#al fin tengo un excusa a hablar español
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roman unironically watches telenovelas and I will blow myself up to smithereens on that hill
#i stan him for it#La Pola is ICONIC#y si no piensas eso#no sé qué decirte#es ok a tener una opinión equivocada#no lo voy a discutir#al fin tengo un excusa a hablar español#y roman tambien es asi#es un poco annoying pero bueno#el hc moderno donde roman lo enseñan español porque tienen clase de español#tambien funciona para remus pero#no es lo mismo#porque el chingado ese le enseñan la cosa equivocada#no se sabe si esta diciendo la verdad#con la excepción si es una persona particular tos tos#tu ya sabes quien es#es uno de mis tropos favoritos sabes#no se wey me encanta la idea que él lo tutoriza. y viene come un chock a virgil que nunca pensaba que le ofreciera ayuda#de el sin embargo#voy a hacer esto a su propio post sjsjsj#cohone que largo se puso esto#ts roman#roman sanders#sanderssides
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fantaseando un rato
me deprimo y me encierro en mi pieza a escuchar música y a pensar en distintas formas de amor romántico. fantaseo que tengo un novio, un poco más alto que yo, morocho. sin rulos, con el pelo corto, rapado a los costados, con los ojos negros como el petróleo y las pestañas muy largas. los labios gruesos, las cejas selvadas y algún pircing en la cara: en la ceja o en el labio. alguna cadena en el cuello. muy fachero, con buzos largos y deportivos. y que internamente tenga la mente re profunda. q no hable mucho, q sienta mucho x mi pero q se haga el difícil. q me la haga difícil, que vuelva interesante la relación. me imagino que muchas pibas se lo intentan chamuyar y él las ignora pero yo igual me pongo insegura. peleamos mucho por eso, a veces hasta nos gritamos cosas tan horribles que pienso que no nos amamos de verdad. pero siempre uno de los dos cede. me mostrás tu música, acostados en la cama, compartiendo un mismo auricular. escuchamos yung beef juntos y me contás de cómo te gusta el trap español. “a mi me gusta más la mafia del amor”, te digo. te regalo dibujos que pegás en tu pieza y casi todas las noches me hablas. me contas de tus amigos, de lo mucho que te hace reír “tal” persona. salimos bastante con ellos, generalmente no salimos solos, nos gusta quedarnos en casa durante el día. la calle es para tirar free con los pibes, o eso es lo que parece. viajo mucho para tu casa y me quedo varios días seguidos porque vivís lejos. en la mía no podemos quedarnos sin que nos molesten, además mis viejos no te quieren nada. me encanta tu familia, tu mamá es super buena y tenés una hermanita más chica que siempre me pide que le lea el oráculo o que le tire las cartas. por vos empiezo a tener malas notas en mi carrera universitaria. me importa tan poco, por fin siento que estoy viviendo amor de verdad. por fin siento algo real en la vida. me vuelvo adicta a vos. peleamos bastante cuando salimos con tus amigos porque me doy cuenta cómo te miran tus amigas: así como te miraba yo cuando no éramos nada. me da bronca. un amigo tuyo me dice que vos estás muerto conmigo, que en serio te importo y que no me haga la cabeza por mis inseguridades, que vivís hablando de mi con ellos. siempre después de salir a la madrugada a escabiar con los chicos a la plaza, volvemos a tu casa de la mano, a veces esta amaneciendo y otras sigue oscuro. me siento en una cuerda floja con vos: llegamos a tu casa y empezamos a discutir, otras noches llegamos y empezamos a besarnos, otras nos dormimos abrazados llenos de complicidad y paz. me gusta verte dormir. me hace tan bien verte con la piel super pálida y las pestañas larguísimas abanicándote la cara. sos tan lindo conmigo. pero sigo sintiéndome insegura, siento que vas a dejarme en algún momento por otra, como hicieron los demás. “no te complikes ke yo te quiero mucho, no confias en mi? ni cabida a esas loras” me escribís a la madrugada y yo lloro leyendo tus mensajes y pensando en la tarada que te responde los tuits y las fotos que subís. nos dejamos de hablar por dos semanas. la primer semana bajo mucho de peso, las ojeras me pesan en la cara y lo único que sé hacer es llorar y extrañarte. la segunda semana pesa igual que la primera, pero ya no lloro y por lo menos puedo dormir. una noche, unos amigos tuyos me invitan a la plaza. voy, con la estúpida esperanza de verte. claramente, estás ahí. te veo de lejos riéndote con los chicos, vos no me viste todavía, estás perfecto o eso parece. me acerco al grupo con otros y cuando te das cuenta de mi presencia, se te desfigura la cara. te quedás unos quince minutos y después metés la excusa de que tenés que irte. es re temprano y es obvio que lo hacés por mi culpa. “es re temprano...” digo bajito pero igual me escuchás. “tengo q hacer otras cosas” me decis cortante sin mirarme. la tensión está en el aire. “si queres podés acompañarme” me decís. todos nos miran y siento que en realidad estabas buscando un momento para estar conmigo a solas. vamos a tu casa. hablamos de todo. me molesta verte tan bien, a mi se me nota mucho lo mal que estoy. fumamos porro y terminamos cogiendo. te cojo con bronca, con odio, casi llorando. pero te amo tanto. esa noche volvimos a estar juntos. seguimos saliendo y hablando, como antes pero más cautos. yo estoy muy dolida. vos intentás no generarme inseguridades y de verdad lo aprecio. necesito procesar estos temas sola, igual. empiezo a salir con otro pibe, no sé qué es lo que tenemos nosotros y la verdad necesito estar con alguien más sexualmente para poder descargarme. me duele verte solo a vos y saber que te amo tanto, me siento vulnerable. elijo no contarte nada de lo que hago, y tampoco me interesa si vos estás con otras pibas. intento no perseguirme, tampoco me importa, es mucho el resentimiento. quiero que te enteres en unos meses que estuve con otro y que te duela el alma. que sufras vos también. que me llores y que te duela quererme. efectivamente, un mes después te enterás de que estoy con otro porque un amigo tuyo te contó. caes de improviso a mi casa, me empezás a gritar. quizás en un pasado, te hubiera dicho que no grites así en mi casa que no quiero que mis viejos se preocupen por nada. pero me chupó un huevo. “porque sos tan hija de puta conmigo, qué mierda te hice?”. me gritas. terminás llorando. yo no digo ninguna palabra en toda la escena. nunca te vi llorar. me da unas náuseas verte así de mal. no entiendo por qué hago lo que hago a veces. “no sabia que estábamos de nuevo juntos”. excusas baratas salen de mi boca. ¿qué pensaras de mi verdaderamente? igual, no me importa lo que pienses de mí. discutimos. no nos vemos por una semana. voy a buscarte a tu casa. cogemos. volvemos a estar juntos. “te quiero ver bien” te digo y me repito a mi misma. salimos con tus amigos de noche a la plaza. antes me mirabas toda la noche, fijo. me calentaba mucho como todos hablaban de algo y nosotros hacíamos el amor con la mirada mientras fumábamos. era tan intenso y sobrenatural. pero después de todo lo que pasó, ni podés mirarme. todo el tiempo pegadito con tu amiguita. aprovecho y me chamuyo a tu amigo. lo peor es que me sigue la corriente. le pregunto a tu amigo si me acompaña atrás del árbol a hacer pis. terminamos besándonos entre los yuyos. el amor no existe es solo resentimiento. “no está bien esto” me para el chabón y yo no aguanto más esta mierda. me voy de la plaza de la nada, ni te aviso en persona, te mando un mensaje cuando estoy en el bondi yendo a mi casa. te juro que te amo, pero es tan complicado estar bien con vos. es una eterna competencia de dominio. el amor como una eterna competencia. poseer y ser poseído. llego a mi casa, drogada y con llamadas perdidas tuyas. me deprimo y me encierro en mi pieza a escuchar música y a pensar en distintas formas de amor romántico.
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Conociendo al Enemigo
English version: read on Tumblr / read on AO3
Resumen: Luego de que Alphys confesara sus sentimientos por Undyne, ella se da cuenta de que aunque la verdad sea difícil, es mejor contarla, Papyrus escucha.
Situado en una ruta pacifista, previo al encuentro con los demás en Nuevo Hogar.
Nota: Uso "elle/le" para Frisk además de otras palabras neutrales en algunos casos. Si no quieres leer un fic así, nadie te obliga.
Palabras: 2388
Versión en español en AO3: Lee aquí
Undyne era un monstruo que siempre enfrentaba sus problemas de frente. O eso pensaba ella. Los sentimientos nunca fueron su fuerte. Y ese día la dejó con sentimientos complejos.
Un humano apareció en Snowdin durante la mañana, cerrando la puerta de las Ruinas detrás de sí. Llevaba una camisa a rayas, como cualquier otro niño monstruo, pero su alma brillaba roja con poder: era la última alma necesaria para romper la Barrera, y estaba decidida a capturarle y ser la heroína que liberase a los monstruos. No se trataba tanto de honor como de hacer justicia por todo el dolor por el que habían pasado los monstruos durante generaciones.
Pero es tan joven, insistió un pensamiento, y ella lo reprimió. El deber llama, y ella jamás da un paso atrás. La Unidad Canina en el bosque de Snowdin intentó detenerle, pero ninguno de ellos pudo capturar al humano. Undyne temía lo peor, que este los hubiera matado, pero todos los monstruos que se habían encontrado con elle hasta el momento dijeron que era amable y que nunca lastimó a nadie. Ella estaba lívida. Sabía que no se podía confiar en los humanos, que podían poner a tus aliados en tu contra, como en esos animes de historia humana que Alphys le había mostrado. Así que su frustración creció a medida que pasaba el día.
Papyrus y su hermano no fueron una excepción a la regla. El esqueleto alto le informó durante su reporte diario en el camino a Waterfall que había dejado ir al humano, después de hacerse amigo de elle. Él trató de detenerla, diciéndole que no necesitaba tomar su alma. Mas todo esto acababa por confirmar en su mente por qué él nunca podría ser parte de la Guardia Real. ¿Y si el humano no hubiese mostrado misericordia? Pensar en esa idea la repugnaba. Quizá no era el caso, pero alargar la espera de los monstruos para alcanzar la Superficie tampoco le parecía aceptable. Entonces, a pesar de las palabras de su amigo y la aparente actitud pacifista que tenía le niñe, no se rindió en su objetivo.
Le encontró varias veces en Waterfall, caminando junto a un niño monstruo. ¿Tenían una amistad? Oh, el descaro de ese humano, conseguir que alguien más pelee sus batallas. Su ira crecía cada vez que este lograba escapar de sus ataques. Hasta que finalmente, el niño monstruo se fue a casa y ella luchó contra el humano. Su resistencia era asombrosa y elle era capaz de esquivar sus ataques como si los hubieran visto todo antes. A pesar de atraparle con un alma verde la mayoría de los turnos, elle encontró la oportunidad de huir como cobarde hacia Hotland. Al final, no pudo seguir el ritmo, debido a su armadura. Ella no quería admitirlo, pero el agua que el humano le había dado le dio fuerzas para volver a casa. Un momento de debilidad. Simplemente estaba agradecida de que hubiera decidido compadecerse de ella en lo mínimo.
En su casa, Undyne meditó sobre todo lo que había visto. La verdad era que estaba agotada y, sin saber cómo lidiar con sus pensamientos, empezó a tocar el piano. Un rato después escuchó un golpe en la puerta y Papyrus entró, como ella esperaba, pero trajo al niño humano consigo. En contra de su mejor juicio, les dejó entrar. Los siguientes eventos aún se repetían en su cabeza. ¿Cómo podía pasar de intentar derrotar a su enemigo a pasar el rato con este en su casa? ¿Cómo resultó eso tan horriblemente bien y tan horriblemente mal al mismo tiempo? No tenía ninguna respuesta, pero una cosa era segura, ese niñe había demostrado que sus expectativas eran incorrectas y había cambiado su opinión sobre algunas cosas.
Undyne ahora estaba sentada en el sofá verde en la casa de los hermanos esqueletos. Y ahora sus pensamientos gravitaron hacia otra revelación más. A Alphys le gustaba ella. De la misma forma que a ella sentía por Alphys. Decir la verdad había sido difícil para ella, eso era obvio y el monstruo de Waterfall también podía identificarse con eso. Undyne era un monstruo que siempre enfrentaba sus problemas de frente, pero los sentimientos nunca fueron su fuerte. Luego, otra idea se le vino a la cabeza. Es cierto, ella era exaltada e impulsiva, pero después de un día tan ajetreado era imposible no tomarse un tiempo para pensar y tratar de darle sentido a todo.
De repente oyó la puerta de la casa golpear contra la pared mientras Papyrus entraba a la casa. A pesar de ser todo huesos, su expresión mostraba profunda preocupación.
—¡UNDYNE! ¡DEBES VENIR CONMIGO AHORA! —dijo, extendiéndole su mano.
—¿Qué pasa, Papyrus? ¿Volvió a llamar el renacuajo? ¿Se perdió? —Se puso de pie en un momento, lista para seguir al esqueleto.
Papyrus negó con la cabeza.
—¡EL HUMANO ESTÁ EN CAMINO A NUEVO HOGAR! PERO NO PODEMOS DEJARLE ENFRENTARSE A ASGORE, DEBEMOS DETENER ESTO, TAL VEZ PODEMOS CONVENCERLOS DE NO LUCHAR —respondió, algo de angustia escapándose en su voz.— LLAMÉ ALPHYS Y A MI HERMANO TAMBIÉN, SE ENCONTRARÁN CON NOSOTROS EN EL CAMINO, PERO DEBEMOS APURARNOS.
Undyne no dudó ni por un segundo acerca de cómo su amigo sabía eso, así que siguió a Papyrus para abrir la puerta y fueron al monstruo del río. que afortunadamente estaba esperando pasajeros en Snowdin. Ambos se sentaron y tomaron el paseo. Después de unos momentos, Papyrus notó su silencio y le señaló:
—ESTÁS MÁS CALLADA DE LO HABITUAL.
Estuvo a punto de encogerse de hombros y dejarlo atrás con alguna excusa, pero algo más se apoderó de ella y en su lugar dijo:
—¿Oye, Papyrus? Tengo que decirte algo.
—¿QUÉ PASA? ¿ESTÁS PREOCUPADO POR EL HUMANO Y EL REY? TE ASEGURO QUE CON LAS HABILIDADES DEL GRAN PAPYRUS Y TU FUERZA DETENEREMOS EL CONFLICTO ANTES DE QUE EMPIECE
—Bueno, sí..., pero quería hablar de otra cosa... —¿Qué? ¿Realmente estamos haciendo esto, Undyne? Oh, maldita sea, no hay forma de parar ahora. Las cuencas de sus ojos estaban clavadas en ella.
—SI ESTO SE TRATA DE ALPHYS, CREO QUE NUESTRA CAPACITACIÓN DE CONFIANZA NECESITA MÁS TIE...
—Fuhuhu, bueno, no se trata exactamente de ella, eso todavía tiene toda mi magia conmocionada, pero me hizo pensar en algunas cosas ... —Su mirada se volvió hacia un lado, evitando mirarlo—. La cosa es que, ser honesta no siempre es fácil, ¿sabes? No pude confesarle a Alphys por mi cuenta sin la ayuda del humano. Ella también luchó por ser sincera. Y tal vez parte de la verdad duele. No sé si puedo volver a ver el anime de la misma manera... ¡pero ese no es el punto! —Las cuencas disparejas de Papyrus se veían aún más desiguales cuando él levantó la ceja, dejándola continuar—. Yo... no he sido la más honesta contigo, y quiero ponerle fin.
—¡PERO UNDYNE, ME HAS MOSTRADO MÁS FACETAS DE TI DE LAS QUE MUESTRAS A LA MAYORÍA DE LA GENTE! ¡NO TODOS CONOCEN TU PASIÓN POR TODOS LOS TIPOS DE MÚSICA, O HAN PROBADO TU COMIDA! Y CIERTAMENTE ME SIENTO HONRADO DE SER TU AMIGO Y CONFIDENTE, ENTONCES, ¿QUÉ TE LLEVA PENSAR ESTAS COSAS? —El alma de Undyne se hundió como si se hubiera vuelto azul. Respiró hondo, para darse algo de tiempo extra para planificar sus palabras.
—Amigo, yo... no sé cómo te lo tomarás.
—ADELANTE, EL GRAN PAPYRUS SABE BIEN QUÉ HACER EN CONVERSACIONES DIFÍCILES
Ella exhaló, no hay vuelta atrás ahora:
—Nunca tuve la intención de dejarte entrar en la Guardia Real.
Su sonrisa se redujo, pero antes de que ella pudiera disculparse, él simplemente preguntó
—¿NO SOY LO SUFICIENTE HÁBIL?
—No, tú... No se trata de habilidad. Amigo, eres uno de los monstruos más duros con los que he entrenado, puedes recibir golpe tras golpe y seguir luchando. —Ella suspiró—. Pero pensé que eras demasiado inocente e ingenuo y...
—BUENO, CIERTAMENTE APRECIO EL CUMPLIDO, PERO NO LOGRO VER CUÁL ES EL PROBLEMA.
—Sabes que el objetivo de la Guardia Real era capturar a un humano y llevar su alma al Rey Asgore, ¿verdad? —Él asintió—. Bien, pero para hacer eso tendríamos que matarle, y el humano se resistiría a eso. Cualquiera lo haría. Los humanos son poderosos, y pueden herir a muchos monstruos al intentan luchar por su vida. Algunos de ellos pueden suplicar piedad, y engañarnos para que confiemos en ellos solo para traicionarnos más tarde.
—PERO ESTE HUMANO ES BUENA PERSONA.
—Sí, pero no lo sabíamos cuando apareció.
—¿Y QUÉ? TODOS TIENEN LA CAPACIDAD PARA SER BUENOS, YO LE DARÍA LA OPORTUNIDAD DE PROBARSE A SÍ MISMO.
—¡Y ese es el problema! ¡Se podría haber aprovechado de eso! ¡No quiero verte destrozado en pedazos sonrientes por culpa de algún enemigo con malas intenciones!
—ASÍ QUE PIENSAS QUE SIMPLEMENTE TENÍA QUE MATARLE.
—¡Es el deber de la guardia real! —Undyne dejó escapar un suspiro, sintiéndose muy mal por las cosas que dijo.
Papyrus la miró fijamente, con las cuencas vacías frente a su único ojo que ve. Sus pensamientos, indescifrables. Se quedó callado más tiempo de lo normal para él, pero luego frunció el ceño y habló.
—UNDYNE, ¿CREES QUE NO PUEDO DEFENDERME?
Ella consideró la pregunta, luego negó con la cabeza.
—No lo sé... simplemente no quiero que salgas lastimado. Que alguien venga y arruine tus esperanzas y te traicione. La Guardia Real nunca debe dudar. Las esperanzas y los sueños de los monstruos dependen de nosotros.
—¿CREES QUE EL HUMANO TAMBIÉN TENGA SUEÑOS?
—¿Qué? ¡Por supuesto que sí! Bueno... lo sé, ahora que he visto su determinación y su buen corazón.
—ENTONCES, ¿NO SERÍA INJUSTO DESTRUIRLE ASÍ?
—¿Pero qué pasa si otros humanos son malvados?
—¿Y SI NO LO SON? ESTOY SEGURO DE QUE ALGUNAS DE TUS EXPECTATIVAS HAN SIDO REFUTADAS ÚLTIMAMENTE. LAS MÍAS HAN SIDO SUPERADAS. NUNCA PENSÉ QUE ALGUIEN PODRÍA COMPARTIR MI PASIÓN POR LOS ROMPECABEZAS Y LA COMIDA HOGAREÑA TAN SINCERAMENTE COMO ESE HUMANO. —Undyne arqueó una ceja, curiosa por el razonamiento del esqueleto. Continuó diciendo—: HE HECHO UN NUEVO AMIGO AL SER VALIENTE Y ESTAR ABIERTO A VER QUIÉNES SON EN REALIDAD. Y AHORA QUE SÉ LO QUE ESTÁ EN JUEGO, NO PUEDO DEJAR QUE UNA VIOLENCIA SUCEDA CONTRA ELLOS O NADIE"
—Entiendo tu punto, pero no podemos dejar que se vayan, es su vida, a costa de la libertad de nuestra especie. Y asegurarnos de hacer eso por los monstruos es lo que se necesita para ser parte de la guardia.
—ENTONCES YA NO DEBERÍAS SER PARTE DE LA GUARDIA
Sus palabras la golpearon como las paredes más duras de las cavernas. Ahí, ese es el problema que la había atormentado durante toda la tarde. Le sorprendió cómo el tema había pasado de ser sincero a Papyrus sobre sus expectativas, a hablar sobre lo que es correcto. La peor parte es que tenía razón. ¿Cómo podía ella, la Capitana de la Guardia, renunciar a su deber? ¿No debería dar el ejemplo? Pero ahora la idea de ir tras el niño humano hizo que la magia dentro de ella se retorciera incómodamente. Podía sentir la atmósfera húmeda de los túneles de Waterfall a su alrededor, entibiandose cada vez más.
—NO QUISE SER PESADO, UNDYNE. —Papyrus dudó en sus siguientes palabras, pero ella lo interrumpió.
—No, tienes razón después de todo. Me hice amiga del enemigo.
—Y RESULTÓ SER DIFERENTE DE LO QUE ESPERABAS. —Ella asintió.
—UNDYNE. SÉ A QUIÉN CONOZCO, Y SÉ QUE TU SABES A QUIÉN CONOCES. PUES BIEN.... —Se aclaró la garganta inexistente, luego reanudó su discurso. —PARA PONERLO EN MEJORES PALABRAS, HAY GENTE QUE CONOCEMOS BIEN. PERO ES PORQUE NOSOTROS DAMOS LA OPORTUNIDAD, Y ELLOS LO UTILIZARON PARA SER BUENOS.
Luego la señaló y continuó.
—PENSASTE QUE ESTABASS HACIENDO LO CORRECTO, QUITÁNDOLE SU ALMA. PERO ESE NO ES EL CASO AHORA, ¿NO LO VES? ¡VAMOS DIRECTAMENTE AL CASTILLO DEL REY PARA DETENER ESTA TONTERÍA!
Undyne guardó un silencio atípico después de sus palabras. ¿Quién era este tipo? ¿Siempre reflexionaba así sobre las cosas? ¿Lo había juzgado mal?
—Guau Papyrus, de verdad estás seguro de esto. Pero tienes razón, estoy de tu lado ahora. —Ella sonrió, mostrando todos sus dientes. —Tengo que decir, me impresionas, no puedo creer cómo cambié en un solo día gracias a tus acciones.
—GRACIAS, SOY UN ESQUELETO QUE VIVE PARA SUPERAR CUALQUIER ESTÁNDAR DADO". Llevaba su sonrisa habitual y sus cuencas brillaban con orgullo.
—¡Ese es el tipo que conozco! —Se estaba acercando para taclearlo con un abrazo cuando el monstruo del río se giró y les dijo que habían llegado a su destino.
—Vuelvan otra vez, tra la la... —Undyne sacó algunas monedas de su bolsillo y se las dio al monstruo como propina. No cobraba por el viaje, pero cualquier compensación era más que apreciada.
—AHORA VAMOS A LOS ASCENSORES, ¡CUANTO ANTES SALGAMOS DE HOTLAND, MÁS PRONTO LLEGAREMOS!
—¿Oye, Papyrus? —Se dio la vuelta para mirar a Undyne mientras ella caminaba para alcanzarlo—. Gracias.
—¿POR QUÉ?
—Por darnos la oportunidad de hacer lo correcto. —Mientras presionaba el botón para llamar al ascensor preguntó—: Oye, una última cosa. ¿Cómo te... sientes acerca de lo que te dije?
—BUENO, SÍ QUE PONE NUESTRO ENTRENAMIENTO PERSONALIZADO ANTERIOR BAJO UNA NUEVA LUZ, ESO ES SEGURO. —Levantó su mano enguantada, para esperar un momento, mientras decía las siguientes palabras—: PERO APRECIO SABER LA VERDAD, Y AHORA PODEMOS OLVIDAR EL MOMENTO INCÓMODO COMO SI NUNCA SUCEDIERA, COMO EL BUEN AMIGO QUE SOY
—¿No te sientes mal por lo que dije?
—BIEN, NO PUEDO DECIR QUE NO ME AFECTA, PERO TE PERDONO, MIENTRAS NOS DIGAMOS LA VERDAD EL UNO A EL OTRO A PARTIR DE AHORA
—Papyrus, eres genial.
Ambos se rieron al bajar del ascensor.
—UNDYNE, TENGO UNA ÚLTIMA PREGUNTA. —El esqueleto jugueteó con sus guantes, pero una sonrisa se estaba formando en su rostro. —SI LA GUARDIA REAL DEJA DE CAZAR HUMANOS, ¿CREES QUE ASGORE ME PUEDA DAR UN PUESTO EN LA GUARDIA?
—¡Fuhuhuhu, puedes apostar! Pero primero tenemos que asegurarnos de que él y el humano no se maten por algún viejo conflicto injusto.
Y dicho esto, ambos corrieron en su camino hacia el resort MTT. Undyne era un monstruo que siempre enfrentaba sus problemas de frente. O eso pensaba ella. Los sentimientos nunca fueron su fuerte. Pero los amigos siempre podrían cambiar sus expectativas y estar allí para apoyarla en esos momentos de duda.
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Estoy saliendo con alguien. Un fic Damira.
Bueno pues hace mucho tiempo que no escribo un fic pero Damira me está obligando a hacerlo. Así que he decidido escribir como, en mi opinión debería haber sido la escena con Dani y Amira contandole a Cris que están juntos.
Lo he escrito en español y en inglés porque como soy española y la serie es española sentía qeu debía hacerlo así.
Podéis leerlo también en Ao3
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Dani mira la hora en el móvil por quinta vez en el último minuto. No está tan nervioso como lo estaba el sábado con la lista en el bolsillo, o ayer cuando Amira le tocó la mano, pero eso no significa que no sienta que ahora mismo se le va a salir el corazón por la boca. Sabe que no lo puede dejar pasar mucho más o se le echará el tiempo encima así que decide salir por fin de su habitación.
Cris está en el sofá, lleva allí desde que terminaron de comer. Dani no es tonto, sabe que a su hermana le pasa algo, algo relacionado con Joana y su relación, pero también sabe que Cris solo cuenta las cosas cuando está lista y que si la presiona al final va a conseguir el efecto contrario así que decide no sacar el tema, aunque no va a dejar de estar pendiente de ella.
-¿Piensas quedarte ahí parado toda la tarde mirándome o vas a algún sitio?- No es hasta que Cris le habla que Dani se da cuenta de que en efecto se ha quedado mirándola un buen rato sin decir nada.
- Perdona, perdona, es que…quiero hablar contigo.
-Ahora no puedo, estoy estudiando – dice Cris sin levantar la vista del libro. Realmente se podría decir que se lleva más tiempo mirando el móvil que estudiando, pero al menos lo está intentando.
-Es que tiene que ser ahora, Cris – insiste su hermano.
-Dani hablamos luego ¿vale? Que tengo que estudiar.
-Cris, por favor.
Algo nota Cris en la voz de Dani que le hace darse cuenta de que su hermano realmente quiere contarle algo importante.
-Me estás asustando, ¿qué ha pasado? ¿Es Joana? ��Han llamado del hospital? ¿Está peor? ¿Por qué no me han llamado a mí?
La velocidad a la que Cris habla hace que a Dani le resulte complicado entenderla, pero aún así lo hace. Ve como su hermana se levanta del sofá lista para salir corriendo pero él la detiene colocando sus manos en los hombros de ella.
-Tranquila, no es sobre Joana, no ha pasado nada, nada malo.
-¡Idiota! Me habías asustado – Cris se vuelve a sentar en el sofá, esta vez más tranquila. Cuando mira a su hermano que sigue de pie enfrente de ella frunce el ceño al ver la expresión de su cara – Dani, ¿qué pasa? ¿qué me quieres contar? Creo que nunca te había visto tan serio.
-A ver…Es que no sé por dónde empezar…
-Pues por el principio
Dani sonríe tímidamente. Por el principio, así es como comenzó su declaración a Amira a través de la puerta hace poco más de una semana, y la verdad es que no fue tan mal, así que decide hacerle caso a su hermana y empezar por lo básico.
-Estoy saliendo con alguien.
Cris siempre ha destacado por tener ojos grandes y expresivos pero Dani puede jurar que nunca los ha visto tan saltones como ahora mismo.
-A ver, a ver, a ver – Cris se sienta sobre sus pies en el sofá para ponerse un poco más a la altura de Dani, que sigue de pie – Cuando dices que estás saliendo con alguien, ¿a qué te refieres exactamente? A que estás liado con alguien o…
-Me refiero a que tengo novia.
Dani no puede verse pero está seguro de que ahora mismo sus mejillas están encendidas como si hiciera 45 grados en la habitación. Es la primera vez que utiliza la palabra novia para referirse a Amira y mentiría si dijese que no le provoca una felicidad difícil de explicar.
-¿Novia? ¿Tú? – Cris no puede evitar reírse con un poco de incredulidad, esto era lo que menos se esperaba de su hermano.
-Sí, novia, yo, ¿qué pasa?
-Nada, joder, nada es solo que…me sorprende. Nunca has sido de tener novia.
-Bueno tú tampoco y mírate ahora con Joana – Dani recuerda como Cris solía liarse cada noche con un chico distinto, hasta que encontró a Joana y desde entonces han mantenido una relación estable.
-A ver ya, pero lo mío con Joana es super serio.
-Y lo mío.
-Pero…¿cómo de serio? – Cris no quiere sonar incrédula pero es que ni siquiera sabía que a su hermano le gustaba alguien como para que ahora resulte que tiene una novia seria.
-Lo más seria que puede ser una relación.
-Joder, Dani ni que te fueras a casar – dice Cris riéndose ante la seriedad de su hermano al hablar. Cuando este no dice nada Cris lo mira y lo ve mordiéndose el labio. Por un momento Cris entra en pánico – Dani, dime que no te vas a casar.
-No, hostia Cris, no me voy a casar – Dani ve como su hermana se relaja al escuchar sus palabras y decide añadir: por ahora.
Dani estaba equivocado, los ojos de Cris sí que se podían hacer más grandes, tal y como los tiene ahora.
-¿Qué cojones Dani? Pero a ver ¿cuánto tiempo llevas con esta piba que ya estás pensando en casarte en el futuro?
Dani no llega a contestar porque de repente suena el timbre. Cuando Dani no se mueve para ir a abrir Cris se levanta y se dirige a la entrada no sin antes recordarle a su hermano que no se va a librar de contestar la pregunta.
-¿Amira? ¿Qué haces aquí? ¿Habíamos quedado? – Por un momento Cris entra en pánico al ver a su amiga en su casa pensando que tal vez la ha vuelto a cagar y se ha olvidado de que había quedado con ella.
-No, no tranquila, no habíamos quedado – Le asegura Amira, que esconde las manos detrás de su espalda para que Cris no la vea temblar.
-Bueno, no te quedes en la puerta, pasa, pasa. – Cris se dirige al salón con Amira detrás y cuando llega a la habitación donde le espera su hermano le dice a su amiga – Has llegado en el momento justo, Dani me estaba contando que tiene novia. Y escucha esto, que está planeando casarse y todo. Estoy flipando.
-A ver joder, que no he dicho que me vaya a casar – dice Dani corriendo, más para tranquilizar a Amira que parece que le vaya a dar un infarto, que para hacer entender a Cris – Solo he dicho que la relación con esta chica es seria, y que pues bueno sí, en el futuro pues me gustaría casarme con ella, si ella quiere.
-¿Tú entiendes algo? Porque yo te juro que no – Le pregunta Cris a una Amira que lo único que puede hacer es encogerse de hombros sin saber muy bien qué decir. –Bueno y a ver, ¿cuándo voy a conocer a esta chica tan maravillosa que ha enamorado a mi hermano?
-Pues, verás…-Dani mira a Amira esperando a que esta le eche una mano con la situación pero no parece que eso vaya a suceder así que decide seguir hablando él – La cuestión es que ya la conoces.
-¿En serio? – Cris frunce el ceño pensando por un segundo a quién se puede estar refiriendo su hermano cuando de repente se le enciende la bombilla y casi da un salto de la sorpresa – Dime que no estás hablando de Eva por favor.
-¿Qué? No, no, no, no, no, no. O sea, no. Eva y yo no somos nada, nunca lo hemos sido. Lo de la fiesta de Lucas fue un error, yo pensaba que la chica que me gustaba pasaba de mí y cuando Eva me besó pues le seguí el rollo pero enseguida me di cuenta de que la estaba cagando. No significó nada. Incluso le mandé un mensaje diciéndole eso y disculpándome. No significó nada– Esta vez es Dani el que habla demasiado deprisa, y mirando a Amira, enfatiza – Nada.
Amira se muerde el labio para no echarse a reír ante el pánico de Dani. Mentiría si dijese que lo de Eva no le jodió, pero, al fin y al cabo, ellos no estaban juntos y no le puede reprochar nada a Dani.
-Vale, vale, tranquilo eh. Pues bien maja que es Eva – Dice Cris defendiendo a su amiga ante tal negación.- Bueno y entonces, ¿quién es?
Tanto Amira como Dani saben que ya no pueden dar más rodeos, que es el momento de decir la verdad. Aún así, ninguno de los dos se atreve a dar el paso y lo único que pueden hacer es mirarse el uno al otro sin darse cuenta de que eso es un gran error pues, una vez que sus ojos conectan, no pueden dejar de mirarse.
Cris tarda unos segundos en atar cabos pero, cuando lo hace, todo lo que puede hacer es gritar:
-¡No puede ser! ¿Amira? ¿Estás saliendo con Amira? – Cris, que ha captado la atención tanto de su hermano como de su amiga pasa la mirada de uno a otro sin parar, tratando de comprender lo que está pasando. - ¿Estás saliendo con mi hermano? What the fuck? O sea estoy flipando. Estoy flipando. O sea que sí, que yo llevo toda la vida diciendo que sois goals que os vais a casar y tal pero joder de ahí a pensar que se iba a hacer realidad pues hay un trecho. Qué fuerte, o sea, ¿qué?
En este punto, Cris está más hablando consigo misma que con Amira y Dani que solo pueden mirarla esperando a que llegue al fin de su monólogo para poder decir algo.
-Qué fuerte, es que, ¿desde cuándo? Es que…espera espera espera porque ahora me están cayendo todas las fichas. ¿Por eso tenías tanta prisa por irte de la fiesta no? – Esta pregunta va dirigida a Amira que intenta responder pero Cris no la deja, pues por lo visto aún no ha terminado de procesarlo todo – Porque viste a mi hermano liándose con Eva y te jodió. Claro joder, ahora todo encaja. Dios y yo fui una cabrona y no te acompañé y encima te robaron. Joder, vaya noche tuviste Ami. Y tú – Esta vez Cris mira a Dani que no sabe muy bien si estar preocupado o reír ante la reacción de su hermana, nunca la había escuchado decir tantas palabras seguidas – Por eso estabas tú tan pesadito con el rugby de las narices. “Cris es que quiero hacer algo bueno, Cris es que quiero colaborar” Y una mierda, tú lo que querías era tener una excusa para ver a Amira. Qué fuerte, pero ¿cómo no me he dado cuenta antes? Bueno y ¿desde cuándo estáis juntos?
Dani y Amira se miran el uno al otro, sin saber muy bien si contestar o no.
-Bueno, ¿vais a decir algo o…?
-Joder, sis, es que has cogido una retahíla que cualquiera mete baza –dice Dani riéndose ante la situación.
-Hombre, me acabo de enterar de que mi hermano y mi mejor amiga se quieren casar, perdona si me doy el lujo de flipar un poco.
-Y dale, que no nos vamos a casar. O sea, o sí. O no lo sé. Pero que ese no es el caso – Dani toma una gran bocanada de aire y mira a Amira, de forma inmediata se siente más seguro para afrontar la situación – Lo que pasa es que Amira y yo nos gustamos, y estamos saliendo, y no es un lío y ya está. Vamos en serio, muy en serio y…Pues queremos saber si contamos con tu apoyo.
Cris respira profundamente tomándose unos segundos para pensar mira a su hermano, después a Amira, y de nuevo a su hermano.
-Pero, ¿vosotros sois conscientes de dónde os estáis metiendo?
-Eso le pregunté yo a tu hermano antes de empezar a salir – dice Amira hablando por primera vez desde que están en el salón – Y la verdad es que probablemente ninguno de los dos sepamos en qué nos estamos metiendo pero…-Amira mira a Dani y lo que siente al mirarle es suficiente para seguir hablando – Estamos dispuestos a intentarlo.
-Lo hemos hablado, sabemos lo que cada uno queremos y necesitamos. Y sabemos que juntos podemos con todo – Añade Dani repitiendo una vez más su frase favorita.
-Pero queremos contar con tu apoyo Cris, porque eres una de las personas más importantes en nuestras vidas –Amira da un paso hacia su amiga y le coge la mano – Dinos qué piensas por favor.
-¿Tú estás feliz? – Cris le pregunta a Amira que asiente con una sonrisa. Mirando a su hermano le hace la misma pregunta -¿Y tú?
-Más que nunca – afirma Dani.
-Entonces yo no tengo nada más que decir. No os voy a engañar, no creo que vaya a ser fácil, creo que…vais a tener que trabajar para que la relación funcione. Pero todas las relaciones son así y si vosotros os queréis pues, eso es lo importante.
Amira no se puede contener más y abraza a Cris lo más fuerte que puede. Su amiga le devuelve el abrazo y cuando se separan va a abrazar a su hermano que le da un beso en la frente.
-Eso sí – dice Cris señalándolos amenazantemente con el dedo – Puede que Damira sea real, pero yo voy a seguir siendo la favorita de Amira.
Amira no puede evitar reírse y volver a abrazar a su amiga. –Por supuesto que sí, Amiris es lo más real que hay.
-Eh, eh, eh. Y, ¿qué pasa con Crisani? –Dice Dani haciéndose el ofendido, aunque por dentro siente que le va a explotar el corazón de felicidad al ver a su novia y a su hermana abranzándose.
-¿Crisani? – Amira arruga la nariz en señal de desaprobación.
-Madre mía, bro, menos mal que no eres el encargado de elegir los nombres.
Dani pone los ojos en blanco y le revuelve el pelo cariñosamente a su hermana.
-Eh, que me despeinas – Cris se coloca bien el pelo y tras unos segundos mirando a su hermano y a Amira no puede evitar decir - ¡Qué fuerte! Mi hermano y mi mejor amiga. Que somos cuñadas Ami, ¡qué fuerte!
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Gracias por leerlo!!
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- ̗̀♘CARLA’S STORY 14: ESPAÑOL
•️ੈ۪۫✦• • • ━━━━━
Sócrates: Este jardín en miniatura se desvía del flujo normal del tiempo por completo.
Sócrates: En otras palabras, es lo mismo que cuando se detiene el tiempo.
Yui: ¿El tiempo se ha detenido...?
Sócrates: Exactamente. Por ejemplo, incluso el progreso de las enfermedades que permanezcan en el cuerpo de alguien ha sido detenido.
Yui: ... Eso es...
Yui: (La enfermedad de Carla-san—— ¿Es por eso que el Endzeit no está progresando?)
Sócrates: Ese hombre, es uno de los dos sobrevivientes de la raza fundadora. Sin embargo, parece que está afectado por cierta enfermedad.
Sócrates: Puede ser temporal que los síntomas hayan disminuido. Si se van, eventualmente ese hombre morirá.
Yui: ¡Tal cosa...!
Yui: (Carla-san sufre de Endzeit, la enfermedad que le arrebató a su familia).
Yui: (Pero, si el tiempo de verdad se detiene en este espacio, ¿Carla-san estará libre de enfermedades...?)
Sócrates: Elige sabiamente, Eva. Ya sea para vivir en este paraíso llamado jardín en miniatura o para exiliarse de aquí.
Sócrates: Yo, estaré esperando aquí para ver cómo acaba el experimento——
【♕Lugar: Mansión Violet - Habitación de Carla】
Yui: (Ese día, conocí a la persona que hizo este espacio... El jardín en miniatura).
Yui: (Y también escuché que el tiempo en este lugar se ha detenido).
Yui: (Mientras permanezcamos aquí, la enfermedad de Carla-san... Endzeit, no progresará. Pero——).
Yui: (Si salimos de este jardín en miniatura, la enfermedad destrozará el cuerpo de Carla-san lentamente...)
Carla: Durante mucho tiempo, probablemente tuviste algo que no podías decirme.
Carla: De vez en cuando, creía conocer tus verdaderos ojos... Te dije que no me escondieras cosas a mi espaldas.
➜ ELECCIONES:
♙ Disculparte (camino bueno/pieza blanca)
♟ Decir una excusa (camino malo/pieza negra).
[♙]Disculparte:
Yui: L-Lo siento...
Carla: Admites tus pecados.
Yui: Sí... Lo sabía todo este tiempo. Pero no te lo quería decir porque...
Yui: Sabía que lastimaría a Carla-san si se lo decía...
Carla: Bueno, pero ahora escucharé tu situación.
[♟]Decir una excusa:
Yui: No quise escondértelo. Pensé en hablarlo contigo muchas veces... Pero.
Carla: ¿No fuiste capaz de hacerlo?
Yui: S-Sí.
Yui: No quería escondértelo, pero tenía miedo de tu reacción...
Carla: Escucharé todo lo que tenga que escuchar antes de tomar nuevas decisiones.
—Fin de las opciones—.
Carla: ... Pero, antes de escuchar. Comenzaré con mi versión de la historia.
Yui: Eh...
Carla: Quiero ser sincero contigo. Yo, no voy a esconderte nada.
Yui: (Carla-san, sus ojos están serios ahora mismo).
Yui: (Es como si él decidiera hacer algo...)
Carla: Hay algo que he notado desde que mis recuerdos regresaron.
Carla: Aquí, mi enfermedad... Endzeit parece haber dejado de progresar.
Yui: ¡...! ¿C-Cómo lo supiste?
Carla: Recientemente, he consumido mucho poder mágico. Debería haber puesto una carga sobre mi cuerpo.
Carla: Cuando vivía contigo en el Pandemónium, aunque los síntomas eran leves, la enfermedad no desapareció.
Carla: Endzeit es una enfermedad incurable... Es imposible curarla incluso si mi condición médica es buena.
Yui: Entonces... ¿Te diste cuenta? No lo noté hasta hace poco...
Carla: Eso no es todo. Una flor que nunca crece ni se marchita.
Yui: Sí... Éso creía.
Carla: Parece que... Ya sabías que el tiempo se había detenido.
Yui: (Los ojos de Carla-san... Es como si estuvieran mirando a través de mí).
Yui: (Pero, no puedo ocultarlo más).
Yui: (No, ya no quiero volver a esconderle nada).
Yui: Sí... Lo sabía. En mi caso, me lo enseñaron.
Yui: Este espacio—— La persona que creó este jardín en miniatura se llama Sócrates-san...
Carla: ¿El jardín en miniatura...? Ya veo, así que estabas en contacto con el autor intelectual.
Yui: Lo siento, lo callé durante mucho tiempo...
Yui: Incluso ahora... ¿Todavía quieres escucharme?
Carla: No te preocupes. Continúa.
Yui: (Hablaré de todo. De todo lo que escuché ese día).
—Pasa un tiempo—.
Carla: Ya veo... Él fue quien dio a conocer esas opciones.
Carla: Permanecer durante mucho tiempo en este jardín en miniatura o salir de aquí y padecer la enfermedad que conduce a la muerte...
Yui: Sócrates-san me dijo que eligiera una de esas dos opciones. Pero... No pude elegir...
Yui: No es solo porque tu enfermedad se haya detenido. No podía decir nada porque estaba perdida...
Carla: Ya veo... Finalmente decidiste hablar.
Carla: ¿Te has estado guardando este secreto durante mucho tiempo por que estabas preocupada por mí?
Carla: Escuchaste esta historia y lo único que hiciste fue pensar en mí. Quiero saber realmente tus sentimientos.
Yui: Mis verdaderos sentimientos...
Yui: ... La enfermedad de Carla-san no progresará en este jardín en miniatura. Podríamos vivir juntos para siempre.
Yui: Podría estar a tu lado de esta manera.
Carla: ... Entonces, ¿quieres quedarte aquí?
Yui: ¡Es diferente! Es solo que realmente no hay una razón para salir de este lugar.
Yui: Aquí todo está distorsionado, los recuerdos de todos han cambiado, y soy consciente de que tendremos que luchar...
Yui: Todo esto, sé que está mal. Sé que tenemos que salir de aquí inmediatamente.
Yui: Pero, ¡no quiero perderte Carla-san...!
Carla: Eso quiere decir que has estado metida en problemas por mí...
Yui: Sí...
Carla: No bajes la mirada. Levanta la cara y mira la mía también.
Yui: ...
Carla: ... Mírame, Yui.
Yui: (Si me llama de esa forma tan amable, no puedo rechazarlo...)
Yui: ... Sí.
Carla: Así es, como debe ser.
Carla: ...
Yui: ... Nn.
Yui: (Carla-san, sus labios...)
Carla: ... Me siento feliz por tus sentimientos.
Yui: (Ahora Carla-san está muy tranquilo...)
Yui: (Pese a hacerlo traicionado, él me besa de una forma muy gentil).
Carla: ... Escucha, Yui. Eres mi vida y mi única esposa.
Si tocas...
🌹El hombro de Carla: Quiero que escuches mis pensamientos, con ese pensamiento especial que tú solo posees.
🌹El hombro de Yui: En algunas ocasiones actúas más allá de las expectativas que tienen los demás, sé que estás trabajando muy duro para protegerme en este momento. Es por eso que aprecio tu arduo trabajo.
Carla: Mi enfermedad incurable, Endzeit—— Aunque ahora esté tranquila, la muerte vendrá sin importar qué.
Carla: Sin embargo, siento que cada momento que estoy contigo, puedo sentir ti amor.
Carla: Es por eso que quiero vivir contigo mientras el tiempo transcurre, no en este jardín en miniatura distorsionado.
Carla: Incluso si mi vida termina en algún momento, mi felicidad nunca será arrebatada.
Yui: Carla-san...
Carla: Si tu duda y tristeza, es solo por mí——
Carla: Reafirmemos aquí que no hay necesidad de eso. Estoy completamente satisfecho con esto.
Carla: Pero, si realmente te sientes así por mi futura pérdida.
Carla: Voy a estar todo el tiempo que me quede junto a ti, llenando tu corazón con el deseo que tanto ansias.
Carla: Te prometo una felicidad inolvidable, incluso si algún día también te vas.
Yui: Carla-san... Muchas gracias...
Yui: (Sinceramente, todavía no puedo imaginar perder a Carla-san. Pero, de momento——)
Yui: (Quiero eliminar el miedo que tengo sobre mi futuro invisible. Por el amor de Carla-san...)
Yui: Yo también quiero pasar más momentos hermosos junto a ti. Sin importar lo que pase.
Yui: ... Carla-san, ¿podrías chupar mi sangre?
Carla: ¿Quieres que me grabe en tu cuerpo?
Yui: Sí. No quiero que desaparezcas nunca...
Yui: Eso por eso, que con mi sangre, podría estar conectada a ti por siempre...
Carla: De acuerdo. Acércate.
—Yui se acerca a Carla—.
Carla: Puede que estés cansado de este lugar. No quiero ser duro contigo, pero ...
Yui: Está bien. Yo fui la que te preguntó, por lo que me gustaría sentir toda la fuerza de los colmillos de Carla-san...
Yui: Además, guardé este secreto durante mucho tiempo. Recibir un castigo es inevitable.
Carla: No hay más remedio, pero si lo dices de esa forma, la historia es completamente diferente.
Carla: Como es tu castigo, alza tus manos. Es bueno ser sacudido por los fuertes dolores y los celos.
—Carla desarregla la camiseta de Yui—.
Carla: Nn... Nn... Ah... —Carla muerde a Yui—.
Yui: ¡Ah...! N... Nn...
Yui: (Todo parece ser arrebatado... Sus colmillos están perforando más profundo de lo habitual...)
Yui: (Pero, ahora mismo, este dolor no es suficiente para mí...)
Yui: Carla-san... Por favor.
Carla: Realmente estás siendo codiciosa hoy. ¿No estás satisfecha con esta intensidad?
Carla: Tus gruesos vasos sanguíneo que bajan por tu cuello están pulsando ... Puedo sentirlo al rastrearlos.
Yui: Ah...
Carla: Ya te sacudió una idea como esa? La sangre en tu cuerpo parece estar contenta de ser chupada por mí.
Carla: La punta de esta mano, los brazos—— Los hombros. Todo lo que toco está muy cálido.
Yui: Ah... Estás trazando mi cuerpo con la punta de tus dedos... Nn.
Carla: Pareces adolorida. Pero, ¿no es este el castigo que deseabas tanto?
Yui: Lo siento... Carla-san, lo siento...
Carla: Hmph... Si estamos reunidos hasta ese punto, debería ser imposible para ti responder...
Carla: Todo bien. Te daré lo que quieres... Ah, nn... Nn... —Carla muerde a Yui—.
Yui: ¡Aah...!
Yui: Carla-san... Salgamos de este jardín en miniatura...
Yui: Mientras pueda estar a tu lado... Estaré bien...
Carla: Es suficiente para mí rscuchar esas palabras tuyas. Definitivamente te sacaré de aquí.
Carla: Y continuaré amándote y juro que continuaré haciéndote sentir bien hasta que mi vida termine.
Yui: Yo también... Lo prometo.
Carla: Sí... Nn... Ah... —Carla muerde a Yui—.
Yui: (El dolor se extiende por todo mi cuerpo. Por favor, clava más tus colmillos en mí).
Yui: (No quiero imaginar el día en el cual me dejes sola por completo en este mundo——)
【 ♕Lugar: Mansión Violet - Mazmorra】
Shin: Joder, nos van a mantener encerrados en este lugar.
Ruki: Shin, cálmate. La situación no va a cambiar porque grites.
Shin: Lo sé. Los miembros de Violet no son educados en absoluto.
Shin: No respetan que nosotros somos los orgullos miembros de Orange.
Ayato: ¡Agh! ¡Cállate de una vez! Estoy en la misma mazmorra que tú, ¡así que baja la voz!
Kanato: Así es, es por vuestra culpa que nos atraparon. ¿No deberías estar reflexionando sobre eso?
Shin: Lo dice el traidor que tiene la costumbre de ignorar las órdenes de su hermano.
Ruki: Ustedes, deténgase. Es repugnante.
Ayato: ¡Tch!
Dhin: ... Joder...
[Monólogo]:
❝ Cuando mis sentimientos se tranquilizaron, Carla-san una vez más, llamo a Subaru-kun.
Por supuesto, la historia que no pude contar antes... Debía contarle sobre el jardín en miniatura y también sobre Sócrates-san.
Como era de esperar, Subaru-kun parecía sorprendido, pero creyó en todo lo que dije.
Además, Carla-san, aceptó la historia sin culparme. ❞
【♕Lugar: Mansión Violet - Habitación de Carla】
Subaru: ... Dios, toda esta situación me pone enfermo.
Yui: Sí... Lo siento.
Subaru: No voy a enojarme contigo, es algo innecesario. Lo importa ahora es el futuro.
Yui: ... Sí.
Carla: Los pensamientos que flotan en este espacio no han cambiado y se han debido de expandir alrededor de esa iglesia.
Carla: Ahora que podemos concluir que es un espacio creado con poder mágico... La iglesia sin duda es la clave de este jardín en miniatura.
Yui: Sí, estoy segura de que podremos encontrar algo si vamos hasta allí.
Subafu: ¿Qué deberíamos encontrar exactamente? ¿Una salida o algo así?
Yui: No podemos decir lo que podríamos encontrar si no vamos a comprobarlo nosotros mismos...
Yui: Además, es posible que Sócrates-san nos esté observando e interfiera en nuestra plan otra vez...
Subaru: Si apareciera, no deberías preocuparte mucho por eso.
Yui: ¿S-Se dispersará?
Carla: ...
Yui: ?Carla-san? ¿Sucede algo?
Carla: ——No, se me ocurrió una manera.
Yui: Una manera... ¿¡Para salir de aquí!?
Carla: Así es. Acabo de pensar en lo que me dijiste.
—Flashback—.
Sócrates: Este es un espacio creado por la magia. Impulsado por el poder mágico de la iglesia.
Sócrates: Mientras haya una iglesia, el jardín en miniatura seguirá existiendo para siempre.
—Fin del flashback—.
Carla: No hay duda de que Sócrates había dicho eso, ¿verdad, Yui?
Yui: S-Sí. Sin duda.
Carla: Entonces, solo hay una cosa que podemos hacer——
Carla: Destruir la iglesia.
Yui: ¿¡Eh!?
Subaru: ¿Ah? ¿Lo dices en serio?
Carla: Por supuesto, no podemos perder ek tiempo. Este jardín en miniatura consta de un enorme poder mágico.
Carla: Si el suministro de poder mágico se detiene por un momento, colapsará.
Carla: Con una iglesia, puede existir este jardín en miniatura. Si lo vemos del revés, si la iglesia que es la fuente de poder mágico desaparece——
Yui: ¿Este espacio colapsará y desaparecerá?
Carla: Exactamente.
Subaru: Jaja, ya veo. Es fácil de entender, si destruimos esa cosa, podremos escapar.
Carla: Es nuestra prioridad. Lo que debemos hacer es romper la fuente de magia—— La iglesia donde dormía la Eva legendaria.
Carla: Ese va a ser el comienzo de todo.
Yui: ... ¡Sí!
Yui: (Finalmente decidimos lo que haremos).
Yui: (Sin importar lo que suceda, ¡necesitamos averiguar si algo nos está esperando en la iglesia..!)
13 | 14 | 15
Masterlist Scarlet
Masterlist Violet
Masterlist Orange
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Adorable
Day 5 of @frukweek2020: Coffee Shop/Flower Shop
Summary: Arthur sabe que tiene un problema cuando empieza a comprar una cantidad ridícula de flores solo para ver al empleado de los fines de semana. Si tan solo tuviera el valor para invitarlo a salir.
Relationships: FrUK
Rating: T +13
Word Count: 3691
Language: español
Era el Día de la Madre. Era el bendito día del año en que se celebraba la existencia de su progenitora, pero Arthur había estado demasiado ocupado con su trabajo y no se le ocurrió fijarse en qué fecha caía ese año. Afortunadamente, Alistair había decidido ser un imbécil y enviarle un mensaje para burlarse de él porque estaba seguro de que lo olvidó. Arthur lo mandó a la mierda, para proceder a salir corriendo de su apartamento en busca de alguna tienda abierta.
Una vez que estuvo en el centro, su cerebro básicamente dejó de funcionar, pues no se le ocurrió qué podía obsequiarle a su madre esa fecha. Maldiciendo su idiotez, empezó a mirar a su alrededor hasta que se topó con una floristería, y no dudó en dirigirse a tal lugar.
Apenas entró al lugar, se topó con una señora y un muchacho quienes estaban saliendo del lugar. Sutilmente le echó un vistazo al ramo para tener una idea de qué podía comprar. Al echar un vistazo y no notar a ningún empleado que estuviera disponible, maldijo en voz baja y se propuso encontrar unas flores lo suficientemente bonitas por cuenta propia. Cuando se encontraba echándole un vistazo a unas rosas negras, un hombre se colocó a su lado.
–Son muy hermosas, pero no las recomendaría como regalo para el Día de la Madre, si eso estás buscando.
Inevitablemente, pegó un salto cuando el hombre le habló de la nada. Levantó la mirada para toparse con uno de los empleados de la tienda. Tragó saliva y sintió que sus mejillas adquirieron un poco de color cuando se percató de lo particularmente atractivo que se veía con sus ojos índigos y su cabello rubio atado en una cola de caballo. "Francis", como decía su tarjeta de identificación decía, le sonrió amablemente.
–Uh, estaba pensando que sería algo diferente. ¿Significan algo malo? –el hombre ladeó la cabeza, pensativo.
–En esta tienda no solemos guiarnos por los significados convencionales de las flores, nos gusta que nuestros clientes puedan darles su propio significado –explicó, aún sonriendo con amabilidad. Arthur le sonrió de vuelta incómodamente–. Sin contar eso, personalmente creo que solo llevaría rosas negras a un funeral –no puedo evitar reír, y a Francis le brillaron los ojos–. A menos que la persona tenga gustos así, claro.
–No, no. Tienes razón. Es para mi mamá, olvidé comprarle algo, pero no se me ocurre qué puede ser –respondió Arthur, rascándose la nuca. Francis soltó una risilla.
–Lo entiendo. ¿Hay algún tipo de flores que le gusten? –se encogió de hombros, cada vez sintiéndose peor hijo– ¿Algún color? Puedo enseñarte algunos ramos que tenemos como ejemplos o ciertas flores individualmente para que puedas crear tu propio ramo. Hoy tenemos varias promociones y descuentos.
–Bueno, le gusta mucho el color azul. Ah, también le encanta Alicia en el País de las Maravillas, ¿tienen flores como las de la película? –Francis asintió, sonriendo, para indicarle que lo siguiera a otra zona de la tienda.
Una vez que consiguieron todas las flores necesarias, procedió a firmar una tarjeta, mientras Francis se encargaba de alistar el ramo. Cuando pagó por él, consideró seriamente pedirle el número de teléfono al rubio o preguntarle si le gustaría salir con él algún día, mas terminó por desechar la idea puesto que realmente no lo conocía y de seguro que el hombre era heterosexual. Así, sin más, agradeció su ayuda y se retiró de la tienda.
_
En un principio, creyó que su interés por el empleado de la floristería simplemente era uno de esos flechazos ocasionales que uno tiene de vez en cuando. Al notar que había pasado la semana siguiente sonriendo en cada ocasión que veía un ramo de flores, se percató de que no había dejado de pensar en el francés.
Transitó un par de veces frente a la floristería, pero solo notó a dos mujeres jóvenes quienes normalmente estaban conversando. Decidió pasar rápido para que no lo notaran, pues sería muy vergonzoso si alguien se diera cuenta de cuán desesperado se encontraba por toparse con el galo.
El sábado, cuando fue a comprar un nuevo chaleco (su gata, Ofelia, había arruinado uno de sus favoritos), pasó frente a la tienda e inconscientemente miró hacia adentro. Francis se hallaba en tal lugar, sonriéndole a una señora que supuso que era una clienta. Así, se apresuró en conseguir la prenda necesaria y volvió a la floristería. Le sorprendió ver que el francés estaba llevando a la ancianita fuera de la tienda, lo cual lo hizo sonreír.
–Disculpa, ¿puedo ayudarte en algo? –cuestionó el rubio, ladeando la cabeza. Arthur sintió una pequeña punzada de decepción en el pecho al notar que no lo había reconocido–. Espera, tú eres el de las flores de Alicia, ¿no? –asintió tontamente– ¡Claro! ¿Qué se te ofrece?
En ese momento exacto se percató de que no tenía idea de qué iba a pedir.
–Yo... uh... –miró a su alrededor, en busca de alguna buena excusa para comprar flores, pero no se le ocurría nada– Quiero arreglar mi casa. Con flores. Quiero comprar flores para mi casa. Quiero que se vea bonita –prácticamente balbuceó, y se maldijo a sí mismo por lo nervioso que el otro lo ponía.
–¡Ah! ¡Qué linda idea! ¿Qué te gustaría en particular? ¿Cuál es tu flor favorita?
–No tengo idea, en realidad –admitió, rascándose la nuca. Francis sonrió amablemente.
–No te preocupes, tenemos todo el tiempo del mundo. ¿Qué te parece si me sigues y yo te enseño algunas que creo que podrían gustarte?
–C-claro. Me parece excelente.
Mientras seguía a Francis, notó que las dos mujeres que trabajaban en la tierra los estaban observando fijamente. No sabía cómo interpretar su mirada, por lo cual decidió dejar de prestarles atención; no obstante, se percató de que habían empezado a hablar en voz baja.
Después de realizar su compra (un ramo de flores que ni siquiera sabía cuáles eran porque se había distraído apreciando lo ridículamente guapo y dulce que era Francis), la chica castaña que lo atendió en la caja le dedicó una mirada por encima de sus lentes (mientras él incómodamente evitaba el contacto visual) y le deseó un buen día.
Al llegar a su apartamento y colocar el ramo en un florero, se prometió a sí mismo que genuinamente se veían hermosas y le traían vida al lugar, y que no era una excusa para ir a conseguir otro ramo el otro fin de semana.
_
Por supuesto que continúo visitando la floristería cada fin de semana. Ese sábado en particular, estaba a unos días de su cumpleaños, por lo cual había considerado invitar a Francis a salir. Después de todo, caía en el Día de San Jorge. De tal modo, se adentró en la tienda, pero apenas tuvo que ver al francés a un par de metros para que todo su coraje se desvaneciera.
–¡Ah, Arthur! –lo saludó animadamente, pues para ese punto ya conocía su nombre. Al menos había tenido el valor de decírselo– ¿Qué estás buscando hoy?
Era una oración. Solo tenía que abrir la boca y decir una oración. Una pregunta, si quería ser más específico: "Francis, ¿quieres salir conmigo este Día de San Jorge? Es mi cumpleaños, y me encantaría verte".
–Es mi cumpleaños –soltó de repente.
Maldita sea.
–Ay, no sabía. ¡Feliz cumpleaños, Arthur!
–No, no –suspiró, procurando mantener la compostura–. Un día de estos cumplo años. Quiero flores para... uh... para decorar la casa para las visitas.
–Ah, lo siento, te entendí mal. ¡Y claro! ¿Cómo te gustaría que fuera el ramo? –preguntó, ladeando la cabeza. Sus ojos brillaban como siempre y lucía tan tremendamente adorable con ese delantal suyo.
–Sorpréndeme –respondió, recostándose contra el mueble de la caja registradora. Se volteó cuando sintió que se le clavó la punta, para entonces toparse con que una de las chicas se hallaba detrás de la caja, sin quitarle la mirada de encima.
–Lo siento, no era mi intenci-.
–Estamos promocionando una cafetería que abrió a unas cuadras de aquí –habló ella, entregándole una tarjetita. Sus penetrantes ojos azules parecían inspeccionarlo detrás de sus lentes, mientras escondía un mechón castaño claro detrás de su oreja.
Procuró enfocarse en la tarjeta para no tener que realizar más contacto visual con ella. Por un momento se sintió mal: estaba actuando como si fuera Medusa o algo así.
–¡Listo! –lo interrumpió Francis, acercándose a la casa– ¿Te gustan?
No tenía idea de qué eran, pero lucían muy hermosas. Asintió de inmediato, sonriendo. Francis le guiñó un ojo y le dijo a "Luci" que esas iban por su cuenta, para luego darse la vuelta y empezar a caminar hacia el otro lado de la tienda.
–¿Qué? No, no. No es necesario –habló, casi que corriendo detrás de él. Francis se volteó y quedó tan cerca de él, que Arthur supo enseguida que sus mejillas de habían enrojecido.
–Claro que es necesario. Imagínate que es mi regalo de cumpleaños para ti, ¿sí?
No tuvo el corazón para decirle que no. De igual manera, compró uno de los chocolates cerca de la caja registradora, para no sentirse demasiado mal, y se fue a su apartamento a buscarle un buen lugar a las flores.
_
El día después de cumpleaños, se despertó maldiciendo a Dionisio. Sentía como si la cabeza le fuera a explotar, estaba bastante seguro de que podría patear la luz si fuera posible y se prometió a sí mismo que nunca volvería a tomar.
Se abrió paso entre el mar de latas de cervezas vacías en su cuarto, maldiciendo su existencia cuando pensó que luego tendría que limpiar y ordenar todo. Prácticamente, se arrastró a sí mismo al baño para tomar una ducha fría, se hizo tragada una ibuprofeno, se dirigió a la cocina para servirse una taza de café por primera vez en mucho tiempo, y maldijo también el momento en que se le había olvidado reabastecerlo.
Sin más, tomó su maletín, que afortunadamente había preparado la noche anterior, y se lanzó a la calle para ir a su trabajo.
En el camino, empezó a pensar en que podría pasar a una cafetería cercana a su centro de trabajo (¿era una editorial, no? ¿Cómo era que se llamaba?), pagar por una miserable taza y fingir que su vida no se estaba derrumbando a su alrededor. Así, cuando notó que tenía una mágica tarjeta con una mágica dirección a un mágico café, no dudó en dirigirse a tal sitio.
–––
Francis no esperaba encontrarse con el lindo londinense que solía visitar la floristería de sus hermanas. Mucho menos se esperaba que apareciera ebrio y con resaca al mismo tiempo, demandando una taza de café. Emil, uno de sus empleados, suspiró profundamente para ir a atenderlo, pero él se apresuró en llegar ante el hombre primero.
En un principio, le iba a permitir tomarse una pastilla y una taza de café para que pudiera irse, pero cuando se percató de que ni siquiera era capaz de reconocerlo y que estaba a punto de entrar a trabajar, decidió que no podía dejarlo así.
Tras despedirse de sus trabajadores e indicarles que no estaba seguro de si podría volver luego, buscó el celular del Arthur y lo desbloqueó con su huella digital. Abrió sus mensajes y llamó a la última persona con quien había hablado la noche anterior.
Lo miró de reojo, mientras el otro mantenía la cabeza contra una de las mesas. Decidió que mejor hablaba él.
–Heyy, Artie, ¿para qué me llamas? –escuchó una voz masculina del otro lado. Se fijó en el nombre: "Alfred Fucking Jones".
Ah, debían de llevarse bien.
–Allô, habla Francis Bonnefoy. Soy un amigo de Arthur –escuchó al mencionado gruñir, así que empezó a acariciar su cabello, lo cual pareció calmarlo.
–¿Ah? ¡Hola! Habla Alfred, Artie y yo nos conocemos desde la secundaria.
Optó por no pensar por qué no le extrañó que otra persona estuviera hablándole desde el celular de su amigo.
–Muy bien, ¿sabes dónde vive y dónde trabaja, entonces?
–Uh, claro. Puedo enviarte su dirección y mi novio trabaja en la misma editorial que él –no quiso analizar por qué sintió tanto alivio cuando el otro mencionó a su novio. Miró de reojo al inglés, quien al parecer se había relajado tanto con las caricias que se quedó dormido.
–De acuerdo, ¡gracias! –estuvo a punto de colgar cuando Alfred habló una vez más.
–Espera, ¿Artie está bien?
–Sí, tranquilo. Es solo que creo que está ebrio y con resaca al mismo tiempo, si acaso es posible. Voy a llevarlo a su casa y a cuidarlo –pausó por un momento–. ¿Esto es normal en él?
–Uh, no exactamente. Pero suele pasar su cumpleaños solo, entonces sé que casi siempre toma.
El que tuviera los cachetitos rojos y que luciera absolutamente adorable mientras dormía en definitiva contribuyó en lo absoluto a que se sintiera miserable al imaginárselo tomando solito en su cumpleaños.
–Gracias, Alfred. Te prometo que lo voy a cuidar bien. Que tengas un lindo día.
Y sin más, cortó la llamada.
Esperó a que el otro le enviara la dirección, para así poder ubicarse, despertar a Arthur (con todo el dolor en el alma) y ayudarlo a caminar hasta el apartamento. Afortunadamente, encontró las llaves en sus bolsillos.
El lugar estaba hecho un desastre. Había botellas vacías por todos lados, además de que notó que varias gavetas quedaron abiertas y su interior se encontraba desordenado (supuso que algo había estado buscando). Incluso se encontró con una gatita blanca y con manchas, la cual empezó a chillar hasta que él encontró su tacita de la comida y la alimentó.
Le ayudó a Arthur a quitarse el saco, la corbata y los zapatos para que pudiera dormir. Una vez que el británico se recostó en su cama, aprovechó para limpiar las latas de cerveza en el cuarto y las botellas en la sala (mon Dieu, ¿cómo seguía vivo?). Cerró las gavetas vacías y barrió, mientras la gata lo seguía en las diferentes partes de la casa.
Se sintió halagado cuando notó que los diferentes ramos de flores que había comprado Arthur se encontraban en floreros en distintas zonas de la casa. Así, sin pensarlo dos veces, llamó a su trabajo con el número que Alfred le envió para informar que se había enfermado, por lo cual no podría ir. Posteriormente, pasó a la floristería y al café para conseguir un ramo de rosas y un pastelito de cumpleaños. Sin pensárselo mucho, guardó su contacto en el celular del inglés y se retiró.
_
Arthur hubiese pensado que una mágica hada había llegado a su apartamento para limpiarlo y poner su vida en orden si no fuera porque reconoció de dónde provenían las flores sobre su mesa. Por ese mismo motivo, había esperado pacientemente a que fuera sábado para ir a la tienda y agradecerle personalmente por su ayuda. Aunque claro, no tenía la menor idea de cómo demonios el otro lo había hallado.
Una vez que entró en la florería y se topó con que el francés no se encontraba ahí, se limitó a suspirar, resignado, a que tendría que volver luego u otro día. Iba a retirarse, hasta que colocaron una mano sobre su hombro.
–¿Estás buscando a mi hermano? –preguntó una de las dos chicas. Era más bajita que él, de ojos cafés, piel oscura y cabello largo y negro. De alguna manera, le recordaba a alguien...
Fue entonces cuando terminó de procesar lo que acababa de escuchar.
–¿Hermano?
–Francis ahora está en la cafetería cubriendo un turno –habló desde la caja registradora la chica que le había entregado la carta. Oh.
En ese preciso instante notó que no era castaña y de ojos azules, sino rubia y de ojos color índigo.
Oh.
–Ah, sí. Lamento haberlas molestado, entonces –habló en voz baja, avergonzado al notar que las había evitado tanto tiempo sin razón alguna. La de cabello negro (su etiqueta leía "Michelle") lo detuvo al sujetarlo del brazo.
–A ti también te gusta Francis, ¿verdad?
¿Ah?
¡¿Ah?!
–Francis pasa hablando sobre ti –habló la otra muchacha, que se había movido para acercárseles. Su etiqueta decía "Lucille"–. En serio le llamas mucho la atención –sintió una pizca de orgullo en su pecho.
–¿En serio? –no pudo disimular la emoción y al mismo tiempo, la cautela en su voz.
–Es muy curioso, porque no eres su tipo –habló Michelle, sonriendo–. Normalmente le gustan los hombres más altos y musculosos, pero...
–El punto es que le gustas –la interrumpió Lucille, justo antes de que la última pizca de autoestima y dignidad de Arthur se desboronara–. Deberías invitarlo a salir –la otra asintió enérgicamente.
–Sí sabes dónde está la cafetería, ¿verdad?
–Yo le di una tarjeta.
–En realidad la perdí, lo siento –murmuró, avergonzado. Esperaba desde lo más profundo de su alma que Francis no les hubiese contado que se lo había topado cuando se encontraba medio muerto.
Lucille suspiró, para luego darse la vuelta, recoger otra tarjetita del mostrador y entregársela. Arthur le agradeció, sonriendo incómodamente, y se volteó con el fin de retirarse de la tienda.
–¿No le vas a llevar flores? –preguntó Michelle, ladeando la cabeza.
–Es que sería raro llevarle flores de aquí, pero siento que sería peor si comprara en otro la-.
–Solo llévale rosas y ya.
Compró el ramo de rosas más hermoso que había en toda la tienda.
_
Francis amaba tener su propia cafetería. Disfrutaba del olor del café, de preparar los postrecitos que hacían a la gente tan feliz (no le gustaba presumir, pero era un increíble repostero), de hablar con las personas. Era un sueño hecho realidad.
Si no fuera porque a veces sus empleados no podían llegar a trabajar los fines de semana y él tenía que cubrirlos, eso no le agradaba mucho que digamos.
Los fines de semana eran para pasar el tiempo con sus queridas hermanas, disfrutando del olor de las flores, de conversar con las señoras mayores y de esperar a que el chico lindo de las cejas gruesas lo visitara. Por eso, cuando el mismísimo rubio atravesó las puertas de la cafetería, sintió como si se le hubiese iluminado el día.
–¡Hola, Arthur! –lo saludó apenas llegó frente a él, pues estaba detrás de la caja. El otro se sonrojó levemente. Se veía tan tierno.
–Hola, Francis –desvió la mirada a sus manos, ya que no pudo evitar fijarse en el ramo de rosas. Volvió a mirarlo al rostro antes de que se diera cuenta–. ¿Podemos hablar un momento?
Le indicó a Leon, el chico que estaba trabajando en ese momento, que volvería en un momento, y salió para ir a sentarse con Arthur a alguna de las mesitas. Él colocó las flores sobre la superficie.
–¿Qué querías decirme?
–Quiero darte las gracias por ayudarme la última vez que nos vimos –empezó a hablar. Notó que le estaba costando mantener el contacto visual: seguro le avergonzaba. Pobrecito–. Y también me quiero disculpar por causarte tantas molestias. Creo que prefiero no saber cómo me encontraste, pero realmente valoro lo que hiciste por mí y no sé cómo podría pagártelo –negó con la cabeza.
–No tienes que preocuparte por eso, en serio. No fue ninguna molestia –respondió, mientras se moría de las ganas de preguntarle para quién eran esas rosas.
–También quiero que sepas que no es algo recurrente ni nada así, simplemente utilicé mi cumpleaños como excusa para pasarme de lo debido y-.
–Arthur, está bien –sin pensarlo dos veces, extendió su mano para tocar la del otro, que se tensó inmediatamente.
¿Acaso había malinterpretado sus intenciones?
–También quería pedirte un último favor, si no es molestia –ladeó la cabeza–. Necesito que escribas la nota para la tarjeta que viene con estas rosas, por favor. Es que recuerdo que tu letra es muy bonita y decoraste muy bien la de mi mamá.
Ah.
Bueno, supuso que en algún momento tendría que encontrarse con una persona quien no se sintiera atraída hacia él, ¿no?
No es como que fuera una ocurrencia muy común, por supuesto.
–Ah, claro. ¿Tienes un lapicero? –el inglés le entregó una pluma que sacó de su bolsillo– ¿Qué quieres que diga?
De seguro era heterosexual.
–"Antes que todo, quiero desearte un muy lindo día...".
Y tenía novia.
–"Espero que te guste este detalle, pues quiero pedirte algo muy importante...".
Le iba a pedir matrimonio. Oh, por Dios.
–"Tengo planeado empezar a cultivar un jardín. No conozco mucho de flores, entonces necesito tu ayuda...".
De seguro que compraba todas las flores para ella.
–Espera –habló de repente, una vez que captó las palabras del otro–. Pero vas a seguir frecuentando la floristería, ¿no? –el otro realizó una mueca, encogiéndose de hombros.
–No estoy seguro, realmente –asintió lentamente, para volver a enfocar su atención en el papel.
Sabía que tenía que apegarse a sus gustos de siempre. Se fijaba en un hombre diferente y le pasaba eso.
–"Entonces, me preguntaba si mañana te gustaría llegar a mi casa a almorzar y sembrar flores un rato. Tal vez luego podríamos ir a ver una película. Yo invito...".
Debió haberle dicho que le había llamado la atención desde la primera vez que lo vio.
–"Así que, Francis, ¿me harías el honor de acompañarme?"
Oh.
Levantó la mirada cautelosamente, mientras el otro le estaba sonriendo. Casi nunca se sonrojaba, pero notó que sus mejillas se sentían más calientes. Arthur no tardó en tomar las rosas y entregárselas, pero él se encontraba ocupado experimentando un río de emociones al mismo tiempo.
Parpadeó un par de veces, para entonces colocar las rosas en el asiento de la par, levantarse y depositar un beso en la mejilla de su acompañante.
–Arthur, me encantaría –respondió. El mencionado se levantó para sujetar su mano y sonreírle nerviosamente–. Si quieres, puedo emborracharme para que quedemos a mano –el otro soltó una carcajada, colocando su rostro entre sus manos.
–Sería un placer cuidarte, Francis.
Pensándolo bien, tal vez sí había sido una buena idea fijarse en alguien diferente a lo que normalmente le gustaba.
Tenía que darle un gran abrazo a su hermana por haberle entregado esa tarjeta.
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Amor de Tumblr. Final. Fanfic.
Narra Guillermo
Decir que me encontraba aterrado era poco.
Su rostro me observaba con frialdad, pero al fijarme directo en su mirada, podía notar que intentaba ocultar el inmenso dolor que lo embargaba.
Una parte de mí, estaba esperando que por su puerta saliera una hermosa chica con una simple toalla cubriendo su desnudez y que cómo en las películas de drama, yo tuviera que salir corriendo avergonzado ante tal humillación.
-¿Qué quieres tío?- preguntó molesto cruzando sus brazos sobre su pecho, como un movimiento involuntario al tratar de protegerse a sí mismo, después de todo el daño que yo le había causado.
-Quiero hablar contigo ¿No es obvio?- respondí de forma sarcástica.
Sé que no tenía derecho a ser arisco, pero intentaba ocultar mi vulnerabilidad; aunque en este momento él podría destruirme en miles de pedazos, sí decidiera apartarme de su vida para siempre.
-No creo que tengamos nada de qué hablar Guillermo.
-Por el contrario, creo que te debo al menos una explicación- afirmé dejando caer un poco el muro invisible frente a mi.
-¿Qué te hace creer que yo la quiero?- cuestionó indiferente- Han pasado años y es hora de pasar página.
-No quieres saber ¿Por qué te alejé a pesar de que te amaba más que a mi propia vida?
Pude ver cómo se mordía el labio inferior indeciso después de esas palabras. Su mano peinó su cabello con exasperación y cerró con fuerza la puerta de su casa, iniciando a caminar hacia la calle sin mencionar ni media palabra. Lo seguí en silencio por algunas calles, hasta llegar a un pequeño parque. Se sentó con fuerza sobre una banca de cemento y me hizo un gesto invitándome a imitar su acción.
-Toda mi vida he ocultado mis emociones al mundo- susurré al darme cuenta que tenía toda su atención- Me aterraba que alguien tuviera la capacidad de romperme en mil pedazos, por lo que preferí alejarlos a todos y así evitar crear el mínimo lazo. Cuando niño, recuerdo ser completamente diferente. Era dulce, divertido, espontáneo e ingenuo. Lastimosamente, esa última "cualidad" hizo que la gente se aprovechara, mintiera, me manipulara y después dejara de lado. Por todo eso decidí cambiar y dejar de lado aquella parte de mí, para enterrarla en lo más profundo.
-Eso es estúpido- comentó al final de mi relato- Es por eso que ahora no permites que nadie pueda quererte.
-Lo sé, pero era un chico inmaduro y supongo que es la única forma que encontré para seguir adelante- respondí indiferente ante su comentario- Sin embargo, a pesar de la barrera que construí, impenetrable para cualquiera, tú fuiste capaz de atravesarla sin dificultad- continúe- Empecé a preocuparme por ti más de lo necesario, a pesar de jamás haberte visto en mi vida. Me preguntaba sí a diario era el único dueño de tus sonrisas y deseé construir un futuro a tu lado.
-¿Por qué me alejaste entonces?- cuestionó dolido.
-Con el paso de los meses y luego de que nuestra relación se transformara, siempre exigías más de mi parte- expliqué- Al principio pensé no me aceptabas por quién era, que querías cambiarme y tus sentimientos no eran tan ciertos como creías- Yo no...- intentó replicar- Lo sé, después entendí que es normal que en una relación las personas cedan en ciertas actitudes y que debes poner de tu parte, para que un amor funcione- expliqué sin dejarlo terminar la frase- No puedes pretender que una relación de amigos funcione igual que un noviazgo, pero supongo que lo entendí demasiado tarde.
-Sí me hubieras abierto tu corazón hace tiempo, las cosas hubieran sido diferentes tío- dijo con tristeza- Hubiera sido más paciente.
-Lo sé- estaba de acuerdo con su postura- Sin embargo, eso solamente fue la excusa que utilicé para autoconvencerme que lo mejor era no estar juntos- Esta fue la razón real por la que decidí hacerlo.
Llevé mi pequeña maleta hacia mis piernas, la abrí y saqué una carpeta llena de miles de documentos.
Era mi historia clínica.
Estaba llena de papeles con laboratorios clínicos, imágenes diagnósticas y hasta una descripción quirúrgica. Era el resumen de lo que había sido mi vida durante aproximadamente dos años. Dos años en donde fui perdiendo mi autoestima poco a poco, el miedo se apoderó de mí y la lástima rodeó cada uno de mis días.
Vegetta se dedicó a mirar la carpeta con curiosidad, pero luego de algunos minutos, se frustró ante tanta información y me la devolvió molesto.
-¿Puedes explicarme tú en español macho?- preguntó exasperado- no entiendo nada de su contenido.
-Fui diagnosticado con un tumor de tiroides- resumí observando como sus ojos se abrían con sorpresa- Pasé meses haciéndome múltiples exámenes, imágenes y laboratorios- expliqué- cada fin de semana era peor; me tenía que levantar a las siete de la mañana a visitar a un médico que lo único que decía era "que yo estaba bien" y era un paranóico.
-¿Qué sentías?
-Todo se manifestó como una crisis depresiva- continué- Además de todos los síntomas que se relacionan con ese órgano: irritabilidad, intolerancia al calor, ansiedad, temblor, pérdida de peso, taquicardia. Nadie me aguantaba en casa y en la familia era peor; no soportaba el verano y nadie entendía por qué me desesperaba tanto el clima y me la pasaba en frente a un ventilador sin ganas de mover un dedo. Al parecer no es una presentación "típica" para los laboratorios que tenía, por lo que ningún médico vio la posibilidad de ese diagnóstico.
-Debió ser horrible- comentó apenado.
-¡Joder! no uses ese tono de lástima conmigo tú también- pedí molesto- Perdí materias en la universidad, una tras otra; no tenía ganas de agarrar un libro, sólo quería dormir y lo único que ocasionaba aquello, era bajar aún más mi autoestima y pensar que era un inútil sin remedio. Luego vino la operación y tuve que ver a toda mi familia rezando a alguien inexistente, para que no me fuera a morir.
-¿Por qué jamás me contaste nada de esto?- preguntó molesto- Pude haber estado contigo en todo eso.
-Me sentía una carga Vegetta, no quería agobiarte con mis problemas.
-Eres un pr... -Pringado, lo sé- interrumpí riendo- No me sentía suficiente para nadie y mucho menos para tí, así que tomé la salida del cobarde.
-¿Qué hizo que vinieras aquí a decirme todo eso? -Mi psiquiatra me lo hizo ver importante; creo que tenía que explicarte que no fue tu culpa y que jamás me cansaría de ti.
-Dijiste que estabas hartó de nuestra relación.
-Dije que lo que tenía que decir, para que no volvieras a buscarme- expliqué encogiéndome de hombros- A veces el saber tanto del otro, hace que utilices tu conocimiento en su contra.
-Ya veo- susurró mirando hacia el cielo- ¿Qué quieres que te diga ahora?
-No lo sé- susurré dolido- Supongo que nada, sólo quería que supieras la verdad.
-Todavía te quiero Willy- comento con una pequeña sonrisa, volteando el rostro hacia un lado y huyendo de mi mirada.
-¿Crees que me tomaría el trabajo de venir hasta aquí si no sintiera lo mismo?- pregunté de manera retórica soltando la risa- No he dejado de pensar en ti ni un solo segundo- admití avergonzado.
-Soy irresistible chaval.
Ya decía yo que se había demorado en soltar la tontería.
-Aún tengo que asistir a terapia psiquiátrica y tomar medicamentos Vegetta, al parecer mi depresión no se apartó de mí luego de la cirugía- confesé cerrando los ojos con miedo y temiendo que se alejara de mi lado.
-No quiero a alguien perfecto a mi lado Willy, sólo necesito que no me apartes y que seas sincero con tus emociones.
-No sé si soy lo suficiente para ti- pude sentir que tomó mi rostro con delicadeza entre sus manos y me dio un beso rápido con ternura.
-Eres el amor de mi vida, eso es suficiente.
Sentí que mi corazón latió con rapidez ante sus palabras. Por fin luego de mucho tiempo volvía a sentir que tocaba el cielo con las manos y que en mi pecho, no cabía toda la felicidad que me embargaba. Ahora fui yo quien uní mis labios con los suyos con todo el deseo y pasión, que me guardé por tanto tiempo. Tuve que pararme en puntas de pies para alcanzarlo y solté la risa, cuando tomó mi cintura con delicadeza para acercarme un poco a su altura.
-¿Willy?- preguntó luego de varios minutos; mis labios estaban rojos, hinchados y me ardían por el previo suceso. Tenía los ojos cerrados disfrutando de su cercanía y contacto.
-¿Qué pasa Vegetta?- cuestioné aún embriagado por su aroma.
-¿Te casarías conmigo?
FIN
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N°4, Encuentros Casuales 1: El Sauna II: El alemán.
-Estado: Se me pegó la calentura.
-Track: Maroon 5 - Sugar (Daddy)
Como les decía en la primera parte, el cuarentón me pidió ir a un motel y lo rechacé. Sinceramente, solo dejé que me tocara por el morbo de webear en un lugar así, pero nada más.
En fin, me arreglé, salí del lugar y afuera noté que el alemán estaba parado junto a su auto, esperando a alguien, supuse. Cruzamos miradas, “chao, que esté bien”, le dije, pero él solo hizo un gesto con la cabeza. Seguí mi rumbo y tras unos pasos, miré hacia atrás y él seguía mirándome.
Era un tipo rubio, blanco, lampiño, ojos grises, cuerpo endomorfo, 1.90 m, 39 años. Algo de panza tenía el tipo, pero qué importa, tenía la posibilidad de desbloquear el nivel extranjero y sugar daddy a la vez.
Avancé caliente, con el morbo vivo, me sentía como en una película porno de poco presupuesto. No tenía mucho que hacer y el tipo seguía mirándome, así que crucé la calle en dirección a una plaza, me di una vuelta y volví a voltear, pero esta vez por completo. El alemán me miraba y esta vez me hizo un gesto como para que me acercara. Obediente, lo hice.
-Hola, qué tal? - Dije nervioso.
-Hi, fine, how are you? - Respondió.
-Oh, no hablas español?.
-No, sorry.
Entonces hice switch y activé el modo bilingüe que hace años no usaba. Conversamos un poco, me dijo que era alemán, llevaba poco más de dos años en Chile y que acostumbraba a ir al sauna una vez a la semana. También le conté sobre mi, pero lo básico.
-Te gustaría salir a tomar algo uno de estos días? - Me dijo en perfecto inglés.
-Seguro, pero por el momento estoy ocupado, solo hoy tenía algo de tiempo y aproveché para venir a relajarme.
-Entonces te gustaría hacer algo ahora?
-Ok, pero no tengo mucho tiempo, se supone que saldré con un amigo - Mentí, supongo que para tener una excusa para irme si la cosa se ponía muy rara.
-Genial, sube al auto.
Me sentí medio putito, pero filo, recién me lo había mamado un viejo feo en un sauna hétero, no podría caer más bajo.
En el trayecto seguimos hablando, resultó muy interesante el tipo.
-A dónde vamos?
-A mi departamento.
-Eres gay?
-Yes, this is a hangout. (Sería como “esto es una salida”, pero sonaba raro)
-No acostumbro a hacer cosas así.
-Tranquilo, no pasa nada.
-Se me notaba mucho que soy gay?
-No, pero ningún chico heterosexual tiene una mirada tan dulce.
Sonreí, hace tiempo que no me decían algo bonito, jaja.
Seguimos conversando hasta llegar a su departamento, cerca de la aduana. Nunca había estado en ese sector de Valparaíso. El barrio se veía peligroso, pero el edificio donde vivía era otra cosa. Otro nivel. De partida, abrió el portón del estacionamiento y era uno de estos con ascensor, nunca había visto uno.
Subimos unas escaleras y el edificio era bonito, me dijo que fue diseñado por arquitectos que vivían ahí, así que imaginen. Llegamos a su departamento y era hermoso, hermosísimo. Todo perfectamente ubicado, un departamento preciso para solteros. En el primer piso estaba la cocina, tipo americana, con un living muy top y un balcón con vista al puerto de Valparaíso. En el segundo piso se encontraban dos habitaciones, pero sin paredes, solo unas barandas, por lo que se podía ver el primer piso.
Después de recorrer el departamento, me ofreció una copa de vino mientras seguimos conversando. Ya estaba algo cansado de tener que hablar en inglés, pero no había otra. En eso se me acerca y me besa… y empezó el webeo.
Besos, calientes besos en su cocina, manoseo, recorro su espalda, le agarro el poto. De repente estamos en su living y me siento sobre él en el sillón. Le saco la polera y me saca la mía. Sigo besándolo, bajo por su pecho lampiño, abro su pantalón, se lo bajo. Arrodillado frente a él empiezo a besar y lamer su calzoncillo con su verga durísima abajo. Juego un rato ahí, para calentarlo y hacer que me ruegue que se lo mame. Bajé su calzoncillo y pude ver de cerca ese pene gordo que tanto miré en el sauna y que él no tuvo reparo en ocultar.
Besé su pubis, bajé a los testículos, rocé su pene, pero lo ignoré un buen rato. Pura maldad. Él no podía más con la calentura, tomó mi cabeza y la empujó contra su pene. “Lo logré”, pensé. Le mamé la verga y él solo estaba sentado, tirado en el sillón, respirando fuerte, caliente como un toro. Jugaba con su glande, la recorrí entera con mi lengua, mientras con una mano tocaba sus testículos. Le di el mejor mamón de su vida, según dijo.
-Desde que te vi en el sauna que quería hacer eso - Dije con su verga en los labios.
-You little bitch…
Se levantó y nos dirigimos a su pieza, pero lo detuve en la cocina y comencé a besarlo por la espalda y masturbarlo, rozando mi pene en su culo. Solo atinó a levantar su pierna, dejando su rosado ano a la vista. Bajé por su espalda y le di un buen beso negro, lamí su hoyito rico y comencé a meterle un dedo, luego dos y pronto tres. Le di unas cuantas estocadas con mi pene, que entró sin mucha resistencia, pero me detuve por la falta de condón y porque en realidad prefiero ser pasivo.
Seguimos hasta su cuarto, nos besamos frente a la cama y lo empujé a la cama como buen pasivo empoderado falocentrista. Le hice otra buena conferencia hasta que me senté en su pico y lo rozaba contra mi ano. Se alejó un poco para sacar condones de su velador y se lo puso. Se metió unos dedos a la boca y comenzó a jugar con ellos en mi ano, para dilatarme un poco. Luego se tiró sobre mi, que estaba boca abajo y comenzó a culearme fuerte, mientras con sus brazos afirmaba mi cabeza.
Por lo general me gusta el sexo más suave, pero este tipo me provocaba demasiado morbo. Me dio por el culo hasta que acabó dentro. Se echó en la cama sin intenciones de ayudarme a acabar y como ya he dicho antes, me toma tiempo, por lo que no lo hice, cosa que le quitó varios puntos al rubio. Me levanté y me di una ducha en el baño de su habitación, mientras él bajó a la cocina.
Cuando bajé, estaba haciendo una pizza para dos. Comimos una rica pizza casera y tomamos vino, mientras continuaba nuestra charla en inglés. Luego subimos a la azotea del edificio, que tenía habilitado con mesas y sillas muy bonitas. Era tipo 11:30 de la noche, había solo una pareja sentada, conversando. Interrumpimos su cita, pero estuvimos poco tiempo. Tenía una vista maravillosa del puerto, de verdad envidiable. Nos besamos ahí, frente a la otra pareja, en la oscuridad de la noche.
Volvimos al depa y nos sentamos a conversar en el sillón, charla que terminó conmigo chupándoselo y posteriormente él chupándome los testículos (en serio, no quiso mamar, alemán fome). Acabó de nuevo, descansamos un rato y después me fue a dejar al colectivo.
Comentamos lo bien que lo habíamos pasado, él quería volver a verme, pero la cosa quedó ahí.
Cuando iba en el colectivo recapitulé el día: Fui a un sauna, me lo mamó un viejo desconocido, fui al departamento de prácticamente un desconocido, me culeo un abogado alemán y después comimos pizza acompañada de un buen vino. Fue una buena tarde.
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Lo escribo en español porque sólo así me aseguraré de transmitir mi sentimientos correctamente, sé también que habrá alguien aquí que pueda leerlo y, con suerte, darme su opinión.
Estoy devastada, la persona con la que creía que compartiría mi vida, me dejó. Terminó conmigo por teléfono, alegando que estaba confundido y que no sabía qué quería hacer de su vida. ¿Confundido por qué? Le pregunté, y le dije que si yo era su novia podría confiar en que lo ayudaría. Después de todo, estábamos "comprometidos" y él hacía unos meses que no paraba de insistir en que fuésemos a vivir juntos.
En ese entonces no acepté porque ninguno de los dos trabajaba, y él aún no había terminado la universidad (para ser honesta, en el tiempo que estuvimos juntos entró y salió de al menos cinco universidades, siempre bajo alguna excusa. También trabajó en varios lugares pero al cabo de tres o cuatro semanas decía 'aburrirse' y los dejaba. E incluso intentó con tres negocios propios y en poco tiempo los cerró). Así que le decía que podríamos estar juntos cuando alguno de los dos pudiera encontrar un trabajo estable, y claro, yo prefería casarme que sólo irme a vivir con él. Llámenme anticuada, pero siento que es como empezar con el pie derecho, es proclamarle a todos que va en serio, que no es un simple arrebato. Jamás me interesó hacer una fiesta enorme, porque eso me parece de más. Pero sí el celebrar la unión, el tener a nuestros seres más cercanos y queridos ese día que se supondría sería el más feliz de nuestras vidas.
Cuando al fin obtuve un empleo y pude decirle que ya podíamos empezar a arreglar las cosas para casarnos y estar juntos; me terminó. Simplemente dijo "ya no me hace ilusión estar contigo, el tren de esa maravillosa vida juntos ya se fue". Eso me dejó en shock, ¿cómo, después de darme un anillo e insistirme tanto en vivir juntos, podía simplemente decir que ya no le hacía ilusión?. Luego añadió: "eres una egoísta, ¿porqué sí mis planes no se cumplieron, los tuyos sí?".
Se me partió el alma en mil pedazos. El mes que procedió a la ruptura fue el más tortuoso, un ir y venir, en el que él me decía cosas como:
"Te extraño, pero no quiero volver". "Eres la mujer que más he amado y eso no va a cambiar, pero ya no te quiero como pareja". "La vida desde que te di el anillo sólo la imagino a tu lado, y sí te quiero como pareja, pero te dije que no para poner distancia, porque es mejor así". "Seamos amigos y quizás en unos meses o años, podamos regresar, siendo más maduros". "Seamos amigos 'con derecho', y no quiero que te sientas usada, pero serían sólo encuentros casuales y cada quién por su lado". "No sigamos ilusionándonos, y mejor dejemos que las cosas fluyan". "Ahora, en este momento, más que sufriendo, estoy haciendo mis cosas, saliendo, conociendo a mucha gente".
Y cada vez que yo le decía que no podíamos ser amigos, que me diera ahora el espacio para poder superarlo, él siempre contestaba "Está bien, démonos un tiempo pero luego volvamos a hablar, porque quiero saber de ti en un futuro", "¿y si ya no regresamos?", ¿en cuánto tiempo sabremos que estamos listos para volver a hablar?". Esto, obviamente sólo me confundía y lastimaba más, ¿porqué si había terminado conmigo aún se interesaba en mí?.
Hasta que tuve el valor de decirle que respetara mi derecho a olvidarlo, y lo bloqueé de las redes sociales. Y bueno, hasta ese momento pude encontrar un poquito de paz, ya que no lo tenía a él enviándose mensajes y mandándome señales contrarias todo el tiempo.
Sin embargo, me culpo de arruinar la relación. Mis amigos cercanos, y más aún mi familia, me dicen que fue lo mejor, que era un patán. Siendo sincera, seis meses antes de la ruptura descubrí mensajes que me lastimaron, al preguntarle a él el porqué de los mensajes (obviamente le estaba coqueteando a otra chica) me dijo que era su forma de distraerse cuando peleábamos, y que nunca hubiera permitido que pasara a más. Le creí (no debí hacerlo). Desde ahí comenzó a ponerse distante y frío, indiferente, él dijo "ahora te toca enamorarme", y así fue. Si quería verlo tenía que viajar hasta donde él estuviera (vivíamos en ciudades diferentes). Sentí que la relación iba decayendo a pesar de todo mi esfuerzo. Se comportaba extraño, no dejaba que tocara su celular, y siempre decía "¿y si encuentras algo que te moleste?". Eso sólo acrecentada mi inseguridad y la desconfianza hacia él.
Sin embargo y a pesar de todo, al final, sigo preguntándome en qué fallé. Qué hice mal. ¿Fue por mí que se terminó? ¿Lo hostigué o no le demostré de verdad mi amor? ¿Debí aceptar su oferta de irme a vivir con él así nada más?
Siento que mi constante tristeza e inseguridad (inseguridad en todos los aspectos de mi vida, de mi cuerpo o incluso miedo a que me dejara) terminaron asfixiándolo y por eso se aburrió de mí, y por eso me dijo "ahora estoy eligiéndome", por eso está buscando una nueva persona. No puedo evitar sentirme una inútil, fracasada que arruinó el estar con el amor de su vida.
Me echo tanto la culpa.
Aunque como dije, quienes son mis seres queridos y lo conocieron, nunca tuvieron fe en él, nos les agradó y me dijeron que les pareció una persona sumamente inmadura. Y por la forma en la que terminó, pero más por como actuó después de la ruptura, puedo decir que lo es. Sin embargo, aún tengo esa espina. Aún tengo dudas, estoy confundida.
Si alguien llegó hasta aquí, lo agradezco profundamente, necesitaba desahogarme. Ha sido una experiencia muy difícil. Me ha costado mucho ver un poco de luz entre tanta oscuridad y tormenta. Es uno de los peores dolores por los que he atravesado, y sólo quienes lo hayan experimentado saben qué se siente realmente. Es sólo equiparable a la muerte de un familiar muy querido. Es algo que aún no creo, y es una lucha constante día con día.
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¿Cómo eran los estudiantes indígenas en 1537?
A Nuestro Santísimo Padre Paulo III, sumo Pontífice de la Iglesia, desea salud eterna fray Julián Garcés, de la Orden de Predicadores, primer Obispo de Tlaxcala en las Indias de la Nueva España. Saludo y preámbulo
No habrá pereza, Santísimo Padre, para declarar a V.S. lo que tengo entendido acerca del tierno rebaño que de pocos días a esta parte se incorporó en el de la Iglesia, para que el espíritu de V. S. se pueda regocijar en Dios nuestra salud. Y por no causar fastidio con largos preámbulos, mayormente a V.S., a cuyo cargo está acudir a tantos y tan graves despachos de todo el mundo, quiero desde luego entrar contando el caso.
La evangelización de los niños indígenas y sus aptitudes
Los niños de los indios no son molestos con obstinación ni porfía a la fe católica, como lo son los moros e indios, antes aprenden de tal manera las verdades de los cristianos, que no solamente salen con ellas, sino que las agotan. Y es tanta su facilidad, que parece que se las beben. Aprenden más presto que los niños españoles y con más contento los artículos de la fe por su orden y las demás oraciones de la doctrina cristiana, reteniendo en la memoria fielmente los que se les enseña. Críanse dentro de la cerca de los monasterios, en sus aposentos y compañías, escuelas y pupilajes; en las ciudades más ricas y de más población y comarca son trescientos los niños, y cuatrocientos y quinientos. No son vocingleros, ni pendencieros; no porfiados, ni inquietos; no díscolos ni soberbios; no injuriosos, ni rencillosos, sino agradables, bien enseñados y obedientísimos a sus maestros. Son afables y comedidos con sus compañeros, sin las quejas, murmuraciones, afrentas y los demás vicios que suelen tener los muchachos españoles. Según lo que aquella edad permite, son inclinadísimos a ser liberales. Tanto monta que lo que se les da, se dé a uno como a muchos; porque lo que uno recibe, se reparte luego entre todos. Son maravillosamente templados, no comedores ni bebedores, sino que parece que les es natural la modestia y compostura.
Es contento verlos cuando andan, que van por su orden y concierto, y se les mandan sentar, se sientan y si estar en pie, se están, y si arrodillar, se arrodillan. Fuera de su Tlacuali [que así llaman ellos a su comida ordinaria], que es solamente un poco de pan, no son importunos pidiendo otra cosa, aunque hay abundancia de todas frutas, así de las de la tierra como de las que los españoles han traído de España, que se dan maravillosamente en las Indias, por la fertilidad y fecundidad de la tierra. Tienen los ingenios sobremanera fáciles para que se les enseñe cualquiera cosa. Si les mandan contar, o leer o escribir, pintar, obrar en cualquiera arte mecánica o liberal, muestran luego grande claridad, presteza y facilidad de ingenios en aprender todos los principios, lo cual nace así del buen temple de la tierra y piadosas influencias del Cielo, como de su templada y simple comida, como muchas veces se me ha ofrecido considerando estas cosas. Cuando los recogen al monasterio para enseñarlos, no se quejan los que son ya grandecillos, ni ponen en disputa que sean tratados bien o mal, o castigados con demasiado rigor, o que los maestros los envíen tarde a sus casas, o que a los iguales se los (sic) encomienden desiguales oficios, o que, a los desiguales, iguales. nadie contradice, ni chista, ni se queja, porque todo el cuidado y diligencia de los padres es procurar que sus hijos salgan bien aprovechados en la enseñanza del cristianismo.
Aprenden cumplidísimamente el canto eclesiástico, así el canto de órgano como el canto llano y contrapunto, de tal suerte que no hacen mucha falta músicos extranjeros. Son gente vergonzosa, y ninguno sale en público [a lo menos la gente mexicana] sin que haya particular cuidado y recato en cubrirse honestamente con los paños que llaman tomaxtli, como los luchadores antiguamente cuando salían a ejercitarse al campo, que, aunque iban desnudos, no deshonestos. Llamábanse, como nota San Agustín campestrati, que quiere decir gente que quedaba en calzones justos y eran tan cortos como bastaba para redimir su honestidad. Este género de abrigo llaman las divinas letras perizoma y los indios llaman maxtli, sin el cual nunca aparecían en público.
Las denuncias sobre su incapacidad para la fe
Ya es tiempo de hablar contra los que han sentido mal de aquestos pobrecitos y es bien confundir la vanísima opinión de los que los fingen incapaces y afirman que su incapacidad es ocasión bastante para excluirlos del gremio de la Iglesia. «Predicad el evangelio a toda criatura [dijo el Señor en el Evangelio]; el que creyere y fuere bautizado será salvo». Llanamente hablaba de los hombres y no de los brutos. No hizo excepción de gentes, ni excluyó naciones, porque los apóstoles a quienes había dicho que había de hacer pescadores de hombres, habían de recoger en la red evangélica todo género de peces. Y lo que dice el Evangelio, que escogieron los buenos y echaron fuera los malos, no se entiende de la pesca que se hace en la Iglesia militante, sino de aquella de la triunfante, cuando se apartaron las ovejas de los carneros.
Respuesta eclesiológica a la denuncia
Este es el misterio de que cuando pescaba San Pedro, antes de la Pasión, era tanta la cantidad de peces, que se rasgaban las redes y casi se anegaban los barcos; pero después de la Resurrección dice San Juan que con ser tantos los peces, no se rompió la red; y es que hablaba ya de la pesca de la Iglesia triunfante. Ahora en la Iglesia militante entran muchos peces en las redes y las hinchen (sic) y rasgan y salen o herejías o por malas costumbres, y éstos no entran en la red de la triunfante.
De aquí es que hablando el Evangelista de la pesca que fue después de la Resurrección, puso número determinado de peces, porque sabe Dios los que son suyos, como dijo el Apóstol: «En estas redes de la vida presente, entran muchos que han de salir dellas y en las de la venidera, ninguno entrará que haya de salir.» dijo el Psalmista: «Alaba Hierusalem al Señor, porque arreció las cerraduras de tus puertas y bendijo a tus hijos en Ti.»
Y porque no entendiésemos que solamente ciento y cincuenta y tres habían de ser las ánimas bienaventuradas en el Cielo, es el misterio místico que, contando desde uno hasta diez y siete van componiendo estos números el de ciento y cincuenta y tres, multiplicados nueve veces, para significarnos que por diez y por siete, que son los diez mandamientos bien guardados y por los siete dones del Espíritu Santo, entran los hombres en el cielo, como por contadero: pues que son muchos los llamados y pocos los escogidos. Resta, pues, que para ninguno cerramos la puerta que San Juan vio abierta en su apocalipsis, porque el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, sólo Él sabe el número de los escogidos para la felicidad soberana; y así a ningún hombre que con fe voluntaria pida el bautismo de la Iglesia, se le ha de cerrar la puerta, como lo enseña San Agustín en el sermón 15 de las palabras del Apóstol, citando a San Cipriano en esta materia.
Contra los que sostienen la opinión de la incapacidad para la fe
A nadie pues, por amor de Dios aparta desta obra la falsa doctrina de los que instigados por sugestiones del demonio, afirman que estos indios son incapaces de nuestra religión. Esta voz realmente, que es de Satanás, afligido de que su culto y honra se destruye y es voz que sale de la avarientas gargantas de los cristianos, cuya codicia es tanta, que por poder hartar su sed quieren porfiar que las criaturas racionales hechas a imagen de Dios, son bestias y jumentos, no a otro fin de que los que las tienen a cargo, no tengan cuidado de librarlas de las rabiosas manos de su codicia, sino que se las dejen usar en su servicio, conforme a su antojo.
¿Quién es el de tan atrevido corazón y respectos tan ajenos de vergüenza, que ose afirmar que son incapaces de la fe los que vemos ser capacísimos de las artes mecánicas y los que, reducidos a nuestro ministerio, experimentamos ser de buen natural, fieles y diligentes? Si alguna vez [Santísimo Padre], oyere V.S. que alguna persona religiosa es deste parecer, aunque resplandezca con rara entereza de vida y dignidad, no por eso ha de valer su dicho en esto, persuadiéndose V.S. y creyendo por más cierto que los cierto que quien lo dice ha sudado poco o nada en la conversión de los indios y ha estudiado poco en aprender su lengua y conocer sus ingenios, porque los que en estas cosas trabajan con caridad cristiana, afirman que no es lance vano el de las redes del evangelio y amor de Dios y del prójimo, cuando para pescarlos se tienden.
Los que se están ociosos o por ser amigos de soledad, o por tenerlos aprisionados la pereza y los que nunca convirtieron indio a la fe de Cristo por su industria; porque no los puedan culpar de que han sido inútiles, atribuyen la culpa de su descuido a la imbecilidad y flaqueza de los indios y defienden su verdadera pereza con la falsa incapacidad que les imponen; cometiendo en su excusa no menor culpa que la principal de que procuraban librarse. Daña grandísimamente este género de hombres porfiados a la mísera multitud de indios, porque estorban el proseguir algunos religiosos en la instrucción y enseñanza que les hacen de las cosas de la fe. Y de aquí nace que algunos españoles que van a destruirlos con sus guerras, confiados en el parecer de tales consejeros, suelen tener por opinión que no es pecado despreciarlos, destruirlos, ni matarlos. Donde parece que Satanás, enemigo del linaje humano, halló esta traza, transfigurado en ángel de luz, para que diferiéndose la fe de aquellas gentes, conservase él la honra que entre los indios se le daba.
El testimonio personal de fray Julian sobre los indios
Y por hablar más en particular del ingenio y natural destos hombres, los cuales ha diez años que veo y trato en su propia tierra, quiero decir lo que vi y oí y lo que mis manos tocaron acerca destos hijos de la Iglesia por algún ministerio mío en la palabra de la vida, atestiguando delante de V.S. que como Beatísimo Padre es Vicario de Cristo en la tierra, de referir cada cosa por lo que es, para que queden conocidas sus costumbres y escudriñados sus ingenios.
Son con justo título racionales, tienen enteros sentidos y cabeza. Sus niños hacen ventaja a los nuestros en el vigor de espíritu y en más dichosa viveza de entendimiento y de sentidos y en todas las obras de manos. De sus antepasados he oído que fueron sobremanera crueles con una bárbara fiereza que salía de término de hombres pues eran tan sanguinolentos y crudos, que comían carnes humanas. Pero cuanto fueron más desaforados y crueles, tanto más acepto sacrificio se ofrece a Dios si se convierten bien y con veras. Nosotros somos la mayor parte para esto, si fuéramos para con ellos tales en la enseñanza, ejemplo, manos y lengua, cuales quisiéramos que fueran ellos tales en la enseñanza, ejemplo, manos y lengua, cuales quisiéramos que fueran ellos para con nosotros, si nos hubiera sucedido lo que a ellos. Trabajemos por ganar sus ánimas, por las cuales Cristo Nuestro Redentor derramó su sangre. Oponémosles por objeción su babariedad e idolatría, como si hubieran sido mejores nuestros padres de quien traemos origen, hasta que el Apóstol Santiago les predicó y los atrajo al culto de la fe, haciéndolos de malísimos, buenísimos; y dellos han salido resplandecientes lumbreras de mártires, doctores y vírgenes, que sería largo y no necesario contarse.
Los españoles, también fuimos paganos y pecadores antes del cristianismo
¿Quién duda sino que, andando años, han de ser muchos destos indios muy santos y resplandecientes en toda virtud? Por ventura cuando Sertorio estaba en España, no amansó y enseñó a aquella cierva que tenían por decidora del hado? Una cierva que es animal bruto, tenían los españoles por profetiza y decidora de los hados y la reverenciaban como a diosa. La fiereza de los españoles antiguamente fue tanta que Silio Itálico, que trae su origen de Sevilla, la vieja ciudad de Andalucía que se llamaba Itálica, dice de sus mayores por ilustre blasón:
«Gente pródiga en dar la propia vida,
Fácil en darse prisa por la muerte,
Que en viendo que pasó su fuerza de años,
Sin esperar el siglo se apresura,
Quitándose la vida por su mano.»
Aquel Viriato, que según Justino fue ilustre capitán de España, muy celebrado por sus hazañas, primero fue vaquero. Esta es la nobleza que nuestra España tenía en su gentilidad. Después de recibido el cristianismo, poseemos, con la fe por herencia, la verdadera nobleza y han salido de España tantos capitanes y tan valerosos, que de ellos hizo Roma para sí emperadores y por ellos creció maravillosamente subiendo al punto que tuvo. Si España, tan llena de espinas y abrojos y de errores, antes de la predicación de los Apóstoles, dio después en lo temporal y espiritual tales frutos, cuales ninguno antes pudiera entender que estaban por venir, porque esta mudanza es de la diestra del Muy Alto, también se ha de conceder que siendo la mesma omnipotencia la de Dios, y el mesmo auxilio, favor y gracia, la que concede a todos como Redentor, podrá ser que el pueblo de los indios venga a ser maravilloso en este Nuevo Mundo. ¿Por ventura dice Isaías está abreviada la mano del Señor para que no pueda salvar? En el tiempo que Sertorio, Capitán de los romanos, estaba en España con aquellos hombres medio fieras, ya los españoles habían aprendido las letras griegas y latinas, enseñados de aquellas naciones que los habían sujetado. Bien es verdad que si España hubiera conocido sus fuerzas como dice Trogo nunca hubiera rendido la cabeza sujetándose a los romanos. Los españoles habían aprendido ya letras romanas y sabían su lengua; y con todo eso se estaban todavía medio bárbaros.
Los indios antes de la llegada de los españoles: eran también bárbaros, pero tenían su cultura
Pues ¿qué maravilla es si estos pobrecitos indios, puestos en este postrer bordo del mundo, sin haber jamás tratado gente política ni aprendido hasta hoy letras algunas, se estuviesen como bestias sin tener animal de quien usar para carga, sino que ellos mesmos eran como asnillos de dos pies y llevaban cargado al campo y a su casa todo lo que habían menester? No tenían noticia de otros hombres extranjeros, ni estaban adornados de policía, ni de comida, ni de vestido, ni de las demás cosas que adornan la vida humana; ni tenían trato de letras, ni sabían de navío, coches, ni literas ni carros; estaban por desbastar y eran casi bárbaros. Pues si con todas estas cosas fueron tales los españoles en aquel tiempo antiguo, ¿qué hay que desconfiar de los indios, pues que de nosotros de desconfiaron los nuestros, sino que salieron de aquella tierra tan ilustres varones en fuerza de cuerpo y alma? Advertid, dice el Psalmista, que desta manera será bendito el hombre que teme al Señor. Y dice luego el cómo. «Viendo a los hijos de tus hijos que son los hombres pobres del Nuevo Mundo que con su fe y virtudes por ventura han de sobrepujar a aquellos por cuyo ministerio fueron convertidos a la fe.»
Y porque dije que totalmente no habían aprendido letras, ya me declaro. Pintaban, no escribían; no usaban de letras sino de pinturas. Si querían significar alguna cosa memorable, para que la supiesen los ausentes en tiempo o en lugar, usaban de pinturas, según aquellos que insinuó Lucano cuando dijo:
«Si habemos de dar crédito a Fama,
Los de Fenicia fueron los primeros
Que en toscos caracteres se atrevieron
A señalar las voces duraderas.
No había sabido Memphis el secreto
De escribir en cortezas de los Biblos
Solas las fieras, aves y animales
Guardaban el lenguaje misterioso
Que estaba en solas piedras esculpido.»
Ahora es tanta la felicidad de sus ingenios hablo de los niños que escriben en latín y en romance mejor que nuestros españoles y los que se dan entre ellos al estudio de la lengua latina y castellana, no salen menos aprovechados que nosotros.
Capacidad de los indios para la confesión
Confiesan todos sus pecados que suele ser cosa dificultosa y ardua, mayormente para los que son nuevos en la Iglesia, por ser cosa donde grandemente se muestra lo que puede la fe, pues descubre un hombre a otro los secretos del corazón y manifiesta exteriormente sus flaquezas humanas. Dicen sus pecados, no con menos claridad y verdad que los que nacieron de padres cristianos y estoy por decir que con más ganas, por que se huelgan de frecuentar la confesión. Y si alguna vez dijeron algo o menos bien examinado, o no tan bien entendido de los confesores, lo tornan a repetir de su voluntad, mejor dicho, sin recibir en ello pena. Tienen simplicidad de palomas, y para sus confesiones, todo el año es cuaresma y en él hacen lo que usan en ella los cristianos. Toman disciplinas ordinarias con se cosa que los muchachos rehúsan y las reciben de su voluntad, aprovechándose del secreto del tiempo y lugar, fuera de las disciplinas comunes que se toman el viernes santo y todos los viernes del año. Y lo que nuestros españoles tiene por más dificultoso, pues aun no quieren obedecer a los prelados que les mandan dejar las mancebas, esto hacen los indios con tanta facilidad que parece milagro, dejando las muchas mujeres que tuvieron en su paganismo, y contentándose con una en el matrimonio. Clarísimamente se acusan en la confesión los niños digo de los hurtos que hacen. Con estar muy hechos a hurtar por particular inclinación que a ello tienen, no rehúsan la restitución ni la dilatan.
Otras muestras de la superioridad del cristianismo entre los indios
Edifican grandes iglesias y adórnanlas con las armas reales; labran también los conventos de los frailes que los tienen a cargo y las casas de las mujeres devotas que envió la Reina doña Isabel, dándoles a ellas con tanta buena voluntad sus hijas, como a los frailes sus hijos, para que con toda presteza se aumente la santa iglesia con ellos. Cuando tienen necesidad de agua para sus sembrados, vienen a los frailes con sus ofrendas y piden procesiones y con la misma devoción piden que les digan un evangelio sobre sus niños enfermos y que el sacerdote ponga las manos sobre ellos. Cuando el niño nace, le lleva su padre o madre a recibir el sacramento del bautismo y cuando muere van luego a los frailes para que lo entierren. Si el marido sabe que su mujer no e cristiana, luego la lleva al bautismo y la mujer al marido, para desposarse al modo de los cristianos; y también lleva el padre al hijo, y la madre a la hija, el hermano al hermano y el vecino al vecino.
Testimonios ejemplares de la fe entre los indígenas
Quiero decir brevemente lo que acerca desto he sabido, así por mi persona, como por la relación de religiosos fidedignos acerca de las buenas costumbres y fe destos indios.
Preguntáronle a uno porqué se quería confesar fuera de la cuaresma y respondió que, habiendo estado muy malo prometió a dios de confesarse, si le diera salud y que estaba obligado a confesarse so pena de ser transgresor del voto.
Otro indio habiendo poco antes confesádose con un sacerdote, fue a confesarse con otro; y preguntado por qué secundaba tan presto aquel sacramento, respondió: tengo sospecha de que el confesor no me entendió bien, demás de que después acá, se me ha acordado otros pecados y por eso me torno a confesar.
Dos indios recién convertidos, el uno llamado Pedro y el otro Diego, que fueron de los primeros que recibieron la fe, vieron en espíritu un día, después de haberse confesado, que les parecía descubrir dos caminos, el uno muy asqueroso de malos olores y el otro lleno de muchas rosas y fragancia de buenos olores. Miraron bien y reconocieron a Santa María Magdalena y a Santa Catarina, entendiendo que lo eran por las señas con que habían visto pintadas las imágenes destas Santas, las cuales les dijeron: el camino que antes llevábades en vuestra idolatría es el asqueroso y de malos olores; y el que ahora seguís, después del bautismo, es el que tiene suave olor y fragancia de flores. Contaron esto los dos animosamente y con gran fervor delante de diez mil indios y muchos dellos pidieron luego el bautismo.
La noche de Navidad que Nuestra Madre la Iglesia representa el nacimiento de Cristo Nuestro Redentor, oyeron muchos dellos cantar en su lengua por los aires aquel otete de los ángeles: Gloria a Dios en las alturas, y hasta entonces nunca se había vuelto aquel cantar en su lengua, como después acá; y así se entiendo que sucedió aquel milagro por virtud divina pues no intervino industria humana.
Andaba un indio anhelando por haber con violencia una muchacha y díjole ella: ¿Tú no eres cristiano? Respondió él: si soy. Pues eso que tu haces, la religión cristiana lo prohibe. En oyendo el indio esto desistió al momento de lo comenzado.
Estaba un indio enfermo en cuaresma y como le habían enseñado que era tiempo de ayunos, no hubo remedio para persuadirle que comiese carne aunque le decían los españoles que podía.
Un indio se confesó, de que estando con su mujer, se le acordó de otra a quien quería y le fue aquella memoria deleitosa.
Un indio preguntó a un religioso si cuando estaba oyendo misa le sería mejor rezar o suspender por entonces la oración y estar atento a las palabras divinas que en la misa se dicen.
Oyó una vez un indio que Judas había sido impenitente, no queriendo confesar su culpa y que se ahorcó, y fuese el indio al confesor diciéndole: padre, yo soy Judas que aunque me confesé, no dije todos mis pecados y por eso me quiero tornar a confesar.
Dos indios estaban enfermos y habían callado por vergüenza una grave culpa que con la gravedad de la enfermedad les pareció confesar con muchas lágrimas y sentimiento de haberla cometido y callado; y fue Dios servido que entrambos quedaron luego sanos de ambas enfermedades.
Una india bautizada tenía un marido gentil y preguntóle si estaba bautizado; díjole que no y ella le negó la deuda o por mejor decir, la no deuda conyugal, hasta que se bautizó.
Cuando algunos dellos se vienen a confesar y no van absueltos, o porque estaban amancebados o porque deben alguna restitución, luego al momento cumplen lo que el confesor les manda y vuelven a él con presteza pidiéndole la absolución. Este argumento, a mi parecer no es pequeño para entender la fe que hay en los indios. Si se les dilata la confesión por ocupación del confesor o por otra causa, lo sienten, lloran y gimen, mostrando hambre del sacramento y sed de la justicia. Muchos dellos, después de recibido el bautismo piden que los bauticen y en diciéndoles que no es esto lícito, responden: bien sabemos eso, pero por entonces no creímos o no entendimos las palabras del que nos bautizaba, y por eso pedimos segunda vez el bautismo.
Estaba a la muerte un indio que se llamaba Martín y poco antes que muriese dijo a su madre que estaba en pie delante de el: madre mía, haceos a un lado; ¿no veis los frailes que vienen con la cruz y aquella gran señora que me viene ofreciendo el santo rosario?
Estaban en Teocán (sic) unos españoles hospedados y en pasando adelante, dijo un pobre indio de aquel pueblo a los demás: ahora, hermanos míos, habemos de vivir m cuidadosamente como cristianos, pues que estamos solos sin los testigos que teníamos de nuestra fe.
Esta nueva Iglesia indiana a imagen de la primitiva Iglesia...
Podríaseme decir que para probar esto no traigo testigos, como si los testigos no pudieran mentir. Y pasando más adelante, dirán que en los juzgados de los hombres, no tiene fuerza ni valor una simple relación. Aquí no buscamos juicio humano, sino que nos maravillamos del divino. pues quiere Dios despertar en los principios de aquesta gente nueva, los milagros antiguos y prometer el fruto con que florecieron los santos que ha muchos años que nuestra Iglesia reverencia. Ayúdales a los indios su poca comida, y el pobre poco vestido y la humildad y obediencia que les es natural, con no haber en el mundo nación que tenga con tanta abundancia todas las cosas necesarias como ésta.
El pedido concreto al Papa...
Y me parece, Santísimo padre, que he declarado lo que a mí me importaba decir y a Vuestra Santidad oír acerca desta mercaduría de Indias, digo acerca del trato de aquellas cosas que el Criador y Redentor de todos dispuso con su providencia para el término de esta nuestra edad, que según va corriendo aprisa, es ya el fin de los siglos. Resta ahora suplicar a V.S., como a Pablo Santísimo, doctor de las gentes, que habiendo tan buena ocasión, no se dé lugar a la flojedad y pereza, sin que V.S. nos amoneste a todos y nos exhorte, despierte y lleve adelante, para que en esta obra del Artífice Soberano no durmamos, sino que velemos y procuremos ejercitarnos en ella sin tibieza. Una cosa quisiera yo, Santísimo Padre, que tuviera V.S. por persuadida, y es que desde que comenzó a resplandecer por el mundo la verdad evangélica, desde que se declaró nuestra felicidad, desde que fuimos adoptados por hijos de Dios en virtud de la gracia de Nuestro Redentor y desde que el camino de la salud fue promulgado por los Apóstoles, nuestras capitanes y maestros, nunca jamás a lo que yo entiendo ha habido en la Iglesia católica más trabajoso hilado, ni cosa de más advertencia que el repartir los talentos entre estos indios; porque si trabajamos tanto por las cosas caducas y perecederas de aquesta miserable vida, ¿cuánto más habemos de procurar todos mayormente siendo V.S. nuestro capitán, como Padre y Pablo Santísimo no perder por nuestro descuido y negligencia la ocasión que tenemos entre manos, muy acomodada para hacer bien?
Vean todos en ese pecho apostólico que ninguna cosa se asienta más agradable que querer V.S. que todos sus fieles acudan y asistan y velen en este negocio tan grave, con toda su fuerza y conato, deseo, voz y voto, para que por la parte que tenemos abierta la puerta de la palabra como dijo el apóstol conozcan todos que quiere V.S. encaminar muchos obreros para que en el fértil suelo de las Indias acuda la espiga a ciento por uno y se sustente la rica esperanza, aumente la caridad y persevere la fe.
El oro que hay que extraer de las Indias es la conversión de los indios
Con tanto más conato y con tanto más alegre ánimo habemos de procurar recoger a los idólatras en Asia (sic), debajo de las banderas de nuestra profesión, cuanto vemos en Europa que se ejercita más la crueldad de los turcos contra los nuestros. De aquí saquemos oro de las entrañas de la fe de los indios. Esta riqueza es la que habemos de enviar para socorro de nuestros soldados. Ganémosle más tierras en las Indias al demonio que la que él nos hurta con sus turcos en Europa. Batamos los muros de los demonios con doblados instrumentos de la guerra, y acometan los carneros de remuda, para que libremos del cautiverio antiguo a estos pobres y enviemos de aquí este oro. Desterremos los demonios de todos los confines de Europa. Dilátense los términos de vuestros fieles, buen Jesús, Rey Nuestro. Cúmplanse ya la profecía de Isaías que dice: Mirad estos que vendrán de lejos; mirad aquellos de aquilón y del mar y éstos de la tierra austral. Alabad cielos; alégrate tierra; cantad alabanzas, los montes, porque el Señor consoló a su pueblo y tendrá misericordia de sus pobres y dijo Sión: El Señor me dejó y el Señor se olvidó de mí. Y poco después: levanta tus ojos en contorno y mira que estos están juntos y vinieron para tú. Vivo yo dice el Señor que de todos estos has de quedar vestida como ornamento y los pondrás alrededor de tú como esposa, porque tus desiertos y soledades y la tierra de tus antiguas ruinas, ha de ser ahora todo poco y estrecho, según tus muchos moradores, y han de quedar muy ahuyentados los que te aniquilaban y aterraban. Si Jesucristo nuestro Señor Dios y Redentor Nuestro, con tanta instancia persuade a Santo Tomás Apóstol que vaya a predicar a los indios, aunque él rehusaba y decía: enviadme a donde quiera, como no sea a los indios; y a San Bartolomé, que atormentó con grandes maravillas a los demonios y convirtió a los indios a la fe, despreciando sus riquezas y descubriendo mejores minas de oro en la fe del Evangelio para que la siguiesen; también conviene Santísimo Padre que V.S. imite, siga y acompañe a su Emperador y Dios, a quien ve que envía a sus soldados y apóstoles para que vayan a los indios y casi los apremia a ello. Y si me dice V.S. que los idólatras no creerán en Cristo, ni obedecerán el Evangelio, San Lucas dice en los Actos de los Apóstoles, que predicando San Pablo, creyeron todos los que estaban predestinados de Dios para la vida eterna. Ello es cierto que ninguno de los predestinados dejó de creer. Todos nosotros, los que vivimos entre indios, somos testigos de cuan buena gana reciben la fe, reverencian y oyen a los predicadores, edifican iglesias y están sujetos a los religiosos, los indios desta Nueva España. Y en lo que toca a los que están muy apartados de los términos desta Provincia, tenemos verdadero testimonio del Venerable Padre fray Bernardino de Minaya, que al presente es Prior de Santo Domingo, de la ciudad de México Tenuchtitlán, el cual con dos compañeros religiosos caminó hasta la Provincia de Nicaragua, que es camino de más de trescientas leguas, predicando a los idólatras, quebrantando, despedazando y quemando los ídolos y enarbolando y levantando el estandarte de Jesucristo, Rey, Hijo de Dios, y fundando iglesias. Para todas estas cosas, halló a los indios muy ganosos y muy prontos, con no haber ellos antes visto religiosos que les predicasen. Pedíanle de su voluntad el bautismo, saliéndole a recibir con guirnaldas de rosas y con comida y bebida que le ofrecían. Extendían y abrían los caminos y aderezábanlos, acompañándole con hacimiento de gracias y diciendo a su modo: bendito el que viene en el nombre del Señor.
El obispo le recuerda al Papa sus deberes...
A V.S. puso el Soberano rey de los Cielos por su condestable en la tierra que así los llaman los reyes del mundo para que siempre persevere velando en su puesto y oficio, que es mirar por una y otra parte a donde hay mayor necesidad de enviar soldados y compañeros y ropas y bastimentos que se hayan de repartir entre la gente del ejército, porque si por falta de la paga o por faltar gente de caballos o peones, hay descuido en las cosas de la guerra y van a menos toda la culpa ha de ser del proveedor. Pero acudiendo V.S. a todo como los esperamos le está guardada, como es justo, la corona gloriosa de la bienaventuranza.
fray Julián Garcés
Obispo de Tlaxcala
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Zapatos
Lo siento por adelantado, por poner a Miguelito en está situación, pero tenía la idea desde el fin de semestre donde mi mente es un desastre incontrolable, pero no me siento mal al sacarla de mi cabeza, me siento ligera.
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Advertencia: Atracción por el mismo sexo.
Coco no me pertenece, uso sus personajes sin fines de lucro.
Miguel era muy famoso entre las jovencitas de Santa Cecilia, más de una le ha robado un beso y lo han engañado para tener una cita con él. Él no llega a presumir sobre eso, de hecho, no hay ninguna muchacha que le llamé la atención aunque ya esté en esa edad y solo las consideré muy guapas, hasta ahora; su única preocupación es no lastimarse las manos con el frío que hace en el pueblo por el clima.
En el pequeño escenario detrás de la iglesia, la gente veía con entusiasmo como un par de jóvenes entonaban las canciones navideñas; mucha gente ya los conocía como Los tres caballeros de Santa Cecilia, aunque solo estuviera el trompetista y el guitarrista, sin la violinista, pero eso no les afectaba porque eran acompañados por otros grupos de mariachis
Finalizaron de tocar al escuchar los aplausos, rejuntaron las limosnas que habían obtenido para dárselas al padre; con ese dinero se haría la kermes del catecismo y eso se agradecía a los dos jóvenes por pasar cerca del lugar cuando uno de los mariachis se lastimó la garganta por el frío que hacía.
―Te estás helando―comentó Rob mientras le devolvía los instrumentos prestados a los mariachis.
―No hay bronca, solo necesito frotar mis manos―hizo fricción y guardo sus manos en los bolsillos de la sudadera.
―Cómprate guantes.
―No los ocupo.
―Se te van a resecar las manos, a parte estás temblando como chihuahua por el frío.
Miguel no le hizo caso y rodó los ojos―Con atole se me quita.
Roberto solo sonrió ante las ocurrencias de Miguel, él sabía que no compraría guantes porque se sentía raro al tocar la guitarra con ellos; así que tendría que invitarle el atole al fin de en cuentas, si no quería ser regañado por su prima, Rosa, de no hacer nada por lo wey que era.
Después de un rato, se habían sentado en una banca cerca del puesto donde habían comprado atole, Miguel sonreía de la emoción y soplaba rápido para no quemarse la boca, aunque por el atole todo valía la pena.
―Gracias por invitarme…
―No hay de que mijo―Miguel casi escupía su manjar ante esa expresión.
Rob había actuado como una abuelita, pero lo había dicho mientras tejía― ¿Para quién es?―cuestionó con diversión.
―Me pregunto lo mismo tu prima y mi nantli*, a la primera le dije para nantli y a la segunda que era para Rosa.
― ¿Y…?
―Pues la verdad es para la primera respuesta―admitió con una sonrisa mientras seguía tejiendo.
―Entonces es pa' tu mamá.
―Exacto.
Mucha gente no comprendía como ellos se llevaban tan bien, parecían casi familia desde que se conocieron hace unos años atrás. Cuando el pueblo se puso pesado en contra de los Rivera al dar la noticia de que Ernesto era un fraude y las canciones eran de Héctor, su tatarabuelo. Roberto fue el único niño que lo apoyó y salió a jugar con él a pesar de todo. Era buena persona; un excelente amigo, un trompetista talentoso, le ponía esmero y dedicación a las cosas como ahora con rapidez en la que tejía la bufanda.
Últimamente ha observado a su mejor amigo más de lo que admitiría; se da cuenta de cómo muerde su labio cuando se equivoca o se le pega una tonada en la cabeza, el cómo sopla un mechón de cabello que le estorba la vista, en cómo se desparrama en la banca, todas sus costumbre habían pasado por el ojo de Miguel, y no le molestaba ninguna, excepto…
―Rob, cómprate unos zapatos.
―Lo haré cuando tú te compres guantes―dijo sin mirarlo, seguía concentrado en acabar.
―Rob, ya están todos rotos, se le ha levantado la suela y ya tiene los cordones desechos.
Puede que el sueño de Miguel es ser músico, pero el venir de una familia de zapateros era también parte de él, su oído musical hasta le hacía notar cuando un tacón estaba desnivelado o alguien chancleaba en la calle, y le llegaba a molestar ver a personas con los zapatos todos rotos.
―No tengo dinero pa' comprarme zapatos, debo de comprar los libros del semestre que viene.
No podía discutir ante esa excusa, solo se calló y miró como seguía tejiendo la lana mientras tomaba atole. La conversación fue trivial; hablaron sobre que Miguel cantaría en la iglesia para Nochebuena, que Rob se iría Nequeteje y no se verían hasta que regresarán a clases, y una u otra cosa que dejará fluir la conversación como río. Miguel acabo su atole y Rob terminó con la bufanda así que era hora de regresar a casa; en el camino empezaron a planear los próximos eventos en los que se presentarían al terminar las vacaciones.
―Y luego s-…―Miguel estornudo antes de poder terminar.
Se rasco la nariz y volvió a poner sus manos en los bolsillos; tal vez ese día no debía llevar esa sudadera con lo desgastada de los años la tela se estaba poniendo delgada, iba a hablar al respecto de eso… pero una prenda le cubrió los ojos y se sentía apretado. Rob le estaba compartiendo algo de su poncho; la pubertad les había afectado de manera diferente, a Miguel le dio rasgos un poco más duros, una voz un poco grave y una barba de chivo, pero no creció tanto. En cambio, Rob era el más alto de los dos a pesar de medir 1.75.
Así que su barbilla se apoyaba en la cabeza de Miguel ¿Pero qué estaba haciendo?
― ¿Rob?
― ¿Sí?
― ¿Y esto?
―No quiero que te enfermes, si lo haces. Tu prima me va echar la culpa por bruto―dijo y le brindó un abrazo.
No era la primera vez que lo hacía, era demasiado cariñoso, no solo con él, también con su familia, pero esas muestras de afecto en algún punto comenzaron acelérale el corazón a Miguel y sentir las mejillas muy rojas. Rob no lo hacía con mala intención, él no entendía como se podía interpretar de diferentes formas, a como él las veía eran dos amigos teniendo un abrazo y ya.
Soltó un largo silbido―Bien, creo que debemos de caminar así.
―Nos vamos a romper el hocico por andar de chistosos…
―No te apures, solo faltan unas cuadras para llegar al desvíe.
Entre paso torpes, algunos insultos en diferentes lenguas, lograron llegar al desvío; ahí cada quien iría rumbo a su casa. Rob se apartó de él.
―Bien, entonces nos veremos pronto―se iría lo más rápido que podía.
No quería que lo viera con las mejillas encendidas y si lo hacía, mentiría que era por causa del frío.
―Espera Miguelito―le detuvo antes de partir en fuga―Antes que se me olvide ¡Feliz Navidad y año nuevo por adelantado!―exclamó dándole un presente envuelto en periódico
― ¡Oh, gracias!―tragó en duro, no tenía nada para él.
―No te apures…―parecía que le leía la mente―También Rosa no tenía ningún regalo, pa’ la próxima.
Le despeinó el cabello y se fue rumbo a su casa. Miguel resopló al ver su silueta perderse entre la noche y las huertas de Santa Cecilia, empezó a dar un par de pasos, pero se detuvo y desdobló el periódico… ¿guantes?
¿¡El pendejo le había regalado guantes!? Los miro con mayor atención mientras caminaba para su casa, y se dio cuenta que no había tela donde debía poner los dedos ¿se les llama guantes medios? Aunque parecían de vagabundo.
Se los probó y no le quedaban mal, a parte podría tocar instrumentos con ellas sin sentirse raro, al parecer su amigo pensaba en todo como siempre, en el periódico había una nota, escrito tanto en náhuatl como en español.
“Miguelito
Fue una friega hacer los guantes, espero que los uses
Feliz navidad”
Suspiro y sopló sobre sus manos para calentarlas un poco más, le debía un regalo, y mientras abría la puerta de su casa, sonrío al saber cuál sería el obsequio.
.-.-.-.-.-.-.-.-.
Como todas las mañanas, antes del desayuno, Elena barría la entrada de la zapatería para abrir sus puertas al público. Hoy, la pequeña Coco le ayudaba porque se levantó temprano y ya no quería volver a dormir; no le podía negar esa petición a esa hermosa niña así que ella sería la Rivera de honor que abriría el taller.
Pero antes que la infante girara la llave, Elena escuchó unos sonidos dentro del taller, se puso delante de la niña cuando empujo la puerta y con chancla en mano largaría al animal que estaba dentro; pero Coquito se adelantó.
― ¡Miguel!―la voz de la niña llamando a su hermano sorprendió a Elena.
En una silla con la cabeza apoyada en la mesa estaba su niño Miguel dormido, roncando despacito víctima del insomnio.
― ¡Miguel!―llamó Coco con intención de despertarlo― ¡Miguelito! ¡Miguel!―Coco miró a su abuela―Parece muerto…―agarro aire― ¡Miguel ya esta el desayuno!
― ¡Pido la Chilindrina*!―exijo despertando y cayó de la silla.
Sentía sus huesos molidos, se movió con cuidado al sentir el dolor, se estiró un poco antes de darse cuenta donde había dormido, Coco y Elena querían preguntar sobre su vela en el taller; ambas sabían que Miguel nunca tomaría la iniciativa de hacer zapatos por su cuenta a menos que se lo pidieran. Pero Miguel al fin despierto, dio sus pasos firmes a la cocina.
En la mesa y con el plato servido, los integrantes que estaban en la cocina comían con ansias; Rosa, Miguel, Coco, Abel, los tíos Berto y Carmen y los padres de Miguel. Aunque Luisa estaba al pendiente de la estufa junto con Elena.
—Miguelito…—llamo la abuela que veía a su nieto ver sin tantas ganas el desayuno— ¿Qué te sucede, mi niño?
—Nada…—respondió y dio un bocado a su comida, tal vez no era el momento de pensar en el diseño de la suela— ¿Por qué preguntas?
—No hables con la boca llena—regaño su mamá.
— ¿Qué estabas haciendo en el taller?—la pregunta que hizo la abuela tomo por sorpresa a la mayoría.
—Estoy haciendo zapatos…
Válgame la redundancia, casi si padre se ahogaba con el café al escuchar eso y su madre casi se le queman las tortillas, sus tíos también están boquiabierto y si los gemelos hubieran estando despiertos darían un grito al cielo.
— ¿Por qué?
—Se los voy a regalar a alguien…
Esa mañana estaba llena de sorpresas ¡Miguel iba a regalar zapatos! ¡Miguel estaba enamorado hasta los huesos! El que no entendiera como esas palabras podrían tener alguna conexión coherente, es porque es ajeno a la familia Rivera.
Es una tradición familiar, desde que se fundó la zapatería; regalar zapatos hechos por ti para tu amor, es una muestra de amor sincero. Coco lo hizo con Julio, siendo la primera en dar inicio a la tradición y persevero durante generaciones, hasta Enrique le dio zapatos a Luis; y ahora era el turno de él.
Miguel solo tenía la mirada en el desayuno, no sabía de las caras de las señoras Rivera emocionadas de conocer a la yerna, sobrina o nieta nueva, quieran saber su nombre antes que Miguel se declara formalmente. Luisa ya iba a preguntar, pero su esposo le ganó la palabra.
— ¿A quién se los vas a dar?—Enrique tenía una sonrisa de orgullo al ver a su hijo crecer.
—Son para Roberto—dijo con los hombros encogidos.
¡Vaya que si era una mañana llena de sorpresas! Porque sus caras de emoción se deformaron en una de incredulidad ¿Se los iba a dar a su amigo? ¿¡A ese muchacho!? ¡¡¿Al niño mandarina?!!
Elena ya iba a protestar y a maldecir a ese muchacho si era necesario por envenenar la mente de su niño chiquito, debía de haber un error, pero se detuvo cuando la vista de Miguel que había estado en el plato todo este tiempo se dirigió a su hermana.
—Coco… ¿Te estás comiendo mi pan?
—No—la boca llena y las mejillas llenas del polvo que tenía la Chilindrina, la delataban. Miguel alzó una ceja—Te dejé la mitad—exclamó mostrando el trozo con mordidas.
— ¿No agarraste mi atole?—su hermana negó y verificó eso al ver su vaso, aún estaba lleno. —Bien, ¿Le puedes hacer una favor a tu hermano?—la pequeña lo miró curiosa— ¿Puedes dibujarme herraduras?
— ¿Qué son eso?
—Son esos espirales rectangulares que sueles hacer…—la niña exclamó asombraba al enterarse que tenía un nombre—Lo quiero usar para la suela de los zapatos
Hermanos discutían sobre cómo sería la suela, de hecho Coco ya tenía a la mano unas hojas y unas crayones, Miguel tanteo lo que mediría la suela e hizo la silueta; Coco comenzó a rellenar la figura sin salir de la línea (una gran hazaña para ella) y cuando lo finalizo se lo dio su hermano. Recibió un beso en la mejilla por parte de él.
―Te puedes acabar la Chilindrina…―se fue volando al taller con dibujo y atole en la mano.
Iba trabajar mucho y no debía de perder tiempo, Coco sonrió ante el entusiasmo de su hermano y más porque le dejó el resto del pan―Miguelito está muy feliz por hacerlo ¿no es cierto?
El inocente comentario de la menor hizo que los demás callaran, aunque realmente no dijeron nada, habían pensado tener una conversación a puerta cerrada con él ¿Pero valía la pena ahora? La familia se dio sus turnos para ver a Miguel en el taller.
Elena pudo ver los ojos de su abuela Imelda reflejados en los de su niño, se estaba tomando el tiempo a bocados y tenía el esmero en las manos. Lo hacía con algo de prisa, pero se relajaba en los detalles; incluso pudo ver la réplica de su hijo Enrique cuando le hizo los zapatos a su mujer.
Ya habían confirmado que eran para un chico, de solo ver el diseño y el tamaño de la suela fue suficiente evidencia. Los adultos estaban sacando sus conclusiones; porque cabía la posibilidad (y la más fuerte) que solo los hacía para su amigo sin llegar a un ámbito romántico, porque…
1) Lo dijo a la ligera, esos temas eran delicados no por la familia ¿Cómo lo tomaría el pueblo? ¿Qué tanto tendría que batallar?
2) Era Miguel…
Miguel siempre evitaba escuchar historias de amor y más si estaban relacionadas con los zapatos, por lo general los Rivera cuentan sus anécdotas; aunque para ese tipo se dan un tiempo para poder contar la tradición, la regla era a los once y sabían que Miguel de seguro estaba en las nubes soñando con hacer música a pesar de estar prohibida en la casa.
Aunque estaban con el gusanito de la curiosidad de saber el motivo, se limpiaron las manos, dieron por hecho que Miguel había mandado al diablo la tradición y solo los hacía para su amigo. Pero Rosa vio el asunto en diferentes ángulos.
Si le tomó por sorpresa lo de la mañana, pero no tanto, se puso analizar todo el tiempo que llevaban juntos, algunas cuantas reacciones por parte de Miguel y su poco interés en las chicas desde que comenzaron la secundaria. Luego estaban las pruebas que se veían en el taller, si lograba terminar una parte bien hecha, suspiraba y el hoyuelo hacía su aparición para anunciar su sonrisa.
Pero era una sonrisa diferente a las demás…
.-.-.-.-.-.-.-.-.
Estuvo haciendo el trabajo casi dos días seguidos, y logró terminarlos en la tarde del siguiente día. Se apuró a ir a la plaza, envolvió los zapatos en el periódico y se abrigo bien.
Casi iba volando para el centro del pueblo donde estaban la mayoría de los negocios, y el local de Doña Carmina aun tenía las luces prendidas y eso lo calmó, hizo todo más despacio, incluso se compró un atole y se sentó para tomarlo mientras esperaba.
El frio iba calarle los huesos si seguía dando brisas repentinas…
― ¡Ikniuhtli*!―una mano quitó su capucha y le desordenó el cabello.
― ¡Hola…!
Rob se sentó a un lado de él―Veo que si los estas usando…―exclamó al ver las manos de Miguel.
―Tienes suerte que el atole me caliente los dedos.
―Pensé no verte hoy, ya me voy en un rato…
―Por suerte te alcance―se incorporó del pavimento con el periódico en mano―Tenía que darte esto.
Miguel le entregó el manojo de hojas viejas con algo de nervios; no sabía el porqué de eso junto con sus mejillas rojas, y aunque quería apartar la vista para no ver la reacción de su amigo, la curiosidad le ganó. La mirada de incredulidad le sorprendió.
―No soy muy bueno como el resto de mi familia, pero si los puedes usar…―quería huir al no ver más reacciones de él.
Se despediría, tiraría el envase de unicel donde se tomó el atole y correría directo a su casa sin mirar atrás, casi así todos los pasos; pero al momento de ir para tirar el vaso alguien lo agarro de la mano y sintió un abrazo fuerte.
De esos abrazos que te detienen la respiración y el latido del corazón se escucha muy fuerte…
―Gracias―susurró con alegría y se apartó de su amigo.
Miguel tardó en reaccionar ante los sucesos― ¿Por qué? Siempre nos damos regalos en estas fechas.
―No me molesta los discos o tener una nueva boquilla para la trompeta. Pero es el primer regalo que me haces con las manos, eso lo hace muy especial.
Esa sonrisa y esas palabras podían interpretarse de muchas formas―…
―Miguel estás rojo ¿tienes fiebre?
―No es nada grave…―mintió mientras se volvía poner la capucha para cubrir su vergüenza― ¿Creo que tu mamá te llama?―señaló como excusa.
― ¿En serio?―efectivamente eso sucedía.
Ambos se despidieron y cuando dejó de verlo, pudo soltar un grito al más puro estilo mariachi; ansioso, nervioso, sonrojado y alterado, todo eso estaba dentro de Miguel, era una mezcla desastrosa, pero se sentía de maravilla esa sensación.
Así estuvo todo el camino de regreso a su casa, hasta que se topó con su prima que fue al mercado por unas cosas, intento ocultar su emoción; pero era demasiado evidente.
― ¿Y cómo te fue? ¿Si le gustó?
―Por supuesto…―se infló el pecho de orgullo―Lo de hacer música y zapatos lo llevamos en la sangre.
―Claro, ¿cómo reacciono?
―Debiste ver su cara―aunque Miguel intento sonar con burla, no funciono.
Sus ojitos castaños los delataban y la vista de Rosa, a pesar de usar lentes, no era tan ciega, lo pasó por alto y quiso atreverse a lazar una pregunta más directa.
― ¿Los zapatos eran para un amigo?
―Rosa, tú me viste, no soy tan tonto. Sé que toda nuestra familia paso por el taller mirándome raro…―eso la tomó por sorpresa―Es por eso que la costura me empezaba a salir chueca.
―Entonces ¿Sabías qué están preocupados?
―No es para tanto, solo estaba haciendo zapatos.
―No era solo por los zapatos.
― ¿Y bueno? ¿Por qué era?
Rosa titubeo, había muchos pros y contras por decírselo, pero ¿qué podría salir mal si lo decía?―Es por la persona que le ibas a dar los zapatos.
― ¿Y eso qué?
―Miguel, es por la tradición familiar―recalcó.
―Lo sé, hacer zapatos es de familia; los hacemos con esfuerzo y amor, y todo eso. Hay que apurarnos, Abuela Elena va hacer tamales…
Rosa ya le quería gritar a Miguel, ¡Hasta él lo había dicho! No sabía si se hacía o era burro…
¡Porque le había tocado un primo tan pendejo para no ver lo obvio!
Solo esperara que cuando lo supiera, se le quitará un poco lo bruto.
*wey: la mayoría lo escribe como "güey" y no están equivocados, pero estoy acostumbrada a escribirlo así porque siento penita por la W al no tener muchas palabras en el diccionario.
*nantli: palabra en náhuatl para referirse a los progenitores.
*Chilindrina: muchos lo conocen como "concha" que es un pan dulce, pero siempre me gustó más ese nombre por hacer referencia al Chavo del 8.
*Ikniuhtli: significa amigo en náhuatl.
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No estoy mal pero pase bastante tiempo sin hacer nada, nada que me relacione socialmente con personas que no conozco, algo a lo que a lo largo de este año le tomé gusto. En fin, me enfrento a una situación en la que tengo que ir a un lugar al que no conozco, con otras 30 personas que tampoco conozco a hacer un curso al cual ya le perdí interés, la cosa es que voy a ir igual porque me puede servir para encontrar trabajo en el futuro. Bueno me da como nervios ir, pero es una boludez lo que realmente me da miedo: preguntar adentro de la institución a cual aula debo ir para este curso. Es estúpido ya que muchas veces he preguntado cosas que no sabía a gente que no conocía pero como hace tanto que no salgo y hace como tres semanas que no veo a mi mejor amiga es como que esa habilidad que costosamente adquirí para relacionarme con la gente se me vino abajo. En realidad no creo que se me haya venido abajo sino es que deje de "practicar" pero no creo que me vaya mal pero de todas formas estoy media preocupada, aunque la semana pasada fue peor, de solo pensar que debía ir me temblaban las piernas y no me salía la voz. Me encerre en mi misma también, estuve dos días sin entrar a WhatsApp y mi mejor amigo me habló a Facebook para ver si me había pasado algo, le dije que no y a los dos mensajes siguientes le clave el visto, el me conoce y se da cuenta de que no estoy en mi mejor momento y sabe darme mi espacio, pero la cosa es que estoy pensando en dejar de hablarle, ahora en febrero cumplimos 4 años de haber empezado a hablar y conocernos y nos hemos peleado muchas veces, parecemos un matrimonio, la última pelea duró 7 meses y a pesar de que después de cada pelea (que duraban como mucho 3 meses) todo volvía completamente a la normalidad, siento que esta vez no es así, hacemos las mismas bromas y el me dice que me quiere (es muy tosco y reservado y eso lo valoro mucho) pero siento que yo solo lo quiero de a ratos y mayormente me siento intoxicada cuando hablo con él por eso ahora veré cuanto tiempo logro pasar sin hablarle. En fin, hoy tomé una ducha fría, me lave el pelo, me puse una mascarilla en la cara, me mimé y puse música, mientras me bañaba cantaba y bailaba y al final me vestí, me corte el flequillo (me gusta como me quedó) y me seque un poco el pelo con el secador, pero en realidad solo fue una excusa para poder pasarle aire caliente al rizador de pestañas y así las pestañas se rizan más y duran más tiempo cuando lo usas. Me gustan mis pestañas, son más o menos largas y me quedan bien con mis ojos, mi profesor de literatura me dijo que seguro soy descendiente de españoles porque tengo ojos de árabes y obviamente son marrones. Me gustó ese cumplido y pienso ver mis ojos con otros ojos y de ahora en adelante pensar que son lindos. El otro día mientras me bañaba me dije un discurso a mi misma sobre el miedo y que tengo que superarlo, que cuando aparecen situaciones así tengo que ir y hacerles frente porque eso me ayuda a madurar, a crecer y a sentirme más yo misma, en otras palabras me ayuda a formarme como la persona que quiero ser. Bueno ahora voy a tomar un vaso de agua e irme a dormir y pensar en todo esto que escribí y en cómo me beneficiaria ir y que soy demasiado dramática y que en un año nada de esto tendrá importancia, me gusta decirme eso, que en un año no tendrá importancia, así voy más segura, voy como si fuera un fantasma como si eso que estoy viviendo en ese momento, ya hubiera pasado, como si yo ya estuviera un mes más adelante de los acontecimientos actuales y no importa si meto la pata porque en un mes me voy a olvidar y si en este momento ya estoy en ese mes, en realidad no me afecta porque ya es agua pasada y sigo como si nada, me río un poco, me hago bromas tontas para mi misma, me levanto el ánimo y sigo adelante y siempre siempre con la cabeza bien en alto y la sonrisa que la siento hasta en el alma.
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- ̗̀♘RUKI’S STORY O4: ESPAÑOL
•️ੈ۪۫✦• • • ━━━━━
【♕Lugar: Mansión Mukami - Flashback】
???: ¡Oye, Ruki-kun! ¡Tengo hambre!
???2: Oye Ruki, compré lo que necesitabas.
???3: Ruki, el libro que me prestaste antes... Fue interesante.
Ruki: ¿...Quiénes son ustedes? ¿Por qué me llaman por mi nombre?
¿Eva?: ¿Qué sucede, Ruki-kun? No te ves como normalmente.
¿Eva?: Lo quiero decir es que, todos son tus queridos——
Ruki: ...¿Qué dijiste ahora? No puedo escuchar... Por favor dime.
Ruki: ¿¡Qué es eso de lo que me estoy perdiendo!?
【♕Lugar: Mansión Orange - Comedor】
Yui: (La presencia de Ruki-kun ha sido extraña desde aquello).
Yui: (Al principio, se comportó como siempre, pero gradualmente tiende a quedarse en su habitación...)
Yui: (No he podido encontrarme con él porque me devolvieron a mi habitación. Me pregunto si está bien...)
Shin: Ayato, ¿cómo está nuestro hermano?
Ayato: Terminó. No me apetece decir lo mínimo.
Yui: ¿Hablaste con él directamente?
Ayato: No. Incluso si lo llamo, no saldría y tampoco me daría una respuesta.
Kanato: Pensar que él se está encerrando en su habitación cuando por lo general actúa tan importante. ¿Qué demonios sucede con él?
Ayato: Ah, ya entiendo. Esta es una declaración de que quiere entregarme el trono.
Shin: Eso no es todo. Sin embargo, no es que mi hermano se quede en la habitación...
Shin: Oye, Eva. Mi hermano mayor tiene esa actitud después de que fuera al bosque contigo.
Yui: S-Sí, así es, pero...
Shin: ¿Pasó algo con él en ese momento?
Yui: Eh...
Yui: (Los ojos de Shin-kun, son intimidantes—— ¿Está dudando de mí...?)
Yui: E-Eso es exactamente lo que te dije antes.
Yui: Fuimos testigos de ver a Kou-kun, Yūma-kun y Azusa-kun peleando...
Yui: Ruki-kun comenzó a sentirse mal luego de que la pelea acabase sin ningún ganador.
Yui: (No puedo decir que Ruki-kun ayudó a Kou-kun y Azusa-kun...)
Kanato: Quedarse viendo la pelea entre enemigos, ¿será que le ganó el miedo?
Shin: ¡Mi hermano no sería debilitado por tal cosa!
Ayato: Esto es tan irritante como el infierno. De cualquier forma, si pasa mucho tiempo ellos volverán, ¿cierto? Dejemos a Ruki así.
Ayato: Y también. Oye, pecho plano.
—Ayato se acerca a Yui—.
Yui: ¡Kya! ¡Qué estás haciendo...!
Ayato: Deja a ese tipo y ven conmigo.
Ayato: El olor de esa sangre realmente me está invitando. Me aseguraré de probarte mucho, ¿de acuerdo?
Yui: ¡N-No...!
Yui: (¡Ugh...! ¡No puedo liberarme de sus brazos en absoluto!)
Ayato: Fufufu, no te está gustando. Esa cara de desagrado realmente me hace querer hacerlo.
Yui: (Ayato-kun tiene una mirada seria. ¡Si sigue haciendo esto, seré chupada...!)
➜ ELECCIONES:
♟ Pedir ayuda (camino malo/pieza negra).
♙ Hacer algo por tu cuenta (camino bueno/pieza blanca).
[♟]Pedir ayuda:
Yui: ¡No, ayuda...!
Shin: Realmente, eres ruidosa. No tengo elección...
[♙]Hacer algo por tu cuenta:
Yui: Por favor, te haré algo para cenar delicioso que no tenga que ver con sangre si me sueltas.
Ayato: No creo que haya algo mejor que tu sangre.
Yui: (Oh, no parece que vaya a soltarme...)
—Fin de las opciones—.
Shin: Ayato, déjala. No podrás poner excusas si mi hermano descubre esto.
Ayato: Tch, solo estás diciendo mierda aburrida, como si no pudiese actuar por mi cuenta.
—Ayato retrocede—.
Yui: (Me soltó. Eso estuvo cerca...)
Ayato: De todos modos, Ruki ni siquiera puede desafiarme en esas condiciones.
Ayato: Ah, esto es aburrido. Me largo por un rato.
—Ayato se va—.
Yui: ¡Ah, Ayato-kun! ¡Espera!
Yui: (Se fue... Incluso cuando no sé aún qué está pasando).
Kanato: Regresaré a mi habitación. Lo que hagáis con Ruki no me importa.
—Kanato se va—.
Yui: ¡Ah, eso es...!
Yui: (Es el Kanato-kun de siempre, ahora que todos son hermanos, su actitud es fría...)
Yui: (En este momento, Kou-kun y los demas estarían preocupados por Ruki-kun...)
Shin: Lo mejor es dejarlos solos. No serían muy útiles.
Shin: Por el momento, sería malo si nos atacaran en este estado. Voy a mirar alrededor de la mansión.
Yui: Ah... Sí.
Shin: Te lo digo para que estés advertida. Tengo buen olfato. Si intentas huir, te atraparé.
Yui: T-Te digo que no voy a escapar.
Shin: Bueno, te creeré por ahora. Nos vemos.
—Shin se va—.
Yui: (Todos se han ido... Me siento sola en esta mansión, es obvio que sentiré una soledad...)
Yui: (No, está Ruki-kun, pero no creo que salga de la habitación...)
Yui: Ayato-kun dijo que no recibió una respuesta de su habitación... pero Ruki-kun no se ha desmayado, ¿verdad?
Yui: ...Puede enojarse pero todavía estoy preocupada.
【♕Lugar: Mansión Orange - Pasillo】
Yui: Ruki-kun, ¿estás despierto?
Yui: (Oh no... No recibo ninguna respuesta de su parte. Me pregunto, ¿está durmiendo?)
Ruki: Uh... Nn... [Está suspirando].
Yui: (¿¡Está sufriendo...!?)
Yui: ¡Lo siento! ¡Voy a entrar...!
【♕Lugar: Mansión Orange - Habitación de Ruki】
Ruki: Ugh...
Yui: ¡¡Ruki-kun!!
Yui: (¡Está sudando mucho...! Por qué está teniendo pesadillas y está sufriendo de esta forma...)
Yui: ¡Ruki-kun, despierta! ¡Ruki-kun!
Ruki: ¡Ah...! Eva...
Yui: ¿Estás bien? Estabas formando mucho alboroto...
Ruki: ...Ya veo...
Yui: ¿Quieres beber algo? ¿Agua?
Ruki: No... Está bien.
Yui: Bien...
Yui: (Tal vez es porque está recién despierto pero no lo veo motivado... Desearía poder hacer algo).
Yui: ¿Tuviste un mal sueño? ¿Quieres hablar de ello?
Yui: Ya sabes, es bueno hablar con la gente sobre sus pesadillas.
Ruki: ...Uh.
Ruki: Solo fue algo supersticioso... ¿Para qué habría que darle importancia?
Yui: (Uh... Supuse que me diría eso, pero quería ser útil aunque fuese un poco...)
Ruki: Sin embargo, comenzaste a hablar menos.
Yui: ¿Eh? Lo que estás diciendo, ¿significa que quieres hablar?
Ruki: Eso estoy diciendo.
Yui: (¡Sí, Ruki-kun me dijo que va a conversar conmigo...!)
Yui: Pero, ¿qué tipo de sueño llegaste a tener para toser y verte de esa forma?
Ruki: ...Era en una mansión.
Ruki: Supongo que no recuerdo mucho acerca del sueño, sin importar por qué razón tuve ese sueño, recuerdo cómo era.
Ruki: Estaba sentado en la sala de estar, leyendo un libro... Y por alguna razón tú estabas junto a mí.
Yui: ¿Yo...?
Ruki: Y por si fuera poco, habían tres personas más... Eran muy ruidosas.
Ruki: Sin embargo, no logro ver quiénes son. Solo voces y vagas siluetas...
Yui: Tres personas... Te refieres a...
Yui: (¡Kou-kun y los demás!).
Ruki: No se trata de una pesadilla. No obstante, es algo molesto que no sea capaz de recordarlo.
Ruki: No puedo andar pensando como siempre debido a una extraña sensación en mi pecho.
Yui: Entonces... ¿Te quedabas en la habitación por eso?
Ruki: No puedo permitir que Shin y los otros me vean así.
Ruki: Sin embargo, si me quedara mucho tiempo aquí, sospecharían. Me olvidaré de ese sueño rápidamente.
Yui: ¡N-... No puedes!
Ruki: ¿Eva...?
Yui: Por favor, no lo olvides. ¡No olvides ese sueño!
Yui: Puede ser doloroso no recordarlo, pero una vez que lo sueltes, ¡es posible que nunca puedas recuperarlo!
Ruki: Tú, ¿tienes alguna idea de lo que está sucediendo...?
Yui: Bueno...
Yui: (Nuevamente, es posible que no lo crea. Aún así...)
Yui: Lo sé. Porque ese es tu yo real.
Ruki: ¿Yo...?
Yui: Así es... Vives en esa casa con Kou-kun, Yūma-kun, y Azusa-kun.
Ruki: ¿Con ellos...?
Yui: Tú también vives conmigo. Porque Ruki-kun y yo, somos amantes...
Ruki: ¿Tú y yo somos amantes...? No digas cosas estúpidas, yo...
Ruki: ...Ugh... Por qué... Me siento tan sediento...
Yui: ¿¡Ruki-kun...!?
Yui: (Él se ve sufriendo mucho... Esa sed no puede ser curada bebiendo agua).
Yui: (¿Es por que no ha comido en mucho tiempo o porque lo ha recordado todo?)
Yui: (No, ya no quiero verlo sufrir. ¡Esto es lo único que puedo hacer!)
Yui: Ruki-kun, por favor... Bebe mi sangre.
Ruki: ...¿Qué estás diciendo...?
Yui: Quieres decir que tienes sed de sangre en la garganta, ¿verdad? Si chupas un poco de sangre aunque sea, debería ser un poco más fácil calmarlo.
Ruki: ...No tengo intenciones de comer como una bestia humilde...
Yui: Ruki-kun...
Yui: (Sí... Ruki-kun es un hombre noble incluso cuando está sufriendo).
Yui: (No puedo forzarlo a chupar mi sangre. Pero, en ese caso——)
Ruki: Dije demasiado. Si ya no vas a ser útil, vete de aquí...
Yui: No, todavía tengo algo que hacer. ¡Espera un minuto!
Yui: (Exacto, si uso esta espada en mi hombro...)
—Yui se corta—.
Yui: ¡Ngh...!
Ruki: Oh...
Yui: (...Auch. Con esto Ruki-kun podrá...)
Ruki: Qué acto tan tonto... ¿En qué estás pensando?
Yui: La sangre se está derramando por haber creado la herida con mis propias manos.
Yui: Es tu deber darme una lección, ¿no?
Ruki: ¿Estás haciendo esta farsa para que beba tu sangre?
Ruki: ¿Por qué haces eso? No lo entiendo...
Yui: Si es por una persona importante para mí, estoy dispuesta a hacer lo que sea.
Ruki: Lo que es importante para ti... Tan solo eres, un ganado para mí.
—Ruki se acerca a Yui—.
Yui: Ah...
Ruki: Pero bien, haz todas las cosas estúpidas que quieras.
Ruki: Nn... Nn... Nn.
Yui: Ah... Nn...
Ruki: Ja... Es un corte audaz. La sangre todavía se está desbordando...
Yui: Nn... Ruki-kun... Está bien si tomas más.
Ruki: Esa no es la forma correcta para hablarle a tu maestro. Debes decir "Muérdeme, por favor", ¿entendido?
Yui: Sí... Muérdeme, por favor...
Ruki: ... Hoy estás obediente. Sin embargo, no es tan malo—— Nn... Nn...
Yui: Ah, ah... Nn...
Yui: (Todo mi cuerpo se está entumeciendo... Pero ya no da tanto miedo como antes).
Yui: (Tal vez porque me siento como el Ruki-kun de siempre...)
Ruki: Este sabor a sangre... Me siento nostálgico por alguna razón.
Si tocas...
🌹La mano de Yui sobre el hombro de Ruki: ¿Qué es esta sensación? Al parecer la conozco desde hace mucho tiempo. ¿Qué demonios es esta familiaridad...?
🌹La boca de Ruki: Realmente, cortar tu piel y extender tu sangre por tu propia cuenta... Para un ganado, es una buena forma de pensar después de todo.
Yui: ¿Eh...?
Ruki: No solo eso. También recuerdo levantar los hombros mientras te miraba la cara.
Ruki: De esta manera, debería ser la primera vez que muerda desde tu hombro. Hmm... Mmm... Mmmm...
Yui: Ah...
Yui: (Más profundo que antes... pero el dolor se siente muy bien...)
Ruki: Ya veo.Cuanto más chupo, más espesa se vuelve tu sangre.
Ruki: Intenta exponer más. Una cara distorsionada de placer——
Yui: (Ruki-kun... Siento que su tono de piel ha mejorado...)
Yui: (Eso es bueno...)
Ruki: Hey, no te apoyes en mi.
Yui: Oh, lo siento... Después de que bebieras mi sangre, me mareé un poco.
Ruki: Siendo consciente de ello y aún así dándome tu sangre, hay un límite para tu estupidez.
Yui: Pero, me alegro de que hayas mejorado...
Ruki: ...
Ruki: Es natural que el ganado sirva a su amo. No prestes tanta atención hasta este nivel.
Yui: Sí, lo sé.
Yui: (Me sentí aliviada solo porque él estaba bien...)
Yui: (Además, si los recuerdos de los sueños de Ruki-kun siguen volviendo, estoy segura de que a este pasó, él...)
Ruki: Ugh...
Yui: ¿¡Ah, Ruki-kun!?
Yui: (¿Está mareado? ¿Por qué? ¡Incluso cuando pensé que había mejorado!)
Ruki: …No, estoy bien. Siempre sucede cuando bebo tu sangre. No hay ningún problema en particular.
Yui: Mi sangre...
Yui: (Recuperé mis recuerdos cuando él me mordió, así que——)
Yui: (Si sigue chupando mi sangre, ¿los recuerdos de Ruki-kun volverán...?)
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Un día que rompí el sillón de Gabriel García Márquez
Por Tristana Landeros
Estaba por terminar un diplomado de Creación Literaria en el D.F. y entre mis múltiples compañeros estaba Patricia, chica colombiana a quien pensé que no le simpatizaba. Una noche de viernes, saliendo de la clase me pregunta:
–¿Para dónde va?
–Para mi casa –le contesté.
–¿Vives en Polanco, dices? –Usaba el “usted” y el “tú” mezclado y no lo había notado en dos años.
Asentí sin contestarle mientras seguía caminando para iniciar mi rutina de regreso a casa.
–Venga, yo la llevo –agradecí poder hablar con alguien más fuera de mi limitado círculo de conocidos.
Nos subimos a una camioneta y como eran las ocho de la noche el tráfico rodaba pesado sobre el Periférico. El trayecto sirvió para darnos cuenta entre temas personales y de estudios, que teníamos mucho en común y que, en la gran ciudad, realmente estábamos solas.
El siguiente viernes pasó lo mismo, esa vez me bajé con una invitación a probar aguardiente colombiano en su casa el siguiente viernes, invitaríamos a una compañera más y chismearíamos compensando el tiempo perdido durante los dos años que duró el diplo.
El día del mentado aguardiente colombiano llegó, pero al subirnos en la camioneta de Patricia, esta tomó hacia Periférico Sur. Mi compañera y yo nos miramos sin saber nuestro destino.
–Oye, ¿a dónde vamos? –Finalmente abrí la boca.
–A Tlalpan, a mi casa.
–¿Pero no vives en Polanco?
–No, ahí vive la escritora con la que trabajo.
–Ah…
Mi compañera enmudeció. En mi mente tracé la ruta de regreso: a las diez y media de la noche me despediría y tomaría el micro que va de Tlalpan hasta Tacubaya. De ahí tenía dos opciones: seguir en Metro hasta Polanco o tomar un taxi hacia el mismo rumbo si me cerraban el Metro. Mis opciones desaparecieron junto con la Calzada de Tlalpan y ver que seguíamos todavía más al sur.
–Ya pasamos Tlalpan –dije en mi ignorancia.
–Sí pero yo vivo hasta el pueblo.
Desconocía de qué nos hablaba, la camioneta ya rodaba sobre calles empedradas, estábamos en una especie de pueblito dentro de la ciudad con casas de fachadas multicolores, techos de teja, iglesia, plaza y un tianguis nocturno.
–¿Aquí dónde es?
–Tlalpan, el pueblo. Voy a dejar la camioneta acá porque no tengo estacionamiento.
Al fin la casa, entrada estrecha con un pasillo que desembocaba en un patio de tres casas, la de enfrente estaba a oscuras con apariencia de abandono. La de atrás sí estaba ocupada, tenía una luz interna encendida y se percibía un olor raro, como a gasolina y yeso quemados… al mismo tiempo. Patricia vivía en un pequeño departamento en la planta alta, subimos las escaleras y entramos en una especie de chorizo habitacional: aquí el estudio, una habitación más amplia que era la sala y a un lado el comedor, una puerta cerrada, seguía un comedor aún más pequeño, una cocina, un baño y hasta atrás, una especie de vestidor o cuarto del tilichero.
El aguardiente colombiano logró que describiéramos nuestra vida incluyendo a la silenciosa de nuestra compañera que criticaba a los maestros y perseguíamos velozmente una borrachera desconocida.
El siguiente lunes, durante la clase, Patricia me mandaba mensajes en papelitos donde me invitaba nuevamente a su casa. Inventé varias excusas porque no quería repetir el ir y venir de Tlalpan a Polanco en medio de la noche mientras mi tufo olía a anís. El jueves de plano Patricia tuvo que decirme:
–Quiero presentarte a alguien, creo que se van a caer bien, no puedo decirle que venga por acá porque tiene un bar en Tlalpan, tráigase su pijama y ese día se queda en mi casa.
–¿Es colombiano?
–No, es chilango.
–La verdad no quiero conocer a nadie y menos a alguien de aquí porque yo sólo estoy de pasada.
Por otro lado en el diplomado rendían pleitesía a cada momento tanto a los escritores como a los productos televisivos y cinematográficos realizados en Colombia, Café con aroma de mujer y Betty, la fea eran los ejemplos de lo que nunca se vería en la televisión nacional ya que faltaba que los productores se arriesgaran. Gabriel García Márquez era el Syd Field en español con La bendita manía de contar; afuera, en la vida real se impregnaba de esta adoración, presenciar el estreno de La virgen de los sicarios era obligatorio no sólo para el mundillo literario, incluso para los que habíamos presenciado la violencia norteña de la que se sabía poco. La música no escapaba, el rock y los ritmos populares eran coreados desde las fiestas hasta en los microbuses.
Como no tenía nada más emocionante qué hacer, acepté conocer al dueño del bar y llegamos de nuevo al centro de Tlalpan, Patricia estacionó la troca y entramos en una cantina tipo nice: barra de madera, mesas del mismo material, azulejos y un sonriente hombre que atendía y nos invitó un par de cervezas. Perdí el interés de inmediato, como con las cosas que no me importan al momento y no porque el tipo en cuestión fuera desagradable, al contrario, todo él era atenciones y bromas agradables pero lo vi “muy mayor”, ni lo era pero esa impresión me dio y bastante ansioso de conocerme. Me tomé las cervezas una después de otra casi en silencio, sólo con una sonrisa de vez en cuando mientras Patricia y él escupían su charla plana sobre un lugar que me valía madre, habitado por gente inútil y en una etapa inerte de mi vida. Mi mente y mi atención jugaban un scrabble mental.
Patricia fracasó como Celestina, en silencio nos fuimos a la casa que en realidad eran tres. Mismo pasillo oscuro, misma casa frontal en el abandono, misma casa del fondo con luz encendida y olor a gasolina con yeso.
–Es basuco –me dijo Patricia.
–¿A eso huele?
–Sí, el vecino no tiene dinero, es un viejo, se la pasa de un lado a otro en su nave, a veces duerme ahí, como no tiene dinero ni para drogarse, fuma basuco.
–¿El vecino también es colombiano?
–Sí, perdió todo, familia, trabajo y patria.
–Ah…
Y sí, adivinaron, la vida del vecino tampoco me importó, si acaso mostré interés fue por el descubrimiento indirecto del olor del basuco.
Patricia se quedó enganchada con las cervezas y yo, por inercia del fin de semana, quería seguir la fiesta.
–Le voy a hablar a Seba, el mejor amigo de mi ex.
–¿Y eso?
–Pues para que venga y traiga mota.
–Oye, yo no fumo, mejor compramos unas cervezas y escuchamos música hasta que amanezca y pueda irme a mi casa.
–Espere, ahora le digo.
–Ya vienen para acá.
–¿Quiénes?
–Seba y Alejandro.
–¿…?
–Los mejores amigos de Gonza.
–¿…?
–Mi ex. Necesitan un lugar para fumar. Están aquí cerca.
Llegaron y los conocí, Seba era bajito, rubio y muy simpático. Alejandro de cabello negro despeinado, delgado, desgarbado y de mirada evasiva pero belleza helénica, ¡ja! Venían medios chiles, pero más Alejandro, con media botella de Absolut y dos jugos de uva en las manos. Se presentaron brevemente, pero más Alejandro. Entendí que eran amigos desde niños, habían ido juntos a la escuela y también era súper compás de Gonza, el ex novio de Patricia. Todos eran colombianos, menos Alejandro, él nació en el Distrito Federal pero sus padres eran de Bogotá, quizá por eso en ese conjunto de personas, Ale era (y se comportaba) como un outsider, bueno, ya éramos dos. Pude ver que había una especie de lealtad a Gonza (el ex novio ausente) y que habían venido a ver cómo estaba Patri, en palabras mexicanas, “vinieron a echarle un ojo”, tal acción la hizo sentir importante y los vodkas la desinhibieron. Seba estudiaba “para ser chef” y Alex se drogaba y bebía todo el día.
El chef nos hizo de cenar y de postre hubo canciones de Camilo Sesto, un Alex despejado y sobrio me sacó a bailar, en automático me levanté y bailamos, inventábamos coreografías aún más tontas que la letra de las canciones. La música paró y nos dimos cuenta que estábamos solos. Patri y Sebita habían desaparecido oportunamente. Alex intentó besarme y lo detuve, eso lo molestó y con su pecho me empujó hacia atrás, no sabía si reírme o quitarme, era un niño berrinchudo. Volvió a empujar con más fuerza y el sillón detrás de mí casi hizo que tropezara pero me controlé, Alex, sin perder oportunidad, me empujó de nuevo y como la caída era inminente, lo tomé de la camisa para rebotar ambos sobre el sillón, como había caído encima, rápidamente se acomodó encima de mí a horcajadas.
–¿Por qué no me besas?
–Porque no te conozco, ni sé tu nombre.
Yo evadía sus intentos besucones y en su persistencia parecía que me hacía un lap dance. Se escuchó un crujido bajo nuestros traseros y el sillón que nos sostenía se partió en dos golpeando escandalosamente la duela. Alex y yo nos quedamos congelados mientras escuchamos un grito a nuestras espaldas.
–¡El sillón de García Márquez! –Era Patricia casi histérica–. Estaban cogiendo en el sillón de García Márquez y lo rompieron.
Yo quise decir que no era así, contar como pasó todo y que Alex reforzara mi versión, quería justificarme.
–¿Cómo que de García Márquez? –pensé que era una broma.
–Los muebles de esta sala son de García Márquez, cuando se fue de acá se los regaló a Rosario –Patri berreaba.
–¿Quién es Rosario?
–La escritora con la que trabajo… y la dueña de este departamento.
–¡Vaya! Qué buena vibra sexual tienen estos sillones –Sebita nos miraba como pervertidos y nosotros seguíamos tirados en el piso encima del sillón demediado.
–¡Eres una iconoclasta!
¡Vaya! Éramos dos sobre el sillón y resultó que la culpa sólo la tenía yo, me di cuenta que era de esas mujeres dependientes que iba a defender a quienes tuvieran verga en ese momento y en ese lugar.
Sí, Alex y yo rompimos el sillón que era de García Márquez esa noche, pero Patricia cogió en el sofá.
¿Cómo lo sé?
A la mañana siguiente me desperté muy temprano para regresarme a casa; la sala tenía restos de la fiesta anterior y había manchas de menstruación en el sofá para tres personas que había sido de García Márquez, no, no había sido un accidente o un descuido. Eran visibles pruebas de que varios dedos utilizaron como lienzo la tela que forraba al sofá para limpiarse la sangre mensual de la única mujer que estaba en sus días en ese momento en el departamento, Patricia.
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Aún no termina, se pone peor...
*7 de septiembre de 2017 Ha sido un día, para lo poco que va de él, agitado y malo. Hemos sido todos unos idiotas. Quince días es mucho. Imploro porque esto termine. Necesito estar con ella. Con Salma. Ahora.
*8 de septiembre de 2017 Hoy terminé de leer "El Arte de la Guerra", y sólo puedo decir... Dios es un magnífico estratega. Golpeó donde más me duele y me obliga a mucho para recuperar mi ritmo. En eso, nadie le gana. Hablé con Salma y le comuniqué más cosas. Espero que este tiempo entre nosotros haya servido. Ahora que concordamos, debo recuperar el tiempo perdido. Se avecinan tiempos delicados, por lo que me tendré que mover un poco más a prisa. Como dirían esos otros libros, debo ejercer el poco liderazgo que tengo en secreto, pero usarlo.
*9 de septiembre de 2017 Día horrible. Además de que el clima pareciera como si nosotros esperaramos a Irma, termino por confirmar, de nuevo, sin la salida de alguien con quien hablar sin voz, que no hay confidencialidad en mi propio cuarto ¿Alguna vez sintieron esa sensación de estar en medio de una discución en la que no toman parte, pero igual los insultan, y sólo quieren que algo pase para tener oportunidad de irse? Eso. A la luz de lo que terminé de leer, también comprobé quiénes son grandes estrategas, pero tendría sentido eso si fueran lo suficientemente concientes como tomar parte en planes mayores. Mañana sólo será peor, y debo planear mi huida.
*10 de septiembre de 2017 Creía que había comenzado a crear material nuevo para cuando regresara, pero mi baja seguridad/autoestima se puso en medio y solo me hizo perder tiempo. Deberé recomenzar todo, pero el tiempo perdido no se puede recuperar. Se avecinan tiempos delicados con respecto al estudio y el servicio de teléfonos se ha dedicado a hacer el vago más de dos semanas. Ojalá todo resulte mejor de como lo veo venir. Mucho más no puedo hacer entre clima horrible, mis limitaciones y barreras.
*11 de septiembre de 2017 Tercer lunes sin señal. He estado muy nervioso, es un día muy particular. Debo hacer mucho y sencillamente no tengo ganas. Odio la quietud de estas horas, siempre debo mantener la calma con cosas que no me hagan pensar lo peor de mi situación, y ahora eso no lo tengo. La cizaña que recolecta mi madre con el pasar de los días no mejora nada. Solamente puedo esperar y estoy harto de eso.
*12 de septiembre de 2017 Tener la cabeza en cualquier sitio me ha hecho dejar de hacer lo que debería haber hecho. Típico. Las noticias me han inspirado, pero me han inspirado reflexiones... especiales. Por suerte, puedo aprovechar un poco a Salma conmigo para platicar y calmar mis nervios. Necesito que esto se solucione lo más pronto posible.
*13 de septiembre de 2017 Como después de cada vez que sale a la luz la noticia de una adolescente que es hallada, viva o muerta, pero indefectible violada, después de haber desaparecido durante sepa la madre cuántos días y vaya uno a saber en qué circunstancias, me toca oir basuras de ella (de la desaparecida/violada, su familia y/o los presuntos secuestradorvioladores*). Ya ayer llegué a la conclusión de que, no importa lo que haga, diga, o deje de hacer y decir, incluso lo que no hago ni digo, o ni siquiera pienso, *siempre tendré la culpa de lo que me pase* pero *nunca el mérito de lo que logre*. En realidad, es una constante que siempre ha estado en mi vida y excede, incluso, a la archiconocida Ley de Murphy: "Si algo puede salir mal, saldrá mal". Se supone que lo antedicho debe ser motivación suficiente como para buscar destinos mejores ahí fuera, pero eso no ha funcionado. Se supone que lo mal que vivo debe empujarme, por hambre, a buscar algo mejor y ser mejor como persona, pero eso no ha ocurrido. Se supone que este contexto, junto con la necesidad, debe empujarme a tener una buena idea que me salve, pero eso no ha pasado. ¿Por qué? A lo que quiero llegar es que, muy a pesar de mis esfuerzos, optimismo, cúmulo de ideas, nada de lo que hago tiene éxito, por muchas razones, pero sobre todo por una que nunca podré anular, pues no depende de mí. Daré a mi disque suceso una prueba piloto de oro consistente en un único experimento. Volveré al tablero de diseño, habiendo descartado para siempre esa opción, si el experimento falla. Tengo necesidades muy próximas, pero con todo lo que tengo en juego, esto siempre se trató de mi trascendencia.
* el español definitivamente no sirve para acoplar sustantivos.
*14 de septiembre de 2017 ¿Hace falta repetir que estoy en un mal día? ¿Hace falta repetir que aún no tengo Internet? ¿Hace falta repetir lo mucho que amo a la única mujer que amo ahora y que intento tratar con correspondencia? 20 días después de ese maldito rayo ya estoy cansado de escribir estas entradas; y quien las vea, de leerlas. Si este asunto hubiera estado en mis manos, lo habría hecho durar mucho menos. Y el hecho de no poder hacerlo, es prueba suficiente de lo tonto que soy.
*15 de septiembre de 2017 Tres semanas sin Internet. Nada interesante que reportar, excepto: Feliz día de la Independencia (mexicana).
*16 de septiembre de 2017 Tercer sábado y fin de semana sin Internet. Mi vida se ha vuelto aburrida, deprimente y no puedo superar esta especie síndrome de abstinencia. Salma lo sabe y le he dedicado mucho de mi tiempo hoy para no sentirme tan solo. Siento melancolía, rabia y nervios. Ya me han quitado algo que era muy importante para mí, pero nada se hace a mi alrededor para romper el status quo. Debo actuar yo, pero apenas si puedo.
*17 de septiembre de 2017 Domingo. Deprimente día. Si estoy publicando esta entrada este mismo día, quiere decir que mi excusa funcionó, pero al mismo tiempo, el parche que busqué para poder hablar con Salma se agotó y necesito cubrirme, como con todo. Salma, si estás leyendo esto, quiero decirte públicamente que, a pesar de lo triste que he estado, esta semana lo más precioso que me pudo pasar, fue el tiempo que pasé contigo. De más está decirte lo mucho que te amo y lo vacía que mi vida está sin ti. Te ruego por favor que, hasta que algo pase, no te olvides de mí ni de lo mucho que te amo. Pondré todo de mí para devolver todo a la normalidad y no cometer nunca jamás los mismos errores que me llevaron a esto.
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Los fachas patrios y la democracia hay que reconocer que tienen una cosa en común: no se conocen. Después de empaparme de la entrevista a la agencia Efe del Casado, hasta me ha dado pena por España y, sobre todo evidentemente, por los españoles que conozco y aprecio. No se merecen algo así. En el colmo de la sinvergüencería de esta marioneta de la Faes (que a Faes le pones una t y una x entre la a y la e, así: Fatxes, y es como los catalufos llamamos en catalán fachas, a los fatxes, pero deja de meterte con ellos, hombre, que solo quieren salvarte y salvar a ¡España!, este domingo en Madrid renacerá la sabia nueva de la Unidad de Destino en lo Universal, jodete lorito…tengo un tractor amarilloooo, que es lo que se lleva ahoooora…), llega a decir que a ETA la derrotó el PP. Se ha instalado la joya esta en una dinámica oratoria que solo crea enfrentamiento, odio, mal rollo y ganas de vomitar. Y el caso es que mira que es fácil rebatir sus argumentos, que más que argumentos por momentos semejan ladridos, unos rabiosos, otros lastimeros, estos últimos sobre todo cuando hacía alusión las preguntas del periodista a la corrupción en su partido. La excusa más estúpida, y falsa, además, es la de que él durante el periodo de corrupción destapado, no estaba por allí, solo fue jefe de gabinete del Ánsar y portavoz del Rajoy, pero él no estaba por allí, ni sabía nada, ni se enteraba de nada, ni nada le llegaba. Debería estar súper mega hiper concentrado en estudiar para aprobar el Máster de la URJC, digo yo, motivo por el cual viviría absolutamente absorto en los estudios y desconectado de la realidad. Centramina, Aderall, Ritalin y un café, nene, por un tubo, desgastando codos, cosa que tú, en tu vida, piltrafilla…A lo que vamos: que hay que ver https://www.msn.com/es-es/noticias/espana/casado-planea-derogar-la-ley-del-aborto-para-poder-pagar-las-pensiones/casado-aboga-por-un-155-que-derive-en-procesos-judiciales-contra-el-govern/ar-BBTh2o6 como se les encienden los ojillos cuando dice que el derogaría la actual ley del aborto, entera, para pagar las pensiones, para, acto seguido, quejarse amargamente del invierno demográfico de este país, achacando la culpa de ello a la izquierda, que ni folla ni deja follar, claro, que no se habla de ayudas a la maternidad, a la conciliación, a la emancipación, a la vivienda, a las ayudas fiscales para tener niños… arrastrado hipócrita. La gente en España no tiene más hijos porque una pandilla de chorizos de su calaña han dejado a este país sin futuro, porque no ganas ni para llegar a fin de mes, gracias a la reforma laboral, el 135, la precariedad de los empleos y los sueldos de miseria que nos hace “competitivos” en los mercados, de que tipejos como él diga que va a hacer todo lo posible porque no se pague el salario mínimo a 900 euros, por ejemplo, con lo que me explique, pero bien, eso de la emancipación y todo lo demás. Menos mal que dicen que para septiembre llegará del cielo un asteroide que acabará con tanta tontería de golpe. ¿He dicho golpe? Debo ser algo golpista yo…
Pero lo que verdaderamente pone palote a este sujeto, lo que lo lleva al desquicie y al primitivismo de lo más peligroso, es Catalunya. Me lo imagino en la Faes, recibiendo en el aula la lección de su profe-mentor-protector, el iluminado del Ánsar: “Catalunya es mala. Catalunya es caca. Catalunya es el demoño. Catalunya terror”. Y de ahí a empezar a relacionar Catalunya con terroristas, terrorismo y golpes de estado, hay media suela, ya no un paso. Y venga a ilegalizar cosas, partidos, asociaciones civiles, y a inventarse leyes para ello si no las hay, que ya se encargaran de ello la caterva de jueces que tienen a su servicio las 24 horas del día, los 365 días del año. ¡Al ataque contra los felones y pérfidos catalufos, por tierra, mar, aire y pendrive! Este, el Casado, al menos no disimula su facherío subiendo el tono de sus declaraciones por el canguelo que le ha entrado viendo las ultimas encuestas en las que el PP se hunde en la miseria, y no como otras, que, aunque diga Inesita primero y Arrimadas después, aunque uno no sea creyente gracias a dios no quiero dar nombres que luego pasa lo que pasa. ¿Hay algo más patético y penoso que una fascista como esa disimulando su facherío? Ella que es tan española, debería saber algo sobre el rico refranero español, al menos recurre a él cuando le viene bien, lástima que no se aplique así misma aquello de dime con quien vas y te diré quien eres. Pero bueno, no nos desviemos, que hoy lo de esta Inesita, no tocaba.
Así que el PP, que esto si que tiene guasa, hará de relator entre Vox y C´$ para convencer a estos últimos de que vayan este próximo domingo a Madrid, al 2 de mayo particular que quieren montarse los fachas en Colón. No descartéis que para la semana que viene al Pablito le de por autoproclamarse presidente emulando al tal Guaidó ese de Venezuela; ya ha dicho que, si Pedrito no convoca elecciones, pero ya, él no descarta nada para echar de la Moncloa al okupa socialista, vendido a los separatistas que quieren destruir España. Preguntado el otro Pablo, el entogado Llarena, si esas manifestaciones no podrían ser constitutivas de delito, ha manifestado que él estará em Colon este próximo domingo. Bueno, a decir verdad, esto último es broma; o no.
Un último apunte para no olvidarnos de esos “socialistas, progresistas y másteres de las democracia” como son el Felipe, el Guerra, el Fernández Vara y compañía, que últimamente solo abren la boca para hablar de Catalunya. Solo de Catalunya. En este caso para darle un sopapo del revés a Sánchez por el tema del relator. ¿Y qué diantre es eso del relator? Esta chupado: ¿Fumas? Pues eso que echas por la boca cuando fumas, es el relator: puro humo. Ya va a costar su trabajo encontrar una persona de consenso entre las partes, para al final tener no dos, sino tres versiones distintas de las reuniones, a las que sumaremos las beligerantes que haga la derecha fascista. Pero eso sí; entre pitos y flautas habremos tenido mucho ruido, muchas manifestaciones subidas de tono que creen crispación y beligerancia, más intolerancia y menos raciocinio, porque eso es todo lo que los fachas tienen que ofrecer cuando no tienen nada que ofrecer.
A más ver
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