no transitar por esto.
...
Creo que es tiempo de dejar de quejarme.
[...] Probablemente este escrito lleve dos horas haciéndose, me he levantado para organizar, creo que se me da bastante bien esto de organizar, pero pues ajá. Ya me puse a escribir estas próximas tareas y mi ritual de la mañana y de la noche. Creo que próximamente estaré mejor, sí, tengo mucha esperanza (bueno, no tanta, pero a ver qué sale).
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multishipper-baby · 4 years
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siento que el oumasai (de los que reblogeaste el fanart) sería una ship que te gustaría (? uno (kokichi) es el Problemático:tm: antagonista y el protagonista (shuichi) es un chico re soft y sensible. aun así, kokichi tiene sentimientos por shuichi, y es el único por el cual demuestra esta clase de cosas. no sé, a mí me gusta mucho, ah (sorrypenséquehablardeshipsteharíasentirmejorsiesqueseguísmal)
Hmmmm un problemático con sentimientos por alguien soft? Sounds nice 👀 Habra que ver como interactúan juntos si me termino viendo un gameplay (aunque el juego es de como... 30 horas so lol).
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eldiariodelarry · 3 years
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Clases de Seducción, parte 34: Servicio (Final de Temporada)
Parte 1, Parte 2, Parte 3, Parte 4, Parte 5, Parte 6, Parte 7, Parte 8, Parte 9, Parte 10, Parte 11, Parte 12, Parte 13, Parte 14, Parte 15, Parte 16, Parte 17, Parte 18, Parte 19, Parte 20, Parte 21, Parte 22, Parte 23, Parte 24, Parte 25, Parte 26; Parte 27, Parte 28, Parte 29, Parte 30, Parte 31, Parte 32, Parte 33.
Rubén estaba sentado en el sillón del living de la casa de Daniela, con una lata de cerveza en la mano, sin conversar con nadie. Observaba a Sebastian conversando con la anfitriona y con Macarena, animadamente, y riéndose a carcajadas entremedio.
Había mucha gente en la fiesta, más de las que incluso pensaba que su amigo era capaz de invitar a su despedida.
Miró a su alrededor y no vio muchas caras familiares. De hecho, no logró siquiera identificar bien los rostros de la gente a su alrededor, y luego bajó la mirada a su lata de cerveza. “Quizás le pusieron algo”, pensó.
Levantó la vista, intentando analizar si se sentía extraño, mas allá de su inapacidad de identificar al resto de los presentes, pero justo su mirada se cruzó con la de Sebastian, quien se rió junto a Daniela y Macarena, como si estuvieran hablando justo de él.
Rubén bajó la mirada, avergonzado, intentando hacerse el tonto, como si no fuera precisamente su mejor amigo con quien había cruzado miradas. Bebió de un sorbo lo que quedaba de cerveza y luego sacudió la lata haciendo sonar el resto justo cuando Sebastian se paró frente a él.
—¿Por qué tan solo? —le preguntó su amigo.
—Solo estaba… —alcanzó a responder Rubén, pero ni siquiera él estaba seguro de qué estaba haciendo en ese momento—. Invitaste a harta gente —cambió hábilmente de tema.
—Si, me sorprende que todos hayan querido venir —admitió Sebastian—, pero la verdad sólo me importaba que viniera una persona —agregó con una sonrisa amplia, sin malicia.
Rubén se sonrojó por las palabras de su amigo, sabiendo que se refería a él.
—Ven, te quiero mostrar algo —le dijo Sebastian, extendiéndole la mano.
Rubén le dio la mano a su amigo, quien luego acomodó sus dedos para que quedaran entrelazados. Se puso de pie y siguió a Sebastian que lo iba guiando.
Se dio cuenta, que al ir caminando tomados de la mano, Rubén sentía una energía fluyendo desde su cuerpo hacia el de Sebastian, como si estuviese físicamente transmitiéndole toda su seguridad y confianza respecto a su identidad.
Sebastian lo llevó al baño y cerró la puerta detrás de sí. Se acercó a Rubén lentamente, con una sonrisa tímida y nerviosa en el rostro.
El corazón de Rubén latía con velocidad, y estaba seguro de que lo podía escuchar, hasta que sintió que una gota cayó la punta de su nariz. En ese instante dejó de sentir sus propios latidos.
Levantó la vista y no vio nada en el cielo del baño que le pareciera raro, pero aún así sintió otra gota caer en su frente. Miró a Sebastian, quien tenía la polera roja con varias marcas de gotas, pero él lo seguía mirando como si nada.
Estaba comenzando a llover en el baño y para su amigo eso no parecía preocuparle.
—Creo que deberíamos hablar con Daniela sobre esto —comentó Rubén, preocupado por el estado de las cañerías de la casa de su amiga.
—¿Hablar sobre qué? —Sebastian preguntó soltando una risita confundida. Estaba empapado, al igual que Rubén, pero todo eso le parecía normal.
Las gotas de agua caían tibias sobre la piel de Rubén, como si en realidad estuviera bajo la ducha, más que bajo una lluvia al aire libre. Aún así, podía escuchar la lluvia como si estuviera en un bosque tropical.
—¿Te acuerdas la última vez que estuvimos aquí? —le preguntó de repente Sebastian, acercándose nuevamente a él y entrelazando sus dedos con los de él.
Rubén lo escuchó muy claro, a pesar del fuerte sonido de la lluvia, y luego asintió.
—Esta es nuestra última oportunidad de terminar lo que empezamos ese día —continuó Sebastian.
Rubén estaba petrificado. Simplemente se limitó a ver cómo su amigo se acercaba lentamente a su rostro, y luego cerró los ojos cuando estaba a solo un par de centímetros de distancia.
Se sobresaltó cuando escuchó la puerta abrirse de golpe, y al abrir los ojos vio con sorpresa que Felipe lo miraba serio desde el umbral.
—Felipe… —murmuró Rubén, al momento que su pololo ingresó al baño y de brazos cruzados apoyó la espalda contra la pared.
Un fuerte trueno retumbó en el baño, seguido de su correspondiente relámpago, hizo que Rubén se sobresaltara, y se dio cuenta que su corazón nuevamente comenzaba a acelerarse, al tiempo que notó que ahora la lluvia era muy fría.
En ese momento, vio como cuatro soldados con traje de camuflaje café ingresaron al baño e intentaron llevarse a Sebastian.
Su amigo pataleó y gritó, intentando aferrarse a él. Rubén por su parte lo sujetó con todas sus fuerzas a medida que los relámpagos lo encandilaban por momentos, y el ruido de la lluvia sumado a los truenos hacían imposible escuchar a su amigo.
Dos de los soldados se dedicaron a tomar a Rubén para separarlo de Sebastian, y finalmente lo lograron, tirándolo al suelo boca abajo y doblándole los brazos para que los cruzara por su espalda, incapaz de moverse.
Lo último que vio Rubén de su amigo fue su mirada de terror cuando lo arrastraron fuera del baño, justo cuando uno de los soldados que lo llevaba desenfundaba su arma.
Rubén seguía en el suelo lleno de barro, detenido por los dos soldados que seguían encima suyo. Temblaba de miedo y de frío hasta que escuchó dos fuertes disparos que hicieron que todo se fuera a negro.
En ese momento, Rubén despertó.
El pecho le dolía y sentía que le faltaba el aire. Miró el reloj despertador del velador y se molestó al darse cuenta de que eran apenas las seis de la mañana con veintidós minutos.
Se sentó en la cama y se dio cuenta que estaba todo sudado, con la polera del pijama pegada al pecho, y el corazón aún le latía con fuerza por las emociones del sueño.
Fue a ducharse con el sonido del disparo aún dándole vueltas en la mente. Nunca había pensado en eso, en el peligro que podía significar que Sebastian hiciera el servicio militar. “Estará rodeado de armas, y de compañeros idiotas que creen que irán a la guerra”, pensó, y con eso se quedó: temía que su amigo perdiera la vida por un capricho de su padre.
Además, sentía algo de culpa por la presencia de Felipe en el sueño. Sentía extrañamente como si lo hubiese estado engañando, aunque tampoco podía dejar de pensar que en el sueño era su culpa que llegaran los soldados a llevarse a Sebastian.
—¿Y tu?, ¿tan temprano despierto? —le preguntó su padre cuando Rubén salió del baño—, pensé que hoy no tenías clases en la mañana.
—No tengo —respondió Rubén, aún aturdido por el sueño, a pesar de estar saliendo de la ducha—, tengo clases en la tarde nomas hoy, pero ahora en la mañana tengo que ir al cine.
—Ah —exclamó su padre, visiblemente confundido por lo temprano que se había levantado Rubén—. ¿Vas a desayunar? —le ofreció a Rubén, con una sonrisa paternal, y Rubén aceptó con la cabeza.
Se vistió con ropa cómoda y salió rápidamente al comedor a desayunar con su padre.
—¿A qué hora entras? —le preguntó su padre mientras comían.
—A las diez —respondió Rubén con la boca llena de cereal y leche—. Me desperté temprano y no pude seguir durmiendo.
—¿Por qué no?, ¿tenías pesadillas acaso? —Jorge se notó preocupado.
Rubén se demoró en responder.
—Soñé que estaba tranquilo con el Seba y llegaban los milicos a llevárselo y le disparaban —respondió finalmente.
—¿Y estás preocupado por su seguridad o por que se tiene que ir? —quiso saber Jorge.
—Ambas —Rubén dio un suspiro, y puso su codo en la mesa para apoyar el rostro contra su mano.
—Hijo, el Seba va a estar bien. No va a ir a la guerra ni nada parecido, solo lo van a entrenar en técnicas de defensa bélica que probablemente nunca aplique.
—Pero ¿y si le disparan por error mientras lo entrenan?
—Dudo que eso pase, imagino que deben tener muy buenos protocolos de seguridad para prevenir que esas cosas pasen.
Rubén se quedó pegado mirando la mesa, pensando en las palabras de su padre.
—¿Estás seguro que eso es lo único que te preocupa, hijo? —insistió su padre.
Rubén recordó por un instante a Felipe, de brazos cruzados y mirándolo serio al encontrarlo con Sebastian.
—No quiero que se vaya —admitió finalmente—. No sé qué voy a hacer sin él —su padre soltó una risita—. ¿Qué?
—Nada, hijo —respondió Jorge—. Ni siquiera por tu hermano estuviste tan triste cuendo se fue a Santiago.
—Eso es porque Darío siempre fue insoportable, papá —Rubén se molestó un poco—. El Seba es mi amigo, mi mejor amigo. El Seba es…
Rubén levantó la vista, y su padre lo miraba atentamente, esperando que terminara su frase. Pero no lo pudo hacer, no logró terminar la frase porque ni siquiera sabía qué quería decir.
—Es Seba es como mi hermano —completó la frase finalmente, después de buscar en su mente las palabras correctas—, el hermano que yo elegí. Amo al Darío, a pesar de todo, pero el Seba es como eso para mí.
—¿Seguro que es como un hermano para ti? —quiso saber Jorge, incisivamente.
—Si po, ¿cómo más lo voy a querer?
—Te pregunto, porque cuando somos jóvenes de repente tenemos sentimientos que no sabemos como interpretar…
—¿Me estás preguntando si me gusta el Seba? —Rubén se molestó con la pregunta de su padre.
—Sí —respondió Jorge, serio.
—¿Cómo se te ocurre?, ¿acaso un gay no puede tener amigos hombres porque si o si se va a enamorar de ellos? —Rubén se indignó por lo que insinuaba su padre—. Para que sepas ese pensamiento es súper homofóbico.
—Rubén, no vengas a tildarme de homofóbico, si sabes que eso no puede estar más alejado de la realidad —Jorge se molestó igualmente—. En ningún momento te dije que por ser un amigo hombre te vas a sentir atraído automáticamente a él —Rubén se sintió estúpido por haberle dicho eso a su padre casi de inmediato, sobretodo sabiendo que en el pasado sí se había sentido atraído por Sebastian—. Solo te preguntaba porque quiero entenderte para así tratar de ayudarte dentro de lo que pueda, pero al parecer tienes todo bastante claro.
Padre e hijo se quedaron en silencio por un par de minutos incómodos mientras comían.
—Perdona por lo que dije —le pidió Rubén a su padre, antes de que se pusiera de pie para levantar la mesa.
Jorge dio un largo suspiro, y luego respondió.
—No te preocupes, hijo. Solo te pido que no vuelvas a insinuar que soy homofóbico.
Rubén asintió con la cabeza y luego Jorge le dio un beso en la frente a modo de cierre del tema.
Cuando su padre se fue al taller, Rubén se sentó en el sillón a ver matinales, donde hablaban sobre las polémicas del reality show con temática apocalíptica que transmitían ese verano, y cuando ya eran las nueve de la mañana, se cambió de ropa, se alistó y salió a tomar la micro para ir a trabajar.
Al llegar al cine, se encontró con Catalina que, al igual que él, le tocaba atender la confitería.
—Estuvo muy lindo —le contó su amiga mientras comía palomitas de maíz, cuando Rubén le preguntó sobre su salida con Marco—. Fuimos a un pub a comer algo, pero no estuvimos mucho rato ahí porque la música estaba muy fuerte y no podíamos conversar, así que caminamos por el parque Croata hasta que llegamos casi al Mall —se rió al terminar la frase, indicándole a Rubén que estaba exagerando—. Estuvimos ahí en la costanera harto rato.
—No pensé que Marco podría llegar a ser tan… romántico —se rió Rubén, sorprendido por la sutileza de su amigo al planificar la cita.
—No fue romántico —lo corrigió Catalina—, pero fue distinto.
—¿Se sobrepasó contigo? —quiso saber Rubén.
—No, jamás —se rió Catalina—. ¿Qué imagen tienes de él?, solo nos besamos esta vez.
—¿Primera vez que se besan?
—Ay, Rube —volvió a reirse—, obvio que no era nuestro primer beso, pero a diferencia de otras veces, lo sentí distinto, como más serio, más comprometido.
—¿Y después del beso no te llevó a otro lado?, ¿ni a su casa?, ¿ni siquiera ahí a los roqueríos? —bromeó Rubén.
—¿Cómo se te ocurre que lo vamos a hacer ahí en los roqueríos? —Catalina estalló en carcajadas y le lanzó un par de palomitas a Rubén a modo de venganza por su broma—. De verdad, no pasó nada ayer, solo besitos. Por eso te digo que estaba raro, distinto; otras veces es como súper eufórico y todo, ahora estaba más tranquilo, más controlado.
—¿Te gusta realmente? —le preguntó Rubén, poniéndose serio.
—Si —respondió ella tras un largo suspiro, casi como si estuviera decepcionada.
Rubén sonrió y se acercó a su amiga a clavarle los dedos en el abdomen para molestarla.
—No sé a quién tengo que proteger de quién en esta situación —le dijo Rubén—, me tinca que voy a tener que cuidar al Marco de ti, para que no lo hagas sufrir.
—Ay cállate —respondió ella, dándole una palmada en la nuca—. No tienes que proteger a nadie porque ambos somos adultos responsables.
—¡No digas eso! —Rubén se tapó las orejas con las manos—. No somos adultos y mucho menos somos responsables.
—Ay es una forma de decir. Si sé que nosotros ni siquiera tenemos dieciocho aún, pero me refiero a que no somos cabros chicos. Al menos yo no sería capaz de hacerle daño al Marco, o a quien sea, a propósito al menos. Y me da la impresión que él es igual.
Si bien Catalina tenía razón, Rubén sentía que por la forma de ser de ambos amigos, si la relación llegaba a su fin en algún momento, Marco podría terminar un poco más afectado que ella (por la madurez y seguridad de Catalina).
Cuando estuvo a punto de iniciar la primera función de la mañana, se acercó a la confitería Álvaro, el corpulento compañero de la universidad que le provocaba un profundo rechazo, acompañado de Camila, la chica de melena rubia muy cercana a Constanza, que estaba pegada a su celular.
—¿Cómo estay perrito?, ¿trabajai aquí? —le preguntó el muchacho con su irritante voz carrasposa.
—No, solo me gusta venir y pararme detrás del mostrador con la polera del cine, pero no le digas a nadie para que no se den cuenta que en realidad no trabajo aquí —respondió con sarcasmo Rubén.
—¿Y a quién le puedo comprar las palomitas? —preguntó el muchacho confundido, interpretando literalmente las palabras de Rubén.
—A mi. Estaba bromeando —aclaró, poniendose serio.
—Ah —Álvaro sonrió aliviado—, disculpa perrito, es que ando medio lento hoy.
—Veo que no eres lento siempre —comentó sarcásticamente Rubén, mirando a Camila que seguía con la vista pegada al celular.
Álvaro se rió con el comentario de Rubén.
—Tu cachay perrito, mi vocación son las minas, la ingeniería en minas —el corpulento muchacho hizo gala de su arrogancia.
—Muy ingenioso —Rubén sonrió falsamente, sin siquiera intentar disimularlo—. ¿Qué vas a comprar?
—Dame las cabritas grandes, una coca zero y un agua mineral con gas.
Rubén preparó el pedido lo más rápido que pudo por su inexperiencia.
—¿No hay descuentos por ser amigo del que atiende? —preguntó sin rodeos Álvaro al saber el precio de la comida.
—Esos descuentos se pueden cobrar solo cuando uno tiene más de seis meses de antigüedad —inventó Rubén, y fingió que le importaba no poder hacerle descuento—, y este es apenas mi segundo día.
—Será en seis meses más entonces —aceptó Álvaro, creyéndose la mentira. Le pagó el precio total de la venta y esperó el vuelto—. Cuídate, perrito.
Rubén se despidió con una sonrisa, genuina esta vez (la despedida fue su momento favorito de toda la conversación).
—¿Quién era? —escuchó Rubén que le preguntó Camila a Álvaro mientras se alejaban caminando.
Rubén se volvió a enfocar en atender a los demás clientes que llegaban a disfrutar la primera función de la mañana.
—Toda una lumbrera tu compañero —comentó Catalina apenas tuvieron un rato para conversar nuevamente.
—¿Ves por qué me desagrada tanto?, aparte estoy sguro que es homofóbico.
—¿Por qué lo dices?, ¿es porque les preguntó a ti y a Marco si eran pololos?
—Si po, estoy seguro que hizo esa pregunta con mala intención.
—Bueno, no podría discutir eso —razonó Catalina—. Bueno si te hace algo, me avisas. Para la próxima lo vetamos del cine.
—¿Podemos hacer eso? —preguntó Rubén sorprendido.
—No sé —la respuesta de Catalina le provocó una carcajada a Rubén.
Al terminar su turno en el cine, Rubén se fue directo a la universidad, sin siquiera alcanzar a almorzar.
Al llegar saludó directamente a Marco, y le preguntó de inmediato sobre su fin de semana.
—Estuvo piola —respondió sucintamente su amigo.
—¿Cómo que piola?, ¿no saliste con la Cata? —Rubén se indignó con la respuesta de Marco.
—Ah si —se sonrojó, como si lo hubieran pillado en una mentira—, ¿cómo supiste?
—Supe porque la Cata es mi mejor amiga y me cuenta todo —respondió Rubén recalcando cada palabra.
—¿Todo, todo? —Marco se sonrojó.
—No, no todo todo —aclaró Rubén—, pero me cuenta las cosas importantes.
—Ah ya —exclamó aliviado Marco—. Estuvo piola —insistió en el término—, tranquilo, bonito.
—¿Lo pasaron bien? —quiso ahondar Rubén.
—Más que bien —Marco se veía realmente entusiasmado a juzgar por Rubén—. Me gusta mucho, Rubencio, no sé qué hacer.
—¿Qué hacer?, no tienes que hacer nada, solo confiar en ti —Rubén supuso que eso era lo que tenía que hacer una persona en la situación de Marco.
—No, Rubencio, me refiero a que nunca me había pasado esto, y no quiero cagarla. De verdad me gusta.
Rubén se lanzó a abrazar a Marco, entusiasmado por conocer su sentir respecto a Catalina.
—Pobre de ti si la haces sufrir —le advirtió.
—Si sé, Rubencio —Marco se puso serio—. Eso me da miedo: cagarla, echarlo a perder.
—La cagas y no te hablo más. Tenlo claro.
—Si sé, Rubencio —aceptó Marco con humildad—, pero igual no me refiero a eso.
Cuando entraron a la sala, se sentaron al lado de Gabriela y Barbara.
—¿Cómo están para la prueba de física del viernes? —les preguntó a los cuatro Tomás, que estaba sentado junto a Lucas en la fila frente a ellos.
—Colgadísima —contestó de inmediato Gabriela—. La física no es lo mío.
—Mejor pregúntanos el jueves —propuso Bárbara, interpretando a la perfección que efectivamente nadie había estudiado durante el fin de semana.
—Yo confío en los conocimientos de mi amigo —comentó Marco, abrazando a Rubén.
—¿Cuáles conocimientos? —Rubén se hio el tonto—, no entiendo nada de las resistencias.
—Chiquillos no se preocupen —les dijo Lucas con su voz suave—, el Tomy va a ir a mi depa a estudiar el jueves; pueden ir ustedes también. Pueden traer sus bebestibles si quieren, para estimular la concentración.
Lucas anteriormente les había contado que vivía solo, en un departamento que habían comprado sus padres con el solo propósito de que le sirviera para vivir mientras estudiaba lejos de su ciudad de procedencia (Copiapó).
—Me gusta tu estilo —Bárbara levantó la mano para que Lucas le diera los cinco—, ahí estaremos, para estudiar, obvio.
Rubén se entusiasmó con la idea de juntarse a estudiar con sus nuevos compañeros. Sentía que así podía lograr desarrollar mejores vínculos con ellos, y además podría entender la materia de física que lo tuvo bastante colgado la última clase.
Cuando terminó la clase, Rubén se fue a su casa rápidamente, ya que el sueño por haberse levantado temprano lo estaba comenzando a invadir.
Se quedó dormido en la micro, así que tuvo que bajarse un par de cuadras más lejos de lo que debería.
Cuando pasó por fuera de la casa de Sebastian, vio que su amigo justo iba saliendo, con una tenida muy casual. Por un impulso natural, se acercó a saludarlo con un fuerte abrazo.
—¿Vienes de la U? —le preguntó Sebastian.
Los ojos de Sebastian expresaban auténtica alegría por verlo, sumado a la amplia sonrisa que mostraba sus dientes perfectos.
Por un segundo, a Rubén se le pasó por la mente la última imagen de su amigo en el sueño, con el terror en la mirada mientras gritaba su nombre.
—Si, vengo de la U —respondió Rubén después de un par de segundos, tras dejarse llevar por los pensamientos en su cabeza—, ¿y tu?, ¿a dónde vas?
—Iba a verte —respondió Sebastian, sonrojándose levemente.
—¿En serio? —Rubén se sorprendió gratamente por la respuesta.
—Si —su amigo se rió tontamente.
—Vamos a la casa entonces.
A Rubén por alguna razón se le quitó de inmediato el sueño que tenía.
—¿Algo específico que quieras hacer? —le preguntó Rubén cuando ya estaban en su casa.
—Su Fifa, puede ser.
Rubén atendiendo la solicitd de su amigo, se fue a su dormitorio a encender la consola.
—Parece que salí justo en buena hora para venir a verte —comentó Sebastian mientras elegía el uniforme de su equipo.
—Si, saliste justo —a Rubén le parecía una bonita coincidencia haberse encontrado a su amigo cuando salía de su casa.
—No quería pasar más rato en mi casa, estaba chato —le contó.
—¿Por qué? —Rubén miró atentamente a Sebastian, que estaba sentado en la silla del escritorio.
—Porque mi viejo se la pasa hablando del servicio y lo maravilloso que es, como si no tuviera suficiente con saber que me tengo que ir esta semana, para que él me lo esté recordando a cada rato.
“Viejo de mierda”, pensó Rubén.
—Y más encima se la pasa peleando con mi vieja. Ahora ella dice que no debería haberme enviado para allá —Sebastian se notaba molesto particularmente con esto último—. Podría haber puesto ese argumento hace meses, antes de que mi viejo me cagara, no ahora.
Sebastian volvió a enfocarse en la pantalla del televisor cuando comenzó la partida.
—Si, debió haberse enfrentado antes a tu viejo —coincidió Rubén—. No entiendo cómo pudo dejar que esto pasara.
Rubén estaba igual de molesto que su amigo.
Sentado desde la cama lo observaba jugar, y realmente no podía creer que dentro de una semana ya no estaría con él. Eso, sumado a las sensaciones extrañas que le dejó el sueño que había tenido en la mañana lo tenía desconcertado.
—Te lo juro, no sé qué mierda tiene en la cabeza, para dejar que me vaya al servicio —continuó Sebastian—. Podría morir allá y ahí va a darse cuenta que la cagó.
—¿Por qué dices eso? —preguntó Rubén sorprendido por el comentario, pensando por un momento que Sebastian había leído su mente y sabía perfectamente lo que había soñado.
—Rube, tu cara —le dijo Sebastian con una sonrisa al voltearse a mirarlo—. Era broma. No me voy a morir.
—¿Cómo sabes? —Rubén seguía tan ensimismado que ignoraba la forma en que hacía esas preguntas.
—¿Cómo sé? —Sebastian soltó una risita nerviosa—, porque espero que no pase —continuó diciendo lentamente, y luego se puso serio—. ¿Crees que me pueda pasar algo?
La mirada de susto de Sebastian sacó a Rubén de su estúpido estado de perplejidad.
—No, ¿cómo se te ocurre? —le dijo finalmente Rubén—, lo único malo que te podría pasarte es que hagas nuevos amigos y te olvides de mi.
—Idiota, eso nunca va a pasar, aunque lo intente —Sebastian se rió nuevamente, dejando de lado el susto reciente.
—Más te vale —lo amenazó Rubén—, mira que cuando vuelvas nos tendremos que contar todo lo que nos pase en estos meses.
Sebastian se puso de pie y se sentó al lado de Rubén en la cama, mirando a la pantalla, y apoyó la cabeza en el hombro de su amigo.
—Te amo, Rube —le dijo casi en un susurro, sin motivo aparente.
El corazón de Rubén se aceleró, a pesar de que sabía desde siempre que era la verdad.
—Yo también te amo —respondió Rubén, inclinando su cabeza para apoyarla sobre la de su amigo.
Jugaron un par de partidas y cerca de las ocho de la noche, Sebastian se despidió de Rubén para irse a su casa.
—No te olvides del viernes, no puedes faltar —le recordó Sebastian—. Te tengo una sorpresa.
Rubén se puso un poco nervioso, recordando el sueño que había tenido.
—¿Qué cosa? —quiso saber.
Rubén se preguntó si era lo mismo que le quería mostrar en el sueño.
—No te voy a decir la sorpresa ahora po —Sebastian se rió, haciendo que Rubén se sintiera estúpido—. Pero en serio, no faltes porfa —insistió.
—Te lo juro por mi mamá que voy a estar ahí —nunca había dicho algo tan en serio.
A Rubén le llamaba la atención que su amigo estuviera tan inseguro de su asistencia.
—¿Al final cuándo te vas exactamente? —le preguntó Rubén.
—El domingo en la mañana —respondió Sebastian—. Tengo que estar a las ocho de la mañana en el regimiento. De ahí se supone que me llevarán a Arica, pero no sé cómo.
—¿Y el sábado qué harás?
—Tengo un almuerzo – cena familiar con mis viejos, mis tios y mis primos, para despedirme.
—Suena divertido —comentó con ironía Rubén.
—Da lo mismo, voy a estar con caña después del viernes —se rió Sebastian—. Va a ser épico ese carrete.
—Con mayor razón no me lo perderé —Rubén se rió y le dio un abrazo a su amigo a modo de despedida.
Volvió a entrar a la casa y le quedó dando vueltas en la mente el entusiasmo de su amigo por el carrete del viernes.
Al parecer Sebastian planeaba que fuera inolvidable, y Rubén no estaba dispuesto a perdérselo.
Al dia siguiente después de clases, Rubén tuvo turno en el cine, y al terminar su jornada, fue a la heladería a buscar a Felipe.
Cuando lo vio con su polera negra y gorro verde, de brazos cruzados frente a la caja registradora no pudo evitar recordar el sueño que había tenido el dia anterior, con su seriedad inalterable.
De todas maneras, cuando vio que se acercaba, Felipe esbozó una leve sonrisa, señal de que se alegraba de verlo.
—Me queda solo una mesa, pero llegaron hace poco rato —le dijo apenas llegó, para informarle que aún le faltaba—. ¿Me esperas?
Rubén respondió simplemente con un beso y se acercó a una mesa para sentarse. Felipe lo imitó.
—Estuve de pie toda la tarde —le contó—. Llegó mucha gente hoy y no tuve ni tiempo de descansar.
Felipe se levantó de la mesa y se fue sin decir nada, dejando a Rubén confundido. Al cabo de unos minutos volvió con una bandeja grande donde cargaba un plato de panqueques con helados.
—Para aliviar un poco el cansancio —le dijo Felipe mientras dejaba el postre y los cubiertos frente a Rubén, y luego se sentó junto a el.
—Gracias —Rubén le dio un beso en los labios en señal de agradecimiento.
Se sentía raro comiendo ahí en el local del centro comercial, pero estando este casi por completo vacío, con la mayoría de las tiendas a su alrededor cerradas.
—¿Cómo estuvo tu día? —le preguntó Rubén a Felipe después que volvió de atender un requerimiento de su mesa pendiente.
—Piola —respondió él sucintamente—. Poca gente para garzonear, pero hartos estudiantes que piden directo en el mesón, así que tuve que ayudar ahí.
—¿Estás nervioso por entrar mañana a clases? —le preguntó Rubén a propósito de los estudiantes.
—No —respondió Felipe, confiado—. Cuarto medio va a ser un mero trámite. De ahí al éxito.
Felipe se rio por su fingida arrogancia.
—Vamos a tener menos tiempo para vernos —pensó Rubén con pena.
—Ni tanto. Por lo general las clases son igual que en la U, temprano en la mañana —le recordó.
—Si, pero hay dias que tengo clases solo en la tarde en la U. Aparte con el trabajo...
—Ya, pero nos las arreglaremos —Felipe le tomó las manos—. Podemos vernos acá, puedes quedarte a dormir en mi casa, o yo contigo —Rubén se sonrojó al imaginarse eso, ya que aparte de la primera vez que tuvieron sexo, hasta el momento no se habían quedado a dormir en la casa del otro—. Lo importante es que seguiremos juntos. Aparte siempre nos quedan los entrenamientos.
—Esos si no pueden faltar —se rio Rubén—. ¿Cuándo será nuestro próximo entrenamiento?
—El viernes yo creo. Mañana y pasado estaré hasta tarde aquí.
—Yo igual estaré full ocupado estos días. No sé si pueda el viernes.
—Por que no? —quiso saber Felipe.
—Porque tengo prueba el viernes y después tengo carrete con el Seba. Su despedida,
—Ah, verdad que se va —recordó Felipe, y Rubén notó su incomodidad—. Bueno si, te queda algo de energía ese día durante la tarde, ya sabes donde encontrarme —agregó con coquetería.
—Lo tendré en cuenta —concluyó Rubén, considerando seriamente ir a su casa ese día, aunque no fuera a entrenar.
Cuando las personas que estaban en la mesa pendiente de Felipe pidieron la cuenta, Rubén justo le dio el último bocado al helado, y se paró a la caja para pagar.
—¿Cuánto es? —le preguntó a Felipe, que pasó a buscar la máquina para pago electrónico.
—La casa invita —respondió su pololo a la rápida, poniendo su mano en la cintura de Rubén y dándole un beso en la mejilla.
Rubén se sonrojó con ese gesto de cariño y le sonrió agradecido.
Esperó a Felipe para que terminara de cerrar el local junto a sus demás compañeros, y luego se fueron tomados de la mano al paradero.
El día jueves después de clases estuvo durante la tarde trabajando en el cine, y se sorprendió al ver nuevamente a Álvaro, esta vez acompañado de Constanza, que lo saludó con una emplia sonrisa y un exagerado gesto de la mano.
—Hola —lo saludó su compañero, algo nervioso, cuando se dio cuenta que era él el que estaba en la boletería—. Dame dos entradas para Soy el Número Cuatro, porfa.
—¿De nuevo? —comentó Rubén, recordando que el día lunes la primera función de la mañana era de la misma película—, ¿tan buena estaba la película?
—¿Cómo? —preguntó Constanza descolocada—, ¿ya la viste?
—No, Cony, nada que ver —Álvaro trato de sonar lo más convincente posible—, no sé qué habla este hueón.
“Es muy barza”, pensó Rubén, y lejos de molestarse, le dio risa la situación. Su compañero engrupiéndose a dos de sus compañeras por separado, quienes además él suponía eran amigas. “Quizás ambas lo saben y no les importa”.
“Bueno, ¿qué tengo que estar metiéndome en cosas que no me importan?”.
—Que disfruten la película —les dijo con su mejor sonrisa al entregarles la entrada.
Después de terminar su jornada en el cine, pasado las ocho de la noche, Rubén se fue al departamento de Lucas para estudiar para la prueba de física del día siguiente. Como iba con su ropa del trabajo, le pidió a Marco que le llevara algo de ropa para cambiarse al día siguiente, ya que todos se quedarían a dormir.
Se demoró en encontrar el edificio exacto, ya que no entendía las direcciones que su compañero le había dicho por teléfono, pero tras deambular por varios minutos en el sector Coviefi, finalmente logró encontrar la dirección.
Cuando llegó ya estaban Bárbara, Gabriela, Marco y obviamente Lucas. Tomás llegaría un poco más tarde porque también tenía trabajo a esa hora.
Rubén tenía muchas ganas de contarle al grupo la situación con Álvaro, pero prefirió aguantarse y guardar silencio, aunque no descartaba contarle a Marco en privado.
—Toma, Rube —le dijo Lucas, dejando una lata de cerveza y un vaso limpio de vidrio sobre dos posavasos en la mesa de centro, frente a donde Rubén se había sentado—. Siéntete como en casa.
—Gracias Lucas —respondió Rubén, sonriéndole con amabilidad—, ¿ya empezaron con el estudio?
—¡Ya empezó el viejo amargao! —le gritó Marco, desatando las risas de los demás.
—Relájate un rato, Rube —Gabriela le dio un golpecito en la rodilla—, estamos esperando al Tomi para empezar a estudiar.
—Aparte que el Lucas dijo que con sus trucos nos va a dejar listos para la prueba en un ratito —intervino Bárbara.
—¿En serio? —preguntó Rubén, dudando seriamente si al llegar Tomás serían capaces de entender algo de física considerando la cantidad de latas de cerveza que veía sobre la mesa.
—Si, Rube —confirmó Lucas—. Es súper fácil, así que no te preocupes. De aquí nadie se va sin quedar como un experto en física cuántica.
—Cálmate Einstein, son solo resistencias —comentó con sarcasmo Bárbara.
—Oye ya, no nos desviemos del tema —dijo Bárbara de repente.
—¡Verdad! —exclamó Bárbara, dejando a Rubén colgado—. Casi te salva la llegada del Rube, pero no te escaparás de la pregunta —se dirigía directamente a Marco.
Rubén no entendía de qué estaban hablando.
—Estábamos diciendo quienes nos parecen atractivos del curso —lo contextualizó Gabriela, como si hubiese leído su mente.
—¿Cómo no vas a encontrar bonita a ninguna de las chiquillas? —le preguntó Lucas a Marco.
Rubén miró directamente a su amigo, quien negaba la cabeza, sin mirarlo a él.
—Solo tengo ojos para una mujer —respondió finalmente Marco.
—Rube, tú eres su amigo —Bárbara se dirigió a Rubén—, ¿está hablando en serio?
—Más le vale que esté hablando en serio y no lo diga solo porque estoy yo —Marco lo miró y sonrió, divertido por la sutil amenaza.
—No lo dice solo porque estás tu. Es su respuesta desde antes que llegaras —le informó Gabriela.
A Rubén le dio gusto saber que Marco de verdad estaba enfocado en Catalina, y no andaba mirando para el lado.
—¿Y por qué mentiría si estás tu? —preguntó Lucas con curiosidad.
—Porque está empezando a salir con mi mejor amiga, así que tiene claro que si se la caga, lo mato —respondió Rubén.
—Bueno, aunque esté saliendo con tu amiga, igual puede encontrar bonita a alguna de las chicas del curso, ¿o no? —insistió Bárbara.
—Obvio, son todas bellas —respondió Marco rápidamente, con su mejor frase de galán.
—Ay, Marco culiao, ¿por qué eres tan perfecto? —le dijo Gabriela, riéndose.
—Todo un príncipe azul —comentó Bárbara.
—¿Y a ti, Rube?, ¿alguien que te haya llamado la atención? —le preguntó Lucas, cambiando el foco de la conversación.
—El Rube igual está pololeando, así que no puede responder —intervino rápidamente Marco, intentando salvar a su amigo.
—¡Ay ya, pero no sean fomes po! —comentó Bárbara—, si fuera por eso la Gaby tampoco habría nombrado a nadie. Si la cuestión es decir a quién encontraste bonito nomas, no a quién te quieres agarrar.
—Al final fui la única que se la jugó —se rió Gabriela.
—¿A quién encontraste atractivo? —quiso saber Rubén, desviando momentáneamente el centro de atención.
—Al Marco —respondió ella, enmascarando su vergüenza detrás de su risa.
—Qué mal gusto —bromeó Rubén.
—¿Cómo? —Marco fingió indignación—, y yo que te defiendo siempre.
—Oye pero si el Marco es súper guapo, como amiga te lo digo —se justificó ella.
Rubén podía aceptar sus fundamentos. Marco de verdad era guapo.
—¿No vas a responder? —insistió Lucas, sentándose al lado de Rubén esperando su respuesta.
—Voy a ser como el Marco y diré que son todos minos —respondió finalmente Rubén.
—No son todos minos —se rió Lucas.
—¡Buu, fome! —exclamó Bárbara, decepcionada.
A pesar de que estaba pololeando con Felipe, obviamente Rubén podía reconocer la belleza en otros muchachos, sin que esto significara que sentía alguna clase de atracción sexual hacia ellos. Sin embargo, le daba mucha vergüenza decir que encontraba guapo a alguien, quizás por la costumbre de tener que ocultar y reprimir por tanto tiempo hacia dónde se orientaban sus intereses.
—Si, qué fome, Rube —Lucas coincidió con Bárbara.
—¿Y tu? —le preguntó de vuelta Rubén—, ¿encuentras rico a alguno?
—Si, al Tomy —respondió Lucas sin vacilar.
Rubén sospechaba algo, pero ahora lo confirmaba. Ahora tenía la duda si la apreciación de Lucas era correspondida.
Por suerte para Rubén, sus compañeros no insistieron en saber a quién encontraba guapo, así que se pusieron a discutir sobre lo mal que les caía Constanza, conversación que Rubén no lograba entender, ya que a él le parecía bastante simpática (a pesar de su excesiva necesidad de figurar).
Después de harto rato, Tomás llamó al celular de Lucas y le dijo que no iba a ir a estudiar con ellos.
—Dice que su hermana tuvo que ir a cubrir a una compañera en el hospital y necesitaba que alguien cuidara a sus hijos —les contó Lucas, visibemente bajoneado—. Los hijos de ella, no de él —aclaró.
—¿El Tomi tiene hijos? —preguntó Marco, algo colgado con la última frase de Lucas.
—Si, tiene tres —respondió con sarcasmo Lucas.
—De siete, cuatro y dos años —complementó Bárbara al instante la mentira de Lucas.
—¿En serio? —Marco se inclinó muy sorprendido, provocando las risas de todos���. Ah, que son hueones —Marco volvió a apoyar la espalda en el sillón, y le lanzó un cojín a Lucas.
Después de varias horas de solo conversa, escuchar música y bailar, al fin se decidieron a comenzar el estudio, pasada la medianoche.
A esa hora Rubén ya veía borroso y apenas entendía lo que Lucas le explicaba, en parte porque su cerebro ya estaba demasiado empapado de alcohol, y en parte porque Lucas apenas modulaba y su lengua se trababa a cada rato.
—Chiquillos, ¿y si vamos a dormir un rato y nos levantamos temprano a estudiar? —propuso Bárbara, cerca de las tres de la mañana con los ojos muy chiquitos—, ¿Cómo a las cinco?
Todos aceptaron la propuesta sin reparos, y al pararse Rubén notó el mareo típico que le provocaba el alcohol.
Camino al dormitorio de invitados se tropezó con varias latas de cerveza vacias y a medio tomar, y se dio cuenta que sobre la mesita de centro había por lo menos unas 15 latas.
“¿De dónde sacó tanta cerveza el Lucas?”, pensó por un instante, pero no le dio muchas vueltas a esa duda existencial.
Lucas con Bárbara y Gabriela durmieron juntos en la habitación del anfitrión, que tenía convenientemente una cama King size, mientras que Rubén y Marco durmieron juntos en el dormitorio de invitados, en una cama de plaza y media.
—¿Vas a dormir debajo de las sábanas? —le preguntó Marco, apenas modulando.
—Abajo —respondió Rubén de inmediato.
Marco asintió, se sacó las zapatillas y el pantalón, y levantó las sábanas.
—¿Ventana o pasillo? —preguntó Marco. Aún quedaba algo de chispa en él, a pesar del sueño y del alcohol.
—Acuéstate nomás —se rió Rubén sin ganas.
Marco se acostó primero, hacia la pared, y luego Rubén lo imitó, qutándose las zapatillas y el jeans, y se acostó a su lado.
—¿De verdad no encontraste bonita a ninguna de las niñas del curso? —le preguntó Rubén a Marco, antes de que pudiera quedarse dormido.
—De verdad —balbuceó Marco.
—¿En serio? —insistió Rubén, y se recostó de lado para mirar a su amigo.
—En serio, Rubencio —Marco hizo lo mismo que Rubén para quedar frente a frente—. La Cata me tiene así. No sé qué me hizo.
Rubén, a pesar de su estado etílico, pudo ver que Marco decía la verdad.
—¿Y tu, Rubencio? —balbuceó apenas Marco—, ¿de verdad que…? —dio un largo suspiro e inmediatamente después comenzó a roncar.
Rubén resopló, a modo de risa sin energía. Cerró los ojos, y se quedó dormido igual que Marco.
A la mañana siguiente se quedaron todos dormidos. Despertaron pasadas las siete de la mañana, así que se bañaron apurados por turnos, y bajaron a tomar la micro para llegar a la universidad a su primera clase.
A Rubén le dolió la cabeza durante toda la mañana, y no lograba captar nada de lo que Lucas intentaba explicarle en los espacios muertos entre clases.
Sumado a eso, se le había descargado su celular durante la mañana y, a pesar de que rara vez lo usaba para algo más que escuchar música, no le gustaba sentirse como si estuviera descomunicado del mundo exterior. Lamentablemente, ninguno de sus compañeros andaba con un cargador que le sirviera.
—¿A nadie más le duele la cabeza como a mi? —les preguntó Rubén mientras intentaban estudiar después de almuerzo, el único tiempo libre antes de la prueba.
—Eso se llama caña, Rube —le dijo Bárbara riéndose.
—Si, no me digas que nunca lo habías sentido —preguntó Gabriela.
—Si, pero a ustedes los veo súper bien.
—Es porque nos sentimos bien —respondió Lucas—. Debiste haberme dicho antes de salir del depa, pude haberte dado una aspirina o algo.
—No importa, Rubencio —intervino Marco—. Cuando terminemos la prueba nos vamos para la casa y duermes un rato antes de ir donde la Dani.
La oferta le parecía tentadora, pero quería ir a ver a Felipe después de la prueba.
Cuando entraron a la sala, el profesor de física los sentó a todos separados por al menos un metro de distancia para evitar que se copiasen. Les entregó una prueba a cada uno, y apenas volteó la hoja Rubén, se dio cuenta que estaba perdido. No recordaba nada de lo que Lucas había intentado enseñarle. Su cabeza estaba tan saturada con el dolor palpitante que sentía, que no logró concentrarse en todo el día.
Estuvo dos horas sentado en su pupitre, intentando encontrar en cada rincón de su cerebro las fórmulas necesarias para resolver las preguntas, pero no lo logró.
Respondió prácticamente al azar lo que suponía que podía resolver, y cuando el tiempo se terminó, el profesor le quitó la prueba.
No fue capaz ni de mirar al profesor por la vergüenza que sentía. Nunca en su vida había respondido una prueba de esa forma, y salió de la sala de clases con una angustia rara.
—Ni me pregunten —le dijo a Marco y Bárbara que se habían quedado hasta el final, igual que él.
—Estamos igual, suframos juntos —le dijo Marco, y los tres se abrazaron intentando darse ánimos, aunque no lo lograron.
Para poder cambiar un poco de aires y tratar de animarse, decidió efectivamente ir a la casa de Roberto para estar con Felipe.
Mientras iba en la micro, se dio cuenta que de un momento a otro se había nublado, como si el clima estuviera mimetizándose con su estado emocional.
—¿Cómo te fue? —le preguntó Felipe apenas le abrió la puerta.
Rubén notó de inmediato que estaba entrenando, por la evidente humedad de su ropa.
—Pésimo —respondió Rubén desganado, con el cansancio acumulado.
Apoyó la cabeza en el pecho de Felipe, que estaba cubierto por la delgada tela de su musculosa blanca,y dejó que su pololo lo abrazara.
—¿Quieres hablar sobre eso, o te quieres despejar? —le preguntó Felipe dándole unas palmaditas en la espalda.
—Me quiero despejar —respondió sin levantar la cabeza.
Felipe soltó una risita y lo hizo entrar a la casa, para luego salir al patio donde estaba entrenando.
Rubén se sentó en la sillita que estaba al lado de la mesa de terraza, y miró a su pololo mientras se volvía a poner los guantes de box.
—Cuéntame de tu día —le pidió Rubén a Felipe, para poder pensar en algo que no fuera el dolor de cabeza insoportable o la prueba que acababa de rendir.
—No hay nada muy destacable —Felipe buscó en su memoria algo destacable de su día—. Fui al liceo, la profe Ester nos cuidó durante una clase porque no llegó el profe Zamora, y se puso a hablar del Mito de la Caverna. Me acordé de ti porque siempre me decías que era de lo único que hablaba.
A Rubén le causó gracia que Felipe recordara eso, y le subió un poco el ánimo, aunque el dolor de cabeza no paraba.
“No puedo estar así en el carrete del Seba”, pensó Rubén.
—En la tarde como no tengo clases, por ahora al menos, me fui a la pega a ver si salía algo —continuó Felipe, dándose cuenta que Rubén mostraba algo de ánimo—, así que ahí estuve, haciéndome un poco más de plata. Hace un rato llegué y me puse a golpear, ¿Quieres pegarle igual? —le ofreció Felipe, retirándose nuevamente los guantes sin usarlos.
Rubén se puso de pie y tomó los guantes que le ofrecía Felipe. Se los puso, y luego de que su pololo le sostuviera el saco, comenzó a darle sendos golpes de puño.
Se sorprendió de lo rápido que entró en calor solo con propinar unos golpes.
—¿Te sube algo el ánimo? —le preguntó Felipe.
Rubén asintió.
—Algo —admitió—, pero me duele mucho la cabeza.
—¿Por qué?, ¿te acostaste muy tarde estudiando? —Felipe le dio un par de golpes al saco, con los puños desnudos.
—Estudiando —se rió Rubén—. Nos pusimos a tomar cerveza y al final no estudiamos mucho. El Lucas, uno de los chiquillos, trató de explicarme ya tarde, pero mi mente no estaba recibiendo nada de información —ahora que hablaba de eso, a Rubén le causaba gracia, en vez de la sensación de derrota que sentía hace minutos.
—¿Fuiste a dar tu primera prueba en la universidad con caña? —Felipe de rió.
—Así parece —admitió Rubén—. Mi hermano estaría orgulloso de mi.
—Tu hermano no cacha nada. Tienes que tener más cuidado con eso —Felipe se puso serio—, o después vas a estar todo urgido porque te puedes echar algún ramo.
Rubén miró a Felipe a los ojos y notó que lo que quería decirle es que él ya sabía lo que se sentía perder un año, y no era algo agradable.
—¿Por qué no te tomas algo para el dolor? —le preguntó Felipe, cambiando de tema—, porque si sigues así con dolores dudo que disfrutes mucho la despedida del Sebastian.
—¿Algo como qué?
—No sé, una aspirina, o un relajante muscular.
—¿Qué es un relajante muscular? —preguntó porque descartó de inmediato la aspirina por su horrible sabor.
—Son pastillas que te quitan el dolor. Por lo general tomo después de entrenar y después no siento nada.
—¿Y sirve para el dolor de cabeza también? —quiso confirmar Rubén.
—Si po, supongo.
Rubén confió en las palabras de su pololo, aunque sabía que no tenía ningún conocimiento de farmacología como para saber esas cosas.
Felipe entró a la casa y Rubén lo siguió. Subieron al segundo piso y Felipe entró al baño, sacó un pequeño botiquín y buscó en su interior unas pastillas.
—Esas son —le dijo a Rubén entregándole una tira con cuatro pastillas pequeñas y amarillas—. Casi siempre me tomo una después de entrenar.
Felipe sacó una y se la echó a la boca, para luego tomar agua de la llave del lavamanos.
—¿Y cuanto se demora en quitarme el dolor? —preguntó Rubén mientras Felipe seguía agachado tomando agua.
—Como una hora —Felipe se quedó pensando unos segundos después de responder—. Espera. Mejor tómate una aspirina nomas —le quitó los relajantes msuculares de la mano—. Estas te pueden dar sueño. Mucho sueño.
—¿En serio? —Rubén se sintió aliviado por no haberlas tomado aún.
—Si. En mi caso a veces si y a veces no. Cuando me da, duermo de corrido hasta la mañana.
Rubén se tomó una aspirina y luego se dirigieron a la habitación de Felipe.
—Me voy a duchar —le dijo Felipe.
—¿Altiro? —preguntó Rubén, sentándose en la cama, deseando quedarse con su pololo un rato más, ya que sentía que se quedaría dormido si se quedaba al menos cinco minutos solo.
—Pero estoy todo transpirado —Felipe se rió.
—No importa, ven.
A Rubén le gustaba cuando Felipe estaba transpirado después de hacer ejercicios, lo encontraba excitante. Además, la humedad hacía que su piel morena brillara de una forma diferente.
Felipe se sentó al lado de Rubén y ambos se quedaron mirando mutuamente, sin decir nada. Felipe apoyó su mentón en el hombro de Rubén, tiernamente, y luego de un par de segundos comenzó a besarle el cuello, provocándole una sonrisa placentara inmediata.
Felipe nuevamente se puso de pie, tomó la corbata del liceo, que estaba tirada sobre el escritorio, abrió la puerta, y colgó la prenda en la manilla por fuera. Luego volvió a cerrar la puerta y puso el seguro.
Rubén entendió de inmediato que se trataba probablemente de algún código que tenía con Roberto para que no ingresara.
Felipe volvió a sentarse al lado de Rubén, e hizo que se recostara, abrazándolo y besándolo en el cuello.
Rubén se acomodó para quedar frente a frente con Felipe. Lo besó en los labios y luego se acercó a su cuello para sentir su aroma y el sabor salado de su piel.
Ambos muchachos se quitaron mutuamente las poleras que llevaban puestas, y luego Felipe acomodó a Rubén para que quedara de espaldas. Le desabrochó el cinturón, con el clásico sonar de la hebilla, y luego sin perder demasiado tiempo, le quitó las zapatillas y calcetines para dejarlo completamente desnudo.
Rubén se retorcía de placer mientras su pololo le hacía sexo oral, y luego cuando le hizo el amor.
El dolor de cabeza desapareció y dio lugar a puro placer en su interior.
Rubén sentía el aliento de Felipe en su boca mientras trataba de besarlo entre gemidos. Su conexión era tal que ambos acabaron al mismo tiempo, y Felipe se recostó al lado de Rubén, soltando una cansada risita.
Los muchachos se abrazaron, completamente desnudos, vulnerables y cómodos frente al otro. Se besaron nuevamente mientras Rubén pensaba que hasta hace un par de meses nunca habría imaginado sentirse tan cómodo y seguro con otra persona. Con otro chico.
Apoyó su cabeza en el pecho de Felipe y cerró los ojos por un momento.
Cuando los volvió a abrir, estaba mirando a la pared y la habitación estaba en completa oscuridad. Dio un salto al percatarse de lo que había sucedido.
—Conchetumare —murmuró con angustia a medida que comenzaba a temblar.
—¿Qué pasó? —preguntó la voz dormida de Felipe.
Rubén lo ignoró y pasó por encima de su pololo, buscando su pantalón para tomar su celular.
Intentó adaptarse a la oscuridad, sin pensar siquiera en encender la luz, divisó su pantalón a los pies de la cama, junto a su zapatilla derecha.
Buscó en el bolsillo su celular para ver la hora, y al abrir la tapa, se acordó que se le había descargado.
—¿Qué hora es? —le preguntó aún angustiado a Felipe, quien lo miraba aún desorientado desde la cama.
—No sé, deben ser como las diez —respondió Felipe, sin darle demasiada importancia.
Rubén, nervioso vio la silueta de Felipe dibujada contra la luz de la luna que entraba por la ventana, levantarse y buscar su celular en el escritorio.
—Son las tres y media —le dijo con cautela, entregándole el celular a Rubén.
Rubén sintió como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago. Sintió como si no podía respirar y le costó un par de segundos comenzar a moverse para hacer algo. Lo que sea.
Se puso el pantalón, sin su ropa interior y luego tomó las zapatillas dejando tirados sus calcetines.
—¿Qué estás haciendo? —le preguntó Felipe.
—Voy donde el Seba —respondió agitado—, donde la Dani —se corrigió.
—Pero Rubén, mira la hora que es —le dijo Felipe con calma.
—¿Qué tiene?, estoy atrasadísimo —respondió Rubén, perdiendo el punto de la indicación de su pololo.
—¿Y no piensas bañarte siquiera? —no tengo tiempo.
Rubén apenas pudo ponerse la polera porque temblaba muchísimo.
Se sentía pésimo por haberse quedado dormido en el último día que Sebastian celebraría previo a su partida, después de haberle prometido (y jurado por su madre) que estaría ahí.
—Bueno, por último espérame para llamar al Roberto y ver si dejó el jeep acá —le pidió Felipe, y se puso a marcar el celular.
Rubén no esperó y salió del dormitorio con sigilo, para no despertar a la familia de Roberto que dormía a esa hora.
Se dio cuenta que no estaba el jeep en el estacionamiento de la casa, así que tomó las llaves de la mesita de noche para abrir la puerta y la reja, y luego volvió a entrar a dejarlas donde estaban.
—¡Rubén! —le dijo Felipe desde el segundo piso, intentando mantener la voz baja—, espera.
Rubén no le hizo caso y salió dejando la puerta abierta y cerrando con cuidado la reja.
—¡Rubén! —le gritó nuevamente Felipe, esta vez desde la calle, asegurándose que no despertaría a nadie en su casa.
Felipe lo tomó la mano para detenerlo.
—¿Qué haces? —le preguntó a modo de reto.
—Tengo que ir donde el Seba —se justificó, a punto de llorar por los nervios.
—Rubén, no estás pensando con claridad, ¿cómo piensas irte para allá? —cuestionó Felipe.
—No sé, en coleto, o en un taxi —respondió Rubén, como si fuera obvio.
—Ni siquiera tienes tu billetera, la dejaste tirada en mi pieza —le mostró Felipe, algo molesto, entregándosela—. Llamé a Roberto —agregó, más calmado—. Estaba con unos compañeros de la U carreteando, pero se venía altiro. Él nos va a llevar donde la Dani. Ahora ven —Felipe le extendió la mano y Rubén la tomó.
Volvieron a la casa y Rubén pudo respirar con algo de normalidad. Sentía como si hubiera estado aguantando la respiración bajo el agua por los últimos diez minutos.
Se sentaron en el sillón del living de la casa, ambos en silencio, y no pasaron ni siquiera cinco minutos cuando Roberto se estacionó afuera de la casa.
Rubén dio un salto y salió de inmediato.
—Vamos donde la Dani —le dijo a Roberto apenas abrió la puerta del copiloto, sin siquiera saludar, mientras Felipe apenas terminaba de cerrar la reja con suavidad.
—¿Estabas tomando? —le preguntó Felipe a Roberto cuando se sentó en el asiento trasero del jeep.
—¿Cómo se te ocurre? —se rió Roberto—, si sabes como soy.
—Bueno, tenía que asegurarme —respondió Felipe.
Roberto tenía muy claro que no podía beber si tenía que conducir después, y se ceñía a eso al pie de la letra. Ni siquiera un sorbo de cerveza. Nada.
—De repente el entrar a la U puede que haga cambiar tus costumbres —agregó Felipe.
Rubén se fue mirando por la ventana todo el camino, en silencio mientras los casi hermanos conversaban cosas triviales.
Se sentía sucio. No se había bañado antes de salir, y a mitad de camino recordó que no se había puesto desodorante ni perfume. Temía que Sebastian se diera cuenta de eso en el carrete, pero prefería eso antes que perder más tiempo volviendo a la casa de Roberto.
Cuando llegaron a la casa de Daniela, apenas Roberto detuvo el jeep, Rubén se bajó de inmediato y entró por la reja que estaba abierta.
—¡Seba! —gritó Rubén cuando atravesó la puerta de entrada.
Adentro habían unas quince personas que Rubén ni siquiera se dio el tiempo de reconocer, sabiendo que apenas viera a su mejor amigo lo reconocería como si fuera un diamante entre piedras de carbón.
—¡Seba! —gritó más fuerte, dejando que la desesperación se notara en su voz.
—Rube, ¿estás bien? —Liliana se acercó por la derecha de Rubén y le tocó el hombro, sobresaltándolo.
—¿Dónde está el Seba? —le preguntó Rubén, con los ojos humedecidos, ignorando la pregunta de su amiga.
—El Seba se fue, Rube —respondió Daniela, que se acercó a Rubén desde la cocina—, ¿dónde estabas?, ¿te pasó algo?
El corazón de Rubén se detuvo al saber que Sebastian ya no estaba en su propia fiesta.
—¿Para dónde se fue?, ¿cuándo? —quiso saber.
—Se fue como a la una para su casa. Estuvo toda la noche tratando de llamarte, pero no contestabas —le contó Liliana, con cautela, esperando que Rubén no reaccionara de mala manera.
—Al final dijo que no se sentía muy bien, que le dolía la cabeza y todo, pero… —Daniela dio un suspiro después de la última palabra, pero no completó la frase. Simplemente negó con la cabeza.
Rubén se dio la media vuelta cuando sintió que las lágrimas comenzaron a caer por su rostro, y esperó que las chicas no se hubiesen percatado de eso.
—Rube… —le dijeron Daniela y Liliana al mismo tiempo, pero Rubén simplemente salió por la puerta y no volvió a mirar atrás.
Se subió al jeep nuevamente, gracias a que Felipe le había pedido a Roberto que esperaran un rato, y se secó las lágrimas.
—¿Me llevas para mi casa, porfa? —le pidió a Roberto, sin mirarlo, y el muchacho echó a correr el motor sin decir nada.
—¿Seguro no quieres ir con nosotros? —le preguntó Felipe, acariciándole el pecho desde el asiento trasero.
Rubén simplemente negó con la cabeza, tras asegurarse que por lo menos llevaba sus llaves en el bolsillo del pantalón.
Se despidió de Felipe y de Roberto cuando llegaron a su casa y se bajó del jeep.
Entró con sigilo a su casa y se dirigió de inmediato a su dormitorio. Conectó el celular al cargador, que ya estaba enchufado, y como por un impulso mágico, salió de su habitación, cruzó el living y salió por la puerta hacia la calle, sin preocuparse siquiera de dejar bien cerrado.
Caminó hasta la casa de su amigo y llamó su nombre.
—Seba —dijo en un volumen moderado, intentando no hacer ruidos molestos. Miró a través de la reja la ventana que daba a la pieza de su amigo—. Seba —repitió.
Tras esperar un par de minutos, sin respuesta, volvió a su casa decepcionado. Se acostó en su cama, pero no pudo conciliar el sueño con facilidad.
Se despertó cerca de las 11 de la mañana, tras haber dormido solo cuatro horas. Escuchó que su padre sacó el Aska y salió de la casa, y solo entonces se lavantó. No quería hablar con su papá aún. De hecho, no quería hablar con nadie que no fuera Sebastian.
Se dio una ducha rápida, y apenas se vistió fue a la casa de su amigo.
Al llamar a la reja salió la hermana menor de Sebastian.
—¿Está el Seba? —le preguntó, intentando disimular su nerviosismo.
—Si, está durmiendo —le dijo la niña, pero de todas maneras lo dejó entrar, como hacía siempre—. Mis papás fueron al súper, así que mi mamá no te va a poder hacer panqueques como siempre.
—No hay problema, Prisci —dijo Rubén—, no tengo hambre.
Rubén abrió la puerta de la habitación de Sebastian, y vio a su amigo acostado dándole la espalda a la puerta. Al escuchar que Rubén cerró la puerta tras él, se volteó a mirar quién era.
—¿Qué haces aquí? —le preguntó con la voz ronca.
—Te vine a ver —respondió Rubén con un hilo de voz.
Sebastian tenía los ojos hinchados y rojos, y Rubén supuso que era porque estaba recién despertando. Quería creer eso.
Rubén no sabía como comenzar a disculparse. Simplemente se limitó a mirar a su amigo levantarse y ponerse un short, como si él ni siquiera estuviera ahí.
—Perdona Seba… —comenzó a decir Rubén, pero se paralizó cuando su amigo finalmente lo miró a los ojos completamente serio, como nunca lo había hecho.
—¿Por qué vienes? —le preguntó nuevamente, serio, como si no hubiese escuchado a Rubén.
—Porque te quería pedir perdón, quería verte —respondió tartamudeando Rubén por los nervios.
—¿Perdón por qué?, ¿por dejarme botado anoche?, ¿la última noche que iba a poder ser libre? —Felipe tenía rabia en la voz.
—No te dejé botado, no a propósito —respondió Rubén, apenado.
—¿No?, ¿acaso llegaste anoche y no te vi? —preguntó con ironía.
—Te lo puedo explicar —Rubén estaba a punto de llorar.
—No me digas nada, Rubén —la expresión de rabia en el rostro de Sebastian se suavizó, pero mantenía su postura de enojo—. Ya me di cuenta que nunca te importé.
—¿Cómo puedes decir eso? —Rubén soltó una risita nerviosa, por lo ridículo que sonaba eso. Era la persona que más le importaba en el mundo.
—Cuando… cuando fuimos al paseo y el Marcelo nos amenazó, no estabas ni ahí —Sebastian lo dijo casi como buscando en el fondo de su memoria alguna excusa—, dejaste que pasara todo el paseo preocupado por esa hueá y no te importó.
—¿Cómo puedes decir eso? —repitió Rubén. Olvidó la pena que sentía y se molestó por las palabras de su amigo—. Tú no tienes idea de lo que estuve dispuesto a hacer para evitar que Marcelo le dijera a todos —Rubén soltó un par de lágrimas y sintió asco del solo hecho de recordar ese momento afuera de la discoteca en Iquique—. Dejé que ese hueón me sacara la chucha para recuperar la tarjeta de memoria, mientras tu andabas por ahí haciendo nada.
—¿Qué? —Sebastian estaba completamente sorprendido, y Rubén notó que apretó los puños—, ¿cuándo fue eso?
Rubén no respondió. No quería recordar ese episodio, ni tampoco quería hacerse el mártir en esa situación.
—De seguro es mentira, como cuando dijiste que por nada del mundo faltarías anoche. Lo juraste, incluso —le recordó Sebastian, volviendo a su enojo, aunque se veía cada vez más débil.
Rubén estaba seguro que iba a decir “lo juraste por tu madre”, pero se contuvo.
—¡No era mentira! —insistió Rubén, acercándose a su amigo.
Felipe le dio un empujón leve por el pecho para alejarlo.
—No te me acerques —le dijo, intentando mantener su imagen furiosa, pero Rubén estaba seguro que en sus ojos veía que se estaba esforzando mucho por rechazarlo.
—¿Por qué? —le preguntó.
—Porque no quiero que te me acerques —le dijo Sebastian, ya casi sin esforzarse en mantener su postura enojada—, porque me das asco.
—¿Cómo te voy a dar asco? —Rubén se acercó nuevamente—, ¿acaso te vas a hacer el homofóbico ahora?
Rubén sabía que era mentira, así que no le dio mucha importancia a ese comentario.
—Me das asco —insistió Sebastian, dándole otro empujón, esta vez más suave—, tu y tu pololo de mierda ese.
—No metas a Felipe acá —le pidió Rubén—, esto es entre nosotros.
—De seguro fue ese culiao que te convenció de no ir anoche —Sebastian tomó un nuevo impulso de rabia al hablar sobre Felipe.
—Él no tuvo nada que ver, si me dejas explicarte…
—¿Explicar qué? —gritó Sebastian—, ¿Qué preferiste estar con ese hueon antes que conmigo?, ¿o que andabas con tus amigos de la universidad, que no te van a amarrar a un imbécil sin futuro como yo?
—Sebastian, no prefiero estar con nadie antes que contigo —dijo Rubén, con un hilo de voz, cansado de intentar imponerse a su amigo—. Eres el único que me importa…
—Deja de mentir, ¿ya? —dijo Sebastian bajando la voz, la cual temblaba, pero Rubén no pudo ver bien su expresión porque tenía la vista borrosa por las lágrimas—. Ya sé que no te importo.
Rubén se tapó la cara con las manos y soltó el llanto.
Se sintió estúpido y humillado, por estar ahí de pie, en la pieza de Sebastian, quien insistía en que no quería verlo.
—¿Me vas a dejar explicarte lo que pasó? —le preguntó Rubén cuando pensó que el llanto ya no se interpondría en su capacidad de expresarse.
—No me interesa —dijo Sebastian con dificultad. Tenía los ojos llorosos, y en su mirada Rubén pudo ver que sentía precisamente lo contrario.
—¿Estás seguro? —insistió Rubén, dándole otra oportunidad.
Después de varios segundos, en que Rubén imaginó que el corazón y el cerebro de Sebastian tenían un debate interno, su amigo simplemente asintió.
Rubén se dio media vuelta y caminó despacio hasta la puerta del dormitorio de su amigo, esparando que Sebastian en cualquier momento lo abrazara de improviso. Nunca pasó.
Antes de abrir la puerta, Rubén se volteó y vio que su amigo le daba la espalda, como mirando por la ventana.
—Te amo —le dijo Rubén lo más claro que pudo, para que el llanto no obstruyera el mensaje.
Esperó unos segundos alguna respuesta de su amigo, quién tras un largo suspiro, se aclaró la garganta y dijo:
—Yo no.
Rubén sintió un dolor en el pecho tras la breve respuesta de su Sebastian.
Salió de su habitación con la mirada gacha, y tan rápido como pudo se fue de la casa sin responderle a Priscilla, que se despidió de él desde el sillón.
Llegó a su casa y se volvió a acostar en la cama, donde dio rienda suelta a su llanto, liberando toda la angustia que le había provocado toda la situación desde quedarse dormido la noche anterior hasta ahora. Se quedó dormido llorando, y despertó nuevamente a la hora de almuerzo, cuando lo despertó su padre.
Se levantó a almorzar y ocupó todas sus fuerzas para disimular su estado emocional.
—¿Cómo estuvo la despedida del Seba anoche? —le preguntó su padre, intentando iniciar una conversación.
—Buena, tranquila —mintió Rubén, sin dar detalles.
A pesar de toda la confianza que tenía con su padre, no quería que supiera que estaba destruido en ese momento.
Sabía que no lo había convencido, pero de todas formas su padre no dijo nada.
Durante la tarde Rubén se volvió a acostar en su cama, y le dio muchas vueltas en su cabeza a la reacción de Sebastian. No entendía por qué había dicho esas cosas tan hirientes, pero estaba seguro que no las sentía realmente.
Finalmente decidió ir a su casa tarde en la noche, para ver si había vuelto de su despedida familiar, y así poder hablar con él.
Pasada las diez de la noche fue caminando hacia la casa de Sebastian, gritó su nombre y salió la mamá de su amigo.
—Hola, mijo, ¿cómo está? —lo saludó la señora, con falsa amabilidad.
—¿Está el Seba? —preguntó de inmediato Rubén, ansioso.
Tenía las manos en los bolsillos y se dio cuenta que estaba temblando por la ansiedad. Apretó los puños para calmarse y liberar tensión.
—Sí está —respondió la señora—, pero está durmiendo ahora. Tiene que dormir bien porque mañana se va temprano al regimiento —agregó ella con orgullo.
—¿Y por qué está prendida la luz de su pieza? —Rubén señaló a la ventana de Sebastian, que estaba iluminada.
—Se le debe haber quedado prendida —supuso la mujer.
—¿Puede ir a ver si está despierto y decirle que quiero verlo? —le pidió Rubén, con la voz entrecortada, ya perdiendo su compostura y dejando que sus emociones salieran a la luz.
—Justo lo había ido a ver cuando golpeaste, y si, estaba durmiendo —la mamá de sebastian mantenía una sonrisa amable, pero Rubén sabía que mentía—. Es tarde también para que estés en la calle a estas horas —le dijo.
La señora se despidió y volvió a entrar a la casa, dejando a Rubén en la calle, solo.
El corazón le latía a mil por hora. Estaba convencido que podría ver a su amigo por última vez y podrían hablar, cara a cara. Comenzó a caminar hacia su casa, pero por un impulso se devolvió el par de pasos que había avanzado, como para volver a insistir en verlo, pero simplemente estaba sin palabras.
Ya no sabía qué más hacer. Se quedó mirando la ventana de Sebastian por unos segundos, hasta que la luz se apagó.
Se devolvió a su casa con un nudo en la garganta, y con toda su esperanza puesta en la última oportunidad que tenía de verlo.
A la mañana siguiente se levantó al escuchar el despertador a las siete de la mañana. Suposo que eso era lo más temprano que una persona racional podría salir de su casa si tenía que estar a las ocho en otro lugar.
Se dirigió a la casa de Sebastian de inmediato, sin siquiera lavarse la cara o cambiarse el pijama. Así tal cual estaba.
Esperó varios minutos para ver algo de movimiento. El primero que salió fue el padre de Sebastian, quien llevaba una maleta en la mano, la metió en el maletero del vehículo familiar, abrió el portón que había arreglado hace pocos días, y sacó el vehículo del estacionamiento.
Al rato salió Sebastian, vistiendo unos jeans y una polera roja, junto a su madre.
Su amigo, instintivamente miró en dirección hacia donde estaba Rubén, como si supiera que estaba ahí. La tristeza en su mirada era evidente, y Rubén estaba seguro que tenía los ojos llorosos.
No le dijo nada. No movió los labios ni le sonrió. Se mantuvo lo más frío que pudo, a pesar de que su mirada lo delataba.
Rubén lo observó petrificado. No podía creer que su amigo se estaba yendo, e insistía en actuar así, sin demostrar su afecto.
Sintió rabia y pena por la actitud de Sebastian y por toda la situación. Su mejor amigo de toda la vida se estaba marchando, y no estaba haciendo nada para darle un último abrazo, para compartir una ultima risa, para decirse todo lo que sentían por última vez.
Antes de subirse al auto, Sebastian lo miró una vez mas, y Rubén esperaba que corriera a despedirse de él, pero no lo hizo. Se subió al vehículo, y casi de inmediato su padre lo transportó lejos de la vista de Rubén.
Después de varios segundos que el auto del papá de Sebastian había desaparecido de su vista, Rubén se dio media vuelta y volvió a caminar hacia su casa, aún sin poder creer que su amigo ya se había ido.
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ana-1984 · 2 years
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FRUSTRADA, PERO, NUNCA DERROTADA
Estoy aquí frustrada, queriendo abrir un hoyo en la tierra y enterrarme viva. Cuánto desearía morir ya, ya no aguanto más, soy un fracaso, pero, sin embargo, tengo sueños, tengo ideas que no descarto realizar, pero, en realidad los quiero ver reales, pero, es mi actitud el problema, debo despertar, salir de lo profundo de mi interior y tener las ganas enteras por crear mi propia vida, y volar tan alto como se pueda, seguir siendo la misma en esencia, pero, diferente en actitud. Solo a mí se me ocurre encerrarme en mí misma, sólo yo me frustro en realidad, nadie me obliga, y quién soy yo para dañar mi vida de tal manera, quién soy yo, quisiera alguien me lo dijera, quisiera irme de esta tierra, en mí no existe vida, solo frustración porque yo le doy lugar a estar así, y no puedo salir de aquí de donde me encuentro. Yo solo quiero ser feliz, atenta con la gente, amable sin pretender ser más que nadie, ni sentirme y ser soberbia ante la vida, yo no soy nadie, solo Dios me da vida.
Como quisiera que Dios pasara por mí, y me llevara tan lejos como se pueda, me arrepiento de todo Señor, de todo lo que he hecho, por todo lo que no he hecho y he dejado de hacer, pero, es que ya no soporto la misma vida, quiero cambiar y volar tan alto como se pueda en Cristo Jesús. Yo no tengo palabras de vida eterna, pero, sí quiero lograr la eternidad, me disgusta el estar como estoy, como he sido, no logro superarme a mí misma, quisiera emplear el tiempo en algo bueno, en algo que valga la pena, en algo sincero, en donde yo pueda ser valiente y entregar mi vida directamente al Reino de Dios empezando a construir ese camino desde ya, aquí en la tierra como en el cielo. Hoy voy a dejar la frustración y me voy a enfocar en Dios, es lo único que tengo, y lo quiero, ya no quiero ser yo quien viva, quiero morir para vivir, quiero dejar todo y lanzarme a la felicidad, esa felicidad que todo mundo añora y nadie puede lograr a cabalidad, pero, solo en Dios está, a pesar del sufrimiento y el pecado, a pesar de la frustración y el fracaso, lo único que hay es el Amor de Dios, es lo único claro y seguro que hay en esta vida, y nadie lo quiere ver.
Yo estoy dispuesta a morir por Ti, Señor Jesús, ya no me importa mi vida, ya no quiero nada, es como decir, como hablan algunos de que nací sin suerte, pero, es que la suerte está en mi accionar, en hacer y crear, ser uno mismo y no ser indiferente a lo que pasa en el día a día cada vez que uno se despierta, y luego se levanta, sale a la calle y encuentra todo tipo de tristeza, enfermedad, amargura, llanto, angustia, y tantas otras cosas que nosotros mismos las permitimos, pero, que también son parte de nuestra vida aunque no lo queramos aceptar, es parte del pecado en el cual nosotros mismos caemos y vivimos, no hay que negar esa triste realidad, y es que no podemos escapar de él, qué difícil para el humano vivir, pero en Cristo Jesús, es mucho que peor, pero más pasable cada situación porque se acepta uno como es, y no ve el pecado como un enemigo, sino como una oportunidad para sanar, y emplear la vida al trabajo de reconstruir una nueva oportunidad de volver a empezar.
Mi vida no es mía en realidad, nunca lo ha sido y nunca lo será, quiero tenerlo bien claro y nunca más olvidarlo, me tengo que preparar para esa felicidad, que bueno que encontré este camino distinto, pero, nunca desigual, Dios me lo tenía preparado y ya no voy a desistir más, nunca más, voy a aceptar el camino de Dios sin arrogancia, sin pedantería, y sin hacerme la de rogar. Ya no quiero ser de este mundo, quiero ser del infinito, de ese lugar lleno de luz y de Santa paz, que nada me amargue más la existencia, que nada me entristezca y que busque el consuelo en el Amor Verdadero que es Jesús, ayúdame Señor, a buscarlo y hacerme notar solo para Él, ya nada me importa más que Dios y ya no quiero tambalear nunca más, quiero ser y estoy segura que lo seré, porque es un sueño del cual ando en busca yo. Quiero quitarme de encima tanta nada de la que estoy llena, de tanto vacío insensato, quiero llenarlo de esperanza, fe y bondad, quiero irradiar paz y ser parte de la vida, de este mundo sin ser del mundo sino de Jesús. Quiero ser un ejemplo para muchos, quiero ser disciplinada en Jesús, en la vida nueva que Él me da sin rezongar.
Ya no me queda mucha vida por vivir, tal vez mañana muera y no lo sé, solo sé que debo hacer algo para no morir más, sino dar gracias al Señor porque es bueno porque es eterna su misericordia. Quiero ser como otros que se entregan por amor a Ti sin miedo y con alegría.
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aoniadelatour · 4 years
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La versión de Terry G. Grandchester
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Post hecho por Aonia de la Tour y The Champing:
Aonia:  Muy buenas y bienvenidos al blog y al post de hoy día, un post muy especial. No solo porque se expone un análisis exhaustivo del personaje Terry G. Grandchester, sino porque el co autor de este análisis esta aquí invitado :3
Primera noción de la historia: 
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La autora Keiko Nagaita quizó explicar como ya he mencionado la historia de los tres amores, el efímero que fue Anthony un chico dulce que amaba las rosas, quien había perdido a su madre a edad muy temprana y su padre era marinero así que casi nunca lo veía, pero el muere de forma repentina y trágica. Luego conoce a Terry quien en principio le recuerda a su fallecido amor, y ambos quedan de cierta forma atraídos desde su primer encuentro que era en un barco que se dirigía de Estados Unidos  Inglaterra. Ella lo confunde con Anthony entre la bruma del mar que se metía a la cubierta del barco, pero al acercarse a él se da cuenta de que de hecho es diferente, y de que estaba llorando, decide no importunarlo pero él se da cuenta que está ahí y la llama para saber quién era. Ella le comenta que le había parecido que estaba muy triste, pero el empieza a reírse de ella y molestarla por su nariz respingada y su cara llena de pecas, su siguiente encuentro es en el colegio St. Paul dónde lo encuentra provocando a las autoridades y siendo un rebelde sin causa.
Después de algunos encuentros y desencuentros en común ambos quedan atraídos entre sí, es en una noche dónde Terry entra muy malherido a la habitación de Candy, pues tuvo una pelea callejera y buscaba entrar a su dormitorio, pero se confundió y entró a las habitaciones de mujeres (Candy tiene el mismo número de habitación de el), y al cuarto de Candy, quien lo quiere ayudar pues está en muy mala condición y cansado, en esta oportunidad ella se re encuentra con Albert mientras busca una farmacia para ayudar a Terry. Y cuando vuelve a su habitación el ya no está pues con la curación rápida que le hizo se pudo sentir mejor y fue a su propia habitación. Cosa que molesta a Candy pues es un desconsiderado con ella, piensa, esta próximo el festival de Mayo, dónde Candy podría ser "el hada de la flor" una de las chicas estrella del festival dado que nació en Mayo. Pero se mete en problemas por defender a Patricia O'Brien y queda vetada del festival, en un momento se escapa y va a ver a Albert al zoológico de Londres, dónde lo ve siendo amigo de Terry, cosa que a todos sorprende, sin embargo, Albert los deja un instante y pueden divertirse, molestarse y convivir, es aquí dónde Candy confiesa que no puede ir al festival pero tenía muchas ganas de ir, Terry muestra interés en ir si ella logra escaparse y asiste también (Terry en todos sus años en el St. Paul nunca había asistido al festival, esta sería la primera vez y es por Candy) pero el ambiente se vuelve tenso cuando Candy habla de Anthony, aquí se podría interpretar que Terry solo estaba celoso de que la persona que le gusta no deja de hablar de otro y compararlo con él, o... que realmente era un cretino insensible para molestar de esa forma a alguien que contaba algo sensible xd
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En el festival al no encontrar a Candy piensa para sí mismo que cree que se ha enamorado de ella, y que espera mucho que asista, cosa que ella hace vestida de Romeo primero y luego de Julieta, al momento de cambiarse como Julieta Terry la observa desde un árbol y cuando está completamente vestida sale a reírse de ella, lo cual la molesta pero lo supera rápidamente. Ambos escuchan una melodía de vals a lo lejos y él le pide a Candy bailar, ella accede pero (la verdad tontamente xD) dice que esa canción le recordaba a Anthony, Terry para en seco de bailar y besa a Candy, ella reacciona mal y lo golpea :b a lo que Terry responde diciendo que como podía saber cómo se sentía el al seguir mencionando a Anthony, y sin saber que sentía por ella, por lo que de forma violenta e iracunda jura hacerla olvidarlo de una vez, la lleva hasta dónde su caballo y la obliga a galopar con el, para que enfrente su miedo a los caballos y confronte que Anthony nunca volverá a ella por mucho que lo extrañe, después de un rato galopando Candy logra despegar su cara del pecho de Terry y mirar hacia delante, por lo que él le dice que la vida continúa y ella debe hacer lo mismo (cosa que pienso que influyó en ella en su separación pero no nos adelantemos xd).
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Siendo así ambos se sientan en el pasto a reflexionar un poco para sí mismos, hasta que Terry hace mención de que esta herida y la cura gentilmente, a lo que Candy esta desconcertada pues hacía un momento había sido violento con ella, él se va diciendo que siente que hizo lo correcto y ella sigue pensando en la forma en la que ocurrió su primer beso. Después se lo encuentra en el baile y a forma de juego y desquite lo pisa mientras bailaban. Pasan un verano vibrante y lleno de amor en Escocia, dónde logra hacer que Terry sea amigo de Archibald, Stear, Annie y Patty. 
E incluso que se reconcilie con su madre, la actriz Eleanor Baker, con quien Terry tenía en común el dolor de la separación forzada que les hizo vivir Richard D. Grandchester (el padre de Terry) también la pasión por el teatro. Después de poder reconciliarse con ella él se promete a si mismo nunca abandonar a la persona que ama por un deber, como lo hizo el Duque Grandchester, quien abandonó a la mujer que amaba Eleanor para poder casarse con alguien de su nivel social y cumplir con la expectativa social que pesaba en él. (Irónico porque termina siendo igual que su padre). Pero Eliza Leagan también se había enamorado de Terry, él se da cuenta de esto pero no le da mayor importancia pues está concentrado en Candy y en ser una mejor versión de sí mismo. Pero Eliza maldita como es, piensa que puede hacer que Terry la quiera.
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Por lo que una vez en Londres, mientras Terry iba a cabalgar un rato ella sale a su camino de repente y el debe frenar bruscamente, cuando la increpa por eso, ella le habla mal de Candy tratando de persuadirlo para que el la deje diciéndole que le dará mala imagen a los Grandchester, a lo que el responde que debería advertirle a Candy que era un cretino alcohólico que fumaba mucho y se peleaba en las calles, y que si Candy seguía siendo su novia le daría mala imagen a los Andrew, para luego burlarse, decirle a Eliza que era una hipócrita y seguir con su camino.
Eliza queda muy ofendida ante este evento y crea una trampa para hacer que expulsen a Candy, citandolos a ambos de noche en el establo con cartas iguales, al llegar ambos en pijama y a media noche, las autoridades los encuentran y tienen una idea equivocada de lo que pasaba ahí (lo que Eliza quería que pensaran), por lo que confinan  a Terry en su habitación y a Candy la envían a una celda de castigo con la intención de expulsarla definitivamente de la escuela. Terry no sabe esto y piensa que esta confinada en su habitación también, Stear y Archi irrumpen muy molestos en la habitación de Terry por la madrugada y Archi lo golpea brutalmente culpándolo por la expulsión de Candy, es este el momento en el que se entera de la verdad.   
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Y decide que como lo que la madre superiora no quiere es que estén juntos y el nunca podría ser el mismo enteramente en Londres, toma la drástica decisión de que el que sea expulsado sea el, y a ella le dejen continuar después de escuchar a Stear decirle todo lo que Candy había sufrido antes de ser miembro de la familia Andrew, se da cuenta que él no sabía nada de ella, no conocía su pasado más allá de Anthony y queriendo protegerla de los estigmas que caerían sobre ella, el sale del colegio St. Paul partiendo a América buscando ser el mismo, y teniendo en cuenta que tal vez no la volvería a ver nunca. (WTF!!!!!! Si eso no es ser igual a su padre no sé qué lo sea). Es entonces cuando ingresa al grupo de actores de teatro, subiendo poco a poco de nivel y.... conociendo a Susana. Mi perspectiva de aquí en adelante ya la han visto. Ahora daremos lugar a The Champing para que nos cuente que ocurre en la mente de Terry y en su versión de los hechos tomando en cuenta TODO :3
The Champing: Muchas gracias Aonia, por introducir el contexto a nuestros queridos lectores (e inclusive a mí), ahora bien tras todo lo explicado anteriormente debo decir que Terry sin querer en cuenta repitió el patrón destructivo del que tanto quería huir de su padre, sin embargo debo hacer notar que el joven se sentía muy responsable por las emociones de Candy tanto así que decidió apartarse de ella pensado que haría un bien para su carrera, a lo cual me es difícil de concebir pues si quieres mucho o amas a una persona no te alejas de ella. Y bien tras leer y reflexionar sobre el volumen 7 puedo decir que efectivamente Terry si amaba a Candy, pues su estadía en América lo haría crecer como persona e incluso lo motivaría a convertirse en el mejor actor de la ciudad de New York, se mantenía en contacto con Candy por cartas e incluso cuando le toco su papel de estrellato para interpretar a Romeo, él le entrega una invitación muy personal para que este en primera fila y lo pueda ver triunfar, también para por fin decirle que nunca se ira de su lado, que siempre estará allí cuando más lo necesite y lo principal declare de una vez por todas su amor. 
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Aunque este primer momento suena muy prometedor, nos da un giro completo al descubrir que Susana (la chica que esta con Terry en el teatro e interpretará a Julieta en la obra) siente un amor profundo y enfermizo por nuestro Terry, así que en un ensayo ella se le declara dejando a mi parecer muy confundido a Terry, pensativo e inclusive en shock ya que no se lo esperaba en ningún momento y bueno los días pasan Terry ensaya lo más profesional que puede junto con Julieta, en este momento ocurre un accidente, la escenografía con luces del teatro se viene abajo y va a caer al actor principal, sin embargo Susana se mete en medio para salvarle y que no lo aplaste las luces y los metales; es ahí que nuestra Julieta se sacrifica y le cae todo encima dejándola casi al borde de la muerte. Terry se siente muy mal, muy triste, espantado, mientras en su mente él piensa que ella debió utilizar toda su fuerza para empujarle, haciendo un pensamiento que lo marcaria de aquí en adelante y es “ella lo hizo por mí, arriesgo su vida por la mía”. 
De alguna manera la logran llevar al hospital, Terry se siente muy angustiado, le dan la noticia de que estará bien sin embargo perdería la pierna, aquí ya es inevitable que nuestro actor favorito se sentía muy responsable de ello e incluso culpable. Luego tras este acontecimiento se busca un remplazo de Julieta en la obra, parece que todo avanza con normalidad (no es así), Terry la va a visitar todos los días al hospital a Susana, el único obstáculo en su camino es la madre de Susana quien alimenta más el hecho de que Terry sea culpable de arruinarle la carrera a su hija, hasta se lo grita en la cara, total que un día se lo permite y es ahí que Susana en un ataque de rabia, descontrol y muy manipuladoramente posible le dice que él se debería quedar con ella pues su amor es más grande que cualquier otra cosa. 
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Para este punto la situación estaba tensa, se acercaba el día de la obra, él día en que Candy llegaría a New York a ver la obra de su amado, en su cabeza de Terry solo pensaba en estar con ella pero esa culpa hacia mucho eco en su mente. Llega el día, Candy llega muy temprano a la ciudad, se encuentra con Terry y ambos vuelven a interactuar después de mucho tiempo alejados, es increíble esta interacción, hace sentir al lector  que ambos se quieren a pesar de todos los obstáculos, por momentos Terry se siente desconectado de ella por lo de Susana. Cuando ya es la noche estelar, Candy se encuentra en la sala común esperando a que inicie la obra, es ahí que no puede evitar escuchar un cuchicheo de palabras, diciendo sobre el terrible accidente que sufrió Susana, que Terry iba a visitarla todos los días y que hasta lo habían obligado a que se casará con él. 
La dulce Candy se muestra muy sensible mientras se dice así misma que porque no lo dijo antes, sin pena ni gloria abandona la obra en busca de Susana para aclarar las cosas. Luego de llegar al hospital y ver que no había nadie ahí lee una carta de aparente desaparición o suicidio, en efecto SUSANA SE VA A SUICIDAR (yo no me lo podía creer) total que al final Candy salva de la muerte a su rival de amor, esta se da cuenta de cuanto lo ama a tal punto de quitarse la vida si no es con Terry. Cuando el dramón está al rojo vivo es ahí que Terry abandona la obra, va al hospital solo para ver esa escena desgarradora, carga en sus hombros a Susana y pasa de largo a Candy.
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 Aquí yo le agregue un toque de plus a la historia, me puse a escuchar November Rain de Guns and Roses,  algo dentro de mí decía que sería el fin del amor entre Terry y Candy. Por supuesto que así fue, la parte en la que Terry llora en desesperación por no querer que se vaya para siempre su amor verdadero con toda esa carga emocional que sentía, la impotencia de poner un límite a Susana y su mente bloqueada por un montón de pensamientos de que era lo más correcto dejarla ir, todo eso hizo que el personaje de Terry sea considerado para mí una víctima de los acontecimientos ocurridos, aunque pienso seriamente que bien pudo hacer caso a su corazón a su intuición o a lo que más quería (Una vida con Candy) no pudo hacerlo, ya que esa presión esa manipulación, ese chantaje por parte de Julieta (Susana) hizo que tomará una decisión que lo perjudicaría toda su vida. 
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Ya ni hablemos de la pobre Candy quien fue la que más sufrió por dentro esta ruptura. En lo personal siento que Terry sufrió mucho la perdida de Candy, al quedarse con Susana porque sentía obligación de hacerlo, también pienso que el hecho de que no había madurado lo suficiente como para dejar las cosas claras en un principio con Susana, ya que se hubieran ahorrado infinidad de problemas si él hubiera dicho que solamente tenía corazón, mente, alma, y espíritu para Candy, esa falta de firmeza hizo que titubeara e incluso arruinara su vida por lo siguiente que comentara mi amiguis, Aonia. Yo solo puedo decir que es una gran pena todo lo que aconteció a Terry que siento una enorme empatía con el personaje y pienso que fue un dramón de aquellos que te hacen sentir mil y una emociones cargadas al momento de leerlo, brillante y magnifico.   
  (Lo siento bbs, los dos hablamos un montón xD)
Aonia: Luego de que Candy y Terry se separen, el trata de aceptar lo que ha vivido, pero Candy se encuentra periódicos diciendo que la estrella de Stratford estaba decayendo, que así como había subido había bajado y que vivía con Susana Marlow pero quizá por presión y por amor al teatro, posteriormente se encuentra un periódico diciendo que había desparecido. 
Terry estaba en un teatro ambulante de mala calidad, y el teatro llegó a Chicago dónde Candy buscando a Albert lo vió, entró y efectivamente lo vio, titubeando, ebrio, olvidando sus líneas, con pésimos actores que incluso actuaban mejor que él, lo que dejaba ver lo mal que estaba, mucho más delgado, el cabello opaco, la piel pálida y con una mirada vacía. Esto le rompió el corazón a Candy pues ve que le afectó quizá hasta más que a ella la separación, no pudo hacerle frente a la separación y termino en un lugar así
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Cansada del barullo de la gente le gritó a un hombre grande y fuerte que si no se callaba nunca iba a disfrutar de la obra, el grito fue tal que el hombre se preguntó si era cierto y luego el grito para callar a todos y poder así escuchar la obra, todos prestaron atención y el silencio hizo que Terry volteara y aún en la penumbra distinguiera a Candy, llorando al fondo del teatro, preguntándose a si mismo si alucinaba o no, y sacando fuerzas de esa visión para poder sacar adelante la obra de teatro, dejando una grata impresión en los asistentes, Candy se fue, pero Eleanor Baker que también la distinguió la interceptó y le agradeció por haber ayudado a su hijo con su sola presencia, lo devolvió a la vida y estaba segura de que Terry iba a recuperarse "porque vio a quien verdaderamente ama".
Candy y Eleanor se despiden y Terry pregunta al que cuidaba la entrada si vio a una joven bonita con pecas, vitalidad y cabello rubio rizado, a lo que el guardia responde que no, Terry se convence a si mismo que fue solo una alucinación y piensa en lo que le dijo a Susana antes de partir, que se iba de viaje, y ella no preguntó si podía ir, ni a dónde iría o cuando volvería. Terry piensa en que no podía pensar en hacer feliz a Candy si ni siquiera podía hacer feliz a Susana y admite ser igual a su padre. 
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Por lo que planea regresar a Stratford e iniciar de cero. Lo siguiente que Candy sabe de él es que en efecto regreso a Stratford y piensa que el tiempo terminara de separarlos eventualmente.
 En la novela definitiva sabemos de Terry que vivía con Susana sin casarse, que Susana escribió muchos guiones de teatro y varios se representaron, que solo un año después de los hechos del manga Susana murió, y Terry guardó luto un año. Seis meses después le escribe a Candy aún con dudas 
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 Candy escribe una carta mental a Anthony "En cuanto a Terry, pienso que hay cosas que una vez pérdidas no pueden ser recuperadas", y una carta a Terry que no tiene intención de enviar "Te deje ir porque sabía que pasara lo que pasara Susana nunca se iría, se quedó en nuestra alma". Y ya nunca se menciona más a Terrence Grandchester.
*espacio para recuperarnos de tanto drama xd*
Aonia: The champing.... ¿Listo para unas preguntas? :3
The champing: Va que va
Aonia: 1.- tu consideras que Susana Marlow si amaba a Terry como la autora lo afirma en su obra? Analizando los comportamientos de ella   
The Champing: Considero que Susana tenía un amor enfermizo hacia Terry ya que si sentía un sentimiento muy fuerte hacia él pero la obsesión de tenerlo solo para ella, le llevo a un comportamiento muy errático, demencial y hasta peligroso para ella misma.
Aonia:  2.- Crees que Candy fue quien más sufrió la separación? Porque ella volvió a Chicago con Albert, Archie, Annie y Patty. Terry solo quedó con Susana pues parece que no tuvo más contacto con su padre y con su madre su relación fue a distancia ¿Que opinas?
The Champing: 2. Pienso que en el momento Candy sufrió más la ruptura, pero a la larga pudo superar ese sufrimiento ya que tenía la compañía de sus amigos y del Sr. Albert quien era un confort para ella, para sanar su corazón después de tremenda desicion, eso sí pienso que quizá hubo días en los que lo tenía en la mente. Pero a la larga Terry fue quien cayó en picada por la separación a tal punto de tocar fondo en varios aspectos de su vida
Aonia:  3.- Después de la separación de ellos, la vida que Terry llevó, me lleva a pensar algo que decíamos al inicio de la carrera (The champing y yo somos colegas en psicología 😉) que los hombres sufren más tiempo una separación amorosa, es esto cierto o es solo un prejuicio social? Y de ser cierto o incierto que tan cercano a la realidad ves la reacción de Terry a los hechos?
The Champing: 3.-Pregunta difícil, yo considero que algunos de nosotros los hombres en su mayoría nos pega más la separación porque estamos acostumbrados a reprimir emociones y si bien podemos seguir nuestra vida como si nada, se siente un vacío emocional el no contar con la persona amada ya que estamos expuestos socialmente a percibir al género masculino como el fuerte cuando en realidad es un ser humano que también siente y ama, es por eso que cada día se nos cuestiona más nuestro rol rígido de género masculino, para aprender a distinguir las emociones y ser más consiente para así actuar en beneficio de superar cualquier emoción que este siendo reprimida
La reacción de Terry en esta situación me parece que le puede pasar a alguien que no tenga claro los límites que puede llegar a soportar de las relaciones interpersonales que establecemos, sobretodo la comunicación es de vital importancia y si por ejemplo alguien en la vida real tendría está situación sería preguntarle si acaso cuenta con herramientas necesarias para no dejarse manipular o chantajearse por una chica, mujer, pareja, novio, novia etc.
En conclusión si podría pasarle a alguien que sea muy inmaduro en ese aspecto no solo a chicos si no también a chicas o a cualquier persona
Aonia: 4.-Hay una teoría que señala que Susana es en realidad el verdadero amor de Terry. Piensas que si o que solo es un intento de los fans porque Terry fuera feliz?
The Champing: 4. A mí parecer creo que no es su verdadero amor, yo considero que más bien sería como una mejor amiga o amiga quien no era un amor correspondido pero dadas las circunstancias como se fue dando el asunto le dieron a Susana de pareja como para que no fuera un lobo solitario o un desolado joven actor. En verdad lamento que el personaje terminará muy mal después de todo
Aonia:  5.- Cómo ves el "cuando sabes que ya perdiste" para Terry? (Es decir cuando ya no hay nada que hacer para salvar tu relación amorosa)
The Champing: 5. Es muy difícil puesto que hay todo un proceso de duelo para aceptar la verdad dura, Terry bien pudo luchar por el amor de Candy pero es entendible que tras la muerte de Susana se diera un tiempo para restablecer su vida. Ahora tomando en cuenta el factor de que Candy ya estaba casada, solo le quedaba dejar ir esas heridas del pasado y ese amor volar hacia el cielo, comenzar su vida de nuevo que claro era muy difícil para él ya que todavía guardaba ese sentimiento en lo profundo de su corazón (una terapia no estaba de más jajajajajaja)
Aonia: 6.- Cuando fue que Terry eligió a Susana? Desde el accidente o crees que Candy eligió por los tres?
The Champing: 6. Yo pienso que no es que uno eligiera al otro o no sino que simplemente la circunstancia en la que estaban obligó a ambos a sentir pena por Susana pues Candy se sintió también responsable por el bienestar de la actriz sin pierna y Terry sentía culpa, un deber hacía con ella que era lo menos que podía hacer porque Susana no volvería al estrellato. Sin embargo Terry no dijo nada a Candy cuando está llegó a la ciudad para no preocuparla algo que fue muy perjudicial. Así que en conclusión pienso que ambos sintieron pena por Susana pero quién tuvo la desicion final fue Candy porque Terry la abrazo y lloro en un intento por retenerla.
Y bueno amigos. Este fue un post completo y hasta ahora el más largo en lo que lleva existiendo “Le petit espace d’Aonia”, dedicado a nuestro trágico personaje y husbando “Terry G. Grandchester”. Creo que tanto The champing como yo lamentamos mucho que siendo un chico alegre y con muchas ganas de vivir la vida a su manera, haya terminado tan gris y probablemente frustrado en algunos si no es que varios aspectos de su vida.
Agradezco infinitamente el apoyo a The champing por enriquecer la visión de Terry para ustedes. Sé que esto es muy largo, pero hasta ahora ha sido mi post favorito y en el que más hemos trabajado jajaja 
Somos psicólogos en la vida real, no podemos darnos el lujo de hacer un análisis tan sintético aún de un personaje ficticio, ya practicamos mucho eso en varias materias xd
Le dedicamos varios días y varias horas aún hoy.
Les quieren.
-Aonia de la Tour y The Champing.
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circep · 3 years
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Simon Cowell / La industria
esta es una traducción del post de @queensgaybeach1d, todos los créditos para ella:). nota de la traductora; cuando vean la palabra “etiqueta” es porque es la traducción literal de “label” pero en este contexto se refiere a la discografía :)
Hola, mucha gente conoce la lucha cuando los antis preguntan sobre el armario. Les damos pruebas, pero nunca son suficientes. Este masterpost está hecho para mostrar a la gente que el closeting existe y que las relaciones pr existen también. También verás entrevistas del propio Simon Cowell y otras cosas que han ocurrido en la industria musical desde hace años. ¡Que paséis un buen rato instructivo! (Este post no es sólo para el fandom de One Direction, se habla de varios artistas y causas que podrían incluir a tu ídolo también.)
1. ¿Cómo disipar los rumores de homosexualidad?
"La forma más eficaz sería crear una relación de relaciones públicas a largo plazo".
Este es el antiguo publicista de Simon, Max, que falleció en prisión en 2017. Este documental fue publicado en 2002. Simon es el creador de The X Factor. Él creó One Direction y Fifth Harmony. Todos tenían (y tienen) que seguir las reglas de estos chicos y sus equipos. Max trabajó para Simon y sus artistas hasta al menos 2012. (Murió en la cárcel 2017.) ¿Adivina cuándo empezó todo el asunto de las novias falsas? Finales de 2011/principios de 2012. Básicamente admite hacer lo que las Larries han estado diciendo todo el tiempo.
2. La ocultación de la industria musical.
"La máquina de la ocultación es insana e inhumana. Va a seguir funcionando hasta que alguien que tenga algo que perder se levante y diga 'soy gay', alguien grande". Por favor, vea el vídeo completo.
https://youtu.be/odWTVdhzYRY
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3. ¿Cómo funciona una etiqueta? Abusiva.
"NUNCA he oído hablar de una discográfica que no se chulee de un artista".
"Nosotros, la discográfica, no tenemos ganas de seguir impulsando tus discos, o creemos que no vas a vender, no te vamos a dejar ir. Te pondremos en la estantería y no te dejaremos trabajar, pero tampoco te dejaremos ir".
Vea el vídeo completo.
https://youtu.be/6fa8lJKTy0I
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4a. No poder escapar de un contrato (Rebecca Ferguson).
Rebecca Ferguson fue concursante al mismo tiempo que One Direction. Ella firmó un contrato con Syco Music y Epic Records. 1D tiene el mismo sello. Después de un tiempo firmó con Colombia Records. ¿Adivina con quién firmó/está firmando 1D? Sí.
https://t.co/0JGpix1i0L?amp=1
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*imagen*
Me obligaron a firmar acuerdos de no divulgación
Comenzó cuando me obligaron a firmar un contrato que no quería; cuestioné el contrato sólo para que me dijeran "si no lo firmas no tendrás carrera y serás destituido".
O bien, me hicieron parecer como una loca dentro de la prensa y los medios de comunicación, que a menudo trabajan a favor del opresor; a menudo, los opresores tienen fuertes conexiones con la prensa y los medios de comunicación, por lo que son capaces de crear cualquier narrativa que deseen sobre quien quieran.
y sacar cualquier historia que les guste que se contraponga con la verdad o que haga quedar mal al acusador.
Y así el abuso sistemático continúa, y los opresores siguen protegidos y en el poder, sabiendo que tienen el control total, y sintiendo que están por encima de la Ley y del sistema de justicia penal.
4 b. 1 La historia de Jojo.
"Muchos abogados diferentes me dijeron que nunca podría salir de este contrato. Que debía buscar otra carrera". JoJo pasó casi una década luchando contra su discográfica y ganó. Ya no podía publicar música porque no era "legalmente dueña de su propia voz".
https://youtu.be/9tSSPMm19L0
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4 b. 2 También hizo un hiatus. (descanso)
Sí, un descanso de 10 años. ¿Te suena esto? 1D? ¿No? Sí. Jojo necesitaba recuperar el derecho a su propia voz. Hizo un descanso de 10 años, y después de que su abogado encontrara un vacío legal, pudo dejar su discográfica y firmar con una nueva. Ella no podía cantar ninguna canción, porque su sello la tenía bajo su control.
https://youtu.be/g8R-b7jqjR8
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5. Cambio de imagen.
Este chico habla de cómo la etiqueta puede adaptarse, cambiar y alterar tu imagen. Tú no tienes nada que decir al respecto. No puedes decidir quién quieres ser como persona. Eso lo hace la etiqueta. ¿Te resulta familiar? *cough* *cough* Louis, Zayn, Niall, Liam y Harry.
https://youtu.be/xM2OOv5rN_A
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6a. Relaciones Pr.
Como has leído, la etiqueta encierra a la persona gay y le da una novia falsa con la que desfilar. Esto no sólo le ocurre a los homosexuales o a las personas que están casadas/que salen con alguien del mismo género. También ocurre para ganar publicidad. Aquí hay algunos vídeos de famosos que hablan de ello.
Esto es de una persona que trabajó en la industria durante varios años. Su nombre es @aismadeintheam de twitter.
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Así es como se promueve una relación de relaciones públicas... esto lo escriben los grandes guardianes del secreto de Hollywood. Algunos eran editores de In Touch y otros estaban especializados en la gestión de crisis.
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B. Austin Mahone sobre las relaciones de relaciones públicas: "Creo que todo el mundo lo hace desde hace años".
C. Chely Wright y su imagen heterosexual.
Es la misma mujer rubia del segundo vídeo. El tipo dice: "Ella se esforzó bastante en pintar la imagen de que estaba loca por los hombres". A las 29:57.
nota de la traductora: el video ha sido borrado de youtube, así que no lo pude poner, lo siento.
7. Ser privado.
Algunos de ustedes tienden a pensar que es imposible ocultar todo a los medios de comunicación. Eso no es cierto, amor. Aquí tienes a Gigi Hadid hablando de ello. La gente puede ocultar relaciones enteras, Larry, por ejemplo. Ahora debes pensar "si ella puede ocultar tanto, ¿por qué salió el video racista de Gigis?" Eso tiene que ver con su popularidad por las vistas. La mala publicidad sigue siendo publicidad.
"Si tratamos de ocultarlo, simplemente lo ocultamos. Hay tantas formas de hacer mierda sin que nadie se entere". Gigi le dijo al mundo que es posible ocultar una relación de los fans / paparazzi. en el minuto: 4:50
https://youtu.be/-RQ6cFctD_I
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8. Homofobia
Esta parte va a ser sobre la homofobia y las personas que confirmaron que la etiqueta abusó de ellos. Sé que he hablado de ello en las partes anteriores, pero estas también son importantes, mis amores.
A. Lance Bass
"En el fondo es lo que miran las discográficas. Sólo quieren ganar dinero. Y si este artista no va a atraer a tantos fans por ser gay, no le van a apoyar tanto. Y eso lo veo con mucha gente". Lance Bass.
https://youtu.be/pNbEU4Emaas
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"Fue muy tortuoso porque no quería que la gente descubriera quién era realmente. Pensaba, sobre todo en los 90’s, que si alguien se enteraba de que era gay, mi vida se acabaría. La gente me odiaría, N'Sync se acabaría. Era mucha presión. Te sientes muy solo".
https://href.li/?https://youtu.be/KNRlLQR3Pj4
youtube
B. Jonathan Knight
"Si dejas que el mundo sepa que eres gay vas a arruinar tu carrera, la de tus mánagers, tu discográfica va a perder dinero con las ventas de discos. Había tantas cosas sobre mis hombros de niño". Jonathan Knigh.
https://youtu.be/iSMdrvX8TE4
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C. Markus Feehily
Mark Feehily revela que acudió a terapia para afrontar el miedo a salir del armario. "Supongo que me entró la paranoia de que la prensa iba a estar detrás de él, estaba muy asustado así que pensé que lo único que podía hacer era meterme en el armario, cerrar la puerta y tragarme la llave".
D. Ellen Page
"Me sentía sin inspiración y triste. Sentía que eso afectaba absolutamente a mi trabajo. Cómo vas a sentirte motivada creativamente cuando sientes que estás viviendo de una manera que no es la verdadera. Una parte de mí también se sentía culpable".
https://href.li/?https://youtu.be/xG6HBdTtS4s
9. Pr Extreme; Fake Wedding (Boda falsa)
Un matrimonio de lavanda es un matrimonio mixto hombre-mujer, realizado como matrimonio de conveniencia para ocultar la orientación sexual socialmente estigmatizada de uno o ambos miembros de la pareja. El término data de principios del siglo XX y se utiliza casi exclusivamente para caracterizar ciertos matrimonios de celebridades públicas en la primera mitad del siglo XX, principalmente antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando las actitudes públicas hacían imposible que una persona que reconociera su homosexualidad siguiera una carrera pública, especialmente en la industria cinematográfica de Hollywood.
Durante los primeros tiempos de Hollywood, un actor o actriz gay tenía que mantener ocultas sus preferencias sexuales por miedo a arruinar su carrera. Para dar la apariencia de ser heterosexuales -y a menudo por insistencia de sus agentes o estudios- los artistas homosexuales se casaban a veces con una persona del sexo opuesto en lo que se conocía como "matrimonio de lavanda".
https://href.li/?https://historydaily.org/famous-hollywood-lavender-marriages
Las estrellas homosexuales han enmascarado su sexualidad bajo la cobertura de relaciones heterosexuales desde los primeros días del cine. Los "matrimonios de lavandera", como se les llamaba, empezaron como respuesta a que los grandes estudios incluyeran "cláusulas morales" en los contratos de sus estrellas. Las estrellas homosexuales elegían esposas, a menudo actrices y celebridades ellas mismas, con el fin de ocultar su sexualidad y mantener la lujuria de los fans en la pantalla.
https://href.li/?https://www.vice.com/en_us/article/mgm873/why-famous-women-marry-gay-men-david-gest-liza-minelli
Estos matrimonios eran concertados por los estudios de Hollywood entre uno o varios gays, lesbianas o bisexuales para ocultar su orientación sexual al público. Se remontan a principios del siglo XX y continuaron después del movimiento de liberación gay de la década de 1960.
b. Fingir un hijo
Fingir un hijo es imposible según algunas personas. Bueno....it no lo es, amor. Por favor, lee esto con atención.
Celebs who FAKE pregnancies: Hollywood fertility doctor lifts the lid
https://t.umblr.com/redirect?z=http%3A%2F%2Fwww.mirror.co.uk%2F3am%2Fcelebrity-news%2Fcelebrities-who-fake-pregnancies-hollywood-6781083&t=NjdjYTA4ZDg2NTk5OTU2OTNhOGIxNzVjMGRiMTQyY2I4YTdjNDFmYSw2MjQ0MTVjZGNjNzVjODBkNDZlNzRkYWY5OThmMmU2ODAyMWQwZjc2
Jodie, sorprendida, se mostró incrédula mientras preguntaba: "¿Así que algunos han utilizado un vientre de alquiler y luego se han metido una almohada en el jersey?"
El Dr. Sahakian lo confirmó al decir: "Estamos hablando de mujeres conocidas.
"Sería un tabú para ellas admitir que han utilizado un vientre de alquiler social. He tenido un par de pacientes que fingieron estar embarazadas, sí".
Esto va más allá, porque Sean Combes no era el padre de su supuesto bebé. La mujer lo acusó de ser el padre. Después de ver todas estas cosas, incluyendo a Gigi Hadid diciendo que los famosos pueden hacer lo que quieran, ¿cómo es posible que Sean Combes no pudiera hacer esto en privado? ¿Cómo? Esto vuelve a ser una táctica para que la gente lea un artículo. Todo esto es falso.
Me gustaría añadir la situación de Louis Tomlinsons aquí, pero no sería correcto. Briana Jungwirth nunca estuvo embarazada y la pillamos robando fotos de embarazadas. También publicó fotos de 7/8 meses de embarazo en las que aparecía con un vientre plano. Además, todos sabemos que la verdad va a salir a la luz. Será otro episodio de búsqueda de atención como el de Sean Combes.
10. Los contratos son duros.
De las partes anteriores se desprende que a las personas no se les permite ser quienes son. A veces tienen miedo de salir del armario y a veces quieren salir pero no pueden. Este es un mensaje muy valiente de Lauren.
"Lean sus contratos. Por todos los contratos que he firmado, no puedo decir ni una palabra".
Aquí hay un enlace de Lauren diciendo cosas sobre su discográfica y haciendo sombra a la misma.
link: https://href.li/?https://youtu.be/h7GUZbNmV2s
Lauren era un miembro de 5H. 1D firmó con la misma discográfica. Lo que significa que tampoco pueden hablar de esas cosas. Si Louis, Liam, Harry, Zayn y Niall no pueden decir que son gay, etc. abiertamente no es porque no quieran salir del armario. Ellos no pueden decirlo. Si lo hicieran ya sabes lo que haría la discográfica. Los callarán para siempre, amores. Hay que tener un corazón de león muy valiente para recoger o llevar el signo de la comunidad LGBTQ+ y mostrar quién eres. Louis, Harry y el resto de los chicos lo han hecho, mientras que ellos están pasando por un infierno. Nunca pienses que quieren esto, no es así.
nota de la traductora: aquí menciona a Zayn, Liam y Niall como gays(? bueno, esto es independiente de ellos (de mi parte) crean lo que ustedes quieran. esto solo es una traducción de LA INDUSTRIA Y SIMÓN ;)
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Esto es todo, querida. Este post tiene todas las pruebas que necesitas para entender lo que está pasando. Espero que hayas aprendido mucho de esto, si algo está mal por favor sólo dime. Les ayudaré. Si alguno de ustedes tiene más preguntas, las responderé con mucho gusto, queridos.
Aquí hay algunas cosas que espero que hayan aprendido:
1. Los armarios siguen existiendo.
2. La etiqueta cambia la imagen de una persona.
3. Escapar de un contrato es muy difícil.
4. Estás atrapado si la discográfica no te quiere. Son tus dueños y tienes que esperar años para recuperar tu voz. (Por eso 1D está en pausa).
5. Tienes que hacer todo lo que diga la discográfica.
6. La industria es MUY homofóbica.
7. La privacidad existe en Hollywood. Todo lo que se ve es de carácter público.
8. Fingir embarazos y bodas es algo normal.
9. Cuando eres gay o estás en una tienda de relaciones gay, tu etiqueta te sitúa en una relación a largo plazo.
10. Las barbas existen.
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Este es un post muy triste. Si eres miembro de la comunidad LGBTQ+, recuerda siempre que NUNCA debes tener miedo de coger la mano de la persona de la que estás enamorado. Se les quiere, y quizás no lo sepan, pero los apoyamos. Siempre. Lo gay está bien y toda la comunidad LGBTQ+ también. Ustedes son el color en este mundo oscuro y vacío. No lo olvidéis nunca, amores.
Créditos a los propietarios de los vídeos y también a @totallylost4you en twitter.
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cxrsedlovers · 4 years
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-  ̗̀♘CARLA’S STORY 12: ESPAÑOL
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•️ੈ۪۫✦• • • ━━━━━
【♕Lugar: Mansión Violet - Mazmorra】
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Carla: Por el momento, ustedes descansarán en esta mazmorra.
Carla: Si muestran una actitud obediente, podría tomar medidas generosas para el futuro.
Ruki: Hmph... ¿Incluso intentas domesticarnos? Eso es inútil.
Shin: No vamos a arrodillarnos ante ti. Ni por ese poder que tienes.
Carla: ... Hablando de eso.
Carla: Deprisa, Subaru. Explícale a Laito la situación en la que nos encontramos actualmente.
Subaru: ... Sí.
—Subaru se va—.
Yui: ... Carla-san.
Carla: ¿Qué?
Yui: ¿Esto realmente está bien? Incluso si mantienes a Shin-kun en la mazmorra.
Yui: Ambos están gravemente heridos, y arriba hay habitaciones vacías——
Carla: Deben quedarse en la mazmorra, de lo contrario, Shin, que nunca pierde su voluntad, nos atacará.
Carla: En ese caso, también tendríamos que luchar contra ellos... Y eso es algo que quiero evitar.
Carla: Además, ahora que solo hay recuerdos falsos rondando, la hospitalidad solo sería una fuente de sospechas.
Yui: (Es cierto... Para Shin-kun, el Carla-san actual no es su hermano mayor o algo por el estilo).
Yui: (Es solo un enemigo luchando por el trono...)
Yui: (Además, Laito-kun y los demás también comenzarían a sospechar, no obstante... No puedo evitarlo).
Shin: ... Hermano, ¿estás bien?
Ruki: Sí.
Shin: Joder... Si las heridas se curasen más rápido, sin duda alguna saldríamos de aquí.
Ruki: No te apresures. Ahora lo único que debes hacer es no bajar la guardia.
Shin: Entendido... Hermano.
Carla: ...
Yui: (Carla-san, está mirando a Shin-kun sin decir ni una sola palabra. Me pregunto si está bien, nunca vi esa expresión en su rostro... Es la primera vez——)
Yui: (De alguna manera, parece que está ocultando muchos sentimientos).
【♕Lugar: Mansión Violet - Sala de estar/Comedor】
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Kou: ¡De ninguna manera, atrapaste a Ruki y a Shin, tal y como se esperaba de nuestro líder Carla-kun!
Azusa: S-Sí...
Laito: Seguramente, estás teniendo signos de que te estás convirtiendo en el goberbante supremo, ¿verdad?
Laito: Porque, me dijeron que fuiste capaz de usar tus propios poderes, ¿es eso verdad?
Yui: (Cuando hablan de la captura de Ruki-kun, todos se alegran mucho).
Yui: (Para todos, la batalla por el gobernante supremo lo es todo...)
Carla: No hagas ruido. Realmente no me he convertido en el gobernante supremo todavía.
Carla: La familia Scarlet y los miembros restantes de los Orange siguen libres. No te emociones tan pronto.
Kou: Síii. Pero has hecho un gran trabajo. ¿Cuál es el plan que tiene Carla-kun para el futuro?
Kou: Una vez que te conviertas en el gobernante supremo, ¡haremos una gran fiesta para ti!
Carla: ¿Fiesta...?
Laito: No puedo pensar en un regalo que haga feliz a Carla, creo que no existe tal cosa.
Laito: Subaru-kun, ¿se te ocurre algo?
Subaru: ¿Ah? ¿Por qué me preguntas eso a mí?
Kou: Personalmente, ¡deberíamos hacer un gran banquete y disfrutarlo todos juntos!
Azusa: Eso es porque Kou siempre quiere comer... ¿Verdad?
Carla: ... Todos ustedes, ¿a qué se debe tanta emoción...?
Laito: Eso es porque Carla finalmente se está convirtiendo en el gobernante supremo. ¿No es así?
Kou: Por eso estamos celebrando a nuestro hermano mayor, no vas a escaparte de eso.
Carla: Hermano... Mayor.
Carla: ... Es cierto. Para ustedes, justo ahora, yo soy vuestro hermano mayor...
Yui: Carla-san...
Carla: Organicemos algo. Pensaré en esto más tarde.
Carla: Regresaré a mi habitación primero. Te encargo esto, Subaru.
—Carla se va—.
Subaru: ¿Qué? ¡Ah, oye! ... ¿Qué le pasa a este tipo?
Yui: (Carla-san se veía totalmente incómodo con la situación...)
Yui: Subaru-kun, iré con Carla-san.
Subaru: Sí... Eso podría ser lo mejor. Haremos lo que esté en nuestras manos, ahora ve junto a él.
Yui: Sí, ¡gracias!
【♕Lugar: Mansión Violet - Habitación de Carla】
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Yui: Carla-san, ¿puedo entrar?
Carla: ... Sí.
—Yui entra a la habitación—.
Yui: Con permiso.
Yui: (Carla-san, no se ve para nada bien...)
Carla: ¿Qué hay de Subaru?
Yui: Ah, todavía están discutiendo cosas sobre la fiesta. Todos parecían felices y emocionados con eso.
Carla: Ya veo...
Carla: Había algo ahí que hizo que mi mente se nublara.
Yui: ¿Eh?
Carla: El hermano mayor, que soy yo, junto a Eva, se convierte en el gobernante supremo. Y el resto solo lo sigue...
Carla: Estas cosas son las que asumen debido a que sus recuerdos están distorsionados.
Carla: Pero, nunca pensé que Laito estaría tan feliz por eso.
Yui: Para Laito-kun y los demás, tu, Carla-san, eres su hermano mayor.
Carla: Sí, es cierto. Están más que satisfechos con lo que hago debido a sus recuerdos.
Carla: Aunque esta sea una relación falsa, sus pensamientos sobre mí, siendo yo... Su verdadero hermano.
Carla: Incluso mi hermano menor lo ve así.
Yui: Ah...
Yui: (Shin-kun...)
Carla: ... ¿Por qué esa expresión en tu rostro? ¿Estabas pensando en Shin?
Yui: ¿Shin-kun...?
➜ ELECCIONES:
♙ Parecía difícil (camino bueno/pieza blanca).
♟ Parecía bueno (camino malo/pieza negra).
[♙]Parecía difícil:
Yui: Soy consciente de que es difícil. Es solo que no sé qué deberíamos hacer con él...
Yui: Luchar sin sentido, que todos tengan sus recuerdos distorsionados... Así que no creo que Shin-kun esté feliz tampoco.
Carla: Así es. Nos aseguraremos de devolverle sus recuerdos.
Yui: Pero, me alegro de que al menos no esté en conflicto con Ruki-kun.
[♟]Parecía bueno:
Yui: Parecía estar bien. Parece que le va bien con Ruki-kun.
Carla: Ya veo...
—Fin de las opciones—.
Carla: Es cierto, Shin se mezcló con un hermano falso.
Carla: Me siento aliviado de que no le hubieran tratado mal en aquella mansión.
Carla: Tal vez sea porque sus recuerdos han sido modificados, pero tengo que agradecérselo a esos vampiros.
Yui: Estoy de acuerdo...
Yui: ("Hermanos"... Shin-kun todavía cree que Ruki-kun es su hermano mayor).
Yui: (Pero, esta situación debe ser muy complicada para Carla-san...)
Yui: Dime, ¿esto te hace sentir triste?
Carla: ... ¿Estar triste? Probablemente, me pregunto si es eso.
Carla: Sin embargo, no puedo negar que estoy sufriendo mucho con este sentimiento.
Yui: Carla-san...
Carla: ... No, dije demasiado y solo te estoy molestando. Olvida lo que acabo de decir.
Yui: No me molesta en absoluto...
Yui: Shin-kun es la persona más importante para ti, por eso te sientes así.
Carla: Ya veo. Ciertamente puede ser como doces.
Carla: Shin... Y tú, eres una existencia especial para mí.
Carla: Si uno de ustedes no está, tiene sentido sentirse triste.
Yui: Todo volverá a ser como antes una vez él recuerde todo.
Carla: Así es. Recuperaremos los recuerdos de Shin y——
Carla: Una vez hayamos hecho eso, escaparemos de este espacio.
Yui: ...
Yui: (... Si vamos a la iglesia, seguramente encontraremos una salida para abandonar este jardín en miniatura).
Yui: (Pero, cuando salgamos de aquí, el tiempo que se detuvo comenzará a fluir nuevamente con normalidad).
Yui: (... la enfermedad de Carla-san también progresará).
Carla: ¿Qué pasa, Yui? Tu expresión ha cambiado repentinamente.
Yui; Ah, no... No es nada.
Yui: Puede que haya estado un poco ausente debido a varias razones.
Carla: ¿Me estás ocultando algo?
Yui: Eh...
Carla: Eres la mujer que elegí para que esté a mi lado. Mi novia.
Carla: No es necesario que me ocultes nada. Las preocupaciones, el sufrimiento o incluso las debilidades.
Carla: Para que yo pueda considerar esto una relación sana, necesito que confiemos el uno en el otro.
Yui: Carla-san...
Yui; (Carla-san comenzó a notar mi actitud. Creo que he estado actuando muy rara desde hace un tiempo...)
Yui: (Pero, no puedo decirlo. Tengo miedo de que esas palabras salgan de mi boca...)
Yui: (No quiero recordarle a Carla-san sobre el futuro de ser afectado por esa enfermedad——)
Carla: Finalmente, parece que no dirás nada.
Yui: ¡E-Es diferente! No quiero ocultarle nada a Carla-san.
Yui: Sin embargo... Todavía no sé qué hacer con esto...
Carla: Ya veo. Intenté obtener una respuesta a mis preguntas lo antes posible.
Carla: De esta manera, te recostarás entre mis brazos.
Yui: ¿Carla-san...?
—Carla se acerca a Yui—.
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Carla: De momento, has decidido no hablar de eso que ocultas. Si crees que no deberías decirlo ahora, lo respetaré.
Carla: Pero, espero que seas consciente de que no es lo que realmente quiero.
Yui: Sí... Lo siento.
Carla: No necesitas disculparte. Sintiéndote así, te haré olvidar todas las preocupaciones que rondan por tu cabeza.
Carla: Ofréceme tu sangre. A cambio, te haré sentir un gran placer.
Yui: Mi sangre...
Yui: (No pregunta porque tenga sed. Tampoco lo hace porque quiera sangre).
Yui: (Lo hace porque está preocupado por mí...)
Yui: Después de todo... Carla-san sigue siendo la persona más amable que conozco.
Carla: No digas demasiado. Esto está implicado en la dignidad como rey. Solo con la misericordia no hace que la vida del rey valga la pena.
Carla: ¿Tienes idea de lo que eso significa? Significa que soy el único hombre idóneo para ti.
Yui: Ah...
Yui: (Sus ojos, su expresión ha cambiado... Es como si apuntara a su presa, unos ojos que dominan todo——)
Carla: El aroma de tu sangre ha aumentado. Después de todo, parece que te gusta cuando soy un poco rudo contigo.
Yui: Eh, e-ese tipo de cosas...
Carla: No debes ocultarme tu deseo. Deberías aceptarlo, tal y como es.
Carla: Voy a asegurarme de darte suficiente——Y de todo tipo de placeres.
—Carla desarregla la camiseta de Yui—.
Carla: ... Nn... Nn... —Carla muerde a Yui—.
Yui: ¡Ah...! ... Nn...
Carla: ... Ah, tu sangre está aumentando y volviendose más esposa.
Carla: Mírame. Dime quién es tu gobernante supremo.
Yui: Ah... Sí, eres tú, Carla-san...
Carla: Así es. Tu futuro cónyuge soy yo. Por lo que no debes preocuparte por nada.
Carla: Sin embargo, ahógate con todo el placer que te estoy dando—— Nn... Nn... —Carla muerde a Yui—.
Yui: Ah... Nn...
Yui: (La sangre está siendo chupada de esta manera otra vez... Mi cabeza se está nublando y no puedo pensar en nada...)
Yui: (Se siente placentero, mi ansiedad y todo lo demás está siendo absorbido junto a mi sangre...)
Yui: (Incluso solo por ahora, no puedo evitarlo... Lo quiero...)
Yui: Carla-san... Por favor... No dudes en tomar cuanto quieras...
Carla: ... Entendido. Ah... Nn... Nn. —Carla muerde a Yui—.
Yui; A-Ah... ¡Aah...!
Yui: (Mi mente se volvió egoísta. Sin pensar, le dije que tomara más).
Yui: (Ya no estoy preocupada por lo que pasó antes——)
【♕Lugar: Bosque - Área amplia】
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Ayato: Oye, ¿acaso vas a esconderte allí por siempre? ¡Vamos, sal de una vez!
???: Ups, me encontraron.
—Alguien sale de los arbustos—.
Laito: Pensé que me estaba escondiendo tan bien, que no llegué a pensar que me descubrirían.
Kanato: Tienes una boca muy grande. Estabas escondiéndote en los arbustos creyendo que nadie te había visto. ¿Crees que soy tonto o algo así?
Laito: Te equivocas, te equivocas. Solo estaba esperando para hablar con ustedes adecuadamente.
Ayato: No tenemos necesidad de hablar contigo. Seguramente empieces una pelea o algo así. ¡Hazlo entonces!
Laito: Oh, querido, espera. La razón por la que estás irritado es porque no sabes dónde se encuentra Ruki y el otro tipo, ¿verdad?
Ayato: ¿Ah? ¿Cómo sabes eso? Así es, sobre a ese tipo inteligente.
Kanato: Shin también. Teníamos hambre y nos fuimos a la mansión, pero la mansión era como un cascarón vacío. [Básicamente, que no había nadie xD]
Kanato: No puedo perdonarle por no tener dulces en la mansión. Ah, seguro que es miserable al reírse de sus acciones.
Kanato: Estoy seguro de que tiene que ser así. Ruki y Shin ya no van a ser perdonados.
Laito: ... Como dijo Carla, realmente estos tipos son unos egoístas que solo piensan en ellos mismos.
Kanato: ¿Dijiste algo?
Laito: No, no dije nada, ¿no? Más bien, Ruki y el otro tipo...
Laito: Por lo que sé, fueron atacados y destrozados por los cuatro miembros de Scarlet.
Ayato: ¿Ah? ¿Hablas en serio?
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Laito: Es • por eso • que, deberíais ir rápido a Scarlet y ejecutar un golpe antes de intentar hacer eso conmigo.
Laito: Soy un tipo que no piensa en atacar al enemigo de inmediato, pero supongo que no puedo detenerlos, ¿verdad?
Kanato: Ciertamente es interesante. Scarlet... Si los atacamos de inmediato, sin duda Reiji nos haría pasar un mal rato.
Kanato: Pero, no puedo perdonar algo así... ¡NUNCA LOS PERDONARÉ...!
Ayato: Je, Ruki fue derrotado, así es. Pero, si el gran yo ataca a Reiji, Ruki necesitaba——
Ayato: ¡Solo debe probar y aceptar que Ayato-sama es el más fuerte de la familia! Oye, ¡Kanato!
Kanato: Entendido. Vamos a la mansión Scarlet cuando antes.
—Ayato y Kanato se van—.
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Laito: ...Ahh. Se fueron sin decir gracias o adiós. Realmente son egoístas.
Laito: Pero, la otra familia ahora puede matar al resto de los perturbadores.
Laito: Tengo que hacer esto para ayudar a Carla a convertirse en el gobernante supremo.
Laito: Bueno, no sé si estará contento con este informe como regalo.
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Masterlist Scarlet
Masterlist Violet
Masterlist Orange
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sinsentidono · 3 years
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La chica ciento por ciento perfecta para mí (Haruki Murakami)
Una gloriosa mañana de abril del año 1981, caminando por el distrito Harajuku de Tokio, me cruzo con la chica ciento por ciento perfecta para mí. No es especialmente linda, nada en ella llama la atención, su pelo conserva todavía la marca de la almohada. Tampoco es joven (ha de andar por los treinta, o sea que ni siquiera califica del todo como chica, si hablamos con propiedad). Pero aun así, ya a cincuenta metros de distancia, sé que es la chica ciento por ciento perfecta para mí.
Cada uno tiene su tipo favorito de chica: las de tobillos finos, las de ojos grandes, las de manos hermosas. Yo también tengo mis preferencias: a veces me quedo mirando @do a una chica sólo por la forma de su nariz. Pero nadie puede garantizarnos que la chica ciento por ciento perfecta para nosotros responda a nuestros gustos. A pesar de mi confesa debilidad por cierta clase de nariz, no puedo recordar la forma que tenía la de ella. Lo único que recuerdo es que nada llamaba la atención. Sé que es extraño. Me imagino contándoselo a un amigo: “Ayer me crucé por la calle a la chica ciento por ciento perfecta para mí”. “¿Sí? ¿Era muy hermosa?” “No especialmente.” “¿Pero era tu tipo?” “No sé, no puedo recordar ni el color de sus ojos ni el tamaño de sus tetas.” “Qué cosa más rara”, diría mi amigo, ya aburrido. “¿Y qué hiciste? ¿Le hablaste? ¿La seguiste?” “No, sólo me la crucé por la calle.”
Ella viene caminando en dirección al oeste; yo voy hacia el este. Es una mañana gloriosa. Que se volvería doblemente gloriosa si me atreviera a hablarle cuando nos crucemos. Sólo unos minutos para explicarle las complejidades del destino que condujeron nuestros pasos hasta esta calle de Harajuku en esta gloriosa mañana de abril. Sería un monólogo hecho de detalles perfectamente encastrados entre sí, como esos relojes construidos en los tiempos en que la paz reinaba en el mundo. Después de esa conversación en la calle iríamos a almorzar, y después al cine o a un bar a tomar unos tragos, y con un poco de suerte terminaríamos en la cama. Así es como golpea el destino la puerta de nuestro corazón. Pero la distancia entre ella y yo se ha acortado ahora a menos de quince metros. ¿Cómo hacer para abordarla? ¿Qué decir?
“Buen día, preciosa. ¿Puedo robarte unos minutos de tu valiosísimo tiempo?” Ridículo; me consideraría un vendedor de seguros. “¿Podrías decirme dónde hay un lavadero cerca?” Igual de ridículo: no llevo ninguna bolsa de ropa sucia. Quizá lo mejor sería decirle la verdad: “¿Sabes que eres la chica ciento por ciento perfecta para mí?”. No, no me creería. Incluso si me creyera, no le interesaría hablar conmigo: “Lo lamento”, me diría, “puede que yo sea la chica ciento por ciento perfecta para ti, pero tú no eres el chico ciento por ciento perfecto para mí.” Y si ocurriera eso, me derrumbaría, nunca me recobraría del impacto. Ya tengo treinta y dos años, y ésa es la clase de cosas que vienen con la edad.
Cuando por fin nos cruzamos es justo delante de un puesto de flores. Una levísima masa de aire cálido toca mi piel. El asfalto está húmedo, el aroma de las flores también. Ella tiene puesto un suéter blanco y lleva en la mano derecha un sobre igual de inmaculado. Está yendo al correo a despachar esa carta. Que estuvo toda la noche escribiendo, a juzgar por el cansancio de su mirada y el estado de su peinado. Quizás ese sobre contiene todos sus secretos. Unos pasos después de cruzarme con ella me doy vuelta a mirarla, pero ya se ha esfumado entre la multitud. Y, como siempre sucede, recién ahora se me ocurre qué tendría que haberle dicho, aunque sea demasiado largo, y demasiado complicado de decir en la calle, a una desconocida. El monólogo habría empezado con “Había una vez” y terminado con “Qué historia triste, ¿no?”, porque así empiezan y terminan todas las historias.
Había una vez un chico y una chica. El chico tenía dieciocho años y la chica dieciséis. El no era especialmente atractivo y ella no era especialmente linda. Eran un chico y una chica como cualquier otro. Pero los dos creían con todo su corazón que en algún lugar del mundo había alguien ciento por ciento perfecto para ellos. Sí, los dos creían en milagros. Y el milagro ocurrió. Un día los dos se cruzaron por la calle. “Alucinante”, dijo él. “Te estuve buscando toda mi vida. Aunque no me creas, eres la chica ciento por ciento perfecta para mí.” “Y tú eres el chico ciento por ciento perfecto para mí”, dijo ella. “Eres tal como te imaginaba. Es como un sueño.” Se sentaron en el banco de una plaza, tomados de las manos, y se contaron la historia de sus vidas.
Hablaron durante horas. Ya no habría soledad para ellos: habían encontrado a la persona ciento por ciento perfecta para el otro. Un milagro, un milagro cósmico. Sin embargo, mientras conversaban, un ínfimo matiz de duda fue asomando en sus corazones: ¿podía ser que los sueños se hicieran realidad tan fácilmente? En un silencio de la conversación, el chico le dijo a la chica: “Probémonos. Por una única vez. Si realmente somos ciento por ciento perfectos para el otro, volveremos a encontrarnos. Y cuando eso ocurra sabremos que somos el uno para el otro, y nos casaremos, ese mismo día. ¿Qué dices?”. Ella asintió: “Es lo que debemos hacer”. Así que se levantaron del banco y se alejaron por el parque, uno hacia el este y la otra hacia el oeste.
Pero el trato que habían convenido era por completo innecesario. De hecho, jamás debieron comprometerse a tal cosa, porque eran realmente el uno para el otro, y sólo un auténtico milagro había permitido que se encontraran. Pero, claro, cómo iban a saber tal cosa dos mocosos como ellos. Las caprichosas mareas del destino procedieron entonces a sacudirlos sin piedad. Un invierno, tanto él como ella pescaron una terrible gripe que atacó la ciudad. Luego de tenerlos más de una semana entre la vida y la muerte, el virus remitió, pero les borró la memoria. Cuando despertaron, ambos carecían de todo recuerdo de su vida previa a la enfermedad. Como eran dos jóvenes voluntariosos y decididos, lograron a través de esfuerzos incansables ir adquiriendo los recursos básicos para interactuar nuevamente en sociedad. Pudieron convertirse en buenos ciudadanos, que se orientaban perfectamente cuando tenían que hacer combinación de líneas en el metro o llamadas telefónicas de cobro revertido. Incluso fueron capaces de enamorarse de nuevo, llegando a veces a estar con la persona setenta y cinco por ciento, hasta ochenta por ciento perfecta para ellos. El tiempo pasó con asombrosa rapidez. Pronto él tuvo treinta y dos años y ella treinta. Y una mañana maravillosa de abril del año 1981, él andaba buscando un bar donde tomarse una taza de café y ella iba al correo a despachar una carta. Ella iba en dirección oeste y él en dirección este por la misma callecita de Harajuku. Cuando se vieron, un leve chispazo iluminó durante el más breve de los instantes los pasillos vacíos de sus memorias. Cada uno sintió un temblor en el pecho y supo:
Es la chica ciento por ciento perfecta para mí.
Es el chico ciento por ciento perfecto para mí.
Pero aquel destello de sus memorias fue demasiado leve y ni el uno ni el otro tuvo la claridad de pensamiento que había tenido catorce años antes. Se cruzaron sin decirse una palabra, frente a un puesto de flores, y cada uno siguió su rumbo, hasta perderse en la multitud, para siempre.
Qué historia triste, ¿no?
Sí, eso es exactamente lo que debería haberle dicho.
Traducción: Juan Forn.
En: http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-250413-2014-07-10.html
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michellemilner · 4 years
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Casi sé algo
Vacío, a veces me imagino mi cuerpo con un agujero por donde se puede observar del otro lado, vacío. Algo me falta, siempre algo se me escapa entre los dedos. No hay huella dactilar en mi, simplemente algo que se me escabulle. Ese hueco duele. Cada día se hace mas grande. 
Tengo dos posibilidades, hacer que no existe: taparlo con un cemento que cada dia al terminar se parte; o quedarme mirando ese espacio, esa pieza perdida, eso que alguna vez estuvo y que ya no esta. Porque al fin y al cabo hablamos de un espacio vacío en donde falta algo. Se nos hace difícil pensarlo simplemente como algo que es así, simplemente algo ya no está. La pérdida es una palabra que nos acompaña durante todo el recorrido de la vida. A veces siento que todos somos sobrevivientes de guerra, porque todos perdimos cosas, gente. Nadie sobrevive. Creemos que la guerra es traumática, pero la guerra simplemente pone en camara rápida este lento sufrimiento, martirio, agonía.
Si el tiempo pasa, siempre pasa, realmente hay pasado y futuro? Como lo diferenciamos? Si no hay un stop. Nunca se detiene el tiempo. Como podemos pensar que el futuro es futuro? Todo el tiempo somos futuro y pasado a la misma vez.
Los fisicos dicen que lo que diferencia el pasado del futuro es que del futuro no tenemos recuerdo. Dicen que nuestra logica cronologica de entender el tiempo es una forma de percepción, pero que todo ocurre al mismo tiempo. Al fin y al cabo somos como las moscas que perciben las “imagenes” en camara lenta. Que nos diferencia? Segun nuestra forma de ver el mundo percibimos  de esa manera.
Todo lo comparamos con nosotros. Siempre me pregunte como es vernos desde afuera, me refiero de una forma objetiva, como será la realidad en realidad? Es? 
Yo me la imagine en blanco y negro. Jaja que simplista. Asi ven los perros, dicen…
Como se que toco lo que creo que toco? Si lo que toco es de acuerdo a como yo lo veo. Para mi un barco es una cosa que flota en el mar, para los pueblos originarios eran montañas que se movian. Va eso decian los españoles cuando conquistaron america. Que hijos de puta.
Volviendo a lo que pensaba. Ahora se me fue la idea por pensar en ellos.
Bueno igual, siempre pienso, (nada que ver con lo que venia diciendo) pero… Porque a los judios se nos persigue tanto? Diciendo que le robaron tierras a los arabes, cuando a los ingleses no se los persigue por haber robado las malvinas, o a los españoles por haber aniquilado a pueblos originiarios. Porque el odio contra el judío. Se busca una excusa para odiarlo. Porque... las malvinas fue mucho despues.
Con estas cosas siempre me pregunto si se toda la historia, siempre siento que algo me falta, que necesito entender a la otra perspectiva, siento que no se llega nunca.
Siempre siento que me acerco asintoticamente hacia algo, nunca termino de tocarlo. Esa sensacion de casi, casi saber, casi casi. Investigar, buscar, pero siempre algo no está completo, siempre falta algo más. 
A veces me gustaría ser psicotica para tener aunque sea un poco de certeza. No importa, creere que son la pareja de dios, y que vengo a salvar al mundo, pero al menos tendria certidumbre. Creo que cambiaria la frase de “mientras haya salud...” por “Mientras haya certidumbre…”. Ojo saber puede ser la peor pesadilla. No es lo mismo saber que tener certidumbre, certeza. Creer que uno encontro el sentido de todo, y que todo tiene un propósito. 
La religión es tan tranquilizadora, quisiera creer que todo lo que dicen es verdad.
Es tan triste verlos simplemente como un grupo de gente que se inventó una linda historia, porque es eso… Cuales son las posibilidades de que esa historia sea real? Que justamente dios diga hay que decir un precepto cada vez que te lavas las manos y así vas a estar haciendo las cosas bien. O Tenes que comer leche y carne separadas, eso tiene alguna lógica? Tan impotente es dios que necesita que hagas eso? No hay suficientes leyes de la naturaleza ya? Mucha gente dice que se parece mas a un cuento de ciencia ficción. Sonará ridiculo pero yo siento que estoy haciendo las cosas “bien” (bien entre comillas porque no tiene que ver para mi con hacer las cosas bien o mal) o sea mejor dicho que yo me siento bien cuando estoy en la naturaleza, cuando tomo agua… No entiendo porque no hago esas cosas mas seguido y me termino envenenando con coca light y papas fritas. Porque? Lo mas raro es que ni me gusta la coca light, es como que la necesito, como que despues de comerme unas papas la combinacion perfecta es con coca light. Cuando tomo agua me siento bien pero me falta algo. 
Cuando tomo coca light algo de esa falta por un segundo se tapa con cemento, al rato se vuelve a caer. Ese cemento es duro no me deja mover el torso con liviandad. Cuando se cae me muevo mejor, pero el dolor se vuelve a despertar. Porque el dolor no se va, siempre está ahí, solo que no lo vemos.
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«El gorrión de la lengua cortada», 太宰 治.
Hace mucho, mucho tiempo, vivía en cierto lugar un viejo leñador de gran corazón cuya esposa, en cambio, tenía muy mal carácter. Un día de otoño por la mañana en que el bosque se hallaba encendido con el rojo de los arces, el viejo andaba en busca de leña cuando escuchó un plañidero lamento: «¡Chi, chi, chi! ¡Chi, chi, chi!». Parecía proceder de unos matorrales cercanos, pero no se veía nada. El leñador, yendo hacia donde se escuchaba el lamento, apartó los matorrales y descubrió un pequeño gorrión caído en el suelo, que se quejaba con temor y aleteaba incapaz de volar. Levantándolo suavemente, comprobó que una de sus patas estaba herida, así que metió al gorrión en su pecho, entre los pliegues del kimono, y se lo llevó de vuelta a casa, poniéndole el nombre de Chunko.
Pero su esposa estalló en improperios al ver el cariño con que el hombre trataba al pájaro.
—¿A quién se le ocurre traer algo así? Con lo molesto que va a ser alimentarlo y demás. Te advierto que yo no pienso hacer nada.
El leñador, acostumbrado ya a sus regañinas, se movía silencioso e indiferente, preocupado tan solo de atender al gorrión. Día tras día le cuidaba la herida y le daba de comer arroz hervido, que el animalito tomaba gozosamente con su pico. Con el tiempo, el gorrión se restableció, y revoloteaba por toda la casa, posándose en el hombro o en la cabeza del leñador, canturreando «¡pío, pío, pío!». La mujer del leñador, por su parte, lo aborrecía y, con un «maldito pájaro», no perdía oportunidad de atacarlo con la escoba o de espantarlo.
Una mañana el anciano se fue a la montaña como de costumbre, con su guadaña y su cesto. Antes de salir, se despidió del gorrión: «Sé bueno durante mi ausencia y no molestes a la abuela. Volveré enseguida».
La vieja mujer, por su parte, fue hasta el pozo y empezó a hacer los preparativos para lavar los kimonos. El gorrión, sintiéndose muy solo, empezó a revolotear en torno de la mujer, pero ella no le hizo ningún caso. Sacó agua del pozo y llenó el gran balde de madera, y dentro metió los delicados kimonos para lavarlos. Había preparado también una pasta de harina de arroz y agua en una olla para, según la costumbre, empaparlos en ella antes de secarlos y que recibieran una lustrosa brillantez. Tras dejar la olla en la cocina, se aplicó por entero a la larga tarea de frotar y limpiar los kimonos hasta que estuvieron limpios y frescos. Ella continuó con su colada como si el pájaro no existiera, pero el gorrión, que ya estaba hambriento, llegó revoloteando hasta la olla con el engrudo. Atraído por su buen aspecto y olor, el gorrión metió su pico en la rica pasta y, «qué delicioso, ¡pío, pío!», trinó mientras bajaba una y otra vez su pico. No se sintió satisfecho hasta que el fondo de la olla apareció pelado y limpio. Cuando la vieja mujer regresó con los kimonos para tratarlos con la pasta y vio la olla vacía, todo su cuerpo empezó a temblar de odio y de cólera, y agarrando al gorrión antes de que este tuviera tiempo de escapar, aulló:
—¡Maldita bestia, después del esfuerzo que me ha costado preparar esa pasta! ¡Voy a hacer que recuerdes este día! Ahora verás. —Y trayendo un par de tijeras, obligó al gorrión a abrir el pico—. Así que esta es la lengua con la que has estado chupeteando, ¿eh? —Y le cortó la lengua con las afiladas cuchillas, arrojando a la pobre criatura al suelo—. Y ahora, piérdete —le gritó.
El gorrión se levantó y agitó el polvo, batiendo con sus alas el suelo. ¡Cuánto debía dolerle! Girando y girando, luchó y aleteó, hasta que, con un último esfuerzo, levantó el vuelo tambaleante y desapareció en el cielo.
Cuando el viejo regresó a casa aquella noche con la leña a la espalda, se sorprendió muchísimo al no oír la usual bienvenida. Su amigo no se veía por parte alguna. Intranquilo, fue derecho a la jaula, pero la encontró vacía. Volviéndose a su mujer, preguntó:
—¿Dónde está nuestro pequeño Chunko?
—El miserable se comió toda la pasta de arroz, así que le he cortado la lengua y lo he echado a la calle. Y no lo quiero más por aquí —replicó colérica la esposa.
—¡Pobrecillo animal! —gritó angustiado el leñador—. ¡Qué cosa tan cruel haberle cortado la lengua solo por haberse comido el engrudo! ¡Si hubiera estado yo aquí!… ¿Cómo escuchar esto sin echarse a llorar? —Y rompió a llorar como si le hubieran separado de su propio hijo.
Aquella noche el leñador no pudo dormir. Se agitaba ansiosamente en el lecho pensando en su pequeño pájaro, y cuando por fin llegó el amanecer, se levantó y se vistió rápidamente para salir en seguida al bosque a buscarlo. Durante un buen rato estuvo vagando y gritando:
—Gorrión de la lengua cortada, ¿dónde está tu casa? Gorrión de la lengua cortada, ¿dónde está tu casa? Pío, pío, pío.
Durante toda la mañana y parte de la tarde estuvo buscando al animal, caminando en una y otra dirección, penetrando cada vez más en la espesura. Cuando empezó a atardecer, continuaba llamando:
—Gorrión de la lengua cortada, ¿dónde está tu casa? Pío, pío, pío.
Al llegar junto a un bosque de bambúes, un gorrión que le escuchó, se acercó revoloteando mientras cantaba:
—La casa de los gorriones está aquí, pío, pío, pío.
El leñador, con una gran alegría que le hizo olvidarse de su cansancio, se puso en pie y siguió a toda prisa al gorrión por el interior del bosque de bambúes. Al cabo de un rato, por fin llegaron a un claro en el que, bajo un techado de bambú cubierto de musgo, y sostenido por columnas también de bambú, se hallaba el precioso hogar de los gorriones.
Al momento salió Chunko a la puerta a recibirle.
—¡Qué sorpresa! Bienvenido seas a mi morada, querido abuelo.
—Ah, ¿es aquí donde estabas? Desde que nos separamos te echaba tanto de menos, que he estado buscándote por todas partes para volver a verte.
—Te estoy tan profundamente agradecido por ello que se me saltan las lágrimas de felicidad. No sé cómo agradecértelo.
Y efectivamente, a ambos se les saltaban las lágrimas de felicidad por el reencuentro.
—Pero cómo se te ocurre… Después de que fueras para mí como un hijo, que te cortasen la lengua cruelmente solo por un vulgar engrudo. Fue una miserable acción por parte de esa vieja. Ayer mismo la regañé por ello. Pero por lo que veo ya estás curado de esa terrible herida.
—Así es, muchas gracias. Por favor, pasa adentro. —Y le guio al interior.
Ante los ojos del leñador se abría un hogar maravilloso. Se descalzó y, mientras caminaba por el largo pasillo de cedro, por todas partes se escuchaban voces de bienvenida. El hombre no cabía en sí de gozo. Los gorriones se alinearon ante él y se inclinaron reverentemente. Todos los amigos y familiares de Chunko salieron a recibirle.
—Pero ven, que te presentaré a mis padres —dijo el pequeño Chunko.
Y le condujo a una magnífica sala donde aguardaban sus padres, sentados en el suelo en torno a una mesa alargada. Los pájaros padres, que habían escuchado cómo el anciano salvó a su hijo y cuidó luego de él, murmuraron con una profunda reverencia:
—En la vida podremos devolverte la gran obligación que hemos contraído.
La decoración de la sala era espléndida, y, como invitado de honor que era, sentaron al anciano muy cerca del lugar donde colgaba un rollo de seda con la inscripción de un poema. Chunko pidió a los demás gorriones que se esforzaran lo más posible en su recepción, pues el visitante era un gran benefactor. El viejo leñador estaba muy sorprendido, pues un plato exquisito seguía a otro, y todo era servido con delicioso sake y buen gusto. Como acompañamiento del banquete, un grupo de jóvenes gorriones con kimonos de alegres colores cantaron y bailaron su especialidad, La danza del gorrión. Los ojos del leñador brillaban de alegría.
—A pesar de todos los años que he vivido, no he visto nunca nada tan entretenido y agradable —repetía.
Al oscurecer, el hombre empezó a pensar en su casa, y a su pesar dijo a sus anfitriones:
—Bueno, gracias a vosotros me he sentido rejuvenecer. Ha sido muy entretenido, pero se ha hecho muy tarde y debo regresar.
Los gorriones se apenaron muchísimo y trataron de disuadirlo por todos los medios para que no se fuera.
—Por favor, no es un lugar digno de ti, pero alójate con nosotros esta noche. Aunque te agasajásemos durante dos o tres días, eso no pagaría ni una milésima de tu amabilidad.
Pero el leñador insistió:
—Queridos amigos, ya es tarde, y mi mujer debe de estar esperando; hoy debo marcharme, pero vendré de nuevo a visitaros de vez en cuando.
Entonces ya no le presionaron más y el pájaro padre habló:
—Generoso leñador, es muy triste despedirte, pero esta noche queremos que aceptes un regalo como prueba de nuestra gratitud.
Al decir esto, los pájaros trajeron dos cestas de mimbre que depositaron en el suelo, a los pies del anciano.
—Ahí tienes dos cestas —continuó el pájaro padre—: una es grande y pesada; la otra es pequeña y ligera. Cualquiera que escojas es tuya, y te la damos con los mejores deseos por parte de todos nosotros.
El leñador se hallaba profundamente emocionado, y mirando al pájaro padre, al fin dijo:
—Además de esta maravillosa recepción, todavía me ofrecéis un regalo. Es una atención que no merezco, pero ya que os habéis tomado la molestia, lo aceptaré.
—Entonces, ¿con cuál te quedas?
—Soy mayor y ya no necesito muchos bienes. Además, no puedo cargar cosas pesadas, así que aceptaré agradecido la cesta más pequeña.
Los pájaros le colocaron la cesta a la espalda y le acompañaron hasta la puerta de entrada, donde le ayudaron a ponerse el calzado. Todos los gorriones se congregaron en la puerta para despedirle.
—¡Adiós, mis pequeños amigos! ¡Adiós, pequeño Chunko! ¡Cuídate mucho! Ha sido una noche maravillosa que jamás olvidaré —dijo el anciano, y saludó cortésmente muchas veces. Agitando la mano salió al bosquecillo, y pronto desapareció entre las tinieblas.
Mientras, la vieja, al ver que ya era de noche y su marido no volvía, andaba soltando improperios a solas, llegó el leñador con el cesto atado a la espalda.
—¿Qué horas son estas de venir? —le regañó furiosa.
—No te enfades, mujer. He estado en el hogar de los gorriones, donde he pasado un rato muy agradable; e incluso me han dado un regalo —contestó descargando el cesto de su espalda.
Al oír lo del regalo, la abuela suavizó su expresión al instante.
—Ah, bien. ¿Qué será? ¡Vamos a ver cuanto antes qué hay dentro! —dijo con voz ansiosa.
Y, sin ofrecer a su fatigado esposo siquiera una taza de té, abrió en seguida la tapa. Un resplandor de confusa brillantez cegó momentáneamente sus avariciosos ojos, porque dentro había oro, plata, joyas, ricos kimonos, y tesoros centelleantes hasta rebosar. Los dos estuvieron mirando en silencio, sorprendidos y extasiados.
Entonces el anciano relató la historia de su aventura desde el principio, contando que le habían ofrecido un cesto grande y uno pequeño y que él escogió el pequeño sin imaginar siquiera que pudiera contener tantas riquezas. Pero cuando su esposa escuchó estas palabras, estalló furiosa:
—¿Pero qué clase de estúpido eres? Traes a casa una cesta pequeña cuando con un poco más de molestia podías haberte traído el doble de tesoros. Ahora mismo iré yo en persona a visitar a los pájaros, y regresaré con la cesta grande.
—No seas codiciosa. ¿No es más que suficiente con lo que tenemos? Te pido que no vayas —intentó razonar el anciano leñador.
Pero los oídos de la mujer estaban distraídos por los pensamientos de su mente avariciosa, y, pese a que ya era noche cerrada, se calzó los zapatos y, tomando el bastón de su esposo, salió disparada hacia la casa de los gorriones.
Caminaba de noche por el bosque repitiendo:
—Gorrión de la lengua cortada, ¿dónde está tu casa? Pío, pío, pío.
Pasado un tiempo, amanecía ya cuando llegó al linde del bosque de bambúes. Y allí apareció un gorrión cantando:
—La casa del gorrión es aquí, pío, pío, pío.
La vieja le siguió corriendo por el interior del bosque de bambú, y llegó a la casita de los gorriones. En ese momento, los pájaros se hallaban reunidos haciendo comentarios acerca del anciano que acababa de dejarles y de su esposa, cuando escucharon llamar a la puerta.
—¿Es este el hogar de los gorriones? He venido a ver a mi pequeño amigo Chunko —decía melosamente la vieja.
Chunko salió a recibirla y, aunque le tenía miedo por haberle cortado la lengua, tuvo en cuenta el hecho de que le hubieran cuidado en la casa durante largo tiempo y, sobreponiéndose, le dio la bienvenida con una reverencia.
—Ah, ya veo que estás completamente recuperado, mi pequeño. Ya sabía yo que en realidad no te había hecho mucho daño —dijo zalamera. Tenía tanta prisa que rehusó detenerse para quitarse el calzado, con lo que los gorriones quedaron horrorizados ante aquellos modales tan insolentes y maleducados.
Después, cuando vio que se disponían a agasajarla, se aprestó a decir:
—Tengo mucha prisa. Por favor, no os molestéis en bailar para mí. Y tampoco dispongo de tiempo para comer nada. Solo quería ver qué tal se encontraba el pequeño Chunko. Pero como he venido desde tan lejos, por favor, dadme rápidamente un regalo como recuerdo de mi visita, y en seguida me marcharé.
En silencio, los pájaros trajeron dos cestas, una grande y pesada y otra pequeña y ligera, y las colocaron delante de ella.
—Como regalo de despedida —dijo el pájaro padre—, acepta por favor una de estas cestas. Como ves, una es grande y pesada; la otra pequeña y ligera. La que elijas será tuya.
Casi sin esperar a que el pájaro padre terminara de hablar, la anciana señaló inmediatamente la cesta grande:
—Yo soy más joven que mi esposo, así que puedo cargar con la grande. Elijo esta.
—Es tuya —dijo el pájaro gravemente.
En la salida, con muchos suspiros y soplidos, los gorriones colocaron la cesta sobre la espalda de la mujer y la saludaron en silencio a las puertas de la casa. La vieja no perdió tiempo en inclinaciones sino que se marchó apresuradamente hacia el interior del bosque, doblándose bajo el peso de la enorme cesta.
No bien estuvo fuera del alcance de la vista de los gorriones, bajó con grandes sudores la cesta de la espalda, que pesaba más que si fueran piedras, e, incapaz de esperar más, abrió inmediatamente la tapa. Pero tuvo que retroceder horrorizada, pues en esta ocasión no había tesoros dentro, sino que lo que surgió fueron criaturas monstruosas. Una con tres ojos, otra con forma de sapo, otra como un insecto peludo, otra con un cuello alargado como una serpiente, y más y más clases de trasgos que rugían, siseaban y alargaban sus extremidades hacia ella.
—Ahora te daremos tu merecido, vieja codiciosa —gritaban, y unos extendían sus serpenteantes brazos palpando todo el cuerpo, otros sacaban su larga lengua chupeteándole el rostro, y otros intentaban enroscarse en sus piernas.
Aterrada, sintiendo su cuerpo helado, la vieja mujer salió huyendo. Atravesando el bosque, las zarzas y el agua, corrió a la velocidad del viento, mientras los monstruos la perseguían alocadamente.
—¡Ayuda, auxilio! ¡Salvadme de estos diablos! —gritaba la mujer.
La vieja mujer no se detuvo hasta que llegó a casa, sin aliento y temblando, donde su marido, conmovido por su lastimoso estado, salió corriendo para ayudarla hasta el porche, donde se sentó palpitando antes de poder hablar.
—¿Qué te ha ocurrido? ¿Qué te ha ocurrido? Por favor, dímelo —rogó el anciano.
Su mujer, después de relatarle la historia, dijo:
—Durante toda mi vida he sido de mal corazón y avariciosa. ¿No podrás perdonar a una mujer así? Desde este momento reformaré mi camino.
El hombre comprendió que era sincera en su arrepentimiento, y la tomó compasivamente de la mano. La mujer cambió por completo y durante el resto de sus días vivieron felices.
A la primavera siguiente, ambos fueron juntos a visitar a los gorriones y se dice que mantuvieron esa amistad hasta el fin de sus días.
Autor: Osamu Dazai
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zarinaeliarte · 4 years
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La sonrisa que siempre quisieras tener, que envidia, me voy a morir si no sonrío así, mi sonrisa es tan desdentada y como no me cepille tengo que cerrar mi pota pata.
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El amor de mi vida.
Yo todavía no entiendo porqué me avergüenza hablar de lo más bello del mundo y mi propia prueba de que dejes de dudar, sí vale la pena pensar antes de actuar, vale la pena (para el lado oscuro de la Luna que NO puedes ver, ¿Cómo era? Me acordé: "No hay manera". Para ti que sabes cuál es tu posición exacta en el universo para Influya en ti, sigue así, vas bien, a pesar de ¿Cuáles? Las penas que valen...) Tener confianza en tus instintos y de verdad averiguar ¿Quién coño en la pota pata se te ocurre en esta mmmiiireredada?, En fin.
Mi amor con él ha sido muy raro y mágico (¿O dirías marico?) Y me fascina, el es maravilloso y desde aquí ¡Aquí! Hasta allá ¡Allá! pudimos alcanzarnos.
Mis ojos se están cerrando pero YO no me puedo ir a dormir sin hacerle saber al mundo qué coño de... ¿La de quién? ¿Nos turnamos o...? ¡Tenemos un trato! La tuya. Necesito que jamás dude un poco de que lo amo, el amor es muy frágil y no quiero que el nuestro se derrumbe fácilmente; yo quiero ser feliz con él toda mi vida YO no quiero estar sola nunca más, sangrar en la calle no es bueno ¿Quien te va a atender si todos son los que se ponen? Los doctores están en el hospital, no en la vida de quienes nada más les escriben cuando los necesitan y eso es muy triste, YO extraño hablar más con ellos. Hasta que no termine NO duermo, ya después descanso tranquila y sueño con que "han pasado tantos años" desde que... Shhh... A nadie le gusta hablar de eso, dale con lo de el chugardadi, el laburo, el salvavidas, en menos mal, el soporte... El aguante... El que no soporto, habla de ese que seguro es un matón de esos locos, tienes que tener cuidado (lo siento por los "adornos" ausentes, una y cincuentidoj del momento en el que estoy ésta noche) Así que habla y ya, mongólica.
Mi Rey esconde una y otra y cada cosa que no creo que vayan a entender si no les digo que parece de película, lo cual por motivo absurdo me avergüenza ¿Será que le tenía miedo a tu envidia? No creo, la cuestión es que YO (aún si ya estoy siendo lo que siempre quise ser después de morir vida: un árbol) estoy enamorada.
Todos los días tengo algo que admirar y amar, todos los días nos estamos amando aunque no estemos hablando ¿No me crees? Tenemos una conexión tan absurda que hablamos al mismo tiempo lo mismo idéntico... Por videollamada (ejem... Ejem, en inglés) y aún no nos hemos visto en persona, lo anhelo con toda mi arbolidad frondosa y sé el poder que tengo en mi existencia para hacer que suceda.
He tenido que ser muy paciente y por andar perdida sin buenas guías, encerrada, encerrada y sin saber qué hacer para que todo volviera a la felicidad que amo porque ya nada había funcionado me lancé en una aventura absurda:
Cuando... Cuando... Ya estaba metida yo tanto en mi peo (sin estabilidad esta vez, hoy estoy bien) que se me ocurrió en ideas absurdas de que esto va a funcionar a los coñazos:
- Irme a Venezuela.
- Sola.
- Con poco dinero.
- (como siempre) En silencio.
Ahora me iré a dormir, son las seis de la mañana y no compartí esto.
Hasta Nunca.
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jgmail · 4 years
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Javier Villamor afirma que en apenas medio año han conseguido modificar los hábitos del mundo entero por un virus
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Javier Navascués, 
Entrevistamos a Javier Villamor, uno de los periodistas de investigación que sin duda hace un análisis más certero de la plandemia. Muchas de las ideas de las que vamos a hablar están plasmadas en su excelente libro Pandemonium.
Usted dice que más que conocer el origen del virus, hay que conocer las consecuencias, pero en cualquier caso si todo obedece a un plan, también está perfectamente creado el origen…
En el libro de Pandemonium expongo dos posibles líneas de investigación. Una internacional, de una cepa que habría viajado desde Arabia Saudí hasta Canadá pasando por Rotterdam y de ahí a China; la otra, china que puede ir en paralelo y completarse con la anterior.
Cuando señalo que no es tan importante conocer el origen del virus, estoy queriendo decir que se pierde muchas energías cuando nos obsesionamos con algo y perdemos la imagen completa de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Es decir, focalizamos demasiado en un punto en vez de mirar a aquello que nos rodea con ojos y mente bien abiertos.
Las consecuencias del COVID19 son obvias. Están subvirtiendo el Estado de Derecho, están atacando libertades básicas, avanzando en la agenda global llamada 2030, quieren eliminar el dinero físico con la excusa de los contagios, fomentar el teletrabajo, educación a distancia, fusiones bancarias… En definitiva, un reseteo del sistema que solo se podía hacer con una pandemia de miedo a raíz de una excusa sanitaria.
No hace falta caer en oscuras diatribas sobre el sexo de los ángeles. Los hechos están ahí, todos los días. Solo hace falta saber dónde mirar y unir los puntos que aparentemente parecen inconexos.
¿Quiénes están realmente detrás de esta plandemia y hasta que punto es fácil de demostrarlo?
Como le decía, los hechos están ahí en los titulares a diario. A grandes rasgos, están destruyendo las economías nacionales para imponer una economía dirigida gracias a las subvenciones de organismos supranacionales. Fijémonos en cómo ha sido vendida la ayuda contra el COVID19 por parte del Gobierno… Es solo un ejemplo de muchos.
Acertar quién está detrás de la plandemia es un imposible, pero podemos fijarnos quién se ha beneficiado de ella. “Follow the money” que se dice en inglés, “sigue el dinero”, una máxima periodística que ya nadie parece atender en los grandes medios pero que es infalible en una investigación.
¿Y quién se ha enriquecido? Soros con sus inversiones en Grifols, Bill Gates, Jezz Bezos, China… Podemos plantear la teoría de que hay una connivencia clara entre las multinacionales tecnológicas y grandes financistas transnacionales con el objetivo de implantar una sociedad completamente tecnologizada sometidas bajos sistemas de control nunca antes visto. ¿Quién se podía creer que la instalación de cámaras térmicas y de reconocimiento facial por todos lados era para la lucha contra un virus?
¿Podemos decir que son ellos los que han lanzado el virus? No. ¿Podemos decir que son los que han crecido un 200% en valor bursátil en los últimos 6 meses? Sí. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Nos toman por idiotas, y así nos tratan.
Se estudia en sociología que las epidemias y su manera de tratarlas han sido claves para el control social…
Exacto. Toda crisis es una oportunidad para cualquiera, pero especialmente para los mejor preparados. Esto no es peccata minuta, es un hecho. Así funcionan los grandes buitres para hacerse con más poder en cada ocasión.
Si controlan los sistemas financieros, las grandes empresas tecnológicas, las grandes productoras de elementos de consumo… crear una crisis es muy sencilla y sacar partido de ella lo es aún más. Creas un problema, ofreces la solución, avanzas en tus objetivos. Una y otra vez.
Hasta ahora se había confinado a los enfermos, este confinamiento de toda la población mundial no tiene precedentes…
Nunca antes en la historia de la humanidad se había producido un hecho semejante y a escala global. Me ha llamado también la atención que sea un confinamiento de sanos, enfermos, grupos de riesgo y los que no…
Uno puede entender el confinamiento las primeras dos semanas o el primer mes para no colapsar el sistema sanitario. Todo lo que ha venido después ha sido para que ni los periodistas podamos hacer nuestra labor, ni la oposición hiciera frente al Gobierno, ni permitir la vida normal de la Nación. El estado de alarma ha sido para tener vía libre a la hora de aplicar políticas y medidas sin que nadie les confrontara.
Y la imposición de la mascarilla, especialmente en España, es un claro abuso de poder, cuando los propios políticos no la llevan más allá de cuando se hacen la foto….
Las medidas son totalmente aleatorias y lo que señala son dos posibles opciones: o no tienen ni idea de lo que hacen, o saben muy bien lo que hacen que es confundir a la población. Me inclino por lo segundo.
Someter y humillar a la población, hacerle creer que el mundo se acaba ya, que todo esto es por nuestra salud, que no debes ver a ningún ser querido, que te aísles del mundo… Deshumanizar al ser humano.
En apenas medio año han conseguido modificar los hábitos del mundo entero por un virus. Eso no lo hizo ni la peste. Me llama mucho la atención.
Por otro lado, ¿ya nos hemos olvidado de los contratos de mascarillas otorgados a amigos del Gobierno? ¿Nadie ve una relación en esto?
Quizás yo me paso de vueltas al plantear hipótesis y escenarios posibles, pero ese es mi trabajo como periodista y analista.
Han creado un nuevo lenguaje con expresiones hasta cierto punto surrealistas: nueva normalidad, distanciamiento social, tarjeta de inmunidad… ¿Qué es lo que realmente pretenden?
Necesitan convencer a la población de que tenemos que ser permanentemente controlados por el bien de nuestra salud. Esto que parecía imposible, lo han conseguido con gran parte de la población. Estoy realmente preocupado por la deriva autoesclavista de muchos. Han dado todas sus libertades a cambio de nada. Inaudito.
La tarjeta de inmunidad, aparte de ser un sinsentido, tiene como objetivo el obligar a la gente a la vacunación de manera indirecta. ¿Quiere usted trabajar, viajar, comprar, ir al centro comercial, etc.? Demuestre que está vacunado. ¿Cuántos van a aceptar eso sin siquiera pensar en lo que les están metiendo? Millones. ¿Nadie sospecha de una vacuna realizada en 8 meses cuando lo normal es que tarden de 7 a 10 años? ¿Nadie sospecha de una vacuna para un virus con una mortalidad de menos de 0,3 por ciento cuando llevamos décadas con virus como el SIDA contra el que no hay remedio?
Está claro que interesa el reseteo de la economía, pero no va a hacer a todos más ricos como ilusamente nos quieren hacer creer.
Eso ha sido un cuento chino (nunca mejor dicho) que lleva años rulando diciendo que iban a quitar el poder a los más ricos para darle el dinero a los más pobres. Ya lo hemos visto, los ricos son más ricos, los pobres son más pobres y con menos libertades que antes. ¿Dónde está lo bueno de todo esto?
Igualmente interesa un férreo control de los gobiernos, un paso previo hacia un Nuevo Orden Mundial…
La implantación del NOM pasa por convertir a todos los Estados Nación en meras estructuras de poder vaciadas de soberanía donde los políticos de turno aplicarán las políticas tomadas en organismos supranacionales. No hace falta ir muy lejos, tenemos en casa a Sánchez e Iglesias que son grandes partidarios de la agenda 2030. ¿Comunistas? ¡Ojalá! Globalistas de pura cepa vestidos de progres.
Lagarder, directora del BCE, pedía que los Estados miembros de la UE cedieran lo poco que les quedaba de soberanía fiscal a Brusela. ¿Ya nadie se acuerda de esto? El objetivo es implantar un sistema fiscal único y en ese momento es cuando se termina nuestra reducida independencia política económica.
En ese Nuevo Orden estaremos totalmente controlados y fichados y toda disidencia al poder será reprimida y perseguida…
La eliminación del dinero físico que decía antes es un claro ejemplo. ¿Quién nos asegura que no vaya a desaparecer nuestro dinero digital del banco por ser disidentes? “Ay, disculpe, ha habido un error informático y usted se ha quedado sin dinero”. Mire usted por dónde, que casualidad. Con la tarjeta sanitaria y del buen ciudadano como ocurre en China, los gobiernos tendrán la potestad de no permitirte vivir como los demás ciudadanos si no eres un ciudadano ejemplar. Es decir, un absoluto y mísero esclavo. ¿Lo peor? Como todos tenemos teléfonos, etc. muchos admitirán esas conductas liberticidas. Triste pero cierto.
¿Cree que puede haber una reacción eficaz y organizada a este intento de dominación?
La reacción existe pero está desunida y con demasiadas aristas. No hay ideología pero se mezcla un poco todo sin tener una comunicación firme y unitaria que sepa priorizar ideas y proyectos a la hora de poner en marcha una resistencia firme y sensata.
Es difícil pero creo que ahora es la fase de informar y ayudar a la gente a darse cuenta del mundo en el que realmente estamos viviendo y al que nos quieren llevar. Son demasiados años de lavado de cerebro por el sistema. Queda mucho por andar.
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iglesialibertador · 4 years
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Desafío: Como niños
“Cierto día, algunos padres llevaron a sus niños a Jesús para que pusiera sus manos sobre ellos y orara por ellos. Pero los discípulos regañaron a los padres por molestar a Jesús. Pero Jesús les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino del cielo pertenece a los que son como estos niños».”
Mateo 19:13-14
Jesús ama profundamente a los niños, los quiere cerca, hace foco en ellos y los usa de ejemplo, pero los discípulos no les prestaban la misma atención. Y a veces, el mundo en el que vivimos, también les resta valor. 
En Mateo 18, los discípulos discuten de posiciones en el reino; pero Jesús habla y menciona la condición para entrar al reino: ser como niños. En Mateo 19, los discípulos se preocupan y confrontan a los padres que “molestan” al Maestro acercando a los niños; y Jesús vuelve a resaltar la importancia de ser como ellos. 
Queda claro que, para Jesús, los niños son dignos de mirar e imitar. Hoy te quiero desafiar a que intentemos ser más como ellos. A observar cómo piensan y actúan; cómo se relacionan, cómo ven el mundo, y que busquemos que cosas podemos aprender de eso. 
Vale una aclaración antes de seguir, ser como niños no significa ser menos, ni ser inmaduro. Jesús habla del carácter que cataloga a un niño, y de eso te quiero contar.
Tal vez tenés hijos chiquitos o los tuviste, y ya están grandes. Quizá todavía no tuviste hijos, o no planeas tenerlos. A lo mejor sos de los que prefieren evitar demasiado contacto con niños… Sea cual sea tu lugar, hagamos foco en ellos por un ratito. En mi caso, gracias a mi trabajo, tengo la posibilidad de compartir mi día a día con muchos niños hace algunos años, así que tengo el privilegio de poder observarlos y aprender de ellos a diario. 
A lo mejor, lo que te voy a compartir lo escuchaste o leíste más de una vez, pero pienso que, aunque a veces tengamos claros los manuales teóricos, la práctica es otra cosa. Y todo conocimiento que no se transforma en vida, termina siendo un sin sentido. Quiero invitarte a pensar cómo está tu carácter de niño. Si Jesús puso en el centro de la escena a los niños para que los imitemos, nunca va a estar de más volver la mirada a ellos para ver que tenemos que aprender o recordar.
Voy a contarte tres cosas muy sencillas: algo que los chicos hacen, una cualidad característica de ellos, y un estado en el que se mantienen. 
Los niños CREEN, CONFÍAN y DEPENDEN: creen sin ver, confían sin entender y dependen sin dudar. Los niños no pueden vivir sin confiar en quienes los rodean, pero su confianza no tiene nada de virtuoso, es una realidad vital. Dependen de las personas que los cuidan para que todas sus necesidades sean cubiertas. No analizan lo que dicen, ellos les creen.  Nosotros, los adultos, no somos tan así. Con los años perdemos esa capacidad de creer y depender al 100% de alguien. Así que lo primero que quiero animarte a imitar de los más chiquitos es la confianza ciega en Papá, esa seguridad en que, si Dios nos sostiene, todo va a estar bien. La Biblia dice en Jeremías 29.11 “Pues YO SÉ los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.”. Dios tiene planes buenos para nosotros, futuro y esperanza (¿lo crees?). La mayoría de las veces, no nos toca saber todo, nos toca descansar en que Él sabe (¿confías en esa verdad?), agarrarnos de Su mano y aceptar que depender de Dios para vivir es la mejor decisión que podemos tomar. 
Los niños son CURIOSOS: la curiosidad invade el día a día de los niños, y saciarla requiere algún tipo de acción. Ellos preguntan, buscan, investigan, insisten y vuelven a preguntar. Tienen una necesidad imperiosa de conocer lo que los rodea, de probar todo lo que tienen a su alcance, de ver cómo es y cómo funciona, de abrir y descubrir. No se quedan con lo primero que ven o escuchan, ellos siempre quieren más. En los adultos esa curiosidad no es tan común. Muchas veces incluso, señalamos a los que preguntan tanto, a los inquietos, a los que no se conforman. Quiero invitarte a que alimentes una curiosidad profunda y valiosa como la de los niños, que es la que nos lleva a descubrir los secretos del propio corazón, a conocernos y conocer, a querer descubrir lo que Dios quiere de nosotros en cada momento. El Salmo 34.8: dice “Prueben y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en él confía!”. Esa curiosidad divina nos lleva al trato íntimo con Papá. Él se deja encontrar y descubre sus secretos a quien está siempre con ansia de conocerlos: “Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón.” Jeremías 29:13. Dios nos anima a alimentar e impulsar cada día nuestra curiosidad por conocerlo, aprender y crecer con Él.  ¿Qué estás haciendo para conocer más a Dios?
Los niños se mantienen ALERTA: ellos prestan atención a cosas que para los adultos generalmente pasan desapercibidas. Observan más la naturaleza, escuchan y registran las palabras que decimos, graban en sus retinas gestos, movimientos, valoran los detalles. De la misma forma que reciben todo esto, lo dan. Abrazan, dan besos, regalan flores, dibujos o hasta una piedrita para demostrar cariño. No escatiman en expresar su amor, como se les ocurre, con lo que tienen. Cuando transitamos la vida adulta, las responsabilidades, la rutina y la vorágine cotidiana hacen que poco a poco perdamos ese estado de alerta, y muchas veces, nos perdemos de escuchar a Dios, de verlo en los detalles y de compartir momentos chiquitos pero especiales con Él. En La Biblia, más de una vez se menciona la voz de Dios y su disposición de estar cerca nuestro, pero hay una parte que nos toca. Apocalipsis 3.20: dice ’Yo estoy a tu puerta, y llamo; si oyes mi voz y me abres, entraré en tu casa y cenaré contigo.”. Oír y abrir la puerta es nuestra tarea. Te quiero desafiar a que no permitas que los ruidos del día a día te tapen la voz de Dios, que no te pierdas de verlo en medio de tus responsabilidades, que no se te escapen Sus palabras, y cómo dice el Salmo 103, no dejes de alabarlo y de recordar cada una de sus bendiciones. 
Para terminar, quiero contarte que los niños no siempre la pasan de diez, tiene dificultades de su tamaño (y a veces, otras mucho más grandes que ellos). Creen, confían, dependen, son curiosos y se mantienen alertas casi naturalmente, pero hay cosas que les cuestan bastante trabajo y esfuerzo, te invito a pensar cómo venís con esto… 
Los niños son impacientes, no les gusta la espera para casi nada. Pero te aseguro que pueden aprender de paciencia. En la escuela, su contexto de mayor socialización, aprenden que no siempre es momento para hablar, que a veces toca escuchar al maestro; aprenden que hay un tiempo determinado para cada actividad que van a hacer en el día; aprenden a respetar al otro, a no hablar o hacer encima de otra persona porque "si hablamos todos juntos no se entiende nada y se hace una ensalada". Eclesiastés 3.1 dice “Todo tiene su tiempo. Hay un momento bajo el cielo para toda actividad”. Y vos, ¿fuiste a la escuela de la paciencia? ¿cómo llevas la espera?  ¿y los tiempos en que solo toca escuchar al Maestro?   
Otra cosa que les cuesta bastante a los chicos es, en medio de una pelea, una crisis o una situación triste, poner en palabras lo que sienten, lo que los enoja o angustia. Muchas veces, en esas circunstancias, lo más común es que reaccionen haciendo berrinches, pegando o haciéndole algo al otro protagonista del problema. Filipenses 4.6 dice “No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho.” ¿Cómo viene tu comunicación con Dios? Frente a las preocupaciones, ¿cuál es tu primera reacción?
El desafío de ser como niños es una experiencia personal de descubrimiento. Volver la mirada a ellos nos lleva entender las palabras de Jesús, y con espíritu de niño, pero con todas las ventajas que nos da la experiencia, el conocimiento y la conciencia adulta, entrar al reino de los cielos.
Luciana Valle
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vps189 · 4 years
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Muy bien el día de hoy 12 de agosto del 2020, inicio este blog el cual solo busco desahogarme de todo esto que voy sintiendo.
Esta historia no se si vaya a tener una cronología del presente al pasado o viceversa. Pero con lo que quiero iniciar es que estoy con el corazón roto y en busca de respuestas y estabilidad emocional. Eso más otras cosas más pero hoy me enfocaré a mis emociones.
Empiezo diciendo que había encontrado al chavo no perfecto pero si quien me interesaba y quería llegar a algo más con el. Todo inicio de una manera que no me la espera, -GRINDR- hay diferentes intensiones por las cuales entras a esa app, pero todo gay sabe que el 90% de todos los que están ahí quieren sexo, te inician conversación con un hola y de un momento a otro te mandan el pack de nudes, muy pocos son con los que puedes entablar una conversación fluida. Pero que creen, me paso encontré a ese chavo que empezamos a bromear y platicar. Pensé que era una ilusión eso casi no pasaba (pero vaya que no sabía lo que me esperaba después).
Seguimos hablando y había momentos en los cuales respondía ya tarde, no lo sentía tan real, tampoco quiero idealizar esta conversación pero fluía bien. No se realmente cuantos días pasaron o si fue solo una semana m, la verdad es que no recuerdo. Pero lo que si tengo presente es que risas no faltaron y bromas y memes.
Llega ese momento en el que quieres pasar a WhatsApp pero teniendo mi historial en el cual en esas odiosas apps de ligues que todo va fluyendo bien pasas allá y un día, maximo dos y se termina ahí. Es ahí cuando decidí darle mi número y ver si el también quería pasarse, y que creen? Paso nos fuimos a WA y todo seguía igual, no cambio en nada. Me atreví a lanzarle la propuesta de ver por vídeo llamada la marcha lgbt, pero no paso me dijo que se enfermó y que la paso mal (justo que estoy diciendo esto me viene a la cabeza que quizás ese día paso lo que les voy a contar). Ps no se pudo que nos conectáramos, le pregunté si podíamos hablar por audio aunque sea, pero nada.
Seguimos hablando poco a poco hasta que llego ese día de sorpresa, me pregunta si me puede hablar, creo fue una semana después o días, adivinen cómo me puse? Exacto con los ojos llenos de alegria, ps paso estuvimos platicando y si por mensajes había risas y buena química, esa llamada duro 5 hrs, de que hablamos? De todo! Fluimos como no hubiera creído y estuvo padre todo. Fue así que le dedicó mi primer historia y el la comparte en su perfil y al día siguiente es que pasa lo siguiente:
Me llega mensaje de un chavo que ya ubicaba de antes (de GRINDR, TINDER, dime una app y el estaba ahí) pero ni por la cabeza me pasaba esto, me mando mensaje pidiéndome un favor, a lo que le respondo -si está en mis manos hacerlo adelante- y lo único que se limitó a decirme fue, - así déjalo, creo es por que estoy enojado, pero pásala bien con el-... si en efecto era un chico que estaba o había hablado con el, X no pasaba nada, pero se me ocurre enviarle la captura y me dijo que si en efecto hablo con el y salió con el, que por eso bajo la conversación con nosotros. Pero bueno eso no afectaba porque ps apenas nos estábamos conociendo, es normal que veas a otra gente, al final siguió conmigo y yo pues encantado.
Llega la primera cita, los nervios a full y la intriga de saber si le gustare o no, si me gusta o no. Nos quedamos de ver en el metrobus, veo que llega y baja, por fotos casi nadie nos parecemos o por lo menos a mi me pasa que no reconozco bien a la gente, pero con el al bajarse dije -es el- mi corazón se paró y entre en pánico, solo pude sonreír y decirle hola y abrazarlo. Me sentía súper nervioso porque no me gusto, me encanto. Esos ojos, su peinado, su cuerpo, hubo algo que no se como explicarlo. Paso la cita, no hicimos mucho solo caminar e ir a comer, estuvo padre. Se dejo abrazar y no lo quería soltar me encanto y me daba una inspiración a ser así. Cosa que ya tenía rato no sentía, pese a mis 4 meses de haber terminado una relación de 2 años. Pero paso, se llenó mi corazón de calor. Terminamos esa cita de camino para la casa (cabe señalar que vivimos cerca). Subimos al MB al segundo piso y hasta atras, fue ahí cuando me dio un beso (Antea quise robarle uno pero no se dejó) y me encanto. Debo explicar aquí que el es Bisexual o Pansexual, y yo comprendia que le diera pena el que lo vieran besando a un chavo o agarrarlo de la mano, al final nunca le puse importancia a eso porque siempre me maneje con el a su ritmo y nunca lo hice de menos o me detuvo el quererlo por eso.
Ok retomando la historia, ps así termino la primera cita, fue genial y ps cerrar con ese beso aunque sea a escondidas. Ya asi me empezó a ganar. Seguimos los días hablando día y noche y llamadas esporádicas de mínimo dos horas. Llego un fin de semana que tuvo que salir de la ciudad y no nos vimos hasta dos fines de semana después del último. Me sentía triste porque sentía que si estábamos creando un lazo fuerte. Ya para ese entonces el me había dicho de una manera espontánea que me quería, me quería mucho y me mando un audio que con su voz me daba ternura y me derretía al mismo tiempo.
Y aquí es cuando llegamos al momento fuerte. Llego el día que pudimos vernos pero yo fui a su casa, con el pretexto de “ver” películas jaja no negaré que fui con las ganas de tirarlo hasta en el sillón, y paso si lo tiré pero solo para besarnos como ya quería que pasara y les juro que si ya estaba queriéndolo, me estaba enamorando más de él. Me la pase súper bien y hasta me fue a dejar al Mb y ya me fui a mi casa temprano, solo estuvimos 4 hrs que para mi fueron 4 min. Ahí ya no me quedaba duda que si lo quería para algo más. Fue pasando esa semana y lo invité el viernes al autocinema. Llego el día y de repente llega ese mensaje -lo siento no voy a poder ir, me surgieron muchos problemas y no podré-, me sentí mal, ya me sentía raro en todo el día, como ese pequeño presentimiento raro. Y llega esto me derrumbe y quería llorar pero Víctor estás en el trabajo y debes ser fuerte y gritarle a la gente que se apure. Esta bien admito que me puse dramático y le rogué que fuéramos que si era por el dinero (obvio no tenía) pero ya tenía destinado un presupuesto. Ps no fue, al final termine disculpándome por mi comportamiento y a lo que me dijo que no había nada que perdonar. Pero ya lo notaba raro en su modo de responder, al llegar a mi casa le mando mensaje que llegue bien y todo y paso esto y no respondió nada, le pregunté si todo estaba bien, a lo que dijo que si, que no pasaba nada y que me apurara porque si no se me haría tarde. Termino despidiéndose tan serio y simple, ahí me dejo preocupado. Me entró la paranoia y abrí otra vez la app la tan demoniada app GRINDR, y si, el estaba ahí conectado y lo que ahora aparecía era el tan famoso -C/L-, todo gay sabe que significa, con lugar y que estas en busca de sexo y pueden tenerlo en su depa, casa, cuarto, lo que tengas. Y ahí es cuando esta historia esta llegando a su fin. Le mande la captura y le dije que ps no me sacaba de onda pero que onda no? Si respuesta fue que le provoque ansiedad al insístele que fuera conmigo (a todo esto iría con el, mi hermano y si novia), que entro para aliviar esa ansiedad y platicar con alguien más. Y es ahí cuando llegan las palabras “no eres tú, soy yo” bueno literal no esas exactamente pero me dijo - después de lo de esta tarde me puse nervioso, no supe cómo reaccionar y me entró la duda de lo que siento, me genero una ansiedad y no se si pueda serle frente, te ofrezco una amistad y no más, fuiste muy rápido y no pude alcanzarte- y aquí no concuerdo con eso, ambos lo fuimos pero más porque el fue quien empezó a planear un futuro, una vida juntos y hasta fue quien dijo la palabra -mi amor-.
Esta es mi versión de la historia y si alguna vez el lee esto, lo invito a dar su versión. Pero lo que al final me dolió fue todas esas palabras, esas pláticas que me decía que nos iríamos a museos, pueblos, que nos deparaban muchas cosas bonitas. El que me dijera que me quería mucho, que ya era su amor. Al final por esa pequeña “pelea” que o siento que fuera eso si no más un mal entendido. Si no sientes nada por la otra persona a la primera que veas saldrás huyendo, pero si de verdad sientes lo que dices sentir, lo puedes afrontar y combatir y arreglar. Pero bueno al final el ya no me habla, quise aceptar el ser amigo, pero ya no se si sea lo correcto. Como pudo olvidar todo eso que pasamos (si fueron solo dos meses) pero en los cuales me dijo que me correspondía que me quería y tan sólo de un día a otro dejarlo de la nada. Eso no se hace, solo pido que no pase por lo mismo, que no se lo hagan porque el karma a veces te lo cobra y de una manera más fuerte, porque si, este fue mi karma que pagué haciendo algo así con otro chavo. No me queda más que aceptarlo y dejarlo vivir. Me duele y por eso estoy escribiendo este relato para ayudar a aquellos que estén pasando por un amor de cuarentena, no jueguen con los sentimientos de la otra persona, si no van a sentir nada o tienen dudas, no le den alas a alguien a quien después se las quitarán.
Esa es mi lección de hoy. Y este blog les iré dando mi avance y hasta tratar de contar mis experiencias. A esto le llamaré Gay casos de la vida real!
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c-o-n-s-e-j-o-s · 4 years
Note
Siento que mi vida es tan solo "existo", en mi vida nunca me pasa algo interesante, mi vida es una completa rutina, de mi casa al trabajo y del trabajo a mi casa, no hago nada simplemente me limito a "existir", no tengo amigos con quien salir ni nada, como para pensar en salir y distraerme, siento que estoy en un termino medio no siento tristeza ni felicidad simplemente un termino medio aunque si lo pienso, en que tiempo de mi vida he sido feliz? Aunque a veces me ria y no la pasé mal, part 1
(continuación)... 
Pt2 siento que no he estado feliz, nunca me he sentido aceptada, ni cuando estaba en el cole Se que no soy mala persona intento hacer las cosas bien pero porque me siento así? algo estoy haciendo mal? O simplemente mi vida se tratara de eso "una rutina" y es algo triste lo sé pero a veces creo que simplemente las cosas no van a cambiar y debería resignarme y simplemente vivir y ya. Siento que sea algo largo pero aveces es bueno desahogarse porque en algún momento siento que voy a explotar
Respuestas:
Tu haces de tu vida lo que gustes con ella. Si sientes que todo es rutinario y nada interesante ocurre, haz que algo interesante pase. Hay muchas cosas y actividades que puedes probar las cuales te ayudarán a conocer personas y a hacer algo diferente como el deporte, la música, la escritura, etc. Si quieres a alguien con quien hablar, me puedes escribir o puedes tratar de hacer amigos en otros lugares. 
El punto es hacer algo. Si sientes que los días solamente pasan y no hay nada que te haga sentir vivo, encuentra algo que te pueda hacer sentir que no solo existes. Todo depende de ti, pero tu tienes la capacidad de hacerlo. Solo debes motivarte a encontrar algo que hacer. Espero que esto te ayude. Buena suerte, cariño.♡
— Mona 🌹
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