#entre el mínimo y la nada
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Sé que tu amas la nada, y no por su valor, sino porque se puede jugar con ella de forma expresiva y leve, como un gorrión ruidoso, y creo que un regalo te resulta más querido y bienvenido cuanto más se acerca a la nada. El regalo que Kepler envía, para el Año Nuevo de 1611, a su amigo y protector Johannes Mathäus von Mackenfels es el pequeño tratado Strena seu De Nive Sexangula, que comienza con estas palabras y se pregunta porqué la nieve cae condensándose en pequeñísimas estrellas de seis puntas, jugando, durante la jocosa y rigurosa investigación, con el irónico espacio que oscila entre el mínimo y la nada.
_ Claudio Magris, El danubio. Anagrama. Traducción de Joaquín Jordá.
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💖~ Clothes they like on you
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Warning: spicy | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
Spanish:
Kaeya, Childe, Itto, Heizou, Wanderer, Lyney, Wriothesley
Les gustan las faldas cortas, son bonitas y frescas, y las adoran más cuando tú las usas. Cuando la tela se mueve cuando caminas, cómo parece que se encoge cuando te sientas en su regazo. Sobre todo adora las faldas porque puede tenerte alrededor de su polla con total libertad, levantar tu falda y follarte en ese mismo momento sin mucha batalla, solo levantando tus piernas y abriéndote para él.
Aether, Venti, Thoma, Gorou, Tighnari, Cyno
Existe un placer culposo en verte en pantalones cortos, ver tus muslos es uno de esos placeres y lo disfruta cada vez que puede, pero ver sus dedos perdiéndose entre tu piel suave y la pequeña prenda lo vuelve loco. Desea arrancarte la ropa, tirarla a un lado y exponer todo para él, follarte los muslos y mancharlos con su semen hasta quedar seco. Le gusta verte sentada, ver tus muslos rozando y casi saliendo por el short. Siempre tiene sus ojos en ti y su respiración se entrecorta.
Diluc, Albedo, Zhongli, Kazuha, Alhaitham
Le gustas tu enteramente, pero verte en pantalones es tan bonito que no puede evitar tocarte, no te quita las manos de encima. La forma en que el pantalón se pega a tu trasero y a tus caderas lo hace ver la gloria, poder apretar tus glúteos y meter la mano entre tus piernas lo hace tan feliz. Siente que están más juntos que nunca sin importar la ropa que llevan puesta. Ama las nalgadas, los apretones y los rasguños ligeros contra los pliegues del pantalón que le sorprende no haber manchado sus pantalones todavía.
Xiao, Baizhu, Ayato, Kaveh, Neuvilette, Dainsleif
Los muslos y el trasero son geniales, si se lo pides jamás dirá que no. Pero nada puede ser más excitante que verte con ese escote pronunciado. El más mínimo centímetro que revele tus pechos lo hará sonreír y no apartar la mirada hasta que se lo pidas. Sueña con tocar, amasar y morder alrededor del escote sin quitarte la blusa, solo acariciando sobre la tela y mordiendo la piel expuesta hasta pintar diversas marcas ovaladas y rojizas que griten su nombre a todos los que te vean.
English:
Kaeya, Childe, Itto, Heizou, Wanderer, Lyney, Wriothesley
They like short skirts, they are pretty and fresh, and they love them more when you wear them. When the fabric moves when you walk, how it seems to shrink when you sit on his lap. Above all he loves skirts because he can have you around his cock with total freedom, lift your skirt and fuck you right then and there without much of a fight, just raising your legs and opening you for him.
Aether, Venti, Thoma, Gorou, Tighnari, Cyno
There is a guilty pleasure in seeing you in shorts, seeing your thighs is one of those pleasures and he enjoys it every chance he gets, but seeing his fingers getting lost between your soft skin and the small garment drives him crazy. He wants to rip off your clothes, throw them aside and expose everything for him, fuck your thighs and stain them with his cum until he's dry. He likes to see you sitting, to see your thighs rubbing and almost coming out of the shorts. He always has his eyes on you and his breathing hitches.
Diluc, Albedo, Zhongli, Kazuha, Alhaitham
He likes you completely, but seeing you in pants is so nice that he can't help but touch you, he can't keep his hands off you. The way the pants cling to your butt and hips makes him look glorious, being able to squeeze your buttocks and put his hand between your legs makes him so happy. You feel like you are more together than ever no matter what clothes you are wearing. He loves the spanking, the squeezing, and the light scratches against the folds of his pants that he's surprised he hasn't stained his pants yet.
Xiao, Baizhu, Ayato, Kaveh, Neuvilette, Dainsleif
The thighs and butt are great, if you ask him he will never say no. But nothing can be more exciting than seeing you with that plunging neckline. The slightest inch that reveals your breasts will make him smile and not look away until you ask him to. Dream of touching, kneading and biting around the neckline without taking off your blouse, just caressing the fabric and biting the exposed skin until you paint various oval, reddish marks that scream his name to everyone who sees you.
#genshin impact#genshin x reader#x reader#genshin impact x reader#genshin smut#kaeya x reader#diluc x reader#alhaitham x reader#kaveh x reader#neuvillette x reader#wriothesley x reader#xiao x reader#baizhu x reader#thoma x reader#ayato x reader#cyno x reader#tighnari x reader#gorou x reader#heizou x reader#wanderer x reader#lyney x reader#itto x reader#venti x reader#aether x reader#albedo x reader#zhongli x reader#kazuha x reader#dainsleif x reader#childe x reader#genshin imagines
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Into Your Arms (Surrender) - Enzo Vogrincic
+18! Intro I/Intro II/Intro III.
SoftDom!Enzo. Creampie, dacrifilia, dirty talk, fingering, hand kink, hiperespermia, masturbation, sexo oral, sexo sin protección, size difference/size kink (porque Enzo es más alto y la tiene grande), aftercare, edades no especificadas. Español rioplatense.
Enzo es tu amigo.
Es extraño, considerando que es también tu creador de contenido favorito hace meses, probablemente más de un año, y quien provocó los mejores orgasmos de tu vida, pero no significa que la amistad que formaron no sea válida y una de las mejores que tuviste hasta el momento. Probablemente ese fue el motivo que te molestó porque, bueno, ¿no se supone que un amigo comentaría a otro amigo que está visitando su ciudad?
Descubrir vía Instagram que frecuentó tu sitio favorito, la cafetería que tantas veces le mencionaste, te parece ofensivo como mínimo. Y el colmo fue la fotografía de la florería ubicada en una esquina no muy lejana a tu hogar, donde capturaste atardeceres para él. ¿Está haciendo un tour por tu ciudad tomando como referencia todos los lugares que le enseñaste, pero no pensó en decirte que venía?
Puede que intente sorprenderte, repite la voz en tu cabeza, pero no estás segura de que tenga motivos para hacerlo. ¿Por qué te escogería, justo a vos, de entre sus quién-sabe-cuántos miles de suscriptoras y suscriptores? Y de querer sorprenderte, ¿no te habría ocultado sus historias? ¿No habría evitado compartir las fotos para que no sospecharas?
Definitivamente tiene que tener otros motivos, razonás en un intento de sepultar cualquier patética esperanza, y puede que no le importes lo suficiente como para molestarse en recordar dónde vivís. La cafetería es famosa en redes sociales y esa florería es imposible de ignorar, ¿por qué se molestaría en comentarlo con vos en caso de recordar que le hablaste de ellas?
Decidís desactivar las notificaciones, tanto para sus historias como para sus publicaciones, antes de silenciar tu teléfono y continuar con tus ocupaciones. Tu vida no gira en torno a Enzo, por mucho que lo adores, así que no es una opción permitir que lo-que-sea que esté haciendo durante su tiempo libre impacte en tu humor y en tu relación con él.
Una relación que fue, antes que nada, profesional.
El resto de tu día se desarrolla con calma hasta que chequeás tu teléfono nuevamente y te encontrás con una notificación informándote sobre el nuevo video en su OnlyFans. Lleva una semana sin publicar más que fotos y un audio de corta duración que escuchaste antes de dormir, pero ignorás lo que te provocan las etiquetas que incluye en la descripción (sobre todo las de orgasmos múltiples y dirty talk) para continuar con tu trabajo.
Intentás concentrarte, esforzándote como siempre, pero el contenido que te envió la editorial para la que trabajás es insípido, tan terrible que resulta doloroso de leer. Masajeás tus sienes y pensás qué hacer con los horrores presentes en el manuscrito: el informe que confecciones para el editor será el que determine qué tan rápido acepta o rechaza leer este material y, consecuentemente, qué tan rápido lo publican o no.
Entre notas que pretendés incluir en el informe, correcciones de errores absurdos en el archivo, descansos y suspiros de frustración, tu mirada siempre termina sobre tus audífonos. Considerás buscar audios de otros creadores; entre ellos Esteban con su literatura erótica o Matías, que no tiene límite a la hora de degradar a sus suscriptoras, pero sabés que no tienen el mismo efecto. Nadie puede hacer lo que hace Enzo.
Escondés tu rostro entre tus manos, molesta por pensar en él, incapaz de recordar cómo era tu vida cuando su ser no invadía tu mente cada minuto del día. ¿Qué hacías antes de obsesionarte y reproducir sus audios y videos para sentirte acompañada en la soledad y el silencio de tu sala de estar? ¿Qué pensabas cuando despertabas sin sus mensajes de buenos días? Imposible recordar.
Es indignante y vergonzoso reconocer que ahora él significa muchísimo más, que ya no es sólo su contenido, es patético. ¿Quién podría enamorarse de un completo desconocido? ¿Quién podría enamorarse del desconocido con el que desarrolló una amistad? La parte lógica de tu cerebro intenta argumentar que es imposible no enamorarse de alguien como él, pero…
El reloj marca las cinco. Dejás de lado las preguntas que te asfixian y también tu trabajo.
Ignorás los mensajes que recibiste hace horas, minutos luego de esa notificación de OnlyFans, pero aún así esta página es la que reclama tu atención en cuanto te escondés bajo las suaves sábanas luego de un baño. Tu respiración se vuelve irregular con sólo ver la miniatura del video: Enzo recostado en su cama, desnudo, sus uñas enterrándose en su muslo y en su abdomen un océano de semen.
El sonido de su voz es suficiente para despertar esa sensación cada vez más recurrente en tu estómago. No es excitación, tampoco nervios o vergüenza por disfrutar esta clase de contenido, es un sentimiento que provoca que esperes sus cumplidos por razones que van más allá de satisfacer tus necesidades sexuales. Es ese motivo que te mantiene despierta cada noche.
-¿Qué tal?- pregunta cuando la cámara por fin hace foco en su rostro. Una sonrisa tira de sus labios y peina su cabello con una mano mientras continúa buscando el mejor ángulo, batallando por unos minutos antes de dejarse caer sobre el colchón. Jamás elimina la introducción de sus videos y ese es un detalle que te fascina.
Desabotona su camisa lentamente, los anillos en su índice y meñique derechos brillando, para permitir ver su abdomen tonificado y su erección contenida por su ropa interior. El color oscuro de su bóxer no oculta la humedad del mismo y te mordés el labio pensando en qué estaría pasando por su mente o qué estaría haciendo minutos antes de comenzar a grabar.
Suspira. Lo imitás.
-Tenía tantas ganas- dice en voz baja-. Necesito…
En lugar de terminar la oración desliza la prenda unos centímetros para poder liberar su miembro. Infinidad de veces lo admiraste, en todos sus estados, pero jamás deja de sorprenderte el sentimiento de anhelo que despierta en vos. Esta vez no es la excepción, por supuesto que no, mucho menos considerando las prominentes venas que recorren toda su extensión junto con las gotas de líquido preseminal.
Utiliza su pulgar para esparcir su humedad, primero por todo el glande y luego más allá, sin ocultar esa arrogante media sonrisa en su rostro cuando se desnuda. El recuerdo de la primera vez que comprendiste el significado de su expresión, cuando gemiste por la sorpresa mientras él te enseñaba lo que era un anillo de silicona y explicaba sus beneficios –que no le hacen falta, claro está-, te hace temblar.
Y no sólo su sonrisa es la misma, pensás una vez que el recuerdo se desvanece lo suficiente como para concentrarte en la pantalla, también lo es el estado desesperado de su erección. No estás segura de poder con su tamaño pero, Dios, es tan tentador que de tenerlo en tus manos intentarías todo lo posible para lograr complacerlo. Utilizarías cada centímetro de tu cuerpo para satisfacer a Enzo.
Deslizás una mano hacia tu centro una vez que comienza a masturbarse.
Tu excitación humedece tus pliegues pero ignorás tu entrada y te concentrás, sólo por el momento, en tu clítoris. Algunas caricias suaves, otras ejerciendo más presión, círculos que siguen el ritmo lento de la mano de Enzo; su respiración profunda y algún que otro suspiro se derraman directamente y con claridad en tus oídos gracias a tus audífonos.
-Estuve toda la semana pensando en esto- confiesa. Se estira para tomar el lubricante y arroja unas gotas en su palma para luego continuar-. Todos los días pensando en vos...
Cerrás los ojos y suspirás. Sólo su voz bastaría para guiarte hacia el orgasmo.
-Necesito tenerte conmigo.
Un gemido escapa de tus labios.
No hay forma de ignorar la necesidad que se expande por tu cuerpo o el latir de tu corazón… y tampoco el de tu clítoris -repentinamente más sensible que antes-. Normalmente intentarías comportarte justo como lo hacés durante las videollamadas con Enzo: paciente, calmada, permitiéndote disfrutar cada sensación, esperando el momento indicado y su indicación.
Aún así, consciente de lo rápido que podría terminarse este momento por tener como estímulo el video, comenzás a mover tus dedos con más energía y vigor para imitar la rapidez con la que él masajea su miembro. Imaginás que son sus dedos los que juegan con tu cuerpo, permitiéndote saborear un muy necesitado orgasmo, no dejándote más opción que dejarte llevar por el placer.
Tu respiración termina sincronizándose con la suya y cada vez que Enzo suspira o jadea vos gemís. Las palabras continúan cayendo de sus labios, algún que otro cumplido y esos apodos cariñosos que te hacen sonreír como una idiota, pero lo que más te provoca son las miradas cargadas de intensidad y deseo que arroja hacia la cámara.
Muerde su labio inferior una y otra vez en un intento de contenerse. Espera que el dolor sea suficiente para olvidarse del placer, lo sabés, pero los músculos de su abdomen tensándose y la manera en que arroja la cabeza contra el respaldo de su cama son claros indicios de que está fracasando. Separa más las piernas, exponiéndose sin timidez, mostrándote el lugar que te corresponde.
Estás considerando introducir un dígito en tu interior cuando te interrumpe su voz.
-Necesito tenerte para poder cogerte toda- se aclara la garganta-. Tu boca, tus tetas, esa conchita toda apretada.
El orgasmo te golpea y te mordés la lengua para no gritar.
Mantenés los ojos fijos sobre la pantalla mientras en su desesperación él utiliza ambas manos para tocarse. Enzo tiene manos grandes, perfectas para utilizarlas como gargantilla o capturar tus muñecas y someterte, pero aún así no cubren por completo su miembro y esa imagen, en combinación con tus dedos todavía torturando tu clítoris, te hace retorcerte de placer.
Respirás lenta y profundamente, tu mano ahora descansando sobre tu abdomen mientras con la otra sostenés tu teléfono, arrepintiéndote inmediatamente de esto último cuando por error tocás la notificación en la parte superior de la pantalla. Es un mensaje de Enzo: “¿Estás enojada conmigo?”.
Parpadeás rápidamente. El gesto no te saca del trance.
Todavía no recuperás el control de tu cuerpo y tu mente batalla por comprender el mensaje, pero un sonido distante te obliga a reincorporarte y arrancar tus audífonos. El timbre suena, suena y suena, no escuchás la voz de la persona que está del otro lado y sea quien sea parece tener la única intención de interrumpir tus actividades.
Estás segura de que no esperabas la llegada del correo.
Tomás la ropa que dejaste doblada sobre tu escritorio, sin importarte que se trate de tu pijama, para vestirte rápidamente y correr en dirección a la entrada. Tu liberación corre por tus muslos, incomodándote y recordándote que necesitás regresar a tu cama, pero ignorás el llamado de tu cuerpo para ocuparte del llamado en la puerta.
-Perdón, estaba en el…- tu voz se quiebra a media mentira-. ¿Enzo?
Respira temblorosamente y vos retrocedés.
Humedecés tus labios con tu lengua una, dos, tres veces, buscando las palabras para preguntar qué está haciendo allí, pero permanecés en silencio y él sólo se encoge de hombros, como si no tuviera una explicación lógica que justifique encontrarse en tu puerta un viernes luego de las seis p.m. Intenta hablar, falla, vuelve a intentar, su pulgar juega con el anillo en su índice.
Te recibe entre sus brazos cuando te arrojás contra su pecho y el aroma de su perfume golpea tus sentidos. La sensación de sus manos sobre tu cuerpo, masajeando tu espalda y aferrándose desesperadamente a vos, resulta irreal y mágica. Es como una extraña especie de déjà vu, pensás mientras sus dedos se deslizan por tu cabello, pero sabés que jamás te habían abrazado así.
Nunca antes habías sentido que tu lugar era en los brazos de otra persona.
-¿Qué…?
-Quería verte- besa tu cabello, ignorando todo lo que su ser (y su voz, más grave en persona) genera en tu sistema-. Necesitaba verte.
Abandonás tu refugio en su pecho para mirarlo y él sostiene tus mejillas entre sus manos. Cuando tomás sus muñecas podés sentir bajo tus dedos sus pulsaciones descontroladas, pero es un detalle en el que no podés concentrarte porque toda tu atención está puesta en sus ojos oscuros y sus pupilas que parecen esconder un algo.
-¿Por qué no me dijiste nada?
-Porque no sabía si querías verme.
-¿Cómo no iba a querer verte?
-Pensé que estabas enojada conmigo porque…
-Estoy enojada con vos.
-¿Por qué?
-Porque no me dijiste que venías- lo empujás pero se rehúsa a dejarte ir-. Porque estuviste en todos los lugares de los que te hablé pero no me mandaste un solo mensaje preguntando si…
-Porque quería que me respondieras las historias cuando vieras las fotos- explica casi sin respirar-. Quería que vos decidieras si verme o no, no quería proponerlo e incomodarte y…
Deja de hablar en cuanto ve tu expresión.
-No, pará, ¿cómo sabías mi dirección exacta?
-¿Recordás ese sorteo que hice para quienes pagaban la membresía más cara?- asentís. Suspira y cierra los ojos con fuerza-. Era mentira.
Tu mueca de incredulidad lo hace reír.
-Quería hacerte un regalo por tu cumpleaños- sus pulgares acarician tus pómulos y cuando derramás una lágrima él la limpia-. En ese momento se me ocurrió que era la única forma de conseguir tu dirección. Todavía tenía los datos.
Guardás silencio. Enzo una su frente con la tuya y ambos fingen que los milímetros que separan sus labios de los tuyos no son tan peligrosos.
-Jamás pensé que te vería en persona- decís en un susurro y, sin poder controlar tu lengua, agregás:- Justo antes de que llegaras estaba viendo tu video.
-Pensaba en vos.
-No mientas.
-Nunca te mentiría- jura-. No sabés las ganas que tenía de conocerte y...
-¿Y…?
-Estás temblando.
Es patético, te dice tu cerebro, temblar en sus brazos sólo por lo mucho que te emociona conocerlo. Reparás entonces en tu falta de ropa interior, en tu cabello todavía húmedo y un poco despeinado, en tu pijama arrugado, en tu confesión sobre haber estado viendo su video hasta hace pocos minutos. Siempre pensaste que llegado el momento de encontrarse todo sería diferente. Planeado. Perfecto.
Enzo, sin embargo, no parece notar todos esos detalles y continúa observándote con esa intensidad característica de sus ojos oscuros, como si intentara descifrar tus pensamientos, ignorando que su cabello cayendo sobre tu rostro y el calor de sus manos sobre tu piel sólo empeoran tu estado porque son una confirmación de que esto es real.
Horas atrás estabas enojada por su falta de comunicación y en este momento lo tenés en tu puerta, confesándote que pensaba en vos mientras grababa su video, dejándote saber lo mucho que anhelaba conocerte y negándose a soltarte. Te encantaría reclamarle por su mentira, bromear, pero el gesto te resulta conmovedor y las palabras mueren en tu garganta.
-¿Te puedo besar?
Un pequeño gesto afirmativo de tu parte basta.
En un principio sólo es un roce prácticamente imperceptible, sus labios y los tuyos conectándose por pura inercia para deshacer el ínfimo espacio que los separa, pero cuando suspirás contra su boca cualquier delicadeza queda en el olvido. Es un beso hambriento e impaciente que sólo interrumpe cuando delinea tus labios con su lengua, preguntando.
Explora el interior de tu boca mientras te obliga a retroceder y gemís por la fuerza de sus manos sobre tu rostro. Cierra la puerta rápidamente para seguir besándote y te acorrala contra la pared, su mano en tu nuca para prevenir que te golpees, deslizando su pierna entre las tuyas antes de tomarte por la cintura y forzarte a sentirlo contra tu centro.
-¿Esto está bien?- pregunta cuando encuentra tu mirada.
Escucharlo preguntar por tu consentimiento en sus audios jamás te preparó para lo excitante que sería escucharlo preguntar en la vida real. El deseo que nubla su mirada no nubla su juicio, reflejándose su preocupación y consideración por tu comodidad en su voz ronca. Sonreís.
-Está perfecto- contestás y tirás de su ropa para volver a besarlo. Tu respiración irregular empeora mientras entre besos continuás hablando:- No puedo creer que estés acá.
En lugar de contestar te empuja aún más sobre su muslo y cuando utiliza su agarre en tu cintura para moverte bajás la mirada, encontrándote con que tu humedad mancha la tela de su pantalón. Tu expresión de mortificación y timidez, lejos de lograr que se detenga, sólo lo provocan más.
-Te estabas tocando cuando llegué, ¿no?
-Sí.
-¿Qué usaste?
-Nada. Sólo me toqué.
Desabotona la camisa de tu pijama sin romper el contacto visual y tira con fuerza de tu pezón izquierdo. Ignora tu mano cerrándose sobre su muñeca y masajea tu pecho, todavía sujetándote por la cintura con su otra mano, sus ojos ahora fijos en tus pechos y en las reacciones que sus acciones despiertan en tu cuerpo.
-Me encantan tus tetas, ¿sabías? Son perfectas.
-No…
-Sí, son perfectas, mirá.
Obedecés sólo para terminar arrepintiéndote por lo que la escena genera en tu cerebro. La imagen de tu pecho en su mano parece extraída de tus fantasías, sobre todo considerando la manera en que encajan perfectamente y con el frío material de sus anillos provocando que tu pezón continúe erecto, dejándote sin palabras.
-Son perfectas, ¿viste?- repite mirándote a los ojos. Su mano asciende hasta descansar donde puede sentir tus latidos-. Estás hecha para mí.
Temblás.
-Enzo…
-¿Qué querés? ¿Qué necesitás?
-A vos.
No tenés idea de en qué momento y cómo llegan a tu habitación.
Enzo te recuesta sobre las almohadas y luego de deshacerse de algunas de sus prendas se posiciona sobre tu cuerpo. Llena tu rostro, tus labios, tu mentón y tu cuello de besos mientras su mano juega con tus pechos hasta el cansancio, masajeando y pellizcando, haciéndote llorar con la sugerencia de utilizarlos para satisfacerse y nada más. Los golpea, justo como siempre dijo que haría, pero sus golpes son más caricia que tortura.
Utiliza sus uñas para recorrer el valle entre tus pechos, la zona de tus costillas y tu estómago, haciéndote sisear y regañándote cuando no permanecés quieta. Llega hasta el elástico de tu pantalón, frenando justo debajo de tu ombligo para hacerte cosquillas, regalándote así un momento para que lo detengas en caso de desearlo.
-¿Querés que te toque?
-Quiero que me cojas.
-Entonces primero tengo que tocarte- besa tu mejilla-. Necesito prepararte.
Retira tu pantalón, sin desperdiciar la oportunidad de acariciar tus piernas con vehemencia mientras lo hace, para luego deshacerse también de tu camisa y detenerse para contemplar tu cuerpo desnudo. Estás totalmente expuesta mientras él aún mantiene su camiseta y su ropa interior y el contraste te hace sentir vulnerable.
Sus manos en tus rodillas son una indicación que comprendés en cuestión de milisegundos y separás tus piernas para permitirle verte. Su respiración se entrecorta y su mandíbula se tensa. Intenta recuperar la compostura, esforzándose para no reclamar tu cuerpo como un salvaje, piensa en todo lo que le gustaría hacerte (nada de esto sirve para frenar sus impulsos).
-Tenés una conchita tan linda- se recuesta entre tus piernas y besa tu muslo-. Y es toda mía, ¿no?
-Tuya, sí.
Utiliza dos dedos para trazar una línea desde tu entrada goteante hasta tu clítoris, donde se detiene para dibujar círculos con una exasperante parsimonia que te hace rogar por más. Ignora tus súplicas, sus dedos recorriendo múltiples veces el mismo camino, antes de posicionar uno contra tu entrada y ver cómo se contrae con anticipación.
-Estás muy mojada, mi amor- vuelve a besar tu muslo y sólo para torturarte continúa:- Me parece que no vamos a necesitar el lubricante.
-Enzo...
-¿Qué?
-Apurate.
-Mirame- ordena. Cuando no obedecés decide morderte para llamar tu atención-. Necesito que me hables, ¿sí? Cualquier cosa que quieras, cuando algo no te guste, si duele...
-Está bien.
Te recompensa introduciendo su dedo medio y mordés tus nudillos. Sus dedos, más grandes y más largos que los tuyos, te hacen sentir llena y tocan en tu interior todos esos puntos que por lo general no podés encontrar. Mientras realiza pequeños movimientos, arrastrando el dígito dentro y fuera de tu estrecha entrada, gira su muñeca y curva la punta del mismo.
-Acá, ¿no?- sonríe cuando te escucha gemir.
Besa tu clítoris un par de veces, el contacto breve y suave, como una especie de advertencia antes de utilizar su lengua y labios en vos. Está tan desesperado por probarte que no se molesta en medirse y cuando te quejás por la sensibilidad, producto de tu anterior orgasmo, no parece importarle en lo absoluto. Continúa devorándote y tantea tu entrada con un segundo dedo.
Tirás de su cabello -es tanto o más sedoso de lo que pensabas- y te movés contra su boca, cualquier remanente de autocontrol ahora perdido, porque nunca antes habías experimentado algo así. El sonido producido por la mezcla entre tu humedad y su saliva es obsceno, ambos fluidos empapan tu centro, tus muslos, su mano y su rostro, pero eso parece excitarlos más.
-Más- exigís cuando sentís la proximidad de tu orgasmo.
Enzo introduce otro dedo y no podés hacer nada más que dejarte ir entre sollozos. En lugar de detenerse aumenta su tempo, sujetando tu pierna para impedir que escapes y manteniendo sus labios adheridos a tus pliegues para beber de tu liberación. Tus manos en su cabello, batallando por alejarlo y simultáneamente presionándolo más contra tu cuerpo, su nombre en tu boca, las contracciones de tus paredes y todo tu ser comienzan a volverse una adicción para él.
Se obliga a dejar de frotarse contra el colchón. No quiere arruinarlo todo.
-¿Querés más?- ofrece cuando vuelve a posicionarse sobre tu cuerpo. Tus pestañas brillan por las lágrimas que derramaste y él besa el rastro húmedo en tus mejillas mientras tu mano baja por su torso antes de colarse en su ropa interior. Cuando comenzás a tocarlo la calidez de tu palma amenaza con desbordarlo y busca refugio en tu cuello-. Dios... Me vas a matar.
-¿Así está bien?
-Sí, sí.
Cuando se reincorpora tomás su mejilla en tu otra mano y él gira su rostro unos centímetros para poder besar tu palma. Sólo deja de mirar tus ojos para ver tu boca, la manera en que mordés tu labio inferior con fuerza, tu mano envolviéndolo con dificultad y llevándolo hacia el límite. Cuando bajás la mirada comprendés el motivo de su fascinación y no podés evitar gemir.
Gotea cantidades absurdas de líquido preseminal sobre tu estómago.
-¿Enzo?
-¿Qué?
-Es muy grande- intenta ocultar su sonrisa, pero es en vano, ya conocés el significado y no te molestás en ocultar tu frustración ante su reacción arrogante-. No es gracioso.
-Perdón, bebé, es que…- se interrumpe con un gemido profundo que te hace apretar los muslos-. Está bien si querés parar.
-No quiero- aclarás-. Es que...
-¿Tenés lubricante?
Estirás el brazo para tomar el lubricante, perdido entre tus almohadas, sin dejar de tocarlo. Quién lamenta más el tener que separarse del otro es una pregunta sin respuesta, pero lo hacen, porque es necesario y porque saben que sólo será cuestión de unos minutos. Con expresión serena, intentando calmar tanto tus nervios como los suyos, Enzo deja caer unas gotas del producto en tu centro.
Vuelve a deslizar sus dedos en tu interior, separándolos y maravillándose con la imagen de tu entrada dilatándose, antes de arrojar un poco más de producto con la esperanza de facilitar la penetración. Tirás de las sábanas cuando un tercer dedo entra en tu cuerpo y ambos fingen ignorar la manera en que tu mirada permanece siempre sobre su mano.
-¿Qué decís?- pregunta mientras utiliza la base de su mano para ocuparse de tu clítoris-. ¿Estás lista?
-Sí.
Hace una pausa para desnudarse y perdés la capacidad del habla cuando por fin podés apreciar todo su cuerpo: los músculos en sus brazos, su pecho y su abdomen tonificado, el rastro de vello en la base de su miembro. Intentás dejar de mirarlo, concentrarte en su rostro, pero no parece molestarle y tampoco tenés la fuerza para despegar tu mirada de su persona.
Ocupa el lugar entre tus piernas, sosteniéndose con un brazo mientras guía su miembro hacia tu entrada, su rostro sobre el tuyo para poder mantener el contacto visual. Cuando delinea tus pliegues con su punta gemís y colocás una mano en su pecho, tus uñas rozando su piel, suplicándole silenciosamente y también rogándole para que se dé prisa.
Una pequeña exclamación hace que separes los labios -tu mandíbula cayendo exageradamente- una vez que comienza a penetrarte. El dolor te sorprende, pero es tolerable, sobre todo porque Enzo se mueve con la lentitud y la suavidad necesarias para permitir que te acostumbres a su tamaño. Rasguñás su pecho con los siguientes centímetros y él frunce el ceño, concentrado, intentando no provocarte más dolor.
-¿Necesitás que pare?
-No- negás rápidamente-. No pares.
Continúa hasta que la mitad de su miembro desaparece en tu interior y sólo entonces se detiene. La contracción de tus músculos sobre su extensión ya es exquisita y puede ver en tu rostro que necesitás un minuto o dos para recomponerte. Junta con su pulgar la saliva que mancha tu mentón y lo utiliza para jugar con tu clítoris.
Tu expresión de vulnerabilidad y total entrega le hacen perder el control. Mueve sus caderas sin pensarlo y gritás, pero tu cuerpo cede, recibiéndolo sin oponer mucha más resistencia. Termina de hundirse sin dejar de tocarte, esforzándose por mantener un ritmo constante para relajarte, ignorando el irrefrenable deseo de utilizarte de todas las maneras posibles hasta que sólo recuerdes su nombre.
Llevás una mano hacia tu abdomen bajo mientras balbuceás incoherentemente (sólo comprende las palabras profundo y llena) y él la cubre con la suya antes de ejercer presión. El gemido roto y tu respiración son la única advertencia que recibe antes de ver cómo otro orgasmo sacude tu cuerpo, tu espalda arqueándose y tus piernas rodeando su cadera para tenerlo más cerca (es imposible), tus párpados cerrados con fuerza y las lágrimas que no dejan de caer.
Sólo deja de tocarte cuando intentás apartar su mano, presa de la sobre estimulación, aunque escoge ese momento para comenzar a moverse. Sus estocadas no son precisamente lentas, pero el ritmo te permite acostumbrarte a la sensación de plenitud y el insufrible placer que produce la fricción entre su cuerpo y el tuyo.
Descansa sus codos a ambos lados de tu rostro para poder estar más cerca.
-Estás muy apretada- dice contra tu boca-. Me encantás.
-Me…- te interrumpís y humedecés tus labios en un intento de reunir valor. Cerrás los ojos antes de confesar:- Me encanta tu pija, Enzo.
Captura tus labios en un beso lleno de una pasión que se refleja también en el brutal golpe de sus caderas. Tu cuerpo se sacude sobre las sábanas y cuando Enzo rompe el beso –sus bocas permanecen unidas por un hilo de saliva- su mirada termina en tus pechos, hipnotizado por cómo suben y bajan con cada embestida, tus pezones erectos provocándolo.
El sonido de sus cuerpos colisionando resuena entre las paredes de tu habitación junto con tus gemidos agudos y su respiración pesada, el contacto de sus labios y tu piel con cada beso que deja en tu mandíbula y tu cuello, tus protestas cuando utiliza los dientes. Se queja cuando tus uñas se clavan en sus brazos, dibujando como lo hicieron en sus hombros y espalda, pero no intenta detenerte. Quiere un recordatorio de este momento.
En un fugaz movimiento intercambia sus posiciones, recostándose sobre el colchón y dejándote sentada sobre él, sus manos ahora sujetando con firmeza tu cadera para guiarte. El nuevo ángulo y el constante roce de tu clítoris sobre su pelvis te hacen delirar: repetís su nombre como una plegaria, rasguñás su pecho, rodeás su cuello con una mano y sujetás su mandíbula con la otra, desesperada por sentirlo.
-Sos hermosa, ¿sabías?- pellizca tu pezón y cuando intentás zafarte de su agarre golpea tu pecho con su palma abierta-. Y sos mía. Toda mía.
No estás segura de si son sus palabras o el placer lo que motiva tus acciones, pero plantás tus pies sobre el colchón y tus manos sobre su pecho en busca de apoyo, robándole con tus rápidos y pequeños saltos un gemido gutural. El esfuerzo hace arder tus músculos luego de unos pocos minutos pero no te detenés, querés volverlo loco y se siente muy bien como para parar.
Cada vez que tus muslos impactan con su cuerpo su punta besa tu cérvix y gritás. La línea que separa el placer y el dolor termina de difuminarse cuando sentís sus uñas en tu pierna y en tu cadera, cada vez más profundo, como si intentara marcarte de todas las maneras posibles.
Cuando Enzo rodea tu cintura con sus manos y toma impulso para embestirte te frustrás, molesta por ser incapaz de controlarlo como él te controla y también excitada por el poder que tiene sobre vos, pero la fuerza de sus movimientos termina haciéndote caer sobre su pecho y allí olvidás cualquier pensamiento que no sea su nombre.
Besás sus clavículas y él besa tu cabello antes de abrazarte con fuerza. Gemís sin control.
-Me vas a dejar llenarte toda, ¿no?- pregunta. Cuando no respondés tira de tu cabello para obligarte a mirarlo y no está seguro de qué disfruta más: las lágrimas que caen en cascada por tus mejillas o el hilo de saliva que escapa de tus labios-. ¿Querés que te llene la conchita?
-Sí, sí, sí.
Besa tu frente y cuando buscás su boca te corresponde. Tus suspiros, jadeos y gemidos se derraman sobre sus labios, así como las palabras inentendibles que le dirigís, pero él no necesita de palabras para saber lo que intentás comunicarle. Puede sentir tus pezones erectos contra su pecho y la manera en que tu interior succiona su miembro desesperadamente.
Golpea tu mejilla para llamar tu atención.
-Sos mía, ¿entendiste?
-Y vos sos mío.
-Siempre- con su mano en tu nuca te obliga a descansar tu frente sobre la suya. La intensidad y devoción que brillan en sus ojos te hace temblar entre sus brazos-. Somos el uno para el otro.
Sus palabras te empujan hacia el orgasmo y arrastrás tus labios por su mandíbula antes de buscar refugio en su cuello, desbordada por su confesión, por cómo sus brazos te rodean, por la forma en que abusa de tu cuerpo sin consideración.
El placer es intolerable y sentís el impulso de cerrar las piernas, pero la cadera de Enzo se interpone, así que mordés su hombro para lograr sobrellevar la brutalidad de tu clímax. Esto parece ser el último empujón que necesita para su propio orgasmo, porque sus embestidas frenéticas se tornan erráticas.
-Toda, Enzo, toda- suplicás-. Por favor.
Intenta contenerse, prolongar el momento, pero es imposible considerando lo que estás pidiendo con tanta desesperación. Recorre todo tu cuerpo con sus manos y finalmente se deja ir (sus yemas sobre la piel que rodea tu entrada y rozando su miembro cada vez que entra y sale) con un gruñido. Llena tu interior con su semen caliente y no deja de moverse hasta que está seguro de que no queda nada más por derramar.
Besa tu hombro mientras intentan recuperarse.
-¿Estás bien?
-Sí- contestás con un hilo de voz-. ¿Vos…?
-Mejor que nunca.
Soltás una risa tímida.
-Estás temblando otra vez- susurra cuando abandonás tu lugar en su cuello. Peina tu cabello y busca cualquier señal de incomodidad o dolor en tu rostro-. ¿Estás segura de que estás bien?
-Sí.
-Voy a...
Abandona tu interior lentamente y protestás por la sensación de ardor en tu entrada. Besa tu mejilla para disculparse y te recuesta sobre el colchón, estirándose para poder tomar su camiseta y cubriéndote con ella. Suelta una carcajada.
-¿De qué te reís?
Se arroja a tu lado.
-Nunca imaginé que esto iba a pasar- acaricia tu mejilla-. Pensé que sería diferente.
-¿Te arrepentís...?
-No. Nunca. Jamás pienses eso- vuelve a acercarse a tu rostro-. Es así como tenía que ser.
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-Por supuesto.
-¿Qué estabas haciendo antes de venir?
-Fui a ver la obra que protagoniza un amigo.
-¿Y por qué recién cuando llegaste me mandaste un mensaje preguntando si estaba enojada?- tomás un mechón de su cabello entre tus dedos-. ¿No se te ocurrió que podía estar ocupada?
-Qué suerte que no lo estabas, ¿no?- ríe-. Pensaba hablar con vos antes, ¿sabés? Cuando no me respondiste las historias pensé en decirte.
-¿Y qué pasó?
-No podía esperar más. Quería verte.
Tu sonrisa es reemplazada por una mueca de disgusto rápidamente y cuando bajás la vista Enzo comprende el motivo. Su liberación corre por tu piel y mancha tus muslos de manera tentadora, pero la cantidad que cae humedece y oscurece las sábanas.
En silencio abandonan la cama y te conduce hacia el baño. Espera pacientemente junto a la puerta y cuando lo invitás a entrar te sigue hacia la ducha, donde no puede evitar besarte mientras el agua caliente impacta de lleno en sus hombros y su espalda.
-Lo dije en serio- asegura cuando el vapor los rodea por completo-. Somos el uno para el otro.
#enzo vogrincic#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic fluff#enzo vogrincic x reader#lsdln cast#lsdln smut#lsdln x reader
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Hola!. Soy muy fan de tu blog, es dificil encontrar contenido de eldarya que aun siga publicando ;).
¿Podrias hacer headcanons de los chicos de eldarya en la primera cita y que tipo de cosas les gustan hacer a estos en esos momentos?. Gracias!
ELDARYA; primera cita
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𝐂𝐨𝐧𝐭𝐞𝐧𝐭: fluff, sfw, primera cita y confession (en algunos casos) ↝ 𝐂𝐫𝐞𝐚𝐭𝐨𝐫'𝐬 𝐧𝐨𝐭𝐞: ¡Buenas! Buah, volví por el simple hecho de que echaba de menos escribir acerca de Eldarya, así que cualquier cosa me puedes solicitar algún pedido cuando tenga las reqs abiertas :). No he sabido hacerlo en formato de headcanons así que he hecho un poco hc y un poco scenario, un poquito raro pero nose. ¡Disfruta!
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EZAREL
Un caos.
Ezarel nunca ha tenido una cita con nadie puesto a que no llegó a sentir la necesidad de tenerlas anteriormente a ti. Tuvo aquella relación con Eweleïn, sí… pero no dejó de ser una relación de encuentros puntuales en la cama y nada más allá que una amistad. Por consecuencia, Ezarel nunca pensó en las maneras que podría llevar a alguien de cita.
Fue la mismísima Eweleïn quien le dio la idea de llevarte a una cita más seria para ir directo al tema (declararse), la idea de una cita romántica. La cosa es que Ezarel tampoco sabía cómo declararse, así que siguió las pautas de Eweleïn para planificar la cita… pero decidió que la declaración tendría un gran toque de su esencia. Iba a hacerlo de manera impulsiva, según la cita se daba.
Ya te resultó extraño que Ezarel te invitara a cenar una noche, ya que él siempre bromeaba con que tu tendrías que invitarle a cenar a él. Pero ahí estaba, dispuesto a gastar de más solo por ti.
El día anterior a la ‘cita’ no pudo conciliar el sueño. El pensamiento de tener que abrirse a ti al día siguiente lo mantenía inquieto. Ni siquiera tú sabías que era una cita.
Pero llegó el día y él, por primera vez en mucho tiempo, fue el primero en llegar al lugar acordado para luego ir hacia el restaurante. Raro, ¿no?
En cuanto el silencio incómodo se formó entre vosotros dos, podías sentir como el tiempo avanzaba incluso más lento de lo normal. Estabais esperando a que el camarero os trajera las bebidas y ni siquiera habías escuchado a Ezarel formar una frase bien estructurada que no fuera “un agua” para hacer su pedido. Le mirabas fijamente y veías que tenía la barbilla apoyada sobre su mano, mirando a través de la ventana como si simulara estar pensando. Pero la verdad es que su cabeza no era capaz de formular un pensamiento coherente debido a la adrenalina en su estómago. Podrías apreciar un leve ceño fruncido y un rubor bastante extenso en sus mejillas, incluso la punta de sus afiladas orejas estaban rojas.
–Ez… –Tu voz irrumpió aquel tenso silencio, cosa que paralizó a Ezarel; aunque tu no dejabas de pensar que te estaba ignorando–. ¡Ezarel! Con un pequeño salto plantó su atención en ti. Sus pupilas estaban bastante dilatadas y parecía un poco sorprendido por la manera en la que alzaste la voz, musitando; – ¿Qué?
–Hombre, por fin hablas. ¿Me vas a decir qué te pasa? Llevamos veinte minutos juntos y ni siquiera me has mirado–. Tu frustración fue delatada por tus palabras, haciendo que Ezarel respondiera con un tembloroso suspiro, como si hubiera estado conteniendo la respiración por mucho tiempo. Apartó su mirada nuevamente, mirando la mesa que os separaba y buscando una respuesta en su nublada mente. Había un gran dilema en su mente, si decirtelo ya o esperarse a cuando estuvierais fuera del restaurante. ¿Sería muy lanzado besarte ya? ¿Tendría que mirarte fijamente?
Tomando una gran bocanada de aire, finalmente decidió actuar. Sin importar que su mano estuviera algo sudada de los nervios, agarró la tuya. Podías notar la calidez de su tacto y un leve temblor en su mano. Inconscientemente formó un agarre firme, aunque no era su intención en lo más mínimo. Conociendo a Ezarel, te sorprendió que iniciara ese contacto tan espontáneo contigo; pero fue algo que aceleró los latidos de tu corazón.
–Perdón, no sabía que había pasado tanto tiempo. A ver… es difícil… –Se murmuró así mismo. Intentaba mentalizarse de que si se sacaba este sentimiento de encima, la ansiedad se le pasaría, aunque la posibilidad de tu rechazo era algo que lo echaba hacia atrás. Sabía que al ser rechazado las cosas serían incómodas entre vosotros. Pero la vida es solo una–. Me encantas. Me pareces absolutamente fascinante y te quiero, te quiero en mi vida y no simplemente como una amistad.
Lo último que te esperabas en tu vida era ver a Ezarel tomando la iniciativa para declararse. Aunque tu corazón fuera tan rápido que lo sentías en tu garganta, no podías evitar pensar lo adorable que era verlo tan nervioso y serio acerca de un tema como este. Una sonrisa apareció en tu cara, en un principio era tímida pero comenzó a extenderse poco a poco hasta que soltaste una abierta y cálida carcajada, causando confusión y vergüenza al pobre elfo.
–¿Has estado tanto tiempo callado pensando en decir eso? –Le hiciste burla sin malicia, provocando que ese rubor se intensificara.
–Vale, no te voy a hablar nunca más…
–¡Es broma! Yo también te quiero, y afortunadamente no como un amigo.
Después de esto le contaste lo sucedido a Nevra y se pasó un par de semanas molestando a Ezarel con su terrible confesión. Y cada vez que se acuerde, también.
Realmente Ezarel se quedó muy satisfecho con su acto. Es genuinamente lo más bonito que ha hecho por alguien jamás. Y sí, él pagó la cena. Aunque iba a marcarse un sinpa.
Cuando era el momento de despedirse de ti, no se contuvo. Acurrucó tus mejillas para poder darte un pequeño beso en la frente. Ya fue cosa tuya si dejarlo en un simple beso en la frente o darle vuestro primer beso :^.
NEVRA
Después de años con rollos de solo una noche, conocerte a ti hizo que se cansara de estar metido en todo ese lío. Mientras mantenía una amistad contigo, también mantuvo contacto con esas chicas a las que solo llevaba a la cama por ciertos temas y luego chao pescao. Pero dejaba de resultar algo placentero contra más cercano se hacía a ti.
Se sentía mal cuando tu aparecías en su cabeza cuando él estaba en mitad del acto, tanto por ti, por él y por la chavala. Esos encuentros cesaron por completo y se enfocó en ti. Tenías algo que hacía que su atracción por otra gente fuera nula. En su cabeza solo estabas tú y no de manera sexual.
Antes de ir a una cita propiamente dicha, ya hubo cierto ligoteo entre vosotros.
Cuando te pidió la cita, no fue sutil con ello; fue directo al tema y te preguntó si te gustaría tener una cita con él, si es que no te molestaba.
Cómo decirle que no a este hombre.
El vampiro esperaba aquella cálida mañana en la zona del cerezo centenario, su cabeza recurriendo a pensamientos donde se planteaba el riesgo de tu ausencia a la cita. Sabía la fama que tenía de mujeriego, y temía que pensaras que hacía esto para jugar contigo. En un principio habría sido probable que hubiera tenido contacto contigo por el mero hecho de tener sexo, pero no era así. Una marca rojiza apareció en sus dedos debido al firme agarre con el que sujetaba una pequeña bolsa de papel, donde miraba fijamente. Cuando llegaste, te hizo gracia ver que estaba tan desconectado de la realidad que ni sus agudos sentidos vampíricos detectaron tu presencia.
–¿Nevra? –Intentaste llamar su atención, e inmediatamente lo conseguiste. Sus ojos recorrieron tu silueta, una sonrisa apareciendo en su rostro al ver que verdaderamente te habías preparado para esa cita junto a él.
–Ah… te ves increíble… –Murmuró, cogiendo tu mano con delicadeza y guiándola a sus gélidos labios para asentar un pequeño beso–. Gracias por venir.
–¿Por qué no iba a hacerlo? Es un detalle bonito que me invites a una cita –Te sentías feliz de saber que te había escogido a ti sobre otras personas.
–Bueno… cuando veo algo muy bonito, no puedo evitar quererlo todo para mí. Lo mismo con las personas, sobre todo a ti. Te quiero para mi–. Te sorprendió lo directo que fue con sus palabras, y es que Nevra es honesto con estas cosas, no es algo que le dé vergüenza. Se le hacía raro sentir este afecto, pero le gustaba lo genuino, lo inocente y lo sencillo que era. Era natural.
Algo que te encantaba de Nevra era la facilidad que tenía para expresar lo que pensaba, para hacerte reír y generar una atracción hacia su carisma que simplemente complementaba con su belleza natural. El tiempo con él se te pasaba volando, y la conversación surgía con tanta sencillez que cada vez sentías más comodidad. Y lo mismo le ocurría a él. Era una cita tranquila, sentados en aquel pequeño banco de la plaza donde tan solo los pájaros os hacían compañía mientras estos cantaban entre ellos. Sus ojos no se apartaban de ti, toda su atención era hecha para ti y no había nada que pudiera distraerlo en aquel momento. Sentías que alguien te escuchaba con su presencia, y realmente lo hacía ya que estaba muy interesado en ti. La cercanía te permitía oler la colonia tan agradable que Nevra se había echado para la ocasión, y realmente no se cortaba ni un pelo en estar cerca de ti. Mientras estabais sentados en aquel banco, su brazo estaba justo alrededor de tus hombros. Contra más cómodo estaba, más cerca estaba, hasta que tu cabeza descansaba en su hombro. Entonces se formó el silencio.
–Esta es la parte en la que te beso, ¿no?
Durante la cita se muestra atento y juguetón, aunque llegando a hacer preguntas significativas para tener conocimiento de tus gustos románticos. Combina muy bien el tonteo para avergonzarte con preguntas casuales pero profundas.
Por más que sea directo con su atracción hacia ti, tomaría las cosas ‘lentamente’ porque tampoco quiere que sea una decisión apurada para ti. Así que la primera cita llevaría a una secuencia de dos o tres citas hasta que finalmente tomó el pasó de declararse. No puede resistir las ganas de besarte cada vez que te ve (lo quiere muchomuchomucho).
Cuando te acompañó hasta el punto de despedida, no se fue sin antes entregarte la bolsa que había traído a la cita. Se trataba de una pequeña caja que contenía un collar, la cadena dorada sujetando un pequeño rubí en su extremo. Era un collar elegante y bonito a la misma vez.
El día que se declaró a ti te explicó que decidió regalarte aquel collar ya que la joya estaría cerca de tu corazón, que era justo lo que él quería conquistar (y lo logró).
Tal y como se estaba despidiendo preguntó “entonces… ¿para cuándo una próxima cita?”.
VALKYON
Años de amistad junto a Valkyon pasaron hasta llegar a tener una cita. Por más que la atracción fuera física, Valkyon necesita una conexión emocional más profunda para llegar a sentir interés por alguien. Y se le había pasado por la cabeza el preguntarte si te gustaría ser su amigo/a con derechos.
Pero sabía con certeza que una noche contigo no le llenaría física y mentalmente. A ti no te quería por mera satisfacción física.
Un día, mientras él forjaba una de las tantas armas que tenía pendientes, te preguntó si aquella misma noche te apetecía ir con él al bosque. No hay nada más relajante que caminar por el bosque bajo el estrellado cielo nocturno.
Era una costumbre ir a pasear con Valkyon por el bosque y hablar de aquello que os perturbaba, o incluso de los cotilleos del cuartel. Con estas conversaciones habías conseguido quitarte muchos pesos de encima e irte a dormir con calma. Vuestros pasos generaban un agradable sonido entre la tierra y las hojas crujientes bajo los pies, la brisa nocturna siendo tan ligera que acariciaba vuestra piel con una suavidad tranquilizadora.
–Siento que cuando estoy contigo puedo bajar la guardia completamente. –Valkyon continuó la conversación, resultando en una sonrisa satisfactoria por tu parte–. Eres la primera y única persona que me hace sentir tan… cómodo en mucho tiempo.
–Me halagas. –Tus palabras sonaban agradecidas, cierto orgullo despertó hacia tu propio ser por conseguir que Valkyon pudiera sentirse de dicha forma contigo–. Puedo decir lo mismo, haces que todos los problemas desaparezcan.
–Eres muy fuerte. –Dijo con cierta admiración, su mano aterrizando en tu espalda mientras seguíais caminando, dejando atrás los árboles y vislumbrando la cima, que os dejaba una gran visión al nocturno cielo estrellado–. Espero que nunca dejes de luchar por tus sueños, no desperdicies tus talentos.
–Gracias. –Susurraste esta vez, mirando hacia el cielo. No había ni rastro de ansiedad en ti, al menos ahora. Y mientras admirabas los pequeños astros brillantes, sentiste un pequeño toque en tu cabeza. No te tocó con sus dedos, sino con sus labios. La calidez de saber que se había tratado de un pequeño beso hizo que la sangre se subiera a tu cabeza de la vergüenza–. ¿Y eso…? ¿Otro halago? –Una pequeña y profunda risa escapó de sus labios ante tu tímida pregunta.
–Si saber que estoy enamorado de ti te halaga también, pues sí, definitivamente te estoy halagando. –Tu sangre se congeló al escuchar esto, mirando hacia él para ver si había algún rastro de ser una broma o estaba siendo honesto. Su cara era neutra, pero sus ojos expresaban sin duda la honestidad de sus palabras.
–¿Me estás diciendo que estás enamorado de mi?
–¿Acaso te sorprende?
Pues sí, era sorprendente ver a alguien como Valkyon tan coladito por alguien. Pero como era difícil percibir sus sentimientos, no te habías dado cuenta hasta el momento.
Realmente eras la única persona a la cual Valkyon trataba con tanta cercanía, paciencia y afecto. Difícilmente miente, y no tendría motivo alguno para mentir respecto a un tema tan delicado como los sentimientos.
LEIFTAN
Este cielito de criatura es definitivamente quien mejor organiza las citas. Ya llevaba tiempo teniendo la idea de llevarte a una cita, pero quería que fuera una sorpresa para ti.
Con antelación te preguntó si aquel mismo viernes tenías algo que hacer, puesto a que quería reservar una parte de tu día con él.
Y procuró que aquel día todas las cosas estuvieran preparadas para cuando tu llegaras. Quedó contigo en la entrada del bosque, y te guió de la mano hasta llegar a un extenso lago. Justo al lado de este pudiste admirar lo que parecía ser una manta beige en el suelo, la cual contenía un par de pequeñas y cómodas almohadas y una cesta.
–Esto es increíble, Leiftan. –Expresaste con sorpresa e ilusión, acercándote a la manta para admirar lo bien preparado que estaba. Las almohadas colocadas de manera que el sentarse ahí fuera cómodo. La cesta contenía frutas, algunos dulces y bebidas; era media tarde así que tampoco era una comida muy pesada. Además, había varios lienzos bien colocados junto a pinceles. Como siempre, Leiftan haciendo todo muy bonito.
–¿Te gusta? –Su suave y melódica voz sonó a tus espaldas, mientras miraba por encima de tu hombro al propio picnic que él había preparado. Tomaste asiento al lado izquierdo, mirando la cesta y luego el lago; era un lugar precioso y sereno.
–Me encanta. –Respondiste con simpleza, pero sin esconder tu emoción. Leiftan se sentó al otro lado y miró alrededor al igual que tu.
A medida que comenzaba a pasar el tiempo, hablabais mientras picoteabais de la fruta y algunos dulces que Leiftan preparó en la cesta. Si eres una persona que se divierte creando arte, los lienzos serían utilizados para dibujaros el uno al otro o el propio paisaje. Pero sin duda el paisaje más bonito para él eras tú. Tras hacer un precioso retrato de ti, te lo regaló.
Tu cabeza llevaba varios minutos descansando en su regazo, recibiendo las caricias de sus dedos por tu cuero cabelludo mientras hablabais de cualquier cosa que se os viniera a la cabeza. El sonido del agua del lago moviéndose hacía la situación más íntima y bonita entre vosotros.
–Leiftan, ¿por qué has decidido hacer este picnic? –Preguntaste tan repentinamente que Leiftan se atragantó en el zumo de naranja que estaba bebiendo. Tenía las mejillas algo rojizas por el rubor que adquirió por timidez.
–Bueno… me apetecía traerte a un pequeño rincón cómodo en el mundo. Sé que necesitabas distraerte de estos días tan estresantes. –Explico de una forma genuinamente adorable. Leiftan era un buen amigo, y siempre procuraba tu bienestar frente al suyo. Pero su nerviosismo no te convencía del todo. Su mano libre seguía jugando con tu pelo, haciendo minúsculas trenzas para relajar la ansiedad creciente en él.
Ya previno que no sería capaz de declararse en la primera cita, pero viendo que te había gustado la primera cita en aquel formato de picnic, decidió hacerlo de costumbre una vez por semana.
Cada vez te quedaba más claro que realmente estabas yendo a citas con él, hasta que finalmente, un día que se despedía te dio una carta. En aquella carta expresaba honestamente sus sentimientos por ti; proponiendote que él te esperaría enfrente de aquel lago por la noche en caso de que aceptaras sus sentimientos.
El verte llegar allí aquella noche le hizo el hombre más feliz del mundo, acercándose a ti sin miedo alguno para abrazarte y repetir en suaves murmullos “Gracias. Muchas gracias…”
LANCE
Es un hombre simple y práctico, por lo que sus citas serían igual de simples. No esperabas que Lance fuera a pedirte una cita, y más después de pasar algunos días distante frente a ti. Pero no te odiaba, no era capaz de sentir nada negativo hacia ti. Simplemente era extraño para él sentir tanto cuando estaba contigo, por eso se distanció.
El día que ibas a enfrentarte a él, porque ya comenzabas a cansarte del silencio entre vosotros, fue el día que él te pidió la cita. Fue tan de repente, tan de golpe que te dejó sin palabras. Aunque querías decirle que no por haberte ignorado, era una oportunidad que no podías dejar pasar.
Fuisteis al festival del mercado que se realizó una noche en la ciudad de Eldarya. Ver a Lance tan bien vestido aquella noche te hizo perder todo el enfado de días anteriores. Con aquella camisa negra, ajustada adecuadamente a sus músculos, y esos tejanos que sin duda dejaban el apetito despierto a cualquiera… Bof.
Había más puestos de los que acostumbrabas a ver en tus días. Puestos de libros, de joyas, de comida, de pociones, de manualidades… y todo era visualmente satisfactorio. Además el puesto de incienso ayudaba a que el ambiente tuviera un aroma agradable. La cantidad de gente era lo único molesto, pero lo ignorabais. Os parasteis frente al puesto de libros, y comenzaste a observar los libros en venta con cierto interés.
–¿Hay alguno que te llame la atención? –Preguntó Lance, mirando por encima de tu hombro a los libros que estabas mirando. Hiciste una mueca, intentando decidirte por cuál libro comprar.
–Creo que me voy a decantar por fantasía. –Musitaste con una pequeña sonrisa, como si fueras un niño pequeño haciendo una travesura. Lance soltó una pequeña risa, asintiendo con la cabeza y sacando su monedero.
–Lo que tu quieras. ¿No quieres alguno más?
–Es mucho dinero, Lance. No voy a dejar que gastes tanto por mi. –Miraste hacia arriba para encontrarte aquellos azulados iris enfocados en ti. Alzó ambos los hombros con indiferencia.
–Creo que te lo debo. –La manera tan casual de hablar te hizo rodar los ojos. Pero tardaste en darte cuenta de que él ya estaba entregando las monedas al vendedor y recibiendo una bolsa con aquellos libros que él mismo vio que te interesaban. Estaba un poco loco. Para seguir vuestra ruta por el mercado, agarró tu mano y te guió entre la gente por tal de no perderte. Cuando estabais más lejos de la multitud, mirasteis los puestos de comida. Lance era demasiado generoso, invitándote a literalmente todo.
–Lance, Lance… creo que te estás pasando un poco. –Suspiraste, tomando asiento sobre una roca que descansaba en el suelo. Lance te miró confundido, negando con la cabeza.
–¿Eso por qué?
–¿Qué se supone que me debes? ¿El tiempo que has estado ignorándome? –Alzaste una ceja para poner en duda sus intenciones, cosa que sorprendió un poco a Lance–. Me gustaría saber por qué hiciste eso.
–Por qué… el porqué es… algo que aún no sé. –Murmuró, claramente nervioso acerca de esa pregunta–. Actué mal, ignora eso. Tonterías mías, probablemente.
–No. Si te pasa algo conmigo, prefiero que me lo digas en vez de quedarme con la sensación de que te has enfadado conmigo. –Dijiste en cierto tono defensivo. Lance se temía esto, y más en la primera cita que él quería tener contigo. Vaya cliché.
–No estoy enfadado. Lo único de lo que te puedo culpar es de que hayas robado mi corazón, pero sé que no es tu culpa. –Se cruzó de brazos, mirándote fijamente para ver si captabas lo que intentaba decir.
Y tanto que lo captaste. Lance vio que te quedabas en silencio, nuevamente sin palabras ante su confesión. Ni siquiera él esperaba que fuera a confesarse tan pronto, pero lo vio necesario si quería una segunda cita contigo.
En silencio te levantaste y le diste un abrazo. A pesar de que los sentimientos fueran mutuos, Lance no quería apresurar nada para ninguno de los dos; ambos necesitabais tiempo para poder asentar vuestra relación.
Pero de las citas a las que ibas con él siempre conseguías algún detalle de su parte. Y nada de culpabilidades, él se siente bien dándote regalos; más cuando puede ver lo feliz que te hacen.
Es todo un caballero. Paciente, servicial y respetuoso con tus preferencias.
MATHIEU
Para él las mejores citas son aquellas dinámicas. En el mundo humano él hubiera propuesto ir a hacer cosas que den adrenalina, una tarde de videojuegos, una mañana de escalada…
Pero tuvo que adaptar dichos deseos en Eldarya, y quería llevarte a una cita en bote a través de un gran río. Su manera de llamar tu atención era mediante hacer cosas únicas que creará grandes recuerdos entre vosotros; ya no solo por el hecho de que era junto a ti, si no porque mediante esas experiencias tendríais un montón de bromas internas que nadie más podría entender.
–¡No te muevas tanto! –Gritaste, escuchando como respuesta una fuerte carcajada mientras el bote se tambaleaba por culpa de Mathieu, quien había decidido hacer tonterías (como siempre) por tal de ver tu molestia. Sentías tus pies mojados ya que el agua entraba por culpa del tambaleo, cosa que te hizo gritar por la desagradable frialdad que emanaba.
–¡Venga, déjate llevar! –Eso es lo que siempre decía antes de que algo saliera mal… Y salió mal. El bote se estaba tambaleando tanto que en cuestión de segundos este se volcó y el frío agua que antes empapaba tus pies, finalmente te empapó por completo. Mathieu se encargó de empujarte a la superficie, y tosiste ante la cantidad de agua que sin querer habías tragado. Estabais completamente empapados, y veías a Mathieu reírse a carcajadas sin cesar–. ¡Dios mío, ha sido increíble!
–Increíble el resfriado que vamos a pillar… –Tus palabras le hicieron seguir riendo, aunque intentaba calmarse. Abrió sus ojos y secó algunas pequeñas lágrimas de la risa, mirándote mientras flotabais en el agua.
–Bueno, algo que no olvidaremos, sin duda. –Dijo más tranquilo, pero aún divertido por la situación. Tenía la cara colorada de tanto reír, hecho que te sacó una sonrisa. Su mano peinó un poco tu cabello, el cual estaba ciertamente desordenado al haberse mojado–. Hasta así te ves genial, es increíble.
–Venga ya, Math… Me ves con muy buenos ojos. –Miraste a tu alrededor y luego al bote, el cual estaba completamente girado–. Vamos a tener que girar esto si queremos volver a tierra…
–Si tu lo dices… yo creo que podríamos nadar. –Sugirió en un tono juguetón, comenzando a nadar lentamente de espaldas. Era incitador seguir su inmadurez, pero te querías resistir.
–¡Math! No podemos dejar el bote aquí. –Aunque querías mantener un tono serio, su expresión tan feliz y relajada era contagiosa.
–Déjate de broncas. Ya volverá solo. –De repente sentiste una mano agarrando tu muñeca y atrayéndote con facilidad hacia él, sujetándote en sus brazos mientras nadaba hacia atrás. Estabas prácticamente descansando sobre su torso mientras te guiaba hacia el exterior, aunque sería un largo camino…– Admite que te lo estás pasando bien.
–Tienes suerte de que sí. –Confesaste, dejando que tu cabeza se apoyara sobre su pecho, mientras sentías el agua pasar con cada movimiento.
–Pero mira que eres adorable. –El brazo que sujetaba tu cintura te agarró con un poco más de firmeza, mirando a su alrededor antes que a ti. Sus ojos observaron cada pequeño detalle de tu cara, y sentías que realmente no era una mirada que normalmente los amigos se darían entre ellos, puesto a que los segundos con los que analizó tus labios no fueron cortos. No pudiste evitar hacer lo mismo–. Me dan ganas de besarte y todo.
Ya era tu decisión si en la primera cita habría el primer beso, pero sin duda no sería la última cita. Mathieu tenía claro que estas experiencias contigo eran las mejores, y tenía muchas ganas de pasar tiempo contigo.
No fue muy reservado con sus sentimientos, pues los habló sin ni siquiera pensarlo bien. Tampoco se arrepintió de haberlos soltado con naturalidad.
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Capítulo 2
Pretty liars (toxic best friend) - Matías Recalt
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Estuviste callada durante varios segundos, hasta que vagos recuerdos comenzaron a invadir tu mente, estabas demasiado borracha para tu gusto, y lo último que recordabas con claridad fue estar discutiendo con Matías fuera de los baños del boliche. Finalmente te resignaste y le contaste la verdad a tus dos amigos presentes.
Sinceramente es una larga historia —Suspiraste pesadamente. Pero supongo que tengo tiempo de sobra para contarles todo. —Enunciaste invitándolos a sentarse en tu sala.
Partiste contándoles sobre la noche en la que te declaraste por primera vez en tu cumpleaños, donde evidentemente te rechazó de una manera bastante alejada a lo que pensabas que ocurriría. Pero sin importar eso, a las horas después en esa misma noche Mati te interrumpió en el baño de tu habitación, habías subido ya que no te encontrabas en el mejor estado, y fue en ese entonces cuando a él no se le ocurrió nada mejor que besarte sabiendo que no pondrías resistencia. Cediste el paso completamente mientras posicionabas tus manos alrededor de su cuello agarrándole pequeños mechones de cabello entre tus dedos, él exploraba con fascinación las curvas de tu cintura y cadera, metiendo una de sus manos por debajo de tu vestido subiéndolo casi por completo para tener acceso a ti. Y así fue como terminaste cogiendo con tu mejor amigo en tu baño, y claramente ese fue solo el comienzo de lo que había pasado entre ustedes. Eso siguió ocurriendo hasta el día de la fiesta, habían mantenido una "relación" netamente sexual, cada vez que él tenía ganas venía a ti, y esto al principio no fue un problema, te hacía sentir bien el saber que te quería a ti para saciar esa necesidad, aparte se la pasaban extremadamente bien disfrutando de la compañia ajena. Él te dijo varias veces de grabarse cuando estén en el acto con la excusa de poder guardar un recuerdo, pero siempre te negaste, no te gustaba la idea. Hasta que un día él lo hizo sin que te dieras cuenta, o al menos eso pensó, fue muy evidente al posicionar su cámara oculta, de todas formas no le dijiste nada, aunque sin que él se diera cuenta te los enviaste directamente a tu celular, por si acaso.
Todo estuvo relativamente bien, tenían su rutina, eran amigos para toda la gente a su alrededor, pero en privado eran mucho más que eso (según tu), sin embargo, nada puede durar para siempre. Matias consiguió novia a los inicios de sus 19, y eso para ti fue como un balde de agua fría, dejó de pasar tiempo contigo para dedicárselo a ella, ya no recurría a ti y eso te destrozaba. Por un tiempo dejaron de hablarse con frecuencia, y era evidente el porqué, no querías estorbar, y él nunca te presentó a su pareja formalmente, así que solo cortaron contacto. Y eso fue así hasta que comenzaste a salir con un chico, era un amigo en común que tenían, jamás lo habías visto con otros ojos pero no estabas cerrada a darle una oportunidad, mínimo para distraerte. Salían bastante seguido, pero nunca fueron más allá de un par de besos y caricias, y eso bastaba para ti. Una tarde luego de salir con Fran, estabas tirada en tu sofá hasta que un golpe en tu puerta te saca de tus pensamientos, te diriges a ver quién es, quedando perpleja al ver de quién se trataba, era Matías. No pidió permiso para pasar, solo pasó y cerró la puerta detrás de ti mientras tomaba de tu muñeca para arrastrarte devuelta a la sala.
¿Me querés contar algo, nena? —Soltó sentándose con los brazos detrás de la cabeza.
Tú con evidente confusión y bastante incomodidad por la situación, no sabías qué decir.
¿Cuándo pensabas contarme que andas con Fran? ¿Qué, creíste qué no me iba a enterar? —Habló en un tono burlesco mientras mantenía una sonrisa en su rostro.
No estoy saliendo con Fran, y si así fuera, ¿qué tiene de malo? ¿acaso no puedo salir con nadie? ¿tú me contaste cuando comenzaste a salir con esa chica? —Lo miraste con claro enojo.
No metas mi asunto aquí, no tiene nada que ver contigo. —Expresó con desdén. Y no, no podes, yo pensé que lo tenías claro. Sos mía.
No pudiste evitar sentir un escalofrío al oír sus palabras, seguía poniéndote igual de nerviosa, pero no querías caer en su jueguito.
¿Qué carajo estas diciendo, tarado? ¿Me estás jodiendo? —Le preguntaste con algo de ironía en tus palabras.
No te vengas a hacer la desentendida, sabés bien de lo que hablo, bien que te gustaba cuando te decía que eras mía en la cama. —Se rió sarcásticamente y eso para ti fue la gota que revalsó el vaso, te acercaste rápidamente a él y sin pensar en las consecuencias de tus actos estampaste tu mano contra su mejilla. Sintió como tomabas control en la situación y claramente no le gustó nada. Se paró del sofá, posicionó su mano alrededor de tu cuello ejerciendo un poco de presión en la zona(no la suficiente para lastimarte) mientras que con la otra sujetaba tu cabello en una coleta.
Mira vos, no sabía que tenías esas actitudes. Y no tenés idea de lo mucho que me calentás, pendeja de mierda. —Decía mientras sostenía fuertemente tu cuello, acercándose peligrosamente a tu boca, sentías su respiración chocar contra la tuya.
Sos mía. Decílo. —Enunció con el ceño fruncido esperando a que contestaras su petición.
A estas alturas ya estabas extasiada con este hombre, por más que te resistiera sabías que no puedes decirle qué no, y por más mal que estuviera, te encantaba.
Soy tuya. —Dijiste en un hilo de respiración esperando por su aprobación. Éste al escucharte no aguantó más y te besó, era un beso desesperado, como si ambos lo hubiesen esperado por mucho tiempo.
Y así comenzaron nuevamente, mantenían relaciones cada vez que Mati se peleaba con su pareja o cada vez que tenía ganas. Para ti no era lo mejor, y aún sabiendo que estaba terriblemente mal lo aceptabas.
No habían tenido conflictos hasta el día del boliche, estaban sentados en la barra mientras conversaban, Matías te platicaba lo difícil que se había puesto su relación, que ya no la aguantaba, y que supuestamente le terminaría pronto, pero esta historia ya la conocías, era la que siempre te contaba cuando quería coger, las primeras veces sí le creíste, creíste que el terminaría su relación y tú por fin tendrías oportunidad de ser la oficial, pero evidentemente eso nunca ocurría. Estabas realmente harta de eso así que se lo dijiste directamente.
¿Quieres coger? No tienes porqué poner esa excusa Matías, ya sé lo que quieres. —Dijiste intentando no sonar molesta.
¿Qué te pasa, boluda? Decíme que no querés y ya está. —Dijo siendo él el molesto.
Bueno Mati, yo hoy paso, tampoco quiero discutir contigo. —Soltaste parandote de la silla para dirigirte hasta tus amigos.
Sin darte cuenta comenzaste a beber y a beber, no sabías cuanto habías tomado, pero tenias la suficiente valentía para enfrentar a lo que más te aterraba, hablar sinceramente con tu mejor amigo. Comenzaste a buscarlo en medio del boliche, querías hablar y explicarle que no quisiste hablarle así, que no quieres estar con él, pero cuando lo encontraste estaba en la pista de baile con su novia, bailando pegados al ritmo de la canción. Querías ir y revelarle toda la verdad a su novia, después de todo sabías que ella no merecía eso, pero solo te limitaste a ir a preguntarle si podían hablar en un lugar más privado, generandole una notoria molesta a su novia, pero estabas tan borracha para percatarte de eso.
Lo llevaste hasta los baños, no era el mejor lugar para hablar pero había más silencio. Aún no pronunciabas una sola palabra y ya estabas al borde de las lágrimas.
¿Tan difícil es quererme? —preguntaste con algo de dificultad.
Decíme, te gusto lo suficiente para coger día por medio pero no lo suficiente como para que me pidas ser tu novia. Estoy muy cansada de esto, pero no me puedo despegar de ti. —Hablaste tanto que ni siquiera parecía que estuvieses borracha.
¿En serio me sacaste del lado de mi novia para ésto? Ya te lo dije una vez Maya, lo de nosotros nunca va a pasar más allá de lo que ya tenemos, y estamos bien así. —Se cruzo de brazos evidentemente molesto.
Listo, hasta aquí llegó entonces. —Estabas al borde de las lágrimas, cuando estás borracha eres mucho más sensible de lo normal, así que no te preocupaba llorar.
Solo te digo que si esto llega hasta aquí, te caes conmigo. —Eso fue lo último que dijiste antes de salir. No tienes idea de cómo llegaste a tu casa, pero estás tirada sobre la cama con la ropa puesta, y en tu mente sigue divagando esa idea. Cegada por el enojo y el alcohol, publicaste en tus storys aquellos vídeos que te habías mandado desde su celular donde salían evidentemente envueltos. Y junto al vídeo pusiste un pequeño texto:
"Quién diría que el muchacho tan bien portado haría cosas así. Buenas noches. ❤️"
Y ahora estás donde estás, fueron alrededor de 45 minutos que estuviste explicándoles todo y ellos estaban boquiabiertos.
escribí demasiado y siento que lo hice más largo de lo que debía ser JAJAJAJS se me secó el cerebro, no más.
#matias recalt#la sociedad de la nieve#society of the snow#juani caruso#x reader#agustin lain#blas polidori#enzo vogrincic
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Como el sol de verano... (Bjorn x lectora)
Masterlist de mi autoría
Sinopsis: el chatarrero y la mecánica se conocieron cierta tarde soleada, cuando un desperfecto en un carguero y una amenaza por parte de su jefe hicieron que Bjorn se viera obligado a arreglar el desastre solo. No esperaba que un regaño y el miedo de quedar desempleado terminara en él perdidamente enamorado de una soñadora.
"¿Qué diablos le sucedió a tu carguero?"
"Pensé que eras mecánica, no policía."
____ miraba con preocupación el ollin que ensuciaba parte de los rotores de aquel motor. Lo habían sobreforzado. No sería nada raro, de no ser por el hecho de que se trataba de un maldito carguero espacial. Ni siquiera se le ocurría con qué fuerza era posible una sobrecarga.
Pero el chico tenía razón, no era de su incumbencia.
—Bueno, amigo. Esto es complicado.—____ escaneó el motor—. La pieza esta detonada. Necesitas una nueva. O rulemanes nuevos como mínimo para que funcione decente.—
—¿Cuánto cuesta?—por el rostro de la mujer, Bjorn ya se veía venir una locura.
—Dime algo... ¿Eres del nivel D?—
—¿Eso es relevante?—la joven asintió, solo haciendo que Bjorn se sintiera aún más perdido—. Pues si, soy chatarrero ¿Que no ves que te traje un carguero?—
—... Entonces no te alcanza.—____ cerró la puertita, dándole unos golpecitos al metal—. Saca tu trasto viejo de mi taller, chatarrero.—
Bjorn tardó unos segundos en comprender la situación, y no tardó en salir detrás de la mujer.
La idea de volver a su sector con la nave destruida no era ni siquiera pensable. Debía solucionar su desastre cuanto antes.
—¿Y tú qué sabes si puedo pagarlo o no?—caminó a su par, notando como reía entre dientes.
—Siendo nivel C y con un sueldo más grande que el tuyo no me alcanzaría ni para la media docena de los doce rulemanes que necesitas... Menos te alcanzará a ti. Matemática simple, querido. Buena suerte.—
____ entró a la pequeña oficina del taller dispuesta a sentarse a finalmente almorzar algo, cuando la todavía figura presente de Bjorn la hizo bufar sin disimulo.
—¿Quieres que te lo escriba en una carta y se lo llevas a tu posible ex jefe?—
—Por favor. Se supone que esa nave debe estar en funcionamiento para el próximo lunes.—
—Si, el próximo lunes dentro de 20 ciclos solares. Empieza a ahorrar, compañero.—Bjorn se removió ansioso, pensando en algo que pudiera sacarlo de apuros.
—... ¿Hay alguna mínima chance de que esto se solucione y no me quede en la calle?—____ lo miró cansada—. Por favor... Tengo una hermanita.—
____ notó entonces la desesperación en sus ojos.
Ese brillo tan característico de la gente sin esperanza. Había muchos de esos en su sector, pues romper un vehículo en Jackson's Star era una sentencia de muerte si tu trabajo dependía de ello.
—... ¿Tienes tiempo libre?—
Cuando ____ le planteó a Bjorn la idea de ayudarla con el desguace de unas naves, el chatarrero accedió sin dudar.
"alguna de esas naves puede tener los rulemanes que necesitas. Ayúdame y serán tuyos"
Lo que esa tarde empezó como un planteo de ayuda mutua, con el pasar de las horas y días se fue convirtiendo en algo más. Algo mucho más ameno.
—Dijiste "hermanita"... Navarro no tiene nada de pequeña.—____ miró divertida al chico, quien rió sin despegar la mirada del tablero que estaba desarmando.
—Bueno, tenía que darte lástima. Funcionó ¿O no?—
—Medidas desesperadas supongo.—
____ había conocido a la chica esa mañana, cuando Bjorn llegó al taller junto a ella. Le pareció una buena chica. Simpática. Su visita fue fugaz, pues solo estaba de pasada camino al trabajo. Pero prometieron comer algo todos juntos algun día.
—¿Te quedan muchas horas de pago?—Bjorn llamó la atención de la chica, quien tomaba unas llaves y las acomodaba en el bolsillo de su chaqueta.
—En realidad ya las he cumplido, estoy trabajando solo por dinero. El doble.—
—¿Por qué no te vas de éste lugar de mierda entonces? Yo ya estaría en Yvaga, bebiendo una cerveza al sol.—____ rió bajito, abriendo la compuerta de la cabina y comenzando a desajustar los primeros tornillos.
—No es conveniente pedir el pase ahora. No les sirve que me vaya, querrán retenerme.—Bjorn entonces miró a la chica, despegando su atención del tablero.
____ sacaba sin mucho esfuerzo los componentes, dejándolos a un lado. No se molestó en mirar al chico que se acomodaba a su lado.
—No pueden retenerte.—
—Oh, sí pueden. A un colega le sumaron diez mil horas de trabajo en cuanto pidió el pase a Yvaga... La gente sigue muriendo en Jackson, se quedan sin trabajadores. No les sirve que nos mudemos.—Bjorn entonces lo entendió. La chica tenía un punto.
—¿Y qué harás entonces?—la ayudó con unas piezas, acomodándolas a un lado.
—Esperar el momento justo. Mientras tanto sigo ahorrando dinero.—____ entró al pequeño hueco que acababa de despejar, asomándose un segundo para ver a Bjorn—. Cuando vaya a Yvaga, tendré una bonita casa. Prometo invitarte una cerveza cuando me alcances en 40 ciclos, asi veremos las estrellas en el jardín.—
La chica volvió a desaparecer en el hueco, y Bjorn se quedó ahí, pensativo. Ella tenía todo su futuro planeado. Pero él... Él solo tenía en mente trabajar, cumplir y largarse al diablo ¿Era un plan tonto acaso?
—¿Cómo piensas agradecerme si te consigo tus repuestos?—____ se asomó apenas, y Bjorn sonrió al ver su revoltoso cabello, sus ojos divertidos lo miraban desde el hueco del suelo.
—Estoy haciendo tu trabajo hace cuatro días ¿No es suficiente?—
—Me gustan las pizzas... Con mucho queso.—
—¿Es un pedido?—
—Tal vez...—
—Bueno. Entonces te pagaré con pizza y unas cervezas.—
—Bueno, entonces que sea hoy.—____ sacó con algo de dificultad una caja metálica. Dentro estaban los pequeños artefactos redonditos que tanto buscaban—. Tesoro encontrado, chatarrero. Y se ven como nuevos.—
Bjorn gritó eufórico, y la mujer no tardó en reír.
—¡Eres la mejor, cariño!—
—Lo sé, lo sé. Ya, deja eso y salgamos de aquí.—
El par dejó la nave en ruinas, volviendo al taller principal. En el corto trayecto caminando, el par siguió hablando de Yvaga. Dejando volar su imaginación.
Bjorn se sintió la persona más aburrida y básica de la galaxia al escuchar los planes y anhelos de la chica. Al escucharla hablar con tanta ilusión y esperanza de su futuro, sus ojos se iluminaban, y su voz parecía encenderse. A Bjorn le gustó eso...
A Bjorn le gustaba ella.
—¿Sucede algo?—
____ miró confundida a Bjorn, quien se detuvo por un momento en medio del camino. Ese último pensamiento repentino lo tomó por sorpresa.
—... ¿A qué hora vamos por las pizzas?—desvió el foco de atención, volviendo a caminar.
—Ahora que lo recuerdo, hoy tengo que cumplir horario nocturno. Asi que vamos mañana ¿Te parece?—
—Claro, cuando terminemos la nave.—la chica rió bajito—. ¿Qué?—
—Ya cumpliste tu parte del trato, y ya tienes tus rulemanes. No debes seguir viniendo.—a Bjorn esa aclaración no le gustó mucho. Disfrutaba pasar las tardes en el lugar. Incluso si lo analizaba bien, nisiquiera pensaba en las refacciones. No. Él iba a compartir un momento agradable con la mujer.
Otra vez los pensamientos lo desorientaron un poco.
—... Pero debemos reparar el carguero, vendré igual a ayudarte.—
—No hace falta. Mis compañeros del taller se encargarán de eso. No quiero quitarte más de tu tiempo libre.—
—No lo haces.—____ lo miró confundida—. Es... Agradable estar contigo, supongo.—
La evidente sorpresa en el rostro de ____ fue acompañada enseguida por un suave sonrojo, algo opacado por las manchitas de grasa que adornaban sus mejillas. Los labios de Bjorn se curvaron en una pequeña sonrisa al ver que un comentario tan simple la había avergonzado tanto.
—Bueno... Para mi también fue divertido... Tú eres divertido.—se paró frente al taller—. Como sea, ya cumplimos el trato. Cambiar las piezas llevará unas horas, para mañana temprano ya tendrás el carguero.—
—... Pero igual iremos por las pizzas en la noche.—____ sonrió al ver que Bjorn parecía más interesado en la cena que en conservar su empleo.
—Si, Bjorn. Me debes las pizzas.—
—¡Es una cita!—palmeó las manos emocionado—. Nos vemos mañana entonces.—
—No es una cita, es una paga... podríamos invitar a Navarro.—
—No, ella no irá... y es una cita, una de paga.—
El joven comenzó a alejarse antes de volver a escuchar una negativa por parte de la mujer.
Durante todo el viaje hasta su sector de trabajo, Bjorn no dejó de pensar en qué haría la próxima tarde.
¿A dónde irían a comer? ¿De qué hablarían? ¿Le contaría a Navarro sobre la cita?
Sin darse cuenta, Bjorn le dio mil y un vueltas al asunto. Y por primera vez en mucho tiempo, una tarde hurgando chatarra no le resultó tan agobiante.
Primera publicación. Yeiii ✨
#bjorn alien romulus#bjorn x reader#alien romulus#spike fearn#fanfic#español#nigoodafternoonniquenada aquituhablasespañol
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De chalan a maestro
Gerardo hacía la misma rutina todos los días, iba a la escuela, paseaba con sus amigos, trabajaba en el taller y dormia. No le molestaba para nada seguir con lo mismo día tras día, era un adolescente tranquilo.
La única cosa que detestaba a morir era su trabajo de medio tiempo, estar en el taller arreglando carros le apasionaba, su jefe, David, era el problema. Era un tipo de lo más desagradable, se molestaba por todo, se contradecía en las instrucciones, lo regañaba por cualquier mínimo error, y le pagaba lo mínimo.
El chico ya no podía aguantar más, deseaba renunciar y dejar ese lugar, pero había una cosa que se lo impedía, sus padres. La única condición que le impusieron para conseguir trabajo era que debía de estar cerca de su casa, para su suerte el taller era el único lugar en donde aceptarían adolescentes. La única esperanza que tiene es terminar la escuela y marchase; quiere experimentar la vida sin la supervisión de su jefe o sus padres.
El alguno de esos calurosos días el chico dudaba si ir a trabajar, se sentía cansado y estresado después de tres horas seguidas de cálculo. Casi sin pensarlo decidió ir, pensó que tal vez mancharse las manos despejaría su mente. Apenas llegar vio a David limpiándose las manos que estaban llenas de aceite.
─Llegas tarde ─la voz del hombre aturdió los oídos del chico─ ve por el “Stratus” negro y mételo al taller ─le exigió a Gerardo.
Rechinando los dientes y acumulando más odio dentro de sí, el chico se dirigió a la oficina a buscar las llaves. Mientras rebuscaba entre todo el desastre sobre el escritorio no dejaba de pensar en la terrible decisión que tomo al venir aquí, lo insoportable que era su jefe y cuanto deseaba regresarle un poco de lo mal que lo ha tratado.
Encontró la llave junto con un anillo brillante, la parte que más resaltaba era la piedra turquesa en la parte superior. Se lo coloco y admiro por unos segundos lo genial que se veía. Rápidamente su mente regreso a la realidad y se apresuro en seguir las órdenes. David lo detuvo cuando observo que tenia puesto el anillo, dio una leve sonrisa burlándose.
─Encontré ese anillo dentro del filtro de aire, puedo asegurar que lo estaban escondiendo.
─¿Por qué te lo quedaste tú? ─cuestiona el chico.
─El carro era chatarra no tenia dueño ─cruzo sus brazos sintiéndose orgulloso─ puedo sacarle algo de dinero, se ve valioso. ¡Regrésalo a donde estaba! ─levanto su voz.
Gerardo tocó la piedra turquesa y durante un breve momento un brillo apareció. Segundos después, un enorme peso cayó sobre sus hombros provocando que sus ojos se cerraran; lo último que vio fue a su jefe cayendo al suelo.
...
Gerardo no sabe cuánto tiempo paso inconsciente, cuando su vista se recupero se quedo helado al verse así mismo tirado en el suelo. Por un momento pensó que había muerto, pero sus dudas se esparcieron cuando miro hacia abajo. Sus manos suaves ahora estaban rasposas como una lija, su ropa había sido cambiada y le picaba la cara. Pasó sus manos por el mentón para quedar sorprendido, ahora tenía barba.
Sabía que algo no andaba bien, su cuerpo no reaccionaba igual que antes. Con incertidumbre se dirigió al baño para mojar su rostro. El pequeño espejo le regresó una cara conocida, al verla sobresaltó pensando que su jefe estaba detrás de él.
Fue allí cuando se dio cuenta que él tenía su cara ahora, hizo varios gestos para estar seguro, el reflejo mostraba cada acción que hacía. Impactado corrió hacia su cuerpo aún en el suelo y lo zarandeó con fuerza.
Apenas abrió los ojos se alejó aterrado de él, lo miraba con rareza. Gerardo le regreso la mirada y entendió lo que pasaba. El anillo había intercambiado sus cuerpos, el adolescente ahora estaba atrapado en el cuerpo de su jefe, mientras que David volvía a hacer un alumno de preparatoria. Dentro de Gerardo solo se escuchaba una palabra, venganza, ahora él tiene poder, por lo menos en el taller.
─No te había dicho que fueras por el carro ─levantar la voz fue algo emocionante para él.
─¿De qué hablas? ¿Eres Gerardo? ─David estaba incrédulo.
─Sí ─responde en seco─ ve a hacer lo que te dije o te descuento tu paga.
Los siguientes días fueron un caos para ellos dos, David se negaba aceptar que ahora el chico daba las ordenes, lo que más le irritaba era encontrarlo masturbándose en la oficina. Odiaba que usaran su cuerpo de esa forma.
Por otro lado, Gerardo pasaba el mejor momento de su vida, ya no tenia que trabajar bajo las ordenes de nadie, ahora tenia un taller en cual podía hacer lo que quisiera. Se sentía tan satisfecho trabajar en lo que le gusta, mientras le da ordenes a su nuevo trabajador.
Incluso llega molestarlo cuando no está en el taller, suele enviarle fotos de todas las cosas que hace con su cuerpo. Esta es la más reciente:
“¿Crees que algún chico quiera salir con esta cara de idiota?”
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Hola cómo estás? Espero que estés bien
Ok iré directa a el punto y es que tengo dos preguntas: ¿ Qué es de Diabolik lovers actualmente? Y ¿ Cómo se alimentaban los sakamakis cuando eran niños si no se les permitia tomar sangre humana hasta la mayoría de edad ? ¿ Porque le tenían miedo a tomar sangre humana?
La primera pregunta la tengo ya que el visto en el canal de Youtube oficial que casi no publican nada y la mayoría de cosas que publican son para mercancía, acaso rejet se quedó sin más projectos para DL y planea mantenerlos vivos solo con mercancía?. Aparte que no e escuchado en otras plataformas de alguna nueva información de los chicos
La segunda pregunta es más por curiosidad porque mire en una pregunta de Facebook que en el DVD sadistic night laito le mostraba a Yui una foto donde él decía que era en ese momento inocente y que estaba vestido con un traje elegante para ese día el cual era la ceremonia de mayoría de edad . Qué cosas habrá echó Karl con ellos o qué habrá pasado con los sakamakis ese día? Si ellos dicen que la sangre despierta sus deseos más internos o algo por el estilo.
Espero que puedas responder mi pregunta, eres genial para hacer tus conclusiones de manera concreta y acertada 💖
1) Como ya habrás visto, puro merchandising. No sé hasta cuándo van a estar sin crear nuevo contenido, pero si tuviera que pedir algo, dirían que hicieran otra tanda de character songs (notese que ni Kino, Carla o Shin tienen character songs propios). Pero no, nada nuevo en ese sentido.
Edit: esta respuesta la escribí hace tiempo y no la subí jeje, así que no me tomes muy en serio en esto. Aunque creo que sigue igual, pura merch.
2) Bien, esto es sólo una hipótesis pero creo lo siguiente: considerando que un niño vampiro todavía está en desarrollo y no posee lo necesario para cazar por sí mismo, es posible que, acorde a su edad fisiológica, su propio organismo regule su sed de sangre o la disminuya al mínimo indispensable para crecer.
Por eso la actitud de los diaboys chiquitos de hablar sobre la sangre humana y la caza entre murmullos como si fuera cosas de adultos, porque para los niños vampiro sólo los vampiros adultos pueden hacer eso.
3) Quizás una iniciación a la vida de vampiro adulto, como una de esas tradiciones que se hacen en clanes o tribus que sirve de transición entre la infancia a la adultez (y siendo los vampiros básicamente un clan, tiene mucho sentido para mí).
Ahora, el "qué" es una gran pregunta. Puede tratarse de una simple presentación formal y pública en una celebración como los nobles que los Sakamaki son (lo cual es justificable con lo que ocurre al inicio de Young blood) o puede que a Karlheinz se le haya ocurrido cualquier otro tipo de horror preparado para ellos.
Pero teniendo en cuenta que los seres del Makai son sádicos por naturaleza, me imagino que no debe ser nada bonito.
3) Personalmente imagino algo como esto:
Una gran celebración en donde les ofrecen a su primera novia de sacrificio para que la asesinen en público así todos los presentes son testigos de que se han convertido en un vampiro adulto respetable o algo así (se entiende el punto, imagino algo muy grotesco con mucha sangre y a la vista de todos los invitados).
O puede ser algo más tranquilo como darles de beber sangre humana de un cáliz, algo así como un bautizo o comunión.
✨️✨️✨️ Las posibilidades son infinitas, el único limite es la imaginación ✨️✨️✨️lol
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TWST: Lost in the Book: The Nightmare Before Christmas - Episodio 1-4 (traducción español)
Lost in the Book with Tim Burton’s The Nightmare Before Christmas ~ El comienzo de Halloween ~ Episodio 1 - ¡Pesadillas entrelazadas!
Episodio 1-4 – Yo lo cocino
[ ♪ ]
¿Dónde estoy?
???: Oiga, imagine. Usted, bella persona que duerme en mis brazos.
¿Puede oír mi voz?
¿De quién es esta voz?
???: Oiga, usted. Por favor, abra los ojos…
¿Qué demonios está pasando…?
BOSQUE
???: Ah, menos mal, ya ha abierto los ojos.
¿Cómo se encuentra? No, no se levante tan rápido.
???: Aquí tiene, deme la mano.
YUU: Gracias / ¿Quién eres…?
???: No hay de qué, es lo mínimo que puedo hacer por usted, bella persona.
¿Conoce a esas personas que están ahí tiradas?
GRIM: U-uuh… ¿dónde estoy…?
TODOS: Uuuh…
GRIM: Fuag… Me pican los ojos.
MALLEUS: ¿Dónde estamos…?
VIL: ¡Ay! Menos mal que no tengo ningún rasguño.
EPEL: Uuh… me duele la cabeza, qué mareo…
AZUL: Está bastante oscuro… ¿Es de noche ya? Pero hace nada era de día…
TREY: Si estábamos en Pueblo Piedemonte… ¿Eh, qué estábamos haciendo?
JADE: Ahora que lo dices, creo que Grim abrió un libro extraño…
RIDDLE: Salió una luz extraña y… no recuerdo nada después de eso.
IDIA: ¿Eh? ¿Cómo hemos llegado aquí?
SEBEK: Uuh… ¡joven amo…! Está usted bien…?
JAMIL: ¡GRIM! … ¿Nó está?
LEONA: ¡Bola de pelo…!
LEONA: Verás, te voy a comer con patatas.
JAMIL: Cuenta conmigo, yo lo cocino.
SEBEK: ¡Dejadme ayudar!
TODOS: …
¿¡PERO ESTO QUÉ ES!?
YUU: ¿¡De dónde ha salido esa ropa!? / ¡Qué ropa más chula!
JAMIL: ¿Por qué estás tan calmade? ¡No me parece buen momento para dar tu opinión como si nada!
¿¡Cuándo demonios nos hemos cambiado de ropa todos!?
SEBEK: Todos… ¡ah! ¿¡Que yo también estoy raro!?
GRIM: ¿Por qué de repente lleváis todos ropa tan guay…? ¿Eh?
¡P-pero si tengo algo respingón en el cuello!
Agh, agh… No puedo quitármelo, ¿¡Qué tengo!? Yuu, ¿cómo estoy?
YUU: Vas hecho un pincel. / Vas monísimo.
GRIM: ¿¡QUÉ!? ¡O sea que me he vuelto más poderoso!
LEONA: 1, 2, 3… Tengo 12 herbívoros en total. Debéis de haberos desmayado todos a la vez.
IDIA: ¿Cómo he acabado entre tanta gente extrovertida?
SEBEK: Pensábamos que habías desaparecido y ahora vuelves a salir. ¿Dónde estabas?
IDIA: Estaba ocupado con una montaña de cómics buscando el primer tomo de mi manga clásico favorito.
TREY: O sea que estabas en la sección de manga que teníamos cerca.
JAMIL: Lo que quiere decir que nos hemos reunido todos los que estábamos cuando Grim abrió aquel libro.
LEONA: …¿Y bien?
LEONA: ¿Tú quién eres?
[ ☆ ]
Siguiente → Episodio 1-5
↪ Lista de capítulos
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⚠ Por favor, no uses mis traducciones sin permiso. Puedes usarlas con créditos ⚠
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¿Qué opináis de los trajes nuevos? ¡Mis favoritos son Leona y Jade! Me encanta que incluso el estilo artístico haya cambiado un poco para ajustarse a la estática de Pesadilla antes de Navidad, con ese sombreado a rayas y colores menos saturados :]
¡Espero que os haya gustado y podéis sugerirme correcciones en los comentarios o mensajes!
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Día 16: Mistaken Identity
Fandom: Wednesday TV 2024
Relationship: Wednesday Addams & Enid Sinclair
Words: 1267
Resumen:
Wednesday por fin expresa verbalmente lo que siente por Enid.
________________
—Enid… — Wednesday susurró una vez más el nombre de su compañera que todavía dormía plácidamente y ella solo se volvió a acomodar en su almohada.
Wednesday la contempló con todo el cariño que sentía por ella, pero desde que regresaron de su pequeña aventura en aquella mansión abandonada, sentía que podía expresar físicamente lo que permanecía en su mente desde que conoció a Enid. Si bien siempre fue una persona reacia al contacto físico incluida su familia, en ningún momento rechazó la cercanía de Enid o las veces que caminaron juntas, solo que ahora ella fue la que tomó la iniciativa cuando regresaron a la Academia.
—¿Wends?— Enid se talló sus ojos porque todavía se encontraba envuelta por la neblina del sueño y tampoco podía creer que Wednesday estuviera cerca de su cama sosteniendo una bandeja. —¿Es para mí?— Se atrevió a preguntar.
—Sí Enid, es cerca del mediodía y aún no has probado ningún bocado, el ayuno puede ser malo para tu salud—. Wednesday se sentó en la colorida cama de Enid sosteniendo todavía el desayuno.
Enid estaba atónita frente a la respuesta y porque Wednesday se sentía a gusto estando cerca de ella, eso lo pudo ver reflejado en su rostro
—Gracias—. Dijo con timidez una vez que Wednesday le entregó la bandeja y siguió sentada muy cerca de ella.
—Anoche creí que estabas bromeando acerca de dormir por casi mediodía, sin embargo cumpliste tu palabra—. Wednesday esa mañana despertó a su hora acostumbrada y lo primero que hizo fue mirar en dirección a Enid. Verificando que estaba sumida en un profundo sueño, ella realizó todas sus actividades matutinas, incluyendo la clasificación de los objetos encontrados en el ático, los cuales mantendría alejados de la vista de Enid.
—Creo que volver sanas y salvas me relajó completamente—. Enid dijo después de darle un mordisco a su sándwich. Delicioso. Pensó.
—No entiendo cuál era tu aprehensión, en varias ocasiones aseguré que nada malo te sucederá y soy una persona que cumple su palabra—. Wednesday observó fijamente a Enid, sin embargo era una mirada parecida a la que le dio ayer mientras deshacían su abrazo.
Enid se sonrojó con ligereza cuando recordó aquel gesto de cariño, ella estaba demostrando que no solo veía a Wednesday como una compañera o amiga, sino como la persona merecedora de todo su amor. Enid al fin podía darle el nombre correcto a lo que sentía por Wednesday.
—Lo sé Wends, confío en ti —. Enid bebió un sorbo de chocolate caliente. Por ahora mantendría sus palabras de afecto casi al mínimo, no quería una abrupta confesión.
Durante el momento que Enid estaba tomando su desayuno, mantuvieron un cómodo silencio.
—No tienes que molestarte Wends, puedo devolver todo a la cafetería—. Wednesday ya estaba tomando la bandeja después que Enid le agradeció una vez más.
—Enid, nunca me causarías molestias—. Wednesday antes de salir de la habitación besó la frente de Enid. Ella solo se cubrió la cara por la vergüenza. Con un nuevo impulso de energía, se levantó y fue a darse la ducha más corta de su vida. Recién ese momento recordó que todavía estaba colgando en su cuello el collar con la letra W. Necesito hablar con Wednesday. Pensó mientras el agua caliente recorría su cuerpo.
Wednesday volvió a la habitación y vio que Enid tenía una toalla sobre sus hombros porque su cabello todavía estaba húmedo. Sin preguntarle se acercó nuevamente al lado de la habitación que le pertenece a Enid y agarró la toalla para secar su pelo.
—No tienes que ayudarme Wedns—. Se sorprendió ante la imprevista acción de Wednesday. Otra más a su lista de conductas extrañas de su roomie desde ayer.
—Lo hago porque quiero—. Wednesday sujetó el secador de pelo asegurando una distancia entre el calor y el cabello de Enid. Ella por ningún motivo lo arruinaría. Enid cerró los ojos y se entregó por completo al cuidado de Wednesday.
Wednesday terminó de peinar a Enid agregando un broche en el centro de su cabeza.
—Gracias Wends—. Enid le dijo después de verse en el espejo de mano. Ahora Enid no tenía dudas que Wednesday estaba bajo el influjo de algún maleficio, debe conocer la verdad detrás de sus acciones, porque no quería albergar falsas ilusiones.
Enid le dio una palmada a su cama para indicarle a Wednesday donde sentarse, ella no cuestionó la petición, solo hizo lo que entendió a través de ese movimiento.
—¿Recuerdas lo que sucedió durante el ritual?— Enid iba directamente al grano.
—Sí, nos contactamos con unos de mis antepasados, no puedo decir con exactitud quién fue, porque no quiso darme su nombre, lo investigaré cuando vuelva a la mansión y consulte con mis padres o con los documentos que contienen nuestro árbol genealógico—. Wednesday insistió varias veces en saber quien era el espíritu que acudió a su llamado. —Efectué varias preguntas, respondió en su mayoría y eso fue todo, ¿lo olvidaste?—. Wednesday dijo todo lo que recordaba.
—Sí, solo tengo la sensación que algo estaba con nosotras en el ático—. Enid dijo mientras sus dedos jugaban con el collar, cerca de su clavícula. Quería indagar qué tipo de preguntas le hizo, pero eso no era lo importante, ella tenía una duda que debía esclarecer.
—Si lo deseas podemos repetir…— Wednesday vio que Enid aún llevaba consigo el collar.
—No, tuve suficiente por ahora, yo.. — Enid guardó silencio para reordenar sus ideas. — Quiero saber si tu comportamiento tan… distinto conmigo se debe a que algo resultó mal en la invocación.
—¿Distinto?, no sé a qué te refieres Enid—. Wednesday estaba confundida.
—A todo, o sea desde que abandonamos la mansión hasta ahora, tú has querido sujetar mi mano, nuestra conversación de regreso a la academia, te preocupaste por mi seguridad al subir unos cuantos metros por una escalera, traer el desayuno y también el abrazo—. Enid cada vez que recordaba todas esas acciones su corazón latía más rápido.
Wednesday le aseguró que no era confusión en su identidad, ni estar poseída por el espíritu de un familiar, sino que era ella expresando el amor que sentía por Enid.
—¿Tú me amas?— Enid se sonrojó furiosamente, porque era lo que menos esperaba oír de Wednesday.
—Lo hago, ¿acaso tú?...— Wednesday enarcó su ceja, quizás había malentendido algunas acciones.
—Sí solo que… fue inesperado—. Enid jugó nerviosamente con sus manos.
—Tienes razón, mi pequeño desliz arruinó toda la confesión que llevo ensayando desde que desperté—. Wednesday acunó las manos de Enid, para calmarla. Luego acarició su mejilla con su dedos.
—Enid, desde el primer momento en que te vi, supe que serías alguien especial para mí. Tu sonrisa iluminó mi vida y tu personalidad me cautivó. A medida que compartía cada día contigo, no podía dejar de prestar atención a cada uno de tus hábitos, de la forma en que expresas lo que te gusta y también lo que te desagrada. Sin darme cuenta te fuiste alojando en mi negro corazón. No sabía cómo expresarlo de forma física, solo mediante mis largas miradas mientras estabas lejos de mí, siempre sabiendo dónde estabas y anhelando tu regreso por las noches y sentirme acompañada en mi hora de escritura—. Wednesday pausó su confesión y miró dulcemente a Enid. — Anoche, en el ritual, solo fue una liberación de mis sentimientos por ti.
Enid no respondió, se acercó a Wednesday que cerró sus ojos, aceptando lo que Enid iba a darle sin necesidad de usar palabras. Sus bocas se unieron con un ligero toque, algo torpe en un principio, sin embargo el beso estaba infundido con todo el amor que una sentía por la otra.
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Gracias por leer Fin de esta historia.
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Anoche hablando con un amigo primerizo en este mundo me preguntó si debería dejar correrse otro hombre dentro de tu hotwife
El Creampie , es uno de los grandes debates en el mundo Cuckolding .
¿Debería el amante de tu esposa correrse dentro de ella?
No se puede negar que es una de las partes más sexys y excitantes de esta extraña fantasía nuestra. El sexo sin condón añade un toque de excitación a un tabú que ya de por sí es emocionante.
No estás simplemente compartiendo su cuerpo, sus partes más íntimas, con otro hombre. Ya no está golpeando a tu chica casualmente. Él está completando el acto dentro de sus regiones de placer más preciadas y privadas.
Dejando una parte de sí mismo dentro de su órgano que da vida a otro ser. Ella, tu amada esposa tendrá todo su espeso esperma dentro de su cuerpo.
Veamos por qué deberías optar por el creampie cornudo o por qué no. Vamos a discutir los aspectos positivos y los pocos negativos de convertir este fetiche en realidad
¿Debería terminar dentro de tu hotwife?
Si están teniendo sexo, están teniendo sexo. Ningún método de prevención es 100% infalible.
Ya has cruzado ese camino cuando has decidido dejar entrar la polla (con condón ) de un tercero en su canal del amor.
Debes tener en cuenta la diferencia entre una conexión casual y un acuerdo a largo plazo. Por más sexy que pueda parecer en tu imaginación, animar a tu chica a dejar que un extraño que conoció en el pub se vacie dentro de ella no es muy inteligente.
La mayoría de las mujeres no estan dispuestas a dejar que eso suceda si no hay un mínimo de confianza, incluso si se emborrachara jugando contigo. Es su cuerpo y ella es la que corre los riesgos.
Sin embargo, si la relación es de total confianza, el control de la natalidad debería ser una obviedad. Las fantasías de embarazo cornudo pueden ser una parte excitante de este fetiche tanto para la Hotwife como para el cornudo.
Dejar que otro hombre insemine a tu mujer es el mayor pecado y, por esa razón, el máximo afrodisíaco. Todos los cuernos implican burlarse del marido cornudo y negarle el acceso al sexo.
Nada acelera más la máquina de competencia de esperma de un hombre que la presencia real del semen de otro hombre dentro del coño de su mujer.
El evento de “ limpieza ” después de su cita puede ser una de las partes más eróticas, excitantes e íntimas de la vida sexual de una pareja de cornudos.
Dicho esto, como veréis hay muchas buenas razones para dejar que se corra dentro de ella.
Ya mencionamos el mayor problema, ( el riesgo a las ETS ).
Permitir que otro hombre deje su semilla dentro de su esposa puede ser una emoción erótica para todos los participantes ya que todos están jugando con el riesgo de embarazo .
Correrse dentro de una mujer es un momento de vulnerabilidad tanto para el amante como para la Hotwife
El orgasmo de un hombre es uno de los momentos físicos y emocionales más intensos de su vida. Va a sentir sentimientos intensos hacia la mujer que recibe su carga.
Dado que la pornografía no es real, las mujeres rara vez llegan al clímax con la corrida de su amante. Pero eso no significa que no pueda sentirlo palpitar dentro de ella llenándola.
Ella al recibir su esperma en el interior de su desprotegido coño es igual de erótico, vulnerable y emocional para ella.
Hombres cornudos, si su esposa hace esto regularmente con otro hombre, pueden esperar que se desarrollen sentimientos reales allí( lo se por propia experiencia ).
Como hemos dicho para el cornudo el lamer el semen del coño o del culo de tu hotwife después de que su amante eyaculó dentro de ella es un acto realmente humillante pero muy excitante, cuando un marido lame y limpia el semen de otro hombre de su propia esposa este sabor y olor se queda impregnado en su memoria de por vida.
El.acto de limpieza puede suceder inmediatamente cuando el amante se derrama en la esposa. O la esposa puede tener relaciones sexuales en privado y llevarse su coño lleno de semen a casa para que su cornudo lo limpie ( sentir como escurre de su coño a sus piernas es sumamente adictivo).
Otra forma de poder lamer el semen del coño de tu esposa es Cuckold 69 es una posición sexual donde el amante se folla a la hotwife a lo perrito. El cornudo también participa en esto y está debajo de su esposa en la posición 69 y le chupa el coño. Cuando el amante se corre en su coño, el cornudo bebe el semen enseguida, recién depositado notando todo el calor y sabor de los amantes en sus papilas gustativas.
Como podréis observar bajo mi punto de vista el dejar que si amante se corra dentro de ella tiene más beneficios que perjuicios, ahora solo decirme que pensáis el resto, corneadores, cornudos y Hotwifes.
Last night talking to a new friend in this world he asked me if I should let another man cum inside your hotwife
The Creampie is one of the great debates in the Cuckolding world.
Should your wife's lover cum inside her?
There is no denying that it is one of the sexiest and most exciting parts of this strange fantasy of ours. Sex without a condom adds a touch of excitement to an already exciting taboo.
You are not simply sharing his body, his most intimate parts, with another man. He's no longer casually hitting your girl. He is completing the act within his most precious and private regions of pleasure.
Leaving a part of himself inside his organ that gives life to another being. Her, your beloved wife will have all of her thick sperm inside her body.
Let's see why you should go for cuckold creampie or why not. Let's discuss the positives and the few negatives of turning this fetish into reality.
Should I finish inside your hotwife?
If they're having sex, they're having sex. No prevention method is 100% foolproof.
You've already crossed that path when you've decided to let a third party's cock (with a condom) enter her love canal.
You need to keep in mind the difference between a casual hookup and a long-term arrangement. As sexy as it may seem in your imagination, encouraging your girl to let a stranger she met at the pub empty himself inside her isn't very smart.
Most women aren't willing to let that happen if there isn't a modicum of trust, even if she gets drunk playing with you. It is her body and she is the one who takes the risksm
However, if the relationship is one of complete trust, birth control should be a no-brainer. Cuckold pregnancy fantasies can be an exciting part of this fetish for both the Hotwife and the cuckold.
Letting another man inseminate your woman is the greatest sin and, for that reason, the ultimate aphrodisiac. All cuckolding involves mocking the cuckolded husband and denying him access to sex.
Nothing revs up a man's sperm competition machine more than the actual presence of another man's semen inside his woman's pussy.
The “cleanup” event after your date can be one of the most erotic, exciting, and intimate parts of a cuckold couple's sex life.
That said, as you will see there are many good reasons to let him cum inside her.
We already mentioned the biggest problem (the risk of STDs).
Allowing another man to leave his seed inside his wife can be an erotic thrill for all participants as they are all playing with the risk of pregnancy.
Cumming inside a woman is a moment of vulnerability for both the lover and the Hotwife.
A man's orgasm is one of the most intense physical and emotional moments of his life. He will feel intense feelings towards the woman who receives his burden.
Since pornography is not real, women rarely climax with their lover's cum. But that doesn't mean she can't feel him throbbing inside her, filling her.
Her receiving his sperm inside her unprotected pussy is equally erotic, vulnerable and emotional for her.
Cuckold men, if her wife does this regularly with another man, you can expect some real feelings to develop there (I know this from my own experience).
As we have said, for the cuckold, licking the semen from your hotwife's pussy or ass after her lover ejaculated inside her is a really humiliating but very exciting act, when a husband licks and cleans another man's semen from his own wife, this taste and smell remains impregnated in her memory for life.
The act of cleansing can happen immediately when the lover pours himself into the wife. Or the wife can have sex in private and take her pussy full of cum home for her cuckold to clean up (feeling it drip from her pussy onto her legs is extremely addictive).
Another way to lick the cum out of your wife's pussy is Cuckold 69 is a sexual position where the lover fucks the hotwife doggy style. The cuckold also participates in this and is under his wife in the 69 position and sucks her pussy. When the lover cums in her pussy, the cuckold immediately drinks the newly deposited semen, noticing all the heat and flavor of the lovers on her taste buds.
As you can see from my point of view, letting her lover cum inside her has more benefits than harms, now just tell me what the rest of you think, gorings, cuckolds and Hotwifes.
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Wait for him (Neuvillette, Wanderer & Aether)
💖~ When they can't be with you because they have to fulfill their responsibilities, these men really try to come back to you.
Warning: Nope now💖, GN!Reader | English is not my native language, so if I have made any mistakes in the translation, I am open to corrections | Content in spanish and english!
Spanish:
Neuvillette no demuestra su tristeza, sino que algo más te lo advierte. Es involuntario, a pesar de que él es bien consciente de ello, no es capaz de solo detener sus sollozos cuando tiene que quedarse hasta tarde por su trabajo. Mientras que él está revisando detenidamente cada documento en sus manos, escribiendo de manera clara cada cosa y manteniendo su mente lo más alejada de ti que puede, tú sabes que él no quiere nada más que mandar al diablo los metros de distancia que está de ti.
Siente que su piel arde porque no estás a su lado, no soporta la idea y lo considera una tortura. Lo sabes, puedes verlo en sus sollozos y en sus maldiciones mudas, puedes verlo en el viento que da golpes en la ventana de tu habitación, la lluvia torrencial era igual a ver a Neuvillette sufrir por ti. Las gotas de lluvia dejan de golpear violentamente las calles de Fontaine cuando por fin ha terminado su trabajo y se dispone a volver a su hogar, dejando caer mínimos lamentos del Dragón Hydro que solo cesan cuando te tiene entre sus brazos.
Wanderer tiene cosas que hacer: está ocupado estudiando, quejándose y cumpliendo las misiones que Nahida le da muy amablemente. Balancear todo eso junto a ti siempre es una molestia, pero lo logra de alguna forma que le permite darse un buen y merecido descanso contigo al final del día, si es que no se queda despierto revisando notas y tesis nuevas.
No es el más emocionado por las veces en las que el cielo despejado se burla de él, la luna alta está riéndose de él mientras que le recuerda que probablemente ya estás en cama, sin siquiera pensar en que él está viajando a casa para dormir por fin. Odia todo. Maldice a la noche, a los árboles y a las casas que debe rodear hasta que decide pasar por encima, maldice a la Shogun Raiden, a Inazuma, a Sumeru y a los arcontes. Simplemente ya no aguanta más y si tiene algún problema, aunque sea el menos molesto Hilichurl que se le ocurra mirarlo y decidir que lo atacará, lo mandará a conocer Celestia.
No le podría importar menos si hay un grupo de ladrones de tesoros planeando robarle, los mandará a volar a la primera que se acerquen. No piensa en nada más que llegar a casa y lanzarse a tu lado en la cama. No importa si no necesita dormir tampoco, solo necesita que el mundo entero cierre la boca y lo deje mirarte hasta caer dormido.
Aether es un aventurero nato, está acostumbrado a realizar campamentos y dormir a la intemperie en sus viajes, pero desde que sabe que puede irse a dormir tan a gusto por la maravillosa relajatetera fue bienvenido cuando descubrió el invento adéptico. Hay varias veces en las que prefiere quedarse mirando el cielo de Tayvat antes de entrar a su casa portátil, pero son más las ocasiones en las que quiere realizar el viaje de noche lo más rápido posible antes de descansar. Quiere llegar rápido a la siguiente nación, pero cuando Paimon y él ya están cansados, deciden que es mejor acompañarte por fin a dormir.
Es más fácil transportarte así, te quedas dormida más temprano en su habitación y cuando por fin entra, después de saludar a Gordi, estás durmiendo tranquilamente. Confías en él, que te llevará mientras puedes tomarte un descanso de los duelos y peleas dentro del hogar que creó para ti. Y él está feliz de poder tenerte a su lado. Mañana pueden seguir explorando, ahora solo piensa en dormir.
English:
Neuvillette does not show his sadness, but rather something else warns you. It's involuntarily, even though he is well aware of it, he is not able to just stop his sobbing when he has to stay late for his work. While he is poring over every document in his hands, clearly writing everything down and keeping his mind as far away from you as he can, you know that he wants nothing more than to say to hell with it all for how many meters he is away from you.
He feels like his skin is burning because you're not next to him, he can't stand the idea and considers it torture. You know it, you can see it in his sobs and his silent curses, you can see it in the wind that hits your bedroom window, the pouring rain was the same as watching Neuvillette suffer for you. The raindrops stop violently hitting the streets of Fontaine when he has finally finished his work and is preparing to return to his home, letting out minimal cries from the Hydro Dragon that only cease when he has you in his arms.
Wanderer has things to do, he is busy studying, complaining, and completing the quests that Nahida very kindly gives him. Balancing all of that with you is always a pain, but he manages it in a way that allows him to have a good, well-deserved rest with you at the end of the day, if he doesn't stay up reviewing notes and new theses.
He's not the most excited about the times when the clear sky is mocking him, the high moon is laughing at him while reminding him that you're probably already in bed, without even thinking about the fact that he's traveling home to sleep for the end of night. He hates everything. He curses the night, the trees and the houses that he must surround until he decides to pass over them, he curses Shogun Raiden, Inazuma, Sumeru and the archons. He just can't take it anymore, and if he has any problem, even the least annoying Hilichurl who can think of to look at him and decide that he will attack him, he will send him to meet Celestia.
He couldn't care less if there's a group of treasure hoarders planning to rob him, he will blow them away if they get close. He doesn't think about anything other than getting home and throwing himself into bed next to you. It doesn't matter if he doesn't need to sleep either, he just needs the whole world to shut up and let him stare at you until he falls asleep.
Aether is a born adventurer, he is used to camping and sleeping outdoors on his trips. But since he knows that he can go to sleep so comfortable in the wonderful serenitea pot, it was welcomed when he discovered the adeptic invention. There are several times when he prefers to watch at the Tayvat sky before entering his portable house, but there are more times when he wants to make the night trip as quickly as possible before resting. He wants to get to the next nation quickly, and when he and Paimon are already tired, they decide that it is better to finally accompany you to sleep.
It's easier to transport yourself like this, you fall asleep earlier in his room and when he finally enters, after greeting Tubby, you are sleeping peacefully. You trust him to carry you while you can take a break from the duels and fights within the home he created for you. And he is happy to have you by his side. Tomorrow you can continue exploring, now he only thinks about sleeping.
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El sexo tape de Enzo teniendo más producción/calidad que cualquier video musical kjjj ahhh pero si alguien pregunta, él se hace el desentendido diciéndo que lo grabó así nomás con el cel y que no entiende por qué la gente se obsesiona tanto con ese detalle. "Y bueno, nada que hacerle, ya está..." -ruidito de café porque Enzo no toma mate-. Yo creo muy en el fondo de que Mati, después de ver las historias de Enzo explicando lo del vídeo, empieza a sospechar de que hay algo raro en todo esto. Mati lo conoce muy bien a Enzo -trabajó junto a él por dos años-, así que cuando Enzo se está descargando en sus historias, y nota que el brillito de diversión en sus ojos no coincide con el tono dolido de voz con el que habla, él se da cuenta de que está actuado. Decide no comentarlo y se guarda ese detallito para la próxima vez que se vean.
"Imaginan que ese video fuera con Santiago?" Sí, pero contame más si querés Sabes el castigo™ que se va a comer ese pibe si ese fuera el caso? Primero por Enzo, y después Enzo le va a dar el pase libre a Santi para que le haga a Mati todo lo que él quiera incluso si Mati, entre gemidos y jadeos, les insiste que fue sin querer.
Mati: "Dale Santiago, tenés que salir de la casa, aunque sea demos una vuelta a la cuadra... O también tenés miedo de que el viejito que vende diarios en la esquina haya visto tu vídeo?" Increíble como en cualquier escenario, Mati termina siendo castigado por Enzo y/o Santi kjjj
-"Dice que no entiende por qué la gente se obsesiona tanto con ese detalle" es lo más real que leí en la vida. "Fue con un celular común y corriente, nada de cámaras como dijeron algunas personas, era algo espontáneo y privado que sólo teníamos que ver las partes involucradas" contesta cuando le preguntan, evidentemente enojado.
Mientras tanto Matías mira las historias con la re cara de culo desconcertado, no puede creer que Enzo mienta con tanta facilidad sobre el tema. Él lo conoce, sabe que es re perfeccionista y que se fija siempre en esos detalles, que le gusta hacer bien las cosas, así que es imposible que este video (lo descargó y ya lo reprodujo mínimo siete veces) fuera "espontáneo".
-En caso de que el video de Matías fuera con Santiago (Oh, my goodness, I love this question). Matías siempre lo amenaza diciendo que le va a mostrar a todos sus fotos y videos, es por eso que Enzo llega completamente sacado y sin preguntarle procede a desnudarlo e inmovilizarlo para castigarlo. Santiago está re llorando de la vergüenza (aunque tiene que admitir que le gusta lo que dicen algunas personas) pero sabe que Matías dice la verdad, él jamás le haría algo así... Igual aprovecha para descargarse.
-En el preciso momento en que Matías empieza a joder, insistiendo porque "nadie te va a mirar, no les importa el video" pero también preguntando "¿Vos creés que el del almacén sabe?" con dobles intenciones... Santiago deja de llorar y lo mira por unos segundos antes de irse a las manos. Enzo está por separarlos, pero no lo hace, ya está cansado de tener que aguantar sus peleas. Que se arreglen solos.
(Entra Agustín...)
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Wooolas!!
pues ahorita que vuelvo ando on fire, y se me ocurrió hacer un poll facilito por aquí a ver si les gusta mi idea
plis no me ignoren la publicación porque lloro con facilidad ante la falta de atención u.u
ok, discord es nuestra vieja confiable para hacer el grupito entre los que estamos planeando una trama en específico que tiene más de dos participantes, ¿verdad?
PERO cuando la trama es grande, los temas son varios Y ADEMÁS se nos pierde mucha info que no basta con hacer pin, ¿no sería mejor hacernos servers individuales para tener un mínimo de almacenamiento y orden?
NO GENTE NO, no propongo un discord del foro para convivir por respeto al principio kaelkoth de separar el rol de lo personal PERO quiero proponer servers "individuales" para organizarse mejor entre users con las cosas que queremos planear sobre las leyendas, los puntos para reputación, etc etc.
AQUÍ VIENE LA RELEVANCIA DEL POLL tal vez haga varios en los que pienso en más propuestas, pero también se valen comentarios acá de otras cosas que se les ocurran para este tema de organizarse
Obvio esto lo debemos tener en cuenta para los tópicos donde hay más users participando en ellos, y claro que no haríamos spam a los nuevos de meterse a este discord. Sería algo con las puertas abiertas para quienes lo deseen, lo pregunten, se sumen al party tumblr o simplemente están ya tan involucrados en estos tópicos que es mejor incluirlos en x server para que esté al día y pueda construir con los demás
#kkoth#rpg#encuestas#discord#interactuen pliiiiissss#no sé cómo meter la opción de elegir más de uno#mejor comenten acá si quieren apoyar más de un server#y sólo voten en el poll por el que les parece más urgente#este es mi primer intento de poll dispensen
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En Argentina hubo un presidente que tuvo que vender su auto y terminó trabajando en una panadería. Le dieron un golpe de Estado. Casi nadie lo recuerda. Se ha dicho, con infinita inocencia, que la modestia del presidente José Mujica tal vez sea un ejemplo que marcará huella en las futuras generaciones de uruguayos. Sin embargo, hay malas noticias que llegan del pasado y de acá nomás. En Argentina –en donde los últimos presidentes han sido y son dueños de un millonario patrimonio- hubo un mandatario bastante más pobre que Mujica, cuya gestión fue más removedora que la del ex guerrillero tupamaro y el cual, pese a eso o tal vez precisamente por eso mismo, fue derrocado por un golpe de Estado del que no quedó afuera casi nadie. Y, lo peor, a treinta años de su muerte, su nombre ha ido a dar al panteón del casi olvido sin que su herencia de honestidad haya hecho demasiada huella en los estamentos políticos y sociales de su país. Se llamó Arturo Illia y fue elegido en su cargo como candidato de la Unión Cívica Radical (UCR) en las elecciones de 1963 luego de ejercer durante años como médico rural en el humilde pueblo cordobés de Cruz del Eje. La única propiedad que tuvo Illia en su vida fue una pequeña casa que, precisamente, gestionaron y ayudaron a pagar sus vecinos en agradecimiento a los servicios prestados. Fue el único presidente argentino que se negó a recibir una jubilación del Estado y sobrevivió hasta su muerte en 1983 trabajando en la panadería de un amigo. Durante su breve gestión, Argentina creció económicamente como nunca había crecido antes y el desempleo bajó del 8% al 4%. Illia creó el denominado “salario, mínimo, vital y móvil”, subió los sueldos sin provocar inflación y le dedico a la educación un porcentaje sin precedentes. Se enfrentó a las empresas petroleras, a las que impidió seguir llevándose la mayor parte de la explotación del crudo, y se tiró encima a los grandes laboratorios al ponerle tope al precio de los medicamentos. Además, la libertad de prensa era absoluta. Entonces, no solo los militares empezaron a conspirar contra su gobierno. También buena parte de los empresarios, de la Iglesia, de la prensa, de las asociaciones rurales y de los sindicatos dirigidos por el peronista Augusto Vandor. Decían que tenía un carácter débil; lo retrataban en los periódicos como si fuera una tortuga; golpeaban la puerta de la embajada de Estados Unidos; armaban aquelarres en los cuarteles. El semanario Primera Plana de Jacobo Timerman le hizo una entrevista a la esposa de Illia solo para mostrarla como una señora sin lustre y sin título, educada en un hogar humilde, sin ningún tipo de complejidad en sus razonamientos. Illia, mientras tanto, tuvo que vender su auto porque no quería usar los fondos del Estado para solventar los gastos que le imponía su cargo. El 28 de junio de 1966, el general Juan Carlos Onganía resolvió dar el golpe contra este veterano con fama bien ganada de incorruptible y de demócrata hasta las últimas consecuencias. Los militares se le vinieron encima en la Casa Rosada y un grupo de allegados tuvo que escoltarlo hasta la casa de su hermano en donde se quedó un tiempo hasta que volvió a Cruz del Eje. Poco y nada quedó del ejemplo de este médico rural tras su paso por la presidencia. La Argentina siguió penando mayormente entre dictaduras militares y gobiernos dudosamente peronistas. Por supuesto, los que luego entraron en la Casa Rosada no tenían problemas económicos y, si tenían alguno, lo resolvieron echando mano a la caja pública. Por eso, hoy que el mundo se asombra ante la modestia de un presidente uruguayo, no viene mal acordarse de este señor nacido en Pergamino que durante toda su vida –en el llano y en el poder- tuvo que trabajar para poder comer decentemente. En el video que se puede ver aquí arriba, Jairo –un cantautor argentino exquisito y también medio olvidado - lo recuerda de la mejor forma: brevemente y con alegría, fundiéndolo en medio de la gélida noche cordobesa, vestido de pijama y montado en una bicicleta luego de salvarle la vida a la hija de un obrero ferroviario.
El Observador - 25.02.13
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RobertoxNando
• Roberto es una persona celosa, posesiva y territorial. Tengo cero pruebas pero cero dudas. Imaginate un escenario donde una chica viene y le dice un cumplido (con dobles intenciones) a Nando y Nando re denso: “Jaja bueno, gracias” mientras Roberto observa incrédulo y ofendido todo el intercambio porque no puede ser que Nando no sé de cuenta. Cuántas veces pasó esto sin que Roberto se haya enterado porque Nando es un denso de mierda y no se da cuenta de que se lo están queriendo levantar!?
• AU donde Nando es policia y recibe una llamada para que vaya a controlar un disturbio en un bar de la zona. Ahí conoce a Roberto (el cual está en los primeros años de la uni), quien se está cagando a trompadas con un pibe que le saca como mínimo una cabeza de altura. Nando primero observa la escena sorprendido y un poquito asustado porque “como puede caber tanta violencia en un cuerpo tan chiquito?”, pero finalmente los termina separando y tomando los datos de Roberto (spoiler alert: ese tipo no paraba de molestar a una chica en la barra que claramente no estaba interesada, Roberto se metió a defenderla y de ahí la pelea).
• Los veo a ambos siendo re contra competitivos (y orgullosos) entre ellos, no importa en qué sentido, siempre están haciendo apuestas (una más estúpida/peligrosa que la anterior). Cuando los chicos les preguntan a alguno de ellos qué anda pasando, Roberto y/o Nando responde: “Hicimos una apuesta” -todo el mundo se tapa la cara y gruñen frustrados porque ‘ah shit here we go again’-.
• De los cinco lenguajes del amor, Nando usa palabras de afirmación y contacto fisico, mientras que Roberto prefiere actos de servicio y tiempo de calidad.
• AU donde Nando se la pasa 24/7 en el hospital/sala de emergencias porque se la pasa lastimándose (trabajando en el taller, andando en auto o simplemente porque es una persona medio torpe kjjj). La primera vez que lo conoció a Roberto fue cuando se lastimó y el hospital más cercano era donde trabajaba Roberto. Ya después del primer encuentro no quiso saber nada con ir a otro hospital que no sea el suyo.
• Me encanta el concepto de Nando siendo un hopeless in love, especialmente con Roberto, pero que no se anima a dar el primer paso porque es tímido/es inseguro/está seguro de lo que va a rechazar/no sabe cómo/no quiere que Roberto lo odie, etc, etc. Cada vez que lo admira a Roberto desde lejos lo hace con esa carita de cachorro pateado bajo la lluvia. Todo el mundo se da cuenta (menos Roberto) de lo obvio que son sus sentimientos por Roberto (y los de él por Nando) pero nadie se quiere meter. La cosa se pone tan frustrante que llega al punto en que Panchito lo agarra de los hombros y lo amenaza: “Nando, o te confesas a Roberto o lo hago yo por vos, lo juro por Dios.”
• Roberto robando los buzos/sweaters/remeras/bufandas de Nando uno por uno porque son un par de talles más grandes que los que él usa y le gusta la comodidad que éstas le da (y que tengan el perfúme de Nando). “Roberto, me podrías devolver mi buzo verde que te llevaste el otro día? Y mi campera negra? Y mi sweater amarillo? Por favor, me estoy quedando sin ropa.” “No sé de qué me hablas.”
Te lo quería mandar antes pero recién ayer me pude liberar de unos compromisos. Ahh, quedó más largo de lo que esperaba y eso que no puse unos más que yo quería porque sino me quedaba muchísimo más largo y no quería molestarte, perdón :') Al final terminó siendo una mezcla de headcanons e ideas más que solamente ideas. Si estos te gustaron te puedo mandar otros sobre NandoxNuma si te interesa.
Créeme cuando te digo que me han encantado todas y cada una de las ideas que me has dado. No se te ocurra pensar que me molestas en ningún caso. Me ha hecho mucha ilusión que te tomases el tiempo de escribirlas para mí!! Espero poder escribirlas, aunque no sé cuando podré ponerme porque estoy de exámenes finales, pero ten claro que en algún momento lo haré.
Me encantaría que me contases las ideas que tienes de Nando y Numa si no es mucho abusar :')
Gracias queridx anon 💕💕💕
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