#flores para siempre
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costurasostenible · 2 years ago
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diminutoatelier · 2 years ago
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badgirl-xoxxo · 2 years ago
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Me compré un florero por si me comprabas flores.
Igual termine comprando las flores.
~Bsol
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peaceeandcoolestvibes · 5 months ago
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Estoy leyendo reseñas y es la puta risa, muchos mencionan a la competencia (no, no son reseñas de burger king) 👑 o sea, yo me lo haría mirar. Por eso los locales de muchas cadenas están vacíos incluso en horas punta 😂
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La gente está amargadísima y a mí en la vida se me ocurrirá hacer las cosas con tanta desgana en mi lugar de trabajo. Entiendo que hostelería es un sector duro y más para hacer carrera, pero la desgana de los trabajadores en algunos sitios es palpable y mejor que os dediquéis a otra cosa. Con cariño y sin actitud. Luego a hacer publicidad en mano y a bombardear a anuncios en Spotify pero nadie entra en el local en hora punta. No me extraña que se cierren tantos locales y se vuelvan five guys (por cierto, que pesados son, están en todos los lados)
*negacionista: persona inteligente que sabe pensar, analizar y argumentar su punto de vista y que siempre acaba teniendo razón
#ver esto cuando vas por la calle es un gustazo#la gente parece que no está tan dormida#el otro día fui con unos amigos a un local chino y menos mal q una amiga leyó las reseñas#muchas veces solo hace falta leerlas o comprobarlo yendo al sitio#las malas reseñas son siempre las que dicen la vdd#si que las buenas reseñas son respetables porque luego está la clínica donde yo estuve de prácticas#no tienen ninguna mala#he estado allí y trabajan de 10#normal q no tengan ninguna#pero siempre mirar las reseñas negativas#en fin al lío#el local chino tenía cucarachas#mucho nos reímos antes de ir pero fuimos y salí una cucaracha en un sofá#Que asco 🙂‍↕️😭#nos meamos de la risa con las reseñas pero las malas reseñas te dicen siempre la verdad y están para algo#y yo super inocente ‘bueno no sé a mi se me están pasando las ganas - yo creo que pasó’#o una vez una encargada me dijo ‘esque tenemos problemas de moscas’ chica pero wtf#pues soluciónalo LOL#tan pancha la chavala 😂#evitó muchos sitios desde hace un año y es mejor así#se sale a comer fuera 2 veces por mes#no más y siempre restaurantes con verificación previa tipo buffet o que sean confiables#desde hace un año me están dando mucho asco algunas actitudes#o la manera en la que la gente da un supuesto servicio#aparte no es por echar flores a mi clínica (aunque si que lo es) pero el jefe es super majo#y un ‘negacionista’ como yo#porque somos gente inteligente que no nos vacunamos#y luego salió algún dentista con canceres o tumores raros y al final entendieron que era la vacuna#nah paco mis dieses 🫶🏾 me cae super bn! super cojonudo el jefe#o sea yo quiero ser como él de mayor: inteligente con disciplina forrado de la vida y con tan buena base clientelar super profesional ✨
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vicolashurts · 17 days ago
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Hay cosas definidas pero no definitivas …
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pulquedeguayaba · 7 months ago
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Yo juzgando si considerar o no los tatuadorxs que me anda recomendando insta con base en si han hecho tattoos de jjk y en particular Geto
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depoesiaypoetas · 2 months ago
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Si tan sólo en un minuto apreciaras lo que digo, sabrías por qué prefiero las plantas a los ramos de flores. Que soy fan de las caricaturas y los colores aún a los 30 años, y no tiene nada de malo. Que no me gusta hablar del trabajo cuando no estoy ahí. Que ya fui a esa ciudad y lo que tú dices está sobrevalorado. Que no quiero peluches, ni regalos, ni restaurantes caros. Que abrazo mucho las pequeñas cosas y mi definición de placeres sencilos es justo eso, placeres sencillos. Que no acumulo nada y si pudiera, sería yo y una maleta para siempre, en todos lados. Sabrías al menos mi color favorito. Que en un mundo material, me gusta ser aire. Que tú y yo no somos nada compatibles. Si escucharas tan sólo un poco sabrías que con el silencio también estoy diciendo algo.
Clara Ajc
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patrycarro · 2 months ago
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TS3 - Plaza de las Flores (No CC)
ENG:
Do you need organic products to prepare your favorite recipes? Are you looking to eat healthier but don’t know where to find 100% natural and wholesome ingredients? Would you like to sell your harvests on your own terms? Or maybe you’re just searching for a peaceful spot to enjoy a cup of coffee or a snack with your family? If you answered yes to any of these questions, Plaza de las Flores is the place for you.
Like many Simmers, I love playing with my Sims in the countryside: planting, harvesting, taking care of animals, and cooking delicious homemade recipes. I’ve always felt the game was missing a marketplace where Sims could sell their hard-earned produce, relax, and enjoy a good meal. So, I decided to create one myself.
I hope all gardening enthusiasts love the result as much as I do! I wanted it to match the rustic charm of Appaloosa Plains and its warm, countryside atmosphere, and I think I managed to achieve just that.
Features:
Lot type: Community, small park
Lot size: 30x40
Furnished lot value: 83.143 §
Unfurnished lot value: 57.484 §
Packs used in this build: EP01, EP05, EP09
Requirements:
Humble Harvest Stands from the store.
Terms and conditions:
DO NOT claim my creations as your own.
If you want to use any of my builds in your custom world, you are allowed to do so, BUT make sure to credit me as the original creator.
DO NOT re-upload my content under any circumstances; share it with your friends using my own links.
If you experience any issues, let me know and I’ll try to fix it as soon as possible.
Download it here. 🤍
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SPA:
¿Necesitas productos orgánicos para preparar tus recetas favoritas? ¿Quieres empezar a comer más sano pero no sabes dónde comprar ingredientes saludables y de origen 100% natural? ¿Te gustaría empezar a vender tus cosechas bajo tus propias condiciones? ¿Buscas un lugar tranquilo donde tomarte un simple café o merendar con tu familia? Si has respondido que sí a alguna de estas preguntas, la plaza de las Flores es tu lugar.
Como a muchos otros Simmers, me encanta jugar con mis Sims en el campo: plantar, cosechar, cuidar y alimentar a los animales, preparar deliciosas recetas caseras... Y siempre he echado en falta un mercadillo donde estos pudiesen vender lo que producen en casa con tanto esfuerzo y dedicación, pero en el cual también pudieran pasar el rato y comer algo, por lo que decidí hacer uno yo misma.
Espero que a todos los amantes de la jardinería os guste el resultado tanto como a mí; quería que encajase con el estilo rústico de Appaloosa Plains y su cálido y campestre ambiente y creo que lo he conseguido.
Características:
Tipo de solar: Comunitario, parque pequeño
Tamaño del solar: 30x40
Valor del solar amueblado: 83.143 §
Valor del solar sin amueblar: 57.484 §
Packs utilizados en esta construcción: EP01, EP05, EP09
Requisitos:
Puestos "La buena cosecha" de la tienda.
Términos y condiciones:
NO proclames mis creaciones como tuyas.
Si quieres usar alguna de mis construcciones en tu mundo personalizado, tienes permitido hacerlo, PERO deja claro que yo soy su creadora original.
NO resubas mi contenido bajo ninguna excepción; compártelo con tus conocidos usando mis propios enlaces.
Si experimentas algún problema, házmelo saber e intentaré solucionarlo lo antes posible.
Descárgala aquí. 🤍
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deepinsideyourbeing · 8 months ago
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Tiempo - Enzo Vogrincic
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+18! SoftDom!Enzo. Age gap, creampie, (posible) dacrifilia, dirty talk, fingering, (breves descripciones de) girly!reader, innocence kink (implícito), sexo oral, sexo sin protección. Uso de español rioplatense (y mucho texto, sorry).
Enzo recuerda la primera vez que te vio.
Llevaba ya un tiempo preguntándose quién había ocupado el departamento que dejó cuando terminó su última relación e intentando a su vez sepultar el pensamiento para no recordar nada que tuviera que ver con aquellos momentos, pero luego comprendió que su curiosidad poco tenía que ver con los fantasmas que creía ver en el edificio al que regresó.
Era la tarde de un aburrido sábado y él deambulaba por el corredor con su cámara en las manos, intentando encontrar el ángulo perfecto para capturar la luz del sol iluminando su puerta. Entre tantos viajes decidió recostarse sobre las cerámicas de su hogar, perdiéndose en la oscuridad y conteniendo la respiración hasta que la imagen que vio a través del lente logró convencerlo.
Tus zapatos arruinaron la fotografía.
Se apartó de la cámara con una expresión de disgusto dibujándose en su rostro y un sonido mitad frustración-mitad enojo dejando sus labios, aunque dichas emociones se esfumaron cuando alzó la vista y encontró tus ojos observándolo desde la puerta. Se reincorporó y permaneció sobre sus rodillas, con una extraña sensación recorriéndolo al mirarte.
-Hola.
-Hola- le sonreíste-. Enzo, ¿no?
-Sí. ¿Vos sos…?
Te presentaste con cierta timidez, confesando que sólo te detuviste porque te asustó ver la puerta abierta y aclarando también que en el tiempo que llevabas allí jamás habías tenido oportunidad de presenciar tal fenómeno. Se declaró culpable con una sonrisa y abandonó su posición.
-Vos vivías ahí, ¿no?- señalaste tu puerta y él asintió-. ¿Y por qué volviste?
Cruzó sus brazos sobre su pecho e hizo un gesto de indiferencia.
-Me gusta este lugar. Y tengo muchos recuerdos con mis gatos.
-Menos la lámpara- arqueó una ceja-. Una lámpara con rasguños, ¿la querés…?
-Era mía- apretó los labios-. Pero no, no la quiero, gracias.
-Bueno…- dijiste, alejándote lentamente de su puerta-. Fue un gusto.
Pero él no podía permitir que te fueras.
-¿Te molesta si subo la foto…? Te puedo etiquetar.
Y de pronto no había lugar en el que no se encontraran… Ya fuera en el parque a medio kilómetro de distancia o la vieja tienda de libros en el centro de la ciudad, sus caminos se entrelazaban y siempre emprendían juntos el regreso a casa. En alguna que otra ocasión se detenían a comprar alguna bebida –un simple espresso para Enzo y para vos una bebida con nombre e ingredientes que él no podría pronunciar-, flores o sólo para acariciar gatos del barrio.
Los no-tan-breves intercambios durante las caminatas se convirtieron en charlas interminables que tenían lugar en su cocina o en tu sala de estar. Allí Enzo descubrió por fin el misterio de la playlist que reproducías todos los sábados por las noches, el nombre de las canciones que no lograba encontrar y por qué decidiste no colocar tu apellido en el timbre de la entrada, entre otros detalles con los que completó el puzzle que era para él tu persona.
Recuerda también el día en que pediste su ayuda para decidir cómo decorar la sala para tu cumpleaños, comentándole que organizarías una pequeña reunión con tus amigas e invitándolo a acompañarte luego de preguntar por su agenda. Observó por un largo rato los productos que le señalabas en la pantalla de tu laptop y luego recordó preguntar:
-¿Y cuántos años cumplís?
-Veintidós… ¿De qué te reís?
-Dale- insistió entre risas-. Decime.
-Veintidós, Enzo.             
Su sonrisa se esfumó y se desplomó contra los cojines del sofá, notando en ese entonces que sus jeans rozaban tus muslos. No pareciste notar su reacción o decidiste ignorarla, pero poco podía importarle aquello cuando la voz en su cabeza gritaba que había cometido un error. Cuando se despidió besó tu mejilla con cierta reticencia e hizo un esfuerzo para no voltear antes de cerrar su puerta.
Aquella noche lo encontró en vela. Contó ovejas hasta aburrirse, el té caliente que debía ayudar quemó su lengua y ningún programa en la televisión llamaba su atención el tiempo suficiente; releyó conversaciones, fingió tener la intención de borrar todas tus fotos y tu contacto, juró romper las notitas que dejaste cuando regaste sus plantas durante su último viaje. Gritó y maldijo contra la almohada a sabiendas de que no sería capaz de hacer esas cosas.
Pensó en todas las señales que pasó por alto: algunas de tus prendas y los moños en el cabello, los cuales creyó parte de la reciente y creciente aceptación de la feminidad, las bromas y referencias que no comprendiste, parte del contenido que consumías en redes y que habías compartido con él. Sin ir más lejos, había visto la forma en que interactuabas con otros habitantes del edificio o cómo huías descaradamente (cosa que él envidiaba) para evitarlos.
Todas las mañanas al despertar juraba frente al espejo que era el último día, que pondría fin a lo-que-fuera que estaban haciendo con vos y que era la decisión más sensata para protegerte… Pero entonces recibía un mensaje tuyo deseándole un buen día o te veía regando tus plantas, todavía en pijama y un tanto despeinada, y decidía que podía permitirse unas últimas veinticuatro horas disfrutando de tu compañía.
Fue en una de esas tardes que acabaste sobre su regazo mientras él guiaba tus movimientos. Sólo unas capas de tela separaban tu piel de la suya y eso fue probablemente lo único que pudo lograr que se detuviera a tiempo… Bueno, eso y el hecho de que horas atrás le habías enseñado una página donde se apreciaban fotografías tomadas de tu cuenta de Instagram y el artículo que regalaba detalles sobre tu vida.
Con sus manos aún sobre tu cadera, tal vez un poco más por debajo de lo aceptable, Enzo te obligó a detenerte y fingió no notar el hilo de saliva que conectaba sus labios con los tuyos. Tu respiración era agitada, tus párpados parecían pesar con los vestigios del placer que te arrebató y podía ver tus pezones erectos a través del adorable top floreado que llevabas puesto, pero por muy tentadora que fuera la imagen no podía permitir que cometieran una equivocación.
Acomodaste tu cabello, nerviosa.
-¿Hice algo…?
-No- se apresuró a contestar y besó tu mejilla-. Pero no podemos.
Un sonido dejó tu garganta y tus labios fueron incapaces de contenerlo. Cuando te arrojaste sobre el sofá abrazaste tus piernas, ignorando que la posición había desacomodado tu ropa y dejaba al descubierto tu lencería humedecida. Enzo apartó la mirada y tomó un par de respiraciones profundas, su mano acariciando tu tobillo para ofrecerte consuelo.
-¿Por qué?
-Porque sos muy chica para mí.
-¿De verdad importa?- asintió-. Es que pensé… No pensé que podía gustarte.
-Y yo no pensé que eras diez años menor.
-Nueve- corregiste-. ¿Y entonces...? ¿Por qué estábamos…?
-Porque soy un imbécil.
-Y… sí.
-Creo que tendríamos que… no sé, evitar vernos por un tiempo- lo miraste confundida y él señaló tu celular-. Si te ven conmigo van a hacer y decir esas cosas, es así. Perdón.
-Pero acá no nos ven- intentaste razonar con él.
-Los vecinos sí.
Ambos comprendieron en ese momento lo que significaba evitar verse por un tiempo. Tu labio inferior temblaba mientras hacías un esfuerzo para contener el llanto y cuando Enzo se estiró para acariciar tu mejilla apartaste su mano, te pusiste de pie y te dirigiste hacia la entrada.
-Andate- te aclaraste la garganta-. Andate, Enzo.
Abandonó tu hogar sin atreverse a mirarte a los ojos y la mañana siguiente no se acercó para dejarte la copia de sus llaves ni para reclamar la manta que había caído en tu sofá durante su visita el día anterior. Dejó el edificio con prisas, temiendo que ante el mínimo retraso ambos pudieran encontrarse y él se viera obligado a pensar todavía más en todo lo que hizo mal.
Jamás se había sentido tan ansioso en un avión… Por lo menos no en uno real.
Se arrepintió en ese momento y durante una semana sus conocidos parecieron tratarlo como si fuera un frágil adorno de cristal, aunque no lograba comprender si se debía al evidente estado anímico que arrastraba junto con su maleta o al mal genio que dejaba entrever cuando todas las entrevistas y eventos diarios comenzaban a abrumarlo.
En algún momento comenzó a sentir que había cometido un crimen.
Empeoró cuando lo bloqueaste en todas tus redes. Y cuando los periodistas no dejaban de preguntar si estaba soltero, si tenía novia, si podían saber tu nombre; cuando alguien difundió fotografías que habías subido a tus historias luego de que configuraras tu cuenta como privada, cuando notaron que la lámpara en tu sala era la misma que se apreciaba en viejas publicaciones en su feed, cuando señalaron que tu sala era también la misma sala que él posteó en ocasiones.
Se arrepintió entonces, por supuesto que se arrepintió. Y también se arrepiente ahora, aunque no puede precisar si su arrepentimiento es producto de haberte arrastrado al circo mediático que lo rodea o si se debe a la distancia que los separa. Tampoco sabe qué duele más.
El taxi se detiene en la puerta del edificio y al bajarse lo sorprende el característico sonido del cristal haciéndose pedazos bajo sus pies. Se aparta rápidamente y observa la lámpara destrozada en la acera durante unos segundos, sus ojos ardiendo cuando finge que chequea las suelas de sus zapatillas en caso de que el dolor que siente provenga de una herida.
Arrastra su cuerpo hasta entrar en el elevador y presiona el botón. Odiaría quedarse atrapado o sentirse encerrado como sucedió en el avión, pero está demasiado cansado y prefiere evitar el tramo de escaleras. Toma una respiración profunda antes de abandonar las paredes metálicas y se apresura hacia su puerta, sus manos temblando mientras introduce la llave en la cerradura.
Suelta su maleta de inmediato cuando nota las hojas marchitas de las plantas en su sala, el único sobreviviente de su ausencia siendo el cactus que dejaste allí la última vez que lo visitaste. Pasa una mano por su rostro antes de abrir las puertas del balcón, las ventanas de su habitación y por último las de la cocina, las cuales permiten que a sus oídos llegue la música que suena en tu departamento.
Revisa el calendario. Recuerda la foto de tus zapatos. Respira.
El reloj da las nueve cuando alguien toca tu puerta. Estás sola con tus pensamientos hace horas y te parece un tanto extraño ya que tus amigas te habrían enviado un mensaje en caso de haberse olvidado alguna de sus pertenencias, pero de todas formas echás un rápido vistazo a la cocina y la sala en busca de cualquier objeto que reconozcas como ajeno.
Cuando abrís la puerta te encontrás con Enzo esperando del otro lado, un ramo de flores en una mano y un regalo mal envuelto bajo el brazo: permanecés inmóvil a la espera de una explicación lógica a su presencia y él, que no deja de mirarte a los ojos, contiene la respiración preparado para que lo eches. Te hacés a un lado para dejarlo pasar.
-Esos son regalos para mí, ¿no? Porque si no me trajiste un regalo te tenés que ir.
El tono pasivo-agresivo de tu broma lo obliga a tragarse su risa y se planta en medio de tu sala.
-Te tengo que pedir perdón.
-En eso estamos de acuerdo- cruzás tus brazos sobre tu pecho-. ¿Y por qué, exactamente?
-Por todo.
Tomás asiento en el sofá y Enzo ocupa el otro extremo, manteniendo cierta distancia que para ambos resulta abismal. Coloca el ramo de flores sobre la mesita de café y también la caja, luego pasa sus manos por su pantalón una y otra vez, nervioso e inquieto como jamás lo habías visto. Te gustaría poder consolarlo pero aún te sentís herida y tu corazón latiendo en tus oídos no te permite pensar con claridad.
-Sé más específico.
 -Primero me gustaría pedirte perdón por lo de tus fotos.
-No es tu culpa- negás-. De verdad, no sos responsable.
-Entonces te quiero pedir perdón por haber sido un pelotudo…- acorta la distancia entre ambos-. Sé que lo que hice estuvo muy mal, tendría que haberme quedado para que pudiéramos hablar bien y no tendría que haberme ido sin despedirme o prometer que íbamos a aclararlo cuando volviera. Seguro estás enojada y tenés todo el derecho del mundo, pero te pido que me dejes explicarte.
Suspirás y hacés un gesto para que te dé un momento. Buscás refugio en la cocina para ocultar tus lágrimas y deshacerte de la horrible sensación de opresión en tu pecho, colocando un par de cupcakes en unos pequeños platos de porcelana pintada que recibiste por la tarde. Estás a punto de voltear para regresar a la sala, pero la presencia de Enzo a tus espaldas es evidente.
-Perdón- susurra, tomando ambos platos para dejarlos sobre el mármol y poder sostener tus manos-. Sé que dije que sos muy chica para mí, pero sólo lo dije porque no me gustaría que en algún momento…
-¿Qué?
-No me gustaría que dejes de ser como sos sólo para encajar conmigo, que te pierdas de esas experiencias que yo ya viví, no me gustaría que la gente nos mire y piense “Ah, sí, ahí van Enzo y la nena”, no…
-No sos como DiCaprio, Enzo- te liberás de su agarre-. ¿De verdad te importa tanto lo que piensen los demás? Porque yo juraría que normalmente no sos así.
-¿Vos leíste todo lo que dijeron sobre nosotros? Tenés que entender.
-¿Entender qué…? ¿Por qué creés que hacíamos algo incorrecto?
-Porque yo ya sé muchas cosas que a vos te faltan aprender.
-Podés enseñarme- apoyás las manos en su pecho y sentís que tiembla bajo tus dedos-. Me dijiste todo lo que no te gustaría, ¿por qué ahora no me decís lo que sí te gusta?
Toma tu mano y besa tus nudillos.
-Me gustás vos, pero no sé si te merezco- cubre de besos tu palma antes de llevarla a su mejilla-. Perdón, chiquita, te juro que voy a encontrar la manera de…
-Podemos seguir donde nos quedamos- sugerís. Tus mejillas arden.
Enzo rodea tu cintura con sus manos y sus pulgares trazan figuras sobre tu ropa.
-¿Estás segura?- asentís.
Ataca tus labios con una delicadeza brutal, su desesperación evidente en los gemidos que dejan su garganta y en la urgencia con la que comienza a frotarse contra tu abdomen; entre besos y roces toma tu muñeca y te arrastra en dirección a tu habitación, deteniéndose sólo al ver su manta en tu cama deshecha. Cuando evitás su mirada toma tu mentón entre sus dedos.
-No te voy a dejar sola nunca más- besa tu frente-. Nunca.
Te ayuda a recostarte en la cama y se posiciona sobre tu cuerpo con cuidado. Comienza a besarte, su mano acariciando tu cintura con movimientos suaves que le permiten estudiar tus reacciones y sus labios delineando tu mandíbula, tu cuello y tus clavículas hasta hacerte estremecer.
Se aleja por un segundo para observar tu expresión y se siente casi orgulloso del efecto que tienen en vos sus besos. Vuelve a acercarse a tu boca y tus brazos rodean su cuello para acortar toda distancia entre sus cuerpos, tus piernas abrazando su cintura para poder sentir la evidencia de su excitación contra tu centro. Comienza a rozarte por sobre la ropa y se deleita al oír tus gemidos, tímidos al principio y desesperados con el pasar de los minutos.
-¿Puedo?- pregunta al deslizar sus dedos entre la cintura de tu pantalón y tu piel. Asentís-.  Necesito palabras.
-Sí, sí podés.
-Muy bien- te sonríe y tira de la prenda hasta lograr deshacerse de ella. Observa los tiernos detalles de tu ropa interior pero lo que más llama su atención es la mancha de humedad en el centro. Comienza a deslizar sus dedos sobre la tela y jadeás-. ¿Querés que te toque?
-Sí.
Es adictiva la manera en que reaccionás a sus caricias y se siente casi cruel al preguntar:
-¿Dónde?
Cerrás los ojos, avergonzada, y presiona sobre tu entrada aún cubierta.
-Ahí.
-¿Acá?- repite el movimiento y gemís. Se acerca a tu rostro y besa tus labios-. Perdón, bebé, es que sos muy linda…
El temblor que te recorre hace que se apiade y te despoja de la última prenda que lo separa de tu intimidad. Se arroja sobre el colchón y besa tus muslos con algo similar a la devoción mientras te observa desde su lugar tal como lo hizo la tarde en que se conocieron. Arrastra sus labios sobre tu piel hasta acercarse peligrosamente a tus pliegues y tu entrada brillante.
El primer beso te hace gritar y mientras sus labios te recorren de arriba abajo Enzo aparta la mano que cubre tu boca. Su lengua caliente y experta juega con tu entrada, se introduce en ella y realiza pequeños movimientos hasta sentir que tus dedos se enredan en su cabello para acercarlo aún más, alejarlo y también guiarlo en busca de más placer.
Las yemas de sus dedos recogen tu excitación y frota tus pliegues para lubricarlos. Cuando se detiene brevemente sobre tu clítoris para dibujar círculos estos arrancan un sinfín de sonidos incomprensibles de tus labios y Enzo sonríe complacido contra tu piel ardiente.
Introduce un dedo muy, muy lentamente en tu interior y suspira cuando siente tus paredes contrayéndose hasta prácticamente succionar el dígito en tu interior: gira su muñeca y curva su dedo hasta hallar tu punto dulce, obteniendo un gemido casi pornográfico como recompensa.
Comienza a abusar de tu sensibilidad y no decide si prefiere ver la forma en que te retorcés sobre las sábanas o tus fluidos haciendo brillar tu piel y deslizándose hasta manchar su manta. Intenta obtener algo de fricción, frotándose desesperado contra el colchón y capturando tu clítoris entre sus labios para acallar sus propios gemidos.
Desliza en tu interior otro dedo y te oye quejarte segundo cuando tus paredes oponen resistencia, pero pronto tus gemidos cobran más y más intensidad y movés tu cadera para encontrar sus movimientos. Otro dedo le sigue y cuando sollozás Enzo se pregunta cuántas noches pasaste tocándote en soledad, tus manos incapaces de darte el placer que él logra brindarte en este momento.
Una serie de balbuceos -entre los cuales cree distinguir su nombre- son la única advertencia que ofrecés antes de alcanzar un orgasmo que arquea tu espalda y provoca que arañes las sábanas al intentar aferrarte de algo que te ayude a tolerar el placer. Enzo prolonga tu orgasmo hasta sentir que los espasmos dejan de sacudir tu cuerpo y ver que tu respiración agitada se regula.
Se recuesta a tu lado para poder apreciar tu rostro de cerca y besa tu mejilla.
-Feliz cumpleaños- dice contra tu piel-. ¿Querés más?
 -Todo- asentís-. Quiero…
Se deja caer contra la almohada.
-Si lo hacés no voy a aguantar- lamenta-. Pero…
-Sí- te apresur��s a decir-. ¿Y puedo intentar más tarde?
Besa la comisura de tus labios y emite un sonido de afirmación.
Se desnuda bajo tu atenta mirada y regresa a su lugar entre tus piernas. Descansa su peso sobre un brazo y acaricia su miembro, jugando con su punta brillante y suspirando sobre tu cuerpo sólo para tentarte más. Juega con tu clítoris, se desliza entre tus pliegues y te hace delirar posándose sobre tu entrada una y otra vez.
-¿Segura?
-Segura- acariciás su mejilla.
Aunque el ardor de la penetración te resulta placentero esto no evita que un par de lágrimas se deslicen por tus mejillas cuando agachás la mirada para ver la escena entre tus piernas. Enzo es grande y las venas que lo recorren parecen gritar pidiendo que tus dedos las acaricien, pero tus manos acaban sobre su pecho desnudo y tus uñas dejan marcas en su piel al sentir que alcanza los lugares más profundos en tu interior.
-Enzo…- temblás y su pulgar comienza a dibujar círculos en tu clítoris para calmarte.
-Ya sé, bebé, ya sé…
-Más, por favor.
Mueve sus caderas con suavidad para no herirte y arroja la cabeza hacia atrás, incapaz de contenerse ante el placer que siente y esforzándose por no perder el control. Abandona tu interior hasta que sólo la punta permanece dentro de tu cuerpo, que suplica contrayéndose deliciosamente, y cuando vuelve a introducirse lo hace de una sola estocada.
-Más, Enzo, más.
Acelera el ritmo y jura que podría morir en esa posición, con tu calidez abrazándolo y tus gritos opacando cualquier sonido que pudiera llegar a sus oídos. Se deja caer sobre sus codos y busca tus labios, embargado por la necesidad de besarte hasta olvidar cualquier pensamiento que no seas vos.
Su mano se desliza bajo tu camiseta hasta llegar a uno de tus pechos, masajeándolo y girando tu pezón entre sus dedos hasta que tus dientes muerden su labio inferior. Rompe el beso para poder observar las expresiones que transforman tu rostro cuando comienza a profundizar sus movimientos, el vaivén de sus caderas permitiendo que su pelvis estimule también tu clítoris.
-Ahí...
-¿Sí, acá te gusta?- la pregunta es casi retórica. Sin esperar confirmación comienza a atacarte con embestidas que te hacen delirar, su punta golpeando tu cérvix y sus movimientos provocando que tu cuerpo se mueva sobre las sábanas de manera casi violenta.
Tus pestañas brillan con las lágrimas que nublan tu visión y Enzo besa el rastro que estas dejan mientras se pregunta si alguna vez alguien logró hacerte llorar de placer, si te aferraste con tanta fuerza al cuerpo de otra persona para no perder la cabeza por la intensidad de las sensaciones… Sabe que no y los músculos de su abdomen se tensan peligrosamente al pensarlo.
Hace una breve pausa para recuperarse y acaricia tu rostro antes de manipular tu cuerpo con facilidad, recostándose contra las almohadas y posicionándote sobre su cuerpo. Puede apreciar en tu rostro tus dudas, por lo que te toma por el cuello para poder acercarte a él y besar tus labios de manera casi voraz.
Colocás tus manos sobre su pecho y comenzás a rozar tus pliegues sobre su miembro húmedo y brillante por los fluidos de ambos, un hilo de saliva cayendo de tus labios cuando bajás la vista para apreciar la imagen entre tus piernas.
Te cuesta creer que lo que sucede es real y que Enzo está con vos en todos los sentidos, más aún cuando humedece su pulgar -como si hacerlo fuera necesario- con la saliva que moja tus labios y lo lleva hacia tu clítoris.
-Enzo, no, me voy a…- intentás advertirle pero tus palabras sólo parecen motivarlo más. Gritás-. Es mucho…
-Hacelo.
Temblás y Enzo te empuja con su cadera hasta que el ángulo le permite volver a penetrarte. La intensidad de los estímulos sacude tu cuerpo y de tu garganta surge un sonido agudo cuando te golpea otro orgasmo que blanquea tu visión y te obliga a arañar su abdomen.
Tus movimientos se apagan gradualmente y las manos de Enzo acarician tu cintura, tu cadera, tus muslos y cualquier centímetro de piel que sus ojos ven. Su miembro palpita en tu interior mientras te recuperás de tu orgasmo, algún que otro espasmo atravesándote y una capa de tus fluidos haciendo brillar tus pliegues, tus muslos y también su abdomen.
La escena es terriblemente obscena y te sentís avergonzada al ver el desastre, pero Enzo no permite que te disculpes y te rodea con sus brazos para aprisionarte contra su pecho. Besa tu cuello y tus paredes se contraen sobre su miembro, tu cuerpo aún sensible rogando por más.
Llenás su hombro de besos y susurrás contra su piel.
-Adentro.
Un gemido resuena en su garganta al oírte y toma impulso con sus pies para volver a asaltar tu interior. Su miembro parece rozar cada fibra de tu ser y la habitación se llena con los sonidos de su piel colisionando con la tuya y tus sollozos cuando decide lamer y morder tu cuello. Mantiene en tu cadera un agarre lo suficientemente fuerte para dejar huellas.
Dejás caer tu frente sobre su hombro, rendida al sentir el cosquilleo entre tus piernas. Enzo tira de tu cabello para obligarte a mirarlo.
-¿Querés que te llene la conchita…?- asentís-. ¿Sí…?
-Sí, por favor.
Tu expresión es patética, pero Enzo cree que es tierna la forma en que tus cejas se curvan y tu boca entreabierta le permite ver tus dientes y tu lengua. Captura tus labios entre los suyos y jura que puede saborear su orgasmo en la forma en que permitís que invada el interior de tu boca.
Sus estocadas son frenéticas y erráticas y sus uñas marcan tu piel. Ahoga un gemido contra tus labios y en medio de la desesperación rompe el beso, mordiendo tu mejilla cuando su liberación mancha tus paredes hasta hacerte lloriquear.
Te abraza con más fuerza mientras las últimas gotas de su semen llenan tu interior y besa las marcas de sus dientes en tu rostro.
-Ahora sos mía.
Gemís en respuesta.
-Y vos sos mío- decís con voz temblorosa-. Para siempre.
-Para siempre, sí- jura, tomando tu mano para besar tus nudillos, tu palma y tus dedos, deteniéndose sobre estos cuando ve tu expresión de dolor-. ¿Qué te pasó acá?
-Estaba limpiando y se rompió tu lámpara. Perdón.
-No me pidas perdón. Nunca- vuelve a besar tu mejilla y te sonríe-. Creo que te va a gustar tu regalo.
-¿Cuál…?
-El que dejamos en la sala.
-Ah, sí- soltás una risa.
-¿Qué te parece si nos damos una ducha y terminamos de celebrar tu cumpleaños juntos?- propone-. Podemos pedir algo para comer y ver una película.
-Quiero quedarme así un ratito- descansás tu mejilla contra su piel caliente-. ¿Enzo…?
-¿Qué pasa, bebé?
-Te quiero.
La fuerza de su abrazo amenaza con dejarte sin respiración.
-Yo también te quiero. Mucho- toma tu mentón entre sus dedos para llamar tu atención-. ¿Puedo ser tu novio…?
Espero hayan disfrutado la lectura ♡
}taglist: @madame-fear @creative-heart @llorented @recaltiente @chiquititamia @delusionalgirlplace ♡
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lemecdlucas · 6 months ago
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  ▐ ⦙ ❛ *   ♡ ·゚ Ꮺ ࣪˖ ᥫ᭡ 🦢ˎˊ˗ Las Wardell/ @lemecdeliott❜ ♥
                       🌾 ❛❛ 🐺💘🌚Estaba totalmente embelesada con Tahirah casi parecia un sueño, alguien como ella fijándose en alguien como Kiki, era de no creerse pero, estaba pasando y lo estaba disfrutando. Tahirah había venido a su vida para devolverle un poco de la felicidad que no había experimentado desde la muerte de Aidenline y se estaba permitiendo serlo aunque se sintiera culpable de ser feliz y su hermana no pudiera hacerlo. Salió de sus pensamientos pagando las flores que había comprado, luego se fue a prisa para encontrarse con Tahirah en el Central Park porque ya iba tarde pero, es que siempre se le hacia tarde. Cuando la visualizo sonrió y prefirió sorprenderla rodeándola para abrazarla por la espalda y dejarle el ramo de flores a su vista. —Para ofrecer disculpas por hacerte esperar, pero es que me perdí—Replicó recargando su mejilla en su espalda, esperando que no estuviera molesta con ella y que las flores le alegraran el día.
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caostalgia · 1 year ago
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Hacerse a un lado siempre duele
porque elegir un camino diferente,
significa abandonar el que conozco.
Duele el recuerdo, duele la distancia, duele el olvido.
Duele lo que fue y lo que pudo ser.
Hacerse a un lado siempre duele…
Fuiste una estrella fugaz pasando frente mis ojos.
Si pudiera dejar el silencio,
haría que brotaran flores en la nieve pero,
escribir para alguien (vos) es lo más lindo que me puedo permitir hacer.
Inmortalizar momentos en escritos eternos
y que no se pierdan en lo efímero.
Catarsis
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flan-tasma · 11 months ago
Note
Hello, I hope you are well
I love your writing, I hope you keep writing ❤️
Could you do a scenario of Male Reader having his first time with Lyney?
If you feel uncomfortable, you can ignore the request, there will be no problem.
💖~ Thank you for your words! I hope I can continue writing too, studies take up a lot of my time but sitting down to write this helps me rest~
In the end it took me too long, but I finally did it ksgdkvd
Now I'm a flan. A flan-tasma.
Warning: smut, Male!Reader | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
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Spanish:
Al mago le gusta el romanticismo. Cada beso está cargado de sentimiento, te sostiene como si fueras la criatura más preciosa del planeta porque sabe que lo eres, te adora más de lo que puede imaginar y siempre ha planeado detalladamente cada paso como pareja. La primera cita, el primer beso, el primer show en que le ayudaste, todo estuvo metódicamente calculado para que sea perfecto y se arrancaría el cabello de la cabeza si algo no salía como debía. Por eso no era de extrañar que la noche en que planearon unirse por primera vez todo estaba vacío, olía a flores y las Rosarcoíris estaban esparcidas por la habitación junto a las velas que iluminaban todo de una tenue luz amarilla. Lo notaste, las flores cerca para que el aroma te tranquilizara, las velas cálidas algo lejos para evitar un incendio por algún accidente, había agua y aperitivos a un lado de la cama y Lyney solo esperaba que te gustara tanto como esperaba.
Te desnudó con tranquilidad, a un ritmo lento que parecía tímido. Besó tus labios, los mordió con delicadeza y te acostó para que estuvieras cómodo.
"Lo estás haciendo bien, amor. Eres muy lindo." Susurró contra tu piel, dejó marcas rojas con la forma de sus dientes y sus labios tomaron la carne hasta pintarla de morado. Sus manos pasaron por tu pecho hasta tu espalda baja para sostenerte, sus dedos lubricados pasaron por tu agujero apretado y entró uno, se tragó tus jadeos que pasaron de tu garganta hasta su boca y acarició tu cadera. Sus murmullos pasaron desde tu piel hasta el núcleo de tu ser cuando te masturbó con su otra mano, manchando sus palmas con tu líquido preseminal que bajaba como un hilo hasta tu vientre. Tus caderas se movieron contra su mano y lo hicieron sonreír. "Se siente bien, ¿verdad? Dime si te gusta." Tus súplicas lo pusieron duro a más no poder, sonrió mientras te hacía retorcer.
Fue a un ritmo lento, casi manchó sus pantalones cuando tú linda voz lo llamó para que te follara y sentiste su respiración en tu cuello cuando por fin decidió entrar en ti. Calmado, te sostuvo en sus brazos y te abrazó para que te relajarse, te besó por todas partes mientras era delicado, tomando tu mano y besando tu muñeca, luciendo como un borracho por tu olor mientras se metía bajo tu piel y te hacía alcanzar el placer con tus manos. Su lengua paseó por tu cuello y hombros, besando mientras jadeaba por lo apretado que estabas, alabándote como s un Dios mientras sus lágrimas se mezclaron con las tuyas al igual que el sudor.
Pintaste tu piel con tu semen al mismo tiempo que él te llenaba por dentro. Gimió contra tu cuello y tembló al llamarte su único amor, el más suave y placentero.
"Por favor... Déjame hacerlo una vez más." Sus ojos brillaron con un lujurioso deseo de ti, de enterrarse en tu carne eternamente. Sintió hambre de ti y no estaba dispuesto a dejarte ir ahora que había probado tu sabor.
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English:
The magician likes romanticism. Each kiss is loaded with feeling, he holds you as if you were the most precious creature on the planet because he knows you are, he adores you more than he can imagine and he has always planned every step as a couple in detail. The first date, the first kiss, the first show you helped him with, everything was methodically calculated to be perfect and he would tear his hair out of his head if something didn't go the way it should. That's why it wasn't surprising that the night you planned to get together for the first time, everything was empty, it smelled like flowers, and the Rainbow Roses were scattered around the room along with the candles that illuminated everything with a faint yellow light. You noticed it, the flowers nearby so that the aroma would calm you down, the warm candles a little far away to avoid a fire due to some accident, there was water and snacks on the side of the bed and Lyney just hoped that you liked it as much as she expected.
He undressed you calmly, at a slow pace that seemed timid. Kissed your lips, bit them gently, and laid you down so you were comfortable.
"You're doing well, love. You're so cute." He whispered against your skin, left red marks in the shape of his teeth and his lips took your flesh until painted it purple. His hands ran down your chest to your lower back to support you, lubricated fingers passed through your tight hole and one entered, he swallowed your gasps that passed from your throat to his mouth and caressed your hip. His murmurs passed from your skin to the core of your being as he masturbated you with his other hand, staining his palms with your precum that ran down like a thread to your belly. Your hips moved against his hand, making him smile. "It feels good, right? Tell me if you like it." Your pleas made him hard as hell, he smiled as he made you squirm.
He went at a slow pace, almost stained his pants when your pretty voice called him to fuck you and you felt his breath on your neck when he finally decided to enter you. Calmly, he held you in his arms and hugged you to relax, kissing you all over while being gentle, taking your hand and kissing your wrist, looking like a drunk from your scent as he got under your skin and made you reach for the pleasure with your hands. His tongue ran along your neck and shoulders, kissing as he gasped at how tight you were, praising you like a God as his tears mixed with yours as well as sweat.
You painted your skin with your cum at the same time he filled you inside. He moaned against your neck and trembled as he called you his only love, the softest and most pleasant.
"Please... Let me do it one more time." His eyes shone with a lustful desire for you, to bury himself in your flesh forever. He felt hungry for you and he wasn't willing to let you go now that he had tasted you.
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al-boom · 10 months ago
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*aparece mágicamente* holii traigo otra (3era) parte de headcanons (la universidad gente quita tiempo y vida...) A lo que vinimos <(⁠ ⁠╹⁠▽⁠╹⁠ ⁠)>
Lawlu💕
1- la primera vez que law le dijo "te amo" a luffy, luffy no pudo mirarlo por una hora debido a la sorpresa, pero cuando se le pasó lleno de besos la cara de law diciéndole que lo amaba.
2- luffy ama ver respirar a law. (es en el único momento que se queda callado y quieto xdd)
3- luffy es más celoso que law, tanto que le deja mordidas (moradas así mal) a law para marcar territorio.
Zosan✨
1- creo que ha ambos les gusta tomarse de las mano pero se tienden a pelear por ver quien lleva al otro.
2- Zoro no es para nada romántico, pero por sanji termino teniendo la costumbre de regalarle flores cuando están solos y sanji las cuida como si fueran un tesoro.
3- Zoro siempre se sorprende por la elasticidad de sanji, tanto que aveces va a ver cómo entrena sanji y siempre termina calentándose ksjdjskf
Y hoy fotito de Lawlu!!!💕💕 Ahí nos leemos, bye bye!!
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(reitero, las imágenes que pongo no son de mi propiedad. Las encuentro en ✨pinterest✨)
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morrita-manipuladora · 2 years ago
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Cosas que amo, pero jamás pediré...
★ Cartas
★ Besitos en la frente
★ Cumplidos no físicos
★ Fotos de tu día a día
★ “Te hice esto”
★ Abrazos solo porque sí
★ Fotos de su carita
★ No me haga llorar
★ “Te dedicó”
★ Me presuman
★ “¿Te puedo llamar?”
★ Interés
★ Que sea puntual
★ Me haga manualidades
★ Me canten aunque no sepan cantar
★ Flores
★ Me regalen comida
★ “¿Hacemos algo juntos?”
★ Respondan mis historias
★ Buenos días y buenas noches
★ “Mire esto y me acordé de ti”
★ Me recuerden que me quieren o aman
★ Audios diciendo cualquier bobada
★ Mensajes bonitos solo porque sí
★ “Te compré, porque dijiste que te gustaba”
★ Que me digan “Te extraño”
★ Me presten atención a tal grado de decir “Te conozco”
★ No minimicen mis sentimientos
★ Detalles materiales (peluches, pulseras, etc)
★ Me incluyan en sus planes
★ Me acepten como soy
★ Se fijen en mi personalidad y no en mi físico
★ Me manden videos haciendo cualquier bobada
★ Me expliquen porque tardaron en responder
★ Sean sencibles y se muestren vulnerables
★ Sean intensos y no tengan miedo a quererme
★ Me mimen
★ No me fallen
★ Me celen, pero sin llegar a extremos
★ Exclusividad en absolutamente todo
★ Me deseen, pero no me sexualicen
★ Me pongan en primer lugar, después de ellos mismos
★ Me etiqueten en lo que sea
★ Todo les nazca
★ Cuiden a mí yo chiquita
★ Se tomen el tiempo de entender mis emociones, actitudes y comportamientos, para que en algún momento sin decir ni una palabra, lo sepan todo
★ Estén presentes siempre y no solo a ratos
★ Se disculpen de corazón, si saben que la cagaron
★ Me traten siempre como cuando aún no me tenían, pero me querían
★ Me manden canciones
★ Me dejen mensajitos mientras no estoy
★ Me sigan el juego en mis bobadas, en vez de hacerme sentir tonta
★ Sean románticos y empalagosos
★ Se obsesionen conmigo
★ Me expliquen cuando no entiendo algo
★ Me cuenten su día a detalle
★ Muevan cielo, mar y tierra por mí
★ Se comporten como niños pequeños y sean ellos mismos sin temor alguno
★ Me quieran siempre y no solo en fechas especiales
★ Respeten mis decisiones mientras no afecten a la relación
★ Me valoren y sientan que lo tienen todo conmigo
★ Que deje de darle likes a otras chicas o responda sus historias
★ Que no permita que alguien cercano a él, hablé mal de mí y ponga límites sin importar quien sea
★ Que sea leal
★ No se insinúe 24/7
★ Me mandé indirectas bonitas
★ Me haga reír
★ Me incluya en su futuro
★ Me ponga apodos randoms y solo me los diga a mí
★ Se vuelva un mini yo y me haga un mini él
★ Me saque de mi zona de confort
★ Recuerde lo que le cuento
★ Me sobreexplique todo
★ Me invente historias o me lea cuentos cuando tengo insomnio
★ Chismiemos como señoras en lavadero
★ Sea mi novio, amig@, confidente, maestro de vida, amante, todo
★ Me tome de la manita
★ Sea empático y solidario
★ Me lleve o acompañe a la granja, el zoológico o cualquier lugar con animalitos
★ Me acaricie el pelito o me peine
★ Se acueste en mi pecho
★ Me ame en la misma cantidad que yo
★ Se interese por mis gustos, aunque por su cuenta nunca lo haría
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seamospoesia · 2 months ago
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Querida nadie,
a estas alturas de mi vida
imagino que nunca llegarás.
Alguien me dijo una vez,
que conformarse es dormir con el fracaso.
A día de hoy tendría de respuesta,
que agarrarse a una esperanza
es abrazar a la mentira
y solo si eres capaz de soltarla
puedes contemplar la realidad.
Confieso que a veces ha sido culpa mía,
que en mis ganas de que aparecieras,
te he confundido en otros rostros,
incluso he amado a otras como si fueras tú,
agarrado a un para siempre
que ha parpadeado
cada vez con más fuerza
hasta la oscuridad infinita
de un nunca eterno.
Pero aún así,
deberías saber que lo he intentado,
con la excusa de un flechazo,
he perseguido a mujeres por la calle,
como un voyeur recién salido de prisión,
he pagado copas a rubias de bote,
escrito poemas a morenas de playa,
besado a casadas por si dijiste que si
en un ataque confuso
de un sueño de infancia,
donde el blanco de un vestido
podía devorar los grises de la vida.
Y he regalado flores y bombones,
anotado en un círculo fechas importantes,
enumerado estrellas agarrado de una mano,
visto figuras absurdas donde solo había nubes,
esperado trenes que pasaban de largo,
aviones con pánico a la puntualidad,
seguidos caminos con el único deseo
de que no acabaran en profundos precipicios.
Querida nadie,
no imaginas cuantas noches
he ideado un encuentro fortuito,
cuantas mañanas te he buscado
a la derecha del colchón,
cuantas resacas tengo incrustadas en el hígado,
cuantos insomnios de no hallar bien la postura,
cuantos espermatozoides confundidos
por ir en dirección contraria a tu verdadera existencia.
He hecho montones de promesas
que solo podría haber cumplido contigo.
Y he cometido demasiados errores,
te he llamado en otros nombres,
ha girado todo mi mundo alrededor de otra cintura,
he llorado otras ausencias,
ganado la paz en en otras bocas,
perdido la guerra en otros muslos.
Incluso a veces querida nadie,
he dejado de echarte de menos
y he sido feliz sin ti.
Diciéndole a otras mujeres
el tiempo que llevaba esperándolas
como si por fin tú querida nadie
hubieras llegado a mi brazos.
Ahora estoy seguro que nunca fue así,
que no hemos sido capaces de encontrarnos,
que yo estoy solo y tú tal vez
con el hombre equivocado.
Y si vienes,
si alguna vez apareces en mis días
con esa seguridad entre los labios
del por fin y el para siempre,
tristemente querida nadie
a estas alturas de mi vida,
ya ni siquiera me queda amor
para creerte.
Ernesto Pérez Vallejo
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cartas-de-luchi · 1 year ago
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30/11
Para ti estrellita:
Hoy van 365 días desde que no estás, llevo contándolos todo este tiempo. No hay día en el que asumir tu pérdida sea fácil, no creo que lo haya nunca.
El universo me obligó a borrar las conversaciones, los audios y el registro de llamadas, pero al menos me dejó la música y las fotos, que es a lo que todavía me aferro. Me aferro a esa sonrisa un poco torcida y a la primera canción que compartimos.
A veces se me olvida que no estás, me despierto y mi cerebro me manda la orden de escribirte, y luego el golpe duele más. Porque quererte sigue siendo un tanto desgarrador y un tanto masoquista.
¿Sabes? Tu número está dado de baja, estoy segura que desde hace meses, pero antes de quedarme sin conversaciones todavía podía escribirte. El universo también me quitó eso. Y no es justo, porque ahora solo me quedan los poemas y las cartas.
La gente dice que debo pasar página, que ya está bien de llorarle a un fantasma, pero es que no saben lo que yo te quería y lo que me duele todo esto. No lo entienden y a veces siento que ni yo puedo hacerlo. Me hundo en un amor que me hace daño y en una pena interminable, no avanzo.
A veces, me asomo a la ventana y miro las estrellas. Allí estás tú, en la sonrisa de la luna creciente y en el brillo de la luna llena. Estás en las cordilleras de la izquierda y en el griterío de la derecha. Estás en las flores, en las espinas, en la tierra. Estás por todos lados y así, es imposible seguir.
El otro día recordé nuestro primer San Valentín: la llamada, las risas, la sorpresa, el que me descubrieras, la carta interminable, el amor. Luego pensé en el siguiente: la distancia, el tiempo, los enfados, los reproches, el amor innegable que seguía ahí. Al final, recordé el amor que siempre nos tuvimos y que nunca murió, ni siquiera ahora.
También estuve pensando en nuestras únicas navidades juntos, fuiste lo más bonito de aquel diciembre. Tu risa fue el mejor villancico y tu sonrisa la mejor iluminación, ni siquiera Caballero podía competir contra ti. Me gustaría volver a vivir esas noches interminables donde las anécdotas no tenían fin.
También pienso mucho en los sueños que teníamos, siguen siendo los más bonitos. Pienso en las metas que nos habíamos puesto, en las promesas que no cumplimos, en el amor otra vez. Nunca dejo de pensar en el amor.
Al final, supongo que me paso las horas, los días y los meses pensando en ti y todo eso que fuimos. En la vida que deberíamos tener y que no tenemos, en qué 2023 sin ti ha sido difícil, porque era nuestro año.
Ojalá sobrevivirte fuera más fácil o tuviera un manual de instrucciones, pero la pena es eterna y yo te voy a querer siempre niño estúpido. Ojalá te hubiera dicho una última vez lo tanto que te quería. Porque ahora solo son palabras susurradas al viento que no tienen respuesta.
Te echo de menos Andrés, siempre voy a hacerlo, pero espero que con los años sea menos difícil. Te quiero, en esta vida y en las que vendrán.
Descansa estrellita, yo seguiré luchando un poco más, gracias por ser mi Boulevard, Tu Weigel.
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