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leregirenga · 2 years ago
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Entrégate a mi
Entregame las obscuras noches de insomnio, donde sólo te acompaña la soledad, entregame los días lluviosos donde la melancolía se apodera de ti, llename de tus tristezas más profundas, de los malos momentos que hacen caer tu llanto, guardame los días grises, donde tus demonios hacen acto de presencia, invitame a estar junto a ti cuando suene aquella canción que te eriza la piel y te trae los recuerdos del ayer, déjame amarte completamente, déjame enamorarme de aquellos que llamas defectos, comparteme tus secretos, tus anhelos y tus más grande sueños, quiero contemplar todo lo que eres, para poder amarte en todos tus momentos, quiero vivirte en todo tu esplendor... entrégate a mi por completo.
Hamar Balcazar
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eurekadiario · 1 year ago
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El primer ministro sueco busca ayuda del ejército y mientras la violencia de las mafias se apodera del país
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, está buscando ayuda del ejército mientras la violencia de las pandillas de inmigrantes azota el país.
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En lo que va de mes, al menos 11 personas han muerto tras el caos y la matanza entre bandas en guerra que han llegado al país.
Las calles de la capital sueca han sido apodadas el Salvaje Oeste de Estocolmo después de que un rapero de 18 años fuera ejecutado en un campo deportivo, un segundo hombre fuera asesinado a tiros y una devastadora explosión de una bomba mató a una mujer de 25 años en su casa, todo dentro del espacio. de 12 horas el miércoles.
Kristersson, que culpa a las "políticas migratorias irresponsables y la integración fallida" del gobierno anterior, dijo que se reunirá con el comandante supremo de las fuerzas armadas y el comisionado de la policía nacional el viernes. Explorarán “cómo las fuerzas armadas pueden ayudar a la policía en su trabajo contra las bandas criminales”.
En un discurso televisado a la nación el jueves, dijo:
“Suecia nunca antes había visto algo así… Ningún otro país de Europa está viendo algo así”
The Mail Online informa: A última hora del miércoles, un rapero de 18 años fue asesinado a tiros en el campo deportivo Mälarhöjden en Fruängen, en el sur de Estocolmo, en un ataque descarado durante un entrenamiento de fútbol.
A las pocas horas, un hombre murió y otro resultó herido en un tiroteo en Jordbro, al sur de la capital sueca. Minutos después de que la policía recibió informes de disparos, una camioneta se estrelló contra una casa en el área antes de que dos hombres salieran corriendo del vehículo.
Y el jueves por la mañana temprano, una mujer de 25 años murió en una explosión que arrasó su casa y cuatro edificios vecinos en Storvreta, en las afueras de Uppsala, al norte de Estocolmo.
Las imágenes de las consecuencias de la bomba muestran el edificio de la mujer destrozado, las ventanas rotas colgando al azar frente a su casa en una escena que los testigos han comparado con una zona de guerra.
La policía cree que la mujer, una estudiante de maestría que estudiaba para ser maestra, no era el objetivo de la bomba. El verdadero objetivo era un pariente del gángster Rawa Majid, conocido como el "Zorro Púrpura", que vivía al lado de la víctima pero que parece haber estado ausente en ese momento, informa Aftonbladet.
"Se oían gritos de pánico y olor a humo", dijo a Expressen un vecino de la joven. "Era como si estuviéramos en una zona de guerra".
Los dos tiroteos fatales elevan ahora a 11 el número de muertos por violencia armada en septiembre, lo que lo convierte en el mes con más tiroteos desde que la policía comenzó a llevar estadísticas en 2016.
No se sabía si los tiroteos o la explosión estaban relacionados, pero los medios suecos dijeron que al menos dos de los tres eventos estaban relacionados con una disputa entre bandas criminales, un problema creciente en Suecia con tiroteos y atentados con bombas.
Actualmente, dos bandas (una dirigida por Rawa Majid y la otra por su antiguo segundo al mando, Ismail Abdo, conocido como “La Fresa”) se pelean por drogas y armas.
La policía dijo que seis personas de unos 20 años, una mujer y cinco hombres, han sido arrestadas en relación con el tiroteo fatal en Jordbro, informa el periódico sueco Sydsvenskan.
Los residentes preocupados llamaron a la policía poco antes de la medianoche del miércoles después de escuchar disparos en la calle debajo de sus casas. La policía llegó al lugar y encontró a dos hombres heridos, uno de ellos en estado crítico, tirados en el suelo de la calle.
Uno de los hombres, cuyo nombre no ha sido identificado, murió a causa de sus heridas en el hospital, mientras que el segundo está siendo tratado por heridas menos graves. La policía ha iniciado una investigación por asesinato e intento de asesinato.
La policía arrestó a dos personas por la explosión en Uppsala, que fue tan violenta que volaron las fachadas de dos casas.
En relación con la muerte a tiros de un famoso rapero, cuyo nombre aún no ha sido identificado, la policía dijo que están buscando un Toyota RAV4 gris con lunas traseras tintadas.
A principios de esta semana, dos poderosas explosiones arrasaron viviendas en el centro de Suecia, hiriendo al menos a tres personas y dañando edificios, dejando ladrillos y secciones de ventanas esparcidas afuera.
El gobierno de centroderecha de Suecia ha estado endureciendo las leyes para abordar los delitos relacionados con las pandillas, mientras que el jefe de la policía sueca ha dicho que las pandillas en guerra han traído una ola de violencia "sin precedentes" al país.
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latinotiktok · 2 years ago
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batanriotus · 1 year ago
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“recarga las pilas este mes de Junio”.
Parece arte de magia, sólo necesitamos un poco de oxígeno bueno que ingrese en nuestros pulmones, silencio y listo, la paz se apodera de nosotros. 
#batanriotus #Molinojaraiz #Yeste #albacete #castillalamancha #rutas #senderismo #montaña #conexion #naturaleza #paz #familias #respirar #yoga #tranquilidad #experiencias #apartamentoruralcastillodeyeste #foryou, #parati, #travel, #yeste, #rural, #riotus, #foryoupage #primavera #dulcestipicos #yeste 
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iamdarcylewis · 2 years ago
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el science fair me respira en la nuca marce
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ramenstation · 5 months ago
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Ligero inclinamiento de cabeza es reacción a recibir pregunta y, casi seguro de su evasión, Taeyang contiene una risa antes de responder “Toco el teclado. Pero mejor hablemos de ti,” pausa, dando un trago a la bebida que lleva en mano, y con genuina curiosidad, continua “Si no te gusta la música fuerte y estas escapando de la gente, ¿que haces en una fiesta? ¿eres masoquista o perdiste una apuesta?” 
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entrecejo se frunce ante cuestionamientos, un poco tomado por sorpresa de que llegara a esa conclusión de tus torpes intentos por iniciar una conversación. "no, solo no me gusta cuando la musica esta muy fuerte." no es mentira pero no es la razón principal por la que ha decidido aislarse. "ah, ya veo" segunda vez que se le toma por sorpresa. "¿tocas algún instrumento o, uh, cantas?" pregunta en vez de dar su opinión sobre la música en si. no es mucho de su estilo. */ @ramenstation
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deepinsideyourbeing · 8 months ago
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Movie Night - Enzo Vogrincic
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+18! Friends to lovers, un poco de Dom!Enzo, sexo oral (fem!reader recibe), fingering, sexo sin protección (don´t do that), posible alusión a size kink/size difference, breve orgasm denial, begging, creampie, dirty talk, edades no especificadas, uso de español rioplatense.
Es viernes por la noche y llueve, diluvia, pero Enzo insistió en ver una película.
Es una tradición que mantienen hace tiempo, pero la costumbre se vio interrumpida por el casi interminable rodaje de una película y un sinfín de eventos y premieres. Naturalmente estás feliz por él, por su éxito profesional y personal, pero extrañás a tu mejor amigo y tenerlo cerca.
-¿En qué pensás…?
Su voz te saca de tu ensimismamiento y cuando volteás a verlo notás el atisbo de una sonrisa en sus labios, pero te forzás a mirarlo a los ojos y negás con la cabeza, sin saber qué explicación dar. El silencio se apodera de la habitación pero lejos de ser incómodo, es reconfortante.
-¿Qué querés ver?- pregunta, luego de un rato de ojear las opciones disponibles en Netflix.
-Lo que quieras.
Ambos se acomodan en el sofá, sus cuerpos en sintonía adoptan la posición usual: cada uno en un extremo, tus piernas sobre su regazo y uno de sus brazos aprisionando tus pies cerca de su abdomen.  Por un segundo te preguntás cómo es que después de tanto tiempo todo sigue igual, pero te distraen los créditos iniciales de la película y la trama te absorbe en poco tiempo.
Enzo arroja algún que otro comentario, se ríen de escenas que conocen de memoria, y es casi suficiente para olvidar la tormenta y el sonido del viento tras las ventanas. Casi… Cuando te sobresaltás una, dos, tres veces, él decide que intentar calmarte con palabras no basta.
-¿Tomamos algo?
Se ponen de pie al mismo tiempo y se dirigen hacia la pequeña cocina de su departamento. En algún momento entre tu llegada a su hogar y el inicio de la tormenta, la temperatura bajó y Enzo te prestó un suéter, pero ahora tus pies descalzos sufren un poco el frío de la cerámica; esperás a su lado mientras él prepara todo y se distraen repitiendo los diálogos de la película, él imitando las escenas al pie de la letra y vos adorando su interpretación, las muecas que transforman su rostro y cómo se ven las líneas de su cuerpo bajo la tenue iluminación.
El destello de luz proveniente de la ventana pasa desapercibido y segundos más tarde el fuerte estruendo de un trueno provoca que te asustes e intentes cubrir tus oídos. Tu mano golpea una taza (tu taza, esa que él compró exclusivamente para vos)  y cae directo al suelo, haciéndose añicos y arrojando sus restos en todas las direcciones. Apretás las labios y comenzás a disculparte, pero Enzo te interrumpe.
-No es nada, nena. Cuidado ahí- te agarra de la muñeca para evitar que te muevas, su mano cálida te provoca escalofríos y un temblor te recorre de pies a cabeza. En un rápido movimiento te sujeta por debajo de los brazos y te sube a la encimera para evitar que te cortes.
-Perdón- susurrás, angustiada, por lo que se acerca para consolarte y te abraza.
-No pasa nada- asegura, masajeando tu espalda con delicadeza. Deshace el abrazo lentamente, acomoda un mechón de cabello tras tu oreja, pero su mano permanece sobre tu mejilla y su mirada se posa sobre tu boca. Su pulgar comienza a delinear tu labio inferior, tira de él casi sin fuerza mientras te sostiene la mirada de manera intensa. Tu respiración se entrecorta y tus pupilas se dilatan, pero aún así él necesita tu confirmación-. ¿Qué querés? Pedímelo.
-Enzo…
-Decime qué querés- repite.
-Besame.
Al principio sólo roza sus labios contra los tuyos de manera delicada y cariñosa, casi inocentemente, pero el beso comienza a tornarse más y más desesperado conforme pasan los segundos. Sujeta tu rostro mientras su lengua se abre paso entre tus labios, asaltando el interior de tu boca y transmitiendo la necesidad y urgencia que lo consumen. Rompe el beso para tomar un poco de aire, no sin antes morderte el labio y robarte un suspiro que te avergüenza un poco.
Aprisiona tus mejillas entre sus dedos para obligarte a mirarlo a los ojos mientras acaricia tu cintura, tu cadera y por último tu pierna, erizándote la piel y provocándote. Tus manos en su cintura lo atraen aún más hacia tu cuerpo y es entonces cuando lo sentís entre tus piernas, duro. Estás a punto de bajar la mirada, curiosa y excitada, pero la fuerza de sus dedos te mantiene estática, volviéndote espectadora de cómo cambia su rostro cuando comienza a rozarse contra tu centro: cierra los ojos, sus cejas se contraen y sus labios entreabiertos dejan escapar una respiración temblorosa.
Sentís el calor emanando de su cuerpo a pesar de las prendas que separan su piel de la tuya y su agarre en tu muslo tornándose cada vez más fuerte, bordando esa línea que te causa más placer que dolor. En el instante en que cerrás los ojos, presa de las sensaciones, sus movimientos se detienen y él se aclara la garganta. Lo mirás, tus ojos suplicando, pero él sólo sonríe.
-¿Qué?
-Sos hermosa- besa la comisura de tus labios-. Pedime lo que quieras.
-Ya sabés lo que quiero- contestás, casi sin aire y un poco molesta-. Por favor.
-Por favor…,  ¿qué?- sus besos comienzan a descender por tu mentón hasta llegar a tu cuello y tus clavículas, alternando entre tus puntos más sensibles-. Decilo.
-Cógeme, Enzo, por favor.
Captura la piel de tu cuello entre sus dientes haciéndote gemir con fuerza, su cadera chocando una vez más con la tuya, antes de pasar sus manos por debajo de tus muslos para levantarte y poder llevarte hacia su habitación. Te recuesta en su cama, las sábanas limpias están impregnadas con su perfume y tus sentidos repletos de él, pero nada es suficiente para opacar el rastro ardiente que dejan sus labios en cada centímetro de piel que tocan.
Te despoja de tu short y tu ropa interior en un segundo y se recuesta entre tus piernas, comienza a regar besos en el interior de tus muslos y muerde tu piel hasta dejar una que otra marca, tus gemidos y suspiros incitándolo a continuar con su tortura por un tiempo prolongado. Su rostro es de concentración absoluta o devoción, no lo sabés con exactitud, pero eso deja de importarte cuando sentís su boca cada vez más y más cerca de tu entrepierna.
Uno de sus brazos te inmoviliza al rodear tu cadera, su pulgar traza una línea desde tu entrada mojada hasta tu clítoris para así lubricar la zona antes de comenzar a dibujar círculos sobre este. Observa atentamente tu reacción, casi perdiéndose en la imagen frente a él, y sólo aumenta la velocidad de sus movimientos cuando suplicás por más. Ahogás un grito cuando por fin sentís su lengua en vos, aunque es sólo sobre tus pliegues, y tus dedos se enredan en su cabello sedoso.
-Todavía no…- susurra, cesando sus movimientos.
Estás a punto de reclamarle, pero introduce un dedo en tu entrada y en lugar de una queja, de tu boca escapa un gemido. Sus labios encuentran tu clítoris y comienza a succionar con fuerza, alternando con su lengua, mientras continúa moviendo el dígito hasta sentir la forma en que te contraés. Introduce otro dedo, extasiado por el sonido que producen en contacto con tu humedad, y continúa asaltando tu interior hasta que tus piernas comienzan a temblar.
Tu orgasmo te golpea como una avalancha: cerrás los ojos con fuerza al sentir el placer extendiéndose hasta las puntas de tus dedos, tu espalda se arquea y repetís su nombre una y otra vez. Enzo no separa sus labios de vos y continúa moviendo sus dedos, cada vez con más lentitud, hasta que tu respiración vuelve a la normalidad. Retira sus dedos y observás casi avergonzada la forma obscena en que los introduce en su boca para probar tu esencia.
Comienza a desnudarse y notás, además de su bulto, que su ropa interior está humedecida con líquido preseminal. Se deshace de sus prendas rápidamente, pero incluso así percibís una sombra de inseguridad atravesando sus facciones y tu corazón se encoge por un instante. Cuando vuelve a la cama se posiciona entre tus piernas y entrelazás tus manos en su nuca, acercándolo para poder devorar sus labios frenéticamente: sentís tu rastro en su boca, en su lengua, y la idea te fascina.
Tus dedos se deslizan por su cuerpo ardiente, delineás con lentitud su pecho y su abdomen para luego tomar su miembro caliente con un firme agarre. Su respiración se torna agitada y jadea producto del placer que tus movimientos le otorgan, muerde tu cuello y tu hombro mientras la palma de tu mano y tus dedos se humedecen con su excitación. Tu pulgar juega con su punta, de un rojo furioso y tan tentadora, hasta que echa la cabeza hacia atrás. Una de sus manos se cierra sobre tu muñeca al tiempo que descansa su frente sobre la tuya, su cabello te hace cosquillas.
-¿Qué…?
 -Necesito cogerte- deposita un beso en tu sien antes de estirarse para tomar algo de la mesita de noche-. Eso es lo que querías, ¿no?
Asentís enérgicamente y ahogás un gemido cuando ves la forma en que el lubricante cae sobre su miembro, su mano masajéandolo para distribuir el producto, antes de dirigirse hacia tus pliegues y tu entrada para darles el mismo tratamiento. Coloca una de sus manos al lado de tu cabeza y descansa todo su peso en ella, bloquea tu visión del techo con su cuerpo haciéndote sentir pequeña y completamente a su merced, una sensación que adorás.
-Por favor- suplicás-. Metémela.
Desliza la punta de arriba hacia abajo, juega con tu clítoris por unos instantes antes de centrarse en tu entrada y comenzar a introducirse. Su tamaño es mucho mayor al que alguna vez experimentaste y provoca cierto ardor, así como un par de lágrimas que mojan tus pestañas antes de sentir sus besos sobre tus párpados repetidamente.
-Sh, yo sé que vos podés- susurra para calmarte. Sus caderas se mueven casi milimétricamente para permitir que te acostumbres a la intrusión, la sensación es suficiente para hacerte perder la cabeza y hundir las uñas en su piel-. ¿Así te gusta? ¿Sí…?   
-Más, Enzo, por favor.
Se adentra por completo y gritás de placer cuando sus embestidas se tornan brutales, abusa de tu interior mientras una de sus manos se cola sutilmente por debajo de su suéter y comienza a jugar con tus pechos: sus dedos se cierran sobre tus pezones, los pellizca, tira de ellos hasta hacerte llorar y pedirle que pare, que siga, suplicando hasta que tus palabras pierden todo sentido.
Se detiene por un segundo para adoptar otra posición y toma tus caderas con fuerza, acercando tu cuerpo al suyo tanto como le es posible y moviéndote completamente a su antojo. El roce de tu centro con su pelvis causa estragos en tu ser y te sentís al borde de otro orgasmo, pero lo que finalmente te lleva al clímax es su mano presionando sobre tu abdomen bajo, justo donde su miembro provoca un bulto. Tus manos encuentran sus muñecas y el placer es tan intenso que por un segundo intentás detenerlo, incapaz de tolerarlo, pero él continúa con sus movimientos.
-Dios, cómo me encanta tu conchita apretada- dice entre dientes, capturando tus muñecas con una mano y tirando de ellas hasta que quedás sentada sobre él-. Me encantás.
Su mano acaricia tu cabello, tu rostro y se desliza fugazmente sobre uno de tus pechos cubierto por su suéter. Se recuesta y colocás tus manos sobre su pecho desnudo para ayudarte, creás un suave vaivén con tus caderas mientras sentís las yemas de sus dedos recorriendo tus muslos y cómo la fricción con su piel amenaza con llevarte al borde de la sobre estimulación. Tus piernas se fatigan rápidamente y tus músculos protestan, pero aún así continuás con tus movimientos hasta perder el equilibrio.
-No puedo…- lamentás, avergonzada, pero su sonrisa es tranquilizadora al igual que sus caricias en tu costado. Incluso en un momento así, sus pupilas dilatadas no impiden que su usual calidez siga reflejándose en sus ojos oscuros y en los gestos que te dirige.
Apoya las plantas de sus pies en el colchón para darse impulso y comienza a embestirte con tanta fuerza que caés sobre su pecho. Besás su cuello, sus clavículas y cada centímetro de piel que encontrás hasta llegar a su boca y confesar entrecortadamente cuánto te encanta, cuán profundo se siente dentro tuyo, le otorgás permiso para hacer con vos lo que él quiera.
Tira de tu cabello para obligarte a mirarlo a los ojos, su mano desciende hasta tu cuello y te besa desesperadamente. Entre besos te ordena que te toques y cuando lo hacés sabés que no vas a durar mucho más: no con la precisión de sus movimientos, dando en tu punto dulce repetidamente, o con la forma en que su mirada busca la tuya constantemente.
-Voy a…- un gemido le impide terminar la oración.
-Adentro, por favor- suplicás.
El ritmo de sus caderas se vuelve errático, ansioso,  pero cuando te escucha gemir su nombre y siente tus paredes contrayéndose no puede evitar salpicar tu interior con su semen. El calor de su orgasmo prolonga el tuyo aún más y te movés levemente sobre él, disfrutando la forma en que se queja a causa de la sensibilidad. Tu oído descansa sobre su pecho y oís sus latidos.
-Enzo…- cerrás los ojos por un momento al sentir sus dedos dibujando formas sobre tu espalda, alzás la vista para encontrar sus ojos-. Te quiero.
Una sonrisa se apodera de sus labios, su belleza te hace suspirar.
-Yo también te quiero- besa tu frente-. Muchísimo.
Sentís tus fluidos y los suyos sobre su abdomen, goteando por tus muslos, pero permanecen así durante largo rato mientras repiten te quiero un sinfín de veces.
taglist:
@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia
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somos-deseos · 2 years ago
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Algunos días duele respirar. Duele vivir. todo duele, incluso soportar mis martirios. El aire no puede completar su camino hacia mis pulmones y la respiración se va desvaneciendo. Pierdo el equilibrio de mi cuerpo y la de mi mente también. La desesperación se apodera de mí y me induce a perderme en busca de ayuda, mi voz falla. Las palabras se atascan en mi garganta, seca y dolorida por el esfuerzo. Mi visión se torna borrosa, opaca, oscura, solo escucho un zumbido agudo e interminable, mi corazón se agita y el miedo recorre todo mi cuerpo. Y es así como comienza otra crisis de ansiedad.
Seguen
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xxrosapowerxx · 7 months ago
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I NEED MORE OF CROW PHIL AND CAT MISSA 2
Entonces, los gatos ronronean, y los cuervos hacen arrullos cuando están en compañía de otros, especialmente sus parejas, es como el ronroneo de los gatos y mi cerebro está trabajando con esa idea
Así que… Para Missa la mejor parte del día despues de estar trabajando arduamente en su parque de diversiones es regresar a casa y poder acostarse en la cama junto a su querido esposo e hijos
Acostarse en esa cama nido y dormir al calor de las cálidas mantas y el calor corporal que emana su familia le quitaba todo el estrés que acumulo durante el día
Los gatos adoran dormir acompañados, pues al tener a alguien que los acompañe en un momento donde bajan la guardia y son vulnerables los hace sentir seguros
Phil sabe perfectamente esto y también sabe lo cansado que esta su marido, así que una vez que este se acomoda en las suaves mantas sin decir nada mas procede a pasar una amable mano por la espalda de su esposo acariciándola lentamente y deposita un dulce beso en su cabeza.
Una sonrisa suave se instala en su rostro cuando empieza a escuchar un suave ronroneo provenir de la garganta de Missa, así que aumenta sus caricias en su espalda con el fin de que el ronroneo también aumente.
Sin poder evitarlo un sonido similar empieza a sonar desde su propia garganta y cuando menos se da cuenta el sueño se apodera de él y finalmente ambos se duermen acompañados de los ronroneos y arrullos que emiten estando en compañía del otro, sonidos que expresan la felicidad y seguridad que sienten en compañía del otro
ENGLISH VERSION
So cats purr, and crows coo when they are in the company of others, especially their mates, it's like cats purring and my brain is working with that idea.
So… For Missa, the best part of the day after working hard at her amusement park is returning home and being able to lie in bed next to her beloved husband and children.
Lying in that trundle bed and sleeping in the warmth of the warm blankets and the body heat that her family emanates took away all the stress that she accumulated during the day.
Cats love to sleep with someone, because having someone with them at a time when they let their guard down and are vulnerable makes them feel safe.
Phil knows this perfectly and he also knows how tired his husband is, so once he settles into the soft blankets without saying anything else, he proceeds to run a gentle hand over his husband's back, slowly caressing it and placing a sweet kiss on his head.
A soft smile settles on hIS face as he begins to hear a soft purr coming from Missa's throat, so he increases his caressing of his back in order for the purr to increase as well.
Without being able to avoid it, a similar sound begins to sound from his own throat and when he least realizes it, sleep takes over and finally both fall asleep accompanied by the purrs and coos that they emit when in each other's company, sounds that express happiness and security they feel in each other's company
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efimera-lunar-intemporal · 10 months ago
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Cada vez que entra en mi siento que muero para después vivir, siento que se adueña de cada parte de mi ser, siento que se apodera de mi deseo y placer, siento que yo ya no soy más yo, me siento atraída por el deseo y consumida por la tentación.
Efimera Lunar Intemporal
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6loner96 · 1 month ago
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Los horarios del buen amor se han acabado; ahora la incertidumbre se apodera de nuestro llanto; podría decir que soy tuyo, pero creo que le pertenezco mucho más a la vida.
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baul-de-frases · 1 year ago
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Hay días que no puedo, que una sombra extraña se apodera de mí y me siento vulnerable ante la vida, pero es un día, me dejo sentir y mañana será diferente.
Firthunands
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dna-nitrogenousbase · 3 months ago
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Hay cosas que sin querer, de forma totalmente involuntaria, me recuerdan a vos. Los días lluviosos, la mezcla del aire frío y las palabras, la niebla que descansa sobre la punta de los edificios de mi ciudad cuando el frío se apodera de sus entrañas.
Casi todo lo frío me recuerda a vos, ¿Curioso, no? La antagónica escena de lo anterior es la playa, que tanto te gustaba, en la que fuimos felices por primera vez sin darnos cuenta que nos embarcábamos en un viaje sin retorno, comprando un tiquete férreo con dirección al abismo.
¡Pero éramos felices! Vivimos con la ilusión de prolongar aquella felicidad, algunas veces a costa de enojos, otras a costa de jugar a la indiferencia ante situaciones que nos comían por dentro, tal como las larvas de las frutas, tal como el cáncer en la sangre o como la corrupción irreversible del buen juicio.
Creímos en el poder del amor a falta de interés, jugamos como niños perdidos entre la vasta inmensidad de la ceguera de un corazón, hicimos hasta lo imposible por flotar en un mar carente de sal. Al final, también el esfuerzo terminó por convertirse en rutina.
Fue así como perdimos los dos. Aunque digan lo contrario, siempre a uno de los corazones le duele más que al otro pues las cicatrices del vivir y el amor las abren lentamente las batallas internas, las armas atómicas de la mente, los vidrios rotos en circulación sanguínea y los pétalos de las rosas deshojadas.
Como el néctar recuerda el romance entre la flor y el colibrí, así el frío me recuerda a vos, a tu frío mirar, a tus cálidos labios, que en noches independientes fueron preludios de innumerables taquicardias.
Alejandro M
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Hay ocasiones en que la soledad me asfixia, se apodera de mi y no hay otra cosa que pueda ver, que sentir.
Y en otras ocasiones se convierte en mi único lugar seguro, donde puedo refugiarme sin pensar en nada más.
¿Cómo puede hacerme sentir tan pérdida y reconfortada a la vez?
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belyakovs · 10 months ago
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📍 ZONA INDUSTRIAL.
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Sigue picando la pantalla de un celular con el dedo índice, ceñudo sobre lo que ve en el mismo "¿Qué mierda?" masculla para sí mismo, negando con suavidad. la confusión se apodera de todo su semblante antes de picar de nuevo, algo dubitativo, cuando percibe la presencia de alguien más. "Llegas tarde. ¿Qué significa esto que me has puesto?" dice, apunto de mostrarle el celular, cuando nota que no es quien él creía. Entonces, una sonrisa inocente —tanto como puede— ocupa su semblante.
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deepinsideyourbeing · 6 months ago
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Algo de sexo fuerte y rudo con Enzo puede ser? 😞🙏🏻
Obra recomendada para acompañar la lectura ♡
youtube
+18!
Tus gemidos se pierden entre tus labios y la almohada de plumas en la cual ocultás tu rostro para ahogar tus gritos. Es difícil precisar si la humedad de tus mejillas y las sábanas se debe a tus lágrimas o tu saliva, pero poco te importan esos detalles cuando tu novio comienza a tirar de tu cabello.
Tu espalda se arquea en un ángulo propio de bailarina de ballet, aunque carecés de tal gracia y más aún luego de que Enzo decide escupir sobre tu boca: tus labios entreabiertos no impiden que parte de su saliva caiga sobre tu mentón y corra hasta unirse con los otros fluidos que manchan tu piel.
Estás a punto de agradecerle pero su miembro abusando de tu interior te hace gritar su nombre. Cubre tu boca y lo mirás, aterrada y prestando atención a cualquier sonido proveniente del exterior. Enzo sólo te sonríe y repite el movimiento, golpeando tu cérvix hasta que tus ojos se tornan vidriosos.
Los vecinos siempre se quejan y es él quien se encarga cuando golpean la puerta, reclamando furiosos por los sonidos que se escuchan durante la noche. Se limita a asentir, se muestra comprensivo y con una mano en el pecho jura que no volverá a repetirse... Luego te enseña sus vinilos y te deja escoger una obra o un compositor diferente al del día anterior.
El momento en que perdés la capacidad de razonar es evidente porque una especie de bruma se apodera de tu mirada y no lográs cerrar la boca. Enzo aprovecha ese instante para abandonar tu interior, recostándose y manipulando tu figura a su antojo para dejarte de rodillas sobre su cuerpo.
-Enzo, dale...
Golpea tu mejilla y en sus ojos se refleja una advertencia que no procesás hasta sentir su mano aprisionando tu mandíbula y tu cuello. Incluso en tu estado delirante comprendés lo que está a punto de suceder e intentás negar, pero sus dedos limitan tus movimientos y te sorprende penetrándote de una estocada.
Gritás y sus cejas se curvan en desaprobación aunque sabe que es poco lo que podés hacer cuando te sostiene con fuerza y utiliza tu cuerpo como si de un juguete se tratara. Le gustaría dejar que tus piernas tiemblen por el esfuerzo, pero en su lugar decide empujarte hasta que descansás todo tu peso sobre su pelvis y su vello púbico roza tu clítoris.
Sujeta tus caderas con fuerza y comienza a guiar tus movimientos, sus uñas enterrándose en tu piel hasta hacerte lloriquear. Tus sentidos alterados te hacen temblar cuando sus dedos se deslizan sobre tu piel, sensación que resulta insignificante cuando presiona sobre tu abdomen bajo para permitirte sentir la profundidad que alcanza en tu interior.
Retorcerte ante el placer casi intolerable no impide que tu visión se nuble y tu orgasmo te golpee. Tus piernas hacen un débil intento de cerrarse y los músculos de tu interior se contraen.
-Enzo, no...- advertís, tu voz inentendible camuflándose entre las notas de la melodía.
Enzo sí comprendió tus palabras... pero eso no significa que vaya a obedecerte. Su pulgar ataca tu clítoris y traza círculos hasta que arañás su pecho, tus hombros encogiéndose involuntariamente y tu mano volando hacia tu boca en un fugaz movimiento para ocultar los sonidos que dejan tus labios.
El líquido caliente que brota de tu interior con fuerza moja tus muslos y el cuerpo de Enzo, que prolonga tu orgasmo hasta que comenzás a sacudir la cabeza para pedirle que se detenga y recobrar el aliento.
Te sonríe y alza las caderas, haciéndote gemir. Sus dedos golpean tu pierna siguiendo el ritmo de la obra.
-Todavía no terminé.
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