#jenófanes
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bocadosdefilosofia · 1 year ago
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καὶ τὸ μὲν οὖν σαφὲς οὔτις ἀνὴρ ἴδεν οὐδέ τις ἔσται εἰδὼς ἀμφὶ θεῶν τε καὶ ἅσσα λέγω περὶ πάντων· εἰ γὰρ καὶ τὰ μάλιστα τύχοι τετελεσμένον εἰπών, αὐτὸς ὅμως οὐκ οἶδε· δόκος δ᾿ ἐπὶ πᾶσι τέτυκται.
Mas por lo que respecta a la verdad cierta, nadie la ha conocido, Ni la conocerá; ni acerca de los dioses Ni siquiera de todas las cosas de las que hablo. Y aunque por casualidad expresase La verdad perfecta, ni él mismo lo sabría; Pues todo no es sino una maraña de sospechas.
Jenófanes de Colofón
DK 21 B 34
Fr. 34, Sexto, Adv math. VII 49 y 110, cf. Plutarco, Aud, poet. 2, 17 E
TGO @bocadosdefilosofia
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whencyclopedes · 3 months ago
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Jenófanes, el filósofo poeta visionario
Jenófanes de Colofón (c. 570 – c. 478 a.C.) es conocido como uno de los filósofos presocráticos de la Grecia antigua, así llamados porque preceden a Sócrates (que vivió en torno a 470/469 - 399 a.C.), reconocido como el padre de la filosofía occidental. Los presocráticos iniciaron la investigación filosófica en la Grecia antigua empezando en el siglo VI a.C. con Tales de Mileto (vivió en torno a 585 a.C.), que se entiende fue el primero que preguntó: «¿De qué "cosa" básica es el universo?» (Baird, página 8). Al hacer esta pregunta, Tales se estaba apartando del entendimiento cultural que proclamaba que los dioses habían creado el mundo y lo sustentaban. Parece que Tales había creído que había otra respuesta natural a la creación del mundo y cómo continuaba funcionando.
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notasfilosoficas · 1 year ago
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“Ni el hombre más bravo puede luchar más allá de lo que le permiten sus fuerzas”
Homero
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Homero fue un poeta griego al que se le atribuye la autoría de la Ilíada y la Odisea, los dos grandes poemas épicos de la antigua Grecia.
Desde el periodo helenístico, se ha cuestionado la autoría de los principales poemas épicos sin embargo no solo no existen estas dudas sino que la Iliana y la Odisea eran considerados relatos históricos reales.
Muchos historiadores y arqueólogos no han llegado a la conclusión sobre si Homero realmente existió o se trata de un personaje legendario, pues no hay pruebas concretas de su existencia, Algunos piensan que sus obras pudieron haber sido escritas por otros autores antiguos o tal vez son recopilaciones de tradiciones orales del periodo de la antigua Grecia.
Primeros años
El mas remoto testimonio de Homero fue adjudicado falsamente a Herodoto en el siglo V a.C. y en ella es presentado como el hijo de una huérfana seducida de nombre Creteidas, que lo dió a luz en Esmirna en la desembocadura del río Meles y que le puso por nombre Melesígenes. 
Se dice que pronto destacó por sus cualidades artísticas, y que tuvo una vida libre y poco convencional. Se cuenta que una enfermedad lo dejó ciego, y desde entonces pasó a llamarse Homero.
Aunque la tradición lo presenta como ciego y errante, es probable que estas características sean falsas, ya que se le atribuían la mayoría de las rapsodas, cuya visión no es la que proporcionan los ojos, sino que serían poseedores de una visión espiritual.
Legado
A Homero se le atribuyeron gran cantidad de poemas pero, ya en la época alejandrina, algunos críticos como Zenódoto de Éfeso, Aristófanes de Bizancio y Aristarco de Samocracia eliminaron de la lista de muchas de las pretendidas obras y le concedieron solamente los dos grandes poemas épicos de la literatura griega antigua.
La Iliada relata un episodio del décimo año de la guerra de Troya, entre Aqueos y troyanos, mientras que la Odisea cuenta las peripecias del viaje por mar de Odiseo y Ulises.
Muchos filósofos griegos combatieron a Homero por su antropomorfismo y de ello se quejan Jenófanes, y Heráclito, aunque el mas crítico de todos fue el mismo Platón criticándolo por ser un mero imitador de una falsa realidad.
Por otra parte, los filósofos estoicos y los neoplatónicos interpretaron los poemas homéricos como relatos alegóricos para evitar así el antropomorfismo literal de sus poemas.
Muerte
Sobre la muerte de Homero también hay mucho misterio, Según documentos históricos del siglo V a.C. Homero habría muerto en la isla de Íos. Aunque los investigadores modernos afirman que no hay ningún dato seguro de ello. De acuerdo con estos historiadores, en caso de que haya existido, se afirma que pudo haber nacido y muerto en la zona colonial griega de Asia menor.
Fuentes: Wikipedia,  encyclopaedia.herdereditorial.com, elresumen.com, biografiasyvidas.com
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bibliotecarubenbonifaz · 4 years ago
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Cambridge Core - Classical Philosophy - Mortal and Divine in Early Greek Epistemology - by Shaul Tor
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quienesoliverterrones · 7 years ago
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Los hombres piensan que, como ellos, los dioses tienen un vestido, la palabra y un cuerpo.
Jenófanes
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arriero · 7 years ago
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Los negros creen en dioses chatos y negros, los tracios en dioses de ojos azules y cabelleras rojas. Si los bueyes, los caballos y los leones tuvieran manos y pudiesen pintar como los hombres, pintarían a sus dioses con cuerpos y figuras análogas a los suyos, como bueyes y caballos.
Jenófanes de Colofón
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moriras-lejos · 3 years ago
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No desde un principio enseñaron todo los dioses a los hombres, sino que ellos buscando en el tiempo encuentran la verdad.
- Jenófanes de Colofón
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unespejo · 3 years ago
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La esfera de Pascal
Jorge Luis Borges , Otras inquisiciones 
 Quizá la historia universal es la historia de unas cuantas metáforas. Bosquejar un capítulo de esa historia es el fin de esta nota. Seis siglos antes de la era cristiana, el rapsoda Jenófanes de Colofón, harto de los versos homéricos que recitaba de ciudad en ciudad, fustigó a los poetas que atribuyeron rasgos antropomórficos a los dioses y propuso a los griegos un solo Dios, que era una esfera eterna. En el Timeo, de Platón, se lee que la esfera es la figura más perfecta y más uniforme, porque todos los puntos de la superficie equidistan del centro; Olof Gigon (Ursprung der griechischen Philosophie, 183) entiende que Jenófanes habló analógicamente; el Dios era esferoide, porque esa forma es la mejor, o la menos mala, para representar la divinidad. Parménides, cuarenta años después, repitió la imagen (“el Ser es semejante a la masa de una esfera bien redondeada, cuya fuerza es constante desde el centro en cualquier dirección”); Calogero y Mondolfo razonan que intuyó una esfera infinita, o infinitamente creciente, y que las palabras que acabo de transcribir tienen un sentido dinámico (Albertelli: Gli Eleati, 148). Parménides enseñó en Italia; a pocos años de su muerte, el siciliano Empédocles de Agrigento urdió una laboriosa cosmogonía; hay una etapa en que las partículas de tierra, de agua, de aire y de fuego, integran una esfera sin fin, “el Sphairos redondo, que exulta en su soledad circular”. La historia universal continuó su curso, los dioses demasiado humanos que Jenófanes atacó fueron rebajados a ficciones poéticas o a demonios, pero se dijo que uno, Hermes Trismegisto, había dictado un número variable de libros (42, según Clemente de Alejandría; 20.000, según Jámblico; 36.525, según los sacerdotes de Thoth, que también es Hermes), en cuyas páginas estaban escritas todas las cosas. Fragmentos de esa biblioteca ilusoria, compilados o fraguados desde el siglo III, forman lo que se llama el Corpus Hermeticum; en alguno de ellos, o en el Asclepio, que también se atribuyó a Trismegisto, el teólogo francés Alain de Lille —Alanus de Insulis— descubrió a fines del siglo XII esta fórmula, que las edades venideras no olvidarían: “Dios es una esfera inteligible, cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna”. Los presocráticos hablaron de una esfera sin fin; Albertelli (como antes, Aristóteles) piensa que hablar así es cometer una contradictio in adjecto, porque sujeto y predicado se anulan; ello bien puede ser verdad, pero la fórmula de los libros herméticos nos deja, casi, intuir esa esfera. En el siglo XIII, la imagen reapareció en el simbólico Roman de la Rose, que la da como de Platón, y en la enciclopedia Speculum Triplex; en el XVI, el último capítulo del último libro de Pantagruel se refirió a “esa esfera intelectual, cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna, que llamamos Dios”. Para la mente medieval, el sentido era claro: Dios está en cada una de sus criaturas, pero ninguna Lo limita. “El cielo, el cielo de los cielos, no te contiene”, dijo Salomón (1 Reyes, 8, 27); la metáfora geométrica de la esfera hubo de parecer una glosa de esas palabras. El poema de Dante ha preservado la astronomía ptolemaica, que durante mil cuatrocientos años rigió la imaginación de los hombres. La tierra ocupa el centro del universo. Es una esfera inmóvil; en torno giran nueve esferas concéntricas. Las siete primeras son los cielos planetarios (cielos de la Luna, de Mercurio, de Venus, del Sol, de Marte, de Júpiter, de Saturno); la octava, el cielo de las estrellas fijas; la novena, el cielo cristalino llamado también Primer Móvil. A éste lo rodea el Empíreo, que está hecho de luz. Todo este laborioso aparato de esferas huecas, trasparentes y giratorias (algún sistema requería cincuenta y cinco), había llegado a ser una necesidad mental; De hipothesibus motuum coelestium commentariolus es el tímido título que Copérnico, negador de Aristóteles, puso al manuscrito que trasformó nuestra visión del cosmos. Para un hombre, para Giordano Bruno, la rotura de las bóvedas estelares fue una liberación. Proclamó, en la Cena de las cenizas, que el mundo es efecto infinito de una causa infinita y que la divinidad está cerca, “pues está dentro de nosotros más aun de lo que nosotros mismos estamos dentro de nosotros”. Buscó palabras para declarar a los hombres el espacio copernicano y en una página famosa estampó: “Podemos afirmar con certidumbre que el universo es todo centro, o que el centro del universo está en todas partes y la circunferencia” (De la causa, principio de uno, V). Esto se escribió con exultación, en 1584, todavía en la luz del Renacimiento; setenta años después, no quedaba un reflejo de ese fervor y los hombres se sintieron perdidos en el tiempo y en el espacio. En el tiempo, porque si el futuro y el pasado son infinitos, no habrá realmente un cuándo; en el espacio, porque si todo ser equidista de lo infinito y de lo infinitesimal, tampoco habrá un dónde. Nadie está en algún día, en algún lugar; nadie sabe el tamaño de su cara. En el Renacimiento, la humanidad creyó haber alcanzado la edad viril, y así lo declaró por boca de Bruno, de Campanella y de Bacon. En el siglo XVII la acobardó una sensación de vejez; para justificarse, exhumó la creencia de una lenta y fatal degeneración de todas las criaturas, por obra del pecado de Adán. (En el quinto capítulo del Génesis consta que “todos los días de Matusalén fueron novecientos setenta y nueve años”; en el sexto, que “había gigantes en la tierra en aquellos días”.) El primer aniversario de la elegía Anatomy of the World, de John Donne, lamentó la vida brevísima y la estatura mínima de los hombres contemporáneos, que son como las hadas y los pigmeos; Milton, según la biografía de Johnson, temió que ya fuera imposible en la tierra el género épico; Glanvill juzgó que Adán, “medalla de Dios”, gozó de una visión telescópica y microscópica; Robert South famosamente escribió: “Un Aristóteles no fue sino los escombros de Adán, y Atenas, los rudimentos del Paraíso”. En aquel siglo desanimado, el espacio absoluto que inspiró los hexámetros de Lucrecio, el espacio absoluto que había sido una liberación para Bruno, fue un laberinto y un abismo para Pascal. Éste aborrecía el universo y hubiera querido adorar a Dios, pero Dios, para él, era menos real que el aborrecido universo. Deploró que no hablara el firmamento, comparó nuestra vida con la de náufragos en una isla desierta. Sintió el peso incesante del mundo físico, sintió vértigo, miedo y soledad, y los puso en otras palabras: “La naturaleza es una esfera infinita, cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.” Así publica Brunschvicg el texto, pero la edición crítica de Tourneur (París, 1941), que reproduce las tachaduras y vacilaciones del manuscrito, revela que Pascal empezó a escribir effroyable: “Una esfera espantosa, cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.”
Quizá la historia universal es la historia de la diversa entonación de algunas metáforas.
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zero-gravity001 · 3 years ago
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A de Alcman, Aristóteles, Avicena
B de Bruno (Giordano, no el de encanto)
C de Cicerón
D de Diógenes el perro mugroso
E de Efiates
F de Francisco Suárez
G de Gödel
H de Hegel el loquito
I de Immanuel Kant
J de Jenófanes
K de Kierkegard
L de Lipovetzky
M de Martín Heidegger Motonazi motonazi
N de ni se te ocurra matar a Dios
O de Ortega y su compa Gasset
P de Parménides
Q de Quine
R de Ricoeur
S de Sartre
T de Thomas Kuhn
U de Unamuno
V de Vasconcelos el Whitexican
W de Wittgenstein obvio
X se Xirau
Y de Yoda
Z de Žižek o de Zambrano
Abecedario con nombres de filósofos 👀
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big-takeshi · 3 years ago
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La escuela jónica, compuesta por Tales (624-546), Anaximandro (611-546), Anaxímenes (586-525) Y Heráclito (535-470); la escuela pitagórica (sobre el pitagorismo hay que decir lo siguiente: Pitágoras vive, en la comunidad que funda en Crotona, entre 580 y 500, pero el pitagorismo es un movimiento de largo tendido temporal -pensemos que Platón es un pitagórico-); la escuela eleática, compuesta por jenófanes de Colofón (570-480), Parménides de Elea (nace hacia el 515), Zenón de Elea (nace hacia el 489), y Meliso de Samos (que tuvo su acmé hacia el 444); luego se suele hablar de los físicos posteriores, entre los que se incluye a Empédocles de Agrigento (492-432), Anaxágoras de Clazomene (499-428) y, con especial relevancia, a los atomistas Leucipo (eclosión hacia el 430) y Demócrito (460-370). Ésta es la clasificación habitual de los presocráticos, que mantenemos por haber sido la que se ha hecho tradicional. ANTONIO ALEGRE GORRI.
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schwarzlibros · 5 years ago
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(480-475 A.C.) PARMÉNIDES, POEMA DEL SER
Parménides nació en Elea, en Lucania, Italia. Elea está situada a 40 kilómetros al sir de Paestum, apoikía fundada por síbaris en la primera mitad del siglo -VII, llamada entonces Poseidonía, Elea fue fundada por los focences de Alalia (en Córcega) al caer esta ciudad en poder de los cartagineses, en -540. Fue fundada sobre la base de un poblado ya existente, llamado Velia. Servía de punto de apoyo para el comercio de Focea con Massalia. La Fecha de nacimiento de Parménides constituye un problema, por un la do Diógenes Laercio afirma, siguiendo muy probablemente a Apolodoro, que la akmé (florescencia) de Parménides tuvo lugar en la olimpiada 69 (504 - 500 AC.) Como la Akmé es alrededor de los 40 años, esto nos lleva a fijar la fecha de nacimiento de Parménides hacia el año 540 A.C., es decir, en la época de la fundación de Elea. Por otra parte, Platón hace venir a Parménides de Atenas a los 65 años, acompañado de Zenín. En esta visita a Atenas abría tenido un encuentro con Sócrates, que era por entonces "muy joven" (sphódra néos). Ahora bien, es seguro que Sócrates nació entre 470 y 469 AC. Si era "muy joven" al encontrarse con Parménides y Zenón, este encuentro tiene que haber tenido lugar hacia 450/445. Por consiguiente, Parménides habría nacido entre 515 y 510 AC. Ver Platón, Parménides 127 A-C; Teetetos 183 E y Sofista 217 C. Fijaremos como fecha posible de nacimiento de Parménides el año 515 AC. Su muerte debe haber ocurrido hacia 446 AC. Es decir, Parménides ocupa la primera mitad del siglo V, el más glorioso de Grecia. Aristóteles nos transmite el dato de que Parménides habría sido discípulo de Jenófanes (Metafísica A, 5, 986 b 22). Otro tanto podemos deducir de una frase de Platón en el Sofista (242 D) Por otra parte se dice que Parménides fue compañero de un pitagórico, llamado Ameinias, y que este habría convertido a Parménides a la filosofía. Estrabón pone a Parménides y Zenón entre los pitagóricos y Cebes habla de un modo de vida parmenídeo y pitagórico. Participó en la política su su ciudad natal y según Speusipo, dio las leyes a estas. se dice que los magistrados de Elea hacían jurar todos los años a los ciudadanos que guardarían las leyes que Parménides les había dado. El Poema: Como casi todas las obras de los primeros presocráticos, el libro de Parménides se titula "Peri pýseos". Parece haber sido escrito entre 480 y 475 AC. Se trata de un poema filosófico en verso hexómetros de los que una buena parte ha llegado hasta nosotros. El poema consta de un proemio o introducción y de dos partes. La primera de éstas, la mejor conservada, (se supone que se conservan 9/10 del original) trata de la "alétheia" o Verdad. La segunda (de la que sólo se conserva, al parecer, 1/10 del total) versa sobre el parecer o la "doxa".
Descargar lectura: https://drive.google.com/file/d/1YDpezMP_07lS2sQGQliCNASmcVmxDo9t/view?usp=sharing
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bocadosdefilosofia · 1 year ago
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εἷς θεός, ἔν τε θεοῖσι καὶ ἀνθρώποισι μέγιστος, οὔτι δέμας θνητοῖσιν ὁμοίιος οὐδὲ νόημα. αἰεὶ δ᾿ ἐν ταὐτῶι μίμνει κινούμενος οὐδέν οὐδὲ μετέρχεσθαί μιν ἐπιπρέπει ἄλλοτε ἄλληι. ἀλλ᾿ ἀπάνευθε πόνοιο νόου φρενὶ πάντα κραδαίνει. οὖλος ὁρᾶι, οὖλος δὲ νοεῖ, οὖλος δέ τ᾿ ἀκούει.
Uno solo es Dios entre los dioses y uno solo entre los hombres es el máximo. Ni en entendimiento ni el cuerpo se asemeja a los mortales. Siempre permanece en un lugar sin moverse nunca. Sin esfuerzo sobre el Todo reina con el simple pensamiento e intención. Todo él ve, todo él conoce y todo él oye.
Jenófanes de Colofón DK 21 B 23 – DK 21 B 26 – DK 21 B 25 – DK 21 B 24
TGO @bocadosdefilosofia
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whencyclopedes · 3 months ago
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Parménides y la vía de la verdad
Parménides (floreció en torno al año 485 a.C.) vivió y enseñó en Elea, una colonia griega en Italia Meridional, y es conocido como el fundador de la Escuela del monismo (aunque es posible que fuera creada por Jenófanes de Colofón, que vivió en torno a 570 – 478 a.C.), que afirmaba que toda la realidad es una sola. El mundo observable, dijo Parménides, en realidad es uniforme y no existe la multiplicidad (es mono), es «lo que es».
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notasfilosoficas · 2 years ago
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“Todo fluye, nada permanece”
Parménides
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Fue un filósofo griego, nacido en el año 530 a.C. en la ciudad de Elea en el sur de Italia.
Se le considera el principal representante de la escuela eleática o de Elea. Fundador de la ontología, Parménides concibió como lo real como uno e inmutable.
Apenas se conocen datos fiables sobre la biografía de Parménides, inciertas son incluso las fechas de nacimiento, se sabe que fue hijo de una familia aristocrática y que nació y vivió en Elea. De igual manera, algunas fuentes lo consideran como discípulo de Aminias, seguidor de Pitágoras y algunos otros como Platón o Aristoteles, como discípulo de Jenófanes de Colofón, fundador de la escuela eleática.
Parménides escribió una sola obra, un poema filosófico de los cuales solamente han llegado a obtenerse algunos fragmentos conservados en citas de otros autores.
Por lo que se puede decir a partir de otros autores el poema de Parménides representa una revelación divina dividida en dos partes en donde la primera denominada “La vida de la verdad”, Parménides se ocupa “de lo que es”  o “ente” y expone varios argumentos que demuestran sus atributos; que son ajenos a la generación y a la corrupción y por lo tanto es engendrado e indestructible.
La segunda parte, denominada “La vía de las opiniones de los mortales”, trata asuntos tales como la constitución y ubicación de los astros, fenómenos meteorológicos y geográficos, así como el origen del hombre construyendo una doctrina cosmológica completa.
Tanto la doctrina platónica de las formas, como la metafísica aristotélica, guardan una deuda incalculable con “vía de la verdad” de Parménides. Es por eso que muchos filósofos consideran que Parménides es el fundador de la metafísica occidental.
El poema de Parménides, como obra completa, se considera perdida de manera irremediable. 
Mucho se ha dicho de la forma poética de su escrito. Plutarco consideró que solo era una manera de evitar la prosa, y criticó su versificación.
El conocimiento de la doctrina de Parménides, como la de todos los pensadores de la época, se ve dificultado por la antigüedad. Esto afecta su comprensión por diversos motivos, entre ellos el estado fragmentario del texto y la corrupción de los manuscritos, lo que ha ocasionado lagunas en el texto o pasajes particularmente difíciles de leer.
Fuente: Wikipedia y biografiasyvida.com
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winterfable · 8 years ago
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La filosofía y el proceso de asebia
Polémica contra los dioses y procesos de asebia
Desde luego que cuando se quería perder a un filósofo por cualquier razón política o social, se iniciaba el proceso de ἀσέβεια (impiedad), en el que el ateísmo era sólo el pretexto de un odio por cualquier otro motivo, especialmente por influencia sobre los políticos de la ciudad correspondiente. Así, en primer lugar, por parte de los enemigos de Pericles contra Anaxágoras, por que éste explicaba el Sol como una piedra o una masa de metal incandescente; la Luna, como una Tierra, y los signos de los sacrificios como cosas naturales, y había explicado los mitos homéricos moralmente y los nombres de los dioses alegóricamente. Se vio libre con trabajo, tuvo que abandonar a Atenas y murió en Lámpsaco.Y, sin embargo, había introducido en la filosofía el concepto del espíritu (νοῦς), aunque solo como impulso, al admitir todo el resto de la historia natural. Protágoras, que había iniciado sus Discursos sobre los dioses con las palabras: «Sobre los dioses, yo no puedo saber si existen o si no existen», fue desterrado por los atenienses (411) y sus libros, que había leído o hecho leer en casas particulares o en el Liceo, fueron quemados después que el heraldo los recogió en casa de los que los tenían. Más allá se llegó con Diágoras, en el que se añadió la especial circunstancia de que había divulgado los misterios (eleusinos); cuando escapó, fue puesta a su cabeza el precio de un talento; sin embargo, murió, según parece, y sin ser molestado, en Corinto. También Diógenes de Apolonia, que enseñó allí que el mar se secará alguna vez, tuvo que salvar su vida con la fuga. De Socrates tendremos que hablar más adelante. Toda la democracia ateniens era en los asuntos de los dioses muy conservadora frente a la filosofía, mientras que abandonaba aquellos a la comedia, y, además, desde la decisión tomada en el año 432 a. de C., a propuesta de Diopites, conforme a la cual se podía dirigir acusación pública contra todos aquellos que no creyeran en los dioses o procurasen explicar los fenómenos de la Naturaleza, la investigación de ésta solo podía hacerse en Atenas secretamente. Sólo que, en conjunto, ya no podía oponer nada a la filosofía. Ya Jenófanes defendía su concepto nuevo de Dios,su todo-uno (ἔν καὶ πᾶν) contra la religión popular politeísta con la frase: «Los leones, si supieran pintar, representarían también sus dioses como leones». Y Demócrito podía negar los dioses del pueblo y deducir todo lo que sucede de la necesidad (que, desde luego, en el fondo no era peor que el Destino de la fe popular) y explicar como fin de la vida la tranquilidad de ánimo (εὐθυμία, εὐεστώ) %(efthymía-alegre, ??)%, no alterada por el temor ni la superstición; la escuela atomística, que de él tuvo su origen, preparó la de los escépticos y epicúreos. Y aunque la conversación sobre tales cosas, como muestran hasta la saciedad las nubes, de Aristófanes, podís llenar tanto la atmósfera en Atenas, tal cosa no hacía demasiado daño a la filosofía
Pues el continuo peligro para la hacienda y la vida que amenazaba con los sicofantes, hacia la vida de todos los que se señalaban mucho más peligrosa de lo que hoy es, y como no se temía la muerte por tanto, tampoco se temía, evidentemente, tanto el proceso de asebia, y además evitaban la mayoría lo mejor que podían, como se sabe de Epicuro, que de manera encantadora no negaba a los dioses, pero sí su gobierno del mundo.
Por lo demás, la filosofía griega, con toda su independencia de la religión popular (tomada a posteriori), no debía llegar al ateísmo, sino al monoteísmo, y al final de su ciclo, en el neoplatonismo, había de convertirse en religión.
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Anaxágoras (c. 1888), fragmento del mural pintado por Eduard Lebiedzki sobre un dibujo de Carl Rahl, en la Universidad de Atenas.
Polémica contra los poetas
Pero todavía más que la polémica contra los dioses quiere decir la polémica contra Homero y Hesíodo, es decir, contra la gran presuposición de toda la existencia y cultura griegas. Pero desde luego que desde Pitágoras, se suele hacer esta oposición generalmente en nombre de una mayor veneración por los dioses, cuyo servicio los pitagóricos observaban con rígida religiosidad, completamente como si se pudiera mantener la pluralidad de los dioses y sacrificar cada mito particular. Mientras que Pitágoras pretendía haber visto los castigos de los poetas en el Hades, decía Heráclito que Homero (como también Arquíloco) merecía ser expulsado de los certámenes de poetas y azotado; y Jenófanes, que, por lo demás, combatía el mito en nombre de un concepto casi panteísta, escribió elegías y yambos contra Homero y Hesíodo, en que les echaba en cara lo que decían sobre los dioses. Conocidísimo es el trato que Platón, en su obra sobre el estado, dedica a los poetas; la posteridad creía reconocer en esto un odio resuelto contra Homero; una fuente especial de sus malas relaciones con la mitología se podría buscar en que él había abandonado la poesía trágica, lo mismo que Sócrates la escultura.
-Jacob Burckhardt De “Historia de la cultura griega II“ pp. 289-291
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femious-blog · 6 years ago
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LENTAMENTE
 "Una cratera queda en medio, de gozo."
 Jenófanes, 1D, 4v. 
Es lenta ahora la andadura 
cuando el camino
 va borrando del paso 
huellas a su pesar. 
Sola resta la voz que llama, 
al tiempo que se desvanece 
ebria y delirante bebiendo 
de una copa el gozo que queda
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