#angel te/moverse
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I do not wish to impersonate Teagan. This is purely for fun.
"Is... Is it on? Oh! It's on! Hello my oddities and curiosities!" - Teagan
"Hey." - Devil
"Greetings." - Athena
*Hey everyone!* - Upright
*Hi there* - Reversed
"Ello darling!" - Athermes
"OH MY GODS, HIIII!!" - Signs
𝔸𝕙, 𝕘𝕣𝕖𝕖𝕥𝕚𝕟𝕘𝕤 𝕞𝕠𝕣𝕥𝕒𝕝 𝕓𝕖𝕚𝕟𝕘𝕤. - Angel
× ... Hi. × - Rev
"Hi guys!" - Heartdrop
WELCOME TO THE TE/MOVERSE BLOG!! Yes, I am ABSOLUTELY going insane, and yes, this is @grape-jucie-dog . I am now running 5 accounts, 4 of them being roleplay accounts.
... ANYWAYS! I originally made this for the Jorge of Ithaca AU (made by @zippyskyfalls (yes hi I made another account, the original was a test)), but then I remembered the TE/MOverse! And so, here we are!
Yes, there's lore here. Once again, I have gone insane.
Buckle up, there's tags for each of these guys.
#creation makes you mother 💚 (Anything to do with Teagan)
#played roulette with death ❤️ (Anything to do with Devil)
#badass in the arena 💙 (Anything to do with Athena)
#laud me baby! 💚✨ (Anything to do with Upright)
#let the witch trial begin 🖤✨ (Anything to do with Reversed)
#sisters on fire 🔥 (Both twins in one post)
#and i call this root holy moly! 🌺✨ (Anything to do with Athermes)
#universe was that a sign? 🃏(Anything to do with Signs)
#the angels were once beasts of eyes 💛 (Anything to do with Angel
#is this what revelations is? 🗡️ (Anything to do with Rev)
#so i stare at ceilings bury feelings 🩷💔 (Anything to do with Heartdrop) (ADDED: January 29th, 2025)
#creation makes you mother 💚#played roulette with death ❤️#badass in the arena 💙#laud me baby! 💚✨#let the witch trial begin 🖤✨#sisters on fire 🔥#and i call this root holy moly! 🌺✨#universe was that a sign? 🃏#the angels were once beasts of eyes 💛#is this what revelations is? 🗡️#te/mo#te/moverse#te/moverse blog#teagan earley#teagan te/moverse#temo te/moverse#devil te/moverse#athena te/moverse#upright te/moverse#reversed te/moverse#tarot twins te/moverse#signs te/moverse#athermes te/moverse#angel te/moverse#rev te/moverse#intro post#roleplay blog#athena epic the musical#heartdrop te/moverse#so i stare at ceilings bury feelings 🩷💔
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Next yap session on the TE/MOverse goes to...
... Athermes. 💀
Ok deadass, Athermes was created as an inside joke within the TE/MO discord server.
Teagan did a cover of Wouldn't You Like, but she dressed up and quite literally became Hermes for the bit. So, you can imagine her surprise when she finds this cheeky little bugger in her apartment.
Athermes, like Hermes, is very sassy and very full of herself. She's very stylish, and loves creating some chaos. But, like Athena, she can get serious when needed, mixing the Gods powers of Quick Thought and Super Speed.
In other words... There's no catching this bitch. 💀
#grape rambles#epic the musical#epic athena#epic hermes#athena hermes mix#athermes#athermes te/moverse#te/moverse#joke character
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˜”*°•.˜”*°• Solo: Pure Imagination (ES) •°*”˜.•°*”˜
TW: Violencia; Tortura.
Las luces de la habitación mal iluminada parpadeaban- el olor a sangre seca era notable para aquellos con un buen sentido del olfato, y el Pecador abría el ojo para despertarse -por desgracia- en esta sala de mala muerte.
Estaba atado a una silla, con fuertes cuerdas y unas sencillas pero eficaces esposas de plástico en las muñecas, por si acaso.
"No...¡no me jodas!" Sabía por qué estaba aquí. Hace un momento, (o tal vez horas) la asesina encontró el sitio en el que vivía, entró por la fuerza, y no tardó mucho en ponerlo a dormir para traerlo aquí.
No era la primera vez que hacía esto contra alguien, pero es que tampoco era la primera vez que este Pecador en concreto se intentaba escaquear de pagar lo que la muda y él acordaron.
Dejando su móvil encima de la única mesa que había, la ángel caída dejaría que una sola canción sonase de fondo para ellos dos, en bucle, no muy fuerte pero tampoco muy bajita.
◸Vaya, por fin despiertas.◿
Su mente invadía la del otro para poder comunicarse con esa voz que resonaba casi con eco, y por una razón u otra, eso solo consiguió que el pobre desgraciado dejase escapar un gritito.
Este no tardó en intensificarse cuando Neo caminó más cerca, pillando el cigarro que descansaba en sus labios, y sujetándolo entre índice y pulgar para presionar la punta encendida contra el hombro expuesto del Pecador.
"¡AAAAUGH! ¡Joder!-" La voz del demonio se rompió un poco con algo tan simple como eso, pero el sadismo en la cara de la ex-Exorcista solo se alimentaba, aparente en forma de sonrisa de medio lado.
"Joder...joder joder joder...¡lo siento! S-Se que voy tarde con el pago-" El Pecador respiraba fuerte a la que intentaba buscar una excusa, pero ya era la tercera vez, y eso significaba que la paciencia de la asesina había llegado a su límite.
Andando en círculos alrededor de la silla con el sonido de sus tacones resonando en la habitación, -casi como si de un depredador se tratase- Neo se paró una vez que estaba tras la silla, arrimándose un poco por detrás con una respiración calmada, y la sonrisa aun haciendo acto de presencia antes de que sujetase la redonda barbilla del demonio por detrás, con una de sus manos enguantadas.
◸Te di opciones para pagar la espera hace unos meses, pero necesito el dinero. Ya. No es nada personal, solo negocios. Y sabes bien cuáles eran las condiciones cuando decidiste contratarme. A la tercera va la vencida, cariño. Y una servidora también necesita sobrevivir.◿
Honestamente, a Neo no le gustaría estar en el lugar de todos estos desgraciados, sin poder, sin talento, y en este punto, sin familia o amigos.
◸Me ofreciste la vida de tus únicos amigos y la única familia que te quedaba. Vaya cabrón estás hecho. Todo por salvarte el culo a tí mismo, ¿y de qué ha servido eso al final?◿
Dejando la barbilla ir, la muda dio un paso hacia atrás para tener espacio, y luego le dio una patada a la silla para que esta cayese de cara, consiguiendo que el Pecador se diese de bruces con el duro y frío suelo, y que soltase otro sollozo de dolor.
Antes siquiera de que pudiese intentar moverse para caer de lado, la ex-Exorcista manifestó su arma Angelical en mano, y desenvainó la espada oculta de su parasol para hacer un rápido y limpio corte tras las rodillas del demonio.
"¡¡A-AAAAAAAAAAAAAH!!" Del dolor mismo, el Pecador se intentó mover como pudo, bien atado al asiento y finalmente moviéndose para ponerse de lado; lágrimas aparentes en su único ojo.
El olor a nueva sangre tenía a Neo sonriendo algo más, hasta el punto de enseñar algo de diente, e inevitablemente, la ángel caída dejó que su lengua pasase sobre sus labios.
◸Shhh...tsch, tsch, tsch...◿ Acercándose, la asesina se apoyó en una rodilla, apretando el puño alrededor del mango de su espada, y acercando el filo ensangrentado de esta a su propia boca para limpiarlo con su lengua.
Tras dejar que una pequeña risa escapase de su defectuosa garganta, la mujer dejó la punta de la espada descansar a pocos centímetros de la cara del Pecador.
◸Puedes sobrevivir siendo inválido si eres ingenioso, pero será tu elección. O me dices dónde guardas el dinero en ese cuchitril tuyo, o te mato aquí mismo.◿ Tras hacer una pequeña pausa, Neo no podía evitar el regocijarse en el miedo absoluto que podía leer en la cara del demonio, quien estaba teniendo dificultad para responder, por lo mucho que estaba llorando.
◸¿Y bien?◿ Ladeando la cabeza hacia un lado, la ex-Exorcista sonrió con falsa amabilidad. Siempre ayudaba que se presentase a los Pecadores con su apariencia más humanoide. Les ayudaba a recordar que era más cercana a ser una Exorcista que un demonio, o eso pensaba ella, pero era eficaz.
"El...el...el armario de mi habitación tiene doble fondo- por favor, te lo juro...¡te lo juro!...está todo el dinero que tengo, quédatelo todo- pero por favor...déjame vivir...¡te lo ruego!" Entre sollozo y sollozo, el Pecador cerró su ojo y evitó mirar directamente a la ajena, la cual dejó que su expresión se suavizase algo.
◸¿Ves? ¡Al final no era tan difícil!◿ Mientras comunicaba aquello, dejó que la mano libre diese unas palmaditas en la mejilla del desgraciado, y luego, Neo se levantó y se acercó a la mesa en la que se encontraba su móvil, cogiéndolo, y guardándolo en un bolsillo.
"¿N-No me vas a liberar? Por favor- te he dicho que no mentía-...p-por favor...no me dejes aquí-"
Mordiéndose el labio, y riéndose de nuevo, la asesina miró sobre su hombro y luego se dio la vuelta, escondiendo su espada de nuevo en la otra parte del parasol, y dejando que este descansase sobre su hombro.
◸Te puedes averiguar la manera de salir de aquí, pero no quiero que llegues muy lejos por si acaso me estás mintiendo. No te fíes ni de tu propia sombra en este sitio, ¿eh?◿
Sonreía de medio lado, de manera confiada. Daba asco, pero tampoco es que el demonio pudiese hacer mucho en esta situación.
Dándose la vuelta de nuevo, la muda dejó que los sonidos profundos que podía hacer con la garganta tarareasen un poco la canción que había tenido puesta, y luego, se puso en marcha para salir por la puerta principal.
En vez de comunicar nada por telepatía, miró hacia atrás por última vez, y se despidió con la mano libre antes de salir de allí, cerrando la puerta y dejando al Pecador en completo silencio. Solo en la oscuridad.
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Our souls belong to us [HuskerDust]
Capítulo 1: Nuestras almas
Cuando el celular de Angel suena, si bien no abre los ojos, lo despierta y eso es lo que odia. Nunca sueña, es otra capacidad que perdió hace mucho, pero espera que eventualmente también vuelva; ahora solo quiere quedarse justo donde está: en el suave pecho de Anthony quien no está del todo dormido porque apaga la alarma, pero no está lo suficiente despierto para decir algo.
Sonríe ante ese hecho, por lo que lo rodea con sus alas y sencillamente ambos tratan de acurrucarse más: Eso era lo suyo, había pasado la primera vez antes de la batalla: no iba a admitir lo asustado que estaba, pretendió ir a la habitación del chico con la excusa perfecta de que podría quedarse dormido y perderse la gran batalla pero Anthony sabía la verdad, una que guardo implícitamente.
Un whisky tras otro, la mención de la guerra era lo que necesitaba para romperlo y hacerlo admitir que los sentimientos estaban creciendo dentro suyo, tan desproporcionadamente que temía tanto perderlo. Por su parte, Anthony, renuente a confiar, lo hizo como un acto de fé y un beso para callar los tartamudeos del cantinero que nunca termino la frase adecuadamente, aunque evidentemente no hizo falta.
No sabía cuánto iba a durar aquello, y no quería pensar en un futuro lejano, así que se permite disfrutar los momentos, grandes, pequeños, fugaces y planeados; tal como ahora, pues dormir al lado de Anthony, sin ninguna necesidad de sexo de por medio es suficiente para él. Escucharlo dormir profundamente, esa respiración calmada y la guardia baja, Husk puede jurar que no vio una imagen más hermosa en todo su tiempo como humano, ni como pecador, y que si pudiera, guardaría ese recuerdo en una cajita de madera para verlo en el momento más oscuro que se avecine para él.
— No quiero ir— finalmente murmura, con una voz ronca, por su parte, solo sonríe, aún sin abrir los ojos —. Debería decirle a Valentino que me enferme de esa mierda que mando a muchos humanos aquí el año pasado.
Una risa nasal y finalmente abre los ojos para acomodarse en el pecho de Anthony: — Sino vas, puede que traiga su maldito trasero aquí y te arrastra de regreso— y es cierto, por mucho que deteste la idea de dejarlo ir a grabar escenas porno, un contrato es un contrato, uno que desearía romper y por el que estaría dispuesto a dar su alma, si todavía la tuviera.
— Tienes un punto — los brazos de Anthony se estiran para luego abrazarlo con cierta fuerza, Husk solo se remueve ante eso, pero sigue sin moverse, negando por otros momentos a dejarlo ir— Tuve un sueño muy bueno, ¿Sabes?
Pico su curiosidad, por lo que se acomoda para escuchar lo que el chico tenga que decir, y eso provoca que la araña sonría ampliamente… esa maldita y bonita sonrisa: — Vamos, cuéntame.
— ¿Crees que seamos almas gemelas en otros universos? — se queda helado con esa pregunta, aprieta la mandíbula y Anthony lo nota de inmediato, provocando que se reincorporé.
— Angel… — suena seco, y no planea que suene de otra forma — Nuestras almas no nos pertenecen… — involuntario, esa mierda duele como estar atado a Alastor, porque esa es la razón del porque duele tanto.
Cr. del fanart: https://x.com/hntrgurl13/status/1274483926556381184?s=20
También está en Ao3, Wattpad y Facebook (soy tan viejo skdjnfsd)
#huskerdust#hazbin hotel#hazbin angel dust#hazbin husk#angel dust#husker#ao3 link#ao3 fanfic#ao3 writer#ao3#angelhusk#angst#angst with a happy ending#fluff#angel dust x husk#huskdust#soulmates#alternate universe
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#80: Sin malos rollos.
Maddie (Jennifer Lawrence) tiene problemas económicos, trabaja como camarera y conductora de Cabify para poder sobrevivir, suerte que su madre le dejó su casa ya pagada y que solo se tiene que preocupar de subsistir, pero las cosas siempre se complican. Pero no solo tiene problemas en ese ámbito, también tiene problemas para tener relaciones sentimentales. Ya que se siente incapaz de comprometerse más allá de algunas semanas.
Todo eso está estrechamente ligado con el abandono que sufrió por parte de su padre, un veraneante habitual de su pueblo, que mantuvo una relación extramatrimonial con su madre, dejándola embarazada y dedicándole tiempo e interés 0 a Maddie desde que nació.
Percy (Andrew Barth Feldman) va a ir a la universidad el próximo año, pero está todavía muy verde, no se relaciona con nadie, ni se siente capaz de ligar con chicas. Por todo esto, sus padres deciden regalarle un coche a cualquier chica que pase el verano con Percy y le ayude a entrar con buen pie en la universidad y si es posible le haga perder la virginidad.
Esto a Maddie le viene perfecto después de que por sus deudas le quiten el coche que usaba para moverse por el pueblo y para trabajar como conductora, por lo que acepta el "trabajo" sin problemas de moral.
Maddie va siempre a saco con Percy esperando acostarse con él lo antes posible para conseguir el coche, pero esto solo hace que cada vez el chico salga antes corriendo, cada vez de manera más cómica, para huir de ella.
Percy y Maddie acaban encajando como buenos amigos, ambos se ayudan con sus propios traumas, ella le ayuda a él a abrirse al mundo antes de llegar la universidad y él la ayuda a ella con el trauma de su padre, y como se aferra a la casa de su madre por su si padre decide volver.
Supongo que la finalidad de la película es ver a dos personas que no tienen nada en común encajar en determinada circunstancia, el sentido del humor es rarísimo, a los americanos le hacen gracia unas cosas que te dejan de piedra.
Al final, Percy se va a la universidad, dispuesto a conocer gente, y Maddie le vende su casa a buen precio a unos amigos que van a tener un bebé para que se establezcan en el pueblo que ella siempre amor. Pero sabe que es necesario salir, conducir su coche más allá de Los Angeles y empezar a vivir su vida de verdad.
Maddie lleva a Percy a la universidad y ella también empieza a tomar conciencia sobre su propia vida, tomando decisiones respecto a la misma. Ambos se ayudan a avanzar y evolucionar.
#jennifer lawrence#film#cinema#pelicula#netflix#andrew barth feldman#matthew broderick#laura benanti
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Contigo hasta el fin del mundo Capítulo 6
Capítulo 5
*Angel POV*
He logrado sobrevivir a tres semanas en este nuevo lugar y Jake se pensaba que no lo lograría. La primera noche cuando hablamos, me dijo que seguramente iba a ser complicado para mí estar en un piso un poco viejo ¿A caso no sabe todavía que no va a lograr que eche de menos mi piso? Y, como sé que no querría quedarse en mi piso oculto porque pensaría que me pone en peligro, entonces no me echo para atrás en esto. Se rio. Pero sé que le encantaría lo mismo que yo.
Me desperté como siempre, pensando que Jake iba a estar como siempre en el ordenador, en cambio, estaba sola en el piso. Me dejó una pequeña nota diciendo que iba a por mi pasaporte, así que yo decidí en ir al estudio para arreglarme y mirar el ordenador. Mis pensamientos son de preocupación. Me hubiera gustado acompañarle. Entiendo que él sabe manejarse por esos barrios porque ha tenido que pasar por esto, pero en mi caso, solo pienso que podría ponerle en peligro. Debo confiar en él y que sabe lo que hace ¿O quizás me estoy engañando a mí misma? Sé que Jake no es peligroso, pero esto puede meterlo en un lío ¿Y si llega a oídos de John Fusch? Le daría más motivos para acusarlo de más cosas. Recuerdo cuando le tuve delante interrogándome, era la segunda vez que había estado tan tensa, pero por Jake hice todo lo que pude por mantenerme firme delante de él. En nuestro segundo encuentro, fue totalmente en contra de mi voluntad. Lo aproveché para preguntarle sobre quién era el informador, pero estaba claro que no iba a hablar, tan solo me limité a observar su expresión, intentando averiguar si era cierto. Me aterró. No podía averiguar qué era lo que ocultaba, está perfectamente entrenado para que su expresión sea fría e imposible de saber qué es lo que piensa. Estuve días aterrada pensando que estaría vigilándome, me costaba dormir en mi piso al imaginar que entrarían a la fuerza y me arrestarían porque piensan que oculto algo. Suerte que no fue así.
Cuando llego al estudio, dejo la mochila en el suelo del baño y me ducho lo más rápido que puedo. Pensé que iba a poder regresar cuanto antes a casa, pero en cuanto cierro el agua, escucho el sonido de la tormenta. Me seco rápido y me visto, para asomarme luego a la ventana. Llueve un montón. Saco el móvil y comienzo a morderme las uñas, volviendo a preocuparme. Espero que no haya llegado a casa antes que yo y se haya preocupado. ----------------------------------------------------------------------------------------
Angel
Me he ido al estudio para ducharme y ahora tengo que esperar a que termine de llover 😩
Estás en casa?
-----Jake se ha conectado-----
Jake
Aún no.
Puede que tarde un poco. ----------------------------------------------------------------------------------------
Frunzo el ceño confusa mientras me siento en la ventana, escuchando la lluvia. Tan solo es recoger un pasaporte y regresar ¿Estará esperando a que pare de llover? —No, no es eso, debe de estar acostumbrado a tener que moverse de todo tipo de condiciones. Me muerdo el labio, pensando ¿Cómo puedo hacer que hable? Lo malo es que Jake nunca cuenta nada si no es un caso extremo. ----------------------------------------------------------------------------------------
Angel
Todo bien?
Jake
Sí, perfecto. :)
No te preocupes ángel, está todo bien. ----------------------------------------------------------------------------------------
Suspiro. Claro que no está bien. Algo sucede. Ya debe saber que conozco cuando me oculta algo, y más cuando es por mensaje. Decido entonces ponerle a prueba. ----------------------------------------------------------------------------------------
Angel
Puedes venir a por mí cuando termines?
Jake
No creo que pueda.
Angel
Por favor 🥺
Y así podemos comprar algo para comer de camino a casa 😊
Jake
Está bien.
Pero si deja de llover, regresa a casa.
Angel
Sí, papi 🙄
Jake
Nos vemos luego.
-----Jake se ha desconectado----- ----------------------------------------------------------------------------------------
Tomo aire pesadamente. Sé que lo hace para que no me preocupe, pero así lo hace al revés: Me preocupo muchísimo por él. Intento mantenerme distraída pensando en que Jake vendrá a buscarme mirando nuevos mensajes en el correo. Lian me ha enviado fotos de su hija. Creo que es el único bebé que tolero. Al menos hasta que comience a quejarse. —¿Soy yo o ha crecido mucho? —me pregunto soltando una risa. Si no fuera por el trabajo de su marido, me hubiera puesto en contacto con ella. Pero es peligroso, sé que le haría intentar localizarme si contesto a sus mensajes. Sigo leyendo y veo que Jessy me cuenta que ha conocido un chico adorable, cuando leo el nombre del chico, se me escapa una sonrisa, me pregunto si es de verdad él. Sería demasiado casualidad ¿Verdad? Además, ¿Qué haría él en Colville? A parte de conciertos, por supuesto ¿Quizás también después de cortar con Sophia decidió cambiar de aires y mudarse? Quizás estoy pensando demasiado, todo porque no puedo escribir a Jessy y saber más detalles que me encantaría preguntar. Lilly sigue insistiendo en saber dónde estamos, bastante preocupada. Y sigue decepcionada con nosotros. Ninguna sorpresa, la hemos dejado de lado después de todo lo que hemos hecho por ella y Hannah. Leo los correos de mis padres, preguntándome también lo mismo que Lilly, quieren saber dónde estoy o si estoy bien. Leer las palabras de mi madre me duele. Desea que todo esto no sea mentira y que no esté muerta, que en realidad, todo es falso y que alguien me ha matado y se hace pasar por mí. Mi padre, en cambio, con mensajes confusos, como si no estuviera terminado algunas frases. Se pregunta si fue un mal padre, si quizás, algo de lo que paso en el pasado, ahora me afecta en el presente. Es de lo que más se preocupa, porque sabe que aún no lo he dejado atrás, que lo sigo arrastrando. Debería escribir una carta para que estén más tranquilos, pero sin entrar en detalles de que había leído sus mensajes. Quiero que estén tranquilos. Me pregunto cómo lo hizo Jake para no pensar en sus amigos y familia al principio, romper cualquier contacto con ellos. Pero… es obvio ¿No? Miedo. El miedo me hizo alejarse de todo, es lo que nos diferencia, yo no tengo miedo porque en mi caso, me marché por mi propia opción, no por miedo.
Apoyo la cabeza en la ventana, esperando que deje de llover. Parece ser que todavía va a seguir haciéndolo. Miro el móvil, tampoco teniendo noticias de Jake. Le doy un par de toques, nerviosa ¿Quizás ha notado algo? ¿Estarían cerca los que le persiguen? Voy de nuevo al chat y le escribo. ----------------------------------------------------------------------------------------
Angel
Jake, cómo vas?
Ya tienes el pasaporte? ----------------------------------------------------------------------------------------
Espero a que conteste, pero nada. Intento distraerme colocándome los cascos y escuchando música. Quiero mantener mi mente tranquila y no con ganas de matarlo por preocuparme tanto, como siempre hace. ¿Cuánto dura eso? Lo poco para ver que recibí un mensaje de Lian desde el correo que usa en el trabajo. Entro en el correo y comienzo a leer su mensaje. Todo mi cuerpo se tensa al leer el contenido. ----------------------------------------------------------------------------------------
Para: [email protected]
Asunto: FBI?!
Brian me acaba de enviar un mensaje en cuanto la reunión ha terminado, al parecer el director del FBI llamado John Fusch le ha preguntado a Brian por ti, se puede saber por qué siguen investigándote? Tiene que ver con tu huida?
Se supone que no debería avisarte, pero tanto Brian como yo estamos preocupados por ti.
Le ha contado que te has ido de vacaciones, que no volverás hasta dentro de un mes.
Más te vale contarme de qué va todo esto cuando regreses.
Shui echa de menos a su tía “adoptiva”, sabes?
Y yo a mi mejor amiga…
Por favor, regresa pronto... ----------------------------------------------------------------------------------------
Me muerdo el interior del labio, preocupada. Es increíble que aún sigo queriendo sacarme información cuando le he dejado en claro que no sé nada. Bueno, no debo preocuparme, por lo que leo, Brian le ha dicho que estoy de vacaciones, lo que significa que me está protegiendo de una manera u otra. Y eso que hemos tenido nuestras diferencias. Dejo el móvil en el bolsillo de mí sudadera, preocupada ahora por mí. Será mejor que no entre al correo en un tiempo después de este mensaje. El sonido de la puerta me despierta de mis pensamientos, me levanto corriendo hacia ella para poder abrirla.
Solo me sale un grito al verlo.
*Jake POV*
Dejo el ordenador, la observo dormir plácidamente. Beso su mejilla y me levanto cogiendo la ropa del suelo e ir a buscar su pasaporte. He recibido un mensaje de Leonardo diciendo que está listo y que lamenta la tardanza. Escribo una nota diciendo que me he ido a por el pasaporte, prefiero esta vez alejarla de ese lugar. Desde que vi aquel vídeo, me preocupa que si alguien la llega a reconocer, el FBI la asocien con esa clase de personas. Ya es suficiente conmigo, ella no debe cargar con esa acusación.
Voy de camino a la tienda en silencio. Se siente extraño ahora no caminar con ella a mi lado. Solo será un momento y luego me reuniré con ella.
Cuando llego al callejón, veo mucha más actividad que cuando estuve aquí. La gente murmura y se mira entre ellos. —Sabía que pasaría, ¿Por qué deberíamos tenerle pena? —escucho a una señora decir. —Cierto, quizás hasta esté mejor sin él —le responde un hombre. Continúo hasta mi destino, ignorando las palabras de la gente. Mejor no meterme en más problemas. Entro a la tienda y veo a Leonardo hablando con un joven que tiene un trapo en la cara, soltando maldiciones entre dientes. —Joder, hijo de puta —dice el joven, evito mirarle demasiado— ¿Y ahora qué hago? —A la policía no puedes ir, eso está claro —le dice Leonardo con una voz dura, casi enfadado—, te pasa por meterte en negocios que no debías. —Ey, era una buena manera de obtener dinero —escucho cómo absorbe y le veo cómo se aprieta la nariz—, no es culpa mía, era tentador. —Ya, también el que se haya quedado con tu hermano hasta que le pagues no es tu culpa —le responde Leonardo molesto. Después me mira y sonríe—. Hola chaval, ahora te traigo el pasaporte. Me quedo callado, ignorando al chico de al lado. Ya he calado bien a este tío. —Huyendo de la ley ¿Eh? —me pregunta con una risa— Ojalá pueda hacer lo mismo. Evito hacer el contacto con él y Leonardo sale de la trastienda, con el pasaporte en la mano. —Para la señorita —desliza con la mano el objeto hacia mí. Saco de mi mochila el dinero y lo dejo en el mostrador. El chico pone la mano encima de él y le clavo la mirada. —O-oye —empieza a decir nervioso—, ¿Me puedo quedar el dinero? —No —contesto cortante. —Lo necesito para mi hermanito pequeño —su forma de hablar es torpe. Parece que va drogado. No me extrañaría— ¡Ey! ¡Lorenzo! Digo, Leonardo —se corrige apretando con fuerza los ojos—, le pago yo el pasaporte en el futuro ¿Vale? Tío, necesito ese dinero. —He dicho que no —respondo de nuevo, esta vez con dureza. —A mí me parece bien —se encoge de hombros Leonardo, asintiendo—, pero vamos a hacerlo más interesante —me mira cogiendo el pasaporte, agitándolo—, pasaporte gratis si ayudas a Jonas. << ¿Qué es esto ahora? ¿Una misión de un juego o qué?>> —No —extiendo la mano hacia el pasaporte y aparta la mano. —Si no le ayudas, la señorita no tiene pasaporte —veo cómo lo guarda en el bolsillo de su pantalón—, también tienes que ir con él, para que no se meta en problemas —señala con la cabeza al chico— ¿Queda claro? Aprieto la mano con fuerza. Hice bien en no traerla para presenciar esto. Sí fuera para mí, no me importaría, pero es para ella. —Está bien —accedo finalmente. —¡Sí! —el tipo llamado Jonás me da una palmada en la espalda con fuerza— Será rápido, dar el dinero y marcharnos con mi hermano —se frota de nuevo la nariz, absorbiendo con más fuerza—. Voy a por el coche. Me da otra palmada, pero yo miro a Leonardo, furioso con esta decisión. Yo no quiero meterme en estos asuntos, solo empeoraría. —¿Por qué lo has hecho? —pregunto mirándole amenazante— Lo que menos quiero es ayudar a un adicto que pueda meterme en problemas. —No lo he hecho para ayudarle a él —responde serio—, lo he hecho por el niño, estoy seguro de que si va solo, lo único que hará es darle el dinero y dejarlo con el camello al que le compra las drogas —no puedo evitar prestar atención, acordándome de Henry—. Quiero que sea responsable de sus acciones y regrese con su hermano. —Si es tan irresponsable, ¿Por qué no llamáis a servicios sociales para que se encarguen del niño? —me cruzo de brazos, ahora molesto con el hermano mayor. —Claro que lo hemos hecho, pero parece ser que se logra salir con la suya —hace un sonido de garganta, como un gruñido—, debe de obligar a mentir al pequeño —se apoya en el mostrador, cruzado de brazos ahora él—. El niño se llama Jack, sí sucede algo, no le dejes solo —suspira, mirándome tristemente—. Ya ha visto demasiada violencia siendo tan pequeño. Asiento y escucho el claxon del coche, junto con el grito de Jonás avisándome. Cierro los ojos e inspiro profundamente. Espero que pueda esperar un poco más.
Hablo con ella durante el viaje en coche, ha comenzado a llover y está refugiada en el estudio. Intento evadir hablar demasiado de lo que sucede, no quiero que se preocupe. —Ya llegamos colega —me dice Jonas en voz alegre. Termino de hablar y guardo el móvil. Para cuando voy a abrir la puerta, Jonas me detiene y suelta una risa floja. —Mejor dame el dinero y espérame aquí, te avisaré si tengo un problema y me echas una mano. Recuerdo las palabras de Leonardo de que Jonas abandonaría a su hermano solamente por las drogas. Abro la puerta del coche y me bajo, escuchando al tío quejándose. Espero a que camine al edificio de mal aspecto y llama la puerta. Un hombre mayor se asoma por la puerta, mirando a Jonas. Después a mí. —¿Tienes el dinero? —le pregunta con una voz rasgada. —Sí, sí —Jonas me da un golpe en el brazo—. Tío, saca el dinero. —El niño primero —clavo la mirada en el hombre, manteniéndome calmado. —Sí, eso, mi hermano —miro por el rabillo del ojo a Jonas, que se pasa la mano por la nariz. No está interesado en el niño— ¿Dónde está? —Entrar —el camello se echa a un lado, dejándonos pasar. Me he dado cuenta de que no le interesa para nada su hermano, tan solo poder pagarle para volver a tener una buena relación con él y así obtener más droga. El hombre nos deja solos en el salón, me apoyo en la pared y Jonas se sienta en el sofá, moviendo nervioso la pierna. —Oye Robin Hood ¿Me das ya la pasta? —Jonas se gira en el sofá, con una mirada nerviosa. —No hasta ver qué tu hermano está bien —le contesto molesto con su actitud. —Mierda —dice entre dientes, dándose de nuevo la vuelta. —¡Que salgas, puto niño! —escucho gritar al hombre y a un niño quejarse entre sollozos. Me controlo para no meter en problemas al niño, pero Jonas parece tranquilo con la situación. Casi como si estuviera acostumbrado. —Aquí está —el hombre lleva al niño cogido por la muñeca. Debe de tener unos cinco o seis años. Llevo puesto un pijama. Deduzco que se lo había llevado cuando estaba durmiendo. Puedo ver lo asustado que está por cómo mira el entorno. Puedo notar demasiada tensión en el ambiente, tengo que estar en alerta. —El dinero —Jonas se levanta y me acerco a él, sacando el dinero en la mochila para entregárselo—. Toma, aquí está. Se lo entrega nervioso, mirando a su hermano, que ahora se esconde detrás del desconocido, como si se sintiera más seguro con él. Se pone a contar el dinero, para después hacer un gruñido de garganta molesto. —Aquí falta más dinero del que me debes —le devuelve los billetes, con un golpe en el pecho—. No dinero, no hay hermano. <<Maldita sea.>> —¡E-es solo una parte! —Jonas grita exaltado— Te prometo que esta semana te daré lo que queda. —Ambos sabemos que no es por tu puto hermano por el que estás pagando —mete la mano en el bolsillo y saca una bolsa de cocaína—. Es esto lo que quieres ¿Verdad? Veo como empieza a mover las manos, nervioso y el niño comienza a asustarse. Ya ha experimentado este momento antes.
Fue solo un segundo. Jonas sacó una pistola de su chaqueta. —¡Lo necesito! —exclama apuntando al hombre— ¡Acepta el dinero y dámelo! —Vale tío, cálmate —el camello aparta al niño y me mira a mí— ¡Oye tú! Controla a tu amigo antes de que nos mate a todos. —Jonas, baja el arma —le digo con dureza—, estás asustando a tu hermano. Me da un codazo en la cara, empujándome hacia atrás. Comienzo a notar el sabor metálico en mi boca. Sangre. No estaba atento por mi bienestar, más bien por el niño. —¡Dame eso! —Jonas se acerca al hombre con el arma, comenzando a forcejear. Le acaba disparando y veo cómo la sangre le salpica al niño, que se cae al suelo temblando. Jonas se agacha a recoger la pequeña bolsa, riéndose. —Debe tener más —dice mientras se incorpora marchándose del salón. Me acerco al pequeño, que se arrastra hasta la pared, asustado. —Ey, ey, tranquilo, no voy a hacerte daño —me pongo a su altura y veo cómo se abraza las rodillas. Para que no esté asustado de mí, me bajo la mascarilla—. Te llamas Jack ¿Verdad? —asiente despacio, pero no para de temblar. Puedo escuchar a su hermano gritando de alegría por haber encontrado el resto de cocaína— Yo soy Jake —levanto la mano con cuidado a su cara, para quitarle la sangre. Aparta la cara, asustado. Retiro la mano para evitar asustarlo más— y he venido a ayudarte. Me mira con los ojos vidriosos. Sus ojos azules me miran más esperanzado. Dejo de oír los gritos de emoción de Jonas. Algo no va bien. Me incorporo y noto cómo el niño tira de mi ropa, mirándome asustado. Inspiro profundamente y le cojo en brazos, buscando por la casa a su hermano. Noto cómo tiembla y se abraza con fuerza a mí. Entro a un cuarto y encuentro a Jonas en el suelo, apoyado en la cama. Evito que Jack lo vea, ocultando su cara. En poco tiempo tendrá una sobredosis con todo lo que se ha tomado. Pero ese no es el problema ahora, el disparo habrá alertado a los vecinos. —Vámonos, es peligroso que te quedes aquí —le digo con calma mientras me subí la mascarilla. Busco las llaves del coche en los bolsillos de la ropa de su hermano, susurrando que no mire.
Salimos de la casa y le dejo en el asiento trasero del coche, colocándole el cinturón. Miro por el retrovisor al pequeño. Está encogido en el asiento. Tiene el cabello rubio también lleno de sangre, pequeñas gotas le caen por la nariz. No puedo llevarle a Leonardo de esta forma, pero es más porque debe de estar incómodo y con miedo por tener toda esa sangre en la cara. —Tranquilo pequeño, te llevare a un lugar seguro para que podamos limpiarte —miro hacia atrás, mirándole con decisión—. Te doy mi palabra de que todo irá mejor a partir de ahora. No dice nada, solo vuelve a asentir. Después de esto, vamos a tener que marcharnos o tendré más problemas.
Capítulo 7
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HA LLEGADO LA HORA
Llegó la hora buena: los Playoffs de la NFL: si ganas, avanzas; si pierdes, te vas para casa. Comenzaron 32 equipos en septiembre; 272 partidos después, quedan 14. Tenemos 13 partidos y coronaremos al campeón del Super Bowl LIX.
Vamos con los picks de la Ronda de Comodines, que con solo seis partidos, podemos estudiar más a detalle los duelos para armar los picks, así que tenemos varios párrafos de cada juego. Y aquí vamos.
Momios y línea entre paréntesis. El ganador directo aparecerá primero, el ganador contra la línea en mayúsculas y con la línea del casino indicado. Dudas, sugerencias, comentarios y mentadas las atendemos en @hlazzeri13.
Pronósticos y momios de los partidos de la ronda de comodines de los Playoffs del fútbol americano de la NFL: ¿quiénes son los favoritos?
Los Angeles Chargers en Houston Texans (+2.5, 42.5)
La NFL parece que le tiene saña a los Texans, porque será su noveno partido de Playoffs como local y siempre han jugado en sábado a las 3:35 pm, el horario menos estelar de todos. Para fortuna de nosotros, no tendremos un duelo de mariscales entre Brock Osweiler contra Connor Cook, sino dos talentos jóvenes en C.J. Stroud y Justin Herbert.Video relacionado: Playoffs de la NFL 2025: Así se jugarán los partidos de postemporada | Fechas y horarios (Milenio.com)/*
Playoffs de la NFL 2025: Así se jugarán los partidos de postemporada | Fechas y horarios
Chargers y Texans son como el meme de Spiderman, al ser dos equipos muy parecidos en ofensiva (no es un halago): que cuidan el balón, corre por decreto sin mayor éxito y tienen solo un receptor confiable. Este dato es increíble: son el ataque 20 (L.A.) y la 31 (Houston) en Success Rate, la métrica de estar ‘delante de las cadenas’. Traducción: no son eficientes moviendo el balón. No son equipos que fácilmente saquen a nadie de la cancha. Si les soy sincero, les tenía en el radar para ir en contra de ambos en la ronda de comodines, pero se enfrentan.
La ofensiva de los Texans es muy improductiva por tierra, pero los Chargers son los #27 en yardas por acarreo. Puede ser un respiro para Joe Mixon, porque lo necesitan para evitar que Stroud esté en un bucle infinito de terceras y largo, donde Joey Bosa y Khalil Mack pueden comerse a una mala línea ofensiva y Houston no tiene receptores de confianza tras Nico Collins. Ganar vía remontada luce poco factible.
Pronósticos y momios de los partidos de la ronda de comodines de los Playoffs del fútbol americano de la NFL: ¿quiénes son los favoritos?
Pittsburgh Steelers en Baltimore Ravens (-10.0, 43.5)
Los que leen seguido esta columna saben que no le creo en lo más mínimo a los Steelers por el mandato de los dueños de querer ganar como en la década de los setenta, corriendo y con defensa, pese a que hay otras reglas y no tienen el talento de la Cortina de Acero. No por nada tienes 5 derrotas al hilo en los Playoffs, con riesgo de entrar al Top 10 de sequías más grandes.
Por eso me resulta repugnante tener que tomar los puntos en esta ronda de comodines. Me odio por ello.
Ojo: no quiere decir que crea que Pittsburgh tenga buenas opciones de ganarlo, a menos que repliquen el combo de voodoo entre pérdidas, goles de campo fallados y anotaciones exóticas que les dio la victoria en la Semana 11, pero dudo que suceda de nuevo algo que ha pasado 2 de 200 veces en la NFL. No puedes basar tus esperanzas en otro accidente astronómico.
La ofensiva de los Steelers corre por decreto, pero van ante la mejor defensa terrestre. George Pickens lleva rato que no está, así que les cuesta moverse por aire (ni contra Cincinnati pudieron). La razón de que veo un juego parejo es del otro lado. Tiene nombre y apellido: Zay Flowers.
El receptor, el primero en la historia de los Ravens elegido al Pro Bowl, está lesionado. Eso puede llevar a que Pittsburgh atasque la caja para contener las carreras de Lamar y Henry.
Pittsburgh históricamente se le ha complicado a Lamar Jackson. Tiene más intercepciones (9) que touchdowns (8). Mike Tomlin arriesga a cargar y jugar cobertura individual. Se puede decir que los quemó en la Semana 16 (tras no hacerlo en la 11), pero sin Flowers, no hay quien meta miedo por pase. Pittsburgh está más feliz de ver si Nelson Agholor, Tylan Wallace, Tez Walker y Rashod Bateman les pueden ganar ante su defensa completa, algo que no tuvieron en el último juego (Joey Porter Jr. salió lesionado, no jugó el otro córner titular, Donte Jackson, y tampoco el safety DeShon Elliott, además del liniero titular Larry Ogunjobi).
Pronósticos y momios de los partidos de la ronda de comodines de los Playoffs del fútbol americano de la NFL: ¿quiénes son los favoritos?
Denver Broncos en Buffalo Bills (-8.5, 46.5)
Los Broncos están de regreso en los Playoffs por primera vez desde el Super Bowl 50. Una de las sorpresas del año, nadie lo niega, pero definitivamente no son contendientes. Terminaron invictos cuando eran favoritos (8-0), pero solo 2-5 ante equipos que llegaron a los Playoffs. Sus dos victorias tienen un asterisco (Tampa post Detroit y Kansas City en la Semana 18).
Su defensa es un espejismo: top 10 en puntos permitidos, líderes en capturas… pero los buenos mariscales (y Jameis) los hicieron añicos: Lamar les anotó 41, Burrow 30, Jameis 32 y casi 500 yardas por pase, Herbert 34 en el segundo juego y 23 en tres cuartos del primero y en una pierna. Salvo Patrick Surtain II, no hay talento top. Su estilo de cargas y cobertura personal no es lo ideal ante Josh Allen.
La ofensiva de Denver es un caso similar. Sean Payton le ha quitado un poco las rueditas entrenadoras a Bo Nix, lanzando más profundo en el cierre, pero siguen mandando demasiados pases cortos. No tienen mayor apoyo terrestre. La defensa de Buffalo tuvo dos pésimas actuaciones en diciembre (86 puntos permitidos a Rams y Lions), pero fueron de visita y en domos, ante ofensivas en gran momento. Juegan mucha cobertura de zona, no cargan y presionan a un ritmo promedio. Denver tiene alguna opción de mover la bola si no se ponen en situaciones obvias de pase.
Parece una línea de puntos grande. Denver solo perdió una vez por paliza (41-10 en Baltimore), con Nix corriendo y haciendo malabares en tiempo basura para recortar ante Chargers, Steelers y Seahawks. Tiene la experiencia de Payton de su lado para navegar la situación más difícil de su carrera, pero el déficit de talento es importante.
Barkley anota tres veces en su debut con Philadelphia | Kirby Lee-Imagn Images
Green Bay Packers en Philadelphia Eagles (-4.5, 45.5)
El primero de tres juegos que ya vimos en temporada regular sin ser divisional. Eagles y Packers se vieron las caras en la Semana 1 en Brasil, con victoria 34-29 de Philly.
Creo firmemente que en la Conferencia Nacional, solo Green Bay podría ir al Linc a eliminar a los Eagles (Detroit no lo veo, pero no tendrán que hacerlo al tener la localía). La defensiva viene mejor que otros años, están acostumbrados al frío, tienen experiencia del año pasado y su ofensiva tiene los ingredientes para dar una sorpresa, aunque han dependido mucho de jugadas grandes.
Otro problema, quizá todavía más importante: la salud. Christian Watson se rompió el cruzado y está fuera. Su mejor córner, Jaire Alexander, está fuera el resto del año. También está el caso de Jordan Love, quien se lastimó el codo en la Semana 18. Eagles, por su parte, es el equipo más sano en los Playoffs, que además una defensiva que dio la titularidad a sus novatos Cooper DeJean y Quinyon Mitchell en la Semana 5, terminando como los segundos mejores en general y contra el pase.
Saquon Barkley no destruyó a los Packers en Sao Paulo. Green Bay terminó Top 10 contra la carrera. Si tienen una actuación similar, tienen alguna oportunidad de poner el juego en el brazo de Jalen Hurts, que veremos cómo sale de la conmoción cerebral, y Philly era uno de los equipos que peor desempeño tenía en el primer cuarto. Ahí está el camino para la visita: pegar primero, sacar del juego al corredor de 2,000 yardas y no parpadear.
Un magistral Mayfield lleva a los Buccaneers al triunfo ante los renovados Commanders
Washington Commanders en Tampa Bay Buccaneers (-3.0, 50.0)
Segunda repetición de la Semana 1 y segundo quarterback novato que debuta de visitante estos Playoffs, quien buscará acabar la tercera sequía más larga de victoria en postemporada (Washington no gana desde la temporada 2005, curiosamente en Tampa). Datazos bien interesantes, pero 1000% inútiles para 2025:
Los quarterabacks fueron Mark Brunell y Chris Simms
Sean Taylor logró un TD devuelto para anotación
Washington tuvo solo 120 yardas de ofensiva. Es el único equipo que ha ganado con 120 yardas o menos en la historia de los Playoffs (0-4 el resto). Con 150 yardas, la cifra es 2-19 (el otro fue Baltimore en la temporada 2000 en Tennessee, 24-10, con un gol de campo bloqueado devuelto para anotación y un pick six en cuarto periodo)
Dejando atrás estos datos pintorescos, creo que Jayden Daniels tiene más elementos para pensar en dar la sorpresa que Bo Nix. Su movilidad es bien difícil de replicar, Tampa acabó fuera del Top 20 contra el pase (aunque parece que jugarán Antoine Winfield y Jamel Dean, lo que cambia el panorama del equipo que perdió con Cooper Rush y casi contra Spencer Rattler), la defensa de Washington está menospreciada y tendría a su favor el duelo de Marshon Lattimore contra Mike Evans.
El tema es que estos Bucs tienen un esquema considerablemente más robusto en ofensiva que aún en los últimos años de Tom Brady y el previo con Baker Mayfield. Sí, como lo leyeron. Jalen McMillan ha hecho que no extrañen a Chris Godwin, pero sobre todo tienen a Bucky Irving, quien les ha dado el juego terrestre que no tenían desde Playoff Lenny Fournette solo por par de juegos en los Playoffs del año de la pandemia. Washington es la tercera peor defensa contra los acarreos de corredores.
Los Commanders cerraron la campaña con números decentes en defensa, pero le ayudó el calendario más sencillo de la liga. Se fueron 1-4 ante equipos que llegaron a los Playoffs, con su única victoria con una remontada de último segundo ante los Eagles de Kenny Pickett, y gracias a dos drops inexplicables de DeVonta Smith. Casi pierden ante Spencer Rattler en un colapso en la segunda mitad y Marcus Mariota evitó milagrosamente el no perder contra Trey Lance. Les ganó Cooper Rush. Sufrieron dos veces contra Giants. Michael Penix les tenía abajo 10 puntos en su primera titularidad de visitante. Daniels no fue el mismo desde que se lesionó las costillas a mitad de temporada y, salvo Terry McLaurin, no hay nadie que te meta miedo de ese ataque.
Pronósticos y momios de los partidos de la ronda de comodines de los Playoffs del fútbol americano de la NFL: ¿quiénes son los favoritos?
Minnesota Vikings en Los Angeles Rams (+1.0, 47.5)
El juego del lunes por la noche y última repetición de un juego de temporada regular. Ese jueves de la Semana 8 cambió la temporada de los Rams. Tras iniciar 1-4, algunos veíamos factible una remontada tras el mal inicio y se pusieron 3-4 al ganar 30-20 a Minnesota, lo que llevó a no aceptar el cambio de los Steelers por Cooper Kupp, quien ese día volvió de lesión, junto a Puka Nacua.
De ese factible 5-5 a vencer a Buffalo y San Francisco para meterse a los Playoffs es algo que ni yo veía, porque el equipo es bastante joven y bastante inconsistente, como se ve que tras anotarle 44 a los Bills, anotaron 44 combinados las siguientes tres semanas ante Jets, 49ers y Arizona (ganaron todos, de alguna manera).
Enfrente, Minnesota terminó con mucho mejor marca, 14-3, pero también hay algo que falta, sobre todo con Sam Darnold. Sí, tuvo su mejor año en la NFL y tienen mucho talento, pero la presión sigue siendo su kriptonita. Le pasó ante Detroit el domingo por la noche y, en menor medida, también en el duelo previo ante los Rams, cuando le afectó la baja de Christian Darrisaw y sucumbió en tercer down toda la segunda mitad. Dudo se vea tan mal que ante los Lions, porque Los Angeles no tiene un esquema tan agresivo en cargas y cobertura (y menos talento, la verdad), pero tiene una amplia rotación en la DLine. No hay mayor clave para el juego de lunes porque va a depender del QB. Aaron Jones no está al cien para ayudar por tierra y L.A., salvo cuando se toparon con Saquon, se cerraron contra la carrera.
Minnesota técnicamente tiene una defensiva top, pero no están repletos de estrellas. Equipos de Playoffs (Lions, Packers, los mismos Rams y uno que llegó vivo en la Semana 18, Falcons) les pudieron correr. Generan caos mandando cargas exóticas y confundiendo a los mariscales rivales, buscando pases rápidos y que ellos bajen de su zona a tacklear. Generalmente funciona, pero sus tres derrotas fueron ante Lions (2x) y Rams, equipos con mariscales veteranos, Stafford y Goff, que tienen mucho emparrillado recorrido y receptores talentosos que les permite solucionar estos problemas. Permitieron 30, 31 y 31 puntos en las derrotas. No es casualidad.
Darnold tiene que poner tierra de por medio temprano, pero no estoy seguro que pueda hacerlo. Está en la NFL desde 2018, pero nunca jugó partidos de postemporada. A los mariscales inexpertos les cuesta. Rams tiene a la tripleta McVay-Stafford-Kupp que les dio un Super Bowl en 2022. Es escenario conocido, aún para los jóvenes, que ya probaron los Playoffs en Detroit el año pasado. Los Angeles no ganará por paliza y Minnesota se la vive en juegos de una posesión (37 de 51 con el coach O’Connell tuvieron margen de 8 puntos). Tiene pinta de ser el juego más parejo de la primera ronda, pero votamos por la experiencia, sin dejar de mencionar que este Minnesota alguna vez perdió de local contra Daniel Jones en los Playoffs. El underdog que gana esta ronda. RAMS (+1.0 en PlayDoIt) 27, Vikings 24. VOLVER A LOS PARTIDOS
Así quedan los Playoffs NFL
Así queda el orden de selecciones del Draft de la NFL
La mayor fiesta en la historia del fútbol americano: ¡5 días de Playoffs!
(Por Héctor Lázzeri)
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Leí algo acerca de como, cuando uno se enamora, todo lo que la otra persona diga va a ser correcto ante nuestros ojos
Yo creo que si me decís que el cielo es dorado, voy a creerte...incluso en la noche más oscura
Si me decís que mi corazón está seguro a tu lado, también voy a creerte...incluso cuando antes de conocerte lo sentía enterrado bajo tierra
Esa seguridad eterna que me plantaste nunca nadie más había logrado.
Y tal vez suene egoísta hablar del como tu presencia me hace sentir a mí, y tal vez deba mencionar tus miles, cientos de miles, millones, billones de cosas buenas...pero es que solo con verte vuelve a fluír la sangre en mí
No quiero volver a desperdiciar palabras por alguien que luego vaya a lastimarme pero sé que no va a ser así con vos, porque cuando dijiste que estabas en el lugar correcto, me sentí encajar en tu corazón
Y tal vez de nuevo hable demasiado y termino no diciendo nada en sí (como suele pasarme) pero mi amor ha crecido tanto cada día, de forma tan natural, como si fuera una planta que hace su propia fotosíntesis para sobrevivir, como si fuera una flor floreciendo y jamás marchitándose
Aunque haya dicho que me gustan las flores marchitas, o sea el final de ellas, odiaría ver nuestro final (así que no vamos a tener uno).
Es de madrugada, nuestro horario favorito, mis brazos favoritos ahora son los tuyos y tu boca se volvió mi obsesión, K...podría enloquecerme viéndola moverse para hablar o comer o besar(me)
Y ahora es de día de nuevo, esto lo fui escribiendo durante varios soles y lunas, durante varios días de amor.
Te convertiste en ese mar en el que podría meterme sin tenerle miedo a que los peces rocen mis piernas, Kyomu...
Te convertiste en ese Sol que da en la cara cuando uno está tiritando del frío...
Te convertiste en mi angel baby, esa persona que me llevó al paraíso (todo muy religioso, no? Jahdjsj)
Y por eso te amo
Porque nunca te callas y nunca dejas de transmitir amor y nunca dejas de besarme y nunca dejas de contarme de tus días y nunca dejas de amar y nunca dejas de observar la naruraleza o comer mandarinas o ir en moto o abrazarme o responder cada una de mis preguntas locas y preguntarme alguna aún más rara o fotografiar todo
Nunca dejas de fascinarme, no vas a dejar de hacerlo
Porque con vos me encontré sin siquiera buscarme...y encontré al amor
Te amo, tiburoncín (el primer apodo que te dije, y vos a mí "meducín").
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Así que quería publicar un pequeño adelanto de la historia de Arturo y Orión porque son sumamente adorables y los amo mucho.
También pongo este dibujo ( muy viejo ) de ellos dos en una cita.
Hablo alguien más, la otra persona se arrodillo junto al pelinegro, haciendo que la luz de la lámpara dejara de cegarlo. El jadeo que se le escapo de la boca lo dejo sin aire, a la vez que la gran criatura lo miraba con curiosidad. “¿Te golpeaste la cabeza?” Volvió a hablar la criatura, el pelinegro tomo una bocanada de aire, tratando de calmar su miedo, pues la criatura tenia cuatro cuernos, de uno de ellos colgaba una lámpara de quinqué, la misma que iluminaba toda la zona a su alrededor. Lo que debían ser sus piernas, eran en realidad patas de cabra o cualquier animal cuadrúpedo con pezuñas.
“No... Solo me torcí el tobillo...” Respondió en un murmullo y luego ambos se quedaron en completo silencio.
Ambos mirándose entre ellos en completo silencio. El primero en romper el contacto visual fue el pelinegro lleno de incomodidad por su falta de respeto al mirar de forma invasiva al otro. Ni siquiera sabia que diablos era lo que estaba viendo, probablemente se había golpeado la cabeza y estaba alucinando con una especie de monstruo con cráneo de buey. Pero sus alucinaciones no eran tan importantes como llegar a su casa.
Tenia que moverse. Ahora.
Volvió a fijarse en su tobillo, notando que solo se había hinchado de una forma muy desagradable. “Tks” Se quejo mientras volvió a intentar pararse, no podía quedarse ahí mas tiempo, su madre iba a enojarse con el.
Se sobresalto cubriéndose la cara con los brazos cuando la mano de la criatura se dirigió hacia el. La criatura extraña solo le había ofrecido la mano, pero al no esperarlo y solo registrar el movimiento por el rabillo del ojo, creyó que era otra cosa.
“¡Oh!, lo lamento mucho, no quería asustarte” Se excuso la criatura, con su extraña voz llena de vergüenza y inseguridad. “Lo siento” Se disculpo de nuevo, sin saber que hacer ambos se volvieron a mirar en silencio. El pelinegro bajo los brazos avergonzado por su reacción, el brazo ni siquiera había venido de arriba como para asustarse así.
“No, esta bien, es un reflejo” No podía creer que estaba pidiendo le perdón a una alucinación, pero ahí estaba sintiéndose mal por haber hecho sentir mal una alucinación extraña. Miro fijamente al monstruo calavera, sin saber que decir realmente. “Soy Arturo, ¿Como te llamas?” Así que había decidido hablar con la alucinación, hasta ahora parecía puramente amigable, así que no importaba mucho lo que hiciera.
“Soy Orión, un guardián” Insistió ofreciéndole la mano para que la tomara. Arturo medio sonrió, por lo menos no tenía alucinaciones feas, solo un monstruo agradable. Al final decidió tomar la mano de Orión, esté lo ayudo a levantarse y a medio mantenerse de pie.
“Gracias” Arturo miró las manos del guardián, no pudo eviatar preguntarse que significaba eso. ¿Era como un ángel guardián? Solo que definitivamente no parecía angelical, más bien como la representación de la muerte de algunos libros de ficción.
Oh
Esperaba que no fuera la muerte, el no quería morir aun, tenia cosas que hacer y lograr. Aunque podía ignorar eso durante un momento, Orión lo estaba ayudando a bajar el monte, era casi patético como iba tambaleándose mientras el otro esperaba pacientemente y lo ayudaba. Debía tener una gran paciencia, porque a esta punto cualquiera simplemente lo habría alzado y llevado como saco de papas sobre su hombro.
“¿Aun te duele mucho?” Orión llamo la atención de Arturo mientras lo levantaba con cuidado. Di lo alzara un poco más ya no estaría tocando el suelo con el pie sano.
“Estoy bien, solo duele un poco cuando piso” se quejo. Y cuando menos lo esperaba fue levantado y puesto sobre el hombro de la criatura. Se sostuvo del brazo que le sujetaba las piernas, podía sentir la otra mano del ser en su espalda baja, aun ligeramente confundido. “Oh… gracias”
No es nada, esto, lo acaba de levantar, ahora todo se siente más irreal y real al mismo tiempo. Nada tenía sentido… Fijo la mirada en sus pies colgando, luego en la cabeza o craneo de la criatura
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CAPITULO XVI:
ANGEL AYALA
AYALA INQUISIDOR
AYALA VENERABLE
Con cuál foto de este señor nos quedamos: ¿Con la primera de facies inquisitorial o con la segunda de venerable “abuelete” que nunca ha molestado a nadie? Evidentemente y a través de sus obras es lógico pensar que con la primera.
ÁNGEL AYALA responde más bien a la primera de las fotos según sus reflexiones que veremos en las próximas líneas. Ayala nació en Ciudad Real en 1867 y falleció en Madrid en 1960. Fue un jesuita especializado en la educación como creador de la denominada pedagogía activa (?) y activista y cofundador de la muy influyente Asociación Católica Nacional de Propagandistas.
En 1903 una marquesa le donó tres millones de pesetas para que crease una obra “destinada a la moralización de los obreros” nada menos (el paternalismo constante de la Iglesia, ajeno también permanentemente a la justicia social). Ayala se interesó por la educación cristiana de los obreros, pero especialmente de la educación de las élites (el título de una de sus obras, La formación de selectos, lo dice todo).
Pronto se especializó también en las intrigas políticas y en 1911 parece que Alfonso XIII trató de que los jesuitas lo trasladaran fuera de Madrid por moverse a través de la Asociación Católica de Propagandistas como ideólogo formador de un partido católico antidinástico.
Su activismo no fue parejo con su formación, que por diferentes circunstancias y a pesar de ser jesuita era notablemente deficiente. Tras varios cargos en la Compañía, permanece semioculto durante la República y en la clandestinidad durante la guerra civil. Posteriormente siguió ocupando diferentes cargos hasta su fallecimiento y “produciendo” la basura de la que a continuación os dejo varios ejemplos:
¿Quién ganó la guerra? Nadie puede vindicar para sí la gloria exclusiva del triunfo, ni los jefes militares, ni los oficiales, ni los soldados, ni ningún partido; ganó la guerra el pueblo español. El pueblo católico, que unas veces fue un Caudillo, otras unos generales, otras, las más, una oficialidad generosa y heroica, que se enfrentó con sus propios jefes, vendidos al gobierno, obligándolos a capitular, y finalmente, legiones de jóvenes de todos los partidos de derechas y de todas las regiones de España. Ganó la guerra la España católica, con sus medallas y escapularios al cuello, sus cánticos, sus confesiones y comuniones en los campos de batalla. Y la ganó a fuerza de heroísmo, sin dinero, sin apoyos ni armamento; por su fe y su valor”. (Formación de selectos, 1946)
“¿Cómo debe ser la esposa? Ayudadora de su marido. Que para eso la creó Dios y no para desventura del hombre, es decir, la creó para repartir los cuidados con él y ser su descanso y alegría en el hogar”. (Un alto en el camino, 1948)
“De la guerra marxista acá ha perdido mucho la mujer, más que el hombre; las muchachas más que los chicos. Han perdido por el libertinaje de la República; pero más por el cine de los Estados Unidos. De allí ha venido la costumbre de salir solas novias con novios, de pasear en auto solo chicos con chicas, de ir a los cines los novios con las muchachas, de besarse tranquilamente como la cosa más natural del mundo, de beber y de fumar como los chicos y de vestir como muchachos”. (Un alto en el camino, 1948)
“Ortega y Gasset no es católico, desprecia a España, se considera un superhombre, bajo un estilo brillante encubre errores religiosos e históricos. Unamuno es tradicionalista, sectario y modernista en el sentido condenado por la Iglesia. En el aspecto moral toda su obra presenta grandes reparos. Mentira parece que se tengan por hombres sabios a los que, como Unamuno, dicen tantas enormidades y falsedades. Pío Baroja es un blasfemo. Un antiespañol que insulta a los católicos de todo el mundo. Es un perfecto inmoral. Se cree superior a todos los sabios del universo católico”. (Consejos a los universitarios, 1952)
“Carlos: ¿Qué te parecería un hombre con sayas?
Miguel: Feísimo
C: Pues lo mismo es una chica con pantalones
M: ¡Qué ha de ser! Una chica con pantalones resulta más mona. Y un hombre con sayas es un afeminado.
C: ¿De veras una muchacha con pantalones es más interesante?
M: ¿Un chico con sayas llamaría la atención?
C: Calcula. Chocaría por repugnante.
M: Pero una chica con pantalones atrae la atención de los muchachos
C: Sobre todo si nadie la mira vestida de mujer. Las cosas baladíes encierran a veces mucha filosofía
M: ¿Te parece de poco interés que una chica que no consiga la miren los muchachos, consiga que la miren vestida de pantalones?
C: El fin no justifica los medios
M: Cuando los medios son pecado. Pero ¿es pecado que una chica vista de pantalón?
C: La moral dice que “usar vestidos propios del otro sexo, fácilmente puede ser pecado mortal, por razón de escándalo o grave peligro”
M: Y ¿no es justa causa aparecer más interesante?
C: No
(Consejos a los universitarios, 1952)
“Vivimos en estado de justicia original. Que se bañen en las playas los varones con las hembras, ¿qué tiene de particular? Los muchachos con las muchachas, ¡inocentes! ¡Que vistan maillots que se ciñan a las carnes! ¡Que vayan así por parejas en piraguas! ¡Que se tiren al mar y de nuevo suban chorreando a la piragua y se agarren el uno al otro para subir y así fresquitos remen el uno frente al otro! Nuestros abuelos hubieran cogido una estaca y hubieran hecho una barbaridad”. (Consejos a los universitarios, 1952)
“¡Qué hogares! Muchos papás viven como pájaros sin jaula, muchas mamás como cuando eran solteras, muchos novios paseando a solas como si fueran matrimonio; muchas muchachas tristes no se colocan sino en oficinas donde haya hombres y algunos hijos pequeños llorando en su internado, mientras sus amantes padres se van a París o Suiza, como si estuvieran en la luna de miel”. (Consejos a los universitarios, 1952)
“¡Qué modas tan indignas, tan atentatorias al pudor! (…) Brazos descubiertos hasta cerca del sobaco ¡casi van peor que desnudas!”. (Consejos a las jóvenes, 1959).
“Una joven modesta puede distraerse debidamente en el hogar con lecturas amenas, con la radio, con el cultivo de las flores, con el canto y la pintura, con la crianza y cuidado de alguna avecilla cantora. Hemos conocido a quien con tal amor crio a un pajarillo, que, suelto en su habitación, iba volando a recibir de sus labios el alimento. No es un modelo, es demostrar que hay distracciones inocentes que solazan el ánimo de las muchachas con un interés muy vivo. Las flores, la música, la pintura deleitan y educan el gusto y son el encanto de muchas jóvenes, de aquellas a quienes aburre soberanamente no hacer nada u ocuparse sólo en el interesante solaz de contemplarse en el espejo”. (Consejos a las jóvenes, 1959)
“Muchas jóvenes de nuestros días, si usaran más la aguja, usarían menos la lengua. La aguja es el trabajo propio de la mujer en el hogar, o fuera del hogar, en obras de prudente apostolado. En algunas familias se distribuyen las hijas la dirección de los oficios de la casa, por semanas o por meses, con toda la responsabilidad, desde la ropa, la despensa, la cocina y la cuenta, hasta el cuidado y la formación cristiana de la servidumbre”. (Consejos a las jóvenes, 1959)
“Y si una muchacha filósofa o literata se casa con hombre que no lo es, adquiere ella cierta superioridad sobre él, la cual, como él no sea un zote, ha de serle molesta. Eso siendo ella discreta; que, si no lo es y le da por hablar al marido de prehistoria o de sistemas filosóficos, pronto habría en casa indigestión de cultura. Una esposa sabia o una madre doctora son como un padre niñera o un esposo nodriza. Cada uno para los suyo; el padre es la cabeza, y la madre el corazón. El padre para saber y la madre para amar”. (Consejos a las jóvenes, 1959)
“Supongamos dos muchachas, una Ingeniero de Caminos, la otra doctora en cocina y repostería. El marido cae enfermo, y la esposa se acerca a su lecho y le dice: ¿Cómo estás Fernando?; Harto de cama e inapetente; ¡Pobrecito mío! Quisiera darte la salud a costa de mi vida. ¿No te consuela la idea del puente que proyecto sobre el Manzanares?; ¿Y no podrás construirme unos pasteles como los que dice tu amiga, la doctora en repostería?¡Eso sí que me consolaría! Porque un puente sobre el Manzanares no me abre el apetito; La esposa se retira pensando para sí: ¡Qué infeliz es mi marido! Mucho, pero con más sentido común que la ingeniero de Caminos”. (Consejos a las jóvenes, 1959)
“Si ha tenido tres novios déjala. O fue ligera en aceptarlos, o ligera en despedirlos, o la dejaron a ella por incapaz”. (Consejos a los jóvenes, 1959)
“Con razón lo ha censurado y prohibido el prelado de Madrid-Alcalá. Las normas del Prelado han sido las siguientes:
Que las faldas bajen al menos 10 centímetros de las rodillas.
Los trajes no deben ser excesivamente escotado, ceñidos o transparentes.
Las mangas que sean largas o al menos que lleguen al codo.
Llevar siempre medias.
No ir del brazo de ningún muchacho”.
(Consejos a las jóvenes, 1959)
“Una chica no debe llamar nunca a un chico si no está en relaciones con él. Porque va contra la Naturaleza, la cual pide sea el varón el que busque a la mujer. ¿Has visto tú que una palomita haga arrumacos a un palomo y dé vueltas en torno suyo, como lo hace él alrededor de ella? (Consejos a las jóvenes, 1959)
“Bailadora y virtuosa son incompatibles. ¿Cuándo no lo eran? Cuando la que baile lleve un buen cilicio. Cuando, mientras baile, esté meditando en la Pasión. Cuando su compañero, en vez de piropearla, rece jaculatorias. Cuando en vez de tocar la orqueta un tango, toque el Tántum ergo”. (Consejo a los jóvenes, 1959)
El frikismo extremo de este individuo le llevó a escribir allá por 1959, cuando Chaplin, Welles, Ford, Wilder, Ozu, Renoir, Tatí o Rossellini habían creado en el cine algunas de las obras maestra sobre la condición humana, como consejo a los jóvenes la siguiente brutalidad:
“EL CINE ES LA CALAMIDAD MÁS GRANDE QUE HA CAÍDO SOBRE EL MUNDO DESDE ADÁN ACÁ. MÁS CALAMIDAD QUE EL DILUVIO UNIVERSAL, QUE LA GUERRA EUROPEA, QUE LA GUERRA MUNDIAL Y QUE LA BOMBA ATÓMICA. (Consejos a los jóvenes, 1959)
(Desde luego yo lo condenaría eternamente a ver películas de Mariano Ozores)
21/9/2023
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Next yap session on the TE/MOverse goes to...
TEAGAN HERSELF!!
I tend to switch between using Teagan, TEMO, or TE/MO, but most of the time I'm using Teagan for her. I tend to put TEMO as well just so I don't keep putting the /, but I put the / for clarification sometimes. Did that make sense?? Anyways-
I don't exactly have a set thing for Teagan yet, I've just been drawing her mainly with a tank top in recent drawings (the one on the right was drawn when her Tarot EPs were announced sometime in October).
Teagan is mainly just... Confused. One second, she was writing songs like a normal music artist, and then the next thing she knew, they were all coming to life one by one. Her life has basically become a whole ass sitcom. As much as she adores everyone... She's definitely still processing this whole TE/MOverse. And how everyone somehow looks or resembles her in some way. Like looking into a mirror, but slightly distorted in a way.
She gets along with basically everyone (she's basically a mom for the Twins atp), but her relationship with Devil is a little... Odd. Her and Devil are basically the same person, they ARE the same person. But at the same time, they're both very different from each other.
There's more on Devil that I'd love to explain, but I'll save it for when we get to her.
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"es demasiado lindo, ¿por qué no lo había visto antes? ¿dónde lo tenías guardado?" la mira con ojitos entornados, como si la estuviera acusando de haber escondido el animalito de su persona. un fachada que se desvanece tan pronto suave risilla se abre paso a través de sus labios. "coco, me están diciendo que de angelical sólo tienes la apariencia, son acusaciones muy fuertes." habla mirando al perrito en todo momento, con su índice señala a la castaña, queriendo acusarle con el can que ni debe entender a lo que se refiere. sumergido en el maravilloso mundo de ser mascota mimada. "no es momento o quizá sí, pero te informo que soy veterinaria, por si alguna vez se le ofrece algo a coco." añade con una sonrisa genuina desplegándose sobre sus labios, una vez más aferrándose a la esperanza de que hay cierta burbuja de normalidad esperándoles en su destino. "lamentablemente, era bueno. esa es la peor parte." confesión provoca que su sonrisa flaquee hasta ser reemplazada por sutil mueca de disgusto, como cada vez que se permite abrir la puerta a tales recuerdos. "nunca estuvimos de acuerdo en el tema y aunque sabía moverse en estos entornos, el motivo me obligaba a no prestarle demasiada atención."
apenas su mirada se posa sobre el can, la ternura le invade olvidando por completo las quejas sobre los alrededores y los peligros que se esconden entre la espesa vegetación. su atención es reclamada por el ser de cuatro patitas. "¡¿es tuyo?!" pregunta, sólo para confirmar. quizá lo está cuidando, no tiene idea. "es precioso, tiene carita de niño bueno ¿o es niña?" añade, recordando al final que estaban hablando de otra cosa. sólo entonces se permite rebobinar. "cuando estaba pequeña, a mi papá se le ocurría la maravillosa idea de llevarnos con él, era cazador." arruga la nariz con desagrado, como cada vez que recuerda lo diferentes que eran los intereses entre ellos. lo adoraba, pero siempre tuvo muchas cosas que decirle.
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Compartiendo el amor
Series: Street Fighter II V
Rating: M
Pareja: Ryu x Chun-Li x Ken
Sinopsis: Ellos compartían todo... el gusto y placer por las artes marciales, las aventuras... y ahora también a la mujer que ambos amaban.
Advertencia: Lemon FUERTE.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Cuando su esposo le dijo que su mejor amigo, el amigo de ambos, vendría a visitarlos, se llenó de alegría y emoción.
Y cuando lo tuvo frente suyo, volviéndolo a ver después de tanto tiempo. . . no pudo evitar el correr hacia él y arrojarse a sus brazos, para luego besarlo con toda su alegría. . . con todo su amor.
Tantas cosas de que hablarle; no se veían desde hacía tres años. Y ahora, la pareja le tenía un regalo a su gran amigo.
Alegando que debía estar cansado por el viaje, lo llevaron a la que sería su habitación por todo el tiempo que permaneciera con ellos. Ken abandonó casi de inmediato la alcoba, pero Chun-li permaneció allí y apenas su esposo cerró la puerta, ella fue donde el castaño, para luego besarlo con desesperación.
* ¡Te extrañé!. *
* Y yo a ti, preciosa!. *
Sus labios volvieron a unirse y ellos terminaron por caer sobre la cama.
Las ropas les estorbaron cuando el calor de la pasión encendió completamente sus cuerpos, así que se desnudaron con impaciencia, casi desgarrándose las ropas.
Chun-li se posó inmediatamente sobre el musculoso y duro cuerpo del peleador, quien quedó embelesado con la hermosa mujer; sus ojos bien fijos en los redondos senos que se mostraban ante él, especialmente en los rosados pezones, duros y erguidos por la excitación.
Ryu no pudo contener las ganas de besarlos y lamerlos a placer, masajeando un pecho mientras su boca atendía al otro, alternando sus mimos poco después.
La chica arqueaba la espalda ante el gozo, comenzando a ondular las caderas, restregando su sexo con el de su invitado.
Ambos comenzaron a gemir. Ella deseaba tenerlo entre sus piernas y él estaba loco por poseerla. Más, por ahora, Chun-li tenía otra cosa en mente.
Alejándose inesperadamente de su compañero, la joven se arrodilló frente al miembro masculino; un pene duro, grueso y terriblemente grande, tan imponente como el de Ken.
““Quizás es solo que a ambos los veo con amor!.””
Pensaba ella, sonriendo sutilmente para luego llevarse a la boca semejante pedazo de carne viva, lamiendo todo el tronco y succionando de vez en cuando la punta, logrando enloquecer al muchacho.
Chun-li no prolongó mucho su ardua tarea, pues creyó que era demasiada tortura por ahora, así que se posó nuevamente sobre las caderas de Ryu, acomodando su sexo mojado sobre la verga del moreno.
La mujer deslizó hacia abajo las caderas, lentamente, clavándose ella misma el pene de su compañero.
Ambos gimieron al sentir que la penetración era total y no tardaron mucho en agitar las caderas con irremediable desesperación. Chun-li prácticamente saltaba sobre el pene de Ryu, que entraba y salía de ella, disfrutando del roce fuerte y profundo que los enloquecía de placer.
El chico posó ambas manos sobre cada uno de los pechos femeninos, amasándolos con ligera brusquedad. Ella posó sus manos sobre las del muchacho para que él mantuviera las suyas allí, calentándole la piel. Que no se alejara de ella, porque añoró su toque durante todos estos años.
Poco después, el placer se tornó insoportable.
Ryu embestía a su amiga con brutal fuerza y una rapidez que ella no pudo soportar por lo que terminó rendida ante el delicioso orgasmo que nació en su vientre y la recorrió totalmente.
El peleador apretó los dientes al sentir las contracciones vaginales de su compañera, las mismas que terminaron venciéndolo, llevándolo al éxtasis y obligándolo a vaciar todo su semen en la intimidad de la hermosa mujer, obligándola a lanzar un fuerte grito. . .
* Aahh!!, motto!, ssiii !!!. . . *
Los gritos de la mujer debieron oírse más allá de las paredes, porque poco después Ken aparecía en el marco de la puerta; una gran sonrisa adornándole el rostro.
* Veo que se están divirtiendo sin mí. *
Decía el rubio, acercándose a la pareja al tiempo en que se despojaba de todas sus ropas, mostrando su pene en toda su erección.
El peleador de rubios cabellos se masajeaba el miembro mientras miraba a su esposa, aun sobre su mejor amigo, con el pene de este clavado en su dulce sexo. Ken alzó la mirada, sus ojos bien fijos en los del japonés.
* ¿Te gustó la bienvenida, amigo?. *
Ryu sonrió.
* Me encanta!. ¡Debo venir más seguido!. *
Ambos hombres se sonrieron mutuamente.
Ken se acercó a la pareja, aun sosteniendo su hombría, se posó detrás de su esposa, tanto ella como el castaño pensaron que el rubio la penetraría por detrás, más este tenía otra idea en mente. Presionando con fuerza, el estadounidense se hundió, poco a poco y con cierta dificultad, también en la vagina de la joven oriental, quien se quejó porque su sexo era forzado a expandirse para recibir en su interior dos penes descomunales.
* Ahh, e-espera, Ken. . . de-detente !!. . . *
Ryu apretó los dientes, podía sentir la verga de su amigo rozando la suya propia en su intento por compartir el estrecho espacio que Chun-li les ofrecía a ambos.
* Ah, joder!. . . Chun-li. . . ¡qué apretado!. *
* Ohh, Ohh. . . e-es porque no cabe!!. Ken. . . tu y Ryu son. . . sus vergas son muy grandes!!, aahhh!!. . . *
Finalmente, el sexo de la mujer de castaños cabellos cedió, albergando totalmente la virilidad de los dos hombres más importantes en su vida, a los que amaba por igual. Y por igual tenían derecho a poseerla como quisieran. ¿Y qué mejor que de aquella manera?.
““Son maravillosos y a Ken le gusta compartir todo con él.””
Pensaba ella, sus ideas no podían estar más cerca de la realidad, pues en ese preciso momento, Ken Masters estaba compartiendo a su mujer con su mejor amigo. De forma deliciosa y extrema, quizás, pero esos tres estaban gozando intensamente.
Ryu lamía y succionaba el pecho izquierdo de su amada al estar completamente pegada a él debido a la presión que el rubio aplicaba sobre la espalda de la chica.
Chun-li estaba completamente mojada y ambas vergas la penetraban con fuerza, aunque con cierta dificultad debido a lo complicado de ese acoplamiento.
Su vagina expandida de forma increíble. Entonces, la mujer comenzó a gritar sin control. Rogaba por más y reclamaba a ambos hombres como suyos, nadie les daría el placer que ella les daba.
Finalmente, aquella estimulación extrema tuvo su culminación cuando la joven alcanzó el orgasmo, su vagina contrayéndose, estimulando con dificultad a ambos penes dentro suyo.
Lo mejor vino cuando ambos machos se corrieron al mismo tiempo en lo profundo de su ser.
Chun-li cerró los ojos con fuerza, disfrutando la deliciosa sensación de la abundante y caliente mezcla del semen de sus amantes, inundándola.
Agotados, el peculiar trío permaneció sin moverse. Ambos Ken y Ryu respiraban agitados, aun duros dentro de Chun-li.
* Deberíamos hacer esto más seguido!. *
Fue lo único que la chica pudo decir; una linda sonrisa llena de satisfacción iluminando su bello rostro.
Sus manantes no podían estar más de acuerdo con ella.
Ellos compartían todo. . . el gusto y placer por las artes marciales, las aventuras. . . y ahora también a la mujer que ambos amaban.
Y como si compartiesen también los mismos pensamientos, ambos jóvenes y amigos, se movieron suavemente al mismo ritmo, continuando con las vergas bien clavadas en la cálida vagina de la belleza oriental, continuando con aquella entrega en la que compartían todo. . . sus cuerpos, el placer y el amor.
Totalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Siento que este fic en momentos es bastante erótico, y en otras más quedó muy simplón >.< .
Como sea, tenía AÑOS queriendo escribir algo de este anime y por fin cumplí ese deseo. En un principio no planeaba un trío como tal, mucho menos una “doble entrada”, pero la idea no me dejaba dormir ^//^ .
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 07 de Enero de 2010.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
#street fighter#street fighter ii v#otros#ryu x chun li x ken#ryu x chun li#ken x chun li#ryu#chun li#ken#fights#lemon#lemon fic
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Devocional: El único camino, el estrecho.
Pensaba hace poco e imaginaba lo siguiente, tomando como base lo dicho por Jesús sobre el camino estrecho y el ancho en Mateo 7:13-14, versículos que leeremos a continuación:
"Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan."
Como decía antes, me imaginaba una autopista donde hay varios canales para que los automóviles transiten con normalidad. Si vemos las autopistas de las grandes ciudades nos encontramos que muchas son enormes, tienen desviaciones a lo largo del camino y desembocan en varias zonas. Así, como una autopista es el camino que conduce a la perdición.
Las religiones son estos caminos de perdición, los distintos canales de la autopista. Podríamos nombrarlas todas y nos daríamos cuenta de lo espacioso y ancho que es este camino que lleva a la perdición como dijo nuestro Señor Jesucristo.
Y quiero aclarar que hay una mentira que el enemigo se ha dedicado a sembrar en la mente de las personas: "Todos los caminos conducen a Dios" FALSO. Sólo hay un camino, que conduce a Dios y ese es Jesucristo.
"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí." S. Juan 14:6.
Él es el único camino, bien lo dicen sus palabras: "el camino", no dice "un camino". Es el camino, y el uso del artículo "el" le da el significado a lo dicho por Jesús. El camino ES Jesús, únicamente Él, no hay otro nombre ni otro intermediario. Solo Jesucristo.
Este camino estrecho podemos verlo como una calle de un solo canal, donde solo puede pasar un carro a la vez en línea recta. Nadie puede adelantarse ni moverse a un lado porque no hay espacio, y eso es precisamente lo que Dios quiere: que nuestro corazón sea únicamente de Él, que no sea ocupado por otros dioses como el dinero, personas, lugares, relaciones. Es un camino único, donde estamos unidos a Él y caminamos mientras oímos su voz, tal como lo dijo en Juan 10:27.
"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,"
Andamos en línea recta, siguiendo el único camino que conduce a la salvación; siguiendo los pasos y la voz del Maestro. Andamos así por una sola calle, por una única vía que no tiene desviaciones ni rutas alternas. Con Cristo no se trata de quién va más rápido o más lento, sino de aquel que pone sus ojos directamente en Él y no se desvía, que persiste hasta alcanzar el premio final: llegar a los brazos de Jesús.
Si has oído anteriormente que todos los caminos conducen a Dios quiero decirte que es falso, el único camino es Jesucristo quien murió por toda la humanidad para el perdón de nuestros caminos. No hay otro intermediario entre Dios y los hombres, ni angeles, ni vírgenes, ni arcángeles, ni santos, ni papas, ni otras divinidades; solamente Jesús de Nazaret que a través de sus muerte nos permite, como seres espirituales tener una comunión con Dios Padre directamente.
Y ahora que somos templo y morada del Espíritu Santo Dios vive dentro de nosotros, tal como dice Hechos 1:8:
"pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra."
Hoy estemos velando, considerando cualquier propuesta que venga a nosotros, pidiéndole a Dios discernimiento para poder así ser conocedores de lo bueno y de lo malo, de lo falso y de lo verdadero. El enemigo buscará de engañar a las personas ofreciéndoles otros caminos, una felicidad y paz falsa que conduce a la perdición. Estoy segura que el que le busca a Dios de todo corazón Cristo le será revelado en su vida y hallará la puerta angosta y verdadera que es Él, quien tiene poder sobre su rebaño y amor. El único intercesor por cada uno de nosotros al Padre Celestial.
Dios te bendiga hoy.
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Wong Kar-wai, amar a destiempo
A raíz de la retrospectiva “World of Wong Kar-wai” presentada por Janus Films (de la cual también se hará parte MUBI el próximo año), me dispuse a hacer un re-visionado de la filmografía de este caballero al que le profeso un profundo respeto y un enorme cariño. Es amor puro lo que siento por la obra de Wong Kar-wai. Amor en el sentido más estricto de la palabra. En un principio, el visionado iba a ser un ejercicio personal, pero cuando iba por la mitad me entraron unas ganas monstruosas de escribir, de dedicarle unas palabras a una persona que sin saberlo, y a kilómetros de distancia, ha hecho mucho por mí. Sepan perdonar la siguiente digresión.
Quienes no conocen la obra del director hongkonés, bendito sea. No hay nada más lindo que ver una película de Wong Kar-wai por primera vez. Para quienes ya lo conocen, sabrán que a pesar de que toda su filmografía gira en torno al amor, en su obra no hay parejas felices. Las parejas nunca se encuentran en los momentos correspondientes, de ahí viene el título de esta humilde reseña, la melancolía del amor a destiempo.
In the Mood for Love (2000)
No hay que confundir la ausencia de felicidad en las parejas con la ausencia de pasión, porque de eso sobra en todos y cada uno de los personajes que aparecen en sus películas, desde los protagonistas hasta los secundarios. Los amantes de Kar-wai son seres intensos. A pesar de amar a destiempo, de no ser siempre correspondidos o de tener enroques afectivos, todos viven apasionadamente. Aman como si fuese el último día de su existencia y lloran para confirmar que en el dolor también hay vida. Todos sus personajes quieren amar y ser amados, cada uno a su manera y a su tiempo. Todos quieren compañía y compasión. ¿Y acaso no es eso lo que queremos todos en nuestros peores días? Cuando el mundo se nos viene encima, dice la Lucía Berlín “¿Qué no haríamos por un abrazo y un poquito de compasión?”
A Wong Kar-wai se le reconoce principalmente por el valor estético de su obra. Su trabajo fotográfico, su puesta en escena y el placer que produce su imaginario visual. La reflexión y el goce estético siempre son importantes en el ejercicio cinematográfico, sin embargo, lo realmente bello de su filmografía es la dimensión poética que construye a través del mundo interior de sus personajes. Hay diálogos y situaciones que te dejan con dolor de guata.
Los personajes de Wong Kar-wai son sinceros y valientes. Porque para amar de verdad hay que tener valor. No es azaroso que a los amantes de In the Mood for Love (2000) no les veamos nunca el rostro. Son el claro ejemplo del amor cobarde y de la traición. Los valientes, en cambio, no se ocultan. Son sinceros, saben lo que quieren y harán todo por obtenerlo. Pacientemente, los personajes esperan su oportunidad para poder ser felices. In the Mood for Love (Con ánimo de amar) bien podría ser el nombre de toda la filmografía de Kar-Wai. Los personajes buscan y buscan, aunque no siempre encuentran. Claro ejemplo de esa honestidad y valentía se refleja en el personaje de Baby de Fallen Angels (1995), que en un McDonald’s completamente desocupado, se sienta al lado de un desconocido para evadir la soledad de la noche. Otro ejemplo es la dolorosa y sincera decisión final de los hermanos gángsters de As Tears Go By (1988) o la frase de Tony Leung reconociendo sus intenciones amorosas en 2046 (2004): “En el amor no puedes usar sustitutos.”
En la obra de Kar-Wai existen dos tipos de personajes: los que aman (o quieren amar) y los que solo buscan compañía. Tristemente, siempre los primeros se enamoran de los segundos. Pienso en el amor no correspondido de la Michelle Reis en Fallen Angels (1995), en el autoengaño del policía 223 en Chungking Express (1994), en la desesperación de la Carina Lau en Days of Being Wild (1990) y como no, en la ingenuidad del Señor Chow en In the Mood for Love (2000).
Fallen Angels (1995)
Me quiero detener, por ahora, en los personajes que se niegan a amar. No es que lo hagan por carecer de sentimientos, muy por el contrario. Por lo general son personajes que alguna vez amaron con intensidad y no han sido capaces de rehacer su vida después de sus respectivos quiebres. Son personajes que a partir de experiencias dolorosas, se cerraron y se niegan a volver a pasar por situaciones similares. “¿Por qué eres tan atenta conmigo? No podrás complacerme toda la vida.” Le dice Leslie Cheung a una desesperada Carina Lau en Days of Being Wild (1990) luego de reconocerle que hasta que muera, nunca sabrá quién ha sido la persona a quien más ha amado. Carina Lau le recrimina en varias ocasiones su falta de afecto y evidencia su inseguridad cuando Maggie Cheung, que interpreta el papel de la ex, aparece de sorpresa en el departamento para llevarse sus cosas. Como diría Violeta Parra, nadie quiere prenda con dueño.
En las películas de Wong Kar-wai, se hace evidente la falta de comunicación entre algunos personajes. No siempre se comunican de forma explícita, algunos intentan que el otro descifre su mundo a través de códigos y enigmas. Lo podemos ver con la canción 1818 del wurlitzer de Fallen Angels (1995), un código del protagonista para que su ayudante se acuerde de él y pueda lidiar de mejor forma con la despedida. O la importancia del número 2046 para el personaje del escritor en la película homónima. Mismo número que tiene la habitación donde se producen los encuentros del Sr. Chow y la Sra. Chan en In the Mood for Love (2000). Y obviamente, el código 1224-1225 (nochebuena y navidad respectivamente) relacionado a la necesidad de calor humano en noches frías en 2046 (2004). Esa aparente falta de comunicación humana también la vemos en el Tony Leung que le habla a los objetos de la casa en Chungking Express (1994) o que comparte sus secretos con el orificio de un árbol en In The Mood for Love (2000). También se hace evidente con el policía 223 de Chungking que busca que su perro le hable para poder compartir su pena. Sin ir más lejos, los personajes se expresan mayoritariamente en off. Le hablan al espectador, somos sus confesores. Pero pocas veces le exponen a sus parejas lo que nosotros, que adoptamos el rol del árbol, sabemos.
El amor a destiempo también se evidencia a nivel estético. Lo vemos en un tipo de plano que se repite en casi toda la obra de Kar-wai, en el que hay un personaje inmóvil esperando algo o a alguien con la mirada perdida fuera del encuadre mientras un otro le presta compañía realizando otra actividad, desde bailar o moverse frenéticamente hasta estar literalmente desparramado sobre un mesón. El epítome del amor a destiempo aparece en 2046 (2004) con la androide que se fatiga en viajes largos y expresa sus emociones con horas e incluso días de diferencia. Todo esto lo resume perfectamente Mr. Chow en la misma película: “El amor requiere el momento oportuno, no es bueno conocer a la persona indicada ni antes ni después.” La disincronía se hace explícita.
Pero esa disincronía no siempre es mala. A pesar de que los personajes no siempre están en el mismo tempo amoroso, siempre se hacen compañía. Y aquí comienzo a relatar el segundo punto de las relaciones de los personajes de la obra de Wong Kar-wai: la soledad y la compañía.
As Tears Go By (1988)
La amistad sin intención romántica, por ejemplo, es sumamente importante para el viaje interior de los personajes. Claro ejemplo es la amistad que le proporciona Chen Chang al dolido Tony Leung en Happy Together (1997), siendo esta una relación mucho más fuerte y enriquecedora que la de la pareja misma, a mi parecer. Los personajes se acompañan en sus soledades y decepciones amorosas respectivas. Clarísimo ejemplo es el de los protagonistas de In the Mood for Love (2000), el del policía 223 con la mujer de la peluca rubia en Chungking Express (1994), el mudo y la Michelle Reiss andando en moto en Fallen Angels (1995) y el vigilante con la Maggie Cheung en Days of Being Wild (1990): “Si vamos a ser infelices, al menos seamos infelices juntos”. La intención de todos estos personajes es poner el hombro, contener e incluso intentar sanar, no buscar una oportunidad. No tienen dobles intenciones. Son hermosos ejemplos de empatía. De hecho, en la obra de Kar-wai es recurrente ver cabezas apoyadas en hombros, ya sea en habitaciones o en taxis, y es que a veces solo necesitamos un descanso ante tanta pena, necesitamos un poquito de contención para poder seguir adelante. Nadie puede aguantar tanta lluvia sin techo.
De todas formas, esa compañía en muchas ocasiones no es más que una evasión de la realidad, la distracción del dolor que inunda sus corazones. El proceso de negación post ruptura se hace evidente en la filmografía de Kar-wai. El policía 223 de Chungking Express (1994) se autoimpone un tiempo de 30 días para que su novia vuelva con él, mientras tanto, se compra piñas en conserva que expiran en la fecha límite establecida. Al mismo tiempo, Tony Leung se niega a abrir la carta que le dejó su ex pareja porque intuye con qué se va a encontrar. Otro ejemplo es la señora Chang de In the Mood for Love (2000) que rehuye constantemente de las invitaciones de sus vecinos para hacer vida social porque sería aceptar y reconocer su soledad, por eso se inventa la excusa de ir a comprar fideos todas las noches.
Son personajes complejos que no quieren ser dejados atrás. Por eso Baby en Fallen Angels (1995) se tiñe el pelo o llena de mordiscos al personaje del asesino, en sus propias palabras, para que no la olvide. La persistencia de la memoria, ya sea gozosa o dolorosa, es un tema recurrente en la filmografía del hongkonés. Independiente de los problemas de comunicación, los personajes de Kar-wai son ante todo sinceros. Nunca mienten, son fieles a sus ideas y a sus pasiones. Expresan lo que sienten (directa o indirectamente), evaden, sí, pero no se reprimen.
Chungking Express (1994)
Algo que me llama mucho la atención, es cómo un director de un país tan lejano y con una cultura tan distinta a la nuestra pudo ser capaz de entender tan bien el romance y el sentimentalismo del bolero. Es extraño que un hongkonés pueda entender tan bien la melancolía latinoamericana. La música en la filmografía de Kar-wai es un elemento sumamente importante tanto a nivel diegético como extradiegético. Los personajes escuchan la música que aparece, son ellos quienes deciden qué poner y en qué momento. Ellos, al igual que nosotros, acompañan sus penas y alegrías con sus melodías favoritas. Inolvidable es la Faye Wong de Chungking Express (1994) poniendo California Dreamin’ en todos los lugares que visita, el wurlitzer con la canción nº1818 de Fallen Angels (1995) o el casero de 2046 (2004) que pone opera a todo volumen para que los vecinos no escuchen cómo reta a sus hijas.
Los encuentros y desencuentros de los personajes ocurren en lugares relativamente similares a lo largo de toda la filmografía descrita: habitaciones pequeñas y calurosas, restaurantes de comida rápida, bares y salas de mahjong. Es en interiores o lugares cerrados donde los personajes se encuentran y se aman. En exteriores, en cambio, como si cayeran en cuenta de la realidad, los personajes suelen tener momentos mucho más melancólicos: caminatas nocturnas en silencio o despedidas bajo lluvias torrenciales. Es recurrente, también, el habitar espacios abandonados o espacios que alguna vez fueron de otra persona y resignificarlos. Ejemplos hay por montón: la Faye Wong cambiando los objetos de la casa del Tony Leung en Chungking Express (1994), la Maggie Cheung ordenando la casa de su primo en As Tears go By (1988), Zed quedándose con la pieza de Yuddy en Days of Being Wild (1990), la relación de socios que no se conocen pero que cohabitan el mismo espacio a destiempo en Fallen Angels (1995) y cómo no, la habitación 2046, el lugar donde surge “el ánimo de amar” del Sr. Chow y la Sra. Chang en In the mood for love (2000).
Days of Being Wild (1990)
Los objetos son igual de importantes que los lugares y muchas veces tienen un conexión y un guiño entre obras, como el personaje que se queda mudo por comer una lata de piña vencida en Fallen Angels (1995). Mismo alimento que el policía 223 compra obsesivamente para convencerse de que su amor aún no está muerto.
El visionado cronológico de la filmografía de Kar-wai me hizo caer en cuenta que la forma en que el director aborda las relaciones va cambiando en función de la edad de los protagonistas. Los personajes van creciendo y comienzan a ser más prudentes con sus emociones. Sus relaciones se van tornando mucho más maduras, y por ende, las rupturas son mucho más dolorosas. El desamor es distinto en el matrimonio. Puede que esa sea la razón de que In the mood for Love (2000) sea su película más famosa. Sin ir más lejos, en esta película los personajes hablan más entre ellos, puede que sea la película con menos narración en off. La comunicación es mucho más fluida.
2046 (2004)
En conclusión, la obra de Kar-wai nos presenta personajes que se plantan frente a la vida con sinceridad, valentía y melancolía, sufren pérdidas amorosas, aman a destiempo, buscan compañía, ríen, aman y lloran para confirmar su existencia. Todo esto acompañado de una visualidad altamente estilizada, boleritos sentimentales y una narrativa fragmentada que nos permite observar detalladamente el mundo de cada uno de los personajes presentados. La obra de Kar-wai es para verla una y otra vez.
En todo caso, todo esto mamotreto sobre el desamor lo puedo resumir con el bolerito del Nat King Cole:
“Siempre que te pregunto, que cuándo, cómo y dónde, tú siempre me respondes: quizás, quizás, quizás.”
Gracias por leer.
#wong kar wai#in the mood for love#2046#chungking express#fallen angels#as tears go by#days of being wild#hong kong#happy together
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Una Pluma de Angel [2/2]
by Aris
Comic inicial Parte 1 (Tumblr) Ao3
—¡¿Cómo es posible que lo olvidaras?! —Seguía cuestionando Francisco, ya varias horas después.
Luego de asegurarse completamente de que Miguel no le estaba tomando el pelo jugando al desmemoriado, había entrado en un estado ansioso, que solo empeoraba cada vez que el otro trataba de restarle importancia al asunto.
—¡Relájate, cielito! Ni que fuera tan terrible, olvido cientos de cosas todos los días... —Intentó tranquilizarlo, pero solo consiguió que le diera otra mirada histérica y continuara murmurando para sí mismo.
Miguel por su parte, siguió mordisqueando relajadamente lo que quedaba de las chirimoyas, apoyado contra un tronco junto a la zanja donde estaba metido el ángel, refunfuñando y haciendo quién sabe qué en el fango, pero era una gran vista desde su posición.
Francisco estaba armando un drama por nada, pensaba Miguel. Su memoria siempre había sido mala, al menos eso creía, siendo que apenas si podía concadenar fragmentos de recuerdos que conservaba de sus andanzas antes de llegar al bosque y, por lo que sabía ahora, tampoco es que recordara cada momento de su estancia allí. Suponía que luego de rondar la tierra por siglos, sería algo normal, eso de olvidar, tampoco es que valiera la pena recordar algo que pasó cien, doscientos años atrás. Por otro lado, hasta resultaba conveniente. No tenía deseos de saber todo lo que había hecho, todo el daño que había causado siendo un esclavo obediente, si es que en algún momento lo había sido; todo cuanto recordaba era estar vagando, escondiéndose de los otros demonios que venían a buscarlo, y escapando de nuevo. Ni idea por qué seguía escapándose, debía tener relación con el tema de la pluma en el que tanto insistía su compañero.
—Recuérdame, ¿Qué fue lo que te dije? ¿Cuál era el asunto importante?
—¡¡No lo sé!! ¡Nunca supiste decírmelo! ¡Seguramente también se te olvidó! —Estalló Francisco, lanzándole un poco de fango—. ¿Vas a seguir insistiendo en que no es la gran cosa? Eso es por lo que te apareciste aquí en primer lugar, ¡Es lo único por lo que sigues aquí! —Comenzó a sacudirse la suciedad de los brazos, rindiéndose con lo que intentaba hacer, y salió de la zanja pasando junto a Miguel con fuertes pisadas—. Si ya no es importante para ti, entonces no hay razón para que te quedes.
Miguel lo vio alejarse con un nudo formándose en su garganta. Claro que tenía más razones para quedarse en el santuario, y se negaba a creerle a Francisco que no tenía más razones para permitírselo.
òwó
Despertó sobresaltado por los quejidos de su hermano.
Se había quedado dormido sobre una silla en la cocina, el plato de comida fría delante de él y el tenedor aún sujeto en una mano. Se dio golpecitos en el rostro para desperezarse y lo más rápido que pudo se puso en pie. Toda la casa estaba a oscuras y le era difícil caminar, se la pasaba tropezando con cosas en el piso y chocándose con las murallas. El pasillo también se le hacía interminable y no lograba dar con la puerta a la habitación donde escuchaba la voz de Julio. Finalmente, sus manos encontraron una interrupción en la pared y palpando los bordes confirmó que era una entrada. Atravesó el umbral y se encontró en un cuarto igual de oscuro y con un fuerte viento golpeando su cara; también escuchaba las hojas de los árboles meciéndose y varios grillos y otros bichos alrededor. Por un momento pensó que había dejado la ventana abierta, pero tras avanzar unos pasos supo que estaba caminando sobre el suelo del bosque. Se preguntó qué tan cansado debía estar para haber confundido así el camino y salir de la casa por error, hasta que volvió a escuchar los gimoteos de Julio, escondido en algún lugar entre los árboles. «¿Cómo es que tuvo fuerzas para levantarse?», pensaba mientras seguía su voz, tratando de ver algo con la tenue luz de la luna que se colaba por entre las copas.
Lo encontró varios metros más adelante, sentado en el barro abrazando una de sus piernas, la rodilla ensangrentada. Cuando estaba a unos diez pasos el niño levantó la cabeza, intentando ver quién se acercaba.
—¿Hola? ¿Quién es? —preguntó con voz temblorosa, tratando de detener sus jadeos y limpiándose las lágrimas de los ojos.
—Pues, obvio yo, ¿Cómo es que llegaste tan lejos? —Una parte de él estaba feliz, si su hermanito había podido llegar hasta allí sin ayuda, es que estaba mejorando. Tal vez podría salvarse.
El niño no pareció feliz de escucharlo, ni ver que se acercaba. Miguel alcanzó a ver la mueca de horror en su rostro antes de que lo deslumbrara con la luz de su linterna.
—¡¡Ahhh!! —El niño pegó un grito que arrasó con toda la paz del bosque y los últimos vestigios de la ilusión se desvanecieron. No eran los llantos de Julio los que había estado siguiendo, sino los de un mocoso estúpido que había creído buena idea internarse en el bosque de noche y terminó cayendo por una pendiente y raspándose la rodilla.
No tuvo mucho tiempo para lamentarse, escuchó el viento silbando y enseguida el golpe de los pies de Francisco tocando el suelo.
—¡¿Qué le hiciste?! —Lo hizo a un lado con un empujón y se instaló frente al niño, que paró con sus alaridos por un segundo para mirar a la nueva criatura. Francisco no le dio tiempo de retomar los gritos, posó las puntas de sus alas suavemente sobre su rostro y el chiquillo cayó dormido en sus brazos. Lo inspeccionó rápidamente, descubriendo la herida en su pierna. Volvió a erguirse cargando al chico y lanzándole una mirada molesta a Miguel.
—¡Yo no hice nada! ¡Escuché un llanto y lo seguí! —Se defendió.
—¡Ah! Entiendo, y creíste que estaría aliviado al verte, ¿verdad? —replicó, haciendo un ademán con la cabeza hacia él.
Sarcasmo, no sabía que Francisco tenía esa habilidad dentro de sí. Como fuera, Miguel sabía muy bien a lo que se refería, y estaba consciente que las alas de murciélago, los colmillos y las orejas puntiagudas que no se había preocupado en ocultar no eran una visión tranquilizadora para los humanos, al menos no para la mayoría. No como mister virtuoso frente a él.
—Es que, creí escuchar… —Bajó la cabeza al recordar la ilusión, y la angustia que se apoderó de él escuchando el sufrimiento de su hermano. Eso bastó para que el otro entendiera y suavizara su expresión.
Regresaron su atención al niño dormido en los brazos de Francisco. Miguel compartió su teoría de que había caído por el barranco a un costado y Francisco estuvo de acuerdo con él.
El ángel se apresuró en subir y depositar al chico en el sendero que atravesaba por allí. Miguel se quedó solo esperando abajo, y entonces lo vio. Un demonio. No un sirviente humano como él, sino un demonio de azufre real, escondido entre las hojas de un árbol, casi llegando al límite del área neutral que separaba el suelo mortal de la tierra sagrada del santuario, mirándolo fijamente.
Había venido por él.
—Miguel, ¡Miguel! —La voz del ángel lo sacó de su transe. No se percató en qué momento había terminado con el niño, pero ya estaba unos cinco metros por delante de él y de regreso al santuario—. Te digo que despertará pronto... —calló, mirándolo intensamente por un instante—. ¿Te quedas, o vienes conmigo?
—Ya voy, lo siento.
Francisco dio un leve asentimiento y reanudó la marcha. Miguel iba a seguirlo y entonces recordó al demonio. Seguía en la misma posición por suerte. Cuando cruzaron miradas otra vez, el engendro llevó un calloso dedo a su boca, indicando silencio, y luego movió la cabeza lentamente de un lado a otro con desaprobación.
Se apresuró en alcanzar a Francisco luego de eso, con un escalofrío recorriéndole la espalda al recordar esa horrible sonrisa repleta de dientes puntiagudos.
òwó
A la mañana siguiente notó que Francisco estaba molesto con él, y de una forma que no le gustaba. Por lo general cuando se enojaba con él refunfuñaba y le gritaba, o cuando realmente lo fastidiaba le lanzaba la serpiente, que lo mantenía unos quince minutos luchando en el suelo mientras el otro cumplía con sus labores tranquilamente alrededor, haciendo comentarios sobre su mal comportamiento de vez en cuando. Ahora ni siquiera le hablaba. La única respuesta que conseguía de él era que lo mirara por un segundo con ojos heridos, y enseguida volvía a lo suyo y a ignorarlo.
Miguel lo detestaba. Detestaba que lo ignorara. Y más detestaba la expresión de dolor que no abandonaba su rostro en ningún momento.
Pasado el mediodía ya no lo soportó más.
—¡Suficiente! ¡¿Vas a decirme qué es lo que pasó?! —Lo seguía incansablemente, cortándole el paso a donde sea que virara para alejarse de su presencia, logrando arrinconarlo en un sector del santuario donde la vegetación era frondosa, así que tampoco podía echarse a volar para escapar de él—. Sea lo que sea, lo siento, juro que esta vez no buscaba hacerte enojar.
Francisco paró de moverse por un momento y volvió a mirarlo con esos malditos ojos repletos de tristeza.
—¿Qué hacías afuera? —habló por fin y para alivio de Miguel. O así fue hasta que registró el tono desdichado con el que salieron sus palabras. ¡¿Qué había hecho para ponerlo tan triste?!
—Ya te lo dije, creí escuchar a Julio y fui a buscarlo.
—¿Eso es todo? —Otra vez esa mirada y esa voz lastimosas. Intentó acercársele nuevamente y esta vez se lo permitió, entonces se atrevió a llevar una mano hasta la de Francisco y acariciarle el dorso.
—Eso es todo, amor. —Estaba a poco de unir sus frentes cuando el ángel lo empujó con fuerza lejos de él y tirándolo al suelo.
—Mentiroso —siseó—. ¿Crees que soy idiota? Vi muy bien a tu amigo haciéndote señas escondido en el árbol. —Miguel se paralizó, con esto de tratar que el otro le hablara se olvidó del demonio que había visto la noche anterior—. A ese, ¡Y a los otros dos que estuvieron rondando ayer!
—¿Qu-qué? —«¿Dos más?» Ni siquiera los había sentido cerca.
Eso era malo. Si había tantos en el mismo lugar de seguro estaban planeando un ataque importante. No creía que fuera solo por él, nunca habían enviado más de uno para buscarlo las otras veces que dejó de responder, después de todo no era rival para un demonio de azufre. Aunque podía ser distinto ahora que estaba dentro de tierra sagrada y que comenzarían a debilitarse no bien atravesaran el umbral; además, estaba Francisco. Un ángel sí que era cosa seria.
—¿Cuál era su plan?, ¿Te enviaron para ablandarme con tus jueguitos y engañarme para que te entregara la pluma? —Se escuchaba cada vez más furioso, y lastimado, como si en cualquier momento fuera a romper en llanto—. ¿O solo para hacerme salir e intentar arrancarla ellos mismos?
—¡No! Lo entendiste todo mal, no es nada de eso… —decía mientras se levantaba para intentar alcanzarlo otra vez.
—Sal de aquí. —El ángel comenzaba a dar la vuelta para marcharse cuando Miguel alcanzó su mano y jaló de ella para retenerlo.
—¡Francisco…!
—¡¡QUE TE VAYAS!! —Se zafó de un tirón y comenzó a batir las alas, lanzando fuertes ráfagas de viento en su dirección, tratando de llevarlo fuera del santuario como había hecho con los cazadores que el demonio había traído, ya hace tanto tiempo.
Miguel por su parte intentaba resistirse al embate del viento, pegándose al suelo lo más que podía y sosteniéndose de los troncos caídos y las raíces que sobresalían de la tierra. Cuando había logrado arrimarse a un grueso árbol que le impedía seguir retrocediendo, el vendaval cesó y se atrevió a asomar la cabeza fuera del escudo protector que había formado con sus alas. Vio que Francisco extendía el brazo derecho hacia él y se preparó para el abrazo de la serpiente; pero nada pasó, la serpiente dorada seguía dormida alrededor de la muñeca de Francisco.
—¡Vamos, despierta! —El ángel presionaba el brazalete con la otra mano, intentando obligar a la serpiente a despertar y seguir sus órdenes—. ¡Destrúyelo!
Antes de que Miguel pudiera terminar de ponerse de pie, escucharon a las aves graznando y su revoloteo frenético, seguido del estruendo de fuertes pasos acercándose y el viento silbando sobre sus cabezas. Una gran masa negra cayó sobre Miguel, aplastándolo contra el tronco en el que se había estado guareciendo, mientras que de la vegetación emergían dos demonios de gran envergadura que fueron a plantarse frente a Francisco.
—Apártate, angelito, el problema no es contigo. —Le dijo el más corpulento. Tenía una lengua larga que no paraba de mover, y una mirada obscena que le puso los pelos de punta. Por el espacio que dejaban entre los dos pudo ver a Miguel luchando para quitarse al tercero de encima, que intentaba maniatarlo con una cadena al rojo vivo.
—¿Qué quieren con él? —Inquirió. Los vio morderse los labios, resistiéndose a responderle inmediatamente. La serpiente en su mano comenzando a despertar.
—El Oscuro lo reclama de regreso, ¡No te interpongas! —contestó finalmente el más alto, desplegando unas largas garras de sus dedos huesudos. Su compañero se había estado moviendo lentamente, queriendo colarse a su costado.
—Tú no me darás ordenes, escoria. —Alzó el brazo al tiempo que se le venían encima, y la serpiente salió disparada a enroscarse alrededor del de ojos lascivos.
Miguel seguía pudiendo resistirse al demonio que trataba de encadenarlo. Era el mismo que había visto la noche anterior mirándolo desde el árbol, esos horribles dientes se tambaleaban ahora sobre él, chorreando una saliva ácida que le quemaba la piel. Siempre era lo mismo: lo emboscaban, lo ataban con esas cadenas que nunca se enfriaban, y lo arrastraban de vuelta al infierno para seguir atormentándolo con fuego.
—Muy astuto al venir aquí, pero no lo conseguirás tan fácil, nadie escapa de su trato con el Oscuro.
Finalmente, el adefesio superó sus defensas y le envolvió las muñecas y la mitad del brazo con las cadenas. Miguel se retorció de dolor y cuando el hierro le alcanzó los hombros y el pecho ya no pudo contener sus gritos. Dolía demasiado. Luego de eso fue fácil para el otro demonio enrollar sus piernas y pronto estuvo arrastrándolo, tratando de echar a volar para sacarlo lo más rápidamente del santuario.
Apenas si podía pensar en algo fuera de su piel ardiendo, cuando sintió que caía y se azotaba contra el suelo. El yugo de las cadenas se aflojó ligeramente y con la fuerza que le quedaba intentó sacudírselas. Había logrado voltearse y liberar uno de sus brazos cuando escuchó el chillido moribundo del demonio que lo transportaba. Se forzó a abrir los ojos y vio las botas de Francisco junto a una nube de cenizas que caían formando un pequeño cúmulo en el suelo. Los pies se voltearon corriendo en su dirección y enseguida sintió que lo agarraba del brazo libre y tiraba de él intentando apartarlo de las cadenas. No lo consiguió, el metal solo se apretó más contra su cuerpo haciendo que retomara los gritos. Las manos de Francisco pronto estuvieron intentando apartar las cadenas y lo escuchó soltar un alarido de dolor al quemarse también con ellas. Fueron unos segundos interminables en que solo quería gritarle que se apartara para no seguir oyéndolo sufrir por su culpa, pero estaba muy ocupado gritando por su propio padecimiento.
El idiota no se apartó, en cambio, lo alzó en brazos y echó a volar erráticamente, forzándose a no soltarlo cada vez que las cadenas le rozaban la piel. No tenía idea en qué dirección o qué pretendía hacer hasta que se hundieron en el agua.
Francisco los había zambullido en el lago del santuario y el agua santa enseguida comenzó a corroer las cadenas, liberando a Miguel y aliviando su dolor. Entreabrió los ojos y alcanzó a ver que las quemaduras en sus brazos comenzaban a sanar antes de que las manos de Francisco volvieran a sujetarlo por debajo de las axilas y lo impulsaran hacia la superficie. No es que necesitara respirar realmente, pero era un alivio poder volver a hacerlo sin las cadenas comprimiendo y quemándole el pecho cada vez que lo intentaba.
Pensó que el ángel iba a sacarlos volando del lago, pero solo los mantuvo a flote, batiendo las alas dentro del agua, remando con ellas y llevándolos lentamente hacia la orilla. Para cuando sus pies tocaron fondo las quemaduras de ambos ya estaban curadas completamente, aunque Miguel casi se hunde de nuevo en cuanto Francisco aflojó su agarre, todavía demasiado débil como para mantenerse en pie por su cuenta, así que el ángel pasó uno de sus brazos por sus hombros y lo llevó a rastras hasta el borde del lago.
—¿Estás bien? —preguntó Francisco una vez estuvieron fuera del agua.
—Sí, pero no me sueltes. —Los músculos de todo el cuerpo seguían pareciéndole jalea y apenas lograba llevar un pie delante del otro al ritmo del ángel.
—Si quieres podemos volver al lago hasta que recuperes fuerzas. —sugirió, ofrecimiento que Miguel se apresuró en declinar.
—No —dijo antes de que un escalofrío lo recorriera. El agua se había sentido bien mientras lo sanaba, pero la tarde ya había caído y, a diferencia de Francisco, no era fan de estar empapado bajo la fría brisa de la noche—. Solo deja que me recueste un momento.
El otro asintió, comprendiendo a qué se refería y reanudó la marcha hacia la casita unos metros más adelante. Una vez dentro, Miguel se dejó caer sobre la hamaca con un suspiro aliviado, con las rodillas pegadas al pecho y las alas cubriéndolo, tratando de calentarse. Se había olvidado de la presencia de Francisco hasta que escuchó que arrojaba cosas al suelo junto a él. Quiso saber qué hacía, pero estaba muy cansado, además que finalmente se había acostumbrado a su posición, así que lo dejó ser. Cuando sintió el suave calor a su espalda, supuso que se las habría arreglado para armar una fogata en algún lugar; nunca lo había visto encender fuego alguno, solo mirarlo a él hacerlo, y esperaba que no terminara consumiendo las paredes, no quería lidiar con más quemaduras ese día.
—Perdón. —dijo el ángel luego de un tiempo—. Por desconfiar de ti. Y por tratar de expulsarte… Y desintegrarte.
—Descuida, bombón, hasta las mejores parejas se pelean de vez en cuando, y con mis antecedentes ¿Qué más podrías esperar? —Se esforzó en responderle con tono desenfadado, en un intento por demostrar que no le guardaba rencor. Abrió los ojos y se encontró con Francisco de pie junto a la hamaca y se estiró para dejarle espacio. El otro aceptó su invitación sin excusas esta vez, recostándose junto a él y rodeándolo con sus brazos, atrayéndolo suavemente y escondiendo el rostro en el hueco de su cuello.
—Aun así, lo siento —susurró junto a su oído. Aunque las palabras iban cargadas de angustia, igualmente hicieron que le cosquilleara la piel—. Perdón.
—Está bien, está bien, ya no supliques más. Puedes darme un besito y te perdonaré —rio suavemente, queriendo molestarlo para aligerar el ambiente.
Cuando Francisco se apartó ligeramente creyó que era para darle un golpe o algo por el estilo, no para mirarlo a los ojos mientras llevaba una de sus manos a posarse suavemente contra su mejilla, como lo estaba haciendo.
—Ehm, ¿Fran…? —Antes de que pudiera terminar, el ángel se había inclinado sobre él a unir sus labios, copiando las veces que lo había besado, pero a diferencia de él no se apartó de inmediato.
Francisco se mantenía rozando suavemente sus labios contra los suyos, sin saber qué más hacer, así que Miguel, sintiéndose nuevamente con fuerzas, se dispuso a ayudarlo. Llevó su mano a la nuca de Francisco y tiró ligeramente de su cabello logrando que abriera la boca para protestar, y entonces se lanzó a besarlo de verdad.
El ángel estuvo renuente al inicio, espantándose ligeramente con cada cosa nueva que hacía Miguel, pero luego de un par de caricias pudo dejarse llevar y disfrutar del beso, al menos hasta que el demonio comenzó a ponerle demasiada atención a su trasero.
—Ahora sí te estás aprovechando —dijo a la vez que alcanzaba la mano de Miguel que se colaba por debajo de su faldón—. Cálmate, no puedes hacer eso aquí.
—¿Por qué no? Tus animales lo hacen todo el tiempo. —Al fin recibió el golpe en el estómago que había estado esperando, pero solo sirvió para aumentar su sonrisa—. ¡De acuerdo! Será en otra ocasión entonces. —Apartó sus manos de los muslos del otro y las llevó a los lados de su cintura. Se dejó caer sobre el pecho del ángel, frotando su rostro contra su mejilla y besando la piel de su cuello, sacándole uno que otro suspiro complacido de vez en cuando.
—Ese engendro dijo que el Oscuro te quería de vuelta, ¿Crees que te está buscando para castigarte? —preguntó Francisco tiempo después.
—No creo que les guste que me esté escondiendo aquí. —Miguel seguía dándole pequeños besos en el cuello mientras el ángel lo abrazaba y le acariciaba la piel del brazo y el cabello. La verdad no quería pensar en los demonios de antes, no cuando estaban tan bien y acaramelados sobre la hamaca, pero por lo visto su compañero sí.
—¿El que te atrapó no te dijo nada? —El tono de su voz indicaba que, al menos, lo había visto hablándole, así que prefirió no esconderle información por si eso lo hacía enojar otra vez y compartió lo que el demonio le había dicho. La mano que lo acariciaba se detuvo—. ¿Escapar del trato? —Casi enseguida se incorporó sobre la cama—. ¿Entiendes lo que eso significa? Puede que la pluma sea para abrir tus cadenas, Miguel, ¡Liberar tu alma! Al fin podrías descansar.
Se precipitó fuera de la hamaca, dejando al demonio desparramado sobre ella, con un brazo tratando de alcanzarlo para que volviera a recostarse y arrepentido de haber hablado.
—¿Acaso eso es posible? —cuestionó ofuscado.
—No lo sé, tal vez, supongo que depende de las condiciones de tu contrato con él. —El ángel se veía demasiado entusiasmado con el asunto.
Miguel por su parte pensaba que, si de verdad era posible romper su trato, eso significaría que su cuerpo se disolvería y su alma iría a parar al cielo, o tal vez de regreso al infierno, ni idea qué se habría ganado en su vida mortal. Sea lo que fuera que pasase, ya no podría seguir en el santuario ni con Francisco, lo que de ninguna forma lo entusiasmaba, y se sentía herido de que el otro se mostrara tan ilusionado con la idea.
—Bueno, tampoco es que podamos estar seguros de que sea así, no es como que recuerde cuál fue mi trato con él.
—Pero podemos intentar que lo recuerdes. —Le dijo Francisco, apuntándolo con un dedo. Antes de que pudiera sacar a relucir su mala memoria, el ángel se había esfumado por el hueco de entrada, echando a volar rápidamente.
Miguel se dejó caer de cara contra las lianas entrelazadas.
Luego de rezongar por varios minutos salió a buscarlo por el santuario. Lo encontró nuevamente metido en una zanja removiendo el barro con las manos. Intentaba convencerlo de que dejara el asunto así y volvieran a acurrucarse, cuando Francisco tironeó hasta sacar una especie de raíz de la tierra con una exclamación victoriosa.
—¿Qué es esa cosa, cariñito? —preguntó observando la fea maraña toda cubierta de fango verdoso.
—Lo que te ayudará a recordar —respondió con entusiasmo y se dirigió en dirección al lago, suponía que para lavarla.
Por un momento creyó que lo haría comerse la raíz asquerosita, pero lo que hizo fue meterla junto con bastante agua dentro de una calabaza hueca y seca, y poner todo eso sobre unas piedras calientes. Se preguntaba de dónde había aprendido a hacer eso, y por qué se parecía a una práctica que tenían los humanos que tanto le desagradaban.
—Siéntate ahí y bebe. —Le indicó, palmeando una roca más o menos plana junto a la preparación.
Después de todo si iba a tener que tragarse esa cosa. A regañadientes lo hizo, esperando que algo místico y celestial ocurriera en cuanto el brebaje tocara sus labios. Pero nada ocurrió, dejando de lado las arcadas que sintió por lo mal que sabía el líquido caliente.
—Oe, no está pasando nada. —Se quejó.
—Tú tranquilo, y sigue bebiendo —indicó, sentándose a su lado—. Y avísame cuando empiece a dolerte la cabeza.
—Cómo no. —Iba a seguir protestando, pero Francisco lo acalló al reclinar la cabeza sobre su hombro y entrelazar sus dedos con la mano que no sostenía el particular cuenco—. ¿Y se puede saber cómo fue que te enteraste de este manjar?
—Te sorprenderá saber que no eres el único que se olvida de cosas —dijo con una voz serena. Miguel intentó molestarlo con un triunfal «¡Ajá!», pero se atragantó torpemente con el aire que entró por su boca. Francisco lo notó y se rio un rato de él como reprimenda, luego continuó—. Una vez me sorprendí queriendo recordar cómo fue de retoño el árbol más viejo del santuario, y cuando no lo logré, Iwa me dijo cómo hacerlo.
—¿La serpiente te habla? —cuestionó sorprendido.
—No exactamente, me muestra cosas.
Antes de que pudiera seguir preguntándole sobre qué más le enseñaba la serpiente, una punzada en la cien lo hizo tambalearse—. Ya.
Francisco pasó un brazo alrededor de sus hombros, sosteniéndolo contra su pecho. Luego con la mano derecha sostuvo la suya, y con los ojos entreabiertos por la creciente jaqueca, Miguel pudo ver que la serpiente se movía hacia su muñeca.
—¿Qué está…?
—Cierra los ojos e intenta concentrarte —susurró Francisco junto a su oído—. ¿Para qué quieres la pluma?, ¿Qué conseguirás con ella?
Miguel hizo lo que le decía, más que nada porque el dolor de cabeza no le permitía hacer nada más, sin mucha esperanza de que funcionara. Sintió apenas el mordisco que le dio la serpiente y, para su sorpresa, algo pasó. Comenzó sintiendo que el calor a su alrededor aumentaba y luego destellos de figuras difusas y sombras danzantes pasaron frente a sus ojos. Escuchó murmullos lejanos que poco a poco se impusieron sobre la voz de Francisco en forma de gritos, órdenes y azotes. Sintió varias manos tomándolo de los brazos y jalándolo a otro lugar. De pronto estaba frente a una figura oscura e imponente que lo hacía tiritar, pero eso no evitó que su garganta se secara con un grito fuerte y rabioso que no logró entender. Lo que sí pudo escuchar claramente fue una voz sombría que le dijo:
—Consigue una pluma de ángel y entonces podrán irse.
Seguido de la visión de una mano pálida que se extendía frente a él.
«¿Podrán?, ¿Podrán quiénes?», logró pensar antes de despertar sobresaltado del recuerdo, pero ya sin el dolor de cabeza incapacitándolo. Francisco estaba frente a él, sosteniéndolo por los brazos firmemente.
—¿Miguel?, al fin despiertas —suspiró aliviado—. Perdón, no recordaba que hubiera sido tan desagradable las veces que lo hice. —Se disculpó, sobándole los brazos de arriba abajo y uniendo sus frentes suavemente.
—Debió ser porque tus recuerdos eran bonitos —respondió, ya más relajado bajo las caricias del ángel. Francisco siguió mimándolo mucho tiempo más y Miguel se dejó consentir gustoso, pero con una sensación agridulce pensando que seguramente sería la última ocasión.
No se equivocó, en cuanto le dijo a Francisco lo que había podido recordar este puso una sonrisa y comenzó con el parloteo sobre lo bueno que era eso, y que de seguro escuchó mal esa penúltima palabra y lo que dijo el Oscuro fue «podrás»; todo para intentar cubrir el manto de tristeza que le cayó encima, igual que a él. Y es que cuando el ángel puso en sus manos una de sus plumas más largas, ambos supieron que era el adiós.
òwó
Francisco caminó junto a él hasta el umbral que marcaba la salida del santuario, sus manos entrelazadas todo el camino. Había intentado convencerlo de que no era necesario, que, así como estaban las cosas estaba bien, que su alma no necesitaba liberarse, que no le interesaba el descanso eterno si iba a separarlo de él; pero el ángel no le hizo caso y se mantuvo firme en su idea de que era lo mejor, que todas las almas necesitaban partir y a Miguel ya lo habían retenido demasiado tiempo.
Ninguno esperó ver a la sombra, de pie a unos diez metros del umbral. El solo verla allí le puso los pelos de punta a Miguel, más cuando sintió la ira que desprendía y se detuvo un momento temiendo acercarse más.
—No tengas miedo. —Le dijo Francisco, poniendo la mano libre sobre su hombro con cariño. Para él era fácil decirlo, no tenía que salir a reunirse con ella. Sintió sus suaves dedos recorriendo su piel hasta posarse sobre su mentón, haciéndolo apartar los ojos del espectro y fijándolos en él. Lo miraba con tristeza, y también mucho, mucho cariño—. Estarás bien. —Antes de que pudiera cuestionarlo, se inclinó para darle un dulce beso en los labios. Un último beso.
Si pretendía que eso le diera el valor para salir se había equivocado horriblemente, todo lo que quería era volver adentro y acurrucarse a su lado por la eternidad que les restaba, pero Francisco le dio un ligero empujón para que siguiera avanzando y sus pies continuaron moviéndose automáticamente hasta quedar a más o menos un brazo de distancia de la sombra.
—Ehm, t-tengo la pluma que pidieron —dijo, sin saber realmente qué se suponía que debía hacer. Levantó la pluma de Francisco para enseñársela, pero la apretó muy firme por si intentaba arrancarla de su mano—. Ahora cumplan su parte del trato.
El espectro no hizo un solo ruido, pero de entre sus ropajes sacó un cofre negro y empolvado que sostuvo frente a él. Miguel dudó por unos segundos si es que debía recibirlo o algo así. «Las plumas de ángel abren cosas», recordó, y entonces se le ocurrió probar insertándola dentro de la cerradura. Cuando la giró, esta hizo un clic y la tapa se abrió instantáneamente, consumiendo la pluma hasta volverla cenizas.
Dentro de la caja había una especie de bola que emanaba luz, muy parecida a las almas que Francisco liberaba. Se inclinó sobre ella y comenzó a irradiar cada vez más y más luz hasta cegarlo.
Entonces recordó. Su vida. Su vida humana.
Era un campesino, pobre como todos. Sus padres murieron tempranamente, su madre por la gripe y su padre por un accidente en el campo; así que tuvo que hacerse cargo de las tierras, la casa y su pequeño hermano, Julio. Todo les iba bien hasta que el niño enfermó. Al principio creyó que no era nada, pero con el paso de los días su condición empeoró. Para cuando pudo conseguir que el médico fuera a examinarlo este le dijo que era tarde y ya nada se podía hacer, más que esperar. Se negó a aceptar que perdería a su hermano también, y se dedicó a probar cada cosa y menjunje que las curanderas y ancianas del pueblo le indicaban para intentar que mejorara.
Por estar pendiente de su hermano todo el día ya no había nadie que se encargara de cuidar los campos y los cultivos morían día con día, para el periodo de cosecha no tendría nada que vender y se quedarían sin dinero; pero se decía que no importaba si Julio seguía con él, ya se las arreglaría de alguna forma, vendería tierras o lo que hiciera falta para que estuvieran bien.
En un momento Julio dejó de comer. No importa lo que hiciera, no probaba bocado y lloraba de dolor todo el día. Miguel caía dormido en todas partes, despertando solo al escuchar los quejidos de su hermanito. Ya no sabía qué hacer. Los cortos momentos en que no estaba junto a la cama de Julio o cayendo de cansancio se los pasaba llorando de angustia. Ya no sabía qué más hacer.
Fue entonces que él se presentó. Estaba lamentándose a escondidas, sentado en la escalerita de la puerta trasera cuando el Oscuro se apareció frente a él ofreciéndole un trato: acabaría con el padecimiento de su hermano si le entregaba su alma.
Miguel no lo pensó bien, pero hace mucho que no podía pensar bien, y hundido en la desesperación como estaba quién podría culparlo por haber accedido tan rápidamente. Pensó con torpeza que Julio se recuperaría y él tendría que cumplir su palabra recién al final de sus días, muchos años después, cuando muriera de viejo. Pero lo que pasó fue que el Oscuro solo raptó el alma de Julio, acabando con su padecimiento, y luego él también murió en un accidente estúpido intentando salir de la casa a protestar por el engaño.
Una vez convertido en esclavo siguió reclamando. Para sorpresa de todos no había olvidado el engaño y continuó rebelándose hasta que le ofreció un nuevo trato: si conseguía una pluma de ángel podrían irse, liberaría su alma y la de Julio y descansarían en paz. Estaban estrechando las manos, cerrando el trato, cuando el Oscuro agregó:
«Pero no podrás recordar para qué necesitas la pluma».
Cayó al suelo, aturdido por la cantidad de información que se agolpaba en su cabeza. No fue sino hasta que sintió unas manos sobre sus hombros que logró ubicarse de nuevo en el presente. Había recuperado sus recuerdos y su alma era libre, así como la de Julio, que había estado prisionera en ese cofre por todo ese tiempo.
—Miguel, ¿Cómo…? —Francisco estaba a su lado, confundido y feliz a la vez. Cómo seguía allí debía estarse preguntando—. Eres humano otra vez.
Recién entonces cayó en cuenta; las alas no estaban, ni las orejas puntiagudas, ni los colmillos, hasta su ropa era distinta, la ropa de un campesino. No estaba muerto, solo era humano de nuevo.
Iba a abrazarse al ángel, cuando sintió otra presencia familiar. La silueta de Julio se erguía frente a él. Por un momento creyó que su hermanito también estaba vivo de nuevo, pero pronto se dio cuenta que solo era su alma tomando forma para despedirse. Quiso llorar, pero se contuvo y lo abrazó, fuerte.
Luego de un tiempo, Francisco le tocó el hombro y supo lo que pasaría. De todas formas, no lo soltó y vio cómo la figura de Julio se escapaba de sus brazos, disolviéndose en cientos de pequeñas lucecitas que subieron hasta perderse en el cielo, así como las almas de los animalitos del santuario. Entonces sí permitió que las lágrimas cayeran.
—Vamos. —El ángel lo sostuvo por los hombros y comenzó a guiarlo de regreso al santuario mientras intentaba secarse la cara.
Ya se había acabado todo. Julio estaba bien. Él estaría bien.
De pronto sintió un dolor punzante en el pecho. Bajó la mirada y vio una hoja oscura atravesándolo. La espada se retiró y sus fuerzas lo abandonaron, pero Francisco lo sostuvo antes de que tocara el suelo. Alcanzó a ver a la sombra que lo había apuñalado por la espalda antes de que esta se disolviera.
—Miguel, ¡Miguel! —Escuchaba apenas la voz de Francisco llamando su nombre—. No te duermas, por favor… Estarás bien, el agua, el agua del lago puede curarte, Miguel.
—Gracias, amor… —Fue todo lo que logró decir antes de que sus labios se secaran completamente. Siguió escuchando la voz de Francisco, cada vez más apagada, la oscuridad y el silencio consumiéndolo todo.
Hasta que finalmente se desvaneció.
Òwó
Era una mañana tranquila, el sol brillando en lo alto y la suave brisa corriendo entre los árboles se combinaban para mantener una temperatura agradable. Francisco se encontró sin mucho que hacer, así que fue a sentarse junto al lago.
En ese momento se encontraba mirando a una familia de patos que hacía su camino tranquilamente hasta el agua; instantes después se acicalaban con la misma calma, confiados ahora que en el santuario no había nadie que fuera a perturbarlos.
Dejó escapar un pesado suspiro. Con las aves en frente le era casi imposible no llevar su mirada hasta su ala. Al tenerlas replegadas no se alcanzaba a notar, pero una vez las extendía el espacio vacío de la pluma que arrancó era evidente. Sabía que no debería quejarse, porque lo había hecho a propósito; escogió esa pluma sabiendo que su ausencia le pesaría siempre, y así se aseguraría de nunca olvidarse de él.
Fue una decisión cargada de sentimentalismo. No pensó que sería tan molesto que ese agujero desestabilizara permanentemente su vuelo, y lo difícil que sería aprender a compensarlo; tampoco en lo desfavorable que luciría el contraste de sus alas en su reflejo. Ese hueco arruinaba completamente su antes perfecta armonía. Claro que eso último no era un real problema, solo mera vanidad.
«Hablando de vanidad…», pensó al escuchar el característico silbido del viento, seguido del golpe de dos pies contra la tierra a su espalda.
—¿De nuevo te estás arrepintiendo de haberme dado esa pluma? —Miguel se irguió rápidamente para ir hasta su lado y abrazarlo por la cintura. Ahora era todo un deleite para la vista, con esas grandes alas emplumadas, los lazos dorados de las sandalias subiendo por sus pantorrillas, los brazaletes y la espada de oro colgada al cinto de la toga inmaculadamente blanca. No pocas veces Miguel se había detenido frente al agua simplemente admirando su propio reflejo; y Francisco tenía que admitir que no pocas veces se quedaba simplemente admirando el virtuoso perfil del otro ángel.
—Se suponía que me ayudara a recordarte en mil ciclos solares, de saber que no haría falta te hubiera dado una de las muchas pequeñitas e inútiles que me sobran… —Se quejó Francisco, abrazándose a su cuello con ambos brazos, a la vez que le daba su beso de bienvenida. De todas las caricias que le había enseñado, los besos seguían siendo las que más le gustaban—. Estuviste fuera menos tiempo, ¿Seguro que está bien?
—Seguro. Además, si se presenta una amenaza la espada me avisará —dijo, palmeando la empuñadura.
Al principio, cuando apenas recuperó la conciencia en ese apacible y deslumbrante lugar, Miguel había estado renuente con su asignación como guardián de hombres. Por sus méritos en vida tenía una predisposición para el trabajo le habían explicado, luego de que superaran la sorpresa por sus cuestionamientos, claro. Entonces hubiera preferido que lo hicieran guardián de animales para regresar en seguida al santuario con Francisco y no preocuparse de nada más, pero cuando la Supervisora le informó que su protegido sería el alma reencarnada de su hermanito, dejó sus quejas a un lado. Claro que siendo un recién nacido, lo que más hacía Julio era dormir, podía arreglárselas sin él mientras tanto, ya cuando comenzara a gatear estaría más horas al día vigilándolo.
Francisco bajó su mirada confundida y al toparse con su mano sobre la empuñadura la apartó avergonzado—. Oh, claro… esa.
Miguel estuvo perdido por un segundo al escucharlo murmurar, pero enseguida comprendió lo que había estado pensando, y no lo iba a dejar pasar por alto.
—Vaya, vaya, mi amor, si tanto me extrañaste a mí y a mi espada, podemos ir adentro y tener nuestro reencuentro —dijo, sosteniéndolo con mayor firmeza cuando el otro intentó apartarse.
—¡No, no, no! E-eso fue solo por esa vez, porque habías vuelto y estaba inestable y confundido y… y me dejé llevar… —Francisco se remecía de un lado a otro, mientras Miguel los guiaba hasta la casita junto al lago, que ya se había vuelto su favorita luego de todas las cosas lindas que habían pasado dentro de ella—. ¡Miguel, no! ¡Eres un ángel ahora! ¡Controla tus pasiones, por el amor de…!
—Por amor, mi vida, es por amor. —dijo para callarlo, y luego de un suave y casto beso prosiguió—. Relájate, si no nos han expulsado ya con todas las faltas, no creo que un poco de lujuria haga la diferencia.
Recibió un buen golpe en el estómago por ese último comentario, pero una serie de besitos sirvieron luego para disipar los reparos de Francisco y hacerlo entrar a su nidito de amor. Claro que no consiguió convencerlo para que profanaran la tierra sagrada otra vez.
Al menos no ese día.
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