#dolor nervioso
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Cuando la situación se torno peligrosa,nega ,el "jiang shi" decide alejarse de su joven maestra y sacrificarse para darle una oportunidad de escapar del ejército del maldito emperador mogeko.
Sin embargo,tras contarle su plan a su protegido humano,ella se niega entre lágrimas a dejarlo ir.
Atónito,el vampiro-zombie se ve paralizado por una aterradora sensación de Déjà vu que pone en alerta máxima todos sus sentidos.
Sus colmillos comienzan a doler a la par que sus garras crecen sobre sus helados dedos.
Incluso el sello sobre su cabeza se siente pesado,como si tratara de suprimir el flujo de energía que comenzó emitir su alma.
-"n-no...no vayas.."- susurra la joven maestra contra la tela de su ropa,y él casi puede sentir sus uñas clavarse contra su abdomen mientras se aferra con desespero.
El palpitar sobre su pecho se vuelve tan errático que siente su cuerpo retumbar con cada doloroso latido.
"¿Latido?"
Para un zombie con tanta antiguedad como él tal cosa debería ser imposible,
Algo de todo aquello debia estar siendo producido por su propia alma.
Sin embargo aquella conclusión tenia menos sentido para él.
¿Por que su alma estaria reaccionando de esa forma a esa humana?
Las dudas se acumulan en su lengua a la par que su cabeza duele como si fuera a partirse por la mitad.
Yonaka al notar su estado rígido,levanta su rostro para encontrar su mirada con la de él
-"¿e-eh?...¿jiang shi-sama?"-
-("¿sr.mogeko defectuoso?")-
cuestiona ella de forma llorosa,pero el contenido de su pregunta es confuso para el vampiro,ya que él juraría haber escuchado la voz de su humana llamarlo de otra forma al mismo tiempo.
"¿m..mogeko defectuoso?" Se repite él internamente,encontrando aquel título confuso pero familiar en alguna parte de su mente.
Entonces el dolor de cabeza empeora,y el sello parece ejercer una mayor presión que casi lo pone de rodillas.
El sudor se acumula sobre su piel pálida mientras su visión se vuelve borrosa.
Siente su pecho apretarse,como si algo desde su interior tirará con insistencia su alma para retenerla en su cuerpo.
De fondo logra escuchar la voz femenina de su humana compañera pedir por él con insistencia.
Nega dirige sus ojos hacia ella con dificultad,como para calmarla.
Su confusión no hace más que crecer cuando al enfocar su mirada en yonaka,él consigue apreciar la tenue imagen sobrepuesta de una chica bastante similar a ella.
Su vestimenta era extraña,en vez del Qipao rojo con bordes dorados ella parecia llevar una especie de uniforme exótico que nega no reconoció al instante.
El rostro y las faciones eran identicas,sin embargo su peinado era distinto,pues su cabello oscuro era separado por dos largas trenzas que caian sobre su espalda.
"¿señorita?"
Debido a lo borroso de su visión no pudo examinar con mas detalle la extraña aparición.
Pero algo para él estuvo muy claro.
Ella estaba llorando mientras rogaba para que no la dejara.
Justo como ahora...
Depronto sintio un calido toque sobre su mejilla,el zombie parpadeo lentamente mientras sentia como su malestar comenzaba a calmarse ante la suave caricia de la humana.
Era como si saliera de una especie de transe,ya que incluso él rostro de su actual yonaka pudo verse con mas nitidez.
Sus ojos temerosos y llenos de preocupacion lo acogieron con tanto afecto que casi hicieron que su mente quedara en blanco.
Como si no hubieran más preocupaciones.
Como si solo existiera ella.
En el silencio compartido,yonaka se percato de que aun seguia con su mano sobre la mejilla de su sobrenatural aliado apesar de haber cumplido con su proposito de calmarlo-"l-lo siento,no quise-"-trato de disculparse entre nerviosos tartamudeos,sin embargo fue interrumpida por el jiang shi,quien empujo su rostro contra la palma de la joven humana, Acción que hizo que ella se congelará rigidamente en esa posición mientras su rostro adquiría una tonalidad rojiza.
Él cerró los ojos,disfrutando brevemente de esa energia cálida que transmitia la mano de la pequeña mortal que lo libero de su prisión.
No podía dejarla sola.
Algo dentro suyo se nego rotundamente,como si intuyera que esa desicion los destruiría a ambos.
No podía dejarla sola de nuevo.
"¿De nuevo? " se cuestiono el zombie en su interior,antes de abrír sus ojos para mirar a la humana bajo su protección.
*ba-dum...ba-dum*
Otra vez sintió ese extraño latido desde el interior de su pecho.
Quizás...estaba vinculado a esa chica de una forma más profunda de lo que imagino...
.
.
.
Fin.
#fanart#shipp#okegom#funamusea#deep sea prisoner#negaxyonaka#neganaka#nega mogeko#human defect mogeko#mogeko defectuoso#defectyona#defectmogeko#defect mogeko#mogekocastle#mogeko castle#funamuseum#fanfic#mogekocastleau
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UNIÓN INDIRECTA
→ Lucerys Velaryon x fem!Targaryen!OC | Alicent Hightower x Rhaenyra Targaryen.
✦ Sinopsis: La vida no deseó que estuvieran juntas, pero sus hijos eran capaces de unirlas en formas más allá de la simple compresión.
✦ Advertencias: Incesto / Matrimonio arreglado / Nacimiento / Fluff.
✦ Palabras: 738
✦ Pedido: @dlwlrmas-world
Alicent jadeó ansiosa y sostuvo con más ímpetu la mano de su hija, quien concentraba toda fuerza existente en pujar. Lanzó la cabeza hacia atrás y gruñó apretando los dientes, la Hightower temiendo que los rompiera mientras las venas del cuello saltaban y sudor caía desde la linea del cabello.
—¡Solo un poco más, Princesa! —exclamó la partera en jefe.
La joven soltó el aire contenido y miró el techo sin un pensamiento coherente, el dolor de una nueva contracción transformándole el rostro y preparándola para repetir el proceso.
—¡Viene, viene, viene! —avisó una ayudante arreglando un gran paño.
—¡Ahí…!
El agudo alarido del bebé penetró profundo en los oídos y sonrisas se formaron, palabras escurridizas rebotando en las paredes mientras las sirvientas se movían de un lado a otro.
—Lo lograste —suspiró Alicent extremadamente aliviada, con la mano libre yendo a quitarle el cabello del rostro.
—Por los Siete —jadeó exhausta, instintivamente acomodando los brazos y recibiendo a la pequeña criatura.
—Es un varón, mi Reina —festejaron las comadronas.
—¿Sano? —preguntaron madre e hija.
—Absolutamente. Respira y no presenta deformidades.
La joven miró al niño y sonrió rozando con cuidado una de las rojizas mejillas, enseguida saltando en el lugar gracias a las desgarradoras puntadas.
—Llamen a mi esposo —ordenó a una de las sirvientas.
La Hightower se puso recta y aguardó manteniendo modales, el Velaryon cruzando las puertas en menos de un parpadeo. Admiró la caótica escena y la sangre en las sabanas, pálido y tenso perdiendo el apuro y dando pasos inseguros al interior de la habitación.
—¿Cómo estás? —indagó, nervioso echando vistazos al pequeño bulto mientras se aseguraba de que ella no estuviera en peligro.
—Agotada y adolorida —reconoció relajando el cuello contra las almohadas—. Acercate, saluda a tu primogénito.
Lucerys cumplió y se inclinó a ver al bebé de rubios cabellos, con labios entreabiertos analizando cada detalle como si fuera irreal que aquello también lo creó él.
—Tan pequeño... —murmuró fascinado, la fijación siendo tal que ignoró la presencia de su madre.
Alicent tensó los hombros y conectó miradas con Rhaenyra, la cual asintió en reconocimiento antes de pasar.
—Felicitaciones —habló sincera colocándose al lado del muchacho.
—Gracias —dijo sonriente sintiendo un gran entumecimiento en las caderas—. ¿Quieres ver a tu nieto?
La oferta le recordó que finalmente era abuela y por unos segundos quedó petrificada, al momento mirando al pequeño tan desconcertada como Lucerys. Alicent ocultó la gracia que le provocaba verlos tan asombrados y se sumió en sus pensamientos, años atrás jamás imaginando estar en una situación como aquella.
Cuando el arreglo del matrimonio fue propuesto ciertamente se había manifestado en contra, pero no podía negar que el trato era beneficioso al los Velaryon ser una casa histórica llena de poder y dinero. Además, por más que prefirió hacer ojos ciegos, no podía negar los sentimientos de amor entre su hija y Lucerys. Empezó a temer las consecuencias de interponerse en el romance, por lo que, luego de mucha consideración, aceptó y aseguró la línea Hightower en Marcaderiva.
La noticia contentó a Viserys y rápido preparó la boda, los jóvenes uniéndose en alegría y poniéndose a trabajar en traer descendencia apenas tuvieron oportunidad. Tomó algunos meses, pero el embarazo pasó increíblemente rápido y ahora estaban ante la prueba irrefutable de la unión de las figuras femeninas más importantes del reino. Alicent jamás esperó que su relación con Rhaenyra llegara a nuevo puerto después del gran distanciamiento, pero aquel momento parecía sacado de un sueño.
La reina inspiró profundo y junto las manos al frente, con cariño admirando la escena hasta que sintió los claros ojos Targaryen posados en ella. Levantó la vista y conectó con la princesa, el sentimiento en aquellos irises hablando más de lo que alguna vez podría salir de sus labios. El corazón inmediatamente se aceleró y sintió los pómulos amenazar con tomar color, por un momento perdiendo noción del alrededor y confiando que estaban solas en los aposentos. De pronto el llanto del bebé cortó el aire y Rhaenyra miró al niño, allí golpeándola la concepción de que habían creado vida a través de sus hijos.
La descabellada idea empalideció a Alicent, pero la sonrisa y aura maternal de su antigua compañera solo la llevó a fantasear irracionalmente. Generar existencia entre dos mujeres era imposible, pero, ante los jóvenes nuevos padres, de alguna manera podía confirmar que lo habían logrado.
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Hermanaaa pensamiento random: Enzo con su novia embarazada 😭
Como le dice, el acariciándole la pancita aunque ni siquiera se le note todavía, las primeras pataditas, enterarse que es nena (porque let's be honest Enzo girl dad de acá a la china) y lo estresado que estaria en el parto porque nunca te vio en un estado tan doloroso y desesperado.
Y ya que estamos smutty though: pregnant sex 🫦
+18!
Enzo tiene tremendo breeding kink, adora la idea de tener hijos con la persona que más ama en el mundo y adora pensar en cómo tu cuerpo se transformaría con el pasar de los meses. Pasaría semanas y semanas revisando el calendario, calculando la fecha indicada, y cada vez que tengan sexo se aseguraría de acabarte dentro varias veces (¿y la forma en que le suplicás que lo haga...? Sólo alimenta su obsesión).
Creo que al momento de recibir la noticia permanecería en silencio por un momento y en lugar de comunicar qué siente, primero preguntaría cómo te sentís vos: cuando sepa que estás feliz y emocionada no ocultaría ni por un segundo más cuánto lo alegra la noticia. Desde el momento cero se convertiría en el padre más devoto y sobreprotector, además de tratarte con (todavía más) delicadeza y hacer de todo por y para vos.
¿Eventos? ¿Sesiones de fotos? ¿Entrevistas? ¿Ensayos? Comienza a organizar todo basándose en tus chequeos y ecografías, no acompañarte no es una opción para él y no quiere perderse ningún momento. Lloraría al escuchar el latido del bebé por primera vez, enmarcaría fotos de las ecografías y las tendría por toda la casa. Después de sentir las primeras pataditas del bebé pasaría todo el día poniendo las manos en tu panza y esperando que vuelva a suceder.
¿Girl Dad Enzo? Patente pendiente. Él sabe que el bebé va a ser nena pero cuando les comunican la noticia no puede evitar gritar de la emoción y se contiene porque teme lastimarte si te abraza demasiado fuerte. Es el encargado de pintar la habitación de la bebé, te muestra mil opciones de muebles y decoraciones, pasa horas pegado a su celular o computadora viendo ropita y juguetes. En cuanto a la elección del nombre es muy probable que esté 24/7 haciendo sugerencias, pero sabe que la última palabra la tenés vos.
Enzo siempre está a cargo, pero el embarazo hace que te trate cual pillow princess. Va a dedicar mucho tiempo a darte todo tipo de placer (masajeando y besando tus pechos hinchados, haciéndote acabar en sus dedos y su lengua, etc) antes de siquiera pensar en su propio placer. Adora cualquier posición que le permita poner una mano sobre tu panza o ver la forma en que se mueven tus pechos y en las raras ocasiones en que permite que estés arriba suyo ("¿Estás segura bebé? Te vas a cansar") va a acariciar tus piernas, tu cadera, tu cintura, tu cara y todo lo que pueda.
Ambos se prepararon durante todo el embarazo para el momento del parto, pero llegada la hora él va a estar al borde del desmayo porque aunque está feliz, también está nervioso y ansioso... Pero en ese momento no le importa cómo se siente porque su atención está puesta en vos, en cómo te tratan las personas que te atienden, en tus necesidades, en intentar calmar de alguna forma el dolor que sentís (se siente muy culpable), en recordar todos los detalles y tenerlos en cuenta para tu recuperación durante las próximas semanas ♡
(Como que de repente me dieron ganas de tener un bebé y que Enzo sea el padre...)
taglist:
@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia @delusionalgirlplace
#letters to enzo#deep in thought#deep answers#enzo vogrincic#enzo vogrincic fluff#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic x reader#lsdln cast
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Make you feel better, parte 2
Holaaaa, aquí les traigo la segunda parte de mi último fic, espero que les encante y me comenten qué cosas le gustan y qué cosas puedo mejorar. Gracias por leer!💕
+18
❤️🔥Por fin sucede
💞Enzo x fem!reader
⚠️Warnings: sexo menstrual, sexo sin protección, sexo oral, algo romántico también.
Make you feel better, pt.2
Tratabas de dominar tu respiración, los nervios te la estaban alborotando. Enzo estaba encima de ti, mirándote con esos ojos oscuros y profundos, su pelo negro enmarcándole el rostro.
-Tranquila, chiquita…
Soltaste una pequeña risa para intentar hacerle caso y darle a entender que deseabas esto tanto como él.
-Está bien si te toco? – preguntó con esa voz suya que era como chocolate negro derritiéndose y cayendo sobre tu piel. Asentiste sin quitarle la mirada de encima, pero, cuando su mano rozó tu cuello y fue bajando con la punta de los dedos hacia tus pechos, tuviste que cerrar los ojos. Su otro brazo le sostenía, apoyándose junto a tu cabeza y acariciando tu mejilla para intentar, de una vez, que estuvieses tranquila.
-Cómo no me llevás sujetador, nena? - provocó con media sonrisa de diablo.
-Me dolía…
-Ah, te dolía…-sonaba a falso reproche, a que te iba a enseñar porqué eso era una temeridad y estaba mal. Procedió a serpentear su mano por debajo de la vieja camiseta hasta llegar a tu pecho, el cual abarcó sin esfuerzo. Masajeó como si fuera un experto y lo tuviese todo bajo control, sin embargo, aunque lo ocultase mejor que tú, él también estaba nervioso, y sobre todo embelesado por lo que estaba pasando. Mientras pasaba el pulgar por encima de tu pezón, con cuidado de no hacerte daño, notabas como exhalaba su aliento caliente como fuego en tu cuello, indicativo que se estaba quemando por dentro tanto como tú. No era lo único, naturalmente, también podías sentir su erección, imposiblemente firme contra tu muslo, la cual hundió un poco más para su propio alivio y para hacerte saber cómo te deseaba. Eso provocó que gimieras en su oído.
Antes de que te dieras cuenta, Enzo se había desecho de tus shorts.
Un pensamiento cruzó tu mente como un rayo, ¿estarías sangrando? Aunque las molestias y el dolor habían comenzado, el sangrado no lo había hecho, según tus cálculos, lo más probable es que empezara mañana o esta noche, pero eras consciente de que no era una ciencia exacta. No podías aceptar la idea de que quizá manchases a Enzo, te morirías de la vergüenza y desearías que te tragase la tierra. Cuando éste deslizó tu ropa interior lentamente por tus piernas lograste echar un vistazo y comprobaste que no había restos de sangre, pero sí de toda tu excitación, lo cual él se tomó como un halago no verbal.
-Sigues teniendo cara de preocupada, chiquita… - dijo con una voz que te sonó aún más grave, pero como si casualmente no estuviera acariciando tu monte de venus.
-Es que no quiero mancharte, boludo-te reíste, al fin siendo tú misma con él.
-No sé con que clase de nenes has salido vos, pero a mí un poco de sangre no me asusta.
¿Es que acaso estaba dentro de tu cabeza para saber exactamente qué decir para prenderte aún más?
Tanteó con la punta de los dedos tu entrada, y la humedad que él había provocado en ti se adhería a su piel, pequeños hilos transparentes adornando sus dígitos. Poco a poco se introdujo en ti haciendo que te estremecieras y arquearas la espalda. Él resopló y te miró frunciendo el ceño.
-Ufff… qué apretada que estás, nena…-acercó su boca a tu oído provocando un nuevo vuelco en tu corazón- ¿Así me vas a apretar la pija?
Dios. DIOS. Un gemido que fue casi un grito escapó de tu garganta sin que tú pudieras (o quisieras) hacer nada por evitarlo. Hubieras jurado que cualquier pibe que te hablase sucio se hubiera ido de tu casa con una patada en el culo, pero joder, cómo te había prendido que Enzo dijera eso. De hecho, como si tu cuerpo quisiera darle la razón, tu interior se contrajo alrededor de sus dedos, provocando una risita maliciosa en él. Los movía con habilidad, dibujando el típico gesto de “ven aquí”, encontrando y masajeando un punto muy sensible de tu centro.
-Enzo…-gimoteaste.
- ¿Qué, nena? - contestó con la respiración agitada, notando, desde hace un rato como su líquido preseminal estaba formando una mancha húmeda en sus bóxers negros, su erección, pulsando dolorosamente.
Querías contestar, pero el placer te nublaba la capacidad de hablar, solo podías gemir y agarrarte con fuerza a su espalda, reparando en lo firme que era, y lo pequeña que parecías debajo de él. Le miraste a los ojos suplicante, queriendo comunicar tus deseos sólo con tu mirada.
-Ya sé, ya sé... – se apiadó él. Se apartó de ti con cuidado de retirar sus dígitos suavemente para no herirte. El vacío que dejaron te molestó intensamente, pero sabías que simplemente el aperitivo había terminado: ahora venía el plato fuerte. Arrodillándose en tu cama comenzó a desabrocharse el cinturón. Iluminado solamente por tus tenues luces azules y la pantalla de tu televisión, la figura de Enzo era escultural: su cabello largo y oscuro, su torso definido y bronceado. Incluso el vello de sus axilas te pareció intensamente atractivo cuando alzó los brazos para sacarse la camiseta. Su aroma, su aroma parecía tener temperatura, emanaba calor, y un olor riquísimo a madera y café, a hombre.
Se bajó un poco el pantalón vaquero, y, aunque su intención era levantarse para desprenderse de él por completo, un instinto súbito tuyo se lo impidió. Te incorporaste y gateaste hasta que tu rostro quedó a la altura de su cintura. Acariciaste la tela de su bóxer, notando su dureza, cómo su anatomía estaba provocando que la prenda estuviese tirante. Cuando Enzo procesó lo que estabas a punto de hacer suspiró. Su caballerosidad no quería dejarte continuar, esta noche se trataba de ti, pero ¿cómo te iba a decir que no? Tu boquita debía sentirse como el cielo en la Tierra.
Apenas te tomaste un momento para admirar cómo su miembro se erguía ante ti, inflamado, expectante de tu atención. Lo tomaste con delicadeza en tu mano derecha e hiciste que entrase en tu boca, tus labios haciendo de cálida bienvenida para él, tratando de relajar la lengua para que pudieras acomodar su tamaño más fácilmente.
-Ay, sí…- gimió con voz ronca.
Sonreíste para ti misma, no era algo de lo que pudieras alardear en cualquier conversación, pero sabías que era algo que se te daba muy bien hacer.
Continuaste el movimiento de vaivén, utilizando tu saliva como lubricante, provocando una serie de sonidos que Enzo juraba que le iban a volver loco. Tenía su mano en tu mentón, sin sujetarlo, pero marcando la posición. Notaba como tu boca se llenaba y nunca se vaciaba del todo.
Su respiración, su pulso acelerándose, la forma en la que tensaba los abdominales, eran señales de que le costaría mucho aguantar si continuabas con ese ritmo.
-Basta – sacó su pija de tu boca sin previo aviso, y tú te quedaste con la cara que se le queda a un niño cuando le quitas su juguete favorito – tumbáte – ordenó.
Te dejaste caer sobre la pila de almohadas, que se desinflaron suavemente por tu peso.
No había ya lugar para miramientos o preámbulos, tenía que cogerte ya.
Enzo volvía estar encima de ti, pero esta vez frente a frente. Se mantenía en equilibrio, además de con sus piernas entre las tuyas, con su antebrazo sosteniéndole junto a tu cabeza. Su otro brazo, sin embargo, se perdía debajo de su abdomen, no podías verlo, pero pronto notaste cual era su cometido. Su mano estaba agarrando su propio miembro, pesado, duro, para posicionarlo en tu entrada, que no podía esperar para tragárselo. Sentías su sudor en tu piel, su calor, tus pulsaciones disparadas, la humedad que compartíais. Pero todas esas sensaciones se vieron ensordecidas por la más intensa que habías sentido probablemente en tu vida:
Enzo entrando en ti
Tus ojos y tu boca se abrieron como para sustituir el sonido que eras incapaz de generar. Tu mirada se encontró con la suya. Él también tenía una expresión obscena, os mirabais incrédulos del placer que os estabais dando el uno al otro. ¿Porqué carajo no lo habíais hecho antes?
Tras un momento de adaptación, tú a su tamaño y él a tu estrechez, las embestidas se tornaron más rápidas y casi todo lo profundas que podían ser sin hacerte daño.
Enzo pareció leer tus preocupaciones (una vez más), y de forma inconsciente, las tomó como si fueran un papelito, las arrugó y las tiró lejos de ti.
-Dios, nena… -dijo con voz grave y entrecortada- ¿te gusta? ¿te alivia un poco…?
-Muchísimo, amor- Mierda. Eso se te había escapado, por mucho que estuvierais haciendo lo que estabais haciendo no debías haberlo llamado así.
-Me alegro, mi vida – al decir esto, besó tu mejilla con calidez, decidiste que su respiración era lo único que querías en tus pulmones.
¿Era posible que te sonrojaras aún más? Sí, era posible.
Habías conseguido entrelazar las piernas a su espalda, acercando más tu cadera a su cuerpo, haciendo que las estocadas fueran todavía más profundas. El movimiento cada vez era más errático, estaba golpeando tu punto más débil, la humedad que había provocado en ti estaba con seguridad creando una gran mancha en tus sábanas, escurriéndose por tus ingles y tus glúteos. Notaste fuego dentro, en tu bajo vientre y en el fondo que Enzo estaba tocando una y otra vez con su glande hinchado. No hacía falta que dijeras nada - tampoco es que pudieras- te aferraste a él con desesperación, como si no quisieras salir volando arrastrada por una corriente de viento brutal. Por instinto te encogiste, escondiendo la cara en su pecho.
-Dale, princesa, miráme cuando te venís- tomó tu cara en su mano y te obligó a encararle.
Como todo un experto eligió un ritmo y lo mantuvo para ayudarte a concentrarte en perseguir tu clímax, mientras tanto, agarró uno de tus pechos, estimulando tu pezón, añadiendo otro foco de placer a la ecuación.
-Vamos nena, dejate ir…-continuó animándote.
Tus labios dibujaron una ‘O’ que no se cerraba más, él miraba tus ojos y después tu boca, la cual se le antojaba la frutilla más dulce que había tenido el placer de devorar. Dios, como deseaba él acabar en esa lengua rosada.
Tu interior se contrajo exponencialmente, atrapándole y, a los gritos, te viniste agarrada a él, en el orgasmo más increíble de tu vida. Si había un cielo podías afirmar que lo habías tocado.
Enzo seguía haciéndote el amor, (por que ya no se podía decir que simplemente te estaba cogiendo), pero la sobreestimulación no te estaba incomodando, querías seguir sintiendo, y de hecho seguías sintiendo muchísimo placer.
-¡Dentro, Enzo!
-Nena, no voy a aguantar…- te miró con urgencia entre gemidos roncos- d-dime…dónde…
Te miró confundido. Estabas disfrutando malévolamente de su preocupación, omitiendo el pequeño detalle de que estabas en la píldora.
-¿Tomás la pastilla? -casi gruñó por el esfuerzo de aguantar su eyaculación.
Asentiste con sonrisa de diabla, divertida.
-¿Te lleno? ¿querés que te llene…? - su respiración cada vez más agitada, su voz, rota.
En respuesta gemiste aún más alto, encontrando un momento para lamer su cuello, salado por el sudor, y terminar de volverle loco.
Un último quejido salió de su pecho y le obligó a cerrar los ojos con fuerza. Estaba derramándose por completo en tu interior. Jurabas notar los disparos blancos y ardientes inundando tu interior. El pulso bombeando alocadamente en su miembro había hecho que se sintiera todavía más ancho, arrebatando más lloriqueos desesperados de tu boca.
-Ufff… - resopló exhausto antes de unir su torso al tuyo y descansar encima de ti.
-Yo te tenía unas ganas inmensas, chiquita- confesó él por fin- Te quiero, ¿sabías? - remató, haciéndote sonreír inmensamente.
-No me lo puedo creer- te reíste peinando su pelo húmedo con tus dedos- ¿qué hemos hecho?
Le apartaste el cabello de la cara con dulzura para poder verle bien.
-Yo también a ti. - soltaste, sintiéndote ligera después de decirlo.
Una extraña nueva confianza se estaba apoderando de ti, Enzo te hacía sentir como la mujer más maravillosa, y con él en tus brazos, lo viste todo mucho más claro.
Parte 1
tags: @iamjustadoll @andyrubei @madame-fear @miskhalie @karylvsjuanii @koiibiito @quarzitos @voglatte @llorented @deepinsideyourbeing
(me he basado en mis reblogueos e interacciones para hacer la tag-list, diganme si quieren que les agregue o los borre de la misma ;))
#enzo vogrincic#enzo vogrincic fanfic#enzo vogrincic smut#society of the snow#lsdln cast#enzo vogrincic x reader#la sociedad de la nieve#enzo x reader#enzo x female reader#enzo vogrincic fluff#enzo vogrincic imagine
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Fase 1: Incubación Silenciosa (0-24 horas)
Síntomas:
Leve fiebre, fatiga y desorientación.
El huésped parece tener una gripe leve o estrés, pero comienza a experimentar una sed inusual y un ligero temblor en las manos.
Las pupilas se dilatan, y puede haber una ligera sensibilidad a la luz.
Contagio:
A través de contacto con fluidos corporales infectados (mordeduras, saliva, sangre).
Descripción:
El virus/hongo comienza a asentarse en el cuerpo, especialmente en el cerebro y sistema nervioso. No hay señales externas que lo delaten, lo que hace esta fase extremadamente peligrosa, ya que el infectado puede seguir interactuando con personas sin levantar sospechas. Aunque el huésped aún tiene control sobre sí mismo, sus sentidos comienzan a distorsionarse.
Fase 2: Infección Aguda (+48 horas)
Síntomas:
Fiebre severa, dolores corporales extremos y espasmos musculares.
Comportamiento errático: agresividad repentina, paranoia y alucinaciones.
Comienzan a aparecer manchas oscuras en la piel, indicio de que el hongo está afectando el sistema circulatorio.
Contagio:
Mordeduras y arañazos.
Los fluidos corporales se vuelven más virulentos y el contagio es mucho más rápido.
Descripción:
El huésped pierde gradualmente la razón, y la infección comienza a atacar el cerebro, alterando el comportamiento humano. Los infectados muestran una agresividad salvaje, atacando a cualquiera cerca. En esta fase son extremadamente peligrosos debido a su velocidad y energía incontrolable.
Notas:
Audición aguda: Tienen una capacidad de percepción auditiva muy sensible, siendo capaces de detectar sonidos débiles o lejanos. No obstante pueden distraerse fácilmente con ruidos fuertes o repentinos cercanos a su entorno.
Comportamiento grupal: Se observan comportamientos cooperativos, actuando en conjunto y mostrando señales de comunicación entre ellos. Este comportamiento sugiere una organización grupal o coordinación en sus acciones.
Eliminación por desmembramiento: Para neutralizarlos de manera efectiva, es necesario desmembrarlos. El proceso implica desarticular sus extremidades o cortar su conexión entre torso y cabeza. La eliminación de estos puntos de unión parece interrumpir su capacidad para coordinarse y actuar, resultando en su inactividad o destrucción total.
Esta información fue compartida por el grupo de líderes (Aiden, Luisa, Juliet y Zohan) con el resto de los residentes. Fue recopilada después de 2 días observando a los infectados atrapados en la zona residencial.
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No te gustará mi nueva versión. Me encontrarás más madura, más centrada. Ahora tengo mis objetivos claros y la sed de querer alcanzarlos. Ahora me preocupo más por mí. Vaya que costó, pero aprendí a decir 'no'. Ahora estoy un poco más risueña y mis sonrisas no son fingidas. He perdido ese tic nervioso así como esos dolores que me causaba el estrés.
En fin, estoy viviendo, aceptando feliz lo malo y disfrutando lo bueno, porque nada dura, ni lo dulce ni lo amargo. Ya no hay pena de la que puedas alimentarte.
👻
#recuerdos#insomnio#desamor#notas de amor#olvido#palabras#frases de la vida#en tu orbita#superacion#amor propio#seguir#frases#escritos#escritxs al viento#notas de vida#escribir#asi es la vida
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“Recuerda que nada es pequeño a los ojos de Dios. Haz todo lo que haces con amor”
Santa Teresa de Lisieux
Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz o simplemente Santa Teresita, fue una religiosa carmelita descalza francesa, nacida en Alenzón, Normandia en enero de 1873. Declarada santa en 1925 y proclamada doctora De la Iglesia por el papa Juan Pablo II en 1997.
Fue hija de Luis Martin y de Marian Celia Guérin, (ambos canonizados en 2015). Los cuales concibieron 9 hijos cuatro de los cuales murieron a corta edad. Sus sobrevivientes, todas niñas, llevaron una vida rodeada de virtudes y santidad, visitaban enfermos, hacia obras de caridad, rezaban diariamente el rosario y acudían a misa cada dia a las 5:30 de la mañana. Los padres fueron considerados un modelo de santidad.
Cuando Teresa tenía 4 años, su madre Celia muere de cáncer de mama en agosto de 1877 y su padre y hermanas se trasladan a la ciudad de Lisieux, en donde residía la familia de su esposa, quienes habían prometido a Celia cuidar de sus hijas.
Su vida en el colegio es difícil a pesar de ser una niña tranquila y pacífica, llora por que no se atreve a quejarse del maltrato de sus compañeras mayores, y durante esta época encuentra refugio en la lectura, y comienza a sentir una gran admiración por Juana de Arco.
En octubre de 1882, su hermana Paulina ingresa en el Carmelo de Lisieux bajo el nombre de Sor Ines de Jesús, lo que representó para Teresa una segunda perdida de una madre, su salud empieza a cambiar de manera extraña, y se le diagnostica una reacción a una frustración emocional con un ataque neurótico.
Varias veces al dia Teresa sufre de temblores nerviosos y ataques de terror, y durante meses sufrió de dolores de cabeza y alucinaciones.
En 1886, su hermana mayor Maria ingresa también a la orden en el Carmelo de Lisieux lo que la hace recaer en depresión. Teresa pide a sus hermanos que murieron aun muy pequeños que intercedan por su alma operando en ella un cambio significativo.
En la navidad de 1886, Teresa experimenta una gran conversión, argumentando haberse hecho fuerte, valiente y olvidada de si misma, y como ella misma escribiría; “Sentí, en una palabra, que la caridad entraba en mi corazón, la necesidad de que me olvide de buscar agradar, y desde entonces yo fui feliz."
En abril de 1888, Teresa ingresa a la edad de 15 años en el monasterio de las carmelitas descalzas de Lisieux, comenzando así su postulado.
En 1890 lee las obras de San Juan De la Cruz al que convirtió en su maestro espiritual llevando una vida meditativa y de contemplación.
En 1894, y después de 6 años reconoce que la dificultad para alcanzar su propia santidad, y descubre lo que posteriormente llamaría “el caminito”, en donde sus limitaciones se convierten en su alegría mas que en desaliento, y en sus manuscritos empezará a firmar sus cartas añadiendo regularmente la palabra “pequeña” antes de su nombre.
En 1896 Teresa sufre un primer ataque de hemoptisis, una enfermedad del aparato respiratorio la cual aprovechó para demostrar su confianza inquebrantable en Dios.
En 1897 a la edad de 24 años, la enfermedad se recrudece y sin embargo se le pide continue escribiendo sus memorias, muriendo de tuberculosis en julio de 1897.
Después de su muerte esos manuscritos fueron publicados bajo el titulo de “Historia del Alma”.
Poco después de la publicación de sus manuscritos, surge lo que es llamado “Un Huracán de Gloria”, y cientos de peregrinos de toda Francia y de otros países llegan a Lisieux sobre la tumba de la pequeña Carmelita. Es especialmente durante la Primera Guerra Mundial cuando cientos de soldados franceses cargan en sus bolsillos imágenes de Teresa y una versión corta de su autobiografía llamada “una rosa deshojada”.
Al finalizar la guerra, recibe como ofrendas, las condecoraciones de los soldados, por los favores recibidos durante el conflicto bélico.
En 1927, es proclamada patrona de las misiones a pesar de no haber abandonado nunca el convento, ya que siempre rezaba por los misioneros.
Luego de su beatificación aparecen cientos de testimonios sobre prodigios y milagros de los cuales dos de ellos sirven para alcanzar la canonización.
En octubre de 1997, durante las celebraciones del primer centenario de su muerte, el papa Juan Pablo II la proclamó Doctora De la Iglesia Universal, siendo la tercera mujer, junto con Santa Teresa de Jesús y Santa Catarina de Siena en recibir esta distinción.
Actualmente, la Basilica de Santa Teresa de Lisieux, es uno de los edificios más grandes de Francia, y el segundo lugar de peregrinación más importante del país después del Santuario de Lourdes.
Fuente: Wikipedia
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem Reader)
Capítulo 13.
Enzo había sido amante de la limpieza y el orden desde que tenía uso de razón, su madre adoraba contar la historia de cómo cuando era pequeño aprendió a apilar todos sus juguetes por tamaño antes de comenzar a hablar, en particular siempre se consideró un fanático de los desinfectantes, cuando tenía 16 años mezcló cloro con ácido muriático para limpiar el baño después de una fiesta, como resultado por poco se desmayó durante el proceso de limpieza.
Siempre le gustó el aroma a hospital, saber que todo estaba perfectamente esterilizado y cómo hacían lo posible para erradicar todas las bacterias que pudieran dañar a los pacientes, sin embargo, en este preciso momento, el olor a desinfectante y limpio nunca le había causado tanto repudio, el cloro le quemaba las fosas nasales y el sonido de los aparatos lo estaba volviendo loco.
Llevaba un par de horas sentado a un lado de la camilla de Alana, la chica estaba estable aunque dopada de medicamentos para aminorar el dolor, también le habían tenido que inyectar un sedante durante el trayecto hacia el hospital, la pobre había tenido un horrible ataque de pánico.
Enzo no podía creer que apenas fueran las 5 de la tarde, este era definitivamente el día más largo toda de su vida,
5 puntadas en la frente, dos costillas rotas y un ojo bastante inflamado había sido el resultado del ataque de Sebastián.
Enzo nunca se había considerado una persona muy religiosa, pero no dejaba de agradecerle a Dios o a cualquier fuerza superior que existiera por haberlo impulsado a ir al departamento de Alana, Sebastián no sólo la había atacado, también la había dejado tirada y encerrada por un tiempo en lo que él buscaba qué hacer, para finalmente tomar la única buena decisión de llamar a una ambulancia.
Lo último que Enzo supo es que los paramédicos también tuvieron que inyectar a Sebastián, el cual tuvo un colapso nervioso en el departamento mientras subían a Alana a la camilla.
Enzo se restregó la cara con las manos, se sentía perdido y con miedo, pero sobre todo muchísima rabia.
El doctor lo había intentando animar diciéndole que las costillas de Alana sanarían rápidamente, que por suerte no le habían perforado un pulmón y que a diario llegaban chicas a urgencias en peores condiciones por violencia, Enzo no entendía cómo eso se suponía que lo haría sentir mejor, pero no podía negar que sintió un alivio tremendo en cuanto el doctor le dijo que Alana sería dada de alta pronto, era una chica bastante fuerte.
A pesar de tener una gasa esterilizada en la frente y el ojo tan hinchado como un tomate, Alana lucía bastante tranquila durmiendo, se aferraba de la sabana como si fuera un oso de peluche, la piel de Enzo picaba por recostarse a su lado y abrazarla, pero no se atrevía a hacerlo por miedo a lesionarla aún más, cada que las enfermeras entraban a cambiarle el medicamento o revisarla, él sentía que la respiración se le iba, lucía tan delicada sobre la camilla de hospital.
Lucía no dejaba de mandarle mensajes, se habían filtrado unas fotos de él subiendo a la ambulancia, él aún no se sentía preparado para hablar al respecto o enfrentar las especulaciones que seguramente estaban invadiendo las redes sociales, quería privacidad, sobre todo para Alana, lo único que pedía era que la chica pudiera tener una recuperación tranquila y sin polémicas.
Le dejó un suave beso en la coronilla y bajó del hospital hasta llegar a la entrada principal, por suerte la gente que estaba en el lugar se encontraba demasiado inmersa en sus problemas como para acercarse a pedir una fotografía, sacó un cigarro y lo prendió, era el primer cigarro que se fumaba en poco más de un mes, pues hace tiempo había decidido dejar el tabaco, lo había estado haciendo bastante bien, pero la ansiedad lo había estado consumiendo durante el día que no tuvo otra opción más que ceder a la tan adictiva sustancia.
Terminaba de exhalar la última calada del cigarro y aplastar la colilla con su zapato cuando lo vio.
—¿Qué mierda hacés aquí?—dijo entredientes, Sebastián se encontraba parado frente a él.
—¿Cómo está?—preguntó el chico y aunque sus ojos azules estaban llenos de preocupación e incluso arrepentimiento, Enzo no logró sentir ni una pizca de simpatía por él.
Enzo se encargó de decirle a los paramédicos que Sebastián había sido el responsable del incidente de Alana, ellos le habían dicho que después de inyectarle el tranquilizante lo llevarían a la procuraduría, sin embargo, por alguna razón el chico estaba parado ahí, frente a él, afuera del hospital y a un par de pisos abajo que Alana, Enzo no se dio cuenta cuándo empezó a apretar los puños hasta que sus manos comenzaron a doler.
—¿En verdad querés saberlo? Recibió 5 puntadas en la frente y tiene dos costillas fracturas por tu puta culpa—sentía su sangre hervir, sabía que no había punto en conversar con el idiota de Sebastián, pero no podía detenerse a si mismo.
—Lo de la frente fue un accidente, algo se le cayó del closet—dijo Sebastián para después tragar saliva, Enzo soltó una risa falsa.
—Ah, vale, gracias, eso me tranquiliza un montón—dijo sarcásticamente—. No sé qué mierda hacés aquí, pero no quiero verte cerca de Alana nunca más, ¿me oíste?
—Pagué mi fianza, estoy libre y quiero pedirle una disculpa—dijo Sebastián alzando la barbilla.
Enzo podría desmayarse del coraje, ¿cómo era posible que lo dejaran ir tan fácilmente? Sentía un repudio ante él y ante la ley, pensaba que al estar en un país de primer mundo las cosas resultarían un poco mejor, pero ya se daba cuenta que no.
—En verdad estoy arrepentido de lo que hice—carraspeó—. Dile a Alana que le dejo el depa, ya buscaré en dónde quedarme—informó, Enzo rodó los ojos al escuchar el cinismo del comentario, no sabía cómo Alana había estado tanto tiempo a lado de ese hombre, se notaba que no la conocía en lo más mínimo.
—Largáte antes de que le llame a seguridad—advirtió elevando la voz, si antes no había llamado la atención de algunos presentes ahora lo estaba haciendo, pero no podía importarle menos, no permitiría que Sebastián estuviera cerca del radar de ella.
—Quiero verla, tengo derecho.
—No tenés derecho de una mierda.
Finalmente se liberó e hizo lo que tanto tiempo había estado esperando, dejó que su puño se estrellara con la mandíbula de Sebastián, el impacto hizo que el chico cayera de espaldas, respiró por un momento pero entonces la imagen de Alana tirada a un lado de la cama con la mirada llena de miedo le invadió la mente, se subió a arcadas sobre Sebastián y comenzó a estrellar puñetazos por todo su rostro, Sebastián no puso oposición y Enzo dejó de golpearlo hasta que unos brazos lo apartaron de él.
—La próxima que te vuelvas a acercar a ella no tendrás la misma suerte—escupió, se liberó de los brazos del hombre que lo había sostenido e ingresó al hospital antes de que algún guardia de seguridad se lo impidiera.
˖⁺‧₊˚♡˚₊‧⁺˖
—Con cuidado, por favor—dijo Enzo tomándola por los hombros cuando se adentraron al departamento—. Voy a tener que mover los muebles para despejar más el lugar—dijo soltándola para caminar hacia el sillón con la intención de moverlo sabrá Dios a dónde, pues no quedaba más espacio.
—Enzo, estoy bien, no me voy a romper por caminar a un lado del sillón—dijo Alana riendo un poco, hace un par de horas la habían dado de alta del hospital, aunque aún se encontrara algo adolorida de la parrilla costal, su cuerpo estaba respondiendo bastante bien a los antiinflamatorios, su ojo también había disminuido significativamente de tamaño, Enzo sólo se le despegaba para ir al baño, y sólo porque ella se lo pedía.
—Bueno, uno nunca sabe—respondió, Alana caminó hacia el sillón y se dejó caer, lo cual provocó que Enzo pusiera cara de horror—. Mi amor, se más cuidadosa, te me vas a fracturar el resto de costillas—dijo él alarmado.
Alana le tomó la mano como respuesta, nunca terminaría de agradecerle por cómo la había estado tratando los últimos días, no sólo la había salvado y le había limpiado las heridas, también la escuchaba cuando necesitaba hablar, le secaba las lágrimas y era un hombro de apoyo, no sólo la estaba ayudando para sanar físicamente, también mentalmente.
—Lanita—dijo Enzo sentándose de cuclillas sin soltarle la mano—. No sabía cómo decirte, pero aquél día Sebastián fue al hospital—Alana se tensó al escucharlo, buscaba evadir la idea de su ex novio lo más posible, estar dopada en el hospital y la compañía de Enzo era bastante efectivo para hacerlo, así que escuchar su nombre de repente provocó que ella sintiera un tremendo disgusto.
—¿Entró a la habitación?—preguntó atemorizada, la idea de volver a estar en el mismo lugar que él le ponía los nervios de punta, sintió la bilis subir por su garganta.
—Obvio no, no se lo permití—dijo Enzo—. Dijo un montón de boberías, pero también mencionó que te deja el departamento.
Alana se quedó en silencio, eso era algo que había esperado antes de terminar con Sebastián, en otras circunstancias eso la hubiera hecho sentir bastante aliviada, pero no le apetecía volver a pisar el suelo de aquél horrible lugar.
—Te lo digo sólo para que lo sepas, pero no hay manera en la que te dejaré estar sola en lo que te recuperas, ya le avisé a Julio—dijo Enzo acariciando sus dedos, Alana sintió un nudo en la garganta y asintió.
—No quiero regresar ahí—dijo apretando los ojos, Enzo se sentó a un lado de ella y la abrazó suavemente.
—No tenés por qué, si querés que llame para cancelar la renta o lo que sea sólo tenés que pedirlo—dijo él pasando sus dedos por su cabello.
—La verdad ahorita no quiero pensar qué hacer, sólo sé que quiero estar aquí contigo.
—Me parece una fantástica idea—dijo él besándole el hombro—. Ahora te tengo que limpiar esa herida de la frente.
Alana asintió, Enzo le quitó cuidadosamente la gasa que la cubría y le pasó un algodón con alcohol, el chico se había encargado de limpiar cuidadosamente su frente cada que tenía que cambiarle la gasa.
—¿Puedo ver?—dijo con curiosidad, no se había visto la cara desde aquél día.
—Ehh, ¿segura?—preguntó Enzo con tono de precaución en su voz, Alana asintió, el chico tomó su celular y abrió la cámara.
Alana se miró el rostro, había una línea de unos 7 centímetros en el lado derecho de su frente, aún tenía los puntos que le habían hecho en el hospital, no se los quitarían hasta dentro de unos días.
—Bah, luce bastante aburrida, es una lástima que no tenga forma de rayo o algo así—dijo burlonamente, Enzo soltó un sonido de desaprobación ante la broma, decidió besarlo para calmarlo.
—Hay otra cosa que debo decirte antes de que te enteres por otro medio—dijo Enzo una vez se separaron, Alana lo miró con curiosidad, no quería más sorpresas.
Enzo volvió a desbloquear el celular y abrió Twitter.
Alana tomó el celular, la red social estaba totalmente colapsada con vídeos e imágenes de Enzo golpeando a Sebastián afuera del hospital.
—Lana, no soy esa clase de persona, odio la violencia, pero no podía estar un segundo más viéndole la cara, la idea de él haciéndote daño me enferma—explicó mientras Alana deslizaba el dedo por la pantalla, la gente no había tardado mucho en darse cuenta que la persona que Enzo golpeaba era el editor y novio de la escritora Alana Lomelí.
Bueno, ahora ex novio.
Alana le devolvió el celular.
—No tenías que hacer eso, de seguro te vas a meter en un montón de problemas—dijo Alana preocupada, no le enojaba para nada que Enzo hubiera golpeado a Sebastián, el chico se lo merecía, pero eso no significaba que quería que la carrera de Enzo se viera en aprietos.
—Me importa un carajo—dijo él elevando los hombros.
—¿La gente sabe la historia completa?—preguntó ella, no había abierto redes sociales desde entonces.
—Hay rumores—respondió—. Muchos no están lejos de la verdad.
—Dios, mis padres seguramente estan preocupadísimos—dijo ella echando la cabeza para atŕas.
Alana decidió que mañana les hablaría cuando estuviera más tranquila, tenía tanto que explicar.
Decidieron ir a la cama temprano, Enzo la ayudó a vestirse y cambiar las vendas de sus costillas, siendo totalmente cuidadoso al respecto.
—Sabes que puedes estar aquí el tiempo que te apetezca, ¿verdad? Mi casa es tu casa—dijo él acariciando su mejilla, Alana giró la cabeza un poco para depositar un beso en su palma.
—No me digas eso, tu cama es muy cómoda—dijo Alana felizmente—. Y tú también, así que no pienso irme pronto—dijo rodeándolo con sus brazos, Enzo rió y hundió su cara en su cuello.
—Quedáte aquí siempre.
Alana pensó que la idea no sonaba para nada mal.
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❃ 𝙱𝙰𝙸𝙻𝙰𝙽𝙳𝙾 𝙴𝙽𝚃𝚁𝙴 𝙻𝙾𝙱𝙾𝚂 - 𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 1 ❃
» Temática: SKZ híbridos x Oc (Lis) » Género: Poly, fantasía, OMEGAVERSE » Warnings generales: Fluff, smut con historia, angst, tensión sexual, sexo, degradación, dinámica A/B/O explícita, dom/sub, sado, amor, entre otros. » Tipo: Serie. » Palabras: 3.512.
» Masterlist « | Capítulo 2
— A ver si lo he entendido bien. —dijo Lis, cruzándose de piernas—. ¿Me está usted diciendo que el mánager de un grupo de k-pop se ha casado y ha encontrado una manada propia, y que ahora necesitan a un substituto?
Su jefe, un beta nervioso y con unas intenciones de dudosa honestidad, asintió. Lis llevaba tres años en aquella empresa de televisores tan reconocida a nivel mundial... como una secretaria de recepción de mercancías.
— Y que, de entre todos los perfiles habidos y por haber, ¿el mío es el más adecuado? —la chica se cruzó de brazos y puso una mueca—. No me lo trago, señor Haneul. Debe haber algo más.
El hombre en traje suspiró.
— Hiciste cursillos especializados y te preparaste a consciencia buscando una oportunidad...
— Ni siquiera me saqué la universidad. —cortó—. Y los cursos fueron eso... Cursillos. No hay literalmente nada en mi historial que diga "¡Oye! ¡Eres perfecta para el puesto de mánager de uno de los grupos de la cuarta generación!"
Haneul puso las manos encima de la mesa y agachó la cabeza, deliberando si debía o no contar la razón real.
— Mira. —empezó, inseguro—. Tú no tienes nada que ver con los híbridos como nosotros. Tienes veinticuatro años, eres joven y fuerte. Puedes aguantar los instintos que los demás no podemos y controlar mejor una situación... descontrolada, valga la redundancia.
— Es decir, evitar que mis futuros protegidos se tiren a otros idols en época de celo, ¿verdad?
— ¡Exacto! Aunque claro, al ser una gran manada, no existe ese problema real. Tienen la jerarquía bien montada entre ellos. ¿Significa eso que aceptarás?
— Si no acepto, me echaréis de la empresa. —espetó, para sorpresa de su jefe—. Es lo que le hicisteis a mi anterior compañera.
Haneul sonrió mostrando así los dientes amarillos, pero perfectamente alineados.
— El caso de Jihye fue diferente, pero sí. Para que accedas te diré un detalle más: Ellos mismos fueron los que eligieron tu currículum. Sería una lástima tener que decirles que no.
— Ni siquiera me gradué en dirección de empresa. —insistió.
— Pero eres humana.
Puso los ojos en blanco, contrariada. En realidad, no lo era.
Se había volcado toda su vida en pretender lo contrario. Con parches anti olor bajo camisas de cuello alto incluso en verano y supresores médicos, ni siquiera se había tenido que preocupar por el celo. Eso hasta hace un par de ciclos en los que se había dado cuenta de que no podría seguir así mucho más. Los supresores empezaban a fallar, y casi se había desmayado del dolor sola en su casa con el último celo.
¿Por qué tomarse tantas molestias en ocultar su naturaleza? Bueno... todo el mundo tiene sus traumas. Por suerte, contaba con al menos dos meses antes de iniciar el nuevo. En ese período podría encontrar unas nuevas pastillas más eficaces.
— Vale. —sacó un bolígrafo del bolso y lo alzó—. Dame los papeles de la renuncia y los de traslado de empresa.
El hombre dio un par de palmadas en el aire, emocionado, y Lis lo apuntó con la punta del boli, el ceño fruncido y una mueca de disgusto.
— No sé qué suma te habrán prometido por dejarme ir, pero primero, no lo valgo, y segundo, espero que aproveches cada won que te den.
— Créeme. Los aprovecharé bien.
— Más te vale.
— Ah, sí. Otra cosa más. Tu presencia se verá requerida casi las 24 horas. Empieza a empaquetar tus pertenencias cuanto antes.
— ¡¿Perdona?! —revisó el contrato detenidamente, ahora sí.
En una de las cláusulas rezaba: "El contratado o contratada pasará a entera disposición de los clientes o las clientas durante el tiempo que se le asigne, con sus correspondientes días festivos y un sueldo de 20.000.000 de wons a percibir el 28 de cada mes. Dicho contrato podrá ser rescindido si una de las partes incumple con su trabajo."
Sí, estaba protestando por lo del traslado total, pero... Pero... ¿20.000.000 wons? Eso eran 13.709 euros. Eran 14.833 dólares. 245.735 pesos mejicanos. 14.534.043 pesos chilenos. 355.567 pesos cubanos. 12.721.844 pesos argentinos. Suma y sigue.
Tragó saliva. Lentamente. Muy, MUY lentamente. Era una barbaridad cada mes. ¿Cómo se gastaba tanto dinero? ¿Qué tenía que hacer con él? Podría conseguirse una casa propia, podría llegar a tener su cafetería soñada, una con temática de Alicia en el País de las Maravillas. Parecía infantil, ¿verdad?
Se levantó tras firmarlo todo, muy digna, como si la suma de dinero no fuera nada del otro mundo. Ya con la mano en el pomo de la puerta, se giró hacia su ex jefe. Aún había algo que debía preguntar.
— ¿Qué grupo es, por cierto? ¿IVE? ¿NMIXX? Qué se yo... ¿Le Sserafim?
El hombre sacudió la cabeza.
— Ni idea.
A la mañana siguiente, el sonido del despertador le hizo tomar consciencia de la vida. Sí, la vida. Se quedó mirando el techo rosa pálido y desgastado de su minúsculo piso de alquiler, exhausta. No había descansado ni un poco, y eso que, por una vez en su vida, no se había ido a dormir demasiado tarde. Poco antes de las cuatro de la mañana.
— No sé por qué no me muero ya. —dijo para sí misma. Luego se rió ante la ocurrencia y se dio la vuelta, buscando volver a conciliar un sueño que sabía que no iba a recuperar. Pero se estaba tan bien sobre el colchón hecho nido...
El zumbido de la vibración del móvil interrumpió su paz. Esta vez no era una alarma, sino una llamada entrante. Levantó la pantalla y se cegó a sí misma en la oscuridad. Emitió un sonido de dolor, pero deslizó el dedo hacia la izquierda para desbloquearlo.
— Espero que sea importante, porque si no lo es voy a estar MUY enfadada durante todo el día por haber perturbado mi sueño. —murmuró, dramática como solo sabía ser.
Al otro lado se oyó una risa.
— "Siento molestarte, señorita Elise. Te aseguro que nada más lejos de mi intención. Soy Jung Han, el mánager del grupo. Bueno, ex mánager. Llamaba para saber cuándo podría pasarme a buscarte y llevarte a conocer a los chicos."
Lis abrió unos ojos como platos y se incorporó en la cama, despierta del todo. MIERDA. Se había olvidado completamente del asunto. Y encima le había hablado mal a alguien tan importante como...
Un segundo.
— Chicos. —repitió en voz alta.
— "Sí, chicos. Stray Kids. ¿Los conoces? ¿Te habló tu jefe de ellos?"
Los labios de Lis se convirtieron en una fina línea, tensa. Claro que sabía quiénes eran, y ahora sabía que su jefe, pese a haberle dicho miles de veces que no quería tener contacto con ningún hombre, se había callado ese pequeño dato.
No, jamás podría olvidarse de quienes eran. No cuando su antiguo compañero de clase estaba en él. Oh. Espera. ¿Es por eso que la habían contratado? ¿Se acordaría de ella? La chica se llevó una mano a la frente, retirándose los alborotados cabellos de la cara.
— No, pero... los conozco. Están en todas partes. —mintió.
— "Bien, bien. Entonces, ¿cuándo crees que podrías estar lista? ¿Te parecen bien dos horas? ¿Medio día?"
— Con una es suficiente. —se levantó y fue hacia la cocina, reprimiendo un fuerte bostezo.
— "¿Segura? Hablamos de un traslado completo, tendrás muchas cosas que recoger."
Con el manos libres activado, vertió el contenido del café de un sobrecito en una taza con leche y removió perezosamente.
— Para nada. Todo lo que tengo me cabe en dos maletas. Desde que me fui de casa de mi padre he preferido no tener demasiadas cosas materiales... —¿Por qué le estaba dando información adicional a alguien a quien no conocía de nada? —. Perdón, estoy divagando.
— "No hay nada que perdonar. Entonces estaré allí a las once y media. Ah, y Lis... Gracias de antemano."
Antes de que lograra preguntarle a qué se debía ese agradecimiento, la llamada se cortó. Se sentó en el sillón del centro del goshiwon y se quedó mirando a la nada, pensativa.
¿Qué hace un mánager?
Una hora más tarde y puntual como un reloj, un precioso Hyundai Palidase 2020 la esperaba en la entrada de su casa. Era negro y grande, con las ventanas tintadas a fin de que no se viera nada del interior.
Solo había tardado media hora en hacer las maletas, y por supuesto, en asearse y renovarse los parches anti feromonas. Había dudado en si debía o no maquillarse y pese a que le hubiera gustado ir natural, el espejo le devolvió una imagen fea y demacrada de sí misma. Bueno, lo usual en realidad. Aún se preguntaba por qué seguía intentando verse guapa cuando no lo era. De igual forma, se dibujó una fina línea con el delineador, lo suficiente como para sentirse algo mejor.
Dios, cómo desearía ser normal y sin ningún tipo de problema de licantropía.
La ventanilla del conductor bajó y un hombre de aspecto risueño le dedicó una de las mejores sonrisas que había visto en su vida. No era guapo, —no su estilo—, pero poseía un aire afable que ablandaría el corazón de cualquiera en una jerarquía. Y eso que "apestaba" a alfa.
— Soy Jung Han. —se presentó—. Tu debes de ser Elise. Es un verdadero placer conocerte.
— Prefiero Lis. Es menos caótico para que otros lo pronuncien. —le devolvió la sonrisa porque, ¿qué otra cosa podía hacer cuando la estaban tratando con tanto respeto? —. Encantada.
El ex mánager señaló el asiento del copiloto.
— Sube, hablemos por el camino.
No se hizo de rogar. Tras cargar las dos maletas en el maletero, —Jung Han era enorme, como un oso gigante—, se subieron e iniciaron la marcha hacia su destino. El hombre se pasó la media hora que duró el viaje preguntándole si estaba cómoda. A la cuarta vez, Lis suspiró y lo miró de frente.
— ¿Por qué?
— ¿Hm?
— ¿Por qué tanto interés en que esté bien? Es más... ¿quién tiene tanto interés en mi bienestar?
Jung Han miró hacia adelante y sonrió.
— Hemos llegado. —comentó, evitando el tema.
Frente a ellos se alzaba una imponente casa de cuatro pisos en uno de los barrios más apartados y ricos de Seúl.
Pensaréis que es una tontería, pero las feromonas de los ocho individuos que rondaban por aquella gigantesca casa eran tan fuertes que los estaba oliendo a través de la puerta de la entrada.
Allí, de pie, sin atreverse a pasar recibió en el brazo un leve empujoncito del ex mánager para sacarla de su ensoñación.
— ¿Te ha entrado miedo o algo? —sonrió, amable—. Son peculiares, pero... creo que acabarás encajando.
Lis giró la cabeza para mirarlo.
— ¿No me había dicho que vivían separados, cuatro y cuatro? —tragó saliva, tratando de que no se le notara en la voz que su loba estaba arañándola desde dentro. Figuradamente hablando.
Jung Han perdió la sonrisa.
— Nunca dije la cantidad. ¿Cómo sabes que hay específicamente ocho ahora mismo?
Mierda. Había hablado de más. Se suponía que era humana y no notaba nada. Para salvarse de la situación, señaló los enormes coches en el porche de la casa y también la cantidad de ventanas por encima de sus cabezas.
— Son Stray Kids. Todo el mundo los conoce. Y supongo que como voy a ser su nueva mánager no habrán pillado actividades. —dijo.
Ah, tenía razón, qué despistado. No había que ser Sherlock Holmes para llegar a esa conclusión.
— Antes sí, vivían separados porque formaban un grupo platónico. Pero desde que consolidaron la manada, no pueden estar separados. Y discuten bastante, ¿sabes? Ya lo verás.
Abrió la puerta por ella y los olores la golpearon con más intensidad que antes. Se notó salivar, y una gota de sudor le bajó por la nuca. Dio gracias a que el pelo le tapaba la piel. El rellano era simple pero grande, y varios zapatos se agolpaban en el desnivel anterior al parqué de color caoba. Una vez descalzados se aproximaron al salón, donde un par de chicos abrazados levantaron la cabeza al escuchar los pasos. Uno de ellos se puso las manos en la boca y gritó:
— ¡YA ESTÁN AQUÍ!
La fuerza de su voz hizo trastabillar a Lis, demasiado acostumbrada al silencio de su goshiwon. ¿Dónde se estaba metiendo? Se oyeron varios pasos arriba y algunos de los integrantes se hicieron ver también. El mayor, que sabía que se llamaba Chan fue el primero en acercarse y extender una mano a modo de saludo. Trató de ignorar el penetrante olor a bergamota y miel que desprendía, sin éxito.
— Bienvenida, es un placer conocerte al fin. Soy Chris. O Chan, como prefieras llamarme. —le dio un apretón suave y la dejó ir—. ¿Eres Eli?
— Lis. —corrigió. No iba a dejar que nadie volviera a ponerle un diminutivo. No lo permitiría.
— Lis, sí, disculpa. Voy a evitar los rodeos: Sabes quienes somos, ¿no?
La chica asintió.
— Más o menos.
Chan fue señalando a los presentes con el dedo.
— El que acaba de gritar es Changbin, el segundo alfa. Con él está Felix, y aquí atrás tenemos a I.N, Lee Know, o Minho y...
— Kim Seungmin. —las palabras se le escaparon como un suspiro, sin poder detenerlas.
Seungmin abrió mucho los ojos y desvió la vista. Hubo un incómodo silencio en el que nadie se atrevió ni a moverse mientras intercambiaban miradas y preguntas silenciosas. I.N carraspeó y dijo:
— ¿Os conocíais?
Lis ladeó la cabeza.
— Éramos amigos en el instituto.
— ¡Por eso tenías tanto interés en contratarla! —exclamó Changbin, cayendo en la cuenta—. ¡No sabes cuántos currículums nos hizo desechar una vez vio tu fotografía!
Seungmin puso los ojos en blanco y chasqueó la lengua, aunque un rubor le cubrió las mejillas.
— Y tenías que abrir esa bocaza de morsa. —le espetó, contrariado.
Changbin se quedó un segundo quieto, y al siguiente Felix lo tuvo que agarrar para que no se abalanzara contra su compañero. Chan sacudió la cabeza, cansado de pronto.
— Lo siento, siempre hacen lo mismo. ¡Bien! Ahora que hemos arrojado un poco de luz sobre el tema... En fin, ya tendremos tiempo de hablar. —le echó un rápido vistazo a Seungmin, uno que significaba "vamos a tener una conversación acerca de los motivos egoístas y personales que te hicieron prescindir del currículum de gente mejor preparada que ella".
Jung Han frunció el ceño.
— Faltan dos. — indicó.
— Jisungie ha empezado el celo. Hace... un par de días, por cierto. —explicó—. Hyunjin está con él.
— ...Comprendo.
La situación estaba más tensa de lo que pensaba. El ex mánager se despidió de todos, deseándoles un buen día y cuando la puerta hizo "clic", Lee Know caminó perezosamente hacia la muchacha, que se puso rígida en el instante en que empezó a olfatearla.
No se movió, no respiró, ni siquiera se atrevió a parpadear mientras ese híbrido de facciones perfectas la escudriñaba de arriba abajo. Se atrevió, eso sí, a percibir disimuladamente su esencia. El olor a menta y hierbabuena casi le desencajó la mandíbula y le nubló los sentidos. Era un beta como ella.
Al poco, el hombre se retiró dejándola con el pulso disparado y la cara roja de vergüenza.
Minho arrugó la nariz y se dio la vuelta.
— No huele. —siseó—. No me gusta.
— Eso ha sido muy grosero. —contestó Lis, cruzándose de brazos.
— No creas. —una preciosa sonrisa iluminó el rostro de Felix, quien se apoyaba en el hombro de Changbin, tranquilo—. Significa que puedes quedarte.
Se giró hacia Minho, quien ya no la miraba y pretendía que ordenar la vajilla del mueble del salón era más interesante que la situación. I.N se aproximó a la muchacha, curioso.
— Con permiso. —dijo, antes de inclinarse también a olfatearle el cuello.
¿Por qué tenían que ser tan condenadamente atractivos? Todos, sin excepción. Si no se hubiera tomado los supresores esa mañana, estaba convencida de que la mezcla de olores le habría provocado el celo a ella también. El chico que tenía delante desprendía un aroma a canela con un punto especiado. Tuvo que frenarse para no rascarse la nariz por las cosquillas.
— Sí que huele, Minho. —le dijo al mayor—. Es muy leve, pero los humanos suelen tener esta clase de olor.
— Al menos tú has pedido mi consentimiento. —Lis resopló—. Creía que los híbridos tenían más respeto por las otras razas y sus costumbres, pero no se aplica a todos, por desgracia.
Changbin emitió una risa, se puso una mano en la oreja y fingió tener un micro en la otra.
— "Aquí Seo Changbin, retransmitiendo en directo. En efecto, el golpe de ese comentario se ha escuchado en todo Seúl, parte de Busán y en el sudeste asiático, y ha hecho que el anticiclón que acababa de aterrizar en Normandía se tornara una depresión con intensos vientos procedentes del sur..."
Felix le dio un golpecito en el hombro.
— Eres un payaso. —lo insultó.
Minho se dio la vuelta con cara de pocos amigos. Alguien más se estaba ganando un viaje gratis al interior dela freidora. Le importaba bien poco encararse contra un alfa, no era la primera vez ni sería la última.
El chico de pelo rubio, Felix, saltó del sofá y también le dio un apretón de manos.
Vainilla, dijo su loba automáticamente, Y almendras.
— No olvidemos las viejas costumbres. Siento mucho que no podamos estar todos para recibirte, pero... Bueno, no sé cómo de familiarizada estarás con el tema del celo.
Más de lo que crees, quiso decirle.
— Sé algunas cosas. —alzó la cabeza hacia Seungmin, esperando que mantuviera la boca cerrada como había hecho hasta ahora. Se topó con unos ojos castaños y una expresión indescifrable, aunque había algo más que no lograba distinguir—. Un compañero de hace tiempo me explicó el funcionamiento y la jerarquía. —mintió.
— Genial, entonces no hay mucho más. Tu habitación está arriba, en el ático. No hay ascensor, pero seguramente alguien muy amable te ayudará con el equipaje. —contempló a Chan, que carraspeó.
— Sí, claro. —se hizo con el asa de las dos maletas. Diablos, era fuerte—. Después de ti.
Lis se apresuró a subir por las escaleras ignorando la mirada de Seungmin, cuyos ojos, por un momento, brillaron en tono aguamarino.
No solo era fuerte, sino rápido. Casi podía oír al líder respirarle en la nuca, presionándola para que siguiera subiendo sin pararse.
Chan, por su parte, trataba de no mirar demasiado. Falló incontables veces. La visión de la parte trasera de la muchacha y cómo movía las piernas al caminar le hacían difícil la tarea de escoltarla a un sitio "seguro". Seguro y lejos de él, y seguro y lejos de todos.
Hembra. Cubrir.
¿Su lobo se había vuelto loco? Qué quería, ¿matarla? Los humanos eran tan frágiles como los gamma, sino más. ¿Por qué tenía pensamientos tan obscenos con una completa desconocida? ¿Se le estaba escapando algo?
Chan, céntrate., se reprendió, Eres el líder por algo.
— Es aquí. —señaló con la cabeza la última puerta del rellano. Lis hizo girar el pomo y ambos entraron.
Era una habitación vacía de tamaño estándar con una cama de matrimonio en el centro. Tenía facilidades como un escritorio y un armario empotrado con puertas de desplazamiento horizontal que no quitaban espacio. El balcón de marco blanco daba a unas vistas hermosas de la ciudad en aquella hora del crepúsculo, haciendo que las paredes caoba se vieran mucho más cálidas. Era un buen sitio.
— Gracias por cederme una habitación, Chris. —comentó, absorta en el exterior—. Es perfecta.
— ¿Sí? Menos mal, temía que no fuera de tu agrado. Jung Han nunca vino a vivir con nosotros así que eres la primera en usarla. Siéntete como en casa. Mañana te pondremos al corriente de tu papel como mánager. Si tienes hambre, hay sobras en la nevera... Aunque también puedes pedir a domicilio.
Una parte de ella se ablandó ante la cándida carga de información que le estaba proporcionando. El líder era el ser más amable que jamás había conocido.
Dirigir a un grupo de híbridos no iba a resultar una tarea tan complicada al parecer, ¿verdad? ------------
» Capítulo 2 «
© LUNEARTA, 2024. 𝘕𝘰 𝘦𝘴𝘵á 𝘱𝘦𝘳𝘮𝘪𝘵𝘪𝘥𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘱𝘪𝘢 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭 𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘥𝘦 𝘤𝘶𝘢𝘭𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘣𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘯𝘪𝘯𝘨𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘭𝘢𝘵𝘢𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢.
#fanfic#lee know#lee minho#skz#skz x reader#stray kids#omegaverse#alpha beta omega#stray kids smut#stray kids imagines#seungmin#changbin#han#skz chan#skz smut#skz stay#stray kids omegaverse#abo dynamics
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Ya no hay excusas ehhh ¿Alguna vez pusiste de pretexto un dolor de cabeza para no tener un encuentro íntimo? Esto ya no te será muy útil, debido a que diversos estudios sugieren que el sexo alivia el dolor de cabeza. Incluso, algunos autores aseguran que esta placentera experiencia es mejor que los analgésicos. Descubre las principales razones a continuación. Endorfinas. Neurólogos de la Universidad de Münster, en Alemania, detallan que el sexo puede disminuir o aliviar por completo el dolor de cabeza o migraña. En la investigación publicada en la revista Cephalalgia, de la Sociedad Internacional de Cefalea se señala que las relaciones sexuales liberan endorfinas (analgésicos naturales del cuerpo) en el sistema nervioso. Serotonina. En otro estudio publicado en la revista Headache se menciona que el orgasmo es un analgésico muy eficaz contra el dolor de cabeza. Incluso, las personas que sufren más migrañas tienen un mayor deseo sexual, debido a sus niveles de serotonina, los cuales son clave en la intimidad. Tranquilizante natural. Es un antihistamínico natural porque reduce la tensión de los vasos sanguíneos del cerebro y de la presión sanguínea, por lo que relajan la mente, según el portal tudiscovery.com. Oxitocina. El sexo quita el dolor porque eleva los niveles de oxitocina y endorfina, hormonas que disminuyen el malestar. Además de quitar el dolor de cabeza, el sexo tiene múltiples beneficios para tu salud, sólo recuerda que debes practicarlo de forma segura y responsable para evitar el contagio de infecciones o el riesgo de tener un embarazo no deseado. Y tú, ¿has intentado este remedio natural contra el dolor de cabeza?
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CAP 34 - DESAFIOS Y AMISTAD
|| ¡Drake! ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? Ellos son los miembros más poderosos de la realeza. ¿Cómo rayos crees que voy a cuestionarlos? ||
|| Calma, sí podremos... Revisé el itinerario y mañana tienes que ir a una fiesta de té con Regina. Es un lugar tan bueno como cualquier otro ||
|| ¿Pero y si es ella? ¿Entonces qué voy a hacer? Ella sigue siendo una mujer poderosa. ¿Crees que pueda tener una oportunidad contra ella? ¿Crees que voy a poder reclamarle por lo que me hizo? ||
|| Brown, recuerda que me tienes a mí... y lo que es más importante, a Liam. Juntos lo resolveremos. Además, no olvides que Liam es el Rey ahora. Lo único que te puedo decir es que debes tener cuidado, si los anteriores reyes están involucrados... entonces tú corres más peligro que nunca || Me dice con preocupación.
Qué maravillosa noticia para mi cumpleaños. ¿Lograré obtener la verdad de la Reina? De repente, lo miro fijamente.
|| Drake, tal vez suena fácil, pero no puedo negar que tengo miedo ||
|| Brown, no te preocupes, mejor dejemos eso para mañana, ¿ok? || Me mira y luego me da una gran sonrisa || Escucha, no solo vine a darte malas noticias. Tengo algo para ti || Mete su mano en el bolsillo, saca una pequeña bolsita azul y me la entrega. Lo miro con curiosidad antes de abrir la bolsa. Dentro encuentro una hermosa y delicada cadena de oro con un dije en forma de "R". Lo miro emocionada por su detalle || Feliz cumpleaños, Brown ||
|| ¡Drake! Es hermosa... No debiste molestarte || Exclamo mientras la admiro en mi mano || Me encanta || Le digo mientras que Drake sonríe y, por un momento, el peso de la situación parece aligerarse.
|| No es molestia, además no es que sea la gran cosa. Pero quería darte algo para recordarte que eres especial para mí. Sé que las cosas están complicadas, pero quería hacer tu día especial ||
|| Gracias, Drake. Esto significa mucho para mí || Le doy un abrazo, sintiendo un poco de consuelo en medio del caos. Al soltarlo, le doy un beso en la mejilla, notando cómo se pone nervioso y se ruboriza levemente.
|| Drake, sabes que no necesito grandes cosas, y este detalle es perfecto. ¡Gracias! || Le digo con sinceridad. Luego le extiendo la cadena || ¿Me ayudas? ||
|| Claro que sí || Su voz tiembla un poco. Le doy la espalda y él retira delicadamente mi cabello para colocarme la cadena. Siento cómo sus manos tiemblan al abrocharla. || Ehhh... listo, ya está || dice, tratando de mantener la compostura.
|| Gracias, Drake. Es hermosa y significa mucho para mí || Me giro para mirarlo, notando su nerviosismo || Tus manos están temblando || Digo con una sonrisa, tratando de aliviar la tensión || No tienes por qué ponerte nervioso conmigo ||
Drake se ríe suavemente, rascándose la nuca.
|| Supongo que no puedo evitarlo a veces || Me responde mientras que yo tomo de sus manos y las aprieto suavemente.
|| Gracias por ser un amigo increíble y por estar siempre a mi lado || le digo, viendo cómo sus ojos se suavizan con una sombra de decepción.
|| Siempre estaré aquí para ti, Brown || dice, tratando de sonreír. Le devuelvo la sonrisa, sintiendo una punzada de tristeza. Debo acabar con cualquier ilusión que él o yo tengamos. Es lo mejor. Drake es un hombre bueno y tierno, y se merece a alguien que pueda corresponderle plenamente || Bueno, ahora sí me tengo que ir || exclama con una sonrisa un poco más forzada || Solo necesitaba decirte lo que rondaba mi cabeza y darte mi regalo. Nos vemos más tarde, Brown. Tengo algunas cosas que resolver || Con esas palabras, Drake sale de inmediato de mi habitación.
De repente, las sospechas de Drake rondan en mi cabeza. ¿Los reyes tendrán algo que ver? Solo pensar que Constantino o Regina puedan estar detrás de todo esto es algo difícil de creer. Pero lo que más me preocupa es cómo se sentirá Liam si esto resulta ser cierto. Cuánto dolor le causaría.
Al recordar a Liam, también sus palabras resuenan en mi mente. Será mejor llamar al centro y averiguar sobre mi madre. Comencé a buscar el teléfono que Bertrand me había dado hasta que lo encontré. Notando que allá son alrededor de las cinco de la tarde, decido marcar. El teléfono suena y suena, hasta que finalmente contestan.
M: Memorial Sloan, buenas tardes. ¿En qué podemos servirle?
R: Buenas tardes. Mi nombre es Riley Brown. Estoy llamando para averiguar sobre el estado de Alice Brown... ella es mi madre.
M: Señorita Brown, buenas tardes. Soy Amanda. El señor Beaumont nos indicó que usted llamaría. Me complace informarle que el estado de su madre es estable y está recibiendo su tratamiento sin problemas. ¿Le gustaría dejarle algún mensaje? Ella está descansando en este momento.
R: Sí, por favor. Dígale que llamé para saber cómo está y... que la llamaré de nuevo en otro momento. Solo necesitaba saber cómo se encontraba.
M: Entendido, señorita Brown. Su madre está muy bien atendida, puede estar tranquila. El señor Beaumont se asegura de que no le falte nada / Bertrand, eres un ángel, digo para mi misma
R: Muchas gracias, Amanda. Significa mucho para mí saber que está en buenas manos.
M: No hay de qué. Estamos aquí para lo que necesite. Hasta luego, señorita Brown.
Después de colgar el teléfono, una mezcla de emociones encontradas me inundó. Sentí un alivio profundo al saber que mi madre estaba estable y bien cuidada. Aunque durante años nuestra relación había sido difícil y distante, el hecho de saber que estaba siendo atendida adecuadamente me reconfortaba de alguna manera.
La gratitud hacia Bertrand era abrumadora. Su cuidado y atención aseguraban que mi madre recibiera el mejor trato posible, a pesar de nuestra historia complicada. Aunque no era un modelo de madre ideal y nuestra relación había sido tensa, superar el miedo para hacer esa llamada significaba un paso grande para mi en tratar de perdonarla y arreglar nuestra situación. De pronto, mi celular sonó con una llamada importante para mí.
R: ¡Hola!
M: ¡AMIGAAAAAAA! ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
R: (riendo) Casi me rompes el tímpano, ¿sabes?
M: Quería ser la primera en desearte feliz cumpleaños, pero no me contestabas el teléfono. ¿Dónde diablos estabas? Me estaba volviendo loca...
F: ¡De eso soy testigo! Hola Ri, feliz cumpleaños, nena...
R: Muchas gracias, chicos. Mil disculpas por no responder, pero temo que me desvele un poquito... Liam me llevó a una cita a medianoche y nos perdimos en el tiempo.
M: ¡Mierda! Vaya, vaya... Este príncipe encantado es toda una joya, mejor dicho, Rey Encantado ¿no es así? Muero por conocerlo, al igual que a su guapo mejor amigo. ¿Aún sigues siendo cortejada por estos dos hermosos especímenes?
F: ¿Es en serio, Michell? Recuerda que tienes novio, está sentado justo a tu lado...
M: Amor, es solo un decir.
R: ¡MICHELL! ¿Qué haremos contigo? Tengo la impresión de que no has cambiado nada...
M: ¿Qué? Tengo derecho a observar, ¿no? (se ríe) Pero tú sabes que te amo, cariño... (Escucho un pequeño beso por detrás del teléfono) Bueno, no evadas mi pregunta.
Comencé a compartir con ellos mi situación confusa en relación a ambos, enfocándome ahora exclusivamente en Liam y dejando de lado a Drake. Les expliqué cómo me sentía atrapada entre dos opciones, pero que había decidido centrarme en Liam, quien realmente me hacía sentir amada y valorada. Hablamos sobre los avances en la investigación y el último descubrimiento que había revelado nuevos detalles intrigantes. Ellos me advirtieron que debía tener cuidado, ya que si personas poderosas estaban involucradas, podría haber motivos ocultos y riesgos importantes. También les compartí la situación de mi madre y las recientes noticias sobre su enfermedad, lo cual estaba añadiendo presión a mi situación ya complicada. En ese momento, Frank tuvo que ausentarse abruptamente, por lo que aproveche para preguntar a Michell algo importante:
R: Muy bien… Ahora que Frank se fue... ¿Cómo van las cosas con él? Me encanta ver que estén juntos.
M: Estoy feliz, creo que nos va bien. Hace unos dos meses decidimos vivir juntos. Por ahora las cosas van bien, pero veremos qué pasa...
R: ¿Sabes? Nunca imaginé que terminarían enamorándose. Frank es un hombre maravilloso y me alegra verlos felices. ¿Y qué hay de Daniel?
M: Daniel renunció al bar hace unos 4 meses y se fue a vivir a... (De repente, tocan a mi puerta)
R: Amiga, creo que nuestro tiempo se acabó, están llamando a mi puerta. Cuídate mucho, te quiero. Les mando un abrazo enorme.
M: Te quiero mucho, amiga. Cuídate.
Cuando abro la puerta, me encuentro a Hana, sonriente y sosteniendo una canasta repleta de postres.
|| Riley ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! || exclama, abrazándome fuertemente.
|| Gracias, amiga || respondo mientras la abrazo y la dejo pasar || No tenías por qué molestarte, Hana ||
|| Amiga, esto es solo una muestra de lo que mereces. Estos son los mejores dulces de Francia, mis favoritos desde niña. Estoy segura de que te encantarán ||
|| Aprecio mucho tener amigos como ustedes en mi vida || respondo sinceramente.
|| ¿Y cómo ha sido tu día hasta ahora? ¿Qué tal lo has pasado? || me pregunta curiosa.
|| He tenido un montón de sorpresas desde ayer hasta ahora. Sorpresas buenas y algunas no tan buenas || le digo recordando todo con sinceridad.
|| Por cierto, Maxwell me contó sobre Sebastián y el lío en la despedida de soltero entre Bertrand y Drake. Nunca imaginé que Bertrand tuviera un hijo, y mucho menos con la hermana de Drake ||
|| Este tema es bastante complicado, para ser sincera. Desde que surgió el problema, Drake y Maxwell han estado algo distanciados, pero confío en que resolverán sus diferencias. Después de todo, son familia. El verdadero problema ahora es otro: Drake vino recientemente y me dijo que sospecha que los anteriores reyes fueron quienes le pidieron a Sebastián que hiciera todo lo que hizo || exclamé con ansiedad. Hana llevó sus manos a la boca, visiblemente sorprendida. Un fuerte suspiro escapó de mí. ¿Cuándo se complicó tanto mi vida?
|| Riley, eso sería terrible. Si eso llegara a ser cierto, Liam estaría destrozado. Imagínate, sus propios padres haciéndole esto || respondió Hana con preocupación.
|| Tienes razón, y lo que más me preocupa es él || dije soltando un suspiro contenido. || Mañana tendré la oportunidad de investigar a la Reina, pero sinceramente, no sé cómo lo haré. Es un desafío enorme y la incertidumbre me agobia. Por ahora, prefiero dejar esa preocupación para mañana. Hoy no quiero pensar en todos los problemas que tengo encima || añadí, tratando de liberar la tensión en mis hombros || Y por favor, Hana, no menciones nada de lo que te he dicho a nadie más hasta que estemos 100% seguras de lo que está ocurriendo || Le pedí con firmeza, mirándola a los ojos, esperando que entendiera la gravedad de la situación y mi necesidad de confidencialidad.
|| Lo prometo, guardaré silencio. Pero bueno, como dices, dejemos esas preocupaciones para mañana porque hoy se trata de ti. He venido a llevarte a almorzar. Tengo el lugar perfecto aquí en París, así que prepárate que nos vamos || exclamó Hana emocionada, mientras yo sonreía ampliamente.
|| Claro, ahora mismo me arreglo || respondí emocionada.
Entré en mi armario y elegí un elegante vestido midi de color azul marino, unas sandalias de tacón bajo y una chaqueta ligera a juego. Completé el conjunto con el hermoso brazalete de perlas que me dio Liam y la delicada cadena de oro que me regaló Drake.
**
Minutos después, nos encontrábamos en la entrada del restaurante "Le Meurice Alain Ducasse". Al cruzar la puerta, quedé maravillada por la opulencia del lugar. El restaurante estaba lleno de luz, con gigantes ventanales verticales que permitían la entrada de la luz natural, realzando los detalles victorianos en las paredes. Los candelabros de cristal colgaban majestuosos del techo, y el elegante mobiliario reflejaba un aire de sofisticación. Hana se acercó al mesero y le habló en francés.
|| Bonsoir, nous avons une réservation au nom de Hana || dijo con confianza. El mesero nos sonrió amablemente y respondió
|| Bonsoir, madame. Suivez-moi, s'il vous plaît ||
Nos guio hacia una mesa apartada de las demás, ofreciéndonos un recorrido por el esplendor del lugar. Mientras caminábamos, noté la fina porcelana y los arreglos florales que adornaban cada mesa, el suave murmullo de las conversaciones y el sutil aroma de la comida gourmet que flotaba en el aire.
Al llegar a nuestra mesa, la sorpresa fue aún mayor: allí estaban sentados Liam, Drake y Maxwell. Al verme entrar, se levantaron inmediatamente con sonrisas radiantes para saludarnos.
|| ¡LLEGÓ MI CUMPLEAÑERA! || gritó Maxwell, quien se acercó corriendo y me levantó en un abrazo. Al bajarme, no podía creer lo que estaba viendo.
|| ¿Chicos? ¿Qué hacen aquí? ¿Acaso no tenían planes? No pensé que los vería a todos hoy || exclamé emocionada al verlos reunidos por mi cumpleaños. Sentí una oleada de felicidad al ver a todos mis amigos juntos.
|| ¡Sorpresa! || respondió Maxwell con una gran sonrisa || No íbamos a dejar que celebraras sola ||
Liam se acercó, me dio un tierno beso en la mejilla y me abrazó con calidez.
|| Por ti, limpié toda mi agenda del día para poder festejar juntos. Madeleine se molestó, pero ¿tú crees que me importa? Mi persona favorita está de cumpleaños || dijo sonriendo y guiñándome un ojo. Drake, con su habitual seriedad, también se acercó y me dio un corto abrazo.
|| Feliz cumpleaños de nuevo, Brown || dijo con una pequeña sonrisa que iluminó su rostro.
|| No pensé que te gustaban las celebraciones, Drake || le dije, molestándolo ligeramente.
|| Bueno, por ti creo que se puede hacer una excepción || respondió con certeza.
Nos sentamos todos y comenzamos a disfrutar de una comida deliciosa. El ambiente estaba lleno de risas y conversación animada. El restaurante, con sus magníficos candelabros y elegantes decoraciones, parecía más brillante con la presencia de mis amigos. Cada plato era una obra de arte culinaria, y no podía evitar sentirme agradecida por estar rodeada de personas tan increíbles.
|| Este lugar es espectacular || comenté, observando los detalles victorianos y los hermosos arreglos florales que adornaban cada mesa.
|| Sabíamos que te encantaría || dijo Maxwell, sonriendo || Este es mi regalo especial para ti. Queríamos hacer de este día algo realmente perfecto para ti ||
El chef, en un gesto de cortesía, se acercó personalmente para preguntarnos si todo estaba perfecto. Supongo que tener al Rey en su restaurante era algo muy importante para ellos. Mientras estábamos en el postre, con una exquisita selección de dulces franceses, la conversación se volvió más seria. Entre bocado y bocado, surgió el tema de lo que pasó con Sebastián y las conclusiones a las que Drake había llegado.
|| Brown, le comenté a Liam lo que te dije en la mañana, pero él ya descartó mis sospechas por completo || comentó Drake mientras Liam negaba con la cabeza.
|| ¡Drake, ya basta con eso! Eso está fuera de discusión y te lo dije. De hecho, hoy hablé con ellos y traté de insinuarles el tema, pero estoy bastante seguro de que no son culpables... Mi padre jamás me haría algo así, y mucho menos Regina || dijo Liam con firmeza.
|| Es que, Liam, ¿quién más tendría la motivación para hacerlo? Leo abdicó porque se enamoró de una plebeya, y tú, su heredero, también te has enamorado de una. Vamos, Liam, creo que él tuvo miedo de que tú también abdicaras. Tú eres nuestro chico de oro después de todo || dijo Drake con desdén, dejando claro que no simpatizaba con el Rey por razones personales.
|| Liam, por mi parte, creo que Drake tiene un buen punto. Ese podría ser un motivo muy válido para hacer eso || asintió Maxwell, apoyando a Drake. Liam suspiró profundamente y se pasó los dedos por su cabello, claramente frustrado.
|| Chicos, no, no son ellos. ¿Podemos dejarlo ahí? ||
|| Liam... ¿y por qué estás tan convencido? || le pregunté suavemente, tratando de no incomodarlo. Liam se tomó un momento antes de responder, mirando al suelo como si buscara las palabras adecuadas.
|| Porque ellos nunca harían algo así... Mi padre no es un hombre malvado. Fue un rey respetable y justo, siempre ha sido así. Nunca ha demostrado ser malicioso || dijo, su voz cargada de emoción. Drake no se dio por vencido. Él miró a Liam con seriedad.
|| Liam, las circunstancias cambian a las personas. El poder puede corromper incluso a los más justos. Solo quiero que consideres todas las posibilidades. Por lo tanto, no podemos descartar a ninguno de los dos. Como te dije, Brown tiene que investigar a Regina mañana ||
Liam levantó la mirada, sus ojos reflejando una mezcla de dolor y determinación.
|| Perfecto, estoy de acuerdo. Entiendo tu preocupación, pero necesito creer en ellos. Necesito creer que mi familia no es capaz de algo tan horrible. Así que veamos qué pasa mañana ||
Aunque preferimos dejar el tema ahí, el pensamiento no puede dejar mi cabeza: ¿Serán realmente Constantino o Regina quienes planearon todo? ¿Acaso Liam está tan cegado por el respeto que tiene hacia sus padres que no lo puede ver? Drake miró alrededor del grupo y sugirió:
|| Oigan, parece que nos vendría bien algo para dejar de pensar en todo este drama... ¿Qué tal un viaje de campamento en grupo? Las hojas están cambiando porque el invierno se acerca, y conozco un lugar donde podemos ver todos los árboles sobre el valle, incluido el atardecer ||
|| Drake Walker, ¡no puedo creerlo! ¿Estás sugiriendo que hagamos algo en grupo? || Arqueé una ceja, sin creer del todo las palabras que salían de su boca || ¿Tuvo que llegar mi cumpleaños para que escuchara eso de ti? ||
|| Brown, sin burlas... Porque si quieres, puedo retirar mis palabras || Me dijo tratando de mantener la seriedad. Mientras que Liam se inclinó hacia Drake y dijo:
|| Drake, me uno al pensamiento de Riley... Es algo extremadamente raro de tu parte. Afortunadamente, como liberé toda mi agenda para hoy, yo podría ir sin problema ||
|| Espera un momento, Liam, ¿podemos irnos así de repente? Es decir, ¿tú puedes irte sin más? ¿Qué pasa con Madeleine? || pregunté con ansias.
|| Riley, esta noche es para ti || dijo Liam con una sonrisa || Solo necesito avisar a Jacob y algunos más para que preparen el equipo de seguridad y estaremos listos para partir. Estoy seguro de que nadie notará nuestra ausencia por una noche || añadió con confianza || Y en cuanto a Madeleine, sinceramente no me preocupa lo que piense. Liberé mi agenda y me iré, le guste o no ||
|| Es un hecho entonces… ¿Qué te parece, Brown? Escapemos de todo este drama || propuso Drake con una sonrisa || No hay mejor manera de celebrar tu cumpleaños que con amigos cercanos, disfrutando de una tarde y noche relajantes junto al fuego ||
|| ¡Vamos chicos! Necesitamos un descanso de todo esto || exclamé, rebosante de felicidad, mientras Liam asentía con una sonrisa.
|| Estoy de acuerdo, todos lo necesitamos ||
|| ¡Qué emocionada estoy! Nunca antes había hecho esto. Espero que sea una experiencia magnífica || exclamó Hana, radiante de felicidad.
|| Muy bien, chicos, recuerden que tenemos que buscar algunos suministros. Nos encontraremos a las cinco y media afuera del tren || dijo Drake, más emocionado de lo que lo había visto en mucho tiempo.
|| ¡Sí, acampar! || gritó Maxwell, abrazando a Drake por el costado. El espíritu siempre alegre de Maxwell llenaba de felicidad mi corazón. Drake le lanzó una mirada que nos silenció a todos.
|| Y... ¿quién dijo que tú vendrías? || preguntó Drake, fingiendo seriedad.
|| Por supuesto que yo voy... || Dijo Maxwell mientras se alejaba un poco, aparentando terror ante la supuesta ira de Drake. Luego nos miró a todos y preguntó nuevamente a Drake || Aun seguimos siendo amigos, ¿verdad? ||
|| Max || Le dije, tomándolo del brazo || ¡Por supuesto que somos amigos! Claro que tú también puedes venir, no sería lo mismo sin ti. No podría dejar fuera a uno de mis mejores amigos en la celebración de mi cumpleaños || Exclamé mientras miraba a Drake, quien solo puso los ojos en blanco.
|| ¡Gracias, mi flor! || Maxwell me abrazó fuertemente || Estaba preocupado ||
Drake se relajó y sonrió.
|| Maxwell, solo estaba bromeando… Así que cálmate ||
Al terminar la conversación, noté cómo todos parecían más relajados y llenos de expectativa. Era reconfortante ver a mis amigos tan unidos y entusiasmados por el plan. Mientras terminábamos nuestros postres, no pude evitar sentir una oleada de gratitud.
|| Gracias, chicos, por hacer de este cumpleaños algo tan especial. Realmente significa mucho para mí tenerlos aquí || Dije con una gran sonrisa.
Hana levantó su copa.
|| Hagamos un último brindis… ¡Por la amistad y las aventuras que están por venir! ||
Todos alzamos nuestras copas, brindando por un nuevo comienzo y por el valioso tiempo que compartiríamos juntos. El ambiente se llenó de risas y promesas de un viaje inolvidable, donde, por una noche, dejaríamos atrás todas nuestras preocupaciones y simplemente disfrutaríamos del momento.
@tessa-liam, @kingliam2019, @choicesficwriterscreations
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La novia de Enzo dado puras indirectas de que quiere un hijo con el (mandandole TikToks de bebitos, mostrándole fotos de el y ella cuando eran chiquitos diciéndole lo perfecto que sería un nene con ambos genes, contándole que cree que va a dejar de tomar la pastilla, etc) y Enzo teniendo que confesarle en un mar de llantos que el es infertil y no se lo quería decir porque sentía mucho dolor de no poder darle lo que mas ansía en la vida 😭
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Angst :c
¿En qué momento la habitación comenzó a sentirse más pequeña de lo normal? ¿Fue cuando cubriste la mesa de los viejos álbumes con fotografías arrugadas o cuando comenzaste a hablar de los rasgos que heredarán tus hijos? Enzo no está muy seguro, sólo sabe que le falta al aire y que sus ojos arden.
-¿Cuántos años tenías acá?- preguntás luego de perderte por muchos minutos en una foto suya. No tiene idea de cómo esas fotos llegaron a tus manos pero es muy probable que haya sido obra de su madre-. Lo único que tenés igual son las orejas.
Quiere reírse pero en lugar de eso en su garganta sólo surge un simple sonido de afirmación. Estás muy concentrada como para percibir su inquietud o sus pobres intentos de fingir que te sigue la corriente y él no tiene idea de cuánto tiempo más podrá mantener en secreto lo que le molesta. Unas semanas o meses, con suerte...
Llevás un tiempo libre de los efectos del método anticonceptivo que utilizaste durante años y él disfruta verte radiante, de mejor humor y mucho más sana. En principio fue divertido acostumbrarse a los efectos de tu ovulación y bromear con tu desesperación en esos momentos, pero luego comprendió que lo que denominaste baby fever no era sólo un producto de tus hormonas. Hablabas en serio. Siempre.
Ahora son cada vez más los momentos en que el tema de conversación es cómo serán los hijos que tendrán, preguntás cuántos niños le gustaría tener, querés sostener a todos los bebés durante las reuniones familiares e intentás que él, terriblemente incompetente con los pequeños, también los tenga en brazos.
-¿Vos qué decís?- deslizás dos fotos sobre la mesa-. ¿Se van a parecer a vos o a mí?
Cuando intenta tomar las fotos sus manos temblorosas lo traicionan. Sus dedos débiles no pueden despegar el papel de la madera y comienza a sentirse más que desesperado cuando recuerda que aún no contestó tu pregunta, sabiendo que no tiene una respuesta porque sería deshonesta.
Balbucea nervioso y toma su taza llena para tener con qué entretener su boca. Aún está temblando y es demasiado tarde cuando nota que pierde toda sensación en las extremidades, por lo que el aza de la taza se zafa de su agarre y esta cae sobre su regazo, derramando el líquido en todas las direcciones posibles.
El té estaba ya completamente frío pero puede sentir su piel arder.
Cuando te arrodillás frente a él con intenciones de ayudarlo con su ropa, ignorando por completo cuál era la temperatura de su bebida y sin comprender la falta de reacción de su parte, toma tus muñecas y te detiene sin dar explicaciones.
-No puedo.
-¿Qué no podés?
-Tener hijos.
-No hablo de tenerlos ahora- humedecés tus labios con tu lengua y él sabe que estás incómoda o avergonzada-. Puede ser en unos años o cuando...
-En unos años tampoco se va a poder- lamenta-. Porque no... yo no...
-Oh...
-Sí, oh- y vuelve a sentarse-. No sé por qué no te dije antes.
Acariciás su mejilla y tu pulgar deshace el rastro de sus lágrimas una y otra vez. Permanecés de rodillas entre sus piernas sin fijarte en el té derramado o la porcelana hecha añicos en el suelo, y apretás fuerte su mano para calmarlo.
-No importa- jurás-. Hay muchas formas de...
-Pero vos querés un hijo nuestro.
-Enzo- lo obligás a mirarte-. Si vos también querés entonces cualquier hijo va a ser nuestro.
Elegí el camino de la violencia, ¿no? Pero permítanme compensarlas por mi pésimo comportamiento y decirles que la letra de la canción en combinación con el video se interpreta de cierta manera, pero en realidad es sobre el amor incondicional entre una pareja y yo imagino algo así para este escenario :)
taglist: @chiquititamia @delusionalgirlplace @lastflowrr @madame-fear @creative-heart @llorented @recaltiente ♡
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Y luego pensé que a la gente le gusta hablar de su dolor y de su soledad, pero disimuladamente. O de una forma medio organizada o algo. Me di cuenta de que cuando yo intento entablar conversación con la gente, con desconocidos en la calle o en la tienda, se creen que estoy exponiendo mi dolor o mi soledad de manera equivocada y se ponen nerviosos. Pero entonces vi aquel coro improvisado que repetía el verso sobre que todos tenemos agujeros en la vida, y lo hacían tan bien, con tanta delicadeza y aceptación e incluso alegría, reconociéndolo sin más, y comprendí que hay formas de hacerlo, lo que pasa que las mías no funcionan.
Pequeñas desgracias sin importancia, Miriam Toews.
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Tw: touken divorce, infidelity 💔
Chicos, no puedo describir el dolor con el que me he levantado porque prácticamente acabo de tener una PESADILLA donde Kaneki le es infiel a Touka, y ella lo descubre luego de atar cabos y que alguien se burlara de ella. Y recién se da cuenta que no solo él se lo intentaba ocultar sino también varias personas (nishiki, Itori, los súbditos de kaneki, furuta, los quinx, y más personajes que a veces le lanzaban indirectas, miradas o sonrisas) Itori le dijo una vez que los secretos del rey estaban a salvo con ella mientras la miraba de reojo y le sonreía, kaneki parecía nervioso. Cuando alguien habló de más, kaneki se puso un dedo en los labios mientras sonreía entre preocupado y nervioso e hizo que el otro se callara. Y mientras estaban en el subterráneo, kaneki le sonreía y todo, pero en realidad estaba con otra mujer y yo como: T—T (le mentiste en mis sueños. Ahora estoy molesta contigo)
El arco del divorcio había empezado en mis PESADILLAS.
#Yo quería soñar con touken pero no así#Eso no se hace#Ahora tendré mal sabor de boca todo el día#Mis quejas#No voy a olvidar la cara de kaneki intentado explicarle a Touka#Y la cara de Touka al darse cuenta#Mirandolo#Acusandolo#Ella sentía que su mundo se partía en dos#Idk si estaba embarazada#Pero CHICO DE ESA NO SALES#Y tampoco sé cómo reconciliarlos#Además ella le preguntó si había encontrado a una chica antes#Y él le dijo que solo la amaba a ella#Quiero matarme#Por qué soñé eso#Necesito un reseteo de memoria T—T#Y por qué estuve en primera persona viéndolo todo?!#Qué le pasó a mi cerebro#Pensó que era lindo mostrarmelo?!
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Por si no llego a viejo:
Hoy quiero llorar, desperté así. Me abrazo en soledad esta mañana, parece que estoy en el futuro. En todo caso hoy voy a llorar sobre el papel, es la mejor forma de sacar todo eso que me invade y trata de derrumbarme por dentro, una nueva guerra, puedo sentir como caen misiles quemando mis órganos, como detonan el corazón. Él, me manda señales a los dedos para atacar con mi arma más poderosa; la escritura. Saco toda mi inocencia de los campos de guerra enviándola a lugares rodeados de naturaleza, lejanos, mientras me preparo para esta batalla. Suenan aviones, parecen venir varios al tiempo, tengo que llevar a las afueras todos esos niños internos que nos acompañan para no perder la sonrisa y mi parte angelical.
Es la forma para quedarme en esta lucha enfrentando esta raza superior que deja en cenizas mis emociones, las bombas que estallan dentro de mi se ahogan en el color de mis ojos, pero, ¿puedes oír cómo detonan desde mis ojos? Yo no puedo, solo he aprendido a escuchar los míos.
Mis tropas malignas avanzan y entramos en guerra. Me preparo, invoco la ira, los ojos me brillan, arden como el fuego del infierno, no resisto ver como en otras partes del mundo estallan cabezas de niños o derrumban sus hogares, y yo me revuelco en mi propia vida que anda por un vacío eterno, por dentro en fuego y por fuera; un frío de noche en invierno que congela mi llanto, el polvo de mis cenizas internas se ve en las secas ráfagas de viento. Así que atacaremos con deleite estos pensares que destruyen mi vida, escribir… escribir por el camino oscuro donde imperan los olores a muerte y la insensibilidad por los otros.
Caí más y más profundamente a medida que luchaba, me duele el cuerpo, la mente a veces habla con otra dimensión de mi propio ser que me hace sentir nervioso pensando que voy a morir, puedo sentir como alguna oscuridad abraza mi alma opacándola y la quiere sacar de mi cuerpo. Allá no existe la agonía frustrante y tampoco el dolor, allí es donde pertenecemos. Me dicen a través de una voz, la ignoro, la ignoro una y otra vez mientras ella me hace temblar.
Hasta aquí he tenido un largo viaje en la mortalidad, hasta aquí he tenido un viaje por el infinito de mi alma, mi existencia está entumecida, me salí de las apariencias de cristal desde siempre, la niebla negra me devora la visión pero incluso así puedo verlo todo, acá el silencio es hermoso… El monumento de mi pasado respira lleno de sonrisas, mi soledad del presente está llena de sabiduría y me doy el lujo de verme envejecer entre el sonido de las voces que jamás ignoro en mi mente de todos los que ame.
Han pasado muchos años desde que tus ojos iluminaron los míos, ahora la energía es débil y pronto morirá, el cielo está asfixiado eclipsado por el dolor, han desafiado nuestros caminos con su ambición, la marca de la muerte está en sus “dioses”, esos, que nunca hablan porque no existen, su belleza falsa los obsesiona, están seducidos por las mentiras de sus susurros… El cielo se puso rojo con sus hechizos y se están congelando los corazones.
No sé si todo va a estar mejor o peor, pero si no llego a viejo, todos esos yo que no nacieron, escriben sentimientos que puede que persistan entre el amor y la eternidad.
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1 de noviembre, 2023.
Cómo te decía, eres el amor de todos mis multiversos.
Noviembre ha comenzado y la verdad no cambiaría por nada la manera en que comenzó, porque ciertamente, lo comencé contigo mientras caminábamos a casa tomando dos chai, uno diferente al otro pero ambos hechos con muchísimo amor y detalle. Me alegro muchísimo de que te haya encantado porque siendo honesto estaba nervioso de saber si te gustaría, no miento que he practicado para hacer el mejor chai.
Te amo.
Vaya aún recuerdo bien ese: “tómale” y ese lindo beso tan tierno.
Estaba emocionado porque vieras el libro de colorear de los ositos y la verdad estaba emocionado por colorear contigo y claro que no podía faltar el chai tan especial que he practicado.
Me gusta la idea de saber que compartir de mi calor al caminar juntitos y prepararte chai caliente te ayuda al dolor de tus huesitos, me parece algo muy lindo. Me gusta pensar que tú eres la persona con la que comparto mis días.
Me gusta que seas tu y no solo me gustas, me encanta la idea que estés aquí, que seas tú, me fascina el hecho de que tenga la oportunidad de compartir mis días con el ser más hermoso y maravilloso que haya encontrado en mi vida.
De verdad que te amo con mucha fuerza.
Me encanta salir a comer contigo, disfruto contar de lo que sé del trabajo, de los auditores y me encanta la idea de saber que te lo cuento a ti, porque si, porque eres tú y tu me encantas. Me ha gustado mucho ese color rojo de tus mejillas por algún momento cursi que hemos tenido.
Y la verdad que no podía terminar mejor mi día contigo que con una caminata, vaya que fue larga pero te aseguro que disfruté cada momento juntos, cada paso, cada palabra y cada tomada de meñique. Soy fan de recorrer calles sí es contigo, de chocar mi hombro con el tuyo, de bromear, de jugar. Te amo una eternidad.
Me ha encantado visitar tu hogar una vez más, ver a tu linda mascota que se convierte en una parte más de nosotros y terminar con la maravilla de colorear ese libro por el que tanto estaba emocionado y por el cual tus mejillas se pusieron rojas una vez más, sin duda alguna vida bella, con puntos y comas, con paréntesis y signos de exclamación, te amo y te amaré siempre.
Con amor, D.
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