#camioncito
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Enero: Punto Ambiental Móvil en Vicente López
Es un servicio municipal de recepción de residuos reciclables en los barrios, complementario al Día Verde. Desde la comuna informaron que “ofrece a los vecinos la posibilidad de llevar todos sus residuos a un solo lugar para ser reciclados”. El municipio, asimismo, difundió un calendario de lugares y horarios donde el camión eléctrico del Punta Ambiental Móvil pasará para retirar los residuos…
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DESEARIA NO SABER AMAR!!!!!!!
#mon laferte en em camioncito a la escuela 10/10#porque me fui a enamorar me mata a cada rato jasjjs
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«¿Y el perrito dónde está?», Mariano Blatt.
Esa videollamada pudo haber sido un mail
y ese mail
pudo haber sido un poema.
Ese cliente, entonces,
pudo haber sido un poeta
y ese poeta pudo haber publicado un libro.
Ese libro
quizás
pudo haber sido leído por alguien y ese alguien
pudo
en algún momento
haber subido una montaña.
En la cima pudo el montañista
haber encontrado una moneda y esa moneda
pudo haber conservado su brillo
a pesar del paso del tiempo.
Ese brillo pudo haberse destacado
en la palma de la mano del escalador
al recibir la luz del sol
y el sol pudo
haberle inspirado poemas.
Una foto
pudo haber sido tomada en ese instante
y luego
en otro instante posterior
esa foto pudo haber sido procesada
en una casa de revelados.
Esa casa de revelados pudo haber sido
antes
una tienda de chucherías
y entre esas chucherías pudo
haber habido un camioncito de plástico verde
duro
con el que pude
haber jugado cuando era chico.
Mi papá pudo
haberse ido a trabajar
y mi mamá pudo
haberme arropado en el cochecito
para que yo pueda
dormir la siesta al sol tibio de la tarde
(esto me lo pueden haber contado).
Yo pude haber grabado
en esas siestas
un comportamiento de paz
y esa paz pudo
haberme hecho sobrellevar
varios momentos.
Este momento pudo
no haber existido y este poema pudo
no haber sido escrito.
Si yo quisiera podría
ir borrándolo así como pude
haber ido escribiéndolo.
Pero
(y acá viene el final
y junto con el final puede venir
el sentido de todo esto)
nada de lo que pudo haber sido
va a ser porque
si fue
fue
y si no fue
también fue.
Todo fue
entonces
y todo pudo haber sido
entonces
y sin embargo
ya no es
ni va a volver a ser.
No sé.
¿O sí sé?
No
no sé.
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La zona de confort
29 de marzo de 2024
Todavía caminamos otra media hora por la arena para llegar a un restaurante playero en La Bocana donde me tomé la mejor michelada de mi vida: una Victoria bien muerta con hielo y limón, escarchada con chamoy. El transporte que nos llevaría al centro de Huatulco donde cada quién tomaría un taxi para llegar a su hotel todavía no llegaba, por lo que intentamos conseguir un taxi, Uber o transporte privado que nos llevara directo al Quinta Real. En pleno Viernes Santo fue imposible. Nos relajamos y pedimos otra michelada.
Media hora después, nos avisó Emilio que el transporte había llegado. Pagué la cuenta de todos y caminamos a una esquina donde nos recogió un camioncito tipo safari que nos llevó al Chedraui de Huatulco. Fue un triunfo conseguir dos taxis pero por fin llegamos al Quinta Real.
Preguntamos dónde tenían guardadas nuestras maletas. “¿Cuáles maletas?” inquirió el jefe de los maleteros, “¿Ya estaban hospedados con nosotros?” “No, las mandamos de Oaxaca por paquetería,” le contestó Ana que había hecho todo el trámite de envío. “¿Puedo preguntar qué paquetería usaron?” preguntó pidiendo permiso el maletero. “La que nos recomendaron,” contestó Ana, “una que tiene un conejito, creo que se llama Aragal.” “Uuyy señorita,” dijo el maletero haciendo una mueca que enseñaba los dientes, “los del conejito sólo manejan ocurre.” “¿Manejan ocurre?” preguntó Ana confundida. “¿Qué es eso?” “Pues que usté lo tiene que recoger en la sucursal,” contestó enseñando más dientes. “¡¿Pero cómo?!” exclamó retóricamente Ana, “¡¿Entonces para qué me pidieron que escribiera con el mayor detalle posible la dirección de entrega y la pegara en una etiqueta grande y visible en cada uno de los paquetes asegurándome que quedara por fuera del embalaje?!”
“¿Qué ocurre?” preguntó el Basave que regresaba del baño. “Exacto,” le dije. “¿Qué?” contestó confundido. “Que es ocurre,” le dije. “¿Qué es eso que ocurre?” volvió a preguntar. “Sí, carajo,” contesté, “estos güeyes están cañones.” “¡¿Qué güeyes, dónde están nuestras maletas?!” “Que te estoy diciendo que es ocurre,” le volví a explicar.
“Pues ya chequé y están cerrados, no contestan el teléfono,” dijo Ana que se había apartado para llamar a los ineptos de Aragal. “¡¿Quién está cerrado?!” preguntó el Basave empezándose a exasperar. “La sucursal de la paquetería donde se supone están nuestras maletas,” contestó Ana, “dice el señor que no entregan a domicilio.”
“¡¿Y entonces para qué pidieron que pusiéramos la dirección de entrega grande, precisa y clara por fuera de cada uno de los paquetes?!” preguntó retóricamente el Basave. “¡En la madre! ¿Qué vamos a hacer con las computadoras?” “Bueno,” continuó siempre optimista, “mañana pasamos por ellas después del masaje.” “Hoy están cerrados por Viernes Santo… mañana es Sábado de Gloria y pasado Domingo de Resurrección,” dije siempre pesimista. “Ya valimos madre.”
Resignados, entramos a la tienda del hotel para ver si comprábamos algo limpio que ponernos para cenar y para bajar a la playa al día siguiente. Limpiados quedamos cuando pagamos. La tienda del hotel era una boutique de Ermenegildo Zegna. El pinche Ermenegildo nos sableó peor que Sandokán.
Pilar y Jimena se adelantaron al cuarto en lo que yo acababa de hacer el check-in. “No sé cómo nos vamos a acomodar, pero este cuarto está increíble,” suspiró Jimena. Pilar se metió inmediatamente a la regadera mientras Jimena se tumbó en la hamaca de la terraza del cuarto que tenía una vista espectacular a la bahía. Cuando entré al cuarto, Pilar ya estaba tirada en la cama, enfundada en la bata del hotel, con una toalla en la cabeza y una gran sonrisa en el rostro. “Pues éste era el cuarto de Jimena,” le dije, “pero por lo visto ya nos quedamos aquí.” “¡¿Cada quien tiene su cuarto?! gritó Jimena desde la terraza. “Obvio microbio,” le dije. “¿Y dónde está el mío?” preguntó bajándose de la hamaca. “Es el 201. Está bajando las escaleras,” le contesté mientras me arrebataba la llave y bajaba corriendo. “¡Nos vemos en 45 minutos para cenar!” le alcancé a gritar.
“Se van a salir de su zona de confort,” pensaba en lo que nos había dicho el Biólogo en la charla introductoria en Ciudadanía, mientras me caía el chorro de agua caliente sobre la cabeza.
“¡¿Zona de confort?!” pensé. “¡¡NO MAMES MIÓLOGO!!” retumbó mi grito en la cúpula del baño.
Te sales de tu zona de confort cuando haces un trayecto medio largo en un Uber que no está muy limpio, en donde el conductor viene oyendo cumbias, a un volumen un poco por arriba de lo razonable. Te sales un poco más si vienes en shorts después de correr y tienes que apoyar las puntas de los tenis en el piso para que tus muslos no toquen ese tapete puerco, tejido con cintas de colores pastel, que ponen los taxistas encima de sus desvencijados asientos que están aún más puercos. Te sales un poco más todavía, si el conductor te quiere hacer plática.
Lo de caminar 10 horas diarias durante cinco días seguidos durmiendo en tiendas de campaña es una madriza mundial.
Te sales de tu zona de confort cuando te agarra la cagalera en un baño público y tienes que poner tiras de papel de baño para que nachas y muslos no entren en contacto con la taza porque no hay un dispensador de donas de papel encerado para tal efecto. Lo de intentar zurrar en un baño seco con hormigas rojas y una torre de caca que te queda a centímetros del ortega es –literalmente– arriesgar el pellejo. “¡¡NO PINCHEMAMES MIÓLOGO!!” volví a gritar entre carcajadas mientras me enjabonaba el periférico.
Seguí recordando aquella charla en Ciudadanía como si hubiera sucedido hace años. “Cuando caminas,” nos había dicho el Biólogo, “el esqueleto vibra.” La vibración del esqueleto estimula al hipotálamo y libera endorfinas. Caminamos para divagar. Divagamos para dialogar. Dialogamos para constelar. Cinco días de hacer vibrar el esqueleto tendría un efecto sanador.
“Pa que veas… esa sí te la doy, pinche Miólogo,” pensaba mientras caminaba lentamente en círculo debajo de la cúpula del baño, clavando el talón de un pie mientras el metatarso primero y después el pulgar del otro me impulsaban hacia adelante en un movimiento equilibrado y perfecto en el que rara vez nos detenemos a pensar. Rebecca Solnit nos dice en Wanderlust, su libro sobre el andar, que caminar es el acto intencional más cercano a las funciones autónomas del cuerpo, como son el respirar y el latir del corazón. Caminar es una actividad que no ha experimentado una mejora tecnológica desde el inicio de los tiempos cuando nuestros ancestros primates se irguieron para mirar el horizonte mientras andaban.
Resulta que la marcha sí provoca la estimulación bilateral del cerebro y aumenta la oxigenación neuronal. Esto produce una mejor circulación del líquido cefalorraquídeo, que a su vez resulta en nuevas conexiones sinápticas. Las nuevas sinapsis se traducen en aprendizaje. Caminamos para conocer y para conocernos.
El proceso no se detiene ahí. Al organizarse mejor las ondas cerebrales, se experimenta un estado de armonía. Se producen ondas alfa, que son las que surgen en estados meditativos. Los estados meditativos tranquilizan, y ponen en orden los pensamientos, las emociones y los sentimientos. La caminata consciente es meditación en movimiento.
Caminar, pues, es conducente al conocimiento profundo: a la filosofía. Por algo Aristóteles y los Peripatéticos enseñaban y aprendían mientras caminaban, mientras paseaban. Lo hacían también los estoicos y muchos filósofos posteriores. Por algo los monasterios medievales tienen un atrio en el que los monjes caminaban durante horas enteras buscando la oración y la contemplación.
Rousseau dijo en sus Confesiones que sólo podía meditar mientras caminaba. “Mi mente sólo funciona con mis piernas,” cita Solnit al filósofo francés a partir de Las ensoñaciones del paseante solitario, un libro póstumo de ensayos inspirados en sus caminatas, y nos dice que para Rousseau caminar era un ejercicio de simplicidad y un medio de contemplación.
Otros filósofos también pensaban mientras andaban, o andaban para mejor pensar. En Europa hay lugares como el Philosophenweg en Heidelberg donde se supone caminaba Hegel, y el Philosophen-damm en Königsberg donde se supone lo hacía Kant.
Jeremy Bentham, John Stuar Mill y Soren Kierkegaard eran otros filósofos caminadores. Thomas Hobbes usaba un bastón al que le había adaptado un tintero que le servía para tomar notas durante sus caminatas. Nietzsche decía que le gustaba dedicar su tiempo libre a tres actividades: leer a Schopenhauer, escuchar música de Schumann y tomar caminatas solitarias.
Caminar sí permite la digresión y la asociación. Cuando James Joyce y Virginia Woolf introducen el fluir de la consciencia como técnica narrativa, ésta frecuentemente se da en los monólogos interiores que tienen sus personajes mientras caminan. Algunos años más tarde Jack Kerouac lleva el fluir de la consciencia al viaje. Y aunque On the Road es principalmente un viaje en automóvil –el proverbial roadtrip– sus libros de poemas Mexico City Blues y Orizaba 210 Blues Cerrada de Medellín Blues, los escribe en una azotea en la calle de Orizaba después de perderse caminando por la colonia Roma de la Ciudad de México… y ahí… se encuentra.
La caminata consciente alinea la mente con el cuerpo y ambos con el entorno. Es en el entorno donde la mente transita –o más bien divaga– entre los recuerdos del pasado, los planes para el futuro y las observaciones del presente. El caminar y el pensar, descubre Solnit, se sincronizan a una velocidad aproximada de cinco kilómetros por hora.
El Camino Copalita fue un ejercicio de paciencia, perseverancia y tolerancia. Fuimos viajeros –no turistas. Fuimos invitados –no visitantes. Nuestro periplo llegó a su fin un Viernes Santo con una luna de sangre suspendida sobre la Bahía de Tangolunda mientras brindábamos con una botella de vino. Cuando te entregas a un lugar, nos dice Solnit, ese lugar te devuelve a ti mismo. ¿Nos encontramos? No lo sé… pero dimos un paso en esa dirección.
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Banco de Alimentos de Cáritas celebra su 24 aniversario
Nuevo Laredo, Tamaulipas.-Con una misa de acción de Gracias que se realizó en la parroquia de San Antonio María Claret, consejeros del patronato de Cáritas y personal de las diferentes áreas, celebraron 24 años de la fundación del Banco de Alimentos de Nuevo Laredo.
El presidente de dicho patronato, presbítero Rogelio Lozano Alcorta, envió un emotivo mensaje de agradecimiento para quienes han hecho posible que durante más de dos décadas, la familias más vulnerables de esta ciudad tengan un plato de comida en sus mesas.
"Vigésimo cuarto aniversario, muy estimados hermanos y hermanas, hoy celebramos 24 años de la fundación de nuestro Banco de Alimentos, motivado en aquel tiempo por nuestro obispo de feliz memoria, don Ricardo Watty Urquidi", explicó.
Recordó que fue un 8 de julio del 2000 cuando en la cochera de la parroquia de San Martin de Porres se iniciaron las actividades de este banco.
"En un día como hoy inauguramos nuestro Banco de Alimentos con nuestro muy querido obispo don Ricardo Watty Urquidi de feliz memoria, en la cochera de San Martín de Porres", detalló.
"Empezamos en ceros, gracias a la apertura de HEB que nos fue proporcionando lo que se fue necesitando, y eso nos ayudó muchísimo porque de ahí arrancamos con los primeros meses de sueldos, nos dieron un camioncito, un refrigerador", agregó.
Dijo que a la fecha, son miles de personas los beneficiarios, quienes aseguran que en sus hogares no falte el alimento.
"Es un momento de dar gracias a Dios porque empezamos con un padron de 100, 200 personas, gracias a Dios ahora ya son mas de 7 mil las que semanalmente de manera usual se les está sirviendo en el Banco de Alimentos", señaló.
"El banco ha crecido, ha sido la esperanza para muchos hermanos nuestros que tanto necesitan de una mano generosa que se extienda para compartir lo que Dios nos ha dado", consideró.
Agradeció la confianza que tanto las familias vulnerables, como consejeros y donatarios, brindan al Banco de Alimentos.
"Eramos una organización naciente que nadie conocía en nuestra ciudad y ha sido un esfuerzo muy bonito y agradecemos a Dios como hemos ido progresando, creciendo y hoy somos una institución muy posesionada de credibilidad, confianza, pero sobretodo de servicio a todos nuestros hermanos más necesitados", mencionó.
Para concluir, externó el deseo para que este organismo continúe sirviendo a las familias más necesitadas por muchos años más.
"Hoy agradecemos a todo nuestro personal y de manera muy especial aquellos hermanos nuestros que nos permiten entrar a sus hogares, siendo una esperanza", comentó.
"Vengan muchos años más a nombre de quienes formamos este consejo de Cáritas de Nuevo Laredo, les decimos gracias", concluyó.
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Ando bn sacada d onda con el sueño q acabo de tener... hace mucho no soñaba con EL WILDEST DREAMS!!!!
Soñé que lo abrazaba y empezaba a cantarle Enchanted de Taylor Swift, él cantaba tmbn ibamos como en un camioncito, pero el estaba como recargado en mi y yo le estaba acariciando su carita y sy cabecita mientras le cantaba Ajajaja !! Y nos besabamos JAJAJAJAJA wey k fuerte jajajajaja
De repente salía JBalvin con Shawn Mendez, Camila Cabello y Zayn. Y solo JBalvin se quería tomar foto con nosotros.
Pero el chiste es q el Wildest Dreams y yo estábamos juntos. Wey PORRRRR??? jajajaja
Hace mucho eso ya acabó, y así que se quedé. (:
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El camioncito feliz. No baterías, no control remoto, no inteligencia artificial, nada de eso, solamente pura felicidad e imaginación.
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Mi dia hoy
Bueno les estare contando mi rutuna en la mañana para despertarme y venir a la escuela! Primero pongo mi alarma a las 6:30 me levanto me cambio, me lavo la cara y los dientes, me pongo los pupilentes, me pongo crema y bloqueador, despues me pongo desodorante y perfume y a las 6:45 salgo de mi casa por que hago camioncito, paso por mi camionsito y no venimos a la escuela!! Y a aprender se ha dicho!!
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La Ciudad de México a veces es pequeña II
El domingo fui de paseo al bosque de Chapultepec con mi amiga. Visitamos el patio de un museo que queríamos conocer pero que no entramos porque no alcanzamos a reservar un día anterior.
Pasamos a conocer las mesitas y su camioncito de licorería. Platicamos unos minutos ahi, frente a los bartenders, eran un hombre y una mujer. No noté que el bar tender era uno de los chicos que me gustaba en la prepa y que hacía yo, en aquél entonces, inalcanzable. Supe que era él hasta que vi las fotos del evento en el perfil del restaurante y en su instagram.
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5 de enero 2023
Solo recuerdo fragmentos porque aprieto los dientes mientras duermo y anoche lo hice tan fuerte ¹que me moví una corona y estuve durmiendo a ratos por el dolor. Tenía un camioncito escolar. Traía gente random conmigo, íbamos a ir a un evento de stand up al aire libre. Recorrí despacito las calles del barrio antiguo, contemplando todos los cambios que ha tenido en los últimos 20 años. Como murió y revivivio y se está convirtiendo en otra cosa diferente. Llegamos al lugar que era muy parecido al estacionamiento del río 70. Había mercadito, áreas vip y el escenario con sus sillas. Fui a mirar chucherías y ahi me encontré a unas amigas, les ofrecí llevarmelas de regreso pero dijeron que no, y me quedé haciendome pendeja viendo unos collares hasta que se fueron. Todo el grupo de personas que venían en mi camionsito nos sentamos al centro, y había una chica haciendo su stand up, pero no estaba chistoso. Luego siguió Nestor, que es al qqque habíamos ido a ver, y antes de los 5 minutos dijo que habria una pausa y se bajó del escenario. Me subí a la camioneta para descansar, y todos se subieron al camión también, ahí estuvimos mucho rato hasta que me empecé a sentir incómoda y pregunté por qué se habían subido conmigo si en un ratito iba a seguir el show, el chavo que estaba atrás de mi me miró como si fuera marciana y me dijo que el show ya se se había terminado, y que ya venía Nestor sentado atrás listo para irnos también.
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VEINTICINCO DE DICIEMBRE
El sol estaba escondido. La ciudad, adormecida. Es que había trasnochado entre el pan dulce y la sidra, entre regalo y regalo repartidos en familia, siguiendo la tradición del destino; que ironía... se obsequiaban entre ellos, dejando solo en la cruz al que los años cumplía. Algunos, se emborrachaban brindando entre fuegos de artificios, sin saber ya qué pedían porque por su condición, en apariencia tenían lo terrenal en sus manos, y todo los aburría. ...Por detrás de la ciudad... eso que llaman "la vida" estaban otros borrachos... de impotencia por la vida que les había tocado; de tristeza por la suerte que mejorar no podían. Allí, una capilla esos hombres construyeron para que entre ellos también Jesús tuviera cabida. Y hasta ese lugar, en la mañana sombría, hijo de una lavandera, entró Gabriel sollozando. Caminó hacia el crucifijo; ante Él cayó de rodillas, y con su mirada puesta en ese rostro Divino comenzó a hacerle preguntas son su inocencia de niño: - Cuando fuiste como yo; cuando fuiste así, de chico ¿no tuviste un Niño Dios que te diera un regalito? Porque a mi el padre Germán cuando tiene algún tiempito, me cuenta que eras muy pobre; pero que los Reyes Magos te dejaron muchas cosas cuando abriste los ojitos. Yo... no conozco ningún rey. Ellos no son mis amigos porque viven allá... lejos; del otro lado del río. ¡Ay! si vivieran aquí y yo me portara bien, seguro que unos regalos me harían a mi también. El padre Germán me enseña que vos sos justo con todos. Entonces... ¿por qué a Javier, el hijo de la patrona le trajiste ese robot que te pidió en la cartita y hoy, cuando fui corriendo a buscar el camioncito estaban allí, en el piso, mis zapatillas vacías? El lustró bien sus zapatos; y yo lavé bien las mías (que le dieron a mamá pero que estaban nuevitas). El fue bueno con sus padres; también yo lo fui con la mía. Anduve bien en la escuela. Hago todos los mandados; me baño todos los días. Y como mamá me enseña, aunque no entiendo muy bien, le doy gracias a la vida. El padre Germán me dice que no soy un niño malo... ...¿Por qué si sos justo y bueno, no tengo mi regalito?... Se calló por un instante. Se miró los pantalones y avergonzado le dijo: - Si; están remendados. ¿Es por eso, que no queres visitarme, que no queres ser mi amigo? Yo no tengo ropas nuevas pero te juro, estoy limpio. ...Y abrazándose a la cruz, en su desesperación de niño, en un profundo sollozo, se quedó sin camioncito... CUANDO CAIGA LA TARDE #KokySouilhé
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Recorriendo caminos como #correcaminos en el #camioncito #lesuenatodomenoselpito (en San Isidro, Heredia, Costa Rica) https://www.instagram.com/p/BoxNUrmh02K0Io8Vq4cmCsc9PotmTggxFRilyM0/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=wcgn6hykwdfh
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#peru #ica #sanjuandemarcona #SUD #cobertura #foto #video #photo #shootingday #dakar #rally #rallydakar #dakar2019 #rallydakar2019 #turismociva #civanosune #civahome #camioncito #10añossiguiendoeldakar #chile #iphone5s #desert #deserto #desierto (en Marcona, Ica, Peru) https://www.instagram.com/p/BsZxGU_HzWs/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=8uqn5jzyyn1k
#peru#ica#sanjuandemarcona#sud#cobertura#foto#video#photo#shootingday#dakar#rally#rallydakar#dakar2019#rallydakar2019#turismociva#civanosune#civahome#camioncito#10añossiguiendoeldakar#chile#iphone5s#desert#deserto#desierto
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Es 1925 y vemos circulando un camioncito de la ruta Tacubaya-Mixcoac-San Ángel. México CDMX.
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Otra vez me volví a dormir (entro un poco tarde a trabajar hoy, jejeje) y soñé esto:
Estaba en la casa en la que vivía antes y escucho un motor afuera, salgo, es de noche y ahí está el Chevy blanco que teníamos estacionado en la calle. El motor encendido es de un camioncito de esos que distribuyen el alimentos a las tiendas, era blanco tambié. Este trata de empujar al Chevy y forzarlo, para querer meterse a la cochera (parece ser que el Chevy lo deje tapando una cochera, ups!). El camioncito logra meterse y se pone frente a mí, como mirándome, como desafiandome. Yo trato de prender la linterna de mi celular pero no lo logro. Miro al interior del camioncito y siento que nadie lo maneja.
Sueños (III) 2 de noviembre 2021
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