#de verdad es simplemente ponerse a buscar cualquier cosa
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javi, la respuesta es internet, siempre es internet sksldfslkf
#el secreto es que no hay secreto#de verdad es simplemente ponerse a buscar cualquier cosa#os acordáis de cuando dije lo de crearme la cuenta en ig y a donde hemos llegado esq :____#que me he tirado horas buscando páginas cuando podría simplemente dormir? es posible#que tengo 2 trabajos? también aldjslfddl#en realidad ultimamente pienso que me voy a quedar sin contenido de las old pics pero siempre acabo encontrando algo nuevo#always lurking#instagram
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margo velasco. 27. propietaria de mona café.
¡hola! renée por acá y vengo a presentarles a margo velasco. estaré dejando algunos datos sobre ella debajo del read more y algunas conexiones que creo que encajarían bastante bien. si gustan armar algo pueden pintar el corazón e iré hablarles o contactarme directamente en discord (Renée#9473)
margo nació y creció en phoenix, arizona. lugar a donde decidieron mudarse sus padres pero justo antes de que margo naciera con la intención de buscar una mejor vida.luego de que sus abuelos se mudaron a rdv visitaba el lugar de vez en cuando, en especial en navidad y fechas especiales.
hace 2 años se mudó definitivamente a rdv junto con su mamá para cuidar de su abuelo quien se enfermó. ella nunca pensó que viviría en ese lugar, lo veía como un sitio para pasar las vacaciones con sus abuelos, pero no un lugar en donde le gustaría vivir.
unos cuantos meses después de mudarse comenzó todo para abrir su proyecto: mona café. le ha dedicado muchísimo esfuerzo y tiempo a esto, pues es lo único que no la hace sentir fuera de lugar.
ahora, respecto a su personalidad margo la verdad es una personita un poco seria, es sumamente organizada y muy cuadrada, las cosas tienen que ser como ella las planeó y si no es así es fácil que comience a ponerse de malas.
le resulta un poco complicado confiar en las personas, pero esto no significa que sea grosera, simplemente es un poco distante al principio, no es alguien de demasiadas palabras.
a pesar de esto, le gusta de vez en cuando divertirse y salir de fiesta, pero raramente se le verá con más de unos tragos encima.
Conexiones que me gustaría tener con margo:
amigue cercane (1)
como mencioné antes, a margo se le complica un poco confiar en la gente, por lo que me encantaría que por lo menos tenga a una persona en la que sepa que si puede confiar y a quien le habla por cualquier cosa.
clientes frecuentes de mona café
margo le dedica toda su vida a su café por lo que de seguro si alguien es cliente frecuente margo le atiende todas las veces que asiste. de seguro son personas con las que tiene conversaciones cuando les ve.
amistad de rdv
margo visitaba frecuentemente rdv desde el 2001 cuando sus abuelos se mudaron ahí. me gustaría que tenga alguna amistad de cuando era más jóven.
algo que iba a ser y no fue
alguna persona con la que margo salió, quizás unos meses después de que llegó a rdv, margo ghosteó a la persona debido a que no estaba lista para nada en serio y ahora todo es un poco incómodo.
amistades en general
personas con las que margo no tiene una relación súper cercana pero son personas con las cuales disfruta salir ya sea por un café, de fiesta de vez en cuando o simplemente personas de las cuales disfruta la compañía.
aquél que no le cae tan bien
bueno, como les mencioné margo es medio cuadrada y las cosas siempre tienen que ser como ella dice, me encantaría encontrar alguien que choque bastante con la personalidad de ella.
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Yo sé que no pude hacer las cosas al ritmo que tu esperabas. Pero todo era un proceso que tuve que ir haciendo, nada nunca fue un "no me importa buscar ayuda", hasta mi psicologa y psiquiatra concuerdan que de haberlo hecho antes no habría tenido resultados como ahora, porque no entendía que era lo que estaba haciendo mal o qué me tenía mal. Empecé en un principio con la idea de que estudiaba poco, que la carrera era dificil y debía estudiar más. Y si en ese momento me hubiese decidido a hacer paicoterapia, hubiera tomado esa direccion, de que necesitaba metodos de estudiar más, de que yo no ponia suficiente empeño en estudiar la materia y al final de semestre habría surgido lo mismo, que no pasaría el ramo pues no era el estudio lo deficiente... Y habríamos tenido que ver otra opcion...
Y eso muchas veces te lo dije, fui transparente contigo en todo lo que decidía y hacia, lo que pensaba. Incluso en mis sesiones ahora me dicen "si supiera como te tomabas en serio cada cosa para salir adelante, sería una situacion distinta para ustedes, pero a veces no hay la capacidad de ponerse en el lugar del otro". Incluso yo hacía cada cosa que me recomendabas siempre, ejercicios de relajacion, meditacion, formas de estudio, e igual no creías que en verdad le pusiera empeño porque simplemente no habían resultados esperados, pero los hacía siempre. Entiendo que para ti fuera frustrante que yo no pudiese avanzar en la medida que esperabas, pero lo hacía dando cada gota de mi sudor, aceptando cada ayuda y recomendacion que me dabas. Y si de antes no acepté ciegamente la psicoterapia era simplemente porque no sabía que debía mejorar en concreto, y simplememte hubiera sido una inversion que daría frutos en este mismo momento. Yo sabía que debía hacerlo pues no tendría las capacidades de reparar mis problemas solo, pero, ¿Qué problemas? . Aunque hubiera entrado a psicoterapia en 2020, cada prueba para ver resultados habrían sido de un semestre, pues para ver si me estaba resultando o no tendría que verlo wn el periodo de finales, de ver como me resultaba todo, y si no era el estudio, vería otra opcion con mi psico, y nuevamente a ir viendo la nueva hipotesis de que me pasaba, y saber si ahora estaría bien esperando otra vez el cierre de semestre. Mi psiquiatra dijo inclusive que tú mas que cualquier otro cercano debería saber que los resultados no son inmediatos, y menos si hay que ir viendo y desenterrando de a poco cual es el problema. Y cuando lo supe, lo abordamos, me enfoqué en todo y lo logré sin mayor problema, porque pude saber que era lo que debía atacar.
Y pese a todo, que yo estaba con todo haciendo mas que mi máximo esfuerzo, ¿Te restaba?, Acaso ¿por mi alguna vez no lograste avanzar?, No, claro que no, yo te apoyaba en todo para que pudieras lograr cada meta que tenías, y tampoco me frenaba a mi mismo. Pudiste egresar y yo nunca fui una traba para eso, e incluso te ayuda en todo lo posible para que vieras que yo te potenciaba, te apoyé en tu trabajo fuera de Talca y en que alojar donde el Lu era lo mejor aunque eso significaba que tambien habría menos tiempo para vernos. Y no puedes decir siquiera que por mi no pudiste encontrar pega fuera, porque esa era la viva imagen de que si y nunca te dije, te pedí ni te demostré que no quería que te alejaras buscando trabajo, al contrario, yo estaba más que feliz y orgulloso de eso y esperaba que ojalá pudieras más, incluso dándote ánimos para ver la opcion de trabajar en el tribunal si llegara a surgir la oportunidad. Asi que ¿ en verdad yo te estaba restando en tu vida?, ¿ te estaba ya robando tu tiempo para sacar más cursos o especialidades?.
Estaba el plan de vivir juntos, pero tu ese plan ya lo tenías de antes, muchas veces hablaste de estar mal en la casa y que si pudieras, te irias a vivir sola. ¿Y te puse yo trabas para no hacerlo?, ¿Acaso ahora que no estoy se te hace más sencillo irte a vivir sola si estas en las mismas condiciones de estar solo tu apta economicamente para hacerlo?. Incluso te decia que si lo hacíamos, yo aportaría la misma cantidad que tu, aunque tu dijeras que no porque debía ver mis estudios primero, pero yo no dejaría que no pudieras estar en paz viviendo solo porque yo aún estudiaba.
Ninguno núnca freno al otro, pero te convenciste de que así fue. Y quizas me equivoque diciendo de que empezaste a tener miedo en el futuro y eso te hizo creer más la idea, pero eso demostraste. Pues no hay nada que no hayas logrado por culpa mia o por simplemente haberme tenido a tu lado. Inclusive hasta ir a ver a Coldplay pudimos, y yo pagué por mi, luché para que pudieras aunque sabía que tu irías con o sin mi, pero era especial que yo estuviese ahí contigo, y valio más que la pena haber estado disfrutando junto a ti.
Y sí, quizas habían cosas que yo estaba cargando en ese momento, pero yo no quise ponertelas encima porque en ese momento sí habría sido un verdadero freno para ti, generandote preocupacion, teniendo que ir con mal sabor de voca a Coldplay, no poder salir a acampar ni salir juntos a despejarnos. Eso si era un freno, eso si era haber sido egoista y poco transparente contigo y la realidad. Y pese a eso, yo pude con todo, pero había algo más que no pude arreglar y no fue por no haberte dicho, simplememte fue un mal momento que me agarró en el último minuto. Y este año pasó igual, sin ti, fue igual... Pero logré ver más opciones y recuperarme con un pue ya en el vacio, sin decirle a nadie, porque nadie habría podido saber que hacer.
Quizás nunca logres comprender la posicion en la que estaba, la que te dije en el mismo momento donde me pediste una explicacion del por qué no te conte. Pero así fué, y aunque me duela el alma por verme donde estoy, alejado de ti, fué la mejor opcion para que saliera todo bien.
Ahora todo lo que sucedio despues, luego del quiebre, sabes que no es simplemente que no haya hecho las cosas bien y respetado tu espacio. Porque ya tu misma lo dijiste, que siempre hubo un proposito tuyo de haber decidido hacer esto, y eso yo siempre lo quise saber, el porqué cambiaste tan drásticamente casi como ai hubiera sido la peor persona contigo, y eso mismo generó que yo no aguantara escribirte en ocaciones, donde escribía que quería entenderte, que necesitaba que dijeras algo. Y lo plantaste ahí, castigaste que me doliera al alma no saber el por qué de tu nueva forma de ser, de por qué hacer casi como si no existiera para ti aunque hayas dicho que cualquier cosa que pasara, si estaba mal, tu estarías ahi... Pero como sabrías si estaba mal si no sabías nada de mi aunque vieras que subía alguna historia. Eso plantaste con el proposito oculto que tenías, una duda gigante en mi que solo podía saciar diciendome que en verdad fui una persona horrible, pues gané más que quien en verdad te hizo sufrir en algun momento. Aunque yo siempre haya encontrado una mejilla que poner para verte desahogada, aunque me pusiera mil veces en tu lugar para entender tu enojo o forma de actuar, donde nunca fui malo hacia ti... Siempre para ti, hasta el punto donde me decian "deja de defenderla", y yo diciendo que tu tenias X cosa que te afectaba, que igual habían X peoblemas externos que yo entendia... Para ti aún ahora despues de tantos meses interminables.
Y aún te busco cada vez que salgo de la casa, ruego porque aunque sea con la vista, pueda encontrarte un día.
Aún no puedo dejarte. Y hablando las últimas cosas con mi psicologa y escuchando tantas cosas, aún no puedo dejar de amarte, de hablar bonito de ti ni defenderte... Uno no elige a quien amar, pero si como actuar.
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entiende a lo que se refiere y piensa igual, no tendrían que pasar por situaciones así de violentas, no fuera de las misiones, al menos. entiende que pongan a prueba valentía de los alumnos y qué tan preparados están para convertirse en detectives, pero, ¿acaso se olvidaron de que existe el mundo exterior también? ' podemos entrenar defensa personal juntos. ' propone porque duda que los profesores vayan a ser su salvación, a fin de cuentas consideran a propios alumnos como sospechosos, no piensan en protegerlos sino que buscan atraparlos. combate cuerpo a cuerpo nunca fue su especialidad sin embargo dadas las circunstancias acepta que debe mejorar. ' tienes razón, pero el mundo no es un lugar justo, alexander. ' pesimista, lo sabe, aprendió con el tiempo que no todo el mundo obtiene lo que merece, que en ocasiones no queda más que intentar tomar la situación y hacer lo mejor de ella, o aguantar, como ahora, que simplemente presiente que reverier no accionará para ayudar a las víctimas. ' así es. ' suelta un pequeño suspiro, no puede dejar de pensar en ello, ¿que dirá? la verdad y nada más que la verdad, ¿y si la hace ver sospechosa de todas formas? ' preferiría no verme obligada a hablar y revivirlo todo, ¿y si los encapuchados toman represalias? ' en el momento tuvo miedo y confusión, actualmente mucha paranoia y demasiadas pesadillas. está claro que la legión (como se hacen llamar) detesta a la academia y ambos están siendo forzados a ir contra ellos en su declaración o serán marcados. siente que no hay un buen bando del cual formar parte, que se encuentra entre la espada y la pared. ' ¿tú crees? ¿alumnos? pero… ¿por qué? ' no lo comprende, gran mayoría se esforzó para tener un lugar en la academia en primer lugar, ¿qué sentido tiene ponerse en contra? aún más considerando hostilidad que manejaron aquellas personas capaces (según ella) de cualquier cosa. sonríe ante la broma, azula nunca lo dejaría desamparado luego de haber hecho tan buen equipo y ganarle aprecio. ' no me necesitas, eres valiente, saliste de tu habitación cuando no era seguro para buscar a una compañera, no todos harían algo así. ' nadie egoísta y cobarde, eso de seguro. ella, si bien se encontraba en las máquinas expendedoras y no en su habitación al momento del ataque, salió de su escondite porque pensó que alguien necesitaba ayuda, arriesgándose. observa como se acerca y se queda en la misma posición, quieta. analiza facciones masculinas y escucha propuesta hasta que se aleja nuevamente. solo entonces contesta: ' aceptaría un paseo en velero. ' ¿por qué no? quizá le ayude a despejar su mente abrumada. ' ¿a dónde iríamos? ' desconoce si tiene un destino en mente o simplemente navegar lejos de tierra firme y de sus problemas, lo cual de igual forma suena tentador dadas las circunstancias. ' es que josephine y yo somos— amigas. ' es extraño decirlo en voz alta por primera vez, ni siquiera llegó a llamarla así directamente, sin embargo en el fondo simplemente sabe que la otra también la considera como tal. ' siempre está en mis pensamientos. ' prosigue confesando la verdad, espera que no sea nada grave considerando que no llegó a despedirse. ' ¿volverá? ' pregunta un tanto esperanzada con la idea de a abrazarla nuevamente, de que no renuncie a sus sueños, tantas veces ella quiso hacerlo y ex yule la detuvo amable y sincera, merece graduarse como todos los demás. ' quiso que me cuidaras, sí, suena como josephine. ' curvatura de labios se torna nostálgica y asiente con la cabeza. ' fue de las primeras personas en la academia que se preocupó por mí. ' de las primeras personas con quien conectó muy rápido, también, contándole cosas de las que nunca se había animado a hablar, generando un vínculo inesperado y realmente fuerte. enterarse de que ya no está le hace sentir sola, aunque nunca lo admitiría en voz alta.
no le conocía lo suficiente como para saber si las palabras ajenas eran verdad o no, sólo sabía que por su parte, estaba enojado y no le parecía que fuera algo que estuviera bien. ' pues no creo, o sea, estoy seguro de que no es algo que vas a superar y vas a estar bien, no es algo que dude, pero...' hace una pausa, tratando de expresarse un poco mejor, no le gustaba sentirse inservible. ' esto no está bien, los imbéciles esos haciendo esto, no está bien. deberíamos estar mejor preparados que esto, deberíamos tener protocolos para defendernos.' explicó, detestaba ver el número de sus compañeros que tenían vendas o demás cosas por el daño que la legión les había hecho, sólo quería poder ayudar más. ' eres una mujer fuerte, lo sé, pero no está bien que esto te pase y no se pueda hacer nada para contraatacar o algo, sé que puedes soportarlo, pero no está bien que tengas que hacerlo. ' añade para tratar de mejorar su explicación. sabía que se estaba alargando con el tema, no quería que su compañera lo viera como un intenso por lo que apretó sus labios en una suave sonrisa y se encogió de hombros. ' sí ¿a ti también? ' pregunta con curiosidad. era raro estar hablando de esto tan abiertamente cuando todos a su alrededor parecía que trataban sólo de olvidar el tema y seguir adelante, pero se sentía bien el poder desahogarse aunque sea un poco del tema. ' ¿crees que hayan de ellos entre nosotros? ¿nuestros propios compañeros trabajando en nuestra contra? ' pregunta después. era la única razón por la que imaginaba querían hacer interrogaciones de esa manera. sonríe ampliamente pero niega ante sus palabras. ' anda, capitana, no lo veas así. eres más que capaz de cuidarte, pero a veces los números hacen la fuerza. ' le comenta, todavía sonriente, pero después dramatiza como encoge los hombros. ' y quién sabe, a lo mejor yo quería que me cuidaras tú y me has evidenciado. ' se permite bromear un poco sobre la situación, para que no todo estuviera tan serio. ' no lo veo tan malo, se me hace un lugar pacífico en comparación a todo esto... ¿me rechazarías el ir de paseo en un velero si tenemos la oportunidad? ' pregunta con curiosidad, inclinándose un momento hacia ella cuando hace la pregunta pero después volviendo a su lugar original. ve la reacción hacia la mención de su prima, frunciendo el ceño nuevamente por un segundo pero después asiente suavemente. ' sí, ella está bien, sólo tiene algunos conflictos con algunos de su familia. ' le cuenta, no sabiendo qué tantos detalles le gustaría a josephine que se compartieran. ' de hecho, me pidió que te cuidara, ahora que lo recuerdo. ' dijo con cierta gracia, mirándole pero después apurándose a añadir más. ' pero no te ofendas, eh, yo le dije que seguramente eras el doble de valiente y fuerte que yo.'
#› 𝙗𝙤𝙮𝙨 𝙬𝙞𝙡𝙡 𝙗𝙚 𝙗𝙤𝙮𝙨 𝙗𝙪𝙩 𝙜𝙞𝙧𝙡𝙨 𝙬𝙞𝙡𝙡 𝙗𝙚 𝙬𝙤𝙢𝙚𝙣 ‹ interacción.#con: alexander.#jsjsj no te preocupes por eso yo soy doña biblias#me inspiro y siempre me alargo sñkdjfg#aw azu hablando por primera vez de su amistad con josephine#extraña a su bestie 😭#es que es su primera amiga en muuuuucho tiempo#azu es demasiado distante y reservada u_u
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Bien dicho sea el refrán "la curiosidad mato al gato", aunque es una pena que hayas tenido que pasar por dicha experiencia. No obstante Cubo, tal vez peque de amarguetas, tal vez de arrogancia, pero bastante condescendiente fuiste al creer habria tesoros en una rama que, aunque suene increíble de decirlo, hace la mar de años se volvió un método practico para sacar a pasear las fantasías mas escabrosas ocultas en la imaginación de estos seres, o como bien has dicho, suplir carencias de la vida real. Y digo increíble puesto que, habiendo como hay hoy día tantos métodos para satisfacer la mas instintiva de las naturalezas del ser humano (dicho sea de paso, en su mayor parte el internet) estas personas no se encuentren satisfechas si no que, en su arrogancia y necedad vengan a manchar algo que ya de por si bastante manchado esta sin necesidad de la intervención de estos seres. Mas increíble aun, existan quienes osen defenderlo, apelando al clásico dicho de "cada quien es libre de rolear lo que guste" cuando eso ni rol, ni follirol puede considerarse. Pensándolo bien, bastante amables hemos sido al llamarle follirol, porque al menos un verdadero follirol esta bien escrito y no esas aberraciones que ni aportan ni enriquecen y solo desvirtúan la mayoría de foros a donde van a parar.
Bueno, compañero creo que no es necesario ponerse condescendiente ni en un sentido ni en otro. Lo que de verdad importa es el mensaje que he tratado de dar con mi última entrada. Yo no vengo aquí a dar lecciones, al contrario, trato de aprender de mi experiencia y de aquellas que llegan hasta mi Tumblr. No te compadezcas de mí, hombre. Yo me alegro de haber podido aprender y comprobar por mí mismo que tendré que dejar de buscar oro en todas partes para seguir leyendo, perdona que te corrija aquí, esos post de erotismo y exquisita pornografía que aún puedo disfrutar tanto dentro de mi entorno como fuera de él. Simplemente, ahora elegiré con cuidado cuándo correr el visillo.
Me temo que el tema de la ortografía es un caso aparte que nada tiene que ver con este tema específico. El que escribe mal lo hará en cualquier tipo de tema, del mismo modo que quien lo hace bien te hará olvidarte de que lleva tres post disfrutando del concepto de amor carnal en toda su amplitud.
Aprovecho, igualmente, no sólo para darte las gracias por tu comentario, sino para animarte a no condenar o generalizar. Mejor dar carpetazo a lo que no te gusta pero con la mente abierta a la esperanza de que las cosas cambien. Si todos nos resignáramos tendría que dejar escribir esos temas yo también. Y no, eso no va a pasar. Considero esos roles tan importantes como cualquier otro en la vida de mis personajes. Porque nos moleste o no, es verdad que cada cuál tiene derecho a escribir cómo, cuándo y lo que le apetezca en cualquier momento. La censura no va conmigo.
Si algún día das con un tema subido de tono y te gusta, házmelo saber y con gusto iré corriendo a devorarlo. =E
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Un poco Desvergonzado
1/22
-Él chico es demasiado joven -la mujer sentada detrás al enorme escritorio le dedicó una mirada categórica. -No lo creo, agente, tú eras mucho más joven cuando fuiste reclutado – sus ojos se clavaron en los de la mujer. -Es demasiado joven –reiteró el hombre de traje. Greta lo estudió con los labios fruncidos, aquella es la razón por la cual el agente 011 es uno de los hombres que menos tolera, él tiene... Opiniones y no duda en externarlas, pertenece a esa categoría de hombres a los que siempre ha detestado, aquellos que piensan tener siempre la razón, tan confiados en sus propias habilidades que simplemente dan por hecho que tenían razón, colma sus nervios, y en privado se confiesa que el agente 011 tiene un problema con que una mujer estuviese a cargo, pero no tiene forma de probarlo, pues nunca cruzaba la línea, manteniéndose al borde de ella, siempre mostrándose indefectiblemente cortés, incluso en aquellas ocasiones cuando ella bien sabe que está discrepando con sus decisiones. Desafortunadamente, no tiene más remedio que tolerarlo, pues es uno de sus mejores agentes, si no es que el mejor, su éxito es inapelable, es demasiado bueno como para deshacerse de él tan pronto, sin importar cuánto le desagrade su actitud. Sin más, devolvió su atención al niño en la pantalla, para ser justos, el agente 011 tiene un poco de razón, él chico lucía joven, incluso más de lo que realmente es, pero no se encuentran en posición para comenzar a ponerse quisquillosos. -Lo necesitamos agente -sentenció de manera cortante. -Es un niño indigente y sin entrenamiento -replicó el Agente 011- ¿Qué puede hacer él que nuestros jóvenes agentes entrenados no puedan? Ella apretó los dientes, ¿acaso pensaba que es ella una incompetente? Ella incluso es un par de años mayor que el agente 011, pero ha sido su superior por más de una década, es verdad que no tiene experiencia de campo, pero no se convirtió en jefa del Servicio de Inteligencia de los Estados Unidos siendo una idiota, bien sabe que puede decirle al hombre que haga su trabajo y dejase de cuestionar a sus superiores, pero eso no sería inteligente de su parte, el agente 011 es más cooperativo y eficiente si está de acuerdo con la misión. -Lo necesitamos para la misión Cavil -repuso de manera segura, evitando la pregunta. -Pretendes utilizar a un chico inexperimentado e inocente para robar un USB, perteneciente a un jefe criminal británico -recapituló con desdén, lo miro sin inmutarse, ignorando su tono poco impresionado. -Él niño está más que experimentado para el trabajo, ese "chico inocente" ha estado hurtando desde que cumplió los seis años, nuestras fuentes en pandillas han asegurado que él es el mejor que está dentro de esos círculos, tiene el apodo de "niebla" por una razón; aparentemente es casi imposible atraparlo incluso cuando sabes que va a robarte, es así de bueno –tuvo esa sensación de haber despertado la curiosidad del agente 011, pero como siempre, es difícil leer su rostro. -Estoy seguro que 023 puede hacer el trabajo – el hombre comenzó a replicar- y él no es un niño callejero. -El Agente 023 no es el adecuado para esta misión en particular, no puede interpretar el rol de rico y hedonista hombre de negocios y tampoco puede ser un Sugar baby creíble. Se sentía un poco más que ridícula diciendo las palabras Sugar baby en una conversación seria, pero le gustaba ser directa, y eso es lo que se necesita para la misión, después de todo; dos agentes deben infiltrarse encubiertos a un crucero, un crucero de lujo para gente adinerada que tiene un gusto por los chicos jóvenes, 023 aún con todos sus considerables talentos en el hurto, forzando cerraduras y hackeando, es un ordinario chico de veinte años con un notable caso de acné, resultando más adecuado para misiones que requieren agentes anónimos que se puedan mezclar fácilmente entre la multitud, siendo uno más; definitivamente no está calificado para la misión Cavil, nadie creería que un rico y poderoso hombre de negocios estuviera interesado en tener a 023 como su sumiso, y él mismo es demasiado joven para tomar el rol de
Sugar daddy. - ¿Y crees que este niño indigente puede ser un Sugar baby creíble? Incluso si pudiese conseguirlo, probablemente se desmoronaría a pedazos ante la presión, hurtarles a personas al azar es una cosa, robar información a un jefe criminal paranoico para después regresarla sin que éste lo note, es otra. Ella pellizcó el puente de su nariz; lo peor de todo es, que ella sabe que la preocupación de 011 es completamente válida, por primera vez, ella deseó simplemente eliminar permanentemente al objetivo y conseguir el USB, pero no es posible, no pueden arriesgarse. -Al menos, a diferencia de A23, él puede interpretar el papel -alegó, mirando la pantalla de nuevo. El muchacho en la pantalla parece atractivo, más alto que la estatura promedio, no tiene musculo alguno, pero suponía que de esa manera se podía mantener el “encanto”, largas piernas, pecas por todo el rostro y una sonrisa bonita; es un poco demasiado pálido para alguien de New York, pero la palidez de su piel sólo acentuaba sus brillantes ojos verdes y el color rosado de sus labios, su piel lechosa y complexión esbelta, conjuntamente a sus delicados rasgos faciales, son probablemente su mejor carta; aunque, ese cabello rizado es desafortunado, demasiado largo y desorganizado, rompe con la estética de su cuerpo en general. La forma de los ojos del chico le da una impresión de vulnerabilidad, lo cual es algo que definitivamente atraía a hombres más maduros que gustasen de jóvenes compañías, escucho al agente 011 suspirar. -Muy bien, ¿a quién vas a enviar con él para hacer de niñera? Ella lo miró y alzó una ceja, pensaba que había sido más clara, no tan sutil; él hombre dejó escapar una carcajada. -Con todo el debido respeto, no puede estar hablando en serio, sabe que no puedo. - ¿Y por qué no podrías 011? -inquirió fríamente, una arruga apareció entre sus cejas, no es la respuesta que había estado esperado. - Eso arruinaría mi encubierta, señora, para la misión H- Ella retuvo un suspiro; es verdad que ir de encubierto como un Sugar daddy hedonista podría arruinar una de las misiones más importantes a largo plazo de 011, pero no es nada que no hubiese considerado ya. -El riesgo es innegable -admitió con determinación - pero la misión H está mayormente situada en Inglaterra, es improbable que los objetivos crucen sus caminos alguna vez, tu cubierta no será comprometida. Los labios de 011 se unieron y se apretaron, su desacuerdo es notable, pero cuando ella le miró, por primera vez no discutió. -Sí, señora. -Lee el archivo del chico, tú serás quien lo reclute, así que deberás familiarizarte con sus antecedentes, es bastante común: Nació en New York, su padre de fue asesinado en un asalto cuando tenía dos años y la madre murió cuando tenía cuatro años, de cáncer; sus parientes lo separaron de su hermana y lo llevaron consigo, nuestras fuentes indican que sus parientes abusaron de él emocionalmente, tal vez de forma física también -se encogió de hombros, incómoda con el tema, raramente reclutaban a chicos de la calle - De cualquier forma, él huyó cuando tenía siete años, creemos que se unió a la pandilla de Ansel Elgort y empezó a hurtar a cambio de protección y un techo sobre su cabeza, pero dudo que le sea leal a la pandilla; utiliza el anhelo del muchacho, tener un techo seguro, comida caliente, una vida estable y un futuro prometedor, estoy segura de que no tengo que enseñarte cómo manipularlo –sus labios se volvieron finos. -No, señora. -El chico debe ser reclutado esta noche, supervisarás su progreso y lo entrenarás si es preciso -un músculo palpitó en la mandíbula de 011, ambos saben que un agente como él tiene mejores cosas que hacer que entrenar novatos. -Sí, señora –respondió. -Puede retirarse, agente -sentenció ella. Observó cómo el hombre se salía de su oficina, frunció el ceño cuando la puerta se cerró tras él; se preguntó si había cometido un error, después de todo, el agente 011 no es alguien a quien querías tener como enemigo, pero necesita mantenerlo a raya. Pese a todo, ella no es ciega ni estúpida, sabe que él es el candidato más indicado
para reemplazarla, regresó su mirada hacia la foto del castaño en la pantalla y sonrió, sí, la misión Cavil es perfecta para sus propósitos. La mujer apesta a dinero, mordisqueando su labio, Tim la estudió de la cabeza a los pies, desde su vestido de diseñador y su bolso Prada, hasta el brillante iPhone nuevo en la mano, tal vez ni siquiera tenga que buscar otro objetivo, para reunir los seiscientos dólares Ansel le había exigido, sólo espera que la mujer llevase suficiente efectivo consigo. Ignorando la voz en su conciencia, se movió hacia ella, diciéndose a sí mismo que seiscientos dólares serían fácilmente reemplazados por alguien quien puede vestir con ropas que cuestan al menos cinco de los grandes; sin embargo, la pregunta es otra ¿Qué hace una mujer como esa en aquella parte de Staten Island? Aunque, en realidad, eso no es asunto suyo, ella es un simple blanco, nada más, tiene un trabajo que hacer, y no puede permitirse ser quisquilloso acerca de ello, no, si quiere evitar convertirse en el saco de boxeo de Ansel está noche. Sus labios se apretaron infelizmente, quiso patearse a sí mismo desde pequeño por acceder a la protección de la pandilla, para ser justos, él solo tenía siete años en ese entonces, un pequeño niño flacucho, fácil de engatusar, asustado e indefenso, en aquel momento, la protección de Ansel le había parecido una bendición, ahora se siente como si fuera un esclavo, con las siempre crecientes demandas de Ansel, sabe que él nunca le permitiría abandonar la pandilla, es la gallina de los jodidos huevos de oro, capaz de llevarle más dinero que todos sus otros chicos juntos… jamás podría ser libre de Ansel. Aparto el deprimente pensamiento de su mente, y se enfocó en el trabajo; la mujer tiene el monedero en el bolsillo izquierdo, su mano derecha apenas había llevado su iPhone hacia el oído, sacó su propio móvil, uno antiguo, raspado y rayado, pero indestructible; caminó hacia la mujer, sus ojos fijos en su teléfono; nada sospechoso, sólo otro adolescente chateando con sus amigos sin prestar atención por dónde camina, atropelló a la mujer a su costado, murmuro un par de disculpas, y luego huyó, con el monedero escondido bajo su sudadera; rodeó la esquina y desapareció en el callejón oscuro. Observo a su alrededor, para asegurarse de estar sólo, una vez hecho, sacó el monedero y lo abrió, su respiración se detuvo, sus ojos se abrieron de par en par cuando vio su contenido; dinero, mucho dinero… Y eso otro ¿son diamantes? Estaba por tocarlo, pero algo frío y duro se presionó contras su nuca. -No te muevas -ordenó una voz profunda y varonil detrás suyo. Maldijo, idiota, debió haber sospechado que algo sucedía, fue demasiado fácil, incluso para él. -Entra al coche -imperó la misma voz. Dos hombres lo tomaron por los brazos y lo arrastraron hacia una camioneta negra aparcada cerca de la esquina; no opuso resistencia, con su mente a toda velocidad… ¿Quién querría secuestrarlo y por qué? Él no es nadie… Bueno, no nadie, pero es un pequeño pez en un gran estanque ¿por qué jodidos él? Los hombres lo empujaron hacía dentro, pero ninguno entro con él, escuchó a uno de ellos subir al asiento del conductor y el otro al del copiloto; cuando comenzó a preguntarse si debería intentar escapar del coche, otro hombre entró en la parte trasera de la camioneta y se sentó frente a él. Lo observo cautelosamente, no lo reconoció, tiene el cabello rubio oscuro y los ojos más azules que haya visto jamás, su piel ligeramente bronceada; viste con pantalones negros y una camisa negra simple con cuello de tortuga, que no hace nada por esconder su cuerpo enorme y fibroso. -Hola, Tim -saludó el hombre cuando el coche empezó a moverse, él parpadeó varias veces. -Jodidamente espeluznante –algo parecido a la diversión brilló en la mirada del hombre. -Podría hacerlo más espeluznante -su voz es increíblemente profunda y atractiva, la clase de voz que retiene la atención de la gente - Eres Timothée Chalamet, tienes veinte años y eres miembro activo de la pequeña banda de ladrones de Ansel Elgort - su piel se heló, y su corazón salto,
nadie conocía su apellido, ni siquiera Ansel. - ¿Qué quieres de mí? –cuestionó con decisión. El hombre se limitó a observarlo por un largo tiempo, es muy atractivo, eso lo hace sentir incomodidad y molestia, por supuesto, no es como si tuviese un problema con los hombres guapos, es sólo que… No le gusta el efecto que tienen sobre él, tiende a sonrojarse, balbucear y hacer cosas estúpidas alrededor de hombres guapos, lo cuales siempre resultaron ser heterosexuales o no estaban interesados en él, lo cual hacía toda aún más mortificante, las hormonas son horribles, tener veinte años apesta. -Está es la situación - el hombre comenzó por fin, de manera tranquila - Estás en problemas, robaste veinte mil dólares, además de un brazalete de diamantes y oro blanco a una destacada ciudadana... - ¡Me tendiste una trampa! ¡Nunca me han atrapado! -renegó con irritación, si bien es un ladrón, no le hubieran atrapado antes, de no ser por una estúpida trampa; observo como el hombre rubio parpadeo despacio, sus labios se torcieron. -Eso es irrelevante, o importante es, que fuiste atrapado robando una sustancial suma de dinero y una reliquia invaluable, normalmente, eso significa cárcel segura – el hombre señalo como si fuera una plática casual. - ¿Qué es lo que quieres? - frunció sus labios, disgustado, no tiene un buen presentimiento. -Queremos que trabajes para nosotros -respondió el hombre sin más. No puede decir que está sorprendido, lo había sospechado, sabe que tiene una reputación en ciertos círculos. - ¿Para quién trabajas? ¿Big Johnson? ¿El profesor Xavier? - El hombre rió, el sonido es ronco y profundo, sintió su estómago revolotear, maldijo a sus estúpidas hormonas una vez más. -Para nadie tan emocionante como ellos, me temo -repuso el hombre reacomodando su suéter- trabajo para el SIS. -SIS -repitió tontamente, analizando las silabas. -Servicio de Inteligencia Secreto -aclaró el hombre, como si él no supiese qué es- o IC, si lo prefieres -le miró por un momento antes de hablar. -Pruébalo -el hombre alzó las cejas. - ¿Te das cuenta que ser un agente de la Inteligencia Secreta no es algo que anuncias, cierto? -Idioteces -replicó indignado - si realmente eres un agente del IC, necesitarías alguna clase de identificación para probar a la policía que tus acciones son respaldadas por el gobierno, no resulta nada práctico tener a tus superiores sacándote de problemas cada vez que los tengas. Por primera vez, vio algo similar a aprobación en esos profundos ojos azules, tuvo que pelear contra el sonrojo amenazando con colorear su rostro… Ugh, hormonas. -Me gustas, castaño -declaró el hombre, lo cual no ayuda a su situación- normalmente tendrías razón, pero hablando estrictamente, los agentes del IC no estamos autorizados para realizar operaciones sucias, así que tener una ID real no ayudaría, la mayoría de nuestros agentes de campo cargan con ID falsas emitidas por la CIA - ¿Pero tú no? -el rubio negó con la cabeza. -Yo pertenezco a una división especial que no tiene IDs, soy conocido como el Agente 011 - él rió entre dientes. - ¿Agente 011 en serio? ¿Me dirás que hay un Agente 007 también? -la mirada que el agente le dedicó fue definitivamente de cansancio. -No, James Bond y Double-ohs no son reales, pero el IC sí lo es, y algunos de nosotros tenemos nombres código. - ¿Entonces cuál es tu nombre? Me siento como un tonto llamándote Agente 011 en mi cabeza. -Clasificado -él sonrió ampliamente. - ¿Tu nombre es Clasificado? Vaya que inusual. -Pequeño niño desvergonzado -murmuró el Agente 011 con los dientes apretados- No puedo decirte mi verdadero nombre, sólo dos personas del IC lo saben - se reclinó contra el asiento y coloco sus piernas en el lado opuesto, junto al agente. - ¿Así que, si accedo a trabajar con el IC tendré un código también? ¿Puedo escoger el número? -la mirada del Agente 011 bajó hacia sus piernas, su rostro luce completamente desinteresado. -Si eres reclutado, serás pasante por un tiempo, tendrás un código cualquiera, incluso si completas satisfactoriamente el programa de entrenamiento, probablemente solo serás
Agente Chalamet, lamento decepcionarte, pero la mayoría de los agentes no tienen códigos permanentes. -Pero tú sí -señaló con intriga- ¿por qué? - ¿Sabes lo que les pasa a los gatitos curiosos, castaño? -Mueren. -Precisamente – el rubio le miró intensamente, no está seguro de que el tipo estuviese bromeando, considerando cuál es su trabajo. -Entiendo -dijo con una sonrisa incómoda antes de fruncir el ceño- Y deja de llamarme castaño -el Agente 011 se encogió de hombros. - ¿Así que aceptaras el trabajo? - ladeó su cabeza, un poco confundido. - ¿Tengo alguna otra opción? -Siempre hay más opciones -replicó el Agente. - Por supuesto, la otra es la cárcel, aunque supongo que no es realmente una opción -el hombre le miró con dureza, con una expresión algo cansada. -Si realmente no quieres servir a tu país y protegerlo, sal del coche, no te detendré. Puedo haberse burlado y dar vuelta los ojos, pero la mirada mortalmente seria en el rostro del agente le hizo vacilar; tiene la sensación de que ese hombre no es de vacíos discursos patrióticos –¿Lo dices en serio? -Por supuesto -el Agente 011 suspiró - Mira, no es un trabajo bonito, a veces serás forzado a hacer cosas, cosas que odiarás absolutamente, cosas que te harán querer vomitar y evitar tu reflejo en el espejo -el agente le dedicó una sonrisa que no llegó a sus ojos - Confía en mí, si no crees realmente que estás haciendo lo correcto, que tu país necesita que te lo tragues y lidies con ello, no durarás en el Servicio Secreto. Se inquietó, sintiéndose un poco deshecho, es cierto que no se considera un patriota, pues nunca ha tenido la ambición de servirle al presidente y al país, tampoco es antipatriota, si le están dando la opción de elegir, le gustaría estar en el lado bueno por primera vez, sin mencionar que, al aceptar el trabajo, sería libre de Ansel y su "protección", cosa que es bastante significativa para él. -Eres un malísimo reclutador -reprochó con un tono de broma- ¿no se supone que me debes convencer de que tendría que estar loco para no aceptar un trabajo así? -Una mirada de genuina diversión iluminó el rostro del Agente 011. -Probablemente. Lo tomo como una confirmación de que el agente ha sido enviado para reclutarlo, una orden con la que claramente está en desacuerdo, pero fue forzado a seguirla. - ¿Por qué no quieres que acepte la oferta de trabajo? -Eres demasiado joven -señalo rápidamente con tono áspero - este estilo de vida no es seguro para niños - él sonrió torcidamente. -Sin ofender, Agente 011, pero mi actual estilo de vida no es exactamente seguro, tampoco –vaciló por unos segundos - ¿Para qué tipo de misión me requieren? -Clasificado - cruzó los brazos sobre su pecho e hizo un exagerado puchero. -Eres un malísimo reclutador -los labios del Agente 011 se crisparon, él suspiró, pensó un momento, antes de preguntar - ¿Tendré mi propio lugar?, una casa, algo mío. -Sí, después de terminar tu entrenamiento - lamió sus labios resecos. - ¿Dónde firmo? -el Agente 011 tocó un pequeño auricular que no había notado hasta ese momento. -Está dentro -informó el Agente 011, su postura se relajó, pero sus ojos se mostraron severos.
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Frotó su mano sobre el cuerpo del australiano apenas recibió el abrazo. Cuando se separó, carraspeó y sonrió de nuevo, antes de beber de su vaso. Lo miró cuando lo escuchó, pero al escucharlo, evitó mirarlo. Tragó con dificultad y frunció sus labios antes de relamer los mismos. No, no sonreía. — Tienes demasiado en tu cabeza ahora para escuchar lo que tengo para decir pero necesito que sepas que mis sentimientos son reales, los que tengo por ti -afirmó, cerrando sus ojos dos segundos, estaba medió arrepentida por decir eso en voz alta- Quizás hubiese sido más sano que me odiaras y no quisieras verme más, yo pensé que lo mejor era alejarme de ti pero en verdad no puedo. Le diste a mi vida todo un amor que yo no conocía, el amor de familia. Eres alguien que quiero cerca, incluso si no estamos juntos. Quiero ser todo lo que necesites y pueda darte, si me dejas, lo seré -llevó una mano a su pecho- Siento que debías oírlo de mi, porque soy mala dejando las cosas sin decir, puedes llegar a pensar mal de mi... y no quisiera eso -se confesó, sintiéndose aún peor cuando notó que estaba hablando de algo, y no algo bueno como había pedido- Habiendo dicho eso... Italia me gustó pero sigo estando obsesionada con Australia -confesó cerrando un ojo más que otro, como si le diera vergüenza admitirlo pero una sonrisa asomó por sus labios, enseguida mirándolo con más naturalidad. Aunque por un momento quiso observarla hablar, tuvo que desviar la mirada porque sí, tenía demasiado en su cabeza como para tratar aquel tema sin ningún tipo de aviso o preparación. Por eso fue que se removió en la silla por tercera vez desde que ella había llegado y clavó sus ojos azules en su cerveza. Ante la última confesión quiso reírse pero sólo salió un bufido, así que decidió beber y lo hizo casi acabándose el vaso. —Lo que dije, que tendrías un lugar, a pesar de lo que sucediera entre nosotros era cierto —comenzó aunque carraspeó antes de seguir—. Pero no sé si… quiera verte aún. No así, no ahora. Estoy pasando por algo complicado y no pude decir que no al verte, aún si sabía que no sería la mejor idea, eres lo más cercano que tendría a… El australiano levantó el vaso para acabarlo, relamiendo sus labios, en lo que pensaba. —A sentirme contenido... pero creo que es muy pronto y mi cabeza no está muy estable ahora mismo —inspiró aire y lo soltó en un bufido corto antes de finalmente buscar sus ojos—. Espero que seas feliz con él, de verdad. Lo mereces. Frunció un poco su ceño con pesar, como si algo le doliera. Y le dolía, verlo mal, no poder contenerlo como hubiese querido por estar conteniéndose a limitar su contacto. Rodó los ojos cuando no pudo verla, presa de su frustración. Frustración que terminó por implotar al oír lo último. — No, por favor -pidió, alzando una mano, casi interrumpiéndolo así. Cubrió sus ojos con una mano. — Sé que crees que merezco ser feliz, y bueno, creo que todos lo merecemos... Pero no creo que yo esté yendo por el camino correcto, ¿sabes? Sólo no quiero hablar del tema ahora -aclaró alzando las cejas- En realidad no quiero que tú seas... así. Prefiero realmente que no me digas nada, no me desees el bien, deja de ser como eres. Ódiame o algo -pidió con una sonrisa, casi sin poder creer lo que estaba pidiendo. Es que Brysen era excelente persona y ella siempre había sentido atracción hacia él por su personalidad y por sus buenos deseos. Una parte de ella se creía estupida, la mitad de ella odiaba a la otra mitad que había ido detrás de una persona que ya la había rechazado y a su entender, la quería por descarte. Una parte de ella realmente creía haberla cagado, pero la parte adolescente premiaba más. Esa parte de ella que no había vivido amores estúpidos en su juventud porque no había podido, reflotaba ahora, en un momento inoportuno. Suspiró y cerró sus ojos un momento. — ¿Con lo que dijiste me estás diciendo que es mejor no vernos? -preguntó aquello porque era lo que había deducido. “Ódiame o algo.” Aquello logró hacerlo reír, aunque fue de manera silenciosa y sin dudas sin rastro alguno de gracia, humor, o cualquier sensación positiva. Tomó su vaso en esa pausa, y aún sabiendo que ya lo había terminado volvió a empinarlo más para hacer algo con su mano que buscando esas dos gotas de cerveza que ganó. Brysen llenó sus pulmones de modo que su espalda se agrandó y contuvo la respiración un momento antes de nuevamente buscar observarla. —No por ahora… por hoy y quizás mañana —respondió con evidente molestia hacia sí mismo y la situación—. Creo que no puedo hacer como tú, y pasar página sin más. El australiano tocó su bolsillo antes de meter la mano para sacar su billetera y así un par de billetes que cubrirían las bebidas de los dos y la propina. —Sí me gustaría que sigamos en contacto, si estás de acuerdo —y aunque quiso ponerse de pie, no lo hizo, su cuerpo no respondió. No podía simplemente dejarla sola allí. Escondió su mueca al notarlo y se quedó en silencio otros segundos—. Déjame alcanzarte hasta tu departamento, o hacia donde vayas, ¿por favor? Los ojos azules de Imogen recorrieron los gestos de Brysen, y su mirada se quedó en el dinero sobre la mesa. Estaba clara su intención, y ya lo habían hecho antes así que se preparó para quedarse allí sola. Tomó aire por la nariz y con cierto coraje, desvió la mirada para terminar de escucharlo. Entonces frunció el ceño y poco a poco volvió a mirarlo. Entendía que ella le había hecho daño a él, y entendía que ese era su vuelto y que lejos estaba de querer hacerle daño pero eso le estaba doliendo. ¿Podía pedirle que no, que no le dijera eso? ¿Podía decirle que no quería cumplirlo? ¿Por qué no podía parar de ser tan egoísta con él? — Necesito que leas algo -le pidió, frente a todo pronóstico. Una vez más, giró hacia su bolso y sacó de él un papel con un texto impreso que ella había seleccionado: “What’s the difference?” I asked him. “Between the love of your life, and your soulmate?” “One is a choice, and one is not.” Se podía leer, porque la letra no era chica. Dejó aquel texto sobre la mesa y lo acercó para que él pudiese leerlo. — Puedo irme sola -le afirmó, aunque su voz estaba algo quebrada. Imogen no solía llorar en público pero estaba al borde de hacerlo en aquel bar. Se puso de pie y se alejó unos pasos, pero se detuvo y regresó con cierta decisión para poder tomar su rostro y besarlo. No fue un gesto muy alargado pero fue sentido. Incluso acarició su rostro con sus dedos antes de alejarse y corretear hasta la salida del bar.
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Quiero ver la luna contigo, quédate unas horas conmigo,SEP 15 2020
La tormenta aparentemente había terminado para el moreno, sin embargo, para Rapunzel, Scar y sus familias, las cosas apenas comenzaban. Sombreflamme dijo que lo mejor era que les diera espacio, y eso iba a hacer, pero no quería marcharse sin despedirse de ellos. Quien sabe cuándo los volvería a ver, salvo a Scar que iría con él a Beauxbatons.
"¿Qué se dice en un momento así?" Le preguntó a Sombreflamme. ¡Es que no era cualquier cosa! Perdieron a una hermana, y a su padre, que a pesar de que perdió el juicio, fue un buen padre antes de que todo eso pasara. No quería decirle adiós a nadie. Ni a Hermes, ni a Nikita, ni a Hércules, ni a Belle, ni a Aurora... Ni a Rapunzel. Ella fue su primera amiga en el mundo mágico. Al menos la primera de su edad.
No tenía muchas ganas de nada aun así mis amigas intentaban animarme y mientras lo hacían yo intentaba animar a Aurora. Scar como Hérc no salían de sus habitaciones y en general estar en casa era deprimente. El funeral de mi hermana había sido muy triste y el primero al que yo había asistido. No me había gustado nada y no había querido ver el cuerpo de Ariel, prefería recordarla tal y cómo era. Estaba en mi habitación mirando el techo con mis cascos de música cuando mi padre entró para decirme que Helena le había dicho que Valentino quería despedirse de mí. Con todo lo que había ocurrido no había pensado en las despedidas....
Me levante corriendo, la verdad es que no lo habíamos hecho y cogí mi anorak lila. No tarde mucho en ir y mi padre se quedaría por los alrededores, mamá estaba en casa muerta de tristeza y sin querer salir de la cama. Subí a la torre que llevaba mi nombre y al llegar lo vi ahí parado, por lo que me coloque a su lado sin decir nada. Imaginé que Helena se lo habría contado. Giré el rostro para mirarlo unos segundos a los ojos y aun sin decir nada apoye mi cabeza en su hombro.
Rapunzel no tardó mucho en venir, y cuando la escuchó entrar, de inmediato se volvió a verla sin saber muy bien qué decir. Se miraron por un momento a la cara y sin decir nada, Rapunzel apoyó la cabeza sobre el hombro de Valentino. Él, por instinto la abrazó, tal y como hacía su nonna cada vez que lo veía triste o llorando.
—Lo siento muchísimo, Rapunzel— le dijo en voz baja, mientras le acariciaba la espalda —¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte?— le preguntó sintiéndose como un tonto ¿Qué se suponía que hiciera? Era un niño de once años, que por todo el jaleo del mes ni siquiera había tomado sus primeras lecciones de magia. Y estaba seguro que para traer de vuelta a alguien era más complicado que sólo agitar la varita y ya.
Cerré los ojos ante su abrazo y se lo correspondí. Una parte de mí se sentía como una mala persona en ocultar que mi padre estaba vivo, pero por las visiones fugaces que veía de él parecía que no quería ser encontrado. — Estoy…bien, solo asimilándolo todo. No tengo muchos ánimos, es como si estuviera atrapada en una pesadilla y espero poder despertarme en cualquier momento. — deseaba que lo fuese pero esto era la realidad. Me separé de él y tire de su manga para sentarnos en aquel banco que había, donde estaríamos mucho más cómodos. — Creo que voy a contarte algo…que no les he dicho a mi familia, ni siquiera a mis amigas — sentía que si se lo decía a ellas me dirían que lo dijera de inmediato a mi madre, pero, qué me diría él? No era lo más sensato? No estaba su madre sufriendo mucho? Pero mi padre también sufría. — Mi padre sigue vivo, lo veo, lo veo destrozado Valentino. Tengo pequeñas visiones suyas y creo que no quiere ser encontrado.
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—¿Sabes qué es lo bueno de las pesadillas? Que siempre acaban—
le dijo con una sonrisa débil y franca aunque ella no pudiera verla. Ojalá a donde sea que fuese, nadie le dijera a Rapunzel que no había esperanza. Al separarse, la castaña tiró de la manga de Valentino para que se sentaran en un banco. Cuando ella le dijo que tenía algo que decirle, se puso muy serio. La última vez que tuvieron esa conversación, ella le contó de sus visiones y su padre. Y luego le soltó que ella sabía que su padre estaba vivo
—¿Qué? ¿Pero cómo?
No pudo evitar ponerse nervioso con esa información, y es que era demasiado que procesar. —¿Cómo lo sabes? ¿Le dirás a alguien?— y era una pésima idea. Pero es que tenían que recurrir a alguien ¿Y qué tal que Evan seguía siendo una mala persona? ¿Y si la volvía a buscar a ella y a sus hijos para hacerles daño? —¿Crees que los vaya a buscar más adelante?
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Para Ariel terminó— se me hizo un nudo en la garganta y aguante las ganas de llorar al pensar en mi hermana, en mi pecosa hermana pelirroja que le gustaba cantar y que ahora me arrepentía por no haber pasado más tiempo con ella. Sentía que debería de haber estado más al pendiente pero ya era tarde. —
Supongo que mi padre sabe engañar a la muerte, es un buen mago habilidoso…dejó su varita atrás, quizás para aparentar que murió. No sé, pero lo quiero Valentino, algo dentro de mídice que debo confiar en él. Él me confeso esa misma noche, antes del Gran Comedor que iba a “actuar” hacerse el cabrón, para engañar a mi abuela…para luego…— no sé cómo se lo iba a tomar pero yo lo veía bien. —matarla. Supongo que quería eso, matar a mi abuela pero los planes se frustraron y todo quedo en desastre esos días…supongo que no…lo consiguió, eso y que… odia a mi otro padre. Estoy segura que se siente que lo ha perdido todo, porque es cómo me dijo que se sentía aquel día en la playa antes de la aparición de mi bisabuela. Niego con la cabeza. — Hércules lo culpa, Scar…supongo que también pero él se ha encerrado mucho, creo que todos le echan la culpa de la muerte de mi hermana. — miro el suelo pensativa. — No lo sé…y yo no sé si decírselo a mi madre siento que…ella provoco todo esto. Siento que ella tiene la culpa por jugar con mis padres — no puedo evitar que se me cayera una lágrima pero me la limpio rápidamente.
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El italiano se sintió como un tonto cuando escuchó a Rapunzel. Debía tener más cuidado con lo que decía, más en un momento así. Se quedó en silencio sin saber qué decir o qué hacer. Él jamás había perdido a alguien importante. Tal vez a su padre, pero si nunca había estado con él, en realidad no se perdía de nada ¿No? No se pierde lo que no se tiene.
Escuchó con atención lo que le decía Rapunzel "¿Cómo es que se las arregla para meterse en tantos problemas?" Pensó, con cierta desesperación. Ella se metía en problemas todo el tiempo, era como si los persiguiera a propósito. O incluso los problemas la perseguían. Tal vez en eso se parecían más de lo que pensaba, pero prefirió callárselo. Cuando le dijo que su padre planeaba matar a su bisabuela, sólo desvío la mirada porque una parte de él hubiera querido lo mismo. Ella y toda la gente que la seguía no tuvo reparos en hacerles daño. Es más, el primer día de clases pudieron matarlos como si fueran cucarachas y les daría lo mismo.
—Oye... Esto no fue culpa de nadie, ni tuya, ni de tu padre, ni siquiera de tu madre. Una mujer malvada se escapó de prisión, y sólo quería poner a arder el mundo, pero para nada tiene que ver con ustedes— le dijo. A él siempre le habían enseñado que la familia era lo más importante —Y sobre tu madre... Estoy seguro de que no lo hizo con intención— comentó un poco pensativo —A Scar le pregunté hace poco por qué tenían dos padres, no por hacer mal, sino porque me daba curiosidad. En cierta forma yo tuve dos madres... Ahora contando a Sombreflamme tres— y sonrió levemente con este último comentario, y así como apareció esa sonrisa, desapareció —sin embargo no tengo padre, no sé quién es, mamá solo cuenta que supo que cuando venía en camino se largó por dónde vino. Ten por seguro que nunca fue intención de tu madre hacerles daño. Sólo mira a tu alrededor— e hizo un ademán señalando al castillo, el colegio Corona— esto lo construyeron tu padre y ella, para darles una vida mejor no sólo a tí y a tus hermanos, también a otras personas. Gente como yo, que creció entre muggles para que no estuviéramos en desventaja para ir al colegio. Gente que por ser como nosotros conoció el desprecio, el maltrato y la crueldad. Y por lo que sé, en tu familia, la de tu padre y la de tu madre, en el pasado hicieron cosas horribles. Todavía tu bisabuela lo hizo hace tan solo unos días, pero ellos hicieron todo lo posible por alejarlos de ese camino.
Valentino después de decir eso se quedó muy serio mirando al suelo, y él mismo no pudo evitar pensar en su madre y en su nonna. Su nonna que estuvo tan reacia a decir adiós hasta el próximo año, y llegó casi al último minuto para despedirse y decirse ambos lo mucho que se querían y se iban a extrañar. ¿Y si ese día que llegaron a Hogwarts hubieran muerto, y su nonna no se hubiera despedido? De solo pensarlo le dolía el alma.
—Escucha, Rapunzel. Tal vez para ti sea difícil dar el brazo a torcer, pero es tu madre, y siempre lo será. Piensa que pronto nos iremos todos y ella no sólo perdió a tu padre, también a una hija. Ya es muy doloroso para ella, y si algo malo llega a pasar en el futuro en otro colegio, o algo malo le pasa a ella, tal vez no habrá otra ocasión para perdonar— sonó un poco fuerte como lo dijo, pero en tan solo unos días se enfrentaron al mundo tal cual era. Valentino ahora era consiente de que otros magos no se iban a detener sólo porque fueran niños o mujeres —Y sobre tu padre, tal vez deberías decirle a alguien, incluso aunque no quiera ser encontrado, podría necesitar ayuda y mejor que lo encuentre alguien de confianza en lugar de otra persona que pueda ser como tu bisabuela.
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El silencio no me incomodaba pero sentía mi cabeza explotar con tantos pensamientos que se me pasaban por la mente. Mi tía Beatrice había dicho que mi padre estaba muerto, que las llamas le habían consumido pero yo me negaba a creerlo, es que era imposible que hubiera muerto. Yo tenía visiones de él desde el día siguiente a esto, no podía ser simplemente visiones del pasado, no tendría sentido. Por suerte él no me dijo nada ni se horrorizó de que prefería que mi padre hubiera matado a esa mujer. Escuché atentamente a Valentino con un nudo en el pecho. —No, no escapó de prisión, la resucitaron después de años estar muerta. Mi bisabuela fue un demonio antes de que…el antiguo novio de mi tía Sheyk terminase con ella pero alguien debió de revivirla.— pare porque seguí escuchando y bueno, sentía que sus palabras eran sabias y tenía razón, papá me había dicho que no era culpa de mamá pero yo estaba dolida, veía a mi padre Evan roto de dolor y no quería verlo así de ninguna manera y una cosa había llevado a la otra. —Quiero a mi madre pero tampoco lo entiendo bien, y ver a mi padre Evan sufrir es algo que me duele hasta a mí. No quiero eso para él, quiero que sea feliz— le dije a Valentino soltando más lágrimas porque verlo así de mal me dolía y más ahora con mi hermana muerta. Eso no quitaba el hecho que no quisiera a mi otro padre, lo quería con todo el amor del mundo pero aun así esta situación me era difícil. —Tu madre, tu nonna y Helena…solo conozco a una de ellas y espero algún día conocer a las dos primeras.— le mire con una débil sonrisa, él creciendo rodeado de mujeres. —¿Y tu madre no te ha dicho si quiera, ni ninguna pista quién es tu padre? Nada de nada? Tu padre es un cretino— dije sin pensármelo mucho, era bien sabido que muchos niños crecían así y sin padres, porque los abandonaban y eso era muy feo.
Me quede mirando a mi alrededor, el precioso colegio que habían hecho, no solo era un lugar donde enseñaban sino también era un orfanato donde los niños y niñas podían estar a gusto y sin darme cuenta estaba sonriendo de nuevo. —Hicieron un gran esfuerzo, a mi madre le encantan los niños, enseñar, escribir cuentos, cantar y hasta ahora es actriz. Todo lo que sea animar y enseñar a otros le fascina. — empezaba a sentirme mal por las palabras que le había dicho y sentirme avergonzada, que Valentino me tuviera que decirme esto me hacia sentirme idiota. — No sé cómo lo haces pero haces que me sienta mejor, supongo que cuando estoy enfadada estoy muy ciega de ira y no veo las cosas con claridad. — suspiro agachando un poco la cabeza pero volví la mirada hacia la suya viendo que él miraba el suelo. — Hasta hace poco no sabía que había gente malvada en mi familia, es horrible enterarse de algo así y más cuando te han contado sus historias. No quiero perder a nadie más, tú tienes la suerte de que vives en una familia “normal” sin esa clase de peligros o personas — mis dedos se colocaron en su mano y empecé a hacerle caricias, ¿estaría bien? En que andaría pensando?
Volvió a dirigirse a mí y me quede mirándolo hablar y sentí un nudo en el estómago. Sus palabras estaban siendo duras y realistas, odiaba tener que pensar en ello, sabía lo que tenía que hacer, empezar a dejar el orgullo atrás y decírselo a mamá. Si mi madre moría…no, no quería ni pensarlo. Ni ella ni Jere ni nadie más. — No quiero pensar en eso Valentino, no quiero perder a nadie más….se lo diré. Soy una egoísta— murmure con la voz quebrada sin mirarlo a los ojos y ahora, poniéndome en la piel de mi madre cuando antes no lo había hecho. No quería ni imaginar su sufrimiento. — Tienes razón, bueno, atraparon a mi bisabuela y la van a encerrar, pensé que te habrías enterado por ahí…y la cosa es que creo que mi abuela Circe puede buscar a mi padre, creo que sería ella la ideal para hacerlo — me quedo pensativa pero me sentía chafada y desganada. Subo los pies en el banco y con confianza apoyo mi cabeza en su hombro otra vez, donde cierro los ojos e intento relajarme, quiero decirme a mí misma que todo irá bien.
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Saber que alguien había revivido a su bisabuela, hizo que Valentino se quedara boquiabierto
-Diablos ¿Por qué alguien querría traer desde el infierno a esa mujer?-
preguntó, más para si que para Rapunzel. Cada día descubría cosas del mundo mágico que lo sorprendían y le asustaban al mismo tiempo. No le daba muy buena espina eso de revivir a la gente, pero luego le preguntaría a Sombreflamme qué significaba eso. Al verla llorar, Valentino sólo la abrazó porque sentía que eso era lo único que podría hacer, dejarla desahogarse y escuchar. Era lo que hacía su nonna cuando estaba triste.
-Tal vez algún día. Cuando lo peor de todo esto haya pasado, podrás venir conmigo a Sorrento. Mi mamá preparará el pastel de manzana que es el mejor de todo el mundo, y mi nonna gnocchi con calabaza. Además podremos ir a la playa y te presentaré con todos mis amigos y amigas non-magique- le propuso intentando sonar más animado. Al momento en que le preguntó si su madre le había dado pistas sobre su "padre" y además lo insultó -No. Pero no me interesa saber nada sobre él. No hay fotos, no hay recuerdos, cartas... nada. Mamá solo dijo que se fue, y nos las hemos arreglado muy bien sin él. Que esté a mi lado o no da igual porque no lo necesito.
Rapunzel comenzó a enumerar las cosas que hacía su madre, y vaya, era una mujer talentosa, gentil, bondadosa. Saber que pese a las cosas por las que estaban pasando, su amiga podría hablar bien de su mamá, lo hizo sentirse más tranquilo. Y cuando dijo que la hacía sentirse mejor, esbozó una sonrisa, al principio gentil, que en cuestión de segundos se volvió arrebatadora y arrogante.
-Es parte del "encanto de micropuff" que dijiste que tenía, preocuponcita Nariz de Bolita- y después dejó la pose, como quien se está probando un sombrero ridículo, se guiña el ojo al espejo y lo cambia por otro que le sienta mejor -Mira, no puedo decirte que tienes que aprender a controlarte porque al menos ya sabes de qué eres capaz de hacer o decir estando enojada, creo que yo nunca he estado tan enojado... o al menos no lo recuerdo- añadió pensativo -Pero al menos ahora, puedes pensar en cómo canalizar tu enojo para no lastimar a las personas que quieres- y al decir que al menos él tenía problemas "normales" -Pues desde tu punto de vista puede que sí- bromeó.
El castaño negó con la cabeza cuando dijo que era una egoísta, y le dijo -Estás asustada. Serías egoísta sabiendo lo que está pasando y aún así no te importara- le dijo. Escuchó que le diría a su abuela y asintió. Ojalá lo hiciera -Si necesitas que te acompañe, puedo hacerlo- le dijo. Rapunzel apoyó la cabeza sobre su hombro y comenzó a hacerle caricias en la mano, lo cual hizo que se tensara de inmediato aunque no dejó que ella lo notara.
"Si Perla estuviera así conmigo justo ahora ¿actuaría igual?" se preguntó. Perla Fiori era la niña más bonita de Sorrento, que fue hasta la estación de trenes sólo para despedirse y entregarle una carta donde le confesaba que le gustaba y lo esperaría hasta el próximo verano. Era la primera declaración de una niña en toda su vida, y aunque le sorprendía no le disgustaba. Pero la conocía desde hace tanto tiempo que no sabía si por ejemplo se pondría nervioso de la misma forma que con Rapunzel. No pudo evitar pensar en la tarde cuando se hicieron grandes y de pronto se acordó de algo de golpe.
-¡Cierto! ¡Ya me acordé! Ammm...- dijo buscando en su mochila, y de pronto sacando la sandalia de su amiga -Ese día ya no te la pude devolver. Recuerdo que dije que te la daría cuando nos hicieramos niños, pero ammm... sí- dijo sonrojándose un poco -En fin, creo que la necesitarás más que yo en el colegio de África ¿Cómo dijiste que se llamaba?
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Alguien más o igual de horrible que ella
, pensé para mis adentros, era el único sentido que tenía, además en el colegio no solo ella había estado de atacante, recordaba bien aquellos dos rostros que nos habían atacado en el lago negro. Estaba tranquila en sus brazos e intentaba evitar que más lágrimas salieran, miraba el cielo mientras lo escuchaba hablar sobre llevarme a Sorrento. —
Eso suena muy bien….es esa ciudad de que cada casa es de colores no? Debe de ser bonito vivir en un sitio así, además de abrir la ventana y sentir el aroma de mar.
— Y estaba segura que su madre como su nonna serían muy buenas en la comida. Intenté pensar en eso y despejar la mente, tenía que hacerlo. Con las palabras de su padre no dije nada más, pero estaba de acuerdo, no lo necesitaba porque él ya tenía una familia y amigos, nunca le iban a faltar.
Me quede mirándolo a los ojos viendo su sonrisa hasta que esta se transformó en algo más, en ese toque entre chulo e irresistible. Entrecerré un poco los ojos y como respuesta rodeé los ojos. El tema de controlar mi ira me ponía nerviosa, me hacia sentir inquieta porque no estaba segura si yo sería capaz de controlarlo siempre, no era tan fácil y cuando supe de la muerte de Ariel, se me había acumulado todo hasta liberarlo a gritos. — Canalizar el enojo…creo que haciéndome boxeadora sería una buena idea — me reí un poco pero no era mala idea, eso de golpear algo en vez de alguien era bueno, al menos esa era una de las formas. — Ahora que estaré en otro colegio veré si pueden ayudarme con eso, mi madre dice que el yoga también funciona — nunca había hecho ninguna de las dos cosas pero si quería estar bien tenía que trabajarlo. Prairie también me lo había dicho.
Tenía tareas pendientes, hablar de nuevo con su madre y pedirle perdón, quizás podría hasta comprarle sus chocolates favoritos y confesarle que su padre estaba vivo, y segundo, hablar con su abuela, aunque en poco estaría en Uagadou y no sabría si le daría tiempo a todo. Le volví a sonreír con otra pequeña sonrisa al escuchar sus palabras. — Vale, hablaremos los tres con ella. Creo que te caerá bien aunque es un poco intimidante — estaba orgullosa de llevar mi segundo nombre en honor a mi abuela. ¡Había tantas cosas que quería saber de ella!
Me quede mirando la luna distraída, perdida en mis pensamientos por unos minutos hasta que Valentino volvió hablar lo que hizo que me separase de él y me sentase mejor en el banco. Lo mire con extrañeza mientras revolvía en su mochila buscando algo y sacó mi sandalia que había perdido aquel día en la playa. — Oh…es verdad — me quede mirándolo a él y el zapato. — No sé si me va a venir, creo que me he crecido un poco — me descalzo y levanto la pierna en gesto divertido para que me ponga la sandalia, pero hago algo diferente y para molestarlo acerco mi pie en calcetín a su nariz. No sé qué clase de niña haría esto pero a mí me divierte porque se lo hago a mis hermanos cuando estamos al sofá. — ¡ Come mi pie !— empecé a reírme y darle pequeños golpecitos en la boca o en su propia nariz, aunque me tuve que sujetar bien en la banca para no caerme. — Es Uagadou….no me va a gustar tanto sol y extrañaré los días de lluvia — dije apartando mi pie pero ofreciéndoselo por si quería probar de ponerme la sandalia, que seguramente me vendría un poco pequeña.
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Valentino abrazaba a Rapunzel, más o menos como hacía su nonna o su madre cuando él estaba triste. No sabía si sus acciones tenían efecto en ella en ese momento, pero era mejor hacerlo mal que no hacer nada. Rapunzel de pronto comentó que debía ser bonito vivir en Sorrento, y él sonrió de oreja a oreja.
-Sí, justo ahí- dijo -Y no solo es bonito, es maravilloso... Creo lo único que me disgusta de ser un mago, es que el colegio está tan lejos de casa, incluso la escuela italiana. Jamás en toda mi vida había estado tan lejos de casa como hasta ahora.
Al ver la reacción que ella tenía cuando comentó lo de su propio encanto, Valentino sonrió más para si que para ella. Punzie se veía muy linda cuando tenía esa actitud de que algo le molestaba.
-Puede ser. Además es una excelente forma de poderte defender el dia que no tengas varita. Si alguien intenta hacerte daño otra vez ¡PUM! Directo a la luna- bromeó. Y a decir verdad, en el futuro eso la haría mucho más atractiva: una chica guapa, independiente y fuerte que no necesita ser salvada, se salva sola -A mi siempre me funcionó ir a nadar. Cuando estaba preocupado porque en el colegio me iban a acusar con mamá porque me porté mal, me iba a la playa a nadar, hasta que se hacía tarde y mamá iba a buscarme. Tenía amigos que decían que dibujando o escuchando música, pero lo que importa es que encuentres cómo liberar todo el enojo, y cuando te enojes de verdad con alguien sepas cómo canalizar ese enojo sin hacerle daño- le comentó. No sabía si funcionaría porque el mismo no recordaba un solo momento en el que estuviera así de enojado, salvo tal vez cuando otras personas decían cosas malas de su mamá, y por consejo de su propia madre, además de no pelearse, dijo que si no quedaba más remedio, no fuera él quien diera el primer golpe.
-Vale, queda decidido, le diremos los dos a tu abuela- prometió mostrándole todo su apoyo incondicional. -¡Pfff! Por supuesto que te va a quedar, enanita Nariz de Bolita ¡Tienes un minipiecito de Cenicienta! No te pudo haber crecido tanto el pie de julio para acá ¿No?- replicó. Su amiga lo que hizo a continuación lo dejó perplejo. Estiró la pierna para que él le pusiera la sandalia. No había entendido muy bien la indirecta y se quedó mirando alternativamente al pie de Rapunzel. El problema fue que cuando la había captado, ella se aprovechó de su confesión y le frotó su pie en la cara con todo y calcetín.
—¡Argh! ¡No!— Exclamó intentando apartarse el pie de Rapunzel, y sin previo aviso ahora él se abalanzó sobre ella y con ambas manos comenzó a despeinarse todo el cabello. Verle la cara roja de enfado hizo que de inmediato le cambiara el ánimo y comenzó carcajearse, dándole igual que en unos segundos tal vez la fuera a pagar. —Bueno, ya vamos a ver si te queda todavía— le pidió y buscó el pie de su amiga, sostuvo primero la punta de su calcetín y preguntó —¿Puedo?— tal y como Sombreflamme le dijo "Un caballero tiene que preguntar primero si le puede quitar una prenda a una dama, así sea el sombrero, un guante, o sus gafas". Y cuando le dió permiso, le calzó la sandalia, con cuidado, la cual para su sorpresa sí le quedó. Un poco justa, pero quedó —¿Lo vez? Como un guante.
Rapunzel repitió el nombre del colegio, y Valentino intentó pronunciarlo después -Ua-ga-do-u, Uagadou... ¿Sabes qué significa eso?-
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Me gustaba que me abrazase de esta manera, sentía su calidez y su aroma, me hacía sentir segura. Hablar de Sorrento volvía a pensar en la primera vez que estuve en Italia cuando mi tío y Norah se habían casado en Venecia, había sido una ceremonia preciosa. —¿Y has estado en Venecia? Yo sí, para la boda de mi tío Jack— no pude evitar pensar en esa sensación que él mismo sentía al estar lejos de casa, sabía que hoy en día hoy era posible viajar muy rápido de un lugar a otro, pero no siempre era posible y su familia era muggle. —
No me imagino lo mucho que debes de extrañarlas…bueno, pronto podrás volver a verlas. Ahora yo también voy a estar lejos de mi familia, pero vas a tener a Scar de compañía…seguro que haréis de las vuestras— dije mirándolo con otra sonrisa, pues él y mi hermano habían congeniado y empezaban a ser buenos amigos cosa que me alegraba.
Directo a la luna, solo de imaginármelo ya me dan ganas de hacerlo — me reí un poco más solo de pensarlo, aunque Prai nos había explicado muchas cosas de Uagadou y tenía unas inmensas ganas de empezar. —En el nuevo colegio aprenderé magia sin varita y como es el que tiene fama de las transformaciones, creo que podré aprender a convertir a la gente en animales. ¿Te imaginas? — solo de pensarlo me moría ganas de probar e internamente me preguntaba si la idea de ser animaga seria buena idea. Mi abuela Circe era un zorro, mi madre un pájaro…¿qué animal encajaría en mí? Desvié la mirada de la luna para mirarlo de vuelta. ¿Cómo sería hacer clase con Valentino? Seguro que sería divertido aunque no sabía hasta qué punto. Seguía sonriendo al decir todas esas actividades, me gustaba nadar, pero también pintar y bailar. Sobretodo bailar. Aunque eso hizo que pensase en Zefaris y en la tarde pasada al cantar…me había sentido bien al hacerlo aunque no estaba segura si tenía una buena voz como mamá. —Me gustan todas esas actividades…o…bu-bueno recientemente he descubierto que me gusta cantar —me pongo roja solo de pensar en mi primer beso con Zefaris, aunque parte de mí no quería decirle lo que había ocurrido…no, además si se lo dijera que iba a pensar?
Sonreí aun más, entonces los dos iríamos hablar con mi abuela Circe, ella conocía a muchas personas y había la posibilidad que encontrase a mi padre. Puse cara de desdeñosa cuando me llamó enanita, ya había aceptado que me llamase Nariz de Bolita, pero ¿enana? — Encima me llamas enana, ya verás ya…pues claro que he crecido…al menos un poco más!! — me reí al ver su expresión un tanto confusa pero yo también me quede pensativa porque él tenía mi sandalia. La verdad es que había crecido un poco pero esperaba que la sandalia me entrase, en el fondo muy en el fondo quería que él me la colocase. Empecé a reírme con más fuerza al ver como intentaba apartarse y él termino con sus manos en mi pelo para despeinármelo sin miramiento. —Ay para para! — intenté atrapar sus manos pero el paro y yo con los pelos desordenados aun mantenía mi sonrisa en mis labios. Le saque la lengua mientras intentaba apartarme el pelo de la cara y más o menos recolocármelos. Con el pie otra vez hacia él, me cogió y me preguntó si podía quitarme el calcetín, todavía me sentía acelerada y diría que un poco más, mientras asentía silenciosamente. Con antención me colocó la sandalia y aunque me venía algo apretada me encajó a la perfección, en ese momento me sentí entre emotiva y rara, pero por suerte él me había saltado con una pregunta. — Eh..pues…según Prai dice que puede ser una variante de Ouagadou, que es una comuna en el suroeste de Malí…el colegio se encuentra encima de las Montañas de la Luna…yo estuve también, hace unos meses para otra boda — me había resultado un colegio muy interesante. De repente me acordé. —¿Tú tienes las llaves mágicas de los colegios? Como…esta? — dije rebuscando en mi pequeño bolso de cinturón que era mágico, ahí tenía un poco de todo y saque la llave para enseñársela. — Si tienes una como está y encuentras las puertas de Beauxbatons puedes viajar a otros colegios…si encuentras la puerta de Uagadou sin que te pillen podríamos vernos
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Tras explicarle a Rapunzel cómo era Sorrento y dejarla desahogarse, Valentino se quedó más tranquilo, y después su amiga le preguntó si alguna vez había estado en Venecia.-No, nunca. Sólo he ido a Roma, y a Milán, porque mis tías, las hermanas de mi mamá trabajan ahí. Me parece un poco raro ¿Sabes? Mi familia tiene una repostería y mi mamá hace unos pasteles deliciosos. Suelen encargarle muchos fuera de la ciudad pero nunca he ido a Venecia ¿Es tan bonito como todos dicen?- le preguntó con curiosidad. Ese año le habría encantado ir, pero con todo lo que estaba pasando en el mundo, el Festival de Venecia se había cancelado. -Sí, las echo de menos, pero es lo mejor, según dijo mi mamá. Para mí nonna es muy difícil aceptar que soy un mago, porque ella siempre fue muy escéptica, pero hace lo que puede. Y sé que pronto nos volveremos a ver. Además fue buena idea venir a este colegio, así no llego solo a Beauxbatons. Me cae bien tu hermano.
Empezó a reíse cuando Rapunzel dijo algo sobre lanzar a la luna a alguien, y escuchó con atención sobre lo que hacían en Uagadou, lo cual hizo que frunciera el ceño confundido.
-¿No en todos los colegios enseñan transformaciones? ¿Qué hace diferente a Uagadou? ¿No se supone que todos podremos aprender a convertir a otros en animales? Se me ocurre mucha gente para convertir en cucaracha y que tenga que vivir así por la eternidad- preguntó con curiosidad al mismo tiempo que soltó ese comentario con mucha malicia. Mientras ambos pensaban en ideas para que Rapunzel canalizara su enojo, ella comentaba que le gustaba bailar, y nadar, y que recientemente descubrió que le gustaba cantar, lo cual hizo que ella se sonrojara -¿De verdad? ¿Y cantas bonito?- preguntó, y pensó que tal vez el sonrojo de su amiga era porque le daba pánico escénico.—Ya nos vimos de grandes y claramente no serás más alta que yo, así que puedo decirte "enanita", enanita enojoncita Nariz de Bolita— se burló y después de sacarle la lengua, Valentino se la sacó de vuelta con una sonrisa. Después de ponerle su sandalia, por alguna razón le dió la sensación de que estaba haciendo algo inapropiado. No malo en si, sólo que los amigos no le ponen los zapatos a sus amigas ¿O sí? Sólo a menos que sean muy pequeñas.
Rapunzel le explicó a Valentino sobre el nombre de su colegio, y después le preguntó si él tenía una llave mágica, misma que le mostró, y le explicó que si la tenía, podía viajar a Uagadou y viceversa y así podrían encontrarse sin ser descubiertos. El italiano, por supuesto no había pensado en que eso existía.
-¡Diablos! No lo sabía, de haberlo sabido en estos días que fui a hacer las compras del regreso a clases hubiera buscado una de esas. Entonces ¿Crees que pueda haber forma de conseguirlas desde adentro? Si es así, me las arreglaré para encontrarla y que nos podamos ver- prometió, con una de esas sonrisas piratas y maliciosas suyas.
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No sabía mucho de su familia a excepción de lo que me decía de su madre o su nonna. Tampoco había ido a esas ciudades pero esperaba hacerlo algún día, si algo tenía claro es que me gustaba viajar y conocer lugares nuevos. —Y tienes primos??? ¿Raro por qué? Por no haber ido nunca? Definitivamente algún día probaré los pasteles de tu madre— estaba segura que era una buena pastelera y solo pensar en los dulces me entraba un poco de hambre. Asentí con la cabeza. —
Es tan diferente a todo lo que he visto antes, hay canales por todos los sitios y subirse en góndola es…no sé, es genial, me gustó mucho la arquitectura, es muy muy bonita. Cuando tengas la oportunidad debes ir
— él era italiano no podía perderse visitar aquella ciudad. Yo iba a extrañar a mis hermanos, a mi familia pero parte de mí deseaba empezar en Uagadou y olvidarme lo sucedido en Hogwarts, quería hacer desaparecer el dolor de mi corazón al haber perdido a una hermana y un padre que ahora estaba en paradero desconocido. —
Supongo que tu nonna es muy creyente y enterarse de la magia no fue algo…fácil?— pensé mirándolo pues era lo único que se me ocurría. —Bueno, quizás cuando me conozca cambie de parecer— no pude evitar ser fanfarrona y adoptar un tono un poco chulesco y divertido al final. Mis ojos se desviaron hacia el colegio que habían construido mis padres, así como sus palabras anteriores. —Pues sí, es una suerte que estés aquí y has aprendidod inglés— le dije a Valentino guiñándole el ojo. —Me alegro que vinieses aquí, que mi madre convenciera a Helena…hubieras estado un poco más perdido— digo volteándolo para mirarlo. Él y Scar, me daban miedo solo de pensarlo, Scar era puñetero y me ponía de los nervios pero a la vez era cariñoso y protector. Sin duda él iba a cuidar a Valentino en aquel colegio.
Sí, todos los colegios enseñan la asignatura pero tengo entendido que en Uagadou “son más hábiles” o algo así, aprenden la animagia y el cambiaformas de forma más rápido que otros colegios — no sabía explicarlo pero algo así me había contado Prai y cuando dijo eso Valentino puse cara de asco pero empecé a reírme y fantasear en mi cabeza solo de imaginarme hacer algo así. De repente empecé a preguntarme en si se convertía alguien en una cucaracha y lo chafase con la suela de mis zapatos moriría definitivamente? ¿Contaba como asesinato a una persona? Un escalofrío me recorrió la espalda por tal ocurrencia. — No lo sé…solo me ha escuchado otra persona, espera, te canto algo y me dices — me levante para colocarme delante de él. Estaba un poco cortada pero necesitaba su opinión y saber si realmente tenía una buena voz. Pensé en Skyfall de Adele y me puse a cantar, poniendo toda mi emoción y esfuerzo en la canción. — This is the end, hold your breath and count to ten Feel the earth move and then hear my heart burst again…For this is the end I’ve drowned and dreamt this moment so overdue I owe them swept away i¡m stolen…….Let the skyfall when it crumbles we will stand tall face it all together …blablabla — no terminé la canción pero mientras había cantado me había movido y hacienda gestos con las manos al pecho al aire o hacia él.
Bufé. Él como mis hermanos iban a ser los más altos y eso era injusto, muy injusto, sacaría la altura de mi madre. — Seré baja sí, baja y pequeña pero peleona. Y robaré los corazones de los chicos — solté presumida, si Zefaris se había fijado en mí, otros lo harían y la idea no me disgustaba. Volteé la mirada de nuevo hacia él. — Yo la “robé” el día en que nos conocimos, había una caja oculta con llaves de esas… siempre puedes hacer lo mismo si ves que alguien la tiene — solté mirando su sonrisa maliciosa que tanto me gustaba a la vez que le sonreía de la misma manera.
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Rapunzel le preguntó si tenía primos, sin embargo, los Neri eran una familia muy pequeña. Más que nada porque el único hombre de la casa era él... y hombre era un decir, al fin y al cabo sólo tenía once.
-No... todavía- le respondió -Mi nonna enviudó antes de que naciera mi tía, la hermana menor de mi mamá, y ella no quiso volver a casarse. Mi mamá es la mayor de dos hermanas, y ellas están muy ocupadas con sus trabajos, una es doctora en Roma, y la otra es abogada en Milán, por eso vamos a visitarlas de vez en cuando. Ellas no se han querido casar, ni tener hijos, por eso es que no tengo primos.
Y después ella le habló sobre Venecia... ¿Todos los magos serían ricos o algo así? Por lo que conocía a Rapunzel, a sus primos, y su círculo de amistades, todos ellos sonaban a que habían viajado por todo el mundo, con gran facilidad como si un sólo día sus familias decidieran empacar las maletas y así de fácil dijeran "Vámonos a Madagascar de picnic", pero su mamá y Sombreflamme le dijeron que era de mala educación hablar de esos temas con la gente. Su amiga ya conocía más de mundo a su edad, que él.
-Lo tomaré en cuenta para el futuro, tal vez para las próximas vacaciones se lo diga a mamá- y también respondió a otras dudas que salieron -Pues es raro porque de vez en cuando mamá viaja para ferias de gastronomía y repostería, muchas veces ha mandado sus pasteles incluso fuera de la ciudad, pero nunca he ido con ella a esos viajes. Supongo que en el futuro tal vez, respecto a mi nonna, más bien es que ella sólo creía en Dios, pero no en la magia, o en los magos, ni los videntes, ni siquiera en los horóscopos. Entonces cuando lo supo, pues... Es como si te dijeran de un día para otro que todo en lo que crees no es real, por eso fue difícil para ella.
De igual forma explicó que en Uagadou, podrían aprender sobre animagia y cambiaformas con mayor facilidad, términos que desconocía por completo, pero asumía que en el colegio les explicarían a grandes rasgos en qué consistían. Después de bromear un rato sobre convertir a la gente que les caía mal en cucaracha, ella se pronto se animó a cantar frente a él, lo cual lo dejó un poco cortado, porque a decir verdad no se lo esperaba.
Y en cuanto escuchó su voz, de pronto Valentino sintió algo parecido al vértigo. Por un momento se detuvo el tiempo y lo que existía alrededor de la nada desapareció. Sólo estaban él, y Rapunzel en la casa del árbol. Valentino no sabía mucho de música a decir verdad, de hecho la única voz de cualquier cantante que podría reconocer en cualquier lugar, de cualquier forma, en cualquier lengua, era la voz una chica que se llamaba Zahara, y eso porque su madre ponía su música todo el tiempo. Pues bueno, a Valentino se le acababa de borrar para siempre ese timbre de voz.
-Ejem- carraspeó, sin palabras -Yo, pues... ammmm... no sé mucho de música, si debo decírtelo... pero me gusta lo que escuché, suena muy, muy bonito- ¡Y no sabía qué más decir! Es que de verdad se había quedado sin palabras, sintiéndose débil, expuesto, pequeñito e inquieto ¿Qué demonios pasaba? Para su buena suerte, Rapunzel cambió el tema.
Esbozó esa sonrisa de muchacho presumido y le respondió -¡Pues sí, peleona y con muchos novios pero no por eso te harás más alta!- se burló sacándole la lengua -Creo que es lo que haré una vez que llegue a Beauxbatons... pero shhhhh que Sombreflamme no me escuche- rió bajito.
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Debió de ser duro criar ella sola a tres hijas y siendo muggle— comenté pensativa más que nada porque no tenía ayuda de elfos domésticos que pudieran ayudar en casa o hacer esas tareas domésticas. Mi madre le gustaba ordenar y limpiar, pero todo lo demás lo hacían los elfos contratados de la casa. Las tías de Valentino tenían muy buenos trabajos, esperaba tener en el futuro algo así aunque no lo tenía nada claro. Mi familia comprada con la suya era una locura, yo no sabía porqué mamá quería tantos niños pero tampoco me disgustaba, quería muchos a mis hermanos y hermanas, aunque hubieran peleas también habían muchas risas. Tuve claro en ese momento que si algún día tuviera hijos no tendría solo uno.
—Cualquier cosa podemos ir todos juntos de excursión, creo que nuestras madres se llevan bien — sonrió de oreja a oreja mirándole a los ojos y miro el cielo estrellado, escuchándolo hablar. — Con la magia puedes estar en cualquier lugar en poco tiempo, eso es lo bueno. No sé si cogería un avión, creo que me daría miedo por si se estrella — digo un poco bruta – dramática. —Y bueno, no quiero imaginar el dilema de tu abuela pero si lo ha terminado aceptando es buena señal, tengo entendido que antes los católicos quemaban a las brujas en la hoguera — dije poniéndome de pie entre risas y finalmente cantando para él, pues quería saber qué pensaba él de mi voz.
Era un momento en que me sentía muy relajada y confiada, así que iba cantando la canción de Adele que me sabía de memoria hasta terminar más o menos, me había movido un poco mientras cantaba para acompañar a la canción. No dejaba de sonreír y ver su expresión un tanto sorprendida. — Es una canción preciosa, pero si te ha gustado con eso me vale — dije tranquilamente volviendo a sentarme a su lado, aunque me sentí un poco rara de repente o esa era la sensación pero no le di importancia. Fruncí el ceño, yo quería ser alta y es que era todo muy injusto, mis hermanos iban a ser altísimos, hasta él mismo! — Pfff Pff no me lo recuerdes — protesté y poco después me reí cuando dijo que es lo que iba hacer. En ese momento me llegó una pequeña nota volado, era de mi padre Jeremíah. — Se ha hecho tarde y mi padre quiere que nos vayamos ya — me giré hasta el para abrazarlo y darle un beso en la mejilla, para poco después revolverle los cabellos. — Al final de mes será mi cumpleaños como el de Scar y Hérc, espero que vengas…¡El último que llegue abajo es Trol de las Cavernas! — corrí hacia la salida para poder salir la primera.
ROL FINALIZADO
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A Touch Of Spice |WMatsui (Parte 2)
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Jurina no pudo evitar soltar un bostezo una vez que estuvo dentro de la lavandería. Eran la una de la madrugada de aquel jueves de finales de septiembre y cualquier persona sensata estaría durmiendo, pero este era el único momento en el que podía lavar su ropa. Su turno en el restaurante empezaba un poco más tarde de lo normal, lo cual le daba el tiempo justo para asegurarse un poco de ropa limpia.
Si no lavaba hoy, no tendría que vestir el resto de la semana y aquello era un gran no-no. Con los horarios extensos de trabajo, siempre era difícil encontrar el momento adecuado para realizar las labores domésticas. Jurina ya había aprendido a usar algunas horas de la noche a su favor. Aquella lavandería quedaba a solo dos cuadras de su apartamento y era algo por lo cual sentirse agradecida.
Dejó su cesto de ropa sucia sobre la mesa y procedió a observar que maquinas se encontraban libres. Su vista viajó por toda la habitación y casi suelta un grito cuando encontró a una silenciosa figura sentada en uno de los rincones.
No era extraño encontrar a alguien más a esa hora, pero aquella presencia estaba tan mimetizada con el ambiente, que Jurina simplemente la había pasado de largo cuando entró. Y si el grito no salió de su boca, fue porque se quedó atorado en su garganta al darse cuenta de quien era la persona.
Su jefa. Matsui Rena. Quien aparentemente no se había dado cuenta que ya no se encontraba sola en el sitio. Estaba sentada sobre una silla pegada a una de las esquinas, con los hombros caídos, su cabello suelto formando una cascada oscura y la vista fija en una de las maquinas. Jurina siguió la dirección de la mirada de su jefa, solo para darse cuenta de que aquella lavadora se encontraba detenida. Aparentemente el ciclo de lavado terminó hacía algún tiempo atrás.
Jurina intercambió su mirada de su jefa a la lavadora un par de veces. Era obvio que la otra chica no tenía noción de lo que pasaba a su alrededor, ¿Debía de interrumpirla? ¿Era prudente hacer notar su presencia? Al igual que aquella noche en la cocina, la aprendiz no estaba segura si le era permitido entrar a aquel mundo donde la chef parecía habitar.
Por otro lado, la ropa de su jefa ya estaba lista y bueno…
“¿M-Matsui-sensei?” Jurina trató de no usar un tono demasiado alto. No deseaba asustar a la chef, sin embargo, fue necesario un segundo llamado con mayor potencia, para que aquellos pequeños ojos castaños la registraran.
“¿M-Matsui-san?” Rena parpadeaba rápidamente, como cuando los ojos debían de adaptarse a una luz potente.
“Es una sorpresa verla aquí,” Jurina trató de sonar casual.
Rena arregló rápidamente su postura. Enderezó su espalda e hizo grujir su cuello un par de veces. Jurina notó una pequeña sonrisa estirar los labios de su ahora compañera de lavado.
“Es la primera vez que vengo. Mi maquina de lavado esta defectuosa,” la chef aclaró con tono derrotado. “Tuve la mala fortuna de comprar un aparato defectuoso, sin una buena garantía.”
“Oh, conozco a un buen técnico. Es un viejo amigo mío, si usted gusta, puedo darle su número telefónico.” Jurina dirigió su mirada hacia su cesto de ropa sucia y comenzó a separar las prendas por color. “Y también, si me lo permite, puedo traerle una bebida de la máquina, para que su espera sea más amena.”
Jurina sonrió cuando vio que su mención indirecta del tiempo logró su objetivo. Rena miraba hacia su lavadora con sorpresa y procedió a ponerse de pie. La aprendiz observaba de reojo, mientras cargaba su propia lavadora y metía unos cuantos yenes para empezar el ciclo de lavado.
“Gracias, Matsui-san, aceptaré el número,” la chef contestó con un tono alegre. “En cuanto a la bebida, creo que soy yo la que debería de invitar, después de todo, usted ya me ha regalado una taza de café.”
Jurina giró con tal rapidez su cuello para poder entrelazar su mirada con la de Rena, que estaba segura se había lastimado algún musculo.
“N-No hay problema, además ese era café del restaurante y no sería correcto que…” comenzó a balbucear.
“Tonterías.” Rena, quien estaba ocupada sacando su ropa de la lavadora y metiéndola dentro de la secadora, no la volteó a ver, pero hizo un gesto con su mano izquierda para restar importancia a las palabras de su subordinada. “¿Qué le gusta de tomar?”
Cinco minutos después, Jurina abría la lata de jugo de naranja frío que la chef había sacado de la maquina expendedora. Rena se encontraba apoyada contra la mesa central, en sus manos, una lata de té verde frío. La aprendiz dio un sorbo corto a su bebida, sin evitar pensar en lo extraño que era compartir aquel momento con alguien como la famosa Matsui Rena.
“No había tenido la oportunidad de preguntarle, ¿Qué le parece el trabajo en el restaurante? ¿Es lo que usted imaginaba?” Escuchó a su jefa preguntar. Jurina dirigió su mirada por un momento al techo, tratando de encontrar las palabras adecuadas para aquella pregunta.
“En realidad…” Jurina dejo caer su mirada sobre la de la otra chica. “No tenía una idea fija sobre lo que sería trabajar aquí. Imaginé que sería una tarea exigente, tomando en consideración el prestigio del lugar, pero…” Negó con la cabeza, mientras soltaba una suave risa. “La verdad es que no ha sido fácil. Sin embargo, deseo continuar esforzándome.”
“¿Es feliz en la cocina?” Rena había dejado su bebida a un lado, sus manos se encontraban entrelazadas sobre la superficie de la mesa. Jurina supo, por la mirada concentrada que estaba recibiendo de su parte, que la respuesta que diera definiría las cosas en la cabeza de la chef.
“Sí.” Su respuesta fue inmediata. “Me siento feliz y viva cuando estoy trabajando en la cocina y saber que puedo llegar aun más alto, me motiva.”
“Felicidad, motivación… son cosas importantes…” La mirada de su jefa ahora se concentraba en la lata de té verde. “Sin embargo, son cosas muy subjetivas. Mi padre decía, que la felicidad no debe de estar afuera, si no adentro…” Sus miradas se cruzaron una vez más. Rena tenía ahora una pequeña sonrisa irónica en sus labios y Jurina sintió que algo estaba fuera de lugar.
Durante el tiempo que duraba el ciclo de la secadora – treinta minutos – ambas mujeres intercambiaron un poco de información algo superficial. Por ejemplo, la marca de cuchillos favorita de Jurina o la diferencia de calidad entre la vajilla que usaba el hotel para el restaurante y lo que Rena había visto en algunos otros hoteles.
La chef también habló ligeramente sobre sus inicios en Tokio y la manera en la que su actual trabajo había llegado casi por casualidad. Llegó al Merlon luego de ver en un periódico que solicitaban personal para la cocina. Cinco años habían pasado desde aquello.
Durante todo ese tiempo, Jurina no había podido despegar su atención de su jefa. La forma en la que hablaba, el movimiento de sus manos que acompañaban algunas oraciones, el brillo que notaba en su mirada cuando se refería al antiguo chef del Merlon y quien fuera su mentor.
Desde la primera vez que la había visto en persona, aquella funesta madrugada en el mercado, Jurina no había podido evitar notar que era bonita, pero en ese momento, era como si hubiera descubierto que su belleza no se limitaba a las facciones de su rostro.
Su cabello, su mirada, incluso sus manos, su timbre de voz, la forma educada y respetuosa en la que se refería a sus superiores. Jurina sabía que todo aquello no era más que un acercamiento superficial a la persona que realmente era su jefa, pero aun con aquella pequeña conversación, le estaba gustando mucho lo que descubría.
La alarma del fin de ciclo de la lavadora de Jurina y de la secadora de Rena sonaron al mismo tiempo, terminando así con su pequeña conversación. La aprendiz vio a la chef sonreírle una vez más antes de dar media vuelta y comenzar a acomodar su ropa en su cesto. Ella empezó a desocupar la lavadora.
“Tenga buena noche, Matsui-san,” se despidió Rena una vez que toda su ropa estuvo correctamente acomodada en su cesto “espero poder coincidir más con usted en la cocina.” Asintió un par de veces con su cabeza antes de darse media vuelta.
“Descanse, Matsui-sensei.” Fue lo único que alcanzó a responder Jurina, antes de que la chef saliera por la puerta.
Jurina no pudo evitar mantenerse en la misma posición con la mirada fija hacia la salida y entonces dio un pequeño brinco al recordar que no le había dado el número telefónico prometido a su jefa.
* * * * * *
Eran las 2:30 de la mañana cuando Rena llegó a su departamento. Se quitó los zapatos y entró a su vivienda usando únicamente sus calcetines, demasiado cansada para siguiera buscar sus zapatillas de interior o encender la luz. Dejó su canasto con ropa limpia sin demasiada ceremonia sobre su pequeño comedor y entró a su habitación. Tenía cuatro horas para dormir y deseaba aprovecharlas.
No pasó demasiado tiempo antes de darse cuenta de que le sería imposible. Después de perder la cuenta de las veces que dio vueltas sobre su cama, entendió que su cerebro no le daría tregua.
Rena suspiró al tiempo que fijaba su vista en el techo. Normalmente, cuando su cabeza no la dejaba descansar, iba hacia el Merlon y se encerraba en la cocina. Así era como había adelantado el menú para el restaurante, tenía suficientes platillos y combinaciones para los próximos tres meses, pero desde hacía un tiempo, la magia parecía haber escapado de su cocina.
Se levantó y fue hacia su sala, tal vez sería buena idea doblar la ropa recién lavada. Normalmente no tenía tiempo para eso, trabajar más de diez horas diarias seis días a la semana no solía ser una ventaja para las labores domésticas. Prendió la luz, sus ojos cerrándose de golpe ante el cambio brusco de iluminación.
Caminó hacia la mesa-comedor para encontrarse con el famoso cesto de ropa limpia, la imagen de la aprendiz de cocina llegando a su mente. En algún tiempo atrás, se hubiera sentido motivada a alentarla y darle consejos para que su naciente carrera empezara bien, pero luego de aquel año tan agitado que Rena estaba teniendo, sinceramente, el único consejo que se sentía con el valor de dar era: aléjate y busca algo mejor de que vivir.
Su miraba pasó del cesto hacia una pila de revistas y papeles puestos sobre la mesa. La directiva del hotel parecía pensar que era muy buena idea darle una copia de todas las revistas o artículos de periódico en los cuales su nombre era mencionado. Sin embargo, era más que obvio que la persona encargada de tal tarea no filtraba la información que llegaba hacia ella: criticas mal intencionadas y artículos de chismorreo se mezclaban con publicaciones serias.
Rena había aprendido a no leer nada de lo que le mandaban y normalmente todo aquello terminaba en la basura, pero hoy, cuando sacó el contenido de su buzón, notó una extraña carta con el sello del gobierno. En su interior, se hacía la invitación para una contienda entre los hoteles del país para la campaña turística que sería lanzada a nivel mundial el próximo verano.
Las manos de Rena temblaron de nuevo ante el recuerdo. Cada hotel podía decidir en que categorías competir. El Ministerio de Estado para Asuntos de Okinawa y Territorios del Norte junto con el Ministro de Turismo y el de Economía, esta era una campaña grande, el gobierno estaba apostando demasiado en aquello.
Era más que obvio que el Merlon participaría y la versión de Matsui Rena que aun no sabía lo que significaba estar bajo los reflectores, hubiera estado extasiada con aquella oportunidad de medir su cocina con los grandes chefs de Tokio; esta Rena, sin embargo, solo podía pensar en la presión y la atención vendrían con eso.
“Una oportunidad de fuego para la joven prodigio,” podía imaginarse perfectamente los titulares.
“Tranquilízate,” se dijo a si misma, mientras se masajeaba el cuello y nuca. Esto era lo que siempre había querido, ¿cierto? Reconocimiento. Ser un nombre fuerte en la cocina japonesa. No podía dejarse vencer, no podía permitirse ser tan débil. Existían chefs con más años de carrera y con muchos más premios y presión mediática, ¿qué dirían si supieran que se estaba rompiendo por un poco de atención negativa?
Debería de sentirse feliz. Feliz y viva, tal y como había dicho su aprendiz hacía unas horas. Rena tenía que admitir para sí misma que había sentido envidia al ver la mirada de la chica brillar cuando hablaba de la cocina.
Desechó la idea de doblar la ropa. Siendo sincera consigo misma, era solo una fantasía su ánimo de vaciar ese canasto y acomodar prolijamente las prendas en su armario. Así que salió al pequeño balcón de su apartamento y se dejó caer en la cómoda silla de mimbre azul. Desde ahí podía divisar la silueta del Merlon recortar el cielo nocturno.
Se quedó absorta, mirando hacia aquella dirección. Recordando la primera vez que había tenido aquella vista frente a sí. Su hermano la había ayudado a mudarse desde Tokio, ambos siempre fueron muy unidos y el viaje hasta Okinawa – según palabras de su hermano – era una excelente oportunidad para pasar tiempo de calidad entre hermanos. La primera noche en aquel apartamento había bullido con entusiasmo y expectación.
Desde hacía unos días había caído en aquella rutina. Dejarse llevar hacia atrás en el tiempo y compararse con la persona que era en ese entonces. Dejaba su mente volar hacia el pasado incluso sin darse cuenta.
“Me siento feliz y viva cuando estoy trabajando en la cocina…” El recuerdo de la voz de su aprendiz asaltó sus sentidos.
Motivación. Felicidad. Entusiasmo.
Carecía de aquello desde hacía meses. La presión de los medios, del hotel, de los críticos. La presión que ella ejercía sobre sí misma. Ya no estaba cocinando para probar hasta donde podía llegar, estaba cocinando para complacer a otros. Y esos “otros” ni siguiera eran los comensales del restaurante.
Algo había perdido desde que su nombre fue mencionado por primera vez en un articulo y esta noche. Rena dejo caer sus hombros aceptando lo que ya sabía: quería retirarse.
No quería seguir lidiando con la fama. No deseaba seguir saliendo en programas de televisión y tener a los críticos respirando en su nuca. Mucho menos le parecía atrayente tener que leer lo que el internet tenía que decir sobre la forma en la que cortaba un pescado. Porque para los expertos detrás de la pantalla, ella siempre estaba mal y era sobrevalorada.
Alejarse de los reflectores, regresar a trabajar con un bajo perfil. Tal vez en algún restaurante pequeño en alguna prefectura discreta.
“No puedo hacer eso,” se dijo a sí misma, ¿Qué pasaría si la joven prodigio, elogiada por el Primer Ministro, rostro de más de una portada de revista culinaria en la actualidad, se retiraba? Solo así. Sin mayor explicación. Entregar su delantal, dar las gracias al Merlon y regresar a casa.
Rena sabía que no podría encarar a sus padres. Y también sabía que la seguirían a Tokio, sabía que el teléfono de sus padres no dejaría de sonar. No podía exponerlos a esa experiencia.
¿Y que es lo que le diría a la gerencia? “Disculpen, pero descubrí que he perdido mi amor hacia la cocina y no pretendo atender a otro programa de televisión para seguir dando propaganda a este sitio.” Dijo en voz alta, fingiendo que hablaba directamente con el gerente del hotel. Una carcajada seca salió de sus labios al imaginarse la escena.
Tenía un contrato y estaba segura de que si anunciaba su retiro justo cuando el anuncio del Ministerio de Estado había sido publicado, las cosas no terminarían bien para ella. Sin embargo, no podía seguir con aquella farsa.
“Si entro a la competencia en mis condiciones actuales, únicamente seré una burla y motivo de vergüenza,” una pequeña, pero firme voz en su cabeza resonó con fuerza.
Suspiró una vez más. Decidió cambiarse de ropa e ir hacia el restaurante, era mejor jugar un poco con los fogones – aunque no hiciera nada digno de presentar a una comensal – que permanecer en su balcón, dejando a su mente transitar por lugares poco placenteros.
* * * * * *
Jurina entró por la puerta designada para el personal del hotel a las ocho de la mañana en punto. Hoy no estaría en la cocina principal. Estaría en una de las estaciones de comida rápida en la línea de playa del hotel. El servicio hacia los huéspedes ahí empezaba a las diez de la mañana, y no había nada mejor que ser asignada a ese servicio. Significaba una rutina un poco más relajada.
Dejo sus cosas en su locker y se dirigió hacia la estación de conexión del restaurante principal, en donde ayudaría a sus compañeros a transportar la comida hacia la estación de la playa. Los carritos con charolas y acondicionados para mantener los guisos calientes ya estaban listos. Dos de sus compañeros comenzaban a llenar el check list y ella se apresuró a ayudarlos.
“¡Matsui-san!” Escuchó a alguien llamarla. “Por favor, verifique el numero de cubiertos con la lista.” Jurina volteó rápidamente hacia su compañero, quien le había dado la indicación desde la cocina principal.
El punto de conexión no era más que una amplia puerta, por donde los cocineros de la cocina principal cargaban los carros destinados a la estación de playa. Los cocineros asignados a la estación recibían los carros, revisaban su contenido, constataban que todo estuviera en orden y partían hacia su área de trabajo llevando consigo el cargamento.
Jurina no pudo evitar que sus labios se estiraran en una amplia sonrisa cuando capturó la silueta de Matsui-sensei detrás de la persona que le hablaba. Dio un rápido vistazo general hacia dentro de la cocina, el ambiente parecía más animado de lo usual. Definitivamente la chef estaba dirigiendo todo hoy.
De pronto, Jurina lamentó estar en la estación de Playa. Su jefa no siempre estaba con ellos, pero cuando ocupaba el mando en la cocina, era como si estuvieran trabajando en otro lugar. Las cosas se volvían más animadas e incluso podía decir que la sincronización entre todos parecía mejorar. Matsui Rena era una presencia fuerte cuando estaba al mando.
Jurina fijó su mirada unos segundos más hacia la cocina, deseando que la chef volteara y la notara. Deseaba poder darle un saludo, pero lamentablemente eso no ocurrió. Cierta desilusión se instaló en su pecho, sin embargo, no dejó de intentar el contacto visual mientras ayudaba a sus compañeros a dirigir los carritos hacia la estación de Playa.
Tal vez no había tenido éxito, pero se convenció a sí misma de que el día a penas empezaba y ya tendría oportunidad de intercambiar algunas palabras con su jefa.
La estación de Playa era mucho más pequeña que el restaurante, contaba con una barra con doce banquillos, diez mesas y cuarenta y cuatro sillas. Información que Jurina había tenido que aprender de memoria porque al sous-chef le gustaba atacar con preguntas a los cocineros, sin previo aviso.
El lugar tenia amplias ventanas por las que el aire salado entraba y mantenía el sitio fresco y agradable. La cocina se encontraba oculta detrás de la pared de fondo de la barra.
La rutina se desarrolló a un ritmo tranquilo. La mayoría de los huéspedes entraban por algún trago o algo que poner en el estomago mientras llegaba la hora del almuerzo en el restaurante. Quien llevaba la parte más pesada del trabajo era el bartender, Jurina solo debía de concentrarse en emplatar.
Fue más o menos a las dos de la tarde, cuando las cosas cambiaron de pronto. Matsui Rena llegó a la estación saludando a los cocineros e instalándose en la pequeña estación de cocina. No era usual que un chef se molestara en llegar hacia ahí. La mayoría se mantendría en el restaurante principal atendiendo comensales, pero definitivamente no ahí.
“Buen trabajo, chicos.” Su jefa los saludó a todos con una amable sonrisa.
El desconcierto, pensó Jurina, no era solamente suyo, puesto que podía ver en el rostro de sus compañeros que aquella visita no era algo que esperaran ocurriera.
“Por favor.” La chef agitó su mano derecha quitando importancia a su presencia. “Solo he venido por algo de aire fresco y ver si faltaba algo.”
“No, chef,” Shunichi, uno de los cocineros respondió de inmediato. “El segundo cargamento de comida llegó hace una hora, iremos por el tercero en dos horas más.” Jurina observó a su jefa sonreír complacida y asentir con la cabeza antes de que su mirada viajara alrededor del lugar y cayera en la suya.
“Matsui-san, ahora entiendo porque no la vi en la cocina hoy.” La chef se dirigió a ella con una sonrisa. Jurina pudo notar de que, a pesar del aparente buen ánimo, su jefa parecía algo cansada. Recordó su encuentro en la lavandería, ¿Cuántas horas habría logrado dormir? “Es muy diferente al caos de ahí adentro, ¿cierto?”
“Sí, chef,” la aprendiz asintió, sintiendo las miradas de sus compañeros sobre ella.
“Solo no se acostumbre demasiado a este ritmo, porque ahí dentro.” Su jefa señaló con su mano izquierda en dirección hacia el restaurante principal. “Las cosas siguen a su ritmo normal. Pasar de un servicio a otro puede ser difícil para los principiantes.”
“Sí, chef. Gracias, chef.” Jurina de pronto se sintió muy atenta a sus propios movimientos y respuestas. Si su jefa se quedaría ahí un momento, ella tenía que demostrar que podía hacer bien el trabajo. No se permitiría caer en los mismos errores que aquella vez con el pescado.
No tardaron en regresar a su rol de trabajo. La chef Matsui se mantuvo con ellos al menos dos horas. Jurina no podía evitar mirar hacia ella de vez en cuando, una amplia sonrisa instalándose en su rostro debido a la inesperada visita. Su jefa no decía o hacía algo, simplemente los dejaba desenvolverse y de vez en cuando sus ojos viajaban por el sitio sin detenerse en algún punto en específico.
Sus miradas se encontraron por una pequeña fracción de tiempo. Jurina le dirigió una sonrisa, que su jefa respondió con una mucho más discreta, pero aquello fue suficiente para hacer que de pronto sintiera la cabeza más ligera.
Jurina no volvió a verla hasta las seis de la tarde, cuando el comedor de la estación de Playa ya estaba cerrado y solo permanecía el bar. Fue su jefa quien recibió los carros vacíos en la estación de conexión. Detrás suyo, los demás cocineros se preparaban para la cena. Se movían con rapidez de un lugar a otro, todo de manera perfectamente orquestada.
“Bien, por favor, lleven todo a la estación de lavado y después dispónganse a unirse a sus compañeros para servir la cena,” su jefa les dijo luego de revisar todo. “Buen trabajo allá afuera, muchachos.”
Tal vez esta era la única parte que no le gustaba a Jurina, el momento de lavar todos los platos y cubiertos utilizados durante el día. Sus compañeros se libraban de aquello, pero ella, al ser aprendiz, le correspondía ayudar con la faena.
“Yoichi-san, mueva más esa salsa.” La voz de Matsui-sensei llegó hasta ellos.
“Sí, chef,” fue la rápida respuesta.
“Shigeru-san, más sal de este lado, por favor.”
“Sí, chef.”
Jurina sonrió, sin lugar a duda la cocina parecía un mejor lugar cuando Matsui-sensei estaba con ellos. Podía sentir cierta tensión en el ambiente, algo normal considerando que su jefa estaba ahí observando cada movimiento, pero al mismo tiempo, sabía con ver la manera en las que sus compañeros trabajaban, que la presencia de la chef era bien recibida.
La concentración de Jurina, entonces, se enfocó en su tarea a realizar y pronto las órdenes dadas por su superior se disolvieron junto con todo lo demás que le rodeaba. Media hora después, cuando secaba sus manos con una toalla y comenzaba a estibar los platos en su sitio, sintió unos golpecitos en su hombro derecho.
“Matsui-san.” Jurina se encontró de frente con el sous-chef. “Matsui-sensei te quiere en su oficina ahora.”
El corazón de Jurina golpeaba con fuerza en su pecho cuando con su puño anunció su llegada a la oficina de la chef. Un firme “adelante” fue su indicación para entrar. Matsui-sensei estaba sentada detrás de un sencillo escritorio de madera, encima de él, toda una variedad de papeles se apoderaba de la superficie.
“Disculpe mi llamada tan repentina.” Su jefa, quien hasta ese momento había tenido los ojos clavados en una hoja tamaño carta llena de letras, dirigió su mirada hacia ella. “Pero la gerencia del hotel acaba de informarme sobre un evento especial mañana.”
“¿Hay algo en lo que pueda ayudar?” preguntó Jurina, sin entender cual era el motivo de aquella reunión.
“Así es.” La chef se masajeó el cuello antes de suspirar y dirigirle a Jurina una mirada cansada. “¿Qué tan buena es frente a las cámaras, Matsui-san?”
“¿Cámaras?” Jurina observó aquellos pequeños ojos castaños brillar con algo de diversión.
“Sí, cámaras. Cámaras de televisión que la grabarán y transmitirán a toda la prefectura.” Su jefa parecía a punto de reír.
“No tengo experiencia en ese rubro, me temo, Matsui-sensei,” respondió Jurina con toda la sinceridad que poseía.
“Bien, tiene menos de doce horas para hacer algo al respecto. El programa “Buen día-día” acaba de invitarme a una sección de cocina y desean que lleve a uno de los aprendices para demostrar parte de su entrenamiento… y no sé si se haya dado cuenta, Matsui-san, pero usted es nuestra única aprendiz.”
Jurina observó cuidadosamente a su chef, aquello era algún tipo de broma de cámara escondida, ¿cierto? ¿Qué haría ella en un programa de televisión?
“Será menos de diez minutos, Matsui-san, luego podrá regresar al restaurante y olvidarse de todo.” La chef agitó las manos de manera casual.
“Oh.” Jurina sonrió. “¿Eso significa que una celebridad no puede tener un día libre?” Una risa clara fue la respuesta de parte de su jefa y ella no pudo evitar contagiarse por aquel sonido.
“No, Matsui-san, las celebridades nunca descansamos.” La chef ladeó la cabeza, una sonrisa algo cínica empujando de sus labios. “Le espero aquí. Seis de la mañana. Mañana… y recuerde, vestimenta impecable.”
“Sí, chef.” Jurina hizo una pequeña reverencia antes de salir de la habitación, sintiendo el nerviosismo comenzando a esparcirse por su pecho.
* * * * * *
Jurina estaba de pie frente a la entrada del restaurante a las 5:30 am. Le fue absolutamente imposible dormir, el nerviosismo de imaginarse en un foro de televisión hizo que el sueño saliera corriendo, así que decidió prepararse y llegar lo más pronto posible a encontrarse con su jefa.
Grande fue su sorpresa, cuando a las 5:45 am, Matsui Rena salió por la puerta del restaurante. Jurina de inmediato entendió que la chef se había quedado nuevamente toda la noche en la cocina. Se le notaba considerablemente agotada y por un momento, pensó en señalar su observación, pero no le pareció prudente.
“¿Lista para su debut regional?” Rena sonrió al verla.
“No,” fue la única respuesta que Jurina pudo articular, para luego notar su rudeza y corregir de inmediato. “Sí, chef.”
Su jefa rio ante aquello. “No se preocupe, será rápido. Solo tiene que relatar lo que ha hecho aquí con nosotros.” La chef se dirigió hacia la salida del hotel.
Para Jurina todo se sintió demasiado rápido. En un momento estaba en el vehículo para personal con Matsui-sensei y al siguiente ya estaban en el cuarto de maquillaje, en donde una agradable chica les colocaba algo de base y les daba consejos para aprovechar la iluminación del set. Consejos que Jurina olvidó en el instante en el que puso un pie sobre el plató.
A pesar de todo, había algo que era muy obvio para la chica: su jefa no estaba feliz de estar ahí. Rena era educada y cordial, pero algo en su lenguaje corporal le decía que prefería estar en mil lugares diferentes a este. El aura que emanaba de ella era muy diferente al que se podía sentir en la cocina y le recordaba mucho a la persona que había conocido aquella mañana en el mercado.
El set de grabación era la simulación de una cocina americana, con grandes jarrones llenos de follaje verde en lo que parecían dos ventanales. Ambas cocineras portaban el uniforme del Merlon y Jurina intentaba disimuladamente secar el sudor de sus manos con el delantal.
De pronto las luces se prendieron sobre ellas y el camarógrafo se colocó en posición al tiempo que un sujeto que parecía decirles a todos que hacer y hacia donde mirar se dirigió a ellas. Empezarían en un minuto.
Y empezaron.
Jurina no hizo mucho. Quedarse de pie junto a Rena, asentir a las cosas que su jefa decía y relatar su experiencia cuando la entrevistadora se dirigió hacia ella.
“Me son asignadas tareas semanales, las cuales son supervisadas por nuestro sous-chef Fujioka Aso-san y también por Matsui-sensei. La cocina es un ambiente exigente, pero gratificante.” Recuerda haber dicho en cierto momento.
En cierto momento, un cuchillo fue puesto en su mano junto con un rábano blanco. Rena comenzó a explicar los diferentes tipos de cortes y Jurina por inercia comenzó a realizarlos sin pensar demasiado.
“Es importante que nuestros aprendices tengan un buen dominio del cuchillo. Para la eficacia del trabajo y para su propia seguridad.” Escuchó a la chef comentar y algunos sonidos de sorpresa por parte de la entrevistadora, sin embargo, la voz de su jefa sonaba bastante monótona como si aquello que estaba explicando le resultaba inmensamente aburrido.
Al final, Rena también terminó con un cuchillo en la mano y decidieron hacer una actividad, tomando el tiempo que cada una tardaba en cortar una cebolla.
“Para despedir nuestra sección de cocina. Todo el equipo de Buenos días-días, nos gustaría mostrar nuestro apoyo hacia Matsui-sensei, quien participará en la gran contienda de hoteles y restaurantes impulsada por el Primer Ministro…” Jurina pudo notar como la tensión se volvía más palpable, mientras su jefa mencionaba que la última palabra sobre su participación la tenía el Merlon.
Una vez de vuelta al vehículo, Jurina podía sentir la adrenalina correr por todo su cuerpo, había estado en un programa de televisión y sobrevivió para contarlo. Sin embargo, el entusiasmo que estaba sintiendo era contrarrestado con el humor lúgubre que parecía envolver a su jefa.
“Matsui-sensei, ¿se encuentra bien?” se atrevió a preguntar a la mujer que tenía la mirada perdida en dirección a la ventana del vehículo. “¿Matsui-sensei?” llamó de nuevo ante la falta de respuesta.
“Humm…” Rena pareció salir de su ensoñación “Disculpe, Matsui-san, no escuché su pregunta.”
“Preguntaba si se encuentra bien, parece algo… desanimada.” Jurina tardó un momento en encontrar la palabra adecuada.
“Sí, sí. Lo siento, es solo que las competencias siempre me ponen algo nerviosa.” La sonrisa en el rostro de la chef no lograba convencer a su aprendiz, sin embargo, Jurina decidió no mencionar nada.
Cuando llegaron al restaurante, las cosas parecían tan normales como de costumbre. El caos cotidiano que podía llegar a ser la cocina. Solo se escucharon dos o tres bromas sobre la nueva celebridad del lugar, pero pronto todo regreso a su sitio sin mayor obstáculo.
Y Jurina pudo haber pensado que la rutina no tendría mayor cambio, hasta que, saliendo del almacén, después de hacer la lista de productos que debía conseguir en el mercado a la mañana siguiente, cuando todos sus compañeros ya se habían retirado, se encontró con su jefa sentada en el suelo de la cocina, con su espalda apoyada en la pared y la mirada perdida hacia algún punto del infinito.
Al principio, Jurina no había notado su presencia, pero cuando se dispuso a apagar las luces, la vio y estuvo a punto de soltar una exclamación ante la inesperada presencia.
“¿Matsui-sensei?” Se dirigió hacia ella, pero si algo había aprendido en estos últimos días, era que cuando Rena se encontraba en ese estado, era necesario insistir para ser notada. “¿Matsui-sensei?” levantó un poco más la voz, agachándose a la altura de su jefa, estiró su mano dudosa sobre si tocar o no a la chica para sacarla de sus pensamientos. “Matsui-sensei.” Colocó su mano sobre el hombro izquierdo de la chef y sacudió sutilmente.
La chef salió de donde sea que estuvieran sus pensamientos, porque dio un pequeño brinco en su lugar al notar a Jurina.
“Matsui-san, disculpe, ¿Qué hora es?” Su jefa parecía desubicada.
“12:45 de la noche. Mis demás compañeros dejaron el lugar hace casi una hora.” Jurina frunció el ceño al ver el notable estado de confusión de la otra mujer.
“Cierto. Es hora de que usted también vaya hacia casa. Tiene que descansar después de un día tan largo como hoy.” Rena masajeó su cuello para después restregar sus ojos.
“Matsui-sensei, tal vez mi atrevimiento sea demasiado, pero debo de preguntarle, ¿Cuándo fue la última vez que durmió?” Jurina podía notar las bolsas debajo de los ojos de su jefa. Rena hizo una mueca que posiblemente intentó ser una sonrisa, pero sin demasiado éxito.
“El trabajo nunca termina, Matsui-san. Estar fuera de la cocina no significa que pueda permitirme descansar. Siempre hay muchas cosas por hacer.” La chef intentó incorporarse y Jurina no dudó en prestar su ayuda para tal acto.
“Entiendo, si me permite ser aun más imprudente. Le recomendaría que descanse esta noche, entiendo que desee tener platillos nuevos para la competencia, pero descansar también es parte del proceso creativo, ¿cierto? O al menos eso es lo que me decía un profesor en la escuela,” dijo la aprendiz, una vez que se aseguró que la chef tenía buen apoyo para mantenerse de pie. Jurina vio a su jefa suspirar antes de asentir con la cabeza y darle la razón.
“Eso es cierto,” la chef asintió de nuevo, “eso me recuerda, buen trabajo en el programa. Se desenvolvió bien. Yo siempre suelo ponerme demasiado tensa para disfrutar las grabaciones. Cuando te vuelves demasiado consciente de lo que dices, el encanto se pierde.”
“Tenerla a mi lado me ayudó mucho.” Jurina sonrió ampliamente. “Si hubiera estado sola… hubiera sido un desastre.”
Rena negó con la cabeza para demostrar que no pesaba lo mismo que su aprendiz. “Hizo un buen trabajo. Gracias por aceptar.” Rena estiró su espalda e hizo tronar su cuello antes de dar media vuelta y dirigirse hacia la salida “¿Vive cerca? Puedo llevarla.”
Jurina negó rápidamente con la cabeza ante aquella proposición. Agradecía el gesto, pero nunca molestaría a la chef con algo así y mucho menos viendo lo agotada que se encontraba.
“Matsui-sensei, no hay necesidad de…”
“Insisto,” Rena no la dejo terminar, “además no siempre puedo presumir de tener a una celebridad en mi automóvil.”
Ambas sonrieron ante aquello.
* * * * * *
El trayecto no duró más de cinco minutos. Jurina tenía su apartamento cerca del hotel, tomando en consideración las largas horas de trabajo, era mejor vivir cerca y así no necesitar levantarse demasiado temprano para llegar a buena hora a su turno.
Sin embargo, antes de bajar del Subaru plateado, la joven aprendiz recordó algo de golpe. Rápidamente comenzó a buscar en su pequeña mochila ante la mirada confusa de la chef.
“Aquí tiene,” dijo sacando un papel del interior y extendiéndoselo a Rena.
“¿Qué es esto?” La confusión era notoria en la mirada de la otra chica.
“El número telefónico que le prometí. Puede llamarlo cualquier día. Es un buen técnico,” le dijo Jurina, con notable orgullo en su voz.
Rena se mantuvo en silencio un momento. Había olvidado por completo sobre aquel número. “Oh,” dijo sintiendo de pronto su ánimo más ligero, “por un instante creí que era su autógrafo.”
Jurina rio de buena gana ante aquella frase. “No, pero si gusta puedo darle mi número telefónico también.” La aprendiz aprovechó el buen ambiente para seguir con la broma.
Ahora fue el turno de reír de Rena.
“Vaya a dormir, Matsui-san, ambas lo necesitamos,” la chef dijo con voz ligera, mientras negaba con la cabeza.
“Muchas gracias por traerme a casa.” Jurina agitó su mano a manera de despedida antes de hacer una pequeña reverencia y dar media vuelta. Lo que la aprendiz no vio, fue a su jefa observarla atentamente mientras entraba a su edificio con una ligera, pero sincera sonrisa en los labios.
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Fui taggeada por @46snowfox Gracias por tomarte la molestia de mencionarme >w<)/
Reglas: Nombra tus 10 personajes favoritos de fandoms diferentes y luego etiqueta a 10 personas
-o- La lista no lleva un orden específico, solo acomodé personajes como se me fueron ocurriendo -o-
-o- Riku - Kingdom Hearts Saga -o-
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El adolescente con problemas existenciales con más desarrollo que he visto jamás xD Riku es el típico chico que cualquier niño tomaría como modelo a seguir, es fuerte, atlético, inteligente, maduro y tiene un sentido de la aventura que pocas veces llega a mostrar y por el cual decide sumergirse en la oscuridad, pero todo lo hizo con la buena intención de proteger a sus amigos. Al ser manipulado, pierde la confianza que tenía y comienza a dudar de sus amistades e incluso de sí mismo. Prefiere hacer las cosas por su cuenta y guardarse todas sus inseguridades, dudas y temores, se vuelve desconfiado e incluso un poco huraño. Sin embargo, sigue sintiendo afecto por sus amigos y al ver que uno de ellos se encuentra en peligro, hace lo que puede para ayudarle, literalmente desde las sombras. Cuenta con el apoyo de Mickey, que lo guía a través de toda la oscuridad que se había instalado en su corazón hasta hacerlo emerger de vuelta a la luz. Su aprendizaje y madurez a lo largo de los juegos es muy notoria, llega incluso a superar a sus amigos sin siquiera darse cuenta y se convierte nuevamente en su pilar de apoyo. Es un chico melancólico e inseguro que pasa a ser un hombre seguro de sí mismo, con un sentido de la amistad y justicia mayor al que poseía anteriormente. Aprende muchísimo a lo largo de la historia, más que nada aprende a quererse y a aceptarse tal como es, aprende de sus errores e intenta transmitirle ese aprendizaje a sus allegados, protegiéndolos a toda costa. ¡Simplemente me encanta, lo amo! <3
-o- 2.- Ruki Mukami - Diabolik Lovers -o-
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Creo que es el chico más “negativo” de la lista xD pero lo bueno es que con el tiempo “se compone” un poco…o al menos así lo veo yo :v Lo que amo de éste vampirito es la forma en que cuida a sus hermanos, se preocupa por ellos como si fuese su padre, siempre busca lo mejor para ellos e intenta compensar su poca capacidad para empatizar y demostrar cariño, creando platillos deliciosos que les alegren la existencia xD Me encanta que sea tan previsor, maduro, (¡Dios, como amo a los chicos maduros, me encantan! <3 (madurez mental…especifico por si a caso xD)) dedicado, inteligente, la manera en que analiza las cosas (siempre pensando antes de actuar, si señor. Aunque eso mismo le trae algunas complicaciones y limitaciones…). Me gusta mucho su personalidad y la seguridad que tienes en sí mismo. De pequeño fue un niño mimado y bastante maldito xD pero luego sufrió un infierno (como todos los Diaboys xD) y después de saber como se portaba, pues diría que el Karma le hizo una merecida visita jaja, pero tras toda esa pesadilla supo aprovechar la nueva oportunidad que Karl le ofreció (y me temo que eso mismo lo condeno al sufrimiento que pasará en el futuro). En fin, me puedo pasar unas cuantas horas (y una biblia) escribiendo todo lo que me gusta de él -v-) pero tratando de ser breve….¡Me encantan tantas cosas de él XD! (su voz y apariencia son una delicia ¬v¬) y lo que me gusta más es que a pesar de haber tenido una vida horrible, cortesía de Karl, a pesar de todo lo que sufrió, tiene un progreso para bien que me resulta muy realista, por que no es como si en un par de años ya haya dejado de lado todos sus traumas y sea una persona nueva, completamente empatico y listo para convivir con la sociedad y ser parte de ellos como si nada xD ¡No! para nada, le cuesta un montón dejar de ser el maldito sádico arrogante que solo busca cumplir con el plan de la manzana de Adan. De verdad lo sufre y de no ser por Yui seguiría siendo igual o peor de como era antes. Ha tenido un progreso pequeño si se compara con otros de los vampiros, pero al menos ha progresado y sobretodo ha llegado a comprender que no está obligado a martirizarse y a ser el fiel siervo de Papamaki, se da cuenta de que puede ser feliz y de que no tiene por qué guardarse todos los problemas por el bien de sus hermanos, aprende que puede contar con ellos para salir adelante juntos. OMG tantas cosas maravillosas y horribles que pasan en su vida xD hacen que hasta el más mínimo progreso se vea como un GRAN paso digno de festejarlo. ¡LO AMO MUCHO! Es el tipo de chico que me atrae (quitándole lo sádico, lo arrogante, lo maldito xD…bueno que tenga equilibrado las dos últimas “cualidades” la primera no, gracias pero no jajaja).
-o- 3.- Byron Wagner - Midnight Cinderella -o-
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Hay demasiadas cosas que amo de él, su manera de comportarse, de ver y afrontar las cosas, su enorme sentido de la justicia, el como demuestra auténtico interés por el bienestar de sus ciudadanos y sobretodo me encanta ver como va evolucionando hasta que llega a ser una persona feliz ;v;) En un principio es un personaje frío que no pudo disfrutar de su infancia y al que siempre le enseñaron que no debía mostrar debilidades, enseñándole que los sentimientos son la mayor debilidad de un gobernante. Por lo que termina creciendo sin saber expresarse correctamente y reprimiendo todo lo que sentía. Byron busca la manera de enmendar el gobierno tiránico de su padre, tomando su lugar como rey de Stein y exiliando a su progenitor. Su país queda muy afectado con el gobierno de Gerald, las personas le temen a la imagen del antiguo rey y para brindarle a sus habitantes algo de paz psicológica, Byron decide alterar su apariencia y cubrir su ojo derecho con un gran parche, así como gobernar desde las sombras (al punto de que muchos de los ciudadanos ni siquiera saben como luce, solamente reconocen su nombre). Envía a su consejero y capitán de la orden de caballeros a hacer como mediador cada vez que debe hacer una declaración pública. Byron se enfrenta nuevamente contra su padre y sus partidarios, quienes intentan retomar el gobierno sobre Stein al mismo tiempo que buscan arruinar su imagen, reputación y la posible relación entre Stein y Wysteria, al secuestrar a la princesa y culpar a Byron por ello. Sin embargo, Al caer enfermo su padre, Byron hace a un lado todos los conflictos que tienen y decide alojarlo en su castillo donde recibe la mejor atención médica. (¿No es un amor? deja el rencor de lado para ayudar a su padre! a pesar de que el muy maldito no dejaba de arruinarle la vida D:<) y finalmente aprende a expresarse y a ser feliz con las pequeñas cosas de la vida <3
-o- 4.- Coraje - Coraje el perro cobarde -o-
¡Amo a este perrito! (y eso que soy una persona de gatos) ¿Habrá personas que no lo conozcan? si es así, rápidamente menciono que Coraje es adoptado por una bonita pareja de ancianitos (Muriel y Justo) y lo llevan a vivir a su desahuciada granja en medio de Ningún Lugar (sep, justo así se llama xD) Resulta que en esa zona ocurren un sinfín de sucesos paranormales en los que Coraje deberá superar todos sus temores para así poder rescatar a los viejitos, sobretodo a Muriel, que es un amor de personita con él (todo lo opuesto a su esposo jaja). La historia de como Coraje es separado de sus padres me parte todavía el corazón ;n;) eran una familia tan amorosa y preciosa >w<) También es muy admirable todo el amor y agradecimiento que coraje demuestra en forma de valor y agallas para enfrentarse a los seres espectrales y demoniacos que lo acechan a él y a su nueva familia. A lo largo de los episodios, el valiente perrito supera pruebas que le hacen valorarse a si mismo y a todo lo que tiene (su familia, hogar e incluso la ciudad aledaña). ¡¡Es simplemente un amor!! ¡Me EN-CAN-TA!
-o- 5.- Dante - Devil May Cry Saga -o-
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El sensual, poderoso y arrogante demonio <3 Lo que me encanta es verlo crecer a lo largo de los juegos y no solo crecer físicamente, también tiene un una madurez mental que mantiene un poco de lado la mayor parte del tiempo, (mientras anda buscándole pleito a los demonios, siendo sarcástico y burlón, etc) pero que sin duda conoce sus límites y aunque algo renuente, los acepta para después buscar la forma de enmendarlos y seguir adelante venciendo obstáculos. A pesar de lo “difícil” que puede ponerse su hermano Vergil, Dante sigue queriéndolo y preocupándose por él…muy a su manera pero lo hace xD Las diferentes etapas de su vida son algo similares en cuanto a carácter, pero aún así se puede ver su desarrollo >w<)
-o- 6.- Ukyo - Amnesia -o-
(El Ukyo del anime, por que no he leído traducciones, ni jugado los juegos u_u) Aunque Touma me gusta más (uno que otro yandere me agrada xD) pues creo que en el anime se muestra algo más positivo de Ukyo :v En fin, me parte el corazón como Ukyo viaja a a través del tiempo, en distintas dimensiones todo con tal de salvar/ayudar al amor de su vida. Es bondadoso al punto de poner como prioridad el bienestar de otros antes que el suyo y a mi parecer es quien carga con más sufrimiento hasta el punto en el que se crea su alter ego, con el que intenta lidiar aún estando inconsciente de las acciones que hace mientras el alter ego predomina en su cuerpo y mente.
-o- 7.- Miku Hinasaki Fatal Frame Saga -o-
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Una de las chicas más valientes con la que me he topado hasta ahora >:D. A pesar de lo horrenda que sea la mansión en la que se adentra, lo peligroso y violentos que se tornan su enemigos y de los sádicos misterios que encuentra allí, ella persevera para encontrar a su hermano y rescatarlo de tan funesto sitio, haciendo frente a sus dudas y temores, descubriendo al mismo tiempo más sobre su propia familia y creciendo personalmente al reconocer sus dones y usarlos a favor. Lamentablemente el sufrimiento por la elección de su hermano la lleva a dudar en si tiene o no el derecho de seguir con vida. Más sin embargo ella hace todo lo posible por salir adelante y aceptar la decisión de Mafuyu, hasta que su mente no puede más con la soledad y la culpa, por lo que decide salir en su búsqueda una vez más y pasar el resto de su existencia compartiendo el mismo destino que él. ;v;) la historia de ésta chica me hace shorar TvT)
-o- 8.- Beelzebub - Obey Me -o-
Otro precioso demonio, pero que es una pera bañada en miel a comparación de Dante…claro, hasta que alguien se atreve a comerse su pudín o cualquier alimento que le pertenezca. Beel es el demonio de la gula y hace honor a su nombre, salvo que todo lo que come lo transforma en musculatura. Es muy dedicado y disciplinado en cuanto a responsabilidades se refiere, además de que siente un profundo amor por sus hermanos y aunque no los llega a comprender del todo (vamos, que tienen personalidades super contrastantes xD) pues hace lo posible por tratar de entenderlos, sin prejuicios, denigraciones o insultos. Es muy neutral, a menos que alguien busque meterse con su comida o algún miembro de su familia, especialmente con su gemelo, al cual ama y protege profundamente (Ayyy mi vida >w<) y con el cual comparte un fuerte vínculo igual que con su hermana Lilith. Beel tiene mucho sentido de justicia y es capaz de oponerse a cualquiera que piense él que esté actuando de manera injusta, incluso se opuso ante su hermano mayor Lucifer, llegando a los golpes. También tiene una culpa muy grande que carga desde su descenso en la Revolución Celestial, y sin importar los años que hayan pasado desde ese entonces, aún se siente mal de no haber podido salvar a sus dos hermanos. No encuentra paz creyendo que pudo haber actuado mejor y escuchar el perdón de sus hermanos es lo que finalmente lo llevarían a dejar de lamentarse. ¡Es un amor, lo adoro! (/w\)
-o- 9.- Emily Adachi - Air Gear -o-
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Me encanta la evolución de Emily de pasar de ser una simple admiradora del Air Trek (más que nada por su amor y admiración hacia Kazu) a ser una verdadera jugadora y atreverse a entrar al equipo de Kogarasumaru, no solo por que Kazu esté ahí, si no porque ella quiere demostrar que puede ayudar a sus amigos y superarse a sí misma. Y su amor “colegial” pasa a madurar hasta el punto de arriesgar su vida para proteger a Kazu >w<) aún estando ella indefensa (sin Air Treks, asustada y con desesperanza de por medio :v) al enfrentarse contra un Rey que resulta ser un Gravity Child rompe cráneos xD
-o- 10.- Deuce Spade -o-
Awww mi nene ex-delincuente jajajaja. ¡Este niño es un amor de persona! Demostró un gran cambio, dejó de lado su vida como delincuente juvenil y alborota pueblos, todo por el amor que su madre le tiene. Cuando la escuchó hablar con su abuela sobre lo preocupada y desesperada que estaba por la incorregible conducta de su hijo, Deuce se dio cuenta del enorme daño que le estaba haciendo, así que prometió corregir su conducta y entrar a Night Ravens College, teniendo como objetivo el convertirse en el mejor estudiante. Incluso arriesga su vida al enfrentarse contra una criatura que fácilmente lo superaba en fuerza, todo con tal de no ser expulsado de la academia.
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[...]
Cuando entró la observó cubriendo sus manos por lo que se acercó a ella aclarando la garganta para no asustarla.
— ¿Ya calentaste?
Preguntó Alec, quitándose el polerón para dejarlo en un lado del piso.
Comenzó a estirar sus brazos y piernas con movimientos simples pero que hacían aflojar sus músculos.
Jules volteó apenas escuchó su voz. El sonido de su garganta provocó que no se exaltara pero no le dio las gracias para no parecer tonta. Después de todo, en caso de atraparla desprevenida podía ser una prueba más, pero estaba agradecida de que no hiciera aquello ya que estaba desconcentrada.
La rubia ya tenía las manos cubiertas y había estado moviéndose para calentar. Siempre había sido buena para entrenar, así que le animaba tener compañía para hacerlo.
— "Hola, Juliette. Es un gusto poder verte viva y bien, además de entrenar contigo", — fue lo primero que dijo, poniendo una voz más aguda como la de él en forma de broma. Así era ella, nada se lo tomaba demasiado en serio.
— Tan amable que eres, Alec. Estoy de maravilla y si, ya caliente. — respondió, caminando hacia el centro de la sala de entrenamiento. Movió sus brazos hacia la altura de su cara y lo esperó para comenzar el entrenamiento. Posicionó su pie derecho a las 12 en un punto y la izquierda a las 5, preparada.
El moreno no demoró demasiado para estar listo, hizo sonar su cuello con aquella sonrisa ladeada mientras la observaba simplemente acercandose a ella, prácticamente paseandose a su alrededor como un satelite, y no cubrió sus manos, no lo necesitaría.
Se quedó de pie frente a ella simplemente observándola con una sonrisa, observó hacia uno de los lados tratando de buscar seriedad, y fue cuando se acercó con rapidez, para de un solo movimiento fingir ir a su rostro pero se inclinó estirando una de sus piernas, para debilitar las suyas y hacerla caer.
— Sentidos alerta.
Comentó mientras que aprovechaba de que estaba en el suelo, para ir a concretar uno de sus golpes atrapando el golpe que le proporcionaría y la quedó mirando con una sonrisa, con aquella fuerza que ella proporcionó la hizo levantarse, junto con él.
— Nuevamente...
Sintió su corazón despertar cuando observó que ya ambos estaban listos para comenzar. Humedeció los labios con su lengua y formó una sonrisa amplia, esperando. Sabía muy bien que su contrincante tenía más experiencia que ella y que su única ventaja era su impulsividad versus un shadowhunter hecho y derecho.
Trataba de no perder su frente mientras avanzaba, posicionando sus puños cerrados y listos para atacar en cuanto fuera necesario. Enarcó una ceja ante su tranquilidad e intentó ser desafiante, pero su movimiento la atrapó con la concentración preparada a defender su rostro y fue cuando sintió el golpe hacia sus delgadas piernas. El golpe fue seco y sus codos se golpearon con el piso, pero le dolió mucho más el ego.
— Mierda, — dijo entre dientes.
Se levantó junto con su ayuda y no se dio tiempo a recuperarse, así que nuevamente estaba en posición y fue ella quién atacó esta vez. Uno de sus puños atacó sus manos, los cuales estaban preparados para su ataque y retiró aquella mano con tanta rapidez como una serpiente que muerde, mientras golpeaba con la otra, a su mano, a su hombro, una y otra vez, siendo recibidos como si el moreno supiera hacia donde iba a dar.
— Odio haber perdido tiempo de práctica, odio haber desgastado mi tiempo porque estoy retrocediendo, — murmuró entre dientes, sin detener sus puñetazos.
— Soy mala en la caza, en la arquería, esto era mi fuerte. ¿Y ahora? Patética , — se quejó, dando un golpe seco contra su palma. — Me faltaba tanta coordinación como a un recién nacido—. Golpear y bailar al mismo tiempo le estaba siendo casi imposible.
Atajó uno y otro, y otro golpe cada vez, retrocediendo solo unos pocos centímetros cada vez, quería dejar que se descargara todo lo que pudiera hasta poder por fin atacarla.
Tomó el ultimo golpe que le dio y apretó su mano con fuerza, la atrajo a él, y con un certero golpe en el abdomen la hizo retroceder, empuñó sus manos para comenzar a lanzar puñetazos, los cuales se defendió bastante bien para no concretar ninguno en su rostro.
El ultimo golpe lo bloqueó con sus antebrazos y aprovechó para hacerla caer una vez mas con una patada en sus piernas.
— ¡No descuides las piernas, siempre deben estar firmes!
Dijo con fuerza, esta vez acercándose con rapidez ya que ambos estaban en el piso para tomarla de una de las manos pasando sus piernas por entre su brazo, estirándolo de tal manera de no hacerle daño pero sí una molestia con la llave.
— Sé que puedes mas, puedes golpearme, no he sentido nada que realmente duela.
Decía burlandose para que pudiera ir tomando el ritmo nuevamente.
Soltó un quejido suave, no doloroso ante el golpe en el abdomen y dio un traspié hacia atrás, pero logró mantenerse equilibrada. Sus puños se posicionaron frente a su cara y sus pies firmes sobre el suelo defendieron el ataque de puños, desviando y lanzando otros, pero más que nada para defenderse.
Sus rodillas chocaron el suelo cuando su puño golpeó su brazo y tan solo gruñó ante su grito, el cual la motivaba a seguir más que a cualquier cosa.
Su corazón latía a mil por horas cuando estuvo apretada a él en esa llave. Movió su pierna bruscamente logrando soltarse. Dio un salto y como un gato montés saltó a su espalda y paseó el brazo por la parte delantera de su cuello y con la otra torció su brazo por la espalda, siendo ella quién hiciera una llave.
— Tú tampoco, Alec. Me han mordido vampiros, así que mi tolerancia es bastante alta como puedes imaginar, — respondió con gracia, sintiendo como su respiración estaba agitada.
A penas se quejó con los golpes, si bien no quería ser tan rudo, pero la respiración ya se estaba haciendo mas agitada y el brazo realmente se tensó cuando ella lo estiró mas de la cuenta.
De un giro hábil se soltó de aquella llave, Sus manos volvieron a empuñarse y cuando menos lo esperó le dio un puñetazo en la nariz y nuevamente otro en el abdomen haciéndola retroceder, la agilidad de Alec era más rápida de lo normal, podía propinar golpes rápidos y certeros sin moverse demasiado.
Bloqueó algunos golpes de Juliette, pero más de alguno le llegó en el rostro haciéndo que tirara este ligeramente hacia atrás, sintiendo como la sangre pronto saldría por su nariz.
Se alejó ligeramente de ella para tomar dos barras de bambú, y le lanzó una, antes de que pudiera reaccionar se lanzó con todo, golpeándola con la barra, una y otra vez hasta que lo bloqueó, una y otra vez.
— Más rápido
Decía moviendo la barra entre sus brazos de manera ágil, dándole un golpe más fuerte que la hizo retroceder, y le picó el abdomen con la punta de este y de un giro le dio una patada en el abdomen, lanzándola al piso.
Se puso de pie de inmediato cuando se soltó, sintiendo un dolor sordo en la mano por la fuerza que había utilizado en aquella llave. Se desconcentró en ese pensamiento y no vio venir el puñetazo en su rostro y mucho menos en la del abdomen, la cual, con la fuerza, la hizo dar un par de pasos hacia atrás.
Entrecerró los ojos y atacó como un animal, dando puñetazos tan fuertes que podía ver sus nudillos, en la parte del dedo anular y meñique rojos, las que con el paso de los minutos se volverían morados.
Con rapidez tomó la barra y fue contestando a su ataque de forma oportuna, aunque en un principio no era capaz de atacar, sino que solo de defender. Arrugó la frente cuando golpeó su abdomen y quiso levantar para ser ella quién le respondiera, pero no esperó la patada y cayó de espaldas, golpeándose con la barra en la boca.
— Hijo de puta, — siseó en broma y lanzó la barra hacia a un lado. Se sentó en el piso y llevó una mano hacia su labio puesto que sentía caliente y notó la sangre que brotaba desde allí. No era de lamerse las heridas, pero se sentía un poco adolorida.
— Y apuesto que nisiquiera activaste una puta runa. — gruñó, mientras lo miraba hacia arriba, tan imponente como el primer minuto que lo vio al llegar.
Balanceó la barra un par de veces en sus manos simplemente tomándole el peso, mucho tiempo que no entrenaba de esa forma, por lo que era bueno no haber perdido la práctica.
Pasó la muñeca por su nariz observando la sangre como iba saliendo lentamente.
La observó con una sonrisa y se encogió de hombros simplemente.
— No activo runas cuando se trata de entrenamiento, si lo hubiera hecho, hubiera sido mas letal, no podrías levantarte en este momento
No lo dijo por alardear y caminó hacia ella para extender su mano, sonriéndole.
— ¿Vamos por hielo? Tus manos y rostro se pondrá morado mañana
Comentó sosteniendo con la otra mano su barra.
— Lo suponía, porque fuiste bastante básico con los golpes, lo cual agradezco, pero hice lo mejor que pude con un estado físico de una mujer casada que solo se dedicó el ultimo tiempo a cocinar y a cocer, — bromeó y estiro el brazo para ponerse de pie. En esos momentos no le dolía el cuerpo, pero tenía claro que al otro día, otra sería la historia.
— Oh, no, no importa. He tenido la cara peor y no he hecho nada al respecto, son marcas de guerra. — le dijo, restándole importancia y se quitó la chaqueta ya que tenía el cuerpo un poco sudoroso.
— Prometo dedicarme a entrenar a diario, así te puedo patear el culo como corresponde, — respondió quitando su barra y retrocedió varios pasos para moverlo alrededor de su cuerpo con agilidad, sonriendo al darse cuenta que no había perdido del todo su habilidad.
— Dicen por ahí que tu arma es la arquería. También podrías enseñarme eso, ir a cazar por el bosque, aprovechar que estará más solitario, — dijo tras detenerse.
Se plantó frente a él y usó una de sus manos para retirar un resto de sangre que estaba pegoteado fuera de su nariz y amplió una sonrisa.
— Ya no sangras, sobrevivirás. — bromeó.
—Bueno, dueña de casa, deberás de ponerte al día con todo, o de ser la mejor de la clase, iras bajando...no queremos eso ¿Verdad?
Preguntó molestándola mientras caminaba a dejar la barra en donde estaban las demás colgadas e inclinandose a buscar su polerón lo acomodó en su hombro, volviendo a ella.
— Y ya veremos si puedes patearme el culo, solo Jace lo ha hecho, un par de veces, y ha sido porque he estado desconcentrado.
Comentó con una sonrisa simple, y pronto alzó las cejas mirándola hacia abajo cuando quitó la sangre.
— Muchas gracias, pensaba a que no pasaría de esta noche
Rodó los ojos riéndose.
— Podemos ir a cazar, y te puedo enseñar sobre la arquería pero necesito que estés concentrada y con la mente en blanco ¿Podrías hacerlo?
Preguntó llevándose la mano al cabello desordenado que en ese momento tenía, y acomodó ambas manos en la cintura.
Oírlo decir a él dueña de casa fue un golpe incluso más duro de los que recibió por parte de él minutos antes y frunció el ceño, entre cerrando los ojos para fulminado con la mirada.
— No queremos eso, — dijo con amargura, sintiendo como había quedado muy atrás seguramente de sus compañeros de segundo.
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Como la emociones dañan al cuerpo
Todas las emociones negativas tienen un aspecto positivo; las hacemos negativas cuando las reprimimos. Aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de nosotros mismos nos permite observarlas y, lo que es más importante, transformarlas.
Antes de abordar el tema de las emociones, quisiera aclarar algo: en la vida, en los seres vivos y, por tanto, en el ser humano, no hay absolutos. No me voy a referir a los arquetipos de Justicia, Belleza o Verdad, pues en el mundo de las ideas existen como absolutos, pero en el mundo de la manifestación, las cosas se relativizan al ponerse en contacto unas con otras. De esta manera, lo que es bueno para una persona puede no serlo para otra.
Esto me recuerda a un paciente que vino a mi consulta por una fuerte depresión; decía que él necesitaba sentirse así para poder componer, que si se encontraba mejor, más equilibrado, el caudal de su inspiración se cortaba.
Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo; las hacemos negativas cuando las reprimimos. Hay que aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo para observarlas y transformarlas. El hecho de tomar conciencia del dominio de los sentimientos puede tener un efecto similar al que provoca un observador en el mundo de la física cuántica, es decir, transformar el objeto de la observación.
Dicho esto, ¿hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?
Emociones que matan
Según el Dr. Edward Bach, a quien admiro profundamente, fundamentalmente hay dos posibles grandes errores: uno es la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma, es cuando enfermamos. Y otro, la crueldad o el mal hacia los demás, porque son pecados contra la Unidad. Cualquiera de ellos provoca el conflicto, el cual conduce a la enfermedad.
El odio es lo opuesto al amor, el reverso de la ley de la creación. Es contrario a todo el esquema divino; tan solo conduce a acciones y pensamientos que son adversos a la Unidad y opuestos a los que serían dictados por el amor.
El egoísmo es también una negación de la Unidad, cuando anteponemos nuestros propios intereses al bien de la humanidad y al cuidado y protección de aquellos que nos son más cercanos.
La ignorancia es un fracaso en aprender, rehusar ver la verdad cuando se nos ofrece la oportunidad, y conduce a muchos actos erróneos como los que solo pueden existir en la oscuridad y que no son posibles cuando nos rodea la luz de la verdad y del conocimiento. Qué cómoda es la inconsciencia, ¿verdad? Ahora hago las cosas mal, porque si enfermo eso será mañana…
La inestabilidad, la indecisión y la debilidad en nuestros propósitos aparecen cuando la personalidad rechaza ser gobernada por el yo superior, y nos conducen a traicionar a los demás a causa de nuestra debilidad.
La codicia conduce al deseo del poder sobre los demás. Es una negación de la libertad y la individualidad de cada alma. En lugar de reconocer que cada uno de nosotros está aquí para desarrollar libremente sus propios caminos solamente de acuerdo con los dictados del alma, incrementar su individualidad, y trabajar libremente y sin obstáculos, la personalidad codiciosa desea dictar, moldear y mandar.
El temor es la ausencia de amor, porque el amor es confianza, y si no hay confianza, hay miedo. Es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos.
Debo confiar en la vida y, sobre todo, desarrollar la confianza en mi capacidad de expresarme y asumirme.
La ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión y el sistema inmunológico.
La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas.
Cada vez más personas sufren ansiedad. La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones.
Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta. La angustia no se puede superar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera. La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, de que no hacemos lo que debemos hacer.
El estrés es otro de los males de nuestra época. El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, de que quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar. Y, realmente, solo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia. El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.
Las emociones negativas como los miedos, rencores, envidias, odios, ira o desánimo bajan nuestra inmunidad, nuestras defensas frente a agentes dañinos externos. Si no las transformamos, se convierten en larvas-parásitos psíquicos y mentales. Rompen nuestra empatía y destruyen nuestras relaciones con el mundo, nuestras relaciones sociales. Anulan la vida interior. Aplastan la alegría, el buen humor y el buen amor, que es nuestra mejor arma contra cualquier enfermedad.
Hasta ahora, ¿qué podemos decir acerca de cómo podemos controlar las emociones?
En la mayoría de nosotros hay uno o más defectos adversos que dificultan nuestro avance particular, y es ese defecto el que especialmente debemos buscar en nosotros mismos. Mientras nos esforzamos en desarrollar y ampliar en nuestra naturaleza el lado amoroso hacia el mundo, al mismo tiempo debemos esforzarnos para borrar ese defecto en particular, inundando nuestra naturaleza con la virtud opuesta. Las cosas no se olvidan, se integran y se transforman. Transmutar el egoísmo en generosidad, la separatividad en unidad.
Emociones que curan
Hay algunas maravillosas herramientas sanadoras, hay emociones que curan.
El remedio más importante es el amor, es la fuerza de la unión. Es la obediencia a la ley universal. Sin embargo, siempre necesitará de una fuerte y sana voluntad de ser mejor, para ser más útil. Y de inteligencia o sabiduría para dar forma a nuestras metas. Tratar de ser cada día menos ignorantes sin duda nos haría más felices y sanos. Ya decía el Buda que la causa del dolor es la ignorancia.
Otra emoción positiva es la confianza en nosotros mismos y en la vida, en la que nada ocurre por casualidad, sino para hacernos comprenderla cada día mejor si estamos atentos a sus mensajes.
Es importante el perdón, las experiencias de unificación y re-armonización, primero en la psique extendiéndose después al cuerpo. «El que perdona, se cura», cura las heridas que guardamos en el corazón. No perdonar o perdonarnos genera destrucción o autodestrucción, causa de las enfermedades autoinmunes.
Y podemos mencionar todos los sentimientos elevados, como el valor, que barre nuestros miedos, o la humildad, que nos pone al servicio de la vida. Somos seres humanos, y por lo tanto, tenemos emociones; es absurdo pretender negarlas, enterrarlas. Comprensión, aceptación, sinceridad para mirarnos adentro son ingredientes necesarios en nuestra lucha para serenar las emociones y conquistar el equilibrio como armonía vertical (hacia nuestro cielo y nuestra tierra) y horizontal (hacia lo que nos rodea).
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Para lograr esta «armonía» o este intento constante de armonización, es necesario que la acción se controle por los sentimientos, y estos por la razón, pero que no sea solo la razón la que impone sus criterios. De ser así, incurriríamos en desequilibrios.
Para ello son necesarios una mente clara, un corazón henchido de esperanzas y sueños y unas manos listas para realizar un trabajo eficaz. Ahí encontramos la integridad: saber pensar, saber sentir y saber actuar. O lo que es lo mismo: discernimiento, carácter y trabajo con energía.
Tenemos muchas herramientas que vienen en nuestro auxilio para elevar las emociones (y sentimientos), para pacificarlas: – higiene física – descanso suficiente – ejercicio físico – respiración abdominal – buena música: musicoterapia – buenas lecturas, menos televisión – buenas compañías – soledad para meditar – renovación cotidiana como renacimiento interior o resurrección, «volver a vivir desde más arriba», dejando atrás cargas perjudiciales como las emociones negativas para poder pensar y sentir elementos bellos, justos, buenos y verdaderos.
A esto nos ayuda la filosofía, a pensar y sentir bien, a dejarnos enseñar por tantos maestros como ha habido en la historia. Nos ofrece un eje de estabilidad donde apoyarnos para mantenernos firmes ante los problemas de la vida.
Cuando empecemos a hablar en ese lenguaje de síntesis, que es el de la integridad, ya no vamos a pensar como psicólogos o como neurólogos ni como inmunólogos, sino que vamos a tratarnos como seres humanos totales que se dirigen a seres humanos totales, que no son simplemente un conjunto de órganos que enferma, sino que también sienten, piensan, sueñan, tienen esperanzas, y a través de esos sentimientos están modelando la escultura de su cuerpo, la escultura de su vida.
La medicina global llega a una conclusión trascendente, la de que nuestra psique (sentimientos y pensamientos) incide clara y contundentemente sobre nuestro riesgo de enfermar o de sanarnos. Por tanto, debemos poner toda nuestra atención en modular las emociones, en ayudar a otros a superarlas, en canalizarlas hacia lo Bello, Verdadero, Justo y Bueno. De esa manera el mundo dejará de sufrir. Mientras… tendremos una de las metas más hermosas que puede haber.
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SER MEJOR
Cada uno de nosotros pertenecemos a una historia, tenemos una vida llena de experiencias que nos hacen ser quienes somos en este momento. Algunos de nosotros tenemos apariencias distintas en base a esas experiencias pasadas; es decir, que hay personas alegres, depresivas, amables, serias, calladas, introvertidas, extrovertidas, aventureras, miedosas, estresantes, enojadas, pacificas, etc. El problema no radica en como seamos cada uno sino en como decidimos vivir todos los días, al igual que las decisiones que tomamos durante toda nuestra vida, porque en base a esas decisiones es la esencia que vamos forjando todos y cada uno de nosotros hasta convertirnos en lo que somos ahora. Pero ¿qué sucede con aquellos que viven de manera negativa o tienen una esencia y un alma como seres depresivos, adictos, resentidos, solitarios y hasta abandonados por ellos mismos? La realidad es que jamás en nuestra vida nos dignamos un poco en saber qué es lo que realmente sucede con esas personas… tendemos a juzgar sus actos presentes, rechazándolos y dejando en total soledad a esa persona con nuestras muestras indiferentes de trato, ignorando lo que realmente vivieron en su pasado o en su vida o simplemente saber que le pasa.
Lamentablemente así es como funciona la realidad en la que vivimos desde que despertamos hasta que dormimos, tendemos a seguir ideas egocéntricas pensando solamente en nosotros mismos y en que nadie debe de lastimarnos, no arriesgando a querer vivir una verdadera vida ayudando, escuchando y apoyando a quien lo necesita, vivimos todos los días despreciando hasta más no poder o evitar a toda costa a esa persona que vive bajo el martirio diario de soportar toda una vida llena de miserias, ignorando también que quizá lo único que necesitan es una ayuda que lo motive a salir adelante, y aunque es cierto que no es nuestra obligación, no significa que no podamos dar consejo o un consuelo o la oportunidad de brindarle la confianza de que pueda mejorar a sí mismo y su entorno. Hay persona alrededor de nosotros que ha pasado por momentos críticos, difíciles y hasta infernales en su vida. ¿Cuántas personas alrededor de tu vida no han sufrido al menos abusos, golpes y humillaciones? Eso sin contar aquellos que han o fueron violados, humillados, escupidos, rechazados, golpeados por su propia familia e incluso haber sido abusados en cualquier aspecto de su vida por su propio padre, hermano o familiar cercano. Realmente creemos egoístamente que nuestros problemas son los más grandes y que nadie nos podrá entender, pero en realidad no te has sentado a pensar tan solo un segundo que quizá “tu dieta” no es todo el problema, o tus deudas, o tu pelea infantil con uno de tus hermanos. Hay personas de las cuales realmente han padecido carencias significativas en su vida, carencias de cariño, de atenciones, de respeto, de aprecio, de amor, materiales o que simplemente han sufrido por procesos en donde viven todos los días tomando solos en un sillón llorando todos los días por las desdichas que la vida les ha puesto.
Bien es cierto que nosotros mismos decidimos como vivir, pero de verdad te has puesto a pensar ¿cómo un violado puede salir adelante o puedes decidir cómo debe de vivir? ¿tienes derecho a juzgar sus actos sabiendo que fue abusado de alguna manera? ¿cómo un despreciado, golpeado, escupido y rechazado por todos no debe sentir miedo ante esa situación? ¿A caso tú tienes la respuesta a eso? Realmente no la tienes, ni siquiera, aunque recomiendes un psicólogo puede entender el padecimiento de la persona, pero no puede ponerse en los zapatos de ella, porque quizá se podrá especializar leyendo libros y estudiando tanto tratando de entender la mentalidad del ser humano, pero jamás podrá comprender el sentimiento ajeno de esa persona porque el psicólogo no fue violado, abusado, golpeado o humillado como esa persona.
Las personas que han sufrido esa clase de abusos pueden tener el derecho, la oportunidad y la obligación de cuidarse y de mejorar a ellos mismos, pero ¿a quién le pueden contar esas cosas que han vivido? ¿cómo pueden siquiera sacarlo de su alma si las personas tienden a ignorarlos, a rechazarlos, a evitarlos, a ser fríos e indiferentes con ellos por sus faltas? Es digno de admirarse para aquella persona que realmente conoce el arrepentimiento desde el fondo de su alma, decide cambiar, y todos los días decide buscar cientos de formas por seguir creciendo, dejando atrás todo aquello que le hizo daño y le abrió esas heridas, dejando atrás a las personas que lo hirieron e incluso las que no lo hicieron, dejando atrás sus recuerdos, sus experiencias, sus sufrimientos e incluso a todo aquello que creyó amar y aferrarse debe de muchas veces soltarlo para poder comenzar de nuevo.
Si tu eres una persona que ha sufrido por una cantidad innumerable de abusos como yo, puedo decirte que en este proceso, tendrás que abrir esas heridas, recordar todo aquello que alguna vez te empezó hacer daño y poco a poco te hizo ser la persona que eres ahora, tendrás que recordar todas las cosas que fuiste cargando por años y que te hicieron tomar esas malas decisiones y que ahora estas pagando con consecuencias grandes como perder a alguien que amaste, perder todo aquello que te rodeaba y nunca valoraste, perder tu propia alma y sentido de la vida. ¿Por qué es necesario sacarlo? Porque es el único momento donde de verdad enfrentaras cara a cara a tus propios demonios, y de este modo, a pesar de que será una experiencia demasiado dolorosa y extremadamente difícil, es un proceso en el cual te hará darte cuenta de que a el milagro puede existir y comenzará a sanar esas heridas. Dejarás de depender de las demás personas, de los prejuicios, aprenderás a perdonar, aprenderás a soltar tu “yo” anterior que al final fue tu propio demonio, aprenderás a perdonarte a ti mismo por todo lo que cometiste, y aunque quizá no se irá por arte de magia, si podrás comenzar un nuevo capitulo en tu vida en donde estarás dispuesto a estar bien contigo, estarás dispuesto a admirarte, a conocer el perdón dentro de tu corazón, dejarás de juzgar el acto ajeno, podrás ayudar y brindarle a otros lo que no pudiste durante tanto tiempo, dejarás las mentiras, las traiciones, la depresión, el intento de suicidio, dejarás todo aquello que te tire a los vicios, a los malos pasos. Comenzarás a tener los deseos de vivir nuevamente dispuesto a ofrecer algo nuevo al mundo de ti mismos con esas emociones de que algo nuevo llegará a tu vida, de que Dios traerá un nuevo rumbo a tu corazón que lo guiará por el camino de la vida. Aprenderás aceptar su voluntad y a saber que con tu amor propio y el amor de el derramado en tu corazón arrepentido dispuesto a entregarlo a el para aprender a crecer como espíritu y alma, no necesitarás a aferrarte a nadie, porque al final, cuando seas tu mismo todos los días expresando la verdadera esencia de tu ser, comprendes que las personas que quieran estar a tu lado van a dar el esfuerzo por hacerlo, porque no solamente tu eres quien debe de darlo todo por demostrar las cosas, sino que las demás también deben de poner de su parte si es que así lo quieren, tu les cedes la libertad de saber si de verdad quieren estar contigo o no, y aunque en un principio cuesta renunciar a esa persona o a las cosas, después entiendes que no necesitas aferrarte a ellas, al final a pesar de tus errores no debes de vivir toda tu vida bajo el juicio de que tu eres el único que debe de hacer las cosas para que los demás acepten estar contigo, no es así y así no es como funciona. Debes tener presente que cometiste tus propios errores, quizá eso hizo que muchos dejarán de confiar en ti y es válido, debes de ser responsable por ellos y comenzar la etapa en la que puedes demostrar lo contrario, de que puedes ser mejor, que estás bien tú y dispuesto a ofrecerles algo mejor a ellos, pero al final tantos aquellas personas como tu deben de poner de su parte, ambas partes, porque si solamente tu pones de tu lado pero la otra parte no lo hace, de nada sirve que hagas magia, maromas y trucos imposibles, porque simplemente la otra parte ni siquiera las mirará porque no le interesa dar su lado, no le interesa ponerte atención.
Todos merecemos la oportunidad de cambiar, de no ser juzgados y todos podemos cambiar el rumbo de nuestras vidas si así lo queremos, pero siempre teniendo a Dios de nuestro lado, reconociendo nuestros errores y arrepentirnos de verdad por ellos, teniendo en cuenta que debemos de entregar nuestro corazón herido por nuestros propios pecados y los ajenos a él, porque el curará ese corazón, el sabrá que quieres empezar tu nueva vida a su lado siendo mejor de lo que fuiste en el pasado, siendo mejor cada día porque podrás tener miles de problemas, pero podrás enfrentarlos con la frente en alto. Quizá sufriste un abuso muy grande, muy difícil; un abuso sexual, físico, psicológico o de cualquier tipo, y cometiste errores muy graves debido a ese mismo resentimiento y odio que acumulaste por años, y de los cuales te tiraron en el abismo oscuro en el que te encuentras ahora, pero a pesar de todos esos abusos tu mereces la oportunidad de dejar todo eso y comenzar a darte una nueva oportunidad tú, aceptando y restaurando tu relación con Dios, aprendiendo que a pesar de las cosas nunca es tarde para aprender a disfrutar tu vida como siempre la quisiste, con una buena mujer a tu lado que no sea orgullosa, caprichosa, insegura, miedosa, prejuiciosa, excesivamente vanidosa, ociosa, chismosa y que solamente se empeñe en ver todos tus defectos y se le olviden tus virtudes, o que por simples razones busca excusas para juzgarte por todo aquello que hiciste. También mereces una vida donde obtengas las cosas que soñaste, que anhelas para ser feliz sin afectar a nadie más, que puedas sentirte satisfecho por la persona que ves todos los días en ese espero por las mañanas cuando te levantas, que te puedas sentir algo y lleno de seguridad de que tu puedes lograr todo lo que te propongas, y aunque el mundo solo vea las cosas negativas que tuviste, no permitas que eso te afecte, al final puede que en tu futuro alguien más llegue y sea un buen amigo, un buen compañero, una buena esposa o esposo. Aún tienes tiempo de poder vivir una vida que siempre quisiste, nunca es tarde para soltar y comenzar.
Nunca olvides que de igual forma, no pretendo obligarte a que creas en Dios, pero si en algún momento crees que es parte de tu vida y lo necesitas, nunca dejes pasar la oportunidad de reestablecer esa relación con el en el que le demuestres que quieres crecer, que confías en el, que le tienes fe, que eres temeroso de él, que le entregas tu corazón para que lo sane y que quieres que tu alma quede saciada con su palabra, su bendición, su amor y sobre todo de su sabiduría, la cual es la que te llevará y te guiará por este camino de la vida.
No eres mala persona, y aunque lo hayas sido, reconoce que no eres feliz, no trates de seguir justificando tus actos con mentiras, poniendo disfraces y disfraces de algo que no eres, no trates de desquitar tu odio por el mundo o la sociedad que te rodea, no sigas causando daño a tus seres más amados, date la oportunidad de sentirte bien y de ser feliz en esta vida, demuestra a ti mismo que eres mejor de lo que una vez fuiste, que puedes destacar de entre los demás, aprende a soltar y a dejar ir por mucho que ames a esa persona, por mucho que la quieras o por mucho que quieras tener esas cosas que te rodean, la vida no gira alrededor de los artefactos, ni de las personas… la vida gira alrededor de Dios, o a quien le tengas fe, y de ti mismo. No pienses que porque cometiste errores mereces ser juzgado y que solamente tu debes de darlo todo para que los demás te acepten, eso ya no funciona, aprende a saber que quien quiere estar a tu lado a pesar de esas equivocaciones lo estará y quien no quiera estarlo por prejuicios, miedos, inseguridad o cualquier cosa, respeta su decisión sin juzgarla y déjala ir, el futuro te puede deparar algo mejor y diferente.
Suelta las cadenas que llevas cargando todos los días y te hacen ser quien eres ahora, deja sacar a flote tu verdadera esencia como ser, aférrate a tu fe, a tu Dios, a ti mismo, a que puedes perdonarte a ti y sentirte orgulloso de lograr ser diferente a los demás, que puedes dar mejores cosas a ti mismo y a los demás.
Tu, yo y todos merecemos una segunda oportunidad, siéntete orgulloso de poder llegar al futuro y decir: “logré ser diferente, mejor e intenté todo, me lo demostré a mí y a quienes me rodean, por eso ahora puedo disfrutar de mi vida estando con quien siempre soñé, con las cosas que soñé y con la vida que alguna vez soñé por años. Gracias Dios por esta oportunidad”.
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Cómo descargarse las entradas y qué hacer el día del concierto
Aunque ya hayamos realizado la compra de nuestras entradas, no basta con el correo electrónico que hemos recibido, sino que todavía nos quedan unos pasos más antes de disponer de nuestra entrada. La forma en la que las recibiremos dependerá del método de compra que hayamos utilizado.
Descargar entradas para ID-s basic
Desde hace unos años, las entradas de SID ya no se entregan en formato físico, sino que las recibiremos a través de la web de Ticket board. Por suerte para nosotros, esta página web se ha apiadado de los extranjeros y tiene una versión en inglés.
No será necesario que nosotros hagamos nada, sino que dos o tres semanas antes del concierto, el STAFF de SID creará una cuenta para nosotros e introducirá los datos de los conciertos. Para conectarnos, pulsamos en "my page". Nuestro ID de usuario será nuestra dirección de email y la contraseña, nuestra fecha de nacimiento en formato AÑOMESDÍA.
A continuación, pincharemos en "application/purchasing history" y nos aparecerá un listado de los conciertos para los que hemos conseguido entradas, aunque por el momento no podremos hacer nada más.
Unos días antes del concierto (entre 3 y 5 días), nos llegará un email avisando de que nuestras entradas ya están disponibles.
Si nos volvemos a conectar a Ticket Board, podremos ver más información sobre las entradas y, al final, nos aparecerá la opción para descargar nuestra entrada y para introducir los datos en la entrada de nuestro acompañante (de esto último no tengo fotografías, pero básicamente os pedirán su nombre y su email, es un proceso muy sencillo).
La entrada no se descargará en nuestro teléfono móvil, sino que es online. Además, no nos sirve con sacar una captura de pantalla, es necesario que mostremos la página web, ya que nos van a poner un sello en la entrada con un aparato especial (no sé muy bien cuál es la tecnología que utilizan, pero acercan el sello a la pantalla del teléfono y se pone en la entrada). Por ello, es FUNDAMENTAL que tengamos acceso a internet, porque primero necesitan comprobar vuestro nombre en los detalles de la entrada y luego tendrán que volver atrás y sellarla.
Descargar entradas en LINE ticket
En el caso de las entradas de LINE, el proceso es mucho más sencillo. Unos días antes del concierto recibiremos la entrada en un mensaje a través de LINE y, el día del concierto, se nos reenviará la entrada justo a la hora de la apertura de puertas.
Si pinchamos en el mensaje, se abrirá una descripción de la entrada y al bajar, podremos abrir la entrada en sí. Mi recomendación es que no toquéis nada y dejéis que lo hagan las personas del STAFF. Yo abrí la entrada antes de tiempo y para validarla solo hay que pulsar la pantalla, así que me la validé a mí misma sin querer antes de haber accedido a la sala y ya no se puede abrir otra vez. Cuando les expliqué la situación a los miembros del STAFF, entendieron el problema y no pusieron ninguna pega, pero por si acaso mostradles simplemente la descripción de la entrada y dejad que ellos hagan el resto.
Anatomía de una entrada
Aunque la página web de Ticket board está en inglés, las entradas no lo están, así que vamos a ver un par de imágenes para entender la información.
1- Información de la entrada. Tendrán que acceder a ella para comprobar vuestros datos. 2- Fecha del concierto, hora de apertura de puertas, hora de inicio del concierto. 3- Tipo de entrada y número, imprescindible para saber dónde debemos sentarnos o cuándo debemos acceder. 4- Sello que aparecerá desde que os validen la entrada.
1- Fecha del concierto, hora de apertura de puertas y de inicio del concierto, lugar del concierto. 2- Tipo de entrada y número, imprescindible para saber dónde debemos sentarnos o cuándo debemos acceder. 3- Confirmación que aparecerá desde que os validen la entrada. El tipo de entrada, en las dos que os he mostrado, era "standing" (de pie), que era la única opción disponible, incluso en el caso de las entradas VIP. La letra que aparece a continuación nos indica en qué grupo hemos de entrar. En primer lugar entrarán las VIP (si las hay), después las A, a continuación las B... Los números que están justo después de la letra nos indican el orden de entrada dentro de cada uno de los grupos. En la entrada de Ticket board, dentro del grupo A, debía entrar en el lugar 19; mientras que en la entrada de LINE ticket, debía entrar en el puesto 53 del grupo B. No obstante, muchos de los conciertos de SID son en halls, por lo que no tendremos que estar de pie, sino que habrá asientos. Así, en la entrada, nos aparecerá la zona en la que nos ha tocado sentarnos, la fila y el número del asiento, como si fuese una entrada de cine.
Qué hacer el día del concierto
Aunque me imagino que el procedimiento variará según el concierto al que vayamos, el lugar en el que se celebre o si tenemos o no entrada VIP, explicaré brevemente mi experiencia. Los eventos a los que yo asistí se celebraron en salas de conciertos, por lo que eran mucho más pequeñas y había menos gente, pero creo que el procedimiento para entrar es un poco más complicado (en el caso del hall, creo que basta con ponerse a la cola en cualquier orden y buscar tu sitio una vez estés dentro, pero no es así en el caso de las salas de conciertos). Si no conocéis el lugar, recomiendo que lleguéis a la sala con un poco de tiempo, ya que algunas se ven claramente, pero otras están un poco más escondidas (por ejemplo, el Club Junk Box de Sendai, aunque tiene un cartel en la puerta, está en el sótano de un edificio y es allí a donde tendréis que bajar para poneros a la cola o comprar los goods). No es necesario que os quedéis durante horas haciendo cola, mucha gente empieza a llegar unos 15 minutos antes de la apertura de puertas. Realmente da igual cuándo lleguéis porque vais a entrar en el orden que aparece en la entrada. Es verdad que la venta de goods se inicia un par de horas antes de la apertura de puertas (de todos modos, en la página web o por email os avisarán de los detalles para que sepáis cuándo ir), así que si queréis comprar algo, podéis ir unas horas antes (realmente se formaban colas para comprar los goods, así que yo recomendaría ir con tiempo, también para aseguraros de que no se agota lo que queréis) y marcharos otra vez hasta que vayan a abrirse las puertas. Aunque lo más seguro es que el STAFF no hable inglés, suele haber un catálogo o los objetos que están a la venta estarán expuestos, así que podréis haceros entender por señas. Además, os enseñarán la cantidad total en una calculadora para que no haya malentendidos a la hora de pagar. Muchas salas disponen de taquillas en las que dejar vuestras cosas (en vanvan4 de Kanazawa no había, pero repartieron unas bolsas y unos números para que el STAFF guardase nuestras cosas) y normalmente también las abrirán antes de la apertura de puertas para que no perdáis tiempo al acceder a la sala. Suelen costar entre 300 y 500 yenes. Son bastante espaciosas, así que no tendréis problema para que os quepan vuestros bolsos, sudaderas, etc. En caso de que no haya taquillas en la sala, suele haberlas en las estaciones de tren. En el caso de que tengamos una entrada VIP, se nos indicará por email la hora a la que podremos pasar a recoger nuestros pases (para que os hagáis una idea, el concierto empezaba a las 19:00 y fuimos a recogerlos a las 15:30) y en qué horario se desarrollará el evento VIP (las entradas VIP de AKi incluían un ensayo, un concierto acústico y un meet&greet que duraron desde las 16:15 hasta las 17:30, aunque había que estar a las 16:00 para acceder a la sala).
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El meet&greet se hacía solo con Aki (los otros miembros de la banda no estaban) y se iba pasando por orden, uno por uno, al pasillo de acceso a la sala, donde Aki estaba esperando para saludar. En general, la gente iba bastante rápido y no se paraba mucho, aunque supongo que si te quedas demasiado tiempo alguien del STAFF te indicará que debes continuar. Mientras estás allí, solo te pueden ver Aki y los miembros del STAFF, el resto de asistentes está esperando fuera, por lo que es relativamente privado. Una vez llega la hora de la apertura de puertas, debemos tener listos nuestra entrada y nuestro pasaporte, porque nos lo van a revisar para comprobar que el nombre de la entrada coincide con el nombre del pasaporte. Si tenemos una entrada de ID-s, es mejor que llevemos también a mano la tarjeta del Fan Club. A mí nunca me la pidieron, pero en la página web pone que podrían solicitarla, así que es mejor prevenir. En este momento, alguien del STAFF se pondrá en la puerta de la sala y empezará a gritar los números (y no os creáis que se esfuerzan mucho por que se les oiga bien, así que estad atentos). En primer lugar, gritará la zona que va a empezar a entrar (VIP, A, B...) y luego empezará a gritar uno por uno los números (lo hará en japonés, así que o le pedís a alguien que os avise, o tendréis que estudiar unas nociones básicas de los números). Al principio, irá despacio, pero si quedan entradas sin vender, tened cuidado porque en vez de gritar los números uno por uno, quizá los vaya gritando de 10 en 10 (me pasó en Osaka, ya que no había mucha gente para la zona B). Cuando la persona del STAFF grite vuestro número, tendréis que acercaros a él, comprobará el número en la entrada y tendréis que pasar con otro miembro del STAFF que os revisará el pasaporte y os sellará vuestra entrada. Por último, al ser en una sala de conciertos, tendréis que pagar 500 o 600 yenes por una bebida que os darán al final del concierto. No es opcional, hay que pagarlo aunque luego no os vayáis a tomar la bebida, así que tenedlo en cuenta. No obstante, si tenéis una entrada VIP, el precio de la bebida está ya incluido en la entrada. Dentro de la sala podéis colocaros en el lugar que queráis siempre que haya espacio. Si queréis estar más alejados del escenario, no hay ningún problema si os ponéis al fondo, aunque la gente suele respetar vuestra burbuja de espacio vital y no tendréis a nadie pegado justo al lado, por lo que no resulta incómodo estar entre la multitud aunque no os gusten mucho las aglomeraciones (a mi amiga no le gustan y dijo que estuvo muy cómoda). De igual manera, algunos asistentes optarán por quedarse más lejos del escenario, pero no hay problema si vosotros llegáis después y queréis acercaros (por ejemplo, en Osaka, había dos niveles en la sala y mucha gente estaba en el segundo nivel aunque aún había sitio en el primero. Cuando me acerqué a preguntarles si les importaba que bajase al primer nivel, me dijeron que no había problema). Ya en nuestro sitio, solo nos queda disfrutar del concierto.
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Bienvenida Nathan Bourbaki, has sido unido vía sensorial con siete personas del resto del mundo. Aunque su vínculo es fuerte y poderoso, debe ir con cuidado. Hay gente dispuesta a usar este “don" para su propio beneficio y él puede estar ya susurrando en tu cabeza…
Tu audición ya fue aceptada, Toska, tienes 36 horas para enviar la cuenta de tu personaje.
datos ic para sensates sin un clan.
¡¿{ francisco lachowski }?! · · · oh, no, es sólo { nathan bourbaki. }, un ciudadano de { lourdes, ciudad de francia }, que trabaja de { nada, debido a que se encuentra desempleado, pero que anteriormente se mantenía a base de trabajos ilegales. }. según tengo entendido es un sensate sin clan que { espera a despertar como parte de un clan. } al que aportaría { habilidades de combate, y un buen manejo de armas }. dicen que es { despreocupado, moralmente cuestionable e irresponsable. } pero habrá que comprobarlo.
descripción psicológica.
hacer enfadar a nathan es, por mucho, la cosa más fácil en esta vida. desde siempre ha tomado la costumbre de ver las cosas con un enfoque personal, además de que las constantes molestias debido a sus hermanos le han llevado a un punto en el que, si ve que intentan molestarlo simplemente explotará. pero. por muy enfadado que esté, se debe aclarar que no es realmente agresivo. no del todo. un poco. ¿miradas de odio? claro. ¿insultos y burlas? todo el tiempo. ¿golpes? eh… únicamente si lo golpean primero. y es que, hablando de lo anterior, nathan no es una mala persona en sí. claro; indiferente e irascible, sin mencionar que prácticamente se ha mantenido trabajando ilegalmente desde que se volvió mayor de edad, arruinando la vida de más de una persona con el trabajo de comerciante que mantenía. pero, no se podría decir que es su culpa, o al menos no lo es del todo. después de todo, no va por la vida deseando el mal a nadie, ni siendo el primero en lanzar distintos tipos de insultos. todo lo que ha hecho, ha tenido una razón de ser, además que ahora puede decir libremente que se ha alejado totalmente de ese mundo. a decir verdad, está dispuesto ayudar si se lo piden directamente, y de una buena manera. incluso podrías encontrarte con una que otra broma.
cabría decir que es alguien que se guía más por su corazón que por su mente, sabe perfectamente que, si le da más vueltas de las necesarias a ciertos asuntos, acabará peor que antes, por lo que sigue hasta el más estúpido de sus impulsos. curiosamente, esto siempre lo lleva a situaciones de las más diversas, más que nada malas. la suerte del mismo parece estar pendiente de un hilo. el miedo, no suele ser algo por lo que tiene que preocuparse. por supuesto, tiene miedos como todos, y puede llegar a acelerarse ante una situación o ponerse nervioso, pero nunca se paraliza. cuando está asustado y nervioso, actúa rápido y piensa rápido. inteligente. no del tipo que obtiene buenas calificaciones, habría terminado la preparatorio de ser de este modo, o un increíble conocimiento en tecnología. mejor dicho. se trata de alguien con los pies en la tierra, que sabe cómo funciona el mundo. quizás por eso existen varios temas que le son indiferentes, ideales que no se preocupa por alcanzar, una imagen que no se molesta por proyectar. y es como si, de cierta manera se encontrará orgulloso de eso. la gran mayoría se hace una idea equivocada de su personalidad, de aquel “idiota que odia a todo el mundo”, puesto que ahuyenta a ese grupo de personas superficiales que a primer vistazo se ven intimidados. vivir en excesos, buscar peleas, enfermarse, terminarlo ignorarlo aunque eso hace que la mayoría de veces termine en la camilla de un hospital. y, obviamente, arreglarlo con una frase cómo; “no es para tanto” ó tal vez “de algo tendré que morir”. nathan es un desastre andante que ha perdido el interés en sí mismo. no parece tener un poco de amor por sí mismo, no lo encuentra posible cuando tienes la idea de ser un idiota. puede que no lo admita abiertamente, pero no posee muchas esperanzas en sí mismo ni en lo que pueda llegar a hacer. y por eso mismo no va por la vida siendo autocompasivo, no, simplemente resulta en un joven autodestructivo nathan tiene un problema. bueno, más de uno. la verdad es que tiene una mente un poco depresiva, por lo que suele imaginarse escenarios tristes, o bien recordar los tiempos pasados. suele pensar demasiado, lo que lleva a terminar afligido por sus propios pensamientos. de igual manera, incluso se puede decir que no valora demasiado su vida. y si bien no busca la muerte explícitamente, creé que su muerte no haría la más mínima diferencia en la vida de las demás personas, ha perdido cualquier tipo de contacto con su familia. lo que era de esperarse, considerando que las últimas conversaciones que había tenido con ellos se basaban simplemente de engaños, y mentiras que les daba para poder mantenerlo de ese modo un poco más tranquilos.
le encanta ser irónico. si ve la oportunidad, suele soltar comentarios por lo bajo y arreglarlos haciéndose el desentendido. aunque está claro que le importa muy poco, o nada, la reacción de quienes apenas si conoce, en ese sentido se podría decir que es un poco sinvergüenza, pero que se puede esperar de alguien que está lejos de complacer las expectativas típicas de cualquier ciudadano. después de todo, es así cómo ha estado viviendo los últimos año de su vida, y no espera que eso cambie de ninguna manera.
historia.
seamos sinceros, la vida de nathan podría haber resultado ser mucho peor de lo que en realidad es. podría haber nacido bajo los abusos de un padre irascible, o haber pasado hambre durante los años más importantes de su vida. después de todo, nathan nació desde un primer momento con todos los beneficios posibles que se le podría dar a un niño. cómo el primer hijo, y tal como pasa con los hijos mayores, en sus primeros años era bastante mimado por sus padres. ya podrás imaginarlo: paseos por el parque, regalos, cuentos al anochecer, y mañanas de tranquilidad frente a su serie animada favorita.
cuando nathan tenía cinco años, nacieron sus dos hermanos, de nombres adrienne, y andré. un año después, nació su otro hermano, auguste. ignorando el hecho de la reciente obsesión de su madre con los nombres que comenzaran con la letra “a”. eran unos pequeños adorables de cabellera castaña como la de su madre, y ojos avellana, como los de su padre. tal como su hermano mayor. los nuevos consentidos de la familia, los tres pequeños que necesitaban recibir atención cada cinco minutos, por suerte, a el castaño esto no le importó demasiado, siendo que estaba lo suficientemente alegre con aquellas amistades llenas de inocencia que uno tenía de pequeño. se podría decir que tuvo una infancia normal, sin problemas, tampoco sucesos trágicos. con pocos traumas a destacar. exceptuando la vez que se quedó encerrado bajo las escaleras, una experiencia traumatizante, realmente traumatizante. nada que una charla con uno de sus padres no logrará solucionar.
se podría decir que sus problemas, por decirlo de alguna forma, comenzaron cuando nathan tenía alrededor de catorce años. cuando su padre consiguió un ascenso con más horas de trabajo, y su madre comenzó a enfocarse en llevar un negocio propio. no hace falta decir que, con ambos padres tan ocupados, la atención se alejó casi por completo del par de hermanos. siendo que dos de sus hermanos menor ya había cumplido los nueve años, mientras que el otro ocho, las atenciones para los cuatro habían disminuido ridículamente. las tardes volviendo de clases eran aburridas, los mismos programas, la compañía de la nueva niñera, las andadas en bicicleta por la cuadra, el ver a aquellas personas con las que alguna vez jugó en el patio de juegos, y ahora no eran más que “conocidos”. y, por supuesto, las hormonas del joven saliendo a flote. todo aquello resultó en una combinación caótica. debido a la falta de supervisión, y a toda aquella libertad que sus padres le ofrecían. nathan comenzó a salir de aquella fachada de niño educado que mantenía, y como medida para llamar la atención, las escapadas en la noche, el constante reto que ahora ejercía a sus padres, y los excesos comenzaron a ser cada vez más grandes. tanto que llegó un punto en el que ya no lo hacía por llamar la atención, no, se había vuelto parte de su día a día. ¿cómo te detienes cuando no te dan un límite? no le importaba. no lo pensaba. y es que, había dejado de preocuparse por cómo llevaba su vida, se convenció de que no importaba lo que hiciera porque nadie le dijo lo contrario. nada cambiaría. nunca haría algo extraordinario de su vida, él mismo se había sentenciado de ese modo.
¿amigos? no puedes estar seguro de llamar amistad a lo que tiene el joven castaño, para él todo es demasiado superficial. el tipo de personas que seguramente se alejaran cuando las fiestas se terminen, cuándo los efectos de aquellas drogas que vendía se terminaran, y cuando quieras regresarlos a la realidad. y es que nathan está tan consciente de ello que, como muchas otras cosas, había dejado de interesarle, había dejado de buscar algo como una amistad hace mucho tiempo, y era tarde cuando fue consciente de eso.
se podría decir que en el último año se ha tranquilizado un poco, el cambio más radical que cree que hará por mucho tiempo, es dejar aquel trabajo de comerciante. he salir al mundo, en busca de un empleo estable. el cual es demasiado difícil de encontrar si no has terminado tus correspondientes estudios. actualmente, si bien su personalidad sigue siendo un desastre, puede andar tranquilo la mayoría del tiempo, manteniendo su mente ocupada entre la búsqueda de trabajo, y un poco, sólo un poco, de alcohol.
curiosidades.
en la preparatorio, repitió varios cursos debido a que se ausentaba mucho. no pasó demasiado tiempo para que dejará la misma.
por extraño que suene, el castaño se ha vuelto una persona bastante pacífica en el último tiempo. es muy difícil que comience una pelea por cuenta propia, tiene que ser provocado para reaccionar violentamente.
duerme más en el sofá que en su propia cama. un colchón tirado en medio del suelo no es prácticamente lo más cómodo del mundo, por eso prefiere el sofá que venia con la estancia.
actualmente tiene un cachorro como mascota. el cuál, por cierto, todavía no está del todo seguro de la raza. debido a que simplemente lo encontró un día de lluvia, temblando en una pequeña caja. destino.
se podría decir que es demisexual. solo se sentiría atraído por alguien al que le tenga cariño, algo irónico, ya que no quiere.
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( La hora de la verdad. ) ft Unai.
No haber sido obediente había tenido sus represalias. El negarse a comer había sido algo que día tras día, era motivo de lucha. Por mucho que fingiesen que les daba igual si comía o no, Asier sabía que necesitaban que comiese porque a medida que iba pasando el tiempo, perdía la conciencia más rápido en los experimentos. Y eso les enfadaba, así que aumentaban la dosis en las inyecciones, la carga en las descargas, le despertaban a base de golpes. Estaba mucho más delgado de lo que había entrado y en su cuerpo se veían de manera evidente las señales de la tortura.
Mientras había estado encerrado, había pensado lo que la mayoría de los secuestrados seguramente habían pensado, que aquel era el fin. Que no podría hacer nada más al respecto, que moriría allí. Y en su mente no estaba él mismo cómo máxima preocupación, si no Unai. Unai no paraba de estar en su cabeza, en lo enfadado que estaría si se enterase de lo poco obediente que había sido, en que si moría, el nunca sabía por qué realmente o si al final lo descubría, sería porque alguien se lo había contado. Alguien, no él. Él nunca le habría contado la verdad: quien era, por qué habían pasado seis meses separados, qué significaban todos esos cuadros que pintaba dónde aparecían ocho personas y una larga lista de mentiras que había utilizado para cubrir su verdadera naturaleza.
También había pensado en qué serían esas últimas cosas que ocuparían su mente antes de morir, cuales serían esos últimos momentos que reviviría antes de irse a dormir eternamente. Su primer beso con un chico, el día que se fue de casa, Unai y él despertando abrazados en un colchón en el suelo en una casa medio vacía el primer día de mudanza, la primera conexión, él día de su boda... Una serie de imágenes que marcaron su vida, los momentos más importantes, los más dolorosos, pero también los más bellos. Hasta llegar al último pensamiento antes del aliento final: Unai no sabía su verdad. Y luego ya está, moriría. Fin del asunto.
Pero aquel no había sido el fin. En aquella sala blanca, dónde el único sonido a destacar era la monitorización de sus latidos, se encontraba Asier postrado en la cama, una versión demacrada del vasco, pero no dejaba de ser él. Aun así, Unai sería capaz de reconocerle diese igual su estado.
La palabra preocupado se quedaba corta para todo lo que el policía había sentido al encontrarse en la situación de no saber dónde estaba su marido durante semanas, de que la única información que tenía era que había estado en Amsterdam antes de desaparecer sin dejar pista y que aunque quiso e intentó ponerse en contacto con la Embajada de España en los Países Bajos, esta no fue de mucha ayuda. No saber qué hacer, por dónde empezar a buscar, no conocer las razones de su desaparición o aún peor, no ser capaz de imaginar una razón lógica para ello, lo había estado consumiendo ¿Un secuestro? ¿Con qué fin? Nadie había pedido una recompensa por él, ¿Le había abandonado? Ni si quiera se lo planteaba cómo una opción realmente, conocía a Asier. Las noches se las había pasado en vela, mirando el teléfono, con la esperanza de tener novedades, novedades que no parecían llegar nunca. El móvil apagado, ni un solo movimiento del dinero en la tarjeta, ni una comunicación con nadie de su círculo.
Había algo raro en todo aquello, Unai lo sabía desde hacía meses, no era tonto, pero se lo había estado haciendo. Había preferido ver hacia dónde llegaba todo aquello, confiar en su marido, pero los últimos eventos comenzaron a ser un límite para él. La muerte de aquella chica, los viajes, sobretodo aquellos en los que Asier volvía con los brazos llenos de magulladuras, la desaparición previa de Laia que ni ella había sido capaz de explicar...
Eran las tres de la tarde y estaba dando vueltas a la comida que llevaba en el tupper en el trabajo cuando recibió esa llamada. Su marido había aparecido y estaba hospitalizado. En otro país. A la vez que hablaba con su jefe para que le dejase salir del trabajo y cogerse unos días, avisaba a uno de sus cuñados, no esperaba que nadie de su familia fuese a coger un vuelo para ir a verle, pero su deber era avisar.
Un vuelo a las 5 de la madrugada, una maleta mal hecha, el miedo clavado en la garganta.
Sus manos temblaban ligeramente y tenía los labios cortados de tanto mordérselos mientras esperaba en la entrada del hospital que comprobasen quien era para dejarle entrar. Aquello era algo que aumentaba sus nervios también, el hecho de que pareciese que todo estaba bajo protección, ¿Por qué la iba a necesitar? ¿Dónde se había metido que le había llevado a todo esto? Con una acreditación que le permitía el paso a esa zona del hospital y guiado por un hombre, fue a parar a un pasillo lleno de habitaciones, una tras otra. Pararon justo enfrente de una puerta, la de la habitación 2020, cerrada. Llamó a la puerta con cuidado y una voz que reconocería perfectamente a kilómetros de distancia le respondió. —Adelante.—
Cuando la cabeza de Unai apareció a través de la puerta, Asier pareció recuperar años de vida a través de una sonrisa que minutos antes, parecía imposible que alguien fuese capaz de sacarle. —Unai...— Masculló, mientras hacía todos sus esfuerzos en sentarse en aquella cama, pero los brazos y todo el cuerpo en general, le fallaba. Estaba demasiado débil para cualquier cosa que no fuese reposo, así que ese intento quedó en un fallo. El policía se puso rápidamente en alerta y cruzó la habitación en dos zancadas antes de encontrarse justo a su lado en aquella cama de habitación. —No sabes el susto que me has dado.— Fue lo primero que expresó, antes de acercar sus labios a los suyos para dejar un beso que expresaba a la perfección la desesperación y el miedo por perderle que había tenido durante todo ese tiempo. Su mano agarraba la bata de hospital cómo si soltarle fuese a hacer que desapareciese y cuando se separaron, Asier lo vio en sus ojos también, el terror en la mirada que se paseaba por su rostro, su cuello, sus brazos... analizando los golpes que estaban en su piel al descubierto. Pareció estar a punto de decir algo, pero nada salió de sus labios, tan solo fue capaz de volver a mirarle a los ojos y de volver a besarle.
Fue Asier el que tuvo que romper el hielo cuando volvieron a separarse. —Te ves horrible, que lo sepas.— Dijo, haciendo referencia a la barba de Unai, que parecía no haberse cuidado en días. No era muy normal que Asier bromease, aquello era algo más de Unai en su relación, pero podía ver claramente que su marido no sería capaz de hacer ninguna broma, así que tuvo que tomar el relevo. El vasco pestañeó un par de veces y sin ser capaz ni de reír, llevó una mano a la mejilla de Asier y tomando una respiración, unió sus frentes y cerró los ojos. —Dijiste que te irías un par de días, no te llevaste ni maleta, tan solo una mochila con un par de cosas para cambiarte...— Recordó en un susurro, cómo “un par de días” se volvieron 5 sin saber nada de él y 5, 6 y luego una semana, luego dos... —Es que el plan era ir a un museo, ver la colección de rembrandt y luego volverme...— Ni si quiera había aceptado la invitación para el cumpleaños Komorebi, simplemente había aceptado la de ir al rijksmuseum y había acabado un la boca del lobo. —¿Entonces cómo has acabado así?— El dolor desgarrador de sus palabras era tan perfectamente audible que no necesitaba abrir los ojos, podía mantenerlos cerrados mientras sus frentes seguían juntas que seguiría sintiendo su desesperación. La tortura no había acabado, lo que antes eran inyecciones ahora eran palabras en la boca de su marido, impregnadas de dolor.
No dio respuesta, no sabía por dónde empezar, no estaba preparado para aquello y quizá eso lo notó Unai, porque tras unos segundos, volvió a hablar mientras recolocaba sus manos y llevaba una detrás de su nuca, dónde con sus dedos, comenzaba a acariciarle con cuidado. —Soy yo el que es policía, se supone que yo soy el que algún día tiene que salir herido y tu quien vienes a visitarme. En qué momento esto ha cambiado...— “Mucho antes de lo que tú crees” Pensó el sensate, mientras tomaba una bocanada de aire. —Se que hay algo que me estar ocultando y siempre he querido confiar en ti y no meterme en tus asuntos, pero... estás en un hospital, Asier, no puedo fingir que no pasa nada...—
Su familia no estaba allí. Su familia lleva sin estar para él durante años. Su familia nunca había estado del todo para él realmente, tan solo su hermano mayor se salvaba de aquello, porque hubo un tiempo que le acogió, pero al final del día, él tampoco estaba en ese hospital y no esperaba más que un mensaje de “espero que estés bien, pásate cuando quieras” en su whatsapp por su parte. Su familia realmente eran las personas que él había elegido: Unai, Amy, Reagan, Laia, Irune y Gorka, sin olvidar a Lily, a quien creía muerta y a Jaidev, Ethan, Ciara y Guðjon. Había perdido a su familia de sangre por contar quién era realmente y sabía qué podía pasar si le contaba a Unai quien era realmente, porque había vivido de cerca el rechazo, el miedo, el asco, de personas que se suponía que daba igual las circunstancias, siempre estarían para él. Así que contarle a Unai la verdad, implicaba arriesgarse a perderle para siempre, a que su compañero de vida le soltase la mano a mitad del camino y huyese. Cualquier persona que conociese a Asier sabría que lo que sentía por su pareja era puro, era real, era algo que a pesar de los años, de las dificultades, de las discusiones, no se había desgastado ni un poquito porque encajaban perfectamente, como piezas de un puzzle. Pero no todo son problemas económicos o desacuerdos sobre política o comportamientos que no llegan a cuadran en la personalidad del otro, ahora estaban hablando de algo completamente distinto, hablaban de un secreto, un secreto que había guardado incluso el día de su boda, cuando sus 8 compañeros estaban a su lado a través de una conexión en el momento que daba los votos matrimoniales.
En el momento en el que abrió los ojos y vio a simples centímetros los de su marido, suplicándole una explicación, supo que las siguientes horas serían críticas para su relación. Que todo podría romperse con tan solo contar algo de manera equivocada, o que quizá todo podría romperse si se negaba a explicar nada, porque sabía que aquella situación les estaba dejando en un ultimátum. Ya no había excusas, nada podía justificar aquellos golpes, no podía inventarse nada, tan solo podía ir con la verdad por delante.
—Por favor...— Suplicó.
Podía echarle las culpas a Whispers por haberle llevado hacia aquel ultimátum, pero realmente ya era la hora de la verdad. Quizá llevaba tiempo siendo la hora de la verdad. Porque estaba arrastrando a la persona que más quería en el mundo a un dolor agravado por la incertidumbre que no le correspondía sufrir.
—Quizás prefieras sentarte para oír todo esto.— Dijo finalmente Asier, preparándose para contarle todo aquello que ya no podía esconder. No estaba preparado, pero seguramente nunca lo estaría, tan solo le quedaba confiar en aquello que se prometieron y en que Unai no fallaría a esa promesa.
❝ Prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida. ❞
#( selfpara. )#( unai. )#todo está maaaaal con este selfpara#no me gusta para nada#pero tenía que hacerlo#porque tenía que ocurrir esto#y tenía que dejarlo escrito para dejar constancia#Aquí cerramos un capítulo de la historia de Asier y Unai#y en realidad me hace muy feliz poder desarrollar el siguiente#¿Consideramos a Unai ya un personaje del rp también?#¿Puedo hacerle cuenta?#ahno#adios#ESO SI#LO CUTRE QUE ME HA QUEDADO EL EDIT#LO SIENTO#NO ESTOY CON EL MOOD DE PHOTOSHOP#SORRY
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