#cajita feminista
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HISTORIA
puedes contarme cualquier cosa creer no es importante lo que importa es que al aire mueva tus labios o que tus labios muevan el aire que fabules tu historia tu cuerpo a toda hora sin tregua como una llama que a nada se parece sino a una llama
-Blanca Varela - Valses y otras falsas confesiones (1972)
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LA ROSA
La riqueza del centro de la rosa es la riqueza de tu corazón. Desátala como ella: su ceñidura es toda tu aflicción.
Desátala en un canto o en un tremendo amor. No defiendas la rosa: ¡te quemaría con el resplandor!
-Gabriela Mistral. Tala (1938)
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La enfermera del puerto
Hamburgo, 1892. El cólera se adueña de la ciudad y se cobra miles de víctimas. Cuando la madre de Martha muere, es la joven quien debe garantizar la supervivencia de la familia. Proveniente de uno de los barrios más pobres de la ciudad, consigue hacerse con un puesto de aprendiza en el Hospital de Eppendorf, donde trabaja duro hasta ascender a enfermera quirúrgica. Mientras los médicos intentan ganarle la batalla al tiempo, Hamburgo se enfrenta también a una convulsa época de cambios políticos: los trabajadores del puerto se declaran en huelga, las mujeres luchan por el derecho al voto y por mejorar sus condiciones de vida. Martha se une al movimiento feminista, pero también combate en un frente mucho más personal, pues no solo ha descubierto el amor por la medicina, sino también —y en contra de las estrictas reglas del hospital— por un joven médico. "A Martha le encantaba pasear por la plaza de Scharmarkt. Y ese día más aún, porque cumplía catorce años y su madre le había dado veinte peniques por la mañana para que se comprara algún capricho al salir del colegio. ¡Veinte peniques! No recordaba haber tenido semejante fortuna en las manos jamás. Aquel lugar, que contaba con pequeñas tiendas y talleres de artesanía, era el corazón palpitante del Gängeviertel, el barrio de los Callejones. Martha conocía hasta el último rincón de las estrechas vías, porque con apenas ocho años ya había entregado las labores de costura de su madre en el negocio de ropa blanca de la señora Lembcke. Justo al lado estaba la tienda del relojero Härtel, cuyo escaparate nunca se cansaba de admirar. Allí había elegantes relojes para damas, de bolsillo para caballeros, y también grandes relojes de pie, pequeños despertadores de mesa y delicadas cajas de música. Seguramente ella jamás pudiera permitirse uno, pero su hermano Heinrich, que tenía once años, soñaba con que se lo regalaran ese otoño, cuando por fin entrara en el instituto. —No te hagas demasiadas ilusiones —le había advertido Martha varias veces—. Mamá ha tenido que ahorrar mucho para pagar la escuela, no podrá comprártelo. —Pero lo necesitaré para ser puntual. —¡Qué dices! Papá siempre llega a su hora y no tiene reloj de bolsillo. Con el despertador nos basta a todos. Mientras pensaba en su hermano, oyó la campanilla de la puerta de la relojería y del comercio salieron una madre y un hijo de la edad de Heinrich. El chico llevaba una peculiar gorra de estudiante que lo identificaba como alumno de untertertia, el octavo curso. En la mano sostenía con orgullo una cajita. Apostaba a que dentro había un flamante reloj de bolsillo. Martha suspiró. Si Heinrich todavía quería uno de esos, ya podía esperar sentado… Dejó atrás la relojería y echó a andar por la acera. Dentro de lo posible, intentaba ir por la sombra de los toldos que se extendían desde lo alto de los escaparates para protegerlos del sol abrasador. Hacia el mediodía, la calle fue llenándose pausadamente de vida y, junto al habitual ir y venir de repartidores, en la calzada empezó a verse también algún elegante carruaje. En la platería, dos damas bien vestidas contemplaban la exposición de muestra. Algo más allá, tres marineros aguardaban sentados en un banco frente al mesón Adler, donde su padre iba a recoger el jornal. El establecimiento contiguo era la tienda de dulces Tra utmann. Martha contempló el escaparate y dudó un momento. Era tanto lo que deseaba… Pero nunca lograría reunir dinero suficiente para una caja de música del relojero Härtel, ni para unas relucientes botas de botones con tacón. Aun así, ¿de verdad iba a invertir esa pequeña fortuna que tanto trabajo le había costado a su madre en un placer tan pasajero como caramelos de menta y tofes? ¿No sería mucho mejor comprar dos ovillos de lana con los que tejerse unos leotardos para el invierno? Mientras todavía admiraba las finas rosas de azúcar, los cerditos de mazapán y las bomboneras que había al otro lado del cristal, una mujer abrió la puerta y, del interior, salió un aroma tan embriagador que Martha no pudo contenerse. Entró en el establecimiento y le pidió a la amable dependienta la bolsa más grande de caramelos variados que tuviera. Todavía dentro de la tienda, se metió en la boca el primero, un tofe, y empezó a chuparlo muy despacio para disfrutarlo al máximo. Entonces decidió volver a casa. A esas horas hacía tanto calor que el sol, al reflejarse en los adoquines de la calle, parecía formar pequeños charcos de agua." Read the full article
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Tío taradoprogre de turno: soy budista, comunista working class, animalista, vegano, me interesa el medioambiente, reciclo y consumo localmente, soy artista, músico, poeta y también hago dibujitos, soy aliado feminista, antiracista, antihomofobia y antitransfobia, y practico la no monogamia y cuestiono la heteronormatividad
Mismo tío taradoprogre: tengo 30 y tantos tacos y me relaciono sexoafectivamente con crías de veintipoquitos (o en su defecto tías de miedad pero profundamente infantiles emocionalmente), nos drogamos juntes, y no concibo una vida sin excesos porque a la vida se ha venido a disfrutar y me toca los cojones la gente que me juzga por ser el mismo machirulo de siempre disfrazado de softboi progre. además tengo una espiritualidad de cartón producto del jipismo romántico europeo de clase media que se queda con las cosas más exóticas de otras culturas. por qué no puedo hacer lo que me de la gana si hago check en todas las cajitas de superioridad moral?
#A los primermundistas taradoprogres los hacen todos con el mismo molde de cabezas de chorlito#es como si los hicieran en una fábrica o algo#que alguien me diga dónde está para prenderle fuego de una vez por todas
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Makoto Shinkai recibe inesperadas críticas feministas en Suzume no Tojimari
Habiendo superado los 6 mil millones de yenes en recaudación tras solo tres semanas desde su estreno en los cines de Japón, la nueva película de Makoto Shinkai, Suzume no Tojimari (Suzume’s Door-Locking), apunta a superar la muy ansiada cifra de los 10 mil millones de yenes. Sin embargo, si bien el director reveló en una entrevista previa que había intentado evitar cualquier “representación erótica” dentro de la cinta, parece que no pudo evitar que las feministas expresaran su crítica en redes sociales.
Pero las críticas no llegaron sobre la cinta, sino sobre un contenido que está siendo entregado a los fanáticos como parte de una colaboración entre la cinta y McDonalds Japan. La popular cadena de restaurantes está entregando el libro “Suzume to Isu (Suzume and the Chair)” como beneficio en la compra de una Happy Meal (Cajita Feliz).
Este libro ilustrado cuenta una historia original para niños que está relacionada con la trama de la película. Makoto Shinkai ha escrito el texto, siendo la primera vez que trabaja en un libro ilustrado. mientras que el animador e ilustrador Senbon Umishima ha realizado las ilustraciones. La crítica llegó sobre una de las ilustraciones de este libro, y prepárate para lo que estás a punto de leer:
«¿Qué es esa línea alrededor de la cintura? ¿Olvidó cortar el hilo de entallado?», escribió la mujer en redes sociales. Suzume no Tojimari En la ilustración, la chica aparece corriendo por un campo verde, sin embargo, a la mujer no le pareció que la falda aparezca pegada a las nalgas de la chica (resaltándolas en el proceso), mientras que más hacia abajo ya se mueve con “normalidad”. En sí, es una crítica hacia una ilustración que, supuestamente, se está enfocando demasiado en el trasero de una chica.
Por supuesto, la crítica es muy extraña y hay que prestar mucha atención centrada para captar un detalle así, pero eso no evitó que surgieran opiniones a favor de esta opinión (aunque evidentemente también hubo críticas en contra):
«¿Hemos pasado por fin de los sacos de tetas a los sacos de culo? Me pregunto si fue dibujado por alguien que no ve películas live-action». «Los otakus que ponían el grito en el cielo por la sexualización en Pokémon decían que si no te gustaba, no lo vieras, y que por eso las “feminazis” se preocupan tanto por esas cosas. Es raro. En serio, ¿por qué tienes que mostrar el contorno de tu trasero con este tipo de falda? Este tipo de falda no hace eso». «Inmediatamente después de reaccionar al énfasis en el culo, me puse a observar la forma de la falda. Este tipo de detalles aparecen en juegos eróticos. ¿Por qué aparecen este tipo de representaciones en contenido dirigido para niños? Parece que muchos artistas no saben adecuar su trabajo a las necesidades». «La falda que se pega a la entrepierna y hace resaltar la zona de la ingle es una expresión erótica de énfasis que es común en las imágenes otaku». «Es una sensación de que cuanto más se enfatice la línea de la cintura de una chica, más se puede complacer al público masculino otaku. ¿Es un cuadro de Makoto Shinkai? Recuerdo muy bien que la película de animación Your Name era muy mala en este aspecto». «Oh no, Shinkai-kun, te han pillado en Suzume no Tojimari…». «Solo son unas viejas locas buscándose más enemigos». «Vaya, parece que estas mujeres feministas perciben mejor las representaciones eróticas que yo». «No tiene nada de erótico. De hecho, las feministas que creen que esto es erótico para nosotros son las que tienen el problema». «Mala suerte que Twitter ha dejado de promover este tipo de controversias, pero los foros siguen rescatándolas para que nos echemos unas risas». «¿Por qué el punto de vista de las feministas siempre tiene que ver con el erotismo? ¿No hay otra cosa que criticar? ¿Problemas reales que resolver?». «Tenía curiosidad por algo, así que hice una búsqueda de imágenes, y quizás no sea tan raro. Supongo que cuando te mueves con una falda larga, es fácil mostrar la línea de tu culo».
Sinopsis de Suzume no Tojimari Del otro lado de la puerta, estaba el tiempo en su totalidad… Suzume no Tojimari es una historia sobre la llegada a la adultez de su protagonista de 17 años, Suzume, ambientada en varios lugares afectados por desastres en todo Japón, donde esta debe cerrar puertas causando devastación.
La travesía de Suzume comienza en un pueblo tranquilo en Kyushu (ubicado en el suroeste de Japón) cuando se encuentra con un joven que le dice: “Estoy buscando una puerta”. Lo que Suzume encuentra es una sola puerta desgastada que se yergue en medio de las ruinas como si estuviera protegida de cualquier catástrofe que se produjera. Aparentemente atraída por su poder, Suzume alcanza la perilla… Las puertas comienzan a abrirse una tras otra en todo Japón, desatando la destrucción sobre cualquiera que esté cerca. Suzume debe cerrar estos portales para evitar más desastres.
Las estrellas, luego la puesta del sol y el cielo de la mañana… Dentro de este espacio, era como si todo el tiempo se hubiera derretido en el cielo… Paisajes nunca antes vistos, encuentros y despedidas… Un sinfín de desaf��os la esperan en el camino. A pesar de todos los obstáculos, la aventura de Suzume arroja un rayo de esperanza sobre nuestras propias luchas contra los senderos más difíciles de ansiedad y limitaciones que componen la vida cotidiana. Esta historia en la que se cierran puertas que conectan nuestro pasado con el presente y el futuro dejará una impresión duradera en nuestros corazones. Atraída por estas puertas misteriosas, la aventura de Suzume está a punto de comenzar…
Fuente: Yaraon!
(c)2022「すずめの戸締まり」製作委員会
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70 LIBROS/2021 LEYENDO AUTORAS
“Los libros nos salvan”... No lo dijo nadie, que yo recuerde, lo digo yo. En un segundo año de pandemia no ostento mis siete decenas de libros leídos, sólo me recuerdo lo mucho que me puedo salvar a mí misma y que es muy poco lo que necesito para estar bien: palabras, sólo eso. Decir, escribir y leer (incluso aquellas palabras que llegaron en un mensaje de texto oportuno para decirme de mí eso que ya había olvidado).
Estos 70 libros (71 si contamos la relectura de El amigo), son un soliloquio lo mismo que un diálogo. Un encuentro personal con lo mejor y lo peor de la humanidad, por más trillado que suene.
Ahí vamos con la revisión:
📖EL FAVORITO ⭐⭐⭐⭐⭐
Cuando las mujeres fueron pájaros, de Terry Tempest Williams (EEUU)
📖 MI TOP 10
Cuando las mujeres fueron pájaros, de Terry Tempest Williams (EEUU)
El Amigo, de Sigrid Nunez (EEUU)
Ää: manifiestos sobre la diversidad lingüística, de Yásnaya Elena A. Gil (México)
Perdiendo el edén, de Lucy Jones (Inglaterra)
La dimensión desconocida, de Nona Fernández (Chile)
Nomadland, de Jessica Bruder (EEUU)
La inquietud de la noche, de Marieke Lucas Rijneveld (Baíses Bajos)
Memorias de una osa polar, de Yōko Tawada (Japón)
Las Malas, de Camila Sosa Villada (Argentina)
Pelea de Gallos, María Fernanda Ampuero (Ecuador)
📖 MENCIÓN HONORÍFICA
Hanakotoba, el lenguaje de las flores, de Alex Pler
📖 SEÑOROS
De los 70 libro leídos sólo 3 son hombres.
Vientos amargos, de Harry Wu y Carolyn Wakeman (China) ⭐⭐⭐⭐⭐
Mil soles espléndidos, de Khaled Hosseini (Afganistán) ⭐⭐⭐⭐⭐
Hanakotoba, el lenguaje de las flores, de Alex Pler (España)
📖 DE PLANO NO ME GUSTARON
El invencible verano de Liliana, de Cristina Rivera Garza (México)
La librería, de Penelope Fitzgerald (Inglaterra)
Orgullo y Prejuicio, Jane Austen (Inglaterra)
Mamá, Quiero ser Feminista, de Carmen G. de la Cueva (España)
📖 DEL CÍRCULO DE LECTURA SPUTNIKS LEYENDO
Momoko y la gata by Mariko Koike (Japón)
Almendra by Won-pyung Sohn (Corea)
Fatal by Carolina Unrein (Argentina) ⭐⭐⭐⭐
Ää: manifiestos sobre la diversidad lingüística, de Yásnaya Elena A. Gil (México)
La posada de Jamaica by Daphne du Maurier (Inglaterra)
La distancia entre nosotros, by Reina Grandes (Mex/EEUU)
El lustre de la perla by Sarah Waters (Inglaterra)
Nadie les pidió perdón, Daniela Rea (México) ⭐⭐⭐⭐⭐
📖 DEL PROYECTO SOYUZ (Cajita Sputnik)
Pelea de Gallos, María Fernanda Ampuero (Ecuador) ⭐⭐⭐⭐⭐
Conjunto Vacío, Verónica Gerber (México)
El ángel de Nicolás, Verónica Murguía (México) ⭐⭐⭐⭐
El cuerpo en que nací, Guadalupe Nettel (México)
Lucrecias, Alejandra Eme Vazquez , Alejandra Arévalo, Brenda Navarro, Diana del Ángel, Gabriela Damián (México) ⭐⭐⭐
La dimensión desconocida, Nona Fernández (Chile) ⭐⭐⭐⭐⭐
📖 EL QUE TODOS AMAN Y A MÍ NO ME GUSTÓ
Orgullo y Prejuicio, Jane Austen (Inglaterra)
El invencible verano de Liliana, de Cristina Rivera Garza (México)
📖 EL QUE A NADIE LE GUSTÓ Y A MÍ SÍ
Furia, de Clyo Mendoza Herrera (México)
📖 LOS QUE NADIE HABLÓ DE ELLOS Y ME ENCANTARON
La perra de Pilar Quintana (Colombia)
El tercer país de Karina Sainz Borgo (Venezuela)
📖 DEL GUADALUPE REINAS
Una lectura conjunta de LibrosB4tipos: El club de la buena estrella de Amy Tan (EEUU)
Libro que te recuerda a tu mujer favorita: Orillas de Nora de la Cruz (mi mujer favorita 2021) (México)
Historia en formato no tradicional (pendiente)
Autora disidente: Leer Lolita en Teherán de Azar Nafisi (Irán) ⭐⭐⭐⭐
Relectura de mi libro favorito: El amigo de Sigrid Nunez (EEUU)
Fanfic (sería el libro 72): Una maravillosa vida de Candy Candy by Mallory Quinn 🙈
Libro de filosofía, historia o crítica literaria: Leer Lolita en Teherán de Azar Nafisi (Irán)
Historia que se haya convertido en película: Nomadland, de Jessica Bruder (EEUU)
Libro de terror: (pendiente)
Libro de autora que comparta tu signo (libra): Catwings de Ursula K. Le Guin (EEUU)
📖 EL QUE MÁS ME TARDÉ
Poesía no completa de Wisława Szymborska (Polonia)
📖 EL QUE LEÍ MÁS RÁPIDO
Ante el dolor de los demás, Susan Sontag (EEUU)
📖 NUMERALIA
Mujeres 67, Hombres 3
México 14.5
Estados Unidos 13.5
Latinoamérica (sin México) 13
Japón 4
Oriente (China y Corea) 2
Medio Oriente 2
África 3
España 4
Europa (sin España) 13
Canadá 1
Premio Nobel 1
No ficción 9
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Oda al Feminismo Venezolano tan bienhechor y provechoso
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La pobre Pelada Maria Gabriela se dedicó a comerciar con Arroz Su Padre fue siempre el Lobo Feroz De la Corrupción ambos son Escuela Fue con esa Mamacita Cristina que es lo peor después de Perón la que arruina a la Argentina y glorifica a todo Ladrón Triunfó en esas Naciones la Indelicadeza Ahora son puro Caos e Inflación En Colombia quieren la Robolución Una Vieja y Petristas de la Pereza La Belleza Delcy Eloina acusó en CPI a Duque Iván Dice que el Gordo es un Bacán de una mafiosa Oficina Oh que Proyección tan divina Sigmund Freud se quedó corto Delcy debería estar en la Cocina De la Mente Chavista es un Aborto A Chávez le recomendó Córdoba Piedad ese Empresario tan decente de Alex Saab Pa Construcciones y Ventas de Cajitas CLAP pa robar y saquear ese País con Maldad A Venezuela la pervirtió Cilia que empezó en Valencia de Narca A Chávez y Maduro metió en la Barca Acabaron todos en Mafiosa Familia Hoy amanecí anti-Feminista me enverracan todas estas Viejas No se si son brutas y pendejas o degeneradas por lo Chavista
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Acerca de porque insistimos en retratar trabajadoras sexuales
y de lo frustrante que es estudiar rodeada de machirulos*
Hace ya muchos años que teóricas y realizadoras plantean y problematizan la construcción de una mirada feminista en las producciones audiovisuales, al mismo tiempo que muchos de nuestros compañeros escriben guiones donde se violan mujeres con la misma ligereza con la que se compra el pan.
Nos enfrentamos día a día al desafío de deconstruír un lenguaje que nos oprime y nos ha invisibilizado durante toda la historia de la humanidad, y al de demostrar que tenemos la fuerza suficiente para levantar solas un fresnel 650w. Antes el mandato para todas nosotras era de castidad, sumisión y silencio. Hoy nos venden un super pack de femme fatale empoderada, sexy, divertida y eficiente.
Cuando nos planteamos retratar a las trabajadoras sexuales no lo hacemos queriendo sentirnos transgresoras, ni ignoramos que es un tema que ya se trabajó de mil maneras distintas, ni esperamos descubrir la pólvora con todo esto.
Pasa más por una necesidad de visibilización que a nosotras nos interpela, pero que a ellas las mata. Quiero y necesito hablar de mujeres . Quiero y necesito retratar realidades que rompan con las cajitas de cristal en las que nos encasillan. Quiero que sean putas porque son las que desde un principio se han negado a ocupar el rol que las instituciones nos han designado. Quiero ser como las putas, y apropiarme de todas las construcciones que sobre mí se hayan hecho para usarlas en mi favor.
Quiero estándares de belleza donde pueda vestirme de taco aguja, animal print y saten rosa. Quiero que el documental sea sobre putas, que también son mujeres, madres y poetas,
y que empatices con ellas.
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Que ningún hombre, mujer, niño, robot, mascota, robot, LGBT, feminista, vendedor, proveedor entre otros, se quedará sin cajita feliz en Abril, porque en la compra de productos impresos en #ideassolidas con Tururu tendrás tu cajita de #NiñoRuco, con un regalo sorpresa. HABRÁ VARIOS DISEÑOS, COLECCIONALOS TODOS. 🎮😎👽🤖 (en Monterrey, Nuevo León... La Ciudad de las Montañas) https://www.instagram.com/p/CMk1Qhahl79/?igshid=1dha17qsr7mnv
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Catarsis
“Yo sí soy homofóbico. No sé, como que cada quien haga de su vida lo que quiera, pero de lejitos” dije por mucho tiempo antes de entrar a la universidad y entender que era un hombre machista. Cada persona tiene procesos diferentes, pero desde las sombras, este fue más o menos el mío.
¿No todos somos así? Vivir como hombre blanco heterosexual cis-género empezó a ser muy complicado una vez que me di cuenta que lo era. Estamos cobijados en un confort de privilegios que, muchas veces, no nos damos cuenta que tenemos.
“¿Por qué embriagarme hasta caer en un bar es un privilegio?” –Porque tu escenario más probable es un asalto, no una violación. Es una de las mil preguntas por las que he pasado y las que me faltan, pero lo importante es empezar a entender que no todos somos iguales ni gozamos de los mismos derechos y que cuando los derechos son sólo de unos cuantos, entonces son privilegios. Esta ha sido una de mis valiosas enseñanzas de diferentes conversatorios sobre masculinidades como las que han impartido en el Instituto de Machos a Hombres.
Seguro para algunas personas esto no sea más que una obviedad, pero es una que a mí me hubiera gustado descubrir hace mucho tiempo. Ahora es común escuchar en todos lados la -ya- famosa “deconstrucción” que aplicada a la masculinidad consiste en el cuestionamiento y crítica de los valores patriarcales aprendidos durante el proceso de socialización. Yo me siento en proceso de deconstrucción un día sí y otro no, por eso me lo guardo en lo que lo termino de entender.
Un hombre debe ser… Nuestra cajita de masculinidad que recibimos como regalo de nacimiento. La autosuficiencia, el ser duro, atractivo, rígido, hétero, hipersexual, homofóbico, agresivo, controlador y más predeterminados con los que me enseñaron cómo es ser un “hombre machista”.
Habrá quienes afortunadamente crecieron de otras maneras y debe ser un alivio, pero a mí y a muchos otros nos educaron con estos estándares morales que se convirtieron en un checklist que nos hizo violentos de muchas maneras que manifiestamos en frases como: “los hombres no lloran”, “eso es de putos”, “¿puedes o te da miedo?”, más otras que sólo llevan a discursos de odio y superioridad, sobre todo un odio a lo femenino porque entre todo lo que significa para nosotros “ser hombres”, principalmente significa NO ser mujer; o en las palabras más teorícas de Virgine Despertes en “Teoría King Kong”: Un hombre debe privarse de su feminidad del mismo modo que las mujeres se privan de la virilidad, no en función de una situación o carácter, sino en función de las exigencias del cuerpo colectivo.
Lo importante fue comprender que no porque estas frases sean comunes, no son violentas, pues como dice Rebecca Solnit en “Los hombres me explican cosas”, la violencia sobre todo es autoritaria (como esas frases) y el asesinato es la versión extrema de este autoritarismo. Es momento de reinvindicar nuestra percepción de lo femenino como algo asignado a un género inferior, pues lo socialmente llamado “masculino” y “femenino” no son más que constructos desarrollados por los hombres a través del tiempo y que siempre serán modificables. Qué bien nos vendría que nadie “deba ser” para ser.
¿Hombres feministas? Esta es una que todxs se saben. Los hombres queremos ser parte de todo y no nos gusta que nos excluyan de nada. Ahora que al fin estamos comprendiendo lo perjudicial de nuestras acciones diarias puede ser fácil creer que basta con hacer unos cuantos ajustes en nuestro vocabulario y voilà, ahora somos feministas parte del frente político por esta causa.
Pero pasa que va más allá de eso porque nuestro entorno nos ha rebasado desde que nacimos por una superioridad sistemática, una que depende de más que sólo salir de los grupos de porno en los que estuvimos, sino de entender los entornos en los que sin darnos cuenta somos favorecidos por esta disparidad de género en la que nadie nos cuestiona, por ejemplo, si está bien salir vestidos como lo hacemos, si acostarnos con “n” cantidad de personas afecta nuestra reputación, si sentarnos de cierta forma compromete nuestra educación, entre un sin fin de cosas que nos rebasan como sociedad.
Debemos cuestionarnos a nosotros y a nuestro entorno, porque la violencia de género y sus relaciones de poder están en nuestro día a día. No sólo la ejercen los que matan o violan, sino todxs con nuestros micro machismos, que bien describen 98 de ellos Claudia de la Garza y Eréndira Derbez en “No son micro. Machismos cotidianos”.
Mi resumen entra en un tweet de Andrea Barreto: “No hay hombres feministas porque un hombre no-machista sólo es un ser humano decente.”
Soy pero no soy, ¿entonces qué soy? Parte de entender este movimiento socio-político me ha replegado a la pared; a no buscar el protagonismo, pero al ser nuestro cuestionamiento parte importante del cambio, también es válido hablar de cómo me he sentido, cómo volteo a ver mi pasado y me juzgo por lo que he hecho en él, porque al final he perjudicado a alguien directa o indirectamente, especialmente a una mujer.
Muchas personas han pasado por mi vida como pésimas experiencias por “x” o “y” pero, ¿para cuántas personas no he sido yo esa terrible página a sepultar? Esta no es nuestra lucha, pero saber que somos parte indispensable para hacer la diferencia y que tenemos que hacerlo en las sombras se vuelve abrumador. No creo que haya una fórmula para cambiar, pero por simplista que parezca, lo que a mi me funcionó fue empezar.
No soy ningún mesías para pregonar la deconstruccción aunque sí busco que más hombres lo entiendan; pero sin superioridad moral, sin mansplaining, sin manterrupting, sin arrogancia, siendo pero no tanto. Esto lo escribe un hombre que se sabe machista, con cola que le pisen y con mucho por desaprender, pero que ahora se cuestiona y quiere –como muchos– ser parte de la solución, no del problema.
De la teoría a la práctica De lo difícil a lo más difícil. Entender que hacemos mal es un buen inicio, pero cambiarlo en la vida diaria es más complicado de lo que parece. Repensar nuestras violencias es una labor larga y desgastante. Leer de feminismo es cansado e incómodo; cada página que pasa es un regaño constante y no puede ser de otra manera, lo hemos hecho todo mal.
Toca un paso a la vez, tomar con respeto la mano que nos tienden mujeres como Raquel Riba Rossy en su <Carta a los hombres> de “Lola Vendetta y los hombres”, invitándonos a abandonar esa masculinidad emocionalmente impermeable y estar dispuestos a amar desde la escucha y el respeto, entre iguales. Hay que responsabilizarnos de nuestra historia y posición para entender que el mundo es para todas las personas.
Escribir de este tema es complicado, pues no pretendo apropiarme de una fórmula o de un “resultado” que no tengo, pero es un intento por sumar a lo que no debería ser de estudiosos, sino de humanos.
Y entonces, ¿cómo paso de ser un onvre a un ser humano decente? No sé, no espero que este sea un texto optimista, pero espero que no haya sido una pérdida de tiempo.
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LA INQUIETUD DEL ROSAL El rosal en su inquieto modo de florecer va quemando la savia que alimenta su ser. ¡Fijaos en las rosas que caen del rosal: Tantas son que la planta morirá de este mal! El rosal no es adulto y su vida impaciente se consume al dar flores precipitadamente.
-Alfonsina Storni - Letanías de la tierra muerta. Antología.
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Te quieren meter dentro de una cajita y ponerte una estampa; zurdito, gorila, puta,puto, hetero, maricon,torta, machirulo, feminista, feminazi, tincho, careta, freack, rara, rarazo, grande, joven, vieje. Basta de cajas. La vida no se disecciona, no se quiebra, no es cuantificable va de continuo es un campo infinito de probabilidades que divergen ,convergen, se masturban, explotan, implotan, gritan, caen, derrapan, lloran. Como un gran juego de dominos solo que en multiples dimensiones.
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Ser trans
Para mí escribir fue siempre una herramienta de búsqueda
es como trazar un mapa o dibujar nuevas esquinas y, a partir de ellas, nuevas calles donde caminar
por momentos, busqué sin saber qué quería encontrar
Muchas veces me busqué a mí misma
a mi ser mujer
a mi ser mujer negra
le agradezco cada vez que puedo a mi amiga Gladys que me regaló la palabra afrojudía, como una cajita donde dónde cabían encastradas mis identidades
En este mundo, dónde se le niega la voz a tantxs sujetxs, hablar desde o sobre le otrx, no está bien visto porque, en general, no se lo hace con el cuidado necesario. Pero espero que eso no nos borre los caminos para buscar y, en el mejor de los casos, llegar a ese otrx.
No busco tener razón, busco generar nuevos rompecabezas en mi mente, busco ordenar los cables sueltos con palabras que se acerquen al sentido máximo que puedo alcanzar. Busco dibujar a le otrx con mis colores que son todo lo que tengo pero, con suerte, este intento me llevará a crear nuevos y más ricos tintes. Y espero compartir esto con personas trans que puedan iluminarme aún más. Y re escribir hacia el infinito sin miedo al error.
Ser trans.
Ser trans se me conjuga como una experiencia tan compleja. E incluso, contra toda lógica, se me hace un poco más simple leerla en la clave de la heteronorma. Siguiendo la teoría feminista (o como quieran llamarla), caigo en un callejón sin salida donde me enfrenta el grafiti ¿qué ser un hombre? ¿qué es ser una mujer? Me genera la pregunta de por qué insistir en ser uno o el otro. Escuché de varias personas trans, en la vida real como en la internet,o diciend que la necesidad de resaltar los rasgos femeninos o masculinos es, si no originada, motivada, por la mirada y la aceptación de les demás. “Si no soy tan femenina no van a aceptar que soy mujer” o simplemente “que no soy hombre”. “No necesito necesariamente ser un hombre pero no quiero que me reconozcan como mujer entonces tengo que vestirme o actuar de cierta manera”. Vale lo mismo para ambos géneros. Su ser persona no coincidía con el género impuesto. Muches relatan, en sus primeros años, atracción o afinidad con cosas tradicionalmente asignadas al género contrario (me sorprendió mi uso de esa palabra, ¿por qué pensar los géneros como polos opuestos, no cierto?) como barbies o maquillaje, en el caso de las mujeres trans. Por eso me vuelvo a preguntar ¿es eso lo que define ser mujer? Yo en mi infancia amé mis barbies y mi lava-rápido hotweels ¿me hizo menos mujer o más hombre? Estoy segura que no pero también entiendo que para algunas personas sí. En fin, el género es algo intrínsecamente arbitrario y llegar a un consenso sobre su definición es una obsesión que tenemos que dejar ir si es que no queremos perdernos en el laberinto.
Siento que todavía estamos en un ambiente cómodo, en un terreno firme y ya van a llegar tiempos muy inestables en dónde no haya de que agarrarnos o qué soltar. ¿Cómo va ser la experiencia tans y cis en 100 años (sí, un siglo, es el tiempo que le doy al mundo para llegar a otro nivel de humanidad) no existan cosas de mujeres y de varones, cuando no veamos diferencia entre azul y rosa, cuando todo sea de todes y nada sea de nadie?
En este sentido, puedo comprender mucho más la alternativa no binaria, que en un momento me resultó tan difusa. Que rechaza la idea de género o definición, que abraza la fluidez y le quita toda carga identitaria al género. ¿De qué nos sirve realmente? El problema sería si después de 100 años se trabajo arduo para deshacernos de él, nos diéramos cuenta que al final sí lo necesitábamos un toque. Pero la verdad es que todes tenemos derecho a sentirnos o querer ser del género que se nos cante. No hay nada de malo en ser mujer y ser femenina o ser hombre y ser machote. La cuestión es como siempre la violencia y la imposición.
Para dejar claro, quiero descartar la corriente biologicista. O sea, las pruebas están por ahí vivitas y coleando, ¿cuántos hombres trans con vulva son tan o más masculinos que cualquier otro chabón cis? ¿Cuántas mujeres trans con pene son tan o más floreadas que cualquier modelo de victoria’s secret? Y no porque haga falta ser femenina para ser mujer pero es el ejemplo que deja en evidencia de forma más contundente la falacia del argumento.
Vuelvo nuevamente a mí, que es en lo que me especializo, y me cuestiono ¿por qué soy mujer? ¿quiero ser mujer? ¿Me fue impuesto? ¿Es todo lo que reproducimos culturalmente una imposición o puede ser pensado como una forma más de seguir viviendo?
En un momento, ser mujer para mí encontró sentido en el feminismo, en sentir parte de algo mayor, en el espíritu de lucha y cambio que no puedo percibir en ningún hombre cis. Pero lo sentía en relación a eso y no mucho más. Y ahora, la verdad, me siento flotando, sin nada que me diga ¡es por esto! No puedo evitar ser femenina y tener tetas y concha pero eso no lo siento como un factor subjetivo de mi género (como no lo son las operaciones para muchas personas trans). Un día le pregunté a mi madre por qué se sentía mujer y me habló de la posibilidad de dar vida. La entendí y me pareció válido. Yo siempre quise ser madre pero tengo conflictos con la idea del embarazo. Y me lleva a pensar en que los hombres trans también pueden parir.
Hace poco escuché unas charlas TED y otros videos de personas trans hablando su experiencia habiendo vivido con ambos géneros. WOW. ¡Cuán valiosa es ese punto de vista! Sinceramente, me siento ciega frente a la posibilidad de haber podido ver y vivir el mundo de ambas maneras. Cómo se vive la calle, el trabajo, la ropa, el dinero, las relaciones, el amor. Es mucho y muy diferente según cada género. Me desborda y conmueve esa posibilidad. Escuché muchas personas trans que dicen amar ser trans exactamente por esa condición inigualable. Incluso lo describen como una experiencia espiritual. Y no lo puedo poner en duda, realmente me resulta mágica esa existencia y cuánto podríamos aprender de ella si escucháramos más. Las personas cis dudamos de mucho que seguro las personas trans ven con claridad.
En fin, hago mi esfuerzo, el mínimo creo yo, muchas veces he pedido lo mismo de hombres cis y de personas blancas, entonces me lo pido a mí misma también. Es un ejercicio difícil por el hecho de ser incompleto. Y sin embargo, lo creo suficiente. Lo probable es que nunca entienda lo qués ser trans. Sobretodo esa sensación de seguridad de no estar en el cuerpo o en la categoría correcta. ¿Qué es lo que se siente? Es posible que muera siendo cis. Pero respeto y amo lo que a mis ojos es otra de las tantas alternativas de belleza existentes.
Y en cuánto a qué es ser cis, ufff, quizás sea todavía más intrincado. Queda para otro día.
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Sinopsis de Sexteame:
Hablar de amor es político. Y cuando se habla de amor también se habla de política. El feminismo es hoy la gran y única revolución, gracias a su autonomía intelectual y cultural. No se trata de esconder el amor, sino de dejar de usarlo en contra de las mujeres. Cambiar la política es cambiar la idea conservadora y nociva del amor. El machismo juzga a las mujeres por amor. Las somete a la violencia por amor. Les quita tiempo y dinero en nombre del amor. El sistema amoroso y sexual no tolera la potencia del deseo por fuera del monopolio hegemónico masculino. Por eso, la clavada del visto, el sexo carilina (apenas un escalofrío que se limpia tras un estornudo), el desprecio y el desgano son formas de humillación (si bien no equivalentes a la violencia) que generan un dolor y una culpabilización nueva. Se trata de cambiar el amor, no de negarlo. Ni de que nos lo nieguen. La revolución feminista enfrenta la violencia, el abuso y la discriminación. La reacción machista amenaza a las mujeres que no quieren pagar el precio que se les pide por el amor y las condena a quedarse sin amor como precio. Y a lxs que frenaron las imposiciones sobre su deseo y que, si no aceptan ser deseadxs a la fuerza, tampoco pueden disfrutar de la fuerza de ser deseantes. ¿Por qué se trata peor a las víctimas de violación que a los violadores? ¿Por qué se juzga a aquellas mujeres que logran trabajar, amar y seducir después de ser violadas? ¿Por qué se destrata a las que buscan un encuentro, mandan mensaje o invitan a salir? La venganza sobre las mujeres y disidencias sexuales por cuestionar el pijocentrismo en el que giró, hasta ahora, el deseo es hacerlxs sentir abusables o incogibles. La irrupción del aislamiento social por Covid-19 impuso un corralito sexual. La cuarentena deja efectos que van más allá de la pandemia y desnuda la precarización sentimental del machismo asustado. El desafío que nos deja el distanciamiento emocional es recobrar la valentía del encuentro, sentir la piel antes del descarte y hacer de las nudes y los textos un sexo nuevo. Sexteame es un libro que no espera, avanza, pide, escribe y se manda. El hogar como opresión es un modelo que atrasa y frente al que no hay vuelta atrás, pero las familias cooperativas, los hogares diversos y la nueva apuesta al amor son formas de subversión al disciplinamiento de la soledad como forma de dispersión. La apuesta a una amorosidad cuidada, un erotismo hereje, una afectividad sin crueldad son paradigmas que no aceptan ir para atrás y que motorizan algo más que un bienestar individual: la pasión como potencia política de una revuelta que tiene el deseo como motor político y personal. El desafío es no volver, nunca más, a una cajita feliz para encerrar a las mujeres en el hogar, es hacer raíz en una forma de amor de sexo, texto y amor. Sexteame es un libro que apuesta al deseo latente.
Luciana Peker
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Libro Sexteame – Luciana Peker | Descargar PDF
Detalles de Sexteame – Luciana Peker | Descargar Fecha de publicación: 01/08/2020 | Idioma: Español | ISBN: 978-950-12-9912-0 | Código: 10259340 | Formato: 15 x 23 cm. | Presentación: Rústica con solapas | Colección: Fuera de colección | Sentido de lectura: Occidental | Editorial: Ediciones Paidós | Colección: Fuera de colección
Información del archivo Formatos disponibles: pdf – epub – kindle Cantidad de veces descargado: 765 Tamaño: 356 kb
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El solo hecho de pronunciar la palabra ya causa un poco de todo, desagrado y rechazo, tanto para los hombres como mujeres, es como si fuera una palabra mágica o una cajita de sorpresas, la abres y comienzan a caer todo tipo de comentarios respecto al tema ya que siempre se les hace una diferencia radical entre hombres y mujeres, se entiende en muchos casos como la mujer una “victima” y el hombre el “maltratador”, esto genera discursos de odio hacia el hombre solo por ser hombres o se entiende también como la superioridad femenina, entre otras miles de creencias respecto a esto.
En verdad entender el feminismo es muy sencillo y todos ganamos con esto.
Definición: La palabra proviene del latín femĭna, que significa ‘mujer’, y se compone con el sufijo -ismo, que denota ‘doctrina’ o ‘movimiento’.
El feminismo nace en el siglo XVIII y los revolucionarios e ilustrados franceses y francesas, comenzaban a defender las ideas de «igualdad, libertad y fraternidad». Por primera vez en la historia, se cuestionaban políticamente los privilegios de cuna y aparecía el principio de igualdad. Aquí empezó todo cuando ellas, las que defendieron y dijeron que esos derechos incluían a todos por igual, lamentablemente terminaron en la guillotina mientras que ellos continuaron con la idea del nuevo orden ya establecido, esto significaba que las libertades y los derechos sólo correspondían a los hombres, que equivale a todas las libertades y derechos en el ámbito político, social y económico (entre otros más).
Recién en el siglo XIX el feminismo comenzó a tomar forma, en esta época ya era percibido como un movimiento colectivo y organizado. Surgieron personajes como Olimpia de Gouges en Francia, quien genero la primera “declaración de los derechos de la mujer y la ciudadanía” en donde hablo de cómo podría aportar a la sociedad si se le da la oportunidad de tener los mismos derechos de participación ciudadana y educación, pero fue enviada a morir en la guillotina con esta famosa frase:
“Si las mujeres estamos capacitadas para subir a la guillotina ¿Por qué no podemos subir a las tribunas públicas?”
En resumen: feminismo es un movimiento político, social, económico y cultural, cuyos propósitos son críticos y reivindicativos del rol de la mujer en las sociedades tradicionalmente machistas en las diferentes fases de la historia, busca la liberación de las mujeres, de la opresión, dominación y explotación. Su objetivo principal es la igualdad de derechos entre mujeres y hombres,
*Algunas conquistas de los movimientos feministas han sido el acceso a la educación, el derecho al sufragio, la protección de sus derechos sexuales y reproductivos, entre muchos otros relativos a los valores ciudadanos y democráticos.
El feminismo tiene historia, y se les puede dividir en etapas llamadas “Olas”
La primera ola surge en diversos países a lo largo del siglo XIX y el siglo XX, tanto en Europa, principalmente Inglaterra, como en Estados Unidos y demás países de América Latina. En ese momento las mujeres lucharon, en principio, por la obtención de igualdad de derechos en el matrimonio y luego, por el derecho al sufragio.
La segunda ola estuvo determinada por reclamar los derechos familiares, sexuales, laborales y de reproducción.
La tercera ola, abarca desde la década de 1990 hasta nuestros días, y busca enmendar los errores de la segunda ola. En consecuencia, busca demostrar que la mujer puede asumir diversos riesgos y obligaciones, desarrollarse en múltiples espacios y ser altamente competitiva e independiente, por ello, se relaciona con la liberación de la mujer.
En este sentido, esta tercera ola se le denominada, a veces, como "la lucha por el empoderamiento de la mujer" mediante la solidaridad y el apoyo entre ellas, expresada en la sororidad.
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Miñuca en Hypermedia: ¡Aprendan, novicias!
Miñuca en Hypermedia: ¡Aprendan, novicias!
Cuando se escriba por fin la verdadera historia de la escritura, el cine, la pintura y el periodismo femenino (¿feminista?) habrá que volver siempre al genio y la figura de Miñuca Villaverde. Los culturati tienen memoria de mosquitos, y como tales revolotean insistentemente sobre las mismas cajitas vacías, picoteando los versos de poetisas que hablan de Polonia y Bourdieu. Mientras en los…
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