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Monte Verità: colonias y utopías
Por Stéphane François
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
En el año de 1900 varios militantes del movimiento «reformadores de la vida» se instalaron en la Suiza italiana, Ascona, en la zona de Tesino, a orillas del lago Mayor, rechazando el mundo moderno e industrial que en ese entonces estaba emergiendo en Alemania. El grupo estaba compuesto por Henri Oedenkoven, Karl Gräser, Gustav Gräser, Ida Hofmann, Jenny Hofmann, Lotte Hattemer y Ferdinand Brune. Estos pioneros, que huían de los rígidos valores de la vida burguesa, crearon una comunidad alternativa a la que denominaron «colonia». El objetivo inicial era crear una comunidad autosuficiente inspirada en los falansterios de Charles Fourier.
La colonia se estableció inicialmente sobre los principios del socialismo primitivo, pero más tarde se convirtió en una pionera del vegetarianismo y las prácticas alternativas. Fue el nacimiento de una comunidad mítica, Monte Verità, la «Montaña de la Verdad». El terreno fue comprado por Henri Oedenkoven, un rico heredero de Amberes. Él e Ida Hofmann procedían de la alta burguesía y querían escapar tanto de su condición social como de sus reglas.
Entre los personajes que alguna vez se alojaron allí podemos encontrar al Premio Nobel de Literatura Hermann Hesse, el escritor pacifista Erich Maria Remarque, David Herbert Lawrence, los anarquistas Erich Mühsam y Gustav Landauer, los psicoanalistas Carl-Gustav Jung y Otto Gross, el místico judío Martin Buber, el teórico del anarquismo Piotr Kropotkin, y extremistas de derecha como el pintor Hugo Hoppener, más conocido por su seudónimo Fidus, que permaneció en el año de 1907, además de la poetisa völkisch Gertrud Prellwitz.
También visitaron esta comunidad Ludwig Klages, miembros del Círculo Cósmico de Alfred Schuler y los discípulos de Stefan Georges. Pero, contrariamente a una persistente leyenda, el fundador de la antroposofía, Rudolf Steiner, jamás se alojó allí. No obstante, los fundadores de la colonia estaban fascinados con la teosofía, así como por el taoísmo y el budismo.
Aunque la experiencia duró poco, apenas veinte años, sigue siendo recordada por ecologistas, activistas de extrema derecha y personas con una visión espiritual del mundo. La comunidad se caracterizaba por su rechazo al mundo moderno e industrial y, en cambio, defendía una visión ecológica radical y alternativa del mundo. Lo que rápidamente la convirtió en un hervidero de intelectuales, activistas políticos y artistas.
Antes de que se estableciera esta comunidad, cabe destacar que por esta zona pasaron activistas anarquistas como Mijail Bakunin, revolucionarios como Lenin e intelectuales como Nietzsche. También había sido frecuentada durante mucho tiempo por teósofos, esoteristas y artistas.
Una vez se instalaron los pioneros de la comunidad, la práctica precedió por mucho a la conceptualización y los primeros folletos no fueron escritos y publicados por los miembros fundadores de la colonia, especialmente Ida Hofmann y Henri Oedenkoven, junto con sus compañeros, hasta bastante tarde. Rápidamente se construyeron las primeras cabañas abiertas y huertos. En 1902 se inauguró un sanatorio. En 1904, la comunidad se constituyó oficialmente, convirtiéndose en la colonia cooperativa vegetariana Monte Verità. A partir de ahí la prensa comienza a interesarse por la comunidad y sus enseñanzas.
En 1905, la colonia se extendía ya por varias hectáreas repartidas entre propiedades privadas, un parque comunal, otro para tratamientos al aire libre en el que se separaba a hombres y mujeres junto con las cabañas de los residentes. El complejo del sanatorio constaba de un edificio principal con restaurante, biblioteca, sala de lectura y sala de música. Se promovía el trueque: la manutención podía darse a cambio de trabajar para cualquier persona interesada en una dieta vegetariana. Hacia 1910, la colonia contaba con 200 residentes permanentes. Vivían en contacto con la naturaleza, cultivaban un huerto y cosían su propia ropa.
Las prácticas vanguardistas de la colonia también incluían el uso de la «medicina natural», la homeopatía, el naturismo, el vegetarianismo, etc., que estaban en auge a principios del siglo XX. Las comidas consistían en frutas y verduras crudas, el alcohol estaba prohibido y los residentes vestían largas casullas de lino o algodón para vivir en armonía con la naturaleza. Sus miembros abogaban por el feminismo y la idea de un matriarcado primordial. Entre los que pasaron por allí había pioneros de la gimnasia rítmica, cuyas teorías se aplicaban junto con ejercicios de respiración y naturismo – los ejercicios se hacían desnudos – junto con educación musical. Todo ello se combinaba con el uso de ropa holgada. Los hombres también llevaban el pelo largo. Los hippies no inventaron nada.
Estas prácticas atrajeron al editor antimoderno y pre-alternativo Eugen Dieterichs, que apoyó económicamente a la colonia. Él también era considerado como un mecenas de las artes. Sin embargo, la comunidad atravesó dificultades económicas. Finalmente, la colonia fue vendida en 1920. Sus componentes eran demasiado variados, lo que dio lugar a contradicciones internas, que luego empezaron a chocar. Por un lado, los hermanos Gräser querían prohibir la circulación de dinero dentro de la colonia. Al principio se ocultó su presencia y se favoreció el trueque. Por otro lado, Henri Oedenkoven quería transformar la colonia en un proyecto económico viable. Se optó por la segunda opción: Monte Verità se convirtió en un balneario de pago.
A pesar de ello, las dificultades financieras persistieron y Henri Oedenkoven abandonó la comunidad en 1920 para instalarse en España. Después intentó vender Monte Verità. El lugar pasó por varias manos. De 1923 a 1926 la comunidad fue gestionada como hotel por los artistas Werner Ackermann, Max Bethke y Hugo Wilkens. En 1926 el solar fue comprado por el barón Eduard von der Heydt, banquero holandés de origen alemán y gran coleccionista de arte. En 1927 le encargó al arquitecto alemán Emil Fahrenkamp la construcción de un soberbio hotel según el estilo de la Bauhaus y amplió el recinto con otros edificios vanguardistas. El hotel renació temporalmente, pero con una nueva clientela adinerada atraída por la historia del lugar, pero que preferían los valores burgueses: el vegetarianismo fue sustituido por comidas gourmet... A pesar de ello, se conservaron algunas prácticas alternativas: los nuevos residentes podían seguir practicando yoga, música, danza o meditación. Monte Verità se convirtió en un centro turístico de lujo para la alta burguesía conservadora.
La Segunda Guerra Mundial resultó fatal: la aristocracia fue acusada de ser condescendiente con los nazis. Poco a poco, el lugar pasó a manos del cantón de Tesino, que lo transformó en un prestigioso recinto cultural.
Las prácticas de los monteveritanos se alimentaban del rechazo al mundo moderno que surgió en el mundo germanófono a partir de la segunda mitad del siglo XIX. En este sentido, su actitud formaba parte de un movimiento reaccionario más amplio. Posteriormente, este rechazo de la modernidad tecnocrática se generalizó, afectando a otros segmentos de la sociedad alemana y austriaca que formaban parte del movimiento de los reformadores de la vida (Lebenreform).
El contenido teórico de esta corriente de pensamiento era fundamentalmente ambiguo, siendo a la vez reaccionario y progresista: emancipación individual, realización personal, auto-reforma, pero también organicismo e integración en un conjunto más amplio. El movimiento criticaba la urbanización y la industrialización y abogaba por un «retorno a la naturaleza», siendo ese su lema. La idea central era que un estilo de vida más cercano a la naturaleza era más sano que el de la ciudad. El movimiento también abogaba por el uso de la medicina alternativa, el yoga, el naturismo y el vegetarianismo. Los teóricos de esta corriente de pensamiento reflexionaron sobre los grandes temas de su tiempo: la tecnología, la ciudad, la identidad, la crisis religiosa, el marxismo y el liberalismo, la justicia social, etc.
Las raíces del Movimiento de los Reformadores de la Vida se encuentran en el Romanticismo, que fue una reacción en contra del proceso de «modernización» desencadenado por la Ilustración y la Revolución Industrial. A finales del siglo XIX, el romanticismo político de ese entonces se caracterizaba por el rechazo del racionalismo, la industrialización, la urbanización, el liberalismo y los valores conservadores tradicionales, incluido el cristianismo, en favor de una visión mítica de una sociedad orgánica y comunitaria. Fue en esta época cuando los seguidores de tales ideas realizaron las primeras denuncias contra la contaminación del aire y el agua. El vegetarianismo también ocupó un lugar destacado en estos círculos, al igual que la revitalización del naturismo («baños de luz») y la medicina alternativa.
Monte Verità debe verse como una especie de utopía regresiva en busca de una Edad de Oro pasada y añorando las ideas de la revolución bolchevique. En cierto modo, es una forma de «romanticismo anticapitalista». A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la Alemania guillermina se caracterizó por la proliferación de iniciativas reformistas inconformistas, como las comunidades rurales, los Wandervögel («pájaros migratorios»), que era una especie de escultismo, los centros de educación activa, el naturismo, el vegetarianismo, etc. Desde el principio, estos movimientos se dividieron en dos tendencias opuestas: una tendencia libertaria, como Monte Verità, que influyó en personas como Erich Mühsam y el futuro premio Nobel Herman Hesse. La segunda era racista y antisemita. Algunos elementos de esta tendencia se encuentran en el nazismo.
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Swirling Clouds in the Moonlight Henry Prellwitz
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Bay at Night - Henry Prellwitz
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'Ariel Sings'. Henry Prellwitz. 1906.
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The Pool by Henry Prellwitz (American artist, 1865-1940)
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Henry Prellwitz, Moonlight Ring, ca. 1910
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An allegory by Henry Prellwitz. "Lotus and Laurel" Depicts a young man on the road to "fortune" being confronted by various temptations. Just when he's about to change course and abandon himself, he's saved (illustrated by a Laurel wreath) and stays true. #allegory #fineart #oilpainting #creative #creativeuprising #temptation #traditional #instaart #figurative #lotus #laurel
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Henry Prellwitz
“Swirling Clouds in the Moonlight”
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Henry Prellwitz, 1910s-1920s. @one-last-breathh
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Henry Prellwitz - Nighttime Mariner (1890-1900)
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HENRY PRELLWITZ Lotus and Laurel, 1904 Oil on canvas
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Henry Prellwitz (1865-1940) - Sunset, Long Island. Oil on panel.
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Beach Bonfire - Henry Prellwitz (1865–1940)
oil on board | source:
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