#la gente solo está cuando te necesitan
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El que no te llegue un mensaje... ya es un mensaje.
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En otro universo... (Ekko x lectora)
Resumen: las cosas con Ekko ya no eran como antes, y todo indicaba que pronto terminarían dándole fin a su relación. Pero cierto incidente con el hextech terminó dejando a la joven mecánica en un universo paralelo, donde su visión de la vida daría un vuelco de 180 grados.
Nota: cambios en la trama original.
Masterlist de mi autoría
Cuando Ekko despertó en aquella realidad alterna, no le costó demasiado entender que algo raro estaba pasando.
Estaba rodeado de conocidos, conocidos que se sentían como extraños. Y tenía la urgencia de volver a casa.
Creía que estaba solo, solo y volviéndose loco, pero entonces vio a una ____ más que risueña acercarse con Mylo.
—¿Cómo amaneció mi zaunita favorito?—la chica atrapó sus mejillas con una mano, dejando un beso en su frente—. ¿Listo para continuar con las prácticas?—
—¿____?—Ekko la miró confundido—. ¿Eres tú?—
—Creo que sí, bastante segura.—respondió con burla—. ¿Qué pasa, conejito? ¿Te sientes... bien?—
Entonces ____ los vio. Los garabatos de Ekko en aquel cuaderno le hicieron comprender enseguida lo que estaba pasando. Y bajo la confundida mirada de los presentes, la chica salió corriendo del bar.
Ekko salió a uno de los callejones linderos, sintiendo la asfixiante presión de todo aquello en el pecho. No estaba en casa, no tenía a su gente... Y esa no era su ____. O al menos eso pensó en un inicio. Pero entonces Heimendinger apareció, escoltado por la chica. Y enseguida lo pusieron al corriente.
—... ¿Cuánto llevas aquí?—la mirada de Ekko se mantenía en la chica del otro lado de la mesa, quien tallaba en madera unos pequeños animales.
—5 años, Masomenos.—lo miró—. Heim poco más de 3 años... Y tú unas horitas parece.—
—No te ves feliz de verme.—
____ dejó su lobo a medio tallar sobre la mesa, mirándolo con seriedad.
—... No pienso irme de aquí.—Ekko frunció el ceño—. Los ayudaré en lo que necesiten... Pero no volveré a esa realidad.—
—¿Qué...?—
La chica se levantó de la mesa, perdiéndose en el grupo de gente de la entrada y saliendo sin más.
—Ella ha hecho de esta realidad su hogar, joven Ekko.—Heim llamó su atención—. Pero estoy seguro de que si hablamos con ella, la convenceremos de venir a casa.—
Ekko no se veía muy seguro de aquello, pero no tenían otra opción. Volvería a su realidad con la chica. Sin excepción.
—En esta dimensión, Vi murió.—____ le mostró a Ekko las ruinas de aquel lugar—. Jayce tampoco está, y de Cait y Viktor tampoco sabemos nada... Lo más seguro es que ella siga siendo de la guardia y que Vik haya muerto. Recuerda que aquí no existen las hextech.—
—... ¿No intentaste volver?—
—Al principio.—la chica caminaba con curiosidad por el lugar—. Pero yo no soy tan buena como tú o Heim... Construyo lo que me indiques, no hago planos desde cero.—lo miró—. Solo me resigné a adaptarme.—
—Y ahora no quieres irte... ¿Dejarás a todos los que nos necesitan solos?—
—Mis padres murieron con el ataque de Jinx a Piltover, no tengo otra familia... Nada me ata a ese lugar.—
—... ¿Y yo?—
____ se detuvo frente a una pared en ruinas, notando un brillo entre las grietas.
—Te enviaré a casa sano y salvo ¿No es signo de lo mucho que te quiero?—
—Si me quisieras, vendrías conmigo.—la chica resopló con cierta gracia.
—¿Me harás un chantaje emocional? ¿Justo tú? Por favor...—Con sumo cuidado, ____ comenzó a quitar los fragmentos azulados de la pared.
—¿Qué quieres decir con eso?—Ekko se acercó nervioso.
—Lo nuestro ya no funcionaba... Hace mucho no lo hacía. Estábamos juntos por costumbre, pero ninguno de los dos quería admitirlo... tú y yo sabemos que si algo no funciona, se desarma.—
—Si, para repararlo y volverlo a intentar.—El chico la miró impaciente.
—Y lo volví a intentar, con el Ekko de aquí... Eres tú, pero esa faceta hermosa de la que me enamoré.—____ se sintió extraña al decirlo en voz alta—. No quiero dejarlo.—
—... ¿Me engañaste conmigo mismo?—la escuchó resoplar con gracia.
—No es engaño si son la misma persona.—
—Tú lo dijiste, no somos iguales.—
La chica no dijo nada más, se limitó a sacar los fragmentos de la pared.
—No quiere venir porque se enamoró de mi.—Heim miró a un Ekko frustrado, que realizaba cálculos en un rincón—. Cuanto más lo pienso, más loco es.—
—No es tan raro, el Ekko de esta dimensión es muy diferente a ti, joven.—aquello llamó la atención del inventor—. No me malinterpretes. No es mejor, o peor. Solo... Diferente.—
—¿En qué sentido?—
—Bueno... Aquí no estamos en plena guerra. El Ekko de aquí no tiene las prioridades que tú tienes.—Heim sobrepensaba demasiado cada cosa que salía de su boca. Ekko notó eso—. Tiene otro trato con ____... Uno más ¿Cariñoso? ¿Atento?—
Entonces Ekko supo por dónde venía el asunto.
—Bueno... Puede que no haya sido muy atento... pero estamos en épocas difíciles, Heim.—
—Tienes tus prioridades, como ya dije... Tu relación amorosa no parece serlo. Y si la joven ____ no se siente a gusto, es normal que se haga a un lado. Y no deberías juzgarla.—
—¡Me abandonará por mi otro yo, Heim! ¿Cómo se supone que lidie con eso?—
—si no riegas la flor, se marchitará... No te ofendas si no puedes revitalizar sus pétalos.—Heim volvió su atención al invento frente a él—. Si ella quiere quedarse, es su decisión. Al menos nos ayudará a irnos a casa.—
No, por supuesto que no. Ekko no se iría de allí sin ____.
—Un puñado de moras, fresas, hielo y un poco de azúcar. Vamos, adelante.—
Mylo activó aquella licuadora, y por fallos de la tapa, terminó haciendo un desastre. ____ rió emocionada al ver la cara de Vander llena de batido de frutas.
—¿Problemas técnicos?—Ekko se acercó a la barra, tendiéndole un pañuelo a la chica, quien secó enseguida los restos de su rostro.
—Se rompió el seguro, ya lo reparo.—____ lo miró risueña, y Ekko notó entonces lo poco que la había visto feliz en ese último tiempo—. ¿Cómo va el proyecto con Heim?—
—Pausado de momento, nuestra mecánica fue por algo de beber y no volvió más.—Ekko alzó las cejas divertido, y la sonrisa de la chica no hizo más que agrandarse. Ekko se contagió de esa emoción.
—Perdón perdón, ya vuelvo.—Ekko negó apenas.
—Reparemos esta licuadora, viniste justo por esto ¿No?—____ sonrió.
—Esto es delicioso.—
—¿Verdad que si? Yo bebía esto cuando era pequeña.—____ y Ekko volvían al taller de Ekko caminando a paso tranquilo, disfrutando del batido de frutas recién hecho—. Antes de ir al Consejo con mis padres, tomábamos batidos en un puesto de la plaza central... Era mi momento favorito del día.—Ekko la miró.
—¿Ellos aquí...?—
—Están vivos, sí. Yo estoy aquí como intermediaria entre ambas naciones... Tal y como debió pasar aquella vez.—____ lo miró—. Aquí, todo pasó como debía pasar.—
—Vi esta muerta.—
—Y por ello, Powder no tomó las gemas, no los atacaron los de Piltover... Fue toda una cadena de sucesos que desembocaron en esto... Nosotros reparando una licuadora para que Vander empiece a vender batidos.—sonrió con cierto pesar—. Perdóname por querer ser feliz en un mundo pacifista.—
—... Si tú te quedas aquí... No te tendré en casa.—____ lo miró sorprendida—. Asi que lo siento, pero te llevaré al hombro de ser necesario.—
—No creo ser tan relevante.—
—Lo eres, ni siquiera deberías dudarlo.—
—Tú me hiciste dudarlo.—
La chica estaba por entrar al hogar de Ekko, cuando el joven la detuvo.
—Lo lamento, ____. Sé que piensas que lo nuestro ya no funciona pero debe hacerlo...—las manos que sujetaban sus hombros subieron a las mejillas—. Eres lo único que me queda... No me hagas regresar a un mundo donde no estará la persona que amo.—
El rostro de la chica se tornó completamente rojo, y Ekko ya no recordaba la última vez que vio ese lado avergonzado de ella.
¿Tan mal estaban las cosas entre ambos?
—¡Los estaba esperando!—Heim abrió la puerta eufórico—. Creo que ya lo tengo.—
—Entonces... Solo entran.—
____ miraba aquella especie de portal preocupada.
—Corrección: entramos.—Ekko se paró a su lado—. Tú vienes con nosotros.—
—Ya te dije que no.—
—Y yo ya te dije que te cargaré como costal de patatas en caso de ser necesario.—____ lo miró frustrada—. No me iré sin ti, y si no nos vamos, nuestro mundo morirá.—
Las manos de Ekko tomaron las ajenas, presionándolas con cariño.
—... Aquí, Ekko es mi novio. Mi compañero adorable... Alli, Ekko es el salvador de Zaun.—____ frunció sus labios, intentando no romperse—. No quiero un héroe, quiero al niño del que me enamoré.—
Ekko unió sus frentes.
—Seré lo que sea que tú necesites... Solo quédate a mi lado.—
____ asintió apenas, recibiendo un beso en la mejilla antes de sentir como Ekko la guiaba al portal
Ah, lo sentí medio flojo.
Yo creo que si me quedaría jsjsjs. Re egoísta xd.
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SOLEDAD
¿Te sientes solo/a con frecuencia? ¿Sientes que necesitas más amigos o más interacción social para sentirte mejor? Si es así, puede que te sorprenda descubrir que el mejor antídoto para la soledad no es necesariamente pasar más tiempo con gente. En este artículo, te explicaré por qué y cómo puedes superar ese sentimiento de vacío que te acompaña.
La soledad es una emoción que surge cuando percibimos una falta de conexión o de pertenencia a un grupo o a una persona. No está relacionada con la cantidad de personas que nos rodean, sino con la calidad de las relaciones que mantenemos. Por eso, podemos sentirnos solos incluso cuando estamos acompañados, si no nos sentimos comprendidos, valorados o queridos.
El problema de la soledad es que puede afectar a nuestra salud física y mental, incrementando el riesgo de depresión, ansiedad, estrés, enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo y otras dolencias. Además, la soledad puede generar un círculo vicioso, ya que nos hace más propensos a aislarnos, a tener pensamientos negativos y a rechazar la ayuda de los demás.
Entonces, ¿cómo podemos combatir la soledad? El primer paso es cambiar nuestra forma de pensar sobre nosotros mismos y sobre los demás. A menudo, la soledad se basa en creencias irracionales o distorsionadas que nos hacen sentir inferiores, indignos o incomprendidos. Por ejemplo:
Nadie me quiere ni me necesita.
Soy diferente a los demás y no encajo en ningún lugar.
No tengo nada interesante que aportar o compartir.
Si me acerco a alguien, me rechazará o me hará daño.
Estas creencias nos impiden establecer vínculos afectivos sanos y satisfactorios, y nos hacen sentir más solos. Por eso, es crucial cuestionarlas y reemplazarlas por otras más realistas y positivas. Por ejemplo:
Hay personas que me quieren y me necesitan, aunque no siempre lo demuestren.
Soy único/a y especial, y tengo cosas en común con otras personas.
Tengo muchas cualidades y habilidades que puedo ofrecer y desarrollar.
Si me acerco a alguien, puedo encontrar apoyo, comprensión y afecto.
Estas creencias nos ayudan a mejorar nuestra autoestima y nuestra confianza, y nos abren las puertas a nuevas oportunidades de relación. Pero no basta con pensarlas, también hay que actuar en consecuencia. Por eso, el segundo paso para superar la soledad es salir de nuestra zona de confort y buscar actividades que nos gusten y nos permitan conocer gente nueva.
No se trata de forzarnos a socializar con cualquiera, sino de encontrar personas afines con las que compartamos intereses, valores o experiencias. Para ello, podemos apuntarnos a cursos, talleres, voluntariados, clubes o grupos de ocio que nos motiven y nos diviertan. Así, además de disfrutar de nuestro tiempo libre, podremos hacer nuevos amigos o ampliar nuestro círculo social.
Pero tampoco debemos descuidar las relaciones que ya tenemos. A veces, la soledad se debe a que nos hemos alejado de nuestra familia, nuestros amigos o nuestra pareja por diversas circunstancias. En ese caso, el tercer paso para superar la soledad es recuperar el contacto con esas personas que nos importan y nos hacen sentir bien.
No es necesario que les contemos todos nuestros problemas o que les pidamos ayuda constantemente. Basta con que les mostremos nuestro interés y nuestro cariño, que les dediquemos tiempo y atención, que les escuchemos y les apoyemos. Así, podremos fortalecer los lazos afectivos que nos unen y sentirnos más acompañados.
En conclusión, el mejor remedio para la soledad no consiste precisamente en pasar tiempo con gente, sino en mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con los demás. Para ello, debemos cambiar nuestras creencias negativas por otras más positivas, buscar actividades que nos gusten y nos conecten con personas afines, y cuidar las relaciones que ya tenemos. De esta forma, podremos superar ese sentimiento de vacío y llenar nuestra vida de sentido y felicidad.
Autor : @magneticovitalblog
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Capítulo 6 — Las reglas de la Casa
Cuando Erik entró al despacho, encontró que el Maestro no estaba sentado en su humilde silla, frente a su sobria mesa como había esperado. Hacía un buen rato, en la sala, lo habían llamado. Le explicaron que tendría cita con él nada menos. Había recorrido largos pasillos hasta llegar a ese lugar en vano.
—El Maestro te recibirá ahora —le habían dicho justo antes de entrar.
Pero no estaba. Esperó, pensando que quizá se había ausentado temporalmente y aparecería en cualquier momento.
En la misma habitación, en el lado contrario al que se encontraba él, había una mesa con varias personas trabajando con ahínco. Los cuatro hombres discutían, muy excitados, cuando encontraban algo que les parecía reseñable.
—«El hombre actual está hambriento y sediento de una relación segura con las fuerzas sagradas que hay en su interior», ha dicho.
—También dijo: «El hombre moderno se ve perdido, vive en el temor. Mira hacia su exterior y su interior para que se le proporcione algo de lo que ha sido despojado».
—Esto es profundo: «Tenemos actualmente una vida intrincada y compleja, llena de artefactos mecánicos, de radios, películas con los que pretendemos sustituir lo que hemos perdido: la conexión con lo numinoso». Lo incluiremos también en su próximo discurso.
Uno de ellos advirtió, al cabo de un rato, la presencia de Erik, y le preguntó si necesitaba algo.
—Me dijeron que el Maestro me esperaba —respondió él.
—No tiene previsto volver en todo el día. ¿Estás seguro de que entendiste bien?
Por detrás comentaban: "«¿Quién es este?», «Nadie, será una de sus obras de caridad». Los cuchicheos llegaban a Erik, que se sentía algo avergonzado.
—¿Por qué quieres verlo?
—Acabo de llegar a la Casa y quiero ofrecerle mi respeto.
Asintieron satisfechos. Llamaron al asistente del Maestro y este apareció en un instante. Pero a Erik le pareció que no era el mismo que lo había acompañado desde la sala donde habían dejado a Lars. Aunque tampoco estaba seguro: la venda le hacía complicada la labor de reconocer los rostros. Quizá sí era la misma persona y estaba confundido. En cualquier caso, le confirmó las sospechas al decir que quizá había un error: no estaba prevista una reunión con él. Erik tendría que irse con las manos vacías.
El hombre que se había dirigido a él en primer lugar preguntó que dónde debía estar ahora el Maestro. El asistente revisó la agenda y le informó que en la sala de juntas. Tenía una reunión con representantes del instituto Ahnenerbe.
—¡Sígueme! —dijo entonces, muy animado—. Vamos a intentarlo; aunque sea un instante, tienes que hablar con él.
Se pusieron en marcha y fueron recorriendo distancias que a Erik le parecieron muy largas. Recorrieron pasillos y pasillos. Subiendo ocasionalmente de piso. Al fin, llegaron a la sala de juntas, una habitación con paredes cubiertas con maderas nobles y una gran mesa ovalada en el centro. El chico comprobó, desalentado, que estaba vacía a excepción de un par de personas que se estaban marchando.
—La reunión acabó hace cinco minutos. El Maestro ya no está —le informó la última persona que quedaba allí.
El hombre que les contestó se acercó con lentitud a una ventana alta desde la que se dominaba la entrada y se quedó unos segundos observando cómo una fila de coches negros y relucientes cruzaba las puertas de la Casa. Los vehículos se detenían frente a la entrada principal. El hombre sonreía para sí mismo.
—Acércate, hermano, mira. Nuestro trabajo no es solo espiritual. También hemos de dejar huella en el mundo de los infieles. Mira esa gente…
No llevaba venda, pero se estaba sacando una del bolsillo y se la puso mientras continuaba hablando.
—Nuestros vecinos del sur han empezado una guerra, como suelen hacer cada cincuenta años, y han decidido usar nuestro país de patio trasero. Vienen porque aprecian nuestro consejo —continuó—, necesitan orientación en este y otros conflictos. Desprecian nuestra fe, pero aprecian la penetración intelectual del Maestro. Les gustaría usarla para sus fines, pero ellos son usados para los nuestros.
Erik observó cómo descendían de los coches personas, en su mayoría, con uniformes militares.
—El Maestro lo hace por el bien general. Y, bueno, siempre puede haber quien se ilumine y se una a nuestra comunidad…, ¿no crees? Y si fracasamos y terminan matándose entre ellos, ¿nos importa acaso?Se formó una expresión de desagrado en Erik.
—El ejercicio de la política consiste en no tener escrúpulos. Y menos con los infieles.
No quedaba nadie más en la sala salvo ellos dos. El hermano que lo había acompañado hasta allí había desaparecido. ¿Se había marchado sin despedirse? El otro dijo:
—El Maestro siempre dice: «Hemos de sobrevivir y, para sobrevivir, hemos de prevalecer. No hay otra opción».
Entonces, al citar al Maestro con esa seguridad, le surgió la duda a Erik. ¿Estaba hablando con el hermano que lo había acompañado hasta allí o era el que habían encontrado al llegar? ¿Cuál de ellos se había marchado y cuál había permanecido en la sala?
Erik expresó su frustración por perder la oportunidad de encontrarse con el Maestro no una, sino dos veces. El otro le contestó, animadamente:
—Ahora iba a dar una pequeña charla en la capilla de los Justos. Si te apresuras, quizá puedas llegar a encontrarlo allí. ¡Te llevo!
Caminaron a buen paso en esa dirección. Hubo que subir varios pisos y atravesar varias grandes salas, hasta que llegaron a la puerta de acceso a esa zona del edificio. Antes de entrar, el hermano le ofreció un paño: para acceder, debía ponerse la venda.
—Tendrás que llevar esto —le informó.
Erik sintió una enorme emoción. Estaba entrando en una comunidad de seres iluminados. ¡Cuánto deseaba formar parte de eso! Rechazó la que le ofrecía y sacó la que traía de casa. Despacio, se la puso con la ilusión del que empieza un camino nuevo, después de haber perdido demasiado tiempo deambulando por uno lleno de cardos y espinos.
Oyó cómo el otro abría la puerta.
Erik se conducía lentamente, evolucionando con torpeza por la habitación pues, como todos, estaba acostumbrado a confiar en la vista como un guía infalible.
—Los Justos son la vanguardia de nuestro movimiento. La fuerza de choque que abre el camino que el resto transita —le explicaban.
Se dedicó un rato a atender a las conversaciones, pues no tenía otro medio de orientarse. Escuchaba a la gente con la esperanza de reconocer al Maestro. Un espíritu así, por fuerza, ha de revelarse. Ha de significarse de alguna forma. Sin duda, su voz rebosa de significado, dando una señal imposible de ignorar por otra persona.
Pero solo oyó voces normales hablando sobre temas que no acababa de entender. Con decepción, llegó poco a poco al convencimiento de que el Maestro tampoco estaba allí.
La voz de su reciente guía sonó a su lado, sobresaltándolo.
—El Maestro se dirige ahora al salón de actos. La fecha de la próxima ceremonia está cerca y quería revisar el avance de las obras. ¿Vamos?
Esa vez, corrieron sin pudor por los largos pasillos. Le confirmaron que el salón de actos estaba muy cerca. Era muy posible que llegara a tiempo para verlo, por fin.
—¿Qué ceremonia prepara?
—Claro, no lo puedes saber… Ocurre que, para algunos, la venda no es suficiente. Quieren expresar un compromiso más fuerte. Así que celebramos una ceremonia donde el aspirante hace ese sacrificio. Acto seguido, el iniciado pasa a formar parte de la comunidad de los Justos.
Erik quiso seguir preguntando; sin embargo, enseguida llegaron a su destino.
Era un espacio muy amplio, preparado para cuidar el sonido, un lugar excepcional para sostener y ensalzar la voz, pero que en ese momento estaba lleno de toda clase de ruidos derivados de la frenética actividad general; un muro de sonido imposible de atravesar. Había un escándalo de golpes y voces que flotaban en un espacio del que Erik no tenía, por ahora, brújula. En esa maraña, por fin, oyó la voz del Maestro por primera vez.
Estaba ensayando un discurso. ¿Cuánta gente habría escuchándolo? Lo ignoraba. Pero, durante esa media hora, el Maestro le habló exclusivamente a él. Erik sintió que examinaba su alma y le ofrecía lo que le faltaba o anhelaba. Le explicó quién era. Cuál era su destino. Cómo, a pesar de lo que él creyera o los demás le dijeran, estaba destinado a la grandeza. Una nueva familia, una familia espiritual, lo iba a acoger. Cómo formaba parte del grupo de aquellos cuyas vidas valían la pena de ser vividas. Cómo la vista era un instrumento del engaño. Y que su negación abría nuevas estancias de nuestro ser en una transacción espiritual que nos beneficiaba de forma absoluta.
Fue memorable. El ruido de la actividad de los trabajadores volvió, aunque Erik comprendía que siempre había estado allí, solo que la voz del Maestro había hecho la magia de hacerlo desaparecer. Cuando el Maestro terminó de hablar, Erik era un ferviente creyente.
Tenía que volver: quedaban muchos trámites antes de poder considerarse miembro de la Casa. Caminó hacia la puerta, guiado por un hermano. Justo antes de salir, se giró. Sin poder evitarlo, se levantó la venda y pudo ver al Maestro en un enorme sillón que, desde esta distancia, semejaba un trono. Su postura (inclinado hacia un lado, con la frente apoyada en uno de sus puños, el rostro en sombra…) le daba el aspecto de un rey. Un rey especialmente riguroso para con sus súbditos. Pero, también, un rey visionario y ambicioso. Soñando un futuro donde no quedase lugar de la tierra sin su huella.
Erik se marchaba renovado, exultante de energía espiritual, listo para enfrentar la ignorancia y la maldad desde la sabiduría y la calma. Sintiéndose parte de una comunidad que cambiaría el mundo.
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#158 Esperar hasta que se haga de noche (2015)
En 1946 se cometieron 5 crímenes aberrantes en el pequeño pueblo de Texarkana, estos crímenes se dieron a lo largo de tres meses donde asesinó a parejas de amantes que se encontraban practicando relaciones sexuales. El asesino enmascarado fue llamado "El asesino fantasma". Hubo un detenido que acabó encarcelado durante 30 años y como los crímenes cesaron, no se preocuparon en investigar más, aunque lo cierto es que nunca se supo quién fue el asesino.
Ahora nos encontramos en el 2014, y Jami (Addison Timlin) tiene una cita con Corey (Spencer Treat Clark), está en su último año de instituto y después de una vida bastante dura, esta parecía su recompensa. Ya que nunca se sintió ni atractiva ni popular y él es el cuaterback del equipo de futbol del instituto y va a ganar una beca con ello.
Van al cine a ver la película que se hizo años atrás sobre los crímenes ocurridos en el pueblo por el asesino fantasma, allí Jami se siente aburrida y sobrepasada por tanta gente en el autocine disfrutando de un dolor que fue real, y le pide a Corey irse.
Ambos van a una zona apartada para tener más intimidad, allí mientras se besan Jami ve a alguien entre los árboles, esa persona lleva un saco en la cabeza y les mira atentamente. Corey le resta importancia, pero pronto son atacados.
El asesino le pide a Corey que se tire al suelo y a Jami que sé de la vuelta y que no mire, ahí apuñala a Corey en la columna varias veces, hasta que Jami se gira y empieza a huir despavorida.
El asesino la alcanza, después de que se caiga varias veces, y en lugar de matarla le dice que haga al pueblo recordar a Mary, y se escapa dejándola con vida.
Ninguno de los policías le hace el mínimo caso a Jami, el único que demuestra tener algo de humanidad es Lillia (Joshua Leonard) que se ofrece para ir con el coche oficial a vigilar la casa donde Jami vive con su abuela Lillian.
Los siguientes en morir son la pareja de amantes del militar y su novia, que son asesinados cruelmente en un motel, él decapitado y ella perseguida hasta su coche para morir apuñalada.
Después de esto llega el Ranger Morales al pueblo (Anthony Anderson) ya hay demasiadas cosas similares a los crímenes de 1946, ahora saben que la siguiente pareja de amantes morirá apuñalado con un cuchillo unido a un trombón y de un tiro.
La ola de crímenes continúa con el asesinato de otra pareja de jóvenes, tal y como pasó en 1946, el asesino fantasma es como un camión, entra en los sitios atravesando ventanas de una patada, es pesado, lento, pero siempre te alcanza, es cruel y tiene una fuerza sobre humana.
Jami buscando información en la biblioteca conoce a Nick (Travis Tope), que fue con ella a clase en el instituto, se enamoran locamente por sus circunstancias tan oscuras. Ella perdió a sus padres en un accidente de coche donde solo ella sobrevivió, y él tenía un padre alcohólico y abusivo que muere y su madre pierde la cabeza acabando en una institución mental.
Ambos investigan y dan con el hijo del director de la primera película que les arroja sobre la identidad del verdadero criminal, ellos no le creen porque ya está viejo y con problemas mentales y siguen su investigación.
Otra pareja es asesinada mientras mantienen relaciones y el pueblo se vuelve loco, ahora el asesino es más fuerte, más cruel y tiene más víctimas que el de 1946.
Jami es aceptada en la universidad de California y su abuela le indica que van a salir del pueblo ya, esta es la oportunidad que necesitan para escapar del pueblo, y tienen familia allí que les ayudará a establecerse, Jami no se quiere separar de Nick, y él se cuela en su casa para acostarse con ella esquivando a Foster que está en la puerta.
Bien temprano Lillian y Jami se despiden de Foster y le dicen que se van a ir a California que es el momento de abandonar el pueblo, él les desea buena suerte, pero cuando ambas paran en una gasolinera para repostar y tomar algo para el camino se escuchan tiros, Jami sale y ve que han disparado a un vecino y han asesinado a su abuela y al chico de la gasolinera, coge el arma del bolso de su abuela y sale corriendo campo a través, perseguida por el lento pero letal asesino.
Jami sigue teniendo pesadillas con la muerte de Corey y huyendo traumatizada por el asesinato de su abuela, se tropieza en las vías del tren con el cuerpo desmembrado de Nick, totalmente desubicada y desorientada, huye. Corre y corre, pero se da cuenta de que tiene que esquivar muchas veces al asesino, hasta que cae y se da cuenta de que hay dos asesinos vestidos iguales yendo a por ella.
Hay dos asesinos, uno es Foster, el policía que la ha estado cuidando, es el nieto del asesino inicial que les indicó el hijo del director y al que decidieron no creer y el otro no es otro que Corey. Nunca fue asesinado, fue un paripé por parte de los dos criminales, uno por pura venganza y Corey porque no quería ser un paria que jamás saliera del pueblo, quería tener oportunidades y no una vida establecida por sus padres, donde no ser libre.
Sin pensárselo demasiado, Foster dispara a Corey y lo mata, y busca inculpar a Jami y a Corey de ser una pareja de asesinos que se puso de acuerdo y que acabaron asesinándose el uno a la otra, pero justo cuando intenta matar a Jami está le dispara dos veces en la cabeza con el arma de su abuela.
En el prólogo descubrimos que el cuerpo de Foster nunca fue encontrado y que se cree que se lo tragó el pantano, alimentando así la leyenda del asesino.
Jami se va a la universidad de California para estudiar literatura creativa, buscando un nuevo futuro donde nadie la conoce, allí vuelve a casa de noche y una sombra la sigue de cerca, parece ser el asesino fantasma acechándola de nuevo.
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𝗔 𝗞𝗜𝗡𝗚 𝗪𝗜𝗧𝗛𝗢𝗨𝗧 𝗢𝗣𝗧𝗜𝗢𝗡𝗦.
A veces me pregunto si todo esto tiene sentido. No hablo del mundo en general, aunque eso también me agota. Hablo de lo que se espera de mí, de la manera en que cada decisión parece estar predeterminada antes de que siquiera pueda pensar en ella. Es como si el aire a mi alrededor estuviera controlado, como si cada respiro estuviera cronometrado para encajar en el esquema de algo más grande, algo que no elegí.
La gente suele decir que nací con suerte, pero no estoy tan seguro de que entiendan lo que eso significa. Sí, tengo un techo sobre mi cabeza, más que eso, un maldito palacio, con paredes tan altas que a veces parece que están diseñadas para que nunca pueda ver el mundo real desde dentro. Pero también hay cadenas. Invisibles, claro. El tipo de cadenas que no puedes cortar con una espada ni romper con fuerza. Son las cadenas de lo que los demás esperan de ti.
Mi dilema, si es que se puede llamar así, es que todos parecen pensar que es normal. Que para mí, esto debería ser lo único que conozco, lo que quiero. Como si no pudiera sentir otra cosa. "Serás rey", dicen, como si eso lo cubriera todo. Como si esas dos palabras fueran la solución a cualquier duda, a cualquier pequeño anhelo. Pero ser rey significa renunciar. No te lo dicen así de frente, pero lo intuyes, lo sientes. Renunciar a todo lo que haces con el corazón, a todo lo que podrías haber sido.
El amor, por ejemplo. Todos hablan del amor como si fuera algo que les pertenece, algo que puedes alcanzar como si solo tuvieras que estirar la mano y tomarlo. Pero no para mí. No para alguien que nació para algo más "grande", o al menos eso dicen. Para mí, el amor no es una opción, es una negociación. Un trato sellado con sellos de cera y viejas palabras escritas en papel amarillento. Cualquier sentimiento real tiene que ser filtrado, tamizado a través de lo que conviene, de lo que es adecuado. ¿Cómo puedo amar cuando amar de verdad sería rebelarme? Y ya sabemos que los rebeldes no duran mucho en las monarquías.
Por eso, he renunciado a pensar por mí mismo en algunas cosas. Es más fácil así, ¿sabes? Fingir que no tienes elección. Que todo está decidido y que lo mejor que puedes hacer es sentarte, sonreír y seguir el guion. A veces me pregunto si es algo cobarde, pero luego me detengo. Tal vez lo sea. Tal vez aceptar lo que otros esperan de ti es lo más cobarde que puedes hacer, pero hay días en los que simplemente no tengo la energía para luchar. Porque, ¿qué cambias realmente? El trono no desaparece si te resistes. Solo te arrastra con más fuerza.
Hasta ahora, las pequeñas decisiones que aún puedo tomar son las que me mantienen... cuerdo, supongo. Elegir qué música escuchar cuando estoy solo, los libros que leo en las noches que no puedo dormir, o las conversaciones que tengo con extraños que no saben quién soy. Eso me da algo de paz. Poca, pero es algo. Siento que esas decisiones son lo último que me queda antes de que tenga que renunciar por completo. Y quiero disfrutarlo, aunque sea por un tiempo limitado.
Sé que cuando me nombren rey, será el punto de no retorno. Mi vida, mi verdadero yo, quedará enterrado bajo capas de deber, protocolo y sonrisas falsas. Ya no tendré el lujo de elegir nada por mí mismo. Ni siquiera podré pensar en lo que podría haber sido. Simplemente, seré lo que los demás necesitan que sea, lo que esperan que sea.
Así que, mientras tanto, mientras este momento final no llega, vivo por esos pequeños momentos de libertad. Porque cuando todo eso desaparezca, ¿qué quedará de mí? ¿Quién será Carter, realmente? Un nombre en la historia, tal vez. Una figura más en un largo linaje de reyes. Pero, ¿seré algo más? Quizá. Pero lo que está claro es que no seré yo. Y eso, en el fondo, es lo que más me aterra.
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Nardo, hueles a corazón,
Supongo que lo sabes,
Te encontré en un valle,
Todo era verde y rosa,
El sol nos da de frente,
Nardo, ¿te gusta el sol?
Abres tus pétalos con él,
Solo no pases mucho tiempo debajo;
Te hace frágil.
Aunque haces del suelo un mar de colores, hay que evitar exponerte,
Quema mucho.
Un nardo es sencillo, la gente debería regalarlos más seguido.
Me gusta lo sencillo, lo que muy pocos ven, los corazones cálidos se reconocen por ello.
Es agosto y está mojado, sé que no te gusta esta época, nardo. Pero las flores también necesitan de la lluvia para crecer.
Nardo, ¿cuánto tiempo llevas en este jardín? El valle está descuidado y solamente tú sobresales. No sé por qué no te han recogido. Los floristas necesitan de ti para las rosas, no se dan cuenta que tú belleza no requiere complemento, ni tú eres complemento para otras bellezas, afortunadamente usan tu esencia en perfumes.
Hueles a esperanza, aunque últimamente estás opaca, ya te he dicho que el sol de ha ocultado porque es agosto, y afortunadamente, ya es septiembre: el otoño está cerca.
Debes mudar tus extensiones, todo es momentáneo, ya lo sabes Nardo. La naturaleza es así, ¿qué le vamos hacer? Pero somos otoño, eso es especial para mí.
No olvides que el otoño es diferente, como lo eres tú, como lo soy yo. Entonces, casi viene mi cumpleaños, es en un par de meses, y me gustaría regalarme esta flor, lo merezco.
Nardo, no te arrancaré, nunca lo haría, solamente te regaré cuando lo necesites y te daré mimos, ya sabes que si le hablas bonito a las flores, estás te escuchan, crecen y son felices, ¡está comprobado!
Nardo, estás hecha para contemplarte y quererte.
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Algunas modas nunca cambian
Este cuento fue publicado originalmente en Neaconatus
Una delgada línea de humo salía del capot cuando Charly Saucedo apagó el motor del auto esa fría noche de octubre de 1990. Habían pasado diez minutos de la hora pactada, pero Motta no aparecía.
Aunque estaban demorados, Charly no tocó la bocina. Se entretuvo mirando la decoración de la casa de dos plantas. Esculturas de enanos y duendes custodiaban la entrada mientras otras artesanías se agolpaban en el balcón sin ningún tipo de criterio.
Veinte minutos más tarde y sin mostrar demasiado apuro, Motta salió del caserón. Vestía un pantalón oscuro y un saco de pana marrón sobre una camisa multicolor. Un enorme reloj dorado sobresalía de su muñeca izquierda.
― ¿En esta mierda me viniste a buscar? ―dijo al ver el Renault 12.
Charly no respondió. Mientras se acomodaba, Motta observó el saco azul que colgaba de una percha.
― ¿Así pensás ir vestido a la reunión? Los cuatro botones ya no se usan. Y yo que pensaba que vos eras el hombre de negocios acá ―dijo y lanzó una risotada.
En Puerto Iguazú los esperaba el patrón, Jorge Centeno, un empresario inmobiliario que comandaba un agresivo plan de compra de tierras para el arrendamiento y la reventa. “Se terminó la época de las empresas familiares y las cooperativas. Ahora llegan las multinacionales así que vamos a hacer plata”, le confiaba a sus empleados.
Claro que esa expansión no era encabezada por agentes inmobiliarios. Centeno captó recursos humanos de diferentes perfiles. Su plan de negocios así lo requería. Saucedo y Motta lideraban la adquisición de propiedades, pero las exigencias eran permanentes.
― ¿Por qué anda rompiendo las bolas Centeno?
―Hay algunos propietarios de Eldorado que no quieren vender ―dijo Charly.
― ¿Y cuál es el problema?
―No aceptaron ninguna de las ofertas. Están todos metidos en una cooperativa y se manejan por asamblea.
―El problema es que no los apuraron. Se creen que esto es una inmobiliaria y fueron a negociar en vez de apretar.
Charly no respondió ni apartó la mirada del camino. Hacía varios kilómetros que la iluminación se había terminado y las estrellas solo eran un tímido destello entre las nubes. Luego de fracasar en sus intentos por dormir en el estrecho asiento, Motta retomó la charla.
― ¿Y qué idea se te ocurre para comprar las tierras?
―La cooperativa la dirige un tal Saracho. No milita en ningún partido ni viene de una familia tradicional y está muy endeudado. Si le ofrecemos una buena cifra, él puede convencer al resto.
―No. Si le ofrecés más plata después los otros van a querer lo mismo.
―Hay que arreglarlo solo con él. Le ofrecemos una suma en blanco y un extra que se lo damos por fuera para que no haya rastros. Los otros no van a tardar en aflojar.
― ¡Pero dejate de joder! Hay que apretarlos.
―No es la mejor opción ahora. Centeno quiere evitar que el asunto se vuelva público.
― ¿A quién mierda le importa un par de polacos de la colonia? Cuando le quememos el rancho a uno se van a dar cuenta qué es lo que les conviene ¿o te pensás que no?
―No digo que tus métodos no funcionen ―dijo Charly―. Lo que digo es que las compras no tienen que hacer mucho ruido porque todavía no está cerrado el negocio con la empresa. Se manejan en otro nivel y quieren discreción.
― ¡Las bolas discreción! cagones de mierda. Hay una sola forma de arreglar las cosas ―dijo Motta y se corrió el saco dejando ver una Magnum 44―. Igual, yo sé cómo es el asunto. Los tipos como vos y Centeno les gusta vernos desde arriba a los negros como yo. Se creen mejores. Me ven como el negrito de los mandados, pero me necesitan. ¿Sabés por qué? Porque no tienen las pelotas para hacer lo que yo hago.
―Los negocios están cambiando. Centeno tiene buenos arreglos en la provincia, pero sigue siendo chiquitaje. Con las multinacionales está la plata, pero hacen negocios a su manera. Hay que adaptarse a lo que piden. Cambiar.
―No hay que cambiar nada. A esa gente le importa una mierda los negros de acá mientras le consigamos las tierras. Lo único que quieren es hacer plata.
―Todos queremos lo mismo, pero esa es la orden de Centeno.
― ¡Me importa un carajo Centeno! ―gritó Motta―. Acá las cosas van a cambiar cuando yo agarre la manija. Ese viejo de mierda se está haciendo la moneda y a nosotros nos tira un vuelto. Ese me quiere hacer creer que es más vivo que yo solo porque usa traje y rosquea con los políticos. Pero si no es él, va a ser otro el que arregle. Ya voy a agarrar la manija. Falta poco.
Charly no respondió. El horizonte se tornaba cada vez más azulado. Unos pequeños estallidos y el humo del capot cada vez más espeso alteraron a Motta.
― ¿Qué pasa con esta mierda?
―Voy a revisarlo. Acá cerca hay un galpón que usamos de depósito.
A unos 70 kilómetros de Iguazú, el auto se desvió por un sendero de tierra hasta dar con una desvencijada tranquera de madera. Charly se bajó para abrirla. Motta sacó una petaca de su bolsillo y apuró unos tragos. El auto avanzó hasta llegar a una pequeña casilla de madera. Sin anunciarse, Charly entró y al rato salió con un bidón.
―No hay nadie, pero encontré un poco de agua.
―Hay rastros de un auto. Anduvieron por acá hace poco ―dijo Motta mientras miraba con curiosidad los surcos en el barro.
Charly levantó el capot. Motta supervisaba desde el auto sin soltar la petaca.
―Arreglo esta mierda de una vez o vamos a tener que hacer dedo en la ruta.
―Ya está. Se había sobrecalentado un poco.
―Había sido que servías para algo ―se burló Motta―. Cuando sea el jefe a lo mejor te deje ser mi chofer. Lo bueno es que sos callado. Pero tenés que conseguirte un auto decente. Esta mierda prendela fuego.
―Puede ser. Ya cumplió un ciclo ―dijo Charly, desde atrás del capot.
―Los tiempos cambiaron, flaco. Hay que adaptarse.
Motta inclinó la cabeza para vaciar la petaca. Cuando terminaba de secarse la boca con el antebrazo, su mirada se clavó por fuera de la ventanilla. La sonrisa se le disipó y sus pupilas se dilataron. A lo lejos se escuchaba el silbido de los pájaros. El sol se asomaba entre los árboles.
Motta se mantuvo serio hasta que esbozó una pequeña mueca.
―No te dan las pelotas ―desafíó.
Un estruendo se escuchó. Los pájaros volaron. Las ramas de los árboles se agitaron.
Motta sintió como la sangre le brotaba del pecho mientras Charly lo apuntaba con una pistola.
―Tus servicios ya no son requeridos.
―Hijo de puta ―escupió Motta y estiró la mano para agarrar la Magnum.
No tuvo chances. Charly disparó dos veces más. Motta ya no dio señales de vida.
Charly agarró el saco y después vació el bidón sobre Motta y el resto del auto. Sacó una caja de fósforos, tomó distancia y arrojó uno encendido. Mientras el auto ardía, volvió por el sendero hasta la ruta. Una camioneta con vidrios polarizados esperaba al costado. La puerta trasera se abrió desde adentro.
―Ya está hecho ―dijo Charly al entrar.
A su lado, Centeno asintió con la cabeza.
― ¿Tuviste problemas?
―No, pero mi saco agarró un poco de olor a humo.
―Tíralo. Ya no se usan los sacos de cuatro botones ―sonrió Centeno y después le hizo señas al chofer―. Apuremos que a las 9 nos esperan los chilenos.
La camioneta arrancó y se perdió en el horizonte de la Ruta 12.
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✍Roma en revelaciones
Roma nos sorprendió con un día de museos gratis, lo que aprovechamos para visitar el Coliseo y el Foro Romano. La cantidad de gente en las calles era Brígida, y el calor también nos pegó fuerte. Somos dos andantes en esta ciudad inmensa, y el Coliseo me impresionó mucho más de lo que esperaba; su tamaño es colosal, realmente tiene un encanto especial. Lo vimos tanto de día como de noche, y de alguna manera, todas las rutas parecen llevarte hacia él. El Foro Romano también me dejó alucinado, es increíble lo grande que construían y la monumentalidad de sus edificios.
Después de un largo día, mi mente empezó a volar de vuelta a Chile. Me enteré de que mi mamá tuvo una crisis de colon, y ya no hay vuelta atrás en mi pensamientos. En ese momento, todo tipo me invadieron; cosas pendientes que parecían olvidadas en la rutina normal del viaje, pero que ahora emergen con fuerza. No pude descansar bien esa noche, atrapado en mis propias ideas. Sin embargo, ese torbellino mental me sirvió para darme cuenta de algo importante: no estábamos en el lugar donde queríamos estar. Sentir ese desequilibrio nos ayudó a regresar a nuestra esencia.
Estar de viaje y lejos tiene una forma especial de hacerte enfrentar contigo mismo. En medio de nuevas experiencias y paisajes, las emociones y pensamientos profundos afloran, como si el movimiento constante te empujara a reflexionar. Roma, con su inmensidad y su historia, fue el escenario de ese momento en que todo se hizo más claro. La distancia te da la oportunidad de ver las cosas desde otra perspectiva, de entender mejor lo que pasa dentro y fuera de uno. Viajar no es solo descubrir nuevos lugares, sino también reencontrarse, encontrar ese equilibrio que a veces se pierde en la rutina. En esos momentos de pausa, uno recuerda que el viaje es tanto externo como interno, y que a veces lo más importante es volver a nuestra esencia para seguir adelante.
Estar lejos de la familia mientras viajas es duro, pero enterarte tarde de que algo importante ha pasado lo hace aún más difícil. Es una sensación dificil de explicar, como si estuvieras viviendo en un tiempo diferente, desconectado de lo que ocurre en casa, que es dificil estar en todos lados al mismo tiempo cuando estas haciendo algo que te gusta. Cuando recibes una noticia grave desde lejos, es como si el mundo se detuviera por un momento. Todo lo que estás viendo y haciendo pierde peso porque tu mente se queda atrapada en lo que pasa a miles de kilómetros. Te invade una sensación de impotencia, de no poder estar ahí cuando más lo necesitan, y eso deja una marca. Te das cuenta de lo vulnerables que somos ante la distancia y lo mucho que las cosas pueden cambiar mientras uno sigue su camino. Bueno así es el camino es solitario en ocasiones y acompañado en otras.
El día siguiente fue totalmente distinto, más relajado. Fuimos a un mirador y nos dedicamos a hablar, largo y tendido. Roma nos ofreció eso que uno busca en los viajes: la oportunidad de salir un poco de la rutina y escucharse internamente. Con la cabeza un poco más clara, nos preparamos para seguir hacia Nápoles, ya con ganas de salir de Italia y continuar con nuestra aventura. Aunque cada lugar tiene su encanto, empezamos a sentir que era hora de seguir explorando otras culturas y paisajes, de encontrar lo que viene después de Italia.
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Mejores que Nosotros - Cuento Corto.
En la casa de Palma, había una abundancia de luz natural gracias a enormes ventanales que la dejaban entrar a todos los rincones. En medio de esa exuberancia lumínica, desde tiestos que estaban regados por todo el lugar, unas curiosas criaturas emitían suspiros y vocalizaciones placenteras mientras se bañaban en esa luz tibia. Monstera, la invitada de Palma, las miraba fascinada. Las había de diferentes tonalidades, desde casi blanquecinas, pasando por el amarillo y diversos tonos de naranja, hasta colores más oscuros, como el café o el negro.
—¡Qué extrañas! ¡No son verdes! ¿Hasta dónde crecen? ¿Cómo se llaman?
Desde la cocina, Palma respondió:
—No crecen mucho, apenas unos 15 o 20 centímetros. Cuando corona la cabeza, lo demás sale rápido y termina el crecimiento en cuanto los pies se afirman en la tierra. Se llaman «gente». Es una especie muy poco común y todavía estoy aprendiendo sobre ellas.
—¿Gente? ¡Qué nombre tan aburrido!
—El nombre quizás es aburrido, pero ellas no— contestó acercándose a su amiga. Cuando están felices, cantan, si tienen tristeza, lloran, a veces pelean y hacen rabietas unas con otras. Por eso «las tengo juntas, pero no revueltas», como dice el dicho.
Monstera fue hacia una maceta de piedra donde crecía una figura delgada y pálida. Solo la cabeza, coronada por una larga cabellera rubia, y parte del cuerpo, hasta el pubis, se encontraban fuera de la tierra.
—Es una hembra. Aún falta que le crezcan las piernas. ¿Te gusta? —preguntó Palma—, si quieres puedes tocarla, verás cómo abre sus ojos, son azules como los zafiros. Es muy dulce.
—Me llama la atención, mas no me atrevo a tocarla, ya ves que tengo manos enormes y torpes, no quisiera lastimarla.
Palma iba y venía de la cocina al comedor con un ritmo cadencioso y grácil, que agitaba su verde melena como un abanico, mientras disponía todo para el almuerzo.
—¿Se te ha muerto alguna?
—Hasta ahora no. Siempre procuro darles todo lo que necesitan, agua, alimento y atención, incluso platico con ellas. Alguna vez tuve una problemática, me increpaba desde su maceta, era un macho, parecía muy desgraciado aquí y lo regresé al vivero, ahí le buscaron una nueva casa.
—Hiciste bien, son seres vivos y merecen respeto.
—Así es, nunca abandonaría a ninguna. Si se enferman, las llevo al médico y las cuido, si salgo de vacaciones, me preocupo de que alguien venga a atenderlas.
—Suena a mucho trabajo —dijo Monstera mientras se sentaba frente a un plato de suculento sustrato enriquecido con humus y minerales—. ¿Tú crees que si el mundo fuera al revés y ellas fueran quienes nos tuvieran que cuidar lo harían con tanto esmero?
—La verdad, no lo sé, me gustaría creer que sí, aunque no tiene caso pensarlo. El mundo es como es— dijo Palma mientras se llevaba una cuchara copeteada de sustrato a la boca.
—Perdona que insista con el tema, Palma, ¿con todos los cuidados posibles, cuánto llegan a durar?
—Son longevas, aunque ignoro qué tanto. Me han dicho que al final de su vida, empiezan a ponerse arrugadas y blandas, sus cuerpos se vencen, los cabellos se vuelven blancos por completo, o se caen. Dejan de responder a los estímulos, luego se quedan dormidas sobre la tierra y ya no despiertan. Nunca me ha pasado afortunadamente. El más viejo que tengo es el que está cerca de la ventana, ¿lo ves? —dijo señalando una figura de color canela, erguida y con las dos piernas firmemente puestas sobre la tierra, tenía cabellos grises y a pesar de notarse la edad en su rostro, aún se veía fuerte. Percibió que le miraban y volteó hacia ellas, levantó una mano y saludó sonriendo.
—¿Y cómo se reproducen? —preguntó Monstera y Palma ya estaba un poco fastidiada de tanta pregunta.
—Eso no lo sé. Nunca se me ha reproducido una en casa. Siempre las traigo del vivero. ¿No probarás la comida?
—¡Oh, sí! Esto se ve de primera. ¡Comamos!
Autor: Ana Laura Piera.
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Le tengo miedo a la muerte,
a la ausencia,
a la oscuridad,
al amor,
a soltar,
a confiar y a que me fallen,
a dar y que no valoren,
a caerme en pedazos, [...].
Y entre todo eso, tengo miedo, miedo de que un día mamá me falte y que papá ya no me recuerde.
Y lloro.
Lloro por los deseos no cumplidos de mamá, por los sueños no alcanzados de papá.
Me rompe.
Así como me rompe ver a mamá mirar sus manos agrietadas, viendo correr la vida a través de ellas,
o cuando veo a papá cargar el peso de la vida misma en sus pupilas.
Mi alma llora al leer tristeza en la mirada de la gente y me da miedo...
Ojalá la vida no fuera tan cortita.
Ojalá el miedo no existiese.
Y ojalá mamá y papá fueran eternos.
#frases#personas#sentimientos#textos#amor#miedo#vidas#muerte#soledad#papá#mamá#la gente solo está cuando te necesitan
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Libérate de la Ansiedad Financiera
Tu Camino Hacia la Tranquilidad Económica.
¡Escuchame bien! Este correo no es como cualquier otro. Es una llamada a la acción.
Tu ansiedad financiera te está robando la energía, te está hundiendo, y la única razón por la que sigues atrapado es porque tú lo permites.
La realidad es simple: nadie va a salvarte. No hay excusa. Ni el gobierno, ni tu jefe, ni las circunstancias externas tienen el control.
Tú sí. Hoy es el día en que tomas la decisión de cambiarlo todo.
Pregúntate esto ahora mismo: ¿quién está al mando de tus finanzas?
Si no eres tú, si sientes que todo te sobrepasa, te voy a dar la verdad cruda: estás viviendo una mentira.
Esa presión que sientes, esa angustia cuando miras tu cuenta bancaria, no va a desaparecer sola.
Tienes el poder de cambiarlo todo, pero primero tienes que reconocer que hasta ahora has sido parte del problema.
La mayoría de la gente vive escondida detrás de excusas. Gastan dinero que no tienen en cosas que no necesitan, esperando llenar un vacío que solo se hace más grande.
Deja de engañarte a ti mismo.
Haz una auditoría brutal de tu situación financiera. ¿Cuánto ganas? ¿Cuánto gastas? ¿Qué estás haciendo con tu dinero? No hay lugar para la negación.
Cada centavo cuenta. Este no es un proceso complicado, pero requiere honestidad y acción inmediata.
Tienes que encontrar una razón poderosa para cambiar tu situación financiera.
No me des respuestas vacías como "quiero tranquilidad" o "quiero ser libre".
¡Eso es mierda! Profundiza.
¿Qué es lo que realmente quieres? ¿Cuál es la verdadera razón detrás de tus metas financieras?
Si no encuentras ese propósito, te perderás en el camino. Lucha por algo que realmente te importe.
La ansiedad financiera no se va a ir sola.
Desaparece solo cuando tomas el control absoluto de tu dinero. Eso significa que tú decides cada movimiento, cada gasto, cada inversión. Nadie más.
El control es tuyo o no es de nadie. Haz los sacrificios necesarios hoy para que mañana tengas la libertad que deseas.
El dinero es una herramienta, no tu enemigo. Si lo manejas con disciplina y propósito, será tu aliado. Si dejas que te controle, será tu perdición.
Escúchame bien. El problema no es tu sueldo, tu empleo, o el estado de la economía. El problema es tu falta de control.
Hoy es el día en que decides cambiarlo. Tienes el poder de hacerlo, pero debes tomar acción ahora.
Este es tu momento. O tomas el control o sigues sufriendo. La decisión es tuya.
Empieza hoy y transforma tu vida financiera aquí de cero a 10K.
GENTO
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(Me gustó y lo comparto)
"A TI….que llevas demasiado tiempo disculpándote por tu compasión, a ti que tienes que pedir perdón por ser emocional o demasiado apegado, a ti que piensas mucho cuando alguien deja de hablarte, cuando alguien ignora tu mensaje, a ti que te lastimas cuando no sabes por qué tu amigo no te devuelve la sonrisa o cuando alguien mira hacia otro lado. A ti que alejabas a la gente porque no querías que sintieran el dolor que intentabas soportar solo. Lo siento mucho. Lo siento si tienes que vivir en una época que no comprende la hermosa alma que posees, lamento que tengas que vivir en un mundo que extraña a personas como tú, un mundo que está completamente patas arriba. Bueno, este mundo te necesita más de lo que imaginas. Sí, él te necesita, porque tiendes a dar sin siquiera pedir nada a cambio, tiendes a seguir tu propio camino sólo para anteponer las necesidades de los demás a las tuyas. Eres un ejemplo perfecto de ser auténtico hasta los huesos, fiel a tus emociones más íntimas, no tienes miedo de ser suave y vulnerable en este mundo lleno de emociones enmascaradas. Eres un modelo perfecto a seguir, un recordatorio para que la gente sepa que está completamente bien ser un alma viviente no perfecta. Eres tú, tú que te has cansado de disculparte demasiado por tu vulnerabilidad, tú que haces un largo camino sólo para decir cuánto amas a alguien, tú que no puedes evitar dar más de ti mismo -incluso a los demás, aunque a veces todos lo que tienes es a ti mismo. A ti que creíste y siempre creíste que las personas son capaces de crecer, las personas son capaces de sanar, que las personas sólo necesitan cierto tipo de amor para sacar la mejor versión de ellas. Por favor, no dejes que el mundo dicte quién debes ser y en qué no debes convertirte. Por favor, no dejes que el dolor o la angustia te mantengan entre muros de duda y desconfianza. Por favor sigue dando, sigue amando y sigue creyendo que las personas tienen la capacidad de ser mejores que ayer y nunca te canses de ser generoso para que otros puedan beneficiarse de las fortalezas de tu presencia. No se puede evitar, pero no agradarás a la gente, te criticarán y tu amabilidad será un arma en tu contra. No sé la razón exacta en el universo por la cual almas únicas como tú son las que más sufren, pero lo único que sé es que muchas personas te miran, algunas te admiran y otras incluso quieren ser tú. Y tal vez el universo es duro contigo porque te está utilizando como inspiración para que esas otras almas perdidas sigan luchando, para que sigan vivas y tengan un modelo a seguir con el que compararse en este tiempo que concierne a la reconstrucción de sus vidas. Te admiro. Estoy orgulloso de que hayas sobrevivido, de que sigas vivo y de que irradies amor constantemente, a pesar de que todo lo que te rodea intenta corromperte o destruirte. Para ti que nunca ves la verdad... lo siento. "
Chard Christophe -
Marycrist
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Sigo con la teoría del hormiguero
Yo sigo sosteniendo la idea de la hipótesis de los movimientos de izquierda, que buscan obtener el poder, para reemplazar a los más ricos. Cuando digo «los más ricos», no me refiero a las grandes empresas que son monopolios, sino a los poderosos del mundo que manejan los bancos y el dinero encriptado que no lo puede ver un empleado bancario. Y por eso pienso que diseñaron las billeteras virtuales como Mercado Pago y otras. Me resultó extraño el otro día que fui al supermercado Día y que no había ningún cartel que señalara que no aceptaban tarjeta de crédito. No había casi nadie en el mercado, ni siquiera en las cajas. La verdulería está situada al lado de los cajeros, bien que me podrían haber dicho que no funcionaba el sistema para pagar con tarjeta de crédito. Sin embargo, solo al llegar a la caja me dijeron y me aclararon que solo aceptaban efectivo o con Mercado Pago. Y lo mismo pasa para cargar la Sube, ahora dicen que se puede pedir al chófer que te acepte la recarga que se hace por Mercado Pago, pero no encuentras en dónde cargarla con efectivo. A veces los negocios te dicen que no tienen saldo.
Por otro lado, lo que mucha gente no entiende es que al rico no le interesa tu pobreza, no sale a la calle para matar pobres o arrojarles agua cuando duermen en la vereda. El rico simplemente nació rico y no tiene la culpa de que tú naciste pobre. Es más, ni le interesas. Por eso, pienso que los movimientos de izquierda, ayudados por millones de hormigas, buscan sistemas que no sean bancarios o tratan de salir del sistema bancario, para obtener ellos el poder. Y por eso defienden a este presidente argentino, autodeclarado sionista y a favor de Israel, que practica una política contraria a los ricos poderosos que les importa un bledo tu pobreza; y hace una actuación de dictador a los pobres, atacando jubilados, docentes y discapacitados.
Por otro lado, también buscan eliminar todo tipo de religión y van fomentando una cultura decadente e inmoral, con el fin de identificarse. El rico poderoso no necesita corromperse como para identificarse, porque el dinero ya lo tiene. Y pienso que eso pasó en Venezuela. De alguna forma, habrán querido destruir el sistema bancario y a los ricos, los verdaderos poderosos del mundo; entonces, algo hicieron y por eso millones de personas debieron irse del país.
Mi teoría se basa en la envidia que tienen millones de pobres hacía los ricos del mundo. Pero no pienses que los ricos no permitieron que otros se enriquecieron. Y los pobres lograron obtener empresas como Microsoft, Coca Cola, McDonald's y otras, todas vinculadas al Sionismo, pero no al Judaísmo. Son dos cosas diferentes. El Sionismo es un plan antisemita, una actitud hipócrita de convertirse al Judaísmo para atacar a los ricos. Lo que sucede es que habrán averiguado que los poderosos del sistema, varios de ellos, están vinculados al Judaísmo, tal vez de origen étnico. Y por eso crearon el movimiento Sionista. Y también por ese motivo se hicieron judíos de forma hipócrita, para investigarlos. No por nada crearon empresas de comunicaciones, sionistas, como Google, Apple Motorola o Samsung. Quizá pensarás que ya tienen el poder. ¡Pero no! Los movimientos de izquierda, conspirados entre sí, por más empresas que tengan, no llegan ni a un diez por ciento de lo que tienen los ricos poderosos y siempre dependen de los bancos. Lo que ellos buscan es dejar de depender del sistema bancario y obtener ellos el poder. Y para tal fin, no les importa corromperse moralmente o corromper a otros. Y por eso crearon esas leyes absurdas de la ideología de género y otras como el aborto. Los poderosos del mundo ya deben saber cuántas veces te cambiaste de documento. Porque yo quisiera que entiendas solo una cosa: a los más ricos, los poderosos del sistema, no les importás, no necesitan corromperse moralmente ni tampoco conspirar en contra tuyo. Ellos tienen el dinero del mundo y solamente ven lo que haces y viven sus vidas. No necesitan montar actuaciones o salir a reprimir jubilados como hace nuestro presidente argentino actualmente. Ellos viven sus vidas, nada más. Y grábatelo en la cabeza: tú naciste pobre y ellos no tienen la culpa de tu pobreza.
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La gente tiene que enfrentar arrepentimientos. Ser maduro significa aprender a aceptar lo que no puedes cambiar, enfrentar las penas no resueltas y aprender a amar la vida como realmente sucede, no como te gustaría que sucediera. Las personas enojadas necesitan criticar como una salida para su enojo. Por eso debes rechazar las críticas desagradables. La crítica desagradable nunca es parte de una crítica significativa hacia ti. Su propósito no es enseñar o ayudar, su propósito es castigar. No se supone que la vida sea una batalla de todo o nada entre la miseria y la dicha. No se supone que la vida sea una batalla en absoluto. Y cuando se trata de felicidad, bueno, a veces la vida está bien, a veces es cómoda, a veces maravillosa, a veces aburrida, a veces desagradable. Cuando tu día no es perfecto, no es un fracaso o una pérdida terrible. Es solo otro día.-
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Que significa soñar con un bebe que se hace popo
Que significa soñar con un bebe que se hace popo
¿Alguna vez has soñado con un bebé que se hace popo? Si es así, no estás solo. Soñar con un bebé suele ser una de las experiencias más comunes entre la gente. De hecho, es tan recurrente que hay una variedad de interpretaciones para este tipo de sueño. Sin embargo, ¿cuál es el significado real detrás de esta visión?
En este artículo exploraremos cada matiz de soñar con un bebé que se hace popo. Desde el punto de vista de la psicología, estudiaremos cómo este sueño puede ser un reflejo de nuestras emociones, conflictos y deseos. Esto incluye desarrollar la idea de que un bebé en un sueño puede representar nuestra propia vulnerabilidad, así como el deseo de cariño y cuidado. Por último, también analizaremos otros significados poco conocidos para este tipo de sueño, como una señal de transformación y crecimiento.
Qué significa soñar con cambiar el pañal a un bebé
Soñar con cambiar el pañal a un bebé suele tener un significado simbólico relacionado con los cuidados y la responsabilidad. Esto puede significar que deseas darle a tu vida una mayor estabilidad y estructura. Podría también significar que estás intentando controlar tu vida y que eres consciente de la responsabilidad que tienes para con los demás. También puede ser una manifestación de tus temores de que tus esfuerzos no sean reconocidos.
Por otro lado, puede ser una forma de expresar la necesidad de ser cuidado y protegido; es decir, una forma de reconocer que hay situaciones en las que necesitas ayuda. En el fondo, soñar con cambiar el pañal a un bebé podría significar que estás madurando y convirtiéndote en una persona adulta.
Qué pasa cuando uno sueña con un bebé
Soñar con un bebé que se hace popo puede significar diferentes cosas, dependiendo de la situación en la que se encuentre el soñador. Por ejemplo, puede simbolizar una sensación de inmadurez, la ansiedad de tener un hijo y la ansiedad de tener una responsabilidad.
También puede significar que el soñador está preocupado por los problemas de la vida cotidiana. Por otro lado, el bebé que se hace popo también puede simbolizar una sensación de libertad, una liberación de cargas emocionales o una liberación de la presión de la vida. Por último, el bebé puede representar una nueva etapa de la vida que el soñador está experimentando, una nueva oportunidad o una nueva aventura.
Soñar con limpiar excremento de niño
Soñar con limpiar excremento de niño generalmente significa que hay algunos temas en la vida real que necesitan ser “limpiados”.
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Estos temas pueden ser situaciones difíciles en las que hay que tomar decisiones importantes o problemas que requieren una solución. El sueño señala que es necesario actuar y abordar la situación para lograr una solución. El hecho de que el sueño sea con un bebé que se hace popo sugiere que el tema es algo que está comenzando. Uno debe tomar medidas inmediatas para limpiar el problema antes de que se vuelva más grave. El sueño también sugiere que uno debe prestar atención a los detalles y tomar medidas para lidiar con la situación.
Soñar con popó de bebé en pañal
Soñar con popó de bebé en pañal tiene muchos significados. El significado más común es que el soñador está preocupado por algo que no puede controlar. Esta preocupación puede ser algo relacionado con la salud, el dinero o el trabajo. Otra interpretación es que el soñador está sintiendo un sentimiento de culpa o vergüenza por algo que hizo en el pasado.
Esto puede ser una señal de que el soñador necesita afrontar sus errores y aprender de ellos para seguir adelante en la vida. Finalmente, el soñar con popó de bebé en pañal también puede reflejar la pureza e inocencia de los niños, lo cual es un recordatorio para los adultos de que hay cosas más importantes en la vida que los problemas cotidianos.
Que significa que un bebé te cague
Soñar con un bebé que se hace popo es una visión común entre los adultos. Esto puede tener diversos significados dependiendo de la interpretación de los sueños. Que un bebé te cague puede significar que estás experimentando una carga emocional y una responsabilidad que no estás preparado para asumir.
Te sientes abrumado y es probable que estés pasando por algún tipo de crisis. El sueño también puede significar que necesitas cambiar algunas cosas en tu vida para alcanzar el equilibrio emocional. Por otro lado, también puede significar que hay algo que necesitas soltar para poder seguir adelante. Es necesario que analices la situación para que puedas descubrir el significado de este sueño.
Conclusión
Soñar con un bebé que se hace popo es una experiencia muy común, que a menudo se interpreta como una señal de que pronto tendremos noticias importantes en nuestras vidas. Puede indicar cambios significativos, como la llegada de un nuevo bebé o una nueva responsabilidad. Esto puede causar alguna incertidumbre, ya que los cambios pueden ser difíciles de afrontar. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que soñar con un bebé que se hace popo puede ser una señal de que pronto se producirán cambios importantes en nuestras vidas y debemos estar preparados.
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