#actuando con sus manos
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Un actor hasta la punta de los dedos
Fecha: 24/01/2024
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⤷ ❝voyeur❞ — jjk (s.m)
➤ Pareja: jungkook!voyeur x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 9.2k
➤ Género: voyerismo! smut y obscenidad!
➤ Resumen: La culpa de ser un mirón pervertido consumía a Jungkook cada día, no sabía admitir si eran sus propias tendencias voyeristas las que lo empujaban a mirar a escondidas a su vecina por su ventana, o si realmente ella estaba bromeando con él, de todas formas, todo era parte de tu elaborado plan para hacerlo enloquecer y jugar un poco con tu adorable vecino.
➤ Advertencias: 20+| lenguaje maduro y explícito | Jungkook es un mirón | masturbación | charla sucia | sexting | exhibicionismo | halagosy bromas durante el sexo | sexo oral (r. Jungkook) | juego y estimulación del clítoris | juguetes sexuales | mucha sobreestimulación | lágrimas | nalgadas | jalar del cabello | sexo duro | sexo sin protección | Jungkook tiene un gran pene!
➤ Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.
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♥︎ softpxachy's
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Jungkook sabía que estaba mal, Dios, él sabía que estaba mal, pero aquí estaba una vez más.
Actuando como si no tuviera la intención de dejar las persianas entreabiertas; inclinadas en el ángulo correcto que le permitía seguir viendo la vista que le otorgaba su propia ventana a solo unos cuantos metros de distancia.
Era divertido ahora, cuando compró la casa en la ciudad por primera vez, Jungkook odió lo cerca que estaban sus vecinos de él, y ahora aquí estaba, siendo un pervertido absoluto que estaba agradecido por la estrecha distancia entre sus edificios.
El autoproclamado pervertido con tendencias voyeristas, como se hacía llamar, simplemente se sentaba en su escritorio, revisando sin pensar demasiado en los correos electrónicos de su trabajo mientras sus ojos continúan mirando hacia arriba una y otra vez; observando a través de las ventanas de su habitación en busca de cualquier señal de movimiento al otro lado.
Podía sentir su pecho agitarse mientras esperaba, mirando el reloj en la esquina de su pantalla y viendo que a cada minuto la hora se acercaba más a las nueve de la noche y T/n, su vecina, aún no llegaba a casa.
Tal vez ella tenía planes para esta noche, salir con sus amigos, tal vez tenía una cita con algún chico, o simplemente salió a caminar, pero la mente demasiado preocupada para poder complacer un poco las sucias fantasías en la mente Jungkook lo tenían dándole vueltas a su cabeza. Le costaba admitirlo, pero se había convertido en su actividad diaria favorita echarle un vistazo a escondidas a su vecina, a veces viéndola hacer cosas simples como relajarse con una máscara facial o tener una fiesta de baile.
Por supuesto, todos esos momentos eran adorables, pero sus momentos favoritos eran aquellos en los que la miraba caminar por toda su casa en topless o cuando se cubría el cuerpo en loción después de una ducha, apenas logrando ver el destello de su piel brillando hermosamente y solo tentándolo a querer tocarla.
Incluso Jungkook podía asegurar que su vecina estaba llevando las burlas más allá de lo que él podía manejar; viéndola abrir las persianas de su habitación casi por completo y solo dejando que la cortina transparente se interpusiera entre él y su silueta sombreada, atrapándola en el acto de lo que solo su mente estimulada podía suponer que era ella mastubandose, y casi podía jurar que la vez que dejó una ventana abierta; pudo escucharla gimiendo tan hermosamente a sus oídos.
Y como era de esperarse, aquella vez tuvo una noche bastante acalorada con su mano, sus dominantes fantasías y la soledad de su habitación, dando fugaces vistazos hacia la ventana frente a él mientras frotaba su miembro duro a lo alto una y otra vez; alimentando su propia excitación y deseando que fuera T/n la que estuviera frente a él ayudándolo a calmar un poco el calor en su cuerpo que ella misma había instigado, y a decir verdad, ni él mismo entendía la fijación tan intensa que tenía por su vecina, solo sabía que la deseaba, demasiado, y sabía que se volvería loco en cualquier momento si no podía tenerla.
De cierta forma, Jungkook solía pensar que todo lo que pasaba era puramente accidental, solo una vecina descuidada que no tenía idea de que su habitación tenía la vista perfecta a la suya, pero Jungkook podía jurar que T/n había hecho contacto visual con él demasiadas veces como para que esto no fuera intencional.
Y antes de que su mente pudiera girar más en espiral, el repentino parpadeo de luz alumbrando el departamento frente a él lo hizo fijar sus ojos como un imán en su objetivo; viendo a T/n entrar a su habitación con una toalla pequeña sobre el hombro, un sostén deportivo y unos diminutos pantalones cortos para hacer ejercicio, mostrándole en primera fila como su piel y cuerpo brillaban en sudor.
Empujándose lejos de su escritorio, la silla rodó rápidamente a lo largo del piso para poder tener una mejor vista, completamente interesado en ver la forma en que su vecina intentaba relajarse y sentirse cómoda después de su viaje al gimnasio.
Llámenlo espeluznante o atento, pero Jungkook había aprendido horario de cada día de T/n;y de alguna forma sabía que ella disfrutaba dándole espectáculos, por lo que no fue difícil darse cuenta de la rutina habitual que tenía. Sin embargo, ésta era la primera vez que la veía regresar del gimnasio tan tarde.
Jungkook gimió de frustración al darse cuenta de eso, la palma de su mano frotó su rostro mientras podía escuchar sus propios pensamientos, casi comportándose como un hombre que tiene un cuaderno donde anota cada uno de sus horarios.
No lo tenía, pero aun así, se sentía como un pervertido. Un jodido pervertido.
Con los ojos bien cerrados, movió la silla de regreso al lugar que le correspondía como un niño avergonzado por sus pensamientos, inclinando su cuerpo hacia su computadora para evitar que sus ojos errantes miraran a través de la ventana una vez más, sintiendo como la vergüenza lo carcomía una vez más como lo hacía cada vez que caía en cuenta de su estado.
¿Realmente su vecina hacía esto a propósito?
Por supuesto que sí, T/n no era tonta.
Desde el momento en que Jungkook se mudó a su vecindario rápidamente se convirtió en la comidilla de la cuadra; las amas de casa suburbanas, las jóvenes adolescentes, incluso su vecino, el anciano del #13 comenzaron a preguntarse quién era el chico lindo que salía a correr por las mañanas.
Él gritaba atractivo sexual por todos lados, sin siquiera darse cuenta de lo desmayados que tenía a todos con su entrenamiento matutino, y no fue extraño que Jungkook pensara que todos lo saludaban y le sonreían por pura amabilidad, y aunque no tuviera idea de lo sexy que se veía, T/n había sido bendecida con el don de la buena vista y el sentido común. Sólo le tomó una mirada de él saliendo de su casa, con el cabello largo parcialmente atado hacia atrás y pantalones cortos para correr abrazando sus gruesos muslos que fácilmente T/n quedó encantada con él.
Y cuando se dió cuenta de que era su vecino de al lado, fue como si una bombilla se encendiera sobre su cabeza, ese simple hecho era una bendición disfrazada y T/n no iba a dejar pasar la oportunidad de que esto fuera a su favor. Darle un asiento de primera fila para ella y todo lo que tenía que ofrecer eran las cartas que escogió para jugar, y hasta ahora todo había ido de maravilla.
Eso fue hasta que salió de la ducha, podía sentir la emoción recorrer todo su cuerpo mientras se preguntaba cómo iba a burlarse de él esta noche. Con la toalla colgando holgadamente alrededor de su pecho T/n estaba lista para el pequeño espectáculo, pero cuando se colocó en su posición habitual, rápidamente notó que las persianas del departamento de Jungkook estaban bien cerradas, sin espacio entre ellas para permitirle verlo ni que pudiera verla.
Esta era una cadena de eventos repentina e inesperada, con un pequeño resoplido de decepción se sentó en el borde de su cama, directamente frente a la ventana mientras pensaba que sus planes descarados para esta noche se habían arruinado por completo.
Y prácticamente se pasó toda la noche preguntándose qué podría haber hecho que Jungkook no quisiera ver un poco de acción de su parte, así que cuando lo vió llegar a su casa de su rutina matutina justo cuando estaba punto de irse a su trabajo por la mañana, no lo pensó ni siquiera dos veces antes de hablarle.
Tuvo que reprimir soltar una risita al verlo estremecerse cuando lo saludó de buenos días, y no pudo encantarse más con la forma en que se puso nervioso al estar tan cerca de él.
— Ah, buenos días…— Jungkook respondió sonriendo cortésmente, al mismo tiempo que sacaba su AirPod para detener la música por completo y brindarle toda su atención sintiendo las palmas de sus manos sudar de repente, solo había hablado con ella una sola vez y no sabía a dónde iría esta conversación, ¿Acaso estaba a punto de llamarlo un pervertido repugnante?
— ¿Tuviste una noche tranquila? — T/n preguntó al instante formando una suave e inocente sonrisa que no revelaba sus verdaderas intenciones, pero Jungkook lo supo de inmediato, y la forma en que sus ojos se abrieron ligeramente ante sus palabras lo hicieron todo mucho más obvio.
— Sí…— Balbuceó a medias limpiándose las manos sudorosas en sus pantalones cortos negros, odiando la forma en que su corazón se aceleró al escucharla, ella lo sabía, y su culpable consciencia le hizo creer que lo que su vecina había hecho fue intencional para que él no se sintiera como el mirón que claramente era, pero escucharla admitir que sabía que no la había observado anoche lo hizo sentir como si le hubieran echado un balde de agua fría encima.— No he estado durmiendo muy bien últimamente, así que...
Y T/n simplemente asintió con la cabeza mientras él se desvanecía en una mentira, sus labios se abrieron en una sonrisita mientras lo miraba detenidamente, enfocándose en la apretada camisa que estaba usando y en la forma en que exponía por completo su brazo musculoso y cubierto de arte en forma de tatuajes, y cuando su vista bajó un poco más no pudo evitar imaginarse a ella misma brincando sobre su polla y sobre esos gruesos muslos una y otra vez, gimiendo de pura felicidad, tuvo que suspirar levemente ante esa fantasía dándose cuenta de que su vecino realmente estaba ciego a su buena apariencia.
— Lamento no haberte dado una buena bienvenida cuando te mudaste, ¿puedes darme tu número? — T/n habló al mismo tiempo que sacaba su teléfono de su bolso sabiendo muy bien que Jungkook no diría que no, pero aún así agregó una mentirita inocente para que su coqueteo fuera un poco más sutil.— Los vecinos tienen un chat grupal, te agregaré para que puedas obtener todos los chismes del vecindario.
Si Jungkook sabía que estaba mintiendo, no lo demostró, en cambio su semblante cayó a uno decepcionado de que T/n quisiera su número para agregarlo a un chat grupal del vecindario. Pero independientemente de eso se apresuró a recitar su número con una sonrisa y al momento su teléfono vibró en su palma con un mensaje de texto de ella; un amistoso "hola vecino" con un emoji saludando al final.
— Te enviaré un mensaje de texto si alguna vez necesito azúcar… u otras cosas de vecinos.— T/n agregó por lo bajo llamando su atención una vez más.
La provocación sugerente en su tono no se le escapó a Jungkook, sintiendo sus mejillas sonrojarse ante las implicaciones detrás de sus palabras, así que asintió con su cabeza mientras mordisqueaba levemente el piercing en su labio inferior antes de responder.
— Sí, lo que necesites.
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Era cierto que Jungkook estaba aún más que decepcionado cuando el hilo de su mensaje se agotó por completo, y T/n ni siquiera lo había agregado al chat del grupo de chismes por el que tenía curiosidad. Ni siquiera le había dado un espectáculo desde la noche en que cerró las persianas, pero todo era parte del plan de T/n diseñado por expertos para ir a su favor.
Porque mientras estaba en su trabajo, recibió el correo electrónico que pondría todo en marcha, una notificación de que su paquete estaba listo para ser entregado. Un juguetito color rosa bebé muy lindo se colocaría en el escalón de su puerta en un paquete discreto y, si las cosas salían como T/n esperaba, haría su debut esta noche, con suerte con una audiencia de uno.
Jungkook se alejó de la pantalla de su computadora cuando su teléfono vibró sobre su escritorio, el nombre se iluminó en la pantalla de inicio e hizo una pausa por un momento, preguntándose si esto era simplemente un mensaje de texto de que había sido agregado a ese maldito chat grupal que no tenía idea de que en realidad no existía, pero cuando lo desbloqueó y abrió el chat, vio que solo era su vecina.
T/n: Hola Jungkook, lamento hacer esto, pero hoy me entregarán un paquete súper importante, ¿podrías mantenerlo seguro hasta que llegue a casa más tarde esta noche? 🥺🖤
Quería que cuidara un paquete, solo cosas de vecinos, exactamente por lo que le había dicho por la mañana.
Jungkook: Claro, ¿Qué es?
Y de inmediato se sintió estúpido después de presionar enviar, sus manos se cerraron en puños mientras miraba la pantalla, ¿Por qué demonios iba a preguntar qué era el paquete? Ser un mirón claramente no era suficiente, no, él tenía que saber acerca de sus compras en línea.
T/n: Solo algo para los músculos adoloridos 😅
Al igual que lo haría un típico adolescente cachondo, su mente vagó por lo que podría haber exactamente en la caja, y rápidamente le envió un mensaje de texto con un "¡bien! 👍🏻" antes de bloquear su teléfono por completo. Estaba seguro de que iba a perder la cabeza.
Todo según el plan.
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Jungkook guardó ese paquete con su vida, colocándolo delicadamente en el mostrador de su cocina desde el momento en que vió que el cartero lo dejaba en la puerta de su vecina, y había estado pegado a su sofá desde entonces, mirando regularmente por encima de su hombro para asegurarse de que la caja marrón no fuera a desaparecer espontáneamente.
Y justo cuando estaba punto de mandar todo al carajo e intentar abrir la caja, unos suaves golpes en la puerta principal lo hicieron saltar de su sofá, deteniéndose a unos metros de la puerta mientras miraba la perilla antes de volver a mirar el paquete. ¿Debería saludar a su vecina con él en sus manos, o parecería que estaba tratando de alejarla rápidamente?
Cuando T/n tocó por segunda vez, Jungkook optó por abrir la puerta de una vez, viéndola allí de pie con esa sonrisa amistosa, vestida con una pequeña falda y top a juego, mostrándole que acababa de salir del trabajo, sus ojos rápidamente se posaron en sus piernas expuestas por un momento demasiado largo hasta que su voz lo sacó de eso.
— Hola, Jungkook…— T/n lo saludó con esa dulce voz de miel, y el pequeño brillo en sus ojos casi la traicionó pero él no lo notó.— ¿Recibiste mi paquete?
— Hola, sí lo hice.— Jungkook respondió encontrando su voz y dejando la puerta entreabierta, adentrándose más en su casa, recuperando rápidamente la caja y regresando con ella hacia su vecina que todavía lo esperaba pacientemente con esa sonrisa, como si no supiera lo que estaba empaquetado dentro de esa caja.
— ¡Eres un ángel! — T/n habló sosteniendo el paquete cerca de su pecho con un pequeño suspiro.— No sé qué habría hecho si me lo robaban…
Jungkook pudo sentir que su rostro se calentó de inmediato ante eso, incapaz de evitar que su boca funcionara en piloto automático, y sin querer mostrarse como un vecino extremadamente observador.
— Debes estar muy adolorida por ir al gimnasio todo el tiempo, ¿eh? — Preguntó y el silencio que vino después de su pregunta casi lo hizo querer golpearse la cara, casi pudo jurar que la mirada de T/n parpadeando con la misma picardía de antes se posó sobre él, haciéndolo tragar en seco.
— Definitivamente…— T/n respondió con una risa antes de regresar a su postura y despedirse de él.— Gracias de nuevo, ¡Que tengas una buena noche!
Y así como así, su vecina ya se había ido de su departamento, dejando a Jungkook con la frente presionada contra la puerta de la entrada mientras se sentía como todo un idiota. "¿De verdad, debes estar adolorida?" Se burló de su propia voz poniendo los ojos en blanco antes de enderezarse y retirarse a su habitación para terminar el trabajo que había descuidado por proteger el dichoso paquete.
El mismo paquete al que T/n se estaba aferrando mientras subía las escaleras de su casa con un par de tijeras en la mano opuesta, y no pudo evitar no sentirse como una mujer loca cuando las clavó en la cinta transparente para romper el sello, quitando las solapas antes de soltar una risita maliciosa cuando vio la elegante caja blanca con una foto del dispositivo impresa en el frente.
Se apresuró a sacar el preciado juguete, tirando descuidadamente las cajas vacías a un lado y escuchándolas aterrizar con un ligero ruido sordo al piso. La sensación de la silicona suave contra sus dedos la llenó de anticipación duplicada, y el clic silencioso contra el primer botón apagó la emoción en su cuerpo cuando se negó a encenderse.
— Malditos estúpidos cargadores.— T/n gruñó dejando el dispositivo de lado e inclinándose para buscar entre todas las cajas descartadas en el piso hasta dar con el diminuto cable blanco para enchufarlo.
El folleto que venía junto al juguete indicaba que la carga estaría completa en una hora, eso era mucho tiempo para que pudiera controlarse un poco, todo lo que necesitaba era abrir las persianas y encontrarse cara a cara con su vecino caliente y comenzar con la acción, pero ya se había divertido demasiado viéndolo todo nervioso, realmente no necesitaba asustarlo antes del evento principal.
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Y claramente Jungkook no la estaba pasando nada bien mientras se deslizaba sin pensar a través de los datos interminables de su computadora frente a él, sus ojos flotaban a través de los números de una manera aturdida y su mente estaba demasiado ocupada pensando en ese estúpido paquete. Sabía exactamente lo que era, orgullosamente descifró el código de algo que era supuestamente algo para los músculos adoloridos para terminar deletreando vibrador en letras gigantes de color neón.
¿Lo estabas usando ahora, en tu dormitorio a un metro de distancia del suyo, sobre tu cama directamente en su línea de visión? Su mente continuaba representando todos esos escenarios lascivos uno tras otro y solo lo hacían desear estar contigo para comprobar si sus sospechas eran ciertas. Pero sabía que era algo imposible, algo que nunca pasaría, y eso era lo peor de todo para él.
Para cuando T/n terminó de darse una ducha y mientras aplicaba su loción corporal favorita notó como los botones del juguete rosa sobre su cama parpadeaban indicando la carga completa y sonrió sabiendo que su plan estaba de nuevo en marcha. Abrió lentamente las persianas de la ventana, formando un puchero al darse cuenta de que las de Jungkook estaban cerradas, miró hacia el cielo viendo cómo se oscurecía lentamente; formando nubes sobre su cabeza y una sonrisita se dibujó en sus labios mientras pensaba la forma perfecta para hacer que su vecino abriera las persianas para el espectáculo.
El teléfono de Jungkook vibró con un mensaje de texto unos segundos después, y sus ojos se abrieron un poco cuando se dió cuenta de que era de T/n.
T/n: Jaja, ¿Te parece que va a llover?
Su cabeza se inclinó hacia un lado con confusión ante su pregunta, sin embargo, se levantó de su escritorio, subiendo completamente las persianas para mirar al cielo y dándose cuenta de las nubes grises, miró su teléfono de nuevo para comenzar a escribir cuando el pequeño destello de movimiento desde el otro lado lo hizo congelarse en su lugar; viendo directamente a través de la ventana de T/n una vez más, ahí estaba; sentada en su cama y mirándolo con una sonrisa felina en todo su rostro.
Jungkook casi juro que se quedó sin aire cuando observó con atención su posición, con una pierna cruzada sobre la otra y descansando sobre sus palmas, con la cabeza inclinada hacia un lado mientras T/n lo saludaba con la mano, teniéndolo justo donde ella quería.
Su mano se elevó para devolverle el saludo, pero la voz en su cabeza estaba gritando todas las obscenidades que se le ocurrían y que quería hacerle a su vecina en ese preciso momento mientras intentaba sonreír a medias, y la mueca en su rostro casi le hizo difícil a T/n no reírse al verlo.
Empezó despacio, queriendo darle el tiempo suficiente para cerrar las persianas si realmente no quería participar en esto, su mano se levantó para comenzar a quitarse la bata de su hombro solo un poco más, apenas dejando expuesta una pequeña porción de su piel a los ojos de Jungkook, quien quería gritar al verla mientras su cabeza caía hacia adelante golpeando contra el vidrio de su ventana levemente viendo la forma en que su piel brillaba, sabiendo muy bien que se había aplicado aquella loción que siempre le encantaba ver.
Y cuando Jungkook no se movió de su posición, T/n dejó caer la otra manga de su bata, la hinchazón de sus senos sostuvo el suave material contra su piel, protegiéndolos de su vista por otro momento más, sus ojos no dejaban de ver el rostro de Jungkook, sabiendo que necesitaba ver la reacción de su vecino cuando se sentó derecha sobre la cama; haciendo que los extremos de su bata se deslizaran por su pecho y se acumularan en sus caderas, dejando sus senos completamente expuestos para que él los pudiera ver.
Y por supuesto la reacción de Jungkook valió la pena, abriendo sus labios levemente al ver la forma en que sus rosados pezones se endurecieron en el aire expuesto, su frente casi chocó contra la ventana una vez más cuando vió a T/n elevar una de sus manos para delinear el contorno de uno de sus pezones suavemente; acariciando su piel con calma y haciendo rodar su pezón entre sus dedos antes de darle un pequeño y juguetón pellizco, y Jungkook pudo sentir como su pene se agitó dentro de sus pantalones viendo a T/n dejar caer su cabeza hacia atrás y abrir sus labios para dejar escapar lo que él sabía era el gemido más bonito antes de volver a mirarlo fijamente y morderse el labio inferior.
Jungkook no sabía que hacer mientras seguía observándola, viendo hipnotizado la forma en que las curvas de su cuerpo resaltaban gracias a la bata color negro que todavía enganchada alrededor de sus codos, y fue ahi cuando la vio inclinarse hacia un lado de la cama para tomar el juguete color rosa que había comprado hoy, la tapa metálica brilló con la poca luz de su habitación y lo hizo tragar duro mientras la veía exhibirlo a él.
Por un momento, su atención se movió de la figura casi perfecta y mirada maliciosa de su vecina para aterrizar en su teléfono, viéndola escribir rápidamente un mensaje antes de dejarlo a un lado una vez más. Y al instante su teléfono cobró vida en su mano, casi asustándolo con las vibraciones.
T/n: Tócate, por favor.
Y Jungkook pudo jurar que soltó un gemido ahogado ante eso, sintiendo como todo el calor de su cuerpo se acumulaba en su creciente erección, apenas pudiendo escribir un rápido “bien�� y enviarlo, un mensaje que T/n obviamente ignoró por completo mientras encendía el juguete. Un destello de emoción brilló en sus ojos sintiendo como el dispositivo vibraba en su mano, y sonrió divertida viendo a Jungkook mover sus dedos ansiosos hacia la hebilla de su pantalón, desabrochando el botón casi con torpeza justo cuando la vió comenzar a arrastrar la cabeza vibrante del juguete por su pecho, pasándolo sobre sus pezones levemente y haciéndola jadear por la sensación de cosquillas contra su piel.
La vista de T/n regresó a la ventana, notando la mirada de Jungkook clavada en ella, la silueta de su cuerpo estaba iluminada por la luz de su habitación, lo que le permitió ver sus manos bajar apresuradamente su pantalón llevándose su bóxer al mismo tiempo, viendo su como su erección salía disparada a lo alto, y le fue imposible no morder su labio inferior al verlo elevar su palma para escupir desordenadamente sobre sus dedos antes de volver a bajar y apretar la base de su pene para empezar a masajearlo lentamente de arriba a abajo notando como el pecho de Jungkook se agitaba con un resoplido cuando trasladó los movimientos de su mano hacia arriba y hacia la punta rosada e hinchada de su pene, cubriendo su palma con las gotas sueltas de líquido preseminal que goteaban por todo lo largo de su pene.
Eso solidificó aún más que Jungkook era un pervertido, al menos en su propia mente, quién más estaría tan ansioso por masturbarse a la vista de su vecina tan fácilmente. Pero sin embargo, T/n no lo veía así, más aún sabiendo que cada una de sus acciones tenían un propósito, Jungkook no era un pervertido por ser un chico predecible, solo estaba haciendo exactamente lo que ella quería que hiciera.
A medida que la punta del juguete bajaba por su pecho, T/n se tomó su tiempo sólo para verlo perder la cabeza un poco más; moviendo el juguete sobre su vientre hasta llegar a sus caderas, deslizándose hacia abajo al mismo tiempo que comenzaba a separar sus piernas tan lentamente que Jungkook no pudo apartar la mirada de ella, y cuando finalmente se reveló ante él, los pliegues húmedos de su entrada brillaron con su excitación ante sus ojos, cubriendo la parte interna de sus muslos y permitiendo que el juguete se deslizara con facilidad.
Jungkook gimió en voz alta viéndola pasar el juguete zumbante sobre su clítoris de a poco, casi en un toque similar a una pluma que fácilmente la hicieron temblar y gemir sobre la cama, su mano se apretó firmemente alrededor de su pene mientras su pelvis se movía hacia adelante a la par de sus movimientos, bombeandose a sí mismo y buscando desesperadamente un poco más de fricción, y ahí se dió cuenta de que T/n era el pecado personificado frente a él; dándole un espectáculo mientras jugaba con ella misma, separando sus labios en un gemido cuando finalmente presionó el juguete contra su clítoris firmemente; haciéndola jadear y retorcerse sobre la cama antes de que soltar una risita entrecortada por la sensación mientras volvía a mirarlo los ojos con timidez.
Joder, Jungkook sólo quería poder escucharla gimiendo de puro placer, solo podía pensar en lo que haría para poder tocar su piel, ser él quien sostuviera ese juguete contra su coño hasta que se retorciera de puro placer.
Y T/n podía verlo en sus ojos, ese deseo carnal nublando su visión mientras la miraba, con su mano aún bombeando su dura longitud cada vez más fuerte y su rostro arrugándose en muecas de placer, y cuando alejó el juguete de su entrada las cejas de Jungkook se fruncieron en desconcierto, liberando su pene de su agarre para colocar su palma pegajosa contra la ventana, preguntándose qué estaba planeando ahora mientras la veía alcanzar su teléfono una vez más.
A T/n sólo le tomó unos segundos escribir el mensaje y presionar enviar, volviendo a mirarlo con la misma mirada depredadora que había estado usando toda la noche, y cuando lo vió desbloquear su teléfono, se puso de pie, dejando que la bata se deslizara por completo de su cuerpo, cayendo alrededor de sus pies mientras se acercaba a la ventana, con los brazos cruzados debajo de su pecho para empujar sus senos hacia afuera mientras lo miraba.
T/n: Ven.
Jungkook leyó ese mensaje tres veces, todavía con su pene de fuera para que su vecina lo viera mientras contemplaba todas sus opciones, y finalmente, cuando elevó su vista de nuevo hacia arriba casi se ahogó al ver la forma en que T/n estaba parada frente a la ventana, completamente desnuda y con esa dulce y maliciosa sonrisa en sus labios, y eso fue suficiente para tomar su decisión; bloqueando su teléfono y gimiendo mientras deslizaba su polla dentro de su bóxer y volvía a ponerse los pantalones.
Los ojos de T/n brillaron cuando lo vió darse la vuelta y salir de su habitación, la luz se apagó cuando Jungkook bajó las escaleras hacia la puerta principal y cuando salió al porche vió que el suelo estaba húmedo, las pequeñas gotas de agua comenzaron a caer con más fuerza y el frío se deslizó a través de su ropa mientras caminaba a través de las entradas conectadas de los apartamentos, haciendo todo lo posible de cubrir con sus manos el bulto extremadamente prominente en sus pantalones.
— Gracias, dios…— Susurró por lo bajo con alivio cuando giró la perilla de la puerta y cuando esta se abrió, ni siquiera le importaron los modales cuando entró cerrando la puerta detrás de él, subiendo instantáneamente las escaleras de dos en dos, sabiendo ya dónde estaba su habitación ya que la casa era una copia exacta de la suya.
Y cuando finalmente empujó la puerta de la habitación para abrirla, fue bienvenido con la vista de T/n sentada en su cama, completamente desnuda y esperándolo con ese mismo juguete arrastrándose hacia arriba y hacia abajo por su abdomen haciéndolo jadear de solo verla así, la necesidad de presentaciones se desvaneció por completo cuando cruzó la habitación a pasos firmes hasta llegar donde ella para sentarse a su lado, fue rápido para ahuecar su rostro y atraerla hacia él para poder besarla con dureza de una buena vez.
T/n ni siquiera pudo reprimir el pequeño gemido ahogado que dejó escapar de pura sorpresa contra sus labios, su vecino normalmente tímido que se ponía nervioso cada vez que lo sorprendía mirándola fijamente no esperaba que fuera del tipo que perseguía lo que quería de esta manera, y la forma en que tomó el control de ese posesivo beso la hicieron apoyarse en su toque.
Sus labios eran suaves pero la forma en la que la estaba besando dejaban de lado toda ternura, y tembló contra él cuando su caliente lengua se unió a la de ella, chocando la una con la otra y llenando el espacio con sonidos húmedos y respiraciones pesadas.
A menudo T/n había fantaseado con besarlo, preguntándose si Jungkook era del tipo que se burlaba, el que retrocedía y te dejaba con ganas de más, pero la desesperación en su cuerpo era la que guiaba sus movimientos justo ahora y la que le impedía no cumplir sus propios deseos. Jungkook la besaba con pura pasión, y el hambre dentro de él lo llevó a empujar su cuerpo hacia atrás y hacerla caer sobre la cama de espaldas, sus manos bajaron para sujetar suavemente su cuello y un nuevo gemido escapó de T/n al sentirlo, haciéndola arrojar el juguete hacia un lado y llevar sus manos hacia su cabello, deslizando sus dedos entre su largo cabello negro cuando lo sintió mordisquear su labio inferior.
— Quítatela…— T/n murmuró contra su boca, arrastrando sus manos por su pecho y tirando con fuerza de la tela de su camisa, decidida a arrancarla de él para finalmente poder ver su glorioso cuerpo y solo ganándose otro rápido y húmedo beso de Jungkook antes de verlo arrodillarse frente a ella para quitarse su camisa por el cuello, dejando cada centímetro de su piel expuesta a sus ojos.
T/n ni siquiera podía apartar la mirada de la forma en que sus músculos se ondearon y se tensaron cuando tiró la tela negra hacia un lado, abultándose cuando finalmente se relajó, ni siquiera pudo evitar no relamerse sus labios cuando pasó sus dedos entre cada surco de su abdomen, y una especie de jadeo pesado salió de sus labios cuando trasladó su atención a las líneas de cada uno de sus tatuajes por todo lo largo de su brazo hasta llegar a su hombro, antes de escucharlo soltar una risita oscura.
— ¿Te gusta lo que ves? — Jungkook preguntó con su voz ronca mirándola con sus ojos entrecerrados y mordisqueando su labio inferior dándole un repaso a todo su cuerpo, sintiendo su boca salivar al notar el rápido ascenso y descenso de sus senos con cada respiración que daba y la forma en que sus caderas se movían hacia arriba; buscando cualquier tipo fricción que pudiera encontrar.
— Eres jodidamente irreal.— T/n admitió en medio de un jadeo dándole un par de caricias más en su abdomen antes de ponerse de rodillas frente a él y comenzar a desabrocharle los pantalones, con toda la prisa por ver su polla sin la distancia que los separaba.
— Esto es lo que querías, ¿no? — Jungkook preguntó con firmeza, dándose cuenta de todo y con su mirada completamente desfasada en su rostro y en el movimiento rápido de sus manos, los textos perfectamente ejecutados y la entrega del paquete, solo sabiendo que había hecho todo lo que querías que hiciera.
— Fue divertido, ¿verdad, Jungkook? — T/n preguntó de la misma forma, bajándole los pantalones de un solo tirón junto a su bóxer para lanzarlos junto a su camisa en el suelo.— ¿Dime, qué te gustó más? ¿Verme hacer cosas cotidianas o mirarme tocándome y jugando conmigo misma?
Jungkook ni siquiera tuvo tiempo de responder cuando un gemido ahogado se le escapó de sus labios al sentirla envolver una de sus manos alrededor del duro eje de su pene, comenzando a bombearlo de arriba abajo una y otra vez mientras lo interrogaba, disfrutando de la forma en que luchaba por responder a sus preguntas.
— Dios, eres tan sucia…— Gruñó apretando su mandíbula al verla inclinar su cuerpo a la altura de su pelvis, quedando frente a frente con su enorme erección antes de clavar su mirada sobre él mientras pasaba la punta de su lengua por sus labios, justo antes de verla sonreírle con total astucia.
Y esa misma sonrisa le hizo saber que ella sabía muy bien que lo era, T/n sabía exactamente lo sucia que era llegando al punto de usar todo a su favor solo para obtener lo que quería, Jungkook contuvo el aliento mientras observaba la forma en que T/n avanzaba poco a poco hacia él, sacando la lengua para lamer suavemente la punta hinchada de su pene; atrapando la gota salada de líquido preseminal que amenazaba con escurrirse por todo lo largo para saborearlo con hambre, escuchándolo gemir sobre ella.
Y eso fue suficiente para envolver sus labios alrededor de su grosor por completo; haciendo rodar su lengua varias veces en la punta rosada antes de darle una ligera succión y comenzar a mover su cabeza de arriba abajo por todo lo largo de su pene, Jungkook soltó un suspiro al sentir el calor envolviendo todo de él, amando la forma en la que la humedad y calidez de su lengua lo cubría por completo haciéndolo tensar su abdomen evitando empujar su pelvis hacia su boca.
El pequeño gemido que T/n dejó escapar contra su longitud al sentir su pene duro y caliente sobre su lengua la hicieron envolver su mano en la base para estabilizarse mientras movía su cabeza una vez más hacia abajo, tratando de tomar todo de él, pero era tan jodidamente grande y estaba cien por ciento segura que esto era mucho más satisfactorio que verlo masturbarse a unos metros de distancia, los suspiros y gruñidos que brotaban de sus bonitos labios la animaban a seguir adelante, deseando verlo desmoronarse solo por ella.
Jungkook ni siquiera supo en qué momento sus manos se enredaron en su cabello; tirando con la suficiente fuerza de sus mechones para guiar sus movimientos de arriba hacia abajo por todo lo largo de su longitud, marcando un ritmo firme y constante; los sonidos húmedos y obscenos inundaron todo su cuerpo y solo lo hicieron obligarla a moverse con más fuerza, empujando su cabeza contra su pene y follando su boca con fuerza una y otra vez, gruñendo guturalmente al sentir como su garganta se cerraba alrededor de su punta en una audible arcada y formó una sonrisa cuando se encontró con su rostro, viendo sus ojos llenos de lágrimas y su nariz presionada contra su ingle mientras gemía alrededor de su polla, y estaba seguro que te veías tan bonita así.
Jungkook la apartó de su pene unos segundos después, el húmedo jadeo que T/n dejó escapar rasgó el aire mientras intentaba recuperar el aliento sin borrar esa sonrisa burlona de su rostro mientras observaba su longitud desordenada y húmeda balanceándose ligeramente de lado a lado con cada movimiento que hacía, sintió a Jungkook inclinarse sobre ella y a su mano tomarla por su mejilla con total ternura.
— Joder, apuesto a que te ves tan bonita cuando lloras…— Murmuró por lo bajo pasando su pulgar por su labio inferior hinchado y resbaladizo, notando las pequeñas lágrimas en sus ojos y en sus pestañas inferiores, casi a punto de deslizarse por sus mejillas.
— Hazlo.— T/n susurró sintiendo como el tono ronco de su voz hizo que su estómago se retorciera y que más humedad cubriera sus muslos, sonriendo cuando vió sus cejas levantarse en forma de pregunta.— Hazme llorar Jungkook.
Y Jungkook juró que sintió su polla palpitar ante sus palabras, queriendo nada más hacer lo que T/n le pedía, convertirla en un desastre de llanto mientras rogaba que la follara con fuerza.— ¿Estás segura?
Con un pequeño asentimiento T/n se arrastró hacia atrás sobre la cama antes de girarse sobre tus manos y rodillas, arqueando su espalda y poniendo su trasero en pompa; exponiendo su entrada húmeda frente a Jungkook justo antes de mover sus caderas levemente de lado a lado.— Estoy segura.
Y Jungkook no necesitó nada más convincente que eso, envolviendo una mano en su pene para bombearse un par de veces mientras se acercaba a ella, colocando sus rodillas entre sus muslos y siseando cuando apoyó su polla contra su húmedo coño comenzando a rodar su pelvis una y otra vez hacia enfrente; haciendo que la punta se deslizara entre sus pliegues con cada movimiento y escuchándola gemir cuando rozó su necesitado clítoris un par de veces antes de alinearse correctamente en su entrada y empujar su pelvis; presionándose dentro de ella poco a poco.
Los ojos de T/n se cerraron con fuerza ante la sensación, sus manos apretaron con fuerza las sabanas mientras sentía a Jungkook deslizar cada centímetro de su longitud dentro de ella, ajustando su interior a su tamaño y llenándola de una forma tan deliciosa, un gemido de placer goteó de sus labios cuando Jungkook le dio un tirón a sus caderas hacia su pelvis, asegurándose de que todo su pene estuviera dentro de ella, apenas deteniéndose para respirar correctamente, viendo hipnotizado la forma en que su coño lo tomaba, amoldándose tan bien a su alrededor como si estuviera destinado a estar allí.
— Esto es…— T/n balbuceó por lo bajo, quejándose cuando sintió a Jungkook deslizarse un poco hacia fuerza antes de recibir una nueva y rotunda embestida.— Así es como me lo imaginé…— Agregó en medio de un jadeo antes de soltar una risita baja que despertó el interés de Jungkook, inclinándose sobre su cuerpo para verla con la cara presionada contra las sábanas y una sonrisa burlona en su rostro.
— ¿Si? — Jungkook preguntó con su voz aireada y apretando el agarre en su trasero; clavando sus dedos en su piel y sin duda marcándolos para que los pudiera ver más tarde.— ¿Te imaginaste siendo follada por detrás por tu vecino?
— Mhm-hu…— T/n musitó sin poder evitar la risa ahogada que salió de sus labios cuando Jungkook comenzó a follarla con fuerza, saliendo casi por completo de su interior solo para volver a introducirse en una dura penetración, haciendo que el sonido de sus pieles chocando se mezclara con su risa y gemidos.
— Lo sabía…— Jungkook gruñó mientras deslizaba una de sus mano por toda su espalda desnuda hasta llegar a su nuca; rodeando su cuello con sus dedos hasta que su palma presionó su cara contra el colchón con fuerza, sosteniendo su cuerpo debajo de él mientras sus penetraciones se volvían más duras y desordenadas.— Sabía que lo estabas haciendo a propósito, joder, ¿sabes lo culpable que me sentí? — Un nuevo gruñido salió de sus labios al sentir su interior apretarse ante sus palabras, deleitándose con los sonidos húmedos y lascivos de su coño cada que volvía a hundirse dentro de ella cada vez más fuerte.
— L-lo siento…— T/n susurró con falsa inocencia en su voz rota por sus bruscos movimientos, pero Jungkook sabía que no lo decía enserio y la sonrisa juguetona que se sintió contra su palma le dió la razón.
— Oh, ¿lo sientes? — Jungkook preguntó tomando un puñado de su cabello y dándole un tirón hacia atrás con fuerza, escuchándola gimotear feliz cuando aceleró aún más el ritmo de sus penetraciones dentro y fuera de ella, sabiendo que había encontrado el ritmo correcto cuando la vió arquear su espalda más para él; rozando ese punto dulce en su interior una y otra vez, T/n podía sentir las primeras chispas de su orgasmo destellando dentro de ella, y el hecho de que obtuviera lo que quería la acercaba al límite más rápido de lo esperado.
— No, no lo siento.— admitió gimiendo descaradamente con cada embestida. De ninguna manera se arrepentía, si este fuera el resultado, haría todo de nuevo y exactamente de la misma manera.
— Sé que no lo haces, te encantó montar un espectáculo para mí, eh, sabiendo que te estaba mirando desde mi ventana mientras jodías conmigo.— Jungkook escupió deshaciéndose de la culpa que alguna vez llegó a sentir, soltando su cabello y viéndola colapsar de nuevo sobre el colchón, su mano volvió a presionar su cabeza contra las sábanas ahora siendo reemplazada por hambre pura que sólo aumentó cuando sus gemidos comenzaron a volverse más entrecortados, calientes y pesados contra su mano.
Sus palabras fácilmente hicieron que la mente de T/n diera vueltas, el balanceo embriagador de sus caderas contra su trasero la estaban arrastrando al mismo estado de desesperación en el que Jungkook estaba, fueron semanas de tortura sin sentido que los alimenta a ambos con más que suficiente frustración sexual para follarse como tantas veces habían deseado e imaginado.
— Me encantó hacerlo…— T/n se quejó en medio de un nuevo gemido roto sintiendo como su cara era empujada con más fuerza contra las sábanas, la aspereza que Jungkook le estaba mostrando hacía que su estómago se retorciera, como pudo se las arregló para abrir sus muslos más para él y dejó escapar un gemido tembloroso cuando lo sintió hundirse más profundamente en ella rozando ese punto dulce en su interior con cada rotunda embestida que daba solo arrastrandola al borde.
T/n iba a correrse, Jungkook lo supo por la forma en que su cuerpo se tensó, por la forma en que sus paredes se cerraron a su alrededor haciéndolo maldecir mientras continuaba embistiéndola, sin poder evitar sonreír al escucharla gemir con fuerza ante otra dura penetración; viéndola tirar de las sabanas con desesperación hasta que de repente, la sintió correrse alrededor de su polla con un grito de su nombre.
— J-joder, Jungkook…— Gimió una vez más sintiendo sus piernas temblar con la fuerza de su orgasmo, escuchando a Jungkook gruñir detras de ella sintiendo como todo su interior aprisionaba su pene dentro de ella, goteando por sus muslos y cubriendo su pene por completo con su orgasmo; dejándolo resbaladizo con su excitación y solo haciéndolo tararear de puro gusto.
Jungkook no perdió ni un segundo saliendo de su interior para girar su cuerpo hacia él, haciéndose espacio en entre sus muslos necesitando ver su rostro mientras se volvía a hundirse de nuevo dentro de ella en una deliciosa penetración, amando el suave gemido que T/n dejó escapar cuando tocó fondo una vez más, sus brazos se envolvieron alrededor de sus fuertes hombros cuando comenzó a moverse dentro de ella antes de sentirlo volver a estampar sus labios juntos.
El gusto salado de su transpiración potenció mil veces más su excitación, todo era tan carnal y tan sucio, el calor de sus cuerpos se fusionaba con cada empujón duro y decidido que Jungkook daba dentro de ella, sus lenguas calientes se juntaron, pero apenas y pudieron mantener la unión a causa de los desesperados jadeos en busca de oxigeno, y fue ahí cuando Jungkook se alejó solo un poco para poder mirarla; formando una sonrisa aturdida al ver su rostro sonrojado y su cabello húmedo cayendo sobre sus ojos, y T/n apenas y pudo sostenerle la mirada; admirando cada una de las expresiones de placer que hacía, creando un espectáculo privado tan erótico y sensual solo para ella.
— Quiero hacerte llorar…— Jungkook confesó inclinándose sobre ella para besar una vez más sus labios al mismo tiempo que su mano derecha golpeaba la cama torpemente hasta que encontró lo que estaba buscando, ese maldito vibrador que había guardado con su vida antes.
En el momento en que las pequeñas vibraciones llegaron a los oídos de T/n sus ojos se abrieron de par en par, apenas captando la sonrisa malvada en los labios de Jungkook mientras sostenía el juguete entre sus cuerpos, jugueteando con los ajustes hasta que las vibraciones fueron lo suficientemente bajas como para comenzar.— Espera Jungkook, soy muy sensible…
— Me dijiste que te hiciera llorar, ¿no es así, bebé? — Jungkook recordó comenzando a arrastrar la cabeza del juguete por su vientre y por su monte de venus lentamente, burlándose de ella mientras llegaba poco a poco al lugar deseado.
La emoción atravesó el cuerpo de T/n una vez más, haciéndola soltar un jadeo tembloroso cuando la cabeza del juguete apenas y rozó su sensible clítoris, todo su cuerpo se sacudió de placer y su interior se apretó con fuerza alrededor de su polla haciendo que Jungkook cerrara los ojos ante la sensación, volviendo a presionar el vibrador contra su pequeño clítoris, los ajustes bajos hicieron un zumbido a través de ella y sus uñas se hundieron en sus hombros.
— ¡Ah, Jungkook! — T/n lloriqueó su nombre una vez más, sintiendo su pecho agitarse con cada desesperada respiración que daba cuando Jungkook comenzó a follarla de nuevo; haciéndola girar sus caderas hacia arriba y contra su pelvis, sin saber exactamente si quería alejarse del juguete o presionarlo con más fuerza, el ligero dolor entre sus cuerpos rápidamente se transformó en placer cuanto más sentía su pene moviéndose dentro de ella.
— ¿Qué pasa, cariño? — Jungkook preguntó con falsa inocencia, elevando los ajustes del juguete hasta que un gemido particularmente fuerte resonó en la habitación, haciéndolo reír al sentir sus muslos apretarse en su cintura por reflejo, pero él sabía que a T/n le estaba encantando esto, con sus dientes mordisqueando su labio inferior mientras lo miraba con sus ojos llenos de lágrimas, instándolo a follarla más fuerte, rogándole silenciosamente por más.
Y por supuesto que Jungkook hizo lo que T/n mudamente le pedía, empujando sus caderas dentro de ella con la fuerza suficiente para empujar su cuerpo contra la cabecera de la cama, creando un audible y repetitivo golpeteo contra la pared que estaba seguro despertaría a más de uno de sus vecinos, pero eso le importaba una mierda, demasiado perdido en las olas de placer que se mezclaban con las vibraciones contra su clítoris. Jungkook podía sentir su propio orgasmo acercándose sigilosamente a él, arrastrándose por su columna vertebral con cada embestida húmeda y con cada gemido de su nombre.
Con unos cuantos clics más el vibrador alcanzó la configuración más alta, zumbando intensamente contra su sensible clítoris y casi haciéndola golpearse ante la sensación repentina, arqueando su espalda hacia el pecho de Jungkook mientras jadeaba una serie de cosas sin sentido que ni ella misma entendía, solo escuchándolo reír sin dejar de verla mientras presionaba el juguete con más fuerza.— ¿Vas a correrte de nuevo en mi polla, bebé?
— Jungkook…— T/n volvió a lloriquear su nombre buscando desesperadamente con sus manos sujetarse de su cuerpo, necesitando algo que la conectara de nuevo a tierra del abrumador placer al que estaba siendo sometida.
— Vamos, quiero verte llorar…— Jungkook la animó una vez más, observando con asombro cómo su cuerpo se tensaba por completo por un momento, sabiendo muy bien que estaba a punto de correrse de nuevo.
— Joder, joder...— T/n gimoteó sintiendo como sus palabras se mezclaban con los espasmos de su orgasmo brotando alrededor de su pene, sintiendo todo su cuerpo temblar cuando la sensación de euforia la inundó por completo, sus cejas se fruncieron mientras maullaba ante la sensación de su orgasmo llegando al punto máximo y fue ahí cuando las lágrimas finalmente se derramaron por sus mejillas, sintiendo todos sus sentidos abrumados por la cantidad de placer que sentía.
— Tan jodidamente perfecta…— Jungkook murmuró ante las altas vibraciones que se sentía contra su pene, el aleteo de sus paredes aterciopeladas evitaban que quisiera apagar el vibrador, deslizándolo un poco más cerca de su entrada hasta que él también jadeo.
— Es demasiado…— T/n suplicó por lo bajo, mirándolo con sus ojos empañados y aún llorosos de placer, los labios de Jungkook se abrieron en un gemido silencioso cuando aumentó sus embestidas buscando su propia liberación y elevó su mano libre para ahuecar su mejilla y poder limpiar las lágrimas perdidas que habían caído sobre su piel, corroborando que realmente te veías bonita cuando llorabas.
— Ya casi llego bebé, ¿estás bien? — Jungkook preguntó en medio de un suspiro, cerrando los ojos al sentir su interior palpitar alrededor de su longitud.
Su preocupación hizo sonreír a T/n, asintiendo levemente mientras colocaba su mano sobre la de él, luchando un poco más con la hipersensibilidad de él para obtener su propia liberación.— Sí, córrete dentro de mí, por favor…
Y Jungkook gimió en respuesta a sus palabras, deslizando el vibrador más abajo hasta que descansó contra la base de su pene, las fuertes vibraciones se arrastraron por todo lo largo de su longitud en cada una de sus desordenadas y torpes embestidas que daba dentro de ella, y cada zumbido solo hizo que su cuerpo se estremeciera.
— Ah, mierda…— Jungkook gruñó empujando su pelvis contra su coño con más urgencia, hundiéndose dentro de ella descuidadamente, sus ojos se abrieron hacia ella mientras llegaba, y la mirada llena de lujuria que T/n le dio fue todo lo que necesitó para dejarse ir por completo.
Un gemido murió en su garganta cuando se hundió dentro de ella lo más profundo que pudo con una descuidada y fuerte embestida, sintiendo como los chorros clientes y espesos de semen brotaban de su punta; llenando su interior y empujándose superficialmente unas cuantas veces más para asegurarse que todo estuviera dentro de ella hasta que finalmente se detuvo de a poco para apagar el juguete con sus manos temblorosas, lanzándolo a un lado de la cama sin cuidado antes de colapsar sobre el cuerpo de T/n en puro dramatismo. Ni siquiera se preocupó por su peso sobre ella y solo se concentró en tratar de recuperar el aliento mientras sentía a T/n pasar sus dedos entre su cabello húmedo.
— Me siento sudoroso y sé que hice un desastre en tus sábanas.— Jungkook murmuró después de unos segundos, con su mejilla presionada contra sus senos y los ojos cerrados mientras intentaba darle sentido a todo lo que acababa de pasar.
— Está bien, me gusta el desorden.— T/n respondió de la misma forma, y aunque parecía ser una broma, la forma en que el pene de Jungkook palpitó aún dentro de ella demostraba que él se tomaba en serio todo lo que decía.— Eres un pervertido.
— ¿Yo soy el pervertido? — Jungkook se burló sintiéndose completamente ofendido mientras salía de su interior, y cuando la vió asentir con su cabeza no pudo evitar soltar una risa y señalarla con su dedo.— ¡Lo dice la que me daba espectáculos gratis todas las noches!
— No es mi culpa que seas fácil de atrapar, te enganchaste en el segundo que me viste tener esa fiesta de baile aquí, ¿eh? — T/n preguntó de forma divertida y Jungkook asintió de inmediato sabiendo exactamente de qué noche estaba hablando.
— Bien, ¿Qué debería hacer ahora? — Jungkook preguntó poniéndose de pie y entrando al baño para tomar una toalla, pensando que lo mínimo que podía hacer era limpiar el desastre que había causado entre tus muslos.— ¿Debería enviarte un mensaje de texto sobre el clima mañana, y llamarte a mi departamento esta vez? Dejaré que me ahorques si te gusta eso.— Agregó de una forma tan casual que hizo que T/n soltara una risa ante sus palabras.
— ¿Te gusta eso? — T/n preguntó sintiéndolo limpiar con calma sus muslos y alrededor de su entrepierna, sintiéndose más que sorprendida cuando lo vió regalarle una mirada traviesa.
— Tal vez...— Jungkook agregó antes de formar un guiño coqueto, regresándole la bata y colocándose su bóxer de nuevo para dejarse caer sobre la cama a su lado.
T/n estaba segura que eso era algo con lo que podía trabajar, pensando en la próxima vez que torturaría a su vecino, preguntándose cómo se verían sus manos envueltas alrededor de su cuello, quién sabe, tal vez podría ver si se veía bonito cuando lloraba.
Y por supuesto que Jungkook notó la travesura en todo su rostro, pero antes de que pudiera sugerir una segunda ronda, había una cosa que lo estaba devorando por completo.— Por cierto, nunca me agregaste a ese grupo de chismes de los vecinos.
Los labios de T/n se fruncieron en una sonrisa tensa mientras sus manos regresaban a su cabello, haciendo girar un dedo alrededor de un mechón suelto y tratando de aguantar la risa, sabiendo muy bien que tal grupo no existía en absoluto, pero no estaba de humor para aplastar su espíritu, sabiendo que él quería desesperadamente conocer los chismes del vecindario, así que simplemente se encogió de hombros en una falsa disculpa, diciendo otra mentirita piadosa.
— Mi error, te agregaré mañana.
Y Jungkook sonrió en respuesta inclinándose para presionar un beso contra su muslo, mientras en su mente también se imaginaba cuán lindas se verían tus manos alrededor de su cuello.
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/bc0e35a409802d0a2a44a244078d0632/3b85d1df4e71a8e2-74/s540x810/75b5f419e1dae8cb8a39d6072f4eecd629a6248c.jpg)
N/A: He vuelto por aquí titis🥺 yo sé que no me van a perdonar haber desaparecido así como así pero espero poder recompensar mi ausencia con este OneShot que muchas de ustedes me pedían que publicará de Jungkook y su vecina y no podía decirles que no porque estos dos me tienen mal sooo les prometo publicar la segunda parte de este oneshot muy pronto ♡
Una disculpa enormee por la tardanza, la vida de adulto no es muy bonita que digamos 🥺
Prometo estar más seguido por aquí ♡
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Luego de leer "Con toda devoción" me quedé pensando... Habrá algún momento en que la actitud de mean!dom de Mati le hubiera dados ganas a Enzo de dejar de ser un soft!dom por cinco segundos y ponerlo a Mati en su lugar? 👀
+18!
Los dedos de Enzo rozan tu mejilla con delicadas caricias que bordan la devoción y pretenden hacerte olvidar lo que sucede entre tus piernas: allí Matías se encarga de hacerte delirar con una combinación no-tan-perfecta de placer y dolor, tu centro sufriendo una tortura a manos de su lengua y sus dientes.
El mayor busca tus labios y sobre ellos recita palabras de aliento cuando ve en tus ojos el reflejo de la desesperación. No le parece del todo correcta la forma en que Matías te hace llorar y teme que en tu estado -alterada y muy sensible- sean peligrosos todos los apodos despectivos que este te dirige.
No le corresponde interferir, sabe que ambos son completamente diferentes a la hora de dominarte, pero cuando te oye gritar otra vez y decir su nombre en busca de ayuda... Se pone de pie y tira del cabello de Matías para alejarlo de tu cuerpo, encontrándose con una mirada de disgusto y sus labios húmedos.
El reclamo de Matías jamás deja sus labios porque se interrumpe gritando cuando el uruguayo golpea su pecho. Lo mantiene en su lugar, sus dedos aún en su cabello, y se acerca hasta que entre sus rostros sólo hay pocos centímetros de distancia. Cuando habla su voz suena mucho más grave y peligrosa.
-A vos no te va a gustar que te haga lo mismo, ¿o sí?- pregunta. Cuando Matías intenta empujarlo vuelve a tirar de su cabello con la suficiente fuerza para aturdirlo-. Siempre lo mismo con vos pendejo.
La escena te resulta extraña y por un momento sentís angustia ante la expresión de dolor en el rostro de Matías, pero también te recorre la curiosidad cuando notás la facilidad con la que Enzo manipula su cuerpo. Conduce al menor nuevamente hacia tus pliegues, brillantes e irritados por la brutalidad de tu novio, y comienza a guiar sus movimientos.
Matías, para su propia confusión, obedece. Cuando sus labios entran en contacto con tu piel permite que Enzo lleve el ritmo y el ardor en su cuero cabelludo provoca que busque alivio frotando su erección contra el colchón. Sus gemidos y la estimulación constante te hacen temblar rápidamente.
Enzo deshace su agarre y golpea su cabeza casi sin fuerza. Cuando regresa a tu lado besa tu frente y toma tu mano con el mismo cariño de siempre, actuando como si lo ocurrido fuera sólo un producto de tu imaginación delirante.
-Enzo- gemís-. ¿Qué pasó...? No...
-No pasa nada, bebé, ya está- besa tu mejilla-. Vos tranquila.
-Pero...
-Mati se va a portar bien, ¿sabés? Hoy va a hacer todo lo que quieras- promete-. Y lo que yo quiera también.
Originalmente no tenía intención de hacer de este ask un drabble porque sabía que iba a escribir más sobre la historia y podía jugar con esa dinámica ahí, pero desde que lo recibí pienso siempre en este escenario :) Espero que estén de acuerdo conmigo cuando digo que Enzo puede hacer lo que quiera con Mati y Mati lo aceptaría porque... bueno, es Enzo y él lo adora.
taglist: @madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia @delusionalgirlplace @lastflowrr ♡
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Flicker.
Logan (2017) x female reader.
Summary: Sumido en la monotonía y el enfado, sentía que ya no vivía, solo existía. Pero un día la vió, y por primera vez en mucho tiempo, encontró algo bonito y esperanzador en su vida. A pesar de sentir que no lo merece, no puede dejar de ignorarlo, actuando como un viejo amargado.
Category: Angst, Slow Burn, Forbidden Love, Emotional Struggle, Healing, Self-Discovery {TW}: Age Gap, Internal Struggle, Self-Doubt, Mentions of Violence, Isolation, Toxic Behavior, Unresolved Trauma
El sol apenas se filtraba por las grietas oxidadas de la persiana, bañando la habitación con un resplandor apagado, como si el mundo también estuviera cansado. Logan se levantó del sillón con un gruñido bajo, sintiendo cómo sus huesos protestaban con cada movimiento. No era nada nuevo. El dolor siempre estaba ahí, constante, un recordatorio de que su cuerpo seguía vivo aunque su espíritu no. Ese día no tenía nada planeado, como siempre. La rutina era una niebla pesada que lo envolvía, y Logan se había rendido a ella hacía mucho tiempo.
Había aprendido a no esperar nada de los días. Era más fácil así. Cada jornada se deslizaba como arena entre los dedos, insignificante, olvidable. Pero ese día fue distinto. Logan lo sintió primero en el aire, en cómo el viento se colaba entre las grietas de la vieja puerta del motel, trayendo consigo un aroma que no reconocía. Levantó la cabeza, frunciendo el ceño. Había algo ahí, algo diferente, como un leve cosquilleo en el borde de su conciencia. Era irritante. Molesto. Y, aun así, no pudo ignorarlo.
El motor de la vieja limusina rugió débilmente cuando Logan giró la llave. Era uno de esos días en los que su paciencia ya estaba agotada antes de siquiera empezar. Salió del motel sin mirar atrás, pero al girar hacia el estrecho estacionamiento, algo captó su atención. Ella apareció como un fantasma entre las sombras del edificio, cerrando la puerta de una habitación apenas iluminada. Llevaba un uniforme de mesera, algo arrugado, como si el día hubiese sido tan largo como el suyo. Su cabello desordenado caía sobre su rostro cansado, pero no ocultaba del todo esa belleza que parecía hecha para destacar incluso en un lugar tan miserable como aquel.
Logan se detuvo sin darse cuenta. Ella alzó la vista, y por un instante, sus miradas se encontraron. Había algo en sus ojos, una intensidad que lo atravesó. No supo si era curiosidad, desafío, o simplemente un rayo de humanidad en el lugar más inesperado. Entonces, ella sonrió, apenas un gesto, pero lo suficiente para hacer que él apartara la mirada y apretara el volante con más fuerza de la necesaria.
El plan inicial de Logan era quedarse solo unos días, lo suficiente para cumplir con los encargos de su jefe y seguir adelante. Pero las semanas comenzaron a alargarse, y la limusina se convirtió en su excusa perfecta para no pensar demasiado en el próximo paso. Aquella noche, regresó al motel tarde, cansado y con las manos aún oliendo a cuero y cigarrillos viejos. El estacionamiento estaba casi vacío, y el aire frío lo envolvió mientras se dirigía a su habitación.
Fue entonces cuando la vio de nuevo. Subía las escaleras con una bandeja en las manos, equilibrando cuidadosamente un par de platos cubiertos. Su cabello, ahora recogido, dejaba ver el cansancio en su rostro, pero también ese brillo natural que Logan había notado antes. La observó desaparecer en una de las puertas del pasillo, y algo en su interior, algo que llevaba años apagado, se agitó débilmente.
Se encerró en su habitación y dejó caer el cuerpo sobre la cama. El silencio era pesado, roto solo por el zumbido del ventilador. Sus ojos se clavaron en el teléfono de la mesita. Podría llamar a recepción, pedir algo, lo que fuera. No tenía hambre, pero quería verla otra vez, aunque fuera por unos segundos. Se frotó el rostro con las manos, sintiéndose ridículo. "Eres un viejo imbécil", murmuró para sí mismo, pero sus dedos ya estaban marcando el número.
El teléfono sonó un par de veces antes de que alguien atendiera. Logan pidió algo simple, casi al azar, solo para llenar el silencio. "Un café. Negro." Su voz salió más áspera de lo usual, como si hasta eso lo delatara. Colgó antes de arrepentirse, mirando su reflejo en el espejo del baño. Su cabello estaba enmarañado, las canas en su barba más prominentes que nunca. Soltó un bufido. "Ridículo..."
Abrió el grifo y se echó agua fría en el rostro, dejando que las gotas recorrieran su piel cansada. El frío lo despertó un poco, pero no lo suficiente para sacarlo de ese extraño nerviosismo que se había instalado en su pecho. Tomó la vieja afeitadora de su neceser, pensando que al menos podía intentar domar el caos en su barba.
Estaba terminando de arreglarse cuando un golpe seco en la puerta lo sobresaltó. Su mano tembló apenas un segundo, pero fue suficiente para que la cuchilla rozara su piel. "Mierda", murmuró entre dientes, viendo la fina línea de sangre que empezaba a formarse en su mejilla. Otro golpe, más insistente, lo hizo apresurarse. Se enjuagó rápidamente, ignorando el ardor, y salió del baño con una toalla en la mano, listo para abrir.
Logan abrió la puerta sin mucha ceremonia, todavía secándose la cara con la toalla. Ahí estaba ella, sosteniendo la bandeja con el café que había pedido, su expresión entre neutra y amable, aunque había un leve brillo de curiosidad en sus ojos al verlo. Su mirada bajó un segundo al pequeño corte en su mejilla, y luego volvió a encontrarse con la de él.
—Aquí está su café. —dijo, su voz calmada pero con un toque de cansancio que no lograba opacar lo natural de su tono.
Logan asintió, tomando la bandeja de sus manos con una torpeza que lo irritó consigo mismo. Había pasado mucho tiempo desde que alguien lo había hecho sentir así, tan expuesto.
—Gracias —murmuró, su voz más baja de lo habitual. Se detuvo un momento, buscando algo más que decir, pero las palabras no llegaban. Ella, sin embargo, no parecía apresurada por irse.
—¿Se cortó? —preguntó, señalando con un leve gesto su mejilla.
Logan llevó los dedos al corte, sintiendo el escozor. Bufó, una mezcla de vergüenza y frustración.
—Nada grave —respondió, encogiéndose de hombros.
Ella esbozó una sonrisa, una de esas que parecían a la vez ligeras y sinceras. Había algo en esa expresión que hizo que Logan desviara la mirada, incómodo con la intensidad que crecía entre ambos en ese pequeño espacio de tiempo.
—Bueno, espero que disfrute su café —añadió ella antes de dar un paso atrás, como si esperara su permiso para irse.
Pero Logan, por primera vez en años, sintió que no quería que se marchara tan pronto.
Por un momento, ninguno de los dos dijo nada. Logan seguía sosteniendo la puerta abierta, sus ojos oscuros fijos en ella, intentando descifrar qué era lo que lo tenía tan inquieto. La chica se quedó inmóvil, como si estuviera esperando algo, y luego su mirada se posó nuevamente en su mejilla. La sangre comenzaba a deslizarse lentamente hacia su mandíbula, un contraste llamativo contra su piel curtida.
Sin pensarlo demasiado, ella dio un paso adelante. —Si me deja, puedo curarlo. Podría infectarse. —Su tono era suave, pero había algo decidido en sus palabras.
Logan frunció el ceño. —No es necesario. —Su voz salió más brusca de lo que pretendía, casi un gruñido. Al instante notó cómo ella se tensaba, su incomodidad evidente en el ligero cambio de postura. Logan apretó los dientes, odiándose por su reacción.
—Perdón —murmuró, su tono más relajado ahora—. Si quieres, adelante. Pero no voy a pagarte por eso.
Ella soltó una pequeña risa, que sonó más sincera de lo que él esperaba. —No se preocupe, no voy a cobrarle. Será rápido.
Antes de que pudiera decir algo más, ella dejó la bandeja a un lado y sacó de su bolsillo un pequeño botiquín, una de esas cosas que probablemente llevaba consigo por costumbre. Logan observó cómo lo abría con movimientos precisos, y por un segundo, el silencio que se creó entre ellos no se sintió incómodo, sino extraño... casi íntimo.
Logan se sentó en el borde de la cama, sintiendo el colchón ceder bajo su peso. Ella se colocó frente a él, sacando un pequeño frasco de desinfectante y un algodón. La cercanía le resultaba extraña, incómoda y, al mismo tiempo, imposible de ignorar. Cuando el algodón presionó suavemente sobre el corte, un leve ardor lo hizo fruncir el ceño.
—¿Cómo sabes hacer esto? —preguntó, su voz ronca y algo cortante, aunque más por costumbre que por intención real.
—Estudié enfermería un par de años —respondió ella sin levantar la vista, concentrada en limpiar la herida. Sus movimientos eran meticulosos, casi profesionales, como si el tiempo no hubiera desgastado lo que había aprendido.
Logan soltó un leve bufido, más para sí mismo que para ella. — Es solo un rasguño. Ni siquiera deberías molestarte.
Ella levantó la mirada un momento, con una expresión entre curiosa y divertida. — Bueno si me molestara no te hubiera dicho de hacerlo.
El comentario lo golpeó con una especie de dulzura y ternura, y algo en su interior se revolvió. Mientras ella volvía a concentrarse en su trabajo, Logan dejó que su mirada vagara por su figura. El uniforme de mesera, a pesar de su simplicidad, se ajustaba perfectamente a su cuerpo, realzando curvas que no había notado antes.
Trató de apartar la vista, de distraerse, pero sus ojos volvían a ella casi por voluntad propia. Se maldijo en silencio por mirarla de esa manera. No era correcto, no debería hacerlo, pero había algo en ella que lo atrapaba. Una belleza natural, casi etérea, que contrastaba con el cansancio reflejado en su rostro.
Logan apretó los dientes, buscando controlar sus pensamientos. Ella no merecía ser objeto de su mirada, mucho menos de los pensamientos que empezaban a rondar en su mente.
Cuando ella terminó de limpiar y desinfectar la herida, guardó el algodón y el desinfectante con calma, sin prisa. Alzó la mirada nuevamente y, por primera vez, se permitió observarlo de cerca. La distancia entre ambos era mínima, apenas unos pasos, y eso le dio la oportunidad de notar cosas que antes no había percibido.
Las facciones de Logan hablaban de su historia. La edad era evidente en las arrugas que surcaban su frente y el contorno de sus ojos, pero había algo en esa imperfección que no resultaba desagradable. Era un rostro descuidado, sí, marcado por el tiempo, pero eso le daba un atractivo particular, casi crudo, como si llevara consigo la esencia de alguien que había vivido más de lo que deseaba.
Y luego estaban sus ojos. De un tono verdoso ya casi cafés, pero profundamente expresivos, como un reflejo de todo aquello que no se atrevía a decir. Era fácil perderse en ellos, y por un instante, ella lo hizo. Se dio cuenta de que estaba mirándolo más de la cuenta y sonrió, un gesto pequeño, casi tímido, como si intentara disimular su distracción.
Logan, que había estado evitando fijar la mirada en ella, notó el cambio. Ese pequeño gesto, esa sonrisa, lo dejó inquieto. No sabía qué significaba, pero podía sentir cómo el ambiente entre ellos se volvía más pesado, más difícil de ignorar.
—Listo —dijo ella, su voz suave, como si no quisiera romper del todo el momento—. Eso debería bastar, pero si siente que molesta más tarde, avíseme.
Sin darse cuenta, su mirada volvió a encontrarse con la de él, y ambos quedaron atrapados en ese intercambio silencioso, donde las palabras no eran necesarias.
Ella se giró hacia el pequeño cesto de basura junto a la cama para tirar los restos del algodón y el envoltorio del desinfectante. Al inclinarse un poco, algo captó su atención: una placa metálica sobresalía entre los desperdicios. Estaba sucia y algo desgastada, pero claramente visible. Al mirarla con más detalle, pudo leer un nombre grabado en ella: Logan.
Se enderezó lentamente, sosteniendo la placa entre sus dedos. Había algo en ese objeto, en su peso y en la frialdad del metal, que parecía contar una historia. Giró hacia él, levantándola apenas para que la viera.
—¿Es suya? —preguntó con curiosidad, sus ojos fijos en los de él.
Logan la miró, y algo en su expresión cambió. No era exactamente enojo, pero había una dureza en su rostro, como si esa pequeña placa desenterrara algo que prefería mantener enterrado. Se puso de pie, acercándose para tomarla de su mano con cuidado, casi con reverencia.
—Sí —respondió después de un momento, su voz baja y áspera. Guardó la placa en el bolsillo de su chaqueta sin añadir nada más, como si eso bastara para cerrar el tema.
Ella lo observó en silencio, notando cómo apretaba los labios, claramente incómodo con la situación. No quería insistir, pero la curiosidad seguía latiendo en su interior. Había algo en él, algo más allá de lo que dejaba ver.
—Es un bonito nombre —dijo finalmente, rompiendo el silencio.
Logan dejó escapar un leve bufido, más una reacción automática que algo genuino. —Bonito, tal vez. Pero eso no significa nada.
El peso de sus palabras cayó entre ellos como una barrera, pero ella no retrocedió. En cambio, volvió a esbozar esa pequeña sonrisa que, por alguna razón, comenzaba a desarmarlo.
Ella observó la taza de café sobre la mesita de noche, ahora casi fría, con una ligera mueca de desaprobación. Se acercó a la mesa y la señaló suavemente.
—Seguro ya se enfrió, pero... cuando quiera, puedo traerle otro. —El tono de su voz, aunque casual, llevaba algo más. Un leve matiz que parecía sugerir que, tal vez, habría un segundo reencuentro, algo más que una simple visita ocasional.
Logan la miró en silencio, sin saber si debía responder o simplemente dejar que esas palabras se quedaran en el aire. Pero antes de que pudiera decidir qué hacer, ella ya estaba de pie, recogiendo sus cosas con movimientos tranquilos.
—Bueno, ya me voy. —Su voz, ahora más suave, apenas un susurro, se despidió con una ligera sonrisa antes de dar un paso atrás, dejando el espacio entre ellos aún más palpable.
Logan la observó irse, el sonido de sus pasos desapareciendo en el pasillo, pero algo en la atmósfera había cambiado. Él se quedó allí, sentado en la cama, con la mente revuelta por esa última frase, por la insinuación que ella había dejado flotando entre ellos.
No estaba seguro de lo que realmente había querido decir, pero algo en su interior le decía que no era algo que pudiera ignorar tan fácilmente.
Con un suspiro, miró la taza de café y luego, sin darse cuenta, pasó su mano por su barba canosa, reflexionando en silencio sobre todo lo que había sucedido.
Los días transcurrieron lentamente para Logan. A veces, mientras caminaba hacia su trabajo o cuando estaba de regreso en el motel, veía a la chica pasar. Él la reconocía al instante, por su paso ligero, por esa sonrisa que le dirigía cada vez que sus miradas se cruzaban, una sonrisa que él no sabía si correspondía a un simple gesto o a algo más. A veces, cuando la veía, se debatía con la idea de llamarla de nuevo, de romper el silencio que se había interpuesto entre ellos después de su última conversación. Pero siempre, al final, se mantenía firme, alejándose del impulso.
Se decía a sí mismo que ya estaba demasiado grande para estos juegos, para las complicaciones emocionales que una chica como ella podría traer. Se sentía como si estuviera demasiado lejos de ese mundo, como si los años que había vivido lo hubieran colocado en un sitio donde las cosas simples, las sonrisas y los reencuentros, ya no tenían cabida. Y, sin embargo, había algo en ella que lo llamaba, algo que le hacía dudar, que lo hacía sentirse vulnerable de una manera que no quería aceptar.
Cada vez que ella le sonreía desde lejos, él desviaba la mirada y apretaba los dientes, como si esa pequeña muestra de amabilidad fuera una tentación demasiado peligrosa. La idea de acercarse a ella lo incomodaba, pero la atracción que sentía hacia ella seguía ahí, oculta bajo capas de indiferencia y autocompasión.
Logan suspiraba, sintiendo el peso de su indecisión. Si bien su mente le decía que lo mejor era seguir ignorándola, algo dentro de él comenzaba a desear lo contrario. Pero esa lucha interna no parecía tener fin.
Una noche, después de un largo día de trabajo al volante, Logan decidió entrar al pequeño restaurante del motel. No era su primera opción para cenar, pero el hambre y el cansancio lo convencieron de que no había tiempo para buscar algo mejor. El lugar era modesto, con mesas de madera gastada y una iluminación cálida, pero tenue. Apenas cruzó la puerta, sus ojos la encontraron.
Allí estaba ella, moviéndose con soltura entre las mesas, una bandeja en equilibrio sobre una mano mientras entregaba pedidos con una sonrisa tan natural como desarmante. Llevaba el mismo uniforme de mesera que había notado días atrás, ceñido a su figura de manera sencilla pero que lograba llamar su atención sin esfuerzo.
Logan pensó en girarse y salir, pero antes de que pudiera reaccionar, ella lo vio. Su mirada se encontró con la de él, y esa sonrisa que tanto intentaba ignorar apareció de nuevo, iluminando su rostro.
—¡Bienvenido, Log! —dijo con una entonación juguetona y carismática, haciendo que su nombre sonara más familiar de lo que a él le gustaría.
Logan arqueó una ceja, cruzando los brazos mientras ella pasaba a su lado con la bandeja en alto. Esa informalidad lo tomó por sorpresa, pero algo en su tono, en la forma despreocupada en que lo dijo, lo desarmó más de lo que quería admitir.
—¿Así me llaman ahora? —respondió, su voz más áspera de lo que pretendía, aunque con un leve atisbo de humor.
Ella se detuvo por un momento, girándose hacia él con una sonrisa aún más amplia. —¿Prefiere que le diga "señor Logan"? —preguntó, inclinando la cabeza con un toque de ironía.
Él negó con la cabeza, soltando un suspiro y acercándose a una mesa vacía. —No me llames nada, solo haz tu trabajo.
—Como diga, señor. —Guiñó un ojo antes de girarse y seguir con su camino, dejando a Logan allí, sintiendo que algo en su interior se revolvía.
Logan comió en silencio, intentando ignorar las miradas furtivas que ella le lanzaba entre mesas mientras seguía atendiendo. El restaurante se fue vaciando poco a poco, y para cuando terminó su plato, el ambiente se había vuelto más tranquilo, casi íntimo. Se levantó de su asiento, llevando consigo el plato vacío hacia el mostrador, donde ella estaba ocupada anotando algo en una libreta.
—¿Todo bien con la comida? —preguntó ella, mirándolo con una sonrisa amable.
—Sí, estuvo bien. —Logan dejó el plato en la barra y sacó la billetera para pagar.
—¿Algo más para esta noche? —su voz tenía ese tono que empezaba a reconocer: ligero, despreocupado, pero con un trasfondo que lo hacía sentir bajo un reflector.
Logan titubeó un momento antes de decir: —Un café.
Ella asintió, girándose para prepararlo. —¿Lo quiere aquí o... prefiero llevárselo a su habitación? —El guiño que acompañó la pregunta era sutil, pero lo suficientemente evidente como para que él lo notara.
Se aclaró la garganta, desviando la mirada mientras sacaba un billete del bolsillo. —A la habitación, por favor.
—Como diga. —Ella tomó el dinero y se lo guardó con rapidez, mientras llenaba una taza humeante con café recién hecho. —Estará allí en un minuto.
Logan asintió y se dirigió hacia la salida del restaurante, sintiendo cómo su presencia lo seguía como una sombra cálida. Cada vez que interactuaban, la barrera que había intentado construir entre ellos parecía desmoronarse un poco más, y no estaba seguro de si debía resistirse o simplemente dejarse llevar.
Unos minutos después, el sonido de un golpe suave en la puerta lo sacó de sus pensamientos. Logan se levantó de la cama, ajustándose la camisa por puro reflejo antes de abrir. Allí estaba ella, con su sonrisa inconfundible y, para su sorpresa, sosteniendo no una, sino dos tazas de café en una pequeña bandeja.
—¿Dos cafés? —preguntó él, arqueando una ceja mientras sus ojos pasaban de las tazas a su rostro.
Ella le devolvió una mirada despreocupada, como si su elección fuera lo más natural del mundo. —Pensé que tal vez le vendría bien algo de compañía. —Levantó un poco la bandeja con una sonrisa ladeada.
Logan suspiró, cruzando los brazos mientras evaluaba la situación. No estaba acostumbrado a que alguien tomara ese tipo de iniciativas con él, y mucho menos de esa manera tan directa.
—¿Así de simple, eh? —murmuró, aunque no pudo evitar que un leve tono de curiosidad se filtrara en su voz.
—Así de simple. —Ella dio un paso al frente, dejando la bandeja sobre la mesita junto a la puerta, y luego se giró hacia él. —Pero si prefiere estar solo, puedo irme.
Logan negó lentamente con la cabeza, cerrando la puerta detrás de ella. —No es eso... Solo no estoy acostumbrado.
—Bueno, entonces será una experiencia nueva. —Le tendió una de las tazas antes de tomar la suya propia y darle un sorbo, manteniendo sus ojos en él con una mezcla de desafío y calidez.
El silencio que siguió no fue incómodo, sino denso, lleno de esa tensión inexplicable que parecía surgir cada vez que estaban cerca. Logan tomó su taza, sin apartar la mirada de ella, sintiendo que algo en su interior cedía poco a poco.
Tomó un sorbo de su café, dejando que el calor recorriera su garganta antes de fijar su mirada en ella. Había algo en su actitud, en su forma de moverse con tanta naturalidad, que lo descolocaba. Y esa sonrisa, siempre ahí, como si supiera algo que él no.
—¿No te molesta? —preguntó de pronto, rompiendo el silencio.
Ella frunció ligeramente el ceño, confundida. —¿Qué cosa?
Logan apoyó la taza en la mesita, cruzando los brazos mientras sus ojos vagaban por el suelo, buscando las palabras. —La diferencia de edad.
Ella lo miró, sus labios curvándose en una sonrisa suave. Se recargó en el marco de la ventana, sosteniendo su taza entre las manos.
—¿Por qué debería molestarme? —respondió con un tono despreocupado.
—No sé… —Logan se encogió de hombros, su voz grave cargada de una mezcla de inseguridad y escepticismo. —Podrías pensar que es raro. Que no tiene sentido.
Ella dejó la taza sobre el alféizar y lo miró directamente, con una intensidad que lo hizo sentir expuesto. —Creo que lo único raro sería que tú te lo creyeras.
Logan se quedó en silencio, sin saber qué responder. Había esperado una respuesta diferente, quizás algo más superficial o distante, pero sus palabras lo golpearon con una fuerza inesperada.
—Además —añadió ella, con un toque de diversión en su voz—, no es como si yo estuviera aquí preocupándome por lo que piensen los demás.
Él soltó una risa baja, seca, mientras sacudía la cabeza. —Tienes una manera de simplificar las cosas.
—A veces la vida es más simple de lo que queremos admitir, Log. —Su voz se suavizó al decir esto, y esa familiaridad al usar su nombre volvió a desarmarlo.
El silencio volvió a llenar la habitación, pero esta vez no era incómodo. Era como si cada palabra dicha antes hubiera dejado una marca en el aire. Ella dio un paso hacia él, su mirada clavada en la de Logan, llena de algo que él no supo interpretar del todo: curiosidad, ternura, quizá incluso desafío.
Sin pensarlo demasiado, ella levantó una mano y la posó suavemente sobre su mejilla. Sus dedos rozaron la barba áspera, canosa, deteniéndose apenas para sentir la textura.
—¿Siempre has sido tan terco? —preguntó, su voz apenas un susurro mientras lo miraba, como si quisiera desentrañar lo que se escondía detrás de esos ojos.
Logan no se movió al principio, su cuerpo rígido como una roca bajo el toque de ella. Su mirada bajó hacia la de ella, capturando cada detalle de su rostro: la curva de sus labios, el brillo en sus ojos, la calidez en su expresión. Algo dentro de él pareció tambalearse.
Pero entonces, con un leve movimiento, Logan se apartó. No fue brusco, pero sí lo suficiente para marcar una distancia.
—No deberías hacer eso. —Su voz sonó más dura de lo que había planeado, aunque el peso de sus propias palabras le cayó encima como una losa.
Ella bajó la mano lentamente, sin dejar de mirarlo. Había algo en su mirada, una mezcla de decepción y comprensión, que lo hizo sentirse peor.
—¿Por qué no? —preguntó, sin reproche, solo curiosidad genuina.
Logan negó con la cabeza, llevándose una mano a la nuca mientras se giraba ligeramente hacia la ventana. —Porque no soy alguien con quien debas involucrarte.
Ella dejó escapar una risa suave, como si esa respuesta no fuera suficiente para disuadirla. —Tal vez no me corresponde a ti decidir eso.
Él no respondió, permaneciendo con la mirada fija en la ventana. Había algo en su postura que parecía cargado de peso, como si llevara años arrastrando una batalla interna que no podía ganar.
—Bueno... —dijo ella después de un momento, retomando su tono ligero. — si necesitas algo más, ya sabes dónde encontrarme.
Cuando ella se giró para dirigirse hacia la puerta, Logan sintió un impulso que no pudo controlar. Dio un paso adelante y, con una mano firme pero cuidadosa, sujetó su brazo, deteniéndola en seco. Ella lo miró sorprendida, con los ojos amplios y curiosos.
—Espera. —Su voz sonó grave, cargada de algo que ni él mismo podía identificar del todo. Se quedó mirándola por un momento, como si buscara algo en su rostro, algo que pudiera explicar lo que estaba ocurriendo. — No lo entiendo, ¿si? ¿Qué ves en un viejo molesto y amargado como yo?
Ella parpadeó, el asombro suavizándose en una expresión de ternura que él no pudo entender. No había burla, ni lástima, ni duda en su mirada, solo una calidez que lo desarmaba por completo.
—Veo mucho más que eso, Logan. —Su voz era baja, sincera, cada palabra parecía elegida con cuidado.
Logan frunció el ceño, sin apartar los ojos de ella. —No entiendo.
Ella sonrió, ladeando la cabeza ligeramente mientras lo estudiaba. —Eso es porque tú mismo te has convencido de que no hay nada más en ti. Pero yo veo a alguien que, a pesar de todo, sigue adelante. Alguien que ha vivido más de lo que probablemente quiera admitir, y que, aunque intente esconderlo, todavía tiene algo bueno ahí dentro.
Logan se quedó callado, sus dedos aún aferrados a su brazo, aunque sin apretar. Sus palabras lo atravesaron como un golpe, porque no estaba acostumbrado a que alguien lo mirara de esa manera. Para él, su reflejo siempre había mostrado a alguien cansado, roto, un cascarón del hombre que alguna vez fue.
Ella, en cambio, lo miraba como si hubiera algo más, algo que él mismo había olvidado hacía tiempo.
—No soy ese tipo de hombre. —Su voz salió más suave, casi un susurro, como si estuviera admitiendo una derrota que llevaba tiempo evitando.
—Tal vez no lo eres para ti, pero eso no significa que no puedas serlo para alguien más. —Ella se inclinó un poco hacia él, sus ojos buscando los suyos con una determinación dulce y firme.
Por un segundo eterno, Logan no supo qué decir ni cómo moverse. Entonces, soltó su brazo lentamente, sus dedos dejando su piel con un cuidado que no se correspondía con la fuerza que él creía tener.
—Debería irme. —Ella rompió el momento con una sonrisa ligera, y aunque parecía que quería quedarse, dio un paso atrás hacia la puerta. Logan sintió una urgencia desconocida que lo hizo actuar antes de pensarlo.
—No. —La palabra salió de sus labios en un susurro áspero, como si cargara más peso del que él mismo entendía.
Ella se giró a mirarlo, sus ojos reflejando sorpresa y curiosidad, pero no tuvo tiempo de responder. Logan dejó que su mano se deslizara de su brazo hacia su cintura, con una firmeza que no era brusca, pero sí lo suficientemente decidida como para dejar claro que no quería que se fuera.
El contacto hizo que ella contuviera el aliento, no porque fuera incómodo, sino porque la diferencia en sus cuerpos era innegable. Su mano era grande y áspera, contrastando con su figura más delicada, y la manera en que la acercó hacia él la dejó momentáneamente sin palabras.
—¿Qué haces? —preguntó ella en un susurro, su voz quebrándose apenas al sentir la proximidad.
—No lo sé. —La sinceridad en su respuesta la desarmó, y durante un segundo largo se quedaron así, mirándose tan cerca que cada respiración parecía compartida.
Ella no intentó alejarse, aunque su mente le decía que tal vez debería. Algo en la intensidad de sus ojos, en la vulnerabilidad que escondían, la mantuvo allí, atrapada en ese instante que parecía detener el tiempo.
Logan se inclinó un poco más, su mirada vagando entre sus ojos y sus labios, pero antes de que pudiera hacer algo más, una chispa de razón lo golpeó. Se apartó con un movimiento torpe, liberándola de su agarre y girándose hacia el costado, frotándose la nuca con una mezcla de frustración y autodesprecio.
—Lo siento. No debí... —murmuró, su voz más baja, como si hablara consigo mismo.
Ella se quedó quieta, su corazón latiendo con fuerza mientras lo miraba. Logan levantó la vista hacia ella, confundido por su dulzura, pero no dijo nada. Ella esbozó una pequeña sonrisa, inclinándose hacia la puerta para abrirla, aunque esta vez lo hizo con lentitud, como si le diera una última oportunidad de decir algo más.
Ella ya había dado un paso hacia la puerta, pero algo en su interior la hizo detenerse. Giró lentamente, y esta vez fue ella quien tomó la iniciativa. Con una suavidad inesperada, deslizó su mano sobre la de Logan, que aún estaba cerca, y la guió de nuevo hacia su cintura.
Él no se resistió, sorprendido por su gesto, y dejó que su mano descansara allí, sintiendo el calor de su cuerpo a través de la tela del uniforme. Ella se acercó un poco más, sus ojos clavados en los suyos con una intensidad que desarmaba cualquier argumento que Logan pudiera haber tenido para detener aquello.
—No pienses tanto. —Su voz fue apenas un susurro, casi una súplica, mientras mantenía su mirada fija en él.
Logan respiró hondo, luchando contra todas las barreras que había construido durante años, pero cuando ella se inclinó levemente hacia él, algo en su interior se rompió. No había nada más que aquel momento, y por primera vez en mucho tiempo, decidió ceder.
Se inclinó hacia ella, su rostro acercándose lentamente mientras su mano en su cintura la acercaba aún más. Cuando sus labios finalmente se encontraron, fue un roce suave al principio, una prueba tímida, como si ambos estuvieran descubriendo algo que no sabían que necesitaban.
Pero la presión aumentó, y el beso se volvió más decidido, más cargado de emociones que ninguno de los dos podía verbalizar. Las manos de ella subieron instintivamente hacia su rostro, acariciando su barba con ternura, mientras él la sostenía con firmeza, como si temiera que ella pudiera desvanecerse si la soltaba.
Cuando finalmente se separaron, sus respiraciones estaban entrecortadas, pero ninguno se apartó del todo. Sus frentes se apoyaron, sus miradas entrelazadas en el silencio que seguía cargado de significado.
Logan la observó en silencio durante un segundo eterno, como si estuviera buscando algo en sus ojos que le diera el permiso que, en realidad, ya le había dado. Finalmente, sin decir nada más, se inclinó de nuevo hacia ella, esta vez con más firmeza, dejando que sus manos descansaran completamente en su cintura, afianzando el contacto.
El beso llegó con una intensidad distinta, más segura pero aún contenida, como si estuviera tratando de equilibrar lo que sentía con lo que creía que debía hacer. Sus labios encontraron los de ella en un choque suave pero decidido, explorando con más tiempo, con más necesidad.
Ella correspondió al instante, sus manos subiendo otra vez hacia su rostro, acariciándolo mientras se entregaba al momento. Logan la sostuvo más cerca, sus dedos presionando ligeramente en su cintura, como si quisiera memorizar el tacto de su piel bajo sus manos.
Fue entonces cuando dejó que su lengua se deslizara, probando con cuidado, esperando alguna señal. Ella la dio al instante, abriéndose a él con la misma disposición, y el beso se volvió más profundo, más cargado de emociones que ambos habían intentado ignorar hasta ahora.
Su sabor era un contraste perfecto con la aspereza de la barba que rozaba sus labios, una mezcla que la hizo suspirar contra su boca, enviando una corriente por el cuerpo de Logan que lo llevó a intensificar el beso, pero sin dejar que se volviera apresurado o desesperado.
Sus manos en su cintura parecían anclarla, y cada movimiento de sus labios y su lengua era una mezcla perfecta de control y pasión. Cuando se separaron, fue apenas por segundos, solo para tomar aire antes de que sus frentes volvieran a juntarse.
Logan cerró los ojos, todavía sosteniéndola cerca, mientras su respiración entrecortada hablaba de todo lo que no se atrevía a decir en palabras. Ella sonrió suavemente, acariciando su mejilla con el pulgar, permitiéndose disfrutar de aquel momento que parecía suspendido fuera del tiempo.
—Esto no estaba en mis planes. —Su voz ronca rompió el silencio, pero no se alejó ni un centímetro de ella.
—A veces, lo mejor no necesita estarlo. —Ella respondió con una dulzura que él apenas podía comprender, dejando que sus palabras calaran profundo.
Ella lo miró con una mezcla de decisión y ternura, dejando que sus manos se apoyaran suavemente en su pecho. Luego, sin romper el contacto visual, lo empujó con suavidad hacia el borde de la cama. Logan, sorprendido, dejó que lo guiara hasta sentarse, el colchón cediendo bajo su peso mientras su mirada permanecía fija en ella, tratando de descifrar sus intenciones.
Antes de que pudiera procesarlo del todo, ella se colocó en su regazo con una confianza que lo desarmó, sus piernas descansando a ambos lados de las suyas. La cercanía lo envolvió por completo, y el calor de su cuerpo hizo que olvidara cualquier excusa que podría haber intentado plantear.
Logan tragó con dificultad, sus manos temblando por un momento antes de apoyarse en sus caderas, como si necesitara asegurarse de que aquello era real. Ella sonrió, una expresión suave que contrastaba con la intensidad del momento, y sus dedos encontraron su lugar nuevamente en su rostro, acariciando su barba con una dulzura que él no estaba acostumbrado a recibir.
—No pensé que te dejarías llevar tan fácil, viejo gruñón. —Su voz tenía un deje juguetón, pero también una calidez que lo hizo sentir algo más que vulnerable.
Logan soltó un resoplido, medio riéndose, medio intentando mantener su fachada de dureza, pero sus ojos delataban la tormenta de emociones que ella había desatado en él.
—Y yo no pensé que fueras tan atrevida. —Su voz era grave, más baja de lo habitual, mientras sus manos apretaban ligeramente sus caderas, explorando el peso de ella sobre él con una mezcla de necesidad y autocontrol.
Ella inclinó la cabeza, sus labios a apenas centímetros de los suyos, y el silencio que los envolvía era denso, cargado de una tensión que ninguno parecía dispuesto a romper.
—Tal vez solo necesitabas a alguien que te recordara cómo es vivir un poco. —La respuesta salió de sus labios con una suavidad que lo desarmó por completo, y antes de que pudiera responder, ella se inclinó para reclamar sus labios en un beso que esta vez fue lento pero profundamente apasionado.
Logan correspondió sin dudar, sus manos afianzándose en su cintura mientras la sostenía más cerca, como si temiera que pudiera desaparecer en cualquier momento. La intensidad del beso creció, sus movimientos coordinados en un vaivén que parecía borrar cualquier barrera entre ellos.
El aire se volvió pesado, cargado de emociones y deseos reprimidos durante demasiado tiempo. Y mientras sus bocas exploraban, Logan se dio cuenta de algo que lo asustó y lo reconfortó al mismo tiempo: hacía años que no sentía algo así.
Mientras sus cuerpos se movían al unísono, ella no pudo evitar moverse con un leve vaivén, un movimiento que se hizo más pronunciado sin que siquiera lo notara. Logan, al sentirlo, no pudo evitar dejarse llevar, sus manos deslizándose suavemente por su espalda, explorando la figura de ella con una delicadeza inesperada. El roce de sus dedos sobre su ropa era casi como una caricia, como si estuviera temeroso de hacer cualquier cosa que pudiera romper la atmósfera que se había creado entre ellos.
Logan comenzó a recorrer la línea de su cintura, siguiendo el contorno de su figura con cuidado, sintiendo la suavidad de su piel debajo de las telas. Cada movimiento de ella hacía que el deseo creciera, pero también que se diera cuenta de la vulnerabilidad en él, una que no quería reconocer, pero que estaba allí, palpable en el aire.
El contacto de sus manos era firme pero no posesivo, como si quisiera que ella entendiera que, aunque la atracción entre ellos fuera innegable, aún había algo más: respeto, paciencia. Cada vez que sus dedos pasaban cerca de su piel, él casi podía escuchar su respiración entrecortada, y eso solo lo impulsaba a ser más suave, más consciente de su cuerpo sobre el suyo.
Ella cerró los ojos por un momento, disfrutando de la suavidad con que él la tocaba, pero también de la extraña mezcla de sensaciones que provocaba en ella. No podía dejar de pensar que aquello era tan real, tan auténtico, y no importaba cuánto tratara de resistirse, se sentía completamente conectada a él.
Logan se detuvo por un segundo, sus dedos rozando el costado de ella, casi como si estuviera preguntando si podía continuar, pero en lugar de palabras, fue el gesto de ella, una pequeña inclinación hacia él, lo que lo hizo seguir.
El roce de su mano subió por su espalda, a la base de su cuello, donde sus dedos se enredaron suavemente en algunos cabellos sueltos. Los ojos de Logan se encontraron con los de ella, y por un instante, todo lo que podían sentir era la conexión pura entre ambos. Sin decir una palabra, él la sostuvo un poco más fuerte, mientras sus labios se acercaban nuevamente, buscando el contacto que ambos sabían que no podían evitar más.
La sensación de sus cuerpos tan cerca, el calor de sus pieles y la suavidad de sus movimientos era todo lo que existía, todo lo que necesitaban. Y por fin, cuando sus labios se encontraron de nuevo, fue un beso que selló algo mucho más profundo que solo deseo: una conexión que, de alguna manera, ambos sabían que podría cambiar todo lo que habían conocido hasta ese momento.
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Fase 1: Incubación Silenciosa (0-24 horas)
Síntomas:
Leve fiebre, fatiga y desorientación.
El huésped parece tener una gripe leve o estrés, pero comienza a experimentar una sed inusual y un ligero temblor en las manos.
Las pupilas se dilatan, y puede haber una ligera sensibilidad a la luz.
Contagio:
A través de contacto con fluidos corporales infectados (mordeduras, saliva, sangre).
Descripción:
El virus/hongo comienza a asentarse en el cuerpo, especialmente en el cerebro y sistema nervioso. No hay señales externas que lo delaten, lo que hace esta fase extremadamente peligrosa, ya que el infectado puede seguir interactuando con personas sin levantar sospechas. Aunque el huésped aún tiene control sobre sí mismo, sus sentidos comienzan a distorsionarse.
Fase 2: Infección Aguda (+48 horas)
Síntomas:
Fiebre severa, dolores corporales extremos y espasmos musculares.
Comportamiento errático: agresividad repentina, paranoia y alucinaciones.
Comienzan a aparecer manchas oscuras en la piel, indicio de que el hongo está afectando el sistema circulatorio.
Contagio:
Mordeduras y arañazos.
Los fluidos corporales se vuelven más virulentos y el contagio es mucho más rápido.
Descripción:
El huésped pierde gradualmente la razón, y la infección comienza a atacar el cerebro, alterando el comportamiento humano. Los infectados muestran una agresividad salvaje, atacando a cualquiera cerca. En esta fase son extremadamente peligrosos debido a su velocidad y energía incontrolable.
Notas:
Audición aguda: Tienen una capacidad de percepción auditiva muy sensible, siendo capaces de detectar sonidos débiles o lejanos. No obstante pueden distraerse fácilmente con ruidos fuertes o repentinos cercanos a su entorno.
Comportamiento grupal: Se observan comportamientos cooperativos, actuando en conjunto y mostrando señales de comunicación entre ellos. Este comportamiento sugiere una organización grupal o coordinación en sus acciones.
Eliminación por desmembramiento: Para neutralizarlos de manera efectiva, es necesario desmembrarlos. El proceso implica desarticular sus extremidades o cortar su conexión entre torso y cabeza. La eliminación de estos puntos de unión parece interrumpir su capacidad para coordinarse y actuar, resultando en su inactividad o destrucción total.
Esta información fue compartida por el grupo de líderes (Aiden, Luisa, Juliet y Zohan) con el resto de los residentes. Fue recopilada después de 2 días observando a los infectados atrapados en la zona residencial.
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Por favor, podrías hacer un shot de Jacaerys 🫶🏻
Obvis.
Espero que te guste.
Recuerden que pueden hacer pedidos de lo que quieran! (Lo que quieran... Dentro de lo posible, no pidan locuras eh jsjssj)
Arreglado, no forzado (Jacaerys x lectora)
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Masterlist de mi autoría
Sinopsis: cuando Rhaenyra reunió a sus nuevos jinetes, Jace se sintió vulnerado. No solo porque su situación de bastardo volvía a resonar como rumores entre sus seguidores, sino también porque en su desconfiado corazón, comenzaba a creer que no era digno. Y esa corrosiva desconfianza afectó la relación con su esposa
Jace estaba raro.
Para la joven Blackwood no fue difícil descifrar que su esposo estaba actuando de forma muy diferente a la usual. La evitaba, era cortante. Y Jace nunca era asi. No con ella.
Lo dejó ser unos pocos días, pensando que tal vez estaba atareado por tanto movimiento en cuanto a la guerra. Pero al verlo salir de los aposentos de su madre con los ojos rojos cierta noche, decidió que no podía seguir mirando a un costado.
—¿Qué sucede, Jace?—____ se paró frente a él de repente, sin darle chance a que secara las lágrimas en sus mejillas de forma disimulada.
—Deberias estar durmiendo, es tarde.—pasó las mangas de su camisa por sus ojos, solo consiguiendo irritarlos más.
—No respondiste mi pregunta.—____ apartó sus manos, evitando que siguiera lastimando su piel. Usó su pañuelo para secar sus húmedas mejillas con cuidado—. ¿Quieres ir a la biblioteca para hablar a solas?—
Jace tardó unos segundos, asintiendo finalmente. Asi que la mujer lo tomó del brazo con seguridad, caminando a paso tranquilo hasta su lugar favorito de toda la fortaleza. La biblioteca era el refugio de ____, donde desconectaba por completo de la agobiante sensación de guerra. Y ahora quería que Jace desconectara de todo también. Que le contara qué lo traía tan mal. Fue por ello que lo sentó en un rincón del salón, junto a las enormes pilas de libros que ella misma había estado leyendo esa última semana.
—Ahora sí, corazón mío. Dime qué te atormenta.—____ se sentó frente a él, sujetando sus manos con cariño.
—... No quiero amargarte.—
—No me amargas, me preocupas. Asi que vamos, dilo.—Jace presionó sus manos un poco.
—... Mamá no debería poner a esos bastardos sobre dragones.—____ frunció el ceño en confusión—. Le dan más peso a nuestras filas, sí. Pero su mera existencia afecta la mía, la de mis hermanos.—
—No estoy entendiendo ¿te han tratado mal? El barbudo es un imbécil, pero Addam no-
—Si un bastardo cualquiera monta un dragón... ¿Qué me hace diferente a ellos?—Jace la miró algo desesperado—. Vermax era lo único que callaba los murmullos de mi bastardia... Ahora todos tienen un dragón. Soy un simple bastardo más.—
—Jace...—____ quiso abrazarlo, pero Jace se alejó. Eso la extrañó.
—Te prometieron de esposo a un príncipe Velaryon... Pero ahora todos me ven como un bastardo más. El hijo de Sir strong...—Jace parpadeó apresurado, intentando no llorar—. Quedándote conmigo solo conseguirás deshonor, ____...—
La mujer no podía creer lo que escuchaba. No podía creer que su adorable y amoroso esposo estaba tan roto. Y solo por unos dragones y bastardos.
—Jace...—____ atrapó sus mejillas, obligándolo a mirarla—. Tú eres mi esposo, y a menos de que tú seas quien quiera dejarme, yo no pienso dejarte nunca. Velaryon, Strong... Me da igual.—
—Pues yo jamás te dejaría a ti.—la chica sonrió apenas, dejando un besito en sus labios.
—Bien, entonces asunto arreglado.—se relajó, separándose un poco—. ¿Quieres un bocadillo de media noche?—
—... Tal vez tú me aceptes por lo que soy.—continuó Jace, negado a terminar el debate—. Pero tu padre romperá el compromiso en cuanto se sepa que soy bastardo.—
—Corazón, todo Westeros sabe que eres bastardo. Que lo escondan es otra cosa.—Jace rodó los ojos, suspirando con pesadez. ____ lo vio tomar una pluma, garabateando tonterías en una hoja—. Y lo que mi padre diga a estas alturas no me importa. Si yo me casé contigo, fue porque yo lo quise. Me enamoré de ti por quién eres, cómo eres... Los beneficios o títulos no me interesan.—
____ le quitó la pluma, escribiendo algo bajo los vagos garabatos. Acercó el papel a Jace, quien sonrió al leerlo.
—Yo también te amo, ____.—tomó el papel, dispuesto a guardar las palabras de su esposa.
—No sé cómo repercutirán las semillas de dragón en la opinión del reino, corazón. No sé nada de nada... Pero si hay algo que puedo asegurarte, es que pase lo que pase, yo estaré a tu lado.—la mujer lo tomó de las mejillas, besando su frente antes de ponerse de pie—. ¿Vamos a la cama?—
—... Un bocadillo antes ¿Pastel de manzana?—____ le sonrió, tomándolo de las manos y ayudándolo a ponerse de pie.
Esa noche, cuando Jace cerró los ojos en su cama, un par de delicados brazos rodeaban su cintura. La calidez que emanaba la mujer no solo lo hacían sentir a salvo, sino también amado. Y le hicieron entender que pase lo que pase, él tenía a su compañera de vida a su lado.
Y no necesitaba nada más.
#español#hotd#house of the dragon#hotd fandom#hotd jacaerys#jacaerys targaryen#jacaerys velaryon#jacaerys x reader
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Te dedican una canción (Fontaine ver.)
💖~ The brilliant men of Fontaine and the songs I heard and imagined they could dedicate to you because I spent most of my life imagining scenarios that will never happen...
With songs in spanish :D
Warning: Nope now💖, GN!Reader | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
Spanish:
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Lyney te dedicaría "Muerte en Hawaii" y nadie me puede hacer cambiar de opinión. El hombre aprendería cómo tocar la guitarra y se pasaría toda la canción sonriendo y actuando cada cosa de la canción y por eso Lyney es el mejor. Puntos extra porque definitivamente hace aparecer para ti un ramo de flores.
"Soy todo lo que soy porque tú eres todo lo que quiero."
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Freminet te dedicaría "Vuelta al mundo" y puede o no tocar algún instrumento, pero definitivamente la canta en susurros y en la noche cuando ambos están muy cansados y él solo quiere recordarte que te ama mucho. Toma tu mano y sonríe mientras ambos se quedan dormidos.
"Abrazarme con las nubes, sumergirme bajo el agua y ver como las burbujas suben y..."
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Neuvillette puede dedicarte "Quién Será" y definitivamente es la cosa más bella del mundo. Ni siquiera sabes que te la está dedicando, solo la escuchan en su oficina y él inmediatamente te está mirando y sonriendo con amor mientras te das cuenta que te está hablando mediante la canción. Puede que acepte bailar contigo si lo levantas de su silla.
"He querido volver a vivir la pasión y el calor de otro amor, de otro amor que me hiciera sentir, que me hiciera feliz."
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Wriothesley definitivamente te dedica "Virgen" y no es solo porque entrego mi alma solo por bailar con él él definitivamente te invita a bailar mientras la canción suena de fondo, ambos bailan al ritmo de la música y él sonríe mientras se acerca a tu rostro y te besa antes de cantar para ti mientras te da varias vueltas y te balancea contra su cuerpo que te sostiene.
"Soy el hombre que muere contigo, amor, yo sí te amo y vivo por ti, mi linda querida."
English:
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Lyney would dedicate "Muerte en Hawaii" to you and no one can change my mind. The man would learn how to play the guitar and spend the entire song smiling and acting out every single thing in the song and that's why Lyney is the best. Bonus points because he definitely makes a bouquet of flowers appear for you.
"I am everything I am because you are everything I want."
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Freminet would dedicate "La Vuelta Al Mundo" to you and he may or not play an instrument, but he definitely sings it in whispers at night when you are both very tired and he just wants to remind you that he loves you very much. He takes your hand and smiles as you both fall asleep.
"Embrace the clouds, dive underwater and watch the bubbles rise and..."
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Neuvillette can dedicate "Quién Será" to you and it is definitely the most beautiful thing in the world. You don't even know he's dedicating it to you, you just listen to it in his office and he's immediately looking at you and smiling lovingly as you realize he's speaking to you through the song. He may agree to dance with you if you get him out of his chair.
"I have wanted to relive the passion and warmth of another love, another love that made me feel, that made me happy."
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Wriothesley definitely dedicates "Virgen" to you and it's not just because I give my soul just to dance with him he definitely invites you to dance while the song plays in the background, you both dance to the rhythm of the music and he smiles as he approaches you face and kisses you before singing for you while he spins you around several times and swings you against his body that holds you.
"I am the man who dies with you, love, I do love you and I live for you, my pretty darling."
#Creo que ya entendimos que me gusta muerte en hawaii y la vuelta al mundo#No lo quería traducir en un inicio por flojera pero me se la de chambear#Wriothesley baila salss y bachata y el que diga no esta mintiendo#Neuvillette escucha música viejita me lo dijo hoyoverse ayer#genshin impact#writing#genshin x reader#lyney x reader#genshin impact lyney#genshin lyney#lyney#genshin impact freminet#genshin freminet#freminet x reader#freminet#genshin impact neuvillette#genshin neuvillette#neuvillette genshin#neuvilette x reader#neuvillette x reader#neuvillette#wriothesley x reader#genshin wriothesley#wriothesley genshin#wriothesley#genshin impact x reader#genshin x gn reader#genshin x gender neutral reader#genshin impact x gender neutral reader#genshin impact x gn reader
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The Boss
ESTO ESTÁ INSPIRADO EN OTRA OBRA.
Es una RE-ESCRITURA de un capítulo de un fanfic recopilatorio de Wattpad, el link podrán visualizarlo al final de este post. Lo hice porque hay muy poco contenido de Eusebio Manguera/Tulio Triviño y me encanta tanto la diversidad de escenarios; así que quise brindar un tributo re-haciendo la trama con mi propio toque.
Maneja los mismos puntos de la trama porque al final del día era una re-invención; agradezco muchísimo al autor original por haberlo escrito y espero de antemano que no le moleste. Ahora, lo otro importante.
ADVERTENCIA:
Tiene contenido inapropiado (nsfw/lemon/smut como quieran llamarle) con algunos toques adicionales que puede encontrar en la etiqueta (daddy kink, age gap, anal/oral, etc). Así que directamente si el contenido NO te gusta, puedes pasarte a ver mis otros trabajos más suaves o de tú preferencia. Hay que subir contenido para tener un portafolio de ejemplos para vender (?).
Gracias por el apoyo.
⸺ 𝒾 ⸺
Reconoce el momento en qué las situaciones escalaron, aun cuando la alevosía se había presentado como un acto sutil, Tulio siempre había notado como los toques escalaron de las puntas de sus dedos hasta rozar sus brazos para llegar a sus hombros; siempre actuando desde el silencio, solo para reafirmar los hechos en palabras que desviaban la atención de ajenos. Juego en el que participó activamente, calmando la curiosidad contraria para avivar la propia.
Lo que Tulio desconocía era cuál de todas las intenciones iniciales fue por las que había aceptado ese suceso a largo plazo; o si fue la admiración lo que le había endulzado la idea de ver hasta dónde podrían ser capaces de llegar. Después de todo, Manguera le había enseñado demasiado de ese mundo para ser enteramente ciego, pero a él le encantaba creer que su ingenuidad es un hecho natural. Y no era quien para quitar la ilusión del hombre que lo controla todo. Porque Tulio asimiló, bajo su tutela, que controla más siendo una pieza del juego que el jugador cegado por la generalidad del tablero.
Sacude sus pensamientos cuando la brisa helada golpea contra su cuerpo, llevándolo a abrazarse; debería llamar a su chófer antes que-.
Su celular vibra, por lo que lo extrae del bolsillo interior para mirar en la pantalla la notificación con un ícono que es solo reconocible para su persona.
Una hora se remarca, la misma con la que se han encontrado en otras ocasiones.
Alza la vista, encontrándose con que hay un coche esperándolo justo a tiempo.
Desliza el dedo sobre la pantalla para desbloquearla, escribiendo un agradecimiento acompañado de un pequeño corazón; cuando el mensaje es leído, vuelve a resguardarlo en la seguridad de su ropaje para ingresar en la parte trasera del vehículo, ignorando la existencia del trabajador que está acostumbrado a su entidad y lo peligroso que sería cuestionarla.
El viaje es silencioso pero familiar, por lo que se deja arrullar momentáneamente por el paisaje que presume la riqueza del sector, sintiéndose parte del ambiente de élite; sabe que se encuentra en la cúspide de su carrera, y de igual modo, sigue aspirando a ser mejor que todos aquellos que se encuentran en la zona. Solo que necesita dar un paso a la vez.
Recupera su postura cuando la mansión que lo ha recibido durante algunas noches se vuelve una imagen fija, siendo guiado por uno de los sirvientes que le abre la puerta para dejar que el conductor siga de largo en su turno; lo guían al interior, ayudándole a deslizar la gabardina fuera de su cuerpo para llevarlo con los otros abrigos. Asiente como un agradecimiento silencioso, sabiendo que es toda la atención que recibirá por esa noche porque ya está apartado.
Mantiene al margen la vibración que hay en su piel, especialmente cuando sube las escaleras que lentamente han perdido su pesadez; deja que su mano se deslice a lo largo del ónix importado que funciona como barandal, misma que siempre lo deja impresionado por su elegancia visual; Manguera, si bien no parecía estar enteramente ligado a la estética como su ser, podía asegurar de que posee buenos gustos.
Por algo lo había adquirido como uno de sus bienes.
La gran puerta blanquecina lo recibe cuando no hay otro camino al cual recurrir, por lo que toca con suavidad para ser recibido con un «adelante».
Abre solo para encontrarse al hombre en traje, mirando por uno de los ventanales enormes de la habitación; cierra la puerta tras suyo, asegurando la misma para que ninguno de los secretos que han enredado entre sí sean descubiertos antes de tiempo.
Lo miran, y en un suave movimiento de mano, entiende que lo quiere a su lado.
Acomoda su propio traje, antes de acercarse para inmediatamente ser recibido con una bebida, la cual apenas huele, su rostro se frunce un poco en rechazo; no lo ha probado, sin embargo, sabe por el aroma que es una bebida más amarga de lo que bebería en compromisos sociales.
Arruga la nariz. —No creo que debería... —habla con suavidad, mirando el vaso de vidrio unos segundos adicionales antes de volver a enfocar al hombre mayor. —No soy un conocedor de bebidas o tragos, pero nunca he sido capaz de beber más de uno entero sin que sienta que la garganta me quema —con la sinceridad saliendo, estaba a punto de bajarlo cuando una mano contraria lo sostiene, ayudándole alzar el cristal para reposarlo en sus labios.
—Solo un pequeño trago.
Sabe que no será un trago, porque ha bebido todo; como lo ha bebido a él cuando lo llegó a besar en la oficina, hace un par de meses cuando su guardia estuvo “abajo”.
Carraspea cuando traga lo último que hay del líquido, acariciando su propia garganta como si con ello pudiera rebajar la intensidad; algo que no sucede porque una mano oscura acaricia la parte frontal de la misma zona, haciéndolo soltar un diminuto grito de sorpresa que pronto lo deja enrojecido.
—Señor Manguera —intenta llamarle, pero por su mirada comprende que lo hará ser más informal, llevándolo a desviar su vista. —Eusebio —menciona más directamente, jugueteando con sus manos ante la poca costumbre de llamarlo por su nombre. —¿Volvió a organizar mi agenda?
—Necesitaba a mi mejor trabajador para un evento importante —sonríe, siempre engrandecido por los halagos; algo que es tan notorio, porque acarician su mejilla intentando reforzar su respuesta automática. —Solo podría encargarte estas cosas a ti.
—Nunca lo defraudaría, sabe que haría cualquier cosa para que el noticiero siga siendo tan exitoso como lo es ahora —continúa con un par de frases, naturalmente ansioso de impresionarle, por lo que cuando vuelven a servirle del coñac, está vez logran que lo beba sin mayores objeciones, llevándolo a otra reacción fugaz que congelan cuando pasan un dedo sobre sus labios, secando el residuo de la bebida.
Traga saliva, dejando el vaso sobre la mesa de noche para sentarse en la cama, bajando la cabeza unos segundos para acariciar su nuca, despeinando el cabello cerca de la zona.
Una mano debajo de su mentón lo lleva alzar el rostro, siendo recibido por una caricia áspera que lo lleva a cerrar los ojos, luego, cuando los abre ante la ausencia del toque, parpadea lentamente, dejando que su rostro naturalmente expresivo presuma su personalidad risueña, especialmente cuando exhala pequeñas risas.
Está dentro del juego, y puede sentir como las manos contrarias creen mover las piezas de adentro.
Entonces sabe que este es su turno para ser quien lleve el verdadero control de la situación.
—Me siento un poco mareado —murmura, aprovechando que el hombre de piel oscura se ha inclinado hacia su persona, llevándolo a ser quien se sostenga de sus hombros, como si verdaderamente requiriera algo de estabilidad. —¿Podría…? —la pregunta no se finaliza cuando los labios secos besan los suyos, arrebatándole un pequeño suspiro que se prolonga entre los besos que remarcan un sentido de que no es más que otra "propiedad".
Permite ser recostado hacia atrás, quedando bajo el control del adulto quien deshace, sin abandonar su boca, el nudo de corbata para retirar la tela; cuando siente que consigue desabrochar los botones, gime cuando la boca de su amante besa y muerde la piel que se enciende en su acto. Con los dedos ahora aferrados a la espalda, lo llama en bajo, pidiendo con una voz ahogada que lo toque; cosa que hacen de forma pronunciada, siendo consciente de que los dedos se quedarán marcados hasta que los días pasen.
Entonces corresponde, tirando del saco para deshacerse del mismo y sus uñas, siempre definidas en un cuadrado delicado, comienzan a desarrugar la tela de la camisa blanca para arañar superficialmente la espalda.
Duran unos minutos de esa forma, fundiéndose entre toques que rompen cualquier aparente perfección.
Besan sus clavículas, lo que lo lleva a recitar el nombre de aquel que llama amo; y tan pronto dejan la marca de su propiedad, siente el frío del abandono temporal.
Respira pesadamente, acariciando donde las marcas de los dientes permanecen frescas.
Esta es una danza de combustión.
Lo observa sentarse, dando unas pequeñas palmadas en su regazo; entiende el mensaje porque ha estado en esa posición más de una ocasión, por lo que se alza entorpecido, recostando su cuerpo en el contario mientras permite que las otras manos sostengan su cintura, encerrándolo en un agarre que hincha su pecho de aire caliente; Manguera, con un control envidiable, lo ayuda sentarse sobre él; y, como lo ha experimentado en otras ocasiones, ni siquiera le da la opción de esparcir su peso cuando ya tiene anclado contra sí, llevándolo a gemir al sentir su erección contra su trasero.
—Mangue- —el apellido se entrecorta porque lo besan, sintiendo los dientes contrarios castigar el desliz sobre su manzana de Adán. —Euse- —el nuevo intento consigue el mismo resultado, provocando que ahora sean sus clavículas las que sean reprimidas por su error. Fingiendo inocencia, procura volver a utilizar su nombre, hasta que el índice del mafioso pasa de forma vertical desde su pecho hasta su abdomen, hundiendo este mismo ante el cosquilleo invasivo que le causa. —A-Amo —dice por fin la palabra que sabe que buscaba, siendo recompensado con un beso en su hombro, para posteriormente, ser encorvado cuando en un camino de gestos aparentemente dulces, lamen y chupan su pezón.
Cierra los ojos y aprieta los labios para contener los sonidos escandalosos que siempre lo acompañan.
Desconoce si solo es su rostro lo que arde o es su cuerpo entero.
Cuando lo obligan a mirar, sostienen su rostro por las mejillas, forzándolo a inclinarse para abrir la boca, recibiendo un beso que succiona su propia lengua.
Los hilos traslucidos los unen y sus ojos brillan en una capa de vergüenza y goce.
—¿Aún te sientes nervioso, pequeño?
Asiente, sabiendo que eso es un juego entre ellos.
Lo llenan de besos y caricias, que poco a poco se convierten en rasguños, apretones y marcas; han quedado mutuamente desnudos de la parte superior, y para cuando Tulio gime en alto, escuchando su voz llenar la habitación, lo ayudan a llegar al suelo, arrodillándolo.
Sabe lo que hay que hacer desde antes de que lo anuncien, pese ello, espera una verbalización del hombre que inhala y exhala con la pesadez de la espera, a quien motiva al acariciar los muslos internos, cerca del miembro masculino que pide ser atendido.
La atención que le brinda provoca que pronto el pulgar de su jefe repose sobre su boca, el cual besa antes de ser invadido por este; lo puede sentir presionando su lengua, incitándolo a chupar tanto como le permita la presión.
Lo hace, tanto que cuando el dedo es extraído, puede ver la lujuría resplandecer en esos ojos fríos.
—¿Ansioso, Triviño?
Inclinan su cabeza, siempre premiándolo con caricias que peinan su cabello alborotado.
—No me defraudes.
La oración eriza su piel violentamente, sintiendo hasta la brisa más ligera hacerle cosquillas; entonces no sabe si quiere temblar entre la imposición y la admiración, o en el gozo de sus bajos deseos.
Desabrocha el cinturón y el pantalón, conteniendo el aire con cada ausencia de tela que queda hasta que puede ver su miembro erecto, palpitante como emocionado por volver a conocer el calor de una boca húmeda que ha profanado; pasa su saliva, acercándose para besar la punta, mirándolo de reojo; lo ve formar una mueca, sabiendo que desea pronunciar una desesperación que no admitirá nunca; así que juega con ese orgullo con el que ha sido educado, hasta que su boca pasa a los costados para lamer el largo, mojando la virilidad hasta que se siente lo suficiente resbaladiza para ingresarlo en su boca.
Permanece en la punta unos segundos antes de mover su cabeza hacia adelante, de forma tan lenta que el agarre de la mano sobre su cabeza es más veloz y fuerte que su movimiento, pese a ello, no lo mueven, porque la lentitud con la que lo envuelve provoca que el azabache esté soltando una especie de gruñido que solo se ha presentado en el placer o en el enojo.
Cuando llega a la base, con la diestra decide masajear los testículos, aumentando y disminuyendo la presión de las yemas conforme su boca decide succionar con distintos tipos de presión.
Tulio reconoce cuando Manguera está al borde, algo que se hace mucho más notorio cuando lo arrebata violentamente lejos de su pene, llevándolo a toser por el inesperado acto y tragando el sabor salado que se ha instalado dentro de la cavidad bucal.
Perfilan nuevamente el lubricado miembro antes de que a Tulio se le dé la orden de volver a lamerlo, lo que hace casi a ojos cerrados, guiándose entre su mano y el espacio que reconoce entre sus piernas; para cuando es consciente, su boca brilla por el líquido pre-seminal que no puede ocultar su fuga.
Estando el límite tan cerca, incluso para su persona que siente la amenaza de ensuciar su pantalón, vuelven a retirarlo para ayudarlo a levantarse, dado que sus piernas son incapaces de mantener su propio peso.
Recostado en la orilla de la cama, puede observar cómo su jefe parece haber perdido los estribos: ojos dilatados, un pecho ascendiendo y descendiendo y una mirada que, lejos de congelarlo, sabe que le han otorgado toda victoria. Porque lo desea tanto ahora; necesita poseerlo y Tulio siempre ha requerido de grandes sacrificios para ser perteneciente a alguien u algo.
Cubre su boca cuando presionan su erección sin mucha delicadeza, soltando pequeñas lágrimas cuando lo masturban sobre la tela, como una especie de recompensa por su gran trabajo.
Pero aún falta el final, lo sabe, porque lo han obligado a gemir tan alto como el aire en sus pulmones lo permiten.
Lo desnudan con nula paciencia, algo que imita en el cuerpo robusto para deshacerse de las prendas que se sienten innecesarias a ese punto. Solo que sus manos apenas pueden hacer parte del trabajo porque ahora debe sostenerse a sí mismo cuando siente la preparación inicial introducirse en su entrada, procurando expandir la misma para que sea lo menos doloroso posible; aunque duda que pase con el cúmulo de ansiedad que se respira por parte de ambos.
Desconoce si al final lo preparan con uno o dos dedos, lo único que traduce es cuando es penetrado en una estocada descuidada, que lo lleva a gritar tan alto que siente que la garganta se le deshace; llora gotas más gordas y amargas, pero que se alejan del dolor cuando el movimiento es constante como caótico; puede sentir las manos de Eusebio Manguera casi perforarle el hueso de la cintura con tal de chocarlo constantemente contra su pelvis.
Aferrado a la cama, va deshaciendo el orden de la misma, hasta que su captor se inclina, dándole la oportunidad de atraparlo entre sus propias garras, con las que daña la piel a la que rara vez se le verá una cicatriz como la suya; suplica por él, pide por más, comienza a decir un montón de tonterías incompletas hasta que por fin ceden a lo que necesita: ser callado con besos que lo lleven a asfixiarse.
Ambos cuerpos chocan, procurando alcanzar el clímax al no soportar más el ardiente deseo.
Manguera se corre dentro suyo después de que se contrae en una embestida que alcanza su punto dulce, y el hombre, en un acto frenético por la sobreestimulación, no le permite gritar con comodidad al callarlo con un beso tosco que hace arder sus labios; cuando su propio clímax lo alcanza, momentos después, es que le dejan soltar todos sonidos que desee mientras acompañan las exhalaciones de cansancio de su amante.
Se alejan, dejándole lidiar con la sensación de comenzar a vaciarse y sentir las piernas calientes y pegajosas.
Lleva un brazo sobre sus ojos, sintiéndose a punto de desmayar cuando lo levantan, llevándolo contra su voluntad a una tina, la cual llenan en la temperatura adecuada para hacerlo casi ronronear.
Y, como si no buscaran arrancarle el alma momentos atrás, Manguera lo ayuda a prepararse para estar listo para dormir; porque sus parpados caen cada que la esponja limpia las partes más largas de su cuerpo.
Sabe que no permitiría que algo suyo sea imperfecto; hecho del que siempre se aprovecha.
Le da pequeños besos cansados, especialmente cuando lo envuelve en una de las batas con la tela más cara que ha conocido, y para cuando es recostado, puede observarlo estar listo para fumar un gran habano.
Es entonces cuando demuestra cuál es la verdadera posición privilegiada en esa relación.
—¿Quiere que esté mañana temprano en el canal? —la pregunta aparece junto con un beso en sus labios, acariciando su rostro antes de acostarse en su pecho, deslizando sus dedos hasta la mano que sostiene el objeto que repudia por imagen. —Porque si es así, no alcanzaré a ir por mi colonia favorita.
Manguera parece pensar unos momentos, antes de dejar su intención inicial de fumar a un lado para abrazarlo, acariciando su brazo.
—Deberíamos conseguir uno de emergencia.
—¿En verdad? —la emoción, que consigue emular pese al cansancio, lo lleva a besar el pecho en el que se refugia, permitiéndose cerrar los ojos. —Es un hombre maravilloso.
Puede escuchar a Manguera beber ese trago dulce.
Y Tulio sabe que ya lo ha embriagado con su persona.
⸺ 𝒾 ⸺
Capítulo/Fic de referencia:
https://www.wattpad.com/854698144-%F0%9D%9F%BA-%F0%9D%9A%83%F0%9D%9A%91%F0%9D%9A%8E-%F0%9D%99%B1%F0%9D%9A%98%F0%9D%9A%9C%F0%9D%9A%9C
#31 minutos#tulio triviño#eusebio manguera#re write#one shot#fanfic#Basado en un capítulo de Wattpad#age g4p#daddy k!nk
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Promesa de amor
Después de su última misión quedaron muy cansados, física y emocionalmente, así que se despertaron muy tarde. Nasiens y Donny fueron los primeros en bajar a comer, una mezcla de ‘almuerzo-merienda’. No podían creer lo tarde que era. Realmente estaban agotados.
Nasiens se veía decaída, perdida en sus pensamientos. Hoy extrañaba a su familia más de lo usual y no podía dejar de pensar en ellos.
Donny, que estaba merendando enfrente a ella, no se atrevía a preguntar. Pero al momento que Anne bajó a la cocina del castillo, la miró extrañada y se sentó al lado de ella a preguntarle qué le pasaba. Nasiens confesó.
“Te entiendo, algunos días son más difíciles que otros…” dijo Anne, mordiendo un bizcocho, pensativa. Extrañaba mucho a su padre también. Se preguntaba si estaba bien, si tenía problemas para dirigir el pueblo, si se sentía solo...
“Si,” la suave voz de Nasiens la volvió hacia la realidad de nuevo, “es que hoy es mi cumpleaños y los extraño mucho…” terminó, sin darse cuenta de lo que había dicho.
Tanto Anne como Donny quedaron boquiabiertos. A Nasiens se le abrieron los ojos. No quería hacerlos sentir mal, fue ella la que jamás les había dicho.
“Ehm, q-quiero decir…” intentó calmar la situación sin mucho éxito.
“¡¿Cómo no vas a decirnos?! ¡Boba!” le gritó Donny, pegándole despacito en el hombro. A Nasiens no le dolió el ‘golpe’, pero sí lo miró apenada. Su idea era decirles antes pero honestamente no encontró el momento. Iba a contestar cuando Anne la interrumpió.
“¡Exacto; te hubiéramos hecho una fiesta, o…! O no sé… ¡una torta, al menos!” rezongó Anne, abrazándola del brazo. Parecía un poco angustiada. Desde que Nasiens había compartido con ellos que era mujer, Anne se sentía sobreprotectora con ella.
Nasiens miró para abajo. Por una parte se sentía muy feliz de tener amigos tan buenos como ellos. Recordó nuevamente sus cumpleaños anteriores, dónde compartía el día con su abuelo y su hermana. Eran simples y llenos de amor. Pero nunca había tenido amigos fuera de su familia y la idea de una fiesta con sus amigos le parecía divertida.
“Perdón, realmente se me pasó decirles” dijo Nasiens, “capaz para el próximo año.” Ni Donny ni Anne podían mantenerse enojados con Nasiens cuando sonreía. Cada día entendían más y más a Percival.
Anne suspiró. Incluso sentada puso ambas manos en la cadera, mirándola severamente.
“¡Qué próximo ni que próximo! El día recién comienza y ésta noche, ¡vamos a un bar a celebrar!” exclamó Anne decidida, abrazándola con un brazo y levantando el otro en victoria.
“¡Si, Nasiens es la última en cumplir 18, hay que celebrar bien!” dijo Donny haciendo porras, feliz por la excusa de ir a beber.
Nasiens los miró resignada pero no podía evitar sonreír.
“Saben que no me afecta el alcohol…” empezó diciendo, pero Donny no la dejó seguir.
��Nah, nada de trampas hoy, ¡es tu cumple! ¡Viví un poco!” Nasiens lo fulminó con la mirada pero este ni cuenta se dió, estaba riéndose de su comentario un poco más fuerte de lo que debería.
“Es un loco,” dijo Anne, acercándose más a Nasiens y mirando a Donny de reojo, “pero tiene razón, ¡hoy vamos a divertirnos un poco!” Anne le mostró su mejor sonrisa a Nasiens, ‘golpeándola’ con el codo.
La verdad es que quería ver a Nasiens borracha. Nasiens siempre había tenido un cierto aire de elegancia y ahora que era una chica, lo tenía aún más. Una chica tan delicada y cautelosa como ella, a Anne le daba mucha curiosidad de ver cómo iba a actuar intoxicada.
Nasiens suspiró. Dudaba que esa noche era la adecuada para irse de parranda, pero no tenía el corazón para decirles. En el fondo suponía que ellos ya lo sabían.
—
Percival bajó unos minutos después, todavía dormido.
O haciéndose el dormido, por cómo estaba actuando. Al ver a Anne pegada a Nasiens le entraron celos y se puso del otro lado, sentándose en perpendicular de la banca para poder abrazar a Nasiens mejor.
Ambos se sacaron la lengua pero Anne sabía que no había caso. Perci no compartía así que fue a sentarse al lado de Donny, robándole un bizcocho y ganándose una queja del grandote.
Había aceptado su ‘derrota’, con mucha dignidad para ser sinceros, ¡pero caramba, solo había pasado una semana! No era de piedra y un poco le dolía verlos juntos así, aunque mucho menos de lo que esperaba. Honestamente, estaba muy feliz por sus amigos y no pudo evitar sonreír al verlos.
“¡Tengo sueño…!” gimoteó Perci, frotando su cara contra Nasiens, haciendo que ésta se sonrojara a más no poder y sonriera como una tonta. Todavía no se acostumbraba a esta felicidad.
Nasiens había decidió confesarse después de ese horrible festival hace una semana. El recuerdo de Jade la afectó mucho, sin mencionar su cambio físico y el regreso de Percival. La combinación de todo eso la hizo entender que no quería llevarse esos sentimientos a la tumba.
Pero Percival le ganó de antemano y se le confesó antes. ‘Un regalo de cumpleaños adelantado’, pensó Nasiens, riéndose.
De a poco Perci la estaba dando vuelta y atrayéndola hacia él para poder recostarse contra ella. Sin saber cómo, Nasiens terminó sentada arriba de Percival con éste enterrado en sus pechos y ella acariciándole la cabeza para consolarlo. Nasiens no pudo evitar compararlo con un perrito.
“Ya, ya…” susurró, cerrando fuerte los ojos y sintiendo una vergüenza a más no poder. Si no los veía, podía pretender que Donny y Anne no estaban mirándolos, burlándose de ella. Podía tolerar ser comparada con un tomate o en ser llamada ‘la almohada favorita de Perci’, pero el comentario de Donny casi la mata.
“Che Perci, ¿qué le vas a regalar a tu novia en este día tan especial?” dijo Donny, con tono burlón. “¿Un besito? ¡Muac, muac!”
Menos mal Anne tenía algo de compasión por Nasiens, que en ese momento juraba que estaba largando humo de las orejas, y le dió un buen golpe a Dony atrás de la cabeza.
“¡Callate, tarado! ¡¿No ves que la pones peor?!” gritó Anne, y efectivamente, Nasiens estaba cada vez peor, ocultando su cara en ambas manos.
Por primera vez en minutos Perci levantó la mirada de esa suavidad que tanto le gustaba. Nasiens lo miró sorprendida por el movimiento repentino.
“¿Regalo?” preguntó Perci, extrañado. Últimamente le encantaba traerle cositas a Nasiens, en especial comida o alguna planta extraña que veía. Pero por la manera que Donny había hablado parecía algo serio.
“Es el cumple de Nasiens hoy,” dijo Anne lentamente, tomando un sorbo de su café con leche, “¿no sabías?” preguntó, alzando una ceja para torturarlo un poco. No tenía que saber que ella también recién se había enterado.
“No, el cumple de Nasiens es el 11,” respondió con totalidad, casi ofendido. ¿Cómo no iba a saber el cumple de su novia? No podía ser tan bestia.
“¡¿Y hoy qué día es, nabo?!” le gritó Anne.
Y él pensó.
Y pensó.
Y siguió pensando hasta que…
¡Si era tan bestia!
“¡NOOO! ¡¡NASIENS!!” la estrujó contra él por un momento y la miró con lágrimas en sus ojos, “¡¡PERDÓN!! No me di cuenta, pensé que el 11 era mañana…” claramente estaba arrepentido.
Nasiens, recién volviendo a la realidad y un poco mareada por la anterior situación, solo tomó su rostro entre sus manos y sonrió, comprensiva.
“No te preocupes, no fue a propósito. Estamos todos muy cansados de la misión de la otra vez.” Perci casi llora de felicidad, Nasiens siempre le tenía mucha paciencia.
‘Una santa,’ pensó Anne, ‘eso es Nasiens, una santa.’ Hasta ella se molestó con Perci, y mientras más lo pensaba, más se molestaba. ¡Él sabía cuándo cumplía Nasiens y no había dicho nada, el muy egoísta!
“Nasiens…” susurró Perci, todavía apenado. ¿Cómo no se había dado cuenta del día? Tendría que haber sido él él primero en desearle un feliz cumpleaños cuando se habían despertado, como lo tenía planeado.
Desde su confesión Perci no la dejaba dormir sola. Amaba dormir al lado de ella, tanto como Nasiens amaba dormir al lado de él. Y hubiese sido el momento perfecto para decirle eso y también para… se sonrojó.
Bueno, ese plan se había ido por la borda.
Pero no se iba a quedar de brazos cruzados.
“Y hoy vamos a ir a un bar, Nasiens prometió no usar su magia para beber,” Donny dijo, volviéndolos a tierra.
“Yo nunca prometí eso,” aclaró Nasiens, molesta. La risa de Percival la interrumpió.
“¡Si, quiero ver a Nasiens borracha!” dijo, tirándose para atrás, Nasiens todavía en sus brazos.
“¿Eh?”
“Va a ser muy divertido, ¿me pregunto si se agarra a piñas con alguien si se emborracha?” preguntó divertida Anne, viendo cómo ésta se ponía roja de nuevo.
“¡¿Qué?!”
“Vos la ves muy tierna y eso, pero a mi casi me corta una vez” siguió Donny, ignorando sus protestas.
“¡Te lo merecías!” gritó Nasiens y Perci la tuvo que sujetar de la cintura para que no se tirara contra Donny. Anne soltó una carcajada, seguida de sus amigos.
Pasaron una merienda agradable, riendo y charlando. La realidad es que a pesar de ser el cumple de Nasiens, la idea del bar no iba a poder ser. Todo el reino estaba estremecido por las consecuencias del festival y el Príncipe Tristán estaba en una situación delicada.
Pero eso no significaba que no podían celebrar ahora, entre ellos. Donny agarró un muffin y le puso una velita para Nasiens. Le cantaron feliz cumpleaños y celebraron con ella. Donny y Anne le dieron un fuerte abrazo y Perci le dió un beso en la mejilla. Nasiens se sentía muy feliz.
Y Perci no dejaba de pensar en su plan.
—
Ya caída la noche, cuando volvió de ayudar al señor Hendrickson, encontró una carta con un perfume a flores arriba de su cama.
No le sorprendió que sus padres, King y Diane, se acordarán de su cumpleaños.
Le mandaron una carta de 20 páginas, escrita por ellos y por sus hermanos, deseándole lo mejor y que ya se iban a ver. Lamentaban no poder ir, pero la ira de Beltriepe después del festival había llegado hasta Britannia y tenían que controlar las fronteras. Le sorprendió mucho ver una de las hojas escrita por Ordo. Al parecer sus padres lo habían buscado para agradecerle todo lo que había hecho por su hija y Diane se había reencontrado con su gran amiga, su hermana Dolores.
Nasiens sonrió, colocando la carta contra su corazón después de leerla. Podía sentir el amor de su familia en ella y sus ojos se llenaron de lágrimas. Guardó la carta en su cartera para no perderla y se miró al espejo.
La carta no había sido lo único que le había llegado. Una cajita muy linda venía con la carta y en ella se encontraba un broche de pelo muy hermoso y delicado. Eran unas pequeñas flores blancas. Su pelo había crecido un poco más este último tiempo, así que podía usarlo sin problema. Era tan lindo el broche que decidió probarlo en ese momento. Era perfecto.
Perci entró a la habitación que compartían sin hacer mucho ruido y se alegró de verla despierta. Se veía muy bonita y ese broche le quedaba precioso. Él seguía con la ropa que su sueg- el Rey Hada, le había hecho, y por suerte Nasiens seguía con su ropa.
Sin pensarlo la abrazo por detrás, ocultando su mirada en su cuello. Nasiens sentía que ya debía de haberse acostumbrado a las acciones de Perci, pero estaba segura que jamás se iba a acostumbrar. Podía sentir cómo Perci se apoyaba contra su espalda, un poco encorvado para abrazarla mejor. Había quedado chiquita Nasiens, hasta Anne era más alta que ella.
“¿Percival…?” preguntó preocupada.
“Sos hermosa, ¿sabías?,” dijo seriamente, abrazándola con más fuerza, “feliz cumpleaños, Nasiens.”
Nasiens sintió sus mejillas arder. Nunca se iba a acostumbrar a tanta felicidad.
“Y-ya me lo habías dicho, pero… m-muchas gracias, Percival,” contestó Nasiens, nerviosa. Apoyó sus manos en los brazos de Percival que la envolvía, disfrutando su calor. Se quedaron así unos momentos y de repente, Percival estaba enfrente a ella.
“Entonces, ¿estás pronta? ¡Vamos a salir!”
“Acordamos que hoy no era pertinente salir…” dijo Nasiens, más triste de lo que querría admitir por no ir a beber. Su amistad con Donny le estaba haciendo mal, “además, ya es tarde.”
“No, no vamos a salir con los chicos. ¡Me refiero a nosotros!” la tomó de las manos con mucha delicadeza, “...sólo nosotros. ¿Qué te parece?” Nasiens estaba segura que iba a pasar todo el resto de la noche sonrojada.
“...me encantaría.” contestó, acercándose a Percival y poniéndose de puntitas para darle un beso en la mejilla.
—
Salieron del castillo tomados de la mano. Percival le pidió que cerrara los ojos. Nasiens se rió, pensando en qué sorpresa le tenía planeada, y desde el vamos la sorprendió. De un momento a otro sus pies ya no estaban en el suelo.
Percival tomó vuelo con ella en sus brazos y Nasiens lo abrazó, recostándose contra él. Volaron por unos minutos hasta llegar al lugar dónde Percival había pasado la tarde arreglando.
Con mucho cuidado Percival la bajo y la guío de la mano unos pasos más. En un momento se dio vuelta a ver s Nasiens seguía con los ojos cerrados y así era. La chica confiaba plenamente en él y ese pequeño acto lo llenó de un sentimiento indescriptible.
Nasiens no dejaba de abrumarlo con su paciencia, lealtad y más que nada, amor.
“Ahora si, Nasiens.” susurró Percival, haciendo que abriera lentamente los ojos.
Era un sueño.
Se encontraban en un lago alejado de la ciudad, bajo la luz de la luna. Había una pequeña mesa y un par de sillas esperándolos, el olor de una rica comida caliente llamándole la atención. Miles de luciérnagas bailaban cerca del agua y las flores se movían plácidamente por la brisa fresca de la noche.
“Percival…” Nasiens se sentía tan, tan feliz.
Y viejos hábitos son difíciles de romper.
“¡AH! ¡Nasiens!” Percival corrió hacia ella, sus cejas en modo rezongón. Algún día iba a tener que dejar de lastimarse así, ¿no? Pensó Percival, limpiando cuidadosamente la sangre de los labios de la chica.
“P-perdón…” dijo, avergonzada, “es que esto es…” no encontraba las palabras para describir lo que sentía. Tanto cariño y atención, era mucho para ella. “Es hermoso, Percival. Muchas gracias.” Percival le devolvió la sonrisa.
Ella se merecía esto y mucho más.
“¡Prepare tu comida favorita! ¡Vení, vamos!”
Se sentaron a comer y así pasaron las horas, charlando de todo un poco. Refrescó de repente y Nasiens, friolenta como era, tembló sin querer. En seguida sintió calor de nuevo, una capa pesada sobre sus hombros. No pudo evitar acurrucarse en ella. Olía a él y estaba calentita, ¿qué más quería?
Percival no dejaba de mirarla. Aún recordaba la primera vez que Nasiens había usado su capa, durante su pelea en ese horrible festival. Ese maldito de Rothes rompió su ropa y a pesar de las quejas del público, él se la colocó para taparla. No quería que ella estuviera incómoda, pero más que nada, no podía permitir que nadie la viera expuesta así.
Nasiens era sólo para él.
Cuando terminaron de comer Nasiens le agradeció de nuevo. Había sido un lindo regalo.
“Ah, pero esto no es tu regalo. Y ahora que lo pienso, tu regalo en realidad también es para mí…” dijo Perci, rascándose la cabeza, como si recién ahora se diera cuenta. Se sonrojó y desvió la mirada. Nasiens lo miró extrañada.
“¿Percival? ¿Sucede algo?”
El chico tomó su mano derecha antes de arrodillarse en una pierna.
A Nasiens se le frenó el corazón y sus ojos se le abrieron como platos.
“Sé que no… que todavía hay mucho por hacer,” Percival cerró los ojos, sintiendo una ira muy familiar en él. Hasta que detuvieran al Rey Arturo no iban a poder tener una vida normal. Pero él tenía esperanza de que ese día de paz pronto iba a llegar, en especial con la ayuda de sus amigos y de su ahora amor, Nasiens. Sonrió y siguió, “...pero quiero prometerte esto.”
Nasiens vió como sacó de bolsillo un anillo delicado de oro blanco, con un pequeño diamante incrustado en forma de flor. Todavía no podía hablar.
“...tu papá se enojó cuando le mostré el anillo, pero tu mamá aprovechó para elegir tu broche. Hacen juego, ¿ves?” explicó Percival, emocionado. Nasiens parecía hiperventilar y eso lo trajo de vuelta a la realidad. Apretó su mano para calmarla y continuó,
“Nasiens. Es difícil de explicar estos últimos dos años… todo lo que viví siendo un espíritu… pero no es mentira que sé todo lo que hiciste por mi. Lo sé, porque nunca pude alejarme de tí,” respiró profundo, “y me di cuenta de muchas cosas. De tus sentimientos por mí, pero también de lo que yo siento por ti. Te amo, Nasiens. Quiero protegerte y quedarme a tu lado, y si me lo permitís, quiero hacerlo por toda mi vida.”
No supo bien cuando empezaron pero las lágrimas no dejaba de caer por sus mejillas. Percival limpió sus lágrimas con su pulgar, mirándola con tanto amor que Nasiens se sintió morir. Y sólo faltaba una pregunta.
“¿Te casarías conm-?” no pudo terminar. Nasiens no aguantaba más.
“¡Percival!” se abalanzó contra él y terminaron acostados en el pasto, Nasiens arriba de él, sus finos brazos rodeándolo del cuello. Él puso sus manos en su cintura, abrazándola también. La respuesta de Nasiens lo hizo sonreír, “¡Si! ¡Si, si!”
Percival no dejaba de reírse. ¡Era tan linda su Nasiens!
Lentamente se sentó con Nasiens en su regazo. Le dio un beso en la sien y tomó su mano derecha mientras Nasiens se refregaba la cara con la izquierda. Con mucho cuidado, le colocó el anillo en su dedo anular.
“...porque es una promesa.” dijo Percival, dándole un beso en la mano. Nasiens le volvió a sonreír. Sus mejillas estaban ardiendo, no podía ser más feliz.
“Te amo, Percival…” Tomó su rostro y se acercó a él, pero él le ganó y la beso primero. Fue un beso profundo, cargado de amor.
Una promesa de amor.
—
…y ahora Nakaba nos va a cortar la joda seguro!!! jajajajaja espero que hayan disfrutado! :D estos dos me matan, son tan lindos
dato extra: perci fue a pedirle la mano de nasiens a king y diane. king, después de casi matarlo por el atrevimiento, casi lo mata de nuevo porque ni anillo tenía el chiquilín, solo descaro (sus palabras). diane lo convenció de ayudarlo y así perci consiguió un anillo hermoso (“porque mi bebé se merece lo mejor!” - king). igual, todos sabemos que nasiens hubiera sido feliz con cualquier cosa, pero nuestra reina se merece cosas hermosas
#persiens#nasiens#percival#4kota#mokushiroku no yonkishi#perdón que esta en español pero me embola traducirlo y lo escribí primero en español asi que#queda así
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Stefany :*entra a la guarida hacia la sala* hola chicos Ya volví de la escuela 😄😉👋🏫
Leonardo :*deja de leer su libro*hola cariño Veo que estás contenta con algo 😃🥰💗💕💓❣️
Stefany :*se sienta al lado de Leo* Sí Leo , tuve un lugar genial 😊😁✨
Leonardo :*acaricia a Stefany en la mejilla* ¿enserio y qué era gatita? 😏😉💖💞🩷💘
Stefany : bueno, entre una puerta mágica que está en la pared que va a otro mundo en mi antigua casa 🙂🤩🏠🚪🧱*se soba la cabeza*y vi a mi madre que está viva pero con ojos de botones y parece también mi papá y mi hermano y a ti Leo y tus hermanos y a las chicas y Kluns 👨👩👦🐈🪡🔘
Leonardo : vaya creo que tuviste un sueño tan magnífico amor 😏😉💞💕💝🩷
Miguel Angel :*recoge a Kluns y lo acaricia en la espalda* En serio mi gatito kluns entro a tu sueño es asombroso 😃🤩🐈
Kluns :*mueve su cola*Miau~😺😸💕💗✨
Stefany :*juega con sus dedos* claro y también podría hablar y me dijo que el otro mundo era mágico pero también dijo que estaré en peligro 😕🤔✨
Anastasia : Oh en verdad amiga Por qué tal vez fue un mal sueño un poquito 😟🫤
Stefany : no fue un sueño Anastasia fue real que vi que la magia es real 😟😊
Rafael :*pone sus manos en la cabeza* por favor Stef, solo lo estás imaginando la magia no es real 🤨😒✨solo porque tuviste un sueño de una tonta puerta que ahí está tu madre actuando loca 🙄😕👩👧
Stefany :*se para del sofá* no estoy loca sé que la magia es real y esa puerta que entré y lo Probaré Raph 😡😤🚪*sale de la guarida corriente*
Kluns :*se baja de Mikey y sigue a Stefany*
Leonardo :*golpea el brazo de Raph* Raph, qué fue lo que te sucedió mira la hiciste enojar a Stefany 😤😠💢✊💥*sale de la guarida*
Rafael :*se soba el brazo* Ay, pero solo fue una broma Leo no quería hacer enojar 😟😕
Anastasia : pero fue terrible tu broma solo porque sabemos porque Stefany extraña su madre que perdió 🥺😡👩👧💓💖💕
Miguel Angel : si, Cuando Leo la traiga le darás una disculpa 😠🤨
Rafael :*se cruza los brazos* bien, tal vez fui un poco duro con ella por él y herir sus emociones no sabía que extrañaba más a su madre 😟😞
*Una hora en el apartamento de José*
Stefany :*entra su departamento* no estoy loca estoy segura que fue real la puerta secreta 😠😤🚪🔑*saca la llave de su bolsillo y abre la puerta* Oh cielos, sí es real lo sabía tenía razón 😃🤩✨ quizás entre para cálmame un poco para olvidar lo que dijo Rafa 🤔😒*entra la puerta y la cierra*
Leonardo :*entra la habitación* Stefany por favor Podemos hablar solo y no de lo que dijo mi hermano 😟🙄💖💗💕*mira por el alrededor*cariño, gatita En dónde estás? 😕🥺💓❣️💝*mira una muñeca de Stefany en el piso y la recoje* ¿esa muñeca parecida a Stefany dónde la sacó? 🤨🧸
*En el otro mundo*
Stefany :*entra la sala* sabía que la puerta secreta era real y no sueño 😃😁🏠✨
Ratoncito :*se acerca a Stefany y salta en su onbro*Grrrr~🐁🥰💗💕💝
Stefany :*acaricia el rato en la cabeza con su dedo* Hola Ratoncito veo que me extrañaste mucho 😄🤗🐁❣️💖💝❣️*sale de la sala *¿está mi mamá en la cocina? 😃😊🍳🥘
Ratoncito :*estiene la cabeza* Mmm..🙂↔️😟
![Tumblr media](https://64.media.tumblr.com/58713f2cae0f9894ad86127d9118be01/190e21ce05a518ec-45/s540x810/22dd3db88679760d948b43a3438a9ad1100717e4.jpg)
Stefany :*entra la cosina y mira la comida* vaya hay comida y mis postres favoritos 😲😃🍕🌭🍰🧁🧋*mira el la nota en la caja* Oh veo que me dejaron un regalo con una nota🙂☺️🎁📝*mira la nota*
"Carta de la Otra Gloria"
"querida Stefany Lamento por no estar aquí en casa cariño Pero espero que disfrutes la comida y la ropa que hice para ti en la noche toda la familia estaremos aquí para darte especial si te quedas aquí Por cierto tu hermano está en el jardín y darte un regalo Oh y tu novio Leo te está esperándote afuera para acompañarte regresaré pronto" te ama tu madre"
Stefany :*abre el regalo y saca el vestido y zapatos* Ooh Es hermoso el vestido y es mi color favorito 😃☺️👗🩷*ruje su estómago*quizás me ponga el vestido y después comer un bocadillo😁😋🍕🧋
Kluns :*mirá atrás de la ventana*Mmm~😟😞
*After some time*
Stefany: *Leaves the house in a new dress* Oh my God, these treats were so delicious that I think I ate too much...😅🍕🧁🍰 Hello dad, mommy said that you wanted to see me here😃
Other Brallan: *Gets up from the mantis car* Yes, my little flower, other Leo and I have prepared a little surprise for you, but you have to go up to the roof to see it😉😊⬆️
Other Leonardo: *Walks up to Stefany and hugs her waist* Mmmh...😥😟💖💝💞
Other Brallan: He wants to say that he is fascinated by your new dress, Stefany😀😅💦
Stefany: *Caresses Leo on the cheek* Oh, thank you, my little turtle, this dress was made for me by my other mommy😄🤭💗💘💞 *Kisses Leo on the cheek* Mmuah~😚💋💖💕💝 *Climbs into Leo's arms* Let's quickly go to the roof🤩🥰💖❤💕
Other Leonardo: Mmm😁😟❤💘💞 *Hugs Stefany tightly and climbs onto the roof with her*
Stefany: *Looks at the garden below* Oh Lord, Leonardo, this is wonderful😯🤩✨🌷🌺🌹 There are so many wonderful flowers in this garden and...😃😄✨ Woah, it looks exactly like my face😲🤩✨🌹🌺🌻🌷 *Shouts down* Other daddy, thank you very much!😆💗💝💞
Other Brallan: Haha, yes, you're welcome, beautiful!😀😄💦💗💖💕 *Speaks to the side* In fact, it was not I who planted these flowers, but the mantis machine did it with my hands...😟😓
*In the house*
Other Gloria: *Hugs Stefany* Stefany, do you really like it in our world?🤗😉
Stefany: Yes, mommy, everything here is so magical and welcoming😄🤩💗💖💞 And you were right, even my friends didn’t believe in your existence...😟😔👩👧💝💕 Raphael from my world even called you crazy😢💓💞
Other Gloria: *Strokes Stefany on the head* Oh, how terrible, what ignorance...🫢😒 In our world, Raphael is not like that at all😤
Other Raphael: *Enters the room with a little box in his hands* Madam, I brought what you asked for😌🎁
Other Gloria: How nice, my dear, now put this on the table and go back to the circus to your brothers😯😄🎪🐭
Other Raphael: Yes, my lady, by the way, you look charming today😄😉🎁 *Places the box on the table and leaves the room*
Other Gloria: Now you see how polite Raphael is🤗😌💖💗💞
Stefany: Yes, you're right, mommy😄🙂💖💝💕 But what's in this box?🤨🎁 Is this what you told me yesterday?😕
Other Casey: *Enters the room* Yes, sis, mommy has a serious conversation with you😄😁💝💗💕
Other Brallan: But before we start open this little box, dear😁😀🎁💞💝💕
Stefany: Well, okay😗🤗🎁 *Opens box* Oh, what are two pairs of buttons and a needle doing here?😯🪡⚫⚫ *Takes a button and look at it* These buttons are so similar to my doll’s eyes, only for some reason they are black...🤨😕⚫
Other Gloria: Yes, honey, it’s customary for us to wear black buttons, but if you want, I’ll sew blue ones for you😄😉🔘🔘
Other Brallan: Or maybe you want pink ones?😄🩷🩷 After all, this is your favorite color😏 Or do you want red ones?😁😀🔴🔴
Other Casey: But I must admit, then I will be very jealous of you😗😁
Stefany: *Throws the button back into the box* Wait, mommy, are you going to sew buttons on me for eyes?...😨😰
Other Gloria: Yes, my little doll, if you want we can do it right now😌😁🪡🧵 *Takes thread and needle*
Stefany: *Pushes away the box and covers her face with her hands* What?!😨😱 No, I never want to lose my eyes!😫 Why do you need this?!😥😠
Other Gloria: But Stefany, you yourself said that you like our world, and if I sew buttons on you, you can stay here forever😕🤗🪡⚫⚫
Stefany: No, mommy, I said that....😨😰 Eeeh..😅💦 I think...😥💦 Yes, I should think about it before I give you an answer, because I'm very tired during the day and now I want to sleep😅🥱💦
Other Gloria: Well, I'm not rushing you, honey, go to your room if you want🤨😊💦
Other Casey: Sweet dreams, sis😄😔
Stefany: *Takes her things from the chair, goes upstairs to her room and locks the door* Yes, thank you...😅😁💦 (Thoughts💭) No way in the world do I want to give you my eyes!😠😤 I'll change my clothes and run away from here right now...😡👚👖🥿 Klunk must have been right when he said this fairy tale world was deceiving me😟😰🐈
*After some time*
Stefany: *Climbs out of her room through the window and runs out into the street* (Thoughts💭) It’s good that there’s no one here, so no one will notice when I leave😌💨🏠🩷 I feel like other mommy won't let me leave here through the magic door, so I have to find another way out🤔😒🚪🔐 *Runs through the garden and runs out into the white area* Ah?😲😨🏃♀️ But what is this?..🤨 *Slows down her pace* There is nothing at all here...😯😕
Klunk: *Walks next to Stefany* That's right, other Gloria created this part of her world just to lure you...😔😟🐈 She already offered you something scary, right?🤨🥺
Stefany: Klunk, I'm so glad to see you, my dear kitten😃😄🐈💗💖💞 Yeah, she wanted me to trade my eyes for buttons😥🪡⚫⚫
Klunk: Everything is much worse than it seems, in this way she wants to absorb your vital forces, which she feeds on😥😟
Stefany: How terrible...🥺😖 But how did you know about this, my kitten?🤨😟
Klunk: Other Leo just told me about this..😔 Yes, I know he can't talk, but we cats are much more sensitive than humans😒🥺
Stefany: Oh God, now I understand why she sewed up other Leo's mouth..🫢😮💨🪡🤐 Sorry for not listening to you, Klunk, I just had so much fun here...🥺😔💖💝💕 *Seeing the house ahead* But how is this possible?..😧 Did I just come back here?😲🏠🩷
Klunk: You've just already walked around the whole world of other Gloria😕 There's nothing else here😔
Stefany: Oh, I see...😟 So I'll have to ask her to let me go by myself...🤔 It could be dangerous, but I have no other choice😟😓
Klunk: Okay Stefany, but be careful, this woman is very cunning😟😤 Unfortunately, I can't go with you, she thinks I'm a pest..😔 *Suddenly stops and sniffs* Grrr!😠😾💢 *His fur stands on end*
Stefany: Klunk, what happened?🤨 Other Gloria is walking around here somewhere?..😰💦
Klunk: *Runs up and grabs a circus mouse with his teeth*
Stefany: Klunk, wait, this little mouse was given to me by other Casey!😱😰💦🎪🐁
Klunk: *Bites the mouse and it turns into a dead rat, from which sand pours out* Grrr...🤬 *Spits out the rat* Phew~😙💦 I stopped this rat in time, it wanted to raise the alarm about your disappearance😾😤🐁😈📢
Stefany: Oh, thank you, Klunk...😯😌 So, everyone else in this place is other Gloria's servants?🤨
Klunk: That's right, Stefany, so you have to be very careful with them too😤😟
*In the house*
Stefany: *Approaches Gloria's room and pulls the handle* She closed the door...😣🚪🔐 Mmmh😠💢 *Takes a mop and breaks the door handles with it* Oh, finally...😮💨 *Enters the room* Madam, I need to talk to you😒😤
Other Gloria: Mmh, this is interesting...🤨😊 *Eats chocolate bugs* They say that even the most strong-willed spirit can be broken by love😈🕷🦗🍫
Stefany: But your love is not real, just like you are not my real mother!😠🤬🚫👩👧 *Chairbug hugs Stefany and puts her on top of him* Woah!😧😨 I want to return home and you must bring me back😠😡 Maybe then I'll forgive you for your meanness🙄😡
Other Gloria: You'll forgive me?🤨 Ahaha, you must have forgotten that I'm in charge here😄😈 So it's you who should apologize to me for your rude😠😤
Stefany: No way, I know that you are an evil and nasty witch😡🤬🧙♀️ You deceived me by pretending to be my beloved mommy...😠😢👩👧 You...Do you even realize that you broke my heart?😢😭💔
Other Gloria: Nothing like that, I only want the best for you Stefany😤😠 Surely this cat-pest said something stupid to you😒🐈
Stefany: Don't involve my friend Klunk in this, I can see even without him that you are not my mother!🤬😤🚫👩👧 You say that you know better what I need, but this is wrong...😒😟 My mommy was always interested in my opinion during her lifetime😔🥺👩👧 And you also know my opinion, I want to return home and you will return me there at any cost!😠🤬🏠🩷
Other Gloria: How are you talking to your mother, little devil?!😧😡 *Assumes her true form* I'm going to have to lock you in a closet until you learn to obey me👿😤🚪🔐 *Grabs Stefany by the shoulder and throws her into the closet*
Stefany: *Falls to the floor* Ouch!...😣😖 You old witch!🤬😡 Your claws almost scratched my back😤😖
Ghost children: *Hiding under the blanket* Please, be a litte quietly, or the evil witch will grab us...😰😥😢👻
Stefany: *Pulls away the blanket* Oh God, babies, how did you end up in this terrible place?🫢😟 My name is Stefany, and who are you little ghosts?😊🥺👻
Ghost girl: Unfortunately, Miss Stefany, we don't remember our names😔👻
Ghost boy 1: Yes, and we don't remember our parents, but we remember how the evil witch played with us🥺👻🧙♀️
Ghost boy 2: She followed our lives and lured us into her fairy-tale world with the help of fun games, gifts and sweetness😔👻🧁🎻🎊🧸
Ghost girl: We let her sew buttons in exchange for our eyes😟👻🪡 ⚫⚫ And then she swallowed our lifes😰😫👻
Ghost boy 1: Please, Miss Stefany, find our eyes, free us from this terrible place😫😭👁
Stefany: *Tries to hug ghost boy 2, but can't because he's a ghost* My babies, I want to help you with all my heart, but I don't even know how to get out of here myself...😟😥
Other Leonardo: *Opens the door and takes Stefany's hand* Shhh!🤫😬
Other Leonardo and Stefany: *Run along the corridor and run up to the magic door*
Other Leonardo: *Gives Stefany the key* Mmmh...🤫🗝
Stefany: Ah, Lee, you stole the key from another Gloria😃🤗💖💘💞 *Hugs Leo* Thank you, my little turtle, let's escape from here together, otherwise this witch will hurt you again🥰🥺💗💓💘💕
Other Leonardo: *Shakes head* Mmmh😔 *Shows Stefany his hand and it crumbles to dust*
Stefany: Oh my God, Leo, it's terrible...😰💓💞💗 I'm so sorry..😥💖💗❣️💕
Other Gloria: *Screams from the hallway* Where the hell are you, you nasty girl?!🤬👿
Other Leonardo: *Opens the magic door and puts Stefany's key around his neck*
Stefany: Lee, please, why did you have to suffer so much because of me?😰😫💓💗❤💞
Other Leonardo: *Speaks, but his voice cannot be heard* ...😟💖💝❣️💞
Stefany: *Reads lips* Yes...I love you too, Leo..😟😔💖❤💕 Even though you're not exactly my Leonardo, I'll miss you🥺💞💝💘 *Kisses other Leo on the lips* Mmmuah~😚💋💖💝❣️💞 Goodbye, my lovely brave turtle, thank you for everytbing😢😞💗💘💕 *Crawls into magic door*
*In the real world*
Stefany: *Crawls out of the magic door* Hey guys, I'm home!...😢😄 Guys?🤨🙁
April and Anastasia: *Run into the house and stop in front of Stefany* Stefany?!😰😥 Where the heck have you been?😠🥺💖💝💞 *Hugs Stefany*
April: *Stop hugging Stefany* We looked for you everywhere, and the boys went to New York to look for you😟🏬🗽
Anastasia: And right after you, Casey and Mr. Jones disappeared...😟 *Stop hugging Stefany* We thought that they also went to New York, tried to call them, but to no avail...🤔😔📴
April: Achoo!🤧 But where does the dust come from in this house?..🤨🏠 We just recently cleaned here...😕🧹🧽
Stefany: Girls, it’s all other Gloria’s fault😰 The little ghosts told me that she was watching over our house with....😥👻👦👧🧒 Oh God, my doll!😱 I must get rid of her immediately!😠😤 *Runs to his room*
Anastasia: What are you talking about, Stef?😧 Or are you talking about that doll that Leo found in your room right after you disappeared?...🤔🤨
Stefany: *Runs into the room and grabs the doll lying on the bed* That's what I was afraid of...😨😰 She took my daddy and Casey😢😭👨🧔
Anastasia: *Enters the room* Stefany, why are you crying?😧🥺💖💞💝 *Looks at the doll* Wou?😲 Now this is a completely different doll...😕 She looks like Casey and Mr. Jones🤨😨
April: *Enters the room and looks at the doll* Stefany, I don’t understand anything😖 What's going on here?🤨😟
Stefany: Would you believe me if I tell you everything as it is?..😢💓💝💕
April: Well, considering all the strange things that happened in this house, now I will even believe in a talking cat🤔🤨🐈🗣️
Anastasia: You are our friend, Stefany, we are ready to listen to you🥺😣💓💗💞
*In the living room*
Stefany: *Throws the doll into the fireplace* You thought that was just my dream, but that's not true at all😟😔💤 The evil witch lured me into a trap, pretending to be my mommy...😟🧙♀️ Raph was right, she was really crazy and didn’t want to let me out and she wanted to sew buttons on me instead of eyes😰😣🪡⚫⚫ I got out of the fake world through a small door in the wall😟🚪🗝 *Shows the key hanging on her neck* Other Leo helped me in this...😟 He sacrificed his life for me😞💓❤💘💞
April: So she kidnapped Casey and Mr. Jones?..🤨 But why does she need it?😕
Stefany: She wants to absorb my life force😔 Klunk told me that she feeds on them...😟
Anastasia: Klunk told you about this?..😧🐈 Oh, but what should we do now?..😟
Stefany: I don't know...😞🥺
Candy: *Runs into the living room, takes off her jacket and throws it on the floor* Girls, girls, you won't believe what I found out!😧😯 It turns out that children have disappeared in this house three times already, and our neighbor...😰 Well, do you remember that eccentric old lady?🤨😕👵 So, she was the eldest sister of the missing girl and she gave it to me😕 *Hands Stefany the talisman* She said that this amulet should help you...Either protect you from the evil eye, or help you find missing things, I don’t remember exactly...🤔🤨💎 But that's not the point!😨 *Pulls Stefany by the shoulder* Hurry up and pack your things, we have to leave this house!😫😰🏠
Stefany: No, I can't leave at this moment😠😤 *Gets up from his knees and puts the talisman in his pocket* I have to get my older brother and dad back. I can't let this witch win again😠
Candy: Witch?🤨🧙♀️ Did I miss something?😕 Ooh, and what is that disgusting smell coming from the fireplace?...😖🤢
April: We'll tell you everything later, Candys😟😮💨 Stefany, we will go to the fake world with you😤
Stefany: No, girls, it's too dangerous😰😥 *Takes a bag for things* I’ve already been to this world and I know it inside and out, but you can fall into some terrible trap😣💦 I've had enough losses after the other Leo😢💔
Klunk: *Walks up to Stefany and jumps on her shoulder* Miau!😾😤
Stefany: Oh, if only I knew where the witch is hiding my family...😔🥺
Klunk: Miau!😯😺 Miau!😸 *Nods towards the mirror*
Anastasia: *Looks in the mirror* Look, they are here!😲😱🪞
Brallan and Casey: *Writing 'Help us' on the mirror backwards*
@swagreecrow
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Idate:"tienes que alimentarte bien si quieres recuperarte~"
Idate:"son órdenes del medico♥︎"
Rocma:("¿por que sigo viva?")
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Un garabato rocmate inspirado en un fanfic que hice(que a su vez se inspira en el au-victoriano)
Titulo:atrapar al cazador (3era parte. Final )
Sinopsis:Au-rocmate siendo un drama de detectives y ambientada en la epoca victoriana (o algo asi)
/au/idate es un médico sospechoso y rocma una detective sombria/au donde hay un asesino en serie misterioso/ rocma no tiene idea de donde se metio/idate siendo un romantico espeluznante(como siempre)/violencia típica del canon/relaciones pocos saludables/ él malo actuando como malo/ningún oso polar fue acosado durante la escritura de este capitulo/secuestro/más cosas cuestionables/
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Idate llego a su residencia,un complejo semi lujoso lejos en una zona rural cerca del mar.
Abrió la puerta principal y cargo a rocma desde el carruaje hasta dentro de su hogar cerrando la puerta de una patada.
Tal acción poco elegante se le habría recriminado como un comportamiento grosero,pero en la serenidad y soledad que le proveía su hogar no le importaban mucho esas cosas.
Aqui podía despojarse de todas esas reglas éticas y morales de la sociedad.
Era su paraíso personal.
El miró nuevamente la figura pacífica en sus brazos.
y Ahora tendría un angel
Idate miró distraídamente los alrededores,preguntándose mentalmente si era adecuado para mantener cautiva a una mujer.
Y no.
Mejor no malinterpretar.
Él tiene los recursos para mantener a alguien cautivo contra su voluntad.
Su preocupacion nacia mas del hecho de no tener un hogar apropiado para un buen "ambiente doméstico".
Él no tenía sirvientas,prefería no gastar dinero en servicios extras,además de que considerando sus pasatiempos era contraproducente tener a alguien ajeno merodeando su casa.
Si bien era lo suficientemente educado como para gustarle el orden y la limpieza,sus aficiones hicieron que descuidara enormemente la apariencia hogareña que pudiera tener su residencia.
Empezaria a corrigir eso.
"la shirokuma-chan se sentirá disgustada si nuestro hogar parece un sucio burdel..." Pensó idate con ironía mientras reía suavemente,su corazón revoleando mientras manos con rastros de sangre seca curvandose posesivamente sobre la figura delgada de rocma.
A paso ligero y ensoñador llevó a la detective a su dormitorio,ya tendría tiempo para adornar y preparar las comodidades para la prisión de su dulce oso polar.
Tiempo al tiempo
Idate la recostó suavemente sobre la cama para luego enfocar su atención en desatar sus zapatos.
El calzado femenino un ruído sordo cuando se dejó caer en el suelo,idate Acarició de forma consoladora su pie izquierdo,deslizando su palma enguantada por su tobillo hasta la pantorrilla que cubría tan generosamente su modesto vestido.
Despues de unos segundo de deliciosa adoración,suspiro con vehemencia.
Idate contrajo su toque intrusivo sobre rocma,sintiendo la frustración crecer lentamente junto con la calidez en la parte baja de su abdomen.
El hombre tararea de buen humor memorizando silenciosamente las medidas de la figura femenina sobre la cama.
Era impróprio de un caballero anhelar a una dama inconsciente y no es que idate se enorgulleciera de ser el hombre mas noble,pero ciertamente sintió que seria un desperdicio tomarla mientras estaba inconciente.
Por ridículo que pareciera,deseaba tener un "primer encuentro" en condiciones.
Una rara y única consideración que idate tendría para su amante(no es que ella alguna vez pudiese saberlo)
Por que si.
La valiente detective era una mujer virgen.
La orca casi podría decir que lo intuyo por la forma en la cual evadía sus avances durante sus "fortuitos encuentro", demasiado fría hasta un punto donde podía ser llamada "maleducada" por lo firme que era a la hora de rechazar cualquier acercamiento amistoso.
Idate lo supo mejor que nadie.
Pero por si acaso también investigó todo sobre ella;árbol genealógico, pasatiempos,numero de recidencia,lugares que frecuentaba, cual era su tipo de sangre,el color de su ropa interior-
(Y mucho mas)
Para dicha del obsesivo médico no encontró ningún tipo de indicio de pudiese confirmar la existencia de algún cónyuge,amante o interés amoroso.
Por lo que(y para su deleite) había una alta probabilidad de que él fuese su primer hombre.
Y oh.
Como deseaba arruinarla en ese preciso momento.
Idate nego con la cabeza de forma cariñosa,como intentando disipar sus oscuros deseos.
Tenía cosas que hacer antes de llegar a eso.
Los grillete hicieron un energético _click_ cerrándose en sus femeninas muñecas,idate cuido amorosamente de cada extremidad que unía a las cadenas,asegurándose que su agresivo agarre no magullara aquella piel pálida que moría por marcar.
Una vez terminado su trabajo se alejó hasta la parte frontal de la cama,como para admirar su obra.
Como un artista que aprecia su pintura recién terminada
-"Encantador…"- Idate elogió amorosamente su obra,orgulloso de la visión que tenía de la mujer frente a él.
Se sintio borracho de adoración por la detective y la vista que tenía de ella en ese momento.
El depredador se acercó a la mujer por un lateral de la cama,tomó una de sus zarpas ahora atadas fuertemente a unas cadenas y beso el pelaje albino del dorso.
"amor mio" declaró idate fervientemente en sus adentros mientras frotaba su rostro contra el pelaje de sus nudillos,absolutanmente maravillado con su suavidad.
Diferente a las delicadas manos de cualquier otra mujer, las felpudas zarpas rocma podrían considerarse vulgares y toscas para los estándares femeninos de la sociedad.
Él por su parte se había vuelto devoto y un fanático sin darse cuenta.
simplemente le encantaba todo sobre ella y con regularidad fantaseaba con ser apretado y maltratado debajo de aquel rudo agarre.
Felizmente Idate enterró su nariz en las suaves almohadillas de sus palmas e inhalo profundamente.
Ser un ser acuático sin olfato fue irrelevante para idate durante todo su vida,incluso llegó a ser una característica que podría llegar a apreciar en circunstancias específicas.
Pero luego de conocer a rocma se volvió algo desalentador no entender porque la detective parecía tan disgustada sobre su "olor a nicotina".
Tambien estuvo el hecho de darse cuenta de que rocma al igual que todas las damas aristócratas de la época debía de usar algún tipo de loción o perfume.
Esta demás decir que sus intentos por capturar su sutil aroma femenino fracasaron en el mejor de los casos.
por suerte una forma humanoide traía algunas ventajas mágicas.
La capacidad de caminar sobre la superficie era de las mejores sin duda, pero se sintió mas dichoso cuando se dio cuenta de que si olfateaba lo suficientemente cerca podria capturar un poco de su fragancia.
"bendito sea el olfato artifcial ortorgado por la magia" agradeció en sus adentros el hombre casi sin aliento.
Su respiración comenzó a agitarse al igual que la calidez en su interior,obsesionado con adorar la mano de su amada.
Incluso sus filosas garras que se desenvainaban en señal de advertencia le parecían terriblemente elegante.
Tal vez incluso había desarrollado un fetiche con esos toscos rasgos de oso polar sin darse cuenta.
Hablando de esas garras...
Él realmente debía plantearse arrancarlas.
Lo supo por la forma en la que se aferraban a su carne mientras la asfixiaba ¡eran malditamente afiladas! Para idate era muy riesgoso permitir una arma tan letal literalmente en las manos de su ahora amante.
Aun así el depredador pareció lamentarse con la idea,si bien las heridas que dejó eran dolorosas y profundas había un parte de él que quería sentir sus garras aferrarse a su carne.
Había algo particularmente erotico en la idea de ser marcado por esta mujer en particular.
El depredador pasó vagamente sus dedos por el Liso de sus garras,sintiendo la tela de su guante vacilar ante su filo.
Un suspiro salió de sus labios sin poder evitarlo,Idate gimió con frustración en sus adentros tratando de recuperar algo de su cordura.
Él era muchas cosas pero no un masoquista.
(Al menos..no que él supiera.)
Si bien no sentía placer al ser despreciado e insultado por rocma,ciertamente se sentía alentando a insistir con su afecto sin importar que tan rudo fuese su rechazo.
El supuso que era el efecto idiotico del amor ,Sin embargo, esos pensamientos de ser maltratado con su brusco afecto estaban en un límite en el que se desconocía a sí mismo.
Un límite que era incluso perjudicial para su integridad.
Aun así..
-"Quiero conservarlas...hasta que me abraces apropiadamente"-idate murmuró contra su palma,pasando su pulgar por sus filosas garras,anhelando el momento en que pudiera dejar algunas profundas cicatrices en él.
Era un pensamiento codicioso que le traería problema en el futuro.
Pero podría lidear con eso mas tarde...
Idate sonrió con humor,un risa suave brotó de lo profundo de su pecho.
Desde que la detective estaba bajo su Merced estaba sorprendente expectante y llenó ambición por el futuro.
El hombre apoyo su cabeza sobre la cama,poniendo su rostro sobre la palma de rocma.
cerró los ojos suspirando satisfecho.
Quería descansar ahí,Sin embargo tenía mucho que hacer.
El era un asesino calculador.
Cada paso siempre fue cuidadosamente planificado con la finalidad de no dejar cabos sueltos o huellas con el cual seguir su rastro.
Aquella encantadora detective solo pudo seguir su rastro porque él lo había permitido.
Aquel juego infantil de cartas de amor y pistas no eran más que un teatro para llamar su atención y atraerla hacia él.
Él quería que esa mujer lo mirara,pero sus bromas llegaron demasiado lejos y él fue atrapado por ella.
Él ebozo una sonrisa astuta contra su mano. "Y Ahora ella está atrapada conmigo"
Idate se levantó perezosamente,bostezando,Miró su reloj de bolsillo.
Aún estaba a tiempo para ir a las tiendas de la ciudad.
Tenía que ir a reponer víveres.
Además tenía que comprar una larga lista de cosas que necesitaría su prisionera-ahora amante( idate corrige mentalmente)durante permanente estancia en su residencia.
Tendría que pasar por unos escaparates de moda femenina para comprar vestidos para rocma,ahora que finalmente había tenido la oportunidad de tomar sus medidas exactas estaba ansioso por vaciar sus bolsillos comprando lencería.
no solo eso,el depredador se sorprendió a sí mismo queriendo mimar y cumplir todos los caprichos del malhumorado oso polar,aun con la infantil esperanza de seducirla con su poder.
El hombre tarareo mientras se preguntaba vagamente si debería pedirle a su sobrina ayudarle con esa tarea en específico.
Desconocía la moda femenina y en particular los gustos de rocma en cuanto vestimenta.
Aun así estuvo convencido de que el oso polar se vería favorecido en cualquier atuendo(o la carencia de uno)
Idate beso amorosamente la mejilla de la detective inconsciente y se despidió murmurando un "nos vemos" en su oreja aun sin la confianza para tomar los labios y tener el suficiente autocontrol como para separarse.
Tomó su sombrero y su abrigo,cerrando con doble seguro la puerta de su habitación y asegurando las cerraduras de las ventanas,ademas de poner fuera del alcance de rocma cualquier elemento que fuese útil para escapar.
Salió por la puerta trasera de la casa,poniendo un candado que rara vez usaba pero que sintió apropiado para la ocasión "más candados y cadenas "
Agregó mentalmente a la lista de compras mientras miraba vagamente al cielo nocturno.
Los únicos testigos de su crimen fueron las estrellas y la luna llena que se alzó durante aquella noche.
Idate se encogió de hombros mientras se ponía su sombrero de copa.decidió tomar un carruaje en la ciudad cercana,si tenía suerte habría alguna tienda abierta en la que comprar alguna baratija que pudiera impresionar a su mujer amada.
¿Era muy pronto para comprar un anillo de compromiso? Él hombre se cuestiono mientras silenciosamente consideraba sus opciones.
Idate trató de contener su entusiasmo ante la perspectiva de su vida al lado de su amante. optando mejor por dirigir sus pensamientos al desayuno que haría para la detective al día siguiente.
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Nunca es suficiente
Pareja: Steve Rogers X Lectora.
Palabras: 196 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Un beso nunca es suficiente.
Advertencias: Fluff.
N/A: Esta es mi regalo para Courtney. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS COURTNEY!
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
Si te gusto por favor vota, comenta y rebloguea.
No doy ningún permiso para que mis fics sean publicados en otra plataforma o idioma (yo traduzco mi propio trabajo) o el uso de mis gráficos (mis separadores de texto también están incluidos), los cuales hice exclusivamente para mis fics, por favor respeta mi trabajo y no lo robes. Aquí en la plataforma hay personas que hacen separadores de texto para que cualquiera los pueda usar, los míos no son públicos, por favor busca los de dichas personas. La única excepción serían los regalos que he hecho ya que ahora pertenecen a alguien más. Si encuentras alguno de mis trabajos en una plataforma diferente y no es alguna de mis cuentas, por favor avísame. Los reblogs y comentarios están bien.
DISCLAIMER: Los personajes de Marvel no me pertenecen (desafortunadamente), exceptuando por los personajes originales y la historia.
Anótate en mi taglist aquí.
Otros lugares donde publico: Ao3, Wattpad, ffnet, TikTok, Instagram, Twitter.
Tags: @sinceimetyou @black23 @unnuevosoltransformalarealidad @azulatodoryuga
Steve necesitaba regresar cuanto antes a casa, tenía un mal presentimiento y necesitaba asegurarse que estuvieras bien, se estaba desesperando porque el resto del equipo no se apuraba para terminar la misión. Le urgía regresar.
Ni siquiera dejó que terminara de aterrizar la nave cuando salió, tampoco le importaba lo que murmuraban a sus espaldas.
En tu día libre podría ocurrirte cualquier cosa y uno de los mayores temores de Steve era perderte, así que no lo iba a permitir.
Como pudo estacionó la motocicleta con rapidez, entró corriendo y te encontró preparando la cena.
—¿Cómo te fue en la misión? —le preguntaste cuando lo viste.
No obtuviste respuesta, en su lugar, Steve te tomó de la cintura y te plantó un beso.
—One kiss is just never enough —Steve susurró.
—¿Estás bien? Estás actuando un poco raro —cuestionaste, separándote un poco de él, pero sin dejar la espátula que tenías en tu mano.
—Te extrañé, es todo —Steve respondió, asentiste aunque no le creíste, él era muy malo para mentir, pero al menos se sentía tranquilo porque estabas bien.
—Estaba cocinando lasaña para la cena, ¿quieres? —ofreciste.
—Claro, después podemos ir a dar una vuelta.
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holaaa reina,
estaba pensando... kuku domestico, asi super cariñoso cuando por fin comparten tiempo juntos que el no este filmando o actuando en obras.
y bueno, al ser domestico tambieenn kuku +18 dandote por toda la casa JAJA 🤤
Fluff with Smut and a cherry on top ♡
Esteban regresó durante la madrugada, agotado y temblando por el frío. Luego de un relajante baño caliente buscó refugio bajo las mantas y se abrazó a tu cuerpo, como si en el contacto buscara olvidar cuánto te extrañó mientras estuvo fuera del país. Sus movimientos delicados no evitaron que te despertaras.
-Hola...- bostezaste, volteándote para abrazarlo. Escondiste tu rostro en su cuello-. Te extrañé mucho.
-Yo también te extrañé- besó tu cabello-. No me quiero ir nunca más.
Te dormiste sintiendo sus labios besar tu frente y por la mañana despertaste todavía protegida por su abrazo, tu espalda descansando sobre su pecho y su respiración haciéndote cosquillas. También había algo más y no pudiste evitar rozarte con su cuerpo, desesperándote cada vez más.
-Buenos días- susurra contra tu piel y agrega con tono bromista:- ¿No querés desayunar primero?
Pero lo cierto es que Esteban está tan desesperado como vos y necesita sentir tu cuerpo, así que no pierde tiempo y tira de tu pantalón para comenzar a acariciarte con sus dedos. Tu humedad es cálida y demasiado considerando que aún no te tocó, pero le encanta y la aprovecha para introducir un largo dígito.
Cuando lo recibís en tu interior se esfuerza para contenerse: tus paredes, calientes y más estrechas de lo que recordaba, parecen succionar su miembro y casi dificultan sus movimientos. Besa tu mejilla y tu mandíbula y mientras sus dientes rozan la piel de tu cuello su mano juega con tus pezones por sobre el algodón de tu camiseta.
Ambos abandonan la cama media hora más tarde y Esteban prepara el desayuno mientras te duchás, un café y tostadas esperándote cuando ocupás tu silla. Le sonreís, entrelazás tu mano con la suya y lo observás cebarse unos mates.
-¿Anduviste paseando el termo por Croacia también?
-No- contesta con tono poco convincente-. No sabés cuánto te extrañé...
-Ahora que estás acá me podés... no sé, recompensar por haberte ido.
-Una recompensa- repite, como si considerara la idea-. ¿Y qué se te ocurre?
No se sorprende cuando le decís de qué forma puede demostrarte cuánto te extrañó y redimirse por la semana de puro sexting durante la cual te prohibió tener un orgasmo. Cuando te encuentra en la cocina horas más tarde, preparando un té para su garganta irritada, te acorrala y te obliga a sentarte sobre el mármol luego de despojarte de tu pantalón.
Hace a un lado tu ropa interior y juega con tu clítoris por un largo rato, besándote para silenciar tus patéticos gemidos desesperados y mordiendo tus labios para también poder oír tus quejidos, que sólo empeoran el estado de su erección.
No te permite recuperarte por completo de tu orgasmo y antes de que lo notes guía su miembro a tu entrada, sensible por las actividades de la mañana pero aún así ansiosa por recibirlo nuevamente. Acaricia tu mejilla para distraerte del ardor.
-Ya está, ya está- susurra, con voz entrecortada.
Cuando comienza a moverse gemís su nombre y tirás de su ropa en busca de más contacto con su cuerpo. Suspira sobre tus labios y silencia tus gemidos con besos hambrientos, su lengua ataca el interior de tu boca hasta dejarte sin respiración y borrar cualquier rastro de coherencia de tu mente.
taglist: @madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @delusionalgirlplace @chiquititamia @lastflowrr ♡
#letters to kuku#deep in thought#deep answers#esteban kukuriczka#esteban kukuriczka smut#esteban kukuriczka x reader#lsdln cast
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(18/18) SOLO UN POCO GAY - MARKHYUCK [ADAPTACIÓN]
Después de llegar al club, Donghyuck se metió en el almacén y empezó a hacer la tarea que normalmente no le importaba hacer, rellenar los estantes. Pero incluso un trabajo tan fácil y repetitivo como ese se le hizo imposible.
No era capaz de concentrarse en nada.
—¿Qué te pasa hoy, jefe? —preguntó Winter.
Donghyuck se encogió de hombros, mirándola de reojo.
—Nada.
Ella resopló.
—Si usted lo dice, jefe.
Cualquier día la despedía. Incluso sus “jefe” estaban cargados de burla, Donghyuck estaba seguro. No era que la culpara de burlarse secretamente de él, probablemente él también lo haría si estuviera en su lugar, con un perdedor como jefe.
Winter alzó ambas cejas, con una sonrisa traviesa.
—Pareces muy distraído, eso es todo —sus palabras fueron bastante ordinarias, pero había pocas dudas sobre lo que estaba insinuando.
Las mujeres eran jodidamente aterradoras. ¿Cómo lo sabía?
Donghyuck la miró con el ceño fruncido, y cuando habló, lo hizo con su voz más autoritaria (la que sospechaba que, en realidad, no era muy autoritaria).
—Vuelve al trabajo, Winter.
Winter lo hizo, no sin antes rodar los ojos.
Donghyuck…. Donghyuck lo intentó, pero todavía seguía sin poder concentrarse ni un poco. Siguió pensando en cosas más estúpidas y ridículas, como la boca de Mark, las manos de Mark, la mirada oscura de Mark, y el cuerpo musculoso de Mark… encima de él. Volvió a tener una erección solo al recordar todas las veces que se habían acostado la noche anterior, las cosas sucias que Mark le había susurrado al oído mientras se lo follaba con fuerza, su olor, la sensación del nacimiento de su barba contra su piel, sus brazos alrededor de él…
—Mantén el jodido control —se dijo a sí mismo, tras dejar caer otra lata debido a su despiste. Era un jodido desastre. Actuaba como una niña de quince años que había tenido por fin su primera polla, y que ahora actuaba como si no pudiera tener suficiente. Era ridículo. Necesitaba enfocarse en su trabajo, no soñar despierto sobre las distintas partes del cuerpo de su mejor amigo. Realmente estoy actuando así. Como una colegiala enamorada. Una colegiala muy cachonda y muy enamorada.
Suficiente.
Se asintió a sí mismo y alcanzó otra caja. La abrió y se preguntó qué estaría haciendo Mark.
Gimió. Aquello era simplemente absurdo. Habían pasado, como mucho, dos horas desde que se fue de la casa de los Lee, por el amor de Dios. Era como una de esas novias pegajosas que no podían vivir sin controlar a su novio cada media hora No era que Mark fuera su novio, lo que era el punto. Mark no era su novio, porque Donghyuck no era gay.
—Al menos dime si ella es caliente, jefe —dijo Winter sonriendo—. ¿La conozco?
Donghyuck la fulminó con la mirada.
—Te dije que volvieras al trabajo.
—Vamos, jefe. Es que tengo curiosidad. Nunca te había visto así.
—¿Así cómo?
Winter sonrió.
—Todo ojos soñadores.
Para su mortificación, Donghyuck sintió como se sonrojaba.
—No tengo ojos soñadores.
La sonrisa de Winter todavía estaba allí.
—Entonces, ¿quién es ella? Vamos, tal vez pueda ayudarte. También soy una mujer, así que puedo darte una perspectiva de mujer.
Donghyuck resopló.
—No necesito la perspectiva de una mujer —murmuró.
Winter abrió los ojos con sorpresa, haciendo que él se arrepintiera de haberlo respondido en vez de ignorarla.
—Woah, ¿estás en la Luna por un tipo?
—No estoy en la Luna.
—Pero sí es un tipo —replicó ella, con una sonrisa tímida—. Vaya. Pensé que eras totalmente hetero. El hetero más hetero de todos los heteros.
—No es gracioso —se quejó, apartando la mirada.
Extrañamente, no estaba en pánico porque alguien más se hubiera enterado. Fue raro. Esperaba volverse loco cuando pasara, si es que pasaba, pero no sentía más que una leve molestia y un poco de vergüenza. Quizá que Winter fuera lesbiana tenía algo que ver.
Por primera vez desde que la conoció, Winter parecía totalmente seria.
—Lo siento, tienes razón. ¿Estás bien? —su cara se tiñó de incomodidad—. Sé que tus padres son… conservadores.
—Ellos no lo saben. No hay razón para que lo sepan, porque soy hetero. —Odió cómo de a la defensiva sonó.
Esperaba que Winter lo llamara mentiroso, que se burlara de él. En lugar de eso lo que recibió fue una mirada comprensiva.
—Pero te gusta otro chico.
Se encogió de hombros.
—Es complicado.
—Siempre lo es.
—Yo solo… —se pasó una mano por el pelo—. Es mi mejor amigo. Se suponía que no tenía importancia, que éramos follamigos. Solo tenía que correrme. Nunca estuvo en el plan que me gustara, no sé cómo pasó. —Donghyuck se desinfló, y su cara se volvió roja—. Pero ahora pienso en él todo el maldito tiempo.
Winter hizo un sonido pensativo, con sus ojos oscuros un poco curiosos.
—¿Es tu primer hombre?
—Uhm, sí. Obviamente.
—¿Tal vez deberías intentar acostarte con otro hombre? Podría ayudarte a determinar si lo quieres a él en particular, o solo al sexo.
Donghyuck fue incapaz de detener la mueca asqueada ante la idea de tener sexo con otro hombre.
—Ya lo intenté —admitió, enfurruñado—. Me eché atrás en el último momento. —Sin mencionar que no se había sentido atraído por Kai en lo más mínimo. Donghyuck se mordió el interior de la mejilla, evitando su mirada—. Y estoy bastante seguro de que lo quiero a él, no solo a su polla. —Era ridículo seguir negándolo, sobre todo después de haber pasado las últimas horas pensando en la boca de Mark sobre la suya—. No sé qué demonios está mal conmigo. Me gustan las mujeres, todo sobre ellas. No soy gay.
Winter suspiró.
—Donghyuck, mírame.
Lo hizo a regañadientes. La expresión de Winter era tensa, y sus ojos brillaban.
—También jugueteaba con mi mejor amiga cuando tenía dieciséis años —contó en voz baja—. Fue mi primera mujer, y yo… yo desarrollé sentimientos por ella, pero ella era heterosexual. Para ella no era algo tan serio, o al menos asumí que no lo era. Me convencí a mí misma de que no lo era para mí tampoco, así que fingí que no tenía importancia hacerlo, porque yo también era heterosexual. —Su sonrisa era amplia, pero había algo claramente triste y frágil en ella—. Unos años más tarde fui su dama de honor. Cuando volví a casa de su boda miré mi apartamento vacío y… —su voz vaciló y apartó la mirada—. Deseé poder regresar atrás en el tiempo. No haber sido tan cobarde. Tal vez si no lo fuera, podríamos haber estado juntas. O quizá no lo estaríamos, pero al menos no me habría mantenido pensando en y sies y tal veces y bebiendo vodka todo el día de su boda.
Donghyuck sintió como algo pesado y desagradable se le asentaba en la boca del estómago.
—Lo siento.
Ella sonrió con rigidez.
—Sí, bueno. Solo… No repitas mis mismos errores. Sé que da miedo, sé que es difícil aceptar lo que eres, pero hazlo antes de que sea demasiado tarde. Él no te esperará para siempre mientras te descubres a ti mismo. Si te quedas en negación, seguirá adelante. Eventualmente encontrará a alguien más y se enamorará de él. Si estás hablando de Mark…, él no es precisamente de los tipos que se quedan solteros mucho tiempo.
Donghyuck se lamió los labios secos, con la ansiedad empeorando a cada segundo en su interior.
—Él… Lo has entendido mal —aseguró—. No está esperando por mí, para que me descubra. No me quiere de esa forma, ni siquiera soy su tipo.
Winter se encogió de hombros.
—Quizá ella pensaba eso mismo con respecto a mí.
—¿Lo era?
Winter se echó a reír mientras se daba la vuelta.
—Pero esa es la cosa. Ya nunca lo sabré.
Donghyuck vio como limpiaba el mostrador con más brusquedad de la necesaria, y sintió una oleada de lástima por ella. No saberlo a ciencia cierta era quizá la peor parte de la historia de Winter. Ella no tuvo ningún cierre y era incapaz de seguir adelante de verdad. Se preguntó si no sería esa la razón por la que Winter siempre había sido tan terrible en las relaciones como él, eligiendo a una nueva chica cada pocos días, sin poder comprometerse.
Pensó en Mark, se lo imaginó enamorándose de un hombre que sabía lo que quería, que sería capaz de hacerlo feliz. Ocurriría tarde o temprano. Winter tenía razón: un hombre como él, tan atractivo y seguro no iba a estar solo durante mucho tiempo. Mark inevitablemente conocería a alguien. Los Lee eran hombres de familia. Mark podía estar follando despreocupadamente ahora, pero tarde o temprano iba a querer estabilidad, amor y familia. Jaemin, o quien fuera, le daría gustosamente lo que quería. Y Donghyuck… Él probablemente seguiría siendo su mejor amigo, si Mark no se cansaba de él mucho antes de eso.
Algo caliente y desagradable le llenó el pecho. Su boca sabía como a ácido. Se sentía enfermo.
—Estoy bien con mi sexualidad ahora —dijo Winter, sin darse la vuelta. Su voz no se parecía en nada a su tono sarcástico habitual—. Pero no puedes volver atrás en el tiempo —se rio entre dientes—. Lo último que supe de ella era que tenía dos hijos.
Donghyuck sintió como si alguien hubiera puesto una tonelada de plomo en su estómago.
De repente quería a Mark. Mal.
Quería escuchar su voz. Cuanto antes.
Donghyuck salió del club por la puerta de atrás. Una vez fuera respiró el aire fresco con avidez, pero esto no calmó ni un poco el pánico en su pecho.
Sacó su teléfono.
Mark respondió al segundo timbre.
—¿Donghyuck?
Donghyuck cerró los ojos, recostado contra la puerta. No sabía cuándo la voz Mark había empezado a hacerlo sentirse tan cálido y mareado por dentro. Solo escucharlo hizo que se sintiera instantáneamente mejor, seguro.
—Oye, ¿sigues en casa de Taeyong?
—Sí, ¿por qué?
Se mordió el labio inferior, sin estar seguro de con quién estaba hablando. Si con su mejor amigo o con su amante el gilipollas. Aunque lo peor de todo era no estar seguro de a cuál de los dos prefería en ese momento. Quería la aceptación y el afecto fácil de su mejor amigo, pero también…
Joder, era un desastre.
—Te necesito —dijo, y luego rápidamente se corrigió—. Quiero decir, necesito verte.
Se formó un silencio en la línea.
—Me viste hace unas horas —dijo Mark cuando por fin volvió a hablar, con un tono cauteloso—. ¿Pasó algo?
Donghyuck se mordió la punta de la lengua.
—¿Pasaría algo si te dijera que solo quiero verte? ¿Sin ninguna razón en absoluto?
Mark volvió a quedarse en silencio unos segundos antes de maldecir.
—¿Qué estás haciendo, Donghyuck? —preguntó, con la voz cargada de reproche.
Se pasó una mano por el pelo, con el estómago revuelto por los nervios.
—No lo sé —admitió en un susurro—. Lo siento, yo solo… —Soltó una risa—. Olvídalo, perdona. Es estúpido. Estoy siendo estúpido. No sé en qué estaba pensando.
—Hyuck. ¿Estás en el club?
—Sí.
—Estaré ahí en media hora —dijo Mark, antes de colgar.
Donghyuck no se molestó en entrar, a pesar del viento. Esperó recostado contra la fría pared, pensando en lo que iba a decirle a Mark cuando llegara. No tenía ni idea. ¿Debería decirle que lo dejaran, lo de acostarse, y actuar simplemente como amigos? El corazón se le encogió solo ante la idea. No quería ser solo su amigo. Quería… Quería saber que no estaba solo en eso, que no era solo cosa suya. Que Mark también sentía algo. Pero Mark era tan difícil de leer. Donghyuck no sabía qué pasaba por su cabeza.
Joder, el simple hecho de estar tan nervioso por si a Mark le gustaba de esa manera o no lo estaba asfixiando. Era ridículo. Estaba siendo ridículo. Eran hombres, no niñas. ¿Por qué tuvo que hacer las cosas tan complicadas? ¿Por qué no podía haberse quedado satisfecho con que ambos se corrieran sin hacer innecesariamente complicado todo? ¿Qué tocaba ahora, querer tocarlo de las manos al caminar juntos por la calle?
Imaginó los largos, finos y fuertes dedos de Mark entrelazados con los suyos, y se sintió estúpidamente cálido por la idea. Mierda. Él era un hombre, se suponía que los hombres no querían cosas como esa. Y menos con otro hombre.
Sé que da miedo, sé que es difícil de aceptar lo que eres, pero hazlo antes de que sea demasiado tarde. Él no te esperará para siempre mientras te descubres a ti mismo.
No podía sacarse de la cabeza las palabras de Winter. Lo habían aterrado como el infierno. Aunque Mark le había dicho que ignorara las palabras de Jaehyun, y que no se sintiera presionado para hacer aquello para lo que no estaba listo, la historia de Winter hizo que se sintiera de nuevo inseguro.
¿Estaba en negación? ¿Siendo un cobarde?
Pensó en esa mañana, en lo bien que se había sentido al despertarse acurrucado contra Mark, con sus dedos entrelazados en su pelo, y su olor en su nariz. Toda esa piel cálida y desnuda contra la suya. Se había sentido más que bien, en realidad. Se había sentido… feliz.
Tan malditamente feliz. Como si perteneciera ahí. Quería eso, lo quería más que cualquier otra cosa en el mundo. Quería a Mark.
Volvió a sacar el teléfono y miró sus contactos.
No pudo encontrar a su madre entre sus últimas llamadas. ¿Cuánto tiempo hacía que no hablaban? Cuando por fin la encontró, le dio a llamar.
El teléfono sonó cuatro veces antes de que ella respondiera.
—¿Mamá? —preguntó, con la voz ahogada.
—¿Qué es, querido? —dijo ella, sonando distraída.
—Yo…
—¿Es urgente? Estoy bastante ocupada ahora mismo.
Cogió aire.
—Creo que podría ser bisexual.
Se formó un silencio mortal al otro lado de la línea.
—¿Perdón? —dijo al fin.
—Creo que soy bisexual —repitió, mirando hacia abajo, hacia sus zapatos, mientras esperaba su reacción.
Fue tan raro, decirlo en voz alta se sintió mucho menos intimidante de lo que había esperado. Se sintió… casi aliviado. Ya estaba hecho. Incluso si ella lo odiaba después de ello, ya no había nada que hacer.
—Donghyuck, no tengo tiempo para tus bromas tontas —dijo con sequedad—. ¿Cuándo vas a madurar de una vez?
Donghyuck parpadeó, sin palabras. Ella de ninguna manera pensaba que él estaba bromeando, ¿verdad? ¿Por qué fingía que lo estaba haciendo?
—Hablo en serio, mamá.
—Por supuesto que no —interrumpió ella—. Llámame cuando aprendas a ser un adulto responsable —y colgó.
Donghyuck miró aturdido su teléfono antes de que se le escapara la risa. Se rio y se rio, hasta que le dolió el pecho.
—¿Donghyuck?
Levantó la vista y ahí estaba Mark, de pie, con su chaqueta de cuero oscuro y un cigarrillo en una mano. Donghyuck no sabía qué tenía escrito en su cara, pero Mark tiró el cigarrillo al suelo con el ceño fruncido y se acercó.
—Oye —apoyó una mano en su hombro—. ¿Estás bien?
Donghyuck intentó sonreír, pero sospechó que había fallado, que parecía verdaderamente patético, porque el ceño de Mark se frunció incluso más.
—¿Hyuck?
A la mierda. Tal vez era débil, y no tan varonil, pero todo lo que quería en ese momento era estar en los brazos de Mark. Casi se cayó contra él, enterrando la cara en su cuello y oliendo su aroma familiar con tantas ganas como un hombre que se ahogaba respiraba por fin el aire.
Después de un momento, los brazos de Mark subieron y lo rodearon con fuerza.
—¿Qué pasa, Hyuck? —preguntó. Cuando no dijo nada, su tono de voz se suavizó—. Cariño, háblame. Vamos, amor.
Donghyuck se estremeció, retorciéndose más cerca de él. Aquella era la primera vez que Mark usaba los términos cariñosos fuera del sexo. Y sonaron como si realmente los hubiera querido decir.
—Mamá pensó que estaba bromeando —dijo con una risa. Sus ojos picaban, por lo que los presionó contra su hombro—. Jodidamente bromeando.
—¿Acerca de qué? —preguntó Mark, acariciando su pelo.
—Le dije que era bisexual, y ella me dijo que madurara.
Sintió como Mark se tensaba contra él.
—¿Le dijiste que era bisexual?
Donghyuck asintió.
Los dedos de Mark volvieron a acariciar su pelo, con su otro brazo todavía alrededor de su cuerpo.
—Fuiste muy valiente. Lo hiciste bien, amor.
El interior de Donghyuck se calentó, pero él negó con la cabeza.
—Fue una pérdida de tiempo —murmuró—. Ella no me tomó en serio. Nunca lo hacen.
—Porque tienen una mentalidad estrecha y son gilipollas dominantes —dijo Mark, con tono áspero.
Donghyuck vaciló, dividido entre la lealtad a sus padres y la necesidad de estar de acuerdo con él.
—Ellos me quieren.
—Tal vez lo hacen. —Había algo oscuro y agudo en la voz de Mark. Le pareció que estaba diciendo algo que llevaba reprimiendo durante mucho tiempo—. Pero eso no cambia el hecho de que quieren controlar tu vida. Te dicen que madures, pero al mismo tiempo no quieren dejar que tomes tus propias decisiones.
Donghyuck abrió la boca solo para volver a cerrarla.
—Tienes casi veinticinco años, Hyuck —dijo Mark, con un tono más suave—. No eres ningún niño pequeño. Ya no los necesitas para que aprueben tus elecciones de vida. Te criaron y son tus padres, pero tú eres una persona adulta y alguien increíble. No necesitas “madurar”. Ni tienes que hacerlos felices. Si no te aprecian como eres, si no ven lo buen hijo que eres, es su pérdida, no la tuya.
—¿Realmente crees que soy increíble? —murmuró contra su hombro.
Mark se echó un poco hacia atrás e hizo que levantara la barbilla, obligándolo a verlo a los ojos.
—No me quedaría con un “pavo real” tan ridículo durante tanto tiempo si no supiera que, debajo de toda esa mierda de macho, eres una persona increíble. Cualquiera que piense lo contrario simplemente no te conoce.
Donghyuck miró fijamente a Mark, lleno de una oleada de pura adoración. Se adelantó y le dio un beso con la boca con torpeza, o lo intentó. Mark lo tomó a tiempo por los hombros y lo apartó.
—Mira, ahora mismo estás confundido, y no creo que sea una buena idea que…
—Acabas de decir que no debería tener miedo a tomar mis propias decisiones —replicó, tratando de convencerse de que Mark no lo estaba rechazando. Solo fue exitoso a medidas. Su voz insegura en el fondo de su cabeza seguía susurrando que Mark nunca estaría con un perdedor como él.
—Sí, pero creo que primero debes descubrirte a ti mismo —dijo Mark con firmeza, con su expresión volviéndose indescifrable de nuevo.
Y de pronto, Donghyuck se enfadó, consigo mismo más que con nadie más. ¿Por qué se convirtió en alguien estúpido e inseguro en lo que a Mark se refería? Él no era para nada así. Tenía un cuerpo increíble, una polla más grande que la media, y unos bonitos ojos castaños. Las mujeres estaban locas por él. No había razón ninguna para que a Mark le gustara. De hecho, justo ayer, Donghyuck le había dicho que se olvidara de Jaemin, aun cuando era totalmente su tipo. ¿Así que, por qué ahora era un idiota inseguro?
—Tienes razón —dijo de pronto, retirándose e intentando no mostrar cuánto extrañaba ya el calor de su cuerpo. Bajó la mirada y lo vio por debajo de sus pestañas—. Probablemente debería experimentar un poco, averiguar qué me gusta, qué tipo de chicos y esas cosas.
Mark encendió un nuevo cigarro, con la cara inexpresiva. Para su decepción, a pesar de la extraña tensión en él, no parecía celoso.
—Pensé que habías dejado de fumar.
Mark hizo un gesto evasivo con los hombros y dio una larga calada, con su mirada oscura y concentrada en él.
—Así que ahora estás bien con estar interesado en los hombres. Es repentino.
Se encogió de hombros, tratando de medir las emociones de Mark.
—No estoy bien, no exactamente. Pero alguien me hizo darme cuenta de que en este punto es inútil negar que soy un poco gay. Así que debo ser bisexual, ¿no?
Los ojos de Mark se estrecharon.
—¿Me lo estás preguntando?
Donghyuck hizo un puchero.
—Tú tampoco me tomas en serio.
La expresión inescrutable de Mark no cambió, y él suspiró con exasperación.
—¡Deja de hacer eso! ¡Me está volviendo loco!
—¿Hacer qué? No estoy haciendo nada.
Donghyuck lo fulminó con la mirada, señalando hacia su cara ilegible.
—¡Eso! ¡No puedo entenderte para nada! Soplas frío y caliente todo el maldito tiempo. Pasas de ser mi mejor amigo el comprensivo a ser este gilipollas que eres ahora, que me mira como si quisiera follarme o pelear conmigo. —Se desinfló, harto—. Estás jugando con mi cabeza, Mark.
Mark dejó caer su cigarrillo y lo apagó cuidadosamente con su bota, mientras lo veía con esa extraña mirada incapaz de descifrar.
—Estoy “soplando caliente y frío” porque no sé qué diablos quieres de mí —dijo—. Un día dices que eres heterosexual y que todo lo que quieres es mi polla para correrte. Al día siguiente, dices que te pones celoso por mí y no quieres compartirme. Después de eso, dices que eres hetero, pero luego me besas. Luego que eres bisexual, pero que vas a experimentar con otros chicos. —Mark soltó una risa cansada—. ¿Quién está jugando con la cabeza de quién?
Donghyuck abrió la boca, pero no encontró nada que decir. Cuando lo puso de esa manera, podía ver a qué se refería. Probablemente él también estaría enfadado de estar en sus zapatos.
—No quise hacerlo —dijo con seriedad.
Un músculo se apretó en la mandíbula de Mark.
—Lo sé. Es la única razón por la que todavía estoy aquí. pero mira, debes decidir de una vez por todas lo que quieres que sea, y solo entonces a ninguno se le enredará la cabeza. Así que dime. ¿Quieres que sea tu mejor amigo?
Antes de que pudiera responder, Mark volvió a hablar.
—¿Solo tu mejor amigo?
Su estómago se revolvió. Incapaz de hablar, negó.
—¿Follamigos? —preguntó Mark, con el mismo tono demandante.
—¿Qué… qué quieres decir con follamigos? —preguntó con incertidumbre.
—Significa que te follaré, pero saldré con otros chicos y no podrás ponerte celoso.
Donghyuck bajó la mirada, frunciendo el ceño. Desearía poder estar de acuerdo con eso, pero le dolía la barriga solo con la idea de Mark follando, besando y tocando a otro hombre. Dios, no quería ni que mirara a otros tipos.
Negó con la cabeza.
—¿Es… es posible ser mejores amigos que follan y se besan, pero exclusivamente?
Ambos se quedaron en silencio. Finalmente, Mark volvió a sujetarlo de la barbilla, haciendo que lo mirara.
—¿Estás buscando la palabra “novio”, tal vez?
Donghyuck tragó.
—¿Quieres ser mi novio, Donghyuck? —preguntó, estudiándolo.
Donghyuck se lamió los labios secos, sintiendo como su cara se ponía roja. De repente, Mark sonrió de manera aniñada, luciendo más relajado y despreocupado de lo que lo había visto en meses.
—Lo haces totalmente, ¿no es así? ¡Mira ese rubor!
—Vete a la mierda —susurró, dando un golpecito en su pecho.
Mark dejó de sonreír y se inclinó, dejando un beso en su mejilla. Donghyuck se estremeció pero no se apartó, disfrutando de la piel caliente de Mark sobre la suya.
—¿Quieres ser mi novio, amor? —volvió a preguntar Mark, con su voz ronca e íntima. Dejó otro beso contra su mejilla—. Te trataré muy bien, lo prometo.
—Uhm, está bien —dijo Donghyuck, sintiéndose demasiado sin aliento ante un contacto tan inocente—. Me siento raro, Mark —murmuró, levantando los brazos y enterrando sus dedos en su pelo.
Mark le besó la oreja.
—¿Raro en qué sentido?
—Es como que todo me revolotea por dentro, y esa mierda —dijo él, gimiendo un poco cuando su lengua llegó al lóbulo de su oreja—. Como si hubiera tragado burbujas y me estuvieran haciendo cosquillas por dentro. Es jodidamente raro.
Mark se echó a reír, acercándolo más a su cuerpo.
—Eres tan idiota. Qué suerte que eres guapo.
—Eh —se quejó, haciendo un puchero.
Mark le besó en los labios, y él se lo devolvió felizmente. Se sentía tan, pero que tan bien. Los besos nunca se habían sentido tan bien hasta Mark, estaba seguro.
Se quejó en protesta cuando sintió que se retiraba.
—No me importa —dijo Mark con la voz ronca, mirándolo a los ojos y acariciando su mejilla—. Amo todo sobre ti.
Donghyuck sintió como si las burbujas en su pecho estuvieran a punto de hacerlo flotar.
—Como… ¿Como a un amigo?
Mark sonrió.
—No es como un amigo.
Donghyuck sonrió también, con vergüenza, antes de esconder su cara enrojecida de nuevo en su hombro.
—Uhg. Esto es tan asqueroso. Estamos siendo taaan chicas.
Sintió que Mark se reía.
—Eres una persona tan ridícula —dijo, y dejó caer un beso sobre su cabeza.
Donghyuck sonrió contra el hombro de Mark, sintiéndose tan mareado que no sabía qué hacer consigo mismo. Alzó un poco la barbilla.
—También te amo —murmuró, antes de besar su garganta y respirar su aroma limpio y masculino—. No como amigo —agregó, en caso de que no fuera obvio.
Los brazos de Mark simplemente se apretaron a su alrededor en respuesta. Donghyuck se permitió a sí mismo disfrutar de ese momento durante unos minutos antes de decidir que eso se estaba volviendo demasiado sensiblero y vergonzoso.
—Vamos a follar —dijo, levantando la cabeza para poder verlo a los ojos.
La risa de Mark en respuesta fue el jodido mejor sonido del mundo.
FIN
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“Tus ojos Carmesi”
“Nunca crei que el ser que más ame me pudiera haber traicionado de vil manera”
Ese pensamiento fue el que inundo mi cabeza durante tanto tiempo. Mi nombre es Carry, diría que soy un joven pero en realidad perdí la cuenta de mi edad hace décadas atrás, me siento un estupido al recordar la forma en la que fue asesinado y el como no pude hacer nada para siquiera evitarlo porque aquel ser que acabo con mi vida fue la persona más amada para mi en aquella época.
Merid, 23 años, era una joven la cual conocí gracias a amistades de mi pasado la cual cai profundamente enamorado por su apariencia al primer momento de conocerla. Su cabello rubio rizado, su sonrisa risueña, aquellos ojos carmesí…simplemente quede embobado al conocerla y más con su actitud tan sarcástica la cual me hacia reir con cada palabra que salia de su boca aunque no tuviera el más minimo sentido. Era un joven enamorado, ella se aprovecho de mi y mi ingenuidad, se aprovecho de mi nula experiencia en el amor y se aprovecho de mi alto estatus social en el pueblo en el cual vivíamos. Siempre se rumoreo que Merid solamente tenia relaciones con otros chicos por conveniencia, nunca crei en aquello debido a mi idealización por ella y lo más cruel de todo esto es que ella tenia bastante en claro el como yo la adoraba.
El caso es que pasaron meses y luego de un par de citas junto a regalos mayormente por mi parte empezamos a salir y fue una de las experiencias más lindas que tuve la cual no duró ni siquiera un mes. Merid en realidad empezo a ser caprichosa al punto de dañarme fisicamente cuando ella no conseguía lo que quería de mi, me hacia sentir tan inseguro al no poder cumplir con sus tan altas expectativas hacia mi persona que no podía hacer más que solo hacerle caso. Nunca dialogamos sobre esto, siempre pensé que era culpa mia su actitud tan repulsiva hacia mi y no quería darle más vueltas al asunto… ─¿Para que hacerlo? ¿Para que ella se enoje mas? Creo que debería cambiar, no quiero que ella me abandone por como e estado actuando─ fue lo que le comentaba a las paredes de mi habitación cuando ella se encontraba fuera de casa.
Asi estuvimos un par de meses más, dos para ser exactos. La actitud de Merid hacia mi incremento negativamente, se fue volviendo cada vez más y más agresiva conmigo lo cual me hacia a mi más sumiso ante sus caprichos. Pero…algo no encajaba, la notaba más sonriente que antes y no era cuando estaba teniendo una charla conmigo. Veía como observaba su celular con ojos brillantes y sonrisa picara, no quería cuestionar me esto y quería encerrarme en mi burbuja del amor la cual no pensaba salir por nada del mundo.
Y asi, mi burbuja reventó de un momento a otro.
Creo que fue un sábado o domingo, paseaba por el parque como solia hacerlo en dias lluviosos para asi aclarar mis pensamientos con el sonido de la lluvia. Fue entonces que los vi, con la vista borrosa por la lluvia que caia por mi cara, fue que vi a Merid tomados de la mano y besando a otro chico el cual nunca habria conocido antes. Mi corazon, mi frágil corazon, se rompió en pedazos al ver tal escena pasar a escasos metros de mi y no pude hacer más que quedarme viendo en shock, sin saber que hacer o como reaccionar ante aquella infidelidad sintiendo como mi mundo se desgarraba y me arrebataban algo de mi pecho sin piedad alguna. Corri hacia mi casa y me encerré en está, entre lagrimas y sollozos recordaba el como la chica que tanto ame a pesar de su comportamiento me hacia esto cuando yo le di todo lo que estaba al alcance de mi ser. Sentí tanta culpa que no pude evitar golpear la pared con rabia a mi mismo, el como no fui lo suficiente para aquella chica por quien di todo.
Pase la tarde en mi recamara viendo el techo de está misma, soñaba con la idea de haber imaginado todo lo que vi y que de un momento a otro todo se solucionara por obra de lo divino. Ni siquiera sabria que hacer cuando Merid llegara, ¿Que le diría? aquellos pensamientos nublaron mi mente hasta que escuche la puerta principal abrirse, ella había llegado.
Merid actuaba normal, a normal me refiero a su típica actitud prepotente y ceño fruncido mayor parte de su estancia en mi casa, pensaba en que decirle o si siquiera mencionarle lo que vi en aquel parque hasta que me decidí a confrontarla con la leve esperanza de que ella no fuera la chica que vi. ─Merid, mi estrella, mi luz, porfavor seme sincera con lo que voy a comentarte─ fue lo que le dije con un tono de voz tembloroso a lo que ella respondió con desinterés ─solo ve al punto Carry, ¿que pasa? Estoy cansada─ ─tu…¿estas con otro chico que no sea yo? Hoy sali al parque a dar una caminata, entre la lluvia pude divisar tu figura junto a la de otro joven, vi como ustedes dos…─ vi la mirada de Merid, fulminante y amenazadora lo cual me dejo helado al nunca haberla visto asi. ─Tu me viste, viste como te engañaba frente a tus ojos ¿no es asi?─ se acercaba a paso lento hacia mi persona. Mi respiración se agitaba conforme ella me terminaba casi acorralando en una pared, solo murmuraba sin poder formular una palabra por el pánico e incluso miedo que llegaba a sentir hacia ella. ─Carry…oh Carry, aquel chico lo conozco desde que empezamos a salir y con el fue quien yo sentí el verdadero amor…¡la verdadera pasión! Tu en cambio, eras tan emocional que solo quise estar junto a ti ya que le agradabas a todos aqui. Me descubriste, tal como demas personas lo hicieron y ahora tú tendrás que pagar…entiendeme, ¡tengo una imagen que cuidar! ¿Sabes? Pff…que sabes tu, chico me interesaste desde el primer momento y sabia como cautivarte─ aquellas…aquellas frías palabras.
Merid se abalanzó contra mi, no pude reaccionar hasta que sentí como ella arranco mis ojos con lo que logre divisar una daga, un grito de dolor y desespero salio de mi garganta mientras trataba de luchar por mi vida la cual malgaste por culpa de una chica.
Ire al grano, mori a los minutos desangrándose por mis cuencas lo cual no puedo explicar el como es el mundo luego de morir, fue un abrir y cerrar de ojos cuando yo me encontraba en mi propio closet sintiendo mi cuerpo hormigueando y sin lograr entender que es lo que había pasado. Fue…fue obra de lo divino, ¡había resucitado! mi emocion por volver a la vida se desvaneció al escuchar a Merid junto a un chico, reían y lograba ver como se toquetear unos a los otros como si mi muerte hubiera sido solo una anécdota que contar. La voz de Merid fue lo que me hizo reaccionar, vi como en el suelo estaba la misma daga con la que ella me habria atacado. La agarre, medite unos segundos y simplemente salte del closet tirándome contra ella en un arrebato de rabia. Clave la daga una y otra vez en su pecho, cuello e incluso craneo lo cual la hirio de muerte. No podía detenerme, sabia que el porque de mi resurrección era la venganza por mi y aquellas víctimas de aquella mujer psicópata.
Tome un respiro luego de cometer tal azaña, estaba casi satisfecho con mi trabajo hasta que vi al chico horrorizado por lo que acababa de presenciar. Empezo a preguntarme quien era, que le habia hecho a su amada y fue cuando entendí que el no tenia idea que el era el cuerno en aquella relación. Me acerque a el y le explique lo que acababa de vivir, estaba confundido y aun enojado pero sentía un gran cansancio por lo que luego de hablar con aquel chico me apresure por levantar el cuerpo de la joven infiel la cual me llenaba de satisfacción ver que ya no saldria un respiro más de aquella boca llena de sucias mentiras.
Solo tire el cuerpo a un rio cercano, al hacerlo sentí un gran vacío dentro de mi al igual que el enojo de haber muerto de tan estupida forma. Me encamine a la parada de bus más cercana, era obvio que me iban a buscar en aquel pueblo por lo que regresar y encontrarme a policías no era la mejor opción. Sentía frio, más no sentía hambre o otro sintoma de mal estar, de mis ojos brotaba sangre lo cual me extrañaba ya que no sentía dolor alguno e incluso podía ver a la perfección, espere por varias horas hasta que un chico se me acerco. ─Los buses aqui se suelen tardar, e esperado horas para luego perderlo por distraerme─ el que este chico me hablara me hizo sentir confundido pero de alguna manera acompañado por lo que decidí responderle ─nunca e tomado un bus de aqui, es primera vez que veo está parada de hecho─ era cierto, no solia salir del pueblo por lo que no sabia bien como funcionaban las paradas. ─Bueno, siempre hay una primera vez…me llamo Smily, ¿cual es tu nombre a todo esto?─ me sorprendió que el chico no preguntara por mi apariencia, el igualmente se veia algo fuera de lo comun…─Mi nombre es Carry, ¿a donde lleva este bus?─ ─A la ciudad, debo ir ahí ya que aceptaron mi propuesta de trabajo en una empresa─ nunca antes había ido a la ciudad, pero me servia ya que era bastante lejos de donde yo vivía. ─La ciudad…no tengo donde ir ya, ¿puedo ir contigo?─ ─¡Seguro! Me hara bien compañia, y puedes trabajar conmigo si quieres─ Le sonreí, me sentí vivo de alguna manera.
El bus llego y ambos subimos ya sabiendo el destino de ambos, supongo que asi fue como empezo mi nueva vida.
#vent zone#carry#vent zone carry#carry vent zone#escritos#escrituras#historias#odio#relaciones#sentimientos#ocs#my ocs#art#writers and poets#desamor#drama#infidelidad#infieles#esto era para una tarea jsdjak
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Porque te llevaste algo muy mío, quizás no pueda perdonarte (Gerard Way/fem!reader) (publicado originalmente en AO3)
✮⋆˙ 𝐩𝐚𝐫𝐢𝐧𝐠 ::: 𝐺𝑒𝑟𝑎𝑟𝑑 𝑤𝑎𝑦 𝑥 𝐹𝑒𝑚!𝑟𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟
╭──────༺♡༻──────╮
𝑀𝑦 𝑐ℎ𝑒𝑚𝑖𝑐𝑎𝑙 𝑟𝑜𝑚𝑎𝑛𝑐𝑒
╰──────༺♡༻──────╯
✮⋆˙ 𝐂𝐖𝐬 ::: 𝑁𝑆𝐹𝑊, 𝑁𝐶𝑂𝑁
─── ⋆⋅☆⋅⋆ ───── ⋆⋅☆⋅⋆ ───── ⋆⋅☆⋅⋆ ───── ⋆⋅☆⋅⋆ ───── ⋆⋅☆⋅⋆
No era para nadie un secreto tu gusto por la literatura, la poesía, la cultura en general, tampoco que vivías encerrada en la biblioteca del colegio cuando tu casa era silenciosa, solitaria y por alguna razón agobiante, cosa que tomaba lugar la mayor parte del tiempo. No te avergonzabas de tener siempre la nariz metida en los libros, porque realmente nadie te dijo nada al respecto, la gente de tu colegio no se burlaba de ti, siquiera volteaban a verte y te parecía lo mejor.
Asi que como de costumbre ahí estabas en la biblioteca del colegio, que en realidad era también una biblioteca popular de la ciudad. Buscabas libros sobre el renacimiento o el humanismo, algo que te haga olvidar los dos libros extensos que leíste sobre el catolicismo y la religión en el medievo, te perturbó bastante. Tan pronto como te movías por los estantes buscando autores o títulos que resuenen en tu cabeza chocaste con alguien, algo sobresaltada te giraste a su dirección a pedir disculpar, lo normal. Aquel chico, no tan alto, pero aún así más alto que tu solamente se limitó a proporcionarte una sonrisa tímida, torcida o retorcida, no sabías bien. Volviste a fijar tu vista en el libro que había llamado tu atención, lo sacaste con cautela y observaste su portada, título, autor, etc, esas mierdas.
Lo llevaste a una de las grandes mesas vacías que habían en la gran biblioteca, lo abriste y comenzaste a leer el clásico sin tantas vueltas, quizás a la página 35 sentiste la silla de enfrente tuyo en la mesa chillar y moverse, concentrada en la lectura no prestaste atención a quien se había sentado frente a ti. Lo que sí le prestaste atención fue a los ruidos que hacía, como golpeaba la mesa o la movía, cuando arrastraba la silla, o suspiraba pesada y ruidosamente. Ante esas distracciones te viste obligada a levantar la vista con fastidio palpable, mirando al chico de antes, esperabas que tu mirada lo dijera todo pero él sonrió (re)torcidamente como antes, pero con sorna.
"¿Qué?" dijo con la vista fija en tu rostro. No esperabas tal descaro, sabías que él sabía lo molesto que estaba actuando. "Estás molestándome, ni siquiera estás leyendo nada" contestaste, esperando que sea suficiente para callarlo o en el mejor de los casos hacer que se fuera. Pero en cambio arrebató el libro de tus manos y sin siquiera importarle si marcaste o no la página que leías, lo cerró para observar el título. "¿Romeo y Julieta? ¿Estás pasando por un mal de amores o algo así?" dijo con gracia, como si estuviera conteniendo una risa burlona. Ahora fuiste tu quien le arrebataste el libro de las manos "Literalmente no te importa" dijiste más molesta que antes, y en respuesta el muchacho levantó las manos haciendo un pequeño gesto de rendición "Sin sonar cliché, me llamo Gerard" dijo sin abandonar su sonrisa llena de sorna. Soltaste un bufido y volviste a abrir la página en donde lo creías haber dejado, no estaba en tus planes contestarle. Extendió sus manos para estrechar la tuya "Un gusto, T/N" dijo y levantaste la mirada del libro ¿Cómo y por qué sabía tu nombre? Como sea esbozaste una mueca y ladeaste la cabeza "¿Cómo sabes mi nombre?" dijiste y él rio ante tu gesto. El muchacho, Gerard, pensó por algunos minutos como contestar "Digamos que, de 15 libros que vine a buscar, trece se los había llevado una tal T/N T/A" rio y tu ceño se suavizó. "¿Ah, sí?" dijiste disimulando el muy sutil interés que comenzaba a crecer. "Sí" contestó y luego de unos momentos de silencio, donde rendida y sin fé en el rumbo de la conversación decidiste seguir leyendo tu libro.
Rendida y sin fé en el rumbo de la conversación, curioso. Siquiera podrías recordar el tiempo que pasaron hablando, sabías que saliste de tu casa a las 14:02, llegaste, por ende a la biblioteca a probablemente las 14:15, cinco minutos hablando con la recepcionista que tan bien te conocía, 14:20, veinte minutos buscando un libro para leer, 14:40, finalmente el reloj dio las tres cuando este individuo, Gerard, comenzó a fastidiarte. Sabes varias cosas, pero principalmente que a las 3 PM lo conociste, y llegaste a casa a las diez, él se ofreció a acompañarte, era buena onda, te cayó bien.
Pasaron quizás dos o tres meses de eso, ahora eran muy amigos, no se si mejores, pero bastante inseparables por ahora. A medida que lo conocías más te interesaba, tenía dos años mas que tu y tampoco tenía muchos amigos, por no decir que ninguno. Él sabía cuan solitaria era tu casa, que tus papás no estaban casi nunca, al principio pensó que era genial, como vivir solo, pero luego vio cuanto te afectaba y cambió rápidamente de opinión. Como sea actualmente se encontraban en tu cama de dos plazas, bebiendo un vodka barato que compró Gerard hace un par de días, sabía un poco raro, más amargo de lo normal pero dedujiste que era porque se veía barato, ninguno hablaba pero no había tensión, era bastante cómodo, quizás por la calma que sentías estando con él, o porque el vodka siempre te producía lo mismo: Vulnerabilidad. Luego de ambos bajarse una botella te sentías mareada, tu cabeza daba vueltas y pesaba más de lo normal, tenías la mente nublada y tu cuerpo se sentía muuy pesado, si intentabas moverte sentías la estática dentro tuyo y todo tu cuerpo adormecido, el vodka nunca te había provocado un adormecimiento tan intenso. Cerraste tus párpados por unos momentos, pues pesaban y la luz de la habitación comenzaba a encandilarte, despertarte lo que pareció casi al instante al sentir la mano de Gee en tus cabellos negros, abriste los ojos y lo viste sonriéndote, no era raro que lo hiciera, pero esta vez se veía diferente, quizás por el alcohol precario en tu sistema, se veía como una mirada amorosa, no supiste bien si amorosa de un hermano a su hermana, de un padre a su hija o de un novio a su novia. Simplemente sonreíste de vuelta y cerraste los ojos, los abriste nuevamente al sentir un ligero peso arriba tuyo, y como la cama se hundía, abriste los ojos y lo viste a horcajadas sobre tu torso, te preguntaste fugazmente porque él sí podía moverse, porque no se veía tan afectado si habían tomado casi lo mismo. No te inmutaste, al menos no hasta que sentiste sus manos frías y callosas debajo de tu remera, tocando tu piel descubierta y cálida. "¿Por qué me tocas?" dijiste risueña e ingenua, sin hacer mucho por quitártelo de encima, pues no podías. "¿Alguna vez te dije lo hermosa que eres?" preguntó, tu sonrisa se tensó ligeramente, negaste con la cabeza "¿Y alguna vez te dije lo mucho que soñé con tenerte así?" ahora, tu sonrisa no era más, ahora era solo un mueca preocupada, un gesto inquieto y ansioso, los nervios comenzaban a proyectarse y no evitabas pensar en cosas erróneas, porque él nunca te tocaría sin tu consentimiento.. ¿No?
"G-Gerard.." dijiste intentando moverte, sus manos seguían moviéndose sobre tu piel y siquiera te diste cuenta de que había desabrochado tu camisa. "¿Si, chica linda?" contestó y tragaste saliva ásperamente "Aléjate" pediste y él sonrió, negando, tenía sus ojos fijos en los tuyos. "¿Por qué?" dijo, dirigió una de sus manos a uno de tus pechos, masajeándolo suave pero firmemente, no pudiste evitar suspirar pesadamente, "No me gusta esto" vacilaste mirando el techo, bastante incómoda y queriéndote morir ahí mismo. "A nadie le gusta al principio, solo relájate". Intentaste volver a moverte, alejarlo o retorcerte para que te dejara en paz, pero cada vez que lo intentabas estaba presente el dolor del adormecimiento. "Hablo en serio.. Por favor, G-Gee" suplicaste viéndote patética pero eso fue lo último que pudo pasar por tu cabeza al ver su gesto sin aliento tras rogarle que te dejara, la escena te repugnó, cerraste con fuerza los ojos y dejaste de sentir sus manos asaltar tus pechos, suspiraste aliviada pero al instante te sentiste tonta por pensar que eso acabaría ahí. Comenzó a besarte, y por obvias razones alejaste tus labios de los suyos, y no pareció agradarle, llevó una de sus manos a tu rostro para ahuecar tus mejillas y obligarte sentir su boca deseosa en la tuya, que, en cambio, no quería saber nada de sus deseos. Al soltar tu rostro sus besos bajaron por tu mandíbula y cuello, succionando y mordiendo suavemente hasta llegar a tu clavícula, donde entonces levantó la mirada para ver tus ojos. Incluso aterrada, percibiste en sus ojos verdosos deseo, placer y quizás hasta simpatía, aunque no la suficiente como para dejarte en paz, él, en los tuyos, pudo notar miedo, terror y algo más, que no supo clasificar.
Gerard era un chico lindo, algo antisocial y bastante extraño, por eso te agradaba. Probablemente hubieras aceptado perder tu virginidad con él en otras circunstancias más humanas. Él parecía excitarse más mientras veía tu rostro pálido sudar frío del miedo, no querías en realidad aceptar que tu cuerpo no podía moverse y en que tu único amigo estaba haciéndote algo tan horrible como esto.. Tu mente divagó a medida que él hacía de tu cuerpo, un simple capricho suyo. Tus ojos estaban aún más pesados que antes, pensaste en cerrarlo por unos segundos solo para no ver su rostro y simplemente no pudiste abrirlos de nuevo, tu cuerpo estaba cansado y entonces te dormiste.
Despertaste casi ocho horas después, sin sentirte pegajosa o sucia, bueno, sucia sí, un poco. Estabas en tu cama, como antes pero tenías simplemente puesto la remera de Gerard, que te quedaba algo holgada, tu cuerpo lucía limpio al igual que tu pelo, que olía a la fragancia de tu shampoo, supiste entonces que por lo menos te había bañado. Tu cuerpo dejó de sentirse adormecido y ahora se sentía repuesto, tu cabeza no dolía y tus párpados estaban ligeros, tomaste asiento en tu cama y viste tus peluches a tu costado casi con pena, sintiéndote mal de que hayan tenido que observar la escena atroz
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