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#Vivir en las nubes como el viento
mefitofeless · 1 year
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BEJO - CHILLIN
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Mi amor eterno:
“Me encanta haber coincidido contigo en este preciso momento de nuestro joven universo.”
La vida desde que te conocí ha sido maravillosa y plenamente feliz, el amor y la alegría que has traído a mis días es algo que jamás lograré de terminar de agradecerte. Tomaste mi mano en los momentos más difíciles y te quedaste conmigo aún en medio de las dificultades. Tu amor se ha sentido como una cálida gota de lluvia en momentos de una terrible sequía. Las probabilidades de encontrar a tu alma gemela en una persona increíblemente hermosa son de una en un millón y es increíble que de entre trillones de personas nos hayamos encontrado. Sé, sin importar qué tantas cosas difíciles vengan, que mi corazón, mi alma y mi vida entera fueron hechos para amarte y que el universo nos trajo aquí, nos dirigió al instante en el que vimos nuestros ojos por primera vez, al instante en que nos miramos y supimos que éramos las personas con las que queríamos pasar el resto de nuestras vidas.
Estar contigo siempre se ha sentido como estar en una película romántica, con todos sus desenlaces, sus dramas y sus cursilerías, se ha sentido como caminar en una nube rosa, como volar por los cielos siendo un pajarito amarillo. Estar contigo, en pocas palabras… se ha sentido como se siente el amor verdadero: cálido, dulce, con un aroma a tu comida favorita (pero cuando la hacía tu abuelita), desenfrenado, intenso, fuerte como las olas y al mismo tiempo suave como las caricias llenas de cariño después de una noche loca. Estar contigo es como vivir. Vivir de verdad.
Las situaciones difíciles son parte de la vida y el aprender a sobrellevarlas es complicado, pero no imposible. Hemos pasado por tantas cosas juntos que el pensar en llegar a rendirnos no es posible. Nuestro amor es grande y las ganas de seguir juntos lo son aún más. No existe manera en la que no quiera seguir creciendo contigo, eres todo lo que siempre he querido, todo lo que siempre he soñado y la manera en la que cambiaste mi vida es algo que jamás podría llegar a olvidar. Tu esencia, tu personalidad y tu carisma me envolvieron y enamoraron de una manera que llevaré tatuada en mi alma por siempre. La magia que desprendes es tan maravillosa, simplemente perfecta. Eres hermoso, amable, bueno, entregado, inteligente, fuerte, colaborador, honesto, gracioso, increíblemente magnífico. Eres tan precioso, Jhorvin, en todos los sentidos posibles de la palabra. Cada parte de ti me tiene tan locamente enamorada, tan jodidamente extasiada.
La manera en la que mi corazón late cuando estás cerca, cuando me tocas, cuando me miras… es algo que no puedo explicar. Necesito tenerte cerca todo el tiempo, necesito sentirte, amarte, tocarte, lo necesito de la misma forma en la que todos los humanos necesitamos respirar. Es tan extraña la forma en la que me siento cuando me rodeas con tus brazos, cuando me besas, cuando me jalas hacia ti y me dices con la mirada que me amas, que siempre me amarás.
“Debo resignarme a conjugar el verbo amar, a repetir por milésima vez que nunca quise a nadie como te quiero a ti, que te admiro, que te respeto, que me gustas, que me diviertes, que me emocionas, que te adoro” — Adolfo Bioy Casares, Carta a Elena Garro.
Te amo, Jhorvin. Te amo tanto y no existe manera de describir este sentimiento de una manera en la que pueda entenderse completamente, porque yo te amo así: con locura, con fuerza, sin entendimiento, sin cordura. Te amo con valentía, con fortaleza, con ímpetu. Te amo como se ama a la vida aunque a veces ésta duela, te amo como se ama a los recuerdos felices, te amo como se ama al cielo, al sol, al viento. Te amo como se ama en los libros, en las películas, en las historias viejas. Te amo como se ama a todo aquello que te hace feliz.
Amo tu voz, tu sonrisa, tus ojos, tus manos, tus brazos, tu pecho, tus piernas, tus pies, tu cabello, tus mejillas, tus orejas, tus pestañas, tu corazón. Amo cuando te miro y después de un rato volteas, amo cuando tomas mi mano y empiezas a saltar, amo cuando ríes después de decir algo chistoso, amo tu coraje, tu manera de hacer las cosas sin tomarle importancia a los riesgos, amo que me impulses a hacer cosas que jamás en mi vida me creí capaz de hacer, amo tus bailes de la nada, amo tus ganas de tenerme cerca siempre, amo como me cuidas, como me respetas y me amas, amo tu manera de hablar, bailar y caminar, amo tus chistes, tus mensajes, tus audios, tus llamadas, tu manera de decirme de 100 mil maneras distintas que me adoras y que deseas estar conmigo siempre.
No quiero imaginar una vida en la que no estés, en la que tú y yo no existamos. No quiero y, definitivamente no puedo imaginar una vida sin tus besos, sin tus abrazos, sin ver tus ojos, sin tu calidez, sin tu magia alrededor. No puedo siquiera concebir un día en el que no estés a mi lado.
Las diferencias que tenemos han sido un punto clave en nuestra relación, no han hecho tener problemas, nos han dado risa y nos han hecho llorar múltiples veces, pero jamás podría verlas como algo que quisiera cambiar o algo de lo que me sienta arrepentida. Nuestras diferencias, aunque muchas veces nos han hecho dudar, son de las cosas más únicas que tenemos, son de las cosas que hacen que sigamos juntos a pesar de todo. Tú y yo, somos como el ying y el yang, la luna y el sol, el mar y la arena, los árboles y la tierra. Cosas completamente opuestas pero que se necesitan la una a la otra para poder sobrevivir, para poder subsistir.
“Te quiero a las 10 de la mañana, y a las 11; y a las 12 del día. Te quiero con toda mi alma, y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia” — Jaime Sabines
Nos hemos prometido incontablemente que nos quedaremos juntos en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, en la risa y en las lágrimas, en la felicidad y en el enojo. Es una promesa que mantengo conmigo cada día, porque me quedaré contigo siempre, amor. Me quedaré contigo cada día, incluso en medio de la tempestad, en los malos momentos, en las situaciones complicadas porque nuestro amor es así, porque nosotros somos así. No damos un paso atrás cuando las cosas se ponen difíciles, sino que es ahí cuando nos volvemos más fuertes.
Hay tantas cosas por las quiero y debo pedirte perdón, tantas cosas que he hecho mal y que cuando pienso en ellas sólo siento una tristeza y un arrepentimiento profundo. Te pido perdón por todo aquello que aún me cuesta mejorar, por todas esas cosas en las que aún piensas y que te siguen lastimando, por todo eso que hice inconscientemente pero que al final, hicieron daño. Te pido perdón por la parte de aquella persona que fui que te lastimó y te digo que ahora estoy creciendo, estoy mejorando y todo bajo la promesa de brindarte un mejor futuro, de brindarnos a ambos una buena vida y una buena relación. Mis ganas de sanar y seguir adelante se volvieron más grandes y fuertes desde que te conocí, porque me diste el valor suficiente para hacerlo, porque me impulsas, me animas, me motivas, me haces bien. Porque conocerte y amarte ha sido de las pocas cosas en mi vida que han salido bien. El que me ames ha sido la gran bendición de cada uno de mis días.
No sé qué nos depara el futuro, no sé qué nos tiene el universo preparado, pero sí sé que quiero averiguarlo mientras tomo tu mano, sé que quiero estar contigo y sé que quiero seguir creciendo a tu lado. Las cosas no se harán más fáciles a partir de ahora, pero nuestro amor sí se seguirá haciendo más grande y soy afortunada, porque estoy compartiendo todo de mí con la mejor persona que he podido conocer.
Eres tú el único chico con el que quiero vivir, dormir, llorar, reír, bailar, soñar, discutir, disfrutar, comer, brincar, viajar, coger, experimentar, brillar, crecer. Eres tú el único al que quiero contarle mis más locas anécdotas y chismes, el único al que quiero besar por siempre, el único con el que quiero correr por los senderos de lo que llamamos vida. Eres tú el único chico con el que quiero seguir viviendo esta loca pero increíble película romántica. 
Así que no me sueltes, amor. No me dejes, no dejes de mirarme con todo ese amor que parece sólo querer desbordarse hasta llegar a mí y envolverme con ternura, no dejes de tomar mi mano con fuerza, no dejes de sonreírme antes de besarme, no dejes de hacerme reír con tus locuras, no dejes de abrazarme en medio de la noche, no dejes de decirme cuánto me amas a cada momento, porque te juro, mi sol, que yo jamás dejaré de hacerlo.
Gracias por ser el sol que me da calor cuando muero de frío, gracias por ser la mantita que ahuyenta mis miedos en medio de la madrugada, gracias por ser la brisa por las tardes que me recuerda que estoy viva y que eso es increíble, gracias por mostrarme que siempre existirán las buenas oportunidades, gracias por extenderme tu mano en todos esos momentos en los que creí que todo seguiría mal, gracias por besar mis cicatrices y por secar mis lágrimas, gracias por salvarme, gracias por ser tú.
Te amé ayer, te amo hoy y con toda la seguridad del mundo… te prometo que te seguiré amando mañana.
Con amor, Tu Fany Lu.
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danielac1world · 6 months
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El cuento más triste del mundo.
Dicen que en sus ojos entraban todos los océanos fríos del sur, que sus manos eran inmensamente grandes, y que bastaba una palabra, para querer vivir entre las cosechas de sus historias.
Había llegado con la escarcha del invierno eterno, los ojos congelados traían promesas de aventuras entre el aroma movedizo del algodón, y las nubes de mosquitos impregnadas en el aire; todas las palabras de la vida se deshacían en el simple hecho de verlo caminar, no es que callara con el ruido natural de los pájaros hablando en las mañanas arrinconadas de trabajo, sino que al silencio le agradaba tanto verlo caminar, que rara vez se despegaba de sus suaves pasos enamorados del tiempo.
Cuentan que hacía reír a los árboles, los paraísos, los espinillos, los robles y los matorrales… una vez rió hasta el cansancio, y dicen que la tierra plantó un ciruelo en honor a la canción más larga del mundo. Se perdía en las madreselvas, jugaba con los nacimientos de cada huerta, inventaba poemas cortos que pudieran recordar los cosmos y las abejas… llamaba Mangangá a los abejorros, antes de que los días olvidaran sus nombres, y podía dormir cada noche, bajo el color de una hoja diferente.
No se llevaba bien con los jeroglíficos de la gente, hablaba el idioma viejo y sereno del viento y las corrientes, y se sentaba tardes enteras conversando con las brizas anaranjadas de esas despedidas que quedan allá a lo lejos, donde la voz le tiembla inclusive al tiempo.
Quienes lo escucharon cantar nunca se olvidarán del nombre de sus sueños, cuentan que espantaba a los angelitos y dejaba ser felices a los niños en las travesuras venideras, creaba estelas de patos y lagunas con estrellas para calmar la necesidad de los cuentos de su tierra. Y en los días de tormenta, se peleaba a muerte con dios como las primaveras, y los curiosos gritan, que harto de las injusticias de sus vidas y sus tierras, lo encerró como a un bichito de luz o una luciérnaga, para no hacer las paces nunca en esta vida tan incierta.
Sin embargo, nadie pudo contar cuando se marchó, solo que consigo se fueron todas las canciones de cuna más dulces y el aroma a pan dorado en las noches, a la luz de las llamas del horno a leña; sus pasos fueron tan lentos, que el mundo no termino en guerras, pero las estrellas nunca pudieron decirle a los niños a ciencia cierta, si por fin soltó a la luciernaga o sintió la ultima briza fresca, de las madreselvas.
-danielac1world ~ PD: te extraño aquí y en el mar~
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diamantar · 7 months
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PERLA EN BRUTO
→ Laenor Velaryon x fem!OC
✦ Sinopsis: Gracias a los rumores en Marcaderiva, la recién casada inmediatamente desiste en crear una verdadera relación con su esposo.
Por otro lado, el corazón de Laenor puede que los lleve a nuevos puertos.
✦ Advertencias: Matrimonio arreglado / Fluff
✦ Palabras: 2407
✦ Pedido: Si, de Wattpad.
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Erguida junto una de las ventanas del largo pasillo, Rhaenyra observó junto a su mejor amiga como un joven hombre de plateados cabellos reía y posaba un brazo en los hombros de otro muchacho. Ambos tenían las ropas desarregladas y mojadas, claramente volviendo de pescar por las pesadas bolsas de arpillera que sostenían.
—¿Aquel es…? —intentó preguntar la Targaryen.
—Joffrey, el amante —asintió, enseguida suspirando aliviada—. Me alegra que regresaran bien.
—No pareces molesta —reconoció intrigada.
—Prefiero vivir sin amargura —inclinó la cabeza y cruzó los brazos hundiéndose en pensamiento—. Antes del casamiento me advertiste de sus preferencias y pude imaginar el futuro que tendría, así que no es impactante. Además Laenor es increíblemente considerado y amable, tengo suerte de poseer un buen amigo como esposo.
—Desearía tener tu positividad —murmuró Rhaenyra en el proceso de colocar el peso en la cadera izquierda.
—Cuando oyes que hay hombres que golpean, humillan y abusan, ¿cómo podría quejarme? —volteó el rostro con una sonrisa—. ¿Tu padre sigue presionando en que encuentres esposo?
—Cada día. Puede que no lo diga, pero cuando me mira veo la esperanza, ese brillo que suplica que me apresure y reafirme mi herencia al trono —cerró los ojos y abatida la abrazó en busca de consuelo—. Extraño cuando vivías en el castillo como mi dama de compañía, aquellas épocas eran felices.
—Lejos de responsabilidades, cuando las obligaciones irían a un hermano varón que te dejaría libre de hacer lo que quisieras —explicó sabiendo muy bien la verdad atrás del asunto.
—¿Por qué puedes leer a las personas tan bien? —preguntó mientras se alejaba y la sostenía de la cintura, una ligera expresión de berrinche pintando su rostro.
—Te conozco, nada más.
Enganchando brazos abandonaron el puesto y fueron hacia las escaleras principales del castillo. Descendieron y en el camino señaló a la invitada ciertas decoraciones que podrían llamarle la atención, en abajo encontrándose con su suegra y los hombres.
—¿Consiguieron la cena? —bromeó Rhaenyra viendo lo que transportaban.
—Princesa —reverenció Jofrrey mientras Laenor se acercaba animado y tomaba la mano de su esposa.
—Lamento la tardanza, el mar estaba agitado.
—Sé que no hay nadie mejor en el agua que los Velaryon, sin embargo, me preocupé al ver que nubes cubrieron el cielo —dijo afectuosa, tanta cercanía casi quemando las fosas nasales por el olor a pescado.
—Deberían asearse, la peste quedará en nuestras ropas —quejó la joven Targaryen moviendo una mano frente la nariz.
—Tomen la ganancia y preparen los baños —ordenó Rhaenys a los sirvientes presentes.
—Conseguí tu favorito, así que pediré que cocinen el plato que te gusta —informó Laenor antes de alejarse, expectante apreciando la reacción complacida de la chica.
—Gracias, aguardaré ansiosa la cena —prometió inclinándose a besarle la mejilla.
Aquellos gestos eran pan de cada día para mantener las apariencias, aunque el muchacho no dejaba de poner expresión sorprendida cuando en soledad solía poner distancia. Secretamente adoraba ver las reacciones desprevenidas e inocentes, suponía que el afecto le daba timidez, porque entendía que ella no era de preferencia.
—Iré a asearme y continuaré con estudios pendientes, nos vemos en unas horas —despidió el príncipe inclinándose a besarle el dorso de la mano.
Asintiendo y dejándolos libres, Rhaenyra apretó el agarre y la llevó fuera del castillo ignorando como el Caballero Lonmouth codeaba a Laenor y sonreía burlón.
Soportaron el viento y caminaron una considerable distancia hasta la guarida de los dragones, donde la heredera intentó que se familiarizara con Syrax.
—Adora que la acaricien aquí —señaló un grupo de escamas cerca de la barbilla.
—No estoy acostumbrada a pasar tiempo con ellos —comentó en señal de que prefería irse, especialmente cuando Bruma y Meraxes se unieron a la reunión.
—Temer es impropio de una mujer casada con un descendiente Targaryen, los dragones deberían ser aliados y no extraños.
—Fácil decirlo —regañó tocando con duda a la dorada criatura.
—Me ofende que Laenor no se encargara de acercarte a Bruma, es lo mínimo que podría hacer como esposo. ¿Qué pasaría si un día deben huir y su dragón no te acepta?
—Respeta que prefiero mantener distancia, son… mucho para mí.
—La actitud que posees tampoco es adecuada —chasqueó la lengua.
—¿Por qué no buscamos a Laena? —retrocedió empezando a mirar la salida de la cueva con anhelo.
Rodando los ojos, Rhaenyra bufó y la siguió de vuelta. Entre muros se escudaron y aguardaron a la cena, donde la femenina disfrutó lo que el joven Velaryon pescó para ella.
—¿Te gusta? —preguntó expectante después de los primeros bocados.
—Es excelente, gracias por conseguirlo —asintió cubriendo su boca al aún deber terminar de tragar—. Lo aprecio mucho, hacia bastante que no probaba esto.
—Me encargaré de generar reservas, es época —sonrió complacido agarrando el tenedor y continuando la degustación.
—Eres el mejor —halagó contenta enfocándose en los distintos platillos, aunque debajo de la mesa le apretó la rodilla como último agradecimiento.
Laenor apenas se removió en el asiento y miró el mantel con un ligero escalofrío, la zona tocada quedando sensible por largo rato. Laena miró de reojo y Rhaenyra inclinó la cabeza en confusión ante las pequeñas reacciones del chico, aunque terminó por encoger los hombros y conversar con la Velaryon sentada al lado.
—Esta noche… —empezó a decir en tono bajo—. ¿Podrías venir a mis aposentos?
El requerimiento la hizo ahogar y rápido agarró la copa, al beber aliviando el nudo de comida.
—¿Estás bien? —preguntó Corlys.
—Si, lo siento, tragué demasiado rápido —mintió, aunque la pena de interrumpir la cena era real.
—Con cuidado, el pescado no huirá al mar —rió inclinándose a agarrar pan.
Aguardó unos momentos a que el ambiente se estabilizara y luego miró a Laenor, el cual lucía como quien cometió un error. Disimulada llamó su atención y nervioso él aguardó respuesta, con una simple señal informando que iría.
—La noche se podrá fría, usa más ropa —recomendó el muchacho intentando cambiar de tema y huir del momento.
Dándole el espacio que claramente necesitaba, fingió enfocarse en lo servido y silenciosa consideró las distintas posibilidades. Rara vez compartían tiempo fuera del dominio del sol y la sospechosa actitud de Laenor ayudaba a generar las más extrañas ideas, aunque su instinto tenía el particular presentimiento de que nada malo ocurriría.
El tiempo pasó y finalmente tuvieron permiso de levantarse de la mesa, la cena quedando terminada. Abandonaron el salón e intercambiaron palabra con las jóvenes hasta que fueron a sus propias habitaciones, una vez solos él amagando a iniciar conversación cuando Joffrey surgió de las sombras.
—Lamento interrumpir, pero, ¿sería posible robar un poco de su tiempo? —preguntó en referencia al Velaryon.
—¿Puede esperar a mañana?
—No sería lo mejor —reconoció, entonces realizando una pequeña expresión que pareció alertar al hombre de a qué se refería.
—Iré por abrigo y te buscaré en unos momentos, así que hablen —sonrió comprensiva, rápido entendiendo que no debía estar allí.
—Gracias, señorita —reverenció Joffrey.
—Esperaré —aclaró Laenor no queriendo que malinterpretara y abandonara el plan inicial.
Sonriendo cortés los dejó y fue en dirección a donde dormía, una sirvienta hallándola en el camino y siguiéndola.
—Necesito un abrigo, pero nada exagerado —mencionó viendo que la chimenea estaba prendida y la cama aguardando a que la usara.
—Disculpe la intromisión, pero, ¿planea salir? —inquirió yendo al gran armario postrado en un rincón.
—Visitaré a mi esposo.
Evitó mirarla y revisó los libros en el escritorio, el ambiente cambiando a numerosas emociones al aquella ser la primera vez que iría desde la ceremonia matrimonial. Silenciosa levantó los brazos y dejó que la femenina la deslizara dentro de la piel, la nueva capa protegiéndola de los fríos muros. No era usual en ese sector, pero recordaba el camino de cuando Rhaenys le enseñó el lugar, y cuando llegó no le sorprendió hallar al Caballero Lonmouth saliendo de la habitación del príncipe.
—¿Llegué temprano? —preguntó casual manteniendo las manos escondidas en las largas mangas.
—Para nada, querida, ya terminamos de conversar —sonrió Laenor luciendo relajado.
—Gracias por otorgarme este momento. Tengan buena noche —deseó empezando a retirarse.
Nuevamente solos, miró al Velaryon y este hizo un movimiento que la invitaba a ingresar. Por primera vez puso pie en los aposentos del heredero de Marcaderiva y enseguida absorbió cada detalle, especialmente la caña rota que colgaba enmarcada en una pared.
—Recuerdo de mi primer gran pesca, tuve el botín pero acabó con mis instrumentos.
—Debió ser un animal gigante.
—Absolutamente, terminé utilizando una lanza para obtener el enorme pez una vez que se quebró la madera.
—¿Continúas buscando desafíos?
—En lo posible. La adrenalina que aparece cuando surge el tire y afloja revitaliza el espíritu. Es una buena sensación, mejora mi humor cuando un supuesto día ordinario trae tal sorpresa.
—Has pasado mucho tiempo en el mar durante las últimas semanas, ¿has hallado aquella agitación? —indagó queriendo entender lo que le gustaba.
—A decir verdad… De eso te quería hablar —aclaró la garganta regresando a la actitud tímida de la cena.
—¿Qué pasó?
Laenor inspiró y volteó a buscar una bolsa de terciopelo azul, cordones dorados cerrando el extremo que no estaba cocido.
—Últimamente mis viajes no son a razón de un reto marítimo, más bien a causa de un duelo personal.
—Lamento no entender a qué te refieres —cruzó los brazos e inclinó la cabeza, ocasionalmente viendo el objeto que sostenía.
—Nuestro matrimonio es un arreglo, pero en estos meses he desarrollado afecto por ti. Sé que no hemos pasado demasiado tiempo juntos y parece irrazonable, aún así… apreciaría que consideraras mis sentimientos y pudiéramos tener una mejor relación —explicó intentando ocultar el pánico que le daba expresarse en voz alta.
Anonadada dejó de pestañear y por unos segundos su mente se apagó, al reaccionar pareciendo que hubiera despertado de un sueño.
—Me tomas desprevenida —sacudió la cabeza aún intentando ubicarse en el presente.
—Entiendo que estas emociones pueden incomodarte y representar un problema...
—No es eso —interrumpió—. Desde el inicio evité imaginar un panorama como este por… um… lo que se dice de ti.
—¿Rumores? ¿Cuáles? —frunció el ceño.
Verdaderamente esperaba que él supiera y no tuviera que decirlo, pero la fortuna no estaba de su lado y lamentó introducir el tema.
—Antes que nada, lo que menos quiero es ofenderte o ser irrespetuosa —aclaró, el labio inferior temblando en evidentes nervios.
—Está bien, solo quiero saber.
—Oí en varias oportunidades que… tienes interés por… los hombres —murmuró dubitativa, inconscientemente dejando de cruzar los brazos y yendo a jugar con sus dedos—. Especialmente Joffrey.
El joven quedó estupefacto y entreabrió la boca mientras distintos colores lo pintaban, incluso debiendo voltear para recomponerse.
—No pensé que tales palabrerías llegarían a ti.
—Lo siento, aquella es la razón por la que he preferido mantener distancia. No deseaba entrometerme y ponerte en una posición incomoda, mientras pudiéramos sustentar las apariencias… todo estaría bien.
—Aprecio la consideración, solo es impactante tener que hablar de eso ahora —suspiró enfrentándola de vuelta, las mejillas aún estando sonrosadas.
—Estamos en completa privacidad, no hay mejor momento para aclarar nuestra situación —animó aferrándose rápido a la oportunidad de eliminar cada duda existente.
—Tienes razón —asintió esforzándose en relajar la postura, acto seguido inspirando profundo y cerrando los ojos—. Desde joven he tenido curiosidad por mi mismo género, y al crecer entendí que siento más atracción por los hombres que las mujeres.
—¿Entonces Joffrey es...?
—No —rechazó rotundo—. Poseemos preferencias similares y debido a eso surgieron rumores, pero es mi mejor amigo.
La femenina asintió aún sospechando, aunque por el momento decidió creerle al ser un buen muchacho que merecía confianza.
—Dijiste que desarrollaste afecto por mí, ¿qué significa? —indagó cruzando nuevamente los brazos.
Laenor entró en calor y tantas emociones en tan poco tiempo lo dejaron mareado, hasta el punto de casi pedir un descanso para sentarse.
—Me gustas, física y emocionalmente —contestó, ansioso sintiendo un nudo en el pecho—. Llegué al punto donde no podía pretender más y por eso planeé confesarme.
—¿Pensaste este momento? —elevó ambas cejas.
—Si, debido a eso Joffrey quería hablar conmigo —miró la bolsa aterciopelada—. Quería obsequiarte algo realizado, en su gran mayoría, por mí. Durante semanas fui al mar para conseguir los materiales y cumplir con las especificaciones del artesano.
—Tomaste muchas molestias —dijo apenada y, por alguna razón, ligeramente culpable.
—Fue un placer, además de mi idea —sonrió antes de ofrecer el paquete—. Se suponía que Joffrey buscaría el trabajo y lo dejaría en mi habitación, pero las sirvientas cerraron con llave y no pudo ingresar.
—¿Por eso apareció luego de la cena? —preguntó mientras agarraba la felpa y apreciaba que guardaba una firme caja en el interior.
—Exacto. Debía darme el regalo antes de que te trajera aquí y liberara mis sentimientos.
Sin comentar más quitó la suave bolsa y reveló una preciosa madera tallada. Analizó y tocó los relieves antes de levantar la tapa, inmediatamente abriendo bien los ojos.
—¡Un collar de perlas!
—Imagino que no será el primero que tienes, pero esperaba que poseyeras algo que al usarlo te recordara a mí.
—Debió ser difícil encontrar tantas ostras con nácar… Gracias, me encanta —acarició las blanquecinas esferas, pronto tomando la pieza y dejando el resto de lado.
—¿Te ayudo? —ofreció emocionado de que lo luciera.
Asintiendo, ella quitó el adorno que ya le decoraba el cuello y volteó dejando que él pusiera el regalo. La sonrisa que la pintaba permaneció mientras comprendía la extensión de sus acciones, como también la consideración de pescar su carne favorita y otros pequeños gestos que hasta entonces no pensó que tenían especial intención.
—Usaré el espejo —avisó yendo hacia un muro.
—No es porque participara en crearlo, pero se ve bien—comentó mientras se aproximaba y quedaba parado atrás.
—Puedes estar orgulloso, es precioso —halagó viéndolo por el reflejo, entonces apenas dejándose caer y chocando con su pecho.
Laenor tensó el cuerpo, aunque rápido utilizó una mano para sostenerla de la cintura y evitar que se alejara.
—No espero una respuesta inmediata a mi confesión, pero, ¿podrías considerar que seamos una pareja de verdad?
—Unicamente si logramos compartir tiempo de calidad, me gustaría conocerte a fondo.
—Absolutamente, es todo lo que quiero —respondió, sus cejas juntándose de tal manera que lo hacían ver como un cachorro desesperado.
Sonrió ante la sinceridad y giró el rostro, así besando la mejilla más cercana en una silenciosa promesa de un magnifico futuro juntos.
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love-letters-blog · 2 months
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Quiero que vivas, que sigas respirando como si el aire que entra fuese el último que quedase en la tierra.
Quiero que vivas, que te aferres a tus sueños, a esos que dejaste en un cajón escondido en la repisa más recóndita de tu ser encubierto.
Quiero que vivas, por ti, sólo por ti e imagines todo lo que aún te queda por experimentar. Cada detalle a descubrir, cada silencio que valorar, cada sonrisa que admirar, eso y mucho más que podrá hacer de ti la persona que buscas y no encuentras allá por donde vas.
Quiero que vivas, no sólo respires, que cuentes las nubes que pasan cada segundo por encima de tu cabeza, le des forma y pienses que podrás subir en una de ellas.
Quiero que vivas, que seas como cuando eras pequeñ@, ¿lo recuerdas?, recupera ese niño interior y no lo sueltes porque una vez que lo hagas la realidad te matará antes que el tiempo.
Quiero que vivas y que grites cada día que vivir no es sólo respirar sino sentir en mayúsculas pese a quien le pese, que somos instantes movidos por el viento saltando precipicios, curando mil heridas y defendiendo argumentos, que nos hagan que la vida valga la pena y no la dé por ser peces muertos.
Quiero que vivas, que abras los ojos y una vez lo hagas los mantengas abiertos.
—-☮️
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rinconliterario · 5 months
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El vivir no admite bromas. Nazim Hikmet
El vivir no admite bromas. Has de vivir con toda seriedad, como una ardilla, por ejemplo; es decir, sin esperar nada fuera y más allá del vivir; es decir, toda tu tarea se resume en una palabra: VIVIR Has de tomar en serio el vivir. Es decir, hasta tal punto y de tal manera que aun teniendo los brazos atados a la espalda, y la espalda pegada al paredón, o bien llevando grandes gafas y luciendo bata blanca en un laboratorio, has de saber morir por los hombres. Y además por hombres que quizás nunca viste, y además sin que nadie te obligue a hacerlo, y además sabiendo que la cosa más real y bella es VIVIR. Es decir: has de tomar tan en serio el vivir que a los setenta años, por ejemplo, si fuera necesario plantarías olivos sin pensar que algún día serían para tus hijos; debes hacerlo, amigo, debes hacerlo, no porque, aunque la temas, no creas en la muerte, sino porque vivir es tu tarea. II Sucede, por ejemplo, que estamos muy enfermos; que hemos de soportar una difícil operación; que cabe la posibilidad
de que no volvamos a levantarnos de la blanca mesa. aunque sea imposible no sentir la tristeza de partir antes de tiempo, seguiremos riendo con el último chiste, mirando por la ventana para ver si el tiempo sigue lluvioso, esperando con impaciencia las últimas noticias de prensa. Sucede, por ejemplo, que estamos en el frente, por algo, por ejemplo, que vale la pena que se luche. Nada más comenzar el ataque, al primer movimiento, puede caerse cara a tierra y morir. Todo esto hemos de aceptarlo con singular valor, y a pesar de todo, preocuparnos apasionadamente por esa guerra que puede durar años y años. Sucede que estamos en la cárcel. Sucede que nos acercamos a los cincuenta años, y que falten dieciocho más para ver abrirse las puertas de hierro. Sin embargo, hemos de seguir viviendo con los de fuera, con los hombres, los animales, los conflictos y los vientos, es decir, con todo el mundo exterior que se halla tras el muro de nuestros sufrimientos; es decir: estemos donde estemos hemos de vivir como si nunca hubiésemos de morir.
Se enfriará este mundo, una estrella entre las estrellas;
por otra parte una de las más pequeñas del universo, es decir, una gota brillante en el terciopelo azul, es decir, este inmenso mundo nuestro. Se enfriará este mundo un día, algún día se deslizará en la ciega tiniebla del infinito -no como una bola de nieve, no como una nube muerta-, como una nuez vacía. Desde ahora mismo se ha de sufrir por todo esto, ha de sentirse su tristeza desde ahora, tanto ha de amarse el mundo en todo instante, se le ha de amar tan conscientemente que se pueda decir: “HE VIVIDO”.
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leukiel · 1 year
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Me tomó un rato comprender y digerir tanto dolor... Pero me tomó aún más entender cómo es que existe la posibilidad de volver a sonreír después de haber sido aniquilada la mente.
Ese día me encontré con él... Mostraba suma templanza en su delgado cuerpo y en su sonrisa un tanto pálida mas resplandeciente hacia todos los flancos. Estaba sentado en la banquilla más alejada del parque donde ese día yo me había dispuesto a andar para sanar una profunda herida que se mostraba recelosa en mi interior. Él llevaba unos lentes transparentes de marcado aumento en sus ojos, el tabique de su nariz afilada se aferraba a ellos, como tal vez él se había aferrado a la vida. Sí, hay quienes se aferran a vivir a pesar de las vicisitudes, de las desavenencias, de las dificultades de la misma; en comparación a otros, como yo, que vamos quejándonos por ese raspón que contiene sangre coagulada y mal oliente.
Le pregunté si podía sentarme a su lado y de manera instantánea me respondió asintiendo con su cabeza. "Te ves muy joven", me dijo. "¿Estudias?". A lo cual le respondí con un triste "sí". "¿Y ese ánimo por qué está tan decaído? ¿No te gusta lo que estudias? ¿Qué estudias?". "Medicina", contesté, "me parece una carrera maravillosa, pero a veces creo que no lograré llegar a la meta, a veces me hundo en la irracional preocupación de que, lejos de hacer un bien a la humanidad, tal vez termine haciéndole un mal... Quiero especializarme en psiquiatría. Mi madre se suicidó y es un dolor que cargo día con día... Tan profundo que a veces siento que se ha convertido en un obstáculo para mi ánimo, una barrera que no me hace avanzar y por el contrario, me hunde cada día más. La extraño... Pero también la odio, hoy es uno de esos días en los que la odio más, y ¿sabe? A veces simplemente ya no puedo, porque al matarse ella, mató una parte de mí y por más que intento encontrarla no lo logro, no logro encontrarme, no logro aliviar este maldito dolor." Volteé al cielo, estaba gris, tan gris como el matiz de mi desconsuelo. Las nubes se agolpaban, densas, negras, infinitas, en ese firmamento que súbitamente percibía que me aspiraba pero seguía manteniéndome con los signos vitales, como burlándose de mi sufrir. De pronto me sentí en una total desrealización. El surrealismo en su máxima expresión. Lo onírico esbozado en las partículas del gélido viento, de las hojas danzantes, de los árboles pardos, de los murmullos de la muerte impresos en la vida que andaba ahí.
"Cierra los ojos y mira más allá, ¿podrías hacer eso por mí?", me dijo plagado de paz, como si él jamás hubiera pasado por algo tan crudo como por lo que yo pasé. "Inspira... ¿Puedes sentirla? ¿Puedes percibirla? Aquí está. Aquí está ella. Tu madre. Háblale. Grítale. Reclámale o abrázala, simplemente abrázala y, perdónate así como a ella." "¿Cómo puedo perdonar a alguien a quien jamás le importó cómo yo me sentiría con su abandono provocado por sus propias manos asesinas?". "Observa tu dolor. Observa tu dolor. Dime... ¿Qué te llevó a estudiar medicina con la única finalidad de especializarte en psiquiatría?", calló unos minutos mientras yo me ahogaba con un nudo enorme en mi garganta, no podía articular palabra, simplemente no podía articularla, mis ojos diluviaron, como el cielo lo hizo al unísono conmigo. Mar. Agua. El elemento del que estoy hecho. "Tu madre le ha dado un sentido a tu vida, tu madre te ha hecho buscar el significado de tu nacimiento. Ha sido tu madre quien te ha impulsado, a través de dolor, a resignificar tu vida. Finalmente es ella quien al llegar a la meta, te pondrá el título en las manos. Pregúntate, ¿quién serías tú, hoy, si ella siguiera viva?"
Callé y sentí más odio. Entonces me tragué el nudo en mi garganta y con la voz totalmente quebrada hablé: "¿Y usted qué sabe sobre mi sufrimiento? ¿Ha perdido acaso a un familiar por suicidio?". "No sólo a uno, perdí a cinco. Uno por suicidio y los otros cuatro por asesinato. Perdí a toda mi familia y comprendí que si no hubiese sido por esa razón, yo no hubiera encontrado el sentido de mi vida al ayudar a otros a darle un sentido a la suya." Me sonrió nuevamente y poco a poco su imagen comenzó a desperdigarse entre la bruma que la lluvia emanaba. En ese momento comprendí que estaba hablando con el mayor de mis maestros, el ser humano a quien más admiro en la vida y por quien también hoy estoy en el sendero de la medicina. Me imagino que ustedes saben a quién me refiero.
En ese momento desperté y comencé a abrir la puerta del perdón. Ahí estaba mi madre, con los brazos abiertos, llorando con esos ojos tristes que siempre la definieron, con sus cabellos desaliñados como siempre la vi y la recuerdo, con su cuerpo trémulo como el de una niña abandonada y en indefensión. Ella no tuvo la culpa, ella no lo hizo con intención de hacerme daño. Ella simplemente quiso enmudecer las voces de su mente y encontrar la paz que despierta jamás logró encontrar. Ella es mi madre, y sí, la razón de lo que me he convertido ahora. Su muerte le dio sentido a mi vida. Viviré lo que ella no pudo vivir por el trastorno que padecía. Viviré porque ella vive dentro de mí. Viviré en su honor.
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-Leukiel.
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ocasoinefable · 11 months
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Aquí me encuentro; con una cajita llena de sueños, sin ánimo, contando los minutos que parecen nunca alcanzar la hora. En un calle angosta sin salida, entre los pensamientos. Con ese sabor arena en la boca. Aquí me encuentro, sentada; recordando lo que he avanzado y que está bien no avanzar y solo respirar; es algo sencillo que suelo olvidar ante la maniatica forma en la que suicida mi alegría. Lo más dulce que he visto: fue aquella vez en la que me caí al intentar soltar un pajarito que se enredo con unos cables en el techo de la casa, su pareja aleteaba hasta el cansancio, me picoteo con miedo a que lo hiriera (dispuestos arrancar sus vidas para dárselas, y más aun dispuestos a vivir y así anidar juntos), me estire hasta el borde de la banca.. y caí sin poder soltarle, fue un golpe seco. Mi mamá llegó con el Jesús en la boca y con lágrimas en los ojos, que luego volvieron a reír al ver que estaba bien, le conté con algo de enojo y frustración; que solo quería ayudar a el pájarito que se quedó enredado entre los cables del techo de la casa, el cual sufría allí al estar lejos de su nido y verse perdido, pero no lo había podido ayudar, no le alcance. Luego de escucharme, me pidió subir a sus manos y me levanto. sus manos estaban heridas por la lluvia y sol, agrietadas, pero me sostuvo aun cuando las vetas de sangre reventaban, no emitió ninguna queja, pero sentí debajo de mis pies su dolor. Me estire y comencé a soltar al pájarito, le latía con pavor el corazón.. podía oír como le pedía al otro pajarito que se fuera y le dejara, que no podría soportar si les enjaulaban a los dos, que si sus alas volaban las suyas también lo harían, que si sus ojos miraban las nubes y el viento su corazón lo sentirían donde sea que estuviera. Cuando lo desate se quedó unos minutos mirándome; como si su voz se hubiera clavado en mi cuello, como si saliera en mi garganta con unas alas enormes como picas, como si mi piel se volviera de ceda. luego alzó el vuelo... Revolotearon juntos y cantaron una melodía tan bajita y aguada que el viento se encontro estancado mirandoles. Yo bajé al abrazo de mi madre, le tome las manos y sin saber que decirle, sin hallar más que la arena en el cuello y un rio entre la voz, la abracé. Ella solo me dijo; "eres fuerte cuando puedes ver lo frágil que eres y aun así continúas por eso que te hace feliz, aun así sangra tu corazón. vuelves a reír y creer" Me recogió los mechones sueltos, volvió a su tejer. Me senté al borde de la banca tarareando la canción que cantan los dos pájaritos, se miraban y luego no, volvían a verse mientras se entregaban risas y silencios.
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moongirl-26 · 8 months
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Camino por las aceras y cada tanto cierro mis ojos a causa del viento que parece darme ese abrazo que tanto necesito. Camino bajo el sol que calienta la fría soledad que habita en mi ser, observo el cielo y me pregunto si acaso allá arriba alguien me observa, me pregunto ¿si acaso alguien además de mi sabe lo que cargo en mi espalda como una maleta que pesa toneladas y otra en el pecho llena de la tristeza que me acompaña en cada uno de mis momentos? Me pregunto ¿si alguien podrá verme tal cual soy y también cuando dejare de ser invisible? Camino por allí sin prestar demasiada atención a las personas, pero si a los árboles, a las nubes y a esos paisajes que se forman, esos que todos parecen ignorar, exactamente como lo hacen conmigo.
Camino mientras en mi mente formulo cientos de preguntas existenciales y si puedo y no hay nadie a mi alrededor hablo sola. Camino por allí sabiendo que soy diferente, que nací para ser algo más, para sentir algo más y para vivir algo más. Nací con la sensibilidad y la inteligencia para comprender lo que nadie más parece querer entender, para sentir todo aquello que todos quieren evitar. Entonces me pregunto de nuevo ¿si más allá de las nubes alguien o algo me mira?
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little-jah · 15 days
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Quedarme
Y elegiste ese camino, el que está entre las nubes y el viento, entre las hojas caducas y las perennes, volaste así sin más, sin temor, ni remordimiento.
Decidiste partir y afrontarte al mundo, a lo que estaba más allá de ti, a lo que solo se puede vivir en carne propia.
Estallaste y renaciste, como hace una estrella.
Yo, a diferencia de ti, sigo esperando en mi etapa larvaria.
Así que vuela, vuela lejos mariposa.
Recorre el mundo del que tanto hablábamos cuando éramos unos capullos.
Vuela y no mires atrás.
No llores, ni te retractes.
No te detengas por nada, ni nadie.
Después de todo...
Yo elegí quedarme.
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apocarus · 3 months
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Mi amor, mi amor, mi amor, amor, amor, amor, esto no es romance, pocas veces lo es.  Esto es el polvo en mi corazón, las dagas en mi columna, los suspiros en mis labios, esto es el desgarro del cansancio. Mi vida, esto son las lagunas debajo de mis ojos, me pongo derecha y escucho colmenas, romper en mi pasado, doy pasos y el crujir tiembla en mis articulaciones, fabricó palabras y polillas salen de la lengua.  Ay mi amor, esto es otra forma de decir que estoy de funeral. Mis ojos pesan el valor de la moneda, mis ganas de vivir están a libre venta, mis ideales bañados en agua de canaleta, mi pelo suelto en la mentira del viento, estoy agotada, que si me retuerces no hay sabiduría por dar. Ya está, déjenme ir, ya he dado lo que podía, la pereza estaría como mejor excusa, pero la culpa no está para aceptarme, y es que me tiembla la mano, Dios, madre, soy cirujano de poesía y me tiembla el pulso. Eso dice lo que no escribo, y espero que entiendan, que cuando recen a sus dioses paganos, vean como se ríen en años de mi sangre, en que la estupidez los bendice a todos, y la bondad me abandono en la tristeza de hurto. Pero, mi amor, ay mi amor, esto no es romance, esto es que, estoy en pena de muerte y sonrió, que seré mi única testigo, porque mis pies se arrastran, no, peor, son arrastrados, no ves las nubes, no ves el fastigio, no ves el temor, ¿qué muerto va a tan peso de pluma? ¿Y mi vida? La amo, pero, la detesto, y te devuelvo la toalla, porque todo es un descanso del que no quiero regresó. Porque mis dedos están detenidos, están heridos, dudosos, buscando retiro, y amamos escribir, es todo lo que somos y sabemos, pero estamos desgastados, con las palabras derruidas. Mi amor, esto no es romance, mi corazón está afilando las costillas, mi cerebro está creando traumas en las esquinas, mis uñas quitando los ojos. Esto no es romance, mi sonrisa elimina las lágrimas, la risa canta el llanto, la corrida tropieza en la tumba. Esto no es romance, el pelo libera la vista, las rodillas juran una última mentira, las manos escriben en lodo. Esto no es romance, la gente encuentra sus espacios, mis labios sangran océanos, los respiros son detonación de bomba. Esto no es romance, miró al vacío, al horizonte de las verdades, al dolor de las alegrías, y esto no es romance.
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cristalyvp · 4 months
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El precio de existir: 20/05/24.
Siendo las doce y cuarenta de la tarde, cuyo sol se arrincona en la cúspide del cielo, reinando las nubes y sumiendo a la humanidad a su poder, me habría de sentar en una silla y mirar al computador para ocuparme de trabajos con respecto a la universidad. Fue entonces, con un par de minutos mirando el monitor que cambié de posición en mi silla, al cambiar de posición me dolió el cuerpo, un dolor fue capaz de traerme a la realidad. En esta tarde nadie me ha hablado. La soledad me abrumó como el feroz viento de las colinas. No conforme con el inquebrantable sentimiento, reconozco que mi vida está dedicada a doce horas en una silla sin salir de casa. La nostalgia me invadió como hormigas, recordando el pasado como frecuento a hacer como desahogo. Un niño jamás debería sobrevivir con la soledad, usando un arma tan sádica para salvarnos y torturarnos. La soledad se volvió una pared que divide mis miedos de lo extranjero, lo desconocido, lo que temo a afrontar. La sobreprotección de mi madre fue por un instante mi salvación, la manera en que sin pensar podía hallar una respuesta. Recuerdo preguntarle de todo, era la forma más segura para pensar. «Mamá, ¿puedo hacer esto?» «Mamá, ¿puedo tomar agua?» «Mamá, ¿puedo ir al baño» Fue cuando mi madre se reveló a no pensar por mi que algo se decayó en mi ser para dar vida a una incógnita. ¿Qué significaba ser libre? A medida que crecí entendí que la libertad no era tan fácil, la tentación de la misma nos condenaba. Mi libertad fue nada más que sumirme a otros, ser el esclavo de otros para no pensar, para olvidar que soy libre, obstinarme por no alcanzar lo que quiero. Ahora, con la libertad respirando a mi espalda, decido quedarme sola para no afrontarla, decido evitar a las personas para no dar cara al libre albedrío. Soy temerosa, lo reconozco. Vivo en el futuro, mi presente es el pasado, y el ahora está distorsionado entre los tiempos. La libertad no es mover mi mano, la libertad es tener la capacidad de pensar en mover mi mano, pensar sin miedo a desafiar lo desconocido. Vivir es tan duro, pero la elección de morir está a nuestro alcance también, morir es mucho más fácil que vivir. Tal vez debería preocuparme en el trabajo de la universidad antes que estas cosas
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amaseret · 7 months
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REFUGIO
Para ti desconocido que temes al mundo… Que haz nacido con espíritu y temes ejercerlo Que temes a los vientos que puedes hacer soplar en el mundo con tu alma Que quisieras sentir el rozar de las nubes en tus muñecas desde las alturas. A ti, amigo desconocido que siendo tan sensible te has de refugiar en las grietas del mundo para no ser herido para ti que no sabes usar la vaina porque no has tenido El Ejemplo. Para ti que haz nacido desconocido para quienes te cruzas. Ay amigo, que sientes el fuego arder en tu pecho pero temes que se propague y queme. Toma una mano amiga de quien no cree en los fantasmas del pasado, que no hay mayor paz que la muerte ni mayor victoria que la vida, que vivir es saber blandir la espada y empuñarla apuntando al cielo. Para ti que no te veo te escribo estas palabras. Los relojes miden la mente, el tiempo es oblongo y no existe más que un limitado y eterno ahora en este mundo. Donde el secreto más guardado está en el poder decidir hacia donde vamos a caminar esta noche, hacia donde señalaremos, y que palabras nos guardamos para nosotros. Ay amigo, cuanto ansío verte correr por ahí y saber que el viento golpea tu cuerpo. Ay amigo, como espero que puedas leer esto. Quizás en un instante, quizás dentro de quinientos años. Pero siempre será en un hoy. Amaseret 27 de febrero de 2024
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lady-chibineko · 2 years
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Nido vacío
https://archiveofourown.org/works/45706480
Autor: Lady chibineko
(Miembro de la Orden Sirusiana) (Miembro de la Mazmorra del Snarry) (Alumna de la casa de Hufflepuff en Media Noche en la Torre de Astronomía)
Disclaimer: La franquicia de Fast & Furious es propiedad intelectual de Gary Scott Thompson, Universal Pictures y los respectivos productores de cada película. Esta historia entra después de la película Fast & Furious 8 (The Fate of the Furious) y el spin-off Hobbs & Shaw.
Advertencia: Este es un fic slash, lo que quiere decir relación chico-chico; si no es de su agrado este tipo de lectura por favor no sigan.
~.~.~.~.~.~
El tiempo es efímero y antes de que uno lo note, los días se convierten en semanas, las semanas en meses y los meses en años; y de pronto te gradúas de la secundaria mientras esperas por cartas de admisión aceptándote en una u otra universidad, si es que tienes suerte.
Este era justo el caso de Sam, quien ya había pasado por todo ello. Y... ¡Fue admitida en las 4 universidades a las que había postulado!
Tanto papá como pops habían destilado orgullo por cada poro, y lo mejor de todo era que la universidad que Sam había escogido finalmente, era la Universidad de California en Irvine, así que no era insanamente lejos como para solo ver a sus padres en vacaciones, aunque sí había decidido por comodidad el aplicar para vivir en el campus.
Y allí radicaba el meollo de su actual situación, por decirlo de alguna manera.
Si bien tanto papá como pops se mostraban súper orgullosos de ella y pregonaban a los 4 vientos que ella estaba destinada a ser la mejor ingeniera de software, no solo del estado y del país, sino del continente completo y de paso del mundo; era imposible negar que una nube negra se había colocado justo encima de... pops.
Sí, así era. Deckard trataba de disimularlo, pero cuanto más cercano el día de la mudanza, mayor era el número de suspiros ya no tan disimulados que salían de sus labios.
Sam había tratado de solucionarlo, pero ninguna de sus ideas había dado el resultado esperado. Al contrario, tras cada momento entre los dos, pops parecía más y más melancólico.
En más de una ocasión Sam había estado a punto de reclutar la ayuda de papá, pero al final no había sido necesario pues papá mismo había tornado su vigilante mirada de halcón sobre pops, y Sam notaba los esfuerzos que éste hacía por animarlo.
Sam fue finalmente la que suspiró en esa ocasión.
No había mucho que ella pudiese hacer, más allá de seguir preparándose para su pronta ida... Un mes más y comenzaría la siguiente etapa de su vida.
Aún con todo el drama, no podía esperar.
~.~.~.~.~.~
Varios días después
Luke observó a Deckard suspirar por quinta vez en menos de 10 minutos, y ello le arrancó a su vez un suspiro al agente especial. Faltaban apenas 12 días para la partida de Sam a la universidad y a Deckard se le hacía cada vez más difícil poner una sonrisa en su usualmente gruñón pero cariñoso rostro.
Luke lo sabía y Deckard lo sabía ¡Incluso Sam lo sabía! Y el samoano había intentado casi de todo para animar a su británico malhumorado, desde tratar de hacerle ver que Sam iba a seguir necesitándolos y ser la niña de ambos, hasta elaborar un detallado itinerario de visitas para el primer semestre completo de dicha niña, pero de poco pareció ayudar.
Luke frunció los labios. Tal vez si intentaba desde otro enfoque, uno más... adulto.
¿Por qué no? No tenía nada que perder y tal vez si algo que ganar.
Luke se paró de su sitio en el sofá y trató de caminar de la manera más casual posible hasta donde se encontraba Deckard... quien por supuesto lo miró con una ceja alzada y una mueca que le aseguraba a Luke que su intento de ser casual había sido un completo fracaso.
Por supuesto, ello no amilanó al hombre samoano, quien se reclinó de manera 'sexy' al lado de su esposo.
Deckard lanzó otro suspiro, aunque ésta vez de pura divertida frustración.
- ¿Se puede saber qué es lo que pasa por ese cerebro tuyo, campanita?
Luke entonces trató de dárselas de interesante, antes de aclararse la garganta y empezar con su argumento de una manera muy directa.
- ¿Sabes, Deck? Entiendo cómo te sientes, con Sam yendo a estudiar a la universidad. Yo siento lo mismo... no eres el único que la va a extrañar como un loco.
Deckard gruño ligeramente ante aquellas palabras y abrió la boca para decir algo.
Pero Luke no lo dejó, mientras continuaba.
- Sin embargo, no hay que enfocarse solo en lo que no nos gusta. Tienes, bueno ambos tenemos que ver el lado positivo del asunto.
Deckard frunció el entrecejo.
- ¡¿Qué diantres quieres decir con eso?! ¡Claro que veo el lado positivo! ¡La niña está yendo a estudiar una carrera! ¡Se está preparando para la vida! ¡¿Qué puede ser más positivo que eso?!
La pequeña sonrisa que Luke mostraba, le dijo a Deckard que pronto se iba a enterar del asunto.
Y sí, Luke se le acercó a Deckard y poniendo los labios al lado de la oreja del británico, susurró.
- La casa va a estar libre de adolescentes... Todo. El. Tiempo. Vamos a ser tú y yo... y el sofá de la sala... y la ducha del baño... y el gimnasio del sótano... y la mesa de la cocina. Y la muy, muy, muuuuuy resistente puerta de la entrada. Y la lista sigue, cariño; junto a la cero necesidad de bajar la voz. Desde mi punto de vista, definitivamente es un aspecto MUY positivo.
Deckard, quien con cada acotación sentía la boca un poco más seca y el pantalón un tanto más ajustado, finalmente tragó duro y exhaló un '¡Oh!'
Luke mostró una sonrisa satisfecha.
- Sí, eso pensé.
Y con un guiño, dio media vuelta y se encaminó hacia la habitación.
Sam estaba visitando a sus amigas, así que tal vez él y Deckard pudiesen ir aprovechando los beneficios del lado positivo de su actual situación.
~.~.~.~.~.~
Sam no tenía ni idea de cómo lo había logrado papá, pero los últimos días la actitud de pops la había hecho sentir menos culpable de iniciar su vida como estudiante, y antes e siquiera darse cuenta era el día de partir.
Por supuesto, gracias a la organización de pops, eso de andar olvidándose de empacar cosas que recordabas haber olvidado justo antes de salir, no había tenido nada que ver con su experiencia. Y gracias a papá, no había tenido problemas en subir el equipaje, su mesa de noche y un pequeño baúl donde podría guardar cosas, a la parte de atrás de la camioneta; y el viaje de tres con camino a Irvine había sido entretenido y había estado lleno de risas, algunas lágrimas y muchos momentos sacados del baúl de los recuerdos.
Y ahora Sam estaba camino a la oficina del edificio de estudiantes de la universidad donde pasaría los próximos años, lista para que le indicasen su futura vivienda, por supuesto con sus padres a solo dos pasos detrás de ella.
Tras presentar sus credenciales, una estudiante de años superiores se ofreció a mostrarle tanto a ella como a sus papás, su habitación designada.
- Es una habitación compartida.- señaló la joven a Sam- Pero tu compañera de cuarto no llega hasta pasado mañana.- terminó de decir justo al tiempo que le entregaba a Sam su copia con las llaves de la habitación, la llave electrónica de la puerta principal y un panfleto que señalaba las reglas de los dormitorios de estudiantes y los beneficios a los que podía acceder.
Tanto Sam como Luke y Deckard agradecieron a la joven su ayuda, antes de quedar solos en la habitación y casi de inmediato ambos hombres comenzaron a ver el lugar y su contenido con ojo crítico. En especial Luke.
- ¡Esta cama no se ve muy cómoda!- exclamó el padre mientras hundía sus manos en el colchón, antes de alzar la estructura y dejar escapar un gruñido ante el chirrido del armatoste-. Te traeré tu cama el fin de semana. Veamos que más necesitas antes de ir por tus cosas a la camioneta y traerlas.
- Papá...- se medio quejó la joven, pero por supuesto ninguno de los hombres adultos hizo mucho caso antes de ponerse a revisar el lugar centímetro a centímetro.
Sam rodó los ojos ¡Padres!... Pero no querría su vida de ninguna otra manera.
~.~.~.~.~.~
El día señalado, la que sería la compañera de cuarto de Sam por los siguientes años, hizo su aparición.
Su nombre era Sonya, y afortunadamente para Sam parecía ser una chica tranquila y con quien sería fácil entablar una conversación; además de que, como Sam, realmente estaba allí porque quería estudiar y se había metido en una carrera que le gustaba, y no por simple capricho o por presión de sus padres. Y lo mejor ¡Estaba en la misma línea de estudios que Sam!
Bueno, casi. Ingeniería Industrial. No tan lejos.
Sam respiró tranquila. Tal vez hasta pudiesen terminar siendo buenas amigas.
Por lo pronto, Sam se había ofrecido a ayudarla a ordenar sus cosas, teniendo en cuenta que ella ya tenía todo su lado ordenado, y como Sam supuso la conversación había fluido con facilidad desde historias sobre sus colegios tanto de educación básica como secundaria y la diferencia entre un estado y otro (Sonya era de Oregón), preferencias en deportes, comida, música, artistas; e iban por programas de televisión y películas cuando el teléfono móvil de Sonya sonó.
- ¡Oh! Es mamá ¡Tengo que contestar!
- ¡Claro! Si lo prefieres, salgo o busco algo que hacer.
- No, está bien ¡Hola má! Si, ya estoy terminando de sacar mis cosas de las cajas y terminando de ordenarlas... ¡No, para nada! ¡Mi compañera de cuarto, Sam, me está ayudando! Si, es muy amable... ¡Ay, ma! ¡No es necesario! Bueno... si, está bien. Tienes razón ¿Éste fin de semana? ¡Pero si me acabo de ir! ¡Mamá!... Pero ¡No!... ¿Mamá?... ¿Mamá?... Me colgó.
- ¿Todo bien?- preguntó Sam un tanto curiosa.
- Siiii... Vienen este fin de semana.- señaló la chica medio conflictuada- Y mamá te va a hacer galletas como agradecimiento por ayudarme.
- ¡Oh! ¡Eso no es necesario!
- Díselo a mi mamá.- respondió la joven con un suspiro.
- Te entiendo. Pops es igual.
- ¡Padres! ¡¿Cierto?!- dijo finalmente Sonya con un aire exagerado, y tras un momento ambas chicas se echaron a reír.
- Mis padres también vienen éste fin de semana. Al parecer la cama no es lo suficientemente buena para mí, así que van a traerme la de mi cuarto. Y quien sabe más que vayan a decidir traer. Espero que no terminemos con el cuarto demasiado lleno.
Sonya la miró con ojos grandes, antes de largarse a reír mientras se cubría el rostro.
- Tus padres y los míos se van a llevar de maravilla.- continúo Sam con un poco de sorna.
Sonya pareció retraerse un poco ante aquella frase, pero igual asintió y sonrió.
- Eso espero.
~.~.~.~.~.~
Ese fin de semana
Luke aparcó la camioneta y casi al instante tanto Deckard como él estaban fuera del vehículo, y camino a la parte trasera del mismo, de donde sacaron en un dos por tres la cama desarmada, el colchón, una caja de herramientas y un par de cajas de cartón donde Deckard había puesto algunas cosas que consideraba que Sam iba a necesitar. En una estaban algunas prendas de ropa de la joven, algo de joyería y maquillaje que Sam se había olvidado, así como sus botas favoritas. En la otra caja había víveres tanto perecibles como no perecibles. Para los perecibles habían llevado también el minifridge que Luke tenía en el gimnasio del sótano, y que ambos habían decidido que le iba a ser más útil a su hija durante su época de estudiante que a ellos para guardar las bebidas energéticas. El minifrigde tendría que esperar a un segundo viaje, pero estaba bien pues no había apuro.
- Hmmm... creo que mejor dejas el colchón para el segundo viaje también. Yo lo llevo mientras tu subes el minifridge.- sugirió Deckard una vez que Luke se subió las maderas a la espalda y cogió con la mano libre la caja de herramientas, y Deckard se había hecho ya de las dos cajas de cartón con cosas.
Luke asintió. Deckard bajó las cajas, volvió a subir el colchón en la parte de atrás de la camioneta, y tras volver a tomar las cajas, ambos emprendieron el camino.
Aunque no avanzaron mucho, pues casi llegando a la salida del estacionamiento de visitantes, la pareja divisó a un par de mujeres que parecían estar teniendo problemas con un exceso de carga.
Ambas parecían estar en sus cuarenta y tantos, y una miraba con resignación a la otra, quien arrastraba más que cargaba un gran bolso de tela, el cual al parecer pesaba más de lo que ella podía cargar.
Deckard sonrió con diversión al ver a Luke tomar una pose un tanto más gallarda, listo para ser el caballero en blanca armadura que salvase a las damas, y todo sin que su esposo siquiera se diese cuenta de lo que hacía.
Esos eran los pequeños detalles que hacían que se volviese a enamorar de él una y otra vez, día tras día.
Y la sonrisa llegó a sus labios al ver a su montaña de hombre saludar sonriendo a las mujeres, mientras preguntaba si necesitaban ayuda con total casualidad, como si no estuviese llevando más o menos 40 Kg de madera al hombro.
Deckard vio a la mujer que hasta hace un momento miraba a su compañera llevar la bolsa, enfocar su mirada perpleja en Luke y parpadear un poco a falta de palabras; mientras que la otra abrió los ojos grande, bolso olvidado en el suelo, y exclamaba.
- ¡Wow! ¡Eres gigante!
- ¡Sharon!
- ¿Qué? ¡Lo es! ¡Es grandote!- retrucó la otra, mientras Deckard luchaba contra la risa, y Luke se largaba a reír sin pudor.
- ¡Por todos los cielos, Sharon!- exclamó la pobre mujer mortificada.
Deckard tuvo algo de pena, y decidió sacarla de la situación en la que de pronto todos se encontraban.
- Entonces ¿Necesitan ayuda con eso?- preguntó señalando el bolso en el suelo con un gesto de cabeza.
La aludida comenzó a negar, pero 'Sharon' respondió con total felicidad.
- ¡Sí! Es más pesado de lo que creí ¿Si fueran tan amables?
La otra mujer bajó la cabeza apenada mientras gruñía un 'Sharon', que más parecía un lamento.
- Pero Claire ¡Ellos preguntaron! Y tú no puedes cargar tanto peso hasta que el doctor diga lo contrario. Tú espalda te reclamará luego. Si fuese más ligero, te diría que si, pero no esta vez.
Luke se largó a reír de nuevo, el muy desvergonzado. Y hasta Deckard esbozó una sonrisa.
- Bueno, y ¿A dónde se dirigen? Para ver hasta donde las acompañamos.- preguntó Deckard, dejando su carga en el suelo.
- ¡Ah! Pues...- Sharon sacó una hoja de papel arrugado de uno de sus bolsillos- No estamos muy seguras. Es la primera vez que venimos. Nuestra hija acaba de ingresar y decidimos venir a traerle algunas cosas que seguro va a necesitar ¡Adolescentes! Siempre dejan algo olvidado en la casa ¿Cierto?
Deckard leyó la información y alzó las cejas. El mundo era un pañuelo.
- Parece que vamos a acompañarlas más de lo pensado. Mucho más.- mencionó el británico mientras le mostraba la hoja informativa a Luke.
- ¿Sonya Williams? ¡Vaya!
- ¿Sucede algo?- preguntó Claire con cautela.
- Somos los padres de Samantha Hobbs. Y según nos contó nuestra hija, Sonya es su compañera de cuarto.- ofreció Deckard como explicación.
- ¡¿Sammy?! ¡¿La nueva amiga de nuestra Sony?!- celebró Sharon la noticia, mientras Luke asentía sonriente.
- En ese caso, si ustedes se dividen mi carga.- señaló Deckard las dos cajas que no pesaban tanto- Yo me hago cargo de la suya.
- ¡Trato!- aceptó Sharon al instante, levantando la más pesada de las cajas con facilidad.
- Esta bien, conocemos el camino así que solo sígannos.- indicó Luke retomando su camino, mientras Deckard se hacía del bolso y lo cargaba sin dificultad.
Finalmente, Claire pareció unirse a la situación, y levantó la otra caja, procediendo a seguir al resto, donde Sharon platicaba animadamente con Luke, contándole lo orgullosas que estaban ambas de los logros de su hija, y de todo lo que habían estado escuchando sobre Sam durante aquella semana.
Iba a ser un día interesante.
~.~.~.~.~.~
Sam miró a Sonya mirar el teléfono por enésima vez, antes de hacer un gesto nervioso y volver a concentrarse en la película que veían en la tablet.
Por alguna razón, la joven estaba nerviosa en extremo por la llegada de sus padres.
- Tranquila, seguro pronto te avisan que ya llegaron.
La joven le ofreció a Sam una sonrisa tan nerviosa como el gesto de un par de minutos atrás.
- Sí, seguro.
De pronto el ruido de una pequeña conmoción en el pasillo llamó la atención de ambas muchachas.
Sam fue la primera en levantarse del suelo donde ambas estaban sentadas y mirando la película, y se acercó a la puerta, abriéndola y soltando un gemido de frustración.
Más de un estudiante observaba con asombro como su papá subía de lo más campante con las tablas de la cama a la espalda.
- No va a cambiar nunca.- renegó la joven con una mezcla de resignación y diversión. Pero pronto la presencia de dos mujeres y la ausencia de pops llamó su atención, ya que no conocía a ninguna.
E iba a indagar por la identidad de ambas, cuando la voz pequeña y medio desesperada de Sonya cortó el hilo de sus pensamientos.
- Mamá... Momma...
- ¡Sony, cariño! ¡Mira, tu momma y yo logramos llegar!- soltó alto y alegre la mujer que estaba al lado de papá.
- ¿Momma? ¿Mamá?- se escuchó entonces desde la puerta de al lado, y ¡Ah!, sí... si bien Sam había encontrado que Sonya se estaba convirtiendo rápidamente en una buena amiga, no todas las chicas que vivían en el piso eran así de agradables. Y Katty y su grupo eran prueba de que algunas aún no entendían que la secundaria ya se había acabado- Vaya Hobbs, yo de ti dejaría en claro desde ahora hasta dónde quieres llegar con tu compañera de cuarto ¿O ya son novias?
Sam rodó los ojos y bufó.
- Ay, ya madura River.- dijo con tono cortante, antes de que pops por fin apareciese en escena, con un enorme bolso a la espalda.
- Tenemos luz verde, She-Hulk. Vamos adentro a desarmar una cama y armar la tarima de la que trajimos, luego dejamos la otra en la oficina del edificio y vamos por el colchón y el minifridge.
- ¿Minifridge? ¡Pops, no tenían que traerlo!- se quejó Sam.
- ¡Por supuesto que sí! Porque no recuerdo que tuvieses uno, y las frutas y verduras que trajimos no durarán ni dos días de lo contrario. Que tal, muñequita.- saludó Deckard con un beso en la cabeza a la joven; antes de sonreír afable a Sonya, quien lo miró perpleja- Tú debes de ser Sonya. Tus mamás nos han hablado mucho de tí en el camino. Un gusto.
- I-Igualmente.
- ¡Cariño!- Sharon por fin llegó y abrazó a su pequeña tras dejar en el suelo la caja que le tocó llevar- ¿Estás bien? ¡Te ves un poco delgada! ¿Claire, la ves más delgada? ¡Oh, ya veremos eso! ¡Tienes que contarnos todo!- agregó alegre mientras arrastraba a su hija al interior y comenzaba a preguntar exactamente lo mismo que había preguntado por teléfono durante la semana, para diversión de Luke y dulce resignación de Claire, quienes entraron justo después de madre e hija al cuarto.
Solo faltaba Sam, quien miró con una sonrisita a su no tan agradable vecina.
Y bueno, después de todo también ella acababa de salir de la secundaria, así que de forma no tan madura le sacó la lengua a Katty y sus amigas, antes de recoger la caja que una de las mamás de Sonya había dejado en el suelo, entrar a su habitación y cerrar la puerta.
Eso había sido MUY satisfactorio.
~.~.~.~.~.~
Ese mismo día, ya casi a las 11 de la noche
Luke le dio un último beso a Deckard, una vez que volvieron a la cama luego de una buena ducha, listos para dormir.
- Se la ve muy contenta y a gusto en el campus.- mencionó entonces Deckard en un susurro.
- Te lo dije.- respondió Luke.
Deckard gruñó, pero no lo contradijo.
- Va a estar bien, y está cerca. Cualquier cosa estaremos allá en un parpadeo. Y ahora además vamos a ver por su compañera de cuarto, así que tenemos el doble de motivos para estar por allí casi todos los fines de semana.
- Clare y Sharon se fueron más tranquilas tras prometerles que veríamos por la niña. Y no creo que sea un problema.- respondió Deckard.
- Hmm-hummm- convino Luke mientras comenzaba a repartir besos por el cuello del británico, una vez más.
- ¡Hobbs!- se quejó Deckard, aunque no hizo ningún ademán por alejarlo.
- ¿Qué? Somos dos adultos sanos, con necesidades y la casa para nosotros dos. Y estoy dispuesto a pagar el excedente en el uso de agua en caso de necesitar duchas extras. Palabra de boy scout.
Deckard rodó los ojos, pero estiró un poco el cuello, dejándolo más expuesto a los avances del samoano.
Y está bien, pueda que Luke tuviese razón y realmente no fuese tan malo eso de tener el nido vacío... por el momento.
Y definitivamente visitarían a Sam todo lo que les fuese posible.
¡Ah! ese último beso llegó a un punto sensible. Hora de desconectar el cerebro.
The End
Notas de la autora:
Hola una vez más a mis queridos lectores.
Luego de un año de no publicar nada... vuelvo. Pido perdón por la prolongada ausencia, pero el año pasado fue una condenada montaña rusa. Desde volver a trabajar presencialmente; tratar de mantener trabajo, estudios y vida a la vez; un pie fracturado, y unas cuantas cosas más por aquí y por allá, pues el 2022 vino y se fue y ni lo sentí.
Gracias a quienes hayan leído hasta aquí y siguen apoyando a esta pareja después de tanto tiempo. Y a mí. Me faltan dos oneshot para terminar esta serie, espero poder cumplir éste año.
Un apapacho gatuno para todos y nos leemos en la siguiente parte.
Un beso felino para todos.
chibineko chan (Miembro de la Orden Sirusiana) (Alumna de la casa de Hufflepuff en Media Noche en la Torre de Astronomía) (Miembro de la Mazmorra del Snarry)
~.~.~.~.~.~ Campaña de NO AL PLAGIO
Digamos NO al plagio, este mensaje va dirigido al público, para que el trabajo de cada uno como autor sea tratado con el respeto que se merece.  Recuerden que cada obra es como el bebé de cada uno de los que creamos dichas obras; y como tales amaremos y protegeremos esas obras dándole lo mejor de nosotros para que el resto del mundo pueda disfrutar con el resultado final.  Por eso, si sabes de algún caso de plagio, denúncialo al autor del respectivo trabajo, ten por seguro que dicho autor te lo agradecerá.  Gracias.
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nigge · 2 years
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Esta va ser una de las tantas veces que escribo y borro.
Pienso y te lloro.
Hoy es un día de esos en los que me levanto y afuera se ve gris.
No sé dónde estás desde que te fuiste.
No sé dónde estoy desde que te fuiste.
Los días son lindos acá abuela, estoy para contarte tantas cosas, siempre fui muy buena para expresarme, pero siempre que se trata de vos (me) cuesta.
Digo siempre porque nunca dejo de pensarte, a cada lado que voy, siempre hay una parte de vos, en mí.
Pero últimamente, te voy a confesar, que siento que llevo años extrañándote, que llevo años viviendo esta locura de no tenerte, de no verte, de no vivir tu esencia que por cierto, tan viva está.
A veces me cuesta asumir que partiste de este mundo hace rato, y que lamentablemente no vas a volver. Llevo un tiempo haciendo catarsis de tu ausencia, pero cómo cuesta...la verdad.
Cuesta, me estanco, sigo, lloro y te sonrío. Te pienso, te disfruto a base de recuerdos, vuelvo a llorarte y caigo en depresión.
Tengo miedo abuela lo voy a admitir. Me aferré muchísimo a que iba tenerte toda la vida, la verdad te fuiste en un momento inoportuno. Porqué vos? Pero no vengo a escribir sobre eso.
Vengo a recordarte. A escribir lo que siento.
Siento muchísimo todo, me enseñaste bastante de eso, a sentir, expresarme, me enseñaste a llorar.
Siempre me hiciste sentir una buena persona, siempre supiste acompañarme. Aunque ni vos misma sabías lo valiente del amor, lo dabas todo. Fuiste un excelente ser, gracias a vos la empatía la tengo por encima de las nubes..admire muchísimo tu sensibilidad, siempre me gusto compartir mi vulnerabilidad con vos. Cuando todo a mi alrededor parecía no ayudarme, me refugiaba en tu casa. Ojalá hubiera podido decírtelo. El problema fue que jamás espere que me dejaras así no más, que partieras tan fácil, pero como dije no vengo a escribir sobre eso.
Gracias.
Esta una de la cantidad de veces que escribo sobre vos, y siempre termino con los ojitos llenos de lagrimas, un nudo en la garganta y un vacío en el alma. Lamentablemente para mi, te fuiste de viaje y aún no volviste.
Aunque igual nunca te gustó viajar, era demasiado pasar tantas horas dentro de un auto para vos, siempre tuviste la ansiedad al mil, creo que eso lo herede muy fácil de vos.
La sinceridad, la sensibilidad, la empatía, la ansiedad, el apego. Siempre te aferraste muy bien a la gente que te sabía escuchar..a mi me enseñaste a escuchar(te) de muy pequeña. Siempre recuerdo las veces que con solo 12 años, venias en busca de un abrazo, porque conmigo todo parecía estar bien.
La verdad me pegue los recuerdos como tatuajes en la piel, son cicatrices que llevo en mí, en mi corazón.
Cuando digo que voy a pasar toda la vida extrañandote no mentía. Te fuiste en un momento en el que no estaba lista para entender tantas cosas. La posta es que nunca estoy lista para nada, pero con vos siempre pareció ser más fácil.
Extraño tus cafés. Me solucionaban la vida.
Nunca te conté mis problemas, pero con verte ya me alcanzaba para tomar fuerzas y seguir.
Si bien había muchas veces en que tenía varios días en los que necesitaba escapar, tu casa parecía ser ese lugar, tu presencia era ese lugar, vos eras mi lugar.
Te escribo hace mucho tiempo. Ojalá estas palabras te las lleve el viento... ojalá.
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love-letters-blog · 2 years
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💟
1. Acerca de DIOS y el CIELO: creo que si actuamos haciendo el bien, podremos estar en la lista de espera si el Cielo existe; y si no existe, habremos tenido nuestro propio Cielo en ésta Tierra. A Dios no lo encontré sólo en el mar del sur, en las nubes, en las tormentas, en las olas, ni en la meta, ni en las partidas; estuvo siempre conmigo, dentro, muy dentro de mi.
2. Acerca de los HIJOS: definitivamente no son tuyos, son personas independientes, sólo quiérelos y ámalos, trata de educarlos con el ejemplo y enseñandolos a hacer lo correcto, si puedes, transmíteles que busquen sus propios sueños, no los tuyos. Y no esperes que te agradezcan todo lo que haces por ellos; ese agradecimiento vendrá muchos años después, quizás cuando tu ya te hayas convertido en abuelo, será entonces que sabrán lo que significa ser Padre o Madre. Pero si te llegan a decir que están orgullosos de ser tu hijo, date por recompensado con creces. Y si alguno de ellos debe partir antes que tú, que al menos te quede el consuelo de haberle dicho muchas veces cuánto lo amabas.
3. Acerca de tus PADRES: no dejes nunca de agradecerles el hecho de que te hayan traído a este mundo maravilloso y que te hayan dado tan sólo la posibilidad de vivir, sólo eso, vivir..!!!
4. Acerca del MAR, el VIENTO y la NATURALEZA: admírala, protégela y cuídala, es única y no tenemos otra. Y al mar y al viento, nunca trates de vencerlos, y menos desafiarlos, llevan todas las de ganar. Si quieres ser un navegante, acostúmbrate a vivir en crisis permanente.
5. Acerca del AMOR: da las gracias al universo si te despiertan cada mañana con un beso y una sonrisa, no pidas nada más. Y haz como las abejas y las mariposas, ellas no buscan la flor más linda del jardín, sino aquella que tiene el mayor contenido. Que no te distraiga lo que te interrumpa tu paz mental. Se honesto contigo mismo y no dañes a quien confía en ti.
6. Acerca de la RIQUEZA: realmente no es necesaria; una vez que hayas financiado un flujo de caja para mantener a tu familia, trata de comprar más tiempo que dinero, más libertad que esclavitud. El tiempo vale mas que cualquier riqueza. La familia es la mayor riqueza que podremos tener, por eso da más de tu tiempo para que acumules los momentos que te vas a llevar cuando ya no estés en este plano.
7. Acerca de la ANGUSTIA y la AMARGURA: cuando creas que algo no es posible, que los problemas te agobian, que ya no puedes, date un tiempo para ver las estrellas y espera despierto el amanecer, ahí descubrirás que siempre sale el sol, siempre..!!! Que nada absolutamente nada nada permanece estático, todo se mueve, todo avanza y todo fluye…
8. Acerca del TRIUNFO: si quieres triunfar debes estar dispuesto a fracasar mil veces y dispuesto a perder todo lo que has conseguido. Y no temas perderlo todo, pues si te lo has ganado bien, de seguro lo recuperarás y con creces. Las caídas y los fracasos no son más que puro aprendizaje que te dará más fuerza.
9. Acerca del PRESENTE: vívelo intensamente, es el único instante que realmente importa; los que viven aferrados al pasado ya murieron; y los que viven soñando con el futuro, aún no han nacido. La vida es una sola, vívela...!!!
10. Acerca del ÉXITO y el FRACASO: reconócelos como dos impostores, pero aprende sobretodo de los fracasos, los propios y los de los demás, allí hay demasiado conocimiento que generalmente no usamos ni aprendemos. Solo recuerda, que para lograr ÉXITO no debes de pasar por encina de nadie. No humilles…; se humilde y agradecido.
11. Acerca de los AMIGOS: elige los que están contigo cuando estés derrotado y en el suelo; porque cuando estés en la gloria, te van a sobrar.```
Finalmente te digo que no te aferres a lo material, aférrate a los sentimientos y los conocimientos, que te hagan elevar tu espíritu y crecer...
—-☮️
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