#conjunto de ducha
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La heredera del Infierno
Aviso: En este capítulo, también tuve que usar diálogos del videojuego doblado al español latino, pero cuando haga la versión de ingles (en algún momento) usaré los diálogos originales. También, varios lugares que describo son verídicos.
El local La Casa del Chocolate y se encuentra en la Av. Corrientes 1479. Por otro lado, Mercedes es un pueblo de Provincia de Buenos Aires y una de sus festividades populares es la "Fiesta del Salame".
El Mundo Exterior.
–¿Qué debería ponerme para ir al Mundo Exterior? –preguntó Daniela, mientras sostenía su mejor ropa– Eh, Ade, despertate.
La chica salió de sus pensamientos y volvió a la realidad.
–Perdón ¿qué estabas diciendo?
–¿Qué me pongo para ir el Mundo Exterior? –volvió a preguntar–. Estoy entre el vestido azul, el top con la pollera blanca o jean y remera blanca.
–Vamos a ver a una emperatriz y a sus hijas, creo que el top o el vestido no va a estar bien para presenciar a la familia real. Te van a tachar de algo peor, quizás en la fiesta podés usarlo. –respondió Adelina, mientras observaba los conjuntos de ropa–. Podrías usar la remera rosa claro, el jean negro y sandalias, seguramente nos va a tocar caminar.
–Ay me gusta, pero me voy a poner otro par de sandalias que combinen.
–Como quieras.
–¿Qué estabas pensando? –cuestionó Daniela con una sonrisa mientras se arreglaba.
–Nada.
Había pasado una semana desde el sueño, y lo recordaba como si lo hubiera tenido la noche anterior. Despertó sudando, sintiendo las manos de los muertos por todo el cuerpo y tuvo que hacer un esfuerzo titánico para no gritar en plena madrugada. Necesitaba respuestas sobre Hela.
Después de darse una ducha, Adelina observó su mejor ropa. Optó por un vestido negro con decoraciones de enredaderas, mangas caídas, suelto en la falda por arriba de las rodillas y sandalias de taco bajo. Cepilló su larga cabellera negra haciéndose una media colita y se aplicó un poco de su mejor perfume.
Luego, tomó la paleta de sombras y al abrirla, sus ojos heterocromáticos se reflejaron en el pequeño espejo. Puso en sus párpados sombras de color negro y se pasó lapis labial rojo. Tras terminar, admiró momentáneamente su rostro pecoso y guardó todos los elementos en su bolso pequeño.
Al salir de su habitación, vio a Mariano con una remera de One Piece. un traje negro y pantalones elegantes del mismo color. La muchacha intentaba tener autocontrol de no matarlo a la primera oportunidad que tuviera.
–¿Cuántas veces te dije que te pusieras camisa y no una remera? –preguntó Adelina.
–Agradece que no me puse una de Megadeth –defendió el chico, ajustando su saco–. Es elegante y moderno.
–Hace lo que quieras, si nos miran mal te mato.
–Le vamos a sobornar con comida. Vamos a estar medianamente bien.
En esos siete días, el trío quiso buscar unos regalos a la emperatriz Sindel. Fueron a Argentina a comprar comidas típicas de su patria. Liu Kang les había dicho que no era necesario, pero aun así Adelina, Mariano y Daniela hicieron los regalos.
La chica suspiró aceptando la derrota y salió del complejo con Mariano, Raiden, Kung Lao y Kenshi. Raiden llevaba un atuendo formal chino de color blanco con un cinturón de tela, pantalones azul oscuro y botas del color de la nieve. En cambio, Kung Lao vestía con una camisa china de manga corta negra y roja, en su cabeza, tenía su sombrero con cuchillas, pantalones negros y botas del mismo color. Por último, Kenshi llevaba una camisa roja, un saco gris, pantalones del mismo color y zapatos de color negro.
Mientras esperaban a Johnny y Daniela, Adelina se dio cuenta de que los tres hombres miraban curiosamente el tatuaje de la muchacha.
–¿Qué te ocurrió en el brazo? –preguntó Kung Lao analizando el brazo derecho de la chica.
–Una estupidez –dijo Adelina tratando de no explicar demás, pero ante las miradas curiosas de Raiden, Kung Lao y Kenshi siguió–. Aposté a que aguantaría un tatuaje completo, pero solamente soporté el brazo.
–No te veo haciendo eso –dijo Kenshi.
–Lo hice cuando tuve 18 –mintió Adelina–. En ese tiempo, hice cosas tontas.
Pasaron varios minutos mientras esperaban a los otros luchadores. Kung Lao no podía contener su emoción en conseguir la victoria en el Mundo Exterior y presumir al campeón de la Tierra.
–Por favor Raiden, cuídalo. Ya veo que nos va a dar problemas y nos hará quedar mal –dijo la muchacha.
–Haré mi mejor esfuerzo –dijo Raiden con una risa.
–Tenemos que presumir a nuestro campeón, Adelina, sino qué imagen va a tener el Mundo Exterior de nosotros –dijo Kung Lao palmeando ambos hombros de Raiden.
–Vamos a tener la imagen de unos imbéciles, por eso no tenemos que presumir de más –dijo Adelina y Mariano rio.
–Adelina tiene razón, presumir nos haría quedar mal –dijo Kenshi–. Hablando de presumir ¿dónde están Johnny y Daniela?
–Dame un segundo –dijo Adelina acercándose a los pasillos–. ¡Che, ustedes dos! ¡Agilicen el trámite ya tenemos que irnos!
–¡Ya va! –gritó Daniela.
La muchacha fue la primera en salir, llevando una remera rosa claro decorada con alitas de ángel doradas, jean negro y sandalias. En sus manos, tenía las bolsas de regalos y Adelina tomó una. Detrás suyo, Johnny apareció con una camisa negra sedosa, pantalones del mismo color y zapatos.
–¿Qué es lo llevan en esas bolsas de regalo? –preguntó Kung Lao viendo las bolsas detrás del trío.
–Liu Kang nos dejó ir a Argentina a comprar regalos para la emperatriz Sindel –dijo Daniela con una sonrisa alzando las bolsas con orgullo.
–Trajimos los mejores chocolates de La Casa del Chocolate –dijo Mariano.
–Salame quintero de Mercedes. El mejor de todos –dijo Adelina–. También, vino.
–No era necesario hacer eso –dijo Johnny riendo ante las cosas que mostraron.
–La mejor forma de caerle bien a desconocidos es con comida –contrarrestó Daniela–, y estas son de las más exquisitas de nuestra patria. Además de las más caras, tuvimos que poner plata y dolió como el carajo a nuestras billeteras.
Los demás luchadores se miraron entre ellos y dejaron que el trío hiciera sus cosas. Se encaminaron al gran jardín donde Liu Kang los esperaba y lo siguieron hacia unas columnas chinas rojas con decoraciones moviéndose con el viento y algunos dragones orientales como relieves.
–El Mundo Exterior puede ser extraño y embriagante para los habitantes de la Tierra –de las manos del dios emergieron flamas naranjas y azules formando un portal–. Que no les afecte. Enfóquense en la tarea que tienen.
Adelina vislumbró que Johnny grababa las acciones de Liu Kang para su futura película. Los demás revolearon los ojos, resignándose a las actitudes del actor. Luego de formar el portal de fuego, el dios pasó a través de las llamas naranjas, siguiéndolo Raiden, Kung Lao y detrás, los otros luchadores.
Antes de atravesar, Adelina aspiró hondo y pasó por las flamas ocasionándole cosquilleos y mareos como cuando las atravesó para llegar a la Academia Wu Shi. Las flamas naranjas y azules se transformaron en oleajes violetas y lilas. Sin darse cuenta, la chica pudo tomar aire y abrió los ojos para encontrar un paisaje soleado.
Enfrente del portal, había dos estatuas de criaturas a los costados. Alrededor de la arquitectura de mármol blanco, había diferentes tipos de árboles, flores y banderas. Bajando las escaleras blancas, había una alfombra violeta que llevaban a otras escaleras de mármol blanco, con columnas decorativas y detrás árboles con flores rosas.
–Toto, creo que ya no estamos en Kansas –exclamó Johnny mientras seguía grabando todo el paisaje.
En las escaleras había un grupo de mujeres paradas en fila. Dos de ellas eran muy distintivas, llevaban ropas rosas y azul claro. Las demás vestían de uniforme amarillo, pantalones ajustados grises y zapatos del mismo color. También, estaban armadas con escudo y lanza.
–Vaya –exclamó Johnny al ver que las dos jóvenes de rosa y azul claro–. ¿Esas son…?
–Las hijas de la emperatriz Sindel, sí –dijo Liu Kang y el actor apagó su celular.
–No decepcionan.
Le dio la razón al dios sobre la belleza que poseía el Mundo Exterior. En esa hipnosis, tuvo que tener el control de evitar caerse y a la vez vigilar que Mariano y Daniela no les pasara lo mismo. El calor abrazador del lugar la agobió y agradeció llevar vestido.
–Somos los embajadores de la Tierra, Johnny. Les mostraremos respeto…–dijo Raiden solemnemente– no una atención indeseada.
–Tené por sentado que va a ser lo mismo que estuvo haciendo con nosotras todo el tiempo –habló Daniela sonriente–. Solo que, en vez de recibir una mala contestación, va a ser la cabeza empalada y su cuerpo dado de comer a los animales.
–Una linda imagen –dijo Adelina.
El grupo se acercaba a las hijas de la emperatriz, unieron el puño con su palma y se inclinaron.
–Lord Liu Kang, bienvenido –habló la hija vestida de rosa.
–Gracias, princesa Mileena.
–¿Recuerdas a mi hermana? –preguntó la noble haciéndose a un lado.
–Claro que sí –respondió Liu Kang–. Princesa Kitana.
Ambos se hicieron un pequeño gesto de saludo. El dios prosiguió a presentar a los luchadores y al campeón. Las princesas miraron apenas al resto de luchadores y Kitana enfocó su mirada sobre el granjero.
–Espero que estés preparado, Raiden –dijo orgullosamente–. Nuestros campeones están decididos a ganar.
–Nadie más que yo. Llevamos mucho tiempo sin conseguir la victoria –espetó la princesa Mileena.
–Princesa Mileena… –habló una de las chicas vestida de amarillo. Una morena con un peinado de rastas–, hay que ponernos en marcha. La emperatriz Sindel nos espera.
–Gracias, Tanya –dijo Mileena–. Síganme, por favor.
Las princesas llevaron a los luchadores por las escaleras hacia un pasillo externo de mármol blanco y dorado, donde más guardias estaban en postura recta y en fila. Al final, había carruajes llevados por criaturas extrañas, cubiertos en la cima con telas exquisitas de colores violetas y lilas, sus ruedas tenían partes doradas y dentro se hallaban cómodos almohadones.
Luego de que los invitados subieran, los carruajes empezaron avanzar hacia el palacio. Poco a poco, el paisaje verde fue convirtiéndose en pequeñas casas que mostraban detrás suyos edificios arquitectónicos orientales más grandes. Había faroles encendidos y se escuchaba el sonido de la música. Aparecían lentamente todas las civilizaciones del Mundo Exterior, celebrando la llegada de los habitantes de la Tierra.
Adelina, Mariano y Daniela estuvieron sorprendidos por la belleza del sitio y cada vez que surgía algo nuevo, sus rostros se volvían como el de unos niños. Adelina esperaba que los demás estuvieran igual de impactados que ella.
–¿Soy yo, o creo que los del Mundo Exterior están más competitivos que nosotros en el mundial? –cuestionó Mariano.
–Al parecer, sí –contestó Daniela volviendo en sí para luego cambar de tema–. Si la entrada del Mundo Exterior está re linda, imagínense lo que será el palacio y habrá más ropa linda.
–Fiesta y comida –unió Mariano soñadoramente.
–También podré entrevistar a la emperatriz o a sus hijas. –divagó Daniela–. Me encantó el top de la princesa Kitana y esta noche, voy a usar el mío.
–No creo que eso ocurra, Dan-Dan –dijo Adelina con una sonrisa–. Y sí, la ropa es muy linda.
–Valdrá la pena el intento.
Los habitantes aplaudían sin cesar y saludaban a todos los luchadores. La música se escuchaba por toda la calle, los tambores invadían los oídos de Adelina que le fascinaba. Vio diversos puestos de comida repletos de personas sonrientes compartiendo con sus compañeros, niños corrían de un lado al otro con risas alrededor.
–Las descripciones que tuvimos sobre los seres no tienen comparación en la vida real –dijo Adelina sorprendida–. Me siento, por primera vez, una verdadera turista.
–Es la mejor decisión que tomamos en venir a acompañarte al torneo –dijo Daniela.
En un momento, se escuchó un silbato y el carruaje del trío se detuvo. Los chicos estaban confudidos y miraron afuera. Personas con las manos atadas a la espalda en fila avanzaban y una figura femenina los escoltaba. Del primer carruaje salió la princesa Mileena, comenzó a gritarle algo que Adelina no pudo entender y por los gestos que hacían, las dos mujeres parecían contenerse bastante. Después de la pequeña discusión, la princesa volvió a su carruaje y siguieron su curso.
–¿Escucharon algo de lo que decían? No entendí ni tres hectáreas –habló Adelina.
–Lo único que escuché fue que debían despejar la ruta o algo así –dijo Mariano.
–Pueden pasar esas cosas –dijo Daniela.
Tras pasar por la festiva Sun Do y su muchedumbre, los carruajes llegaron lentamente a un área decorada por la realeza. Poco a poco, Adelina y sus amigos pudieron ver el palacio delante de grandes montañas. Estaba decorado por diversos arbustos de los cuales tenían flores violetas y rosas, telas adornaban parte de las escaleras y balcones y cascadas se encontraban al costado de las escaleras principales. En las cimas del palacio, había banderines violetas moviéndose por el constante viento.
El grupo bajó de los carruajes y las princesas los guiaron entre los confusos y largos pasillos del palacio. Llegaron a un gran salón donde abundaba la luz solar y el suelo formaba figuras con los azulejos. Candelabros de diferentes diseños colgados en telas de seda y puertas dirigiéndose a los bastos jardines o a los pasillos más recónditos del palacio. Enfrente de donde estaban, había tres tronos de almohadones violetas y decoraciones onduladas detrás de estos. También, en una de las paredes del salón, un gran mural de un retrato de la emperatriz y su esposo se extendía, decorado con diversas ofrendas y velas encendidas.
Miembros de la realeza charlaban en diversos grupos, mientras que los representantes de la Tierra se encontraban en el centro del salón. Adelina vio a Raiden nervioso, incluso la propia chica lo estaba. Notó algunos nobles miraban su brazo tatuado con la anatomía del esqueleto y la incomodaba cada par de minutos.
–Preocuparse es una pérdida de energía sin sentido, Raiden –habló el dios dándose cuenta del estado de Raiden.
–Pero el torneo… Si perdiera –espetó el chico ansioso y angustiado.
–Enfócate en tus acciones, no en el resultado –afirmó Liu Kang–. Solo eso está en tus manos.
–Si te sirve de consuelo Raiden –se acercó Daniela y apoyó su brazo en el hombro del hombre–, Ade, Mariano y yo también estamos nerviosos.
–¿De enserio? –cuestionó el chico.
–Sí, los tres tenemos que entregar los regalos a la emperatriz –dijo Mariano con una sonrisa–. Si las hijas mostraron su amabilidad y competencia al mismo tiempo, ¿cómo va a ser la emperatriz?
–Mieeeeerda –soltó Adelina en voz baja y con los dientes apretados–. ¿Quién es el primero de nosotros en ir?
Mariano y Daniela se quedaron asustados ante esa duda, entonces los tres hicieron una ronda intentando decidir. En su conversación, Johnny habló:
–Alerta roja. Se aproxima un villano típico.
Era una figura casi humana, pero no tenía cabello, solamente unos cuernos gigantescos y peculiares. Poseía orejas puntiagudas, uñas afiladas, ojos rojos como la sangre y piel bronceada con algunas escamas. Estaba armada con un equipo diferente al de las mujeres de amarillo, tenía una armadura roja y plateada. El peto plateado, mostraba en su centro la silueta de un toro y en su cinturón había un cuchillo de caza.
–No dejes que…–susurró Liu Kang cerca del campeón y que también lo pudieran escuchar los otros luchadores– el general Shao te provoque.
–¿El campeón de la Tierra está más flacucho de lo habitual o es mi impresión? –cuestionó el general con una risa y superioridad en su tono.
–¡¿Quieres poner a prueba su fuerza?! –estalló Kung Lao–. Raiden va…
Adelina se tapó los ojos con una mano por la vergüenza y las ganas de abofetear a su compañero.
–Va a probar pronto su valía –dijo Liu Kang salvando la situación y con un gesto de su mano calló al guerrero, poniéndose frente a frente con el general.
–¿Aún no les contaste a los habitantes de la Tierra que el Mundo Exterior existe?
–Es más seguro así, general –argumentó el dios.
–Supongo que sí –dijo el general acercando su rostro amenazador al dios–. Las mentes frágiles de tu gente no podrían lidiar con la verdad.
–¿Crees que son débiles, general? –preguntó Liu Kang con un sarcasmo apenas visible–. ¿En serio? ¿Tras tantas veces que han ganado este torneo?
–Destruiremos a tu campeón, Liu Kang –espetó el general–. No saboreará la victoria.
Se marchó en ese instante dejando a todos en un silencio mortal, luego Adelina se puso frente a Kung Lao y lo miró con una sonrisa asesina.
–Kung Lao, ¿recordás que te dije algo específicamente antes de venir acá? –cuestionó la joven y su sonrisa se convirtió en una mueca de enojo–. Que no hicieras nada estúpido o vergonzoso.
Con cada palabra, la chica le dio un golpe con el pequeño bolso negro que tenía colgando en su hombro. Después, Adelina se reunió con Mariano y Daniela para poder volver a ver quién se acercaría primero a la emperatriz.
Decidieron usar piedra, papel o tijera y la primera en ganar fue Daniela. Sonrió al ser la última en dar su regalo y observó cómo sus amigos continuaban con el pequeño juego. Mariano y Adelina sacaron varias veces los mismos movimientos hasta que pudieron desempatar con la chica ganando. El muchacho casi iba alzarle el dedo medio, pero se contuvo al escuchar las trompetas.
El sonido anunció la llegada de la emperatriz y sus hijas. La gobernante avanzaba en un entero violeta y plateado, sandalias con taco, el cabello blanco y negro en una media colita. Sus ojos eran el color del chocolate y sus manos poseía diferentes anillos y pulseras. Todos los presentes las dejaron pasar para que se acercaran a sus respectivos tronos.
–Saludos, miembros de la casa real –dijo la emperatriz viendo los presentes–. Saludos, visitantes de la Tierra. Nos reunimos una vez más para honrar el legado de mi difunto esposo y dar continuidad al torneo que creó junto a Lord Liu Kang con el objetivo de fomentar la paz entre los reinos. Que el alma de Jerrod nos proteja con orgullo desde el Bosque Viviente, donde descansa. Lord Liu Kang.
–Emperatriz Sindel –saludó el dios mientras se acercaba–. Me complace ser tu invitado una vez más. Antes de dar el inicio el torneo majestad, tres habitantes de la Tierra decidieron darle unos obsequios en señal de buena voluntad.
El chico volteó un poco la cabeza y sus amigas le sonrieron, su rostro reflejó sus nervios, pero retomó su camino hacia el trono de la emperatriz.
–Majestad, estos regalos son de nuestra bella y amada patria, Argentina –habló Mariano solemnemente–. Mi regalo es uno de los mejores vinos, Trapiche.
El joven se inclinó ante la gobernante y volvió con los demás luchadores. Adelina escuchó como Mariano soltaba el aire contenido, mientras se acercaba al trono
–Emperatriz Sindel, mi regalo son bombones y chocolates –la chica se inclinó alzando las cajas y exhibiendo su interior–. Provienen de uno de nuestros mejores locales, La Casa del Chocolate. Tiene diversas variedades con las que compartir y disfrutar.
La chica se retiró y se posicionó al lado de Mariano. Daniela se aproximó con su regalo y sacó su mejor sonrisa.
–Emperatriz, mi regalo proviene de Provincia de Buenos Aires y es su salame, los mejores de nuetro país. El lugar hace una festividad llamada la “Fiesta del Salame” –dijo Danela mostrando el alimento–. También entrego nuestros mejores quesos para que pueda disfrutar. Le advierto que el salame es picante y tiene aroma fuerte, pero no le quita que es una delicia.
La chica se retiró de los ojos de la emperatriz dirigiéndose hacia donde estaban Adelina y Mariano.
–Agradezco su generoso gesto. Liu Kang, aquí siempre serás bienvenido –respondió la gobernante, mientras extendía sus manos en forma de bienvenida y cruzó sus piernas–. Ahora. Conozcamos a tu campeón.
–El campeón de la Tierra es Raiden, majestad –presentó la deidad–. Se ganó su lugar por encarnar las mejores cualidades de los habitantes de la Tierra.
–Pareces que estás nervioso, joven.
–Soy un extraño en una tierra desconocida. Vine a competir contra tus mejores hombres –habló Raiden con valor y un rojo en el rostro–. Sí, estoy nervioso.
–Haces bien. Te espera un duro camino –la emperatriz se puso de pie–. ¡Ya comenzó!
Entre los miembros de la corte hubo ligeros tonos de sorpresa, Adelina y los demás luchadores miraron curiosos cuando apareció de entre los pasillos una chica pelinegra. Portaba un uniforme gris con fucsia oscuro, sus manos estaban envueltas en antebrazos de los mismos colores. Llevaba una cola de caballo, pero tenía algunos mechones sueltos y sus tacones repiqueteaban en el suelo de piedra.
–Como exige la tradición, la primera competidora del Mundo Exterior será la primera oficial de Sun Do, Li Mei –prosiguió la emperatriz–. Que defienda la gloria de nuestro reino como preserva el orden de nuestra capital.
La primera oficial se acercó al trono de la emperatriz quedándose enfrente de esta y su puño se pegó hacia donde estaba su corazón.
–Majestad. Con mi combate, honraré tanto a la casa real como al Mundo Exterior.
–Si eso ocurre, superarás mis expectativas. –la emperatriz Sindel posó su mano en el hombro de la primera oficial–. Recuerda… que no estarías aquí si no fuera por la tradición de Jerrod.
La gobernante volvió a su trono, Li Mei se dio la vuelta y caminó hacia el centro del salón donde estaban Raiden y Liu Kang. El dios apoyó una mano en el hombro de su campeón y habló:
–Solo debes dar lo mejor de ti. El resto ocurrirá por inercia.
–Sí, Lord Liu Kang.
–Veamos qué puedes hacer –dijo Li Mei con desdén.
–Ojalá que esta sea la primera de muchas victorias.
–Triunfaré, habitante de la Tierra –afirmó Li Mei furiosamente–. Para mí, esta pelea es más importante de lo que podrías imaginarte.
Li Mei atacó con una patada giratoria y de esta emergieron chispas violetas, Raiden esquivó el ataque y usó su medallón. Los rayos aparecieron y desintegraron las chispas. Luego, la primera oficial usó sus puños y el granjero no se pudo defender haciendo que cayera al suelo. Se puso de pie y contratacó con un rayo, pero Li Mei saltó sobre este y le dio un rodillazo en las costillas.
Luego, de las manos de la primera oficial salió un halo violeta con chispas y formaron la cabeza de lo que parecía un tigre. Cuando iba a lanzar a Raiden a la boca de la criatura, invocó rayos sobre Li Mei haciendo que gritara por el cortocircuito y cayera. Al levantarse, Raiden volvió a emplear sus rayos y la alejó dándole un golpe en el pecho haciendo que concluyera el combate.
–Gracias por la pelea, primera oficial –dijo Raiden.
Li Mei se puso de pie y Adelina pudo ver en su rostro, decepción. A pesar de eso, se inclinó respetuosamente ante Raiden y marchó lentamente entre los murmullos de los nobles hasta desaparecer de la vista de Adelina.
–Te felicito, Raiden. Diste una buena pelea. Veremos cómo te va en la próxima –dijo Sindel solemnemente y luego alzó la voz–. General Shao ¿A quién elegiste para que compita a continuación?
–Majestad, elegí a Reiko, mi segundo al mando –exclamó el general con orgullo y malicia. En ese instante, apareció un joven–. Reiko quedó huérfano de niño, durante la Guerra de Kafallah. Aunque fue capturado, su espíritu permaneció intacto. A pura garra, sobrevivió. Después de la guerra, lo acogí y lo convertí en el soldado perfecto. Pocos están tan versados en el arte de la guerra como él.
Tenía los ojos pintados con hombreras rojas y plateadas con púas pequeñas unidas en su pecho y antebrazos. En su cinturón colgaba un cuchillo de cazador, su pantalón era gris oscuro y botas rojas. Usaba una pequeña cola de caballo y la cabeza rapada a los costados. Su mirada era de enojo y destilaba guerra.
Reiko se acercó y mostró sus destrezas mediante un combo de ataques sin tocar al campeón. Raiden permaneció pacífico ante la demostración y Reiko lo enfrentó:
–¿En qué ejército serviste? ¿En qué guerras luchaste?
–Sobrevivimos en Argentina, pibe. Es un campo de batalla sin igual –susurró Mariano y Daniela se rio silenciosamente, mientras que Adelina mostró una sonrisa cómplice.
–Yo no hice nada –espetó Raiden.
–Entonces, te falta preparación, habitante de la Tierra –espetó Reiko señalándolo con el dedo–. Este será tu último campo de batalla.
Un halo rojo se apropió de Reiko, le asestó a Raiden un rodillazo en las costillas y rápidamente le dio una patada frontal. El campeón se abalanzó como un tigre con rayos haciendo que Reiko retrocediera y volviera a su postura defensiva. El guerrero volvió atacar al granjero usando su halo desde su posición y Raiden lo esquivó.
Reiko corrió empleando su aura roja y tacleó a Raiden, pero antes de que el habitante del Mundo Exterior rematara al campeón de la Tierra, este se alejó de la zona de ataque. Luego, Raiden desestabilizó a Reiko para usar sus rayos en sus manos, las estampó en las orejas y saltó para darle una patada área. Al pisar fuertemente el suelo, rayos aparecieron en el suelo que llegaron a Reiko dándole electrocución. El soldado cayó al suelo terminando el combate.
–Te derrotó un simple granjero –Raiden volteó hacia la emperatriz–. Estoy listo para el siguiente oponente, majestad. ¿A quién me enfrentaré?
–Paciencia, joven. –dijo la emperatriz calmadamente y se puso de pie–. Haremos un receso hasta mañana a primera hora. Espero verlos a todos en el banquete de esta noche.
Todos los presentes se inclinaron ante la emperatriz y sus hijas, mientras se retiraban del salón. Poco a poco, los miembros de la realeza se retiraron y solamente quedaron los luchadores de la Tierra. Adelina pudo escuchar a los lejos la creciente música de la capital, Sun Do.
–Luchaste bien, Raiden –elogió Liu Kang.
–Gracias, Lord Liu Kang.
–No fue tan malo como creí que sería –dijo Mariano de forma alegre–. De enserio, pensé que la emperatriz nos iba a matar con su mirada. Da miedo.
–Peor es el general Shao –dijo Daniela.
–Lo importante es que logramos impresionar en el combate –dijo Kenshi.
–No intenten caer en sus provocaciones–dijo Liu Kang y juntó sus manos vendadas–. Así podremos tener una sana convivencia con el Mundo Exterior. Ahora, traten de disfrutar de la tarde y prepárense para el banquete.
En ese instante, sirvientes aparecieron para guiar a los habitantes de la Tierra a sus aposentos. Pasaron por diferentes pasillos con alfombras, antigüedades, armas y diversos retratos. La habitación de Adelina se encontraba enfrente de la de Kenshi, a la izquierda se encontraba la de Mariano y a la derecha la de Daniela.
La sirvienta le abrió las dos puertas de sus aposentos y se maravilló con su interior. Tenía un gran balcón del que se veían árboles, cascadas y la capital del imperio. Las cortinas de seda lila, se movían con el leve viento. Había diversas mesas por doquier y encima tenían velas aromatizadas y diferentes artículos. Enfrente de Adelina, vio la cama más grande que había visto, con decoraciones y sábanas más exquisitas y en sus extremos poseía dos mesitas de luz. En una puerta aparte, la sirvienta le mostró un baño realmente gigantesco con diferentes aromatizantes y sales de baño.
Tras agradecerle a la sirvienta, Adelina se recostó en la cómoda cama asimilando el inmenso espacio. Luego, fue hacia el gran balcón donde pudo ver el jardín y a lo lejos los edificios más altos de Sun Do. La chica volvió a entrar para mirar los diferentes muebles como si fuera una niña pequeña. El ropero estaba repleto de vestimenta del Mundo Exterior que la enamoró y vio todos los conjuntos.
–¡Esto es genial! –exclamó Daniela acercándose con grandes zancadas. Adelina no se había percatado de que su amiga abrió la puerta.
–Lo sé.
–Me siento como un político estando en estas habitaciones –siguió Daniela mirando todo su alrededor–. ¡También tengo balcón!
Las chicas no pararon de charlar hasta por los codos y en un momento, se quedaron dormidas en el espacioso colchón.
Las dos niñas, Adelina y Daniela, se volvieron inseparables tras ese breve momento de charla en el patio. La pasaban el tiempo juntas y lo soportaban todo. Pero la burla de los niños se volvía cada vez más frecuente hacia la pequeña Adelina por su peculiaridad en los ojos. Esas burlas llegaron a un límite.
La joven le había asestado una golpiza a uno de los tantos niños y este se la devolvió aún peor. La pequeña riña pasó a peores cuando Adelina lo empujó haciendo que el niño cayera rompiéndose varios dientes y la nariz. La niña lo golpeó repetidas veces en la cara y el pequeño no pudo defenderse.
Por el alboroto, los superiores separaron a los dos y los castigaron de una forma horrible, enviándolos a cuartos donde pasaron hambre por una semana. Pero en las noches, Daniela iba y le daba un poco de comida a Adelina.
Las burlas y defensas se repitieron de diferentes formas, haciendo que los castigos fueran diversos. Golpes en el cuerpo, días sin comer, maltrato verbal.
–No lo soporto más Dan-Dan –dijo Adelina y sus lágrimas caían por sus mejillas–. ¿Por qué no nací con un solo color en mis ojos?
–Tenemos que aguantar un poco más.
–Me quiero ir de aquí –hipó la niña–. Quiero ir a capital.
–Lo vamos hacer, Adelina –dijo Daniela seriamente.
–¿Cómo? –cuestionó Adelina sacándose los mocos–. Los superiores lo sabrán.
–No les importamos –espetó la chica–. Si lo hicieran, no nos tratarían mal. Busquemos boletos de colectivo y marchemos a CABA, Rosario no nos trajo nada bueno.
Pasaron varios meses tras esa propuesta tan descabellada, pero las chicas lograron comprar boletos de colectivo y falsificar permisos para viajar solas. Cuando se apagó la última luz del orfanato, las niñas de siete años tomaron sus pertenencias y salieron sigilosamente. Bajaron usando las sábanas de sus camas y corrieron hacia la verja evitando las luces de seguridad.
Luego de trepar dificultosamente, corrieron lo más rápido posible hasta llegar a la terminal de colectivos. Mostraron a los conductores sus boletos y permisos y les dejaron entrar.
Tras varias horas donde las chicas se durmieron y despertaron cuando el sol iluminaba su ventana. Se maravillaron ante los grandes edificios de la capital, las rutas con sus giros y embotellamientos, repletos de autos, camiones y motocicletas.
Las pequeñas caminaron bastante. Lo suficiente para que la elegancia de los edificios se transformara en casas pequeñas descoloridas o mostrando los ladrillos. En su gran caminata, Adelina y Daniela compartieron la comida que prepararon en el orfanato y solamente, quedaban unas sobras.
Llegó el atardecer, y las niñas no sabían dónde pasar la noche en Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Veían miradas curiosas de algunos adultos y les dio incentivo para aumentar el paso. Adelina pudo escuchar pisadas fuertes y al voltearse, un hombre extraño las seguía. Las pequeñas se apresuraron hasta llegar a lo que parecía la entrada de un galpón. Se quedaron contra el portón de chapa, el extraño tiró del brazo de Daniela haciendo que gritara y Adelina jalaba de su brazo para evitar que se la llevara. De repente se escuchó un disparo.
–Flaco, ándate de mi casa –un anciano sacó el casquillo del rifle y recargó–. Dejá en paz a las nenas.
–Son mis sobrinas.
–Seguro, degenerado –el anciano apuntó nuevamente–. Andate de mi casa y deja en paz a las nenas o te lleno de balas la cabeza.
El extraño salió despavorido del portón y se perdió en las calles. Las niñas miraron al anciano que cargaba el rifle y temblaron ante la presencia el señor. Cuando intentaron correr del lugar el señor les habló:
–Nenas, ¿de dónde son?
Adelina y Daniela no contestaron y escucharon el portón abrirse con el rostro de un niño de su misma edad con un casco en su cabeza.
–¿Quiénes son Viejo Mario? –preguntó el niño.
–Adentro, Mariano.
El chico obedeció y el anciano se agachó a la altura de las pequeñas.
–Veo desde acá que tienen hambre –habló el anciano y colocó el rifle a su costado–. ¿Les parece si comen algo y me comentan que hacen por acá en Lugano?
Las niñas se miraron entre ellas y asintieron al anciano. Abrió el portón permitiéndoles entrar, mientras las ayudaba a cargar sus pertenencias. En la puerta de su casa, el niño con el casco, Mariano, las observaba con curiosidad.
Adelina despertó cuando el sol se ponía, dejando naranjas y rosas intensos en el cielo. Le costó reconocer que estaba en el Mundo Exterior. Vio a Daniela con la boca abierta emitiendo pequeños ronquidos y trató de despertarla, mientras se quitaba el sueño, Adelina vio el paisaje que le ofrecía el balcón. Se maravilló ante las flores que aparecieron tras los primeros pasos del atardecer y algunos sirvientes y guardias yendo de aquí y allá en el basto jardín.
Escuchó los golpes en la puerta y se aproximó para ver quien era. Al abrirla, una sirvienta se inclinó y le informó sobre el gran banquete que haría la emperatriz ocurriría dentro de un par de horas. Esta le ofreció sus servicios de limpieza e iluminar la habitación. Adelina la dejó entrar y Daniela se marchó a sus aposentos a prepararse para el banquete real.
Adelina fue hacia el baño y calentó el agua. Había pétalos que decoraban la superficie haciendo que desplegara diferentes aromas, acompañadas por las sales de baño. La chica se relajó ante esa comodidad, pasó el jabón por todos lados y se enjuagó el cabello. Disfrutó esa tranquilidad y al mismo tiempo, admiró el tatuaje de su brazo y abdomen. Necesitaba encontrar respuestas rápido acerca de Hela y su daga, esperaba tenerlas con la emperatriz Sindel está noche.
Adelina salió de la ducha, se puso ropa más cómoda y buscó entre sus pertenencias algo para el banquete. Eligió una pollera negra con cola hasta los tobillos, musculosa de mangas finas acompañada por una camisa blanca transparente con pequeñas cadenas doradas en sus hombros y muñecas y sandalias de taco negras. Se maquilló con sombras de color negro sobre los párpados y se pintó los labios con labial negro.
Al salir, en el pasillo vio salir a Kenshi, después Daniela y Mariano. Kenshi llevaba una camisa roja, arriba un saco de color negro, pantalones del mismo color y zapatos de vestir. En cambio, Daniela vestía con un top estilo corsé de color azul, jeans blancos y zapatos blancos con taco. Por último, Mariano tenía puesto una de color gris, saco azul oscuro, pantalones del mismo color y zapatillas de color blanco.
Tras ver que los demás salieron de sus cuartos, varios sirvientes los guiaron a un jardín pequeño. Estaba iluminado por velas y faroles de tantos colores y las diferentes plantas adornaban los alrededores. Luciérnagas destellaban de un color rosa sobre los alrededores. Guardias se ubicaban en las entradas y sirvientes corrían para arreglar los últimos detalles antes de la llegada de la emperatriz y sus hijas.
Poco a poco, llegaron miembros de la realeza agrupándose a un costado del jardín. Luego, llegaron el general Shao y Reiko mostrando hostilidad hacia los habitantes de la Tierra. Por último, ingresaron la emperatriz Sindel con sus hijas. La gobernante se quedó en una mesa aparte y las princesas acompañaron a los luchadores y miembros de la realeza.
Los presentes se inclinaron hacia la emperatriz y sus hijas y dio comienzo la velada. Aparecieron músicos alegrando la hermosa noche, mientras esperaban la comida. Adelina vio que Johnny se acercaba más y más a la princesa Kitana tratando de coquetear con ella. También, en varias ocasiones, vislumbró am general Shao y Reiko mirando con desdén a los invitados.
Tras esperar, varios sirvientes trajeron diferentes platillos. Carnes con un aroma exquisito, ensaladas de tantas peculiaridades, aderezos y vinos de los más extraños. Colocaron los alimentos en las mesas y el banquete dio inicio.
La chica eligió carne acompañada con ensalada y se permitió disfrutar esos manjares en su paladar. Los sirvientes corrían de un lado al otro en las mesas tratando de servir más vino y comida en las vastas mesas, mientras la música seguía su curso.
Durante la velada, Adelina observó como Kung Lao, Mariano y Daniela comían como unos dementes, bebiendo hasta el cansancio y tomar pedazos de carne cada vez más grande que el anterior. La chica se sintió avergonzada ante esa situación y más cuando Mariano emitió un pequeño eructo.
–¡Te dije miles de veces que no eructaras en la mesa, la concha de la lora! –reprendió la chica dándole un golpe detrás de la cabeza–. ¡Puerco!
–Está muy rico –dijo Mariano con una sonrisa y siguió en su maratón de comida.
–No me importa. No lo hagas enfrente de extraños.
Adelina vio que tanto Reiko como el general Shao los miraban con desagrado y odio. Resignados a compartir la mesa.
–Kenshi –dijo Adelina–. ¿Me prestas tu katana?
–¿Para qué?
–Para matarme. Estos tres me hacen que quiera tirarme de un barranco –dijo la muchacha y el asiático se rio–. Mira que se los dije. Les dije que no hicieran nada estúpido y lo hacen. Me quiero matar.
Hubo unas risas compartidas entre ellos y continuaron con el banquete. Adelina siguió comiendo un poco más. Observó que Raiden y Liu Kang estaban metidos en una conversación en la mesa de frente y cada tanto fijaban su mirada a un hombre encapuchado y de piel bronceada.
Vislumbró a la princesa Mileena retorciéndose de dolor y luego se acercó la misma guardia de las de piel morena y rastas en el cabello que estuvo en la llegada. Gracias a las explicaciones de Liu Kang, descubrió que se llamaban Umbgadi. Estuvieron susurrándose entre ellas, por un breve momento, y se separaron. Tras esto, el dios y el campeón continuaron hablando.
En un momento, la música se detuvo y todos voltearon hacia la gran mesa de la emperatriz Sindel. Se puso de pie sosteniendo su copa de vino.
–Mi marido Jerrod creía que nuestros reinos tenían un destino en común –habló mientras miraba a los invitados –. Comprometámonos a dialogar más y no permitamos que los secretos rompan nuestros lazos. Además, agradezco a los tres habitantes de la Tierra por sus bellos regalos. Las comidas de sus tierras son bastante exquisitas.
Ante esas palabras, Adelina, Mariano y Daniela se sonrieron entre sí. Todos se pusieron de pie alzando sus copas de vino y el general Shao fue el único que no lo hizo.
–Majestad, es un honor estar aquí y conocer a tu gente –dijo Raiden con amabilidad–. Me doy cuenta de que es más lo que nos une de lo que nos divide.
Una queja de frustración salió de la boca del general y habló poniéndose de pie:
–Nuestros pueblos no podrían ser más distintas, campeón.
–Por favor, que no arruine la noche –susurró Mariano y las chicas lo callaron.
–¿Perdón? –preguntó Raiden.
–Ya me oíste. Los habitantes de la Tierra carecen de…
–Suficiente, general –espetó la gobernante cortante.
–Mis disculpas, majestad –dijo el general falsamente–. Creo que ya disfruté demasiado de este excelente vino. Si me lo permites…
–Puedes irte –dijo Sindel.
El general Shao se volteó y se perdió entre la oscuridad del pasillo junto a su segundo al mando. Tras el momento incómodo, la velada siguió unos minutos y la emperatriz le puso fin. Los miembros de la casa real marcharon por una dirección diferente a la de los luchadores de la Tierra.
–Arruinó la noche –dijo Mariano mientras caminaban a sus aposentos–. Quería bailar y quedarme hasta tarde, pero no.
–Yo quería una entrevista –suspiró Daniela.
–El general Shao tiene sus frustraciones –dijo Liu Kang calmadamente–. Posee una visión cerrada sobre la Tierra que la emperatriz Sindel, pero debe atenerse a sus órdenes.
–Tiene mucho ego –habló Johnny.
–Mira quién habla –dijo Daniela sarcásticamente–. El que no paró de presumir sobre hacer una película durante toda la academia.
–Coincido con ella –dijo Kenshi.
–El general, no sabrá lo que es capaz nuestro Raiden –exclamó Kung Lao y pasó el brazo por el cuello de su amigo–. Derrotará a todos sus oponentes.
–No hay que adelantarse y cantar victoria precipitadamente, Kung Lao –dijo Adelina con una sonrisa y los brazos cruzados–. Los del Mundo Exterior tienen diversos dones y, eso, facilita el ataque sorpresa. Peor, si te toca luchar con el general. Porque si es así, como decía el Viejo Mario…
–“Te van a meter los dedos en el orto” –dijeron Adelina, Mariano y Daniela al mismo tiempo.
Llegaron a sus habitaciones y se despidieron. El frescor en la habitación invadió a Adelina y apresuró a cerrar las grandes puertas que conducían al balcón. Luego, se preparó para dormir, con su remera holgada de Tomie y pantalones blancos cortos. Se dejó absorber por el cómodo colchón, sus lujosas sabanas y colchas.
Esa noche, soñó con Hela. Sus muertos, lobos y un recién nacido que lloraba sin cesar hasta desvanecerse.
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Individuo, individualidad y personalidad
INDIVIDUO
En psicología, el término "individuo" se refiere a una persona como entidad singular y única, con características y rasgos que lo distinguen de los demás. El individuo es el sujeto de estudio de la psicología, y la disciplina se centra en comprender los procesos mentales, emocionales y conductuales que caracterizan al individuo.
INDIVIDUALIDAD
La "individualidad" se refiere al conjunto de características que hacen que una persona sea única, incluyendo su personalidad, habilidades, intereses, experiencias y antecedentes. La individualidad se construye a lo largo de la vida a través de la interacción con el entorno y las experiencias que se tienen.
Esta caracterización del hombre como ser “diferente” es a lo que justamente me remite el concepto de individualidad. El ejemplo más claro que encuentro, en cuanto a la mayor expresión de la individualidad, es la mente. No existe la mente generalizada, ya que se pierde la singularidad de cada uno.
Cada uno puede ante un estímulo, remontarse a una anécdota diferente, o simplemente, actuar frente a él de una manera distinta. Por ejemplo, cuando una persona se encuentra con una araña, puede reaccionar de diferentes maneras: puede gritar, puede acariciarla, o simplemente puede recordar aquella anécdota graciosa donde la araña la sorprendió mientras se tomaba una ducha.
PERSONALIDAD
La "personalidad" es un conjunto de características emocionales, cognitivas y comportamentales que son relativamente estables a lo largo del tiempo y que distinguen a una persona de los demás. La personalidad se desarrolla a lo largo de la vida, y se ha descrito de muchas maneras, desde los "tipos" de personalidad hasta los modelos más complejos que se basan en rasgos específicos.
Gordon Allport (1986: 47) plantea una definición de personalidad mucho más próxima al modo en que el ser humano afirma su modo de ser individual. Para este autor, la "personalidad es la organización dinámica dentro del individuo de aquellos sistemas psicofísicos que determinan su conducta y su pensamiento característicos". Si bien este es una definición que contempla la estructura y funciones de la personalidad, está centrada en el sujeto, aislada del contexto en el que se expresa y recrea. Es una definición formal de personalidad que alude a las dimensiones y elementos que la componen, pero no da cuenta del modo en que es vivida por el sujeto
En el caso de la personalidad, se podría decir que en la misma se combinan aspectos tanto generales como particulares. Lo particular hace referencia a lo propio de cada uno, nuestras características, mientras que lo general, es aquello que tenemos en común con otras personas, la interacción de dichas características. Constituyendo así, a la personalidad, una interacción entre lo particular y lo general, y viceversa
En resumen, el individuo es la entidad única y singular en el que se centra la psicología, la individualidad es el conjunto de características que hacen que una persona sea única, y la personalidad es el conjunto relativamente estable de rasgos emocionales, cognitivos y comportamentales que distinguen a una persona de los demás.
“Perder la propia individualidad y convertirse en un mero engranaje de una máquina, está por debajo de la dignidad humana” - Mahatma Gandhi
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Disfruté en especial la primera vez que nos vimos, cuando nos conocimos en persona después de escasos mensajes escritos a lo largo de varios meses; fue una invitación a comer y ya se sabe cuánto disfruto el embellecerme para alguien más, sobre todo si no está planeado que me desnude durante la primera media hora; de ser así creo que siento que es un poco desperdicio y supongo que inconscientemente pongo menos empeño.
Después de una clase de pilates en casa me metí a la regadera para refrescarme el cuerpo, el pelo me lo había lavado por la mañana. Al salir de la ducha y untarme todos mis productos humectantes me dispuse a elegir la lencería que llevaría puesta, aunque era improbable que la viera me gusta sentirme linda, impecable de pies a cabeza cuando conozco a alguien nuevo.
Elegí un bra blanco en conjunto con un cachetero de encaje en tono azul bebé, encima me puse un vestido tipo wrap color crema con rayas negras , stilettos nude.
Me maquillé igual que todos los días, no necesito gran cosa por lo que todos los días me hago un maquillaje natural a penas notorio, tan transparente que deja ver una de mis mayores cualidades: mi juventud. Y me alisé el pelo.
Solicité un servicio de transporte, mientras llegaba me puse un esmalte color vino en las uñas que se estropeo a los pocos segundos gracias a que no me puedo quedar quieta; como ya no quedaba tiempo me las arreglé para disimularlo lo mejor que pude. En el camino me di cuenta que el escote se me abría y dejaba ver mi bra, parece que no era el adecuado para ese vestido y parece que no era mi día: primero las uñas y luego mi ropa interior saliéndose . Aun así intenté no perder mi seguridad, que gracias al cielo fue reafirmada mientras caminaba del estacionamiento hasta el restaurante donde nos vimos. No soy soberbia pero tampoco tonta, me doy cuenta perfectamente de la manera en que me miran los demás; tantas miradas solo me sirven para reafirmar mi seguridad y saber que le gustaré a la persona con la que voy a estar.
Me dio el nombre con el que había registrado la mesa para que la hosstes me llevara hasta él. No era su nombre supuestamente para que el restaurante no lo googleara y lo relacionara con la empresa para la cual trabaja y le inflaran los precios o una cosa así. ¿Delirio de persecución? ¿Megalomanía? No lo sé. Pero funciona para montarle tu imagen en la mente a una chiquilla ingenua e impresionable como yo, además de dar pauta para el inicio de la conversación.
La hostess me condujo hasta donde él estaba, cuando llegue una mesera estaba sirviéndole agua mineral; pero eso no impidió que al verme se pusiera de pie para saludarme, acto que me pareció sumamente caballeroso e hizo crecer mi encanto. Nos dimos un beso en las mejillas, durante el cual pude percibir su perfume, era uno de esos intensos, que se te quedan pegados en la ropa, en la nariz y en la memoria; eso es lo mío , no los hombres que huelen a suavitel o simplemente a limpio, bien por ellos pero no me encantan; son estos aromas fuertes los que provocar fascinación en mí , invasivos que extrañamente me hacen pensar que quienes los usan igualmente son hombres fuertes, con esencia definida y consolidada; creer eso me seduce.
Me senté al otro lado de la mesa y pedí también un agua mineral para comenzar. La conversación inició justo con el tema del porque se había cambiado el nombre para solicitar una mesa ; entonces me explicó lo antes mencionado, el tema conectaba con lo que hace en su trabajo por lo que después procedió a hablarme de ello.
Centré toda mi atención.
-¿Qué quieres pedir?- me preguntó
Analicé rápidamente el menú de comida oriental sin tener idea. Él pareció notarlo por lo que procedió a darme una reseña de cada uno de los platos que conocía y finalizó con una sugerencia: tres platos distintos al centro para compartir.
Que un hombre tenga el atrevimiento de elegirme la comida me parece un acto tan dominante de su parte, tanto que fascinada acepté la sugerencia con una sonrisa. Quiero que sepa que los detalles como esos me derriten y dejan huella en mi mente.
La charla se llenó de amenidad y declaraciones sutiles que quedaban perfectamente encajadas en la conversación , nada forzado. Declaraciones como “A mí me interesa escucharte y conocerte” o “Me gusta ese talento tuyo”, si, se refería a mi talento de escribir; resulta que hace meses le compartí mi blog; debió haber sido algo nada relevante para mí pues lo olvidé por completo. Cuando lo mencionó me quedé con la boca abierta, quizá me sonrojé un poco
-¿Yo te lo compartí? - pregunté sorprendida, aunque la respuesta era obvia. ¿Quién más?
Asintió y procedió a contarme un poco de lo que leyó.
-¿Recuerdas todo lo que escribes?-
-Usualmente sí. – respondí. << Y cómo no voy a hacerlo?>>
Como efecto de lo que me acababa de enterar me pasaron tres cosas: por un lado, me sonrojé porque usualmente no salgo con las mismas personas que leen mi blog, saber que él lo ha leído me hizo sentir desnuda frente a sus ojos automáticamente: mi cuerpo, mi mente, mi talento, mis ideas. Por otro lado, me dio la pauta para empezar a ser yo , ya no tenía que fingir ser quien no soy, no tenía que intentar esconder lo que sé por miedo a lo que piense de mí y por último me quitó un peso de encima: Para ese punto él me conocía más de lo que yo pensaba y aún así nunca había intentado tratarme como si fuera una prostituta.
A continuación, seguimos conversando mientras compartimos los tres platillos; al final compartimos un postre lleno de sabores suaves: fresas, helado de vainilla y café.
Pidió la cuenta y salimos del restaurante hacia la plaza, yo tomada de su brazo sin ningún tipo de incomodidad.
-Vamos a mi casa. – propuso mientras caminamos.
-Hmm no puedo- le respondí
-Por qué no?-
-No lo tenía planeado, ya debo volver a mi casa. –
-Podemos ver una película, no tenemos que tener sexo-
-¿Por qué no?- respondí riéndome. <<De verdad piensa que no tengo ganas después de todos los estímulos positivos que le ha dado a mi mente? >>- pensé
-No sé, lo dije por si no querías- me respondió riéndose
-No es eso, es que en serio ya es tarde y debo regresar. – procedí a explicarle.
-Ok- respondió resignado.
Cambiamos el tema , en lo que llegábamos al estacionamiento hablamos de los libros que estamos leyendo en ese momento.
-Estoy leyendo IQ84- me dijo
-Nooo, no es cierto!- le respondí tan sorprendida y agradada que casi me detuve para verlo directo a los ojos. –No es cierto! Murakami es mi autor favorito y ese es mi libro favorito- completé con la cara iluminada con una sonrisa.
No voy a mentir, con la suma de todo hasta ese momento, sentía encanto; encanto de ese que te hace tener ganas de compartir más comidas y cenas con esa persona para conocerle mejor; además me sentía comodísima respecto a la cercanía física.
Caminamos hasta su auto, me abrió la puerta; cuando entró en el auto a mi lado volvió a insistir con lo que fuéramos a su casa. Le di una negativa amable pero rotunda y giré el cuello hacía él, para que me besara o yo lo besara, como sea. Se acercó y lo hizo; el beso fue lindo y cálido, y por supuesto no evité esos “ruiditos” parecidos a un ronroneo que suelen acompañar a mis besos.
Al terminar el beso comenzó a conducir , puse la mano sobre su pierna , después con timidez la moví un poco más al centro hasta que él la tomó para ponerla justo donde estaba acomodado su pene, lo acaricié, él también puso la mano sobre mi pierna más cercana y comenzó a subir por en medio de mis muslos haciendo que el vestido se levantara cara vez más hasta que dejó el encaje al descubierto, cuando eso pasó apartó brevemente la vista de en frente para contemplar mi pubis adornado con el encaje ; volvió la vista al frente y metió los dedos por un lado del puente haciendo que comenzara a retorcerme el asiento y a gemir ; movió los dedos dentro de mí , acariciando mi vagina y mi clítoris; la intensidad creció hasta que empecé a gritar, a pedirle que no parará y a moverme en el asiento hacia delante y atrás como si me estuviera penetrando.
-Déjame probar- le pedí cuando estábamos a punto de llegar a donde iba a dejarme. Me doble hacía adelante por la cintura, él sacó los dedos , me agache y me los metí en la boca paladeando mi salado suave. Él estaba viéndome saborearlo.
-¿Así me la vas a chupar?-
Asentí sin sacarme sus dedos de la boca.
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Necesito Paz
Todo comenzó cuando me entregue a un hombre que trabaja en la farmacia, su nombre es Cristian y parece ser una buena persona, de alguna manera logro conversarme de tener relaciones sexuales, debo aclarar que siempre dije que no, accedí varias veces, 5, sino estoy mal; hace quizás 1 1/2 o 2 meses me revise por la picazón tan intensa que tenia, yo pensaba que era el jabón de ducha pero resulta que tenia 2 “verrugas” allí, me asuste y lo llame, el me aplico el tratamiento (podofilina), 2 días después esas masa habían desaparecido y solo dejaron una pequeña herida a la que aplique Imiquimod 5% por tres días, el doctor dijo que quizás era VPH o quizás no, pues solo vio la marca de la herida y nunca las verrugas.
Todos los días me revisaba, sentía miedo y una especie de “paranoia”, ansiedad todas las mañanas con necesidad de revisarme, un día revisándome me vi un conjunto de bolitas en la mucosa rectal, un poco mas allá del área dentada del ano, el me llevo con el medico y me confirmo que lo que me vi es VPH, le dije que me revisara la garganta, pues sentía incomodidad y había atenido periodos febriles, lo que el vio en mi faringe me dijo que es “sugestivo a VPH”, me dejo antibiótico (azitromicina) y un inmunoestimulante (Ledestil) que le pedí, la coloración roja de mis amígdalas desaparecieron, junto con los síntomas de una pequeña infección que sentía, pero esas “ampollas” que se ven en la faringe se quedaron.
El compro el tratamiento y un multivitamínico para mi tratamiento junto con unos chocolates y una disculpa, la verdad no le guardo ningún odio, no tengo cabeza para eso ahora.
Después de 1 o 2 semanas note “ampollitas” en mi pene, desaparecen y aparecen en otras áreas de la cabeza, creí que quizás me lastime, pero ahora aparecen 3 protuberancias al rededor del meato urinario externo, se ve que se a empezado a deformar la estructura del tejido, aplique el tratamiento pero ahora pica un poco, he gastado cerca de Q 2000.00 en suplementos, como vitamina A, E, complejo B, ácidos grasos, propóleo, etc., siento que me estoy volviendo loco, tuve muchos problemas para dormir.
Ha sido un periodo bastante difícil para mi, me siento impotente, desesperado, triste, angustiado, con miedo; sumado a esto no tengo tiempo, entro al trabajo a las 8 AM y salgo a las 6 PM, he mentido en mas de una ocasión pidiendo permiso para ir a recibir el tratamiento con el medico, ni siquiera se como decírselo a mi padres, sinceramente no quiero quedarme en el hospital después de mis practicas, pero parece ser la única salida para recibir el tratamiento y luego regresar a mi vida normal como si nada.
Busque a Dios nuevamente, he estado orando, sinceramente espero que me escuche, me siento solo y angustiado y he estado buscando en el un poco de consuelo, de paz, siento que yo solo no puedo, estoy en un lugar extraño, con gente extraña y una patología extraña para mi; no estoy muy seguro de que dios quiera ayudarme a sanar, no después de todas las blasfemias que he dicho y de negarlo masivamente pero lo seguiré buscando.
Este tormento me ha afectado de una manera indescriptible, me siento mal, como si estuviese enfermo o como si algo me enfermara, una sensación de incomodidad constante y no solo físicamente.
Leí en internet que la enfermedad se cura en 2 años, es el sistema inmune quien se encarga de erradicar el virus, lo veo tan lejos, tengo miedo que al cumplirse los 2 años aun no me cure, tengo miedo de estar aplicándome el tratamiento de por vida, de tomar medicina de por vida, de no poder tocarme el resto que me queda de vida.
El acido que aplica el medico en las consultas en muy doloroso, pero logre ver disminución de tamaño después de 2 aplicaciones, no pediré mas permisos en el trabajo, siento que ya no me los creen, aplicare el medicamento desde casa e iré a revisiones quizás solo 1 vez al mes.
El doctor quiere que vea un otorrinolaringólogo, para descartar que no tenga también una variante del virus que cause cáncer, eso me aterra, pero tengo que hacerme valiente para ir, a parte de eso, el problema es puramente “estético”.
Atravesar esto se me ha hecho sumamente difícil, mi ex-novio me ha vuelto a escribir, es una gran persona, hablar con el respecto a esto me ha servido mucho, tanto así que estoy escribiendo respecto a mi situación, había abandonado Tumblr solo veía publicaciones pero no escribía y ahora escribirlo me hace tener mas claro el camino en el que estoy, necesito un poco de paz porque necesito tener mi mente en orden, mi cabeza siempre ha sido un desastre y esto me callo como bomba en terreno abierto y por eso quiero poner en marcha la famosa frase que siempre digo cuando hay incertidumbre “ya la vida dirá” o “ya el tiempo dirá”.
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LA GRIFERÍA DE “JUEGO DE TRONOS”
Hay algunos objetos con grandes historias tras de sí y otros que, sin llegar a tanto, son objetos de curiosas historias. Este es el del caso del objeto que paso a relatar.
La serie "Juego de Tronos", de fama mundial, ha utilizado para sus grabaciones distintas localizaciones, a cual más original y espectacular. Entre ellas está Zumaia, en el País Vasco, lugar en en el que se situaron gran parte de los escenarios de Rocadragón, castillo de la Casa Targaryen.
Pues bien, para que podamos ver en nuestras pantallas esas imágenes, detrás hay un conjunto de preparaciones de todo tipo (transportes, alojamientos, instrumental, caterings, equipamientos,...) dentro de las cuales se encuentra la curiosa historia de mi objeto: un grifo.
Un grifo que formó parte de la fontanería y grifería de las instalaciones que utilizó el equipo de la serie (artistas, técnicos...) durante la grabación de los episodios en Zumaia y que, por diversas circunstancias que no vienen al caso relatar, se encuentra hoy en día colocado en la ducha de mi casa.
¡Uauuu!
¡El grifo de Rocadragón!
¡Tal vez utilizado por la mísmisima mano de Daenerys!
¡ ¡ ¡ Drakarys ! ! !
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Febrero de 2022. A esta la encontramos de casualidad en Baños gracias a la reproducción continua de Spotify. Apenas salíamos de la habitación y fuimos directamente al Juan Valdez que quedaba justo al lado de nuestro hotel. Disfrutamos de la delicia de un Matcha Latte de color verde y, en conjunto con esa luz, terminamos en el parque de la Iglesia conociendo a unos ciclistas que nos ayudaron con algo de magia. Tras ello, fuimos directamente a la pieza, en donde, ya bajo el trance, descubrimos que la ducha si funcionaba pero que no la habíamos activado con la fuerza suficiente jaja. Pensábamos entonces en lo ruidosos que éramos al reírnos por un montón de asociación libre, que parece tener sentido en esos momentos. Nos dimos una ducha, casi rutinaria, pues era para ese momento todo un ritual para nosotros. Nos reímos, nos besamos, nos limpiamos los cuerpos y las almas con un montón de energía vaporosa. Terminamos en la cama del lado derecho del cuarto, en donde entraba algo de luz desde la puerta de vidrio censurado. Me sentía como en una fotografía con colores amarillentos y un montón de claro oscuros. El parlante en medio, cerca de nuestros cuerpos para sentir las vibraciones. Ya tras un largo rato de quemar calorías en el vientre por las contracciones de la risa, flotamos en un rompecabezas que completamos como Jing Jang. El silencio dio paso a la melodía y entonces, tal como Tatita hubiera querido, nos hundimos en un mar de pura emoción, sin palabras, solo sensaciones. Lo puro que entonces se sintió tener la capacidad de aislarnos y construir nuestro mundo no la experimenté con tanta intensidad hasta entonces. Gracias por acompañarme en uno de los días más reales de mi vida.
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Conjunto de escenas polémicas
Desplaza sus botas largas de color algarrobado por el camino, una vereda de cemento gastado que suena galope a su paso. La mujer fuma, inclina burdamente la boca hacia su izquierda para echar el humo, tiene los ojos teñidos de negro, de esos que brillan y se opacan al mismo tiempo. Coloca sus manos en los bolsillos del sobretodo luego de dejar caer su cigarro y mira hacia el frente. No está contenta, nunca lo está. Está preocupada, por nada en especial y por todo. Analiza cada una de sus posibilidades en la vida, tanto las negativas como las positivas que claro, es una moral que la excede. Llega a su departamento, entra en su habitación y con esa angustia que la inclina hacia la muerte abre la ventana y el aire se le prende fuego en la cara. Como una ducha, como una sed que se calma. Un arrojo que más bien abraza.
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La sombra del candelabro latía como un corazón vivo, Ernesto no reparó en ella hasta que el sueño se le anuló en la mente. Eran las 4.25 de la madrugada y se sentía en pleno día, dispuesto a desayunar y mirar por la ventana el sol alcanzándolo. Aún más, sentía la ansiedad desbordada de quien trepa una montaña o quien sabe que eventualmente soltará una confesión inhibida. Ernesto sigilosamente turbado camina hacia la cocina guiado por el resplandor de la llama. Se queda parado precisando su síntoma. Quiere escupir en el suelo, quiere apretarse el pecho con sus manos, quiere oler pasto o vegetales. Ernesto y los deseos que lo vuelven graciosamente miserable. Sigue su marcha hacia el espacio contiguo que es su taller, hay olor a leña desgarrada, a tierra húmeda y abierta. La incandescencia que sobraba en el cuarto anterior se quebró en este, solo hay fría luz de luna. Ernesto se sienta en el banco donde esa mañana pulió ciprés. Debe terminar cinco piezas para el inminente día. De nuevo, gotas de sudor se deslizan de su frente y brillan como un cristal. Yergue su frente y las venas de su cuello se tensan como al sonar una kora y de su boca suelta un respiro sibilante y un aroma a muerte tibia. Se para, no gritará. Camina cinco pasos mas y se detiene frente a una hoja de papel y escribe: "No hay vida que proscriba sobre mí". No toma su pulidora, ni su machete, ni su ahuecadora. Toma el rifle y se incendia la cara de carne y rubí. El silencio en la cabaña roza apenas los siete días cuando Teresa entra con las bolsas cargadas de verduras. Teresa acostumbrada al desprecio inocente de su amo no lo nombra hasta advertir la ausencia permanente de sonido. Teresa cruza la cocina e ingresa en el taller. Entiende rápidamente, pero antes de actuar queda detenida cuatro segundos contados en su mente contemplando la escena, otra escena que la dividirá en dos, en el fragmento claro que roza lo habitual y lo asimilable y en el fragmento espeso que será a partir de entonces. Toma una frazada y oculta la muerte exhibida para ella, quién otra podría ser sino ella, asume. Ve el papel y lo mete en su camisola blanca sin urgir mueca. Se coloca en cuclillas y sobre la parte donde antes yacían ojos dibuja la señal de la cruz.
Septiembre del '20
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Ducha Fria Branca 4" - TIGRE
A Ducha Fria da Tigre tem como finalidade principal distribuir água de maneira adequada à higiene pessoal, podendo ser utilizada em banheiros ou áreas externas!Características:- Cor: Branca;- Bocal: 6″;- Possibilitar o banho frio com conforto;- Design inovador garantindo a beleza do conjunto;- Única solução que possui canopla de acabamento com pendurador;- Banho mais relaxante devido ao jato…
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¿Sigue siendo espontáneo si está planeado?
❒ Clasificación: Explicito ❒ Advertencias: Mención de escenas explicitas. ❒ Categorías: M/M ❒ Fandoms: Interview with the vampire (TV 2022) ❒ Personajes: Armand (Vampire chronicles) Louis de Pointe du Lac ❒ Tanto de palabras: 4,813 palabras
ꕀ ꕀ ꕀ ꕀ ꕀ ꕀ ꕀ El texto que estás a punto de leer es una traducción autorizada por @neatoburrit0 así que bajo ninguna circunstancia debe ser copiada, adaptada o publicada en otras redes sociales. Si deseas compartir la historia, copia y pega el link original o la traducción, ya sea de aquí de tumblr, AO3. ꕀ ꕀ ꕀ ꕀ ꕀ ꕀ ꕀ
Se había hecho una promesa a sí mismo: hacer que Louis nunca más lo encontrara aburrido, traer emoción a su eternidad juntos. Haría cualquier cosa, ya sea planear un viaje improvisado a un nuevo lugar donde pudieran perderse juntos durante uno o dos meses, o revelar un juego de vajilla completamente nuevo, para mantener a Louis intrigado. Para el antiguo vampiro, era lo suficientemente fácil proteger sus pensamientos, pero ser espontáneo era un arte; requería un algoritmo encriptado que le ayudara a determinar cuál era el mejor momento para actuar.
No podía ser un el día que coincidiera o estuviera demasiado cerca de algún aniversario, aunque reconocerlo o celebrando era aceptable en algunas circunstancias. Las actividades debían ser variadas, sin correlación entre ellas, el mes, la estación, o los múltiplos de años en los que tuvieran lugar. Armand había formulado esto durante los últimos 30 años, como mucho, y siempre tenía el resultado previsto de que sus esfuerzos fueran recompensados de la mejor manera.
Armand quería mantenerse lleno de los elogios que recibiría, con el pecho cálido, lleno de amor y orgullo, simplemente al escuchar a su amado decir "Gracias, Armand". Pero no era fácil obtenerlo, no de la manera correcta en la que sería reconocido adecuadamente por sus esfuerzos; no quería simplemente suplicar. Por favor bésame, por favor azótame, por favor maitre. No, Armand tenía que ganárselo, incluso si eso significaba tener que causar un poco de problemas.
Momentos como estos no aparecían con suficiente frecuencia en su calendario, pero al final valían la pena. Ser el gremlin le conseguía lo que quería más rápido, pero a veces el riesgo superaba la recompensa, y ser demasiado dulce podía volverse agrio. Era un arte, un don, ser el compañero de Louis, y Armand nunca se dejaba de intentar perfeccionarlo. El plan de hoy era uno que había estado esperando con ansias, un conjunto perfectamente aleatorio de variables: hacer al menos dos desastres, arruinar una rutina, usar seda, ver arte, usar un plug y quedarse dentro de casa.
Había comenzado temprano, lo suficientemente temprano como para ganarle a Louis en su baño compartido y encerrarse allí. Inconveniente.La ducha que tomó fue larga y caliente, derrochadora y excesiva, llenando la habitación con una densa niebla. Luego, se hidrató con el aceite de argán favorito de Louis, asegurándose de cubrirse desde el cabello hasta los dedos de los pies, tomando desordenadamente lo último del frasco en la palma de su mano para su toque final. Estaba logrando hacer un desastre, con gotas gruesas y una capa de aceite marcando cada lugar por donde había pasado, todo lo que había tocado, formando ahora charcos en la encimera mientras lo usaba para lubricar el pesado plug de vidrio que había sacado de su colección.
Armand se había preparado en la ducha, tomándose el tiempo para prepararse para el plug. Sus dedos dejaron su ano relajado y listo, el músculo abriéndose fácilmente para que el vidrio lubricado se deslizara adentro. Afuera del húmedo baño, escuchó a Louis dando vueltas, el sonido de su paciencia disminuyendo mientras Armand contenía sus gemidos. Podía sentir a Louis, su leve fastidio por no poder seguir con sus rituales matutinos habituales, su somnolencia tras el sueño dándole un aire de irritación.
"Cariño, ¿puedo entrar?", llamó Louis. Los dientes de Armand se hundieron en su labio, reconociendo la ironía mientras se torturaba con el plug, deslizándolo suavemente adentro y afuera de su lubricado ano para sentir el estiramiento. Armand murmuró en afirmación, finalmente dejando que el juguete se hundiera en su interior, su peso siendo un obstáculo mientas comenzaba a vestirse de verdad.
Armand no tenía otros planes más que los que ya estaban en marcha, y su atuendo -si es que podía llamarlo así- lo reflejaba en su totalidad. Subió su short de seda por sus muslos temblorosos, su pene endureciéndose bajo la tela de un profundo tono púrpura, creando una deliciosa escena obscena, y se puso la bata corta a juego. Saliendo del baño y reprimiendo escalofríos en el camino, Armand sonrío de forma risueña al ver a su compañero, igual escasamente vestido, quitándose la ropa de dormir; Louis estaba de espaldas hacia él, lo que permitía al mayor admirar la elegante figura de su silueta. Armand no pudo resistir pasar sus manos sobre él, acariciando la piel desnuda.
"Buenas noches, cariño," suspiró Armand, dejando un beso en el cuello, sus brazos deslizándose alrededor de su cintura en un abrazo firme. Louis emitió un murmullo de felicidad, devolviendo de forma afectuosa el abrazo y recostándose en su toque cuando algo hizo clic en su mente.
"¿Estás usando mi aceite?" No era una acusación, sino una observación, mientras Louis deslizaba sus dedos sobre la piel suave de Armand, metiéndolos bajo las mangas de su bata. El aceite no se había absorbido por completo en su piel, dejando rastros resbaladizos que se transfirieron a la de Louis. Armand simplemente lo apretó por un momento antes de soltarse y alejarse, dejando que el otro frotara el aceite en su propia piel y chasqueara los dientes con molestia. El mayor salió de la habitación en un destello de tela púrpura, y Louis simplemente se encogió de hombros, ligeramente desorientado por el comportamiento de Armand, pero no lo suficientemente despierto como para darle más importancia.
No fue hasta después de que Louis terminó de secarse el agua tibia de su corta ducha que notó el desorden en la encimera del baño, sobre todo las gruesas gotas del fragante aceite esparcidas por la superficie que llevaban a un pequeño charco en la alfombrilla del baño. Se irritó, y su mente más lúcida respondió a la pregunta que Armand había evitado antes: sí, era su aceite, el frasco vacío y el gotero dejado descuidadamente en la encimera.
Armand esperó pacientemente en el comedor a que Louis viniera, sentado al final de la mesa en el lugar habitual de su compañero. Había servido una bolsa de sangre para él, bebiéndola lentamente mientras resistía el impulso de mover sus caderas contra la mesa debajo de él, gimiendo suavemente contra el vaso mientras se apretaba alrededor del plug de vidrio dentro de él. Se estremeció al escuchar a Louis entrar al comedor, sus pasos rápidos mientras lo buscaba, sin duda listo para reprenderlo, pero se detuvo en seco.
El mayor volvió su cabeza hacia Louis, observando cómo su amado lo contemplaba, con una sonrisita satisfactoria esparciéndose por sus labios. Su pene palpitaba bajo los shorts mientras Louis se acercaba, reconociendo ahora que estaba en un juego que Armand había estado esperando que él aceptara.
"Tú, amh, dejaste un desastre", dijo Louis. Se sentó en su silla, perfectamente posicionada entre las piernas de Armand. Extendió la mano para tocar una de ellas, deslizando sus dedos por el vello sedoso que cubría el muslo del moreno, los músculos se contrajeron en respuesta mientras Armand intentaba mantenerse quieto. Los dedos de Louis continuaron subiendo, por encima del acelerado pulso de su arteria femoral, que se había intensificado por la comida, hasta el punto sensible del muslo caliente y volvió a bajar.
Armand bebió un trago de su copa, encontrándose con la mirada de Louis por encima del cristal, su estómago temblando por el esfuerzo de no mover las caderas hacia donde deseaba aquella mano. Inclinó su copa, dejando que la sangre le llenara la boca, que se derramara por su mandíbula y goteara en su pecho. Louis siseó suavemente, dejando ver los colmillos mientras se levantaba e inclinaba para lamer el desastre, arrebatando la copa de la mano de Armand para llegar hasta su boca húmeda y abierta— pero este lo alejó, con una mano en el hombro y la otra limpiando la sangre de su rostro.
Louis se detuvo, jadeando levemente mientras caía de nuevo en su silla, su mente extendiéndose una vez más en busca de cualquier hilo de pensamiento que pudiera captar de Armand, encontrando en su lugar una mezcla de excitación y necesidad quemándolo por dentro. Intentó volver a colocar su mano en el muslo del mayor, pero este se zafó de su agarre, deslizándose lejos de la mesa y dejando a Louis allí con una copa media llena.
Armand apenas había llegado al recibidor del penthouse, con sus traviesas manos listas para acomodar uno de los retratos recién exhibidos, cuando Louis lo agarró por la cintura por detrás y lo hizo girar bruscamente para que quedaran cara a cara. El calor en los ojos brillantes de Louis lo hizo sonreír de lado, retorciéndose en el agarre de su compañero solo para ser sujetado con más fuerza y ceder por completo.
"¿Por qué estás siendo tan maleducado tan temprano, hmm?", una de las manos de Louis se enredó en el suave cabello de Armand, halándolo levemente mientras la otra le rodeaba la cintura, acercándolos incluso más. "¿Necesitas que te enseñe una lección?"
Armand tembló en su agarre, asintiendo desesperadamente antes de atraer sus bocas en un beso, gimiendo y aferrándose a su amado. Lamió la boca de Louis, moviendo las caderas con la misma necesidad intensa. Iba a conseguir lo que quería, lo que tanto había necesitado.
"Sí, por favor," jadeó contra los labios de Louis, su verdadero deseo en la punta de la lengua, "por favor, maitre".
El sonido que Louis hizo era exactamente lo que había estado ansiando Armand, lo que hizo que este gimiera en respuesta, su vientre se estremeció, su pene se contrajo y su ano se apretó alrededor del plug. Louis lo mordió, sus afilados colmillos cortaron la piel de sus labios y su lengua, inundando ambas bocas con su sangre, y Armand sintió que su frenesí crecía. Estaba usando su don inconscientemente, levantándose para rodear la cintura de Louis con las piernas, mientras las manos de Louis bajando para agarrarle los muslos, de nuevo tan cerca de donde Armand lo quería.
El fresco deslizamientos de los shorts impedían que su dolorosa erección estuviera tan cerca como deseaba de la sólida forma de Louis, pero se sentía de maravilla con cada roce contra su sensible miembro. Continuó frotándose, chupando la lengua de Louis con desesperación, perdido en su necesidad, hasta que sintió un fuerte golpe contra su trasero, y sus caderas se detuvieron con una última embestida. El beso desordenado se rompió con el gemido tembloroso de Armand al sentir el plug dentro movido por el golpe, mientras Louis apretaba con rudeza el lugar donde antes había golpeado. Este deshizo el agarre de las piernas de Armand de su cintura, instándolo a volver a poner los pies en el suelo.
"Tranquilo," gruñó Louis contra su boca, su agarre en las caderas del mayor casi dejó marcas. Armand se quedó quieto, con el ceño fruncido y su boca torcida en un mohín; quería a Louis, quería mostrarle su necesidad, demostrarle como —"¿Vas a dejar de comportarte como un malcriado? ¿Vas a ser un buen chico para mí, Arun?"
Ahí estaba. Armand no pudo controlar el flujo de pensamientos, el torrente de "sí, sí, sí" golpeando a Louis como una ola. "Por favor, enséñame mi lección," soltó abruptamente, sus dedos clavándose en los hombros del otro; suplicar no estaba en su lista de cosas por hacer, pero no pudo evitarlo. Louis gentilmente lo empujó, creando una distancia exasperante entre ellos.
"Ve a la habitación," dijo Louis, levantando su mentón hacia esa dirección.
La habitación. Armand apenas podía contener su excitación. Una reciente adquisición en el penthouse, el cuarto de invitados convertido en una mazmorra llena de una colección que satisfacía a ambos.
Con la mente nublada, Armand se dio media vuelta para obedecer, ansioso por ser atado a la cruz o doblado sobre el banco, atado y usado por su maitre — pero Louis lo detuvo antes de que pudiera dar un paso, una mano puesta en la cadera mientras la otra le daba otra nalgada en el trasero. Su boca se abrió con un grito silencioso, su miembro goteando dentro de su short por el dolor y la sacudida del plug. Louis lo acercó de nuevo, su propia erección cada vez más dura, presionó el trasero de Armand.
"¿Crees que voy a follarte?" La crudeza en la pregunta lo hizo temblar, mientras las caderas de Louis lo tentaban con lo que sus propias palabras negaban. "¿Después de lo mal que te has portado? Nah." Louis lo empujó de nuevo, dejando a Armand con un ligero picazón en donde su piel se había encontrado. Quería gemir y resistirse, pero en medio de la niebla mental sabía que podía redimirse, sabía que podía compensar a su maitre. Se alejó, avanzando temblorosamente hacia la habitación con Louis siguiéndolo de cerca. Una vez dentro, Louis comenzó a desnudarse, su ropa cayó al suelo en una pila desordenada que Armand ansiaba doblar, cualquier cosa para cuidar a su maitre.
"No te preocupes cariño, lo harás," dijo Louis. Armand no se había dado cuenta de que estaba volviendo a proyectar sus pensamientos, pero no hubo lugar para la vergüenza cuando Louis lo atrajo para darle un beso. Se escuchó a sí mismo gemir, derritiéndose ante el tacto del otro. Amaba cuando Louis tomaba el control como lo estaba haciendo ahora, agarrando la cara de Armand entre sus manos, haciendo que su cabeza flotara en cada lamida y mordida. Las manos de Armand se movían sin su permiso, aferrándose la cintura de Louis en un intento de acercarlo más, para tener acceso ilimitado a su piel fresca, para conseguir la presión de sus caderas allí donde la necesitaba
"Me besas tan dulce," murmuró Louis, sus dedos en el cabello de Armand; haló su cabeza hacia atrás, dejando un camino de besos en su cuello sensible. Armand temblaba, un flujo constante de sonidos salían de su boca, convirtiéndose en un gemido cuando Louis finalmente empujo sus caderas. El mayor se frotó contra él, desesperadamente, la fricción de sus erecciones deslizándose a través de sus pantalones cortos volviéndolo loco. Louis jadeó contra su oído, su lengua lamiendo para provocarlo "Quiero tu dulce boca en mí".
Armand gimió, demasiado dispuesto para caer de rodillas, pero Louis lo detuvo con una mano en su cabello, tirando suavemente de los mechones entre sus dedos. Lamió entre los labios entreabiertos de Armand, provocando su lengua por apenas un corto segundo, succionando el labio del moreno. "Vas a lamer mi trasero," dijo Louis antes de darle otra lamida a su boca gimiente, "vas a dejarme húmedo y listo para esto," la mano que no estaba en el cabello de Armand se deslizó entre sus cuerpos, tomando la erección que se tensaba dentro de su ropa y dándole una caricia que hizo que los pies de Armand se arquearan, "y no vas a correrte hasta que yo lo diga."
Armand jadeó, tratando desesperadamente de no embestir contra la mano que Louis que lo apretaba; no había manera, no había forma de que él pudiera aguantar tanto, no con la forma en la que Louis lo tocaba, la forma en la que reía y le daba otro de esos besos que lo consumían, la forma en la que el plug se asentaba tan pesadamente dentro de él—
Louis rompió el beso, una sonrisa cómplice se dibujó sus labios hinchados y húmedos mientras los ruidosos pensamientos de Armand lo delataban una vez más. "Oh, Arun," se burló, alejando su mano del miembro de Armand para deslizarse alrededor de su cadera y bajar por sus shorts hasta tocarle el trasero entre sus nalgas, dejando escapar un gemido cuando encontró el plug allí. Armand se derrumbó, su frente topándose contra la de Louis mientras gemía, sus caderas moviéndose hacia atrás mientras el otro tiraba del juguete, sus movimientos bruscos haciéndolo presionar en Armand de manera tan deliciosa. Louis le estaba hablando de nuevo, pero Armand no podía escucharlo por encima de los sonidos que emitía, sino que escuchaba cómo su propio cuerpo le decía que levantara la pierna para que ambos tuvieran un mejor ángulo, hasta que Louis se detuvo con un último empujón antes de quitar su mano.
"Lo hiciste tú mismo," decía Louis mientras dejaba a Armand allí, pasando de largo el banco y la cruz que este tanto amaba, ignorando las paletas y las cuerdas y todo lo demás que la mente nublada de Armand comenzaba a darse cuenta de que no usarían, antes de acercarse al sillón que tenían en la habitación para mirar. Louis no estaba ahí para mirar: se subió al asiento de rodillas, con la espalda atractivamente arqueada mientras apoyaba la parte superior de su cuerpo contra el respaldo del mueble. La boca de Armand se llenó de saliva y casi se olvidó de tragar cuando Louis lo miró por sobre su hombro. "Vamos cariño," y este obedeció, un ligero "sí, maitre" escapando de sus labios mientras se movía con reverencia, hundiéndose de rodillas a los pies de la silla.
Le dolían los colmillos, se le hacía agua la boca mientras separaba las nalgas de Louis, contemplando su hermoso agujero. Se inclinó entre ellas y su boca besó de forma húmeda la entrada, ambos dejando escapar un gemido gustoso cuando la lengua de Armand lamió con avidez. Este lamió con el mismo entusiasmo con que Louis lo besaba, chupando e intentando llegar más profundo, sus dedos apretando la carne, tratando de abrirlo más.
"Se siente tan bien, cariño," gemía Louis alargando una mano para tocar la cabeza de Armand, tirando de él para acercarlo más, "tan jodidamente bien, Arun".
El culo hambriento de Armand se apretaba alrededor del plug cada vez que Louis se apretaba contra su lengua, haciéndolo gemir contra su amado. Pausó un momento para chupar su dedo medio, mojándolo lascivamente antes de presionarlo contra la aflojada entrada de Louis, siguiéndolo con su lengua mientras se hundía, con su polla palpitando dolorosamente en el encierro de su ropa. Louis continuaba elogiándolo, con sus dedos agarrándose con fuerza a la nuca de Armand, sus uñas afiladas clavándose involuntariamente contra el cuero cabelludo mientras el otro introducía otro dedo delgado.
"Joder, cariño," sollozó Louis cuando Armand le apretó los testículos con su mano libre, apresándolos suavemente mientras su dulce lengua lamía torpemente alrededor de su agujero tembloroso, entre sus dedos curvados, ahogándose en sus palabras cuando estos presionaron su próstata. Armand estaba extasiado por los elogios, la mente de Louis era un eco de lo que su boca se esforzaba por decir, sus pensamientos hacían que Armand le resultara difícil mantener el control. Tenía que detenerse, tenía que apartarse antes de correrse en sus malditamente resbaladizos shorts.
"Maitre," suplicó Armand, con la frente apoyada en la espalda baja de Louis, sus dedos disminuyendo la velocidad, aunque seguía metiéndolos y sacándolos del agujero de Louis, "por favor, maitre". Si no entraba en Louis ahora, no lo conseguiría. Louis asintió, incapaz de encontrar la voz que casi había perdido de tanto gemir. Soltó a Armand de su agarre, llevando ambas manos de regreso al sillón, su espalda aún en ese bonito arco; Armand se puso de pie sobre sus piernas temblorosas, con los ojos húmedos mientras veía a su hermoso Louis esperándolo, incapaz en detener sus gimoteos cuando su ropa se aferró a su sensible polla en su camino hacia abajo.
Casi lloro cuando Louis le devolvió la mirada y tomó su miembro en la mano, cerrando sus ojos con fuerza mientras presionaba la enrojecida cabeza contra el húmedo agujero de Louis; no podía mirar, la sensación de la piel del otro, resbaladiza por su saliva era suficiente para hacerle soltar un poco de presemen. Sus colmillos se hundieron en su labio y su carne se abrió con la misma facilidad que la de Louis para su polla; sintió el dorso de las manos del otro rozándole las caderas, abriéndose por completo mientras Armand entraba. Podía escuchar de nuevo a Louis, palabras sucias que Armand no se atrevía a escuchar salir de sus labios, y podía oír el mismo gemido lastimero que provenía de su propio pecho.
"Fállame cariño," decía Louis, y Armand podía sentir cómo sus lágrimas resbalaban de sus ojos fuertemente apretados mientras agarraba las caderas de Louis y lo atraía a él. El calor del otro a su alrededor, el apretón de aquellas paredes de seda y la sensibilidad de las suyas alrededor del sólido plug eran demasiado. Dejó escapar un sollozo mientras cubría el cuerpo de Louis con el suyo tembloroso, resistiendo el impulso de morder la piel bajo su boca jadeante, clavando las uñas en las caderas de Louis mientras retrocedía; empujaba con brusquedad, su propio gemido de dolor al unísono con el de placer de Louis.
No iba a aguantar; las manos de Louis se deslizaron desde donde estaban entre ellos, una agarrando con fuerza la cadera de Armand mientras la otra se detenía en el respaldo de la silla. No iba a poder resistir; Louis respondía a sus embestidas, moviendo sus caderas hacia atrás y haciendo que cada vez que Armand se hundiera en él fuera mucho más dulce, gimiendo en voz alta sobre lo bien que lo estaba follando.
"Lo haces tan bien, no pares, joder" Louis jadeaba, y Armand no iba a parar, no cuando todo se sentía tan bien que parecía que se estaba derritiendo. Gimió mientras sentía derrumbarse, embistiendo salvajemente mientras llegaba al clímax, llorando ahora por lo bien que se sentía y lo mal que se sentía desobedecer a su maitre. Ni siquiera se dio cuenta de que se estaba disculpando contra la piel de la espalda de Louis mientras lo abrazaba con desesperación.
"Lo siento, maitre". Armand estaba temblando mientras se apartaba de Louis, su miembro suavizándose y deslizándose fuera del cuerpo de este, dejando atrás la evidencia pecaminosa de su desobediencia. Louis se giró en la silla, dejándose caer suavemente sobre la misma mientras abría los brazos para recibir a Armand, calmando al otro vampiro mientras sollozaba. Louis acarició su espalda temblorosa, besando su cabello y apretándolo en un abrazo reconfortante.
"Está bien, Arun," dijo suavemente, el latido de su corazón no muerto se redujo bajo la cabeza del mayor. Estaba avergonzado, apenado, — "Estuvo bien, ¿verdad?" Louis presionó un beso la frente y deslizó su mano bajo la barbilla de Armand, levantando su rostro para besar las lágrimas. Este asintió, dejando que su mirada se encontrara con la de Louis, aquellos ojos verdes brillando de diversión y deseo. Entonces, no pudo resistir besarlo, una leve disculpa de sus rojizos labios.
Estuvo bien, ya echaba de menos el cálido abrazo del cuerpo de Louis a su alrededor; ahora estaba más consciente del plug que tenía dentro mientras temblaba al recordarlo, su miembro laxo dando ligeros espasmos.
"Gracias, maitre," dijo. Podía sentir la erección de Louis presionando contra su cadera, caliente e insatisfecha; Armand lo besó de nuevo, lamiendo el sabor de sus propias lágrimas de los otros labios. Tenía que arreglarlo, tenía que complacer a su maitre...
Armand se apartó del regazo de Louis, listo para arrodillarse de nuevo, pero Louis lo detuvo.
"No, no," Louis chasqueó la lengua, tomando la barbilla del moreno con sus dedos, "ser tan codicioso fue lo que te metió en problemas en primer lugar, ¿no es así?" Armand no podía negarlo y se limitó a asentir ante el agarre de Louis. "Y todavía no has aprendido tu lección".
Louis empujó a Armand para que se pusiera de pie, guiándolo hacia el banco que tanto había deseado recostarse antes. Dejó que Louis le quitara la bata y que lo condujera para que se arrodillara en la superficie baja, luego lo empujo hacia abajo para que su pecho tocara el banco, dejando su trasero con el plug en lo alto, expuesto hacia el techo, y sus manos atrapadas entre las rodillas. Louis acarició su espalda, su fría mano frotando suavemente por la piel suavizada.
"Por favor, maitre," se oyó decir en voz baja, "por favor, castígame".
Louis continuó acariciándolo, sus manos deslizándose con suavidad, haciéndolo relajarse, recorriendo su espalda hasta sus hombros, luego bajando hasta su trasero, sus muslos una y otra vez hasta que Armand comenzó a babear. "Te tengo, cariño," dijo Louis, "te tengo".
Louis se alejó y Armand se quejó por la perdida, temblando por el repentino cambio, pero después volvió con un beso en su trasero respingón.
"Creo que me debes una disculpa," Louis dijo contra su piel, mordiendo a Armand con sus dientes sin filo. Este asistió contra el banco, sus caderas moviéndose en un intento de sentir más de los dientes de Louis. "Dilo, Arun".
El tono agudo de la voz de Louis hizo que detuviera sus caderas y tragara saliva. Tenía que pensar para conseguir que su lengua cooperara y formara una palabra que no fuera por favor. "L-lo siento, maitre," dijo con un escalofrío. Sintió que Louis se alejaba de nuevo, aunque no muy lejos; Armand sintió la suavidad familiar del cuero deslizándose por la parte trasera de sus muslos mientras Louis dejaba que la paleta siguiera el camino que sus manos habían trazado. Armand esperaba que fuera su favorita y Louis la dejó caer con un golpe brusco contra su piel, como si hubiera leído su mente.
"¿Por?" Louis lo incitó, y Armand luchó por recordar que es lo que lo había llevado a ese punto. Cerró sus ojos para concentrarse, bloqueando la distracción del cuero tan suave como su piel.
"Por correrme sin permiso". Armand escuchó el golpe de la paleta antes de que la sensación se registrara en sus muslos. Gimió ante el ardor, retorciéndose hasta que Louis colocó una mano firme sobre su coxis. Su erección dio un leve tirón, endureciéndose entre sus piernas por el escozor.
"¿Y?" El cuero volvió a acariciar suavemente, la punzada de dolor desapareciendo. ¿Qué más había hecho? ¿Estar excitado? ¿Sentarse casi desnudo en la mesa del comedor? Soltó otro gemido cuando otro golpe se escuchó contra su trasero, el golpe empujando el plug. "Me has hecho perder el desayuno," Louis dijo antes de dar otro golpe. Ahora parecía que había pasado una eternidad. "Tocaste cosas que no te pertenecían". Otro azote y Armand estaba babeando de nuevo, con lágrimas cayendo de sus ojos cerrados.
Louis tenía razón, se había portado tan mal, y ¿para qué? ¿Para perderse en su propio placer cuando su maitre más lo necesitaba? Estaba balbuceando disculpas de nuevo, gimiendo mientras Louis lo azotaba con rápidos y punzantes golpes, el plug empujando contra su próstata con cada impacto. Este detuvo sus movimientos, tirando de las piernas de Armand que estaban dobladas bajo él, para que sus pies quedaran en el suelo.
Armand estaba doblado sobre el banco, tembloroso y duro, su trasero ardiendo por los azotes que creyó habían terminado. Abrió la boca para agradecerle a Louis de nuevo, pero entonces escuchó el sonido de la paleta cortando el aire y sintió un dolor único expandiéndose por todo trasero: sí, era su favorita.
Era algo que Armand había mandado hacer hacía un tiempo, una paleta que le había regalado a Louis una noche en un intento de compensarle una vez más. Sintió el corte de las pequeñas puntas hundiéndose en su piel, mordiéndole como decenas de pequeños colmillos, dejándolo sangrando y marcado con su huella: MAITRE.
Se estaba corriendo de nuevo, su miembro pulsando entre su abdomen y el banco, gimiendo en medio del desastre que había dejado en la mesa. No tuvo tiempo de recuperar el aliento antes de que Louis se colocara detrás de él, separando sus nalgas para quitar el plug de su ano pulsante, reemplazándolo con la punta de su rojo pene. Armand seguía gimiendo, poniendo sus ojos en blanco mientras Louis lo embestía, alcanzando su placer, chocando sus caderas contra la piel ardiente y curada de Armand. Sintió a Louis jadear contra su cuello, sus colmillos raspando la piel sensible antes de hundirse, la euforia tomándolo de nuevo mientras llenaba a Louis y este lo llenaba a él.
Usualmente, a Armand le gustaba encargarse de la limpieza después, yendo de aquí para allá con las piernas temblorosas, todavía sumido en la excitación, disfrutando la satisfacción de complacer a Louis. Esta vez llegó a recoger sus pantalones cortos antes de tambalearse, y Louis le ordenó que fuera al baño, él se levantó y lo siguió, de vuelta al punto de partida de su viaje. Lo besó suavemente al llegar, manteniéndolo cerca mientras llenaba la bañera para los dos. Armand se adormeció en el agua tibia y en los brazos de Louis, dejándose flotar mentalmente en el lugar de hacerlo físicamente.
"¿Apagas las luces?", pidió Louis más tarde, liberando a Armand del enredo en el que se habían metido bajo las sábanas. Un descanso era necesario antes de su próxima alimentación. Armand se giró para tomar su iPad, pulsó la pantalla para hacer lo que se le había ordenado y pasó a otra ventana mientras Louis se acurrucaba a su alrededor. "Armand," se rio, inclinándose sobre su compañero para ver mejor. "¿Una hoja de cálculo para noches de cita? ¿En serio?" ______ Original por: @neatoburrit0 Traducción por: @92soojin
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Finalmente, para un aspecto más natural, puedes aplicar rímel en las pestañas postizas o usar delineador para camuflar la banda de las pestañas.
Cómo Quitar las Pestañas Postizas
Para quitar las pestañas postizas, se recomienda usar un desmaquillante a base de aceite para disolver el pegamento. Luego, limpia suavemente las pestañas con un algodón.
Consejos para una Mayor Durabilidad
Si quieres que tus pestañas postizas duren más tiempo, considera usar un fijador que asegure el pegamento y prolongue la duración de las pestañas.
Tendencias e Innovaciones en Pestañas Postizas
Los materiales utilizados hoy en la producción de pestañas incluyen sintéticos, seda o piel de visón. ByWonderlash ha optado por un enfoque ético y sostenible, utilizando exclusivamente materiales sintéticos para evitar el uso y daño a los animales.
En cuanto a las tendencias futuras, el volumen y la longitud siempre han sido factores importantes, pero últimamente el aspecto natural está ganando popularidad. Los temas climáticos y la sostenibilidad siguen siendo desafíos clave, y ByWonderlash está comprometida con el uso de materias primas y métodos de producción sostenibles. Además, nuestros productos se pueden reutilizar varias veces, lo que fomenta la durabilidad y el reciclaje.
Pestañas Postizas: Rápido, Conveniente y Asequible
En resumen, las pestañas postizas son una forma rápida y asequible de realzar la belleza natural que ya posees. Ayudan a resaltar las características y la personalidad únicas de cada persona.
FAQ - Preguntas Frecuentes
¿Cómo se aplican las pestañas postizas
Para aplicar las pestañas postizas, primero asegúrate de que tus pestañas naturales estén limpias y libres de maquillaje. Luego, aplica una fina capa de pegamento en la banda de las pestañas postizas y espera unos segundos hasta que el pegamento esté ligeramente seco y pegajoso. Coloca las pestañas lo más cerca posible de la línea de las pestañas naturales y presiona suavemente para asegurarlas.
¿Cuánto tiempo puedo usar las pestañas postizas?
Las pestañas de ByWonderlash tienen una duración de 5 a 7 días. Si deseas prolongar su uso, puedes aplicar un sellador que mantendrá las pestañas en su lugar durante 7 a 10 días.
¿De qué están hechas las pestañas postizas?
Nuestras pestañas están fabricadas con material sintético, lo que las hace veganas y 100% libres de crueldad animal.
¿Cómo se limpian las pestañas postizas?
Para limpiar las pestañas, sumérgelas en alcohol desnaturalizado al 70% y cepíllalas suavemente para eliminar cualquier residuo.
¿Cuántas veces puedo reutilizar las pestañas postizas?
En promedio, nuestras pestañas se pueden usar entre 2 y 4 veces, dependiendo de cómo las cuides.
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Melhores Lugares para Visitar em Campos do Jordão
Campos do Jordão é um dos destinos mais charmosos do Brasil, conhecido por suas paisagens deslumbrantes, clima frio e arquitetura de estilo europeu. Se você está planejando uma visita, aqui estão alguns dos melhores passeios para fazer em Campos do Jordão. Logo ao chegar, você pode conferir restaurantes em Campos do Jordão baratos para uma refeição deliciosa sem gastar muito.
Passeio de Bondinho
Um dos passeios mais clássicos de Campos do Jordão é o passeio de bondinho. Ele proporciona uma vista panorâmica da cidade e é uma excelente maneira de começar sua visita. O bondinho passa por pontos turísticos importantes e oferece uma experiência nostálgica e agradável.
Horto Florestal
Para os amantes da natureza, o Horto Florestal é uma parada obrigatória. Com trilhas, cachoeiras e áreas para piquenique, é o lugar perfeito para um dia ao ar livre. O parque oferece atividades para todas as idades, tornando-se ideal para vida familiar e convivência com a natureza.
Vila Capivari
O coração de Campos do Jordão, Vila Capivari, é onde você encontrará a maioria das lojas, restaurantes e bares. Caminhar pelas ruas da vila é uma experiência encantadora, especialmente à noite, quando as luzes das fachadas criam um ambiente acolhedor. Aproveite para fazer refeições em família e degustar a culinária local.
Morro do Elefante
O Morro do Elefante oferece uma das vistas mais impressionantes da cidade. Você pode chegar ao topo de teleférico ou de carro. O mirante proporciona uma visão panorâmica de Campos do Jordão e é um excelente local para fotos e momentos de contemplação.
Parque Amantikir
Amantikir é um jardim temático que reúne plantas e paisagens de diferentes partes do mundo. É um lugar de beleza extraordinária, ideal para passeios tranquilos e relaxantes. O parque é bem cuidado e cada jardim temático conta com características únicas, proporcionando uma experiência rica e diversificada.
Palácio Boa Vista
Para os interessados em história e cultura, o Palácio Boa Vista é uma atração imperdível. Residência de inverno do governador de São Paulo, o palácio abriga uma vasta coleção de obras de arte e móveis antigos. As visitas guiadas oferecem uma visão aprofundada da história do lugar e sua importância cultural.
Borboletário Flores que Voam
Um passeio encantador para todas as idades, o Borboletário Flores que Voam permite observar de perto diversas espécies de borboletas. É uma experiência educativa e fascinante, especialmente para crianças. O local também oferece trilhas e áreas para relaxar.
Ducha de Prata
A Ducha de Prata é um conjunto de cascatas artificiais que se tornaram um ponto turístico popular. É um ótimo lugar para caminhar e tirar fotos. As quedas d'água criam um ambiente refrescante e relaxante, perfeito para uma pausa durante o dia.
Auditório Cláudio Santoro e Museu Felícia Leirner
Este complexo cultural é um espaço dedicado à música e às artes. O auditório é conhecido por sediar o Festival Internacional de Inverno de Campos do Jordão, enquanto o museu exibe esculturas ao ar livre em um belo jardim. É um local inspirador para os amantes da cultura.
Cervejaria Baden Baden
Para os apreciadores de cerveja, a visita à Cervejaria Baden Baden é uma ótima pedida. Você pode fazer um tour pela fábrica, aprender sobre o processo de produção e, claro, degustar algumas das cervejas artesanais mais renomadas do Brasil.
Pico do Itapeva
O Pico do Itapeva é um dos pontos mais altos da região, oferecendo vistas espetaculares do Vale do Paraíba e das montanhas ao redor. É um lugar ideal para caminhadas e para apreciar a beleza natural de Campos do Jordão.
Campos do Jordão oferece uma variedade de passeios e atividades para todos os gostos. Desde a tranquilidade dos parques e jardins até a agitação da Vila Capivari, há sempre algo para fazer e descobrir. Planeje sua visita com cuidado, aproveite ao máximo cada passeio e crie memórias inesquecíveis.
Com estas dicas, você estará pronto para explorar os melhores passeios que Campos do Jordão tem a oferecer. Boa viagem e aproveite cada momento!
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2 Arthur chega em casa, liga o som baixo num arrocha marcante, tira os sapatos, vai a cozinha de onde serve um bom copo de suco de laranja, quase liga a tv quando decide por subir a escada. No corredor já ouve um barulho que faz ele levar a mão a calça de llinho preta, logo para frente a porta entreaberta, mais um passo e pronto ele assiste ali na cama king size duas mulheres se tocando em beijos, línguas e logo duas calcinhas ao chão, a morena esfrega seu grelo na outra que faz gritar de prazer, logo surge uma mordida no pescoço da loira, ambas jovens nos seus 22 anos, Arthur segue observando enquanto força a mão ao seu órgão por cima da calça, ali na cama, uma lambe a parte íntima da outra, logo mais beijos íntimos provocantes e a loira introduz dedos no rabo da outra, o homem já não se segura. O celular dele toca no mesmo momento que o sinal de alerta do programa no pc da morena avisa, live terminada. - Oi. Elas olham para ele ali na porta, aquela protuberância amostra e o desejo de safadeza no olhar dos 3. - Entra. - Posso? - Vai logo porra. Ali os 3 se divertem e o homem tem suas roupas tiradas ao dente. Terminado aos 30 minutos eles ficam ali nús na cama até que pisca o sinal no aparelho.
Outra live, daqui 15 minutos.
Certo. Arthur beija Lorraine a morena, sua mulher há quase 5 anos, Laura a loira, olha para eles ali com sorriso.
Juro que eu poderia te-lo senão tivesse visto ela primeiro.
Eu sei, lógico que sim, querida Laura.
Que sorte dela, azar para mim. Os 3 caem na risada, Laura sai da cama e entra na banheira ao canto.
Vai ser romance?
Acho que sim.
Faz tempo que não usamos a banheira.
Realmente, vai ser legal ai.
Vai sim. Ele sai da cama enquanto asua mulher vai ao banho e logo retorna em outro conjunto de lingerie, Laura sai da banheira e se troca ali mesmo. No outro quarto Arthur liga para o trabalho.
O que foi Ivo?
Nossa demorou hein.
Eu tava me dando bem.
Como assim?
Duas gatas.
Fala sério.
Sim.
E sua esposa?
Estava junto era uma delas, lógico.
O cara de sorte, quem me dera.
E ai o que houve?
problemas, o pessoal da China.
Mais só iam chegar na outra semana.
Pelo jeito decidiram adiantar.
Quantos?
Oito.
Bem, menos que da última.
Porém eles querem mais coisas.
Tipo?
Mulheres, bastante, entende.
Vou ver o que eu consigo.
Já disseram que vai ser euro dessa vez.
Tudo bem. Ele desliga e retorna ao quarto onde elas já arrumara o ambiente trocando a roupa de cama, jogo de luz e um boneco inflável.
Acho que vão ter de adiar.
Por que?
Euro.
Topo, quando onde?
Agora, bar, traga mais moças.
Pra ontem. Lorraine desliga o pc e Laura já escolhe o vestido, Arthur olha o quanto aquelas duas sabem e muito bem faturar, organizar e empreender.
Tudo pronto, seis garotas.
legal. Vinte minutos, já estão no carro que ele financiou já com 13 parcelas pagas, Lorraine vibra com Laura e logo param num ponto de ônibus á beira da rodovia, 4 garotas entram sendo que duas seguem de mototáxi.
E ai qual vai ser o trampo?
Chineses.
Uau, eles são demais.
Com certeza, mais manerem em drogas.
Tudo bem. O bar é um tipo de antiquário, cheio de artes e sempre bem frequentado, funciona há 8 anos e sempre tendo bons apontamentos da critica oou seja, homens empresários que gostam de se divertir. A noite segue com o plano, tendo Arthur ali de trás do balcão a fazer drinks junto de outros 4 barman e 8 garçonetes escolhidas a dedos por ele, acima do bar, o dono Leandro olha todo o movimento enquanto sua namorada Lívia puxa a quarta carreira de pó.
Sr.
O que foi Janete?
Os chineses querem ve-lo.
Sim, com certeza que querem.
E o sr.
Diga que estou descendo.
Sim sr. Assim que ela sai, ele vai até a namorada, tirando ela pelo braço leva para o banheiro onde liga a ducha e a coloca debaixo da água.
Fique apresentável, posso usa-la mais tarde.
Eu, eu, não sei de nada, eu só quero sair daqui.
Pare de falar bobagens.
Por favor, não me bata, por favor.
Cale a boca. Ele levanta a mão para ela mais desiste quando ouve o bater na porta do seu escritório. 180724........................
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Desarrollar un videojuego es como capturar un relámpago en una botella mientras montas a caballo... al revés y con los ojos vendados. Parece una locura, ¿verdad? Pero ahí está la magia y la adrenalina que nos impulsa 🕹️🚀. **La Génesis de una Idea Revolucionaria** - Todo comienza con esa chispa, esa idea que parece surgir de la nada mientras tomamos la ducha o, ¿por qué no?, en medio de una maratón de juegos retro. Esa idea es oro puro, pero ¿cómo transformarla en una aventura digital que conquiste corazones? **El Arte de Hilar Código y Sueños** - En el lienzo del desarrollador, cada línea de código es un pincelazo que da vida a mundos imposibles. Hay que tener el valor de un guerrero y la paciencia de un monje. Sí, hablaré de BUGS, esos pequeños monstruos que amenazan con devorar nuestras horas de sueño. **Equipos: Los nuevos clanes de héroes** - Detrás de un gran título hay siempre un clan, perdón, un equipo de seres apasionados, cada uno experto en su arte: programadores, diseñadores, artistas, guionistas... Su trabajo en conjunto es como una danza pixelada que busca la harmonía perfecta. **El Líder: Más Gandalf que Sauron** - El rol del gestor de proyectos es ser más un Gandalf que un Sauron. Te guía a través de la Tierra Media del desarrollo, manteniendo al equipo enfocado y motivado. Tiene que saber cuándo decir ¡Corred, insensatos! y cuándo sentarse a planificar la próxima gran movida estratégica. **La Psicología del Jugador: En la mente del destino final** - ¿Qué quieren los jugadores? Una pregunta para la que hay tantas respuestas como estrellas en el cielo de No Man's Sky . Aprender a leer las mentes de nuestros jugadores es esencial para crear experiencias inolvidables. **La Receta Secreta: Innovación + Tradición** - Mantener la balanza entre innovación y tradición es como hacer la quesadilla perfecta... si te pasas de queso, es un desastre; si escatimas, decepcionas al paladar gamer. Hay que saber cuánto de cada ingrediente poner para el éxito. **La Revisión: El Aleph de Borges de un Desarrollador** - Beta testers, ese grupo valiente que enfrenta los bugs y las mecánicas incompletas para darnos su veredicto. Su feedback es el Aleph donde vemos reflejado el universo del juego en su forma más pura, más real. **La Llave del Éxito: ¿Preparados para el reset?** - Después del lanzamiento, como buenos gamers, debemos estar listos para presionar el botón de reset, aprender y mejorar. Porque al final, desarrollar juegos es un juego en sí mismo: lleno de retos, aventuras y oportunidades infinitas de hacer “level up”. Te invito a compartir tu aventura en el desarrollo y gestión de videojuegos. ¿Cuál ha sido tu mayor boss fight en este universo? 😎🎮 #DesarrolloDeVideojuegos #GestiónDeProyectos #InnovaciónGamer #GamingCommunity #Videojuegos Y tú, ¿qué elegirías, la espada de Link o la varita de Harry Potter, para enfrentar tus desafíos de desarrollo? ¡Comenta, pregunta o etiqueta a ese amigo que siempre está listo para un multiplayer en la odisea del desarrollo de juegos! 🧙♂️🗡️👾
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collar de oro mujer
La Elegancia del Collar de Oro para Mujer: Un Accesorio Atemporal
El collar de oro para mujer es una joya que ha mantenido su relevancia y atractivo a lo largo de los siglos. Este accesorio no solo realza la belleza de quien lo porta, sino que también representa un símbolo de lujo, sofisticación y buen gusto. En este artículo, exploraremos las razones por las que un collar de oro es una adición indispensable a cualquier colección de joyas, las diferentes variedades disponibles y cómo elegir el collar perfecto.
La Historia y el Significado del Collar de Oro
Desde las antiguas civilizaciones hasta la era moderna, el oro ha sido valorado por su rareza y belleza. Los collares de oro eran usados por la realeza y la élite para mostrar su estatus y riqueza. Hoy en día, aunque el oro sigue siendo un símbolo de opulencia, los collares de oro para mujer son más accesibles y versátiles, adecuados para una amplia gama de ocasiones y estilos personales.
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Tipos de Collares de Oro para Mujer
Collar de Oro Simple: Un diseño minimalista que se puede usar diariamente. Estos collares suelen ser delgados y elegantes, perfectos para complementar cualquier atuendo sin ser demasiado llamativos.
Collar de Oro con Colgante: Estos collares pueden presentar una variedad de colgantes, desde piedras preciosas hasta formas personalizadas. Los colgantes añaden un toque personal y pueden simbolizar algo significativo para la portadora.
Collar de Oro de Cadena Gruesa: Este tipo de collar hace una declaración audaz. Es ideal para eventos especiales o para agregar un toque de glamour a un conjunto sencillo.
Collar de Oro con Diamantes: La combinación de oro y diamantes crea una pieza deslumbrante. Estos collares son a menudo elegidos para ocasiones formales y eventos importantes.
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Cómo Elegir el Collar de Oro Perfecto
Estilo Personal: Considera el estilo personal de quien usará el collar. Un diseño minimalista puede ser perfecto para alguien con un gusto más sutil, mientras que un collar con colgante o diamantes puede ser ideal para alguien que prefiere piezas llamativas.
Tipo de Oro: El oro viene en diferentes quilates, siendo el oro de 24 quilates el más puro. Sin embargo, para mayor durabilidad, muchos collares están hechos de oro de 18 o 14 quilates.
Tamaño y Longitud: La longitud del collar debe complementar el escote de la ropa y la estatura de la persona. Los collares más cortos, como las gargantillas, son ideales para cuellos más largos, mientras que los collares más largos pueden alargar visualmente el cuello.
Versatilidad: Un buen collar de oro debe ser versátil, adecuado tanto para el uso diario como para ocasiones especiales. Un diseño clásico es una excelente opción para lograr esta versatilidad.
Cuidado y Mantenimiento del Collar de Oro
Para mantener la belleza y el brillo de un collar de oro, es importante cuidarlo adecuadamente:
Almacenamiento: Guarda el collar en una caja de joyería forrada de tela para evitar rayones.
Limpieza: Limpia regularmente el collar con un paño suave y una solución de limpieza específica para oro.
Uso: Evita usar el collar mientras te duchas o nadas para protegerlo de productos químicos que puedan dañarlo.
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Conclusión
Un collar de oro para mujer es una inversión en elegancia y estilo. Su versatilidad y belleza atemporal lo convierten en un accesorio esencial para cualquier colección de joyas. Al elegir el collar perfecto, considera el estilo personal, el tipo de oro y la longitud adecuada para asegurarte de que se convierta en una pieza apreciada durante años. Con el cuidado adecuado, un collar de oro puede ser un legado precioso, transmitido de generación en generación.
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El Libro Negro: II
Escapar se ha convertido en una prioridad. Que no haya un lugar al que ir complica un poco las cosas.
Esto ha provocado que últimamente me marche unos días de casa más de lo habitual, son escapadas corporeas, sintomatología del deseo.
En la última ocasión conduje alrededor de una hora hasta llegar a una ruidosa rotonda, las indicaciones del GPS aseguraban que allí se encontraba el apartamento en el que pasaría el fin de semana, yo solo veía una gasolinera, por lo que me acerqué a preguntar. La tienda estaba repleta de gente comprando pan ¿A quien cojones se le ocurre que es una buena idea comprar pan en una gasolinera? Supongo que a los mismos que preparan la tortilla con patatas fritas de tipo chips. Detrás de la dependienta había otro empleado que introducía en un gran horno bandejas, apiladas unas sobre otras, repletas de baguetes congeladas, allí, a la vista de todos los clientes, cacareando sin pudor la porquería que estaba a punto de vender, mientras la fila obediente esperaba su turno para recibir su ración de bazofia.
Cuando la chica tuvo un repspiro de su pseudo panadería y se fijó en mi, le pregunté por los apartamentos y me respondió que esperase un segundo, me pidio el DNI, me extendió un formulario para que lo firmase y me entregó la llave del apartamento número 5.
El edificio estaba a una calle de distancia, al entrar en el portal me dio la bienvenida un fuerte olor a lejía, tan intenso que se me despejaron las fosas nasales. Subí las escaleras hasta el apartamento. Al entrar, el aroma anterior fue totalmente desplazado por un tufo insoportable a tabaco, era como si los dueños de aquel lugar, sabiendo lo que esperaba a los inquilinos, intentasen compensarlo con un absurdo exceso de desinfección en el rellano.
Las paredes tenían manchas, algunas parecían accidentales y otras con algún propósito, pero no fui capaz de deducirlo, ni tampoco como habían llegado hasta allí, la más llamativa era una de gran tamaño en el techo, junto a una esquina, era de humedad. El salón se componía de dos sofás colocados en ángulo recto, desiguales en tamaño, forma y estilo, el de la izquierda estaba cubierto por una tela blanca. En el centro, una mesa baja también de color blanco completaba el conjunto, intuyo que la más barata que encontraron en Ikea. Su superficie estaba abombada en algunas zonas por la humedad, creo que las manchas marrones eran de café, en una de las patas tenía quemaduras de cigarrillos, todo lo presidía una televisión, preferí usar mi tablet durante toda la estancia, era del mismo tamaño que la tele.
Para ir al baño había que subir un pequeño escalón lo suficientemente bajo para no ser evidente y lo necesariamente alto para tropezar con él, lo cual hice dos veces. Al mueble bajo del lavabo le faltaban las puertas, por lo que las cañerías estaban a la vista. La placa ducha tenía una gorda tira de silicona rodeando toda la zona que la unía al suelo, tosca, deforme y ennegrecida. Mientras meaba, vi salir de ella pequeños insectos alargados con antenitas, puede que fuesen crías de cucaracha, no estoy seguro, maté tres y me aguanté las ganas de cagar el resto del día.
En la habitación la barra que sujetaba las cortinas estaba vencida del lado derecho, sobresalía por ahí más de medio metro, la cama parecía limpia.
Tuve que comprar vasos, platos y cubiertos de plástico, después de ver el estado de los que había en la cocina me pareció lo más sensato. Cuando me dispuse a salir para buscarlos me fijé en un cartel junto a la puerta en el que aparecía el dibujo de un cigarrillo tachado con el mensaje "Prohibido fumar" escrito en grandes letras rojas.
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