#es que soy una mierda para volver a usar los mismos colores a ojo; y no puedo confiar mucho en el color picker
Explore tagged Tumblr posts
Text
empecé a hacer paletas de colores ah
#es que soy una mierda para volver a usar los mismos colores a ojo; y no puedo confiar mucho en el color picker#porque los colores originales terminan más claros luego de aplicarlos + mezclados y si uso el color picker... van a terminar más claros xd#así que bueno. feat el pelo de kaede del vamp au (???)#iván whispers
0 notes
Text
levihan - oneshot
Título: Libertad
Cantidad de palabras: 2792
Resumen: Sasha era una de las reclutas más cercanas a Hanji, y el dolor de su muerte saca a la luz emociones que ya no puede seguir ocultando. Como suele ser costumbre, Levi casualmente está allí para escucharla.
Comentarios: Holaaa! Estuve una eternidad para escribir este oneshot jajajajajajajajajj. Agradeceria MUCHIISIMO sus likes/reblogs/comentarios o feedback. Como siempre, amo escribir a mis hermosos Levihan. Ojala a ustedes tambien les guste leerloss! <33
.
.
10 días después de la muerte de Sasha…
.
.
La lluvia caía torrencialmente sobre sus cabezas y la niebla se agolpaba en espesas nubes que empañaban su campo de visión. Sus exhalaciones no eran más que un vaho helado condensándose en el aire, y Levi pensó que, tal vez, el lúgubre paisaje a su alrededor era casi tan gris como su estado de ánimo.
Llevaban un rato no muy largo cabalgando de regreso al cuartel y, por suerte, ya estaban bastante próximos a llegar. Los chicos habían ido al cementerio a visitar a Sasha, y él y Hanji habían decidido pasar justo después. No se habían quedado mucho tiempo, sólo el suficiente para dejarle un ramo de flores y dedicarle unas cuantas palabras. El camino de vuelta, hasta el momento, había transcurrido en un silencio tan absoluto que a Levi le pesaba en el pecho. La imagen del montón de lápidas, una al lado de la otra, todavía estaba impresa a fuego en su memoria. Una y otra vez, habían tenido que soportar perder mucho más de lo que habían ganado. Sin embargo, aun cuando todo estaba a punto de romperse en mil pedazos, quería obligarse a creer que todavía tenían opciones, cartas que jugar. Se negaba a bajar los brazos. Menos aún después de todo lo que habían tenido que sacrificar para que Paradis viera la luz del día.
Se detuvieron únicamente en cuanto divisaron la silueta del cobertizo emergiendo de entre la bruma. Levi bajó de su caballo de un salto y Hanji hizo lo mismo. Una expresión sombría torcía apenas hacia abajo las comisuras de sus labios, ensombreciendo el castaño de sus ojos.
- ¿Crees que algún día podremos mirar con la frente en alto a todos nuestros compañeros caídos? - le preguntó de repente. Sus pensamientos eran una maraña en su cabeza y su voz apenas un susurro lastimero que se perdía en el repiqueteo de la lluvia.
Levi abrió la boca, sorprendido, e inmediatamente la cerró apretando los dientes. La sensación de dejavú quemaba en la punta de su lengua, inminente e irreparable.
-No empieces a hablar como él��- escupió, de mala gana. Ni siquiera necesitaba mencionar su nombre.
Hanji lo observaba con el ceño levemente fruncido.
-Dime, ¿qué rayos quieres que haga entonces? ¿Qué otra opción me queda? – gritó, repentinamente fuera de sí. La ira brotaba a borbotones desde su interior, como si alguien hubiese destapado de golpe el recipiente que hasta el momento la había mantenido encerrada dentro. - ¡Estoy cansada! ¡No puedo más! ¡Estoy harta de toda esta mierda!
Levi lo sabía. La había visto desplomarse dormida sobre pilas interminables de documentos sin firmar en su escritorio, le había preparado el té a altas horas de la madrugada y le había advertido entre murmullos que estaba trabajando demasiado. Había notado los círculos oscuros formándose en torno a su mirada y cómo la curiosidad que antes encendía sus pupilas había ido consumiéndose hasta no ser nada más que cenizas. Muy a pesar del dolor, había tenido que presenciar de primera mano cómo la presión moldeaba y deformaba a la persona más cercana a él, transformándola poco a poco en sólo el rastro de quien solía ser.
-Hanji…- intentó. Las palabras se atascaban en el fondo de su garganta, incapaces de aflorar a la superficie. Con el correr de los años, se había jactado de hallar siempre un consejo medianamente útil que darle. No obstante, no tenía ni idea de cómo consolarla esta vez.
Ella dejó escapar un sollozo.
-No, Levi. - lo cortó en seco, de nuevo en voz baja. Las lágrimas silenciosas que empapaban su rostro se camuflaban con las gruesas gotas de lluvia. – Soy una pésima comandante, ¿no te das cuenta? Si Erwin estuviera aquí, estoy segura de que Sasha no se hubiera ido y…
Se detuvo, ahogada en un llanto que parecía haber tomado el control de su cuerpo. Levi quería decirle que nada de todo esto era su culpa, que estaba haciéndolo lo mejor que podía. Mierda, quería correr hasta ella y abrazarla con todas sus fuerzas; la suficiente para hacer que todas sus piezas rotas volvieran a unirse. ¡Se sentía tan idiota quedándose allí parado! Sin embargo, era totalmente incapaz de moverse.
-Hanji…- volvió a intentarlo. Un nudo le estrujaba el estómago.
Ella lo contempló unos segundos, secándose los ojos con el dorso de la mano. Su pelo caía chorreando por sobre su cara.
-Déjalo así, Levi. - le pidió. - ¿Tienes idea de lo difícil que es esto para mí? Lo único que quiero a estas alturas es…
- ¿Qué? ¿Qué quieres?
Su mirada gris la interrogaba impaciente, fría como el acero. Hanji presionó sus labios en una fina línea, relajando su expresión solamente para suspirar. El eco de su respiración se fundía en la niebla.
-Nada, olvídalo. Es una estupidez. - repuso, avergonzada. De pronto, sus mejillas ardían teñidas de rosado y Levi, que no tardó en notarlo, clavó sus ojos en los de ella aún más insistente que antes.
-No, ahora vas a tener que decírmelo. - exigió. - ¿Qué quieres, Hanji?
Ella sollozó una vez más. El vestigio de otra lágrima comenzaba a resbalar por su rostro, que de golpe se había tornado de un color rojizo más notorio e intenso. Era evidente que estaba enfadada, que había llegado a su límite y se sentía a punto de estallar. Sus puños apretados a ambos lados de su cuerpo y sus nudillos poniéndose blancos eran el más claro indicio de aquello.
- ¡Quiero olvidarme de toda esta puta guerra y escaparme contigo, Levi! - exclamó entonces, casi sin aliento. - Maldita sea, ¡eso quiero!
.
.
Tenía la mirada perdida en las formas que dibujaban las vetas de la madera en el cielorraso. Su mente lo ahogaba en un mar de preguntas sin respuesta, arrastrándolo más y más profundo conforme transcurría el tiempo. Hacía tres horas que Hanji le había dicho que quería vivir con él, que lo quería a él, y aquello lo había tomado tan desprevenido que no había sabido cómo mierda reaccionar. Podía jurar que hacía tres horas el planeta entero se había detenido, tan así que ni siquiera estaba seguro de cómo o por qué su corazón seguía latiendo.
Se incorporó sobre el colchón, mareado y aturdido. Un nudo se apretujaba con fuerza en su estómago, dándole la impresión de estar a punto de vomitar. Hanji lo quería, lo amaba. Y él, ¿la amaba a ella? Escondió la cabeza entre sus manos y tironeó de los finos mechones de pelo entre sus dedos. No tenía ni la más mínima idea de qué era el amor. El sólo hablar de ello le revolvía las tripas, lo ponía ansioso.
-Tch. - maldijo entre dientes, con la mandíbula tensa. Quizás había sentido algo remotamente semejante por su madre, cuando le acariciaba el cabello después de bañarlo o le contaba historias antes de dormir. Tal vez incluso también lo había sentido por su tío Kenny, en los días en que le conseguía una ración extra de comida en el cuchitril que era la ciudad subterránea. Quizás lo había sentido por sus primeros amigos, Farlan e Isabel, aquella tarde en que se prometieron que irían a explorar la superficie, y luego lo había sentido por su primer escuadrón, cuando entre todos hubieron exterminado a un titán que había querido atacarlos. Lo había sentido también por Mike, por Nanaba, por Moblit y por Erwin. ¿Pero Hanji? Lo que sentía por ella no tenía precedentes, no se comparaba a nada que hubiese sentido antes en su vida. ¿Eso era amor?
Levi pensó que quizás fuera lo cálido y agradable de su sonrisa, o la forma en que podían comunicarse sin siquiera usar palabras. Que tal vez fuera que a ambos les causaban gracia los mismos chistes, o lo poco que le molestaba escuchar sus charlas interminables. Quizás fueran las ganas irrefrenables que tenía de protegerla antes de partir en alguna expedición importante, o aquel miedo irracional que lo azotaba ante la posibilidad de que algo malo pudiera ocurrirle.
Suspiró. Pese a que el suelo aún giraba fuera de control bajo las plantas de sus pies, se levantó de la cama y tomó asiento en la silla que daba a su ventana. En su escritorio se apilaban unos cuantos documentos que ni siquiera había tenido la decencia de mirar, y refunfuñando los hizo a un costado bruscamente.
Afuera la niebla comenzaba a disiparse, exponiendo a la vista una pequeña porción del patio trasero del cuartel. Recordaba una noche en que se había encontrado a Hanji sentada allí, estudiando un insecto que había atrapado en su mano. Levi le había dicho que era un asco, que se dejara de estupideces, que se había hecho tarde y que debía volver a la cama. No obstante, ella lo había invitado a sentarse a su lado, como solía hacer siempre.
“Es una luciérnaga”, le había explicado, enseñándole la diminuta luz verde que se encendía intermitente en la cola del bicho. Levi había abierto mucho los ojos, entre fascinado y sorprendido; jamás había visto nada igual.
“Supongo que no están tan mal”, confesó, encogiéndose de hombros, y Hanji se rió con ganas. El sonido de su risa llenaba todo el lugar, y entonces Levi había creído que sus ojos achinados brillaban casi tanto como el verde en el insecto.
Desde el primer día, Hanji había sido su puerta al mundo exterior. Había estado allí para mostrarle las plantas más bellas, los seres vivos más asombrosos, las constelaciones y paisajes más inmensos. Había estado allí para ayudarlo con su caligrafía, o para aportarle datos curiosos hasta sobre las cosas más banales y aburridas. Levi no solía hacerle muchas preguntas; se conformaba con ser su oyente, con tratar de memorizar sus teorías locas incluso cuando era incapaz de comprenderlas. Porque desde el primer día, Hanji lo había hecho ver los mil y un colores del atardecer, escuchar el murmullo del agua en los arroyos y apreciar el perfume de las flores. Con ella, todo se sentía nuevo y excitante. Con ella, la libertad de la que durante tanto tiempo había sido privado se sentía a sólo un pestañeo de distancia.
Sonrió de manera casi imperceptible. Los músculos antes agazapados de su abdomen iban relajándose a medida que la bruma del recuerdo se esclarecía. Tal vez los años que había pasado en la oscuridad de la ciudad subterránea le habían demostrado que la vida era cruel. No obstante, ahora, recorriendo la superficie con Hanji había llegado a entender que también podía ser irreparablemente hermosa. Porque, después de todo, ya no quería conocer una vida o un mundo sin Hanji Zoe en él.
Al fin y al cabo, era cierto que no había peor arrepentimiento que no haber amado. Y él, ¿la amaba?
La pregunta volvía a repetirse en su cabeza, sólo que ahora sí estaba seguro de la respuesta. En realidad, siempre lo había sabido.
“Oh, mierda.”
.
.
Debía confesar que el suave repiqueteo de la lluvia contra la ventana era una música de fondo bastante agradable ahora que estaba obligada a terminar de leer unos cuantos documentos antes de su reunión con Pixis. La escasa luz natural que ingresaba al cuarto, por el contrario, no estaba ayudando demasiado.
Suspiró, acomodándose los anteojos que comenzaban a resbalar por el puente de su nariz. Llevaba ya un largo rato haciendo su mejor esfuerzo por concentrarse en las estrategias, terminologías y protocolos que se detallaban impolutas en el papel frente a ella. No obstante, el rostro de Levi se le venía a la mente cada vez que intentaba enfocarse en alguno de los párrafos.
Hacía apenas tres horas le había dicho que lo quería y, desde entonces, era como si el tiempo hubiese dejado de correr. Cada segundo que pasaba hundida en la incertidumbre era una puta agonía. El silencio que crecía intimidante en la habitación vacía la acechaba desde las sombras, amenazando con dejarla sorda.
-Maldita sea…- exhaló, sosteniendo el peso de su cabeza entre las manos. A este paso, nunca tendría los reportes firmados. ¿Con qué cara iba a mirar a los altos rangos en cuanto tuviera que encontrarse con ellos?
La puerta abriéndose de golpe la trajo de vuelta al mundo real, esfumando de pronto la nube de sus preocupaciones.
-Levi…- murmuró, en un hilo de voz apenas audible. Las palabras colgaban de la punta de su lengua, flotando inconclusas en el aire. Hubiese esperado cualquier cosa menos verlo justo allí, parado frente a ella.
Él no dijo nada. En su lugar, atravesó el cuarto dando zancadas y pegó sus labios a los de Hanji sin darle tiempo siquiera a reaccionar. El beso era apresurado, desprolijo, desesperado, pero no importaba.
Las manos de Hanji se aferraban a los hombros de Levi, mientras que las de él se ahuecaban en torno a sus mejillas, profundizando el beso más y más conforme transcurrían los segundos.
El flash de un relámpago iluminó fugazmente la penumbra de la habitación, y Levi pronto sintió ese mismo impulso eléctrico erizarle la piel. Sus manos ahora bajaban hambrientas hacia el pecho de Hanji, descansando allí en la redondez de sus senos. El estallido de un trueno camuflaba los suaves gemidos que involuntariamente escapaban de la boca de ella, aún contra la suya. Era como si se derritiera entre sus dedos, desarmándose entera con cada una de sus caricias.
-Levi…- repitió, entre jadeos, casi sin aliento. Él continuaba tocándola, repartiendo pequeños besos húmedos aquí y allá; sus labios, su mejilla, su mandíbula, su cuello. - No creí que… volverías…- un beso más.
Ambos caminaron torpemente hacia atrás, cayendo finalmente sobre lo blando del colchón; uno encima del otro.
-Estúpida cuatro ojos. – gruñó él. Una media sonrisa le adornaba el rostro. – Jamás te dejaría sola. Lo sabes, ¿verdad?
Hanji se rió, y permitió que Levi apartara con dulzura un mechón de pelo que cubría parcialmente su frente. Sus piernas se enredaban instintivamente alrededor de su torso musculoso, atrayéndolo hacia ella todo cuanto era físicamente posible. Levi contuvo la respiración.
-Yo…- comenzó a hablar, balbuceando nervioso. Hanji lo calló con otro beso, y entonces las palabras parecieron deshacerse en la punta de su lengua, muriendo incineradas en el calor de la unión de sus cuerpos.
Quizás no era necesario que lo dijera en voz alta. Después de todo, nunca había sido demasiado bueno para expresar sus sentimientos. Quería pensar que, tal vez, dentro del océano de las posibilidades infinitas, sólo bastaba con las sábanas hechas un desastre y la ropa de los dos en el suelo. Con el sudor resplandeciéndole en la frente y el sonido de él fundiéndose en ella de nuevo y de nuevo.
“También te quiero, idiota.”, murmuró para sí, justo antes de disolverse y derrumbarse vacío en su interior.
Ella posó sus labios un segundo en la punta de su nariz, aun intentando recobrar la compostura. Sus ojos castaños se achinaban en una sonrisa amplia, probablemente la más genuina en mucho tiempo. No lo había escuchado, pero lo sabía. Sí, lo sabía.
.
.
-Respecto de lo que dije antes…- susurró. Sus dedos trazaban el surco de sus abdominales en una caricia delicada y extensa, casi como una cosquilla. Levi la besó en la coronilla, sosteniéndola firme entre la calidez de sus brazos.
-No hace falta que me lo expliques, cuatro ojos. - le aseguró. Su voz grave sonaba un tanto rasposa. – Te conozco, sé que no podrías estar fuera de la acción por mucho tiempo. Yo tampoco puedo.
Ella lo observó en silencio. Su cabello negro caía apenas revuelto por sobre su frente y el gris en sus iris resplandecía juguetón bajo los primeros destellos de la noche. Era consciente de que tenía razón, de que ninguno podría perdonarse el haber abandonado a todos cuando más los necesitaban. Debían mantenerse fuertes, más aún ahora. Incluso aunque aquello significara dar sus vidas en el camino.
-Es cierto... – reconoció. Una sonrisa tímida comenzaba a asomar en las comisuras de sus labios.
Levi la abrazó aún con más fuerza. Afuera seguía lloviendo y el mundo parecía estar a punto de derrumbarse. Sin embargo, allí, desnudo y con Hanji a su lado en la cama, por fin se sentía en calma, en casa.
-A lo que venga, nos enfrentaremos juntos. – repuso, en un tono que oscilaba entre lo serio y lo dulce. Sus ojos se clavaban en los de ella, suplicantes. Si bien nunca había dudado de sus capacidades como soldado, lo cierto era que de la mano de Hanji se sentía invencible, como si nada malo pudiese pasarle.
Ella asintió con la cabeza y se acurrucó en su pecho, casi escondiendo la cabeza en el hueco de su hombro.
-Juntos. - repitió contra su piel, en un murmullo apenas audible.
Al fin y al cabo, eran todo lo que el otro tenía.
#levihan#levi ackerman#leviackerman#hanji zoe#hanjizoe#hange zoe#hangezoe#levi#hanji#hange#levi x hanji#levi x hange#oneshot#levihan oneshot#headcanon#levihan headcanon#levihan angst#angst#leviHan fluff#fluff#fanfiction#fanfic#shingeki no kyojin#snk#attack on titan#aot#aot ships#otp
20 notes
·
View notes
Text
[OS]“Celos” (KaraIchi)
Género: Romance/Humor/Drama
Pareja: KaraIchi
Autora: DarkAmy-chan (Amy-chan), Candy Nyu
- Hablan
Nota: Todo está bajo el punto de vista de Ichimatsu.
oOoOoOoOo
Los Personajes de Osomatsu-san no me pertenecen, son del Maestro Fujio Akatsuka
oOoOoOoOoOo
Celos
Estaba nervioso desde ese momento en la playa. Traté, intenté parecer como si hubiera deseado ir tras esas chicas como mis demás hermanos, pero las palabras de ese idiota, su seriedad cuando las dijo, provocaron que desistiera aun más. Si de por si no pensaba ir en verdad debido a mi cortedad, lo que más provocó que me detuviese, fue ese mierdoso.
¿Porqué él podía decir aquello, y yo no? No me faltaron las ganas de encararlo en ese instante, de mandarlo a la mierda como era debido, pero si lo hacía en ese momento, todos se iban a dar cuenta de nuestra relación, de aquella unión que teníamos que iba más allá de la hermandad, de este lazo sanguíneo.
Era enfermo tener ese tipo de cercanía con alguien de tu propia familia, pero no había podido evitar caer en amor con ese doloroso, no cuando siempre lo admiré en secreto, cuando me protegía. Para mi él era todo. Y aunque siempre traté de ocultarlo con violencia, fue imposible mantenerlo en secreto por mas tiempo.
Así era. Aunque no quisiera aceptarlo del todo aun, era todo un Karamatsu Boy.
Tsk. Pero ahora que estábamos de vuelta en nuestra casa, que le observaba desde esta esquina mirarse a su espejo de mano, la molestia volvía a posarse en mi, siendo reemplazada al segundo nuevamente por esa ansiedad al notar su vista en mi persona a través del reflejo. Ahí estaba nuevamente esa seriedad, la misma que la de esta tarde.
Hmph. El que está molesto soy yo. ─ Murmuré por bajo mientras me ponía de pie. Iría a alimentar a los gatos. Este idiota podía joderse con su estupidez.
Ichimatsu niisan, ¿para donde vas? ─ La voz de Todomatsu provocó que me detuviese, que con mi clásico tono de aburrimiento le dijese que iría a alimentar a mis amigos gatunos. ─ Oh. Te acompañaré. Quiero comprar algunas cosas...
Lo que tu quieres es que te ayude a cargarlas, ¿verdad? ─ Que pusiese su mirada de cordero degollado respondía mi interrogante sin necesidad de palabras. Ese tipo era de lo peor. ─ Como quieras.
Y fue así que ante la mirada de todos los demás partimos en silencio. Ja. Como si me importara realmente la atención del resto. Si la única presión que notaba, eran los ojos de ese Doloroso, los cuales sentía que me taladraban la espalda. ¿Que mierda le pasaba?
...
¿No crees que Karamatsu niisan está más extraño de lo normal? ─ Casi me ahogué con mi propia saliva tras oírle preguntar aquello. Me había pillado desprevenido, sin contar que era realmente curioso que a él le importase...─ No creas que me importa o algo. Es solo que el aire en ese lugar era sofocante, y él era el único que se veía fuera de lo ¿normal?
Quien iba a decirlo. Así que era por eso. Me pregunto si los demás también se habían dado cuenta de su cambio de actitud. Y si ese fuera el caso ¡¿Se darían cuenta que ya no lo trato como antes?! Ahora si que tenía miedo, pavor de que todos me odiasen. Ya que aunque no lo mostrase, necesitaba a esas personas conmigo. Eran los únicos que me aceptaban como la basura sin combustible que era.
Quizás, solo quizás...
¿Si? No me había dado cuenta. ─ Mentí mientras metía las manos a los bolsillos de mi pantalón. No esperaba que me creyese con tanta facilidad, pero supongo que el engañar a otros estaba en mi encarnadura. Siempre he ocultado lo que siento, lo que son todos para mi. Creo que ya se a vuelto algo normal, y la verdad, no se como debería sentirme respecto a eso. ─ ¿Entonces lo de comprar cosas era mentira?
!¿Eh?! ─ Tsk. Lo supuse. ─ Igual podría comprar unas cosas, ya sabes, para aprovechar la salida...
O aprovechar para que cargue lo que compres mejor dicho. ─ Su mirada. Ahí estaban esos ojos de nuevo. No me había equivocado. Bueno. Por algo siempre he sabido que Todomatsu es el peor de todos nosotros. Y aun así, me pregunto que opinaría si le dijese que Karamatsu y yo...
Negué con intensidad ante esos últimos pensamientos. No podía. Jamás podría decirle, contarle a alguien por miedo al rechazo. No podría soportarlo.
...
Ya era tarde. Y es que aunque ayudé a Todomatsu con sus bolsas, yo había preferido no volver aún, por lo que volví a usar a los gatos como escusa para llegar más tarde, para escapar de la incomodidad que sentía desde esa tarde en la playa. Sabía que no podía escapar de Mierdamatsu por siempre, pero inclusive ahora que estaba en la entrada de casa, sentía la inimaginable necesidad de volver a salir.
Tranquilo Ichimatsu. Solo debes marcharte mañana temprano antes que despierten los demás, y podrás evitarlo por otro día. ─ Esa había sido la idea, mi manera de alentarme. Pero justo cuando iba a subir por las escaleras hacia el dormitorio, una mano me jaló hacia el living, donde una silueta conocida se hizo presente en esa oscuridad.
Quería escapar, morderme el brazo hasta arrancármelo si era necesario, para así marcharme, alejarme de esos ojos.
¿Donde has estado, Buraza? ─ ¡Ayuda! Deseaba gritar, pero nada escapaba de mis labios. Y a estas alturas ya me encontraba prisionero de sus brazos, sin poder escapar entre esta pared y su cuerpo. ─ Totty llegó hace mucho...
Alimentando a los gatos. ─ Respondí mientras apartaba la mirada. Maldición. Ya podía sentir ese condenado calor agruparse sobre mis pómulos.
¿Deberé creerte my little Kitty? ─ En verdad ¿que mierda le pasaba a este tipo? ¿Por quien me tomaba? No lograba comprender su actuar, su cuestionamiento. ─ Hoy en verdad parecías estar muy resuelto a ir tras esas ladys.
¿Como? ¡¿Que había dicho?!
¡¿Que dijiste?! ─ Irritado le cogí de la camisa del pijama empujándolo levemente, descolocándolo debido a mi reaccionar. ¡No era más que un imbécil! Estaba sumamente furioso.─ ¡No fui yo quien se paró dos veces! ¡¿Y me vienes con esas?! ¡Muérete, idiota!
Voltee para marcharme, porque antes de que me diese cuenta, mis ojos comenzaban a picar anunciando aquello que no deseaba mostrar, no a esta persona. Fue imposible. Al darle la espalda mi vista ya se encontraba nublada por esas gotas saladas, por la impotencia que sentía, por este estúpido sentir. Deseaba golpearle tan fuerte.
Estúpido corazón tan frágil. ¿Por qué no podía ocultarlo como siempre lo hacía?
Quería enterrarlo para que no doliese, porque ya era difícil ocultar todo esto del resto, como para que se atreviese a decir...
Ichimatsu. Lo siento... ─ Sus vocablos de pronto inundaron el lugar que había quedado impregnado de incomodidad, logrando que mis ojos reflejasen sorpresa por las mismas, porque de pronto sus brazos me rodeaban por la espalda. Y aunque forcejee para soltarme, su fuerza parecía ser superior a la mía. ─ L – Lo siento, yo...creo que estaba celoso.
Aquellas palabras paralizaron mi corazón, mi llanto que hasta el momento no había cesado.
Nuevamente el silencio nos había rodeado. Aunque este no se percibía como el anterior. Era extraño sentir tantas emociones juntas, no saber como reaccionar del todo. Deseaba golpearlo por creer tal imbecilidad, pero a la vez estaba contento porque esta persona podía sentirse así por esta basura sin combustible, y si a eso le sumábamos los enormes deseos de largarme a reír sin razón más allá de su estupidez. Estaba condenadamente enamorado.
El amor te pone idiota. Estaban en lo cierto. Ambos podíamos darlo por sentado.
Tengo miedo de perderte my love. Siempre tengo pavor de que te alejes de mi, de que me apartes como antes solías hacerlo. ─ En mutismo oía lo desgarrado que se escuchaba, negándome a creer del todo lo que mis oídos captaban. No podía concebir que él también se sintiese de la misma manera. ─ Por eso...
Pronto su voz parecía quebrarse en llanto, el cual intentaba callar sobre mi espalda mientras se aferraba con fuerza. Ambos éramos tan diferentes en ese sentido. Yo me empeñaba en ocultar mis sentimientos, el dolor que muchas cosas solían causar estragos en mi, en cambió esta persona, este tipo no tenía miedo del ridículo, de mostrar su corazón. Él era admirable
Pero aunque pensase aquello, ni loco le diría lo que realmente siento. Preferiría tragar mil agujas antes de confesar lo que realmente pensaba de él. Era demasiado vergonzoso como para hacerlo.
Negando con intensidad me dispuse a soltarme de su agarre, volteando a ver su rostro lleno de aquellas marcas saladas que seguían resbalando por sus mejillas. Era demasiado sincero.
Quiero hacerlo. ─ Los colores subieron a su rostro tras mis palabras, provocando que mis pómulos tomasen la misma tonalidad. ─ ¿Que? ¿No quieres?
Si había una manera de demostrar esto que sentía, esa era la mejor manera. No era bueno hablando. Lo mío eran las acciones. Cada vez que lo hacíamos, era mi manera de decir: Te amo, aun cuando seas doloroso.
¡¿Eh?! ─ Era divertido verlo tartamudear por su timidez, no lo negaré. ─ Non non Buraza. Es solo que, estamos...
Tsk. No han despertado por los gritos, ¿y crees que bajarán ahora? ─ ¿Porque duda? ¿Sera que teme ser despreciado también? ¿Era por eso que bajaba la mirada preocupado? ─ Ya déjalo si no quieres.
Iba a marcharme con esta frustración, con estas ganas de demostrarle mis sentimientos. Pero cuando iba a voltear nuevamente, una de sus manos lo impidió al sujetar mi brazo.
D- De acuerdo. Karamatsu te hará el amor all night long, my love. ─ Tuve que golpearlo por doloroso, porque me había puesto extremadamente nervioso con esa sonrisa tan deslumbrante. Era demasiada luz para este ser tan oscuro.
Deseaba que me llenase con esa luminosidad, que su cuerpo me cubriese hasta perder la conciencia.
...
Ansioso observaba desde el sofá como se quitaba la última prenda que cubría su cuerpo. Debía admitir que este cabeza hueca cuidaba mucho su físico, ya que con Jyushimatsu era el más tonificado de nosotros seis. Ya que si me veía a mi mismo, no le llegaba ni a los talones. No era que estuviese subido de peso o algo, pero claramente por más que lo intentase, jamás lograría tener esos abdominales que se le dibujaban a ese sujeto.
¿Ichimatsu? ─ Su voz diciendo mi nombre me sacó de mi ensoñación, notando así su repentina cercanía, que sin darme cuenta se encontraba inclinado sobre mi. Los colores subieron a mis pómulos al segundo, de solo recordar lo que había estado pensando, por haberme quedado mirando su figura. ¡Estaba seguro que se había dado cuenta! ¡No podía sentir más vergüenza! ─ ¿Me estabas mirando mientras me sacaba la ropa, verdad?
¡Waaaa!
C- Cállate, no, no era as...─ Traté de responder con clara vergüenza, acrecentándose al notar su sonrisa llena de satisfacción. Si seguía en ese plan, terminaría golpeándolo nuevamente. Solo estaba metiéndose conmigo. Pero cuando iba a gritarle que se callase una vez más, sus vocablos provocaron ese efecto en mi.
Me alegra no ser el único que mira cuando el otro se está desnudando. ─ ¿Que estaba diciendo? Estaba estupefacto. ─ Siempre me a gustado ver, apreciar tu piel tan blanca y tersa.
¿Él me veía sin que me diese cuenta...? ─ Me sentía mareado por tal descubrimiento, con solo percibir como mi corazón se descontrolaba.
...Mi cuerpo no es nada comparado con el tuyo. ─ Murmuré quedito mientras desviaba el rostro. Me sentía demasiado avergonzado.
Eres hermoso, Ichimatsu. ─ Respondió de manera ronca tras invitarme a posar mis ojos en los suyos, perdiéndome en estos, en el calor de nuestros alientos mezclándose debido a la repentina cercanía. ─ Es solo que no quieres verlo.
No importa si era verdad o no, inclusive lo que yo creyera. Lo único que importaba era que él lo creía así. Por eso no hubo respuesta de mi parte más que terminar de cerrar la distancia de nuestros labios, de buscar su lengua con esmero. Lo necesitaba tanto.
Era una droga percibir sus manos recorriendo mi cuerpo, sentir la humedad de su lengua en mis pezones mientras todo mi ser se arqueaba por más. Era imposible no meditar en el pasado, en cuanto tiempo escondí del mundo esto que sentía. ¿Si le hubiese dicho antes, me hubiera a aceptado en ese momento? ¿Desde cuando le gustaba?¿Me querrá con la misma fuerza?. Eran tantas las interrogantes que me negaba a consultar por timidez, pero que por ahora solo permanecían rezagadas por este calor.
Tuve que morder mi labio para no soltar gemido alguno, por no pedir que metiese ese dedo más profundo, que quería que se apresurase en prepararme.
K- Karamatsu...─ Solo en estos momentos lograba decir su nombre. En este placer era que lograba soltarme un poco. Y no era por otra cosa mas que vergüenza, porque si le llamaba como correspondía los demás podían percatarse mucho mas fácil de lo que estaba ocurriendo entre nosotros. Y yo la verdad no quería que lo mirasen con odio por mi culpa. Aquí la única basura era yo.
Fui yo quien se confesó primero sin darme cuenta, por mero temor a perderle. Yo lo había arrastrado de cierta forma a este pecado. Aun cuando él me dijese que estaba enamorado de mi desde hace mucho, si no hubiese abierto mi boca, quizás todavía seguiría yendo tras alguna mujer.
Está tan caliente dentro tuyo mi little Kitty. ─ Lo escuchaba hablar con esa voz tan profunda, tan íntima, pero no llegaba a mi del todo. Mi mente estaba centrada en los movimientos de su mano, en no soltar ningún ruido que pudiese alertar al resto. Era tan difícil a este punto, y eso que aun no lo tenía dentro. Él parecía conocer todo de mi cuerpo, donde tocar exactamente para brindarme placer. ─ Tan húmedo y apetecible...
C- Cierra la boca, y métemelo de una vez. ─ Mi tono de voz mostraba lo avergonzado que me sentía al pedir aquello. Y aunque lo dijese con cierta molestia, estaba claro que él sabía como me sentía. Eso lograba que mis nervios se acrecentaran, que no pudiese ver por mas tiempo esa sonrisa que se dibujaba en sus facciones. ─ Eres molesto.
Aun así le gusto a Ichimatsu. ─ Ahí estaba esa sonrisa nuevamente, ese sonrojo en sus pómulos. Pero no podía ir contra la verdad, si todo mi ser lo reflejaba. Necesitaba de este idiota para vivir. ─ Y tu eres demasiado adorable, inclusive cuando...
Pronto su dedo se movió, dando en ese lugar que causaba que involuntariamente se escapase otro gemido de mi boca, la cual tapé con mis manos al segundo. ¿Acaso lo había hecho a propósito? Al parecer si, esa mueca en su cara lo mostraba. ¿Le gustaba entonces cuando...? ¡Maldito calor que comenzaba a propagarse por mis mejillas nuevamente!
Ya déjate de juegos previos. ─ Dije para poder desviar la atención, causando que asintiera segundos después, que se arrodillase mientras alineaba su sexo a mi entrada completamente dilatada, ansiosa por recibirle.
El aire comenzó a escasear a medida que iba abriéndose paso, provocando una deliciosa mezcla entre dolor y placer. Me encantaba, era perfecto para mi lado masoquista, a pesar de que este idiota estuviese pendiente de no lastimarme. Me sentía tan lleno cuando estábamos unidos. Era como si hubiese nacido para estar con él de esta manera, a pesar de ser hermanos. Jamás le diría en voz alta que me gustaba sentirle así de cerca, apreciar como se contenía para no moverse hasta que le indicara que pudiese hacerlo.
Como siempre fui yo quien se movió primero, sorprendiéndolo, causando que de su boca se escapase un gruñido contenido. Me encantaba.
Pronto el living fue cómplice de nuestros besos desenfrenados, aquellos que lograban apaciguar nuestros gemidos, los gruñidos que deseaban escapar de nuestras gargantas por tanta pasión, tanta entrega. La misma que trataba de contener ahora mordiendo su hombro. Es que sus movimientos eran directos hacia mi próstata, cada vez más intensos, como si estuviese dispuesto a dejar huella a como de lugar. Tuve que aferrarme con fuerza a su espalda, olvidando que pudiese lastimarle con mis uñas.
Quería gritar por la intensidad, pero no podía hacerlo en este lugar. Estaba viendo estrellas con cada penetración, con cada movimiento de su mano, la cual había envuelto mi pene con sus dedos. Era demasiado calor, al punto que ya era un desastre entre lágrimas de placer, y de sudor.
No había nada mejor que estar con esta persona. Era como un sueño, como los muchos que tuve antes de que me confesase, que nuestra relación comenzase.
N – No aguantaré mucho más Ichi... ─ No pude responder, no cuando las embestidas eran cada vez más desenfrenadas, porque me hallaba en la misma situación. Estaba a un aliento de tocar el cielo. ─ I – Ichimatsu...
K – Karamatsu... ─ Le llamé entre la neblina del placer que estaba por explotar entre nosotros, logrando así captar su atención, perderme en sus ojos impregnados de pasión antes de atraerle con mis manos, acercando nuestros rostros para besarle con parsimonia. Se que lo había descolocado por unos segundos, pero lo necesitaba, quería demostrarle que era todo para mi aun cuando no pudiese decírselo con palabras.
Fue así como momentos después su esencia quedaba en mi interior, en todo mi ser, para segundos después seguirle también manchando nuestros cuerpos. Era nuestra manera de demostrar que nos pertenecíamos, que nos teníamos el uno al otro.
Tal vez todo se complique mas adelante, cuando llegase el momento de contar este amor imposible. Pero no dejaría que le lastimasen, aun cuando tuviese que apartarme para que pudiese ser realmente feliz con alguien más, en una verdadera relación, con futuro. Pero tenía miedo de que ese día llegase, de que no lograse vivir sin esta persona, sin mis hermanos y padres. Más porque no me había dado cuenta de esa presencia tras la puerta del living, el cual había visto todo lo ocurrido completamente impactado.
¿Nuestros días juntos estaban contados?
.
.
.
.
.
.
Fin:-
#karaichi#karamatsu#ichimatsu#karamatsu matsuno#ichimatsu matsuno#osomatsusan#blmatsu#yaoi#one-shot#fanfic#fanfiction
22 notes
·
View notes
Photo
Capítulo 2: Cómo puedes vivir contigo mismo?
¿No te sientes como estrella en la luz de la presencia ajena?
siendo sólo lo que soy es que entiendo lo que es real
Y aunque digan que es maloyo me siento en el cielo.
💭
Yuri siempre había tenido un carácter de temer, su abuelo lo supo siempre, desde que el rubio era solo un bebé en brazos de su madre, la hija de Nikolai. Así como supo siempre que su nieto era alguien malhumorado, el ruso también advirtió que Yuratchka era un chico distinto al resto. No en un mal sentido, porque el rubio era el niño más asombroso de toda Rusia, su abuelo lo amaba, lo amó en cuanto le vio nacer y le amó en cuanto se dio cuenta de que había una probabilidad de que el menor fuera homosexual.
Siendo Rusia un país bastante homofóbico, Nikolai tuvo miedo.
Yuri, al quedar en manos de su abuelo desde los dos años, vivió su infancia con toda la libertad que le podían dar. Al rubio no le gustaban los camiones, pero tampoco las muñecas, él prefería los dibujos y los animales, sobre todo los felinos. Después de los felinos, lo que Yuri más amaba era el ballet.
Nikolai lo había llevado a una presentación en el teatro cuando tenía siete años, podríamos decir que fue un amor a primera vista. El menor no podía sacarse la idea de lo lindas que se veían las bailarinas, él también quería ser así de perfecto, así que le pidió a su abuelo que lo llevara a clases de ballet. Su abuelo obviamente dijo que sí, porque él no podría nunca negarle nada a su piroshki.
Su abuelo le sonrió lleno de orgullo cuando por primera vez hizo una presentación a los ocho años, le compró las zapatillas y le ayudó con su traje, disfrutando de la felicidad de su nieto. También le sonrió cuando Yuri decidió no cortarse más el cabello, o cuando prefirió pintar su habitación de un delicado lila, incluso cuando le pidió pintura de uñas. Luego de un tiempo, el segundo pasatiempo favorito de Yuri era pintar las uñas de Nikolai con su color favorito, mientras su gata dormía a su lado.
Para Yuri, su abuelo era maravilloso. No solo era porque le concedía cada capricho o hacía los mejores piroshkis, sino porque nunca le juzgó como muchos otros hacían. Porque Yuri siempre fue el raro, y él se sentía raro.
Cuando era menor, le costaba hacer amigos, le gustaba estar solo. Luego de entrar a clases de ballet, a nadie le pareció tan genial como él creía, sobre todo a sus compañeros, quienes se alejaron aún más. En un comienzo tuvo ganas de dejar el baile, pero pronto cambió de parecer, ignorando a los demás. A su abuelo le gustaba que bailara ballet, eso bastaba, todo aquel que pensara lo contrario era un idiota.
Aunque, sin poder evitarlo, se hizo amigo de un idiota.
Otabek Altin y él se hicieron amigos primero lento y luego de golpe, Yuri no podría explicar en qué momento es que comenzó a depender del castaño, o peor aún, en qué momento empezó a verle de otra manera. Un día simplemente vio a Otabek jugando hockey con sus amigos, el popular Víctor y ese seductor de Chris. El kazajo reía con ganas, disfrutaba hacer perder a sus amigos, se movía en el hielo como si siempre hubiese pertenecido a él, anotaba punto tras punto como si nada. Y Yuri pensó que era lo más lindo de toda la escuela.
Yuri tenía trece años y solo podía pensar en Otabek, lo recordaba en la clase de matemáticas, contaba los minutos para volver a verle en los recesos o el almuerzo, esperaba con ansias llegar a su casa para hablar con él por teléfono, todo era Otabek Altin.
Y entonces tuvo miedo.
Porque, era raro, ¿No? Los niños no piensan eso con sus amigos, no sueñan con tomar su mano y quizás besar su mejilla, claro que no. Quizás Yuri sí era raro, siempre se lo habían dicho, al menos en su otra escuela, y ahora él creía en la posibilidad de esas palabras. Tuvo miedo, y vergüenza, sintió pena de decepcionar a su abuelo y a su único amigo, tuvo miedo de quedarse solo.
Poco más pudo aguantar el rubio y finalmente decidió contarle a Nikolai, y aunque planeaba hacerlo de una forma madura y tranquila, terminó en la habitación del anciano a la medianoche con los ojos llorosos y la angustia en el rostro, con una frase llena de miedo: "Creo que soy un poco gay". Es decir, ¿Existía una medida para ser gay? Yuri no lo sabía, pero decir que él era solo un poco aliviaba su miedo, así no era tan terrible, supuso. Pero su abuelo era efectivamente un hombre maravilloso, porque le aseguró a Yuri que no había nada de malo en ser gay, y obviamente le dio el consejo de su vida: mandar a la mierda a quien sea que se atreva a hablar mal de él.
Cuando se trataba de su abuelo, Yuri era bastante obediente, por lo que rápidamente adquirió la confianza necesaria para usar las uñas pintadas incluso en la escuela o experimentar peinados con sus hebras doradas, como signo de rebeldía se hizo una perforación en la oreja para usar aretes, además de las gargantillas que adquiría solo para ver con diversión el desagrado en las demás personas.
Otabek por su parte no estaba de acuerdo en la actitud del rubio, porque los hombres no usaban nada de eso, y menos tenían el cabello largo o las uñas con esmalte. Pero su amistad era prácticamente eso, Yuri siendo Yuri y Otabek aceptándolo por algún motivo que desconoce, porque después de todo y aunque le cueste admitirlo, el moreno envidiaba la actitud segura y rebelde de su amigo. Admiraba los ojos de soldado y como podía mandar a todos a la mierda y seguir como si nada; si recibía un insulto lo devolvía con gracia, desdén o palabrotas incluso peores; si recibía un empujón era mejor que se alejaran del lugar, porque las patadas de Yuri Plisetsky eran conocidas por dejar chicos con moretones por meses.
Y Yuri caminaba con la cabeza en alto, el cabello trenzado y una gargantilla que combinaba con sus uñas, y Otabek Altin no tenía miedo de caminar con él. Eran mejores amigos, el kazajo no era distinto como el rubio, pero eran amigos y nadie se metía en eso. Al principio creían que Otabek era novio de Yuri, pero el mismo moreno se dedicó a desmentir el rumor, porque él no era gay.
Puede que Yuri fuese homosexual, nunca le preguntó, pero si lo era no le importaba.
Eran amigos, quizás esté mal para su padre y ante los ojos de Dios, pero Otabek no iba a dejar a Yuri, se sentía privilegiado de estar a su lado.
Tanto así que dejó de lado su mayor temor y, luego de tres años de amistad, Otabek invitó a Yuri a su casa.
0 notes
Text
Nagahara Kisaki [Ficha actualizada (30/06/2019)]
Los apartados actualizados estarán marcadas en negrita y el contenido en concreto en cursiva.
Nickname: Nobunaga, Naga, Hara, Kiki.
Hero name: Aún en la búsqueda de uno. Nombre de vigilante: Catastrophe
Birthday: 30 de Abril
Zodiac: Tauro
Age
: 21
Species: Humana
Ocupation
:
Reinserción de jóvenes problemáticos al curso de héroes. En otras palabras, repetidora en la clase 1-A. (De los 18 hasta los 19) “Vigilante” (De los 19 hasta la actualidad)
Family: Soichi Kisaki [Padre]
Kira Fukukado [Madre]
Yamamoto Kisaki [Hermano mayor]
Emi Fukukado (Ms. Joke) [Tia materna]
Yukichi Kisaki [Abuelo paterno] Physical Description:
Mide 1’70 Complexión atlética debido a que desde cría siempre ha estado intentando imitar a los mayores que veía trabajar en acrobacias, saltos o incluso coreografías de peleas. Ojos grandes y expresivos de color hazel. Pelo largo y castaño Tiene una cicatriz en la espalda debido a una operación de escoliosis. Pecas, muchas pecas esparcidas por sus mejillas nariz y hombros. También tiene varias quemaduras pequeñas en el cuello, brazos, y una en la mejilla izquierda. Actualmente siempre suele vestir cosas que cubran la mayor cantidad de piel posible, a veces incluso gorros como beanies. Y siempre, siempre lleva los típicos guantes sin dedos, para poder seguir funcionando y evitar todo lo que puede usar su quirk con alguien sin querer. Quirk: Empathy. Antes de que el universo diga que está super OP el quirk, o que diga que no lo está o que respire (?). Decir que esta descripción es del quirk en general y lo que PODRÍA hacer después de entrenar muuucho tiempo y con la experiencia poder controlar bien su quirk. Y no que le salga algo bien una vez y ahí hasta el año que viene nada. Un poder, así como que algo constante, a pesar que se base en los sentimientos que casi siempre son de todo menos eso.
—Al mantener contacto con otra persona (piel contra piel) es capaz de saber lo que la otra persona está sintiendo. —Hacer que sientan lo que ella. —Hacer que sientan algo completamente ajeno a ella y por consiguiente hacer que caigan en estados de aturdimiento, sueño, desconfianza... (y cosas buenas también, leñe, siento ser tan dramas.) Uno de los efectos ¿secundarios? de su quirk es como afecta a su estado físico, tomé la idea del libro “El gran diccionario de las dolencias y enfermedades de Jaques Martel” que relacionaba una serie de pensamientos, sentimientos con dolores o enfermedades. Así que el cúmulo de emociones negativas podría acarrearle problemas varios de salud. Yo comparo esto a la típica alfombra de secarse los pies del baño que se deja ahí acumulando agua y más agua, al final está hecha mierda, llena de hongos y hay que tirarla, pues lo mismo con el cuerpo de Naga. Actualmente, después de bastante tiempo de terapia, autoanalisis casi diarios y entender un poco mejor cómo funcionaba su quirk, quién era ella y qué propósitos tenía; ya no le resultaba una agonía tener poderes ni mucho menos vivir en compañía de otras personas. De vez en cuando necesitaba alejarse un poco en aquellos momentos en los cuales se sentía más inestable, pero como solían decir en los boletines de notas de primaria “Progresa adecuadamente”. Personality: Nagahara era como una ardilla que al nacer en vez de leche le dieron café. Café solo, para ser más exactos. Era la primera en levantarse y empezar a ayudar -en lo que le dejaban- en el espectáculo. No había cosa que adorase más que ver de gratis a todos los del equipo los fines de semana, y eso de ir de gratis pues como que oiga, mola mucho, es como si a mí me invitan todos los meses a ir a ver el Rey León el musical o Hamilton o CUALQUIER MUSICAL, A VER, ES QUE, ¿¡COMPRENDÉIS? SWEET BABY JESUS HALLELUJAH. Y ENTRADA VIP DE ESTAS QUE ESTÁS ENTRE BAMBALINAS. Vale,mecalmo. El caso, que le pirraba estar ahí, e imitar (o intentarlo), a los acróbatas. Hacer reír a la gente, abrazarles e incluso dar un pelin de vergüenza ajena (en plan bien) era su hobby favorito. No tenía miedo de nada y siempre era la primera en preguntar si no entendía algo o hablar si veía algo injusto.
Hubo unos años en los que esa cria estuvo muy muy escondida dentro de ella, intentando salir de bajo los escombros del edificio a medio construir que es su vida. (Pero qué poeta que soy, madre mia.) Confundida, dolida, con cero confianzas en sí misma, temerosa de lo que puede hacer, de lo que ha hecho, cabreada con ella y con sentir cosas como la envidia, el odio y muchas cosas cortadas con el mismo patrón que jamás pensó que podría llegar a sentir. Está retomando fuerzas y poco a poco reconstruyéndose, hay días que tiene ganas de comerse el mundo y otros que, en fin, piensa todo lo contrario de lo que pensó el día anterior.
A día de hoy las cosas en su mente parecen estar más calmadas, no porque su vida sea mejor ni mucho menos, más bien porque tiene una mentalidad mucho más diferente a la hora de enfrentarse a las situaciones que se le presentan día a día.
Back Story:
Creció en un ambiente familiar muy bueno y gracias a la fama del trabajo de su madre pudo vivir tranquila sin problemas financieros, aunque a decir verdad nunca le dio mucha importancia a eso, se sentía afortunada, eso sin duda, pero nada más.
¿Qué de qué trabajaba su madre? Pues era directora de uno de los espectáculos más espectaculares de toda la región, valga la redundancia, pero es que imaginad una mezcla del circo du soleil, un musical, ¡y con quirks! Como dije antes, estar ahí y aprender acrobacias nuevas cada día y trucos en el trapecio estaba muy alto en el top de cosas que le gustaban hacer, peeero también había que añadir otra cosa: Los días que pasaba con su tia Emi viendo cómo era el trabajo de un héroe. Esto hizo que desde una temprana edad se interesase por ese mundo, a pesar de las advertencias de sus familiares, esto pareció no amedrentarla y después de años de entrenamiento y estudio y unos cuantos exámenes... ¡Consiguió entrar en la U.A! No tardó en hacer amistad con tres personas que consiguieron llamar su atención sorprendentemente rápido, incluso para alguien tan impresionable como es Naga. Togata Mirio (en cuanto le vio le gritó a la cara que era clavadito a un detective super famoso francés, aka Tintin y un personaje de un videojuego muy famoso aka Vault Boy, Fallout.), Nejire Hado... Aunque con ella tan solo era cuestión de tiempo, y Tamaki Amajiki que le sorprendía cada vez que usaba su quirk y más de una vez ella misma le traía comida super exótica para que probase a ver qué salía si activaba su quirk. Pero no sería uno de mis personajes si no tuviera drama así que.
Un día antes del festival deportivo sus padres recibieron a un grupo de aristócratas y miembros del gobierno, ofreciéndoles un espectáculo “privado”. Y digo privado porque aparte de algunos héroes, Naga se había encargado de colar a un par de conocidos. La cría fue a por algunas palomitas cuando vio lo que no debió ver, no tenían pinta de ser de seguridad y cuando quiso moverse, gritar, simplemente reaccionar... Fue demasiado tarde. Cuando recobró la consciencia estaba en lo que parecía ser una furgoneta, maniatada y con un horrible dolor de cabeza (aunque ojalá todo se hubiera quedado en un dolor de cabeza, la verdad.) y... Una mujer que acababa de parecer frente a ella, proclamándose como su salvadora, diciendo que eran iguales, pero que Naga aún no había visto lo horrible que podía llegar a ser la gente, sobretodo los peces gordos, pero que iba a protegerla, que no le iba a ocurrir como a ella. En los casi tres años que se pasó bajo el mismo techo que esa mujer nunca supo dónde estaba esa protección, ese cariño y amor que tanto proclamaba darle. Lo único que tenía claro era que intentaba enmascarar el maltrato psicológico y físico con mentiras y más mentiras, lo peor fue que acabó por creérselo todo. Se creyó que era una inútil cobarde, que era incapaz de luchar por si sola, de ser fuerte, que le debería de estar agradecida por dejarla formar parte de su familia. Este comportamiento poco a poco fue desgastando a Naga, poco a poco fue perdiendo la esperanza de salir, poco a poco fue enterrando dentro de sí a aquel héroe que quería e iba a luchar por su vida. Y por supuesto que su “familia” iba a aprovechar toda la masa de dolor, angustia y tristeza que la joven estaba soportando. Todo era tan simple como invitar a quien quisieran torturar y dejarles a solas con la joven Kisaki con un poco de dinero y alcohol, esperar a que el sujeto se acercase a tocarla y... ¿Qué mejor tortura que una psicológica que poco a poco se iba traduciendo a una física? No había ni sangre que limpiar. Los días parecieron esclarecerse con la aparición de dos... ¿curiosos? Mercenarios. Digo mercenarios por decir algo, porque se declaraban autónomos de hacer lo que les pareciera mejor y no les gustaba que les llamasen héroes ni nada por el estilo. En fin, a lo que iba, esos dos hombres consiguieron que Naga se sintiera como en casa aunque tan solo fuera por un corto periodo de tiempo. Tanto el tuerto como el sordo (Naga bromea diciendo que son la ONCE Trinity) le enseñaron bastantes cosas, como hablar usando el lenguaje de signos y combatir tanto con armas de corto y medio alcance. Y a ser sigilosa, porque aunque parezca imposible, si eres capaz de atacar por la espalda a un sordo y que no se de cuenta, has ganado el juego. Un día de otros tantos, estando descansando haciendo nada con ellos les confesó que quería volver a casa. No lo pensó, ni si quiera se dio cuenta de que estaba hablando, tan solo eran palabras que tenía muy bien guardadas. No comentaron nada al respecto, desaparecieron de golpe. Lo último que vio/supo de ellos fue aquella nota en su cuarto que decía “Hey, no somos héroes. Nos hemos encargado de formar jaleo, ahora es cosa tuya volver a casa.” Y vaya si habían formado jaleo, nadie se percató de su presencia y pudo correr fuera de las instalaciones todo lo posible en busca de un héroe y/o policía que pudiera llevarla a casa. Las anteriores semanas a su rescate fueron las peores, los constantes interrogatorios en los que apenas podía recordar nada (quizás a causa del trauma o a un quirk, aún sin especificar, quiero decir, que no lo saben, yo sí, o quizás no.) y quienes le hacían las preguntas no paraban de presionarla o hacerle sentirse culpable o incluso una cómplice de aquellos villanos.
Después de retomar el contacto con su familia y hacer las típicas visitas rutinarias al médico y psicólogo, Ms. Joke le comentó la posibilidad de volver a la U.A en un programa nuevo que estaban intentando implantar. Era sencillo, cogían a jóvenes en riesgo de ”exclusión social" y reinsertarlos en la sociedad (especialmente en el sistema de héroes). Volvían a tomar los exámenes a las Academias que quisieran y si pasaban la prueba pues tadaaa, en el caso de Nagahara, volvería a empezar desde primero. Otra cosa a tener en cuenta es que cada semana, como mucho, cada dos semanas tenía una reunión con su tutor, y si la junta directiva lo veía necesario le adjuntarían a un guardián.
Y cuando su sobrina escuchó todo aquello sonrió como no lo había hecho años, le estaban dando una segunda oportunidad, y no era tan imbécil como para desaprovecharla. La noticia de su rescate y bueno, de su secuestro no se difundió en ningún sitio, era algo que solo sabían la policía, su familia y algunos profesores de la UA.
No fue si no mucho más tarde y después de varias sesiones con una profesional (que no le hubieran mandado los mismos servicios de seguridad) cuando varios recuerdos de cuando estuvo siendo retenida acudieron a su mente. Y fue en ese mismo momento dónde descubrió que no podía confiar en nadie, y que ahora mismo cualquier persona que supiera exactamente lo que hubiera pasado estaría en peligro. Dejó de ir al psicólogo, temiendo poder soltar algo que no debería de soltar. ¿Por que quién diablos iba a creer que uno de los jefes de estado y uno de los principales creadores de lo que ahora se conoce como la sociedad de héroes está íntimamente compinchado con una banda criminal? Nadie.
Ongoing Story:
Fue de todo menos fácil llegar a términos con sus recuerdos, que por años y años le habían obligado a pensar que solo era parte de su imaginación, o como su padre dijo el mismo día que ella se atrevió a contar lo que vivió a gritos, llorando, sintiéndose completamente destrozada... “Eso es imposible, hija. Has pasado por mucho, no estás bien, por favor no vuelvas a decir eso.” En ese momento en el que la persona que piensas que sería la primera en creerte invalida lo que dices, lo que sientes, a pesar de verte tan mal. Tu propia jodida familia dudando de ti. Por suerte le quedaba el apoyo de su madre, que fue la única capaz de ver a su hija y creerla en cuanto comenzó a hablar.
Fueron unas semanas o quizás meses horribles hasta que decidió lo que haría a continuación. Ese hombre era prácticamente intocable, protegido por la ley y probablemente los héroes... Sabía que por la rama legal no llegaría a ninguna parte, y sinceramente, ahora mismo no sentía demasiada confianza por los héroes ni nada que tuviera que ver con ellos. Por esto mismo optó por irse a buscar pistas por su cuenta, pistas lo suficientemente concluyentes para que metieran a ese... monstruo dónde merecía estar. Primero debía seguir la pista de la organización con la que pasó casi toda su adolescencia, si daba con ellos, daría con las pruebas que necesitaba. Para el resto del mundo Nagahara tan solo se iba a ir de vacaciones, para despejarse y venir con las fuerzas renovadas. Pero su madre conocía a Naga, y sabía que no era tan sencillo como eso, aún así no la detuvo, simplemente le dio un abrazo, un beso en la frente e intentó aguantar una sonrisa por ella, por las dos.
Y así ha estado durante estos 3 años, de país en país buscando pistas y de paso ayudando a quién necesitara una mano amiga. Ah, ¿y ese dicho que dicen que hay que tener conocidos hasta en el infierno? Pues es bien cierto, porque se volvió a encontrar con unos antiguos amigos que le dijeron que la jefa para la cual habían trabajado juntos, había vuelto a Japón. Evidentemente, compró el primer vuelo que vio de vuelta a casa, dispuesta a terminar con lo que había empezado de una vez.
Likes/Dislikes: ·Likes: ✔ Los cereales
✔ Entrenar o simplemente vivir mientras escucha bandas sonoras o música
✔ El color naranja, amarillo y azul
✔ Aplicaciones absurdas para el móvil
✔ Los videojuegos, en especial los otome
✔ Ropa con estampado de animales
✔ Usar el trapecio
✔ El karaoke
✔ Dormir junto a alguien, a quien aprecie y tenga confianza
✔ El cine, los musicales, el teatro, el baile, cualquier forma de expresión artística ·Dislikes: ✘ Los médicos. ✘ Los sonidos fuertes como truenos, petardos, disparos… ✘ Que le corten una canción a la mitad. ✘ No poder controlar su quirk. ✘ La comida picante. ✘ Que le digan que es cleptómana. A lo que ella responde con un “NO. NO SOY CLEPTÓMANA, SOY COLECCIONISTA DE INCÓGNITO.” ✘ Que le llamen sweetheart, o que le abracen y sobretodo acaricien sin pedirle permiso. ✘ La gente que tiene el ombligo hacia fuera. Lo siento. Pero. Tienes -10 puntos de afinidad si tienes el ombligo hacia fuera. ✘ El tabaco, si alguien enciende un cigarrillo a su lado necesita marcharse de ese sitio. ✘ Que intenten hacerle fotos, odia ver que en el 90% de ellas sale con los ojos cerrados. ✘ Que cojan sus cosas sin pedirle permiso. ✘ Sentir que se están olvidando de ella.
Extra:
-Uno de sus grupos favoritos es The Lemon Twigs.
-¿Recordáis lo que os dije de que había muchos días que los pasaba con su tia Ms. Joke? Pues bien, uno de ellos la heroína, por temas urgentes de trabajo, le encasquetó a Aizawa su sobrina.
-Adora cantar aunque a la mitad acabe llorando.
-Intenta tener objetos de sus héroes favoritos, a los que admira, para ella son como una especie de amuleto. Tiene una bandana de su tía que suele usar de muñequera. Y en su primer año de la U.A, o antes, tenía planeado de forma bastante detallada un plan para “robar” las vendas de Aizawa. Aún lo tiene apuntado en alguna libreta.
-De tanto estar en el backstage poco a poco fue aprendiendo a maquillar y a hacer recogidos o peinados. Pide a Naga que te haga una trenza o algo en el pelo y será la persona más feliz del mundo. Es un hecho.
-Antes de irse dejó una grabación a cada persona importante para ella con una playlist de canciones que le recordaban a ellos o a su relación. -Tanto su nombre de héroe como de vigilante los sacó de una canción de Imagine Dragons.
2 notes
·
View notes
Text
20 minutos (26/11/16)
Maura
– Mano, por favor –no creyó le prestara atención a algo más que él y sus problemas, así que exigió su mano amablemente al dejar de lado su bolso, de donde un pequeño gato negro asomó y llamó por ella una sola vez con un maullido lastimero. – ¿Crees poder concederme veinte minutos de tú tiempo y decirme lo que está pasando? Necesito saber por que una persona en su sano juicio le haría esto a sus manos a menos que no estés completamente cuerdo, ahí si podría entenderlo –ocultó una pequeña sonrisa y dejó que el animal en su falda se entretuviera con la manga de su abrigo mientras tomaba uno de los paños del paquete para comenzar a pasarlo delicadamente por los nudillos del rubio sin poder dejar de fruncir el entrecejo cada vez que creía que le causaba dolor por la manera en la cual lo estaba atendiendo y continuó así por unos cuantos minutos más hasta que terminó.
- Lamento haberme entrometido, si no quieres hablar está bien solo estaba de paso y no sabía si darte monedas o traerte un café –dijo mientras miraba hacia los lados de la acera antes de volver a guardar el paquete dentro del bolso para luego sacar una caja de banditas con varios diseños en ellas que le enseño alegremente y le entregó inmediatamente para que él decidiera cuales iba a usar. - Puedes elegir… Ocho, para cada uno de tus nudillos. Menos las que tienen estrellas, esas tienen dueña.
Isaac
Veinte minutos- ladeo una sonrisa por primera vez sin sarcasmo, incluso con algo de gracia que le hizo negar e interrumpir aquel movimiento cuando el tacto húmedo le revivió el dolor aunque no de manera exagerada.
El muchacho presiono los labios y extraño en ese momento más que nunca uno de sus cigarrillos.
Un café hubiera sido bien recibido- murmuro y volvió a clavar la mirada al frente, en ese ir y venir de autos aunque no en exceso al no tratarse de una avenida muy concurrida. – aunque a juzgar por nuestra primera conversación habría dudado que escupieras en el- reconoció y sonreír se volvió en algo presente aunque no lo esperaba, sus ojos por atracción fueron a parar en el rostro contrario cuando a modo de total reflejo extendió la segunda mano para dejarle curarle, siendo, por primera vez desde que podía recordarlo un ser manso, tal como lo había sido Lucky el día que lo encontró.
No sé qué sucede- confeso y observo las banditas aunque sin demasiado humor, mostrando una negación en compañía de una sonrisa cuando observo los colores y dibujos en ellas- no me dicen que tiene, cuatro años de carrera y son lo bastante retrasados para no poder decirme que mierda tiene un tonto zorro- volvió a frotarse el rostro y terminando por entrelazar sus dedos dejo su boca oculta, respirando el aroma de las toallitas cuando no se había colocado bandita alguna sobre las heridas que amenazaban con volver a abrir y sangrar por el tirón de la postura.
Tenias razón- la miro de reojo y volvió la vista al frente- soy un imbécil, un idiota engreído, pero aun con eso, es él quien está ahí arriba- volvió la mirada hacia atrás y uno de los pisos de arriba- quien está siendo estudiado y lleno de mangueras con medicamento- ni siquiera soporta un baño- se froto la frente, el puente de la nariz y entonces esta, frustrado- debería de ser yo- quiso reírse y sus comisuras apuntaron hacia abajo.
Maura
- ¿Dices que deberías ser tú el que necesita tomar el baño? –le tomó las manos con cuidado y fue ella quien eligió la primer bandita que iba a colocar sobre uno de los nudillos de Isaac. – No te preocupes, nunca haría algo como escupir en tu café. Tal vez en tú comida, pero se lo pediría al de la cocina que lo haga por mí –la joven rió y prefirió que la segunda bandita sea más llamativa que la primera, dejando la vista clavada solo en las manos del rubio
– Deberías tratarlas mejor ¿No hacías algo con las manos? Aparte de chicas –se burló y se disculpó al mismo tiempo que el pequeño gato entre sus piernas se bajó de ella para ir a frotarse contra la pierna de Isaac, ahora pidiéndole a él algo de atención. – ¿Puedes cuidarlo mientras termino aquí? Cuida que no baje a la calle –pidió al pegar la tercera y abrir la cuarta, alzando la vista para verlo a los ojos un momento – ¿Estuviste comiendo? Por que cruzando la calle y a una cuadra hay una cafetería. Si aún quieres ese café, puedo invitártelo con algo de comer. Creo que te sentirás mejor con algo de comida –al terminar con los nudillos de su primera mano, lo miró y rió, llevándose los brazos contra el estomago
– Te quedan muy bien, resaltan tú personalidad y no, no puedes quitártelas hasta que vayas a ver un doctor real. Promételo. Inmediatamente Maura se arrodilló y se giró hacia él, donde descansó una de sus manos sobre la cabeza del rubio, comenzando a dejarle unas suaves palmaditas de confort – Creo que te estás preocupando de más, mírate, eres un completo desastre ¿Crees que a tu zorro le gustaría verte así? –negó con la cabeza y bajó la mano hacia su nuca dónde continuó con las caricias, caricias que ella misma recibía de su hermana antes de dormir y que seguramente su hermana había recibido de su madre. - Verás que todo va a salir bien, deberías ser un poco más optimista y no creas que me he olvidado de tu otra mano, aún me quedan varios minutos para terminar… Si es que contamos los veinte minutos de todos los días hasta hoy –la joven se puso de pie delante de él y tomó el bolso, ofreciéndole su mano libre para ayudarlo a pararse. Una vez que ambos estuvieron de pie, tomó al pequeño animal entre sus manos y lo escondió dentro del abrigo del rubio con una enorme sonrisa – Ahora si vamos. Café y comida, yo invito.
Isaac
Con ojos atentos no perdió rastro alguno de los movimientos femeninos o al menos eso intento antes de que su atención fuera atrapada por la caricia contra su pierna, del mismo modo en que su zorro acostumbraba hacer, el rubio contuvo el aire por al menos unos segundos y entonces bajo su mano aunque no para cargarlo, no al instante, extendiendo los dedos los coloco a los costados felinos y dejo una caricia desde la pequeña cabecita para extenderse por todo el cuerpo, incluso atrapo su cola y repitió aquello al escucharlo maullar, dos, tres veces antes de rodearlo con la mano para atraparlo y subirlo a la altura de su pecho en donde lo apoyo dejándole caricias en el lomo y cabeza, ayudándose de las amplias manos que el músico poseía.
La risa femenina, más que su voz fue lo que trajo de nuevo su atención en su dirección aunque se detuvo al tropezar contra los llamativos colores que decoraban ahora sus dedos, su ceño se contrajo y aunque considero decir algo sobre aquello no supo exacto que palabras utilizar. ¿Cual desconectado estaban sus sentidos que había permitido aquello?, su orgullo quiso golpérale contra el rostro y dejarlo en el piso, burlarse de el cómo el mismo lo había hecho un millón de veces de los cachorros adormecidos bajo el tacto femenino, de los podres diablos que eran reducidos a…
El tacto contra su cabeza, aunque suave al descender, fue el mortal veneno de cada uno de los pensamientos que habían tallado la molestia en su rostro, que incluso había remarcado los músculos de sus brazos, la tensión en sus hombros, cuello, en los nudillos de la mano libre que no sostenía al pequeño trozo de oscuridad.
Quiso identificar en qué momento había pasado de ser aquel poderoso empresario al inocente niño que había muerto tras Mireya, porque así había sido, probablemente ya no existía modo de que quedara algo de él ni siquiera en su cabeza.
Isaac carraspeo para romper aquella imagen que se había colado en su cabeza y cerrando los ojos se rindió ante la calidez humana a la que había renunciado tanto tiempo atrás, tan solo segundos, entonces volvió a carraspear y movió la mano sin velocidad hasta atrapar los dedos femeninos, capturando dos de ellos para llevarlos hacia abajo e interrumpir aquel contacto contra su nuca, aunque no por esto la soltó al llevarlos al breve espacio entre ambos, aquello no fue con violencia o con brusquedad, muy por el contrario, volviendo sus propios movimientos un misterio para sí mismo.
Comeré si tú comes- susurro y soltó la ligera presión que había sostenido contra los dedos de Maura- saldare mis 20 minutos, todos ellos, los que me dejes- se encogió de hombros y cual niño perdido la siguió con la mirada al verse ponerse en pie, incluso recuperando algo de molestia en su expresión al sentir como aquel momento de paz de había ido algo le decía que para siempre.
La mano en el aire atrapo su atención por al menos dos, no, tres segundos antes de tomarla y ponerse en pie, aunque no tiro de ella, utilizo la propia fuerza de sus piernas y tendió al gatito en su dirección solo para pronunciar la sonrisa al verla esconderlo dentro de su abrigo, Mason trago saliva y estirando la mano alcanzo uno de los mechones de cabello azabache en donde enredo el dedo antes de llevarlo detrás de la oreja, enseguida delineo apenas con el calor de sus manos el brazo de la muchacha a la que enseguida le ofreció el brazo por si gustaba tomarlo al caminar.
Yo pagare- aviso con más firmeza al volver la mirada a su espalda en dirección a la clínica veterinaria y no avanzo hasta crear una pequeña cueva para Shadow en donde acomodo su otra mano dentro del bolsillo para que su brazo fuera el suelo del felino- también pagare por las banditas- ladeo una sonrisa y comenzó a andar a la par que una brisa otoñal los rodeaba a ambos
3 notes
·
View notes
Text
¿Qué es el amor? Parte 24/ fanfic wigetta
Había pasado exactamente una semana, Samuel y Guillermo cumplían un mes siendo pareja, Samuel era el más feliz de los dos ya que se sentía bien consigo mismo, tenía que admitir que le jodia un poco lastimar a aquellos chicos pero en esos momentos solo necesitaba sentirse amado aunque el no amara a esos chicos, pero ya había aprendido la lección y se había prometido a si mismo no volver a usar a alguien de una manera tan vil, pero si tenía algo mucho más en claro era que no lastimaría a Guillermo pues le joderia mucho más y se sentiría peor aún, había visto llorar al menor una vez; cuando le contó sobre Alonso, y le destrozó aquella imagen por lo que juro que jamás dejaría que su chico se pusiera así de nuevo, Samuel tuvo la idea de llevar a pasear a Guillermo por las calles de Madrid y darle un pequeño regalo, esto después de ir al gimnasio. -estoy gratamente sorprendido, que no has faltado ni un día guille. -te lo dije, soy un maquina. Samuel sonrío ante el comentario y siguió con su rutina normal, hacia dos días Guillermo le dijo que el haría su propia rutina por lo que el mayor continuo con su dura rutina de ejercicios de siempre, claramente Guillermo hacia una rutina más ligera y aún así quedaba agotado. -hoy cumplimos un mes de pareja, ¿lo sabías?-dijo Guillermo mientras intentaba levantar pesas. -hombre claro, si para mí es muy importante. Antes de que Samuel le contara su plan de hoy escucho como la barra caía en el pecho de Guillermo e inmediatamente se puso de pie, levantó la barra con un poco de dificultad y la puso en el soporte. -¿pero que pensabas macho? Ni siquiera yo levanto cuatro pesas de cincuenta kilos cada una, ¿y si no estaba yo aquí y me hubiera ido a descansar o que se yo? Te hubiera sucedido algo Guille. Guillermo asintió avergonzado, quería sentirse fuerte pero solo quedo en ridiculo. -anda borra esa mueca, solo me preocupo por ti-susurró Samuel mientras se sentaba a su lado-entiendo que quieras hacer barras pero intenta algo más ligero para la próxima. -está bien. Samuel rodeó a Guillermo con su brazo y el menor recostó su cabeza en el hombreo del mayor. -¿quieres que nos vayamos ya a las duchas?-Guillermo asintió-vale, vamos. Samuel jamás había durado solo una hora en el gimnasio pero por Guillermo lo haría, entendía perfectamente a su chico, el también había intentado hacer pesas al principio y si no fuese por Alondra que estaba a su lado ese día probablemente hubiera tenido serios problemas. -anda que no quiero verte con esa cara. -es la única que tengo-respondió Guillermo divertido. -no seas tonto-respondió Samuel riendo-me refiero que quites esa expresión, quiero ver tu hermosa sonrisa. Guillermo puso los ojos en blanco pero sonrío, Samuel beso su frente como respuesta y ambos se metieron a la ducha, a pesar de que Guillermo tenía su cambio de ropa seguía pidiéndole su shampoo a Samuel, ¿como no hacerlo? Tenía un olor genial que era bastante distintivo a Samuel y Guillermo adoraba oler a Samuel. La ducha fue bastante corta, ambos se enrollaron en sus toallas y se dirigieron a los lockers. -eres el tío más adorable del planeta tierra Guille-exclamó Samuel al notar que la toalla que enrollaba a Guillermo era de tortugas-me gusta tanto tu toalla. Guillermo se ruborizó con el comentario de Samuel y dirigió su mirada al suelo, estaba avergonzado. -pero si hablo en serio mi niño. -yo no quería traer esta toalla, le he dicho a mi madre que metiera a la mochila un blanca o de color pero no está. -pues a mí me gusta. Guillermo simplemente negó con cabeza y comenzó a sacar su ropa de la mochila. -aguarda, tomo mi ropa y me voy. -no tienes porque irte samu, no tienes porque ir de un lado a otro para vestirte, solo date la vuelta y no mires, yo me cambiare en una esquina y ya. Guillermo era la persona más pudorosa en la faz de la tierra, incluso cuando iba a la playa se metía al mar con camiseta, y recordaba claramente que con seis años no dejaba que ni su madre lo viera sin camiseta, nadie le había visto el torso más que Alonso una sola vez en su antigua habitación y ahora Samuel cuando salían de la ducha, ¿le apenaba? Demasiado incluso quería salir corriendo al rincón y vestirse ahí pero tuvo que soportar aquello, no podía seguir siendo un pudoroso siempre y menos en este caso, así era Guillermo alguien que le apenaba demasiado mostrar su cuerpo, a quien fuera, no sabía por qué, simplemente así era. -como te pongas a verme te parto la cara chaval-dijo Guillermo al darse la vuelta. Samuel soltó unas risas pero también se dio la vuelta, no quería que Guillermo se molestase por lo que no se giró a verlo mientras se cambiaba aunque tenía que admitir que la tentación era grande. -tú me dices cuando pueda girarme. -aún no, sigo vistiéndome. Samuel había visto parte del torso desnudó de Guillermo estos días, la segunda vez que lo hizo Guillermo se percató de esto y se cubrió con los brazos mientras apresuraba el paso hacia los lockers, fue cuando Samuel se percató de lo tímido que era Guillermo pero no sabía hasta que nivel lo era, sin duda alguna eran bastante distintos en muchas cosas y esto era una de esas cosas, tampoco es que Samuel fuera desnudo por todos lado pero ya mucha gente lo había visto como dios lo había traído al mundo y eso no lo incomodaba. -ya puedes girarte. Guillermo ya estaba totalmente vestido al igual que Samuel, ambos tomaron sus cosas y se dirigieron al auto del mayor, Samuel condujo al restaurante de comida italiana que Luzuriaga le recomendó y sin duda hizo bien en seguir sus pasos pues era un lugar precioso y tenía un aroma increíble. -hala, este lugar es guay, no sé si lo sabias pero la comida italiana es mi tercera comida favorita. -anda pues di con el blanco-respondió Samuel-mesa para dos-dijo al mesero que les recibió en la entrada. Este los llevo a una mesa en la pequeña terraza que había y les tomo la orden, ambos pidieron pasta. -¿si esta es tu tercera comida favorita y la primera son las alitas de pollo cuál es la primera? -tienes que averiguarlo. Samuel sonrío pero no dijo nada, se quedo analizando el momento, había una pequeña cantidad de estrellas en el cielo, sonaba música romántica y estaba sentado frente a Guillermo, ¿que más podría pedir? -te quiero-dijo Guillermo de repente. Y como siempre, las pocas veces que Guillermo tomaba la iniciativa eran maravillosas. -yo te quiero mucho más Guille, igual y para ti no significa tanto pero un mes a tu lado me hacen el hombre más feliz en estos momentos. Guillermo no dijo nada pero tomo la mano de Samuel que estaba sobre la mesa y la entrelazo con la suya, las palabras sobraban en este momento, se podía notar el amor de estos dos jóvenes a kilómetros. -¿como no habías probado esto?-exclamó Guillermo después de que Samuel diera un bocado a su spaghetti alfredo. -no lo sé, siempre veía que mi padre lo pedía pero nunca me animaba a probarlo yo, creía que los champiñones sabrían mal o que se yo. -de lo que te has perdido hombre. Comenzaron a hablar de los distintos platillos que habían probado a lo largo de su vida, algo que Samuel amaba de su relación con Guillermo era que siempre hablaban de algo distinto. -¿quién demonios no ha probado el fondue de queso? -pues yo, puedo comerte unos nachos con queso pero en el fondue es demasiado queso y no gracias. -si te llevo a comer un día fondue de queso, ¿lo comerás? -quizá. A Guillermo le gustaba probar cosas nuevas, pero había cierto platillos que jamás había probado. -pues espero que ese quizá sea un si que sino te meto el fondue a la boca macho. Guillermo soltó una risa y siguió comiendo, Samuel lo imito y comieron en silencio. -iré al baño, ahora vuelvo. Samuel asintió y tomo su móvil para no quedarse viendo la pared. -entonces me dijo que jamás había conducido un auto y era verdad porque casi se estampa con un buzón-esa voz era inconfundible, esa chillona voz podría reconocerla en donde fuera. Samuel agacho la mirada y le rezo a todos los santos porque Luis no lo viera, él era uno de los chicos que fue usado por Samuel y uno de los que más odio le tuvo y con justa razón, luis tenía pareja cuando conoció a Samuel y gracias a él terminaron, Samuel salió con Luis seis días y lo dejó botado de repente, Luis descubrió donde vivía y se plantó en su casa y armo un escándalo, gritaba con su chillona voz que le había arruinado la vida pero Samuel no hizo nada y se quedo en silencio en su habitación hasta que Luis se fuera, lo vio meses después con su ex pareja y a juzgar por el rostro del chico este no lo perdono y Samuel se sintió aún peor consigo mismo, desde entonces no había visto a Luis hasta hoy, sin duda su pasado lo seguía. -eh tú, no vas a hacer algo o vas a ocultarte como aquel día en tu casa. Mierda lo había visto. -déjalo Luis, estamos en un lugar público. -tú también me dejaste esperándote como un tonto en un lugar público, tú también me arruinaste en un lugar público idiota. -lo sé y en verdad me arrepiento pero déjalo así, lo hecho hecho está. -anda lo dices tan fácil porque a ti no te jodieron, ¿como mierda puedes dormir habiendo jodido a tantos chavales? Samuel no durmió durante un mes por la culpa, lana le dijo lo mismo: "lo hecho hecho está Samuel, no puedes cambiar el pasado pero si tu futuro". -anda, vuelve con la chica con la que estabas y ya. -¿y tú con quien vienes tío? No eres de comer en lugares tú solo, ¿quién es el nuevo idiota que se cree tus mentiras? Luis busco con la mirada a alguien pero no había nadie cerca de la mesa de Samuel. -espero que sea quien sea él que está contigo te haga lo mismo que tú nos hiciste a nosotros, jodernos. Se fue dando pisadas fuertes a la mesa en la que la chica lo esperaba, Samuel se sentía avergonzado pero se lo merecía. -¿quién era él? La voz de Guillermo le cayó como balde de agua fría, había escuchado toda la discusión. -salí del baño y había un tío gritándote samu. Samuel suspiro y volvió a la mesa, no dijo nada hasta que Guillermo se sentó con él. -es uno de los chicos con los que salí, creo que de todos es el que más me odia. -¿por algo en particular? Samuel no dijo nada, le avergonzaba su pasado y mucho más si Guillermo le preguntaba sobre este. -anda puedes decirme, no hará que cambie mi manera de verte. -hice que su novio y el terminarán y cuando el intento volver con él lo mando a la mierda. -oh, bueno todos cometemos errores. Samuel asintió y le pidió al mesero la cuenta, no le agradaba que su pasado se mezclara con Guillermo, no era la primera vez que este presenciaba un acto de odio hacia él, primero en el parque mientras karol estaba con ellos y ahora aquí, le agradaba que Guillermo no lo juzgará como los demás pero le atemorizaba que podría pasar, Guillermo solo había visto a dos de los veintitrés chicos que había lastimado, algunos de ellos pasaban de largo cuando lo veían pero otros le dejaban claro el rencor que le tenían. Guillermo miraba con preocupación a Samuel, entendía el odio del chico hacia Samuel pues si alguien se hubiese metido de tal manera en su relación con Alonso probablemente le hubiera roto la cara a golpes pero también entendía que ese era el antiguo Samuel, y que él había cambiado por eso le preocupaba el inesperado bajón que tuvo Samuel, cuando llegó la cuenta Samuel pago y se puso de pie en silencio, Guillermo lo imito y salieron del lugar. -anda quita esa cara. -es la única que tengo-respondió Samuel ocultando su sonrisa. -eh no me robes las frases. Samuel no pudo evitar sonreír y por ende Guillermo sonrío. -anda así me gusta. Se dirigieron al auto en silencio, Samuel seguía preocupado y apenado. -no puedes seguir así, entiendo completamente que te sientes mal por aquellos chicos pero has cambiado lo sé, tus ex parejas van a andar por ahí y seguramente nos topemos con más pero por más que te griten o por más que puedan advertirme de ti no les haré caso porque estoy seguro que me quieres y yo te quiero de igual forma y nada cambiará esto. Samuel sonrío, ¿por qué tuvo la fortuna de tener a Guillermo? El había sido un cabron, y Guillermo era un amor de persona, no se merecía alguien tan bueno como él pero estaba agradecido de tenerlo. Durante el camino a la casa de Guillermo comenzaron a charlar sobre el lugar al que fueron a cenar, Guillermo estaba nervioso pues no sabía cómo decirle a Samuel, llegaron a su casa y tenía que decirle si o si. -mañana me iré a mi pueblo-soltó de golpe. -¿qué?, ¿por qué? -Alex, Rubén, frank, y Mangel querían ir y vamos a aprovechar que es el aniversario de muerte de Alonso para ir, la verdad es que no me gusta visitar el pueblo pero en esta ocasión no puedo faltar. -oh lo entiendo, eh olvida la apuesta estos días no tienes porque pagarme, podemos posponerla. -no había pensado en la apuesta para ser sincero pero quería saber si tú y luzuriaga querían venir. ¿Ir o no ir? Le daba cosa el hecho de que probablemente Guillermo lloraría a más no poder y eso le dolía pero ¿lo iba a dejar solo? Sus amigos iban a ir y tendría apoyo claro está pero tenía que hacer que se sentiría apoyado por el también. -si, iré, te aviso más tarde si luzuriaga quiere ir también. Guillermo asintió y se acercó a él, lo abrazo con fuerza, un abrazo que ambos necesitaban, Samuel para olvidar lo sucedido en el restaurante y Guillermo para poder ser fuerte. -espera, tenía un regalo para ti. Samuel tomo una cajita roja de la parte trasera del auto y se la entregó a Guillermo, este la abrió y vio él portarretratos blanco con negro que había dentro, en este estaba la foto que el y Samuel se tomaron el día que se le declaro. -me encanta. Samuel sonrío, a juzgar por la mirada del menor era verdad, no pudo evitar abrazarlo con fuerza y plantar un beso en sus labios, un beso que le inspirara lo mucho que lo quería y que no le haría daño. -te veré mañana entonces, llega aquí antes de las Díez de la mañana, ¿vale? Samuel asintió, volvieron a besarse hasta que Guillermo salió del auto, se despidieron con la mano como siempre y Samuel volvió a casa con lágrimas en los ojos, ¿por qué había sido tan cabron? Todos esos chicos no lo merecían, él no merecía alguien que lo amara tanto, Guillermo no merecía lo que le había sucedido a Alonso, el si, el merecía enamorarse y que le rompieran el corazón pero no, por el contrario recibió alguien que daría todo por el, alguien que lo entendía, apoyaba, amaba, ¿por qué tenía que seguir su pasado con el? Atormentándolo, él debía ser el que iría al pueblo a visitar a su fallecido novio no Guillermo, no ese chico de corazón tan bueno, no ese chico tan amable que le daba amor a todos, no ese chico, no Guillermo, llego a casa y no se molestó en saludar a sus padres, se metió de inmediato a la habitación, su madre no tardó en tocar a la puerta, este le permitió el paso. -¿que sucede mi niño? Samuel negó con la cabeza y siguió llorando, su madre lo abrazo y lloro en sus brazos, lloro lo que no había llorado en años. Su madre no dejo de abrazarlo en ningún momento. -¿puedo saber qué sucede samu? No sabía cómo expresarle lo que sentía a su madre, ¿como decirle que sufría por su novio? ¿Como decirle que tenía novio? ¿Como decirle que durante años fue un hijo de puta? ¿Como le dices eso a tu Madre? Ella al ver que no respondía decidió no preguntar y llevar a su hijo a La Cocina para prepararle un té, Samuel se calmó un rato y las lágrimas dejaron de caer. -Guillermo el chico que nos acompañó al hospital me pidió que lo acompañara al pueblo donde vivía, es el aniversario de muerte de un ser querido suyo y bueno el me hizo compañía durante lo del abuelo. -oh, claro que puedes ir si es lo que quieres saber, ese chico se merece el mismo apoyo que nos dio. Samuel asintió, Guillermo merecía eso y mucho más, merecía todo. -¿era por eso por qué llorabas? -algo así. Su madre asintió y se sentó a su lado, aún quería saber la relación entre ese chico"Guillermo" y su hijo pero no era el momento de preguntar. Por su parte Guillermo estaba sensible esa noche, mañana iría después de meses al pueblo, vería la tumba de su chico, pues a pesar de estar muerto seguía siendo su chico, siempre lo sería. -¿ya has guardado ropa para el fin de semana?-pregunto su padre al entrar a la habitación, Guillermo negó con la cabeza-¿te ayudo? -si, por favor. -¿que sucede hijo?, tienes cara de tristeza. -me da nostalgia ir al pueblo. -¡pero irán tus amigos! Incluso tu madre me comentó que invitarías a Samuel y a su amigo Borja. -lo sé, pero no quita el hecho de que me trae malos recuerdos y no quiero ponerme mal frente a mis amigos. -no pasa nada porque te vean llorar, seguro que lo entienden, y si Samuel te preocupa pues es tu pareja y tiene que entender. -y lo entiende papá, pero es duro. -te entiendo, Alonso era como un hijo para mí y sus padres siempre fueron amigos de la familia, pero tenemos que salir adelante y sabes mejor que nadie que Alonso odiaba verte así de triste, seguro que aunque este celoso el ama verte tan feliz con Samuel. -¿tú crees? -estoy seguro. Guillermo sonrío y abrazo a su padre, mañana sería un día duro pero estaba seguro de que estaría rodeado de sus seres queridos que lo apoyarían. -anda no te desveles, mañana tendremos un largo camino que recorrer. Guillermo asintió y su padre salió de la habitación, Guillermo se puso su pijama y se recostó en la cama, tomo el marco que Samuel le regalo y una sonrisa se dibujó en su rostro, colocó la fotografía junto a la que tenía de el con Alonso y una lágrima rodó por su mejilla, tenía la fortuna de haber tenido al chico que más lo pudo amar y que más momentos de felicidad le dio y ahora tenía a otro gran chico que estaba seguro que le daría muchos momentos de alegría, que afortunado era. • • • • • • • • ¿Qué pasará en el viaje? ¿Que les está pareciendo? Ayer no pude subir una disculpa pero que tengan un Buen Día!
60 notes
·
View notes
Text
Diarios de Israel (2017)
26/11/2017
Mientras espero al avión desde París, juego al FIFA en una Play que hay. En el avión me toca al lado de un grupo de españoles, todos hombres, todos cuñaos. El que tengo a mi lado tiene halitosis. No les hablo en español sino en inglés, por vergüenza y para ver cómo me hablan. Como ya les he respondido un par de veces en inglés, me obsesiono con que no me reconozcan, y oculto que el libro que leo está en español. Están obsesionados con el modo avión, el roaming y que les cueste mucho dinero recibir un whatsapp.
En el aeropuerto de Tel Aviv se oyen muchos pájaros. Está amaneciendo y no son ni las 6. Espero el bus a Jerusalén con una pareja, ella argentina y él portugués. “Mi hijo vino por su cuenta y le gustó mucho. Dice que hay que ir a comer a la zona árabe, que es la barata, si vas a la zona de los judíos te cortan la cabeza”.
Una argentina con dos hijos, a los que habla en castellano y hebreo, me ayuda en el bus a pararme en la parada correcta. Discute con los críos, que tendrán unos 6 o 7 años, sobre el sabor de la “torta” que quieren. Quizá dijo tarta, porque hablan de una fiesta. El niño del cumpleaños, o de la fiesta, no quiere dulce de leche y la madre insiste. La mujer me indica dónde bajarme pero luego me pierdo. Por las calles todos los hombres parecen mi padre y me responden con acento alemán.
Cansado de estar tan perdido, enciendo los datos y pongo el Maps. El móvil, como respondiendo a tal gilipollez e insensatez, que luego notaré en mi factura, se apaga con el 55%. (La factura será de 60 euros, según un SMS de Orange). Recuerdo que la tía del Airbnb me dijo algo de una puerta azul. Intento abrir una puerta azul, no es esa. No es ni la calle correcta. Cuando la encuentro, la puerta es verde, era una puerta verde. Dentro, una casa que comparten dos familias (cada una tiene una escalera que va a su puerta) y un jardín con un pequeño estudio, donde me quedo.
Al llegar duermo un rato y me despierto triste porque no hay internet y no tengo adaptador para el enchufe. Se me pasa un poco cuando veo que sí puedo usar los enchufes. Pero el internet no funciona. Salgo a por un falafel. Ando, y ando, y ando y llego al barrio de Montefiore, y a varios miradores que dan a la ciudad vieja. Hay una terraza dedicada a los reyes de España. Toda la zona está llena de parques y memoriales y plazas y fuentes construidas por agrupaciones de ayuda a Israel, filántropos, etc.
Entro a la ciudad vieja. Es un parque temático de las religiones. Llueve. Atravieso el zoco, con merchandising cutre, y llego al muro de las lamentaciones. No es nada sorprendente. Me impactan más las banderas de Israel, Jordania y Naciones Unidas sobre el muro. Jerusalén es un lugar disputado.
Subo por el Jewish Quarter, no hay nadie, solo algunas escuelas religiosas. Un colegio ortodoxo. Se oye a los niños recitar la torá. Parece que imitan un idioma de mentira. Uno de los niños abre la puerta y veo el interior, todos balanceándose de atrás adelante. Fuera un par de ellos juega al fútbol, no sé porque no están dentro. Me tomo un café en un sitio medio hípster al lado de una asociación para estudiantes judíos estadounidenses. En un tablón de la asociación hay memes pegados con chinchetas, como para hacer más molón y millenial el judaísmo.
Hay muchos estadounidenses judíos por toda la ciudad. Al salir de la ciudad vieja, en la zona armenia, hay tiendas de objetos sagrados y pequeñas iglesias y de pronto una tienda de productos de culturismo, con sus botes enormes y coloridos de polvos para batidos o no sé qué mierdas. Por las callejuelas casi todos los judíos ortodoxos van en bici, con un pequeño motorcillo para las cuestas. Me gusta el look ortodoxo, los abrigos largos, el sombrero, la barba. Muchos andan rápido y medio encorvados y despistados, como si temieran estar mucho tiempo en el mundo moderno decadente. En más de un momento me he visto a mí mismo imitándolos; visto un abrigo largo y lo llevo abierto y con las manos en los bolsillos.
Vuelvo a casa andando, de noche. En la calle principal de mi barrio, Emek Refaim, tocan músicos en cada esquina. Un grupo toca canciones clásicas judías, como de Europa del Este, que me recuerdan a los gitanos de esa zona. En otro lado hay dos dj’s, uno vestido con un traje de pantera rosa. Pinchan música y proyectan imágenes sobre la fachada de un edificio. Otro hombre, con barba y pelo largos y un sombrero y gafas de colores, toca la guitarra y a la vez una especie de trompetilla o flauta de plástico que emite el mismo sonido todo el rato. Es insoportable. Está subido a una tarima y salta y baila aparatosamente. Se le une un grupo de jóvenes que pasea por la calle tocando la guitarra y el bajo eléctrico. Llevan amplificadores portátiles, atados al cinturón. Intentan seguirle el ritmo al tipo, que al final se queda solo en su locura.
Otro falafel. Es lo único que sé pedir. En ningún bar veo cartas en inglés y me da pereza pedirlas. También es una excusa que me pongo para comer de nuevo falafel. El vendedor, que no me recuerda de unas cuatro horas antes, o eso creo, me pregunta de dónde soy. “From Spain” “Oh, say something in spanish” “¿Quieres que diga algo en español?” “Ohhh jejeje” Me guiña el ojo al salir.
De vuelta en casa viene el dueño porque no me funciona el internet. Probamos un rato a hacer lo obvio y me deja subir a su casa para mirar las direcciones para ir a Tel Aviv al día siguiente, a entrevistar a Aharon Appelfeld. La casa es amplia y luminosa, y un poco deprimente. Los libros en las estanterías son de tapa dura y pan de oro. Llega la mujer. Hablan en francés. El hombre dice que por la mañana subirá al tejado a ver si se ha roto el cable del internet.
En el estudio, me ducho y veo la película El joven Marx, de Raoul Peck. Es malísima y una máquina de hacer neoliberales. A las 11 estoy durmiendo.
27/11/2017
De madrugada vuelve el internet. El ruido de las notificaciones del móvil y la tableta me despierta. Aprovecho para subir alguna foto a Instagram y ver porno. De pronto pienso que quizá el internet me lo capan porque he visto porno. Yo qué sé, el ministro de Salud es ultraortodoxo.
Me levanto tarde, sobre las 11 y media. Voy a una cafetería de la calle principal. Una anciana bajita y con un gorro de punto le pide a una dependienta, en un inglés casi incomprensible, como de Europa del Este, que le sirva en una bolsa café en grano. Pide concretamente uno de Etiopía, y le pregunta mil veces sobre ello.
Uso el wifi y me llegan mil notificaciones. Ultimo la entrevista a Appelfeld. Otra anciana lee una novela mientras mastica lentamente un cruasán. Otro hombre lee el New York Times, que tiene en el interior la edición inglesa de Haaretz. Todos los hombres aquí parecen o mi padre o un personaje judío de Woody Allen, y las mujeres me parecen Vivian Gornick. Termino las preguntas a Appelfeld y salgo al bus. En la estación central de Jerusalén tardo un rato en encontrar el bus a Tel Aviv. En el trayecto por la autopista veo banderas de España en las vías del tren de alta velocidad, que creo que construye ACS (buscar).
Al llegar a Tel Aviv me compro otro falafel. Doy varias vueltas hasta que me ubico con el mapa que he descargado. Llego a una calle principal, con muchas librerías. En una de ellas compro una tote bag y al dependiente le hace mucha ilusión y me llama “sir”. Llego a la zona donde vive Appelfeld. Busco el “departamento 5”, como me dijo su mujer por teléfono. No veo ningún 5. Entro en el edificio y cuento puertas: hay 5. Debe ser la última, la del último piso. Llamo al timbre. Se oye una voz de una anciana que pregunta “aló?” y luego maniobra la cerradura. “Mr Appelfeld?”, pregunto. La respuesta no la entiendo. “¿Judith?”, vuelvo a preguntar. Intenta abrir la cerradura pero no puede. Se oye el girar de la llave, el pomo se mueve, pero no se abre la puerta. En el interior se oye a alguien gritando, como diciendo “no abras, abuela” (es mi teoría, en realidad no tengo ni puta idea).
En la calle pregunto si mi dirección está bien. “Esto es Borojov, sí, pero de Tel Aviv. Tu dirección es Borojov de Guivatayim” “¿Y eso está lejos” “Coje un taxi”. El taxista me dice 60 shekels y le digo que vale. Supongo que tendría que haber negociado. Llego tarde. Llamo al timbre correcto y digo “Hola soy Ricardo”, en castellano, porque la mujer de Appelfeld es argentina. Me responde, tras una pausa, una voz de un hombre joven: “mmm second floor”. Me abre la puerta el hijo de Appelfeld, un tipo guapo, con americana de tweed y gafas de pasta. Judith, la esposa de Appelfeld, parece muy joven. Acaban de mudarse a la casa porque está más cerca de sus hijos. Todavía tienen que traer muchas cosas pero los libros de Appelfeld, todas las traducciones de sus novelas, están en una estantería ya colocados.
Appelfeld está de espaldas a la puerta, sentado en una silla de ruedas, encorvado. Está calvo y no lleva su boina característica. Acaba de volver del hospital. Se cayó hace unas semanas. Va a cumplir 86 años. Me siento en el sofá y me dicen que espere unos 10 minutos. Appelfeld me mira y frunce el ceño: “I broke my legs…my hip”, me dice. Luego se come un plátano, muy lentamente. De pronto, le susurra al hijo. Lo llevan a otra habitación. “Vamos a tener que cancelar la entrevista”, dice el hijo al volver al salón. Me tomo el vaso de agua y vuelvo a Tel Aviv.
El bus de vuelta a Jerusalén va lleno y pilla mucho tráfico. Leo un texto sobre el papel de Stalin en la votación en 1947 a favor de la creación del Estado de Israel. Una de las dudas de los diplomáticos soviéticos era si podrían caber tantos judíos en tan poco espacio.
1 note
·
View note
Text
III - Soy tu Dios
Siempre estas tratando
de tener alguna personalidad
no importa cual
no importa si es la tuya
o la de alguien, capaz
que te salta la ficha
te escucha la ducha
o te encinta la vida
pero siempre estas tratando
de tenerla y decir aca está
mi tan esforzadamente lograda personalidad
no es mia
no es tuya
pero aca esta
mira
–No, no me sale, Sadiki– Dijo Cristian. Su sillon lo envolvía como envuelven las cosas acostumbradas a uno. Ese sillon estaba acostumbrado a Cristian y a sus jugos gastricos. Por esto el siempre decía "este sillon conoce lo peor de mi". A veces tambien largaba "este sillon me sostiene por dentro y por fuera", o tambien "mis fueros internos configuran el entramado de este couch". Iba cambiando la forma de decirlo. Quizas porque se aburría de siempre decir lo mismo. Ahora el sillon, que lo acompañana desde las epocas de Burslem, lo atrapaba y no lo soltaba, y la morena que trabajaba en su casa tenía que aguantarlo en estos estados desde tan, pero tan temprano.
Sadiki entró al living, desde la cocina, donde trataba de embolsar la emergente basura para sacarla a la calle, y miró a Cristian con fastidio:
–Qué es lo que dice que no le sale.
Su boca no parecía muy dispuesta a pronunciar el ingles con todo ese, a veces, innecesario refinamiento. Ella prefería buscar la forma mas fácil de decir las palabras pero a la vez lograba que se entendiera perfectamente. Salvo en casos muy puntuales. Como se verá, no era un caso de ignorar el idioma, el de Sadiki, sino mas bien de no concecionar su propia lengua. Una declaración de principios caminante tenía el DT en su casa.
–Te diste cuenta de que usas muchísimas mas palabras de las que podrías usar– Aún con la cabeza abducida entre los almohadones y con apenas las dos manos fuera de la colcha para poder escribir, el argentino se desquitaba con ella ante su propio cráter creativo.
–¿Y usted– la morena e imponente mujer se plantaba de forma muy seria cuando se la interpelaba y a veces cuando no, también– se dio cuenta de que tiene un colchón de dos plazas y media en su habitación que todavía tiene el plástico con el que vino, y esta durmiendo en el sillón como si fuera un hombre casado que lo han echado?
–No. Digo, si. Pero mi sillón es mi templo, aquí soy creativo. Creativo por demás. Además, qué te importa.
–Bueno, usted piense que ya después de los cuarentaipico uno no se puede estar sentando o acostando en cualquier lugar– dijo Sadiki ya volviéndose a la cocina –y ya entrados los setenta, ni le cuento. Ademas, si ese sillón le ayuda a "inspirarse" como usted dice, no le estaría funcionando, porque le está preguntando a su empleada cómo seguir. Ademas, ese sillón...
–Si, ya sé, ¡Ay!– el anciano entrenador se enderezó de golpe para levantarse y un par de vertebras de la zona lumbar crujieron como los cimientos de una lógica construida a base de una historia oficial del mundo al descubrir que en el universo no hay ni arriba ni abajo. Sadiki vino corriendo a ayudarlo a levantarse y una vez que se pudo recuperar dijo– este sillón de mierda.
–¡Vio! Usted me termina dando la razón siempre, señor– se apresuró a contestar Sadiki.
–Pero callate la boca. Qué me ibas a decir, que este sillón tiene un olor a mierda. Si, lo sé. Y ahora también me revienta la columna. Bueno, creo que no puedo quejar...
–¡Ah, bueno!– la mujer lo soltó y se fue al trote a la cocina de vuelta, recogió la bolsa de basura y se dirigió a la puerta– "No me puedo quejar" dice. No, no...
La mujer, en furia, dio vuelta un par de veces la llave de la puerta de entrada y salió al ruido leve de la calle de Lunes a la mañana. La avenida Cumberland no era la mas transitada en esas horas, pero sí llegaba hasta esos lares el traqueteo de los motores en calles aledañas, y el rumor de la ciudad despertando se arrastraba hasta el 19 de dicha calle, en esos momentos. Cristian se recuperó de su flagrante crujido vertebral y fue hasta la ventana que daba a la calle, abrió los postigos de un tirón que casi rompe uno de los vidrios y le gritó a Sadiki desde adentro.
–¡No, no me puedo quejar! Algún problema, ¿qué estabas por decir? A ver.
Sadiki, con toda la calma que pudo mantener en sus adentros, le contestó desde la calle, pequeño parque delantero de por medio, y trató de elevar el tono de voz lo suficiente para que su empleador lo escuche a través de los ocho metros que los separaban, pero no tanto como para despertar a los vecinos.
–Eso, justo eso. Usted dice que no se puede quejar, y lo único, lo único que hace es quejarse. Todo el bendito día.
La morena se había parado allí en la vereda y no se movía, dispuesta a seguir la conversación desde allí. Cristian, apoyado con sus dos manos en el marco inferior de la ventana, con medio cuerpo afuera, le gritaba como si estuviera dándole indicaciones al cuatro para que corra un poco mas hacia el ataque.
–Pero por favor, mujer, ¿así que soy yo el que se queja? Vos te acordas todo el tiempo que estuviste hablando de los precios del mercado ese que esta aca cerca, ¿cuanto tiempo te tuve que aguantar quejándote? ¡Y el que pone la plata soy yo! ¡Yo! Te pago y encima te tengo que aguantar quejándote. Así que no me vengas a decir...
–Así que usted me tiene que aguantar, ¿eh? ¿Sabe porque me quedo acá afuera? Porque no quiero entrar ahí y sentir el olor a vómito de años que tiene ese sillón de porquería que tiene usted. Y encima lo ama. Ama ese sillón con olor, viejo asqueroso. ¿Sabe que hago cuando entro a su casa? Me digo a mi misma "aguanta cinco minutos. Después de cinco minutos te acostumbras" Porque no se puede estar del olor, Señor Pueblos. ¡Es insoportable!
Ya Sadiki había soltado la poca mesura que estaba logrando mantener, y gritaba a la par de su jefe. Algunas pálidas caras se asomaban por las ventanas de las casas vecinas.
–¿Y sabe porque otra cosa me quedo acá? Porque quiero que se entere todo el barrio de que usted es un viejo asqueroso y que pretende que yo me quede ahí adentro con ese olor a vomito. Ahora tengo que volver a entrar, y de solo pensar que me tengo que volver a acostumbrar a ese olor me da nauceas.
–Bueno, no entres mas entonces, ¡desagradecida! ¡Quien te necesita!– Cristian cerró la ventana de un golpe y el vidrio volvió a manifestarse en contra. El míster siguió quejándose en el interior de la casa, sin nadie que pueda contradecirlo. Como tenía las cortinas descorridas pudo ver que Sadiki lloraba en el hombro de uno de los vecinos, y miraban para adentro. No le importó en lo mas mínimo. Se limpió la saliva de la cara con el almohadón del sillón, y sintió una leve arcada. Quizás el sillón necesitaba una renovación. Descartó la idea y se fue a armar su bolso para su primer entrenamiento con el plantel profesional de fútbol del Blackpool Football Club.
---------------------------------------------------------- 0--------------------------------------------------------------------
Era tan parecido. Sus labios. Eran como dos serpientes arrepintiéndose de ser parte de su rostro, saliendo del mar de sus mejillas a tomar aire y volviendo a introducirse en su cráneo. La nariz era una conjunción de esferas siamesas, nacidas así por una irregularidad genética, con dos orificios por los cuales el organismo que era podría respirar. Pero no solo llamaba la atención por lo grotesco de sus facciones sino que ademas era muy, muy parecido. Quizás si lo escuchara hablar podría definirse si era pariente o algo cercano. Los ojos miraban para todos lados, de aquí a allá, frenéticamente y cada vez se aceleraba mas su vaivén. Un pequeño brillo comenzaba a salir en su amplia y plana frente que antes no estaba. Sus cabellos, prácticamente inexistentes tenían la mima forma que los suyos, y el marrón chocolate de la piel marrón era casi exacto, no hacía falta ser un diseñador gráfico para darse cuenta. Tenía que preguntárselo obligadamente.
–Señor.– un joven de cabello castaño y peinado hacia el costado sacó a Cristian de sus elucubraciones mentales– Señor, ¿está usted bien?
Tardó un poco en reaccionar y en sacar sus ojos de aquel joven moreno que le había llamado la atención. Entonces dijo:
–Si, si. ¿porqué?
–Porque estaba hablándonos y de repente se ha quedado... tildado– algunas risas surgieron de entre los players. La escena, al volver a ella en cuerpo y alma, espíritu y carne, mente y sazón, le recordó, casi indefectiblemente, a la escena en la que se presentó ante el plantel del Port Vale, hacía ya 40 años. Ahora lo encontraba la misma situación, pero otros jugadores, otros colores en las gradas, y otros dolores, mas intensos, en sus vertebras y articulaciones. Todo el plantel profesional del Blackpool estaba parado frente a él, a un costado del campo de juego, del estadio donde donde el equipo juega del local, Bloomfield Road. Estaban ubicados muy cerca de la boca del túnel por el que salen los equipos a la cancha todos los fines de semana, entre dos plateas. Idéntica la puesta en escena a aquella primera vez en Vale Park.
–Muchas cosas suceden aquí dentro, muchachos– dijo el míster señalándose la frente –y espero que aquí, aquí y aquí– dijo mientras se adelantaba señalando la frente de sus jugadores– también sucedan cosas cuando estén dentro del campo de juego. Y antes de que me olvide. ¿Donde esta el muchacho moreno? Me gustaría preguntarle si es algo de Will Smith.
Los jugadores se miraron entre sí con caras de incredulidad.
– Perdón, señor Pueblos– comenzó un joven alto y colorado –Creo que no hay ningún jugador moreno en el plantel.
Cristian estaba a punto de decir "pero si lo acabo de ver, estaba ahí mismo", pero desistió. Enseguida recordó al joven Rodrigo que se había presentado ante él el día de la conferencia de prensa y se argumentó a si mismo que su mente le estaba jugando una mala pasada. Cosas de la edad, prefirió concluir.
–Oh, con el sol de frente es medio difícil saber a quién le estoy hablando– Y con esta salida a flote volvió al lugar en el que estaba, y haciéndose visera con la mano para tapar un sol que no le molestaba en absoluto, finalizó la charla diciendo –Bueno, basta de parla por el momento, ya iremos hablando en la semana, vamos a correr un poco que se nos va la mañana. Vamos, vamos.
Dando un pequeño empujoncito a un par de muchachos que seguían por ahí, se sentó en un par de banquetas que habían dejado por ahí tiradas. Habían pasado tantos años desde que viera a los jugadores de Burslem tonteando así, mientras se ponían a trabajar. Cristian había tenido momentos de plantearse muchas de cosas en todo este tiempo, pero nunca se planteó ante el mítico tópico "los efectos del paso del tiempo" como ahora que veía los jugadores del Port Vale transformándose frente a sus ojos en los de la naranja mecánica de Blackpool. Y miles de posibilidades se presentaron frente a él. Al frente, por los costados, por detrás, abajo como por un túnel y venidas de arriba, del cielo. Por ejemplo, se preguntaba si sería capaz de separar reacciones anteriores de los estímulos actuales. Su mente estaba... un poco tocada, y él, a esta altura de su vida, lo admitía (no sin recelo), por lo que era probable que sintiera la necesidad de defenderse ahí donde no había una amenaza, por el simple efecto de ver en un jugador de su nuevo club, a uno de su club anterior. Esas memorias que a veces mezclan sus cables, pensaba Cristian, podían ocacionarle problemas. Qué pasaría si alguna vez viniera uno de sus jugadores a invitarlo unas copas un viernes a la noche y él lo rechazara por tener previamente arreglada una cita con Isabel Painache. Eso si que sería un inconveniente. Isabel no estaba mas en su vida, hacía ya muchos años. Mas de los que quisiera creer. A esas trampas de la mente les tenía temor. Pero de una cosa podía estar seguro: sintiendo o no ese temor, sucedería imprevisiblemente, de todas maneras.
Pensó en maneras de encerrar el pasado. No de eliminarlo, no de olvidar: de encerrarlo. De mantenerlo controlado, fuera del alcance del presente. Y anotó en unos papeles que tenía en el bolsillo un par de versos que desarrollaran esta idea. "Tengo que mantener el pasado en la cárcel que me permita un status quo presente" Al principio le pareció un poco cursi, pero luego terminaría siendo uno de los poemas que entrarían en su próxima publicación.
–Increíble como corre ese, Grant– un hombre le habló de atrás, acercándose.
–Si, si– se apresuró a encajar el DT –estaba viendo eso, increíble.
Era su ayudante de campo, Stephen Dewhirst. Junto a él había tres hombres mas: Robert, el preparador físico, Lester, el entrenador de arqueros y John, mas allá, acarreando una bolsa de pelotas, el utilero. Habían estado unos pasos detrás del argentino mientras este daba toda la charla inicial del ciclo.
–¿Cómo estas, Cristian? ¿cansado?– preguntó Stephen dándole una palmadita en la espalda. Odió la arrogancia en estas palabras. Le pareció sumamente despreciable la forma en que trataba de atribuirle un rasgo frente a los demás que quizás no existiera: el agotamiento. Siempre había detestado a esa gente que tiende a resaltar las flaquezas del otro, de alguna u otra manera, para minimizarlo.
Sin siquiera molestarse en contestarle, Cristian, al ver que el utilero estaba solo cargando la bolsa de balones, fue enseguida a ayudarlo. Pero cuando intentó levantar de un tirón otra bolsa que había con conos sintió un dolor espantoso en la cintura y tuvo que dejarla caer.
–¡Eh!– John, soltó su bolsa y vino a socorrerlo –no hace falta que me ayude, Señor Pueblos.
–¿Porque? ¿Porque soy viejo?– preguntó, puntilloso, Cristian, y riéndose, continuó –Cualquier cosa antes de quedarme al lado de ese idiota que tengo por ayudante de campo.
– Ah, bueno, lamentablemente si alguien lo va a tener que aguantar es usted, señor. Va a trabajar día a día con usted y tendrán que tomar decisiones juntos, y...
–¿Qué?– gritó el argentino y comenzó a reírse desencajadamente, mientras se sacaba los restos de pasto de sus pantalones.
La risa fue en aumento y el utilero no atinó a hacer otra cosa que acompañarlo en su divertimento. La risa amplia y sonora del DT se escuchó en todo el campo de juego y le generó una tos que tuvo que sentarse nuevamente para detenerla.
–Qué divertido que sos, John– le dijo al utilero, mientras este dejaba las pelotas en el centro del campo –ya me había parecido que con vos me iba a divertir, ayer cuando me los presentaron.
–Usted no cree que vaya a congeniar con Stephen, ¿verdad?
–No solamente eso, sino que no veo porqué tenga que hacerlo. Él hará su trabajo y yo el mio. Ademas, es un tipo despreciable, y para despreciable basta conmigo.
Ahora fue John el que rió, aunque con un poco de pudor por miedo a que los escuchara el susodicho, allá, lejos donde los jugadores corrían entre sogas.
--------------------------------------------------------------0-----------------------------------------------------------------
Los integrantes del plantel hicieron varios ejercicios físicos y recibieron de buen grado las instrucciones de sus entrenadores, con quienes ya venían trabajando desde hace tiempo, algunos incluso desde las inferiores. El clima comenzaba a refrescar y una brisa se levantaba por lo que el movimiento no podía cesar. Cristian miró toda la practica y vio mas entusiasmados a algunos que a otros y tomo notas. Por supuesto que entre las notas que tomo estaba el germen de varios textos que luego escribiría. Si algo no había perdido era esa fértil inspiración y deseos de no dejar de crear, veta que había aparecido frente a él durante su estadía en Burslem, y que desde aquella odisea, hacía cuarenta años, no había detenídose nunca. Bueno, casi nunca.
Junto a las notas que hablaban de que Rauf debía jugar mejor por la banda derecha en lugar de por el centro, había un par de versos que decían
"Los puertos me puertas para adentro
Y la escollera me es pollera del mar."
Luego cuando los leyera los descartaría por obsoletos. Junto a las notas, las muchas notas que había realizado sobre el dotado Marshal, un delantero como los de antes, corpuleto y que de cualquier lugar sacaba un pelotazo potente y por lo general certero, había un verso un poco mas rico que los anteriores que decía:
"Linda fiesta es estar solo cuando el limite es la sordera del resto"
Rara vez sabía a qué se referían sus propios versos, pero solía descubrirlo después, con el tiempo. Sabida es la vez en la que se paseó por varios programas de televisión planteando siempre un método diferente de escritura. En todos ellos dijo cosas diferentes cuando le preguntaban cómo creaba sus poemas. Un clip se hizo con estas entrevistas y fueron, por mucho tiempo, la bandera de aquellos que admiraban al Dt/poeta, mas por su grandilocuencia fuera de contexto, que por sus dotes en una u otra profesión. "La mejor poesía la hace Cristian Poesía cuando no hace poesía" dirían medios alternativos a los pocos días de estadía del argentino en la ciudad portuaria.
Ya había dado las instrucciones a Robert y Stephen de que manden a los jugadores al vestuario ni bien terminen con los ejercicios de sprint ya que quería compartirles unas reflexiones. Mientras tanto Lester seguía charlando con los arqueros, de los cuales uno era debutante en primera. John juntaba los conos y corría las barreras.
–Muchachos, quiero dejarles en claro un par de cositas para que no me malinterpreten– comenzó Cristian, mientras todos se iban acomodando en los bancos del vestuario. Cuando ya iban entrando los últimos, Stephen se reía con uno de los jugadores. Cristian le clavó la mirada de una manera que provocó que casi todos se dieran vuelta para mirar al ayudante de campo. Este se quedó serio y entonces Cristian continuó. Demostración de carácter de esas que no se olvidan –Les decía, quiero dejarles un par de cositas en claro, para que no nos confundamos y que logremos los objetivos que tenemos– levantó un dedo pulgar agitándolo en el aire mientras hablaba –Primero: No somos amigos, somos compañeros de trabajo, y no tenemos porque llevarnos bien. Eso no es por lo que estamos acá. Yo no soy amigo de ustedes, ni ustedes son mis amigos. Yo tengo mis problemas, ustedes tendrán los suyos, problemas de chicos de su edad, y mientras tengamos eso claro vamos a andar bien. Segundo– un par estaban murmurando allá al final del vestuario, y Cristian los escuchó cuando hizo silencio y su cara se transformó, sus arrugas se alisaron levemente, su frente se alisó también, y por ella bajaron todas las maneras posibles de odiar a una persona. Lo proyectó de una forma que tampoco nadie olvidaría jamas. Le sacó de las manos el botinero al muchacho que estaba mas cerca suyo, y se los lanzó con furia a los dos que estaban hablando.
– Hey!– dijo el joven que recibió el impacto– ¿Esta loco?
– Pero, quien se cree que es?– dijo el otro cómplice del aparente delito.
– Soy tu Dios, Williams– Dijo Cristian, con toda calma
– ¡Yo no soy Williams, viejo de mierda!
– Me importa un carajo quién sos. Y por hablarme así, o mucho menos, hemos rajado a mas de uno.
Mientras decía Cristian, el par de jugadores ofendidos se levantaron y se fueron del vestuario, así como estaban, poniéndose las camperas en el camino, aun con los pantalones cortos y los botines de césped. Se cruzaron con John que entraba con las bolsas al vestuario y hubo un topetazo en él y los players, cosa que John contempló sin entender en absoluto. Stephen miraba, callado, como analizando, casi sacando conclusiones que nadie, luego, juzgaría de prematuras.
–Alguien mas me quiere insultar? Son libres de hacerlo, yo también.
Los jugadores se miraron entre ellos, confundidos y algunos escandalizados con la violencia que acababan de vivir. Cristian tenía métodos bastante grotescos para evaluar el temperamento de sus dirigidos.
–Lo segundo, que tienen que tener en claro– siguió, suspirando de fastidio –es que me tienen que hacer caso en todo lo que diga, porque el que no me hace caso se va a la reserva y chau. No puedo trabajar con jugadores que se hacen los vivos. Eso pasa mucho hoy en día. EL otro día un arquero del Sheefield no quería salir en un partido amistoso. Ese jugador, si estuviera acá, se tiene que buscar otro club. No va a suceder dos veces eso acá, porque a la primera se van. Me explico?
Nadie dijo nada. Pocos lo miraban.
– ¿Alguien quiere abrir la boca? – les gritó demencialmente –¿Me tienen miedo? ¿Me explico o no me explico?
El grito fue la gota que rebalsó el vaso de algunos que también se levantaron y se fueron. Uno de los que estaba mas cerca de Cristian se levantó tan repentinamente que el Dt pensó que iba a golpearlo, a lo que el anciano se retrajo levemente, movimiento que no pasó desapercibido para Stephen y algunos de los jugadores. Otro de los presentes se fue también, y dos mas luego, incentivados por los que iban emigrando. A los que quedaban les dijo.
– Y tercero, muchachos– con la voz mas calma de la mañana, continuó – Tienen que ganar. Si o si. En mis experiencias previas hemos jugado bien, por momentos, pero eso no importa una mierda. Hay que ganar, como sea, y si jugamos bien, mejor. ¿Queda claro?
Varios respondieron que sí, dubitativamente.
–¿Vieron eso que sucedió?– Dijo ya mas relajado, apoyándose en un lavamanos, señalando a la puerta –Así es como uno se queda con los hombres que valen la pena. Se pueden ir, nos vemos mañana.
0 notes
Text
*-* New York
Vivo aquí porque no soporto a la controladora de mi madre. Estudio en una de las mejores universidades para ser abogada. Como mi papá. Y sobre todo porque uno de sus amigos me enseña. Gracias a mi papito trabajo en el buffet de abogados.
Mi novio, Warren nos conocimos y me deslumbró con todo lo que sabe y lo hábil que es para sacarlo en cada pregunta por mas insignificante que sea. Es mayor que yo, el es mi modelo de abogado que quiero ser. Convivimos juntos en su departamento porque tiene todas las comodidades y me admira porque lo admiro, porque soy buena en lo que hago y sobretodo porque mi profesor, el amigo de mi papi me quiere trabajando en sus casos. Por eso estoy aquí. Como su alumna favorita. Como su asistente favorita.
He tratado de promover a Warren con mi profesor. Pero como Abogado renombrado sabe que hay una motivación sentimental detrás de los halagos a la brillantes de mi novio. Después de convivir 1 año con Warren me he dado cuenta que es un adicto al trabajo. Siempre disfraza sus motivaciones personales como si fueran metas como pareja.
New York
24 diciembre
1987
Hace 6 meses llega muy tarde a casa y siento que he perdido la motivación por seguir estudiando leyes aquí. Hoy es navidad y desde hace 1 semana mi hermana de 16 años está visitandonos.
Es la tercera vez que llamo a Warren, hoy en noche buena y está trabajando. Por fin contesta. “¡Hey!, cariño ¿a qué hora vas a llegar?”
“Tengo trabajo extra… Perdona amor”
“¡es navidad!” me decepcionada que no priorice, sabe que hoy es importante para mí.
“Lo sé, pero con esto ya estoy como candidato para el ascenso que hemos buscado”
“Okey, no demores” cuelgo, es inevitable que se me escapen unas lágrimas. Dejó el teléfono en su lugar. Me secó las lágrimas. conectó con el mundo.
“¿y bien?” pregunta Giselle, mi hermana
“Tiene trabajó… va a llegar tarde” finjo que no le tomo importancia
“Irene esa no es excusa” me recalca mi hermana.
“Ya lo sé” prendo mi cigarro cerca de la ventana. Esta nevando afuera.
“¡Chicas! no dejamos que esto no nos arruine la navidad” dice Ashlee de buen ánimo
“¡¡¡Salud!!!” grita Andrew
“¡¡¡Salud!!!” decimos todos a coro. Feliz Navidad.
24 de Julio 1988
Ya tengo todo listo. La maleta, el pasaje, el pasaporte y el taxi esperando en la puerta.
“No te vayas Irene. El ascenso me lo dan en 4 meses, después de eso podemos irnos juntos a donde quieras”
“ESTO ES TU SUEÑO” le grito “TUS METAS, NO LAS MÍAS. Ya no estás ni en casa. estoy cansada de estar sola. Lo único que haces es sepultarte en el trabajo”
“ESTO FUE LO QUE PLANEAMOS” grita igual que yo “porque queremos una vida mejor”
“NO. LO PLANEASTE TÚ. Yo solo soy parte de tu colección. Ya hablamos de esto antes” abro la puerta y me llevo lo que traje. Mi maleta.
“¡MALDICIÓN!” lo escucho patear algo detrás de la puerta porque no se atreve a detenerme.
Sabe que voy a regresar. Nueva York, es parte de mí. Y él también.
“Gracias” le dijo al taxista que me ayuda con la maleta. Pregunta si esta todo bien porque me ve llorando. Aceptó el pañuelo que me da “Terminé una relación de 2 años hace un momento” le digo sintiéndome triste pero no lo suficiente para cambiar de idea y quedarme
“Lo lamento. Mi madre Siempre decía que si no funciona temprano, no funcionara después”
“Y tiene toda la razón”. En el trayecto espero que me de un consejo de su madre. No dice nada. Me da mi espacio aunque preferiría hablar de cualquier cosa hasta llegar. “Feliz viaje” me dice “ya verá que alguien mejor está esperando” es lo mas sabio que escucho
“Gracias, es usted muy amable” le doy una buena propina antes de entrar por las puertas del John F. Kennedy para tomar el vuelo.
Paris
25 de julio
3:00 pm
Ashlee está esperándome “¿como estuvo el viaje?” Me pregunta en medio de un reconfortante abrazo
“Comodo” le contestó “quiero ir a tomar una cerveza” sonrió
Dejo la maleta en el hotel que reservo. Nos arreglamos para salir. Tengo que usar el vestido blanco que me envió mamá.
6:30 pm
El bar más cercano es el del hotel. Necesito tomar unos pocos tragos para explicarle con lujo de detalles lo que he sacrificado por la relación, como lo ayude a ascender en el trabajo, porque mi profesor era su jefe y hasta mis sospechas que él tuviera una amante en la oficina.
“¡OH, POR DIOS!” dice Ashlee de forma exagerada después del tercer Martini
“es un maldito” le contesto movida por el alcohol
“¿piensas regresar?”
“No sé, quiero retomar mi pasión o tal vez conocer algun chico parisino y fugarme con él”
levanta su copa “¡Esa es la actitud!”. Brindamos. no quiero volver a dejarme engañar por un idiota
7:22 pm
Otra vez va a llegar tarde. Hace más de media hora espió la suculenta y divertida conversación de las américas mientras espero. Hablan de un amorío.
“Quiero ir…¡A DEDO A GRECIA! y tomar ese crucero” dice una de ellas ligeramente alegre por lo que toma
“¿quién eres y qué has hecho con mi amiga?” le contesta la otra
Por fin llega fumando su cigarro. Papá tenia dudas si tomaria el tren “Disculpa la tardanza, el tráfico” me saluda con dos besos
“¿El tráfico?...” lo veo dudando “seguramente tiene nombre. Louis está muy molesta”
“Siempre se molesta por tonterías” contesta pidiendo un Whisky
“¡tonterías!” tiene un estilo único de minimizar su falta de respeto “La dejaste esperando en la estación” trató de advertirle la situación
“Ya llegué” levanta una ceja “es lo que importa” apaga el cigarro de la única forma que sabe hacerlo
“Deberías dejar de ilusionarla”
“No te hagas al moralista. Ella se ilusiona sola. Yo nunca le prometi nada” contesta dando un sorbo a su bebida
*-*
7:59 pm
Miró el reloj. Se me fue la hora. Debemos salir. “¡OH MIERDA, Irene! Ya es tarde”
“¡NOS VA A MATAR!” Ashlee va a pedir la cuenta, el lugar es muy concurrido. Termino mi bebida antes de ir al baño.
*-*
“¡IDIOTA!” grita. todos voltean a verla “¿ACASO NO TIENES OJOS?”
“Perdona” trato de ayudarla dandole unas servilletas “toma”
“Dejalo” Esta molesta, solo mira su vestido. De un blanco pulcro e inmaculado, ahora con un color amarillo marrón y olor a whisky. “en serio lo lamento mucho. Toma” le doy una tarjeta que tengo en el bolsillo de mi camisa “mandalo a la tintorería del hotel y ponlo a mi cuenta”
*-*
“¡OH POR DIOS! Ahora si vamos a llegar tarde” me dice Ashlee viendome bañada en whisky
“Ya lo arruino” trato de limpiar mi vestido, es caso perdido. “no necesito tu ayuda” ahora batallo con mi cabello y limpiar mi vesto al mismo tiempo. Estoy tan jodidamente molesta. Tengo whisky hasta en mis piernas. Voy a tener que bañarme otra vez y ya estoy tarde.
“Insisto” lo veo a los ojos. De mala gana aceptó la tarjeta.
“Idiota” le digo en su cara. Está paralizado. No me contesta, ni reacciona. No puede ni quitarme la mirada. Me voy maldiciendo al idiota y jurando que mi madre me va a matar.
Ashlee dice que no te quita los ojos. Es un torpe. Estoy furiosa “arrogante: ponlo en mi cuenta” lo remedo como niño pequeño. Ella dice que es sexy. Lo que tiene de sexy, tambien lo tiene de torpe y ciego. entró a la habitación. Mi madre va a estar furiosa y no tengo nada más que usar para la fiesta de beneficencia que estoy obligada a ir.
*-*
8:01 pm
“¿has visto sus ojos?”
“el azul más profundo que haya visto” contesta tan embobado como yo
“es hermosa” murmuro
“¡WOW! esto es una novedad” se burla “te ha llamado idiota en tu cara y solo hablas de sus ojos. Yo esperaba verte ofendido”
“Cualquier idiota se daría cuenta que es una hermosa americana de carácter” me digo a mi mismo, trato de ver si se fue del hotel
“¡No puede ser! ¿Ahora te llamas idiota?” se ríe sorprendido “... Las escuché mientras te esperaba”
“Es beneficioso llegar tarde” me digo a mi mismo “¿Qué sabes?” soy todo oídos
“Van a dedo hasta Grecia”
“¡un Desperdicio!. tan guapa Y pobre” pierdo, parcialmente, el interés porque no dejo de mirar el ascensor.
“Acaba de tomar el ascensor” Reconoce mi mirada “¡Louis te va a matar si no te encuentra!” me advierte
“!BAHH! Igual me va a matar” digo apoyando el codo derecho en la barra.
*-*
8:31 pm
“Allí va tu americana” le digo en tonito burlón. Está en jeans y chaqueta negra.
“Vamos” deja un billete en la barra y sale detrás de ella. Es la primera vez que veo perder la cabeza por una chica que lo insulta y quedarse callado.
Ellas se suben en el primer taxi que encuentran al levantar la mano.
“No es buena idea ir detrás de una desconocida. Es acoso” ni espera que el hotel ordene un carro
“¡Acoso mis dos bolas!” para el primer carro que aparece y le dice que vaya detrás de ellas.
*-*
Durante todo el trayecto solo puedo hablar de ella y sus ojos. “La realidad supera la ficción” me dice porque estamos en el taxi siguiendola. El chofer dice que el otro carro está parado. Le pido que no se acerque mucho. Prendo un cigarro.
“¡Vaya casa! A que no es tan pobre como pensabas” se burla
“Puede ser casa de su novio” contesto escéptico. La noche es perfecta y ella es más perfecta para estar sola.
*-*
8:46 pm
“llegas tarde” Rafaela, mi madre, esta impecable y muy, MUY furiosa “te dije que no llegaras tarde. Es una fiesta de gala”
“Tuve un inconveniente” contestó bajito porque detesta que le conteste “con el vestido”
“¿que pasó?” lo dice con ese tono sarcásticos que siempre odie “¿No entro en tu maleta?”
“No, un idiota…”
“y encima apestas a Whisky…” Me interrumpe sin darme crédito “¡POR DIOS IRENE!” me regaña “solo te pedí una cosa. Que VENGAS VESTIDA. Hasta te envié el vestido...”
“¡¡MAMÁ!!” grito fuerte por que me deja hablar
“Sube” señala por donde debo ir “Hay otro vestido que compre ayer” es la misma mandona y controladora. No ha cambiado nada.
*-*
9:02 pm
Espero paciente. No me voy a mover hasta que aparezca, sola o de la mano con quien sea. Quiero verla. No creo que se demore mucho. Tenía prisa cuando salió del hotel.
Un hombre sale por la puerta principal. “¡Allí lo tienes!” ha estado fastidiandome porque la estoy esperando y no pienso moverme. Le volteo la cabeza para que vea lo mismo. Es el chofer. Está mujer. Sus ojos, no los puedo sacar de mi.
Vuelve a insistir. Se quiere ir. No me voy a mover hasta que la vea. Salen dos mujeres y ella. Lleva un vestido negro y unos guantes largos. Se ve espléndida. Mucho mejor que con el vestido blanco y me felicito por estar aquí esperando por verla.
*-*
9:06 pm
“Esta mucho mas hermosa”
“¡VENGA! Ya la viste… ya vamonos. Si te descubre te puede denunciar por acoso”
“Ni se entera que estamos aquí” paró otro taxi
¿A donde va? - no pienso quedarme con la duda
“¡Es demasiado!” me dice molesto
“¿subes o me voy?” le digo otra vez porque tituvea. se sube al carro
9:20 pm
“¿Ya estás contento?” me dice molestó cuando bajamos
“Wow… ¡Que coincidencia!” estoy emocionado de verla otra vez, aunque sea de lejos.
*-*
“Lamento llegar tarde” se disculpa “el vuelo de mi hija se retrasó” da una explicación breve al círculo de amigos más cercano.
“No lo lamentes, esto acaba de empezar y no te has perdido nada bueno” contesta Marin. nos presenta con sus amigos “Ella es Marin, Geanpiere, Frederic, Patrick”
“Un gusto conocerlos” trato de ser cortez
“En definitiva es una joya exquisita” comenta el más joven
“gracias por los halagos” contesta mi madre, la señora de sociedad, como la llaman mis amigos
“¿vives en Nueva York?” Frederic está insólitamente interesada en saber de mí y presumo que es porque mi madre solo ha alardeando de su hija que estudia y trabaja junto al abogado más concurrido del mejor buffet de abogados de Nueva York.
“Sí, hace dos años vivo allá. El trabajo no me ha dejado moverme. Pero renuncié hace unos días para tomar unas merecidas vacaciones”
“Maravillo. Tu francés es bueno”
“Gracias” sonrió.
*-*
10:01 pm
“Ya sabés donde está. Ya. ¡regresemos!”
“Espera un poco más…” quiero que me vuelva a ver a los ojos. Tomó una bocanada de aire para coger valor. cruzó la calle
“¿invitación?” pregunta viendome de cabeza a pies
“Soy Alessandro Bartichiotto” trató de entrar y no me deja
“¡Y yo Leonardo Dicaprio!” contesta irónico porque no estoy vestido apropiado
“Mi padre. Massimo, es benefactor de esta organización y demandó verlo” hace que me irrite
“Y mi tía, la reina Sofía, también” juró despedirlo cuando regrese mañana
“¿y? ¿que conseguiste?” me dice burlón
“Despedir al maldito de la puerta” Luciano se rie a carcajadas
“¡Eso te pasa por no querer hacer lo que mamma te dijo!”
regresamos al hotel. Yo, con la esperanza que Amelie me deje un mensaje y Alessandro deseando que la americana de ojos azules ponga aquel vestido en su cuenta. Asi podría saber su nombre, al menos.
*-*
10:40 pm
Estoy aburrida. Le sonrió un par de veces a Patrick, el único chico de nuestra edad en esta horrible y aburrida reunión de caridad.
Vamos a fumar, me dice que soy hermosa. Esta emocionado el títere de sus padres y salamero de hoy. Patrick es un parisino guapo de ojos verdes y con ese adorable acento cuando habla inglés
“Gracias, eres amable al decirlo” trató de aparentar mi cordialidad
“espero que regreses mañana”
“bajo ningún concepto Rafaela dejaría que falte” aclaró
“Esas son excelentes noticias” no siento la misma emoción que él “¿ya conoces Paris?”
“He vivido tanto aquí como en Nueva York y en Lima”
“Uoi, olvide que tú madre reside aquí” sonrió amable “¿quieres otro?” Igual que todos solo ve mis ojos. El color azul intensos siempre los impresiona.
“¿perdón?” digo para que recobre el sentido. No me gusta como me mira.
“Tu bebida” aclara. Me ve con ojos seductores.
*-*
11:10 pm
“¡Louis!” me sorprendo de verla “¿cuando llegaste?”
“Vine a verte” me contesta molesta “¿porque no apareciste?” la dejé esperando en la estación de tren ¡y aquí está!.
“Estoy aquí. Es lo que importa” digo para salir del paso
“Sí es lo único que interesa ahora” Se acerca sabiendo que nunca la he rechazado
“Estoy cansado Louis. El viaje en tren, ha sido falta” me apartó disimuladamente porque no puedo pensar en nada más que esos ojos azules
“como quieras Alessandro” tiene sus maletas en mi habitación. Me olvide de decir en recepción que quiero estar solo. Me cuenta algo de su hermana y de su tía. Finjo escuchar su patética pelea y que me interesa lo que dijo su nueva amiga de mi hermano y su infidelidad. La veo hablar y me parece vacía, estoy con ella, porque ella no quiere dejarlo. Sabe que le soy infiel con quién se me crucé y no le importa.
Le digo que me voy a bañar. En realidad no quiero seguir escuchando lo que habla. Me ducho y cuando salgo está en la cama esperando que duerma con ella. “Voy a tomar un whisky” digo huyendo del cuarto.
*-*
11:10 pm
Me despido de todo. Les digo que llegue hoy de viaje y que me siento cansada. Ya soporte 2 horas de esta actuación y me muero por sacarme los zapatos de taco aguja que me obligó a usar con el vestido de gala. Le digo a mamá que le devolveré el vestido mañana. Me dice en español que ni se me ocurra llegar tarde. Sonrío y no contestó. Volver dependerá de la hora me levante y que tan perceptible estén cuando les de la noticia de que me voy a cambiar de carrera.
El valet me trae un taxi. Ashlee me apresura a subir. Me quito los guantes y los guardo en la pocket cartera. Me quito los zapatos y me sobo los pies “no quiero volver” no puedo ni apoyar los pies en piso del carro porque me duelen. “Voy a llegar a poner los pies en agua helada para que se deshinche. Mañana voy a ir a devolverle el vestido y saludar a papá. Le diré que lo pase sensacional, pero que ya tengo una cita con algún vagabundo parisino y que nos fugaremos para tener 13 hijos y morir por deudas” mi amiga se ríe porque sabe que es una idea descabellada y que Rafaela me mataría si escucha algo así
“Hasta lo del vagabundo te cree” me dice sacándose los zapatos
“Entonces le diré que iremos de protesta en protesta por la paz mundial y que nos encadenamos a la torre Eiffel”
“¡Con eso le das! Y te deja libre”
“¡ESO ESPERO!”
*-*
Espero y espero. No aparece. Pregunto por las americanas en recepción y con el botones, el último me da su número de habitación a cambio de los billetes. 302, varios piso abajo del mío. Trato de escribir una nota. No sé qué poner. Me siento en el bar a pensar.
Te ví y no puedo
No creo que le guste si empiezo con eso - pienso
Eres
Suena atrevido, mejor le digo lo concreto
Te debo u n ¿ ve sti do ?
Repaso varias veces la última palabra. No es lo que debería decir una nota
¡Es una basura! ¿Debería hablar de sus ojos?... Me gustan tus ojos.
¿Quién eres? ¡Porque me da curiosidad!
ELLA debería rogarme…
¿Porque quiero ver sus ojos otra vez? ¡Ya sé! Eso es….
¿Porque quiero ver tus ojos otra vez?
Me felicito por ser tan creativo con unas simples palabras. Le doy al mesero la orden que deje la nota en recepción para la habitación 302. Voy a esperar en el bar hasta que llegue.
*-*
Ya están por cerrar cuando aparece ella. La reconozco por el vestido. Se a quitado el peinado y los guantes, los zapatos los lleva en la mano. Sus pies delicados y descalzos están en la alfombra y ella levanta el vestido para no tropezar al caminar
Se ve muy sexy, salvaje… ahora recoge la llave…
Hago una imitación de lo que pasa en recepción “señorita tiene un mensaje”
“¡Oh! ¿quién será?”
*-*
Llegamos a nuestro hotel. Recojo mi llave. Hay dos notas en recepción. Me preguntan si quiero tomarlas. Supongo que es mi madre, digo que las bote. Ashlee y yo estamos ansiosas de quitarnos estos trajes extremadamente caros y hermosos y ser más como nosotras mismas.
*-*
¡Espera! No debería ser así. ¿¿Qué hace??... Toma la nota….¡Merda! ¿A dónde vas? ¿Y la nota?
“Señor ya vamos a cerrar” me dice un mesero
“Sí. Sí” Solo me distraigo un momento para sacar el dinero que he olvidado en mi habitación y vuelve a desaparecer. La chica de ojos azules desaparece de mi vista, sin mi nota y todavía no sé quién es.
*-*
26 de julio
9:45 am
Luciano se queda en mi hotel por esto. Para asegurarse que vaya a donde se me solicita. A desayunar en el nuevo capricho de papá. Su casa nueva. Llegamos tarde como siempre. Algo que se me ha hecho costumbre últimamente.
“Mamma” digo fuerte, entrando al comedor
“¡por fin llegas!” es la voz de mi padre “¿ahora te tenemos que esperar para desayunar en familia?”
“Hice todo lo que pude para sacarlo más temprano… ¡PERO! Está empeñado en esperar a que aparezca” contesta Luciano burlón saludando a papá primero.
“¡Massimo no lo regañes!” mamá esta con una gran bandeja de pastelitos que pone en la mesa “los chicos son así a esta edad. ¿quien tiene que aparecer? ¿Louis?” me guiña un ojo y Luciano se ríe
“Son unas americanas. Ayer le derramó un vaso de whisky y parece que se enamoró” todos se ríen, en especial Eleonora. Saben que siempre es lo mismo con las mujeres.
“¿SAN PATRICIO que HABRE HECHO con este muchacho para sea así?” ruega con la plegaria de siempre papá.
“¿y quién es?” le pregunta Eleonora a Luciano.
Pongo un poco de jamón y queso en el pan “No sabemos” contestó. “estuvo ayer, en el evento de beneficiencia ¿hay una manera de saber los nombres de los asistentes?” le doy un beso enorme a Mamá y me siento a su lado para robarle la comida de su plato. Papá no me va a dejar comer a mis anchas porque llegue tarde
“Supongo que sí” contesta mientras le quito las uvas de su plato
“Bene” sonrio
*-*
26 de julio
9:30 am
Estoy de camino a la casa de mis padres, están viviendo en París un tiempo. Por la crisis de hiperinflación de Perú. dicen que es más seguro vivir aquí o en cualquier lado que no sea el tercer mundo. Toco la puerta y me abre la encargada de la casa. Mis padres están desayunando en la terraza.
“¡PAPI!” le digo cuando lo veo disfrutando de la fresca mañana y su desayuno “¿como estas papito?” lo extraño mucho.
“¡¡IRENE!!” me abraza un buen rato “¿como está Nueva York?” me dice orgulloso
“Bien papá. Mira como me veo” me da una vuelta “he venido con Ashlee” aclaro para que sepan que voy a tener que irme después del almuerzo.
“Tu madre dice que son inseparables”
“Solo un poco… ella está en otra clase”
“¿como van tus clases?” me dice mi madre “ayer dijiste que renunciaste al buffet de abogados” una de las empleadas recibe la bolsa con el vestido y los zapatos de ayer
“Mamá. ¡noo! Por favor… acabo de llegar” le digo tratando poner espacio entre yo, mi ex relación y mi madre.
“Rafaela ¡dejala! Es joven para trabajar. Que se dedique solo a los estudios”
“Es bueno para su carrera” contesta ella. Se va a poner furiosa cuando sepa que no quiero terminar mi carrera. Mi hermano, Andrés aparece recién bañado y cambiado “¡HERMANITA!” me dice emocionado “que bueno verte” me abraza
“¡por fin, llegue!” digo sonriente
“Giselle solo ha traído buenas noticias de sus vacaciones navideña”
“¡que bueno! ¿donde esta?”
“No tarda en bajar” tiene su brazo en mi cuello “¿porque no te quedas aquí?”
“No he venido sola, Ashlee y yo vamos a pasear” aclaro
“Dirás vagabundear” corrige mi mamá. finjo no escuchar su venenoso comentario
“¿con Ashlee?” lo piensa “Yo quiero pasear con ustedes” dice suspicaz
“Ayer no te ví” trato de averiguar porque fui la única en sufrir en el evento de caridad
“Ayer no estaba aquí. Papá, Giselle y yo llegamos muy temprano”
“Y hoy iremos todos” aclara naturalmente Rafaela. “Como familia” recalca mirándonos por encima de sus lentes de lectura y con el periódico en mano
0 notes
Photo
20 minutos (26/11/16)
– Mano, por favor –no creyó le prestara atención a algo más que él y sus problemas, así que exigió su mano amablemente al dejar de lado su bolso, de donde un pequeño gato negro asomó y llamó por ella una sola vez con un maullido lastimero.
– ¿Crees poder concederme veinte minutos de tú tiempo y decirme lo que está pasando? Necesito saber por que una persona en su sano juicio le haría esto a sus manos a menos que no estés completamente cuerdo, ahí si podría entenderlo –ocultó una pequeña sonrisa y dejó que el animal en su falda se entretuviera con la manga de su abrigo mientras tomaba uno de los paños del paquete para comenzar a pasarlo delicadamente por los nudillos del rubio sin poder dejar de fruncir el entrecejo cada vez que creía que le causaba dolor por la manera en la cual lo estaba atendiendo y continuó así por unos cuantos minutos más hasta que terminó.
- Lamento haberme entrometido, si no quieres hablar está bien solo estaba de paso y no sabía si darte monedas o traerte un café –dijo mientras miraba hacia los lados de la acera antes de volver a guardar el paquete dentro del bolso para luego sacar una caja de banditas con varios diseños en ellas que le enseño alegremente y le entregó inmediatamente para que él decidiera cuales iba a usar. - Puedes elegir… Ocho, para cada uno de tus nudillos. Menos las que tienen estrellas, esas tienen dueña.
Veinte minutos- ladeo una sonrisa por primera vez sin sarcasmo, incluso con algo de gracia que le hizo negar e interrumpir aquel movimiento cuando el tacto húmedo le revivió el dolor aunque no de manera exagerada.
El muchacho presiono los labios y extraño en ese momento más que nunca uno de sus cigarrillos.
Un café hubiera sido bien recibido- murmuro y volvió a clavar la mirada al frente, en ese ir y venir de autos aunque no en exceso al no tratarse de una avenida muy concurrida. – aunque a juzgar por nuestra primera conversación habría dudado que escupieras en el- reconoció y sonreír se volvió en algo presente aunque no lo esperaba, sus ojos por atracción fueron a parar en el rostro contrario cuando a modo de total reflejo extendió la segunda mano para dejarle curarle, siendo, por primera vez desde que podía recordarlo un ser manso, tal como lo había sido Lucky el día que lo encontró.
No sé qué sucede- confeso y observo las banditas aunque sin demasiado humor, mostrando una negación en compañía de una sonrisa cuando observo los colores y dibujos en ellas- no me dicen que tiene, cuatro años de carrera y son lo bastante retrasados para no poder decirme que mierda tiene un tonto zorro- volvió a frotarse el rostro y terminando por entrelazar sus dedos dejo su boca oculta, respirando el aroma de las toallitas cuando no se había colocado bandita alguna sobre las heridas que amenazaban con volver a abrir y sangrar por el tirón de la postura.
Tenias razón- la miro de reojo y volvió la vista al frente- soy un imbécil, un idiota engreído, pero aun con eso, es él quien está ahí arriba- volvió la mirada hacia atrás y uno de los pisos de arriba- quien está siendo estudiado y lleno de mangueras con medicamento- ni siquiera soporta un baño- se froto la frente, el puente de la nariz y entonces esta, frustrado- debería de ser yo- quiso reírse y sus comisuras apuntaron hacia abajo.
- ¿Dices que deberías ser tú el que necesita tomar el baño? –le tomó las manos con cuidado y fue ella quien eligió la primer bandita que iba a colocar sobre uno de los nudillos de Isaac. – No te preocupes, nunca haría algo como escupir en tu café. Tal vez en tú comida, pero se lo pediría al de la cocina que lo haga por mí –la joven rió y prefirió que la segunda bandita sea más llamativa que la primera, dejando la vista clavada solo en las manos del rubio
– Deberías tratarlas mejor ¿No hacías algo con las manos? Aparte de chicas –se burló y se disculpó al mismo tiempo que el pequeño gato entre sus piernas se bajó de ella para ir a frotarse contra la pierna de Isaac, ahora pidiéndole a él algo de atención. – ¿Puedes cuidarlo mientras termino aquí? Cuida que no baje a la calle –pidió al pegar la tercera y abrir la cuarta, alzando la vista para verlo a los ojos un momento – ¿Estuviste comiendo? Por que cruzando la calle y a una cuadra hay una cafetería. Si aún quieres ese café, puedo invitártelo con algo de comer. Creo que te sentirás mejor con algo de comida –al terminar con los nudillos de su primera mano, lo miró y rió, llevándose los brazos contra el estomago
– Te quedan muy bien, resaltan tú personalidad y no, no puedes quitártelas hasta que vayas a ver un doctor real. Promételo. Inmediatamente Maura se arrodilló y se giró hacia él, donde descansó una de sus manos sobre la cabeza del rubio, comenzando a dejarle unas suaves palmaditas de confort – Creo que te estás preocupando de más, mírate, eres un completo desastre ¿Crees que a tu zorro le gustaría verte así? –negó con la cabeza y bajó la mano hacia su nuca dónde continuó con las caricias, caricias que ella misma recibía de su hermana antes de dormir y que seguramente su hermana había recibido de su madre. - Verás que todo va a salir bien, deberías ser un poco más optimista y no creas que me he olvidado de tu otra mano, aún me quedan varios minutos para terminar… Si es que contamos los veinte minutos de todos los días hasta hoy –la joven se puso de pie delante de él y tomó el bolso, ofreciéndole su mano libre para ayudarlo a pararse. Una vez que ambos estuvieron de pie, tomó al pequeño animal entre sus manos y lo escondió dentro del abrigo del rubio con una enorme sonrisa – Ahora si vamos. Café y comida, yo invito.
Con ojos atentos no perdió rastro alguno de los movimientos femeninos o al menos eso intento antes de que su atención fuera atrapada por la caricia contra su pierna, del mismo modo en que su zorro acostumbraba hacer, el rubio contuvo el aire por al menos unos segundos y entonces bajo su mano aunque no para cargarlo, no al instante, extendiendo los dedos los coloco a los costados felinos y dejo una caricia desde la pequeña cabecita para extenderse por todo el cuerpo, incluso atrapo su cola y repitió aquello al escucharlo maullar, dos, tres veces antes de rodearlo con la mano para atraparlo y subirlo a la altura de su pecho en donde lo apoyo dejándole caricias en el lomo y cabeza, ayudándose de las amplias manos que el músico poseía.
La risa femenina, más que su voz fue lo que trajo de nuevo su atención en su dirección aunque se detuvo al tropezar contra los llamativos colores que decoraban ahora sus dedos, su ceño se contrajo y aunque considero decir algo sobre aquello no supo exacto que palabras utilizar. ¿Cual desconectado estaban sus sentidos que había permitido aquello?, su orgullo quiso golpérale contra el rostro y dejarlo en el piso, burlarse de el cómo el mismo lo había hecho un millón de veces de los cachorros adormecidos bajo el tacto femenino, de los podres diablos que eran reducidos a…
El tacto contra su cabeza, aunque suave al descender, fue el mortal veneno de cada uno de los pensamientos que habían tallado la molestia en su rostro, que incluso había remarcado los músculos de sus brazos, la tensión en sus hombros, cuello, en los nudillos de la mano libre que no sostenía al pequeño trozo de oscuridad.
Quiso identificar en qué momento había pasado de ser aquel poderoso empresario al inocente niño que había muerto tras Mireya, porque así había sido, probablemente ya no existía modo de que quedara algo de él ni siquiera en su cabeza.
Isaac carraspeo para romper aquella imagen que se había colado en su cabeza y cerrando los ojos se rindió ante la calidez humana a la que había renunciado tanto tiempo atrás, tan solo segundos, entonces volvió a carraspear y movió la mano sin velocidad hasta atrapar los dedos femeninos, capturando dos de ellos para llevarlos hacia abajo e interrumpir aquel contacto contra su nuca, aunque no por esto la soltó al llevarlos al breve espacio entre ambos, aquello no fue con violencia o con brusquedad, muy por el contrario, volviendo sus propios movimientos un misterio para sí mismo.
Comeré si tú comes- susurro y soltó la ligera presión que había sostenido contra los dedos de Maura- saldare mis 20 minutos, todos ellos, los que me dejes- se encogió de hombros y cual niño perdido la siguió con la mirada al verse ponerse en pie, incluso recuperando algo de molestia en su expresión al sentir como aquel momento de paz de había ido algo le decía que para siempre.
La mano en el aire atrapo su atención por al menos dos, no, tres segundos antes de tomarla y ponerse en pie, aunque no tiro de ella, utilizo la propia fuerza de sus piernas y tendió al gatito en su dirección solo para pronunciar la sonrisa al verla esconderlo dentro de su abrigo, Mason trago saliva y estirando la mano alcanzo uno de los mechones de cabello azabache en donde enredo el dedo antes de llevarlo detrás de la oreja, enseguida delineo apenas con el calor de sus manos el brazo de la muchacha a la que enseguida le ofreció el brazo por si gustaba tomarlo al caminar.
Yo pagare- aviso con más firmeza al volver la mirada a su espalda en dirección a la clínica veterinaria y no avanzo hasta crear una pequeña cueva para Shadow en donde acomodo su otra mano dentro del bolsillo para que su brazo fuera el suelo del felino- también pagare por las banditas- ladeo una sonrisa y comenzó a andar a la par que una brisa otoñal los rodeaba a ambos
0 notes
Text
14/12 AA
No le había dicho a nadie que, finalmente, iba a ceder. Se había negado durante tanto tiempo que le pareció que si alguno se enteraba de que había aflojado, ya nunca más tendría la posibilidad de decir “mirá, yo tenía razón. No necesité nada. Tu mamá era que la que necesitaba ayuda. En la cama”, o alguna otra boludez así.
El edificio quedaba en San Telmo. Había otro más cerca, pero en San Telmo no se iba a cruzar con ninguno de los pibes, porque nadie va a San Telmo, a menos que la banda de Martín toque en ese bolichín al que habían ido una vez. Al que él había ido una vez. La otra había sido uno de los días de ese fin de semana largo en que él había estado enfermo, según había dicho.
La puerta que daba a la calle era muy angosta y debió haber tenido unos cuatro metros de alto. Era de madera, con un rectángulo de vidrio en el medio. El picaporte y los adornos eran de bronce. Había un cartel pegado con cinta de embalar. Decía “toque timbre”. Mirando hacia su derecha, Gastón encontró el botón, tocó y, sin que nadie le respondiera, con un pitido se abrió la entrada.
Justo detrás del portón, una escalera del mismo material con que habían hecho el piso y las paredes, se extendía hacía un pequeño rectángulo de luz, en el medio de la oscuridad. Hacía frio. Cada vez más frío, a medida que Gastón subía. Al llegar arriba, se encontró con una sala, cuyas paredes y piso asemejaban a los de la planta baja. Unas veinte sillas se disponían en ronda, al rededor de ella, y contra una de las paredes, sobre una larga mesa de madera, había dos jarrás con café, y un millar de vasitos descartables, algunos usados, dispersos, otros sin usar, apilados junto a una de las jarras.
Le costó darse cuenta de que no estaba solo, porque alguien le había abierto la puerta. De todas maneras, no se molestó en buscar a nadie. Se sirvió un café, le puso un sobre de azúcar y descubrió que faltaban palitos para revolver. Con el movimiento de su mano meneó la bebida todo lo que pudo y, sin pensarlo mucho, se la tomó de un trago. Luego se sirvió otro. Pucha, que hacía frío. Una de las ventanas tenía un vidrio roto. Se acercó a ella y trató de tapar el agujero con la palma de su mano. Era imposible. El chiflete se abría paso. Tiritó y decidió alejarse hacia el otro extremo de la habitación, hacia donde estaba la escalera.
Entonces escuchó que, a la distancia, sonaba nuevamente el timbre. La puerta se abría y entraba un gordo que, al cerrar, quedaba en la oscuridad.
Gastón se alejó de la escalera y empezó a caminar por la sala, actuando distraído, con esa porte que usa, de que nada le interesa y de que está allí aunque no quiere.
“Buenas tardes”, saludó el gordo cuando terminó de subir.
“Buenas tardes”, le contestó él, girando para verlo. Tenía pelo a los costados de la cabeza, pero no en el centro. Tenía bigote y una chivita en el mentón. Los pelos del pecho se le asomaban por el cuello de un sweater azul, y una campera roja abierta le llegaba a las rodillas. El gordo estaba agitado. Se sacaba la campera y la dejaba en el respaldo de una de las sillas.
“Igual sé que después me la voy a volver a poner. Es increíble que todavía no hayas arreglado eso”, comentaba, señalando la ventana rota.
Gastón intentó forzar una sonrisa.
El gordo se la acercó. Gastón lamentó haber interactuado.
El gordo le extendió la mano. “Facundo”, dijo. “Luciano”, contestó el otro. “Bienvenido”, le retrucó el primero, palmeándole la espalda.
Unos tacos se empezaron a oír cada vez más fuertes subiendo por la escalera. Una mujer delgadísima, vieja, con un nido de caranchos amarillo pajoso en la cabeza y un tapado violeta entreabierto, que dejaba ver un vestido del mismo color, se acercó a ellos.
Gastón se ahogó con el olor a cigarrillo que emanaba. E, imposibilitado para hablar, entre su tos escuchó que Facundo decía “¿Cómo estás, chiquita? Éste es Luciano. Luciano, esta es René. Es la más linda de las chicas ¿No?”, decía, mientras codeaba y le guiñaba el ojo a la berenjena escuálida.
¿<<La más linda de las chicas>>? ¿Aún estaría a tiempo de irse, bien a la mierda, como había querido desde que estuvo parado frente a la puerta?
“¡Buenas tardes!”, saludó un tercero. Era un chico de unos treinta años. Tenía rulos y bigotes pelirrojos, y un buzo rojo con el logo de Marvel en amarillo impreso en el medio.
“¿Qué hacés, bombón?”, dijo René, con una voz que delataba las décadas de consumir cigarrillos que acarreaba encima.
“Rodrigo”, dijo Facundo mientras le palmeaba la espalda y Rodrigo hacía lo mismo. “Este es Luciano”, le dijo entonces, extendiendo su brazo, invitándolo a saludar.
“¿Cómo estás, Luciano? Yo soy Rodrigo”.
No. Ya no se podía ir. Este tenía pinta de ser moderador, o algo así. Traía un budín marca Bimbo. Lo puso sobre la mesa, abierto, y sacó de su bolsillo, un paquete de cucharitas de plático.
“Uy, qué boludo...”, dijo y, dándose vuelta, preguntó “¿Nadie trajo un cuchillo, no?”, que fue respondido con las risas de René y de Facundo y, nuevamente, una sonrisa forzada de parte de Gastón, que no podía creer que hubiera accedido a asistir. Se preguntó si el tal Rodrigo sería igual de idiota en todas las reuniones, o si sería, nomás, un chiste como para romper el hielo con el nuevo. Pero le dio la horrible sensación de que la primera parecía la más correcta de las opciones.
“No te preocupes, Drigo. Lo cortamos con una cucharita. El Bimbo es blandito”, decía el gordo, bien gordo, conociendo de memoria la consistencia de cada budín del universo.
“¡Sentate, Lu!”, lo invitó Drigo en un momento, al ver que Gastón seguía parado, negado desde lo más profundo de su ser a mezclarse con el resto de los presentes. El nuevo eligió una silla alejada de los tres, pero Facundo se cambió de lugar, se acomodó invadiendo su precioso espacio personal, palmeó bien fuerte su pierna dos veces y, bromeó “es tímido el flaco, eh”.
Drigo miró su reloj y adivinó “el resto debe estar por llegar”, a lo que René respondió que Laura le había avisado que esta semana no iba a ir, porque se había ido de viaje con su familia, y que su marido había quedado en informar ante cualquier recaída. Y Drigo dijo “ah, bueno. Bueno, bien. Bien... bárbaro, entonces”, y Gastón se quiso morir una vez más.
0 notes
Text
Capítulo uno
Bueno pues aquí estoy, en la puerta de una fiesta a la cual no quiero asistir, pero si no asisto me quedo sin mis utensilios de pintura y dibujo por una semana por orden de mi estupenda madre, la cual es apoyada por mi estupendo padre. Cómo no, su milagro es que vuelva a socializar con una gente que me dio la espalda cuando una atlética egocéntrica les dijo que no me hablaran, que era la peor calumnia que existía. Pero claro su respuesta siempre es "seguro que hay alguien que no se lo cree o no se ha enterado y quiera ser tu amigo". Bravo mamá, ya han pasado dos años y mis mejores amigos son el pincel y un lienzo en blanco o el lápiz o incluso el carboncillo, aunque hay a veces que me tiene un poco de manía.
En cierto modo no se equivocaban, seguro que existía alguien así en el instituto, hay muchos adolescentes en ese instituto, y de mi edad somos tres clases de mínimo veinte y dos alumnos por clase, alguien querría ser mi amigo, pero nada de nada, aquí sigo más sola que la una, pero tampoco es que me importe mucho a estas alturas, es decir, me he graduado y con nota de sobra para entrar a la Universidad de arte, seguro que ahí hago algún amigo, aunque sea un par, prefiero tener un par de amigos fieles que miles y que si me acuerdo no te he visto. Lo mejor es que la imbécil de Ada no estará ahí con sus asquerosas ideas tocándome los ovarios.
Volvamos al problema original, estoy en la puerta del gimnasio en donde se está celebrando la fiesta de graduación de los de último curso, es decir, mi curso, debo entrar para poder estar mi nube en las vacaciones de verano, pero tampoco quiero irme como la protagonista de Carry, ¿matando a todos sus compañeros? ¡No! ¡Como mucho les tiraría ponche encima! Sino, que de repente fuera elegida reina del baile y fueran ellos los que me tiraran el ponche a mí, ponche o lo que fuera. Podría huir, me mis padres sabrían que no he estado. Quéjate de los stalkers de Twitter, ellos son peores. Lo que hay que aguantar.
Al final decidí entrar sin antes coger una buena bocanada de aire, cosa que no debí hacer porque algo me dice que los baños del instituto se han vuelto a atascar. Nada más entrar veo algunas personas mirándome con cara de sorpresa, normal, ¿la marginada viniendo a la fiesta final de curso? ¿Por qué? ¿Piensa que va a conseguir algo a estas alturas o qué? Simplemente les ignoro y me voy a una de las mesas a por un vaso de ponche o la bebida que hayan servido, después de servirme un vaso de CocaCola, me voy a uno de los laterales del gimnasio a ver las vistas. No llamo mucho la atención, no por lo menos con mi vestido, un simple vestido negro un poco pomposo a la altura de la cintura y unas Vans del mismo color, con cordones blancos. Si pensabais que me iba a poner unos tacones o incluso unas francesitas, estáis claros, ni muerta me pongo eso, que dolor de pies, si puedo ir cómoda a algún sitio, además de guapa, conjuntada, perfecto para mí. Mi pelo también es negro un largo hasta mitad de la espalda y liso, aunque mi piel no es pálida ni blanca como la nieve, sino parecería un fantasma o la mima chica de The Ring, tampoco soy muy alta, metro setenta y dos para ser exactos y de cuerpo muy delgado, soy de esas personas que todo el mundo odian porque pueden comerse dos pizzas súper grasientas de una sentada y apenas engordar, sí, de esas, es el mayor don que tengo, me encanta comer, así que no ha de preocuparme mi peso.
Podía ver cada uno de los conjuntos que la gente traía. Los chicos en general iban con smoking, otros iban con camisa y chaqueta de algún color oscuro, las chicas, todas o casi todas, iban con vestidos y bien arregladas, no vaya a venir alguna revista famosa a hacerlas alguna foto, bueno me he pasado, no todas iban así, en realidad podías contarlas con los dedos de las manos a las que iban así, pero para mí ir en tacones o zapato ya me parecía ir muy elegante. Alguna iba con un traje que parecían salidas de una empresa de grandes negocios y otras iban como yo, vestido y playeras o zapato cómodo.
Seguí mirando a cada uno de los presentes hasta que mi mirada se enfocó en alguien especial para mí, tenía el corazón medio roto, por cómo acabó todo, pero seguía sintiendo mariposas en mi estómago cuando la veía, Eliza, aquella por la que mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, no por su culpa, bueno algo tiene, sino como ya dije, por culpa de Ada, quien es su actual pareja. Lleva un vestido como el mío, algo pomposo en la cintura, pero el suyo era rosa claro, combinando con el verde de sus ojos, llevaba una de esas tan odiosas francesitas, que a ella le encantaba usar, también rosas, haciéndola más mona, su pelo era rubio, un rubio muy claro, corto hasta la altura de los hombros y ondulado, su piel es clara, pero llena de manchas, mide lo mismo que yo, más o menos, ella es un par de centímetros más baja. Destacaba bastante comparada con Ada.
La simio, como la llamo, creo que podéis averiguar por qué, mide un metro ochenta y siete, es un tanto musculada, gracias a la natación que hace, su pelo es castaño claro, ojos azules, piel un poco morena debido seguramente al deporte extra que hace además de la natación. Su vestido también era oscuro, diría que un azul muy oscuro, parecía negro, pero que con las luces de la bola de discoteca se veían reflejos del color real, junto a aquel vestido llevaba unos tacones de aguja. Bravo Einstein, ya de por sí eres alta, ahora eres un gigante.
No pararla de mirla, es algo hipnótico lo que tiene, no estaba muy lejos de mí, a decir verdad estaba como unos 5 metros de mí, estaría mirándola todo el tiempo sino fuera por Ada, quien estaba a su lado hablando con un grupo de gente. Seguro que el tema de conversación era el de siempre "Que buena pareja hacen" "Que envidia tenemos de vosotras dos" "esperemos que duréis para siempre" "Es una pena que vayáis a estudiar en diferentes Universi..." Un momento, un momento, UN MOMENTO, ¿diferentes Universidades? O sea, ¿qué no van a estudiar en el mismo edificio? Me acerqué un poco más para escuchar mejor la conversación, la música no estaba muy alta a esta hora, lo que me entorpecía escuchar mejor eran los grupos de gente hablando.
- Pues sí, mis padres quieren que vaya a la Universidad que está cerca de mi casa que tiene la misma carrera que quiero estudiar y es más barata. - argumenta Ada en un tono de resentimiento. - pero he prometido irla a buscar todos los días después de las clases.
- Y yo la he dicho que para eso tendría que volar. Las universidades quedan a una buena distancia y estoy segura que saldremos a la misma hora. - Eliza poniendo el razonamiento en la conversación.
- Aún nos queda la baza de que salga antes de tú, además esa distancia la hago en seguida con la bici.-
- Sí, en tu bici si la pones un par de cohetes en las ruedas, aun así dudo que llegues de una pieza. - el grupo se puso a reír y yo también, era gracioso, sobretodo en la parte en la que me imagino a Ada saliendo volando y estampando su cara sobre algún árbol o mierda de algún perro grande.
- Vaya, va a ser verdad lo que dicen - de repente noto una sombra grande a mi lado, y como no es Ada que ya me ha visto.- Al séptimo día después de ver aquel vídeo se te aparece Pamantha. - Bravo por el mote, denle un premio a ese simio. - ¿qué? ¿tú también nos vas a matar o simplemente te vas a marginar como siempre? - Como se notaba que Eliza no estaba junto a ella sino junto al grupo con el que estaba mirando hacia nosotras, no sé si podía escuchar lo que decía su pareja, supongo que sí, al igual que yo pude con su conversación, pero otra vez, veo su cara de pena. Es lo que odio de ella y lo que me retracto mucha veces de decirla algo, su cara de pena. - O tal vez sea por ver cómo somos coronadas rey y reina del baile. Tanto quieres sufrir
- Con ver tu cara ya sufro, es como un asesinato a la vista. - doy un sorbo de ponche, mirando hacia el frente.
- Haciendo chistes hasta el final ¿eh, violadora? - aquello me dolió de verdad, sabía en donde dar. Se acercó a mi oído- Espero que sepas controlarte esta noche, porque supongo que sabes lo importante que es y más para las parejas así que ándate con mucho ojo. - aquello hizo que temblara un poco, sabía a los extremos que podía llegar y no quería volver a repetirlos. No dije nada simplemente asentí. - Así me gusta.
Se fue de vuelta con su grupo con una amplia sonrisa, por lo que pode escuchar, Eliza le preguntó qué me dijo y la simio la dijo que no intentara otra vez lo de la aquella vez simplemente por ser la fiesta de graduación. No miré a aquel grupo pero sé que aquella cara de pena seguí mirándome.
Seguí el resto de la fiesta en aquel lugar, sólo moviéndome para rellenar mi vaso. Al ver a aquella gente tan feliz bailando, hablando, pasándolo como unos adolescentes normales y corrientes me dio mucha envidio e hizo que diera un repaso a mi vida en este lugar, parecía una película, con banda sonora incluida, pero esta película el malo ganaba y se quedaba con la chica.
Ya era la ceremonia de elegir al rey y a la reina del baile. Claramente reina salió Eliza, cómo no, vale que la popular es Ada, pero, la rubia se hizo súper popular gracias a ella y de forma lógica, eres la pareja de la persona más fantástica y admirable de este centro. Te hacen popular a la fuerza. El rey que salió elegido era el capitán de algún equipo deportivo, no sabía decir de cual, todos para mí eran iguales, como expliqué antes, podía comer lo que quisiera sin engordar, por eso el hacer ejercicio nunca fue mi hobbie. Eliza resplandece, aquella corona la hacía ser más hermosa de lo que ya era. Me quedé anodada mirándola, como intentaba que la corona no se la cayera de su pelo. Sé que hablo mucho de ella, pero a la mierda me gusta y ya que con vosotros puede desahogarme seguiré alabando todo lo que quiera.
Las luces bajaron y el baile entre el rey y la reina del baile dieron comienzo. La canción era una de esas canciones románticas de a saber que artista, pero junto a las luces que bajaron de tonalidad, menos la luz que les alumbraba hacía un momento muy romántico. Él la agarraba de la cintura y ella puso su mano derecha en el hombro izquierdo de él y su mano izquierda en el brazo derecho de aquel fornido rey. Comenzaron a bailar dejándose llevar por aquella canción. Estuvieron bailando como tres minutos, lo que debería de durar la canción, se separaron y volvieron con sus parejas o amigos para seguir con la fiesta. Ada se acercó a su reina para darla un fuerte beso en los labios en modo de celebración, su hermosa pareja era la reina, como para no celebrarlo. La gente alrededor suyo las miraban con ternura. Yo sólo podía poner una cara de asco complementada con un dolor de estómago, no soporto sus momentos tiernos.
Revisé mi reloj y vi que era la hora perfecta para irme, ya había pasado mucho tiempo en ese lugar, había bailado con uno de los, que al igual que a mí, llaman marginados, teniendo como consecuencia moratones en mis pies, pero no había conseguido hacer ninguna amistad. Lo mejor de aquel baile, además de ver a Eliza convertida en reina, fue el pensar que ella y yo vamos a ir a la misma Universidad, carreras distintas, pero el mismo edificio, además de que ambas seremos seguramente que seamos internas, yo por lo menos sí, ya tengo los papeles preparados para la inscripción, y ella seguramente que también ya que vive lejos de aquel lugar, lo mejor de todo será que Ada no estará para joderme la existencia. Sé que tiene pensado ir a visitarla, pero lo que ocurra el resto del tiempo será para recordar, en el buen sentido de la palabra, o eso espero.
Antes de irme volví a mirar a Eliza, quería irme con aquella imagen de reina que alumbraba, sonreí pícaramente y me dispuse a irme.
- ¡TÚ VEN AQUÍ! – noté un empujón que me lanzó hacia la pared de enfrente. Era Ada súper cabreada. – ¡SERÁS HIJA DE PUTA!
- Y ahora me dirás que el sitio donde estuve quita toda la noche estaba reservado a tu nombre, ¿no?- dio un puñetazo a la pared. No entendía nada pero estaba acojonada, me temblaba el cuerpo.
- ¡¿Cómo que vas a ir a la misma Universidad que mi novia?! – Mierda, se enteró.
- E...e-es l-la Universidad más c-cercana q-que ti-ti-tiene la-la carrera de arte – no podía ni hablar.
- ¡Me da igual! ¡Pues estudias otra cosa que pille lejos de donde ella estudiará! ¡¿ENTENDIDO?! –
- Pe-pero, ya realicé todo el papeleo. –
- El papel se rompe. – me agarró de la parte superior del vestido. – Vas a ir a otra Universidad, ¿me has escuchado? – sólo asentí rápidamente y de forma repetida. Me soltó justo cuando alguien abrió la puerta, era Eliza quien la acompañaba una de sus amigas.
- ¿Qué pasa aquí cariño? – preguntó la rubia preocupada. No la podía mirar simplemente miraba al suelo temblando.
- Nada, aquí despidiéndome de Pam, que ya se va. – dijo con una amplia sonrisa. Pude notar la clásica mirada que tiene la rubia de pelo corto hacia mí, pero seguí mirando el suelo.
- ¿Hasta el último día no la vas a dejar en paz Ada?- su tono era serio, parecía defenderme.
- Me voy ya – dije en un tono muy bajo. Me di la vuelta y comencé a andar.
- Adiós – dijo Ada levantando un brazo – y recuerda nuestro trato. – Me paré en seco.
¿Y ya está? ¿Incluso al final no le vas a decir nada? ¿Vas a permitir que te fastidie la Universidad? ¿Qué pasa? ¿Estos años no han sido un infierno para ti? Había llegado a mi límite. Levante la cabeza furiosa.
- No Ada. No voy a cumplir tu trato. – me miró un poco sorprendida, aunque enseguida se transformó en un enfado. – Voy a ir a la misma Universidad que tu novia, porque es el lugar al que quiero ir, quiero sacarme la carrera de diseño gráfica allí, porque es buena Universidad y es la única que hay en esta maldita ciudad. Así que si te molesta te jodes, porque no pienso joderme el futuro porque una niñata como tú lo desee. – Eliza y su amiga me miraba con la boca muy abierta, parecía que habían visto un fantasma.
Ada parecía que echase humo por las orejas, nunca había visto ese nivel de enfado en ella, cosa que me aterró, pero sacudí mi cabeza y me dije a mi misma que no, que se acabó de huir. Vi como se acercaba hacía mí con la intención de pegarme o algo. Realmente estaba acojonada, aunque mi cabeza quería que me quedara para combatir el miedo, pero mis piernas decían corre de una vez maldita loca. Ada ya tenía el puño levantado con la intención de darme una buena paliza, pero lo que pasó a continuación ni si quiera yo me lo esperaba.
Le di un puñetazo a Ada.
Y así fue como mi vida cambió por un puñetazo.
0 notes
Text
Dejando basuras textuales V (2016)
Todo se ha distorsionado, despues de ese primer trip
No estoy segura de qué es lo que ha pasado
2 de enero, 0:38 he dormido 12 horas seguidas, creo que no he despertado, no me acuerdo, era necesario, profundamente necesario
tengo que volver a recordar lo que ha pasado
_-----_-_______------
Me da inseguridad mi caminar
Mi joven cuerpo que se mueve
Sin saber donde ir
Que donde quedó la inocencia
No se si soy hombre o mujer
Una mezcla de los tres
-_--o,oiooioii****************************** 17 de enero
Dame mi medicación
Absolutamente tapizada
Transtornada
No quiero se de aquí
O tal vez disfruto siendo asi
Me tire un peo giganteco
Lo escupi con fervor
Tantas cosas que prometiste en mi cabeza
Infiernos viserales se multiplican:
Celular, caquifonia, estupidez, amor, ser buena onda
No me quedaré aquí
Droga droga droga
Todos la desean
Vendes para comprarla
Que mujer eres tu
Que deseas lo mundano
Huir de
No puedes mantenerte si ella
Pero con ella no puedes salir de ti
Tus ojos
Es relativamente común no terminar la frases
Como cuando estoy que te quiero decir te
Te
A donde vas con esas cervezas
La verdad es que no me interesa compartir conversaciones con
Cual es el limite entre lo legal e
Inmorales
No puedo dejar de convencerme de
Autoproclamada del vacío
Putrefacta sin
Oh
Como quisiera poder terminar mis
Estoy que me cago
Ya y? Cuando vas a dejar
De
El ingles me persigue por todos lados
Estoy escuchándole, quisiera entender lo que
Profesas
Oh
Lenguaje
Mi comunicación
Corazón, dime que te pasa
Donde te busco
En medio de este brute
Bruto planeta que intenta olvidarte
Corazón no eres más que mis ansias
Por ti, por ti, por ti
Mi corazón
Estas vivo
Estas viva mejor dicho
Dejen sus picos y que vuelvan mis vaginas
Son las nueve de la noche y todavía está claro
AS_dA_SdA_sdA_sdasDADGTTTTGGGGGGGG Me cito: “las relaciones humanas son capaces desde potenciar tu riqueza interior hasta hacerla desaparecer por completo”
sadasdASDASDASDASDASDASdasd Tengo pena. Y no quiero escribirlo. Siento que se me van las palabra y que no puedo escribirlo. Me siento tan inútil. Tomando esto…por que quería escribir, y en realidad no soy tan buea escribiendo. Por que querer escribir, no es lo mismo que hacerlo. Y siento que quiero tantas cosa spero no las hago. Quizá smi deseo se nubla por pensamientos desastrosos, y derrpente mi fijo que llevo 5 lineas, qu eparadojico. Lo mas difícil es empezar, que mas cliché, pero es cierto.Me han corrompido estos días. Me han tratado mal, si. (revisé mis fotos, solo para evadirme, estoy harta de evdirme) podría ir a buscar algo para comer, por que m mente configura que deseo hacerlo; o que quiero rascarme, menos. Me rasco pero no encuentro placer, por que no hago lo que de verdad quiero hacer. Iba a salir con dos amigas a buenos aires, osea en realidad con una amiga y una conocida que me cae a buenos aires. Bueno, estuvimos juntando plata, melón con ivno, yendo a la feria durante un mes y medio – desde diciembre nos pusimos las pilas y ahora es enero, 12– y me fui de vacaciones a la serena y el valle del Elqui durante un semana y unos días. Me fui sabiendo que quizás no iríamos a buenos aires, que dependía de la mtoviacion de las cabras, que quizás íbamos a ir para el sur pero eso dependía de mi vuelta. La pepa me había dicho que no había mucha plata, y que habían hablado con la carmina que era mejor ir pal sur, y yo me acuerdo que le dije algo asi como juntemos plata y ahí vemos que hacemos. La carmina me hablaba por imbox, cuando estaba en el nrote, y l pregutne a buenos aires, que si, que no, como lo veía ella, y me dij opa donde sea. Ya. Siempre pensé que hablaríamos a mi vuelta.Estaba en viña el lunes, no metnira, el martes en la noche y le digo a la pepa que me llame que ahora si. Y puta pensé que íbamos a covnersar de la vida y salió lo del viaje. Me dice que mañana se va con el pablo, el mario y la carmina a nose se donde a una laguna. Puta y que onda. No se explciarlo bien ahora, estoy un poco confusa, o quizás no, me da hasta miedo asombrarme de la verdad, o de lo que pienso que es y que he estado evitando tras todas esas líneas anteriores: que nos jutabamos en los angeles el lunes y partíamos pal sur. Igual me dio ene lata en el momento, la pepa me dijo que juntábamos plata y nos íbamos pa buenos aires en el semestre, que juntábamos bien plata, que llea y la carmina no quería trabajar, les dios paja, uqe la pepa quedo chata despues que el semestre se acabara en enero y que no daba mas. Que lo único que querían era irse y no me quisieron esperar ( en realidad esto ultimo no me lo dijo pero es asi). Me ofreció que me epseraba hasta el jueves en la mañana para irnos a la laguna o blablablá. Y yo le dije que apañaba ahcia el sur no sin antes reclamarle lo del mario, blah, blah, que queira ir a buenos aires, quizás le dije que me daba pena, no me acuerdo. La mente se olvida. Y en realidad se me olvido decir que estoy sumamente dolida por que la decisión no se tomo conmigo, es como que daban por asegurado que íbamos a ir para el sur, nunca fue una covnersacion frontal…eso es lo que me molesta, no me quisieron “enfrentar” sino todo fue por detrás. La carmina, que va, no la conozco, quizás influenció a la pepa, quizás no, pero yo estoy molesta con la pepa que es mi amiga. Y yo se que soy su amiga. Esa es la huea que me molesta. Quizás le estoy dando mucho color, no, en realidad no, l oque me pasa, es que callé cuando debería haber hablado y eso ahora me duele dentro. No me respetaron y no lo dije, lo deje pasa rcomo u nsuceso no importante, como algo que pasa…. Ahora, tengo la mano de irme con otra amiga pal norte, llegar a ecuador, irse por peru o Bolivia y estar allá. Pero me un poco de miedo, y por que no decirlo…mi familia, tengo 19 años y mi familia me controla, no me dejaría irme un mes, o puedo hacerlo, si, pero no confiarían más en mi. Se preocuparían: si. Piensan que no me puedo cuidar: si. Que me puede pasar algo: si. Que no se me defender, n otengo defensa personal: si. Tengo que aceptar, y lo intuyo, que me queda un poco grande. Hablando con la sara me dijo que iba a congelar y se iba a dedicar a viajar, me gustaría acompñaarla ya que yo también voy a ahcer lo mismo. Pero, me encantaría mandarme a cambiar, lejos. Pero son ideas, nada mas. Igual como la idea que tneia de ir a un preu a aque me enseñaran teatro y no me resultó, por razones que no quisiera repetir, y vovler a lo mismo, sigue doliendo. Ahora me siento mejor. Iba a contar lo de mi pelo, pero no quiero hablar de eso, me duele igual. Daña a mi espíritu. Si me pongo a pensar en esome voy a deprimir mas. Ya pero pa que estoy ahora… en ifn quería verde, estbaa en viña y me lelgo amarillo, Y PAGUE POR ESO. Puaj. Una mierda. Diez lucas con las que me podría haber comprado hierba. Ahora invertí en que me arreglaran el pelo, 60 lucas, me l odejaorn estupendo, cierto. Pero igual n ose si esta bien el tratamiento que me hicieron (hubieran sido veinte lucas menos) y quizás si hubiera pedido un precio… 10 lucas menos, ay de mi. Nisiqueira lo dude, me cuesta cuestionar a lo que se me dice. Me cuesta levantar la voz. Me costó. Me siento humilalda moralmente, ocn mi moral, con lo que soy. Como dice mi abuelo, esa mujer no soy yo.
qqqqweqweqweqweqeqweqwe
Mi ego domina mi vida
Que weta todo lo que escribo…quizás el estar en el computador te hace querer estar de esta forma…no me gustaaaaaaa
Conozco mujeres vegetarianas y hasta veganas pero que aun usan toallitas femeninas desechables, conozco quienes usan toallas ecologicas y riegan las plantas con su sangre y se enamoran del marido de la amiga, conozco quienes hablan de espiritualidad y hermandad pero si pueden te abusan laboral o economicamente, conozco hombres q hablan del hermano pajaro del hermano perro pero no recuerdan al hermano hombre.conozco hombres que construyen su casa de barro pero el fondo de su hogar es un basurero de consumismo...y todos se creen mas espiritual y mas santos o mas sabios que el otro.... Cada uno transita el camino que tiene que transitar....no somos iluminados somos hombres y mujeres transitando la escuela tierra, no por no comer carne , ni usar toallas de tela, ni por hablar del cosmos sos mas canal que otro...TODOS SOMOS CANAL. Todos somos polvo de estrellas. Todos y cada uno somos hijos de la divinidad....cuidado los iluminados ya desencarnaron...aqui todos estamos aprendiendo....
Por lo anterior me di cuenta que juzgo muchooo
sadASdasdasdadoaodawpldawpd----<>>>>>>X>Z>Z>>Z>ZXZX 5-5-2017
5 de mayo de 2016
han pasado muchas cosas, muchos viajes en los concepciones
Primero, ayer estábamos en un almuerzo familiar por que “el pocho” estaba de cumpleaños y se lo celebraron acá. La mariaelena vive aca por un tiempo (como yo) en la casa de la gina, se separo de “el pocho”, un culiao machista que le dice que esta cada dia mas fea. Entonces, vinieron “el pocho”, la hija de ambos…la Claudia, y estábamos todas nosotras: la mariaelena, la gina, la Berta (mi abuela que tiene alzhaymer) y la tia mari, que cuida a la Berta. Que paradójico, un hombre entre todas las mujeres que lo atendían. Yo ni le dije feliz cumpleaños, y bote el letrero que había dos veces jajajaj, como si fuera algo planeado.
(concéntrate, concéntrate)
la cosa es que hubo mucha tensión en la mesa, la mariaelena tratando de complacer al pocho y la Claudia ignorando a su mamá. La energía necesitó salir…cuando estabams por cantar el cumpleaños feliz la marialena quería grabarlo (esa mujer se mueve por la rutina, lo inconciente, complacer durante 40 años…) y nosotras le dijimos q no era necesario, yyy cantamos cumpleaños feliz y la Bertita lloraba y lloraba triste, su cara era de afligimiento máximo. La recuerdo.
Y bueno ayer me junte con el pablo. Luego nos encontramos con un vecino del pablo, el matias, y nos fuimos a fumar. Despues de eso, nos fuimos al averno a ver si había un stand up comedy, y me encontré con la susi en la entrada que esperaba a unos amigos. Le dije que estuviera con nosotros arriba. Asi que finalmente estuvimos vacilando con ellos (me acuerdo del metarko que era simpático, de la cata que era una hetero bonita, de la vale que iba a la vida). Con la susi voy a viajar, a argentina. En julio. Quiero creer.
Ayer me acorde que existía el amor. Que te puedes enamorar fácil y extrañamente. Y me acorde de la laura, wn, me acorde de l a laura. Y que puedo hacer? Si no me contesta la weona, pero lo estoy idealizando demasiado, lei un poco del imbox y lo idealicé. Lo mismo me paso con la nati, me enamore un poco, pero despues me desamonoro, ay no se.
Tengo que tocar acordeon, tengo que estudiar ingles
sdsadASDAS_DASdaSD_aS_dAS-dAS-_vfDS-vSD-fvSD-fv_sdfvsdf
Estoy con abstinencia y no se como decirlo. Me gustaría hablarlo, me gustaría decirles a todos ustedes lo que se siente estar asi, que dudas de ti misma, que intentas buscar un lugar donde refugiarte y todo esta helado, que te da miedo que tu mama te venga a buscar mañana, sacarte todo esto.
Me quiero sacar todo esto. Soy mas fuerte que esta abstinencia. Estoy mas sola de lo que estuve ayer, cada una se calma como quiere. Por que vivir para trabajar? Mejor vivir y contemplar los objetos como están, por que trabajar, al final matas lo que te gusta por que cuando l orealizas con disciplina te deja de gustar. La rutina ha siempre comido a la mujer, el hombre, el humano en general. La angustia de la rutina me come.
Pienso en
Hoy estaba en la casa y cada vez que decía algo en la casa aparecía (moscas), yo estoy llamando constantemente a que lo que digo es. Digo muchas cosas, también pienso otras que no digo, no digo directamente pero con mis acciones las demuestro.
Por ejemplo que tengo miedo, tengo miedo de valerme por mi misma. De ser autosuficiente. Ahora que lo pienso, prefiero ser autosuficiente que depender tanto. Si, si, si. O quizás tengo que estar
Me quiero sacar a la laura. Me quiero sacar la inseguridad de que esté la Laura cerca. No quiero estar cerca de ella. Ella me gusta y la detesto por ser asi. Me siento tonta a su lado. La admiro demasiado. Una paja. Me da paja.
También: tengo que ir a teatro y me urge que decirle al leo, no tenia plata en el celu y mi tia tenia que estar a las 6 y llego a las 8 por que andaba trabajando, se había extendido y no podía irme y dejar a mi abuela sola.
Tengo paja. Tengo miedo de l trabajo.
sADAs-dAs-d_fRA_df_TG_trG- “A lo mejor no sabe volver”se fue el copo, eso es lo concretodonde fue? Va a volver?
sdFASDSBFDBSTBREWQEFAWSED No se por que tengo mas inpiracion asi jajaEsta bien Hago lo que realmente tengo que hacer, estar y esta bien Pienso en cimo miro la vida, se me presenta, se me expande por todos lados, me coloca su mano, para que la toque, la acaricie, la bese. Entendimiento hasta lo mas profundo. Por que no me borré el libro de la Alejandra Pizacnik? Que tenia que yo no pudiera leer todavía, por qué me quede con el libro de ingles y no este? Estoy segura que me cacharon todo. Venia con la mala pata hace rato, mala vibra, de donde llegaran las malas vibras? Karma? Me gusta que mi casa tenga vista a la calle (rápido, tip, tip. Pensé en que la diferencia con lase escritoras de ahora y las de unos años, como virgina Wolf es que ahora tenemos mucha disfraccion y falta de concentración, el mundo de la tecnología por ejemplo, te quita caleta de energía y ….Conozco caleta este lugar, conozco caleta conce, aunque conce es mejor que san pedro jaja. Había mucho en lo que me parecía a la laura. Ella por que no se fue a vivir a otro país? En esta casa estoy pensando mucho el q diran. Tengo una pena asquerosa solo por eso, por que por otra parte soy capaz que existe otra sensación en mi cuerpo, de vida, que hay esperanza.Pero por otra parte me pregunto que realmente estoy haciendo aca, onda escribir algo en el computador para que? De que me sirve para mi futuro profesional? Quizás debería ser de esta forma y ya. Soy muy ambiciosa. Por que quiero otra cosa? Rol odebo relajarme y hacer cosas que quiero. Si vivo en el presente el patrón seguirá estando. Valparaiso. Pa alla voy. Cuando estoy incomoda no puedo delatarme No me doy permiso para…y tiendo a ser fría….a propósito de la llamada del Leo Iturra Fin del documento…. “Las camas que s
suenan me persiguen” ya tengo una frase, esta casa esta muy cargada
sadsadasdaSDWAEFWEFQWEFQWQW--<-<-<-<-<-<-z-<_Z<_z<_z>_z>_z
Siento que no le doy con todo a los demás
Esta es
Esta es casa de salud
Vamos a casa de salud
Teatro
No pude decir nada
Me quiero alejar del mundo de las personas que estoy me siento bien sola en realidad estoy tranquila en mi cuerpo
Quisiera mojarme mas el potito
Quisiera apostar con todo
Quisiera estar asi siempre
Quisiera apostar por mi
Quisiera no quedarme con esa sensación de vacío
Que si acepto el separatismo?
Por que me gusta el separatismo?
Quiero ayudar a los demás?
Si quiero significa que cuando los ayudo me veo minimizada?
Que quería la ale? Sacar de la farmacia una venda para su rodilla? Robársela? Yo no tenia problema, pero había mucha gente… igual la cagamos con no entrar.
Yo no quise entrar ni a la farmacia ni al supermercado al baño, ni ir a casa de salud, ni ir a columpiarme con el peter
Yo conversaba, pero me dolían los pies por tanto caminar, por buscar regalos en el centro, por trabajar en el sushi, a mi me dolia el estomago, estar con veinte kilos de galletas encima, por tener ansiedad por que en esta casa hay problemas y yo no los puedo solucionar, por que no estoy bien aca, estoy viviendo con una tia que trata de complacer a todos, incluso a mi, y yo me dejo estar con ella, ella me cuida, me alimenta, yo estoy aca, piola, donde mas?
Si quiero dejar de trabajar que hago? Como lo hago? Que digo? Cuando lo digo? Tengo una super pega? No. Estoy ahí no más. Consigo dinero, el puto dinero me tiene ahí, que necesito comprar? Oye, si no quiero ningún regalo. Yo no quiero ningún regalo, estúpidamente quiero que mi navidad sean como las que tenía cuando niña, nos juntábamos en familia, abríamos los regalos y fluia. Eran lindos tiempos. Me gustaba recibir regalos, lo admito, me gustaba demsiado. Y me regalaban mucho, a mi y a mi hermano. O quizás yo no veía lo qu ele regalaban a los demás, no habia como algo tan fiestero. Siempre con gente enferma en el grupo familiar paterno. Que es el lugar donde estoy aca. Quiero que me den todo el rato.
No pensaba en la ale, pensaba en mi…
asdasdasasdasdAS-dA_sd_asd_asd_ad
Cuando pienso y estoy vola, siento que todo pasa mas lento y me detengo a observar las palabras que pasan por mi cabeza. Siento que es estoy haciendo es esconderme de todo lo que pasa y sigo sin enternderlo…. Estoy sola aca, donde esta la vida de familia? Donde queda? Donde estoy habitándolo? Pareciera que la vida de la ciudad donde habito ahora no la siento. Ahora si po que la pienso. Soy un eclipse de luna.
0 notes
Text
¡Seguridad!
youtube
#DebatePresidencial Totalmente identificada como ciudadana con Mauricio. Basta de mentiras Scioli no te podes sacar la estampilla.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
16 de noviembre de 2015
@todonoticias @PPT_oficial Me gustó, el debate, Macri Sobresaliente!!!!
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
16 de noviembre de 2015
@mauriciomacri GRACIAS SR.. PRESIDENTE, GRACIAS QUERIDO MAURICIO, POR DEVOLVERNOS LA ESPERANZA.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
10 de diciembre de 2015
Impecable. !!!!! Gracias Mauricio!!!!! Viva Argentina, se respira libertad!!!!! https://t.co/qTsmGe0fzF
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
10 de diciembre de 2015
@Infomedia24hrs @mauriciomacri Hermosa, familia, tienen mirada de buena gente. Por fin se vislumbra un poco de esperanza y paz. Gracias👍
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
10 de diciembre de 2015
@mauriciomacri @danielscioli Excelente, los dos hombres, para trabajar por una Argentina mejor. Todo lo que genera nuestro Presidente. 👍👍
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
11 de diciembre de 2015
@mauriciomacri Hola Presi, hace mucho frio y no podemos prender ni la estufa eléct. ni la de gas.Que hacemos .Seguro nos das una solución?
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
27 de abril de 2016
@C5N @mauriciomacri no se puede comer ya y cuando en un pais no llegamos a comprar alimentos,estamos muy complicados.Luz, gas,agua,no comida
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de junio de 2016
@C5N MIERDAS, BASURAS,NOS SIGUEN ROBANDO . NO SE PUEDE COMER, ESO YA ES GRAVE.SON LA,MISMA MIERDA.NO TENEMOS SEGURUDAD.MACRI NO SERVIS.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
14 de julio de 2016
@mauriciomacri , que pasa Presi, somos muchos lo que lo votamos y merecemos aer escuchados. pic.twitter.com/tIWgmmF1ZL
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
15 de julio de 2016
@mauriciomacri Te voté, pero estoy arrepentida, como muchos, esto es un desastre, no se puede comer,ya es grave,desaparece la clase media.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
30 de julio de 2016
@mauriciomacri que pena presi, y que no leas...se te dió vuelta la mitad de la gente que te voto. Ya no te votarían otra vez. Que pasa????
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
10 de agosto de 2016
@mauriciomacri @mariuvidal POR FAVOR YA QUE ES EL TEMA DEL DIA.SEGURIDAD PARA TODOS!NO SE PUEDE VIVIR ASI. USTEDES TIENEN CUSTODIA,BLINDADOS
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de agosto de 2016
@mauriciomacri porque no salen a patrullar las calles. En Caseros, pcia BsAs,los motochorros nos están matando de a poco.Veni a tomar helado
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
25 de agosto de 2016
@mauriciomacri Encontraste un país desvastado, pero vos seguiste arruinandolo.Te voté y me arrepiento.No se puede comer y sin seguridad..👎
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
2 de septiembre de 2016
@mauriciomacri Los delincuentes se apoderan del pueblo.No Se puede salir a la calle.El mundo mira con optimismo como nos matan de a poco.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
6 de septiembre de 2016
@mauriciomacri Ya que tienen tiempo para tweets estaría bueno que aclaren. Los que pedimos trabajo y seguridad no entendemos nada. Gracias
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
14 de septiembre de 2016
@mauriciomacri SEGURIDAD.SEGURIDAD. NOS ESTAN MATANDO. HAY PÁNICO EN LAS CALLES. URGENTE HACER ALGO.NO HAY UN PSTRULLERO Y NO TIENEN NAFTA.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
19 de septiembre de 2016
@mauriciomacri NOS ESTAN MATANDO LOS CHORROS DE ACÁ, Y PERMITIS QUE SE FILTREN LOS DEL ISIS. AL CARAJO TODO.🔪⛴✈🔨🔫SEGURIDAD.BASTA DE BOLUDEAR
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
21 de septiembre de 2016
@mauriciomacri seguro estás con custodia, en Caseros no llegas al colectivo te roban o te matan antes.HACE ALGO """.ALGOSOBRESEGURIDAD"""
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
22 de septiembre de 2016
@mariuvidal @mauriciomacri Vengan a timbrear a Caseros,pdo.tres de febrero que los dejan sin nada mientras tocan timbre y de paso Te matan
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
24 de septiembre de 2016
@mauriciomacri HACE ALGO POR LA INSEGURIDAD. NOS ESTAN MATANDO EN LA PROVINCIA.SEGURIDAD ES MAS IMPORTANTE QUE TODO.https://t.co/YUkaf2AaEK
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
26 de septiembre de 2016
@mauriciomacri @JuanManSantos @Tutina_deSantos Cuanta pulcritud...Seguridad nos están matando en la Pcia.de BsAs. Lo saben en Colombia?
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
27 de septiembre de 2016
@mauriciomacri ESTAN TRATANDO TEMA INSEGURIDAD? SI MATO A ALGUN CHORRO ANTES QUE ME MATEN?, EL QUE AVISA NO TRAICIONA. CASEROS LIBERADO.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
27 de septiembre de 2016
@mauriciomacri SEGURIDAD SEGURIDAD, PROTECCION, SEGUN LA CONSTITUCION QUE NO SE CUMPLE NOS CORRESPONDE. REDOBLA LA POLICIA NO CORRUPTA.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
28 de septiembre de 2016
I'm a human:
@mauriciomacri Podrán invertir algo en el tema inseguridad???, no soy troll o como se llame, te voté no te entiendo.No nos das garantías.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
29 de septiembre de 2016
@mauriciomacri VAN A TRATAR EL TEMA INSEGURIDAD?MORIRNOS DE HAMBRE ESTAMOS ACOSTUMBRADOS,PERO QUE UN CHORRO NOS MATE... QUEREMOSPROTECCION
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
30 de septiembre de 2016
@mauriciomacri @MichelTemer PIDAN REFUERZOS PARA CUIDARNOS A LOS ARGENTINOS HOY EN CASEROS ASALTARON CUATRO CASAS EN CINCO MANZANAS,NOSMATAN
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
3 de octubre de 2016
@C5N @AlvaroUribeVel @mauriciomacri Y SE VIENE...MAS INSEGURIDAD. NO DEJEN QUE NOS MATEN.ACA NADIE HACE NADA.SON TODOS RICOS POR MAS PLATA
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
4 de octubre de 2016
@mauriciomacri CUMPLAN!!LOS JUBILADOS SE MUEREN DE HAMBRE ,MAL ATENDIDOS POR PAMI Y POR CULPA DE LOS IMP. SIEMPRE QUE ZAFEN DE LOS CACOS👎👎👎
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
7 de octubre de 2016
@mauriciomacri Mas túnel para que los delincuentes escapen mas rápido CASEROS LIBERADO, MAS SEGURIDAD, CADA VEZ MAS MUERTOS. PARÀ PRESI.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
29 de octubre de 2016
@mauriciomacri Y la inseguridad, siempre se van por las ramas.No se puede mas .Caseros liberado.No alcanza la plata para nada y encima robos
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
3 de noviembre de 2016
@mauriciomacri @elisacarrio Asesorarlo Lilita, creo está un poco desorientado. Vamos para atrás.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
15 de noviembre de 2016
@mauriciomacri Caseros liberado hasta las fiestas, investiguen, ya no es robar, te matan.Ayer mataron un señor y no le robaron.Hagan algo.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
4 de diciembre de 2016
@mauriciomacri NO ANALICEN MAS.ESTO ESTÁ MUY MAL.NOS MATAN POR NADA, NO SE PUEDE PARAR LA INSEGURIDAD.NO ALCANZA LA PLATA. QUEMEIMPORTA YPF
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
5 de diciembre de 2016
@mauriciomacri Te voté.TODOS USTEDES JUNTOS,nos llevaron a la ruina.Las Fiestas, no hay ni para comer, si los chorros no nos matan antes🙈🙉🙊
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de diciembre de 2016
@mauriciomacri SON TODOS MENTIROSOS. ESTAS GOBERNANDO PARA LOS RICOS COMO VOS. QUE TRISTEZA.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de diciembre de 2016
@mauriciomacri Llevaste comida? Vienen las fiestas,y seguro estan igual o peor que el resto de los argentinos.HACE ALGO, COMIDA, SEGURUDAD
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de diciembre de 2016
@mauriciomacri MAS SEGURIDAD, CASEROS LIBERADO. HAGAN ALGO.VI COMO GOLPEABAN A UN ABUELO PARA ROBARLE JUB. IMPUNIDAD TOTAL LOS CACOS
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
16 de diciembre de 2016
@mauriciomacri https://t.co/ujEWJJZptV No me interesa la politica, vivimos mal.Ni la luz se puede usar porque despues no comemos.SEGURIDAD
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
18 de diciembre de 2016
@mauriciomacri Felicidades,muchos brindaremos con agua de la canilla,hervida y puesta en la heladera.Comer a muchos recien les toca el 31/12
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
22 de diciembre de 2016
@mauriciomacri Aumento para los pobres abuelos. Y los remedios no puede ser que las farmacias suspendieron ventas a Pami.Ojalá ya esté arreg
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de diciembre de 2016
@mauriciomacri que lujo!! Que pilchas, seguro no compran de los turcos.Que buenas fiestas van a pasar todos esos.Que tristeza para el resto
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de diciembre de 2016
@bigbangnw @rialjorge @mauriciomacri Y LOS QUE NO SALIMIOS DE VACAC .NO TENEMOS PROTECCION.NO HAY UN PATRULLERO EN PROV .GOBIERNO TODO 👎MAL
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
30 de diciembre de 2016
@mauriciomacri Hace mucho calor, bonificá la luz, esta semana, como regalo p/ los argentinos. Asi aunque no haya p/comer prendemos el aire.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
31 de diciembre de 2016
@C5N Y una vez mas Macri lo hizo. Esto da miedo. Como se vive así? El que vive de un sueldo que va a hacer? Y no se consigue trabajo. Horror
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
2 de enero de 2017
@mauriciomacri Van a hacer algo? O seguirán como hasta ahora destruyendo al pueblo,mas inseguridad,plata que no alcanza. Hambre. Pobreza.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
9 de enero de 2017
@mauriciomacri Se te ve muy desorientado.Grave lo que está pasando, pagar,no comer, no vivir tranquilos y la policía prometida donde está??
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
9 de enero de 2017
@mauriciomacri Desborde de reuniones,que no llevan a ningun lado.Sueldos bajos,mala jubilación,dinero no alcanza ni p/comer.Inseguridad👎Mal
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
11 de enero de 2017
@mauriciomacri SEGURIDAD !! TRABAJO !! AYUDEN A LOS JUBILADOS.!!TODO MUY CARO,EL PAÍS SE ESTÁ HUNDIENDO.UDS SE RÍEN, NOTIENEN PROBLEMAS.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
11 de enero de 2017
@mauriciomacri SEGURIDAD!!!!POLICÍA!! TRABAJO!!NO ALCANZAMOS LLEGAR A FIN DE MES!!!TODO DESBORDADO!! VOS CANTANDO!!! CERRAME LA CUATRO!!!!
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de enero de 2017
@mauriciomacri @horaciorlarreta @mariuvidal QUEREMOS SEGURIDAD, NO ALCANZA DINERO, IMPUESTOS Y SERVICIOS CADA VEZ MAS CAROS.COMER IMPOSIBLE
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de enero de 2017
@mauriciomacri Cuando una reunión para que tengamos mejores sueldos, mas seguridad, protección,impuestos acordes a lo que cobramos.Todo mal
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de enero de 2017
@mauriciomacri TODO MAL, tienen conciencia de que la mayoria no esta conforme. PRECIOS ALTOS, SUELDOS BAJOS, INSEGURIDAD ,CERO POLICIAS.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
13 de enero de 2017
@mauriciomacri Hagan algo pronto esto no da para mas. Voté un cambio. Y??? SEGURIDAD EN PRIMER LUGAR.!!! pic.twitter.com/Py90H0lia5
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
13 de enero de 2017
@gulumassa @Stellarfederer @mauriciomacri No me gusta nadie, soy apolitica.Solo escribo lo que me pasa, nadie hace nada, todo mal,no se vive
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
14 de enero de 2017
@mauriciomacri @ebasavilbaso Es verdad que das el aumento de marzo y no hay mas aumentos a los jubilados.Porque no tratas de vivir con $5661
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
16 de enero de 2017
@C5N @mauriciomacri @CasaRosada Inseguridad,jubilaciones,sueldos que no alcanzan,impuestos altisimos. Canasta familiar.Una vez p/nosotros???
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
17 de enero de 2017
@mauriciomacri TEMA INSEGURIDAD, JUBILADOS.SUELDOS BAJOS Y FUENTES DE TRABAJO,COMO VAMOS A PAGAR AUMENTOS IMPUESTOS,SI EL SUELDO NO ALCANZA
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
19 de enero de 2017
@mauriciomacri Perdon con este calor, estan con aire acondicionado en 24°. Ojo que aumenta la luz,a uds. se los ve fresquitos, 🙈🙉🙊
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de enero de 2017
@mauriciomacri YO TE VOTÉ. Y AHORA QUE HACEMOS? TODO MAL. INSEGURIDAD, SUELDOS BAJOS,JUBILADOS, IMPUESTOS ALTOS.CAOShttps://t.co/YN9eqZp8Hl
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
24 de enero de 2017
@mauriciomacri SEGURIDAD POR FAVOR https://t.co/1K12Vrbnbu
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
27 de enero de 2017
@mauriciomacri SIGUEN COORDINANDO.SEGURIDAD!!TENEMOS MIEDO!HAGAN ALGO!!!LOS VOTÉ,SUELDOS,JUBILADOS.LOS TIEMPOS DE LOS RICOS NO SON LOS NTROS
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
27 de enero de 2017
@mauriciomacri SEGURIDAD POR FAVOR. SIGUEN DESVALIJANDO CASAS. GOLPEANDO FAMILIAS.MATANDO CHICOS. CASEROS, BS. AS.LIBERADO.QUE HACEMOS PTE
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
30 de enero de 2017
@mauriciomacri Que feo cuando un gobierno tiene que volver atras ...Pierde credibilidad.Y gracias, cumpliste sacaste las 12 cuotas.Y ahora??
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
2 de febrero de 2017
@mauriciomacri Subí los sueldos, jubilaciones, lo único que sube son los impuestos.La inseguridad,la comida,un desastre. vamos bien.?
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
16 de febrero de 2017
@mauriciomacri QUE DESASTRE,A MADRID Y EN CASEROS CHORROS CON BARRETAS ROMPIENDO PUERTAS PARA METERSE EN LAS CASAS.HACE ALGO.EL 911 NO VIENE
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
21 de febrero de 2017
@mauriciomacri NO HAY PROTECCION, QUE HACEMOS NOS ARMAMOS Y SALIMOS A HACER JUSTICIA NOSOTROS.DONDE ESTAN LOS GOBERNANTES QUE DEBEN PROTEGER
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
21 de febrero de 2017
@mauriciomacri NO SOY MANDADA, SIMPLEMENTE UNA CIUDADANA QUE LOS VOTÓ Y TENGO MIEDO POR MI FAMILIA. QUE HACEMOS. MUCHAS REUNIONES Y????
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
21 de febrero de 2017
@mauriciomacri PEDILE AL PRESIDENTE, SI TIENE POLICIAS QUE LE SOBREN, ACA ES TIERRA DE NADIE. EL 911 NO MANDA MOVILES,ESTAMOS DESPROTEGIDOS
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
22 de febrero de 2017
@mauriciomacri TE VOTÉ Y SIGO ESPERANDO CAMBIOS, MAS SEGURIDAD, LO PROMETISTE, DONDE ESTÁ ???
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
22 de febrero de 2017
@mauriciomacri SEGURIDAD Y TRABAJO, LA ARGENTINA ESTÁ AGONIZANDO.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de febrero de 2017
@mauriciomacri @FeriaArco SEGURIDAD Y TRABAJO,ESTAMOS MUY MAL,Y NADIE HACE NADA.HAY MIEDO EN EL PAIS.EN ESPAÑA DUERMEN SIN LLAVES.PEDI AYUDA
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de febrero de 2017
@FeriaArco @mauriciomacri Esta todo muy mal en Argentina.La jubilacion minima es el precio del perfume que usa la 1° Dama. Cambiemos.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
23 de febrero de 2017
@gabimichetti @mauriciomacri Arreglaron algo del caos en que se vive en Argentina. Todos sonrientes, que suerte tienen, el pueblo llora.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
1 de marzo de 2017
@gabimichetti @mauriciomacri SEGURIDAD,LA POLICIA NO VIENE. LOS SERVICIOS CARISIMOS.POBRES LOS JUBILADOS. VIVAN UDS. CON ESA MISERIA.TRISTE
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
1 de marzo de 2017
@mauriciomacri Yo te vote,confié, y ninguno me quiere desanimar,solo veo que vivimos muy mal. MUCHA INSEG.NO HAY TRABAJ.PLATA NO ALCANZA
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
1 de marzo de 2017
@mauriciomacri YO VEO MUCHA GENTE COMO YO QUE TE VOTAMOS Y NO VEMOS CAMBIOS. TODO MAL. INSEGURIDAD, JUBILADOS MAL, TARIFAZOS, NO HAY TRABAJO
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
1 de marzo de 2017
@mauriciomacri USTEDES PUEDEN.NOSOTROS NO, C/VEZ PEOR.CUESTA MANTENERNOS.MUCHA INSEGURIDAD,FALTA DE TRABAJO,TODO CARO.LOS RICOS VIVEN BIEN.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
1 de marzo de 2017
@mauriciomacri Prometieron tantas cosas.No se ve nada de lo que dicen que lograron.Por lo que hablamos con los que te votamos,estamos peor.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
1 de marzo de 2017
@mauriciomacri @jorgemacri Nadie esta bien.Mucha disconformidad.Tarifazos, precios altos.Pobres jubilados.Inseguridad, secuestros, NO policias,911 no responde.TE VOTÉ?
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
4 de marzo de 2017
@mauriciomacri Leo tantas cosas,estoy como muchos,argentinos asustada.Mucha inseguridad,todo extremadamente caro,jubilados dan lastima.Tarifazos imposibles
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
6 de marzo de 2017
@mauriciomacri Vuelos baratos.Yo no quiero volar, quiero vivir y pagar imp.dignos,salir a la calle sin miedo.Comprar lo indispens.estar segura en mi casa.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
7 de marzo de 2017
@PatoBullrich @proargentina @uporlalibertad @mauriciomacri Estamos cansados de tanto manoseo, inoperancia,inseguridad.Estamos en manos de los delincuentes. Hagan algo que funcione.El 911 no responde
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
10 de marzo de 2017
@clauauge @mauriciomacri @mariuvidal @euronewses @CBCAlerts @dw_espanol QUE DESASTRE, QUE VERGUENZA, RETROCEDEMOS CADA DIA UN POCO MAS. ARREPENTIDA DE HABER VOTADO EQUIVOCADAMENTE. DAN ASCO. NO HACEN UNA BIEN.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
12 de marzo de 2017
@mirthalegrand @mauriciomacri Hay un ambiente raro.Lo voté,pero exijo seguridad,Caseros peligroso.Jubil.muy mal.No hay trabajo.Tarifas caras.Mucho miedo a que pase algo.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
15 de marzo de 2017
@mirthalegrand @mauriciomacri Si German coincido con vos. Me quejo cada dia por la inseguridad,jubilados,tarifas,y todo lo demás. Está muy complicado vivir.Difícil.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
18 de marzo de 2017
@mauriciomacri Buen dia Presi ,una duda,cuanto es la jubilación minima.$9000 o $6300,los bancos les, estan robando a los jubilados?O falta de informacion.
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
19 de marzo de 2017
@mauriciomacri @dewy1964 Léase inconsciente
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
5 de mayo de 2017
https://t.co/HxlrWHsCMl Donde está la protección que nos corresponde según la Constitución .@PatoBullrich @mauriciomacri Hay respuestas?
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
5 de mayo de 2017
@gabimichetti @mauriciomacri @marquitospena @frigeriorogelio @JorgeTriaca @cabrerafran HAGAN ALGO POR EL PAIS.ESTO ESTÁ MUY COMPLICADO,EL DINERO NO ALCANZA P/COMER Y LA INSEGURIDAD TODO MAL. MERECEMOS PROTECCIÓN.LOS VOTÉ, Y??
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
8 de mayo de 2017
@mauriciomacri Muchas promesas en la Campaña, y poco se cumple en el mandato. Lo voté con esperanza. Estoy desilusionada,como muchos. Haga algo x la gente
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
9 de mayo de 2017
@mauriciomacri Vamos bien Presi??? Yo no llego... https://t.co/rnccEcV1Me
— Adela E.Grassetti (@EsterAdela)
9 de mayo de 2017
#Tarifazo#Gas#Electricidad#Luz#Hambre#Inseguridad#Pronto Maurizio?#Desempleo#Oligarquía#Jubilación#Salud#Clase media#Pobreza#Inflación#Promesa electoral#Mirtha Legrand
0 notes
Text
Rick y Morty, al universo no le importas una mierda
Seguramente conozcáis Rick y Morty aunque no hayáis visto ni un minuto de la serie. Son estos dibujos animados feísimos en los que hay un tío al que se le cae la baba y un montón de cacharros y monstruos raros, algunos dignos de un buen viajecito de LSD.
Lo cierto es que creo que ya se ha hablado bastante de Rick y Morty, sobre todo en inglés, y no estoy seguro de poder aportar nada nuevo, pero a la vez pienso que podría escribir algo interesante, sobre todo si le doy un toque más personal. Creo que el artículo en general puede ser interesante tanto como para quienes no han visto la serie como para quienes sí, porque me ha quedado una amalgama curiosa entre opinión, análisis y recomendación. Hay algún pequeño spoiler, pero nada que pueda estropearos la serie, prometido.
No he visto prácticamente nada de las típicas series de animación “para adultos” como pueden ser Los Simpsons, Padre de familia o South Park. De hecho, y no estoy de coña, no había visto un episodio de Los Simpsons completo hasta que no entré a la universidad y me vine a vivir a un piso de estudiantes, porque mis dos compañeros, como el 90% de los españoles, tienen hábito de verla.
La cuestión es que aparte de alguna que otra broma o algún episodio especialmente inspirado, ninguna de las series de este género acaba de gustarme. En general no me hacen gracia ni la mitad de las bromas, y ese inmovilismo que tienen por bandera, de modo que pase lo que pase en el siguiente capítulo todo será igual, me exaspera. Es cierto que tampoco me he metido muy a fondo a buscar más series de este tipo, pero supongo que sabéis a lo que me refiero.
Un día por Twitter no me acuerdo exactamente a cuento de qué un colega me la recomendó y yo le contesté que tengo mis reservas con las series así. Entonces me dijo “es como una mezcla de Doctor Who, Regreso al Futuro y Futurama, pero sin censura”. Para mí Doctor Who son palabras mayores, y aparte me fío de su criterio, así que decidí darle una oportunidad a Rick y Morty, a fin de cuentas, 20 minutillos libres los puedes sacar de cualquier lado. Me puse el primer episodio y bueno… no era la panacea, pero estaba divertida. Tenía alguno de los fallos que le veía a Padre de familia, pero el filtro de ciencia-ficción y la enorme y nada disimulada referencia a Stargate jugaban a su favor. Me puse el segundo, y vale, estaba bien, pero seguía sin convencerme del todo. Me pude pasar dos meses o así sin volver a pensar en ella, hasta que un día bastante aburrido me puse el siguiente capítulo y maldita sea, antes de que acabara la semana ya tenía acabada la temporada y estaba empezando con la segunda.
Si bien Rick y Morty también peca de alguno de los vicios del género, también tiene muchas virtudes y profundidad más allá de lo que parece a simple vista, y son estas las que en mi opinión hacen que gane por goleada a cualquier otra serie animada para adultos.
He visto a Homer Simpson perder su trabajo en la central nuclear lo menos de seis formas distintas, pero al final de cada capítulo siempre vuelve a estar en su puesto de siempre, igual que por muy mal que le vayan las cosas a Stan Smith siempre acabará de vuelta en casa con su familia como si nada hubiera pasado. En Rick y Morty no ocurre eso, uno sus puntos fuertes es su continuidad entre capítulos. Si bien se podrían ver todos los episodios salteados casi sin ningún problema, nos perderíamos muchos matices. Por poner un ejemplo, en un episodio despiden del trabajo a Jerry, el padre de Morty, y a partir de entonces se le ve mucho más en la serie y acaba envuelto en alguna de las aventuras que tiene el dúo protagonista, así como que este hecho da paso a al tema recurrente, o la subtrama si queréis llamarla así, de su sentimiento de inferioridad respecto a Rick y Beth, o sus problemas monetarios.
Y ahí tenemos otro de los grandes aciertos de Rick y Morty, y es que cada miembro de la familia protagonista, a pesar de tener una personalidad arquetípica también tiene una evolución y un desarrollo, y descubrimos facetas de su personalidad capítulo a capítulo. Esto sobre todo se hace patente en el personaje de Rick, alguien tan egoísta que es capaz de crear un microverso y usar a una raza inteligente que se desarrolla en él para cargar la batería de su coche, pero que conforme pasan los episodios va quedando cada vez más patente que se preocupa de verdad por su familia, y que no es el cabronazo desalmado que quiere hacer creer a todo el mundo.
"Nadie existe a propósito, nadie pertenece a ningún sitio, todos vamos a morir."
Además, si se lo permites, la serie tiene una carga filosófica y reflexiva impresionante para una producción de este estilo. El nihilismo, el pesimismo cósmico o el existencialismo están muy presentes en prácticamente todos los episodios de la serie. Cuando Rick y Morty van a un planeta y por un motivo u otro acaban ayudando a sus habitantes, normalmente éstos acaban igual o peor que antes de la llegada de nuestros protagonistas. Rick ha visto de todo en el multiverso, y precisamente eso hace que sea dolorosamente consciente de lo poco que importa él o cualquiera de sus seres queridos en el gran esquema de las cosas. Se cree mejor que prácticamente cualquier otro ser con el que se cruza por el hecho de ser un genio, pero a la vez sabe que él mismo no vale una mierda, y aunque odie reconocerlo, necesita a su alrededor a la gente que le aprecia para no caer (aún más) en la autodestrucción y eventualmente el suicidio.
Hay episodios que no sé cómo no han sido censurados por lo mucho que se meten con ciertos temas sensibles, algunos de ellos especialmente peliagudos en los Estados Unidos, como puede ser el que aborda el fanatismo religioso a la vez que parodia Eurovisión. Pero no creáis que esto se queda aquí, Rick y Morty tiene para dar y repartir, aparte de la religión hay burlas sistemáticas hacia el sistema educativo, el feminismo, o las tradiciones e ideales en general.
Otra de sus señas de identidad es la ingente cantidad de referencias/homenajes, con sus consiguientes burlas, hacia otras producciones, habitualmente películas y series del género, pero también a cualquier cosa que esté de moda en la realidad y haya acabado en un pedestal por un motivo u otro, como podrían ser Origen o The Purge.
Y todo esto que comento, lo creáis o no, se hace a lo largo de los episodios de forma totalmente natural, sin en ningún momento meter las críticas con calzador ni forzar las conclusiones, y de hecho la serie no está concebida para que el espectador saque una moreleja de cada episodio, quizá más bien al contrario, pero el subtexto está ahí. Del espectador depende el verlo y reflexionar sobre él, o quedarse tan sólo con el despliegue de locuras, colores y muertes, y ambas posturas son perfectamente compatibles y válidas.
Rick y Morty a día de hoy consta de dos temporadas, un total de 21 episodios. La tercera debe estrenarse en 2017 en Adult Swim, después de alrededor de año y medio después del final de la segunda. En España prácticamente no se ha promocionado, y creo que sólo está disponible en cerrado, en el canal TNT y en Netflix. No puedo recomendársela a todo el mundo, pero si os gusta la ciencia-ficción, cazar referencias y no os ofendéis con facilidad, echadle un ojo. Y ya si sois capaces de ver más allá de las burradas que dicen y hacen los protagonistas, estoy seguro que os encantará.
¿Conocíais Rick y Morty? ¿Qué os parece? ¿He conseguido que a alguno le entre el gusanillo de verla? Los comentarios son todo vuestros.
Vrahos (@VrahosSDC)
0 notes