#antihumanismo
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bocadosdefilosofia · 5 months ago
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«Nietzsche y Heidegger especialmente son desde hace tiempo —también fuera de Alemania— objeto de una profunda veneración y se han convertido en ídolos de las nuevas corrientes hipersubjetivistas, antihumanistas, nihilistas y postmodernistas, una tendencia que el derrumbamiento de las ilusiones marxistas sobre la dictadura del proletariado no ha hecho más que acentuar. Muchos de los intelectuales que en su juventud habían militado en el campo marxista, han perdido la fe en sus antiguas ideas o se han convertido en decididos adversarios de la misma ideología a la que antes habían estado fervorosamente adscritos. Y de la misma manera que en los años dorados del marxismo y del diálogo cristiano-marxista la "intelligentsia" europea —sobre todo en los países latinos— se empapaba de Marx y de Hegel, lee ahora a sus antípodas Nietzsche y Heidegger. Así, una gran parte de los sistemas de ideas, modas filosóficas y teorías surgidas en Francia en las últimas décadas —Estructuralismo, "nuevos filósofos", Deconstructivismo y Postmodernismo en general— se han amamantado en las ubres nietzschianas y heideggerianas, desde Lacan y Foucault a Lyotard, Gilles Deleuze o Jaques Derrida. Eso explica que el debate en torno a la filosofía alemana sea en Francia más intenso y popular que en la propia Alemania.»
Heleno Saña: Antropomanía, en defensa de lo humano. Editorial Almuzara, pág. 32. Madrid, 2006.
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jgmail · 3 months ago
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La tecnología es una maldición que pesa sobre la humanidad
Por Alexander Dugin
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
El desarrollo de la tecnología – principalmente por parte de un Occidente enloquecido – es ya una forma de escalar la guerra, pues la mentalidad agresiva de Occidente quiere utilizar todos sus desarrollos tecnológicos en este conflicto. Debemos recordar que toda tecnología es ante todo tecnología militar y que su aplicación en esferas civiles es solo una consecuencia secundaria. Antes que nada, el desarrollo tecnológico es impulsado debido a la necesidad de crear armas más eficaces, precisas y destructivas. La guerra crea un espacio de muerte y la tecnología también: su propósito principal es matar y garantizar el aumento del poder, la fuerza y la hegemonía de quien la controla.
La misma naturaleza de la tecnología es siniestra e incluso fatal hasta cierto grado, especialmente porque va dirigida en contra del ser humano. Uno de los efectos de la tecnología es la deshumanización de la guerra, debido a que la priva de su dimensión humana: tal antihumanismo de la técnica conduce directamente a la abolición de la humanidad por medio del posthumanismo, la Singularidad y la IA. Cada nuevo descubrimiento tecnológico es un nuevo paso hacia la deshumanización y no añade nada nuevo, sino que elimina otro elemento importante de nuestro ser. El aumento de la tecnología es una destrucción de nuestro ser.
La relación que existe entre la tecnología y la muerte conduce lógicamente a una guerra entre las maquinas y el ser humano. Las distopias de la ciencia ficción no son más que una exacerbación de las tendencias mismas que existen en nuestra civilización técnica. No resulta difícil extender esta visión del futuro desde el pasado pasando por el presente. El futuro se encuentra predeterminado por una serie de estructuras semánticas que dan forma a la historia. Y la tecnología es una maldición que pesa sobre la humanidad. Es por eso que la ciencia ficción actual únicamente nos describe un futuro negro donde el triunfo de la tecnología será el triunfo del mal.
Los amos de la tecnología son los perfectos exponentes morales y espirituales de lo peor de nuestra cultura, por lo que han perdido su alma. Pero para contrarrestar este problema debemos estar a la altura de estos tecno-dementes: para vencer al demonio es necesario convertirse en un demonio. Tal idea es cuestionable y problemática, ya que si la tecnología es mala intrínsecamente no dejará de ser mala incluso si se encuentra en buenas manos, porque tales manos, que sostienen la maldad de la máquina, pronto dejarán de serlo. Se trata de un problema metafísico complejo que no podemos ignorar. No existe una solución fácil, aunque es absolutamente necesario el plantearlo.
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lastnews-espana · 2 years ago
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Gracias, Celso querido, por poner voz científica a este delirio! #estoesciencia #stopdeliriotrans #queerescapitalismo #antihumanismo #BASTA #PFAC @FrontPv @feministas_cong @ConfluenciaMF @ContraBorrado
Gracias, Celso querido, por poner voz científica a este delirio! #estoesciencia #stopdeliriotrans #queerescapitalismo #antihumanismo #BASTA #PFAC @FrontPv @feministas_cong @ConfluenciaMF @ContraBorrado
Gracias, Celso querido, por poner voz científica a este delirio! #estoesciencia #stopdeliriotrans #queerescapitalismo #antihumanismo #BASTA #PFAC @FrontPv @feministas_cong @ConfluenciaMF @ContraBorrado https://t.co/WbqDkf0k1f Source by Mar Benavent🔻💜♻️
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cuba-redh · 3 years ago
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Capitalismo digital, el nuevo rostro del antihumanismo corporativo. Por Javier Tolcachier
Capitalismo digital, el nuevo rostro del antihumanismo corporativo. Por Javier Tolcachier
Como es sabido, el capitalismo atraviesa una acelerada fase de reconversión tecnológica, cuyo elemento principal es la digitalización. El uso de grandes cantidades de datos, la inteligencia artificial, la multiplicación de plataformas en todas las áreas de actividad humana, el teletrabajo, el comercio digital, la computación en la nube, el entretenimiento online, la masiva aplicación de robótica…
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filosofiavegana · 5 years ago
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Rechazamos cualquier forma de misantropía o antihumanismo; así como rechazamos también la creencia de que preocuparse por los animales es incompatible con preocuparse por los humanos: bit.ly/derechoshumanosyanimales
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deleuzeguattari · 5 years ago
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Nick Land, una bomba que viene del futuro a desestabilizar el presente: Colapso.
Igual que la Ética marica de Paco Vidarte este ensayo de Nick Land es un dispositivo que detiene la corriente y que, a su vez, produce que algo se ponga en marcha de nuevo. Es un interruptor. Una ficción-teórica que viene del futuro para abrir el presente en varias partes; a producir líneas de fuga dentro de la monotonía de la no-diferencia, de la pura disimilitud. Nick Land afronta esta performance como una perfecta máquina de guerra. No viene a crear Nuevas Tablas, viene a destruir todo a su paso para que se produzca el punto de tracción, de fuga, dentro del cuerpo social, que genere la posibilidad de futuro: «No se trata de construir el futuro sino de desmantelar el pasado».  Las sugerencias de esta ficción-teórica nos empujan a reactivar el movimiento de la máquina de guerra; que se ponga en marcha, que escape de «las soluciones platónico-fascistas impuestas desde arriba para joder todo». Una consigna anti-academicista, anti-idealista, anti-ideología y anti-Estado.  Nick Land va destrozando todo a su paso, corrompiendo todo. Planteando un antihumanismo y un posthumanismo: «El hombre es algo que debe ser superado: un problema». Nos incita a establecer «qué puede un cuerpo» bajo las circunstancias de superación de la máquina con respecto al humano. Nos indica que el único camino es la hibridación cyborg, el devenir hombre-máquina. La superación del dualismo natural/artificial. El cuerpo social también debe ser profanado a través del nacimiento de una «cultura caliente»: Disolver la sociedad, adaptarse, innovar, que destruya y recicle las «culturas frías».  Harto ya de las soluciones sin solución de la «socialdemocracia» keynesista (fascismo, cultura tecnócrata-corporativista), de la traición del «marxismo occidental», el cual se rehegelianizó configurando y desfigurando a la Crítica de la Economía Política en una especie de monoteología estatista de la economía y aliándose contra la desregularización con el fascismo, lo cual produjo, como consecuencia, que la izquierda contemporánea se hundiera más y más en un conservadurismo nacional que asfixia su capacidad de generar cambios (mutación especulativa), de devenir «cultura caliente». Perpetúa la familia, la comunidad, la nación, en fin, produce una “cultura fría”; harto de todo esto Nick Land sigue a Deleuze y Guattari (El anti-Edipo) en una propuesta: acelerar el proceso capitalista, acelerar el colapso, es la única forma de antiautoritarismo convergente. Es una propuesta radical que se enfila contra las «soluciones» cobardes de los «socialdemócratas».  El futuro postcapitalista está en la inmanencia de la materia, en la inmanencia del mismo capitalismo. «Nada humano consigue escapar del futuro próximo».  Hay que acelerar, hay que ir a toda velocidad, más y más rápido, «el futuro como virtualidad es accesible ahora». No es esperanza, no es aspiración, no es una profecía la que nos propone Land, es una ingeniería de guerra, una ingeniería de comunicación, es una bomba que libera la constricción al interior del desarrollo lineal. Es una infección que, como buena infección, va a cuidar de su anfitrión para destrozarlo. El interruptor se ha activado y la máquina de guerra comenzó a operar, ¿te dejarás infectar? 
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CRITICA_DADAISMO
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El Dadaísmo suele ser una sucesión de palabras y sonidos a la que es difícil encontrarle lógica. Se distingue por la inclinación hacia lo dudoso, la muerte, lo fantasioso, y por la constante negación. Así, busca renovar la expresión mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables, lo cual conlleva a una tónica general de rebeldía o destrucción. El Dadaísmo es caracterizado, también, por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando, de esta forma, un antiarte. El movimiento dadaísta es un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético porque cuestiona la existencia del arte, la literatura y la poesía. De hecho, por definición, cuestiona el propio Dadaísmo. El Dadaísmo se presenta como una ideología total, como una forma de vivir y como un rechazo absoluto de toda tradición o esquema anterior. En el fondo es un antihumanismo, entendiendo por humanismo toda la tradición anterior, tanto filosófica como artística o literaria.  
Este movimiento es muy complejo y raro para mi. No lo llego a entender con totalidad, no me llega el mensaje ni lo que se quiere expresar. Por esta razon no es de mi agrado, pero la idea de realizar fotomontaje con varias imagenes es interesante y diferente, un ismo para expresarse a su manera.
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samoempalador · 3 years ago
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oniropsiconauta · 4 years ago
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Un antiautoritarismo convergente emerge, etiquetado con nombres como aceleración del colapso, invasión ciberiana, esquizotécnica, tácticas-K, guerra bacterial desde abajo, neonihilismo eficiente, antihumanismo vudú, fe- minización sintética, rizomática, conexionismo, contagio Kuang, amnesia viral, micro-insurgencia, mutación in­ vernal, neotropía, proliferación de disipadores y vampirismo lésbico, entre otras designaciones (frecuentemente pornográficas, abusivas o de naturaleza terrorista).
Nick Land
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jgmail · 3 years ago
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Capitalismo digital, el nuevo rostro del antihumanismo corporativo
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Por Javier Tolcachier
Fuentes: Rebelión
Como es sabido, el capitalismo atraviesa una acelerada fase de reconversión tecnológica, cuyo elemento principal es la digitalización.
El uso de grandes cantidades de datos, la inteligencia artificial, la multiplicación de plataformas en todas las áreas de actividad humana, el teletrabajo, el comercio digital, la computación en la nube, el entretenimiento online, la masiva aplicación de robótica en la producción y la internet de las cosas, son algunos de los factores visibles de esta nueva revolución industrial.
Si bien la conectividad a internet, que es el soporte básico de estas transformaciones, no alcanza todavía a toda la población, el crecimiento es rasante. Por ejemplo, en América Latina y el Caribe, una región extensa y de relativo retraso en infraestructura de telecomunicación en relación a Estados Unidos, Europa, Asia-Pacífico y Eurasia, la cantidad de personas conectadas a la red se ha duplicado entre 2010 y 2019, alcanzando a un 67%. También ha crecido la cobertura 4G y la velocidad de conexión. La mayor parte de las empresas ya están conectadas a internet, un alto número utiliza banca electrónica, utiliza la red en la cadena de aprovisionamiento y muchas han comenzado a desplegar canales de venta virtuales.
Esto nos habla de una tendencia irreversible: Estamos en pleno desarrollo de la era digital.1
Todo esto se aceleró en el transcurso de la pandemia. La presencia empresarial en internet, el comercio electrónico, el uso de plataformas de educación, el trabajo a distancia tuvieron un fuerte crecimiento. Con ello se acrecentó el poder concentrado de las corporaciones digitales. Para muestra, algunos datos: en el segundo trimestre de 2021 y en términos interanuales, Apple vendió un 50% más teléfonos Iphone, Amazon y Microsoft incrementaron sus utilidades también en un porcentaje similar, Facebook duplicó sus ganancias y Alphabet (propietaria de google) las multiplicó por 2,6. Lejos de quedar confinadas a sus negocios originales, estas corporaciones con casa matriz en los Estados Unidos han diversificado fuertemente sus intereses, abarcando la producción cinematográfica, medios de prensa, viajes espaciales, automóviles autónomos y realidad aumentada, entre muchos otros.
Muy preocupante, además de la concentración económica es la posición central de este tipo de empresas en el relato dominante, controlando las principales vías de comunicación en internet.
Por el contrario, la pobreza extrema que había mermado a nivel mundial en alrededor de 1% por año entre 1990 a 2015, y que ya venía desacelerando su descenso, vuelve a profundizarse. Uno de cada diez individuos en el planeta padece hambre y millones de personas son arrojados al desempleo y la precarización laboral.
En América Latina, el empleo en el sector de tecnologías de la información y la comunicación, que prometían compensar la pérdida de puestos de trabajo por automatización es proporcionalmente bajo y representa únicamente el 1,6% del empleo masculino. En el caso de las mujeres, una vez más discriminadas, esta participación es mucho menor, y corresponde solo al 0,9%. La diferencia entre los estratos poblacionales condiciona el derecho a la educación y profundiza las desigualdades socioeconómicas.
En síntesis, las supuestas ventajas de la economía digital no han aminorado la preexistente desigualdad sino que la profundizan.
¿Quienes son los beneficiarios?
Pese a que las caras conocidas (Zuckerberg, Bezos, Gates, Page, Brin o los herederos de Jobs) suelen ser socios mayoritarios de cada uno de los emporios digitales, estas empresas tienen como grandes accionistas a los principales fondos de inversión, es decir a la banca especulativa. Para ilustrar, más del 80% de las acciones de facebook están en manos de inversores institucionales, dentro de los cuales se encuentran los principales fondos de inversión (Vanguard Group, Black Rock, FMR, Price (T. Rowe) Associates, State Street Corp., etc.).
En el caso de Alphabet, el porcentaje accionario institucional es de un 67%, similar al paquete de Amazon (alrededor 60%) estando constituido por los mismos actores especulativos.
El contexto económico capitalista
La economía especulativa, lejos de haber disminuido luego de la explosión de la burbuja en 2007-2008, alcanza en la actualidad, aunque de difícil estimación, unas 20 veces el PIB mundial. La sobreacumulación de capital, la continuada emisión de monedas sin respaldo como el dólar, las bajas tasas de interés y como contraparte, la acumulación de deuda privada y pública, atizan el negocio especulativo.
La reinversión productiva continuó su descenso, reduciéndose la oferta de empleo formal para las grandes mayorías. Se calcula que en solo dos años (2017-2019) la inversión externa directa cayó a la mitad (2,7 a 1,4 billones).
En este contexto de parasitismo financiero, la economía digital se ofrece como inversión posible, buscando salir de la crisis de rentabilidad en la que está inmersa el capitalismo industrial desde hace ya varias décadas. Esta rentabilidad del ámbito digital se explica por motivos convergentes: entre ellos, el bajo monto de impuestos que asumen las empresas (localizadas formalmente en guaridas fiscales, sumado a la elusión impositiva de los estados nacionales donde operan), la poca representación sindical en el ámbito digital, la absorción de recursos intelectuales y financieros de investigación públicos, el uso de los datos personales como materia prima gratuita, la destrucción de la competencia o la desregulación de facto del entorno virtual.
Limitaciones físicas de la expansión capitalista
Por otra parte, el capitalismo en su búsqueda de crecimiento ilimitado, ha tocado límites físicos indiscutibles, produciendo fuertes desbalances en los ecosistemas vitales. Así, la digitalización y el extractivismo de bienes no tangibles como los datos, aparecen falsamente como parte de un nuevo ciclo de reconversión “verde” de la economía. Falsamente, porque el consumismo y la acumulación que conllevan sigue teniendo como base material a los recursos naturales finitos del planeta.
El negocio es planetario, la miseria local
Luego del ciclo de instalación neoliberal de la globalización, con la consecuente destrucción de los sistemas públicos y el debilitamiento de los estados nacionales, el mapa comercial ha quedado extendido al planeta entero, promoviendo escalas mundiales para los negocios. De este modo, las corporaciones aprovechan el potencial de un mercado planetario desde su habitual irresponsabilidad social, dejando que los estados se hagan cargo de administrar los problemas que aquellas dejan a su paso.
El panóptico global
El otro recurso fundamental del capitalismo digital es la información. De este modo, las corporaciones transnacionales han establecido un sistema de vigilancia e inteligencia globalizado, que aprovecha la intromisión de las plataformas digitales en la vida personal, obviamente con el fin de mantener ocupadas y controladas a las mayorías, objetivo que pese a todo, no logran.
La dependencia del Sur
Otro propósito en el desarrollo de un capitalismo digitalizado es el de mantener y profundizar las brechas tecnológicas entre el centro y las periferias mundiales y consecuentemente la dependencia del Sur global. Sin embargo, la OTAN digital comandada por Estados Unidos, con sus socios menores Europa y Japón, tiene hoy su contraparte en una Muralla china digital, la que ha logrado superar parcialmente, al igual que varios de sus vecinos asiáticos la situación de subdesarrollo tecnológico predominante anteriormente.
Aún así, las enormes desigualdades continúan subsistiendo. Según la CEPAL, mientras el índice de desarrollo de las industrias digitales (compuesto por factores mixtos2) en Estados Unidos es de un 43%, en Europa Occidental de un 36%, en América Latina y el Caribe, África y Asia Pacífico, este alcanza un 18%.
Por otro lado, la infraestructura continúa teniendo las trazas imperiales de sus inicios. Cuatro de los 13 servidores raíz de la internet (DNS) permanecen en suelo estadounidense y 10 de ellos son controlados por empresas, universidades o instituciones militares o estatales de los Estados Unidos. Además, el inglés continúa siendo el idioma utilizado para sus protocolos, lenguajes de programación y cada una de las partes constitutivas de la internet.
De este modo, el capitalismo digital es la nueva cara del colonialismo, cumpliendo a la perfección la función de penetración no solo económica, sino también cultural y militar, propia del imperialismo.
La captura corporativa del sistema de relaciones internacionales
Desde hace ya un tiempo, las corporaciones y un gran número de ONG’s vienen interviniendo en instancias y organismos multilaterales en aspectos teóricamente reservados a los Estados y sus gobiernos. Esto es particularmente cierto en el ámbito digital, cuya gobernanza está en manos de un sistema multisectorial, o de “múltiples partes interesadas”. Los involucrados son la comunidad técnica, el sector privado conformado por empresas, los gobiernos, la academia, y las así llamadas organizaciones de la sociedad civil (u organizaciones no gubernamentales), en algunos casos financiadas parcial- o totalmente por las mismas transnacionales para operar públicamente a favor de su discurso.
La influencia privada, que carece de toda legitimación democrática, amenaza con cooptar el sistema político de relaciones internacionales a través de una estrategia que responde con precisión a los lineamientos del Foro Económico Mundial (Davos). Bajo el manto del término «cooperación digital», esta iniciativa podría abrir el camino a la elaboración de políticas vinculantes, a través de la conversión de un organismo de consultas de múltiples partes interesadas en uno de «gobernanza multipartita».
Dicho organismo de alto nivel está siendo impulsado a través de un proceso lanzado desde la misma Secretaría General de Naciones Unidas, que recoge como fundamento las recomendaciones de un Panel de Alto Nivel sobre la Cooperación Digital constituido con el mismo sistema multipartito anterior y cuya vicepresidencia es significativamente ostentada por Melinda Gates de la Fundación homónima y Jack Ma, fundador de la corporación china Ali Baba.
Es ostensible que si las corporaciones obtienen influencia decisiva sobre las normas y reglas que rigen los espacios digitales, poco podrá hacerse para regularlos desde el interés de los pueblos. Además, en la medida en que la digitalización avance aun más sobre cada área de actividad humana, la influencia empresarial se proyectará sobre éstas, como hoy ya sucede en los ámbitos de la alimentación, el comercio digital o el conflicto medioambiental, por solo citar algunos ejemplos.
Corolario
Mientras la digitalización y el poder corporativo avanzan, las instituciones estatales y los movimientos sociales reaccionan a estas nuevas realidades con relativa lentitud, sin lograr anticiparse a escenarios futuros. Lo que está claro, es que el poder de una parte sobre el todo, no va a solucionar ninguno de los problemas de las grandes mayorías.
De este modo, es fundamental instalar la problemática digital como bandera de lucha de los pueblos, sensibilizar adecuadamente sobre sus impactos, aclarar posturas políticas colectivas en los movimientos para darle anclaje territorial y exigir nuevos derechos en las políticas públicas acordes al nuevo escenario.
La cuestión ha rebasado ampliamente la esfera del activismo digital. Es imprescindible que la ciudadanía tome cartas en el asunto. Se trata del futuro común.
(*) Javier Tolcachier es investigador en el Centro Mundial de Estudios Humanistas y comunicador en agencia internacional de noticias Pressenza. 1 https://www.cepal.org/sites/default/files/publication/files/46766/S2000991_es.pdf
2 El índice de desarrollo de industrias digitales se compone de: 1) el peso económico de las industrias digitales (medido en términos de la suma de ventas brutas de las industrias digitales y de telecomunicaciones y el gasto de la economía en software) en relación al producto interno bruto; 2) la penetración de conexiones del Internet de las Cosas (entendido como indicador del despliegue de aplicaciones verticales); 3) el nivel de exportaciones de productos y servicios de alta tecnología, y 4) la producción local de contenido.
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kiro-anarka · 4 years ago
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Tiemblo cuando escucho sobre «volver a la normalidad». Es como una amenaza para mis oídos. Esa codiciada normalidad de la que se desborda el discurso del poder es un concepto terrible, que linda con el antihumanismo. ¿Podría ser la normalidad del mundo que generó el coronavirus? Bueno, en mi corazón espero que no vuelvas en absoluto, porque en su continuación hay muy poco deseable y aceptable. La lista de defectos humanos, morales, políticos, económicos y de cualquier otra clase de las que el contexto mundial está lleno, por ahora en cese forzado, corre el riesgo de ser interminable. Los hemos estado viviendo todos por un tiempo indescriptible, estamos envueltos a la fuerza en ellos y hay muy poco que estimarles. Queriendo expresar un deseo, sería un estado a ser abandonado, transformarlo a tal punto que lo que debería reemplazarlos nos llevara a olvidar su experiencia. Algo similar a cómo cuando evocamos las épocas que llamamos prehistóricas, por lo que solo podemos adivinar lo que sucedió porque ya no lo recordamos como colectividad. ¿Quieres volver a vivir «normalmente» oprimido como antes por profundas injusticias sociales? Durante décadas, el chantaje de encontrar tra
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eeyc · 6 years ago
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El filósofo francés Éric Sadin alerta de que la inteligencia artificial amenaza la civilización
Mientras robots y 'start ups' inundan Madrid con sendos congresos, el controvertido filósofo y autor francés Éric Sadin pide que reflexionemos sobre las consecuencias de la tecnocracia en la que, según él, vivimos felizmente inmersos. Y ciegos.
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La inteligencia artificial es capaz de tomar decisiones, pero ¿hemos pensado en las consecuencias para el ser humano? GERALT | PIXABAY (CC0)
MADRID PABLO ROMERO (Publico.es)
Para el filósofo francés Éric Sadin (1972), una de las mentes más influyentes y críticas frente a la era la digitalización y los datos, no estamos hablando lo suficiente de las consecuencias para el ser humano de la colonización del modelo de Silicon Valley: una suerte de liberalismo digital camuflado, que nadie se cuestiona e incluso es impulsado por los propios gobiernos. Vivimos rodeados de objetos conectados y sensores que recogen y convierten en datos hasta el detalle más íntimo. Y con esos datos, unas pocas compañías gigantestas alimentan una inteligencia artificial cada vez más potente, capaz de interpretar, sugerir e incluso tomar decisiones. Nos fiamos ciegamente de las máquinas, pero ni siquiera sabemos cómo funcionan. ¿Queremos realmente que las máquinas tomen decisiones?
Sadin vino a presentar la traducción de su penúltimo libro, La silicolonización del mundo (2016; Caja Negra, 2018), y se centró sobre todo en los temas que aborda en lo último de su prolífica obra, La inteligencia artificial o el reto del siglo. Anatomía del antihumanismo radical (2018).
El filósofo desgranó durante casi dos horas, durante un coloquio con la periodista especializada en tecnología Marta Peirano en el Institut Français de Madrid (en el marco del III Foro de la Cultura de Burgos), su visión crítica y sin concesiones sobre las consecuencias de una tecnologización de la sociedad. "Hemos pasado de la edad del acceso, en la que nuestra relación era a través de las pantallas, a la edad de la cuantificación en apenas 20 años", comentó. Y describe esta situación, en la que los sistemas nos hablan para decirnos "la verdad", como "agobiante".
“La tecnología nos habla para decirnos la verdad”
Criticó con dureza el apoyo social e institucional a la la economía de los datos y platafomas, "que suponen una inteligibilidad de nuestros comportamientos cada vez más extendida" y cuya finalidad es "interpretar nuestros comportamientos, para notificaros y sugerimos de forma aparentemente adecuada a cada persona". "Hablamos de una mercantilización general de la vida, de la conquista de los comportamiento: hay una batalla para controlar nuestras cabezas", expuso.
El pensador confesó que ha llegado a la conclusión de que los desarrollos tecnológicos se determinan exclusivamente el punto de vista económico, ya no existe como campo autónomo: "El mundo de la ciencia, de la técnica, ha desaparecido por completo, sólo existe un mundo tecnoeconómico en el que los investigadores sólo responden a una lógica económica". Y en este contexto, absolutamente utilitarista, “la tecnología nos habla para decirnos la verdad”, afirmó con ironía.
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Éric Sadin. Foto: DIEGO SPIVACOW
"Habla para orientar nuestros gestos, para orientar nuestra vida, nuestros comportamientos, hasta tal punto que puede afectar a nuestra autonomía de juicio", comentó. E insistió en que esos sistemas —que son opacos, no sabemos nada de ellos pero tienen la capacidad de decidir— "imponen una verdad que tiene consecuencias jurídicas y políticas".
Inteligencia artificial, sensores, robotización humana
Durante su larga intervención, Sadin alertó de la invasión de los sensores tanto en la vida privada ("hasta los biberones tienen sensores", exclamó) como en los espacios profesionales. "La arquitectura inducida por la invasión masiva de sensores implica un trazabilidad de la vida, y esta realidad captada y reducida a datos, alimenta la inteligencia artificial".Y, para él, la inteligencia artificial es motivo serio de preocupación. "Por primera vez en la historia, los sistemas pueden entender situaciones, tienen capacidad de retroacción y, lo que es muy inquietante y perturbador, puede tomar decisiones por sí mismos, como el trading de alta velocidad con proyección anticipativa".
"Las personas son cuantificadas, hay una visibilidad en tiempo real de la producción de bienes y servicios, y eso significa una enunciación de órdenes" por parte de sistemas capaces de interpretar esa abundancia de datos. "Los empleados se transforman en robots de carne y hueso, existe una negación de la subjetividad, de la improvisación o del ingenio", denunció. Y alertó de que esta realidad se está extendiendo a otros muchos ámbitos, como las decisiones médicas.
La tecnoeconomía, busca reemplazar a las personas y cuando no se pueda, 'robotizar' al ser humano
Según él, la idea que plantea este liberalismo digital, esta tecnoeconomía, es ir reemplazando a las personas y cuando no se pueda, 'robotizar' al ser humano. "Esto es lo que me interesa porque no se ve", aseguró, y añadió: "Se habla de la complementariedad entre humanos y sistemas, pero eso no es más que un tecnodiscurso: son los humanos los que se tienen que adaptar a esos sistemas y eso es cada vez más imposible".
"Los regímenes liberales apoyan jurídicamente estos desarrollos para impulsar la tecnología de los datos y de las plataformas, hay una sumisión", denunció. "No parece existir un debate sobre la desaparición de la autonomía del juicio humano en favor de la velocidad de la tecnología".
Mientras, en la otra punta de Madrid, se celebra esta semana la South Summit, en donde emprendedores y políticos alaban las virtudes de la economía de los datos; España cuenta incluso con una Secretaría de Estado dedicada al tema. Y en Ifema tiene lugar IROS 2028, el congreso mundial de robótica inaugurado por Felipe IV.
"Desconfío de los políticos y legisladores que apoyan este entorno: hay que animar el contraexamen porque hay demasiados 'expertos'; hay que escuchar a quienes sufren esos sistemas", propuso. "Oigamos la realidad sobre el terreno y no tanto el dogma de la transformación digital".
Hacia un "anti humanismo radical"
Sadin apuntó a que el aparentemente imparable desarrollo de la inteligencia artificial nos está conduciendo a un "anti humanismo radical" basado en un utilitarismo extremo, guiados por la lógica de las máquinas, que no humana. "Estos sistemas que nos indican la verdad borran características intrínsecas del ser humano: crítica, juicio, etc., todo en una sola generación y sin evaluación de los impactos en la civilización, sin crítica". "Estamos en una ceguera general", lamentó.
Los sistemas borran características intrínsecas del ser humano y no evaluamos este impacto en la civilización
Más allá de las preocupaciones que invaden el debate público —los fallos en redes sociales, los escándalos de Facebook, la vigilancia del 'gran hermano digital', la protección de los datos personales...— , Sadin mostró su preocupación por el hecho de que nadie habla de las implicaciones éticas que están por encima de todo ello.
"Lamento que en nuestra época, lo único que nos preocupa es la libertad individual, pero la libertad común, la simetría de poderes, la libertad de juicio, son cuestiones colectivas que a nadie parece preocupar; hay una reducción sistemática al individuo", afirmó, y añadió: "Me molesta tanto individualismo, parece que sólo nos importa nuestra pequeña parcela de libertad; la protección de datos me parece una obsesión que tiene que ver con la libertad individual, mezquina, egoísta, y cuanto más defendamos esa libertad, mejor le irá a la tecnoeconomía".
Eso sí, no negó que los avances tecnológicos tienen su cara positiva. Pero zanjó, con cierta sorna, que "ya hay mucha gente que defiende las ventajas, tantas que saturan el debate público". "No me necesitan para eso", concluyó.
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teoriapoliticauab · 4 years ago
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El affaire Heidegger y la barbarie en la filosofía
El nacionalsocialismo es un principio barbárico. Esto es lo esencial suyo y su posible grandeza. (Heidegger, 2018a: 159).
La «barbarie» es un privilegio de los pueblos culturales. (Heidegger, 2018b: 237).
No hay documento de cultura que no sea a la vez un documento de barbarie (Benjamin, 2008:42).
Hay un suceso que ha atormentado a la filosofía durante los últimos 80 años, ¿cómo es posible que el filosofo más relevante desde Kant (o incluso algunos se atreven a nombrar a Aristóteles en esta pugna), estuviese afiliado, y por lo tanto en cierta consonancia, al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán? Una antonimia irreconciliable entre la grandeza del filosofo y la mezquindad del nazi que debe acabar en la aniquilación de una: si ha sido un gran filósofo, entonces no fue un nazi; si fue un nazi, entonces no ha sido un gran filósofo. Ahora bien, está visión maniquea es engañosa, pues no hay nada que indique que en la (filia)sabiduría no se puedan encontrar horrores.
Ante esta visión simplista de la filosofía se han opuesto grandes esfuerzos intelectuales para entender la filosofía heideggeriana con el fin de establecer si el filosofo tuvo una vinculación real y no simplemente situacional con el NSDAP. Pero esta cuestión que estuvo abierto durante años fue cerrada brevemente con la publicación de los Cuadernos Negros (Heidegger, 2018), una serie de anotaciones privadas que dejan claro la afiliación ideológica (aunque no completa) al régimen nazi y que se añaden a las esquivas que el propio filosofo da a la hora de responder durante la entrevista para Der Spiegel y Paul Celan cuando se le preguntan sobre su afiliación y el Holocausto.
Sin embargo, aún quedan abiertos interrogantes sobre el affaire y el caso no está cerrado, en concreto sobre si existe en la filosofía heideggeriana elementos o un pathos propios del nazismo, una respuesta a la que se han volcado numerosas biografías e intentos bien para expiar su obra o bien para subrayar los elementos sospechosos, inhumanos, para salvar lo humano agredido, siendo de los más notables el de Victor Farías en Heidegger y el nazismo, Emmanuel Faye en Heidegger: La Introducción del Nazismo en la Filosofía o el más reciente de Donatella Di Cesare Heidegger y los Judíos; todos con sus enfoques propios y destacables. Pero prefiero versar el articulo entorno a dos interpretaciones que conozco mejor, la de Jacques Derrida.
Auschwitz constituye la (des)memoria de la medianoche del siglo XX, la culminación de un proyecto abismal que le arrebató la humanidad a pueblos enteros, es la antonimia del humanismo que fundamenta los derechos humanos. Pero, en Heidegger se puede dar una inversión, la Shoah no como un antihumanismo (no como problematización del sujeto, sino en contra de la herencia Ilustrada de derechos del hombre [y de la mujer]), sino como la culminación de un proyecto humanista propio del romanticismo alemán, ese romanticismo precisamente revolucionario a diferencia del conservador francés. Esta es la tesis que defiende Derrida, oponiéndose no solo a la concepción tradicional del Holocausto (que se encontraría representado en Asalto a la Razón de Lukács), sino también al propio Heidegger que dirigiéndose a Sartre en “Carta sobre el Humanismo”, refutó que el fuese un existencialista, pues para él su filosofía no trata del ser humano, sino de la precomprensión del ser. Derrida a través de la deconstrucción trata de alumbrar aquello sobre lo que Heidegger calla o trata de evitar (vermeiden), que es el Geist,lo espiritual sobre lo que volveremos más adelante.
En Los conceptos fundamentales de la metafísica, Heidegger establece una diferencia cualitativa entre la piedra que no tiene mundo, el animal que es pobre de mundo (Unwelt) y el humano que forma mundo (Welt). Así pues, el animal está circunscrito a un ecosistema en el que solo percibe los fenómenos funcionales para su supervivencia (la abeja no concibe la flor, sino únicamente el néctar; el lobo no concibe la oveja, sino solo su carne) mientras que el ser humano puede elevarse por encima de las necesidades biológicas para percibir al completo todo el mundo, tiene una precomprensión del ser y se cuestionan sobre su propio ser.
Aquello que permite que el ser humano se eleve por encima del animal es que este posee Geist que está en conexión con el lenguaje, pues es gracias a este que uno puede pensar sobre lo espiritual.
Y habló del verbo, del culto al lenguaje, a la elocuencia, que calificó de «triunfo del humanismo», ya que la palabra era el honor del hombre y ella sola hacía su vida digna. No sólo el humanismo, sino la humanidad en general, toda dignidad humana, la estima de los hombres y la estima del hombre por sí mismo, todo eso era inseparable de la palabra, y se hallaba, por tanto, ligado a la literatura […] Escribir bien supone casi pensar bien, y esto no está muy alejado del obrar bien. Toda la civilización y todo perfeccionamiento moral parten del espíritu de la literatura, que es el alma de la dignidad humana y que es idéntica al espíritu de la política. Sí, todo eso es una unidad, es la misma idea de potencia y en un solo nombre donde se puede reunir todo. ¿Cuál era ese nombre? Ese nombre se componía de sílabas familiares, pero los dos primos no habían comprendido su sentido e importancia; era la palabra ¡civilización! (Mann, 2017:229-230).
El diálogo en la Montaña Mágica que elabora Settembrini, el personaje que representa al humanismo en la novela, ya es revelador por sí mismo, pues solo se tiene “toda dignidad humana” es “inseparable de la palabra, y se hallaba, por tanto, ligado a la literatura”, estableciendo una diferencia en diversos niveles de dignidad entre las diversas que hayan o no desarrollado una escritura.
Pero existe una diferencia entre lenguas, pues solo el griego (y el latín) y el alemán comparten la grandeza de lo espiritual, a diferencia de la resta de lenguas del mundo que no permiten un acceso no mediado a través de ambas lenguas, aunque el alemán es finalmente superior pues puede nombrar la excelencia máxima (Geistigkeit) y posee una conceptualización originaria del término, mientras que el pneuma (πνεῦμα) o el spiritus.
La conceptualización permite el hablar sobre algo, en este caso solo el alemán posee el rico léxico para hacer posible la conceptualización propiamente del Geist, hasta el punto de que, si otras lenguas piensan sobre este, piensan en alemán: “aquél que cree en la espiritualidad (Geistigkeit) y en la libertad de esta espiritualidad y desee su desarrollo eterno dentro de la libertad, no importa dónde haya nacido ni en qué idioma hable, es de nuestra raza, nos pertenece y se unirá a nosotros” (Fichte, 1984: 153). Pero la tesis fichteana puede ser invertida, puede haber personas que hayan nacido en Alemania, que residan en Alemania y hablen alemán, pero que no crean en el desarrollo del Geist alemán y por lo tanto no sean alemanes y “es extraño a nosotros, y es de desear que se separe de nosotros por completo y cuanto antes mejor” (Fichte, 1984: 153). Así pues, se revela un atributo propio del nazismo (y otros múltiples -ismos): la creencia en la superioridad espiritual del propio pueblo alemán, el cual es un pueblo trágico (de la Grecia clásica), pero con una doble desdicha: se encuentra atenazado exteriormente, entre Oriente (Rusia) y EE.UU. (y Reino Unido) que quieren evitar el desarrollo del Geist alemán (Lacoue-Labarthe, 2002); e interiormente, pues existen alemanes que no son tales pues “ponen el timón del gobierno del mundo en una naturaleza muerta”, los cuales deberían ser “separados”.
La filosofía no es extraña a la barbarie. Es propio de la naturaleza dual, el origen de los mayores goces puede ser también el de nuestros sufrimientos. De ella puede nacer el horror y la catástrofe. Debe de extirparse la concepción infantil de la filosofía como eterna victima que es manoseada y usada por los enemigos de esta. “El nazismo no nació en el desierto. Lo sabemos bien, pero es necesario recordarlo siempre. E incluso si, lejos de todo desierto, hubiese crecido como un hongo en el silencio de un bosque europeo, hubiese sido a la sombra de grandes árboles, abrigado por su silencio o su indiferencia, pero en ese mismo suelo” (Derrida, 2014: 92). Pero el nazismo no fue simple barbarie. No debemos reducir éste a una expresión de un fenómeno que se encuentra tan esparcido, pues se corre el riesgo de la banalización, de que el Holocausto sea una matanza más en la historia, olvidada y por lo tanto, repetible. Debemos de buscar sus raíces intelectuales para poder arrancarlas.
  Bibliografía
Benjamin, Walter (2008), Tesis sobre la historia y otros fragmentos. México, D F: Editorial Itaca.
Derrida, Jacques (2014), “Del Espíritu: Heidegger y la Cuestión”, Archivos: Revista de Filosofía, No. 9-10, pp. 537-667.
Di Cesare, Donatella (2017), Heidegger y los judíos: Los Cuadernos negros. Barcelona: Gedisa.
Farías, Victor (1998), Heidegger y el nazismo. México DF: Fondo de Cultura Económica.
Faye, Emmanuel (2005), Heidegger: La Introducción del Nazismo en la Filosofía. Madrid: Editorial Akal.
Heidegger, Martin (2018a), Cuadernos negros (1931-1938): Reflexiones II-VI. Madrid: Editorial Trotta.
Heidegger, Martin (2018b), Cuadernos negros (1938-1939): Reflexiones VII-XI. Madrid: Editorial Trotta.
Lacoue-Labarthe, Philippe (2002), La ficción de lo político: Heidegger, el arte y la política. Madrid: Arena libros.
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marxismo-revolucionario · 5 years ago
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¿Economicismo o culturalismo? ¡Sí, por favor! Algunas preguntas
¿Marx era ciego a las categorías de género y de raza? ¿O es el capital el que es ciego, al que le es indiferente —en tanto soporte— la naturaleza de los signos que se inscriben en él en el proceso de su autovalorización: la raza, el género, la edad, juegan algún papel en el circuito de reproducción del capital?
¿El no contar con estas categorías limita las posibilidades de análisis y políticas, o es en cambio una virtud del método desde un principio? ¿El Capital tiene algún elemento de universalidad, o está en cambio limitado a su contexto histórico y la constelación concreta de la lucha de clases (y por ende está obsoleto: ya no dice nada sobre el mundo en que vivimos)? ¿Hay un seso “economicista” en el análisis de clases del marxismo, o en cambio una desviación posmoderna y culturalista de los movimientos sociales actuales?
Hay que partir de una constatación clave: que el método marxiano de investigación, creación conceptual y exposición que está desplegado en El Capital parte de hacer abstracción de la realidad concreta. Si retomamos la tesis althusseriana sobre el antihumanismo teórico de Marx, recordaremos que lo que importa son las relaciones entre categorías teóricas y no entre personas reales (el hecho social, por así decirlo, es el intercambio de mercancías, y no la identidad cultural de sus agentes). Si los agentes están definidos por algo, es por las relaciones sociales de producción que ellos portan. Por eso importa justificar, desde una perspectiva feminista, si el género y la raza son (y de qué modo) categorías que expresan —más allá de meros rasgos de identidad cultural— justo estas relaciones sociales de producción y reproducción. Es decir, que si hemos de abordar el género, será como una estructura de producción, y por eso capitalista.
¿Hay una lucha de clases entre géneros? ¿La raza qué es, cómo contribuye a la reproducción del capital? En este último punto, por ejemplo, no podemos soslayar el monumental trabajo de Deleuze y Guattari en El Anti-Edipo: Edipo es colonial, y es necesario para la reproducción capitalista.
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Louis Althusser: biografía de este filósofo estructuralista
El trabajo de multitud de pensadores y filósofos ha contribuido a lo largo de los años al desarrollo del conocimiento y de cuerpos teóricos que explican cómo funciona el mundo y la sociedad en la que vivimos, como es el caso del marxismo, una doctrina filosófica, política y económica cuya influencia perdura hasta nuestros días. **Uno de los personajes que contribuyó al análisis de la doctrina marxista fue el filósofo estructuralista Louis Althusser**, del que hablaremos a lo largo del artículo, desgranando su biografía y sus obras más destacadas. ## ¿Quién fue Louis Althusser? Louis Althusser (1918-1990), nacido en Argelia, **fue un reconocido filósofo marxista y un destacado defensor académico del Partido Comunista francés**. A Althusser se le conoce comúnmente como un marxista estructural, a pesar de que tanto él como [Michel Foucault](/biografias/michel-foucault) rechazaron ser clasificados como autores de esta corriente filosófica. Cursó sus estudios en París, en la prestigiosa École Normale Supérieure, donde eventualmente se convirtió en profesor de filosofía. Aus argumentos fueron una respuesta a múltiples amenazas a sus fundamentos ideológicos, incluida la influencia del empirismo y un creciente interés en las orientaciones socialistas democráticas y humanistas. Althusser creía que las teorías de [Karl Marx](/biografias/karl-marx) habían sido interpretadas incorrectamente porque habían sido vistas como un solo cuerpo teórico de trabajo, cuando de hecho Marx había experimentado una “ruptura epistemológica” que separó sus trabajos posteriores de su humanismo anterior. Althusser declaró que Marx había desarrollado una teoría histórica innovadora que consideraba al individuo como un producto de la sociedad, la cultura y la ideología. Además, Althusser afirmó que Marx había analizado a la sociedad en términos de unidades sociales y políticas llamadas “prácticas” en lugar de en términos del individuo. Sus ideas influyeron más tarde en varios pensadores del siglo XXI, incluidos [Jacques Derrida](/biografias/jacques-derrida), G.A. Cohen, Anthony Giddens, [Judith Butler](/social/teoria-performativa-genero-judith-butler) y [Slavoj Žižek](/cultura/libros-slavoj-zizek), y varios de sus estudiantes se convirtieron en intelectuales eminentes. ## Pensamiento y obras Los primeros trabajos de Althusser incluyen el influyente volumen [“Para leer El Capital”](https://ift.tt/2VnAirJ), una colección del trabajo de Althusser y sus estudiantes sobre una intensa relectura filosófica de “El Capital”, de Karl Marx. El libro reflexiona sobre el estado filosófico de la teoría marxista como "crítica de la economía política" y sobre su objeto. El proyecto fue algo análogo, dentro del marxismo, al retorno del psicoanálisis contemporáneo a Freud emprendido por Jacques Lacan, con quien Althusser también estuvo involucrado (y con quien compartió momentos de amistad y enemistad al mismo tiempo). Varias de las posiciones teóricas de Althusser han seguido siendo muy influyentes en la filosofía marxista, aunque a veces exageró sus argumentos deliberadamente para provocar controversia. En su ensayo “Sobre el joven Marx” toma un término del filósofo de la ciencia francés, Gaston Bachelard, al proponer una gran "ruptura epistemológica" entre los primeros escritos de Marx, con un estilo más “hegeliano” (del sistema filosófico fundado por [Georg Wilhelm Friedrich Hegel](/reflexiones/frases-hegel)) y “feuerbachiano" (en alusión a Ludwig Andreas Feuerbach, padre intelectual del humanismo atea) y sus textos posteriores, propiamente marxistas. Por otra parte, en otro de sus ensayos, [“Marxismo y humanismo”](https://ift.tt/35ewywV), Althusser muestra una fuerte declaración de antihumanismo aplicado a la teoría marxista, condenando ideas como el "potencial humano" y el "ser-especie", que los marxistas a menudo proponen como consecuencia de una ideología burguesa de la humanidad. En el capítulo “Contradicción y sobredeterminación” de su obra [“La revolución teórica de Marx”](https://ift.tt/35huc0g) toma prestado el concepto de sobredeterminación (la idea de que un solo efecto observado está determinado por múltiples causas a la vez) del psicoanálisis, para reemplazar la idea de "contradicción" con un modelo más complejo de causalidad múltiple en situaciones políticas. Esta última idea está estrechamente relacionada con el concepto de hegemonía de Antonio Gramsci, que la define como el poder sociopolítico que se deriva de permitir el "consentimiento espontáneo" de la población a través del liderazgo o la autoridad intelectual y moral, tal y como lo emplean los subalternos del Estado. **Althusser también es ampliamente conocido como teórico de la ideología**, un concepto basado en la teoría de la hegemonía de Gramsci y que establece en su ensayo [“Ideología y Aparatos ideológicos del estado: notas hacia una investigación”](https://ift.tt/31UZJTD). Para Althusser, la hegemonía está determinada por completo por las fuerzas políticas, mientras que la ideología se basa en los conceptos de Freud y Lacan del inconsciente y el estadio espejo (la etapa en la cual el niño se encuentra por primera vez capacitado para autopercibirse). ## La “ruptura epistemológica” Como hemos comentado al principio, Althusser consideraba que el pensamiento de Marx había sido fundamentalmente mal entendido y subestimado. Condenó firmemente diversas interpretaciones de las obras de Marx con el argumento de que no se habían dado cuenta de que con la "ciencia de la historia", el materialismo histórico, Marx había construido una visión revolucionaria del cambio social. Althusser creía que estas interpretaciones erróneas resultaban de la noción equivocada de que todo el trabajo de Marx podía entenderse como un todo coherente. En cambio, Althusser sostuvo que el trabajo de Marx contiene una radical "ruptura epistemológica". **El proyecto de Althusser consistió en ayudar al mundo a comprender plenamente la originalidad y el poder de la teoría extraordinaria de Marx**, prestando tanta atención a lo que no se dice como a lo explícito. Con todo, Althusser sostuvo que Marx había descubierto un "continente de conocimiento". Comparó las ideas de Marx sobre la historia con las contribuciones de Tales a las matemáticas, Galileo a la física o Freud al psicoanálisis, afirmando que la estructura de su teoría era diferente a cualquier propuesta de sus predecesores. Althusser también creía que la teoría de Marx se basaba en conceptos, como las fuerzas y las relaciones de producción, que no tenían contrapartida en la economía política clásica. Además de su estructura única, el materialismo histórico de Marx tenía un poder explicativo diferente al de la economía política clásica. Mientras que la economía política explicaba los sistemas económicos como una respuesta a las necesidades individuales, el análisis de Marx tuvo en cuenta una gama más amplia de fenómenos sociales y sus roles en un todo estructurado. Althusser concluyó que [“El Capital”](https://ift.tt/2VjTKWc) proporcionó tanto un modelo de la economía como una descripción de la estructura y el desarrollo de toda una sociedad. Asimismo, consideró la ruptura epistemológica como un proceso en lugar de un evento claramente definido. Describió el marxismo y el psicoanálisis como ciencias que siempre tuvieron que luchar contra la ideología, explicando así las rupturas y divisiones posteriores, debido a que sus dos objetos de análisis, la "lucha de clases" y la mente humana inconsciente, estaban divididos y separados entre sí. #### Referencias bibliográficas: * Althusser, Louis (1988). Navarro, Fernanda (ed.). Filosofía y marxismo (in Spanish). Siglo XXI. * Elliott, Gregory (2006). Althusser: The Detour of Theory. Leiden, Boston: Brill Publishers. * Jay, Martin (1984). "Louis Althusser and The Structuralist Reading of Marx". Marxism and Totality: The Adventures of a Concept from Lukács to Habermas. Berkley, Los Angeles: University of California Press. pp. 385–422. Ver Fuente Ver Fuente
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polvvo · 6 years ago
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volumen de parpadeo
Hay una constante en la cultura poppunk bien pensante porteña y es la de mostrar entre un fetiche por la cultura popular y una burla por las condiciones de existencia de las mayorías. Me resulta profundamente desagradable y tilinga esa actitud de registrar imágenes o difundir momentos de la vida cotidiana de las personas, trasladarlas a otro ámbito y transformar lo cotidiano en un chiste para unos pocos tarados.
Hacer de una conducta genuina un fenómeno de circo muestra en principio, un antihumanismo y racismo inmundo propio de esta gente y por otra parte, la incapacidad por medio de lo que ellos llaman arte, o lo que fuera, de generar algo no trillado.
Adjunto una ponencia de un tipo que no se si es lo más brillante pero ante la presentación de la muestra de Dian Arbus en el MALBA caracteriza, a mi entender, muy bien como el publico argentino es subestimado y tomado por tarado. Luego destaca la pesima actitud de engañar a la gente registrando una imagen, para luego transformar de lo cotidiano un elemento de burla o de análisis por parte de una burguesía aburrida que lógicamente se encuentra totalmente ajena a estas personas que denigra.
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