#comer sin sentirse culpable
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ana y mia (amigas o enemigas)
La anorexia o bulimia , es algo no tan hablado ,en sociedad , ya que piesan que solo es problema que se basa en la adolencia o juventud ,devido a los "comentario" que tus familiares o amigas que hacen de tu cuerpo , al decir esos "comentarios" generan una molestia hacia la persona .Primero la persona entra al mundo de "la dieta sana" que aveces se basa en restringirse , carbodriatos o harinas , comen mas vegetales o reducen sus porciones , y acceden a las rutinas de ejercios que lo realizan usualmente despues del almuerzo , realisan ejercios que se basan , en cardio o ejercios que "bajan de peso o queman calorias" . Luego si eso avansa o tienen la precion de que algun familiar nota que no ingiere o reduce su porciones ,le obliga a comer ,generando , los atrocones ,debido , a que tienen la precion de comer frente a algun familiar , y despues de eso el o ella sienten que rompieron con "una dieta sana" , y comen y comen hasta sentirse culpables y sienten la necesidad de vomitar todo y sentirse basios y eso genera un bucle ,sin fin , que hace que en su cuerpo mismo se sienta debil o con la consecuencias propias ,Una persona con Ana o Mia , no llega sola a ese punto , los supuestos "comentarios" generan eso o algun problema que tuvieron , Ellos o ellas no lo hacen por que quieran lastimar a un ser querido ,lo hacen por que quieren estar bien con ellos o ellas mismas , no es una enfermedad , es un problema mental , no lo hacen por que quieren ser el centro de atencio , lo hacen por que aveces suelen sentirse vacios o vacias , y el impulso de eso genera atracones , ayunos o aumento excecivo de ejercios , su momento mas critico es cuando se dan cuenta el daño que no solo se hacen a ellos mismos si no a sus familiares , en cuestion , la persona que sufre este tipo de transtorno , nose da cuenta de como se ve fisicamente , pero si se da cuenta el daño que hace a los demas sintiendose sola o solo ,Yo creo que no hay una salida para esto SI TU NO QUIERES, si no te das cuenta de las consecuescias que causa todo ,eso la persona aveces si quiere salir de eso pero el impulso de la "PERFECCION" genera que no , o el comparse con alguna persona que ve genera eso , o los comentarios confunsos que general hacia la persona, Una persona con eso no tiene la culpa , ay que ellas o ellos no buscan comentarios de ese estilo solo queremos el apoyo necesario ante ello , no que los veas como si tuvieran una enfermedad malosa , si no comentarios positivos , estar ahi con ellos o ellas , y sobre todo no recalcarle el transtorno que tiene ya que eso genera una molestia , sobre todo para salir eso , es general el amor propio y las cosas que tiene al rededor , es dificil salir de eso lose, pero yo creo que en algun momento la persona que sufre eso tuvo su momento mas cuerdo y dijo cuando comezo todo eso que le hiba ser daño , la persona que sufre eso suele darse cuenta que lo que hace esta mal pero igual lo hace por que se siente bien haciendolo(vomitando o restringiendose alimento ).Salir de eso es dificil ya que pueden haber atracones o restringion de aliementos ,pero somos mas fuerte y recordemos que nuestro yo de lo mas profundo nunca tuvo pabor ala comida la comida no es mala si no el control que no podemos tener no hace daño , nuestro yo de chiquitas no tenia miedo a ellos solo disfrutaba de uan rica comida.
La conclucion es que yo nunca pude salir de eso , pero yo quiero salir ya que como dije tenemos un momento que aveces queremos pedir ayuda pero no podemos , no queremos seguir asi seguir el bucle que canza.
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trastornos alimentarios 🫧˚˖𓍢ִ໋🌷͙֒✧˚.🧚🏻♀️. ¿Cuáles son los tipos de trastornos alimentarios?
Atracones de comida: Es decir, comer sin control. Las personas con trastorno por atracón siguen comiendo incluso después de estar llenas. A menudo, comen hasta que se sienten muy incómodos. En general, después tienen sentimientos de culpa, vergüenza y angustia. Darse atracones de comida con demasiada frecuencia puede causar aumento de peso y obesidad. El trastorno por atracón es el trastorno alimentario más común en los Estados Unidos
Bulimia nerviosa: Las personas con bulimia nerviosa también tienen períodos de atracones. Pero luego se purgan provocándose vómitos o usando laxantes. También pueden hacer ejercicio en exceso o pueden ayunar. Las personas con bulimia nerviosa pueden tener poco peso, peso normal o sobrepeso
Anorexia nerviosa: Las personas con anorexia nerviosa evitan los alimentos, restringen severamente los alimentos o comen cantidades muy pequeñas de solo algunos alimentos. Pueden verse a sí mismas con sobrepeso, incluso cuando están peligrosamente delgadas. La anorexia nerviosa es el menos común de los tres trastornos alimenticios, pero a menudo es el más grave. Tiene la tasa de mortalidad más alta de cualquier trastorno mental
🧚🏻♀️🎐🦋
¿Qué son los trastornos alimentarios?
Los trastornos alimentarios son afecciones graves de salud mental. Implican problemas serios sobre cómo se piensa sobre la comida y la conducta alimenticia. Se puede comer mucho menos o mucho más de lo necesario.
Los trastornos alimentarios son afecciones médicas. No son un estilo de vida. Afectan la capacidad del cuerpo para obtener una nutrición adecuada. Esto puede provocar problemas de salud como enfermedades cardíacas y renales, o incluso la muerte. Sin embargo, hay tratamientos que pueden ayudar.
*.🧚♀️𓍢ִ໋🌷͙֒🧺.*'
¿Cuáles son los síntomas de los trastornos alimentarios?
Los síntomas de los trastornos alimentarios varían, dependiendo del trastorno.
Los síntomas de los atracones de comida incluyen:
Comer cantidades in-usualmente grandes de alimentos en un período de tiempo específico, como un período de 2 horas
Comer incluso cuando está lleno o no tiene hambre
Comer rápido durante los episodios de atracones
Comer hasta que esté incómodamente lleno
Comer solo o en secreto para evitar la vergüenza
Sentirse angustiado, avergonzado o culpable por su alimentación
Hacer dieta con frecuencia, posiblemente sin pérdida de peso
¿Cómo se diagnostican los trastornos alimentarios?
Debido a que los trastornos alimentarios pueden ser muy graves, es importante buscar ayuda si usted o un ser querido piensa que podría tener este problema. Para hacer un diagnóstico, su profesional de la salud puede utilizar:
Su historia clínica, incluyendo preguntas sobre sus síntomas: Es importante ser honesto sobre sus comportamientos alimenticios y de actividad física para que su proveedor pueda ayudarle
Un examen físico
Análisis de sangre u orina para descartar otras posibles causas de sus síntomas
Otras pruebas para ver si tiene algún otro problema de salud causado por el trastorno alimentario. Estos pueden incluir pruebas de función renal y un electrocardiograma Trabajo sobre desequilibrios alimenticios Bastián Jorquera Melissa gonzalez martina cortez josefa pino ౨ৎ౨ৎ
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Ya que me encuentro sacando todas las cosas que me guardo, está es otra
Siempre que me preguntan que me gustaría recibir de regalo pienso en algo no tan costoso, que le pueda sacar provecho, que me guste y que me dure un montón y siempre termino escogiendo ropa...
La verdad siempre me estresó mucho cuando me preguntan, pero también se que los regalos que me dan siempre me gustan, pero no he podido pensar que es lo que realmente quiero de regalo...
En el fondo me gustaría decir que mi regalo ideal sería una fiestotota donde mis papás aún sean pareja, mis hermanas se hablen y la vida sea bella jaja... Eso claramente no va pasar, pero mi regalo ideal sería como la fiesta de 50 años de mi papá juntada con la navidad con la familia de mi novio, que fantasía verdadedios
Pero como yo sé que eso no se puede dar imaginemos otra cosa.
Mi regalo de cumpleaños sería disfrutar mi cumpleaños comenzando el día con un café de cafetera y un pancito relleno, a las 10/11 am, con mis gatos y yo aún acostados viendo greys Anatomy por milésima vez, bañarme y salir a un spa o una cosa así, donde me den un masaje y me prometan relajación, después un heladito e ir a comer pizza, o enmoladas o chilaquiles, después regresar a casa a seguir flojeando un ratito, meterme a bañar y para cenar un pastelito para mí y para mí novio, pequeño pero MUY tradicional, sin adornos extravagantes solo fruta y relleno de tres leches y una gelatina de las individuales y otro cafecito.
Sin intentar que mi familia se junte o se lleve bien un día completo, sin sentir que es mi responsabilidad hacer que la familia este unida, sin sentirme culpable por no disfrutar la celebración que me hacen mis suegros porque envidio la familia que son y porque sin importar lo preciosos que son conmigo no dejan de sentirse como un remplazo a lo que mi familia no puede aspirar a ser
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lu-does-rp:
San pensaba seguir disculpándose. Era lo que hacía cuando hacía las cosas mal y se sentía arrepentido. No obstante, cuando Wooyoung admitió con su aplastante honestidad que le dolía el culo, San perdió un poco el hilo. Se sentía culpable, por supuesto que sí. Pero al mismo tiempo, ahí estaba Wooyoung, su Wooyoung de siempre, intentando ponerse los pantalones sin poder y abandonando estos en sus tobillos. San hizo esfuerzos por no sonreír y por seguir mostrándose arrepentido, aunque le costara horrores. Pero cualquiera que se fijara en su rostro se daría cuenta de que estaba seriamente intentando no reírse por la situación.
San entró al baño finalmente, acercándose a Wooyoung con cautela y arrodillándose frente a él para poder subirle los pantalones con cuidado, pero sin aprovecharse de la situación tampoco. Tras abrocharlos, volvió a levantarse, quedándose delante de Wooyoung y subiendo las manos para intentar peinarle el cabello y dejarlo lo suficientemente decente como para que no levantase sospechas. — Puedo llevarte a caballito hasta el comedor, si quieres. — Sugirió, no en broma. Además, si sus hyungs los veían de aquella manera, seguro que no se extrañaban tanto. No sería la primera vez ni la última. Su expresión entonces se volvió un poco más seria. No quería abandonar el tema todavía, pero tampoco quería profundizar en él cuando las cosas aún estaban tan calientes. — ¿Podemos hablar de lo que ha pasado después del concierto…?
Conocía a San, le conocía mucho, de muchos años y sabía que estaba intentando no reírse en esos momentos. — Ríete y haré que te comer el papel del váter, todos los rollos, uno tras otro. — sentenció con seriedad, aunque si se paraba a pensarlo si que era gracioso, la escena en si era graciosa, jamás antes se había sentido así tras el sexo y no hablaba únicamente de la parte del dolor físico, también se sentía, resaca a parte, relajado, satisfecho, saciado... Eso era nuevo en Wooyung quien siempre sentía que necesitaba más y más y jamás conseguía lo que buscaba, porque no había sabido exactamente lo que buscaba hasta, quizás, ahora.
Dejó a San abrocharle el pantalón, intentando no pensar en escenas de la noche anterior del mayor entre sus piernas en el proceso porque no tenían tiempo, ni sería adecuado. echó la cabeza un poco hacia atrás cuando le ordenó el pelo, al menos contento de saber que esos momentos entre los dos no habían sido contaminados por lo ocurrido la noche anterior, por su parte eso no había cambiado nada, San era su amigo, su mejor amigo, la persona que consideraba su alma gemela, así que una noche de sexo no tiraría eso a la basura... Y esperaba que el mayor lo sintiera igual. — Voy a declinar la oferta, aun tengo orgullo. — comenta aunque mucho más calmado que antes, sin embargo verle ponerse serio y preguntar aquello le hizo sentirse algo nervioso. — Si, claro. Es decir supongo que si tendremos que hablar de ello a fondo, pero antes de nada tengo que aclarar que para mi eso no ha cambiado nada, sigues siendo mi mejor amigo y... Un desliz lo tiene cualquiera, lo importante es que nos gustó, y eso está bien, no tiene que repetirse pero tampoco me hace sentir arrepentido, aunque voy a odiarte hasta que se me pase el dolor. — aclara sonriendo levemente por eso último tomándolo como una broma para aliviar el ambiente, alzando una mano y palmeando su pecho varias veces. — Ahora vamos a comer algo me muero de hambre.
❝ Make it bouncy ❞
@lu-does-rp
Aunque deberían de estar agotados tras los largos meses de trabajo hoy la agotadora gira que estaban a punto de terminar esa noche todo eran risas y bromas en aquella habitación de hotel. Penúltima noche de la gira y el cumpleaños de Seonghwa, Wooyoung se sentía feliz, más que eso, se sentía eufórico, había comido hasta reventar, se había reído, había cantado de forma totalmente vergonzosa con Mingi en el karaoke improvisado de Yunho y no sabía cuánto había bebido, había perdido la cuenta a raíz del tercer chupito y las seis cervezas previas, todo era brillante y daba vueltas pero nada de eso importaba tanto como el hecho de que todo era divertido, sobre todo era ver a San con todo su esplendor y enorme cuerpo tropezar al salir de la habitacion y casi comerse la moqueta del pasillo de vuelta a su habitación cuando la fiesta empezó a decaer.
Aquello solo le hizo soltar una carcajada escandalosa que casi provocó que el mismo cayera al suelo, sus piernas fallando le misteriosamente y teniendo que agarrarse a la pared, Hoojoong tras ellos en la entrada de la habitación mandándoles callar aunque estaba con ojos brilla tes también por el alcohol. Wooyoung asintió y se volteó a San llevándose el dedo a los labios y chistando antes de volver a traicionar le su falta de autocontrol y volver a reír. Escuchó a un preocupado Yunho preguntando si serían capaces de llegar a la habitación pero lo ignoró yendo hacia San con paso algo tambaleante y agarrándole con la inocencia de que el podría cargarle si tuviera que hacerlo, algo que obviamente era bastante inviable. — Yo me encargo de ello, no te preocupes. — dijo palmeando a Yunho o más bien intentándolo antes de ignorarle completamente cuando el otro dijo que eso precisamente era lo que le preocupaba.
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Cuentos para A.
Capitulo 1: Las aventuras de Roy el rey perro
ROY Y EL POLLO
Había una vez un perro callejero llamado Roy que vagaba por las calles de un pequeño pueblo. Era un perro solitario y malnutrido, pero su corazón era grande y bondadoso.
Un día, mientras caminaba por la calle, Roy encontró a cinco gatitos bebé que lloraban desconsolados. Parecían haber perdido a su madre y no tenían a nadie que los cuidara. Roy, con su gran corazón, decidió ayudar a los gatitos.
Pero había un problema: Roy no tenía nada para darles de comer. Así que decidió buscar algo que pudiera alimentarlos. Después de buscar por todas partes, Roy finalmente encontró una casa donde una familia pobre estaba cocinando un pollo en la olla. Roy sabía que estaba mal robar, pero no podía dejar a los gatitos hambrientos.
Con suerte, Roy logró arrebatar el pollo de la olla sin ser visto y se apresuró a llevarlo de vuelta a los gatitos. Los gatitos estaban muy agradecidos por el pollo y Roy se aseguró de que estuvieran calientes y cómodos.
Pero después de un rato, Roy empezó a sentirse culpable por haber robado el pollo. Sabía que lo que había hecho estaba mal, y se sintió mal por ello. Así que decidió hacer algo para remediarlo.
Al día siguiente, Roy llevó al dueño del pollo a la casa donde estaban los gatitos. Se disculpó y explicó la situación. La familia pobre estaba conmovida por la generosidad de Roy al ayudar a los gatitos, y decidieron dejar que Roy se quedara allí para cuidar de los gatitos hasta que encontraran un hogar.
Con el tiempo, los gatitos crecieron y encontraron hogares amorosos, pero Roy decidió quedarse con la familia que había ayudado a los gatitos. Se convirtió en un miembro más de la familia, y nunca más tuvo que robar comida para ayudar a otros
Desde entonces, Roy se convirtió en un perro muy amado y respetado en el pueblo. Todos sabían de su gran corazón y su amor por ayudar a los demás. Y aunque a veces cometía errores, siempre trataba de hacer lo correcto.
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La Maternidad vs Ser Mamá
Creo que toda mujer que desea tener hijos, al tenerlos, ama ser madre, una mamá. Verlos abrir sus ojitos por primera vez, mecerlos en brazos, cuando empiezan a balbucear, comienzan a explorar con sus manos, verlos dormir tranquilos. Tantos momentos maravillosos y únicos compartidos, un sentimiento tan pleno y que nos desborda de amor.
Pero tristemente la sociedad cree que ser madre y maternar son la misma cosa. Error número 1. La Maternidad se trata de todos los sacrificios que una debe hacer, empezando desde el embarazo, donde sacrificamos nuestra figura para siempre. Luego vienen cosas más light como las cosas que no puedes comer por estar embarazada, la incomodidad al dormir, los dolores de senos. Y una vez que nacen comienza a ponerse peor. Pañales sucios, noches sin dormir, la recuperación del nacimiento, el cambio hormonal, la lactancia a todas horas, los llantos por todo. Seamos honestos, cualquiera puede ser mamá, pero maternar es otra historia. Debes estar dispuesta a dejarte de lado todo el tiempo para concentrar toda tu energía en ellos. Dejas de comer caliente, olvidas la última vez que tomaste una ducha sin tener que salir a cada rato para comprobar al bebé, no vuelves a dormir nunca 8hs seguidas, corres para todos sus controles incluso cuando llueve, haces todo apurada y con oído agudizado y vista de halcón.
Luego tienes que recordar que si no trabajas, debes ocuparte de un hogar a la par de tus responsabilidades maternales. Limpiar, cocinar, lavar, ordenar, hacer mandados y compras. Por otro lado las que deciden seguir trabajando comienzan a estructurar su rutina, niñeras o guardería o la abuela, dejar todo un bolso listo que pareciera para un mes de estadía y solo sirve para unas horas, someterse a la lactancia materna remota con esos extractores de leche llenando la nevera de tarros a rebosar, o teniendo que decantarse por fórmula.
Nunca tardan en llegar las críticas y opiniones que nadie pidió, acompañado de los consejos clásicos que me gusta llamar los "hazme caso tengo experiencia" que no tienen respeto por tu método de crianza. Si eres ama de casa, constantemente escucharas los "¿De qué estás cansada?" y los "solamente tenés que encargarte de limpiar y de atender al bebé". Mientras que si trabajas seguro te tocan los "¿Cómo podes dejarlo solo tanto rato?" y esos "¿Y no pensaste en renunciar para criar a tu hijo vos en lugar de que lo haga la abuela?"
Siempre lo harás mal para el resto, por dejarle ver dibujos animados, por darle algo precocido, si lo dejaste llorar, o porque no lo desprendes de tu lado. Todo mundo tendrá algo para decir, incluso si no quieres escuchar sus consejos que son más un "haz lo que digo" y un "con los míos me funcionó".
No te aflijas, no eres la mujer maravilla, no puedes con todo y eso está bien. Llora de frustración, quejate por no haber podido descansar, grita de rabia por ese juguete que sin querer pateaste haciendo que se despierte cuando salias de la habitación tras una hora haciendo que se duerma. No te guardes nada, tus emociones también forman parte de la maternidad, todas esas por las cuales quizás te sientas culpable, creyendo que ser mamá debía sentirse como tocar el cielo y nada más. Nadie te cuenta cómo realmente es de espantosa, agotadora y estresante que es la maternidad, solamente saben decirte lo hermoso que se siente ser mamá.
Así que adelante, vive tu maternidad un paso a la vez, pide ayuda si necesitas y no te culpes por las emociones negativas que la crianza despierta. Abraza lo lindo de ser mamá y no olvides, un día crecerán, los pañales dejaran de ser una vista frecuente en tu basura, los juguetes ya no estarán tirados por toda la casa y no habrá noches de insomnio o desvelo por llantos incesantes, y por alguna razón lo extrañarás.
Disfruta de las dos caras de la moneda, un día a la vez.
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me están saliendo muchos post sobre la gordura, los problemas alimenticios y las ganas de comer pero que te hacen sentir enfermo. Les digo, desde lo más profundo de mi corazón, de una persona gorda que pasó por problemas de alimentación; dejar de comer no es la solución, lastimarse físicamente los engorda mentalmente de inseguridades, depresión y pensamientos autodestructivos. Es una putada no estar conforme con nuestro cuerpo, ver a chicas delgadas más bonitas que uno. Ya pasé por eso, viví ese infierno en carne propia. Somos hermosas, sin embargo, sino te sientes así, hay métodos más sanos que matarse de hambre para cambiar nuestro cuerpo. Hay maneras estables de hacerlo y no hacernos daños. Es difícil pero no imposible. Chica eres hermosa tal y como eres, cuando te veas al espejo y pienses que tú misma te das asco, repite la frase "soy jodidamente hermosa tal y como soy. Me sabe a mierda el mundo, puedo comerme al mundo, puedo pisotear al mundo y si quiero cambiar puedo hacerlo de otras formas y por mi, no porque los demás piensen tal cosa de mí" porque comer en la cosa más placentera del mundo y disfrutar tu comida sin sentirse culpable es todavía mejor.
No estan solas. Juntas podemos lograr un cambio sano, saludable y hermoso. 💞
#chica gorda#odio ser gorda#pensamientos#frases#writing#sentimientos#escritoras#tumblr#writers on tumblr#frases en tumblr#books#textos en español
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thedreamsoficarus:
-¿Leer qué? ¿Hay fanfics de nosotros…?- preguntó, incrédulo, no es que fueran exactamente sutiles cuando estaban juntos en público, lo sabía, pero no había llegado a imaginar que las fans podían tener fantasías de ellos dos juntos, le parecía un poco excesivo y no estaba seguro de qué pensar al respecto, suponía que de alguna forma podía ser mono, pero también extraño.
-¡Hey!- se quejó cuando le dio con el pie, riendo suavemente, divirtiéndole que le avergonzara escucharle decir que le parecía impotente, era la pura verdad, hasta él hubiera sentido miedo del menor si no hubiera sido la persona a la que Felix trataba de proteger. -Lo siento, no esperaba que te rieras.- se defendió, había hablado muy en serio, no era cuestión de broma para él. Hizo un sonido de satisfacción cuando tomó la nueva pieza de sushi que le ofrecía Felix, sonriéndole. -No es mala idea, puedo ayudarte con eso.- dijo, daño no haría y con suerte le haría quedar un poco mejor a ojos del staff. Le sonrió, alzando una mano para ordenarle un poco el pelo. -No tienes que darme las gracias, solo quiero ayudarte, y me alegro mucho de haberlo conseguido.
Arqueó suavemente las cejas antes de sonreír — Oh, baby... — murmuró sin pensar antes de reír suavemente — Si, si que los hay y sobre todo videos de nosotros. — murmura, era culpa de Bangchan que Félix hubiera descubierto aquello, era el líder que más interactuaba con las fans y a veces admitía que cuando más triste estaba ver esa clase de vídeos le hacía sentir mejor y quizás también estúpido, dios santo, habían sido muy obvios y ni siquiera se había querido dar cuenta de ello.
Ese sonido de satisfacción del otro al coger la comida le hizo volver a sonreír, feliz, ver que Hyunjin comía todo lo que le daba le estaba haciendo sentir mucho mejor también, porque el mayor necesitaba comer y a Félix le gustaba ofrecerle comida, siempre había sido así, incluso muchas veces antes de empezar a salir ambos habían compartido sus platos cuando salían a cenar o pedían comida todo el grupo. — Lo encargaré para mañana. — decidió emocionado con la idea, le haría sentirse menos culpable y a Hyunjin le había gustado también, así que no debía de sonar a una exageración.
Estaba ocupado eligiendo que trozo coger a continuación y decantándose por uno pequeño, llevándose lo a la boca y disfrutando de ello cuando notó la mano ajena rozando su cabello y alzó la vista para verle, arqueando las cejas suavemente pero sonriendole de forma torpe al estar aún masticando, trangando el trozo poco después. — ¿Has dormido bien? Te ha ido bien la postura, ¿verdad? — dijo, preocupado, antes de volver su atención al sushi. — Hm ¿cuál quieres? — preguntó inclinándose un poco más sobre la comida pensativo sin saber cuál elegir.
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Para esos días del carajo
Qué difícil es descubrir esas cosas sobre la vida, esas que te te das cuenta de que a veces amar también es renunciar, que a veces es más doloroso descubrir a la persona que surge cuando nos encontramos haciendo cosas que nos acorralan; no tengas miedo de tus fallas, todos nos equivocamos, no es tu obligación tener todas las respuestas y no debes sentirte culpable jamás por lo que los demás hacen con eso.
Tal vez nunca te hayas dado cuenta, pero has notado que cuando entras a un lugar, ¿todos saben que estás ahí? ¿Por qué? Yo intuyo que es el magnetismo de la gente rota que ha cubierto sus lesiones con oro. A tu manera, te has escondido una y otra vez de aquellas cosas que te vuelven a hacer creer que algo en ti está mal y que es mejor no estar cerca de nadie porque piensas que eres tú quien con tantos sentimientos dentro, van a colapsar y vas a lastimar con cada una de tus partes rotas. Por lo que sé, recuerda que no es bueno que estés solo, y no me refiero a esa soledad voluntaria que buscamos por ratos y que disfrutamos porque el silencio es a veces tan disfrutable como la buena compañía. Te recuerdo que eres invencible cuando disfrutas los espacios naturales, te gusta salir, tanto como estar en casa. No lo sabías, pero amas la calidez de un hogar, eso se vuelve en un abrazo al corazón. Tienes amigos, gente que te ha apoyado, por años, y que te entregan toda su compañía, en cada momento difícil, están ahí, sólo que a veces somos demasiado orgullosos para reconocernos frágiles y sentir ese mínimo sentimiento de dependencia. Has logrado plantarle la cara a uno que otro miedo, y viste que hay monstruos más temibles que el de debajo de la cama. Es agradable sonreír cuando algo gracioso e inesperado sucede, eso significa que disfrutas de las cosas, significa que aún queda vida dentro de ti. No te has dado cuenta de lo fuerte y de lo valiente que eres...¿No lo crees? ¡Mírate! Estás lejos de cada persona que abusó de ti o te dañó, con toda la fuerza de voluntad que ha requerido alejarte de quienes amas pero te laceran. te esfuerzas por ser buena persona, has tomado las decisiones correctas e incorrectas, y ambas requieren valentía para saber manejar las consecuencias. Has hecho y te has hecho el bien, sin lugar a dudas.
Estoy orgullosa de ti. Siento atracción por las personas que hacen lo que quieren por encima de lo que los demás esperan que hagan.
Pero también hay días como el de ayer, en que quisieras tirarte por las escaleras, tal vez ayer fue uno de esos días en que te tientas a enterrarte el tenedor en las piernas, donde intentando pelar un pepino deseabas que el cuchillo te atravesara a ti y terminaste mutilándolo y reduciéndolo a una verdura inexistente. Hoy es uno de esos días donde no hubo ensalada. Donde los músculos de tus manos no podían sostener la comida y llevarla a tu boca, así que quedó allí, intacta. Uno de esos días donde tomar un bus de vuelta a la casa a perseguir tus sueños una vez más parece imposible, hay días cercanos a que el año acabe y solo quieres ver “El extraño caso de Benjamin Button” y llorar y comer y escuchar una canción melancólica y llorar, y volver a llorar. Ni las palabras te salen lindas, o poéticas, todas las palabras que te brotan son palabras flojas, son aburridas, podría escribirlas hasta el ser más desaliñado y poco literato de la vida. Son palabras, mediocres, son palabras de uno de esos días.
Sí, no puedo negarte que todavía existen esos días, y no dejarán de existir.
En estos días, como ayer, a mí también me han dado ganas de querer hacer cosas locas, autodestructivas, fuera de la línea. Me pasa mucho: hoy es un mal día... o quizás solo es uno de esos días donde la yo pequeña se siente insatisfecha y quiere más, quiere más, quiere triturar más. Suena enfermizo. Pero he escrito cosas no tan poéticas, cosas que deseo, pero que no son nada de lo cual sentirse orgulloso. Pero no las hago. No las hago, nunca las hago; nunca hago esas cosas, aún me ata el temor de que si lo hago, eso es la única cosa que no tiene reversa. Ya fue suficiente, ya las hice mucho tiempo antes, antes cuando era adicta a odiarme, a hacerme daño, a que me hicieran daño, a que me laceraran y ahora solo es uno de esos días donde lucho contra todo eso. Mi terapeuta dice que las adicciones no se curan, uno solo aprende a vivir con ellas. Entonces pareciera que es el momento oportuno para agarrar un nuevo vicio y entregarse a esa compulsión de hacer actos autodestructivos sería la salida fácil.
Pero no me gusta lo fácil.
Es difícil encontrar la estabilidad, es verdad. Cuando te encuentres en días así, esfuérzate por voltear a ver lo que sí tienes y es vida. Sí, y mientras la tengas cuentas con una oportunidad para mejorar y arreglar lo que está en tus manos. Y aceptar con humildad y valentía aquello que no salió como esperabas. Hoy también es uno de esos días en que todo me rebasa y me viene a golpear en la cara que no soy tan fuerte, es esa vida tan hdp que me sigue tirando situaciones que me llevan al límite, pero que en mí está responder: “¡Anda, dale!¡Pegas como niña! ¡Je! Me hago la valiente, pero creo que en realidad quisiera ser un animal y accionar ese modo instintivo de supervivencia, quisiera disfrutar la felicidad, el bien, sin la necesidad asquerosa de tirarlo todo por la borda, de masacrarme, de permitirme estar mal.
Hoy es uno de esos días.
Pero mañana es otro día.
Da igual, da igual, da igual, voy a estar bien. Siempre estoy bien.
A veces es bueno considerar que puede existir alguien con quien se hace buen equipo en eso de ponerle la cara a esa niña sádica que a veces es la vida… Si lo encuentras, no lo dudes, invítale a acompañarse, siempre será más sencillo entre dos.
@piensoenversos
#esos días#pienso en versos#escritos#días malos#animo#levantáte#vida#para abrazar el corazón#curitas para el alma#heridas#oro#corazones rotos#no desanimes#cartas#valiente#corazón#cosas que pienso
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¿Fue amor o un simple coqueteo?
Creo que todos estamos de acuerdo cuando digo que los chicos tienen una relación preciosa, ya que son capaces de transmitirnos la confianza, comprensión, preocupación y amor que sienten por si mismos, cuestión que quedó reconfirmada con el capítulo de hoy. Sin embargo, hoy más que teorizar acerca de lo que pasará en los próximos capítulos, tengo muchas ganas de desmenuzar su pasado.
Comenzando entonces con la relación de He Tian y Jian Yi, ya que al escuchar de ellos, lo primero que a muchas se nos viene a la mente son las siguientes preguntas:
¿He Tian realmente estaba enamorado de Jian Yi?, de ser así, ¿La escena de la lluvia fue la despedida de ese amor?, y en todo caso, ¿He Tian utilizó a Mo como un reemplazo hasta que realmente se enamoró de él?, a lo que yo enormemente puedo responder que NO.
Primero que nada, es importante enfatizar que la relación de Jian Yi y He Tian se construyó al mismo tiempo que Jian Yi comenzaba a dudar de sus sentimientos por Xixi y que este, comenzaba a sentirse ansioso de no poder comprender a Jian Yi.
Fuera de esto, podemos observar que sí, efectivamente al comienzo de la historia He Tian buscaba la atención del rubio, invitándolo a jugar, a salir después de clases, tocándole el cabello, haciéndole insinuaciones pervertidas, molestándolo, etc, no obstante, en ningún momento se metió en la relación de Jian Yi y Xixi, o sea, claramente si bromeaba con ellos y sus extraños comportamientos, más no era un impedimento para su relación, es más, en múltiples ocasiones podemos observar que es Tian quien impulsa a Jian Yi para que deje de dudar, aquí, claramente creo que He Tian presentaba cierto interés por el atractivo de Jian Yi, cosa que hasta el mismo menciona, lo que me deja algo sorprendida, pues significa que He Tian es capaz de demostrar que siente atracción por ambos sexos sin sentir miedo, sin embargo, esto no implica que esa atracción e interés hacia Jian Yi pueda llamarse gustar o estar enamorado, es decir, considero que He Tian sentía un interés por el atractivo de Jian Yi, porque no podemos negarlo, es divino, más esto no implica que lo quisiera para él o lo amara, ya que de ser así, conociendo a Tian, habría buscado la forma de impedir la relación con Xixi o en cambio hubiera sufrido por eso, cosa que no pasó, yo simplemente veo que He Tian estaba calando a Jian Yi, es decir, ver que tanto podría conseguir de él, como también de las chicas, puesto que Tian era extremadamente coqueto al principio, pero más que con intención de ligar o formar algo estable, siento que He Tian lo hacia para no estar solo, mejor dicho, para no sentirse solo, porque para ese tiempo, claramente podemos ver como la soledad estaba consumiendo a He Tian.
Por otra parte, y antes de poder aclarar la escena de la lluvia y si Mo fue un reemplazo, siento que es necesario abordar la relación de Xixi y Jian Yi además del encuentro con Mo.
Para este punto, todas sabemos que Jian Yi y Xixi tienen una conexión increíble, ya que han sido amigos desde que estaban en preescolar, es decir, prácticamente toda su vida han estado juntos, lo que les permite tener una relación fuerte y estable, no obstante, ¿Qué ocurre cuando Jian Yi empieza a descubrir que sus sentimientos no sólo son de afecto? simple, comienza a sentirse confundido y preocupado por su relación, como también expectante y ansioso, lo que culmina en un Jian Yi que quiere monopolizar a Xixi, por lo que llega a incomodarlo con sus múltiples intentos de intimar con él, pero, la parte más importante de esto, no es que Jian Yi se diera cuenta de sus sentimientos, sino, cómo es que xixi se dió cuenta de los mismo y en qué momento empezó a cambiar tanto su actitud agresiva a lo que ahora conocemos de él, simple, al momento en que Jian Yi se encuentra en problemas por golpear a Mo, e intenta ser más fuerte pegándole a un árbol para poder pelear, es ahí, donde Xixi se da cuenta de que Jian Yi comienza a ocultarle cosas, comienza a ver que su amigo actúa muy fuera de lo que él sabe que es y comienza a cuestionarse si realmente lo conoce o solo creyó conocerlo, lo que culmina en el hecho de que, al tener que pelear con Mo, Xixi se da cuenta de la promesa que hizo con Jian Yi, querer ser más fuerte para poder protegerlo, querer cuidarlo y estar siempre a su lado, por lo que a él, le valió 3 hectáreas de tierra el que su amigo estuviera enamorado, solo quería mantener a su persona especial, a su mejor amigo bien y feliz, por lo que es él quien se mete a pelear con Mo, para proteger a Jian Yi, y es aquí, donde a Jian Yi se le parte el alma por ver que por su problema Xixi salió realmente herido.
Ahora bien, viene mi parte favorita, el personaje más inocente en todo este embrollo, la parte de Mo, en esta historia, podemos observar que Mo simplemente deseaba que Jian Yi no huyera al momento en que le pega, desea una disculpa formal por sus actos, más no desea pelear con él, en todo caso, el culpable de la pelea fue He Tian, quien directamente dice que el ambiente es hostil y que lo resuelvan a la salida, lo que obviamente hace referencia a que peleen, pero, desde la perspectiva de Xixi, podemos ver como Mo se encuentra molesto por meterse en una pelea, él realmente no quería estar involucrado en una, es más, hasta se encuentra con He Tian y sus ligues antes de esta y solo desea salir de ahí, no busca venganza ni mucho más, solo quiere estar en paz, pero bueno, llega el momento de la pelea, en donde podemos ver 1. He Tian no esta preocupado por Jian Yi, es decir, si protege a los dos de todos los tipos que aparecen, más no tiene especial atención por Jian Yi, porque de ser así, fácilmente puede ganarle a Mo y rescatar a Jian Yi, pero no, nada de eso ocurre, lo que demuestra que no le interesa al grado de protegerlo/salvarlo únicamente y específicamente a él, 2. TODOS se encuentran de acuerdo que el combate sea 1 vs 1, por lo que Mo mantiene esa promesa, 3. Mo le pega con la piedra a Xixi, y si, la escena no es bonita ni adecuada, más a Xixi le da igual, o sea, siento que nosotras llegamos a odiar más al personaje de Mo, que los mismos afectados del accidente, y esto lo menciono por 1. He Tian se encuentra con Mo después de la pelea y lo único que le interesa es que le haga de comer, no tiene intenciones de vengarse ni lo odia, o sea literal intenta llevárselo a su casa, 2. Cuando Xixi se encuentra con Mo bromea con hacerle daño, más no lo hace, los únicos que lo afectan son Jian Yi y He Tian. 3. Después de la pelea Jian Yi protege a Mo de She Li, He Tian quiere estar más con él y Xixi cree que es un buen tipo, o sea que nadie está realmente molesto ni odian a Mo, porque él no es mal tipo, solo tuvo una acción equivocada.
Por lo que, ahora podemos retomar la cuestión de la escena de la lluvia, aquí, por parte de Jian Yi podemos observar que quiere escapar de la escuela para estar con Xixi ya que se siente sumamente preocupado, confundido y culpable por lo que le ocurrió, o sea que por su parte es cero el interés hacia He Tian de manera romántica, más si lo aprecia por ayudarlo y aconsejarlo cuando tiene dudas respecto al amor, lo que confirma que su relación es más de amigos, que de interés especial o sentimental.
Por parte de Xixi, es capaz de darse cuenta de que no le importa nada más que la felicidad de Jian Yi, por lo que deja de ser agresivo con él e intenta demostrarle su aprecio y comprensión independientemente de su condición.
Y ahora lo más importante, por parte de He Tian, podemos ver que en la escena de la lluvia intenta consolar a Jian Yi sobre sus dudas y sentimientos de culpa, más no se aprovecha de su debilidad para coquetear o ser él el salvador, simplemente quiere que su amigo sea feliz y lo apoya, así que noooo, no es una despedida de ese amor, sino más bien lo veo como un empujón para que su amigo pueda ser feliz, porque vamos, He Tian no es tonto, el claramente sabe que Jian Yi esta loco por Xixi y viceversa, por lo que los apoya y aprecia, lo único que sí podemos ver en esa escena es que He Tian siempre esta solo si no está con chicas o con ellos dos, pero, esto no implica que Mo sea el reemplazo de Jian Yi, hablando de manera romántica, a lo mucho es el reemplazo de la compañía que brindaban Jian Yi y Xixi a He Tian, pero, en lugar de deprimirse por la según pérdida de Jian Yi, yo veo que He Tian aprovecha el tiempo para conocer a su nuevo interés, y este es Mo, una persona completamente diferente a lo conocido, este no lo alaba ni quiere como las chicas, ni le hace bromas o jugarretas como los chicos, este es grosero, explosivo, agresivo y hasta cierto punto amenazante con He Tian, cosa que a He le encanta y por lo mismo le genera mucho más interés.
Y así, es como después de esos eventos "desafortunados" nuestros chicos se conforman como grandes amigos, siendo claro que, no toda interacción es romántica, que todos se preocupan por todos, que son capaces de perdonarse y que pueden ver más allá de lo errores, así que tengo fé en que, como lo han hecho anteriormente, puedan salir del embrollo en el que se han metido en este momento.
Arte: Old Xian
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Quiero ser linda
Es horrible sentirse así. Es horrible sentir que el 80% de las personas son más lindas que vos. Es horrible sentirse gorda, pesada. No poder controlarte, no poder DEJAR DE COMER. Por que no puedo? Por que no puedo ser linda? Flaca. Delgada. Verme y decir “tendría que engordar” de lo flaca que estoy.
No me importa enfermarme, no me importa sufrir. Solo quiero dejar de ser gorda. Soy más fea que la mayoría. Soy inútil. Soy una mierda. Soy lo peor del mundo. Le hago la vida más difícil a las personas.
Quiero cambiar y no puedo. Solo empeoro. Cada vez que me quiero poner a bajar de peso solo subo. Y subo. Y subo. No puedo hablar con nadie, decirle esto nada, no puedo abrirme, ni liberarme. No me entienden. No entenderían. No quiere entender.
“Deja de comer.” “Estas gorda.” “Empeza la dieta.” “Come sano.” “Come poco.” “Come sin harinas ni azúcar.” “Estás más gorda.” “Sos un lechón.” “Vas a seguir comiendo?” “No cambias más.”
Me quiero morir.
No quiero seguir viviendo así.
Me quiero morir.
Nunca logro cambiar.
Me quiero morir.
Mátame.
Mátenme.
Me quiero matar.
La vida no tiene sentido.
Pobre el que cargue mi cuerpo.
Estoy obesa.
Mórbida.
Moribunda.
Muerta en vida.
Muerta por dentro.
Pero no puedo parar.
Me pongo mal y quedo ciega. Ya no importa nada, solo quiero comer. Y como. Como mierda. Mucha mierda.
Pero luego me siento culpable, y escribo. Esto escribo. Ahora estoy escribiendo y me siento mal y culpable y no le puedo decir a nadie.
Cuando llegue a mi casa me voy a ir al gimnasio y me voy a poner metas que no voy a cumplir. Si las cumplo luego las barro y ensucio con grasa, con el doble de lo que baje.
No puedo cambiar.
Pero quiero cambiar.
¿Que hago ahora?
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1. No comerás sin sentirse culpable
2. Si comes tiene ser una comida super baja en calorías y en grasa
3. No le hagas caso a las brujas que te quieren tentar para comer de la manzana
4. Sientete orgullosa cada ves que rechaces una comida
5. Ten siempre presentes las palabras yo puedo
6. Siempre es mejor "muerta que gorda"
7. No comerás golosinas
8. Solo come verduras y frutas
9. Nunca me traiciones
10. Has que me sienta orgullosa de ti
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Pensamiento Random
Llevo días, noches intentando escribir, pero por alguna razón solo escribo, escribo y lo borro, es como que si mi mente bloqueara algún pensamiento que probablemente en mi subconsciente este me esté atormentando.
Así que decidí solo escribir, espero no redundar, pero tengo esta sensación y la necesidad de escribir y simplemente desahogarme. Tengo días sintiéndome triste, intentando entender el porqué, me siento de duelo, pero no he perdido a nadie. Al menos eso creo.
Me he sentido insuficiente, poca cosa, pero sobre todo algo sola. Creí haber hecho las paces con mi soledad, ya días no sentía este peso en mi pecho, tengo ganas de llorar.
Me dijeron que a quien he mal llamado el amor de mi vida se va a casar. Si les soy sincera la noticia me ha impactado, pero no la he podido corroborar, por lo que me he hecho creer que tal vez es solo un rumor, un chisme, un mal entendido.
En caso que la noticia sea certera, le deseo lo mejor, sin embargo, reconozco que me da algo de celos no ser yo, pero nunca fui en su vida una opción, ya que su boca decía que me amaba, pero pues sus acciones han dicho otra cosa, siempre contradictorio, me tenía confundida, requirió valor y fuerza de voluntad poder dar fin a ese ciclo tan tormentoso.
Sé que es lo mejor, pero, es triste, tantas personas que quiero se han apartado de mí.
Mi mejor amigo se enamoró de mí, y pese que parecía que habíamos podido superar eso, no fue así, el día de mi cumpleaños me hizo sentir mierda y hasta algo culpable por no corresponderle, así que mi amistad con él está en el precipicio.
Mi mamá me saco de su vida, como que, si yo fuese basura que había que desechar, la última vez que la vi, la escuche decir que nunca había tenido hijos, que los hijos eran un error. No llore en ese momento porque me dio pena, pero me dolió.
A veces quisiera un abrazo, escuchar un “No te rindas, lo vas a lograr” y fuck no lo logro escuchar, porque o no soy suficiente para las personas que quiero o ellos piensan que yo no los necesito.
Y sé que hay personas que tienen problemas más grandes que estos, que hay personas con enfermedades terminales, que hay niños que no tienen que comer, y que mis problemas son nada, pero puta como duele.
Todos tenemos nuestras cargas, y dicen que está bien quejarse, renegar, sentirse triste, pero no hay que renunciar, hay que buscar motivos, darse ánimos porque nadie más lo hará, es donde aparece el “amor propio”, es una mierda, porque sigo sin saber cómo funciona, como se logra, como alcanzar la realización personal, hay libros que hablan de la autorrealización y de lo bien que es sentirse mejor con uno mismo, pero no te dicen cómo lograrlo, como no desistir en esos momento que te sientes tan poca cosa.
Te dicen “estas mal, necesitas ayuda, busca terapia”, pero no te dicen dónde encontrar un buen terapeuta.
Hay muchas personas que saben que necesitan terapia, pero no saben cómo acudir a ella hay otros que logran ir a terapia, la terminan y por corto tiempo parece que todo está bien, y luego de la nada, un día te sientes triste e insuficiente, no te dicen que habrá días buenos y días malos, solo que “todo es de fuerza de voluntad”, que es de perspectiva.
Todo es una mierda.
En lo personal sí creo que nadie merece que le rompan el corazón o que le rompan la vida, nadie merece que lo abandonen cuando más necesita de alguien, nadie merece sentirse insuficiente mientras llora en su cuarto a oscuras a las tres de la mañana y mucho menos quedarse dormido mientras llora. Porque eso definitivamente es una mierda.
Si somos realistas todos alguna vez hemos hecho daño, unos sin querer y otros con toda la intención, llamémoslo “KARMA”, es la vida enseñándonos como vivir, pero la muy cabrona no nos da un manual o instructivo para por lo menos no cagarla tanto, sin embargo, el universo es tan de la chingada que en ocasiones te da lecciones y te joden tanto, pero otras eres la lección y le jodes la existencia a alguien, no se cual es peor.
Estamos de acuerdo que es una jodida que nos rompan el corazón, el alma y las ganas de vivir, pero romperle el corazón a otra persona es horrible, el dolor que se siente al ver una persona sintiéndose miserable por causa de uno, es una GRAN JODIDA, porque a veces no es nuestra intención, solo sucede.
Y si alguien lee esto, se identifica déjame decirte, que, si todo es una mierda y que parece que no lo vamos lograr, pero si podemos y estoy orgullosa de ti.
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Yo adicto/a?
Todos hemos escuchado acerca de las personas adictas al alcohol, a las drogas u otras sustancias, pero pocas personas han escuchado acerca de la adicción a la comida. Obviamente la adicción a la comida no es buena para tu salud. Aquí aprenderás acerca de este tema y lo que puedes hacer al respecto.
La adicción a la comida es un tema controversial para algunos. Sin embargo, hay expertos como la Dra. Nora Volkow, directora del National Institute of Drug Abuse en Estados Unidos, que opina que la adicción a la comida, especialmente a la que es alta en azúcares y grasa, es real. Basa su opinión en una serie de investigaciones que comprueban que las vías de recompensa en el cerebro de las personas obesas están interrumpidas. De acuerdo con sus estudios, especialmente los que involucran la dopamina, que se conoce como el neurotransmisor del placer.
Normalmente se libera dopamina cuando hacemos cosas que nos causan placer, como comer, tener relaciones sexuales, o usar drogas. Cuando se hacen estas cosas con demasiada frecuencia o en cantidades mayores a lo normal, el cerebro se adapta y hace que sea difícil desencadenarse de este sistema. Esto lleva a la persona a comer más o a usar más y más aquello que le hace sentirse bien, y se vuelve un círculo vicioso de adicción.
Otros expertos estudiaron el funcionamiento de las vías de recompensa en el cerebro, utilizando ratas de laboratorio como modelo, para tratar de establecer bioquímicamente qué determina la adicción a la comida chatarra. De acuerdo con el Dr. Max Orginsky de la University of Michigan y sus colaboradores, el consumo de comida chatarra aumenta la activación del receptor AMPA (AMPAR: Principalmente se encargan de regular el potencial excitatorio postsináptico de las células) del núcleo accumbens (NAc). Las respuestas motivacionales están mediadas, en parte, por la transmisión de NAcAMPAR. La NAc es parte de la ruta mesolímbica. Esta estructura tiene un papel regulando la actividad de recompensa dopaminérgica. O sea, que las alteraciones en el funcionamiento del NAc, similares a los que ya se sabe que están detrás de la adicción a las drogas, podrían contribuir a la adicción a la comida chatarra.
La adicción a la comida no es lo mismo a que nos gusten ciertos alimentos. Un artículo publicado por el American Psychological Association en la revista profesional Psychology of Addictive Behaviors describe un estudio realizado en la University of Michigan que examinó las características de la comida altamente procesada que lleva a la adicción a la comida. Schulte y sus colegas reportaron que las comidas procesadas se calificaron como las que tenían un riesgo alto de abuso cuando se comparaban con las comidas que no eran altamente procesadas. Sin embargo, vale la pena mencionar que los participantes en el estudio no reportaron que disfrutaban estas comidas adictivas.
La divergencia entre el placer y la adicción a la comida no es inconsistente, de acuerdo con estos investigadores. Realizaron otro estudio en la Michigan University examinando la asociación entre diferentes alimentos y el riesgo de abuso. Concluyeron que las comidas altamente procesadas se asociaban con un indicador de comer adictivo definido como “falta de control”. Estas comidas procesadas también se clasificaron altas en las escalas de gusto, placer y apetecer.
Si bien es cierto que algunos expertos todavía se preguntan si la “adicción a la comida” es un “trastorno de la alimentación”, un “comportamiento compulsivo”, o se puede comparar con la adicción a una droga, las personas que sienten que están adictas a la comida creen que realmente lo están. Estas personas describirían su adicción como una falta de control sobre su impulso y deseo constante de comer comida chatarra y su inhabilidad de cambiar su comportamiento.
De hecho, un estudio cualitativo realizado en 2011 en casi 30.000 personas de entre los 8 y los 21 años, publicado en Eating Disorders: The Journal of Treatment and Prevention, sugirió que la relación con la comida en muchos de los que estaban en sobrepeso y que estaban obesos, era muy similar a las personas adictas al alcohol o a las drogas. Y al analizar las respuestas y los comentarios en el internet al tratar de intervenir para ayudarlos, los investigadores encontraron que los niños y los adolescentes utilizaban el lenguaje clásico de la adicción al describir su relación con la comida, incluyendo su inhabilidad de reducir la cantidad, de seguir comiendo a pesar de las consecuencias negativas y de experimentar síntomas de abstinencia cuando esas comidas no estaban disponibles. O sea, este estudio sugiere que hasta los niños y los adolescentes desarrollan adicción a la comida chatarra.
De hecho, de acuerdo con los expertos, es más fácil que los niños y los adolescentes desarrollen adicciones, porque sus cerebros todavía no han desarrollado el control del impulso. Por eso es especialmente importante evitar tener comida chatarra en la casa y que se acostumbren a comer una dieta saludable.
¿Cuáles son algunos síntomas de la adicción a la comida chatarra?
- Ansias frecuentes de comer ciertos alimentos o comidas, a pesar de estar lleno o de haber terminado de comer recién una comida nutritiva - Empezar a comer una comida ansiada y frecuentemente comer mucho más de lo que se planeaba - Sentirse culpable de comer ciertas comidas con frecuencia, pero seguirlas comiendo poco después - Comer una comida ansiada a veces al punto de que la persona se siente excesivamente llena - Tratar de dejar de comer ciertas comidas, o de establecer ciertas reglas de cuando se pueden comer (como comidas trampa ciertos días). Y hacerlo repetidamente sin éxito. - A veces, dar excusas de por qué el responder a los antojos en cuanto a las comidas es una buena idea - Frecuentemente esconder de otros el consumo de comida chatarra - Sentir la incapacidad de controlar el consumo de comida chatarra, a pesar de saber el daño que causa (relacionado a la salud y al aumento de peso) En resumen: Los síntomas principales son el ansia y los atracones de comida chatarra sin tener hambre y la inhabilidad de resistir el impulso de comerla.
¿Qué puedes hacer para resolver la adicción a la comida chatarra?
Como con otras adicciones, a veces es necesario intentar dejar de comer comida chatarra más de una vez para tener éxito. Esta adicción no se resuelve sola, es indispensable que decidas que quieres hacer algo para resolverla y que tomes los pasos necesarios. Existen grupos de apoyo para adictos, psicólogos y psiquiatras que te pueden ayudar.
Por ejemplo, Overeaters Anonymous https://oa. org está disponible en 20 países, incluyendo México y España, entre otros; Food Addicts in Recovery Anonymous https://www.foodaddicts. org tiene una sección internacional en español y en español https://t.me/ApoyandonosCCA100.
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Clases de Seducción, parte 5: Último Día
Lista de Capítulos
Parte 1, Parte 2, Parte 3, Parte 4
Rubén abrió los ojos y un resplandor blanco lo encegueció. Parpadeó un par de veces y comenzó a darle forma a su entorno. La luz del sol que entraba por la ventana, filtrada por un visillo blanco, le daba un aspecto celestial a la habitación completamente blanca en la que estaba.
Se incorporó con dificultad, y notó que estaba acostado en una camilla. Era la sala de enfermería, pero estaba completamente solo.
Se quedó sentado ahí por unos segundos, sin saber qué hacer (y sin ganas de hacer nada), hasta que escuchó un par de voces.
—¿Servirá esto? —dijo una voz ronca y monótona.
—Por supuesto —respondió otra voz, dulce y femenina—. Gracias…
—Felipe —respondió el muchacho, presentándose.
—Gracias Felipe —dijo la mujer, y entró a la sala de enfermería, seguida del muchacho de la voz ronca—. Buenas noches dormilón —saludó a Rubén, con amabilidad.
—Buenas… noches—respondió Rubén, murmurando—. ¿Qué pasó?
—Te desmayaste en el patio —explicó la enfermera—. Suerte que Felipe te encontró y te trajo —la mujer miró a Felipe en señal de agradecimiento, quien esbozó una sonrisa cordial, y luego volvió a su expresión seria cuando la mujer dejó de mirarlo.
—¿Alguien más me vio? —preguntó Rubén, avergonzado por la idea de desmayarse en medio del patio, y ser cargado por otro alumno, como si fuera un ser indefenso.
—No lo sé, ¿había alguien más cerca? —la enfermera se dirigió a Felipe.
—Nadie —respondió el muchacho—. ¿Te duele la cabeza? —le preguntó con brusquedad, aunque Rubén supuso que se preocupaba.
—Un poco.
—Te desmayaste por falta de azúcar en la sangre. ¿Has comido algo durante la mañana? —explicó la enfermera. Rubén negó con la cabeza—. Tienes que mantenerte bien alimentado para que no te pasen estas cosas —lo retó—. Tómate esto, te hará sentir mejor —le extendió una cajita de jugo con bombilla.
Rubén recibió la cajita y se dispuso a beber de inmediato.
—Toma, para asegurarnos —intervino Felipe, sacando un paquete de galletas con chispas de chocolate de su bolsillo, y entregándoselo a Rubén.
—Gracias —dijo Rubén con una sonrisa. Se sonrojó por el gesto de Felipe, y se dio cuenta que ya no le daba miedo.
—Puedes quedarte hasta que lo termines, o hasta que te sientas listo —le indicó la enfermera—. ¿Quieres que llame a tus padres?
—No, no es necesario —respondió Rubén de inmediato—¸ ya me siento mejor.
—Está bien. Si necesitas algo estaré en la oficina de aquí al lado —dijo la enfermera, antes de salir de la sala.
Rubén se quedó a solas nuevamente con Felipe. Ya no le daba miedo, obviamente, porque lo ayudó al verlo desmayado; ahora la situación le causaba gracia.
—¿Quieres? —le ofreció a Felipe, extendiéndole la cajita de jugo.
—Es para ti. Tómatelo —respondió el muchacho, con su habitual tono de voz.
Rubén le extendió el paquete de galletas con chispas de chocolate, y Felipe lo aceptó.
—Gracias, por traerme —le dijo Rubén, esperando alguna expresión en su rostro.
—De nada —respondió Felipe, mientras sacaba un par de galletas del envase y le devolvía el resto a Rubén, mirándolo a los ojos.
A Rubén le daba cierta frustración que Felipe fuera tan de pocas palabras. Él era tímido y callado, así que no solía iniciar conversaciones, pero Felipe era distinto. No era tímido, al menos no le daba esa impresión, simplemente le parecía que era muy concreto, y hablaba solo lo justo y necesario.
Felipe tomó su mochila del suelo, y se la colgó al hombro.
—Cuídate —le dijo a Rubén, a modo de despedida, y se volteó para salir por la puerta.
—¡Espera! —dijo rápidamente Rubén, para que no se fuera. Pensó en qué decirle para que se quedara, pero no se le ocurrió nada—. ¿Qué hora es? —preguntó al fin, al darse cuenta que no tenía idea cuánto tiempo había estado desmayado.
Felipe se volteó y miró la hora en su reloj de pulsera que llevaba en la muñeca izquierda.
—La una y media —respondió, y justo en ese momento sonó el timbre que indicaba el término de la jornada de la mañana.
Felipe salió de la sala de enfermería y Rubén quedó completamente solo.
Se puso a pensar, mientras terminaba de tomarse el juguito, ¿por qué no quería que Felipe se fuera?, no tenía sentido que quisiera quedarse con alguien que apenas le había hablado por primera vez ese mismo día, y que no mostraba mayor interés en él, más que hacer lo mínimo éticamente esperable.
La verdad era que Felipe le causaba curiosidad. No en una forma de enamoramiento, sino más bien, le intrigaba conocerlo, saber por qué tenía esa actitud que Sebastian calificó como “rara”, pero que a él le parecía interesante, como si nada le importara, pero en realidad era todo lo contrario (o quizás no).
Salió de la sala de enfermería y se dirigió hacía su sala de clases. A medio camino, y justo en el lugar donde se había desmayado, vio a Sebastian bajando por el pasillo, cargando las mochilas y bolsos de ambos.
—¿Qué te pasó? —le preguntó su amigo al verlo—, ¿estás bien?
Sebastian abrió los ojos como plato.
—Si, estoy bien. ¿Por qué esa cara?
—Estas muy pálido, pareces un fantasma —respondió Sebastian.
—Ah —entendió Rubén—. Me desmayé cuando vine al baño. No había comido nada durante la mañana y me pasó la cuenta.
—¿Y estas bien? —le preguntó su amigo, preocupado.
—Si, estoy bien —le dijo, para que se tranquilizara—. ¿Vendrás a mi casa a estudiar? —cambió de tema. No quería contarle sobre su encuentro con Felipe ahí en el liceo. Prefería que estuvieran en un lugar más privado.
—¡Si po! —respondió entusiasmado Sebastian, entregándole la mochila y el bolso a Rubén.
Al llegar a la casa, calentaron el almuerzo que había dejado preparado el padre de Rubén la noche anterior, y comieron.
—A mi dame un poco nomás —le dijo Sebastian—, tú necesitas comer más.
—Solo me desmayé porque no había comido nada —le explicó a su amigo, blanqueando los ojos—, ahora ya comí, así que no importa, ya estoy bien. Ahora come —le ordenó.
Tras al almuerzo, se fueron a la habitación de Rubén a buscar ensayos de PSU para practicar.
—Creo que deberíamos enfocarnos en matemáticas, que es lo que se te hace más fácil, así nos aseguramos que te vaya excelente —le dijo a Sebastián.
—Bueno —aceptó él, sin saber muy bien hacia donde enfocar mejor sus esfuerzos.
Completaron el primer ensayo de PSU de matemáticas que encontraron en línea, así que se dieron un descanso después de revisarlo y asegurarse que habían contestado bien la mayoría de las preguntas.
—Hoy cuando fui al baño me encontré con el niño que nos vio en el carrete de la Dani —comenzó a contarle a Sebastian, mientras comían galletas y bebida, sentados en la cama de Rubén.
—¿Y qué pasó? —preguntó Sebastian, completamente interesado en lo que Rubén tenía para decir.
—Actuó bastante raro —comenzó a decir.
—¿Viste que era raro?, ¡te dije! —Sebastian soltó una risita.
—Si, o sea, me preguntó cómo estaba. No entendí al principio su pregunta, pero luego me preguntó cómo estaba mi cabeza —relató—. Ahí entendí que me había visto caerme en la ducha ese día.
—Me vio empujarte —lo corrigió Sebastian, con pena, bajando la mirada.
—Si, eso —Rubén no quería que Sebastian se sintiera culpable—. Lo importante es que… bueno, le pregunté si había visto algo más, y… me dijo que no —mintió, interrumpiendo brevemente el contacto visual con su amigo, y mirando por un segundo su hombro derecho—. Dijo que pensó que estábamos peleando y que por eso me empujaste.
Rubén le mintió a su amigo para evitar que le diera muchas vueltas al asunto. Creyendo que Felipe no había visto nada, podría enfocarse mejor en estudiar para la PSU, ya que estaban con el tiempo en contra.
—¡Genial! —exclamó aliviado Sebastian.
—Si, ¿cierto? —coincidió Rubén, un poco avergonzado por mentirle—. Y bueno, cuando me lo encontré en el baño me cagué de miedo, porque pensé que me podría pegar. Me puse muy nervioso, y tiritaba mucho —relató, levantando las manos y fingiendo que temblaban—. Después cuando le pregunté si había visto algo me puse más nervioso aún, y yo creo que todo eso influyó para que me desmayara.
—Si, quizás pudo influir. Y también el partido de baby —sugirió Sebastian.
—También.
—Gracias Rube por haber hablado con el Felipe —le dijo Sebastian, abalanzándose sobre Rubén y dándole un fuerte abrazo.
Rubén sintió una oleada de adrenalina con el abrazo de su amigo, y el contacto físico y fuerte con su cuerpo produjo en sí la misma reacción involuntaria que había tenido cuando Sebastian intentó enseñarle a conquistar a Macarena, y entonces se dio cuenta que, a pesar de que podía lógicamente decirse a sí mismo que era mejor no ilusionarse con su mejor amigo, era imposible lograr ese cambio de chip y dejar de sentirse atraído por él.
Sebastian se separó lentamente de Rubén, y hubo un par de segundos en que se miraron fijamente a los ojos, en silencio, y Rubén deseó que su amigo lo besara.
En ese momento escucharon la puerta de la entrada abrirse, interrumpiendo su silenciosa conexión. Rubén se puso de pie de inmediato, para darle la espalda a Sebastian y que no notara los efectos que tuvo en él su abrazo repentino.
Saludó a su padre, quien dejó la bolsa con pan recién comprado sobre la mesa del comedor, y le indicó que estaba estudiando con Sebastián en la pieza.
—¿Almorzaron? —le preguntó su padre.
—Si, ya comimos —respondió Rubén.
—Entonces tomemos tecito —sugirió el padre, dirigiéndose al baño a lavarse las manos.
—Justo estábamos tomando un descanso con comida —dijo Rubén, indicando que ya no tenían hambre.
—Bueno, no importa. Cuando tengan hambre me avisan para preparar algo —ofreció el papá de Rubén, cuando Sebastian salía de la pieza para saludarlo.
Tras los saludos respectivos, ambos jóvenes volvieron a enfocarse en la realización del segundo ensayo.
—Creo que deberíamos cambiar la estrategia —sugirió Sebastian, cuando iban caminando hacia la esquina que quedaba equidistante a las casas de ambos—. Estas semanas estudiar para las pruebas que nos quedan, y ya después enfocarnos en la PSU.
—Si, tienes razón —coincidió Rubén, después de evaluar la idea en su mente unos segundos—. Pasado mañana tenemos la última prueba de lenguaje, y no he estudiado nada.
Se despidieron con su habitual saludo de manos, y Rubén volvió a su casa. La cabeza le dolía demasiado, así que se tomó una aspirina que encontró en el botiquín del baño. “Debe ser por mucho pensar con esos ensayos de matemáticas”, supuso, omitiendo como posible causa el desmayo que tuvo en la mañana, o el mismo estrés emocional y psicológico debido a sus conflictos internos sobre su aceptación y su relación de amistad con Sebastian.
Con dificultad pudo conciliar el sueño, y a partir del día siguiente comenzó con la estrategia planteada por Sebastian. Se juntaban a estudiar en su casa (ya que Rubén no quería ni ver al padre de Sebastian) casi todos los días, y durante el fin de semana se juntaron a jugar play o simplemente a ver tv. La verdad era que Sebastian tampoco quería pasar mucho tiempo en su casa.
El día lunes, comenzando su última semana de clases, Rubén terminó su prueba de historia antes que Sebastian, así que para aprovechar el tiempo antes que saliera su amigo, fue al baño.
Mientras bajaba hacia los baños, vio que Felipe estaba sentado en las escaleras del pabellón contiguo al suyo. El muchacho tenía un libro en la mano, que leía con suma concentración. En la portada una foto en blanco y negro de una joven Lucila Godoy Alcayaga, bajo el título “Desolación”.
Rubén sintió el impulso de acercarse a saludar al muchacho, a pesar de no estar seguro si sería prudente hacerlo. Se acercó a Felipe de todas formas y éste levantó la mirada, saludándolo con un serio gesto de la cabeza.
—Hola —saludó a Felipe.
—¿Cómo estás? —preguntó él, saltándose el saludo verbal de Rubén.
—Bien, gracias. Ya me duele cada vez menos la cabeza.
—Deberías ver a un médico —comentó Felipe, frunciendo el ceño, pensativo.
—Ah, no, tranquilo, que debe ser por mucho estudio —lo tranquilizó Rubén, con una sonrisa.
—No es normal —insitió el muchacho, poniéndose de pie, y colgándose la mochila al hombro. Bajó hasta el último escalón para quedar a la altura de Rubén, pero este aún así tuvo que elevar levemente la mirada—. Ten —le dijo, entregándole el libro, y asegurándose de que Rubén no perdiera la página en la que iba.
Felipe puso su mano derecha en el costado izquierdo del rostro de Rubén, a modo de apoyo, mientras con la izquierda comenzó a palpar en la parte posterior de la cabeza.
Rubén emitió un quejido cuando Felipe palpó en el lugar exacto donde se había golpeado hacía ya más de una semana.
—¿Ves? —le dijo a Rubén, mirándolo fijamente a los ojos.
Rubén se sintió avergonzado, al ver que alguien estaba más preocupado de su salud que él mismo.
—Voy a tener que ver a un médico —respondió después de unos segundos, fingiendo una risita tonta.
Bajó la vista y vio la página en la que había quedado Felipe. “Los Sonetos de la Muerte”. Se quedó pegado leyendo el título, hasta que Felipe tomó el libro. Al rozar su mano, hubo una descarga eléctrica entre ambos, provocando que alejaran instintivamente sus manos, y el libro cayó al suelo. Rubén soltó un quejido audible, pero Felipe no emitió ningún sonido.
Rubén miró a Felipe, y estaba seguro que notó un esbozo de una sonrisa, la que pudo haber calzado perfectamente con el brillo en sus ojos oscuros.
Felipe se agachó a recoger el libro, y le limpió la tapa pasándoselo por el pantalón. Recuperó la compostura y miró a Rubén.
—Cuídate —le dijo, poniéndole la mano izquierda en el hombro a Rubén, y sin esperar respuesta, se fue caminando.
Rubén se quedó ahí, sin siquiera voltearse a ver a Felipe mientras se alejaba, con una mezcla indescriptible de sensaciones. Sintió miedo, por su salud. Había estado intentando bajarle el perfil a sus dolores de cabeza, y al hecho de que aún le doliera el lugar del golpe.
Le daba miedo, además, que en caso de tener algo grave, no tener la posibilidad de acceder a un tratamiento médico efectivo, porque con el dinero que ganaba su padre, dudaba que pudiera pagar una atención de salud inmediata.
Y por debajo de todo eso, la interacción con Felipe lo tenía confundido. Esa descarga eléctrica estaba seguro que podía ser una señal de algo, pero no sabía de qué.
Se sentó en la escalera, en el mismo lugar en qué hacía unos minutos estaba sentado Felipe, y se quedó pegado mirando el suelo.
—¡Aquí estabas! —dijo la voz familiar de Sebastián, unos minutos después—. ¿Qué haces acá tan lejos?
—Iba al baño —respondió Rubén, pero se dio cuenta que ni siquiera eso había hecho—, pero me dolió la cabeza, así que me senté un rato acá para que se me pasara —inventó. No quería decirle que había estado hablando con Felipe—. ¿Cómo te fue? —cambió de tema.
—Bien, supongo —Sebastián se veía preocupado por Rubén—. ¿Aún te duele?
—No, ya pasó —lo tranquilizó—. Estuvo fácil la prueba —volvió a desviar.
—Si, solo quedé con dudas en dos preguntas. Menos mal hizo sólo alternativas
Mientras hablaba con Sebastián, a Rubén se le fue quitando la preocupación por la conversación que tuvo con Felipe. La idea de estar gravemente enfermo se fue esfumando de su mente, y se auto convenció poco a poco de que Felipe exageraba, y el dolor se debía a que efectivamente estaba estresado.
Pasaron los días, y con las últimas pruebas rendidas, llegó el último día de clases como estudiante secundario.
Llegó al liceo, atrasado como siempre, pero ya nada importaba. La profesora de lenguaje, con quien le correspondía tener el primer bloque de clases, conversaba animadamente con el grupo de chicas que conformaban Daniela y Macarena.
Casi nadie estaba sentado en su asiento, porque estaban muy ocupados haciendo que los demás compañeros les dejaran un mensaje en sus camisas blancas.
—Por fin llegaste —le dijo Sebastian a Rubén apenas lo vio—. Los niños querían rayarme la camisa, pero quería que tu fueras el primero. Acá —le indicó en el centro de la espalda.
Rubén se ruborizó, al ver que su amigo le tenía el lugar reservado, y se dispuso a escribir los sentimientos que le salían del corazón.
“Cómo escribirte un mensaje de despedida si vamos a seguir siendo amigos para siempre. Te deseo lo mejor en la vida, y estoy seguro que vas a lograr tus objetivos. Gracias por todos estos años de amistad, y ten por seguro que van a ser muchos más. Te quiero mucho wn”.
Sacó la camisa que llevaba doblada en su mochila, y se la entregó a Sebastián para que hiciera lo mismo.
“Hermano, tu sabes que te quiero más que la chucha. Ocho años de la mejor amistad que podría haber tenido, y no sé qué mierda voy a hacer cuando no te vea todos los días para webiar y reírnos juntos. Se termina esta etapa, pero comienza una nueva llena de éxito para ti (porque ese es tu destino). Te amo hermano <3”
Rubén leyó las palabras que le escribió Sebastián, y no pudo evitar sentir ciertas cosas en su interior, sobre todo con las tres últimas palabras. Sabía que se refería a un amor fraternal, pero le gustaba pensar que quizás podían tener otro sentido.
Estuvieron toda la mañana compartiendo, escribiéndose mensajes en la ropa, llorando, riendo y sacándose fotos. Rubén lloró al darse cuenta que nunca más volvería a estar junto a su curso, a quienes había aprendido a querer a pesar de sus diferencias, y con quienes se había sentido a gusto compartiendo día a día por los últimos dos años, y se sintió afortunado por haber tenido una muy buena experiencia escolar.
Miró a Sebastian, y se veía tranquilo. Probablemente por preocuparse tanto de ese momento, ya había asumido que ese día acabaría todo. Él, en cambio, nunca pensó demasiado en la idea de dejar de ver a su curso para siempre. Si, quizás volverían a juntarse, pequeños grupos que con el correr de los años se iría achicando más y más, pero no sería lo mismo. No volverían a verse todos nunca más.
Sebastian se acercó a Rubén y lo abrazó con fuerza, dándole la posibilidad de quebrarse por completo.
Se sentía estúpido por llorar tan desconsoladamente. Al principio pensó que era porque dejaría de ver a sus compañeros, pero no (los quería, pero no exageremos). Meditando mientras abrazaba a su amigo se dio cuenta que lloraba por lo que ese día representaba. Era un símbolo de que su adolescencia terminaba, ya no tenía a nadie más que respondiera por él. Estaba solo frente al mundo, ya era un hombre adulto con responsabilidades, y la idea de tener que decidir en un mes más todo su futuro lo aterró.
—¿Por qué no lloras? —le dijo a Sebastian, riéndose, cuando pudo por fin controlar el llanto.
—Porque ya lo hice, desde hace semanas.
—Pero precisamente por eso deberías llorar más —insistió Rubén.
—Si, quizás. Pero tú me ayudaste a ver el futuro con un poquito de optimismo. Quizás el futuro no sea tan malo —lo tranquilizó Sebastian. Rubén lo volvió a abrazar con fuerza—. Y lo importante es que vamos a seguir siendo amigos, para siempre.
La Profesora Ximena, profesora jefe del curso, les dedicó unas palabras de agradecimiento y buenos deseos a los alumnos, esperando que lograsen sus sueños y que siguieran adelante sin importar nada. Rubén escuchó atentamente, con su cabeza apoyada en el hombro izquierdo de Sebastian, mientras éste apoyaba su mano en el hombro izquierdo de Rubén.
Durante la tarde, Rubén con los niños del curso se fueron a jugar a la pelota, pero al rato llegaron las niñas a unirse al partido. Jugaron un par de pichangas hombres versus mujeres, que luego derivaron en un largo juego de quemadas, que terminó con las mujeres dándole paliza a los hombres.
Después de terminar el juego de quemadas, cuando ya todos los otros cursos se habían ido del liceo, se fueron a refrescar a los baños, y todo terminó en una guerra de agua, todos contra todos.
Rubén no podía creer que hace un par de horas estaba llorando, y ahora se estaba divirtiendo como nunca. Corrió y se rió a más no poder, tirándole agua con una botella individual a quien fuera que se le cruzara.
Miró a Sebastian y le alegró verlo también disfrutando del último día, aunque sintió una leve puntada en el pecho cuando vio a su amigo tirarle agua a Daniela, y después abrazarla por la cintura, mientras ambos reían.
“Ojalá fuera yo”, pensó, dejando que la tristeza comenzara a dominar su estado de ánimo, pero se vio interrumpido por un golpe de agua helada que le cayó en la cara, cortesía de Liliana, su introvertida compañera.
El agua llegó tan de golpe que quedó sin aire y desorientado. Apenas recuperó el sentido de la orientación, salió corriendo detrás de la muchacha, que se reía con ganas por su maldad.
Rubén la persiguió sin parar, corriendo escaleras arriba hasta el tercer piso, y aún así no logró alcanzarla. Se detuvo a recuperar el aire, y se apoyó en la baranda, mirando a sus compañeros en la cancha corriendo para todos lados, bañados por el agua y el resplandor dorado del sol de atardecer de verano.
—Puta la wea —escuchó Rubén, que dijo una voz ronca a sus espaldas.
Se volteó a mirar y vio a Felipe, que tenía un leve moretón en el pómulo izquierdo, y estaba vestido con una polera negra, el pantalón gris del liceo, y su ya tradicional gorra roja. En la mano tenía un paño blanco y Rubén pudo notar un cambio en su semblante al verlo.
—Ah, hola —lo saludó el muchacho al darse cuenta quién era.
—Hola —respondió Rubén, con una sonrisa automática instalándose en su rostro. No sabía por qué siempre le alegraba tanto ver a Felipe—. ¿Qué haces acá tan tarde?
—Limpio —respondió escuetamente, mostrando el paño que tenía en la mano.
—¿Por qué?, ¿qué te pasó? —Rubén se llevó la mano al pómulo, para que Felipe entendiera a qué se refería.
—Me agarré a pelea, y me castigaron —respondió Felipe, sin mirar a Rubén, y sentándose en el último escalón.
—¿Por qué te agarraste a pelea? —quiso saber Rubén, temiendo sonar muy entrometido. Se acercó lentamente a Felipe y se sentó a su lado.
—Unos compañeros estaban molestando a otro más pequeño. Lo defendí y me agarré a combos —explicó sucintamente, mirando el horizonte, hacia donde el sol ya había comenzado su descenso.
Rubén bajó la vista hacia las manos de Felipe. Tenía los dedos largos y se le marcaban las venas en el dorso. Notó que tenía los nudillos muy enrojecidos, y supuso que era por los golpes de puño que le dio a su compañero, y por el producto de limpieza que estaba utilizando.
—¿Te duele? —le preguntó, señalándole las manos.
Felipe bajó la mirada para ver a qué se refería Rubén.
—No —respondió finalmente, y volvió a mirar el horizonte.
—¿Y el otro niño?, ¿no lo castigaron? —preguntó Rubén después de unos segundos de silencio.
—Si, pero no se quiso quedar. Se fue hace un rato.
—¿Y por qué no te fuiste tú también?
—Porque no puedo —respondió Felipe, y por primera vez miró a los ojos a Rubén—. La directora me amenazó con volver a dejarme repitiendo si no cumplía el castigo.
Rubén ya sabía que Felipe se había quedado repitiendo, pero le sorprendió que lo amenazaran con algo así.
—Si quieres te ayudo a terminar —ofreció Rubén.
—No te preocupes —dijo Felipe, negando con la cabeza—. Ya me quedaba poco, hasta que pasaron ustedes embarrando el piso.
—Perdón —Rubén se sintió muy culpable.
Felipe se puso de pie y entr�� a la sala a buscar el trapeador, y lo comenzó a pasar por donde Rubén había pasado hacía un par de minutos. Rubén se puso de pie y observó a Felipe. No sabía por qué, pero a pesar de que Felipe no era la persona más expresiva del mundo, sentía que estaba a gusto con él ahí.
—¿Cómo está tu cabeza? —le preguntó Felipe mientras trapeaba.
—Bien —respondió Rubén, contento por ver que Felipe aún se preocupaba—, hace días ya no me duele nada, ni tocándome donde me golpeé.
—Eso es bueno —comentó Felipe, despegando brevemente la mirada del suelo y mirando a los ojos a Rubén—. ¿Qué se siente ya no tener que volver al liceo nunca más?
“¿De verdad me está metiendo conversa?”, pensó sorprendido Rubén.
—Es… triste —Rubén meditó un par de segundos la respuesta. De repente se le ocurrió una idea, pero no estaba seguro si Felipe acepataría. Después de pensarlo bien, decidió que no le haría daño intentarlo—. Oye, Felipe, ¿me dejarías un mensaje en la camisa?
Felipe lo miró serio, aunque Rubén notó por su mirada que no estaba enojado.
—Pero si apenas nos conocemos —respondió Felipe.
—Si, pero aunque nos conozcamos poco, podríamos decir que me salvaste la vida el otro día cuando me desmayé, así que significaría mucho para mí que lo hicieras —insistió.
Felipe soltó una risa, y por primera vez Rubén pudo verlo sonreir genuinamente (y si la vista no lo engañaba, se sonrojó levemente). Tenía una bella sonrisa, levemente inclinada hacia la izquierda.
—Bueno —aceptó finalmente, y Rubén se fue corriendo a la sala a buscar sus cosas.
No vio a sus compañeros cerca cuando entró a la sala, pero la mayoría de las mochilas estaban ahí, incluída la de Sebastian. Tomó la suya y volvió rápidamente hasta donde estaba Felipe limpiando.
Entró directamente a la sala, y Felipe lo siguió. Sacó la camisa de la mochila y se la entregó a Felipe.
—Toma —le dijo, mientras buscaba un plumón negro en el bolsillo chico de su mochila.
Le entregó el plumón a Felipe, y este escribió un sencillo mensaje en el bolsillo de la camisa, que aún estaba libre de cualquier rayado.
“Mis mejores deseos en tu nueva vida de adulto. Cuídate. Disfruta. Vive”.
Rubén se quedó leyendo el mensaje por varios segundos. No sabía por qué le importaba tanto que Felipe le escribiera algo en su camisa, pero le gustaba la idea de guardar algo de aquel muchacho con él por el resto de su vida. Levantó la mirada y Felipe lo observaba serio, pero con un brillo particular en sus ojos.
En ese momento Rubén escuchó la voz de Sebastián llamando su nombre. Salió de la sala y detrás de él se asomó Felipe.
Sebastián justo venía subiendo por la escalera, y al ver a Rubén junto a Felipe, palideció.
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Una breve visita al presente.
Resumen: Nebra se entera por medio de Pablo Espuma que Noelle ha estado visitando la prision mágica en los ultimos días, llena de curiosidad decide seguirla para ver que es lo que esta haciendo, puede que se encuentre con una sorpresa o como Rades se gana el favor de la familias reales.
Las cosas regresaron a una calma relativa después de todo lo sucedido durante la invasión de los elfos, la mayor parte de la Capital estaba siendo reconstruida incluyendo los Palacios de las Familias Reale, sobre todo la torre donde estaban ubicadas las habitaciones de los Silva, la misma que Noelle con su magia destruyo durante la pelea así que tuvieron que permanecer en el Palacio de los Vermillion que resulto menos destruida, Nebra y Solid no estaban demasiado felices pero tuvieron que adaptarse. - Señora Nebra. – La mujer se detuvo al escuchar su nombre y ver al joven curandero que la trato acercarse rápidamente a ella, estando agradecida por su atención lo trataba con un poco más de amabilidad que a los otros sirvientes – Disculpé que la molesté. - ¿Qué sucede? - No sé si debería decirle esto, pero es algo que se ha escuchado entre algunos sirvientes. – Nebra frunció el ceño no le importaban los chismes entre la servidumbre – Un guardia de la prisión le dijo a un conocido del cocinero que la Señorita Noelle estaba visitando con frecuencia a unos prisioneros. - ¿Noelle está haciendo qué? - Visita a unos prisioneros. – Repitió con nerviosismo. - En que está pensando esa niña. – Murmuró con cierto enojó, sería una burla si la nobleza se enteraba de que estaba haciendo algo así – ¿Sabes cuándo acude a la prisión? - Alrededor de las dos se la tarde, Señora. Nebra dudó si debía avisarle a Nozel de lo que sucedía, despidió al sirviente percatándose de que eran casi mediodía y servirían el almuerzo pronto, si no buscaba a su hermano a su oficina probablemente se saltaría la comida para terminar el papeleo interminable que tenía que hacer así que tendría que ser en la tarde. Pensó en llevar a Solid consigo, pero su hermano estaba todavía afectado por la batalla de los elfos y prefería perderse por horas en el bosque para entrenar, Nozel en cambio se reunió con Fuegoleón en la oficina para hacer un informe general sobre la situación de los palacios y de lo que ambos enfrentaron durante las peleas, decidiendo que le tocaría ir sola se puso en marcha hacia la prisión de los Caballeros Mágicos, era un sitio que nunca había frecuentado, por ningún motivo quería acercarse dónde los delincuentes estaban. Nebra observó desde una esquina como Noelle saludaba al guardia con amabilidad, por lo visto ya se conocían ya que le permitió pasar rápidamente, cuando ella se acercó parecía incómodo de su presencia incluso intento evitar que pasará sin demasiado éxito imponiendo su estatus por encima del suyo tuvo que ceder, bajo las escaleras con precaución de no tropezarse y tratando de no tocar las paredes por miedo de ensuciarse, entro a un pequeño salón ubicado frente a unas cuantas celdas, su hermana le estaba entregando algo envuelto al otro soldado que le agradecía profundamente. - Oh, Señora Silva. – El guardia se veía increíblemente incomodo por su presencia, intento ocultar la caja de regalo que tenía entre sus manos con una actitud obviamente culpable ¿acaso su hermana estaba sobornando a los guardias? - Hermana Mayor Nebra ¿qué haces aquí? – Cuestionó – Puedes retirarte, Pavel. – Le dijo Noelle con tranquilidad a lo que el aludido estaba feliz de irse. - Podría preguntar lo mismo, los sirvientes están hablando de tus visitas a este lugar. - ¿Sí? – Ladeo el rostro pensativa antes de girarse hacia las tres celdas que estaban ubicadas hacia la derecha de la habitación, en la mas alejada se encontraba una mujer de cabellos negros, lentes y baja estatura, estaba feliz y emocionada de tener visita y saludaba a Noelle con fraternidad, sobre todo cuando se le entrego un plato envuelto en tela que al ser abierto libero un olor delicioso, en la segunda estaba un hombre con un aspecto delgado y desnutrido, quien siendo educado agradeció con una breve reverencia, el tercer prisionera era el mas difícil de todos, se mantenía sentado al fondo sin moverse dándole la espalda e intentando ignorarla. - Rades, Charmy preparó tu favorito. – Dijo ofreciéndole una bandeja de comida a través de las rejas, pero el aludido no sé movió. - Come, Rades. – Ordenó Sally con un tono gracioso de voz – Noelle ha traído esto para nosotros. - No molestes. No importa si me sigues trayendo cosas ya te dije que no puedo hacer lo que me pides. – Dijo tomando de mala manera la bandeja de sus manos. - ¿Lo has pensado? –Rades la ignoró comiendo con gusto, los otros dos prisioneros parecían apenados de la actitud del tercero. – Rades. - Mira no es tan fácil, ya te lo dije. - Lo sé. – Noelle se acercó hasta quedar frente a la reja – Pero puedes ayudarme, dijiste que tú magia podía hacerlo. - Te dije que no lo sé, tal vez podría. – Rades término de comer pasándole el plato vacío – No es tan fácil lo que quieres que haga, ni siquiera sé si podría hacerlo. - Necesitas un vínculo. - Nebra no entendía nada de la conversación y simplemente estaba apoyada en una de las paredes cercana a la escalera escuchando con aburrimiento – Mi madre murió el día en que yo nací, yo soy el vínculo. - No lo sé. – Repitió Rades un poco molesto de la insistencia, miró a la mujer que venía con ella en esta ocasión detallando sus rasgos en común – Has traído compañía. - Ella es mi Hermana Mayor Nebra, vino de casualidad. – Sé apresuró a contestar para que no produjera una confusión con todo el tiempo que estuvo invirtiendo para ganar la confianza de Rades – No intervendrá de ninguna forma ni te causara ningún problema. Un silenció se produjo mientras Nebra no comprendía la línea de la conversación, no sabía quién era ese hombre encarcelado ni que tenía que ver su madre con todo esto, sin que ninguna lo notará tenían un pequeño público, Fuegoleón, Mereoleona, Nozel e incluso Solid estaban de pie en la escalera, uno de los sirvientes le informo a los Vermillion de lo que sucedía y habían al igual que Nebra decidido ir a investigar. - Si pienso en hacerlo y no estoy diciendo que lo haré ¿Qué harás por mí? - ¿Qué quieres? - Déjame salir. Litch sigue ahí afuera y tengo que vengarme por lo que me hizo. – Gruñó golpeando la reja con fuerza, Noelle no retrocedió, sino que se mantuvo en silencio. - No haré eso. – Los Vermillion sonrieron levemente ante la rápida respuesta de la adolescente. - ¿Por qué no? - Soy un Caballero Mágico, eres un criminal debes estar en prisión hiciste mucho daño a las personas del reino. - ¿Eso te importa más que tu madre? – Rades le dedicó una sonrisa burlona mientras se apoyaba contra las rejas – ¿Este miserable reino vale más que tú madre? - Mi madre está muerta. – Declaró con una firmeza que todos los oyentes sintieron de forma brusca – Si la traes o no, eso no cambiará el reino. En cambio, tus acciones terminaron en la muerte de personas inocentes. - Noelle es una buena persona. – Comento Sally con una sonrisa – Deberías dejar que vea a su madre. - No te metas, Sally. - Noelle siempre nos trae comida muy sabrosa. - Solo por qué está interesada en algo, cuando le de lo que quiera no volverá. - A Charmy le gustan las personas que disfrutan de su comida, puedo comprometerme a seguir trayendo comidas para ustedes. – Ofreció. - ¿Qué quieres decir con nuestra madre? - Rades tiene magia de cadáver de alma. – Contestó Noelle a su hermana – Incluso ellos están vivos gracias a su magia. - ¿Cómo? - Litch, nos asesinó como parte de su ritual. Rades nos trajo de regreso, recuperando nuestras almas. – Explicó Sally con el tono de un profesor explicando una clase – ¿De qué murió tu madre, Noelle? Pensó que Nebra contestaría rápidamente culpándola por la muerte de su madre, pero solo permaneció en silencio, parecía tan sorprendida por todo lo que acababa de enterarse como los otros cuatros escondidos en las escaleras que tenían emociones encontradas, los Vermillion estaban más enfocados en sentirse orgulloso de que Noelle había puesto su honor por encima de su deseo y los Silvas se quedaron más interesados en la posibilidad de poder ver a su madre. - Murió el día que yo nací. – Respondió simplemente. - Déjala ver a su madre, Rades. – Dijo Valtos que había permanecido callado durante todo el rato. - Solo será por unos instantes. – Dijo de malhumor justo entonces un ruido en la escalera llamó la atención de todos. - ¿Solid? – Nebra miró con sorpresa cuando el muchacho quedó en medio de la habitación al precipitarse al escuchar las ultimas palabras, detrás de él bajaron los demás. - ¡Es una trampa! – Gritó Rades al ver sobre todo al Vermillion con el que se enfrentó durante su invasión. - No lo es. – Sé apresuró hablar Noelle preocupada de que el hombre decidiera retractarse además no entendía que hacían todos ellos ahí – Ellos son mis hermanos. Rades no estaba seguro de la situación muchos menos conforme, pero se sintió repentinamente intimidado, Noelle era de la realeza sin embargo en general era educada y amable incluso con personas como ellos, no conocía ni quería conocer a estas nuevas personas, los observó con gran duda antes de que su grimorio brillará. Una imagen transparente se materializó frente a ellos del lado exterior de la reja, Acier Silva abrió sus ojos con una expresión de sorpresa, todos sus familiares, aquellos niños que había dejado atrás estaban de pie con rostros desde el asombro, la incredulidad, el anhelo y la tristeza. - Mis niños. – Saludó con una sonrisa haciendo una vistazo rápido a todos antes de concentrarse en una persona en especial– Noelle, te pareces muchísimo a mí, aunque tienes la magia de tu padre, es una combinación bastante curiosa. – Sonrió divertida hasta que se percató de un detalle – No eres una Águila de Plata. – Fue lo primero que dijo al unir sus ojos con los de ella detallando el manto negro que cubría sus hombros, en ese momento la adolescente comenzó a dejar escapar las lágrimas que estaba reteniendo – No llores, mi niña. No fue tu culpa. – Acier estaba angustiada sin saber qué hacer en esos momentos, la adolescente que estaba de pie frente a ella era una desconocida, aunque fuera su propia hija. - Madre. – Solid parecía dudoso de sus sentimientos, conoció a su madre pero era demasiado pequeño cuando murió, no la recordaba y verla frente a él agito sus emociones. - Te pareces mucho a tu padre, Solid. – Señalo deteniéndose frente a él mientras lo veía con ojo crítico – Te has convertido en un hombre muy apuesto y puedo ver que tu magia es muy fuerte también.
- No me parezco tanto a él. – Murmuro refiriéndose a su progenitor.
- Siempre supe que serias hermosa al crecer, Nebra, pero no esperaba que fueras mas alta que yo. Espero que los dos estén cuidando muy bien de sus hermanos, Noelle es tan joven y Nozel se esfuerza tanto. – Los dos aludidos desviaron sus miradas hacia el suelo con una expresión culpable e incómoda.
- Me alegra verte de nuevo, madre. – Dijo Nebra con suavidad.
- ¿Has cuidado bien de tus hermanos, Nozel? – Su pregunta no parecía ser malintencionada o una trampa, en cambio estaba llena de la curiosidad maternal de la mujer.
- Hermano Mayor Nozel, cuida bien de nosotros. – Respondió Noelle secando sus lágrimas y dando un paso al frente para quedar mas cerca. – Siempre ha tratado de protegernos. - ¿Es así? – Acier pregunto con dudas en su mirada, podía sentir un ambiente incomodo entre sus hijos por su presencia, no estaba segura de saber bien lo que pensaban los dos menores, lamentablemente no los conocía lo suficiente, pero Nozel y Nebra eran un libro abierto para ella – Me alegra ver que cumpliste mi deseo, Nozel. Proteger a tus hermanos menores. - Probablemente no es lo que parece, Madre. – Comentó con sinceridad, mentirle a la persona que más había amado en el mundo no le parecía correcto, no había sido un buen hermano. - Nozel ha trabajado mucho para cuidar de la familia Silva. – Comento Fuegoleón dando un paso al frente y apoyando su brazo de fuego sobre el hombro del otro quien lo miro de forma inexpresiva. - Ustedes también han crecido realmente mucho ¿No es así? Mereo espero que hayas aprendido a modular tu entusiasmo ¿o sigues arrastrando a tu hermano en travesuras? – Dijo con una sonrisa dirigida hacia los dos pelirrojos - Este tonto hermano mío siempre está ocupado con el papeleo ahora, se toma su papel de Capitán demasiado en serio. – Bromeó Mereoleona con confianza – Mis presas ahora son los más jóvenes. – Su mano cayo sobre el hombro de la Silva más joven en un gesto protector lo que enterneció a la mujer. - Parece que mi tiempo aquí se acaba, espero que todos mis niños sean personas amables y bondadosas. – Su mirada paso por cada uno de ellos quedándose mas tiempo en los ojos de Nozel y los de Noelle para transmitirles con mayor firmeza sus palabras – Mi Príncipe, sigue protegiendo a nuestra familia, cuida mucho a tus hermanos menores, pero no te olvides de ser feliz. Nebra cuídate mucho, recuerda vigilar a Nozel y procura siempre ser feliz. Solid, mi niño me alegra mucho en el corazón ver que has crecido tanto, cuida mucho a tus hermanas, son muy hermosas y podría haber nobles desagradables. – Solid asintió todavía contrariado – Noelle, te agradezco que hayas nacido. – Sus palabras tocaron el corazón de la adolescente y de los presentes – Te amé desde el primer día que supe que venias en camino y lamente no poder conocerte. Lamente no poder verlos crecer, no poder acompañar a Nebra a su debut social o a la entrega de grimorio de Nozel, pero ustedes dos Solid y Noelle, siempre lamente profundamente por irme sin poder conocerlos. Sepan los cuatro que los amo desde el fondo de mi corazón. – Acier entonces se enfocó en los pelirrojos – Mereo, cuida mucho de Noelle, no te excedas en el entrenamiento. Sé una buena chica. Fuego espero que sigas cuidando de Nozel, te lo encargo mucho, ambos sabemos las formas en que se centra demasiado en el trabajo y olvida cosas importantes de la vida, recuérdaselas por favor. Joven amigo te agradezco la oportunidad de ver a mis familia. Sigan cuidándose mutuamente, los amo inmensamente. Rades se sentó demasiado cansado por haber consumido la mayor parte de su magia, los miembros al otro lado de la reja estaban en diferentes estados de conmoción, Noelle se sobresaltó cuando Mereoleona le paso un brazo por los hombros para atraerla hacia su cuerpo y consolarla, Nozel observo la escena con un sentimiento de vacío dentro de su pecho, sus otros hermanos se consolaban mutuamente mientras él… Fuegoleón coloco una mano sobre su hombro para transmitirle su apoyo
Acier Silva siempre fue una figura importante para la vida de sus hijos, la persona a la que amaban y mantenían presentes en sus corazones incluso si no la recordaban, Rades les regaló mucho más de lo que Noelle esperaba en un principio, el mago estaba nervioso por las reacciones que tendrían los miembros de la molesta realeza después de todo.
- Gracias, Rades. – Fuegoleón dijo honestamente con una breve inclinación de la cabeza – No molestaremos más.
- ¿Qué dices? ¡Puede traer a madre de regreso! – Gritó Solid exaltado.
- ¿Cómo fue que dijo, Noelle? Lady Acier ya esta muerta, no forma parte de este tiempo, verla es un privilegio, pero… Los muertos deben descansar, Solid. – Replicó Fuegoleón en un tono condescendiente. - Pero...
- Tiene razón, Solid. – Apoyó Nebra usando sus manos para retirar la húmeda de sus mejillas – Dejemos a nuestra madre descansar, seguramente ahora podrá estar en paz. ¿Cierto, Hermano Mayor Nozel?
– Sí. – Contestó pensativo – Volvamos todos a nuestras labores, me encargare que reciban una comida apropiada. – Habló observando a los tres prisioneros.
Rades no sabía que tanto estaba sucediendo, pero la mujer que invoco parecía ser muy apreciada y amable, además se veía como una Noelle en una versión adulta esperaba que con esto al menos la adolescente le dejaría tranquilo, no esperaba en cambio y como vería días después que se gano el afecto de la familia Silva, sus condiciones en la prisión mejoraron significativamente y aunque Noelle volvió repetidamente, Acier no pudo volver a ser invocada por lo que Rades pensaba que estaba en paz y no necesitaba volver al mundo físico.
– Al menos sabes que tu madre te amaba. – Comento Sally algunos días mas tarde y no sabía realmente cuanto ese conocimiento aliviaba el corazón de Noelle y la llenaba de determinación para seguir esforzándose en su entrenamiento para poder vengar su muerte.
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