#la revolución transhumanista
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bocadosdefilosofia · 1 year ago
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«Fundamentalmente, veremos que el transhumanismo se divide en dos grandes campos: los que “simplemente” quieren mejorar la especie humana sin reunciar por ello a su humanidad, limitándose a reforzarla, y los que, como Kurzweil precisamente, abogan por la “tecnofabricación” de una “poshumanidad” para la creación de una nueva especie, híbrida en su caso con máquinas dotadas de capacidades físicas y de una inteligencia artificial superiores a las nuestras. En el primer caso, el transhumanismo se sitúa voluntariamente en la continuidad de un cierto humanismo “no naturalista” (veremos más adelante el sentido preciso de este concepto), un humanismo que, desde Pico della Mirandola a Condorcet, abogaba por una perfectibilidad infinita del ser humano. En el segundo, la ruptura con el humanismo en todas sus formas se consume y se asume al mismo tiempo.»
Luc Ferry: La revolución transhumanista. Alianza Editorial, pág. 25.  Madrid, 2017
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carnalesferales · 2 years ago
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El Gran Reinicio, el programa de una élite tecnocrática
El Gran reinicio: el programa de una élite tecnocrática
Según Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial (FEM), la 4-IR (Cuarta revolución industrial, por sus siglas en inglés) sigue a la primera, segunda y tercera Revoluciones Industriales: la mecánica, la eléctrica y la digital, respectivamente. La 4-IR se basa en la revolución digital, pero Schwab ve la 4-IR como un despegue exponencial y una convergencia de campos existentes y emergentes, como el Big Data; la inteligencia artificial; el aprendizaje automático; la computación cuántica; la genética, la nanotecnología y la robótica. La consecuencia es la fusión de los mundos físico, digital y biológico. La difuminación de estas categorías acaba poniendo en tela de juicio las propias ontologías con las que nos entendemos a nosotros mismos y al mundo, incluido “lo que significa ser humano”.(1)
Las aplicaciones específicas que componen las 4-R son demasiado numerosas y variadas para tratarlas en su totalidad, pero incluyen una Internet omnipresente, la Internet de las cosas, la Internet de los cuerpos, los vehículos autónomos, las ciudades inteligentes, la impresión 3D, la nanotecnología, la biotecnología, la ciencia de los materiales, el almacenamiento de energía, etc.
Aunque Schwab y el FEM promueven una visión particular del 4-IR, los avances que anuncia no son obra suya, y sus formulaciones no tienen nada de original. Los transhumanistas y los singularistas (o profetas de la singularidad tecnológica), como Ray Kurzweil y muchos otros, predijeron estos y otros avances revolucionarios, mucho antes de que Schwab los anunciara.2 La importancia de la visión de Schwab y del FEM sobre la nueva revolución tecnológica es el intento de aprovecharla para un fin concreto, presumiblemente “un futuro más justo y ecológico”.3
Pero si los desarrollos actuales de 4-IR son un indicio del futuro, el entusiasmo de Schwab está fuera de lugar, y las 4-IR están mal representadas. Estos desarrollos ya incluyen algoritmos de Internet que alimentan a los usuarios con noticias y anuncios prescritos y rebajan o excluyen el contenido prohibido; algoritmos que censuran el contenido de las redes sociales y envían a individuos y organizaciones “peligrosos” a gulags digitales; aplicaciones que rastrean y localizan a los sospechosos de covid y denuncian a los infractores a la policía; policías robóticos con escáneres de códigos QR para identificar y acorralar a los disidentes; y ciudades inteligentes en las que todo el mundo es una entidad digital que debe ser monitorizada, vigilada y grabada, mientras que los datos sobre cada uno de sus movimientos se recogen, cotejan, almacenan y adjuntan a una identidad digital y una puntuación de crédito social.
Es decir, las tecnologías 4-IR someten a los seres humanos a una gestión tecnológica que hace que la anterior vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (National Security Agency, NSA) parezca un juego de niños. Schwab alaba los futuros desarrollos que conectarán los cerebros directamente a la nube, permitiendo la “minería de datos” (data mining) del pensamiento y la memoria, un dominio tecnológico sobre la experiencia que amenaza la autonomía individual y socava cualquier apariencia de libre albedrío. El 4-IR acelera la fusión de los seres humanos y las máquinas, lo que da lugar a un mundo en el que toda la información, incluida la genética, se comparte y cada acción, pensamiento y motivación inconsciente se conoce, se predice y, posiblemente, incluso se excluye. Me viene a la mente “Un mundo feliz” de Aldous Huxley. Sin embargo, Schwab promociona las interfaces cerebro-nube como mejoras, como enormes mejoras sobre la inteligencia humana estándar, lo que les confiere un atractivo inimaginable para algunos.
Pueden surgir muchos desarrollos positivos del 4-IR, pero a menos que se saque de las manos de los tecnócratas corporativos-socialistas, esto constituirá una prisión virtual.
Bajo el modelo de gobernanza del Gran Reinicio, los Estados y las empresas favorecidas forman “asociaciones público-privadas” en el control de la gobernanza. La configuración da lugar a un híbrido corporativo-estatal que en gran medida no rinde cuentas a los constituyentes de los gobiernos nacionales.
La estrecha relación entre las empresas multinacionales y los gobiernos ha suscitado incluso el desprecio de algunos críticos de izquierdas. Señalan que el modelo de gobernanza del FEM representa, al menos, la privatización parcial de la Agenda 2030 de la ONU, ya que el FEM aporta socios corporativos, dinero y una supuesta experiencia en el 4-IR. Y el modelo de gobernanza del FEM se extiende mucho más allá de la ONU, afectando a la constitución y el comportamiento de los gobiernos de todo el mundo. Esta usurpación ha llevado al politólogo Ivan Wecke a calificar el rediseño gubernamental del sistema mundial por parte del FEM como “una toma de posesión corporativa de la gobernanza mundial”.4
Esto es cierto, pero también lo es lo contrario. El modelo del FEM también representa la gubernamentalización de la industria privada. Bajo el “capitalismo de los stakeholders” de Schwab y el modelo de gobierno multi-stakeholder o de múltiples partes interesadas, no sólo se privatiza cada vez más, sino que también, y más importante, las corporaciones son designadas como adiciones importantes a los gobiernos y a los organismos intergubernamentales. De este modo, el Estado se amplía, mejora y aumenta con la incorporación de enormes activos empresariales. Estos incluyen la financiación dirigida al “desarrollo sostenible” con exclusión de quienes no cumplan con los principios, así como el uso de Big Data, inteligencia artificial y 5G para vigilar y controlar a los ciudadanos. En el caso del régimen de las vacunas covid, el Estado concede a la Big Pharma protección de monopolio e indemnización por responsabilidad a cambio de un vehículo con el que ampliar sus poderes de coerción. Como tal, las partes interesadas de las empresas se convierten en lo que he llamado “gubernamentalidades”, organizaciones que de otro modo serían “privadas” y que se manejan como aparatos del Estado, sin la obligación de responder a los molestos electores. 5 Dado que estas empresas son multinacionales, el Estado se convierte esencialmente en global, se formalice o no un “gobierno mundial”.
En Google Archipelago, argumenté que el autoritarismo de izquierdas es la ideología política y el modus operandi de lo que yo llamo Big Digital, y que Big Digital es la vanguardia de un sistema mundial emergente. El Big Digital es el brazo comunicativo, ideológico y tecnológico de un socialismo corporativo emergente. El Gran Reinicio es el nombre que se ha dado desde entonces al proyecto de establecer este sistema mundial.
Tal como esperaban Klaus Schwab y el FEM, la crisis covid ha acelerado el desarrollo del estatismo corporativo-socialista del Gran Reinicio. Entre los acontecimientos que promueven la agenda del Gran Reinicio se encuentran la impresión desenfrenada de dinero por parte de la Reserva Federal, la subsiguiente inflación, el aumento de los impuestos sobre todo lo imaginable, la mayor dependencia del Estado, la crisis de la cadena de suministro, las restricciones y la pérdida de puestos de trabajo debido a los mandatos de las vacunas, y la perspectiva de los derechos personales de emisión de carbono.6 En conjunto, estas y otras políticas de este tipo constituyen un ataque coordinado contra la mayoría. Irónicamente, ellos también representan el aspecto de “equidad” del Gran Reinicio, si entendemos correctamente por equidad la equiparación de la situación económica del “estadounidense medio” con la de los habitantes de regiones menos “privilegiadas”. Y esta es una de las funciones de la ideología woke (7): hacer que la mayoría de los países desarrollados se sienta indigna de sus estilos de vida y patrones de consumo “privilegiados”, que la élite está en proceso de reajustar a una nueva normalidad reducida y estática.
Durante los últimos veintiún meses, la respuesta a la plaga del covid-19 ha consolidado el control de las corporaciones monopolísticas sobre la economía en la parte superior, mientras que avanza el “socialismo realmente existente” en la parte inferior. En colaboración con las grandes empresas tecnológicas, las grandes empresas farmacéuticas, los medios de comunicación tradicionales, las agencias sanitarias nacionales e internacionales y las poblaciones complacientes, los Estados occidentales, hasta ahora “democráticos”, se están transformando cada vez más en regímenes totalitarios inspirados en China, aparentemente de la noche a la mañana. No es necesario que proporcione una letanía de la tiranía y los abusos. Se puede leer sobre ellos en sitios de noticias alternativos – hasta que ya no se pueda leer sobre ellos ni siquiera allí.8
El Gran Reinicio, por tanto, no es una mera teoría de la conspiración; es un proyecto abierto, declarado y planificado, y está bien encaminado. Pero como el capitalismo con características chinas,9 o el estatismo corporativo-socialista, carece de mercados libres y depende de la ausencia de libre voluntad y libertad individual, es, irónicamente, “insostenible” y está condenado al fracaso. La cuestión es cuánto sufrimiento y distorsión habrá que soportar hasta que lo haga.
  Michael Rectenwald
Notas
• 1. Schwab, The Fourth Industrial Revolution, vii.
• 2. Ray Kurzweil, The Singularity Is Near: When Humans Transcend Biology (London: Duckworth, 2006).
• 3. Klaus Schwab and Thierry Malleret, COVID-19: The Great Reset (Geneva: Forum Publishing, 2020), p. 57, Kindle.
• 4. Ivan Wecke, “Conspiracy Theories aside, There Is Something Fishy about the Great Reset,” openDemocracy, August 16, 2021, https://www.opendemocracy.net/en/oureconomy/conspiracy-theories-aside-there-something-fishy-about-great-reset/.
• 5. Michael Rectenwald, “The Google Election,” Mises Wire, November 10, 2020, https://mises.org/wire/google-election.
• 6. Francesco Fuso Nerini, Tina Fawcett, Yael Parag, and Paul Ekins, “Personal Carbon Allowances Revisited,” Nature Sustainability (2021). https://doi.org/10.1038/s41893-021-00756-w.
• 7. Michael Rectenwald, “The Great Reset, Part V: Woke Ideology.” Mises Wire, February 23, 2021, https://mises.org/wire/great-reset-part-v-woke-ideology.
• 8. Lori R. Price contributed the second half of this statement in conversation.
• 9. Michael Rectenwald, “The Great Reset, Part III: Capitalism with Chinese Characteristics,” Mises Wire, December 28, 2020, https://mises.org/wire/great-reset-part-iii-capitalism-chinese-characteristics.
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eeyc · 3 years ago
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El decálogo del enemigo
El pasado lunes día 9 de mayo (Día de Unión Europea y Día de la Victoria para Rusia) tuve el honor, como Presidente de la Red de Oficio Hispánico, de compartir tertulia y mesa con unos buenos amigos hispanistas de nacionalidad rusa, siria y persa, y que al mismo tiempo les preocupa la deriva totalitaria globalista.
Entre las diversas conversaciones que compartimos estuvo precisamente ésta:
La deriva totalitaria globalista de entes supranacionales como la ONU, OTAN, UE y sus satélites institucionales públicos o privados bajo diversas apariencias y coberturas.
Comentamos cómo en el fondo, aunque de forma cada vez más evidente y expuesta, tras esos entes supranacionales están corporaciones tecnológicas y farmacéuticas para la instauración de un Gobierno Mundial Tecnocrático con una humanidad transhumanista (la llamada Cuarta Revolución Industrial) donde Dios y su Proyecto, el alma humana, la búsqueda de la Verdad y las tradiciones nacionales o étnicas no tienen cabida.
¿ Qué aspectos pretenden incluir para someter a las naciones a sus directivas con la ayuda de políticos traidores a sus pueblos e Historia ?
Estos son algunos puntos sobre los que debemos reflexionar:
1 – El acuerdo propuesto por la OMS aumenta el poder de la ONU en general y de la OMS en particular para declarar pandemias, imponer bloqueos o confinamientos y hacer cumplir tratamientos costosos, inseguros e ineficaces a los pueblos.
2 – Históricamente, la OMS aprobó la nociva vacuna H1N1 (gripe porcina) para una pandemia controvertida. 
3 – La OMS, durante el capítulo de Covid-19, alentó los bloqueos, suprimió los tratamientos preventivos tempranos y recomendó productos que han demostrado ser inseguros. 
4 – Dados estos puntos no se puede permitir que la OMS controle la agenda de salud mundial y la biovigilancia. 
5 – Además, la OMS recibe financiación de intereses privados para influir y beneficiarse de las decisiones de la OMS: La Fundación Gates y la Alianza Global para la Promoción de Vacunas (GAVI) financiada por los Gates contribuye con más de mil millones de dólares al año y aunque él no estuviera seguiría el plan.
6 – El Secretario General podrá declarar crisis sanitarias basándose simplemente en su opinión personal o en la consideración de que existe una amenaza potencial o posible para otras naciones.
7 – Estas normas serán  un instrumento vinculante de Derecho Internacional.
8 – Los Estados Miembros de la ONU pueden estar obligados por ley a obedecerlos y consentirlos.
9 – Estas nuevas enmiendas permitirán a la OMS declarar emergencias sanitarias a voluntad.
10 – No se requerirá que la OMS consulte con la nación identificada de antemano para «verificar» el evento antes de tomar medidas.
TENGAMOS PRESENTE ESTE DECÁLOGO PUES ES EL DEL ENEMIGO.
BEATRIZ TALEGÓN (diario16.es)
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traduccionaliciamartorell · 7 years ago
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Luc Ferry, La revolución transhumanista. Cómo la tecnomedicina y la uberización del mundo van a transformar nuestras vidas. Madrid, Alianza Editorial, 2017.
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pepetesoro · 5 years ago
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“I’m doing my part!”: La ciencia ficción espacial bajo una perspectiva de clase
Una nueva clase obrera espacial
Corre la broma entre los aficionados a la película Armageddon (Michael Bay, 1998) de lo absurdo que suena que el gobierno estadounidense entrene a perforadores para ir al espacio en lugar de enseñar a perforar a astronautas. Ben Affleck cuenta que le preguntó directamente a Michael Bay por esta inconsistencia y, que este le contestó con un sencillo “shut the fuck up”. Es posible que Michael Bay no sea el intelectual más reputado de Hollywood, pero cabe reconocer que, al imbuir su película sobre asteroides y naves espaciales de obreros brabucones casi descamisados, no estaba demasiado lejos de una tendencia real del cine de ciencia ficción de su época. Es curioso observar cómo el drama espacial de los años 80 y 90, especialmente centrado en torno a tripulaciones de naves espaciales o soldados interplanetarios, abandonó los trajes de colores brillantes de Star Trek y la caballería pseudomedieval de Star Wars para desplazar a los protagonistas de sus ficciones a algo así como un romanticismo de clase, donde los astronautas son unos trabajadores más.
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GIF: Starship Troopers (1998)
Estoy hablando de películas como Alien (Ridley Scott, 1979) y muy señaladamente Aliens (James Cameron, 1986), pero también la satírica Starship Troopers (Paul Verhoeven, 1997) y la terrorífica Event Horizon (Paul W. S. Anderson, 1997), así como la fantástica y míticamente cancelada serie de Joss Whedom Firefly (2002-2003); una lista a la que podría completarse, aunque con matices, con sus herederos más actuales, desde Interstellar (Christopher Nolan, 2014) y toda la nueva saga de entregas de Alien de Ridley Scott. Lo que tienen en común todas estas películas, además de ser todas ellas epopeyas espaciales, es el registro de la tripulación de una nave espacial como un grupo imperfecto de antihéroes de clase, cargados de sabiduría popular, fanfarronería romántica, cigarrillos, pósters pornográficos y una gran profesionalidad en su trabajo. 
Espacio exterior e ideología
Un post como este tiene que reconocer que, si hay un subgénero que ha sido explotado en busca de reflejos ideológicos y metáforas de todo tipo, ha sido precisamente el subgénero de “cine espacial”, mucho más incluso que la ciencia ficción en general, ya sometida a un constante escrutinio ideológico casi sistemático. No cabe aquí, sin embargo, preguntarse por esta idiosincrasia, aunque sí comentar cómo el género espacial se ha encontrado ligado siempre a un discurso general de unidad y armonía humana frente a un exterior peligroso e inestable, simbolizada mejor que nada por la profundamente ideológica imagen del globo terráqueo en la inmensidad del espacio exterior. Esta idea de hermandad y solidaridad internacional ante el noble y superior objetivo de la exploración espacial supone un blanqueamiento claro de la situación conflictiva y agónica de una sociedad global sistemáticamente organizada en torno a la explotación y la miseria de clases populares y naciones enteras. El ejercicio más descarado y evidente de este relato ideológico es el de una de las más infames escenas de Armageddon, donde habitantes de todo el globo tornan a los cielos con miradas de agradecimiento ante su Supremo Salvador, los Estados Unidos de América. La escena (y, en el fondo, la película entera) es tan desvergonzada en su mensaje que casi provoca un disfrute aceleracionista frente a los más intelectualizantes y metafísicos envoltorios de la misma mierda (Véase: Interstellar).
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Foto: nuestros queridos perforadores en Armageddon
Pero lo que me interesa ahora es la representación concreta de la idea de clase en este género, que no ha sido la misma siempre, y que tiene un desarrollo por el que cabe preguntarse. A partir de los años 80, los astronautas, aunque siguen siendo los inciertos héroes homéricos de nuestra era, que encumbran y proyectan las virtudes morales de un colectivo (en este caso, vagamente, “la humanidad”) en una lucha épica contra un exterior inexplorado, ya no son caballeros de armadura prístina o científicos de virtud pulcra y respeto por la normativa corporativa de turno, sino incorregibles trabajadores de mono, que mascan chicle y beben café, tipos corrientes y prescindibles, que visten las virtudes ideológicamente proyectadas sobre la clase obrera: camaradería, romanticismo familiar, código de honor y profesionalidad, ya sea reparar las cañerías de una nave espacial o reducir reptiles espaciales a montañas humeantes de baba. Quizás no exista una expresión más evidente que la mítica escena de la Teniente Ripley desmembrando a la reina de los xenomorfos nada más y nada menos que con un exo-esqueleto montacargas en Aliens. En tanto que el género espacial está inextracablemente marcado por su relación con el ascenso del complejo industrial-militar estadounidense, este romanticismo de clase aparece representado en múltiples ocasiones (sea esta yuxtaposición más o menos paródica) con los tropos del cine bélico: el ejército como ascensor social y como realización personal del valor de las clases populares, mediante el trabajo más físicamente exigente que existe (hasta requerir tu propia vida). Este es el caso más evidente de Starship Troopers (de una gran genialidad sardónica) y de Aliens (de un populismo bélico de clase más ambiguo). Es bien sabido que son los pobres los que siempre van a la guerra. No es tan absurdo pensar que serán ellos también los que vayan al espacio.
Realismo capitalista, historia lineal e historia de la emancipación
En todo caso cabe preguntarse qué nos dice de la historia y del conflicto de clase esta representación de los “astronautas obreros” como unas nuevas clases proletarias del espacio exterior, sin pretender resolver la cuestión de por qué el cine ha de decirnos algo, o si acaso es que alguna vez escuchamos. Creo que puede darse el argumento, y no creo que sea necesariamente erróneo, que este estereotipo reflejo el realismo capitalista del que habla Fisher y que resulta, todavía hoy, una de las herramientas interpretativas con mayor poder explicativo de nuestra era: el capitalismo es ineludible, imparable y omnipresente como una fuerza natural, es en sí una fuerza natural más, y por mucho que el desarrollo tecnológico y científico nos conduzca hasta las puertas de la próxima frontera, el espacio (o la que sea), por mucho que avance la historia de la humanidad, el capitalismo y las desigualdades de clase pervivirán y seguirán ahí como la certeza metafísica de la misma sociedad humana. Siempre habrá alguien que tenga que pagar el pato. La desigualdades nunca acabarán, ni aunque nos encontremos viajando por el espacio. No es posible imaginar un futuro distinto al presente capitalista, y lo más lógico sería pensar que, cuando el viaje espacial o el combate contra los alienígenas se generalice, aquellos encargados de trabajar con la dura carga material y la industrialización sistémica de otro sistema más en los intestinos del Capital, serán los curritos de siempre, los obreros de turno, los perdedores eternos de la historia.
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Pero quiero pensar que cabe encontrar un mensaje más optimista, o si cabe más radical, en esta representación de la clase en el espacio exterior. Esta constatación de que el capitalismo, y con él las desigualdades de clase, pervivirán más allá de los más complejos avances tecnológicos que somos capaces de imaginar, dentro de los parámetros de nuestra historia futura cercana (el futuro que, en definitiva, más nos importa, y con razón). Y es que este desligamiento entre el desarrollo tecnológico y el transcurso de la historia, por un lado, y el mejoramiento del ser humano, tanto en su faceta colectiva como individual, tanto en sus aspectos espirituales como, mucho más importante, en sus necesidades materiales y su independencia del trabajo físico y manual; este desligamiento es capaz también de minar y deteriorar la hasta hoy en día fortísima asociación entre el desarrollo de la tecnología y el camino asintótico de la historia hacia lo mejor con el mejoramiento del ser humano, como son las promesas transhumanistas de trascendencia de la materialidad del propio cuerpo, pero también las narrativas utópicas de la extracción incansable de recursos y de la bondad y bienestar generalizado.
Que los pobres pervivan en el futuro no significa necesariamente que las estructuras de clase son inamovibles y eternas, sino quizás nos empuja a desconfiar del transcurso de los acontecimientos por sí solos, y del progreso supuestamente necesario e imparable de la tecnología, como promesas falsas de liberación y trascendencia. Nos ayudan a recordar que una cosa es la historia humana de sus medios de explotación y transformación del medio, la historia del desplazamiento constante de la frontera, y otra cosa muy distinta es la historia humana de la emancipación. Esta es una historia siempre urgente, siempre pendiente pero siempre necesaria, que no tiene que ver quizás con la linealidad del progreso tecnológico o de la historicidad moderna, sino con un tiempo de ocasión y acontecimiento, de revolución, de mantenimiento perpetuo de la lucha y necesidad constante de tener en consideración, seria y radical, las profundas desigualdades de clase sobre las que se asientan nuestros sistemas de existencia, ya sea aquí, en la Luna, o en Marte.
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vixuales · 7 years ago
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Existencia y Transhumanismo
Una vez una amiga me pregunto por mi enojo. La duda provenía del deseo de saber qué era lo que más me enoja en la vida. Tras algo de consideración llegue a la conclusión de que nuestra condición es lo que más me enoja. El hecho de que llegamos a este plano de existencia a un mundo indiferente a nosotros. Un planeta en medio de la nada, posicionado perfectamente cerca al sol como para calentarse, pero no tan lejos para congelarse. Con una atmósfera y vegetación determinada pero sin un propósito claro. El hecho de que esté demandando un propósito ya habla bastante de mis ideales como humano. De mis necesidades.
Tras millones de años de evolución nuestros cuerpos han aprendido a soportar este mundo. Nuestros huesos se han fortalecido y nuestros propios músculos se adaptan a la gravedad específica de este planeta. Pero aun con cuerpos tan eficientes y adaptativos se podría decir que desconocemos nuestro propio origen. Es mas, nisiquiera sabemos si somos originarios de este planeta. No entendemos la totalidad de nuestro ADN y las complejidades que esto propone.
Tras tanta insensibilidad por parte de nuestro creador, si es que tenemos uno, nos vemos arrojados a una vida donde lo único que se nos asegura es la muerte. Ante tal catástrofe existencial es natural que los habitantes de esta vida busquen algo de consuelo. El consuelo viene en muchas formas para los humanos. Nuestras historias son diferentes pero mantienen una consistencia entretejida. La vida de todos se entreteje. El consuelo de algunos es el amor de su prójimo, para otros la religión. Las drogas y el alcohol son parte esencial de nuestra existencia. No solo el abuso de sustancias, sino la exploración de estas mismas. Hacemos lo que sea para mantener nuestra mente ocupada y a menudo esta implacable necesidad termina afectandonos. No es raro topar con humanos que hayan sido condenados por sus propios cuerpos. Humanos adictos a tener sexo, humanos adictos a inyectarse las venas, humanos adictos a la comida… en resumen, todos vinimos a este mundo a ser esclavos de nuestros cuerpos y ultimadamente, a morir.
Aunque la muerte sea parte del proceso natural de nuestros cuerpos, siempre han existido casos en la historia que tratan de eximirse de este final. Muchos han sido los humanos que han buscado la inmortalidad, y aunque todos fallan, es cierto que muchos intentamos alargar nuestro tiempo en esta vida. No necesariamente porque no deseemos morir, sino porque esta vida es literalmente todo lo que conocemos. Para alargar nuestra vida llevamos a cabo procesos que se dirigen en torno a la automatización. Creamos sistemas que nos permitan vivir una vida mejor, y estos sistemas vienen de la mano con la tecnología. Mejores sistemas de agricultura y ganadería, mejores sistemas de hogar, mejores espacios que se adapten a nuestras exigencias.
La evolución tecnológica llega a un punto importante con la revolución industrial. En este punto de la historia logramos crear sistemas tan eficientes que a menudo las labores realizadas por estos sistemas superan la efectividad que las realizadas por los humanos. Efectivamente estamos en un punto histórico en que las máquinas pueden realizar muchas labores mejor que los mismos humanos que las inventaron. Ya no hay necesidad de tener 20 granjeros cuidando y manejando los cultivos si podemos tener una máquina que cumpla con estas funciones con un minimo costo. Por ejemplo, personalmente me rehúso aprender a manejar porque estaría desperdiciando mi tiempo. Si es una posibilidad quedarme dormido o chocar mi vehículo, no veo razón para hacerlo si una computadora lo logra hacer mejor que yo. Si lo hace mejor que todos. Mi tiempo mas bien no debería dirigirse a aprender a manejar, debería enfocarse en el aprendizaje de los sistemas que permiten una automatización de esa tarea. El enfoque debería estar en automatizar vehículos para que se manejen solos y de esta manera, todos los humanos podemos empezar a preocuparnos por otras labores (tarde o temprano seguramente tendré que aprender pero ni modo).
Ahora que queda claro la importancia en la funcionalidad y mejoramiento de nuestros sistemas, podemos llegar al siguiente paso, adonde estas funciones más que automatizarse, se pueden hasta llegar a obviar. La evolución de TODO, teniendo a la humanidad como punto central se puede dividir en cinco niveles, cada nivel impenetrable sin haber superado la etapa anterior.
Universo inanimado
Vida no consciente
Humanidad (estamos en este punto de la existencia)
Transhumanidad
Posthumanidad
Nuestro enfoque como raza se dirige cada vez más hacia el transhumanismo, lo queramos o no. La tecnología se mezcla más con nuestro cuerpo y dia a dia notamos menos la diferencia. Es apenas el principio del siglo XXI y ya vemos como nuestros teléfonos son casi que una extensión de nuestro brazo. Dormimos con él, lo utilizamos como alarma para levantarnos, pedimos comida con él y nos comunicamos con otros humanos que utilicen también un celular. ¿Qué quiere decir esto? sencillamente que el que no tenga un celular va a contar con menos comunicación. Porque tal es la manera en que se mueve la tecnología, y tal es la manera en que la sociedad se adapta a ella. Al igual que como en la revolución industrial, muchos humanos se quejaban de perder su trabajo a manos de una máquina que se desempeñe mejor, hoy en día vivimos situaciones bastante similares. La diferencia con la contemporaneidad es que nos acercamos a otra revolución, y es la revolución más grande e importante de la historia. Estamos hablando, sin duda, de la revolución de la inteligencia artificial.
La inteligencia artificial (AI por sus siglas en inglés) se dirige con gran velocidad a nuestras vidas, y estas nuevas tecnologías, al igual que en la revolución industrial, se muestran indiferentes ante nuestra preferencia. Esto quiere decir que la inteligencia artificial ya es parte de nuestras vidas y cada dia se unen más independientemente de que nosotros lo elijamos así o no. Estos AI no el inicio hacia el próximo paso en nuestra existencia. Nos encontramos en un punto crítico donde se confunden los límites entre humanidad y transhumanidad.
El término transhumanismo se popularizó tras la publicación FM-2030 titulada Are You a Transhuman?: Monitoring and Stimulating Your Personal Rate of Growth in a Rapidly Changing World. La cual es considerada una de las obras iniciales para tal movimiento. FM-2030 fue el nombre que adoptó el filósofo y transhumanista Fereidoun M. Esfandiary. Este autor de origen iraní nos presenta un movimiento cultural e intelectual que tiene la finalidad de transformar la vida humana por medio del desarrollo de tecnologías que mejoren todos los aspectos de nuestra cotidianidad. FM-2030 junto al filósofo sueco Nick Bostrom plantean lo que hoy conocemos como el movimiento transhumanista.
Los riesgos que este movimiento enfrenta han dado flor a campos como la bioética y generan en nuestra contemporaneidad la fuerte pero necesaria labor de enfrentarnos a las posibilidades, positivas y negativas, que traigan consigo las nuevas tecnologías. La razón por la que no trato el posthumanismo es porque está un paso más allá. Antes de soñar con utopías como la singularidad tecnológica debemos enfrentarnos a lo que tenemos ya. Las tecnologías emergentes, la automatización de labores y la adaptación de la sociedad a estos cambios dejan claro que estamos ante un punto de máxima tensión. Los cambios se acercan y ya ocurren a diario, es nuestra labor como raza humanidad encaminar estas tecnologías para beneficio de nuestro planeta. Dejando de lado mi enojo, es también mi labor aprovechar esta oportunidad de estar vivo para mejorar la vida de todos los humanos, que viven, aman y lloran como yo lo hago. Como todos lo hemos hecho, y como seguiremos haciéndolo hasta el final de nuestra vida consciente.
-Camilo Camacho Varela
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linkboit · 4 years ago
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Según Vöegelin, el camino gnóstico hacia la auto-salvación (singularidad) requiere un modo particular de acción política. La política gnóstica “consiste en la ruptura radical del viejo mundo; las instituciones coercitivas del viejo mundo, el poder organizado del estado y la burocracia tendrían que ser eliminados ”. Vöegelin continúa:
En cuanto a cómo se supone que debe ser esta vida perfecta, no se dice nada en absoluto, porque nosotros mismos todavía pertenecemos a la generación de la destrucción; Podemos ayudar al mundo hacia la perfección mediante la aniquilación del viejo mundo, pero el conocimiento de la nueva vida es que debe ser creado para la generación liberada por nuestras acciones. Debido a que la búsqueda de la singularidad asume el modo de política gnóstico, se puede esperar ver una guerra permanente contra las personas, las instituciones y la realidad del ser. Dado que el orden concreto de la realidad debe superarse mediante la revolución permanente de la gnosis, habrá lo que Vöegelin llama “una úlcera cancerosa en el cuerpo de la realidad; es la muerte de una civilización si no es detenida por fuerzas formativas más fuertes ". Debido a que este camino hacia la singularidad requiere una política de fe en la redención a través de la acción, lo que los gnósticos nacional socialistas llamaron la "voluntad que no ve", continuaremos viendo "acción revolucionaria, que se hincha de la promesa del hombre transfigurado". lo que los comunistas llaman el hombre total.
A medida que llegamos a identificar cómo opera la “ciencia dialéctica” y los orígenes políticos comunes de esas operaciones, también llegamos a identificar una agenda común. Ideológicamente, la Internacional Comunista (izquierda) y el Nacionalsocialismo (derecha) son variaciones del mismo tema de colectivización estatal cabalística. Para la generación masiva de la conciencia comunista es necesaria una transmutación de los seres humanos en la masa, una alteración como sólo puede ser causado por la experiencia de la revolución. Por tanto, la revolución es necesaria no sólo para derrocar a las clases dominantes sino sobre todo para que la clase derrocadora llegue al punto en que “se deshaga de la vieja inmundicia”. De esta manera, el profesor nazi de derecho constitucional Carl Schmitt señaló: "Con motivo de su examen de la brutalidad del régimen, la fórmula idéntica a la de Marx: '¡Fuera la inmundicia!'"
De esta manera, la agenda transhumanista de Katherine Hayles exige la transvaluación de la ontología, en otras palabras, "Fuera la inmundicia". Para hacer vivir al poshumano, los humanos deben morir. La Política de la Inversión Cósmica es la revolución permanente, para deshacerse de la vieja inmundicia, para eliminar la "causa externa", para invertir la realidad del ser (Juan 1: 1), el logos hecho carne, que purifica la muerte (el pecado) en vida.
Él es el resplandor de la gloria de Dios y la huella exacta de su naturaleza, y sostiene el universo con la palabra de su poder. Después de purificarse por los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. —Hebreos 1: 3 (ESV)
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kiro-anarka · 4 years ago
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CONTROL DEMOGRÁFICO, SOCIOMETRÍA Y BIOMETRÍA: UN FUTURO DE CONTROL TOTAL
Las sociedades occidentales tienen miedo e incertidumbre sobre el futuro. Parece que se nos está guiando a través de crisis y hay gente que trabaja con ahínco para llevarnos a su futuro. ¿Quién? ¿Cómo? ¿Hacia dónde?
Hay grupos de intereses y personas que han aprovechado la crisis del covid-19 para materializar un anhelo antiguo que es la agenda progresista. La agenda progresista no es algo abstracto sino que se muestra en políticas públicas, leyes, decretos, movilizaciones, etc y es múltiple. El gran paraguas que techa la agenda progresista es el problema medioambiental y, bajo él, hay varias líneas de intervención en las sociedades: el aborto, la agenda de género, la agenda lgtb, el artirracismo, el multiculturalismo, el animalismo…
Desde los años noventa se viene endureciendo el discurso sobre la crisis del medioambiente: empezamos en “calentamiento global”, luego “cambio climático” y ahora “emergencia climática”. El progresismo dice que hay que limitar los problemas pues sino, el planeta va a colapsar y hay una tremenda emergencia. Cuando se habla de Cambio Climático-biodiversidad, capa de ozono, crisis de agua, deforestación, etc- se habla de las personas en términos cada vez más duros- inicialmente consumistas compulsivos, luego irresponsables y ahora se habla de la especie humana como “plaga”. Y las plagas han de ser exterminadas. Se plantea abiertamente el drástico reduccionamiento de la población, el “control demográfico”. Hay líneas visibles para el control demográfico.
El primer punto el control del ciclo de vida de las personas desde antes de nacer hasta la muerte. Por ejemplo, el feminismo se traduce con el falso discurso del empoderamiento de la mujer en la minimización del contacto entre hombres y mujeres. El cortejo es muy difícil para los jóvenes pues pueden tener problemas con una ley que favorece a mujeres que pueden ser despechadas, celosas, desequillibradas, etc. Es muy difícil aproximarse a las mujeres.
El segundo punto es el tema lgtb. Disemina comportamientos sexuales que evitan la reproducción y, una vez más, es control demográfico. La agenda lgtb está financiada por filántropos para que haya investigación en universidades como Bill Gates en países anglosajones. Las líneas de investigación están financiadas para que estas agendas se conviertan en ciencia (medioambiente, género, multiculturalismo, animalismo…). Estas universidades legitiman académicamente estudios científicos por el principio de autoridad. Pero es natural que los seres humanos tiendan a la reproducción y los nacimientos.
Lo anterior era antes de la reproducción. Pero con las embarazadas se habla de la interrupción del embarazo como un derecho de la mujer y controla la demografía igualmente. Desde 1990 hasta hoy se han abortado 1.400 millones de seres humnaos. Se arguyen casos extremos y al final se justifica el aborto por cualquier cosa (no violación, etc). El aborto legal y seguro no solo es un gran genocidio sino que constituye un negocio del control de la población.
Finalmente el tercer punto es la eutanasia. Se ponen casos extremos y marginales a lo normal y se presenta como derecho. Los estados del bienestar están en discusión y no se respeta a los ancianos estando estos solos y tendiendo a suicidarse. La excepción se convierte en norma, se hipersensibiliza a la población para validar estas falacias que apuntan a la destrucción del ser humano- los “comensales inútiles” del banquete de la vida o “sobrantes”. El futuro es el control demográfico.
Con el confinamiento de la pandemia se destruye la forma de vida, la iniciativa privada y el emprendimiento y economía de las familias (miedo, paro, estrés, paranoia, etc) y hace que no soporten la crisis (sobretodo en el Sur del mundo) generando una enorme dependencia del estado (renta básica, teletrabajo, pérdida de libertades…). Nos empobrecen y dejan sin hijos ni estabilidad. La elite dice que hay que reducir población porque los recursos del planeta son escasos. Los que sobrevivan vivirán mejor con tecnología y transhumanismo si se lo pueden permitir, y los demás tendrán un futuro oscuro.
En 2014 se publicó el libro “Física social” de un catedrático del Instituto Tecnológico de Massachusests que dice que hay nuevos datos en el mundo y tienen mucho valor, y que hay que analizarlos para crear una sociedad-colmena eficiente(Sociométrica). Todo es medible y cuantificable y se maximizarán la eficacia de los procesos sociales sin inquietudes morales o religiosas. La sociedad panal, donde las decisiones humanas progresivamente pasan a manos de las máquinas. ¿Es el sueño de un loco? No, ya hay un caso verificable.
El caso chino está totalmente monitorizando la sociedad y la hace dirigida por un sistema gigantesco de inteligencia artificial (Skynet). En China hay 200 millones de cámaras, celulares, drones, etc de identificación, para comprar, comunicarte, informarte ( adoctrinamiento del Partido Comunista Chino), etc. Con el celular y a través de geolocalización la empresa Tendent se somete al Partido Comunista Chino que es su dueño de facto. Sin el celular no puedes ser ciudadano. La vigilancia de cámaras está asociada a un sistema de crédito social. Dependiendo del comportamiento cívico del ciudadano convertido en datos pasa a estas empresas y al Partido Comunista. Van quitando puntos según comportamientos “antisociales” y cuando pasas a una lista negra (en la que están 25 millones de chinos) estás alienado de la sociedad y no puedes hacer lo deshabilitado limitando las libertades. Es la expresión real de la sociometría.
Los divulgadores optimistas de la tecnología terminan en esta distopía pues siempre hay perdedores. En Occidente hay una tradición de libertades de las personas y su privacidad y no queremos vivir en el panal de Bentham ni de conejillo de indias de Bill Gates.
Por otro lado existe ya el concepto de biometría que también es vigilancia y espionaje. La Biometría es vigilancia individual (todo lo que sea smart o inteligente). Con los relojes inteligentes y Alexia pasas información a las empresas occidentales que aún solo le dan un uso comercial (publicidad individualizada). Hay una invasión al organismo, a la intimidad con introducción de vacunas, etc Hay grandes intereses que no nos informan bien de sus intenciones y la gente desconfía. Luego hay personajillos como los políticos que sirven a estos intereses.
Hay tecnología suficiente para dirigir la evolución del hombre y crear un superhombre (para poderosos y adinerados) viviendo la calidad de vida prorrogada que hace que sobre el resto de personas de la Humanidad. Los transhumanistas- los del Foro Económico Mundial del Foro de Davos, los gigantes tecnológicos, de la banca, construcción, farmaceúticas, etc- piensan igual con endogamia ideológica. Tienen superioridad sobre los demás y tienen complejo mesiánico que les hace pensar que la gente común destroza su planeta(son parásitos sobrantes). Manejan el concepto de Eugenesia Positiva (buen gen, mejoramiento de la especie). Los buenos viven y los genes malos se eliminan. No lo imponen aún y lo hacen aceptar voluntariamente (eliminar fetos con síndrome de down). Las tecnologías que manejan son desconocidas por la gente llana (biotecnología, inteligencia artificial, impresión 3D, ciencia de materiales, etc). Estas tecnologías tienen en común que redefinen al ser humano. El objetivo es reconfigurar al ser humano. Con una línea genética deseable y, lo demás, se elimina. Pueden alargar la vida, mejorar las aptitudes cognitivas de sus hijos, etc. Esto crea una división de clases entre superhombres y sobrantes. Si se considera al ser humano como un objeto (aborto) se experimenta con el en busca de una nueva especie. Ya se han generado seres con partes humanas y animales. Al disociarse el sexo de la reproducción todo lo trans (transespecie, transexualidad, etc) es una preparación para el transhumanismo. Se habla de una ruptura tecnológica. Hay dos tipos de transhumanistas, los soñadores ingenuos y los funcionales (los dueños en oligopolio de estas tecnologías que quieren transformar el mundo ganando beneficios con ello). Los convierten en dioses a quienes se lo creen decidiendo sobre la eliminación de los demás. Hay una clara intencionalidad: control demográfico y control sociométrico y biométrico de las acciones, de la libertad.
El futuro es terrible, sin libertad, sin privacidad y de dependencia. En cuanto se pierdan nuevas libertades no se recuperarán. El miedo prospera con la ignorancia. Hay que conocer las verdaderas razones del poder pues su hábil propaganda nos enfrenta y engaña. La prensa y los gobiernos imponen una narrativa dominante que pretende adoctrinar, no informar. El desarrollo tecnológico puede producir, seguro que lo hará, nuevos desastres que pueden exterminar al ser humano tal y como lo conocemos. La Cuarta Revolución Industrial ya ha asomado el hocico y el ser humano ha de enfrentarse a las consecuencias de sus creaciones.
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jesusponsdom · 6 years ago
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ÉTICA PARA "POSTMILLENIALS"
Ética para ‘postmillenials’ y responsabilidad educativa
La Red Española de Filosofía reclama en esta carta a la ministra Celaá que Ética sea una materia común en 4º de la ESO
La Ética es el ámbito más adecuado en el que abordar los retos actuales que impactan en la vida de las personas adolescentes. No sólo la hace imprescindible su bagaje clásico de reflexión sobre la vida humana como vida examinada, sino también su tradición dialógica y sus herramientas para la deliberación. En lo que sigue, presentamos cuatro líneas de propuestas, avaladas por las éticas aplicadas —ética de los medios de comunicación, ética digital, bioética y ecoética—, al servicio de los retos que enfrentan los llamados postmillenials: unas generaciones en las que los impactos mediáticos y tecnológicos ya han sido “naturalizados” y que se enfrentan a la convulsa realidad del siglo XXI. Son propuestas concretas para un futuro currículo de Ética en 4º de la ESO.
Vivimos en un mundo paradójico en el que la información ha devenido, primero, en saturación para luego trocarse en desinformación. Los focos de emisión que manufacturan noticias falsas y las propuestas de “hechos alternativos”, la llamada postverdad, se han multiplicado en los nuevos ecosistemas mediáticos. La vida hiperconectada de los adolescentes los hace especialmente vulnerables a los cantos de sirenas de los nuevos charlatanes y gurús que pueblan Internet. Para prevenirlos debemos retomar la distinción filosófica clásica entre Apariencia y Realidad —que surgió en la polémica de Platón contra los Sofistas— y ponerla al día enfrentando la caverna mediática.
A día de hoy, informarse es un “trabajo” y reviste las formas de la investigación, a veces, detectivesca, a veces, académica, en la que hay que validar las fuentes y determinar si sus intereses son espurios. Las capacidades y el entrenamiento para atribuir a las fuentes credibilidad y el saber contrastar informaciones es un trabajo de razonamiento y filtro crítico que supone socavar la natural credulidad que todos albergamos. Requerimos de dosis adecuadas de escepticismo. Los que llama Javier Echeverría “señores del aire”, y que están tras los buscadores y las redes sociales —Google, Facebook, Instagram, etcétera—, han entregado a la publicidad y, en determinadas ocasiones, a los intereses políticos manipuladores sus entornos y herramientas. No sólo hay que explicar cómo funciona el complejo tecno-ecosistema informativo, sino también practicar una ética aplicada en la que el alumnado reflexione sobre los límites éticos y los códigos deontológicos que orientan y limitan el trabajo del periodismo. La ética de los medios de comunicación es una herramienta básica porque, hoy, todos damos testimonio, subimos fotografías o videos y viralizamos contenidos. Debemos deliberar acerca de dónde están los límites porque no todo vale. La difamación, la calumnia, el contribuir a injustificados “pánicos morales”, el difundir bulos, el amarillismo sensacionalista son, entre muchos otros temas, fundamentales en la educación de los adolescentes con el fin de prevenirlos y protegerlos.
Un nuevo y decisivo asunto es el de la gestión responsable de la identidad virtual y de la interacción social en la era digital. Desde el anonimato que sirve para saltarse las normas mínimas de cortesía a la hora de comunicarnos hasta la erosión y casi eliminación de la privacidad —ahora se habla de “extimidad”—, pasando por la reflexión de lo que significa exponer imágenes y contenidos que pueden ser utilizados contra ti mismo o contra otros y otras —el ciberabuso y la ciberviolencia—, son asuntos candentes que se tienen que abordar desde el marco de la ética interpersonal en los nuevos medios de interacción, desde los chats de whatsapp a los canales de Youtube. El viejo Aristóteles reflexionó sobre la philia, sobre la amistad y los vínculos con los otros ciudadanos. La educación moral se ejercía en la relación de convivencia y en la misma ciudad, la polis, buscando el bien común. Hoy es indudable que hay que poner al día el acervo clásico y reflexionar sobre los riesgos personales, sociales y políticos de los nuevos entornos tecnológicos. La ética digital es reciente, pero es imprescindible para los educadores de hoy. Hemos de considerar si el principio moral de no dañar, ni a los otros ni a uno mismo, es compatible con el impulso espontáneo de la inmediatez que propician las redes.
Si nos damos cuenta, el clicar likes es un acto casi automático en el que no cabe el espacio y el tiempo del pensamiento, del diálogo con uno mismo. Detener el impulso de la respuesta automática y empezar a pensar es hoy un triunfo, incluso para los adultos. Debemos, finalmente, reflexionar sobre la conveniencia de propiciar el rito cotidiano de la desconexión de la vida “on line”, porque si vivimos siempre conectados y recibiendo contenidos al final nuestra corriente de conciencia puedennquedar colonizada por el flujo de noticias y mensajes. La hiperconectividad puede dejarnos sin tiempo para la relación con uno mismo, que es el núcleo de la vida ética, de una vida examinada desde el diálogo interior entre las razones y las pasiones. Tomarse las cosas con filosofía es, en nuestro vertiginoso mundo, más necesario que nunca para poder preservar la autonomía personal.
Otro de los aspectos más importantes del debate ético actual es el que tiene que ver con la evolución de la medicina y las biotecnologías. La polémica sobre la posibilidad de editar genéticamente a embriones está sobre el tapete y los principios de la bioética –la no maleficencia (no dañar), la beneficencia, la autonomía y la justicia- se enfrentan a las utopías o distopías de las posiciones transhumanistas que buscan no sólo alargar la vida humana sino “mejorarla” con el concurso de diversas tecnologías. Desde la tecno-reproducción hasta la bioingeniería y la monitorización vía app de la propia salud, la revolución biotecnológica avanza y necesita ser confrontada con la reflexión filosófica. Los adolescentes, debido a nuestra Ley de Autonomía del Paciente, a partir de dieciséis años pueden tomar decisiones sobre procedimientos médicos y quirúrgicos, por ello es muy importante que sepan lo que implica la traducción de la libertad, de la autonomía, en un Consentimiento Informado tras el debate con los profesionales sanitarios. La salud en la adolescencia es, desgraciadamente, un tema arrinconado tanto por nuestro sistema sanitario –desde la mental hasta la sexual y reproductiva pasando por el problema de las adicciones-, pero, también, por el sistema educativo que no enfrenta el pensar la responsabilidad que todos tenemos por nuestros propios cuerpos. La bioética nos proporciona herramientas prácticas para abordar, ajustándonos a la edad de los adolescentes y de forma deliberativa y no doctrinaria, un abanico de problemas que es fundamental para advertir sobre los peligros de los trastornos alimentarios, las adicciones y los riesgos físicos y mentales a los que están expuestos en una sociedad que los seduce con engañosas publicidades para propiciar consumos impropios. Pensemos en la extrema vulnerabilidad de los adolescentes, como importante y muy rentable segmento de consumidores que es, a estrategias publicitarias en torno a la alimentación (comida basura), la moda (y sus estándares de belleza) o los juegos de azar (repárese en la reciente proliferación de locales de apuestas deportivas repletos de jóvenes). El escrutinio crítico de los hábitos cotidianos siempre ha sido tarea de la ética.
Finalmente, la ética contemporánea ha tenido que enfrentar la crisis ecológica global y local que ya llevamos décadas sufriendo. Las sensibilidades en relación con la naturaleza, la movilidad o los animales se están reconfigurando a pasos agigantados y muchas veces las generaciones más jóvenes nos dan lecciones a las mayores. Enfrentamos las incertidumbres de las transiciones energéticas y la necesidad de reconsiderar muchos de nuestros patrones de conducta cotidiana, colectiva e individual, porque nuestros hábitos suponen una huella, una carga lesiva para el planeta. La necesaria reflexión sobre el “principio de precaución”, el respeto a la naturaleza y el concepto de “sostenibilidad” exige que el alumnado pueda analizar en las aulas las nuevas propuestas morales, como la “ética del cuidado” del mundo en el que habitamos y del que dependemos. Frente a los negacionistas del cambio climático y otros riesgos ecosociales, la ciencia nos proporciona los hechos y la prospectiva, pero las acciones a realizar son un asunto ético y político que nos enfrenta a la responsabilidad por nuestro hogar terrestre.
Todos los aspectos que hemos señalado necesitan de scholé, de espacio y tiempo compartido para el aprendizaje y la reflexión en la adolescencia, y por ello creemos que es imprescindible la Ética en la enseñanza obligatoria.
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María José Guerra. Catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universidad de La Laguna. Presidenta de la Red Española de Filosofía; Esperanza Rodríguez Guillén. IES Margarita Salas, Majadahonda, Madrid. Presidenta de la Comisión de Educación de la REF; Carme Adán. Instituto Politécnico de Vigo; Antonio Campillo. Catedrático de Filosofía de la Universidad de Murcia; Víctor Bermúdez. IES Santa Eulalia, Mérida, y Ángel Vallejo. IES Alfàbegues, Bétera, Valencia.
Fuente: El País (05/09/2019)
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agsb-bilbao · 7 years ago
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portal_com: La revolución transhumanista https://t.co/hOOawZtfMc https://t.co/21WJ69996z Check out the entire post on https://twitter.com/agsb_bilbao/status/901510928763691008
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prozesa · 8 years ago
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Nick Bostrom, el filósofo que advierte de los riesgos de la superinteligencia artificial [VÍDEO]
Nuevo artículo publicado en http://www.prozesa.com/2017/05/05/nick-bostrom-el-filosofo-que-advierte-de-los-riesgos-de-la-superinteligencia-artificial-video/
Nick Bostrom, el filósofo que advierte de los riesgos de la superinteligencia artificial [VÍDEO]
↪ Espero que os guste este vídeo: ❝ Nick Bostrom, el filósofo que advierte de los riesgos de la superinteligencia artificial ❞
https://youtu.be/5zzdVHfbj6w Bautizado como “el filósofo del fin del mundo” por el New Yorker, Nick Bostrom no tiene aspecto de loco apocalíptico. Es más bien la imagen de la mesura y la reflexión, aunque sus ideas desaten polémicas cada vez que las expone y gane acérrimos enemigos con la misma facilidad con que consigue fervorosos defensores. Entre estos últimos se encuentran mentes tan brillantes como las de Stephen Hawking o visionarios de las nuevas tecnologías como Bill Gates o Elon Musk. Lo que ha llamado la atención de este filósofo sueco, director y fundador del Future of Humanity Institute en la universidad de Oxford, son sus desarrollos acerca de los peligros que acechan a nuestra especie detrás de la inteligencia artificial. Frente al optimismo ingenuo de quienes ven en las máquinas pensantes la solución a todos nuestros problemas, Bostrom advierte que debemos tener cautela. O, dicho en sus propias palabras, dejar de comportarnos como “niños pequeños jugando con una bomba”. La posibilidad de que los ordenadores o los robots que estamos construyendo nos superen en inteligencia algún día no es descabellada. Lo que hasta hace muy poco era terreno de la ciencia ficción debe observarse ahora como un horizonte muy probable: “creo que si hay algo que puede cambiar fundamentalmente la naturaleza de la vida en la Tierra, eso es la transición hacia la era de la inteligencia de las máquinas. No tenemos otra opción que enfrentar este desafío. La superinteligencia de las máquinas es como un portal que la humanidad debe atravesar obligatoriamente, pero debemos asegurarnos de no chocar contra el muro cuando lo hagamos”. Aunque pudiera parecer lo contrario, el de Bostrom no es un mensaje desesperanzador ni predica -como si fuera una versión digital de los luditas que destrozaron las máquinas durante la primera revolución industrial- una guerra contra las nuevas tecnologías. De hecho su confianza en las posibilidades de la ciencia le llevó a fundar en 1998 la Asociación Mundial Transhumanista, que defiende potenciar las capacidades humanas a través de una hibridación con la tecnología. En una entrevista con El País, Bostrom incidía en que su función es llamar a una reflexión profunda, no demonizar las máquinas: “hay muchas cosas que no van bien en este mundo: gente que se muere de hambre, gente a la que le pica un mosquito y contrae la malaria, gente que decae por el envejecimiento, desigualdades, injusticias, pobreza, y muchas son evitables. En general, creo que hay una carrera entre nuestra habilidad para hacer cosas, para hacer progresar rápidamente nuestra capacidades tecnológicas, y nuestra sabiduría, que va mucho más despacio. Necesitamos un cierto nivel de sabiduría y de colaboración para el momento en que alcancemos determinados hitos tecnológicos, para sobrevivir a esas transiciones”. Como defiende en su libro Superinteligencia: Caminos, Peligros, Estrategias, publicado en 2014 (y que entró rápidamente en la lista de los más vendidos del New York Times Book Review) el verdadero reto no está tanto en la inteligencia que sean capaces de alcanzar las máquinas, sino en el desarrollo moral de nuestra especie. Al final, como ya postuló Jean-Paul Sartre, estamos condenados a ser libres. Y eso puede ser peligroso, pero también una excelente oportunidad para dar otro salto evolutivo. http://www.nickbostrom.com Entrevista y edición: Maruxa Ruiz del Árbol, David Castañón Texto: José L. Álvarez Cedena #VodafoneOne
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carnalesferales · 3 years ago
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Transhumanismo: El Gran Reinicio “llevará a una fusión de nuestra identidad física, digital y biológica”.
El globalista Klaus Schwab dejó claro que el transhumanismo forma parte de “El Gran Reinicio” cuando afirmó que la cuarta revolución industrial “llevará a una fusión de nuestra identidad física, digital y biológica”, que según afirma en su libro son chips implantables que pueden leer tu mente.
“El Gran Reinicio” atrae un aluvión de nueva atención tras la pandemia de coronavirus, que según el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, es “una oportunidad para un reinicio”.
El programa se basa principalmente en el desmantelamiento del actual sistema capitalista en favor de un régimen tecnocrático más centralizado que conducirá a un nivel de vida más bajo, un menor consumo de combustible, menos libertades civiles y una automatización acelerada de los puestos de trabajo.
Sin embargo, otro aspecto clave del “Great Reset”, o de la “cuarta revolución industrial”, como la llama Schwab, es la fusión del hombre con la máquina.
“Lo que la cuarta revolución industrial propiciará es la fusión de nuestra identidad física, digital y biológica”, dijo Schwab en el Chicago Council on Global Affairs.
Schwab continuó explicando cómo su libro, “Shaping the Future of The Fourth Industrial Revolution”, ha sido especialmente popular en China, Corea del Sur y Japón, y sólo el ejército surcoreano ha comprado 16.000 ejemplares.
En su libro, Schwab explica con entusiasmo cómo la tecnología del futuro permitirá a las autoridades “inmiscuirse en el espacio hasta ahora privado de nuestras mentes, leyendo nuestros pensamientos e influyendo en nuestro comportamiento”.
Además, predice que esto animará a las fuerzas del orden a poner en marcha programas de prevención de la delincuencia al estilo de Minority Report.
“A medida que mejoren las capacidades en este ámbito, aumentará la tentación de las fuerzas del orden y los tribunales de utilizar técnicas para determinar la probabilidad de una actividad delictiva, evaluar la culpabilidad o incluso recuperar potencialmente los recuerdos directamente del cerebro de las personas”, escribió Schwab. “Incluso el hecho de cruzar una frontera nacional podría implicar algún día un escáner cerebral detallado para evaluar el riesgo de seguridad de un individuo.
Schwab también se expresa con mucho lirismo sobre el sueño utópico transhumanista compartido por todos los elitistas, que en última instancia conducirá a la creación de ciborgs humanos.
“De hecho, algunos de nosotros tienen ya el sentimiento que nuestros smartphones se han convertido en una extensión de nosotros mismos. Los dispositivos externos actuales, desde los ordenadores portátiles hasta los auriculares de realidad virtual, se convertirán casi con toda seguridad en implantables en nuestros cuerpos y cerebros.”
Schwab también aprueba abiertamente algo que los medios de comunicación todavía pretenden que es sólo un tema de conversación para los teóricos de la conspiración, a saber, “microchips implantables activos que rompen la barrera cutánea de nuestro cuerpo”.
El Globalista celebra la llegada de “dispositivos implantados (que) probablemente también ayudarán a comunicar los pensamientos que normalmente se expresan verbalmente a través de un teléfono inteligente ‘incrustado’, y los pensamientos o estados de ánimo potencialmente no expresados a través de la lectura de las ondas cerebrales y otras señales”.
En otras palabras, la “fusión de nuestra identidad física, digital y biológica” está vinculada a la singularidad transhumanista y a un futuro en el que cada movimiento y pensamiento será rastreado por un microchip implantado.
Schwab, como es bien sabido es el director del Foro Económico Mundial. El Foro Económico Mundial no solo está estrechamente vinculado al Desarrollo Sostenible, también conocido como Tecnocracia, sino también al Transhumanismo que conduce a la convergencia biodigital. Todo se basa en el cientificismo y el culto a la ciencia como única fuente de verdad para el futuro de la humanidad.
La pandemia de COVID ha marcado el comienzo de una nueva era de convergencia biodigital, una que ha estado en proceso durante décadas, pero que ahora se está acelerando en nombre de la salud pública y una nueva normalidad. La mayor libertad en esta nueva era se otorgará a quienes estén vacunados.
Tony Blair, ex primer ministro de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, afirmó: “Es importante distinguir entre los vacunados y los no vacunados. Dar a los vacunados la mayor cantidad de libertades “.
La libertad, sin embargo, no es algo que las autoridades puedan conceder a cambio de obediencia, pero en esta realidad alterada la segregación entre vacunados y no vacunados está aumentando.
Aquellos que cumplan recuperarán su libertad, estableciendo la mentalidad de que al vacunarse y seguir el proceso industrial del gobierno se está mejorando, mientras que si no lo hace, está frenando a la sociedad, no cumple y puede ser una amenaza para los demás. Como cubre James Corbett en The Corbett Report, estamos en medio de:
“… La implementación de un sistema de ley marcial médico presidido por autoridades de salud pública no designadas, no elegidas e irresponsables que ahora tienen un control literal sobre sus movimientos cotidianos, que están construyendo una red de vigilancia total que conlleva la perspectiva no solo de pasaportes de vacuna La salud pasa en general, que se utilizará para restringir su capacidad de acceder a la vida pública y que será culpable hasta que se demuestre su inocencia de infección bajo este nuevo paradigma que se está instalando ”.
Este es sólo el comienzo. El siguiente paso no se trata solo de la libertad, sino de la mejora sintética que redefinirá lo que significa ser humano. Con toda probabilidad, optar por la convergencia biodigital vendrá con recompensas, mientras que resistir o rechazar vendrá con sanciones.
‘Su guía para la gran convergencia’
Advertí sobre la pandemia de COVID que marca el comienzo de la Gran reinicio y la Cuarta Revolución Industrial, que ha estado en discusión desde al menos 2016 y, como afirma Schwab, “se caracteriza por una fusión de tecnologías que está difuminando las líneas entre las esferas física, digital y biológica”.
La agenda a largo plazo no se trata de COVID-19 o incluso de la implementación de un estado de bioseguridad, sino que, como señaló Corbett, se utilizará para la extinción del homo sapiens, el fin de la humanidad tal como la conoce.
Esto no es una conjetura. La noción de transhumanismo se está investigando y explorando activamente. En un artículo titulado “Mirando hacia el fin de la humanidad”, The Wall Street Journal señaló que COVID-19 “ha puesto de relieve la promesa y el peligro del ‘transhumanismo’, la idea de utilizar la tecnología para superar la enfermedad, el envejecimiento y la muerte”.
Habla de la necesidad de “protección tecnológica” para proteger a nuestra especie de ser aniquilada por una guerra nuclear, colisión de asteroides, un accidente tecnológico o un pandemia. El problema es que, al hacerlo, los humanos ya no son “humanos”, al menos, no de la forma en que se los considera ahora. Según The Wall Street Journal:
“En última instancia, sin embargo, la esperanza es que no solo usemos computadoras, nos convertiremos en ellas. Hoy en día, los científicos cognitivos suelen comparar el cerebro con el hardware y la mente con el software que se ejecuta en él. Pero un programa de software es solo información y, en principio, no hay ninguna razón por la que la información de la conciencia deba estar codificada en neuronas.
El Proyecto Conectoma Humano, lanzado en 2009 por los Institutos Nacionales de Salud, se describe a sí mismo como “un esfuerzo ambicioso para mapear las vías neuronales que subyacen a la función del cerebro humano”. Si esas rutas pudieran mapearse por completo y traducirse a 0 y 1 digitales, los datos podrían cargarse en una computadora, donde podrían sobrevivir indefinidamente “.
La metáfora humano / computadora también fue utilizada en una charla TED de 2017 por el Dr. Tal Zaks, director médico de Moderna, quien se refirió a la tecnología de ARNm como “el software de la vida”. Moderna, que se fundó en el concepto de poder modificar la función biológica humana a través de la ingeniería genética, pasó a desarrollar una de las vacunas de ARNm COVID-19 que se están impulsando en la campaña de vacunación masiva.
La modificación potencialmente permanente de los humanos es una amenaza existencial para la especie humana, según Corbett, pero casi nadie habla de ello.
‘Explorando la convergencia biodigital’
Para tener una idea de lo que hay en el horizonte, no busque más allá de “Explorando la convergencia biodigital”, un informe aterrador de Policy Horizons Canada, que explora en detalle “lo que sucede cuando la biología y la tecnología digital se fusionan”. Policy Horizons Canada es una organización del gobierno canadiense, cuyo director general es Kristel Van der Elst, ex-jefa de prospectiva estratégica de la Foro Económico Mundial (WEF).
En el prólogo del informe, Van der Elst es muy abierto en cuanto a que, en los próximos años, las tecnologías biodigitales pueden integrarse en la vida cotidiana como lo están ahora las tecnologías digitales. Afirma muy claramente que esto redefinirá lo que significa ser “humano”: “Más que un cambio tecnológico, esta convergencia biodigital puede transformar la forma en que nos entendemos a nosotros mismos y hacer que redefinamos lo que consideramos humano o natural”.
Y hay mas. El informe describe las formas en que está surgiendo la convergencia biodigital y el desarrollo de nuevas formas de:
Cambiar el cuerpo, la mente y el comportamiento de los seres humanos
Cambiar o crear otros organismos
Alterar ecosistemas
Detectar, almacenar, procesar y transmitir información
Gestionar la innovación biológica
Estructurar y gestionar cadenas de producción y suministro.
Difuminar lo que se considera natural, digital o diseñado
En la convergencia biodigital, las entidades biológicas y digitales se integran por completo, “creando nuevas formas híbridas de vida y tecnología, cada una de las cuales funciona en el mundo tangible, a menudo con capacidades mejoradas”. Policy Horizons Canada hace que parezca que esto no es gran cosa, ya que “los robots con cerebros biológicos y cuerpos biológicos con cerebros digitales ya existen, al igual que las interfaces humano-computadora y cerebro-máquina”.
Pero literalmente están hablando de “aprovechar el sistema nervioso y manipular las neuronas” para agregar tecnología a los organismos con la intención de alterar “su función y propósito”. ¿Qué podría salir mal? Por solo un ejemplo de cómo el uso de la tecnología puede ser contraproducente rápidamente, extractos espeluznantes de la reunión del Foro Económico Mundial de 2016 detallan la investigación en curso para decodificar sus pensamientos, leer su mente e incluso usar sus propios pensamientos en su contra en un tribunal de justicia.
En última instancia, el plan es para una coevolución de tecnologías biológicas y digitales, de modo que, “También hay una confusión entre lo que se considera natural u orgánico y lo que es digital, diseñado o sintético”. La sección del informe titulada “Buenos días, biodigital” es quizás la más inquietante de todas:
“Mientras me lavo los dientes, Jamie, mi IA personal, me pregunta si me gustaría que un dron de reparto venga a recoger el diente de leche de mi hija, que se cayó hace dos días. Los marcadores epigenéticos en los dientes de los niños deben analizarse y catalogarse en nuestra cadena de bloques genética familiar para calificar para el reembolso de salud abierto, por lo que necesito que se haga hoy.
Reemplazo la pegatina inteligente que monitorea la química sanguínea, el sistema linfático y la función de mis órganos en tiempo real. Es difícil imaginar los costos y el sufrimiento que las personas deben haber soportado antes de que la medicina preventiva personalizada se hiciera común.
Además, admito que suena asqueroso, pero es bueno que el municipio muestree nuestra materia fecal de las tuberías de alcantarillado. Es parte de la plataforma para analizar datos sobre la diversidad nutricional, las bacterias intestinales y el uso de antibióticos, para ayudar con los exámenes de salud pública y combatir las cepas de infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos “.
Genobilidad: creación de una clase superior de personas
La tecnología portátil y la neurotecnología están sobre nosotros, con interfaces cerebro-computadora y electrodos en desarrollo que mejorarían neurológicamente a los humanos. Actualmente, estas interfaces están dirigidas a personas con discapacidades, pero probablemente progresarían hacia otras “mejoras”, como superinteligencia o rasgos físicos preferidos.
El diagnóstico genético preimplantacional ya se utiliza para identificar embriones sin defectos genéticos, con afirmaciones de que pronto podrá detectar embriones con el coeficiente intelectual más alto. Tecnología de edición de genes CRISPR-Cas9 también se ha utilizado para alterar el ADN en embriones humanos de una manera que eliminaría o corregiría los genes que causan ciertas enfermedades hereditarias.
Ya no es una “teoría de la conspiración” cuando te dicen abiertamente lo que quieren hacer.
  Fuentes
verdadypaciencia
Dr. Mercola
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carublas · 6 years ago
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Todo el mundo debe comprender bien que, sobre cada tema que se vaya a tratar, lo esencial no es “gritar” su opinión, ni siquiera adquirir una convicción personal.
Esto es exactamente lo que hay que tener el valor de superar, teniendo en cuenta a los demás, esforzándose por llegar a un pensamiento abierto al punto de vista de los demás.
Porque lo esencial, en estos terrenos, es no quedarse en las opiniones.
La Revolución Transhumanista. - Luc Ferry
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prozesa · 8 years ago
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Nuevo artículo en Entretenimiento y Tecnología en proZesa
Nuevo artículo publicado en http://www.prozesa.com/2017/01/12/el-biohacker-que-se-implanta-chips-bajo-la-piel-video/
El biohacker que se implanta chips bajo la piel [VÍDEO]
↪ Espero que os guste este vídeo titulado: ❝ El biohacker que se implanta chips bajo la piel ❞
http://youtu.be/bZRb-PAyzmQ   Ni el cambio climático, ni las crisis migratorias, ni los peligros de un conflicto nuclear. Para Francis Fukuyama, el mayor peligro que afrontan nuestras sociedades es el biohacking, la posibilidad de alterar a través de la tecnología nuestras capacidades naturales. Lo expuso en un libro titulado Nuestro Futuro Posthumano: Consecuencias de la Revolución Biotecnológica en el año 2002 y posteriormente en Las ideas más peligrosas del mundo: el Transhumanismo, un articulo publicado en la prestigiosa revista Foreign Policy. Claro que Fukuyama también pronosticó hace casi 25 años que la historia se había acabado y que las ideologías eran aparatos caducos. Una forma radical de proclamar el (interesado) triunfo absoluto de la economía liberal y las políticas aplicadas por Estados Unidos. Pongamos, pues, en duda las ideas de Fukuyama, tan acostumbrado a generar polémicas como a desdecirse de lo escrito cuando las cosas se tuercen. La historia de hecho sigue avanzando -incluso acelerando- y también el llamado transhumanismo, que en la última década se ha convertido en una corriente que va más allá de lo tecnológico para abrir preguntas propias de la ética, la filosofía, la sociología y la política. Precisamente en este campo ya pudimos ver un aspirante a candidato presidencial en la pasada campaña que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca. Zoltan Istvan fundó el Partido Transhumanista de Estados Unidos y durante algunos meses recorrió el país tratando de recabar apoyos con un programa electoral que prometía avances como la vida eterna: "Voy a convencerlos de que morir no es necesario. Podemos evitar la muerte y vivir vidas sanas y jóvenes indefinidamente. Cuando la gente sepa que puede vivir para siempre, lo aceptará con alegría", aseguraba Istvan en una entrevista. A tenor de los resultados, sobrevaloró su poder de convicción. Sin llegar a la absoluta certeza de que en pocos años seremos inmortales -algo que, sin embargo, sostienen varios científicos adscritos a la corriente transhumanista-, lo que resulta innegable es que la biología humana ya está siendo transformada por nuevos dispositivos y lo será mucho más en el futuro. Hay quien incluso no quiere esperar a que esta tendencia sea mayoritaria: alguien tiene que ser el primero, y Tim Cannon está cogiendo carrerilla para ello. Se define a sí mismo como un cyborg, con partes humanas y partes tecnológicas. Por muy raro que suene, Cannon no es un caso único, aunque su aproximación al biohacking sí que resulta de lo más original, puesto que se trata de un “háztelo tú mismo”. Del mismo modo que hay quien fabrica muebles o impresoras 3D en su garaje, Cannon idea sensores y chips que instala bajo su piel. Su compañía Grindhouse Wetware promete en su web conseguir una “humanidad aumentada” a través de tecnologías seguras, económicas y de código abierto. Incluso en una entrevista con Vice, aseguraba que su objetivo es conseguir corazones artificiales en los próximos diez años. Cannon es consciente de que tanto sus ideas como sus prácticas son miradas con cierto recelo. Pero no piensa dejar de investigar con su propio cuerpo para avanzar en lo que considera una evolución lógica de la humanidad: “Tenemos la tecnología para hacerlo con seguridad. La auténtica barrera es que la gente dice “no quiero hacerlo”. Vale, pues no lo hagas. Nosotros lo haremos por ti. Estaré encantado de ser más avanzado que el resto de los humanos”. Texto: José L. Álvarez Cedena #VodafoneOne
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