#instrumentos de cuerda
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Tipos de Maderas Usadas Para Hacer Violines: Especies de maderas utilizadas en la fabricación de violines
Tipos de Maderas Usadas Para Hacer Violines. La fabricación de violines requiere de diferentes tipos de madera. Entre los más comunes están el abeto y el arce, utilizados en la construcción de la parte superior del instrumento. También se utiliza álamo para la parte posterior, mientras que el ébano, el palo de rosa y el boj se emplean en accesorios. La caoba de montaña de Oregon es otra madera de…
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#calidad de violines#construcción de instrumentos#instrumentos de cuerda#luthería#madera de abeto#madera de arce#madera de ébano#maderas para violines#maderas resonantes#Sonido del Violín
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¡Construyamos un Cordófono! Aprendiendo sobre la música y la reutilización
¿Quieres que tus estudiantes aprendan sobre música y reutilización al mismo tiempo? ¡Construye un cordófono con materiales de reúso en tu próxima clase de educación artística para cuarto grado de primaria! #educaciónartística #música #reutilización
Plan de clase de 60 minutos para educación artística en cuarto grado de primaria: Competencias que se favorecen: Artística y cultura. Lenguaje artístico: Música Ejes: Apreciación: Exploración de la afinación de un botellófono de acuerdo con las alturas existentes en una melodía sencilla y conocida. Expresión: Ejercitación de la memoria auditiva a partir de fragmentos melódicos mediante…
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Un instrumento efímero en busca de la eternidad, danza con el tiempo, un suspiro que se va.
El violín en el viento no cesa de cantar, cuerdas que en el aire parecen dialogar. Cada nota es un susurro, cada arco, un palpitar, melodía que viaja sin saber su final. Se pierde en el viento, mas no su sentir, como un eco eterno que se niega a partir.
Julsen Bastian
#neuroconflictos#julsen bastian#mayo 2024#escritos#citas#frases#notas#pensamientos#excen-tricos#textos#amor#escrituras#tristeza#instrumento#violin#danza
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"My soul is a hidden orchestra; I know not what instruments, what fiddlestrings and harps, drums and tamboura it sounds and clashes inside myself. I know myself only as symphony". "Mi alma es una orquesta oculta; no sé qué instrumentos tañe o rechina, cuerdas y arpas, timbales y tambores, dentro de mí. Sólo me conozco como sinfonía".
Fernando Pessoa, del "Libro del desasosiego"/"Book of disquiet".
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Derritiendo los glaciares de su corazón | Simon Riley x Reader
¡Mi segundo escrito aquí! Estoy intentando descubrir como funciona la plataforma, sigo estando nerviosa y pronto tendré que hacer una publicación fijada con mis pequeños retazos.
Simon "Ghost" Riley x Reader
Please, listen "Say yes to Heaven" of Lana del Rey mientras lee esto para una mejor experiencia.
Los créditos se mostraban en la pantalla mientras quitabas la manta acolchada que te cubría, hacía unos minutos que la película había finalizado y como un gato perezoso, te estiraste en la cómoda cama en la que reposaba tu cuerpo, aun tratando de espabilar después del dulce sueño y las caricias compartidas por el hombre rubio del que no había rastro en la habitación.. Hacía frío, no era para menos el invierno los había arropado con una espesa capa de nieve y escarcha visible desde la ventana, donde se vislumbra el paisaje blanquecino pero ciertamente inspirador para una artista como tú.
Aunque, nunca fuiste buena pintando o esculpiendo en arcilla, tus dedos se hallaban demasiado ocupados trazando formas en el cristal de este, tarareando de manera vaga la melodía de fondo, disfrutando de la brisa congelada que refresca tus mejillas sonrojadas; porque los recuerdos de la noche anterior transitaban por tu conciencia, los besos apasionados, las mordidas traviesas, palabras sugerentes y el delicioso vaivén de caderas que impuso Simon cuando descubrió los espacios más íntimos de tu cuerpo, trazando cual cartógrafo la geografía en antiguos pergaminos, proclamándose noble conquistador de las tierras vírgenes entre tus piernas.
Cada suspiro robado en la boca de Simon se repetía en bucle en tu imaginación, dejándote embriagar por el terroso aroma a almizcle, avellanas y madera, había algo en la entereza de su ser que te hacía sentir en casa. Quizás tanto tiempo en soledad, viviendo en la monotonía de los días con las mismas palabras vacías y la rutina hueca te había hecho sentir extranjera en tu propio cuerpo, en tu propia vida, hasta que conociste al hombre de ojos cafés tormentosos.
Era una ocasión especial, llevabas un vestido fluido por insistencia de tu madre que te había convencido de salir al último festival organizado en la ciudad y lucir bonita para “pescar un buen hombre, porque el tiempo pasaba y no te hacías más joven”, sin embargo, la amargura en tu paladar al pensar en el amor y tus anteriores experiencias (aunque escasas, muy decepcionantes y terribles) se vieron empañadas en cuanto observaste a semejante semental que se encontraba sentado en un rincón oscuro del bar en el que estabas con tu hermana.
Ella, como era de costumbre, no se callaba y continuaba parloteando sobre el militar con el que estaba saliendo desde hacía semanas. Pero espabilaste en cuanto saliste de la ensoñación, dándote cuenta que su parloteo se había detenido hacía segundos y se levantaba repentinamente de la silla, corriendo como el huracán que era hacia la figura voluminosa de un hombre que llamó “John” con un tono tan enfermizamente dulce que en otro momento te hubiese provocado arcadas.
Al final conociste al misterioso hombre del que estaba enamorada tu hermana y también conociste a Simon Riley, a pesar de que al inicio se presentó con su indicativo “Ghost” con un tono seco y plano, anticipándote que no participaría mucho en la conversación. Sin embargo, al final de la noche lograste estar más cerca de ese cautivador espécimen que solía hacer bromas de papá, bebía cortos tragos de bourbon y te robaba el corazón con cada palabra que salía decorada por ese acento de Manchester.
Regresando al presente, te sentías flotando en una danza encantadora y delicada como las de antaño, donde el caballero sujetaba a una distancia prudencial tu anatomía al compás de la orquesta que entonaba el ritmo de la pieza. Como un violinista que conoce las cuerdas de su instrumento, el rubio había aprendido a tocar en los sitios indicados para conseguir ese dulce sonido de tus labios pintados de bermellón.
Aquel suceso permanece escrito en las páginas de tu memoria, garabateando corazones junto a sus nombres y anhelando esas varoniles manos sobre ti una vez más, generando una adicción a sus incandescentes sentimientos desmedidos, desprovistos de cualquier enajenación. Giraste sobre tus pies, dando vueltas como una ninfa de rostro soñador, la delgada camisa blanca de Simon cubría tu desnudez sin inmutarse por la baja temperatura hasta que percibiste esa fragancia casi afrodisíaca.
—Pensé que no querrías salir de la cama —murmuró el de orbes azules, sonaba divertido y maravillado por tu delicado semblante, aún cuando había pervertido tu mente con su excitación desenfrenada y te había devastado en su cama hacía unas cuantas horas.
—Está nevando y es precioso, quería ver la nieve caer —señalaste, sentándote sobre tus tobillos en el esponjoso colchón invitándole a que se acercara hacia donde estabas.
—Quizás, sigue sin ser más precioso que tú.
Antes de que pudieras contestar, te sujetó por la cintura y te subió a su regazo, reposando tu cuerpo en sus gruesos muslos, acariciando tramos de piel que iba revelando al subir la poca tela que lo separaba de tu cálido centro.
—Anhelo llenarte de los halagos que mereces... quiero devolverte esa alegría que provocas en mí —confesó, peinando los mechones sueltos que enmarcan tu rostro. Los mismos dedos que te habían llevado a las estrellas delineaban con delicadeza tus mejillas, hasta que el dedo pulgar reposó encima de tus labios, fascinado admirando la forma de tu arco de cupido.
—Creo que alguien ha estado leyendo a Jane Austen —dijiste más para ti misma, sin percatarse que Simon empezaba a desabrochar los pocos botones que cubrían tu modestia.
Nunca desvió sus profundos ojos marrones de tus reacciones, motivado por como mordiste tu labio inferior al observar los músculos cincelados y esos pectorales esculpidos por Miguel Ángel. Lo hacía con el objetivo de empujar tu deleite en ese armonioso espectáculo íntimo, develando la parte más sensual que poseía como individuo masculino.
En cuanto te apoyó en la cama, posicionándose sobre ti, apreciaste en silencio como iba enseñándote el sendero feliz cubierto por una delgada capa de vello y jadeaste en silencio, sintiendo el agradable calor de tu humedad cuando Simon se quitó el jogger gris que llevaba y sus torneadas piernas tocaron el colchón para subir hacia donde tus brazos lo llamaban. En cuanto estuvo más cerca, sentiste la dureza de su miembro contra la parte interna de tus muslos, mordiéndote el labio y moviendo las caderas para que pudiera sentir lo lista que estabas para recibirle.
Simon hizo descender sus dedos hacia tu centro resbaladizo, cubriendo sus dedos con la humedad acumulada en medio de tus muslos y llevándolos a su boca para probarlo mientras te miraba atentamente, provocando un gemido desesperado de tu parte. Para ese instante, el frío no era un inconveniente, puesto que apretaste los muslos al sentir como esa humedad crecía y descendía cálida, acción que no pasó desapercibida—. ¿Exaltada, mi dulce princesa?
—¿Qué crees? —dijiste, recostando tu fisionomía en la suavidad de las sábanas de tu amante. Querías repetir esa pecaminosa danza que se prolongó en la madrugada.
—¿No fue suficiente con lo de anoche? —cuestionó, una de sus cejas gruesas arqueadas y sus labios tirando de una sonrisa que prometía los placeres carnales.
Pero no te cohibiste como antes, la sumisión que habías mantenido se dispersó cuando lo besaste con todo el fuego que residía en tu pecho, presionando tus senos desnudos contra su pecho torneado y duro. Porque más allá de un derroche pasional y efímero, sus almas se conectaban en un plano espiritual que escribía con pluma dorada la leyenda de un amor inconmensurable, que por fin sería netamente feliz y perpetuo.
—Quiero que me hagas tuya, Simon.
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Somos un instrumento dotado de muchas cuerdas, pero generalmente nos morimos sin que hayan sido pulsadas todas. Así, nunca sabremos qué música era la que guardábamos. Nos faltó el amor, la amistad, el viaje, el libro, la ciudad capaz de hacer vibrar la polifonía en nosotros oculta. Dimos siempre la misma nota.
Julio Ramón Ribeyro.
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Artista: ay no me meto en política, no sirve para nada uwu
Mercedes Sosa cantando desde la eternidad:
¿QUÉ COSA FUERA? ¿QUÉ COSA FUERA LA MAZA SIN CANTERA? UN AMASIJO HECHO DE CUERDAS Y TENDONES UN REVOLTIJO DE CARNE CON MADERA UN INSTRUMENTO SIN MEJORES PRETENSIONES QUE LUCECITAS MONTADAS PARA ESCENA
¿QUÉ COSA FUERA, CORAZÓN? ¿QUÉ COSA FUERA? ¿QUÉ COSA FUERA LA MAZA SIN CANTERA? UN TESTAFERRO DEL TRAIDOR DE LOS APLAUSOS UN SERVIDOR DE PASADO EN COPA NUEVA UN ETERNIZADOR DEL DIOSES DEL OCASO JÚBILO HERVIDO CON TRAPO Y LENTEJUELA
#cosas mias#podés perder tu tiempo podés descansar podés dedicarte al arte por amor al arte#pero en ningún momento de la vida tenés que olvidar quien sos de donde venís y en donde estás parado#y por qué tenés que luchar#ya sé que es de Silvio Rodriguéz pero esta es la versión de Mercedes Sosa
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CONCIERTO DE OBOE, CUERDAS Y PIANO
"Estoy seguro que la buena música alarga la vida" - Y. Menuhin
Este majestuoso concierto se realizó en el teatrín de la DDC de La Libertad gracias al Conservatorio Regional de Música Carlos Valderrama.
Fue una noche espectacular por la combinación de grandes instrumentos como el piano, violín, viola y cello, además de contar con la presencia del oboista norteamericano William Wielgus.
También se contó con la presencia de artistas invitados Leonardo Mendoza en el piano, Sheila Cardivillo en el violín, Darío Moya en el cello, etc., quienes tocaron música de autores Trujillanos como Teófilo Álvarez Álvarez y Carlos Paredes Abad.
Escuchar tales composiciones trujillanas llenó de orgullo a los oyentes y también a los autores propios. Y para sellar la noche, el director del Conservatorio entregó un reconocimiento al oboista norteamericano William Wielgus por su dedicación al cuarto arte.
Redacción: Chuquimango Sánchez Margarita
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«Somos un instrumento dotado de muchas cuerdas, pero generalmente nos morimos sin que hayan sido pulsadas todas. Así, nunca sabemos qué música era la que guardábamos. Nos faltó el amor, la amistad, el viaje, el libro, la ciudad capaz de hacer vibrar la polifonía en nosotros oculta. Dimos siempre la misma nota».
-Julio Ramón Ribeyro-
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SALÓN DE MÚSICA — los instrumentos en aquel espacio son tantos, y tan variados, que se toma su tiempo antes de decantarse por uno: el violín. entonces logra que la estructura de madera se acople a su cuerpo, un brazo manteniéndolo en el aire con firmeza y el otro arrancando las primeras notas de sus cuerdas con el arco. lamentblemente, nada tarda en convertir aquello en una auténtica agonía musical, ¡hacía años que no practicaba! ¡no la podían culpar! desafortunadamente (o no) su pobre interpretación de ode to joy queda a medias cuando un sonido a sus espaldas le interrumpe. aunque da un respingo, se las arregla para suavizar su expresión de espanto. ' ¿o-oh? ' carraspea, ¡tiene la cara rojísima! ¡qué verguenza! ' ¿has venido a... practicar también? '
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Hola!
Podrías hacer algo +18 con Blas? 👀
+18!
-La menor- indica Blas y aguarda a verte posicionar los dedos sobre las cuerdas de la guitarra-. Y después otra vez La pero en primera inversión.
-¿En qué...?
-Así- acomoda tu mano izquierda-. Es el mismo acorde pero...
No tenés idea sobre cómo tocar la guitarra y luego de varias clases fallidas tu novio, que te conoce a la perfección y sabe cuánto se te dificulta concentrarte en ocasiones, se ofreció a enseñarte con un método poco convencional.
Las reglas son sencillas: él se mantiene enterrado en tu interior para tentarte, prometiendo una recompensa que llegará luego de la lección, y lo único que tenés que hacer es aprender los acordes de la primera estrofa de una de sus canciones favoritas.
Sentís el palpitar de su miembro y tu excitación derramándose, probablemente manchando ya su cuerpo y también las sábanas. Cuando Blas canta cerca de tu oreja su voz suena más grave de lo normal y te es imposible impedir que tus músculos se contraigan.
Sus manos aprisionan tu cadera y sus largos dedos se entierran en tu piel como una advertencia. Te parece totalmente hipócrita de su parte -pero no hacés comentarios- porque pronto sentís que cede ante su necesidad y comienza a guiarte con movimientos dolorosamente lentos.
Te arrebata la guitarra de las manos y la deja sobre el sofá en un ángulo que no te parece del todo seguro, pero tu mente cada vez más nublada por el placer no te permite pensar demasiado en algo que no sea la sensación entre tus piernas. Tus manos toman las suyas, aún sobre tu cadera, y tus gemidos cobran fuerza.
Escuchás una pequeña risa y sentís su aliento golpeando tu piel cuando habla, aunque las palabras que dejan sus labios jamás llegan a tus oídos y mucho menos a tu cerebro, plagado por completo con pensamientos de Blas y nada más que Blas.
Continúa moviéndote sobre su cuerpo y la posición que le permite rozar los puntos más profundos de tu interior también te deja sentir las venas que recorren su miembro junto con su punta acariciando repetidamente tu cérvix.
En un parpadeo se arroja sobre el respaldo del sofá y te abraza contra su pecho, apoyando los pies firmemente en el suelo para poder acelerar su ritmo y la intensidad con que te penetra. Tus gemidos son desesperados y resuenan por toda la habitación.
Cuando sentís sus dedos recorriendo tu abdomen en dirección a tu centro temblás y él lo disfruta: comienza a dibujar círculos sobre tu clítoris y te llevás una mano a la boca, mordiendo tus nudillos con fuerza para ahogar en ellos tus gritos.
Tu otra mano tira de los rulos de Blas y el ardor que provocás en su cuero cabelludo, combinado con tus paredes exquisitamente apretadas y muy húmedas, lo hacen gemir.
¿Cómo se supone que aprendas a tocar un instrumento si tu profesor sólo quiere tocarte a vos?
¿Ese video de Blas cantando Durazno Sangrando y su gatita mirándolo? Morí de ternura pero... ¿Por qué ponés la voz taaan grave, Blas? El Flaco cantaba agudo sin miedo. Ubicate (?
taglist: @chiquititamia @creative-heart @madame-fear @recaltiente @llorented @delusionalgirlplace @lastflowrr
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El violoncelo más antiguo conocido en el mundo es "El Rey", hecho por el laúd italiano Andrea Amati a mediados del siglo XVI D.C., en Cremona, Italia.
Se llama así porque formaba parte de una serie de 38 instrumentos de cuerda de arco hechos para la corte del rey Carlos IV de Francia.
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Este vínculo [entre la voz y el arpa zande] es tan estrecho que, ante cada nacimiento de un nuevo instrumento, un arpa zande, antes de comenzar a emitir sonidos, tiene ante todo que morir como cuerpo. Quien querrá tocarlo se encuentra, en consecuencia, en la obligación de llevar el luto de esa muerte. Solo después de esa muerte el instrumento puede comenzar a emitir sonidos. En efecto, es a través del posarse de esa voz en un cuerpo que muere para acorgerla (y se priva así de un carácter vocal innato) que puede establecerse una primera identificación entre quien canta y el instrumento que emite el sonido. La identificación se completa luego (o al menos se intensifica) con la aparición, sobre el cuerpo mismo del instrumento, de la figura simbólica de un rostro. La cuerda punteada ahora pronuncia palabras, emite la voz de alguien, un rostro cuya imagen se ha vuelto parte del instrumento. Como en los tambores antropomorfos de los que se ha hablado, el rostro transforma el sonido en voz. En consecuencia, es lógico que, como nota sobriamente el etnógrafo, cada altitud del arpa, cada sonido obtenido punteando una de sus cuerdas sea llamado, en zande, kpolò: «voz».
—Carlo Severi, «Introducción. Rito, cuento memoria» en El sendero y la voz. Una antropología de la memoria. Traducción de Yolanda Daffunchio.
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' ¿qué? ' cree sentir una mirada inquisitiva. irises no buscan una confirmación de esto, concentrado en el instrumento. ' no me digas que no fue lo primero que pensaste con esto de la fogata ' hay una comísura que se alza unas centecimas a la vez que afina algunas cuerdas, sarcasmo que encuentra forma de menguarse. ' ¿sabes? me indigna un poco que mis amigos de la sombra no hayan pensado en los malvaviscos ' es irónico, jocosidad pululando en sus ojos. ' en fin... ¿crees que quieran unirse para el coro de wonderwall? '
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La oscuridad envuelve tus formas desnudas, únicamente vestida de expectación y cuerdas ásperas...
La temperatura de la sala contrasta con el calor que emana de tu dermis.
Piel erizada por la excitante incertidumbre, pensamientos alborotados consecuencia de la ignorancia de las primeras veces, cóctel de emociones que mojan todos tus labios...
Las velas son un complemento, un instrumento que canaliza mis perversiones sobre ti...
Cada vez que oyes el chasquido del fósforo prendiéndose tu mente añade un capítulo más a esa fantasía que traías incompleta en lo profundo de tu psique...
Pequeñas llamas que bailan asincronicamente debido a suspiros e intensas respiraciones...
Cera guiada por la orografía de tu piel, material que se solidifica en pocos segundos dejando sensaciones eternas nunca antes experimentadas por ti...
Poco a poco voy confeccionando sobre tu carne trémula una prenda con aires góticos que te hace más atractiva aún si cabe a mis ojos...
Tu eres la luz que ilumina los oscuros salones de mi mente,
el candil que guía mis pasos hacia una plenitud que no conocía y
el sol del resto de amaneceres que me quedan por vivir a tu lado...
©Navegandoportumente
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La música por instrumentos de viento y cuerda ameniza la reunión, donde el nekomata descansaba sobre su trono exterior en el palacio, donde las flores de cerezo rozaban su piel y pintaban de sutil rozado el color de sus mejillas por el maquillaje, su cabello del mismo color le daba un aire despeinado, pero también elegante a todo su ropaje. El Rey Jaguar había ido al encuentro con el Rey del Cerezo, un acuerdo que se hizo por medio de cartas luego de leer un malestar en el joven monarca y Evander no pudo evitar la sonrisa que surcó su faz al ver una pequeña oportunidad de tenerlo para si mismo durante días enteros sin nadie más alrededor. Espera hasta que dos choko con sake son servidos frente a ellos, las Geishas y Oiran, bailaban y entretenían a sus invitados de diferentes formas, algunas Oiran ya estaban sentadas sobre el regazo de sus clientes, justo como el rey del cerezo y el sake, sobre las trabajadas piernas del más pequeño de su grupo. ❝ Bebe, por la celebración de tu gran travesía por mares y océanos hasta llegar a mi ❞ Su diestra le toma del mentón, la zurda lleva el vaso con alcohol hasta los finos labios y es él quien lame el propio inferior, mordiéndolo suavemente. ❝ Tal cara cincelada por los dioses no debe lucir como luces ahora con el ceño fruncido, mi rey. ❞
#inoue evander ; thread#evander & damian ; relationship#mikrokosmos#a new king has ascended; all the stars and galaxies address me as your majesty ; verse#hola evander the old man es aprovechado(???#NO LO PODEMOS CULPAR#es que ese rey jaguar /licks(?)#escuchaba el ost de inazuma mientras tho#starter*
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