#camina tu barrio
Explore tagged Tumblr posts
mondosalamone · 1 year ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Es invierno en Azul, pero el sol brilla y los arquitectos, los fans y los aficionados de Francisco Salamone andan correteando entre el Teatro Español, el hotel y los bares. Son las primeras Jornadas Salamone y, claro, se hacen en esta ciudad, donde el arquitecto dejó la más desmesurada de sus obras: una portada de 22 metros de altura para el cementerio. El cuerpo central tiene las letras RIP en gigantes placas de mármol negro y, delante, el brutal ángel de hormigón, su escultura más famosa, obra maestra del art déco y presencia maldita. En Azul la llaman «El Ángel Exterminador» o «El Ángel Vengador». Dicen que, cuando Salamone se la presentó al intendente, en los años treinta, el pobre funcionario murmuró que parecía algo maligno, una obra del Demonio. Eso parece. En cualquier caso, el Ángel no da ninguna idea tranquilizadora sobre la muerte, no es una imagen de alivio ni de pasaje, sino un juez severo, como una deidad egipcia dispuesta a arrancar y pesar un corazón. La escultura es enorme y cambia según la luz el sol: sus alas facetadas, sus ángulos, producen sombras que dan una ilusión de metamorfosis. Aparece tan de repente, además, al doblar la esquina en esta ciudad de casas bajas, muchas lujosas, en plena rica pampa húmeda. Es una aparición inesperada que no tiene nada que ver con el barrio, que no se anuncia, que parece depositada ahí, abandonada, como un artefacto de otro mundo.
📖Alguien camina sobre tu tumba · Mariana Enríquez 📷 2021
245 notes · View notes
ryvnk · 1 year ago
Text
📍 Barrio de Sendagi, en las limitaciones con Nezu (zona del Sabbat).
Tumblr media
'Necesitaré de tu ghoul esta noche, Ryun-ah, no tomará mucho,' habían sido las palabras de Jeong Cheol, su sire, antes de dejar su residencia al atardecer con el humano. No había hecho más preguntas, había aprendido a no hacerlas, confianza que era absoluta en el cainita con más experiencia. Cerca del templo, donde lo citó, su sire se ha ido ya, dejando al ghoul y marioneta de sangre en su compañía, y camino a donde estacionó su auto. Es el segundo día que el clima no da tregua a la ciudad ni a los intentos del gobierno local de traer de vuelta la luz a las calles. Presencia desconocida lo alerta, mientras camina bajo el paraguas que sostiene el humano, antes de que contrario musite un '¿Maestro?' que confirma compañía y le hace detenerse, dando un paso por delante, hacia la figura que encuentran en camino. "Muy imprudente, estar tan cerca de una zona del Sabbat. Deberías saberlo," aviso se da alto y claro, con la gravedad que palabras le merecen, sin averiguar identidad opuesta aún. "Está conmigo, tendrás que buscar tu vitae en otro lado."
25 notes · View notes
etienne-roulet · 9 months ago
Text
Quiero hacer contigo todo lo que la poesía aún no ha escrito.
Cualquiera diría al verte
que los catastrofistas fallaron:
no era el fin del mundo lo que venía,
eras tú.
Te veo venir por el pasillo
como quien camina dos centímetros por encima del aire
pensando que nadie le ve.
Entras en mi casa
-en mi vida-
con las cartas y el ombligo boca arriba,
con los brazos abiertos
como si esta noche
me ofrecieras barra libre de poesía en tu pecho,
con las manos tan llenas de tanto
que me haces sentir que es el mundo el que me toca
y no la chica más guapa del barrio.
Te sientas
y lo primero que haces es avisarme:
No llevo ropa interior
pero a mi piel le viste una armadura.
Te miro
y te contesto:
Me gustan tanto los hoy
como miedo me dan los mañana.
Y yo sonrío
y te beso la espalda
y te empaño los párpados
y tu escudo termina donde terminan las protecciones:
arrugado en el cubo de la basura.
Y tú sonríes
y descubres el hormigueo de mi espalda
y me dices que una vida sin valentía
es un infinito camino de vuelta,
y mi miedo se quita las bragas
y se lanza a bailar con todos los semáforos en rojo.
Beso
uno a uno
todos los segundos que te quedas en mi cama
para tener al reloj de nuestra parte;
hacemos de las despedidas
media vuelta al mundo
para que aunque tardemos
queramos volver;
entras y sales siendo cualquiera
pero por dentro eres la única;
te gusta mi libertad
y a mí me gusta sentirme libre a tu lado;
me gusta tu verdad
y a ti te gusta volverte cierta a mi lado.
Tienes el pelo más bonito del mundo
para colgarme de él hasta el invierno que viene;
gastas unos ojos que hablan mejor que tu boca
y una boca que me mira mejor que tus ojos;
guardas un despertar que alumbra las paredes
antes que la propia luz del sol;
posees una risa capaz de rescatar al país
y la mirada de los que saben soñar con los ojos abiertos.
Y de repente pasa,
sin esperarlo ha pasado.
No te has ido y ya te echo de menos,
te acabo de besar
y mi saliva se multiplica queriendo más,
cruzas la puerta
y ya me relamo los dedos para guardarte,
paseo por Madrid
y te quiero conmigo en cada esquina.
Si la palabra es acción
entonces ven a contarme el amor,
que quiero hacer contigo
todo lo que la poesía aún no ha escrito.
- Elvira Sastre
5 notes · View notes
poetailurofilica · 10 months ago
Text
ya me conocéis
soy esa solitaria de la que nunca te acordás hasta que es demasiado tarde para hacer algo o muy termprano para olvidar
soy esa cosa que camina que a veces corre a la cornisa buscando puertas, es mi premisa
asisto a la sinagoga y a las operetas existo porque así se quiso y aunque no me quiso, me sostiene la existencia
reclamo entonces el periodismo que no me enquisto que me externalizo
y por más que te diga que amo duda incluso de mis reclamos y confirma tu propia razón
no hay mayor perdón que el que se da a uno mismo por hacer las paces con el corazón
aunque nos tomen por vandidos aunque nos linchen los amigos aunque se pinchen los bolsillos
la torta, los globos y los cumpleañitos la mary que crisma la piba del rincón, de barrio
ya sabes lo que se dice KARMA siempre termina llegando ¿le sostengo el sombrero, señor?
le saco el saco, ¿dónde lo dejo? me pongo el pongo y me dicen pomni
de difícil dormir y fácil como hotwheels derrapa Storni, ya sin bibliotecas
más diabólica lonely menos estricta for me también hay vanidad
lo supiste en el first day aunque oigas todo al revés siempre habrá barro desde donde amoldar
mi arritmia se escucha no hay yelmo que cubra la hendidura de una lanza de longuinus celestial
entendimos que las heridas eran para la silla o aquel acordeón
la última banda el violín más pequeño el simple tarareo de un pájaro matinal
un tango nuevo ahora canta la dicha antes que la bincha me dé electroshock
que tú me animas la vida por practicar con risas este mal don
he de confesarte sin prisa cómo las horas brincan más que mi pororó
son así de mayor esplendor pues olvido los yerros en un encierro de love
confirmo que entendí tarde las burlas que para ti el chiste es la bulla más, mi temple es de cartón
se prende fuego la duda y al final hundo mis uñas a mi ociosa lección
aquí lo único que importa no es otra cosa que este sísmico ardor
lo que sostiene nuestra concordia, en mi idioma, lo llamo: pasión
© Todos los derechos reservados
4 notes · View notes
rebe90 · 11 months ago
Text
día 20, 21 y 22 en Chile
youtube
Nuestro día 20 fue 8 de diciembre y una gran fiesta para los cristianos fieles a la procesión. Entonces fuimos a la playa. Desafortunadamente, no era posible hacer mucho más que litigar usted mismo.
Tumblr media
Al día siguiente regresamos a Santiago. En Santiago normalmente estábamos en el Parque Quinto en el Barrio Yungay. Es sorprendentemente sofocante en las soleadas calles de Santiago. Toda tu sangre vital se te drena cuando caminas a través del sol.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
4 notes · View notes
delaoscuridadbajoelneon · 28 days ago
Text
Historias de Galerías #20
Vaitiare
I
¿Qué es el Amor?
¿De qué forma se puede definir esa emoción, esa palabra?, pensó La Vaitiare, sin dejar de caminar a paso rápido y aferrándose aún más al bolso que colgaba, pesadamente, de su hombro.
¿Ella había amado alguna vez?
Ella sabía que sí.
El amor es algo raro.
Ella amaba a su hija, a su madre y a sus dos hermanos, todos ellos muy lejos, allá en Ecuador. La última vez que los vio fue hace tres años. Antes de partir en una cálida mañana de primavera. Ahora, solo sabía de ellos por llamadas hechas desde un centro de llamados en Catedral con Bandera todos los domingos y por Facebook. Había ocasiones, en las que sus recuerdos se desdibujaban un poco en su cabeza, como si estuvieran desapareciendo de a poco; como esos sueños que se desvanecen lentamente mientras te despiertas, para finalmente no recordar nada.
En esos días normalmente se despertaba ahogada, como si Santiago se la estuviera devorando de a poco.
Si ellos estuvieran acá, se dijo, cerca de ella, seguramente no estaría pensando en lo que el amor es o significa.
El recuerdo que más le gustaba, era el de las cosquillas que los rulos de su hija le hacían en la nariz, cuando dormían juntas la siesta las tardes de domingo, cuando ella aún era una beba.
Subió las escaleras de la Galería y saludo a los guardias e ignoro sus miradas calientes de siempre. Las luces del local aún estaban apagadas. Camino más lento. El Miguel estaba afuera, fumando un cigarro mientras conversaba con la Madre Superiora. Ambos lo saludaron con un gesto.
Corrió la cortina. Entro. Vio como el Maikol limpiaba el espejo del escenario y le lanzo un beso con la punta de los dedos, que el atrapo y guardo en un bolsillo cerca de su corazón.
Pensó en el Lucho y recordó la primera vez que le dijo que la amaba, mientras hacían el amor, en un motel del barrio Brasil a tres cuadras de la plaza una noche de miércoles. Fue en el instante justo después del primer orgasmo y en el segundo antes de caer desplomado sobre la cama. Sintiendo el pene aun duro y palpitante dentro de ella y las manos agarradas firmemente en sus caderas lo dijo. Claramente. Te amo. Las dos palabras. Juntas. Ahogadas en un suspiro.
Ella, en cuatro sobre la cama trato de procesar lo que había escuchado: Te Amo. La Vaitiare no respondió nada, pero la respuesta no importaba en ese instante. El cayó sobre la cama suspirando profundamente, mientras se sacaba el condón y lo dejaba en el piso. Ella se acurruco en su pecho, tapándose con la sabana, escuchando como su respiración se calmaba lentamente.
Tenemos que hacerlo de nuevo dijo. La Vaitiare solo se rio y lo beso en la mejilla.
Ya casi había terminado de cambiarse de ropa. En el camarín estaba sola ella. Saco las botas del bolso y se sentó para poder ponérselas. Las botas son importantes. En el topless, cuando caminas con prendas que apenas te cubren entre todos esos hombres aburridos y calientes, no tienes bolsillos para guardar tus cosas. Las botas te ayudan con eso. Botas altas, que llegan hasta un poco más abajo de las rodillas donde puedes guardar el celular, el monedero, el jabón líquido y cosas como esas. En la casa tiene cinco pares de botas. Dos pares blancos, dos pares negros y un par rojo oscuro. Todas con detalles plateados y remaches. Hoy usara las blancas. Siempre le ha gustado el contraste que hace el blanco con su piel morena. Subió el cierre y en una de ellas puso el celular y en otra el monedero, donde tenía 15 lucas en billetes de mil para poder dar el vuelto de las bebidas y los contactos. Se miró en el espejo y se arregló el escote para que las tetas se le vieran un poco más. Se dio vuelta y vio que la minifalda que usaba dejaba ver casi medio culo. Le gusto.
Así debía ser.
Se puso el colaless rojo, el de la suerte. El mismo que usaba el primer viernes de cada mes y en las quincenas.
Cerró el bolso y lo guardo en su casillero. Puso el candado y se persigno rezando una pequeña oración a Santa María Magdalena.
La Vaitiare y el Lucho se conocieron en una discoteca del barrio Bellavista, mientras celebraban el cumpleaños de la Gery un miércoles por la noche. El la invito a bailar. Después se compraron unas roncolas que bebieron después de hacer un brindis por ellos y así comenzó todo. Así de simple. La Vaitiare solo se dejó querer. Por ese tipo que siempre tenía una barba de tres días, de chaqueta de cuero y camisa negra que olía a perfume cítrico y cigarrillos. Le gustaba que un tipo diez años menor se hubiera fijado en ella. Sobre todo, pensó, si estabas en el mismo grupo que la Gery y la Sheena.
Ella tenía 39 y, aunque las chicas dijeran que no se le notaban, sabía que el paso del tiempo no era en vano.
De hecho nunca lo es.
Detestaba las marcas en sus ojos. Esas pequeñas arrugas en las comisuras de los labios. Esas carnes sueltas debajo de los brazos. Los odiaba. Cada una de ellas le recordaba lo vieja que estaba.
Si seguía en el negocio, le dijo una vez la Madre Superiora, era porque tenía una cara de caliente que no se le quitaba con nada. Y eso, cuando se es puta eso es algo bueno. La gente de afuera siempre piensa que los hombres que se sumergen en estas galerías buscan caras guapas y cuerpos jóvenes, se imaginan que buscan el placer simple, dulce y caliente del sexo; pero lo que realmente buscan son hembras calientes que no tengan miedo de serlo. Buscan perras, buscan la mugre que en sus casas sus propias mujeres son incapaces de ofrecerles; buscan putas, a las que les gusta sentir una verga dura refregándose en su culo; buscan camboyanas, que les susurren al oído lo mucho que les encanta las pichulas duras, mientras lentamente, en lo oscuro, al ritmo de canciones lentas le corren suavecito una pajita.
Eso es lo que buscan, cuando les tocas el hombro y se acercan lo suficiente para que puedan sentir el calor de hembra emanando de tu entrepierna y sean capaces de entender que ella, La Vaitiare, es la mujer capaz de darle la clase de amor que ellos están buscando.
O como lo resumió la Scarlett una vez, mientras tomaban vodka en el camarín: Lo que realmente importa es ser buena pal pico.
El local aún estaba vacío. Miro su reloj de pulsera y vio que faltaba un poco para las tres. El Maikol ya había apagado las luces y sonaba una canción vieja de Daddy Yankee, una de esas de las que nadie se acuerda. La Melody, la Gery y la Alison fumaban sentadas bajo la caseta del DJ, mirando el vacío y esperando a que las horas pasaran. Ella se subió al escenario a bailar sin que nadie se lo pidiera. Bailo, solo para mirarse en el espejo limpio, para poder arreglarse el escote y la falda.
Se subió al escenario simplemente para hacer algo. Para no pensar ni recordar demasiado.
II
Los hombres comienzan a llegar. De a poco. Abren la cortina de la entrada y esperan un par de segundos, para que sus ojos se acostumbren a la oscuridad antes de dar el primer paso. La vaitiare sentada en la entrada, les cambia los vales por vasos de Coca Cola o Soda.
Cada vez que le pasa el vaso a uno, observa cómo se da vuelta y se detiene por un instante, buscando el lugar donde estar. Las chicas se acercan a ellos, algunos cortésmente declinan la invitación y avanzan hacia es escenario; otros, los menos, caen enseguida y son llevados rápidamente a algún rincón.
Ya no es tan temprano y tiene calor. Un calor seco que la ahoga. Que la adormece, y que la hace añorar.
Ella aún estaba dormida. La despertó el sonido de la ducha. Vio la luz del sol entrar por la ventana y cálculo que era un poco más del medio día. Le dolía un poco la cabeza y tenía la boca reseca. Se quedó acostada. Mirando la pared. Buscando las partes frías de la almohada para calmar el calor que ahogaba su cabeza.
El Lucho salió del baño. Usaba una toalla azul amarrada a la cintura. Sonrío al verla despierta, y ella le devolvió la sonrisa. Él se acostó junto a ella, aun mojado. La Vaitiare se acomodó en su pecho frio y con su dedo, comenzó a jugar con las pequeñas gotas de agua que comenzaban a evaporarse. El, con su mano libre, le acariciaba la cabeza.
Anoche fue maravilloso Dijo Eres exquisita mi negra rica. Ella sonrió.
Sintió como sus dedos fríos recorrían ahora su espalda, ese pequeño espacio que existía entre sus hombros.
Eran esos pequeños momentos los que la Vaitiare apreciaba. Estos extraños momentos de calma en esta ciudad que aún le parecía ajena, en esta ciudad que nunca sería su hogar.
Pero Santiago no es una mala ciudad después de todo, pensaba ella en ocasiones. Especialmente si piensas en ella como es en la primavera. Es quizás un poco como todas las ciudades; gris, con demasiada gente y demasiada fría en invierno y demasiado calurosa en verano.
Santiago es una contradicción.
Una ciudad inmersa en la agonía de su propia existencia.
Afuera, el sol de mediodía calentaba la ciudad, mientras la Vaitiare le daba un beso a su amado.
Pero ahora el tiempo avanza lento y pegajoso, mientras las canciones suenan, una tras otra, solo deteniéndose para pedir aplausos y anunciar a la siguiente chica que se subiría al escenario a bailar. La Vaitiare no sabe qué hora es pero tampoco quiere saberlo. Solo camina entre la gente, colgándose del cuello de oficinistas aburridos que sacan la vuelta, agarrándoles la verga, frotando sus tetas en vendedores de Mall, dejando que le agarren el culo, buscando calentarlos lo suficiente para que aceptaran su invitación e irse a esconder a uno de los infinitos rincones del Salieri’s.
A la Vaitiare le gustaban los oficinistas; los oficinistas y los estudiantes universitarios, aquellos que solo buscaban matar las horas de la tarde mientras llegaba algo mejor que hacer. Les gustaba el olor de los perfumes que usaban y como vestían, la suavidad de sus manos y la forma en la que la trataban. No eran como esos tipos que venían del otro lado del rio, con sus manos ásperas, el olor asfixiante de un día de trabajo y la miseria a cuestas, con toda esa brutalidad que siempre le dolía.
Ella no es tan dura como la Scarlett; tampoco posee esa indiferencia altanera de puta sacerdotisa de la Sheena que las protegía de casi todo. A veces a ella el Salieri’s le afectaba, le hacía mal. Había días grises, en los que la tristeza la ahogaba. No había cruzado casi medio continente para terminar de puta en un antro; pero eso era lo que había. Ser puta, o limpiar baños por una miseria o volver a casa.
Pero estaba ahí. Ahora. Frotándose contra un viejo de manos ásperas que le manoseaba las tetas y se las apretaba demasiado fuerte; mientras ella, a través de sonrisas y miradas calientes trata de que sea suave, más gentil. Pero no funciona. Sus manos no se detienen y le da nalgadas que le duelen.
Finge una sonrisa y le dice, al oído, que no sea un niño travieso.
Él solo le responde que le encanta ser travieso. Adivina, en la penumbra, que el viejo en un solo movimiento con la mano derecha se saca la verga de los pantalones.
La Vaitiare es capaz de ver como lo hace dentro de su cabeza.
El asco la invade cuando siente la húmeda punta de esa verga recorrerle medio culo. Ella se la agarra, fingiendo sorpresa y placer, antes de que se atreva a ponerla entre sus nalgas.
Una pajita, dice medio sonriendo, tratando de disimular todo el asco que le provoca eso no lo incluye el baile, hay que pagar más...
Pasan dos canciones. Un Reggeaton y una canción de Rudy La Scala. Deja al viejo en un rincón, que se guarda la verga ahora lacia en esos calzoncillos en los que intuye su inmundicia. Siente el semen caliente en su mano y eso la llena aún más de asco. Esta aburrida, le duele un poco la cabeza, quiere irse a dormir; pero es fin de mes y el dinero está entrando a raudales por esa puerta. Solo es cosa aguantar un poco más, de saber atrapar esas vergas que eyaculan dinero.
Por eso piensa en el Lucho. Se refugia en el recuerdo de sus caricias, de sus besos, de su cuerpo.
Son esos detalles los que la ayudan a sobrevivir.
III
La Vaitiare no hace nada, solo se lava las manos con alcohol; mientras escucha a La Scarlett que, recién bañada porque acaba de atender a un cliente, fuma desnuda esperando que el aire caliente del local seque su cuerpo. Le desagrada la forma como la mira y el tono con el que le habla. Bota cenizas en el lavamanos, mientras ella aun lo ocupa. Le pregunta por su pololo, ella no responde. La Scarlett insiste y ella solo da respuestas vagas, que no dicen demasiado. Nada en realidad.
La Sheena me hablo de él. Dice que es guapo.
Lo es. Responde la Vaitiare, mientras se moja la nuca y se seca las manos en su falda, para después salir al calor del Reggaeton que suena afuera. Ya son casi las seis y el local se llena cada vez más con cada canción que pasa.
La Vaitiare camina en por el local. No se siente tan segura como otras veces. Le habla a hombres que, apoyados en la barra ven a bailar a la Melody. Ella se desnuda de a poco, sin nunca dejar de observar a los que la tratan de tocar, tratando de encontrar al que esté más caliente por ella, para que una vez que baje del escenario, atraparlo entre sus piernas.
Antes, en ocasiones, habían clientes que la calentaban, que algo le provocaban. Como el Javier, un oficinista de casi treinta a��os que va al Salieri´s una vez al mes. Le gustan las minas de tetas grandes, para chuparlas y que le hagan pajas rusas, como la Sheena. La Vaitiare se lo ha tirado tres veces y las tres veces que lo hizo casi llego al orgasmo.
Pero ahora, no podía pisarse una verga sin acordarse del lucho.
Por eso, cuando alguien decide ceder ante sus encantos, mientras caminan rápidamente hacia un rincón, donde la oscuridad sea más densa, piensa en él.
¿Cómo te llamas Papi?
Él le responde pero no alcanza a oir su nombre por sobre el ruido. Los hombres que miran a la Melody desnudarse y chicas que tratan de atraparlos le estorban el paso. Cuando siente el piso pegajoso bajo sus pies sabe que ya ha llegado al rincón deseado.
En el rincón de siempre, al lado de la caseta del DJ.
Una vez ahí, la Vaitiare lo pone contra la pared y se abre el escote liberando sus pechos. Él le acaricia el pezón suavemente con el dedo pulgar, mientras que con su otra mano le agarra el culo. La Vaitiare, suavecito, gime en su oído, diciendo todas esas cochinadas que se le vienen a la cabeza, mientras por sobre el pantalón acaricia una verga dura, que se le antoja grande. Quizás lo sea, quizás no.
Ella sabe que los chilenos no la tienen tan grande como lo desearían.
Gira. Para poder presionar su culo contra esa verga y siente un suspiro en su nuca que provoca un escalofrío y una sonrisa a la vez.
Siente como esas manos calientes le agarran las tetas.
En un segundo, la imagen del lucho llena su cabeza. Tanto, que casi puede sentir su aroma.
Se agacha un poco y apoya las manos en las rodillas para poder mover el culo con más libertad y moverse al ritmo de la canción de Cosculluela, que una de las chicas, quizás la Gery, está bailando. Sus manos le recorren su espalda, desde el cuello hasta el culo, para terminar en una palmada en el culo que suena muy rico.
Tal como lo hace el Lucho.
Tal como sus manos recorren su cuerpo cuando está en cuatro, en la cama de algún motel del centro o en el sofá en su departamento.
Tal como lo hace ahora este tipo. Los pezones se ponen duros cuando sus dedos los acarician. Siente como su vagina se humedece, cuando el se toca por sobre el colaless.
No puede evitar besarlo. Con fuerza pero sin la lengua.
Su lengua tiene dueño.
Su lengua ahora solo recorre un cuerpo. Una sola verga.
Me tienes caliente papi… Gime suavemente mientras se corre un poco el bikini para que el se la pueda tocar. Se siente mojada, y el dedo se desliza en su zorra demasiado rico.
Lo abraza y siente su cosa dura chocar con su entrepierna.
Cogeme le pide.
Cogeme Ruega.
Cogeme Suplica. Mientras frota su cadera descaradamente en el bulto que sobresale en el pantalon. Él le agarra el culo, con las dos manos apretándola contra él.
IV
En su cabeza, el Lucho.
En la realidad, un tipo del que no sabe su nombre.
Ambos, se sientan en un sillón gastado que apesta a sudor. Ambos se sacan la verga del pantalón. Ambos la miran con un deseo que la quema en lo más hondo.
Qué grande que es…
Se arrodilla, lentamente. Sin dejar de mirar la verga que la espera. La toma en su mano y piensa que la del Lucho es más grande. Por tres centímetros. Cuatro quizás.
Le sorprende lo caliente que está cuando la tiene entre sus manos.
Me gustan los hombres se afeitan la pinga
La Vaitiare está ansiosa y esa sensación la sorprende y anima. Le corre la paja, suavemente, por un par de minutos, antes de metérsela en la boca.
Sin condón.
La recorre con su lengua disfrutando del sabor y de la textura, recorriendo cada pliegue y cada centímetro de piel con sus labios, empapándola en su saliva, saboreando el semen que sale en pequeñas gotas.
En su cabeza, el Lucho gime lo exquisito de su boca.
En la realidad, un hombre que trata de no eyacular.
¿Cómo quieres que me ponga? - Pregunta la Vaitiare mientras le pone el condón, sin nunca dejar de mirarlo a los ojos. Tal como la ha hecho mil veces; tanto, que podría hacerlo a oscuras.
Arriba mio – Le responde, sin tampoco dejar de sostenerle la mirada.
La verga entra fácil en su vagina húmeda. La Vaitiare no puede dejar de sentirse culpable al sentir lo mucho que le gusta cuando siente cada centímetro penetrarla lentamente. Está mal que le guste. A las putas no les debe gustar culear con los clientes. Pero lo goza igual, porque piensa en el Lucho, piensa que es su cuerpo sobre el que está ahora, que son sus manos las que le dan esas sonoras nalgadas y que se aferran de sus caderas, que es su lengua la que le lame las tetas y que es su boca la que da esos gemidos que la calientan más.
Lo besa. Con fuerza, robándole todo el aire que le queda en los pulmones.
Lo coge. Con ganas, disfrutando del golpeteo de sus nalgas sobre los muslos.
Lo goza. Porque es el Lucho, el que ahora está en ella. En su cabeza y en su cuerpo.
V
Los orgasmos la adormecen. Le dan ganas de apagar su cabeza y desaparecer del mundo por un par de horas. Por eso a la Vaitiare le gusta el sexo nocturno. Rara vez tiene sexo de día. Solo lo hace cuando sabrá que podrá quedarse acostada por un rato más. Quizás sea por eso que le encanta el sexo los domingos, después de almuerzo y antes de dormir la siesta. Le gusta porque es diferente. Es más calmado, más tierno quizás. No tiene esa clase de pasión desatada del sexo algo alcoholizado de los sábados por la noche; ni esa lujuria desganada del sexo en las noches de semana. Es mejor.
Quizás, en ese momento, pueda llamarse amor.
Pero ahora fuma, juntando energía para levantarse, esperando a que el aire seque su cuerpo y el humo ahogue esa culpa que es inevitable.
El cigarro cae de sus dedos. No se molesta en levantarlo.
¿Qué es el amor?, piensa nuevamente; mientras se viste para volver a salir, mientras la colilla del cigarro se apaga lentamente bajo la banca. Es viernes, piensa y aún no ha juntado el dinero suficiente para atravesar el mes. Quedan unas tres horas. Quizás con un par de bailes, unas pajas y unos polvos más pueda salir digna de este viernes.
Quién sabe.
En el espejo trizado y sucio ve el reflejo de su cuerpo desnudo. Un par de gotas de perfume en su cuello y entre sus pechos. Se viste de a poco. El colaless rojo. La falda. Se cambia el peto.
Por último, las botas.
Las botas, que son lo más importante.
Cierra el casillero. Y no puede evitar suspirar.
Un suspiro largo y hondo, antes de volver salir.
¿Qué es el amor?, piensa nuevamente. Pero ahora ni siquiera tiene una idea clara de lo que podría ser. Porque se acaba de dar cuenta que le ha mentido al Lucho durante todo este tiempo. Porque para el Lucho ella solo era una cafetera; una de esas chicas que trabajan tras una barra a las cuales les dan propinas por mostrar las tetas y el culo. Él no sabe que ella es una puta, de un topless diurno del centro.
Por eso no sabe si enojarse o simplemente desilusionarse cuando lo ve conversando con la Scarlett, quien se cuelga de su cuello. No sabe si es rabia o decepción lo que siente cua
0 notes
entrepalabrasmx · 2 months ago
Text
¿Habías escuchado la leyenda de La Casa de las Brujas de Guanajuato Capital?
Tumblr media
La capital del Estado de Guanajuato resguarda un sinnúmero de historias y leyendas en cada una de las casonas que tienen siglos de antigüedad.
Si caminas por el Barrio de La Presa, a las orillas de Guanajuato Capital, te encontrarás con una pintoresca casa que sobresale de las demás, ya que combina diversos estilos arquitectónicos como el Art Nouveau, combinados con el árabe, gótico y neoclásico, lo que la hace única en el estado.
Aunque esta propiedad es bella por fuera, resguarda una trágica leyenda que provoca que las personas teman pasar de noche.
Por ahí del año 1895 un acaudalado empresario holandés mandó a construir la propiedad para vivir con su hija Susan. Pero tiempo después, el hombre fue acusado por asesinato y encarcelado, por lo que tuvo que dejar a su hija a cargo de sus dos tías, quienes nunca quisieron a la joven y sólo veían por su interés económico.
Cómo sus tías no la querían, maltrataban a Susan, incluso no le daban de comer. Un día decidieron encerrarla en el sótano de la casa sin alimento, por lo que la niña murió y su cuerpo fue encontrado años después.
Debido a este suceso, los pobladores relatan que el fantasma de Susan aún habita la propiedad en busca de venganza. Las noches de luna llena puede verse a una joven y bella mujer asomarse por la ventana e invita a quienes vayan pasando a conocer el interior de la enigmática casa. Al ingresar, son recibidos por dos ancianas de aspecto tenebroso que les ofrecen una copa de vino y a pasar la noche con la bella joven de la ventana, pero aquellos hombres que sean persuadidos ya no lograrán salir de la propiedad con vida.
Actualmente, la propiedad pertenece al Hotel Villa María Cristina y algunos trabajadores aseguran que por las noches se escuchan ruidos extraños en la casa, principalmente en donde se encontraba el sótano, incluso algunos más relatan haber visto a Susan caminar por los pasillos.
Si después de escuchar la leyenda te quedaste con ganas de conocer esta casa, te contamos que el acceso al público en general está prohibido, ya que actualmente pertenece al Hotel que está a un costado, así que solamente algunos trabajadores o huéspedes del hotel pueden ingresar a ella. Sin embargo, la fachada de la Casa de las Brujas es un imperdible en tu visita a Guanajuato Capital.
Ven a Guanajuato y Vive Grandes Historias.
Para más información, consulta la página de la Secretaría de Turismo www.sectur.guanajuato.gob.mx
0 notes
kirliansjrnl · 4 years ago
Text
María Becerra - Erotomanía (II)
— hola Miércoles asies sisoy un payaso y quería decirte que me gustas mucho yasta.
ese es el mensaje
— eres tan bonita tan guapa tan talentosa y graciosa que tenemos que estar juntos y hacernos unos nenes
And you never knew Lo mucho que realmente me gustaste How much I really liked you Porque nunca te dije Because I never even told you Oh, y quise Oh, and I meant to Can you dig it what I'm saying One little kiss isn't anything You keep insisting on everything
Estás enamorado de la moda juvenil Me parece dabuti, pero a mí dame veneno Apago las luces de esos bohemios Mírate al espejo, esperpentos de genio
Llámame, marca y llámame, marca y llámame ¿Ídolo de quién, por cuánto y cómo? Loco, te estás quedando loco Yo ya he vivido rápido, ahora lo hago poco a poco Yo sé que te fijas en cómo cago y cómo como Te deseo lo mejor, yo no te voy a maldecir Porque todo lo que haces lo aprendiste de mí Loco, yo no llegué ahí porque yo lo elegí Yo estuve antes que tú, yo eso ya lo viví Déjame darte un consejo: El ego te va a matar No eras chulo siendo un niño ¿y lo vas a ser de adulto? La verdad, Perdedores del barrio Que bonito que sería, pues si que sería bonito Que nos dejaran querernos que nos dejaran tranquilos Vente conmigo mi vida y deja ya de sufrir No pienses más en tu família que tienes que ser pa mí Pregunté a la Luna Si era el amor Lo que brilla en tu sonrisa Con tanta ilusión Y llorando me confesaba Que quería ser para mí Y la Luna me contestaba Para amar hay que sufrir Y la Luna me contestaba Yo quisiera ser para ti A mi puerta llamó el amor Y le abrí mi pecho con calor Porque dentro de mí estaba El recuerdo de tu amor Si miraras con los ojos que yo veo Si sintieras lo siento yo en mi pecho Comprenderías lo que pienso en mis adentro' Comprenderías lo que pienso en mis adentro' Si miraras con los ojos que yo veo Si sintieras lo siento yo en mi pecho Comprenderías lo que pienso en mis adentro' Comprenderías lo que pienso en mis a Mi flow son dos tetas pa' que te distraigas You understand me? Pues, no, comme ci, comme ça Cuando pienso en ti El mundo se para, y soy feliz Muchas caricias, muchas miradas, Muchos secretos que te guaradabas Amor, no me escondas nada (Dímelo a la cara) Leile leile leile leile... leile la Y si me quieres ven, Y dímelo a la cara te llevo al edén Dime que tienes ganas de pasar las horas muertas aquí a mi vera, Y si te molesto te enajeras, así que si me quieres ven, que tengo yo pa darte oro de ley Y si quieres casarte me caso De cara bonita y cuerpazo Contigo me caso, me caso, me caso. Mira como camina, desde que te vi No he tomado ni medicina, Me tiene enamorao con su comida, Parece mentira Me cuida, me cuida, me cuida. Con lo que yo he sio, que nunca de nadie me fio Porque en el amor me han vendio, La alegría a mi casa ha venio, Que alegría haberte conocido. Muchas caricias, muchas miradas, Muchos secretos que te guaradabas Amor, no me escondas nada Leile leile leile leile... leile la
-------
Mi mensaje es tan egoísta Que tú lo haces tuyo Ves como lo sabía yo Tengo lo que tú quieres
-----
He visto el arco iris después de echar un meo Mi rima es algebra, aunque a veces juro en hebreo Cada esfuerzo es un acierto y cada aplauso un trofeo Violadores Del Verso es en lo que creo
----------
Ves como lo sabía yo Tengo lo que tú quieres Y otra vez yo, yo, yo, yo y yo, y más yo Pero lo digo to' A buen entendedor Canta canciones que lleven mi nombre Cuando andaba por la calle, la reconocí, No existe mujer igual, y si la hay yo no la ví! Bwoy anda loco por ti, Ni postureo de gimnasio, ni cara con pedigree! Wha u a seh? nuh a nuh me! yo vivo para ti! En jamaica, en costa rica, en alcobendas o en brasil! Cuando te veo llegar, me pone el corazón a mil, Andar contigo chill! hipnotizado por ese perfil! Porque es!
------
No mientas, sé que te hace vibrar mi sex-appeal musical Vamos únete a nosotros que es tú estés como un halo Y es un día muy especial y me siento imperiosa Mujer chunga, hija de puta peligrosa Y como miel que endulza y deshace tu boca La rima se desboca, se vuelve loca Te vuelve loco, te sabe a poco Y me pides un poquito más Así que pin pun pin pan Toma, toma ¿No querías movida? Mira que te lo dije coño, cuida'o que vengo Libre albedrío, armando lío ¿qué pasa tío? ¿Te vas a quedar aquí pasma'o ante mi brío? Escucha, déjate llevar por esta melodía Mueve tu jodido culo al ritmo de la batería ¿Te gustaría pasar el resto de tus días Comiéndote mis rimas ricas, vitamínicas? Llenas de energía oh, oh, mama mía! Ven, ven acércate Mira a través del agujero y dime qué es lo que ves DJ Tillo representando a la gentuza La mala gente ¿qué pasa peña? Ari aquí presente, en la puta casa
------
Porque sé que tú ves lo mismo que yo,
------- Si fuera por Lea me vería en primavera
y no me quedo corto Ya sé que no te copa que le ponga miel a todo????? ----
pero no puedes fumar durante el embarazo pq sino los nenes salen malos degenerador y no soy obergrupenführer para salvarlos pillaste la referencia probablemente no si no ves el hombre en el castillo pero yo sé que te gusta dellafuente que tiene estrella mandalica anti sectas anti Cruz rojiana acabar con la cruzada desde la plataforma rosacruz feminista.
En contra de la verdad de género reo y rea.
y rosalía sólo busca encarcelar a las zorras solo si entiendes el mensaje
y deshaces el disco tu solo los ángeles.
una seguridad de hierro en su tierra el Bagdad.
solo fui entrenado para ello mientras estuve al cuidado de la reina. siendo niño espiritual se reían de mi sin saberlo pero el rey leónrequiere un despertar tardío.
una explosión de nuevo carácter real, enfermo.
cuanto más huesos rotos más agua crees que están formadas como gallardo el que le pone a mamá que es del pp nueva generación.
su doble se entero de que la contaminación es el origen de la enfermedad de crohn q es la enfermedad falsa más humana inventada para la familia.
El estado de salud es consecuencia del afectivo. querer recibir amor no es amar. amar es dar sin esperar a cambio. lo otro es una degeneración una moneda de cambio q entra en la lógica capitalista
y el verdadero cristianismo es antisistema. Jesus era un kamikaze. El ser en sí mismo sale en la ruina del ser.
Como un fénix que se regenera a sí mismo ante situaciones de crisis psicológica grave.
Esa es la salvación que nos da la verdad sobre la vida que es inefable porque si no sería una mentira.
Describir es mentir si mentir es no decir la verdad. ya que describir es decir como es algo y ese algo no es siempre como se dice.
es algo es y su nombre debe rellenarse con todo el significado de su ser. Si no las palabras dejan de tener sentido.
es por ello que la verdad no puede conseguirme mediante infinitos matices
0 notes
marcosernestomarsal · 2 years ago
Text
RAMONES RAMÓN
Los Fonemas nacen del aburrimiento por Haedo, provincia de Buenos Aires. Fede, Laucha y Ramon descubren que si expresan con instrumentos lo que sientes, puede surgir algo que guste a los demás.
Sus familias, ninguna está de acuerdo con la pasión que ellos encuentran en conectar sus instrumentos y sacar afuera lo que jamás podrían ni siquiera balbucear.
- Pero Fede, ¿cuando van a tocar en un bar o algo? - le pregunta el padre que quiere apoyar a su hijo pero no sabe cómo. - Estamos encontrando el sonido, ¿no cierto muchachos?
Laucha sale del baño, y Ramon está comiendo las papas fritas que sobraron del cumple de la abuela Claudia.
- Ey, ¿cuándo van a hacer un tema para mí? - pregunta Fabi, la hermana de Fede que a Laucha le provoca sensaciones. - Anda a estudiar vaga.- dice Fede que conecta su guitarra y nota que Ramon no está en sus mejores días. - Le estas dando mucho al aro Ramon. - Es que el baterista de los Guns… - No, pero los Guns Ramon son estrellas, nosotros somos una banda de barrio, tenes que bajar un toque. - ¿El volumen? - Sos un pelotudo Ramón. - dice Laucha que conecta el bajo, Ramon se rasca el oído. - Si, el éxito se labura. - Bueno, voy a mejorar.
Fonemas ensaya los viernes, pero últimamente el acople del garage los está limitando en sus horizontes y expectativas.
- Che pa, ¿cuando vamos a poner los maples que me dijiste? - ¿Vos decis que funciona? - Y, ¡probemos! - Claro. A ver.
Diego camina hacia el supermercado chino que cierra a las 15 hs.
- ¡Que haces Wang! - ¡Diego! - ‘Cuchame, necesito unos maple. - 100 pesos. - Nono, sin huevos, solo el carton. - Okey.
Wang corre los huevos a otros maple y le da algunos a Diego.
- ¡Sos el number one, Wang!
Y Diego vuelve caminando en chancletas hacia su garaje, donde supo tener un Renault Fuego. Fede intenta despegar la cinta scotch con los dientes.
- No Fede, mandale clavos papa. - ¿Seguro? Es tu garage viejo. - Ya fue hijo, rock n’ roll. - Ayudame Laucha.
Laucha intenta clavar los clavos pero insiste en mirar a Fabiana que agarra coca cola de la heladera. Juntos ponen los maple y Ramon vuelve del zapatero donde su tío trabaja.
- Que son, ¿maples? - Si Ramón, es para el sonido. - A ver probá la bata.
Ramón prueba pero es evidente que no hay mucho cambio en el sonido.
- Ya fue, vamo a tocar. ¿Qué es eso Laucha? - Ah nada, una letra que hice recién.
Fede la lee y entiende la cursiva esa.
- ¡Ramon hacé silencio! - Ok.
Ramon no lo dice pero reprime todas las objeciones sin justificar de los deseos de sus amigos que quieren ser estrellas del rock. Sin embargo Ramón es de esos seres que solamente redirigen la frustración hacia el bien. Quedan, algunos, Ramones.
- Che me gusta Laucha, a ver vamos con un escala común...
youtube
- Ey, que paso? - Se corto la luz. - ¡Chicos se cortó la luz! - dice Fabi que baja corriendo y Laucha no la mira esta vez, a propósito. -¡Que verga! - Ramon, de atras.
Fede se rasca el mentón e intenta tomar coca-cola pero se le vuelca sobre el parlante principal.
- ¡La concha de la lora! -Tranca - le dice Laucha - quizás suena mejor.
La luz vuelve, los chicos se miran, y Fede, que tiende a empujar, pide la de Ramon:
youtube
Y así, los Fonemas empezaron a girar por la ciudad, dicen que todavía tocan por ahi, que Laucha no encuentra el momento, que Fede quiere ser ingeniero, y que Ramón es Ramón.
0 notes
neuroconflictos · 3 years ago
Text
'Cualquiera diría al verte
que los catastrofistas fallaron:
no era el fin del mundo lo que venía,
eras tú.
Te veo venir por el pasillo
como quien camina dos centímetros por encima del aire
pensando que nadie le ve.
Entras en mi casa
—en mi vida—
con las cartas y el ombligo boca arriba,
con los brazos abiertos
como si esta noche
me ofrecieras barra libre de poesía en tu pecho,
con las manos tan llenas de tanto
que me haces sentir que es el mundo el que me toca
y no el chico más guapo del barrio.
Te sientas
y lo primero que haces es avisarme:
No llevo ropa interior
pero a mi piel le viste una armadura.
Te miro
y te contesto:
Me gustan tanto los hoy
como miedo me dan los mañana.
Y yo sonrío
y te beso la espalda
y te empaño los párpados
y tu escudo termina donde terminan las protecciones:
arrugado en el cubo de la basura.
Y tú sonríes
y descubres el hormigueo de mi espalda
y me dices que una vida sin valentía
es un infinito camino de vuelta,
y mi miedo se quita las bragas
y se lanza a bailar con todos los semáforos en rojo.
Beso
uno a uno
todos los segundos que te quedas en mi cama
para tener al reloj de nuestra parte;
hacemos de las despedidas
media vuelta al mundo
para que aunque tardemos
queramos volver;
entras y sales siendo cualquiera
pero por dentro eres el único;
te gusta mi libertad
y a mí me gusta sentirme libre a tu lado;
me gusta tu verdad
y a ti te gusta volverte cierto a mi lado.
Tienes el pelo más bonito del mundo
para colgarme de él hasta el invierno que viene;
gastas unos ojos que hablan mejor que tu boca
y una boca que me mira mejor que tus ojos;
guardas un despertar que alumbra las paredes
antes que la propia luz del sol;
posees una risa capaz de rescatar al país
y la mirada de los que saben soñar con los ojos abiertos.
Y de repente pasa,
sin esperarlo ha pasado.
No te has ido y ya te echo de menos,
te acabo de besar
y mi saliva se multiplica queriendo más,
cruzas la puerta
y ya me relamo los dedos para guardarte,
paseo por Madrid
y te quiero conmigo en cada esquina.
Si la palabra es acción
entonces ven a contarme el amor,
que quiero hacer contigo
todo lo que la poesía aún no ha escrito.'
Elvira Sastre
64 notes · View notes
mondosalamone · 8 months ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Es invierno en Azul, pero el sol brilla y los arquitectos, los fans y los aficionados de Francisco Salamone andan correteando entre el Teatro Español, el hotel y los bares. Son las primeras Jornadas Salamone y, claro, se hacen en esta ciudad, donde el arquitecto dejó la más desmesurada de sus obras: una portada de 22 metros de altura para el cementerio. El cuerpo central tiene las letras RIP en gigantes placas de mármol negro y, delante, el brutal ángel de hormigón, su escultura más famosa, obra maestra del art déco y presencia maldita. En Azul la llaman «El Ángel Exterminador» o «El Ángel Vengador». Dicen que, cuando Salamone se la presentó al intendente, en los años treinta, el pobre funcionario murmuró que parecía algo maligno, una obra del Demonio. Eso parece. En cualquier caso, el Ángel no da ninguna idea tranquilizadora sobre la muerte, no es una imagen de alivio ni de pasaje, sino un juez severo, como una deidad egipcia dispuesta a arrancar y pesar un corazón. La escultura es enorme y cambia según la luz el sol: sus alas facetadas, sus ángulos, producen sombras que dan una ilusión de metamorfosis. Aparece tan de repente, además, al doblar la esquina en esta ciudad de casas bajas, muchas lujosas, en plena rica pampa húmeda. Es una aparición inesperada que no tiene nada que ver con el barrio, que no se anuncia, que parece depositada ahí, abandonada, como un artefacto de otro mundo.
📖Alguien camina sobre tu tumba · Mariana Enríquez 📷 2021
67 notes · View notes
mid-night-rainy · 3 years ago
Text
Cualquiera diría al verte
que los catastrofistas fallaron:
no era el fin del mundo lo que venía,
eras tú.
Te veo venir por el pasillo
como quien camina dos centímetros por encima del aire
pensando que nadie le ve.
Entras en mi casa
-en mi vida-
con las cartas y el ombligo boca arriba,
con los brazos abiertos
como si esta noche
me ofrecieras barra libre de poesía en tu pecho,
con las manos tan llenas de tanto
que me haces sentir que es el mundo el que me toca
y no la chica más guapa del barrio.
Beso
uno a uno
todos los segundos que te quedas en mi cama
para tener al reloj de nuestra parte;
hacemos de las despedidas
media vuelta al mundo
para que aunque tardemos
queramos volver;
entras y sales siendo cualquiera
pero por dentro eres la única;
te gusta mi libertad
y a mí me gusta sentirme libre a tu lado;
me gusta tu verdad
y a ti te gusta volverte cierta a mi lado.
Tienes el pelo más bonito del mundo
para colgarme de él hasta el invierno que viene;
gastas unos ojos que hablan mejor que tu boca
y una boca que me mira mejor que tus ojos;
guardas un despertar que alumbra las paredes
antes que la propia luz del sol;
posees una risa capaz de rescatar al país
y la mirada de los que saben soñar con los ojos abiertos.
Y de repente pasa,
sin esperarlo ha pasado.
No te has ido y ya te echo de menos,
te acabo de besar
y mi saliva se multiplica queriendo más,
cruzas la puerta
y ya me relamo los dedos para guardarte,
paseo por Madrid
y te quiero conmigo en cada esquina.
Si la palabra es acción
entonces ven a contarme el amor,
que quiero hacer contigo
todo lo que la poesía aún no ha escrito.
Elvira Sastre
4 notes · View notes
lapoesiaembiste · 4 years ago
Text
Renato Salas embiste
Tumblr media
En esta ocasión presentamos para todos los seguidores de la poesía embiste una breve selección de poemas del escritor peruano Renato Salas Peña (Lima,1971)
Mamani toma la combi de regreso a Itaca
Cuéntame, engáñame,
Sarita Colonia,
Beatita Melchora,
de ese vago varón
que en huevero
y desempleado paso
tras destruir
la amurallada
ciudad de Palomino
se fue a gorrear
el licor de otros hombres
de otros pueblos
y se aprendió
sus pensares
y casi ahoga
en alcohólicos mares
donde esos amigos
del barrio
pueden desaparecer
y desaparecieron
por cojudos y heroicos
tras devorar
a dulces travestis.
Sí, hijas de Pachacamac,
inventen mentiras
del que aún no llega a casa
el que se quedó dormido
y pepeado en el hostal Calipso,
de quien los dioses
ya se compadecen.
Anda, mi Sarita Colonia,
y pídele a nuestro
padre inmortal
por nuestro ingenioso
y astuto Mamani
que a pesar
de las mañosas caricias
él clava en los tatuajes
del recuerdo
su cerro preñado
de esteritas
en donde sacrificaba
los más gordos cuyes
y ofrendaba
su primer vaso de yonque
a ti, cosmogónico,
que ahora le niegas
el perdón.
Y el dios Sol
le habló, hija mía,
qué palabras caen
de tu cariada dentadura,
cómo olvidarme del Mamani
del astuto y pendejo
del que quiñó el ojo
al hijo de nuestro Rímac,
río agónico y
por más que se enhuaique
no le quedará otra
que chantar en la cocina.
Y es por esto
que el dealer más veloz
fue enviado
donde las trenzas
de la chola más bella,
y así se decidió
su regreso a casa
en la combi
más destartalada.
Una niña le niega el agua al Mamani
Porque todos en algún momento
tomaron con Mamani
y de gozo sorbieron con la Pachamama
todos los rones de la ciudad.
Pero desde que los reyezuelos
envidian su suerte de ekeko
han enviado prohibiciones
de brindar ni un solo cuarto de hostal
en la ciudad de Palomino
a nuestro desterrado héroe
bajo pena de perder su mínimo vital
e incluso la cara de los ojos.
Y ante la resaca que es el deshonor
y ante el ay que es tan sed
nuestro Mamani ruega por agua argüediana
y esa niña de nueve años
cholita de mejillas puka ardiente
le dice, mi señor, tú que ceñiste
en buena hora todas las botellas
y todos los cigarros metamorfoseados
hoy, no podemos asilarte
no nos atrevemos a cantar tu ritmo
a seguir la ruta de tus sueños.
Mamani, con nuestros males, nuestras gripes
nuestras aguas de balde
no ganas nada, sigue la ruta de salida
y que los apus te envuelvan de protección,
volviendo a cerrar su puerta
y dejando en claro que aquí, nadie te quiere.
Caronte cruza el río en combi asesina
Por mí se va a Cailloma
por mí a Puerto Nuevo
por mí se van a la mierda.
Dejen la esperanza
y entren,
yo por siempre duro
y en donde ya la inteligencia
fue quemada-fumada
en donde
todos aúllan
y el ocio da ocio
porque ni de eso
hay esperanza.
Son masas que marchan
sin memoria
sin tan nada
y van sangrando
picoteados-ninguneados
por mosquitos y polillas
y se juntan
a la orilla
de nuestro río mudo
arrochado
que ni orines trae
solo a ese viejo
pastrulo y pálido
que desde esa combi asesina
viene cantando
Acho-Abancay
en donde todo es esmog
chups de a sol
y papas rellenas de pobreza.
Ay, Caronte,
llévame
por una china
al lado otro
blasfemando
la historia del Perú
y amontonándose,
paleteándose, excitándose
van en ese
infame Metropolitano
y bajando
con pie derecho
a la volada
se cruza el rojo
y camina cual
raza maldecida
de Adán
silbando una canción
entre huelgas
y olor a lacrimógenas.
Mamani muere debajo de su cama y es tirado al tacho de basura
Cuando Mamani se despertó una mañana
tras un sueño amanecido y resaqueado
descubrió que el acné adolescente
lo seguía desfigurando
y por más que quiso levantarse
para ir a la fábrica de chocolates
donde trabajaba ya hace doce días
decidió dejarse caer mirando al techo
y revisando todas las páginas porno
que ofrece este deshumanizado sistema.
Por más que tumbaron su puerta
y llegó la asistenta social a preguntar si aún vivía
y su hermana la Grete
trató de convencerlo
de que tan feo no estaba,
él ya había decidido quedarse en cama,
como Onetti,
por el resto de sus días
que le quedaban a ese almanaque
que obsequian en la pollería del Chino Raúl
donde le compraba sus huesos al K,
perro callejero que un día lo siguió
a pesar de las patadas y pedradas que le arrojó.
Y allí se mantuvo
dormitando, masturbándose,
alienándose con talk show y programas concurso
y engordando como un chinche
atragantándose con las sobras
que en la cocina familiar iban arrumándose
por rincones insospechados
generando vida propia
y dejándose morir
envuelto en sus sábanas
trepando por sus paredes
escondido debajo de la cama
y siempre husmeando tras su puerta
ese nexo con la realidad
con las verdades más insoportablemente falsas.
Y un día,
esa emoción barata lo hizo salir de su cuarto
ese ritmo de chicha achorada
lo deshumanizó y bien borracho
y perdido en algún cono de la capital
cuando aún no amanecía
le clavaron un cuchillo por la espalda
para quitarle sus zapatillas, un celular sin señal
y tres soles cincuenta
que había separado para su pasaje de regreso.
Pudo llegar a casa
y se tendió amable, casi tierno,
a esperar la muerte debajo de su cama.
Estos textos pertenecen al nuevo trabajo poético de Renato Salas titulado MAMANI, EL TIMADOR próximamente a publicarse.
Tumblr media
Una fotografía junto a Renato Salas en la presentación de su tercer libro Corsé.
2 notes · View notes
delaoscuridadbajoelneon · 10 months ago
Text
Historias de Galerías #2
Jenny
I
Entre ahí por alguna clase de estúpida venganza.
Por rabia.
No estaba caliente.
La calentura llegó una vez dentro, cuando la Karen se terminó de despojar de su pequeño bikini en el tercer vaso de jugo y se fue a buscar otro para ella. Fue la visión de su cuerpo desnudo bajo las luces negras, abriendo un refrigerador y sirviéndose un vaso de algo lo que encendió el deseo dentro de mi. Camina y veo sus dos grandes pechos balancearse con cada paso que da sobre esos inmensos tacones. No me habla. Solo me baila. Y eso está bien.
Porque no tengo ganas de hablar.
Deja su jugo en la barra, al lado del vaso de bebida del cual no me he tomado ningún sorbo. Sigue bailando, restregando su cuerpo contra el mío, apoyo mi pelvis contra su culo, buscando que sienta lo dura que se me ha puesto la verga. Solo se dos cosas de ella; que es de República Dominicana y que se hace llamar Karen.
Se da vuelta. Le agarro el culo mientras me abraza. Sumerjo mi cara en medio de esas tetas, de pezones grandes y oscuros.
*****
La Jenny es una maraca.
Aunque ella no crea serlo.
En un comienzo me mordió la mejilla, como un juego, mientras trabajabamos. Aun éramos amigos.
Después de esa mordida ya no éramos solo amigos. Fue ese el momento en el que todo cambio.
Siempre me atrajeron sus escotes. Después de un carrete, por alguna clase de apuesta estúpida con ella, le agarre un pecho en la calle.
En Teatinos, entre Catedral y Compañía, afuera de un café con piernas que ya estaba cerrando; caminando hacia Mapocho, tras habernos tomados unos cinco pitchers en los Chinos con otros compañeros de trabajo de quienes huimos en silencio. Meto mi mano a través del escote de la blusa que usaba aquella noche. En la palma de mi mano tengo su pecho izquierdo. Tibio y suave. Con el pulgar juego con el pezón, que se pone duro apenas lo toco.
Al igual que yo.
Nos besamos.
Nunca llegamos a dónde íbamos.
Terminamos en mi departamento.
La Jenny no era una chica normal, era de aquellas que era imposible ignorar cuando veías sus grandes pechos en escotes inmensos que no ocultaban nada; era de aquellas mujeres que llenaban tu cabeza de fantasías porno cuando contemplabas su redondo trasero en pantalones demasiado ajustados que amenazaban romperse a cada paso.
Ella era la mujer que las demás mujeres odiaban por ser tan descaradamente sexual, por su look de puta desenfadada, con su actitud nihilista y hedonista, que era una de las cosas que mas me fascinaban de ella. Es un par de años menor que yo, pero aparenta más. Su rostro carga las marcas de los años que ha pasado, y que te gritan que han valido la pena.
El rostro de los que viven la vida al máximo.
Cuando hablabas con ella, todo se convertía en un coqueteo constante, dónde ella te media en cada respuesta que podías dar, y si eras afortunado, tenia la capacidad de hacerte saber que los límites para romperse. Y si ella decidía que si tú vales lo suficiente, ella puede romper esos límites contigo.
La Jenny nunca me juro amor eterno. Tampoco le hubiera pedido que lo hiciera. El Amor es una forma de prejuicio. Una estupidez.
Yo no la ame.
Nunca.
Ella a mí tampoco.
Caminamos por la oscuras calles del Barrio Bellavista. Es de madrugada. Tomamos una petaca de pisco sour mientras caminamos a través de calles eternas y vacias.
Odio el pisco sour, pero odio más estar lúcido.
Llévame a tu departamento Me pide.
El taxista mira como nos besamos a través del espejo retrovisor. Hundo mi mano en su escote para que vea algo interesante. Le saco ambos pechos, corriendo la delgada tela del peto que viste. Las sostengo en mi mano y juego con su pezón izquierdo, igual que la primera vez. La Jenny me sujeta la mano, para que la deje ahí.
Ya en la mañana, se pasea desnuda por el departamento. Yo la miro desde la cama. Regresa con un café.
Le pellizco un pezón cuando se sienta.
Se ríe. La Beso. Deja el café a un lado. Hacemos el amor otra vez.
En las mañanas que vendrán no despertara conmigo para hacer el amor. Simplemente se ira. Dejando un espacio vacío y húmedo a mi lado.
*****
El cuerpo de la Karen es suave y terso.
Con la punta de los dedos recorro su silueta, que desnuda se retuerce entre mis brazos. Recorro la forma de su culo y de su cintura. Para subir mis manos por su estómago hasta llegar a sus pechos, que afirmo a manos llenas.
Los pechos de la Karen son duros y turgentes.
Los de la Jenny, blandos y sinuosos.
Los aprieto. Podrían ser de silicona. No sé. No tengo idea. Me da lo mismo.
Recuerdo a la Jenny. La vez que me dijo que si no tuviera un hijo y tuviera el cuerpo, habría sido actriz porno.
Le creí.
Esa noche vimos una película de la serie Naughty America que descargue de internet. Decidimos imitarla. Tuvimos sexo en el baño tratando de fornicar como Eve Lawrence y algun ser anónimo lo habían hecho. Quise terminar en sus tetas, le rogue para hacerlo, pero se rehúsa por el asco. En vez de eso, eyacule en su culo, esparciendo mi semen a través de sus nalgas con mi verga, una vez que ella ya había tenido su orgasmo.
Me dijo que no le gustaba el olor del semen.
No le creí. No sé por qué.
La imagen de mi leche chorreando por su culo, mientras ella entraba a la ducha para bañarse se quedó en mi cabeza por dias.
Esa mañana, se marchó antes de que yo despertara.
II
La Karen me dice que si quiero un polvo me cuesta 30 lucas. Consumo incluido.
Pero me hace un precio y quedamos en 25.
Me arrastra a una pequeña pieza en la parte trasera del local, donde hay una pequeña figura de una virgen mirando a la pared, en un plato lleno de monedas de 10 y 100 pesos. Ella enciende un incienso y una vela. Me pregunta que es lo quiero.
Me da lo mismo Respondo.
Tomo sus pechos en mis manos y comienzo a lamerlos, sorprendiéndome por lo grande que son sus pezones. Me comenta que quiere ir a Tacna a operarse y afirmárselos. Le respondo que no le hace falta. Sus manos bajan hacia mis pantalones y los desabrocha. Caen al piso. Mi pene erecto queda solo cubierto por un boxer que me aprieta demasiado.
La Jenny era buena para chuparla. Siempre lo hacía, antes de tener sexo, cuando desnudos nos besábamos y lamiamos hasta ya no dar más. Siempre recordaba aquella vez, en la que el acostado en la cama, entregado, sentía como su lengua y labios subían desde el interior de mis muslos, lamiendo y besando, cada centímetro de piel para atrapar mi verga palpitante en su boca, y chuparla hasta llevarme el éxtasis absoluto, solo para detenerse cruelmente instantes antes de que eyaculara y decirme, apretando con sus manos expertas firmemente la base de la verga, aún con un delgado hilo, mezcla de semen y saliva colgando de la punta sus labios, que no hay nada más duro que una verga antes del primer orgasmo, y una de sus cosas favoritas en la vida era una verga bien dura.
La Karen me baja el boxer. Y solo pienso en que tuve que haberme afeitado las bolas.
Me pone el condón. La comienza a chupar. Lo hace bien. Pero sin alma. Mecánica. Como una boca de plástico, que se mueve automáticamente. Succionando de manera rítmica y monótona.
Le agarro las tetas para calentarme un poco.
***
La Jenny solia darse demasiadas vueltas por el departamento. A veces usando un pequeño colaless; otras solamente vistiendo cualquiera de mis camisetas, las que nunca le cubrían ni el culo o su entrepierna; pero la mayoría de las veces solo lo hacía totalmente desnuda. De la habitación a la cocina, para volver al living con dos tazas de café, dónde yo la esperaba acostado en la alfombra, también desnudo, solo por qué vivo en el piso 18 de un edificio de Santiago Centro que da a la cordillera. No hay ningún edificio al frente en varias cuadras. Por eso en la Sala de Estar no he puesto cortinas. No las necesito. Nadie me puede ver acá. Ni a la Jenny paseándose desnuda para servirme desayuno. O tomando el sol de la mañana, acostados en la alfombra, desnudos, fumando y viendo televisión.
Algunas veces me acosté al lado de ella y tuvimos sexo en la alfombra. Mientras el sol nos entibiaba el culo en esas heladas mañanas.
La Jenny arrienda una pieza en un cite de Mapocho, que está lleno de peruanos.
Raras veces fui donde ella vivia. Sola. Tenía un hijo que estaba bajo el cuidado de sus abuelos en no sé qué región del sur.
En su pieza habia solamente una cama de una plaza y media. Un closet. Una cómoda con un televisor encima. Una repisa y fotos de la familia en toda la pieza.
Sobre la cama, en cuatro, ella me entrega su culo en alto, mis manos bajaban desde su cuello, a través de su espalda para sostenerla de la cintura, para entrar en ella, en su vagina caliente y húmeda.
En la radio suena una vieja canción de Bon Jovi que no alcanza a ocultar sus gemidos ni el sonido de mi cuerpo golpeando sus nalgas. Cuando siento que estoy a punto de acabar me detengo, la Jenny me pide que no pare, sintiendo como mi verga palpita dentro de ella. La saco lentamente buscando no correrme. Respiro hondo y observo mi verga dura envuelta en latex, para después observar su culo dispuesto ante mi. Su cuerpo se estremece cuando acaricio su vagina húmeda. Su respiración se corta cuando la penetró con mis dedos sin dejar de presionar su clítoris que se alza en la penumbra de la habitación. Su culo se levanta aún más cuando mi pulgar comienza a jugar con su ano que se abre de a poco para mí. Mi verga se acerca lentamente a su culo, buscando entrar. Cuando ella, con ambas manos abre sus nalgas para mí, es la señal que estaba esperando y decido entrar.
Lentamente.
Atento a cada gemido.
Deleitándome en el calor de su cuerpo.
Hasta que tome noción de dónde realmente estaba.
Se me hizo raro tirármela por el culo mientras su hijo nos miraba desde la mesa de noche.
El niño tiene 10 años. Ella, 24.
Apenas pude acabar.
Cuando me ponía los calcetines me comentó lo aburrida que estaba de todo.
No la escuche.
Me fui.
***
La Karen me la deja de chupar y se levanta, para darse vuelta y ofrecerme su culo.
La mamada fue una mierda.
Se abre de piernas apoyándose en el respaldo de un piso, y me sorprende el contraste de lo rosado de su vagina con el moreno de su piel.
Tomo mi verga y la acerco lentamente, frotandola en los labios para metersela lentamente. La Karen me guía con la mano mientras gime como si realmente lo disfrutara. tanto, que es obvio que es falso.
Le pego una nalgada y gime un poco más fuerte. La embisto, cada vez más rápido, buscando que la calentura no se diluya. El sonido sordo que hacen sus nalgas cuando chocan con mi cuerpo cada vez que se la meto hasta el fondo me mantienen caliente.
Le agarro una teta. Le pellizco un pezón.
Ella aún gime.
Dice cosas que con su acento caribeño me son raras. Me recuerda a ciertas pornos brasileñas que he visto. Y quizás un poco a Mónica Mattos.
La Jenny nunca hablaba cuando cogíamos. Solo gemía. Y la intensidad de los gemidos variaba según el grado de alcohol que tuviéramos en el cuerpo al momento de coger. Ni siquiera me respondío a lo que le decía la vez que jugamos a ser actores porno en el baño de mi departamento.
La única vez que hablo, que me dijo cosas, fue la vez que lo hicimos en la casa de la Paola, durante una fiesta en el día del Trabajo
La había visto bailar por horas. Con el Toño, con el Sergio, con el Marco, con la Priscilla, con la Paula, con la Nathalie.
Vestía una ajustada mini falda con tacos altos, que insinuaba el delgado colaless que usaba . Y una blusa roja con los primeros botones abiertos que dejaban vislumbrar lo redondo y grande de sus pechos, que se movían al ritmo de las cumbias.
Se veía más puta que nunca. Y eso me encantaba.
Eran las tres de la mañana y nos arrancamos de la fiesta en el living a la pieza de la hija menor de la Paola, cuya puerta trancamos con el velador.
Y ahí, entre posters de Barbies y Princesas Disney, peluches de Barney y muñecas de Jesmar que nos miraban desde la repisa, sobre un cubrecama de Toy Story con un estampado de la Vaquera Jessie, follamos como nunca lo habíamos hecho.
Un polvo lleno de amor, odio, lujuria, y quizás rabia.
Sin darnos el tiempo de desnudarnos nos abocamos desesperadamente el uno al otro. Trato de chupar sus tetas por sobre la blusa. Ella frota desesperadamente mi verga por sobre mi pantalón. Apenas logro desabrocharme y ella saca mi miembro erecto para llenarse la boca.
Abro su blusa y bajo su sostén dejando sus pechos libres, que mis manos aprietan, sujetan y dejan caer como en las películas porno que he visto. Cuando siento que estoy a punto de acabar, le pido que se detenga. Ella lo hace. Y observo su rostro, sonriendo y sudoroso con mi verga aun atravesando sus labios.
La levanto y acerco a mi. La beso. Un beso que me recuerda aquella primera vez que la bese en teatinos. Sus manos acarician mi rostro. Las mías bajan de su cintura hacia su culo, solo para subir la falda y poder acariciar la tibia carne que me embriaga.
Amo tu culo Le susurro.
Ella me sonríe sin dejar de besarme.
Metemela me pide Solo metemela
Yo con los pantalones y los calzoncillos enredados en los tobillos.
Ella con zapatos de taco alto y la falda en la cintura.
Se recuesta en el borde de la cama y rapidamente le saco el colaless, para apoyar sus piernas en mis hombros.
Sudando alcohol.
Ebrios.
Me pongo el condón sin siquiera darme cuenta. Mi cerebro funciona en modo automático. Frotó mi pene a través de su vagina antes de metérsela. Abriéndola un poco más. Golpeando su clítoris con mi cabeza, roja e hinchada cubierta de latex. Entro. Ella gime cuando la siente toda dentro de si. Abro su blusa, desabrochando cada botón luchando contra mi necesidad de romperlos. El sostén se resiste. Al ser incapaz de sacarlo, ella lo levanta dejando sus pechos libres para mí, que agarro con mis manos sin nunca dejar que sus piernas bajen de mis hombros.
Pellizco sus pezones.
Siento sus manos en mis caderas buscando que la meta cada vez más rápido, más fuerte
Su humedad me invade. Su aroma me enciende aún más.
Chupo sus tetas. Lleno mi boca de su carne, tibia y suave. Sus pezones se endurecen al contacto de mi lengua.
Sus piernas me cruzan la cintura.
Sus dedos se enredan en mi cabello.
Subo, buscando sus labios y lengua.
Nos besamos hasta casi arrancarnos los labios.
Entonces se lo pedí.
Quiero acabar dentro tuyo Le dije en el oído, en un susurro.
Si, yo también quiero que termines en mi Me respondió Dame toda tu leche, toda tu lechecita...
El condón acaba en el piso. Jenny se acomoda en la cama al mismo tiempo que se saca la falda, quedando desnuda de la cintura hacia abajo y se abre de piernas, esperandome.
Me acerco, subiendome sobre ella. La beso antes de volversela a meter. Era la primera vez que lo hacíamos así. Sin nada entre nosotros. Se sentía bien. Demasiado bien. Su vagina era un túnel caliente y húmedo, que se apretaba en torno a mi verga. Cruzó sus piernas en mi cintura. Metí mis manos bajo su culo, mientras la metía y sacaba.
Así, métemela más fuerte, más fuerte...
Era el alcohol que hablaba por la Jenny. Y me gustaba. Había estado con otras mujeres que decían cosas mientras cogíamos, pero no era lo mismo. Con la Jenny era diferente. No eran simples palabras. Eran pequeñas órdenes.
Pequeños ruegos en forma de jadeos.
Cambiamos de posición. Se subió arriba mío, dándome la espalda
Lo que en el porno se llama “Reverse Cowgirl”
Me encanta tu tula, tan larga y dura, así, sigue así, no pares.
Su ritmo aumentó. Una muñeca cayó de la repisa. Mis manos bajan por su espalda para agarrar su culo. Tomo cada una de sus nalgas, apretandolas, abriéndolas, dejando a la vista su pequeño ano que acaricio por encima con mi dedo pulgar.
Ya viene, no paris, sigue así hueon, métemela más fuerte.
Los golpes de la cabeza de la cama contra la pared aumentaron en velocidad. Su culo baja y sube a través de mi verga hasta que acaba. Termina. Su orgasmo fue largo y extendido. Una Delicia. Sus gemidos parecen pequeños gruñidos. Me aprieta. Gotas de sudor recorren su cuerpo. Mi pene aun esta duro dentro de ella.
Que rico, todavía está durita Dice, mientras mueve el culo en círculos para extender la duración de su orgasmo. Todo mi dedo pulgar penetra su ano. Levanta su culo lentamente y mi verga sale húmeda e hinchada de su vagina palpitante. Le ordenó que se ponga en cuatro. Obedece. Me saco las zapatillas y los pantalones y me ubico tras ella. Acaricio su vagina caliente y meto dos dedos dentro. Le pregunta si le gusta.
Me encanta
Con mi mano izquierda abro sus nalgas, dejándola descubierta para mi. Con mi mano derecha sujeto mi verga y se la meto. Le agarro una teta y la tomo del pelo. Gime. La trato de perra. Le pregunto si le gusta como se la meto. Ella responde que si.
Yo soy tu perra...
Yo soy tu puta...
Yo soy tu maraca...
Le doy nalgadas. Mi pene entra y sale mientras que mi pulgar juega dentro de su ano. Siento que el orgasmo se acerca pero aún no quiero acabar, trato de bajar el ritmo pero le Jenny comienza a mover el culo frenéticamente. Me quedo quieto, tratando de no pensar en nada, pero ella se mueve más rápido, más fuerte, hasta que ya no puedo aguantar más. Eyaculo dentro de ella, chorros interminables de semen. Gimo demasiado. Mi verga sigue palpitando sin escupir ya nada.
Mierda exclamé que delicioso
La saco. Comienzo a vestirme. Ella esta aun en 4 sobre la cama. Cae semen de su vagina, que corre por sus muslos, para manchar el cubrecama de Toy Story. Hay otras manchas. Las limpiamos como podemos.
La pieza apesta a sexo.
Nos vestimos.
Volvemos a la fiesta.
III
La Karen está en cuatro, afirmada en la pared. Hay un cuadro de una virgen en el que no me habia fijado, que se mece al ritmo de cada una de mis mis arremetidas. ¿Qué virgen es? No tengo puta idea.
Termino.
Pero es el recuerdo del polvo con la Jenny en la casa de la Paola lo que me hace acabar.
No el cuerpo, ni el culo ni las tetas de la Karen.
El recuerdo de ese polvo rodeado de juguetes de una niña de apenas cinco años.
Después, cuando la fiesta ya acabo, caminamos hacia un paradero para tomar la micro. Caminamos en el silencio de la madrugada, en una villa donde todas las casas son iguales. Todo es aburrido en este mundo. Excepto nosotros. Dormimos una hora antes de salir. Ya van a ser las ocho de la mañana. La Jenny apenas camina por el dolor de pies. Es por culpa de esos zapatos de taco alto que siempre usa y todo lo que ha bailado. La miro de reojo. Imagino sus piernas desnudas rodeándome.
La invito a mi departamento.
Me dice que no.
Se va.
Yo me quede en el paradero un rato más para fumarme un cigarro.
La Karen me saca el condón y lo envuelve en un trozo de papel confort, que luego mete en una bolsa negra.
Me limpio con un trozo de papel higiénico.
Se despide con un beso. Uno en cada mejilla.
Salgo al café otra vez. Oscuro. Estrellas, lunas y corazones de cartulina blanca que se destacan bajo la luz negra. Al igual que las pelusas en mi ropa que veo reflejadas en el espejo.
El local está vacío. La cajera aburrida juega con su celular.
Reviso que el cierre del pantalón este arriba y salgo.
Me despido de las tres cafeteras que están en la puerta, que se despiden con sonoros besos que me lanzan por los aires. Hago que los atrapo y que los guardo en un bolsillo.
Se ríen.
El café está ubicado en una galería en la que solamente hay cafés con piernas. Santo Pecado, California, Divas, TKche y otros nombres igual de maracos.
Una mujer gorda en Bikini, con calcomanías de estrellas en los pezones me invita a entrar a su café. Le digo que no, gracias.
Salgo a la calle Diagonal Cervantes, me pongo mis lentes y comienzo a caminar.
***
La Jenny nunca abrió la puerta cuando la fui a ver. Bajo la puerta, en el resquicio, vi un haz de luz que desapareció después de golpear las primeras tres veces. Los vecinos peruanos me miraban feo. Golpeo por cerca de diez minutos antes de desistir.
En Mapocho, entro a una botillería y me compro una petaca de pisco sour, por aquella vez que nos tomamos una caminando por el parque Forestal. Me la tomo mientras camino de vuelta a casa. En el trabajo me ignoro. Para finalmente, terminar ignorándola yo también.
Era un 25 de mayo. Estaba nublado pero de todas formas iba a ser un dia caluroso. No la esperaba. Eran las siete de la mañana. Venía saliendo de un turno de noche y me estaba esperando, mientras conversaba con el conserje en recepción. Subimos en silencio. Yo solo quería que se desnudara, para que nos acostáramos en la alfombra a ver televisión y fumar cigarrillos.
Lo hace. Me desnudo, me acuesto a su lado y comenzamos a fumar mis Marlboro corrientes. En la televisión, solo hablan idioteces. Como siempre. Tenemos sexo. Fumamos. Ella se baña y se pone mi polera vieja de The Clash. Yo desnudo, aun con el aroma de su cuerpo en el mío, la miro sentada en el sillón.
Ella mira por la ventana.
Esa mirada me desarma. Siento que estamos cerca de un punto de quiebre. Un punto donde todo cambiara. Lo nuestro puede seguir o puede acabar. Pero ya nada puede seguir igual.
Y ella lo sabe.
Ni ella ni yo somos de relaciones estables. Ambos queremos lo mismo. Pero de formas diferentes. No hablamos, ni ella no yo. Las palabras sobran. Me pide otro cigarro. Lo dice. Me confirma lo que estoy pensando.
La echo.
Le pido que se vaya. La observo vestirse por última vez, pensando de qué forma continuaran nuestras vidas. Se pone los pantalones. De espalda a mí, se pone el sostén y la polera. Es el miedo que la obliga actuar así. No quiere sufrir. No quiere enamorarse de mí.
La comprendo.
La trato de entender.
No me preocupa.
Pronto llegara otro hombre a su vida. Otro hombre que la ocupara como yo la use. Buscando no estar sola en esta ciudad de mierda, buscando algo con que llenar las aburridas tardes de los fines de semana, mientras toda nuestra vida se nos escapa de a poco.
Se despide con un suave beso en la boca.
Se va.
Pasan las horas. Me ducho. Me como un desayuno que consta de pan con palta, café y tres cigarros.
Me imagino que la extrañare.
Caminando desnuda por el departamento. Acostada en la alfombra. Tomando cerveza en Los Chinos. Enviándome mensajes secretos en el trabajo. Fumando cigarrillos en el Break. Yendo en la colación a ver pornografía en un cibercafé. Caminado de noche por el centro de camino a mi departamento.
Sé que la extrañare.
Me da rabia. Decido salir a caminar.
Llego a Diagonal Cervantes. Observo la entrada a la galería y los oscuros locales que alberga en su interior.
Prostíbulos disfrazados de cafés con piernas.
Decido entrar.
0 notes
soyelpoema · 4 years ago
Text
QUIERO HACER CONTIGO TODO LO QUE LA POESÍA AÚN NO HA ESCRITO
Cualquiera diría al verte que los catastrofistas fallaron: no era el fin del mundo lo que venía, eras tú. Te veo venir por el pasillo como quien camina dos centímetros por encima del aire pensando que nadie le ve. Entras en mi casa —en mi vida— con las cartas y el ombligo boca arriba, con los brazos abiertos como si esta noche me ofrecieras barra libre de poesía en tu pecho, con las manos tan llenas de tanto que me haces sentir que es el mundo el que me toca y no la chica más guapa del barrio. Te sientas y lo primero que haces es avisarme: No llevo ropa interior pero a mi piel le viste una armadura. Te miro y te contesto: Me gustan tanto los hoy como miedo me dan los mañana. Y yo sonrío y te beso la espalda y te empaño los párpados y tu escudo termina donde terminan las protecciones: arrugado en el cubo de la basura. Y tú sonríes y descubres el hormigueo de mi espalda y me dices que una vida sin valentía es un infinito camino de vuelta, y mi miedo se quita las bragas y se lanza a bailar con todos los semáforos en rojo. Beso uno a uno todos los segundos que te quedas en mi cama para tener al reloj de nuestra parte; hacemos de las despedidas media vuelta al mundo para que aunque tardemos queramos volver; entras y sales siendo cualquiera pero por dentro eres la única; te gusta mi libertad y a mí me gusta sentirme libre a tu lado; me gusta tu verdad y a ti te gusta volverte cierta a mi lado. Tienes el pelo más bonito del mundo para colgarme de él hasta el invierno que viene; gastas unos ojos que hablan mejor que tu boca y una boca que me mira mejor que tus ojos; guardas un despertar que alumbra las paredes antes que la propia luz del sol; posees una risa capaz de rescatar al país y la mirada de los que saben soñar con los ojos abiertos. Y de repente pasa, sin esperarlo ha pasado. No te has ido y ya te echo de menos, te acabo de besar y mi saliva se multiplica queriendo más, cruzas la puerta y ya me relamo los dedos para guardarte, paseo por Madrid y te quiero conmigo en cada esquina. Si la palabra es acción entonces ven a contarme el amor, que quiero hacer contigo todo lo que la poesía aún no ha escrito.
Elvira Sastre
20 notes · View notes
esteban2havana · 4 years ago
Text
Camina por los barrios más exclusivo de Madrid para encontrar sus pisos más económicos
La agencia cuenta con un presupuesto de 15 millones para comprar apartamentos en el mercado secundario. Y subimos esos precios en una media del 70% (ver plano a continuación), con el fin de hacerle una proposición basada en la situación presente del mercado.
Con 5 abriles de trayectoria en el sector inmobiliario, soy un hábil en compraventa de pisos y locales, ofreciendo un servicio personalizado en cada caso. Mi trabajo se caracteriza por mi transparencia, perseverancia y seriedad, mi objetivo es ayudar tanto a compradores como a vendedores a obtener su objetivo. Vendemos los pisos y casas más exclusivos de Madrid.
Tumblr media
“Las 10.000 viviendas analizadas pueden parecer una muestra pequeña, pero representan el 3% del total de transacciones. Y lo más relevante es que estamos hablando de vivienda usada en las grandes ciudades, que es un indicador principal que reflejará la evolución de nuevas alojamiento." , Apunta García-Montalvo. Según los datos de este documentación, se tardan unos 90 días en traicionar una casa en España, un período muy similar al de años anteriores. “A partir del tercer trimestre de 2020 empiezan a desmontar los días necesarios para entregar y en el cuarto trimestre están incluso por debajo de 2018, que ahora se vende más rápido”, subraya Lázaro Cubero, responsable del departamento de disección e informes del Conjunto Tecnocasa. Una de las principales conclusiones del crónica es que, en un contexto de precios a la depreciación, incertidumbre y crisis económica, quienes quieren comprar una vivienda están pidiendo rebajas de precios.
El intercambio de información entre los referidos sujetos se vuelve obligatorio para realizar actividades de intermediación a través de las referidas redes de franquicias, de lo contrario la prestación de los servicios podría ser deficiente y / o inasequible. Encuentre un asesor de ventas en su dominio que sea más emprendedor, más audaz, más rápido y le cala las puertas a su nuevo hogar.
Un beneficio de menos de 1 significa que el precio del ayuntamiento está por debajo del precio medio del mercado. Si el diferencial es superior a 1, significa que el precio () del Cabildo es superior al precio medio del mercado en esa zona. Todas estas condiciones no son tan evidentes como cabría esperar en una ciudad como Madrid. El sitio web de la Empresa Municipal de la Construcción y el Circunscripción sigue reprimiendo las condiciones de los apartamentos que busca la Municipalidad. En MADRID PRO estamos orgullosos de cumplir con nuestros compromisos con todos nuestros clientes. Siempre damos prioridad a aspectos como la confianza, la seriedad y el respeto, recogidos en nuestro código ético. Nuestra prioridad es AYUDAR tanto a quienes quieren adquirir como a quienes quieren traspasar o vender una casa en Madrid.
Tenemos a tu disposición inmuebles del tamaño que necesitas y con todas las comodidades que buscas. Si está interesado en alquilar o adquirir una vivienda de riqueza en Madrid, no dude en consultar nuestra selección de propiedades disponibles en la ciudad española. Encima, recuerda que el equipo de profesionales de la inmobiliaria de ostentación Lucas Fox está a tu disposición para resolver cualquier duda o resolver cualquier duda que te pueda surgir durante tu investigación. Si tiene un presupuesto inexacto de 80.000 euros; se puede invertir en un departamento en zonas como Vallecas, Carabanchel, Usera. Si aunque conoce el precio exacto del metropolitano cuadrado en su barrio, multiplíquelo por el número de metros cuadrados que tiene la propiedad para acechar el valía estimado de la traspaso. Hay otros factores que influyen, como la calle en la que se encuentra la propiedad, su tamaño ...
Los clientes nos cuentan que durante el comienzo decidieron entregar su casa y comprar en la sierra, un chalet con jardín, de más metros cuadrados y pagan menos de lo que pagan ahora. Incrementar el teletrabajo es otro factor que hace posible este cambio. Escondido entre las Torres Blancas y el hotel Silken Puerta América, paseará por una de las zonas más tradicionales de la ciudad. Este distrito se ha modernizado y ampliado sin perder su carácter, lo que lo reevalúa y lo convierte en un lugar privilegiado. El distrito de Prosperidad, perteneciente al distrito de Chamartín, es uno de los más auténticos y cotizados de Madrid. Es una zona ideal para vivir con una amplia variedad de ofertas gastronómicas y culturales y con grandes espacios verdes para disfrutar de cada momento.
Casa orientada al sur, muy soleada y tranquila con patio ajardinado. Buena distribución, con 2 buenos dormitorios y armarios empotrados. Empresa pionera en la promoción y dirección total de apartamentos. Disponemos de un gran número de inmuebles en propiedad, ofreciendo una amplia gama de pisos en traspaso en Madrid. Casas y chalets en venta en las mejores zonas de Madrid y su provincia. Tamara Molinillo es consultora inmobiliaria en BUSKPISO GESTIONES INMOBILIARIAS, en Carabanchel.
El precio por metropolitano cuadrado oscila entre los 5.000 y los 5.500 euros. Por otro flanco, Chamberí es una gran opción luego que todavía cuenta con importantes palacios y edificios que recuerdan al barrio de Salamanca, pero a un precio más económico que oscila entre los 3.000 y los 3.800 euros el metro cuadrado.
Con el fin de crear un inventario suficiente de vivienda pública, el Cabildo de Madrid ha puesto en marcha una operación de importación de pisos a particulares. Para hacerlo posible, elevó los precios máximos a pagar por distrito, para acercarse un poco más al precio de mercado. Mira qué tipo de apartamentos está buscando el Consistorio y qué relato de precio utiliza.
Para aquellos que buscan entregar, podría ser una opción en unos meses. ¿Necesito áreas verdes para relajarme, caminar o hacer examen? Felizmente, Madrid es una ciudad con muchos parques y jardines. Pero, por supuesto, en el interior de la ciudad hay https://ucv.academia.edu/JuanCarlosBriquet áreas menos contaminadas y con más espacios verdes que otras. Por lo caudillo, tendrá que salir del centro para respirar mejor. Aunque vivir cerca del Parque del Retiro no suena mal. En pleno corazón de Madrid o en la zona de la ciudad que prefieras, ponemos a tu disposición esa propiedad de lujo que necesitas para disfrutar plenamente de tu vida.
¿Quiero un emplazamiento tranquilo o un sitio con mucha gente? En el primer caso, debe buscar en los barrios residenciales menos céntricos, o en una villa en una ciudad suburbana o en una ciudad vecina. En el segundo caso, debería pensar más en mirar más o menos del centro de la ciudad. Comprar un habitación nunca puede ser una importación impulsiva; algo que se puede hacer sin reflexión previa. Sin bloqueo, al igual que cuando va de compras, usted tiene la última palabra. Tú eres quien mejor sabe lo que quieres, cuáles son tus evacuación y gustos, lo que más te conviene ...
1 note · View note