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LOS DOCE MEJORES ACTORES DEL CINE AMERICANO
Libro “Humphrey Bogart” (Manolo Marinero; Ediciones JC, 1980)
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La imagen tetradimensional en la atmósfera religiosa de Chamula
Hace algunos años, un ministro religioso -David Yonggi Cho- cuya relación con el arte podría considerarse nula escribió un libro llamado “La Espiritualidad de la Cuarta Dimensión”, este autor plantea una especie de ensoñación en relación a la fe y sus manifestaciones señalando que la 4ta dimensión es el lugar desde el que Dios y el diablo influyen en la vida humana, para Cho, acercarse a la cuarta dimensión solamente es posible mediante la imaginación, ¿y qué es la imaginación sino la capacidad de crear imágenes?
Durante este tiempo en el que hemos podido contrastar las diferentes propuestas artísticas en derredor del video como lienzo he cuestionado demasiado la pertinencia de este medio dentro del proyecto que actualmente trabajo, la razón es que hablar de los grupos chamulas (tanto aquellos chamulas que continúan con su religión tradicional -un sincretismo entre catolicismo e ideas mayas-, los que han adoptado el protestantismo como nueva forma de creer e incluso aquellos que se han convertido al Islam) y sus transformaciones religiosas es un tanto complicado ya que un pensamiento común en la región es el miedo a que la fotografía y el video robe una parte del alma, incluso en aquellos que se consideran demasiado progresivos la cámara se puede considerar invasiva por lo que aquellos que buscan mediante el video un acercamiento a la imaginación han buscado estrategias un poco menos directas.
Dominique Jonard fue un artista plástico francés que vivió en México desde 1977, su pasión por los pueblos indigenas le llevó a colaborar con ellos, destacando en este caso el corto animado “Santo Golpe”, este cuenta la historia de 2 individuos que roban un santo de la Iglesia de San Juan Chamula, durante el primer acto, un hombre busca la ayuda de un curandero para sanar a su esposa, el curandero lo logra; puede que esta pareja haya existido o no (nunca lo sabremos), sin embargo expone las dinámicas de la práctica chamánica local desde las actividades económicas, la vestimenta regional, hasta las funciones de mayordomía propias del tempo, de este corto me parece sumamente valioso el testimonio del interior de la iglesia de Chamula, he estado en ese lugar y los mayordomos son sumamente celosos con cualquier intento de representación en el templo desde quien escribe sus notas hasta quien intenta dibujar lo que ahí sucede, la representación que se puede apreciar -me atrevería a decir por experiencia- es privilegiada. Didi Huberman menciona que las imágenes que sirven como ese testimonio de determinada situación son capaces de abrir nuestra mirada sobre sus propias posibilidades, por lo tanto, producir esta “buena memoria”. (Didi Huberman, 2008, pp10
En este sentido, dicho corto se alza como un ejemplo de lo que entiendo por imagen tetradimencional, al moverse en varios planos de la esencia humana y de la escena técnica del video arte logra mostrar una abstracción de la realidad como la hemos revisado, quizá no se valga de grandes instalaciones con figuras complicadas tal es el caso de Pike, o busca formas de proyección complicadas como el caso de Rist, pero si utiliza elementos que invitan a cuestionar la postura de los autores, en especial cuando hablamos de la animación y sus implicaciones estamos conscientes de que hablamos con un testigo que está deformando la información, Barry JC Pures lo explica de esta forma:
“La animación es la nariz roja de un payaso; el cómplice con una audiencia que permite al personaje transgredir la norma, y salirse con la suya. La animación es inevitable y obviamente falsa y, por lo tanto, perfecta para metáforas”
(Purves en Encinas, 2017, pp7)
Durkheim señalaba que los elementos religiosos tienen como objeto, ante todo, expresar y explicar, no lo que hay de excepcional y anormal en las cosas, sino, al contrario, lo que tiene de constante y regular (Durkheim, 1997, pp34). Bajo esta idea, la forma de expresar la cosmovisión religiosa usualmente muestra experiencias con la imagen de forma cotidiana.
Otro ejemplo de producción religiosa que encuentro sumamente interesante -aunque se aleja del espacio del video arte- son los textiles de las mujeres chamulas, estos cumplen la función de una pantalla, son lienzos en los que se expone la cosmovisión del pueblo, los textiles son formas de lenguaje estrechamente ligadas a los procesos de identificación de los pueblos, no solamente a aquellos que se consideran indígenas, sino que como dice Michel Maffesoli: “La imagen no es el signo de lo lejano, es el emblema de lo que se vive” (Maffesoli, 2007, 104). En este sentido el textil es una forma literal de expresar las creencias ya que las formas son una especie de mapa que guía su relación con las divinidades, pero también su relación con los demás, considero que según las ideas de Cho y los distintos autores, el vestir las ideas -sin lugar a la ambigüedad en el enunciado- es una forma de interacción donde la ausencia de un elemento concreto recuerda los planteamientos de Deleuze donde lo virtual no se alza como opuesto a lo real, sino que se le percibe como un terreno fértil y potente que favorece los procesos de creación, abre horizontes, cava pozos llenos de sentido bajo la superficialidad de la presencia física inmediata (en este caso los textiles).
Existen otras piezas audiovisuales que se podrían citar al momento de reflejar la diversidad religiosa sin embargo no estoy tan seguro de poder llamarlas “artísticas” no por su forma o técnica sino por la intención de su contenido, una de esas piezas es el documental de la televisora indonesia Trans 7: Jazirah Islam, que cuenta a detalle los primeros años del Islam en México.
En estos pequeños párrafos he buscado hacer una radiografía de la pertinencia de ciertos temas en el proyecto de TTG, y quizá lograr establecer una relación entre este concepto tetradimencional y las implicaciones desde las que puedo encontrar una lectura, aunque a decir verdad me ha resultado complicado. En este sentido ha habido un criterio esencial para ligar ambas temáticas y es la utilidad de los sensible dentro del proyecto, ya el núcleo son los sitios que proveen una experiencia espiritual y su iconografía, en este sentido retomo las palabra de Maffesolli, quien dice que: “Lo sensible es fuente de riqueza espiritual, reconforten cuerpo, pero al mismo tiempo permite la plenitud del corazón”, así los elementos que brindan esta pertinencia logran trascender las barreras dimensionales.
Bibliografía.
Santo Golpe: https://www.filminlatino.mx/corto/santo-golpe?origin=searcher&origin-type=primary
Documental Jazirah Islam de Trans 7: https://www.youtube.com/watch?v=3N_tdrJUD-o
Maffesóli, M. (2007). “En el crisol de las apariencias”. Siglo veintiuno editores. Madrid.
Didi-Huberman, G. (2008). “Imagen, evento, duración”. Images Re-Vues. No. Especial 1.1-11.
Encinas, A. (2017). “Animando lo imposible”. Diábolo Ediciones. Madrid.
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Indian Roller (Coracias benghalensis)
The scientific name was first used by Carl Linneaus in 1758.
A brightly coloured bird with various shades of blue on the wings, tails and belly. (Rasmussen, P.C.; J.C. Anderton, 2005)
Generally silent but has explosive calls during the breeding season. The normal clutch consists of about 3–5 eggs. The eggs are white and broad oval or nearly spherical. The eggs are incubated for 17 to 19 days by both parents. (Ali, S; S D Ripley, 1983) The young fledge and leave the nest after about a month. Nearly 80% of the eggs hatch and fledge.
Distributed across West to Southeast Asia. (India -the northern region of the Vindhyas mountain-, Lakshadweep Islands, Maldive Islands, Bangladesh, Bhutan, Pakistan, Nepal, Sri Lanka, Afghanistan, Iran, Iraq, Kuwait, Oman, Saudi Arabia and United Arab Emirates) (Ali, S; S D Ripley (1983)
Inhabits in agricultural landscapes (farmlands and pastures), palm groves, grasslands.
- also lives closely to the human civilisation; regularly perches on electrical wires and during summer, they may also feed late in the evening and make use of artificial lights and feed on insects attracted to them. (Bharos, A.M.K. 1992)
- Its habit of feeding near roadsides sometimes results in collisions with traffic. (Goenka, D. 1986)
They perch mainly on 3–10-metre high perches and feed mostly on ground insects. (Mathew, D.N.; Narendran, T.C.; Zacharias, V.J. 1978)
They eat grasshoppers, crickets, mantises, termites, beetles, moths, ants, larvae etc. (Burton, P. K. J. 1984)
The bird bathes in open water by plunge-diving into it, a behaviour often interpreted as fishing. (Tiwari, N.K. 1930)
Significant bird in Indian culture.
- its hindi name ‘neelkanth’ (blue throat) is associated with Hinduism deity ‘Shiva’ who drank poison and his throat turned blue. (Blanford, W. T. 1889)
- Vishnu’s (one of the principal deities in Hinduism) favourite bird. (Kipling, J. L., 1904)
- Adding its chopped feathers to grass and feeding them to cows was believed to increase their milk yield. (Thurston, E. 1912)
- chosen as the ‘state bird’ across many states in India in 2016.
Bibliography
- Ali, S; S D Ripley (1983). Handbook of the birds of India and Pakistan. 4 (2nd ed.). Oxford University Press. pp. 116–120.
- Bharos, A.M.K. (1992). "Feeding by Common Nightjar Caprimulgus asiaticus and Indian Roller Coracias benghalensis in the light of mercury vapour lamps". Journal of the Bombay Natural History Society. 89 (1): 124.
- Blanford, W. T. (1889). The Fauna of British India, Including Ceylon and Burma. Birds Volume 3. Taylor & Francis, London. pp. 103–105.
- Goenka, D. (1986). "Lack of traffic sense amongst Indian Rollers". Journal of the Bombay Natural History Society. 83 (3): 665.
- Kipling, J. L. (1904). Beast and man in India. London: Macmillan and Co. p. 33.
- https://ebird.org/species/indrol2
- https://www.hbw.com/species/indian-roller-coracias-benghalensis
- https://www.thainationalparks.com/species/indian-roller
- Nath, Amitava (2019). “Indian Roller”, Birds of India, https://bloggerkolkata.blogspot.com/2019/06/indian-roller.html accessed 15 March 2020.
- Linnaeus, C. (1758). "Corvus benghalensis". Systema naturae per regna tria naturae: secundum classes, ordines, genera, species, cum characteribus, differentiis, synonymis, locis. 1 (Tenth reformed ed.). Holmiae: Laurentii Salvii. p. 106.
- Mathew, D.N.; Narendran, T.C.; Zacharias, V.J. (1978). "A comparative study of the feeding habits of certain species of Indian birds affecting agriculture". Journal of the Bombay Natural History Society. 75 (4): 1178–1197.
- Rasmussen PC; JC Anderton (2005). Birds of South Asia: The Ripley Guide. 2. Smithsonian Institution & Lynx Edicions. p. 270.
- Thurston, E. (1912). Omens and superstitions of southern India. New York: McBride, Nast and Company. p. 88.
- Tiwari, N.K. (1930). "Bathing habit of the Indian Roller (Coracias benghalensis)". Journal of the Bombay Natural History Society. 34 (2): 578–579.
- Whistler, Hugh (1949). Popular handbook of Indian birds (4th ed.). Gurney and Jackson, London. pp. 293–295.
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Bloqueo literario: cómo traducir una novela de Dan Brown para un thriller | Libros
yoEn marzo de 2013, Carole Delporte, una traductora de francés de 37 años, voló a Milán en busca de un trabajo para el que había sido cuidadosamente seleccionada y finalmente seleccionada. Solo a su esposo y sus dos hijas pequeñas en su casa en París se les permitió saber a dónde había ido.
Después de llegar a su hotel, Delporte se dirigió a un imponente edificio modernista en una expansión industrial en las afueras de la ciudad. Cuando llegó, la llevaron al sótano, donde dos guardias de seguridad pusieron su teléfono y su bolso en un casillero. Luego entró en una sala grande donde un equipo de 10 personas de seis países diferentes estaba haciendo tapping. Durante los próximos dos meses, Delporte trabajaría aquí en el mayor secreto para traducir Inferno, la cuarta novela inédita del exitoso autor estadounidense Dan Brown.
Saliendo 10 años después de que el Código Da Vinci de Brown se convirtiera en uno de los libros más vendidos de todos los tiempos, Inferno siguió a Robert Langdon, el profesor de "simbología" de Harvard que descifra complejos misterios religiosos para detener eventos catastróficos, en este caso una pandemia mortal.
Pero fue la experiencia extraordinaria de los traductores de Brown lo que inspiró una película: Les Traducteurs, del director francés Régis Roinsard. En la película de Roinsard, se revelan 10 páginas de la novela (renombrada Dedalus) y los traductores se ponen en contra del reloj para encontrar la fuente. En realidad, los 11 traductores del búnker milanés solo tenían un trabajo: traducir Inferno y garantizar la publicación simultánea de la novela en todo el mundo.
El lugar secreto donde Delporte terminó fue la sede de Gruppo Mondadori, la editorial más grande de Italia. Desde 1975, la empresa se encuentra en un edificio emblemático diseñado por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer: una estructura de hormigón compuesta por una serie de arcos esculturales y ventanas tintadas de negro que emergen de Un lago de 20,000 metros cuadrados. "Fue un poco como trabajar en una celda de crisis", dice Delporte. “Estábamos presionados por el tiempo y teníamos que hacer un trabajo de primera clase. No debes olvidar que será leído por millones de personas. "
"Estábamos presionados por el tiempo y teníamos que hacer un trabajo de primera clase" … El edificio Mondadori de Oscar Niemeyer en Segrate, en las afueras de Milán, donde se tradujo Origin. Fotografía: Portafolio Mondadori / Getty Images
A diferencia de la película de Roinsard, el "búnker" no era un lujoso refugio apocalíptico. En cambio, era una gran sala de conferencias, equipada con una máquina de café, una nevera, un microondas y un 39, una impresora. A pesar de ser un sótano, Delporte lo recuerda como cómodo, con dos grandes ventanales que proporcionan algo de luz natural y, en un gesto similar a los Juegos Olímpicos (que Acaso en la película de Roinsard), una pequeña bandera en cada escritorio que indica los diferentes idiomas involucrados: español, italiano, francés, alemán, portugués y catalán.
Mientras que algunos traductores ágiles trabajaron individualmente, la mayoría abordó las 3.000 páginas escritas a mano en pares. Delporte, que había sido contratada por la editorial francesa JC Lattès, trabajó con Dominique Defert, con quien ya había traducido otros bestsellers, incluida la biografía de Steve Jobs de Walter Isaacson. "Se necesitan personas que sean psicológicamente fuertes", dice Delporte. "Trabajar en un búnker durante un mes y medio es una experiencia muy inusual".
El objetivo era evitar una fuga catastrófica. Cinco años antes, el autor de Crepúsculo, Stephenie Meyer, abandonó el quinto libro de su exitosa serie de vampiros, Midnight Sun, después de que un borrador inacabado se encontrara en línea. Personal de seguridad armado vigilaba la entrada al búnker las 24 horas del día y se cortó el acceso a Internet. Las computadoras portátiles de los traductores nunca podrían salir de la sala. Para realizar una investigación en línea (esencial con los libros de Brown), los traductores tuvieron que compartir otras cuatro computadoras conectadas a Internet y tomar sus notas a mano.. Sus copias en papel del manuscrito inglés fueron encerradas en una caja fuerte durante la noche. Las visitas al baño fueron registradas por los guardias de seguridad.
Los traductores estaban estrictamente obligados a no hablar con nadie en la cantina de la oficina de su trabajo, en particular los empleados de Mondadori, algunos de los cuales eran periodistas. "Teníamos que garantizar que el contenido del libro no estaría disponible para nadie fuera de esta sala", dijo Francesco Anzelmo, editor gerente de Mondadori.
En una esquina de la habitación había un pizarrón blanco donde podían escribir preguntas que serían transmitidas a Brown. "Todos nos hicimos las mismas preguntas, así que fue bueno porque pudimos discutirlo juntos", dice Delporte. ¿Las horas de apertura de un mercado corresponden a la hora de acción? ¿Era posible dispararle a alguien desde este ángulo en las escaleras? "Debe haber pensado," ¡Estos traductores están locos! "dijo Delporte." Pero en cierto modo, fuimos sus primeros lectores ".
Este tipo de ejecución literaria no solo estaba ocurriendo en Italia. En Londres, los traductores holandeses, noruegos, suecos, daneses y turcos tuvieron una experiencia similar en el sótano de Transworld Publishers, una división de Penguin Random House. “Teníamos todo lo que necesitábamos. Lo único que no teníamos era Internet ", dice el traductor turco Petek Demir İncek. "Tuvimos que firmar un acuerdo diciendo que pagaríamos una gran multa si le contáramos a alguien lo que estábamos haciendo". La razón para dividir a los traductores en dos grupos proporcionó otra capa de seguridad, dice Anzelmo: "Cuantas menos personas hay en la misma sala, menos oportunidades de salir".
Los parámetros internacionales han hecho que las novelas de Brown sean particularmente adecuadas para la nueva estrategia. Inferno ve a Langdon viajar de Florencia a Venecia a Estambul, mientras que Origin tiene lugar principalmente en España. "El infierno fue particularmente importante para nosotros porque tuvo lugar en Italia", dice Anzelmo. "Nos sentimos más involucrados en el libro por razones nacionales y culturales".
La operación diseñada para Inferno fue la primera de su tipo. Por lo general, la traducción de las novelas de Brown comenzó después de que la edición en inglés ya estaba en la lista de los más vendidos, dejando a los editores europeos luchando por obtener sus versiones en las tiendas. Este había sido el caso de The Lost Symbol, la muy esperada secuela de The Da Vinci Code, que salió después de que dos éxitos de taquilla protagonizados por Tom Hanks ya habían atraído a una gran audiencia mundial. Si bien The Lost Symbol rompió los récords de ventas el primer día en los Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá, las primeras traducciones (italiano, español y francés) no llegaron hasta un mes después.
Altamente simbológico … Dan Brown en el estreno en Berlín de la versión cinematográfica de Inferno en Berlín. Fotografía: Markus Schreiber / AP
Annamaria Raffo, una de las tres traductoras italianas del búnker, ha traducido a autores como Ken Follett y Robert Harris durante sus 30 años de carrera. Antes de traducir Inferno, trabajó en un equipo de cinco para completar la versión italiana de The Lost Symbol en menos de dos semanas. "Aunque trabajamos muy rápido, perdimos esos 15 días", dice Raffo. "Mientras tanto, algunos lectores compraron el libro en inglés porque no podían esperar".
Para cuando se anunció Inferno, Era obvio que las ediciones europeas debían lanzarse al mismo tiempo que la versión en inglés, especialmente en un momento en que comprar el libro en inglés nunca había sido tan fácil. "En estos días, desde el momento en que salió en los Estados Unidos o el Reino Unido, puedes pedirlo en Amazon y tenerlo en unos días. No fue el caso allí tiene 20 años ", dice Anzelmo. Esto es aún más cierto en países como Holanda, donde el conocimiento generalizado del inglés plantea un verdadero desafío". Ahora es mucho más importante publicar la traducción simultáneamente ".
En 2017, los editores decidieron comenzar de nuevo para Origin, la quinta novela de Brown en la serie Langdon. Esta vez, 26 traductores se reunieron en Barcelona, donde se desarrolla parte de la novela. El evento fue organizado por Grupo Planeta, el principal grupo editorial en España y América Latina. "Con Origin, la operación se ha mejorado aún más", dice Raffo. Esta vez, los traductores que habían estado en Milán y Londres estaban en la misma habitación. La seguridad se hizo más estricta y a nadie se le permitió traer su propia computadora portátil. En lugar de un sótano, ahora estaban en una habitación sin ventanas en el quinto piso de las oficinas de Planeta, y completamente aislados. Raffo recuerda que el aire acondicionado funcionaba a toda velocidad. "En Milán, se llamaba el búnker y en Barcelona, se llamaba el iglú", dice ella.
"Fue un choque cultural", dice Delporte, en términos de acuerdo de horario laboral. Los nórdicos querían comenzar a las 8 a.m., mientras que el Mediterráneo prefería despertarse tarde y trabajar hasta altas horas de la noche. Como grupo de autónomos acostumbrados a la comodidad de su hogar, tuvieron que adaptarse a las nuevas condiciones. "Reunió a un grupo de ermitaños, cada uno con sus propios hábitos", dice Claudia Conde, una de las traductoras españolas. “Así que trabajar juntos fue bastante extraño. Fue una situación extraordinaria. "
Al final, el esfuerzo del equipo valió la pena. Cuando Inferno se publicó en mayo de 2013, vendió más de 50,000 copias en Italia en sus primeras 24 horas. En España, Origin se vendió rápidamente y, después de una circulación inicial de 600,000 copias, Mondadori y Planeta anunciaron 100,000 copias adicionales para satisfacer la demanda de los lectores italianos y españoles.
En los traductores, los traductores se convierten en personajes cercanos a los agentes secretos mientras buscan la fuente de la filtración. Las habilidades de Deporte y sus compañeros nunca han parecido tan glamorosas. "Es interesante haber hecho una película sobre nuestra profesión", dice ella. "Es bueno porque desencadena una discusión sobre nuestro trabajo".
En muchos sentidos, esto es lo opuesto a lo que se inscribieron los traductores cuando eligieron su trabajo solos y detrás de escena. Un traductor griego de la película de Roinsard dice: "Si hubiera querido trabajar en una oficina abierta, no habría elegido esta profesión".
Pero en realidad, cierto espíritu de cuerpo nació de la experiencia. "Pocos traductores pueden afirmar que todos trabajaron juntos en el mismo texto", dice Raffo. "Fue agradable poder intercambiar ideas", dice Demir İncek. "Por lo general, es un trabajo solitario". Poder resolver los problemas juntos y explicar las muchas referencias históricas y culturales de la novela entre sí fue una experiencia que muchos encontraron liberadora, aunque fue confinada. "Sufrieron durante dos meses", suspira Raffo. "Pero lo volvería a hacer mañana".
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El FORMULA 1 GRAN PREMIO DE MÉXICO 2018TM ha dado a conocer una alianza con Movember Foundation, institución global enfocada al cuidado de la salud masculina. La F1®ESTA servirá como plataforma para amplificar la campaña anual de la fundación e inspirar a la comunidad de Formula 1®, y a sus aficionados alrededor del mundo, a pensar y actuar diferente y con ello ayudar a los hombres a vivir una vida más feliz, saludable y longeva.
Movember Foundation es reconocida a nivel internacional por iniciar el movimiento que anualmente invita a los hombres a que durante el mes de noviembre se dejen crecer el bigote para generar conciencia sobre las enfermedades (físicas y mentales) que afectan a la población masculina, así como por compartir información acerca de la importancia de la prevención y la atención de las mismas.
Como parte de esta colaboración se reinterpretó el emblemático bigote de Movember que fue reemplazado por un diseño muy mexicano conformado por un par de chiles en los colores patrios. El bigote es un elemento representativo de la cultura mexicana que está presente en diferentes elementos de la misma, desde la lucha por la justicia y la democracia durante la Revolución Mexicana, hasta la apasionada música de mariachi y la valentía del charro.
Previo y durante el FORMULA 1 GRAN PREMIO DE MÉXICO 2018TM se llevarán a cabo diversas actividades para impulsar la prevención y atención que promueve la institución y generar un vínculo más cercano con la afición y con nuevas audiencias.
“Nos enorgullece esta colaboración con Movember Foundation y convertir, una vez más, a nuestra carrera en una plataforma para brindar un impacto global para causas de relevancia en la sociedad. Como con las ediciones más recientes, queremos ofrecerle a la afición un valor agregado a su experiencia y continuar demostrándole al mundo que nuestra F1®ESTA es mucho más que un evento deportivo”, afirmó Federico González Compeán, Director General del FORMULA 1 GRAN PREMIO DE MÉXICO™.
Por su parte JC, Co-Fundador de Movember Foundation, agregó: “A nivel mundial el bigote es algo muy representativo de México, por lo que estamos muy emocionados por esta alianza con el Gran Premio. A lo largo de su historia, Formula 1® ha contado con grandes pilotos con bigotes icónicos, desde Nigel Mansell hasta Keke Rosberg; además, a lo largo de los años afortunadamente hemos contado con un gran apoyo por parte de la comunidad de este deporte. Espero que el fin de semana de la carrera todos se sumen a nuestras diferentes iniciativas y se dejen crecer el bigote”.
Lewis Hamilton (GBR) Mercedes AMG F1 with a fan in a poncho at Formula One World Championship, Rd17, Mexican Grand Prix, Race, Circuit Hermanos Rodriguez, Mexico City, Mexico, Sunday 1 November 2015. BEST IMAGE
Fans and podium ceremony at Formula One World Championship, Rd19, Mexican Grand Prix, Race, Circuit Hermanos Rodriguez, Mexico City, Mexico, Sunday 30 October 2016.
El FORMULA 1 GRAN PREMIO DE MÉXICO™ anuncia alianza con Movember Foundation El FORMULA 1 GRAN PREMIO DE MÉXICO 2018TM ha dado a conocer una alianza con Movember Foundation…
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<img align="left" hspace="12" src="imagenes/2018/abril/19/jc-milesime-rose. ...
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Revista CAUDAL_2 Edicion
Deus ex machina
Photographed by Rodolfo Asin Styled by Violeta Durand Styling assist Octavio Ferrero Mup & hair by Marina Eskenazi para JC agency Featuring Eva Kotova Retouch Carolina Gulias Produced by Pacto
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Somos Cris y Lali, dos adictas a la lectura y las administradoras del blog Paraíso de los Libros Perdidos. Hoy tenemos el honor de entrevistar a:
Me llamo Vanessa, aunque mis amigos de confianza me llaman Vane, soy una escritora y blogger de 38 años que en la actualidad compagina la creación de lo que será su tercer libro con su trabajo en la promoción de libros y colaboración en la revista Vértigo como crítica literaria.
1 – ¿Escribes con tu verdadero nombre o utilizas pseudónimo?
Siempre suelo escribir con mi verdadero nombre, pero no os voy a negar que he tenido momentos en los que me he llegado a plantear el uso del pseudónimo.
2 – ¿Cuál es tu nombre completo?
Vanessa
3 – ¿Cuál es tu signo del zodíaco?
Cáncer
4 – ¿Qué día es tu cumpleaños?
Mi cumpleaños es el 17 de Julio
5 – ¿Podemos saber tu edad o es un misterio?
En la actualidad tengo 38 años
6 – ¿Prefieres café o infusión?
– Me da igual, me gustan ambas cosas.
7 – ¿Eres de Coca-cola o de Pepsi?
De ninguna de las dos, soy de Coca-cola Zero
8 – ¿Te gusta más lo dulce o lo salado?
Pues la verdad es que muy dulce no me gusta y muy salado tampoco.
9 – ¿Cuál es tu comida preferida?
La paella y las ensaladas
10 – ¿Cuál es tu olor favorito?
Me encanta el olor a rosas
11 – ¿Y el color?
– El verde manzana y el rojo pasión
12 – ¿Tienes mascotas? de ser si ¿Qué es/son? y ¿Cómo se llaman?
No, ni tengo mascotas ni he tenido nunca.
13 – ¿Eres de usar deportivas o zapatos?
La verdad es que si tengo que elegir me quedo con las deportivas
14 – ¿Cuál es tu lugar de nacimiento?
Madrid
15 – ¿Ibas al colegio público o privado?
No iba ni a uno ni al otro, pues al tener los huesos de cristal tuve que estudiar la EGB en casa con los profesores que me mandaba el Ministerio de educación.
16 – ¿Eras popular o te mantenías apartad@?
La verdad es que cuando fui al instituto solía mantenerme lo más apartada posible para evitar movidas, pero con esto no quiero decir que no fuera una chica sociable, ya que siempre estaba al lado de mis compañeras.
17 – ¿Jugabas más al fútbol o con muñecas?
De pequeña jugaba mucho con las muñecas.
18 – ¿Entre tus amiguitos había más niños o niñas?
Había mitad y mitad.
19 – ¿A qué edad tuviste tu primer novi@?
Nunca he tenido novio.
20 – ¿Sofá, manta y una buena película o sentarte en tu lugar favorito y leer?
Sin duda alguna sentarme a leer.
21 – ¿Cuál es tu serie favorita?
Tengo dos: El Príncipe y Sin tetas no hay paraíso
22 – ¿Qué película ves mil veces y no te aburre?
El diario de Noah
23 – ¿Eres de playa o de montaña?
De playa
24 – ¿A dónde te gustaría viajar?
– A Almería, Málaga y Cádiz.
25 – ¿Dónde vives a día de hoy?
En la actualidad vivo en Móstoles (Madrid)
26 – ¿Si pudieras mudarte a cualquier parte del mundo cuál elegirías?
Seguramente que me fuera a Málaga
27 – ¿Cómo te gustan l@s hombres/mujeres?
– Sinceros, cariñosos y leales.
28 – ¿Cuál es tu estado civil actualmente?
Soltera
29 – ¿Estudias o trabajas?
Trabajo
30 – ¿Es fácil compaginar la escritura con ello?
No, la verdad es que no te voy a negar que lo sea, pues a veces estás tan agotada que llega el momento en el que no tienes ganas de ponerte a escribir y otras veces sientes que te faltan horas al día para poder hacer todo lo que deseas.
31 – ¿A qué edad escribiste tu primer libro?
A mis 30 años
32 – ¿Qué te impulsó a hacerlo?
Lo que me impulso a hacerlo fue hacer realidad uno de mis sueños desde que era pequeña y mis ganas por ayudar a salir adelante a todas esas personas que lo estén pasando mal.
33 – ¿Cómo fueron tus inicios como escritor@?
Mis inicios fueron de puro nervios y emoción.
34 – ¿Has sentido el apoyo de la gente de tu entorno? ¿De quién en especial?
Sí, la verdad es que siempre me he sentido apoyada por mi entorno, pero en especial por mi amigo Víctor, ya que digamos que él ha sido el que me ha levantado cuando se ha enterado que estaba de bajón.
35 – ¿Qué es lo que más te gusta de escribir?
Lo que más me gusta de escribir es el estar creando una historia.
36 – ¿Y lo que menos?
Lo que menos me gusta es corregir
37 – ¿Quién suele leer tus libros, hombres, mujeres o ambos?
Ambos
38 – ¿Cómo fue tu primera presentación?
Mi primera presentación fue de un lleno total y bastante emotiva por todo lo que se habló en ella.
39 – ¿Alguna anécdota de alguna que recuerdes con especial cariño?
Sí, recuerdo que me conmovió mucho ver llorar a dos amigos.
40 – ¿Cuándo firmas libros utilizas la misma dedicatoria para todos o eres de personalizar?
Siempre suelo personalizar mis dedicatorias.
41 – ¿Cómo nos lo dedicarías a nosotras?
Para mis amigas del blog “Paraíso de los libros perdidos” con todo mi cariño.
Uno de mis mayores deseos es que disfrutéis leyendo mi libro tanto como disfrute yo escribiéndolo y mi otro deseo es que la lectura os aporte algo bueno. 42 – ¿Qué temas has tocado en tus libros que creas importantes?
De momento solo he tocado la autobiografía y la poesía.
43 – ¿Hay alguno que te haya marcado especialmente y por qué?
El que más me ha marcado ha sido el primero, porque no me esperaba la gran acogida que ha tenido.
44 – ¿Prefieres crear personajes buenos o malos?
Prefiero ambas cosas.
45 – ¿Cómo surgió la idea de tu último libro?
Pues la idea surgió de mis ganas de llegar a publicar algún día todas las poesía que tenía escritas.
46 – ¿Alguna vez te sientes agobiad@ mientras escribes?¿Qué haces para relajarte?
De momento nunca me he sentido agobiada escribiendo, pero me imagino que llegado ese día lo que haré será parar y relajarme.
47 – ¿Como afrontas los momentos de bloqueo?
Los momentos de bloqueo los afronto poniéndome a leer un buen libro.
48 – ¿Utilizas momentos reales en tus libros?
Sí, en mis libros siempre utilizo algún momento real.
49 – ¿Te atreverías a escribir algo totalmente diferente a lo que sueles hacer? ¿Qué?
Sí, por supuesto y es por ello, que actualmente estoy sumergida en el tema romántico.
50 – ¿Te identificas con alguno de tus personajes? de ser así ¿con cuál?
Sí, en Alma de cristal me identifico con Sonia.
51 – ¿Hay algún momento del día propicio para escribir o las ideas solo surgen sin más?
Pues para mí no, yo soy de las que opinan que cualquier momento del día vale, siempre y cuando reine el silencio y llegue la inspiración.
52 – ¿Qué lugar te ayuda a inspirarte para escribir?
Cualquiera donde reine el silencio para poder concentrarme mejor.
53 – ¿Hay alguna persona especial que te inspire a la hora de escribir?
Hasta ahora no, pero de aquí a un futuro puede que la haya.
54 – ¿Tienes un espacio preferido para escribir en casa? ¿Cómo está ambientado?
No, lo cierto es que cualquier lugar de mi casa me vale siempre y cuando no haya ruidos y voces para descentrarme.
55 – ¿Necesitas silencio o prefieres tener música de fondo para escribir?
La verdad es que necesito ambas cosas.
56 – ¿Que tipo de música escuchas?
Pues para escribir suelo escuchar música relajante.
57 – ¿Cual es tu grupo o cantante favorito?
Sin duda alguna mi amigo Oscar Recio, David Bisbal y la 5ª Estación.
58 – ¿Qué canción te encanta escuchar y no importa el paso del tiempo, sigue haciéndolo?
– Síempre escucho la de “Dame motivos” de David DeMaria y la de “Dígale” de David Bisbal
59 – ¿Que melodía suena en tu móvil cuando te llaman?
En mi móvil siempre suena la melodía de la novela “El Clon”
60 – ¿Eres de Apple o Android?
Síempre he sido de Android
61 – ¿Qué redes sociales utilizas?
Pues utilizo Facebook, Instagram y Twitter.
– ¿Tienes blog o página web personal?
Tengo un blog http://vanessaalbasalvador.blogspot.com.es/
63 – Define en diez palabras la piratería.
No puedo definir en 10 palabras la piratería, pero sí os puedo decir que no es algo demasiado bueno, pues tanto los libros como los discos de música y las películas de cine es un trabajo del artista, y piratear es tirar al cubo de la basura todo el esfuerzo y todas las horas que han llevado al artista a crear su obra y pirateándolos se les está condenando a la miseria; a esa miseria en la que nadie queremos caer, puesto que si nadie les compra sus libros, sus discos de música o pagan una entrada de cine, ¿de qué van a vivir? Y ¿cómo van a sacar adelante sus nuevos proyectos y a su familia?
Pero también soy muy realista y consciente de que quizás mucha culpa de la existencia de la piratería la tengan las editoriales y las discografías, pues si nos paramos a hacer números y a valorar como está la economía a día de hoy, creo que lo suyo sería poner los discos y los libros de papel a un precio más bajo.
64 – ¿Hay algún libro famoso que te hubiese gustado escribir?
No
65 – ¿Cuales son tus tres autores favoritos?
Qué difícil me resulta responder esta pregunta cuando en mi haber como lectora cuento con una gran variedad de libros leídos y todos son de diferente género. Pero intentando contestar sin querer ofender a nadie, os diré que mis tres autores favoritos son: JC Sanz, E. La Torre y Vanesa Gutierrez Portero, aunque tengo muchos más autores que me encantan como puede llegar a ser Manuel Jesús Soriano Pinzón, Carlos Ruíz Zafón, etc.
66 – ¿Cuál nos recomendarías leer?
Os recomiendo leer el libro de “El día que el cielo se caiga” de Megan Maxwell y todos los que escriben tanto Carlos Ruiz Zafón como JC Sanz.
67 – ¿Cuál es el último libro que has leído o estás leyendo?
Actualmente estoy leyendo la casa del Conquero de Manuel Jesús Soriano Pinzón y las vueltas que da la vida de Cristin Ferro.
68 – ¿Prefieres leer en papel o digital?
Pues me gustan ambas cosas, por lo que me da igual
69 – ¿Y publicar?
La verdad es que ahora mismo no puedo decir mucho del tema, ya que nunca he publicado en digital y no puedo decir con exactitud si prefiero el papel o lo digital.
70 – ¿Con que editoriales has publicado?
De momento solo he publicado con Éride ediciones.
71 – ¿Tienes alguna auto-publicación?
De momento no, pero no descarto auto publicar con Amazón.
72 – ¿Qué opinas de los blogs literarios?
Pues de los blogs literarios siempre voy a opinar que hacen un gran trabajo y una brillante labor a la hora de ayudar con la promoción de los libros.
73 – ¿Te gusta que reseñen tus libros?
Sí.
74 – ¿Respondes a todas las valoraciones de tu libro sean de la índole que sean?
Por supuesto que sí, porque ante todo sé tener un mínimo de educación con la gente y que menos que contestar a esa persona que ha dedicado su tiempo a dejarme una valoración sea buena o mala.
75 – ¿Qué te aporta una crítica positiva?
Las críticas positivas siempre me aportan ganas de continuar escribiendo.
76 – ¿Cuando la crítica no es buena cual es tu respuesta?
Pues la verdad es que cuando veo una crítica mala siempre suelo decir que respeto totalmente su opinión y agradezco tanto la valoración como la sinceridad.
No suelo enfadarme mucho, pues soy realista y sé que nunca llueve a gusto de todo el mundo, por lo tanto, hay que saber respetar y acatar que tu obra pueda ser una mierda para alguien.
77 – ¿Te tomas las valoraciones negativas como algo personal?
– No, la verdad es que cuando veo una valoración negativa me la tomó como una lección para aprender a no cometer el mismo error.
78 – ¿Te han hecho alguna vez una pregunta que te haya avergonzado en una entrevista?
A día de hoy no, puede que sea una privilegiada en ese sentido, pero la verdad es que no.
79 – ¿Te da reparo que tus familiares puedan leer alguna escena erótica de tus libros?
No me da reparo ninguno.
80 – Y por último… ¿Qué pregunta no te han hecho nunca y te gustaría responder?
– Pues la verdad es que a día de hoy nadie se ha atrevido a preguntarme aquello de si alguna vez he llegado a estar enamorada.
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Las 80 preguntas a Vanessa Alba Salvador Somos Cris y Lali, dos adictas a la lectura y las administradoras del blog Paraíso de los Libros Perdidos.
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HITCHCOCK Y BOGART
Ediciones J.C. acaba de publicar dos volúmenes que ojalá supongan un cambio de orientación permanente. Para aviso de susceptibles y malpensantes, advertiré que no estoy escribiendo ningún libro para la colección de Juan Carlos Rentero, hasta hace poco colaborador de esta revista; al menos, no todavía... ya que el Alfred Hitchcock de José María Carreño y el Humphrey Bogart de Manolo Marinero me permitirán sentirme «en buena compañía» el día que acepte hacer uno.
No he de ocultar que, desde hace un montón de años, y aunque ya no nos veamos con frecuencia, me considero amigo de Manolo y de José María. Claro que la amistad bien entendida no obliga a estar de acuerdo en todo, ni que cuanto hagamos, digamos o escribamos los unos haya de merecer la aprobación automática de los otros; antes al contrario, el aprecio que como personas y como críticos —Marinero y Carreño han sido los de mi generación con los que me he sentido más en sintonía y a los que más he admirado— les tengo me hace, precisamente, más exigente.
El Bogart de Marinero no es «una más» que agregar a la ya larga relación de biografías del gran actor: para empezar, no es propiamente una exploración biográfica, ni su mítica silueta sirve como percha a vagos y superficiales comentarios de ropavejero —como tantas veces— acerca de los films que interpretó. Es algo mucho más original y más vivo, como cabía esperar del autor de una crítica de Bande à part (Film Ideal n.° 222-3) que desde hace diez años tengo por la más ejemplarmente concisa, comprensiva, esclarecedora, certera, autorreveladora y poética jamás escrita (anywhere, que yo sepa): se trata de una aproximación moral a la figura de Bogie como intérprete, como serie de personajes, como figura pública y como persona. Un breve apunte biográfico —que va directamente a lo esencial— nos sitúa ya en la perspectiva ética desde la que —más por convicción y honestidad que por elección— escribe —y muy bien, cosa rara, y cada vez más, en la crítica de cine o en cualquier otra empresa literaria— Marinero, que se atreve, al hablar de Bogart, hablar también, como es debido —es decir, sin egocentrismo— de sí mismo; tampoco se limita a cernir con tino la personalidad rebelde y fronteriza del protagonista del libro, sino que pinta el mapa de su circunstancia histórica, política, social, artística y vital, es decir, nos invita a hacer una incursión —en plan comando— en la época que vivió y en la América que el Hollywood de entonces supo estilizar, criticar, sublimar o radiografiar implacablemente. De ahí que el libro rebase con mucho —a un ritmo trepidante, de novela «negra»— sus presuntas fronteras y acceda a la categoría de auténtico y apasionante relato, a la vez reivindicación de una visión del mundo —de la que Bogart fue parte activa y emblema—, defensa e ilustración de una forma de entender el cine —que sigue viva, aunque no se practique— y manifiesto existencial. En suma, un libro único en su género y estrictamente imprescindible.
Muy diferente —como corresponde al carácter del autor y al tema del libro— es el tono adoptado por José María Carreño para adentrarse en los laberintos del arte hitchcockiano. Dando por sabidas (o al alcance de cualquiera) biografía y carrera, Carreño centra su atención —tanto por falta de espacio como por afán de eficacia— en las películas más características y representativas de Hitchcock, las más típicas y conocidas, las que mejor responden a la imagen tradicional de este director entre sus admiradores, sin detenerse en los primeros pasos ni en los —raros y relativos— tropezones; ni siquiera —y eso sí que lo siento— en los postreros experimentos. No es que yo objete su selección de diez films —que se cuentan entre los mejores de Hitchcock—, pero la exclusión de los anteriores a 1935 y los cuatro últimos —sobre todo Topaz— obligan a omitir aspectos más inexplorados y no menos reveladores o apasionantes. Esto, y el factor subjetivo de que ni siquiera acerca de Ford hayamos hablado José María y yo tanto como sobre Hitchcock, puede explicar la relativa decepción que ha supuesto para mí un libro que, por lo demás, cabe considerar una excelente introducción al mundo hitchcockiano: tan sólo me sorprenden ciertas generalizaciones y generalidades filosóficas de evidente —y en sí admirable— procedencia, a mi entender no muy aplicables al autor de Marnie, así como que —precisamente él— contribuya a divulgar la falacia —propagada por el propio Hitch, sospecho que para «quedarse» con el muy ingenuo Truffaut— de que Scottie (J. Stewart) siente en Vertigo una pasión «necrofílica» y «fetichista» por Madeleine/Judy (K. Novak), cuando, más que hacer el amor con el cadáver de su amada, lo que desearía es volverla a la vida, recobrarla, aunque sea recreándola en otra mujer que —casualmente— no es otra, sino la misma; la actitud de Scottie será tan obsesiva y desesperada como se quiera, pero no le atrae Madeleine porque esté muerta, ni siquiera sólo por su morbosa inclinación al pasado.
Ahora bien, como Hitchcock es tan profundo, complejo y rico en implicaciones que cada cual tiene su propia visión del mundo que magistralmente transfigura, y no han de ser muchos los que hayan tenido la suerte de conversar acerca de sus películas con José María Carreño, hay que concluir diciendo que su libro es un acercamiento a los fascinantes misterios del más inquietante cineasta que ha existido mucho más certero, útil y revelador que la mayor parte de la copiosa bibliografía dedicada hasta ahora al «mago del suspense». Es un libro que estimula la reflexión y admite la réplica, es decir, que invita a ver, pensar y discutir: una de las posibles funciones de la crítica.
Miguel Marías
Revista “Dirigido por” nº 77 (Noviembre 1980)
#miguel marías#alfred hitchcock#humphrey bogart#manolo marinero#josé maría carreño#ediciones jc#dirigido por
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La Femme de Rose Hill (Alain Tanner, 1989)
Aunque en última instancia algo insatisfactoria, la última meditación de Tanner sobre el desarraigo y el aislamiento, sobre la condición de extraño o extranjero, consigue trasmitir casi físicamente al espectador la sensación de desconcierto, de incomodidad, de estar "de más" en todas partes que padece su protagonista, una africana de ciudad que —por razones que jamás se nos insinúan— ha viajado hasta un cantón de montaña en Suiza para casarse con un granjero maduro al que nunca había visto.
Hay en Tanner un afán de sobriedad, que a veces le lleva a reprimir la libre expresión de los sentimientos, y hasta a caer en la tacañería informativa, y que quita fuerza y espontaneidad a la parte central de la trama, es decir, las relaciones frustrantes de la joven negra (Marie Gaydu) con su marido y su antipática suegra, y después con un joven rico de la zona (Jean-Philippe Ecoffey), que tampoco terminan nada bien. La película respira con mayor holgura, y se crece consiguientemente, cuando cobra protagonismo el grandioso personaje de la estrafalaria tía del joven, una vieja coja, aislada, rebelde, descarada, con sentido del humor, que ha hecho siempre lo que ha querido, por lo que la toman por loca (Denise Peron, físicamente una versión femenina de Michel Simon, con algo de Henri Langlois y un poco de Patricia Highsmith), que acoge en su casa y protege a la joven pareja, para tomar después partido por Rose, cuando esta rompe con su amante al negarse a abortar.
Se diría que las limitaciones de la película —que tiene estilo, y un punto de vista personal, y un uso del CinemaScope infrecuente en estos tiempos de estrechez televisual— son el resultado de complejos o teorías del autor, que se pone a sí mismo una mordaza, cuando no la zancadilla. Dan ganas de que un día se libre de esas reservas y timideces, y se despreocupe un poco de lo que se debe o no hacer. Entonces conseguirá, dejándose llevar con serenidad, ponerse de nuevo a su mejor nivel —el de Dans la ville blanche— e incluso, por madurez, superarlo.
Miguel Marías
Libro “Todos los estrenos. 1990”, Ediciones JC
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Casualties of War (Brian De Palma, 1989)
CORAZONES DE HIERRO
Habría que identificar al culpable de rebautizar de forma tan fascistoide una película cuyo título original podría traducirse por Bajas de guerra, Heridos de guerra o, quizá mejor, Víctimas de la guerra, porque, ayudado por la buena reputación "sangrienta" de Brian De Palma (Hermanas, Carrie, La furia, Vestida para matar, Doble cuerpo, etc.) y por tratarse de su primera incursión en el género, ha originado no pocos malentendidos, cuando no la radical incomprensión de esta excelente y muy sobria película, ya perjudicada por formar parte de una "oleada" de tardías reflexiones sobre la guerra de Vietnam y sus consecuencias, y no ser la más espectacular de ellas (la también muy notable Nacido el 4 de julio, de Oliver Stone, con la que Casualties of War tiene tan poco que ver como el cine bélico de Anthony Mann o Raoul Walsh con el de Samuel Fuller, King Vidor o D.W. Griffith; en teoría, sobre el papel, se parece más a otra de Stone, Platoon, por centrarse en una patrulla y plantear un crimen de guerra, pero sospecho que en realidad es más bien una crítica del efectismo y el esquematismo que dieron el éxito a ese film del autor de Wall Street).
Pese a su hábil y sugerente estructura, el ritmo que De Palma logra mantener sin por ello reducir el alcance de su película al terreno de la acción ni poner en peligro su carácter analítico y de reflexión moral, y a la espléndida dirección de actores, Casualties of War sufre de un defecto que este director había logrado rehuir con excepcional éxito en casi todas sus obras anteriores —si se exceptúan, claro está, El fantasma del Paraíso, El precio del crimen y Los intocables de Elliott Ness, que tienen un desarrollo "cantado", ya que son, en cierto sentido, remakes de películas célebres—, pese a su incorregible afición a reciclar una y otra vez elementos procedentes sobre todo de Hitchcock, pero también de otros cineastas (Coppola, Antonioni, Corman, Lang, etc.), tratándolos de forma muy diferente, si no opuesta —la suya propia, que no puede ser más distinta que la de Hitchcock—, y combinándolos de tal modo que, de hecho, juega con las expectativas del espectador, que cree adivinar por dónde va a ir el relato al reconocer algo como "hitchcockiano" —venga de Psicosis, de Vértigo o de La ventana indiscreta— y se encuentra de repente en un territorio desconocido, en el que las cosas toman el giro más impensado. En cambio, Casualties of War resulta previsible, y encima la gravedad del tema priva a De Palma de otros dos de sus recursos habituales más eficaces, el humor y la crueldad para con el espectador, al que suele engañar, despistar, asustar, sobresaltar, atormentar y, para colmo, tiene tan "mala idea" que disfruta obsequiándole con un tremendo "final infeliz", lujos que en una película "seria" como esta no se pueden permitir.
Miguel Marías
Libro “Todos los estrenos. 1990”, Ediciones JC
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Maravillas (Manuel Gutiérrez Aragón, 1981)
MAGIA COTIDIANA
Pocas sorpresas hay tan gratas como sentirse guiado, cuando menos se piensa, por territorio desconocido, sobre todo si su topografía real está a la vuelta de la esquina, es la que todos los días se atraviesa sin prestarle ya atención, sin sospechar apenas la posible existencia de puertas que permanecen cerradas a la espera de un soñador que se atreva a golpearlas y a pronunciar la fórmula mágica —"Ábrete, sésamo" o "Abracadabra" — capaz de hacer que se abran y den paso a los insondables y laberínticos pasillos de la ficción.
Sabemos desde muy niños que los bosques pueden estar encantados —Habla, mudita (1973) y El corazón del bosque (1979), también Furtivos (1975), nos lo han recordado—, pero pocas veces —algún atardecer enrojecido, bajo una luna nimbada, cuando la niebla o la polución difuminan el sol, al despuntar la aurora, y en circunstancias subjetivas muy especiales— hemos creído que Madrid pudiese ser una ciudad de misterio; Londres, París, Nueva York sí, tal vez Barcelona, Santiago o Sevilla, por supuesto San Francisco (Vertigo), pero no esta sucia capital, cada vez más invivible, que recorremos a diario con prisas o sin rumbo; o, en todo caso, solamente algunos islotes: los alrededores del Prado, de la Plaza Mayor, de Opera, la Corredera Baja. Y, de pronto, resulta que sí, que Manolo Gutiérrez Aragón, quizá por no haber nacido en ella, ha sabido descubrirle a mi ciudad su cara oculta, convertir la Gran Vía en un pozo sin fondo ni horizonte, encontrar callejas que el pincel de Utrillo no hubiese desdeñado, trasmutar en oro la Plaza de España vista desde lo alto, citarnos en un descampado que rezuma peligro a la sombra de una casa aislada que parece mantenerse en pie de puro milagro, como un mascarón de proa de barco dinamitado.
Y este Madrid de alquimia y conjuración es el lugar de encuentro y perdición de unos personajes opacos, auténticos e imprevisibles, secretos, que tejen una trama estimulante e intrigantemente insólita que Gutiérrez Aragón, sin prisas, va deshojando ante nuestros ojos asombrados como quien abre las sucesivas capas de una alcachofa.
El camino más corto hacia el misterio no es la línea recta, como se sabe, sino más bien el rodeo: piénsese en el círculo de fuego del Fausto de Murnau, en la Tabla Redonda del Rey Arturo y sus caballeros, en Stonehenge, en el circo, en la luna, en las espirales descendentes y ascendentes de Vertigo, en los sinuosos y desconcertantes movimientos de cámara de Vampyr, en el retrato ovalado de Poe, en los ojos. Por eso Maravillas dispone a sus personajes en corro y nos incita a perdernos con ellos, una y otra vez, por el sendero que dibujan con tinta invisible los destinos entreverados del fotógrafo venido a menos (Fernando Fernán-Gómez) y su hija Maravillas (Cristina Marcos), Chessman (Enrique Sanfrancisco) y la inquietante niña que resulta ser su hija, Pirri (José Luis Fernández) y su hermana (Yolanda Medina), Miqui (Miguel Molina), un turbio confesor (Emilio Rodríguez) y un perista (Francisco Catalá), el mago Salomón Toledo (Francisco Merino) y los otros cuatro "padrinos", judíos o gentiles (Gerard Tichy, Jorge Rigaud, Eduardo McGregor, León Klimovsky), sobre el plano de Madrid.
Aunque coincida con el nombre de una de las protagonistas, el título de la película describe realmente lo que hacen sus artífices con los elementos heterogéneos que -como en los buenos brebajes de hechicero— le sirven de materia prima y punto de partida: el brillante pasado y el sórdido presente; un desafío al borde del peligro, sobre el abismo ("Lo más importante en la vida es no tener miedo: quien es valiente vence, quien es cobarde cae"), y una maldición casi bíblica ("Vete de esta casa y no vuelvas en tu vida"); un anillo que se queda chico y unas piedras preciosas donadas y sustraídas una y otra vez; unos sefarditas errantes y un artista solitario que se siente tan perseguido y marginado como ellos; unos niños perdidos en la jungla de asfalto que juegan a ladrones con armas de verdad; la barandilla de una terraza en un film lleno de tejados, azoteas, puertas y ventanas, dinteles, umbrales, zócalos, pasillos y escaleras: puntos de transición, lugares de paso, bocas de lobo, entradas de cueva. Cómo se ha imaginado —tal vez soñado— y urdido esta trama para que cuaje, para que no pierda capacidad de fascinación cuando uno sabe ya a dónde conduce el camino, es para mí un enigma. No creo que sea una cuestión de escritura, ya resuelta en el guión. Sospecho, más bien, que es producto del contacto de una luz dorada —que, como una varita mágica, transforma cuanto toca— y unos actores, maestro uno -Fernán-Gómez— y aprendices de brujo los más, dirigidos sin puntos de referencia exteriores: su modelo no está en la realidad ni tampoco en el cine o la literatura, sino tal vez en la imaginación confabulada de sus creadores y de los propios intérpretes.
No es frecuente que ver una película —y menos aún si es española— sea una aventura; más raro es todavía que ese viaje sea repetible, renovable, sin merma de su atractivo y de su riesgo. Por eso Maravillas es un reto a la fantasía del espectador que no termina con la película, sino que se prolonga en la calle, de noche o en pleno día, como una obsesión envolvente. Uno desearía descifrarla, descubrir el truco —si lo tiene—, comprender el prodigio; lo tremendo es que no es un simple juego de manos, una ilusión, una pesadilla o una fantasía: ahí están las calles y los edificios, los personajes existen, son verosímiles e inteligibles.
Podría imaginarse una versión —o perversión— naturalista, sociológica, explicativa, de esta historia, cabía emplear de otro modo estos materiales no inventados o creados en estudio con ayuda de efectos especiales, sino extraídos de la realidad inmediata, presente, accesible. Se trata, creo yo, de saber ver más allá de la apariencia o la fachada, de no dejarse llevar por la rutina, los hábitos mentales, las convenciones expresivas, el psicologismo, los métodos probados y seguros, los códigos simbólicos, los gastados pretextos comerciales, y de tratar de traducir a imágenes concretas y precisas una visión interior. Empresa que no está al alcance de cualquiera, pues no todo el mundo se lava los ojos entre mirada y mirada ni tiene en ellos el equivalente poético de los rayos X; tampoco abundan los fotógrafos dispuestos —como Escamilla— a emular a Campanilla
y rociar de polvos mágicos una aglomeración urbana poco agraciada para convertirla en un escenario crepuscular que, si no vuela como el navío del Capitán Garfio una vez capturado por Peter Pan, permite en cambio que vuele la imaginación de los espectadores dispuestos a no deponer nunca sus derechos fantásticos o su vocación de exploradores de los incontables otros lados del espejo que constituyen el múltiple país de Maravillas.
Agradezcamos, pues, a Manolo Gutiérrez y sus cómplices esta nueva extensión de las fronteras del sueño, este manojo de llaves para abrir puertas demasiados años cegadas, este faro que ilumina con su luz irreal la realidad circundante, este cuento que nos relata cuando aún estamos a tiempo de comprenderlo y plantarlo en nuestra memoria para continuarlo por nuestra cuenta y —llegado el caso— trasmitirlo a los que no sepan siquiera que en tiempos existió un arte narrativo capaz de hacer que ardiese en la imaginación cualquier madera, aunque estuviese quemada, podrida, mojada o pisoteada. La luz dorada que baña todas las escenas de Maravillas —tanto en interiores como en exteriores— no es otra que la de la chimenea o la hoguera en torno a la cual siempre se contaron los cuentos.
Prólogo al guion de “Maravillas”. Ediciones JC. 1981
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The Boost (Harold Becker, 1988)
Autor, que yo sepa, de siete largometrajes entre 1972 y 1989, Harold Becker no ha llamado la atención de los cinéfilos ni de la industria, por lo que su carrera es todo lo extraña que cabe imaginar, a pesar de la complicidad que ha establecido con un actor tan notable —pero oscuro: nunca será una verdadera "estrella"— como James Woods, y que ha guiado el retorno de Al Pacino a la pantalla en la muy conseguida Melodía de seducción (Sea of Love, 1989).
No sé si trabaja poco porque sólo lleva a término sus proyectos, por mucho que le cueste ponerlos en pie, o si vive de otra cosa y de tarde en tarde, cuando le intriga el guion que le ofrecen, se pone a dirigir, el caso es que su filmografía tiene —dentro de un radio muy amplio, pues va de la comedia a la tragedia— una considerable unidad estilística, un tono peculiar, una constancia en los personajes que le atraen, siempre gente fuera de lo común. Lo malo, desde el punto de vista de su "imagen" como autor, es que varias veces nos ha hablado —cuatro, creo— de policías, y una de militares, y eso no es lo que ha estado más de moda y mejor visto en los círculos de la crítica en los últimos veinte años.
The Boost —que podría traducirse por "el empujón", "el impulso", "la propulsión", pero no como Impulso sensual— tiene bastante que ver con sus otras películas, salvo que es la más trágica de todas y, sobre todo, la más monótona y previsible: una vez que, tras un enigmático arranque, se pone en marcha, sabernos lo que nos espera, que hemos entrado en una historia de subida y caída, y que, incluso si al final hay un movimiento de fuga, a los personajes les va a pasar justamente lo que de inmediato empieza a sucederles; si la película no hace concesiones —y ese es, curiosamente, el caso—, será de una desesperanza absoluta; si las hiciese, se convertiría en un filmlet publicitario de sí misma, o de sus intérpretes.
El impulso que necesita para vivir Lenny Brown (James Woods) —y luego, por contagio, su mujer (Sean Young)— es, primero, el éxito y su materialización, el dinero, en unas cantidades que cada día han de ser mayores, en un proceso descontrolado de huida hacia adelante y de endeudamiento y derroche crecientes; hasta que una simple medida fiscal echa por tierra la base de sus grandes negocios inmobiliarios, y la adición al dinero se ve sustituida por otra, la coca y la heroína, o los tranquilizantes, o lo que sea, que a su vez requiere dinero, y así se cierra un círculo vicioso en el que nuevamente la mujer es arrastrada por su marido, y del que no logran salir por muchos propósitos de enmienda y muchas promesas que se hagan.
Condicionado por la adicción al final feliz del público, a la que Hollywood ha solido dar entusiasta satisfacción, el espectador se pasa más de hora y media confiando en que acaben las desdichas de esta pareja —acelerado e inquietante él, frágil y delicada ella—, pero Becker procede con la lógica implacable de un silogismo: no hay salida, y cada vez todo empeora, o vuelve a estropearse cuando se entreabría una rendija a la esperanza.
Naturalmente, esta negativa a dorar la píldora, sin por ello lanzarse a discursos moralizantes ni caer en la histeria, es decir, sin dar gusto a los defensores del consumo de drogas ni tampoco a sus detractores, puesto que mira a sus personajes con comprensión y simpatía, casi con compasión pero sin alardear de piedad ni situarse en un plano de superioridad moral, es una actitud de esas que cuesta caro mantener, y es muy probable que Becker lo haya pagado con el oscuro destino de esta interesante película, grandiosamente interpretada, y con la nueva ocasión de relanzar su carrera de cineasta que, probablemente por integridad, ha desaprovechado.
De todos modos, los que encontramos interesante The Onion Field, y muy buenas The Black Marble, Taps y Sea of Love, que debemos ser tres o cuatro, seguiremos esperando con interés las películas de este singular cineasta que se llama Harold Becker.
Miguel Marías
Libro “Todos los estrenos. 1990”, Ediciones JC
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Street of No Return (Samuel Fuller, 1989)
Como adaptación de una de las más trágicas y angustiosas novelas de David Goodis, empresa por demás imposible actualizándola y sin rodarla en Nueva Orleans, Street of No Return es un fracaso. Pero como la película se sigue con interés, más vale olvidar su punto de partida y acompañar a Fuller en su alocada carrera suicida hacia una meta desconocida.
Y no es sólo que no se intuya muy claramente cómo va a terminar esta complicada historia de fatalidad e intrigas, sino que no se comprende el objeto de una producción franco-portuguesa, rodada en inglés en Lisboa y sin clientela suficiente en perspectiva. Dado que el novel productor es Jacques Bral, director, entre otras, de la interesante Polar, quizá sea una idea de cinéfilo, deseoso de permitir que un viejo cineasta americano no se vea obligado a un retiro prematuro, y que siga rodando, aunque no sea en condiciones ideales, ni con los medios y técnicos a los que está habituado. Tampoco es la primera vez que Fuller se encuentra en una encrucijada, y ha demostrado como pocos que sin tiempo ni dinero es posible hacer una buena película, cosa que prueba una vez más, y de paso que la energía, la imaginación y el ritmo no son patrimonio de la juventud.
Ocurren todo tipo de locuras, trágicas o grotescas, o ambas a la vez, y sin parar. Pese a una estética contaminada de videoclips, de lo que ahora se ve, no en las salas de cine, sino en la televisión o en la calle, y que extraña en Fuller, pues parece del todo ajena a su mundo y a su imaginería, hay también planos muy hermosos, que brillan aún más en un conjunto tan dudoso. Al borde del naufragio permanentemente, la película hace gala de un saludable descaro, y confía siempre en que brote el chispazo que vivifique el interés del espectador mientras Fuller salta a otra escena más disparatada todavía, antes de que se vaya a pique la anterior.
Quizá sea pirotecnia, pero funciona, y antes de que dejemos de creernos todo, la película desemboca en su final, dejando la sensación de que, bueno o malo, lo que uno acaba de ver es indudablemente cine, pobre pero auténtico, no un sucedáneo.
Miguel Marías
Libro “Todos los estrenos. 1990”, Ediciones JC
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Ovejas negras (José María Carreño, 1989)
Cosa infrecuente en el cine español de los últimos veinte años, Ovejas negras cuenta no sólo con una idea argumental ingeniosa y original, sino con ese factor que tan a menudo se echa en falta: un guion meditado, meticulosamente construido, cuidado hasta el último detalle, repasado una y otra vez, analizado y corregido. Afortunadamente, ese rigor autocrítico ha sido sazonado por el humorismo que preside, discreta pero persuasivamente, la estructura del relato y la propia ironía implícita en la historia que cuenta Carreño.
Aunque no hay pistas —salvo el apellido del protagonista, trasparente y no entorpecedora alusión al que encamó Ernesto Alonso en Ensayo de un Crimen—, porque todo ha sido digerido y asimilado, Carreño tiene en este su primer largometraje tres maestros principales: el Buñuel hispanoparlante, y sobre todo mexicano; Hitchcock y el mediometraje de Antonio Drove La caza de brujas. No hay "buñueladas", y sólo los que conocen muy bien el modo de hacer de Hitchcock serían capaces de detectar su magisterio, que se ejerce soterradamente, lejos de los aspectos más evidentes y espectaculares, en determinados planos. Son influencias, más que estéticas, morales; más de formas de pensar y de enfocar la narración en general que de detalles vistosos o planos concretos; más producto de afinidades que de un afán de emulación. Lo que Carreño ha aprendido de ellos no se "estudia" en hora y media, no se puede copiar y hasta es difícil de detectar: es algo que él llevaba dentro, y que ha reconocido en esas películas, como en ciertas comedias italianas o inglesas. Más que influencias, pues, son afinidades electivas de las que Carreño es consciente y ha aprendido.
Ovejas negras es una película nada ostentosa, singularmente sólida y densa, compacta, pese a cierta fragilidad aparente, probablemente subsanable cuando ruede con más tiempo y más medios; por eso, y porque es modesta, y formalmente muy clásica, muy "normal", se resiste al análisis. La gracia de la historia se pierde si se resume, si se cuenta oralmente o por escrito, porque está ahora discretamente plasmada en imágenes, tonos de voz, gestos apenas perceptibles que delatan inquietud o impulsos retenidos con esfuerzo, miradas de temor, angustia, humillación, turbación o sospecha.
Presidida por la lógica —aunque eso sí, una lógica perversa, desviada de sus fines, llevada hasta sus últimas consecuencias— y por una cierta complacencia en la ambigüedad salvo la pequeña broma final, totalmente coherente y por tanto irreprochable desde un punto de vista dramático, Ovejas negras es una primera película sorprendentemente madura y clara, hecha con seguridad y sin caer nunca en la arbitrariedad o el capricho.
Miguel Marías
Libro “Todos los estrenos. 1990”, Ediciones JC
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Irma la Douce (Billy Wilder, 1963)
Sin duda una de las películas más largas y narrativamente complicadas de Billy Wilder, es también una de las que más evidentemente ilustran su etapa de madurez, la que se extiende entre El apartamento y Fedora. De ellas, es quizá la menos concisa, la más prolija —quizá en exceso— y la que se apoya en mayor medida no sólo en la identificación perfecta entre actores y personajes —como, por ejemplo, Avanti!—, sino en el decorado, que pasa aquí a desempeñar un papel protagonista y llamativo como tal: el barrio parisino de Pigalle y sus cercanías, los tópicos lugares donde malviven, sueñan, mienten y se aman, Irma la Dulce y sus compañeras de acera, sus chulos y clientes, y una fauna pintoresca de tópicos gendarmes, borrachos, etc., son evidentemente decorados de cine, admirablemente diseñados y construidos por el gran Alexandre Trauner, que —pese a su precisión— rompen totalmente con el anclaje en la realidad inmediata que hasta entonces caracterizaba las mejores obras de Billy Wilder y permitía tomarlas, dentro de su estilización innegable, por "realistas".
En ese sentido, y por su recóndito pero muy sentido romanticismo, en Irma la Dulce reconoce Wilder su deuda para con el Ernst Lubitsch otoñal (el de The Shop Around the Corner, Heaven Can Wait y Cluny Brown), antes del gran salto que supone pasar de Con faldas y a lo loco, El apartamento, Bésame, tonto y En bandeja de plata a La vida privada de Sherlock Holmes, Avanti! o Fedora. Sobre la sonrisa del cínico endurecido, tras la máscara del sarcasmo cruel y la ironía despiadada, empiezan a percibirse suspiros de melancolía y hasta asoman las lágrimas de un sentimental incorregiblemente nostálgico, que al fin vence su pudor y, poco antes de verse forzado a interrumpir y dar por concluida su carrera —sumiéndose en un retiro que parece ya definitivo—, aprovecha que está en plenitud de facultades y que varios éxitos consecutivos de crítica y público le permiten correr riesgos que habitualmente rehúye, para entregarnos sus secretos más celosamente guardados e incluso cuidadosamente disimulados. Apoyándose en la pareja de actores que —con Walter Matthau— mejor encarnan sus personajes, es decir, Jack Lemmon y Shirley MacLaine, Wilder empieza, poco a poco, a desnudarse ante nosotros precisamente en esta "farsa melodramática" —valga la paradoja, en Wilder perfectamente plausible y "lograda" como combinación— titulada Irma la Dulce, que se convierte por eso, como Fedora cuando se compara con El crepúsculo de los dioses, en una de las obras más reveladoras de su carrera.
Miguel Marías
Libro “Todos los estrenos. 1990”, Ediciones JC
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