#identidad colectiva
Explore tagged Tumblr posts
Text
«Entre tanto, he aquí el primer progreso que el espíritu de rebelión hace realizar a una reflexión anteriormente imbuida de la absurdidad y de la aparente esterilidad del mundo. En la experiencia absurda el sufrimiento es individual. A partir del movimiento de rebelión, tiene conciencia de ser colectivo, es la aventura de todos. El primer progreso de un espíritu extraño consiste, por lo tanto, en reconocer que comparte esa extrañeza con todos los hombres y que la realidad humana, en su totalidad, sufre a causa de esa distancia en relación con ella y con el mundo. El mal que experimentaba un solo hombre se convierte en una peste colectiva. En nuestra prueba cotidiana de rebelión desempeña el mismo papel que el “cogito” en el orden del pensamiento: es la primera evidencia. Es un lazo común que funda en todos los hombres el primer valor. Yo me rebelo, luego nosotros somos.»
Albert Camus: El hombre rebelde. Editorial Losada, S. A., págs. 25-26. Buenos Aires, 1978.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
#albert camus#camus#el hombre rebelde#rebelión#rebeldía#extrañeza#realidad humana#identidad colectiva#colectivo#individuo#yo#cogito#nosotros#espíritu de rebelión#absurdo#absurdismo#filosofía existencial#existencialismo#mundo#hostilidad#apariencias#costumbre#vida#existencia#nihilismo#teo gómez otero
5 notes
·
View notes
Text
Si un genio te concediera tres deseos, ¿qué pedirías? Creo que si un genio me concediera tres deseos en esta etapa de mi vida le pediría la Libertad y Soberanía de mi país, que es la colonia más antigua del planeta con 500 años de historia colonial. Pero estoy casi seguro que el genio me diría pide otra cosa, porque la libertades son algo que no se exige, ni se demanda, simplemente se declara.…
View On WordPress
#amor#AUTOESTIMA#colonialismo#conciencia colectiva#dailyprompt#dailyprompt-2105#familia#FUTURO#Identidad#libertad#patriotismo#pensamiento positivo#RELACIONES HUMANAS#vida
0 notes
Text
Presentación en Audio Advice Live y CEDIA 2023: JBL lanza su sistema de música integrado L42ms
NORTHRIDGE, California — 4 de agosto de 2023 — El Grupo de Audio de Lujo de HARMAN anunció hoy la última incorporación a la Serie Clásica de JBL, el sistema de música integrado L42ms Classic. Combinando un diseño atemporal con una variedad de tecnologías acústicas de JBL y opciones de conectividad con y sin cables en un solo gabinete, el L42ms ofrece el estilo, rendimiento y conveniencia que…
View On WordPress
#ciudadanos#cohesión social#comunicacion#consecuencias#democracia#Elecciones#estructura social#hecho social#identidad#interacción#normas#oportunidades#participación colectiva#pertenencia#poder#proceso democrático#Recursos#representantes políticos#TeleRealRD#Tellerealrd#valores compartidos
0 notes
Note
Hola, Sgiandubh.
Mordor no debe estar muy contento con esas fotos que publicaste. Nos acusan de publicar recibos antiguos cuando hay un avistamiento Tait y, ahora, BIF y sus seguidores se dedican a rebloguear antiguas entrevistas donde ella hablaba del prometido "sin nombre". Ya se encargaba el magazine de turno de editar el texto añadiéndolo para que no quedara duda de su identidad. Como ese bloguer de IG que ha cambiado la secuencia de fotos y no ha publicado las que han causado tanto revuelo pero si se ha dedicado a seguir insultando a las #shipperscrazies. Manipulando la información real que hay disponible. Si eso no es reunir a las tropas para tranquilizar los ánimos no sé qué es 😆
Dear Rallying the Troops Anon,
Me alegra mucho que Mordor no esté contento con estas fotos, por supuesto. La idiotez colectiva del Otro Lado es contundente y menospreciar al adversario - la peor estrategia que pueda imaginarse.
But without further ado, let's translate your comment:
'Hi, Sgian-dubh,
Mordor must not be very happy with the pictures you posted. They accuse us of posting old receipts every time there's a Tait sighting, but now BIF and her followers are busy reblogging old interviews where she talked about the 'unnamed fiancé'. The magazine had already dutifully edited the text, adding to it so there would be no doubt about his identity. Just like that Instagram blogger who changed the order of the pics and did not post those that caused so much commotion, but who did continue to insult the #shipperscrazies. Manipulating the real information that is available.
If that is not rallying the troops to calm things down, I don't know what is 😆.'
Well, then - LOL. As I just said: I am very glad that these pics irritated the shit out of Mordor, of course. The collective idiocy of the Other Side is blatant and of course, belittling the adversary - the worst possible strategy.
But remember (hahahahaha), darling: double standard is a paramount policy of the Best Fans and the Only Ones, FWIW. They feel they have a license to do just about everything: repost things when reality bites and people begin to realize maybe things are not just as black and white (but rather more than fifty shades of grey, LOL). Insult people who dared question their honesty and/or intentions, with a ferocity that says a lot about their unsavory mob. And also play the ostrich, when people come to them with info like this very recent one:
The reactions are just priceless:
Sure, Jan, wherever you'd live (a 500 people village, somewhere, I suppose). Because social and business dinners happen on Saturday nights, since the dawn of humanity (where is McIdiot, on that Saturday night, since it's all so social/business? rehearsing Smooth Operator with Blonde Bambino?). And yes, of course, 'pictures or it did not happen' (it did happen before, btw, albeit with chaperones, but never with the multi-millionaire, successful music producer!), on that we agree, and it's rare - this round's on me. That being said, it's priceless to read (and almost hear) those banshee shrieks: 'They are not romantically involved!!!!!!!!!!!!' I spat my Coke, again and remembered this wonderful Terry Pratchett quote:
'Multiple exclamation marks,' he went on, shaking his head, 'are a sure sign of a diseased mind.'
So, as you can see, that rally cry was also very, very far away from being efficient. As Cambronne famously said at Waterloo: merde!
One last thing and please try and not hate me for it, since I might have misunderstood what you really meant: there was no editing, as far as I know, of that interview BIF reposted. That name was always there, but once more, never uttered by C and just added for context by the journalist, when she wrote her paper. See for yourself:
Reading that last phrase tells the whole story: 'finding time that suits both their schedules is also proving challenging'. ROFLMAO. For Christ's sake, the 'intensely private' one ain't no Quincy Jones! And this is how you just know Tatler sugarcoated a very bland, unenthusiastic interview. A very common practice.
Salud! Don't be a stranger, Anon. You inspire me. 😘
PS: that banshee shriek was completely unnecessary. Anon just said they were 'catching up', nothing more (which immediately makes me think there was something more about it). Nobody suggested anything romantic. Pavlov's dog will always react to the stimulus, though. And thank you, querida, for the heads-up. 😘🙌
98 notes
·
View notes
Text
El pasado domingo marcó una ocasion importante en el mundo de la televisión, pero también en la lucha por la igualdad y el reconocimiento de las identidades transgénero. Wendy Guevara, una influencer de las redes sociales, se alzó como la ganadora de "La Casa de los Famosos", consolidándose como la primera mujer transgénero en ganar un reality show en México. Su victoria no solo conquistó los corazones de innumerables espectadores, sino que también desencadenó diálogos cruciales sobre las vivencias de las personas transgénero en el país.
¿Por qué esta victoria es tan importante?
México figura entre los países con mayores casos de transfeminicidios, y en la mayoría de los casos, los perpetradores quedan impunes. Las mujeres transgénero enfrentan desigualdad y discriminación desmedida, lo cual daña su calidad de vida de manera significativa.
La participación de Wendy Guevara en este reality show trasciende la pantalla al transmitir a nivel nacional que las personas transgénero merecen reconocimiento y respeto. Son portadoras de emociones, y como seres humanos, tienen derechos inalienables que deben ser defendidos. Su victoria brinda una oportunidad invaluable para enfrentar la transfobia en todas sus manifestaciones, abordando no solo la discriminación, sino también la desigualdad y la violencia de género que a menudo las afecta.
Es fundamental reconocer que la victoria de Wendy no solo es un logro personal, sino un avance significativo en la lucha colectiva por la justicia y la igualdad. Este suceso ha iluminado un camino que merece ser seguido, hacia un futuro donde todas las voces tengan un lugar, y donde los derechos humanos sean inquebrantables, independientemente de la identidad de género.
137 notes
·
View notes
Text
spanishrevolution Recuerda lo que eres
La pérdida de identidad de la clase trabajadora es una crisis silenciosa que está erosionando los fundamentos de nuestra sociedad. Cuando los trabajadores dejan de reconocerse como parte de una clase obrera y se ven seducidos por la narrativa aspiracional de la clase media, se fragmenta el tejido social que daba fuerza a las luchas colectivas.
La clase trabajadora, al perder su conciencia de clase, se convierte en presa fácil de aquellos que prometen devolver un sentido de pertenencia y seguridad, pero a costa de la solidaridad y la justicia social.
Es imperativo recuperar y reforzar la identidad de la clase trabajadora para combatir estos peligros y proteger los derechos y dignidad de todos los trabajadores .
Este 9J recuerda lo que eres.
18 notes
·
View notes
Note
Re random esto, pero aparte de darles las gracias por todo este trabajo inmenso que estan haciendo, que es tan importante, queria tambien darles las gracias porque fueron el ultimo empujoncito necesario para que por fin me hiciese socia de la biblioteca de mi ciudad, siempre pense en hacerlo y tenia ganas pero siempre me ganaba la ansiedad, los pensamientos negativos de que no leo lo suficiente para justificar, en fin muchisimas cositas mias que me frenaban.
Pero lo hice, y puede ser una boludez para cualquier otro pero siento que me escale el everest con la cantidad de ansiedad que manejo en mi vida diaria, asi que me voy a dar una palmadita en la espalda, y me voy a leer el libro que retire 👍
Creo que no hay nada que como estudiante de Bibliotecología me haga más feliz que que me cuentes esto. -Keo
Las bibliotecas... La asociación a una biblioteca, o diez, sepan que no necesita justificarse, están para todes, y todes construimos las bibliotecas de toda índole (públicas, privadas, escolares, universitarias), les usuaries somos el incentivo de que sigan funcionando, somos el hecho por el cual están, independientemente de si las usamos para leer, para ir a estudiar, para charlar, o para escaparnos un rato.
Entiendo, enteramente, la frustración que genera la ansiedad—yo también, perdí muchos años de poder ser socio de la biblioteca de mi ciudad porque me intimidaba la magnitud del edificio, la cantidad de volúmenes disponibles, pero si hay un mundo por y para todes: es la biblioteca; algo que aún me abruma es la amabilidad de les bibliotecares y el amor y la pasión que hay dentro de esos espacios por la profesión, la vocación de ser servil a la comunidad y de que existan estos lugares, gratuitos, o muy, muy baratos para el bien común de todes. Les invito, desde el fondo de mi corazón a que se acerquen a cualquier biblioteca y experimenten esto que les digo.
Piensen que, incluso si no leyeran, su aporte a una biblioteca es inconmensurable, porque son un factor más a la funcionalidad y el progreso de estos lugares, para que otra gente también pueda disfrutar gratuitamente del acceso al libro, al wifi, o a las computadoras en algunos casos, y no es sólo leer, o estudiar, son espacios que proveen un montón de cosas más: cursos, tutorías, talleres, eventos culturales, etc.
Te felicito, y me alegra un montonazo, sinceramente, que te hayas animado, y hayas ido, y ahora seas socia [el admin tiene lágrimas en sus ojos mientras escribe esto]. E incluso si no se hacen socies, si no van para leer o para estudiar, vayan igual, porque son lugares en los que se puede simplemente ser, estar.
Les dejo dos frases más y me callo (podría hablar sobre bibliotecas por horas.)
Dice Frédéric Barbier en Historia de las bibliotecas. De Alejandría a las bibliotecas virtuales:
No obstante, las bibliotecas todavía nos hablan, tal vez hoy más que ayer, y la cuestión de las bibliotecas mantiene una actualidad asegurada: basta con considerar el movimiento de construcción de las "mediatecas", o la atención dada a las funciones de las bibliotecas nacionales en relación con la problemática de la identidad. La diversidad estructural de las bibliotecas (bibliotecas públicas, universitarias, especializadas, nacionales, etc.) sugiere que si supuesta inactividad sea tal vez un engaño, y que sus funciones, hoy, pasaron a ser otras: las bibliotecas responden a una o más necesidades "del día a día", ya sea que se trate, como hasta ahora, de información (no todo está en Internet) o de recreación (nunca se publicó tanto como hoy en día), pero también de igualdad (brindar acceso a la información y a la formación a quienes hoy no poseen los medios para ellos), por lo tanto de democracia, o más aún, de identidad colectiva.
Y, en cuanto a la lectura, María Teresa Andruetto en La lectura, otra revolución:
Mirar más allá, sin temerle a la dificultad y al "sagrado derecho a disentir". Para eso, necesitamos "saber leer, y saber leer no es terminar pronto sino leer despacio", dice el mismo Zuleta en otro ensayo que se titula precisamente "Sobre la lectura", con lo cual el elogio de la dificultad podría ser también un elogio de la lentitud, porque si bien leer es transitar de un libro a otro, encontrar los propios senderos en medio de un bosque, no se trata de entrenarnos en sistemas veloces de lectura, sino de una lenta apropiación de lo que leemos.
#argentina#libros argentinos#argieblr#literatura argentina#autores argentinos#literatura#frédéric barbier#maría teresa andruetto#los resaltados son míos
15 notes
·
View notes
Text
17/05/2024.
En el Día Internacional contra la #LGTBIfobia la Unión Europea confirma que “existe un retroceso preocupante de derechos de las personas LGBTI”. Aumenta en Europa la discriminación y la exclusión por orientación sexual e identidad de género. En vez de avanzar retrocedemos. 😡
❌❌❌ #17MAYO Día Internacional contra la LGTBIfobia: Nuestra sexualidad no es una enfermedad; tu odio, sí.
Más igualdad real, más derechos, más y mejor protección de las libertades individuales y colectivas y una sociedad mejor preparada para aceptar al diferente.
9 notes
·
View notes
Text
Por una Declaración de los Derechos de los Pueblos
Por Alain de Benoist
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Alain de Benoist critica los peligros de las ideologías absolutistas que suprimen la pluralidad e imponen la uniformidad, subrayando la importancia del arraigo cultural y de la identidad colectiva para preservar el carácter distintivo de los pueblos frente a las fuerzas homogeneizadoras del liberalismo moderno y de la globalización.
El siguiente es un ensayo del 15º Colloque national du G.R.E.C.E. (1) (17 de mayo de 1981).
Según Montesquieu, son las «ideas simples y únicas» las que conducen al despotismo. Por su parte, en 1772, Justus Möser escribió: «La tendencia actual a dictar leyes y ordenanzas generales es peligrosa para la libertad. Al hacerlo... estamos allanando el camino al despotismo, que pretende subordinarlo todo a unas pocas reglas y renuncia a la riqueza creada por la diversidad». Por último, para Friedrich Schlegel «yodo lo que es absoluto es, por su propia naturaleza, inorgánico y tiende a destruir los elementos que lo componen. Se puede decir sin equivocarse que lo absoluto es el verdadero enemigo de la humanidad».
He aquí, de entrada, la cuestión que nos reúne hoy: la causa de los pueblos. Esos pueblos cuyo concepto se expresa siempre en plural y cuya defensa constituye hoy el mejor medio de lucha contra los absolutos.
Es un punto que hemos planteado a menudo: los hombres existen, pero el hombre en sí mismo, el hombre abstracto, el hombre universal, ese hombre no existe. Podemos hablar de las libertades de los rusos, de los afganos, de los polacos, de las libertades de los pueblos subyugados por el imperialismo americano. Aferrarse, en cambio, a los derechos abstractos de un hombre «universal» es, a nuestro juicio, la mejor manera de no concedérselos a nadie.
Para nosotros, que rechazamos tanto el materialismo biológico como el racismo, el hombre no tiene otra naturaleza que la cultura a través de la cual se construye a sí mismo. El sujeto aislado no existe. Es un flatus vocis, una ficción. No existe un sujeto real, salvo en tanto que re-conectado, unido a herencias particulares, a pertenencias particulares. En otras palabras, no hay ningún sujeto preexistente a la conexión, ningún sujeto al que se le puedan atribuir propiedades fuera de cualquier conexión. Entre el absoluto de la humanidad y su correlato especular, el absoluto del individuo, hay un punto de equilibrio, un punto de anclaje: la cultura popular arraigada, como dimensión intermedia, como tercera vía, como lugar de conciliación permanente de las contradicciones relativas, que, en su medida, contribuye a dar a la existencia individual su eficacia, su significación y su supervivencia.
La categoría de «pueblo» no debe confundirse con la lengua, la raza, la clase, el territorio o la nación. Un pueblo no es una suma transitoria de individuos; no es un agregado aleatorio. Es la reunión de herederos de una fracción específica de la historia humana que, sobre la base de un sentimiento de pertenencia común, desarrollan la voluntad de continuar esta historia y de darse un destino común. Un pueblo es un organismo que, como tal, tiene propiedades particulares que no se encuentran en sus componentes estudiados aisladamente. También tiene derechos al igual que tiene deberes. Del mismo modo, el Estado que a menudo lo concreta históricamente también tiene vida propia. No es un concepto o un elemento nacido del contrato, como creían los filósofos «ilustrados» inspirados por el pensamiento mecanicista y mercantilista del siglo XVIII. Es una idea que encuentra progresivamente su encarnación en la historia.
«Cada hombre tiene su identidad inscrita en sus células», ha dicho recientemente Jean Dausset, Premio Nobel de Medicina en 1980 (2). Ahora bien, este carácter único, insustituible, inconmensurable que los investigadores atribuyen a los individuos debemos reconocerlo también en los pueblos.
En efecto, la identidad no puede ser únicamente individual. La conciencia de identidad va de la mano del sentimiento de inclusión, de pertenencia, que a su vez genera solidaridad y cimenta la voluntad común. La identidad colectiva, vivida y percibida subjetivamente, es el resultado de esta conciencia de pertenencia a un grupo, se define como diferencia y se aprehende mediante un sistema de representaciones, intuitivas o razonadas, a través de un cierto número de símbolos, mitos e imágenes que implican una visión del mundo y unos valores de referencia particulares. La identidad, en otras palabras, se entiende a través de una reflexión continua sobre el presente, siempre conectada con las raíces más profundas de nuestra cultura e historia. Este proceso de individuación nos hace conscientes de nuestros orígenes culturales y nos ayuda a comprender plenamente quiénes somos.
«Un pueblo sin cultura», escribe Albert Memmi, «estaría privado de pasado y de futuro; en otras palabras, ha dejado de existir como tal. Un pueblo no sólo muere si todos sus miembros mueren físicamente. Basta con que sus descendientes se integren individualmente hasta tal punto en otros grupos que olviden de dónde vienen y crean que su futuro siempre ha coincidido con el de sus nuevos conciudadanos. Su humus autóctono, en efecto, ha dejado de existir ya que se ha dispersado en los vientos de la historia, yendo a fertilizar otros suelos. Se comprende entonces la determinación de los grupos por defender su memoria colectiva: es la condición misma de su supervivencia» (3).
Se podría decir que la cultura es el carné de identidad de un pueblo. Es su respiración mental. Es su pasaporte para un futuro en forma de destino. Porque es cuando un pueblo se experimenta a sí mismo como una realidad orgánica y diferenciada cuando puede, gracias a un «espíritu popular vivo» (Achim von Arnim), revelarse plenamente creativo.
El análisis de sistemas ha establecido que la autoconservación de un sistema implica la existencia, no de una barrera impermeable, sino de un «filtro» destinado a controlar la entrada de información del exterior y su transformación dentro del sistema. Del mismo modo, el mantenimiento de la identidad de un pueblo exige una cierta continuidad cultural y demográfica, una relativa invariabilidad de los emisores, porque si bien es cierto que una homogeneidad excesiva conduciría a una pérdida de energía, también lo es que una heterogeneidad perturbadora produciría una erosión del sentimiento de pertenencia común. El «filtro» de un sistema cultural sólo puede estar constituido por un cierto número de valores.
No obstante, seamos muy claros. No se trata de establecer una especie de frontera metafísica en torno a las culturas. Los pueblos no son absolutos platónicos. La identidad, como constancia dentro del cambio, sólo puede captarse dialécticamente y en su propia evolución. Por tanto, el valor de uso de una adquisición cultural no es contradictorio con su valor de cambio. Pero para que haya intercambio, debe haber algo que intercambiar; es decir, en este caso, debe haber una identidad.
No se trata de aislarse de lo universal, sino de afirmar que sólo se puede alcanzar lo universal partiendo de lo particular. Cuanto más profundiza un grupo cultural en su propio genio, como ya observó Schlegel, más aumenta la riqueza de la humanidad. Por lo tanto, no abogamos por el aislamiento, sino por una forma de desarrollo histórico-cultural autocentrada.
Goethe, en Götz von Berlichingen, evoca a esos hombres que, «por exceso de erudición», ya no conocen a sus padres. Tales son los universalistas que, al deducir dogmáticamente lo singular de lo universal, llegan a negar sus propias raíces. La crítica que estamos desarrollando no es una crítica de lo universal, sino una crítica del universalismo, ese universalismo que encuentra su origen en el monogenismo bíblico y que no ha dejado de inspirar al igualitarismo laico desde el siglo XVII, ese universalismo que sabemos bien que emana siempre, de hecho, de un pensamiento particular, y que, como tal, representa siempre un intento enmascarado de dominar al Otro.
Jung demostró que, al igual que un individuo, un pueblo sufre una disociación mental cuando reprime su pasado más antiguo, cuando niega esa parte de sí mismo que procede de sus raíces profundas, esa parte de sí mismo que siempre se encuentra en el umbral de su propia conciencia, que lo interpela y le plantea el enigma de la historia de la Esfinge: ¿quién eres? ¿De dónde vienes? ¿Qué pretendes hacer de ti mismo para darte un destino?
De todas las formas de destrucción y despersonalización de los pueblos, desde el racismo exterminador hasta la aculturación negadora de la identidad, una de las más perversas ha sido probablemente el asimilacionismo, que, hay que decirlo, su modelo ejemplar ha sido el colonialismo francés de los últimos dos siglos.
El asimilacionismo, como forma clásica de etnocentrismo colonial, llama la atención por encontrar en él, en el plano ideológico, componentes fundamentales como la creencia en el «progreso», la concepción «occidental» del mundo y la linealidad de la historia, la idea de que existe un ideal universalizable de la sociedad y, por último, la convicción implícita de una realidad objetiva del derecho basada generalmente en la teoría del derecho natural.
Por otra parte, es muy notable que esta doctrina, que en última instancia aparece como una técnica particular de dominación socio-nacional, encontrara un consenso perfecto en Francia, tanto en la derecha como en la izquierda.
En efecto, como escribe Alain Fenet, «se juzgó inmediatamente conforme al espíritu de la Revolución, porque, para los revolucionarios, sólo podía existir una única manera de administrar. Se calificó entonces de «liberal», ya que permitía reconocer a los habitantes de ultramar los mismos derechos que a los ciudadanos de la Francia metropolitana mediante el igualitarismo jurídico y beneficiarse de la ideología de los derechos humanos y ciudadanos consagrados en las leyes de la República. Por último, se beneficiaría de un elemento «progresista» debido a su proyecto de dar acceso a los habitantes de ultramar a las condiciones políticas, jurídicas y sociales creadas por el progreso de las sociedades europeas» (4).
En la práctica, sin embargo, el asimilacionismo encontró su propio límite en el hecho de que toleraba, incluso fomentaba, toda una serie de prácticas que se apartaban de sus principios. Creando así, en su interior, las condiciones de su propio declive y allanando el camino para la descolonización.
El fin del colonialismo, precisamente, y con demasiada frecuencia olvidamos mencionarlo, marcó el fracaso de una globalización unilateral y de una concepción universalista del mundo. La descolonización, en efecto, no consistió en el levantamiento de una clase contra otra clase. Supuso el nacimiento y la afirmación de los pueblos deseosos de vivir su propia historia en sus propios términos. En este sentido, representa un acontecimiento crucial.
Es este movimiento el que, hoy en día, tiende a intensificarse en todo el mundo. Los pueblos como pueblos, como colectivos históricos que trascienden cualquier otra categoría, se están levantando. Los pueblos quieren determinar su propio destino. Quieren reclamar su identidad y tomar las riendas de su destino. En lugar de ser objetos de la historia de otros, pretenden ser artífices y sujetos de su propia historia. Repitámoslo: no se trata de luchas de clases, sino de levantamientos populares y nacionales contra todo lo que oprime a los pueblos en general.
Debemos llevar hasta sus últimas consecuencias las ideas de este movimiento. En particular debemos sistematizar el concepto de «colonización», porque no debe usarse únicamente para referirse a los países del Tercer Mundo o a las antiguas colonias. Debe reexaminarse a la luz de las nuevas experiencias históricas. En efecto, existen otras formas de colonización que la política y la militar. Hoy uno puede ser conquistado – y colonizado – sin disparar un solo tiro. Incluso se puede ser colonizado sin darse cuenta. Se puede ser colonizado económica, cultural, ideológica, religiosa o espiritualmente. Y estas nuevas formas de conquista, potencialmente seductoras, potencialmente «transparentes», son incluso mucho más peligrosas. Diremos que la verdadera descolonización es la descolonización total. Yo añadiría incluso que es una descolonización recíproca.
No olvidemos, por otra parte, que Europa, antes de ser colonizadora, fue ella misma también colonizadora y exportó su ideología occidentalocéntrica y el mensaje bíblico únicamente después de habérselo impuesto a sí misma. Sabemos cuánto se esforzó Herder en su Otra filosofía de la historia (1773) por conciliar su cristianismo con su exaltación de los genios nacionales, defendiendo, no sin razón, una «forma moderna de politeísmo» que le lleva, entre otras cosas, a condenar la evangelización cristiana, el etnocentrismo misionero y la naciente colonización...
¿Qué es el derecho a la autodeterminación? Es, ante todo, el derecho a expresar la voluntad de ser independiente. Sin embargo, la independencia forma un todo. Ser políticamente independiente y no serlo económica, cultural o ideológicamente no es ser independiente. También plantea la conciencia de su ser profundo por parte de los pueblos como un derecho fundamental: «No se puede», subraya Guy Michaud, «hablar del derecho de un pueblo a la autodeterminación, o incluso de la reivindicación de autodeterminarse, sin que exista previamente una conciencia de su identidad» (5).
Es notable a este respecto que una organización como las Naciones Unidas se haya negado siempre a sistematizar la descolonización. La noción de «colonización» prácticamente se ha reservado para justificar la emancipación de los países del Tercer Mundo sometidos a la tutela político-administrativa europea. No ha jugado a favor de los países del campo socialista. No ha jugado a favor de los países sometidos a la influencia económico-cultural norteamericana. Tampoco ha jugado a favor de las reivindicaciones autonomistas y regionalistas en Europa (6). También se observa que se ha negado la reivindicación de autodeterminación al pueblo alemán, ya que hubiera implicado una reunificación que ninguna superpotencia desea. Incluso dentro de los organismos internacionales, vemos ahora cómo surge la idea de que la autodeterminación no se extiende a la elección del régimen o que no se extiende a la propiedad de la riqueza y los recursos naturales.
Por último, hay que observar que la condena, en nombre de la conciencia universal, de tal o cual régimen político está en contradicción directa con la afirmación de que los pueblos, al tener derecho a la autodeterminación, también tienen derecho a determinar por sí mismos su estatuto político y social.
Por su parte, los antiguos intelectuales del Tercer Mundo, antaño fascinados por las guerras de independencia y los levantamientos nacionales, tienden cada vez más a convertirse, detrás del imperialismo estadounidense que ayer denunciaban, a la ideología de los derechos humanos y del evangelismo universal. Al designar a Estados Unidos como el mal menor tras la guerra, Camus había preparado el terreno. La «izquierda americana» se precipitó a seguir esta línea. Hoy es Jean Cau quien celebra la memoria del «Che» Guevara, mientras que la intelectualidad, hace sólo unos meses, denunciaba el «nacionalismo» del partido comunista y le hacía ojitos a Jimmy Carter.
Una evolución similar se ha producido en el terreno de las ideas. No hace tanto tiempo, los ideólogos igualitarios, deseosos de combatir la idea de una naturaleza hereditaria o constitucional del hombre, no dudaban en subrayar la importancia de la cultura y de la conciencia histórica, que, efectivamente, forman parte de la especificidad humana.
Desde entonces, se han dado cuenta de que el «culturalismo» no conduce a lo uno, sino todo lo contrario; que las culturas, lejos de eliminar las diferencias, sólo las elevan a un nivel superior y que esta pluralidad de culturas no es más una «etapa» hacia el Estado mundial igual que el politeísmo es una «etapa» hacia el monoteísmo. Por eso, a partir de ahora, atacan a las propias culturas, afirmando, con Guy Scarpetta, que «la noción misma de cultura popular arraigada debe tomarse con pinzas» y que hay que luchar contra el «aparato ideológico del arraigo» gracias a la «conjunción decisiva del monoteísmo y del desarraigo cosmopolita» (7).
Así, llegamos naturalmente al tema de la «muerte del hombre», es decir, a una concepción del hombre fundada en la nada. Y de hecho, los mismos ideólogos igualitarios, acorralados, nos confiesan ahora que el «hombre» que defienden no es más que un concepto operativo, una idea mesiánica destinada a la interpelación negativa de la realidad; que el hombre en sí mismo, como escribe ingenuamente Guy Lardreau, no es más que «lo que postulo si quiero construir un concepto de conexión tal que incluya algo que escapa a la conexión» (8). Lo que equivale a decir que afirmar lo que no existe sigue siendo la mejor manera de suprimir lo que existe.
Sin duda, a la luz de esta evolución, habría que releer las páginas que Marx, en El Manifiesto Comunista, dedica al papel eminentemente revolucionario de la burguesía. Históricamente, es con el auge de los valores burgueses cuando se produce un cambio significativo en el pensamiento europeo: surge una ideología que ya no busca transformar los lazos sociales ni renovar el sentimiento de pertenencia. En su lugar, esta ideología aboga por cortar las conexiones, borrar las diferencias culturales e históricos y disolver los lazos comunitarios.
Sin embargo, lo que Marx no había previsto era que, en lugar de que la revolución burguesa condujera al socialismo, es, por el contrario, el socialismo el que se ha aburguesado. El internacionalismo marxista, que aspiraba a un gobierno universal basado en la internacionalización de los medios de producción, ha muerto. Incluso nació muerto. El ideal cosmopolita, en cambio, sigue muy vivo. Podemos observar que es el liberalismo, y no el marxismo, el que está provocando activamente este cambio. La destrucción de culturas profundamente arraigadas está siendo lograda con mayor eficacia por las corporaciones multinacionales que por los seguidores de Marx, que han cambiado su enfoque hacia un ideal superficial de «vivir mejor». Este ideal, caracterizado por la permisividad, es una versión diluida de la mentalidad pequeñoburguesa.
La cuestión fundamental que se plantea hoy, relativa a la causa de los pueblos, va mucho más allá de saber cómo acabar con el jacobinismo, cómo descentralizar y cómo respetar las diversidades locales. El problema ya no es una cuestión de fronteras, ni de autonomía administrativa, ni de dominación estatal. ¿De qué le sirve a un pueblo disfrutar de una independencia formal si va a seguir siendo alienado y colonizado en otros niveles? La verdadera cuestión que se plantea es: ¿cómo escapar a las garras de una sociedad fría y neoprimitiva, donde los microprocesos sociales dan la ilusión de un cambio? ¿Cómo resistir a las tendencias tecnomórficas que se expresan ahora? ¿Cómo luchar contra el Sistema?
La primera tarea política es identificar al enemigo. Pero ahora el enemigo no puede designarse de forma personal o localizada. No es culpa de Abraham, ni de Voltaire, ni de Rousseau. Ni siquiera es culpa de «la crisis». Ni siquiera es culpa del «poder». Dado el grado de complejidad y fluidez de las estructuras que caracteriza a las sociedades actuales, el «poder» está cada vez menos en sus lugares tradicionales; reside cada vez menos en el margen de decisión de los centros institucionales y gubernamentales. No se puede «designar» al enemigo. Sólo se puede dar una descripción del mismo.
Los fundamentos del Sistema son la idea de «progreso», la creencia en los poderes ilimitados de la razón (de los que la eficacia del mercado sería la mejor ilustración), la ilusión de una verdad exterior al hombre, la negación de la autonomía de la conciencia y, por último, la creencia en un «bien universal», donde el American way of life se extendería por todo el mundo, mientras que agentes impersonales, dotados de conocimientos técnicos avanzados, determinarían «científicamente» la toma de decisiones optima.
El resultado concreto de la implantación del Sistema es la consecuencia lógica del individualismo liberal: esa «cultura del narcisismo» tan bien descrita por Christopher Lasch (9) que combina el hedonismo de la pequeña felicidad con el ideal del nomadismo y el desarraigo. Es también el continuo empobrecimiento espiritual de la humanidad, la erosión de las culturas y la estandarización de los comportamientos. En casi todas partes, para luchar contra su posible desaparición, los pueblos deben convertirse en etnólogos de su propio futuro. En casi todas partes, los pueblos aculturados, asimilados y asesinados están desapareciendo, especialmente os pueblos que son incómodos, los pueblos que no son rentables a los ojos de esta ideología dominante, que lo tolera todo, pero no respeta nada, donde ya nada tiene valor, pero donde todo tiene un precio.
El enemigo ya no puede ser «designado» porque ahora las estructuras actúan por sí mismas. Las estructuras ahora se autorregulan, se autoproducen y se autoestandarizan. La confusión de los hombres y las cosas alcanza su punto álgido. Pronto, ya no habrá naciones; sólo habrá zonas. Ya no habrá culturas, sólo mercados. Ya no habrá posibilidades de acción histórica; sólo habrá libertades formales, tanto más fáciles de conceder cuanto que ya no producirán cambios, concedidas por esos liberales de los que Herder decía que sólo abolieron la esclavitud tras calcular que los esclavos producían menos que los hombres libres...
Los pueblos se encuentran ahora en permanente deriva hacia lo insignificante, la apariencia, el espectáculo inmediato, es decir, el vacío. Y la historia, que en última instancia no es más que el relato de su originalidad, también parece estar llegando a su fin.
Vivimos en un periodo de abolición del tiempo, o más exactamente, de abolición del tiempo histórico. Lo que mata a los pueblos, escribe Christopher Lasch, es el deshilachamiento de la sensación de que vivimos una continuidad histórica. En otras palabras, la pérdida de conciencia de su identidad, el olvido de sus orígenes y la incapacidad de situarse en una perspectiva, todo ello, escribe Raymond Ruyer, acentuado por «la reivindicación del derecho a perder el interés por la duración, por la supervivencia del pueblo al que se pertenece, y a vivir en la libertad del presente» (10). Los pueblos viven en el «presentismo», en la contemplación espectacular de un pasado folclorizado y congelado en los museos. En un «presentismo» que corrompe por sí mismo el sentimiento de pertenencia común, ya que, al no existir un proyecto a largo plazo al que puedan asociarse los miembros de la sociedad, cada uno de ellos tiene interés en maximizar sus exigencias inmediatas a costa de los demás.
Digámoslo claramente: no es cierto que exista, por un lado, un mundo socialista totalitario y, por otro, un «mundo libre» en forma de Disneylandia, del que la talasocracia estadounidense sería el líder natural. Se trata de una fábula, en la que el coco soviético sirve de coartada para el establecimiento de un no menos inquietante «nuevo orden interno».
Lo cierto es que existen dos formas distintas de totalitarismo, muy diferentes en su naturaleza y efectos, pero ambas igualmente formidables. La primera, en Oriente, encarcela, persigue y magulla los cuerpos; pero al menos deja intacta la esperanza. La otra, en Occidente, acaba creando robots felices que huelen al infierno y mata las almas. El sistema americano-céntrico genera una realidad en el que las personas, reducidas a un estado de neoprimitivismo, siguen caminos predeterminados dentro de un mundo lleno de objetos. En este mundo, los signos ya no se corresponden con la realidad, sino que simplemente interactúan entre sí, creando un bucle cerrado de significados. Mientras tanto, las propias personas se ven reducidas a objetos, constantemente controlados por la mirada impasible de las cámaras de vigilancia del hipermercado global.
Entre Oriente y Occidente se encuentra Europa. Una Europa dividida a lo largo de su eje central, rota a ambos lados por ese montón de alambre de espino y hormigón llamado Muro de Berlín. Este muro que es a la vez el símbolo de nuestra hemiplejía, la representación de nuestro abatimiento y el punto de cristalización de la neurosis alemana (11) y europea.
El 25 de mayo de 1930, Jacques Bainville escribía: «La última forma de americanización sería cotizar en bolsa las acciones de la empresa Francia». Hoy es Jean-Paul Dollé quien observa que la Unión Soviética y Estados Unidos «encarnan, en una aparente oposición, el reverso y el sueño – convertido en pesadilla – de la racionalidad de la Ilustración». Y que «lo que otros pueblos viven como historia, es decir como destino, los estadounidenses lo perciben como subdesarrollo» (12).
Cuando Nicos Poulantzas afirmó que «el capital marcha hacia la nación» (13) llevaba cincuenta años de retraso. Hoy, el capital «marcha» hacia la erosión de las identidades colectivas y las especificidades nacionales. Marcha hacia un mercado global guiado por el laissez-faire y la laxitud. Marcha hacia la multinacional.
Y, sin embargo, hay momentos en que las posesiones ya no importan. Para los soldados que luchan en el frente, el dinero no tiene valor. Y es precisamente en una guerra donde nos encontramos. Una guerra en la que están en juego el futuro histórico y el destino de los pueblos, una guerra cuyo resultado es la causa de los pueblos.
¿Qué es lo que está en juego? Se trata de defender el valor de todas las épocas contra la concepción lineal de la historia y el mito del progreso. De defender el valor de todas las culturas frente al Sistema global que las está erosionando. De hacer converger el pasado, el presente y el futuro hacia el punto focal donde de nuevo es posible hacer historia. Despertar en los pueblos una mayor conciencia de su identidad y de sus orígenes. Para fundar la solidaridad y la justicia social en un sentimiento de pertenencia común y en la voluntad de un destino compartido. De promover todas las formas de arraigo, no sólo geográfico sino también, y quizás especialmente, espiritual, cultural e histórico. Desarrollar una estrategia de resistencia cultural. Por último, oponer la uniformización de los modos de vida y de pensamiento a la diversidad siempre renovada de las creaciones humanas.
No somos partidarios de volver atrás. Queremos la modernidad. Pero, ¿no está muriendo también la propia modernidad? Hoy, escribe Jean Baudrillard, ya nada es moderno: todo es actual. Y ahí reside la tragedia. Vivir sólo en la corriente, disociar el presente del pasado, es desheredar el futuro y matar la modernidad. Sin embargo, la novedad sin raíces no puede, por definición, ser nueva. Es para preservar la posibilidad misma de la modernidad por lo que abogamos por el arraigo espiritual.
La lucha que ha comenzado no tiene nada que ver con el enfrentamiento entre derecha e izquierda, con la dialéctica Oriente-Occidente y con el conflicto Norte-Sur. Es la lucha entre los pueblos y el Sistema. Es la lucha por la causa de los pueblos. Es también y, en definitiva, la lucha de la vida como pluralidad siempre cambiante, contra la regresión igualitaria, contra el despotismo y el totalitarismo, contra la amnesia programada y el fin de la historia. Es la lucha contra la muerte.
Para concluir, citaré un poema de Padraig Pearse, uno de los insurgentes del levantamiento irlandés de Pascua de 1916:
Oh sabios, adivinadme esto: ¿y si el sueño se hace realidad?
¿Y si el sueño se hace realidad? ¿Y si millones de nonatos morarán
en la casa que formé en mi corazón, la noble casa de mi pensamiento?
Señor, he apostado mi alma, he apostado las vidas de mis parientes
por la verdad de tu terrible palabra. No recuerdes mis fracasos,
Pero recuerda esta mi fe
Y así hablo.
Sí, antes de que pase mi calurosa juventud, hablo a mi pueblo y digo:
Seréis necios como yo; os dispersaréis, no os salvaréis;
Lo arriesgaréis todo, no sea que perdáis lo que es más que todo;
Pediréis un milagro, tomando a Cristo por su palabra.
Y por esto responderé, oh pueblo, responderé aquí y en adelante,
Oh pueblo que he amado, ¿no responderemos juntos?
Notas:
1. Nota del editor: G.R.E.C.E. (Groupement de Recherche et d'Études pour la Civilisation Européenne, o «Grupo de Investigación y Estudios para la Civilización Europea») es un grupo de reflexión francés fundado en 1968 por Alain de Benoist y otros intelectuales asociados al movimiento de la Nueva Derecha (Nouvelle Droite). Su objetivo es promover la preservación de la identidad cultural europea y critica la influencia del liberalismo, el igualitarismo y el dominio cultural estadounidense.
2. La Croix, 5 May 1981. Ver también Jean Bernard, “Identité et biologie”, en La Nef, 4, Tallan dier, 1981, 7-15.
3. “Lettre aux Juifs d’URSS sur la culture de l’opprimé”, en La Nef, op. cit.
4. “Assimilation politique et réalité juridique dans la politique coloniale française”, en Pluriel, 11, 1979, 48.
5. “Droit à l'autodétermination et pouvoir politique”, en L’Europe en formation, March-April 1981, 65.
6.Sobre esta cuestión Guy Héraud, “Modèle pour une application générale du droit d'autodétermination”, en L’Europe en formation, March-April 1981, 96-118.
7. Éloge du cosmopolitisme, Grasset, 1981.
8. “L’universel et la différence,” en La Nef, op. cit., 84.
9. The Culture of Narcissism, 1979.
10. Le sceptique résolu, Laffont, 1979.
11. See Armin Mohler and Anton Peisl (eds.), Die deutsche Neurose, Ullstein, Berlin, 1980.
12. Danser aujourd’hui, Grasset, 1981.
13. L’État, le pouvoir, le socialisme, PVF, 1978, p. 109.
4 notes
·
View notes
Text
Conexiones Atemporales
Exposición Colectiva
¿Qué es la identidad sino un cúmulo de experiencias, personajes e historias fragmentadas? Esta muestra reúne el trabajo de artistas y creadoras de diversas latitudes, todas con una inquietud común: visitar, recuperar y resignificar las imágenes que habitan los rizomáticos archivos familiares, con el fin de visibilizar las figuras que les precedieron o las memorias que, aunque segmentadas, constituyen una parte esencial de quienes son y de cómo se definen.
“Conexiones atemporales” propone una reflexión sobre el legado, las raíces, lo femenino, las luchas, las ausencias, las vivencias y las despedidas, tejiendo relatos simbólicos y afectivos que se interconectan a través de motivos clave y piezas sutiles, para generar una narrativa que abarca desde lo más íntimo hasta nuestros vínculos con el mundo que nos rodea y lo colectivo. Los trabajos reunidos transitan entre el collage, tanto análogo como digital, y otras técnicas de intervención fotográfica, acompañados de materiales y elementos de diversa naturaleza que nos invitan, como espectadores, a cuestionarnos sobre la construcción de la identidad, sobre cómo nos autopercibimos o sobre cómo el pasado nos toca y resuena en nuestro presente.
En este sentido, el archivo deja de ser un simple dispositivo de almacenamiento para transformarse en un espacio de activación, rememoración y reescritura, generando nuevas lecturas poéticas que, al mismo tiempo, son profundamente personales y colectivas.
Curaduría Alexia Chacón Fotógrafas | Soledad Violeta Carbajal, Fernanda Solano, Carolina Fóes Krieger, Mavi Pérez, Estela Ahamendaburu, María Fernanda Cuervo Ruiz, Talía Barredo García, Clara Delrio, Daniela León, Lara Silvero, Zazil Jiménez Salazar, Stéfani Agostini, Mariana Werneck, Jennifer Cabral, Luisa Nieves. Menciones Especiales | Yasmin Natalia Pesce, Patricia Cristia De Souza, Katherin Nieto, Viviane Piccoli, Anna Cichowicz.
©Soledad Violeta Carbajal
©Fernanda Solano
©Carolina Fóes Krieger
©Mavi Pérez
©Estela Ahamendaburu
©María Fernanda Cuervo Ruiz
©Talía Barredo García
©Clara Delrio
©Daniela León
©Lara Silvero
©Zazil Jiménez Salazar
©Stéfani Agostini
©Mariana Werneck
©Jennifer Cabral
©Luisa Nieves
©Soledad Iurato
MENCIONES ESPECIALES
©Yasmin Natalia Pesce
©Patricia Souza
©Katherine Nieto
©Viviane Piccoli
©Ana Cichowicz
_ CONEXIONES ATEMPORALES | 12 nov a 12 dic 2024 ©Todos los derechos reservados a las autoras correspondientes
4 notes
·
View notes
Text
La voz de un siglo, la que nos contactó y transformó
La radio empezó a surgir en una época en la que las opciones de comunicación eran bastante limitadas. Al principio, la radio no era solo una forma de entretenimiento o información, sino también una herramienta de poder político y social. Los primeros locutores, casi como figuras legendarias, jugaron un papel clave en la vida cotidiana de la gente. A través de sus voces, los oyentes se sentían conectados con algo más grande, con una realidad más amplia.
La radio ha sido, y sigue siendo, un medio que supera el paso del tiempo y la distancia. La voz tiene un poder único, porque no solo transmite emociones, sino que también crea imágenes en la mente de quien escucha, haciendo que cada persona viva una experiencia colectiva, aunque la viva de manera individual. Además, la radio no solo fue entretenimiento, sino también una herramienta para influir en las ideas de la gente, un tema que sigue siendo relevante hoy en día.
Otro punto interesante es cómo la radio en España ha ido cambiando junto con los cambios políticos y sociales del país, especialmente durante la transición de la dictadura a la democracia. La radio no solo fue testigo de esos momentos históricos, sino que también jugó un papel fundamental en la construcción de la nueva España. Ver cómo la radio se adapta y se reinventa con el tiempo es algo fascinante.
Por último, hay una contradicción interesante: la radio es un medio que se escucha en el momento, que parece temporal, pero tiene una gran capacidad para quedarse en la memoria de las personas. Las voces de los primeros locutores, muchas de las cuales ya no están con nosotros, siguen vivas en la memoria de quienes crecieron escuchándolas. La radio sigue siendo un puente entre generaciones, un lugar donde se encuentran las historias de antes y las de ahora, y donde, a pesar de toda la tecnología que ha llegado después, sigue siendo una de las formas más poderosas de comunicarse.
Es un homenaje a esas voces que, sin necesidad de imagen, lograron dejar una huella profunda en la historia y la identidad de una nación.
2 notes
·
View notes
Text
Mamífera
(Liliana Torres, 2024)
Hace unos días vi esta película y, inesperadamente, lloré mucho. Me debió tocar alguna cuerda emocional relacionada con la defensa de mi identidad y mi derecho a ser.
Es un largometraje brutalmente honesto y muy luminoso, para nada obvio o previsible, sobre la maternidad no deseada, como pocas veces se ha visto hacer en el cine.
Quizá porque hasta hace algunos años el cine era territorio casi únicamente masculino y la mirada femenina estaba representada de manera parcial y limitada, casi siempre desde el prisma de directores y guionistas hombres. Es a causa de eso que nos hemos acostumbrado a personajes de madres angelicales y completamente entregadas a los cuidados de toda la familia, y acostumbradas a no cuestionar nunca el rol de esposa y madre que les venía de fábrica por ser mujer. Gracias a películas como estas, hoy en día, tienen su representación en la gran pantalla también las madres que sufren, despeinadas, imperfectas, con la camiseta manchada, con ganas de llorar o gritar, que se ven emocionalmente, físicamente y mentalmente sobrepasadas.
Lola es un personaje a contracorriente. Una mujer contemporánea que ha llegado a los 40 años sin sentir nunca el deseo de ser madre. Vive en una Barcelona precaria y sin glamour, la del extrarradio, en un piso pequeño y modesto, pero acogedor. Ha decidido seguir su vocación: trabaja como profesora de arte y artista de collage, una técnica que suele ser degradada a pasatiempo barato y poco reconocida, por lo tanto una decisión valiente y no fácil. María Rodriguez Soto la encarna de una manera soberbia, clavando cada mirada.
Su pareja, Bruno, es el hombre que toda mujer desearía tener a su lado. La trata de igual a igual y su masculinidad es sana, como lo es también la relación entre los dos.
Lola tiene una perra vieja y con discapacidad, ciega, que cuida con dedicación y amor y esto nos deja intuir que la protagonista no es incapaz de cuidar por el mero hecho de no querer hijos, todo lo contrario.
Son una familia feliz, estable, consolidada, un modelo de familia moderna sin descendencia, pero la noticia inesperada de un embarazo accidental pone patas arriba ese equilibrio. Lola tiene claro lo que quiere, pero su claridad mental es puesta a prueba. En España hasta el 2022 aún estaba en vigor la ley de Salud Sexual y Reproductiva que obligaba a tres días de reflexión antes de abortar y Mamífera se centra entonces en esos 3 días de reflexión de Lola, dándonos libre acceso a su vida, sus pensamientos, sus sueños y sus miedos más profundos.
(Liliana Torres encuentra además una manera bonita y original de mostrarnos el subconsciente de la protagonista, representando en forma de collage animado sus viajes oníricos.)
¿Qué se siente al no tener ese “instinto maternal” que se da por hecho que te llega siempre si eres mujer? ¿Te sientes incompleta? ¿Defectuosa? ¿Atrofiada? ¿Es posible ser mujer, sin ser madre?
“¿Te has preguntado alguna vez como hubiera sido tu vida de no habernos tenido?” le pregunta Lola a su madre.
Estas son las preguntas que inquietan la protagonista y que nos plantea el filme. Sobra decir que todas las mujeres que hemos decidido no tener hijos somos un poco Lola, y que sus sentimientos e inquietudes son los nuestros también.
Vivimos en una sociedad que nos dice constantemente quiénes y cómo tenemos que ser. A menudo se difumina el límite entre la persona que somos y la que creemos ser, entre nuestros deseos reales y las creencias colectivas adquiridas.
Durante esos 3 días, Lola parece flaquear en su decisión, ya que supone todo un desafío a las normas y un ejercicio durísimo de fuerza interior y coherencia.
A medida que vamos conociendo las amigas de Lola, vemos también que cada una representa una cara diferente de la maternidad, y ese mosaico de realidades, increíblemente realista, completa esta reflexión en toda su complejidad.
Quiero mencionar también el paradigma de la nueva masculinidad representada por el personaje de Bruno, interpretado por un magistral Enric Auquer (el mismo de “El mestre que va prometre el mar”). Una masculinidad positiva y alejada de todo cliché social. Un hombre atento, responsable, honesto y entregado en todas las tareas de cuidados, de su pareja, del piso, del la perra, de los sobrinos de Lola. Un hombre que dice lo que siente, que llora si hace falta. Un tipo de referente masculino que se echa de menos no solo en el cine sino también de puertas para dentro.
El personaje de Bruno rompe también con el modelo de deseo paternal al que estamos acostumbrados, ese anhelo que llega solo como estela del deseo maternal, o sea, a través de la mujer amada que desea ser madre, y no como ímpetu propio. Bruno, en cambio, después de haberse dejado llevar todo ese tiempo por la decisión consciente de Lola, a raíz de ese acontecimiento disruptor, empieza poco a poco a imaginarse como padre y a tener un deseo cada vez más fuerte. De repente, es el personaje masculino quien siente que no quiere dejar escapar esa experiencia vital.
Son muchas las capas y muchas las reflexiones generadas por esta película, que considero necesaria, creo que todo el mundo la debería ver, aunque sea tan solo para recordar que existen también otros caminos posibles y para tomar decisiones más conscientes y menos impuestas, cuando llegue el momento.
Una última nota sobre el aspecto visual: es un tipo de cinematografía íntima y naturalista, con una dirección de fotografía y un diseño de producción que logran crear ambientes realistas y al mismo tiempo cargados de emociones. Chapeau.
#cinema#cine#cinefilos#cinephile#cine español#maternidad#familia#maternity#amor#movies#love#elcinequemegusta#family#cinecatalan#myunderwaterthoughts
4 notes
·
View notes
Text
Información que debería incluir el diario de Dana
Experiencias personales: Reflexiones sobre su vida antes de la situación actual, sus miedos, esperanzas y relaciones con otros personajes, especialmente con Jessi.
Eventos recientes: Detalles sobre las interacciones con el grupo, las decisiones tomadas y las tensiones surgidas, así como su perspectiva sobre la violencia y la pérdida en su entorno.
Sentimientos y pensamientos: Descripciones de su estado emocional, el dolor físico que siente, y cómo estos afectan su capacidad para actuar y relacionarse con los demás.
Hipótesis de Dana sobre el fenómeno de la laguna
Dana podría hipotetizar que la laguna es el resultado de un cambio ambiental drástico, posiblemente causado por tormentas solares o la intervención humana, que ha alterado el ecosistema local. Ella podría sugerir que la flora y fauna que emergen son indicativas de un ciclo de regeneración o un retorno a un estado primitivo, reflejando la lucha entre la vida y la muerte en su entorno. Además, podría especular que la laguna actúa como un espejo de las emociones colectivas de la comunidad, simbolizando la desposesión y el sufrimiento que han experimentado.
Narración del ingreso de Dexter, Wen y el Rusito a la fábrica
El aire se tornó denso al acercarse a la fábrica alimentaria, un coloso de metal y ruido que parecía respirar con la agitación de sus trabajadores. Dexter, con la mirada fija y decidida, cruzó el umbral junto a Wen y el Rusito, sintiendo cómo la tensión del conflicto gremial se palpaba en cada rincón, como un eco de sus propias luchas. Las máquinas retumbaban, y el murmullo de voces enardecidas se entrelazaba con el aroma a harina y aceite, creando una atmósfera cargada de expectativas y descontento, donde cada paso resonaba como un llamado a la acción.
Significado del hundimiento de Dana en la laguna
El hundimiento de Dana en la laguna simboliza su lucha interna y la sensación de pérdida de control en un entorno hostil. Representa la desposesión y el aislamiento que siente, reflejando cómo su vida se ve atrapada en un ciclo de desesperación y sufrimiento. Además, su descenso puede interpretarse como una metáfora de la inmersión en las profundidades de su propia psique, donde enfrenta sus miedos y la realidad de su situación.
A medida que Dana se hunde en la laguna, el agua fría la envuelve, llevándola a un estado de introspección profunda donde sus recuerdos y emociones emergen como burbujas en la superficie. En este espacio onírico, comienza a confrontar sus traumas pasados, visualizando momentos de pérdida y desilusión que la han marcado, mientras la lucha por salir a flote se convierte en un símbolo de su deseo de sanar y encontrar su voz. Finalmente, en un acto de resistencia, logra romper la superficie, emergiendo no solo físicamente, sino también con una renovada determinación para enfrentar su realidad y buscar conexión con los demás, transformando su hundimiento en un renacer.
El devenir de Dana hacia un renacer tras su hundimiento en la laguna fortalece la narrativa épica al reflejar la lucha del individuo contra adversidades abrumadoras, un tema central en este género. Su transformación simboliza la resiliencia humana y la capacidad de superar el sufrimiento, resonando con la idea de que los héroes surgen de las crisis más profundas. Además, su viaje personal se entrelaza con la historia colectiva de su comunidad, elevando su experiencia a una lucha más grande por la justicia y la identidad, características fundamentales de la épica.
2 notes
·
View notes
Text
UTE´K´ASLEMAL
Vivir en plenitud
Por Nataly Erazo
Hay algo místico en la presencia de Rigoberta Menchú Tum, solo ella es llenadora, y aún así, humilde y mesurada. Para las y los latinoamericanos su figura es icónica, su nombre memorable y su causa la de todos. Por eso, cuando la vi por primera vez (aunque años atrás tuvimos un breve encuentro virtual), sentí que ese era uno de esos días que se atesoran en la memoria para convertirse luego en anécdota y en las primeras letras de un artículo. De este artículo.
Estaba escuchándola en su país, Guatemala, porque fue allí donde decidió aterrizar una delegación completa de mujeres líderes que querían acompañarla a ella, a su Fundación, y a muchas otras mujeres activistas, en su camino por la defensa de una vida digna y justa. La delegación estaba compuesta por la también ganadora del Nobel de la Paz, Joddy William, un grupo de activistas de diferentes países, otro maravilloso grupo de mujeres filántropas, y las representantes del Nobel Women´s Iniciative y de Just Associates (Jass), ambas organizaciones dedicadas a promover la paz, la justicia, la equidad y la igualdad, especialmente, por y para las mujeres.
Mientras escribo me cruzan decenas de voces escuchadas, algunas en un inglés de canto africano y otro del Norte de América, también me retumban las palabras dichas en nuestro español latino, y las que escuché sin saber qué decían, pero que sentí en cada fibra, en lengua maya. Y en esa sinfonía de tantas voces de mujeres (y de mujeres que son voz), confirmé con certeza la grandeza del verbo: escuchar.
Una semana completa, desde las primeras horas de la mañana hasta la caída del sol, escuchando, recibiendo con apertura y entera disposición el mensaje de las mujeres indígenas, garífunas, jóvenes, abuelas, trans, víctimas, líderes, mujeres diversas y plurales que tienen tanto por decir.
En esta jornada de escucha profunda, empática y generativa, nuestra misión, además del poderoso ejercicio que es la conversación y lo sanador que es exorcizar a través de la palabra en voz alta, era, acompañar la vocería de las ganadoras del Nobel de Paz ante tomadores de decisión, gobiernos locales e internacionales y medios de comunicación, para hacer incidencia y acelerar las transformaciones y demandas que nos compartieron.
Lloramos con Virgina Laparra, encarcelada injustamente por denunciar la corrupción, lloramos también en el altar de las 41 niñas que murieron quemadas por reclamar condiciones dignas, y nos tragamos las lágrimas mientras acompañábamos en audiencia a las víctimas de Manuel Benedicto, acusado del genocidio de pueblos guatemaltecos enteros.
Él, aséptico a los testimonios, de rostro impávido y fuerte, con los brazos cruzados y dejando pasar las narraciones como ruido de fondo. Ellos y ellas, las víctimas, narrando con su voz cansada los horrores de la guerra. Nosotras testigas de ese momento histórico, reviviendo y recibiendo todo ese dolor.
Esos relatos hacen parte de uno de los tantos episodios de un conflicto armado que se extendió por 36 largos años. Otras historias más reposan en el Informe de la Recuperación de la Memoria Histórica, “Guatemala: Nunca Más”, una labor titánica liderada por la iglesia católica para que la “memoria cumpla su papel como instrumento para rescatar la identidad colectiva”. Cuando estaba en los tribunales y los testimonios de sufrimiento inundaban la sala, volvía la memoria a las historias de los míos, de mi pueblo, de Colombia. Hace dos años recibimos también nuestro propio informe de la guerra: “Hay futuro, si hay verdad”, 60 años de violencia resumidos en ese legado.
Los campesinos guatemaltecos hablaban de sus masacres y detallaban con dolorosa precisión la crueldad desmedida que padecieron; los campesinos colombianos hablaron también en este informe de las violaciones, las atrocidades, la sevicia con la que el conflicto armado se fijó en sus vidas. Al final, el dolor no tiene identidad ni medida, es tan propio y a la vez tan de nadie, y la guerra tan ciega y tan absurda, que aunque estaba a cientos de kilómetros de mi país, me sentía tristemente en casa.
Pero - por fortuna siempre hay un pero-, también me sentí hogar en el abrazo de las mujeres que conocí en los paisajes de Guatemala, recibí el calor en forma de tamalito de fríjol, pupusa, pulique, en sus preparaciones ancestrales, comunitarias y amorosas. En ese alimento que es medicina. Habité la poesía, porque reconocí la inmensa sabiduría de las mujeres indígenas, guardianas del agua, protectoras de la abuela lago, defensoras de la tierra: la madre tierra y el territorio cuerpo.
Aprendí que todas las causas llevan al mismo destino: a la vida en plenitud (Utz` k´aslemal), que la palabra Guatemala proviene de Quauhtemallan de la lengua náhuatl, cuyo significado es "lugar de bosques", y que los árboles eran ellas.
De esta gran acción colectiva, quedan - además de los aprendizajes-, las tareas y los compromisos por elevar sus voces; seguir instaurando en la agenda pública la necesidad de una gobernanza que ponga en el centro la vida; el seguimiento a los acuerdos de paz para garantizar la reparación y la justicia; el acompañamiento a las mujeres que siguen siendo victimizadas y criminalizadas; y la declaración de que juntas somos un gran bosque.
_________________________
Colombia
Comunicadora y storyteller para el cambio social y el buen vivir.
Ha liderado diferentes estrategias de comunicación para el cambio de paradigmas y comportamientos, especialmente para prevenir violencias de género en su país. Una de ellas, llamada “eso es violencia”, ha impactado a 190.999 personas en diferentes regiones de Colombia.
Actualmente lidera el área de comunicación y movilización de la Fundación Mi Sangre; hace parte del equipo cocreador de los summits latinoamericanos de bienestar, gestados por The Wellbeing project; e hizo parte del programa Sister to Sister de Nobel Women's Initiative en el 2023.
2 notes
·
View notes
Text
21, julio, 2017.
Foster The People nos regaló su tercer disco, Sacred Hearts Club, marcando otro precedente en su evolución musical. No puedo evitar mi admiración hacia este disco tan versátil.
Si me siguen desde hace tiempo, sabrán que soy una persona muy cursi cuando se trata de hablar de esta banda y su discografía.
A lo largo de los años, cada canción de Foster The People ha sido para mí una fuente constante de sorpresa y mucha inspiración, cosas que no he podido encontrar en otra banda de la misma manera.
Desde la voz única de Mark hasta la batería rítmica de Ponsi, los envolventes sintetizadores de Isom, la guitarra melódica de Sean, y el talento de Phil y Tyler en la instrumentación, es decir, su habilidad creativa es simplemente increíble.
Cada canción de este álbum tiene su propia magia, es un disco que se siente como un abrazo musical, distinto pero igualmente fascinante comparado con el maravilloso Supermodel.
Admiro profundamente las brillantes mentes detrás de cada nota, ya sea con proyectos individuales como el de Ponsi o la colaboracion de Sean e Isom en PEEL, y no olvido mencionar la energía de Smims&Bell. Cada miembro de la banda aporta su chispa única a la obra colectiva, MAGIA!
Este álbum es prueba de la libertad de la banda para experimentar y asegurarse de que cada canción tenga una identidad propia, y a su vez cada disco.
Cuando anunciaron su regreso a México, fue un día 23 de marzo del 2017, ¡el día de mi cumpleaños! Fue una fecha verdaderamente única. Ese día tuvimos el privilegio de escuchar por primera vez "Lotus Eater", y recuerdo la euforia que sentí al contemplarla porque era algo completamente nuevo para mí. Lloré de emoción.
Agradezco infinitamente haber encontrado esta banda y su música tan bonita en mi camino. Sacred Hearts Club es un recordatorio poderoso de que todavía existen músicos que crean con pasión y se esfuerzan por ofrecer lo mejor de sí en cada composición, porque aman lo que hacen. ❤️
#foster the people#mark foster#the fosters oficial#isom innis#the foster's#sacred hearts club#shc#sean cimino#mark pontius
3 notes
·
View notes
Text
Búsqueda
A lo largo de la historia siempre se ha buscado exteriorizar nuestra esencia, ya sea a través de la ropa, el maquillaje, las artes o las palabras, ya sea de forma colectiva o individual; considero que en años recientes se está en búsqueda de dicha entidad, dentro del arte, por ejemplo, vivimos una crisis sobre el significado de hacer arte con la aparición de inteligencias artificiales capaces de crear imágenes en segundos, así como lo vivían hace un par de siglos con la fotografía.
Precisamente ‘Búsqueda’, retoma el concepto de identidad y pureza máxima de una cosa, no para encasillar en sí la identidad, mejor dicho para nutrirla, representado así la complejidad del ser. La obra utiliza las manos rompiendo el papel como la necesidad de encontrar y expresar la identidad, de salir de ese molde que solo ve lo superficial, rebuscando dentro de uno mismo ese algo que va más allá de los elementos físicos que sabemos son los que nos permiten interactuar con nuestro alrededor, en este caso órganos vitales como el corazón y el cerebro.
Aquella identidad que se busca está retratada en el centro de la obra, se hace uso de la mancha en toda la imagen para presentar esa incógnita sobre qué se es, pero aún más importante para establecer que se puede ser lo que sea, convirtiéndose en una paradoja sobre la búsqueda de lo que no tiene forma, una búsqueda eterna.
#painting#drawing#alternative#artists on tumblr#my art <3#art#traditional art#traditional illustration#watercolor#watercolor painting#collage#thoughts
3 notes
·
View notes