Tumgik
#Resumen de cabello
soft-pxachy · 8 months
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⤷ ❝hands on❞ — jjk (s.m)
➤ Pareja: jungkook!tatuado x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 7.2k palabras
➤ Género: compañeros de clase, smut y obscenidad.
➤Resumen: Cuando conociste a tu compañero de proyecto nunca te imaginaste terminar babeando y obsesionada por sus manos y por un bocado de él, en un esfuerzo por aliviar algo del estrés decides alimentar tus sucias fantasías con algunos textos y mensajes inocentes sobre Jungkook con tu mejor amiga, detallando, explícitamente, lo que quieres que esas grandes y jodidas manos te hagan, hasta que un día le envías por error unos de esos mensajes a Jungkook, y es ahí cuando él decide cumplir todos tus deseos al pie de la letra.
➤ Advertencias: 18+ | lenguaje maduro y explícito | lenguaje vulgar y obsceno | sobreestimulación | las manos de Jungkook (sí, es una advertencia) | sexting | masturbación | charla sucia | tensión sexual | halagos durante el sexo | sexo oral (r. mujer) | juego y estimulación del clítoris | un poco de insultos | bofetadas en los pechos | chupar pezones | la lectora está atada de manos a una silla | follar con los dedos | jalar el cabello | nalgadas | bromas juguetonas durante el sexo | sexo duro | sexo con protección | JK ama tus tetas y juega con ellas (mucho) es dulce pero también engreído | Jungkook tiene un gran pene! 
➤Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias. 
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♥︎ softpxachy's
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Esto es malo.
—¿Crees que realmente revisará y contará todas nuestras fuentes? —Jungkook preguntó pero yo no podía escuchar nada de lo que decía.
Esto es realmente malo.    
—Solo tengo diez, pero miré documentos de la época medieval y aún así no encuentro más…
Sus dedos se abrieron paso a través de esos largos mechones negros de su cabello con frustración y sus ojos se cruzaron con los míos por unos segundos.
Esto es jodidamente malo.
—No mucha gente ha escrito sobre este tema en específico y nos estamos quedando sin información…
Jungkook tomó distraídamente su lápiz mientras seguía hablando y mi pulso se aceleró por el pánico creciente en mi cuerpo.
No, por favor no, el lápiz no…
Lo hizo girar hábilmente sobre sus nudillos, moviendo su muñeca casualmente para que crujiera con un pequeño estallido agudo.
Y luego; apretó los puños. Duro. Si, este es el final para mí.
—¡Agua! — casi grité mientras saltaba bruscamente de mi asiento, los papeles de nuestra investigación se deslizaron en todas direcciones y la mirada sorprendida de Jungkook se lanzó hacia mí.
—¿Estás bien? —Jungkook me preguntó sin dejar de mirarme y yo traté de relajar mis nervios.
—Sí. Oh, sí. Solo tengo... sed. —respondí formando una sonrisa forzada, y esas fueron las palabras más verdaderas que jamás había dicho.
Mi dulce, amable y jodidamente sexy compañero de proyecto sonrió; felizmente inconsciente de todas las formas en que lo profanaba mentalmente.
—La cocina está a la vuelta de la esquina, si no tienes problemas en ir sola en lo que investigo más sobre nuestro tema. —Jungkook habló con calma sin borrar su bonita sonrisa y yo solo pude asentir rígidamente antes de desaparecer por el pasillo.
Y unos momentos después, en la relativa privacidad de la cocina de Jungkook, apoyé ambas palmas de mis manos sobre la mesa y traté de respirar correctamente antes de gruñir por lo bajo.
Dios, soy una desgracia.
No siempre había sido así. Todavía podía recordar una época (hace 3 semanas exactamente) en la que era una persona normal, lejos de ser una completa exhibicionista.
Mi carrera era mi prioridad justo ahora, estaba a punto de titularme y debía esforzarme el doble si quería terminar mi último año sin problemas y poder obtener un trabajo decente, tenía todo planeado, nada se me salía de control, sabía lo que quería y lo que tenía que hacer para conseguirlo, tenía toda mi vida organizada y estable.
Hasta que Jeon Jungkook envolvió sus gloriosas manos alrededor de mi piso de cotidianidad y aburrimiento y me sacó de ahí.
A primera vista, Jungkook no representaba una verdadera amenaza. Sí, era hermoso, no estaba ciega, estaba bien formado y era abrumadoramente educado, pero no era una novata inexperta en eso, el salir un par de veces con Park Jimin me habían dejado en claro que había llegado a un nivel superior de belleza con él.
O eso pensaba.
Tal vez era su costumbre de usar mangas holgadas que colgaban sueltas sobre sus brazos hasta que solo se veía el más mínimo indicio de las yemas de sus dedos, pero mi impresión inicial de Jungkook no fue cuando ingresó de último a clase de arte, eso habría sido inolvidable. Más bien fue hasta que el Dr. Kim anunció a los compañeros de tesis que había descubierto mi error fatal.
—Trabajarás con Jeon Jungkook. 
Y ahí los dos nos miramos el uno al otro a través de la pequeña sala de conferencias e intercambiamos amistosos asentimientos, y después de finalizar la clase, mi nuevo compañero se dirigió a mi escritorio.
—Hola, déjame darte mi número, envíame un mensaje de texto con tu disponibilidad y puedo reservar tiempo en la biblioteca para nosotros.
Y entonces sucedió.
Jungkook se arremangó las mangas de su camisa y mi cerebro sufrió un cortocircuito.
Santa mierda.
Sus manos eran obscenas. NSFW. Básicamente pornográficas.
Sus dedos eran largos y con un toque suave en cada nudillo, uñas bien redondeadas y palmas anchas con un toque de venas que subían por sus brazos hermosamente.
—¿Está bien? —preguntó pero su voz solo se escuchaba de fondo mientras yo seguía observando sus manos sin descaro alguno.
Los diseños hábilmente tatuados en su piel sobresalían de su mano derecha y se entrelazaban con su muñeca y su antebrazo, no podía ver más allá de lo que me permitía la manga de su camisa pero estaba segura que todo su brazo estaba tatuado, y juré que moría por pasar mi lengua por cada trazo en su piel.
—A menos que no te sientas cómoda…— volvió a hablar y casi estuve a punto de decirle que se callara para seguir observando sus manos como tanto quería.
Esos anillos; uno en el meñique y otros dos más en sus dedos índices y… el pulgar, Dios, tragué saliva al imaginarme de rodillas frente a él mientras Jungkook me obligaba a chupar su pulgar como si fuera su polla, preparándome antes de…
—Quiero decir, así no tienes que darme tu número, como sea, escríbeme y nos ponemos de acuerdo.
¿Esas eran pulseras de cadena? ¿Quién era este hombre? ¿Quién era yo? ¿Cuál era mi nombre? ¿Qué tan profundo podrían esos dedos deslizarse en mi...?
¿Por qué se está alejando?
—¡Oh, joder! ¡Espera, Jungkook..!
Y realmente todo se había ido cuesta abajo desde allí.
Sus manos eran solo una droga de entrada al resto de todo lo que era Jungkook. Cada detalle que había ignorado sin esfuerzo ahora fluía repentinamente a través de mi conciencia en alta definición.
Su olor era algo deliciosamente masculino con un toque de vainilla que me dejaba aturdida cada que estaba cerca de él, los suaves rizos de su cabello colgaban románticamente sobre los perfectos rasgos de su rostro y ojos, y ese pecho tan ancho, firme, lamible.
Jungkook era un plato completo. Y yo me estaba muriendo de hambre.
No era un secreto que mi libido había estado encarcelado durante demasiado tiempo por todas las horas extra de trabajo y clases que me exigía a mí misma, y ahora solo se había vuelto completamente salvaje, rasgando mi cuerpo cada que tenía alguna sesión de estudio con Jungkook.
Había logrado milagrosamente compensar el mal funcionamiento inicial en el que prácticamente había babeado sobre sus manos en lugar de darle mi número y establecimos un horario de trabajo, pero en realidad, las reuniones con mi compañero se convirtieron rápidamente en un ejercicio diario de incontrolable sed de deseo.
Y era necesario tomar medidas.
No iba a dejar que Jeon Jungkook y sus gloriosas y varoniles manos destruyeran años de arduo trabajo casi autoimpuesto.
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—Necesitas una salida.
La voz de mi amiga Jungyeon interrumpió otro de mis sueños de clasificación porno que tenía sobre Jungkook; en el que me daba una palmada en los muslos en el parque público en el que estábamos.
—¿Qué tipo de salida? —pregunté en medio de un suspiro de tristeza; mirando mis muslos y viendo la notable falta de la mano de Jungkook antes de arrugar mi nariz al tener una sospecha de cuál era la solución que Jungyeon ofrecería.— Por favor, dime que no vas a sugerir una noche sudorosa con algún tipo sucio del bar al que vas cada viernes.
Jungyeon puso los ojos en blanco y me dio un golpecito en la frente.
—No princesa, estaba pensando en una salida más creativa. Como... escribir.
—¿Quieres que empiece a escribir poemas calientes?
—Se le dice literatura erótica.— Jungyeon me corrigió en tono de burla y ahora fue mi turno de rodar los ojos.— Pero como sea; tu pequeño y sucio secreto podría traer mucha alegría al mundo, específicamente a mi mundo.
—Debes estar bromeando. —respondí casi a punto de echarme a reír ante su sugerencia.
—Por supuesto que no estoy bromeando, en lugar de pasarme horas buscando combustible de fantasía en esos blogs usaré tus fantasías como combustible. —Jungyeon explicó con calma como si fuera la solución a todos sus problemas .—Solo envíame un mensaje de texto cuando tengas otra de tus fantasías y podrás estar más tranquila y yo disfrutar un poco, será como un servicio de suscripción sucio.
—Estás loca.
—Soy una genio.
Pero dejando de lado la falta de límites y tacto de Jungyeon, ella era, de hecho, literalmente una genio, porque todo lo que necesité fue intoxicarme de Jungkook durante nuestra próxima sesión de lluvia de ideas que yo ya me estaba escondiendo en el baño para escribirle mi primera fantasía.
Yo: Quiero que Jeon Jungkook envuelva sus manos alrededor de la parte de atrás de mi cuello y presione mi cara contra la mesa mientras me folla con fuerza hasta que esté gritando.
Jungyeon: Definitivamente soy una genio. ¿Te sientes mejor?
Yo: Sí, un poquito.
Y así comenzaron varias semanas de lo que cariñosamente llamaba "porno kookie".
Algunos eran bastante explícitos:
Yo: “Quiero que Jeon Jungkook arranque mis bragas empapadas y mueva mi clítoris desnudo en sus gruesos muslos hasta que sus jeans estén mojados con mi orgasmo.”
Otros eran de naturaleza más filosófica:
Yo: “Si muero antes de lamer el sudor de los abdominales de Jeon Jungkook, ¿realmente viví?”
Y algunos otros fueron extrañamente específicos:
Yo: “Quiero pasar mi lengua por cada vena de las manos y antebrazos de Jeon Jungkook mientras lame y muerde mis tetas.”
Jungyeon estaba viviendo su mejor vida por supuesto y esperaba con alegría mis reuniones de estudio con Jungkook para poder tener más “kookies".
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Los textos, sin embargo, no eran más que una curita en la herida de bala que tenía. No eran suficientes.
Cada vez que Jungkook me sonreía o me miraba con esa expresión suave y brillante, o decía algo extremadamente inteligente; el latido insistente en mi entrepierna se intensificaba cada vez más hasta que me veía obligada a buscar un alivio inmediato cuando realmente tenía que hacerlo. Frotando mi entrepierna sutilmente contra el respaldo de su sofá cuando Jungkook iba al baño después de que usara la parte inferior de su camisa para limpiar algunas gotas de agua en la mesa; casi asesinándome con un destello de sus abdominales bien marcados por unos segundos.
Pero la peor parte de todo era que sabía muy bien que mi fijación hacia Jungkook no era simplemente sexual. Cuanto más lo disfrutaba genuinamente como persona, menos efectivos se volvían mis espeluznantes textos.
Y ahora aquí estaba: escondida en su cocina con el calor y la humedad pegándose incómodamente entre mis piernas y sin ningún tipo de alivio a la vista. Gruñendo con irritación, saqué mi teléfono y me preparé mentalmente para servirle a Jungyeon un Kookie humeante recién salido del horno de mi imaginación.
Yo: Quiero que Jeon Jungkook me ate a la silla de su comedor. Quiero que rompa mi blusa por la mitad, me golpee las tetas y me chupe los pezones hasta que grite...
La fantasía en mi cabeza se construyó a un ritmo alarmante y mis dedos apenas podían seguir el ritmo de la suciedad que estaba imaginando.
Yo: Quiero que me suba la falda y frote mi clítoris a través de mis bragas empapadas hasta que esté gimiendo su nombre una y otra vez…
Yo: Quiero ver como mete sus dedos en mi coño mojado. Quiero que me incline hacia atrás y juegue con mi clítoris hasta que no pueda recordar quién soy.
Yo: Quiero que me parta por la mitad con su polla y me golpee el culo hasta que no pueda sentarme por días. Quiero ver como sus jodidas y sexys manos recorren todos los lugares de mi cuerpo caliente por él…
Me dolía el cuerpo. Estaba atormentada. Los textos que alguna vez habían sido una válvula de presión ahora estaban aumentando activamente la presión dentro de mi cuerpo. Estaba gimiendo de frustración, presioné el botón de enviar y volví a guardar el teléfono en mi bolsillo, lista para enfrentar una vez más la fuente de mi miseria cuando de repente...
Da-ding
El sonido de un celular a través del pasillo me regresó directamente a la realidad. Y yo conocía ese sonido.
Era el sonido que Jungkook había programado como alerta de mensajes para mi contacto, y ahora… ahora significaba el sonido de mi mundo derrumbándose por completo.
Con las manos temblorosas saque mi teléfono para confirmar la terrible verdad que muy en el fondo de mi ya sabía. No le había enviado un mensaje de texto a Jungyeon.
Le había enviado un mensaje de texto a Jungkook.
Por un momento, un momento increíblemente breve, consideré la idea de que él simplemente ignoraría el mensaje y continuaría con su búsqueda de información para nuestra tesis. Pero no fue así.
El jadeo débil pero insoportablemente claro llegó a la cocina. Fue el grito ahogado de un hombre que acababa de descubrir que su compañera de tesis quería que la "partiera por la mitad con su polla".
Debía correr. Huir a cualquier otro país y cambiar mi nombre. Mis ojos recorrieron frenéticamente el lugar que me rodeaba; buscando desesperadamente un medio de escape.
Había una sola ventana en toda la habitación, justo encima del fregadero, y estaba segura que si debía trepar por el fregadero para poder salir de aquí. Por supuesto que lo haría; saltaría directo a un tiburón si eso significara librarme de la cocina de máxima seguridad de Jungkook.
Tenía un pie sobre el fregadero y el otro colgaba precariamente en el aire a punto de arrastrarme a la salvación y huir de ahí justo antes de que dos manos grandes y fuertes rodearan mi cintura; tirando mi cuerpo hacia atrás de regreso a la cocina con un esfuerzo vergonzosamente pequeño.
El pequeño chillido de sorpresa que solté no fue nada al darme cuenta de que Jungkook me había arrojado cuidadosamente y con suma facilidad  sobre su hombro como un saco de harina mientras se alejaba conmigo en brazos de lo que había considerado como la única forma de salir viva de su casa.
Un quejido de indignación se me escapó cuando sentí mi trasero golpear la silla del comedor y traté de hacer todo lo posible para mantener mis ojos pegados a sus rodillas; estaba segura que sería incapaz de encontrar la mirada del alma inocente que muy probablemente había traumatizado de por vida.
Por un pequeño instante de silencio todo quedó extrañamente suspendido, no podía decir alguna palabra sin que la vergüenza se apoderara de mí después de que Jungkook hubiera descubierto mi sucio secreto acerca de él, y entonces sentí que dos de sus dedos se presionaban firmemente debajo de mi mandíbula; elevando mi rostro hacia él.
—Debo decir...—Jungkook murmuró arrastrando sus palabras pensativamente, dejando que su mirada intensa se posara sobre mi.— Que esto es algo sorprendente dada tu... historia.
Estaba cerca. Demasiado cerca. Lo suficientemente cerca como para que su aroma, esa mezcla familiar de vainilla me hiciera agua la boca.
Y definitivamente no se veía traumatizado. O inocente.
Tragué saliva al darme cuenta del hecho que el hombre frente a mi parecía más una estrella de rock empapada de sexo; con carisma puro envuelto en tatuajes y músculos sólidos.
—¿Oh? —balbuceé por lo bajo sin entender sus palabras y Jungkook solo me sonrió.
—¿Sorprendida? Eso es lindo viniendo de la mujer que quiere que yo…—alardeó con suficiencia en su voz antes de sacar su teléfono para comprobarlo.— La parta por la mitad con mi polla.
Y ahí estaba.
—Obviamente no quise enviarte eso... a ti. —murmuré por lo bajo sintiendo como la vergüenza subía por todo mi rostro.
—Oh, lo sabía incluso antes de que te atrapara queriendo saltar por la ventana. —Jungkook se rio entre dientes sin dejar de mirarme y yo solo me encogí en la silla.— Hablando de eso…
Su cuerpo se inclinó sobre el mío para tomar algo sobre la mesa y cuando regresó a su posición de antes mis ojos se abrieron al ver lo que era; una cuerda para saltar, la misma que había visto colgada en la pared cuando entré a la cocina y que ahora estaba enrollada sin apretar alrededor de su muñeca. Apenas tuve tiempo para procesar eso antes de verlo moverse hacia un lado y tomar mis manos hacia atrás contra el respaldo de la silla.
—¿Me estás… atando? —pregunté aún sin creerlo y jadeando por lo bajo al sentir un tirón fuerte con la cuerda en mis muñecas, fijando mi posición para que no pudiera moverme.
—¿No es lo que querías? —Jungkook susurró suavemente contra mi oído y su voz melosa y profunda me hizo temblar de forma vergonzosa. —Esta fue la solicitud que enviaste, ¿no es así? —agregó inclinándose para inspeccionar su obra y cuando estuvo satisfecho volvió a estar frente a mi. —Además no puedo permitir que intentes saltar por otra ventana, esto es realmente por tu propia seguridad.
Me sonrojé aún más al ver la sonrisita burlona que me regaló y abrí mis labios para decir algo, pero todo lo que salió fue una especie de sibilancia mientras Jungkook seguía mirándome con diversión engreída.
—¿Sabes que eres una especie de leyenda en la universidad? Te llaman la nena pura y casta. —Jungkook comenzó a hablar y no pude evitar rodar mis ojos ante sus palabras.
—Y se preguntan por qué nunca me acostaré con ellos. —farfullé con amargura siendo muy consciente de lo que se decía de mí y eso solo hizo que Jungkook riera por lo bajo mientras le daba un considerable repaso a todo mi cuerpo a su merced. —Sabes que no puedes andar atando mujeres a sillas contra su…
—¿Contra su voluntad? —Jungkook completó con una sonrisa diabólica adornando su perfecto rostro antes de inclinarse y quedar frente a mí, cara a cara. —Supongo que es bueno que tenga tu permiso por escrito aquí mismo.
Sentí mi respiración atascarse en mi garganta al escucharlo hablar, Jungkook me dio un rápido vistazo antes de enterrar su rostro en mi cuello y su aliento cálido aliento me hizo cosquillas en la piel segundos antes de sentir sus bonitos labios besar mi cuello con hambre, ahogué un gemido por la forma en que su lengua se deslizaba por toda mi piel; marcándola con intensas lamidas y pequeñas mordiditas, y cuando se alejó de mí no pude evitar lloriquear en silencio.
—¿Por qué no me lo lees, hmm? —Jungkook pidió elevando su teléfono a la altura de mi rostro.
—Yo no, no puedo…—balbuceé sintiendo como la vergüenza inicial regresaba a mí y respiré entrecortado cuando Jungkook pasó su pulgar por mi labio inferior lentamente; obligándome a mirarlo.
—Hazlo. —Me ordenó con su voz más dura de lo que esperaba.
El áspero timbre de su orden disparó una chispa caliente de placer directamente al centro de mis piernas, y juré que nunca había estado tan nerviosa como ahora, había algo en su mirada, algo que me hacía querer obedecerlo en todo lo que me pidiera, y así lo hice.
—Yo... quiero que Jeon Jungkook…. —comencé leyendo el texto y mi respiración se detuvo cuando el calor de su mano libre se deslizó sobre mi torso. —Me ate a su silla del comedor.
—Listo. —Afirmó en un susurro dejando que sus dedos delinearan las correas alrededor de mis muñecas.— Continua.
—Quiero que rompa, oh Dios… —balbuceé con la respiración agitada al sentir sus dedos deslizándose por mi pecho haciendo que cada palabra que decía se escuchara rota. —Quiero que rompa mi blusa por la mitad, golpeé mis tetas y…
No pude seguir leyendo más porque la mano pecadora de Jungkook se enganchó en el cuello de mi blusa; tirando con fuerza hacia los lados y rompiendo la tela, haciendo que los botones volaran en todas direcciones y que mi piel se estremeciera al sentir el aire fresco colándose por todo mi pecho.
—Me vuelves jodidamente loco… —Jungkook murmuró con una voz tan sensual y ronca mientras sentía sus ojos posarse en mis senos que subían y bajaban con cada profunda respiración que daba, lo vi relamerse sus bonitos labios al notar el sujetador de encaje negro que me había puesto hoy solo porque todos los demás estaban sucios.
Sus manos eran dulces cielos ardientes mientras se acercaban para palmear mis pechos levemente uno por uno, y yo simplemente no pude evitar gemir en voz alta; arqueando mi espalda hacia adelante y hacia sus manos sin vergüenza. Mi dignidad ya había desaparecido hace mucho tiempo a este punto y no deseaba recuperarla por ahora.
—Por favor… —rogué por lo bajo antes de soltar un pequeño gemido cuando sus grandes manos amasaron mis senos con una presión perfecta, podía sentir el peso de sus anillos a través de la tela de mi sostén.
—Nunca pensé que podría hacer esto. —Jungkook habló mientras sus pulgares rozaban con brusquedad mis pezones; arrancándome un gemido involuntario y haciendo que tirara con fuerza de la cuerda en mis manos. —Deberías de ver lo bonita que te ves así… —continuó hablando en medio de un denso suspiro, y el calor de su aliento chocó contra mi pecho haciéndome remover en la silla mientras sus manos seguían amasando con fuerza mis senos. —Pero quiero que sepas que yo también tengo muchas ideas de lo que yo te quiero hacer.
Y tan pronto como dijo eso su boca ya se encontraba sobre mi pecho; dejando besos húmedos y calientes por encima de la tela en uno de mis senos, haciendo que arqueara mi espalda más a su boca y que el calor en mi entrepierna aumentara incontrolablemente.
Había pasado tanto tiempo y estaba tan sensible, demasiado sensible.
—¡J-Jungkook! —jadeé entrecortado al sentirlo mover su boca hacia mi otro pecho sin previo aviso, dándole la misma atención con su deliciosa boca hasta que estaba retorciéndome y apretando mis muslos juntos sobre la silla.
—¿Ansiosa, bebé? —Jungkook preguntó formando una sonrisita burlona aún en mi pecho y yo solo pude lanzarle una mirada desesperada; rogándole mudamente que me diera lo que tanto quería.
Jungkook sonrió al ver mi estado de necesidad y volví a gemir cuando tomó un nuevo bocado de mi seno en su boca, sus dientes mordisquearon mi pezón sin mucha fuerza por encima de la tela que solo envió una punzada aguda de dolor teñido de placer directamente a mi clítoris, a este punto mi interior ya estaba apretando alrededor de la nada.
—Suenas tan bonita, bebé… —Jungkook elogió gentilmente, dejando que sus labios calmaran mi pezón. —Déjame darte lo que quieres…
Solté un pequeño suspiro de alivio al escucharlo justo antes de que sus dedos se engancharan al borde de las copas de mi sujetador tirando con fuerza hacia abajo hasta que mis senos desnudos se derramaron por encima y lo escuché gruñir ante la vista.
—Joder… —Jungkook jadeó antes de estirar sus manos ahuecar mis senos; como si estuviera probando su peso en ellas, su mirada me devoraba con hambre y ya podía sentir mis bragas empapadas bajo sus atenciones.
No hubo pensamientos más allá de ese segundo, mi deseo era desesperado en este momento, necesitaba más de su toque, más de él, lo necesitaba, lo anhelaba tanto que sentía que podía quedarme sin aliento, empujándome hacia él como una gatita necesitada, hasta que…
Slap.
Jadeé de placer por lo bajo cuando su palma se conectó contra mi piel, golpeando bruscamente un lado de mis senos.
—¿Es esto lo que querías, bebé? —Jungkook preguntó encontrando mis ojos llorosos antes de sonreír al ver mi estado y dar otro rotundo golpe justo del otro lado.
Mi boca se abrió de golpe al sentir mi piel arder, pero no surgió ningún sonido, salvo mis suaves y ahogados jadeos de placer, podía sentir como mis bragas empapadas se pegaban a mi entrepierna con cada impacto exquisito que recibía en mi piel ardiente.
—¿Quieres que marque estas tetas perfectas? —Jungkook volvió a preguntar solo ganándose un asentimiento desesperado de mi parte acompañado de un nuevo gemido cuando volvió a golpearme, y un gruñido primitivo retumbó en lo profundo de su pecho mientras los veía rebotar, completamente hipnotizado.
Jadeé cuando uno de sus dedos comenzó a acariciar alrededor de mi pezón adolorido, calmando mi piel rojiza con tiernas caricias en todo mi seno y cuando menos me di cuenta sus bonitos labios estaban en la misma zona; plantando pequeños besitos y erizando todo mi cuerpo una vez más.
—Debo haberte imaginado así mil veces… —susurró por lo bajo con su boca aún pegada a mi pecho solo para completar. —Y aún así nada se le acerca a lo jodidamente sexy que eres…
Sus ojos se lanzaron para encontrarse con los míos antes de sacar su lengua para lamer la punta hinchada de mi pezón una y otra vez, mi pecho se agitó ante la deliciosa sensación y gimoteé con fuerza cuando se metió todo mi seno a la boca; la obscena imagen de Jungkook chupando con hambre mi pecho mientras su mano grande y pecaminosa apretaba el otro era sacada directamente de mis fantasías más oscuras, y sabía que podía correrme con la simple vista.
Jungkook era implacable, mi cuerpo se inclinó hacia atrás contra las ataduras en mis muñecas al sentir como sus manos bajaban por mi cuerpo, acariciando cada porción de piel que tenía a su disposición con casi adoración mientras mi coño se apretaba desesperadamente alrededor de la nada.
—Jungkook, por favor yo… —sollocé por lo bajo antes de ser interrumpida cuando me tomó por mi barbilla con firmeza, su rostro de porcelana y sus rosados labios estaban a escasos centímetros de mí y tuve que reprimir la necesidad de lanzarme a besarlo.
—¿Y ahora qué, cariño? ¿Qué más quieres? —preguntó sobre mis labios, su voz era suave e indulgente, parecía dispuesto a querer complacerme en cualquier cosa, y yo jadeé de solo pensarlo. 
—Yo… necesito tus manos… —rogué sintiendo mis mejillas arder al pedirle aquello, pero él solo me sonrió.
—¿Dónde las necesitas, mhm? —Jungkook instigó acariciando burlonamente mis piernas desnudas haciéndome temblar en mi lugar, sus ojos oscuros estaban observando cada expresión que hacía mientras me tocaba suavemente.
—Más arriba… —balbuceé a medias moviendo de a poco mis caderas hacia él, desesperada por sentirlas donde más lo necesitaba, pero él era un burlón y solo las deslizó una o dos pulgadas más.— Jungkook…
—Dime. —Susurró contra mis labios con su voz ronca y grave antes de robarme un pequeño y casi imperceptible beso que me dejó queriendo más. —Dime dónde quieres mis manos, cariño.
—Por favor, por favor, quiero tus manos en mi coño… —rogué en medio de jadeos desesperados inclinándome para poder besarlo de nuevo y solo recibiendo una sonrisa llena de lujuria de su parte.
—Buena niña. —Elogió con un tono meloso justo antes de acortar la distancia que nos separaba y besarme con dureza.
Apenas y podía seguirle el ritmo a su demandante beso, sus labios sabían delicioso y chocaban contra los míos con firmeza y hambre una y otra vez, una especie de ronroneo se derritió a través de su garganta cuando nuestras lenguas se encontraron para jugar entre ellas, haciéndome tirar de la cuerda detrás de mí para poder besarlo con más fuerza, su aroma varonil se me pegaba como perfume en todo mi cuerpo e inundaba todos mis pensamientos, de repente un gemido salió de mi boca rompiendo nuestro húmedo beso ganándome un leve mordisco en mi labio inferior cuando mi cuerpo tembló al sentir sus dedos frotando suavemente sobre mis bragas, forzando mis piernas a abrirse para que pudiera seguir tocándome, y yo, obedientemente lo hice.
—Mmh, estás tan mojada, bebé… —Jungkook se maravilló mirándome a los ojos; sonriendo con lujuria mientras su mano seguía frotando pequeños círculos sobre la mancha de humedad en mis bragas, ganándose un gemido desesperado de mi parte. —¿Es todo para mí?
Asentí con la cabeza frenéticamente sin poder articular alguna palabra justo antes de ver como el rostro de Jungkook se endurecía en desaprobación mientras chasqueaba su lengua, sus dedos presionaron con dureza directamente en mi clítoris, y el impacto del placer hizo que mi cuerpo se tambaleara hacia atrás con tanta fuerza que la silla raspó el suelo.
—No puedo escucharte, cariño. —Jungkook demandó ralentizando sus movimientos en mi entrepierna, claramente dispuesto a que le diera una respuesta.
—S-sí… —sollocé incoherentemente tirando con fuerza de la cuerda y moviendo mis caderas hacia sus dedos; desesperada porque me tocara más. —Es todo para ti, Kook…
Jungkook me recompensó con una sonrisa radiante antes de verlo moverse hacia abajo por mi cuerpo y depositar un húmedo beso en mi abdomen antes de abrir más mis piernas con sus manos, y lo escuché gruñir por lo bajo cuando pudo ver lo mojada que estaba realmente.
—Que linda… —tarareó para sí mismo mientras deslizaba un dedo justo por la mitad de mi coño vestido; hundiendo la tela entre mis pliegues hinchados y arrancándome un jadeo desesperado.
Lo vi lamer ligeramente la piel de mi abdomen como si fuera un gatito al mismo tiempo que apartaba la tela húmeda de mis bragas hacia un lado para que sus dedos se deslizaran por completo entre mis pliegues resbaladizos; haciéndome gemir con fuerza y recogiendo la humedad cremosa de alrededor con sus largos dedos.
—Entonces supongo que no te importará si pruebo un poco… —Jungkook habló haciendo contacto visual conmigo, observándome expandirme en lujuria cuando colocó sus dedos dentro de su boca, chupándolos seductoramente y gruñendo por lo bajo ante mi sabor mientras me veía morderme el labio con total necesidad.
Y sacó sus dedos con un chasquido de saliva, estaba completamente segura que este hombre me iba a volver loca.
—Sabes tan delicioso… —ronroneó justo antes de hundir su rostro entre mis piernas, jadeé de sorpresa al sentir sus labios envolver mi entrepierna goteante y medio vestida antes de sentirlo cubrir rápidamente la zona con besos profundos con la boca abierta, la sensación era tan extraña y deliciosa que mis caderas empezaron a temblar por la intensidad, pero sus manos me sostenían por mis pantorrillas; obligándome a soportar el placer que me estaba dando hasta que el vacío en mi coño se volvió realmente insoportable.
—¡Ah! Dios, no puedo... yo... —gimoteé negando con mi cabeza sintiendo como Jungkook me daba las últimas lamidas a mis bragas empapadas justo antes de quitármelas por completo. —Mi falda, quítame la falda, quiero...
Jungkook se echó hacia atrás, inclinando la cabeza expectante al no entender lo que quería.— ¿Oh?
Sentí que mis mejillas comenzaban a calentarse una vez más, pero en este punto ya nada se interpondría en la realización de mi fantasía, no cuando ya estaba atada con las piernas abiertas y las tetas afuera.
—Quiero ver tus manos. Cuando tú... quiero verlas en mí…— Pedí en un tono necesitado sin dejar de mirarlo.
Por su semblante pude notar como si algo en su mente hubiera hecho clic y estuviera entendiendo todo; su vista se movió de sus manos a mi rostro sonrojado y de nuevo a sus manos, su sonrisita burlona se ensanchó aún más al darse cuenta de mi pequeño fetiche con sus manos y como si estuviera recordando el mensaje que llegó a su teléfono.
“Quiero ver como sus jodidas y sexys manos recorren todos los lugares de mi cuerpo caliente por él.”
—Ya veo… —resopló suavemente y luego sus palmas golpearon mis muslos haciéndome jadear y a él reír por lo bajo. —Cualquier cosa para ti, cariño.
Ni siquiera pude entender lo rápido que Jungkook me había quitado mi falda, porque de un momento a otro ya se encontraba amontonada alrededor de mis tobillos; dejándome completamente desnuda a él, su mirada oscura rápidamente regresó a mi coño reluciente y lo vi relamerse los labios ante la vista que tenía.
—Mira este hermoso coño, bebé… —Jungkook tarareó, pasando su pulgar sobre mis pliegues hinchados y resbaladizos, evitando cuidadosamente mi clítoris necesitado, juré que podía morir ahí mismo cuando deslizó su dedo índice dentro de mí, hasta el nudillo, el acero frío de su anillo hizo contacto con mi piel sensible y gemí con fuerza apretando su dedo en mi interior.
Había pasado tanto tiempo desde que algo que no eran mis propios dígitos inadecuados habían estado dentro de mí de esta manera. La sensación era tan diferente y tan deliciosa, y si lo combinaba con la vista erótica de su mano venosa y tatuada presionada lascivamente contra mi coño era como una inyección de puro deseo potenciado burbujeando en mi interior.
—Tu coño está tan apretado… —Jungkook siseó, moviendo lentamente su dedo dentro y fuera de mi antes de agregar un segundo dígito; haciéndome gemir ante el estiramiento. —¿Cómo tomarás mi polla si estás tan apretada, cariño? ¿Cómo lo harás si tu pequeño coño apenas puede manejar dos de mis dedos, eh?
Jungkook hablando de esa forma tan sucia me puso aún más caliente de lo que ya estaba y simplemente no podía apartar la mirada de entre mis piernas, la visión de sus dedos desapareciendo una y otra vez dentro de mí sólo para reaparecer cubiertos de mi humedad me hacía jadear, el sonido lascivo y húmedo alrededor de su mano con cada embestida que daba solo hacia que mi cuerpo se retorciera contra la silla, gimiendo erráticamente mientras la sensación de placer continuaba creciendo dentro de mí, me estaba acercando al borde y él lo sabía. Su mano libre me sujetó por el cuello con la cantidad perfecta de presión para mantener mi mirada enfocada en el lugar donde sus dedos me estaban follando.
—¿Quieres correrte en mis dedos, bebé? —Jungkook preguntó y soltó una risita oscura ante un gemido particularmente fuerte que me dejó cuando su pulgar comenzó a frotar mi sensible clítoris, y todo mi cuerpo se sacudió con fuerza.
—Sí, sí, por favor… —jadeé desesperada moviendo mis caderas lo más que podía hacia su mano; haciendo que sus dedos se hundieran más dentro de mí, sus labios se envolvieron una vez más en mi entrepierna comenzando a chupar mi clítoris al mismo tiempo que sus dedos encontraban ese punto dulce en mi interior, rozándolo suavemente.— ¡J-Jungkook!
Estaba llorando su nombre a este punto, siendo incapaz de poder escapar del abrumante placer que me inundaba, sentí a Jungkook succionar mi clítoris y golpear mi coño con sus dedos sin piedad hasta el momento en el que simplemente me rompí. Mi boca se abrió en un grito silencioso mientras ola tras ola de exquisito placer corría por mi cuerpo una y otra vez, Jungkook susurró sucios elogios contra mi coño tembloroso mientras lamía con hambre mi orgasmo como si se tratara de un néctar de la fuente más dulce.
Solté un sollozo de sensibilidad y Jungkook se apartó de mí, poniéndose de pie entre mis piernas temblorosas antes de tomarme por el cuello e inclinarse para besarme con dureza, sus labios se estrellaron con los míos de forma desenfrenada y yo gustosa lo acepté, estaba tan caliente, y sabía que necesitaba más de él, mucho más.
—Lo juro… —murmuró cuando nos separamos y yo no pude evitar hundir mi rostro en su cuello, comenzando a besar su mandíbula afilada. —Hubo días en que pensé que moriría si no podía tenerte.
—Tómame, entonces… —rogué por lo bajo, mordisqueando levemente su cuello y ganándome un suspiro tembloroso de Jungkook, como si quisiera controlarse un poco.
Casi chillé cuando se alejó de mí para mirarme desde arriba, sus ojos quemaban agujeros en mi cuerpo desnudo, caliente, cubierto de sudor y aún atado a la silla, lo vi relamerse sus bonitos labios y formar una sonrisa arrogante mientras tomaba mi cabello desordenado en su mano con dureza para guiarme hacia su pelvis; solté un gemido cuando movió mi cabeza de lado a lado y cuando mis labios chocaron con brusquedad contra la tela áspera de su pantalón, justo sobre su dura erección.
—Mira lo duro que puso verte así… —Jungkook farfulló con diversión cuando mi lengua salió para intentar lamerlo aunque fuera por encima de la tela y él solo soltó una risita oscura al verme así antes de alejarme jalando mi cabello hacia atrás con fuerza.— Otro día podré sentir tu boquita en mi polla, ahora necesito follarte.
Y tan pronto como dijo eso soltó mi cabello para alejarse de mí y caminar hacia un cajón de la cocina; sacando un condón de él y regresar junto a mi mientras se quitaba la camisa por su cabeza, y yo pude haber babeado ahí mismo sin darme cuenta, joder, este hombre lo era todo, tiré con fuerza de la cuerda en mis manos queriendo poder tocar sus marcados abdominales y eso fue suficiente para que Jungkook soltara el nudo rápidamente y me hiciera ponerme de pie antes de girarme y colocar mi cuerpo con brusquedad sobre la mesa, con mis senos presionados contra la fría superficie.
Sentía mis brazos débiles y adoloridos por tenerlos tanto tiempo atados que cuando escuché a Jungkook bajar la cremallera de sus pantalones con urgencia giré mi rostro hacia atrás queriendo poder verlo, pero ni siquiera pude hacerlo cuando con su pie separó mis piernas; abriéndome para él mientras deslizaba el condón por todo lo largo de su pene en un rápido movimiento.
No podía respirar bien, aún sentía irreal que estuviera aquí, lista para ser follada por Jungkook y sin poder verlo por completo, todos mis sentidos estaban a mil, quería verlo, tocarlo, darle una buena mamada, pero todo eso se esfumó cuando lo sentí frotar la punta de su pene contra mi entrada un par de veces, cubriéndola con mi humedad antes de alinearse correctamente y empujar su pelvis hacia adelante; colando varios centímetros de golpe dentro de mí.
—¡Ah! ¡Jungkook! —me quejé al sentir como si una especie de rampa me hubiera partido por la mitad, había subestimado su tamaño, Jungkook era tan jodidamente grande, y tenía cada centímetro de él en mi interior, tratando de ajustarme a su grosor y lo podía sentir a la perfección palpitando dentro de mí.
—¿Te gusta, bebé? —Jungkook preguntó con su voz ronca y profunda, su densa respiración chocó contra mi nuca enviándome escalofríos por todo mi cuerpo mientras me sujetaba por mis caderas para salir y volver a introducirse en una embestida dura y profunda.— ¿Te gusta mi polla?
—Sí… —sollocé cerrando los ojos mientras lo sentía comenzar a marcar un ritmo más fuerte y constante, sentía mi humedad deslizarse por el interior de mis muslos, cubriendo su polla y haciendo que sus penetraciones fueran más deliciosas tocando lo más profundo de mi.— Me encanta, Jungkook…
Y ante eso recibí un audible gruñido de su parte contra mi oído, su pelvis chocaba con fuerza contra mi trasero, hundiendo su gruesa polla una y otra vez en mi coño, su agarre en mis caderas mantenía mi cuerpo firme contra la mesa justo antes de que la palma de su mano se estrellara contra un lado de mi trasero con fuerza; haciéndome gemir su nombre mientras recibía un nuevo golpe en el mismo lugar, y luego otro, y otro, y cuando menos me di cuenta mis ojos se llenaron de lágrimas ante la dureza de sus azotes y penetraciones.
Sentía la piel mi trasero arder con cada choque de su pelvis cada que volvía a hundirse dentro de mí, podía sentir todo mi cuerpo húmedo de sudor y flujo, solté un gemido particularmente fuerte cuando el ritmo de sus penetraciones se volvió brutal, los jadeos goteaban de mis labios sin que siquiera los pudiera controlar y todos mis pensamientos racionales se esfumaron cuando un fuerte y posesivo jalón en mi cabello me hizo levantarme de la mesa; Jungkook tiró de mi cabeza hacia atrás hasta que mi espalda chocó contra su firme pecho.
—Tu coño se siente tan bien, bebé… —Jungkook jadeó en mi cuello, su respiración agitada y caliente me hizo cosquillas en la piel y gemí fuerte cuando su gran mano tatuada se envolvió alrededor de mi cintura, manteniéndome al ras de su pecho mientras que la otra se aferraba a uno de mis senos; apretándolo con fuerza y haciendo rodar sus dedos sobre mi pezón endurecido y sensible.
—Jungkook… —gimoteé, incapaz de procesar nada más allá de las deliciosas sensaciones de su polla enterrándose en mi coño con cada embestida dura y profunda, tanto que ya podía sentir el nudo formándose en mi vientre cuando comenzó a golpear repetidamente en mi zona de placer.
—¿A quién le pertenece este lindo coño? —Jungkook gruñó posesivamente al mismo tiempo que sus embestidas se volvían más desordenadas, follándome con una fuerza sorprendente mientras mi orgasmo me esperaba ansioso en algún rincón.
—A ti… a ti te pertenece… —jadeé con fuerza aferrándome a sus manos, sintiéndome tan colapsada con todas las sensaciones de él, en cómo su polla me llenaba tan bien, en cómo su aliento cálido me hacía sentir increíblemente más húmeda, estaba tan cerca del borde.
—Buena niña, ¿Vas a correrte de nuevo para mí, cariño? —Jungkook me alentó mientras sus labios se unían a mi cuello para chupar mi piel sensible con hambre, dejando varias marcas rojizas por toda la zona y haciéndome asentir débilmente antes de que mi cuerpo temblara cuando sus dedos se hundieron en mis pliegues resbaladizos, encontrando mi clítoris para frotarlo furiosamente mientras sus penetraciones perdían ritmo.— Córrete en mi polla bebé, vamos, quiero sentirlo.
Un placer abrasador me atravesó en respuesta a su orden, mis piernas temblaron cuando mi orgasmo golpeó mi cuerpo borrando mis pensamientos y haciéndome gemir su nombre una y otra vez mientras mi interior se apretaba alrededor de su dura longitud, Jungkook gruñó y me sujetó con fuerza mientras seguía empujándose dentro de mí antes de dejarse ir con dos estocadas más, la última hasta me dolió, pero era esa clase de dolor placentero por el que pasarías mil veces en la vida.
Estuvimos así por varios segundos o minutos apretados el uno con el otro, tratando de regular nuestras agitadas respiraciones, hasta que la voz de Jungkook rompió el denso silencio.
—Sabes lo que esto significa, ¿verdad, bebé? —musitó con calma pasando sus manos por mis caderas y cintura con calma.
—¿Qué significa? —pregunté girando levemente mi rostro hacia él y casi volví a gemir ante la erótica imagen de su frente cubierta de sudor y su cabello húmedo pegándose a los lados de su rostro mientras mordía su labio inferior con fuerza sin dejar de mirarme.
—Significa que es mejor que a partir de hoy todos esos mensajes sucios me lleguen directamente a mí. —aclaró formando una sensual sonrisa y yo no pude evitar sonreír también al escucharlo antes de volver a besarlo con pura necesidad.
Bueno, algunas cosas eran más importantes que nuestra dichosa investigación. 
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n/a: omg pupiss por fin estoy de regreso a mis andadas de escribir nsfw y eso me hace feli, gracias a todxs lxs que esperaron pacientemente mi regreso y que me siguieron hasta aquí, las amo demasiado ♡ para las personitas nuevas espero que les haya gustado esta historia, pronto seguiré publicando mas os que tengo por ahí guardados y que algunos de ellos ya conocen, gracias por todo y no duden en comentar lo que piensan ♡
taglist: @guvgguk @lessuwu @cometaart @AnnieKCV @darysnowflwr @nunubly @choco-linny
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melancoliadelcorazon · 4 months
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Él...
Él... Del que me enamoré perdidamente, pero al que no puedo tener. Él... El que amo hasta lo más profundo de mi alma y del que admiro tantas cosas, me hace tener tantas razones para amarlo como a nadie amé...
Y solo me pongo a pensar en lo que me enamora de él:
1. Él sabe cómo hacerme sentir... Sentir una mezcla de emociones, la mezcla perfecta para tenerme a sus pies.
2. Cómo no enamorarme de él, si cuando lo miro me enamoro de sus ojos color almendra, de sus ricos labios, de cada uno de sus lunares, de su sonrisa, de su suave cabello y del color blanco de su piel.
3. Cuando me abraza me siento en paz, es una paz tan increíble que nunca quisiera soltarlo. Sus brazos, tan cómodos y protectores son de los que nunca quisiera irme.
4. Su manera de protegerme: cada pequeño acto es un gran detalle. Con él me siento tan protegida, siento que a su lado nada malo me puede pasar, es como un angelito, en todo el sentido de la palabra.
5. Su manera de ayudarme, incluso sin que yo se lo pida, son maneras en las que siento su amor inmeso; en las que siento que realmente estamos conectados.
En resumen, lo que me enamora de él es TODO, porque lo que siento por él no solo comprende el mundo físico, sino que es algo trascendente, algo que va más allá. Siento que estoy enamorada de su propia consciencia, de su ser, de su todo.
Si él supiera... Si él supiera que me muero por él, por tenerlo a mi lado hasta el fin de mis días, por amarlo como a nadie...
Porque si para mí algo es claro, es que nos conocimos por una gran coincidencia, porque estuvimos destinados en más de dos ocasiones a encontrarnos y él lo sabe.
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💞Being Mitsuri Kanroji's younger sister💞
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Resumen: Eres el hermano/hermana menor de Mitsuri
Tipo:Platonic
Fandom:Kny
Advertencia: Ninguna
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DIOS QUIERO QUE SEA MI HERMANA
Mucho amor por parte de Mitsuri
Digo te ama mucho
un palabra COSQUILLAS
Comen panqueques juntas
prepárate para cocinar con ella
A ella le gusta peinar tu cabello
A veces bromea sobre que te unas al cuerpo para encontrar un amante también, pero en el fondo preferiría que te mantuvieras alejado de todo eso ):
Cuando Mitsuri no tiene nada que hacer ella siempre está a tu lado
No te gustan mucho las anejas que tiene en su finca pero ella te enseño a manejarlas y tener rica miel
Al ser la menor ella es muy protectora
Probablemente te allá entrenado ella o Rengoku
Muy amable y comprensiva
Orgullo de su hermanita
Iguro es tu amigo
Bueno al principio no, pensó que eras un chico que era cercano a Mitsuri y se puso celoso. Té miro con una mirada fria y amenazador, hasta que Mitsuri te presento como su hermana/hermano
El se puso rojo y te pidió disculpas, pero te costo un poco perdonarlo
té llevas muy bien con Rengoku es como tu hermano también
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mirxndatano · 2 months
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HAUNTED
Qimir × F!OC
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Resumen: Un lazo invisible que los unía desde que eran padawans. Qimir era el verdadero significado de ser seducido por el laso oacuro. Un poder, secretos, deseo y su amor que parecía un hechizo inquebrantable.
Advertencias: Ninguna en realidad.
Especificaciones: PadawanJediQimir×PadawanJediOC.
Este fanfic será únicamente escrito en español y también será publicado en Ao3.
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Haunted en Ao3
Tumblr: Part 1 Part 2 Part3 Part4 Interlude
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Akemi Kyo fue encontrada por los jedi en un aquelarre de hermanas de la noche. Nunca supieron si era hija directa o había sido sustraída de su verdadera familia.
Al principio su entrenamiento como padawan estaba dando frutos y resultados esperados. De cierta forma era querida, sus ojos miel y cabello oscuro que contrastaba con su piel pálida eran características que nadie olvidaba. Sin embargo, una sola noche bastó para que todo se desmoronara.
Tenía 16 años y se estaba preparando para meditar en uno de los jardines del templo. Colocó en el suelo un pocillo alargado y circular que había hecho en su tiempo libre, sacó ramas secas que recolectó durante el día y finalmente dejó caer un fósforo para hacer fuego. No había nada detrás de esa pequeña costumbre, solo la ayudaba a meditar y controlar la llama. Se sentó en el suelo, pero sintió el impacto de una pequeña roca contra su cabeza. Giró rápidamente y no vio a nadie.
Llevaba días sin poder dormir, se convenció de que esa era la causa de empezar a sentir cosas que no eran reales. Hasta que nuevamente sintió el impacto, esta vez en su espalda. Entre la poca luz, por fin logró visualizar una figura humana a unos cuantos metros de ella.
Nunca olvidaría esa noche, una padawan de rango superior la atacó porque leyó sus archivos y descubrió las circunstancias en las que Akemi fue encontrada.
—¡Ya suéltame! —suplicó tratando de escapar del agarre que la otra ponía en sus brazos.
—Las brujas no deben estar en la Orden Jedi.
—¡Pero yo no lo soy!
Casi gritó del dolor cuando las uñas de la desconocida empezaron a clavarse en su piel por la fuerza del agarre.
—Las brujas como tú deben arder.
Con un movimiento rápido, la desconocida la tomó del cabello y cuello para acercar el rostro de Akemi al fuego.
—¡Basta! —gritó con tanta fuerza, que su garganta dolió.
De pronto todo se detuvo y quedó en silencio. El fuego se apagó de repente. Cuando Akemi abrió los ojos, se encontró con la desconocida suspendida en el aire, rodeada de una extraña neblina roja. Akemi se levantó del suelo y notó que aquella neblina emanaba de ella. Sus ojos se llenaron de lágrimas y miró su cuerpo aterrada y confundida. ¿Qué le estaba pasando? ¿Cómo lo detenía?
—Eso sí es fascinante —dijo una voz detrás suyo.
Cuando se giró, un padawan de su misma edad observaba la escena de cerca. Tampoco olvidaría ese cabello negro que le recordó a una noche sin estrellas y esos ojos pequeños pero llenos de brillo por lo que veía.
—¡Ayúdame! ¿Cómo detengo esto?
Antes de que el padawan pudiera responder, se escucharon pasos apresurados bajando las escaleras del jardín.
—¡Padawan, no se mueva!
Akemi no sabía para quién de los dos fue esa orden. Era la maestra Vernestra. Con eso, la joven se resigno a que estaría en graves problemas. De un momento a otro, sus piernas perdieron fuerza y su respiración se sentía cada vez más pesada. Lo último que recuerda es que cayó al suelo, mientras el padawan la miraba con intensidad.
°•°•°⋆✩⋆°•°•°
—Hasta que no encontremos el origen y la manera de controlar esa habilidad, no tendrás un maestro asignado.
Esas palabras le rompieron el corazón y confianza que tenía en sí misma. Lo único que deseaba era tener un maestro y ser guiada como todos los padawans antes de convertirse en Caballeros Jedi. Cuando la reunión terminó, salió corriendo al único lugar donde se sentía segura, su habitación. Se encerró y tan pronto como lo hizo, empezó a llorar de forma descontrolada, si alguien más la hubiera visto así, pensarían que se estaba volviendo loca.
No le importó que fuera de madrugada y otros padawans lograban oír su llanto del otro lado de las pareces. Necesitaba desahogarse.
Estuvo así por lo que pareció una eternidad. Ya solo estaba ella, pareciendo un bulto tembloroso, tumbada en su cama mirando la pared, abrazando sus piernas contra su pecho.
—¿Ya estás mejor?
El corazón casi sale de su pecho y su cuerpo salió disparado de la cama para ponerse de piel, tanto que se sintió mareada. Encendió la luz con la fuerza y se quedó fría.
El padawan de hace dos días estaba ahí.
—¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? —pregunto Akemi con los ojos muy abiertos por la sorpresa.
—Quería saber cómo estabas —respondió el joven—. Deberías tener más cuidado con tú habitación, ¿siempre la dejas abierta?
Akemi estaba avergonzada por su descuido. Siempre cerraba su habitación con código, pero su mente se sentía como una laguna por los acontecimientos recientes. El joven le dio una sonrisa rápida al notar que Akemi no estaba del todo con los pies en la tierra.
—Soy Qimir, padawan de la maestra Vernestra —se presentó.
No esperó a que la joven le extendiera la mano, Qimir la tomó y estrechó con tanto ánimo que sin querer la apretó demasiado.
—Y bien ¿Cómo estás? —preguntó mientras sonreía. Ese detalle terminó de irritar a la joven.
—¿Cómo estoy? Pues ¡¿tú cómo crees que voy a estar?! Me acaban de decir que no tendré un maestro y todo por culpa de una habilidad que ni siquiera sabía que tenía.
No supo en qué momento tomó su almohada y la lanzó del otro lado de la habitación. Qimir esquivó el objeto y eso lo hizo sonreír aún más.
—Bueno, es una lástima —dijo Qimir mientras se acercó a ella para acomodar uno de sus mechones de cabello detrás de la oreja—. Toda habilidad tiene un por qué y debe ser apreciada y perfeccionada.
—El consejo no lo ve así —respondió Akemi apartando la mirada—. Estaré desamparada hasta que busquen su origen y manera de controlarlo.
—Pero… podrías practicar.
—No puedo hacerlo, debo mantener esto oculto, no quiero ocasionar otro desastre.
Akemi se recostó en su cama hasta tener la espalda recargada contra la pared. Qimir solo se sentó en el borde
—Hagamos un trato —propuso Qimir—. Vas a practicar aquí, solo los dos. Nadie tendrá que enterarse.
—¿Sin un maestro que me guíe?
—Nos tendremos a nosotros, eso será más que suficiente.
Y ahí fue cuando Akemi le regaló la primera sonrisa. Un momento que Qimir guardaría por siempre en su alma.
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Las siguientes partes estarán próximamente disponibles ♡
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46snowfox · 7 months
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Diabolik Lovers Daylight Animate Tokuten:「Durmiendo junto a un★Vampiro」 [Kino]
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Título original: 「添い寝でおやすみ★ヴァンパイア」
Kino: *entra a la habitación* Oye, ¿tienes un momento? No estás ocupada, ¿verdad? ¿Quieres que juguemos? ¡Sí! Es que me estoy aburriendo de jugar contigo y pensé que de vez en cuando podría jugar contigo. Claro que sé que se te dan mal los videojuegos, es por eso que bajé varias aplicaciones, al menos debe haber uno de estos juegos que sí se te dé bien. Entonces empecemos, vayamos a la cama. ¿Acabas de imaginar algo raro? ¿Segura? Tu cara está roja, que curioso. Aunque si quieres puedo cumplir tu deseo, princesa.
Kino (1:08): Tampoco tenias que negarlo con tantas ganas… Bueno, da igual. Dije que fuéramos a la cama por si te quedabas dormida jugando, lamento haber defraudado tus expectativas. Vamos, ven aquí. *van a la cama* Turnémonos para jugar en mi celular. Partamos con un juego de acción de tablero. Es sencillo, quien derrote más enemigos en treinta segundos gana. ¿Entendiste? Yo partiré. Bien… ¡Empecemos! *comienza a jugar* Claro que soy rápido, juego a esto todos los días. Oh, ya acabó. Treinta enemigos en treinta segundos, o sea que tengo treinta puntos. Bueno, este juego es sencillo.
Kino (2:15): ¿Qué dices? Acabar con un enemigo por segundo es pan comido. Vamos, te toca, ten. *te pasa el celular* Ah, pero que sepas que si pierdes más veces que yo tendré derecho a jugar contigo cuánto me plazca. ¿Tienes tiempo de distraerte? El juego ya empezó. *empiezas a jugar, vas lento* Aah… Eres tan torpe que me saca de quicio, confundes el botón de ataque con el de salto, ¿qué lograrás saltando sobre los enemigos? ¡Ah! ¡Te siguen atacando! ¡Mira, te están atacando por detrás…! Oh, se acabó… A ver derrotaste a… cinco enemigos… tienes cinco puntos.
Kino (3:19): ¡Apestas en esto! No te deprimas… Sabía que este tipo de juegos se te daban mal, tranquila, tengo más aplicaciones, préstame mi celular. Ahora juguemos a esto, puede que se te dé bien. Es un juego de cocina. Quien prepare una comida deliciosa en un minuto gana. Bueno, cocinar en la vida real y en un juego son dos cosas distintas, así que no creo que vaya a perder.
Kino (4:03): Muy bien, yo parto. ¡Empecemos! Primero hay que pelar el rábano… ¿Pelar? ¿Qué…? ¿Pelar no es lo que se hace con el cabello…? ¡¿Por qué no explican cómo hacerlo?! No entiendo bien, pero debo “pelarlo”, ¿no? Voy a deslizar la pantalla… ¡¿Ah?! ¡¿Puntos negativos?! ¡¿Por qué?! Ahora que tengo un rábano pelado debo… cortarlo… en… ¿trozos redondos, trozos cuadrados o en trozos de medialuna? ¡¿Cómo voy a saberlo?! *fin* Imposible… acabó sin que pudiera hacer nada… ¡Juego de mierda! ¡¿Por qué tengo que saber de cocina para poder jugar?! Olvidemos este juego, juguemos a otra cosa.
Kino (5:04): ¡Ay cállate! No tiene sentido jugar a esto. ¿Injusto? ¿Quién te crees? Aah, me estoy empezando a molestar… Supongo que empezaré a jugar contigo antes de tener los resultados. Oye… puedo, ¿no? Jeje, mírate, estás temblando, que divertida eres de ver, Aprovechando que estamos en la cama… ¿Qué debería hacerte? Podría aprovechar y hacer algo divertido. Aah… Si serás… Bueno, si tanto quieres jugar, entonces hazlo. *te pasa el celular* Pero tú si sabes de cocina, así que para que sea justo deberás acabar en la mitad de mi tiempo.
Kino (6:11): Ya presioné el botón de inicio, jeje, esfuérzate en dar pelea antes de que empiece a jugar contigo *juegas y haces todo rápido*.
*luego*
Kino (6:30): ¿Hm…? ¿Qué estaba haciendo…? Recuerdo que fui a verla… ¿Hm? Ya veo… Nos quedamos dormidos mientras estábamos jugando el último juego. No pensé que de verdad jugaríamos hasta acabar dormidos… pero de igual. Jeje, está durmiendo plácidamente. Pero si se durmió mientras jugábamos, entonces… *revisa el celular* Wow, vaya mano… Me dio batalla en el juego de cartas. Y aunque me frustre… debo admitir que sufrí una victoria aplastante en el juego de cocina… ¡Aunque es culpa del juego! O sea que en resumen… fue un empate. Es una pena, pero parece que hoy no podré jugar contigo.
Kino (7:47): Sin embargo… Oh, despertaste. Nos divertimos mucho antes de dormir, ¿no? ¿No lo recuerdas? Con lo emocionada que estabas. Yo no dije nada del juego. ¡Ajajaja! ¡Te alteraste de inmediato! Lo siento, pero esa cara solo me genera ternura. Estás completamente roja. Nunca me puedo aburrir de mi princesa, tanto que jamás quiero soltarte. *bosteza* Aún es temprano, puedes dormir un poco más, yo volveré a dormir.
Kino (8:52): Ven aquí. *te acercas a él* Oye, al final no coronamos a un ganador tras los juegos, pese a eso, me divertí y tú igual, ¿no? Jeje, aunque era esperable. Por eso… volvamos a jugar hasta quedar dormidos, estoy seguro de que será divertido. Sí, es una promesa. Entonces… buenas noches.
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nebulamorada · 8 months
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amor de engaño - peeta mellark x snow!reader
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Resumen: Ningún Snow ama de forma sana y siendo ella la nieta de Coriolanus, no sería la excepción cuando lo más grande deseo sea el dulce panadero del doce.
Advertencias: Age gap (solo dos años menor) manipulación, mención de t*rtura
• Tal vez cuente con una segunda parte desarrollando Sinsajo Pt1 y Pt2
┗━━━━━━━━━━━━━━┛
Lo había visto por primera vez en la entrevista de los tributos de los septuagésimo cuartos juegos; tan brillante con su cabello rubio peinado hacia atrás, esos labios perfectamente rosados que enmarcaban la hilera de blancos dientes que conformaba su sonrisa y el aura confiada que su cuerpo desprendía mientras hablaba con Caesar.
"Dime, Caesar, ¿te parece que huelo a rosas?" ella estaba lo suficientemente lejos de él como para no poder tener ni un ápice del aroma de su piel, pero sabía que ese no podía ser un perfume propio de él; se imaginaba alguna fragancia masculina, siendo principalmente destacada en zonas como su cuello, pero teniendo un deje dulzón al final.
Todo era perfecto; una parte de su mente divago imaginandolo como el vencedor, la imagen perfecta de ellos estando juntos luego de sus juegos, cuando ella tuviera la edad suficiente, mientras la otra prestaba atención a cada palabra que salía de su boca, hasta que llegó la pregunta de una posible pareja, lo que la hizo mantener todos sus sentidos puestos completamente en él.
"Hay una chica que amo desde siempre" ¿quién? su mente se imaginó a alguna muchacha bonita de su distrito, de algún barrio acomodado, como la hija del alcalde o algo similar, pero no pudo evitar sentir la sacudida que los celos le hicieron sentir en su pecho cuando fue a su compañera de distrito la que mencionó.
No diría que era fea, pero realmente, pensaba que podría hacerlo mejor, ella era definitivamente algo mejor. La nieta del presidente Snow le podría dar la vida de vencedor que el merecía; los tributos debían desarrollar un talento que favorezca al capitolio luego de ganar, pero ella se aseguraría que él no estuviera forzado a nada estando a su lado...si en sus manos estuviera Peeta no correría con el mismo destino que ese chico del distrito cuatro, Finnick.
Nunca se había visto a sí misma como alguien caprichosa o mimada, si bien su abuelo la consentía, jamás permitió que cayera en el estilo de vida tan pomposo del Capitolio, pero ahora, mirandolo tan cerca de ella y tan lejos de su alcance, lo quería más que nada y se aseguraría de tenerlo, mientras la amargura de tener que esperar la sentia debajo de la piel.
Durante los juegos no recuerda sentir ni una sola emoción buena; llena de preocupación cuando él se fue con los profesionales, causando así la herida de su pierna, teniendo la angustia apretando su cuellos y dificultando su respiración en el momento en el que estuvo tanto tiempo con la pierna lastimada junto al río, en los momentos en los que lo veía pasar esa horrible fiebre y cuando el chico del dos lo tomó por el cuello al final, ¿acaso su mentor no podía haber echo nada en todos esos momentos por él? la idea de que el hombre del doce haya priorizado a la chica la hizo ver rojo. Aunque solo había algo más grande hirviendo en su interior.
Celos.
Imaginó cada beso que compartían los "trágicos amantes del doce" como un medio para un fin, con la regla de que ambos podrían salir de la arena por ser del mismo distrito y el evidente interés de los patrocinadores en ellos, una vez que estuvieran fuera podrían ser ajenos nuevamente, después de todo, tanto ella como su abuelo estaban de acuerdo en que no parecía todo muy real por parte de la tal Katniss. Y el acto de las bayas fue lo que más endureció a su abuelo.
Pero nada de lo que ella había imaginado en su mente pasó; no se distanciaron luego de los juegos, incluso en la entrevista luego de ellos parecían insoportablemente juntos.
Las noticias de ellos siendo felices en el doce, su boda, el vasallaje, la noticia del bebé; cada cosa peor que la anterior.
Incluso durante la celebración que el Capitolio organizó para su compromiso la corta presentación de Effie Trinket se sintió incomoda, con Katniss mirandola como si ella hubiera sido quien la envió a los juegos y Peeta tratando de compensar la actitud de su compañera con una brillante sonrisa y su dulce amabilidad.
Pero ahora los juegos del vasallaje habían tenido el segundo final peor pensado, puesto que a sus ojos el primero hubiera sido uno donde él muriese. Con la rebelión de los distritos cada vez más cerca y teniendo que la chica del siete y a la tributo del cuatro que estaba con Finnick como rehenes, ella pensó en un plan para Peeta.
Había oído a escondidas los gritos de Annie durante sus torturas con agua, los insultos de Johanna y las súplicas de cada rebelde que había llegado a las manos del capitolio, no podía dejar que él pasara por eso. Por lo que hablando con su abuelo, logró llegar a un acuerdo beneficioso, ella y él estarían juntos, se le informaría los ciudadanos que Peeta no había tenido nada que ver en el acto rebelde del llamado Sinsajo y que el pronto se integraría a la población del Capitolio con alguna actividad que ella aún debía pensar. Ella tenía a Peeta, Peeta tenía seguridad y su abuelo tenía un sistema para ir socavando ligeras a Katniss teniendo a Peeta lejos de ella.
Y una vez que el veneno de rastrevíspulas actuó como se esperó, ella planeo minuciosas cada recuerdo alterado que tendría; en la entrevista, sería ella en quien pensaba, negándose a decir nombres por su diferencia de edad y por la posición que ambos tenían, ella había sido quien había renunciado momentáneamente a su vida de lujos en el capitolio, acompañando a su enamorado al doce una vez que él y ella interactuaron cuando ganó sus juegos, ella había sido la que estuvo a su lado en las pesadillas que tenía sobre los juegos, ella, ella, ella y ella.
Pero luego de un año, los rebeldes habían empezado con sus ataques, tenían un plan y el Sinsajo lo quería a su lado de nuevo para llevarlo a cabo...
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catarsis96 · 8 months
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Quería practicar mi escritura y también quería escribir un poco de contenido SMUT, así que esto salió jajaja. 
Espero que sea del agrado del lector.
Advertencias: escritura +18 o adulto, si eres menor de edad o no te gusta este tipo de lectura, no leas.
Alucard Tepes x lector femenino.
Título: Resistente.
Resumen: Habías leído en uno de los muchos libros de la biblioteca, sobre lo resistente que eran los vampiros, tu curiosidad te venció y quisiste comprobar. 
“¿No dijiste que querías ver qué tan resistente era? Tenemos el resto de la noche, amor.” Alucard se lamió los labios, la lujuria volvió a él y lo podías sentir por como se había endurecido su miembro.
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Resistente.
En cuanto la oscuridad tomó posesión del cielo y el bosque que rodeaba aquella majestuosa edificación, las dos almas que lo residían  habían decidido estar en la calidez de su habitación marital.
No tenían nada que hacer, solo amarse en esa noche estrellada. Las sábanas a punto de caer de la cama y la ropa esparcida, los golpes de piel con piel y los gemidos y gruñidos, delataban sus actividades.
Aquellos ojos dorados que tanto amabas y no podías olvidar, te miraban hambrientos, él quería comerte, lenta y deliciosamente.
Nada ni nadie lo iba a detener. 
Tus piernas abiertas de lado a lado, le daban la bienvenida a su cuerpo lleno de músculos definidos, la dureza de su miembro entrando y saliendo de la suavidad femenina, era como una adicción que no quería detener. Solo quería estar así contigo, encima de ti, amando y besando cada parte de tu cuerpo.
“A-Alucard…” Gemiste en su oído, querías que él escuchara y supiera que te volvía loca por él. Otro suspiro erótico brotó de ti, el placer que te daba te hacía lloriquear.
“Eso es nena… Gime para mí.” Susurró, sus ojos vagaron hacia abajo, para encontrar sus senos, los pezones endurecidos por las succiones que les había prodigado y algunos destellos de chupetones, lo hacían sentirse malvado, ya que él fue el culpable de que estuvieran así.
Sentiste una embestida dura y posesiva, las terminaciones nerviosas parecían recorrerte en cuanto lo sentiste atacarte así. Un suspiro mudo fue lo único que soltaste como respuesta, querías más, más de él, más de su amor. Llevando tus manos a su cabello, lo acertaste más a ti, los jalones que le dabas lo hacían volverse más salvaje, sentiste como se desesperaba por obtener todo de ti.
Tus caderas se movieron, encontrando las de él. Alucard se movió un poco, sacando su dura excitación para después volver a entrar en ti, sintiendo como lo mojabas con tu esencia, caliente y adictiva. Él amaba esto, ser un solo cuerpo contigo. Estabas por entrar en un clímax delicioso, lo podías sentir,  tu cabeza cayó hacia atrás en cuanto sentiste el duro eje de Alucard poseyéndote, llevó uno de sus grandes dedos hacia abajo para buscar y mimar tu clítoris, Alucard podía ver cómo su mujer se derretía cada vez más. Y le gustaba.
Alucard sonrió, bajando lentamente su afilada mirada desde tu rostro de porcelana, hasta donde ambos estaban conectados, las paredes vaginales y suaves lo torturaban y apretaban con frenesí. 
“¿Te encanta, querida?” Susurró en su oído, deleitándose con tus suspiros. “¿Te encanta ser devorada por el vampiro?, responde.”
“¡Oh!” Tus labios dejaron escapar, cuando su cadera atacó tu sensible coño. 
“Te hice una pregunta.” Otra embestida más y te vió perder la cordura.
“¡Sí, sí, sí! Amo ser presa tuya, amo todo de ti, te amo.” Y lo decías en serio, amabas todo de él, su inteligencia, su sarcasmo, los momentos de calidez de hogar que te proporciona y lo mucho que te protegía como si temiera perderte en un segundo y amabas estar con él, entregando todo de ti entre sus manos y él tener la confianza de entregarte su cuerpo y alma de esta manera.
Sus palabras lo hicieron sentirse afortunado, sabía que todo lo que había dicho ella era verdad, así como era verdad lo mucho que la amaba a ella, daría su corazón en bandeja de plata si se lo pidieras, nadaría en un mar bendecido solo por llegar a ti. Podría ser dramático todo lo que haría solo por tenerte, pero el amor que te tenía lo movía a querer hacer todo eso, con tal de sentir que estás en sus brazos. 
Sentías que llegarías al orgasmo, tu clítoris parecía estallar en placer y querías sentirlo. Tus caderas se movieron, sintiendo que la energía pronto se te acaba, el resto de ella querías hacer que valiera la pena.
“¡Alucard!”  Gritaste en cuanto tu clímax te golpeó tan fuerte, que sentías que podías ver las estrellas a tu alrededor. 
El damphir amó el momento en que sintió como tu placer lo mojaba más, ya no podía resistir su propio clímax. Con lo último de su fuerza le daba movió sus caderas hasta que sintió aquel placer que sentiste, pronunció tu nombre con amor y lleno de gozo hasta que se derramó en lo profundo de tí. 
“ Te amo, te amo.” Buscó tus labios, quería hacerte saber que lo decía en serio, en cuanto capturó tus labios y besó con necesidad. 
“... Yo también te amo.” Murmuras cansada y feliz. “Te amo, Alucard.” 
El silencio gobernó entre ustedes, la luz de la luna se asomaba por las ventanas de su habitación, solo se admiraban el uno al otro, como si fueran un descubrimiento único.
“ Tengo sueño.” Alucard te vio en cuanto dijiste aquello.
“¿En serio? Que mal…” Dijo como si estuviera decepcionado.
“¿Qué ocurre?” Aquello había llamado tu atención.
“Porque yo quiero un poco más.” 
Tan pronto como reveló, te dejó boquiabierta, antes le habías dicho que habías leído en uno de los muchos libros de la biblioteca, sobre lo resistente que eran los vampiros, tu curiosidad te venció y quisiste comprobar. 
Pero ahora..
“¿No dijiste que querías ver qué tan resistente era? Tenemos el resto de la noche, amor.” Alucard se lamió los labios, la lujuria volvió a él y lo podías sentir por como se había endurecido su miembro.
Tendrías una larga noche.
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let-esp · 1 year
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Zhongli x fem!reader -NSFW español
en resumen... Zhongli regresa a casa tras un largo día de trabajo y espera que su esposa!lectora lo cuide.
Adcertencias: smut, pev, kink de adoración, mención de colmillos y mordidas porque me gusta la idea del Zhongli híbrido. Si se me olvidó algo avisarme.
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La sensación de los dientes de Zhongli en la parte interna de tus muslos te hace levantar la cabeza para encontrarte con una mirada ámbar llena de lujuria
"Zhongli…" susurras ahogando un gemido cuando sientes su lengua deslizarse entre tus pliegues.
"He tenido un largo día" susurra contra tu centro, las ondas enviando vibraciones a tu clítoris. "No puedo disfrutar de mi mujer esta noche?"
Aquello lo dice gateando sobre ti, apoyando las manos a cada lado de tu cabeza e inclinando su cabeza hacia un lado. Para Zhongli, milenios habían pasado hasta volver a encontrar a una criatura tan magnífica como tú, hermosa, y sabrosa en varios sentidos.
"He conocido varias mujeres a lo largo de mi vida" susurró en tu cuello, trazando círculos con el dedo alrededor de tu pezón, "y tu eres de las que más me ha gustado", dicho eso deja un leve mordisco en tu piel, sientes los colmillos de su forma híbrida sobresalir.
"Se supone que eso debe hacerme sentir halagada?" preguntas apartando su cabeza de tu cuello, encontrándote con la mirada brillante del Arconte, que sonríe mostrando los caninos extendidos.
"En efecto" dice con el tono de voz bajo, voz rasposa y grave, enviando calor a la parte baja de tu vientre.
"Todas son eclipsadas por ti, ningún nombre significa algo cuando te tengo aquí, debajo de mi".
"Entonces seré solo una más de tus amantes?" preguntas incorporándote, aunque él no se mueve ni un ápice, quedando sus rostros a escasos centímetros.
"Claro que no" acaricia tu mejilla y deja un beso suave en la comisura de tus labios. "Cuando tu mueras, me iré contigo. No habrá mujer después de tí. Nadie valdría la pena, por eso voy a aprovecharte cada segundo, cada palabra que salga de tu boca, cada movimiento de tu cuerpo y cada gemido que logre arrancar de tí"
"Tenemos tiempo" dices besando su cuello, sintiendo su piel erizarse bajo el toque de tus labios, "todavía soy joven, tengo toda una vida que entregarte".
Notas una pizca de melancolía en sus ojos por un momento, luego una sonrisa ladeada.
"A mi edad, el tiempo pasa más rápido de lo que parece" dice, la boca torcida en una mueca que trata de esconder su desdicha.
"Entonces no hay que perder ni un solo segundo" susurras bajando tu mano hacia la parte más baja de su abdomen, sintiendo su masculinidad endurecerse.
No te acostumbras a la sensación de tenerlo dentro, grande y grueso comparado con tu estrecho coño, sus manos aprisionando las tuyas contra las sábanas de seda, sus dientes abusando de tu pezón enrojecido, y sobretodo las miradas que te lanza cuando te estremeces porque él golpea ese punto suave en tu coño, ese que tan bien conoce.
No está bien, sabes que no es correcto encontrarte de este modo con el Arconte de Liyue, lo sacrílego que es que tus paredes succionen su masculinidad con tanto ímpetu. Lo irrespetuoso que es repetir su nombre entre gimoteos y lágrimas, rogando por velocidad y fuerza.
"Zhongli", aquello sale de tus labios como un grito. Está completamente dentro de tí, el frenesí de sus movimientos hacen que resbales sobre las sábanas, tu cabello un desastre entre tus manos, que siguen aprisionadas por las de él, mucho más grandes en comparación.
"Mírate" dice él, una sonrisa dibujada en su cara, "tomándome tan bien, tan devota de tu Arconte. Pequeña criatura buena, toda mía, con ese lindo coño apretado pidiendo por más".
"Morax" susurras, la voz ya no sale, la garganta te arde de tantas veces que él ha logrado hacerte gemir.
Zhongli se tensa ante tus palabras, cuando usas su nombre de Arconte lo llevas al límite, y eres consciente de aquello.
Le fascina cuando actúas como una criatura devota, cuando le dices Morax y él está dentro de tí hurgando en tus espacios más estrechos. Acelera las embestidas, que se vuelven irregulares, no es Zhongli, no es el consultor de la funeraria, no, es Morax, el Arconte de Liyue que se está cogiendo a su mujer como si fuera el último día de su vida, arrancando de ella cada partícula de placer que pueda.
No se había sentido de este modo en siglos… es más… diría que no se había sentido de este modo nunca.
Siente tu orgasmo sobre su miembro y un delicado anillo brillante formándose alrededor. Continúa hasta llegar a su propio clímax, golpeando ese punto que te sobreestimula de forma magnífica. Se viene dentro de tí, soltando un gruñido casi animal mientras aprieta tus dedos entre los suyos. No te soltó en ningún instante.
Deja caer su pecho sobre el tuyo y esconde su cabeza en tu cuello. Le gusta tu olor, sobretodo después del sexo, porque está mezclado con su propia esencia.
Le acaricias el cabello liberándote de su agarre, y dejas un beso casto sobre su sien.
"Te amo" dices.
Él todavía está dentro de tí, y puedes sentir la forma en que vuelve a endurecerse.
"Zhongli, espera.."
"Tú misma dijiste que no hay que perder ni un solo segundo" dice él. Sabes que te espera una semana larga.
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cherry-holmes · 1 year
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La estrella más brillante de mi firmamento (Din Djarin x Lectora/Fem!Reader)
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Resumen: Los celos son un sentimiento desagradable y tu llevas sintiéndote de esa forma desde que Bo-Katan hizo su aparición en la vida de Din y tu.
Pareja: Din Djarin (The Mandalorian) x Lectora (Fem!reader)
Contador de palabras: 2,845
Advertencias: Celos, inseguridades y menciones de relaciones sexuales (smut) but not actual smut
Nota de autora: lo mismo de mi primer post: tratando de contribuir a la comunidad hispanohablante de Tumblr🫶🏻 I’m going to post my work in English eventually
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El sentimiento era inevitable. La sangre en tus venas se convertía en ácido cada vez que Bo-Katan y Din tenían la más mínima interacción; en combate, pilotando una nave, ideando un plan... lo que fuera era capaz de hacerte sentir un doloroso nudo en el estómago. Sabías que estaba mal, que estabas exagerando, pero algo dentro de ti, tu parte más insegura y delirante, susurraba maliciosamente en tu oído todo tipo de cosas.
Claro, tu eras una belleza; tu cabello siempre estaba peinado, cuidabas el aspecto de tu ropa y tus ojos eran dos preciosas joyas que adornaban tu delicado rostro. Y ni hablar de tu relación con Grogu, pues eran prácticamente madre e hijo, algo que Din adoraba y le hacía sentir paz al saber que su niño y su mujer tenían un lazo tan estrecho.
Din se había enamorado de ti desde el primer momento en que te miró en el mercado de Mos Eisley y desde entonces se propuso hacer todo lo que estuviera en sus manos para ser digno de tu amor. Habían pasado el último par de años viajando juntos y cuidando de Grogu. Eran una pequeña familia, un clan de tres.
Pero para ti, esas cualidades tuyas no eran suficientes. Te era inevitable compararte con con Lady Bo-Katan Kryze y ver en ella todo lo que a ti te faltaba. Bo no solo también era guapa, si no que era una verdadera guerrera Mandaloriana. Portaba una poderosa armadura de béskar, era una peleadora, estratega innata, líder de los Búhos oscuros y portadora legítima del Sable oscuro, por sus venas corría sangre de una de las más antiguas Casas de Mandalore... por nombrar algunos atributos.
Y tu una pueblerina que nunca había salido de Tatooine hasta que Din lo hizo. Él te había enseñado a disparar blásters y a volar su nave, pero siempre que las cosas se ponían feas, te sentías una carga y una completa inútil. Aunque a él nunca parecía molestarle en lo absoluto, sabías que era verdad.
Las cosas no mejoraron cuándo te presentó al resto de Mandalorianos. Aquella primera noche, cuándo todos ellos aún se refugiaban bajo la ciudad de Nevarro, no pudiste evitar escucharlos hablar sobre ti a espaldas de Din. Decían que no eras Mandaloriana y por lo tanto era prácticamente inaceptable que Din te incluyera en su comunidad. Era diferente a Grogu, por su puesto, pues el niño era un expósito, que al llegar a su edad tomaría juramento después de haber sido criado bajo las creencias del credo. Pero tu eres una mujer, no estas bautizada y no portas béskar. Din jamás te había insinuado que deberías convertirte a su credo o que deberías aprender a pelear tal como él. Nunca te había forzado a algo que tu no quisieras y muchísimo menos te había hecho sentir mal sobre algo de ello. Din te amaba tal cuál eras, tal cuál te había conocido y nunca había pretendido hacerte cambiar.
Todas esas inseguridades estaban en tu cabeza y luchabas con ellas diariamente. Exceptuando la remoción del casco, Bo-Katan era todo lo que tú creías que Din buscaba y todo lo que merecía.
El nuevo campamento Mandaloriano se extendía a las afueras de Nevarro, sobre los terrenos que el magistrado Karga les había otorgado en gratitud por haber luchado junto a la gente del pueblo para recuperar sus tierras de los piratas.
Los Mandos habían construido carpas alrededor de la perteneciente a la Armera. La de Din y la tuya era una de las más alejadas del centro, dónde gozaban de mayor intimidad y dónde no te sentías tan juzgada por el resto de los compatriotas de tu pareja.
Aún así, la de Bo-Katan estaba prácticamente a lado, por lo tanto, esa noche mientras te sentabas afuera de la carpa para darle de cenar a Grogu, no podías evitar echar una ojeada discreta en dirección a dónde Din conversaba con Bo. Llevaban casi una hora sentados sobre unas cajas de armería y aunque en ocasiones se acercaban otros Mandalorianos a acompañarlos, estos se retiraban al notar que el tema de conversación sólo le incumbía a ellos dos.
Ella tenía los codos recargados en sus muslos mientras comía de un tazón entre sus manos y Din estaba de brazos cruzados, recargando la espalda sobre otras cajas. Nada se veía "sospechoso" respecto a ellos, te decías una y otra vez que simplemente estaban conversando sobre reunir ambas facciones, y en cómo los organizarían para retomar su planeta natal. A pesar de eso, no podías evitar preguntarte cuanto tiempo tardaría Din en darse cuenta de lo superior que era Bo respecto a ti. De cuánto tardaría en notar que a ella no necesitaba protegerla, que a ella no necesitaba enseñarle nada del credo porque ella ya estaba ahí. Incluso, por un doloroso segundo, el escenario más delirante se filtró en tu cerebro: ¿Y si la relación de Din y Bo era clave para unir a sus respectivos clanes? Una unión diplomática y efectiva, sin duda.
No, te obligaste a alejar aquel pensamiento de tu mente, incapaz de permitir que aquella idea siguiera tomando forma.
Al momento en que notaste que el casco de Din se giraba en tu dirección, disimulaste y volviste a centrar toda tu atención en alimentar a Grogu. El niño estaba por terminar su segundo tazón de caldo de hueso, su favorito. Le sonreíste y el te regresó una tierna mirada.
Un par de minutos más tarde, el destello del fuego de las fogatas contra la pulida armadura de Din tintineo al costado de tu vista llamó tu atención nuevamente hacía ellos.
Ambos Mandalorianos se habían puesto de pie, el hombre habiendo empezado a caminar en tu dirección, cuándo de pronto Bo llamó su nombre y capturó su atención por última vez. Ella cerró su mano sobre el brazo de Din y le dijo algo que no pudiste escuchar, pero que acompañó de un asentimiento de cabeza y una sonrisa sincera. Din asintió de igual manera, pero por su casco no pudiste ver si sus labios emitieron una respuesta. Pero el contacto y la mirada que ella le dió fue suficiente para que tus inseguridades tomaran fuerza y se arremolinaran en tu estómago, causándote náuseas. El corazón de pronto te pesaba en el pecho y el familiar calor que sube por tu cuello presagiando las lágrimas, te apresó. Lo último que querías era ponerte a llorar.
Trataste con toda tu voluntad en prestar atención a Grogu, en que terminara su cena para que pudiera dormir y prácticamente ignoraste a Din mientras tomaba asiento a tu lado y comenzaba a limpiar uno de sus blásters. Una vez que el niño terminó, lucía satisfecho y adormilado, así que lo cargaste para colocarlo en su coche y después de arroparlo cómodamente, te aseguraste de cerrar el huevo.
Din te conocía perfectamente bien, así que por la forma en que fruncías los labios y evitabas hacer contacto visual con él, intuía que algo estaba mal.
Echó tierra sobre la fogata para apagarla y te siguió hacia el interior de la carpa. Mientras colocabas a Grogu en un lugar seguro, Din comenzó a deshacerse de su armadura, hasta quedar únicamente con el traje que portaba debajo del béskar.
Mientras preparabas una pequeña tina con agua para lavarte la cara, sentiste un par de brazos rodearte desde atrás. El calor del cuerpo de Din contra tu espalda se sentía reconfortante y protector. Normalmente el contacto te haría derretirte, con tu cuerpo aligerándose tan deliciosamente que le permitía a él hacer lo que quisiera contigo. Y casi sucumbiste... casi. Estabas demasiado metida en tus pensamientos inseguros como para permitírtelo.
—¿Que pasó? — inquirió Din cerca de tu oído, con una voz sensual, pero que no lograba disimular ese tono preocupado que tenía cuándo detectaba en ti algo mal. — Dime que te preocupa.
Sus manos desnudas acariciaban tu vientre por encima de la tela del vestido, calientes y pesadas, pero con ese tacto tierno que las caracterizaba.
No entendías como esas manos que empuñaban dagas y armas, que eran capaces transformarse en brutales puños diseñados para pelear, eran las mismas que siempre te sostenían con delicadeza y cariño.
Cuándo se trataba de Grogu o de ti, Din se volvía el hombre más cariñoso y afectivo de toda la Galaxia. Eran ustedes quiénes le habían permitido sentirse completo nuevamente. Por supuesto que Din debía literalmente su vida al credo Mandaloriano, pues además de rescatarlo el día que perdió a sus padres, le habían ofrecido un espacio en su comunidad. Lo habían alimentado, entrenado para protegerse a sí mismo y le habían dado algo en que creer y que defender. Din siempre pensó que aquello era todo lo que necesitaba, pero descubrió que había algo más que le hacía falta: una familia propia. En Grogu y tú había encontrado esa pieza que no sabía que buscaba hasta que la tuvo. Con ustedes se permitía sentir lo que pensó que jamás volvería a sentir cuándo asimiló que había quedado huérfano: compañía y amor. Encontró un hijo a quién criar cómo guerrero y una mujer con quién compartir su vida.
Pero ahí estabas tú, sintiendo que no te merecías nada de lo que tenías. Te habían hecho tanto daño en el pasado, que te habían hecho creer que no merecías amor. Siempre te sentiste tan indigna de recibir amor incondicional, que ahora que lo tenías no podías ni creerlo. Tu también habías encontrado en Din y Grogu un propósito, pero estabas tan asustada de perderlo que el sentimiento te cegaba.
Din llamó tu nombre en un susurro dulce, sus manos trazando tu cintura. Dejaste escapar en un suspiro tembloroso el aire de tus pulmones, decidiendo que palabras usar para expresar lo que sentías. No sabías como iba a tomarse aquello, podría pensar que estabas siendo dramática y que era un ataque de celos sin sentido o que eras una manipuladora.
No es que Din vaya por ahí minimizando lo que sientes ni mucho menos, si no todo lo contrario, pues siempre ha sabido escucharte y acompañarte.
Tan sólo pensar así de él te hacía sentir aún más miserable y te preguntaste cuánto tardaría él en cansarse de tus intrigas.
—¿Alguna vez has sentido que lo que soy te es decepcionante? — la pregunta dejó tus labios en un murmullo tímido.
Sentiste sus manos detenerse y su cuerpo paralizarse por un momento tras la pregunta. Pensaste lo peor, que habías dado en el clavo y deseaste no haber preguntado. Miraste tu reflejo en el agua, dónde tus dedos se retorcían unos a otros bajo el fresco líquido.
Las manos de Din volvieron a moverse, esta vez acompañando a las tuyas, dónde las liberó de su batalla silenciosa. Sus palmas abrazaron tus dorsos y entrelazaron sus dedos. Él sabía que solías torcer tus dedos así cuándo estabas nerviosa o impaciente y quería ayudarte a relajarte.
—¿De que hablas? — preguntó finalmente, en un tono sinceramente confundido.
Otro suspiro escapó de tus labios, esta vez más tenso y pesado. Aún así, tus manos no se movieron de las suyas.
—No soy una guerrera, Din — señalaste lo obvio, luchando con el nudo que comenzaba a formarse en tu garganta —. Sabes que no peleo ni porto armas o uso béskar como tú... — cómo Bo Katan, quisiste decir, pero no te atrevías a sacarla a flote. Al menos no de momento.
—¿A que viene eso, cyar'ika? — inquirió, dándole un apretón a tus manos. Sentiste su cabeza asomarse a tu lado, buscando tu rostro. Podías imaginar el ceño fruncido bajo aquel casco.
—Nada yo sólo... — querías encontrar una manera de decirlo, pero el miedo se convirtió en frustración y ahora la cercanía de Din se sentía abrumadora. Pelear era lo último que querías, pues sólo haría las cosas mas complicadas, así que buscaste la manera de calmarte — Sé lo que todos piensan de mi — mascullaste y el tono en tu voz era tan triste, que él sintió su pecho contraerse —, que no te mereces alguien impío como yo. Dicen que no deberías estar conmigo porque no soy Mandaloriana.
Tus palabras cayeron sobre Din como una roca en su estómago. Sintió una oleada de enojo e indignación recorrer su cuerpo ante el pensamiento de que cualquiera pudiera hacerte sentir mal o menos por no ser algo. De igual manera se sintió decepcionado de sus compañeros por creer que sabían más sobre ti o de lo que eras digna o no. Pero lo que más le dolía era pensar en que tu realmente creías que no merecías estar con él. Maker... cómo le dolía pensar en que te llegaste a creer que él podía encontrar algo mejor que tú.
—¿Alguien se atrevió a decirte algo? — su voz se había vuelto más dura, pero sabías que no era contra ti. Sentiste su cuerpo tensarse y cuadrarse, tal cómo lo hacía cuándo peleaba o estaba a alerta... cuándo se volvía tu escudo protector.
No querías que Din comenzara a buscar culpables directos. Jamás te perdonarías si terminaba peleado o exiliado de su clan sólo por ti.
Tu mejor que nadie sabías cuánto significaba el credo para él. Lo habías visto sufrir la vez que fue exiliado por la Armera por haber roto su voto de no dejar que otros lo vieran sin su casco y habías sido tu la que lo había acompañado para lograr redimirse de su fallo hasta el fondo de las mismísimas ruinas de las Aguas vivientes de Mandalore. No habías vuelto a ver sus ojos desde entonces, y aunque una parte de ti se moría por mirarlos nuevamente, respetabas completamente su credo y sus tradiciones. Al fin y al cabo, tu lo conociste y te enamoraste de él con el casco. Las ocasiones en que su rostro había sido revelado para ti habían sido accidéntales o la situación lo había obligado a ello. El mero hecho de que tu mente haya grabado a la perfección sus facciones te hacía sentir culpable, pero al mismo tiempo no querías olvidarlo jamás.
—Nadie me ha dicho nada directamente, pero no soy sorda — confesaste. Tus manos se soltaron de su agarre y las dirigiste a sus muñecas, dónde comenzaste a acariciar la piel de la zona —. No puedo evitar pensar en que tienen razón. Tú mereces una mujer devota al credo, que comprenda el Camino como tú y que... — lo siguiente era muy duro para ti de aceptarlo, sentías que las palabras se te atascaban en la garganta y las lágrimas se arremolinaron en al borde de tus ojos mientras completabas la oración:— y que te ayude a criar a Grogu cómo un guerrero Mandaloriano.
Din deslizó sus manos fuera del agua, volvió a posarlas en tu cintura y te dió la vuelta para quedar frente a frente. Para ese momento ya había un par de lágrimas rodando por tus mejillas. Te veías tan triste, reflejando el dolor que aquellos pensamientos te provocaban. Aquello que ya habías tomado como una verdad y que te hacían creer que ya habías perdido a Din Djarin para siempre.
Sus manos tomaron tu rostro, agradablemente frescas por el agua y te dejaste acariciar por ellas. Tus manos se aferraron a sus antebrazos mientras más lágrimas se te escapaban en un arrebato de sentimentalismo. Habías pasado demasiados días dándole vueltas al asunto en tu cabeza, teniendo una silenciosa y solitaria batalla contigo misma. Era agotador en el sentido más doloroso.
—Ner cyar'ika — su voz sonaba tan devota a ti, que lograba erizarte la piel. Cada palabra que te dedicaba reverberaba en su pecho —, no hay nadie más en la Galaxia con quién quisiera compartir mi vida y mis viajes. No puedo imaginar a alguien más perfecta para ser la madre de Grogu y de todos mis futuros hijos. Eres tu, la estrella más brillante de mi firmamento, con quién elijo estar siempre. Ni kar'tayli gar darasuum.
—Yo también te amo, Din — respondiste, sonrojada y con una sonrisa que se mezcló con un llanto ahora de alegría —. Te amo por darme una familia, por que me amas como lo haces. Tu eres la estrella más brillante de mi firmamento. 
Una risita se filtró en su voz y pudiste imaginártelo perfectamente sonrojado bajo su casco. Su cuerpo se pegó aún más al tuyo, como si fuera posible desaparecer cada átomo de aire entre ustedes. Su cuerpo firme y cálido contra el tuyo se sentía como el mejor de los calmantes.
Sus cuerpos se relajaron y se dejaron llevar por el calor del momento. Las caricias se hicieron más intensas, en la intimidad de su carpa y a la urgencia de sus cuerpos de sentirse unidos.
Cerraste los ojos cuándo Din retiró su casco y comenzó a depositar besos húmedos en tu cuello, en tus clavículas y en el lóbulo de tus orejas.
Cuándo te tuvo sentada sobre la mesa, acomodado entre tus piernas mientras sus manos acariciaban la piel expuesta de tus piernas, Din susurró a en tu oído:
—Dejémosles saber cuan dignos somos el uno del otro. Quiero que esta noche todos se enteren que eres tan mía como soy tuyo.
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the-annoying-moth · 10 months
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Como se sintió Tokō cuando perdió su cabello? Osea cuando se lo cortaron :'c
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En resumen,se sintió horrible y el proceso fue doloroso(literalmente)por que perdió el cabello por un corte bastante profundo en la espalda por la altura de los homóplatos
Bonus:
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94marbel · 1 month
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Nunca lo publiqué en esta cuenta. Solo en la otra.
Pero solo es un mero recuerdo.
Hace 9 años atrás:
La maldad me trajo este regalo
Debajo de un árbol escribo
¿Qué tiene de especial el árbol?
Nada. Salvo que es cualquier árbol.
Bien. Suena de lo más fácil.
Aquí comienzo.
Todavía cuando ni lo hago.
Tus ojos tan bonitos no me ven.
Nada de particular hay por aquí
No me entiendes. Nunca me entenderás.
Esa brisa que vino y te trajo,
Me envolvió el cuerpo completo,
Dejándome en ascuas de imaginación.
Pues… me he caído del mismo árbol cual escribo.
Y tú dibujas el momento y sonríes
Tapar eso es imposible.
¡Ay!, me hace doler esa esencialidad tuya.
Mi corazón late fuerte y casi quiebra mi pecho
Cuando te veo
¡Crack!, se oye ya el sonido adelantado en mi mente
Pero evito eso haciendo que lo atara con
Grandes cadenas para que no se note
Soy bruta para escribir.
Pero si me conocieras,
Apuesto a que apreciarías mi brutalidad con todo
(Cosa que es inútil soñar)
Atraer tu personalidad no será tan difícil
Sin embargo poner a la mía en movimiento
Ni siquiera lo pienso
Me pongo a pensar; ¿qué cambiaría de esta vida?,
Solo un poquito.
Dos segundos a tu lado, a una eternidad sin que eso pase,
(Y esto no pasará ni siquiera por asomo)
No soy poetisa, ni siquiera he escrito un poema en mi vida,
De las prosas ni sé qué hablar, de la métrica soy un bochorno,
De mi vida… de todo.
Navego por un mar tan profundo,
estoy tan segura que camino debajo de él.
¡Vaya presión!
Loca soy, de eso, sin lugar a dudas habla la gente.
Mis manos no son especiales ni nada, son pequeñas;
Como mi estatura, pero ellas crean magia;
de aquellas que poniendo las palmas arriba comienza a llover
Sonrío al viento y él solo atina a decir que me calle
Revuelve mi cabello para todos lados como diciéndome:
«Todo estará bien», aunque suene a tormenta.
Una lágrima rueda de mis ojos, y el sol se pone,
No para mí, sino para otros
que tienen esa misma minucia tuya
Deseo volar; pero no cualquier vuelo,
sino de esos que se van entre las nubes,
y se puede ver todo desde arriba,
Mojo mis labios en un lago,
Sabiendo que muchos animales hicieron lo mismo
Yo no soy una más de ellos.
Pero claro, ellos supieron escoger,
Mi estúpido corazón no.
Me paso las manos por mi cara y se oye un suspiro.
Es el mío. Ni entonación tiene.
Quiero: esa es la vida… el querer anhelar siempre cosas,
Pero no saber apreciar la belleza que te rodea.
¿Ves? Me estoy yendo a cualquier lado por una culpa,
Esa culpa eres tú.
Eres desgracia. No tú. No en tu vida. Sino en la mía.
No tienes la gracia. Esa gracia de la cual pertenezco yo.
Me desprecias. No sueñas bien.
No sabes lo buena que puedo ser.
Soy libre. Si es que alguna vez lo fui antes de ti.
El tiempo es muy malvado conmigo.
Hasta parece que siempre lo fue.
Y lo amo. Al tiempo, claro.
¿Por qué?
Porque despierta en mí
el instinto de anhelación por la vida
Ese distinguido no cualquiera lo tiene
Es por ese detalle que soy especial
Aunque lo pintara así
Quiero salir y salvar al mundo. Hacer que la paz rebrote.
Pero ni siquiera lo asumo ya que vos estás haciendo estallar
una gran guerra dentro de mí
Salgo a luchar, con espadas, lanzas y escudos,
Estoy a punto de ganar, entonces me rindo, toda ensangrentada.
¿Por qué eres tan fuerte? Lo desprecio,
Fruncir el ceño, sacar media lengua hacia un costado,
En resumen, hacer un esfuerzo
por tratar de quitar tu hermosa cara de mi mente,
de mi cuadro, cuando todo es trabajo en vano,
No hay en ello salvación, fui condenada,
la cabeza perderé.
Odio este momento, odio esa risa que una sola vez escuché,
Odio tu andar tan despreocupado,
Odio esas bromas casuales que te salen, en fin,
Odio todo eso, porque es mejor así,
Entonces para volver de nuevo
y pensar que todo eso, es el conjunto que más aprecio
y anhelo le tengo,
Es una demencia total
Este es mi gran secreto,
Te lo cuento yo y no a cualquiera,
Solo para que lo sepas, por favor no se lo menciones a nadie. Ni siquiera a él.
(Él nunca me va a ver, así que la historia finalizó hace ya bastante tiempo)
By: Bethlehem
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aricastmblr · 9 months
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jimin weverse live (fotos1/2)
지민
12.11. 05:02
다녀오겠습니다
BTS
Iré y volveré
jm-Llegué un poco tarde.
jm-Voy a entrar mañana, todos. Entonces vine a saludar. Llegué un poco tarde. Debería haber venido antes, lo siento.
jm-¡Iré y volveré sano y salvo! ¡Sentí que tenía que decírselo, así que estoy aquí!
jm-No hay mucho que decir pero quería decirles que me iré con cuidado y volveré.No es que no te vuelva a ver nunca más. Lo que quería decirte no pude expresarlo del todo pero después de que me corté el pelo, sentí la realidad.
jm-Yo también los extraño. Ya los extraño ahora, ¿cuánto más los extrañaré cuando me vaya? (army)
jm-Últimamente el clima es frío, así que tengan cuidado de no resfriarse.
jm-Vi a Taehyung y Namjoon-hyung entrar hoy. Entraron con mucha valentía y sonriendo.
jm-¡Dijeron que irían y volverían sanos! No lloré jajaja, yo también los extraño mucho, pero si vamos y volvemos rápidamente, ¡el momento en que volvamos a estar juntos llegará antes!
jm-Y como entraré con Jungkook,creo que será de gran apoyo.( ¡Y siento que es un buen apoyo que vaya con Jungkook!)
jm-Sí, se lo pasaré a Suga-hyung. Suga-hyung está trabajando duro. A Namjoon-hyung y Taehyung les irá bien y regresarán también. Jin-hyung y Hoseok-hyung también lo están haciendo admirablemente. Jungkook y yo lo haremos con calma y regresaremos también.
jm-Algo que los miembros han estado diciendo mucho es que realmente queremos hacer una gira juntos. Desde que Seokjin hyung fue (al ejército) hemos trabajado duro en nuestras propias cosas y hemos estado trabajando en ello ha pasado un año en el que hemos puesto todo de nuestra parte. Realmente hablamos de querer hacer una gira juntos nuevamente . Hacer una gira, un concierto, lanzar álbumes, una vez que regresemos, ¡¡¡espero que ese momento llegue pronto!!!
jm-¿Te voy a mostrar mi cabello? risas Te lo mostraré justo antes de irme.
jm-¡Siempre estuve feliz y agradecido! ¡Revisaré muchos de nuestros recuerdos mientras esté allí!
jm-Siento que tengo que estar separado de amigos con los que he estado durante 10 u 11 años. Sigo pensando que es una lástima que no podamos pasar un buen rato juntos por un tiempo.
jm-Tengo algunas cosas que preparé pero no lo sé. Pensé en lo que quería hacer y preparé lo que quería, pero no sé si será de tu gusto. Espero que sea algo con lo que puedas divertirte.
jm-Tienen muchas ganas de ver mi cabello jajaja
jm-se quita el gorro
jm-Si yo también voy.. el tiempo pasa volando... pero estos días lo que he estado pensando es que ahora tengo casi 30, pienso en lo rápido que pasa el tiempo... así que he estado pensando en cómo vivir mis 30s, cómo pasar mi tiempo...pensando en planificar realmente las cosas
jm-Me veo lindo porque me afeité la cabeza? jajajajaja ¿Soy lindo porque me corto el pelo? Jejeje
jm-¡Iré y volveré bien, todos!
jm-Algo de lo que estoy muy agradecido y feliz es que hay tanta gente que se despide de mí cuando me voy y me da la bienvenida cuando regreso, eso me hace muy feliz.
jm-Y hoy vi que los ARMY no vinieron al lugar. De verdad muchas gracias. Gracias por cumplir tu promesa. Así que les pido que cumplan esa promesa hasta mañana también! Vienen muchas personas, así que estoy muy agradecido. Me conmoví. De hecho, nuestros ARMY, son geniales. Gracias.
jm-Iré y volveré sano e intentaré dejar mensajes cuando pueda~ Iré y volveré bien~así nos vemos cuando regrese. Voy a terminar el directo ahora...
jm-Volvamos a encontrarnos para hacer algo divertido, con nuestro lado divertido, con nuestro lado genial. ¡Iré y volveré bien!
jm-Después de terminar este live comeré con mi familia que está aquí visitándome. -Me comunicaré contigo. Escribiré una carta o haré algo, me comunicaré contigo. Te extrañaré. Iré y volveré bien. Te amo.
jm-¡Iré y volveré bien! ¡Te amo! ¡Iré ahora!
FIN (Resumen de lo que entendí de weverse live de jimin)
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queenseren-d · 2 years
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podrías hacer uno de Ariel male porfavor
(Claro que si ❤️ No sabia que genero querías asi que lo hice con fem ____ pero siempre puedo hacer otro con Male ____ si quieres)
Male Ariel x Fem ____
Título: Este no era el plan.
Resumen: Ariel se convierte en humano para enamorar a Eric pero su atención viaja rápidamente a la hermana menor del príncipe.
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Pov Ariel:
Desperté en medio del agua junto a la playa, me sentía raro... ¡Pero finalmente tenía piernas! Lo único que me faltaba era encontrar al príncipe.
— Recuerda Ariel, debes besarlo antes de- -Escuchamos unos ruidos raros y vi que era Eric con ese extraño animal-
Luego de encontrarnos me llevo a su palacio, una mujer muy amable me llevó a arreglarme para ir a comer y me dio un lindo traje rosa.
— Listo cariño, así te ves perfecto. -La abracé por la emoción y comenzamos a caminar al salón, era una lástima no poder usar mi voz pero lo iba a resolver-
— Que bueno que estas aquí, ¿te encuentras bien? -Mire a Eric mientras asentía rápidamente con la cabeza- Eso es bueno, ven te quiero presentar a mi hermana.
Caminamos a la mesa y una chica se levantó de su asiento, si creía que Eric era hermoso su hermana lo era muchísimo más, tenía unos ojos brillantes y una gran sonrisa.
— Hermano, ¿quién es él?
— Y-yo aun no se su nombre, no puede hablar. -Me miró y yo le sonreí muy nervioso ¿que me pasaba?
— Oh, es una pena... Soy ____, hermana de Eric, es un gusto conocerte. -Tome su mano y me incline dándole un beso suave en sus dedos, su mano era muy suave-
— Vaya, eres muy educado, ven vamos a comer. -Por un segundo olvide que Eric estaba ahí, asentí con la cabeza y todos nos sentamos a comer-
¿Qué me pasa? Debo concentrarme en besar a Eric antes de que el tiempo termine...
Vi que habían puesto en la mesa un objeto para cepillarse el cabello, sonreí y comencé a hacerlo pero en cuando lo hice Eric me miró de una manera extraña, ¿hice algo mal...? En eso escuché una risa a mi lado.
— Oye eso no es para cepillarse el cabello, ven te muestro. -____ tomó el cachivache y sostuvo la comida con el- Así se usa, es un tenedor.
Me puse rojo de la vergüenza pero más que eso era gracias a que ____ se acercó a mi para mostrarte cómo se usaba el tenedor, se notaba diferente a su hermano.
En la noche estaba en mi habitación viendo a Eric en el jardín, solo me saludo con la mano y luego se fue corriendo, esto era difícil, ni siquiera sabe mi nombre ¿cómo voy a besarlo?
— ¿Puedo entrar? -Me di la vuelta para ver a ____ asomada en la puerta, tenía un camisón verde claro parecido al que me habían dado a mi, solo que el mío era rosa. Asentí dejando que entre y camino hacia mi- Mira, te traje esto.
Mire que traía en las manos y era un cuaderno junto con una pluma, la mire algo confundido pero rápidamente dejo todo en el escritorio de la habitación y tomó mis manos.
— Me molesta un poco no saber tu nombre, mi hermano ni siquiera pregunto de forma apropiada así que pensé que podrías escribirlo. -Sonreí y tomé el cuaderno para escribir sobre el 'Soy Ariel'- Que hermoso nombre tienes Ariel.
Acarició mi cabeza y luego se me ocurrió algo, si ella me ayudaba podría besar a Eric, así que escribí de nuevo en el cuaderno, 'Quiero pedirte un favor, tu hermano me gusta y quisiera acercarme a el'
— ¿Mmm? Ya veo... Bueno tal vez pueda hacer que te enseñe el pueblo, ¿te gustaría? -Asentí con la cabeza rápidamente- De acuerdo, entonces hablaré con él, nos vemos mañana.
Camino a la puerta y sin saber qué hacía la tomé de la mano justo en la salida, ella me miró y yo volvo a besar su mano como antes.
— Buenas noches Ariel. -Se acercó sonriendo para besar mi mejilla y se fue-
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Pov ____:
En la mañana fui a la habitación de Eric y lo trate de convencer para que saliera con Ariel pero estaba completamente en negación, salimos de su habitación aun hablando del tema, bueno, yo insistiendo y el negándose.
— Ya lo dije, olvídalo, ¿no viste como me mira? Es lindo y todo pero no me gusta, y sabes que tendré que casarme con una princesa cuando sea rey.
Que mal... supongo que no había mucho que hacer con eso, tenia razón en eso, iba a casarse con una princesa...
Vi a Ariel saliendo de uno de los pasillos se veía triste, definitivamente nos escucho, caminé hacia él y tomé su mano para llevarlo a otro lugar.
— Ariel, lo siento tanto... -Escribió en el cuaderno que le regale un 'No te preocupes, no es tu culpa' pero aun me ponía triste, asi que tome su mano y le sonreí- Ven, yo te llevaré a conocer el pueblo y la pasaremos genial.
Lo prometido es deuda así que llevé a Ariel a los mejores lugares que se me ocurrieron, principalmente donde vendieran varios objetos ya que note que le gustaban, lo llevé a la biblioteca y también la plaza del pueblo. Por último lo llevé al muelle donde subí a un gran barco muy lindo y bien cuidado.
— ¿Te gusta? -Mire a Ariel y el asintió escribiendo en su cuaderno: 'Es hermoso, ¿de quien es?- Es mío, siempre quise conocer el mundo y mi madre me lo regalo para que lo hiciera... En ese castillo me sentía simplemente...
Pov Ariel:
Atrapada, sabía exactamente como se sentía, vi como se apoyo en el borde del barco y yo la seguí, durante todo el día Sebastian había intentado que volviera al palacio para intentar hablar con Eric pero estaba tan emocionado con todo lo nuevo que ____ me mostraba que lo ignoré totalmente.
Ella sabía lo que se sentía querer explorar el mundo como yo... Era diferente a las demás sirenas y por lo que vi también a las chicas humanas.
— Piensas que soy rara ¿verdad? Muchos no dejarían su hogar ni muertos... -Tome sus manos negando y le sonreí-
Ella acarició mis manos y de a poco me acerqué a ____, no sabía que estaba haciendo pero ella hacía lo mismo, antes de que nuestros labios se tocaran escuchamos un grito haciendo que nos separamos completamente rojos.
— ¡Princesa! -Era el hombre con el que habiamos almorzado ayer- ¿Dónde estuvo todo el día? La busque por todo el reino.
— Lo siento, solo quería pasear con Ariel hoy, ven, será mejor volver. -Hablo sin mirarme a los ojos, yo tampoco podía mirarla directamente así que simplemente los seguí y volvimos al palacio, no nos dimos cuenta de lo tarde que era y nos moríamos de hambre así que fuimos a almorzar.
Me fui a mi habitación el resto de la tarde, estaba muy avergonzado, pero no podía dejar de pensar en el momento que casi nos besamos con ____ mientras Sebastian me regañaba por "perder el tiempo" con ella y no acercarme a Eric.
Me llamaron para cenar unas horas después y al llegar vi a Eric con una mujer a su lado.
— Bueno hermano, ¿nos dirás que esta pasando? -____ miraba a Eric y cuando me senté con ella me sonrió levemente-
— Ella es Vanesa, será mi esposa y nos cansaremos. -No... si el se casa con esa mujer-
— Me alegro por ti hermano pero... ¿No es muy apresurado?
— Para nada, ella es la indicada. -Me levanté y simplemente salí de ahí, ____ me siguió pero yo me encerré en mi habitación, ignore las preguntas de Sebastian mientras lloraba y me negué a abrir la puerta-
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Al día siguiente me habían despertado para desayunar, me vestí pero no iba a ir hasta que...
— ¿Ariel? -Vi a ____ entrando por la puerta con un vestido muy lindo, se acercó y tomó mis manos- Oye, vamos a dar un paseo ¿si? Solo los dos.
No espero mi respuesta y me llevo fuera del castillo, intento animarme con lo que fuera y estaba resultando, pasamos casi todo el día fuera y en la tarde fuimos a su barco.
— No pienso ir a esa boda, es mi hermano y lo quiero pero esto es muy repentino... -Me acerque a ella y apoye mi cabeza en su hombro mirando el atardecer, el sol casi se pone y yo estoy aquí... con ____...-
¿Cómo no me di cuenta antes? Ella era la indicada... era amable, cariñosa y en este tiempo juntos me acerque más a ella que Eric.
— ¿Ariel? -La miré a sus hermosos ojos y me acerque lentamente a ella, puse mi mano en su nuca y finalmente pasó, conecte sus labios con los míos y la bese mientras el sol se escondía-
— Eso es adorable, pero te equivocaste de humano... -Nos separamos y vimos en la cubierta del barco a Ursula en su forma de pulpo-
— ¿Q-quien eres? -____ me puso detrás de ella-
— Yo soy la que convirtió a tu querido amigo en humano pero es una pena, el tiempo se le termino.
— ¿De que habla Ariel? -La miré muy nervioso y tomé sus manos-
— ¿No te lo dijo? El no pertenece aquí, es un tritón, debía besar a tu querido hermano pero eso ya no se puede querida, el sol se puso y no lo beso.
____ me miro unos segundos hasta que Ursula me transformó nuevamente en tritón, ____ se quedó en su lugar por el miedo y me miró en el suelo.
— Ariel... -La mire y cuando la bruja se acerco a nosotros un rayo dorado la hizo caer-
— Aléjate de mi hijo... -Esa voz...-
Mire a mi padre quien se levantaba con el agua hacia donde estabamos nosotros sobre el barco, con su tridente hizo que Ursula quedara atrapada en una gran burbuja.
____ se acercó corriendo a mi, esta vez arrodillandose a mi lado y tomando mis manos entre las suyas.
— ¿Estas bien? -Sonreí algo triste por tener mi cola de nuevo, pero señale el collar que tenía la bruja en su cuello, no podíamos oírla pero mi padre hizo que el collar llegara a nosotros, lo tome y lo rompí contra el suelo haciendo que por fin mi voz regresara- ¿Ari-?
— ¡____! -La abracé y ambos caímos sobre el suelo, comenzamos a reír y luego me sorprendió cuando me abrazó por el cuello y junto nuestros labios- Vaya...
— ¿Hijo? -Mire a mi padre que tenia a Sebastian en el hombro- Sebastian me contó todo, sospecho de la novia de ese humano y vino directo a mi.
— Padre yo- -Levanto la mano haciendo que guarde silencio-
— No hace falta que digas nada hijo, lo lamento... Al menos se que estuviste en buenas manos en este tiempo. -Sonrió y miro a ____ quien se cubrió las mejillas, estaba tan roja como mi cabello-
— Padre, quiero quedarme aquí, ver el mundo junto con ____, yo... la amo.
— Y yo te amo a ti. -____ me abrazó y yo la bese nuevamente-
Luego de eso todo fue muy lindo, mi padre me dio piernas nuevamente y me dejó viajar por el mundo con ____, Ursula fue encerrada para siempre y yo estaba con el amor de mi vida.
(Creo que me deje llevar y lo hice algo largo 😅 espero que te guste)
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mirxndatano · 1 month
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HAUNTED: INTERLUDE
Qimir x F! OC
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Resumen: Un lazo invisible que los unía desde que eran padawans. Qimir era el verdadero significado de ser seducido por el laso oacuro. Un poder, secretos, deseo y su amor que parecía un hechizo inquebrantable.
Advertencias: Ninguna en realidad.
Especificaciones: PadawanJediQimirXPadawanJediOC. Esto también puede ser Qimir x reader, no me gusta poner T/N ♡ Friends to lovers, slowburn (EN VERDAD, SLOWBURN)
Este fanfic será únicamente escrito en español y también será publicado en Ao3.
☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆*:..
HAUNTED AO3
Tumblr: Part1 Part2 Part3 Part4 Interlude
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—Qimir… ¿a qué se refiere?
—¡No es nada, olvídalo! —exclamó.
En un movimiento rápido se levantó y tomó a Akemi por los brazos y empezó a correr hacia la nave prácticamente arrastrándola. La joven estaba confundida por las palabras de la bruja ¿había algo que Qimir le estuvo ocultando todo ese tiempo? Él pudo sentir su confusión, pero no podía enfrentarla ahora mismo. Cuando llegaron a la nave, casi empujaba a su amiga para que entrara mientras trataba de evitar el contacto visual, su mente era un torbellino de emociones y pensamientos.
—Qimir ¿Qué quiso decir la bruja?
—No lo sé… ella solo estaba… diciendo tonterías —dijo forzando su voz para que sonara indiferente.
—¡No, ni se te ocurra mentirme! —advirtió Akemi—. Acabas de verme en mi momento más vulnerable ¿aún así piensas ser deshonesto?
Se quedó paralizado cuando le recriminó su mentira, finalmente la mirada de ambos se encontró. Había culpa en su rostro y arrepentimiento por querer engañarla. Quería decirle la verdad, pero no sabía cómo.
—Hay… algo que no te he dicho —dijo con voz tensa.
—Dímelo, no importa qué sea —respondió ella—. Te prometo que no diré nada.
—He hecho cosas… cosas de las cuales no estoy orgulloso.
Podía sentir que su corazón aceleraba mientras admitía eso. Akemi lo tomó del brazo para que se sentara a su lado y buscó su mano, pasando su pulgar por el dorso. Akemi quería que confiara y se sintiera tranquilo con ella. Él sintió un poco de consuelo, pero volvió a bajar la mirada. Tenía tanto miedo de la reacción de Akemi, de cómo lo miraría después de escucharlo.
—¿Qué has hecho? —preguntó con tranquilidad.
—Cuando era más joven; mis habilidades no eran las mejores y eso me frustraba bastante —respondió Qimir—. Sobretodo cuando veía a los demás padawans avanzar, mientras que yo me quedaba en el camino.
Formó una leve sonrisa cuando sintió los dedos de Akemi acomodando su cabello.
—Pero tuve suerte de que Vernestra me escogiera como su Padawan. No quise decepcionarla o que llegara a pensar en que tal vez era mala Maestra, porque es todo lo contrario. Es ahí donde comenzó… Cada vez que fallaba me exigía a mi mismo, toda la ira, la frustración… el odio empezó a tomar control de lo que hacía.
Empezaba a sentir un nudo en la garganta, por el recuerdo de sus errores y arrebatos pasando por su mente.
—Y a medida que pasaba el tiempo, empeoró —siguió hablando—. Perdía el control y atacaba de forma antideportiva a mis oponentes de entrenamiento. El dolor seguía aumentando, me resistí a esas emociones. Pero con el tiempo, comencé a ceder. Sabía que estaba yendo en contra de todo lo que enseñan los Jedi, pero no pasó mucho hasta que acepté la oscuridad dentro de mí en lugar de resistirme a ella.
—Y al final… ¿Lo hiciste, verdad? —preguntó Akemi, que con suavidad tomó el rostro de Qimir para que la mirara a los ojos. No había decepción en ella, sólo compasión.
—Sí... sí lo hice —admitió— Permití que la oscuridad tomara el control y comencé a usarla a mi favor en las peleas, cediendo a mi ira y agresión. Me volví más fuerte, ágil… lo que siempre quise.
—¿La Mestra Vernestra sabe de esto? —preguntó Akemi, notando que Qimir nuevamente se tensaba.
—Sí, sí lo sabe —respondió—. Ella puede sentir cualquier indicio de mi oscuridad, y me ha castigado por eso… muchas veces.
—¿A qué clase de castigos te refieres?
—Dolor.
Akemi se sorprendió ante esas palabras, sintiendo el impulso de levantarse.
—¡Ella no puede hacer eso! —exclamó, teniendo el impulso de levantarse.
Estaba dispuesta a ir en busca de la maestra, ninguno en la orden jedi tenía permitido castigar infringiendo dolor a un Padawan. Eso iba en contra de sus principios, Qimir estaba siendo víctima y nadie sabía de eso. Pero él la detuvo tomándola del brazo.
—¡Espera… por favor, no puedes hacer nada! —dijo Qimir, sabía que eso solo empeoraría las cosas para él.
—¿Qué no haga nada? —preguntó Akemi, podía sentir algo de ira por la situación—. ¡Te está lastimando!
—Solo cálmate —respondió suavizando su agarre—. Escucha… nadie debe saber esto y de cierta forma yo me merezco estos castigos.
Akemi empezó a respirar despacio para recuperar su tranquilidad. Los escenarios que estaba creando su mente eran devastadores, tan solo pensar que Qimir pudo sufrir dolor intenso la hizo sentir un escalofrío en toda su columna vertebral.
—Dejemos las cosas como están —dijo Qimir rompiendo el silencio, sentó a la joven nuevamente y pasó su brazo sobre su espalda—. Sólo… piensa que Vernestra me ha entrenado más duro que a otros padawans… eso es todo.
—¿En serio quieres que esta conversación termine aquí? —preguntó Akemi.
—No quiero preocuparte más de lo que ya estás.
Akemi tragó saliva con fuerza para quitar el ardor de su garganta. Sintió que sus niveles de energía bajaron de forma abrupta, Qimir pudo notar su cansancio.
—Debes descansar un poco —dijo Qimir con voz suave—. Ha sido un día muy largo para ti.
Puso su mano en la parte baja de la espalda de Akemi, la guió hasta una de las cabinas de descanso de la nave. Ella se acostó, el agotamiento era evidente en su rostro. La revelación de su pasado, su ataque de ansiedad, el asunto de Qimir… todo lo ocurrido la había llevado al límite. Qimir se recostó a su lado, sus cuerpos estaban a pocos centímetros de distancia, ambos en silencio perdidos en sus propios pensamientos. La tensión de la conversación anterior aún persistía en el aire.
Akemi podía sentir sus emociones y enojo persistente, pero no podía hacer más para sacar todo a flote.
—Qimir… ¿cuál es tu mayor sueño? —preguntó ella mirando al techo.
Esto lo tomó por sorpresa y se tomó un tiempo para pensarlo. A pesar de la oscuridad que había aceptado, las marcas, todas las reglas; creía en la justicia y en sus sueños.
—Mi mayor sueño es convertirme en Caballero Jedi —respondió él—. Proteger a quienes lo necesitan en esta galaxia, ser defensor de la paz.
Akemi sintió alfileres clavarse en su pecho hasta llegar a su corazón. Desde que pisó el templo por primera vez, cuando fue a Illum para obtener su cristal Kyber, cuando la fuerza la hacia vibrar en armonía; ese también había sido su sueño, su meta. Y… después de todo lo que descubrieron hoy ¿ese sueño se haría realidad, o se quedaría así? Como una fantasía que se desvanece al volver a parpadear. Las lágrimas regresaron y dejó que fluyeran en silencio, nada cambiaría su percepción de que ese día era el peor de toda su vida.
Eso pensó.
—Lo lograrás… ambos lo haremos —dijo Akemi, manteniendo aún su esperanza de que así pasaría.
Buscó la mano de Qimir y entrelazó sus dedos con los de él. La sensación de tener sus manos juntas fue reconfortante, mientras que Qimir sintió un aleteo en su corazón al sentir la calidez que recorría desde su mano hasta todo su cuerpo.
—Lo haremos, juntos —respondió él con voz firme, pero llena de afecto—. Nos protegeremos mutuamente.
*:・゚✧ *:・゚✧ *:・゚✧ *:・゚✧
Akemi y Qimir fueron vencidos por el agotamiento, quedando profundamente dormidos mientras sus piernas colgaban en el borde de la cama y con el rostro mirando el techo. La Maestra Vernestra llegó tiempo después, ni siquiera el sonido de la compuerta al abrirse logró despertarlos. Sus manos aún seguían entrelazadas, pero ella no lo notó por las mangas de sus túnicas. Los siguió observando por algunos segundos y suspiró, el consejo tendría una reunión de emergencia en cuanto regresaran a Coruscant. De algo estaba segura:
Ninguno de los dos padawans tendría la culpa de lo que pasaría horas después.
☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆*:..
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rei-uwu-22 · 2 years
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Dr.S. Senku Ishigami x Lector Masculino [Corto]
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"Atrevido Tesorero"
Fecha: 14 de Febrero, San Valentín después del horario de clases de la escuela (horario de actividades de clubes).
Ubicación: Escuela de Preparatoria de Japón, sala del club de ciencias.
Posiciones: #___ tesorero del consejo estudiantil #Senku presidente del club de ciencias.
Resumen: Na no es necesario.
Pov Narrador
En la sala se encontraba un chico con el cabello Anti leyes científicas, este sólo estaba en el lugar ya que no quería ver cómo la mayoría estaba declarándose o siendo rechazado en los pasillos o en el patio o en cualquier lugar de la escuela, tenía todo el tiempo del día hasta que se acabase las clases y la hora de cierre de los clubes, ya sea por qué hoy era el día de San Valentín y los profesores lo tomaban como escusa para tomarse un descanso y no dar clases hasta que la hora termine y puedan retirarse a excepción de los demás encargados que se quedan para vigilar el lugar o estar ahí por si ocurre algún acidente.
El peli-blanco/verde estaba concentrado mezclando algún que otro líquido químico o revisando algunas de las instalaciones de sus proyectos, de ves en cuando llendo al baño o a la máquina expendedora para agarrar algo para beber, en estos momentos ya terminó de verter y revolver una solución y se limpio las manos de polvo imaginario para quitarse los guantes y tirarlos en el contenedor de desechos tóxicos.
-Senku: kukuku~ ya está muy bien ahora iré por una lata y volveré lo más rápido posible para volver a encerrar me y descansar unos minutos- Dijo al aire para sonreír y salir de la sala para cuando abrió la puerta saco su cabeza para mirar a ambos lados y asegurarse de que nadie lo viera.
Al acercarse a la máquina expendedora y poner las monedas/billete para luego rebuscar lo que quería escoger de todas la variedades que veía atraves del vidrio, cuado lo encontró oprimio el botón de esté y espero a que cayera para poder recoger lo mientras esperaba empezó a escuchar pasos en el pasillo lo ignoro y al instante cayó su lata que de inmediato agarro al inclinarse para abajo, para volver a levantarse y abrirlo escuchando el sastifactorio sonido de lata abriéndose, para cuando giró sobre sus talones se encontró con el chico peli-___ que tanto lo fastidiaba/gustaba no toleraba que esté le interesará tanto de forma actractiva y romántica que el no deseaba en lo absoluto pero ahí estaba encantado con el atractivo y carácter del chico de maravillosos ojos color ____ (según el) que siempre lo inoctisaba cada que los miraba.
Mientras que el peli-blanco/verde admira con el seño fruncido a su enamoramiento quien ahora estaba sorprendido y nervioso por la cercanía con el ojos rubí la cual el científico no había notado por estar sumido en sus pensamientos.
-____: Que bueno verlo Senku-San pero podría moverse un momento por favor necesito una bebida -Hablo el chico con nerviosismo ante la mirada intensa que le mandaba su interés amoroso.
-Senku: Eh?, Oh lo siento no sabía que el tesorero aún se encontraba a estas horas en la escuela pensé que ya se retiraría -Dijo mientras se movía a un costado de la máquina expendedora, ya bebiendo de su lata observando atentamente al tesorero del consejo estudiantil- Por qué sigue aquí tesorero? -Pregunto con una sonrisa divertida que puso nervioso al chico oji-___.
-____: Oh en realidad no es tan tarde además de eso no ahí salida de aquí para mí ya que tengo trabajos del consejo que no me dejan dormí literalmente, pero bueno ahora me estoy tomando un pequeño descanso si me quedaba ahí un poco más me moriría de asfixia ahí solo -Respondio el tesorero con una risa al final dejando de lado su nerviosismo, metiendo unas cuantas monedas/billetes en la expendedora.
-Senku: Oh el perfecto tesorero tiene problemas? El consejo debe de darte vacaciones entonces -Dijo de tono burlón mirando al chico con cariño, esto dejo confundido al otro chico quien rápidamente desvió su mirada a la expendedora con un sonrojo en el rostro y movilizó su mano de nuevo para precionar el botón de un jugo de naranja.
-____: Si, esté "Perfecto" tesorero enserio necesita vacaciones -Respondio haciendo entre comillas con sus dedos en la palabra perfecto -Si no lo hacen terminaré tirandome por una ventana te lo juro, pff jajaja - Termino de hablar con una pequeña risa baja que fue una bonita melodía a los oídos del científico que sonrió alegre al escucharla.
-Senku: No pensé que alguien se riera tan bonito -Murmuro mientras se acercaba a la máquina expendedora y inclinarse a recoger el jugo para después volver a pararse y mirar al chico de hebras ____ quien miraba atentamente las acciones del otro chico -Bueno tendré que sujerirles/amenazarlos que te den un pequeño descanso está tarde no quiero que mi acompañante se muera antes de decirme que si - Dijo mientras le entregaba la lata de jugo al dueño.
-____: Decirle que si, a qué presidente Senku-San? Que lo deje aquí para que yo siga trabajando con la montaña de papeles que me esperan? Pues créame que no sería un placer hacerlo Senku-San yo deseo aún estar aquí con usted -Le hablo con una sonrisa divertida y coqueta llevo al diablo sus nervios y vergüenza, hablo con su enamoramiento de forma en la que se dejara llevar, eso sorprendió al amante de la ciencia que rápidamente sonrió de forma coqueta así que le siguió el juego.
Lo único que pensó Senku fue *Al diablo con esto, el amor es completamente ilógico y absurdo y molesto como también inútil pero... Si es con el no creo que sea de esa forma, asique dejemos eso de lado le daré un pequeño capricho a mi corazón y dejaré que ____ Sempeí se quede en mi corazón junto con la ciencia*.
-Senku: Oh no no no se equivoca no dejaría que esas lindas manos se sigan dañandoce de esa forma en la que no sea manipulando las Miles de cosas que se encuentran en la sala de mi club del cual soy dueño -Hablo mientras tomaba con delicadeza la mano del chico bonito que le atraía el cuál se sonrojo como tomate y miraba a esté con el corazón a mil -Yo quisiera que esté travieso tesorero acepte acompañarme a una pequeña cita conmigo en esté San Valentín tan aburrido dentro del club de ciencias -Contesto con diversión mientras le sonreía de una forma muy atractiva al punto de vista del oji-___ quien se moría de emoción.
-____: Oh oh oh es-eso es perfecto digo emg digo sonó bastante bueno me encantaría estar ahí con usted encerrado dentro del club ayudándolo a cumplir sus caprichos~ Senku-San~ -Contesto con un tono seductor acercándose más al chico científico aún con el agarre de esté en sus manos, ése chico que lo traía loco con su curioso atractivo.
Mientras que el chico peli-blanco/verde lo miraba atentamente con una sonrisa que al escuchar lo de cumplir sus caprichos titubeó y quedó con la boca entre abierta con las mejillas salpicadas de un tinte rosado, no podía créer que hayas aceptado y para ser más encantador el chico ____ le proponía cumplirle sus caprichos, como no lo pondría loco ese chico le encantaba, lo muy tentador que le era esa preciosa cara suya y esa vos qué ahora mismo le proponía algo tan comprometedor y emocionante ése chico lo llevaría a la locura.
-Senku: Pues que esperamos para nuestra cita tesorero?- Dijo con una sonrisa coqueta mientras agarraba la mano de este y lo estiraba a un costado suyo para poder movilizarse a la sala del club.
-____: Nada absolutamente nada Senku-San -Respondio mientras se ponía a un costado del cientifico.
Y así estoy dos chicos enamorados pasaron su lindo día de San Valentín dentro del club de ciencias charlando y bebiendo sus bebidas mientras se ayudaban mutuamente haciendo el proyecto científico que los unia más entre ellos, para cuando terminó la hora de los clubes y termino el día de clases estos dos fueron juntos a sus hogares mientras quedaban en alguna que otra tienda a comer algo y seguir con su cita, para cuando llegaron a la casa del ____ fueron recibidos por el padre de esté quien pidió amablemente que el chico peli-blanco/verde se quedará a cenar con ellos ya que había preparado mucha comida para ellos dos solos, sin más el chico de ojos rubí se quedó después de haberle avisado a su padre, sin saberlo el científico se había quedado a comer con su futuro suegro padre de su esposo a quien se le propondría unos 3700 años después de unos días de esa cena.
Fin
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taekookgorgeous · 7 months
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Sun and Moon | Namjin
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Namjin x Merlín
Resumen: Namjoon es el rey de un reino a punto de desaparecer por una maldición y Jin es su más preciado caballero. En un intento por salvar su vida, Namjoon le ordena huir, sin darse cuenta del significado de sus palabras.
Advertencias: fluff, caballero x rey, inspirado totalmente en Arthur y Merlin.
Notas de autora: Se que nadie lo leerá, pero me da ilusión publicar una de estas en Tumblr.
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Jin apenas había logrado correr a través del pasillo cayéndose a pedazos cuando dos manos sostuvieron su malla de hierro y lo empujaron hacia atrás, intentando salvarle la vida.
Difícilmente hubiera logrado sobrevivir acceder a la habitación donde descansaba el trono y que ahora tenía a una poderosa hechicera lista para cortarle el cuello no solo a él, sino que también a Namjoon, la persona que lo había detenido. El reciente rey Namjoon no solo lo había alejado del peligro, sino que lo había hecho girar sobre el aire como si no pesara nada y luego lo había empujado sobre el suelo con más fuerza de la que debería.
A Seokjin se le había ido el aire de los pulmones.
“¿Qué demonios estás haciendo aquí?” le dijo el rubio frunciendo el ceño. Su rostro estaba húmedo en sudor, lágrimas y tierra, porque el castillo se partía a sí mismo. “¿¡Acaso no les dije que escaparan por el bosque!?”
Jin subió las manos por sus brazos desprotegidos en solo una blusa blanca de vuelos, ni siquiera había puesto una armadura en su cuerpo, seguramente porque el ataque había sido una sorpresa. Apenas había tenido tiempo para avisarle a su pueblo que no había manera de salvar esta, así que todos tenían que huir, algo que Jin no podía cuestionar, porque era cierto, magia había caído sobre su pequeño reino, por el puro peso de sus actos.
“¡Estás vivo!” se encontró diciendo, sin darse cuenta de lo mucho que sus dedos habían escalado por su cuerpo solo para poder tocar, por primera vez, su piel. “Pensé que no llegaría a tiempo, es un alivio”
“¿Alivio de que? ¿Morir a mi lado?” Jin hubiera gritado con todas sus fuerzas, ¡Si! si no hubiera sido porque algo había explotado a su lado y Namjoon había tenido que empujar su cuerpo sobre el del caballero para evitar el impacto de la roca volando sobre ellos. Cuando se alejó, el polvo había teñido su cabello rubio y su perfecta vestimenta. “No puedes ser mas estupido”
“Necesito sacarte de aquí” le respondió, casi sin escuchar las palabras que salían de los labios de su rey. “Si nos vamos ahora, podemos escapar por los calabozos, hay una salida secreta que nadie conoce”
Namjoon lo miró a los ojos un segundo demasiado largo.
“No voy a escapar”
“¿Su alteza?”
“Se que ella no busca el reino, ella no quiere quitarme nada material, ella…” El rey estaba haciendo tanto contacto visual que Jin no pudo evitar bajar los ojos un solo segundo a sus labios, incluso aunque sabía que era indebido y que el rey estaba molesto. “Te ordene que te fueras, especialmente tu”
“Lamento decirle, mi señor, que es una orden que no puedo cumplir” Jin sostuvo el rostro de Namjoon, acariciando su mejilla con cuidado. “Jure protegerlo con mi vida y eso es justo lo que haré”
“¡No! ¡Te vas a ir!” Namjoon comenzó a levantarse, viendo a su alrededor por algo que Jin no podía imaginar, ya que en lo único que estaba pensando era en que el rey se había sentado sobre sus muslos. “Creo que veo una salida por…”
“No me iré sin ti”
Eso atrajo su mirada.
“Es una orden de tu rey”
“Un rey sin reino es solo mi igual” Jin se levantó de golpe, haciendo a su rey casi perder el equilibrio al estar sentado sobre el caballero. “No voy a permitirle morir por sí solo y tomar todo el crédito por matar a esa bruja”
“No estoy jugando, Seokjin”
El caballero alcanzó la blusa de Namjoon, sosteniendolo.
“No necesitas dar tu honor por esto, no hay un reino al que volver, todo lo demás es fuego y caos, podemos irnos y empezar de nuevo, todavía tienes sangre real, otros reinos podrán ayudarnos a surgir, tu padre ya no esta, pero no serás tú el último cadáver de este reino” Sabía que sus palabras estaban surgiendo más indebidas de lo que deberían ser ante un rey, pero su corazón se apretaba a sí mismo ante la idea de vivir en un mundo donde Namjoon no estuviera ahí para atormentarlo. “Tal vez ella está dispuesta a morir por su venganza, pero tu no tienes porque pagar el mismo precio por tu honor”
“Seokjin, no lo entiendes”
“No, creo que jamás he entendido algo tan claramente, tu tienes tus mandatos como príncipe tal como yo lo tengo como caballero, pero el dia de hoy, no hay reino al que responder, ahora mismo, somos solo tu y yo” Jin se estaba arriesgando mucho, pero de todas maneras dejo todo el amor que tenía por él llegar a sus ojos y revelarse como una confesión reprimida por años. “Permítete ser algo más…”
“Jin”
“Escapa conmigo”
Namjoon parecía sin fuerzas mientras comenzaba a llorar.
“No puedo”
“¿No puedes?”
“No puedo”
“¿Por qué?”
Jin sintió los dedos de su rey ponerse en el borde de su armadura, ahí donde podían tocar la complejidad de su piel desnuda. Ellos jamás se habían tocado así antes, ni en esas incontables aventuras en búsqueda de calor entre los copos de nieve, ni en las eternas noches en vela preparando discursos para el reino luego de largas batallas.
“Porque si no me mata a mi, va a matarte a ti” respondió por fin, inundando sus ojos azules de lágrimas gruesas, tal cual lo haría un niño asustado. “No puedo irme si es así, Seokjin”
El nombrado alzó los ojos, sorprendido.
“¿Por qué querría matarme a mí?”
“Cuando mi padre decidió colgar a la esposa de Ji won, a la que era el amor de su vida, pude estar ahí, ella nos advirtió que caería sobre Camelot toda su ira, que quitaria todo de nosotros, nuestra tierra, nuestra corona y a las personas que amamos” explico rápidamente. “Ella no dijo que iba a matarme, ella dijo que mataría todo lo que me hace sentir amado”
“¿Yo te hago sentir amado?”
“No, no, como mi caballero, me haces sentir…” Namjoon se detuvo, recién racionalizando lo que había dicho y donde estaban. Resulta que parecía recién haberse dado cuenta que Jin ya no era su caballero, que no era su sirviente, que ahora no existía un reino, no era nada más que su eterno y fiel amigo.
Estuvo a punto de decir algo al respecto cuando otro gran estruendo los desoriento, Namjoon se abrazó a sí mismo mientras los pedazos de piedra caían sobre ellos, tal cual una lluvia de estrellas destruyendo el momento de confesión. Al calmarse todo, Nam alzó la vista, mirando a su alrededor, viendo si estaban en peligro. Jin pudo observar todo, su sudor, la suciedad, su cabello ahora castaño por el polvo e incluso las lágrimas acusadoras que dejaban ver sus ojos azules llenos de tormenta.
Habían vivido muchas cosas juntos como rey y caballero, pero más que nada como Namjoon y Jin, mejores amigos desde jóvenes, dedicados a estar para el otro incluso cuando las hojas del verano se volvían de invierno y salvándose la vida sin pensarlo dos veces.
“También has logrado hacerme sentir amado” murmuró, sin poder sostener la verdad por mucho más tiempo en su lengua, debía ser dicha y debía ser en ese momento, porque lo siguiente que Jin hizo fue girar la mandíbula de su rey y luego inclinarse hacia adelante para alcanzar sus labios.
Esto pareció sorprender a Namjoon ya que su cuerpo se puso tan rígido como la roca que aún los sostenia, sin embargo, así de rápido lo sintió relajarse en sus brazos, primero abrazandolo por el cuello y luego, por fin, abriendo su boca.
Jin ni en un millón de noches en vela hubiera creído que su rey podría devolverle un deseo tan mundano como el que guardaba en su corazón, sin embargo, ahora que estaba experimentando esto con él, no podría haber aceptado ninguna respuesta diferente. Besarlo era lo único que podía nacer de lo que sentían por él otro, de manera que se dedicó a hacerlo lo mejor posible, primero bajo las manos por su cuerpo, hasta dejarlas alrededor de su cintura, abrazándolo como lo deseo por incontables pesadillas ante perderlo.
Namjoon sabía al vino rojo que había consumido antes de que todo ese infierno ocurriera, al duelo de su reciente difunto padre y a las lágrimas que experimentaba en consecuencia de haber probado algo que pronto se le prohibiría.
Como un condenado que acababa de besar los límites del paraíso.
“... Namjoon” gimió el hombre, deleitando a Jin mientras le mostraba su nuevo sonido favorito, un toque de necesidad, desesperación y terrible tormento. “Tienes que dejarme tener esto”
“Permitiré que obtenga todo lo que desea de mí, su alteza”
“Entonces, permíteme salvarte la vida” Namjoon presionó su frente sobre la de Jin, de manera que ambos pudieron existir un segundo entero de esa manera. “Por favor, Jin”
El pelinegro abrió los ojos, decepcionado.
“¿A qué clase de vida me está enviando si me priva del deleite de su respiración?” Le preguntó el caballero a su rey. “¿Qué va a ser de mí si no existe la única persona a la que estoy dispuesto a darle mi corazón? Es más ¿Qué dirían los poetas de mi si permito que mi último momento junto al hombre que amo sea guiado por la cobardía?”
“Dirían que eres un caballero que respeta las decisiones de su rey”
“Prefiero vivir mil días y noches huyendo de la muerte a tu lado que quedar indefenso ante la noción de que tu corazón está dejando de latir” respondió Jin, negando fielmente. “Huye conmigo, Kim Namjoon”
“Ella nos encontrará”
“Y nos encontrara juntos” Jin tuvo que sostener con fuerza su rostro, obligarlo a ver el amor que tenía por él a través de sus ojos. “Quiero que cuando la muerte encuentre su camino hasta mi cama me encuentre a tu lado luego de hacerte el amor, no acepto ningun otro destino”
“No digas cosas como esas”
“Se que lo quieres también, puedo sentirlo” el caballero llevó una mano hasta donde descansaba el eterno torturado corazón de Namjoon. “Vamos a huir de este destino hasta que no haya escapatoria, porque hoy existe”
Namjoon frunció el ceño, casi quebrándose de nuevo en llanto.
“Pero morirás”
“No tengo miedo de la muerte, porque he de no existir cuando ella lo hace, temo más no tener otro momento para saborear delicadamente tus labios”
Jin se inclinó de nuevo para besarlo.
Este beso fue esperado, Namjoon abrió los labios enseguida, dejando al caballero meter su lengua dentro de su boca. Fue un momento acelerado, un beso que sabía a poco, pero mucho a la vez, que sabía a vida y a muerte, a amor y a lágrimas, pero que alcanzó su objetivo deseado porque cuando por fin se alejó, Joon ya estaba asintiendo.
“Cuando llegue la muerte por ti, debo morir a tu lado” susurró sobre sus labios, no tal cual como una promesa, sino más bien una orden. “Debes prometerlo”
“Cuando en el lecho de mi muerte, obtenga su dulce beso sobre mis labios, permitiré que me beses inmediatamente después, para que sea el mismo veneno el que termine nuestras respiraciones” decidió responder Namjoon, jurando así, que morirían juntos. “Pero primero, vivimos”
Namjoon asintió.
“Sacame de aqui”
“Si, mi rey”
Fin.
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Necesito leer algo de Merthur viviendo felices luego del final 😔😔🙏 espero que si hay namjinistas que les guste Merlín les guste esta historia también 🌷
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