#la casa de los eternos
Explore tagged Tumblr posts
Text
Venía a querer presumir mi firma nueva aquí también porque la verdad me emociona la nueva aesthetic que planeo para Ileana
also que dejé easter eggs de lo que ha sucedido en su ausencia, como de lo que se avecina
i'm just saying there slightly might o might not be some kind of patricide... but not exactly that... but something like it
P.D.: supe que no podía abandonar kaelkoth templo máximo del folliroleo y la depravación con tendencias a volverse secta, en especial viendo su actualización de nuevo sistema de juego
@kaelkoth tu humilde servidora vuelve de rodillas por su flagelación, y en su defecto que la imparta el puto de ezekiel @bei-xxx
#hrowdyn mas te vale empezar a contar tus días#he tenido la epifanía de que la relación de hrodwyn y ahelissa haya sido muy como la de gone girl#if you know you know#lo que significa también que pronto podré cumplir mi fantasía de abrir un diario de ahelissa para tener insight de la casa ravenhill#y obvio también de cómo ha sido el matrimonio con el patriarca#y también de su backstory why not#también se viene backstory de hrodwyn#tengo esta pequeña idea de caso detectivesco con ileana#eso y que también quiero revelaciones de la historia antigua de los ravenhill#aka ileana se ha mudado a la casa ancestral en el bosque eterno durante su ausencia y técnicamente aun reside ahí#se vienen cositas uwu#also un mini cameo sorpresa#pero eso sigue en bocetos todavía#lysander te amo dejame hacerte un hijo con ileana pofavoh su útero te necesita#ok ese fue mi fangirleo momentáneo#ya me recuperé#also que la ileana hater de dioses resulta que le reza a lo largo de los años a ozzi???? y que le deja ofrendas en sus templos cada tanto??#rpg#kkoth#los extrañé
15 notes
·
View notes
Text
Live life. ENG / ESP A little fic: ENG // Shadow was walking through the woods, lost in thought when suddenly, he heard the soft sound of an acoustic guitar. Following the melody he arrived at a rustic house. At the window he saw the blue hedgehog, playing a guitar with a serene expression on his face. Shadow stood still, not wanting to interrupt the music and when he wanted to realize it he had been standing there for several minutes listening. In a sudden movement a branch creaked and Sonic looked up in surprise, but said nothing when he met the dark figure of the hedgehog. The two looked at each other for a few eternal and tense moments for Shadow, but before he could leave he saw how Sonic stopped paying attention to him and gave a few small blows to the side of the mattress where he was sitting. Shadow, even though he didn't quite understand why he did it, sat down next to him. The music began to sound again to the sound of Sonic's movements and effort to play something according to what he felt. Shadow then remembered when Maria played her guitar and closing her eyes she let herself be carried away by those good times. Without the need for words, they shared a moment of peace and nostalgia, united by music and memories. Sonic's guitar continued to play softly, and the silence between them was filled with understanding and comfort. At that moment, they both knew that, although their paths were different, they could share what united them. ESP //
Shadow caminaba por el bosque, perdido en sus pensamientos cuando de repente, escuchó el suave sonido de una guitarra acústica. Siguiendo la melodía llegó a una casa rustica. En la ventana vió al erizo azul, tocando una guitarra con una expresión serena en su rostro.
Shadow se quedó quieto, sin querer interrumpir la música y cuando se quiso dar cuenta se llevó varios minutos allí parado escuchando. En un movimiento brusco una rama crujió y Sonic levantó mirada sorprendido, pero no dijo nada al encontrarse con la figura oscura del erizo. Ambos se miraron por unos instantes eternos y tensos para Shadow, pero antes de que este pudiera irse vio como Sonic dejaba de prestarle atención y daba unos pequeños golpes al lado del colchón donde estaba sentado. Shadow, aún a pesar de no entender muy bien porque lo hizo, se sentó a su lado.
La música comenzó a sonar de nuevo al son de los movimientos y el esfuerzo de Sonic por tocar algo de acuerdo a lo que sentía. Shadow recordó entonces a cuando María tocaba su guitarra y cerrando los ojos se dejó llevar por aquellos buenos momentos. Sin necesidad de palabras, compartieron un momento de paz y nostalgia, unidos por la música y los recuerdos.
La guitarra de Sonic continuó tocando suavemente, y el silencio entre ellos se llenó de comprensión y consuelo. En ese instante, ambos supieron que, aunque sus caminos fueran diferentes, podrían compartir aquello que les unía.
#sonic the hedgehog#sonic fanart#sonic movie 3#shadow#shadow the hedgehog#shadow x sonic generations#shadow and maria#maria robotnik#sonic fanfic#fic#My first language is spanish
60 notes
·
View notes
Text
Mi sentir🤍
Me haces sentir que mis problemas, pequeños son,
que siempre hay un camino para seguir adelante con fe.
Tu voz, como un susurro, en mi mente resonando,
y tus palabras, claras y dulces, calmando mi ser.
Amo la manera en que me muestras la esperanza,
La mágica forma en que, junto a ti, mi alma avanza.
Es inexplicable todo lo que siento,
solo sé que es inmenso y eterno
Y así, en cada sílaba escrita con cuidado,
intento expresar la admiración,por todo lo que eres.
cada momento a tu lado es como poesía,
en cada verso, canción, en cada palabra,
siento la fuerza del amor que nos guía.
en estas líneas, con amor entrelazadas,
expreso mi gratitud y mi devoción,
porque tu,mi amor, me haces sentir amada.
Tu amor me ilumina, me hace volar,
en tus brazos encuentro mi lugar.
En cada momento, me haces creer,
que no hay obstáculo que no pueda vencer.
Tu presencia me llena de una calma profunda,
como si el universo me susurrara al oído una respuesta rotunda.
Es inexplicable lo que siento por ti,
solo sé que es tan grande que
siempre se puede un poco más contigo
En cada verso, te encuentro, te siento,
tu amor es el poema, la melodía serena,
me inspiras a amar, a creer, a luchar,
contigo, en mis versos, se desvela la pena.
Sensual, evocativa, se vuelve mi voz,
amor, política, mundo natural,
todos mis pensamientos, en uno soy,
equilibrio y unidad, en este baile celestial.
estructura precisa, cada línea une, como en un abrazo sincero,
misterioso, profundo, en cada palabra se atiza,
un poema que evoca un amor sin prisas
Me gusta cómo me alivias en momentos.
Cosas antes vacías, ahora tienen sentido,
cuando tú estás junto a mí, todo es bienvenido.
Adiós a mis penas, a la tristeza y el llanto,
juntos enfrentaremos cualquier quebranto.
Eres la voz que calma mis pesares,
la razón que enfrenta mis temores,
tus palabras abren nuevos horizontes
y hacen pequeños mis problemas mayores.
Canciones que escuchaba sin razón,
al estar contigo cobran significado,
el amor fluye en cada melodía,
lo que antes era opaco, ahora es amado.
En tu mirada, encuentro esperanza,
como si el universo me hablara en secreto,
me transmites un sentimiento eterno,
algo inmenso, indescriptible y completo.
Tu compañía llena mi alma de dicha,
siento que todo en ti está bendecido,
no todo está perdido, me haces ver,
que en cada paso, el amor está unido.
Tus abrazos son como poesía viva,
que me envuelve con su dulce encanto,
haces aflorar los sueños más ocultos,
y despiertas mi ser con un solo canto.
Eres lo que inspira mis versos,
la luz que guía mis letras en vuelo,
en ti encuentro la pasión desbordante,
que acelera mi corazón y es mi anhelo.
Con cada verso, quiero celebrarte,
y rendir homenaje a tu ser especial,
tú, que eres fuente de amor y alegría,
mereces elogios por siempre, sin final.
Gracias por ser mi eterna inspiración,
por regalarme amor sin condición,
en cada paso, en cada verso cantado,
celebro tu existencia con devoción.
Oh, tú que alivianas mi carga,
Tu presencia sofoca mi difícil situación.
Las melodías una vez vacías de profundidad y significado,
Ahora resuenan con propósito.
el universo me susurrara al oído,
asegurándome que estás cerca,
Un sentimiento inexplicable, tan vasto y grandioso,
Un amor que sé que es infinito y valioso.
Es Indescriptible, la profundidad de mis emociones,
Sin embargo, sé que es inmenso y sin limitaciones.
Infinito y eterno, nuestro amor será,
Un testimonio del poder, entre tú y yo.
Tus palabras, tan pocas, pero llenas de significado,
Responden preguntas que me persiguieron durante años
En tu compañía, mi corazón se tambalea,
En la unidad y el equilibrio encontramos la armonía.
Tus palabras desentrañan misterios que he buscado,
Respuestas reveladas, con claridad aportada.
me haces entender en silencio,
que el amor verdadero es eterno y sin igual y que
Mientras esté contigo nada me puede quebrar.
-Pararuby
Esto lo escribí esa vez que fuy a tu trabajo que llegaste a mi casa en carro y escuchamos música todo el camino y que pasemos todo el día después de tu turno recuerdo que hablábamos de lo bonito que sería tener un auto para nosotros y pasear juntos siempre y también recuerdo que decías que sentías tan bonito el estar paseando conmigo y que te sentías muy feliz.

#textos de amor#textos bonitos#textos en español#textos#love poem#love#poema de amor#citas de amor#citas en español#amor#frases amor#frases#novios#frases para dedicar#poemas#poem#aestethic#frase tumblr#dedicatoria#Spotify
240 notes
·
View notes
Text
headcanons random pt4

- a josh le diagnosticaron celiaquia pero se lo paso completamente por los huevos. a la larga le costó muchos problemas de salud / josh had been diagnosed with coeliac disease, but he didn't give a fuck. as a consequence of this bad decision, when he was older his health worsened.
obviamente no me estoy proyectando... (mentira)
- bill usaría 4chan y sería un troll más del montón, con la única diferencia de que terminaría siendo doxeado más de una vez y que por su culpa de sus dichos en sus peleas de internet la gente lo empezaría a ver como un lolcow. seguramente le harían un artículo en encyplopedia dramatica / bill would use 4chan for trolling, but he'd be doxxed more than once + he would get lolcow fame for his stupid ramblings when he's fighting with other users. also, bill surely would get his own article in encyplopedia dramatica
voy a subir un post puramente dedicado a mi headcanon de bill/greedo318 lolcow (o horrorcow?)
- jerry tiene bastante potencial para ser escritor. de hecho usaría ao3 o fanfiction.net para publicar fanfics inspirados en la chica linda de turno con la que se ilusiono, el ghosteo de agnes o en sus eternos sentimientos de desolación / jerry is talented at writing. in fact, he'd use ao3 or fanfiction.net to publish his fanfics inspired in the beautiful girl who jerry is crushing on, agnes's ghosting or his neverending feelings of desolation.
- pete ocasionalmente se prueba en secreto el maquillaje de su mamá o hermana cuando no hay nadie en su casa. una vez cuando estaba aburrido se maquillo como una drag queen (secreto que se lo llevó a la tumba)/ when he is alone, pete tries the makeup of his mother or sister. one time, he imitated the makeup of the drag queens (he carried his secret until the tomb)
si hay algún error de redacción en las traducciones en inglés, no duden en avisarme / if i redacted wrong in the english traductions, don't hesitate on notify me
#the eltingville club#bill dickey#josh levy#jerry stokes#pete dinunzio#welcome to eltingville#headcanon
30 notes
·
View notes
Note
hermanaa 😫 necesito una segunda parte del enzo soft dom en público ♥️ ✨
Preludio ♡ +18!
Calladita fue todo lo que Enzo susurró a tu oído durante el viaje en taxi, una mano entre tus muslos y sus ojos en el espejo retrovisor. Con un sutil toque te ordenó separar las piernas y obedeciste por temor a empeorar el castigo con el que amenazó; si le sorprendió encontrarte sin ropa interior no lo dijo y tampoco lo demostró.
Sus dedos te llevaron al borde del orgasmo y cubriste tu boca para no dejar escapar ningún sonido delator, pero entonces se detuvo y antes de que pudieras protestar el taxi también lo hizo. Bajaste del vehículo rápidamente e ingresaste al edificio, Enzo pisándote los talones y llevando tu pequeño bolso entre sus dedos.
Ahora te preguntás cómo pudiste ser tan ingenua y creer que tu castigo se había acabado en el asiento trasero del taxi, que lo peor había sido no poder llegar al orgasmo. Ahora comprendés que si Enzo dijo en casa, fue porque sólo en la comodidad de su hogar puede sostenerte sobre sus rodillas para destruirte.
Arde, querés decirle. Perdón, intentás una y otra vez, pero la pieza de lencería que ocultaste en tu bolso está ahora en tu boca para silenciar tus gritos, como si el sonido de sus golpes en tu piel no fueran evidencia suficiente de lo que está ocurriendo. Cuando su mano impacta sobre tus pliegues y tu clítoris gemís, avergonzada.
Tira de tu cabello y te hace una pregunta que no comprendés pero que tampoco podés responder debido a la mordaza improvisada. Enzo golpea tu mejilla y observa tus ojos tornarse vidriosos y el sentido común abandonando tu mirada.
Hace una mueca y sólo podés suponer que está burlándose, pero luego suspira y el agotamiento que reflejan sus facciones hace sentir fatal, culpable, la peor decepción. Tu cerebro te grita que tenés que hacer lo que sea para complacerlo y así lograr que se sienta orgulloso de vos nuevamente.
-Yo no quería hacer esto- y araña las marcas en tu piel-. Ahora mismo tendríamos que estar durmiendo, pero a vos se te ocurrió portarte como el culo porque querías atención.
Buscas consuelo en las sábanas para no tener que enfrentar su rostro y no parece hacerle mucha gracia, porque decide introducir dos dedos en tu interior y comienza a moverlos rápidamente. Gritás y te retorcés, pero tus brazos están entrelazados en tu espalda y el agarre de Enzo en tus muñecas imposibilita tus movimientos.
-Así vas a aprender- dice entre dientes-. ¿Te vas a portar bien ahora?
Asentís desesperada y te gustaría poder decirle que tu buen comportamiento será eterno, pero no es posible porque -obviando que te privó del habla- la forma en que abusa de tu interior y las yemas de sus dedos rozando tu cérvix te hacen llorar. Sentís su erección golpeando tu costado y la humedad que mancha su ropa interior provoca que tu piel se erice, pero con cómo están las cosas...
-Decime una cosa...- detiene sus movimientos-. ¿Querías que Matías vea que no tenías nada abajo del vestido?
taglist: @madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia @delusionalgirlplace @lastflowrr ♡
#letters to enzo#deep in thought#deep answers#enzo vogrincic#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic x reader#lsdln cast
53 notes
·
View notes
Text
Hoy hace un tiempo, éramos eternos. Respirábamos al mismo ritmo, latíamos en sintonía. Mi piel reconocía la tuya con la certeza de lo inevitable. No sé cómo estés, no te veo... pero te siento. Te siento en mi cama vacía, en la almohada que aún guarda el jadeo de tus gemidos, en mis dedos que buscan instintivamente tu piel en la madrugada.
Hubo un segundo, una tarde, un instante donde tuvimos un futuro y no lo supimos. Quemamos las naves, los puentes, todo lo que nos llevaba de regreso al otro, con el último beso, con los cuerpos entrelazados en una despedida que no sabíamos era el final. Me hubiese gustado saber que esa sería la última vez que mi lengua recorrería tu espalda, que mis manos se perderían en tu cintura, que te haría el amor con la devoción de quien cree que tiene todo el tiempo del mundo.
Ahora me quedo con tu risa, con los recuerdos ahogados en gemidos, con el sabor de tu boca tatuado en la mía. Me quedaré aquí, buscando tu esencia en otros labios que no besan igual, en cuerpos que no tiemblan como el tuyo, en pieles que no me saben a casa.
Y aunque ya no seamos presente, somos pasado, y eso es eterno. Mi corazón te extrañará por siempre, por todos los planes que murieron antes de llegar al futuro, igual que mi lengua extrañará tu pelvis. No voy a contradecirte, déjame como el malo si quieres. No diré tu nombre, no alimentaré el recuerdo. Pero maldita diosa, me volviste ateo.
#cita de libro#frases#sentimientos#enamorado#amor#frases de amor#desamor#tristeza#texto triste#corazón triste
14 notes
·
View notes
Text

Viendo que ya es casi un año ahora imagino un HC de Chayanne en sus primeros días 🥹💕
Supongamos que en lugar de huevitos eran niños (o al menos en apariencia porque, ajá, híbridos de dragón xd) y en ese momento eran unos bebés, muy apenas tendrían algunos meses.
Entonces, Missa siendo un Grimm reaper, se siente extraño teniendo algo de lo más frágil que puede haber en el mundo de los vivos a su cuidado, en su trabajo se encarga de llevarse las almas al descanso eterno y ahora le han dicho que, contrario a su naturaleza, debe preservar esa vida y que si por alguna razón no lo logra sufrirá consecuencias, y no solo él, sino la otra "desafortunada" persona que tuvo que ser emparejada a su lado.
Mucha, demasiada presión a decir verdad...
Aún así intenta no externar sus temores y acepta con gran disposición la ayuda que su nueva pareja le brinda, incluso siente un poco de culpa por creer que solo vuelve más difícil las cosas al no saber nada sobre cuidado de infantes y que Phil prácticamente se debe encargar de dos personas.
Al principio sostener al niño lo asusta un poco ¿y si lo lastima al ser brusco por accidente? ¿si de alguna forma se le cae? tantos pensamientos catastróficos pero vaya, el pequeño y regordete bebé es absolutamente ajeno a eso, de hecho ha mostrado tener un gran gusto por estar en su regazo y además parece muy interesado por la curiosa particularidad del mayor en su piel traslúcida que a cada rato pellizca con sus deditos.
Philza también se encarga de alentar, a su ahora, esposo y le asegura que confía en su juicio para cuidar a Chayanne cuando los deja solos, entiende que a diferencia suya el nunca antes había estado a cargo de otra persona -hablando en términos de mantenerlo vivo- (mucho menos de un bebé) y no desestima sus miedos, hace lo posible por darle confianza, y aunque no lo hubiese dicho en voz alta, también le enternece demasiado cada ocasión que regresa a casa y se encuentra con la bonita imagen su nueva familia que siempre le recibe con alegría.
También se ha fijado que Chayanne siempre está muy calmado cuando Missa lo sostiene, no llora y hasta se queda dormido más fácil cuando él lo arrulla, es la envidia de los otros padres desvelados con sus respectivos niños. En realidad desde el principio fue curioso como el bebé conectó tanto con su papá, aún si no era capaz de verbalizarlo se notaba en como sus ojitos brillaban con solo escuchar su voz, eso y que Phil se había fijado como "curiosamente" el pequeño pide toda la atención de Missa ni bien se da cuenta que está cerca.
Y claro que Missa no le va a negar nada a su pequeño guerrero, se siente tan feliz de recibir todo ese cariño, es un tipo de afecto que nunca antes había experimentado y es hermoso ¿como una cosita tan pequeña había movido tanto su mundo? y claro, ni hablar del encantador esposo que se consiguió también 😎
#pissa#death family#qsmp chayanne#qsmp missa#qsmp philza#hc's so fluff that i have#baby chayanne my beloved#i miss the family so much
61 notes
·
View notes
Text
Oração
página principal



nota da autora: sem notas.
aviso de conteúdo: culpa (católica) e remorso & tesão e muito angst.
contagem de palavras: 2680 palavras

Logo cedo de manhã, mal tendo aberto seus olhos e dissipando o sono de seu corpo, Charlie recebeu uma mensagem de Maria, lhe pedindo um momento para eles conversarem. Deixando bem específico que a conversa deveria ser em contexto privado, o homem não pensou duas vezes em chamá-la para tomar um café na casa paroquial – sem segundas intenções, o que era surpreendente para um espírito tão maculado quanto o dele. Porém naquela manhã desta quinta-feira ordinária, Padre Charlie Mayhew acordou com um amargo na boca e uma sensação ruim no estômago que lhe anunciou não ser um dia comum.

"sangue do sangue"
PARTE III
Tomou seu usual banho gelado matinal para despertar o corpo, escovou os dentes e cuidou da pele como forma de manter-se em boa aparência, já que seu corpo nada mais era que uma habitação de sua alma, então havia a necessidade de mantê-lo sempre no seu melhor estado: limpo, firme e impecável. Enquanto escovava os dentes, se encarando profundamente no espelho meio embaçado do banheiro, ficou refletindo sobre as suas últimas decisões… O dia que foi nomeado para a diocese até o momento que cruzou os olhos e deixou-se levar pelos desejos mundanos ao se deitar com uma mulher, tudo havia se tornado uma fina linha áspera que o dividia entre os deveres do sacerdócio para com seus próprios desejos carnais. Havia uma dor que transpassava seus ossos e sua carne para sua alma que o feria feito um ferro sendo derretido em cima dele: uma sensação pesada e melada o queimando todos os dias, um eterno martírio do espírito que já não era mais santo.
Ele nunca foi. Cuspiu a espuma esbranquiçada na pia, curvando-se para enxaguar a boca, sentindo que aquele ato breve de limpeza e frescor o suspendeu um pouco da constante sensação de imundície que ele se encontrava. Estava impregnado na carne já. Era difícil de arrancar aqueles pecados profanos de si. Respirou fundo rezando um Pai-Nosso enquanto lembranças impetuosas dos momentos de prazer irrigavam todo seu sangue da sua cabeça até seu pau. Bendito seja feito a Sua vontade!
Deslizou descalço até seu quarto onde se sentou na beirada da cama, coberta de lã branca limpa, cheirando a sabão em pó e amaciante concentrado que adretavam seu olfato o fazendo se recordar de casa. A mãe preparando café da manhã enquanto o pai sentado à mesa, antes de ir trabalhar, folheava o jornal do dia. Bons tempos onde a inocência reinava e o protegia das malícias do mundo. Com controle, deixou as mãos no colo, o membro íntimo ainda rígido sobre o toque, engoliu o gemido da sua fraqueza e ao invés de se tocar para aliviar o desejo que cresceu no meio das pernas, optou por se manter firme nos seus princípios, rezando extenuante até a mente cansar e aquelas imagens se tornarem borrões vagos no meio de recordações onde ele exercia seu dom: o de ministrar a Santa Palavra de Deus, vestido com sua batina preta, o colarinho branco na garganta, os cabelos penteados para trás e a voz inspiradora se tornando um eco sagrado na igreja.
Ele deveria ser forte, um verdadeiro soldado de Deus naqueles momentos de tempestade, e usar com sabedoria o verbo da palavra para agir conforme seus últimos esclarecimentos. Naquela noite estranha de sonhos desconexos, sozinho em seu aposento, ele recebeu uma mensagem que julgou vir diretamente de Deus. A imagem era de da Mãe de Deus em sua túnica vermelha, chorando com a expressão de desalento, encarando-o de cima e carregando nas mãos um bebê. Obviamente Charlie tomou aquilo como uma mensagem divina que ele era responsável pelo Filho de Deus e cabia a ele segurá-lo em mãos e mantê-lo vivo e presente entre a comunidade.
Simples.
Terminado suas preces, se trocou com sua usual roupa do dia-a-dia: a camisa social de algodão preta, a calça de alfaiataria da mesma cor, o conjunto de botas de couro carmim. No dedo anelar da mão esquerda seu anel de São Miguel Arcanjo, para lhe proteger das batalhas mais cruéis contra os demônios. No peito uma incerteza em rever o rosto de Maria. Realizou sistematicamente seus afazeres até o horário que eles iriam se reunir: ajudou as Irmãs na horta, rezou um terço, preparou sua homilia para a missa da sexta, foi na padaria para comprar algumas quitandas que sabia serem as preferidas de Maria. Quando o ponteiro do relógio da sala da casa paroquial indicou que faltavam quinze minutos para o horário combinado – e tendo em mente a pontualidade da mulher, Charlie foi fazer o café à moda tradicional, fervendo a água, jogando o pó que foi moído naquele dia no coador, coando e passando para a garrafa térmica. O cheirinho de café inundou a cozinha, o deixando mais relaxado.
Arrumou a mesa com o que havia trago da padaria, o bolo de chocolate e os pãezinhos doce com recheio cremoso em pratinhos. As xícaras na mesa e as colheres nos pires para o açúcar retratavam um quadro casual e íntimo demais que o deixou com uma leve vergonha de si mesmo.
A campainha tocou, anunciando a chegada de Maria.
Santa seja, Rainha Imaculada!, proferiu baixinho antes de abrir a porta, se deparando com a mulher da sua vida, alma do seu corpo, pecado dos pecados, parada vestida com seu vestido longo de seda, alça finas, naquele profundo azul-carbono, cabelos soltos e expressão tensa a sua porta. Charlie engoliu os maldizeres que irromperam sua mente, olhou brevemente para os lados querendo encontrar algum bisbilhoteiro mas foi interrompido com a pressa dela de entrar na casa, soltando com a voz afobada:
— Ninguém tá lá fora, pode ficar tranquilo!
Seu aroma floral o entorpeceu assim como a presença dela que preencheu o espaço todo da sala. Ele rapidamente fechou e trancou a porta, conferindo mais uma vez na janela ao lado se realmente estavam seguros. A rua estava vazia, reflexo da normalidade tediosa daquele lugar. As poucas irmãs que moravam com ele, mais para ajudá-lo com alguns afazeres, estavam passando a temporada no convento principal, que ficava a algumas ruas a frente da casa paroquial, o permitindo ter acesso a elas quando quisesse e precisasse e também uma privacidade para si mesmo. Por isso que as noites e madrugadas adentro soterrado no prazer da carne de Maria eram tão fáceis: ele praticamente ficava a maior parte dos dias e noites sozinhos, era quase como se elas permitissem que ele vivesse tal qual um homem no auge dos vinte e tantos anos de idade normalmente, esquecendo de seu posto como sacerdote. Maria conhecia a casa paroquial como a palma de sua mão: a sala principal com a bicicleta ergométrica que Padre Charlie usava em seus treinos, o corredor que levava até um dos banheiros e a um quartinho embaixo da escada, a escada que subia para um corredor que conectava quartos vazios, janelas abertas com cortinas rendadas que balançavam, o banheiro principal onde ambos já se banharam e fuderam bastante, e lógico… o abençoado quarto dele que dispensava lembranças.
Ela olhou para ele com um ar inquieto, Charlie sorriu cavalheiro apontando com as mãos sua direita, onde havia um pequeno degrau de dois lances que descia para a copa e a cozinha.
— Venha, vamos tomar o café! Acabei de passar… — Maria confirmou com a cabeça, indo na frente dele. Os olhos do homem seguiram a forma dos quadris dela, a suavidade dos ombros e a forma como ela segurava uma bolsa pequena – que ele acabou de notar sua presença – entre os dedos de unhas pintadas de preto. Ela calçava uma sandália trançada nos tornozelos cor palha seca, expondo na canela direita a tornozeleira fininha com um crucifixo em prata pura que Charlie lhe deu de presente. Ela usava aquela maldita peça só em momentos bens específicos – como na noite do aniversário dele, no casamento da irmã mais velha, no batismo do filho de um amigo dela.
Haveria uma grande anunciação naquele dia.
Maria entrou na cozinha, familiarizada com as paredes amareladas e os armários brancos, a mesa com uma toalha de bordas rendadas alva, a garrafa térmica preta. Ele de fato preparou um café da tarde para eles. Sorrindo envergonhado, Charlie tinha ambas as mãos na cintura esperando alguma reação positiva, uma afirmação boa vindo dela com seu café posto à mesa. Recebeu uma jogada de ombros, uma mão brusca puxando a cadeira pesada de madeira na outra ponta da mesa quadrada, encostada na parede à sua esquerda, sentado, encarando-o com o olhar carregado de contestações.
— Que o café esteja do seu agrado! — Sua voz saiu rasgando com desgosto, sentando na outra ponta enquanto cruzava as pernas, encarando-a com aquele ferro líquido que queimava sua alma, pesado, metálico. Maria pegou sua xícara e se serviu com o café, bebericando lentamente sob o olhar cortante de Charlie. Sua demora para desocupar sua boca o deixando doido. Limpou sua garganta, o pomo de Adão descendo e subindo com a frase que estava estagnada na sua garganta:
— A que devo a honra de sua visita em plena quinta-feira à tarde?
A pergunta ficou suspensa entre os dois, pingando seu veneno entre a suposta causalidade em que eles se encontravam, manchando-os com toda aquela carga de culpa cristã que rasgava suas almas. Era hora de expurgar os pecados. Maria abaixou lentamente a xícara até encostá-la na mesa com um ruído ínfimo. Charlie se encostou na cadeira, cruzando os dedos, aguardando sua resposta. Ela molhou os lábios para facilitar a passagem daquelas palavras tão rígidas:
— Precisamos parar com o que temos… Isso já escalonou num nível insuportável para mim, eu não consigo — ela parou, segurando o choro dentro de seu peito: — eu simplesmente não consigo mais suportar tudo isso. Não é certo.
Charlie ficou estático, cético com o que acabou de ouvir. O que era uma hipocrisia vinda dele mesmo já que as palavras que saíram dos lábios de Maria eram exatamente o que ele iria falar. Mas aquilo vindo dela… Soava como uma traição. Eva mordendo do fruto proibido, levando Adão a ruína. Sansão sendo seduzido e traído por Dalila. Ele se sentia um Pedro traíndo Jesus Cristo naqueles momentos de luxúria, negando-o repetidas vezes enquanto se perdia naquela Madalena. Um ódio estranho tomou conta de si, o coração pesado e sangrento tomou conta de sua ações:
— Quem você pensa que é para simplesmente vir até minha casa e depois de me seduzir, querer acabar com tudo como se isso fosse o suficiente para todo o estrago que me provocou? Madalena! Prostituta do Diabo! Eu te condeno! — Cuspiu com ódio. Lágrimas transbordavam no rosto angelical de Maria, a expressão de deslocamento tomando conta dos olhos que caíram, perderam o brilho, enquanto levava as mãos até o coração. Charlie se levantou num pulo, os punhos fechados sustentando seu enorme corpo que vertia para a frente, ameaçador:
— Maria, eu te ofereci um ombro amigo e você me devorou o corpo inteiro! Eu quis ser seu pastor mas você queria que eu fosse seu esposo! Você me tentou, seduziu… Me fez pecar! Isso é heresia, sabia? E sabe o que é pior nisso tudo? Eu te amei feito um louco. Confiei em você como um cão. E em troca recebo espinhos das rosas que pensei ter colhido…
— Mentiroso.
— O que disse?
— Mentiroso. — Repetiu a palavra entre lágrimas, sustentando o mesmo olhar de rancor que ele. Charlie engoliu a ira fortemente, os ombros tensos despencaram assim como seu próprio corpo na cadeira, o suspiro pesado escapou lento pelo nariz. Ela tinha razão. No final das contas ele não passava de um covarde mentiroso. Maria enxugou as lágrimas com as mãos trêmulas:
— Eu não vou carregar o fardo da culpa sozinha, se é isso que você pensa e quer Charlie… Não mesmo! Durante todo esse tempo eu acreditei e acredito que tudo o que vivemos, mesmo que escondidos, foi completamente recíproco. Então não me venha apontar agora os dedos, me acusando de ser uma… uma… prostituta ou o que quer que seja, porque se eu sou uma pecadora, você é tão mais pecador do que eu.
O silêncio sepulcral ornamentou o sepultamento do relacionamento deles.
Maria ergueu os ombros, ajustou a postura, levantou-se e caminhou para sair quando sentiu seu pulso ser agarrado. Olhou para o lado, a cabeça levemente abaixada, com o olhar de desprezo e lábios cujo cantinhos tentavam segurar a angústia. Charlie tinha os olhos escuros brilhosos – lágrimas inquietas que queriam escapar. Sussurrou em súplica:
— Por favor, não me deixe.
A mulher ergueu os olhos para cima, o teto branco, a luz natural, Deus observando-os de cima. Murmurou algo incompreensível, sua voz sibilando em chiado nos ouvidos de Charlie, então o voltou a encarar, com um pesar que contorcia seus olhos entre a dor da separação e o amor enorme que sentia por ela.
— Se eu não te deixar agora Charlie, eu estaria abrindo mão de viver toda a vida que mereço viver. Infelizmente você não entende isso.
Ele apertou o pulso dela, porém ela foi mais forte desenroscando-o e tirando sua mão com um puxão brusco. Charlie voltou estático para a frente, os olhos vazios focando em um ponto qualquer, uma moça posando no bolo intocado que ele comprou para a ocasião. Quando ouviu a porta principal sendo destrancada e aberta, sua vontade foi de levantar e correr até ela, se agachar diante Maria, rezar por ela, fazê-la ficar com ele por toda uma eternidade… O baque da porta se fechando e o silêncio absoluto da casa o trouxe para a realidade.
Sozinho, ele chorou.
…
Dias se passaram.
Semanas dobraram na esquina.
Meses se tornaram meras páginas de um calendário sendo removidas.
O ano terminou e recomeçou como sempre, trazendo esperança e desejos renovados de uma vida melhor. A memória era só mais um punhado estranho de imagens que vez ou outra passavam na sua mente.
Padre Charlie Mayhew estava sentado na sua cadeira, aguardando o coro finalizar o louvor, uma mão apoiada no braço do seu trono, a mão segurando seu queixo, analisando com um olhar preguiçoso as pessoas que compareceram a missa, enquanto a outra mão batia ritmadamente contra a madeira da cadeira. Quando a luz voltou a focar nele, um borrão alaranjado contra seu rosto, Charlie pode observar melhor as pessoas que estavam nas primeiras fileiras de bancos, os olhos casualmente esbarrando em um rosto conhecido que fez falta durante todo aquele tempo. O coração congelou e a respiração se tornou desenfreada, irritante para seus próprios ouvidos. Ela não estava sozinha: ao seu lado um homem esguio, alto, pele bronzeada, cabelos e olhos castanhos claros, vestido com uma camisa social branca, tinha uma mão no colo dela. Charlie engoliu a inveja, se levantando para ir para o púlpito começar a oração.
O resto da missa foi um martírio. Ao menos eles não comungam com ele.
Ao final, enquanto todos se levantaram para sair, Charlie focou seu olhar em Maria que o ignorou, levantando e segurando a mão do homem – alianças douradas reluziram em seus dedos. Foi quando o homem percebeu que aquele garotinho ao lado do homem não era só neto da senhorinha que estava na ponta do banco. Era filho de Maria, branco com os cabelos escuros, o nariz fino e arrebitado, olhos escuros que observavam tudo ao redor. Ele ficou o tempo todo no colo da senhora, mas no final da missa quem o pegou nos braços foi Maria, agradecendo a senhora por tomar conta dele, enquanto o homem ao lado brincava com o menininho.
Sangue de seu sangue, fruto de sua semente. Cuidará daquele filho que carrega sua herança enquanto erguerás da Casa de Deus.
A voz daquele sonho estranho o perturbou, a lembrança cruel o arrebatando. O pecado se tornou carne viva, sangue que escorria dele para um outro, sua alma se tornando duplicada de si mesmo. E então ele se encontrou num despenhadeiro de si mesmo e assim como aquele fatídico dia, sua alma chorou dentro de si.
"Porque Deus tanto amou o mundo que deu o seu Filho Unigênito, para que todo o que nele crer não pereça, mas tenha a vida eterna.” João 3:16
#father charlie mayhew#charlie mayhew#father charlie mayhew fanfic#charlie mayhew fanfic#nicholas alexander chavez#nicholas alexander chavez fanfic#angst#priest kink#fanfic em português#bella maia fanfic#bella maia#Spotify
22 notes
·
View notes
Text
CAPITULO 17 - ENFRENTANDO LAS CENIZAS
|| ¡No te me vas a ir! || exclama Drake mientras tira con fuerza de la caña, con una determinación feroz en sus ojos.
|| ¡No dejes que se escape, Drake! || grito con la adrenalina a tope, viendo cómo lucha contra el pez invisible bajo el agua.
|| ¡VAMOS...! || Drake sigue batallando, tambaleándose en la cubierta mientras la línea se tensa al máximo. Hasta que… || ¡Te tengo! || exclama triunfante, pero al levantar el anzuelo, se encuentra con un sombrero empapado, goteando en silencio. || Maldición... Esto tiene que ser una broma. ||
|| Vaya… Honestamente, es una verdadera belleza... ¿Cuánto pesará? ¿Unas cinco libras? || bromeo, tratando de contener la risa. || ¡Deberías probártelo! ||
Drake me lanza una sonrisa de medio lado mientras retira un trozo de alga viscosa del sombrero con un sonido desagradable.
|| No te burles, Brown, y no, gracias… No sé cuánto tiempo ha estado ahí abajo como para ponérmelo. ||
Me río de su expresión, pero decido cambiar de táctica, suavizando mi tono.
|| Bueno, con sombrero o sin él, yo seguiría a mi capitán Drake a cualquier parte... Confío en que nos llevarás a casa de nuevo… Supongo que conoces el camino, ¿verdad? ||
Drake se rasca el cuello, evitando mi mirada, y empieza a inspeccionar el horizonte con una aparente preocupación.
|| Ummm... Creo que zarpamos desde allá... eh, no, no… Fue desde esa dirección, así que deberíamos ir... || Mi corazón se detiene por un segundo, y el pánico empieza a asentarse en mi pecho.
|| ¡Drake Walker, ¿no sabes el camino de regreso?! || Exclamo mientras que él simplemente me mira con una seriedad desconcertante, dejando que el peso de la situación caiga sobre mí. La desesperación me envuelve por completo hasta que una pequeña sonrisa se forma en la comisura de su boca || ¡Dios! Estás jugando conmigo, ¿no? || Digo sintiéndome completamente ridícula por haber caído en su broma.
Drake estalla en una carcajada, genuinamente divertido por mi reacción.
|| Deberías haber visto la expresión de tu rostro, Brown. ||
Le doy un golpe juguetón en el brazo, tratando de no sonreír.
|| Eso no fue para nada gracioso, Walker. ||
Pero mientras él sigue riéndose, no puedo evitar sonreír también. Por un momento, me tuvo completamente engañada, y aunque me frustre, no puedo negar que admiro cómo siempre logra sorprenderme.
Momentos después, decido estirar las piernas mientras Drake revisa su caña. Pero, de repente, la mía comienza a temblar en su soporte, y una oleada de emoción me recorre.
|| ¡Drake! ¡Creo que atrapé algo! || grito, agitando las manos con entusiasmo. Él se acerca rápidamente, con una mezcla de urgencia y emoción en sus ojos.
|| ¡Rápido, enróllalo! || exclama, mientras mis manos luchan por controlar la línea. Después de unos momentos que se sienten eternos, logro sacar un gran pez que se retuerce con fuerza al salir del agua. Lo agarro firmemente por la cola antes de que pueda escapar de regreso al océano.
|| ¡Mira esto! || exclamo con una sonrisa de triunfo, estudiando mi captura con ojos brillantes. Drake lo levanta, pesándolo con una mirada experta, y de repente sus ojos se abren con sorpresa.
|| Brown, has capturado una gran caballa || dice, y en su voz hay una mezcla de asombro y aprobación.
|| ¿Caballa? || repito, arqueando una ceja. || Qué nombre tan peculiar para un pez... Pero, ahora que lo tenemos, ¿qué haremos con la pesca? || pregunto, sintiendo la curiosidad despertarse en mí.
|| Yo creo que deberíamos asarlo || responde, su tono se vuelve más entusiasta. || Sería una excelente manera de cerrar esta noche. ¿Qué opinas? ||
|| Me parece una idea genial || digo, sintiendo cómo la perspectiva de una comida compartida bajo las estrellas añade un toque especial al momento. || No rechazaría una comida, especialmente después de todo el esfuerzo. ||
**
Después de una merienda llena de risas, la brisa nocturna nos envolvió con el aroma del mar, mientras el ritmo de las olas nos sumía en un silencio cómodo. Drake había asado la caballa que pescamos, y nos deleitamos con su sabor fresco entre bromas sobre nuestras aventuras del día. La tensión entre nosotros se había desvanecido, dejando una conexión más relajada. De pronto, un bostezo me sorprendió, y aunque intenté disimularlo, Drake lo notó y rio suavemente.
|| ¿Te estás aburriendo, Brown? || bromeó Drake con una chispa de diversión en sus ojos.
|| ¡Para nada! || respondí con una sonrisa avergonzada. || Esta noche ha sido tan perfecta que me está dando sueño. ||
Drake asintió, disfrutando del ambiente.
|| Lo entiendo. Ha sido una larga noche, y Liam debe estar esperándote. Es mejor que descanses. ||
|| Tienes razón || le respondí, levantándome con cierta pesadez. Mientras caminábamos hacia nuestras habitaciones, el silencio entre nosotros se sentía cómodo.
|| Brown, antes de que te vayas... || Drake me detuvo a medio camino, con un tono serio. || Gracias. ||
|| ¿Gracias? ¿Por qué? || respondí, sorprendida.
|| Por permitirme disfrutar estas horas contigo || dijo, mirándome con una intensidad que hizo que mi corazón diera un pequeño vuelco.
|| Más bien, yo debería agradecerte a ti, Drake... Desde que llegué a Cordonia, mi vida ha sido un torbellino, pero siempre puedo contar contigo para momentos como este || dije con sinceridad.
|| Me gusta mantenerte centrada… Y lo haré cuando comience con la regencia y el ducado. ||
|| Tienes un don para mantener los pies en la tierra || respondí, admirándolo. Llegamos a la puerta de mi habitación. Suspiré, levantando la mirada para encontrarme con sus ojos brillando bajo la tenue luz del pasillo. || Gracias por ser sincero conmigo esta noche, Drake. Ambos lo necesitábamos. ||
|| Siempre seré sincero contigo, Brown. Eres mi mejor amiga. Gracias por estar siempre para mí || dijo, abrazándome con fuerza, transmitiendo más de lo que las palabras podrían. Se separó lentamente y, antes de que pudiera reaccionar, sentí un tierno beso en mi mejilla || Descansa, Brown. Nos vemos mañana. ||
|| Hasta mañana, Drake || respondí, sintiendo una mezcla de calidez y gratitud mientras lo veía alejarse, sabiendo que nuestra amistad es un pilar firme en mi vida en Cordonia.
**
A la mañana siguiente, después de un desayuno que compartimos entre risas con Liam y nuestros amigos, el sol brillaba suavemente a través de las ventanas del comedor, llenándonos de una sensación de calma que tanto necesitábamos. Liam y yo subimos a nuestra habitación, disfrutando de esos pequeños momentos juntos mientras empacábamos nuestras cosas para regresar al Palacio.
Pero justo cuando salimos de la habitación, tomados de la mano, una inquietud comenzó a formarse en mi pecho al ver que todos nuestros amigos estaban reunidos en el jardín, con los rostros tensos y enfocados en el teléfono de Drake. La atmósfera, antes relajada, se había transformado en algo oscuro y amenazante. Liam y yo nos miramos, compartiendo una preocupación silenciosa antes de apresurarnos hacia ellos.
|| ¿Qué sucede, chicos? || Pregunta Liam, su voz tensa mientras trata de mantener la calma. || ¿Está todo bien? ||
|| No... || Responde Hana con lágrimas en los ojos, su voz quebrada. || Nada está bien... ||
|| Son unos malditos bastardos || Masculla Drake, su rostro lleno de furia contenida. Mi corazón se acelera, y siento un nudo en el estómago al escuchar esas palabras.
|| Cielos, ¿pueden explicarnos qué está pasando? || Pregunto, mi voz temblando con una mezcla de temor y desesperación. Maxwell, con un gesto de impotencia, extiende el celular hacia mí.
|| Esto... es bastante malo || Dice, su voz cargada de indignación. || Los atacantes han enviado otro video... Mostrando su nuevo ataque ||
El mundo parece detenerse mientras Maxwell presiona “Play”. En la pantalla, un hombre enmascarado aparece, su silueta conocida y perturbadora. Sus manos están detrás de su espalda, y su voz resuena como un eco siniestro.
☠ Cordonianos, observen con atención a su Rey. Días atrás no pudo proteger su propia casa y ahora ni siquiera puede proteger la posesión más preciada de ustedes ☠
Siento que mi respiración se entrecorta mientras el hombre lentamente extiende una mano enguantada hacia la cámara, revelando una manzana carbonizada en su palma. Una sensación de horror recorre mi cuerpo.
☠ La destrucción de la huerta en Applewood tan solo es una pequeña advertencia... Liam, tu gobierno es débil, está dividido y muy pronto... ☠
Con un gesto cruel, el hombre aplasta la manzana, reduciéndola a cenizas.
☠…Todo tu pueblo tendrá la misma suerte que su hermosa Rubí Cordoniano ☠
El video se corta abruptamente, dejando tras de sí un silencio ensordecedor. Llevo mis manos a la boca, el horror me invade por completo. Applewood... Destruyeron Applewood… El símbolo de Cordonia, el lugar favorito de Liam. Siento que mi mundo se derrumba, y una oleada de impotencia y rabia me llena mientras miro a Liam, deseando poder borrar el dolor que veo en sus ojos.
**
Poco después de ver el video de los atacantes, regresamos al palacio con urgencia. Necesitábamos prepararnos para ir de inmediato al huerto de Applewood y evaluar los daños. Mientras me apresuraba a recoger lo que necesitaba y dejar lo que no, me dirigí al despacho de Liam para ver cómo estaba. Desde que recibimos el video, Liam había estado extremadamente molesto y frustrado.
Cuando me acerqué a su despacho, escuché su voz elevada desde el pasillo, claramente enojado.
|| ¡Sebastián, necesito saber quién hizo esto! ¡Tenemos que encontrar a los culpables! ¡Quiero saber quién quemó la huerta de Applewood! ¡Necesito respuestas! ||
La puerta estaba entreabierta, así que entré despacio. Vi a Liam sentado en su escritorio, su rostro tenso y sus manos apretadas en los bordes de la mesa. Sebastián y varios guardias estaban de pie a su alrededor, claramente incómodos bajo la presión de su ira. Nadie notó mi entrada.
|| Señor, entiendo su frustración y le aseguro que estamos haciendo todo lo posible para encontrar a los responsables. Estamos buscando pistas en el Núcleo de Liberación y en Los Hijos de la Tierra. Le informaremos en cuanto tengamos novedades || dijo Sebastián, tratando de mantener la calma.
|| Gracias || respondió Liam con voz áspera, su frustración palpable. || Pueden irse. ||
|| Con permiso, su Majestad || respondió Sebastián, junto con los guardias que se retiraron. Al verme, todos se sorprendieron, y les hice una señal con el dedo para que guardaran silencio. Les sonreí levemente, y ellos hicieron una reverencia antes de salir en silencio.
Me acerqué a Liam con cautela. Al estar junto a él, coloqué mis manos sobre sus hombros y empecé a masajearlos suavemente. Liam sintió mi presencia de inmediato. Se giró, tomó mis manos y me atrajo hacia él en un abrazo fuerte. Pude sentir la tensión en su cuerpo, pero también una palpable sensación de alivio al estar cerca de mí.
|| Mi amor, los encontraremos… Solo confía || le dije, intentando calmarlo. Liam cerró los ojos y respiró hondo, su enojo y preocupación parecían disiparse un poco con cada segundo que pasaba en mi abrazo.
|| Eso espero... Estoy desesperado y no sé cuánto más podré soportarlo. Applewood significaba tanto para mí || exclamó Liam, abrazándome aún más fuerte, y sentí cómo unas lágrimas caían de sus ojos. Rápidamente me coloqué frente a él y levanté su rostro para mirarlo.
|| Sé cuánto significaba para ti, pero no te rindas, Liam. Eres el hombre más fuerte que conozco || le dije con firmeza y cariño. Deposité un beso en sus labios, pero de repente, la puerta se abrió.
|| Lo siento mucho... Mil disculpas por interrumpir || dijo Hana, entrando con preocupación y seguida de los demás. Me aparté de Liam y me coloqué a su lado, forzando una sonrisa.
|| Si desean, podemos regresar y... || empezó a decir Maxwell, pero Liam lo interrumpió.
|| Tranquilo Max. Por favor, entren || dijo Liam con un tono melancólico. Todos nos sentamos y Hana fue la primera en hablar, tratando de animar la conversación.
|| No puedo creer que hayan quemado el hermoso huerto de manzanas || dijo con conmoción.
|| Para ser honesto, esto es un golpe bajo. Atacar el huerto cuando el verdadero objetivo es la monarquía es lo más ruin que he visto || exclamó Drake con indignación.
|| Lamentablemente, como su intento de asesinato no funcionó, ahora recurren a aterrorizar a nuestros ciudadanos || dijo Liam, lleno de furia.
|| ¿Cómo vamos a superar esto? La gente de Applewood debe estar aterrorizada || preguntó Maxwell, preocupado.
|| ¿Cómo vamos a superarlo, Max? La respuesta es obvia: juntos. Juntos podemos enfrentar cualquier cosa. Por favor || exclamé con convicción, mientras todos me miraban en silencio. || Este no es el momento para lamentarnos, sino para seguir luchando y encontrar a nuestros enemigos. Recuerden que hemos superado desafíos antes. Hemos rastreado personas desaparecidas, reunido familias... Y, aunque duela decirlo, Liam, incluso descubrimos una conspiración orquestada por el hombre más poderoso del país: tu padre || Liam asintió con la cabeza, escuchando atentamente.
|| Bueno, sí lo pones así... || comentó Maxwell con una sonrisa || ¡Suena bastante impresionante! ||
|| Tienes razón... || dijo Liam, levantándose de su asiento y abrazándome || Superaremos esto || afirmó con renovada confianza.
|| Esa es la actitud que me gusta || le respondí, abrazándolo de lado y sonriéndole. En ese momento, alguien tocó la puerta y Madeleine entró.
|| Con permiso, Liam. Lamento interrumpir, pero quería informarte que todos los medios de comunicación de Cordonia estarán presentes cuando lleguemos a Applewood || dijo Madeleine, entrando con una expresión seria.
|| Perfecto, gracias, Madeleine. Aunque no podemos visitar personalmente a todos los Cordonianos, esta cobertura de noticias nos permitirá tranquilizarlos desde lejos || respondió Liam, mostrando una ligera sonrisa de alivio.
|| Muy bien, debemos asegurarnos de que todos en Cordonia sepan que estamos con ellos || exclamó Hana con determinación.
|| Y aún más que eso, Hana... Necesitamos controlar la narrativa. Debemos dejar claro que los Cordonianos no toman a la ligera los ataques a su huerta || afirmé con firmeza.
|| Riley tiene razón. Este ataque es un insulto simbólico a las mismas instituciones que hacen grande a Cordonia || agregó Madeleine.
|| Al menos, nadie resultó herido en el incendio, pero lo que más lamento es el impacto en los agricultores || dijo Hana, con una nota de tristeza en su voz.
|| Es cierto, y este año será difícil. Imagínense, sin manzanas para cosechar || comentó Maxwell, preocupado.
|| No se preocupen por eso. Trabajaré en un plan para apoyar a los agricultores. Aunque entiendo que están preocupados por el futuro || dijo Liam, con una calma renovada.
|| Nuestra prioridad en el evento es mantener el orden y demostrar a nuestros enemigos que no seremos intimidados. Liam, creo que tu discurso debería centrarse en ese mensaje || sugirió Madeleine a Liam.
|| Tienes razón. ¿Y Riley? || preguntó Liam. || ¿Ella hablará en la rueda de prensa? ||
|| Claro. Riley concluirá la conferencia con una nota de esperanza al plantar un manzano bebé || respondió Madeleine. || Bueno, si me disculpan, tengo algunos arreglos finales que hacer para la conferencia. Los autos ya están afuera esperando para partir. Infórmame en cuanto estemos listos para irnos || añadió, haciendo una pequeña reverencia antes de salir del despacho.
**
Después de prepararnos para la visita al huerto de manzanas y la rueda de prensa, partimos hacia Applewood. El viaje, aunque breve, estuvo cargado de ansiedad e incertidumbre por lo que encontraríamos al llegar. Finalmente, llegamos y al bajarnos del auto, Liam apretó mi mano con fuerza mientras el olor acre del humo se colaba en nuestras narices rasgando la garganta con cada respiración.
|| No sé si estoy listo para ver el huerto así || dijo Maxwell con tristeza, su voz quebrada por la emoción.
|| Listos o no, tenemos que enfrentarlo || respondió Madeleine con determinación, comenzando a guiar el grupo hacia el huerto. La prensa esperaba, y el destino de los restos carbonizados nos aguardaba.
Al llegar, me quedé sin aliento.
|| Santo cielo... || exclamé, soltando la mano de Liam y llevándome las manos a la boca. La devastación me dejó paralizada. Los recuerdos de la competencia, de ser coronada Reina de la Manzana, y de los momentos con Liam inundaron mi mente. Todo comenzó aquí, y ahora no quedaba nada. || No puedo creerlo || murmuré, sintiendo una profunda tristeza. Liam permanecía inmóvil, con la mandíbula apretada y una expresión de frustración contenida. || ¿Liam? || lo llamé, pero no respondió. Finalmente, su control se rompió.
|| Pensé que estaría preparado para esto, pero... Dios mío, es peor de lo que imaginé... || dijo, su voz cargada de desesperación. Miró hacia mí con una angustia palpable en sus ojos. || Riley, ¿cómo puedo asegurarles a todos que Cordonia está protegida cuando dejo que esto suceda? Soy un fracaso, un completo fracaso || exclamó, con la frustración y el dolor en su tono, mientras se pasaba las manos por el rostro, cerrando los ojos en un intento de controlar sus emociones.
La escena me llevó de vuelta a los inicios de nuestra relación, cuando los sueños y esperanzas compartidos parecían invulnerables. Ahora, esos recuerdos estaban siendo arrastrados por la furia del atentado. Sin pensarlo, lo tomé suavemente del rostro, obligándolo a mirarme.
|| Liam, no eres un fracaso || dije con voz temblorosa, buscando que comprendiera la situación desde una perspectiva más clara. || Hemos superado tanto juntos. Este huerto es un símbolo, pero lo que compartimos es mucho más fuerte. No dejes que esto te derrumbe. Estamos juntos en esto, y lo superaremos. La gente se sentirá tranquila al verte. Sabrán que su Rey estuvo con ellos cuando más lo necesitaban, y eso significa más que cualquier palabra. Estaré a tu lado y no te dejaré. Jamás te dejaré… Estaremos bien, ya lo verás. ||
Mientras ahuecaba mi mano en su mejilla y le daba un beso prolongado, sentí cómo sus músculos se relajaban bajo mi toque. Cuando nos separamos, su aliento me hizo cosquillas en la oreja mientras susurraba:
|| ¿Cómo es que siempre sabes qué decir y hacer? Gracias, mi amor. ||
|| Es porque te amo, Liam… Con mi vida || le respondí con sinceridad.
|| Yo también te amo, Riley, más que a nada en el mundo. || Al escuchar sus palabras, tomé su mano con fuerza, aferrándome a su apoyo y consuelo. Le sonreí y ambos comenzamos a avanzar hacia donde nos esperaba la rueda de prensa.
A medida que nos acercábamos, la atmósfera cargada de humo y el desolado paisaje del huerto quemado se hacían más evidentes. Los árboles carbonizados y las cenizas formaban un triste telón de fondo. La tarima improvisada, rodeada por reporteros y ciudadanos, se erguía sobre una sección menos dañada del huerto. Las pancartas y banderas de Cordonia intentaban recuperar algo de dignidad en medio del desastre. De repente, vi a alguien en la multitud que no esperaba ver tan pronto.
|| ¿Olivia? Pensé que pasarías los próximos días en Lythikos || le dije con sorpresa.
|| Intenté hacerlo, pero cuando me enteré de lo que pasó con el huerto, todo cambió || dice Olivia, su tono melancólico transformándose rápidamente en rabia || HARÉ CAER LA IRA DE LA CASA NEVRASKIS SOBRE ESTAS ALIMAÑAS SIN ESPINAS CON EL PODER DE MILES DE SOLES ARDIENTES. SI CREEN QUE PUEDEN ATACARNOS SIN CONSECUENCIAS, ESTÁN TOTALMENTE EQUIVOCADOS. Y QUIERO HACER ÉNFASIS EN LA PALABRA “EQUIVOCADOS” ||
|| Genial, ¿qué sería de nosotros sin ella y su carácter? || exclama Madeleine, poniendo los ojos en blanco.
|| Gracias por venir, Liv. Tu apoyo es crucial en este momento. Ahora más que nunca necesitamos estar unidos || dice Liam con serenidad. Olivia, al mirarlo, deja atrás su expresión dura y enojada.
|| Liam, no hay ningún lugar donde preferiría estar || le responde Olivia con una sonrisa. Sé que Olivia aún guarda sentimientos por Liam. Él puede no darse cuenta o simplemente prefiera ignorarlo. Aunque suene extraño, no siento celos; la preocupación de Olivia es genuina, y necesitamos aliados como ella en este momento. Sin embargo, al darse cuenta de que la estoy observando demasiado, Olivia desvía la mirada y aclara su garganta || Es momento de unir fuerzas por Cordonia ||
|| Muy bien, Olivia. Dejemos las alabanzas a un lado y sigamos. La gente nos está esperando. Como recomendación, ¡manténganse tranquilos y relajados! || dice Madeleine, mirando a Olivia y luego a Liam y a mí.
|| ¿Tranquilos y relajados, Madeleine? La gente está furiosa. Lo último que quieren ver es calma; quieren vernos firmes y decididos || responde Olivia, con intensidad, antes de volver su mirada a Liam y a mí || Escuchen: “Si pueden respirar, pueden pararse, y si pueden pararse, pueden luchar”. Demuestren cuánto les afecta esto || añade con convicción.
|| Bueno, no lo había pensado antes, pero Olivia podría tener razón || admite Madeleine.
|| Santo cielo… ¡Liam, mira si en el cielo hay cerdos volando! ¿Madeleine y Olivia están de acuerdo en algo más que en su odio por los perros? || exclamo con sorpresa, viendo cómo Liam lucha por contener una sonrisa. En sus ojos brilla la diversión reprimida.
|| Riley, para tu información, incluso un reloj roto tiene razón dos veces al día || dice Madeleine mientras Liam aclara su garganta.
|| Podría ser que la gente responda mejor a un enfoque más visceral || concluye Liam, con determinación.
|| Perfecto… Pero Liam, es tu decisión. Una vez estés frente a la gente, sabrás cuál será la mejor reacción || le dice Madeleine cuando de repente nota cómo Sebastián nos hace señas, indicándonos que todo está listo para acercarnos a la tarima || Muy bien, parece que todo está en su lugar. Será mejor que vayan || añade, señalándonos para que avancemos hacia la multitud.
Al llegar, el murmullo creció y los flashes de las cámaras parpadeaban. Liam y yo nos miramos con determinación antes de enfrentar a la multitud.
Liam, erguido y firme, mostraba su porte real a pesar del pesar en sus ojos. Cada paso aumentaba la sensación de responsabilidad, pero también la certeza de que estábamos unidos. Llegamos a la tarima, preparada con micrófonos y cámaras. Mientras ascendíamos, una mezcla de tristeza y determinación me invadió. Sabíamos que esta rueda de prensa era clave para demostrar que, a pesar de la devastación, la monarquía seguía unida y fuerte.
Con un último vistazo a los restos del huerto y al rostro decidido de Liam, nos preparamos para enfrentar lo que viniera.
|| Queridos ciudadanos de--- || comienza a decir Liam, pero rápidamente es interrumpido por una avalancha de preguntas de los ciudadanos y reporteros. Las voces están cargadas de preocupación y angustia. Liam alza la mano y, aclarando su garganta, espera a que la multitud guarde silencio || Ciudadanos de Cordonia, mi amor y mi más profunda preocupación están con cada uno de ustedes en este momento tan oscuro. Este huerto no es solo un símbolo de nuestra nación, es parte de nuestra identidad, de nuestra historia compartida. Yo crecí corriendo entre estos árboles, igual que muchos de ustedes. Verlo destruido no solo me rompe el corazón, sino que me llena de una justa ira. Les prometo que, a partir de este mismo instante, comenzaremos a replantar el huerto y a asegurar que ninguno de ustedes pase hambre. Sus empleos, sus familias, y su bienestar son nuestra prioridad. Y en cuanto a los cobardes responsables de este ataque, sepan que no habrá descanso para nosotros hasta que sean llevados ante la justicia y paguen por este acto vil y despreciable ||.
La audiencia responde con aplausos, pero la tensión persiste en el aire. Decido intervenir, sintiendo la necesidad de reforzar las palabras de Liam con la misma intensidad.
|| ¡Cordonianos, estamos aquí para luchar por ustedes con todas nuestras fuerzas! Sabemos que están asustados y enfurecidos, y con razón. Pero tengan la certeza de que no solo haremos justicia, sino que también enviaremos un mensaje claro: nadie ataca a Cordonia impunemente. ¡SI ELLOS VINIERON POR NUESTRAS MANZANAS, NOSOTROS LOS PERSEGUIREMOS HASTA EL FINAL! ¡No dejaremos que esta afrenta quede sin respuesta! ||
El público comenzó a aplaudir con mucho más entusiasmo, y pronto se escucharon vítores y gritos de apoyo. Parece que Olivia tenía razón al sugerir que adoptáramos una actitud más firme y enérgica. Liam levantó su brazo para pedir silencio.
|| Sé que todos tienen muchas preguntas, pero las respuestas llegarán a medida que avance nuestra investigación. Por ahora, hemos preparado un cierre especial para este momento histórico, que seguramente quedará grabado en nuestros corazones como el inicio de una nueva etapa. Ahora, por favor, síganme ||, exclamó Liam, bajando del podio. Me extendió la mano, y comenzamos a caminar hacia un manzano joven que se encontraba junto a un hoyo recién cavado. Mi mirada se posó en la tierra vacía y ennegrecida, donde se había plantado un árbol similar después de la coronación de la Reina de la Manzana durante la temporada social. Muchos recuerdos inundaron mi mente mientras avanzábamos. Al llegar, noté que la multitud nos seguía de cerca. Liam me miró con determinación, y juntos tomamos el pequeño árbol, bajándolo con cuidado en el agujero. Olivia me entregó una pala y guantes, mientras Madeleine hacía lo mismo con Liam. Sin perder tiempo, ambos comenzamos a cubrir las raíces con tierra, mientras un sinfín de cámaras destellaban, intentando capturar el momento. Cuando terminamos de enterrar las raíces del joven manzano, Liam se volvió hacia la multitud, que esperaba expectante || La duquesa y yo hemos dado este primer paso replantando este joven manzano en el huerto. La plantación de este árbol simboliza que nuestra ira se intensifica frente a nuestros enemigos. Quien hizo esto cree que, al atacarnos, está revelando nuestras debilidades. Pero lo que no entienden es que la ceniza enriquece el suelo, permitiendo que los árboles crezcan aún más fuertes || proclamó Liam con voz firme.
|| Así es, no permitiremos que estos cobardes causen más estragos en nuestro amado país. ¿Quemaron nuestro huerto? Pues bien, por cada árbol perdido, plantaremos dos más. Les demostraremos que no nos dejaremos intimidar || dije con euforia y determinación. || Ellos piensan que pueden quebrantarnos, pero les mostraremos que están muy equivocados || concluí, haciendo que la multitud estallara en vítores, despertada por nuestra justa ira.
Palabras llenas de positivismo resonaban a nuestro alrededor, creando una atmósfera de esperanza. Sin embargo, tras un momento de euforia, la alegría comenzó a desvanecerse gradualmente. Fue entonces cuando Madeleine dio un paso adelante para dirigirse a la multitud.
|| Estimado pueblo de Cordonia, muchas gracias por acompañarnos esta mañana. Por ahora, este es todo el tiempo que teníamos planificado para hoy ||, exclamó con una gran sonrisa, mientras la multitud empezaba a dispersarse.
A medida que Liam y yo comenzamos a caminar, varios ciudadanos se acercaron a nosotros. Mara y Sebastián nos lanzaron miradas inquisitivas, pero les dimos luz verde con un asentimiento, permitiendo que la gente hablara libremente.
Intercambiamos palabras de agradecimiento y tranquilidad con los ciudadanos, asegurándoles que se atenderían sus preocupaciones y que la situación se resolvería. Con el tiempo, logramos abordar todas sus inquietudes y la multitud empezó a dispersarse hasta que finalmente quedó desierta.
@tessa-liam, @kingliam2019, @choicesficwriterscreations, @delmissesryanandcassi, @OneNoeOne
@scentedeclipseghosteggs, @s0m3thingkmp, @gabycros, @abc-ds-things, @alexabeta
@busywoman, @phantom-of-thee-library, @itsweigel, @fancy--marshmallow
@roseyos, @mysticalfangirl, @renvconta19, @queenmiarys, @ange101sblog
@ojoscolorjuupiter, @its-a-vanilla-sky, @amor-a-la-luna
If anyone else wants to be tagged, just let me know. I hope you enjoy this wonderful love adventure.
#choices trr#choices the royal romance#choices#liam x mc#liam x riley#trr fanfic#trr liam#trr fanfiction#novela romantica#liam rys
11 notes
·
View notes
Text
❃ 𝙱𝙰𝙸𝙻𝙰𝙽𝙳𝙾 𝙴𝙽𝚃𝚁𝙴 𝙻𝙾𝙱𝙾𝚂 - 𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 3 ❃


» Temática: SKZ híbridos x Oc (Lis) » Género: Poly, fantasía, OMEGAVERSE » Warnings: Fluff, smut con historia, angst, tensión sexual, sexo, degradación, dinámica A/B/O explícita, dom/sub, sado, amor, entre otros. » Warning de CAPÍTULO: Menciones a comida, menciones a inseguridad física. Si me dejo algo me lo decis. » Tipo: Serie. » Palabras: 3.630.
» Masterlist « | Anterior | Capítulo 4
Al despertar al día siguiente, no encontró a Seungmin en la cama con ella.
Intentó sofocar el absurdo sentimiento de abandono que empezaba a acuciar su mente estirándose y bostezando. Había dormido raro. Aunque al principio de la noche lo había pasado genial en brazos del vocalista, ahora notaba el cuello tenso y contracturado, y el cuerpo entumecido. No se había cambiado las ropas de calle y para su horror estas estaban arrugadas de mala manera.
Emitió un gruñido exasperado y buscó una muda limpia y, con ellas en la mano, cruzó el pasillo hacia el baño. El agua le relajó los músculos y le calmó la mente. El vapor le destapó las fosas nasales y le aplacó la creciente ansiedad de un trabajo para el que no estaba mentalmente preparada. Al salir, planteó mirarse al espejo, pero se contuvo. No quería verse, no quería ver su reflejo en él.
No sabía realmente si tenía algo como una dismorfia corporal. Era un tema serio desde el maltrato sufrido en casa que no había hablado ni con Seungmin. Cada vez que se miraba en un espejo, solo veía defectos. Odiaba su cara, odiaba su pelo. Odiaba su pecho, odiaba cada parte de su ser incluso solo pensando en ello. Y el único que la había aceptado por quien era, con sus —escasas— virtudes y —crecientes— defectos desapareció de su vida al acabar el instituto.
Ahora que lo había reencontrado y parecía que todo seguía igual entre ellos, ¿podría cambiar también la percepción que tenía de sí misma?
La suerte no estaba de su lado hoy tampoco. Al intentar llegar a por la toalla se dio cuenta de que no había traído ninguna. Se acercó a la puerta, escrutando el exterior con ojos atemorizados. Una opción era correr a por ella a la habitación y volver a recoger sus cosas una vez seca. ¿Qué podría salir mal?
Sin embargo, un movimiento al pie de las escaleras la clavó en el sitio y cuando vio a uno de los chicos subir, tuvo que contenerse para no soltar un improperio. En fin, tenía otra opción un poco más... violenta.
— ¿Hola? —dijo con un hilo de voz.
La figura se detuvo y se dio la vuelta. Minho. De TODAS las personas en la casa tenía que ser él. El chico alzó las cejas y se acercó a la rejilla de la puerta, curioso.
— ¿Sí?
— Eh... Verás... —bajó la cabeza, ruborizada—. Me he dejado la toalla. Podrías... Si no es molestia... Por favor... ¿Traerme una?
Hubo un silencio prolongado. Un silencio en el que Lis empezó a tiritar bajo la penetrante mirada del beta. Vio cómo tragaba saliva lentamente y ladeaba la cabeza con una expresión nueva. Casi como si se estuviera... divirtiendo, y algo más...
— ¿Dónde? —preguntó de improviso.
Lis casi se olvidó de lo que le había pedido.
— ¿Qué?
— Que dónde están tus toallas.
— Ah, eh... —se rascó la nuca, nerviosa—. En el armario. Segundo cajón.
Minho no dijo nada y Lis cerró los ojos. La cosa no podía ir a peor.
O sí.
— ¡Los supresores! —exclamó, dándose cuenta de que estaban en ese mismo cajón, justo al lado de las toallas.
Por favor, que no los viera. No estaba segura de poder soportar las preguntas que recibiría al respecto y no estaba preparada para ello. Al cabo de un rato que le pareció eterno, Minho asomó una mano por la rejilla de la puerta y le tendió una de las toallas color caoba que había encontrado. La chica le buscó los ojos, alterada.
— Gracias...
— No hay de qué.
— Y... —se mordió el labio—. No has visto nada más de allí, ¿no?
Una sombra le cruzó el rostro al híbrido, tan breve y tan rápida que Lis creyó que se lo había imaginado. Lo vio dudar, hasta que por fin se puso las manos en los bolsillos y sonrió con sorna.
— Demasiadas toallas. —fue lo único que dijo antes de marcharse.
La joven se arropó en la toalla (aunque ahora le era bastante inútil, puesto que casi estaba seca), y suspiró aliviada. No se había fijado, menos mal. Había estado a punto de poner en el ojo de la tormenta su tapadera.
Minho los había visto, por supuesto. No era tan tonto como para no reparar en las cajitas blancas con prospecto de farmacia. Al principio frunció el ceño, confuso. ¿Por qué tendría una humana esas pastillas? Creyó que sería como con los preservativos: Siempre había que tener uno en la billetera por si el otro se los olvidaba, pero descartó esa opción. Solo llevaba un día en aquella casa y no podía hacer asunciones de una persona que no conocía.
Le echó un vistazo a la habitación de Jisung, donde, por el momento, dormía entre los brazos de Hyunjin. Este levantó la cabeza un segundo y asintió, viendo en él una maraña de cabello húmedo y labios al rojo vivo.
— ¿Cuándo paró? —susurró, no queriendo despertarlo.
— Hace unos cinco minutos. —le contestó el chico con voz ronca. Estaba empezando a cansarse, su pecho subía y bajaba rápidamente. Hasta el más insaciable tiene que descansar de un poco—. En última instancia quería verte.
Minho asintió.
— Después de desayunar le traeré algo y me quedaré con él. Así podrás parar unas horas.
— Gracias.
Cerró la puerta y siguió su camino. El tema de las pastillas seguía manteniendo su mente ocupada. Iba a descubrir el por qué. No solía ser un cotilla, pero últimamente estaba muy aburrido. Y eso era peligroso para todos. Cuando estaba así necesitaba estímulos externos, ya fuera encontrándolos en el cuerpo de los demás miembros, o resolviendo enigmas.
Y por fin había encontrado uno que valía la pena investigar. Solo esperaba que no le decepcionara el resultado. ¿Sabría Seungmin, su amigo de la infancia, lo que ocurría?
Cuando Lis bajó con el pelo mojado y la camisa blanca de cuello alto, ya había movimiento en el comedor. Minho terminaba de hacer el desayuno de algunos miembros, mientras que Felix y I.N comían cereales charlando animadamente. Changbin tenía un plátano en la mano y el mando a distancia de la televisión en la otra haciendo zapping, distraído.
Seungmin terminaba un bol de arroz que debería haber sido el acompañamiento de lo que fuera que estuviera cocinando el segundo mayor, pero no había tenido la paciencia necesaria para esperar.
El estómago de la muchacha gruñó como el motor de un coche, llamando la atención de los presentes. En cuanto la vio, Seungmin se acercó a ella y Felix lo secundó con una sonrisa plasmada en la cara que le iluminó las cientos de pecas esparcidas por sus mejillas como estrellas.
— ¿Has dormido bien? —quiso saber el primero.
— No había mucho polvo, ¿verdad? —preguntó el segundo—. Lo limpiamos todo el día anterior.
— Qué va, todo es perfecto, muchas gracias. La habitación es genial, el cochón es cómodo y me encanta la vista desde la ventana. —miró a todas partes, no encontrando al que faltaba—. ¿Y Chris?
— Viene ahora. —dijo I.N con la boca llena de cereales—. Está con Jung Han recogiendo los papeles del contrato.
Como si los hubieran invocado, la puerta de la calle se abrió y de él emergió un Chan con gorra negra y el que hasta ahora había sido su mánager, los dos charlando animadamente. Llevaba una camisa blanca que le hacía parecer incluso más ancho de hombros de lo que era. En cuanto los vio reunidos en el comedor, sonrió.
— Genial. Esto facilita las cosas. Lis, ¿puedes venir un segundo con nosotros a mi despacho? Vamos a empezar con el contrato. —dijo, animado.
— Creía que quien se encargaba de estos asuntos era el propio PD-nim. —lo miró, confusa, refiriéndose a Park Jin Young.
— Por lo general, sí. Pero ahora mismo está atendiendo unos premios en Busán, así que me ha delegado el trabajo. Te aseguro de que esto es completamente legal y los papeles irán a su oficina en cuanto vuelva. —levantó el contrato al aire.
Los tres ingresaron en el pequeño despacho, se sentaron en las sillas y Lis tuvo todo el tiempo del mundo para leer con atención cada cláusula. Pasando por alto la suma de dinero que iba a recibir —eran 25.000.000 wons en vez de 20.000.000 y casi le da un infarto—, reparó en una específica.
"...no tendrá la obligación de participar en las actividades de apareamiento, así como la persona contratada no podrá obligar a nadie a aceptarla en dichas actividades."
Lis enrojeció recordando lo que había pasado la noche anterior. No es que nadie la hubiera forzado a besar a Hyunjin, pero... No, no iba a comentarlo. Estaba fuera de lugar. Se mordió el labio y firmó. Al terminar, Jung Han lo metió en una carpeta que tenía bajo el brazo y se pusieron en pie.
— Bien, ya está todo. —una vez de vuelta al salón y encarándose a la puerta, el ex mánager parecía reacio a despedirse de ellos. Chan le dio un apretón de manos al más estilo occidental, que derivó en un abrazo de oso. El aroma de ambos hombres se entremezclaba en una profunda emoción de tristeza, junto a la de los demás. Sin embargo, Lis no dijo nada.
Se sentía una extraña en una manada que no era la suya y que no creía que nunca lo fuera. Tras la marcha del mayor, algunos ojos se volvieron hacia ella. Minho ya no estaba. En su lugar, más apartado del grupo había la última persona que se esperaba encontrar. Hyunjin, tomándose un zumito de naranja con la mirada perdida, el pelo mojado y las mejillas rojas.
En el momento en que sus ojos se encontraron, el chico desvió la vista, incómodo. Oh, sí. Recordaba demasiado bien lo que había hecho.
Y lo peor de es que, ahora que la había visto, sabía que lo volvería a hacer sin dudar.
Horarios, vuelos, contactos, números de teléfono, Excel... Ser mánager era peor que ser secretaria de Samsung.
Los chicos tenían concierto y no regresarían hasta dentro de cuatro días al tratarse de Japón. Jisung y Hyunjin habían detenido las actividades durante un tiempo, uno para recuperarse y el otro para cuidar del celo del primero. Con un poco de suerte, a la vuelta estaría ya recuperado y haciendo vida normal.
Lis se encontraba en su cuarto con la cabeza metida entre varias libretas, el portátil abierto con una tabla de números y letras y el cerebro frito. Vestía una sudadera ancha de color vino, así como un recogido alto y enredado.
— No sé por qué no me muero ya. —gimió, cansada. Eran las doce de la noche.
Hacer que coincidieran los horarios de actividades de ocho personas era un trabajo casi suicida. En varias ocasiones había tenido que llamar al ex mánager, presa del pánico, sin mucha idea de cómo narices reservar cuatro habitaciones en el hotel más lujoso de Seúl, ni de qué manera pedir un coche con las lunas tintadas a fin de entrar en el garaje de la MCountdown en unas semanas.
Por no hablar de que, una vez volvieran tenían que hablar de los planes de comeback, y eso comportaba la realización de un nuevo horario de ensayos, las interminables comidas que debía solicitar horas antes de que los chicos subieran a escenario, organizar el equipo de maquillaje y el de estilismo y, no nos olvidemos de los más importante, pillar los vuelos de los miembros que iban a ir a París en primavera poco después.
Dio un cabezazo contra el teclado. Solo llevaba siete horas frente a la pantalla, aunque siete horas sin hacer otra cosa. Como era novata, Chan había procurado encargarse de las actividades de Japón.
Suspiró, poniéndose en pie. Era hora de al menos, cenar.
La nevera estaba llena a reventar; no le fue complicado encontrar algo que echarse a la boca. Minho no había dicho directamente que le había hecho bibimbap el día anterior y que lo había dejado en la nevera por si tenía hambre, sino que la cosa había ido algo así como: "Nos hemos olvidado una porción de bibimbap en la primera bandeja del frigorífico. Cuando regresemos estará malo. Haz lo que quieras con él, pero limpia la fiambrera después."
Llevaba un par de días allí y ya entendía más o menos cómo eran los chicos bajo su cuidado. Minho pretendía que nada ni nadie le importaba, aunque en realidad siempre tenía un ojo puesto en las necesidades de los demás. Bangchan era algo parecido, pero por activo y por pasivo se preocupaba de todo el mundo más que de sí mismo.
Felix era un sol. Antes de irse le dijo que si necesitaba algo tenía la tarjeta negra de la empresa y le proporcionó todos los teléfonos del grupo. Changbin alegraba la estancia solo con su presencia, y se sentía a salvo con él siempre que aparecía por alguna esquina. I.N fue el primero en despertarse. Pese a que había cierta distancia entre los dos se sentó en el sofá junto a ella e intentó iniciar una conversación que, curiosamente, fue mejor de lo que esperaba.
Y eso que, a los coreanos, charlar sin un motivo no es que les apasionara, pero recibió sus intentos como una manera de acercarse más a su nueva mánager y aprender de su cultura. Lis no tenía ni idea de lo que le estaba por venir con él.
Seungmin... Seungmin despertaba en su pecho todas las emociones contenidas en su interior que con tanto ahínco había querido suprimir. Por una parte fue agradable tenerlo de vuelta, rememorar los días pasados en el balcón y dormir con él... Pero hasta ahí. Varios años después, eran dos extraños con la nostalgia de los recuerdos bailando en sus corazones.
Sin contar que tenía siete maravillosos compañeros, amigos y parejas a la vez. Una manada cerrada en el que no tendría cabida más que para ser una miembro platónica. Lis resopló contra la cucharada de bibimbap caliente que seguía sosteniendo delante de sus narices.
No tenía que afectarle así. Apenas los conocía de dos días.
Antes de lograr meterse la cucharada en la boca, la puerta de la cocina se abrió y Lis dio un respingo. Hyunjin entró a paso lento y se detuvo al verla sentada en la mesa. Como siempre pasa en estas situaciones, el silencio se cernió sobre sus cabezas, y el arroz se resbaló de la cuchara, acabando en la mesa.
Esta vez, Hyunjin iba vestido, más o menos. Tenía el pelo mojado, con una toalla rodeándole el cuello y la camisa blanca tres tallas más grande que él pegada a su abdomen por encima de los pantalones holgados.
De pronto, el chico soltó un sonido parecido a una risa por lo bajo, cortando así el contacto visual. Se giró, abrió la nevera y agarró una botella de agua. Estaba sediento. Lis por su parte no sabía qué decir, era una situación bochornosa. Le sobresaltó el sonido de la silla siendo apartada con un crujido metálico nada agradable. Reparó en cómo Hyunjin se desplomaba en la silla perezosamente, en la parte de la izquierda de la mesa, cerca de ella.
Tiró la cabeza hacia atrás y tragó saliva, exponiendo su cuello. Dios, era condenadamente atractivo, demasiado incluso para ser real. ¿Se trataba de un personaje anime y no se había dado cuenta? Cuando volvió a mirarlo a los ojos, vio que este también la observaba con una sonrisa cansada.
— ¿Qué? ¿Disfrutando de las vistas? —dijo con la voz ronca.
Ah, y al parecer estaba bastante pagado de sí mismo.
— Si hubiera algo que ver te diría que sí. —mintió, roja como un tomate.
En vez de enfadarse Hyunjin soltó una risotada, rompiendo la fachada de tipo duro y sexy. A decir verdad, tenía una sonrisa preciosa. Su aroma le transmitía una sensación de calma absoluta.
— Esa ha sido buena, te lo admito. —puso la barbilla contra la mesa y cerró los ojos—. Estoy cansado, jefa.
— No... No soy tu jefa. —el sonrojo se hizo más profundo, uno del que Hyunjin por supuesto, se había percatado.
— ¿Qué serás entonces? Déjame pensar. —se inclinó, juguetón. El olor a sal marina y chocolate se le metió en el paladar y contuvo un jadeo cuando su loba comenzó a despertarse—. ¿Líder? ¿Luna? ¿Reina? ¿Princesa? —arrastró la última palabra, degustándola en el paladar. Sí, esa era la adecuada. Ya que Seungmin parecía tenerla en tan alta estima, se merecía un buen nominativo.
Lis negó con la cabeza y fue a abrir la nevera.
— ¿Has comido? —preguntó al chico.
Hyunjin negó, aceptando el hecho de que lo había ignorado. Sin embargo, ya no había vuelta atrás: El sobrenombre estaba escogido.
— Solo agua. —añadió.
— ¿Qué te apetece? No soy demasiado habilidosa en la cocina, pero algo puedo hacer. He visto carne en el congelador y conozco un plato de mi tierra que puede que os guste.
— "¿Os?" —puntualizó.
Lis lo miró.
— A ti y a Han. Me imagino que estará hambriento. El sexo llena, pero no de la manera que el cuerpo necesita. —empezó a sacar cosas y a prepararlas.
— Pero, ¿no te caigo mal?
Ahora sí que la había dejado clavada en el sitio.
— ¿Qué? ¿Por qué tendrías que caerme mal?
— Ayer noche. El beso. Lo recuerdo todo, aunque es como ver a través de un televisor. Estaba, pero no estaba consciente. —Se le veía afectado de verdad. Supongo que ni él mismo había querido hacerlo. Dejando el tema del híbrido desencadenado a parte... ¿quién en su sano juicio querría besarla?
— Ah, eso. —siguió con su tarea con la cabeza gacha—. No fue nada, tranquilo. No te lo tengo en cuenta. Fue el momento equivocado y la persona equivocada. Si Seungmin hubiera venido unos segundos antes que yo, seguramente tú...
— Habría escogido besarte antes a ti que a él. —se sinceró, para sorpresa de la muchacha—. ¿Sabes? Desde que te vi, supe que había algo... Algo diferente. No es el simple hecho de que seas humana. No, hay algo más.
Lis se tensó. A pesar de sus esfuerzos por ocultar su naturaleza, ¿seguía siendo sencillo descubrirla? ¿Qué le fallaba?
— No hay nada de genial. Solo soy, MUY humana.
— Puede que sea eso, en realidad. —continuó Hyunjin, moviendo la botella de una mano a otra—. Puede que tu humanidad sea lo que me atraiga. Soy casi como tú.
— ¿Cómo yo?
Hyunjin inclinó la cabeza y se relamió los labios, pensando. ¿Podía dejar de hacer eso, por favor? Lo único en lo que podía pensar era en mordérselos.
— Eres nuestra mánager y creo que mereces saberlo. —inspiró profundamente antes de soltarlo—. Soy un omega sin órganos femeninos.
— ¿Perdón? ¿Te importaría repetir eso? —la cara de Lis era de estupefacción. ¿Un omega sin genitales femeninos ocultos? ¿Eso no lo convertía en beta o en alfa? No obstante, Hyunjin le dio la respuesta que no esperaba.
— Nací omega, sí, pero con un defecto genético. Impide que pueda engendrar... Y, por mi experiencia con los chicos, también de encintar a nadie. Soy estéril, a efectos prácticos. ¿A que es útil para ayudar en el celo de los demás? —sonrió, fingiendo un orgullo que no le llegó a los ojos.
— Y aun así tienes celo, ¿no? Los demás me han hablado de tus... fuertes instintos. —carraspeó, incómoda.
— Sí, pero estoy relegado a segundo plano, por detrás de cualquier otro. —bajó la cabeza y cuando la volvió a subir juraría que tenía los ojos llorosos—. Incluso por detrás de ti. La empresa me tiene en el punto de mira desde que lo saben. Un movimiento en falso, un escándalo de más y estoy fuera de la manada si así lo quiere Park Jin Young.
Tras esas palabras, Lis siguió removiendo la comida con gesto serio. Hyunjin parpadeó un par de veces antes de decir, ansioso:
— ¿En qué piensas?
La chica suspiró, tranquila. Ahora entendía el trabajo de un mánager. No era únicamente concertar citas y comprar vuelos. Se trataba de proteger a esas personitas que, de una forma u otra, se estaban colando por un resquicio de su corazón. Empezando por el chico rubio que con el que compartía la cocina en esos momentos.
— En que no vas irte a ninguna parte. —le contestó, segura—. No mientras yo esté aquí. Abre la boca, a ver qué te parece. —sostuvo la cuchara de madera y sopló un par de veces antes de tendérsela.
Hyunjin, sorprendido más por las palabras de su nueva mánager que de la comida, no dejó de taladrarla con la mirada hasta tragárselo todo. Un sentimiento cálido se le había alojado en el pecho. Se sentía protegido una vez más.
Puede que la humana que tenía delante no fuera de su manada, pero sabía con certeza que, si hubiera nacido híbrida, la cortejaría hasta que aceptara ser la novena miembro de Stray Kids.
Sin bailar y esas cosas de famosos, por supuesto.
TAGLIST: @hwangrfrnd
© LUNEARTA, 2024. 𝘕𝘰 𝘦𝘴𝘵á 𝘱𝘦𝘳𝘮𝘪𝘵𝘪𝘥𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘱𝘪𝘢 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭 𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘥𝘦 𝘤𝘶𝘢𝘭𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘣𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘯𝘪𝘯𝘨𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘭𝘢𝘵𝘢𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢.
#hyunjin#lee felix#lee yongbok#skz stay#skz x reader#skz x oc#skz#skz fic#skz fanfic#skz fluff#skz felix#stray kids#changbin#lee know#han jisung#seungmin#bangchan smut#bang chan#skz ot8#stray kids omegaverse#omegaverse#omegaverse au#abo
17 notes
·
View notes
Text
"Déjame cuidar de ti, amor"
Hello amixes! Este es mi pequeño aporte (de 600 palabras más o menos) para el reto que de mi amada Cali @the-californicationist. Hace mucho tiempo que no escribo ficción, o algo que no sea de trabajo, así que puedo estar un poco oxidada.
Aproveché que me he sentido muy estresada y solo quiero que uno de los chicos de COD me cuide. ¡Espero que les guste! Va con mucho amor.
_________________
Era un viernes por la noche cuando llegaste del trabajo, tu cabello húmedo y la ropa goteando porque ¡sorpresa! Comenzó a llover, no habías llevado un paraguas y tuviste que correr por todo el estacionamiento, usando unos lindos pero incómodos zapatos de tacón. Tu semblante era tan feroz como el clima, un ceño fruncido que provocaría un dolor de cabeza más tarde y los labios torcidos en una mueca que no aflojó al oler esa rica loción después del afeitado que tu hombre usaba, las notas de un perfume ahumado embriagaron tus sentidos y condujeron tus pasos hacia el pequeño balcón, donde podías atisbar la poderosa fisionomía del susodicho.
Cuando escuchó el golpeteo de los pies en el suelo de madera pulida se volteó, dejando caer el vaso sobre la mesa de cristal y atrayendo toda su atención. Sus ojos, tan profundos e intensos, bebían el contorno de tu figura mientras te quitabas la ropa mojada, dejándola en el suelo sin importarte que parecieras desesperada.
— ¿Algo que te esté molestando, amor? —preguntó, alisando su regazo y tendiéndote la mano para que pudieras sentarse a horcajadas sobre él.
Suspiraste, dejándote caer sobre su cuerpo robusto y cálido, presionando tu rostro en la deliciosa curva de su cuello. Llevaste las manos a su pecho descubierto por la camisa blanca desabrochada, acariciando los pectorales cubierto de vellos que escondían tiernas pecas y cicatrices tenebrosas por toda su piel tostada luego de haber combatido en numerosas guerras.
—Es esa perra en el trabajo de nuevo, no deja de molestar y mis jefes no hacen nada para detenerla —murmuraste, subiendo los delicados dedos para acariciar el contorno de su mandíbula fuerte.
—Amor, solo tienes que decir la palabra y está hecho. No tienes que seguir trabajando cuando soy más que capaz de cuidar de ti y darte todo lo que necesitas —contestó el mayor, su mano izquierda amasando la carne desnuda de sus muslos, mientras que la otra sujetaba tu cuello y te instaba a mantener el contacto visual.
Como un depredador que acecha a su presa, se inclinó y a su vez te acercó por el agarre en tu cuello, para delinear tus labios con su traviesa lengua antes de devorarte en un beso que inició un incendio forestal desde tu pecho hasta tu vientre. La boca del hombre te bebía como el líquido que yacía olvidado a su lado, mordiendo los labios, chupando sensualmente la lengua y comiéndote con abandono, consumido por la pasión reprimida entre tu estresante trabajo y la pila de informes que le esperaba después de cada despliegue.
—No quiero ser una carga para ti… —afirmaste entre besos, enterrando las uñas en su pecho y acariciando la piel lastimada por la fuerza con la que te sujetabas.
Para ese momento, sus manos callosas y experimentadas dirigían los movimientos de tu cuerpo en su regazo, permitiéndote sentir la fuerza de su virilidad que se presionaba deliciosamente contra tu clítoris vestido. La ropa interior húmeda se pegaba a ese lugar que ardía de deseo por tu hombre, que estaba muy ocupado en convencerte para que fueras una buena ama de casa para él y dejarás de sufrir tanto a manos de un trabajo donde no te valoraban.
—Dame la oportunidad y te daré el mundo eterno, amor.
Sus palabras se escucharon como un ronroneo seductor para tus oídos, acompañado de sus manos tirando de las pocas prendas que tenías para desnudarte a sus ojos y hacerte suya nuevamente, esta vez para siempre, mientras planeaba un futuro donde estuvieras llena con sus bebés regordetes y lo esperaras con los brazos abiertos al retirarse.
45 notes
·
View notes
Text
﹙ 𝐷𝐼𝐴𝑅𝐼𝑂: 𝐾𝐼𝐸𝑅𝐴𝑁 𝑉𝐴𝐿𝐸𝑁𝑇𝐼𝑁𝐸 ﹚𝄒ㅤ ㅤⓘㅤ 🪽
Diario de Kieran Valentine [CGN14] en un 2-PACK exclusivo de la San Diego Comic-Con (SDCC) lanzado en 2015. Hasta abajo podrás encontrar la versión gráfica.
TAGS: Diario, Kieran Valentine, Spelldon Cauldronello, Djinni 'Whisp' Grant, Monster High.
CR: Mattel.
La traducción fue hecha por mí, NO ES OFICIAL. ♱⎯⎯ 𝑀𝐴𝑆𝑇𝐸𝑅𝐼𝐿𝑆𝑇𝑆 𝑀𝐻: 𝐺𝐸𝑁𝐸𝑅𝐴𝐿 | 𝐷𝐼𝐴𝑅𝐼𝑂𝑆 | 𝐶𝑂́𝑀𝐼𝐶𝑆
1 de Mayo Cuando salí de Monster High después de la fiesta de cumpleaños de Draculaura por sus dulces 1,600, estaba enojado, humillado y apestoso por caer en ese caldero del eterno olor corporal. Apestaba tan mal, Mamá ni siquiera dejó que me quedara en casa: Tuve que dormir en la habitación para invitados arriba del garage. Ahora que lo pienso, probablemente fue la mejor cosa que me pudo haber pasado. Mis considerables y encantadores poderes no hacían competencia al hedor que me rodeaba. Mis poderes se debilitaron lentamente al ser privado de lo que los alimentaba: el amor que tomé egoístamente de las personas. Estaba en una prisión olorosa y salía raras veces del garage — pero eso me permitió recapacitar seriamente, y me di cuenta de que no estaba siendo honesto conmigo mismo. Después un día alguien llamó a mi puerta, la abrí para ver a una señora goblin un poco vieja con un bastón mirándome a través de unas gruesas gafas. “Soy la Sra. Goblin, pero puedes llamarme “Sra. Goblin.” Soy amiga de tu madre.” Dijo ella, “necesitas salir de esa habitación, y yo necesito algo de ayuda, así que vámonos.” Se dio la vuelta y se alejó, y, sin nada más que perder, la seguí. Resultó ser que ella era dueña de un refugio para creaturas-no-deseadas y no podía limpiar, alimentar y hacer mantenimiento diario por sí misma. También resultó ser que no tenia sentido del olfato. “Lo perdí por allá del ‘72,” me dijo. La Sra. G. me enseñó rápidamente las rutinas diarias y me dio un tour. “Puedes empezar hoy,” dijo mientras me entregaba un trapeador y una cubeta. Es difícil de creer que accedí, pero no tenia otras opciones. El refugio era hogar de una inusual colección de creaturas exóticas: gremlins, monos voladores, dragones de regazo, mantícoras miniatura, y muchas otras que fueron acogidas porque estaban extraviadas o habían sido devueltas por monstruos que no las querían. Aunque fue un trabajo duro, y no siempre fue agradable, empecé a agarrarle cierto gusto. De hecho, me sentía con más energía al terminar el día que cuando lo empezaba. Sentí que mis poderes regresaban y cada día me volvía mas fuerte. Eventualmente, se lo mencioné a la Sra. Goblin quien se rió disimuladamente “Ustedes los vampiros emocionales nunca lo entenderán — el amor que es robado no tiene calorías. No te voy a mantener por siempre.” Ella sabía que aún no lo entendía. “El amor que es entregado libremente es la fuente más poderosa de energía en el universo monstruoso. Vienes hasta aquí todos los días, cuidas de estas creaturas, eres gentil con ellas, y la única cosa que tienen para ofrecerte es su amor — y créeme, tienen mucho para dar”. No podía creer lo que me estaba diciendo. Seguramente estuve ahí parado como estúpido porque dijo, “Cierra tu boca antes de que se te metan las moscas y ve a limpiar la jaula del mono volador. Está arrojando cosas otra vez”. Me sentía aturdido. ¿Por qué nadie me había explicado eso? En vez de obsesionarme con el pasado, estaba feliz de que finalmente lo supiera.
3 de Mayo Reconozco que lo hice —robar amor— porque pensaba que eso es lo que se supone que un vampiro emocional hacía. Pero nunca se sintió correcto. Pensé que si lo seguía haciendo, después de un tiempo se sentiría bien. Pero sólo me enojaba y frustraba. Cuando Draculaura me llamó —bueno, Toralei, en realidad— pensé que si podía recuperar ese corazón que se me había escapado, cambiaría y todo estaría bien. Pero sólo estaba siendo un dolor en el colmillo para todos y me estaba humillando. Así que llegué a una conclusión: ser yo mismo debe ser más fácil que no ser yo mismo, ¿no? En ese entonces, odiaba la idea de quién era en realidad y ese conflicto interno me hizo convertirme en alguien que no era yo. Es hora de ser mi yo real, pero es aterrador.
1 de Julio Hoy era mi primer aniversario en el refugio. Al salir del garage, corrí hacía Mamá. Ella me olió. “Ya no apestas”. Era verdad — el hedor se había ido. Le di un abrazo a Mamá y le dije que seguramente se debía a lo que había aprendido al trabajar con la Sra. Goblin. Le agradecí a Mamá por decirle que necesitaba ayuda. Mamá me miró extrañada, “¿De qué estás hablando? No conozco a ninguna Sra. Goblin.” ¿Qué? Corrí hacía el refugio y cuando llegué ahí estaba tapiada y vacía. ¿Cómo? Me metí por una ventana rota. Una capa gruesa de polvo cubría todo y se veía como si nadie hubiese estado ahí en años. Después noté un pedazo de papel en la mesa donde la Sra. G. solía sentarse a tomar el té. Era una nota dirigida hacía mí: V, No hay nada más que pueda enseñarte. El resto llegará a ti cuando pongas en práctica lo que has aprendido. Eres amado por quién y lo que eres. Atentamente, “Sra. Goblin” P. D. Haz lo correcto o volveré y te haré limpiar jaulas de monos voladores otra vez.
2 de Julio Decidí que intentaría hacer “lo correcto” volviendo a MH y tratar de recompensar mis errores. Pensé que si me ocultaba en las sombras y ayudaba a las parejas de MH, ya sabes, ser un Cupido para el desastre amoroso que había ocasionado, podría hacer la diferencia y ellos verían que era un monstruo cambiado. Bueno, mis intenciones eran buenas, pero las cosas no salieron como lo planeé. Mas o menos, no, sí eché las cosas a perder. Afortunadamente, las cosas terminaron bien al final, creo, sólo que no como yo esperaba. No creo que Draculaura o sus amigas vayan a confiar realmente en mí nunca. Y aunque espero que algún día puedan ver que ya cambié, sé que tomará tiempo, también. Supongo que no puedo pretender que me perdonen de inmediato. Afortunadamente algo bueno salió de todo esto. Mientras intentaba esconderme en las sombras me topé con un estudiante que no reconocí. Me dijo que se llamaba Spelldon Cauldronello, que sólo llevaba un par de semanas en MH porque había estado de viaje con su hermana mayor. Conocerlo dejó mi mente flotando por el espacio y olvidé totalmente enviar un texto que se suponía iba a ayudar a Clawd. Peguntó si iba a MH y le dije que sólo estaba de visita, pero que me encantaría ir a MH algún día si podía. Dijo que me mantendría al tanto de los gruñidos que había en los pasillos si quería, así que le di mi número. Al menos no todo el viaje se sintió como una estaca. Pero me gustaría saber cómo compensar a Draculaura y sus amigos. Ahora sé que los verdaderos amigos se ayudan mutuamente con sus problemas, no intentan resolverlos por ellos.
7 de Julio Hoy tuve la tentación de quedarme en mi habitación y darme el día para estar monstruosamente melancólico, pero, en lugar e eso, salí a pasear sin rumbo hasta que me encontré sentado en la playa viendo cómo se ponía el Sol. Fue entonces cuando noté algo inusual parcialmente enterrado en la arena. Lo saqué y descubrí que era una lámpara cubierta de algas. Lo quité... ¡y me llevé el susto de mi no-vida! La lámpara empezó a vibrar y brillar, como si algo dentro de ella se hubiera despertado y estuviese intentando salir de ahí. La dejé caer como si estuviera caliente y retrocedí mientras salía humo de ella. Cuando el humo se disipó, había una ghoul flotando sobre mí. "Soy la genia de la lámpara. ¿Cuál es tu deseo?"
10 de Julio El nombre de la genio es Whisp y tenemos algo en común: la dirección de nuestras no-vidas cambiaron debido a Monster High. Compartimos nuestras historias y problemas; ninguno de nosotros ha tomado las mejores decisiones, pero ambos queremos ser mejores monstruos. Hablamos tanto que Whisp tuvo que recordarme que tenía tres deseos. Le pregunté qué debía desear y ella dijo "No puedo decirte qué desear, así como tampoco puedo decirte qué no desear, pero puedo decirte que seas cuidadoso con lo que deseas". Me reí y le dije que eso sonaba siniestro. Ella no le vio la gracia a su afirmación. "Los deseos son cosas delicadas", respondió, "a menudo tienen mente propia y no siempre se hacen realidad se espera." Me quedé pensando un momento y deseé poder volver a Monster High y arreglar las cosas que había roto. Whisp se elevó en el aire, con los ojos brillantes, y dijo: "Como desees". Al instante, estaba de vuelta en la fiesta de los dulces 1,600 de Draculaura, solo que vestido como un técnico reparador: con cinturón de herramientas y todo. La directora Buenasangre estaba delante de mí con las manos en la cadera. "¡Tienes que reparar la barrera que rodea el caldero del eterno olor corporal antes de que otro monstruo caiga en él!" Esto no era lo que yo entendía por "reparar lo que había roto", y de ninguna manera iba a acercarme de nuevo a ese caldero. Fue entonces cuando los otros estudiantes me vieron. Un minotauro muy grande me señaló con el dedo: "¡Ahí está otra vez! Tíralo de nuevo a la fosa." Deseé salir de MH y volver a mi habitación justo a tiempo para evitar otro chapuzón. Dos deseos menos, queda uno.
12 de Julio Whisp se ha disculpado mucho, pero no tenía porqué. Deseé algo tan general que podría habérmelo concedido de muchas maneras. Lo que realmente deseaba era tener la oportunidad de hacer algo desinteresando por los monstruos a los que lastimaba: dar en lugar de no tomar. Cuando empecé a trabajar para la Sra. G., a veces deseaba que otra persona hiciera las cosas sucias para poder simplemente jugar con las criaturas. Ahora sé que sólo deseaba que fuera fácil. Cada vez que estaba en medio de algo particularmente repugnante, la Sra. G. se carcajeaba, "A veces el trabajo apesta, ¿no es cierto?" Las primeras veces que lo decía, quise abandonar todo e irme a casa. Pero lo aguanté y, aunque todavía me queda mucho camino por recorrer, soy un mejor monstruo por ello. No-vivir requiere mucho esfuerzo y creo que algunos problemas no se resuelven tan sólo deseándolo. Hablando de deseos, tengo que pensar en algo que no sea ambiguo para el último...
1 de Agosto Invoqué a Whisp para que me conceda mi último deseo. Admito que lo pospuse porque estaba siendo egoísta. Nunca he tenido una amiga como ella y, una vez concedido mi último deseo, la lámpara cambiará de lugar y probablemente no vuelva a verla nunca. Pensé en liberarla de la lámpara, pero no creo que ella quiera eso: le encanta ser una genia, aparecer en lugares nuevos y conceder deseos. Pero sé que a veces se siente sola, así que este fue mi deseo: "Whisp, deseo que podamos ser amigos por siempre." Whisp se levantó y sus ojos brillaron: "¡Como desees!" Pude verla sonreír mientras se convertía en humo y volvía a la lámpara, que salió disparada y desapareció. Por un segundo pensé que mi deseo no se había cumplido, pero entonces mi iCoffin se iluminó y vi un nuevo icono de aplicación que parecía un pequeño espejo. Lo toqué y ¡ahí estaba Whisp! Ahora, no importa en qué parte del universo monstruoso se encuentre, ¡podremos hablarnos sin importar qué! "Sí, mamá, estoy hablando yo solo aquí abajo."
SOBRE MÍ Nombre: Kieran Valentine Edad: 1602 Padres Monstruos: Vampiros emocionales Estilo matador: Nunca sé cuándo un día normal puede convertirse en uno extraordinario, así que, para que no me sorprendan mal vestido, nunca salgo del ataúd con nada menos que mi mejor traje. Entiendo que muchos piensen que es exagerado, pero prefiero tenerlo y no necesitarlo a necesitarlo y no tenerlo. Monstruosa Imperfección: En el pasado solía buscar el amor en los lugares equivocados y era un poco... okay, muy... egoísta. En el futuro, dedicaré mi vida a corregir todos los errores que cometí en el pasado. Mascota: Era demasiado egoísta para tener una mascota, pero ahora entiendo que dan tanto amor incondicional que me estoy replanteando tener una. Estoy abierto a cualquier tipo de mascota excepto monos voladores. No quiero hablar de eso. Actividad Favorita: Antes era robar amor, pero ahora es encontrar el amor verdadero y ayudar a otros monstruos a hacer lo mismo. Espantoso Fastidio: No los culpo, pero quisiera que la gente no pensara lo peor de mí. Clase favorita: Muerdología — me gustaría ser veterinario algún día. Clase Menos Favorita: Edu. Física — la vestimenta es demasiado informal y el sudor aplasta mis volantes. Color Favorito: Granate Comida Favorita: Pastel diabólico — de vez en cuando me gusta darle un capricho a mi dulce colmillo. Mejores amigos: Djinni "Whisp" Grant
ㅤ 𔘓 ﹙ 𝔓HI⎯⎯ 𝐸𝑅𝐴𝐿 ﹚ 🪦 ̸̷ׅ ׄ ㅤ “𝑚𝑒𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑚𝑜𝑟𝑖” 27 de junio de 2024
36 notes
·
View notes
Text
•|•|•|•|•|•|•|•|•|••| A D V E R T E N C I A. •|•|•|••|•|•|•|•|••||•|•|••|
contenido sensible.
• canibalismo
•ab/so sex/al
•Uso de drogas
• Muerte, suicidio, sangre.
• Situaciones difíciles.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Capitulo 1.
https://www.tumblr.com/yuzuyom/771055584661422080/a-d-v-e-r-t-e-n-c-i-a?source=share
•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|•|=|=•|•|•|•|•|•|•
Capitulo 2. Compañía.
Habían pasado dos semanas luego del pequeño incidente que ambos tuvieron. La pequeña bestia y tú comenzaron a repartir la comida de manera uniforme, a veces él se quedaba con las frutas, a veces tú optabas por la avena. No sabías cómo, pero ambos se habían acostumbrado a esta rutina. Eran como compañeros de escuela que compartían comida en el receso, solo que aquí no estaban en la escuela sino en una base militar en un planeta lejano a la tierra y no había receso, sino el más puro confinamiento y tortura.
Mordiste tu fruta saboreando el jugo de forma gustosa mientras tus ojos miraban a Diego, quien ya había comenzado a comer sin darte la espalda. Para entretenerte a veces tu mente imaginaba que era una especie de cena en una casa de ricos, solo que no había mesa, ni una mansión gigante y tampoco comida de ricos.
Esta vez habías decidido cambiar la rutina, tarareabas en bajo cualquier canción que llegara a tu cabeza, la melodía de "amor prohibido" de Selena Quintanilla se repetía una y otra vez en tus recuerdos así que tus labios la soltaban con suavidad. No querías reír, pero desde hace rato podías ver cómo la cola de Diego se movía al ritmo de lo que cantabas o al menos eso intentaba. Volviste a morder tu fruta soltando una risa divertida cuando su cola volvió a golpear el suelo al mismo ritmo y por consiguiente las orejas de la criatura se movieron en tu dirección. Asentiste con la cabeza cuando sus ojos se encontraron con los tuyos por una pequeña fracción de segundo notando cómo su ceño se fruncía cuando sus miradas se encontraron.
Esto era lo que habían hecho a lo largo de su convivencia.
Dormían, comían y volvían a dormir.
Estabas entrenada para este tipo de situaciones. Podías pasar cientos de incomodidades y no te importaría porque las habrías pasado peores. Solo que, cagar y orinar frente a un na'vi desconocido esperando a que no te atacara fue inquietante, no deseabas morir desnuda y sonaba estúpido que en esta situación los pensamientos que te llegaban eran de ese tipo más no te quejabas pues era la única forma que lograba entretenerte en esta celda. Tu estúpida y delirante mente creaba conversaciones de las cuales solo tú eras participe.
Masticaste la fruta con cuidado deseando que su sabor se quedara por más tiempo en tus papilas gustativas o tal vez que se haga eterno en tu boca para que no te aburrieras en este maldito encierro. Después de un rato haciendo nada decidiste que tu compañero era interesante para entretenerte. Tus ojos observaron de forma atenta cómo el na'vi comía esa avena horrible, los sonidos de su boca masticando y sorbiendo llenaban el ambiente provocando que una mueca de asco apareciera en tu rostro ante lo desagradable que se escuchaba, comía de forma desesperada como si nunca fuera volver a comer en su vida. Sus manos que brillaban gracias a los puntos iridiscentes que recorrían todo su cuerpo se movían de forma erratica hundiéndose en la avena y luego yendo a su boca de manera constante. Tus iris comenzaron a inspeccionar la desnudez de la criatura frente a ti pues finalmente tus ojos se habían acostumbrado a la oscuridad de la celda. Notaste la sombra de su larga trenza, la figura de su cuerpo se movía conforme se alimentaba. Los puntos blancos bailaban junto con su cuerpo y era lo único que podías ver por la nula luz de la celda.
De repente los sonidos que el na'vi había estado creando al comer se detuvieron. El silencio llenó el lugar y podías ver como aquellos ojos brillantes miraban fijamente la puerta metálica de la celda, lo cual te hizo ponerte alerta. Tu mirada fue hacia la puerta en segundos, los cerrojos comenzaron a hacer sonidos dejando en claro que la puerta estaría abierta en unos instantes , un claro aviso para tu compañero de celda... Va a ser llevado a su hora de tortura.
Cuando la puerta se abrió las risitas del dúo estúpido invadieron el lugar sacándote de quicio en poco tiempo. Tus ojos miraron atentos cómo se acercaban al alien el cuál estaba siendo iluminado por las luces que venían del exterior, un siseó llenó el lugar y cuando Diego estaba por atacar el sonido de electrochoques volvió a llenar el lugar.
-----Enserio, esta rutina cada vez se vuelve más y más aburrida ----. Exclamó uno de ellos ---- Mark no se cansa de esta mierda.
-----Bueno, el idiota tiene un tipo de fetiche con estas cosas -----. Respondió el otro mientras arrastraban a tu compañero ----. Sabes todo lo qué hace, ¿no?
Hubo un silencio entre los dos, un silencio que te causó repelús ante las millones de ideas que llegaron a tu cabeza.
----Que asco. ---- exclamó el otro ----. Bueno, eso explicaría porqué la necesidad de mantenerlo desnudo.
El estómago se te revolvió ante las conjeturas que formaste por esas palabras.
----- Ponle el bozal, yo le pondré las esposas.
Tus ojos observaron atenta el bozal metálico que era puesto en la boca para mantener su mandíbula cerrada. Notaste las rendijas del bozal que dejaban ver su boca seguramente para que pudieran tomar pruebas de saliva o estudiar su dentadura, después tus ojos pasaron a las esposas. Un rectángulo que mantenía sus muñecas juntas y apretadas volviendo inútil ambas manos.
Era como un animal de circo, uno que estaba en exhibición solo para la satisfacción de un maldito loco.
Cuando los guardias salieron con tu compañero a rastras dejaste salir un gran suspiro para relajar tus hombros tensos. Tus ojos tranquilos comenzaron a analizar cada rincón de la celda volviendo a repasar tu plan de huída. Un plan de huída que era por completo un suicidio para ti, pero ahora mismo no tenías tiempo de repasar algo con menor riesgo, no había forma de salir ilesa de este maldito lugar y menos con tu pierna rota, agradeciste al idiota de tu compañero por aquello.
Decidiste dormir, porque hoy no sería el día en el que vas a huir de este lugar.
"Paciencia, Sam. debes ser paciente para hacerlo perfecto"
Hiciste una mueca fastidiada, intentando ignorar la voz de tu hermana y concentrarte en dormir.
En la celda rodeada de oscuridad no tenías sentido del tiempo, entonces nunca estabas segura de cuánto habías estado durmiendo o cuántos días habías estado encerrada, por eso mismo cuando la puerta volvió a hacer sonidos no estabas segura de cuánto tiempo había pasado. Te sentaste en tu esquina observando atenta todo lo que sucedía a tu alrededor dispuesta a pelear con uñas y dientes contra tu compañero ansioso por la droga. El alien fue lanzado a la celda, los guardias volvieron a encadenarlo con rapidez, como si algo hubiera salido mal y necesitaban su presencia en algún lugar. Ambos salieron rápidamente de la celda y tus oídos alcanzaron a oír que uno de ellos se había salido de control, más no le prestaste tanta atención por el claro peligro que tenías enfrente tuyo. Tus ojos miraron atentos a Diego el cual apenas se movía tirado en el suelo. Tu instinto comenzó a encenderse al notar pequeños movimientos de la criatura frente a ti, entonces un suave gruñido comenzó a extenderse por toda la celda y era obvio que provenía del alien azul.
Te hincaste en tus pies, esperando atenta a que esta enorme criatura decidiera atacarte cuando finalmente estuviera lista.
No tardó ni cinco segundos cuando él te miró rabioso, sus ojos llenos de cólera penetraron tu alma llenándote de la adrenalina que aparecía en una situación peligrosa. Él corrió hacia a ti y tú hiciste lo mismo, cuando estabas a centímetros de él pateaste su rostro usando el pie bueno causando que tu rostro se contrajera de dolor por tu pierna rota, sin embargo, no podías distraerte con eso, porque tu vida estaba en riesgo. Tus manos tomaron su cabeza y con toda la fuerza que pudiste reunir la estampaste contra el duro suelo. El na'vi que se oía errático jaló tu tobillo para hacerte golpear con fuerza el duro suelo. Rápidamente enredaste tus piernas en su brazo y con agilidad le hiciste una llave comenzando a cortarle la respiración.
El sudor bajaba por tu frente y tu respiración acelerada hacía que tu adrenalina creciera y te hiciera sentir imparable. La idea de morir y ser devorada por esta criatura te obligaba a moverte para evitar que sus deseos se hicieran realidad.
---- Escúchame bien, maldito cocainomano ----- hablaste con rabia ---- no voy a morir, no voy a permitirte matarme. Ni tú, ni esos malditos bastardos, nadie va a detenerme ¿¡Me oyes!? ¡Nadie va a matarme, pendejo de mierda!
Tu compañero estaba perdiendo la conciencia podías sentirlo en la forma que comenzaba a dejar de moverse cuando sus manos ya estaban dejando de apretar tus piernas lo dejaste ir volviendo a la esquina de la habitación mientras el sonido de su tos estruendosa intentando tomar aire con fuerza invadía el lugar. Lo oíste sisearte mientras sus ojos te miraban rabiosos. Sus pupilas totalmente dilatadas te observaban insistentes como si de esa forma lograra convencerte para acercarte a él y permitieras que te comiera. Después de unos minutos donde no hacían nada decidió darte la espalda volviendo a su propio mundo, tal vez intentando ignorar la ansiedad que lo invadía por probar más de aquel alucinógeno.
Tú cantaste victoria.
La victoria de esta maldita batalla contra un adicto la cual habías vuelto a ganar y eso no te llenó de satisfacción.
Te hundió.
Cuando abriste tus ojos te diste cuenta que Diego te estaba mirando desde su sitio. Sus hombros tensos te dejaban en claro que no estaba cómodo y esa mirada insistente te dejaba en claro que de alguna forma quería hablar, más no lo hacía.
Tus ojos lo miraron atenta deseando adentrarte en lo más profundo de su mente porque tu curiosidad era grande, deseabas tanto saber qué era lo que acongobaja a esta criatura para estar tan insistente contigo. Cerraste los ojos con fuerza intentando ignorar esa pequeña muestra de compasión que querías brindarle, una estúpida manía que tenías cuando veías a alguien sufrir con ojos inocentes.
Eso te metió en tantos problemas, esa maldita compasión que te tiende a invadir con personas que definitivamente no la necesitan.
Como con adictos.
-----No me mires así... ---- murmuraste, ganándote una mirada atenta -----. Está bien, no pasa nada. Te perdono.
Su cola se movió con calma y tú odiaste que está situación te fuera familiar. Odiaste estar confinada y que este ser fuera tu única compañía. Esto era una situación que pasaba cuando la mente era llevada al límite, la soledad y le necesidad de tu mente de mantenerte a salvo te obligaba a formar un vínculo con cualquier objeto y eso objeto para ti era el alien que tenías enfrente a pesar de que te haya intentado comer o atacado cada que tenía la oportunidad. Fue la única convivencia en dos meses, era tu única salvación para no volverte loca en medio de toda esta oscuridad y parece que él lo sabía.
Parecía que él también odiaba esta sensación donde ambos comenzaban a ser más conscientes de la presencia del otro.
Hiciste que tu cabeza golpeara la dura pared metálica centrándote en el dolor de tu nuca mientras que un suspiro abandonaba tus labios demostrando tu cansancio. Oíste a la criatura frente a ti moverse por esa estúpida cadena y aquello hizo que tus ojos volvieran a centrarse en él. El alien abrazaba su rodillas y con su ceño fruncido te miraba fijamente, tal vez cuestionándose tu extraña actitud hacia su persona.
No lo sabías, no querías meterte de lleno en eso.
Preferiste dormir y esperar a que un nuevo mes pase.
Se te hizo largo, fue eterna la espera.
La única forma de que este rato fuera pasable fue cuando ambos hacían guerra de miradas, quien parpadea primero perdía y no era por nada, pero eras espectacular en este juego. Como ahora mismo. Tus ojos estaban atentos a esa mirada amarilla la cuál no se despegaban ni un segundo de tu persona. Dejaste que tu mirada se hundiera en esos par de ojos dorados profundos ignorando de esa forma el ardor de tu córnea al no haber parpadeado por muchos segundos. Ladeaste tu cabeza hacia un lado siendo imitada por él lentamente provocando que una sonrisa divertida apareciera en tu rostro. Estabas a punto de parpadear, lo sabías porque tus ojos comenzaban a arder y poco a poco se ponían llorosos. Para tu alegría él parpadeó primero y desvió la mirada hacia la puerta.
-----¡Ja, me la pelas! ---- cantaste victoriosa sonriendo en su dirección.
Eso hasta que el ceño del na'vi se frunció.
Tus ojos miraron a la puerta de igual forma, frunciendo el ceño cuando el sonido de las cerraduras abriéndose llenó toda la habitación. Después de unos segundos desviaste tus ojos a tu compañero, Diego ya te estaba mirando de forma ansiosa cuando los soldadeos entraron. Lo oíste sisear como advertencia hacia ellos, el sonido de su cola golpeando el suelo con furia llegó a tus oídos y cuando ellos se acercaron un electrochoque recorrió todo su cuerpo. Mordiste tu labio inferior intentando guardar cualquier tipo de comentario estúpido que quisiera salir de tu bocota. Te obligaste a hacerte invisible en esta gran habitación, una acción que definitivamente no te agradaba para nada porque tú no eras así.
Tú eras de los que gritaban y obligaba a todos a que giraran a verte.
Cuando ellos salieron tú dejaste salir un pesado suspiro, estabas preparando a tu cerebro para la nueva batalla que se formaría con tu amigo adicto. Al menos esperabas que tal vez después de haberte enfrentado a él mantendría la distancia.
Estuviste en medio del silencio de la celda intentando brindar calma a tu ansioso corazón. Podías sentir la adrenalina recorrer cada centímetro de tu cuerpo debido a la expectativa de los sucesos que podrían ocurrir cuando Diego llegara, la necesidad de pelear comenzaba a abrumar cada rincón de tu mente provocando un cosquilleo en tus manos que no podías ignorar. Soltaste un suspiro golpeando tu desgastada bota contra el suelo ansiosa a la llegada. Tus manos comenzaron a jugar con el pequeño hilo que sobresalía de tu pantalón militar intentando entretenerte de cualquier forma.
"Paciencia, Sam"
Resoplaste fastidiada ante la misma frase, ya harta de la voz chillona de tu cabeza. Te diste media vuelta dispuesta a dormir y dejar que todo pase para ignorar el aburrimiento. Después de ir yendo y viniendo al mundo de los sueños y aguantar horas con la incertidumbre los cerrojos de la gran puerta comenzaron a hacer acto de presencia. Las botas pesadas de los que fueron tus compañeros invadieron cada rincón de la habitación. Observaste en un silencio sepulcral cómo ellos lanzaban a Diego al suelo, los soldados volvieron a poner el collar en su cuello, sus dedos colocaron el código en el panel y finalmente se alejaron de ahí sin decir nada interesante.
Observaste atenta cada movimiento de tu dopado amigo lista para pelear. A pesar de toda la oscuridad lograste notar cómo su cola comenzaba a moverse con lentitud conforme los segundos pasaban, los dedos de sus pies comenzaban a tener pequeños tic representando la ansiedad que su cuerpo estaba sufriendo. Finalmente sus ojos amarillos te miraron fijamente, sus pupilas dilatadas te hicieron ponerte alerta, dispuesta a patear su maldito trasero si Diego volvía a acercarse.
Más no sucedió.
El muchacho se quedó quieto en su lugar y con su respiración pesada se giró en su lugar intentando ignorar tu presencia en la hhabitación. Abrazando sus propios hombros probablemente por el frio que invadia todo su cuerpo. En medio de la oscuridad lograste notar cómo su cola se enrrollaba en su muslo. Esta vez no hubo ningún ataque de su parte, simplemente te ignoró y se encerró en lo más profundo de su mente.
Con incomodidad y sospecha te recargaste en la pared masajeando tu pierna inflamada con cuidado al estar sentada en el suelo. Tus ojos no se despegaron ni un segundo de él sin confiar que no fuera hacer nada. Estabas incrédula a la idea de que Diego no te atacara. No dormiste en ese rato, no lograste cerrar tus ojos hasta que tu cuerpo comenzó a sentirse agotado y te obligó a descansar después de horas sin dormir.
Aún sin saber cuánto tiempo había pasado.
Tu compañero de celda no te atacó en ningún momento. Ambos compartieron la comida con tranquilidad y cómo nueva actividad puesta en la rutina ahora Diego te miraba de forma directa y sin disimular. Poe si fuera poco ya no desviaba sus ojos cuando se encontraban con los tuyos. Sus iris amarillos estaban atentos a cada movimiento que hacías, sus ojos vagaban por todo tu cuerpo y a veces podías verlo relamer sus labios de forma ansiosa. Aquello no te brindaba nada de calma porque sabías que este muchacho había comido personas lo cual podías notar por los huesos viejos que adornaban la esquina de la celda, podías entenderlo cuando veías que el suelo era pintado de un lindo color carmesí que conocías bien.
Esta fue su convivencia por otro mes.
Ustedes dos teniendo batalla de miradas, tú cantando viejas canciones de reguetón, él moviendo la cola interesado cuando tu bota golpeaba el suelo al ritmo de tu voz. Era una convivencia extraña, una nueva forma de hacerse amigos ante la situación que ambos estaban viviendo.
----Oye, me estoy aburriendo inventa un juego o algo ----. Hablaste mirando al techo imaginando un juego del gato.
Diego no hizo ningún ruido, solo escuchaste su cola golpear contra el metálico suelo.
----Cabroón... Al menos unas dos palabras, ¿no? ---- te quejaste con el ceño fruncido.
Lo único que recibiste a cambio fue un suave siseó y aquello te hizo rodar los ojos. No servía de nada quejarse, porque aunque hablara tú no entenderías ninguna de las palabras que salieran de su boca.
----En verdad eres un horrible compañero de celda ----. Volviste a quejarte, esta vez mirando a tu amigo el cual ya te estaba mirando. Sus orejas estaban pegadas a su nuca demostrando su enfado ante tu habladuría -----. Awww, ¿el gatito se enojo?
Otro siseó debido a tu burla haciendote sonreír, estabas dispuesta a seguir con esto de no ser por el sonido de la puerta. Guardaste silencio con tus ojos abiertos debido a la sorpresa por no haber oído nada antes de que se acercaran. Era obvio que tu sentido de alerta comenzaba a volverse inútil conforme pasabas los días encerrada, hiciste de lado tus preocupaciones sentándote mientras pegabas tu espalda a la pared y observaban fijamente a los no invitados.
Diego miró rápidamente a los dos guardias. Sus dientes comenzaron a mostrarse en cuestión de segundos amenazando con atacar si esos idiotas llegaban a tocarlo.
Eso hasta que nuevamente ese electrochoque sonó por toda la habitación.
---- Ese idiota de Mark cada vez se vuelve menos paciente ----. Se quejó uno de ellos tomando a tu compañero inconsciente.
Escuchaste un suspiro pesado y eso te hizo cubrir tu boca intentando oír lo que ellos decían.
----Y qué lo digas, dice que cada vez está más cerca de lo que busca.
¿Y exactamente qué busca? Tu lo sabías, cuidaste por un tiempo de ese idiota cuando quería hacer un recorrido por la tierra desconocida. Quería imitar cada rincón de esta tierra, quería crear al avatar perfecto para sus extraños fetiches.
Estaba enfermo.
----Está demente. Dicen que ya encontró un nuevo Na'vi para experimentar.
----Ah si, la cría. ¿No es así?
Apretaste los labios con fuerza, sintiendo como la rabia recorría cada rincón de tu cuerpo al pensar en un pequeño niño siendo pinchado por ese estúpido científico. Odiabas tanto a los malditos enfermitos.
----Ja, si la idiota de Samanta estuviera viva estoy segura de que estaría rabiosa ----- se burló uno de ellos poniendo cadenas en las manos del Na'vi.
----Se presumía mucho que era la mejor del escuadrón y la idiota no pudo con este tipo.
Uno de ellos rió y tu orgullo se vio pisoteado, las inmensas ganas de volarles la cabeza se presentó y estabas dispuesta a saltar para arrancarle la cabeza y meterselas por el culo, de no ser por la chillona voz de tu cabeza.
"Paciencia".
-----Tenía buen culo, si en los restos estuviera su trasero ten por seguro que me la follaría.
Pendejo.
----Dios, eres un asqueroso.
Ambos salieron y te dejaron ahí sola ahogándote en tu propia molestia.
Podías sentir cómo todo tu cuerpo estaba tenso, tu mandíbula se apretaba tan fuerte que estabas segura de que algunos dientes tronarían sino la relajabas. Tus puños estaban tomando con fuerza tu pantalón militar y las venas de tu sien se marcaban debido a la rabia.
Les vas a demostrar.
Definitivamente matarías a estos cabrones y se retorcerían en su tumba por el resto de su vida.
Ahora solo podías tragarte tu enojo y quedarte quieta llena de impotencia. No sabías cuánto tiempo estuviste entre el enojo y la colera. Lo único que te sacó de tu ensoñacion excesiva donde volabas todo fue el sonido de la puerta ser abierta. La misma rutina se repitió y tú solo miraste a Diego cuando el dúo estúpido salió por la puerta. Tus ojos se quedaron quietos en él, tu mirada recorrió con cuidado todo su cuerpo notando cómo comenzaba a temblar. Él no hacía nada, nunca hacía nada más que envolver su cola contra su muslo mientras sus ojos perdidos y vacíos miraban el techo. De repente sus manos fueron hacia su pecho comenzando a rascar la piel de sus pectorales, sus manos tomaron su trenza con fuerza sin hacer ningún movimiento, solo... recostado boca arriba con mirada perdida. Después de una hora lograste notar cómo sus ojos se cerraban, pequeños ronquidos llenaron el lugar dejando en claro que Diego finalmente había caído dormido.
Tus ojos inseguros recorrieron su cuerpo de arriba a abajo todo este rato esperando obtener alguna reacción que te hiciera ver su próximo ataque, más no hubo nada.
Solo el silencio de la celda oscura.
Dejaste que tu cabeza se recargara contra el metal cerrando tus ojos para intentar descansar del estrés que toda esta situación siempre te causaba. Ya estabas dispuesta a encerrarte en tu mente y esperar a que cualquier canción llegara a tu mente de no ser por el sonido de arcada.
Un sonido que te causaba repelús cada que lo oías.
Tu ojos se movieron con lentitud a Diego quién seguía recostado en el suelo.
Tus ojos notaron los espasmos de su cuerpo mientras el sonido del vómito acumulándose en su garganta te enviaba escalofríos por tu columna erizando los vellos de todas tus extremidades. De repente miles de sensaciones invadían tu cuerpo. Tu piel comenzaba a sentirse incómoda debido a la sensacion de la ropa tocándote, tu mandíbula se apretó y los recuerdos del pasado llegaron a tu mente como una tortura continúa. Tus manos temblorosas fueron lentamente a tus oídos intentando desaparecer el sonido de las arcadas y cubriendo el ahogamiento que Diego estaba sufriendo por su propio vomito. Tu respiración comenzaba a acelerarse a cada segundo que pasaba presa del pánico al ver cómo la persona inconsciente frente a ti comenzaba a moverse de forma brusca. Cuando te diste cuenta eras demasiado pequeña, te sentías tan aterrada que el escalofrío que recorrió cada centímetro de tu cuerpo te hizo esperar ansiosa a que la escena frente a ti terminara.
Estabas esperando de forma desesperada a que aquel chico terminara de ahogarse en su propio vomito.
Iba a morir.
Él iba a morir frente a tus ojos y tú no harías nada.
¿Qué podías hacer? Él podría matarte si te acercabas, podría despertar y ser irracional como siempre lo era.
Entonces, tal vez tendrías solo un poco de paz. No estarías alerta a cada segundo y podrías dormir como realmennte lo merecías, Pero... era lo único que te mantenía cuerda, era tu único boleto de salida de este lugar.
¿Qué harías?, ¿Qué vas a hacer?, ¿Vas a dejarlo morir?.
Entonces eres como los demás. Eres un monstruo que solo ve por si misma.
"Hubiera deseado estar ahí para poder protegerte"
Cerraste tus ojos con fuerza cuando aquella voz llegó a tu cabeza solo para hacerte sentir culpable por la situación.
¿Qué haría la joven tú? Probablemente ella solo lloraría. Esa idiota era lo único que sabía hacer.
Llorar y lamentarse por todo lo que no pudo hacer.
-----Puta madre.
Y con eso corriste hacia Diego. Tus manos se movieron con rapidez acumulando toda tu fuerza para poner su cuerpo de costado. Tus dedos temblorosos abrieron su boca con fuerza metiendo dos de ellos para sacar todo lo que se había acumulado en su garganta, luego Diego escupió sacando todo su vomito sin dejar de sufrir espasmos. Al estar ya segura de que todo estaba bien te giraste dispuesta a alejarte de no ser porque su mano tomó con fuerza tu muñeca, haciéndote saltar debido a la sorpresa. Estabas dispuesta a golpearlo para que te dejara ir de no ser por los pequeños sollozos que comenzaron a escapar de sus labios. Su agarre se debilitó comenzando a temblar mientras lloraba entre sueños, sus quejidos calaron en tus pensamientos y con cuidado comenzaste a palmear su espalda quedándote a su lado hasta que él lograra tranquilizarse... Lo odiaste.
Odiaste tanto esta situación porque te recordaba tanto al pasado.
Un pasado del que llevabas años huyendo, esperando jamás volver a encontrarte en una situación donde te sintieras vulnerable de forma sentimental.
Habías estado haciéndolo bien.
Siempre con un arma y nunca mostrando debilidad ante situaciones difíciles. Todo fue culpa de esta maldita situación donde te llevaron al límite, era claro que el encierro causaría estragos a tu salud mental, te debilitaría y obtendrías algo de empatía por tu único compañero de celda.
Un alien con el cuál ni siquiera te habías comunicado correctamente.
Estuviste horas ahí sentada brindándole compañía a Diego quien no dejó de llorar por todo ese tiempo, los suaves sollozos que dejaba salir eran una señal de que seguía perdido en su mente y gracias a eso podías darte la oportunidad de analizarlo. Sus orejas estaban dañadas, absolutamente destrozadas como si algo las hubiera mordido, también notaste algo que nunca antes habias visto... Unas cejas pobladas como las de un avatar, solo que sabías que Diego no era un avatar. Sino un nativo de Pandora y ahora entendías a los que se refería aquel científico al decir que "Charlie" era su más especial adquisición.
Un híbrido.
Una cría de algo artificial.
Tus dedos acariciaron con cuidado sus cejas llena de curiosidad ante la situación. ¿Qué lo hacía especial?, además de la obvias diferencias físicas.
Te quedaste en lo mas profundo de tu cabeza hasta que notaste que los llantos se habían esfumado y el siencio invadió el lugar. Estabas segura de que si fueras una persona normal ni siquiera lo habrías notado, pero no lo eras. Eras un soldado y claro que notaste cuando él se despertó. Su respiración se volvió calmada y hubo un pequeño tic en su mano que te sostenía con fuerza ahí notaste una gran cicatriz donde debía estar su dedo meñique.
Ya estaba consciente.
No te moviste para no asustarlo sin dejar de darle palmadas a su espalda para que él no sospechara que tú sabías que estaba despierto y así evitar que sufriera de un ataque de pánico o volverlo de alguna forma inestable.
Notaste cómo sus parpados se abrieron lentamente dejando ver sus iris dorados los cuales te miraron de reojo. Te obligaste a soportar la carcajada que quizo escapar de tu boca. Diego se levantó de golpe y tú te alejaste de él mirándolo atenta por si debías defenderte de cualquier ataque.
Al menos fue así hasta que notaste que Diego no se movió y solo te observó desde su lugar con ojos muy abiertos.
Sus ojos amarillos miraban fijamente los tuyos y por el rabillo del ojo podías notar cómo su cola estaba levantada en señal de alerta. Ambos estudiando si podían confiar en el otro para hacer algún movimiento. Decidiste que tú serias la primer en moverte, dando pequeños y lentos pasos hacia atras mientras levantabas tus manos con suavidad intentando comunicarle que no harías nada para dañarlo. Tu vista logró captar el pequeño movimiento de su cuerpo provocando que tu corazón se acelere ansioso ante la idea de sus caninos encajándose en tu piel.
-----Está bien, tranquilo... No haré nada — aseguraste sin dejar de observarlo.
Él solo siseó en tu dirección dándose media vuelta para mirar a la pared y así ignorar por completo tu existencia. Aquello te hizo abrir la boca indignada y luego rodar los ojos por su acción malagradecida.
-----Si, claro ----- soltaste sin pensar ---- ¡De nada, por cierto!
Volviste a tu lugar sin ganas de tentar tu suerte con este gran muchacho.
Fue un avance, no te mató lo que significaba que era una especie de agradecimiento. De todos modos lo necesitabas, necesitabas que te apoyara para tu próxima huída porque cuando vuelvan a llevárselo tú harías de todo para salir de aquí.
"Paciencia"
Ya se te había agotado y era momento de ignorar aquella voz.
#art#artists on tumblr#artwork#loak sully#loak smut#avatar loak#loak x reader#avatar smut#avatar cameron#avatar x fem reader#avatar the way of water#atwow loak#james cameron avatar
14 notes
·
View notes
Text
Guapo mío: Cuando era pequeña coleccionaba plumas de aves. Llegué a tener doscientas. De veintisiete especies distintas. Tenía un sobre para cada pájaro. Nunca hablamos de nuestra infancia, ¿verdad? Es una de las cosas que espero que podamos hacer algún día. Inshallah. La gente suele hablar de su infancia cuando se enamora, pero nosotros no lo hicimos. ¿Por qué crees que fue así? Yo creo que lo sé, pero no encuentro las palabras. Las encontraré cuando salgas. Cada vez que acariciaba una de mis plumas de pájaro, pensaba en un deseo. Hace mucho tiempo creía que lo más próximo a lo eterno era esa sensación de beatitud que nos invade después de hacer el amor. Pero hoy diría que es escuchar un tipo de rumor particular, un rumor callejero, que empieza en el futuro, cuando las calles estén pavimentadas, cuando las armas se puedan quedar guardadas en casa y los padres puedan enseñar aritmética a sus hijos. Tu Aída
El maestro (a quien uno de los guardias le rompió el otro día las gafas) nos citó esto: "Entre las cosas más bonitas que ya no vemos están la luz del sol, las estrellas rutilantes en una noche oscura, la luna llena y las frutas del verano: las peras, las manzanas, los pepinos maduros". Escrito ayer mismo, como si dijéramos, añadió el maestro, hace tan sólo dos mil quinientos años.
_ JOHN BERGER, "DE A PARA X: Una historia en cartas". Traducción: Pilar Vázquez. Alfaguara
23 notes
·
View notes
Text
Tu ausencia ha quemado cada poro de mi cuerpo, quemaduras de segundo grado que llevo a todas partes en cada momento de mis días, ¿Dónde estás? ¿Por qué te fuiste así? Veías como ardía y seguías soplando mi fuego, sigues alimentando el ardor de mi piel en carne viva, simplemente viste mi casa en llamas y corriste en dirección contraria mientras yo me quedaba entre los escombros de este incendio tratando de sobrevivir a la falta de oxígeno, al envenenamiento de tu adiós sin explicaciones.
Me quedé desnuda y sin refugio, sin nada que protegiera mis heridas de la infección, con los ojos fijos hacia donde te fuiste, haciendolos creer que no huiste sino que fuiste por ayuda, pero no vuelves y cada vez las cicatrices se apoderan de mi mente, la endurecen como fibrosis y yo que ya no me derrumbo pero tampoco siento las caricias de quienes intentan escombrar un poco, todo me sabe a dolor y campos secos devastados por la catastrofe.
Tú que te negaste a volver y decidiste buscar a alguien que no te hace volar pero tampoco se quema, te aburrió mi corazón caótico y flamable, vulnerable a tus silencios que raspaban como cerillos dispuestos a destruirme, preferiste dejar que todo esto ardiera de poco para seguir usando mi calor antes de dar el salto a otros brazos que ya tenías seguros.
Hiciste de mis explosiones un castigo con el que más tarde me harías entender que yo fuí la que apagaba tu flama, cuando tú ya la habías puesto en otra casa y sólo esperabas a ver cuánto más destellaba por ti, te fuiste y ahora estoy apagada, sola, rota y cansada, cristalizada en el momento eterno de tu "no quiero estar contigo" como lluvia ácida, recorriendo este cuerpo destrozado, te negaste a hacerte cargo del corto circuito que ocasionaste y sólo desapareciste hacia donde mis cenizas no te alcanzaran.
Me encendiste, alimentaste el caos, me hiciste polvo y cuando ya no supiste como lastimarme más me abandonaste. Y lo peor es que ni siquiera volteaste a despedirte porque ya te esperaban al otro lado de la calle.
-Ojos-sabor-miel.
#ojos-sabor-miel#amor#poets on tumblr#tumblr#frases#vuelve#incendio#tristeza#te extraño#writers on tumblr
90 notes
·
View notes
Text
XVI. Eternos perdidos
En algún momento hallarás, en una de nuestras noches, el eco de un suspiro, que entrará a tu casa rompiendo los cristales. Y, como un fantasma, las palabras que te escribí rondarán tu mente, recordándote los sueños que solíamos tejer cuando aún no te habías rendido. Quizás encuentres el coraje perdido, pero probablemente estaré muerto y tú viva, yo en mis huesos y tú viendo crecer los hijos que nunca tuvimos.
En otro momento, no abrirás tu corazón para sepultarme en la falsedad de mil flores de plástico. Anhelarás buscarme y, al ver mis lágrimas, sabrás que nadie te sintió como yo. Pero ya estaré muerto, y escondido en tus recuerdos me sentiré eterno.
Julsen Bastian; Adiós visceral
#texto#versos#letras#escrito#cita#julsen bastian#poesía#frases#escritos#poemario#eternos#perdidos#adios visceral#noches#suspiros#cristales#Spotify
22 notes
·
View notes