#doble trabajo
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Estoy reescribiendo nuestro artículo porque salvo mi parte y la de una compi (que siempre me pregunta cómo transformar su idea en un enunciado o párrafo que se entienda y que transmita todo lo que quier decir), el resto está escrito como si lo hubiera escrito un niño de 5 años (no hay ningún tecnicismo, se utilizan palabras como ‘personas’ todo el rato y expresiones que son confusas y poco concretas: artículo científico. Artículo científico. No ejercicio libre de escritura :))))
💀
#FiltroCientífico #HastaLaPolla
#tanto correr y luego está todo mal#doble trabajo#luego nos pondrán el 10 porque básicamente lo he hecho yo#que pesada es la gente#hoy la voy a liar#porque se hacen muchas cosas mal y luego tengo que revisarlo porque me da vergüenza ajena#😂😂😂😂😂#menos mal que a la gente la pierdo de vista el año que viene#ni en pintura chaval#esque yo creo que muchos profes le dan razón ya por pesada#alguno ya se lo ha dicho 😂#LMFAAAAAOOOO#igual que el presupuesto#donde está el material fungible?#‘nah esque ya no lo voy a cambiar’ chica si vas así por la vida no llegarás lejos#ya te lo estoy diciendo ahora 😗#esque aquí somos unos einsteins#os quejáis luego y encima me tengo que poner a revisar tambn todo lo que hace cada una (todo corriendo por supuesto) y esta mal#cálculos tambn en el excel MAL#colega que pesadas#💀💀💀💀💀#a Heidi le hablareis mal#a mi ya os adelanto que no :)#hoy la lio#me tienen más mucho respeto pero os pasáis de listas con vuestra madre#conmigo no#el presupuesto de una clínica no es comprar ordenadores tío#🤣🤣🤣#no. puc. més 😂
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Ah, ya van dos veces que mi ex marido me repite que soy sexy y que le pongo cachondo.
Que alguien le mande una carta por mi diciendole que no le toco ni con un palo, plis. Que ni estado mas salido que el pico de una mesa le toco.
Dios, es que me da un asco que me muero. Y en el pasado no era asi, ya sè. Pero ahora mismo la idea de que se me acerque me da nauseas.
¿Por què seré asi? No se, pero de veritat, que asco.
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Me da ganas de escribir un fanfic sobre tu AU de Fairy Timmy ¿crees que me podrías esplicar más sobre el proceso de adopción de hará y ahijado y la creación de los dobles que remplazan a esos ahijados? ¿quien fue el ultimó ahijado antes de Timmy en ser adoptado por sus padrinos mágicos?
Ask Translation: It makes me want to write a fanfic about your AU of Fairy Timmy. Do you think you could explain to me more about the process of adopting fairies and godson and the creation of the doubles that replace those godchildren? Who was the last godson before Timmy to be adopted by her magical godparents?
Of course! On top of the DMV and Fair Foods, the Godchild has to go through special training with Jorgen before adoption. Jorgen has the final say on adopted Godchildren.
Changelings are made through the hard work of the Godchild. It can't be outsourced to someone else. The Godchild compacts their Unwishes, cooks it, then carves out their own replica. The more wishes, the better the mold.
It's been so long since the last godchild, that the records are lost.
Bitties Series: [Start] > [Previous] > [Next]
Translation below ! Traducción a continuación
Lo siento, mi español es como mas o menos. me puedo leer pero mi traduccion y mi forma de escribir es muy malo :(
Con el DMV y comida de hadas*, el ahijado debe pasar por un entrenamiento especial con Jorgen antes de la adopción. jorgen tiene la ultima palabra sobre los ahijados adoptados.
Los dobles se crean con al trabajo duro del ahijado.No se puede delegar en otra persona. El Ahijado compacta sus Deseos, cocina y luego crea un propia réplica. Más deseos, mejor es el molde.
Ha pasado tanto tiempo desde el último ahijado, que los registros se han perdido.
*no sabo la palabra correcta para "Fairy", pero mi padres se dicen que es "hadas"
#fairly oddparents#fop#fop a new wish#fop timmy turner#fop jorgen#fop jorgen vonstrangle#fop jorgen von strangle#fop cosmo#fop wanda#timmy turner#timmy#jorgen#jorgen vonstrangle#jorgen von strangle#cosmo#wanda#asks#argentina710#HOUGH. THE HARDEST PART OF ANSWERING THIS ASK WAS TRIPLE CHECKING MY GRAMMAR#IM STILL PRETTY SURE I FUCKED IP SOME SENTENCES HERE AND THERE#spanish is my first and second language. i know it as much as english.#which is to say i struggle with both languages terribly#itty bitties fop au
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va bastante distraída, lo tiene que aceptar, buscando refugio en la sala que sabe que está dedicada a obras de artes que no están ahí para que los ojos de ella pueda apreciarlas. tiene a alguien que encontrar y no puede perder tiempo pero muro de sombras la detiene de manera efectiva, ojos bien abiertos y moviéndose entre él y muro ' gracias ' es lo primero que dice, ante de negar con la cabeza y confirmar que no le han hecho nada ' ¿a ti? ¿estás bien? ' ☆ @ryvnk
Sabe poco y nada de lo que ocurre, pero ha unido suficientes puntos. Debería irse, y es lo que está a punto de hacer, cuando una persecución parece desarrollarse frente a sí, suerte jugando en contra de uno de aquellos recién convertidos. Un instante le toma elevar muro de sombras entre shovelhead y le otre cainita. "¿Así te trataron a ti cuando te dieron el Abrazo? Lamentable..." comentario escapa de sus labios, carente de emoción en facciones. "¿Te lastimó?"
#doble starter............. la guerrera más valiente de dios#espero que estés mejor de la gripe#y que la temporada ya haya bajado#y que estés más relajadita en el trabajo#yo tkm#𝐞𝐯𝐞𝐫𝐲𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐭𝐡𝐚𝐭 𝐈 𝐬𝐚𝐲 𝐈 𝐛𝐞𝐥𝐢𝐞𝐯𝐞; archivo de conversaciones.#ryvnk
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⤷ ❝hands on❞ — jjk (s.m)
➤ Pareja: jungkook!tatuado x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 7.2k palabras
➤ Género: compañeros de clase, smut y obscenidad.
➤Resumen: Cuando conociste a tu compañero de proyecto nunca te imaginaste terminar babeando y obsesionada por sus manos y por un bocado de él, en un esfuerzo por aliviar algo del estrés decides alimentar tus sucias fantasías con algunos textos y mensajes inocentes sobre Jungkook con tu mejor amiga, detallando, explícitamente, lo que quieres que esas grandes y jodidas manos te hagan, hasta que un día le envías por error unos de esos mensajes a Jungkook, y es ahí cuando él decide cumplir todos tus deseos al pie de la letra.
➤ Advertencias: 18+ | lenguaje maduro y explícito | lenguaje vulgar y obsceno | sobreestimulación | las manos de Jungkook (sí, es una advertencia) | sexting | masturbación | charla sucia | tensión sexual | halagos durante el sexo | sexo oral (r. mujer) | juego y estimulación del clítoris | un poco de insultos | bofetadas en los pechos | chupar pezones | la lectora está atada de manos a una silla | follar con los dedos | jalar el cabello | nalgadas | bromas juguetonas durante el sexo | sexo duro | sexo con protección | JK ama tus tetas y juega con ellas (mucho) es dulce pero también engreído | Jungkook tiene un gran pene!
➤Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.
♥︎ softpxachy's
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Esto es malo.
—¿Crees que realmente revisará y contará todas nuestras fuentes? —Jungkook preguntó pero yo no podía escuchar nada de lo que decía.
Esto es realmente malo.
—Solo tengo diez, pero miré documentos de la época medieval y aún así no encuentro más…
Sus dedos se abrieron paso a través de esos largos mechones negros de su cabello con frustración y sus ojos se cruzaron con los m��os por unos segundos.
Esto es jodidamente malo.
—No mucha gente ha escrito sobre este tema en específico y nos estamos quedando sin información…
Jungkook tomó distraídamente su lápiz mientras seguía hablando y mi pulso se aceleró por el pánico creciente en mi cuerpo.
No, por favor no, el lápiz no…
Lo hizo girar hábilmente sobre sus nudillos, moviendo su muñeca casualmente para que crujiera con un pequeño estallido agudo.
Y luego; apretó los puños. Duro. Si, este es el final para mí.
—¡Agua! — casi grité mientras saltaba bruscamente de mi asiento, los papeles de nuestra investigación se deslizaron en todas direcciones y la mirada sorprendida de Jungkook se lanzó hacia mí.
—¿Estás bien? —Jungkook me preguntó sin dejar de mirarme y yo traté de relajar mis nervios.
—Sí. Oh, sí. Solo tengo... sed. —respondí formando una sonrisa forzada, y esas fueron las palabras más verdaderas que jamás había dicho.
Mi dulce, amable y jodidamente sexy compañero de proyecto sonrió; felizmente inconsciente de todas las formas en que lo profanaba mentalmente.
—La cocina está a la vuelta de la esquina, si no tienes problemas en ir sola en lo que investigo más sobre nuestro tema. —Jungkook habló con calma sin borrar su bonita sonrisa y yo solo pude asentir rígidamente antes de desaparecer por el pasillo.
Y unos momentos después, en la relativa privacidad de la cocina de Jungkook, apoyé ambas palmas de mis manos sobre la mesa y traté de respirar correctamente antes de gruñir por lo bajo.
Dios, soy una desgracia.
No siempre había sido así. Todavía podía recordar una época (hace 3 semanas exactamente) en la que era una persona normal, lejos de ser una completa exhibicionista.
Mi carrera era mi prioridad justo ahora, estaba a punto de titularme y debía esforzarme el doble si quería terminar mi último año sin problemas y poder obtener un trabajo decente, tenía todo planeado, nada se me salía de control, sabía lo que quería y lo que tenía que hacer para conseguirlo, tenía toda mi vida organizada y estable.
Hasta que Jeon Jungkook envolvió sus gloriosas manos alrededor de mi piso de cotidianidad y aburrimiento y me sacó de ahí.
A primera vista, Jungkook no representaba una verdadera amenaza. Sí, era hermoso, no estaba ciega, estaba bien formado y era abrumadoramente educado, pero no era una novata inexperta en eso, el salir un par de veces con Park Jimin me habían dejado en claro que había llegado a un nivel superior de belleza con él.
O eso pensaba.
Tal vez era su costumbre de usar mangas holgadas que colgaban sueltas sobre sus brazos hasta que solo se veía el más mínimo indicio de las yemas de sus dedos, pero mi impresión inicial de Jungkook no fue cuando ingresó de último a clase de arte, eso habría sido inolvidable. Más bien fue hasta que el Dr. Kim anunció a los compañeros de tesis que había descubierto mi error fatal.
—Trabajarás con Jeon Jungkook.
Y ahí los dos nos miramos el uno al otro a través de la pequeña sala de conferencias e intercambiamos amistosos asentimientos, y después de finalizar la clase, mi nuevo compañero se dirigió a mi escritorio.
—Hola, déjame darte mi número, envíame un mensaje de texto con tu disponibilidad y puedo reservar tiempo en la biblioteca para nosotros.
Y entonces sucedió.
Jungkook se arremangó las mangas de su camisa y mi cerebro sufrió un cortocircuito.
Santa mierda.
Sus manos eran obscenas. NSFW. Básicamente pornográficas.
Sus dedos eran largos y con un toque suave en cada nudillo, uñas bien redondeadas y palmas anchas con un toque de venas que subían por sus brazos hermosamente.
—¿Está bien? —preguntó pero su voz solo se escuchaba de fondo mientras yo seguía observando sus manos sin descaro alguno.
Los diseños hábilmente tatuados en su piel sobresalían de su mano derecha y se entrelazaban con su muñeca y su antebrazo, no podía ver más allá de lo que me permitía la manga de su camisa pero estaba segura que todo su brazo estaba tatuado, y juré que moría por pasar mi lengua por cada trazo en su piel.
—A menos que no te sientas cómoda…— volvió a hablar y casi estuve a punto de decirle que se callara para seguir observando sus manos como tanto quería.
Esos anillos; uno en el meñique y otros dos más en sus dedos índices y… el pulgar, Dios, tragué saliva al imaginarme de rodillas frente a él mientras Jungkook me obligaba a chupar su pulgar como si fuera su polla, preparándome antes de…
—Quiero decir, así no tienes que darme tu número, como sea, escríbeme y nos ponemos de acuerdo.
¿Esas eran pulseras de cadena? ¿Quién era este hombre? ¿Quién era yo? ¿Cuál era mi nombre? ¿Qué tan profundo podrían esos dedos deslizarse en mi...?
¿Por qué se está alejando?
—¡Oh, joder! ¡Espera, Jungkook..!
Y realmente todo se había ido cuesta abajo desde allí.
Sus manos eran solo una droga de entrada al resto de todo lo que era Jungkook. Cada detalle que había ignorado sin esfuerzo ahora fluía repentinamente a través de mi conciencia en alta definición.
Su olor era algo deliciosamente masculino con un toque de vainilla que me dejaba aturdida cada que estaba cerca de él, los suaves rizos de su cabello colgaban románticamente sobre los perfectos rasgos de su rostro y ojos, y ese pecho tan ancho, firme, lamible.
Jungkook era un plato completo. Y yo me estaba muriendo de hambre.
No era un secreto que mi libido había estado encarcelado durante demasiado tiempo por todas las horas extra de trabajo y clases que me exigía a mí misma, y ahora solo se había vuelto completamente salvaje, rasgando mi cuerpo cada que tenía alguna sesión de estudio con Jungkook.
Había logrado milagrosamente compensar el mal funcionamiento inicial en el que prácticamente había babeado sobre sus manos en lugar de darle mi número y establecimos un horario de trabajo, pero en realidad, las reuniones con mi compañero se convirtieron rápidamente en un ejercicio diario de incontrolable sed de deseo.
Y era necesario tomar medidas.
No iba a dejar que Jeon Jungkook y sus gloriosas y varoniles manos destruyeran años de arduo trabajo casi autoimpuesto.
—Necesitas una salida.
La voz de mi amiga Jungyeon interrumpió otro de mis sueños de clasificación porno que tenía sobre Jungkook; en el que me daba una palmada en los muslos en el parque público en el que estábamos.
—¿Qué tipo de salida? —pregunté en medio de un suspiro de tristeza; mirando mis muslos y viendo la notable falta de la mano de Jungkook antes de arrugar mi nariz al tener una sospecha de cuál era la solución que Jungyeon ofrecería.— Por favor, dime que no vas a sugerir una noche sudorosa con algún tipo sucio del bar al que vas cada viernes.
Jungyeon puso los ojos en blanco y me dio un golpecito en la frente.
—No princesa, estaba pensando en una salida más creativa. Como... escribir.
—¿Quieres que empiece a escribir poemas calientes?
—Se le dice literatura erótica.— Jungyeon me corrigió en tono de burla y ahora fue mi turno de rodar los ojos.— Pero como sea; tu pequeño y sucio secreto podría traer mucha alegría al mundo, específicamente a mi mundo.
—Debes estar bromeando. —respondí casi a punto de echarme a reír ante su sugerencia.
—Por supuesto que no estoy bromeando, en lugar de pasarme horas buscando combustible de fantasía en esos blogs usaré tus fantasías como combustible. —Jungyeon explicó con calma como si fuera la solución a todos sus problemas .—Solo envíame un mensaje de texto cuando tengas otra de tus fantasías y podrás estar más tranquila y yo disfrutar un poco, será como un servicio de suscripción sucio.
—Estás loca.
—Soy una genio.
Pero dejando de lado la falta de límites y tacto de Jungyeon, ella era, de hecho, literalmente una genio, porque todo lo que necesité fue intoxicarme de Jungkook durante nuestra próxima sesión de lluvia de ideas que yo ya me estaba escondiendo en el baño para escribirle mi primera fantasía.
Yo: Quiero que Jeon Jungkook envuelva sus manos alrededor de la parte de atrás de mi cuello y presione mi cara contra la mesa mientras me folla con fuerza hasta que esté gritando.
Jungyeon: Definitivamente soy una genio. ¿Te sientes mejor?
Yo: Sí, un poquito.
Y así comenzaron varias semanas de lo que cariñosamente llamaba "porno kookie".
Algunos eran bastante explícitos:
Yo: “Quiero que Jeon Jungkook arranque mis bragas empapadas y mueva mi clítoris desnudo en sus gruesos muslos hasta que sus jeans estén mojados con mi orgasmo.”
Otros eran de naturaleza más filosófica:
Yo: “Si muero antes de lamer el sudor de los abdominales de Jeon Jungkook, ¿realmente viví?”
Y algunos otros fueron extrañamente específicos:
Yo: “Quiero pasar mi lengua por cada vena de las manos y antebrazos de Jeon Jungkook mientras lame y muerde mis tetas.”
Jungyeon estaba viviendo su mejor vida por supuesto y esperaba con alegría mis reuniones de estudio con Jungkook para poder tener más “kookies".
Los textos, sin embargo, no eran más que una curita en la herida de bala que tenía. No eran suficientes.
Cada vez que Jungkook me sonreía o me miraba con esa expresión suave y brillante, o decía algo extremadamente inteligente; el latido insistente en mi entrepierna se intensificaba cada vez más hasta que me veía obligada a buscar un alivio inmediato cuando realmente tenía que hacerlo. Frotando mi entrepierna sutilmente contra el respaldo de su sofá cuando Jungkook iba al baño después de que usara la parte inferior de su camisa para limpiar algunas gotas de agua en la mesa; casi asesinándome con un destello de sus abdominales bien marcados por unos segundos.
Pero la peor parte de todo era que sabía muy bien que mi fijación hacia Jungkook no era simplemente sexual. Cuanto más lo disfrutaba genuinamente como persona, menos efectivos se volvían mis espeluznantes textos.
Y ahora aquí estaba: escondida en su cocina con el calor y la humedad pegándose incómodamente entre mis piernas y sin ningún tipo de alivio a la vista. Gruñendo con irritación, saqué mi teléfono y me preparé mentalmente para servirle a Jungyeon un Kookie humeante recién salido del horno de mi imaginación.
Yo: Quiero que Jeon Jungkook me ate a la silla de su comedor. Quiero que rompa mi blusa por la mitad, me golpee las tetas y me chupe los pezones hasta que grite...
La fantasía en mi cabeza se construyó a un ritmo alarmante y mis dedos apenas podían seguir el ritmo de la suciedad que estaba imaginando.
Yo: Quiero que me suba la falda y frote mi clítoris a través de mis bragas empapadas hasta que esté gimiendo su nombre una y otra vez…
Yo: Quiero ver como mete sus dedos en mi coño mojado. Quiero que me incline hacia atrás y juegue con mi clítoris hasta que no pueda recordar quién soy.
Yo: Quiero que me parta por la mitad con su polla y me golpee el culo hasta que no pueda sentarme por días. Quiero ver como sus jodidas y sexys manos recorren todos los lugares de mi cuerpo caliente por él…
Me dolía el cuerpo. Estaba atormentada. Los textos que alguna vez habían sido una válvula de presión ahora estaban aumentando activamente la presión dentro de mi cuerpo. Estaba gimiendo de frustración, presioné el botón de enviar y volví a guardar el teléfono en mi bolsillo, lista para enfrentar una vez más la fuente de mi miseria cuando de repente...
Da-ding
El sonido de un celular a través del pasillo me regresó directamente a la realidad. Y yo conocía ese sonido.
Era el sonido que Jungkook había programado como alerta de mensajes para mi contacto, y ahora… ahora significaba el sonido de mi mundo derrumbándose por completo.
Con las manos temblorosas saque mi teléfono para confirmar la terrible verdad que muy en el fondo de mi ya sabía. No le había enviado un mensaje de texto a Jungyeon.
Le había enviado un mensaje de texto a Jungkook.
Por un momento, un momento increíblemente breve, consideré la idea de que él simplemente ignoraría el mensaje y continuaría con su búsqueda de información para nuestra tesis. Pero no fue así.
El jadeo débil pero insoportablemente claro llegó a la cocina. Fue el grito ahogado de un hombre que acababa de descubrir que su compañera de tesis quería que la "partiera por la mitad con su polla".
Debía correr. Huir a cualquier otro país y cambiar mi nombre. Mis ojos recorrieron frenéticamente el lugar que me rodeaba; buscando desesperadamente un medio de escape.
Había una sola ventana en toda la habitación, justo encima del fregadero, y estaba segura que si debía trepar por el fregadero para poder salir de aquí. Por supuesto que lo haría; saltaría directo a un tiburón si eso significara librarme de la cocina de máxima seguridad de Jungkook.
Tenía un pie sobre el fregadero y el otro colgaba precariamente en el aire a punto de arrastrarme a la salvación y huir de ahí justo antes de que dos manos grandes y fuertes rodearan mi cintura; tirando mi cuerpo hacia atrás de regreso a la cocina con un esfuerzo vergonzosamente pequeño.
El pequeño chillido de sorpresa que solté no fue nada al darme cuenta de que Jungkook me había arrojado cuidadosamente y con suma facilidad sobre su hombro como un saco de harina mientras se alejaba conmigo en brazos de lo que había considerado como la única forma de salir viva de su casa.
Un quejido de indignación se me escapó cuando sentí mi trasero golpear la silla del comedor y traté de hacer todo lo posible para mantener mis ojos pegados a sus rodillas; estaba segura que sería incapaz de encontrar la mirada del alma inocente que muy probablemente había traumatizado de por vida.
Por un pequeño instante de silencio todo quedó extrañamente suspendido, no podía decir alguna palabra sin que la vergüenza se apoderara de mí después de que Jungkook hubiera descubierto mi sucio secreto acerca de él, y entonces sentí que dos de sus dedos se presionaban firmemente debajo de mi mandíbula; elevando mi rostro hacia él.
—Debo decir...—Jungkook murmuró arrastrando sus palabras pensativamente, dejando que su mirada intensa se posara sobre mi.— Que esto es algo sorprendente dada tu... historia.
Estaba cerca. Demasiado cerca. Lo suficientemente cerca como para que su aroma, esa mezcla familiar de vainilla me hiciera agua la boca.
Y definitivamente no se veía traumatizado. O inocente.
Tragué saliva al darme cuenta del hecho que el hombre frente a mi parecía más una estrella de rock empapada de sexo; con carisma puro envuelto en tatuajes y músculos sólidos.
—¿Oh? —balbuceé por lo bajo sin entender sus palabras y Jungkook solo me sonrió.
—¿Sorprendida? Eso es lindo viniendo de la mujer que quiere que yo…—alardeó con suficiencia en su voz antes de sacar su teléfono para comprobarlo.— La parta por la mitad con mi polla.
Y ahí estaba.
—Obviamente no quise enviarte eso... a ti. —murmuré por lo bajo sintiendo como la vergüenza subía por todo mi rostro.
—Oh, lo sabía incluso antes de que te atrapara queriendo saltar por la ventana. —Jungkook se rio entre dientes sin dejar de mirarme y yo solo me encogí en la silla.— Hablando de eso…
Su cuerpo se inclinó sobre el mío para tomar algo sobre la mesa y cuando regresó a su posición de antes mis ojos se abrieron al ver lo que era; una cuerda para saltar, la misma que había visto colgada en la pared cuando entré a la cocina y que ahora estaba enrollada sin apretar alrededor de su muñeca. Apenas tuve tiempo para procesar eso antes de verlo moverse hacia un lado y tomar mis manos hacia atrás contra el respaldo de la silla.
—¿Me estás… atando? —pregunté aún sin creerlo y jadeando por lo bajo al sentir un tirón fuerte con la cuerda en mis muñecas, fijando mi posición para que no pudiera moverme.
—¿No es lo que querías? —Jungkook susurró suavemente contra mi oído y su voz melosa y profunda me hizo temblar de forma vergonzosa. —Esta fue la solicitud que enviaste, ¿no es así? —agregó inclinándose para inspeccionar su obra y cuando estuvo satisfecho volvió a estar frente a mi. —Además no puedo permitir que intentes saltar por otra ventana, esto es realmente por tu propia seguridad.
Me sonrojé aún más al ver la sonrisita burlona que me regaló y abrí mis labios para decir algo, pero todo lo que salió fue una especie de sibilancia mientras Jungkook seguía mirándome con diversión engreída.
—¿Sabes que eres una especie de leyenda en la universidad? Te llaman la nena pura y casta. —Jungkook comenzó a hablar y no pude evitar rodar mis ojos ante sus palabras.
—Y se preguntan por qué nunca me acostaré con ellos. —farfullé con amargura siendo muy consciente de lo que se decía de mí y eso solo hizo que Jungkook riera por lo bajo mientras le daba un considerable repaso a todo mi cuerpo a su merced. —Sabes que no puedes andar atando mujeres a sillas contra su…
—¿Contra su voluntad? —Jungkook completó con una sonrisa diabólica adornando su perfecto rostro antes de inclinarse y quedar frente a mí, cara a cara. —Supongo que es bueno que tenga tu permiso por escrito aquí mismo.
Sentí mi respiración atascarse en mi garganta al escucharlo hablar, Jungkook me dio un rápido vistazo antes de enterrar su rostro en mi cuello y su aliento cálido aliento me hizo cosquillas en la piel segundos antes de sentir sus bonitos labios besar mi cuello con hambre, ahogué un gemido por la forma en que su lengua se deslizaba por toda mi piel; marcándola con intensas lamidas y pequeñas mordiditas, y cuando se alejó de mí no pude evitar lloriquear en silencio.
—¿Por qué no me lo lees, hmm? —Jungkook pidió elevando su teléfono a la altura de mi rostro.
—Yo no, no puedo…—balbuceé sintiendo como la vergüenza inicial regresaba a mí y respiré entrecortado cuando Jungkook pasó su pulgar por mi labio inferior lentamente; obligándome a mirarlo.
—Hazlo. —Me ordenó con su voz más dura de lo que esperaba.
El áspero timbre de su orden disparó una chispa caliente de placer directamente al centro de mis piernas, y juré que nunca había estado tan nerviosa como ahora, había algo en su mirada, algo que me hacía querer obedecerlo en todo lo que me pidiera, y así lo hice.
—Yo... quiero que Jeon Jungkook…. —comencé leyendo el texto y mi respiración se detuvo cuando el calor de su mano libre se deslizó sobre mi torso. —Me ate a su silla del comedor.
—Listo. —Afirmó en un susurro dejando que sus dedos delinearan las correas alrededor de mis muñecas.— Continua.
—Quiero que rompa, oh Dios… —balbuceé con la respiración agitada al sentir sus dedos deslizándose por mi pecho haciendo que cada palabra que decía se escuchara rota. —Quiero que rompa mi blusa por la mitad, golpeé mis tetas y…
No pude seguir leyendo más porque la mano pecadora de Jungkook se enganchó en el cuello de mi blusa; tirando con fuerza hacia los lados y rompiendo la tela, haciendo que los botones volaran en todas direcciones y que mi piel se estremeciera al sentir el aire fresco colándose por todo mi pecho.
—Me vuelves jodidamente loco… —Jungkook murmuró con una voz tan sensual y ronca mientras sentía sus ojos posarse en mis senos que subían y bajaban con cada profunda respiración que daba, lo vi relamerse sus bonitos labios al notar el sujetador de encaje negro que me había puesto hoy solo porque todos los demás estaban sucios.
Sus manos eran dulces cielos ardientes mientras se acercaban para palmear mis pechos levemente uno por uno, y yo simplemente no pude evitar gemir en voz alta; arqueando mi espalda hacia adelante y hacia sus manos sin vergüenza. Mi dignidad ya había desaparecido hace mucho tiempo a este punto y no deseaba recuperarla por ahora.
—Por favor… —rogué por lo bajo antes de soltar un pequeño gemido cuando sus grandes manos amasaron mis senos con una presión perfecta, podía sentir el peso de sus anillos a través de la tela de mi sostén.
—Nunca pensé que podría hacer esto. —Jungkook habló mientras sus pulgares rozaban con brusquedad mis pezones; arrancándome un gemido involuntario y haciendo que tirara con fuerza de la cuerda en mis manos. —Deberías de ver lo bonita que te ves así… —continuó hablando en medio de un denso suspiro, y el calor de su aliento chocó contra mi pecho haciéndome remover en la silla mientras sus manos seguían amasando con fuerza mis senos. —Pero quiero que sepas que yo también tengo muchas ideas de lo que yo te quiero hacer.
Y tan pronto como dijo eso su boca ya se encontraba sobre mi pecho; dejando besos húmedos y calientes por encima de la tela en uno de mis senos, haciendo que arqueara mi espalda más a su boca y que el calor en mi entrepierna aumentara incontrolablemente.
Había pasado tanto tiempo y estaba tan sensible, demasiado sensible.
—¡J-Jungkook! —jadeé entrecortado al sentirlo mover su boca hacia mi otro pecho sin previo aviso, dándole la misma atención con su deliciosa boca hasta que estaba retorciéndome y apretando mis muslos juntos sobre la silla.
—¿Ansiosa, bebé? —Jungkook preguntó formando una sonrisita burlona aún en mi pecho y yo solo pude lanzarle una mirada desesperada; rogándole mudamente que me diera lo que tanto quería.
Jungkook sonrió al ver mi estado de necesidad y volví a gemir cuando tomó un nuevo bocado de mi seno en su boca, sus dientes mordisquearon mi pezón sin mucha fuerza por encima de la tela que solo envió una punzada aguda de dolor teñido de placer directamente a mi clítoris, a este punto mi interior ya estaba apretando alrededor de la nada.
—Suenas tan bonita, bebé… —Jungkook elogió gentilmente, dejando que sus labios calmaran mi pezón. —Déjame darte lo que quieres…
Solté un pequeño suspiro de alivio al escucharlo justo antes de que sus dedos se engancharan al borde de las copas de mi sujetador tirando con fuerza hacia abajo hasta que mis senos desnudos se derramaron por encima y lo escuché gruñir ante la vista.
—Joder… —Jungkook jadeó antes de estirar sus manos ahuecar mis senos; como si estuviera probando su peso en ellas, su mirada me devoraba con hambre y ya podía sentir mis bragas empapadas bajo sus atenciones.
No hubo pensamientos más allá de ese segundo, mi deseo era desesperado en este momento, necesitaba más de su toque, más de él, lo necesitaba, lo anhelaba tanto que sentía que podía quedarme sin aliento, empujándome hacia él como una gatita necesitada, hasta que…
Slap.
Jadeé de placer por lo bajo cuando su palma se conectó contra mi piel, golpeando bruscamente un lado de mis senos.
—¿Es esto lo que querías, bebé? —Jungkook preguntó encontrando mis ojos llorosos antes de sonreír al ver mi estado y dar otro rotundo golpe justo del otro lado.
Mi boca se abrió de golpe al sentir mi piel arder, pero no surgió ningún sonido, salvo mis suaves y ahogados jadeos de placer, podía sentir como mis bragas empapadas se pegaban a mi entrepierna con cada impacto exquisito que recibía en mi piel ardiente.
—¿Quieres que marque estas tetas perfectas? —Jungkook volvió a preguntar solo ganándose un asentimiento desesperado de mi parte acompañado de un nuevo gemido cuando volvió a golpearme, y un gruñido primitivo retumbó en lo profundo de su pecho mientras los veía rebotar, completamente hipnotizado.
Jadeé cuando uno de sus dedos comenzó a acariciar alrededor de mi pezón adolorido, calmando mi piel rojiza con tiernas caricias en todo mi seno y cuando menos me di cuenta sus bonitos labios estaban en la misma zona; plantando pequeños besitos y erizando todo mi cuerpo una vez más.
—Debo haberte imaginado así mil veces… —susurró por lo bajo con su boca aún pegada a mi pecho solo para completar. —Y aún así nada se le acerca a lo jodidamente sexy que eres…
Sus ojos se lanzaron para encontrarse con los míos antes de sacar su lengua para lamer la punta hinchada de mi pezón una y otra vez, mi pecho se agitó ante la deliciosa sensación y gimoteé con fuerza cuando se metió todo mi seno a la boca; la obscena imagen de Jungkook chupando con hambre mi pecho mientras su mano grande y pecaminosa apretaba el otro era sacada directamente de mis fantasías más oscuras, y sabía que podía correrme con la simple vista.
Jungkook era implacable, mi cuerpo se inclinó hacia atrás contra las ataduras en mis muñecas al sentir como sus manos bajaban por mi cuerpo, acariciando cada porción de piel que tenía a su disposición con casi adoración mientras mi coño se apretaba desesperadamente alrededor de la nada.
—Jungkook, por favor yo… —sollocé por lo bajo antes de ser interrumpida cuando me tomó por mi barbilla con firmeza, su rostro de porcelana y sus rosados labios estaban a escasos centímetros de mí y tuve que reprimir la necesidad de lanzarme a besarlo.
—¿Y ahora qué, cariño? ¿Qué más quieres? —preguntó sobre mis labios, su voz era suave e indulgente, parecía dispuesto a querer complacerme en cualquier cosa, y yo jadeé de solo pensarlo.
—Yo… necesito tus manos… —rogué sintiendo mis mejillas arder al pedirle aquello, pero él solo me sonrió.
—¿Dónde las necesitas, mhm? —Jungkook instigó acariciando burlonamente mis piernas desnudas haciéndome temblar en mi lugar, sus ojos oscuros estaban observando cada expresión que hacía mientras me tocaba suavemente.
—Más arriba… —balbuceé a medias moviendo de a poco mis caderas hacia él, desesperada por sentirlas donde más lo necesitaba, pero él era un burlón y solo las deslizó una o dos pulgadas más.— Jungkook…
—Dime. —Susurró contra mis labios con su voz ronca y grave antes de robarme un pequeño y casi imperceptible beso que me dejó queriendo más. —Dime dónde quieres mis manos, cariño.
—Por favor, por favor, quiero tus manos en mi coño… —rogué en medio de jadeos desesperados inclinándome para poder besarlo de nuevo y solo recibiendo una sonrisa llena de lujuria de su parte.
—Buena niña. —Elogió con un tono meloso justo antes de acortar la distancia que nos separaba y besarme con dureza.
Apenas y podía seguirle el ritmo a su demandante beso, sus labios sabían delicioso y chocaban contra los míos con firmeza y hambre una y otra vez, una especie de ronroneo se derritió a través de su garganta cuando nuestras lenguas se encontraron para jugar entre ellas, haciéndome tirar de la cuerda detrás de mí para poder besarlo con más fuerza, su aroma varonil se me pegaba como perfume en todo mi cuerpo e inundaba todos mis pensamientos, de repente un gemido salió de mi boca rompiendo nuestro húmedo beso ganándome un leve mordisco en mi labio inferior cuando mi cuerpo tembló al sentir sus dedos frotando suavemente sobre mis bragas, forzando mis piernas a abrirse para que pudiera seguir tocándome, y yo, obedientemente lo hice.
—Mmh, estás tan mojada, bebé… —Jungkook se maravilló mirándome a los ojos; sonriendo con lujuria mientras su mano seguía frotando pequeños círculos sobre la mancha de humedad en mis bragas, ganándose un gemido desesperado de mi parte. —¿Es todo para mí?
Asentí con la cabeza frenéticamente sin poder articular alguna palabra justo antes de ver como el rostro de Jungkook se endurecía en desaprobación mientras chasqueaba su lengua, sus dedos presionaron con dureza directamente en mi clítoris, y el impacto del placer hizo que mi cuerpo se tambaleara hacia atrás con tanta fuerza que la silla raspó el suelo.
—No puedo escucharte, cariño. —Jungkook demandó ralentizando sus movimientos en mi entrepierna, claramente dispuesto a que le diera una respuesta.
—S-sí… —sollocé incoherentemente tirando con fuerza de la cuerda y moviendo mis caderas hacia sus dedos; desesperada porque me tocara más. —Es todo para ti, Kook…
Jungkook me recompensó con una sonrisa radiante antes de verlo moverse hacia abajo por mi cuerpo y depositar un húmedo beso en mi abdomen antes de abrir más mis piernas con sus manos, y lo escuché gruñir por lo bajo cuando pudo ver lo mojada que estaba realmente.
—Que linda… —tarareó para sí mismo mientras deslizaba un dedo justo por la mitad de mi coño vestido; hundiendo la tela entre mis pliegues hinchados y arrancándome un jadeo desesperado.
Lo vi lamer ligeramente la piel de mi abdomen como si fuera un gatito al mismo tiempo que apartaba la tela húmeda de mis bragas hacia un lado para que sus dedos se deslizaran por completo entre mis pliegues resbaladizos; haciéndome gemir con fuerza y recogiendo la humedad cremosa de alrededor con sus largos dedos.
—Entonces supongo que no te importará si pruebo un poco… —Jungkook habló haciendo contacto visual conmigo, observándome expandirme en lujuria cuando colocó sus dedos dentro de su boca, chupándolos seductoramente y gruñendo por lo bajo ante mi sabor mientras me veía morderme el labio con total necesidad.
Y sacó sus dedos con un chasquido de saliva, estaba completamente segura que este hombre me iba a volver loca.
—Sabes tan delicioso… —ronroneó justo antes de hundir su rostro entre mis piernas, jadeé de sorpresa al sentir sus labios envolver mi entrepierna goteante y medio vestida antes de sentirlo cubrir rápidamente la zona con besos profundos con la boca abierta, la sensación era tan extraña y deliciosa que mis caderas empezaron a temblar por la intensidad, pero sus manos me sostenían por mis pantorrillas; obligándome a soportar el placer que me estaba dando hasta que el vacío en mi coño se volvió realmente insoportable.
—¡Ah! Dios, no puedo... yo... —gimoteé negando con mi cabeza sintiendo como Jungkook me daba las últimas lamidas a mis bragas empapadas justo antes de quitármelas por completo. —Mi falda, quítame la falda, quiero...
Jungkook se echó hacia atrás, inclinando la cabeza expectante al no entender lo que quería.— ¿Oh?
Sentí que mis mejillas comenzaban a calentarse una vez más, pero en este punto ya nada se interpondría en la realización de mi fantasía, no cuando ya estaba atada con las piernas abiertas y las tetas afuera.
—Quiero ver tus manos. Cuando tú... quiero verlas en mí…— Pedí en un tono necesitado sin dejar de mirarlo.
Por su semblante pude notar como si algo en su mente hubiera hecho clic y estuviera entendiendo todo; su vista se movió de sus manos a mi rostro sonrojado y de nuevo a sus manos, su sonrisita burlona se ensanchó aún más al darse cuenta de mi pequeño fetiche con sus manos y como si estuviera recordando el mensaje que llegó a su teléfono.
“Quiero ver como sus jodidas y sexys manos recorren todos los lugares de mi cuerpo caliente por él.”
—Ya veo… —resopló suavemente y luego sus palmas golpearon mis muslos haciéndome jadear y a él reír por lo bajo. —Cualquier cosa para ti, cariño.
Ni siquiera pude entender lo rápido que Jungkook me había quitado mi falda, porque de un momento a otro ya se encontraba amontonada alrededor de mis tobillos; dejándome completamente desnuda a él, su mirada oscura rápidamente regresó a mi coño reluciente y lo vi relamerse los labios ante la vista que tenía.
—Mira este hermoso coño, bebé… —Jungkook tarareó, pasando su pulgar sobre mis pliegues hinchados y resbaladizos, evitando cuidadosamente mi clítoris necesitado, juré que podía morir ahí mismo cuando deslizó su dedo índice dentro de mí, hasta el nudillo, el acero frío de su anillo hizo contacto con mi piel sensible y gemí con fuerza apretando su dedo en mi interior.
Había pasado tanto tiempo desde que algo que no eran mis propios dígitos inadecuados habían estado dentro de mí de esta manera. La sensación era tan diferente y tan deliciosa, y si lo combinaba con la vista erótica de su mano venosa y tatuada presionada lascivamente contra mi coño era como una inyección de puro deseo potenciado burbujeando en mi interior.
—Tu coño está tan apretado… —Jungkook siseó, moviendo lentamente su dedo dentro y fuera de mi antes de agregar un segundo dígito; haciéndome gemir ante el estiramiento. —¿Cómo tomarás mi polla si estás tan apretada, cariño? ¿Cómo lo harás si tu pequeño coño apenas puede manejar dos de mis dedos, eh?
Jungkook hablando de esa forma tan sucia me puso aún más caliente de lo que ya estaba y simplemente no podía apartar la mirada de entre mis piernas, la visión de sus dedos desapareciendo una y otra vez dentro de mí sólo para reaparecer cubiertos de mi humedad me hacía jadear, el sonido lascivo y húmedo alrededor de su mano con cada embestida que daba solo hacia que mi cuerpo se retorciera contra la silla, gimiendo erráticamente mientras la sensación de placer continuaba creciendo dentro de mí, me estaba acercando al borde y él lo sabía. Su mano libre me sujetó por el cuello con la cantidad perfecta de presión para mantener mi mirada enfocada en el lugar donde sus dedos me estaban follando.
—¿Quieres correrte en mis dedos, bebé? —Jungkook preguntó y soltó una risita oscura ante un gemido particularmente fuerte que me dejó cuando su pulgar comenzó a frotar mi sensible clítoris, y todo mi cuerpo se sacudió con fuerza.
—Sí, sí, por favor… —jadeé desesperada moviendo mis caderas lo más que podía hacia su mano; haciendo que sus dedos se hundieran más dentro de mí, sus labios se envolvieron una vez más en mi entrepierna comenzando a chupar mi clítoris al mismo tiempo que sus dedos encontraban ese punto dulce en mi interior, rozándolo suavemente.— ¡J-Jungkook!
Estaba llorando su nombre a este punto, siendo incapaz de poder escapar del abrumante placer que me inundaba, sentí a Jungkook succionar mi clítoris y golpear mi coño con sus dedos sin piedad hasta el momento en el que simplemente me rompí. Mi boca se abrió en un grito silencioso mientras ola tras ola de exquisito placer corría por mi cuerpo una y otra vez, Jungkook susurró sucios elogios contra mi coño tembloroso mientras lamía con hambre mi orgasmo como si se tratara de un néctar de la fuente más dulce.
Solté un sollozo de sensibilidad y Jungkook se apartó de mí, poniéndose de pie entre mis piernas temblorosas antes de tomarme por el cuello e inclinarse para besarme con dureza, sus labios se estrellaron con los míos de forma desenfrenada y yo gustosa lo acepté, estaba tan caliente, y sabía que necesitaba más de él, mucho más.
—Lo juro… —murmuró cuando nos separamos y yo no pude evitar hundir mi rostro en su cuello, comenzando a besar su mandíbula afilada. —Hubo días en que pensé que moriría si no podía tenerte.
—Tómame, entonces… —rogué por lo bajo, mordisqueando levemente su cuello y ganándome un suspiro tembloroso de Jungkook, como si quisiera controlarse un poco.
Casi chillé cuando se alejó de mí para mirarme desde arriba, sus ojos quemaban agujeros en mi cuerpo desnudo, caliente, cubierto de sudor y aún atado a la silla, lo vi relamerse sus bonitos labios y formar una sonrisa arrogante mientras tomaba mi cabello desordenado en su mano con dureza para guiarme hacia su pelvis; solté un gemido cuando movió mi cabeza de lado a lado y cuando mis labios chocaron con brusquedad contra la tela áspera de su pantalón, justo sobre su dura erección.
—Mira lo duro que puso verte así… —Jungkook farfulló con diversión cuando mi lengua salió para intentar lamerlo aunque fuera por encima de la tela y él solo soltó una risita oscura al verme así antes de alejarme jalando mi cabello hacia atrás con fuerza.— Otro día podré sentir tu boquita en mi polla, ahora necesito follarte.
Y tan pronto como dijo eso soltó mi cabello para alejarse de mí y caminar hacia un cajón de la cocina; sacando un condón de él y regresar junto a mi mientras se quitaba la camisa por su cabeza, y yo pude haber babeado ahí mismo sin darme cuenta, joder, este hombre lo era todo, tiré con fuerza de la cuerda en mis manos queriendo poder tocar sus marcados abdominales y eso fue suficiente para que Jungkook soltara el nudo rápidamente y me hiciera ponerme de pie antes de girarme y colocar mi cuerpo con brusquedad sobre la mesa, con mis senos presionados contra la fría superficie.
Sentía mis brazos débiles y adoloridos por tenerlos tanto tiempo atados que cuando escuché a Jungkook bajar la cremallera de sus pantalones con urgencia giré mi rostro hacia atrás queriendo poder verlo, pero ni siquiera pude hacerlo cuando con su pie separó mis piernas; abriéndome para él mientras deslizaba el condón por todo lo largo de su pene en un rápido movimiento.
No podía respirar bien, aún sentía irreal que estuviera aquí, lista para ser follada por Jungkook y sin poder verlo por completo, todos mis sentidos estaban a mil, quería verlo, tocarlo, darle una buena mamada, pero todo eso se esfumó cuando lo sentí frotar la punta de su pene contra mi entrada un par de veces, cubriéndola con mi humedad antes de alinearse correctamente y empujar su pelvis hacia adelante; colando varios centímetros de golpe dentro de mí.
—¡Ah! ¡Jungkook! —me quejé al sentir como si una especie de rampa me hubiera partido por la mitad, había subestimado su tamaño, Jungkook era tan jodidamente grande, y tenía cada centímetro de él en mi interior, tratando de ajustarme a su grosor y lo podía sentir a la perfección palpitando dentro de mí.
—¿Te gusta, bebé? —Jungkook preguntó con su voz ronca y profunda, su densa respiración chocó contra mi nuca enviándome escalofríos por todo mi cuerpo mientras me sujetaba por mis caderas para salir y volver a introducirse en una embestida dura y profunda.— ¿Te gusta mi polla?
—Sí… —sollocé cerrando los ojos mientras lo sentía comenzar a marcar un ritmo más fuerte y constante, sentía mi humedad deslizarse por el interior de mis muslos, cubriendo su polla y haciendo que sus penetraciones fueran más deliciosas tocando lo más profundo de mi.— Me encanta, Jungkook…
Y ante eso recibí un audible gruñido de su parte contra mi oído, su pelvis chocaba con fuerza contra mi trasero, hundiendo su gruesa polla una y otra vez en mi coño, su agarre en mis caderas mantenía mi cuerpo firme contra la mesa justo antes de que la palma de su mano se estrellara contra un lado de mi trasero con fuerza; haciéndome gemir su nombre mientras recibía un nuevo golpe en el mismo lugar, y luego otro, y otro, y cuando menos me di cuenta mis ojos se llenaron de lágrimas ante la dureza de sus azotes y penetraciones.
Sentía la piel mi trasero arder con cada choque de su pelvis cada que volvía a hundirse dentro de mí, podía sentir todo mi cuerpo húmedo de sudor y flujo, solté un gemido particularmente fuerte cuando el ritmo de sus penetraciones se volvió brutal, los jadeos goteaban de mis labios sin que siquiera los pudiera controlar y todos mis pensamientos racionales se esfumaron cuando un fuerte y posesivo jalón en mi cabello me hizo levantarme de la mesa; Jungkook tiró de mi cabeza hacia atrás hasta que mi espalda chocó contra su firme pecho.
—Tu coño se siente tan bien, bebé… —Jungkook jadeó en mi cuello, su respiración agitada y caliente me hizo cosquillas en la piel y gemí fuerte cuando su gran mano tatuada se envolvió alrededor de mi cintura, manteniéndome al ras de su pecho mientras que la otra se aferraba a uno de mis senos; apretándolo con fuerza y haciendo rodar sus dedos sobre mi pezón endurecido y sensible.
—Jungkook… —gimoteé, incapaz de procesar nada más allá de las deliciosas sensaciones de su polla enterrándose en mi coño con cada embestida dura y profunda, tanto que ya podía sentir el nudo formándose en mi vientre cuando comenzó a golpear repetidamente en mi zona de placer.
—¿A quién le pertenece este lindo coño? —Jungkook gruñó posesivamente al mismo tiempo que sus embestidas se volvían más desordenadas, follándome con una fuerza sorprendente mientras mi orgasmo me esperaba ansioso en algún rincón.
—A ti… a ti te pertenece… —jadeé con fuerza aferrándome a sus manos, sintiéndome tan colapsada con todas las sensaciones de él, en cómo su polla me llenaba tan bien, en cómo su aliento cálido me hacía sentir increíblemente más húmeda, estaba tan cerca del borde.
—Buena niña, ¿Vas a correrte de nuevo para mí, cariño? —Jungkook me alentó mientras sus labios se unían a mi cuello para chupar mi piel sensible con hambre, dejando varias marcas rojizas por toda la zona y haciéndome asentir débilmente antes de que mi cuerpo temblara cuando sus dedos se hundieron en mis pliegues resbaladizos, encontrando mi clítoris para frotarlo furiosamente mientras sus penetraciones perdían ritmo.— Córrete en mi polla bebé, vamos, quiero sentirlo.
Un placer abrasador me atravesó en respuesta a su orden, mis piernas temblaron cuando mi orgasmo golpeó mi cuerpo borrando mis pensamientos y haciéndome gemir su nombre una y otra vez mientras mi interior se apretaba alrededor de su dura longitud, Jungkook gruñó y me sujetó con fuerza mientras seguía empujándose dentro de mí antes de dejarse ir con dos estocadas más, la última hasta me dolió, pero era esa clase de dolor placentero por el que pasarías mil veces en la vida.
Estuvimos así por varios segundos o minutos apretados el uno con el otro, tratando de regular nuestras agitadas respiraciones, hasta que la voz de Jungkook rompió el denso silencio.
—Sabes lo que esto significa, ¿verdad, bebé? —musitó con calma pasando sus manos por mis caderas y cintura con calma.
—¿Qué significa? —pregunté girando levemente mi rostro hacia él y casi volví a gemir ante la erótica imagen de su frente cubierta de sudor y su cabello húmedo pegándose a los lados de su rostro mientras mordía su labio inferior con fuerza sin dejar de mirarme.
—Significa que es mejor que a partir de hoy todos esos mensajes sucios me lleguen directamente a mí. —aclaró formando una sensual sonrisa y yo no pude evitar sonreír también al escucharlo antes de volver a besarlo con pura necesidad.
Bueno, algunas cosas eran más importantes que nuestra dichosa investigación.
n/a: omg pupiss por fin estoy de regreso a mis andadas de escribir nsfw y eso me hace feli, gracias a todxs lxs que esperaron pacientemente mi regreso y que me siguieron hasta aquí, las amo demasiado ♡ para las personitas nuevas espero que les haya gustado esta historia, pronto seguiré publicando mas os que tengo por ahí guardados y que algunos de ellos ya conocen, gracias por todo y no duden en comentar lo que piensan ♡
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Sunkissed
🩷Hola mis amores!! Les traigo un pequeño drabble, me ha venido la inspiración divina y lo he tenido que escribir desde el móvil. Espero que lo disfrutéis aunque sea cortito!🩷
Enzo x f!reader
Warnings: soft smut
Si hay algo que te relajaba era el mar. La arena caliente debajo de tu toalla, una lata de coca cola bien fría semi enterrada para que no se moviese. La sensación de la sal en tu piel bronceada. Era algo que necesitabas de vez en cuando. Habías llegado más o menos temprano a la playa, habías plantado tu sombrilla y habías disfrutado de un primer refrescante baño. Ahora, te habías tumbado a descansar.
Era lunes, así que no había más que un par de transeúntes. Cuando la playa se llenaba de verdad era el fin de semana, después de todo. Aprovechando esto, habías decidido quitarle la parte de arriba de tu bikini.No estaría mal broncear un poco tus pechos, que estaban pálidos por la falta de sol. Llevabas puestos tus anteojos de sol cumpliendo una doble función: protegerte de la luz y del contacto visual con los bañistas y algún que otro vendedor ambulante.
Habías olvidado tu libro en casa, así que decidiste dedicar tu tiempo a escuchar música tranquila. Podrías dormirte tranquila, tan sólo habías traído tu vestido y un monederito con algo de cambio para quizás tomar un helado. Si decidieran robarte mientras duermes no sería la gran cosa. Además esta era una playa tranquila.
Dawn chorus de Thom Yorke sonaba a través de tus auriculares. Los tonos repetitivos y tenues resonaban en tu cabeza invitándole a relajarte. Te encontrabas tumbada boca abajo cuando una sombra cambió en la arena y pudiste ver cómo unos pies masculinos habían aparecido delante de ti. Te quitaste los auriculares por si te estaban diciendo algo, y, sin pensarlo, empujaste tu cuerpo con tus manos para incorporarte y levantarte.
Oh Dios mío. No era posible.
- Hola, disculpá, no tendrás fuego?
Era Enzo Vogrincic sosteniendo un cigarro entre sus dedos. Entrecerraba un poco los ojos para no verse cegado por el sol.
Calma. CALMA -pensaste- Encuentra el encendedor y dáselo. Mantén la calma.
-Sí, esperame. -murmuraste
Revolviste en tu tote bag hasta que encontraste el pequeño encendedor morado.
Encendiste el mechero tapando con la otra mano el cigarro para que el viento no apagara la llama. Él había acercado su boca a tus manos para que se lo pudieras encender.
-V-vos sos... Sos vos, verdad? -Bravo por tu elocuencia, pensaste.
-Sí, creo que sí - dijo Enzo riéndose.
-Sí, claro, qué pelotuda. Yo soy muy fan de tu trabajo sabés?
- Ah, mirá, muchas gracias- le dio una amplia calada al cigarro y exhaló el humo hacia arriba. Te miraba con esa sonrisa suya tan seductora, peinando de vez en cuando su cabello con las manos.
No se te ocurría que decir. Estabas en blanco y temías que, ahora que ya había encontrado lo que venía a buscar, se marchase por donde había venido.
-Sé que te tiene que molestar, pero... ¿Te tomás una foto conmigo? Mis amigas me asesinaran si les cuento que te he conocido y no te lo he pedido.
-Sí, claro, pero....
-No hace falta si no, ¿eh? - te arrepentiste de haberlo pedido. Claro que no le apetecía tomarse una foto en la playa donde seguramente solo había ido a relajarse- No te preocupes...
-No, pero... No querés taparte para la foto? -dijo riendo suavemente.
Oh, no. Toda la emoción y tu pendejismo crónico habían nublado un importante asunto: seguías estando en topless.
-Ay! -chillaste, ya roja como un tomate- disculpáme por favor, no me di cuenta- te intentaste cubrir con las manos- qué boluda....
Si no hubiera sido porque eso hubiera supuesto despegar las manos de tu pecho, te hubiera gustado cavar un hoyo con las manos y enterrarte ahí para huir de la vergüenza. Tierra, trágame.
-No, pará, ¿pero porqué te tapás ahora? No pasa absolutamente nada... -seguía sonriendo de una manera condenadamente encantadora.
-Yo no me había dado cuenta de que estaba así, yo...
-Hey, hey -trató de tranquilizarte- te ví los pechos, ¿y qué? Es natural, no tiene nada de malo... Además... - pareció Interrumpirse a si mismo.
Lo miraste interrogante. El rubor aún quemando tus mejillas.
Se sentó en tu toalla como si nada, debajo de tu sombrilla. El gesto te invitó a hacer lo mismo.
-Además son preciosos, bo- dijo mirando al mar con el cigarro entre los labios para volver a dar una calada.
No pudiste evitar reirte y él te miró sonriendo.
-Qué vergüenza, no puedo parar de hacer el ridículo- pensaste en alto
-¿Pero porqué 'el ridículo'? -pareció regañarte con su tono.
-Y, ¿porque me encuentro al mismísimo Enzo Vogrincic y le enseño las peras? -dijiste enfurruñada contigo misma
Ahora fue su turno de reírse.
-Che, no es tan grave el asunto...- apagó el cigarro en tu lata vacía- ¿te estabas bronceando ,no?
-Sí...
- ¿Y cómo va quedando?
Estallaste en risa apretando tus manos contra tu pecho y le miraste
-¿Vos me estás jodiendo?
-No te estoy jodiendo, tengo.. Curiosidad- pareció saborear esa última palabra.
-¿Querés ver? -una voz en tu cabeza te gritaba "Se puede saber que hacés, loca?", pero decidiste ignorarla como si fuera una amiga molesta y responsable y tú estuvieras borracha.
-Obvio - se giró hacia ti.
Here goes nothing, pensaste y descubriste tus pechos ante él.
Enzo resopló por lo bajo y te observó por un par de segundos, para después dirigir su mirada a tus ojos de nuevo.
-Y, les falta un poco, están paliditos -comentó.
-Sí, deberían seguir tomando el sol- concediste con un tono seguro que ni tú sabías de donde venía.
Está claro que esta coqueteando contigo, ¿no? Tu mente iba a mil por hora.
-Tumbáte chiquita- dijo relajadamente, dando un par de toques a su regazo.
Obedeciste, ¿cómo no hacerlo? Te reclinaste sobre tu regazo, él seguía sentado. Su bañador mojado entró en contacto con tu nunca. Luchaste por no volver a cubrirte.
-Deberías echarte loción solar, nena. ¿Puedo?
Cerraste los ojos bajo tus lentes oscuros. Los nervios iban a acabar contigo. Tan sólo asentiste.
Él alargó su brazo para alcanzar la crema. Pudiste escuchar cómo la destapaba y se echaba un poco en las manos, posiblemente templándola un poco.
Y entonces sucedió: sus dedos se posaron en tus senos, manchados de la loción que olía a coco y a verano. Masajeó suavemente durante un rato. Rozaba tu piel suave con delicadeza y experiencia. No pudiste evitar que un gemido escapase de tu boca.
-Shh.... Chiquita, no seas mala...
Una de tus manos subió hasta tu boca para taparla.
Él se inclinó un poco sobre ti, acercando su rostro al tuyo. Su pelo negro caía enmarcando su cara.
-Qué lindas tetitas tenés...
Otro gemido ahogado.
Te incorporate un poco para apoyar tu espalda en su torso y así estar protegida por su cuerpo.
-Me estás poniendo malo, preciosa -susurró- tengo la pija durísima y ahora no me voy a poder levantar- pudiste comprobar que no mentía, notabas su erección contra tu culo.
-Enzo... -gemiste, como todas las veces que lo habías hecho en tu cama, a solas, solo que esta vez él estaba ahí para escucharte.
-Qué ganas de cogerte...- Gimió aún masajeando tus pechos y apretando su bulto contra ti, jurabas que lo sentías palpitar.
Tú no podías parar de gimotear en tu mano.
La humedad que sentías en tu parte de abajo del bañador ya no tenía nada que ver con el mar.
De repente, un grito a lo lejos os sacó de vuestro universo.
-"¡Enzo! ¡Vamos, boludo, te estamos esperando!"
-Mierda- maldijo él- son mis amigos, me tengo que ir, chiquita.
Antes de que pudieras protestar y mirarle te dio un beso en la cabeza y te prometió:
-Hoy a medianoche aquí, ¿sí?
Qué acababa de pasar?
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We have a behind-the-scenes look at 𝑽𝒆𝒏𝒐𝒎: 𝑻𝒉𝒆 𝑳𝒂𝒔𝒕 𝑫𝒂𝒏𝒄𝒆 💓!
𝗧𝗼𝗺's smile 🥰 You can tell he had a good time making it 💖
How wonderful the work of the stunt doubles, it should be more recognised 👏🏻 Bravo, 𝗝𝗮𝗸𝗲 💯
(Turn on automatic subtitles)
⠀⠀⠀⠀
¡Tenemos un vistazo a detrás de escenas de 𝑽𝒆𝒏𝒐𝒎: 𝑬𝒍 Ú𝒍𝒕𝒊𝒎�� 𝑩𝒂𝒊𝒍𝒆 💓!
La sonrisa de 𝗧𝗼𝗺 🥰 Se nota que se lo ha pasado bien haciéndola 💖
Qué maravilloso el trabajo de los dobles de acción, tendría que ser más reconocido 👏🏻 Bravo, 𝗝𝗮𝗸𝗲 💯
(Activad los subtítulos automáticos)
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GRAN COMEDOR.
Se encuentra en la entrada del comedor, con su mejor aspecto de seguridad y tomándose el papel un poco en serio, demasiado divertido por todo lo que está pasando a su alrededor. Le recuerda a sus tiempos como doble de alto riesgo. Con su mejor sonrisa y también con aquella aura profesional que despliega en su trabajo, el rubio le dedica una sonrisa a las personas que están pasando, sin antes soltar lo siguiente:—Como siempre, les recordamos que ciertas pinturas no se pueden tocar, al igual que algunos muebles y sillas que usted puede observar. Con eso, pueden disfrutar la velada —dijo, demasiado metido en su papel. Ah, tal vez sí, la sangre de actriz de los Kuznetsov corría por sus venas.
#cuento likes y tengo unos starters guardados uwu#conversaciones./ * crueles intenciones.#voy con rhia a responder
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Una linda pareja (Peter Parker x lectora)
Masterlist de mi autoría
Sinopsis: el par de adolescentes eran los mejores amigos desde hacía años, pero cierta tarde, por cierto comentario de una señora, las cosas comenzaron a cambiar.
La vida del joven Parker había dado un giro de 180 grados cuando los poderes llegaron. Ya no era un simple estudiante, no... Era el hombre araña. Pasó de ser el típico nerd de secundaria a ser, bueno, seguía siendo el típico nerd pero ahora tenía una identidad secreta, una que todo el mundo adoraba. Todo le estaba saliendo bien, Tony Stark era su mentor, Banner lo ayudaba en sus tareas, Natasha lo entrenaba en sus tiempos libres y ni hablar de sus tardes mostrándole a Vision y Wanda sus películas de culto favoritas. Creía que nada podía arruinar su felicidad, cuando un inocente comentario hizo que su mente colapsara.
Dias atrás, Parker y su amiga de toda la vida debían visitar la bibliotea de Queens para investigar sobre un antiguo caso criminal para su clase de historia. Estuvieron algunas horas buscando información, para luego pedir ayuda a una de las bibliotecarias para usar la impresora.
—¿simples o doble faz?—preguntó la mujer mientras tecleaba cosas incomprensibles en la máquina.
—Doble, por favor. A la chica aquí no le gusta desperdiciar papel.—soltó Peter divertido, haciendo que la chica lo mirara divertido.
—¿puedes pagar doble faz? ¿o le pedirás a papi Stark que lo pague él?—
—¡No es mi papá!—
—Pero te gustaría.—tomó las mejillas del chico y las pellizcó con cariño, para luego despeinarlo un poco y abrazarlo por el cuello.
—Ustedes son adorables ¿desde hace cuánto... Son pareja?—la bibliotecaria los miró con ternura, comenzando a imprimir los archivos.
____ se alejó de inmediato de Peter, riendo avergonzada mientras desviaba rápidamente la mirada a la gran impresora que comenzaba a chirriar.
—Eh, n-no. No somos pareja, somos... Mejores amigos.—el chico le sonrió de forma forzada.
—¿mejores amigos? Que tontería, ustedes harían una pareja adorable. Y créanme, porque soy muy buena formando parejas.—A pesar de que la mujer se lo había tomado en broma y ____ decidió no prestarle atención, Peter pasó de una duda a decenas de ellas en segundos.
¿haríamos una buena pareja?
¿eso es posible?
Y de serlo ¿cómo sería la relación?
¿de las tranquilas o de las intensas?
¿y quién se confesaría primero?
Debería ser yo pero ____ siempre fue la que da el
primer paso en todo.
¿y si yo lo hiciera?
¿lo arruinaría?
¿tía May cómo se lo tomaría?
¿y Ned?
¿sería nuestro padrino de bodas?
...... ¿¡tendríamos una boda!?
Los dedos de la mujer chasqueándose frente al rostro de Peter lo trajeron a la realidad nuevamente.
—¿estás bien, cariño?—
—S-sí, ¿cuánto es por las fotocopias?—
—Ya las pagó tu amiga, está en la caja ahora.—señaló el mostrador en la entrada de la biblioteca—. Perdón si los incomodé antes, es que de verdad parecían pareja.—Peter negó.
—No se preocupe.—
—Sé que no me incumbe pero ¿te doy un consejo? como alguien que se tardó demasiado en aceptar lo que sentía... No lo hagas.—La mujer le dio unas palmaditas en la espalda antes de marcharse.
Esa tarde, Peter y ____ caminaron en completo silencio hasta el parque de la ciudad, lugar donde se despidieron y cada uno se fue por su camino tras acordar reunirse el sábado para hacer el trabajo.
—Aclaremos la cuestión... ¿a ti te gusta ____?—
—No... N-no lo sé.—
Ned solto un suspiró cansado sin despegar la mirada de su laptop.
—¿cómo no lo sabes, hombre?—
—¿¡cómo voy a saberlo!? Hasta hace una semana iba a dormir a su casa los viernes y ahora me aterra compartir el mismo cuarto con ella.—el chico se tumbó en la cama de su amigo.
—A ver, Peter.—Ned volteó y lo miró—. Deberías despejar un poco tu mente, si para mi es estresante escucharte no me quiero ni imaginar lo que pasa por tu cabeza. Hagamos algo que quieras.—
—¿que... Quiera?—
—Si, ya sabes, algo que te haga feliz. Para despejarte.—
—Algo que me haga feliz...—La escena de la chica Renner llegó a sus pensamientos, siendo su alegre sonrisa la protagonista del momento.
—... Estás pensando en ella ¿cierto?—
—En ella no, en su sonrisa.—
—Si, eh... Eso es lo mismo.—
Después de cansarlo con sus dramas, Ned mandó a su amigo a dormir un poco e intentar calmarse, pues al día siguiente era la reunión con ____ y no podía estar así de intenso frente a ella.
—Tia May...—
—¿si?—
—Digamos que tengo un amigo que se llama... Pedro, a Pedro le gusta su mejor amiga y no sabe qué hacer ¿tienes algún... Consejo de chica?—
May terminó de acomodar la ropa del chico en el armario y se sentó a los pies de la cama donde Peter estaba acostado.
—Deberias decirle lo que sientes, cariño. Estoy segura de que ____ siente lo mismo.—la mujer se dirigió a la puerta y apagó la luz.
—¿eso crees?... Espera ¡n-no se trata de ____! ¡es de un amigo y su amiga!—La tía May se retiró del cuarto entre risas.
—¡que descanses, Pedro!—
Esa noche a Peter le costó muchísimo conciliar el sueño, pues no podía dejar de darle vueltas al asunto. ____ le había estado mandando mensajes, los cuales él se encargaba de rechazar. Pero no podía esquivarla por siempre, en solo unas cuantas horas debía verla y le convenía tener un plan para no meter la pata.
—Bueno, ____. Sé que nos conocemos desde hace mucho y que somos los mejores amigos pero... Creo... Creo que me gustas.—Peter se miró en el espejo—. Sueno como un perdedor...—
—No digas eso, los vengadores no son perdedores.—El chico se dio un buen susto al escuchar la voz de Tony. El multimillonario se encontraba apoyado en el umbral de la puerta.
—¿cuánto... Lleva ahí parado?—
—Lo suficiente para saber que harás el ridículo si le dices eso a la chica ¿de quién se trata? ¿la chica ruda?—Peter asintió—. Lo sabía, no me creía eso de "mejores amigos".—
—Pero sí somos mejores amigos.—
—Ajá, sí, claro. Escucha.—Tony se acercó al chico—. Necesito tu ayuda con una cosa.—
—¿una misión?—Tony asintió, haciendo que los ojos de Peter se iluminaran.
—Debes irte ahora, es una misión de espionaje.—
—Espera ¿ahora?—
Tony le explicó que el chico debía infiltrarse en un edificio abandonado que servía como guarida para unos traficantes de armas, averiguar dónde estaba oculto el lider y salir sin levantar sospechas.
Peter aceptó de inmediato, por fin podría mostrar lo que había aprendido de Natasha en los entrenamientos. Después de que Tony se retirara y el chico comenzara a prepararse, recordó que esa tarde ya tenía otros compromisos y se golpeó mentalmente al saber que no podría hacer el trabajo con _____.
La joven Renner caminaba de un lado a otro en su habitación sumamente nerviosa, pues llevaba casi cinco horas intentando ubicar al chico y no había tenido nada de suerte. Llamar a tía May no era una opción, pues si le decía que Peter no aparecía solo le ocasionaría un ataque. ____ estaba al tanto de la identidad secreta del chico, por lo que tenía la idea de que tal vez estaba en una misión de los vengadores o algo parecido. Eso solo la asustaba más.
La hora de acostarse había llegado y aunque ____ no tenía nada de sueño, se acostó en su cama, intentando calmar sus nervios y conciliar el sueño.
Miraba distraída las múltiples estrellas brillantes en el techo de su habitación, intentando recordar hace cuánto que estaban ahí. Recordaba a la perfección que Peter se las había regalado en su cumpleaños y que él mismo la había ayudado a pegarlas, pero no sabía exactamente hace cuánto tiempo. Podría haberse quedado ahí mirando el techo toda la noche de no ser por unos leves toquecitos en su ventana.
—Oh por Dios...—la chica se levantó de inmediato al ver una silueta saludarla desde el otro lado del cristal. Estaba dispuesta a darle un buen golpe apenas abriera la ventana, pero cuando Peter entró al cuarto y se tambaleó levemente, supo que no estaba del todo bien.
—Perdón por no haber venido, tuve algunas... Complicaciones.—Peter esquivaba la mirada de la chica, quien tomó su rostro y lo obligó a mirarla.
—¡estás todo golpeado! ¿¡qué diablos te pasó!?—exclamó horrorizada la chica, intentando no despertar a sus padres con los gritos.
—Digamos que mis habilidades de espía todavía no son tan buenas.—
La chica le pidió que se quitara el traje, dándole el pijama que Peter tenía en su casa gracias a sus múltiples pijamadas.
—¿Stark sabe que estás así?—
—El señor Stark sabe que cumplí la misión, no tiene que saber los detalles.—____ lo miró molesta.
—Eres un tonto, mira cómo te dejaron.—Como la madre de ____ era enfermera, la chica sabía una que otra cosa de primeros auxilios, así que trató las heridas y golpes del chico con facilidad—. Ten.—le alcanzó unos calmantes—. Con esto se te pasará un poco el dolor. Recuéstate un rato y descansa, no puedo dejar que May te vea así.—
—Tranquila, me curo bastante rápido.—la chica suspiró.
—Eres muy descuidado.—____ se recostó junto a Peter, quedando ambos mirando las estrellas del techo.
Durante el pequeño momento de antes, tanto ____ como Peter habían olvidado el tema de "parecemos una pareja" pero ahora que el silencio y la calma inundaron el cuarto, el pensamiento resurgió en la cabeza de Peter.
El chico vio de reojo a la castaña, quien se encontraba a su lado, mirando fijamente el techo.
—¿tienes insomnio?—soltó al recordar que miraba los adornos cuando no podía dormir. La chica bostezó.
—Tenía.—
—Es un milagro entonces, siempre tardas horas en dormirte.—
—Bueno...—la chica se puso de lado, recostando la cabeza en el hombro de peter con cuidado—. Dicen que el insomnio se cura durmiendo con la persona por la cual no puedes dormir así que...—cerró los ojos mientras se acercaba aún mas a Peter, quien sentía como su corazón latía con fuerzas.
—____, yo... Respecto a lo de la biblioteca...—la chica negó apenas.
—Olvida eso ¿si? Ahora concéntrate en recuperarte.—respondió sin abrir los ojos.
—Pero no puedo ignorarlo y ya...—suspiró frustrado.
—Hablaremos de eso mañana, descansa.—
—Entonces ¿p-puedo quedarme un poco más? ¿hasta la mañana tal vez?—la chica se inclinó hacia Peter y besó su frente, volviendo a acomodarse a su lado de inmediato. A pesar de que mantenía los ojos cerrados, una sonrisa se dibujó en sus labios.
—Quédate para siempre si quieres, Pet.—
Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Peter, quien finalmente cerró los ojos y se dispuso a descansar. Estaba por quedarse dormido, cuando ciertas palabras escaparon de sus labios casi como un suspiro.
—Te amo, ____…—Lo último que escuchó el chico antes de caer en un profundo sueño hicieron que todos sus nervios y temores desaparecieran.
—Y yo te amo a ti, Pet.—
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Tema: Derechos Humanos en Perú Subtema: Igualdad y No Discriminación en el Ámbito Laboral en Perú
Contextualización
El derecho a la igualdad y la no discriminación en el trabajo es un principio esencial para asegurar la justicia social y la dignidad humana, aunque ha habido avances significativos en la protección de estos derechos, la realidad laboral aún presenta desafíos importantes para diversos grupos de la población.
¿Qué es el Derecho a la Igualdad y No Discriminación en el Trabajo en Perú?
El derecho a la igualdad y no discriminación garantiza que todos los peruanos, sin distinción alguna, tengan las mismas oportunidades laborales y condiciones equitativas de trabajo. Este principio está consagrado en el Artículo 2 de la Constitución Política del Perú, que establece el derecho a la igualdad ante la ley, prohibiendo cualquier forma de discriminación por motivos de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquier otra índole.
A nivel laboral, el Artículo 26 de la Constitución complementa esta protección al estipular que en la relación laboral se respetarán la igualdad de oportunidades sin discriminación y el trato justo y equitativo.
El Marco Legal en Perú
El Perú ha suscrito convenios internacionales clave, como el Convenio 111 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que prohíbe la discriminación en el empleo y la ocupación. Además, leyes nacionales, como la Ley N° 27270 (Ley Contra Actos de Discriminación), proporcionan un marco de referencia para prevenir y sancionar la discriminación en el trabajo.
También, la Ley de Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres (Ley N° 28983) promueve la igualdad de condiciones entre géneros en el ámbito laboral. Sin embargo, la implementación efectiva de estas normativas sigue siendo un reto.
Desafíos Actuales en el Perú: Brecha Salarial y Discriminación
Uno de los problemas más persistentes es la brecha salarial de género. Según estudios recientes, las mujeres en Perú ganan, en promedio, un 30% menos que los hombres por trabajos de igual valor. Esta brecha es aún mayor en sectores como la agricultura y la minería, donde las trabajadoras enfrentan doble discriminación por su género y condición social.
Otro desafío importante es la discriminación racial y étnica, particularmente hacia comunidades indígenas y afrodescendientes. Estas poblaciones enfrentan mayores obstáculos para acceder a empleos formales y, cuando lo logran, suelen recibir menores salarios y enfrentar condiciones laborales más precarias.
Aunque la Ley General de la Persona con Discapacidad (Ley N° 29973) establece que al menos el 3% de los puestos en el sector público deben estar ocupados por personas con discapacidad, en la práctica esta cuota no se cumple en muchos casos, y las personas con discapacidad enfrentan discriminación en la contratación y en la permanencia en el trabajo.
¿Qué Se Está Haciendo para Combatir la Discriminación Laboral?
Diversas organizaciones y entidades del Estado han implementado programas y campañas para combatir la discriminación en el ámbito laboral. Por ejemplo, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) cuenta con la plataforma "Ponte en Carrera", que ofrece información sobre oportunidades laborales y fomenta la igualdad de acceso al empleo.
Asimismo, el Programa Nacional para la Promoción de la Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres en el Empleo busca sensibilizar a los empleadores y empleados sobre la importancia de respetar la igualdad de condiciones en el trabajo.
En cuanto a la población LGBTIQ+, algunos avances legislativos y judiciales han comenzado a reconocer sus derechos laborales, aunque persisten actitudes discriminatorias en muchos espacios de trabajo.
Conclusiones y Recomendaciones
A pesar de los avances legislativos, la discriminación en el trabajo sigue siendo un problema estructural en Perú. Es fundamental que se refuercen las políticas de igualdad de oportunidades y que se realicen esfuerzos más coordinados para fiscalizar su cumplimiento. La educación y la sensibilización son clave para promover un cambio cultural que garantice que todos los trabajadores, sin importar su género, raza, etnia o condición física, sean tratados de manera equitativa.
Recomendamos que el gobierno peruano, en colaboración con organizaciones de la sociedad civil, refuerce las campañas de concienciación sobre los derechos laborales y fortalezca los mecanismos de denuncia para quienes enfrenten discriminación. Además, es crucial garantizar que las normativas sobre igualdad y no discriminación se cumplan de manera efectiva en todo el país.
GRUPO#04
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Este es un universo de digital circus en el que estado trabajando.
Trata de que Pomni es hija del jefe de una mafia y desde que el jefe murió, Caine, amigo de la familia y actual jefe de la mafia, tiene el encargo de su amigo el preparar a Pomni para que asuma el mando. Pero durante su proceso conoce al actual grupo más cercano a la mano de la familia (Zooble, Gangle, Kinger, Ragatha y Jax... y el perro bubble). Durante el transcurso de esta historia se verán en una situación amorosa media extraña entre Ragatha (experta en el manejo de armas blancas y artes marciales) y Jax (Quien maneja casi todo tipo de armas de fuego, pero sus preferidas para más movilidad es la doble pistola). Las bases de control de esta mafia se ubican en un puerto y el manejo de una carnicería, cabe aclarar que solo son lugares para ocultarse y que nadie sospeche de los trabajos que ellos hacen.
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Camille Clovis Trouille fue un pintor francés 1889-1975 Gran fascinación me produjo este artista cuando vi su arte por azar en la web en mis búsquedas de artistas Rara Avis hace unos años. Me impactó y hasta diría que fue una fuente de inspiración de trabajos fotográficos posteriores que hice. Es un pintor autodefinido anarquista, irreverente, satírico, sacrílego y para muchos blasfemo por sus criticas anticlericales, por tal motivo estuvo signado por el anonimato y no se le permitía exponer, hasta pesaban sobre el amenazas sobre su integridad. En los años treinta Andrè Breton lo destaco como surrealista, peroTrouille no sintió pertenecer al movimiento Surrealista dado que se percibía en sus gustos amante del arte renacentista. Estableció una clara mirada de critica social donde ridiculiza a las instituciones y al poder con símbolos, referencias concretas y directas. El erotismo potente,cierto esoterismo místico, el lesbianismo de religiosas irreverentes , muy maquilladas y voluptuosas como así también miembros de la iglesia con doble moral expuesta o militares de dudosa reputaciòn se encuentran en las temàticas abordadas. Hago una analogía referencial de este artista con el fotógrafo actual ucraniano Ruslan Lobanov y su serie de clips sobre los confesionarios, los sacerdotes y bellas damas "pecadoras" Hay un increíble collage de imágenes teatralizadas en contextos simbólicos surreales en las pinturas de Trouille, en la pintura publicada (Le Confessionnal de 1959) observamos un confesionario donde dos mujeres burguesas ataviadas con joyas y ropas ajustadas, se inclinan con sus voluptuosidades intentando comprar el perdón a sus pecados. Se puede observar la mirada y sonrisa maliciosa de la dama de la derecha que escucha las palabras del sacerdote. La particularidad la da la mujer desnuda agachada casi como una publicidad que habla de la intencionalidad de ese ámbito y la vemos como elemento disonante, justamente ubicada en el centro de la estructura y debajo de la inscripción que en Latìn expresa algo asì como: "cuyos pecados perdonarás remitiéndolos". Esto recuerda a los retablos del Gótico tardío pre Renacentista.
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Cada mañana
Cada mañana me despierto con una sensación de vacío que me envuelve. Es un momento de indecisión, donde la simple acción de levantarme de la cama se convierte en una batalla interna. A mi lado, una taza de café espera; una arma de doble filo. El café es una elección: puede ser el impulso necesario para abrir los ojos completamente o una sustancia que elevará mis niveles de cortisol hasta las nubes. Finalmente, me levanto y me preparo para el día.
Salgo de casa y me subo a mi bicicleta, una máquina destartalada que chirría con cada pedaleada. Es vieja y necesita reparaciones, y aunque tengo la capacidad de arreglarla o incluso comprar piezas nuevas, elijo mantenerla así. La bicicleta es un reflejo de mí mismo, una metáfora de mi cuerpo y alma. Al igual que mi bicicleta, me estoy desgastando lentamente, pero sigo en movimiento. Aunque el mundo me dice que la repare, que la renueve, yo la conservo en su estado deteriorado, porque en ella veo mi propia lucha diaria.
El aire frío de la mañana me acaricia el rostro mientras pedaleo por las calles aún medio desiertas. Cada respiración es una bocanada de vida y una dosis de realidad. Recuerdo los consejos de psicólogos budistas y de cada charlatán que habla de la importancia de la respiración. Respiro profundamente, y con cada inhalación, me vuelvo más consciente del aquí y el ahora. Pero en lugar de paz, lo que siento es el sufrimiento que me causa este presente. No hay futuro, no hay pasado, solo un presente vacío y gigantesco que se extiende ante mí. La magnitud de ese vacío es abrumadora, y a veces parece que podría ahogarme en él.
Llego a la playa y me detengo por un momento, observando el horizonte. El mar se extiende ante mí, vasto y libre, invitándome a dejarlo todo atrás y desaparecer. Hay una paz tentadora en esa idea, una promesa de escape de la soledad que me consume. Sin nadie a mi lado, me siento pequeño ante la inmensidad del océano. No tengo un compañero con quien compartir el peso de las nubes oscuras que se ciernen sobre mí.
Al final de mi trayecto, llego a mi trabajo, un lugar donde solo los fuertes sobreviven. Allí, los gritos y los insultos son parte del paisaje diario. Equivocarme es un pecado imperdonable, una invitación al desprecio y a la crítica. Cada error es una herida abierta, y la presión es constante. Sin embargo, en medio de todo esto, encuentro una especie de propósito, una razón para seguir levantándome cada mañana, aunque el vacío me acompañe y mi bicicleta destartalada sea un recordatorio de mi fragilidad y resistencia. La vida sigue, y yo, como muchos, simplemente elijo continuar.
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“La última meta del ambicioso no es adquirir una cosa de valor, sino ser más estimado que otros”
Max Scheler
Fue un filósofo alemán, nacido en Múnich en agosto de 1874, de gran importancia en el desarrollo de la fenomenología, la ética y la antropología filosófica, ademas de ser un clásico dentro de la filosofía de la religión.
Max se bautiza en la iglesia católica, su padre era protestante y su madre judía.
Al finalizar sus estudios básicos, se matricula en la Universidad de Múnich pero al siguiente año decide trasladarse a la Universidad de Berlin para estudiar filosofía y sociología.
En 1897 presenta su tesis doctoral dirigida por Rudolf Eucken, quien fuera galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1908.
Su escrito “El método trascendental y el psicológico” le hace merecedor del nombramiento de docente en la Universidad de Jena y es pen 1902 cuando conoce al filósofo y matemático alemán Edmund Husserl.
El encuentro con Husserl le hace quedar marcado por el denominado método fenomenológico (el estudio filosófico del mundo, a través directamente de la conciencia).
Derivado de un escándalo provocado por su esposa, de conducta inmoral, Scheler se ve obligado a abandonar la docencia y se traslada a Berlin en donde con el apoyo de sus amigos y de su incansable capacidad de trabajo, permitió que afloraran la mayoría de sus mejores y mas importantes obras.
Scheler se divorcia de su esposa y contrae matrimonio civil con su alumna María Scheu, en donde fue considerado como apóstata por los creyentes y cristiano disimulado por los si creyentes.
Dentro de algunas de las instituciones mas importantes destacan; “El resentimiento de la moral” (1912), “Los ídolos del conocimiento de si mismo” (1912), “El formalismo en la ética y la ética material de los valores” (1913), “Muerte y supervivencia” (1911-1914) entre muchos otros.
Es muy difícil pensar en gran parte de la ética, de la psicología o de la antropología del siglo XX sin la influencia de Scheler. Sus aportaciones en la filosofía de la religión, y en la Teología moral fueron decisivas.
Se han distinguido tres etapas en la vida de Scheler y en su posición doctrinal. Durante su juventud estuvo dominado por la influencia de Eucken, después seguirá la influencia fenomenológica de Husserl, sin perder sus aficiones vitalistas y afectivistas de Eucken, y su madurez por su posición teista.
La filosofía de Scheler considera fundamentalmente tres problemas o cuestiones dobles; el conocimiento, y los valores, la vida y el hombre, los sentimientos y Dios.
La persona es para Scheler esencialmente espiritual. El espíritu no es, propiamente, ni la inteligencia ni la voluntad: es mas bien un principio nuevo. El acto de separar la existencia y la esencia constituyen la característica diferencial del espíritu humano. En conjunto, el espíritu de la objetividad.
A cada persona corresponde un mundo y a cada mundo una persona, en donde la persona-individuo se articula en una comunidad.
El hombre como realidad natural no escapa a su animalidad, pero el hombre también tiene otro sentido: es el ser que ora, que aspira a trascender; es el buscador de Dios. En donde Dios es un ser vivo y personal.
Max Scheler muere en Fráncfort de Meno en mayo de 1927 a la edad de 52 años.
Fuentes: Wikipedia, filosofia.org
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Holii! ¿Como te encuentras? He visto que tus pedidos están abiertos y tengo uno que puede llegar a ser algo inusual...
Verás en mi escenario Tokugawa tiene una nieta (en mi mente es un mc femenino pero como siempre, puedes hacerlo gn si prefieres) que está en sus 20 o así y él empieza a preocuparse por encontrarle pareja así que lo habla con los peleadores de su arena.
Me hace gracia imaginarlo teniendo una conversación con Doppo y Natsue en plan "no creo pedir mucho, solo quiero irme al otro lado sabiendo que mi nieta está con un hombre que pueda protegerla".
O incluso algunos peleadores como Hanayama o Kureha intentando cortejar a mc y Tokugawa está observando como: 😃🫶
Puntos extra si la nieta de Tokugawa tiene esa vibra de princesa de cuento de hadas.
Bueno eso sería, por supuesto lo entiendo perfectamente si te incomoda o directamente no te apetece hacer este pedido, por favor recuerda cuidarte, beber agua y alimentarte bien, besos! 🩷
Situación: Tokugawa quiere que su nieta (S/O) tenga pareja.
Mitsunari Tokugawa.
Está terriblemente mortificado. Los años pasan y él simplemente no se hace más joven, dentro de poco deberá pasar su imperio a su sucesor —El padre de S/O—, y no puede evitar pensar en su adorada nieta… Si él no está, ¿Quién la protegerá?
Y es que para Tokugawa, su nieta es un ser divino impoluto, un ángel en toda la regla, una hermosa flor en medio de un campo en donde ninguna otra flor puede compararse, un espíritu amable y suave que tiene la capacidad de encantar hasta al alma más oscura con su sonrisa y— Creo que ya entienden más o menos.
Es su primera nieta, es natural que esté tan encantado con ella, dejen al pobre hombre ser.
Recurre a los Orochi como primera y mejor opción, por supuesto.
"¿Necesita qué?" Doppo fue el primero en hablar, Natsue a su lado todavía estaba procesando toda la situación, ya acostumbrado al pequeño hombre y su tren de pensamiento.
"Un esposo para mi nieta" El líder de la familia Tokugawa se repite a sí mismo, firme en su petición. "Necesito que sea alguien que pueda protegerla, esto último es indispensable"
"¿Quiere un pretendiente para su nieta?" Natsue se acopló al ritmo de la conversación de forma lenta, haciendo una doble toma en la dirección de su esposo para estar segura de que ha escuchado bien.
"No, no" Natsue respira tranquila por unos segundos ante la negativa de Tokugawa, "Necesito un esposo para ella"
Natsue, pobrecita, está haciendo lo posible para explicarle a Tokugawa que no puede simplemente colgar un formulario en la calle para que los interesados envíen su curriculum, como si estuvieran aplicando a un simple trabajo. A Doppo le parece una situación graciosa, así que lanza a Katsumi al fuego cruzado.
"Oh, Katsumi definitivamente es un buen prospecto, ¡Y están en un rango de edad similar! Sabía que podría contar contigo Doppo"
También estaba considerando extendiendo su propuesta a su campeón, Baki, sin embargo, este ya tiene una pareja y es demasiado joven para el matrimonio, definitivamente su nieta no lo aceptaría.
No creo que Tokugawa pueda ser quisquilloso con la ocupación del pretendiente de su nieta, Yakuza o doctor, da igual. Lo importante es la fuerza, LA FUERZA, la fuerza es lo único importante.
La familia Tokugawa es increíblemente rica, no les falta nada; el anciano organizo un torneo de peleas clandestino, creó un clon y descongelo a un ser prehistórico, solo con eso debes estar seguro de que el dinero no va a impresionar a la nieta de este hombre. Probablemente, está algo mimada de todas formas.
Kureha es un hombre con economía estable, no es exorbitante, pero sí lo suficientemente respetable, y es un luchador que se mantiene en forma, tiene los pies en la tierra y es alguien confiable. Hay FUERZA notable, sin embargo, Tokugawa se preocupa por la felicidad de su nieta y la felicidad requiere tiempo, Kureha no parece ser alguien a que pueda contar con mucho tiempo libre.
Hanayama es un hombre con una vida especial, un yakuza es un yakuza; hay dinero, poder e influencia, hay FUERZA y en el caso de Kaoru Hanayama es mucha FUERZA. Tokugawa está más que satisfecho con esto, el problema viene con la otra cara de la moneda, entregar a su hermosa nieta a un yakuza también significa arriesgar su vida y eso resta muchos puntos en la tabla de prospectos de Tokugawa.
Yujiro está fuera de la lista. No hay contexto, simplemente no.
#mitsunari tokugawa#tokugawa mitsunari#baki the grappler#baki son of ogre#baki dou#baki headcanons#doppo orochi#doppo orochi baki#natsue orochi#natsue orochi baki#katsumi orochi baki#katsumi orochi#baki hanma#hanayama kaoru#kureha shinogi#yujiro hanma
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high infidelity (Enzo Vogrincic x fem reader)
Capítulo 20.
Tiempo después.
—¿Qué opinas del horror?—preguntó la mujer mientras se acomodaba sus gafas, durante toda la entrevista, Alana había estado más concentrada en ellas que en las preguntas que le hacía, hace más de media hora notó que el rumbo de la entrevista estaba tomando una dirección que no le interesaba mucho.
—Eh, pues…me gusta leerlo—carraspeó.
—Bueno, no estás aquí para leer, ¿cierto? Al menos que estés buscando un puesto de editora, creo que podría conseguirte algo—dijo Leticia buscando entre los cientos de papeles de su escritorio.
—No—dijo Alana rápidamente—. No estoy interesada en un puesto de editora, como ya se lo había mencionado—le recordó por quinta vez.
Era su tercera entrevista en la semana, por ser la tercera, pensó que esta vez sería la vencida, estaba más que equivocada.
—Mencionaste que llevas un par de meses trabajando en una nueva historia, ¿cierto?—preguntó Leticia recuperando su atención, Alana sintió su corazón latir más fuerte y se acomodó en la silla, una luz de esperanza le invadió el pecho.
—¡Sí!—contestó rápidamente—. Me falta poco para terminar el primer manuscrito, ya sólo faltan pulir algunos detalles.
—¿Es una continuación de Arco de sangre?—preguntó volviendo a acomodarse las gafas.
—No, umm, técnicamente está situada en el mismo universo, pero ni la historia ni los personajes se relacionan entre sí—explicó, Leticia arqueó las cejas.
—Escucha, Alondra—dijo.
—Es Alana—la corrigió.
—Bien, Alana, por el momento no estamos interesados en otra saga de fantasía, tenemos la editorial repletas de ellas—dijo con lástima—. Sin embargo, podría hacer una excepción contigo si conviertes el manuscrito en una continuación de Arco de sangre debido a la popularidad de la serie, conviértela en una precuela, ¿qué sé yo?
Alana resopló, no tenía intención en continuar la saga, había cerrado su ciclo con ella tiempo atrás.
—Leticia, te prometo que mi nueva historia también es interesante, la he acomodado para un público más juvenil y…
—Si no está relacionada con Arco de sangre, no estamos interesados, cariño—dijo con el mismo tono de lástima falsa, Alana mordió el interior de su mejilla.
—Si no están interesados en más escritores de fantasía, ¿entonces en cuáles lo están?—preguntó dándose por vencida.
—Horror, por eso te pregunté qué opinas al respecto.
Nunca se le había pasado por la mente escribir libros de horror, le encantaba el género, pero su pasión siempre había sido la fantasía.
—Tipo Stephen King o algo así—le sugirió, Alana parpadeó varias veces.
—Si te soy honesta, no estoy muy interesada en el género, no quisiera entregar algo con lo que no me sienta satisfecha—dijo Alana, si ya sufría síndrome del impostor con un género que conocía bastante bien, no se imaginaba con uno para nada explorado.
—Alondra…
—Alana—volvió a corregirla.
—He leído tus libros, considero que eres una chica brillante, pero te seré honesta, aquí en España no tienes la misma audiencia que tienes en Latinoamérica, costará el doble, si no es que el triple para que sobresalgas aquí. Usualmente exigimos un manuscrito ya terminado para iniciar el proceso de entrevistas, contigo no fue necesario porque de entrada sé que el trabajo será bueno, pero no te puedo aceptar algo que sea fantasía. Es horror o es nada. O bueno, podríamos darte un puesto de editora.
La noticia le cayó como un balde de agua fría, llevaba años sin sentirse así de perdida antes.
—¿Me lo puedo pensar?—preguntó con un hilo de voz, Leticia inclinó la cabeza y asintió.
—Por supuesto que sí—sonrió mostrando sus blancos dientes manchados de lápiz labial rojo.
—Vale, gracias por tu tiempo—respondió tomando sus cosas, estaba apunto de salir por la puerta cuando la voz de Leticia la detuvo.
—Alondra, necesitamos tener una respuesta en máximo una semana, si no, la vacante pasa en automático a otra persona.
Alana suspiró y sin responder salió de la oficina.
No tenía idea a dónde ir, Enzo le había sugerido que se pasara al estudio de grabación después de la entrevista, al principio había parecido una buena idea, pero después de haber fracasado nuevamente en otra editorial, no le apetecía en lo absoluto ir a un lugar lleno de luces y cámaras y gente gritando por doquier.
Alana se detuvo en el lobby y miró fijamente a la barra de café que había ahí, en verdad le había gustado la editorial Moore, inconscientemente, la había dejado al último creyendo que ahí se quedaría.
Se sentó en el taburete de la barra, se sentía tan decepcionada de la situación que de lejos probablemente ella lucía como si en realidad se encontrara en una barra de un bar, quizá alcohol era lo que necesitaba.
—Disculpa, ¿tienes alcohol?—le preguntó tímidamente a la barista, la cual la miró con una mirada juiciosa, Alana negó con la cabeza rápidamente, en verdad debía encontrarse deprimida para estar ordenando licor en la jodida barra de café de una editorial—. ¿Un americano frío?—sugirió con una mueca, la barista asintió y se dio la vuelta para preparar su café.
Como no tenía nada más qué hacer, decidió sacar su celular para checar Twitter, grave error, pues la primera noticia que le apareció era la de Sebastián anunciando su nuevo libro.
Sintió la furia invadirla por completo, ¿cómo mierda lo había terminado tan pronto? El libro estaría públicado a finales de año, Alana sintió las ganas de estrellar su celular, si Sebastián le hubiera dicho que lo terminaría pronto, Alana hubiera podido seguir en la jodida editorial, pero claro, Sebastián, porque quería arruinarle la vida, había dicho que no tenía una fecha clara, haciéndole creer que tardaría incluso años en publicarlo.
Alana no podía volver a su antigua editorial debido a firmar renuncia, pero incluso si pudiera volver, no regresaría a un lugar donde apoyaban a un abusador.
—Vete a la verga—soltó viendo la imagen de su ex novio en la pantalla, bloqueó el celular con fuerza y lo dejó caer estruendosamente sobre la barra.
—¿Qué me vaya a la qué?—preguntó un hombre a su lado, Alana levantó la mirada para observarlo, no lucía mayor de 35 años, lucía bastante pulcro y llevaba puesto un traje bastante planchado, no era de sorprenderse que se sintiera mortificado por el lenguaje de la chica.
—A la verga—respondió, el misterioso hombre se ahogó con su propia saliva, la barista le dejó el café en la barra y la miró como si acabara de decir la peor cosa del mundo—. Es una expresión mexicana—aclaró.
—Sé lo que es—dijo él, claramente tenía acento español, aunque no tan marcado.
—Pero no me refería a ti—dijo Alana—. Me refería a mi ex—dijo rápidamente, la barista se dio la vuelta nuevamente y desapareció de la incómoda interacción.
—Umm, vale—dijo el hombre mirándola como una loca y procediendo a darle un sorbo a su café—. Claramente no estás pasando un buen día, le pediste un whisky a la pobre chica.
—No pedí whisky—replicó Alana—. Para ser honesta, ni siquiera sé qué tipo de alcohol quería, y sí, es un pésimo día—exclamó dejando caer su espalda contra el respaldo de la silla.
—¿Puedo saber por qué?—preguntó con curiosidad, Alana suspiró.
—Soy escritora—dijo—. Esta es la tercera editorial que visito en la semana y si te soy honesta creí que sería la buena, es decir, ¡tienen su propia barra de café!—dijo ahora levantando las manos.
—Sí, es bastante genial—dijo el hombre riendo.
—Como sea, tuve una entrevista pero no quieren que escriba fantasía, es horror, además, la mujer que me hizo la entrevista seguía llamándome por un nombre que no es el mío.
—¿Y cuál es el problema con ello?—preguntó él.
—Que no es mi nombre—dijo con tono de obviedad.
—No—dijo él hombre soltando una carcajada—. ¿Qué hay de malo en escribir horror?
—Oh, pues nunca lo he hecho, no es o mío.
—Bueno, siempre hay una primera vez para todo, ¿no? Estoy seguro que si Leticia te está considerando para un proyecto es porque ve algo en ti.
—Supongo, pero es como vender mi alma a algo que no sé cómo va a salir por el simple hecho de estar desesperada por trabajar, hubo una situación que me hizo renunciar a mi última editorial, siempre ha estado en contra de mis valores hacer cosas de las que no estoy completamente segura, pero te repito, estoy desesperada, estoy a nada de comenzar a trabajar en un jodido establecimiento de hamburguesas, ahorita vivo con mi novio y él se está haciendo cargo de la mayoría de los gastos, digo, aún tengo dinero, aún recibo dinero por mis libros pasados pero no puedo mantenerme toda la vida de eso, tenemos una gata, ¿sabes lo qué cuesta su comida y sus vacunas?Soy de México, llegué a España por otra situación completamente diferente a esta y ahora estoy…atrapada aquí—habló tan rápido que se le secó la boca, el hombre asintió con la cabeza todo momento, como intentando seguirle el hilo—. Espera, ¿eres cercano a Leticia? Supongo que trabajas aquí, ¿cierto?—preguntó un poco avergonzada por haber hablado de más.
El hombre abrió la boca y la volvió a cerrar sin responder su pregunta.
—Señor Moore, ¿gusta más café?—preguntó la barista regresando a la barra, él negó con la cabeza y le agradeció con la mano, Alana abrió la boca ampliamente.
—Lo siento tanto—exclamó horrorizada—. ¿Eres Mauricio Moore?
—No, Mauricio es mi padre, yo soy Hector—dijo extendiendo su mano.
—El CEO de la editorial Moore—informó la barista, Alana la miró con mortificación y tomó la mano del hombre.
—Ya no le digas más cosas, parece que se va a desmayar la pobre—le indicó a la barista.
—Lo siento tantísimo por cómo le hablé—volvió a disculparse.
—No te disculpes y no me hables de usted. Te conozco bien, eres Alana Lomelí.
Alana asintió tímidamente.
—Qué vergüenza—exclamó, quería que la tierra la tragara.
—Sé también quién es tu ex novio, recién anunció su nuevo libro, ¿cierto? Supongo que por eso andas tan cabreada—dijo—. No pienses que soy un chismoso, pero digamos que todas las editoriales se enteraron de lo sucedido, lamento que hayas tenido que pasar por eso.
Era la primera persona que le confesaba saber lo sucedido y sentía compasión por ella, no lo verbalizó, pero se sintió verdaderamente agradecida por ello.
—Por cierto—comenzó a decir—. Yo fui el que le dio la orden a Leticia de que no te aceptara en la editorial si querías publicar fantasía, así que no la odies a ella.
—¿Por qué?—preguntó con genuina curiosidad.
—Bueno, si te tenemos en la editorial más importante de España, nos gustaría hacerte un re-brand, además, el horror es mi género favorito, quisiera leerlo desde tu narrativa.
Alana lo miró incrédula, no podía creer que la orden había sido directa del CEO por un simple capricho.
—No contratamos gente latina, pero contigo podríamos hacer una excepción, además, no es mentira que ya no tenemos lugar para otro autor de fantasía, y lamento escuchar que la entrevista no salió como esperaba, le di órdenes claras a Leticia de que si te parabas en su oficina, no salieras de ella sin un contrato.
—Le dije que me lo pensaría—carraspeó.
—Bueno, espero que en verdad te lo pienses—sin decir más, Hector Moore abandonó la barra.
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—Hola, chiquita, pensé que te vería en el estudio—dijo Enzo entrando a la sala y colocando un beso en su coronilla para después dejar otro beso en la cabeza de Zola, la cual se encontraba en su regazo—. ¿Fue muy pesada la entrevista?—preguntó dejándose caer en el otro sillón.
—Demasiado—respondió Alana, aunque se refería más a la conversación que tuvo con Hector que con Leticia.
—¿Y bien?—preguntó Enzo llevando su barbilla a su puño.
—Creo que firmaré con ellos—dijo Alana no muy emocionada.
—¡Eso es genial!—exclamó, Alana apretó los labios—. Me dijiste que es la editorial más importante de España, ¿por qué no estás emocionada?—preguntó moviéndose de sillón y sentándose a lado de ella, Zola rápidamente comenzó a ronronear y se pasó ahora a sus muslos.
—Hay una condición para que pueda trabajar con ellos—dijo.
—¿Cuál es?
—Quieren que escriba horror—dijo con tono abatido, Hector no se había cansado de recordárselo en el resto de la conversación que tuvieron en el café.
—Pero, ¿qué ocurrirá con la historia que llevas escribiendo por meses?—preguntó.
—Pues, supongo que va para la basura—dijo riendo tristemente.
—Lana, llevas meses enteros trabajando en ella, y no es porque sos mi novia y mi autora favorita en el mundo entero, pero es genial, me atrevo a decir que podría ser incluso mejor que Arco de sangre.
Alana sintió las lágrimas formándose en sus ojos, sabía que Enzo tenía razón, le había puesto mucho empeño, esfuerzo y cariño a la historia, la había logrado sacar adelante a pesar de las situaciones tan horribles por las que había pasado.
—Están repletos de autores de fantasía en la editorial.
—Pero ninguno de ellos son vos—dijo Enzo.
—Pero son españoles y yo no—dijo—. El público los prefiere a ellos, no estoy en Latinoamérica, además, soy considerada ahora la escritora más polémica del habla hispana, la editorial sólo me va a aceptar si hacen un re-brand.
—¿Y un re-brand es obligarte a escribir un género que no soportás? Lana, es una completa boludez.
—Me gusta el horror.
—Sí, para leerlo antes de dormir, no para pasar horas enteras escribiendo sobre monstruos debajo de la cama, vos me lo dijiste una vez, preferís escribir cualquier otro género antes que horror. No aceptarás, ¿verdad?
—Enzo, no tengo mucha opción, no tengo trabajo.
—¿Qué decís con qué no tenés trabajo? Te la pasas día y noche en el teclado, trabajás más que nadie.
—Si no tengo editorial, no sirve de nada—dijo ella elevando los hombros.
—Te quisieron convencer, ¿cierto?—preguntó.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque te conozco y la Lana con la que vivo y tanto adoro, jamás aceptaría ese tipo de condiciones.
Alana jugó con sus dedos, mentiría si dijera que Hector no pasó horas persuadiendo para que se adentrará al mundo del horror.
—¿Crees que no puedo escribir un libro como ese?
—No—negó Enzo—. Sé que podrías escribir un libro como ese y eso es lo que temo, porque podrías escribir el mejor libro de horror de la historia y no ser feliz ni un sólo segundo al hacerlo.
Alana no pudo evitarlo más y rompió en llanto.
—Vení—dijo él arrastrándola hacia su cuerpo—. Sabes que te apoyo, pero sólo quiero lo mejor para vos, quiero que vos seas feliz.
—Me siento atrapada aquí, en esta ciudad, este país, siento que no pertenezco aquí, nunca lo haré.
Enzo la miró con compasión, sabía que él la entendía, sabía que él se sentía de la misma manera y sabía que él también haría lo posible para salir de Sevilla.
—Quiero estar en México, con mi familia y mis amigas, aunque sea un instante.
Enzo se despegó de ella y sacó su celular.
—¿Qué haces?
—Comprándote un vuelo de avión a México—dijo simplemente.
—Enzo.
—Mirá cómo estás, estar aquí no te hace bien, necesitas ver a tu familia aunque sea unos días, quizá eso te haga sentir mejor y puedas pensar con la mente más fría.
Alana se limpió las lágrimas, su novio tenía razón, no visitaba México desde que se había mudado a España.
—Ojalá pudieras venir conmigo—dijo Alana apoyando su cabeza sobre el hombro de Enzo mientras veía cómo procedía el pago, era una fortuna pagar un boleto de avión redondo de un día para otro, no tenía idea cómo agradecerle.
—Pronto, ¿sí?—dijo él calmándola. Serán unos días para despejarte, sabes que te estaré esperando acá cuando vuelvas.
Alana lo abrazó, sabiendo que eso era verdad.
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