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Consejos Claves para Escribir un Libro
Consejos Claves para Escribir un Libro
Escribir un libro puede parecer una tarea monumental, pero con los consejos adecuados y una estrategia bien planificada, cualquier aspirante a escritor puede lograrlo. En este artículo, te comparto consejos prácticos para que transformes tus ideas en un libro exitoso, desde la primera palabra hasta la publicación. Sigue estos pasos y empieza hoy a escribir el libro de tus sueños.
1. Define Tu Propósito y Público Objetivo
Antes de comenzar a escribir, es crucial que tengas claro por qué escribes y para quién. ¿Quieres inspirar, educar o simplemente contar una historia? Definir el propósito te ayudará a mantener un enfoque claro. Además, identifica a tu público objetivo. Conocer los intereses y necesidades de tus lectores te permitirá conectar mejor con ellos y ajustar el tono y estilo de tu escritura.
2. Crea un Esquema o Guion del Libro
Un buen libro comienza con una estructura sólida. Crear un esquema te permitirá organizar tus ideas y tener una guía clara durante el proceso de escritura. El guion no tiene que ser rígido, pero debe ofrecer un mapa para que no te desvíes del tema principal. Divide el contenido en capítulos o secciones que desarrollen tu idea central de manera fluida.
3. Escribe con Disciplina, pero Disfruta del Proceso
El mayor obstáculo para escribir un libro es, a menudo, la falta de constancia. Establece un horario de escritura y cúmplelo. No esperes a tener inspiración para escribir; la clave es la disciplina. Establece metas pequeñas, como escribir una cierta cantidad de palabras al día, y celebra cada logro. Sin embargo, lo más importante es disfrutar del proceso de escribir. Recuerda que escribir un libro no debe ser solo por el éxito, sino por el placer de hacer lo que te gusta. Cuando disfrutas lo que haces, el trabajo fluye naturalmente y se refleja en tu obra.
4. Edita Sin Miedo
El primer borrador nunca será perfecto, y eso está bien. La edición es una parte crucial del proceso de escritura. Dedica tiempo a revisar y mejorar tu texto, enfocándote tanto en la gramática como en la coherencia y el flujo narrativo. Considera la posibilidad de contratar a un editor profesional si es necesario.
5. Investiga Opciones de Publicación
Hoy en día, existen muchas opciones para publicar un libro: desde la publicación tradicional hasta la autoedición. Investiga cuál es la mejor para ti.
6. Optimiza el Título y la Descripción
El título de tu libro es la primera impresión que tendrán los lectores. Debe ser llamativo, pero también descriptivo. Incluye palabras clave que describan claramente el contenido del libro para atraer a tu público objetivo. Lo mismo aplica para la descripción del libro: debe captar la atención rápidamente y motivar al lector a comprar o descargar tu obra.
7. Promociona Tu Libro Eficazmente
Una vez que hayas escrito y publicado tu libro, la promoción es esencial. Usa las redes sociales, blogs y colaboraciones con otros autores para dar a conocer tu obra. Además.
Conclusión: Disfruta el Viaje de Escribir
Escribir un libro requiere esfuerzo y dedicación, pero el mayor regalo es el viaje en sí. Más allá de las metas o la búsqueda de éxito, lo importante es disfrutar del proceso y hacer lo que amas. La clave está en planificar, escribir con disciplina y no perder de vista que el verdadero valor está en la experiencia de crear. ¡Comienza hoy y deja que tu creatividad fluya!
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem Reader)
Capítulo 16.
A pesar de que Alana llevaba un buen tiempo sin visitar la editorial, su cuerpo la transportaba por pura memoria muscular, se sintió como en casa cuando el olor a hojas y tinta invadió sus fosas nasales, el lugar no se veía muy diferente desde la última vez que había estado ahí, y aunque las oficinas que se encontraban en Ciudad de México fueran sus favoritas debido a la nostalgia que estas provocaban en ella, también le encantaban las de Sevilla.
—Alana, cuanto tiempo—la recibió la secretaria que se encontraba en el escritorio de la entrada.
—Hola—saludó Alana felizmente—. Vengo con Maricia, me pidió que viniera cuanto antes—informó mientras le mandaba un mensaje de texto a Enzo para avisarle que había llegado a la editorial con bien.
—Te está esperando en su oficina.
Alana le sonrió en agradecimiento y subió por el elevador hasta la oficina de Maricia, en los pasillos se encontraban retratos de las portadas de los libros más aclamados de la editorial, entre ellos por supuesto, la saga de Alana.
Debido a la confianza que se tenían, Alana entró a la oficina sin tocar, la sonrisa de su rostro se borró al notar que Sebastián se encontraba sentado ahí.
—¿Qué hace él aquí?—preguntó Alana elevando la voz más de lo normal, sintiendo de inmediato la necesidad de salir corriendo del lugar.
—Alana, siéntate por favor—le indicó Maricia pacíficamente, ¿cómo podía pretender que lo que le estaban haciendo estaba bien?
—No pienso sentarme si él está aquí—replicó, Sebastián la miró con aburrición desde la otra silla—. Tiene una jodida orden de aprehensión, si no se va, le hablaré a la policía—dijo sacando su celular con manos temblorosas.
—Me voy para que platiquen tranquilas—dijo Sebastián apunto de pararse, pero Maricia le hizo una seña con la mano para que volviera a sentarse.
—Necesitamos hablar entre los tres, por favor, Alana—dijo Maricia con ojos suplicantes, Alana tomó una bocanada de aire e intentando mantener la compostura se sentó en en la otra silla, no sin antes intentar alejarla de Sebastián lo más posible, hace semanas que no lo veía.
—Pudiste avisarme que estaría aquí, al menos—se quejó.
—Ambas sabemos que no hubieras venido si te lo hubiera dicho—respondió Maricia con tono apelativo, Alana chasqueó la lengua al escucharla, lo decía como si eso fuera su jodida culpa, si hubiera sabido que Sebastián estaría ahí, al menos le hubiera podido decir a Enzo que la acompañara, no podía evitar sentir miedo ante la presencia de Sebastián.
Dios, Enzo se pondría furioso cuando se enterara que Maricia le había hecho tal cosa.
—¿Podemos al menos hacer esto rápido? Por favor—rogó, su ante asintió fuertemente.
—Sé que ambos se encuentran escribiendo en este momento—dijo Maricia—. ¿Tienen un aproximado de en cuánto tiempo terminarán los respectivos libros?
—Un par de meses más, yo creo—dijo Alana, no tenía fecha exacta, pero en ese tiempo había avanzado hasta ¾ del libro.
—No tengo fecha definida, estoy escribiendo a mi propio ritmo—respondió Sebastián, Maricia lo miró fijamente y soltó un suspiro.
—Entiendo—dijo la mujer—. Alana, seré directa, no podemos publicar tu libro hasta que el de Sebastián esté listo.
Alana frunció el ceño al escucharla, Sebastián podía pasarse años escribiendo ese estúpido libro.
—No puedes hacer esto, no sabe cuándo lo va a terminar, el mío queda listo en unos meses, lo adelanto si quieres—exclamó rápidamente, para terminarlo más pronto tendría que sacrificar algunas horas de sueño, pero estaba dispuesta a hacerlo de ser necesario.
—Sebastián inició el trámite de su libro antes—le recordó la mujer.
—Sí, porque no me dejaba escribir el mío para que yo le corrigiera el suyo—escupió Alana.
—Bueno, no te tenía con las manos amarradas, ¿cierto?—preguntó Maricia, Alana la miró incrédula, Marcia no sólo había sido su agente, también la había considerado una amiga, familia incluso.
—Ignoraré tu comentario—bufó—. ¿Qué tiene que él haya iniciado su libro antes? Siempre se ha publicado el primero en ser terminado, no empezado.
—No es sobre eso—dijo Maricia.
—¿Entonces sobre qué es? Porque déjame decirte que no estoy entendiendo nada.
—Engañaste a Sebastián—soltó Maricia simplemente—. Todos lo saben, estás de novia con el actor ese en poco tiempo, no queda con los valores de nuestra editorial y ciertamente no queda con la reputación que llevabas como persona hasta ahora.
—¿Y sí queda con los valores de la editorial publicar a un jodido golpeador?—peleó—. Maricia, estuve en el hospital—le recordó, nunca creyó tener que explicarse a sí misma.
Sebastián veía la interacción con silencio, Maricia tomó una gran bocanada de aire y continuó hablando.
—Si te publicamos primero a ti, pueden haber bajas para la editorial, deja que lo publiquemos primero a él, una vez que termine su novela, esperamos un poco más y ya publicamos la tuya, eres una escritora rápida, podrías incluso hacer la parte dos en lo que inicia el proceso de publicación de Sebastián.
Alana la miró incrédula, sentía un nudo en su garganta, Maricia y la editorial la habían apoyado durante toda su carrera, joder, Alana había llegado ahí antes que él.
—¿Y cuándo será eso? ¿en uno, dos, diez años?
—No seas exagerada, Alana—dijo Sebastián volteando a verla.
—No te atrevas a hablarme—lo apuntó—. Me mantuviste sin escribir todo este tiempo, me golpeaste, me mandaste al hospital y ahora estás haciendo que no pueda trabajar. ¿Cuándo me dejarás en paz?
—Alana, sí puedes trabajar, sigue escribiendo, tu libro será publicado, te lo garantizo—dijo Maricia.
—¡En tiempo indefinido!—replicó—. No puedo creer que estés de su jodido lado, Maricia.
—Estuvo mal lo que Sebastián te hizo, pero tú tampoco hiciste bien.
—Me parece estúpido que incluso haya punto de comparación—dijo parándose dispuesta a irse.
—Alana, por favor no hagas esto difícil—dijo Maricia.
—¿Sabes qué? Vete a la mierda—escupió ella.
—Alana, no seas estúpida—advirtió Sebastián.
—Vete a la mierda tú también—dijo—. Renuncio, no pienso seguir trabajando en esta porquería de lugar.
—Alana, te tomará siglos volver a encontrar editorial—dijo Sebastián.
—Eso lo veremos—dijo ella saliendo de la oficina, sabía que él tenía razón, pero no pensaba mostrarse insegura ante él, ya no.
—No estás pensando adecuadamente—dijo Sebastián siguiéndola, Alana se giró al escuchar su voz.
—Me estás arruinando la puta vida, Sebastián, nunca debí abandonar mi país para seguirte, cada día me arrepiento de haber sido tan jodidamente estúpida.
—Dame dos años para terminar mi libro, después públicas el tuyo y ya está, aún estás a tiempo de pedirle disculpas a Maricia, no querrá perder a una escritora como tú.
—Pues yo no pienso seguir trabajando con ustedes dos, así tenga que iniciar de cero, lo haré—dijo firmemente.
—Alana—dijo Sebastián bajando la voz—. Será difícil encontrar una editorial aquí en España que te publique siendo mexicana, lo sabes bien, Enzo podrá tener muchos contacto en el mundo del cine, pero de literatura no sabe un carajo.
—¿Qué tiene que ver Enzo en esto?—preguntó Alana desesperadamente—. Tú y tu maldita manía de reducir mi trabajo al de un hombre, por eso tú y yo nunca pudimos funcionar.
—Lo hicimos durante cuatro años.
—Hasta que me golpeaste.
—Hasta que te acostaste con él—replicó.
—No pienso seguir discutiendo contigo, dile a Maricia que mañana presento mi renuncia formal.
—Alana, por favor hablemos como personas civilizadas—gritó Sebastián, provocando que varias personas en la editorial se giraran a verlos, Alana lo ignoró y tomó el elevador lo más rápido que pudo, intentando ignorar el hecho de que su ex novio la estaba siguiendo desde el otro elevador.
˖⁺‧₊˚♡˚₊‧⁺˖
—¡Corte!—gritó Julio, Enzo se dejó caer en el suelo cuando lo escuchó, llevaba casi todo el día de pie y sus piernas ya no podían soportar más—. Se queda, Enzo, vete a casa claramente estás al borde del colapso—dijo con algo de lástima en su voz.
—¿No tenés que grabar más escenas?—preguntó parándose rápidamente mientras se limpiaba el césped de sus pantalones, sintiéndose avergonzado por lo dramático que estaba siendo.
—Contigo no, puedes irte a casa—le ordenó Julio, Enzo agradeció con un asentimiento de cabeza, no era común que Julio le permitiera irse antes de tiempo.
Enzo se despidió con la mano rápidamente del resto de los actores que se quedarían para seguir grabando y se dirigió al camerino para tomar sus cosas, Alana se había ido del estudio hace unas tres horas, se imaginaba que para entonces la junta de la editorial ya habría terminado y no podía esperar por llegar temprano a casa para estar con ella.
Entró al camerino y Lucía se paró abruptamente de la silla al verlo entrar.
—¿Retoque? Pero si está intacto el maquillaje.
—Nah, ya me puedo ir, terminé mis escenas por hoy—dijo felizmente, Lucía asintió efusivamente y comenzó a guardar tan rápido sus cosas que unas cuantas brochas se le cayeron de las manos.
—Dios, ¿pero qué pasa con vos?—preguntó riendo mientras le pasaba una gorda brocha.
—¿Qué pasa de qué?
—No sé, parecés maníaca—respondió observándola de arriba a abajo.
Lucía se rascó el cuello tan fuerte que dejó unas marcas rojas en su clara piel.
—Bueno, ni cómo decirte, mirá—dijo pasándole el celular para después empezar a morderse las uñas, su amiga podía ser una persona muy nerviosa.
Enzo la miró confundido y procedió a tomar el celular, al ver la imagen y el pie de foto se le fue el alma a los pies.
''Alana Lomelí, escritora y nueva novia de Enzo Vogrincic, es captada conversando afuera de su editorial con su ex novio, el editor Sebastián Villafuentes, recordemos que el actor tuvo una disputa con el mexicano hace un tiempo afuera de un hospital (...)''.
Enzo sintió que la boca se le secaba, el pie de foto y la noticia dejaba mucho que desear, claramente Alana y Sebastián no estaban conversando, sus expresiones demostraban enojo y frustración, se encontraban discutiendo, Enzo bloqueó el celular en cuanto alcanzó a leer uno que otro comentario donde se le juzgaba a Alana y se le llamaba de todo tipo de nombres hirientes por haber sido captada en cámara con Sebastián.
—¿Hace cuánto fue esto?—preguntó Enzo guardando sus cosas rápidamente, tenía que revisar que Alana estuviera bien, no había forma en la que ella hubiese ido hasta la editorial sabiendo que Sebastián estaría ahí, le habían tendido una retorcida y horrible trampa.
—Hace como una hora—dijo Lucía—. Alana tiene que estar bien, no hay forma en la que Sebastián la haya podido tocar en un lugar público, ¿cierto?
Enzo chasqueó la lengua al escucharla, no quería ni siquiera imaginar tal cosa, sintió como su pulso se aceleró y la forma en la que sus manos comenzaron a sudar, tomó su celular y encontró un mensaje de Alana de hace unos minutos en donde le decía que ya se encontraba en casa, Enzo se llevó la mano al pecho en alivio al leer el texto.
—Está en casa—informó.
—Qué alivio—dijo Lucía imitando su reacción.
—No puedo creer que su jodida editorial le haya hecho eso, claramente Alana no tenía idea de que Sebastián estaría ahí—dijo con tono de frustración.
Se encontraba nervioso al pensar en qué estado se encontraría a Alana, le rezaba al cielo que su novia no se encontrara muy alterada por el encuentro que había tenido con Sebastián, la pobre no podía tener un jodido respiro sin que algo malo sucediera, Enzo sentía la necesidad de protegerla y le irritaba el hecho de sentir que no estaba haciendo un buen trabajo.
Cuando entró al departamento se encontró con Alana sentada en el sillón con Zola ronroneando sobre sus muslos, la gata fue la primera en notar que había entrado a la sala, pues brincó hacia él apenas lo vio ingresar, Enzo se agachó y le regaló una pequeña caricia en sus orejas.
—Mi amor—susurró Enzo con pena en su voz, Alana soltó un sollozó y se le lanzó en los brazos, Enzo la sostuvo mientras acariciaba su cabello, se sentía fatal por la situación y le dolía hasta los huesos que Alana tuviera que pasar por eso.
—No debí de haber ido—dijo con un hilo de voz, Enzo sintió que su garganta se cerraba un poco, pero intentó guardar la compostura.
—Tiene una jodida orden de aprehensión, ¿cómo permitieron que se acercara a vos?—preguntó Enzo con enojo, Alana se separó unos centímetros de su cara y lo miró con confusión, probablemente porque el chico sabía lo que había sucedido antes de que ella se lo contara—. Está en todos lados, les tomaron unas fotos.
Alana frunció el ceño y Enzo tragó saliva en seco, sabía que no era su culpa, sabía que no era algo que él pudiera controlar, pero era consciente que él era el responsable de que las cámaras estuvieran puestas sobre Alana todo el tiempo, desde que se había dado la noticia de que ella y él eran pareja, le tomaban fotos hasta en el supermercado.
Alana se quitó el cabello de la cara con tono de desesperación y se dejó caer en el sillón.
—¿Querés hablar al respecto?
—Renuncié a la editorial—dijo simplemente, Enzo abrió los ojos ampliamente al escuchar la noticia, Alana adoraba la editorial para la que trabajaba, había firmado con ella desde su primera saga.
—¿Qué?
—No pensaban publicar ninguno de mis trabajos hasta que Sebastián publicara el suyo y él no sabe cuando terminará su libro, conociéndolo se tardaría años con tal de que yo no pueda publicar nada—explicó rápidamente.
—Pensé que no lo volverían a publicar por lo que te hizo—dijo Enzo enfadado, ¿cómo alguien podía seguir leyendo a un hombre golpeador?
—Supongo que el público en verdad separa el arte del artista—dijo Alana con un tono de sarcasmo en su voz—. Pero resulta que eso no aplica para mí, piensan que tendrán ventas bajas por lo que yo ''le hice a Sebastián''—dijo haciendo comillas en lo último.
—Es una tremenda boludez. Lo siento mucho mi vida, sé lo cómoda que te sentías trabajando ahí—dijo Enzo tomando su mano para ofrecerle su apoyo, Alana entrelazó sus dedos con los de él.
—Maricia claramente prefiere apoyarlo a él que a mí, así que no quiero seguir trabajando ahí, mañana presentaré la renuncia formal.
—Yo te acompaño—dijo Enzo, no pensaba dejar a Alana sola en ese lugar.
Ella asintió y le sonrió tristemente.
—No porque renuncies dejarás de escribir, ¿cierto?—preguntó con nerviosismo, Alana sin escribir era como quitarle el agua a un pez.
—No, claro que no—dijo—. Sólo que será difícil conseguir otra editorial.
—Sos Alana, obvio un montón de editoriales morirán por publicarte—dijo Enzo intentando animarla.
—En Latinoamérica, no aquí—dijo ella levantando los brazos—. Simplemente me siento tan tonta, me siento atrapada en esta ciudad—dijo ella llevándose la cara a las manos, Enzo sabía que Alana no se sentía del todo bien viviendo en Sevilla, la ciudad y la cultura era preciosa, pero el corazón de Alana se encontraba en su país.
—Bueno, vámonos—dijo él simplemente, Alana levantó la cara con curiosidad.
—No podemos simplemente irnos—dijo ella riendo con tristeza.
—No—coincidió él—. Pero podemos irnos aunque sea un fin de semana de aquí, ¿no? Necesitás un descanso de todo este lío, decí una ciudad, una parte del mundo y nos vamos este mismo el fin de semana—haría lo que fuera necesario para que Alana tuviera unos días de paz.
—En, eso nos costará una fortuna.
—Digo, tampoco estoy diciendo que nos vayamos a China—dijo él riendo con obviedad—. De preferencia algo por acá, estoy seguro que habrá un lugar que llame tu atención.
Alana se quedó pensativa por un momento mientras jugaba nerviosamente con sus dedos.
—Anda, no te hagas del rogar—dijo Enzo empujándola suavemente de la rodilla.
—Bueno—dijo ella suspirando—. Supongo que ir a la playa sería lindo—dijo tímidamente.
—Bueno, nos vamos a la playa entonces—dijo Enzo elevando los hombros—. Y hay que comprarle una transportadora a esta niña, no podemos dejarla sola acá—dijo cargando a Zola, Alana sonrió ampliamente, quizá las cosas no estaban pintando nada bien, pero irse de Sevilla por unos días les ayudaría bastante a distraerse.
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Algún consejo para cuando te agobia mucho vivir. Es decir, cuándo tienes mucho miedo al futuro. Cuándo anhelas la estabilidad económica que te permita tener una vida pero sabes qué el costo de tener esa estabilidad es regalar literalmente horas y horas de tu vida. Parece el dilema básico de cualquier persona en el capitalismo. Pero mi pregunta es cómo yo una persona extremadamente ansiosa puede encontrar un poco de calma (sin medicación porqué no me funciona)
Gracias
Quizá tener un hobbie, o alguna actividad que puedas realizar (de índole gratuita mejor). No sé de qué país sos, pero yo antes iba a un taller de lectura los sábados a la mañana y compartía lo que leía con un grupo de señoras. Era mí escape. Eventualmente lo deje de hacer porque los horarios me cambiaron, pero ahora mí actividad es escribir y dibujar. Mí meta es publicar un libro, asi que me distraigo bastante con eso. Juntarme semana por medio con mis amigas también fue otra cosa
La verdad es que creo que vos tenés que buscar eso que te llene de vida, el trabajo es exhaustivo y probablemente solo querés llegar a casa y descansar. Pero es ese descanso el que te deja sole con tus pensamientos. Lo ideal sería tratar de canalizar todas tus preocupaciones y tus ansiedades en algo positivo.
Vivimos en una sociedad (lol) y hay cosas que no podemos cambiar, entonces hay que fijarnos en qué sí podemos cambiar, pequeñas cosas que están a nuestro alcance y que nos dan esa idea de control que tan desesperados estamos por alcanzar
Espero que pronto encuentres la solución. Te mando un abrazo enorme
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¿Qué mundos tengo dentro del alma que hace tiempo vengo pidiendo medios para volar?”.
-Alfonsina Stoni
22 de mayo de 1892
Natalicio de Alfonsina Storni
El 22 de mayo de 1892, en Capriasca, Suiza, nacía la poeta argentina, Alfonsina Storni. Nacida en el extranjero debido a los negocios cerveceros de su padre Sanjuanino, fue anotada con el nombre de Alfonsina Storni Martignoni. De regreso a la Argentina la familia comienza a padecer penurias económicas, prueban instalando un café en Rosario donde Alfonsina limpia y sirve las mesas. A los 12 años escribe su primer poema pesimista y desesperanzador, lo deja debajo de la almohada de su madre que al leerlo la somete a una golpiza para que entienda que la vida es bella.
La muerte de su padre y el desinterés de su madre por su manutención la obligan a trabajar en una fábrica de gorras y también como cantante y corista. Consideró en varias oportunidades quitarse la vida, pero al recibirse de maestra recuperó el amor por la vida y comienza a publicar sus primeros poemas en revistas de Rosario. Mientras aún trabajaba como empleada en una tienda se publica su primer libro "La inquietud del rosal". La publicación de su segundo libro "El dulce daño", llegar a directora de un colegio y hacerse conocida en los ámbitos literarios parecían elevar su autoestima, pero solo hicieron aflorar un comportamiento errático y neurótico. Cada libro que editaba era un éxito de crítica y motivo de admiración de sus pares, hasta Federico García Lorca no perdió la oportunidad de conocerla.
Tuvo una muy cercana relación con Horacio Quiroga, salían, leían y escribían juntos, aunque siempre negaron que su relación tuviera tintes amorosos, decían que era mutua admiración. En la cima de su carrera descubre que padece cáncer de mamas, su íntimo amigo Benito Quinquela Martín la acompaña a todas sus consultas y la apuntala anímicamente antes y después de su operación. La mastectomía a la que fue sometida, dejó tremendas cicatrices físicas y emocionales, si bien ella ya poseía un desequilibrio emocional, este se acrecentó hasta no poder dominarlo.
En octubre de 1938 se traslada al hotel de una amiga en Mar del Plata, escribió varias cartas a sus familiares y envió el poema "Voy a dormir" al diario la Nación. La madrugada del 25 de octubre se dirigió a la playa La Perla y ya no se la volvió a ver hasta que horas después dos obreros la encontraran flotando ya sin vida en las aguas de esa misma playa.
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Date a volar
Alfonsina Storni
Anda, date a volar, hazte una abeja,
En el jardín florecen amapolas,
Y el néctar fino colma las corolas;
Mañana el alma tuya estará vieja.
Anda, suelta a volar, hazte paloma,
Recorre el bosque y picotea granos,
Come migajas en distintas manos
La pulpa muerde de fragante poma.
Anda, date a volar, sé golondrina,
Busca la playa de los soles de oro,
Gusta la primavera y su tesoro,
La primavera es única y divina.
Mueres de sed: no he de oprimirte tanto...
Anda, camina por el mundo, sabe;
Dispuesta sobre el mar está tu nave:
Date a bogar hacia el mejor encanto.
Corre, camina más, es poco aquéllo...
Aún quedan cosas que tu mano anhela,
Corre, camina, gira, sube y vuela:
Gústalo todo porque todo es bello.
Echa a volar... mi amor no te detiene,
¡Cómo te entiendo, Bien, cómo te entiendo!
Llore mi vida... el corazón se apene...
Date a volar, Amor, yo te comprendo.
Callada el alma... el corazón partido,
Suelto tus alas... ve... pero te espero.
¿Cómo traerás el corazón, viajero?
Tendré piedad de un corazón vencido.
Para que tanta sed bebiendo cures
Hay numerosas sendas para tí...
Pero se hace la noche; no te apures...
Todas traen a mí...
-Alfonsina Storni
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Un sol
Alfonsina Storni
Mi corazón es como un dios sin lengua,
Mudo se está a la espera del milagro,
He amado mucho, todo amor fue magro,
Que todo amor lo conocí con mengua.
He amado hasta llorar, hasta morirme.
Amé hasta odiar, amé hasta la locura,
Pero yo espero algún amor natura
Capaz de renovarme y redimirme.
Amor que fructifique mi desierto
Y me haga brotar ramas sensitivas,
Soy una selva de raíces vivas,
Sólo el follaje suele estarse muerto.
¿En dónde está quien mi deseo alienta?
¿Me empobreció a sus ojos el ramaje?
Vulgar estorbo, pálido follaje
Distinto al tronco fiel que lo alimenta.
¿En dónde está el espíritu sombrío
De cuya opacidad brote la llama?
Ah, si mis mundos con su amor inflama
Yo seré incontenible como un río.
¿En dónde está el que con su amor me envuelva?
Ha de traer su gran verdad sabida...
Hielo y más hielo recogí en la vida:
Yo necesito un sol que me disuelva.
-Alfonsina Storni
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Quisiera esta tarde divina de octubre
Alfonsina Storni
Quisiera esta tarde divina de octubre pasear por la orilla lejana del mar; que la arena de oro, y las aguas verdes, y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera, como una romana, para concordar con las grandes olas, y las rocas muertas y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos y la boca muda, dejarme llevar; Ver cómo se rompen las olas azules contra los granitos y no parpadear; ver cómo las aves rapaces se comen los peces pequeños y no despertar; pensar que pudieran las frágiles barcas hundirse en las aguas y no suspirar; ver que se adelanta, la garganta al aire, el hombre más bello, no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente, perderla y que nunca la vuelva a encontrar: y, figura erguida, entre cielo y playa, sentirme el olvido perenne del mar.
-Alfonsina Stoni
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Hace poco leí un libro titulado ”Sin Esfuerzo” que habla sobre cómo nos abrumamos al ser tan perfeccionistas. Si algo he aprendido en estos años que llevo escribiendo y siendo uno de los autores independientes más conocidos de México es que, la suerte y el éxito no son una serie de factores con los que uno nace predispuesto, sino que se manifiestan cuando logras tener una disciplina y cuando aprendes a liberarte de tus miedos y tus límites. Ejemplo: tú puedes haber nacido en una familia que te da todo y tienes condiciones favorables para sobresalir, pero sin duda puedes ser un pendejo toda tu vida y aun así tener tener talento y sobresalir, tu talento no siempre va de la mano de tus circunstancias y tampoco es que necesites sufrir para que llegues a ser notado como antes se creía. El sufrimiento en el arte no tiene ningún valor, el verdadero valor es el mensaje que logras transmitir. El sufrimiento es una circunstancia no una limitante.
Yo en realidad siempre lo he dicho: el secreto de mi éxito es que me vale madre todo, la opinión, el hate, las reglas, las estructuras y que en mis inicios nunca me enfoqué en ser una persona perfeccionista sino en crear cosas chidas. Y bueno. Mis libros me han dado para conocer dos continentes, una gran biblioteca, fundar una editorial , recorrer todas las ciudades de México en coche y otros placeres que el maravilloso mundo de la literatura me ha otorgado.
Curiosamente, cuando quise perfeccionar más cosas de mi trabajo, comenzaron a frustrarse otras. Es casi como ir en contra de mi esencia. Debo decir que algo que se les hace muy complejo a la gente que es escribir y publicar un libro para mí se me hizo casi como salir a correr o comerme unos tacos; es decir, que no representa un gran esfuerzo para mí. No me malinterpretes. No tengo imprentas y tampoco tengo contratos con librerías. Solamente sé cómo se hace. Es como el médico que te puede diagnosticar preguntando tus hábitos de consumo o el mecánico que sabe lo que le falla a un coche cuando lo escucha. Yo, sé hacer libros, plasmar sueños, materializar las vivencias.
Por ello en 5 años he publicado más de 17 libros. Serán buenos o malos, no lo sé, pero lo que sí sé es que ningún libro ha vendido menos de dos mil ejemplares y que he escrito poesia, novela, cuento, narrativa, motivación y hasta guías de viajes y cada libro ha encontrado a su lector ideal. A veces me dicen “poeta” y yo digo ahh sí, escribo de lo que sea y de lo que quiera, y cuando quiero publico un libro.
Algo que me pasó hace poco es que estaba preparando el lanzamiento de mi novela “¿Cómo volverse mochilero?” La escribí en Agosto del 2021 y la terminé en Diciembre de ese mismo año. La leí y la leí y dije: la puedo hacer mejor. Me obsesioné porque era una historia muy personal y quería darle algo excepcional al público lector. Así que la reescribí. Y justo cuando ya tenía la idea que me gustaba el archivo se me borró 😪.
Pero bueno, me consolé recordando que Jack Kerouac escribió “On the road” en un rollo de papel higiénico y que Hemingway perdió su borrador de ¿Cómo doblan las campanas? Y su consuelo fue que lo haría mejor. En fin, me obsesioné con mi novela y la lancé el día de mi cumpleaños 33. Unas semanas después mi página con medio millón de lectores desapareció. Y bueno, tuve que volver a empezar. Más de la mitad del público que estaba en esa página aún no sabe mi vieja página dejó de existir.
¿Te das cuenta? Me obsesioné con algo a lo que le aposté mis más nobles esperanzas. Y en ese lapso que estaba tan y tan bajoneado por todo: ventas bajas de los libros, pérdida de público lector, amistades traicioneras, gente con la que colaboré que le abrí espacios y me dio la espalda. Realmente dije: es momento de dejar esto.
Pero me encontré con una nota que había escrito en mi teléfono: “La mente es muy poderosa, si te repites a ti mismo que eres un pendejo se la va creer. Si le dices que eres un chingón, se la va a creer aunque seas un pendejo”
Así que dije, bueno, he sido un pendejo con la suerte de no compararme y eso me ha llevado muy lejos y me ha enfocado en lo que tengo que hacer.
Y como por arte de magia me fui encontrando varias notas que fui escribiendo en momentos difíciles. Nunca pensé en publicarlas porque la neta me daban risa y dije: ahh esto es para mí nomas. Y bueno las junté, escribí algunas otras y les puse de titulo: Manual para levantarse.
Y bueno, oh sorpresa, en dos meses se volvió de los libros más vendidos en Amazon.
Y eso es lo que te quería decir: regresa a los simple, no te compliques y sobre todo: deja de esperar que sea el momento perfecto porque nunca va a llegar. Aviéntate, sobre la marcha vas a aprender de tus errores. Y si no aprendes al menos reconocerás que sigues siendo un pendejo. Pero si aprendes algo bueno y tu vida cambia, entonces entenderás que vale la pena romperte la madre en cada cosa nueva que intentas hacer y de eso nunca te vas a arrepentir.
Quetzal Noah
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»El hombre es la única criatura que consume sin producir. No da leche, no pone huevos, es demasiado débil para tirar del arado, no corre con rapidez suficiente para atrapar conejos. Sin embargo, es dueño y señor de todos los animales. Los hace trabajar, les devuelve lo justo para que no se mueran de hambre y el resto se lo guarda para sí. Nuestro trabajo labra la tierra, nuestro estiércol la fertiliza, pero ninguno de nosotros posee más que la piel que lleva encima.
Después de las dificultades que enfrentó Orwell para publicar la obra debido a su esencia política y a las circunstancias de la época, Rebelión en la Granja es finalmente publicada en 1945 junto con Libertad de Prensa, un ensayo breve en el prólogo del libro que critica la falta de independencia y diversidad en los medios de comunicación, así como la manipulación y la censura ejercida por los gobiernos autoritarios.
Aunque inspirada en la Revolución Rusa, la novela se aleja del contexto histórico en el que fue escrita para brindar una crítica atemporal al poder, la corrupción y la naturaleza humana. La trama es aparentemente sencilla: tras morir el Viejo Mayor (el cerdo más respetado del lugar), los animales de la granja de los Jones deciden rebelarse contra el hombre que los oprime, buscando así su libertad y la instauración de un sistema de gobierno propio. Sin embargo, la rebelión resulta en vano, pues los cerdos toman el poder, traicionando los principios de igualdad y justicia que inspiraron la rebelión.
Con un lenguaje sencillo pero satírico, George Orwell es capaz de ilustrar cómo el poder puede corromper los ideales del ser humano y cómo este es aprovechado para sacar ventaja a costa de un pueblo confiado y cegado ante la ignorancia que el propio gobierno le impone para mantener su control sobre él.
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¿Has pensado en publicar tus historias? Tienes buen estilo, me encanta todo lo que escribes sobre Jacob/felix 😍👏 ¿cómo es tu proceso creativo?
Saludos!
aw tu eres muy amable, yo siempre a querido publicar un cuento o libro mio :)
Mi proceso se concentra en dividir un idea en tres partes pequeñas, y cuando lo voy uniendo, se convierta en una cosa mas grande y completa. También me gusta mucho a escuchar musica antes de escribir para intender mejor los personajes y sus sentimientos.
chao!
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¿Qué hace un periodista cuando ve cuerpos tendidos en el asfalto?
¿Cómo puedo seguir con esto que siento? Tenemos guardias, ese miércoles me tocó a mí. Un día a la semana nos turnamos para eso. Te pitan y vas corriendo al lugar, ese día fue a la carretera San Francisco-León, fue un camión de pasajeros y un tráiler.
Llegué, los cuerpos estaban tendidos ya sin vida, el tráiler no respetó el límite de velocidad. Lo que ayer era la señora Magda llevando su saco a la tintorería, hoy es ese cuerpo inerte. La sangre corre, se me nubla la vista, veo bultos y caras raspadas. No sé cuánto más pueda aguantar.
Me tocó investigar esto que les voy a contar y que no puedo publicar. Hace poco en la calle Victoriano Rodríguez hubo una masacre, varios homicidios, en el periódico se publicó que eran jóvenes que cuidaban una fachada. ¡No eran jóvenes!¡Eran niños! Doce años, ocho años, no es ser joven, es ser un niño. era una fusca lo que había pasado por sus manos.
El negocio era una tienda de detergente a granel, al fondo estaba el "laboratorio". El niño de doce años entró y le disparó al de ocho, luego salió otro de once y también dispararon. Eran niños y sus cuerpos ya están en el piso, punzando su infancia y la mía.
La primera vez que vi sangre salir de una persona fue una coincidencia, estaba en una librería buscando un libro didáctico para el hijo de una amiga, sería su cumpleaños. Me acerqué a los libros de la entrada y entonces vi a una señora inclinada, le escurría de la pierna una mancha roja y el líquido café rojizo salía por su zapato, otra señora se detuvo, nos impresionamos, buscamos un policía o alguien que hablara a una ambulancia, un señor prestó su chamarra, se la atamos y apretamos a la pierna, pregunté si cerca habría algún doctor, una clínica pequeña estaba a menos de una cuadra. Entré y pregunté si algún doctor podría atenderla, la mujer me había dicho que hace poco había tenido una intervención, y que la sutura se había abierto, le dije eso al enfermero, me dijo: ¡No puedo ir! No puedo dar atención de esa manera, ¿qué tal si es una ladrona y le pasó algo?¡Yo me meto en problemas al atenderla!
Regresé con la señora, tardarían cinco minutos más en llegar por ella.
Hoy que veo esos cuerpos tendidos en la carretera, he decidido que ya no quiero ver ese rostro de la vida.
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Era una Mujer que escribía explícitamente sobre el sexo
desde el punto de vista femenino, pero también
de la belleza de las emociones. Adorada por algunos,
odiada por muchos e incomprendida por la mayoría,
Anaïs Nin nació en Francia, en el área metropolitana de París,
un 21 de febrero de 1903.
Tenía dos hermanos.
Su padre, Joaquín Nin, era pianista y compositor,
y su madre, Rosa Culmell, una cantante de formación clásica.
Ambos habían nacido en Cuba.
Tal vez por eso, Anaïs desde niña, se sintió atraída
por el mundo del Arte..
Cuando tenía 10 años, su familia se traslada a Barcelona,
y su padre los abandona.
Sola, y cargo de tres hijos, la madre de Anaïs decidió ir a vivir a Nueva York, donde residía parte de su familia cubana que los esperaba.
Éste hecho, la partida de su padre, la marcó para el resto
de su vida. Sus Diarios se iniciaron como una carta dirigida
a su Padre, con quien no tuvo contacto durante
los siguientes 20 años y con quién se cuenta
mantuvo una relación de incesto.
A los 19 años consigue un trabajo como modelo
y bailarina de flamenco.
Conoció al poeta y banquero Hugh Guiller en 1923.
Pronto, Nin y Guiller se enamoraron y contrajeron
matrimonio en La Habana. Un año más tarde,
los artistas se trasladaron a París, donde Hugh trabajó
en un banco y Anaïs encontró el tiempo y el espacio
para volcarse en su escritura.
Entre 1929 y 1930, completó su primer libro titulado
La intemporalidad perdida.
Eran 16 historias, con tintes oníricos y psicoanalíticos
que emanaban el espíritu vanguardista del París
de los años 20'.
No obstante, y aunque ofeecido a varias editoriales,
fue rechazado.
En 1932 publica un ensayo sobre D. H. Lawrence,
y un año después conoce a Henry Miller, con quien luego
inicia un apasionado romance con él,
y también con su esposa June Miller.
Con Miller compartían (además), manuscritos
y ella lo ayudó en la creación de sus dos únicas novelas
Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio.
En Francia conoce a Bretón, Artaud, a Moricand,
a Lawrence Durrell. Decidirá ser Escritora y se sumergirá
en el placer, y veces el dolor de hombres y mujeres.
Se interesó profundamente por el psicoanálisis,
estudiándolo primero con René Allendy y luego
con Otto Rank (compañero de Sigmund Freud),
dos maestros que eventualmente fueron sus amantes.
Su primera novela, La casa del incesto aparece en 1936.
Al inicio de la II GM, en 1939 emigra a EEUU.
Viviendo en el West Village de NYC, se convierte
en la primera Mujer en explorar el mundo
de la literatura erótica. Decidió prescindir de las editoriales
y publicar por su cuenta.
Aparecen así Delta de Venus, Corazón cuarteado,
Una espía en la del Amor, y Collage.
A los 44 años conoció al ex actor Rupert Pole (dieciséis años
menor que ella), cuando se dirigía a una fiesta
en un ascensor de Manhattan, y en 1955 se casó con él,
mientras seguía casada con Hugh.
Durante un tiempo, Nin mantuvo dos matrimonios
en paralelo: uno en Nueva York (Hugh) y otro en Los Ángeles (Rupert).
De estas vivencias nació Ciudades interiores,
una serie de novelas en las que Nin ficcionó sus experiencias.
También fue pionera del poliamor.
Pero más allá de sus novelas, serán sus transgresores Diarios, donde desfilan los Intelectuales y Artistas más famosos
de su época, desde Dalí y Gala, Carpentier, Chaplin,
Cortázar, y Tanguy, entre otros, publicados a mediados
de los 60', los que la consagren como un Ícono
de la Liberación Femenina, amado por Mujeres jóvenes
que veían en primera persona cómo una de ellas podía
hacerse un lugar en un mundo dominado po
los Hombres en la Literatura.
Fue invitada a dar conferencias en universidades
de diversos países. En la década de los 70' recibió
el doctorado honorífico del Philadelphia College of Art (1973),
fue elegida miembro del instituto Nacional
de Artes y Letras de Estados Unidos (1974) y obtuvo
el premio a la Mujer del Año de Los Angeles Times en 1976.
Partió al año siguiente.
Sus cenizas fueron esparcidas en un paraje llamado Mermaid Cove, en California, frente a la costa del Pacífico.
Anaïs Nin logró expresar todo lo que los libros de Mujeres habían dejado de lado, no sólo rompiendo tabúes, sino también escribiéndolos.
Subyace en su literatura la indagación de lo más íntimo de su alma; su feminidad con sus matices, y los conflictos entre el intelecto y sus emociones.
Para ella, no hay nada más que sus diarios. En ellos, esa intimidad no se sugiere, sino que se exhibe, junto a la búsqueda del deseo y los
límites del cuerpo y de ella misma.
Es una literatura viva y sin maquillajes, un espejo que refleja todos los cambios de los estados de ánimo, del Amor al odio, que marcan nuestra frágil naturaleza como Mujeres.
Lo que Proust, Joyce y Miller estaban haciendo, ella lo hizo desde la Conciencia Femenina y a veces (muchas) en primera persona, en el espacio que se crea entre una pérdida y un vacío, se refugian las palabras, en una búsqueda de lo íntimo de nuestra Humanidad, para acercarla a una idea que le defina, una interpretación abstracta sobre la necesidad y la inquietud Existencial, a través de la Libertad como mensaje de su propia vida...
🌹
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Algo me pasa
Ahora escribo cosas con más palabras, hablo de la cantidad. No escribí nunca más un poema. Tengo la sensación de que en realidad nunca quise escribir un poema, simplemente una vez me salió algo con esa forma. Como cuando haces tortilla y sale revuelto, creo que nunca más voy a escribir un poema, nunca más. Estoy segura de que leeré poemas, pero creo que nunca supe cómo escribirlos y nunca los voy a volver a escribir porque siento que no tengo nada que hacer ahí, en el mundo del poema, con el poema, para el poema. Leo poemas de otros y pienso: saben lo que hacen, saben cómo acomodar esas palabras, saben cómo construir ese rompecabezas. Hace un tiempo atrás iban a publicar un pequeño libro con mis poemas y dije no, no quiero, mejor guardalos por ahí, mejor así. Tengo muchos archivos de word que parecen poemas, pero no lo son, son palabras puestas así (mano señalando un poema) como a mi me parecía que se escribía un poema, pero en realidad nunca supe, nunca quise, no sé cómo explicarlo. Podría aprender y empezar o dejar de pensarlo tanto (a veces creo que quisiera volver a construir un poema, pero ya no pienso en poemas, antes pensaba poemas, hilaba imágenes de esa forma, o parecido, entonces quisiera volver a pensar así, solamente porque así pensaba antes y pensé durante muchos, muchísimos años, pero ahora pienso cosas largas) La verdad es que no sé nada de literatura, leo bastante, ahora más que nunca, estudié letras un año y escribo desde que tengo memoria, las personas que mas quiero saben todo de literatura y ellxs me enseñan, no sé si eso es saber ¿cuáles son las señales para saber si sabés algo? algo con las palabras me pasa, siempre fue así ¿es el arte de los que no sabemos tocar la guitarra? no, mentira, porque mirala a Rosario, ella hacía las dos cosas. Si de repente quisiera escribir un poema no sabría como empezar, pero seguramente podría imitar su forma, esa forma insufrible que tienen los poemas, tan de ellos, tan únicos ellos, ahí con su forma. Quisiera que todas las personas que conozco tengan ganas de escribirme un mail, porque lo que más me gusta es escribir correos electrónicos, no poemas, ya no escribo poemas, ya lo dije. Me siento sobredimensionada, me miro a mi misma y veo un tapial gigante que no puedo cruzar ¿qué hay del otro lado de mí? quizás una oración corta, como “quiero un sol”, o una palabra sola como “quiero”, o la forma de un poema. O nada. Ojalá sea algo fácil de transportar, para cuando tenga que irme, el día que atraviese mi tapial gigante, el día que se rompa la forma del poema y yo sepa que hacer con tantos no-poemas escritos en la computadora y en los cuadernos que siempre me regalan, porque todos saben que algo me pasa con las palabras, algo me pasa.
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Selfshipp Week!
— ¿De qué se trata? La Selfshipp Week se basa en publicar un escrito/dibujo por día durante una semana basada en distintas temáticas que se asignan a cada uno de los días.
Inspirado en este hilo de Twitter: https://twitter.com/SelfshipT/status/1693515958432706570?t=Ut6KKyA30ObynUMkQRfRaw&s=19
Sin más que decir, vamos a comenzar con nuestro primer día!
ઈ🍵︵ Dia 1: Primer encuentro!
Malena fue transferida desde una iglesia católica Argentina a una casa colaboradora de la iglesia en Japón, le parecía bastante raro que parientes tan lejanos estén al tanto de la iglesia de su papá pero lo dejaría pasar simplemente porque su padre le mencionó que "es por un tiempo corto". Malena había hecho su presencia en la residencia Sakamaki, descubriendo ese secreto medianamente oscuro en cada uno, en que esa familia que supuestamente colaboraba con la iglesia, se trataba de una familia de vampiros purasangre.
Malena no tenía mucho que temer, a pesar de venir de una iglesia ella no creía mucho en dios ni apoyaba a sus creyentes, solamente obedecía las ordenes de su padre. Intentó tomarse todo con calma, pues ahora tendría que convivir con esos 6 hermanos persiguiendola para drenar su sangre cada derivado tiempo.
Male: Ahh... Y bueno, es lo que hay ¿verdad?
Diría ella llegando a su habitación después de una charla un poco larga con los hermanos. Habían llegado a un pequeño acuerdo y es con respecto a quién se haría cargo de ella la mayor parte del tiempo, y sin pensarlo del todo, Malena había escojido a Reiji, el único a quien ella catalogó cómo "un ser decente y civilizado".
Comenzó a ordenar la ropa de su valija en el ropero para intentar pasar más el tiempo, pero su actividad habría sido interrumpida por unos golpes en su puerta.
Male: Uhh... ¿Quién es?
Reiji: Soy yo. ¿Me dejarías pasar?
Male: Eh... Sí claro, adelante.
Dijo sin sudar mucho, apartandose del ropero para darle su total atención al mayor quien habría venido a buscarla. Observándolo detenidamente vió que traía un uniforme escolar en mano, algo que le causó curiosidad.
Male: Buenos días, Reiji-san.
Reiji: Buenos días, veo que te estas instalando debidamente.
Male: Eh, sí... Después de todo creo que tengo que vivir aquí un tiempo...
Reiji: Por supuesto. Y cómo tienes que vivir aquí, tienes que adaptarte a nuestro horario.
Reiji: Es por eso, que he venido a traerte tu uniforme.
Male: ¿Hm? Ah cierto, son vampiros...
Male: Ustedes no están activos por el día ¿verdad?
Reiji: ... Cómo es que usted sabe eso?
Male: ... Libros.
Confesó la menor con sinceridad, sonriendo de una forma muy suave. La noticia también había ocasionado una sonrisa bastante leve en los labios ajenos, apenas se podría notar.
Reiji: Hah, entonces también crees en esas idioteces.
Male: ¿Idioteces?
Reiji: Sí. Los libros escritos por mortales en donde idealizan nuestras debilidades de una forma muy ingenua.
Male: Si me permite ser sincera, no creo del todo en ellas.
Male: La pregunta fue solamente por suponer...
Reiji: ...Ya veo.
Reiji: Creí que eras una simple humana con falta de disciplina. Pero eres mucho más que eso.
Male: ¿Una humana interesante con falta de disciplina?
Reiji: Así es.
Reiji: No creas que por tratarme de 'usted' respetablemente voy a dejar pasar tus comentarios sarcásticos.
Male: No esperaba eso, Reiji-san.
Reiji experimentaba nuevas contestaciones, y a su vez descubría la personalidad de Malena tal cual quería. Sin duda la mujercita necesitaba unas cuantas lecciones de disciplina.
Reiji: Caramba, y sobre todo, me contestas.
Reiji: ¿Quién te crees que eres?
Male: La interesante humana con falta de disciplina que llamó su atención, Reiji-san.
Reiji: ... Eres estresante.
Reiji: Tendré que arreglar tu conducta cuando lleguemos de la escuela. Por favor ponte tu uniforme.
Male: Ahh... Cómo usted ordene, capitán.
Reiji: ... Y si sabes lo que te conviene, no me hagas esperar.
Y así es cómo el mayor se retiró de la habitación de la muchacha, había conseguido alterar su estado de ánimo en tan solo una charla. Era evidente, Malena tenía actitudes que desafían la postura dominante de Reiji, y él estaba completamente claro y dispuesto a educarla adecuadamente.
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WATTPAD. DEL FANFICTION AL BEST-SELLER
Megan Montiel - 22/03/24
Wattpad es una plataforma online, o red social, de lectura y escritura. En la cual cualquier persona puede ser un escritor, en ella pueden publicar historias de cualquier género literario. Los usuarios pueden leer estas historias de forma gratuita y dejar comentarios para los escritores. Asimismo, la plataforma está construida para que la interacción entre los escritores y los lectores sea estrecha e instantánea.
En la actualidad Wattpad se ha convertido en la plataforma de lectura y escritura más controversial y viral. Cuenta con más de 90 millones de usuarios y más de 565 millones de historias. Wattpad a revolucionado el mundo de la literatura, cambiando la forma en la que se escriben y publican las historias; la manera en como funcionan las interacciones entre los lectores y los escritores; y, aun más trascendente, ha transformado el mercado editorial.
Todos hemos escuchado de historias como After de Anna Todd, o El stand de los besos de Beth Reekles, pero ¿Cómo lograron estas historias pasar del fanfiction a novelas Best-sellers? ¿E, incluso, a las adaptaciones cinematográficas?
La revolución de la literatura
En el 2006, Allen Lau e Ivan Yuen cofundaron Wattpad, con la misión de “compartir el mundo de la escritura a millones de personas” tal como lo dice Lau. El propósito de la plataforma era que cualquier persona tuviese la oportunidad de publicar y compartir sus historias, recibir feedback y conectar con otros escritores y lectores de forma online. Dejar atrás el papel y digitalizar la narrativa.
Título de nota del medio Publisher Weakly, traducción: PW Selección de Diciembre, 2012: Wattpad revoluciona la narración online. URL: https://www.publishersweekly.com/pw/by-topic/authors/pw-select/article/55231-pw-select-december-2012-wattpad-revolutionizes-online-storytelling.html
La aplicación fue lanzada en el 2009 y en el 2011, Wattpad alcanzó más de 1 millón de usuarios, y la aplicación había sido descargada más de 5 millones de veces. Pero es en el 2013, en el séptimo aniversario de la plataforma, que los creadores decidieron agregar una sección llamada Stories en la cual los usuarios podrían publicar sus historias. Lo que comenzó como una aplicación para leer libros, se transformó en una aplicación para publicar historias de manera gratuita y sencilla.
Desde ese momento, la forma en que la comunidad de Wattpad interactuaba cambió, así como la forma en la que los jóvenes comenzó a escribir. Los usuarios comenzaron a escribir historias de todo tipo, desde historias originales hasta fanfics, pero aun más importante que eso, los usuarios eran capaces de generar una audiencia, o fandom.
Nota del medio El País. URL: https://elpais.com/cultura/2014/11/21/actualidad/1416575662_738367.html?event=go&event_log=go&prod=REGCRARTCULT&o=cerrcult
Es a partir de estos cambios, que el mundo de la editorial también evolucionó. Siendo After uno de los casos más famosos de libros que han salido de la plataforma y se han publicado en físico.
Wattpad y el fanfiction
Un fanfic se refiere a una “ficción de fans”, es decir, una ficción creada por y para fans, en la cual se toma como referencia un texto, audiovisual o celebridad como puntos de partida. La palabra fanfiction tiene origen desde 1930 y se utilizaba como designación para lo amateurs que publicaban ciencia ficción en un fanzine. Sin embargo, es en la década de los 70 que surgieron los primeros textos que pueden considerarse como verdaderos fanfics.
Libro publicado por WattpadFanFictionES. URL: https://www.wattpad.com/story/121061008-cómo-escribir-fanfics
El fanfiction formó gran parte del éxito de Wattpad. De hecho, en los primeros años de la plataforma, el fanfiction era lo más popular dentro de la aplicación, Los principales usuarios de la plataforma eran, y son, adolescentes o jóvenes adultos que al formar parte de un fandom escribían y leían fanfics dentro de la aplicación.
Fotografía de Anna Todd. De su Instagram @annatodd
Uno de los temas más ocurrentes dentro del fanfiction, durante el 2013, era el de One Direction y Crepúsculo. Es Harry Styles uno de los personajes más populares dentro de este creciente género literario, protagonizando historias como After y The Idea of You de Robinne Lee. De estas dos novelas, la primera aun se encuentra en la plataforma de Wattpad.
La caza de las editoriales
Fue en Abril del 2013, año en el cual Wattpad lanza la sección de Stories, que Anna Todd publica el primer capítulo de su novela debut After, un fanfiction inspirada en Harry Styles y One Direction. “Al día siguiente subí el segundo capítulo; y cuando me hice con la herramienta, empecé a subir casi un capítulo diario” menciona Anna. Uno meses más tarde Anna consiguió un millón de lectores, y un año después firma un contrato con Gallery Books para publicar el libro en físico. Poco tiempo después, se realizó su adaptación cinematográfica por Paramount Pictures.
Fotografía del libro After de Anna Todd, de la editorial Planeta.
A pesar de la creciente fama del libro y de su contrato con la editorial, Todd mantuvo el libro publicado en la plataforma de Wattpad, donde aun se puede leer de manera gratuita. Sin embargo, esto no fue un obstáculo para su venta física.
youtube
Entrevista a Anna Todd sobre su experiencia con After y su creciente fama.
Otra novela que tuvo un tratamiento similar fue The Kissing Booth, o El stand de los besos, de Beth Reekles, publicada cuando la autora apenas tenía 15 años. "I was approached directly by an editor at Random House (now Penguin Random House) through a private message on Wattpad" dijo la autora (trad. Un editor de Random House (“ahora Penguin Random House) se acercó a mí directamente a través de un mensaje privado en Wattpad.”) .
Portada del libro The Kissing Booth de Beth Reekles.
En la actualidad, las editoriales buscan dentro de Wattpad historias que tengan el potencial de ser publicadas. Tales como Montena, sello juvenil de Penguin Random House, es la editorial oficial de los libros de Wattpad en español, que en el 2020 llego a un acuerdo con la plataforma para publicar varios de los libros digitales. La editorial afirma que en el 2022 uno de cada cinco novelas juveniles publicadas, provenían de Wattpad.
youtube
Conferencia con autores de Wattpad.
Existen muchos estigmas y prejuicios acerca de los libros que provienen de Wattpad, así como de los autores que publican en la plataforma y los lectores que leen su contenido. Pero es imposible negar la gran comunidad y apoyo que los libros reciben de esta. Wattpad ha cambiado la forma en la que se escriben las historias y el como se puede llegar a publicar un libro, de igual manera ha transformado la manera en la que los lectores interactúan con los escritores. Es, sin lugar a duda, una plataforma que fue construida y es mantenida por gran comunidad.
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EL OTRO LADO DE MILES DAVIS
(Español / English)
Aparte de la música Miles Davis sentía una especial atracción por el arte de la pintura. Aquí algunos de sus dibujos y grabados. Muy pocas de sus pinturas se exhibieron durante su vida y fue sólo después de su muerte que las más de 100 obras realizadas por Miles comenzaron a recorrer galerías y museos del mundo por derecho propio. Su importancia como pintor llegó al punto de que él mismo aceptó publicar un libro en el que explica su arte. Se trata de The art of Miles Davis. Está escrito en forma de entrevista y ofrece la oportunidad de entender cómo el músico concebía las artes visuales. En él, Miles explica con sus propias palabras cómo su mente crea pinturas cuando no está haciendo música. El libro se editó acompañado de setenta y cinco reproducciones de sus pinturas. Su último concierto europeo fue en París en 1991. Allí tocó teniendo como fondo una de sus pinturas de gran tamaño. Si bien sus pinturas nunca van a constituir una amenaza para su legado como músico, ni van a igualar ese legado, parece no haber dudas de que ellas constituyen otra vía para adentrarnos en su mente oscura y misteriosa.
THE OTHER SIDE OF MILES DAVIS
Besides music, Miles Davis felt a special attraction for the art of painting. Very few of his paintings were exhibited during his lifetime and it was only after his death that the more than 100 works by Miles began to tour galleries and museums around the world in their own right. His importance as a painter reached the point that he himself agreed to publish a book explaining his art. It is the art of Miles Davis. It is written in the form of an interview and offers the opportunity to understand how the musician conceived the visual arts. In it, Miles explains in his own words how his mind creates paintings when he is not making music. The book was published with seventy-five reproductions of his paintings, and his last European concert was in Paris in 1991. There he played against the backdrop of one of his large paintings. While his paintings will never constitute a threat to his legacy as a musician, nor will they ever equal that legacy, there seems little doubt that they constitute another avenue into his dark and mysterious mind.
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Dos siglos de falsas noticias arqueológicas
Por Stéphane François
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Nuestro amigo Jean-Loïc Le Quellec acaba de publicar Des Martiens au Sahara. Deux siècles de fake news archéologiques (Éditions du détour, Burdeos, 2023). Este libro es una reedición ampliada (¿doblada?) de Des Martiens au Sahara. Chroniques d'archéologie romantique, publicado en 2009 por Actes sud/Errance. La treintena de capítulos que componen el libro, los cuales son más bien breves, también han sido reorganizados. En resumen, se trata prácticamente de un libro nuevo y cada capítulo aborda un tema en específico. El libro ofrece un amplio panorama de lo que puede llamarse la “pseudo-arqueología”. Su principal interés se resume en su subtítulo, el cual ha sido modificado: de “Crónicas de la arqueología romántica” ha pasado a ser “Dos siglos de falsas noticias arqueológicas”. El contexto cultural y social ha cambiado profundamente en estos catorce años, pues quienes realizan estas acciones ya no son aficionados apacibles, a menudo caprichosos (piénsese en las colecciones dedicadas a la “arqueología misteriosa” que florecieron en las décadas de 1970 y 1980), sino que han adoptado posturas mucho más agresivas encubiertas por un discurso pseudocientífico que trata de socavar la confianza del público en la ciencia y en el conocimiento establecido. Esto se aplica sobre todo a las teorías de conspiración y sus nefastas tesis que se han extendido considerablemente debido a la epidemia del Covid 19. Con el desarrollo del Internet y las redes sociales ahora es más fácil perderse en el laberinto de teorías alternativas y relatos pseudocientíficos. Estas últimas resultan atractivas por su simplicidad y espectacularidad, pero causan estragos al poner en entredicho el conocimiento científico.
Jean-Loïc muestra muy claramente cómo estos discursos han adquirido una mayor visibilidad hoy en día. Con la excepción de los escritos de John Smith, que fueron el origen de una nueva religión (la Iglesia de Jesucristo y de los Santos de los Últimos Días – los mormones), las tesis analizadas en este libro tuvieron una difusión limitada en el siglo XIX y llegaron a un público mucho más amplio únicamente con la invención de Internet. Un ejemplo de ellas es el creacionismo. Sus partidarios no dudan en utilizar burdas falsificaciones para promover sus ideas, por lo que son objeto de varios capítulos (capítulo 6, “Un dedo de creacionismo”; 11, “Un poco de arche-ología"; 12, “Greenpeace y el diluvio”; 13, “Un paraíso perdido, 10 “¡Primicias encontradas!”; 14, “Mamuts y mormones”; 16, “¿Vieron los amerindios al diplodocus?”; 17, “¿No vieron mamuts, rinocerontes y triceratops?”). Otro de los objetos de estudio del autor es Graham Hancock, periodista británico especializado en “historia del misterio” y los partidarios de la “historia secreta”, cuyas ideas son supuestamente rechazadas por la “arqueología oficial”, como el mismo Hancock dice en la introducción de su serie de “documentales” (“En los albores de nuestra historia”) emitidos en Netflix.
Como explica Jean-Loïc Le Quellec en su “Prólogo”, es necesario cambiar de registro: ya no se trata de promover una “visión alternativa” de la historia, como era el caso de la “arqueología romántica” como propone el autor en el subtítulo de la primera edición del libro, sino de banalizar las tesis de las mismas con tintes racistas que le niegan a las distintas civilizaciones no europeas la capacidad de fundar culturas complejas y admirables en términos arqueológicos. La premisa es simple: estas civilizaciones solo pudieron alcanzar tal grado de sofisticación con ayuda exterior. Erich von Däniken y Aliens Theory, una serie televisiva de pseudodocumentales (que se basan en las tesis del primero), consideran que la respuesta es bastante sencilla: lo hicieron los extraterrestres (véase el capítulo 27, “De los marcianos al Sáhara y otras ‘cabezas redondas’”). Sin embargo, el enfoque de Graham Hancock es más sutil: nunca nombra a los antepasados que crearon la civilización. Se limita a dar un periodo de tiempo de 12.000 a.C., el mismo para cada episodio de su serie junto con otro dato: la idea de un cataclismo mundial. En sus libros, es incluso más explícito: esta civilización primordial, creadora de las demás, es la Atlántida. Y los atlantes de Hancock son blancos. Obviamente, podríamos decir que estas tesis de pueblos blancos civilizadores igualmente se encuentran en otros autores de la década de 1960 que también abordaron este tema, como lo son el caso de Robert Charroux y Jacques de Mahieu ejemplo (véase “Epílogo”). Los defensores de Hancock (y también él mismo, ya que nunca se puede ser mejor defendido que por uno mismo) propusieron la idea de una conspiración: los partidarios de la “ciencia oficial” (en otras palabras, los académicos) impiden la difusión de estos descubrimientos de los orígenes europeos y prehistóricos de la civilización hechos por aficionados. Se trata de la vieja tesis de la superioridad de la “raza blanca” y como siempre el diablo se esconde en los detalles.
El otro gran mérito del libro de Jean-Loïc Le Quellec, además de su increíble erudición, es mostrar cómo estos discursos racistas, que no son pocos, vuelven a ser habituales después de la popularidad que tuvieron en 1960 y que ahora son difundidos gracias a Internet y a sitios como Netflix. Démosle la palabra al autor: “¿Por qué interesarse por las innumerables historias de este género? Porque las teorías fundamentalistas y creacionistas sólo pueden atraer a los mal informados y porque la arqueología fantástica (o romántica) a menudo transmite ideas racistas o contribuye involuntariamente a reforzarlas reciclando eternamente las mismas tonterías. La mala arqueología puede hacernos sonreír, pero no por ello es menos potencialmente peligrosa como demuestran varios de los casos examinados en este libro”. (pp. 345-346). Este libro es una sólida investigación que, con una ironía mordaz, ayuda a la salubridad intelectual y conviene leerlo y releerlo.
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Capítulo 3
Antes de proceder, quería avisaros sobre que intento ir avisando por Instagram (TigreTulipa) y Bluesky (tigretulipa.bsky.social) de cualquier novedad o actualización sobre la historia. Antes tenía Twitter, pero como el señor ese se lo está cargando ya no sé dónde ir, así que me fui a la red social que conozco mejor después de esa TT-TT. Siento la tardanza, pensaba publicar los capítulos 3 y 4 antes de Navidad, pero no me dio tiempo porque los reescribí para cambiar algunas partes que no me terminaban de convencer. También he logrado sacarme el carnet de conducir tras mucho tiempo :’) Tenía la intención de publicar los capítulos 3 y 4 a la vez, pero he considerado que era mejor publicar por ahora el 3 y darme tiempo para arreglar el 4.
La mirada de _____ se encontraba perdida entre la multitud de la zona de embarque del aeropuerto mientras se distraía haciendo girar la maleta sobre sí misma. Visto que no tenía ni teléfono ni dinero, eso y ver las personas que iban de un lado a otro era lo más entretenido en aquel momento.
Aburrida, giró la cabeza hacia los ventanales que había a su derecha y se encontró con su reflejo, vestido con ropa que le había prestado Bélgica, sobre el cielo anochecido. Hacía rato que el sol se había llevado con él las tonalidades anaranjadas del atardecer para dar paso a los azulados oscuros y las estrellas de la noche, poco perceptibles por la contaminación lumínica de la ciudad.
Qué raro se le hacía referirse a alguien como país. Y qué raro se le hacía que un país tuviera cuerpo humano… Bueno, en cierta forma era más o menos como si fueran los representantes y presidentes de los territorios. Pero unos que eran prácticamente inmortales…
_____ volvió a mirar hacia la gente apretada en la pequeña tienda donde España había ido «un momento», según él, a comprar, pero desistió y puso la atención en sus pies al no lograr ver al español.
«Que sepas que a partir de ahora somos primos» le había dicho Antonio durante el trayecto hacia el aeropuerto. Según él, esa había sido la forma más rápida y fácil de darle unos apellidos nuevos y poder actuar como familiar si se daba el caso.
Eso le hizo recordar las palabras de Alemania.
_____ suspiró y apretó con un poco de fuerza su brazo derecho varias veces. Estaba nerviosa y, aunque Feliciano le había dicho que no la estaba regañando, se sentía culpable por estar allí y recibir su ayuda con la repercusión que-
—¡Ya estoy de vuelta! —anunció feliz España, con ambas manos ocupadas y una amplia sonrisa pegada a la cara—. Ay… —se quejó al sentarse—, uno no puede hacerse viejo —carcajeó, dirigiendo su vista hacia _____. Su rostro adquirió una expresión más seria, pero no dejó de sonreírle.
Casi podía ver cómo los engranajes de la mente de la joven giraban a mil por hora. Convivir con humanos durante tantos años le había permitido leerlos como si fueran un libro abierto.
La pobre chica le sonreía forzadamente, su mirada llena de confusión. Mañana hablaría con ella. Por entonces, con un movimiento rápido, la rodeó por la espalda con el brazo y la acercó a él a modo de abrazo.
—Sea lo que sea, no le des más vueltas al tarro, por el momento —le aconsejó—. Hoy, al llegar, directos a dormir. Mañana ya nos preocuparemos de lo que ronda por esta cabecita tuya —dijo usando el dedo índice para darle toquecitos suaves en la frente.
_____ tomó aire y lo soltó lentamente. Entendía lo que le sugería, pero no podía frenar la cadena de pensamientos. Era frustrante querer hacer algo pero no lograrlo.
Antonio parecía haberlo entendido y le volvió a sonreír, apenado.
—Te prometo que encontraremos la manera de llevarte de vuelta a casa, a tu mundo —le aseguró apretándole ligeramente el hombro con la mano.
La honestidad que había en las palabras de aquel hombre humedeció los ojos de la joven, pero se esforzó en retener las lágrimas para liberarlas en la intimidad y tranquilidad de su nuevo refugio en España. Ya solo le faltaba llorar delante de todos los que había por allí presentes.
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Afortunadamente, el vuelo fue tranquilo y apenas hubo turbulencias. Antonio se había pasado casi todo el viaje hablando, las pocas veces que permanecía callado era porque estaba ocupado bebiendo o comiendo. En otro momento le habría resultado abrumador lo que podía llegar a hablar, pero en ese momento _____ se sentía agradecida por no haber tenido oportunidad de retomar lo que su mente había dejado a medias. En algún momento se llegó a plantear si el español lo estaba haciendo adrede.
Tras bajar del avión, fueron a paso ligero a recoger el equipaje y tomar un taxi para llegar a casa de Antonio. Era entrada la madrugada y el cielo era totalmente oscuro, pero la luminosa ciudad no dormía: coches iban y venían por las calles y carreteas, la gente paseaba por las calles repletas de bares y otros locales llenos de vida y por las ventanas de varios edificios aún se podían ver luces encendidas. Poco a poco, fueron dejando atrás el bullicio del centro hasta llegar a una zona residencial más tranquila, donde el estruendo de las carreteras más cercanas quedaba ahogado por los árboles y bloques de pisos.
El taxista detuvo el vehículo delante de un bloque de apariencia bastante sencilla y _____ se bajó somnolienta del coche. A pesar de haber dormido hasta la tarde, el ajetreo del aeropuerto y el vuelo habían hecho que volviera a sentir sus párpados pesados. Temía quedarse dormida de pie si los cerraba ni que fuera unos segundos. Notaba que su cuerpo se iba relajando mientras contemplaba cómo el taxi se iba encogiendo a medida que se alejaba. Se sentía un poco más cerca de su hogar.
Con pasos pesados, Antonio y ella se dirigieron hacia el portal mientras Antonio rebuscaba en un bolsillo de su abrigo para sacar una gran cantidad de llaves que tintinearon cuando este intentaba dar con la correcta para abrir la puerta del edificio. Tras varios intentos fallidos, logró abrir la puerta chirriante. Era un edificio antiguo y por desgracia para sus pies agotados, no disponía de ascensor, así que tocaba subir por las escaleras de azulejos hidráulicos.
—No te preocupes, solo tenemos que subir tres plantas —le intentó animar Antonio.
La subida fue ardua y al llegar a la puerta del apartamento _____ luchó con todas sus fuerzas para no quedarse dormida en la entrada e intentó prestar atención a lo que Antonio le decía mientras le enseñaba rápidamente el lugar y le explicaba cómo funcionaban las cosas. Aparte de la cocina, tansolo se quedó con la ubicación del baño y del dormitorio de invitados, su habitación temporal. Y qué cómodo era el colchón cuando se dejó caer en él…
Mientras se ponía el pijama que le había prestado Antonio, se dedicó a examinar detenidamente su entorno: la tonalidad clara del parqué contrastaba con la madera oscura del armario y de la cama de matrimonio de estilos más antiguos que, a su vez, desentonaban con el resto de muebles un poco más modernos y minimalistas. Por lo que recordaba haber visto, el resto del piso parecía seguir el mismo patrón de contrastes pero sin llegar a ser visualmente incómodo. Parecía que Antonio había intentado modernizar el interior de su casa, pero no se había atrevido a deshacerse de algunas antigüedades.
Unos golpes suaves en la puerta de la habitación hicieron que rápidamente pusiera su mirada sobre esa.
—¿Se puede? —preguntó el anfitrión.
—¡Sí, adelante!
La puerta se abrió poco a poco y Antonio sacó la cabeza para comprobar que todo estaba bien. Acto seguido la abrió por completo.
—Solo venía a comentarte un par de cosas antes de dejarte dormir. —_____ le asintió para que prosiguiera.
—Mañana-, bueno, hoy —se corrigió al recordar qué hora era—, tengo una reunión a media mañana. No tardaré demasiado, pero si tienes hambre o lo que sea, que no te dé cosa beber, comer o hacer lo que quieras mientras no estoy.
—¿Seguro?
—Sí, seguro —le clarificó Antonio—. A ver, mientras no me quemes la casa o algo por el estilo, puedes hacer lo que quieras —se rio el hombre—. Tú, como si estuvieras en tu casa, ¿vale? Si quieres ver la tele, miras la tele. Si quieres leer, lees… Tengo para pintar, tengo películas, tengo juegos, … Usa lo que quieras sin problema.
—Muchas gracias Antonio, eh… España —. El hombre volvió a reír.
—Antonio está bien, no te preocupes. Casi que lo prefiero —confesó tímidamente—. Me hace sentir más… humano, por así decirlo.
—Pues Antonio entonces —le sonrió _____.
—Gracias. —La sonrisa del hombre parecía aún más sincera que todas las que le había dirigido anteriormente—. Espero que duermas bien. ¡Buenas noches! —le deseó antes de cerrar la puerta por completo.
De hecho, sí durmió bien. Se despertó cerca de ocho horas más tarde, aun con la esperanza de haber amanecido en su cama, en su mundo. Pero la realidad era decepcionante. A veces sentía que estaba dentro de un sueño muy largo y que todo a su alrededor era producto de su mente, como cuando algunas veces había sido consciente de que estaba soñando. Otras, tomaba consciencia de la realidad de su situación y sentía miedo y frustración: miedo porque todo era real y su vida se vería severamente afectada por algo que no había podido controlar y se escapaba de sus manos, y frustrada porque tenía que seguir adelante con su vida, un camino que no había elegido, pero que no le quedaba más remedio que seguir.
Estos sentimientos iban siempre acompañados por un sentimiento de culpa por no apreciar lo que los demás estaban haciendo por ella, por sentir que no apreciaba suficientemente la ayuda que estaba recibiendo. Realmente estaba muy agradecida y sabía lo afortunada que era. Pero no podía evitar sentirse contrariada.
Sintió la caricia suave de las sábanas cuando estiró su cuerpo antes de levantarse a subir con cuidado la persiana para dejar entrar la luz de la mañana. El cielo estaba completamente despejado y se podían apreciar sus bellos azules. _____ abrió la ventada para dejar entrar el aire fresco y ventilar la cama antes de hacerla. Entretanto, eligió su vestuario para el día: algo cómodo para estar en casa, tampoco tenía la intención de salir, y salió hacia el cuarto de baño que había justo al lado para acicalarse y estar presentable.
Al salir del dormitorio, oyó un alegre tarareo amortiguado y el sonido de algo cocinándose en una sartén proveniente de la cocina. El ambiente agradable de esa mañana le sacó una pequeña sonrisa y, soltando un suave suspiro, se puso en marcha. Al entrar al baño, vio que Antonio había tenido la amabilidad de dejarle preparados varios utensilios de higiene personal en una cestita de mimbre con una nota que indicaba que, en efecto, eran para ella.
—¡Buenos días y muchas gracias, Antonio! —le agradeció la muchacha al sacar la cabeza por la puerta de la cocina abierta.
El hombre, que estaba hincando el diente a un crujiente bocadillo de lomo aderezado, casi seguro por el olor que desprendía, con ajo y perejil, asintió con la cabeza mientras se cubría la boca para terminar de masticar y balbucear un «no hay de qué» antes de tragar.
—¡Buenos días! —le deseó antes de beber de la graciosa taza de plástico que tenía a su derecha. El asa morada tenía una extraña forma: eran como varios bultos pegados el uno al otro. El color morado predominaba en todo el objeto, con uno de los lados pintado de amarillo y naranja y un “Ferki” escrito en negro sobre el naranja.
Antonio, sintiéndose muy observado, miró de reojo a _____ e intentó descubrir hacia dónde iba su mirada. ¿Alguna mancha que no había visto? Ay, qué vergüenza si tenía restos del bocadillo en la cara… Pero, afortunadamente para su orgullo, era la taza lo que había captado su atención.
El hombre se rio bobamente y, por unos segundos, la joven recordó a Feliciano y pensó que la risa del italiano era más dulce. Avergonzada por dichos pensamientos, intentó deshacerse de ellos tan rápido como habían surgido. ¿Qué estaba haciendo?
—Me gusta coleccionar estas cosas —le confesó el español volteando ligeramente la taza mientras la observaba también—, antiguallas. Aunque puede que esto no cuente como una… Pero el mundo ha cambiado tanto en tan poco… —se lamentó y volvió a sorber de su bebida.
La fragancia dulce del líquido encandiló la nariz de la joven, quien se aproximó tímidamente a la mesa para ver qué era.
—Es Cola Cao. ¿Quieres? —le preguntó Antonio— Aún queda algo en el bote.
—¿Puedo?
—¡Sí, claro, mujer! —le afirmó él, sorprendido por la pregunta—. Espera —le pidió para poder terminarse la bebida.
Acto seguido, se levantó y se llevó de la mesa el plato y la taza para lavarlos en el fregadero y, tras ponerlos a secar, abrió uno de los armarios del gabinete y sacó dicho bote para darlo a _____.
—Y recuerda —le avisó levantando el dedo índice—: Come y bebe lo que quieras y cuanto quieras, mira la tele si te apetece, pinta si quieres también. Lo que te dije antes de ir a dormir. No quiero volver y encontrarte medio p’allá en el suelo, ¿vale?
—¿Seguro? —volvió a cuestionar la joven, aún sin creerse las palabras del hombre.
—Criatura de mi vida, ¿pero por quién me tomas? —insistió con voz dramática Antonio mientras sujetaba suavemente la cabeza de la muchacha con ambas manos— No tengo la costumbre de hacer que mis invitados pasen hambre y tú no vas a ser la primera —aclaró dándole un golpecito en la punta de la nariz.
Silencio.
—¿Y bien? —cuestionó Antonio alargando excesivamente la “e”. Intuía lo que se venía.
—Es que… Me sabe mal —insistió ansiosa _____.
—Pues que no te sepa —contestó divertido por la situación—. Y antes de que digas nada más, ¿tú qué harías en mi situación? —dijo cruzándose de brazos.
—Ofrecerte comida —contestó apenas audible.
—Pues eso —rio Antonio—. Que no te sepa mal, de verdad —reiteró el español—. Y si ves que falta algo, lo puedes anotar en la libreta que hay justo al lado del microondas, ¿de acuerdo?
_____ asintió con la cabeza.
—¡Perfecto pues! —se giró de repente para agarrar la cartera que colgaba de la silla—. Me voy que llegaré tarde. Si pasa cualquier cosa —añadió antes de salir pitando por la puerta y rebuscó en el bolsillo de su camisa blanca para sacar un papel en el que anotó rápidamente un número largo—, llámame usando el fijo, ¿vale?
—Todo claro, jefe —respondió sonriente y con voz firme. Antonio se rio de nuevo.
—¡Pues hasta luego! —se despidió—. ¡Llegaré antes de comer así que si te apetece podemos comer fuera! ¡Adiós!
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El tictac del reloj de péndulo que colgaba de la pared del salón y la respiración reposada de _____ eran los únicos sonidos perceptibles en esa pacífica mañana. Hacía un buen rato que había terminado de desayunar lo que había ido encontrando en la cocina y ahora estaba tumbada, aburrida en el sofá, contemplando el techo blanco.
Había estado mirando la tele mientras comía y al poco rato la apagó porque no encontraba ningún canal interesante y no tenía ganas de leer por el momento. Su cerebro le exigía entretenimiento, pero se sentía perezosa y nada despertaba realmente sus ganas de hacer algo.
Tal vez si le daba un poco el aire se le aclararía la mente. Uf, qué palo le daba levantarse… Pero, venga, que si no se pasaría todo el día allí tumbada sin hacer absolutamente nada.
Cuando abrió la puerta del balcón, el aire fresco de la calle acarició sus mejillas, aunque ya no se sentía tan frío como el de inicios de primavera. El caluroso verano se iba acercando y _____ no podía evitar dudar si lograría sobrevivir a las elevadas temperaturas de ese año viendo lo mal que lo había pasado el anterior. No era precisamente agradable recordar levantarse a las seis de la mañana empapada de sudor por el calor.
Apartando esos horribles recuerdos de verano, tomó asiento en una silla que había por allí fuera y se dejó caer en ella. Entre los espacios de la baranda observaba cómo se desarrollaba la vida en las calles del barrio: algunos paseaban perros, otros hacían deporte, algún que otro coche pasaba y rompía la tranquilidad de la calle, … La gente seguía con sus vidas, ignorantes de su situación, disfrutando de su lunes…
Con la tontería hacía casi tres días que había empezado todo. ¿Le habría llamado alguien en ese tiempo? ¿Su familia y amigos estarían preocupados por ella? ¿Y sus vecinos? Si tardaba demasiado en regresar, si seguían pasando los días así de rápido y aún estaba atrapada allí, seguramente alguien se preocuparía por ella. ¿Y si tardaba tanto que no llegaba a tiempo para pagar las facturas y el alquiler? ¿Y sus plantas? ¿Y su casa?
Fue entonces que comprendió la gravedad de su situación y todas sus dudas y temores se yuxtaponían en su cabeza.
Si lograba regresar, si lo lograba, ¿qué sería de ella? ¿Cómo justificaría su ausencia? ¿Qué haría con los impagos? ¿Y si no regresaba? ¿Con qué dinero pagaría las cosas y les devolvería los favores que le estaban haciendo? No podía vivir en casa de Antonio de gorra toda su vida, tendría que encontrar un trabajo allí, con lo difícil que ya era en su mundo. ¿Y sus seres queridos? ¿Ya no los vería más? Ni siquiera se había podido despedir de ellos.
Con torpeza y con las manos temblorosas apretadas sobre su frente, entró corriendo al salón. Las lágrimas brotaban sin parar de sus ojos, que buscaban nerviosos el frigorífico.
—Un limón, un limón —repetía con voz trémula mientras rebuscaba en los estantes del electrodoméstico. Recordaba haber oído decir que lamer una rodaja de limón ayudaba a distraer la mente en situaciones así. Por suerte, había medio limón en un rincón y se lo llevó directo a la boca, succionando el líquido ácido al mismo tiempo que intentaba rectificar su respiración agitada. La ansiedad no se la quitaba, pero por lo menos le había servido para calmarse un poco.
Una vez el sabor se volvió insoportable, retiró la fruta de sus labios, se pasó la mano por la cara para retirar el jugo que goteaba de su mentón y se fue al baño a remojarse la cara y limpiarse las lágrimas.
Cuando terminó de secarse el rostro, al levantar la mirada hacia el espejo, se encontró su reflejo desmejorado: tenía la frente, la nariz y las mejillas rojas por la presión de la sangre, los ojos vidriosos e hinchados y los labios, aún temblorosos, no tenían mejor aspecto.
_____ se pasó una mano por la frente y la deslizó hacia la nuca, soltando un suspiro entrecortado. Su mente cansada estaba en blanco y solo sentía desesperación. E impotencia, mucha impotencia.
«Una libreta».
A lo mejor anotando todo lo que le pasaba por la cabeza le ayudaría a ver las cosas con más claridad.
Echó un último vistazo a su reflejo decaído y se fue con pasos pesados hacia la cocina para proyectar su mente frenética en el papel de la pequeña libreta del microondas. Miles de imágenes y pensamientos sofocaban la joven llorosa. No sabía cómo gestionar todo aquello, era demasiado. Se sentía enjaulada. Por mucho que escribiera en el papel empapado por las lágrimas derramadas, nada se ordenaba, nada se resolvía, solo aparecían nuevos problemas.
Le dolía la cara y sentía el corazón punzado.
Estaba tan sumida en su torbellino mental que no se dio cuenta de la llegada de su anfitrión, quien la halló resoplando con una mano sujetando con desespero su frente, mirando fijamente la mesa. El español no tardó en descifrar qué estaba pasando.
Apenado, se acercó a la chica y, con voz suave, volvió a proferir un saludo para anunciar su presencia, apoyando gentilmente su mano en el hombro de _____. La muchacha se sobresaltó por el contacto inesperado y volteó todo su cuerpo para ver de quién se trataba.
Antonio se encontró con el rostro enrojecido y lagrimoso de _____, que cambió la expresión de susto por una de sorpresa. Se sentía avergonzada de haber sido descubierta en ese estado.
—Ay, cariño… —se lamentó Antonio— ¿Necesitas un abrazo?
_____ asintió, enjugando las lágrimas derramadas.
—Ven aquí —dijo acercando la muchacha hacia él para estrecharla contra su pecho mientras le acariciaba con cariño la cabeza.
El confort del abrazo despertó algo en la joven, como una llave abriendo un cerrojo, y liberó el llanto desconsolado que había intentado reprimir todo ese tiempo. Antonio permaneció en silencio, meciéndola con delicadeza y ofreciéndole pañuelos para que se sonase la nariz.
Poco a poco, _____ se iba calmando, recuperando el ritmo normal de su respiración. La tempestad que esos pensamientos habían provocado había aminorado, pero le dolía un montón la cabeza.
—Pe- —jadeó la joven— Perdona… —suspiró—. Por todo esto… —se disculpó un poco avergonzada por lo sucedido.
—No me pidas perdón por esto —le dijo él, finalizando el abrazo—. Tú, saca lo que lleves dentro. No es bueno guardárselo —le sonrió—. Si necesitas llorar, llora sin problema.
—Gracias… —le sonrió ella— Por todo. —Antonio se rio.
—Para eso estamos, mujer —declaró dándole un golpe suave en la espalda, a modo de ánimo. Pero la cara de Antonio adoptó una expresión más seria—. Si quieres hablar del tema… —le invitó— ¡No tiene que ser ahora, claro! —clarificó rápidamente.
La joven bajó la mirada hacia el suelo, con expresión seria, y consideró la oferta de Antonio. Por un lado, no quería bombardearle con más cosas. Pero, por otro, ya había llorado sus penas delante de él, era una de las pocas personas en las que podía confiar en su situación y ya se había mostrado abierto a escucharla.
—Puede ser ahora —decidió levantando la vista nuevamente.
—Sentémonos entonces —ofreció él, señalando con su mano el sofá del salón-comedor.
Ambos se dejaron caer en él.
—Cuando quieras —indicó Antonio prestándole toda atención.
_____ tomó aire.
—Bueno, a demás de lo que ya sabes —empezó—, es básicamente todo lo otro. —Los labios le volvían a temblar—. Es… qué voy a hacer con mi vida, ¿sabes...? —dijo ahogando un sollozo—. ¿Cómo sigo con mi vida? ¿Qué hago si vuelvo mucho más tarde y ya no tengo a donde ir? ¿Qué les cuento a los míos? —jadeó.
El español solo podía escuchar en silencio mientras la miraba con ojos vidriosos.
—Luego —prosiguió la joven con voz temblorosa—, me decís que me vais a ayudar, pero ¿por qué? —le replicó aún sin comprender a qué se debía esa actitud tan servicial de las naciones—. ¿Por qué os molestáis tanto por alguien que no conocéis? No sabéis quién soy, ni siquiera soy realmente de aquí. ¡No tenéis…! —Bajó el tono— No tenéis ningún tipo de compromiso conmigo… —suspiró y se pasó una mano por la cara.
Antonio le tomó la mano y posó la suya encima para reconfortarla.
—Es que, no quiero ser un lastre para vosotros —admitió con voz apocada—. Ya tenéis vuestros problemas. Sois encarnaciones de naciones, ¡per l’amor de Déu! —No quería ni imaginarse lo que debía ser tener que soportar todo lo que ocurre en el mundo sin poder intervenir demasiado en eso, como le habían contado en la reunión—. Si no logro regresar, o si tardo mucho en hacerlo, ¿qué será de mí en esta Tierra que no es la mía?
¿Qué sería de esa vida a la que dedicó tanto esfuerzo?
España retiró la mano de la de la joven y se apoyó completamente en el respaldo del sofá, soltando un profundo suspiro mientras miraba pensativo el techo.
—Para ser honesto, me es difícil responder tus dudas —confesó apenado, volviendo su mirada hacia _____—. Lo que sí te puedo prometer —añadió girándose sobre el sofá para mirarla de frente—, es que si te quedas aquí, me aseguraré de que puedas llevar una vida más o menos normal, encuentres un trabajo y puedas seguir con tu vida aquí. —El tono y la expresión del hombre eran serios.
La muchacha le miraba atenta, conmovida por sus declaraciones.
—En cuanto a por qué nos tomamos tantas molestias… —prosiguió el español— Sinceramente, ojalá lo pudiera hacer con todos los que viven aquí, pero me temo que no soy nada más que un… humano, que digamos, que existe porque también lo hace el país. Más allá de esto, no tengo ninguna habilidad especial, solo años de experiencia y una libertad limitada... Lo mismo se aplica al resto de los nuestros. —Su mirada se volvió algo oscura—. No podemos levantar sospechas, tampoco podemos dejar que quienes no deben sepan de nuestra existencia… Es… Es algo complicado. Vivir así, es duro… No poder hacer nada…
Ahora era el turno de _____ para posar su mano sobre el hombro de Antonio, quien la miraba con esos cálidos ojos verdes vidriosos por las lágrimas que amenazaban con salir.
—Al verte en esa situación, cuando Italia me pidió el favor… Quise ser de ayuda. Me sentí un poco rebelde, pero no hay nada más en este mundo que me haga tan feliz como ver a mi gente ser contenta con sus vidas —reveló la nación—. Sueño… Sueño con que algún día pueda sentir a todos felices, que améis tanto como yo os amo… Escuchar vuestras risas alegres... —declaró emocionado— Es un sentimiento que compartimos todos…
—Antonio-
—¡Pero no va de nosotros ahora! —le interrumpió, rompiendo el ambiente apesadumbrado que se había formado. Se frotó los ojos y se levantó ágil del sofá—. Va de ti —recalcó ofreciendo su mano para ayudarla a levantarse.
_____ no quiso insistir. Por cómo había reaccionado, parecía que Antonio no quería seguir hablando de ello. Así que le sonrió agradecida y tomó su mano. Sentía el pecho más ligero tras haber sacado lo que llevaba dentro.
—¡Venga, salgamos a comer fuera! —le invitó el alegre español— Así nos dará el aire a los dos, que nos conviene —sugirió formando una sonrisa genuina en sus labios.
—Eh… ¿Podemos esperar un momento a que se me deshinche un poco la cara? —solicitó la joven señalando sus ojos aún bastante hinchados. Antonio carcajeó.
—¡Faltaría más!
Dejo aquí la traducción de la expresión para no cortar el momento y porque es prácticamente igual que en español: Per l’amor de Déu: Por el amor de Dios.
Capítulo 2 🐞 Capítulo 4
🧾Masterlist
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Hoy pasaron demasiadas cosas, se sintió raro. Tuve mucha diversión leyendo fanfics que se publicaron por la rinharuweeek y me revolque en mi cama un largo rato porque mi laptop sigue en reparación y no puedo avanzar con lo que tenía planeado publicar, la tengo de vuelta mañana pero aún así me dió un poco de coraje, leer fanfics es tan divertido... Pensar en todo el esfuerzo que representa el publicar algo hecho por ti por un fandom/serie/libros, etc por amor completo a la media... siempre he pensado que es uno de los arte más lindos de todos.
A eso de las doce, me enteré que murió una periodista, Cristina Pacheco nos dejó hoy y lloré quizá demasiado por una figura pública a la que jamás llegué a conocer y tampoco seguía tan fielmente, pero... recuerdo ver sus programas de televisión desde que tengo memoria, los viernes, me la pasaba ahí, frente a la tele, viéndola hablar con todo tipo de personas y preguntándome cómo le hacía para poder hablar con tanta gente, ella ha marcado el país con su periodismo y no pude ver la noticia en el noticiero sin llorar, se siente tan irreal... Y aún así creo que vivió su vida de la mejor forma posible y que su legado vivirá por siempre, aún así, sentir que ya no podré pasearme los viernes al cuarto de mi abuela a ver un cachito o toda la entrevista de la noche me hace sentir como una pluma cayendo...
En la noche, me enteré que mi primo (en realidad es mi sobrino, pero yo solo le llevo sólo un año de diferencia) acaba de salir del clóset y dejando de lado que la noticia no nos tomó por sorpresa, me hizo pensar en como dejamos de hablar con él quizá un poco antes de la pandemia... Crecimos juntos, eramos muy cercanos de niños y simplemente, dejamos de conectarnos por completo, hace meses que llevo pensando en tratar de reconectar con él pero justo en este momento la nostalgia me está pegando demasiado, quiero hablarle.
Hace frío y no sé si lograré dormir, pero que día...
#dragon abre la boca para hablar#posteando algo extremadamente personal a las 11: 45 de la mañana es mi pasión#mentira no lo es es la primera vez que lo hago#quizá esté medio dormido mientras escribo esto#quiero comer pan
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